ARTE DE CONVENCER Lecciones ciceronianas de oratoria MANUALES DIDÁCTICOS BULMARO REYES CORIA ARTE DE CONVENCER Lecc
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ARTE DE CONVENCER
Lecciones ciceronianas de oratoria
MANUALES DIDÁCTICOS
BULMARO REYES CORIA
ARTE DE CONVENCER Lecciones ciceronianas de oratoria
Elaboración de esquemas Sergio Reyes Coria
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS Centro de Estudios Clásicos
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DEMÉXICO México, 2004
Dedico este libro
a mi hijo Ornar, pues en él pensaba al escribir
Primera edición: 1998
Primerareimpresión: 2004
D. R. ©2004, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO INSTITUTO DEINVESTIGACIONES FILOLÓGICAS
Circuito Mario de la Cueva
Ciudad Universitaria, C. P.04510, México, D. F. www.filologicas.unam.mx [email protected]
Departamento de publicaciones del IIFL Tel. 5622 7347, fax 5622 7349 ISBN 968-36-6712-0
Impreso y hecho en México
Cicerón, a ti te admiro y alabo, pero me duele la suerte de
Grecia, al verque los únicos bienes y ornamentos que nos quedaban, es decir, la ilustración y la elocuencia, ahora parten contigo a Roma. APOLONIO MOLÓN DE RODAS
PREÁMBULO
En las antiguas Grecia y Roma, la ciencia que se ocupaba de la composición de discursos que habían de pronunciarse en público, era la retórica, la cual ya se encontraba fundada desde los tiempos homéricos, como puede verse en la ¡liada, cuando el viejo Fénix le dice a Aquiles: "tu padre me mandó a enseñarte a ser hacedor de discursos"1.
Los profesionales que sededicaban alestudio o enseñanza de es ta ciencia, se llamaban rétores, y muchos de ellos escribieron sus
lecciones, como, principalmente, Aristóteles, Cornificio, Cicerón y Quintiliano.
Aristóteles, entre otras muchas obras de diferente género, es autor de una Retórica, dividida en tres libros. Agrandes rasgos, en ella enseña que el fin de la retórica no consiste en convencer, sino en
enseñar los medios para convencer en cada caso particular. En el
libro primero trata de los límites de retórica y de los tres tipos de oyentes a los que puede enfrentarse un orador: quienes oyen por placer, quienes oyen para recibir consejo, yquienes oyen para emi1Véase ¡liada, canto IX, versos 442 a 443, así como mi artículo "Homero, maestro/estudiante de retórica. ¿Una fantasía ¡l, IX, vv. 442-443?", en Noua tellus, 14, 1996, pp. 9-34. II
Preámbulo
12
Preámbulo
tir una sentencia; de donde divide los discursos en tres géneros: demostrativo, deliberativo yjudicial, y aborda temas referentes a las ciudades, la felicidad del hombre, el bien yel mal, la virtud, la
justicia. En el segundo, estudia el carácter del orador, las pas.ones
del oyente yalgunas formas de argumentar. En el tercero, se ocupa de la elocución y la acción, así como de las partes del discurso.
Cornificio, se cree, era amigo de Cicerón, acaso condiscípulo su
yo, pero nada cierto se sabe de él; simplemente hoy en día se le
atribuye el tratado de la así llamada Retórica aHerenio. Esta obra
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constituyen el más completo resumen de retórica. Los Tópicos enu meran cada uno de los lugares comunes y propios que se usan en la argumentación. El óptimo género de los oradores fue introducción a una traducción que hizo Cicerón, de dos discursos griegos, uno de Esquines y otro de Ctesifonte. De Cicerón cuenta Plutarco una historia espeluznante, que hace
erizarse el pelo. Apolonio Molón de Rodas, que era un excelente maestro de retórica, vino como embajador a Roma, bajo la dictadu ra de Sila. Cicerón estudió con él tanto en Roma como más tarde
abarca la invención, la disposición, la elocución, la memoria y la
en Rodas. Y cuando ya acababa sus cursos en aquellas lejanas tie rras, Apolonio, que no sabía hablar bien latín, pidió a Cicerón que
lenguaje de ornato, o figurado.
