Cultura Huanca COMPLETO

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO AÑO DE LA CONSOLIDACION DEL MAR DE GRAU FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, CONTABLES, ECONOMICAS Y TURISMO ESCUELA PROFESIONAL DE TURISMO

TEMA: Cultura Huanca ASIGNATURA: ATRACTIVOS CULTURALES DEL CUSCO Y EL PERU DOCENTE: Mgtr. ISELA MOSCOSO PARICOTO ALUMNAS:     

MADE KARINA HUAYHUA MOYNA ROSA YESICA VELASQUE CCAHUANA ALEXANDRA LIMA OLARTE MARIA LUISA ZUNIGA HUAMANGUILLAS SHARON RAMOS HUANACO

CUSCO,OCTUBRE 2016

144535 141818 144536 143706 144525

 UBICACIÓN: La Cultura Huanca estuvo ubicada en el centro del Perú, en el valle del Mantaro(Departamento de Junín) ocupando las actuales provincias de jauja ,concepción y Huancayo . Fue una de las culturas más poderosas del mundo andino y se desarrolló entre los años 1200 a 1460 (Intermedio Tardío).

CAPITAL: Los Huancas tuvieron como capital a la ciudad de Siquillapura, en Tunanmarca cuyas ruinas todavía son visibles en lo alto del cerco que tutela San Jerónimo de Tunán. El hombre en el valle del Mantaro Los primeros pobladores que ocuparon el Valle del Mantaro, posiblemente procedieron de las zonas altoandinas, de las que descendieron siguiendo el curso de sus afluentes. En los refugios naturales del río Cunas, en el distrito de Chupaca, hay vestigios de la existencia de una sociedad cazadora nómada cuya economía estaba basada en la recolección de frutos silvestres y en la caza de camélidos andinos. Según las evidencias encontradas, la vida humana en el Valle del Mantaro tiene por lo menos 10 mil años de antigüedad. Estos primeros pobladores, cazadores y recolectores, con el correr del tiempo experimentaron la domesticación de las plantas, es decir, descubrieron la agricultura. Al encontrar esta valiosa fuente de recursos el hombre se volvió sedentario y abandonó las cuevas para construir albergues de piedra, dando origen a las primeras aldeas, de las que existen en todo el valle, numerosos restos con una antigüedad de 3 mil años. El hombre de Junín, poco a poco, fue perfeccionando sus herramientas de piedra, no solo para la caza de camélidos (de los que extrajo carne para alimentarse, pellejo para cubrirse y huesos para sus usos), sino para iniciar la agricultura y la domesticación de plantas.

Época preincaica Con estos hechos, en la historia del hombre en la sierra central del Perú finaliza el periodo precerámico y comienza otra etapa en la que aparece la cerámica y luego el surgimiento de las aldeas. Aparecen, asimismo, las primeras prácticas de una religión mágica. Por aquellos tiempos, hace aproximadamente unos 2000 años, se produce la expansión de la cultura Chavín a la Sierra Oriental, y se advierte su influencia en las diversas zonas del Valle del Mantaro. Las últimas investigaciones han encontrado importantes testimonios de la presencia de la cultura Chavín en Ataura (Jauja) y en San Blas, distrito de Ondores, Junín. Hacia 1300 a. C. aparecen los primeros brotes de cerámicas en la sierra central de estilo chavinoide y se inicia lo que se denomina el horizonte temprano. El proceso continúa siglo tras siglo, con el correr del tiempo las aldeas que recibieron influencia de Chavin entran en decadencia y los pobladores reafirman su individualidad y se independizan de su predominio cultural. Aparecen entonces influencias de otras sociedades como la de Tiahunaco y Huari. Anexión al Tahuantinsuyo Hacia el año 1460, las tropas incaicas llegaron al Valle del Mantaro. Los cuzqueños dieron dos opciones a elegir a los huancas, la entrega y rendición pacífica de su región o la conquista a través de las armas. Los curacas y demás líderes huancas repudiaron a las fuerzas imperiales incaicas y dieron tenaz resistencia pero las tropas del Cuzco, con mejor entrenamiento y armamento, finalmente derrotaron a los huancas. Los incas impusieron su gobierno en las tierras recientemente conquistadas y la nobleza huanca vio reducida sus privilegios. Alianza hispano-huanca Al tener noticias sobre la llegada de unos extranjeros al norte del Imperio y que estos habían derrotado y apresado al Inca Atahualpa, los huancas no dudaron en aliarse a los hispanos. Después de la ejecución de Atahualpa en Cajamarca, los huancas proveyeron a los españoles con comida y soporte militar. Fueron estos junto con los chachapoyas, huaylas y cañaris los pueblos más fieles y acérrimos aliados de los conquistadores. Los huancas participaron en el bando español en la toma del Cuzco y de las siguientes batallas contra los rebeldes cuzqueños de Vilcabamba. Durante el Virreinato, los huancas fueron reconocidos por la Corona de España por su ayuda en la lucha contra los incas. Felipe II otorgó un blasón a los huancas en señal de la unión entre ambas naciones. Los curacas y la nobleza huanca recuperaron sus privilegios y el gobierno español mediante Real Cédula prohibió el establecimiento de latifundios en territorio huanca.  DIVISIÓN POLÍTICA: El reino Huanca estuvo dividido en cuatro grandes parcialidades: Xauxa ( Shawsha), en la región actual de Jauja; Lurinhuanca, en San Jerónimo; Ananhuanca, en la zona de Sicaya y Chuncos en la actual Chongos bajo. Cada una de ellas estaba gobernada por un caudillo poderoso que tenía poder de decisión en los conflictos entre las parcialidades. Los caudillos tenían señorío sobre los individuos y materiales y objetos domésticos que pertenecían al ayllu. Repartían la tierra a los recién nacidos y recuperaban las de los difuntos. Vigilaban obras y cultivos. El cargo era hereditario y tenían una sola mujer. Todo el reino estuvo gobernando por un jatuncuraca, de carácter hereditario y poderes omnímodos. 

