Convivencia y Cultura de Paz 4

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TODOS TENEMOS DERECHO A LA PAZ PROYECTO CULTURA DE PAZ Y CONVIVENCIA 1 “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. P. Freire

FUNDAMENTACIÓN

El contexto histórico

Vivimos un momento histórico de confrontación dialéctica de modelos de convivencia, se contraponen cotidianamente mensajes provenientes de los medios de difusión, de la familia, del barrio, de la escuela y de todos los medios que inciden en el proceso de socialización. El desafío de las instituciones educativas es definir y poner en práctica un modelo de convivencia en forma democrática y participativa, que involucre a toda la comunidad y que tenga como sustentos la Cultura de Paz y .los Derechos Humanos. En todo el sistema se debe trabajar para generar los mecanismos de complementación, coordinación y comunicación con otros organismos del Estado, que permitan que la escuela se ocupe de su tarea específica, que es educar en un clima de armonía, de respeto, de solidaridad y colaboración, de confianza, seguridad y fomento de la autoestima.

1Por Acta N° 64 Resolución N.º 4 del Consejo de Educación Inicial y Primaria elaboración y promoción del proyecto “Cultura de Paz y Convivencia”.

se crea una Comisión que tendrá como cometido la

Sustento y antecedentes.

El 19 de diciembre de 2016 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó reconocer el Derecho Humano a la Paz, como parte de la tercera generación: los denominados “derechos de solidaridad”. En el Artículo n.°1 se declara: “Toda persona tiene derecho a disfrutar de la paz de tal manera que se promuevan y protejan todos los derechos humanos y se alcance plenamente el desarrollo”.

Como se observa el concepto de paz trasciende la mera ausencia de guerra o violencia y se proyecta al pleno desarrollo integral de la persona con la garantía del Estado para todos sus derechos. UNICEF en su publicación Panorama de la Violencia hacia la Infancia en Uruguay 2017 señala que es necesario visibilizar la situación de violencia y maltrato que viven miles de niños uruguayos y generar insumos para el diseño de políticas de prevención, detección y atención que pongan fin a este fenómeno que tantos efectos adversos genera en la infancia. [...]La disciplina violenta tiene una alta prevalencia en el Uruguay. La violencia contra niños, niñas y adolescentes, sea en sus manifestaciones más evidentes como la violencia física o en las más sutiles como la violencia psicológica, parece indicar que el fenómeno no es aún percibido socialmente como un tema de preocupación. (pp.50)

En el Informe 2017 de la misma organización se expresa: El maltrato infantil es una realidad extendida en la sociedad uruguaya. Los niños y niñas que crecen con personas adultas autoritarias, que emplean métodos disciplinarios violentos de forma regular, tienden a mostrar menor autoestima y

peores resultados académicos, son más hostiles y agresivos, menos independientes y más proclives al abuso de sustancias peligrosas durante la adolescencia. Desnaturalizar el maltrato y proporcionar nuevas formas de educar sin violencia es un desafío de largo aliento, pues este tipo de relación está instalado, es altamente tolerado aceptado, incluso por madres, padres y cuidadores.

El Congreso Nacional de Educación “Julio Castro” recomienda: “Se debería incluir la cultura de paz en los principios de la educación, así como fomentar a nivel nacional e internacional el desarrollo de la paz y la justicia. Se debe defender los derechos humanos ya que todos los seres humanos sin exclusiones son sujetos de derecho”. (Primer Congreso Nacional de Educación. Comisión 14, Montevideo:2006, pp. 208)

Para incorporar la Cultura de Paz en la vida de las instituciones es necesario reconstruir este concepto ya que involucra el universo de aspectos tanto personales como sociales del ser humano, se despliega en todas sus dimensiones: ética, físico-biológica, intelectual, estética, socio-afectiva, productiva, laboral, cultural. Supone una manera de comprender, ser y estar en el mundo, una manera alternativa al paradigma bélicoviolentista que ha imperado hasta hoy. Construir una plataforma institucional de Cultura de Paz supone: •

Practicar la no violencia activa.



