David Hume

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Resumen de David Hume David Hume es un filósofo inglés encuadrado dentro del empirismoy de la Ilustración. Hijo de una familia acomodada, Hume siempre tuvo en mente dedicarse a la filosofía y para ello viajó a Francia, donde escribió su obra Tratado de la naturaleza humana. Más tarde volvería a Londres y luego a Escocia, acabando sus días en Edimburgo, su ciudad natal. Durante su vida Hume habría desarrollado las vertientes naturalista y escepticista de la filosofía, y representa una gran influencia en algunos autores posteriores.

Pensamiento de David Hume – Filosofía de Hume El pensamiento de Hume sigue un proceso metódico y riguroso destinado a averiguar qué podemos conocer y qué no podemos conocer, es decir, a poner límites al conocimiento. Está incluido dentro de la corriente empirista del siglo XVIII, que se opone al racionalismo y valora el conocimiento que procede de los sentidos, lo que le llevará a criticar a la metafísica.

El conocimiento según Hume (Epistemología Hume) En su proceso para delimitar el conocimiento humano, Hume comienza analizando el contenido de la mente, las percepciones. Entre ellas distingue las impresiones y las ideas. Las impresiones son sensaciones o imágenes inmediatas de la realidad que nos rodea que proceden de la experiencia, de los sentidos. Su principal característica es la vivacidad, es decir, que son inmediatas. Las ideas son las reflexiones sobre esas impresiones que se realizan en nuestra mente, que requieren de la intervención de la memoria y que no son inmediatas. Distingue entre las ideas simples y las complejas, que nuestra mente ha compuesto de varias ideas simples. El conocimiento que poseamos debe provenir de una impresión. Si una idea no está basada en una impresión anterior, entonces esta debe ser producto de nuestra mente y no la podemos conocer. De esta forma se establecen los limites a nuestro conocimiento.

Leyes de asociación de ideas

Nuestra imaginación lleva a cabo de manera natural y espontánea combinaciones de ideas. Estas son. 

Semejanza. Nuestra mente tiende a asociar ideas por su similitud entre sí.



Contigüidad en el espacio tiempo. Cuando dos ideas se encuentran próximas en el espacio o en el tiempo, nuestra mente muestra una tendencia a pasar de una a otra de manera espontanea.



Causa-efecto. Se da entre dos acontecimientos que se suceden en el tiempo, y entre los cuales la mente supone una relación necesaria por la que uno es la causa del otro. Este será el fundamento de su crítica a la metafísica.

Los objetos del conocimiento: relaciones de ideas y cuestiones de hecho 

Las relaciones de ideas son para Hume afirmaciones intuitivas o demostrativamente ciertas. Son conceptos abstractos como las verdades de las matemáticas o de la lógica que nuestra mente entiende de forma intuitiva como verdades y que no requieren de la experiencia para su demostración. Se puede aplicar sobre ellas el principio de contradicción y determinar si son verdaderas o falsas.



Las cuestiones de hecho son los conceptos que proceden de la experiencia, de nuestros sentidos. Por lo tanto no constituyen verdades absolutas sino muy probables y el principio de contradicción no pude aplicárseles, es igualmente válido decir “el sol saldrá mañana” que “el sol no saldrá mañana”.

La crítica a la metafísica de Hume Hume criticará a la metafísica, sobre todo porque sus ideas no proceden de impresiones. Por tanto, los conceptos metafísicos están más allá de los limites del conocimiento y no podemos poseer un conocimiento absoluto sobre ellos. Crítica a la causalidad. La causalidad es entendida como la conexión necesaria entre dos fenómenos A y B tal que siempre que se da el primero de ellos este desencadena necesariamente el segundo. Hume critica la idea de la causalidad porque no existe una impresión de esta conexión. Nuestra mente ha establecido la relación de causa-efecto (causalidad) entre dos fenómenos que aparecen contiguos en el espacio y en el tiempo, y de los que tiene la costumbre, el hábito que le dicta su experiencia y su memoria, de que siempre ha ocurrido así. De esta manera la mente extrae de manera equivocada la existencia de una conexión necesaria entre los dos fenómenos sin tener una impresión de ella y sólo basándose en la costumbre.