La capital y las poblaciones

En el reino huanca los habitantes se concentraban en centros poblados llamados llactas. Estaban construidas en lugares elevados y casi inaccesibles. En la actualidad hay a lo largo del valle restos de 20 llactas y más de ochenta centros de almacenamiento de alimentos llamados colcas. La capital del reino fue una gran urbe llamada Siquillapucara, conocida en la actualidad con el nombre de Tunanmarca, cercana a la ciudad de Jauja. Fue una ciudad

fortificada de más de 2 kilómetros de ancho y más de medio de largo. Sus casas de piedra y barro eran de tipo circular de un solo piso con techo de paja, aunque existen algunas con techo abovedado con lajas de piedra. Cada habitación era una vivienda para una familia.  Organización social Existen muy pocas evidencias de la organización social de los huancas, aunque esas pocas huellas señalan que se trató de una sociedad cuyo desarrollo se basaba en el patriarcado y el trabajo colectivo. Cada ayllu estaba regido por un jefe que recibía apoyo y consejo de los ancianos. Como la labor principal era la agricultura, los ayllus participaban mancomunadamente en la siembra y cosecha y construcción de colcas para las reservas de alimentos, sobre todo granos y papas. Para la defensa de la integridad territorial también intervenían los ayllus de las diversas parcialidades en la construcción de sus fortalezas. La misma colaboración se daba en la práctica de los oficios religiosos y en la presentación de sacrificios y ofrendas. Organización social político de la Cultura Wanka Los Huancas fueron un pueblo muy guerrero donde el sacerdocio militarista cumplió el rol planificador y orientador de la táctica y estratégica bélica. El ejército fue constituido a base de especies de líneas realizadas en el pueblo. Con el grupo social dominante estuvieron los sacerdotes, jefes militaristas, comerciantes, autoridades de mando medio y otros nobles; la clase trabajadora agrupada a los campesinos, pastores y artesanos. Esto hace indicar que la organización interna estuvo dividida en grupos estatificados, especie de curva rasgo, que competían entre sí por el control de la tierra y tros recursos. En cuanto al vestido, los hombres usaban UNCU Y ellas Lliclla y Amaco. Los mantos eran rojos o negros todo o casi todo hecho de lana y poco de algodón. El gobierno o sucesión en el mando era hereditario. Los grandes “SEÑORES” se deformaban el cráneo, fueron acatados por sus vasallos, quienes como tributo les sembraban y cosechaban; Maíz, papa y ají en tierras que incluso se ubicaban en la ceja de selva. Eran polígamos y cuando movían se les enterrados en cueros frescos de auquénidos. La guerra de resistencia contra los incas que muy presenta y violenta. Finalmente Tùpac Inca Yupanqui, al mando de las huestes imperiales cuzqueñas, los derrotó y fraccionó el reino Huanca en 3 curacazgos: Atún Jauja (JAUJA), Hurin Wanca (Hunanamaco) Hanan Wanka (Sicaya), todos ellos bajo la Hegemonía del Imperio Incaico...  IDEOLOGÍA DE LA CULTURA WANKA: Los huancas reconocieron como lugar de origen o pacarina a la pequeña laguna o puquio de Huarivilca y por morada al exuberante Valle del Mantaro, a seis kilómetros de Huancayo, y como supremo creador a Apu Con Ticsi Viracocha Pachayachachi, a quien ofrecían sacrificios de ganado, cuyes y presentaban ofrendas de oro y plata. Viracocha fue un dios universal del mundo andino, pero los huancas tuvieron a dos dioses nacionales propios que fueron Huallallo Carhuancho y Pariacaca, al cual también ofrecían sacrificios. Los huancas creían en la inmortalidad del alma, por cuyo motivo momificaron a los muertos. Los envolvían en pellejos de llama, los cosían y le deban figuras humanas y los enterraban en sus casas. Los Wuancas tuvieron como Dios principal al ídolo Huallallo Carguancho, El perro fue objeto de adoración, sacrificio y alimentación. Lo colocaban como uno de sus dioses en sus templos, se cree que adoraban como uno de uso dioses en sus templos, pues la mayor festividad que celebraban consistía en comidas de carne de perro; y para màs probar la veneración que tenían en los perros fabricaban de sus cráneos una especie de trompetas que soplaban en sus fiestas o danzas, saliendo una

