Curso básico de descenso de cañones y barrancos

1. PRESENTACIÓN. 2. MATERIAL. 3. PREPARACIÓN DE LA ACTIVIDAD. 4. LOS OBSTÁCULOS. 5. LA PROGRESIÓN. 6. FICHAS TOPOGRÁFICA

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1. PRESENTACIÓN. 2. MATERIAL. 3. PREPARACIÓN DE LA ACTIVIDAD. 4. LOS OBSTÁCULOS. 5. LA PROGRESIÓN. 6. FICHAS TOPOGRÁFICAS. 7. IMPREVISTOS, SOLUCIONES Y PRECAUCIONES

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PRESENTACIÓN Ha llegado la hora de la verdad, comienza la cuenta atrás: te enfundas en tu traje de neopreno y te pones el arnés y demás complementos. Todavía hay marcha atrás, todavía queda una posibilidad de dejarlo, pero realmente no quieres, ya que no hay parte de tu cuerpo que no quiera seguir adelante, como una gota de agua más, fundida en el torrente, dejándose arrastrar a través de los mil y un accidentes del cauce. Deslizarse por toboganes, saltos a pozas de aguas cristalinas, rápeles, destrepes, oscuros, y un sin fin de obstáculos que el agua a tardado cientos e incluso miles de años en formar. Y tú, ahora, como si de un sueño se tratase, te encuentras ahí, disfrutando, esperando que no acabe, que no llegue su fin. Mientras tanto, los rayos de sol intentan, tímidamente, colarse al interior, que su luz ilumine el azul turquesa del agua, o el verde intenso de las paredes cubiertas de una vegetación exuberante, no antes vista, y que sigue al margen de la mano destructiva del hombre.

El “sueño” anteriormente descrito, no está sacado de ningún libro. Se trata de un sentimiento personal, totalmente aplicable a muchísimos ríos españoles. Evidentemente, es un dulce muy suculento para muchas personas, que unido a la moda de los deportes de aventura, se animan a penetrar en el mundo mágico y a la vez peligroso de los cañones. Es cierto, que habrás escuchado que es un deporte fácil y divertido, efectivamente, pero no carente de peligros. Estos riesgos, unidos a la falta de experiencia y preparación del personal que acude en masa a los cañones, hacen que este sueño pueda convertirse mas bien en una pesadilla ante cualquier contratiempo. Por eso es porque queremos, desde aquí, dar a conocer las técnicas básicas específicas de este deporte, así como, el conocimiento del material a emplear para intentar superar los obstáculos que el río nos va a presentar. Para así , entre todos, intentar disminuir las crecientes cifras de rescates en los cañones, debida, en su mayor parte, a gente si conocimiento y material adecuado para superar el río. No quiero que estas líneas asusten a nadie, al contrario, espero que esto nos haga un poquito más conscientes de los peligros y satisfacciones que un cañón o barranco nos puede ofrecer, para poder aprovechar al máximo estas últimas y disfrutar en cada descenso que efectuemos.

A

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QUÉ ES UN CAÑÓN Es un valle fluvial excavado en profundidad entre un tipo de roca compacta y con circulación abundante de agua. Aunque cañón y barranco son términos muy parecidos, existen algunas diferencias entre las cuales, la principal es la importancia del río que los atraviesa: un río más o menos importante forma un cañon o garganta, un río subsidiario o arroyo forma un barranco. Estas diferencias, la mayoría de las veces son sólo semánticas, confundiéndose frecuentemente en el lenguaje deportivo; incluso al descenso de cañones se le denomina también barranquismo. Las corrientes de agua más o menos permanentes que atraviesan los cañones conforman una orografía diversificada al excavar en profundidad la roca si ésta es compacta: cascadas, pozas, marmitas, toboganes y rápidos se suceden en las cuencas altas. Si la roca ofrece menor resistencia a la erosión continua, si las cuencas de recepción son más extensas o porque las pendientes son menos pronunciadas, se formarán zonas más abiertas en el cañón. Nuestras sierras están atravesadas por innumerables ríos y arroyos, sin embargo, la pluviometría de nuestra región, ha restringido a zonas muy concretas y hasta reducidas la formación de cañones dignos de mención: No por ello, la calidad de los existentes desmerece en forma alguna a los de otras regiones más Septentrioanales.

EL DESCENSO DEPORTIVO DE CAÑONES El descenso deportivo de cañones dentro del marco de las actividades en la naturaleza, se presenta como una encrucijada, constituyendo una síntesis multidisciplinar de técnicas, ambientes y sensaciones que son habituales en diferentes especialidades de las denominadas de “aire libre” o “aventura” Quizás por ello atrae a practicantes de otras disciplinas que encuentran algo familiar y al propio tiempo distinto en estos descensos; con sus experiencias unos aportan un sentido lúdico, otros una aspiración científica, los más el placer de vencer las dificultades y un cierto espíritu de exploración y gusto por la aventura. El ambiente rocoso está presente en la escalada con sus múltiples facetas y en el montañismo, el acuático en el submarinismo y la natación, la espeleología comparte ambos ambientes, y el descenso de cañones los aúna a todos, generalmente en un paisaje limpio de alta o baja montaña. Así, desarrollaremos una actividad deportiva consistente en seguir el cauce por donde discurre el agua, encontrándonos zonas verticales que nos obligarán a utilizar técnica de rápel, de oposición o destrepe si son resaltes y saltos, si son seguros. También atravesaremos zonas horizontales que requieren dominar la natación si son aguas profundas o progresar por el resbaladizo cauce si la lámina de agua es escasa. Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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diferenciante entre un descenso de agradables recuerdos a uno de pesadilla debido al frío, por ejemplo. Me explico con un ejemplo verídico: en pleno mes de Julio, en el cañón de río Verde, mientras tú te pones tu traje de neopreno, bajo un sol ardiente, ves a los “bañistas” en pantalón corto y sin arnés, aventurarse río adentro. La cuestión es que, tras esperar casi una hora en la sombra en la cabecera de un rápel, unos estabamos bien, mientras que otros buscaban el sol como lagartos, para poder calentar su frío cuerpo. Con esto, os quiero decir, que el material, es un factor muy subestimado, el cual nos proporcionará seguridad y acierto para lograr sin muchas dificultades nuestro objetivo.

EL MATERIAL

El material necesario para realizar un descenso, lo vamos a dividir en dos grupos, que son el material individual, y el material colectivo. A mi parecer, debe constar de los siguientes elementos:

equipo individual

equipo colectivo

· Traje de neopreno. · Guantes y escarpines. · Casco. · Arnes. · Descendedor (tipo 8) y mosquetón de seguridad. · Baga de anclaje con mosquetón. · Calzado apropiado. · Navaja. · Mochila o petate para cañones. · Bote estanco. · Frontal. · Manta de supervivencia y silbato. · Cámara (opcional).

· Cuerdas. · Cordino de abandono. · Material de equipamiento · Botiquin. · Gafas de natación. · Equipo de técnica alpina. · Un descendedor tipo ocho de repuesto (cada 5 ó 6 personas).

A continuación, vamos a examinar con detalle cada uno de ellos.

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- TRAJE DE NEOPRENO Sin duda, se trata de uno de los elementos más importantes. Debe ser de buceo y no de windsuf y reunir una serie de características: ·Tener un grosor de unos 5 mm. aproximadamente, para poder aguantar bien los roces contra la roca y los planchazos en el agua. Además nos ayudará a nadar mejor por su capacidad de flotabilidad. ·Elegir una talla correcta a nuestro cuerpo, que impida la entrada constante de agua por alguna aber tura. ·A ser posible de dos piezas y con capucha. Un peto con tirantes y chaqueta con cremallera integral. De esta forma podremos adaptarnos a las condiciones de cada descenso, abriéndonos la chaqueta en tramos de poca agua, o poniendónos la capucha para un rápel en cascada. ·Recomendable con parches o refuerzos en las zonas de mayor desgaste, como las rodillas y las nalgas.

