Conductas Delictivas en La Adolescencia

LAS CONDUCTAS DELICTIVAS EN LA ADOLESCENCIA Módulo I: La adolescencia y las actuaciones delictivas. Curso “Intervención

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LAS CONDUCTAS DELICTIVAS EN LA ADOLESCENCIA

Módulo I: La adolescencia y las actuaciones delictivas. Curso “Intervención psicopsico-socio educativa en centros residenciales con menores en conflicto social”

María Hidalgo Coordinadora Equipo Psicosocial Judicial de Donostia.

INTRODUCCIÓN: EL EQUIPO TÉCNICO EN LA JUSTICIA PENAL JUVENIL. 1.- LA GÉNESIS Y EL MANTENIMIENTO DE LA VIOLENCIA HUMANA: TEORÍAS DE LA AGRESIÓN.

2.--TIPOLOGÍA DE LAS INFRACCIONES ADOLESCENTES.

3.- FACTORES ASOCIADOS A LAS CONDUCTAS DELICTIVAS ADOLESCENTES: 1.2.1.- Personajes violentos: -

Edad: la adolescencia. Diferencias de sexo: Carencias y conflictos:

1.2.2.- Escenarios y contextos.

4.-FACTORES DE PREDISPOSICIÓN DELICTIVAS(REINCIDENCIA)

DE

LAS

CONDUCTAS

5.- CLASIFICACIÓN DE LAS CONDUCTAS DELICTIVAS Y PRONÓSTICO

6.- CASO PRACTICO. BIBLIOGRAFÍA

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1.1.- INTRODUCCIÓN: EL EQUIPO TÉCNICO EN LA JUSTICIA PENAL JUVENIL: 1.1.1.1.- Antecedentes: La jurisdicción penal juvenil es especializada: los jueces de menores son especialistas, los fiscales también, hay un turno de oficio de abogados especializados en menores, etc. Pero uno de los elementos diferenciadores de la justicia penal juvenil de la justicia penal de adultos es la presencia permanente en el proceso penal juvenil del Equipo Técnico. Es decir, hay una conexión directa entre los adolescentes que pasan por la justicia juvenil y el Equipo Técnico. Se ha dispuesto legalmente que ha de haber psicólogos, trabajadores sociales y educadores presentes en todo el proceso con menores infractores. La creación de los Equipos Técnicos de los Juzgados de Menores es muy reciente en su configuración actual (septiembre de 1988, aunque con anterioridad se pusieron en funcionamiento determinados equipos en algunas ciudades). Es anterior en el tiempo la creación y existencia de Equipos Técnicos en otros ámbitos de la administración de justicia como son el caso de los Juzgados de Familia. Con respecto a la justicia de menores, hallamos antecedentes en el artículo 73 del Reglamento para la ejecución de las medidas L.T.T.M. de 1948 (actualmente derogada) que recoge la posibilidad de que el presidente dispusiera de técnicos especializados para proceder al examen y reconocimiento del menor, con ulterior emisión de un informe acerca de la constitución psicofisiológica. Y el articulo 126 del mismo reglamento habla de "establecimiento de laboratorio psicológicos en las casas de observación y reformatorios." Y la primera disposición legal que introduce la figura del Equipo Técnico en el procedimiento es la Ley Orgánica 4/1992 reguladora de la competencia y el procedimiento de los Juzgados de Menores, (sustituida por la actual L.O. 5/2000), si bien ya existían en la práctica.

1.2.1.2.- Organización y funcionamiento del "Equipo Técnico" de la L.O. 5/200 en la C.A.P.V. Desd e su creación como tales, los equipos técnicos estaban adscritos a los Juzgados de Menores. Con las trasferencias de 1996, en 1999 pasaron a depender orgánicamente de la Viceconsejería de Justicia del Gobierno Vasco y con el objetivo de una racionalización de los recursos en la organización de los servicios de apoyo a la Administración de Justicia se modificó la adscripción de cada uno de los profesionales de los Equipos Técnicos y Psicosociales a un órgano judicial concreto, para pasar a formar un único equipo interdisciplinar, el denominado Equipo Psicosocial Judicial de la Comunidad Autónoma.

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Este Equipo interprofesional está integrado por psicólogos, trabajadores sociales y educadores, constituye en estos momentos, un equipo psicosocial forense que atiende y da respuesta a todas las solicitudes relativas a su campo de especialidad provenientes de los Juzgados, Tribunales y Fiscalías de Menores. Se dividen en tres Equipos independientes ubicados en las tres sedes judiciales de las capitales de los tres territorios que forman la Comunidad Autónoma del País Vasco. Cada uno de los tres equipos por su parte, atiende aquellas solicitudes de informe o intervención donde se encuentran ubicados. No obstante, un Juzgado de una provincia puede solicitar un informe de un menor o un adulto a otra provincia siempre que tengan fijada su residencia en la misma. Si bien los Equipos dan respuesta a las solicitudes de todas las jurisdicciones (penal de adultos, infractores, víctimas, violencia doméstica, etc, ) la Jurisdicción Penal de Menores es una de las áreas en las que los Equipos desarrollan una mayor actividad. Esta es la jurisdicción donde, por desarrollo de la propia Ley, el equipo tiene reconocidas más competencias de actuación profesional y donde las funciones a ejercer se encuentran más y mejor definidas. Por tanto, los profesionales de estos Equipos, actuando como "Equipo Técnico" (en el ámbito del Juzgado y Fiscalía de Menores se emplea la denominación que utiliza la ley Orgánica 5/2000 reguladora de la responsabilidad penal de los menores) dan respuesta, a las solicitudes y requerimientos que se formulan en esta materia desde las Fiscalías y los Juzgados de Menores. 1.3.1.3.- Funciones más relevantes del Equipo Técnico En la Ley reguladora de la responsabilidad penal de los menores se detallan claramente los momentos en los que ha de intervenir el Equipo técnico, así como las funciones que se le atribuyen; extendiéndose éstas mucho más allá de lo que constituye la elaboración de un informe pericial y la posterior ratificación del mismo. Al Equipo Técnico se le atribuyen distintas funciones en la fase previa a la instrucción (medidas cautelares), en la fase de instrucción (informe, etc.), durante la celebración de las audiencias (informes orales...) y a lo largo del cumplimiento de las medidas (informes de revisión...) Teniendo en cuenta el contenido de la actuación, la intervención del Equipo Técnico se refiere a: 1.- Actuación asitencial al menor: Regulada como un derecho del menor a solicitar la asistencia de los servicios del E.T. 2.- Asesoramiento al Juez y Fiscal de Menores, en cada caso concreto. 3.- Mediación penal juvenil. Son las funciones de asesoramiento y de mediación las de mayor contenido y las más claramente reguladas:

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1.- Asesoramiento del Equipo Técnico: El asesoramiento se refiere a la introducción en el proceso judicial de contenidos psicológicos, sociales, educativos y familiares, destacando el interés del menor; y se concreta mediante la emisión de diferentes informes cuyo destino es siempre el expediente judicial. Separado por fases, la L.O 5/2000 establece los siguientes momentos y contenidos de los informes del Equipo Técnico: a.- Asesoramiento en medidas cautelares: cuando existen indicios racionales de comisión de un delito o riesgo de eludir la acción de la justicia, el Fiscal de Menores puede solicitar al Juez que se adopte una medida cautelar (Internamiento, en casos de gravedad, repercusión y alarma social), Libertad Vigilada, o Convivencia con otra persona, familia o grupo educativo). En estos casos, se solicita del Equipo Técnico que asesore sobre: -

La naturaleza de la medida cautelar en interés del menor, es decir, en base su situación personal, social, familiar, educativa Asistencia a la comparecencia sobre medidas cautelares para informar sobre la conveniencia o no de la medida solicitada por el Ministerio Fiscal, en interés del menor.

b.- El informe sobre la situación del menor: Al principio de la Fase de Instrucción, se solicita del Equipo Técnico que informe sobre la situación psicológica, educativa, familiar y entorno social; así como sobre las circunstancias relevantes a efectos de adoptar alguna de las medidas previstas. Puede, además el E.T., basándose en su informe y valoración, realizar propuestas de no continuar la tramitación, de intervención socioeducativa o medida, y de posibilidad de mediación. c.- Informes orales durante la audiencia: Durante la audiencia o juicio oral, se solicita al Equipo Técnico que argumente la procedencia o no en interés del menor, de las medidas propuestas por el Fiscal; que exponga las circunstancias del menor; y puede ser oído acerca de la conveniencia o no de que el menor esté acompañado de su representante legal d.- Otros informes pre-sentenciales: Se solicita intervención del E.T. para poder ampliar el Juez el plazo de duración de algunas medidas cuyo delito ha sido muy grave. También se le solicita que informe sobre el contenido de los dos periodos de la medida de internamiento: el internamiento propiamente dicho y la libertad vigilada. e.- Los informes que se le solicitan en fase post-sentencial se refieren a: en la suspensión del fallo informar acerca de la condición de actividad socioeducativa, informar para poder dejar sin efecto una medida, sustituirla o reducir su duración; en casos de varias medidas, para el cumplimiento sucesivo o para alterar el orden; si hay recurso de apelación puede ser citado a la vista en la Audiencia Provincial; en la sustitución de la medida quebrantada por internamiento.

