Conciencia de La Ciencia a La Conciencia

2 Conciencia ~˙ De la ciencia a la conciencia. Jessu González Pereda. 3 © Conciencia. De la ciencia a la concienci

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Conciencia ~˙ De la ciencia a la conciencia.

Jessu González Pereda.

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© Conciencia. De la ciencia a la conciencia. © Jessu González Pereda. ISBN papel: 978-84-686-1042-9 ISBN ebook: 978-84-686-1043-6 Editor Bubok Publising S.L. Impreso en España/Printed in Spain

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“El verdadero acto del descubrimiento no consiste en salir a buscar nuevas tierras, sino en aprender a ver la vieja tierra con nuevos ojos”. Proust.

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Dedicado a Amaia, amada compañera de vida.

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Doy las gracias por la ayuda que me han proporcionado, para realizar este libro, a través de ideas, lectura y correcciones a Amaia Bilbao, Estibaliz González Bilbao, Xabier González Bilbao, Joseba González Pereda, Jabi González Pereda, Pedro Nuño, Pilar Bahillo, Jabier Tavera. Gracias a mi amigo Jabi Tavera por su inestimable ayuda técnica, la cual me ha facilitado en gran medida el trabajo realizado. Gracias también al equipo de Bubok, especialmente a Daniel Herranz.

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Palabras previas. Cuando comencé a escribir estas páginas no sabía que se iban a convertir en un libro. Mi único interés era explicarme a mí mismo aspectos de la vida profesional y personal que no encajaban en el tipo de ciencia que yo había estudiado. Por ejemplo: algunas de las personas que había conocido en mi trabajo como enfermero me contaban que habían visto su propia muerte (al ser operadas, al tener un infarto o desangrándose en el parto, por ejemplo). Habían visto cómo los profesionales que les atendían les daban por muertos. Lo contaban como una experiencia muy satisfactoria, incluso más que el seguir viviendo; aún así decidieron volver a la vida por diversos motivos, como hacerse cargo del niño que nacía o atender a otras personas queridas. Como sé que estas personas creen lo que me cuentan, empecé a profundizar en lo que es científico y lo que no lo es y a indagar en áreas del conocimiento que, aunque me eran desconocidas hasta entonces, son básicas para dar sentido a la vida y, por lo tanto, para ser feliz. Me ha sorprendido tanto lo que he encontrado en esta indagación que no he podido sino compartirlo con mis colegas profesionales, allegados y amigos. Me he quedado asombrado al comprobar que no era el único que desconocía estos aspectos elementales del conocimiento humano. Hay una ignorancia general de la diversidad de enfoques que pueden explicar lo que es la ciencia, la realidad del mundo y la conciencia, de los distintos puntos de vista del conocimiento humano. Esta ignorancia incluye a los expertos en diversas ramas del saber, que se limitan a aprender y aplicar lo que les cuentan, con muy poco sentido crítico y muy poco espíritu científico. Es probable que encuentres en este libro teorías que no puedes o no quieres creer. Tan disparatadas como lo fue en su época la idea de que la Tierra no es el centro del universo, ni es plana; que es esférica, se mueve y gira alrededor del sol. Algunas de estas teorías 9

son capaces de poner patas arriba nuestras creencias. Pero aunque no sean apoyadas por la mayoría de los científicos en la actualidad, son tan evidentes y serias como las más difundidas, consideradas normales. Las explicaciones menos conocidas de los fenómenos naturales y del ser humano son puntos de vista diferentes que contrastan y complementan la opinión habitual mayoritaria. Estas explicaciones son piezas necesarias de un puzzle que nos ayuda a comprender la complejidad de la realidad. Complejidad que abarca lo viejo y lo nuevo, lo minoritario y lo mayoritario, como partes complementarias del más amplio conocimiento. Espero que leas estas páginas con apertura de mente, dispuesto a descubrir nuevos mundos. Pero espero a la vez que no te creas nada de lo aquí contado, que uses el espíritu creativo, el sentido común y la intuición; haciendo, si es necesario, tu propia indagación para sacar tus propias conclusiones.

Los subrayados, en todo el libro, son míos, no de los autores mencionados. Constituyen, además, un resumen de lo esencial de cada capítulo (así, quien quiera pasar rápidamente algún capítulo puede leer los subrayados para continuar con los siguientes). Los temas están tratados sin la profundidad que merecen. Se trata de tomar una visión del conjunto, no de pararse en los detalles. El sentido del libro es ofrecer una degustación de lo que hay; mostrar la punta del hilo, del que pueda tirar quien esté interesado en profundizar en su conocimiento. Los diversos apartados del libro constituyen un sistema coherente; su separación en capítulos y subcapítulos es puramente práctica. Aunque he intentado darle un orden en base a que sea comprendido progresivamente, la alusión a algunos conceptos puede aparecer antes de que sean explicados, por lo que la comprensión de lo mencionado debe ser más profunda a medida que las páginas avanzan. Por motivos relacionados con la legislación vigente hago constar que las recomendaciones y pautas de salud que se mencionan en este libro no deben usarse sin consultar a un profesional de la salud debidamente acreditado.

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1. ¿CIENCIA?, ¿QUÉ ES ESO? “Ciencia no es sinónimo de realidad. Con independencia de una teoría no sabemos qué es la realidad”. Stephen Hawking

Un dios moderno. Actualmente cuando alguien quiere defender un razonamiento con fuerza no tiene más que mencionar la palabra científico para hacerlo incuestionable, indiscutible. Esto no ocurre solamente en los ámbitos profesionales y académicos, sino que se ha extendido a toda la sociedad. Hasta los espacios publicitarios usan el argumento de científico para vender yogures o jabones. Lo denominado científico es palabra de Dios. Muy raramente nos paramos a examinar qué es realmente la ciencia. En éste capítulo voy a esbozar el conocimiento de lo que llamamos ciencia; observar la ciencia científicamente, examinando al examinador con todos los instrumentos de conocimiento de que disponemos actualmente. Este estudio científico de la ciencia, lo que determina si algo es científico o no, se denomina epistemología1. ¿Qué es la ciencia? La ciencia (del latín scientia, conocimiento) es una organización racional y sistemática de los fenómenos percibidos, que busca explicar el mundo en que vivimos. Este sistema de conocimiento tiene dos pilares indispensables, sin los cuales la ciencia no es posible: el observador, es la persona que capta la realidad (ayudado, o no, por instrumentos) y el observable, o fenómeno observado, lo captado tal como se da en la realidad. Los científicos estudian qué es el mundo observando cómo funciona2; y explican por qué creen que funciona así. Hay diferentes formas de entender la ciencia, y no hay acuerdo al establecer la regla que distinga lo que es ciencia de lo que no lo es. ¿Es la inducción la principal técnica científica? ¿O es la deducción? ¿Es una combinación de ambas? ¿Cuántas reglas científicas hay? “La regla única y 11

fundamental de la investigación científica se reduce a la duda, tal como ya lo han proclamado grandes científicos”, Claude Bernard. La física, y en menor medida la química y la biología usan las matemáticas y la investigación cuantitativa para la observación de fenómenos físicos, respondiendo a preguntas como: ¿cuántos?, ¿dónde?, ¿cuándo? Las ciencias sociales observan y describen lo observado a través de la recogida de datos cualitativos, usan teorías como la fenomenología o la hermenéutica3 y dan importancia a las relaciones sociales, el comportamiento, la toma de decisiones y las emociones humanas. La investigación cualitativa se basa en la observación de pequeños grupos de personas y pretende responder a las preguntas ¿por qué? y ¿cómo?4. La investigación cualitativa, es una gran desconocida, y algunos profesionales siguen aún sin considerarla científica. Algunas ramas científicas como las Ciencias de la Salud, como ciencias humanas que son, debieran emplear ambos tipos de investigación, pero en la práctica la cuantitativa es abrumadoramente mayoritaria. Tenemos nuestro pensamiento tan estructurado para ver el mundo de forma mecanicista que ya no sabemos distinguir entre el mapa (la forma de explicar el mundo) y la realidad. Muchas personas están acostumbradas a creer a los abundantes defensores fanáticos de la ciencia, a dar por probado que la ciencia es única, infalible e inalterable. Sin embargo el mapa actual de la realidad es muy distinto: lo observado depende del observador, el tiempo, el espacio y la materia son, ahora, diferentes; tan diferentes, que tememos deshacernos de las viejas creencias para poder estudiar la realidad. Nos ocurre algo parecido a lo que ocurrió en el pasado cuando la humanidad tuvo que aceptar que la tierra no era plana, que era como una pelota que se movía. Como personas podemos cerrarnos y rechazar el nuevo mapa de la realidad, pero como científicos es inevitable aceptar lo que ya está sobradamente demostrado, que “estamos llegando al final de la ciencia convencional”, Ilya Prigogine. La ciencia es complejidad y diversidad, no hay una sola ciencia, sino tantas como científicos. Para Bohr, por ejemplo, es el observador quien crea las propiedades de las partículas subatómicas, lo cual a Einstein le parecía disparatado. Bohm cree que las teorías científicas son aproximaciones parciales y finitas a la realidad, la cual es indivisible e infinita.

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Ciencia: la interpretación de lo observado. El conocimiento científico (comúnmente denominado método científico) emplea algunos recursos metodológicos para dibujar el mapa de la realidad; los procedimientos más básicos, y más empleados son: Observación, conceptualización, definición, generalización, deducción, repetibilidad, experimentación y verificación. A continuación vamos a ver que estos métodos son subjetivos, que no dan objetividad a la ciencia, pues dependen de infinidad de variables. La observación o percepción de los fenómenos depende de la capacidad de los sentidos o del instrumento de medir (por ejemplo, nuestros sentidos no captan la luz infrarroja, ni los instrumentos captan el interior de las estrellas). “La realidad es lo que percibimos de ella. No hay realidad sin una percepción de la realidad”, J. A. Wheeler. Las percepciones de los hechos u observables son inestables y subjetivas. Conceptualización, es la idea que nos hacemos de lo que percibimos, y está condicionada por las creencias. Es nuestro particular mapa de la realidad. Los conceptos son individuales, dependen de cada individuo, hay tantos como personas. Conceptuar es transformar percepciones en ideas y también transformar las ideas en percepciones, pues solo vemos lo que buscamos. Así, una calle es diferente para un barrendero, un urbanizador, un minusválido, un pintor, un sordo, un niño, un anciano, un mendigo, un preso, un ecologista, un peatón o un conductor, cada uno, condicionado por su forma de mirar, tiene un concepto de calle diferente. La ciencia tiene como objetivo entender como funciona el mundo, dar sentido a lo observado, organizar el conjunto de percepciones humanas, los hechos o datos. Los datos son hechos observables, la organización de estos hechos son las teorías: escoger, rechazar, ordenar, separar. Pero los datos son solo datos, es decir, el mero registro de los datos no es ciencia, la ciencia organiza y explica los datos. Para demostrar una hipótesis primero hay que consensuar los conceptos de lo observado y la organización de estos conceptos. Además muchos observables son, en sí, inobservables (los corpúsculos atómicos y subatómicos, la luz infrarroja, el interior de la tierra, los campos magnéticos, las emociones, el dolor, o el alma). Lo que sabemos de ellos es gracias a ciertas de sus cualidades (en el caso del dolor, estas cualidades pueden ser la impotencia funcional, la expresión facial o un grito). 13

La hipertensión arterial, por ejemplo, es una conceptualización, una construcción ideal, aunque su medida sea cuantificable, su concepto es subjetivo y variable: ¿es 150/88 hipertensión?, antes de los años 70 no lo era, ahora sí; cada vez que se mide el resultado es diferente, ¿hay que considerar la primera medida, la última, una media de todas?; ¿qué hora es la mejor para tomarla?, ¿que posición?, ¿en casa o en la consulta?, ¿ha estado en reposo?, ¿tiene ansiedad o preocupaciones?, etc. Los datos solo son datos que dependen de infinidad de variables y de las ideas de quien los mide. Lo mismo ocurre con todos conceptos y parámetros, relativos a la salud (temperatura, inflamación, bienestar, prevención, hipercolesterolemia, etc.) o a otras ciencias. Definición o descripción es la explicación exterior de la idea; el consenso sobre lo que entendemos por un determinado concepto; es intersubjetiva, es decir se toma por consenso, acordado o tácito. Ejemplo: para saber si varias personas ven una calle hay que partir del concepto “calle”, o más exactamente, de la definición del concepto “calle”; aunque el concepto mental del observable “calle” es distinto para cada persona, hay acuerdo en denominarlo calle. La definición depende de las culturas, de los idiomas, del nivel cultural, etc. Definimos lo observado para, manejarlo y relacionarnos, pero tanto lo que percibimos como su descripción son subjetivas. Decimos que un observable es objetivo, ¡es real!, cuando su concepto es percibido por muchas personas. Sería más adecuado llamarlo intersubjetivo o consensuado, pues objetivo denota una cualidad externa al observador y los conceptos son ideas internas. Estrictamente la realidad es intersubjetiva. Generalización o inducción es el razonamiento que llega a principios generales a partir de la observación de casos particulares, atribuyendo a muchos fenómenos las cualidades observadas en algunos. Depende de la selección de observables, del método de medición, de las variables, del efecto mariposa, de las conclusiones buscadas por el observador, etc. Muchos científicos (Bohm, por ejemplo) piensan que la naturaleza puede ser infinita, que ninguna teoría la puede explicar completamente, que un efecto puede tener un número infinito de causas, que las teorías no son más que aproximaciones a la verdad. Deducción es el razonamiento lógico, que partiendo de hipótesis, conduce a una proposición. La hipótesis es la explicación teórica de un fenómeno aún no verificado, su verificación la convierte en teoría científica. La deducción depende de la imaginación del 14

experimentador, de los avances tecnológicos, del diseño matemático, del entorno sociocultural, etc. Hay ciencias que no usan la deducción, como la sociología, y la investigación cualitativa. Repetibilidad de la observación de los fenómenos naturales: es un requisito que suele ser considerado necesario para calificar de científica a una teoría, pero no es un requisito fundamental, como ocurre en paleontología o en biología: una teoría puede estar sustentada en la existencia de un sólo ejemplar; por ejemplo, la aparición de un único fósil, un eslabón intermedio en la evolución de una especie puede verificar una teoría. Experimentación es la comprobación de las hipótesis por medio de la observación en pruebas controladas, de ensayo y error. Depende de la consistencia de la hipótesis, la tecnología, el apoyo económico, académico, la presión social, etc. No es un requisito fundamental para que una teoría científica sea aceptada, los astrónomos o los físicos teóricos, por ejemplo, no pueden usar la experimentación. Como la ciencia normal no reconoce la incertidumbre de los datos, de los observables, prefiere basarse en la seguridad de la descripción. Si el concepto está anteriormente clasificado decimos que existe, que es empíricamente verdadero (“esto es un libro” es una afirmación verdadera si el concepto coincide con la experiencia ya clasificada). A esta afirmación la llamamos empírica: lo observado encaja con la experiencia. Verificación o falsación (rechazo) de las hipótesis: depende del momento histórico, de la cantidad y calidad de la experimentación, de la intrepidez del científico, etc. Así pues, decimos que un observable es empíricamente verídico cuando lo observado encaja con el concepto descrito, o con la experiencia; ambos subjetivos. Un observable es analíticamente verídico cuando lo observado tiene una lógica interna y encaja con axiomas, es decir, con convenciones teóricas previas. “Los axiomas mismos no pueden probarse, pero se los acepta, a veces a causa de su simplicidad, a veces porque conducen claramente a explicaciones de nuestra experiencia y a veces por ninguna razón declarada”, LeShan y Margenau. Los axiomas más corrientes son los matemáticos, pero éstos tampoco describen algo objetivo o real. Ejemplo: Las matemáticas hasta ahora han dicho que uno más uno son dos: I+I = II. Las matemáticas actuales dicen que uno más uno son más que dos: I+I = II+.

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Esto ocurre en cantidad de ejemplos de la naturaleza: oxígeno más hidrógeno es mucho más que la suma de ambos, es agua; así ocurre con las parejas, los grupos sociales, las células, etc. Un triángulo tiene180º, pero si está en una esfera, como la Tierra, al ser curvo tiene más grados. Cuando el observable converge empírica y analíticamente se dice que es científicamente verídico. Además del método científico hay unos principios formales o características consensuadas que los científicos usan para verificar las teorías científicas y aclarar lo que debe ser considerado como ciencia. Son los axiomas de la ciencia: Simplicidad, abarcarbilidad, encaje, fertilidad, estabilidad, causalidad y elegancia5.

¿Qué es científico? Determinar qué es científico, “definir la validez, es en ciertos aspectos semejante a definir la belleza”, LeShan y Margenau. La explicación teórica de un observable no es el observable real, sino una explicación temporal; la teoría del Big Bang, por ejemplo, puede no ser la explicación del origen del universo. ¿Cual es el margen de error admisible? ¿Quién decide este margen? La cualidad o cantidad de verificaciones precisas para confirmar una hipótesis y convertirla en teoría científica no está determinada objetivamente, son acuerdos intersubjetivos6. Debido a esta indeterminación de la validez científica algunos investigadores buscan la objetividad a través del cálculo estadístico. Esto nos lleva al absurdo, pues la probabilidad es el número de verificaciones conseguidas entre el número de pruebas posibles (no de pruebas realizadas); es decir, el denominador infinito hace que el resultado sea siempre cero. Es la razón por la que Popper y otros científicos, rechazan la validez del modelo inductivo. Los materialistas creen que todo lo científico debe ser entendido en el lenguaje de la física clásica, que la realidad es la materia; creen que el ser humano es un conglomerado de componentes químicos. La ciencia materialista dominante actualmente es claramente insuficiente para abordar la complejidad del ser humano y de la naturaleza que le contiene. Un electrón no se puede ver, pero podemos ver su rastro en una cámara de neblina, o en la mutación de un gen. De la misma manera construcciones teóricas como conciencia y espíritu trascienden las explicaciones físicas, no existen materialmente, pero interaccionan 16

con la materia y podemos ver los cambios físicos que provocan. La depresión es una entidad mental, existencial, hecha de ideas y emociones, pero puede activar productos químicos, hormonas como la hidrocortisona, y destruir hasta un 20 % del hipocampo. Hasta hace poco creíamos que los pensamientos no eran campo de la ciencia, no eran realidad, pero los pensamientos de Sócrates, de Jesucristo, de Hitler, de Picasso, de los Beatles o de Bill Gates han modelado, y modelan, la realidad, mental y material. Puedo llorar al ver un melodrama; aunque sé que no es real los circuitos neuronales son los mismos. Así como el aleteo de una mariposa puede crear un huracán al otro lado del mundo, una emoción puede generar un terremoto, y lo ha hecho muchas veces; los bombardeos, por ejemplo, son consecuencia de ideas y emociones, de ideologías y miedos. Algunos científicos piensan que las verificaciones no son posibles, que sólo se avanza con las falsaciones. Sin embargo ni lo uno ni lo otro es definitivo7. “El pintor pinta lo que le gusta de la naturaleza, ¿y qué le gusta? ¡Le gusta lo que puede pintar!”, Nietzsche. Parafraseándole podemos decir que “el científico investiga lo que observa en la naturaleza, ¿y que observa? Observa lo que puede investigar”. Como el mundo es tan complejo de explicar, la ciencia oficial ha reducido el mundo a lo que sí puede explicar, ha desechado los demás datos; la ciencia como única forma de conocimiento es muy pobre. La complejidad de la realidad hace que cualquier forma de conocimiento nos de diferentes puntos de vista de ella, todos ellos necesarios. Es de gran importancia que cada disciplina aporte la explicación de sus observables, no se puede cuantificar la conciencia ni los sentimientos, son dimensiones interiores, de la psicología, el arte y la filosofía a las que la física no puede llegar; y si queremos investigar sobre ellos hay que recurrir a la investigación cualitativa8 y otras formas de conocimiento. La ciencia puede ser mucho más poderosa si la complementamos con otros dominios.

Datos e intuición. La metodología es la forma de realizar la investigación, el ¿cómo hacerlo? Es lo único que suele preocupar a los fanáticos de la ciencia. La epistemología se ocupa del estudio de los diferentes métodos de conocimiento, de las diferentes metodologías, y es a través 17

de la epistemología y de la historia de la ciencia como podemos adentrarnos más a fondo en lo que es y lo que hace la ciencia. La ciencia, y los métodos científicos, usan reglas metodológicas (no lógicas), para lo cual primero deben decidir qué reglas van a usar. Y es este criterio, esta decisión lo que demasiados científicos no se cuestionan, dando por supuesto que estas reglas son incontestables. Pero no es así. Hay muchos métodos y muchos tipos de reglas. La regla que debiera estar por encima de todas las demás, es esta: ¡ser creativo y ser crítico! Es decir buscar respuestas a las preguntas, soluciones, posibilidades, imaginar fábulas, hipótesis, y probarlas en la práctica. Actualmente hay demasiados científicos que manejan el método, pero no saben a qué aplicarlo, son como los niños de parvulario que se aprenden las lecciones de memoria, pero no saben lo que dicen. En lugar de partir de los interrogantes y usar las técnicas precisas, adaptan los problemas a las técnicas establecidas, dejan fuera del ámbito de la ciencia cuestiones básicas para el conocimiento humano. Según Maslow la ciencia ortodoxa se centra demasiado en los medios (instrumentos, técnicas, metodología, datos, etc.) en detrimento de los interrogantes que se plantea la humanidad. Los datos solo tienen sentido si la hipótesis que manejamos les agrupa y ordena con un fin determinado. Es como una investigación policial en la que los detectives tienen el escenario del crimen con montones de datos acumulados, sin saber llegar a ningún sitio, sin que les lleve a ninguna conclusión. Pero cuando llega Sherlock Holmes, con su hipótesis del fumador formulada, localiza una colilla entre el barro, apenas visible, que había pasado desapercibida, y esto le lleva a solucionar el caso. Hay que ir a buscar la colilla para poder encontrarla. La imaginación es básica.

Las evidencias por sí solas no significan nada; para que la evidencia nos conduzca a la teoría causal, no nos sirve la lógica, ni el proceso probabilístico, sino la imaginación, la hipótesis. La matemática y la metodología son herramientas para explicar las teorías, pero son los científicos, las personas, en función de criterios subjetivos, quienes deciden si una teoría es científica. “Más que nada son factores como la intuición, la sagacidad y la suerte, a secas, los que juegan un papel. La historia de la ciencia está llena de casos en los que un científico da de pronto con una idea brillante basada en datos insuficientes y en poca o ninguna experimentación... F. A. Kekulé dio con la estructura del benceno mientras descabezaba un sueño en el autobús. Otto Loewi despertó en medio de la noche con la solución del problema de la conducción 18

sináptica. Donald Glaser concibió la idea de la cámara de burbujas mientras miraba ociosamente su vaso de cerveza. ¿Quiere decir esto que, a fin de cuentas, todo es cuestión de suerte y no de cabeza? No, no y mil veces no. Esta clase de 'suerte' sólo se da en los mejores cerebros; sólo en aquellos cuya 'intuición' es la recompensa de una larga experiencia, una comprensión profunda y un pensamiento disciplinado”, Asimov. El método científico es una forma de conocimiento, no la única. Actualmente ha quedado superado el concepto restringido de la inteligencia, que hasta hace poco sólo consideraba la habilidad lingüística y de razonamiento lógico-matemático, manifestado en los tests de inteligencia. Los seres humanos tenemos diversas formas de conocimiento, y las empleamos en mayor o menor grado dependiendo de las circunstancias y de las características personales. La ciencia debe abarcar las distintas inteligencias. Pero esto lo veremos más adelante. Un montón de ladrillos no pueden hacer una casa por sí solos, necesitan información y organización. Lo importante no es la materia, sino la información; lo importante no son los datos sino su encaje. Nuestra esencia no está en los elementos que nos conforman, sino en su interacción y complejidad organizativa. No estamos constituidos por elementos de la tabla periódica, sino por su interacción; no somos simples células, sino una red compleja de comunicación entre todos los componentes de nuestra persona, psicoemocional y corporal El actual concepto analítico del conocimiento, dominante aún, no sólo ha separado artificialmente el cuerpo de la mente, sino que ha dividido la misma mente en partes aisladas. Cosa difícil de admitir en teoría, pero imposible de hacer en la práctica. Los seres humanos somos una mezcla inseparable de razón, intuición, emoción y todo ello en conjunto es lo que conforma nuestra inteligencia superior, sin la cual no sería posible el entendimiento, el razonamiento, contextualizar, ni tomar decisiones adecuadas. Sin estos atributos, inseparables de nosotros, seríamos, como máquinas frías y calculadoras, incapacitados para discernir. Estas otras inteligencias arrinconadas por los técnicos de la ciencia actual, nos proporcionan una forma subliminal, directa y superior de conocer. El uso de la inteligencia total, no sólo del razonamiento lógico-matemático, es la que diferencia al científico intuitivo del científico-máquina y al sabio del técnico. “Cada descubrimiento científico tiene un elemento irracional o una intuición creadora”, Popper y Bergson. 19

La observación nos da sugerencias pero es la creatividad la que construye las conclusiones. Éstas a su vez han de ser sometidas a prueba. De modo que la ciencia es mitad observación y mitad imaginación9.

El observador observado. Hasta hace poco la ciencia consideraba que la realidad es objetiva, fácil de percibir, simple, comprensible por el análisis, metódica e inmutable. Pero en el último siglo el concepto de realidad ha dado un cambio revolucionario. La aparición de la física cuántica, la teoría de la relatividad, la cibernética, la teoría de la información, la teoría de sistemas, la ciencia del caos, y otras disciplinas, originan un enfoque teórico después del cual ya nada se puede entender como antes. Las reglas que hasta hace poco creíamos inamovibles han cambiado y ponen en cuestión la propia realidad, pues el objeto observado está condicionado por el observador y por el mismo proceso de observación. Sujeto y objeto en esta realidad se complementan. “La realidad objetiva se ha evaporado y lo que nosotros observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación”, Heisenberg. La realidad objetiva es una ilusión del observador. Mental y neurológicamente no hay diferencias esenciales entre lo que imaginamos o soñamos y lo que percibimos. Llamamos realidad a algo al consensuarlo con otras personas, pero ese criterio tampoco es fiable, pues el comportamiento de las masas y los fanatismos dan ejemplos de alucinaciones colectivas. Bateson piensa que la mente es previa al cerebro y al sistema nervioso superior y que la naturaleza y la mente son consecuencia la una de la otra. No podremos saber nunca si el conocimiento es o no verdadero, pues para hacerlo solo podemos usar nuestra mente, la cual no podemos probar que sea objetiva. Paul Watzlawick cree que no existe distinción entre sujeto y objeto, que no hay criterios objetivos. Lo mismo piensa Humberto Maturana: “Sosténgo que la cuestión más importante que la humanidad tiene frente a sí en este momento es la cuestión de la realidad… la respuesta explícita o implícita que cada uno de nosotros da a la cuestión de la realidad determina cómo la persona vive su vida…”.

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Una realidad compleja. Lo complejo que se han vuelto las ciencias físicas, biológicas, sociales y las teorías matemáticas nos lleva a ver que la forma clásica de entender el conocimiento se ha vuelto insuficiente y nos obliga a reconsiderar los viejos conceptos sobre la ciencia, entendiendo que la ciencia actual es en gran parte el estudio de la complejidad. “Las leyes físicas primarias jamás serán descubiertas por una ciencia que intenta fragmentar el mundo en sus constituyentes”, David Bohm. El pensamiento científico contemporáneo ya no busca simplificar la realidad o dividir lo complejo en sus partes con el fin de conocerlo, se ha dado cuenta que los fenómenos simples no existen. Los átomos, moléculas, células, individuos o estrellas no son piezas de un mecano simplemente pegadas, interactúan entre sí a través del espacio y el tiempo. Las innumerables interacciones entre las partes y lo intrincado de las causalidades cruzadas (en las que los efectos retroactúan sobre las causas) hace inviable la simplificación. La complejidad, según Morin, tiene tres aspectos básicos: 1. Es dialógica, es decir los aspectos duales de la vida (armonía y desorden, mente y materia, partícula y onda…) son opuestos cooperantes, antagonistas complementarios, no se puede entender lo uno sin lo otro. 2. Es recursiva: no hay causas y consecuencias por separado, sino que todo en la naturaleza es principio y fin al mismo tiempo: la gallina no es antes que el huevo, ni el huevo antes que la gallina, ambos son causa y efecto. 3. Es hologramática: el todo está en cada unas de sus partes; las partes no son suficientes para la comprensión, ni lo es el todo, sino la integración emergente de ambos. El universo y todo lo que existe se organiza (orden) al mismo tiempo que se desorganiza (entropía) y ambos aspectos son complementarios. La evolución de la vida también abarca la muerte (de células, seres vivos, especies o ecosistemas). La materia que conforma los seres vivos no es diferente a la del resto del universo, su particularidad estriba en su complejidad organizativa, capaz de comer entropía. Como dice el biólogo, Dobzhansky: “Desgraciadamente la naturaleza no ha sido lo bastante gentil como para hacer las cosas tan simples como nosotros quisiéramos que fuesen. Debemos afrontar la complejidad”. A principios del siglo veinte, el positivismo creía que se podía probar matemáticamente la objetividad o verdad de una teoría. Fueron, sobre todo, Popper y Khun quienes demostraron que las teorías científicas son pasajeras. El matemático Hilbert creía que la 21

metamatemática podía probar verdades objetivas, sin embargo Kurt Gödel, en 1.931, con su teorema, demostró que no es así, “presentó una demostración válida de que para cualquier conjunto de axiomas siempre es posible hacer enunciados que, a partir de esos axiomas, no puede demostrarse ni que son así ni que no son así. En ese sentido, es imposible elaborar jamás un conjunto de axiomas a partir de los cuales se pueda deducir un sistema matemático completo”, Asimov. Algunos científicos buscan otra forma de explicar la realidad; esta explicación la encuentran, como lo hace Edgar Morin, en el llamado paradigma de la complejidad. Este paradigma considera que la realidad no tiene límites definidos, rompe con el simplismo y reduccionismo, da más importancia a las relaciones de las partes que a las partes en sí. Asume que la realidad es mutable, a la vez única y múltiple, dotada de un orden superior que se hace patente en formas imprevistas, irregulares, aparentemente incomprensibles. Bachelard, filósofo de las ciencias había descubierto que: “(…) lo simple no existe, solo existe lo simplificado. La ciencia no es el estudio del universo simple, es una simplificación heurística necesaria para extraer ciertas propiedades, ver ciertas leyes”, Edgar Morin. Von Neuman, en su concepto de complejidad, cree que hay una organización superior, un orden que aún no comprendemos, dentro de la cual encajan la indeterminación, el desorden y el azar. La complejidad extrae información del cambio constante e impredecible de los fenómenos de la naturaleza, de la existencia de dimensiones virtuales, inexploradas o desconocidas, de la aparente aleatoriedad, intemporalidad, no-localidad… El equilibrio es sólo aparente y parcial. La ciencia del orden debe ceder el paso a la ciencia de la paradoja y las anomalías. Los investigadores actuales deben practicar una ciencia que ponga en cuestión lo investigado, el proceso de investigación y al propio investigador. Es lo que intenta este libro. La ciencia es el criterio que una comunidad de observadores, los científicos, aceptan y emplean para explicar los fenómenos observados. La ciencia no es subjetiva ni objetiva, sino intersubjetiva. La afirmación “la ciencia es la única forma objetiva de conocimiento” es muy poco científica y ha pasado a la historia.

Ciencia y fanatismo. “... Un día supe que la ciencia no es verdad. No recuerdo qué día, sí el momento. El Dios del siglo XX ya no era Dios. Había un 22

error, y parecía que nadie en la ciencia dejaba de cometerlo. Decían que todo era verdadero o falso... Los científicos podían errar en las matemáticas y en la lógica. Y eran capaces de mantener su error con toda la pompa e intolerancia de una secta religiosa”, B. Kosko. La libertad de investigación no está garantizada actualmente, los investigadores que cuestionan el orden científico establecido son arrinconados o perseguidos. El sistema de subvenciones, de publicaciones científicas y de supervisión depende en un alto porcentaje de intereses ajenos a la finalidad de la ciencia en sí. En USA, por ejemplo, dos tercios de la potente investigación de salud esta sufragada directamente por la industria farmacéutica; es decir, su prioridad es el beneficio económico, no el avance de la ciencia, ni la salud de los ciudadanos. Muchos científicos innovadores, que han revolucionado la ciencia ortodoxa en su momento han padecido persecución por quienes se otorgaban la infalibilidad del conocimiento. En nombre del conocimiento humano se han cometido muchas injusticias, se ha escrito una historia de fanatismo y dolor. Los poderes políticos, religiosos, culturales, económicos y académicos se autootorgan el derecho de perseguir a quienes atentan contra la verdad establecida. Así ocurrió con la prohibición de la teoría de Copérnico, el confinamiento de Galileo, la ejecución de Giordano Bruno. La idea de que el conocimiento es objetivo e infalible ha sido utilizada, interesadamente, por los grupos de poder a través de los siglos. Semmelweis (quien descubrió como evitar la fiebre puerperal) fue considerado un loco durante décadas, por sus colegas médicos, mientras las mujeres morían por miles. Los colegas de Fleming no reconocieron su descubrimiento de la penicilina hasta pasados 15 años. Las leyes de Mendel tardaron muchas décadas en ser reconocidas. La teoría de Pangea, deriva continental y placas tectónicas, de Alfred Weneger es de 1.912, y sólo tuvo enemigos hasta la década de 1.960 en que las investigaciones de Dietz, Essen, Hess y Ewing la consolidaron. La URSS persiguió a los defensores de la genética mendeliana, matando al académico Vavilov y a otros. Rife y Naessens acabaron en la locura y la muerte debido a la persecución de instituciones médicas profesionales de USA. Benveniste pasó de ser un eminente científico a ser despedido de su trabajo y ser ridiculizado por los científicos dogmáticos franceses y europeos. Actualmente, Montagnier para sacar adelante sus hipótesis ha tenido que marcharse a China, pues el entorno científico occidental, que primero le concedió el premio Nobel, le arrinconó por defender teorías poco ortodoxas. 23

Así ocurre con las teorías y tratamientos innovadores de los médicos Joaquín Amat (condenado en el 2.003 a 11 años de cárcel por producir una fórmula probadamente inocua y apoyado por muchos pacientes), Fernando Chacón (encarcelado, excarcelado, con problemas de salud a consecuencia de ello y a la espera de un juicio que él pide y nunca se celebró, por la confiscación de su producto -BioBacprobadamente inocuo y eficiente) o Ryke Geerd Hamer (inhabilitado y encarcelado por la estafa de publicar un libro con una teoría alternativa para tratar el cáncer). En otros campos de la ciencia ocurre lo mismo: la nueva visión de los datos, las ideas y descubrimientos revolucionarios son peligrosos para quienes tienen el poder económico y quienes dependen de él (la ideología dominante, el poder militar, político y académico). Es lo que ocurre, también, en la obtención y aplicación de la energía o en el desarrollo de nuevas tecnologías: es el ánimo de lucro y la imposición de los paradigmas conservadores los que deciden qué tipo de ciencia es la adecuada, no el avance científico ni la utilidad social10. “Las grandes ideas a menudo reciben violenta oposición de mentes mediocres”, Einstein. Estos avances solo pueden ser entendidos si trascendemos el actual paradigma de la ciencia y abrimos la mente a nuevas posibilidades. Los científicos, cualquiera que sea su teoría o su paradigma, no debieran callar las actuaciones arbitrarias contra la libertad o el progreso de la humanidad en general y contra la ciencia en particular. El fanatismo en la ciencia, y la persecución de científicos por parte del poder establecido (ya sea este poder religioso, científico, económico o político), debe ser denunciado; independientemente del sistema económico y el régimen político (teocrático, dictatorial, corrupto o democrático).

Las cosas son del color del cristal por el que miramos. Lo que denominamos ciencia ha tenido sus aciertos y disparates y ha ido evolucionando y cambiando de paradigma. Un paradigma científico es una explicación de “…‘nociones matrices’ que generan y controlan el pensamiento… una ‘transformación fundamental’ de nuestro modo de pensar, percibir y valorar la realidad”, Morin. Fue Thomas Kuhn, historiador de la ciencia, quien ideó el concepto de paradigma: “un conjunto de explicaciones teóricas sobre 24

qué es el mundo y cómo se producen los fenómenos, sostenidas por una generación de científicos”. Según Kuhn, estudiando la historia se comprueba que la ciencia siempre tiene dos fases: la ciencia normal y la revolución científica. Antes de la revolución hay una crisis denominada preciencia que estudia las anomalías surgidas de la observación que no encajan en las teorías dominantes. El examen de estas anomalías acumuladas es la base de la investigación científica. Hasta que es formulada una hipótesis que explica las anomalías de forma lógica, sencilla, innovadora y coherente, superando la explicación del paradigma anterior. Los científicos ortodoxos conservan las viejas teorías, mientras que los científicos innovadores se arriesgan adoptando nuevas posiciones, explorando otras hipótesis o fábulas. La mayoría de los nuevos profesionales y los disidentes se convierten al nuevo paradigma y las escuelas más antiguas desaparecen cuando mueren sus defensores (en un proceso de 50 años aproximadamente). Pasando, lo que se consideraba hipótesis o fábula, a ser considerado una teoría científica válida. Se produce así la revolución científica. Ya ha pasado un siglo desde que los pilares de la física moderna fueron puestos, pero la ciencia, la sociedad y la cultura ortodoxas anquilosadas aún no han asumido la nueva visión de la realidad. Hay diversas ramas de la ciencia, como las ciencias de la salud, que siguen conservando el antiguo punto de vista, y a pesar de los avances tecnológicos, no han puesto al día su forma de explicar la realidad. Aún creen que la materia biológica es la base, que el campo cuántico no es real, que la persona está separada de su entorno, la mente del cuerpo y todos los órganos físicos y atributos mentales están separados entre sí. La comprensión vieja y nueva hablan diferentes idiomas, los mismos términos tienen diferentes significados, los conceptos de los que parten son diferentes. Lo cual imposibilita la comunicación entre ellos e impide que se aproveche toda la información acumulada durante el período de ciencia normal anterior a la revolución. Un cambio de comprensión rompe los conceptos precedentes, trasciende la forma de ver la realidad y salta a otra forma de entender el mundo. Es lo que ocurre con el cambio de ideas; por ejemplo la idea de que la Tierra está inmóvil que tenían en la antigüedad fue difícil de cambiar, por la idea de que la Tierra se mueve, pues desde la antigua idea creían que si se moviera lo tendrían que notar bajo sus píes, casi como un terremoto; lo que entendían el viejo paradigma y el que le sucedió con esta frase son conceptos diferentes, es otro idioma11. 25

Cuando se está inmerso en un paradigma no se entiende y no se acepta el planteamiento que lo trasciende; la ciencia ortodoxa actual (inmersa en el paradigma de los bloques básicos de materia, la exactitud de conceptos o la realidad objetiva) está impedida para reconocer la categoría de ciencia a muchas teorías actuales más avanzadas. Más adelante lo podremos comprobar. Ejemplo de lo que supone un cambio de paradigma es, también, el que Rupert Sheldrake pone, tomando a un científico materialista que no reconoce la existencia de energía invisible, de ondas electromagnéticas: “... al principio podría pensar que (el televisor) contiene pequeños seres cuyas imágenes ve en la pantalla. Al mirar adentro y encontrar transistores y lámparas podría adoptar una hipótesis similar a la de los reduccionistas: las imágenes resultan de una interacción entre esas partes mecánicas. Esta hipótesis quedaría respaldada si descubriera que al sacar algunos de estos componentes la imagen se distorsiona o desaparece. Si en este punto alguien sugiriera que la imagen no resulta de estas partes sino que depende de influencias invisibles que entran en ellas, el investigador rechazaría la idea con desdén. Argumentaría que el televisor pesa lo mismo cuando está encendido y cuando está apagado. Admitiría que ahora no puede explicar todo a partir de las interacciones entre las partes de la caja, pero que sin duda podrá hacerlo alguna vez…”

Gafas de distintos colores para distintos observadores. A través de la historia ha habido diversos modos de entender la ciencia y diversos métodos científicos. A continuación expongo algunos de ellos: Aristóteles creía que la deducción es el único procedimiento científico y que la inducción no puede demostrar nada. Bacon sustituyó la lógica apriorística y deductiva por la experimental e inductiva. Como empirista creía que el saber procede de los sentidos. Impulsó la investigación y al método científico. El empirismo afirma que el conocimiento científico solo puede proceder de la experiencia sensorial y las ideas de los sentidos. Por empírico generalmente se entiende la observación cuidadosa de fenómenos que, de forma restringida, son cuantificables. Los que defienden el empirismo consideran el rigor estadístico y metodológico como prioritario. Las teorías empíricas buscan regularidades tanto en el método como en el objeto de conocimiento. Sin embargo actual26

mente se sabe que el caos y la indeterminación se encuentran por todas partes en la naturaleza y los sistemas ordenados constituyen una excepción. El empirismo aún no ha solucionado cuestiones como la falibilidad y la limitación de los sentidos, ni ha justificado como llega a las generalizaciones a partir de las evidencias singulares. En su seno surge el positivismo, cuyo método inductivo se basa en la idea de que la acumulación de hechos es previa a la formulación de generalizaciones, es decir, “primero investigación y después teoría”. Los positivistas establecen una separación artificial entre materia y vacío. Creen posible diferenciar la ciencia empírica de la metafísica y aspiran a descubrir esta diferencia. Quieren mantener las distancias con las formas no racionales de conocimiento (intuición, emociones, sentido común, estética), pues consideran que éstas no son fiables. El positivismo lógico (cuyos principales defensores fueron Comte, Stuart Mill y el Círculo de Viena,) quería transformar la filosofía en ciencia y fundar todas sus proposiciones sobre enunciados verificables y coherentes, aniquilar la metafísica. Su camino se topó con la realidad de que no hay fundamentos absolutos, ni las leyes científicas pueden reducirse lógicamente a enunciados elementales de experiencia. Los positivistas creen que hay una realidad objetiva, independiente del observador y pretenden demostrarlo. Pero como esta verificación es imposible usan recursos y artilugios que no tienen nada que ver con su pretendida objetividad, como denominar objetivo un fenómeno observado muchas veces o por muchos observadores. Pero la cantidad de observaciones o la opinión mayoritaria sobre cómo se produce un fenómeno no prueba nada, y la historia está llena de ejemplos de teorías incontestables que han resultado falsas12. Actualmente el positivismo está fuertemente contestado por la concepción falsacionista de Popper, popular entre muchos científicos, los cuales consideran que no hay base suficiente para justificar el uso de la inducción, ya que no se pueden demostrar leyes universales a partir de casos particulares. El idealismo sostiene que la realidad exterior es creada por la conciencia de la persona; lo mismo que creamos los sueños, creamos la realidad. Dentro de esta corriente se puede englobar el relativismo (criticismo, pragmatismo), que cree que la verdad no puede ser absoluta y que cada afirmación es condicionada por factores particulares. Sus principales figuras son Platón, Kant y Hegel. 27

Según Platón, la realidad es una luz de la que sólo conocemos las sombras que proyecta, al estudio de estas sombras lo denominamos ciencia. De forma que como dijo Korzebsky no hay que confundir el mapa con el territorio. Kant también creía que los métodos de que disponemos para conocer la realidad, los mapas, sólo consiguen tantear lo que ésta es. En cierta ocasión le preguntaron a Picasso por qué pintaba las mujeres de forma irreal. Picasso, asombrado, preguntó cómo es una mujer real. Le mostraron la fotografía de una mujer para indicarle lo que es real. Esta fue su respuesta: ¿Quiere decir que esa mujer es real? así de pequeñita, gris, plana, inmóvil…

Hoy en día quienes defienden este punto de vista aluden a que las redes neuronales que empleamos para soñar son las mismas que las que empleamos para captar la realidad. El constructivismo defiende que “el conocimiento se construye, no se desvela ante el investigador por ningún tipo de acción metodológica", González del Rey. Los precursores del constructivismo Piaget y Vygotsky, creían que el conocimiento no es una copia de una realidad objetiva, sino un producto subjetivo. El racionalismo cree que lo real obedece a leyes racionales y que la razón es el supremo criterio del conocimiento. Interpreta la realidad según los principios de la razón. Descartes, Spinoza o Leibniz, por ejemplo, creen que la explicación a priori, mediante un razonamiento deductivo, es el mejor método para el avance del conocimiento; tras lo cual ha de someterse a un análisis experimental para corroborar la teoría, o descartarla. Estas corrientes solo son formas de explicar las diferentes posturas ante la ciencia, pero la realidad es mucho más compleja que su explicación y muchos científicos son inclasificables en ninguna corriente. Newton, por ejemplo, considerado por muchos el mayor científico de todos los tiempos, buscaba comprender el mundo que Dios había creado. Era un verdadero heterodoxo, que se libró de la persecución gracias a sus poderosas amistades y a su gran fama.