- GUANTES Y ESCARPINES Dos piezas importantes en nuestro vestuario. Los guantes nos van a proteger del roce constante con las rocas y las cuerdas, cosa que no parece muy grave cuando las manos están secas; pero después de un buen rato en el agua, nuestra piel se reblandece y cualquier roce nos parecerá un suplicio. Los más recomendables, aunque suene a broma, son los guantes de fregar, que por poco más de 100 ptas ofrecen muy buen resultado; eso sí, no les pidáis mucho más de uno o dos descensos. Los escarpines, son unos calcetines de neopreno, que nos mantendrán los pies calientes en las frías aguas de algunos ríos. Asimismo, también ofrecen muy buena protección amortiguante.

- CASCO Para mi, constituye una protección esencial. Aunque muy poco utilizado en Andalucía, su uso sí está muy extendido en Pirineos, donde los franceses (pioneros del barranquismo) lo consideran imprescindible. Aparte de protegernos de cualquier caída de piedras y ramas arrastradas por el cauce, es sumamente útil en una cascada cuando el agua te cae justo en la cabeza, ya que forma una pantalla a tu alrededor, como efecto de haber desviado el agu a. Además una vez que te haces a él, su uso no resulta incómodo.

- ARNÉS Es recomendable utilizar un arnés específico para esta actividad ante uno de escalada o alpinismo convencional, ya que las cintas de

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actividad. Cabe destacar la protección de PVC que recubre las perneras traseras de las abrasiones. Además es útil que tengan varios anillos portamaterial, ya que siempre es bueno llevar la navaja o algún cordino a mano.

- DESCENDEDOR Y MOSQUETÓN DE SEGURIDAD. De entre todos los modelos existentes en la montaña y en la espeleo, sin duda el mejor descendedor para los cañones es el 8. Por su simplicidad y buen resultado, es el más recomendable y más adelante explicaremos su uso. Éste debe de ir siempre unido al arnés con un mosquetón de seguridad de tipo pera o HMS y preferentemente con cierre automático y no de rosca. Esto es debido a que este útimo es fácil que se quede bloqueado por acumulación de arenilla y barro, muy frecuente en los cañones, con los problemas que esto nos puede acarrear: no poder sacar la cuerda del 8, etc.

- BAGA DE ANCLAJE. Esto pasada en su rápel,

nos es más de un cordino (como mínimo de 8 mm.) o una cinta a través del anillo de seguridad del arnés, con un mosquetón otro extremo. Se utiliza para asegurarnos a la cabecera del a un pasamanos, etc.

- CALZADO APROPIADO. Debemos de buscar un calzado que se adapte a la cualidades particulares de este deporte. El calzado de bota típico de montaña, pesado y rígido como las clásicas “Cleta”, no es funcional; se vuelven incomodas a la hora de nadar cuando están empapadas. Las zapatillas deportivas tampoco son buena opción, ya que no agarran el tobillo, y la suela tiende a ser resbaladiza. Una buena elección sería una bota tipo “Chiruca” de lona o cordura y refuerzos de piel, que sea ligera y con buena suela. De todas formas, algunas marcas ya tienen en el mercado modelos exclusivos para los descensos de cañones (modelo BALCES de BOREAL).

- MOCHILA O PETATE PARA CAÑONES. Evidentemente,

la típica mochila de montaña, descartada, ya que con el roce de un tobogán podemos provocar un roto, por donde se nos pueden ir perdiendo las cosas. Lo suyo son bolsas específicas, normalmente hechas a base de poliester recubierto de PVC, para darle resistencia. También hay que destacar los sistemas de desalojo de agua, a base de redes u ojuelos por donde se vacían después de salir de una poza. Ya solo queda la elección en forma de petate tipo

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queda

totalmente

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- NAVAJA. Utensilio que deberíamos llevar siempre a mano, debido a los múltiples usos que se le pueden dar: desde cortar un cordino para montar la reunión, retirar cordinos o cintas viejas de las chapas de la reunión, cortar una cuerda cuando estamos atrapados debajo de una cascada que no nos deja respirar, etc.

- BOTE ESTANCO. Éste no es más que un recipiente cilíndrico de plástico, de varias dimensiones, con una tapa a rosca en la que se encuentra una junta de goma, lo que hace que el cierre sea hermético. De esta forma, impide la entrada de agua. En él se guardan todas las cosas que no queremos que se nos mojen, como la comida, el botiquín, el frontal, la ropa, etc. Además de este uso, sirve también como flotador, ya que no se hunde en el agua.

- FRONTAL. Se trata de una linterna, para acoplar a la cabeza, o al casco, que nos servirá en caso de que nos coja la noche dentro del río. - MANTA DE SUPERVIVENCIA Y SILBATO. Otros elementos de seguridad que resultan imprescindibles ante cualquier tipo de accidente. ·La manta de supervivencia es una lámina de plástico aluminizada que una vez envuelta en nosotros, nos evita la pérdida de calor. Su uso, por lo tanto se recomienda para poder pasar una noche sin resguardo, cubrir a un accidentado, protegernos de la lluvia, etc. ·El silbato lo podemos utilizar para ser oídos en caso de accidente. Otra aplicación muy útil es la de comunicarse con el compañero en una cascada en la que no tengamos visibilidad, mediante pitidos que previamente habremos decidido que significan (cuerda libre, estoy atrapado, etc.).

- CÁMARA DE FOTOS. Aquí tenemos dos opciones en fución de la calidad de las fotos que queramos obtener. Si ésta no es fundamental, nuestra elección será una cámara acuatica de usar y tirar, que ofrece un buen resultado. Sin embargo, si queremos calidad o tomar diapositivas, no tendremos más remedio que utilizar nuestra cámara normal, en una carcasa estanca o en el interior del bote estanco. Imprescindible un buen flash, y recomendable utilizar películas de sensibilidad baja, del tipo de 100 ASA O 200 ASA a lo sumo, ya que las superiores dan una calidad de grano y unos colores decepcionantes.

- CUERDAS. Al igual que con los arneses o mochilas, los fabricantes de cuerdas han incluido algún modelo específico para barrancos en sus catálogos. Esto es porque deben tener alguna ventaja más que las cuerdas normales de espeleo o montaña; de éstas voy a deciros las desventajas que desde mi punto de vista, he observado: Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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·Las cuerdas de montaña, al ser dinámicas (permiten un estiramiento para amortiguar las caídas), producen un chicleo cuando se rapela con ellas: es decir, se producen encogimientos y estiramientos que son incómodos en determinadas situaciones. Por otro lado, su mayor grosor, las dota de mas peso cuando mojan, lo que supone un esfuerzo adicional para quien las

se carga.

·Las cuerdas de espeleo, por su parte, son semiestáticas. Por esto, cuando se les somete a un uso intensivo, van perdiendo esta cualidad, volvíéndose muy duras y recias, siendo su uso y manejo muy incómodo; lo cual también es debido a su menor diámetro (8.5 mm.). Tanto unas como otras, tienen un alma (el interior de la cuerda) de poliamida, que les hace absorber agua y no tener capacidad de flotabilidad, por lo cual se hunden en el agua. En las cuerdas específicas de barrancos, el alma de ésta es de polipropileno trenzado, lo cual le permite flotabilidad y una mínima absorción de agua (lo cual agradecerá quien deba llevarlas); por su parte, la funda (la parte exterior de la cuerda), es de poliamida, lo que le aporta una resisntencia especial a la abrasión a la que se ven sometidas. Este tipo de cuerdas deben de utilizarse exclusivamente en doble y solo para el rápel.