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2.- Los procesos de mediación dirigidos por el Equipo Técnico: Los procesos de mediación entre el menor infractor y la víctima son otro gran bloque de intervención del E.T. Legalmente, los procesos de mediación aparecen bajo la forma de conciliación, reparación, compromisos o actividad educativa; y el Equipo Técnico dirige o facilita este proceso. Aunque es posible una mediación con un menor sujeto a medida judicial, en la inmensa mayoría de casos se trata de un proceso alternativo al judicial. Es decir, cuando recibe el caso el E.T. al principio del proceso se valoran las posibilidad de mediación, y si se realiza positivamente el mismo, suspende la tramitación judicial sin mas intervención. Estos procesos de mediación requieren: a.- Valorar el acceso de un menor al programa de mediación. b.- Valorar la participación de la víctima. c.- Facilitar el encuentro de mediación y la adopción de acuerdos d.- Facilitar el cumplimiento de los acuerdos e.- Evaluar el grado de cumplimiento de los mismos f.- Informar de todo ello al Ministerio Fiscal proponiendo el archivo de las actuaciones judiciales si el proceso fue positivo, o bien la continuación del expediente judicial si la evaluación ha sido negativa.

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1.1.- GÉNESIS Y MANTENIMIENTO DE LA CONDUCTA DELICTIVA: TEORÍAS DE LA AGRESIÓN:

En general se puede definir como cualquier conducta que pretende herir física o psicológicamente a alguien. Un adecuado análisis de la agresión debería reconocer las diferencias entre los diversos intentos voluntarios por perjudicar o destruir a otros. Como mínimo es necesario diferenciar entre la agresión instrumental, donde el ataque está fundamentalmente relacionado con el esfuerzo por lograr un objetivo diferente al de causar daño o destruir al blanco y la agresión hostil, donde el principal objetivo es el daño o la muerte de la víctima. Otra definición sería el contacto dañoso u ofensivo a una persona sin su consentimiento. La agresividad puede expresarse de muy diversas maneras y no como rasgo estable y constante del comportamiento, por lo que debemos tener en cuenta la situación y estímulo que lo provoca. Aunque la agresividad puede tomar diversas formas de expresión siempre tendrá como característica más sobresaliente, el deseo de herir. El agresor sabe que a su víctima no le gusta lo que está haciendo y, por tanto, no tiene por que esperar a que el grupo evalué su comportamiento como una violación de las diversas normas sociales, sino que la víctima ya le está proporcionando información directa sobre las consecuencias de su acción, lo cual hace que, con frecuencia se refuercen y mantengan en las mismas conductas. No hay que olvidar la influencia que los factores de personalidad tienen en el desarrollo de la agresividad, puesto que el niño agresor suele mostrar una tendencia al psicotícismo. Las conductas antisociales que se generan entre los miembros de una familia sirve a los jóvenes como modelos y entrenamiento de la conducta antisocial que se exhibiría en otros ambientes, debido a un proceso de generalización de las conductas antisociales. En definitiva la agresión es la conducta emergente de un entramado en el que se asocian ideas, sentimientos y tendencias comportamentales que, una vez activadas la alientan y sostienen incluso sin que el individuo ejerza un control voluntario. En términos generales la agresión es una etiqueta social que aplicamos a actos diversos, y el hecho de que apliquemos dicha etiqueta o no a un determinado acto depende del significado que le otorguemos al mismo, lo que a su vez depende de múltiples factores creencias, valores, prejuicios individuales y sobretodo sociales. De modo que la consideración de un acto como agresivo puede variar mucho de una cultura a otra, según el momento histórico, etc.

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Sin olvidar esta observación, podemos decir que la mayoría de los autores incluido Bandura entienden la agresión como cualquier conducta dirigida a la meta de procurar dolor o dañar de alguna forma a otro organismo. DIFERENCIAS ENTRE AGRESIVIDAD Y VIOLENCIA. Hay diversas teorías que explican el comportamiento violento. Son teorías complementarias, sobre la base de lo que explica el comportamiento humano son un conjunto de estímulos, unos procesos biológicos, y unas consecuencias de nuestra conducta. Definen la violencia como la agresividad descontrolada e hipertrofiada y de alguna manera, defienden que el agresivo nace y el violento se hace, en la mayoría de los casos. Los fundamentos de la conducta del se humano y los ámbitos en los que éste se comporta de forma violenta, se podría hablar de una conexión entre ambas cosas. Habría que empezar subrayando la distinción entre la conducta violenta y la conducta agresiva; en cualquier caso se habla de conducta, es decir, de un comportamiento humano, que puede se gestual, verbal motórico, porque como dicen los juristas “los pensamientos(agresivos) no delinquen, aunque los haya. Es unánime la idea de que la violencia es un grado extremo de agresión, daño, etc. Violencia es precisamente la agresividad descontrolada, la agresividad hipertrofiada¿ pero que convierte la agresividad en violencia? Historicamente ha habido dos posiciones enfrentadas los biologistas que hablan de una determinación biologíca( recientemente ha sustituido “determinación biológica” por determinación genética) de la violencia (sobre el sistema emocional.) Factores que convierten la agresividad en violencia. Teoría explicativas Sobre el sistema emocional. Componentes de la respuesta Supongamos que un individuo va a defender una propiedad ante un eventual ataque, o él mismo va a realizar un ataque. Dicho a grandes rasgos, su conducta constaría de varias respuestas: Habrá por una parte, una respuesta somática: un conjunto de respuestas automáticas que el individuo realizará para adoptar ciertas posturas(por ejemplo , sumisión) y expresiones faciales. Habrá por una parte, un componente autonómo: el conjunto de respuestas automáticas que el organismo del individuo en cuestión realizará para movilizar toda la energía que necesita ante la situación descrita. Así por ejemplo, se incrementará la frecuencia cardiaca, aumentara el flujo sanguíneo, hacía los músculos. Habrá además una respuesta hormonal, que vendrá a reforzar el componente autónomo. Así por ejemplo, la médula suprarrenal segregará adrenalina que incrementará aún más el flujo sanguíneo hacia los músculos y la corteza suprarrenal

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segregará hormonas esteroides, como el cortisol(hormona del estrés), que movilizará reservas de energía para poner al organismo en tensión. Habrá finalmente una respuesta neurotransmisora. Entre los neurotransmisores conectados con la agresividad hay dos de suma importancia. La noradrenalina prepara al organismo para hacer frente a las situaciones del entorno y la serotonina que cuando baja su nivel en el cerebro, se incrementa la irritabilidad.

Los ambientalistas defienden el origen social y cultural de la violencia. Los primeros dicen , por ejemplo, que maltratando a su compañera, el hombre se garantiza su fidelidad, y la fidelidad de la mujer es necesaria para que el hombre asegure la presencia de sus genes en el acervo de genes de la población humana. Hay otras tendencias que hablan de que la violencia es una alteración natural de la agresividad, que es agresividad hipertrofiada y que esa hipertrofia puede producirse por la acción de los factores ambientales y biológicos. Los últimos estudios cifran la influencia de los factores biológicos en un 20% sobre la agresividad. No obstante, es importante destacar, que los factores ambientales que originan la violencia lo hacen incidiendo en la agresividad y por consiguiente sobre un rasgo. De este modo ambiente y biología se unen de forma indisoluble en el ser humano. No obstante, las personas no nacen con repertorios prefabricados de conducta agresiva; algunas formas elementales, de agresión, pueden perfeccionarse con un mínimo de enseñanza. Obviamente la estructura biológica impone sus límites a los tipos de respuestas agresivos que pueden perfeccionarse y la dotación genética influye en la rápidez a la que se propaga el aprendizaje. TEORIAS ACERCA DE LA AGRESIVIDAD

Teoría psicoanalítica de la agresión: Freud concedió cada vez más importancia a la agresividad en su explicación del funcionamiento psíquico.A partir de 1920, en su última formulación de la teoría de las pulsiones, postuló, junto con las pulsiones de vida eros las pulsiones de muerte thanatos-radicamente constitutivas de la naturaleza humana. Estas pulsiones poseen un carácter primario, irreductible; no son el fruto derivado de ningún otro tipo de pulsiones previas. Las pulsiones de muerte pueden dirigirse no sólo hacia el exterior sino también hacia el propio sujeto como ocurre, por ejemplo en el caso del suicidio, o de diversas formas de autocastigo. De hecho las pulsiones de muerte se dirigen primero hacia el interior y tienden a la autodestrucción; sólo secundariamente se dirigen hacia el exterior, manifestándose entonces en forma de pulsión agresiva o de destrucción. La agresión puede manifestarse de diversas formas. No hay conducta sea positiva,

negativa, simbólica que no pueda expresarse en forma de agresión. La agresividad puede hallar formas más o menos inocuas de expresión a través de la sublimación. Por otra parte, la agresividad se encuentra estrechamente relacionada con la pulsión sexual, con la cual se mezcla en proporciones variables y mantiene un complicado juego, como queda de manifiesto en el sadismo y el masoquismo, así como en muchas conductas psicopáticas.