¿Hay un único método científico? El Racionalismo Crítico es la corriente más seguida actualmente para explicar en qué consiste la ciencia. Defiende que el conocimiento científico debe partir de principios generales, hipótesis, a partir de las cuales se deducen sus hechos particulares. En esta 28

corriente se pueden incluir a Karl Popper, Thomas Kuhn, Imre Lakatos y Paul Feyerabend. Sus propuestas giran en torno a lo que se suele llamar método hipotético deductivo. Karl Raymund Popper, que al principio perteneció al Círculo de Viena, cree que la ciencia puede evolucionar más rápidamente mediante el procedimiento de crear hipótesis para explicar los hechos, y ver si resisten la experiencia, con su contraste negativo, llamado falsación. Una teoría es científica si puede ser falsada por la experiencia (si es empírica), o por sus contradicciones internas (si es lógico-matemática). “Aunque no podamos justificar racionalmente nuestras teorías, y ni siquiera probar que son probables, podemos criticarlas de forma racional y objetiva, buscando y eliminando errores al servicio de la verdad, distinguiendo así entre teorías mejores y peores”, K. R. Popper. Popper opina que las teorías científicas no se pueden probar y que su situación hipotética es permanente. Las disputas entre científicos dependen de los resultados experimentales, pero éstos dependen, a su vez de, los enunciados observacionales previos (que son cuestionables y cargados de teoría). Concibe la observación y la experimentación como acciones subjetivas. Popper afirma que el método inductivo no es científico y propugna el hipotético-deductivo: “Todo principio de inducción es superfluo y lleva forzosamente a incoherencias (incompatibilidades) lógicas. La principal razón para rechazar la lógica inductiva es que no proporciona un rasgo discriminatorio apropiado del carácter empírico, no metafísico, de un sistema teórico; o en otras palabras, que no proporciona un criterio adecuado que nos permita distinguir entre ciencias empíricas y sistemas metafísicos”. Como el criterio falsacionista nos puede llevar a rechazar teorías con potencial para hacer avanzar a la ciencia, el mismo Popper es partidario de no ser estricto a la hora de descartar teorías. Las bases de la ciencia son, para Popper y Lakatos13, la experiencia repetible, el método estricto y acatar la falsación y evaluación. Paul Feyerabend estudiando la forma en que actúan los científicos en la práctica (no como debieran actuar) observó que las reglas metodológicas que hacen científica una teoría eran violadas constantemente y que la línea entre ciencia y no ciencia no existía. Observó que los científicos no tienen una actitud neutral sino que influyen en el desarrollo de los fenómenos para corregirlos a su favor, haciendo de todo para sacar adelante sus propias teorías. 29

Einstein, por ejemplo, cuando se comprobó que el universo no es estable, que se expande, en lugar de cambiar de teoría, creo una constante cosmológica matemáticamente, que hacía posible su idea de un universo estable.

Feyerabend cree que el poner límites metodológicos disminuye el potencial empírico de la ciencia, originando una rigidez que debilita la búsqueda, por lo que defiende que el pluralismo metodológico y la total libertad de acción (todo vale) es lo más adecuado para alcanzar el conocimiento. Piensa que, después de observar cómo actúan los científicos, la libertad sin límites debe prevalecer. Rechaza la separación artificial entre lo científico y lo no científico y defiende que “la ciencia es lo que los científicos hacen” y que el método científico simplemente no existe14. Lakatos y Feyerabend, creen que la ciencia es un método más de conocimiento, no algo especial en la búsqueda de la verdad. Que la verdad admite todos los caminos, no sólo los empíricos y que muchos aspectos de la verdad no pueden ser conocidos empíricamente. También el holismo epistemológico de Quine Duhem piensa que son los científicos quienes deciden las teorías, no el razonamiento lógico. Defiende que lo observado depende de la teoría que se utiliza y que las evidencias no bastan para probar qué teoría es correcta. Kuhn, al contrario que Popper, cree que el progreso de la ciencia no es acumulativo, sino revolucionario, rompedor con lo anterior. La falsación de Popper y Lakatos tiene el inconveniente de que no se produce en un momento claro y se pueden seguir defendiendo teorías incluso después de ser superadas por otras. Esta situación ha sido suficientemente documentada por Kuhn, quien defiende que un paradigma no se impone a otro, sino que va afianzándose a medida que los nuevos científicos que se incorporan a la observación la adoptan, quedando el viejo paradigma superado cuando sus defensores van desapareciendo físicamente. Cree que en el periodo de ciencia normal (oficial u ortodoxa) los científicos no son críticos, no intentan superar las anomalías, sino taparlas, no intentan falsar la teoría científica vigente, ni buscan nuevas teorías. Por ello un paradigma no puede ser falsado o refutado desde dentro, sólo será superado si surge otro que lo sustituya.

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Dos paradigmas distintos para una misma realidad. PRESUESTOS BÁSICOS DE LA CIENCIA (según Fitjof Capra) Paradigma antiguo Paradigma moderno 1. Para comprender cualquier sistema 1. Las propiedades de las partes solo complejo hay que descomponerlo en sus pueden entenderse por completo a elementos. través de la dinámica del conjunto. 2. Hay estructuras fundamentales, fuerzas y mecanismos a través de los que actúan.

2. Las partículas subatómicas son modelos dinámicos que cambian continuamente uno dentro de otro (en una danza continua de energía).

3. Las descripciones científicas son objetivas, independientes del observador humano y del proceso de conocimiento.

3. Lo que se ve depende de como se mire. El electrón puede aparecer como una partícula o como una onda.

4. Existen cimientos sólidos y firmes; bloques básicos de construcción de la materia; ecuaciones, constantes, principios fundamentales.

4. En la materia no hay entidad fundamental. Todas sus partes siguen las propiedades de las otras partes y sus interrelaciones determinan la estructura de todo el entramado.

5. La ciencia nos da seguridad sobre el conocimiento de la realidad.

5. Todas las teorías y conceptos científicos son aproximados a la realidad. La ciencia nunca puede proporcionar una comprensión completa y definitiva de ésta.

6. La naturaleza está al servicio del hombre. La ciencia y la tecnología ayudan a dominarla y sacarle provecho.

6. Los fines de la ciencia son la sabiduría, la comprensión del orden Natural, la armonía y cooperación de los humanos entre sí y de éstos con el resto de la naturaleza, de la que formamos parte.

El conocimiento es incertidumbre, continuo movimiento. “Cualquier teoría física es siempre provisional, en el sentido que es sólo una hipótesis; nunca puede ser probada. No importa cuántas veces los resultados de los experimentos concuerden con alguna teoría, nunca se puede estar seguro de que la próxima vez el resultado no la contradirá. Por otro lado, se puede refutar una teoría con encontrar sólo una observación que esté en desacuerdo con las predicciones de la misma”, Stephen Hawkin. La ciencia debe empezar por cuestionar si sus principios son inamovibles, y de este cuestionamiento parte todo lo que en nombre de la ciencia se deriva. Los fanáticos de la ciencia oficial acostumbran 31

a dar por supuesto que todo lo que lleva el apellido científico es incuestionable. Pero hay gran cantidad de textos de científicos conocidos, que cuestionan el mismo método de conocer15. Es por ello que para avanzar, hemos de ser flexibles, dejar de buscar verdades inamovibles y adaptar nuestras ideas a los descubrimientos. Pues éstos, superando nuestra capacidad de sorpresa, muestran continuamente su poder de transformar el mundo tal y como lo entendemos. La ciencia no tiene límites, es falible y revisable, “básicamente lo que hace que una afirmación científica sea aceptable o utilizable es la medida en que ofrece oportunidades objetivas de investigación futura o aplicación práctica… Lo que tenemos… es… un proceso en el que se fraguan los resultados seguros mediante la continua incorporación a la investigación en marcha”, Alan Chalmers. Hay que tener en cuenta las limitaciones de la ciencia, ya que, como mostró Tomas Kuhn, los científicos no estudian todos los principios de los fenómenos para llegar al más apropiado, sino que ‘nacen’ dentro de una doctrina desarrollada y se dejan llevar por ella. “…Popper, y después Kuhn, cada uno a su modo, han mostrado que lo propio de una teoría científica es ser biodegradable”, E. Morin. Como ejemplo veamos como ha entendido la ciencia el universo desde la antigüedad. Un ejemplo histórico. Entre los siglos II antes de Cristo y II después de Cristo el sistema geocéntrico (con giro circular epicicloide de los planetas) de Ptolomeo predijo con éxito los cambios de posición de los planetas y las estrellas. Ningún otro sistema antiguo había sido tan seguido. Con respecto a las estrellas, la astronomía de Ptolomeo es usada todavía en la actualidad. Pero en ciencia no suele haber éxitos totales; las predicciones de Ptolomeo fallaban respecto a la posición planetaria y a la precisión de los equinoccios. El buscar que la teoría fuese afirmada por la observación tuvo ocupados a los seguidores de Ptolomeo durante siglos, sin conseguir que las anomalías encajaran. En el renacimiento la mayoría de los astrónomos pensaba que el paradigma astronómico fallaba en las aplicaciones a sus propios problemas tradicionales. Esto preparó el camino para que Copérnico rechazara el paradigma de Ptolomeo y apoyara la teoría del Heliocentrismo. Además de las dificultades interiores, el sistema de Ptolomeo se topó con cambios sociales y culturales, como la reforma del calendario, el paso de moda de las teorías aristotélicas y el surgimiento del neoplatonismo. Como mantiene Kuhn, los factores externos tienen gran importancia en la determinación del momento del derrumbamiento de un paradigma. Newton: entre dos cuerpos del universo hay una fuerza de atracción que depende de la masa y de la separación entre ellos. Todo cuerpo tiende a conservar su estado de reposo o movimiento rectilíneo indefinidamente mientras no intervengan fuerzas exteriores para modificar su estado.

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Como pasó con Ptolomeo, hacer coincidir la observación del cielo con la teoría, fue la principal razón de la investigación de los sucesores de Newton. Las leyes de la mecánica clásica no se cumplen cuando la velocidad de los cuerpos es próxima a la de la luz; no puede por lo tanto aplicarse en macrofísica ni en microfísica. Einstein: la presencia de materia provoca la curvatura del continuo espaciotiempo (un campo gravitacional puede desviar un rayo de luz). Putoff ha demostrado matemáticamente que la gravedad se puede explicar por el movimiento de las partículas del campo energético de fondo. Como veremos más adelante, su teoría del Campo Punto Cero puede ser la mayor revolución científica de todos los tiempos.

Los datos son solo datos. Un enfoque riguroso del conocimiento humano nos dice que la ciencia es algo subjetivo y cuestionable permanentemente. Sin embargo es habitual que la sociedad en general y el colectivo de científicos en particular afirmen que la ciencia es una forma de conocimiento objetiva e incuestionable. Esto ocurre, por ejemplo, con la última moda de investigación en salud, la práctica basada en la evidencia (PBE)16. La mayor parte de las evidencias de la PBE son metodológicas e instrumentales. Aunque algunos profesionales creen ver en esta tendencia algo novedoso, en realidad lo único que supone es un rebrote de la vieja pretensión de inducir algo objetivo a partir de la acumulación de datos. “La adoración del ídolo de la certidumbre (verificabilidad) de las teorías (que incluye los grados de certidumbre imperfecta o probabilidad) reprime la audacia de nuestras preguntas y pone en peligro el rigor y la integridad de nuestras contrastaciones”, Popper. El abc de la investigación viene a decir: “el que dos fenómenos sucedan a la vez no significa que uno sea causa del otro”. Así, el que los viejos tengan canas no quiere decir que la causa de la vejez sea el tener canas (y que hacer desaparecer las canas haga desaparecer la vejez); o el hecho de que en verano se vendan muchos helados y que aumente el número de ahogados no significa que los helados hagan aumentar el número de ahogados. Sin embargo este tipo de conclusiones son habituales y se atreven a considerarse científicas17. Muchos epidemiólogos, y otros científicos empíricos, creen encontrar la certidumbre objetiva en las conclusiones de sus estudios, pero el método en el que se basan estas conclusiones (datos no experimentables, posibilidad de sesgos, variables ocultas, efecto mariposa -pequeñas causas pueden producir grandes efectos- y otros factores de incertidumbre) no asegura, en absoluto, estas 33

pretensiones. “el más mínimo error en los cálculos, causado por la necesidad práctica de redondear cifras a algún nivel de decimales, añadirá inevitablemente suficiente incertidumbre para hacer imposible toda predicción”, F. Capra 1.996. La ciencia materialista también confunde la ausencia de evidencia con evidencia de ausencia: Hay fenómenos que no podemos o no sabemos probar, pero la falta de pruebas no demuestra que no existan. Y ésta es la esencia de la cuestión: los datos son sólo datos. “La ciencia son hechos; de la misma manera que las casas están hechas de piedras, la ciencia está hecha de hechos; pero un montón de piedras no es una casa y una colección de hechos no es necesariamente ciencia”, Henri Poincare. La teoría cuántica y la relatividad, que son muy contradictorias en varios aspectos, tienen algo en común, ambas sostienen que no hay separación entre el instrumento de observación y el objeto observado, que el cosmos es una totalidad no dividida. La relación entre observable, observador y comprensión es esencial para entender lo que es la ciencia misma. Ya hemos visto que las evidencias por sí solas no significan nada. La imaginación (hipótesis) y la decisión (qué y cómo medir) de la persona es la que determina el resultado, no la pulcra acumulación técnica.

Apostando por la ciencia. Concluyendo este capítulo quiero dejar claro que la ciencia es un método de conocimiento valioso para la humanidad. Lo que aquí se pone en cuestión no es a la misma ciencia, sino el cientificismo, el simplismo dominante del concepto de ciencia, la creencia acaparadora que ciertos científicos (con mucho eco en los círculos académicos y medios de comunicación) tienen de la ciencia, pretendiendo que es una forma incuestionable y objetiva de conocer la realidad. Las más avanzadas teorías, hoy por hoy, afirman que la realidad es paradójica: indivisible aunque múltiple, compuesta de partes que contienen el todo, compleja aunque sincrónicamente interconectada, causa y efecto a la vez, cambiante, imprevisible, heterogénea aunque auto-organizada, ilimitada, puede existir y no existir a la vez. El mundo mental y el material son uno sólo, ya que lo observado depende del observador. El observador, lo observado y la misma observación podrían ser lo mismo. 34

El nuevo paradigma del conocimiento no supone cambiar la ciencia por la filosofía, sino que abarca a las dos disciplinas. El más avanzado conocimiento no solo viene a dar un toque de atención a los científicos que rechazan lo mental por no saber manejarlo con la facilidad que manejan la materia, sino también a los filósofos, psicólogos y religiosos, que, desde el otro ángulo, minusvaloran lo material por tener poca importancia para el mundo de las ideas. Ambas visiones han dividido artificialmente la entidad que llamamos ser humano, la ciencia de la complejidad actual rechaza esta división. Los científicos ahora saben que lo material es inseparable de lo mental y los filósofos se dan cuenta que la conciencia y la materia, como en los sueños, son solo conceptos. La separación entre materia, mente y espíritu queda superada, pues sólo son diferentes formas vibratorias del campo. El caos y el orden, la entropía y la neguentropía son parte del ritmo ondulatorio que abarca todo. La ciencia es un proceso que parte de una pregunta, ensaya soluciones, descarta errores y propone aplicaciones. El proclamar la ciencia como el método objetivo y universal, portador de verdades absolutas, es señal evidente de intransigencia y carece de rigor científico. Si queremos que los métodos de conocimiento científico progresen hemos de despojarlos de su visión totalitaria y reconocerlos como lo que son: una forma más de conocimiento humano, con diversos puntos de vista. El conocimiento, en su más amplio sentido, nos da libertad, comprensión y bienestar, apliquémoslo.

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2. CIENCIA EN EL TERCER MILENIO. “El mundo que percibimos fuera y el que vemos dentro, convergen. Esta convergencia de dos mundos es quizás uno de los acontecimientos culturales más importantes de nuestro tiempo”. I. Prigogine.

En el actual capítulo expongo algunas teorías que están contribuyendo a la crisis del concepto ortodoxo de ciencia y a su actual renovación, mediante el surgimiento de un nuevo paradigma. Profundizar en ellas excede el propósito de éste libro, pero considero clarificador realizar una somera presentación de cada una. Más adelante voy a dedicar capítulos exclusivos, deteniéndome un poco más, a otras ramas de la ciencia.

La matemática subjetiva. Incluso las matemáticas, que muchos piensan que son incuestionables, están siendo puestas en entredicho como método aséptico y objetivo de conocimiento. Las matemáticas según Alfred Korzybski son un lenguaje más, un mapa, entre otros, para explicar la realidad. Roger Penrose, que ve las matemáticas como un universo eterno y armónico, dice que la realidad tiene tres dimensiones: Una física, otra matemática-platónica, y la tercera mental. Las matemáticas, según el filósofo inglés Isaiah Berlin, son “construcciones artificiales, creaciones de la imaginación sin una necesaria relación con el mundo exterior…dejan fuera la parte más rica e importante de la experiencia humana: la vida diaria, la historia, las leyes humanas y las instituciones, las diferentes formas de expresarse del Ser Humano”. El matemático Gregory Chaitin dice que, en matemáticas es posible “hacer afirmaciones indemostrables e irrechazables dentro 36

del mismo sistema, pues ningún sistema consistente puede demostrarse a sí mismo”. Se puede llegar al absurdo lógico, a la autonegación matemática, como ocurre con este cuento: A un condenado a muerte se le permite escoger la forma en que será ejecutado con la condición de que diga una sola frase. Si la frase es cierta morirá con una inyección letal, y si es una mentira morirá en la silla eléctrica. El condenado dice: “voy a morir en la silla eléctrica”. ¿Qué debe hacer el verdugo? Como no hay solución, al final el reo es perdonado.

Parece que esto mismo es lo que vienen a decirnos los teoremas de incompletitud de Gödel, 1.930. Estos son una contribución decisiva a las matemáticas y a las ciencias en general; para muchos científicos son tan importantes como pueden ser la teoría de la relatividad o el principio de incertidumbre. Vienen a decir que es imposible llegar a conocer todos los secretos del Universo. El primer teorema afirma: “En cualquier formalización consistente de las matemáticas que sea lo bastante fuerte para definir el concepto de números naturales, se puede construir una afirmación que ni se puede demostrar ni se puede refutar dentro de ese sistema”. O, lo que es lo mismo, que en lógica formal no se puede hallar un conjunto de reglas, sin fallos, que demuestre toda la verdad matemática. Lo cual carece de sentido, pues verdad o falsedad son conceptos matemáticos relativos a cada método explicativo, no principios matemáticos absolutos. El segundo teorema afirma: “Ningún sistema consistente se puede usar para demostrarse a sí mismo”. Este teorema socava la seguridad de los matemáticos, pues si ningún sistema (o procedimiento) puede demostrar su propia solidez significa que, en sí mismo, es incoherente y que necesita otro sistema para consolidarse. Es como la lógica paradójica de Eubulides de Mileto (Siglo. IV a..C.): Si digo estoy mintiendo, ¿lo que digo es verdad o es falso? Si lo que dice es verdad, entonces es falso, y si lo que dice es falso está diciendo la verdad. Solo se puede salir de la paradoja comprobando si miente, o no, desde otro punto de vista, exterior a la frase.

O, dicho de otra forma, no hay un punto de vista objetivo, la objetividad surge de la intersubjetividad, del consenso. De modo que, salvando las distancias, el teorema de Gödel viene a decir “esta formulación matemática es falsa”, es contradictoria, demuestra tanto el enunciado como lo contrario. Entonces ¿qué hace a un sistema matemático consistente? ¿Qué da la objetividad a una demostración? Desde Platón los científicos estaban convencidos de que las matemáticas eran la forma de objetivar cualquier teoría sobre las 37

propiedades del universo. La perfección estaba ahí, en un mundo ideal, objetivo y abstracto, no influenciable por nuestra mente imprecisa, sólo había que encontrar la fórmula que la descifrase. Pero esta hipótesis no es más consistente que la contraria: que ese mundo ideal de Platón sólo es producto de nuestra mente. Por ejemplo la geometría Euclídea, el concepto de línea recta incluida, era considerada como correcta hasta que cambió con la teoría de la relatividad, teoría más precisa aún. Roger Penrose extrae esta conclusión del teorema: …“cualquiera que sean las reglas preestablecidas, si aceptamos que son dignas de confianza y no demasiado limitadas, son un nuevo medio de acceso a verdades matemáticas, para cuya deducción dichas reglas no son lo bastante potentes”. Gödel, hizo una de las mayores revoluciones de la historia de la ciencia, demostró que las matemáticas (y con ella todas las ciencias que la usan) son limitadas, que no todo misterio puede ser probado; y, ¡vivan las paradojas!, lo hizo usando la lógica matemática. Lo cual viene a decir que el conocimiento racional, o cualquier sistema finito de conocimiento, no puede llegar a la esencia de un universo potencialmente infinito. O, siguiendo a Penrose, que cualquier sistema matemático nos puede llevar a verdades que ese sistema preestablecido no puede deducir.

La importancia de Gödel estriba en la imposibilidad de demostrar qué lógica matemática es válida, lo que hace necesario el acuerdo entre expertos para fiarnos de la consistencia. Es decir, se necesita una decisión externa para determinar su validez. Teorías científicas correctas, pues, son aquellas que la mayoría de los científicos consideran pertinentes; lo cual nos lleva de nuevo al concepto de Khun o Feyerabend sobre lo que es ciencia. Y, completando el bucle, la mayoría de científicos, hoy en día, no están de acuerdo en que la opinión de la mayoría deba ser utilizada como regla de aceptabilidad científica. Esto constituye otra paradoja, pues los científicos que hacen avanzar la ciencia se suelen ver solos, como hemos visto en diferentes ejemplos. Y los guardianes del paradigma establecido, los científicos conservadores, que no son casi nunca sus creadores, son quienes hacen que la ciencia se anquilose. Así nos encontramos con un panorama muy interesante a la hora de buscar el consenso científico que decide lo que es ciencia, pues resulta que muchísimas veces quienes están en minoría son 38

quienes hacen avanzar la ciencia y, a la larga (a veces después de muertos) consiguen la mayoría. Las matemáticas, según Wilber, pueden ser tan objetivas como las experiencias místicas. Por ejemplo la raíz cuadrada de menos uno (√-1) no es más real, ni tiene más credibilidad implícita, que una percepción contemplativa. Ambos aspectos sólo pueden ser entendidos utilizando un método (observación o medición) especializado, un lenguaje específico para el que hay que prepararse, en un caso las matemáticas y en otro la introspección meditativa; por lo tanto debemos fiarnos de los que se han preparado, de lo que enseñen los expertos, en un caso los matemáticos y en el otro los meditadores. Tal vez haya que cambiar la pregunta y en lugar de ¿qué hace a un sistema matemático consistente? habría que preguntar ¿puede haber sistemas matemáticos objetivos? ¿Es la realidad objetiva? “Quizá las matemáticas, como la física, debieran convertirse en ciencias cuasi-empíricas y habría que aceptar que ciertas hipótesis, como la de Rieman no se pueden probar, e incorporarlas como axiomas, mediante consenso de la comunidad científica”, Gregory Chaitin.

Las matemáticas de la complejidad. Mención aparte merecen las matemáticas surgidas en las últimas décadas, que están permitiendo en la actualidad comprender la teoría de los sistemas dinámicos, las redes autoorganizadas y retroactualizadas que caracterizan la ordenación de los seres vivos. Estas matemáticas, que dejan obsoleto y sustituyen el cálculo diferencial de Newton y Leibniz, se basan en los métodos de Poincaré. Estudian las relaciones y los patrones organizativos dentro de los sistemas y suponen un cambio de la orientación cuantitativa de las matemáticas anteriores hacia el aspecto cualitativo, fundamental para el pensamiento sistémico actual. Actualmente se pueden resolver complejas ecuaciones, denominadas no-lineales, antes impensables, capaces de encontrar un nuevo orden emergente donde aparentemente solo había aleatoriedad, y explicar los patrones organizativos en el caos profundo. Estas matemáticas son posibles gracias a los ordenadores actuales y sus soluciones ya no son simples fórmulas, sino relaciones abstractas de posibles variables y combinaciones representadas en un 39

espacio de fase por una trayectoria, cuya evolución está marcada por atractores1. En estos sistemas dinámicos pequeñas oscilaciones pueden generar grandes cambios en la visualización final. Dichas oscilaciones dan lugar a bifurcaciones o catástrofes que hacen evolucionar al sistema en otra dirección, generando nuevas formas de orden. “En estos sistemas una pequeña perturbación se amplifica, unas trayectorias inicialmente cercanas se separan. La inestabilidad introduce aspectos esenciales”, Prigogine, 1.993. Cada bifurcación puede suponer el surgimiento de un estado diferente, de forma que las cualidades del estado previo condicionan el sistema emergente de mayor orden y complejidad. Cada bifurcación es una posibilidad, una elección para el sistema, y el conjunto de posibilidades establece una incertidumbre en el movimiento del sistema. El continuo movimiento de energía a través del sistema se traduce en fluctuaciones; si éstas son pequeñas, puede que el sistema las absorba y no lleguen a alterar su integridad estructural. Pero también pueden perturbar el sistema, aumentando el número de interacciones nuevas. Las partes se reorganizan en una nueva totalidad y el sistema avanza hacia un orden más elevado, único (no repetitivo) e indeterminado. Por otra parte el estudio de los atractores extraños ha dado lugar, también, a la geometría fractal, creada por Benoit Mandelbrot, que estudia la forma geométrica de los fenómenos naturales a través de una nueva matemática inventada por él. El método se basa en la repetición sucesiva de ciertas fórmulas geométricas. Esta nueva geometría, es otra parte de las nuevas matemáticas que ha hecho cambiar radicalmente los conceptos científicos de fenómeno natural y de complejidad matemática. Las matemáticas de la complejidad nos muestran, pues, que pequeñas variables pueden generar cambios muy complejos y simples repeticiones de formulas sencillas pueden dar lugar a estructuras muy complejas. Buscan describir los fenómenos naturales en toda su complejidad, en todas sus variables, y nos ayudan a ver la gran diferencia que hay entre la realidad y nuestra comprensión sobre ella. Nos ayudan a entender, también, que el proceso o patrón organizativo es tan importante, o más que la estructura material de la naturaleza. Estas matemáticas nos llevan a comprender mejor los fenómenos naturales, pero paradójicamente, como el principio de incertidumbre y a la teoría del caos, nos muestran que la naturaleza (la realidad) es inaprensible, es imposible de explicar y de predecir. 40

Holones y cuadrantes del kosmos. “Arthur Koestler acuñó el término holón para referirse a una entidad que es al mismo tiempo una totalidad y una parte de otra totalidad”, Wilber. Las características de la evolución en los diferentes reinos de la naturaleza tienen en común unos principios comunes, que se pueden resumir en la teoría de los holones difundida por Ken Wilber. “La realidad no está compuesta de cosas ni de procesos, de totalidades ni de partes, sino de totalidades/partes”. Un holón es una entidad única que está integrada por unidades menores y que forma parte de otras mayores. La realidad está compuesta de holones: los átomos, las células, las personas, las ciudades, las naciones, los árboles, los bosques, los planetas, las palabras, las frases, etc. Todo lo que existe son entidades que abarcan otras entidades y que son abarcadas a su vez. A continuación menciono algunos principios que comparten todos los holones. La identidad de los holones es ser totalidad y parte, a la vez. Ejemplo: los átomos son partes de moléculas, que son partes de células, que son partes de organismos, etc. Cada holón posee individualidad, capacidad de adaptación al medio, dentro de la totalidad superior, capacidad de autotrascendencia (de superar su situación) y capacidad de autodisolución (disociarse en los subholones que lo componen). Una célula, por ejemplo, tiene capacidad para integrarse armónicamente en un tejido y para disgregarse en moléculas o átomos. Todo holón es capaz de trascender, es emergente, lo que significa que el todo que forma posee propiedades que superan la suma de sus partes; esta propiedad de emergencia, como iremos viendo, es básica para entender los sistemas en general y al ser humano en particular. Unos millones de neuronas no hacen un cerebro, para construir el organismo deben trascender, llegar a otra entidad que los ordena y los coloca; el ser vivo es mucho más que sus componentes. Hay una emergencia creativa, un salto cuántico, el todo es mucho más que la suma de sus partes. Los holones tienden a discurrir hacia órdenes de totalidad creciente (a emerger jerárquicamente u holoarquicamente), a unirse y relacionarse armónicamente. Sin la superación hacia nuevas totalidades (o niveles jerárquicos de organización estructural) no hay evolución, sino sólo conglomerados. 41

Los holones al trascender incluyen a sus componentes. “Las moléculas trascienden e incluyen a los átomos que trascienden e incluyen a las partículas…. De tal modo que el nivel superior posee las cualidades esenciales del nivel inferior más algo adicional”. El agua posee las cualidades del hidrógeno y del oxígeno y algo más; recordemos la formula I + I = II +. Lo inferior en la escala jerárquica determina las posibilidades de lo superior y lo superior establece las probabilidades de lo inferior. Los niveles de una jerarquía constituyen su profundidad (o verticalidad) y la cantidad de holones de cada nivel determina su amplitud (u horizontalidad). Cada paso evolutivo produce mayor profundidad y menor extensión. Así, hay muchas partículas subatómicas, hay menos átomos que partículas, menos moléculas que átomos, menos células que moléculas, menos organismos pluricelulares que células, etc. Cada uno de estos saltos jerárquicos tiene una mayor profundidad y una menor amplitud. Destruyendo un holón se destruyen todos los niveles evolutivos superiores y ninguno de los inferiores. Por ejemplo, si destruimos las moléculas de un cuerpo, destruimos todos los niveles superiores (células, tejidos, órganos…), pero no los niveles inferiores (átomos, partículas…). Las holoarquías coevolucionan. Es decir, diferentes holones de un nivel jerárquico superior están interrelacionados. Si destruimos los bosques y los mares, también estamos destruyendo la vida humana, que está en el mismo nivel jerárquico que esos holones, permitiendo un nivel superior llamado biosfera. Cada parte de una misma totalidad tiene una estrecha interrelación con todas las partes de su mismo nivel. Wilber también estudia los holones desde el punto de vista del observador: Según como miremos vemos una perspectiva u otra. Distingue cuatro formas de medir (de observar), a las que llama los cuatro cuadrantes del kosmos2. Estas cuatro perspectivas dependen de dos puntos de vista, el primer punto de vista es que todo holón se puede ver desde dentro o desde fuera, el segundo punto de vista es que podemos verlo aislado o conjuntado con otros. Así pues, los cuatro cuadrantes, o cuatro perspectivas son: 1. La perspectiva de la conciencia: Contempla los holones de forma individual e interior: pensamientos, sentimientos, valores, cualidades e impulsos internos. Este cuadrante se ocupa de aspectos invisibles para los sentidos y para los aparatos de medir externos. Por 42

ejemplo, el miedo es una realidad interior, que puede verse reflejada en comportamientos, o no. 2. La perspectiva física: Contempla los holones de forma individual y exterior: estructuras individuales, componentes cuantificables, aspectos físicos, observables y medibles desde fuera, por los sentidos o por aparatos. Por ejemplo, el cerebro puede ser observado, analizado, diseccionado, medidas su temperatura, sus ondas, etc., aunque por mucho que lo investiguemos no se consiga conocer qué piensa la persona. 3. La perspectiva cultural: Observa los holones de forma grupal e interior: ideologías, culturas, creencias colectivas de los grupos (familia, vecindad, raza, nación, edad, religión, etc.). Por ejemplo, la ideología de un grupo radical es parte de la realidad, que puede tener manifestaciones exteriores, o no. 4. La perspectiva social: Contempla la realidad de forma grupal y exterior: Es el aspecto colectivo y exterior de los holones. Estructuras sociales, económicas, sistemas de producción. Por ejemplo, mide el número de miembros de una familia, de una ciudad, sus individuos según edad y sexo, tipo de asociaciones, estructura jerárquica… puede ayudarnos a saber lo que piensan, o no. Todas las perspectivas, son partes inseparables que condicionan el todo; el omitir una sola de ellas supone no entender la realidad total. Tanto la filosofía y la religión como la ciencia materialista, hasta ahora, han dividido e ignorado el mundo real, ocupándose unos del interior y otros del exterior. Los sistemas ideológicos, filosóficos y religiosos han estudiado el pensamiento, la cultura o la conciencia y los científicos han estudiado lo material, lo cuantificable, lo observable; tanto unos como otros han omitido la inseparable relación entre ambos aspectos. Teniendo en cuenta todo esto, debemos concluir que una investigación rigurosa de la realidad debe ser integral, es decir que incluya todos los aspectos, todos los cuadrantes, que use todas las disciplinas y métodos de conocimiento disponibles. El pluralismo metodológico integral abarca las distintas metodologías que usa cada cuadrante del Kosmos, en el denominado Sistema Operativo Integral (SOI). El SOI adopta los diversos métodos de investigación desarrollados hasta el momento (empirismo, racionalismo, fenomenología, hermenéutica, teoría de sistemas, sistemas de creencias, etc.), para generar el resultado más completo posible. Este conjunto de conocimientos es capaz de crear un holón superior, una entidad 43

investigadora (un nuevo paradigma del conocimiento) cuyo método supera los resultados de la suma de sus partes.

La teoría de sistemas. Los sistemas son conjuntos compuestos de partes estrechamente interrelacionadas. Esto da cohesión al conjunto, el cual tiene cualidades superiores a la suma de las cualidades de sus partes. La entidad total, a su vez, intercambia energía con su exterior, sin el cual no podría existir. Los sistemas son otra denominación para los holones, estudiada por otros investigadores, es otra forma de aproximarse al mismo concepto3. El enfoque sistémico estudia la interrelación de las partes, de la totalidad que forman y de las influencias exteriores. Se basa en la idea de integridad de todo lo que existe, en contraposición a la mentalidad analítica y separadora que predomina en los científicos del viejo paradigma. El primero en hablar de la teoría de los sistemas o de las estructuras, fue Alexander Bogdanov, que denominó tektología a su estudio, publicado en 1.917. Esta teoría tiene por objetivo “clasificar los modos de organización que parecen existir en la actividad natural y humana; luego deberá generalizar y sistematizar estos modos; más adelante deberá explicarlos, es decir, proponer esquemas abstractos de sus tendencias y leyes… abarca la materia protagonista de todas las otras ciencias”, Bogdanov4. Fue el biólogo Ludwig Von Bertalanffy quien realizó la primera formulación matemática del comportamiento de los sistemas, en 1.940. Su Teoría General de Sistemas (TGS) es una explicación de la realidad, que estudia los entes, conjuntos, superconjuntos y subconjuntos que se relacionan. Los componentes del sistema, a pesar de tener objetivos particulares, se relacionan interdependiendo unos de otros. Cada elemento necesita a los otros para mantener su identidad. Los sistemas son totalidades indivisibles, si se dividen en sus partes pasan a formar otros sistemas diferentes, otras totalidades. Es decir, la descomposición de los sistemas en subunidades lleva a la emergencia de nuevos niveles de sistemas con atributos diferentes. La frontera de los sistemas con su entorno es convencional, depende del observador. Los sistemas abiertos se regulan por retroalimentación: recogiendo la información con que el entorno responde a sus movimientos y usándola para realizar nuevas acciones. 44

Todos los sistemas son sinérgicos, lo que quiere decir que los atributos de las partes no pueden predecir los de la totalidad, pero ésta surge de la interacción de las partes. Los sistemas abiertos se regulan por retroalimentación: Recogiendo la información con que el entorno responde a sus movimientos y usándola para realizar nuevas acciones. Aunque en teoría hay sistemas cerrados (como las máquinas), en la práctica son inexistentes, todo lo que existe cambia energía con su entorno, incluso los agujeros negros. Tanto la materia, como los organismos o las teorías son sistemas abiertos, intercambian energía con su entorno, y no se pueden separar de éste sin poner en juego su existencia. Analizar las partes sin tener en cuenta el conjunto es imposible, como lo es separar al observador de lo observado. De la misma forma la complejidad de un sistema, el número y tipo de relaciones posibles (variables) con otros sistemas, internos o externos, es inmedible. Entropía: es la medida del desorden que presentan las partes de un sistema. Estadísticamente desorden es el número de estados posibles de un sistema. Un sistema estará más desordenado que otro cuando el número de estados diferentes en los que podemos encontrar al primero es mayor que los del segundo. La información de un sistema “es igual a la información que existe más la que entra, es decir, hay una suma neta en la entrada y la salida no elimina la información del sistema”, Johannsen. Lo que viene a decir que la información es pura neguentropía, que genera orden. La TGS se puede aplicar tanto a las personas y los fenómenos naturales como a las organizaciones sociales y culturales, empresas, equipos o máquinas. Ha constituido la base para las actuales teorías de sistemas, más desarrolladas. Tal y como pensaba Bertalanffy, la TGS es un instrumento básico para los investigadores, sus conceptos y métodos enriquecen y consolidan el conocimiento científico, unificando las ciencias sociales y naturales y sirviendo de modelo teórico en disciplinas que no lo tenían. Para Bertalanffy la ciencia es un sistema conceptual que representa la realidad. La teoría de sistemas, a su vez, es un sistema, cuyos componentes son, por ejemplo: la teoría de conjuntos (Mesarovic), teoría de la redes (Rapoport), cibernética (Wiener), teoría de la información (Shannon y Weaver), teoría de los autómatas (Turing), teoría de los juegos (Von Neumann), los sistemas disipativos (Ilia Prigogine), y la 45

dinámica de sistemas (J.Forrester). Todas estas teorías han contribuido a que la teoría general de sistemas sea considerada parte fundamental de la metodología científica y sus aplicaciones. Los métodos científicos clásicos estaban diseñados para estudiar sistemas cerrados y estables; actualmente no se puede entender el conocimiento científico, la ciencia de la complejidad, sin tener en cuenta el análisis y la dinámica sistémica.

La teoría de la información. La Teoría de la Información es una parte de la matemática de la probabilidad y estadística. Fue publicada por Claude Shannon en 1948 y es la base de las teorías actuales de comunicación, codificación e informática. La información está formada por percepciones que pueden ser transmitidas por señales sencillas como la presión, los fonemas, los números, los destellos o la fotografía. Estas señales, o vibraciones, son recibidas y emitidas a través del entorno físico o espacial y se pueden codificar usando dígitos binarios o bits5. La información que recibimos está limitada por la capacidad de nuestros receptores (los sentidos, y actualmente, los diversos aparatos de observación y medición) y por las perturbaciones del medio (interferencias, ruidos, distorsiones). Un ordenador está programado para procesar la información, es decir trata la información gracias a otra información que nosotros le hemos introducido, lo que le permite autoalimentarse a sí mismo y tener una forma de tratar, de percibir la realidad, predeterminada6. El ordenador está pre-dispuesto para manejar la entrada de información y la salida de resultados. No hay información sin una predeterminación de la información. Actualmente, acostumbrados a manejar Internet, sabemos que existe muchísima información a la que recurrir; esta información influye, y cambia, a veces sin darnos cuenta, nuestra percepción de la realidad, nuestro mundo y nuestra vida. En cierta forma somos lo que sabemos, lo que creemos. La información se puede entender como expresión de la incertidumbre o desorden que emite una entidad (holón), o, dicho de otra forma, como la percepción extraída de la frecuencia aleatoria de una onda. Cuantas más variables presenta una frecuencia ondulatoria, menor es la entropía (mayor es la información) del sistema y cuanto más homogeneidad hay en las vibraciones informativas la capacidad 46

de extraer información de esa frecuencia será menor (aumenta la entropía). La teoría de la información y la cibernética, se ocupan del análisis matemático del mensaje que un detector manda al reactor, el cual lo compara con la información previa y cambia la propia información o la respuesta del sistema. Fijan las dimensiones para comprimir la información y la velocidad de transmisión de ésta. Su extensión está limitada por el mayor número posible de datos comprimidos y la mayor fidelidad de transmisión de éstos. Ambas teorías se aplican a los conocimientos más diversos: comunicación, informática, fax, internet, telefonía, circulación, electrónica, estadística, genética, criptografía, educación, investigación, mecánica cuántica, biología, sociología, etc. Una curiosa comparación de Karl Sagan dice que un virus usa alrededor de diez mil bits de información (aproximadamente como una página impresa), una bacteria un millón (unas cien páginas), una ameba tiene cuatrocientos millones de bits en su ADN (ochenta libros de quinientas páginas), los seres humanos cinco mil millones en cada célula (diez mil libros).

Cada conexión neuronal representa un bit de información y tenemos unos cien mil millones de neuronas. Los biólogos actuales creen que la información que captamos del medio ambiente se recoge como bits que transformamos en emociones y pensamientos. Los seres vivos somos capaces de manejar miles de millones de bytes con inteligencia. Todo ello sin intervenir para nada lo que denominamos inteligencia racional. Una persona es una configuración de información y algo ‘más’, de lo que hablaremos en próximos capítulos.

La cibernética. Teoría hermana de la teoría de la información, la cibernética se ocupa del análisis matemático del mensaje que un detector manda al reactor, el cual lo compara con la información previa y cambia la propia información o la respuesta del sistema. La ciencia cibernética7 surgió en la década de 1.940 como un movimiento científico de biólogos, neurólogos, matemáticos, sociólogos, psiquiatras, antropólogos e ingenieros, interesados en la comunicación, los sistemas de redes y los bucles retroactivos. Pretendían estudiar el comportamiento de los sistemas vivos, encontrar la forma en que funciona el cerebro, explicarla matemáticamente y aplicar todo 47

ello a la construcción de máquinas autorreguladas. Estos científicos8 se convirtieron en los pioneros de la ciencia del momento y sobresalieron en sus respectivos campos. Los cibernéticos estaban especialmente interesados en los bucles de retroacción. Estos bucles son procesos en los cuales los impulsos iniciales, desencadenan una acción que evoluciona hasta un último eslabón que es capaz de reiniciar el proceso en un círculo que se autoalimenta; o, dicho de otra forma, “… el retorno de la información a su punto de origen, a través del desarrollo de un proceso de actividad”, F. Capra. Se dieron cuenta de que para entender los procesos biológicos y neuronales había que tener en cuenta las redes sistémicas. Teorizaron por primera vez sobre los modelos cognitivos del cerebro y los sistemas vivos, y sobre su comprensión a través de la lógica matemática. Se interesaron por máquinas que reprodujeran estos modelos y que pudieran explicar su funcionamiento. Así comenzaron a fabricar máquinas con bucles retroactivos, imitadoras de la vida o cibernéticas, dando inició a la prometedora carrera de los procesadores informáticos. Estos estudios fueron básicos para entender que los organismos, los ecosistemas o los grupos sociales son sistemas complejos (no-lineales) de bucles de retroacción. Los científicos se dieron cuenta entonces que los componentes de un sistema pueden generar diferentes patrones organizativos. Descubrieron que los elementos físicos que conforman las estructuras de los sistemas no son estables ni suficientes para entender cualquier sistema organizativo, para ello es esencial tener en cuenta la dinámica de la red (del mismo modo que el conocer todas las notas de la escala musical no implica el conocimiento de las melodías que pueden configurar sus combinaciones). Se dieron cuenta de que los procesos fisiológicos que entrañan los mecanismos neuronales son mucho más complejos que la explicación anatómica de sus componentes, las neuronas. Lo que realmente cuenta es la pauta organizativa del sistema, la dinámica interior de la composición. La cibernética también hizo que el modelo mecanicista para explicar el funcionamiento del cuerpo y de la mente pasara de la máquina-reloj a la máquina informática. Se empezó a ver al ser humano como un complejo procesador de datos, dando lugar al campo científico interesado en la inteligencia artificial. La ciencia actual ya ha aceptado que la mente humana es más irracional que racional; que en la memoria y en las decisiones de nuestra vida tienen más importancia la experiencia, las sensaciones, 48

las emociones y la intuición que la evidencia lógica. Además no hemos encontrado en nuestros cerebros ningún procesador central lógico ni almacén alguno de información. Parece que disponemos de forma instantánea de toda la información (Mozart captaba las obras ya completas, no nota a nota, los jugadores de ajedrez no racionalizan la lógica de cada jugada, sino la secuencia analógica total del tablero y de las secuencias).

