El Alcoholismo

EL ALCOHOLISMO CONCEPTO DEL ALCOHOLISMO ¿QUÉ ES EL ALCOHOLISMO O LA DEPENDENCIA DEL ALCOHOL? La dependencia del alcohol

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EL ALCOHOLISMO CONCEPTO DEL ALCOHOLISMO ¿QUÉ ES EL ALCOHOLISMO O LA DEPENDENCIA DEL ALCOHOL? La dependencia del alcohol (alcoholismo), consta de cuatro síntomas: Ansiedad: una fuerte necesidad o compulsión de beber. Pérdida de control: la incapacidad propia para limitar el consumo del alcohol en cualquier situación. Dependencia física: síntomas de abstinencia como náuseas, sudores, temblores y ansiedad, se presentan cuando se interrumpe el consumo de alcohol después de un período en que se bebió en exceso. Una dependencia grave puede llevar a la persona a presentar síntomas de abstinencia que ponen en peligro su vida, entre los cuales se encuentran las convulsiones, que empiezan entre ocho y doce horas después de la última bebida. El Delirium tremens (D.T.´s) comienza de tres a cuatro días después cuando la persona presenta una agitación extrema, tiembla, alucina y pierde contacto con la realidad. Tolerancia: La necesidad de beber grandes cantidades de alcohol para sentirse bien. Alguien que bebe cada vez más, a menudo dirá que puede dejar de hacerlo en cualquier momento que lo decida; sólo que nunca “decide” hacerlo. El alcoholismo no es un destino, sino un trayecto, un largo camino de deterioro durante el cual la vida se vuelve cada vez más difícil. “Cuando decidí dejar de beber, me di cuenta de que el alcohol se había adueñado de mi cuerpo de tal manera que no podía parar. Solía temblar como si me fuera a derrumbar, comenzaba a sudar y no podía pensar hasta que tomaba otra copa. No podía funcionar sin ella”. “Pasé los siguientes 8 años entrando y saliendo de hospitales y clínicas de desintoxicación, tratando de entender qué me había sucedido, cómo era posible que no pudiera dejarlo. Fue la peor y más larga pesadilla que he tenido en mi vida” CAUSAS Causas y factores de riesgo La adicción o dependencia, es el conjunto de fenómenos del comportamiento, cognoscitivos y fisiológicos, que se desarrollan luego del consumo repetido de una sustancia psicoactiva, dentro de ellas el alcohol. Una sustancia psicoactiva, psicotrópica o droga, es una sustancia que altera algunas funciones mentales y a veces físicas, que al ser consumida reiteradamente tiene la posibilidad de dar origen a una adicción.

Estos productos incluyen los estupefacientes y psicotrópicos clasificados en la Ley General de Salud, aquellos de uso médico, los de uso industrial, los derivados de elementos de origen natural, los de diseño, así como el tabaco y las bebidas alcohólicas. Un adicto o farmacodependiente, es aquella persona con dependencia a una o más sustancias psicoactivas. Una bebida alcohólica, a aquella que contiene alcohol etílico en una proporción de 2% y hasta un 55% en volumen. También se incluye el consumo habitual y compulsivo de bebidas alcohólicas. Esta enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol. El uso nocivo del alcohol y el alcoholismo en México, representan uno de los problemas de salud pública con mayor arraigo social, cuyos costos y consecuencias sociales y sanitarias impiden el desarrollo de familias y comunidades. También está relacionado con problemas graves de índole social y del desarrollo, en particular la violencia, el descuido y maltrato de menores y el ausentismo laboral. El uso nocivo de alcohol, además, está vinculado a lesiones intencionales; como suicidio y violencia, y no intencionales, como accidentes de tráfico, caídas, traumatismos, envenenamientos, entre otros. El alcohol sigue permaneciendo como una de las principales drogas de inicio; de quienes iniciaron con alcohol, algunos pasaron a una segunda sustancia. Mundialmente, el alcohol es causante de más de 60 tipos de enfermedades entre las que destacan: cirrosis hepática, desórdenes neuropsiquiátricos, diabetes mellitus, cáncer, daños en el corazón, hígado, estómago y sistema nervioso; además, causa desnutrición y anemia. En la mujer, durante el embarazo puede producir daños irreversibles en el bebé, como deformidades de cráneo y cara, retardo físico y mental, y bajo peso al nacer. El consumo de alcohol es la principal causa de los accidentes de vehículo de motor (incluyendo accidentes de tránsito y atropellados). Dentro de éstos, el grupo de edad de 15 a 29 años ocupa el segundo lugar en las tablas de mortalidad general.

