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Ebook © Grupokaps Producciones, 2012 © Dani DaOrtiz, 2012 www.grupokaps.com Editor: Dani DaOrtiz [email protected]

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© Grupokaps Producciones, 2012 © Dani DaOrtiz, 2012 www.grupokaps.com Editor: Dani DaOrtiz [email protected]

Triple Intuición Clásica Dani DaOrtiz Tres espectadores eligen una carta cada uno de ellos. Las cartas son enseñadas y recordadas. De forma cada vez más limpia y milagrosa, cada uno de ellos es capaz de encontrar su carta, gracias únicamente al poder de su intuición.

Preparación

L

a baraja estará́ ordenada, de top a bottom, de la siguiente forma: 10 cartas indiferentes, 12 cartas repetidas (en nuestro ejemplo el siete de tréboles), 17 cartas indiferentes, Q de tréboles, carta indiferente, un 10 de cualquier palo, carta indiferente, 8 de cualquier palo, carta

indiferente, 6 de cualquier palo, carta indiferente, 4 de cualquier palo, carta indiferente, 2 de cualquier palo, carta indiferente. Advierte que se han eliminado 12 cartas de la baraja, que han sido sustituidas por los 12 siete de tréboles (en nuestro ejemplo).

Desarrollo:

D

iferenciaremos a los tres espectadores sencillamente como uno, dos y tres. Mira al espectador número uno y pregúntale si tiene algún número de la suerte, que prefiera entre otros o simplemente que le guste. Una vez hecho, le diremos que jugaremos con eso, con los números de la suerte, las posiciones de la suerte o la intuición. Con esta respuesta queda cerrada la acción de haberle preguntado el número al espectador, con lo que nadie le dará́ más importancia. Pero nosotros no sólo habremos escuchado cuál es el número, sino que lo memorizaremos. Supongamos como ejemplo, que ha nombrado el cinco. Coge la baraja de cartas en tus manos y co-

mienza a abrirlas entre las manos, para que el espectador número uno coja una de las diez cartas superiores (foto 1). Sigue abriendo las cartas en las manos y ofrécele al espectador dos otra carta. Ábrele la zona donde se hallan los sietes, para que elija una de ellas (foto 2). Finalmente, sigue abriendo las cartas, asegúrate que has pasado los sietes, y ofrece otra carta al espectador número tres. Es importante que no toque ninguna de las trece cartas inferiores. Esto es fácil, ya que después de los sietes (en nuestro ejemplo), tiene 17 cartas para elegir.

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Los sietes están expuestos cara arriba en la fotografía para que se entienda mejor.

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Una vez elegidas las cartas, pide que la recuerden y la devuelvan nuevamente. Para ello, mientras comentas, tus manos preparan una separación con el meñique izquierdo, bajo la cuarta carta superior. ¿Por qué la cuarta carta? Sencillamente, por que el espectador nos nombró el cinco, cuando le preguntamos por su número preferido. Por ello, en este momento, la mano derecha levanta en “posición biddle” las cuatro cartas superiores, gracias a la separación,

invitando al espectador a que deje su carta sobre la baraja, para así́ perderla. Una vez hecho, la mano derecha deja nuevamente el montón de cuatro cartas sobre la baraja (la mano derecha inclina las cuatro cartas, dando así́ la sensación de profundidad... foto 3.). Advierte en la fotografía 3, como la mano derecha inclina el montón de cuatro cartas para no dejar ver su grosor.

