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• Ana Cáceres

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El bazar del Renacimiento de Jerry Brotton Cap. 1: Un renacimiento global. ¿De quién es el renacimiento? El renacimiento según la definición clásica es la celebración de los logros de la civilización europea que excluye a todas las demás. En la Europa renacentista aparece el ideal de hombre que fue inventado por Michelet y Burckhasrdt que tiene las siguientes características: es un hombre blanco, masculino, cultivado y convencido de su superioridad cultural. La pretensión de este capítulo es rechazar tal enfoque y centrarse en los intercambios culturales y comerciales que tenían Europa amorfa y las sociedades que se encontraban al Este. Panofsky empleó una imagen para definir el cambio de actitud que se produjo en la Edad Media hasta el espíritu renacentista y no solamente condesa ese momento sino que también muestra el momento en el que Europa comienza a definirse a sí misma como la conocemos. Por lo tanto el concepto de Europa nace en el renacimiento y según Panofsky también lo hace la humanidad moderna. La secuencia de la obra refuerza la idea de que la separación de Asia y Europa fue la base de la creación de esta última y su renacimiento, es decir, Europa solo puede definirse contra Oriente en oposición a él. Tres años antes fue encargada una pintura a los Bellini que mostraban la mezcla de comunidades y culturas. El cuadro es una ingeniosa combinación de dos mundos: el contemporáneo y el clásico. Se trato de eliminar con Panofsky la historia de relaciones que tenia Europa con el resto del mundo. Occidente se encuentra con Oriente El cuadro de los Bellini refleja como Europa empezaba a definirse a si misma mediante un complejo y amplio intercambio de ideas y materiales con Oriente. El comercio de los bienes entre Oriente y Occidente se había desarrollado durante siglos en todo el Mediterráneo, aunque el volumen aumentó tras el fin de las cruzadas. Todas las esferas de la vida se vieron afectadas, desde la alimentación hasta la pintura. Venecia es, como ciudad, la quintaesencia del Renacimiento, no sólo por su combinación de comercio y lujo estético, sino también por su admiración y emulación a las culturas orientales.

Créditos y débitos El aumento de la cantidad de mercancías y rapidez de su distribución provocó que se cambiase la forma de las transacciones comerciales. Los Europeos no sólo traficaban los exóticos productos orientales, también incorporaban las prácticas de comercio árabe e islámicas debido a su contacto con los bazares y núcleos comerciales a lo largo de África, Oriente Medio y Persia. Los comerciantes de Venecia, Florencia y Génova estaban conscientes de que debían adoptar nuevos métodos de contabilizar las operaciones comerciales internacionales cada vez más complejas. Además una de las innovaciones más importantes fue la letra de cambio, el primer ejemplo fue la moneda. Las familias de mercaderes que garantizaban tales transacciones sobre trozos de papel pronto se convirtieron en banqueros además de comerciantes. Los banqueros de Dios Los principios religiosos de la cristiandad y el islam prohibían oficialmente gravar los préstamos con intereses. La solución era emplear mercaderes judíos para gestionar las transacciones crediticias y actuar como intermediarios comerciales entre ambas religiones, por la simple razón de que los judíos no tenían ninguna prohibición religiosa oficial contra la usura. De este accidente histórico surgió el estereotipo de antisemita de los judíos y su presunta conexión con las finanzas internacionales, lo cual es un producto directo de la hipocresía cristiana y musulmana. Los grandes turcos 1453 la guerra de los cien años entre Inglaterra y Francia llega a su fin. Una de las consecuencias de la paz fue la intensificación del comercio entre el norte y el sur de Europa. En el otro extremo del continente el imperio islámico de los otomanos conquistó finalmente Constantinopla, la capital del dos veces centenario Imperio bizantino. La caída de Constantinopla se ha considerado siempre como la catástrofe para la cristiandad. Memhet “ el conquistador” no era el déspota bárbaro que evocaba el imaginario histórico occidental. Su afinidad con las ambiciones políticas y los gustos culturales de sus homólogos italianos era mayor de lo que se cree. En el siglo xv no había fronteras geográficas o políticas claras entre Oriente y Occidente. Fue mucho mas tarde, en el siglo xix, cuando la creencia en la total separación cultural y política de Oriente islámico y Occidente cristiano impidió el normal intercambio comercial, artístico y de ideas entre ambas culturas.

Aires de cambio Al final de la guerra de los Cien años el comercio se intensifica y las minas de metales preciosos del centro de Europa se empieza a agotar, los precios subían y era preciso encontrar nuevas fuentes de ingresos, lo que contribuyó a aumentar las exploraciones y los descubrimientos. La corona y los mercaderes de Portugal pronto se dieron cuenta que por vía marítima podrían no solo traficar oro y especies desde África. Fue el lado mas oscuro del renacimiento el tráfico de esclavos transatlántico. Especias, oro y esclavos: éstos fueron los productos que espolearon la creación de la primera imagen verdaderamente global del mundo de la primera modernidad.