tonadas muy agradables al oído, y en la guerra la utilizaban para atemorizar a sus enemigos “diciendo” que la virtud de su Dios tenia manifestaciones contrarias pues para los que honraban, era la música grata, pro a los enemigos les causaba terror y los hacia huir (Garcilazo 1945).  ORGANIZACIÓN ECONÓMICA DE LA CULTURA WANKA: Las actividades a las que se dedicaron los WANKAS fueron: La Agricultura, Ganadería-Pastoreo Y Al Trabajo Artesanal, Primordialmente a la cerámica y arquitectura, En el laboreo agrícola utilizaron más las lluvias o secano, que la técnica el árbol de lúcuma etc. Tanto visitador Martínez Rengifo como Andrés de Vega en el siglo XVI están de acuerdo en que la agricultura fue la principal ocupación de los Huancas... “Los ayllus tuvieron sus tierras perfectamente definidas y las principales luchas por su posesión no fue de nación a nación sino de ayllu a ayllu”. La Puna fue muy propicia para pastorear el ganado en grandes manadas o majadas, su animal representativo que el Perro. También efectuaron la actividad comercial. Establecieron una red de canales y acueductos entre Tunanmarca y Jauja con fines de riego y abastecimiento de agua a la ciudad. Además de la agricultura y la ganadería, los huancas practicaron el comercio con los reinos vecinos y avanzaron hasta la costa. El principal intercambio fue con los tarumas y los Chincha de donde se aprovisionaban de sal. Los productos utilizados para el trueque eran maíz, charqui, lana, coca. Llevaban también sus productos hasta la selva para proveerse de ají, algodón y condimentos.  CULTURA: Los huancas fueron muy pobres en sus manifestaciones culturales. La cerámica de rústico acabado y monocroma, era más de carácter utilitario que artístico. Para las ceremonias religiosas utilizaban vasijas pequeñas a manera de juguete. Tuvieron instrumentos musicales de arcilla, pero lo peculiar del reino era una especie de corneta hecha del cráneo de los perros, animal al que guardaban especial aprecio par sus ritos. La música de dichos cráneos era melodiosa y en las guerras tocaban con estruendo, para producir terror en sus enemigos. La lengua fue un dialecto del runashimi que todavía se sigue hablando en algunos poblados.  Cerámica de la Cultura Wanka Los primeros estilos representativos de cerámica del valle del Mantaro (Huancayo- Jauja) datan del periodo Intermedio temprano (0-400 d.c.) y corresponde a los silos Usupuquio y Huacrapuquio, caracterizados por su decoración geométrica, pintadas de olor Rojo Púrpura o Azul Púrpura sobre el fondo anaranjado de la vasija tipo que continuó en uso a lo largo de todo el horizonte medio. En los comienzos del intermedio Tardío el estilo “Huacrapuquio cambió gradualmente a los estilos Mantaro de Base clara Mantaro Negro sobre blanco o Matapuqui, cuya decoración pintada incluye motivos geométricos lineales de color púrpura azulado o marrón grisáceo sobre el fondo natural de las vasijas anaranjado claro, beige o crema. El otro estilo de cerámica que aparece durante este periodo es Mantaro de Base Roja o Arhuaturo Rojo, denominado también Patanqoto Negro Blanco Sobre Rojo. Callavalluvi Huanca y sobre el cual llamaron la atención a Rowe, en 1944 y Hornheimer en 1951. El estilo incluye vasijas con diseños geométricos pintadas de color negro blanco, o blanco y negro sobre un fondo engobado de color Rojo. Además, decoración plástica modelad en el cuello o gollete, generalmente en forma de covas y tiras aplicadas estampadas con cañas.