Entre la población mexicana, la cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado y el consumo de alcohol son las principales causas de años perdidos de vida saludable entre la población. Se estima que casi la quinta parte de los accidentes laborales se relaciona con la ingesta de bebidas alcohólicas y se encuentra entre las 10 principales causas de discapacidad entre los trabajadores, que afectan directamente la productividad del empleado con altos impactos indirectos a la empresa. Esta enfermedad puede ser aguda, como la intoxicación aguda (embriaguez) o crónica y afecta al sistema nervioso. Síntomas Llegados al punto en el que alguien se pueda a empezar a plantear si puede tener algunos síntomas de adicción al alcohol, alcoholismo, lo más probable es que la respuesta ya sea afirmativa. Uno de las grandes dificultades que presenta esta adicción es reconocer conscientemente aquello que probablemente ya hace tiempo que inconscientemente se sabe, o se sospecha: que se tiene un problema con la bebida. Ha aparecido el alcoholismo. Los trastornos mentales inducidos por el alcohol se puede clasificar en: Trastornos cognitivos inducidos por el consumo de alcohol Agudos: Intoxicación etílica y delirium por abstinencia alcohólica Crónicos: Síndrome de Wernicke-Korsakoff y demencia alcohólica CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO Está demostrado que el consumo excesivo de alcohol (Alcoholismo) provoca consecuencias graves a corto y a largo plazo. El riesgo de padecer estos trastornos, psicológicos, físicos, o sociales aumenta a medida de que el inicio en el consumo es más cercano a la adolescencia. CONSECUENCIAS FÍSICAS DEL ALCOHOLISMO •

Como consecuencia del alcoholismo a corto plazo, una intoxicación aguda de alcohol puede

provocar el coma y la muerte. • A largo plazo, el consumo de alcohol afecta seriamente la salud, provocando y aumentando la posibilidad de desarrollar enfermedades. Se relaciona con trastornos cardiológicos ; con aumento de padecer cáncer bucal, de garganta y esófago ; cirrosis hepática; problemas de hipertensión arterial; enfermedades del aparato digestivo como gastritis o úlcera gastroduodenal, también inflamación del páncreas; encefalopatías; disfunciones sexuales, como impotencia, perdida de la fertilidad y trastornos menstruales; aumento de infecciones; problemas de la piel, musculares y óseos.

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL ALCOHOLISMO • A corto plazo, el alcohol, por su efecto desinhibidor genera una falsa sensación de seguridad y de control,

por lo que aumentan conductas de riesgo como prácticas sexuales sin protección o

conducir bajo los efectos del alcohol. •

A largo plazo el consumo favorece la aparición de trastornos como la depresión; psicosis;

alteraciones del sueño como el insomnio; sus efectos en el sistema neurológico pueden ser permanentes, apareciendo demencias y trastornos de la memoria; el aumento de la agresividad es otra de las consecuencias con todas las implicaciones que ello puede tener; síndrome WernickeKorsakoff o demencia alcohólica. CONSECUENCIAS SOCIALES DEL ALCOHOLISMO El abuso y la dependencia del alcohol generan problemas en las relaciones sociales; conflictos de pareja y familiares, que pueden llevar al aislamiento y a situaciones de desestructuración familiar; problemas laborales o la pérdida de trabajo; problemas económicos; además el consumo está relacionado directamente con los accidentes de tráfico y en gran parte de los accidentes laborales, así como en situaciones de amaltrato físico y psicológico.

TIPOS DE ALCOHOLISMO Existe un gran número de causas y pautas de consumo del alcohol en personas dependientes. En este sentido se han establecido un gran número de clasificaciones, destacando la propuesta por Jellinek. Este autor clasifica a los bebedores y a los alcohólicos en cinco grupos distintos, con el fin de indicar los problemas sociales y terapéuticos propios de cada grupo.

1. Bebedores tipo Alpha Este tipo de bebedor realiza un consumo exagerado y excesivo con el objetivo de mitigar los efectos de una enfermedad mental o médica. En estos bebedores no hay una verdadera dependencia, con lo que en realidad esta clasificación no entraría dentro del concepto de alcoholismo.

