Duverger

Los sistemas electorales han trastornado la estructura de los Estados por la adopción del sufragio universal o los mecan

Views 177 Downloads 1 File size 569KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Los sistemas electorales han trastornado la estructura de los Estados por la adopción del sufragio universal o los mecanismos de elecciones directas. Duverger menciona que existen factores que condicionan la vida política con íntima dependencia entre los factores. Se debe de tener cuidado al sentenciar que un sistema electoral determina tal forma de vida política, ya que solo la estimula, reforzando otros factores que actúan en el mismo sentido o que debilita los que actúan en sentido contrario.

En este sentido, las leyes sociológicas para Duverger deben considerarse su carácter relativo y no absoluto. Considera que la ciencia política se encuentra en el estado de hipótesis y no el de las leyes. De esta forma su trabajo se encarga de las hipótesis. ▶️ LOS SISTEMAS ELECTORALES Y PARTIDOS POLÍTICOS SEGÚN DUVERGER Los partidos políticos son un medio por lo cual los sistemas electorales ejercen influencia esencial sobre la vida política de un país: Influencia directa donde el sistema electoral impulsa tal organización de los partidos Influencia indirecta donde

la

organización

de

los

partidos

engendrada

particularmente por el sistema electoral, trae aparejada una determinada forma de vida

política.

Las tres fórmulas: 1) la representación proporcional tiende a un sistema de partidos múltiples, rígidos e independientes; 2) el sistema mayoritario con dos vueltas, tiende a un sistema multipartidista, con partidos flexibles e interdependientes; 3) el sistema mayoritario

con

una

sola

vuelta,

al

bipartidismo.

LA INFLUENCIA SOBRE EL NÚMERO DE PARTIDOS

El sistema mayoritario a una vuelta Este régimen parece ser la mejor establecida. Estados Unidos se opone al nacimiento de terceros partidos y, en Inglaterra y algunos dominios, a su eliminación. Este sistema electoral parece actuar de dos maneras diferentes que permite un impulso que ejerce hacia el dualismo: un factor mecánico y un factor psicológico.  La «subrepresentación» del tercer partido: su porcentaje de escaños es inferior a su porcentaje de votos; el sistema electoral desfavorece al tercer partido. Entonces, cualquier partido nuevo que intente competir con los dos antiguos es demasiado débil, el sistema actúa en su contra y levanta una barrera que se opone a su aparición. Pero si el partido naciente supera a uno de sus predecesores, este último queda en la tercera posición y el proceso de eliminación se invierte.  El factor psicológico. En el caso de tres partidos que participan en un sistema electoral de mayoría con una sola vuelta, los electores tienden a votar por el menos peor de los dos partidos anteriores para evitar el éxito del peor y evitar desperdiciar su voto dándoselo al nuevo partido. Esta «polarización» perjudica al nuevo partido

y al más favorecido de los antiguos. El impulso del sistema electoral hacia el dualismo sólo triunfa a largo plazo. En período de transición llevan a los partidos a buscar por sí mismos el bipartidismo a través de la fusión del partido principal con uno de sus dos rivales. Excepciones a esta tendencia general hacia el bipartidismo del sistema mayoritario a una vuelta. Ejemplos de países con tendencia al bipartidismo y no bipartidismo en el sistema mayoritario a una vuelta Tendencia al bipartidismo Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica Tendencia no al bipartidismo Dinamarca (antes de la adopción de la representación proporcional) y la del Canadá. Canadá permite fijar los límites de la tendencia dualista del sistema mayoritario. La representación proporcional La representación proporcional tiende a multiplicar el número de partidos políticos; tesis con fuertes críticas por el caso Francés como el de Bélgica. Tiende a un sistema de partidos múltiples, rígidos e independientes. Efectos de la representación proporcional 1.- Efecto de la proporcionalidad es mantener una multiplicidad ya existente. 2.- Efecto de la polarización es favorecer la división de los partidos existentes; en el régimen proporcional, las escisiones son generalmente durables, porque el escrutinio impide que las fracciones divergentes sean aplastadas por los rivales. 3.- La tendencia multiplicadora se manifiesta menos en la división de los antiguos partidos que en la creación de partidos nuevos; este tercer efecto de la representación proporcional afecta sobre todo a los pequeños partidos, porque los principales sectores de la opinión continúan siendo interpretados por los partidos tradicionales. Duverger afirma que globalmente, la representación proporcional mantiene casi intacta la estructura de los partidos existentes en el momento de su aparición. Sistema mayoritario con dos vueltas Tiende a un sistema multipartidista, con partidos flexibles e interdependientes. Breves aclaraciones y sugerencias por la dificultad de la determinación de las consecuencias de la segunda vuelta en un sistema mayoritario. Desde la teoría la segunda vuelta Debe favorecer la multiplicación de partidos y el fraccionamiento de tendencias próximas que no alcanzarán una representación global, pero, en todo caso, pueden