Las Estructuras Disipativas. La primera ley de la Termodinámica, la de conservación de la energía, dice que la energía se mueve; que no puede ser creada ni destruida, lo que hace es cambiar de forma. La segunda ley de la Termodinámica intenta entender la forma en que este cambio se produce, ya que el propio cambio de forma genera un consumo, una disipación, un desorden, que va aumentando con el tiempo; esta ley dice que “la entropía de todo sistema aislado siempre aumenta”. Como las conexiones no pueden mantenerse más que a base de un flujo de energía, los sistemas están siempre en estado de fluidez. Es decir: cuanto más coherente es una estructura, cuanto más intrincadas sean sus conexiones, más inestable, más fluyente, será. ¡Aumento de coherencia significa aumento de inestabilidad! Precisamente esa inestabilidad o no-equilibrio es la clave de la transformación. La disipación (consumo) de energía crea la potencialidad de un nuevo y repentino ordenamiento. Cuanto más compleja es una estructura tanta más energía se requiere para mantener todas sus interconexiones y más vulnerable es a las fluctuaciones internas. La teoría de las estructuras disipativas ofrece un modelo científico de la transformación a todos los niveles. Explica el papel crítico que juega el estrés y las crisis en la transformación, y ¡el impulso transformador inherente a la naturaleza! Ayuda a conocer el cambio profundo en el campo de la salud, de la psicología, del aprendizaje, de la sociología, e incluso de la economía y la política; sus aplicaciones son infinitas. Como dice Ilya Prigogine9: “Para nosotros la inestabilidad, el caos, son el punto de partida para una nueva formulación de la dinámica, incorporando probabilidades e inestabilidades”. “Durante mucho tiempo el determinismo era el símbolo de la inteligibilidad científica, mientras que hoy se reduce a una propiedad 49

que sólo es válida en casos límite… los sistemas dinámicos estables”, Prigogine, 1.993. Los sistemas inestables, lejos del equilibrio (como los seres vivos), solo pueden ser explicados, y de forma muy rudimentaria, por las matemáticas de la complejidad, no-lineales. Estas ecuaciones llevan a los sistemas a diversas soluciones, dependientes de las bifurcaciones, a más complejidad más soluciones. “En el punto de bifurcación la predicción tiene un carácter probabilista, mientras que entre dos puntos de bifurcación podemos hablar de leyes deterministas”, Prigogine, 1.993. Una estructura disipativa podría definirse como un sistema fluyente, altamente organizado, de proceso impredecible, sensible a los mínimos estímulos, e influenciable por infinidad de elecciones. Todos los sistemas vivos y algunos sistemas no vivos somos estructuras disipativas. Pero este concepto abarca más que un simple sistema abierto, la teoría de Prigogine destaca la importancia de la crisis (el cambio que pone en peligro lo establecido), y subraya la complementariedad de cambio y estabilidad, de disipación y estructura, de orden y desorden. Haciendo así una nueva lectura de la segunda ley de la termodinámica, y abogando por una realidad indeterminada y escurridiza en sus continuos cambios. El bioquímico Szent-Giyörgyi10 cree que la tendencia hacia un orden más elevado, es un principio fundamental de la naturaleza y afirma que la materia viva posee un instinto interior de autoperfeccionamiento. Szent-Giyörgyi llama a esta dinámica sintropía para distinguirla de su contraria, la entropía o fuerza dispersora11. Esta fuerza sintrópica o de atracción está siempre activa en el ordenamiento universal, es un impulso que integra las partes y las conduce hacia su máximo potencial conjunto. Cuanto más compleja, o coherente, es una estructura, tanto mayor es el nivel siguiente de complejidad. Cada transformación hace más probable la siguiente. Cada nuevo nivel posee un grado de integración y conexión superior al que le precede, por lo que requiere para su mantenimiento un flujo mayor de energía, lo que le hace menos estable. Por decirlo de otro modo, la flexibilidad engendra flexibilidad. Como decía Ilya Prigogine, en los niveles de complejidad elevados “cambia la naturaleza de las leyes de la naturaleza”. Lo que quiere decir que la vida come entropía, que tiene la capacidad de crear nuevas formas a partir de la agitación de las antiguas.

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Esto ocurre, por ejemplo, en la repentina reestructuración de la personalidad individual, en los casos de comprensión súbita, de captación de una habilidad nueva, de enamoramiento. Por explicarlo de una forma sencilla: Los estudiantes, a partir de Prigogine, no pueden decir que han metido tanta información en la mente que ya no les entra más; cuanto más compleja sea la información, más facilidad de multiplicar su capacidad hay. Así les ocurre a los estudiantes de lenguas, cuantos más idiomas aprenden, más facilidad tienen para aprender otros nuevos. Lo mismo se verifica al aprender a conducir: al principio hay que poner todo el conocimiento y energía en cada detalle de lo que se hace, parece que la mente no da más de sí; pero entonces se produce lo que podemos denominar salto cuántico y pasamos a usar todo este conocimiento de forma perfecta y sin esfuerzo; conducimos casi sin darnos cuenta, posibilitando a la mente, además, para que pueda ocuparse simultáneamente de otras facetas. Estos estados mentales tienen un alto grado de coherencia, por lo que facilitan la autotrascendencia, la superación de nosotros mismos.

¿Dónde se encuentra el misterio de que el todo sea más que la suma de las partes? La clave parece estar en la cooperación; cuanto mayor es la complejidad de un sistema, tanto mayor es también su capacidad de autotranscendencia. Si tratamos de vivir como sistemas cerrados, rígidos, conservadores, estamos condenados a la regresión. Si ensanchamos nuestra conciencia, si admitimos informaciones nuevas y sacamos provecho de la maravillosa capacidad de integración y reconciliación de nuestra mente, podemos dar el salto adelante. En estados interiores de conciencia (relajación, hipnosis, contemplación mística, creatividad intuitiva, conexión con la naturaleza, meditación trascendental, inspiración artística, amor...) las fluctuaciones de energía de las ondas cerebrales (medidas con el EEG) pueden alcanzar un nivel crítico, lo suficientemente amplio como para provocar el cambio a un nivel superior de organización. En todos los avances científicos nos encontramos con cambios cualitativos más que graduales. Hay saltos, eslabones ausentes. La ciencia, el cosmos y la vida no evolucionan suavemente, sino que se forman a base de calma y también de tormentas, avanzando a través de sobresaltos y revoluciones, formando aparentes incongruencias y desordenes que concluyen en una totalidad o explicación superior. Estas revoluciones, crisis disipativas o saltos cuánticos, también reciben el nombre de catástrofes12. A partir de su desencadenamiento ya nada vuelve a ser lo mismo. Como los accidentes o la propia muerte, las catástrofes no son excepciones a las 51

fluctuaciones del cosmos, son fenómenos del ritmo de la existencia, parte de la vida.

Caos y orden: una pareja inseparable. La teoría del caos ayuda a ordenar el desorden. Es una metodología para escudriñar el complejo, impredecible, azaroso e irregular universo. Fue el físico y filósofo Henri Poincaré, quien con ecuaciones diferenciales, explicó los sistemas dinámicos de la enmarañada realidad, quien “…reveló que el caos, o el potencial para el caos, es la esencia de un sistema no lineal, y que aún un sistema completamente determinado como los planetas en órbita podían tener resultados indeterminados”, Briggs y Peat. La física de Newton, dominante todavía hoy en la metodología científica, cree que los pequeños fenómenos, las variables insignificantes, influyen levemente en los resultados, en el mundo, pero según la física del caos un pequeño fenómeno puede producir un gran cambio. Los sistemas caóticos son impredecibles. "Sucede que una misteriosa clase de caos acecha detrás de una fachada de orden, y que, sin embargo, en lo más profundo del caos acecha una clase de orden todavía más misterioso", Douglas Hofstaedter; “El universo ya no es un reloj, sino un caos”, Sorman. Según la teoría del caos el azar no existe. “Su aplicación se basa sobre tres supuestos científicos: 1. Sistemas simples pueden generar comportamientos complejos. 2. Sistemas complejos causan comportamientos sencillos. 3. La leyes de la complejidad tienen validez universal y se despreocupan de los detalles de los microcomponentes de un sistema”, Colle. La matemática del caos surgió al comprobar que en algunos sistemas una insignificante variable, al considerar los datos que originan un fenómeno, puede producir un efecto totalmente diferente; el resultado al ser muy sensible a cualquier variación, era imprevisible. Esto hace que en los sistemas complejos las variables tenidas en cuenta en un experimento, y las consecuencias finales, sean infinitas. El meteorólogo norteamericano Edward Lorenz, usando un ordenador para predecir las condiciones climáticas comprobó que si redondeaba los datos iniciales mínimamente, los resultados eran radicalmente diferentes. A este fenómeno lo denominó el efecto mariposa. Lorenz creía que nunca se podrá predecir el tiempo con certeza, pues 52

cualquier insignificante elemento del sistema puede hacerlo variar. Así ocurre, también, en la aplicación del método científico, donde variaciones insignificantes, a veces interesadamente provocadas, pueden suponer resultados significativamente diferentes. Esto pone patas arriba el método científico ortodoxo, incapaz de controlar todas las variantes insignificantes en la realidad de la naturaleza. El caos, en sí, no implica desorden, sino un orden superior que no podemos, aún, comprender. Todos los componentes de un sistema, todos los holones, tienen su dinámica, su vibración particular, interactuando con todos los demás: el corazón, el ritmo de las estaciones anuales, la dinámica de una masa de gente enfurecida, los remolinos del viento o del agua, las fluctuaciones de la bolsa, etc. La Lógica Borrosa13 es otro instrumento metodológico que ayuda a explicar la nueva comprensión de la ciencia: la incertidumbre y complejidad de la realidad. Se basa en la teoría de conjuntos, observa la realidad y compara sus diferentes aspectos entre sí. Gracias a la lógica borrosa podemos “saber en que medida un conjunto presenta límites precisos entre sus elementos, o bien sus límites son difusos… el universo no es aleatorio...el universo es determinista, pero gris”, Kosko. Es decir, el azar no existe, todo está ordenado, pero, con nuestro conocimiento actual, es complejo definir este orden. El nuevo concepto de metodología de la ciencia actual, tiene en la lógica borrosa una herramienta muy útil para la investigación y para medir la incertidumbre de la compleja realidad. La naturaleza de la realidad está integrada por holones a diferentes niveles, en diferentes dimensiones, autoorganizándose y relacionándose de forma que el aparente desorden e incertidumbre no es más que la inexacta forma de entender del observador. La ciencia, y las demás formas de conocimiento, tienen un apasionante objeto de estudio ante sí.

La geometría de la Naturaleza. La geometría es un abordaje matemático que explica cómo las partes de un todo se relacionan entre si y con el todo. Parece que la Naturaleza tiene preferencia por algunas formas y números, esto es al menos lo que dan a entender algunos matemáticos. La sección o proporción áurea fue descubierta por Pitágoras, y Platón la consideraba la relación más bella entre tres números. 53

La Proporción Aurea14 es una proporción que se haya presente por todas partes en la geometría de la naturaleza, la cual surge de la relación que mantienen dos porciones geométricas. La división de la dimensión de una de estas porciones entre la otra da como resultado el número Φ, Phi o Fi15, el número de oro (1.6180…). Éste es un numero irracional, con infinitos decimales (como pi: 3.1415...)16, con unas propiedades matemáticas especiales, como las halladas en la serie numérica descubierta por Leonardo Fibonacci. En el siglo XII, Leonardo Fibonacci redescubrió una serie numérica, ya conocida por los hindúes y los árabes, construida en base al número fi. Parte de 0 y 1, y va añadiendo los números que resultan de sumar los dos anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144… Algunas de las cualidades especiales de fi se observan dividiendo el número posterior de la secuencia entre el anterior: 5 entre 3 da 1.666..., 8 entre 5 da 1.60; y a partir de ahí cuanto más se avanza en la secuencia, más se acerca el cociente al valor fi. Además, en la secuencia de Fibonacci, dividiendo el número anterior entre el siguiente, el resultado se va acercando a fi menos uno (Φ-1= 0.6180...), número al que se suele denominar φ (en minúscula). Otra característica especial es que elevando fi al cuadrado da 2.6180..., que es uno más fi, y dividiéndolo entre 1 da 0.6180..., que es fi menos 1. Fi es, además, una razón aritmética y una razón geométrica17. La razón áurea es una razón geométrica especial, pues añade el requisito de que las dos porciones de la razón deben ser sumados a la longitud del segmento completo: A es a B como B es a C, y B + C = A. 5 es a 8 como 8 es a 13. Fi también resulta especial en trigonometría, por su relación con ‘e’, base de los logaritmos naturales. La secuencia de Fibonacci es muy abundante en la naturaleza y se usa en matemáticas para describir fenómenos geológicos y biológicos. Kepler explicó su relación con fi en su obra De Nive Sexángula, aplicándola al crecimiento de las plantas. Muchos fenómenos naturales son reproducibles matemáticamente mediante espirales18 surgidas a partir de cuadrados cuyos lados tienen las dimensiones de la serie de Fibonacci; la concha del Nautilus, por ejemplo. Otras espirales que siguen esta secuencia son: Las espirales de las galaxias, la concha de los caracoles, los pétalos de las flores, el número de hojas de las plantas y su distribución en el tallo, la disposición de las pepitas en los girasoles o de los piñones en las piñas, etc. Las plantas, como el girasol o las coníferas, suelen presentar espirales alternas que siguen 54

también la secuencia de Fibonacci, (por ejemplo 34 espirales en un sentido y 55 en el otro). Algunas figuras tienen especial relación con la proporción áurea, por ejemplo el pentágono. En un pentágono regular (de lados y ángulos iguales) si se unen todos sus ángulos entre sí se forma una estrella de cinco puntas, en la cual los segmentos de las líneas resultantes siguen la proporción áurea. Las moléculas de nuestro cuerpo (como las del agua interior, o las del ADN), forman figuras geométricas, poliedros, de lados armoniosamente configurados: tetraedro, octaedro, dodecaedro, icosaedro, etc. Éstos dan forma a las estructuras más desarrolladas de la naturaleza, como los diamantes (los más estables tienen forma de dodecaedros pentagonales). Las formas geométricas vibran armónicamente, resonando con las ondas cósmicas, o energía universal. Son sistemas energéticos que vigorizan la polaridad electromagnética y los campos gravitatorios en el cuerpo humano, potenciando la vitalidad natural interior y la integración armónica con la Tierra y el Universo. Un Fractal es una forma geométrica de estructuras semejantes en todos sus puntos, que se repite de forma cada vez más compleja hasta el infinito. El fractal tiene un perímetro infinito, con un número infinito de vértices, pero un área finita. Cada parte del fractal es una repetición reducida del total. En la naturaleza, la mayoría de las estructuras, como árboles o nubes, son demasiado irregulares para ser explicadas mediante la geometría clásica Euclidiana (de trescientos años antes de Cristo). Estas entidades naturales parecen ser caóticas, por lo que se necesita una nueva teoría matemática para ser medidas19. Fue el matemático Benoit Mandelbrot quien descubrió esta nueva geometría en 1.975. Los fractales permiten estudiar y medir fenómenos naturales muy diversos: el helecho, el árbol pulmonar, el sistema circulatorio, las circunvalaciones cerebrales, los corales, los cristales de nieve, la propagación de la epidemia en una población, etc. El mismo Mandelbrot la usó, por ejemplo, para medir las costas, o para simular las oscilaciones de la bolsa. La matemática fractal es sencilla: una ecuación con una multiplicación y una suma. Se coge un número, se multiplica por sí mismo y al resultado se le suma el número original. El resultado de estas dos operaciones se toma después como número de partida de la ecuación siguiente. Y se continúa repitiendo y repitiendo esta fórmula 55

tantas veces como haga falta para hallar el patrón fractal. La cantidad de repeticiones de la ecuación puede ser de millones, por lo que el tiempo y el esfuerzo requerido no facilitaron que esta teoría fuera descubierta por los matemáticos de otras épocas. Sin embargo la informática ha hecho posible su hallazgo y aplicación. Los fractales se suelen considerar el nexo de unión entre el orden y el caos, entre el determinismo y el azar, entre la turbulencia y la vida, estudian la relación entre las partes y el todo, creando ciclos en los que cada ola cíclica incluye a las anteriores. Son como muñecas rusas, como hologramas, hechos a su imagen y semejanza. La realidad física, biológica y social está llena de ellos.

Hipótesis que describen el Mundo. Stephen C. Pepper estableció cuatro puntos de vista, creencias o hipótesis, que se suelen usar para describir qué es la realidad20. Son creencias tan básicas que frecuentemente quien las sustenta no se da cuenta de que la realidad puede ser vista de otra forma. Los científicos se sirven de estas visiones del mundo para construir sus explicaciones y teorías sobre los fenómenos naturales. Cada hipótesis sucesiva integra y supera las anteriores: Hipótesis 1, formalista: Contempla su forma de mirar como la única posibilidad, y consideran todas las demás visiones equivocadas. En esta categoría hay que incluir las que ven en blanco y negro: las cosas son blancas o negras, estás conmigo o contra mí, no hay más opciones. Hipótesis 2, mecanicista: Cree que todo tiene una causa material aislada, y se basa en buscar ese único fenómeno, en manipular variables hasta que, hipotéticamente, provoquen los efectos aislados buscados. Esta hipótesis se suele asociar con la física newtoniana. Hipótesis 3, contextualista: Cada fenómeno de la naturaleza puede tener diversas explicaciones, la explicación del fenómeno depende del punto de vista del observador, del cristal con el que mira. Es decir que todos los puntos de vista son parciales. El contextualismo se suele asociar con la forma en que la física cuántica y la relativista explican la naturaleza. Hipótesis 4, Organicista: Los fenómenos de la naturaleza (holones) son interdependientes, causa y efecto a la vez, fruto de la interacción de múltiples procesos y estructuras. Son sistemas con 56

partes, a la vez que parte de un sistema mayor; el todo es mayor que la suma de las partes. No elige entre una explicación u otra, sino que integra todas y 'algo más' surgido de su suma. Es la forma en la que explican el universo la Teoría de la Información, la Teoría del Caos, la Teoría General de Sistemas, la Teoría de las Estructuras Disipativas o el Paradigma de la Complejidad. Estas cuatro hipótesis de Pepper no contemplan todos los fenómenos que existen en la naturaleza, pues dejan fuera la realidad invisible y los procesos mentales (dos de los cuatro cuadrantes del Kosmos). Gary E. Schwartz y Linda G. Russek21 han añadido otras cuatro hipótesis que permiten explicar los dos cuadrantes que faltan. Hipótesis 5, Proceso Implícito: la naturaleza abarca procesos invisibles (energía, masa subatómica, matemáticas, pensamientos, emociones, dolor...), los cuales la ciencia del conocimiento humano debe ocuparse de investigar, y usando datos verificables, inferir explicaciones posibles. Esta hipótesis es usada por la física y química cuántica, la neurociencia, la psicología y la teoría psicosomática. El concepto de Bohm (1980) del orden implicado en la física cuántica es un ejemplo de esta hipótesis. Hipótesis 6, Causalidad Circular: La naturaleza es información y energía (material o no) en movimiento. Esta hipótesis es usada por las teorías de bucles de retroalimentación en matemáticas, biología, psicología y neurociencia; por científicos como W. James (psicólogo), Karl Pribram (neurólogo), Edgar Mitchell (ingeniero). Hipótesis 7, Despliegue Creativo: Intenta explicar cómo se organizan los sistemas, qué es lo que dirige los holones, traza los planes y ordena su evolución. Esta hipótesis es usada por las matemáticas modernas, medicina (homeostasis), biología evolutiva (Moreland 1994), o física (Newton, Einstein, Bohm). Hipótesis 8, Diversidad Integrativa, o integral: las emociones y pensamientos pueden expresar cualidades de onda o de partícula según sus circunstancias. Los fenómenos naturales (holones) son capaces de integrarse, de emerger en un orden y nivel superior. Es la más inferencial, compleja, y espiritual de las hipótesis del mundo. Según Schwartz y Russek, Newton usó casi todas las hipótesis: las masas aisladas (1), generan una fuerza invisible (2), que afecta a otros objetos (3); e infirió (imaginó) que esa fuerza invisible era la fuerza de gravedad (5), la fuerza invisible de Dios (8), el amor que une (4) y organiza (7) todo el universo. Una ciencia que se considere como tal, es decir que incorpore todo el conocimiento disponible, y no solamente parte de él, debe tener en cuenta todas 57

estas hipótesis y usarlas para avanzar en el saber de la humanidad. Los científicos deterministas-materialistas, mayoritarios en la actualidad, no consideran que su hipótesis del mundo sea una más, sino la única; es más, piensan que su visión del mundo no es una hipótesis, sino la única posibilidad de entender la realidad, se definen a sí mismos como los únicos que emplean un método científico válido. El nuevo paradigma de la ciencia, la incertidumbre y el caos, enseña que los conceptos y teorías son limitados, que las variables son infinitas, que la comprensión científica es, por naturaleza, imperfecta.

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3. EL MISTERIOSO UNIVERSO. “Constantemente estamos descubriendo huellas desconocidas en las costas misteriosas del universo, y cuando intentamos reconstruir a la criatura que imprimió esas huellas nos damos cuenta que somos nosotros”. Arthur Eddington.

Cosmología. La cosmología estudia la estructura, evolución y leyes que gobiernan el universo. El estudio del cielo es la más antigua de las ciencias. Babilonia, China, Egipto, Fenicia, India y Grecia fueron sus cunas. Los babilonios y sumerios, cuya cultura duró más de 40 siglos, antes de Cristo, fueron los primeros astrónomos, según los textos históricos. Conocían muchas constelaciones celestes y poseían un calendario astronómico. Ya usaban el astrolabio1, que permite determinar la posición de las estrellas en la bóveda celeste. Registraron el primer eclipse de Luna del que se tiene noticia, en el año 2238 antes de Cristo, en la ciudad de Ur. Tales de Mileto (624-546) desarrolló un método para la predicción exacta de los eclipses, posiblemente basado en los métodos sumerios. Anaximandro, discípulo de Tales, es considerado por algunos como fundador de la cosmología. Su Universo eran cilindros concéntricos, que contenían el Sol, la Luna, las estrellas y la Tierra. Creía que el Universo surgió de una materia primigenia que se dividió en mundos opuestos (calor-frío, seco-húmedo, etc.), destinados a retornar al centro originario. Pitágoras de Samos (575-497) fue el primero que utilizó el término Cosmos, que concebía como un Universo ordenado y armonioso, en cuyo centro hay un fuego originario. Esta perfección y armonía puede ser conocida a través de la geometría, de los números y de la mística; y produce una melodiosa música, que no percibimos por 59

estar acostumbrados a ella desde que nacemos. Fue la primera persona conocida que habló de la Tierra como una esfera y de la irregularidad de las órbitas de los planetas del Sistema Solar. Aristarco de Samos (310-230) fue la primera persona conocida en afirmar que la Tierra gira alrededor del Sol, y rota sobre su eje. Calculó el diámetro del sol y su distancia desde la Tierra. La falta de instrumentos adecuados impidió que sus cálculos fueran precisos. Eratóstenes (275-194) probó que la Tierra era esférica, midió su tamaño exacto y la longitud de su meridiano por métodos geométricos. Hiparco de Alejandría (190-125) Fue la primera persona conocida en usar el astrolabio; realizó un catálogo de estrellas y las clasificó según su luminosidad aparente. Inventó la trigonometría y los conceptos de longitud y latitud geográficas. Tolomeo (100-170) recogió los conocimientos de la antigüedad y los interpretó siguiendo sobre todo a Aristóteles y apoyado por la Iglesia. Creía que las estrellas se movían dentro de unas perfectas esferas trasparentes y giratorias, y que en el centro de este universo se encontraba la Tierra. Su sistema geocéntrico fue el paradigma Dominante hasta el Renacimiento. Hypatia de Alejandría (350-415 aproximadamente) es la primera científica conocida y la última mente sabia de la antigüedad greco-romana. Astrónoma y destacada matemática, después de calcular los valores matemáticos de los fenómenos celestes descritos en la obra de Tolomeo, concluyó que tenía diversos errores, por lo que fue defensora del heliocentrismo. Probablemente sus escritos2 fueron leídos en Florencia por Copérnico, por lo que se supone que influyó en la posición heliocentrista de éste. También inventó el destilador y el densitómetro de agua; fue torturada y descuartizada por la Iglesia de su ciudad. Los mayas (siglos III a. C a IX d. C.) tenían un calendario muy preciso. Seguramente, aunque no es reconocido, este calendario sirvió para la creación del calendario gregoriano décadas después del descubrimiento europeo de esta cultura. Sus templos y ciudades tienen orientación de base astronómica, sus códices manejan cálculos de las rotaciones lunares, solares, de Venus y tablas del ciclo de los eclipses. Koppernigk3, o Copérnico (1.473-1.543), clérigo y astrónomo, retomó las teorías de Pitágoras, Aristarco e Hypatia, al ver que era más sencillo situar al Sol como centro, con los planetas, incluida la Tierra, orbitando a su alrededor. Dio formulación matemática a éste 60

sistema cosmológico heliocentrista y al giro de la Tierra sobre su eje. Esta teoría, que no tenía muchos seguidores, seguía chocando con el antiguo paradigma; y la Iglesia, que era la institución científica oficial y predominante de entonces, la incluyó en el index de libros prohibidos en 1.616. Galileo Galilei (1.564-1.642), físico, matemático y filósofo, tenía una mente crítica que supuso una revolución para la ideología dominante de su época: No me siento obligado a creer que un Dios que nos ha dotado de inteligencia, sentido común y raciocinio, tuviera como objetivo privarnos de su uso. Fue pionero del método experimental. Observando los planetas a través de un telescopio rudimentario comprobó, en 1.609, que los planetas giraban alrededor del Sol. Sus escritos defendieron y difundieron la teoría heliocéntrica de Copérnico. Esto cuestionaba el poder ideológico, político y académico de su época, detentado por la Iglesia, por lo que fue juzgado por la inquisición, acusado de grave herejía y encarcelado. También estudió la caída de los cuerpos, el péndulo y el movimiento parabólico. Kepler (1.571-1.630), estudioso de lo movimientos celestes, religioso, físico y matemático. Fue muy influido por su madre, curandera y herborista, quien le inculcó de niño el amor a la observación celeste, y a quien después salvó de morir ejecutada por brujería. Escribió diversos textos sobre astrología, con la que se ganaba la vida, en una época en la que estaba unida a la astronomía. Enunció las leyes del movimiento planetario en torno al sol, que llevan su nombre, basadas en el sistema copernicano. Newton (1.642-1.727), aunque es considerado por algunos el prototipo del mecanicismo, no era mecanicista, como ya hemos visto. Fue el último gran alquimista; de la alquimia procedía la idea de fuerza a distancia, difícil de asimilar en su época. Construyó un laboratorio al que se dedicaba constantemente y en el que experimentaba con su propia persona. Escribió sobre temas esotéricos, la transmutación de los elementos, la piedra filosofal y el elixir de la vida; en total más de diez mil páginas de detalladas recetas alquímicas que aún no han sido totalmente revisadas. Profundamente religioso, no creía en la trinidad cristiana, ni en la omnipotencia de Dios; todo indica que su celebridad y su cargo de supervisor real de la moneda evitaron su persecución o la misma hoguera. Demostró que los colores del arco iris no eran una propiedad del prisma con el que se observaban, sino los componentes de la luz blanca. Fundamentó matemáticamente la mecánica y la física clásicas con las leyes fundamentales de la dinámica y la teoría de la gravitación universal. 61

Probó que se pueden aplicar las mismas leyes tanto en la superficie de la Tierra como en la observación de las órbitas de los planetas. En la mecánica newtoniana los acontecimientos físicos son movimientos de objetos materiales en el espacio, causados por la fuerza de su mutua atracción a distancia (gravedad). Su teoría fue durante doscientos años la forma definitiva de describir todos los fenómenos naturales, hasta que los fenómenos eléctricos y magnéticos fueron descubiertos.

Dimensiones del cosmos. No sabemos el tamaño del universo, puesto que no hemos descubierto sus límites, ni ningún indicio de ellos. Puede que haya múltiples universos o que sea infinito. El mapa actual de la Naturaleza, del Universo conocido, sería una esfera de energía, tiempo y espacio a la cual observamos desde nuestro observatorio situado justo en su centro: la Tierra. Desde aquí podemos, en la actualidad, mirar a una distancia de 46.500 millones de años luz de distancia, en cada dirección, por lo que el diámetro de nuestro esférico universo conocido sería de 93.000 millones de años luz. En esta esfera hay unos 100.000 millones de galaxias, agrupadas en cúmulos. El universo es un sistema en red, se mire por donde se mire, no hay centro ni periferia. Las macro estructuras se extienden casi uniformemente en todas las direcciones desde la Tierra. También la radiación de fondo de microondas o radiación cósmica de fondo (RCF) es uniforme en todas las direcciones del espacio, siendo su fluctuación menor a 1/105. Las galaxias pueden tener cientos de miles de millones de estrellas, habitualmente girando velozmente (220km por segundo en el caso del Sol), en espiral, alrededor de un agujero negro, que hay en su centro. Miden entre 6.000 y 170.000 años luz y la distancia entre ellas es de varios millones de años luz (de la Vía Láctea a Andrómeda, la galaxia más cercana, hay 2,2 millones de años luz). La Vía Láctea, nuestra Galaxia, mide 100.000 años luz de diámetro y 6.000 años luz de grosor medio. Tiene unos 200.000 millones de estrellas, una de las cuales es el Sol; está formada por un disco, con cuatro brazos espirales luminosos, y un núcleo, en cuyo centro hay un agujero negro; alrededor de este núcleo se aglomeran multitud de estrellas y gas molecular que emite radiación infrarroja. 62

El Sol tarda en dar la vuelta alrededor de la galaxia 225 millones de años. Del Sol al centro de la Vía Láctea hay 27.700 años luz; Del Sol a la Tierra hay 8 minutos luz (150 millones de kilómetros), al perímetro del sistema solar hay 11 horas luz. El sistema solar se formó hace 4.500 millones de años. La Tierra gira alrededor del sol a 108.000km/h. Las galaxias tienden a agruparse en estructuras llamadas cúmulos. La Vía Láctea es atraída hacia la galaxia Andrómeda y ambas están ubicadas, junto con otras treinta galaxias, en el cúmulo galáctico Grupo Local. Este a su vez experimenta la atracción del Gran Cúmulo de Virgo (el más cercano a nosotros, que contiene miles de galaxias). Los cúmulos galácticos pueden abarcar entre diez y varias decenas de millones de años luz. El Grupo Local, el Gran Cúmulo de Virgo y otros cuatrocientos cúmulos más forman el Supercúmulo Local. Los supercúmulos, que miden entre 100 y 300 millones de años luz, tienen forma de cintas luminosas y están separados por enormes lagunas de vacío de cientos de millones de años luz, que salpican el Cosmos. Esta estructura lagunar confiere al Cosmos la forma de una gran esponja, en la que las paredes serían las galaxias y los huecos las lagunas de vacío. Parece ser que, además, estamos inmersos en un inmenso río, que avanza a unos 600km/segundo, en el que miles de cúmulos son atraídos por la gravedad hacia una concentración aún más gigantesca situada a una distancia de 5.000 o 10.000 millones de años luz, llamado el Gran Imán. La materia oscura del Gran Imán parece estructurar esta parte del universo formando cúmulos y supercúmulos de galaxias entre grandes áreas de vacío. El universo mantiene un asombroso equilibrio, gracias a la extrema exactitud matemática de su velocidad de expansión. Un cambio mínimo en esta velocidad, más rápido o más lento, hubiera hecho imposible la formación de las galaxias, por reventón o colapso.

El campo entra en escena. En el siglo XIX, John Dalton comprobó que los elementos están formados de átomos con diferente masa que los átomos de los demás elementos. La tabla periódica de Mendeleiev fue fundamental en el estudio de las propiedades de los elementos e hizo pensar a los científicos que hay un orden y un probable origen común de todo el universo. 63

Faraday, entre otros logros, introdujo los conceptos de campo eléctrico y campo magnético. Pensaba que el espacio lo forma una fuerza invisible (como la electricidad o el magnetismo), que cuando se condensa forma los átomos. Creo una corriente eléctrica juntando una bobina de cobre con una magneto. Maxwell formuló la teoría matemática del electromagnetismo, que permitió la unificación de los fenómenos eléctricos y magnéticos en una sola estructura, el campo electromagnético. Ambos reemplazaron el concepto de fuerza por el de campo de fuerza, yendo más allá de la física newtoniana. El concepto de campo, una entidad llena de fuerza que interconecta dos o más puntos del espacio, tiene su propia realidad y puede estudiarse sin ninguna referencia a los cuerpos materiales. El descubrir que la luz no es más que un campo magnético rápidamente alternante que viaja a través del espacio en forma de ondas, dio a la teoría electrodinámica su máxima expresión. Hoy sabemos que las ondas de radio, de luz, de Rayos X, radar... son campos electromagnéticos oscilantes que difieren solo en la frecuencia de su oscilación y que la luz visible es solamente una pequeña fracción del espectro electromagnético. Los estudios de Poincaré y Lorentz fueron predecesores de la teoría de la relatividad. El matemático alemán David Hilbert llegó a publicar las ecuaciones de la covarianza antes que Einstein (por lo que acuso a éste de plagio) y Herman Minkowski (profesor de Einstein) y autor del término espaciotiempo (Raumzeit), completó matemáticamente la teoría, sin embargo es a Einstein a quien se le atribuye su forma matemática definitiva. Fue Einstein quien reconoció los campos electromagnéticos, inexplicables mecánicamente, como entidades físicas con derecho propio, viajando por el espacio. En 1905, al publicar su teoría especial de la relatividad, cambió la forma de ver el mundo. Esta teoría estudia la mecánica de los objetos sin tener en cuenta su campo de gravedad. Su famosa fórmula E=mc2, mostraba que la materia es energía y que ésta no se crea ni se destruye, sólo cambia de forma4. La Teoría de la Relatividad dice, en líneas generales, que las leyes físicas se mantienen inalterables para dos observables relacionados y en movimiento rectilíneo uniforme. Cada observador tiene su propio y único sistema de referencia, su punto de observación, desde el cual toma sus medidas, sus propias conclusiones. El mismo suceso parece diferente a personas que lo miran desde ángulos distintos. Todos los sistemas de referencia están en movimiento, y tienen su propia inercia o realidad. Cuando los sistemas de referencia se mueven respecto de los demás a velocidades uniformes, se llaman 64

sistemas inerciales. En estos sistemas las leyes de la física (la conservación de la energía, la velocidad de la luz, etc. son siempre iguales) son inalterables, independientemente de si el observador está en un punto u otro de referencia. Matemáticamente la velocidad es igual al espacio recorrido entre el tiempo empleado. Si la velocidad de la luz es siempre la misma, independientemente del centro emisor, lo que cambia son el espacio y el tiempo. Es decir: 1. Los sistemas de referencia cambian, las leyes físicas son constantes. 2. Cada sistema de referencia tiene su propio espaciotiempo (no hay un tiempo absoluto). O dicho de otro modo: hay una realidad esencial implicada que condiciona, o relativiza la realidad desplegada (los fenómenos naturales). Las leyes son fijas, los fenómenos relativos. La Relatividad General, enunciada por Einstein en 1.915, (teoría de la gravedad que incluye a la de Newton, pues es precisa tanto a velocidades bajas como altas) dice que la materia curva la geometría del espaciotiempo, al producir trayectorias que generan pozos gravitatorios, lo cual influye en la trayectoria de los cuerpos y de la misma luz. Estos huecos atraen materia aumentando aún más la deformación del espaciotiempo en sus proximidades y así, en un círculo cerrado, su poder gravitatorio es capaz de atraer más materia e incluso desviar la trayectoria de la luz. El espacio, decía Einstein, no tiene tres dimensiones y el tiempo no es algo independiente. El espacio y el tiempo son la misma entidad y forman un continuo inseparable: el espaciotiempo. Cuando se habla de que el espacio está curvado quiere decir que la fuerza gravitatoria es una propiedad del espacio, más que de la masa de los cuerpos. El concepto de espacio curvado rompe con la geometría euclidiana: la línea recta o los 180º de un triángulo, por ejemplo, desaparecen5. La existencia material y su actividad energética, no pueden separarse, es lo mismo, la propia esencia del ser. Las partículas no están compuestas de ningún tejido básico, sino de paquetes de energía. Las partículas son entes tetradimensionales: espacios con masa y procesos temporales con energía. “No hay lugar en esta nueva clase de física para el campo y la materia, porque el campo es la única realidad” A. Einstein. Nuestra experiencia, al recordar sucesos del pasado como si fueran actuales, confirma la teoría. Las redes neuronales que se forman son las mismas para el recuerdo que para el presente. Nuestro pasado está sucediendo ahora mismo en un espaciotiempo diferente. 65

Hasta hace poco creíamos que al mirar al cielo lo veíamos en presente, pero no es así. Lo que vemos es el pasado. La luz del Sol, por ejemplo, tarda unos ocho minutos en llegar a la Tierra. Si el Sol se apagara de repente nosotros tardaríamos ocho minutos en notarlo. Esto por supuesto es mucho más acentuado cuando se trata de estrellas que están a años o miles de años luz. En nuestro presente estamos viendo estrellas que se han podido extinguir hace millones de años, de forma que vivimos el pasado y el presente simultáneamente.

Rutherford (Nobel en 1.908), descubrió las partículas atómicas a partir de la división del átomo. Los aceleradores de partículas permitieron romper el átomo en partes muy pequeñas y dando lugar a una nueva rama de la física, se empezó a estudiar la naturaleza de esas partículas. Al comprobar que las colisiones de partículas reducían la masa y liberaban energía se empezó a entender el alcance de la formula de Einstein. La luz que nuestros ojos pueden ver es una banda, no muy amplia, de radiación electromagnética que emite el Sol. El espectroscopio6 permitió estudiar en detalle las cualidades de la luz emitida por los astros, comprobar que el universo no tiene centro y que las estrellas y el sol tienen la misma química. Esto supuso una revolución porque el ser humano ya no podía considerarse el centro del cosmos. Las teorías cosmológicas actuales fijan el origen del universo hace unos 13.750 millones de años, cuando toda la masa, el espacio y el tiempo, concentrados en un punto (una singularidad espaciotemporal) explosionaron, momento desde el cual está en expansión.

¿Se expande el Universo? Los avances en la tecnología de los telescopios permitieron saber que las nebulosas eran otras galaxias y observarlas. Así se pudo comprobar que los cuerpos espaciales están unidos por la fuerza gravitatoria. Por ejemplo, la galaxia Andrómeda se acerca a la Vía Láctea a unos 100km/s. El Grupo Local, del que formamos parte tanto Andrómeda como nosotros, en cambio, se aleja de otros cúmulos galácticos. La expansión del universo se ha comparado con un globo que se infla, actualmente los físicos prefieren compararlo, por más próximo a la realidad, con un bizcocho de pasas en el horno, donde las pasas, que se contraerían, son galaxias y la masa de harina es el espacio extragaláctico cuya expansión va separando las galaxias. 66

Einstein también trastocó la teoría de la gravedad de Newton al afirmar en su teoría de la relatividad general que los objetos no se atraen entre sí, que sólo lo parece, debido a que las perturbaciones en el espacio-tiempo cambian su recorrido. Esta teoría suponía que el universo se movía expandiéndose o contrayéndose; pero Einstein, que creía que el universo era estático, achacaba su movimiento a alguna inexactitud en la medición y creó una constante cosmológica para anular este efecto dinámico permanente. El físico y religioso George Lemaitre, defensor de la dilatación del universo, formuló la teoría de la creación, que veía el universo como un átomo, el cual en el mismo momento de ser creado empezó a expandirse. Esta teoría con el paso del tiempo se convirtió en la teoría del Big Bang. Esto fue confirmado por Hubble, quien comprobó que las galaxias lejanas se separan de nosotros a una velocidad proporcional a su distancia. Paul Dirac (Nobel en 1.933) formuló la teoría de que la energía de la materia tenía que producir su reflejo, la antimateria, con carga opuesta (positrones). Cada partícula de materia tiene su antipartícula. Cuando la materia choca con antimateria la masa de ambas partículas desaparece y transmuta en energía pura7. Sin embargo el universo no es simétrico, es homogéneo, y no parece haber antimateria, sólo hay materia. Pero si el universo se expande su densidad debería disminuir, lo cual no confirmaban las mediciones realizadas. Esto llevó a creer que se forma materia nueva que mantiene la densidad constante, pero ¿dónde está esa materia y como se forma? Está teoría, anti Big Bang, se llamó Teoría del Estado Constante (1.948). A. Penzias y R. W. Wilson (premios Nobel en 1.978) descubrieron la radiación de fondo de microondas, una vibración constante y uniforme que llega de todas las partes del universo. Los defensores del Big Bang tomaron esto como una confirmación de su teoría.

Materia oscura y energía oscura. En el universo parece haber dos fuerzas contrapuestas: la expansión producida por el Big Bang y la contracción (Big Krunch), producida por la gravedad, que depende de la materia. La posibilidad teórica de la existencia de materia invisible fue planteada en 1.933 por Fritz Zwicky, quien observando el número de estrellas, así como su 67

resplandor, calculó la masa galáctica y midió su velocidad de movimiento. La masa calculada era muy superior a la estimada considerando sólo las estrellas. Esto le llevó a pensar que existía alguna otra forma de materia aún sin descubrir, cuya fuerza gravitatoria mantenía la galaxia unida. La densidad del Universo, sin esta misteriosa materia, parece ser de un átomo de hidrógeno por metro cúbico de espacio vacío. Vera Rubi en los años cincuenta, descubrió que la velocidad de rotación de las estrellas de una galaxia es homogénea cerca y lejos del centro (en el sistema solar, los planetas más alejados rotan más despacio). Parecía haber algo exterior (del tamaño del 90% de la masa galáctica) que contrarrestaba la gravedad del centro, tal vez una materia invisible, que llamó materia oscura8. Desde ese momento los científicos se pusieron a observar el cielo en busca de estrellas que tuvieran su trayectoria desviada (lo cual las confiere un halo característicamente brillante), pues según la teoría de la relatividad esto es lo que ocurre cuando hay cuerpos masivos en el espacio. Ésta búsqueda, que continúa actualmente, ha dado como resultado el hallazgo de la materia MACHO (Massive Astrophysical Compact Halo Objects). La materia visible, constituida por galaxias, estrellas, planetas, polvo interestelar y otros astros no excede el cuatro por ciento de la masa que teóricamente debiera haber9. Se está buscando, también, otra forma de materia invisible, la materia subatómica. Parece que alrededor del veintitrés por ciento de la masa teóricamente existente es la materia oscura denominada bariónica, más la no-bariónica. La primera es invisible por estar constituida por formaciones sutiles de protones y neutrones. La materia oscura no-bariónica, la forman las partículas exóticas, neutrinos y WIMP10. Sumando a esta materia oscura la materia visible nos da el veintisiete por ciento, aproximadamente, de la que teóricamente debiera poseer el universo. El otro setenta y tres por ciento sigue sin aparecer. Algunos físicos defienden que este porcentaje es tan alto porque la masa que falta no la forma la materia propiamente dicha, sino una energía desconocida que no ha sido observada, por lo que se le llama energía oscura11; esta misteriosa energía parece depender de las propiedades del espacio, según indican las observaciones del fondo cósmico de microondas (Cosmic Background Radiation). Así como la materia oscura es una forma de materia, la energía oscura sería una propiedad del campo que llena el vacío, “una propiedad del mismo 68

espacio, probablemente debida a la fluctuación de las partículas virtuales en el vacío cuántico”, Ervin Laszlo. A los físicos les gusta jugar con las posibilidades de lo que pasaría si la densidad del universo no fuera la justa12. Si en el universo hubiera exceso de materia, ésta superaría la densidad crítica, y haría que la atracción gravitatoria superase el impulso provocado por el Big Bang, cambiando la dirección del cosmos hacia la contracción total sobre si mismo y creando un universo cerrado: la temperatura se elevaría exponencialmente, primero, planetas y estrellas se quemarían, y poco a poco, todo el cosmos encogería hasta un punto de energía pura. Pero si la cantidad de la materia fuera inferior a la densidad crítica, la expansión tendría más fuerza y provocaría un universo abierto, que se expandiría de forma constante: las galaxias quedarían distantes unas de otras en una inmensa tiniebla, el universo se enfriaría completamente (las estrellas se apagarían de agotamiento), dando lugar a un cosmos absolutamente oscuro, frío y vacío. Y si el universo fuera infinito la teoría del Big Bang no tendría sentido, pues no habría conocido nunca el estado de singularidad, átomo o partícula del que todo surgió en la gran explosión.

La insuficiencia del Big Bang. Nuestro universo, según las cosmologías más avanzadas, es plano: la densidad de materia mantiene en equilibrio matemático asombrosamente perfecto el impulso expansivo y la fuerza que lo retiene, un equilibrio constante y exacto. El Universo es homogéneo e isótropo (sus cualidades no cambian al cambiar de dirección), como parece confirmar la radiación de fondo de microondas, que es uniforme desde cualquier parte del cielo. La importancia de calcular la cifra precisa de la velocidad de expansión del universo radica en saber la distancia a la que se encuentran galaxias remotas y en determinar la edad del universo13. La ley de Hubble dice que las galaxias se alejan de cualquier punto de referencia a velocidad proporcional a su distancia, (a mayor distancia de nosotros, más rápidamente se aleja). Esto quiere decir que el Universo está acelerando su expansión y aumentando su tamaño. Según la teoría del Big Bang (BB), el universo debiera ir disminuyendo progresivamente su velocidad de expansión, ya que la inercia del BB se ve contrarrestada por la fuerza de gravedad. El hecho de que su expansión se está acelerando constituye una anomalía de la teoría del BB. Los físicos están desorientados y aunque han surgido diferentes teorías, ninguna parece decisiva, por lo que la teoría del BB, que también ha dejado de ser creíble, sigue dominando los textos y las creencias sobre el origen del universo. 69

Es decir la energía oscura hace que las galaxias se separen pero manteniendo las condiciones adecuadas del universo. Ya sea la energía de las partículas virtuales14, de cualquier tipo de materia, de energía oscura u otros factores, parece, ahora, que la constante cosmológica que Einstein creó para seguir justificando el modelo de un universo estático (y que él mismo acabó descartando), tenía cierto sentido. Así pues el universo es plano: hay un perfecto equilibrio entre fuerzas opuestas, la fuerza gravitatoria generada por la materia (oscura o no) y la expansiva (generada por la energía oscura).