Compartir el tiempo y los recursos materiales.



Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural.



Conservar el planeta.



Redescubrir la solidaridad.

La institución educativa que se sustenta en los principios de Cultura de Paz se constituye en el ambiente propicio para relaciones personales equilibradas y respetuosas. El aprendizaje y la enseñanza en esas condiciones se convierten en un esfuerzo gratificante y productivo que permite el desarrollo integral del educando y el educador. Por ello educar en Cultura de Paz no es un esfuerzo adicional que se reclama a los educadores sino un auxilio para facilitar y hacer más consistente su trabajo pedagógico. Cultura de Paz- Material de apoyo para maestros y estudiantes de formación docente. (Primera edición CEIP: noviembre 2011, pp.4)

La ley de Educación en su Artículo n.°41, aludiendo a la participación de alumnos, padres y comunidad, expresa que, el centro educativo de cualquier nivel o modalidad será un espacio de aprendizaje, de integración y convivencia social y cívica, de respeto y promoción de los derechos humanos. Y en el artículo 13 se hace clara referencia a la Cultura de Paz y la Convivencia jerarquizándolas entre los fines de la educación. (pp.2)

La OEI señala que los conocimientos, las actitudes y los valores completan su sentido en la vida práctica cotidiana, personal y social y se plasman por lo tanto, en capacidades de acción...para vivir y trabajar con los demás, cooperar, participar en debates públicos y en iniciativas conjuntas[...]En el acto de ejercer la ciudadanía intervienen procesos de empoderamiento, reflexión y participación. El ejercicio de tales acciones requiere el desarrollo de habilidades de construcción y fortalecimiento de la autonomía, del autocuidado y el autorreconocimiento y del reconocimiento del otro. (Programa Entornos Educativos Libres de Violencia, OEI:2017, pp. 5 y 6) El CODICEN de la ANEP propone: Instalar en el debate educativo la noción de convivencia conlleva ineludiblemente a problematizar la cuestión del habitar junto con

otros el espacio escolar. Precisamente, esta consideración debería dar cuenta de la irrenunciable complejidad constitutiva de la convivencia como también de sus intentos de abordaje, tanto a nivel local como desde las políticas educativas. Asumir en estos términos la convivencia reclama entonces, de manera inexorable, el reconocimiento de la relación con un otro. Relación caracterizada por su dinamismo e inestabilidad, relación en constante construcción, relación a través de la cual se inscribe sin cesar esa vital conflictividad característica de las sociedades humanas. (Dirección Sectorial de Planificación Educativa; CODICEN, pp. 8)

En el marco de las políticas educativas del CEIP se entiende como educación de calidad, “aquella que comienza con el reconocimiento de cualquier propuesta que pretenda promover la construcción responsable de una democracia participativa, como resultado de una acción en la que los distintos actores desplieguen sus intereses, plasmen sus expectativas, comprometan sus esfuerzos y establezcan los alcances de sus compromisos y responsabilidades”.(pp.18)

En la fundamentación del Programa de Educación Inicial y Primaria(2008), se expresa que las concepciones contemporáneas sobre la democracia, particularmente la democracia social, requieren pensar nuevos modelos de educación vinculados al desarrollo del hombre y la sociedad[...]Las nuevas concepciones sobre los derechos referidos a infancia, etnia, género, entre otros constituyen hoy pilares fundamentales de la concepción de ciudadanía. Esta nueva ciudadanía requiere que la educación sea responsabilidad de todos como situación social multideterminada, que ya no puede resolver sus desafíos desde una perspectiva única ni unilateral por lo cual demanda el compromiso de respeto y solidaridad como perspectiva dialéctica, derechos y deberes” (pp.19), así, la educación

