Desastres Naturales

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Señales antes de un terremoto: Comportamiento en los animales Los signos y señales antes de un terremoto más efectivas y mayor pronóstico son los cambios de actividad y actitudes de los animales. Los animales poseen una sensibilidad mayor auditiva que permite sentir los cambios de frecuencias e infrasonidos que no son audibles para el ser humano. Es por eso que se dice que los animales pueden predecir terremotos y otras catástrofes. Los científicos aun tratan de unificar y llegar a un consenso sobre los estudios de observasen a través de satélites, sismógrafos, explociones solares, cambios electromagnéticos de la atmósfera, etc. Actualmente han aumentado los recursos a este área pero todavía no existen fórmulas ni mecanismos tecnológicos que puedan predecir con efectividad los terremotos. Por el momento la sugerencia es estar atentos a las señales claras y contundentes de la naturaleza antes de un terremoto. Observar el comportamiento normal y anormal de nuestras mascotas y del ambiente nos puede dar importantes señales y posiblemente salvar nuestra vida. Según el Geólogo Cuántico, el Dr. Motoji Ikeya, especialista en Energía y Electrónica Nuclear por la Universidad de Osaka y Geología Cuántica Los animales detectan el campo geomagnético de la tierra y cualquier alteración en este campo es percibido por ellos de forma inmediata Aquí se detallan algunos pronósticos que han sido documentados y entregan un alto promedio de asertividad como métodos de observación para predecir señales antes de los terremotos: Gusanos En 1755 el filósofo Immanuel Kant observó como una gran cantidad de gusanos salieron de sus escondrijos bajo tierra cerca de Cádiz (España). Ocho días después Portugal sufría un devastador terremoto. Serpientes El 25 de junio de 1966 la ciudad Parkfield en California se vio inundada por una ola de serpientes de cascabel que abandonaron en masa las colinas en las que viven normalmente. Dos días después Parkfield sufría un terremoto. Un estudio desarrollado en la provincia China de Guangxi un grupo de investigadores monitorizó en forma constante a un grupo de serpientes y las conclusiones fueron que estas se comportan de manera errática y agresiva antes de producirse un terremoto. Gatos El 28 de febrero de 2001 gran parte de los gatos de Seattle se escondieron sin motivo aparente. Transcurridos dos días del suceso la ciudad era golpeada por un seísmo. Elefantes

El terrible terremoto que sacudió Sumatra el 26 de diciembre de 2004 y su posterior Tsunami aportaron nuevas pruebas. Los elefantes para transportar turistas de la playa de Lak comenzaron a emitir lo que parecía ser un llanto desesperado. Sus cuidadores intentaron calmarlos pero sin resultados. Los elefantes iniciaron una carrera hacia el interior. Incluso aquellos rompieron sus cadenas y salieron corriendo detrás del grupo. Animales y personas corrieron colina arriba por la selva. El Tsunami no alcanzó la colina donde se habían refugiado los elefantes y las personas que los acompañaban. Perros Los perros aullan y ladran, se vuelven intranquilos y también se ponen a correr desesperadamente antes de un sismo o terremoto. Los empleados de la Embajada británica en Peking fueron alertados de un potente terremoto que sucedería en la ciudad de Tangshan a cientos de kilómetros dirección Este cuando los incesantes ladridos de un perro les convencieron de que algo terrible iba a suceder. Evacuaron el edificio apresuradamente. Ballenas y Delfines Antes del Tsunami que sacudió Sumatra. En noviembre de 2004, un total de 115 ballenas y delfines murieron tras nadar hacia las playas en dos islas del sur de Australia. Días antes, otras 75 ballenas encallaron en las playas de Nueva Zelanda. El mismo comportamiento se observó en la comuna de Punta de Choros antes del terremoto del 27 de febrero de 2010. Los amigables delfines dejaron la localidad un par de días antes del terremoto, regresando después de varias semanas. Tiburones En las aguas de Florida, en agosto de 2005, 14 tiburones que llevaban un sensor electrónico para determinar su ruta, abandonaban su territorio de Sarasota hacia el Golfo de México - hecho que no tuvo lugar en ningún momento de sus cuatro años de monitoreo - justo 12 horas antes de que el Huracán Charley devastara la zona. Tardaron 2 semanas en regresar. Aves y Flamencos Númerosos testigos oculares han visto han declarado que antes de que tuviera lugar, cientos de aves se marcharon volando en bandadas de pájaros. Los flamencos antes del terremoto y tsunami de Sumatra que se encontraban en época de emparejamiento y anidación levantaron el vuelo y se marcharon de la zona. Hormigas Unos días antes del temblor, un tailandés observó a miles de hormigas apresurándose hacia la selva. Otros casos En la isla de Martinique en 1902, los animales huyeron de sus hogares. Tenían auténtico pánico y se dirigían hacia las playas. Justo después comenzó una terrible erupción del volcán que prácticamente destruyó la ciudad de St. Pierre. Muchos de los animales que se habían ido a la playa en busca de un lugar seguro, se lanzaron al agua mar adentro, incluso los que no sabían nadar. Treinta mil personas perdieron la vida.