La crítica a la causalidad tienen un impacto muy grande en la ciencia. Las ciencias, y en general todas las cuestiones de hecho, se basan en el principio de causalidad para establecer sus conclusiones, con lo que ahora no pueden tener una certeza absoluta. Ahora la ciencia es altamente probable, pero no completamente segura. El hecho de que el sol haya salido regularmente todas las mañanas hasta hoy no hace seguro el hecho de que mañana volverá a salir. Se establece una ciencia que ahora es mutable, mas abierta y que permite la crítica. Crítica a la idea de mundo. Hume critica a la idea de mundo porque cree que aún dado el hecho de que nosotros recibimos una serie de impresiones, eso no puede probar de manera absoluta que exista un mundo exterior que sea el que las produzca en nosotros. Crítica a la idea de yo: Hume no acepta la idea del yo o del alma. Según él, no existe un yo único, este es solo un conjunto de impresiones que se extienden en el tiempo guardadas en nuestra memoria que nosostros unimos de manera artificial para formar lo que llamamos yo. Además el yo no es una impresión po sí misma, es un referente dentro del conjunto de nuestras impresiones que nos hemos habituado a encontrar allí. Crítica a la idea de Dios. Hume critica la idea de Dios porque no existe nada en la naturaleza de lo que podamos haber obtenido una verdadera impresión de la omnisciencia, de lo absoluto, de lo infinito… También descarta el razonamiento de filósofos como Aristóteles o St. Tomás de Aquino de Dios como causa primera, puesto que rechaza el principio de causalidad. Esto llevará a Hume a declararse agnóstico y a afirmar que no podemos tener un conocimiento de Él.

La ética de Hume, emotivismo moral La ética de Hume pertenece al emotivismo moral, en el que tiene un papel fundamental la empatía. La empatía es la capacidad del ser humano de ponerse en la situación de sus congéneres y de así interpretar sus acciones en base a los sentimientos que provocan en los demás. La empatía es el origen de las valoraciones humanas, para Hume una acción buena es aquella que ofrece al espectador una sensación de agrado, mientras que una mala acción es aquella que provoca desagrado o repugnancia. Hume basa su ética en las emociones, y dice que “la razón es y debe ser esclava de las pasiones”. En este sentido Hume critica la falacia naturalista, que consiste en intentar aplicar las leyes de la naturaleza al terreno de la moral, es decir, el confundir el cómo son las cosas con el cómo deben ser. Es establecer normas morales o de conducta a partir del conocimiento que tenemos de la realidad.

PRINCIPIO DE CAUSALIDAD EN PLATÓN Y EN HUME. La teoría de Aristóteles afirma que el efecto es el resultado de las causas. Una cosa la conocemos por sus causas. Para conocer un efecto bien hay que conocer todas sus causas (material, formal, eficiente y final). Hume no afirma este principio de causalidad porque según él: - nuestras impresiones son del pasado, no del futuro no tenemos impresiones de la causalidad necesaria. - hay una unión de impresión a impresión, pero esa unión no es de causa efecto, sino de simple sucesión. Por ejemplo, siempre que ya llovido me he mojado; hay una simple sucesión de hechos, pero no hay una unión causal. 

no hay unión de impresión a no impresión: de la impresión yo no puedo deducir algo de lo cual yo no tengo impresión.

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE IMPRESIONES E IDEAS. Distingue dos clases de percepción: impresiones e ideas. 

Impresiones: percepciones que entran con más fuerza y violencia.



Ideas: son las imágenes de las percepciones, al pensar e imaginar.