pronunciara un discurso en griego, y éste, juzgándolo más apropia do para la corrección, lo complació. Al terminar su declamación, todos le aplaudieron, excepto el maestro, que se quedó tan inmóvil
pronunciación, así como una completa yamena explicación del Marco Tulio Cicerón fue un gran abogado romano. Con el ejer
cicio gratuito de su profesión se ganó la simpatía política de sus conciudadanos, yapesar de haberse sumergido hasta las profundi dades de esa vida azarosa, se dio tiempo no sólo para escribir sobre temas de filosofía, sino también sobre cuestiones de enseñanza, de donde tenemos las máximas lecciones para componer discursos
persuasivos, convincentes, como los que él mismo pronunciaba. Sus obras acerca de arte retórica son éstas: De la invención retóri
ca (dos libros), Particiones oratorias, Acerca del orador (tres li bros), Tópicos, El orador yEl óptimo género de los oradores. De la invención retórica es la de más amplia tradición, quizá por su
brevedad, por la gran abundancia de ejemplos con que ilustra la materia, ypor versar sobre todo en cuestiones judiciales, género
que precisamente motivó el florecimiento de la retórica. Los libros
Acerca del orador consisten en un diálogo sostenido entre grandes
personajes de la escena romana, que contiene profundamente dis
cutidas todas las partes de que trata la retórica. El orador, más que dar normas de composición, trata acerca del ritmo en el discurso,
pero en especial demuestra las cualidades que debe poseer el ora
dor perfecto, el cual nunca ha existido. Las Particiones oratorias
como lo había escuchado y por largo rato permaneció meditabundo en su asiento. Entonces, Cicerón le manifestó resentimiento, a lo
que aquél le respondió: "Cicerón, a ti te admiro y alabo, pero me duele la suerte de Grecia al ver que los únicos bienes y ornamentos
que nos quedaban, es decir, la ilustración y la elocuencia, ahora parten contigo a Roma".2 Marco Fabio Quintiliano, de Calahorra, nació en 35 y murió en 110, d. C. Fue el gran organizador de la retórica, y el primer maes
tro que abrió una escuela pública en Roma y que recibió del fisco un salario porenseñar esa materia. Sus Instituciones constan de 12 libros: el primero contiene preceptos que más bien pertenecen al gramático; el segundo trata los primeros elementos que se apren den en la escuela del rétor y lo que pueda preguntarse acerca de la sustancia de la retórica; los cinco siguientes se dedican a la inven ción y a la disposición; del octavo al undécimo, a laelocución, a la memoria y a la pronunciación, y el último, a la formación del ora2Véase Cicerón, Bruto, 245, 307, 312 y 316; Acerca del orador, I, 75, 126 y 130, y Plutarco, Cicerón, IV.
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Preámbulo
dor: sus costumbres, la razón paraaceptar, aprender y tratarcausas;
el género de elocuencia más adecuado, el fin de las acciones, los
Preámbulo
La invención es la imaginación de cosas verdaderas o semejan tes a la verdad, que hacen que algo pueda probarse, y por lo tanto
estudios posteriores a la acción.
se vuelva creíble.
Cualquiera de estos tratados ofrece suficientes conocimientos para formarse una idea completa del concepto que de retórica tenían los antiguos. Más aún, sus preceptos pueden utilizarse para analizar y comprender los textos que se escribieron o los discursos que se
nadas a través de la invención.
pronunciaron bajo aquellos lincamientos. Y, por encima de todo ello, esos preceptos retóricos siguen vigentes en la actualidad para
también de acuerdo con la invención.
lacomposición de discursos. Sin embargo, la precipitada vida que vive lagran mayoría de la gente, impide el estudio directo de aque
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La disposición es la distribución, en orden, de las cosas imagi La elocución es la acomodación de las palabras y sentencias idóneas, asimismo de acuerdo con el proceso de la invención.
