El Alcoholismo en La Pareja

EL ALCOHOLISMO EN LA PAREJA Por Karly Leyton B Directora de Actitud Mujer de Capra, psicóloga clínica dedicada al área e

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EL ALCOHOLISMO EN LA PAREJA Por Karly Leyton B Directora de Actitud Mujer de Capra, psicóloga clínica dedicada al área emocional de las personas, apasionada de temas como la pareja, sexualidad, dependencia, autoestima, duelos. Promueve el cambio en uno mismo como consecuencia para estar bien con los demás. Convencida que uno logra encontrar sentido a su vida cuando le permite ofrecer sentido a la vida de los demás. “Mi vida en pareja fue “un dulce amargo”. Aún recuerdo con claridad todos aquellos momentos de viajes, reuniones, fiestas en donde la copa llegaba a ser su prioridad. Aquel hombre a quien amaba mucho admiraba y reíamos se transformaba por completo. Era un total desconocido para mí: agresivo, macho, necio, prepotente. En dos palabras –mala copa-. Mi esposo, compañero de vida, confidente, padre de mi hijo estaba bebiendo mucho. Era un alcohólico y no quería parar. Había hecho todo lo que estaba a mi alcance para lograr que dejara de beber. Nada funcionaba. Nada. Después de una ronda más de promesas, perdón y luego promesas rotas, me di cuenta de que tenía una fuerte enfermedad emocional y física, alcoholismo. Mi vida era totalmente ingobernable, me convertí dependiente a él. Fue ahí cuando yo también necesitaba ayuda, estaba atrapada, encerrada en mi papel de víctima.” El alcoholismo dentro de la pareja es una realidad. Hay que señalar que se trata de 2 enfermos: el alcohólico y el codependiente. Esto retroalimenta una relación destructiva, enferma y emocionalmente dependiente. Para entender este tipo de relación es importante definir dos términos: a) Alcoholismo: Un patrón desadaptativo de abuso de alcohol que lleva a un deterioro o malestar clínicamente significativos, manifestado por uno o más de las siguientes características, durante un período de 12 meses. Incumplimiento de obligaciones, ausencias repetidas en el trabajo al igual que descuido de los hijos o de las obligaciones en el hogar. Consumo recurrente del alcohol en situaciones físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil) Problemas legales repetidos relacionados comportamiento escandaloso, peleas)

con

el

alcohol

(arrestos

por

Problemas sociales continuos o problemas interpersonales causados por los efectos del alcohol (discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación, o violencia física)

b) Codependencia: Condición psicológica basada en la ingobernabilidad de la propia vida volcando el control sobre la vida de los demás. Baja autoestima, dependencia al otro y miedo. Para todas las mujeres que viven una situación emocional, espiritual y físicamente desgastante como el alcoholismo de su pareja, es importante darse cuenta de esta terrible enfermedad. ¡YO LO PUEDO AYUDAR! Durante muchos años te has dedicado a ser la salvadora de tu pareja. Sufrir, llorar, aguantar y tolerar no es algo nuevo en tu vida. Por desgracia hiciste tu elección de pareja de forma totalmente inconsciente a partir de heridas emocionales infantiles (abandono, baja autoestima, necesidad de aprobación y falta de reconocimiento). Justamente con él, logras el enganche perfecto de lo que estas en “falta”. EL CODEPENDIENTE Las parejas de alcohólicos son personas fuertes, pero también codependientes (dependientes emocionales) de la forma de beber de su pareja. ¿Te suena familiar? Si alguien necesita algo, consideras esa tu responsabilidad. Si alguien tiene un sentimiento, sientes que debes de analizarlo por él o por ella. Si alguien tiene un problema, lo consideras tuyo y lo debes de resolver. No sabes decir NO. Pasas la mayor parte del tiempo tratando de proteger y controlar la bebida de tu esposo, dejando que te controle y sintiéndote confundida por todo. TODO PARA QUÉ Siempre estuviste dispuesta a rescatar a tu pareja. ¿No se supone que debemos de ser perfectos? ¿No debemos seguir esforzándonos sin importar cuánto duela? ¿No nos corresponde detenerlos y dirigirlos bien? Le prestaste dinero, le pagaste sus cuentas, le hablaste al jefe para justificar porque no fue a trabajar. Accidentes, choques, cuentas sin pagar, olvido de responsabilidades. Siempre ¡justificaciones y más justificaciones! PROBLEMA GENERACIONAL ¿Es común observar generaciones familiares de alcoholismo? Incomprensible entender cómo un hijo al vivir tanto dolor con un papá alcoholizado sigue el mismo patrón de adulto. Los hijos de adictos dependen de la fantasía de que pueden escapar del dolor de sus familias adictas a través de volcarse en alcohol. Otros miembros de la familia creen en la idea de que pueden eliminar el dolor de su infancia si consiguen una pareja adicta y logran que deje de beber.

