Crisis Del Siglo III

La crisis del siglo III López Barja de Quiroga, P. y Lomas Salmonte, J. Historia de Roma. Ediciones Akal. Madrid, 2004.

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La crisis del siglo III López Barja de Quiroga, P. y Lomas Salmonte, J. Historia de Roma. Ediciones Akal. Madrid, 2004. Tras la muerte de Alejandro Severo, en el año 235, finalizaba la dinastía de los Severos y comenzaba la anarquía militar. De este modo Roma entraba de lleno en el período denominado como Crisis del siglo III. Características: Pesimismo religioso y auge de las religiones orientales, especialmente el cristianismo. La presión de los pueblos bárbaros en las fronteras. Protagonismo de los cuerpos militares. Pérdida de capacidad política del ordo senatorial. Falta de credibilidad de la autoridad imperial, por todo lo dicho antes. Es un período: De tránsito del Principado a la Antigüedad Tardía. De crisis económica, social, política y religiosa. De riqueza en cuanto a grandes cambios: porque mostrará nuevas perspectivas sociales a otros estamentos, que ya no son exclusivamente el orden ecuestre y el senatorial. Porque dinamiza al ejercito en la defensa del Imperio. Porque originará nuevas formas sociales. Porque Roma se abrirá definitivamente a las externae gentes. Porque al abrirse al cristianismo acabará con modos viejos y decadentes de religiosidad. Porque alumbrará el imperio bizantino y los reinos cristianos de Occidente. Mediterráneo: unidad cultural, pero también regionalización. Para lo militar y lo económico hay que tener en cuenta esta regionalización. No todo el imperio atravesó una crisis de disminución de cosechas, autarquía, crisis comercial, etc. No fue así en el norte de África y en Oriente. En definitiva, no se puede reducir el período a una “decadencia del Imperio” (p.404). Es necesario un análisis multifocal. Es un periodo de cambios y transformaciones y no de destrucción total. “Desprendernos de la visión catastrófica que proporcionan las fuentes literarias” (404) añadiendo una información más neutra que brota de la epigrafía, la papirología, la arqueología y la numismática. Esto permite una nueva lectura de la época. Época de cambios y transformaciones: del volumen o rollo al libro o codex, una nueva religiosidad. (ver Marrou)

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Rostovtzeff “El ejército que antes había sido el servidor del Imperio, se convierte en amo y actúa por medio de gobernantes a los que entroniza o derroca a su capricho y sin justificación

alguna”. (Rostovtzeff) Cómodo fue, como Nerón y Domiciano, uno de los peores gobernantes del imperio. “continuo libertinaje, entregado a su morbosa pasión por el arte de los gladiadores. Descuidó los asuntos militares y administrativos; fundó todo su poder en la guardia pretoriana y apenas tuvo contacto con los ejércitos provinciales.” Situación interna: “La muerte de Alejandro fue seguida por un colapso total. El Imperio se convirtió en instrumento de los soldados. Los diferentes ejércitos, uno tras otro, proclamaban emperadores a sus comandantes, los deponían por las más insignificantes quejas contra su severidad o flaqueza y utilizaban su propia fuerza para saquear sin merced las pacíficas y prósperas ciudades del Imperio. Entre los años 235 y 285 hubo veintiséis emperadores y solo uno de ellos murió de muerte natural. La mayoría eran hombres que tenían un verdadero deseo de servir al Estado, buenos soldados y buenos generales que procuraban defender al Imperio contra los enemigos extranjeros. Pero siempre tropezaban con el obstáculo de la hez de amotinados de un ejército y se veían obligados a defenderse contra rivales a quienes los soldados obligaban, con frecuencia, por medios violentos a competir por el trono.” “La frontera fue invadida en casi todos sus puntos.” “Cuanto más se agravaba la situación del Imperio, más pujante era la presión de los bárbaros en las fronteras. Pero, al mismo tiempo, nació un fuerte sentimiento en el pueblo de que era preciso, por un medio u otro, defender la civilización del Imperio romano, salvar las ciudades del saqueo y la destrucción, y restablecer la unidad del Estado. Incluso los soldados participaban de ese sentimiento” -------------------------------------------------------------------------------------Crisis (Wikipedia) es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. Los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad.

