Diferencia Entre Estado y Nacion

DIFERENCIA ENTRE ESTADO Y NACION El concepto “nación” es muy complejo. El nacionalismo es un movimiento político arcaico

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DIFERENCIA ENTRE ESTADO Y NACION El concepto “nación” es muy complejo. El nacionalismo es un movimiento político arcaico, que tuvo sentido en el siglo XIX, pero que ahora está completamente trasnochado.

El estado es la forma de organizarse la

nación, es la forma de gobernarse de ese pueblo. Decía un viejo politico "El estado es la nación organizada". Lo cual Solamente sirve para dividir a las personas y para crear odio entre los semejantes. Afortunadamente el ser humano se ha dado cuenta de que la unión hace la fuerza. Por eso tras la Segunda Guerra Mundial comenzaron a proliferar las uniones supranacionales (ONU, CEE etc.) que son el antagonismo de los nacionalismos. Demasiadas fronteras hay ya como para seguir añadiendo más y generando más odio. Basta con ver quiénes fueron los iniciadores de los movimientos nacionalistas. Aunque el ejemplo más nota-ble de este tipo de con-fla-gra-ción ocu-rrió en el subcontinente asiático entre India y Paquis-tán, por las lla-ma-das “disputas

fronterizas”,

principal­mente

en

el

área

de

Cache-mira

(“disputas” que eventualmente resul­ta­ran en 1971 en la crea­ción de un tercer estado lla-mado Ban-gla-desh, con nada menos que 56000 millas cua-dra-das de territorio y más de 130 millo-nes de habi-tan-tes), las gue­rras “intes­ti­nas” de mayor duración han sido las de África. Estas contiendas incorrectamente llamadas civiles, fue-ron pro-ducto directo de las fron-te-ras coloniales. Esas fron-te-ras fue-ron esta-ble-ci-das a fina-les del siglo XIX, de acuerdo a la volun-tad de impe-rio y capacidad expan-siva de cada país europeo involucrado en esas empresas. Nunca importó un adarme la etnicidad y cultura de los pueblos colonizados. De este modo muchas nacionalidades (o tribus) se encontraron de pronto divididas por

fronteras artificia-les y arbi-tra-rias, impues-tas por las bayo-ne-tas europeas. Aún peor, en muchos casos se for-zaba así la vida en común con otras

nacionalidades

de

enemi-gos

ancestrales.

Cuando

la

fatiga

impe-ria-lista condujo a una retirada que por razo-nes evi-den-tes no pudo ser simultánea, esas fronte-ras artificiales per-ma-ne-cie-ron intac-tas y así se han man-te-nido con ínfimas modificaciones hasta nuestros días. ¿Quién puede asom-brarse de que la inde-pen-den-cia de estos esta-dos desatara inmediatas guerras “civiles” y que estas se espar­cie­ran rápi-da-mente a estados ale-da-ños? Nige-ria, Angola, Mozambique, Zimbabwe (antes Rohdesia del Sur), Sudán, Congo (antes Zaire), Togo, Soma-lia y Uganda son, entre otros muchos, ejem-plos nota-bles de esta triste reali-dad africana. No obstante, África no es el único ejem-plo de la dife-rencia fundamental entre estado y nacio-na-li-dad. Un caso bien cono-cido

por

noso-tros

los

cuba-nos

es

el

de

la

feliz-mente

des­a­pa­re­cida “Unión Sovié­tica.” ¿Era acaso la “Unión Soviética” una nación? Ese aborto político era sin duda un estado reco-no-cido uni­ver­sal­mente, pode­roso y temido, representado con “derecho al veto” en

el

“Con­sejo

características

de

Seguridad”

sutil-mente

de

ese

totalitarias,

orga­nismo,

que

tam­bién

lla­ma­mos

de

“Nacio­nes

Uni­das.” La “Unión Soviética” jamás fue una nación, sino sim­ple­mente un macro estado que mantenía aglutinadas por la fuerza un sin-nú-mero de naciones diferentes y tam-bién en muchos casos antagónicas. Cuando la tira-nía tota-li-ta-ria res-pon-sa-ble de esa cohe-sión for-zada se res-que-brajó des-pués de más de setenta años de exis-ten-cia, la pode­rosa “Unión Sovié­tica” se esfumó del mapa en cues­tión de semanas. Desde el colapso de la “Unión Sovié­tica” dos esta­dos arti-fi-cia-les euro-peos, ambos vie-jos here-de-ros de la amal-gama Austro-Húngara, han mor-dido el polvo. Checoeslovaquia ha dado paso de manera pací-fica

a

dos

repúblicas,

cada

cual

repre-sen-tando

real-mente

a

una

nacionalidad. El otro es Yugos-la-via (Servia), quien nó sin violencia terri-ble, tuvo que aban-do-nar su domi-nio sobre Eslove-nia, Croacia, BosniaHercegovina y Macedonia, las que se inde-pen-di-za-ron en 1991. Kosovo, cuya auto-no-mía fue garan-ti-zada por la OTAN y Mon-te-ne-gro, tam-bién even-tual-mente se independizarán de Servia. Es simplemente cuestión de tiempo. En este mundo nues-tro existen sola-mente dos esta-dos que no representan una nacionalidad específica mientras man-tie-nen inte-gri-dad terri-to-rial sin recu-rrir al uso de coerción o violencia. Uno de ellos está en este continente y el otro en el centro de Europa.

Otra pregunta que nadie sabe responder es la de cuántas

naciones puede haber en el mundo. Yo, al menos, creo que nadie sabe cuántas naciones hay en España ¿Andalucía es nación? ¿Asturias es nación? Parece esperpéntico. Hay quien dice que en España hay tres naciones, otros dicen que hay cinco…y si vamos más allá ¿Cuántas naciones hay en Rusia? ¿Y en China? Lo dicho ¿Cuántas naciones hay en el mundo? ¿1.000? ¿2.000? Y lo más importante ¿Por qué no se tiene en cuenta la opinión de los millones de habitantes de ese territorio llamado “nación” que creen que el lugar en el que viven no es una nación? El nacionalismo es una forma “light” de totalitarismo (imposición del idioma, cultivo del odio hacia los símbolos del Estado, aunque sea un Estado democrático, desprecio a las personas que tengan ideas contrarias etc.) No hay que olvidar que los nacionalistas radicales son en su mayor parte adolescentes o personas de escasa cultura con unos conocimientos de historia muy escasos. De lo que se concluye que estado y nación son dos conceptos perfectamente diferentes. La ignorancia de esta realidad a menudo sirve de origen a otras muchas ignorancias.