CULTURA MAYA Caracteristicas Principales

CULTURA MAYA Ubicación Los primeros habitantes se establecieron en el Golfo de México, pero luego algunos grupos emigrar

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CULTURA MAYA Ubicación Los primeros habitantes se establecieron en el Golfo de México, pero luego algunos grupos emigraron a Chiapas, el Petén y la pen6iacute; península del Yucatán. La civilización maya habitó una vasta región denominada Mesoamérica, en el territorio hoy comprendido por cinco estados del sureste de México que son, Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en América Central, en los territorios actuales de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente 3.000 años. Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a una creencia muy generalizada, la civilización maya nunca "desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia máyense.

Religión Dominando la mayoría de los aspectos de la vida de los mayas, se encontraba la religión, siempre presente y dejando sentir su influencia en los ritos agrícolas, en las ceremonias públicas, en el arte y la cultura. Su importancia fue muy grande, si se toma en cuenta que estuvo fuertemente ligada al control político, a la ideología que sustentó a la civilización maya y que, como las ciencias, estuvo también en manos de un grupo especializado, el de los sacerdotes. La religión maya tenía tres características fundamentales: Religión politeísta: Se adoraba a varios dioses a la vez. Religión de Aspectos Naturalistas: Los dioses eran los elementos, los fenómenos atmosféricos, los cuerpos celestes. Religión Dualista: Partía del principio de que el bien y el mal son igualmente divinos. Los dioses del bien estaban en constante lucha con los dioses del mal, pero eran tan inseparables uno del otro como el día y la noche. Otros ejemplos son: el padre fecundante y la madre fecundada; la vida y la muerte (lo más parecido que podemos encontrar es tal vez el yin y el yang). Los destinos de la humanidad se veían

afectados siempre por esta lucha. Los dioses benévolos producían cosas positivas, como el trueno, el rayo, la lluvia, el maíz y la abundancia. A los dioses malévolos en cambio, se les atribuía el hambre y la miseria causadas por los huracanes, las sequías y la guerra sembradora de muerte y destrucción. Un excelente ejemplo de esto es una representación en un códice en la que Chac, dios de la lluvia, planta un árbol, mientras que a su lado Ah Puch, dios de la muerte, lo arranca y lo rompe en dos.

Sus dioses principales eran: Ah Mun: dios del maíz. Se le representa como un joven que lleva una mazorca de maíz.

Ahau Kin: dios del sol. Se le representa como un viejo de ojos cuadrados.

Ah Muzenkab: dios de las abejas y la miel. Bolon Dzacab: dios relacionado con los linajes reales.

Buluc Chabtan: dios de la guerra y de los sacrificios humanos.

Chac: dios de la lluvia. Se le representa como un anciano con un ojo de reptil, una nariz larga enrollada y dos colmillos. Aparece con frecuencia en la decoración, debido a la importancia de la lluvia para las cosechas.

Chac Bolay: dios jaguar del inframundo.

Ek Chuach: dios de los mercados. Se le suele representar, entre otras cosas, con una bolsa a la espalda.

Itzamná: dios del cielo.

Ix Chel: diosa luna.

Yum Kimil o Ah Puch - Dios A El mundo subterráneo (metnal en Yucateco, olontic en Tzotzil o xibalbá en Quiché) era residencia de varias deidades vinculadas con la muerte, la fecundidad y la germinación. El Dios principal de este reino posee nombres que señalan su naturaleza cadavérica: Ah Puch (El Descarnado), Kisin (El Flatulento), Yum Kimil o Cimil (Señor de la Muerte) o Kimi (Muerte). También puede poseer nombres calendáricos: Hun Ajaw (Uno Señor), Hun Came (Uno Muerte) y Vucub Came (Siete Muerte). Kukulcán. Esculturas de cerámica con óxidos 1060º. Kukulcán. (Yucateco) k'u uk'um (pluma) - kaan, (serpiente), también conocido como Gucumatz (Quiché) Q'uk'umatz, (“serpiente emplumada”). Es referido con este último nombre en el Popol Vuh como un dios creador del universo junto a Tepew. Quetzalcóatl (náhuatl: “serpiente emplumada”) para los aztecas.

Kukulcán. Detalle (Pájaro Jaguar) de la escena del dintel 15 de Yaxchilan.