- CORDINOS AUXILIARES Y DE ABANDONO. Yo acostumbro a llevar cantidad de cordino de 7 mm., el cual se puede utilizar para múltiples usos: ·Confección de nudo Prusik o Machard(como autoseguro). ·Confección de una técnica alpina con un nudo autobloqueante y un estribo. ·Instalación de seguros naturales (tronco de arbol, pico de roca, puente de roca, etc. ·Recambio de los cordinos o cintas de las reuniones. ·Montaje sobre chapas sin argolla, en la que no se puede pasar la cuerda directamente. ·En un momento dado, el descenso en doble de pequeños resaltes, en los que no merece la pena sacar la cuerda. ·En definitiva, una multitud de usos y aplicaciones, por lo que siempre CLAVIJA SPIT recomiendo llevar varios metros de cordino.

- MATERIAL DE EQUIPAMIENTO. Aquí se incluyen todos los elementos necesarios a la hora de equipar o establecer un punto desde donde rapelar. Desde el clásico material de escalada como puede ser un clavo o un empotrador, hasta los más seguros como puede ser la instalación de spits, lo que se explicará más tarde. De todas formas, siempre es recomendable llevar chapas con tornillos y la llave para ellos, ya MAZA Y BURILADOR Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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- BOTIQUIN. Es conveniente proveerse de un pequeño botiquín, que llevaremos en el bote estanco con todo lo necesario para poder hacer frente a cualquier accidente, sobre todo de tipo traumático (esguinces, golpes, torceduras, etc) que son los más frecuentes en este tipo deporte.

- GAFAS DE NATACIÓN. Muy útiles para poder buscar en el fondo de las pozas objeto que se nos haya caído, como una cuerda, un ocho,

cualquier etc.

puño

- EQUIPO DE TÉCNICA ALPINA O ASCENSO. Se componde de dos elementos: el puño y el croll. Fisicamente, son bloqueadores, que permiten que la cuerda se deslice en un solo sentido, manera, que podemos ascender por ellas ante una eventualidad (por ejemplo, una cuerda enganchada que no se puede recuperar). El croll se coloca entre el arnés normal y uno de pecho (que se puede improvisar con una cinta plana). El puño, por su parte, irá por encima del croll, y será empujado por la mano, mientras que se tracciona con el pie mediante un estribo.

de tal

croll

CUERDA PARA CAÑONES

CASC

CONJUNTO DE OCHO Y MOSQUETÓN HMS

PETATE O MOCHILA

BAGA DE ANCLAJE CON MOSQUETÓN

ARNÉS DE BARRANCOS

TRAJE DE NEOPRENO DE 5 mm. CON REFUERZOS EN LAS ZONAS DE

ESCARPINES

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PREPARACIÓN DE LA ACTIVIDAD ·ESTUDIO METEOROLÓGICO. Como en cualquier otra actividad montañera, es importantísimo no emprender la marcha más que con buen estado meteorológico. Pero en los cañones, debemos de extremar mucho más las precauciones; su morfología particular, les hace ser una trampa ante una subida de caudal. Debemos procurar informarnos bien de las condiciones de tiempo para la zona y el día en cuestión que queramos realizar el descenso, aplazándolo si éstas no son las más favorables. Una vez decidido el descenso en compañía de buen tiempo, y antes de entrar, es conveniente comprobar el cauce: si éste lleva un abundante caudal en la cabecera, probablemente se verá aumentado conforme vayamos bajando, por efecto de los afluentes. Por eso, si en la entrada, no lo tenemos claro, mejor retroceder e intentarlo otro día. En definitiva, debe imperar el buen sentido común y más vale decir “hubiésemos podido” a “ no hubiésemos debido”.

·PREPARACIÓN DEL MATERIAL. En función de las características del cañón, de su conocimiento, y de la época cuando se realice, variará el material a emplear en él. Evidentemente, no es lo mismo un cañón que se realiza por primera vez, a uno que se visita asiduamente todos los años. Todo esto va a condicionar básicamente tres tipos de cañones: -Cañón virgen: no ha sido realizado por nadie anterioremente. Sin dudar, llevaremos de todo: martillo, burilador, taladro, spits, chapas, cordinos, clavos, cuerdas de varios tamaños, etc. -Cañón conocido y visitado: Conviene llevarse el equipo de instalación (martillo, burilador, chapas y spits), para algún anclaje que pueda haber defectuoso. En cuanto a las cuerdas, como ya lo conocemos, echaremos las necesarias para el descenso. -Cañon clásico y visitado con gran frecuecia: normalmente son los que las empresas que se dedican profesionalmente a los cañones, utilizan para llevar a sus clientes, encargándose ellos de su equipamiento (río Verde o Guadiaro). Llevaremos lo necesario para su descenso. •PREPARACIÓN DE LAS CUERDAS. Tras estudiar la ficha topográfica del cañón, y observar sus rápeles, procederemos a proveernos de las cuerdas a utilizar. En este aspecto, hay que decir que ante un gran rápel( por ejemplo de 30 m), en el que nos haría falta unos 60 metros de cuerda, es mucho más práctico llevar dos cuerdas de 30 metros que se unirán mediante un nudo de pescador doble o de cinta. Esta opción, tiene Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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una serie de ventajas: -Peso repartido entre los participantes, con el resultado de menor cansancio. -Para pasar resaltes pequeños, el miembro del equipo que vaya en primer lugar instalará una cuerda delante, mientras que el último recoge la cuerda de la cascada anterior y la pasa adelante. Así sucesivamente. De esta forma, se atacarán los obstáculos en cadena, sin taponamientos ni esperas. -Para grandes cascadas, el equipo se reagrupa y bastará con unir l a s

Nudo de cinta. Es el único nudo válido para anudar cintas planas. Es también igualmente válido para unir cuerdas para el rápel o cordinos para abandonar. Nudo de pescador doble. El más indicado para unir cuerdas para el rapel, incluso con diferente diametro. También muy indicado para unir cordinos de abandono

cuerdas, fijándose de que cuerda debe tirar el último para recuperarla (llevar cuerdas de dos colores facilita esta operación)

30 m.

Hay que tener en cuenta, que las alturas que se dan son las de los desniveles en vertical; con esto, quiero decir que si el rápel es a través de una rampa, necesitaremos más metros de cuerda que lo que realmente nos dice la ficha . Lo veremos más claro en el siguiente ejemplo. En ambos casos la altura es de 30 metros: pero en el primero, al ser en vertical, no nos harán falta más que 30 metros de cuerda, mientras que en segundo caso, al ser en pendiente, nos harán falta más de 30 m. de cuerda para llegar hasta abajo. Por esta razón, es conveniente preveer longitudes de cuerda de 15 a 20% superiores. De todas formas, yo soy partidario de llevar una cuerda de más que no nos haga falta, ya que ante un imprevisto, nos podrá venir muy bien y sacarnos de algún apuro. •PREPARACIÓN DEl EQUIPO. Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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En función del cañon a realizar, variará nuestro equipo personal. No va a ser lo mismo un río de poco caudal en verano, con el que será suficiente el peto de neopreno, que uno con crecida de primavera y encajonado, donde nos pondremos el neopreno completo, el casco, etc. El estudio previo del cañón, decidirá el material colectivo a llevar: si todos sus obstáculos son saltables o destrepables, llevaremos una cuerda por seguridad. Si por el contrario, es un cañón complicado y de grandes rápeles, debemos llevar lo necesario para no encontrarnos sorpresas.

·PLANIFICACIÓN HORARIA. Hay que tener en cuenta las dificultades específicas de cada cañón: caudal, nº de cascadas, longitud de los tramos, estación del año y morfología del recorrido. Un estudio detallado de las fichas topográficas antes de la salida es indispensable para un descenso sin sorpresas. Existe, sin embargo, un factor no descrito en las fichas y que es primordial en la planificación horaria: el número de participantes, su equipo y preparación. Y una cosa está clara: será el más lento del equipo y no el más decidido y rápido quien marcará el ritmo. El horario de cada recorrido, va a depender de la preparación de los vehículos de acceso y regreso, de la marcha de acceso a pie, de la longitud y desnivel del cañón, así como del regreso hasta los vehículos, sin contar, por supuesto, las paradas para hacer fotos o comer algo. De todas formas, es conveniente calcular todos estos factores, y poder terminar antes de la hora prevista tomándose una cervecita, que no hacerlo con la linterna.