reagruparse en el ballotage (segunda vuelta). No actúan los fenómenos de «polarización» y de «subrepresentación o sólo lo hacen en la segunda vuelta, conservando cada partido todas sus posibilidades en la primera. Desde la práctica la segunda vuelta Los países que han practicado la segunda vuelta parece confirman la tesis teórico. Francia, Suiza, Alemania y Holanda con la segunda vuelta ha derivado una multiplicación de los partidos con formas muy diferentes: Alemania y en Francia se nota una tendencia muy clara a la dispersión, sobre todo en la derecha, mientras que en Suiza y en Holanda la opinión permanece generalmente dividida entre más de dos partidos grandes. Existen casos particulares anormales.

▶️ INFLUENCIA SOBRE LA ESTRUCTURA INTERNA DE LOS PARTIDOS Y SU DEPENDENCIA RECÍPROCA Dos casos:  Bélgica ha permitido comprobar las relaciones entre la estructura interna de los partidos y el sistema electoral.  Dinamarca, la formación de alianzas y lazos de dependencia entre algunos partidos. LA ESTRUCTURA INTERNA DE LOS PARTIDOS Profunda diferencia de estructura entre los partidos ingleses, norteamericanos y franceses y se explican por factores -históricos, geográficos, económicos, sociales, religiosos, electoral… La diferencia está entre el escrutinio con listas cerradas y el escrutinio uninominal; la existencia de una segunda vuelta juega un papel importante. El escrutinio con listas cerradas significa un refuerzo de la estructura de los partidos y el uninominal, un debilitamiento; con grandes excepciones.

El escrutinio uninominal En el escrutinio uninominal en una circunscripción pequeña, la persona del candidato cumple un papel esencial más que del partido. El escrutinio uninominal tiende a imponer grupos parlamentarios sin cohesión y una organización electoral muy descentralizada, de manera que los partidos terminan por representar sólo tendencias de opinión y disponen de un aparato administrativo muy débil y lazos sociales muy relajados.

El escrutinio con lista cerrada

El escrutinio con lista cerrada tiene un carácter colectivo que desdibuja el papel de las personalidades en beneficio de la agrupación que las une, del partido. Cierta disciplina del resto de la lista frente a su conductor. La elección en una circunscripción más extensa logra que se disminuya el conocimiento del candidato que tiene el elector, lo que da más importancia al partido. Con la presentación de candidatos en un orden invariable que determina su elección el dominio del partido sobre el candidato es muy grande. La disciplina parlamentaria es rigurosa. Se logra una centralización para obtener un sistema de partidos rígidos, monolíticos.

Presencia o ausencia de la segunda vuelta En Sistema mayoritario puro y simple los candidatos disidentes son peligrosos porque pueden hacerles el juego a sus peores adversarios; se usará la técnica de la polarización. Casos anormales: Inglaterra, carácter uninominal del escrutinio donde la disciplina de los grupos parlamentarios es elevada, y es grande la centralización general de los partidos. Ausencia de una segunda vuelta.

La dependencia recíproca de los partidos En un régimen multipartidista generalmente sólo las alianzas permiten obtener una mayoría gubernamental. Dos tipos de alianzas entre partidos: las alianzas gubernamentales y las alianzas electorales. En los regímenes proporcionales, especialmente, se encuentran alianzas gubernamentales puras. Por tanto, la influencia del sistema electoral es preponderante. El sistema mayoritario a dos vueltas tiende al establecimiento de alianzas estrechas; larepresentación proporcional conduce a una independencia completa. En las alianzas electorales. El sistema mayoritario a una vuelta, sus consecuencias son según el número de partidos: -

Régimen bipartidista, origina una independencia completa.

-

Régimen multipartidista tiende, a formar alianzas muy fuertes.