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Teoría clásica del dolor: El dolor está clásicamente condicionado y es siempre suficiente en sí mismo para activar la agresión en los sujetos(Hull, 1943; Pavlov, 1936). El ser humano procura sufrir el mínimo de dolor y, para ello, agrede cuando se siente amenazado, anticipándose así a cualquier posibilidad de dolor. Si en la lucha no se obtiene éxito puede sufrir un contraataque y, en este caso, los dos experimentaran dolor, con lo cual la lucha será cada vez más violenta. Hay por tanto, una relación directa entre la intensidad del estímulo y la de la respuesta. La teoría etológica de la agresión:Lorenz (1966) sostiene que los seres humanos y los animales poseen un instinto básico de lucha contra los miembros de la propia especie que se activa ante determinados estímulos del ambiente. Dichos instintos

poseen una clara una clara función: sirve a la supervivencia de la especie y del individuo. La lucha de un animal contra otro que entra en su territorio es adaptativa, pues favorece el que los animales se dispersen en áreas más amplias, evitándose, de este modo, su concentración en un mismo terreno y el rápido agotamiento de los recurso naturales en él. También es adaptativa la lucha contra los intrusos en defensa de los animales jóvenes, al favorecer que éstos vivan , maduren y posteriormente se reproduzcan, así como la lucha entre los machos por las hembras, que asegura que quienes se reproduzcan sean los más fuertes. ¿No existe pues un alto riesgo de que los miembros de la propia especie acaben matándose entre sí’. Según los etólogo, la mayoria de las especies han desarrollado “inhibidores instintivos” de la agresión que evita que esto ocurra. Por ejemplo, en los lobos, habitualmente, se evita esta posibilidad cuando el que está perdiendo en la lucha ofrece su garganta, sin protección alguna, a los dientes del vencedor. Pero lo cierto es que en la especie humana la muerte e manos de otro se da con demasiada frecuencia. Según Lorenz, ello se debe a que en los humanos el instinto agresivo se halla pobremente controlado. Dado que en los tiempos pehistóricos los humanos no se hallaban fuertemente equipados-por ejemplo, con fuertes colmillos y garras-para matar, tampoco desarrollaron inhibidores instintivos de tal tendencia. En cambio, sí

desarrollaron una alta capacidad cognitiva y muchas y sofisticadas armas. Esta ausencia de inhibidores de la agresión, junto con la presencia de armas altamente destructivas, supone un reto crucial para la humanidad. Lorenz advierte que hemos de aprender a canalizar la agresividad si no queremos poner en peligro la supervivencia misma de nuestra especie.

frustración--agresión: Es esta una de las explicaciones más conocidas Hipótesis de la frustración de la agresión. Está teoría formulada por un grupo de antropólogos y psicológos(Dollar et al, 1936), plantea que la frustración –el impedir que una conducta alcance su meta –siempre produce algún tipo de agresión y que la agresión siempre produce frustración.

Este planteamiento, no significa postular que la relación entre frustración y agresión es innata. Lo que es innato es la relación frustración –ira; la relación frustración agresión es aprendida(Sear, 1958). Hasta los dos años los niños ante una frustración lloran y dan patadas o golpes a todo lo que encuentran a su alrededor; pero no pretenden dañar. Los niños aprenden a atacar a quienes les frustran cuando descubren que sus ataques alivian la frustración. Por otra parte, dichos ataques, provocan ataques de dolor y sufrimiento en el sujeto frustrante. Si el niño asocia el dolor de éste con el alivio de la frustración, las señales de dolor adquirirán carácter de refuerzos secundarios, y el niño habrá adquirido un motivo para dañar a otros.(un impulso agresivo-hostil).

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Esta teoría presenta puntos débiles muy obvios. Aunque la frustración a menudo conduce a la agresión, no parece que pueda afirmarse que siempre sea así. Por otra parte, ¿todo acto de agresión responde a algún tipo de frustración? Revisión de la hipótesis de la frustración-agresión. Es una revisión de la hipótesis de la frustración-agresión, Berkowitz(1965, 1974), al igual que Sears, parte de que la frustración provoca únicamente una disposición a agredir, que puede considerarse en términos de ira. Sin embargo la disposición para la agresión puede aumentar igualmente por ataques por parte, de otros o por hábitos agresivos previamente adquiridos. Además, la conducta agresiva no depende únicamente de la disposición a agredir; depende también de las “señales agresivas”. Dichas señales son unos estímulos asociados con instigadores de las actuales o previos. No obstante Berkowitz matiza que, en el caso de las personas caracterizadas por una alta disposición agresiva, las conductas agresivas pueden darse sin que existan señales agresivas en el ambiente. Esta hipótesis de las “señales agresivas” implica que la exposición a cualquier objeto o evento previamente asociado con algún tipo de agresión ciertos gestos, armas, situaciones...ejercen una función de señal y aumenta la probabilidad de intercambios agresivos entre los niños. Esta teoría no tiene en cuenta que en muchas conductas agresivas no surgen de un sentimiento de ira o de rabia, sino como un medio de alcanzar fines directos no directamente agresivos. Por otra parte, hoy en día se tiende a considerarse que el impacto de las señales agresivas depende más de la interpretación que se hace de las mismas que de su mera presencia.

Teoría del aprendizaje social de Bandura. Bandura(1973, 1989) considera que la conducta agresiva como un tipo particular de consulta social que se adquiere y mantiene a través de los mismos procesos que cualquier conducta social: el aprendizaje observacional y el refuerzo directo. El ya clásico experimento de Bandura(1965) ilustra el aprendizaje de conductas agresivas a través de la observación En él, niños de guardería observan a un adulto que golpea de diversos modos a un muñeco. Los niños fueron asignados a tres condiciones distintas: en una el modelo era reforzado, en otra era castigado y en la tercera su conducta no tenía ninguna consecuencia. Más tarde se observó que todos los niños –menos el grupo en el que el modelo era castigado por sus actos agresivos- tendían a llevar a cabo con el muñeco conductas similares a las observadas en el modelo(sin haber recibido ningún tipo de refuerzo directo). Cuando a los niños que habían observado el modelo que era castigado se le ofreció un refuerzo para que mostrara todas las conductas del modelo que pudieran recordar, éstos mostraron un nivel de aprendizaje similar a los otros. Por tanto, todos los niños, los de los tres condiciones, habían aprendido a actuar como el modelo. La diferencia estaba en su actuación. Este experimento demuestra que el refuerzo no es necesario para que se dé el aprendizaje observacional. Lo que el refuerzo –directo o vicario-hace es incidir en la probabilidad de que el niño ejecute o no una conducta ya aprendida a través de la observación. Según Bandura, las conductas agresivas se mantienen y llegan a constituirse en hábitos cuando proporcionan algún tipo de beneficio a quienes las llevan a cabo. En este sentido, afirma que los hábitos agresivos a menudo persisten porque resultan instrumentales para el logro de determinadas metas, son útiles para parar las

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conductas dañinas de otros, son socialmente aprobadas por los pares y, por último, intrínsecamente reforzantes para el agresor. Bandura acepta que determinados estados internos, como la frustración o la ira, pueden facilitar la agresión, pero no los considera necesarios para que ésta se produzca. La activación interna lo que hace es aumentar la probabilidad de que la persona lleve a cabo conductas agresivas en situaciones en que se dan señales agresivas. Cualquier tipo de activación puede tener este efecto, en la medida en que, al haber señales agresivas, el sujeto tiende a interpretar su activación interna como señal de un estado de frustración o de ira.

La teoría del procesamiento social: Los teóricos del procesamiento de la información subrayan que la conducta agresiva no depende tanto de las señales sociales presentes en la situación como del modo en el que el sujeto las procesa e interpreta. Una de las teorías sociocognitivas más conocidas es la de Dodge(1980, 1986). Este autor plantea que los sujetos, en una situación social dada, poseen una serie de experiencias en su almacén de memoria y unas metas concretas(divertirse, hacer amigos, jugar, no crearse problemas inutilmente) En dicha situación, la conducta del sujeto ante la señal social va a depender de cinco pasos o “procesos cognitivos” El primer paso es el de la descodificación de la señal. Por eje, si alguien se tropieza con él, el niño se fijara en si el otro, se ríe, parece preocupado o desconcertado. En segundo lugar viene la interpretación. El niño a partir de las señales percibidas, se preguntará si el otro trataba de fastidiar o se trataba de una broma. Para responder a esta cuestión tendrá en cuenta la información almacenada acerca de situaciones similares en el pasado, así como sus propias metas en la situación. En tercer lugar, se da un proceso de búsqueda de respuesta en el que se consideran diferentes cursos de acción posibles(reirse, pegarle?). En cuarto lugar, se toma una decisión acerca de la respuesta más apropiada, tras sopesar las ventajas y los inconvenientes de las diversas alternativas posibles. Por último, se produce una fase de codificación, en la que el sujeto lleva a cabo la respuesta elegida. Evidentemente, los niños pueden diferir entre sí tanto en las experiencias previas como en las metas concretas con las que acceden a la situación, así como en sus habilidades de procesamiento. Dodge(1980, 1986) se centra especialmente en este último factor y destaca el papel que puede ejercer, en la conducta agresiva, un cierto sesgo atribucional. A través de los diversos estudios, este autor ha demostrado que los niños altamente agresivos, que tienen un pasado de continuas peleas con sus compañeros, tienden a tener fuertes expectativas de hostilidad por parte de los otros. De este modo, en cuanto alguien les hace algo, tienden a buscar señales sociales que confirmen sus expectativas. En situaciones ambiguas, en las que la intención de dañar no es clara, estos niños tienden a atribuir en mayor medida la intencionalidad de dañar , lo que le predispone a responder de forma agresiva. Esta respuesta agresiva puede provocar la reacción de la víctima, que la percibe como injustificada, y dicha reacción, a su vez, fortalece las expectativas del niño.