Centros urbanos más importantes

Preclásico maya También llamado Período Agrícola, existe un debate sobre los años de inicio y fin de este intervalo de tiempo, el más aceptado, en este caso para el área maya inicia aproximadamente en al año 1000 a. C. y terminaría rumbo al 320 d. C. Durante este periodo se desarrolla el idioma maya, el pueblo maya adquiere experiencia y construye algunas grandes ciudades. Según otra teoría complementaria a la anterior los descendientes de los olmecas emigraron a la zona del Petén guatemalteco, donde posteriormente se mezclaron con la gente del lugar originando a los "protomayas". Existen algunos fragmentos del Chilam Balam de Chumayel donde se afirma que éstos provenían de una migración que se produjo en el núcleo original maya que ciertos arqueólogos han encontrado en la zona maya de Guatemala conocida como El Petén, cuando en el Preclásico medio se comenzaron a desarrollar ciudades monumentales, en la Cuenca del Mirador, como Nakbé, ca 1000 a. C. El Mirador, ca 600 a. C., Cival, ca 450 a. C. y San Bartolo ca 400 a. C. con sus ahora famosos murales del Preclásico, los más finos y antiguos del área maya. Estas grandes ciudades, ya contaban con todas las características que hicieron famosos a los mayas del periodo Clásico, y dando lugar a la duda si los olmecas y mayas, de hecho fueron culturas que se desarrollaron independientemente.

Período Clásico Estela de Copán según un grabado de Frederick Catherwood, 1839. También llamado Periodo Teocrático, abarca desde los años 320 a 987 d. C. aproximadamente. Recibe este nombre porque en un principio se creyó que fue el grupo sacerdotal el que ejerció el poder político y que toda la vida económica, social y cultural se desarrolló en torno a la religión. Los grupos sacerdotales, tuvieron gran importancia en el gobierno de los Estados mayas del Clásico; a pesar de eso, nunca fueron dirigentes. Existía una clase noble y en todo caso, eran los guerreros quienes concentraban el poder. La imagen de los mayas como una sociedad gobernada por sacerdotes fue derribada cuando se descubrió que las ciudades estaban en permanente guerra unas con otras. Se incrementó notablemente la agricultura como actividad económica básica, la cual era practicada por grandes contingentes de labradores, propiciando una compleja división del trabajo y en consecuencia una fuerte estratificación social. Las zonas arqueológicas más conocidas de este periodo son: Tikal, Uaxactún, Piedras Negras, Cancuén, Caracol, Yaxhá, Naranjo, Xultún, Río Azul, Naachtún, Dos Pilas, Machaquilá, Aguateca, Comalcalco, Palenque, Yaxchilán, Kankí, Bonampak, Quiriguá , Tulum, Edzná, Oxkintok, Ceibal, Xamantún, Copán, San Andrés, Yaaxcanah, Cobá, El Cedral, Ichpaatún, Kantunilkín, Kuc (Chancah), Kucican, Tazumal, Las Moras, Mario Ancona, Muyil, Oxlakmul, Oxtancah, Oxhindzonot, Pasión de Cristo, Río Indio, San Antonio III, Nohkuo Punta Pájaros, San Manuel, San Miguel, Punta Molas, Tamalcab, Templo de las Higueras, Tupack, Xlahpak, Tzibanché y Kohunlich. Período Posclásico Abarca los años 1000-1687 d. C. Una vez abandonados los centros ceremoniales mayas del periodo clásico, la fuerza generadora de esta época va a ser una corriente migratoria identificada étnicamente con los mayas arraigados en la región, que traía consigo una cultura mestizada de fuerte contenido náhuatl. Esta corriente, llamada putún o maya-chontal, habitaba en el sur de Tabasco y tenía estrechas relaciones comerciales con los pueblos del centro de México y con los grupos nahuas establecidos en la periferia de la región maya, por ejemplo en Xicalango. Su presencia habría de romper con el precario equilibrio en el que trataba de mantenerse el mundo teocrático, y fueron los putunes los que aprovecharon la caída de este orden para introducir una nueva forma de vida y de dominio sobre la región.

El territorio del que provenían los putunes era el delta de los ríos Usumacinta y Grijalva, una región de ríos, riachuelos, lagunas y pantanos en donde predominaba el transporte acuático. Esto hizo de los putunes unos excelentes navegantes y mercaderes, que controlaban las rutas marítimas comerciales alrededor de la península de Yucatán, desde la Laguna de Términos en Campeche hasta el centro de Sula en Honduras. En cuanto a la ciudad más grande y mejor terminada fue Palenque, conocida por sus grandes extensiones e impresionantes construcciones. Pero tal vez la más conocida de la civilización ha sido la Península de Yuactán, en Mexico. Allí se construyeron los monumentos más famosos de la región, como Chichen Itza y Uxmal, símbolos de la cultura Maya.

