Crisis Familiar

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS “DR. SERAFÍN RUIZ DE ZÁRATE RUIZ”. FACULTAD DE MEDICINA. VILLA CLARA. Revisión Bibliogr

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UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS “DR. SERAFÍN RUIZ DE ZÁRATE RUIZ”. FACULTAD DE MEDICINA. VILLA CLARA.

Revisión Bibliográfica “Crisis familiar” Asignatura:  Medicina General Integral Autor:  Anthony Andy Salazar Correa Año :  5to año Grupo:  8

2014 “Año 56 de la Revolución”

RESUMEN Durante las diferentes etapas del desarrollo familiar, la familia enfrenta diferentes momentos críticos, que implican cambios tanto individuales como familiares, los que pueden constituir un período de crisis. Las crisis familiares no siempre tienen consecuencias negativas, ni son referidas siempre a circunstancias

traumáticas,

sino

que

están

relacionadas

también

con

acontecimientos normales del desarrollo familiar. Si tenemos en cuenta estos elementos de la vida familiar en la atención primaria, en mucho se podría ayudar a la población para evitar disfunciones familiares que a veces ocurren por desconocimiento de qué es lo aceptable o no en cada etapa del desarrollo de estos grupos. Por tanto se realizó una revisión bibliográfica, tomándose como objetivo general: Describir el concepto de crisis familiar teniendo en cuenta sus diferentes tipologías y formas de manifestación.

INTRODUCCIÓN

La familia constituye la célula básica de la sociedad, este presupuesto es aceptado por todas las personas que estudian el tema. Desde que el ser humano viene al mundo este es el primer grupo social del que forma parte. La familia, es la fuente de socialización primaria; por ello, es la instancia que moldea pautas de conducta y actitudes de quienes son sus integrantes. La influencia de la familia se refleja en todos los ámbitos del desarrollo social. Hoy en día son múltiples los retos que hay que enfrentar para el estudio e intervención familiar. De ahí que sea de vital importancia, para el médico que se desempeña en la APS (Atención Primaria de Salud), conocer qué eventos pueden ocasionar crisis o desajustes en este grupo, en aras de lograr una mejor salud familiar comunitaria. Del bienestar de la familia como grupo depende que los indicadores de salud de la sociedad se mantengan estables, las labores de promoción y prevención se desarrollan con mayor pericia cuando se cuenta con el apoyo de este grupo básico; además no se puede dejar de señalar que para la intervención y rehabilitación de los problemas de salud es necesario contar con la familia, la cual constituye la principal red de apoyo de un individuo.

FAMILIA La familia es un grupo (dos o más) de adscripción natural de seres humanos, con o sin lazos de consanguinidad, de pertenencia primaria (al menos para uno) y convivencia generalmente bajo el mismo techo que compartan la escasez o abundancia de sus recursos de subsistencia y servicios y que, al menos en alguna etapa de su ciclo vital, incluye dos o más generaciones. EL CICLO DE VIDA FAMILIAR El proceso de desarrollo de una familia se lo denomina ciclo vital familiar, el cual es un proceso que toda familia atraviesa desde la unión de la pareja para una vida en común hasta su muerte. Cada familia se desarrolla y madura en un proceso permanente de contradicciones entre constantes exigencias que demandan los acontecimientos de la vida, y la organización y estructura familiar. ETAPAS DEL CICLO VITAL DE LA FAMILIA: Según la OMS el ciclo vital de la familia consta de cuatro etapas:  Formación: comienza con el matrimonio y finaliza con el nacimiento del primer hijo.  Extensión: inicia con el nacimiento del primer hijo culminando cuando el primer hijo sale del hogar.  Contracción: empieza desde la salida del primer hijo del hogar y termina con la muerte del primer cónyuge.  Disolución: comienza con la muerte del primer cónyuge y finaliza con la muerte del segundo cónyuge. Esta clasificación utiliza la expresión salida del hogar, lo cual significa el momento del desprendimiento del hijo, del cese de las funciones de tutela del padre. No solo se marca el paso de la etapa con la salida física del hogar. La salida psicológica, la independencia de los hijos provoca el mismo efecto.