·EL ACCESO Y LAS VÍAS DE ESCAPE. La aproximación a un cañón, se ve muy a menudo precedida por un ir y venir de vehículos entre la entrada y la salida. Conviene, dejar un coche lo más cerca posible de la salida. A ser posible, dejaremos las llaves de éste escondidas cerca, ya que de llevarlas con nosotros, es muy probable que las podamos perder, con el perjuicio que esto nos puede ocasionar. Como en una típica marcha de montaña, la marcha de acceso, debe iniciarse temprano, para evitar las horas de más calor. Es conveniente dejar una muda completa de ropa y calzado en el vehículo de la salida, mientras que en la marcha de acceso, llevaremos lo mínimo imprescindible, en función de la época del año y de las condiciones meteorológicas. Partiremos ya con los escarpines y el calzado con el que realizaremos el descenso.

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LOS OBSTÁCULOS ·TIPOS DE OBSTÁCULOS. •ROCA RESBALADIZA. Posiblemente se trate del obstáculo que nunca se representa y que más quebraderos de cabeza nos puede dar. Hablo del verdín que cubre las rocas y cantos del cauce del río. Esto nos hará estar en una constante tensión tanto física como psíquica, apareciendo antes de lo previsto la fatiga. Debemos estar atentos de donde ponemos los pies, aprovechando los huecos y agujeros entre las piedras, y evitando saltar de unas a otras, sobre todo, si están mojadas; todo esto atenuará el riesgo de sufrir un resbalón, que fácilmente nos puede producir una lesión de tipo traumático (esguince, contusión o rotura de algún hueso). •TOBOGANES. Si está seco, lo podemos destrepar en adherencia. Sin embargo, si lleva agua, es preferible equiparlo. En cambio, si la roca es lisa y sin salientes peligrosos, y termina en una buena poza, solo tenemos que deslizarlos como si del Aquapark se tratase. Si presenta mucho caudal, mejor será equiparlo y rapelarlo, ya que la fuerza del agua puede golpearnos contra alguna roca. •RESALTES. Al igual que los toboganes, debemos abordarlos con prudencia si son resbaladizos. Los pequeños resaltes, se pasarán destrepando, y si es necesario, nos aseguraremos con una cuerda. Los resaltes más altos, se equiparan y rapelarán al igual que una cascada. •CASCADAS. Cualquiera que sea su tamaño, hay que desconfiar de ellas y apartarse del sitio donde caen a la poza; sobre todo cuando llevan bastante caudal y la poza es profunda y no se hace pie, ya que forman remolinos de donde puede ser díficil salir. Cuanto más vertical sea la cascada, mayor será el riesgo. Es importante saber liberarse del ocho dentro del agua, cuando no se hace pie, y alejarse lo más rápidamente posible de este tipo de casadas. En todo caso, sólo se debe emprender el descenso si el caudal lo permite y manejando adecuadamente el 8 para no verse bloqueado por un nudo. •TRAMOS TRANQUILOS. Son zonas de agua más o menos profundas y que forman como un lago entre las paredes del cañon. Esto es muy abundante en el Guadiaro, con grandes tramos a nado a través de aguas tranquilas y vistas impresionantes. Lo suyo, si no hay corriente, es ponerse de espaldas, y nadar tranquilamente observando las paredes. •CAOS DE BLOQUES. Son pasos llenos de bloques de diferente tamaño entre los que el Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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tan terribles, siendo fáciles. De todas formas, conviene siempre calibrar el obstáculo y no introducirse en un pasaje cuya salida no se adivina y de donde no podamos retroceder. Extrema precaución con los sifones (lugares por donde se pierde el agua al interior de la tierra), ya que constituyen auténticos peligros que hay que tener en cuenta y a los que no debemos ni acercarnos. •TRONCOS DE ÁRBOL. Son impredecibles, ya que van a variar en función de las crecidas del río. De todas formas, conviene abordarlos con precaución, ya que fuera del agua, suelen ser escurridizos, mientras que bajo ella presentan un peligro por el hecho de poder atraparnos con alguna rama, o herirnos en algún salto.

·EQUIPAR OBSTÁCULOS. Por regla general, los cañones que son visitados normalmente, se encuentran equipados en los lugares que necesitan el uso de cuerdas para su descenso. Este equipamiento está hecho básicamente de spits y algún clavo o anclaje natural (cinta o cordino a través de algún tronco o puente de roca). De todas formas, sólo se puede tener relativa confianza en los equipamientos instalados, sobre todo en los últimos, ya que las cintas y cordinos envejecen rápidamente por el desgaste, el agua y los rayos ultravioletas del sol. Repasaremos un poco estos anclajes. ·CLAVOS O PITONES. Son láminas de acero de forma y longitud variable, que se clavan en las fisuras de la roca con ayuda de la maza. Su elección y colocación deben de tener en cuenta el tipo de fisura y la dirección de ésta en función del trabajo que se les vaya a exigir. Una vez colocado, se le coloca un mosqueton o un cordino o cinta por donde se hace pasar la cuerda. Generalmente los clavos son anclajes recuperables, aunque los que normalmente nos vamos a encontrar en los cañones, se suelen quedar fijos, por lo que conviene comprobar antes su solidez. Puede darse el caso siguiente: El clavo ha agarrado bien en la fisura, pero parte de él se queda fuera. La mejor solución es hacer pasar un cordino, formando una presilla de alondra a través del Diferentes tipos de clavo, lo más cerca posible de la roca, para clavos o pitones evitar el brazo de palanca que se ejercería si pasasemos la cuerda directamente por el ojo de clavo.

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·TACOS AUTOPERFORANTES SPIT. Es la marca Spit la que ha dado su nombre a este tipo de anclajes. Éstos supusieron una verdadera revolución en el mundo de la escalada, aunque hoy en día han sido sustituidos por anclajes más seguros y resistentes al paso del tiempo como los químicos y parabolts. De todas formas, tanto en espeleología como en los cañones, sigue siendo la mejor opción por su relativa facilidad para instalarlos. Para su instalación hace falta un burilador, es decir un puño donde se atornilla el spit y nos sirve para darle golpes que irán haciendo el agujero en la roca. De su colocación depende su funcionalidad y resistencia y ésta debe ser en perpendicular a la pared y sin desconchones en su boca. Una vez hecho el agujero, se saca y se le coloca una cuña en el interior, de manera que al volver a introducirlo y golpearlo, la cuña lo expande quedando fijo en la roca. Seguidamente

se saca el burilador, y se pone una chapa con tornillo, de manera que ya queda listo el anclaje. A continuación os pongo el esquema de como colocar un spit. La colocación correcta en un cañón, debe quedar fuera del alcance de las crecidas. El anclaje ideal, sería el compuesto por dos spits, a una distacia de unos 30 cm. el uno del otro, y a diferentes alturas, ya que si uno se llegara a romper, la fisura que podría provocar en la roca no afecte al otro. Tampoco es bueno ponerlos demasiado separados, ya que dificulta las operaciones de la cuerda y el ocho. Lo ideal de las chapas que se colocan es que vayan con argolla, por donde se pasa directamente la cuerda. Si este no es caso, y la chapa va sin argolla (como las de escalada), tendremos que ponerle un cordino o cinta para poder pasar la cuerda por éstos, ya que nunca se debe pasar la cuerda directamente por estas chapas, porque se corre el riesgo de que pueda cortarla. De tener que hacer ésto Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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BUENO