La teoría familiar sistémica :En los años 60 surge la terapia familiar sistémica como una alternativa

a las concepciones del psicoanálisis

y su tratamiento de larga

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duración Entre estos profesionales estaba Minuchin a la cabeza y la “terapia estructural” de Haley. La relación entre la teoría General de sistemas y el desarrollo del niño ha sido definida por diferentes autores(Sameroff, 1989). En esta formulación, la conducta antisocial s contempla como el resultado lógico de un funcionamiento desajustado en el sistema familiar. Sameroff describe los siguientes principios como caracteristicos de un sistema familiar general: 1) el todo es más grande que la suma de las partes. 2) Un sistema familiar tiene un punto de equilibrio que intenta mantener. Las perturbaciones provienen tanto de dentro como de fuera, se contrarrestan con cambios en las relaciones estructurales internas, de ahí que el sistema sea autoestabilizado. 3) Los esfuerzos por autoestabilizarse llevan a una reorganización de la estructura del sistema. 4) Los cambios aparecerán a lo largo de las líneas jerárquicas.

Desde el punto de vista sistémico, las conductas problemáticas pueden comprenderse mejor examinando la estructura familiar. Por ejemplo, ¿con que claridad se definen los límites entre los diferentes roles dentro de la familia?. Estos límites, ¿son rígidos o muy laxos? Y a partir de ahí interrumpir la relación disfuncional entre los componentes familiares. Teoría del control Otras teoría de la socialización se preguntan más por las razones de ciertos jóvenes no delincan, que por los motivos que impulsan a otros sujetos a no cometer delitos. Un ejemplo de ellas son las teorías del control de Walter Reckless(1967) y Travis Hirschi (1969). Sus respuestas tienen que ver con los vínculos sociales que posee el sujeto; son explicaciones que giran en torno a cómo las personas llegan a desarrollar lazos fuertes a las convenciones y resisten las tentaciones de agredir o robar. Reckless en su teoría de la contención da gran importancia a las caracteristicas o cualidades personales del individuo que pueden aislarse y protegerle de los impulsos internos y de las influencias criminológicas del entorno. Estos mecanismos de controles son internos y externos. Los externos proceden del control ejercido por los diversos grupos sociales, pero especialmente de los grupos significativos e incluyen sentimientos de pertenencia a comunidad, código morales, roles sociales coherentes y refuerzo de los valores y objetivos convencionales. Los internos se refieren a un buen autoconcepto, tolerancia a la frustración, metas claras y realistas, y en general todos aquellos aspectos que se hagan de la personalidad de una estructura sólida. Para Hirschi el vínculo que establece el sujeto que no delinque con la sociedad convencional se compone de cuatro elementos : adherencia o apego a las personas significativas especialmente padres y escuela, compromiso(creencia y aceptación de las actividades convencionales, implicación(tiempo consumido en actividades convencionales y creencias( atribución de validez moral a las normas). La conducta delictiva s Surgirá cuando se produce un debilitamiento en estos lazos interpersonales. Goleman (1995) no describe una investigación llevada a cabo en la Universidad de W ashington, en el que se analizaron las formas en que los padres manejan las

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interacciones con sus hijos, descubriendo que las parejas emocionalmente más maduras eran también las más competentes para ayudarles a hacer frente a sus altibajos emocionales. El estudio demostró que los tres estilos de paternidad emocionalmente más inadecuados eran los siguientes:

Desatender completamente el sentimiento de los hijos. Este tipo de padres considera que los problemas emocionales de los hijos es algo trivial o molesto, algo que no merece su atención. Son padres que ignoran la forma de enseñarles las lecciones fundamentales que pueden aumentar su competencia emocional. laissez--faire: al igual que ocurre con quienes ignoran los sentimientos de sus El estilo laissez hijos, estos padres rara vez intervienen para brindarles una respuesta emocional alternativa. Todos su intentos se reducen a que su hijo deje de estar triste o enfadado, recurriendo para ello incluso al engaño o al soborno.

Menospreciar y no respetar los sentimientos del niño: Este tipo de padres suelen ser muy desaprobadores y muy duros, tanto en sus críticas como en sus castigos. Parece que la delincuencia juvenil, las conductas delictivas en la adolescencia han aumentado en los últimos años. Es decir, se argumenta que los jóvenes de hoy realizan conductas con mayor grado de violencia y que un mayor número de jóvenes cometen delitos. Sobre esta creencia, hay que apuntar que: - La nueva ley penal juvenil trata la edad de 14 a 18 años, y la anterior se correspondía con los 12 a 16 años. En este sentido efectivamente hay un mayor número de casos en la justicia juvenil y hay también infracciones más graves. Pero se trata de casos que anteriormente pasaban a la justicia de adultos. Aunque el tramo de edad en ambas situaciones engloba cuatro años, la situación es diferente en 12-16 años que en 14-18 años: la delincuencia en 12-14 años era mucho menor que en 16-18 años. - Sin haberse producido un aumento, si se ha producido una cierta “democratización” en la justicia de menores. Es decir, menores que antes no pasaban a la justicia (adolescentes escolarizados, sin especiales necesidades sociales, de barrios y familias que no representaban problemas sociales) pasan hoy día a la justicia juvenil. ¿Por qué?. Por la introducción de principios garantistas en el procedimiento, por que se denuncia más, etc. - La tipología de conductas problemáticas sí que ha cambiado. Las acciones delictivas que hoy predominan tienen mucho más que ver con la condición de adolescente que con el contexto social (contextos deprivados, etc.) - Cuando hablamos de adolescentes violentos parece que se trata de un comportamiento uniforme de ese joven en todos los ámbitos. Esto no es así, tenemos que hablar más de conductas violentas. Por tanto, los adolescentes actuales en función de sus conductas delictivas ni son mejores ni peores que los de antes, ni son más ni menos en número. Son en parte diferentes, y requieren nuevas pautas de observación y tratamiento.

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En este apartado sobre los sujetos y las conductas violentas trataremos la génesis y el mantenimiento de la violencia según las teorías de la agresión, la principal característica de todos ellos (la adolescencia), los motivos por los que la variable sexo difiere (es decir por qué los adolescentes varones presentas más conductas infractoras que las mujeres), y clasificaremos y analizaremos las conductas violentas que cometen y los factores asociados a ellas. Entendiendo la agresión en un sentido amplio como cualquier conducta dirigida a la meta de procurar dolor o dañar de algún modo otro organismo, las Ciencias Humanas (Psicología, Pedagogía, Trabajo Social, etc.) han aportado diferentes explicaciones acerca del origen de la violencia y de su desarrollo en los jóvenes. Todas estas explicaciones nos sirven para interpretar la conducta agresiva o violenta del ser humano, y cada caso veremos que puede contener una o varias de estas explicaciones. Así, de las principales aportaciones que han resultado tener alguna evidencia empírica, recogemos: a.a.- Teoría psicoanalítica de la agresión: Ya Freud incluyó la presencia de un instinto agresivo o pulsión de muerte (thanatos) que forma parte de la naturaleza humana desde su nacimiento. Los impulsos agresivos se pueden canalizar hacia adentro (suicidio, ciertos sentimientos de culpa neuróticos, autocastigo, etc) o hacia fuera (agresión dirigida hacia los demás o hacia las cosas, sublimación, etc.). Considera los impulsos agresivos estrechamente ligados a la pulsión sexual (como quedaría de manifiesto en las agresiones sexuales, sadismo, masoquismo, etc.) En todo caso, se trata de un impulso agresivo o de muerte innato, innato no secundario, que psicoanalistas posteriores a Freud han cuestionado. En la actualidad la mayor parte de psicoanalistas reconocen la importancia de las pulsiones o impulsos agresivos, pero no aceptan su origen innato, no aceptan una tendencia originariamente autoagresiva en el ser humano. b.b.- Teoría etológica de la agresión: Lorenz sostiene que los seres humanos y los animales poseen un instinto básico de lucha contra los miembros de su misma especie y contra los intrusos con un valor adaptativo de supervivencia del propio sujeto y de la especie. Así la lucha de un animal contra otro para proteger su territorio es adaptativa puesto que evita la concentración de individuos en el mismo terreno y el agotamiento de los recursos naturales. También es adaptativa la lucha de unos contra otros para proteger a las crías, pues favorece el que las éstas vivan y se reproduzcan; y también es adaptativa la lucha de los machos por las hembras, pues aseguran la reproducción de los más fuertes. Los instintos violentos, por tanto, son en principio adaptativos. Para evitar que los miembros de una especie acaben matándose entre sí, los individuos han desarrollado unos inhibidores instintivos de la agresión: por ejemplo los lobos cuando en la lucha están perdiendo ofrecen su garganta a los dientes del vencedor. En los humanos, la muerte a manos de otro se da con mucha más frecuencia que en otras especies animales, porque sus instintos agresivos se hallan pobremente controlados, hay ausencia de inhibidores de la agresión. En todo caso, se trata de instintos agresivos innatos, innatos de una predisposición genética hacia la agresividad, unido a escasez de inhibidores también innatos de agresión en la especie humana.

