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ENSAYO: “Prácticas discriminatorias y sus consecuencias”

"Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio." Mahatma Gandhi Son innumerables investigaciones sobre el tema de investigaciones que atañen a todas las naciones. Su simple mención empaña lo actos más significativos que se puedan desarrollar en ella, pues esta causa odio, envidias, discusiones y fragmentando a la sociedad en una jungla donde todos luchan por su sobrevivencia. México no ha sido la excepción de esas naciones y creo aún nos sigue costando más trabajo acabar con la misma, tanto es así que a lo largo de su historia se han creado diversas declaraciones, organizaciones y convenio, todos ellos destinados a enfatizar la problemática de discriminación en ciertas áreas en las que más eran amenazadas.

En efecto, la Declaración Universal de los Derechos Humanos sienta las bases del principio de igualdad y no discriminación al estipular: “toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamadas en esta declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, política o cualquier otra condición. A partir de esta declaración se han elaborado y entrado en vigor diversos documentos tal como Conapred, organismo que tiene a su cargo la realización de investigaciones para conocer la magnitud de las diversas manifestaciones de discriminación, brindando elementos para conocer la percepción de discriminación de la población en general y de los grupos en situación de vulnerabilidad.

Pese a las declaraciones y convenciones las discriminaciones existen, idéntico esta discriminación como aquella que se ejerce en especial contra grupos humanos identificables cobre las base de perjuicios, estereotipos, en el binomio de grupos inferiores y superiores y que tienen expresión visible en la práctica social de nuestra existencia, ejerciendo la misma de manera inconsciente y también conscientemente. Siempre una práctica social discriminatoria constituirá un obstáculo muy severo para la construcción de la sociedad respetuosa de los derechos humanos, por ello para poder avanzar en sociedad es necesario erradicar esta de nuestra vida cotidiana, en la familia, en el trabajo, en la escuela, hospitales, medios de comunicación, etc.

Son preocupantes las cifras citadas por la Conapred, respecto a la situación enfrentada por nuestro país hoy en día y menciono preocupantes porque esta lucha contra la discriminación que nos ha costado más de doscientos años de lucha, y la cual hemos conocido y muchas veces vivido de nada ha servido pues las actitudes negativas hacia nuestros compatriotas siguen estando presentes. De esta forma y tal como lo muestra la lectura, las mujeres representan un género que por su vulnerabilidad sigue siendo objeto de prácticas discriminatorias. Y como no seguir siendo si la sociedad mexicana fue creada con raíces donde imperaba un machismo y poder del género masculino, considerando a la mujer casi como un objeto dispuesto para la procreación de hijos y mantenimiento del hogar.

Hoy en día y a pesar del cambio de idiosincrasia en la gente, es común ver situaciones donde por el color, complexión, situación económica y/o embarazo las mujeres son menospreciadas, pero lo más grave aún es ver como estas situaciones han pasado a ser algo normal en el cotidiano diario. De manera de ejemplo en el trabajo no solo se relacionan con discriminación relativas al género

(sólo mujeres pueden ser secretarias), sino también la nacionalidad, el origen ético o los grupos minoritarios.

Otro tipo más de discriminación es la referida hacia los discapacitados, en la lectura: CONAPRED (2011) Curso “El Derecho a la no discriminación en México” sé hacer referencia a diversos modelos que han marcado el trato discriminatorio hacia estas personas. Antes de entrar a mencionar estas es importante que las personas con discapacidad por su condición quizás son las que más discriminación reciben, pues para su incorporación a la sociedad necesitan valerse del doble de medios que una persona considerada “normal”, lo cual ocasiona la intolerancia de muchos. Referente a esto, se identifican discriminación relacionadas por el lenguaje (chistes en contra de ellos en los medios de comunicación), en el trabajo (no se les acepta en muchas ocupaciones) y en la escuela (los aíslan del resto de la sociedad).

Ello permite afirmar que en la vida cotidiana es posible observar discriminaciones que combinan categorías de grupos sociales y espacios de la vida, variada en formas y niveles. Las personas con discapacidad en ocasiones sienten un cierto trato injusto, diferente y arbitrario que resulta difícil de demostrar, pero que los hace pensar en la discriminación. Ello está ligado a que sienten poca atención por parte de las personas comunes; cierto trato que según ellos es diferente al que se le brinda a la personas que no presenta discapacidad, el cual puede ser tanto negativo, como positivo; los obstáculos que se les presentan de forma subjetiva; la poca solidaridad que sienten, entre otros fenómenos. Posiblemente la poca atención que le brindamos las personas comunes a aquellas que presentan discapacidad, está motivado por la poca información que se tiene sobre las mismas o sobre estos grupos (no olvidemos la gran heterogeneidad de las personas con discapacidad), sus potencialidades, posibilidades, dificultades, y sobre todo su igualdad a los demás, porque principalmente son personas ante

todo. Necesitamos más conocimientos acerca de estas personas, acercarnos a su mundo, que resulta semejante al nuestro y no tan diferente como podemos imaginar.