MUY BUENO

MALO

·ANCLAJES NATURALES. Consiste en todo elemento del medio del que nos podamos servir para poder pasar una cinta o cordino y así montar un punto de rápel. Aquí entran toda una serie de formas, como pueden ser los puentes o puntas de roca, los troncos y ramas de los árboles y los grandes bloques de piedra. Cuando en un cañón, lleguemos a uno de estos puntos, debemos revisar cuidadosamente la cinta o cordino que existe, a fin de detectar cualquier defecto en ella. Ante la menor duda, es recomendable cambiarla por una nueva, guardándonos la antigua en la mochila para desecharla a la basura más tarde. No nos debemos dejar llevar por una solución fácil, que consiste en que por pereza, negligencia o prisa, volvamos a utilizar equipamientos con cintas gastadas, ya que es fácil que una rotura inesperada, nos haga pasar un mal rato. Muchos cañonistas creen que tres cintas desgastadas equivalen a una nueva, olvidándose de que tres por cero es cero y no uno. ·PAPEL DE LOS COMPAÑEROS DE EQUIPO. De modo resumido, en el momento de salvar un obstáculo, el miembro del equipo que vaya en cabeza deberá: - Elegir como salvarlo (salto o rápel). - En caso de que sea salto, dará las recomendaciones para la recepción (zona de la poza, profundidad, forma de saltar, etc). - En caso de rápel, comprobará la solidez del anclaje, su accesibilidad (eventual pasamanos), el recorrido de la cuerda, su longitud y correcta posición. Por su parte, el último del grupo, deberá: Asegurarse de que no se olvida nada de material (mosquetones). - Comprobar que la cuerda no se haya enredado, no tenga nudos ni se haya retorcido a la altura del anclaje. - Verificar que no queda nadie detrás de él. ·OBSERVACIONES. Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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Nunca arrojar u n a p o z a posiblemente sin ella.

LA PROGRESIÓN

una cuerda a p r o f u n d a : nos quedemos

barranco Rinero (Pirineos)

río Bermejo (Sierra Nevada)

·TÉCNICA DEL RÁPEL.

uso normal

ocho bloqueado por una presilla de alondra Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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· Descendedor. Tal y como dijimos en el capítulo del material, hemos escogido el clásico 8 utilizado en montaña. Su elección se debe a que es el único que permite actuar con cuerda doble, además de que se coloca y se quita con rapidez. Esta sería la posición de uso normal del ocho con la cuerda. Esto nos presenta dos posición de frenado inconvenientes en los cañones: posición - 1º: su continuo poner y quitar para pasar la cuerda en óptima cada rápel, hace fácil que se nos pueda caer, y si es al para los fondo de un poza, no te digo los problemas que te puede cañones acarrear. - 2º: y posiblemente más importante, es que ante una falsa maniobra, como el roce de una roca con el ocho, podría provocar que la cuerda forme una presilla de alondra, con el riesgo de quedarnos inmovilizados (muy peligroso en medio de una cascada de gran caudal). Estos o t r a pasar d e l

problemas se pueden solventar, forma: consiste en la cuerda a través ojo grande y luego,

utilizando

el

ocho

de

SHUNT

e como

l se

cuerdas de la pequeña

directamente por PRUSIK MACHARD MACHARD AUTOBLOQUEANTE CON DOS SENOS CON MOSQUETÓN mosquetón de seguridad, tal y ve en en dibujo de la página siguiente. Sin embargo, hay que resaltar que de esta forma, se descenciende con mayor rapidez, sobre todo con de poco diámetro, lo que se puede solucionar siguiente forma: la anilla grande abajo y la arriba. ·ASEGURAMIENTO.

Se debe procurar que el acceso a la cabecera del rápel sea lo más segura posible. Si no fuera así, se deberá colocar un pasamanos de la manera más horizontalmente posible. Una vez estemos al alcance del anclaje, nos aseguraremos con nuestra baga de seguridad, y sólo cuando nos hayamos pasado la cuerda por el ocho, y estemos dispuestos a bajar, nos liberaremos del aseguramiento de la baga. Normalmente, los cañonistas avanzados pueden frenar y pararse a su antojo en un rápel. Podemos, sin embargo, asegurarnos con un pequeño aparato llamado “shunt” que se hace deslizar con la mano y Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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al que está uno unido. Éste actuaría en caso de que no se ejerciera control sobre el ocho, ante una caída, un mareo, un accidente, etc. Su uso es sencillo: si lo acompañas con la mano hacía abajo, desciende. Si lo sueltas, queda bloqueado.

El uso del shunt puede ser sustituido por los llamados nudos autobloqueantes, que NUDO DINÁMICO O UIAA actuan de igual manera que éste. En la tabla figuran los más usados, que prácticamente se pueden reducir al prusik y al machard. El uso del shunt en los cañones, queda desaconsejado bajo cascadas o a la llegada de un rápel en aguas profundas, ya que tarda en quitarse.

·Descenso. Tras colocar la cuerda en doble en el ocho y librarnos del aseguramiento de la baga, dará comienzo el descenso. Éste deberá realizarse de forma regular, suavemente y sin brusquedades y estabilizándose con los pies. La mejor posición consiste en colocarse hacia atrás, con las piernas en horizontal y ligeramente separadas y los pies planos contra la pared. Si se es diestro, la mano derecha mantendrá la cuerda a nivel del muslo, y no cerca del ocho, ya que corremos el riesgo de pillarnos algún dedo o engancharnos el guante. Hay que mirar siempre hacia abajo salto desde la presa de Río Verde para ver el camino que hay que recorrer. Habrá que poder detenerse en cualquier momento para apreciar la trayectoria y, si fuese necesario, desenredar la Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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cuerda. Ante la pérdida de un ocho a la hora de rapelar, se puede utilizar el nudo dinámico o UIAA, que permite tanto asegurar como rapelar. Sólo debe de utilizarse para caso extremo y con mosquetón tipo HMS. Lo mejor, si vamos un grupo considerable, es llevar un ocho de repuesto, por lo que pueda pasar.

salto a una poza en el río Guadiaro

·TÉCNICA DEL SALTO. A primera vista, los saltos de una excursión acuática parecen muy divertidos, lo que es cierto, pero sólo si se realizan con toda garantía de seguridad. Algunas veces, llegan inclusive a mejorar la seguridad del descenso, si se hacen correctamente calculados. De esta forma, si se emplea el salto de pozas con la mayor frecuencia posible para superar obstáculos, el avance será menos penoso y más rápido. Tampoco hay que pasarse: hay quienes todo quieren hacerlo a base de saltos, conviertiendo a éstos en un auténtico peligro; entonces, el más mínimo fallo, acabaría en un grave accidente. Tal y como se ve en la foto, a la hora de saltar, sobre todo cuando son saltos superiores a 2 ó 3 metros, es conveniente taparse la naríz con los dedos y soplar ligeramente; así se evita la entrada de agua y la compensación de presión sobre el oído interno a la hora del impacto en el agua. salto a una poza en el río Guadiaro

A la hora de enfrentarse a un salto, un miembro del equipo debe Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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de bajar en rápel y así comprobar antes el estado de la poza: que haya ausencia de piedras y troncos de árboles e indicar a los compañeros la mejor zona de caída al agua. Los compañeros, a la hora de saltar, nunca deben de coger impulso, ya que éste podría provocar un resbalón de consecuencias desagradables. Simplemente acercarse al borde del resalte, y tomar impulso. La mochila o petate, la habremos arrojado antes al agua, y después nosotros. Para los saltos de poca distancia, y cuando la profundidad de la poza está cerca del “límite”, saltaremos siempre con las rodillas flexionadas, para amortiguar la caída. A continuación, dos formas de realizar un mismo salto. La forma correcta sería la de la derecha, ya que no coge impulso, y se tapa la nariz con la mano.