Sobre agujeros negros y ondas mentales. El matemático inglés Roger Penrose formuló la teoría de los agujeros negros, a partir del colapso y reducción de grandes estrellas. El campo gravitatorio de los agujeros negros parece absorber todo, incluso la luz de estrellas o galaxias enteras. Stephen Howkins aplicó esta teoría al universo, pensando que la singularidad podía ser la explicación para su origen; también descubrió que los agujeros negros, contra lo que se creía, pueden emitir partículas elementales en forma de radiación térmica. Las singularidades surgen cuando la condensación es infinitamente pequeña, haciendo desaparecer el espacio y el tiempo. Ninguna teoría conocida es capaz de explicar la física de los agujeros negros y las singularidades. Estas hipótesis han despertado la imaginación, tanto de físicos teóricos como de los medios de comunicación, novelas y películas, que contemplan la posibilidad de túneles del tiempo a través de agujeros gusano. “Matemáticamente todo es posible. Todo esto puede parecer impensable pero la experiencia nos enseña que lo que hoy es impensable será la convención de mañana”, Stephen Howkins. Las propiedades de los agujeros negros, donde entran en juego la gravedad y la física cuántica, son un indicio en la búsqueda de una teoría unificada. Más adelante examinaremos otras teorías unificadoras, ahora vamos a ver la de Nassin Haramein, que tiene relación con los agujeros negros. Haramein es un físico y polifacético autodidacta que ha estudiado fuera de los círculos ortodoxos y no tiene, ni quiere, títulos académicos; está revolucionando la astrofísica actual con su visión cosmológica. Su controvertida teoría está apoyada por la galardonada física, investigadora de los agujeros negros, Elizabeth 70

Rausner, y reconocida por Daniel M. Dubois, de la Universidad de Lieja. La teoría holofractográfica de Nassim Haramein es una teoría unificada de campos, basada en la física geométrica, que sirve para explicar tanto las galaxias como el átomo. Su teoría dice que el universo es un agujero negro en forma de toroide que gira generando una incesante respiración de energía: contracción (gravedad) y expansión (radiación electromagnética). En el centro de todo cuerpo, sin importar su tamaño, hay dos agujeros, uno negro cuya gravedad mantiene unida su masa, dentro de un agujero blanco que se expande. Esta teoría, que usa las ecuaciones de campo de Einstein, modificadas y las matemáticas geométricas de los fractales, dice que la materia es creada de esta forma por los agujeros negros a partir del vacío y que vuelve al vacío, en un proceso permanente de creación. Los campos electromagnéticos surgen de los agujeros negros y vuelven a ellos. Esta respiración energética de contracción y expansión mantiene un perfecto equilibrio donde surge la vida. “...en el universo el 99,99999% es vacío, y toda la materia se compone de 99,99999% de vacío. Pero cuando miras el vacío a nivel cuántico descubres que es extremadamente denso en energía. En mis ecuaciones, el vacío es la fuente de la materia”, N. Haramein. El cosmos se expande y se contrae, se mueve sin cesar, desde las partículas subatómicas a las galaxias, pasando por las células. Cada átomo está lleno de la información del campo cósmico. Según Haramein nuestras células vibran en un rango situado entre el mundo cósmico y el subatómico; esto nos convierte en receptores de las energías cósmicas que activan el funcionamiento de nuestras ondas mentales, pero a la vez estamos anclados en la materia por la fuerza de gravedad.

¿Cómo surgió el universo? El universo actual apenas tiene posibilidades de haber surgido por casualidad. Roger Penrose (quien cree que “el Universo no nació con el Big Bang, sino que tuvo su origen en estructuras anteriores”) ha calculado que la probabilidad de que nuestro planeta surgiera aleatoriamente es de 1 entre 1010123, y habla del nacimiento de nuestro universo como una singularidad en la que no se sostienen las leyes de la física. 71

Anomalías15 de la teoría del Big Bang. Las principales preguntas que surgen de las observaciones que no encajan en la teoría del BB, son las siguientes: 1. ¿Qué produce la fuerza gravitatoria, aún no explicada, del Universo? La fuerza de gravedad teórica del Universo, esa misma que hace que no explote por la inercia del BB, es mucho mayor que la masa real más la masa teóricamente existente, que forma la materia oscura. ¿Qué es lo que produce esta fuerza? ¿Existe esa masa o es una cualidad intrínseca del campo cósmico, de la energía oscura? 2. ¿Qué es lo que produce la expansión acelerada del universo? Las galaxias más lejanas se separan a más velocidad, lo que es inexplicable, pues la gravedad tiende a frenar la inercia que el BB les confirió. 3. ¿Por qué ciertos parámetros del universo son repetitivos? Por ejemplo la proporción de la fuerza eléctrica con la de gravedad, que es de 1040. Los misteriosos ratios de la masa y las fuerzas que existen entre partículas se ajustan y repiten constantemente. Todo ello indica una misma identidad omnipresente. ¿Qué es lo que le da al cosmos su coherencia? 4. ¿Por qué la radiación de fondo y las galaxias se extienden como una red? La radiación cósmica de fondo es uniforme en miles de millones de años luz, en cualquier dirección del espacio. Observado desde la Tierra el horizonte cósmico, es uniforme se mire hacia donde se mire, no tiene centro; lo que es inexplicable por la teoría del BB. 5. ¿Qué hace que los parámetros físicos del universo sean tan extremadamente ajustados? ¿Qué hace que el delicado equilibrio entre expansión y contracción se mantenga tan exacto? Nuestro universo, según las cosmologías más avanzadas, es plano, estable. Esta estabilidad es inaudita: una milmillonésima parte más lento lo habría vuelto a contraer total e inmediatamente; y una milmillonésima parte más rápido lo habría separado a tal velocidad que solo habría gases. La teoría del BB no explica la causa de tanta precisión. Esto hace impensable el surgimiento del universo a partir de una fluctuación casual en el vacío cuántico. ¿Quiere esto decir que las propiedades del cosmos estaban previamente fijadas? ¿Estaba la información (el programa informático) para su funcionamiento previamente establecido? ¿Existió un metauniverso previo, una especie de código del cosmos o de campo morfogenético?

Todas estas incoherencias teóricas restan validez a la hipótesis de que el universo surgió de una explosión primigenia del subyacente vacío cuántico. En cambio refuerzan la posibilidad de naciera en el seno de un metauniverso previo: el metaverso; lo cual defienden algunas hipótesis. Todas ellas creen que el universo y la vida, tienen su origen en una matriz de información que un metaverso previo transmitió. Einstein solía mencionar a Dios como el creador del Universo. Así piensan, también, Lee Smolin y Andrei Linde, quienes, en 1.985, formularon matemáticamente la Teoría del Universo Autorreproductor, en la cual afirman que debería haber varios universos, todos diferentes y todos con su propio BB.

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4. EL SUBMUNDO MÁGICO. “Las cuatro cualidades de existencia (espacio, tiempo, materia y mente) son codependientes; todas surgen simultáneamente”, F. A. Wolf.

Hasta el renacimiento la física se ocupó básicamente de los cuerpos sólidos y líquidos, de la acústica, de los cambios de estado y los gases, de la reflexión y refracción de la luz, el calor y el fuego. De forma aislada se estudiaron otros fenómenos, como la electricidad por frotación (Tales), estática, hidrostática y óptica (Arquímedes), el magnetismo (los chinos construyeron la brújula hacia el año 1.100). Después vinieron Kepler, Galileo, Newton… y se estudió la mecánica de los sólidos, estructuras, electricidad, magnetismo, movimiento y óptica.

La física cuántica Durante el siglo XX los físicos dieron un vuelco completo al concepto anterior de lo que es la materia. La física actual ha dejado de ser algo sólido, algo que podamos comprender por el sentido común, y ello es debido sobre todo a la física cuántica1. Ahora se sabe que las más pequeñas unidades medibles de materia son en realidad cartuchos intermitentes de energía, a los cuales los físicos llaman cuantos. Los cuantos pueden tener gravedad e inercia, como la materia, pero no masa. La física cuántica, mecánica ondulatoria o mecánica cuántica, es la rama de la física que estudia el complejo microcosmos que existe dentro del átomo, un mundo que no se puede ver. Los electrones que giran a 700km/seg., y los nucleones que giran a 50.000km/seg., hacen que el átomo parezca sólido (algo semejante al efecto de las aspas de un ventilador al moverse velozmente). Para hacernos idea de las 73

dimensiones en que se mueve la física cuántica podemos imaginar que un átomo tiene el tamaño de un estadio de fútbol; entonces sus electrones serían como motas de polvo y su núcleo como un grano de sal. El vacío, en el sentido clásico, es la ausencia total de energía. El vacío cuántico, en cambio, es un oleaje permanente de partículas y antipartículas que, incesantemente se crean y se destruyen al chocar, produciendo energía. Las ondas son una transmisión de información a través de las fluctuaciones o alteraciones de un entorno. Este entorno o contexto puede ser el mar, el vacío cósmico, la tierra en un terremoto o la cuerda de guitarra de un sonido. La luz también es una onda electromagnética moviéndose en el vacío cuántico, una agitación de las partículas de éste. Fue Max Planck quien, estudiando la radiación térmica que emiten los cuerpos incandescentes, observó que la energía que emite un electrón al pasar de una órbita de mucha energía a otra de menor energía no es continua, sino que es emitida en forma de cartuchos, denominados cuantos. Es decir que en todo intercambio energético hay una cuantización. Parece que en la naturaleza no existe la ausencia de energía, debe haber un cuanto de energía involucrado, como mínimo. Plank observó que cuanta más frecuencia mantenían estos cartuchos, más energía producían2. Einstein comprobó que los cuantos no solamente existen al ser emitidos o absorbidos, sino que es la constitución misma de la radiación. En 1.905 explico que el efecto fotoeléctrico es la liberación de rayos de luz por parte de un cuerpo, cuando incide sobre el una radiación electromagnética3. Los fotones (como denominó Einstein a los cuantos electromagnéticos) son partículas con características especiales: no tienen masa, ni carga eléctrica, ni antipartícula, aunque sí espín. El decir que la luz, el fotón, es una partícula constituía una osadía y una locura en aquel momento; pero esto solamente era el comienzo de la cadena de experimentos y demostraciones que desarrollándose paulatinamente iban a poner patas arriba el mundo conocido.

La luz es onda y partícula al mismo tiempo. Un cuanto existe en diferentes estados virtuales simultáneamente, y se hace un ente real al ser observado (medido). Esta cualidad, conocida como la dualidad onda/partícula, es uno de los 74

aspectos más revolucionarios de la física cuántica. Los cuantos unas veces aparecen como partículas y otras como ondas, dependiendo de como las miremos. Para entender mejor lo que es una onda y una partícula podemos poner ejemplos: Se comportan como ondas las olas que surgen en un trigal cuando hay viento, o la caída de fichas de un dominó puestas verticales y en fila, es decir, no hay desplazamiento de materia; se comportan como partículas una flecha o una pelota lanzadas por alguien, es decir, hay desplazamiento de materia. En la física clásica es imposible ser onda y partícula al mismo tiempo. Existen palabras que al cambiar el contexto en que son usadas pueden cambiar radicalmente de significado (por ejemplo la palabra mono se refiere a diferentes conceptos dependiendo de las palabras que la rodean: el mono salta de rama en rama, el mono de mecánico suele ser azul, el mono impulsa a robar a los adictos, la modelo lleva un vestido muy mono…). Un cambio parecido es el que experimenta la realidad cuántica, al cambiar su naturaleza de acuerdo con su entorno. En el lenguaje cuántico esta propiedad se conoce como contextualismo. Existe un experimento que explica muy bien en que consiste el contextualismo cuántico, es el experimento de los dos cortes4. Antes de que los fotones sean detectados, no hay modo de saber si hay ondas reales o partículas reales; en potencia pueden ser ambas. Del mismo modo que antes de decir la frase, de poner el contexto, no se puede saber lo que la palabra mono va a significar. Pero cuando los fotones se observan, el tipo de atención (de medición), que cada observador aporta decide en que tipo de partícula se va a convertir la onda, el observador condiciona una u otra de las posibilidades subyacentes. Lo que se ve es lo que se busca, el contexto ayuda a la realidad a expresarse. Esto, que ocurre con las palabras homónimas, ocurre también con las personas, que nos comportamos de manera diferente dependiendo de a quien tengamos enfrente; la forma de observar, como cualquier terapeuta, orador o maestro sabe, puede afectar realmente la conducta de la persona o grupo. La partícula no tiene trayectoria ni existencia continua, es una entidad ficticia que aparece y desaparece, su existencia es una posibilidad estadística, semejante a la posibilidad de que nos toque la lotería. Es decir que los ladrillos básicos de la materia de la física clásica no existen, sino que tienen posibilidad o tendencia a existir. La física actual está cargada de dualidades paradójicas de este tipo: La luz es partícula y onda a la vez, las partículas son destructibles e indestructibles, la materia es continua y discontinua, la energía es materia... 75

Niels Bohr, Premio Nobel en 1.929, supuso que la energía de los electrones estaba cuantificada y, a partir del hidrógeno, elaboró una teoría de la estructura del átomo. Creía que las paradojas de la física cuántica nos muestran que los opuestos se complementan, que ambas presencias, partícula y onda, son dos formas complementarias de describir la misma realidad, siendo cada una de ellas solo parcialmente correcta y teniendo una gama limitada de aplicación. Ningún aspecto de la dualidad, ni las propiedades tipo onda ni las propiedades tipo partícula, es más fundamental o más real. Este es el principio de complementariedad cuántica formulado por Bohr, que estaba vigente hasta hace poco. Mantenía que los dos aspectos se complementan entre sí y ambos son necesarios para cualquier descripción completa de lo que es la luz (se creía que dependiendo de cómo se las observara podía ser corpúsculos u ondas, pero no las dos cosas al mismo tiempo). Se pensaba que, aunque no podamos ver su dualidad, se pueden elaborar experimentos en los que la luz actúa como un flujo de ondas y otros en los que actúa como una corriente de partículas. El principio de complementariedad ha dado un paso adelante, y ahora el físico Shahriar Afshar ha demostrado que los dos estados son simultáneos: Si buscamos la forma ondular, la corpuscular está también presente, y viceversa, si buscamos la forma de partícula, además se puede detectar la onda. El aspecto complementario no desaparece. Estas demostraciones están llevando a pensar que el aspecto onda del cuanto es su estado esencial, que el aspecto de partícula es secundario. Parece pertinente recordar, aquí, la frase ya mencionada de Planck: “La materia... no es lo real, lo verdadero… es la mente invisible e inmortal”. Louis De Broglie, premio Nobel 1.929, pensó que si la energía se comportaba como onda y partícula, la materia también debería hacerlo. En 1924 sentó las bases de la mecánica ondulatoria al asociar una longitud de onda a las partículas en movimiento; su teoría dice que cada corpúsculo tiene su propia longitud de onda, determinada por su velocidad e inversamente proporcional a su masa. Esta dualidad partícula-onda quiere decir que “no hay diferencias fundamentales entre partículas y ondas: las partículas pueden comportarse como ondas y viceversa”, Stephen Hawking, 2.001. Ahora sabemos que todo ente material diferenciado tiene una onda particular asociada a él; las personas no somos una excepción, tenemos una energía personal, una vibración que nos hace únicos, como lo hace nuestra huella digital. 76

Al observar algo lo creamos. Un cuanto está a la vez en todas partes y en todo momento, existe en diferentes estados virtuales simultáneamente, y se hace un ente real al ser observado (medido)5 por un detector de partículas o por un interferenciometro, que determina, o elige, su estado. No es posible medir a la vez los posibles estados de las partículas. Werner Heisenberg, premio Nobel en 1.932, desarrolló las mecánicas matrices, enunciando en 1927 el principio de incertidumbre que lleva su nombre. Para algunos este hecho marca el inicio de la mecánica cuántica moderna. El Principio de incertidumbre dice que “en el ámbito subatómico la materia no existe con seguridad en determinados lugares, sino que muestra ‘tendencia a existir’ y los sucesos subatómicos no ocurren con seguridad en determinados tiempos, sino que muestran ‘tendencia a ocurrir’, “cuando no miras hay ondas de posibilidades, si miras hay partículas de experiencia; los átomos no son cosas, son sólo tendencias”. Dicho de otra forma, es imposible determinar con exactitud y a la vez la posición y la velocidad de una partícula, y por tanto es imposible determinar su trayectoria; a mayor exactitud con que se conozca la posición, mayor será el error en la velocidad, y viceversa. Cuanto más estudiamos una parte determinada del mundo subatómico, más nos alejamos del conocimiento de las otras partes. El observador en el propio acto de medir cambia lo medido. El no poder conocer la trayectoria de una partícula, en el sentido clásico, lleva a establecer una función probabilística para calcular la posición en un determinado instante, y a partir de ella extraer otras magnitudes. Algo parecido nos ocurre en la observación cotidiana de la realidad: Si me fijo en el paraguas que hay en la puerta, al entrar, dejaré de observar la lámpara del techo, o un sonido exterior, podemos conocer una variable del aquí-ahora, a costa de perder precisión en el conocimiento de otras variables. En el mundo newtoniano cuando los átomos se juntaban, se volvían a separar de forma individual. Cuando los sistemas cuánticos se encuentran, sus aspectos onda se superponen y se combinan para convertirse en un nuevo sistema. El nuevo sistema al que da lugar esta superposición tiene su propio aspecto de partículas y ondas y su nueva identidad combinada que no es reducible a la suma de sus partes más las interacciones entre ellas. En mecánica cuántica un electrón no es una partícula con una trayectoria determinada que rodea al núcleo, sino una nube de 77

probabilidades, que se plasma en una concreta cuando se realiza una medición. La superposición cuántica, uno de los principios básicos de la física cuántica, dice que «si un evento puede realizarse en dos o más formas indistinguibles, el estado del sistema es una superposición de esas formas simultáneamente». Erwin Schrödinger, premio Nobel en 1933, formuló una ecuación sobre la propagación de las ondas materiales, que suministra a partir de un tiempo inicial dado, una predicción concreta del estado de la función onda, en cualquier tiempo posterior. Este estado, que nace del acto de medir, es probabilista, no determinista. Para apoyar su teoría ideó, en 1.937, el experimento del gato encerrado en una caja. Todas estas teorías están bien desarrolladas, y los experimentos lo confirman, sin embargo su interpretación no tiene unanimidad. Experimento teórico del gato de Schrödinger: Si introducimos un gato en una caja, que contiene un mecanismo que puede liberar un veneno, y matar al gato, al detectar una determinada partícula. Si la partícula es detectada, el gato muere, y si no hay partículas el gato sigue vivo. El mecanismo es inestable, de forma que hay el 50% de probabilidades de que se presente la partícula o de que no lo haga. Teóricamente, según la teoría cuántica (no por sentido común), mientras la caja permanece cerrada (mientras nadie observe el observable) no se puede distinguir entre los dos estados, el gato está en una superposición de ambos, a la vez vivo y muerto. La mecánica cuántica dice que es al abrir la caja y observar su interior, cuando comprobamos si está vivo o muerto; que es el observador y el acto de observar el que interactúa con el sistema y lo condiciona, provocando que el mecanismo adopte una u otra posibilidad.

La vibración del campo crea ondas (la realidad virtual o estadística) y las ondas, al colapsarse se convierten en corpúsculos (el fenómeno material). Los físicos cuánticos piensan que el momento de la medición es fundamental, porque es el momento en que las muchas posibilidades se condensan en una única actualidad: el momento del colapso de la función onda. Aunque todavía no se sabe muy bien qué es lo que produce el colapso de la función onda, lo que sí está claro es que convertir lo posible en real está relacionado con el hecho observar, medir o tomar conciencia. El electrón sigue realmente todos los posibles caminos al mismo tiempo. Actúa como si estuviera disperso por todo el espacio y el tiempo y se hallase en todas las partes a la vez. Así es posible jugar con múltiples posibilidades en nuestra imaginación, o lanzar globos sonda para ver como puede trabajar algo; el electrón efectúa sondeos hacia el futuro para ver qué camino le resulta mejor en último término. El colapso de la función onda es el cambio producido cuando un 78

campo ondular es observado; este cambio es una transición del estado de onda (superposición con infinitas posibilidades) al estado de partícula (una sola posibilidad energética condensada, material, del cual se ocupa la física clásica). De este modo la materia se crea del vacío, (aparentemente en contra de la ley de la conservación de la energía). Bohr decía que cuando no se observan las partículas no existen, que el colapso que las hace surgir de la realidad virtual se produce con la observación; Einstein se negaba a creer esto y mantenía que debe haber otra explicación para ello. David Bohm profundizó en este fenómeno cuántico y concluyó que la explicación buscada era la existencia de un vacío potencial, el cual está lleno de variables ocultas. Observar algo, poner nuestra atención en un campo cuántico, inevitablemente, es dejar nuestra influencia en él, crear algo donde solo había una posibilidad; el acto de tomar conciencia de algo crea la realidad. Todo esto tiene unas consecuencias muy importantes para el ser humano y para la vida, como veremos en los últimos capítulos.

La existencia de diferentes realidades. Distinguir entre lo virtual y lo real no es nada fácil y no tiene nada que ver con lo que quiere decir en la vida cotidiana. “No existe el mundo cuántico, tan sólo disponemos de una descripción de la mecánica cuántica”, N. Bohr. Las transiciones permanentes, llamadas así porque conservan energía, reciben el nombre de transiciones reales; y las transiciones inestables, que no conservan energía, son llamadas transiciones virtuales. Los nombres no significan mucho, ya que la realidad virtual, como comúnmente son llamadas las transiciones virtuales, puede tener efectos reales y dar como resultado procesos físicos. El siguiente ejemplo de D. Zohar y I. Marshall lo explica claramente: “Las relaciones entre las muchas posibilidades de las transiciones virtuales y la sola actualidad de una transición real es un poco como los diversos sondeos de opinión que preceden a una elección y el resultado real de ésta. Un sondeo de opinión representa una realidad posible, el resultado que podría ser si se votara ese día. Como hay muchas transiciones virtuales posibles y contradictorias que suceden todas al mismo tiempo, con frecuencia se dan varios sondeos de opinión, cada uno con un resultado supuesto diferente y todos publicados al mismo tiempo. Y aunque el sondeo de opinión es una elección que nunca sucede ‘realmente’, termina teniendo un efecto en el mundo real. Los votantes con frecuencia cambian su intención de voto debido a los sondeos. La política de los gobiernos cambia con frecuencia, y a veces incluso se desploman después de los resultados virtuales de los sondeos”.

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La vida de las personas está conformada, igualmente, por diversos caminos posibles entre los que tenemos que elegir. Y la elección de un camino de estos puede alejarnos de los demás, como ocurre en el mundo cuántico. Los diferentes estados virtuales demuestran que podemos vivir diversas situaciones al mismo tiempo, todas ellas representadas de forma singular junto con las otras. Esta multiplicidad de historias conforma lo que los físicos denominan superposiciones cuánticas. En el mundo de la física cuántica las superposiciones son lo habitual, de modo que el aspecto onda de la existencia está conformado por multitud de posibilidades, muchas de ellas discordantes o paradójicas entre sí, pero todas reales. “En el ejemplo de los muchos sondeos de opinión simultáneos, el momento del colapso es equivalente a meter las papeletas en la urna el día de la elección real. En los límites de la conciencia misma se experimenta una abundancia de borrosos ‘prepensamientos’ que colapsan en ideas claras, unitarias, cuando nos concentramos. La imaginación constantemente produce y experimenta una multiplicidad de escenas futuras antes de que éstas colapsen en una en el momento de la opción”, D. Zohar y I. Marshall.

La búsqueda de una teoría unificada. El marco actual mediante el cual conocemos la mayor parte de la física es la teoría cuántica. Pero resulta que ésta hace imposible la gravedad. La teoría de la relatividad general, que es el modelo más avanzado para explicar la gravedad, no funciona con la teoría cuántica. La gravedad está en la naturaleza y por ello es necesario encajarla en la teoría cuántica. Einstein, a través de su Teoría de la Relatividad General y de sus aportaciones a la teoría de la Mecánica Cuántica, fue decisivo para desarrollar la ciencia actual. Sin embargo la incompatibilidad de ambas hizo que dedicase los últimos treinta años de su vida a buscar una teoría unificada, que no encontró. Fue una tarea solitaria, ya que la mayoría de científicos no creían en ésta unificación. Hoy en día muchos físicos siguen los pasos de Einstein y buscan esta teoría conjunta que describa el comportamiento del universo físico: la Teoría de Todo. Una teoría unificada, también llamada de la gravedad cuántica, debe unificar las cuatro fuerzas fundamentales de la física actual6. 80

Hasta ahora era la gravedad la que se resistía a expresarse en forma cuántica. Las inconsistencias interiores no permitían manejar las partículas habituales (puntuales) para unificar la fuerza gravitatoria con las otras tres. La unificación podría consistir en una ecuación mágica, o tal vez, en un esquema conceptual sencillo y coherente, como cree Laszlo. Aunque algunos teóricos, como Penrose, dicen que está búsqueda es una equivocación y una pérdida de tiempo, muchos físicos y matemáticos, siguen buscando la solución que pueda describir los múltiples fenómenos de la naturaleza, y sus cuatro fuerzas fundamentales, y explicar la existencia del Universo. En los años noventa S. Hawking dijo que el descubrimiento de una teoría unificada estaba cerca. La Teoría de las cuerdas (bariónicas), y su sucesora de las supercuerdas es la teoría unificadora con más seguidores. Organiza la teoría cuántica estándar de forma que encaje la gravedad. Según los físicos teóricos hay que superar la idea predominante de partícula puntual para superar las anomalías dentro de la teoría; es decir, para lograr unificar la fuerza gravitatoria con las otras tres. En 1.974 J. Schwarz y J. Scherk vieron en ella posibilidades para ser la teoría unificada. En 1.985 Michio Kaku formuló la Teoría de los Filamentos (o cuerdas), una teoría de la inflación que predice las fluctuaciones. Al final de los años ochenta había cinco teorías de cuerdas, que acabaron considerándose variaciones particulares de una sola: la teoría de supercuerdas. Esta teoría modifica la teoría cuántica estándar de tal manera que la gravedad no sólo se hace posible, sino que forma parte de ella, es inevitable. Está basada en la hipótesis de que las partículas son unidimensionales, como filamentos7 extremadamente diminutos; tanto que “Si cogemos un átomo y aumentamos su tamaño hasta que éste sea como el sistema solar, el filamento sería del tamaño de un átomo”. Los filamentos funcionan como cuerdas de guitarra: cada partícula es una cuerda que vibra, creando su huella digital musical particular, que unida a las vibraciones de las demás partículas generan las fluctuaciones espaciales. Todos los cuerpos celestiales, estrellas y galaxias tienen su propia vibración y contribuyen a generar el concierto del universo. Estas vibraciones generan once dimensiones según su frecuencia (tres espaciales, el tiempo, seis compactadas y una que las engloba). Así parecía unificarse la Teoría de la Relatividad y la Física Cuántica.

Para que la teoría del Big Bang fuera correcta se necesitaban irregularidades que pudieran explicar la formación de los diferentes 81

tipos de partículas originales. Esta teoría cambia el concepto de partícula elemental y el concepto del universo. Todo esto ha contribuido en buena medida al asentamiento de la Teoría de las supercuerdas, o Teoría M, pero a pesar de ser una de las teorías unificadas más defendidas actualmente por los científicos, tiene muchos inconvenientes: las matemáticas necesarias para su desarrollo no están aún disponibles, no es falsable (requisito para considerarla científica), los físicos experimentales no la pueden manejar, y por su gran complejidad y número de soluciones, no ha sido capaz de realizar ninguna predicción concreta. Por esta razón la rechazan eminentes físicos teóricos (entre otros, Glashow o Feynman, ambos premios Nobel de física). “La teoría de las supercuerdas es tan ambiciosa que sólo puede ser del todo correcta o del todo equivocada. El único problema es que sus matemáticas son tan nuevas y tan difíciles que durante varias décadas no sabremos cuáles son”, Glashow. Los físicos siguen utilizándola, confiados en que conseguirán los resultados experimentales que buscan8.

“El mapa no es el territorio”. Esta famosa frase de Alfred Korzybski explica de forma sencilla que una cosa es lo que nosotros sabemos y somos capaces de explicar de la naturaleza del universo, y otra muy distinta es la propia naturaleza, escurridiza a nuestras representaciones, científicas o no. “La ciencia natural no describe la naturaleza simplemente; es parte de la interacción entre la naturaleza y nosotros mismos” W. Heisenberg. Es decir, la realidad no es algo objetivo e invariable, en el fondo está siempre el mapa que hacemos de ella, la conciencia del observador (y partícipe) humano. Nos descoloca tanto, que nos resistimos a creer lo que los físicos cuánticos dicen: que no hay distancia entre los objetos, más aún, que no existe lo que solemos denominar objetos sólidos; que el concepto de separado sólo existe en nuestra imaginación. Que el tiempo tal y como lo hemos entendido hasta ahora no existe; que la causalidad no es el único medio de conexión de las cosas. Todo esto nos parece imposible y pone patas arriba todo lo que hemos creído, porque nuestras mentes no han sido educadas dentro de esta forma de ver el mundo. El ser humano ha creído a ciegas en el paradigma mecanicista durante tanto tiempo que ha confundido el mapa con la realidad. 82

La teoría cuántica nos introduce en la visión del universo no como un conjunto de objetos físicos, sino como una complicada telaraña de relaciones entre las diversas partes de un todo unificado. “Las partículas materiales aisladas son abstracciones, siendo sus propiedades definibles y observables solo a través de su interacción con otros sistemas”, N. Bohr. Podemos tener un accidente que destruya nuestros miembros y órganos, pero siguen existiendo nuestras células y moléculas, pueden quemarnos y así destruir también nuestras células y moléculas, pero nuestros átomos siguen existiendo. Pueden destruir nuestros átomos mediante una explosión atómica, pero nuestras partículas siguen existiendo. Imaginemos que destruyen también hasta nuestras partículas más pequeñas, aún seguiría existiendo el campo de donde surgen y toman forma estas partículas. Entonces nos habríamos fusionado con el universo mismo, habríamos pasado a ser la energía que existe por todos los lados sin excitación o formación corpuscular. En realidad esto es lo que somos en esencia: vibración energética. Incluso cuando nuestra energía toma forma de corpúsculos, átomos, moléculas, células, órganos o seres vivos: siempre somos energía pura. Y la energía, con forma o sin forma, no se destruye, toda materia es energía, son la misma esencia vibratoria. La intensa actividad que existe dentro de esta energía pura, con o sin masa, es lo que somos, y de esta actividad incesante universal, dependen los sucesivos planos de la materia, seres vivos y humanos, incluidos. No estamos separados del universo, ni somos autosuficientes, somos el universo mismo, es decir, la energía infinita que se materializa, o no, en formas variadas. En este movimiento energético universal lo que se mueve es la información. Todas las partes del sistema desde un átomo, un ser vivo o una galaxia, tienen información instantánea, constante, correlacionada y coherente (con procesos y ritmos armónicos), de modo que lo que le ocurre a una parte afecta también a las demás. Tal vez a esto se refería el físico Artur Eddinton cuando formuló la hipótesis de que el universo está formado de materia mental. Así que la naturaleza, el kosmos, o como deseemos llamar a la realidad, no está hecha de partículas, como han creído científicos de todos los tiempos, desde Demócrito a Newton; ya se puede dejar de buscar las partículas básicas indivisibles, las diminutas bolas de billar, cada vez más y más pequeñas. La materia no está hecha de partículas, sino de información. 83

INTERPRETACIONES DE LA REALIDAD: MAPA MECANICISTA MAPA CUÁNTICO Lo fundamental es la materia.

Lo fundamental es el campo. Materia y vacío son inseparables. Hay campos sin materia, pero la materia no puede existir sin el campo.

La materia existe en el espacio y tiempo, es sólida, indestructible y está aislada. La materia y el vacío son dos realidades diferentes.

La materia es vacío, movimiento de partículas de energía/materia. Todo en el universo está fuertemente interconectado. No existen las entidades aisladas. Las ondas de luz, radio, rayos X, infrarrojos… son campos energéticos.

La naturaleza es objetiva e independiente del observador.

Lo observado depende del observador. El observador de un experimento lo altera. La naturaleza de la realidad es subjetiva.

El espacio es tridimensional, absoluto, inmóvil e inmutable. Los cuerpos materiales se mueven en el espacio

El espacio no es tridimensional. Espacio y tiempo son una sola entidad, la continuidad cuatridimensional espaciotemporal.

El tiempo es objetivo, absoluto, independiente y progresivo.

El tiempo depende de la velocidad, es más lento a más velocidad.

La fuerza de la gravedad gobierna el movimiento gracias a la atracción (no repulsión) de la masa de los cuerpos.

Los campos generan fuerzas de atracción y de repulsión.

El movimiento del universo sigue unas reglas inamovibles y puede ser previsto. Es como el de una máquina gigantesca.

La fuerza de gravedad curva el espacio y el tiempo.

Los electrones que bailan a velocidades inimaginables alrededor del núcleo, y los protones y neutrones de éste, no son sólidos, son como la línea luminosa que deja un tizón velozmente girado en la oscuridad. La línea no existe, pero está ahí, es real. Lo mismo ocurre con el círculo que forma un ventilador, sólo son reales (lo que entendemos por reales) las astas, pero el círculo está ahí. Son como huellas cuánticas o estelas que nos informan que ahí existe un movimiento energético. Así somos los cuerpos del cosmos, no existimos, somos producto del giro, de la vibración u onda energética. El paradigma predominante de la ciencia y de la sociedad cree que la materia es lo único esencial y que la conciencia es un subproducto, accidental, de ella. Pero ahora sabemos que las ondas son energía pura, capaz de formar y de atravesar los cuerpos; que las veloces 84

partículas subatómicas son vibraciones producidas por la información, no por el azar. Así, determinadas vibraciones son codificadas como átomos de hidrógeno, otras como helio, carbono, oxígeno, etc.; cada elemento, cada onda cósmica, cada cuerpo o entidad energética, visible o no, tiene su propia información, su propio código único, su propia huella energética. Todo vibra. En el cosmos todo vibra, todo se mueve, incluidas estrellas y galaxias. El reposo no existe. La luz, el calor, el magnetismo y la electricidad no son mas que formas de movimiento, todo es energía en movimiento, vibraciones. La vida es cambio. Los entes del universo no somos materia, somos procesos. El espectro electromagnético es un infinito océano de ondas de muy diferentes características que captamos y emitimos continuamente, aunque nuestros sentidos solo son capaces de captar las que vibran entre determinados límites. La vista, por ejemplo, sólo capta el espectro que se encuentra entre los rayos infrarrojos y los ultravioletas. Se ha calculado que si el espectro electromagnético conocido tuviera una franja de 150 millones de kilómetros (la distancia aproximada de la Tierra al Sol), nosotros veríamos solamente una pequeña zona de ese espectro, cercana a los diez kilómetros.

Estas señales electromagnéticas, y la fuerza nuclear que las mantiene cohesionadas en sus órbitas, contienen una inmensa energía encerrada. Solamente cuando las partículas chocan entre sí y se libera su fuerza (como en las bombas nucleares) nos hacemos realmente conscientes del incalculable poder que mantenemos en nuestros invisibles movimientos subatómicos, del potencial creativo que mantenemos en nuestro interior. Esto debiera hacer reflexionar a quienes mantienen que la física cuántica no tiene importancia para nuestra vida cotidiana, pues en esos niveles cuyas dimensiones infinitesimales no somos capaces de imaginar, se producen los sucesos energéticos decisivos para nuestra vida macroscópica. La radiación electromagnética abarca desde un espectro de frecuencias ondulares muy lentas (con longitudes de onda largas), que corresponden a las ondas de radio, hasta frecuencias muy rápidas (con longitudes de onda cortas), que corresponden a los rayos gamma. Al provocar el giro rápido de un cuerpo empezamos a percibir sonido, si 85

aumentamos la velocidad de oscilación, las notas graves, pasando por toda la escala musical, van haciéndose agudas, después microondas inaudibles para las personas y se produce el silencio. A continuación si la velocidad sigue aumentando pasa por los invisibles rayos infrarrojos, tras el que empezamos a percibir el color rojo y sucesivamente las diferentes gamas del arco iris. Después del violeta la información de la luz y sus colores, deja de ser percibida por nuestros ojos. A partir de ahí la vibración, dependiendo de su longitud de onda, empieza a manifestarse como rayos ultravioletas, rayos x, y rayos gamma. Por fin la vibración puede ser tan alta que sus moléculas se destruyan, dando lugar a su estado original anterior: átomos, partículas, vacío cuántico. El vacío interestelar, el silencio o la oscuridad no son carencia de energía, de vibración, sino energía no percibida por nuestros sentidos físicos. La materia, los cuerpos del universo, somos cuantos girando a gran velocidad. Además, son codificadores naturales, organizados para recibir y emitir ciertos tipos de vibraciones energéticas, calor, magnetismo o movimientos de los cuerpos visibles. Hay otros codificadores naturales, que pueden captar otras formas de energía, animales o vegetales cuyos sentidos, u órganos sensibles de todo tipo, captan diferentes vibraciones. A medida que se avanza en la escala evolutiva la materia se hace más compleja, su autoorganización se especializa. Los seres vivos, humamos incluidos, también somos vibración, nuestra materia esta constituida por partículas oscilando velozmente. Somos codificadores de información, organizados por la naturaleza para medir y emitir ciertas vibraciones energéticas.

Aplicaciones prácticas de la física cuántica. La realidad cuántica no es remota e inaccesible, no es algo que solamente ocurre en los libros de matemáticas o en los experimentos de los laboratorios. Estudia fenómenos cotidianos como los rayos láser, los superconductores, los superfluidos, y fenómenos enormes como las estrellas de neutrones y los masers (rayos láser interestelares), que transmiten señales de radio coherentes entre las estrellas. Está en todas partes, a nuestro alrededor y dentro de nosotros, es experimentada por todos, tanto o más que la mecánica clásica, pero todavía es una desconocida a nivel práctico y no somos conscientes de su influencia en la vida cotidiana. De ella dependen 86

desde la formación de las estrellas, o las moléculas corporales, hasta las relaciones sociales y los procesos mentales. Gracias al desarrollo de una rama de la mecánica cuántica, la física del estado sólido, se ha hecho posible un nuevo mundo de tecnología impensable hace un siglo. Esta línea de investigación permitió profundizar en las propiedades eléctricas, magnéticas y térmicas de los materiales sólidos y entender los fenómenos conductores, semiconductores y aislantes. En 1947 Bardeen, Shockley y Brattain, de los laboratorios Bell, desarrollaron el transistor, un mecanismo semiconductor que puede regular o amplificar una corriente eléctrica. Los transistores apenas ocupaban espacio, ahorraban energía y eran más manejables que las válvulas o tubos de vacío empleados hasta entonces. En 1958 los transistores se integraron en chips, que hoy en día permiten el funcionamiento de la mayor parte de las máquinas: telecomunicaciones, teléfonos, ordenadores, coches, electrodomésticos, audiovisuales, tarjetas personales, aviación, astronomía, armas teledirigidas, sistemas de fabricación, tecnología sanitaria, etc. “Podríamos considerar el transistor como la neurona electrónica de nuestra sociedad” J. G. Muga. Un procesador informático dispone de unos treinta millones de transistores. Townes y Schawlow, en 1958, establecieron los principios del láser (Light Anplification of Stimulated Emisión Radiation). Y poco después Theodore Maiman construyó uno con rubí sintético. Actualmente los láseres son de frecuencias y potencias muy variadas y se construyen con diferentes materiales, lo que permite utilizarlos para usos diversos. Su uso esta extendido en medicina (oftalmología, dermatología, ginecología y como bisturí), telecomunicaciones mediante fibra óptica semiconductora (teléfono, televisión, Internet, etc.), discos compactos, generadores de energía, lectores de códigos de barras, corte de materiales diversos, impresoras, etc. Otros usos de la mecánica cuántica: hornos de microondas, células fotoeléctricas, robótica, relojes digitales, gestiones empresariales y bancarias, diseño de fármacos, herbicidas y pesticidas, tomografía de emisión de positrones (la antipartícula del electrón descubierta por Paul Dirac en 1928), resonancia magnética, bombas atómicas, centrales nucleares, sistemas GPS, etc. Las empresas multinacionales investigan la fabricación de ordenadores que sustituyan el bit clásico por el qubit (quantum bit). Estos ordenadores operan en paralelo, pues cada qubit puede estar en dos estados a la vez (como el 0 y 1 clásicos). Esto le permitiría reducir 87

el tiempo de algunos algoritmos de años a segundos9 Actualmente su uso está en fase de experimentación y sus aplicaciones comerciales tendrán todavía que esperar, como mínimo, según los expertos, diez años. Sin embargo la consecuencia práctica más importante de la física cuántica es el cambio revolucionario en la explicación de lo que las personas somos, mental y orgánicamente. No somos la maquina que creíamos ser, sino entidades energéticas con infinitas posibilidades.

El mundo cuántico interior de las personas. Todos los procesos orgánicos y mentales (desde las moléculas a las creencias) tienen su base en la vibración del campo que forma nuestro holón, fundido con el campo cósmico, del que somos inseparables. Ya es hora de dejar atrás la idea de la física clásica que cree que la materia es lo esencial. La materia no existe y la conciencia es energía pura, capaz de generar la forma de todo cuanto existe. Cada pensamiento, emoción o estado mental tendría, así, su personalidad vibratoria, generando campos energéticos entre personas10. Toda esta información va más allá del actual paradigma del conocimiento predominante, tiene que ver con la conciencia, ese ente que no podían investigar positivistas y mecanicistas; pero en el cual, sin pretenderlo, han profundizado los físicos del último siglo. Paul Davies ve a las partículas subatómicas como espejos de la conciencia, mapas subjetivos de la realidad. No obstante Roger Penrose cree que falta algo, pues “La mecánica cuántica es incompleta y requiere algo más para explicar la conciencia humana. La conciencia sólo podrá entenderse… cuando tengamos una nueva teoría física que vaya más allá de la mecánica cuántica”. Otros físicos teóricos, como Fred Alan Wolf, van más allá y manejan la hipótesis de que se puede entender y observar todo-lo-queexiste, toda manifestación o información, incluidos los estados mentales: pensamiento, sentimiento y sentido existencial. Estas formas de energía no serían sino información manifestada con vibraciones más altas, que pueden ser captadas y entendidas por nuestra conciencia, si aprendemos a hacerlo. “Cuando una partícula de materia interacciona con su imagen-reflejo, atraviesa un proceso llamado aniquilación de materia/antimateria, cuyo resultado es la 88

producción de luz o energía sin masa. Así pues, la materia es luz atrapada… Podemos imaginarnos a los electrones como ‘sucesos con atributos’ más que como objetos con propiedades. Dicho de otro modo, el electrón es una construcción del pensamiento humano”, Fred Alan Wolf. Las vibraciones en forma de pensamiento o emoción, irían más allá de lo racional, constituyendo diferentes tipos de energía que nos llega; energía mental que solemos clasificar vulgarmente como empatía, buen rollo, enamoramiento, ambiente espeso, me cae mal y no se por qué, los dos tienen la misma energía, etc. Según algunos físicos estos estados tienen que ver con nuestra vibración personal y con aquella que percibimos, las cuales resuenan y se contagian como diapasones vibrando. La energía está ahí, pero depende de nosotros sintonizarla o no. Sería parecido al placer que nos produce una bella melodía, o a la repulsión del pitido de un amplificador mal sintonizado; ambas vibraciones desencadenan un estado anímico en nosotros, nos contagian armonía o disonancia. Anton Zeilinger, el primer físico en realizar un experimento de teleportación cuántica de dos fotones, de 600m, dice que “…las ciencias físicas no son ciencias de la naturaleza, sino ciencias sobre descripciones de la naturaleza. La naturaleza en sí misma es siempre una construcción de la mente”. Con la teoría de los mundos paralelos se pueden explicar, también, situaciones de nuestra vida cotidiana, tanto material como mental. Según Wolf, los diferentes mundos paralelos o caminos por los que se mueven las partículas, que son llamados historias por los físicos, son posibilidades de la vida. Cada historia posible contribuye de alguna manera a la historia real que resulta al ser observada. Antes de que la historia real se determine hay que tener en cuenta todas las historias posibles, pues cualquiera puede convertirse en real. Esta teoría es aplicable, y así se entiende mejor, a nuestra vida cotidiana: Nuestros guiones de vida, las posibles historias que podemos adoptar las personas, como observadores, son relatos que contienen recuerdos de lo que sucedió, de lo que pudo haber sucedido (si hubiera estudiado esa materia…, si hubiera evitado aquel camino… , si…) y de lo que ocurrirá en el futuro o podría ocurrir si hubiéramos tomado otro camino. Estas diferentes posibilidades virtuales son universos paralelos necesarios para determinar la historia real que vivimos. Sin estas posibilidades sería imposible escoger entre diferentes experiencias en la vida. “Según la interpretación habitual, o ‘de Copenhague’, de la física cuántica, entendemos que la materia no puede existir sin un 89

observador de la materia. Esto nos conduce a que las cuatro cualidades de existencia (espacio, tiempo, materia y mente) son codependientes; todas surgen simultáneamente”, Wolf. La historia real de un electrón en el espaciotiempo depende de lo que hacemos al principio y al final de su trayectoria imaginada. La historia no entra en la conciencia hasta que tenemos el principio y el final. El gato encerrado en una caja puede estar vivo o muerto en nuestra imaginación, pero sólo cuando medimos, cuando abrimos la caja, la historia se hace real. Podemos elegir por qué camino pasa una partícula eligiendo lo que se percibe al final del camino, la información es capaz de atravesar el tiempo desde el futuro. Los datos parecen apoyar, además, que lo imaginario se convierte en real cuándo recordamos o imaginamos la historia como si estuviese sucediendo (la función onda al colapsar se convierte en partícula). Si imaginamos con fuerza, con pasión, un final entre las diversas posibilidades virtuales paralelas que se presentan en nuestro futuro, será ese final el que tiene más energía para hacerse real en nuestra vida. Esto mismo piensa el neurofisiólogo Benjamín Libet “La información sensorial aparece en la conciencia del observador referida hacia atrás en el tiempo”. Esto también hace posible cambiar el pasado, la historia personal, cambiando los recuerdos. Por ejemplo: yo odio a mi madre (a todas las madres y a todas las personas, por extensión) porque me abandonó de niño. Pero de adulto averiguo que no me abandonó, sino que murió dando su vida para que yo viviera. Así un suceso del pasado, el vivir abandonado en la niñez, cambia totalmente en mi (y en las consecuencias para mi vida: el odio cambia en amor) gracias a un acto del futuro, la información recibida de adulto, ha cambiado mi historia (no fui un niño abandonado sino un niño amado hasta la muerte), lo cual influye en mi presente y mi futuro. Siempre podemos crear este tipo de cambios para generar una vida satisfactoria. El mundo imaginario no son meras fantasías, es la nube de posibilidades o de historias personales de la que el observador hace emerger una sola realidad. El imaginarnos en algún sitio o en algún momento, pasado o futuro, es como estar en ese sitio que nos rodea en este momento. Tan objetivo es lo uno como lo otro, la realidad no está fuera, sino en la mente del observador. Así pues, las experiencias que conocemos ahora dependen del pasado, del futuro y de la presencia de líneas de relato paralelas. Gracias a estas historias paralelas podemos elegir, tenemos libre albedrío. La historia con mayor probabilidad entre los mundos paralelos, la que elegimos con nuestro punto de 90

vista, con nuestra pasión, se convierte en aquello de lo que somos conscientes. El punto de vista depende de las creencias, así que hacemos real lo que creemos. J. A. Wheeler dice que las variables del experimento dependen de la elección del observador. Es decir, el punto de vista, el cómo mirar, es la clave de nuestra vida. Lo que se repite en las diferentes historias es lo que más posibilidades tiene de hacerse real. Si los diferentes mundos paralelos tienen muchas semejanzas la vida tendrá pocas alternativas, el cambio será muy difícil. La inercia, la tendencia a que todo siga como está, surgiría, pues, de la semejanza. La materia con inercia, y lo que llamamos realidad objetiva, procede del solapamiento de muchos mundos paralelos muy semejantes. Dicho e otra forma, la realidad intersubjetiva surge de la acumulación energética de diversas historias semejantes. No creamos la realidad de la nada, sacando un conejo de la chistera, lo cual requeriría muchísima energía repentina; la energía ya está ahí, no la creamos, solo le damos forma, poniendo nuestra atención y emoción en una de las múltiples posibilidades; en una de las historias paralelas ya existentes. Tenemos muchas alternativas en la vida, en cierta forma vivimos en todas ellas, todas condicionan como somos, e influimos en ellas haciéndolas reales o dejándolas desvanecerse. La persona que tiene pocas perspectivas es más rígida, más fanática, tiende a creer que no existen otras posibilidades y dispone de menos libertad. Esto también ocurre con los científicos. El conocimiento de nuestra configuración energética, de nuestra naturaleza esencial, hace que toda la realidad cambie y que lo que esperamos de nosotros mismos y de la vida sea mucho más prometedor. Estos aspectos mentales relacionados con la física serán examinados más adelante.