Las alianzas gubernamentales en estado puro, parecen estar ligadas a la existencia del multipartidismo y, existen en un régimen de representación proporcional.

a) En un sistema mayoritario a dos vueltas genera un sistema de alianzas estrechas. Los partidos menos favorecidos en provecho del más favorecido. b) El escrutinio mayoritario a una sola vuelta parece tener una curiosa influencia en materia de alianzas electorales; su acción es totalmente diferente según coincida con un: Régimen bipartidista: es racionalmente impensable la idea de una alianza electoral; pero se dio una excepción en Sudáfrica, entre 1931 y 1940, por las alianzas electorales en el régimen mayoritario con dos partidos sin que se trastorne totalmente la estructura política.

Régimen

multipartidista: tenderá

a

establecer

alianzas

muy

sólidas,

incomparablemente más estrechas que las alianzas de la segunda vuelta: porque se hace necesario repartir las circunscripciones antes de la elección para permitir a sus electores reunir sus votos en el candidato único de la coalición. La presión del sistema electoral es mucho más fuerte: sin acuerdo, el escrutinio eliminará sin piedad a los partidos en desventaja, hasta el restablecimiento final del dualismo. Las coaliciones engendradas por el sistema mayoritario a una sola vuelta son absolutamente desiguales: tienden a crear satélites, no aliados. Entonces, la alternativa que este régimen electoral ofrece a los «terceros partidos» es cruel: ser eliminados por el escrutinio o absorbidos por las coaliciones.

C) La representación proporcional no presenta ningún problema en alianzas electorales; suprimen toda razón de ser. Rara vez, la mayoría absoluta a un solo partido implica, pese a todo, alianzas gubernamentales. No es uno de los menores defectos del sistema esta contradicción entre el plano electoral y el plano gubernamental, que independiza totalmente a los partidos en el primero y los obliga a colaborar en el segundo; hace más difícil la formación de coaliciones parlamentarias y más inestables el destino de las mayorías gubernamentales.

No siempre la experiencia confirma estas conclusiones racionales sobre la rigurosa independencia de los partidos en el régimen de representación proporcional.

▶️ SISTEMAS ELECTORALES Y REPRESENTACIÓN La teoría democrática considera que el elegido es el representante del elector, desde lo jurídico, la elección es un mandato dado por el primero al segundo para hablar y actuar

en

su

nombre

en

la

dirección

de

los

asuntos

públicos.

«Representación» aplica a un estado de hecho y no de derecho. El elegido representa al elector, como un cuadro representa un paisaje; la representación no es otra cosa que la semejanza entre las opiniones políticas de la nación y la de los diputados que ella ha elegido. En la representación, el sistema electoral cumple un papel importante, aunque mal definido; cada mayoría gubernamental intenta siempre adoptar la combinación más conveniente para continuar en el poder. Lo que los norteamericanos llaman gerrymandering (modificaciones en el establecimiento de las circunscripciones). Este trabajo se propone centrar las investigaciones en el problema de la: 

Exactitud de la representación política, mediando el grado de semejanza

entre la opinión pública y la opinión parlamentaria según los diferentes sistemas electorales. 

Determinar el grado de sensibilidad de cada sistema frente a las variaciones de opinión en el tiempo.

▶️ LA EXACTITUD DE LA REPRESENTACIÓN La representación de los partidos Este método muy simple e incompleto para medir la exactitud de la representación: la comparación entre el porcentaje de escaños y el porcentaje de votos obtenidos por cada partido.

Escenarios: Si ambos coinciden, la representación será exacta Si el primero es superior al segundo habrá «sobrerrepresentación» Si el primero es inferior, «subrepresentación». Tesis: la representación numérica de los partidos es totalmente distinta de la representación real de la opinión pública.