En las familias en las cuales los hijos adultos se mantienen en el hogar, los padres viven el llamado cese de tutela, con la complejidad que presenta la convivencia de padres e hijos adultos. Cada etapa del ciclo vital está caracterizada por un conjunto de tareas y funciones derivadas del estatus y de los roles principales que tienen los miembros de las familias. De igual forma, se describen una serie de conflictos que frecuentemente se presentan en la familia y que, si se conocen de antemano, es posible prevenirlos. 1.1 Crisis familiares Al término crisis se le han dado diferentes significados, según la intencionalidad de los estudios de los diferentes autores. Es una palabra que arrastra, desde siglos, un significado dramático y negativo, del cual, recién en los últimos tiempos y con el desarrollo de las nuevas concepciones sobre las crisis evolutivas, se ha tratado de dar un concepto más positivo. Derivada etimológicamente de un vocablo griego, crisis significa separación y elección, definiéndose con estas 2 acciones un proceso dinámico compuesto por un período, en el que deben producirse una separación (de algo - alguien), antes de que pueda darse una elección (de algo-alguien) como expresión de una evolución madurativa; y entre ambos un tiempo, un antes y un después. La comunidad científica, que considera la crisis como un fenómeno evolutivo que da lugar a nuevos estados organizacionales, plantea haber rescatado este concepto, considerándola como una expresión de interrelación, donde no se puede concebir un tiempo sin el otro, donde no hay elección si no hay separación y ésta tiene que ser previa en aquella. Hamilton, Mc Cubbin y Fegley en su libro Stress and Family conceptualizan las crisis como un aumento de la disrupción, desorganización o incapacidad del sistema familiar para funcionar. La familia en crisis se caracteriza por la inhabilidad a retornar a la estabilidad, y a la constante presión a hacer cambios en la estructura familiar y en los modelos de interacción. Patterson plantea que la crisis familiar se caracteriza por una desorganización familiar, donde los viejos modelos y las capacidades no son adecuados por largo

tiempo y se requiere un cambio. Para este autor muchas crisis familiares son normativas que requieren cambios en la estructura y reglas familiares. Otras crisis son previamente promovidas por decisiones familiares para hacer mayores cambios; por ejemplo, cuando se hace un plan para mejorar el funcionamiento familiar y lograr una mejor satisfacción de las necesidades individuales y familiares. En otras situaciones la familia es impulsada hacia la crisis por la ocurrencia de eventos estresores no normativos, tales como, un accidente fatal en un miembro de la familia. Este modelo ve las crisis familiares como una variable continua que refleja la total ruptura del sistema, como por ejemplo, cuando ocurre un divorcio; también considera que existen crisis menores, que son virtualmente imperceptibles por la familia. Las crisis familiares representan el final del viejo sistema familiar, emergiendo nuevas formas de interacción. Cohen y Ahearn definen la crisis como una situación vital que incluye cambios, amenazas o dificultades, que originan desequilibrio personal. Puede derivarse de factores del desarrollo, como la pubertad, embarazo o edad madura; o de factores accidentales, incluidos un accidente automovilístico, incendio o desastre natural.

1.2 Crisis relacionadas con el ciclo vital de la familia o crisis normativas. La familia es un grupo que no es estático; cambia en la medida que transcurre el tiempo. No tiene las mismas características, no se viven los mismos procesos en una familia formada por un matrimonio recién constituido que vive solo, a una familia que tiene hijos adolescentes por ejemplo o a aquella donde vive uno de los cónyuges con sus hijos ya adultos. En este sentido la familia tiene proceso continuo de evolución y desarrollo que va desde la unión de la pareja para una vida en común, hasta la muerte de ambos miembros de la misma. Este proceso de desarrollo en el cual se distinguen etapas o fases marcadas por la ocurrencia de acontecimientos significativos de la vida, se le ha denominado ciclo vital familiar.