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5. EL MAR KÓSMICO. “La realidad primaria es el vacío cuántico, la energía y la información que subyace en nuestro universo, y todos los universos del metaverso”. E. Laszlo.

Los científicos, desde Platón, creían que el cosmos está lleno de éter1. Maxwell sugirió que el éter era el electromagnetismo del que estaba formado el espacio. Michelson y Morley, en 1887, intentaron detectarlo en un experimento, sin conseguirlo; de ello indujeron que el éter no existe, y los científicos ortodoxos de su época lo aceptaron, dando por buena la conclusión2. Esta creencia de que no existe el éter duró poco, pues la mecánica cuántica en numerosos experimentos mostró la presencia en el vacío de un omnipresente campo electromagnético, reabriendo la discusión y permitiendo una nueva interpretación sobre como la materia interactúa con el vacío. También para la teoría de la relatividad es impensable un espacio sin éter. Einstein afirmaba que el espacio está rebosante de vibración, es un plenum energético y Max Planck lo comprobó experimentalmente en 1911. Así vemos, de nuevo, que los mismos fenómenos naturales son interpretados de forma diferente por paradigmas diferentes. El éter, la energía contenida en el vacío, no solo es necesario para que las ecuaciones de la física cuántica funcionen, sino que es una potencial y potente fuente de energía. Ahora esta fluctuación electromagnética no es llamada éter, sino radiación de fondo o energía del campo punto cero; sabemos de ella que tiene una frecuencia altísima que interactúa con todas las partículas elementales, que es indetectable por cualquier método tradicional, homogénea e isotrópica (la misma en todos los lados y en cualquier dirección). Es una energía que no hay que buscar, pues está en cualquier lugar y tiempo al alcance de todos, de hecho estamos impregnados y formados de esta energía. Por esta razón “tratar de medirla conlleva el mismo problema que tratar de pesar una taza de agua por debajo de la superficie del 92

océano”, Brian O’ Leary. Todo lo que existe es esa energía. Esto descoloca a los físicos ortodoxos y a las oficinas de patentes, que necesitan un origen de la energía para entender su presencia, pero no hay un emisor de esta energía, está presente, sin más. Nuestros conceptos y creencias sobre el mundo están condicionados por las teorías del pasado que presentan los elementos del universo como separados y autosuficientes. Pero no hay separación entre objetos ni entre campos. Sólo hay un campo, el mar kósmico, autoobservándose; una totalidad no dividida en la cual el objeto observado y el observador son interdependientes, son lo mismo.

¿Comunicación más rápida que la luz? El experimento matemático EPR (Einstein, Podolski, Rosen) medía el espín3 de dos partículas separadas a cierta distancia, las cuales habían estado previamente relacionadas en el mismo sistema de coordenadas, de forma complementaria, como los polos de un imán. Lo que comprobaron con este experimento es que si se altera la propiedad magnética de la partícula A, la partícula B también cambia. Es decir, el medir la partícula A tenía un efecto instantáneo sobre B, que se colapsaba en el estado complementario de A. Hay un efecto instantáneo que se propaga de A a B, transportando la información precisa de lo que se está midiendo. Esta conexión no-local de las partículas, se repite siempre, sin importar la distancia que medie entre ellas. Fue John Bell, en 1964, con el teorema matemático que lleva su nombre, quien vino a poner una base teórica a este experimento: “Un cuanto que, al ser observado, comparte el mismo nivel cuántico (las mismas coordenadas) con otro, se mantiene instantánea e indefinidamente conectado con él (de una misteriosa manera ‘noenergética’), en todo momento y en todo lugar: Son complementarios y cuando se produce un cambio en uno, el otro, aunque esté a gran distancia, reacciona instantáneamente”. Aplicando el teorema de Bell, si cogemos dos fotones que han estado unidos y los desplazamos en direcciones opuestas y medimos su polarización, comprobaremos instantáneamente que siempre están conectados negativamente, es decir, que la polarización de uno es exactamente la opuesta a la del otro. Los dos fotones pueden estar en lados opuestos de una habitación o de un edificio, e incluso, teóricamente, en lados opuestos del universo, pero están relacionados 93

de forma tan potente que, a pesar de su separación aparente, se comportan como si no hubiera espacio entre ellos. El teorema de Bell muestra que la creencia de Einstein de que nada puede desplazarse más rápido que la luz y que no puede haber nada con una influencia causal instantánea era un error. La conexión instantánea ocurre sin importar el espacio-tiempo que medie entre las dos partículas. Según este teorema el universo entero está íntimamente interconectado por encima del espacio y del tiempo. La teoría matemática EPR se comprobó experimentalmente, cuando se dispuso de la tecnología necesaria, en la década de 1.980: Alain Aspect, colocó las partículas a 12metros. En la década de 1.990 Nicolás Gisin las colocó separadas a 10km de distancia. El resultado es que se comunicaron 20.000 veces más rápido que la velocidad de la luz, la velocidad que supuestamente no podía traspasarse. Las partículas emparejadas siguen manteniendo su conexión, continúan actuando como uno solo ente, como parte del mismo sistema cuántico sin importar la distancia espaciotemporal. Este vínculo no local entre fotones individuales se puede dar también entre entes más grandes, con masa, como los átomos completos, lo cual se conoce vulgarmente como teletransportación. Teletransportar es transferir energía o información cuántica de un ente a otro. Hasta hoy, el teletransporte de objetos visibles, personas incluidas, no es más que ciencia-ficción4. “La esencia de la no localidad es la acción a distancia sin mediación… Una interacción no local que enlaza una localización con otra sin tener que atravesar el espacio, sin decaimiento y sin retraso”, Nick Herbert. La no localidad y el Teorema de Bell son ya considerados como el “descubrimiento más profundo de toda la ciencia”, Henry Stapp5. La transmisión de información de acción no-local parece darse a nivel humano; experimentos mentales entre dos individuos emocionalmente muy unidos (gemelos, enamorados, madre-hijo, dueño-perro, etc.) parecen demostrar que esto es posible, de forma que cuando a uno le sucede algo, o está fuertemente afectado por un suceso, el otro, a distancia, es capaz de detectarlo. Einstein denominó fantasmal a este fenómeno y pensaba que no podía ser cierto, que algo no encajaba. El fenómeno de la conexión cuántica no-local no solo se presenta en el espacio, sino en el espacio-tiempo según estudios que demuestran que el enmarañamiento cuántico afecta al tiempo. Dos hechos ocurridos en diferentes momentos, de lo que vulgarmente conocemos como tiempo, al medirlos, pueden comportarse como si 94

hubieran sucedido en el mismo instante6. Todo ello abre la puerta de la ciencia a los considerados fenómenos paranormales (como la telepatía) que la ciencia materialista desdeña, al no poder explicar. Para explicar la aplicación del teorema de Bell en la naturaleza es preciso un nuevo paradigma; pues este tipo de conexión informativa que no requiere energía ni admite límites de espacio y tiempo, va más allá de las fronteras científicas conocidas. Este paradigma podría ser, según Ervin Laszlo, “la acción de un campo informativo real: el campo A”, o mar kósmico.

El vacío potencial. Así pues, actualmente entendemos mejor lo que antes denominábamos vacío. Ahora sabemos que es un campo lleno de energía, que da forma y contiene a todos los observables conocidos: campos, fuerzas, objetos. Este campo energético, al agitarse en el movimiento incesante del océano cósmico, genera la realidad. La vibración del vacío en sí (cuando el mar está en calma), no se puede detectar; es decir las ondas que lo componen no se colapsan al encontrarse con los equipos de detección actuales. Solo detectamos la energía del vacío cuando el mar cósmico está agitado, cuando surgen las fluctuaciones cuánticas (a modo de un oleaje energético) producidas por la constante acción de partículas y antipartículas. Esto hace que las ondas frenen y se condensen aún más, que la energía se haga materia y la materia genere gravedad. Como mostraron De Broglie y Schrödinger toda materia es de naturaleza ondulatoria y cada corpúsculo o cuerpo tiene una vibración particular. Aún pareciendo inmóvil, todo vibra a altas frecuencias. “La energía eléctrica está presente en todos los lados en cantidad ilimitada y puede hacer funcionar toda la maquinaria mundial sin necesidad de carbón, petróleo, gas o cualquier otro tipo de combustible. Esta nueva energía para la maquinaria mundial será derivada de la energía que opera en todo el universo: la energía cósmica”, N. Tesla. De modo que el vacío está lleno de energía, su naturaleza es una desconocida energía cósmica, o energía oscura, indetectable por nuestra actual tecnología. Y aquí es donde entra el concepto de energía implicada, de Bohm. En 1951, David Bohm presenta su teoría sobre la existencia de un vacío potencial (el nivel cuántico donde existen unas variables 95

ocultas que dan un orden intrínseco, plegado, a la naturaleza), el cual sería el origen del orden desplegado, de los fenómenos naturales conocidos. En sus investigaciones sobre el plasma concluye que éste, y los plasmones metálicos, se comportan como un todo interconectado (como un banco de arenques que se mueve rápida y armónicamente sin nadie que dirija); con movimientos altamente ordenados (no aleatorios), como si cada partícula supiera al instante lo que hacen innumerables billones de partículas y participara en un baile instantáneo y armónico con ellas. Así, un efecto puede ser causado por infinitas causas. También las ondas, en sí, son holones, entes holográficos. El principio de Huygens dice que cada punto de una onda contiene toda la información de esa onda. Este fenómeno viene a confirmar la naturaleza holográfica del universo; su orden implícito hace cada vez más difícil de defender la causalidad aleatoria y probabilística de los procesos cósmicos. Cuando no hay observador la energía ordenada está oculta (implícita), cuando observamos la función onda se colapsa y el orden implícito se despliega, se manifiesta en partícula. Según Bohm, no es que todo en el cosmos esté interconectado, sino que no existe la separación, el universo es una única entidad espacio temporal, y todos los campos energéticos, materiales o no, son inexistentes como entidades aisladas; los que separan son los conceptos teóricos que usamos para explicarnos a nosotros mismos esta realidad. Para Bohm, en la naturaleza todo está implícito dentro de todo, la interrelación entre los campos es básicamente interna. La Teoría del Orden Implicado vino a sugerir, por primera vez, que el colapso de la función onda (lo que decide el aspecto del fotón) es consecuencia de un cambio energético concreto y no surge por casualidad. David Bohm creía que una onda salida de la profundidad del impenetrable vacío cósmico determinaba el estado que el fotón iba a adoptar; una onda a la que llamaba potencial cuántico Q. Según esta teoría, el cosmos es el campo que contiene todas las entidades energéticas, los cuerpos y el espacio-tiempo, todo ello en estrecha interrelación y continua evolución. La teoría del orden implicado presenta el universo cuántico como un universo holístico, una red en continuo cambio, de relaciones superpuestas, un tipo de integridad indivisa. La totalidad del universo está plegada en cada región del espacio y del tiempo y cada parte o suceso tiene la huella, el molde, de la totalidad dentro de sí. Así, el mundo estaría estructurado según los principios generales del 96

holograma, estando el conjunto presente en cada una de las partes. Todo en él está relacionado de forma implícita e inseparable por un movimiento constante como el de las partículas: el holomovimiento. Este holomovimiento sería la matriz donde emergen nuevos todos sin cesar, donde los holones encajan jerárquicamente de forma implícita, donde todo lo que existe se comunica total e instantáneamente a través del espacio-tiempo. Este nuevo orden contempla todos los tipos de energía: electromagnética, electrónica, protónica, gravitatoria, etc. Bohm cree que el orden implicado es lo fundamental, que los objetos (que consideramos reales) se comportan como la proyección de dos cámaras de video que muestran las imágenes de una pecera rectangular enfocadas desde paredes situadas en ángulo recto. Lo detectado por cada cámara se proyecta en pantallas diferentes en otra habitación; las imágenes de cada pantalla son distintas, pero la realidad es la misma, son puntos de vista diferentes, a modo de holones surgidos de un mismo orden implicado. O, siguiendo a Platón, como dos sombras chinescas de una bailarina, proyectadas por dos velas, situadas una al frente y otra al costado. En ambos casos lo que vemos son imágenes diferentes de una misma realidad, totalmente relacionadas; pero la realidad es mucho más compleja de lo proyectado, hay una relación interior superior a la simple suma de imágenes, tiene muchas más dimensiones y propiedades que nos resultan inimaginables.

Lo que llamamos realidad y objetos no son más que sombras diferentes, reflejos desplegados de una entidad esencial que no alcanzamos a conocer. Según Bohm el Big Bang no sería sino un pequeño remolino en este inmenso mar. Así lo creían ya Parménides o Zenón en la antigüedad, y más recientemente Faraday. Así, independientes y comunicadas, actuarían conciencia y materia, sin conexión causal, pero desplegadas de la esencia implicada. El orden intrínseco es la realidad esencial, los fenómenos naturales manifestados son su sombra. Esta armonía intrínseca de la naturaleza parece abarcar las ideas, las emociones, los sueños, la pasión, los deseos y todo lo que entendemos como conciencia. La relación de la conciencia con la materia es interior, es decir, pertenece a la esencia inaprensible de la existencia, no a su proyección exterior, que vulgarmente denominamos realidad. Anteriores paradigmas creían que Todo lo que existe, era la coexistencia de lo que hay (partículas) y lo que no hay (vacío). Según Laszlo, “nuestro universo no es un universo basado en la materia y la energía, sino que es un universo informado, basado en la información”. Bohm cree que el concepto de comunicación es más amplio que el de información, pues implica emitir, captar, acumular, organizar y volver a emitir la información en un bucle interminable y omnipresente. Así los eventos cósmicos no son entidades autónomas y 97

permanentes, sino abstracciones en constante cambio. La teoría del orden implicado dice que Todo es Armonía, es la comunicación de las partes de lo que existe entre sí; tanto partículas como campos son reflejos de la realidad esencial. Por ejemplo, una pareja bailando compenetrada, no sólo se mueve por la información exterior mutua que coordina los movimientos, es mucho más: es una comunicación intrínseca que nace dentro de cada persona, un sentido interior del espacio y del ritmo que les hace moverse armónica y automáticamente, sin pensar; si pensaran, el baile se volvería torpe y frío, perdería su armonía. Así sería la comunicación esencial que une el universo.

Mente y cuerpo serían, pues, proyecciones intercomunicadas de una totalidad única: el vacío de fondo. El mar cósmico lleno de energía podría ser el inconsciente y su materialización constituiría los pensamientos y sentimientos concretos y pasajeros. El tiempo también es una proyección, es relativo, en el sentido de que (según la teoría de la relatividad) puede variar según la velocidad del observador, según la cámara que lo enfoque. La interconexión de las partículas hace que aparezcan y desaparezcan continuamente interactuando e intercambiando energía en un baile subatómico que da lugar a una energía enorme. Los eventos cósmicos no son entidades autónomas y permanentes, sino procesos metamórficos interdependientes en constante comunicación. La existencia entera: la vida, el cosmos y la conciencia son proyecciones del Mar Kósmico, son sombras chinescas del holomovimiento plegado, tomando forma al desplegarse constantemente. La observación de una partícula condiciona la forma en que aparece. Cada medición, cada cámara u observador, capta una de las posibilidades que existen; es decir, la manera de observar, el enfoque, condiciona el estado en que la partícula aparece. Hug Everett cree que la concreción de una posibilidad no se produce al azar, que el colapso de la función onda se produce en todas y cada una de sus posibilidades cada vez que se mide, y que cada uno de estos diferentes estados de la partícula conforma una realidad separada, como universos paralelos. Así, habría tantos universos como observadores o instrumentos de medida. La indeterminación hace que no sepamos cual de las posibilidades virtuales se hará real. No hay nada independiente de la observación, creamos el mundo a medida que lo observamos, hacemos camino al andar.

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Un mar agitado: el Campo Punto Cero. El Campo Punto Cero es un océano de energía que abarca todo el universo, formado por todos los campos energéticos existentes; un mar que en lugar de agua contiene energía, cuyas olas surgen y se propagan por todo el cosmos, donde los cuerpos navegan en un vacío superdenso y superfluido. Einstein y Otto Stern7, habían confirmado la existencia de energía de punto cero. Nernst, en 1916, enunció la teoría de que el universo estaba lleno de la energía. En los años veinte los físicos habían integrado ya que el vacío cósmico no es un espacio vacío, sino un mar saturado de ondas de energía, de fluctuaciones. A esta energía se la denominó energía punto cero, porque es la mínima energía cuantizada posible (en las interacciones nucleares y electromagnéticas) presente cuando la temperatura es de cero grados Kelvin8. A esta temperatura toda forma clásica de energía se ha retirado y solo queda el movimiento residual de las partículas virtuales ocupando todo el espacio y el tiempo en un único campo físico, el Campo Punto Cero, CPC (ZPF, zero point field). El vacío es un vasto mar lleno de energía del punto cero. Esta energía también es conocida por el nombre de condensado Bose-Einstein y es la estructura natural conocida con más orden. Sus partes totalmente coherentes se comportan como una sola partícula. Ejemplos de esta estructura súper coherente son: los rayos láser, los superfluídos, los superconductores y las estrellas neutrónicas. Ya hemos visto que las partículas no poseen entidad individual separada del vacío; el CPC es un sistema de campos vibratorios comunicándose, en el que cada onda aporta su energía sin encontrar resistencia (al contrario que las ondas de un estanque, o las de un cable eléctrico) por lo que su memoria informativa puede ser eterna. Un ejemplo de condensado Bose-Einstein, este movimiento sin rozamiento de la naturaleza, es el helio enfriado9. El comportamiento acostumbrado de los electrones podría compararse al de una multitud agitada, moviéndose atropelladamente en la ciudad. El condensado Bose-Einstein sería más parecido a una bandada de estorninos a gran velocidad girando armónica e instantáneamente sin ningún mecanismo aparente que los dirija.

La vibración del CPC permanece indefinidamente, sin agotarse, en un baile subatómico que da lugar a la inmensa fuente de energía del mar cósmico. Aunque el campo cósmico abarca todas las energías, es su energía básica, la del mar en calma, la que tenemos dificultad 99

para aislar y para medir; esta es la llamada energía del campo punto cero, propiamente dicha. “El efecto Lamb, en mecánica cuántica, muestra que el intercambio de energía entre el vacío y las partículas cargadas es real... y genera efectos reales y los puedes medir. Esa energía es extremadamente densa y extremadamente intensa”, Tom Bearden, ingeniero nuclear. Esta energía es mucho mayor que la energía nuclear; su inmensa densidad energética por centímetro cúbico ha sido calculada en 10 veces mayor que la energía del núcleo del Sol. El Premio Nobel de física Richard Feynman consideró que se puede hervir todo el agua de los océanos de la Tierra con la energía de un único metro cúbico de vacío; aunque este cálculo puede resultar muy corto, pues posteriormente se ha calculado que en un centímetro cúbico de vacío puede haber más energía (teóricamente, si la pudiéramos condensar en masa) que la existente en toda la masa del universo conocido. La utilización tecnológica de esta energía sería una fuente inagotable, no solo en la Tierra, sino en cualquier lugar del cosmos; es por ello que importantes programas gubernamentales de diversos países trabajan para poderla utilizar. El físico Timothy Boyer demostró que se puede explicar la naturaleza del macrocosmos y del microcosmos a través de la física clásica, teniendo en cuenta la energía cósmica del campo punto cero. Esto es lo que piensan algunos físicos, que han comprobado que el CPC está formado por ondas electromagnéticas clásicas. Esta teoría se denomina SED (electrodinámica estocástica -aleatoria-) y contempla el CPC sin incluir a la física cuántica.

Por fin la gravedad cuántica. El físico Andrei Sakharov, en 1.968, se hizo una pregunta que puso patas arriba la suposición generalizada de que la gravedad es una fuerza con entidad propia, con sus normas propias, tal y como lo son el electromagnetismo y las fuerzas nucleares fuerte y débil. Se preguntó si la gravedad no sería un efecto residual de la materia en el CPC, relacionado con el Efecto Casimir. El físico holandés Hendrick Casimir, en 1.948, había observado que si dos placas de acero están próximas, se atraen mutuamente, como los imanes; comprobó que esto ocurre porque las ondas con longitud igual o mayor a la distancia que separa las placas no penetran en la región que hay entre ellas y el número de ondas que interfiere 100

con las placas es mayor en el exterior que en el reducido espacio entre ellas. Esto causa una presión exterior, debida al CPC, que hace que las placas se atraigan. Los defensores de la teoría del Campo Punto Cero creen que esto es una prueba de que el universo es un mar de energía de punto cero. Puthoff y Haisch, tras investigar este fenómeno, creen que gravedad, masa e inercia podrían surgir de la comunicación que mantienen las partículas en el campo de punto cero. La energía punto cero ha sido considerada desde su descubrimiento una confirmación del Big Bang por los defensores de esta teoría, quienes consideraban que era la energía residual de la singularidad. Para estos científicos el CPC se había convertido en un estorbo, en un molesto ruido de fondo que no aportaba nada y siempre se hallaba presente. Por ello la mayoría de ellos se han quitado de encima este estorbo reorganizando sus cálculos matemáticos y sus experimentos como si esta energía del CPC no existiese; los árboles no les dejaban ver el bosque. Fue el físico norteamericano Hal Puthoff quien demostró, en 1.987, que la energía del CPC es, en realidad lo que todos estaban buscando: la prueba de una teoría unificada de las cuatro fuerzas de la naturaleza, incluida la gravedad. Se dio cuenta que la incesante pérdida de energía que desprenden los electrones en su trayectoria en torno al núcleo debiera hacer que éste les atrajera con más facilidad, acercándolos progresivamente; pero esto no ocurre porque en el equilibrio intrínseco del mar cuántico la energía perdida es compensada por la energía captada del vacío. Es decir, lo que hace que los electrones no pierdan fuerza rotatoria y caigan hacia el núcleo es que se cargan en el vacío. Puthoff demostró mediante cálculos matemáticos, la interacción entre el CPC subyacente y el movimiento de las partículas subatómicas. El CPC genera el movimiento de partículas, las cuales, a su vez, generan el CPC mediante una relación intrínseca, autogeneradora y constante a través del espacio y el tiempo. Estableció, así, que la estabilidad de los objetos materiales depende del intercambio dinámico de las partículas subatómicas con el CPC. También probó en 1.989 que desconectando la energía punto cero, el átomo se colapsa (los electrones son absorbidos por el núcleo). La incesante intercomunicación de los fenómenos del vacío confiere su vínculo y equilibrio al mar cósmico. La teoría ZPF, de Phutoff, sostiene que la realidad física subyacente, el universo entero, es un campo holográfico en el que cualquier fenómeno observable (humanos incluidos), y sin importar su tamaño, está conectado con todo lo demás a través de ondas de 101

interferencia. Estas ondas se extienden por el espacio-tiempo, y, literalmente, dan forma a todo lo que se encuentra alrededor de ellas. “... Esta realidad etérica constituida por el vacío cuántico rellena el espacio aparentemente vacío entre los átomos de los seres vivos. Esto es fundamental, porque ésta, con una gran probabilidad de certeza, va a ser la clave de muchos interrogantes de la Física actual y de muchos fenómenos aún no admitidos por la ciencia ortodoxa, como la telepatía, la telequinesis, la curación a distancia, la teletransportación, etc.”, Teresa Versip, física. Cada holón recibe y emite señales, ondas energéticas, formando una comunicación, un intercambio de información que viene y va, entra y sale, interactúa; más que interactuar existe como esencia, no-dos, implícita. El Campo Punto Cero es un sistema que abarca todos los campos existentes, todas las formas de energía y todo tipo de ondículas (ondas-partículas), incluidas las virtuales; todo ello de forma coherente, es decir que sus ondas se mueven de forma sincronizada, (llegan al pico o valle ondulatorio al mismo tiempo, aunque sus frecuencias o amplitudes sean diferentes). Las interferencias coherentes suman la amplitud de cada onda y las discordantes se restan o anulan. Tras interferir, cada onda contiene, además de su propia información vibratoria, información de las otras ondas. Ervin Laszlo, quien denomina Campo A (de Acásico) al CPC, ha contribuido a dar forma a la teoría y compara las ondas que se generan en un acuario con las del campo A: “En el estanque las ondas contienen información así como una fuerza física, podemos sentir el impacto de una onda debajo del agua. En el campo A las ondas transmiten información sin transmitir ninguna fuerza, lo que significa que no podemos sentirlas. En el acuario las ondas pierden intensidad y finalmente desaparecen. En el campo A, las ondas nunca se atenúan, porque se mueven en un medio sin rozamiento, es decir, sin nada que se oponga a su progreso... el campo A es un medio que, al igual que el helio líquido utilizado en los experimentos de superconductividad, no puede ser registrado mediante métodos convencionales. No podemos ver o sentir las ondas en el campo A”.

La energía eléctrica que circula por los cables conductores se debilita y tiene pérdidas. La energía CPC, en cambio, circula por el medio superconductor sin amortiguación ni pérdidas, sin que se observe esfuerzo o resistencia. En el agua las ondas viajan a velocidad relativa, en el Campo A la correlación no-local puede conectar extremos del universo instantáneamente.

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La nueva comprensión del viejo universo. Los cálculos matemáticos de Hal Puthoff mostraron que la gravedad podía ser explicada por el movimiento de las partículas en el campo energético de fondo. La omnipresencia de esta energía y su interacción permanente con todo cuanto existe responde a incógnitas (a anomalías científicas del paradigma anterior) como por qué no es posible aislarse de la gravedad, por qué sólo hay masa positiva a pesar de haber partículas y antipartículas, o por qué el estado de una partícula es indeterminado. La ya expuesta conexión instantánea a distancia entre partículas que han compartido el nivel cuántico y que están comunicadas siempre, aunque están separadas por el espacio o el tiempo, también es un fenómeno que no encaja con el viejo paradigma de la física, y que sin embargo halla su explicación con la teoría del CPC. Esta acción no-local, actúa por la acción hiperdimensional simultánea y coherente de las ondas del CPC sobre partículas distanciadas; de forma semejante a las diversas sombras chinescas de una bailarina, que teniendo diferentes formas bailan a la vez y que siendo una misma entidad se reflejan en paredes separadas, pues no tienen vida propia sino que son reflejo de la realidad; aunque en vez de sombras podríamos denominarlas ondas chinescas, pues su presencia llega a todos los rincones del universo instantáneamente. De esta forma la teoría de Puthoff une la gravedad con las demás fuerzas de la física en una teoría coherente; lo que Einstein y otros muchos físicos han buscado denodadamente. También la ecuación de Newton, tal vez la más famosa fórmula de la física, F=m.a (la fuerza es igual a la masa por la aceleración), fue corroborada. Nadie había probado este principio matemático, que había establecido los fundamentos de la física mecánica, y que todos daban por incuestionable, pero Bernie Haisch y Alfonso Rueda, siguiendo la teoría del CPC de Puthoff, consiguieron probar experimentalmente la teoría de Newton10. Probaron, además, que la inercia de los cuerpos tiene que ver con una barrera formada por el CPC, y que la materia en sí no es más que un espejismo. Además si la materia, como tal, no existe, si la única realidad es la energía, también la fórmula de Einstein, E = mc2, se ve implicada. Así pues, el CPC parece un espacio repleto de energía e información electromagnética, cuyas fluctuaciones, en constante interacción, originan la gravedad y la masa. Estas fluctuaciones que propagan las señales, son información que atraviesa el tiempo y el 103

espacio, encontrándose en todas las partes y en todos los momentos a la vez. Estas partículas transitorias e insustanciales, que no tienen entidad separada del vacío, forman los fenómenos observables transitorios, los universos y metaversos, la materia, incluidos los organismos, entre los que nos encontramos. Estamos conectados indisolublemente por dentro, entre nosotros y con el cosmos; todos los fenómenos del universo no somos sino las efímeras olas del infinito mar cósmico. La publicación de la teoría de Puthoff, a pesar de ser impecable, tuvo una fría acogida y todavía hoy en día es asumida por una minoría de los científicos. La mejor prueba de lo acertado de su teoría son los aparatos que, usando ésta energía surgida de la radiación del CPC, Puthoff y otros científicos diseñaron. “Para entender estas máquinas necesitas un cambio de mentalidad, un cambio de paradigma en ti mismo. Hasta ahora los físicos, la ciencia, consideran solo el mundo material. Pero deberíamos buscar otro mundo, un mundo invisible. Y deberíamos reconocer que el mundo invisible y el mundo material están conectados. Esta energía proviene de otra dimensión.”, S. Inomata. Cuando hablamos de cambio de paradigma nos referimos a un cambio radical, no comprensible por la ciencia actual. Estos aparatos11 nos trasladan a un mundo ahora inimaginable, gracias a la energía libre, limpia, supereficiente, sin cables, económica e ilimitada; pueden producir cambios en la materia, crear fusión en frío o generar metales en un laboratorio. Algunos científicos piensan que estamos entrando en una nueva época de la alquimia (la ciencia que estudia la estructura de la materia, la separación de sus componentes y su recomposición); esta vez más entendida racionalmente y más prometedora. El Pentágono tuvo incluidos los estudios sobre tecnología del CPC en el número tres de su lista de prioridades a investigar (después de los bombarderos indetectables y de los ordenadores ópticos). También la NASA está interesada, pues el CPC abre la posibilidad, de momento solo teórica, de naves espaciales antigravitatorias y con suministro de energía instantánea e ilimitada en cualquier lugar del universo. Según la teoría del CPC, el universo (o los numerosos universos) no nació por una inestabilidad al azar, que es lo que dice la teoría del BB, sino por la acumulación de información cuántica hologramática. Las huellas ondulatorias del campo, las partículas y los cuerpos, se comportan como hologramas y su información es permanente e ilimitada. 104

Tanto los electrones como la Tierra o la Luna mantienen su movimiento estable gracias a la interacción con la energía de punto cero del vacío. La Teoría del CPC explica que la Tierra al desplazarse alrededor del sol va perdiendo su fuerza centrífuga, por lo que la gravedad del sol debiera acabar por atraerla hacia sí en una espiral de acercamiento progresivo; pero esto no ocurre gracias a la compensación energética que obtiene del vacío. Hay evidencias de que el vacío cuántico (que alberga las dos fuerzas nucleares, la electromagnética y la gravitatoria) es un medio cósmico superdenso que transporta luz, energía, presión y sonido y que rellena las pérdidas de energía de átomos y galaxias. Según Hartmut Mueller, las ondas de densidad-presión se propagan por el universo, y al interactuar con todas las cosas (desde los átomos a las galaxias) hacen posible observar sus dimensiones. La forma, la evolución y la huella energética de los eventos de la naturaleza se formaría en el seno ultra débil del vacío cósmico, a modo de campos morfogenéticos. Esta teoría se ve apoyada por el hallazgo por parte del observatorio Chandra, de la NASA , de una onda del vacío de 2.500 millones de años de evolución. También los físicos Shipov y Akimov, y su teoría de la ondas de torsión12, creen que el vacío cósmico establece interconexiones informativas hiperdimensionales a través de estas ondas. Según lo explica Nassin Haramein, cada protón vibra en resonancia con las ondas del campo cósmico, captando y transmitiendo sin cesar toda la información del universo; esta información (que también podemos denominar conciencia kósmica) organiza todo cuanto existe, ser humano incluido. El universo se expande y se contrae, se mueve sin cesar, desde las partículas subatómicas a las galaxias, pasando por las células. La física geométrica de Haramein explica de dónde sale la energía que mueve todo; el vacío sería una esfera que contiene un tetraedro formado por dos grupos de 4 heptaedros, uno abajo y otro arriba, que se completentan y forman a su vez 64 cubos de octaedros. Así pues, el universo parece una totalidad indivisa, que al no poderse explicar con los conceptos y teorías estándar actuales, necesita un nuevo paradigma que admita su implicación instantánea e ilimitada. La teoría del CPC (o campo A) o la teoría holofractográfica pueden adentrarnos en el nuevo paradigma, según el cual el universo es un océano agitado, implicado y creativo, hay un único campo, y el campo es lo único. Este océano, que incluye al ser humano, es una misteriosa entidad con un orden que escapa a nuestra comprensión 105

actual, cuya energía es información pura, inseparable de nuestras ondas mentales; este océano informativo parece ser el origen de toda conciencia, incluida la humana. Esta teoría científica del todo está uniendo la física clásica, la cuántica y la relativista, la aritmética y la geometría, la materia y la conciencia. Supera la fragmentación cartesiana que había hecho irreconciliables las ramas del conocimiento humano, uniendo ciencia y religión, física y metafísica, biología y psicología. Explica muchas anomalías de la macrofísica, la microfísica, la biología y la psicología; ayudándonos a comprender el kosmos en que vivimos de forma más avanzada que los paradigmas hoy predominantes. RESUMIENDO LAS ANOMALIAS SUPERADAS: La acción del CPC hace que aspectos de la teoría cuántica puedan ser explicados: Un electrón se puede convertir en un positrón o una partícula en una onda, de la misma forma que una mano (el orden implicado) puede generar sombras chinescas de diversas formas (cualquier partícula o ente “desplegado”). La separación de los fenómenos observables (del mundo desplegado) son como las diferentes perspectivas de una misma realidad. Todo lo que percibimos está formado por patrones de interferencia. La acción instantánea a distancia funciona como las diferentes imágenes (de las cámaras que filman la pecera desde distintos ángulos) en puntos opuestos del mundo, esto explicaría fenómenos como la telepatía. La Tierra no acaba tragada por el sol, ni los electrones tragados por el núcleo, debido a la gravedad y a su pérdida de impulso de traslación, porque el CPC compensa la energía pérdida por éste impulso. La materia (según interpreta Bohr la observación de una partícula) es una forma desplegada de la conciencia. Desde este punto de vista el observador es el observado. En el orden implicado no habría diferencia entre conciencia y materia. El holomovimiento y su configuración de holograma son la causa del exquisito orden y homogeneidad del universo (no una lotería al azar, como defiende la teoría del Big-Bang).

Las implicaciones que esto tiene para la biología, la salud y la mente son revolucionarias. “Un Universo no basado en la materia y la energía, sino en la información. Un Universo que está lleno de significado y que se presenta fácilmente entendible incluso sin una formación científica”, Laszlo.

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6. LA MATERIA COBRA VIDA. El sol a cuyo alrededor giran tantos planetas... No se olvida de madurar un racimo de uvas. Galileo.

La energía biológica. Ya hemos visto que el universo, todo lo que es, está formado por energía, por información en movimiento. Tanto lo que denominamos vacío, como lo que denominamos materia está lleno de energía. El vacío puede condensarse y generar materia y la materia puede desintegrarse y hacerse vacío. De hecho la materia, llevada a sus últimas partículas conocidas, se confunde con el vacío. Los electrones rotan alrededor del núcleo en diferentes órbitas; los situados en órbitas lejanas tienen más energía que los cercanos. Si el electrón cambia a una órbita más baja libera energía. Cuanto más bajos están los electrones y más ocupados están sus niveles, más estables son los átomos. La variedad de los átomos, la diferenciación entre ellos, forma lo que denominamos elementos químicos. Las reacciones químicas entre átomos buscan lograr la máxima estabilidad posible. Dos o más átomos que se unen mediante enlaces químicos pueden formar un holón superior denominado molécula. La materia, cualquier materia, incluso una piedra, es total actividad interior, incesante movimiento de partículas elementales y átomos, organizados. Partículas subatómicas, átomos y moléculas solo existen y pueden ser entendidos en función de su interrelación, de su funcionamiento sistémico. Lo mismo ocurre con la célula y los seres vivos en su totalidad; no somos la suma de simples elementos aislados, somos sobre todo relaciones, pura complejidad altamente organizada: no podemos ser reducidos a las propiedades de las partes, nuestra esencia es fruto de las propiedades emergentes, surgidas de la interrelación de 107

los elementos interiores. Las propiedades de los elementos interiores, a su vez, dependen de los elementos exteriores y del entorno en su conjunto. En este sentido se puede decir que los seres vivos dependemos de las propiedades del medio, somos una red de relaciones. Esta red exterior es ilimitada, y como ya hemos visto, incluye al observador; así, yo no soy yo, yo soy yo y mis circunstancias.Todo en el universo está interrelacionado, y cuando hablamos de objetos o sistemas cerrados, nos referimos a una convención interesada, no a una realidad objetiva. Los biólogos dicen que los seres vivos tienen unas características que los distinguen de la materia inerte: Son altamente organizados, tienen una composición química singular, manejan energía (la captan, transforman y usan), responden a los estímulos, se reproducen, se adaptan a su ambiente. Sin embargo vemos que muchas de éstas características son comunes a la materia inanimada: Su organización es extraordinaria (proteínas, virus, planetas, sistemas estelares…), tienen composición química singular (agua, plasma, diamantes…), manejan energía (toda la materia es ebullición de energía), responden a estímulos (cualquier piedra responde al calor calentándose, o al frío partiéndose), no necesitan reproducirse (duran mucho más que las especies vivas), y su adaptación al ambiente es diferente (como los volcanes, glaciaciones, ríos, formación de galaxias…). Los virus son materia inorgánica autoorganizada de estructura más compleja. Están constituidos por ácidos nucleicos (ARN o ADN) rodeados de una capa de proteína. No suelen ser considerados seres vivos porque no tienen capacidad interna de fecundación y necesitan a una célula para reproducirse. Las células los ingieren como si fueran proteínas simples, una vez en su interior se libera el ácido nucleico; el código genético del virus hace que la célula le reproduzca y que se rompa liberando centenares de nuevos virus. Algunos virus, como el de la gripe, pueden ser millares de veces más pequeños que una célula (inferiores al millar de átomos de diámetro). La ciencia todavía no conoce el motivo por el que los virus no atacan a muchos tipos de animales o vegetales. La complejidad de la materia, de sus estructuras y procesos, tal vez nos lleve en un futuro a reconsiderar el concepto de vida, sin embargo ahora nos toca ocuparnos de lo que actualmente denominamos seres vivos. El orden que conforma los seres vivientes necesita energía constante para evitar disiparse, destruirse. ¿De dónde sale dicha energía? Aunque el proceso es muy complejo, se puede resumir a 108

grandes rasgos: La energía luminosa del sol se transforma en energía química en las plantas, gracias a la fotosíntesis, que con la luz absorbida por las plantas eleva los electrones a los niveles energéticos más altos. La energía se almacena en los vegetales en depósitos de carbohidratos, que son ingeridos por los animales vegetarianos, y a través de ellos por los animales carnívoros. Estos carbohidratos parecen constituir la mayor fuente de energía química de las células animales. Su extracción energética se da, principalmente, mediante la reacción química denominada oxidación de la glucosa. Las enzimas y coenzimas son unas proteínas orgánicas que activan las reacciones que hacen funcionar el cuerpo; estas reacciones hacen que los electrones interactúen entre átomos y moléculas. La molécula denominada ATP transporta la energía que genera gran parte de las reacciones químicas de los seres vivientes. Gran parte de este proceso energético (denominado glucólisis) se da en la organela celular denominada mitocondria. Esta forma de energía química es la más estudiada, y la única forma de energía animal reconocida por la ciencia oficial. Pero la ciencia ha avanzado mucho, actualmente sabemos que hay otras formas de adquirir energía. La más reconocida es la energía solar directa: la luz y el calor que recibimos del sol o de otras fuentes de calor. Sin embargo las fuentes de energía, como ya hemos visto, abarcan mucho más que las ondas de luz o de calor; nuestras células y átomos son sensibles y responden a todo el espectro de ondas electromagnéticas, a la piezoelectricidad (energía generada por la presión y tensión de las estructuras corporales), al magnetismo así como a las fuerzas nucleares y la gravitatoria.

Los seres vivos. Los biólogos dicen que no existe vida en abstracto, que sólo hay seres vivientes. La biología actual suele clasificar los seres vivos en cinco reinos: móneras, protistas, hongos, plantas y animales. Las móneras son los únicos organismos procariotas (seres unicelulares sin núcleo), probablemente los seres vivos más primitivos, que surgieron en la Tierra hace más de tres mil millones de años. También carecen de sistema nervioso. Tienen una pared celular formada por polisacáridos y aminoácidos. Su nutrición es autotrófica (quimiosintética y fotosintética) o heterotrófica (saprófita o parásita) basada generalmente en la fuente de energía del carbono, obtenido 109

mediante la fermentación, la oxidación o la fotosíntesis. Pueden ser aeróbicas y anaeróbicas. Su subdivisión (filum) más conocida son las bacterias; éstas suelen agruparse en colonias de multitud de individuos; las clamidias y rickettsias son bacterias diminutas, consideradas los seres vivos más pequeños, de un tamaño inferior a algunos virus. El resto de organismos vivos están formados por células eucariotas (con núcleo diferenciado). Los protistas son organismos unicelulares con núcleo y organelas, como los paramecios, las amebas, muchas algas o parte del plancton marino. Su nutrición se realiza por la transformación directa de la energía solar (fotosíntesis), por la ingesta de otros seres (nutrición heterotrófica), o mediante una combinación de ambas formas de nutrirse. Estas células son las de mayor complejidad estructural y las más versátiles de todos los reinos. Su sistema nervioso es un primitivo sistema de transmisión de estímulos. Los protistas parecen existir desde hace unos mil quinientos millones de años y los seres multicelulares datan de unos setecientos cincuenta millones de años. Los hongos digieren macromoléculas complejas de su entorno húmedo, y las transforman en moléculas más pequeñas que absorben con sus microfilamentos. Su cuerpo suele ser una masa de filamentos multinucleados o multicelulares (hifas), con paredes de quitina. Se reproducen sexual y asexualmente. Parasitan organismos y descomponen la materia orgánica, función está muy importante para la biosfera. Forman simbiosis con algas o cianobacterias, formando el liquen; o con raíces de las plantas, formando micorrizas. Las plantas se nutren energéticamente mediante la fotosíntesis. Se cree que las plantas actuales tuvieron como antepasado un alga verde multicelular, de la que proceden los briofitos (musgos, hepáticas y antóceros) y las plantas vasculares. Éstas se diversificaron mucho: sin semillas y con semillas; éstas pueden ser gimnospermas (semilla sin cubrir) o angiospermas (con flor y fruto), plantas dominantes en la biosfera actual, fuente de diversidad y de alimento para los animales. Los animales, que ingieren hongos, plantas u otros animales, en su mayoría digieren los alimentos en cavidades internas, se trasladan y se reproducen sexualmente. En un 95% son invertebrados. Existen tres subreinos, dos de pseudoanimales y uno de animales simétricos, éstos se dividen en radiales y bilaterales, entre estos últimos hay más de veinte filos, uno de los cuales es el de los cordados, divididos en diversas clases, entre las que figuran los mamíferos. 110

El ser humano es materia viva que suele ser clasificada con los siguientes apellidos: animal, cordado, vertebrado, tetrapodo, mamífero, primate, homínido, homo, sapiens. Es decir, pertenecemos a la especie sapiens, al género homo, a la familia homínido, al orden primate, a la clase mamífero, a la superclase tetrapodo, al subfilum vertebrado, al filum cordado y al reino animal.