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c.c.- La hipótesis de la frustraciónfrustración-agresión: Es esta una de las explicaciones más conocidas de la agresión en el ser humano, teniendo especial vigencia en la violencia doméstica. Planteada por Dollar y clbs. Viene a decir que la frustración siempre produce ira (o disposición a agredir) en una conexión innata. Esta ira excesivamente elevada, unida a señales agresivas, produce una respuesta agresiva. Esta segunda relación entre ira y agresión no es innata, sino aprendida. De este modo, todos y siempre sentimos ira ante una frustración. Los niños ante la frustración patalean , lloran o dan golpes a lo que encuentran a su alrededor, pero sin intención de dañar a nadie. Pero aprenden a atacar a quienes les frustan para causarles daño cuando descubren que sus ataques alivian la frustración. Si el niño asocia las señales de dolor con su alivio de la frustración, ese ataque se ve reforzado adquiriendo un motivo para agredir: el alivio de su ira, de su frustración. d.d.- Teoría del aprendizaje social de Bandura: Este autor considera que la conducta agresiva se adquiere y mantiene por medio de los mismos procesos que cualquier otra conducta social: el aprendizaje observacional y el refuerzo directo. Cuando estas conductas aportan algún beneficio a quien las realiza, se convierten en hábitos. En su ya clásico experimento con niños de guardería, observa que los niños tienden a repetir las conductas del modelo (agredir a un muñeco), excepto los niños que observan que el modelo es castigado por sus conductas agresivas. Es decir, todos los niños habían aprendido a actuar como el modelo, pero la diferencia estaba en la actuación del modelo hacia el muñeco. Los niños actuaban por observación, y si observaban agresividad hacia el muñeco repetían esa conducta. Cuando esa conducta observada y realizada llega a proporcionar algún beneficio a quien las lleva a cabo (se logran determinadas metas, son útiles para parar las conductas dañinas de los otros, son socialmente aprobadas por los pares, o intrinsecamente refuerzan al agresor) se mantienen y llegan a constituirse como hábito. e.e.- La teoría del procesamiento procesamiento de la información social: Viene a resaltar el hecho de que la conducta agresiva no depende tanto de las señales sociales presentes en la situación, sino de cómo el sujeto las procesa e interpreta. Uno de los autores de esta teoría (Dodge) plantea cinco pasos o procesos cognitivos para interpretar la conducta del sujeto ante una señal social: descodificación de la señal (si un niño tropieza con alguien se fija en si el otro se ríe, se preocupa o se desconcierta), interpretación (a partir de las señales percibidas interpreta si se trata de una broma o intentaba fastidiar), búsqueda de respuesta (el niño considera diferentes cursos de acción como reírse, enfadarse, pegarle...), decisión acerca de la respuesta (sopesa ventajas e inconvenientes acerca de las respuestas), y codificación (el niño lleva a cabo la respuesta elegida). En esta teoría tienen una gran importancia el estilo atribucional de los sujetos y las expectativas de hostilidad por parte de los otros. f.f.- Teoría bioquímica o genética: Sostiene que el comportamiento agresivo se desencadena como consecuencia de una serie de procesos bioquímicos que tienen lugar en el interior del organismo, y en los que desempeñan un papel decisivo las hormonas. Se ha demostrado que la noradrenalina es una agente causal de la agresión. Explicaría por qué en verano seríamos más agresivos, y también las diferencias de sexo en la agresión.

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g.g.- Otras teorías y explicaciones, e integración de las mismas: Este recorrido teórico, mas que dar validez a un teoría para rechazar las demás, trata de integrar diferentes explicaciones sobre el origen y mantenimiento de la violencia humana, pudiéndo servir para explicar las conductas violentas en cada caso una o varias de estas teorías.

2.2.- TIPOLOGÍA DE LAS INFRACCIONES INFRACCIONES ADOLESCENTES: Y si estos son los adolescentes que llegan a la justicia juvenil, con su edad, sexo y catacterísticas ¿Cúales son las infracciones que cometen? ¿Por qué motivos llegan a la justicia juvenil? El análisis de una muestra de infracciones adolescentes cometidas permitirá el análisis de su conductas conflictivas con la ley penal del menor. La muestra se compone de las infracciones denunciadas en Gipuzkoa durante el año 2002 que llegaron a la jurisdicción de menores. Se trata de infracciones (tipificadas por tanto en el Código Penal de adultos como delito o como falta), denunciadas (es decir, se basan en los datos de la jurisdicción de menores y no en autoinformes sobre infracciones cometidas). La denuncia ha sido realizada en todo el territorio de Gipuzkoa, ámbito del Juzgado de Menores de San Sebastián. Estas infracciones denunciadas llegaron a la jurisdicción de menores, lo cual no significa ni que todos esos adolescentes hayan pasado por el proceso judicial completo (con juicio y sentencia), ni que haya sido probada su comisión por el menor imputado. Además cuando una misma infracción es cometida por un grupo de menores, aparece reflejada en cada menor. La edad de los adolescentes recogida es la del momento de comisión de la infracción (14-18 años). Las cifras de forma resumida son las siguientes: Los adolescentes de la muestra realizaron en su mayoría (54%) conductas violentas dirigidas hacia las cosas (hurto, robo, daños y estafa y apropiación indebida). También han dirigido sus agresiones hacia las personas en un 27% (lesiones, amenazas y coacciones, injurias y calumnias, delitos contra la libertad sexual, o allanamiento de morada). Y, aunque un 12% de infracciones corresponden a varios tipos que no se especifican, el otro gran grupo de conductas infractoras se refieren a delitos y faltas de desórdenes públicos, tráfico de drogas (contra la salud pública); atentado, resistencia y desobediencia a la autoridad; falsificación de moneda y documentos, y contra la seguridad del tráfico.

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TIPOS DE INFRACCIONES

0,25

22%

0,2

17%

16%

14% 0,15

12%

0,1 6% 0,05

3%

3%

2% 0%

1%

2% 1%

1%

0%

am

en le az si as on in ju y c es co r o nt ias ac ra y cio ca l l ne al a li la be um s na rt n m ad ias ie nt sex o m ual or a ro da bo da es ño ta s fa hu y a rto de pr op s or . at d. Ind en P t., e s a l úb b. re l u si d ico s pú s fa tem bl ls c ic if. . Y a M d on es e o se da b.1 gu y 0 rid do . T c. rá ot f . ro s

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Por tipos: 1.- La conducta infractora más común, realizada en el 22,22% de los adolescentes es el robo, definido por el C.P. como el que con ánimo de lucro se

apoderare de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para acceder al lugar, violencia o intimidación. Se incluye aquí una conducta muy frecuente como es el robo de uso de vehículos (ciclomotor, etc.). También aparece incluido el robo con intimidación a las personas, una conducta cuyo objetivo es el apoderarse de cosas ajenas, pero con una gran carga de agresividad hacia las personas. 2.- La siguiente (en un 17,11%) se refiere a los daños. Aparece definida de forma genérica en el C.P. como el que causare daños en propiedad ajena no comprendidos en otros títulos de este código. Es decir, es un tipo genérico definido por exclusión de otros tipos. Incluye el deterioro de cosas tanto privadas como públicas. Así conductas de rotura de mobiliario urbano, destrozos en propiedades sin apoderarse de ellas, etc. 3.- Las lesiones (16,30%) son faltas o delitos dirigidos directamente contra las personas, y se definen como el que causare a otro una lesión que menoscabe su 18

integridad corporal o su salud física o mental. Las lesiones necesitan reconocimiento médico, psiquiátrico o psicológico, así como parte de sanidad o previsión de la misma para determinar su gravedad. Se incluyen lesiones imprudentes (consecuencia por ejemplo de accidentes de tráfico con ciclomotores), y también la violencia familiar o maltrato producido por los adolescentes generalmente a sus madres. Cuando se habla de la violencia familiar o malos tratos de los hijos a los padres, según un informe del Consejo del Poder Judicial referido a la violencia doméstica ejercida por menores, el 85 % de las víctimas son las madres y el 14 % de las víctimas son los padres. Se trata de un porcentaje pequeño en el Juzgado, pero es probable que este tipo de conductas es más amplio pero no son denunciadas. Y se interviene judicialmente en aquellos casos en que existen secuelas físicas graves. Las características o perfil de este grupo de adolescentes que utilizan la violencia con sus padres es el siguiente: se trata de un joven varón (dos de cada 10 son chicas) de 14 a 18 años, con mayor prevalencia del grupo de edad entre 15 y 18 años.. Les cuesta comprender qué piensa y siente su interlocutor "domado". Posee escasa capacidad de introspección y autodominio " me da el punto/ la vena." Los tipos pueden diferenciarse en:

Hednistas-nihilista, el más amplio número. Su principio es "primero yo y luego yo". Unos utilizan la casa como un hotel. Sólo entienden de las obligaciones de los padres. El no cumplimiento de sus exigencias supone el inicio de un altercado que acaba en agresión. En gran número no realizan ningún tipo de actividad educativa ni laboral. Se implican con jóvenes con conductas sociales poco recomendadas. En definitiva sin ningún tipo de límites. Patológicos, bien sea por una relación amor-odio, madre-hijo, con equivocos más allá de los celos edípicos en algún caso con relaciones incestuosas. Otro determinante es la dependencia de las drogas, que impele al menor a robar en casa para conseguir comprar sustancias tóxicas.