Un acontecimiento vital es un hecho de particular significado que produce un cambio en la vida del individuo y del grupo familiar como un todo. Produce modificaciones en la estructura y el funcionamiento familiar, implica ajustes en los roles y genera nuevos mecanismos de enfrentamiento para incorporar la nueva situación. La ocurrencia de estos acontecimientos, denominados normativos, marcan el paso de una etapa a otra del ciclo vital. En este ciclo de vida familiar se van viendo momentos diferentes o etapas que llamamos justamente así: etapas evolutivas de la familia. A las crisis correspondientes al paso de una etapa a otra del ciclo vital se ha denominado crisis normativas de desarrollo o transitorios, ya que dependen del tránsito de una etapa a otra del ciclo y del enfrentamiento a los acontecimientos normativas que le ocurren a toda familia en su proceso de desarrollo. Señala Pérez Cardenas que estas crisis son denominadas normativas o transitorias ya que el término transitoria está utilizado, como "en un sentido cinético y no en el sentido temporal de la palabra, esto es: una crisis es transitoria en función de que posibilite o no el paso de una etapa a la otra del ciclo vital y no se refiere en ningún sentido al tiempo de duración de la crisis". La clasificación de estas etapas difiere de un autor a otro. Según la OMS, las etapas del ciclo vital familiar son las siguientes: 1.

Etapa de formación de la familia: Matrimonio, mudarse solos, acople

sexual, convivencia, ajuste a la familia del cónyuge, independencia económica y socio laboral de la pareja, embarazo y primer parto. Los Posibles conflictos de esta etapa son: 

Frustración de expectativas relativas al matrimonio.



Prevalecimiento del rol individual frente a la dualidad de pareja.



Dependencia excesiva con la familia de origen. Ejemplo: hijo o hija en alianza con los padres.



Problemas concepcionales: infertilidad, aborto o hijo no deseado.



Disfuncionalidad sexual.

2. Etapa de extensión familiar: Nacimiento de los hijos; cuidado, educación y responsabilidad por estos; escuela, adolescencia, beca, escuela al campo, servicio militar, estudios superiores, ubicación laboral, consolidación económica y profesional del matrimonio, independización y decisión de partida definitiva del hogar por parte del primero de los hijos. Los Posibles conflictos de esta etapa son: 

Excesiva unión madre-hijo y el padre queda periférico, como descolocado en la relación familiar.



Expropiación del rol de padre y dejación del rol de esposa.



Enfrentamiento inadecuado a las etapas críticas de desarrollo: las perretas del año, la crisis de autoconciencia de los 3 años y la adolescencia.



Manejo de los celos fraternos.



Enfrentamiento inadecuado a los cuidados del infante, así como en el proceso

salud-enfermedad.

Ejemplos:

excesivos

cuidados,

madre

obsesiva o hipocondríaca, abandono y negligencia frente a los cuidados de la infancia. 3. Etapa de contracción familiar: Partida de los hijos del hogar parental, el nuevo hogar de estos, las nueras y los yernos, los nietos, la familia trigeneracional conviviendo, relevo generacional, involución, jubilación, envejecimiento, enfermedad y muerte en la familia ampliada, vuelta a la pareja inicial (nido vacío), sexualidad en la vejez, la enfermedad final del primero de los cónyuges. Los Posibles conflictos de esta etapa son: 

Transgresiones en roles y límites, respecto a hijos adultos



y nietos.



Alianzas con nietos en contraposición al padre o madre.



Actitud inadecuada frente al envejecimiento, la disfuncionabilidad



y la incapacidad.



Frustración en el balance de la vida o desbalance entre



aspiración y realización.



Regresión a etapas anteriores.



Aislamiento familiar, social o ambas.

4. Etapa de disolución: Muerte del primero de los cónyuges, senectud, inversión de roles y status generacionales, el viejo solo; la invalidez, enfermedad y muerte del segundo cónyuge. Los Posibles conflictos de esta etapa son: 

Enfrentamiento inadecuado a la viudez.