2. Bebedores tipo Beta En este tipo de bebedores no existe tampoco una verdadera dependencia alcohólica. Se ven incluidos en esta clasificación los bebedores sociales, que consumen excesivamente cosa que les puede provocar una lesión somática.

3. Alcoholismo tipo Gamma Este tipo de individuos presentan una verdadera adicción, manifestando una clara pérdida de control ante la bebida, craving o deseo desmesurado por acceder a ella, tolerancia al alcohol y adaptación a sus metabolitos. Dentro de este grupo se encontrarían los sujetos alcohólicos crónicos.

4. Alcoholismo tipo Delta Los sujetos incluidos en esta categoría presentan también una adicción al alcohol, presentando incapacidad para mantener la abstinencia pero sin presentar una pérdida de control ante la bebida. Dicho de otro modo, necesitan beber de forma asidua, pero sin llegar a estar ebrio.

5. Alcoholismo tipo Epsilon El llamado alcoholismo periódico se da en los sujetos que presentan pérdida de control ante la bebida y problemas conductuales, pero consumiendo de forma esporádica, pasando largos periodos entre toma y toma. Trastornos derivados del alcoholismo El consumo abusivo de alcohol puede provocar problemas graves en la salud física y mental de los consumidores. Intoxicación alcohólica Entre ellos destaca la intoxicación etílica, es causada por la ingestión reciente de una cantidad elevada de alcohol (o bien consumido con una velocidad excesiva) y se caracteriza por la presencia de cambios psíquicos y conductuales como agresividad, euforia, control muscular deficiente, enlentecimiento mental y físico, farfulleo, alteraciones de memoria, percepción y atención. Puede ir de la simple ebriedad al coma etílico y la muerte. Síndrome de abstinencia Otro de los trastornos relativos al consumo de alcohol es el síndrome de abstinencia. Este síndrome, que se da ante el cese o interrupción brusca en consumidores crónicos, suele iniciarse con temblores entre las siete y cuarenta y ocho horas el último consumo. Son frecuentes la ansiedad, agitación, temblor, insomnio, náuseas e incluso las alucinaciones. Las alteraciones de este síndrome dependen en gran medida del tiempo y cantidad de consumo frecuente, pudiendo presentarse convulsiones y crisis epilépticas, alucinosis alcohólica o incluso delirium tremens como una de las manifestaciones más graves de abstinencia.

En el caso del delirium tremens, es muy importante recurrir a ayuda médica con urgencia, ya que un 20% de los casos son mortales en caso de no acudir al hospital, e incluso contando con intervención de especialistas, un 5% de las personas mueren. Este cuadro clínico aparece en 3 fases: Primera fase: ansiedad, taquicardia, insomnio y mareos. Segunda fase: 24 horas después, los síntomas anteriores se agravan y aparecen temblores y abundante sudoración. Tercera fase: alucinaciones, desorientación, taquicardia, delirios y estupor. Amnesias inducidas por alcohol También son conocidos los blackout, o amnesias parciales, que se pueden clasificar en amnesia dependiente del estado (en que se olvidan acciones realizadas durante la ebriedad que solo se recuerdan en estado de embriaguez), fragmentaria (amnesia de lo ocurrido durante la embriaguez con algunos momentos intermedios preservados) o en bloque (olvido total de lo ocurrido durante la borrachera). El abuso habitual del alcohol hace que mueran muchas neuronas del hipocampo, y como consecuencia aparecen problemas a la hora de crear recuerdos sobre lo que ocurre cuando el nivel de alcohol en sangre es alto. A la vez, los problemas de memoria declarativa pueden permanecer en el largo plazo.

Trastornos del sueño Sucede cuando también dificultades de sueño, disminuyéndose el sueño REM e incrementándose las fases 2 y 3 del sueño no REM para producirse en la segunda mitad de la noche un repunte del sueño REM que puede despertar al individuo.

Trastornos crónicos Al margen de estos trastornos de carácter agudo, también pueden presentarse trastornos crónicos tales como el Síndrome de Wernicke-Korsakoff, alteraciones cognitivas (pérdida de memoria, disminución de capacidad de juicio y planificación o deterioro de la atención entre otras) o disfunciones sexuales, de personalidad (incluyendo celos patológicos en las relaciones de pareja) y otros trastornos neurológicos y hepáticos.