LO CONOCIDO ES LO DESEADO Reamente no entiendes cómo escogiste una pareja violenta ya que desde niña te juraste a ti un destino diferente al de tu madre. Pasan los años y ¡caes en lo mismo que ella! Lamentablemente guardas muchas heridas emocionales y estas características que viste en tu padre, que, aunque te lastimaban, fue como aprendiste a convivir con tu primera figura de identificación. Es común que repitas patrones con tus futuras parejas ya que lo conocido para ti es lo seguro, sabes cómo lidiar con ese tipo de hombres. ¡HABLAMOS EL MISMO IDIOMA! Así se forma un ciclo generacional de adicción. Los miembros de la familia han aprendido el idioma del padecimiento; cuando es tiempo de formar una relación fuera de la familia, buscan a personas que hablen su mismo idioma. Esta búsqueda selectiva es a nivel emocional, inconsciente. Si te preguntas de forma frustrada: “¿Por qué sigo relacionándome con alcohólicos?”, la respuesta es: “Hablan el mismo idioma”. ¿HASTA DÓNDE AGUANTAR? ¿Ha jurado una y otra vez que cambiará por ti? ¿Cuántos perdones has escuchado? ¿Justificaciones? Debes entender que, si estás conviviendo con una pareja alcohólica, lo más importante es reconocerlo y asumir que no cambiará jamás por ti. Tu pareja es quien tiene que tomar la determinación de su recuperación. Y tú también necesitas un proceso de tratamiento para comprender tus formas codependientes de relacionarte. TRATAMIENTO ALCOHÓLICO: Los adictos en recuperación, se centran en “el nosotros” en lugar de centrarse en el poder o en el placer. Se aprende a tener una relación de interdependencia con tu comunidad, su grupo de Alcohólicos Anónimos. Basados en el libro azul de los 12 pasos en dónde dejar de beber es tan solo el comienzo. Se encuentra que el ayudar a otros se ayuda a sí mismo a ser humano. Se basan en el principio “Te doy la vida, te doy la muerte. Elige la vida”. Esto finalmente es de lo que se trata el recuperarse de la adicción, escoger la vida. CODEPENDIENTE: Para las parejas afectadas por la forma de beber de un ser querido forzosamente debe asistir a un grupo de Al-Anón y combinarlo con un tratamiento individual de psicoterapia. El papel de ayudar no es hacer cosas por la persona que estas tratando de ayudar; sino ser algo para esta persona; no tratar de controlar o cambiar sus acciones sino mediante la comprensión y el conocimiento de modificar tus propias acciones: el