democrática contribuye a la construcción de una cultura de los derechos, una cultura de la solidaridad entre las personas y los pueblos que se oponga a la xenofobia y la discriminación, una cultura de paz. La educación para la convivencia y la paz es un proceso que implica acciones intencionales, sistemáticas y continuas encaminadas al desarrollo personal y colectivo mediante marcos que generen formas alternativas de pensar, sentir y actuar. Este proceso supone potenciar la capacidad para afrontar los conflictos desde una perspectiva creativa y no violenta y vivir conscientemente los valores de igualdad, justicia, respeto, libertad y solidaridad, entre otros. Teniendo en cuenta los antecedentes señalados la Comisión propone visibilizar, concientizar

e involucrar a las comunidades educativas para la construcción de una

cultura de paz

y convivencia armónica a través de acciones y experiencias de las

escuelas y sus comunidades. Por otra parte, pretende sistematizar y documentar estas experiencias a nivel de todas las escuelas del país mediante el intercambio de prácticas y experiencias educativas democráticas, promoviendo la participación de todos los actores.

Precisiones conceptuales

Sin agotar el alcance de los conceptos que siguen, que serán enriquecidos por cada colectivo, nos parece necesario explicitar el encuadre que sustenta esta propuesta.

Paz La Paz es una construcción “situada” por estar condicionada por circunstancias históricas, socio-témporo-espaciales. El sentido de la Paz no es el mismo en un país donde hay guerra que en un país donde hay riqueza y pobreza extremas, en un país donde hay enfrentamientos religiosos, el sentido de la Paz no es el mismo en un país que

sufre bloqueo económico que en un país donde no todas las personas tienen acceso al agua o en uno que es usado como depósito de desechos tóxicos; muchas veces estos factores se combinan y desembocan en guerras por la posesión y control de petróleo, agua, metales y otras riquezas. Las múltiples dimensiones de la paz se configuran de manera diferente en cada sociedad concreta, en cada lugar y momento histórico particular, pero como vemos, siempre la Paz excede la mera ausencia de guerra. La construcción de la Paz supone necesariamente la no existencia de guerra, pero ese requisito siendo necesario no es suficiente. La ausencia de enfrentamientos bélicos constituye una paz incompleta porque es una paz por negación, es una paz negativa (Galtung, J.:1985). El concepto de Paz que proponemos, desde una perspectiva crítica es una Paz positiva centrada en una relación con la sociedad y con el ambiente basada en el respeto, la justicia, la solidaridad y la armonía. Vista de este modo no supone pasividad ni resignación sino una actitud activa, de lucha por la Paz, lucha que se desarrolla en el entorno inmediato, que se sustenta en un análisis de la realidad y que percibe la dimensión mundial del compromiso por la Paz.

Cultura de Paz El Programa de Educación Inicial y Primaria(2008), propone un concepto de Cultura de Paz: En el marco de una Democracia Social que busca transformaciones a la injusticia, se requiere el desarrollo de una Cultura de Paz centrada en los Derechos Humanos.[...]Es una manera diferente de ver el mundo, es una manera alternativa y contrapuesta al paradigma bélico imperante basado en la violencia, la competencia, la imposición del más fuerte y la injusta distribución de la riqueza material y cultural. La paz es la materia de un derecho, del que son titulares todos los seres humanos y todos los pueblos, que deben ejercerlo a nivel interno e internacional y que debe ser garantizado y protegido. (pp. 103)

La cultura de la paz consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos, que rechazan la violencia y previenen los conflictos, tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas y las naciones.