Política y sociedad La sociedad maya fue altamente estratificada y en su cúspide se ubicaba la clase dirigente, la que era encabezada por el denominado Halach Uinic (el jefe del estado), cargo que era de carácter hereditario. 1. El Halach Uinic cumplía funciones civiles, militares y religiosas; la clase dirigente, además, estaba compuesta por las autoridades de las ramas señaladas. A esta misma casta pertenecían los caciques o administradores de las provincias que dependían de las ciudades centrales, estos caciques formaban parte del Ah Cuch Caboob o Consejo de Estado. Al mando de la casta sacerdotal estaba el Ahua-Kan o supremo sacerdote. 2. En el segundo estrato de la estructura social maya estaban ubicados los funcionarios encargados de las funciones administrativas de menos rango; entre ellos se encontraban los Nacones o jefes militares, los Ah Holpopoob o consejeros políticos, los Batabes o los jefes de rancheríos que estaban encargados de repartir el trabajo tributario y dirigir las fuerzas militares que debían aportar al ejército, los tupiles o alguaciles. 3. En un tercer estrato estaban los militares, sacerdotes, adivinos, curanderos y comerciantes. 4. En el último nivel se ubicaban los campesinos y los esclavos. La sociedad maya, debido a sus particulares condiciones geográficas, no alcanzó el nivel de Estado como forma de organización política; sin embargo, la presencia de numerosos centros ceremoniales implica, necesariamente, la existencia de una poderosa clase de dirigentes que contaba con abundante mano de obra tributaria para realizar tareas que aumentaban el poderío y prestigio de su casta. Esta condición de la sociedad maya, es común a los otros estados y por ello los mayas son concebidos como una serie de estados que se adaptaron al medio geográfico. Esta situación, durante el periodo clásico, ante el expansionismo de las civilizaciones conquistadoras y la necesidad de aumentar las tierras de cultivo, sufrió modificaciones que llevaron a los mayas a emprender campañas militares para someter bajo su control a estados vecinos más pequeños; el mayor ejemplo de esta dinámica fueron las hegemonías de Chichén-Itzá a principios del milenio, y de Mayapán entre los siglos XIII y XV.

Desarrollo cultural Los mayas clásicos desarrollaron, según las regiones, diversos estilos en arquitectura, pintura, escultura y otras artes, en las que desplegaron un alto grado de calidad técnica. La labor de los artistas estivo íntimamente relacionado con las características sociales, culturales y políticas de su entorno. El despliegue ritual era esencial para reafirmar el poder político. Los grandes conjuntos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos servían como escenarios para la actividad ritual y cortesana, la cual involucraba el uso de artefactos lujosos, lujosamente elaborados, tales como vestimenta, adornos personales y otros de uso ritual. Entre dichos objetos, los de lujo también formaban parte de utensilios funerarios, cuyo grado que elaboración reflejaba la categoría del individuo en vida. En buena medida, el arte del periodo clásico se derivó de modelos originados durante el preclásico. Sin embargo fue en el periodo clásico cuando se alcanzaron los niveles más altos de elaboración artística, tanto en las artes monumentales como en los objetos portátiles. Arquitectura La planificación de los centros ceremoniales mayas siguió la topografía y condiciones del terreno, lo que determinó las diferentes formas y estructuras de las edificaciones. La arquitectura maya participó de las características generales de las culturas americanas, pero tuvo modalidades especiales, incluso dentro de su propio estilo (el "arco falso",- bóveda maya-, cresterías o peines, estelas y altares.,etc). Se registraron varios estilos arquitectónicos como el "estilo de Petén" en Uxmal; el "estilo Usumacinta:" En Palenque; el "estilo Puuc" de Uxmal, etc. Y, hubo además otro detalle muy valioso: el de la pintura integrada a la arquitectura. Escultura Incluye una gran variedad de manifestaciones: altares, estelas, lápidas, dinteles zoomorfos, tableros, tronos, jambas, columnas, figuras de bulto y marcadores de juego de pelota. Sus principales características son la utilización del relieve, la monumentalidad en el tratamiento de los temas, el uso del color en el acabado superficial, la dependencia del ámbito arquitectónico, la profusión de signos caligráficos y ornamentales, la relevancia de las líneas curvas y el carácter abigarrado y escenográfico de la composición. Las estelas conmemorativas son magníficos trabajos entre los que destacaremos las de Tikal, Copán, Quiriguá y Cobán. Se trata de enormes lajas de piedra clavadas verticalmente en el suelo, en las que los escultores mayas tallaron en bajorrelieve imágenes del jubileo de sus reyes. Se erigían al finalizar un periodo temporal concreto, cada cinco y cada veinte años, y en ellas, mediante jeroglíficos, se narraban los acontecimientos más importantes del reinado. Excelentes son los dinteles figurativos que flanqueaban las puertas de los palacios y templos de Yaxchilán, los altares de Piedras Negras y los zoomorfos de Quiriguá, aunque quizá la cumbre de la escultura maya sean los paneles de los edificios de Palenque. El palacio, y los