Tratamientos eficaces establecidos A nivel farmacológico, se emplean distintos medicamentos para tratar la dependencia al alcohol. Destaca el uso de disulfiram para producir una respuesta aversiva a tomar alcohol y la naltrexona para frenar el craving o deseo de consumo.

Respecto al tratamiento psicológico, a lo largo del tiempo se han creado múltiples programas y tratamientos con el fin de combatir el alcoholismo. De entre ellos algunos de los más eficaces en la actualidad son la aproximación al refuerzo comunitario, la terapia cognitivo-conductual y la terapia familiar y de pareja.

LA DROGADICCION La drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos, provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la locura o la muerte.

La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:

- Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como síndrome de abstinencia.

- Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta un desplome emocional cuando no la consigue.

Algunas drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a consumir mayor cantidad de droga cada vez, puesto que el organismo se adapta al consumo y necesita una mayor cantidad de sustancia para conseguir el mismo efecto.

La dependencia, psíquica o física, producida por las drogas puede llegar a ser muy fuerte, esclavizando la voluntad y desplazando otras necesidades básicas, como comer o dormir. La necesidad de droga es más fuerte. La persona pierde todo concepto de moralidad y hace cosas que, de no estar bajo el influjo de la droga, no haría, como mentir, robar, prostituirse e incluso matar. La droga se convierte en el centro de la vida del drogadicto, llegando a afectarla en todos los aspectos: en el trabajo, en las relaciones familiares e interpersonales, en los estudios, etc. CAUSAS En general, el uso de drogas corresponde a un afán de huir de la realidad. Las drogas proporcionan una vía de escape, un alivio temporal a los problemas personales, familiares o sociales. También son

una puerta de salida frente al vacío existencial presente en el interior de la persona, el cual la lleva a volcarse en búsqueda de salidas ilusorias que llenen dicho vacío.

Algunos factores que favorecen el fenómeno de la drogadicción pueden ser clasificados del modo siguiente:

* Factores de tipo social: En la actualidad, existe una amplia disponibilidad de drogas, legales e ilegales, lo que hace mucho más fácil el acceso y el consumo de las mismas. Tranquilizantes, somníferos, hipnóticos, etc., se pueden conseguir en las farmacias sin receta médica. Asimismo, el amplio tráfico y distribución de drogas ilegales hace que sea fácil obtenerlas. Algunas drogas, como el éxtasis, están "de moda", y prácticamente se puede obtener en cualquier discoteca. Niños y jóvenes que viven en las calles pueden obtener pegamentos, tales como el Terokal, para inhalar.

* Factores de tipo familiar: Los hijos de padres fumadores, bebedores o tóxicodependientes son más proclives a tomar drogas que los hijos de padres que no lo son. Un ambiente familiar demasiado permisivo, donde no exista disciplina o control sobre los hijos; o demasiado rígido, donde los hijos se encuentren sometidos a un régimen demasiado autoritario o se encuentren sobreprotegidos, puede también fomentar el consumo de drogas.

* Factores de tipo individual: Muchos factores personales pueden influir en la decisión de consumir drogas. Éstas pueden ser vistas como una vía de escape a los problemas cotidianos; algunas personas las usan como medio para compensar frustración, soledad, baja autoestima o problemas afectivos.

CONSECUENCIAS

El drogadicto pierde lo mejor de sí mismo: el autocontrol y la fuerza de voluntad. Se vuelve apá¬tico, desinteresado, ansioso. Pierde el estímulo por los logros personales y profesionales. Se aisla, des¬precia los vínculos familiares y amistosos, y se en¬cierra en círculos, por lo general marginales, donde le resulta fácil conseguir la droga. Se vuelve esclavo de la sustancia hasta destruirse a sí mismo.

Las repercusiones en el ámbito familiar también son importantes. La familia de un adicto casi siem¬pre se ve desbordada en su intento de hacer frente al problema, sobre todo cuando, junto a la toxico¬manía, se producen conductas de carácter delictivo. El abanico de actitudes que se da entre los progenitores ante la existencia de un hijo toxicómano es muy amplio -desde el ocultamiento y la incompren¬sión al intento de encontrar soluciones con el apo¬yo de profesionales-, pero en cualquier caso el pro¬blema siempre plantea graves tensiones e importan¬tes cargas económicas, en ocasiones insostenibles.