La memoria es la firme percepción de las cosas y las palabras,
La pronunciación es la moderación de la voz y del cuerpo se gún la dignidad de las cosas y de las palabras. Pero tratar por separado estas cinco partes daría como resultado
llos textos.
un manual sumamente voluminoso, y no cumpliría el propósito de
Para toda esa gente llena de múltiples ocupaciones sería muy útil una síntesis, ordenada, de los preceptos de retórica antigua más im
brevedad y sencillez aquí trazado. Para facilitar, entonces, hasta el extremo la tarea a los modernos
portantes. Pero que yo sepa, hoy en día, en español no se dispone
estudiantes, trato solamente laprimera parte de la retórica, es decir, la invención, a la cual se supeditan las otras, como puede inferirse
de un manual moderno de retórica clásica, a nivel escolar, de ca rácter didáctico, en la misma forma en que el mercado está lleno de
de las respectivas definiciones. La invención, de hecho, es la más
literatura crítica al respecto.
importante en esta doctrina, ya que fácilmente se comprende que para hablar, por sobre todas las cosas hay que tener de que hablar,
Cuando publiqué La retórica en La partición oratoria de Cice rón (1987), pensaba que con esa obra ayudaría a llenar aquella
el cómo se irá descubriendo paralelamente. "Domina el asunto, y laspalabras fluirán", decían los romanos.
laguna de nuestro medio en los estudios clásicos; en parte, el ob jetivo parecía cumplirse, pues sus abundantes cuadros muestran es quemáticamente casi toda la doctrina acerca del arte de componer discursos, pero esos cuadros, para respetar al máximo la teoría
nales, o en reuniones festivas, dolorosas, religiosas, etcétera, donde se preste la ocasión para "pedir la palabra", o para satisfacer a los
ciceroniana, están hechos en latín, lo cual para muchos no es de gran auxilio. Ahora bien, con estas lecciones ciceronianas de oratoria, mi
ble, que hable!" Cabe hacer hincapié en el gran valor de las obras de los clásicos
gramáticas latinas o griegas; aunque, en cambio, haya abundante
propósito es exponer con brevedad ycon la mayor sencillez posi ble, las reglas retóricas contenidas en Las particiones oratorias y en La invención retórica, ambos, repito, de Cicerón.
Las partes en que éste dividía la retórica, eran cinco: invención, disposición, elocución, memoria ypronunciación.
En general, la retórica enseña a hacer discursos para todo tipo de asambleas: de senadores, diputados, partidistas; en algunos tribu
impertinentes e inoportunos cuando le piden a alguien: "¡que ha
griegos y latinos. Sus recursos son inagotables, de modo que todos podemos estar ciertos de que sus enseñanzas siempre nos traen algo nuevo, y de que, en especial, el estudio de su retórica puede hacer que mejoremos nuestro discurso, que lo hagamos más efecti vo, con las componendas que cada quien crea pertinentes, a condi-
16
Preámbulo
ción de que aprendamos lo fundamental de aquella ciencia: la ob servancia de la prudencia, el respeto de lajusticia, el acopio de la fortaleza y la templanza, virtudes de las cuales se hablará en su lu gar.
Pienso, pues, que cualquier persona que lea con cuidado estas lecciones, aprenderá más fácilmente a elaborar sus propios discur sos, y, en cualquier forma, como decía Isócrates, aunque puede su ceder que haya quienes ejercitándose con empeño no logren ser buenos autores de discursos, pero en cambio superarán algunos as
pectos de su vida, ya que podrán conocer, repito, las virtudes de la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, que hoy por hoy nos hacen tanto daño o tanta falta, según el caso. Para terminar este preámbulo, debo decir, con Cicerón, que el dominio de la elocuencia hace hombres superiores; vuelve segura, honrosa, brillante y alegre la vida, pues proporciona las óptimas herramientas racionales para luchar en el foro, en las asambleas y en todo tipo de lugares donde aún es posible hacer uso de la pala
bra, esa atribución que todavía nos distingue de las bestias.