·PROGRESIÓN HORIZONTAL. Va desde la simple marcha a pie hasta la muy técnica progresión en oposición. En todo caso, conviene tener mucho cuidado. Los verdaderos peligros no suelen encontrarse siempre donde se esperan, y, a la inversa. ·MARCHA. Ya lo comentamos cuando hablamos de los tipos de obstáculos y de la roca resbaladiza. Hay que recordar que no hay por qué intentar impresionar a los amigos saltando de una piedra a otra, aunque uno sea muy ágil y flexible. Conviene siempre asegurar cada paso, y no dudar en apoyarse con las manos para mantener el equilibrio. Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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FICHAS TOPOGRÁFICAS O CROQUIS Normalmente, los cañones que se conocen disponen de una bibliografía, que es basicamente un croquis de su desarrollo, así como los datos necesarios para su localización y ejecución. En el croquis o ficha topográfica, debe de constar los datos más esenciales sobre su desnivel, recorrido, dificultades, etc. Aparte, la hoja descriptiva, nos debe indicar el acceso y regreso del cañón, el tiempo a emplear, el material que será necesario, y en definitiva, todos los datos prácticos que se conozcan y que puedan ser de utilidad. Para la elaboración de los croquis, se han creado una serie de signos convencionales, que a continuación expongo: Paso ahora a presentar los cañones que posiblemente formen parte de la cuestión práctica del curso. Estos van a ser los siguientes: ·Almanchares: por su cercanía, accesos y su relativa baja dificultad, lo hacen el más indicado para ser el primero en ejecutar. · Guadiaro: con la técnica adquirida en A l m a n c h a r e s , d i s fr ut a re m os del primer cañón que se realizó en Andalucía. · Río Verde: también conocido como chorreras, es el cañón más d is fr ut ón y divertido de toda Andalucía.

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BARRANCO DE ALMANCHARES Situación: Río Almanchares. Canillas de Aceituno. Málaga. Acceso: Desde Canillas, debemos seguir la carretera que cruza el pueblo y se dirige hacía Sedella y Salares. A poco más de 2 kilómetros, llegamos a la adecuación recreativa de la R a h i j e , q u e actualmente se encuentra cerrada. Aqui, dejaremos el vehículo ya que es el punto de sálida del cañón. Para llegar al inicio, debemos de subir por lo que era la adecuación recreativa, en dirección norte, por una vereda algo perdida, hasta conectar con una vereda que no es más que una acequia que proviene del río y abastece al pueblo. Solo debemos seguir la acequia hacia la derecha, hasta llegar al cauce. Una vez en este, y junto a la caseta de toma de aguas, podemos remontar por una fuerte pendiente a la izquierda, siguiendo el trazado de unos tubos de agua, hasta llegar nuevamente al cauce. Aquí comienza el descenso. Regreso: inmediato, ya que salimos al area recreativa, y en un minuto estamos en la carretera donde hemos dejado el coche. Características: realizamos el descenso de sólo un tramo del barranco, el cual es el más acuático e interesante. Nos encotraremos varios resaltes y pequeños toboganes hasta la caseta de toma de agua. A partir de aquí, el río se abre, superando tres resaltes más, y entrando en una zona de progresión por el cauce horizontal, y posiblemente incluso seca, en función de la época del año. Esta zona termina, con nueva surgencia de agua, y un estrechamiento que le da verticalidad y atractivo al cañón, conviertiendo en esta zona la más sugerente y divertida, hasta Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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Todos los rápeles se encuentran instalados con spits.

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CAÑÓN DE LAS BUITRERAS (RÍO GUADIARO). Situación: El Colmenar (Estación de Gaucín). Málaga. Acceso: tomar la vía del tren desde la estación e n dirección R o n d a .

Atravesaremos varios túneles muy estrechos(ojo con los trenes: informarse del horario en la estación). A la salida del 4 túnel, el más largo, y justo antes de entrar en el quinto, en una zona de arcos de un falso túnel, buscaremos el sitio más cómo para acceder al cauce. Si no lo encontramos, atravesamos este túnel y antes de cruzar el puente, bajamos hasta el cauce, normalmente seco. Regreso: después del gran caos de bloques, atravesaremos la última badina o poza. El cañón se abre y vemos el falso túnel con los arcos, hasta donde subiremos por una empinada vereda y regresar por el mismo camino. Recorrido: 4.000 metros. Desnivel: 150 metros. Características: Este fue el primer cañón donde se efectuaron en Andalucía los descensos de barrancos. Su caudal está regulado por la presa de las Buitreras. En verano el caudal es mínimo y muchas de sus pozas contienen Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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agua estancada. En época lluviosa los aforos pueden ser importantes y su descenso muy peligroso. Después de la entrada en el cauce (un caos de bloques), llegamos a las primeras pozas que nos obligan a sumerginos (el agua suele ser fría incluso en verano). Continuaremos hasta un pequeño resalte destrepable por el centro o rapelable por la izquierda. Inmediatamente nos enfrentamos ante un pozo de 6 metros, sombrío y con surgencia de agua. A partir de aquí, la morfología del barranco cambia, formándose un estrecho y sombrío cañón en el que las pozas y marmitas se ven interrumpidas por una zona donde se pueden acumular desechos y sedimentos. Desde aquí, un pequeño resalte saltable y un rápel de unos 6 metros, nos vuelven a introducir en la natación de pozas. Este tramo llegará a su final tras una zona, en la que el cañón se vuelve oscuro, ya que sus paredes forman unas impresionantes bóvedas que prácticamente se juntan, no dejando pasar la luz del sol y se vuelve a llegar a otra zona de desechos y sedimentos arrastrados por el cauce en las crecidas (troncos, ramas, basuras, etc.) que dificultan la progresión. Tras esta zona, el cañón se abre, dando lugar a un impresionante caos de bloques, en la que el agua prácticamente ha desaparecido. El final del cañón lo pone una gran badina al final del caos de bloques, la cual atravesaremos a nado y será el punto de salida de la garganta. Material: neopreno completo, cuerda de 20 metros, algún anclaje para el único resalte que no está equipado, por si no se quiere saltar. Periodo: Aconsejable mayo y junio. Evitar las épocas de lluvias.

Muy peligroso con mucho caudal. Horario: Acceso, una hora (mucho ojo en los túneles). Descenso 3:30 horas. Regreso, 45 minutos. Todos los anclajes están instalados con químicos.

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BARRANCO DE CHORRERAS (RÍO VERDE). Situación: (Granada).

Sierra

de

Cázulas.