La vida: energía e información. Podemos decir que la vida es energía e información en movimiento, interior y de relación, de entidades delimitadas autoorganizadas; entidades que en ausencia de esta energía o relación se vuelven inertes. La vida, tal y como la conocemos en la Tierra, surge de la energía cósmica; del Sol sobre todo, generada por sus reacciones termonucleares interiores. La energía solar que llega a la Tierra es muchos miles de millones superior a la generada por los sistemas tecnológicos de la humanidad. Gran parte de esta energía es absorbida por la biosfera y alrededor del 1% es utilizada por los seres vivos para crear y mantener la vida. La energía adopta la forma de las diferentes fuerzas de la naturaleza: electromagnética, gravitatoria, nuclear fuerte y nuclear débil. Estas fuerzas a su vez son las que propician la unión y relación de los átomos que constituyen la materia y el tipo especial de organización de la energía material que denominamos seres vivos. Los seres vivos estamos formados por los mismos átomos que la materia inerte; tenemos moléculas orgánicas e inorgánicas. Las inorgánicas son principalmente agua, sales (carbono, fósforo, azufre…), iones (calcio, magnesio, sodio, cloro…) y CO2. Hay unos cien elementos químicos, es decir unos cien átomos diferentes; diferenciados por el número de protones y electrones que poseen. Sin embargo seis de estos elementos químicos, constituyen el 99% de los seres vivos: carbono (C), hidrógeno (H), nitrógeno (N), oxígeno (O), fósforo (P), y azufre (S). Estos elementos son átomos estables que comparten pares de electrones. Cuando los átomos se juntan, liberando o absorbiendo energía, forman un holón emergente denominado molécula. La forma de unirse las moléculas determina qué estado material se forma (sólido, líquido, gas o plasma). Las moléculas y macromoléculas van formando otros holones de nivel superior denominados: organelas celulares, células, tejidos, órganos, 111

sistemas e individuos, dando así forma a la materia viva o ser vivo. Éste a su vez forma parte de holones superiores: grupos y especies, ecosistemas, biosfera, planeta Tierra, Sistema Solar, galaxia Vía Láctea, etc., y así hasta donde la materia se vuelve a confundir de nuevo con el vacío a niveles macroscópicos. Las moléculas orgánicas pueden ser carbohidratos (azúcares), lípidos (grasas), proteínas y nucleótidos (ATP, ADN, ARN…). La principal función de los carbohidratos es energética, aunque también tienen un componente estructural. Los lípidos almacenan energía y son los componentes principales de la membrana celular (de los ácidos grasos, vitaminas, hormonas…). Las proteínas son macromoléculas compuestas de aminoácidos, su principal función es estructural, pero también son reguladoras y protectoras. Todas estas moléculas orgánicas son formas de organización de la materia, muy complejas; para los biólogos son previas al calificativo de ser vivo. Las proteínas, por ejemplo, son tan complicadas que su infinitud de combinaciones internas pueden ser indescifrables por los ordenadores más sofisticados. La estructura de las proteínas es uno de los misterios sin resolver por la ciencia moderna. Una de las premisas básicas de la biología actual es que toda vida procede de otra vida, es decir que no surge de la materia inorgánica ni por generación espontánea. Esta teoría carece de base para explicar cómo se formaron las primeras células vivas del universo a partir de complejas moléculas inorgánicas.

Evolución y competición. Las teorías de la evolución son aquellas que explican los cambios de las especies biológicas a través de los tiempos. Las evidencias en que se basan estas teorías son: la cantidad y diversidad de especies, la especificidad geográfica de éstas, la coincidencia de algunos rasgos entre diferentes especies, los fósiles de organismos desaparecidos que parecen ser antecesores de varias especies y que parecen explicar cambios graduales a través del tiempo para adaptarse a las condiciones del entorno. Todo esto ha dado lugar a diversas teorías que tratan de explicar la metamorfosis de la vida. Lamarck (1.744-1.829), fue el primero en reconocer los cambios que los organismos crean a través del tiempo, también fue el primero en usar la palabra biología. Creía que todas las especies provienen o progresan de otras especies más primitivas y simples. 112

Postulaba la herencia de los caracteres adquiridos, es decir, el uso de miembros y órganos les hace más fuertes y el desuso más débiles. Mantenía también que los organismos poseen alguna propiedad natural (un principio creativo universal), para desarrollarse y volverse más complejos y mejorados. Su teoría mantenía (en contra de los darwinistas actuales, no de Darwin) que la herencia ésta condicionada por el entorno (que éste aporta la información y determina los cambios concretos para convertirse en otra especie) y que las especies pueden cambiar en una sola generación (aspecto que ha confirmado la investigación posterior). Lamarck pensaba también que la evolución se da gracias a la cooperación entre los organismos, y la interacción de estos con el entorno: creía que el ser humano ha surgido de la cooperación de organismos simples adaptados al medio; por esto se vio hostigado por la Iglesia y por los científicos de su época; los últimos descubrimientos e investigaciones parecen darle la razón, confirmando que la cooperación y el entorno son básicos. En 1.858 Alfred Russell Wallace (1.823-1.913) escribió un artículo titulado “Sobre la tendencia de las variedades a desviarse indefinidamente del tipo original”, en el cual defendía la selección natural como el origen de las mutaciones de las especies, y se lo envió a Darwin. En 1959 Darwin publico su famoso libro El origen de las especies. Wallace creía que la selección natural es incapaz de explicar por sí sola las facultades humanas superiores. Charles Darwin (1.809-1.882) influido por Lamarck realizó sus propios estudios en las islas Galápagos y concluyó, básicamente que las bases de la evolución son la mutación aleatoria (los cambios al azar) y la selección natural; así la diversidad biológica produciría cambios en la herencia y las nuevas especies pasan a ser preferidas por la naturaleza, que realiza una selección natural. Creía que todos los seres vivos procedemos de un antepasado común y que los cambios se han producido lentamente entre los grupos de la misma especie, a través de miles de millones de años; en todo este tiempo las pequeñas variaciones se convierten en grandes diferencias, y aunque muchas especies han desaparecido, algunas han dejado sus especies descendientes, que han adaptado su organismo y conducta al entorno para sobrevivir, cambiando sus características originales. La teoría de Darwin se basa en cuatro postulados: cada organismo genera organismos similares; los organismos cambian a lo largo de la vida; los organismos que se reproducen son muchos menos que los que sobreviven; los que se reproducen cuentan con variables que transmiten a su descendencia y que son, con el paso de las genera113

ciones, cada vez más abundantes (selección natural). El azar parecía ser la única explicación de una teoría incapaz de demostrar los detalles de cómo aparece y se extingue una especie. Esta incapacidad hizo las ideas de Lamack se reforzaran y que el darwinismo perdiera fuerza hasta mediados del siglo XX, cuando apareció el neodarwinismo. Gregor Johan Mendel (1.822-1.884), monje austriaco, tras experimentar con guisantes, propuso que hay unidades de herencia (las que después se denominarían genes), capaces de transmitirse a los descendientes sin cambiar de características. Comprobó que las semillas descendientes podían adquirir diferentes o semejantes características, que unos caracteres eran dominantes y otros recesivos. Su investigación, que no fue valorada hasta después de su muerte, dio comienzo a uno de los mayores campos de investigación actual: el estudio de la evolución y la herencia a través de las características genéticas de los organismos. El neodarwinismo es una corriente evolucionista que defiende la teoría sintética, es decir, las ideas de Darwin más las de Mendel, recicladas. Es la teoría que más apoyo ha tenido entre los científicos desde la segunda mitad del siglo XX. Esta teoría, que considera natural la rivalidad y la suerte, cree que la diversificación aparece lentamente con cambios graduales producidos por la selección natural y la especialización. Dicho de otra forma: por una parte, las nuevas especies surgen gracias a las variables permanentes lentas y al azar; por otra parte, la macro-evolución surge del cambio acumulado en la micro-evolución. Así habría surgido el homo sapiens, por suerte, en una naturaleza que hace sobrevivir a las especies más fuertes y perecer a las más débiles. Richard Dawkins (el neodarwinista más famoso) en su “Teoría del gen egoísta” dice que la lucha por la supervivencia busca mantener las propiedades genéticas más que a los individuos en sí. Las abejas, por ejemplo, se defienden picando, aún a costa de perder la vida, porque la defensa de la colmena, de quienes mantienen y propagan sus genes, es prioritaria a la defensa de su vida. Los neodarwinistas consideran que el hecho de que con los aminoácidos se construyen las proteínas y con las proteínas los seres vivos respalda su idea de la evolución molecular: la evolución surgiría entre las moléculas inertes sencillas gracias a la formación de moléculas complejas y orgánicas del tipo de los aminoácidos, que posibilitarían las proteínas y enzimas. Creen que el azar pudo construir las doscientas mil cadenas de aminoácidos requeridas para moléculas tales como el ADN y las enzimas. Pero no hay pruebas de 114

esto, es más, la probabilidad de que la suerte forme una proteína de 100 aminoácidos, con los 20 aminoácidos existentes, es de 1/20.100. El neodarwinismo se tapa los ojos ante las pruebas inconvenientes (tal y como diría Lakatos), pues las matemáticas del azar demuestran que la probabilidad de que así se genere una sencilla molécula es prácticamente cero. Este panorama determinista no es compartido por los hallazgos de la ciencia moderna, que afirman que “no hay realidad sin percepción de la realidad”, es decir, que la realidad depende del colapso de la función onda provocada por el observador, no del azar. El observador influye en los sucesos en el espacio y en el tiempo, en eventos que suceden a escalas muy pequeñas del tiempo y el espacio, en microsegundos o nanosegundos (como los códigos moleculares, el ADN, etc.). Esta información electromagnética del observador influye en la evolución de las especies y del universo entero. El azar, pues, no parece ser el motor en la evolución. Para la biología contemporánea, neodarwinista, la vida es una máquina bioquímica construida por los genes y programada para la supervivencia del más fuerte. Pero, ¿quien programa esta máquina? Las maquinas no se construyen ni se programan solas, los genes deben ser activados y la biología neodarwinista ignora qué los activa. Para esta corriente de pensamiento lo importante en la evolución es la lucha, la competitividad, que hace sobrevivir al más fuerte; la cooperación no tiene importancia alguna, ni siquiera es tenida en cuenta como un factor añadido. La mutación y la selección natural parecen influir en la evolución, sin embargo nuestro organismo está formado por miles de millones de células que no compiten, sino que actúan en estrecha colaboración.

Evolución y cooperación. La teoría sintética tiene anomalías que no acaban de ser resueltas, como la aparición súbita, en el cámbrico, de los animales pluricelulares o la no aparición de formas de transición entre especies (incluso cuando el registro fósil es abundante); por ejemplo ¿Cómo aparecieron las aves?, no hay eslabones intermedios entre reptiles y aves; ¿como aparecieron los peces o los insectos? Hay veintiséis grupos de mamíferos cuya procedencia se desconoce. Por todo esto George Simpson cree que la falta de eslabones perdidos es algo generalizado; es la norma, no son excepciones aisladas. 115

La teoría del equilibrio puntuado, dada a conocer por Niles Eldredge y Stephen Jay Gould en 1.972, mantiene que la evolución de las especies se da de forma lenta y con pequeños cambios hasta que surgen periodos de crisis que provocan grandes revoluciones genéticas en tiempos geológicos muy cortos, motivo por el cual no aparecen muchos eslabones evolutivos perdidos. Según esta teoría los eslabones perdidos no son causa de mutaciones aleatorias, sino la consecuencia de los periodos en los que el ritmo evolutivo es muy rápido, y su repartición geográfica muy localizada, dificultando así el hallazgo de restos fósiles. El equilibrio puntuado propugna un ritmo de cambios irregular y una sucesión ramificada de especies (una sola especie puede originar varias especies descendientes, algunas de las cuales pueden extinguirse y otras seguir ramificándose). Eldredge cree que las especies, igual que los organismos, nacen, maduran, se reproducen y mueren. La fecundación humana en el paradigma neodarwinista es considerada como la cruel lucha a muerte de los espermatozoides por sobrevivir, por superar a los demás y llegar al óvulo de forma solitaria, como lo haría un superhéroe de película. Sin embargo los nuevos paradigmas de la evolución piensan de diferente forma. Actualmente sabemos que nuestros espermatozoides tienen que cooperar necesariamente para que la información que llevan llegue y penetre en el óvulo. La eyaculación, al depositar el semen en la vagina, pone en marcha cientos de millones de espermatozoides; éstos penetran por el cuello uterino en la matriz y ascienden por las trompas de Falopio, superando la contracorriente de sus cilias, donde pueden sobrevivir por cuarenta y ocho horas, y donde se produce la fecundación. En este viaje la cola de los espermatozoides permite su desplazamiento, ayudado por las contracciones de la vagina y el útero. Una vez realizado el contacto con el óvulo, los espermatozoides liberan una sustancia denominada hialuronidasa, una enzima que modifica las capas de la superficie del óvulo y facilita la penetración de la cabeza del espermatozoide en el óvulo. Un solo espermatozoide no es capaz de liberar la suficiente cantidad de esta enzima, por lo que es necesaria la colaboración de otros muchos para que se produzca la fecundación. No existe competición, cada espermatozoide hace su viaje y gasta su energía, unos doscientos millones podrán llegar hasta el óvulo, momento en cual el viaje individual se vuelve cooperante. Es decir aunque un solo espermatozoide fecunda el óvulo, esto no sería posible sin la participación de una gran cantidad de ellos. Ésta colaboración ha cambiado el concepto anterior de lucha competitiva, y actualmente se les empieza a llamar espermatozoides cooperantes. Los millones de espermatozoides que cooperan en armonía hacen que uno solo, pero en nombre de todos, sea el que llega al óvulo. No hay fracaso de los doscientos millones que no llegan frente a uno que llega, sino triunfo de todo el sistema (la persona humana, el sistema celular total, el holón superior, al que representan) cuyo premio es la nueva vida (de la misma forma que un astronauta no es un héroe solitario, llega gracias a millones de colaboradores económicos y técnicos). La muerte de muchos millones y la supervivencia de uno son procesos relacionados e interdependientes, lo uno lleva a lo otro. La naturaleza cooperante de nuestros organismos ha dispuesto que para crear vida de forma óptima, este es el proceso.

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La muerte de los espermatozoides cooperantes es un proceso parecido al cambio periódico de nuestras células infinidad de veces a lo largo de la vida. Nuestras células mueren y se renuevan por millones cada segundo, pero nosotros creemos que seguimos siendo los mismos toda la vida. Vivimos gracias a estas muertes. Esto es lo que viene a decir la teoría de la vida embarazada de Miguel García Casas: así como la muerte de las células facilita la vida del ser humano, la muerte del ser humano facilita la vida como tal, la vida de la biosfera (inteligencia incluida), del organismo Tierra. La muerte y desaparición de organismos o especies no hace más que facilitar la vida a organismos mutantes, con variables biológicas, para que puedan seguir manteniendo la vida. En este sentido tanto la biodiversidad como las mutaciones son soportes, reservorios, de la vida como tal, que garantizan su permanencia. La vida y la muerte son dos caras de la misma moneda, como la inspiración y la expiración, la una sin la otra no es posible. Así que cuando los organismos o las especies morimos la vida continua a través de otros sistemas de otros caminos evolutivos. Lo mismo que la extinción de los dinosaurios pareció facilitar que la biosfera creara mamíferos y humanos, la extinción de los humanos podría suponer un salto evolutivo para la Tierra. O tal vez la salida de los humanos al espacio exterior podría suponer la expansión de la vida, de células, bacterias o virus, la reproducción de la biosfera en otros lugares. El ser humano en este sentido no sería más importante para la biosfera que un espermatozoide para el ser humano. Este sistema terrenal en el que estamos inmersos despliega el nivel holónico de los organismos y las especies y emerge a un sistema superior, llamado Tierra, que es más que la suma de sus partes. James Lovelock creía que este holón superior, al que denominó Gaia, es un ser vivo autoorganizado (que usa la información que capta y emite, en su interior y en su entorno, para mantener la vida…). Así los seres humanos podríamos ser una especie de sistema nervioso del organismo denominado Gaia. Las investigaciones actuales de ingeniería genética están mostrando que el papel fundamental que los neodarwinistas dan a la selección natural de las especies no esta justificado. El hombre y el chimpancé comparten el 99% de su ADN. Los genes están por doquier y traspasan las barreras de las especies e incluso de los reinos, siendo muy frecuente que, por ejemplo, un gen codificante de una proteína animal se encuentre en un vegetal. Los organismos mismos son una mezcla de reinos y especies; un ser humano, por ejemplo, tiene dentro de sí más bacterias que células propias. Por otra parte se sabe desde 117

hace décadas que el 45% del genoma está formado por genes víricos inactivos capaces de activarse en cualquier momento. El alfabeto genético de todos los seres vivos es el mismo, su programa, es el mismo; desde el arroz, pasando por la mosca, hasta el cerebro humano más desarrollado tienen el mismo lenguaje genético. Actualmente sabemos que la cooperación es algo consustancial a la naturaleza. La cooperación entre especies (por ejemplo entre humanos y bacterias intestinales) favorece la evolución, pues ésta se basa en buena parte en el intercambio de información. Esta colaboración según Timothy Lenton puede ser incluso más importante que la de los individuos de una misma especie. La creencia dominante de que la evolución es competitiva y azarosa ha convertido a nuestro mundo en un sitio hostil y falto de humanidad, nos ha convertido en nuestros propios enemigos y ha propagado la idea de que ante todo esto no hay nada que podamos hacer. Pero hay que decir claramente que nadie ha demostrado que esto sea así. Los genes son códigos informativos heredados y creados por nosotros que desencadenan procesos. Pero los genes no se activan solos, el programa informático no se puede instalar a sí mismo. ¿Qué es lo que activa los genes? Según la epigenética actual sería “una señal del entorno, y no una propiedad intrínseca del gen, la que activa la expresión de dicho gen”, Nijhout (1990), lo importante sería, pues, la información ambiental. Imanishi, profesor de la Universidad de Kyoto, cree que una especie evoluciona por el desarrollo de sus cualidades intrínsecas, no por azar. Cree que la cooperación entre los seres vivos, como en el caso de las células de un organismo, de las abejas, de los bancos de peces o de los rebaños de rumiantes, sería el motor principal de la evolución. La teoría de la supervivencia del más fuerte, según él, es pura ideología del mundo occidental. Lo observado depende del observador.

Autopoiesis. La ciencia convencional actual considera el universo un sistema energético cerrado en constante degradación; según la segunda ley de la termodinámica el aumento de la entropía (la evolución de lo complejo a lo sencillo, del orden al desorden) es constante. Sin embargo esto no parece encajar con la teoría del BigBang, pues a partir de una singularidad ha surgido una inmensa 118

diversidad de estructuras, de complejidad y orden creciente, que se denomina universo. Este orden creciente ha creado la vida, anteriormente inexistente. Como no pueden explicar esto, las últimas teorías dicen que el desorden que falta puede hallarse en los agujeros negros. Puede parecer que la materia tiende al desorden molecular, a la desorganización, pero la vida y todo el cosmos tienden al orden, organización y complejidad creciente, que se denomina sintropía, o neguentropía. La sintropía es la organización armónica de la energía de forma que su evolución tiene unos efectos que superan la complejidad y orden inicial. La evolución de la vida de lo sencillo a lo complejo (organizando un orden progresivo) parece violar la segunda ley de la termodinámica; y aunque esta ley se refiere a sistemas aislados, estos sistemas son pura teoría, no parecen existir, pues en la realidad todo está interrelacionado por el campo A. La vida se come la entropía. Muchos biólogos actuales, gracias a las teorías sistémicas, ven el genoma como una red autoorganizadora de nuevas formas de orden. “Gran parte del orden que percibimos en los organismos puede ser el resultado directo, no de la selección natural, sino del orden natural en que la selección ha preferido actuar”, Stuart Kauffman. Los seres vivos somos sistemas dinámicos surgidos del dialogo entre orden y caos, competición y cooperación, creatividad y coadaptacion. El mundo está formado por redes de sistemas vivos capaces de adaptarse y generar nuevas formas de vida. No hay organismos que se adapten a la naturaleza, la naturaleza es la coevolución, la coadaptación y cooperación, de todos los seres. Vista así la evolución no es una sucesión de accidentes sino el orden y la complejidad emergentes creados por las crisis de los sistemas vivos. La evolución comenzó hace unos tres mil quinientos millones de años, al surgir las primeras bacterias autopoiéticas. Autopoiesis es la permanente autorreproducción de las características vitales por parte de los seres vivos; es un término acuñado por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela (1.971) para describir la organización de los sistemas vivos. Serían autopoiéticos los sistemas capaces de ejecutar una serie de procesos para cambiar el propio sistema orgánico (o cualquier otro sistema, por extensión). En estos sistemas cada elemento contribuye a crear los demás elementos, siendo capaces de modificar su estructura sin alterar su identidad orgánica. 119

Ya hemos visto que las matemáticas no-lineales, de la complejidad, solo se aproximan, de forma muy rudimentaria, al estudio de sistemas inestables, como los seres vivos. Ni siquiera sus ecuaciones son capaces de representar la más sencilla forma de vida, la más simple de las células. Sin embargo Francisco Varela usó estas nuevas técnicas matemáticas1 para aproximar lo máximo posible el estudio matemático científico al mundo natural. Estas matemáticas, resultan útiles para entender los modelos autoorganizativos más simples. “La investigación exhaustiva ha demostrado que una gran variedad de sistemas vivos -incluyendo redes genéticas, sistemas inmunológicos, redes neuronales, sistemas de órganos y ecosistemaspueden ser representados por redes binarias comprendiendo varios atractores alternativos”, F. Capra. Maturana y Varela han estudiado la organización de los sistemas biológicos y sus relaciones interiores y exteriores. Esta organización es un sistema general integrado por redes moleculares en constante interacción que se autogeneran, autolimitan y autoperpetúan incesantemente. Características de los sistemas autopoiéticos: son autónomos, autoreferenciales y autogenerativos; en este sentido parecen sistemas cerrados y aunque se relacionan energéticamente tienen cierta autonomía y no necesitan control externo. Son capaces de reorganizar sus procedimientos y estructuras. “De este modo, la autoorganización, la emergencia espontánea de orden, resulta de los efectos combinados del no-equilibrio, la irreversibilidad, los bucles de retroalimentación y la inestabilidad”, Capra. La teoría de la autopoiesis defiende, pues, que los seres vivos somos sistemas autopoiéticos autónomos que intercambiamos continuamente información y energía con el entorno. Esto propicia su adaptación permanente al medio, al depender para su supervivencia más de su estructura y funcionamiento interior que de las condiciones externas. Esta autonomía se da gracias a la dinámica de continua reconstrucción de su identidad vital (denominada autorreferencia). Ejemplos de sistemas autopoiéticos son los diversos tipos de células, los grupos sociales, los climas atmosféricos, la masa forestal, el ciclo del agua, los organismos pluricelulares: son sistemas abiertos en el sentido de que intercambian energía con el entorno, pero capaces de mantener su estabilidad interior. También el planeta Tierra sería un sistema autopoiético, según la hipótesis Gaia, y los seres vivos seríamos parte de sus componentes. Luhmann cree que la autopoiesis puede ser la base del nuevo paradigma teórico que llama Teoría de los Sistemas Autopoiéticos. 120

Defiende que la capacidad autorreconstructiva de estos sistemas va más allá de sus componentes y su estructura. Según él esta autoreferencia puede aplicarse a cualquier sistema diferenciado, incluidos los sistemas cognitivos y sociales.

Endosimbiosis. La teoría evolutiva de la simbiogénesis o Teoría de la Endosimbiosis Seriada (SET), 1.967, cuya promotora y mayor exponente es Linn Margulis, dice que la evolución de los seres vivos complejos ha surgido a partir de la asociación de seres más simples, los seres unicelulares. Su principal base no sería la genética, sino la obtención y ahorro de energía. Los estudios de Margulis concluyen que hace unos tres mil quinientos millones de años (mil millones de años después de la formación de la Tierra), se formaron moléculas complejas que podían generar reacciones químicas, algunas de las cuales se organizaron en redes catalíticas con bucles2 de retroalimentación y autorreplicación. Estos ciclos moleculares se convirtieron en estructuras disipativas que fueron superando diversas crisis hasta generar las primeras células procariotas, sin núcleo, las bacterias. La Tierra estaba poblada por diferentes tipos de bacterias, en un medio rico en metano, amoniaco y cianuro, en la que solo vivían organismos que utilizaban el nitrógeno como fuente de energía: las cianobacterias. Hace entre dos mil y mil quinientos millones de años dos bacterias se fusionaron3 dando lugar a un núcleo-citoplasma que vivía en el lodo sin oxígeno; es decir a la primera célula con núcleo. A ésta se le unió otra bacteria4 respiradora de oxígeno (origen de las mitocondrias animales) y una bacteria fotosintética (origen de los cloroplastos vegetales) formando células todavía más complejas que metabolizaban el calor, el ácido, y el oxígeno. Estas células se empezaron extender rápidamente cuando la atmósfera se empezó a llenar de oxígeno5. Las nuevas células eran mayores y más complejas que sus predecesoras: Tenían núcleo, con un ADN (cientos de veces superior), sus orgánulos eran autorreproductores, y sus sistemas de reproducción diferentes. “La vida había avanzado otro paso, más allá de la red de libre intercambio genético, a la sinergia de la simbiosis. Organismos separados se convirtieron en uno, creando nuevas totalidades que 121

eran mayores que la suma de sus partes”, Linn Margulis y Dorion Sagan. Hace unos 750 millones de años organismos unicelulares autoorganizados de forma independiente -bacterias, algas y protozoosempezaron a cooperar en la captación de información, transmisión, nutrición, defensa o reproducción, en sistemas de comunidades de miembros. Esta complejidad, o inteligencia biológica natural, les permitía crear individuos y grupos de individuos especializados en tareas concretas (tejidos de captación de información, transmisión, nutrición, defensa, reproducción, etc.). Las ventajas que les proporcionaba la cooperación hizo estas comunidades cada vez más abundantes y complejas (en número de miembros y en capacidad organizativa), evolucionando así hasta dar lugar a organismos pluricelulares, compuestos de muchas células: vegetales y animales. Vegetales y animales evolucionaron en complejidad, tamaño y especialización de tejidos y órganos. Ambos reinos colaboraron y coevolucionaron aportando las plantas los nutrientes (que obtenían directamente del sol, mediante la fotosíntesis) y los animales la diseminación de las semillas. Los animales desarrollaron intrincadas redes de comunicación intercelular que dieron lugar a sistemas nerviosos y, por evolución, a pequeños cerebros. Parece que los primeros animales se desarrollaron en el mar6. La hipótesis más aceptada es que hace unos cuatrocientos millones de años los primeros animales, los anfibios e insectos, salieron a la tierra; los anfibios se transformaron en reptiles y los reptiles en aves. Cuando se liberan en el medio, las moléculas señal utilizadas por esas células individuales (como bacterias, algas o protozoos) para regular sus funciones fisiológicas también influyen en el comportamiento de otros organismos7. En las comunidades pluricelulares, al principio, cada célula se encargaba por si sola de captar la información del medio y de ajustar su comportamiento en las nuevas y evolucionadas comunidades, utilizando las mismas moléculas señal coordinadoras que los organismos unicelulares aislados para actuar como un único ser vivo. A lo largo de las eras geológicas, cuando los organismos se volvieron más complejos, surgieron células especializadas que se encargaron de examinar y organizar el flujo de moléculas señal reguladoras del comportamiento; el procesamiento inteligente de la membrana celular era llevado a cabo por estas células especializadas, que se convirtieron en los sistemas nervioso e inmunológico. Estas células suministraron una red nerviosa y una central de procesamiento de la información, al que denominamos cerebro. La función 122

del cerebro sería coordinar el diálogo de las moléculas señal, coordinar todas y cada una de las células individuales, haciendo así que el sistema funcione con las decisiones informadas que el cerebro percibe del medio. Margulis cree que la evolución surge de la cooperación entre los organismos y está en total desacuerdo con que surja de mutaciones genéticas aleatorias, como defiende el neodarwinismo (no Darwin). Para ella el neodarwinismo es dogmático y reduccionista, defiende, sin pruebas empíricas ni experimentales que las mutaciones aleatorias son el origen las especies y se basa en matemáticas anticuadas que no usan la biología celular ni la microbiología; las investigaciones en estos campos confirman que la evolución comenzó mucho antes de la aparición de los primeros animales. Mantiene que la evolución de los organismos determina el genoma, mientras el neodarwinismo dice que es el genoma el que determina la evolución. “La vida «independiente» tiende a juntarse y a resurgir como un nuevo todo en un nivel superior y más amplio de organización”. La evolución se transmite en gran parte gracias a la cooperación entre diferentes organismos. Según ésta teoría las causantes de la complejidad de los organismos pluricelulares son las bacterias mutantes (capaces de extenderse rápidamente), las cuales fueron agrupándose de forma simbiótica y constituyendo las formas primitivas de las actuales células eucariotas y, en consecuencia de los seres pluricelulares. Las bacterias, aunque se reproducen asexualmente, son capaces de conocer de forma rápida y eficiente la información genética presente en todas demás las bacterias existentes, “todas las bacterias del mundo tienen acceso a un único banco de genes y por ende, a los mecanismos de adaptación de todo el reino bacteriano”, Linn Margulis y Dorion Sagan. … “este intercambio global de genes, técnicamente conocido como recombinación del ADN, debe registrarse como uno de los más asombrosos descubrimientos de la biología moderna… la celeridad con que la resistencia a los fármacos se propaga en las comunidades bacterianas es una prueba espectacular de que la eficiencia de sus redes de comunicaciones es infinitamente superior a la de la adaptación mediante mutaciones”, F. Capra. Según el bacteriólogo canadiense Sorin Sorea el sistema que abarca a todas las bacterias, independientemente de su linaje, facilita el intercambio de hasta un 15% de sus genes en un solo día. Aunque la ciencia está acostumbrada a asociar las bacterias con la enfermedad 123

nuestro cuerpo, como ya hemos visto, tiene muchas más bacterias cooperantes que células eucariotas. Máximo Sandín en su teoría de Integración de Sistemas Complejos opina que: los seres vivos son sistemas que van acoplándose entre sí, formando progresivamente sistemas más complejos. Esta cooperación entre sistemas vivos diferentes es fundamental para el surgimiento de organismos evolucionados. Los virus son transmisores de genes entre especies y copartícipes en la formación de la célula eucariota, lo cual explicaría el genoma vírico. Resumiendo se puede decir que la creatividad evolutiva de los seres vivos parece ser consecuencia de las mutaciones, la simbiosis entre organismos sencillos y el intercambio de genes. El origen, la forma de evolución y el resultado final de los seres vivos precisan todavía mucha explicación por la ciencia.

La matriz viviente. Las células humanas, como las de todos los organismos pluricelulares, son eucariotas. Están comunicadas con el medio por una membrana, sostenidas y comunicadas interiormente por el citoesqueleto y compuestas por cuatro tipos de macromoléculas8. El interior alberga el citoplasma con el núcleo9 y las organelas10. La membrana de la célula está formada por dos capas de fosfolípidos, que contienen entre sí una capa de proteínas. Esta membrana es permeable al agua, oxígeno y dióxido de carbono, pero hay moléculas que no pueden atravesarla, debido a su polaridad o a su tamaño. En estos casos necesitan la ayuda de las proteínas transportadoras. El ciclo celular es la secuencia de crecimiento y división en la que los cromosomas se replican repartiéndose en dos partes diferenciadas (mitosis) y el material citoplasmático se duplica, separándose al final en dos células diferentes (citocinesis). En los primeros pasos del ciclo celular el núcleo contiene unos filamentos denominados cromatina, pero en la mitosis la cromatina comienza a convertirse en cromosomas independientes. Cada nueva célula, así, es portadora de cromosomas idénticos a los de la célula madre y de la mitad de su citoplasma y organelas. En contra de lo que se creía la célula no es como un globo lleno de líquido con elementos flotando en él. Es una estructura fibrosa sólida, sostenida por la matriz intracelular citoplasmática o 124

citoesqueleto. El citoesqueleto es una estructura intracelular en forma de red, a modo de tela de araña exagonal y tridimensional, en continua transformación cada pocos minutos; está formado por fibras, túbulos, filamentos y trabéculas que sostienen el citoplasma y los orgánulos celulares; contribuye a la forma, evolución y reproducción de la célula, así como al desplazamiento de los orgánulos intracelulares. Estos filamentos proteínicos de forma tubular parecen albergar en su interior procesos intracelulares. La matriz citoplasmática contiene y está relacionada con la matriz nuclear y con la matriz extracelular; ésta es una estructura conectiva formada por proteínas de colágeno. La matriz intracelular y la extracelular están relacionadas formando la denominada matriz viviente. La matriz viviente es una red integrada, donde cada parte se interrelaciona con todas las demás a través de un sistema de moléculas transmembranosas denominadas integrins, que regulan la mayoría de las funciones del organismo11. Esta comunicación intracelular y extracelular tiene propiedades mecánicas, electromagnéticas e informativas, y su funcionamiento, que se extiende por todo el cuerpo, se puede explicar gracias a la Teoría General de Sistemas. El modelo de la matriz viviente no rechaza la teoría de las moléculas solubles y su actividad, sino que la amplía y detalla. Las reacciones químicas, dentro de la matriz son más ordenadas y rápidas. “Las partes y procesos dentro de un organismo están entretejidas de manera muy intrincada. La coordinación ocurre en mil puntos. Si no hubiera integración de las actividades, la vida sería una confusión aleatoria de eventos físicos y químicos que no cumplen ningún cometido conocido. En verdad, cada proceso tiene una consecuencia en el todo”, Adolf 1982.

Biología molecular y ADN La transmisión de la herencia biológica de padres a hijos es uno de los principales temas de estudio de la biología actual. Fue Mendel el que estableció los principios que todavía hoy están vigentes. El principio de segregación dice que cada progenitor transmite a su descendencia un factor interior individual (gen) de la pareja de factores (alelos) que todos poseemos. Esto determina el genotipo de cada individuo, su constitución genética interior, en la cual los genes interactúan entre ellos y con el ambiente. Los genes eran una abstracción, una teoría, no tenían un asentamiento físico 125

hasta que en la primera década del siglo XX, las teorías de Mendel fueron corregidas y ampliadas12. En los años treinta del siglo XX los biólogos comenzaron a interesarse por la configuración y cualidades de los genes. En los cuarenta las investigaciones apuntaban a que los genes eran proteínas, pero la teoría de Avery, que apostaba por el ADN13 acabó imponiéndose; es decir, parecía que solo se necesitase el ADN para transmitir los caracteres hereditarios. En 1.953 Watson y Crick propusieron una estructura del ADN que fue bien aceptada y que aún perdura: una molécula en forma de doble hélice, a modo de escalera de mano enrollada como las estrías de un tornillo. Según su teoría la información genética estaría programada en las moléculas de nucleótidos del ADN, y ésta información posibilitaría la construcción de las diferentes proteínas. Hoy en día la mayoría de científicos piensan que los genes son segmentos del ADN con información hereditaria, estructural o funcional y con el programa para organizar las moléculas que crean las células de los seres vivos. Los virus, que no son considerados seres vivos, también son organizados por el ADN (excepto los retrovirus cuyo material genético lo transmite el ARN). La teoría de la evolución de Darwin rechazó la hipótesis entonces generalizada de que el espíritu (una energía vital que trasciende la mente y la materia, que anima su existencia física y sobrevive a la muerte) fuera el generador de la organización y desarrollo de la vida. A cambio los investigadores convencionales generaron otra fábula denominada la Primacía del ADN, que se puede considerar el dogma central de la genética, defendido por la mayoría de los científicos actuales; esta hipótesis, que en muchos textos adquiere la apariencia de incuestionable, carece de evidencias que la avalen. Mantiene que los rasgos (la estructura), el comportamiento (la función) y la salud de un organismo están regulados por la herencia, que los genes programan la célula y el organismo de los seres vivos, empezando por autoprogramarse ellos mismos. Es decir: la salud y la enfermedad de un organismo se pueden controlar cambiando los genes. Este determinismo genético, cree que las moléculas de ADN gobernarían la célula, como una especie de cerebro que transmite información a lo largo de generaciones14. Cada tipo de proteína sería generada por un gen diferente. El siguiente paso era catalogar todos los genes de los 23 pares de cromosomas humanos e ir y relacionándolos con los rasgos (de la 126

vida, de la enfermedad…) que controlan. Sin embargo a quienes defendían esta teoría se les cayó el cielo encima; los científicos del denominado Proyecto Genoma Humano encontraron, asombrados, sólo 23.688 genes (parecido a algunos ratones y menos que el arroz). Necesitaban encontrar más de 120.000 genes para explicar su hipótesis: un gen por cada una de las 100.000 proteínas de nuestro cuerpo, además de, al menos, otros 20.000 genes organizadores de las enmarañadas asociaciones de proteínas. Es decir, faltaba información para construir y mantener la mayor parte del organismo humano, gran parte de nuestras proteínas; de lo que parecía deducirse que el gen no era el centro programador de información orgánica. El número de genes del genoma humano es tan pequeño que no podría ni codificar la información de un órgano complejo como el cerebro y mucho menos las innumerables interconexiones neuronales de una persona, en constante cooperación sistémica. Esta falta de información para estructurar y coordinar la complejidad del organismo da la razón a algunos científicos modernos que equiparan esta hipótesis determinista con la de creer que los ladrillos son capaces de hacer una casa; la mente se proyecta en el cuerpo a través del ADN y los neuropéptidos, pero éstos sólo son ladrillos, no la entidad organizadora. ¿Es inteligente el ADN? No parece que lo sea más que los átomos de carbono o de nitrógeno de su azúcar. ¿Qué es lo que le organiza o gobierna? El Proyecto Genoma Humano fue un fracaso, desde el punto de vista de lo que esperaban de él, aunque sus organizadores no lo digan. Las conclusiones del proyecto, sin embargo, han sido ignoradas y constituyen actualmente una anomalía no tenida en cuenta por el paradigma que defiende la supremacía del ADN. “Comprender cual es el origen de nuestra complejidad… seguirá siendo un enigma por descubrir en el futuro”, 2.001, David Baltimore, Premio Nobel. Actualmente sabemos que los genes están compuestos de proteínas, las proteínas están formadas por veinte aminoácidos, estructurados en cadenas moleculares. La gran variedad de formas de las proteínas depende de la flexibilidad de los enlaces peptídicos de los aminoácidos y de las cargas electromagnéticas (positivas o negativas) existentes entre éstos. Las proteínas tienden a la estabilidad electromagnética, a que sus polos estén en equilibrio; este equilibrio puede alterarse químicamente (hormonas, enzimas…) o con ondas electromagnéticas (microondas o radiaciones diversas), por lo que tienden a enlazarse con otras proteínas energéticamente complementarias. Es decir: Las señales electromagnéticas (EM), cargadas positiva 127

o negativamente, al alcanzar la proteína provocan movimiento, por atracción o repulsión eléctrica. Los cambios en las proteínas parecen ser provocados por estas cargas EM, no por el ADN: sus permanentes transformaciones (miles al segundo) son la fuente de energía de la célula, usada para activar las funciones vitales: nutrición, oxigenación, movimiento, etc. En el ser humano sólo un 3% de nuestro ADN se ocupa de construir las proteínas de nuestros tejidos, lo que quiere decir que queda oculta el 97% de la información total15. Este 3% es el que están estudiando (recortando y reinsertando filamentos de ADN en el laboratorio) y catalogando los investigadores occidentales. ¿Qué hace el resto del ADN? Estos investigadores consideran al otro 97% ADN basura o chatarra.

El ADN chatarra. Garaiev y otros investigadores rusos consideran que la naturaleza es sabia y no puede crear algo que no necesite; así el 97% del ADN no estudiado debe tener una función aún desconocida. Para explorar esta función han juntado a genetistas y lingüistas. Los resultados de sus investigaciones son asombrosos: los lingüistas descubrieron que la estructura básica de los pares alcalinos del ADN y la del lenguaje son la misma. Experimentalmente comprobaron que el ADN vivo (no in vitro), reacciona a los rayos láser del lenguaje modulado y a determinadas frecuencias de ondas de radio. Esto significa que no necesitamos decodificar el ADN para entenderlo, sino simplemente usar las reglas de nuestro lenguaje. Esto sería como construir un bello poema de una fila interminable de letras desordenadas e incomprensibles: el poema ordena las letras, aporta información pura donde solo había posibilidades, da sentido y cambia totalmente el orden del filamento, cambiando la estructura proteica, y orgánica, en consecuencia. Así, las letras incomprensibles (el ADN), aportan la estructura, pero el orden surge de la información que procede de la señal EM del campo A, de la conciencia humana. Esta investigación parece confirmar que la información captada por las células es la que desencadena los procesos orgánicos. Los investigadores rusos han llegado a capturar pautas de información de un tipo de ADN y transmitirlas a otro, reprogramando la genética celular. Esto podría explicar científicamente la poderosa influencia del lenguaje (las afirmaciones, la educación autógena o la hipnosis) en el 128

organismo humano. Según estos estudios es natural que nuestro ADN reaccione al lenguaje. Por este motivo orientan sus investigaciones a entender la forma en que el metabolismo celular es influido por frecuencias moduladas de radio y de luz. Su intención es poder reparar los defectos orgánicos genéticos con este método, que ha probado funcionar muy bien16. Algunos experimentos17 vienen a confirmar la capacidad de la conciencia y de la información de organizar el Campo A, ya sea materia o vacío. La capacidad organizativa de la información parece ser más efectiva en estado de hipercomunicación (inspiración o intuición), es decir cuando cuerpo y mente están relajados y el cerebro emite ondas cerebrales alfa; las preocupaciones y la actividad mental racional dificultan la transmisión adecuada de la información. El dogma determinista de la genética está quedando desfasado. Nijhout rechazó esta creencia y reformuló la hipótesis, proclamando la supremacía del medio ambiente: “Los genes están ciertamente involucrados en la estructura y comportamiento de un organismo, pero ellos no son la fuente de ‘control’… un gen no puede activarse o desactivarse por sí mismo, depende de una señal de su medio ambiente para controlar su expresión”. Para activar cualquier gen hay que separar sus proteínas reguladoras de la cadena de ADN, esta separación está regulada por señales de información del medio. La epigenética estudia los cambios que las señales del entorno, químicas y electromagnéticas, intracorporales y extracorporales, generan en la herencia, las cuales pueden activar, o no, el código genético, el orden del ADN. Los estudios muestran que no somos sujetos inalterables, que la intención y la emoción pueden alterar la molécula de ADN y que la coherencia mental y cardiaca son llaves de éste cambio. “El genoma es flexible, y se asemeja más a un código de software, que se reescribe constantemente, que a un hardware fijo que se hereda al nacer”, Kart Maret. Este funcionamiento cambia la forma y la rapidez de la programación de nuestro cuerpo: los genes de acción inmediata pueden actuar en dos segundos pero generan cambios a largo plazo. “Los traumas del pasado se pueden resolver con tanta rapidez como se instalaron…”, James L. Oschman. La naturaleza tal y como es en la práctica, como nos muestra la biología de campo, también nos ofrece pruebas de la capacidad informativa y organizativa del campo A. Así cuando se aleja a la hormiga reina de su hormiguero, la actividad sigue organizada como si estuviera presente, por muy lejos que esté, de alguna forma la reina 129

organiza el trabajo de todas y cada una de las hormigas, haciendo que el hormiguero participe de una conciencia comunitaria; pero si la reina muere el juego termina, la actividad se vuelve caótica y el orden desaparece. Éste interesante ejemplo nos muestra que la conciencia individual aporta información a través del campo a la conciencia grupal siendo ambas una sola conciencia conectada a través del vacío espacio-temporal. Esta cooperación basada en el vació espacio-temporal se da en otros muchos ejemplos de la naturaleza, como en los ya comentados: el vuelo coordinado de los estorninos, en la danza ordenada del banco de arenques, e incluso en la organización grupal de los espermatozoides cooperantes.