templos de las inscripciones, el Sol, la Cruz y la Cruz Foliada, constituyen uno de los mejores ejemplos de cómo el hombre es capaz de plasmar en piedra su universo religioso.

Arte mural Aunque los restos que han llegado hasta nosotros son muy escasos, la pintura mural del periodo clásico maya alcanzó una gran perfección técnica y una gran calidad artística, logrando un difícil equilibrio entre el naturalismo de los diseños y la gravedad impuesta por el convencionalismo de los temas. Aunque utilizan tintas planas carentes de perspectiva los muralistas mayas supieron crear la ilusión del espacio. Primero trazaban el dibujo en rojo diluido sobre una capa de estuco, después se pintaba el fondo quedando las figuras en blanco y posteriormente se iban rellenando los diferentes espacios con sus respectivos colores. Para sugerir la perspectiva y el volumen recurrían al fileteado de las figuras, la yuxtaposición de colores y la distribución de los motivos en diversos registros de bandas horizontales. Los murales más importantes que se conservan son los del sitio de Bonampak (Chiapas). Las pinturas ocupan la totalidad de las paredes de tres habitaciones de un edificio (790 d.C.). Relatan acontecimientos bélicos que incluyen las ceremonias preliminares a la batalla (cuarto I), la batalla (cuarto II) y el sacrificio final (cuarto III). Existen fragmentos de antiguas pinturas en Uaxactún, Palenque, Coba y Chichén Itzá. Cerámica y lítica De la misma forma que los muralistas mayas plasmaron escenas mitológicas y cortesanas en sus composiciones, los ceramistas reflejaron diversos aspectos relacionados con temas similares. La cerámica polícroma —asociada con el mundo funerario— fue la más extendida. La técnica era similar a la de los murales aunque jugaron también con las posibilidades expresivas que les brindaban el engobe y el pulimento. Suelen ser cilindros, platos y fuentes de distintas dimensiones donde la pintura cubría casi la totalidad de la superficie. Los perfiles de los dibujos se realizaban en negro sobre un fondo monocromo, crema o anaranjado. El otro estilo, del que se conservan muy pocos, llamado códice, recuerda la técnica utilizada por los escribas mayas sobre las tiras de papel vegetal estucadas y pintadas. Las figuras antropomorfas alcanzaron también una gran popularidad y perfección. Las llamadas figuritas de la isla de Jaina (Campeche) incluyen una variada muestra de tipos físicos diferentes. A esta lejana isla llegaban para enterrarse personajes ilustres de muy diversa

procedencia, y los artesanos de la necrópolis preparaban los ajuares que habían de acompañarles en su viaje al mundo de los muertos (Xibalbá). La talla de las piedras semipreciosas, en jade y obsidiana, suponen una valiosa aportación al arte maya. Figuras humanas, excéntricos y collares alcanzaron un grado de perfección que las hizo ser incluidas en los ajuares de las tumbas más principescas. Tejido y arte plumario Aunque las extremas condiciones de calor y humedad han impedido que estas manifestaciones llegaran hasta nosotros, las escenas figurativas que aparecen sobre distintos soportes nos permiten hacernos una idea de cómo debieron ser. Los reyes y dignatarios aparecen vestidos con taparrabos, camisas, capas, túnicas y mantas realizadas en algodón, piel y fibra vegetal. Los trabajos plumarios alcanzaron un gran desarrollo. Los artesanos mayas disponían de una tradición muy rica dentro del medio natural más apropiado.