Violencia aprendida, como aprendizaje vicario desde la observación, ya sea porque el padre también pega a la madre o por haber sufrido anteriormente maltrato en su propio cuerpo. La dificultad de los padres para marcar límites. Todos los tipos tiene nexos de confluencia fluencia, tales como: los desajustes familiares, la desaparición del padre varón. En la casi totalidad de los casos los menores no niegas su participación, son más, la relatan con bastante frialdad y con realismo. 4. - El hurto es otra infracción contra el patrimonio que se define por la ausencia de fuerza, violencia o intimidación. Así el C.P. la señala como el que con

ánimo de lucro se apoderare de las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño. Se realiza en el 14,42 % de los casos denunciados, e incluye hurtos de ropa u otros enseres en establecimientos comerciales, hurto de dinero en entidades, etc.

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5.-Las amenazas y coacciones (6,18%) son dos delitos contra la libertad de las personas. Las amenazas se refiere a amenazar a otro con causarle a él, a su familia, o a otras personas vinculadas, un mal que sea delito. Las coacciones son el

que impide con violencia hacer a otro lo que la ley no prohibe, o le obliga a hacer lo que no quiere. 6.- Las injurias y calumnias son conductas infractoras contra el honor de una persona, y se realizan en el 2,68% de los casos. Las calumnias se refieren a la

imputación de un delito con conocimiento de falsedad o temerario desprecio hacia la verdad. Las injurias son acciones o expresiones que lesionan la dignidad de otras personas menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación. 7.- Le siguen los desórdenes públicos, una infracción contra el orden público. Se define como actuaciones en grupo con el fin de atentar contra la paz pública,

alterar el orden público causando lesiones, daños, obstaculizando las vías públicas. Es relativamente común en nuestra C.A. pero quizás menos (tan solo en un 2,68 % de los casos totales de la muestra) de la repercusión y proyección social que tiene. Se trata de colectivos en general estructurados como grupos con un componente ideológico importante, con aceptación explícita de la violencia como forma de conducta de responder al contrario o cambiar la sociedad. 8.- Los delitos contra la salud pública (o tráfico de drogas) se refiere a elaborar

sustancias nocivas para la salud o productos químicos que puedan causar estragos; los despache o suministre, o comercie con ellos. Aparece en el 1,70 % de los casos. 9.- La violencia sexual aparece en un 1,52 % de los casos e incluye agresiones sexuales (atentados contra la libertad sexual de otro con violencia o intimidación), el abuso sexual (sin violencia ni intimidación, pero sin mediar

consentimiento; se considera que nunca hay consentimiento en menores de 13 años o en privados del sentido); el acoso sexual (en las relaciones laborales fundamentalmente); el exhibicionismo y provocación sexual, y la prostitución y corrupción de menores. En nuestro contexto, de la violencia sexual, lo más común son agresiones sexuales y abuso sexual. 10.- Finalmente, se incluyen una serie de delitos y/o faltas que ocurren en porcentajes muy escasos como son atentado, resistencia o desobediencia a la autoridad; allanamiento de morada, falsificación de moneda y documentos, y contra la seguridad del tráfico (conducción bajo efectos de alcohol). Por tanto, por tipo de conductas violentas, los adolescentes de la muestra fundamentalmente roban (a veces con violencia o intimidación a las personas), dañan y hurtan objetos y/o dinero; y cuando violentan directamente a las personas, las lesionan, amenazan y coaccionan, las injurian o calumnian, o las agreden sexualmente. Además, realizan desórdenes públicos y tráfico de drogas, infracciones consideradas contra la comunidad.

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INFRACCIONES CONTRA LAS PERSONAS

amenzas y coacciones 23% injurias y calumnias 10% contra la libertad sexual 6%

lesiones 61%

allanamiento de morada 0%

INFRACCIONES CONTRA LAS COSAS estafas y apropiac. Indeb. 1%

robo 42%

daños 31%

hurto 26%

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INFRACCIONES CONTRA LA SEGURIDAD, SALUD Y ORDEN PÚBLICOS

atent., resist. Desob. 19%

segurid. Tráf. 1% desor.públ. 40%

falsif. Mon.doc. 14% salud públ. 26%

Variables contextuales relacionadas con el tipo penal: El tipo de conducta que se atribuye al menor no solamente denota la gravedad penal de la misma, determinando directa aunque no únicamente, el tipo de medida; sino que su análisis e interpretación reflejan una serie de características personales, sociales, familiares, etc, del menor que es necesario tener en cuenta por los profesionales del Equipo Técnico. De hecho, en el informe de la situación del menor, se valora, desde un punto de vista personal y socioeducativo, la conducta atribuida. Así, además de la importancia que tiene el tipo penal (robo, hurto, etc.) es necesario evaluar por el Equipo Técnico los aspectos y circunstancias que rodearon a la conducta, y la situación del menor con respecto a esa conducta. Tienen una gran importancia los siguientes aspectos: - Grado de organización: cómo se preparó la conducta, tipo de actuación, con quién la realizó, momento y hora del día, etc. - Aspectos relacionales y personales: intervención cognitiva, impulsividad, tipo de atribución predominante. - Utilización de la violencia. - Repetición de la conducta y reincidencia.

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1.2.1.2.- FACTORES ASOCIADOS A LAS CONDUCTAS DELICTIVAS: 1.2.1.1.2.1.- Personajes violentos: ¿Quiénes son los que actuan de esa manera? ¿Qué edad y sexo tienen? ¿Cuál es su condición social? ¿Qué características observamos que los diferencian del resto? En esta parte analizaremos una serie de variables ligadas a las conductas infractoras de los jóvenes. Teniendo siempre en cuenta que no necesariamente se establece una relación causal, sino que se habla más bien de factores asociados. EDAD: LA ADOLESCENCIA: Los sujetos que llegan a la justicia juvenil son personas de entre 14 y 18 años en el momento de comisión de la supuesta infracción; es decir, antes que nada son adolescentes. Aunque una gran parte de los adolescentes no realizan conductas violentas, ciertamente la condición de adolescente es una variable asociada a las infracciones juveniles. En la adolescencia se da un proceso intenso de socialización, especialmente relativo a todo lo que tiene que ver con el descubrimiento y comprensión de la sociedad adulta y de sus reglas de funcionamiento. La adolescencia es un proceso de transición pues dejan de ser niños y caminan hacia la vida adulta. Así, los diversos adolescentes (no hay una única adolescencia) son el producto directo de cada medio social, y tienen que ver con barrios y territorios concretos que producen maneras de ser adolescente. Por eso, en barrios o territorios donde se concentran multiples dificultades para vivir, aparecen con facilidad adolescencias llenas de dificultades sociales. Por otro lado, los adolescentes expresan sus dificultades y conflictos en términos sociales, en términos de conductas y comportamientos problemáticos en el área social: las tensiones se expresan en conductas de gamberrismo, las inquietudes en actuaciones arriesgadas, la afirmación en transgresión de las normas, la demostración de la diferencia en estilos de vida poco integrados, etc. No representan infracción la tensión, las inquietudes, la afirmación o la demostración de la diferencia, sino que estos son características evolutivas marcadas en la adolescencia. Pero sí representan infracción o pueden llegar a serlo la traducción en gamberrismo, actuaciones arriesgadas, transgresión de las normas o los estilos de vida poco integrado. Además, los adolescentes están contruyendo su identidad, una de las principales tareas de la adolescencia, que representa una necesidad de experimentar nuevas situaciones. Parece paradójico que en la adolescencia, época en la que se produce un gran avance en el razonamiento moral, se manifiesta estas conductas antimorales. Pero se han de tener en cuenta otras limitaciones cognitivas que aparecen como la hipocresía aparente (tendencia a pensar que no tienen que aceptar las mismas