DEFINICIÓN DEL DISCURSO
Oratio y discurso Los eruditos de hoy en día, con la palabra "discurso", entienden, en general, las expresiones verbales o escritas que se usan en la comu nicación. También hablan de un discurso literario, que puede ser
real o ficticio, y, de modo menos claro, de otro lingüístico, que es el que se pone en acción, o, más brevemente, el conjunto de enun ciados que dependen de la misma formación discursiva.
Cicerón explicaba con más sencillez lo que se entendía por oratio, o "discurso", como he interpretado yo este vocablo al
trasladarlo del latín al español. Él hablaba de dos clases de orationes: la oratio misma y el sermo. El sermo era interrumpi do, pues equivalía a. plática, conversación o diálogo, y la oratio era perpetua, o ininterrumpida, ya que, válgase la repetición, equivalía a lo que hoy la Real Academia Española define como oración, esto es:
Obra de elocuencia, razonamiento pronunciado en público a fin de persuadir a los oyentes o mover su ánimo. Algunas oraciones toman nombre de su asunto o de la ocasión en que se pronuncian. Oración deprecatoria, fúnebre, inaugural. 19
Definición del discurso
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Clasificacióndel discurso
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Esto, pienso, es lo que más comúnmente la gente conoce como discurso, precisamente en la acepción en que la misma Real Academia Española entiende este vocablo: "Escrito de no mucha extensión, o tratado, en que se discurre sobre una materia para en señar o persuadir".
sus individuos, y tiene como fin la virtud. De aquí nace esta máxi ma ciceroniana: "El método para alabar y para vituperar vale no sólo para hablar bien sino también para vivir honestamente".' Esto significa, por una parte, que el mejor orador será aquel cuya vida
Clasificación del discurso
sea ejemplar, y, por otra, que quien estudie retórica alcanzará una especial capacidad para conducirse con éxito en la vida. En efecto, en esta clase de discurso se habla de cosas buenas y malas, las cua
bien llamados lugares, para hablar acerca de una comunidad o de
les, respecto al hombre, pueden ser: externas, del cuerpo y del espí El discurso de que aquí se tratará es el que desde Aristóteles se clasifica en tres géneros: demostrativo, deliberativo y judicial; es decir, el que se pronuncia en público, no para entablar una conver sación o hacer diálogo o plática con alguien, sino para disertar in interrumpidamente acerca de algún asunto del orden civil, como puede ser la alabanza o censura de alguna persona (discurso epidíctico), o su acusación o defensa (discurso judicial), o el consejo acerca de cualquier conveniencia o inconveniencia para los ciuda danos en particular o en comunidad (discurso deliberativo). Véase el esquema 1.
ritu.
Las cosas externas son la familia, lafortuna y todo tipo de recur sos, como el poder, las oportunidades, las riquezas, cosas que no se hallan ni en el cuerpo ni en el espíritu.
Las cosas que se refieren al cuerpo son la complexión física y la salud, buena o mala.
Las atribuciones del espíritu están estrechamente vinculadas con la virtud, y se originan en el conocimiento o en la acción. Del co
nocimiento nacen la prudencia, la habilidad y la sabiduría. Ésta úl tima, a su vez se divide en dos clases: una es la filosofía; otra, la
oratoria. De la acción se desprende la templanza, virtud que puede fin
clase
epidíctico
—»
alaba la virtud
tiempo
darse en el hombre aislado (templanza doméstica) o en comunidad
presente
(templanza civil). En la doméstica se refleja la magnitud del áni mo, pues ahí está la capacidad de la abstinencia, o la fortaleza o la
y la honestidad Clases de
deliberativo
-»
discurso
judicial
—>
aconseja la utilidad posible
futuro
decide sobre
pasado
paciencia; en la civil se halla lajusticia, que no es otra cosa sino el cumplimiento de la religión hacia los dioses, la piedad hacia los