Convivencia El término convivencia tiene como base el término convivir, del que deviene el “vivir-con”. Por lo tanto, al hacer referencia a la convivencia está implícito el “vivir-con-elotro”. Esta posibilidad de “encuentro-con-el-otro” implica un espacio y un tiempo determinados. La condición humana no le es dada al hombre sino como posibilidad, que se asigna como tarea a completar, como recorrido que no puede hacerse sin otro, en tanto ser social. En este sentido, dice Paulo Freire: “Me gusta ser persona porque la historia en que me hago con los otros y de cuya lectura participo es un tiempo de posibilidades y no de determinismo …Me gusta ser persona porque como tal, percibo, a fin de cuentas, que la construcción de mi presencia en el mundo, no se consigue en el aislamiento inmune a la influencia de las fuerzas sociales, no se comprende fuera de la tensión entre lo que heredo genéticamente y lo que heredo social, cultural e históricamente. (Paulo Freire: 1996). La convivencia es un hecho histórico que tiene como principales protagonistas a los individuos en su carácter de seres sociales. Cullen (1997) afirma, en este sentido que la misma “define estructuralmente la vida humana”. En este proceso de construcción de su vida el individuo aprende a convivir. La noción de convivencia aparece ligada a la trama vincular y a las formas de relacionamiento generadas entre los individuos en tanto sujetos sociales. Por tanto, surge de la condición misma de la naturaleza de la persona, en tanto sujeto que vive-con otros.

El ser humano es intrínsecamente un ser de convivencia. Esto lo conduce casi imperceptiblemente a hacerse miembro de una sociedad determinada. Este proceso de “aprendizaje de convivencia” se enmarca dentro de la socialización, entendida como la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo de la sociedad o en un sector de él (Berger y Luckmann, 1997).” Informe de la Comisión para la Promoción de la Convivencia Saludable, el Ejercicio de la Ciudadanía y la Prevención de la Violencia en el marco de una Cultura de Respeto de los Derechos Humanos.(ANEP_CODICEN:2007) Porque la convivencia es formadora ( medio para educar) y formativa(fin a ser alcanzado), se torna sumamente relevante como elemento socializador y su aprendizaje en las prácticas institucionales cotidianas será realmente efectivo en la medida que intencionalmente, pero sobre todo con intencionalidad educativa, se reflexione sistemáticamente sobre ellas y para el mejoramiento de ellas. Sin embargo esta reflexión es insuficiente. Es necesario también, intervenir para transformar algunos aspectos de la convivencia. Es la inevitable presencia del conflicto en toda vida institucional lo que exige que así sea ya que el conflicto forma parte, es inherente a las interacciones sociales de los seres humanos, al funcionamiento de cualquier establecimiento institucional y por ende a la convivencia escolar. Aprender a analizar y negociar conflictos se ubican entonces en la categoría de contenidos curriculares. No desde lo meramente discursivo y teórico del deber ser sino desde lo vivencial y práctico, para aprender a ser, en y para la convivencia con otros, donde la educación para la paz sea un objetivo propuesto.” Guía para la promoción de buenos climas de convivencia en la escuela y estrategias de tramitación de conflictos. (UNESCO-UNICEF-ANEP:2009)

MARCO DE ACCIÓN Objetivos •

Contribuir a que el Centro Educativo sea un espacio de convivencia democrática y construcción de ciudadanía.



Fomentar la participación de los integrantes de la Comunidad Educativa en la construcción de la cultura de paz.



Habilitar espacios dialógicos de construcción de confianza, de disfrute y pertenencia.



Generar saberes y prácticas de atención a situaciones singulares que emergen de la cotidianeidad escolar y manifiestan malestares y violencia.

Estrategias •

Para el abordaje de los objetivos propuestos es pertinente la interacción, intercambio coordinación y comunicación entre los distintos actores e instituciones participantes.



La elección y adaptación de él o los objetivos planteados es una construcción autónoma de cada centro educativo.

Acciones •

Realización de un evento académico: Seminario sobre “Cultura de Paz y Convivencia”, organizado conjuntamente con OEI, días 7 y 8 de setiembre.



2° Congreso Nacional de Niñas y Niños por una Educación Inclusiva. Juntos Aprendemos Mejor.



En el marco de la Convención y el día de los Derechos del Niño (20 de Noviembre) se instrumentará en todas las instituciones del país, la semana de: “Todos tenemos derecho a la paz”.



Se creará un espacio dentro de la plataforma CREA

con banco de datos,

documentos y registro de experiencias. En síntesis

La Comisión, irá promoviendo distintos niveles de participación lo que dará cuenta de la adhesión a la temática e incentivará que la misma sea cada vez mayor.