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normas que consideran apropiadas para los demás), así como las discrepancias entre el razonamiento moral y su traducción en conductas acordes. Al desarrollar nuestras propias fuerzas, capacidades y predisposiciones individuales, éstas son afectadas por influencias ambientales. Estas influencias nos hacen actuar de una determinada manera, lo que aportará nuevas experiencias. Así las características internas, se mezclan constantemente con factores externos, y nos encontramos a nosotros mismos en una espiral sin fin de acción y reacción. Teniendo en cuenta las hipótesis del proceso evolutivo, a la hora de hablar de características de la personalidad en la adolescencia, debemos tener en cuenta las características generales de carácter evolutivo. DIFERENCIAS SEXUALES: Numerosos estudios sobre la conducta agresiva constatan que los varones son más agresivos que las mujeres. También las estadísticas de la justicia juvenil en los países de nuestro entorno europeo indican mucha mayor presencia de adolescentes varones infractores que de adolescentes mujeres. Asimismo, se ha comprobado que la probabilidad saber ser objeto de agresión es mayor en los varones que en las mujeres. ¿Por qué es mucho más elevado el porcentaje de chicos infractores que de chicas infractoras? La explicación no hay que buscarla exclusivamente en los y las adolescentes que acuden a los juzgados de menores, sino en una explicación más amplia referida a que en general los conflictos y la agresión se producen más por parte de los chicos que de las chicas. Para aclarar estas diferencias, las principales explicaciones con base empírica que se han dado son: a.a.- Explicación biológica: Se argumenta que los chicos son más agresivos que las chicas en todas las sociedades estudiadas (universalidad de la hipótesis), las diferencias sexuales en la agresión aparecen muy tempranamente (a los dos o dos años y medio). Los machos también son el sexo más agresivo entre nuestros parientes de especie. Es decir, el sexo masculino es más violento en las especies animales más cercanas, en todas las sociedades y culturas humanas, y desde el nacimiento; por lo que ha de haber una explicación biológica. Lo cierto es que hay evidencia de relación estrecha, tanto en humanos como en animales, entre hormonas masculinas y conducta agresiva. b.b.- La explicación social: Indica que son los factores de socialización y no los biológicos, los que contribuyen a la mayor agresividad de los varones: los padres juegan de forma más ruda con los hijos que con las hijas, los padres reaccionan más negativamente ante las conductas agresivas de las niñas, el tipo de juguetes favorece los juegos sobre temas violentos en los niños mientras que en las niñas se favorece una orientación expresiva y de cuidado (no agresiva). etc. c.c.- La explicación interactiva: Desde esta perspectiva las diferencias sexuales en la agresión derivan de una compleja relación entre factores biológicos ligados al sexo y factores socialas. Las niñas tienden a madurar antes, a hablar antes y a ser

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más sensibles al dolor que los niños. Los niños tienden a ser más grandes y musculosos, a dormir menos, y a ser algo más activos, irritables y difíciles de consolar que las niñas. Estas diferencias influirian en la conducta de quienes los cuidan y están más en contacto con ellos, incluidos hermanos y compañeros de juego, lo que a su vez influye en las reacciones de aquellos. Además, los estereotipos masculinos marcadamente agresivos y machistas todavía están muy presentes en nuestra cultura, y ésta impregna la subcultura de los niños por medio de la televisión, los libros y cómics, los juegos, el deporte. etc. Y así las niñas llegarían a resover sus frustraciones y conflictos de forma diferente a los niños, de forma menos violenta. Lo cierto es que niños y niñas llegan a la adolescencia socializados de esta manera y con diferencias de sexo en las conductas agresivas.

CARENCIAS Y CONFLICTOS: Pero evidentemente no todos los adolescentes se comportan de forma violenta, ni todos los pertenecientas a un grupo sexual lo hacen por el simple hecho de ser chicos. Entonces, ¿qué es lo que caracteriza a los adolescentes infractores? ¿Qué les diferencia de los adolescentes que no realizan este tipo de conductas? Tanto la investigación empírica como la observación de las características de los adolescentes que por haber cometido una supuesta infracción llegan a la justicia juvenil, indican la presencia de una serie de factores asociados a la violencia juvenil que tienen diferente peso en su relación con la propia infracción. Estos factores asociados, por claridad en la exposición, los clasificamos en diferentes ámbitos:

- Características psicopatológicas: Se encuentran diversas características de funcionamiento psicológico inadecuado, relacionadas con trastornos que guardan relación directa con la comisión de infracciones. En la adolescencia, estas características relacionadas las podemos agrupar: a.consecuencias.

Trastornos

hiperactivos:

impulsividad,

no

piensa

en

las

b.- Síntomas de trastornos del pensamiento: ideas delirantes (ejemplo). c.- Características psicopáticas (trastorno antisocial de la personalidad, trastorno disocial): Agresiones, destrucciones, robos, violación de normas, deliberadamente, frialdad, dureza emocional, no-empatía, planeamiento, falta de remordimiento. d.- Estresores: Separaciones familiares, abuso/maltrato/negligencia. Causan ansiedad, depresión, agresividad, deterioro cognitivo, deterioro emocional. e.- Abuso de tóxicos: alteraciones en la percepción, en el pensamiento, baja en los hábitos saludables, otras áreas empiezan a funcional mal (sensaciones de fracaso)...

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f.- Trastornos del control de impulsos (cleptomanía, piromanía): solos, nerviosos antes y después como que se liberan, surge en el momento pero se repite. Es como si fuera algo compulsivo, que no pueden evitar.

- Ámbito personal: Sin que lleguen a ser características psicopatológicas, se asocian a las conductas infractoras determinados rasgos de personalidad como puede ser:

- Locus de control predominantemente externo en la

atribución de la causalidad: escasa confianza en sus fuerzas para cambiar los acontecimientos que le sucede.

- Baja autoestima: en general dependiente de su historia escolar. Relacionado con el sentimiento de eficacia y el autoconcepto. Quererse, valorarse. - Invulnerabilidad percibida: deficiente habilidad en la toma de perspectiva, distorsión perceptiva. No se ubican en el contexto. - Estilo cognitivo rígido:

Mismo esquema mental ante variedad de situaciones. Dificultad para comprender y elaborar distintas soluciones ante situaciones cambiantes y complejas.

- Bajo autocontrol, impulsividad y o respuesta frente a la contrariedad. Dificultad para pensar en las consecuencias de sus actos, quizá motivado por un menor desarrollo de habilidades de solución de problemas. - Baja tolerancia a la frustración. - Empatía: Gran inhibidor de la conducta agresiva. Relacionada con las pautas de crianza. Resulta dañada por los conflictos familiares, tales como: falta de supervisión, conducta desviada, conductas agresivas entre los padres. La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, tanto desde el punto de vista cognitivo como afectivo.

- Desarrollo moral. Los valores guían la conducta. Desarrollo de la amistad, de la responsabilidad. Suelen presentar niveles poco evolucionados del desarrollo de razonamiento moral, situándose en niveles preconvencionales(conducta egoísta intrumental). Kollberg estableció el desarrollo moral a través de tres niveles, según su teoría aquellos sujetos que no alcanzan la etapa correspondiente a su edad serían más propensos a presentar conductas desadaptadas. Estos niveles presentan tres perspectivas diferentes que la persona puede adoptar en relación con las normas de la sociedad: Nivel I. Preconvencional, la persona que se halla en este nivel enfoca los problemas desde una perspectiva de los interes concretos. Los intereses del grupo social no cuentan. Nivel II. Convenciona: perspectiva de miembro de la sociedad, la persona en este nivel a la hora de realizar sus juicios morales cuenta con lo establecido por el grupo.

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Nivel III. Posconvencional: perspectiva anterior a la sociedad. La persona en este nivel va más allá de lo establecido en la sociedad.

- Conceptualización: Desarrollo de la capacidad de pensamiento abstracto, la capacidad de poder pensar antes de actuar.

- Ilusión: Amar la vida y disfrutar junto a quien le rodea. Buscar el equilibrio como placer. Desear aprender, conocer. Descubrir a los demás.

- Inestabilidad psicológica y emocional relacionado con los conflictos personales y familiares. - Sentimientos de abandono por parte de su familia y búsqueda de compensaciones sociales. - Ámbito familiar: Variables de mayor incidencia en el orden familiar.

- Discordia conyugal: Resta tiempo para dedicar a los hijos y altera las funciones afectivas y comunicativas y la estructura de poder dentro de la familia: - Conflictos de pareja. -

Malos tratos.

-

Separaciones, divorcios. La conducta el síntoma.

- Interacciones padre-hijos: Los padres trasmiten afecto, valores, actitudes, disciplinas…aspectos que producen un aprendizaje en los hijos y tienden a repetirse generacionalmente: - Déficit afectivo. - Escasa comunicación o patrones inadecuados. - Criterios educativos inexistentes, contradictorios, ambiguos y caprichosos. - Criterios normativos autoritarios, rígidos, cambiantes. Teoría del control Otras teoría de la socialización se preguntan más por las razones de ciertos jóvenes no delincan, que por los motivos que impulsan a otros sujetos a no cometer delitos. Un ejemplo de ellas son las teorías del control de Walter Reckless(1967) y Travis Hirschi (1969). Sus respuestas tienen que ver con los vínculos sociales que posee el sujeto; son explicaciones que giran en torno a cómo las personas llegan a desarrollar lazos fuertes a las convenciones y resisten las tentaciones de agredir o robar. Reckless en su teoría de la contención da gran importancia a las caracteristicas o cualidades personales del individuo que pueden aislarse y protegerle de los impulsos internos y de las influencias criminológicas del entorno. Estos mecanismos de controles son internos y externos. Los externos proceden del control ejercido por los diversos grupos sociales, pero especialmente de los grupos significativos e incluyen sentimientos de pertenencia a comunidad, código morales, roles sociales coherentes

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y refuerzo de los valores y objetivos convencionales. Los internos se refieren a un buen autoconcepto, tolerancia a la frustración, metas claras y realistas, y en general todos aquellos aspectos que se hagan de la personalidad de una estructura sólida. Para Hirschi el vínculo que establece el sujeto que no delinque con la sociedad convencional se compone de cuatro elementos : adherencia o apego a las personas significativas especialmente padres y escuela, compromiso(creencia y aceptación de las actividades convencionales, implicación(tiempo consumido en actividades convencionales y creencias( atribución de validez moral a las normas). La conducta delictiva s Surgirá cuando se produce un debilitamiento en estos lazos interpersonales. Goleman (1995) no describe una investigación llevada a cabo en la Universidad de W ashington, en el que se analizaron las formas en que los padres manejan las interacciones con sus hijos, descubriendo que las parejas emocionalmente más maduras eran también las más competentes para ayudarles a hacer frente a sus altibajos emocionales. El estudio demostró que los tres estilos de paternidad emocionalmente más inadecuados eran los siguientes:

Desatender completamente el sentimiento de los hijos. Este tipo de padres considera que los problemas emocionales de los hijos es algo trivial o molesto, algo que no merece su atención. Son padres que ignoran la forma de enseñarles las lecciones fundamentales que pueden aumentar su competencia emocional. El estilo laissezlaissez-faire: al igual que ocurre con quienes ignoran los sentimientos de sus hijos, estos padres rara vez intervienen para brindarles una respuesta emocional alternativa. Todos su intentos se reducen a que su hijo deje de estar triste o enfadado, recurriendo para ello incluso al engaño o al soborno.