Así, estas personas pueden brindarnos innumerables ejemplos de trato negativo como rechazo a sus personas, por ser diferentes, por no “estar completos”; por “lucir otra imagen” que no es la establecida o esperada por la sociedad, lo cual llama la atención, resulta ser objeto de burlas, de asombro, de segregación, de aislamiento, de exclusión. Todo esto conlleva, sin darnos cuenta, a la discriminación de la cual ellos sienten que padecen. Por esta razón las personas con discapacidad reclaman, con toda justicia, un trato más respetuoso que les brinde más atención y menos burlas, un trato igualitario, reconociendo sus posibilidades y potencialidades, una mayor sensibilización y solidaridad. Esto se traduciría en la escuela en la inclusión y no exclusión, en la posibilidad de tener acceso a todos los derechos que tienen sus condiscípulos, pero también a que se les exijan los mismos deberes.

Es posible luchar contra esta discriminación sentida. Todos podemos contribuir a eliminarla y/o reducirla. Recordemos que el problema no es la falta de mecanismos para combatirla, sino el desconocimiento de su existencia, por ello es necesario cambiar nuestras mentes, para que se extienda la conciencia de que una sociedad en la que no se discriminen a las personas con discapacidad es una sociedad en la que todas las personas podrán vivir mejor.

Otro tipo de discriminación mencionada en el texto es la referida a las preferencias sexuales. En nuestro país la discriminación hacia las personas con preferencia sexual distinta a la predominante por su expresión de género está sumamente arraigada, como lo indican datos de la Primera Encuesta Nacional sobre Discriminación de Sedesol-CONAPRED. Las diversas conductas homofóbicas van

desde el rechazo y la exclusión hasta los crímenes de odio en contra de homosexuales, lesbiana, bisexual y transexual. El miedo a la diferencia, alimentado por la ignorancia y los prejuicios ancestrales, provocan que muchas personas sean agredidas verbal o físicamente, en lugar de respetar su manera de ser y el derecho de cada quien a ejercer su sexualidad conforme a su preferencia . La discriminación contra homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales es lesiva en la medida en que niega oportunidades de desarrollo, afecta el nivel de autoestima y genera situaciones de vulnerabilidad, entre otras consecuencias. Cuando alguien te niega un servicio, el acceso a un trabajo o te insulta por razones de tu preferencia sexual está incurriendo en un acto de discriminación que no puedes ni debes tolerar, ya que ofende tu dignidad como ser humano y viola tus derechos. También es importante destacar la discriminación hacia las personas de color. Es ejercida por todas aquellas personas e instituciones que se colocan desde la perspectiva del grupo racial dominante blanco y que defienden sus intereses y la forma en que se organizan las relaciones humanas

entre las personas para

perpetuar la supremacía blanca. Una supremacía que se fundamenta en el poder del hombre blanco, por lo cual la discriminación racial parte del menosprecio de lo no blanco junto con el de lo no masculino.

La discriminación racial pasa entonces desde las bromas "bien intencionadas" hasta por las políticas socioeconómicas que colocan a las personas de determinado grupo racial y étnico en una condición de marginación política y de pobreza, sin los canales correspondientes para que de manera colectiva puedan salir de esa condición. En México, ser de tez morena, ser indígena o ser afrodescendiente son motivos para recibir insultos en la calle, ser más vulnerables a sufrir maltratos y ser víctimas de transgresiones a las garantías individuales. Ser indígena o

afrodescendiente en México también significa que hay mayores probabilidades de tener poca o nula educación, no tener acceso a servicios básicos de salud y vivir en familias sin ingresos fijos, según una encuesta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) Eso nos da elementos para concluir que en nuestro país se rechaza y margina a un sector de la población que, además de ser mayoritario, no tiene las características físicas de grupos de población que, en todo caso, estarían más relacionados con características europeas o norteamericanas. Con el fin de ponerle fin a esta situación, han comenzado a surgir organizaciones de la sociedad civil que buscan visibilizar los problemas por los que pasa este sector de la población.