Los chinos comenzaron a estudiar las reacciones de los animales. Cuando las serpientes aparecieron de pronto en pleno invierno en la superficie de la ciudad de Haicheng en China; la población se sintió alarmada. Las autoridades locales consideraron este evento como algo serio y evacuaron a los residentes. En enero de 1975, los animales empezaron a comportarse de forma extraña: vacas, perros, caballos... El 4 de febrero de 1975 un terremoto de 7.3 en la escala de Richter sacudió la zona de Haicheng en la provincia de Liaoning. En 1975 funcionarios de la población china de Haicheng decidieron evacuar la ciudad tras observar que los animales empezaron a comportarse de manera inusual. Al poco tiempo un terremoto de 7,3 grados sacudió Haicheng destruyendo el 90% de los edificios. El Parque Nacional de Yala en Sri Lanka alberga numerosas especies de animales, entre ellos elefantes, búfalos, simios, leopardos, etc. Sorprende saber que la ola llegó más de dos kilómetros hacia el interior de la Reserva Natural, sin embargo, no se encontraron cadáveres de animales. Se desconoce si muchos de los animales, provistos de este sexto sentido, sintieron la llegada de la ola y abandonaron la zona. Habrá que estar muy atentos al comportamiento de nuestros animales de compañía y de los animales de nuestro entorno. Quizás una observación adecuada y una información a tiempo, podría salvarnos la vida. 1.

Equipaje de Supervivencia en casos de emergencia

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Qué hacer en caso de un terremoto

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El Triangulo de vida en caso de terremoto

Señales antes de un terremoto: Cambios en la atmósfera Predicción de terremotos mirando las nubes aunque aún poco aceptada la teoría de las “nubes sísmicas” según Zhonghao Shou. La teoría se basa en que cierto tipo de nubes indicaría un próximo terremoto a corto plazo. Esta teoría también esta apoyada en la observación de cientos de personas que han declarado cambios importantes en las formas de las nubes horas antes de los terremotos. Nubes de extrañas formaciones y coloraciones han aparecido en la atmósfera semejantes a rayas, líneas o forma de pluma se pueden observar en el cielo antes de un terremoto.

Algunos científicos afirman que estas nubes se originan por el vapor de agua procedente del interior de la tierra que se escapa por las grietas del terreno que anteceden a la falla Lo interesante de esta teoría es que captó la atención de los sismólogos cuando anticipó el terremoto de Irán el 26 de diciembre de 2003. Unos días antes, el 21 de diciembre, Shou predijo un terremoto de intensidad 5,5 en su página web, Earthquake Clouds and Short Term Prediction. Según la teoría de Zhonghao Shou su sistema funciona aprox en el 70% de los casos trabajando con imágenes públicas de baja resolución y esto podría mejorar si tuviese acceso a datos de mayor exactitud y complementados con el estudio de humedad, lluvias y temperaturas de la zona.

¿Pueden las ondas magnéticas servir como instrumento para salvar vidas? Hace 2.300 años, multitud de ratones, serpientes e insectos huyeron de la ciudad griega de Hélice, en el Golfo de Corinto. «Después, hubo un terremoto», escribió el autor romano Claudio Eliano. «La ciudad se hundió, la inundó una inmensa ola y Hélice desapareció». Desde entonces se han utilizado una gran variedad de métodos para tratar de predecir terremotos. El comportamiento de los animales, los cambios del clima y los sismogramas se han quedado cortos. El sueño sería poder predecir terremotos igual que predecimos el tiempo. Unos pocos minutos bastarían para que los posibles afectados se apartaran de muros y techos que podrían atraparles o para cerrar plantas nucleares y otras instalaciones antes de que empiecen los temblores. Si se hiciera con días de antelación podrían incluso organizarse los planes de evacuación necesarios, igual que se hace en el caso de los huracanes. Los científicos acudieron en primer lugar a la sismología, con la intención de establecer patrones de los temblores que pudieran indicar si una falla se está moviendo. Sin embargo, hasta el momento no se ha conseguido distinguir entre las ondas de energía que preceden un terremoto y los posibles temblores inofensivos. Como afirmó Thomas Jordan, director del Centro de Terremotos del Sur de California, en una reunión de la Unión Geofísica de Estados Unidos en San Francisco el pasado mes de diciembre, los expertos no son capaces de responder con determinación ante la pregunta de si se producirá un terremoto. De este modo, algunos científicos han centrado su atención en otras señales, incluida la electricidad, que podrían estar relacionadas con la actividad que se desarrolla bajo tierra cuando una falla está a punto de deslizarse. Relámpagos bajo tierra Una teoría es que cuando se avecina un terremoto, las rocas «experimentan extraños cambios», produciendo intensas corrientes eléctricas, señala Tom Bleier, ingeniero de QuakeFinder, un proyecto financiado por la empresa Stellar Solutions de Massachusetts (Estados Unidos).