Es obvio, que si el espectador nos hubiese nombrado otro número diferente al expuesto en nuestro ejemplo, el número de cartas que la mano derecha corta sería diferente. No obstante, ya tenemos la primera carta perdida. Ahora vamos con la segunda: Abre las cartas entre las manos, igual que hicimos anteriormente para dar a elegir. En esta ocasión, lo haremos para perder la carta del segundo espectador: El siete en nuestro ejemplo. Para ello, abriremos las cartas hasta estar seguros de llegar a a las duplicadas, pidiéndole al espectador que pierda su carta entre las demás. Realmente, entre los otros sietes (foto 4). Para perder la carta del tercer espectador, cuadraremos la baraja entre las manos. La mano derecha cortará la baraja en dos montones. El montón superior lo dejará, siempre cara abajo, sobre la mesa. Es importante que se halla cortado un poco más abajo de la mitad, dejando los sietes por la parte inferior del montón superior, que se halla ahora sobre la mesa. Un vistazo a la carta inferior del montón en cuestión, al realizar la acción de cortar, nos alertará si hay que cortar un poco más abajo. Le pediremos al espectador número tres que deje su carta sobre el montón hallado en la mesa. Para perderla, la mano derecha cogerá́ el montón que sujeta la mano contraria, y lo colocará sobre el que reposa en la mesa. De esta forma, las tres cartas habrán sido devueltas a la baraja. Llega el momento del milagro: La búsqueda in tuitiva de las tres cartas. Entrega la baraja al espectador número tres y pídele que la sujete en sus manos y comience a echar, lentamente, cartas una a una sobre la mesa, cara arriba. Cuando aparezca la dama de tréboles, le miraremos y le diremos: ¡Pero detente cuando quieras,,, no tardes! El espectador, gracias a esta orden, habrá entendido recién en este momento, que debería haberse detenido en cualquiera de las cartas que ya ha dejado sobre la mesa. Por ello, su reacción será pasar algunas cartas más y detenerse. Da igual en cuál de las 12 cartas después de la dama de tréboles se detenga, porque todas le llevarán a la suya. “Si se detuvo colocando sobre la mesa una de las cartas pares que tenemos preparadas (vea

las trece últimas cartas en la preparación y advierte como en los lugares pares ahí cartas pares en orden descendente de la dama al 2), le mandaremos contar del montón que sujeta, tantas cartas como número marque la última volteada. Por ejemplo, si la última carta que dejó en la mesa se trata del cuatro de tréboles, le pedimos que voltee la cuarta carta, que sin duda será la elegida. Da igual en la carta par que se detenga ya que todas le llevarán a la elegida. Si la última carta volteada fuese una de las indiferentes halladas entre las cartas pares, le decimos que levante la carta superior del montón que sujeta y vea el número que marca. Igualmente le decimos que mire la carta que ocupa esa posición: será la elegida.” Así pues, cuando le decimos al espectador que levante la carta, será la suya. Ahora le pediremos a ese mismo espectador que le pase la baraja al espectador número uno, el cuál deberá recordar su número de la suerte, en nuestro ejemplo el cinco, y ver cuál es la carta que ocupa esa posición. El espectador echará una, dos, tres, cuatro cartas, y levantará la que ocupa el quinto lugar, desvelando la identidad de su propia carta. En este momento, si a 10 le restamos el número preferido del primer espectador, nos dará como resultado la posición donde comenzarán a estar las duplicadas. Es decir, si a 10 le quitamos 5, nos dará como resultado 5. Lo que nos desvelaría que en la parte superior de la baraja hay cinco cartas, y después, los 7 de tréboles. Ahora pediremos al tercer espectador que coja la baraja y comience a echar cartas caras abajo y una a una, sobre la mes. Cuando ha echado las cinco cartas antes de los sietes (en nuestro ejemplo), le pediremos que se detenga donde desee. El espectador se detendrá en cualquiera de los sietes. En este momento podemos dramatizar la situación y preguntarle si quiere cambiar esa carta y seguir echando. Da igual lo que haga, porque todas las cartas que ha echado, a excepción de la última, serán siete de tréboles. Finalmente, quede con la que se quede, será la tercera carta elegida. Una idea de Christian Engblom, para que el espectador no espere a la última carta, antes de comenzar a echar le pediremos que gire el montón y nos diga si casualmente, su carta quedó la última. Este dirá obviamente que no.

Intuición Pensada Dani DaOrtiz La baraja es mezclada por varios espectadores. Uno de ellos piensa una carta. Comienza el descarte: Se van eliminando cartas, por grupos, montones o una a una, hasta que finalmente queda una sola carta sobre la mesa, que resulta ser la pensada.

Preparación 10 cartas indiferentes, 12 cartas repetidas (por Advierte que se han eliminado 13 cartas de la baejemplo Siete de Tréboles) y el resto de la ba- raja, que han sido sustituidas por las 13 damas raja. de corazones.

Desarrollo:

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eparte la baraja entre cuatro espectadores para que mezclen por grupos. Para ello, echa sobre la mesa diez cartas, y entrégaselo a un espectador; echa 12 cartas (las repetidas) más y entrégaselo al espectador de tu izquierda; echa sobre la mesa la mitad del paquete que te queda, y entrégaselo a otro espectador. Finalmente, entrega el resto a un último espectador.