Ideas principales de la representación de los partidos políticos por Maurice Duverger 1.- La representación proporcional es el régimen más exacto; Sin embargo, las alteraciones prácticas aportadas a su funcionamiento atenúan a menudo esta exactitud. 2.- Para su perfección un país debería forma una única circunscripción electoral, o bien que los votos residuales se repartan a escala nacional. 3.- Hay razones políticas llevan generalmente a descartar uno y otro método y a preferir técnicas menos puras. 4.- Por razones políticas, aparece una diferencia entre la proporción de escaños y la proporción de votos, que varía según el sistema adoptado para el reparto de votos residuales el marco electoral, la posibilidad de mezclas o agrupaciones… con diferencias débiles y grandes. 5.- Las diferencias son infinitamente menos grandes en el sistema proporcional que en el régimen mayoritario a una sola vuelta, que alcanza en este aspecto el máximo de inexactitud en la representación numérica. 6.- Si sólo hay dos partidos, podemos destacar aquí una tendencia constante: el partido mayoritario está sobrerrepresentado y el partido minoritario está subrepresentado 7.- Si el sistema mayoritario coexiste con un multipartidismo, se puede llegar a una representación más fantasiosa: un partido que tiene más votos que su rival más próximo está, en principio, sobrerrepresentado en relación con él (es decir, o más sobrerrepresentado o menos subrepresentado que este último). 8.- Con un sistema multipartidista, sin embargo, la inexactitud de representación del régimen mayoritario es evidentemente muy grave. 9.- Es prácticamente imposible establecer las consecuencias exactas de la segunda vuelta sobre la representación de los partidos. 10.- En la segunda vuelta lleva a los electores a desplazar sus votos en provecho del participante más favorecido.

11.- En un sistema a una sola vuelta, combinado con el bipartidismo, sea cual sea la sobrerrepresentación del partido mayoritario y la subrepresentación del minoritario, ni la una ni la otra alteran normalmente el esquema general de la diferencia de opiniones. 12.- En la segunda vuelta, el diseño de conjunto se falsea totalmente; no es el número de sufragios obtenido por cada partido lo que determina el sentido de la diferencia de representación, sino sus posiciones políticas y sus alianzas. 13.- La segunda vuelta favorece al centro y perjudica a los extremos; es decir, el primero está sobrerrepresentado y los segundos subrepresentados. 14.- Los sufragios de la segunda vuelta se agrupan por tendencias, y no por partidos: se abandona entonces la noción de representación partidaria para adoptar la representación de la opinión. .

Resumen e ideas de la representación de la opinión de Maurice Duverger 1.- El reparto de votos entre los partidos políticos no es más que un medio para laexpresión de la opinión pública: El reparto es la imagen fiel de la opinión pública. 2.- La representación política supone dos actos sucesivos: a) Representación de la opinión en sentido estricto: expresión de la opinión pública en la distribución de votos entre los candidatos de las elecciones. Y la representación de los partidos que es la traducción de la distribución de los votos en la distribución de los escaños. 3.- La representación de los partidos» ha sido objeto de investigaciones, pero sus consecuencias sobre la «representación de la opinión» casi nunca han sido examinadas de manera sistemática. 4.- Duverger utiliza métodos de observación más empíricos por insuficiencia de estudios. ) Duverger

señala el problema de la localización geográfica de la opinión:

1.- Existencia de partidos locales en el sistema mayoritario a una sola vuelta con tendencia al bipartidismo…El sistema mayoritario acentúa la localización geográfica de las opiniones; de la misma manera se podría decir que tiende a convertir una opinión nacional (es decir, repartida en el conjunto del país) en una opinión regional,

que sólo le permite estar representada en las porciones del territorio donde es la más poderosa. 2.- La representación proporcional actúa en el sentido opuesto: las opiniones fuertemente arraigadas localmente tienden a extenderse al ámbito nacional por la posibilidad de ser representadas aun en las regiones donde son muy minoritarias.

3.- La representación proporcional tiende a reforzar la unidad nacional (o, más exactamente, la uniformidad nacional); el sistema mayoritario agrava las divergencias locales. 4.- El problema de la localización geográfica de las opiniones tiene otro aspecto importante: dos categorías de factores intervienen siempre en la orientación política de los ciudadanos: los factores particulares y locales, y los factores generales. La diferencia no está entre la proporcionalidad y el régimen mayoritario, sino entre:

▶️ DIFERENCIA ENTRE EL ESCRUTINIO UNINOMINAL Y EL ESCRUTINIO DE LISTA PARA MAURICE DUVERGER El escrutinio uninominal: puede adecuarse al sistema mayoritario (sistema de voto transferible). El escrutinio uninominal supone una pequeña circunscripción, donde, naturalmente, predominan las consideraciones localistas. El sistema uninominal, dado su carácter personal, permite más fácilmente las promesas individuales y da gran importancia a las relaciones locales del candidato que, naturalmente, será conducido a limitar sus miras al estrecho marco del que ha surgido. El de lista: funciona según la representación proporcional. El escrutinio con listas funciona en un marco más extenso, donde los puntos de vista locales se limitan unos a otros permitiendo adquirir mucha importancia a las consideraciones generales. El escrutinio por listas atenúa esta influencia personal (que desaparece casi completamente en el caso de las listas cerradas) y obliga al elector a votar por un partido más que por los hombres, es decir, por una ideología y una organización nacional, más que por los defensores de intereses locales.