«Las corrientes son muy fuertes», declaró Bleier en la misma reunión de la Unión Geofísica. «Del orden de 100.000 amperios para un terremoto de magnitud 6 y de un millón para uno de magnitud 7. Es como si hubiera relámpagos bajo tierra». Para medir estas corrientes, el equipo de Bleier ha invertido millones de dólares en la instalación de magnetómetros a lo largo de las líneas de fallas en California, Perú, Taiwán y Grecia. Estos instrumentos son lo suficientemente sensibles como para detectar pulsaciones magnéticas de descargas eléctricas de hasta 16 kilómetros de distancia. «En un día normal en la falla de San Andrés, en California, pueden verse diez pulsaciones», declaró a National Geographic News. «La falla siempre se está moviendo, crujiendo, estremeciéndose». Según el experto, antes de un gran terremoto, el nivel de descargas eléctricas aumentaría de considerablemente. Eso es precisamente lo que afirma haber observado antes de la media docena de terremotos de magnitud 5 y 6 que ha podido monotorizar. «Llegan a 150 ó 200 pulsaciones al día», señala. El número de pulsaciones, añade, aumenta unas dos semanas antes del terremoto y vuelve a bajar poco antes de que se mueva la falla. «Ése es el patrón que buscamos». Falsa alarma Sin embargo, las pulsaciones magnéticas pueden tener otras posibles causas, como erupciones solares o interferencias eléctricas de equipos de mantenimiento de carreteras, cortadoras de césped o incluso el motor de un tractor. Y no sólo eso puede interferir: «Las arañas se metieron en nuestros instrumentos una vez, así que tuvimos que poner pantallas enfrente», recuerda Bleier. Bleier también observó que las partículas cargadas llamadas iones producidas a partir de corrientes dentro de la Tierra acababan saliendo a la superficie, «por lo que añadimos un sensor de iones negativos y uno de iones positivos», declara. Igualmente, debido a que la lluvia también puede provocar picos en las concentraciones de iones, el equipo instaló sensores de humedad para evitar una falsa alarma. Por último, descubrió que cuando los iones alcanzan el aire, las cargas positivas y negativas se neutralizan, lo que produce una explosión de radiación infrarroja que puede engañar a los satélites meteorológicos para que «piensen» que el terreno cercano a una falla se está calentando. Según él, esto se puede observar perfectamente a través de los satélites meteorológicos GOES. «Si sucede todo esto, pensaremos que va a tener lugar un terremoto de magnitud 5 dos días más tarde», afirma. Su equipo, sin embargo, no ha monotorizado todavía suficientes terremotos como para asegurar que su descubrimiento es válido para todos. «Pero el patrón resulta muy interesante», añade. En cualquier caso, considera que tiene las pistas necesarias para seguir adelante. A partir de enero su equipo intentará empezar a hacer predicciones. «En lugar de mirar hacia atrás en el tiempo, vamos a mirar hacia delante». Otros científicos están llevando a cabo análisis para apoyar la teoría del campo magnético. Robert Dahlgren, ingeniero del SETI Institute, lleva 16 meses trabajando con otros expertos aplicando altas presiones a las

rocas para ver si producen corrientes eléctricas, lo que ha confirmado en el caso de rocas secas. Sin embargo, no ha sido así con rocas mojadas del tipo que se encuentran en los epicentros de terremotos. ¿Qué dice esto sobre la predicción de terremotos? No tiene ni idea. «Yo soy el tío de los instrumentos», señala, aunque hace hincapié en que las señales que mide en el laboratorio pueden generar campos magnéticos en las condiciones adecuadas. Es una investigación muy minuciosa. «Se necesita un año para preparar las muestras de roca, y mucho tiempo para obtener resultados», afirma. Separar el grano de la paja Hace unos años, algunos científicos pensaron que los terremotos podían predecirse a partir de los cambios en la ionosfera, una capa de la atmósfera situada unos 300 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. La teoría afirmaba que los iones producidos por la falla a punto de deslizarse perturban la ionosfera. Sin embargo, el análisis sobre las perturbaciones previas a terremotos confirmó que podían darse por algo distinto, normalmente el Sol. «Es una señal de física espacial, no relacionada con los terremotos», señala Jeremy Thomas, físico espacial de Northwest Research Associates y del Digipen Institute of Technologyde Washington (Estados Unidos). Thomas también presentó sus conclusiones en la reunión de la Unión Geofísica de Estados Unidos. Además, como él mismo indica, resulta muy indicativo que las mismas perturbaciones de la ionosfera puedan darse lejos del epicentro del terremoto. «De guardar relación con el terremoto, la señal no estaría a miles de kilómetros de distancia», concluye. La falta de éxito, sin embargo, no significa que la predicción de terremotos sea pura palabrería. «Es un importante campo», afirma Michael Blanpied, director del Consejo Nacional de Evaluación y Predicción de Terremotos de Estados Unidos, cuyos científicos analizan la credibilidad de los métodos de predicción y reportan los descubrimientos al Servicio Geológico de Estados Unidos. «Hay muchas personas abordando el problema desde ángulos muy distintos, tratando de separar el grano de la paja y descubrir si efectivamente hay grano, algo que no está claro todavía», señala. «La clave del asunto es que hay gente trabajando a un alto nivel profesional, gente procedente de otros campos y gente que no tiene formación científica pero que cree que puede ayudar».