dominio por el estímulo, el pánico por la serenidad, la inercia de la desesperación por energía el crecimiento para un autoconocimiento. CÓMO AYUDAR A UN MARIDO ALCOHÓLICO EVITA LAS ACCIONES PERMISIVAS, COMO PAGAR SUS MULTAS. Los hábitos de consumo de bebidas alcohólicas irresponsables causan estragos en el cuerpo, desde la inhibición de la comunicación entre las células del cerebro hasta la debilitación del músculo cardíaco y el aumento del riesgo de cáncer, sin embargo, los alcohólicos enfrentan más problemas que sólo los físicos. También enfrentan problemas emocionales, financieros y sociales, todo lo cual puede afectar a sus seres queridos, especialmente a sus cónyuges, si eres la esposa de un alcohólico, existen varias estrategias que te pueden ayudar a cuidar de ti misma, de tu marido y tu matrimonio. CONFRÓNTALO En lugar de expresar tus preocupaciones cuando tu marido está borracho, uno de los mejores momentos para enfrentarlo es durante una resaca. Durante la resaca, probablemente tu marido está sintiendo los remordimientos por beber. Al expresar tus preocupaciones, no ataques a tu esposo juzgándolo o regañándolo. En vez de eso, explícale cómo te está afectando su comportamiento. Puedes incluso citar ejemplos concretos para contrarrestar su negación. Por ejemplo, menciónale que te sientes sola porque llega tarde con frecuencia de los bares, o que los niños se sienten descuidados porque él se pierde sus partidos de softball. ESTABLECE LÍMITES Si su negación parece inquebrantable, establece límites. Por ejemplo, dile que le darás un tiempo a la relación y que te mudarás si su comportamiento continúa y si no busca ayuda. Aunque es poco probable que la propia amenaza le dé la fuerza de voluntad para superar su adicción, es posible que al menos lo obligue a entender las repercusiones sociales de sus acciones y a convencerlo de buscar ayuda. Además, al alejarte de la relación, parcialmente te apartas de las consecuencias emocionales y físicas de sus acciones. Recuerda cumplir tus amenazas; las acciones valdrán más que las palabras. NO SEAS PERMISIVA Rechaza cualquier petición que podría fomentar su comportamiento. Por ejemplo, no arregles los desórdenes que causa al estar borracho, no lo saques de la cárcel bajo fianza, no pagues por los daños que causa o se excusa por cualquier tarea personal o laboral que descuida. Al final, las consecuencias graves y frecuentes de sus propias acciones pueden hacer que tu marido busque la ayuda que necesita. Mientras tanto,

encuentra maneras para protegerte a ti misma de esas consecuencias. Por ejemplo, guarda tu dinero en una cuenta bancaria separada y no le confíes el cuidado de tus hijos. BUSCA TRATAMIENTO Si tu marido decide buscar ayuda para su adicción, existen muchos recursos que pueden ayudarle. Posiblemente el más conocido es el programa de Alcohólicos Anónimos, tu marido también podría estar interesado en ver a un terapeuta personal o asistir a un centro de rehabilitación. No te olvides de buscar ayuda para ti misma. Ve a los Grupos de Familiares de Alcohólicos Anónimos para obtener ayuda con tus propias necesidades de cuidado personal, sea que tu marido busque ayuda o no. La tensión de convivir con un alcohólico puede producir mucho estrés en tu propia vida. Disfruta de las actividades relajantes, como masajes o excursiones, participa en trabajos voluntarios y recuerda disfrutar de tus pasiones. Tratamiento Alcoholismo Desintoxicacion de Alcohol sin Sindrome de Abstinencia ¿Qué es el Alcoholismo? La conducta de beber alcohol está determinada fundamentalmente por factores biológicos, psicológicos y sociales. Por tanto, son estos factores los que están implicados en la etiología de los trastornos por uso de alcohol (abuso y dependencia). De esta forma, el alcoholismo lo podemos entender como una consecuencia de la conducta de beber alcohol, que provoca una modificación del tejido cerebral (representado por la tolerancia y el síndrome de abstinencia), acompañado de trastornos conductuales, alteraciones psicológicas y una serie de repercusiones en la vida familiar, laboral y social del paciente que sufre esta adicción. Con el consumo masivo de alcohol en la sociedad contemporánea, la ingesta recreativa de alcohol se ha extendido por todos los ámbitos sociales, y es aceptado en muchas culturas como una costumbre integradora y festiva. Así entonces, con el incremento ostensible de la conducta de beber alcohol, influenciado entre otras cosas por la publicidad y el fácil acceso a las bebidas alcohólicas, surge un complejo problema de salud: el alcoholismo. Tratamiento del Alcoholismo El alcoholismo, como enfermedad, no siempre recibe el tratamiento más eficaz ya que no existe un consenso respecto de cuestiones fundamentales. En primer lugar, no hay consenso de cuáles deberían ser los objetivos y/o las necesidades fundamentales que se deberían cubrir o solucionar a nivel de los pacientes alcohólicos