De esta, lo que habrá sucedido es que el espectador que mantiene el montón de cartas duplicadas, habrá visto una de ellas, sin llamar la atención sobre esto, ya que todos están “jugando a mezclar”.

Siguiendo con el juego, pedimos el montón a uno de los espectadores (no al que a elegido la carta). De este montón, echamos algunas sobre la mesa, a la vez que decimos: ¿Has mezclado Vamos a realizar ahora una estrategia de “carta bien, cierto? El resto lo tenemos aún en las pensada”. Lo que haremos es que uno de los es- manos (foto 5). pectadores vea una carta, pero que este hecho no sea significativo para nadie, y por ello, fácil- Pedimos ahora el montón al espectador de la izmente manipulable este momento. quierda, el montón de cartas duplicadas, y una vez nos lo da, lo ponemos sobre el que tenemos Para ello, y como si de un juego de mezclas se en la mano, pero manteniendo una separación tratase: Pídele a uno de los espectadores que con el meñique entre ambos montones. Inmediacoja una carta de su montón y sin mirarla, la in- tamente, hacemos un salto (foto 6 exponiendo la serte por el centro. Después, que corte y mezcle. técnica), subiendo el montón inferior a la parte superior, para ser seguidamente cogido por la A otro, pídele que corte y mezcle algunas veces. mano derecha (foto 7), que lo deja sobre las cartas que echamos anteriormente sobre la mesa. Dirigiéndote ahora al espectador de la izquierda, pídele que coja una carta, la mire, y la devuelva Seguidamente, la mano derecha coge todas las de nuevo al montón. Una vez hecho, que corte y cartas de la mesa y las deja sobre el montón de la mano izquierda. mezcle. Al último espectador le puedes pedir que pase Estas extrañas acciones que acabamos de hacer dos o tres cartas de arriba hacia abajo, y que son muy importantes: Debemos tener en este momento un montón sobre la mano izquierda, y mezcle una vez hecho. en la parte inferior, todas las cartas duplicadas. Todas estas acciones se pueden hacen con los Así pues, lo que hemos hecho es simplemente llegar a esta situación, sin pedir primero el monmontones debajo de la mesa. tón de cartas duplicadas, ya que si alguien le ha

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6 dado importancia al hecho de que en ese montón se halla elegido una carta elegida, ahora, esa carta está “perdida”. Siguiendo con la recogida de la baraja, pide los montones al tercer y cuarto espectador, y déjalos sobre el que ya sujetas. La baraja estará ahora completa sobre tu mano, y con el grupo de cartas duplicadas en la parte inferior. Comienzan los descartes:

7 Mientras esto ocurre, recoge la extensión y déjala la baraja cuadrada sobre la mesa. La respuesta del espectador será negativa. Pídele ahora que elimine un grupo del centro de la extensión. Para ello, extiende nuevamente las cartas, cara abajo, pero en esta ocasión de izquierda a derecha, como lo hacemos habitualmente.

El espectador quitará otro grupo de cartas, que cogerás, le enseñarás y le preguntarás si ve ahí TRES PRIMEROS POR EXTENSIÓN la carta pensada. Su respuesta será nuevamente Extiende la baraja, cara abajo, sobre la mesa, de negativa. Coge este grupo y déjalo, cara arriba derecha a izquierda, y pídele al espectador de tu sobre el anterior que dejaste sobre la mesa. izquierda, que elimine unas cuantas cartas, de su extremo. Los grupos deberás dejarlos descuadrados, para que se vea en todo momento las cartas eliminaCoge el grupo de cartas que ha eliminado el es- das (foto 8). pectador, y échalo cara arriba sobre la mesa, preguntándole si ve en ese grupo de cartas, la Concluyendo con la eliminación en extensión, pídele ahora al espectador de tu derecha, que elique está pensando. mine también un grupo de cartas de su extremo. Una vez hecho, realiza las mismas acciones: En-

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séñalo al espectador que está pensando la carta, al lado derecho del anterior. Coge nuevamente pregúntale y déjalo cara arriba sobre las elimina- cuatro cartas, y déjalo al lado derecho de los andas. teriores. Vamos a realizar ahora la “Ireland Shuffle parcial”. Es decir, vamos a coger la baraja y comenzar la mezcla normal en las manos, por arrastre, por su dorso. Comenzaremos la mezcla pelando pequeños grupos (foto 9) . Cuando vamos que solo nos quedan un paquetito en las manos (de unas 15 o 20 cartas), pelaremos de una en una (foto 10), hasta asegurarnos de tener un paquetito de unas diez cartas en las manos, que terminaremos de mezclar (foto 11). De esta forma, lo único que habrá sucedido es que, a través de la mezcla, habremos pasado las doce cartas inferiores, a la parte superior. Es decir, sobre la baraja se hallan ahora las cartas duplicadas.

