Ejemplo Marco Teorico

Este es un ejemplo de Marco Teórico, el tema de prostitución tiene muy poca teoría en realidad el marco teórico no va se

Views 142 Downloads 0 File size 148KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Este es un ejemplo de Marco Teórico, el tema de prostitución tiene muy poca teoría en realidad el marco teórico no va ser de más de 2 cuartillas Marco Teórico Antropólogos, economistas, sociólogos y hasta publicistas han elaborado distintas teorías sobre el sentido del consumo a partir de la hipótesis que éste tiene un valor que va más allá de la satisfacción personal de una determinada necesidad, ya sea con la connotación del sentido social de integrar o distinguir. El consumo, desde el punto de vista de la sociología es una acción o comportamiento social que incluye la adquisición -a través del intercambio monetario, la obtención extra monetaria de derechos, o la apropiación ilegítima-, el uso, la fruición de bienes y de servicios de manera que éstos resulten sustraídos a otros, ya sea de modo definitivo, con la desaparición física del objeto, de manera temporal en un determinado lugar y momento. El tipo de consumo de los miembros de una colectividad específica es un elemento central de su estilo de vida. Para empezar a hablar de los postulados de Pierre Bourdieu sobre el tema, es necesario, definir lo que para el sociólogo es el habitus. Este concepto, marca dos modos de existencia de lo social; el campo de lo social entre hábito y el estatus que indican que por medio de las costumbres se revela la posición social, y viceversa. Es decir, que las pràcticas de consumo son una expresión de la posición social de un individuo. “el habitus es a la vez, en efecto, el principio generador de prácticas objetivamente enclasables y el sistema de enclavamiento (principium divisionis) de esas prácticas” [Bourdieu, 2000: p. 169]. Es decir, a través del habitus se estructura la posición social, lo que se refleja en disposiciones éticas y estéticas. Esto quiere decir : el gusto clasifica al individuo, y por tanto, se puede hablar de una fuerte correlación entre el gusto y la clase social, e incluso en relación a otras clasificaciones no estatutarias, como el género (Bourdieu dirá que el gusto distingue también a los hombres de las mujeres). La teoría traspasa incluso las fronteras del gusto estético: la distinción social abarca también disposiciones éticas y políticas, en tanto el autor demuestra que las opiniones respecto de ciertas actitudes (como por ejemplo, el juicio personal respecto a la huelga, o respecto a la libertad de los jóvenes) también están fuertemente marcadas por el segmento socioeconómico.

El hombre tiene una naturaleza social, para él los demás individuos son oportunidades de estímulos y respuestas, no existe sujeto alguno con conciencia independiente a la colectividad, inicialmente se viste de acuerdo a las condiciones de su entorno, del medio ambiente, pero después el sedentarismo, la estabilidad de autosustento y la repartición de trabajo provocan en el vestido una “función de confirmación externa de sistemas de prestigio y jerarquía de poder”. Los individuos al ser juzgados por su apariencia, sus prendas cobran una importante dimensión social, que servirían como indicador del estrato al que pertenecieran. Desde que el hombre vive en comunidad se ha visto en la necesidad de adquirir o intercambiar productos, para asegurar una mejor subsistencia. La historia ha demostrado que a partir de esta dinámica nace la cultura, lo que permite el desarrollo de los pueblos, cada uno con su propia identidad e idiosincrasia. De esta manera se origina el consumo, como se ha designado a la actividad del ser humano consistente en hacer suyo (adquirir, tener y usar hasta su destrucción, ya sea física o intelectual) de distintos bienes, materiales e inmateriales. En el capitalismo la burguesía surgió como una clase que buscaba demostrar el nuevo poder que se le había conferido, por medio de objetos que la diferenciaron de la clase obrera, asemejándose a la aristocracia. Ese es uno de los momentos en los que la moda comienza, un fenómeno que se concentraba en pequeños grupos como lo era la burguesía o la aristocracia, un fenómeno social que se restringía a esferas privilegiadas. En general, los productos se ven como representaciones materiales típicas del modo capitalista de producción que se clasifican como insignificante. Sin embargo, es claro que esto es sólo una aproximación de la pendiente de la propia concepción de Marx de la naturaleza de los bienes. La estratificación social parte de la división del trabajo, de la evaluación diferencial de las actividades realizadas por los individuos y el valor de éstas dependerá de cada sociedad. La teoría de valores marxista explica que la sociedad capitalista tiende hacer que todo objeto sirva para ser intercambiado, y esto dependerá del trabajo socialmente necesario para producirlo. El análisis de Weber del concepto de clase plantea la competencia por el acceso a los bienes a partir del desarrollo de una economía de mercado. La principal diferencia entre las perspectivas de Marx y Weber son los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales, que para Marx son un punto fundamental para la estructura de las sociedades y su transformación. La tendencia de la Escuela de Frankfurt considera a las industrias como productoras de la cultura de masas que ponen en riesgo la individualidad y la creatividad. Criticando a la incapacidad de los consumidores este fenómeno (los consumidores contemporáneos) se ha traducido en un interés sigue creciendo en conceptualizar los problemas de deseo y el placer, la satisfacción emocional y estética deriva de las experiencias de consumo, no sólo en términos de una lógica de manipulación psicológica.

De tal manera la moda como mercancìa se volvió una fuerza social que marcaría la pauta sobre la ostentación de bienes materiales. La ostentación será entonces, la base de la moda, una lucha por tener ese sentido de pertenencia social, económica o cultural mediante elementos que el resto de la sociedad pudiera interpretar. Moda proviene del latín modus, “elección”, de ahí moda como mecanismo regulador de elecciones en función de ciertos criterios de gusto o capricho, como cambio periódico de vestimenta con una finalidad estética y de integración social, como signo de distinción, de status, una declaración social de aceptación, imitación de un modelo dado pero satisfactor de necesidades de individualización. Baudrillard retoma esta ostentación como una "afirmación", donde los objetos que porta individuo, tales como un bolso, se vuelven señales identitarias. Por su parte, Michael Spence habla de estas señales como: cualidades del individuo en el mercado laboral, una afirmación sobre su pertenencia social o económica. Subordina a la intención de comunicarle algo a la sociedad, y de este modo, ser identificado del resto, sin que eso importe una relación de superioridad o inferioridad de clase. Simmel toma a la moda como un objeto singular propio, el resultado de una necesidad de las clases superiores para distinguirse de las demás. Cuando hay una nueva tendencia en esos grupos, las clases inferiores buscan imitarlas pues aspiran a adquirir ese “prestigio”, mismo que se esfuma en el momento en el que una nueva tendencia llega. La distinción e imitación son aspectos en la teoría de este autor como aspectos de la moda que logran cumpllir el interés de: “reconciliar al individuo con lo colectivo al permitir asentar sus gustos personales en un marco colectivo determinado.