Aunque inicialmente no se tuvo un acertada cronología y más bien un serio cuestionamiento ha quedado demostrado que el Mantaro de base clara es ligeramente anterior al Mantaro de base roja, ambos estilos continuaron hasta el horizonte tardío (1460-1532). Cuando el estilo Mantaro de Base Roja, adopta rasgos de la cerámica Inca, se produce un estilo local híbrido.  TEXTILERIA Destaca sugasa y tegidos calados

 Arquitectura de la Cultura Wanka Las edificaciones no hablan de grandes urbanistas ni de grandes arquitectos. Lo mejor fue sin duda el palacio capitalino, mansión que no pasaba de 7 habitaciones vastas y redondas alvazadas por una muralla de piedra. Las cajas comunes también eran circulares, con muros de doble pared, de pocas y pequeñas ventanas, portada trapezoidal, 2 metros de alto, cilíndricas angostadas en lo alto con las piedras exteriores pulidos para reflejar los rayos del sol. Los techos eran de madera (jirtual, alivo, quishuar) recubriéndose con faja o ichu. Según Wadelmar Espinoza Soriano, eran “moradas de un sola habitación generalmente de un peso las mismas, que servían casi únicamente para dormir pues su estrechísimo propiciaba la holgura y así hacinamiento”. Pocas casas eran cuadradas o ovaladas, igual puede decirse de los depósitos que gustaba levantarse, alineados a una fila en la falda de los cerros. CIUDAD DE SIQUILLAPUCARA La capital del reino Huanca fue la gran ciudad de Siquillapucara, actualmente conocida con el nombre de Tunanmarca. Está edificada en la cima de un cerro de cantería o roca traquítica. Todo el reino estaba gobernado por el jatuncuraca y de carácter hereditario; sus órdenes eran acatados por sus vasallos, quienes como tributo, le sembraban y cosechaban sus sementeras de maíz, papa, ají y otras ubicadas tanto en el valle como en la selva alta. Nadie todavía a medido su área ni su altitud, ni se ha levantado ningún plano. Pero debe tener dos kilómetros de largo por medio de ancho. Por el Oeste y el Sur la circundan tres murallas concéntricas de piedra; mientras que por el Oeste y el Norte, unas laderqas muy empinadas le sirven de defensa natural. Siquillapucara era una ciudad fortificada, toda su extensión estuvo cubierta por casas típica huanca: circulares y de un solo piso, de piedra y barro, con cobertizos de jenñual y paja. Se calcula que hubo más de tres mil habitaciones. Casi todas están derruidas ahora, salvo seis que quedan con las paredes intactas, pero sin cobertizos. Además quedan aún dos con techos abovedados con lajas de piedra. Cada habitación constituía una vivienda para una familia nuclear. No hay calles, sino pasadizos en laberinto; cada casa es independiente de otra. En el centro de la vieja capital huanca, todavía quedan la plaza y el templo dedicado a Huallallo Carguancho, el dios nacional del reino Huanca. Y a una cuadra más o menos, hacia el norte, se halla el palacio del rey Huanca o jatuncuraca. Este tenía, y aún pueden verse siete habitaciones grandes y redondas. Están encerradas por una cerca, tiene un gran

patio donde jugaban los numerosos hijos del rey, y donde conversaban las siete esposas del rey; se afirma que vivían en gran armonía. Ahora mismo, también se puede contemplar la larga y ancha avenida que conectaba la plaza del templo con la parte baja del cerro. Siquillapucara fue la capital del reino Huanca por espacio de casi medio milenio; allí debieron vivir casi más de quince mil habitantes. Fue la residencia de los más altos dignatarios y funcionarios del reino. Cuando, en 1460, Túpac Inca invadió el valle del Huancamayo, en plan de conquista, Siquillapucara fue la última ciudad en rendirse al militarismo cusqueño. Viejos documentos todavía inéditos, cuentan que los huancas de la capital del reino, fueron vencidos por el hambre y la sed, ya que sus provisiones se agotaron. Pero una vez derrotados sus heroicos defensores fueron deportados en masa a la región septentrional de Chachapoyas. Hombres y mujeres salieron abandonando sus tierras y moradas, lanzando agudos alaridos de dolor y desperación. Pero la orden fue cumplida y la vieja y monumental capital huanca quedó despoblada para siempre. Desde entonces solo hierbas y sabandijas conocen de su desgracia del abandono. Sin embargo la ira del vencedor no quedó allí; Túpac Yupanqui ordenó derribar casas, palacios y templos. Todo fue echado por los suelos, salvo seis u ocho habitaciones que las dejaron intactas para la eterna memoria de la gloriosa ciudad huanca.

 FIN DE LA CULTURA HUANCA: El final de la Cultura Huanca, se sitúa en el año 1460, tras ser atacada por el poderoso ejército incaico procedente del Cusco. Los invasores Incas situaron Siquilla Pucara y la conquistaron. Desde entonces los Huancas quedaron (bajo el mando) de los Incas.