Di que ahora vamos a eliminar algunos montones. Continuando, coge ahora cuatro cartas más, y déjalo sobre uno de los montones de los extremos. Coge cuatro cartas más, y déjalo sobre el montón del extremo opuesto. Y ahora, coge solo tres cartas, y déjalo sobre el montón del medio. Di: “Vamos a poner una más en el centro, pero no una cualquiera, sino la que no elimines”.

Abre un abanico cara abajo, con las cartas que te quedan en la mano (foto 12), y pídele al espectador que vaya eliminando una a una, rápidamente, y dejándolas cara arriba sobre las “eliminadas de la mesa”, hasta que finalmente te quede una en la mano, que sin mirarla, la dejarás CREANDO LOS TRES MONTONES Coge un grupo de cuatro cartas de la parte su- sobre el montón del centro. perior de la baraja y déjalo cara abajo sobre la mesa. Coge otro grupo de cuatro cartas y déjalo Si el abanico se compone de muchas cartas,

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puedes pedir que vaya eliminando por pequeños grupos. ELIMINANDO MONTONES El juego cada vez será más interesante, pues van quedando menos cartas sobre la mesa, y aún no ha aparecido la “pensada”. Pide ahora que te digan que montón quieren que se elimine. Sea cual sea, cógelo y sujétalo en la mano izquierda en posición de dar. La mano derecha separa las tres cartas superiores y las muestra (foto 13). Colocándolas nuevamente cara abajo las cartas, los dedos izquierdos roban y dejan en la parte inferior, la carta inferior del montón que sujeta la mano derecha (foto 14). Siempre en un movimiento seguido, ambas manos giran sus respectivas cartas, colocándolas caras arriba (foto 15). La mano derecha deja sus cartas, ligeramente descuadradas, sobre el montón que sujeta la mano izquierda, y coge ahora el grupo completo. Terminando la acción, la mano izquierda coge la carta inferior del paquete (foto 16) y la pasa abiertamente a la parte superior. El montón siempre se ve descuadrado, mostrando las cartas indiferentes, y ocultando en todo momento las duplicadas. La mano derecha deja el montón, sobre las “eliminadas de la mesa”. Sobre la mesa se estará viendo siempre “todas” las cartas que se van eliminando (foto 17).

Pide nuevamente que señalen cualquier de los dos montones que quedan sobre la mesa. Sea cual sea, realiza las mismas acciones de enseñada del montón, y déjalo también cara arriba sobre las ya descartadas de la mesa. CUATRO Y CUATRO Sobre la mesa quedará aún un montón cara abajo. Cógelo, ábrelo entre las manos (habrá ocho cartas), y pasa dos cartas de arriba hacia abajo, mientras dices que se corta más y más. Cuenta ahora lentamente una a una (invirtiendo pues su orden), cuatro cartas sobre la mesa, y quédate con otras cuatro. Pide ahora al espectador que elimine uno de los dos montones: o el de la mesa, o el de tu mano. Sea cual sea, cógelo y déjalo cara arriba sobre las “descartadas”, descuadrando ligeramente la parta superior y mostrando “como sin querer” las dos primeras cartas (y ocultando así las dos duplicadas en la parte inferior). LAS ÚLTIMAS CUATRO CARTAS Coge las últimas cuatro cartas entre tus manos, pasa una de debajo hacia arriba y descuádralas, quedándose cada mano con dos cartas. Las duplicadas serán las interiores (foto 18). Ahora pide al espectador con qué quiere jugar: bien con los extremos o con el centro. Si el espectador contesta, con el centro, simplemente, ambas manos dejan las cartas interiores sobre la mesa (la inferior de cada par), y muestran al

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espectador las que ha eliminado, preguntándole si alguna de ellas es la elegida. Este dirá que no (foto 19).