y tampoco hay un consenso de cuáles dispositivos asistenciales serían los más adecuados para asegurar una asistencia válida y confiable. Con este panorama científico y social, y con la estimulación y el incremento del consumo de bebidas alcohólicas a nivel social, es comprensible que aumenten los fracasos en el tratamiento del alcoholismo de las personas que sufran esta adicción y las consecuencias en la salud pública por las enfermedades relacionadas con el alcoholismo. Así entonces, en muchos casos, la ausencia de tratamientos del alcoholismo eficaces para el consumo abusivo de bebidas alcohólicas se debe a concepciones erróneas sobre lo que es la adicción al alcohol o alcoholismo. Todavía para mucha gente (incluido profesionales sanitarios) el alcoholismo es una cuestión de decisión personal, es decir, el adicto lo sería porque quiere beber mucho alcohol, o es un asunto de falta de carácter, de tal forma que los alcohólicos no dejan de beber porque no tienen fuerza de voluntad. Detrás de estas concepciones está la creencia de que abandonar la dependencia del alcohol está enteramente en las manos (en la voluntad) de la persona adicta. Pero la realidad es que la adicción, más allá de la decisión y la voluntad personal del adicto, es una enfermedad que escapa al control del alcohólico. Porque con el consumo elevado, compulsivo y/ o prolongado de alcohol, el cerebro se adapta patológicamente y experimenta cambios bioquímicos que modifican los comportamientos, pensamientos y sentimientos del bebedor, y que producen entre otros efectos, un deseo compulsivo e incontrolable de beber alcohol. Esto implica que la persona que padece esta adicción, difícilmente puede controlar ese deseo compulsivo generado por los daños cerebrales producidos por el alcohol, así como también decrece su capacidad para autoevaluar los daños que el consumo le está provocando y para dirigir su conducta hacia el abandono de la bebida y la modificación de su estilo de vida adictógeno. Por tanto, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que el alcoholismo es una enfermedad, una adicción que afecta de manera significativa al funcionamiento cerebral. Es una enfermedad que puede recibir tratamiento de desintoxicación y de la que hay recuperación. Hoy en día, gracias a las investigaciones y las nuevas tecnologías, cada vez se sabe más acerca de cómo actúa el alcohol en el cerebro y los efectos que produce, lo que permite desarrollar tratamientos del alcoholismo y fármacos adecuados para que el adicto recupere el control de su vida. Es más, en la actualidad se puede visualizar mediante técnicas de medicina nuclear, como la Tomografía de Emisión de Positrones (PET), los daños que el alcohol provoca en el metabolismo celular cerebral, especificando qué áreas de tejido cerebral se encuentran afectadas por esta patología.

Tratamientos de Alcohol Avanzados VS Tradicionales El tratamiento de alcohol debe comenzar con un diagnóstico que comprenda tanto, la evaluación clínica de los factores biológicos, psicológicos y sociales que interactúan en la enfermedad de cada persona, como analíticas y pruebas médicas y test psicológicos. Posterior a esta etapa diagnóstica, se debe continuar con un tratamiento de forma hospitalaria. Aquí es importante señalar que la desintoxicación del alcoholismo se puede entender de diversas maneras. En los tratamientos contra el alcoholismo tradicionales, la desintoxicación sólo se centra en el control de los síntomas más evidentes de la adicción, esto es, en el control de los síntomas del síndrome de abstinencia. Según esta concepción, tratar la adicción significa ante todo limpiar el organismo del alcohol. Sin embargo, el tratamiento de desintoxicación del alcoholismo, tal y como se entiende en tratamientos más avanzados, implica no sólo la eliminación de los síntomas de la abstinencia, sino también y de manera fundamental la recuperación neuronal de los daños cerebrales causados por el alcohol, y de las funciones cognitivas y afectivas que han sufrido alteraciones. Desde esta segunda concepción, más que hablar de desintoxicación, se habla de neurorregulación, es decir, tratar la adicción al alcohol significa no solo limpiar y desintoxicar el organismo sino también reparar los daños cerebrales que esta adicción está causando en el tejido cerebral. Esto no quiere decir que no sea importante tratar los síntomas de la abstinencia cuando se deja de consumir alcohol, ya que de hecho el síndrome de abstinencia es un reto y un obstáculo para la recuperación de la adicción. Este síndrome ocurre porque el organismo se ha acostumbrado a la presencia del alcohol (se ha vuelto dependiente) y el cerebro, por tanto, deja de producir las sustancias químicas naturales que el alcohol reemplaza. Es decir, el organismo depende del alcohol para funcionar “normalmente”, y por eso cuando se deja de beber después de un tiempo prolongado de consumo compulsivo, el organismo no cuenta ni con las sustancias químicas naturales que ha dejado de producir, ni con el sustituto químico que supone el alcohol, y por eso sufre alteraciones. Unas alteraciones que se experimentan como síntomas opuestos a los efectos del alcohol, con ansiedad y agitación, dolor de cabeza, vómitos, sudoración, temblores, y en muchos casos convulsiones e incluso, en grado extremo, delirium tremens. Síntomas que sólo desaparecen, si no hay tratamiento adecuado, cuando se vuelve a consumir alcohol. De hecho, el síndrome de abstinencia se convierte en el principal miedo para el adicto cuando se quiere someter a un tratamiento de alcoholismo y quiere, por tanto,