B) No es menos importante la influencia del sistema electoral sobre las divisiones de la opinión pública. El factor electoral puede acentuar o frenar la acción de otros factores como económicos…

La influencia del sistema electoral sobre el número de partidos políticos: El sistema mayoritario a una vuelta, con su tendencia al bipartidismo, suprime las divisiones secundarias de la opinión y las reúne en tomo a dos grandes tendencias rivales. Se supone que el el sistema mayoritario a una vuelta la deforma seriamente la representación de la opinión.

La representación proporcional favorece la multiplicación de las tendencias de la opinión, permitiendo a cada una de ellas formar un partido separado. Se supone que la representación proporcional asegura una representación más fiel de la opinión. C) Problema esencial es la coincidencia entre la opinión pública y la mayoría gubernamental, coincidencia que, en suma, define al régimen democrático.

Distinción fundamental entre las mayorías impuestas y las mayorías libres Mayoría impuestas: Cuando la distribución de escaños entre los partidos es tal que no puede subsistir ningún equívoco acerca de la mayoría, de manera que ésta escapa a la acción de los diputados y a las intrigas parlamentarias. Este corresponde a la noción tradicional de democracia. Mayoría libre: cuando varios partidos tienen un número de votos más o menos equivalentes, sin que ninguno de ellos sea capaz de gobernar sólo con sus propias fuerzas, la formación de la mayoría depende mucho de la voluntad de los diputados y de las direcciones partidarias, sin que la opinión pública intervenga directamente en la cuestión. Es una mezcla de democracia y oligarquía, en la que sólo se consulta al pueblo para determinar los respectivos porcentajes de influencia de las cúpulas partidarias.

El sistema electoral cumple un papel: El sistema mayoritario a una vuelta tiende a una mayoría impuesta por la opinión; la representación proporcional, a una mayoría libre; el sistema a dos vueltas, a una mayoría semilibre.

▶️ LA SENSIBILIDAD A LAS VARIACIONES DE OPINIÓN ¿Un sistema electoral, tiende a acentuar las variaciones de la opinión pública o a atenuarlas? En el primer caso se dirá que es un sistema sensible (e inestable); en el segundo, que es un sistema insensible (y estable). Hay varias categorías de variaciones de opinión y que el grado de sensibilidad de los regímenes electorales varía según cada una de ellas; variaciones que se producen dentro de las opiniones tradicionales y las expresiones de nuevas corrientes: 1) La representación proporcional es insensible a las variaciones de las opiniones tradicionales y muy sensibles a la aparición de nuevas corrientes, aunque sean provisionales y débiles. 2) El sistema mayoritario a una sola vuelta es muy sensible a las variaciones de las opiniones tradicionales, pero es insensible a las nuevas corrientes, a menos que sean poderosas y duraderas. 3) El sistema mayoritario a dos vueltas es relativamente poco sensible tanto a las variaciones de opiniones tradicionales como a la manifestación de nuevas corrientes.

Variaciones de las opiniones tradicionales

Son los cambios en el reparto de los sufragios, en cada elección sucesiva, entre los partidos habituales, excepto la brusca mutación de alguno de ellos, sólo explicable por un movimiento verdaderamente nuevo de la opinión. Es un Sistema electoral insensible en la medida en que tienda a atenuar estos cambios, es decir, a debilitar la diferencia entre la cantidad de escaños y la cantidad de votos. Un sistema electoral sensible, aumentará esta diferencia.

a) El carácter estabilizador de la representación proporcional; muy a largo plazo, se puede decir que amplía, en lugar de atenuar, los movimientos profundos en la opinión tradicional. Pero, igualmente, los frena, tanto en la fase de ascenso como en su declive.

B) Los efectos naturales del escrutinio mayoritario a una vuelta son muy diferentes…El sistema mayoritario a una vuelta coincide con el multipartidismo, los resultados del sistema son mucho menos satisfactorios: el sismógrafo está falseado y deforma las variaciones de opinión en lugar de amplificadas. Pese a todo, no olvidemos que esta deformación se produce, muy a menudo, en un sentido bien determinado (en perjuicio del tercer partido) y que, así, tiende, por su propio movimiento, a reconstituir el bipartidismo fundamental del régimen.