Se dejará entonces sobre la mesa la carta superior de cada par (que se verán ahora como interiores) como indica la fotografía 21, y a cada lado de éstas, las otras dos. Se continuará girando En caso contrario, si elige jugar con los extre- lentamente cada carta del centro, preguntando si mos, entonces cada mano cambiará la posición es alguna de ellas la elegida. Ante la negativa, de cada carta, deslizando o abriendo cara par en se cogerá cada carta eliminada y se dejará sobre sentido contrario (foto 20). las descartadas de la mesa.

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UNA ENTRE DOS nada. Así que para ello, vamos a crear una situaEste es un momento muy delicado, porque sobre ción que justifique por qué no se muestra la la mesa quedarán sólo dos cartas. Obviamente, carta. O lo que es igual, vamos a eliminar la nesea cual sea la elegida, será la “pensada”, ya que cesidad de querer ver la carta eliminada. ambas cartas son las dos últimas duplicadas. Sin embargo, es un momento como decía, delicado, Para ello, tu mano derecha coge la carta superior puesto que no podremos mostrar la carta elimi- del montón de eliminadas de la mesa, y usándolo

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como pala, coge todo el montón. Gracias a la “pala”, no se descuadrará ninguna de las cartas, mostrando así ninguna de las duplicadas. Gira este montón cara abajo y pide al espectador que él mismo coja una de las dos cartas que quedan sobre la mesa, y la introduzca en cualquier parte de las eliminadas.

Una vez hecho, deja nuevamente el montón descuadrado que sujeta la mano derecha, cara arriba sobre la mesa (con cuidado de no abrirlo más y dejar ver algún duplicado).

Finalmente, pide al espectador que nombre cual es la carta que está pensando, y gira la última carta que ha quedado finalmente entre todos los Así pues, el espectador cogerá una de ellas, caminos de eliminación, desvelando así el milasiempre cara abajo, y la perderá, dejando final- gro y, seguro, la cara de asombro de todos los asistentes. mente una en la mesa (foto 22).

Intuición al Número Dani DaOrtiz

Carta al número. Una carta pensada aparece en una posición elegida, una vez que la baraja ha sido mezclada por los espectadores.

Comentarios Este es un efecto muy directo y fuerte. Aunque en las manos, verás que hace el juego semiatulas explicaciones puedan parecer un poco con- tomático. fusas, una vez asimiladas con la baraja de cartas

Preparación Al igual que en el caso anterior, comenzaremos con la misma preparación. Para ello, tendremos la baraja ordenada, de arriba hacia abajo: diez

cartas indiferentes, Doce cartas repetidas (por ejemplo Siete de Tréboles), y el resto de la baraja.

Desarrollo:

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ntes de nada, le pediremos al espectador de la izquierda, que piense una posición cualquiera de la baraja, desde la uno hasta la cincuenta y dos. Continuamos:

Vamos a realizar la trama de “carta pensada” que hemos usado en el juego anterior. Para ello, con la baraja en la mano izquierda en posición de dar, vamos a abrir las primeras diez cartas y se la vamos a entregar al espectador de la izquierda. Cogemos ahora doce cartas más (las repetidas), y se las entregamos al espectador de la derecha. El montón que nos queda en la mano, lo dividimos en dos (entendiendo la baraja entre las manos), y en entregamos cada parte a un espectador. De esta forma, cuatro espectadores tienen un montón de cartas que van a mezclar.

Pero para “jugar a mezclar”, pídele al espectador de tu izquierda que pase algunas cartas de arriba hacia abajo y que corte y mezcle; al espectador de tu derecha (que mantiene las cartas repetidas) le pides que corte, coja una carta, la mire, la devuelva y mezcle de nuevo. Al tercer y cuarto espectador le pides cualquier otra cosa. Es mucho mejor si todo esto ocurre con los montones debajo de la mesa. Lo importante ahora es que el espectador de la derecha ha mirado una carta, a la cual a partir de este momento nos referiremos como “pensada”. Pide ahora que saquen todos los montones de debajo de la mesa. Di que se va a recomponer la baraja nuevamente, en el orden que solo el azar a dispuesto.