padres, la bondad para con toda la gente, la confianza en prestar
la justicia
1. Clasificación del discurso.
I. discurso demostrativo. El discurso demostrativo, o epidíctico, o de alabanza, es el más abundante en argumentos, en cosas, tam-
cosas, la suavidad en la moderación al advertir, la amistad en la be nevolencia, o la benevolencia en la amistad. Además, existen otros hábitos del espíritu, como es la dedicación a la literatura, a la mate
mática, a la música, a la geometría, a la astronomía, a la equita ción, al deporte, a las armas, al apostolado religioso, al cuidado de los amigos, de los huéspedes. 1Cicerón, La partición oratoria, 70. Véase la bibliografía.
Definición del discurso
22
Clasificación del discurso
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II. discurso deliberativo. Mediante el discurso deliberativo se
dolos por algún estado incierto de fortuna, por dudosos eventos de
aconseja hacer las cosas buenas yevitar las malas. Tiene como fin
cosas futuras, por el recuerdo de las fortunas adversas.
la utilidad.
El orador debe tener en cuenta que los bienes se dividen en ne cesarios e innecesarios, para que en su discurso insista en unos y conceda en otros, de acuerdo con las circunstancias.
Los bienes que se consideran necesarios son la vida, la honesti dad, la libertad; los hijos, los cónyuges, los hermanos, los padres. Los bienes innecesarios, es decir, aquellos de loscuales, en cier
ta forma, se puede prescindir, sin perder o perjudicar la vida, laho
III. discurso judicial. El discurso judicial es el que busca la justi cia, mediante defensa o mediante acusación.
En Roma, la defensa o la acusación se basaba en uno de estos
tres procedimientos: conjetura, definición o cualidad, que se llama ban, de modo general, "constituciones"; cada una de éstas se com
ponía de razón y fundamento, de cuya oposición se originaba una controversia.
nestidad o la libertad, son: el culto a los dioses, el cuidado de los
Las causas judiciales actuales, sin duda, se llevan de manera dis
padres, de la patria, de los hombres que sobresalen por su sabiduría
tinta que en Roma; sin embargo, cabe recordar que, en México, to davía no se ha perdido la oralidad en los litigios laborales. Porello, la forma de argumentación antigua puede ser muy ilustrativa, en especial, para los modernos estudiantes de derecho, o para quienes
o sus riquezas; la caridad y el amor a los cónyuges, a los hijos, a los hermanos, a aquellos a quienes nos unen lazos de familiaridad o convivencia; las fuerzas del cuerpo, su constitución, la salud, la nobleza, las riquezas, las amistades.
Para aconsejar, además, el orador debe conocer la condición hu mana, puesto que unos hombres, siendo indoctos y agrestes, ante
ponen siempre la utilidad a la honestidad; otros, humanos y pulidos, prefieren la dignidad a todas las cosas. Aéstos hay que proponerles alabanza, honor, gloria, fe, justicia ytodo tipo de vir tud; a aquéllos, a los agrestes, se les deben ofrecer frutos, remune raciones, placeres; evitar dolores, afrentas, ignominias. Pero ha de tenerse en cuenta que las virtudes pueden ser imita
das por algunos vicios: la prudencia, por la malicia; la templanza, por la inhumanidad; la magnitud de ánimo, por la soberbia o por el desprecio; laliberalidad, por la efusión; la fortaleza, por la audacia; la paciencia, por la dureza inhumana; la justicia, por la aspereza; la religión, por la superstición; la suavidad, por la debilidad de espíri tu; la vergüenza, por la timidez; la prudencia en las discusiones, por el arrebato de las palabras; la fuerza oratoria, por la verbo rrea; los buenos estudios, por el exceso en ellos.
Este discurso puede amplificarse, excitando los ánimos a satisfa cer los deseos, a saciar el odio, a castigar las injurias, o reprimién-
deseen participar en concursos de oratoria.