En el ámbito social, las consecuencias más graves del consumo de drogas probablemente sean la marginación y la delincuencia. Por un lado, la distribu¬ción de las drogas ilegales está controlada por orga-nizaciones criminales, con las secuelas de corrup¬ción y violencia que ello lleva aparejado, y por otro lado, el consumidor suele recurrir a conductas de¬lictivas para poder adquirirlas. Tipos ipos de drogadicción según el motivo o causa

La drogadicción se considera una dependencia; la cual origina una serie de síntomas fisiológicos, cognitivos y en el comportamiento, los cuales a su vez, impiden el abandono del hábito aún en plena consciencia del daño que ocasiona. Esto viene dado por una serie de causas que determinan su clasificación.

A continuación, se explican las cuatro categorías de drogadicción propuestas por Cancrini en su trabajo de investigación sobre la dependencia a las drogas presentado al IX Congreso Mundial de Comunidades Terapéuticas:

Drogadicción traumática

La drogadicción traumática es aquella que se da como consecuencia de la necesidad del individuo por mitigar sentimientos negativos, los cuales son ocasionados por alguna situación traumática y repentina en su vida. Entre las causas de la misma se pueden citar la muerte de un familiar o ser querido, divorcio, una ruptura amorosa, violación, ansiedad por pérdida del trabajo, entre muchas otras.

La ruptura repentina del concurrir normal de la vida debido a un acontecimiento como los citados, conlleva al individuo a una búsqueda desesperada por rehabilitar el orden en su vida. En este punto se recurre a la sustancia, cuyos efectos magníficos le permiten volver a sentir la seguridad del pasado, el placer y la tranquilidad tan añorada por el ser humano.

Este tipo de drogodependencia se caracteriza por la actitud de negación ante el trauma que mantiene el adicto; puesto que los efectos de la sustancia revierten los sentimientos de pesar que lo aquejan hasta olvidarlos. Sin embargo, en ausencia de la misma, estos afloran y el individuo se ve en la necesidad de conseguirlos a toda costa para encubrirlos rápidamente.

En este tipo de casos, la droga se convierte en el centro de la vida de la persona que la consume, y existe una gran probabilidad de sobredosis; esto debido a que el adicto busca de forma frecuente el adormecimiento como mecanismo de evasión.

Sin embargo, se trata de una categoría en la que el tratamiento da resultados satisfactorios y los pacientes logran superar su adicción. Entre las técnicas empleadas para su cura se encuentran las terapias individuales, verbalización, y fármacos bajo estricto control. No obstante, antes de la aplicación de las mismas es necesario hacer conexión con el trauma que dio origen a la adicción.

Drogadicción por neurosis actuales

Este tipo de adicción tiene su origen en conflictos internos del individuo, el cual desarrolla y mantiene una firma actitud desafiante con su entorno.

El perfil psicológico del mismo encaja con alguien sin intereses, completamente ensimismado y con una profunda sensación de malestar ante las personas a su alrededor. El aislamiento lo vuelve completamente indiferente a las demostraciones de afecto, explícitas o implícitas; a su vez el malhumor y la intolerancia se vuelven constantes en su día a día. De esta forma, el individuo se siente amenazado por todo aquel que intente prestarle ayuda, incluso con sus padres o familiares cercanos. A propósito de los padres, la drogadicción por neurosis actuales está muy ligada a problemas en el núcleo familiar. De hecho, son comunes los casos en los que uno de los padres, en vista de su

incapacidad para tratarlo, se hace cómplice de la adicción del hijo; mientras que el otro hace caso omiso de la situación. En estos casos, por lo tanto, el tratamiento implicará tanto terapias individuales como terapias familiares.

Drogadicción de transición:

En este caso, la persona adicta tiene un mecanismo de defensa de carácter “transicional”, que por lo general consiste en trastornos maníaco depresivos, obsesivos y paranoias. Estas se manifiestan por medio de actitudes autodestructivas y una marcada agresividad, y dan pie al consumo de las drogas.