Di que quieres ayudar a recomponer la barajar, y pide algunas cosas. Para ello, pídele el montón al espectador de la derecha, y entrégale cuatro cartas. Quédate tú el resto (recuerda que son repetidas). A cualquier otro espectador que tenga bastantes cartas, pídele algunas cartas más, que una vez te entregue, la dejarás bajo las que ya tienes.

la mesa, cara abajo. Y no sólo eso, sino que además, la carta pensada por el espectador, estará repetida en las posiciones 10,20,30 y 40. El resto de cartas repetidas, estarán perdidas entre las posiciones 40 y 52 (estas ya no la usaremos más).

Ahora cogeremos la baraja entre las manos, y le pediremos al espectador que está pensando el Primeras 12 número, que nos diga por primera vez cual es el Ahora, di, os dispondréis a recolocar la baraja. número pensado. Pídele a uno de los espectadores, que no sea el de la derecha, que eche dos o tres cartas obre Dependiendo cual sea el número, deberemos la mesa. Nos fijaremos cuantas echa, y sobre pasar cartas de abajo hace arriba o viceversa, ellas, echaremos ocho cartas, siempre todo cara para colocar la carta pensada en el número. Pero abajo. Ahora le pediremos a un tercer espectador aquí llega lo bueno: Como la carta pensada está (no el de la derecha), que eche otro número de repetida cada diez lugares, con tan sólo pasar un cartas. Realmente, el número que le pedimos, es máximo de 5 cartas de arriba hacia abajo o al el que nos falta para que sobre la mesa hallan revés, ya habremos puesto la carta pensada en 12 cartas. Así, si el primero echó 2, y el mago 8, el lugar pensado. Así, si por ejemplo el espectale pediremos al espectador que eche dos cartas dor nos nombra la posición 32, solo debemos más. subir dos cartas desde la parte inferior a la superior. De esta forma, la pensada que antes estaba La petición será casual y sin darle importancia. en la posición 30, ahora ocupará la 32. Le diremos: “Echa una o dos cartas más... quizás mejor dos...” También recordaremos que el espectador de la derecha está pensando una carta. Una vez hecho, pídele al espectador de la derecha que eche algunas cartas, pero como solo Si tuviste que pasar cartas de abajo hacia arriba, tiene 4, dile que eche sólo una para que pueda coge la baraja y muéstrale al espectador que ha seguir “jugando”. nombrado su número, como debe contar las cartas. Para ello, cuentas lentamente una a una, Nueve más. cara abajo, y una sobre la otra, sobre la mesa, el Ahora haremos lo mismo, pero con solo nueve mismo número de cartas que pasaste de abajo cartas. Es decir, haremos que entre todos los es- hacia arriba. Lo harás solo para demostrar cómo pectadores (no el de la derecha), dejen uno a debe contar. Una vez hecho, coge las cartas que uno, algunas cartas sobre las de la mesa. has contado, y déjalas de nuevo sobre la baraja. Cuando sea tu turno, habremos contado cuantas han dejado, y dejaremos las que falten hasta Si en lugar de pasar cartas de abajo hacia arriba, completar nueve cartas. Es decir, que entre las lo hiciste a la inversa, entonces no debes hacer 13 que ya habían (12 mas la del espectador) y nada. las nuevas 9, debe haber 22 cartas. Una vez hecho, pídele al espectador de la derecha que Entrega la baraja al espectador y pídele que deje otra carta (realmente una de las repetidas). cuente. Cuando llegue al número pensado, coge pídele que coja la carta y que no la muestra aún. Nueve más y nueve más. Repetiremos esto dos veces más. Si no queda- En este momento puedes coger las cartas conmos sin cartas durante la recomposición de la tadas extenderlas cara arriba sobre la mesa, si baraja, podemos pedir más cartas a los especta- abrir demasiado las cartas, para que no se aldores (nunca al de la derecha), o simplemente cance a ver las posibles duplicadas (foto 23). Ahora, pídele al espectador de la derecha que seguir dirigiendo). nombre cuál es su carta pensada. De esta forma, la baraja estará completa sobre

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Una vez hecho, pide que giren la carta y muestra manos, con cuidado de no mostrar las duplicael milagro. das que estarán las primeras de la cara (con la baraja cara arriba). Puedes terminar dejando Si quieres, mientras todos aplauden y se asom- este montón sobre las contadas sobre la mesa, bran, coge el resto de cartas que tiene el espec- para que se puedan ver aparentemente “todas” tador, pasa una carta de arriba hacia abajo, gira las caras de las cartas, mientras todos siguen la baraja cara arriba y abre la baraja entre las asombrados (foto 24).

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