Cristales líquidos biológicos. Bruce Lipton se dio cuenta de que las moléculas fosfolípidas de la membrana están alineadas igual que la estructura altamente coherente de un cristal, por lo que parecían ser cristales líquidos; es decir parecen ser líquido con organización cristalina, lo cual hace que la membrana cambie permanentemente manteniendo su estructura y su doble función, aislante y comunicadora. Los cristales son minerales geométricos, como el diamante por ejemplo, cuya estructura está ordenada en patrones tridimensionales repetidos regularmente. Esta estructura molecular, que es la más ordenada y regular de la física clásica, determina sus propiedades y apariencia. Sus tres dimensiones adoptan diferentes formas según la posición de sus caras y su simetría. Por su orden intrínseco, los cristales tienen la habilidad de ordenar el campo energético que les circunda. Son los entes más evolucionados y armónicos del Reino Mineral. Los cristales poseen información en la estructura cristalina, en los patrones ópticos y cromáticos, en las propiedades electromagnéticas, químicas, catalíticas… Esta información se transfiere por biorresonancia a las estructuras cristalinas biomoleculares (cristales líquidos biológicos) desestabilizadas. Esta acción promueve los procesos bioquímicos celulares que aumentan la organización celular, los mecanismos de reparación de tejidos orgánicos y el estado de salud física global. “Al acercar un cristal de cuarzo a un cultivo celular pueden observarse cambios en las vibraciones de los núcleos y en el conjunto 130

del metabolismo celular… Un cristal es capaz de modificar y mejorar el nivel celular y, por tanto, de restablecer el orden y la armonía en el interior de la célula”, Jean-Luc Ayoun, médico cirujano francés. El cristal líquido es un estado material intermedio entre líquido y sólido, formado por moléculas que acumulan las propiedades de orden y estructura de los cristales y la movilidad de los líquidos; sus propiedades ópticas y su capacidad de almacenar memoria son únicas. Los complejos de cristal líquido suelen ser moléculas grandes y alargadas, lo cual hace que las moléculas se coloquen paralelamente, y que puedan moverse unas respecto a las otras a lo largo de sus ejes. Las propiedades de los cristales líquidos dependen de la dirección en que se miden, siendo su densidad menor en la dirección paralela a las moléculas. Éstas emplean menos energía en sus desplazamientos longitudinales que en los transversales. Las redes cristalinas son estructuras en las que los iones se organizan espacialmente oscilando alrededor de su posición; a mayor temperatura mayor es la oscilación. Marcel Vogel, científico que investigó la aplicación de los cristales líquidos a la tecnología (durante veinte años en IBM) y que ha estudiado la aplicación terapéutica de los cristales (por sus propiedades geométricas, de luz, color y belleza) dice que un cristal es un conjunto de moléculas que forman una entidad muy especial, capaz de gravar en ella la información que captan: “Se puede tomar un cristal, cargarlo de energía, hacerlo oscilar e introducir después en él un programa preciso”. Los líquidos normales son isótropos: su densidad es la misma en cualquier dirección. Los cristales líquidos se convierten en isótropos si sobrepasan cierta temperatura; gracias a ésta las moléculas adquieren suficiente energía para superar las atracciones que restringen su movimiento. Si exponemos los cristales líquidos a estímulos externos (luz, campos magnéticos, electricidad, temperatura, fuerza mecánica, etc.) sus moléculas cambian, alterando sus propiedades. Los líquidos no son estructuras aleatorias sino estructuras muy organizadas, fáciles de moldear a nivel atómico y molecular. Los científicos buscan agregar metales a los cristales líquidos para ampliar sus propiedades eléctricas o magnéticas. La investigación se orienta a la comprensión de su organización estructural y a la creación de nuevos cristales líquidos, incluyendo las proteínas y las membranas orgánicas que forman. La organización de estos líquidos puede crear materiales totalmente nuevos, y diferentes propiedades dentro de cada material. 131

Los científicos, usando campos eléctricos que orientan las moléculas de cristal líquido, pueden controlar el paso de la luz a través de éste. Este manejo de la luz ha posibilitado el desarrollo de componentes que han revolucionado la ciencia y tecnología modernas: informática, pantallas de cristal líquido (LCD, Liquid Cristal Display) monitores, ordenadores, televisores, relojes, teléfonos, láser, astronáutica, telescopios, microscopios electrónicos, etc. Los cristales líquidos más conocidos son moléculas orgánicas18 compuestas de carbono, nitrógeno y oxígeno. Estas moléculas tienen las cualidades de los cristales líquidos: son semiconductoras, captan, procesan y comunican la información, como si fueran los chips de un ordenador, aunque de forma mucho más compleja y perfecta. “El cristal líquido le da a los organismos su característica flexibilidad, su exquisita sensibilidad y su capacidad de reacción, optimizando así la rápida y silenciosa intercomunicación que le permite al organismo actuar como un todo coherente y coordinado”, Mae Wan Ho, bioquímica, 1.999.

El agua de la vida. El agua es el líquido más común en la superficie de la Tierra y en los seres vivos. Las células de nuestro organismo tienen unas diez mil moléculas de agua por cada molécula de proteína. Su estructura molecular de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, le dotan de unas características especiales de evaporación, congelación, capilaridad, polaridad y equilibrio entre acidez y alcalinidad. La vida conocida se expresa gracias al agua: no existe sin ésta. Todavía se desconoce por qué el agua es indispensable para la vida y hasta donde puede llegar su importancia. Sabemos que es el elemento principal del líquido extracelular e intracelular; es regulador de temperatura, diluyente, soporte de los orgánulos celulares, de sus movimientos, del intercambio de sustancias, solvente universal para las reacciones químicas, gracias a su tendencia a formar enlaces de hidrógeno. Aparte de la propiedad de obtener energía y facilitar el intercambio informativo con el medio a través de las ondas telúricas, solares y cósmicas. El agua es el único líquido que al helarse se expande, se hace menos densa (flota) y disminuye su conductividad térmica. El hielo forma una red rígida de celdillas de cuatro ángulos, en la que cada ángulo es una molécula enlazada a otras cuatro mediante puentes de 132

hidrógeno. Al fundirse el hielo esta estructura de red pierde su rigidez y las moléculas se juntan entre sí, haciendo que el agua líquida sea más densa que congelada; y también más densa que los líquidos orgánicos. Masaru Emoto, en unas investigaciones muy polémicas (por ser acusadas de no científicas por sus detractores), concluye que el agua es capaz de percibir la información electromagnética del entorno; información de la pureza o contaminación ambiental, de las ideas transmitidas por palabras, de los estados emocionales o de composiciones musicales. Esta información colapsa en el agua al cristalizarse, produciendo una modificación molecular medible, tal y como lo muestran las fotos de cristales de agua de Emoto. El agua citoplásmica tiene cualidades especiales, inexistentes fuera de la célula: es agua viva, también denominada agua vecinal19. Para estudiarla, se han imitado artificialmente, en el laboratorio, las condiciones intracelulares; así se ha comprobado que sus cualidades son distintas a las del agua extracelular: Si aumenta la temperatura, el agua ordinaria se va haciendo, gradualmente, más líquida (más disuelta), mejor conductora de la electricidad, permite reacciones químicas más rápidas y disminuye su densidad superficial. En el agua vecinal, estas propiedades cambian en forma repentina. En los años cincuenta, los científicos empezaron a comprobar que el agua de las células vivas mantiene un equilibrio hídrico y térmico saludable en el interior y entorno celular; además es menos densa y más viscosa que el agua potable corriente, lo que hace más lentos los procesos citoplasmáticos. El investigador de las moléculas de las proteínas Linus Pauling, doble premio Nobel, hace unos cincuenta años, observó que las moléculas de agua se unían formando clatratos (dodeicosaedros de caras hexagonales y pentagonales). El Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley fotografió hexámeros de agua, redes de partículas muy estables20. Esther del Río, bioquímica mexicana que lleva más de cuarenta años investigando la naturaleza del agua contenida en el organismo humano, afirma que el agua corporal esta formada por moléculas de cristal líquido biológico, pentagonales y hexagonales. Del Río cree que el intercambio de información biocelular en millonésimas de segundo que se da en el citoplasma puede ser explicado por esta estructura molecular cristalina relacionada con una red magnética orgánica. “La propuesta de nuestro proyecto es que el agua de nuestros tejidos es en su mayor parte cristal líquido en forma de clatrato (H2O)37; … Por eso mismo al incorporar este concepto 133

confirmamos que somos el mejor ordenador del mundo y que toda célula se comunica a través de una pantalla de cristal liquido capturando y mandando hologramas que pueden ser codificados”, Esther Del Río21. Del Río descubrió (1.974) que las moléculas de agua están relacionadas con otras macromoléculas de hierro, que en conjunto, funcionan como microcampos magnéticos. Este descubrimiento fue ratificado (1.989) por J. L. Kirschvink, al encontrar cristales de magnetita en aves migratorias y demostró que estos cristales son responsables de la asombrosa orientación que poseen. Estos animales, como las bacterias y hongos, se orientan utilizando cristales de oxido de hierro magnético para detectar el campo magnético de la Tierra y recorrer grandes distancias hasta encontrar el lugar exacto al que se dirigen22. Es decir, los cristales líquidos moleculares actúan como “un ordenador de LCD orgánico”: decodifican y transmiten información electromagnética a gran velocidad, por todo el organismo. Estos cristales, que Kirschvink también descubrió en el cerebro humano en 1.992, forman cavidades rodeadas de células que informan de la dirección del campo gravitatorio, o de las señales en que cada organismo se especialice. También la doctora Minne Hein ha investigado las fabulosas propiedades del agua corporal (en saliva, sudor o sangre), comprobables dejando secar ésta y examinándola al microscopio. Así, según Hein, se pueden comprobar los cambios que las emociones o las enfermedades provocan. “Cabe destacar que estas macromoléculas de hierro oxidadas y reducidas se encuentran más densas en el centro del cuerpo conformando un eje que corre enfrente de la columna vertebral donde se destaca la presencia de esferas compuestas de macromoléculas reducidas y oxidadas con una velocidad de intermitencia más fuerte por el rebote de las energías producidas las cuales tienen movimientos helicoidales hacia arriba y debajo de este eje. Estas esferas magnéticas nos recuerdan a los chacras o centros de energía que fueron expresados en un principio en libros muy antiguos y después retomados por los vedas”, Del Río. Esta investigación ha sido confirmada con observaciones radiológicas. Así pues, la fórmula convencional del agua, H2O, es insuficiente para explicar sus cualidades. La fórmula real sería mucho más compleja y el conocimiento actual todavía no llega a ella. Se ignora, por ejemplo, qué hace que dos gases, hidrógeno y oxígeno, al juntarse sus átomos a temperatura ambiente se hagan líquidos, qué 134

propiedades determinan su temperatura de ebullición y de solidificación, su composición cristalina, puentes de hidrógeno, etc. Entre las muchas funciones del agua en el organismo la principal puede ser la creación de energía, lo que consigue ayudada de la luz y la melanina.

La fotosíntesis humana. Las radiaciones del sol y de todo el Cosmos proporcionan la energía que posibilita la vida en la Tierra, humanos incluidos. La hipótesis que manejaba la ciencia ortodoxa hasta ahora era que la luz sólo nos sirve para ver mejor, para captar las cualidades visuales de los objetos; y que, aparte de para la síntesis de vitamina D, solo podemos usar la energía del sol indirectamente a través de los vegetales que comemos (los cuales usan la fotosíntesis para transformarla). Del resto de la energía cósmica no se sabía nada. La melanina, por otro lado no era más que un pigmento con finalidad protectora de la piel. Esta hipótesis, hasta ahora, ha sido considerada incuestionable. Se creía que los animales no podíamos captar y utilizar la energía de las radiaciones electromagnéticas; que la única forma de aportar energía a las células de nuestro organismo era la vía metabólica23. El trabajo del oftalmólogo mejicano Arturo Solís Herrera con celdillas fotoelectroquímicas de melanina, abre una visión nueva al conocimiento de la obtención y utilización de energía por nuestro organismo. Solís investigando la retina humana se dio cuenta de que la cantidad de energía que utiliza es enorme, pero no tiene vasos sanguíneos suficientes para hacer llegar tanta energía metabólica a través de la sangre. Esto le llevó a investigar de dónde procedía esta fuente energética y a darse cuenta de que está relacionada con la melanina24 que se encuentra en el epitelio pigmentado de la retina. Las melaninas absorben la luz y aumentan la disponibilidad de iones hidrógeno en el citoplasma celular, utilizando el agua de éste25. Este descubrimiento aporta una comprensión, un paradigma científico, que pone patas arriba la hipótesis ortodoxa. Las melaninas, por la complejidad de su dinámica molecular, han sido consideradas como chatarra por los investigadores, como estorbos para el estudio de la energía que llamamos vida. Según Solís la melanina permite mediante fotólisis extraer energía de las moléculas de agua, convertirlas en átomos separados de 135

hidrógeno y oxígeno creando electricidad. Y, lo más sorprendente, vuelve a unir éstos átomos, creando agua (y electricidad) de nuevo. Todo ello sin cambiar la molécula original de melanina. Esto permite perpetuar esas reacciones en el tiempo, generando energía renovable e inagotable. Los organismos vivos no podemos aprovechar directamente la energía electromagnética de la naturaleza, la del sol y el cosmos. El hidrógeno transforma la energía fotónica y nos la proporciona de la única forma en la que podemos aprovecharla: energía química. El hidrógeno libre26 (que es el átomo más simple) es el transportador de energía más pequeño y el que más utiliza la naturaleza. En las plantas, la clorofila al disociar la molécula de agua transforma la energía cósmica en energía química y libera el oxígeno en la atmósfera27. La clorofila absorbe las radiaciones entre el rojo y el azul (por eso las hojas parecen verdes) pero la melanina absorbe todo el espectro electromagnético. Es decir, la fotosíntesis a grosso modo es un proceso vegetal consistente en sintetizar hidratos de carbono y oxígeno a partir del dióxido de carbono, utilizando la energía de la luz natural28. La respiración animal es el proceso inverso a la fotosíntesis. Ambos procesos constituyen un ciclo natural que posibilita la vida en la biosfera (manteniendo el equilibrio entre dióxido de carbono y oxígeno). En los animales, como ha descubierto Solís, esta transformación de energía la realiza la melanina, liberando el oxígeno mezclado con carbono, en forma (tóxica) de dióxido de carbono. Esta energía se usa para impulsar las muchísimas reacciones bioquímicas que se dan en un ser vivo. La melanina, como la clorofila, transforma la energía cósmica en energía química, disponible para las células de los seres vivos. La captación de los fotones y su conversión en energía química ocurre en los cloroplastos vegetales y en las mitocondrias animales, a temperatura ambiente, pero también se puede conseguir in vitro. La melanina se forma fácilmente y es estable, en un medio húmedo, durante millones de años. Las melaninas a partir de agua y de ondas cósmicas, pueden obtener átomos de hidrógeno y oxigeno, con mayor eficiencia que la clorofila; y también pueden realizar el proceso inverso: reunir átomos de hidrógeno y oxigeno obteniendo agua. Generando en ambos sentidos una corriente de electrones de alta energía. Dicho de otra forma: Gracias a las ondas electromagnéticas, las melaninas y el oxígeno, los animales degradamos los hidratos de carbono, como la glucosa, creando bióxido de carbono y agua; y después el proceso 136

inverso: a partir de éstos últimos creamos hidratos de carbono y oxígeno29. Así que el proceso se autoperpetua, generando energía sin cesar. Este proceso de ida y vuelta es básico, pues permite que los niveles de oxígeno se mantengan estables, compatibles con la vida. “La melanina es al reino animal lo que la clorofila es al reino vegetal... es la clorofila humana”... “sol + agua + melanina = energía química...”. Solís cree que en la evolución de la vida primero surgió la melanina (que también existe en los vegetales) y luego la clorofila. ...han sido detectadas moléculas de melanina flotando, vagando en el espacio estelar –se les llama cósmidos–, indistinguibles de la neuromelanina de los mamíferos”. Parece que la melanina trasforma todo tipo de ondas electromagnéticas, suministrando energía eficiente las 24 horas del día (no solo durante las horas de luz), aunque de noche en menor cantidad. “... absorbe todo tipo de energía (todas las longitudes de onda, todas las frecuencias, y pienso que también las radiaciones que conforman la gravedad) y, una vez absorbida, la melanina la utiliza principalmente para desdoblar la molécula de agua, lo cual era totalmente desconocido hasta ahora, y por ende, impensable”. La cualidad de las melaninas (eumelaninas y feomelaninas) de desdoblar la molécula de agua abre una nueva era para la ciencia: La fotosíntesis de la melanina puede producir energía utilizable para usos domésticos, urbanos e industriales. La melanina capta, día y noche, esta energía y la usa para generar electricidad. Esto hace innecesaria la acumulación, mediante baterías, de electricidad. Una energía limpia, que no genera gases invernadero, residuos nucleares, etc. Además, al liberar oxígeno, refuerza el ecosistema de la biosfera y el crecimiento sostenible, pudiendo sustituir las fuentes de energía perjudiciales (como los combustibles fósiles) y acabar con el calentamiento global. En abril del 2.010 Rusia concedió a Solís la patente para producir energía con su metodología basada en la melanina. Una muestra de la energía autorrenovable de la melanina es una lámpara que Solís tiene encendida en su laboratorio: Funciona con una batería de melanina que no necesita ser cambiada; ésta, que de momento lleva funcionando desde el año 2.006 ininterrumpidamente, puede teóricamente durar miles de años.

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Una nueva física, ya no tan nueva, para una nueva biología. La física cuántica amplía los postulados de la física clásica (no los anula), el nivel de aplicación es lo que cambia. La física clásica no disponía de medios para estudiar la vida a nivel submicroscópico, se ocupaba sobre todo de la materia observable por nuestros sentidos: objetos, órganos, personas, etc.; la física actual, en cambio, es capaz de estudiar los niveles molecular, atómico y subatómico. Podemos comprobar que a medida que vamos conociendo sus leyes, los niveles subatómicos aportan explicaciones científicas más sólidas que las conocidas hasta ahora, que se basaban en el estudio de los niveles moleculares y superiores. Por lo tanto la ciencia biológica actual debe abarcar todos los conocimientos, tanto la mecánica newtoniana como la cuántica. Las señales de información del medio, las vibraciones electromagnéticas en todo su espectro (Rayos gama, Rayos X, ultravioleta, luz visible, infrarrojo, microondas, ondas cortas de radio, ondas de FM y televisión, ondas AM de radio, ondas largas…), son una forma más rápida y eficiente de codificar y organizar la construcción de moléculas, péptidos, proteínas y consecuentemente la de hormonas, enzimas, genes, células, es decir, la estructura y el funcionamiento orgánico. La información transmitida por ondas electromagnéticas, es inmensamente más eficaz que la transmitida por señales moleculares. Para hacernos idea de la eficacia de la organización que generan las ondas de energía en comparación con los procesos bioquímicos se puede comparar el flujo de información que se realizaba mediante mensajeros como el correo del zar o los jinetes de la West Point con la información electrónica, instantánea, de internet. En un segundo las señales químicas como la histamina o la insulina recorren menos de un centímetro y las ondulatorias unos trescientos mil kilómetros, con una capacidad informativa inmensamente mayor. Esta diferencia abismal es la que existe entre la visión química y la visión energética de la biología, pero estos datos no parecen afectar a la mayoría de biologos y sanitarios actuales que siguen sin actualizar la base física de la biología. Hace medio siglo el Premio Nobel, Albert Szent-Györgyi30, defendió la importancia de la física cuántica en los procesos biológicos, pero los científicos y profesionales de entonces le desacreditaron e ignoraron. Todavía hoy en día, las teorías ortodoxas de la biología y de la salud son tan obsoletas que sus libros y revistas ni siquiera consideran la posibilidad 138

de que las leyes de la física cuántica influyan en los procesos moleculares de los seres vivos. Todo ello a pesar de las pruebas que aporta la abundante literatura científica disponible.

Microorganismos mutantes. El monomorfismo es la teoría para explicar los microbios actualmente predominante31. Dice que las infecciones son causadas por microbios externos a la persona, inalterables en su forma, que atacan el cuerpo, y a los cuales hay que matar con fármacos para protegernos. La teoría del pleomorfismo explica que las infecciones son derivadas de una crisis psicoemocional en la persona, la cual impulsa a sus microorganismos interiores a una metamorfosis, para responder a la nueva situación psicosomática. Sin duda el mayor representante de ésta corriente ha sido R. R. Rife, el primer científico que pudo ver los virus y el primer investigador que aplicó a la luz el principio de heterodinización de las ondas, muy conocido en óptica y radiocomunicaciones32. Un microscopio óptico llega a conseguir unas 3.000 magnificaciones. La inmensa mayoría de investigadores y estudios actuales acerca de las estructuras virales usan el microscopio electrónico (con más de 500.000 magnificaciones). Estos aparatos operan en el vacío, bombardeando lo observado con una potente descarga de electrones, por lo cual no pueden observar virus vivos (pues mueren instantáneamente en el proceso). El microscopio que ideó Rife (con más de 60.000 magnificaciones, con resoluciones de 31.000) podía observar las funciones vitales de los virus vivos, cambiando de forma sin cesar, evolucionando en diferentes tejidos y reproduciéndose, sin matarlos. Investigar cómo funciona una bacteria con un microscopio electrónico es más difícil que estudiar los programas de un ordenador sin encenderlo. Rife fue inhabilitado33, sus colaboradores desacreditados y sus trabajos destruidos en gran medida. Más allá de su historia, y de la dificultad de reproducir sus trabajos, tantos años después, la reivindicación de su trabajo en las dos últimas décadas abre nuevamente la cuestión de si los microorganismos son monomórficos o polimórficos. Él comprobó que los microorganismos dependían absolutamente del medio en que se hallaban inmersos, dando la razón a las teorías naturalistas. Esta forma de pensar está extendida a través del tiempo y 139

de la geografía de la humanidad, sobre todo en oriente. En occidente, aunque tiene su precedente en el mismo Hipócrates, es la corriente pleomorfista la que empieza a estudiar científicamente esta teoría. Se puede considerar que fue Antoine Béchamp, quien puso las bases del pleomorfismo; sostenía que todos los microorganismos adoptan varias formas en su ciclo de vida. Descubrió en la sangre unos microbios, a los que denominó microzymas, que cambiaban de forma para adaptarse a los cambios del entorno y que seguían vivos tras la muerte del organismo, pareciendo indestructibles. Estos microorganismos, que le parecieron un eslabón entre la materia y los seres vivos, parecían ser los causantes de la enfermedad al transformarse en patógenos. De modo que la enfermedad venía de dentro. Bechamp, el más grande científico de su época, comprobó la capacidad de mutar de los organismos, en función del terreno interno del cuerpo, lo que hace que nuestros tejidos respondan a los fenómenos nocivos (físicos o químicos) de la vida diaria, aumentando la acidez de la sangre y deteriorando el organismo. Para mantener la salud había que cuidar el terreno, el ambiente extracelular, mantenerlo en equilibrio, con un pH ligeramente alcalino. Su contemporáneo Claude Bernard, profesor de la Sorbona, concibió la idea de la homeostasis orgánica, que él denominaba milieu interieur, según la cual el organismo tiene el poder inherente de mantener constantes las condiciones adecuadas de salud. Bernard, entró en la polémica pleomorfismo-monomorfismo argumentando que lo más importante en el proceso de la enfermedad era el terreno del paciente, el medio ambiente interior donde las células se desarrollan. Los microbios cambian y se desarrollan como resultado de cambios en el entorno en el cual viven. La enfermedad como proceso biológico se desarrolla dependiendo de este medio interno. El aspecto determinante es el terreno, el entorno en el que los microorganismos viven, sobre todo el pH de los tejidos. Louis Pasteur, también contemporáneo de Bechamp, (al que algunos científicos que han estudiado los documentos de esa época acusan de inepto, de manipulador y de plagiar a Bechamp), adoptó la teoría monomórfica de los gérmenes exteriores y la convirtió en predominante (gracias a su respaldo económico y gubernamental, no a pruebas científicas). Esta teoría es la base de toda la microbiología actual, de los antibióticos y las vacunas. En sus últimos momentos Pasteur reconoció que “Bernard tenía razón, el germen no es nada, el terreno lo es todo”, lo cual no impidió que el monomorfismo se impusiese y las teorías de Bechamp se ignorasen. 140

Florence Nightingale, tal vez la más reconocida enfermera de la historia, publicó una crítica a la teoría de los gérmenes en 1.860, 17 años antes de que Pasteur la adoptara y la proclamara como suya propia. Entre otras frases decía34: “Estamos viviendo en un continuo error al considerar las enfermedades como hacemos ahora, que existen como entidades separadas, como los gatos y perros, en lugar de verlas como condiciones, como una condición sucia y una limpia, y siempre bajo nuestro control, o más bien como reacciones de naturaleza suave, contra las qué nos hemos puesto nosotros … he visto con mis propios ojos y olido con mi propia nariz la viruela que crece en individuos aislados, o en los cuartos cerrados o en espacios apiñados dónde no había posibilidad alguna de haber sido ‘cogida’, pero se presentó… la verdadera enfermería ignora la infección, excepto para prevenirla. La limpieza y el aire fresco de las ventanas abiertas, con la atención continua en el paciente, son la única defensa que una verdadera enfermera pide o necesita. El manejo sabio y humano del paciente es el mejor resguardo contra la infección. La parte principal de cuidar consiste en conservar la limpieza. La doctrina de la enfermedad específica es el gran refugio de las mentes débiles, incultas, e inestables, como ahora es regla en la profesión médica. No hay ninguna enfermedad específica, ¡hay condiciones de enfermedad específicas”. El biólogo e investigador alemán Günter Enderlein, alumno de Bechamp, usando la técnica de microscopio de ‘campo oscuro’ observó y demostró que en la sangre viva hay protistos, unas proteínas, tipo virus, que se comportan como microorganismos capaces de transformarse en bacilos y en hongos, sucesivamente. El creó el término pleomorfismo, en 1.916, para denominar esta cualidad de los microorganismos de desarrollar diferentes formas y estados evolutivos en diferentes condiciones orgánicas. El biólogo francés, nacido en 1.924, Gaston Naessens35 se interesó por algo presente en la sangre, que parecía estorbar a los analistas, los cuales lo denominaban escoria. Como los microscopios ordinarios no podían detectar qué era, construyó un microscopio capaz de llegar a más de 20.000 magnificaciones. Con él descubrió que la escoria era un microorganismo, de 2-3 angstroms, presente en todos los seres vivos, animales y plantas, al que denominó somátide. También las investigaciones de Wilhelm Reich le llevaron a apoyar el pleomorfismo. Comprobando que en organismos esterilizados también había microorganismos submicroscópicos a los que denominó biones36. Virginia Livingston investigó sobre el virus de un 141

cáncer de los pollos, en los Laboratorios Lederle, con el microscopio electrónico; en 1.950, filtró unos microorganismos con filtros de virus, algún tiempo después, asombrada, comprobó que en los cultivos había bacterias; éstas no tenían por qué estar en un cultivo de virus, y además son mucho más grandes, por lo que era imposible que atravesaran el filtro; lo cual tomó como una demostración de que las bacterias habían mutado partiendo de los virus del cáncer. Aunque la mayoría de científicos rechazaron estas conclusiones, algunos, como George Merkel y María M. Bleker, han estudiado estos microorganismos y han documentado sus investigaciones. Los nanoorganismos que Bechamp llamaba microzymas, han recibido otros nombres: virus, somátides, biones, nanobios, viroides o priones. Tienen en común que son diminutas estructuras comprendidas entre 20 y 150 nanómetros, autoorganizadas y autorreproducibles (la más diminuta de las bacterias mide 200 nanómetros). Prión37 es una partícula proteíca, sin ADN, que se puede autorreplicar y aparece en infecciones y enfermedades degenerativas, como la encefalopatía espongiforme. Sin embargo la posibilidad de que una proteína (sin ADN) con propiedades autorreproductoras pueda estar en la base de una infección echaría por tierra toda la teoría sobre la que está basada la medicina farmacológica; así nos encontramos con otra anomalía científica. Una vez más los fenómenos naturales inexplicados son arrinconados por los científicos dogmáticos, ya que la realidad no tiene cabida en su teoría. Lo que les ocurría a los contemporáneos de Naessens, que veían la escoria sin mirarla, es la explicación de que la mayoría de investigadores no hayan encontrado estos organismos endobiontes. No se ven porque no hay una teoría que diga que hay que buscarlos. El observador influye en lo observado. Les ocurre como a mi amigo Jabi, que cuando mira en su repleta caja de herramientas para encontrar un destornillador, solo piensa en el destornillador, todo lo demás le estorba; pero si después de unos momentos necesita el alicate tiene que empezar la búsqueda, como por primera vez, pues al buscar el destornillador no ‘vio’ el alicate (no se hizo consciente de él, aunque sus ojos lo vieran). Se encuentra lo que se busca. Los analistas de la sangre actuales observan durante los días que permanece viva la sangre, en la placa portaobjetos del microscopio, que multitud de bacterias y simbiontes, ya patógenos, salen de los glóbulos rojos y se mueven en el plasma, cambiando y creciendo. Cualquier observador al microscopio puede comprobar lo que han 142

visto muchos investigadores: que aunque la sangre es estéril sus células se descomponen en muchas formas diferentes. Un microscopio de campo oscuro con varias lentes (o compuesto), puede aumentar hasta veintiocho mil veces los objetos. El microbiólogo Robert O. Young, que ha observado muchos miles de muestras explica que la sangre fresca está llena de microorganismos. Estos nanobios no son exclusivos de la sangre, están presentes en cualquier lugar: aire, agua, humo, tierra, plantas, piedras, etc38. Son partículas, hasta ahora no consideradas seres vivos, que sobreviven, de la disolución de las células, cuando los que denominamos seres vivos mueren.

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7. LA VIDA SE HACE CONSCIENTE. ...el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro”. Candace Pert.

Los campos morfogenéticos. El hecho de que una misma energía pueda asumir formas diferentes, existir en las ondas solares, en el cuerpo de una planta que la absorbe, en el ciervo que la come y en el hombre que come al ciervo, parece indicar que existe algún otro factor para explicar estas formas; que debe existir algún principio que dé forma a la materia. “El ADN es igual en todas las células… del cuerpo. Todas las células tienen una idéntica programación genética. Pero… dan forma a tejidos y órganos de distintas estructuras. Sin duda debe intervenir alguna influencia formativa que no es el ADN”, Sheldrake. El ADN es igual en una uña o en la lengua, por lo que debe haber algo que forme estas estructuras diferentes. Todos los biólogos del desarrollo reconocen que debe intervenir alguna influencia formativa que no es el ADN, aunque no sepan qué es. En la década de 1.920 algunos biólogos propusieron un nuevo modo de afrontar la morfogénesis biológica: el concepto de los campos embrionarios, evolutivos o morfogénicos. Estos campos serían como los de la física, regiones invisibles de influencia con propiedades intrínsecamente holísticas, pero desconocidos en física. Existían dentro y en torno de los organismos, y contenían en sí una jerarquía de campos dentro de campos: campos de órganos, de tejidos, de células. Los campos de una especie dada, por ejemplo la jirafa, evolucionarían y serían heredados por las jirafas actuales de sus antepasadas jirafas. Contendrían una especie de memoria colectiva en la cual cada miembro de la especie puede apoyarse, y a la que a su vez puede realizar aportes. La actividad formativa de los campos estaría determinada por las formas reales asumidas por los miembros 144

anteriores de la especie. La hipótesis de la causación formativa, propuesta por Rupert Sheldrake, biologo británico1, sugiere que todos los sistemas, en todos los niveles de complejidad -las moléculas, los cristales, las células, los organismos y las sociedades de organismosson constituidos por campos morfogenéticos (o mórficos). Cuanto más se repite una pauta de desarrollo más probable es que sea seguida y que vuelva a aparecer. Los campos son los medios para incorporar, conservar y heredar los hábitos de la especie. El modo en que las moléculas de hemoglobina, los cristales de penicilina o las jirafas del pasado influyen en los campos mórficos del presente depende de un proceso denominado resonancia mórfica, que consiste en la influencia de algo sobre lo que es semejante, a través del espacio y del tiempo. La resonancia mórfica no disminuye con la distancia. No involucra una transferencia de energía, sino de información. La teoría de Rupert Sheldrake, 1.991, parece explicar mejor la vida y la evolución que la teoría neodarwinista: “El modo como están ordenadas las proteínas en células, cómo las células están ordenadas en tejidos, los tejidos en órganos y los órganos en organismos, no está programado en el código genético, que sólo puede programar moléculas de proteínas”. Sheldrake piensa que los genes y proteínas son los ladrillos del cuerpo, por lo cual su capacidad de construir un ser vivo “es algo así como entregar los materiales correctos en el lugar de construcción, en el momento oportuno, y esperar que la casa se construya espontáneamente”. La teoría genética neodarwinista no muestra cómo se autoorganizan los seres vivos, ni cómo se autorregulan para formar un organismo, o repararlo cuando está dañado. Sheldrake piensa que esta influencia formativa son los campos mórficos, una memoria hologramática que actúa a través del espacio y del tiempo, permitiendo a las especies vivas autoestructurarse y reproducir los comportamientos propios de cada especie. Esta polémica teoría explicaría algunas anomalías del paradigma neodarwinista, pero aunque ha sido sometida a pruebas experimentales que la avalan, aún carece de base física suficiente, como él mismo admite. En experimentos realizados con bacterias, girasoles, pulgas de agua y peces, Sheldrake comprobó que absorbían la luz del medio en que se encuentran, es decir que la resonancia de ondas se usaba tanto para comunicar las partes internas de un organismo como para comunicarse con el mundo exterior. Esto podría explicar, por ejemplo: 145

que las bandadas de pájaros o los bancos de peces realicen movimientos y giros globales conjuntos, con una coordinación instantánea, que los perros domésticos sepan cuando regresa su dueño, aunque aún esté a kilómetros de distancia, que los perros y gatos abandonados a cientos de kilómetros sepan encontrar su casa, o la orientación de ciertas aves migratorias. También concluyó, junto a Eugene Marais, que las termitas operan siguiendo un campo energético organizado mucho más avanzado que cualquier comunicación sensorial. Desde este punto de vista, los organismos vivos no sólo heredan los genes, sino también los campos mórficos. Los genes se reciben materialmente de los antepasados, y permiten elaborar ciertos tipos de moléculas proteínicas; los campos mórficos se heredan de un modo no-material, por medio de la resonancia mórfica, no sólo de los antepasados directos, sino también de los demás miembros de la especie. Durante décadas los neurocientíficos han tratado de localizar huellas de la memoria cortando parte de los cerebros de animales experimentales. Un investigador resumió el fracaso recurrente de los intentos de localizar estas huellas observando que “la memoria parece estar en todas partes y en ninguna en particular”. Tal vez exista una razón ridículamente simple para estos fracasos recurrentes: es posible que las huellas de la memoria no existan. Por el mismo motivo podría verse condenada al fracaso una búsqueda dentro del televisor de huellas de los programas que haya emitido: el aparato sintoniza las transmisiones, no las almacena. Resumiendo la teoría de los campos morfogenéticos podemos decir que las células y los organismos, captan y emiten información a través de las ondas del vacío, fenómeno denominado resonancia mórfica; el ADN sería el receptor de estas ondas informativas, las cuales le harían estructurarse según su forma codificada. Este código o idioma ondular morfogenético tendría capacidad de transmitir su información a todos los organismos a través del espacio y del tiempo, especialmente a los que tienen su propio código o uno muy similar.

La transmisión de información. Según la teoría biológica mayoritaria el sistema nervioso humano regula el intercambio de información en el interior del organismo y la comunicación con el exterior; esta información toma forma mediante la transmisión de señales electroquímicas del cerebro 146

hacia los tejidos y órganos corporales periféricos, donde se produce la acción2. El potencial de acción que provoca una señal informativa (ver una persona, por ejemplo) puede activar millones de células nerviosas en fase, que generan en el encéfalo campos EM medibles; estas medidas son las que hacen posible visualizar la actividad neurológica en los modernos aparatos de diagnóstico por la imagen. Los receptores sensoriales son células que transforman las señales exteriores, los estímulos, en potenciales de acción, es decir en información manejable por el sistema nervioso; estos receptores pueden ser mecánicos (músculos, piel, oído…), químicos (papilas gustativas, olfato…), fotónicos (ojos, piel…), térmicos y dolorosos (piel…). La neurona está considerada actualmente la unidad funcional básica del sistema nervioso; el espacio entre neuronas (espacio sináptico) tiene aproximadamente una millonésima parte de un milímetro. La membrana celular mide ocho nanómetros (ocho millonésimas de milímetro) de grueso, medidas compatibles con la biología cuántica. Los iones (átomos de sodio, potasio, cloro y magnesio con carga eléctrica, creada al obtener o ceder electrones en su orbita exterior) son filtrados o rechazados en la membrana, generando así señales eléctricas informativas entre neuronas, conducidas por el axón. El paso de los iones a través de la membrana dura unos cinco milisegundos. La neurona tiene forma de árbol, siendo las dendritas las ramas que reciben los estímulos, estas ramas convergen en el cuerpo celular (que contiene el núcleo), de donde sale un axón, a modo de tronco, que comunica la información a las dendritas de otras neuronas, mediante la transmisión de una sustancia química, unos péptidos llamados neurotransmisores3. Esta transmisión entre neuronas, que convierte la información eléctrica en química, se denomina sinapsis. Existen unos péptidos denominados endorfinas, que se producen en el cerebro y son activos en todo el organismo; el cuerpo segrega endorfinas para disminuir o anular el dolor, prevenir y favorecer la curación de enfermedades y producir alegría, placidez, sedación, ganas de vivir y euforia; el marcador fisiológico de la armonía, del estado de fluir, es la sonrisa4. También los linfocitos y los macrófagos del sistema inmunitario producen endorfinas allí donde es preciso reducir el malestar y acelerar la recuperación. Su acción analgésica es selectiva, es decir, no afecta a las demás percepciones, como el frío el calor o las sensaciones táctiles. 147

“La mayoría de los neurocientíficos creen actualmente que todo aprendizaje implica, o bien el establecimiento de nuevas redes neuronales, o bien la conexión de nuevas entradas para las redes existentes... Cuando se aprende algo, en el cerebro se crea una red neuronal. La repetición de ésta información o experiencia puede reforzar la red. Cuando se tiene una experiencia diferente, pero relacionada con la red original, automáticamente el cerebro ‘reescribe’ el archivo para tomar en cuenta la nueva entrada. De este modo la red original es sustituida por un conjunto nuevo y más inclusivo de sendas nuevas”, Michael J. McCarthy. Las neuronas no son simples cables conductores, son más bien potentes ordenadores conectados en serie, cada una de las cuales puede realizar millones de funciones diarias; y las partes del encéfalo son mucho más que entes individuales con su propia personalidad, son miembros de un equipo, de una orquesta, perfectamente conjuntada. Cuando hay armonía interior todo fluye y las partes del encéfalo colaboran.

El cerebro extendido. Hasta hace poco se han considerado las emociones y pensamientos como algo exclusivamente mental, pero las investigaciones y experimentos psicológicos muestran que abarcan todo el organismo, aspecto que hoy en día casi nadie pone en duda. Tanto los sanitarios y biólogos como los psicólogos y filósofos actuales están acostumbrados a separar la mente del cuerpo, a considerarlos como fenómenos independientes. Sin embargo la interacción cuerpo-mente ha sido a lo largo de la historia algo más que una intuición; diversos científicos de todos los tiempos han afirmado que los estados mentales influyen en la salud del cuerpo, y viceversa. La ciencia actual está demostrando, cada vez con más fuerza, que la separación mentecuerpo es insostenible. Lo que solemos denominar mente racional, el cálculo, la atención consciente, las creencias, las relaciones y el lenguaje, parece estar relacionado con la corteza cerebral. El neocórtex es capaz de generar expectativas y objetivos. Los sentimientos activan otra parte del encéfalo denominada mesencéfalo o sistema límbico. Esta mente emocional controla los sistemas cardiorrespiratorio (frecuencia respiratoria y cardiaca, presión arterial…), digestivo (apetito, enzimas digestivas…), hormonal (sueño, sexualidad…), el sistema inmunitario 148

y la homeostasis. Cuando hay estrés importante, como en los eventos traumáticos, hay una desconexión del córtex anterior (la parte más desarrollada del cerebro cognitivo), causada por la adrenalina, y pierde su capacidad de generar un comportamiento racional; por eso cuando nuestras emociones son muy intensas el cerebro emocional se impone al cognitivo: el corazón late a toda velocidad, se hace un nudo en el estómago, temblor, sudor... la mente se queda en blanco, sin poder pensar. A su vez el control exagerado de las emociones puede acabar con la supresión de las llamadas de socorro emocional y la sensibilidad; como ocurre con los niños que ahogan sus emociones, su llanto, porque han aprendido, racionalmente, que los chicos no lloran. Debido a los procesos físicos que los sentimientos desencadenan, el cerebro límbico parece relacionado con la mente corporal; por eso muchos terapeutas utilizan la respiración y otros procesos físicos para acceder a los problemas emocionales, en los que el lenguaje apenas tiene efectividad. Si tratamos de controlar racionalmente el llanto, la rabia, el miedo o los instintos, lo que hacemos es querer gobernar con el neocórtex funciones que son límbicas, lo cual genera problemas físicos (somatizaciones: infecciones, erupciones cutáneas, HTA, fatiga, etc.). En los años 1.940 los científicos empezaron a hablar de enfermedades psicosomáticas (como la artritis reumatoidea, el lupus eritematoso sistémico o el herpes), y a sugerir que el bienestar mental podía afectar a la vulnerabilidad corporal. En los cincuenta y sesenta la investigación concluía que el estrés puede afectar tanto a la inmunidad humoral como celular; diversos experimentos probaron la conexión mente-cuerpo, como por ejemplo el de Solomon, Levine y Kraft, que demostró que las experiencias de la infancia podían influir en la respuesta inmune de la adultez. En 1.973 la doctora Candace Pert descubrió un receptor opiáceo en las células del cerebro (dando origen al estudio de las endorfinas). Un famoso experimento de R. Ader y N. Cohen, en 1.975, probó la interacción entre la acción de un placebo (creencia de una persona de que se le aplica un remedio curativo sin que así sea) y la respuesta inmunológica5. Es decir probaron la conexión entre la mente (las creencias) y el sistema inmune. En la década de 1.980 el sistema inmunitario dejó de considerarse un mecanismo automático, aislado y simple6. Según el mapa del sistema inmunitario que manejaba la ciencia, parecía que éste sistema tenía vida propia, que funcionaba solo, independientemente de la vida psicoemocional de la persona. En las tres últimas 149

décadas, sobre todo en la última, nuevas investigaciones e hipótesis han variado radicalmente este mapa, mostrando que las características personales, experiencia, emociones, conceptos y creencias son decisivos para el funcionamiento de los sistemas inmunitario, nervioso y endocrino. “Los glóbulos blancos son partes del cerebro que flotan por el cuerpo”… “No soy ya capaz de establecer una clara distinción entre el cerebro y el resto del cuerpo”, Candace Pert, 1.989. En esta década Pert y su equipo descubrieron que los péptidos7 son unos mensajeros moleculares de información que intercomunican el sistema neuronal, el endocrino, el inmunológico, etc., haciendo de éstos una red de un único sistema estrechamente relacionado con las ideas y las emociones. También el sistema digestivo es muy rico en péptidos, lo que no debiera extrañarnos, ya que muchas emociones las sentimos en las tripas; el intestino y la flora intestinal son también muy importantes en la respuesta inmunológica. Los péptidos son los transmisores bioquímicos de las emociones. “…los péptidos sirven para unir a los órganos y sistemas del cuerpo en un solo tejido que reacciona a los cambios medioambientales tanto internos como externos con respuestas complejas, sutilmente orquestadas. Los péptidos son las partituras que contienen las notas, frases y ritmos que le permiten a la orquesta –tu cuerpo– tocar como una entidad integrada. Y la música que resulta son el tono o sentimientos que experimentas subjetivamente como tus emociones”, C. Pert. La respuesta neurológica al miedo a un examen, por ejemplo, sería: La señal-información (el pensamiento de que no puedo) desencadena una emoción (miedo, ansiedad) y activa el Sistema Nervioso Autónomo; éste transmite la información a los nervios periféricos; los nervios periféricos a las glándulas suprarrenales, que liberan adrenalina en el torrente sanguíneo8. La mente (el pensamiento) ha creado materia (adrenalina). Diversas sustancias orgánicas9 que influyen en la actividad inmunitaria, afectan además al sistema neuronal. Actualmente se sabe que en el bazo y el timo, órganos en los que se forman células inmunitarias, hay terminaciones nerviosas del Sistema Nervioso Autónomo relacionadas con agrupaciones de linfocitos; aún se está investigando la función de esta relación. También sabemos que los leucocitos pueden fabricar todos los péptidos del organismo, incluidos los que genera el sistema nervioso10 y todos los receptores para dichos péptidos. 150

En el paradigma normal actual cuando un anticuerpo conecta químicamente con una célula es para destruirla. La investigación, sin embargo ha descubierto que cada anticuerpo de nuestro organismo se comunica con todas las demás células. "El sistema inmunitario sirve como órgano sensorial para estímulos no reconocidos por el sistema sensorial clásico", Blalock, 1.984. Esta interrelación forma una red inmunológica con capacidad para distinguir entre las células amigas y las enemigas, es decir con inteligencia para autoconocerse. “Desde la nueva visión… la función principal del sistema inmunológico no es la respuesta a los desafíos exteriores, sino su propia relación interna”… “Varela y sus colegas argumentan que el sistema inmunológico debe ser entendido como una red cognitiva autónoma, responsable de la ‘identidad molecular’ del cuerpo. Interactuando entre sí y con las demás células del cuerpo, los linfocitos regulan constantemente el número de células y sus perfiles moleculares.”, F. Capra. Esta nueva visión del sistema inmunológico como organizador de la estructura celular tiene una variante especial, en la teoría de los microbios amigos, que veremos más adelante.