Este tipo de casos se originan en grupos familiares conformados por miembros poco tolerantes, con tendencia a la discusión, agresivos y prepotentes. Se trata de personas incapaces de soportar opiniones o posiciones diferentes a la suya, y que reaccionan de forma violenta ante la expresión de las mismas.

El adicto en este caso creará situaciones imaginarias en las que se involucre a otras personas para culparlas, y con ello justificar el consumo de las sustancias psicoactivas. Se maneja la actitud de autosacrificio, empleando la enfermedad como un medio para solucionar los problemas.

Se trata de uno de los tipos de drogadicción más complejos debido a que es difícil determinar la situación que da origen a la dependencia, y hay una alta probabilidad de recaídas y de suicidio por la influencia del trastorno en ella.

Drogadicción por problemas sociales:

Este tipo de drogadicción es también denominada como sociópata, y es frecuente en personas pertenecientes a los siguientes tres tipos de grupos familiares:

Hijos de familias en las que abundan los problemas económicos y de desestructuración. Personas que han sido criadas en institutos de la minoridad.

Aquellos hijos de familias adineradas que fueron degradadas en su estatus social por diversas razones, presentando luego problemas económicos y sociales comunes en la clase baja.

Los casos de drogadicción por problemas sociales por lo general cumplen con el perfil de personas antisociales, aún antes de desarrollar la dependencia a la sustancias. Se trata de individuos con un alto nivel de indiferencia y desconsideración ante sus semejantes, poco solidarios, y carentes de sentimientos como ternura y compasión. En este grupo entran delincuentes y personas en situación de calle, sin hogar, carentes de un núcleo familiar definido.

En estos casos, el tratamiento consiste en terapias individuales y de integración social, en conjunto con asistencia de servicios sociales y otros de tipo asistencial.

Tipos de adicción a las drogas según la sustancia

Existe otro tipo de clasificación de la drogadicción basada en el tipo de sustancia que se consume. Si se trata de alcohol, cigarrillo, drogas estimulantes, entre otras. No obstante, a partir de la OMS las clasificaremos en: estimulantes, depresoras y alucinógenas.

Adicción a estimulantes: Entre las drogas estimulantes se encuentran la cocaína, el éxtasis, las anfetaminas y las metilxantinas, cuyo método de administración puede ser a través de ingestión, por vía intravenosa y aspiración por mucosas nasales.

Los efectos de las mismas en quienes las consumen radican en el aumento de la actividad funcional, por medio de la estimulación del cerebro y del sistema nervioso central.

Adicción a depresores: Los depresores aquellas sustancias cuya acción se basa en inhibir la actividad del cuerpo e inducir al sueño del individuo, pues relajan su sistema nervioso.

Su vía de administración puede ser oral, como en el caso de las bebidas alcohólicas y las pastillas, fumándolas o por vía intravenosa.

Entre los depresores se encuentran: Los hipnóticos, entre los cuales se encuentran en el alcohol y barbitúricos. Los tranquilizantes (benzodiacepinas). Los analgésicos narcóticos como la codeína, heroína, morfina, metadona. Los anestésicos como éter y cloroformo. Los disolventes inhalantes como acetona y toluenos.

Adicción a alucinógenas: Las sustancias alucinógenas, como su nombre lo indica, provocan en el individuo que las consume estados de confusión, delirio, alucinaciones y despersonalización. Su acción comprende lo que en términos técnicos es una alienación momentánea de la actividad mental, en la cual se estimula la actividad imaginativa y se producen alteraciones en la percepción general.

Entre los alucinógenos se pueden mencionar el famoso LSD (dietilamida del ácido lisérgico), el peyote, la mezcalina y el PCP.

Como podrá haberse constatado, se trata de un tema sumamente delicado en el cual influyen una variedad de factores conformados por:

Relaciones en el grupo familiar. Las condiciones económicas y sociales. La percepción que tenga el individuo sobre su entorno. El relacionamiento de la persona con sus semejantes. Situaciones traumáticas. Presencia de enfermedades maníaco-depresivas. Esto derrumba una serie de mitos establecidos al rededor de la drogadicción, en los cuales se presentaba al adicto como un ser antisocial y de bajos recursos económicos. Al estudiar los tipos de drogadicción presentados en este artículo, se concluye que a pesar de que estos estén más propensos a este padecimiento, los factores de riesgo son bastante amplios y no dependen únicamente de la marginalida

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