Enfrentamiento inadecuado a la enfermedad o incapacidad.



Frustración de planes fracasados.



Falta de apoyo familiar.



Relativos a la herencia de bienes. En cada una de estas etapas vemos que ocurren determinados

acontecimientos, vistos como todo suceso, hecho o fenómeno de alta significación para la familia y que produce cambios en la vida de ésta. Estos son acontecimientos que se observan y pueden esperarse que pasen en el proceso de vida de una familia y cada uno de ellos da inicio a una nueva etapa de la vida del grupo. Por la propia evolución normal de la vida, los miembros del núcleo deben

asimilarlas

constructivamente,

aprendiendo

a

asumir

los

comportamientos adaptativos para contender con ellas. De lo contrario, pueden constituirse en factor causal de muchos problemas. Estas crisis son llamadas evolutivas, porque están en relación con los cambios biológicos, psicológicos y sociales de cada uno de los miembros de la familia, y con los cambios, en consecuencia, de las pautas de interacción en el contexto familiar. En estas crisis evolutivas se cambian las viejas pautas de interacción por otras nuevas que posibilitan, a cada uno de los miembros de la familia, el desempeño de nuevas funciones en sus roles, poniendo de manifiesto un desarrollo cada vez más acabado de individuación y de una estructura familiar cada vez más compleja y diferente a la anterior, lo que da lugar al crecimiento y desarrollo de la familia. Sin embargo como la familia no vive al margen de un entorno y es un sistema abierto, está sometida a la ocurrencia de otros hechos, cuya ocurrencia no se

espera jamás, pero que por su significado para ese grupo, se convierten en acontecimientos para la vida familiar.

1.3 Crisis paranormativas, accidentales o no transitorias Existen muchos problemas generados por la vida en familia que no son consecuencia de su evolución natural, sino de circunstancias propias de la convivencia y de fenómenos estresantes y desorganizadores provocados por sus miembros, que inciden en la dinámica grupal, afectando su equilibrio. Las crisis derivadas de los acontecimientos accidentales pueden ocurrir en cualquier etapa del ciclo y afectan de manera muy variable en dependencia de las características y principios de la familia. Estas crisis se denominan paranormativas, accidentales o no transitorias, ya que no dependen del tránsito de una etapa a otra del ciclo vital. Las crisis paranormativas, son aquellos cambios o transformaciones que experimenta la familia en cualquiera de sus etapas de desarrollo, que no están relacionadas con los períodos del ciclo vital, sino con hechos situacionales o accidentales; por ejemplo, divorcio, separación, abandono, muerte. Estas crisis suelen tener un impacto más desfavorable en la familia y un costo mayor para la salud. Las crisis paranormativas derivadas del enfrentamiento con acontecimientos accidentales o situacionales, pueden clasificarse según la estabilidad de la membresía, o sea, incremento de miembros o desmembramiento. 1. Crisis

por

incremento:

Se

refiere

a

crisis

que

puede

provocar

acontecimientos tales como el retorno al hogar de un hijo divorciado, cuando algún pariente decide unirse al grupo familiar –abuelos, sobrinos- y cuando se producen adopciones. Se consideran en esta categoría las tensiones, perturbaciones y ajustes que aparecen tras la incorporación de personas al núcleo familiar, parientes o no, con carácter transitorio o permanente, cuando ello no es producto del crecimiento natural de la familia con motivo del nacimiento de nuevos miembros. Ejemplos de ello pueden ser la adopción de un niño por un