Así pues, volviendo al tema, laconjetura, o constitución conjetu ral, sehace a base de argumentos referentes a la voluntad de laper sona en cuestión o al hecho mismo, como éstos: el interesado hizo
esto o aquello con la esperanza de obtener algún beneficio, o por miedo de que leocurriera alguna desgracia, o por ira, o por odio, o por cualquier sentimiento; o el arma, la sangre, un titubeo, repenti na palidez, temblor. La conjetura también puede hacerse con razo namientos como éstos: "aquél no fue tan tonto, que no haya podido huir u ocultar los indicios del hecho" o "el lugar estaba tan desprotegido, que pudo abandonar la escena del crimen", o hacien
do referencia a lafalta de prudencia, o a la temeridad del sujeto, o diciendo que no hay que esperar confesión, o citando algunos ejemplos de casos semejantes, o mencionando tormentos. Asimismo, para la elaboración de una conjetura, servían como argumentos los escritos, como éstos: ley, testamento, palabras del
juicio mismo, alguna estipulación, alguna caución. Cualesquiera fueran, se debían atender la fuerza y el sentido de las palabras, en íntima relación con la voluntad del escritor, ya que las palabras a
Definición del discurso 24
menudo ofrecen ambigüedad, doble sentido, yen tal caso el signifi cado del escrito debe someterse adebate; por ejemplo, puede decir
se que el escritor no pudo haber escrito una cosa yquerer significar otra- obien que no pudo haber querido escribir algo inconveniente. División del discurso
El discurso se divide en cuatro partes: exordio, narración, argu mentación yperoración. Explicar la función de cada una, es la ta rea fundamental de este librillo. Por ello, ya desde aquí se hace su
enumeración, para que desde este momento el aspirante aorador vaya despertando sus inquietudes.
I exordio. El exordio es la parte del discurso con que, agrandes
rasgos el orador busca ypone en práctica los mejores medios para que el oyente preste atención, conceda benevolencia, dado el caso, opueda entender sus palabras.
II. narración. La narración es la explicación escueta de los he chos.
III. argumentación. La argumentación es, de alguna manera, justi ficación, explicación yfundamento de la narración. IV. peroración. La peroración es la terminación del discurso. función
parte exordio
Partes del discurso
preparar a los oyentes
-»
narración
->
-> comprobar los hechos
argumentación peroración
enseñar los hechos
->
conmover a los oyentes
2. Partición elemental de un discurso.
LAS PARTES DEL DISCURSO
EXORDIO
Definición EL EXORDIO es la parte del discurso con que el orador prepara a los oyentes de manera adecuada para que escuchen con atención o
con benevolencia, o para que entiendan el discurso, o para ambas cosas; los incita, los conmueve, los entusiasma, cambia su estado de ánimo.
Se divide en principio y en insinuación, dependiendo del asun to de que se hable.
El principio es un procedimiento abierto y directo, mediante el cual el orador, por asídecir, siembra en el ánimo de los oyentes do sis de benevolencia, de docilidad (capacidad de recibir enseñanza)
o de atención, con el propósito de que, si hace falta, válgase el pleonasmo, aquéllos se vuelvan benévolos o dóciles o atentos hacia sus palabras.
En cambio, la insinuación es un procedimiento encubierto, disi mulado, oculto, lleno de rodeos, mediante el cual el orador penetra en el ánimo de los oyentes, para sembrar, como arriba, alguna do sis de docilidad en ellos.