abandonar el consumo de bebidas alcohólicas. También el síndrome de abstinencia se convierte en el principal riesgo de recaída para el adicto, por la necesidad del paciente alcohólico de aliviar el malestar que produce dicha abstinencia. Recuperación Neuronal Más allá de la adicción al alcohol: La recuperación neuronal es el tratamiento de desintoxicación del alcoholismo. Pero más allá de la desintoxicación o retirada del alcohol del organismo, es necesario recuperar en el paciente las zonas del cerebro que han sido dañadas por la adicción, es decir, es necesario que se genere un nuevo proceso de neuroadaptación, pero ahora no patológico. Así entonces, los métodos “tradicionales” de desintoxicación sirven para realizar una desintoxicación del alcoholismo y limpiar el organismo, controlando los síntomas de la abstinencia, pero no restauran esas zonas cerebrales donde el alcohol ha causado cambios neuroquímicos, con el riesgo adicional que este tipo de desintoxicaciones puedan enmascarar otros síntomas de daño cerebral. Además, hay que considerar que la medicación que generalmente se utiliza en estos procedimientos, que la mayoría de las veces se recurre a medicación derivada de las benzodiacepinas, a la larga provoca otra adicción en el paciente: a los tranquilizantes. Esta recuperación neuronal se hace hoy en día por medio de un avanzado tratamiento de desintoxicación del alcohol del tipo farmacológico, llevado a cabo por profesionales de la medicina, la psicología y la enfermería y con un control y monitorización continua del paciente en un entorno hospitalario adecuado. Mediante éste procedimiento de recuperación neuronal, se actúa en los receptores cerebrales, y en sistemas y estructuras alterados por el alcohol, como la corteza cerebral, formación reticular, y el cerebelo, que además están asociadas con el síndrome de abstinencia, por lo que, al intervenir en la recuperación de estas áreas, se previene la aparición de los síntomas de abstinencia. Así, por una parte, la recuperación de las estructuras cerebrales permite la eliminación de los síntomas de abstinencia y permite que desaparezca el ansia y el deseo irrefrenable de consumir alcohol. Y por otro lado, este tratamiento de alcohol especializado, al recuperar las funciones cerebrales alteradas por el alcohol, provoca que se restauren procesos avanzados de cognición y afectividad, como la capacidad de atención, concentración, la capacidad para leer, la conciencia o la serenidad. Tratamiento Alcoholismo: Ventajas Proporciona un abandono más seguro de la adicción bajo estricto control médico y psicológico.

Permite vivir en el paciente un proceso abstinencial sin sintomatología dolorosa, es decir, sin sufrimiento. Al mismo tiempo que permite recuperar en el paciente sus procesos cognitivos y afectivos que habían sido alterados. Permite, por tanto, que el adicto al alcohol tenga una buena disposición a la psicoterapia, por no haber pasado por un tratamiento de desintoxicación con el malestar de la abstinencia, para que en definitiva, el paciente pueda tomar el control de su vida libre de alcohol.