matrimonio; la incorporación al hogar de familiares que han quedado huérfanos, que vienen a la ciudad para estudiar, someterse a tratamiento médico o a pasar sus vacaciones; el regreso al hogar de quienes ya no conviven en él por causa de divorcios o tras la terminación de sus estudios, cuando la vida doméstica se había acomodado a su ausencia. O cuando familiares de distintas procedencias tienen que reunirse ante una situación de emergencia como es el caso de accidentes, desastres naturales, etc. 2. Crisis por desmembramiento: Se refiere a la crisis que provoca la muerte de un hijo o del cónyuge antes del período esperado, hospitalización prolongada y separación por períodos largos. Ejemplos: misiones, trabajo o estudio fuera del país o ciudad. Aquí, acontecimientos que constituyen una pérdida o un desgajamiento conmocionan la familia, que no puede atribuirlos al resultado de la evolución normal: muerte prematura de hijos o nietos, accidental o por enfermedad; divorcio, separación del hogar o de los hijos, abandono del país, hospitalización, fugas del hogar, etc. Las crisis paranormativas también pueden clasificarse por el efecto que causan en la dinámica familiar y en la subjetividad individual: 1. Crisis de desmoralización: Se refiere a la vivencia de acontecimientos relacionados con los valores éticos y morales de la familia y la transgresión de los mismos por algunos de sus miembros. Ejemplo: la infidelidad, la delincuencia, la drogadicción y actos deshonrosos. En este grupo la perturbación se produce a consecuencia de problemas de índole moral en uno o más miembros de la familia que, por gravedad o consecuencias, afectan la dinámica del hogar. Ejemplo de ello es la conducta delincuencial, el encarcelamiento o la deshonra de alguno de sus integrantes; la drogadicción o el alcoholismo en su seno, la difamación de que puedan ser víctimas personas inocentes; la infidelidad, la prostitución, los actos de traición, etc. 2. Crisis de desorganización: Se refiere a crisis que se genera a partir de que se presente en un miembro una condición de enfermedad grave, discapacidad e invalidez, el sufrimiento de un accidente y la infertilidad.

En esta categoría se incluyen aquellas crisis que surgen tras acontecimientos perturbadores del clima y la armonía familiares, tales como discusiones y malas relaciones interpersonales, la llamada incompatibilidad de caracteres, los conflictos de intereses, la falta de solidaridad y apoyo mutuos, las contradicciones ideológicas y culturales, el machismo y la violencia en el hogar, el incumplimiento de responsabilidades, la inapropiada distribución de tareas. También conflictos como el embarazo en la adolescencia, el abandono de estudios o del trabajo; enfermedades o invalideces de significación como el caso de los intentos suicidas, la presencia de pacientes psicóticos o impedidos mentales en el hogar, los accidentes, los trastornos malignos, los estados de gravedad. Se incluye aquí la problemática de la pareja infértil, cuando esta dificultad repercute en la relación. 1.4 Crisis por problemas externos a la familia pero que repercuten sobre ella (crisis de situación) Muchos son los eventos, inesperados o no, que repercuten indirectamente en la familia, llevándola a una situación crítica. Es el caso de situaciones económicas, políticas y sociales que la golpean con fuerza. El despido laboral, el fracaso académico, los conflictos bélicos, la emigración, el servicio militar, la salida a misiones prolongadas en el extranjero, las secuelas de desastres naturales, los problemas graves de vivienda son −entre otros− fuentes de tensión, desmembramiento

o

desorganización

de

la

familia

debido

a

causas

extrahogareñas. Como es de esperar, estas crisis familiares, al igual que las anteriores, por el alto nivel de estrés que implican, son factores de riesgo para el desencadenamiento de los trastornos por claudicación ante el estrés en cualquiera de los integrantes del núcleo, así como para la aparición de disfunciones familiares. 1.5 Enfrentamiento familiar a las crisis La familia en crisis no es necesariamente una familia disfuncional. Toda familia atraviesa muchos tipos de crisis a lo largo de su existencia. Louro Bernal señala que el vocablo crisis no implica la vivencia de circunstancias negativas o la máxima expresión de un problema, sino también la oportunidad de crecer,