La impresión es el original y la idea es la copia. Todas las ideas le corresponden sus impresiones. Si no encontramos la impresión correspondiente a una idea, entonces esa idea será ilegítima. Hay dos tipos de impresiones: de sensación y de reflexión. De las primeras se obtienen las impresiones de reflexión, y de éstas se pueden derivar ideas de reflexión. Las ideas más vivaces son los recuerdos; las imágenes, atribuidas a la imaginación son más débiles. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE RELACIONES DE IDEAS Y CUESTIONES DE HECHO.

Todo objeto de conocimiento lo divide en: relación de ideas y cuestiones de hecho. En las relaciones de ideas se encuentran las ciencias formales: geometría, álgebra, etc. Dan certeza demostrativa. En estas cuando las ideas son legítimas se corresponde a impresiones. En las cuestiones de hecho (lo que nos sucede) no cabe demostración. La experiencia es la fuente de la certeza de los hechos. Frente a cualquier hecho puedo concebir lo contrario, aunque no siempre pueda creerlo. La experiencia engendra hábito, costumbre, creencia. Hace nacer un sentimiento de costumbre que nos hace esperar y creer que a lo primero seguirá lo segundo. DIFERENCIAS ENTRE LA TEORIA DEL CONOCIMIIENTO EN EL RACIONALISMO EN HUME Y EN PLATÓN. Platón decía que toda percepción de lo sensible era engañosa, y que todas las personas nacían con las ideas innatas. Hume afirma que todo lo percibido por los sentidos es la única fuente verdadera para el conocimiento; cuando nacemos lo hacemos sin saber nada, todo lo que se aprende es por medio de la experiencia.

 EL CONCEPTO DE SUSTANCIA EN HUME Y EN DESCARTES. DIFERENCIA. Hemos visto que, según Hume, todo nuestro conocimiento se reduce a impresiones e ideas; nuestro entendimiento está completamente limitado por las impresiones, de tal modo que nos impide abordar cuestiones abstractas; y entre las más abstractas está el problema de la sustancia. La sustancia es un concepto al que no corresponde ninguna impresión. La palabra “sustancia” para él sólo designa a un conjunto de percepciones particulares que nos hemos acostumbrado a encontrar juntas; por tanto, el concepto clave de Metafísica carece de valor. Desde Descartes se había afirmado la realidad del “yo” como sustancia distinta de nuestros pensamientos, por intuición inmediata: “Pienso, luego existo”. Aquí no interviene la idea de causa, sino que se afirma por intuición inmediata. Pero Hume lo debe negar: 

Sólo tenemos intuición de nuestras impresiones.



El “yo” o “persona” no es una impresión: es aquello que se supone como sujeto al que se refieren nuestras impresiones. Pero de ello no tenemos impresión.



Nuestras impresiones no son constantes, sino variables: una impresión sucede a la otra; siento dolor, después siento tristeza, después alegría... Nunca existen todas al mismo tiempo, sino que se suceden. Por tanto, no hay una impresión constante y permanente. En consecuencia, no existe el yo como sustancia distinta de las impresiones.

Investigación sobre el entendimiento humano Tratado sobre la naturaleza Humana Contenidos. 1. La filosofía racional y la filosofía de la acción 2. Las percepciones del espíritu: impresiones e ideas. 3. Los límites del pensamiento. 4. Ideas simples e ideas complejas. 5. La asociación de ideas. 6. Relaciones de ideas y cuestiones de hecho. 7. El problema de la causalidad. 8. Costumbre, hábito y creencia. 9. El sujeto asociacionista. 10. El problema de la identidad personal. 1. La filosofía racional y la filosofía de la acción Según Hume existen 2 tipos de filosofía: La filosofía racional: Considera al hombre como un ser racional más que activo, e intenta formar su entendimiento más que cultivar su conducta. La filosofía de la acción: “Considera al hombre primordialmente como nacido para la acción y como influido en sus actos por el gusto y el sentimiento, persiguiendo un objeto y evitando otro, de acuerdo con el valor que estos objetos parecen poseer y según el modo que se presentan.” Cultiva la conducta. 2. Las percepciones del espíritu: impresiones e ideas. Hume admite 2 tipos de percepción. Los pensamientos o ideas: Que son percepciones que parten de uno, evocadas por la propia mente. Las impresiones: Que son percepciones sensibles (a través de los sentidos) del mundo exterior, o sea, sensaciones vividas a través de la experiencia. Sobre esto, Hume nos asegura que el pensamiento más intenso es inferior a la impresión más débil. 3. Los límites del pensamiento. “El pensamiento está reducido a límites muy estrechos, y todo el poder creativo de la mente no viene a ser más que la facultad de mezclar, trasponer, aumentar, o disminuir