C) No es fácil determinar la sensibilidad de la segunda vuelta a las variaciones de opinión. No parece dudosa su tendencia estabilizadora.

Sensibilidad a las nuevas corrientes de opinión Si se trata de un movimiento profundo y constante, ¿cómo precisar el momento en que deja de ser nuevo para convertirse en tradicional? No hay coincidencia absoluta entre la noción de nuevo movimiento de opinión y la de partido nuevo.

A) El carácter estabilizador del sistema mayoritario a dos vueltas. Todo nuevo partido que quiera afrontar a los electores está envuelto en el siguiente dilema: o luchar solo, es decir, ser aplastado entre las coaliciones rivales, o participar en una de ellas, es decir, perder gran parte de su autonomía y de su novedad, no ser favorecido en el reparto de escaños -porque un nuevo candidato obtiene, generalmente, menos votos que los antiguos-, y no tener casi posibilidades de permanecer en liza en el ballotage (segunda vuelta). Si la segunda vuelta coincide con un escrutinio uninominal, es decir, con circunscripciones pequeñas favorables a la constitución de feudos electorales personales, la insensibilidad del sistema alcanza su punto culminante: el nuevo partido debe aceptar presentarse a las elecciones con candidatos veteranos para tener serias posibilidades de éxito; pero también pierde toda su novedad. La segunda vuelta es esencialmente conservadora. Elimina automáticamente a las nuevas corrientes de opinión cuando son superficiales y transitorias; cuando sonprofundas y duraderas, frena su expresión parlamentaria al mismo tiempo que desgasta regularmente su originalidad tendiendo a alinearlas con los partidos tradicionales. Ciertamente, la degradación progresiva del dinamismo de los partidos es un fenómeno general; pero el sistema de la segunda vuelta tiende a acelerarla. B) Son difíciles de precisar los efectos del sistema mayoritario en este campo. Por un lado, aparece como un sistema conservador -aún más conservador que el sistema a dos vueltas- que opone una barrera infranqueable a todas las nuevas corrientes, con la consecuencia de reforzar el poder de los dos grandes bloques que ha constituido. Se da por circunstancias locales, sin relación con el régimen electoral y que escapan a toda definición general. También se explica por la naturaleza y la fuerza de los nuevos movimientos de opinión. En tanto éstos se muestran débiles y poco seguros, el sistema los aparta sin piedad de la representación parlamentaria; los eventuales electores, en efecto, evitan apoyarlos porque sus votos, dispersos, podrían permitir el triunfo de sus peores adversarios. Una barrera absoluta se levanta entonces ante todos los arranques de humor bruscos y superfIciales que a veces atraviesan a una nación. El sistema a una vuelta es mucho menos conservador de lo que a menudo se dice; por el contrario, puede acelerar el desarrollo de un nuevo partido desde el momento en que alcanza cierta solidez, y darle rápidamente la posición de segundo partido.

Pero, a partir de este momento, las consecuencias se aproximan a las del sistema a dos vueltas: acelera, como éste, el envejecimiento natural del nuevo partido y tiende a hacerlo parecido a aquel de los antiguos que quede como principal rival. Ya hemos descrito este impulso profundo que conduce a los dos grandes partidos a asemejarse como consecuencia de la orientación centrista de la lucha electoral. C) En cuanto a la representación proporcional, su sensibilidad a los movimientos nuevos es extrema, ya se trate de estremecimientos pasionales pasajeros o de corrientes profundas y durables: es curioso el contraste en este aspecto con su insensibilidad a las variaciones de opiniones tradicionales y la cristalización de antiguos partidos que resulta de ella. Parece encontrarse en el carácter «pasivo» de la representación proporcional: registra los cambios del cuerpo electoral sin acentuarlos ni reducirlos. De ahí su insensibilidad a las diferencias entre los partidos tradicionales, pequeñas por naturaleza (o sea, la estabilidad de la representación proporcional refleja la estabilidad natural de la opinión pública), al mismo tiempo que su gran sensibilidad a los nuevos movimientos, que su carácter apasionado hace generalmente más fuertes. Le opondremos el carácter «activo» del sistema mayoritario a una vuelta, que amplía las primeras, atenuando la fuerza de los segundos.