Alfoldy “Al ser total la crisis del siglo III, tuvo en el entramado social del Imperium Romanum una repercusión decisivamente más honda que, pongamos por caso, la crisis de la república romana. El orden social tradicional se desintegró y un nuevo orden fue conformándose paulatinamente; el cambio, como era de esperar en la evolución social de una época de crisis, estuvo lleno de contradicciones”. (Alfoldy, p.135) “La crisis no se presentó por doquier a un mismo tiempo y tuvo distintas repercusiones en cada una de las partes del imperio (…) Así y todo, la totalidad del imperio romano asistió a un cambio que comprendió todas las dimensiones del vivir y que produjo profundas alteraciones en la estructura de la sociedad romana. No consistió aquél únicamente en una fuerte reestratificación de la sociedad, sino en el surgimiento de un nuevo modelo de sociedad, de tal forma que este proceso de transformación sólo podría ser comparado por su significado e importancia con el cambio de estructura del siglo II a. C.” (Alfoldy, 213)

AVERIL, CAMERON El Bajo Imperio romano 284-430 d. de C. “Se tiende a caer en juicios errados respecto a este período debido a que no se ha conservado ningún relato de la época que dé cuenta de los cincuenta años cruciales de mediados del siglo III, de forma que sólo se dispone de la Historia Augusta, a menudo fantasiosa y trivial, que se lee más como una columna de cotilleos de la prensa amarilla y que, una vez leída, es difícil de olvidar.” (p. 26) “la «era de espiritualidad» (como se ha denominado a la Antigüedad Tardía) nació de la inseguridad experimentada en el siglo III, o, dicho en otras palabras, que la gente se volvió hacia la religión, y quizás sobre todo hacia el cristianismo, en un intento de encontrar significado o de huir de las aflicciones de la época.” (p.26-27) “la imagen de los emperadores galos como un régimen separatista probablemente sea una idea moderna, pues, como indica Tácito, durante mucho tiempo uno de los «secretos del Imperio» fue que se podían legitimar emperadores fuera de Roma.”

No debemos desconocer los modernos enfoques sobre la crisis del siglo III en los que se atenúa la situación de “conflicto que pudo terminar con el Imperio”. Más bien habría que hablar de situación crítica. Lo cual significa que es una doble posibilidad. Crisis implica un periodo de cambio, de final de algo, continuidad de otros elementos y principio de unos nuevos. “Imperio galo”: 259-274 Aureliano toma Palmira en el 272 Contradicciones: (García Moreno). La gente se volvió hacia el cristianismo y las religiones mistéricas del Orien ml.te. Inestabilidad política.

Marrou, H.I. ¿Decadencia romana o antigüedad tardía? Siglos III-VI. Ediciones Rialp, Madrid, 1980. “Por muy grave que haya sido, especialmente en el plano político o económico, la crisis que conmovió el sistema de la Roma imperial a lo largo del siglo III, no trajo consigo una ruptura brutal, un desmoronamiento tan complejo como el que Occidente conocería durante los siglos V a VII bajo las invasiones de los bárbaros. La vida no quedó interrumpida, ni se abolieron las instituciones, así como tampoco las costumbres, tan queridas, ni las formas tradicionales de la existencia.” (p. 26-27) Los contemporáneos de Diocleciano y Constantino fueron conscientes de asistir a una reorganización del Imperio, tomando elementos del régimen del Imperio sasánida. “Con el Bajo Imperio, Roma se convierte en una monarquía de tipo oriental: el soberano queda investido por la divinidad y por ello participa en cierto modo de ésta…” (p.27) Civilización helenística: inicia con la victoria de Filipo II de Macedonia en Queronea (338 a.C.). Con la epopeya de Alejandro se extiende por todo el Próximo Oriente. Luego Roma adopta esta civilización. Para el siglo II a.C. “la unidad cultural del mundo mediterráneo se ha realizado” (47). La única civilización que existe es la heleno-romana, y dentro de esta unidad, existen dos formas: Oriente griego y Occidente latino. La ciudad (polis) sigue existiendo, pero “se ha degradado hasta llegar al simple nivel municipal” (47). El problema del hombre pasa a primer plano: personalismo. “Se trata de otro universo mental.” El periodo helenístico coincide o se prolonga durante todo el Alto Imperio (siglos I a III). Es una época mucho más profana que la anterior (la de la Grecia clásica: lo sagrado se encontraba por todas partes). En Queronea cayeron los dioses de la ciudad. Así es como nos encontramos con el culto a los soberanos, en una época de gran confusión. “El hombre helenístico se nos revela como mucho menos sensible a los valores propiamente religiosos. Ahora el tema dominante de la época es el de la búsqueda de la felicidad; el horizonte se reduce a las dimensiones de la vida humana dentro de sus límites terrestres, los de la vida presente.” (48) La crisis del siglo III (235-284) “Creciente anarquía: los soldados ponen y deponen emperadores, que mueren, casi todos, de muerte violenta. En el Imperio iraní, que se extiende sobre la Mesopotamia semítica, la dinastía de los sasánidas derroca, en el 224, a la de los arsácidas partos; este cambio de dinastía corresponde a un renacimiento del Irán en los planos político y religioso. En Europa, el mundo germánico queda trastornado por migraciones de gran amplitud; la presión de estos pueblos bárbaros se hace sentir cada vez con más fuerza sobre las fronteras del Danubio y del Rin.” (p.183)