los materiales suministrados por los sentidos y la experiencia.” En palabras sencillas, el límite del pensamiento es la experiencia. Esto es claro cuando afirma que: “Todas nuestras ideas o pensamientos son copias de nuestras impresiones” Mantiene que sin los sentidos no existirían las ideas ni el pensamiento. 4. Ideas simples e ideas complejas. “Cuando analizamos nuestros pensamientos o ideas, por muy compuestas o sublimes que sean, encontramos siempre que se resuelven en ideas tan simples como las copiadas de un sentimiento o un estado de ánimo precedente” (como las copiadas de una impresión, en otras palabras) Incluso aquellas que parecen las más alejadas de este origen se derivan de él. Por ejemplo dice, que la idea de Dios en tanto que significa un ser infinitamente inteligente, sabio y bueno, surge al reflexionar sobre las operaciones de nuestra propia mente y aumentar indefinidamente aquellas cualidades de bondad y sabiduría. “Toda idea que examinamos es copia de una impresión similar”. “Somos a través de la experiencia y no de la razón.” Experiencia + Pensamiento = Conocimiento No existe uno en ausencia de otro. 5. La asociación de ideas. La asociación de ideas es el principio de conexión que las une y que al presentarse ante la memoria o la imaginación, unas ideas introducen a otras con un cierto grado de orden y regularidad. Hume entonces, se pregunta ¿Cómo? ¿Cómo es que están conectadas? Y llega a la conclusión de que hay 3 principios básicos de asociación. Principios de asociación de ideas: Ley De La Causa Y Efecto Esta ley de la asociación nos dice que tras la observación de la existencia de contigüidad espacial de dos hechos u objetos, de su sucesión en el tiempo y de la reiterada experiencia de estas relaciones entre ambos, se crea en nuestra mente la predisposición a evocar la idea del segundo (al que consideramos efecto) si está

presente la idea del primero (al que consideramos causa). Así, las ideas de “dentista” y de “dolor” mantienen una cierta relación entre ambas como consecuencia de haber tenido dolor tras la intervención del dentista, de tal modo que el pensamiento de uno puede traer consigo el pensamiento del otro. Causa y efecto: Conocemos objetos o hechos porque en base a la experiencia conocimos su causa. “Si se le preguntara a alguien por qué cree que en una cuestión de hecho de cualesquiera que no esté presente, por ejemplo, que su amigo esta en el campo o en Francia, daría una razón, y ésta sería algún otro hecho, como una carta recibida de él, o el conocimiento de sus propósitos y promesas previos”. Así mismo observando un objeto como un efecto, podemos deducir su causa y entenderlo. “Un hombre que encontrase un reloj o cualquier otra máquina en una isla desierta sacaría la conclusión de que en alguna ocasión hubo un hombre en aquella isla.” Ley De La Contigüidad Según esta ley de la asociación, aquellas ideas que se han vivido juntas tienden a aparecer juntas. El típico caso de una canción que nos recuerda a una persona es un ejemplo de esta ley. Es una ley muy importante porque está a la base de la formación de las ideas complejas, particularmente de las de sustancia: miramos a la calle y vemos un objeto, percibimos las ruedas, el volante, los asientos, las puertas, las ventanillas, los faros, el maletero, abrimos el capó y percibimos el motor, ...; todas estas percepciones se dan unas junto a otras, tanto en el sentido temporal, puesto que pueden percibirse unas tras otras si nuestra mirada recorre sin interrupción dicho objeto, como en un sentido espacial, puesto que las sensaciones visuales de las ruedas pueden formar un continuo con las sensaciones visuales de la puerta o de la carrocería. Si se repite esta experiencia, se crea en nosotros una disposición a reproducir una de las ideas correspondientes a dicho objeto cuando está presente la otra, y de este modo podemos formar la idea compleja “coche”. Nuestras expectativas respecto de los aspectos o rasgos que nos van a ofrecer las cosas se basan en gran medida en esta ley: nos causaría gran sorpresa mirar en el interior del coche que vemos en la calle y no encontrar un volante, puesto que siempre hemos visto que en los coches hay volantes, experiencia ésta última que crea en nuestra mente el hábito o disposición a considerar que ha de ser así en los casos futuros.