Término

municipal

de

Otivar

Acceso: carretera de Granada-Almuñecar. Un kilómetro y medio pasada la gasolinera y mirador de la Cabra Montes en dirección a Granada. Tomamos una carril a nuestra izquierda junto a una choza de control. Preferible dejar el vehículo aquí. El carril desciende hasta el barranco del Pito a la altura de la fuente de las Cabrerizas, desde donde describe un ascenso hasta la presa. Tomamos la vereda a la izquierda hasta la cabecera de la presa. Regreso: desde la presa de la Junta de los ríos, seguir el carril, paralelo al cauce seco. Tras pasar la verja en el puente, tomar el carril de la izquierda, que asciende, hasta donde hayamos dejado el vehículo. Para dejar el vehículo, habremos de pasar el cruce que lleva a Cázulas. Como a un kilómetro nos encontraremos un carril a nuestra izquierda con un cartel de la Cooperativa Ganadera de la Sierra de Cázulas. Lo tomamos, y en menos de 3 km. pasamos una verja, normalmente abierta. Un poco más adelante, el camino empieza a zigzaguear en dirección descendente hacia el cauce. Dejaremos el vehículo en el lugar más apropiado. Características: estamos hablando del cañón karstico más atractivo de Andalucía: parajes únicos y solitarios, variedad de especies vegetales, aguas cristalinas y abundantes todo el año, con escasas dificultades técnicas. Por contrapartida, el más transitado por incontrolados y gentes sin conocimientos mínimos de las técnicas de descenso de barrancos. Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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En este descenso, se omiten dos tramos del descenso original, que son el barranco del Chortales (el más técnico) y del Pito, pero a cambio, se disfruta de unos bónitos rápeles en cascada, que no haríamos en el recorrido normal. El recorrido comienza en la cabecera de la presa: podemos saltar al aliviadero, o evitarlo por la izquierda. Proseguimos el cauce y al instante nos encontramos con cuatro rápeles encadenados, en el que debemos de montar anclajes naturales con cintas o cordinos sobre puentes de roca, picos de roca y troncos de árboles. Al final del último rápel se nos une el barranco del Pito, y tras una serie de saltos y toboganes, el cauce se abre, llegándonos por nuestra derecha el aporte del barranco de Madroñales. Unos 600 metros más abajo, entramos en la zona más acuática, del recorrido, con profundas marmitas, dos de ellas saltables, y tres cascadas consecutivas. Otros 700 m. sin dificultades nos llevan a un tobogán y más tarde la cascada doble. Como 1 km. más adelante, encontraremos un resalte con surgencias en los márgenes y a unos 500 metros más la última dificultad, consistente en un resalte de 8 metros rapelable por la derecha, o también se puede superar saltando al gran bloque que hay delante y destreparlo. Pequeños saltos y toboganes se suceden hasta que el río se abre del todo y llegamos a la presa. Horarios: acceso, 45 minutos. Descenso, unas 3 horas. Regreso, 45 minutos. Material: Una cuerda de 40 metros para los rápeles largos, y una de 25 metros para los cortos. Con un neopreno

Quitando los 4 primeros rápeles, que se montan con anclajes naturales, el resto está equipado con químicos. Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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IMPREVISTOS, SOLUCIONES Y PRECAUCIONES Si las condiciones de descenso gargantas o cañones nos conducen a está sección, es porque un error de apreciación o una falsa maniobra han impedido el buen desarrollo de la excursión. Por lo tanto, conviene anticipar y prever los remedios para no tener que hacer frente al percance. Una cuerda enganchada en medio del remolino de una cascada, la pérdida del descendedor, una tormenta repentina o una muñeca torcida son imprevistos más o menos graves que, a pesar de lo meticuloso de la preparación, no sólo ocurren a los demás. La topografía, el número de participantes, las condiciones meteorológicas y la hora, modularán de forma significativa el giro de los acontecimientos. No hay receta milagrosa, aunque algunos trucos sencillos y algo de astucia permitirán resolver problemas que, a primera vista, parecían imposibles de solucionar. Pero, si las soluciones son evidentes en frío y alrededor de una taza de café caliente o una cerveza fresquita, lo son mucho menos en caliente, en el agua fría y con la mente tan enredada como las cuerdas. Aunque estas explicaciones puedan parecer evidentes a los más experimentados, quizá constituyan alguna vez la solución a un problema grave para otros. Y, tal y como dice el refrán “más vale prevenir que curar”, ahí van esos consejos: ·Pérdida de una cuerda en el fondo de una poza profunda. Mantener un mosquetón abierto con una cinta de goma o un trozo de cordino. Colgarlo como un anzuelo de una cuerda; con un poco de paciencia se podrá enganchar la cuerda naufragada. ·Pérdida de un objeto sumergido. Para tener buena visibilidad a la hora de localizar un objeto caido en una poza, debemos utilizar las gafas de piscina previstas en el material colectivo. Escoger una buena pidra que actúe de lastre y echarse al agua sin verse frenado por la flotabilidad del traje de neorpreno. Una vez recuperado el objeto, abandonar la piedra en el fondo y subir a la superficie como un tapón de corcho. ·Cuerdas enganchadas en las rocas de debajo de una cascada. Se puede bucear siguiendo la cuerda hasta el lugar en que se haya enganchado accidentalmente. ¡Cuidado con los remolinos!; podríamos encontrarnos liados en un amasijo de cuerda. En caso de fracaso, volver a sumergirse y cortar con la navaja recuperando el máximo de cuerda posible. ·Cuerda enganchada al intentar recuperarla después de haber hecho el rápel. Si ocurre en la primera tracción, buscar una vía de escape, que nos permita acceder a la cabecera del rápel y desde allí, Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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·Pérdida del descendedor (8). Se puede utilizar el nudo dinámico o U.I.A.A., siempre con mosquetón tipo HMS o pera. De todas formas, lo más práctico es llevar uno de repuesto por cada 5 ó 6 miembros del grupo, ya que es frecuente que este accidente ocurra. ·Formación de una presilla de alondra en el ocho. Este es un caso peligroso, sobre todo si estamos bajo una cascada. Debemos de fabricarnos un nudo autobloqueante(machard o prusik) con un estribo, de tal forma que lo colocaremos en la cuerda por encima del ocho y lo más alto posible. Ejerceremos tracción sobre el estribo, levantándonos y liberando la presión de la cuerda sobre el ocho, lo que aprovechamos para colocar de nuevo la cuerda correctamente. Evidentemente si la cascada es de mucho caudal, y corremos el peligro de ahogarnos, no nos pondremos a hacer esto, y si la poza esta cerca, lo mejor es cortar la cuerda y suerte. ·Noche en el cañón. Que se haya subestimado la longitud del recorrido o que no se haya tenido en cuenta el tiempo, lo cierto es que casi siempre la noche sorprende en la parte inferior del descenso. Si el camino que queda no es demasiado accidentado, se puede seguir en la penumbra, aunque habrá que tener cuidado de dónde se ponen los pies. Sin embargo, en caso de que sea noche cerrada, que no se cuente con frontales y queden varios obstáculos, no perdamos la calma: buscaremos un sitio lo más resguardado posible y seco, donde nos envolveremos en nuestra manta de supervivencia e intentaremos pasar la noche lo mejor posible a la espera de los primeros rayos de sol que nos permitan continuar. ·Bloqueados en el fondo de una marmita gigante después de recobrar la cuerda. Esta circunstancia puede ocurrir en cañones o gargantas secundarias que, generalmente se encuentran secos en verano. Podemos intentar salir amontonando los cantos de piedra que normalmente se encuentran en el fondo de la marmita. Este taburete de piedra, nos permitirá alcanzar el borde la marmita y salir. ·No hay cinta pasada alrededor de la chapa de anclaje. Directamente de la chapa, nunca se debe rapelar, ya que corremos el riesgo de producir la rotura o desgaste de la cuerda por rozamiento directo con el borde de la chapa. Si no llevamos ningún trozo de cordino o cinta, cortaremos un trozo de la cuerda de progresión, que pasaremos por la chapa. ·Muñeca torcida. ¿Cómo efectuar un rápel con la muñeca inutilizada?. Muy sencillo. Se montará el ocho directamente a la reunión. El cabo de la cuerda irá unido al arnes del accidentado mediante un nudo de ocho, y un compañero lo bajará con cuidado. ·Rotura de la cremallera de la chaqueta del traje. Efectuaremos unos ojales con la navaja a ambos lados Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

de

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·Cuerda dañada. Cortaremos y empalmaremos. Como el nudo puede que dificulte descenso, puesta la cuerda en doble, instalaremos para bajar simple por el tramo sin nudo. El último soltará la instalación simple, descendiendo por el tramo sin nudo mientras que compañero tiene bloqueado el otro extremo (el del nudo) en arnés.

el en en un su

·Para evitar un shock, con posible corte de digestión a la hora de entrar al agua en un cañón de aguas frías. Mientras nos ponemos el traje, y antes de entrar en el agua, sobre todo si va a ser en un salto (río Guadiaro), nos echaremos agua por el cuerpo, para irnos acostumbrando y evitar el cambio brusco de temperatura. Espero que no tengais que utilizar nunca estos consejos, pero si os haceis “cañoneros”, seguro que alguna vez os encontrareis en alguna de estas u otras circunstancias, que tendreis de resolver lo mejor posible. Y ya, para finalizar este tocho de dossier teórico, os dejo con un decálogo del buen “cañonero”:

DECÁLOGO DE PREVENCIÓN Diez reglas de comportamiento, claves para evitar problemas y disfrutar ATENCIÓN, PELIGRO Todo el mundo está de acuerdo en que el descenso de barrancos es una actividad de riesgo, al margen de que se lo pueda presentar como una práctica lúdica y fácil. Se acumulan varios peligros: el alejamiento (socorro tardío), la dificultad del medio (estrechez y profundidad), el propio recorrido (longitud, desnivel, resistencia), la exigencia técnica (cuerda, anclajes, destrepes, rápeles) y el agua viva, elemento móvil por definición y, en general, mal conocida. Varios principios: no marchar solo, no formar grupos numerosos con problemas en caso de emergencia, comenzar la actividad a hora prudencial, informar de lo que se va a hacer o dónde se está. ANTES, INFORMACIÓN El momento clave de un descenso no está nunca en su recorrido, sino en el crucial que decidimos entrar, tras sopesar capacidad y dificultades. Informarse correctamente de las características y dificultades del recorrido. Valorar sensata y prudentemente la propia condición física y preparación técnica. Ejercitarse en prácticas de iniciación o perfeccionamiento. No dudar en preguntar o informarse en los puntos más próximos al ejercicio de la actividad. El medio es cambiante y las circunstancias pueden alterar informaciones o cono cimientos anteriores. LA METEOROLOGÍA, IMPORTANTE Antes de partir es bueno confirmar las predicciones meteorológicas. No intentar la actividad con tiempo inestable o amenazador. Renunciar si el tiempo amenaza. Encontrar una escapatoria si estalla la tormenta, las crecidas pueden ser rápidas y representan un claro peligro. Atención a algunos esquemas o croquis realizados normalmente en épocas de aguas bajas. La dificultad principal de un barranco es el volumen de su caudal. Comprobarlo y juzgad. No intentar el descenso con caudales elevados. Caso de afluentes de ríos principales (el Balcés, por ejemplo), atención al caudal del río principal. No olvidar, en su caso, la posibilidad de desembalse de presas situadas aguas arriba. Elegid el momento adecuado en función de las condiciones del barranco y no de planteamientos personales de ocio o tiempo libre. Pensad que cada barranco tiene sus especificidades. EL EQUIPO, FUNDAMENTAL Revisar bien equipo y material; sin olvidar de verificarlo en el último momento. Ajustar peso y distribución. Pensar siempre que un buen equipamiento es aquél que dispone de lo necesario, en momento de emergencia. No prescindir del casco. Un espitador da garantías y seguridad, caso de fraccionamientos o deterioro de

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anclajes. Un cordino de socorro. Bagas de repuesto. Cabo de anclaje. Atención al neopreno y sus distintas formas y posibilidades. Proscribir para las marchas de aproximación o regreso y en caso de esfuerzos prolongados fuera del agua. Al impedir la evacuación del calor y el sudor, aumentan los signos de hipertermia y deshidratación. Desprenderlo o abrirlo, en el peor de los casos. CONCENTRACIÓN Marchar sobre bloques deslizantes, en precario equilibrio, exige una atención constante, una buena coordinación y un cierto sentido de la anticipación. La superación de caos puede necesitar un buen sentido de la orientación y "saber estar". Por regla general, a causa de esta permanente vigilancia o concentración (se evoluciona en todos los sentidos), el barranquismo es una actividad fatigosa, incluso agotadora para los poco iniciados. Cualquier relajación puede ser causa de posibles problemas. No esperar que guías o compañeros nos lo den todo hecho. Atención, cuidado y la máxima concentración PRUDENCIA EN SALTOS Y RÁPELES El salto es una opción difícil, con ciertos peligros, refrendado por el volumen de accidentes de los últimos años. Intentarlo sólo en circunstancias claras. Comprobar siempre la situación de la poza de recepción. No valen conocimientos de temporadas anteriores. Avenidas y crecidas han podido arrastrar bloques, troncos o gravas y modificado la estructura del salto. Evitar imprescindiblemente la zona que rodea la caída de las cascadas, pues la espuma blanca puede esconder sorpresas. Elegir un lugar de salto adecuado para evitar resbalones o desequilibrios. En caso de duda, decidirse por el rápel (intentarlo siempre sobre dos anclajes). No arriesgar un bloqueo al rapelar en cascadas y utilizar el descensor en rápido. Atención a las salidas de los rápeles, delicados en bastantes ocasiones. Evitar las zonas de concentración del agua en las cascadas y elegir recorridos paralelos. APRENDER A LEER EL AGUA El agua es el peligro objetivo más importante en un descenso de barrancos. En función de su variabilidad, fuerza, circunstancias críticas, capacidad de adaptación y movimientos en profundidad. Sus múltiples caras, cascadas, rápidos, resaltes y tubos, cualquier obstáculo puede suponer un cambio apreciable en la corriente. Luchar contra un cierto caudal o remolino puede llevar rápidamente al agotamiento. Será preciso aprender a moverse y desenvolverse en el agua. A evaluar la fuerza de la corriente y el caudal, saber reconocer remolinos, sifones y rebufos. Corrientes, contracorrientes, playas y varaderos. Un conocimiento complejo que no puede llegar sino con la experiencia. Dominio y respeto. Un difícil equilibrio. RESPETAR LA NATURALEZA Abrigo de una vida animal y vegetal exuberante y frágil. Evitar hacer demasiado ruido, proscribir gritos, no perturbar más de lo imprescindible. No hacer fuego, no dejar restos, residuos o basuras, evitar atravesar campos y cultivos, cuidar dónde se dejan vehículos y materiales, evitar las pozas residuales de los cauces secos. No pasar nunca a la agresión, pintadas, grabados, arranque de flores o plantas, persecución de animales. BEBER Y ALIMENTARSE Punto primordial al que no se le dedica toda la atención debida Las marchas de aproximación, el esfuerzo, el ejercicio casi continuo, la combinación de neopreno obligan a una fuerte sudoración. Es imprescindible compensar los líquidos perdidos. La deshidratación puede llegar a ser un verdadero problema. Comer poco y en paradas sucesivas. No esperar al final del ejercicio. En barrancos largos debe planificarse la alimentación adecuadamente para asimilar y recuperar las energías necesarias. Elegir alimentos de poco peso y energéticos. SOLIDARIDAD Y EDUCACIÓN En este caso se trata de otro respeto, no sólo el de la naturaleza, sino el que nos debemos todos los practicantes. Evitar grupos numerosos para no ocasionar atascos. Saber ceder no, despreciar, colaborar en cualquier emergencia, respetar a los demás, no todos tenemos los mismos conocimientos ni poseemos la misma técnica o experiencia. Se han visto detalles lamentables. Sepamos estar a la mayor altura. Disfrutar y dejar disfrutar. Y no busquemos la deportivización (más cosas, menos tiempo, más difícil). Como buen decálogo, puede resumirse en tres mandamientos, pocas palabras para enunciar toda una filosofía:

· Responsabilidad y conocimiento. · Respeto al entorno. Grupo Alpino Pinsapo de la Sociedad Excursionista de Malága

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· Solidaridad y educación. Bibliografía utilizada para la elaboración de este dossier: · Apuntes del Curso de Monitores de Barrancos de la Federación Española de Espeleología. · Descenso deportivo de cañones. Federación Española de Espeología. · Descubriendo cañones. Francis de Richemond y Claude Chantemesse. (Muy recomendado). · Descenso de cañones y barrancos en Andalucía. José Manuel Fernández Sánchez. Federación Andaluza de Espeleología. · Aragón. Gargantas y barrancos· 2.Pirineo Central. Fernando y Ana Biarge.

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