superar la contradicción con la consiguiente valencia positiva. Las crisis no son señales de deterioro, suponen riesgos y conquistas, son motores impulsores de los cambios. La familia en crisis no es necesariamente una familia disfuncional o problemática. La familia que no pueda resolver sus crisis y se queda atascada, fija mecanismos patológicos de interacción y por lo general va produciendo uno o más miembros en estado de desequilibrio o enfermedad. El hecho de vivir crisis no necesariamente es la causa de disfunciones familiares, sino el modo cómo se enfrenta. Cualquier familia puede atravesar a la vez dos o tres tipos de crisis, las que dependen del ciclo de desarrollo y las que pueden sufrir producto de la ocurrencia de cualquier hecho situacional o accidental. En este caso las tareas que debe desarrollar la familia, son tareas de enfrentamiento que se derivan de las llamadas crisis no transitorias o paranormativas. En el caso de la familia es importante, no sólo medir la ocurrencia del evento vital familiar, sino la vivencia que tiene la familia del evento. Un evento vital no genera por sí solo crisis familiar, sino que éste es un proceso en el cual se implican otros elementos: 

La significación que la familia asigna al evento vital familiar.



Los recursos con que cuenta la familia para hacer frente a las exigencias de ajuste del evento vital familiar.



El significado que la familia asigna al evento va a depender de cómo la perciba ésta. La repercusión del evento varía en dependencia de la atribución del significado que tenga en cada familia. Tanto la significación, como los recursos pueden hacer variar la dimensión y el sentido de la crisis.

Tanto los eventos normativos como los paranormativos, tienen algunas especificidades que los caracterizan: por ejemplo, algunos eventos normativos se pueden prever, lo que permitiría hacer análisis con antelación, y redundaría en una preparación mejor para enfrentarlo; mientras que algunos eventos paranormativos pueden ser esperados, como es el caso de una hospitalización planificada, o una muerte después de un período largo de enfermedad. Muchos

no se pueden prever como el caso de la muerte súbita, o por accidente, y el suicidio. El impacto emocional y el daño a que se expone la familia, en los eventos normativos, puede tener menor intensidad, que en los paranormativos. 1.6 Veinticinco fuentes de tensión familiar Aunque se conoce que son numerosas las causas de estrés y crisis familiares, −sin un orden de frecuencia− las 25 principales que se han encontrado en la literatura refrendadas por algún tipo de investigación son1: • Muerte de un familiar o amistad allegada. • Divorcio o separación de la pareja. • Dificultades sexuales y conyugales. • Dificultades en la comunicación familiar. • Separación temporal de cónyuges o familiares significativos. • Problemas con los suegros y la familia política. • Relaciones extramatrimoniales. • Enfermedades graves o crónicas. • Llegada de un nuevo miembro o "agregado" al hogar. • Violencia, droga y alcohol. • Problemas económicos. • Abandono del hogar por uno de sus miembros. • Conflictos laborales, desempleo y adicción al trabajo. • Problemas de vivienda. • Problemas con la justicia. • Agresión al honor, deshonra. • Embarazo en la adolescencia o no deseado. • Cambio de lugar de residencia. • Déficit de actividades sociales y recreativas. • Transgresión de los hábitos de sueño y alimentación. • Conflictos políticos e ideológicos. • Migración y desastres naturales y sociales. • Dificultades educacionales en los hijos. • Pérdida de status social. • Problemas de transporte y lejanía.

1.7 Intervención en crisis por los profesionales de la salud Los médicos y enfermeras deben estar entrenados en situaciones de crisis, y como complemento del tratamiento médico deben poder utilizar las cuatro tareas supervivencia física, expresión de sentimientos, dominio cognoscitivo y adaptación conductual e interpersonal. Cuando una enfermedad grave golpea a una familia, casi seguro se produce una crisis psicológica. Uno de los resultados de esta crisis puede ser el síndrome de la enfermedad crónica, que implica que la vida quede organizada y subordinada a la enfermedad. Una adecuada resolución de la crisis implica descentrar la enfermedad y encauzar la vida según otros intereses más productivos.

Bibliografía 1. Crisis, familia y psicoterapia (Alberto Clavijo Portillo). 2. Material de apoyo de Medicina General Integral. 3. Colectivo de autores: Alvarez Sintes Tomo I, 2008 4. Colectivo de autores. Intervencion en salud. Familiar OMS 2004