Ley De La Semejanza Ley de la asociación según la cual nuestra mente tiende a reproducir ideas semejantes, como cuando un retrato lleva de forma natural o espontánea a nuestra mente a pensar en el original.

Esta ley es importante en nuestro trato con las cosas pues consideramos que los objetos semejantes deben tener las mismas propiedades y los mismos poderes causales. 6. Relaciones de ideas y cuestiones de hecho. Todos los objetos de la razón pueden dividirse en dos grupos: Las relaciones de ideas y las cuestiones de hecho. Las relaciones de ideas: Son operaciones del pensamiento de las cuales se pueden realizar proposiciones independientemente de lo que pueda existir en cualquier parte del universo. Para Hume, son el objeto de conocimiento propio de la Geometría, del Álgebra y de la Aritmética. Son características de las disciplinas en las que se emiten afirmaciones intuitiva o demostrativamente ciertas. El criterio de verdad de estas ciencias consiste en la certeza demostrativa. Se trata, claro está, de demostraciones formales, especulativas, puramente racionales, en las que no necesitamos recurrir a los hechos. Las proposiciones de las ciencias que tratan relaciones de ideas son una simple operación del pensamiento. Las cuestiones de hecho: Razonamientos que pertenecen al mundo de los hechos y de las cosas (el universo empírico) y se fundan en la relación causa y efecto. El conocimiento de las cuestiones de hecho nunca se alcanza por conocimientos a priori, es decir, independientes de la experiencia. En otras palabras, a las cuestiones de hecho solo las conocemos por nuestra experiencia y no por nuestra razón. Los efectos son totalmente distintos e independientes a la causa y en consecuencia no puede ser descubierta la causa en el efecto.

7. El problema de la causalidad. El problema de la causalidad es que si hemos dicho que todos los argumentos acerca de la existencia se fundan en la relación causa-efecto, que nuestro conocimiento de esa relación se deriva totalmente de la experiencia, entonces todas nuestras conclusiones experimentales se darán a partir del supuesto de que el futuro será como ha sido el pasado. Intentar la demostración de este último supuesto por argumentos probables o argumentos que se refieren a lo existente, evidentemente supondrá moverse dentro de

un círculo y dar por supuesto aquello que se pone en duda. Es por esto que no podemos tener certeza de que esta relación siempre nos explique todo 8. Costumbre, hábito y creencia. COSTUMBRE: Disposición que se crea en nuestra mente a partir de la experiencia reiterada de algo. Según hume es, más que la propia razón, la guía de la vida humana y el fundamento de nuestras inferencias causales y de nuestras expectativas respecto de los acontecimientos futuros. HÁBITO: La repetición de una acción crea en nosotros la disposición o facilidad para la realización posterior de dicha acción. Los hábitos se producen por la repetición de un acto, repetición que produce una disposición para renovar el mismo acto.

CREENCIA: Hume la define como toda idea acompañada por un fuerte, intenso o firme sentimiento de la verdad de dicha idea. Por ejemplo: “Julio César murió en la cama”. Este sencillo ejemplo le llevó a considerar que tener una creencia no es lo mismo que concebir una idea, que la creencia debe añadir algo a la mera concepción o comprensión de una idea: la creencia “es una idea concebida de una manera peculiar”