Menospreciar y no respetar los sentimientos del niño: Este tipo de padres suelen ser muy desaprobadores y muy duros, tanto en sus críticas como en sus castigos.

- Supervisión y control de conductas. Ausencia de reglas, contingencias inapropiadas, exigencias inapropiadas. relevante es la de Stott,( 1980). Fundamentándose en el trabajo de Bowlby, este autor plantea como tesis principal que la conducta delictiva sirve de escape a una situación emocional temporalmente insoportable que surge cuando las necesidades del menor no son satisfechas. Stott establece dos necesidades básicas: la autorealización sentirse competente y valorado por otros miembros del grupo y la de recibir afecto. Cuidado y protección por algún adulto. La insatisfacción de cualquiera de ellas produce desasosiego e intentos desesperados de resolver la frustración. Cuando estos fallan, el sujeto siente ansiedad, y se dispara su sistema de reacción de emergencia en forma de conductas delictivas. Esta persigue varias metas: 1) Intentar escapar de la ansiedad mediante la acumulación de sensaciones; 2) Vengarse de los padres. 3) Buscar su atención 4) Estar fuera del hogar paterno. Compensar los sentimientos de inferioridad - Marginación socioeconómica: Los niños de clase socioeconómica más baja presentan mayor probabilidad de emitir conductas disociales.; también se asocia la

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clase social con el hacinamiento, el tamaño familiar, los estilos educativos de los padres.

- Movilidad geográfica: se encuentra asociada a las conductas delictivas, probablemente como consecuencia del debilitamiento de los lazos que ligan a los inmigrantes con la comunidad y por el menor apoyo social de estas personas.

- Ámbito social: -

Desocupación del tiempo libre.

-

Vinculación a grupos con comportamientos desadaptados.

-

Abuso de sustancias tóxicas en las relaciones sociales.

- Ámbito formativo:

- Inadaptación en el contexto escolar: bajo rendimiento, retraso, déficits cognitivos, absentismo, fracaso, etc. - Déficit de atención y comportamientos impulsivos. - Baja cualificación profesional, e inmediatez en las expectativas de futuro. - Habilidades sociales escasas. - Resolución de conflictos (pensamiento alternativo, causa-efecto, etc) de forma inadecuada.

1.2.2.1.2.2.- Escenarios y contextos: Pero no todo depende exclusivamente de la propia persona, no todo depende de su edad, sexo, o de las carencias y conflictos que presentan. Las infracciones de los adolescentes se pueden, además, explicar de otra forma; es decir, hay infracciones que no se explican por las características personales, sino por la presencia del joven en un determinado espacio o contexto. Veamos algunas destacadas por Funes:

- Tiempos vacíos en espacios no formales: Muchas de las conductas infractoras cometidas por los adolescentes tienen que ver con la necesidad de ocupar su tiempo disponible vacío, que pasan en la calle. Con frecuencia son los mismos adolescentes aburridos que están subidos encima del banco del parque los que en otros momentos lo destrozan. Han de rellenar su tiempo y se han de apropiar de los espacios; y viven el mobiliario urbano como algo ajeno, de otros, que nada

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tienen que ver con sus vidas. Agrediéndolo pueden actuar, moverse, reducir el aburrimiento, y provocar a la ciudadanía adulta que pasa totalmente de ellos.

- Prácticas generadoras de identidad: Los adolescentes son personas en busca de identidad, ensayando y probando diferentes identidades con sus lenguajes, expresiones, gustos musicales, estéticas y comportamientos. Una de las formas de construcción de la identidad en la adolescencia es oponiéndose y negando al adulto, provocándole. Gran parte de esa identidad se construye a partir del grupo de pertenencia, de las prácticas grupales. Destruir puede ser un elemento de afirmación dentro del grupo y de identificación del grupo. En algunos casos, incluso, la violencia es el núcleo justificador de su agrupación. Además, en un proceso de definición de la identidad por negación de la otra, aparecen los amigos y los enemigos, y la necesidad de enfrentarse y de eliminar a los diferentes. Son tribus urbanas, grupos de skins, agrupaciones en torno a determinados deportes, o simplemente en contra de la policía, etc.

- Reacciones de desesperanza, de imposibilidad: En algunos casos (escasamente todavía en nuestro país) las conductas violentas aparecen como reacción colectiva ante un panorama sin salida. Por ejemplo jóvenes de las periferias de París que arrasan un entorno de la sociedad acomodada, dominados por la sensación de que todo les da igual, de que su vida tiene escaso futuro. Es como una reacción de impotencia que les permite recordar que existen, comprobando además que la sociedad adulta acomodada solo reacciona si aparece el panorama urbano de la violencia.

- Tiempos y prácticas de diversión: Una parte importante de las infracciones son prácticas y conflictos de diversión en horas intempestivas, altercados y enfrentamientos entre personas y grupos que se producen en los tiempos y lugares de ocio nocturno de los fines de semana. Son como una manera de diversión: buscar el enfrentamiento con el contrario, destruir el entorno físico que les rodea. Aunque nosotros encontramos absurdo que destrocen las señales de tráfico a las cuatro de la mañana; ellos y ellas lo encuentran divertido a esa hora, una forma de hacer algo cuando los bares cierran, y si además consiguen que alguien les persiga es más divertido. Las conductas violentas aquí son un componente más de la aventura de la diversión. - Uso de sustancias descontroladoras: El uso de drogas tiene muchas relaciones con la violencia juvenil. En este espacio se destaca el uso de drogas como complemento de la violencia juvenil: determinadas maneras de beber pretenden la búsqueda de la pérdida rápida del control, y de esta forma es fácil que se instauren entretenimientos destructores de grupo, sin ninguna inhibición ni trama normativa. Algunos usos de pastillas y de sustancias de diseño hacen sentir potencia y ganas de acción, sin límites, sin inhibición. Aquí el enfrentamiento y la destrucción pueden encajar perfectamente en una noche llena de ritmo.

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4. -FACTORES DE PREDISPOSICIÓN DE LA REINCIDENCIA EN LA CONDUCTA DELINCUENTE. DELINCUENTE Se trataría de factores, que cuantos más aparezcan en el caso concreto serían indicadores de mayor probabilidad de comisión de conducta delictiva en la vida adulta. Según Farrington serán: • • • • • •

Edad de inicio: A un inicio más precoz se asocia a mayor frecuencia y gravedad de la conducta ulterior. Amplitud de la alteración: a mayor variedad de tipologías delictivas, mayor variedad de situaciones en las que se producen y mayor gama de víctimas(personas, instituciones…)se asocia mayor conducta delictiva posterior Frecuencia o tasa de la conducta delictiva. Relación directa: a más nº de conductas delictivas se puede producir una instauración del comportamiento delictivo. Determinados tipos de síntomas: mentir, impulsividad, absentismo, robos, llegar tarde a casa. Características de los padres: estilos educativos inapropiados, marginalidad, conducta antisocial, psicopatología, alcoholismo. Dinámica familiar desestructurada: conflictividad conyugal, familias numerosas.

5.5.- CLASIFICACIÓN DE LA DELINCUENCIA JUVENIL: Parece importante hacer una clasificación del tipo de delincuencia que llega a los Juzgados en función de los factores asociados y predisponentes que de alguna forma nos va a permitir hacer un pronóstico del caso: Según el criminólogo Mar Leblanc, existen tres tipos de delincuencia: - Delincuencia ocasional ocasional: Infracciones legales de carácter reactivo a situaciones específicas. Conductas en general, normalizadas. No hay trastornos de personalidad o del ámbito de relación en la base de los mismos. - Delincuencia Delincuencia de transición: transición Las infracciones se pueden repetir en un periodo de tiempo. Están asociadas a crisis, trastornos o conflictos personales o sociales de relación que se suceden en determinados periodos de la adolescencia. - Delincuencia de condición: condición: Transgresiones de la Ley derivadas de una estructura de personalidad, de una organización y dinámica interna y/o relacional del sujeto concierto grado de consolidación y e estabilidad. Por tanto, el pronóstico de permanencia y reincidencia de estas conductas es bastante probable.

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