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• Joan Bolivar

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CONCLUSIÓN En el capítulo lll del libro “La ética de la autenticidad” su autor Charles Taylor nos habla del principio de la autenticidad y su origen, el cual data del siglo XVlll y está basado en el individualismo de la racionalidad no comprometida de Locke pero esta teoría viene desde los tiempos de Descartes, este decía que cada ser humano es auto-responsable ya que siendo un ser racional, sabía lo que era bueno y lo que era malo, ésta racionalidad estaba anclada a los sentimientos, por lo tanto sabía hacer lo que a su juicio quisiera, según él todo individuo poseía una voz interior que era el medio de conexión con los sentimientos morales y que el resultado de esto era el actuar correctamente y a su vez, coincidir en algunos aspectos con el otro. San Agustín dijo que la voz interior era Dios. Más adelante, el autor menciona dos de las ideas de libertad propuestas por el filósofo Jean Jacques Rousseau las cuales son lo que el nombro como: libertad auto determinada, que básicamente es idea de que cada individuo es libre cuando decide por sí mismo sobre aquello que le interesa y sin que tenga influencia de alguien o algo ajeno a él o a sus propias ideas. Por otra parte, está la Libertar Negativa, que, si lo analizamos frente a nuestra sociedad actual, es la más inducida ya que contempla que la libertad propia, termina donde comienza la del otro para que así se viva en respeto, armonía y sobre todo en “sociedad”. Pero hoy en día podemos percatarnos de que muchos de los gobiernos nos restringen libertades haciéndonos olvidar ese concepto de sociedad. En el capítulo lV Taylor habla sobre la identidad y así mismo sobre los “Horizontes Ineludibles” los cuales son esas elecciones que cada individuo toma y que van más allá de éste, al igual que tienen una importancia por sí misma y no porque el individuo los escoja, el autor dice que no es fácil razonar con la participación de la cultura de la autenticidad por el hecho de que no se encuentra un punto por el cual razonar y esto se debe a que cada persona tiene su propia forma de pensar y de opinar ya que se encuentra dentro del individualismo en el que piensa en sí mismo y no en los demás. Para ello, dice que el propósito tanto de la cultura de la

autenticidad como de los individuos que pertenecen a ella, es crear una identidad única y diferente a las que pertenecen a ella, sin embargo, esto tendrá problemas puesto que, según él no podemos definirnos sin la ayuda de los demás, es decir, no tendremos una identidad la cual nos dice quien somos y de dónde venimos. Todo esto con la certeza de que necesitamos del dialogo para poder vivir en sociedad.