Esta idea de sembrar cosas abstractas en una persona es de lo más interesante en la retórica antigua. Enseña que el oyente es co27
Las partes del discurso
Exordio
28
procedi miento
29
Por lo que respecta a los asuntos, éstos se dividen en cinco cla
fin
benevolencia -* oyentes indispuestos, pero nomuy
ses, que son: honestos, admirables, humildes, bicípites, o dobles (de dos cabezas), y oscuros.
hostiles hacia el asunto
principio
docilidad
-»
oyentes tardos de entendimiento, o asunto difícil de conocer
1) El asunto honesto es aquel con el cual el oyente está de acuer do de modo espontáneo, y para el cual, por lo tanto, el orador no necesita preparar el ánimo del oyente.
atención
O X W
insinuación
oyentes no interesados en el asunto
benevolencia -4 oyentes muy hostiles hacia el asunto
3. Clasificación elemental de un exordio, ointroducción.
2) El asunto admirable es aquel que de alguna manera indispone el ánimo de los que van a oír; necesita, pues, benevolencia, yésta ha de perseguirse mediante insinuación.
3) El asunto humilde es el que obviamente no le importa al oyente, y al cual, por lo tanto, éste no prestará atención; entonces,
el orador necesita que le presten atención, yésta ha de perseguirse mediante principio.
4) El asunto doble es el que participa de las características del
mo tierra fértil ono, donde el orador puede sembrar semillas de
honesto y además contiene alguna torpeza que ocasiona ofensa en
las cuales broten diferentes estados de ánimo, ysemejantes semi
el oyente; necesita atención y benevolencia, y éstas pueden perse
llas se consiguen, abajo precio, con poco esfuerzo, precisamente
guirse mediante principio, pero más efectivamente por insinuación.
un ejemplo, areserva de que después abundaré en ello.
5) El asunto oscuro es el que trata asuntos muy difíciles, o que se realiza ante oyentes de entendimiento tardo; necesita atención y benevolencia, yéstas han de perseguirse mediante principio o insi
amables, bondadosos, libres de odio yde todo espíritu de contra
nuación.
en los manuales de retórica. Para explicar esto, pondré en seguida Consideremos, al azar, aun orador cualquiera yaunos oyentes
dicción El orador quiere que esos oyentes juzguen nocivo un pro
yecto presentado por alguien, aquien ellos han tenido siempre en buena estima. ¿Cómo lograrlo si los oyentes están predispuestos a no emitir juicio negativo en contra de esa persona aquien ellos es timan bien'? El orador, entonces, tendrá que modificarles el espíri tu poniendo, por ejemplo, un poco de odio, omucho, ahí donde no lo'hay en el alma de los oyentes. ¿Cómo? Diciéndoles, con prue bas fehacientes, que ese individuo tiene el alma envenenada, que es soberbio, ycruel; que en alguna ocasión golpeó asu padre, que con ofensas despreció algún honor, que abusando de su poder ha man
dado golpear ainocentes para encubrir algunas deshonestidades que no vendría al caso describir.
En seguida se verá laforma en que esto puede alcanzarse. El principio
El principio, como ya quedó dicho arriba, es un procedimiento abierto y directo, mediante el cual el orador hace que los oyentes se vuelvan benévolos o dóciles o atentos hacia sus palabras. Este procedimiento se emplea ante oyentes adversos o indispuestos pero no del todo hostiles hacia el asunto, o cuando éste es difícil de co nocer, o aquéllos son tardos de entendimiento, o no les ofrece nin gún interés.
Las partes del discurso
30
Exordio
31
No debe usarse ante personas muy enojadas, porque ello podría llevar aencolerizarlas más. En este último caso hay que acudir ala
fuente
insinuación (véase más abajo).
hechos
t
Cómo ganar la benevolencia de los oyentes
argumento
hablar
deberes
de sí mismo
inconveniencias dificultades
El orador siembra benevolencia en los oyentes, hablando de sí mis
mo, de los que se muestran opuestos al asunto, de los oyentes ydel
lo sucio
asunto mismo.
lo soberbio
I Hablando de sí mismo, el orador obtendrá benevolencia si, sin
arrogancia ni altanería, expone sus acciones ydeberes cumplidos; si borra cargos que se le hayan inferido odestruye algunas sospe chas de actos no tan honestos, que se le imputen; si revela inconve niencias que le hayan acontecido odificultades que lo hostigan, o
odio
lo cruel
abusode poder malqueren
abuso de autoridad