Al pensar y sentir creamos materia, moléculas. Todas estas investigaciones hacen surgir la psiconeuroinmunología (PNI), nombre, acuñado por R. Ader en los años setenta (también conocida por psiconeuroinmunoendocrinología). La PNI “ha sido definida como el campo que estudia las relaciones bidireccionales entre la conducta, el cerebro, el sistema inmune (Ader, Felten y Cohen, 1.990) y sus consecuencias clínicas (Solomon, 1.998)”, Sandra M. Camelo Roa, 2.00511. Es una disciplina científica que ha aportado evidencia sobre la interacción entre el sistema nervioso (central y autónomo), el sistema endocrino y el sistema inmune12; esto parece influir en el condicionamiento de la respuesta inmune, en las lesiones cerebrales, el estrés y las emociones, creando una nueva concepción de la relación entre la mente y el cuerpo. La PNI estudia también la importancia de las emociones en esta comunicación y sus implicaciones para la salud. “El cuerpo puede y debe ser curado a través de la mente, y la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo”, Candace Pert. Los péptidos son los principales mensajeros químicos de la conexión mente-cuerpo; son responsables del 95% de las conexiones químicas, de nuestro organismo. Cada pensamiento o emoción parece 151

generar sustancias orgánicas particulares, como si fueran una firma química, que activan la célula para generar determinadas proteínas. El sistema endocrino, gracias a los péptidos, participa en la regulación de la información. Transmite sus señales químicas por el torrente sanguíneo, desde las glándulas endocrinas13. También está demostrado el condicionamiento de la respuesta inmune al efecto placebo, y que algunas moléculas14 participan tanto en el aprendizaje como en el proceso de crecimiento, división y maduración de las células linfoides. “Las emociones son el contenido informacional, que es intercambiado vía la red psicosomática, con los órganos, células y sistemas que participan en el proceso. Así es como la información, las emociones, viajan en dos realidades: la de la mente y el cuerpo, como péptido y receptores en la realidad física y como sentimientos y emociones en el plano no material”. “…lo que pensamos tiene una enorme influencia sobre nuestra salud. La mente, las ideas y las emociones afectan a nuestras moléculas, a nuestra salud física, mucho más de lo que se creía”, C. Pert. Antes se creía que todos los impulsos nerviosos eran transmitidos por los neurotransmisores de las sinapsis. Actualmente parece que la importancia de las sinapsis se da principalmente en el sistema motor, y que el resto de la información emitida por las neuronas viaja a cualquier parte del cuerpo a través de los péptidos. Por otra parte se sabe que el sistema límbico, especialmente implicado en la inteligencia emocional es muy rico en péptidos. Las creencias, las emociones y la percepción interior del estrés parecen ser más importantes para producir o evitar una enfermedad que las incidencias estresantes exteriores. Por otra parte la relajación y el ejercicio generan las sustancias bioquímicas neurotransmisoras denominadas endorfinas, que permanecen en el cuerpo más de dos horas después del ejercicio, la relajación o las actividades creativas. Antes se creía que las endorfinas eran producidas en el cerebro exclusivamente, pero también las producen las células inmunológicas y otras células15. Las emociones desencadenan cambios neuronales capaces de provocar enfermedades; a su vez la debilidad del sistema inmune está estrechamente relacionada con el sistema nervioso. El estrés crónico, por ejemplo, es un factor psicológico que se traduce en cambios neurológicos que influyen directamente en el rendimiento inmunológico. El estudio de la relación entre los diversos sistemas del cuerpo parece no solo abrir una nueva puerta para el bienestar de las 152

personas y el alivio de la enfermedad, sino que también cambia el propio concepto de persona dominante hasta ahora. La persona está pasando de ser considerada un ser con cuerpo y mente separados a ser una única entidad psicosomática inseparable física y mentalmente, de ser un organismo cerrado a ser un sistema abierto a la información mental-emocional del entorno.

El sistema nervioso dual. Aunque se suele pensar en el encéfalo como un conjunto de miles de millones de neuronas, las células perineurales son mucho más numerosas que las neuronas. Entre estas células destacan las células gliales en el cerebro y médula espinal, y las células de Schwann, cubriendo los nervios periféricos. Algunos investigadores opinan que son las células perineurales las que generan la electricidad de corriente continua (CC). A través de las células nerviosas pasa continuamente energía con señales eléctricas. Esta energía aumenta cuando hacemos algo como razonar, mirar, oír, movernos, oler, o sentir. ¿Dónde y como se crean estas señales? ¿De dónde sale la energía necesaria para trasladar estas señales? La explicación común actualmente es que esta energía viene de la oxidación de la glucosa, y que cuando nuestro sistema nervioso consume más energía, también necesita más riego sanguíneo y más oxígeno. Los vasos sanguíneos y las neuronas no están en contacto directo, por lo que no pueden liberar directamente en las neuronas la glucosa y el oxígeno; de esta labor parecen ocuparse las células perineurales16, que se encuentran entre las neuronas y los capilares, desempeñando un papel importante en la transmisión neuronal y en las reconexiones sinápticas. Las investigaciones informan de que la comunicación se produce en forma de ondas, mediante vibraciones que se expanden en red, en todas las direcciones, no linealmente. Es decir, la conexión entre dos neuronas que se comunican entre sí, también activa otras células nerviosas próximas a ellas, aunque no estén directamente unidas a las primeras. Robert O. Becker (investigador del sistema de meridianos y señales eléctricas producidas por las lesiones corporales) demostró que las corrientes presentes en el cerebro eran, como en el caso de los nervios periféricos, semiconductivas17: “Las células perineurales transmiten las señales eléctricas que causan la curación de las 153

fracturas”; son un sistema analógico primigenio de control y transmisión de datos, precursor de las células nerviosas. Esta transmisión eléctrica controla la actividad y la forma de las células del cuerpo, incluidas las neuronas. Es decir, que el encéfalo parece poseer un campo magnético de CC que activa eléctricamente el sistema de impulsos nerviosos para organizar el organismo y sus procesos18. Becker, en 1.985, mostró (en salamandras y otros animales) que una corriente de lesión puede impulsar aumentos de voltaje en un muñón de un miembro amputado, lo cual propicia la aparición del nuevo miembro; además, investigando los campos electromagnéticos del organismo, halló cargas eléctricas en los puntos que usa la acupuntura. Atribuía a los organismos capacidad de captar la información del campo geomagnético y creía que esta capacidad estaba relacionada con el sistema de CC. Predijo (ante las risas incrédulas de la audiencia) que el campo magnético de la CC del encéfalo sería medido cuando hubiera un magnetómetro suficientemente sensible. Esta medición es posible actualmente gracias al MEG o magnetoencefalograma, que detecta los campos magnéticos cerebra-les (unos mil millones más débil que el campo geomagnético). El magnetismo, según venimos viendo, parece tener una gran importancia en el orden y funcionamiento orgánico. También la glándula pineal humana puede detectar los cambios del campo geomagnético y ello influye en la secreción de melatonina y en el sistema inmunitario humano. Todo esto viene a confirmar que el campo magnético de la Tierra informa e influye en cierta forma en los organismos de la biosfera. Una anomalía no resuelta del actual modelo neurológico es el desconocimiento de por qué la materia blanca (células gliales) es diez veces más abundante que la materia gris (neuronas) del cerebro. Becker y otros científicos, apuntan con sus teorías a un sistema nervioso dual, formado por un sistema analógico básico, muy sensible a los campos magnéticos y otro sistema digital de impulsos nerviosos neuronales, que depende del primero; una hipótesis que podría explicar esta anomalía. Todo esto hace cada día más patente que el encéfalo, y el sistema nervioso en general, está organizado sinérgicamente para realizar complejos procesos que son dirigidos por vibraciones coherentes informativas; vibraciones armónicas que van más allá del sistema nervioso conocido y más allá del organismo.

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Circuitos neurológicos. En contra de lo que se creía hasta hace poco, las investigaciones muestran que nuestro cuerpo sigue creando células nerviosas y enlaces neuronales a lo largo de toda la vida19. Esta regeneración se denomina neurogénesis. Los estudios vienen a decir que cada vez que prestamos atención, percibimos o imaginamos nueva información (tomamos decisiones innovadoras, ideas o fantasías), creamos nuevas conexiones, nuevos circuitos neuronales de corrientes electromagnéticas; así al observar una cara desconocida, por ejemplo, se crean nuevas conexiones entre neuronas20. Según el neuropsicólogo Donald Hebbs las interrelaciones funcionan por una Ley de Asociación: las neuronas que se activan juntas se estructuran juntas; es decir las conexiones sinápticas y los cambios químicos que se producen en ellas, se van reforzando con la repetición, haciendo cada vez más fácil su conexión. Las ideas y emociones repetidas desarrollan receptores celulares que nos hacen adictos a sus señales químicas; el prestar atención repetidamente a determinada información facilita que ésta se integre, se haga duradera. Así se van tejiendo circuitos que acaban formando una red en la que cada nueva relación se basa en las ya establecidas. Estas relaciones no solo conectan células, sino también contenidos mentales, pensamientos y emociones; es lo que ocurre cuando al percibir una palabra o una nota musical nos ponemos a tatarear una canción entera, sin siquiera ser conscientes de ello: una parte del circuito ha activado todo el circuito. La forma energética, física y química de nuestro encéfalo depende de nuestras creencias y emociones, siguiendo esta secuencia: conciencia → emoción → energía electromagnética → procesos biológico-químicos → estructuración fisiocelular → estructuración orgánica. “… Había péptidos tales como las endorfinas, por ejemplo, que se fabricaban en el interior de las células mucho antes de que existieran las dendritas, los axones e incluso las neuronas, de hecho, antes de que existieran los cerebros”, Candace Pert. Es decir, nuestras ideas y decisiones dan forma a nuestros procesos orgánicos. Esta es una hipótesis revolucionaria que pone la responsabilidad de nuestra vida en nuestras manos, no en incontrolables factores externos, ni en el azar. Esto podría parecer magia, pero la ciencia conoce de sobra las alteraciones naturales de la materia, incluso repentinas y radicales21. Todo ello nos da confianza en el poder de nuestra mente para, en cualquier momento, planear nuestra vida de forma feliz y permanente. 155

Diversos experimentos confirman esta hipótesis22. Así, si estamos enganchados al tabaco, los dulces o el miedo (adrenalina), en realidad estamos enganchados a estas sustancias químicas liberadas que generan dependencia; se produce un desequilibrio entre lo que el cuerpo dice -respondiendo al circuito ya generado- y el pensamiento de desengancharse. El entorno familiar, profesional y las vivencias, desde la infancia, nos provocan experiencias emocionales individuales, las cuales influyen en las cualidades de la personalidad y en el tipo de redes neuronales que desarrollamos. Es decir, nuestra personalidad y nuestras redes neurológicas se forman por la innovación y se refuerzan con la experiencia; sobre todo en la infancia, aunque no exclusivamente, cuando las percepciones, ideas, emociones y circuitos son nuevos. Podemos decir que la conexión mente cuerpo funciona así: cuando nuestra atención se enfoca23 la señal-estímulo informativa genera un pensamiento o emoción que activa las redes neuronales y el hipotálamo. Éste genera péptidos, que alteran la actividad celular, su producción de proteínas, de ADN y de receptores específicos en los tejidos (piel, músculos, huesos, enzimas digestivas…). Las señales repetidas generan circuitos de actividad celular estables, a los que se puede denominar memoria celular. En un experimento ruso24, dieron sacarina mezclada con un inmunosupresor a unos ratones, cuando se habituaron a ello retiraron el inmunosupresor y comprobaron que la sacarina por sí sola los seguía enfermando y matando, su memoria celular llegaba a matarlos.

Neurología cuántica. La búsqueda de la forma de conexión cuerpo-mente se está haciendo cada vez más apasionante y su comprensión está más cercana, gracias a la aplicación de los descubrimientos científicos del último siglo, sobre todo de la física subatómica. En los años veinte del siglo pasado el ruso Alexander Gurwitsch, descubrió la radiación mitogenética celular, emitida por gérmenes de cebolla, posteriormente denominada bioluminiscencia ultradébil. En esta época, también, hicieron sus investigaciones Lakhovsky y Elmer Lund, el primero usó ondas electromagnéticas aplicadas a la biología y demostró que las células vivas son transmisores-receptores de frecuencias de radio ultra cortas, y el 156

segundo descubrió (experimentando con hidras) que una corriente eléctrica más fuerte que la del organismo, puede hacer crecer una cabeza allí donde debiera estar la cola. Albert Szent-Györgyi, también ruso, premio Nobel en 1.937 por descubrir la vitamina C, creía que las moléculas son demasiado lentas para explicar la conexión celular. Propuso la propiedad semiconductora de las proteínas, como transmisora de la información celular25. Actualmente se sabe que las moléculas de la matriz viviente “no tienen que tocarse entre sí para interactuar”, Szent-Györgyi, 1.988; éste pensaba que el espacio intermolecular facilita que la comunicación electromagnética se expanda por el organismo. Las moléculas así pueden vibrar de forma conjunta y coherente adoptando cualidades del condensado Bose-Einstein, incluida la no-localidad. “Estoy convencido de que nunca conseguiremos comprender la esencia de la vida si nos limitamos a buscar explicaciones en el nivel molecular… Hay una sutileza de reacciones biológicas que vienen determinadas por la movilidad de los electrones, y que sólo se pueden explicar desde las posiciones de la mecánica cuántica” Albert SzentGyörgyi. En los años cuarenta, Harold S. Burr descubrió que el campo eléctrico que rodea a las salamandras tiene forma de salamandra adulta, incluso en el óvulo no fertilizado; también halló que estos campos eléctricos existen alrededor de todo tipo de organismos, incluidos los seres humanos. En los años cincuenta Herbert Fröhlich, de la Universidad de Liverpool, mostró que una vibración colectiva hace que las proteínas celulares se comuniquen y se coordinen de forma sincronizada en ciertas frecuencias de onda, ahora llamadas frecuencias Fröhlich26. En 1.975 Fröhlich demostró que a esa frecuencia las moléculas vibran con la mayor de las coherencias conocidas, como un condensado Bose-Einstein. El biofísico alemán Fritz Albert Popp demostró que los tejidos vivos absorben y emiten luz que posibilita la comunicación celular27, capaz de transportar información simultánea a todo el organismo. Popp creía que estos biofotones, podían ser la respuesta a la morfogénesis, la coordinación y comunicación celular, cuya gran eficacia era una anomalía carente de explicación. Los seres humanos emitimos diez fotones/cm2/segundo en el rango de la luz visible; la luz en las personas sanas sigue ritmos biológicos y en las personas enfermas pierde el ritmo y la coherencia. Popp mostró que la degeneración corporal y la fotorreparación (fenómeno científico plenamente aceptado, que regenera la célula con 157

luz) se dan en la longitud de onda de 380 nanómetros. También sabemos hoy en día que el potencial eléctrico de las células sanas es de unos 90 milivoltios, de las inflamadas de unos 120 y de las degenerativas de unos 30. Los desequilibrios en el sistema incrementan la producción de fotones. Popp empezó a pensar que la emisión de biofotones es una compensación que los seres vivos crean para equilibrarse con las fluctuaciones del Campo Punto Cero. Creía que cada molécula tiene una rúbrica vibratoria particular que constituye su forma de comunicarse con el entorno, de la misma forma que dos diapasones vibran transmitiéndose una frecuencia determinada. La salud se daría, pues, en condiciones de armonía (coherencia ondular), y la enfermedad en desorden, incoherencia, rigidez e incomunicación. Así, Popp opina que la calidad de la comida es mejor cuanto mayor sea su aporte de luz, que los productos homeopáticos aportan coherencia vibratoria para recuperar la salud y que los meridianos de acupuntura son una especie de mapa transmisor de ciertas frecuencias. En resumen, para Popp, los biofotones, son una luz ultra débil que emiten las células vivas, con patrones ondulatorios particulares, que usan para comunicarse entre sí y para transmitir información. En los sistemas vivos la relación entre el campo fotónico y la materia bioquímica es inseparable, sin esta relación no se puede entender las reacciones orgánicas, pues son las ondas electromagnéticas las que estimulan los elementos que desencadenan las reacciones químicas. Estos científicos punteros, en sus inicios, fueron incomprendidos o directamente ridiculizados, pues el paradigma científico del momento impide a las mentes estrechas ahondar en las investigaciones. Actualmente son muchos los científicos que creen que la vibración electromagnética regula los procesos del organismo, los genéticos incluidos.

La tubulina: ¿La nueva unidad neurológica? Como ya hemos visto, los microtúbulos28 son filamentos del citoesqueleto celular, estructuras proteínicas con forma de tubo, presentes en todas las células eucariotas y son muy abundantes en las neuronas. Parecen ser excelentes conductores y generadores piezoeléctricos (crean campos eléctricos al comprimirse o estirarse), con capacidad de captar las señales de información del entorno y reestructurarse dependiendo de esa información. Cada microtúbulo 158

tiene subunidades llamadas tubulinas. “El tejido conectivo y los citoesqueletos, juntos, forman un continuo estructural, funcional y energético que se extienden hasta cada rincón y recoveco del cuerpo, incluso hasta el núcleo de la célula y el material genético. Todas las formas de energía se generan, se conducen, se interpretan y se convierten rápidamente de una en otra dentro de esa matriz viviente. Ninguna parte del organismo está separada de esta matriz”, Oschman, 2003. Esta matriz conectiva podría actuar como los diapasones cuánticos del cerebro, que captan las ondas del campo cósmico, las procesa y las vuelve a emitir, con su firma particular. Stuart Hameroff, anestesiologo y profesor de la Universidad de Arizona, investigador del papel de los microtúbulos del citoesqueleto neuronal, descubrió que las complejas operaciones de los microtúbulos podían ser capaces de procesar la información del organismo. Hameroff, corroboró (1.987) que el cerebro puede emplear la mecánica cuántica para funcionar y que las células vivas pueden captar y emitir fotones. En sus experimentos con seres vivos comprobó que los microtúbulos vibran coherentemente y son buenos conductores de estas vibraciones; se dio cuenta de que eran idóneos para la intercomunicación ondulatoria a través de toda la matriz viviente, facilitando la transmisión de las ondas por el interior celular sin perder energía. De este modo las tubulinas podrían considerarse una nueva unidad funcional básica del procesamiento de la información, sustituyendo la unidad neurológica básica que Ramón y Cajal propuso hace más de un siglo: la neurona. Roger Penrose, basándose en el teorema de incompletitud de Gödel, argumenta que la mente tiene cualidades espontáneas inexplicables por procesos algorítmicos y que el cerebro realiza complejos procesos, como la creatividad y la intuición, que pueden estar conectados con la geometría fundamental del espacio. Estos procesos aún no son demostrables, pues no pueden ser aclarados o igualados por ninguna máquina artificial o sistema de algoritmos (“los procesos secuenciados de los ordenadores nunca podrán comprender la mente del ser humano”), lo cual está en contra de la teoría mecánica de la Inteligencia Artificial, hoy mayoritaria. Los saltos intuitivos instantáneos, que parecen superar el tiempo-espacio y la mente racional, son muy parecidos a los saltos cuánticos, que transforman la superposición de muchas posibilidades virtuales en un ente material: el colapso de la función onda. Penrose piensa que la estructura espiral de los microtúbulos podría albergar un sistema orgánico de información con base cuántica que fuera la 159

conexión de conciencia y materia. El físico y matemático inglés cree que la gravedad cuántica juega un papel importante para completar este modelo de transmisión mente-cuerpo29. Los físicos todavía no tienen una teoría para explicar como se produce la transición instantánea desde el indeterminismo cuántico a la concreción clásica; es decir, desconocen la causa física que determina el colapso de la función onda: qué hace que de las innumerables posibilidades se realice una concreta; saben que el fenómeno se produce, pero no cómo. Pues bien, la red de microtúbulos posee las cualidades matemá-ticas precisas para ser la sede de la unión cuerpo mente y está presente en todas las células, incluso en los paramecios que carecen de neuronas30. Las teorías de R. Penrose y S. Hameroff unidas vienen a dar un nuevo marco teórico para entender el funcionamiento de la mente. Entre ambos formularon la hipótesis de que los microtúbulos pueden ser el buscado nexo entre el cuerpo y la conciencia, el elemento capaz de colapsar las vibraciones de información cuántica y traducirlas en aspectos físicos reconocibles (del mismo modo que los sentimientos-ideas se convierten en emocioneshormonas). El modelo de Penrose y Hameroff, supone que los microtúbulos y las tubulinas, mantienen un espacio interior (en el cual los fotones coherentes creados por la superconductividad son capaces de penetrar) y facilitan la coherencia cuántica. Ésta parece darse en las neuronas31 cuando la función de onda cuántica se colapsa (a este colapso lo denominan reducción objetiva orquestada). Además los microtúbulos y tubulinas parecen contener en su interior agua viva citoplasmática que haría posible la supercoherencia cuántica a temperatura ambiente32: el estado de la materia denominado Condensado Bose-Einstein. Las propiedades del agua viva parecen cualificarla para captar y fijar la energía informativa del pensamiento y las emociones del observador, haciendo que las múltiples posibilidades, colapsen, en una única realidad. Este modelo podría explicar el salto repentino que supone la intuición científica o artística, al estar relacionado con el colapso repentino de la función onda. Las tubulinas tienen dos formas superpuestas, cada una de las cuales puede ser considerada un bit cuántico biológico. La información a través de las tubulinas se propaga un millón de veces más rápido que las señales neuronales. La interacción de las tubulinas genera tal cantidad de comunicaciones que dejaría pequeño a un computador cuántico. Las ondas electromagnéticas hacen que partículas, átomos y moléculas vayan aumentando su energía, haciéndose 160

coherentes en su interior y causando la denominada Reducción Objetiva Orquestada (Orch OR). Así los microtúbulos, en su conjunto, formarían un amplia red de bits capaces de procesar la información EM y volverla coherente. Las tubulinas tienen una disposición de transmisión de información en series de Fibonacci, la misma geometría que las espirales logarítmicas de las galaxias, de los caracoles o de los girasoles. Esta disposición fractal dota de máxima eficacia a la estructura33. La hipótesis de Hameroff-Penrose, que de momento no está confirmada experimentalmente, supone un gran paso hacia la explicación de como los estados de conciencia se transforman en biología. Es un intento de incorporar la mente al mundo físico, una tarea que no puede demorarse por más tiempo. “Una visión científica del mundo que no acepte el problema de la mente consciente no puede pretender seriamente ofrecer una visión completa. La conciencia es parte de nuestro universo, de manera que cualquier teoría física que no le dé el lugar que le corresponde se quedará corta en el momento de proporcionar una descripción genuina del mundo”, Roger Penrose, en su libro Las sombras de la mente, 1.994.

El cerebro de las células no está en su núcleo. ¿Dónde esta el cerebro de la célula? Hasta ahora se creía que en el núcleo, pero las bacterias, que no poseen núcleo ni otras organelas, realizan sus procesos con un orden perfecto. El biólogo Bruce Liptón demostró que el ADN no es el cerebro de la célula, en experimentos en los que eliminó su núcleo. Esto debía suponer, según la teoría determinista, que al eliminar al director, la orquesta dejaría de funcionar, que la célula debería morir. Pero las células enucleadas viven hasta dos meses, manteniendo su armonía interior (se mueven, respiran, digieren, excretan, etc.) y exterior (se comunican con el entorno), como las bacterias, que tienen únicamente membrana y citoplasma. Sin embargo cuando eliminaba su membrana (o las proteínas receptoras o efectoras de ésta), la célula moría inmediatamente. Esta es otra importante anomalía en el paradigma de la supremacía del ADN (junto a la falta de un gen para cada proteína, y la demostración matemática de que la evolución por azar es prácticamente imposible). “El verdadero secreto de la vida no se 161

encuentra en la famosa doble hélice. …reside en comprender los sencillos y elegantes mecanismos biológicos de la membrana mágica… mediante los cuales tu cuerpo convierte señales ambientales en diferentes comportamientos”, Lipton. El núcleo y el ADN son como moldes de hacer ladrillos (proteínas), códigos informativos que se pueden desechar una vez construida la casa. Si bien los ladrillos rotos necesitan ser reemplazados, los ladrillos no diseñan la casa ni la mantienen en funcionamiento. Los genes son conformados, guiados y cambiados por la información adquirida en el campo. Según Lipton la membrana34 ha sido, y es, infravalorada, pues su delgadez y su sencillez estructural ocultan a los científicos su complejidad funcional. “La única estructura celular organizada que puede ser considerada como candidato a cerebro de la célula procariota es la membrana… la membrana está presente en toda forma de vida inteligente”, Lipton. Los aminoácidos y partículas de las moléculas son componentes cargados eléctricamente, que vibran y forman campos electromagnéticos, capaces de transmitir y recibir vibraciones del entorno, causando cambios en su constitución y en sus interacciones. James L. Oschman lo explica así: “Una soprano puede romper una copa de cristal cuando canta una nota alta que coincide con la frecuencia natural de la copa. Los átomos en la copa vibran con tanta fuerza que no pueden mantenerse juntos, y entonces ésta se rompe. Lo mismo sucede con la molécula…”. Hasta hace poco se creía que sólo las moléculas eran capaces de interactuar con la célula y cambiar su composición, sin embargo las señales vibratorias ambientales (como las generadas por los pensamientos y emociones) cambian la carga eléctrica de la proteína, cambiando su forma. La materia y la energía informativa están estrechamente unidas: actualmente está aceptado por los neurocientíficos (como Robert Sapolsky, de la Universidad de Stanford) que el aumento de las conexiones neuronales están influidos por los estímulos externos, por nuestra actividad mental, lo mismo que los músculos se desarrollan por la actividad física. Pero no captamos cualquier estímulo externo (cualquier señal informativa), sino la información que estamos programados para recibir, “una abeja se embelesa con los olores y los ultravioletas, un elefante con los infrasonidos y un bebé con las caricias y los fonemas…”, Boris Cyrulnik; captamos aquello que tiene que ver con nuestra supervivencia o con la costumbre de captar: un pintor capta los colores, un músico los sonidos. 162

Dicho de otra forma: nuestro estado físico es ordenado por nuestra forma de pensar y de sentir. También está plenamente aceptado que las emociones, a su vez, son un fenómeno mental puro, es decir que son generadas por estímulos mentales, independientemente de que estén originadas por sucesos imaginados o por la interpretación de hechos reales. Lo percibido depende de las emociones y de la creencia del observador (por ejemplo, confundir una cuerda con una serpiente desencadena la misma emoción que la serpiente misma); el pensamiento o la creencia pueden cambiar la materia, las moléculas, los genes incluidos. “El cerebro llega a ser así consecuencia de un estado de ánimo, con tanta seguridad como que éste último puede ser la consecuencia del cerebro: un aislamiento afectivo apaga los dos lóbulos prefrontales tan fatalmente como una alteración orgánica de estos dos lóbulos apaga todo el estado de ánimo”, Cyrulnik, 2006. Las proteínas efectoras pueden enviar señales que activen genes. “A diferencia de lo que se creía antes, los genes no controlan su propia actividad. Son las proteínas efectoras de membrana… las que de verdad regulan la ‘lectura’ de los genes… las funciones celulares son generadas principalmente por la interacción de la célula con el entorno, y no por su código genético… La función de la membrana de actuar de ‘forma inteligente’ con su entorno para generar una respuesta, la convierte en el verdadero cerebro de la célula”, Lipton. Es decir, los receptores captan las nuevas señales ambientales y activan la célula para crear nuevas unidades de percepción y emisión; nuevos genes que posibilitan su supervivencia, adaptación y evolución. Las que hasta hace poco se creían mutaciones al azar son aceptadas hoy como mutaciones que adaptan las células al ambiente. Todos estos conceptos me parecen tan importantes, que no me resisto a transmitir, de nuevo, las palabras originales de Lipton: “‘La membrana es un cristal líquido semiconductor con entradas y canales’… y ‘Un chip es un cristal líquido semiconductor con entradas y canales’…me dejó perplejo que un chip y la membrana celular compartiesen la misma definición técnica…”. “La primera idea fundamental que se deduce a partir de ello es que los ordenadores y las células son ‘programables’. La segunda es que el programador se encuentra fuera del ordenador y también de la célula…. La información procedente del entorno, que es lo que se descarga al interior de la célula”. “A mi me enseñaron una biología cuyo centro era el núcleo del mismo modo que a Copérnico le 163

enseñaron una astronomía cuyo dentro era la Tierra”… “fue todo un impacto descubrir que el núcleo que contiene los genes no programa la célula”, Lipton. No son las proteínas receptoras sino la señal vibracional que las activa lo que determina qué o quien somos. Los receptores de televisión son parecidos a la célula: la antena que recibe la emisión no determina la identidad de lo recibido35. Las investigaciones (de Benveniste, Sodi Pallarés y otros) han demostrado que los campos electromagnéticos pulsantes pueden regular las funciones celulares, incluida la síntesis de proteínas (ADN, ARN…), la división y diferenciación celular, la forma y la programación neuroendocrina. Es decir, la biología puede ser dirigida por energía no material, EM, como la de los pensamientos. Otro hecho que cuestiona que el cerebro sea la base física de nuestra identidad humana (a favor de las ondas EM) es el descubrimiento del neurólogo John Lorber36 sobre uno de sus alumnos de la Universidad de Sheffield: tenía un coeficiente intelectual de 126, careciendo prácticamente de cerebro (con un 2-3% de neocortex) a causa de una hidrocefalia. Estos fenómenos encajan perfectamente con la teoría del Campo A, cuyas ondas informativas serían las que producen las señales percibidas. Las células captan la información del campo, la procesan y emiten la respuesta (acción-comportamiento y/o estructurarasgos) que armoniza con dicha información. Dicho de otra forma: la organización (programa) de la vida es un intercambio de información y energía en un lenguaje (código) entendible, capaz crear y mantener a los seres vivos.

La célula consciente. Hay que recordar que los bits son datos en su forma más elemental. Las percepciones exteriores parecen transformarse en bits de información interior37, como ocurre en un ordenador, la información que entra es percibida, con los programas predeterminados instalados dentro, pero “no hay información sin una predeterminación de la información”, no hay programa sin un programador, siempre debe haber un observador previo, una conciencia previa. Lo que antes llamábamos objetividad (y ahora realidad intersubjetiva o consensuada) es una reducción de la variabilidad en la interferencia entre las diversas posibilidades subjetivas; o dicho de 164

otra forma, la objetividad es un aumento de la coherencia (por contagio ondulatorio) en lo percibido por muchos observadores. La información es captada por la célula, que responde activando su biología. Es decir, la información que transmitimos a nuestro cuerpo es la que le da forma. Puesto que podemos elegir la información que captamos (como podemos elegir la frecuencia de radio que sintonizamos), esto cambia radicalmente el concepto determinista de que el ser humano es víctima pasiva de la herencia y la evolución; abre nuevas perspectivas para la vida y aporta esperanza a las personas. “Una forma de ver el cambio de paradigma es a través de la unión de la física quántica y la biología. Cuando las unimos, nos damos cuenta de que los cuerpos y los órganos no son independientes. Existe una conexión entre los seres humanos en la que se basan la medicina holística y la espiritualidad. Se trata de estudiar científicamente la conexión que nos une. Actualmente no podemos enunciar una ecuación que la defina, pero es evidente que lo que pensamos afecta a lo que sucede, y que lo que hace una persona en un lugar incide sobre otras personas en otros lugares. Las emociones no son sólo unas moléculas físicas del organismo, sino una vibración, una energía que influye sobre el mundo. De hecho, creo que las emociones son un puente no sólo entre la mente y el cuerpo, sino también entre el mundo físico y el espiritual”, Candace Pert. Lo mismo podemos decir del equivalente corporal de las células receptoras: el cerebro. Si el cerebro, o todo el cuerpo, deja de existir, siguen existiendo las ondas del entorno que he captado para formar mi identidad; yo no soy la antena hipofisiaria, ni el cerebro, yo soy la información que capto-selecciono en las ondas del campo universal. La física cuántica y los nuevos descubrimientos de Epigenética, que la medicina química-sintomática no ha sabido incorporar aún, aportan un bello marco teórico que puede explicar cómo se activan los mecanismos genéticos. Según esta visión, nuestras células son organismos inteligentes capaces de captar y crear información, de organizarla, actualizarla y transmitirla a su descen-dencia. … el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro”. Candace Pert.

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Benveniste: Vemos lo que buscamos. Desde hacía décadas se creía que las células vivas eran como globos llenos de una solución acuosa, dentro de los cuales las moléculas se comunicaban al azar. La teoría bioquímica del funcionamiento celular predominante hoy en día38, dice que las moléculas (enzimas, aminoácidos, azúcares, etc.) flotan en esta sopa celular (como llaves informadoras y candados receptores flotando en un acuario), hasta que las moléculas adecuadas chocan, al azar, encajando cada llave en su candado específico, transmitiendo señales bioquímicas al hacerlo. Esto libera la energía química que permite los procesos biológicos. Pero las células vivas, por término medio, tienen unas diez mil moléculas de agua por cada molécula de proteína, son como piscinas en las que unos pocos granos de arroz van a la deriva; lo cual hace matemáticamente casi imposible la comunicación al azar entre las moléculas, a la velocidad y precisión necesaria. Por todo esto los científicos estaban cada vez más interesados en investigar la forma de comunicarse de las moléculas dentro de la célula viva. Jacques Benveniste (1.985-1.989) y otros trece científicos de cinco laboratorios diferentes del mundo, diluyeron un anticuerpo (anti-IgE) en agua, a niveles homeopáticos (una parte en 10120), de forma que no podía quedar ni una sola molécula del anticuerpo, y comprobaron que se seguía produciendo la respuesta inmune (los basófilos reaccionaban como si el anticuerpo siguiera presente). Los experimentos no tenían éxito si la transmisión era realizada en un medio no acuoso. Esto venía a decir que el agua transmite información de las moléculas que han estado en contacto con ella, incluso cuando las moléculas ya no están. Era un descubrimiento revolucionario para entender como se comunican las moléculas del organismo39. Posteriores investigaciones sobre la capacidad de interconexión del agua en los tejidos vivos, como la de Preparata y Del Giudice (Physical Review Letters), han informado que las moléculas de agua actúan coherentemente, transmitiendo señales ondulatorias a través del espacio y del tiempo, aunque se retire la molécula emisora original. Esto concuerda con las investigaciones de Vladimir Poponin sobre las ondas de torsión fantasma: comprobó que el campo electromagnético de una molécula orgánica continuaba presente después de retirar la molécula; el campo cuántico continúa a través del tiempo, aunque sus partículas se alejen muchísimo en el espacio. En 1.992 Benveniste gravó el sonido de la vibración molecular en ondas de baja frecuencia (entre 20 y 20.000 Hz), las 166

radiaciones electromagnéticas emitidas en el agua por las células, y reproduciéndolas, las usó a modo de fármacos. Mostró que producían el efecto deseado y se obtenían los mismos resultados que con la comunicación molecular química directa. Benveniste trabajaba con la hipótesis de que las señales moleculares son de naturaleza electromagnética, y se pueden transmitir a distancia en el espaciotiempo. Si cada molécula tuviera su frecuencia vibratoria individual, la comunicación entre todas las moléculas de la célula y del organismo, con la velocidad y eficiencia necesaria para garantizar los procesos biológicos, estaría garantizada. Esta comunicación resonante desataría una sucesión de impulsos electromagnéticos a la velocidad de la luz, o incluso instantáneamente, mediante la comunicación nolocal. Junto a Guillonet, Benveniste realizo miles de experimentos, gravando y reproduciendo las señales moleculares dentro de sistemas vivos y comprobando que estos sistemas siempre reaccionaban como si se estuvieran comunicando con la señal química de las moléculas. Otros investigadores independientes de todo el mundo reprodujeron sus experimentos con éxito, aunque seguían teniendo el problema de estabilizar el método, pues no siempre funcionaba. Probablemente influido por variables incontrolables, como la intención de las personas: el observador influye en lo observado, el buscador encuentra lo que busca. Estos experimentos, no obstante, parecían corroborar la teoría de la comunicación ondulatoria de Popp: que las moléculas interaccionan no solo químicamente sino también, mediante su huella ondulatoria individual. Luc Montaigner, premio Nobel por su contribución en la investigación sobre el SIDA, sigue investigando en esta dirección, a pesar del rechazo que la comunidad científica ortodoxa muestra por esta hipótesis.

Somos hologramas. Algunos destacados neurólogos actuales creen que el cerebro es un decodificador de ondas electromagnéticas que construye la realidad a partir de complejas operaciones matemáticas que traducen señales externas. John Wheeler y Wojciech Zurek40, por ejemplo, señalan que los observadores son quienes hacen que exista la realidad. También Edgar Morin comparte el concepto de que el cerebro capta la realidad y la reconstruye, dando forma al universo que la contiene. 167

En la década de 1920 W. Penfield pensó que había descubierto los engramas (supuestos lugares donde se ubica la memoria en el cerebro). Esta teoría se convirtió en predominante y muchos investigadores siguen creyendo que los recuerdos se almacenan en ciertas zonas del cerebro. El neuropsicólogo Karl Lashley tras treinta años buscando los engramas, experimentando con animales, llegó a la conclusión de que Penfield se equivocaba. Lashley enseñó a unas ratas un método de conseguir alimento y después extirpaba partes del cerebro para conseguir que dejaran de recordar. Llegó a extirpar todo el cerebro, por partes, pero no encontró ninguna zona que contuviera la memoria, las ratas seguían recordando el método de conseguir comida. Lashley concluyó que la memoria abarca todos los puntos del cerebro, aunque no está localizada en ninguno concreto. Su discípulo Karl Pribam experimentando con monos llegó a la misma conclusión que Lashley, es decir, que las imágenes del mundo no se reflejan ni almacenan en el cerebro41. En la década de 1.960, se dio cuenta de que el cerebro percibe las imágenes en forma de interferencia de ondas (fase, amplitud y frecuencia), y las maneja virtualmente como un holograma. La memoria también funcionaría como un holograma: todas y cada una de las partes del cerebro parecían contener la totalidad de los recuerdos, estar organizadas como holones. De la misma forma el organismo humano es un holograma multicelular: una neurona puede tener toda la información del organismo que la contiene; un óvulo o un espermatozoide contienen la información de todo el organismo que les contiene. La teoría hologramática podría dar una base teórica a técnicas de salud como la reflexología o la acupuntura, que funcionan observando y actuando sobre una parte del cuerpo con pretensión de influir en el todo o en otra parte. También podría explicar porqué fenómenos como la intuición, la hipnosis o la telepatía no son captadas por los instrumentos científicos actuales. “El impulso innato de todo holón, y las personas lo somos, tiende hacia un holón mayor. Charon, científico francés y Premio Nobel, denomina a este impulso la finalidad del átomo”, Inmaculada Nogués 1.999. La autotranscendencia, la superación de la individualidad a favor de la unidad en la diversidad, se consigue gracias a la coherencia ondulatoria de todas las partes del todo. La teoría neurológica holográfica de Pribam afirma que el cerebro, la parte material de la conciencia, es un holograma dentro de un holograma mayor, el universo; este holograma interpreta matemáticamente la información vibratoria captada en el espaciotiempo. Con lo 168

cual estaba afirmando y ampliando la teoría del orden implicado de Bohm, a pesar de que aún no la conocía. El cerebro (valiéndose de la ilimitada capacidad informativa espacio-temporal de las ondas cuánticas) descifra y proyecta información captada en el orden implicado del universo; su coherencia vibratoria sintoniza, organiza y da forma a las ondas coherentes de la realidad implicada. “El cerebro es un holograma que interpreta un universo holográfico”. Según la teoría de Pribam, la percepción de la mente parece ser una forma de captar (a través de ondas cuánticas coherentes), seleccionar y procesar la información del campo, organizando, así, el mundo desde nuestro interior. El cerebro traduce la información de las ondas de interferencia del CPC (o universo implicado), mediante un código de patrones vibratorios antes de proyectarlos en todas las dimensiones. Este código se puede explicar matemáticamente mediante las ecuaciones transformadas de Fourier; es decir se puede convertir la interferencia de ondas electromagnéticas en la imagen original, de forma parecida a como funciona la televisión: la cámara de televisión convierte las imágenes en ondas, el emisor envía estas ondas por el espacio, que son captadas por un receptor (la antena) y el receptor (el aparato de televisión propiamente dicho) vuelve a convertir las ondas en las imágenes originales. Dicho de otra forma: nuestro cerebro parece convertir las ondas invisibles en cosas concretas; en todos los holones materiales que existen. Pribam cree que las imágenes no las vemos en el fondo de la retina, sino que el cerebro las proyecta en el mundo real. Es decir, que el cerebro convierte las ondas electromagnéticas percibidas por los diversos sentidos en algo material, en imágenes, sonidos, olores, presión, temperatura, etc. Esta proyección hace posible, como en los dispositivos de realidad virtual, introducirnos y operar en el mundo tridimensional exterior. Cabe preguntarse si la realidad es un mundo material, supuestamente objetivo, o es un campo ondular que proyecta el cerebro, como respuesta a las ondas que recibe. Puede que el mundo que nos rodea, y nosotros mismos seamos percepciones virtuales. Las teorías de Pribam fueron corroboradas experimentalmente42 por el neurólogo Paul Prietsch: “Los principios abstractos del holograma pueden explicar las propiedades más inasibles del cerebro”. Todo esto parece indicar que el cerebro no procesa la información almacenándola (como un vídeo), sino como una información global ondulatoria que viene del exterior (como una televisión). “El holograma no solo es posible, sino que es seguramente el mejor ‘modelo’ de funcionamiento cerebral que tenemos en este 169

momento”, Restak, 1.979. De la misma forma que una radio selecciona la emisora que deseamos entre los cientos de emisiones que hay en el aire, nuestro cerebro capta las ondas que nos interesan gracias a su capacidad de sintonización y al programa (creencias) de selección. Walter Schempp, tras probar, en 1.986, que se puede hacer un holograma con las ondas captadas por un radar, pensó que los mismos principios de la holografía de ondas podrían aplicarse a las imágenes de resonancia magnética (MRI), para conseguir imágenes más nítidas y más rápidas. Su teoría de la holografía cuántica corroboró la teoría de Puthoff de que el Campo Punto Cero está lleno de información ondulatoria espaciotemporal capaz de transmitir y desplegar los objetos. En 1.998 probó que la radiación de las moléculas de agua (al ser manipuladas por un campo magnético) emiten información ondulatoria que la máquina capta y codifica para reconstruir una imagen hologramática del cuerpo; esto supuso un extraordinario avance para la resonancia magnética. Pensó, además, que si una máquina de resonancia magnética podía (gracias a las transformaciones matemáticas de Fourier) captar información del CPC y transformarla en imágenes, también lo podía hacer un ser vivo. Los trabajos de Pribam y otros investigadores (Schempp, Marcer, Mitchell…) llegaron a la conclusión de que nos servimos de las ondas cuánticas de información presentes en el CPC para crear la percepción sensorial (imagen, sonido, ubicación espacial…) de la realidad. Es decir, estamos de nuevo ante la indeterminación causada por la relación entre el observador y lo observado: la observación genera lo observado43. La hipótesis neurológica más avanzada de la actualidad, que posibilita la teoría de la conciencia más avanzada, es la que recoge las aportaciones de Pribam, Penrose, Yasue, Hameroff y Scott Hagan. Esta teoría dice que los microtúbulos y las membranas sinápticas dan soporte físico a las sensaciones y los estados de conciencia, siendo como el hardware orgánico que posibilita, (gracias a las propiedades cuánticas y holográmáticas de los tejidos vivos), la comunicación ondular espaciotemporal de todos los holones del cuerpo, de forma simultánea.

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8. LA ENFERMEDAD COMO NEGOCIO. “Cuando el asesino número uno en una sociedad es el sistema de atención de salud, entonces ese sistema no tiene excusa, salvo para hacer frente a sus propias urgentes deficiencias”. Fary Null y cia.

El sistema de enfermedad. Los médicos del modelo fármaco-sintomático oficial escuchan lo que refiere el paciente seleccionando lo que les permite descubrir síntomas y predisponen a la persona a contar lo que les lleva a este fin. Esto lleva a excluir los esenciales aspectos existenciales, emocionales, que no sólo no son preguntados, sino que son ignorados, (si la persona afectada los menciona) como un inútil, molesto e inevitable ruido de fondo. Dicho de otra forma, los problemas, o particularidades referentes a nuestra vida personal no son escuchados, pues no conducen al diagnóstico sintomático: no contamos como personas conscientes y emotivas, sino como portadores de síntomas. Sin embargo esto está cambiando (a peor), en las últimas décadas asistimos a una mercantilización de los problemas afectivos y emocionales de la vida, cada incomodidad en el curso de la vida es etiquetada con un diagnóstico que justifique medicar todo pequeño problema que se salga de la supuesta normalidad. El objetivo de las empresas farmacéuticas es extender su mercado a todas las personas y a todas las situaciones de la vida (drogar a los sanos). Esto es un grave problema para la salud de la humanidad y un obstáculo para el discernimiento y libertad de las personas; todo ello a pesar del gran número de profesionales de la salud que ponen toda su humanidad, su buena voluntad y su buen hacer (lo cual amortigua los intrínsecos efectos nocivos del sistema sanitario). La vida ya no parece ser un ejercicio de opciones y libre albedrío, de aciertos y equivocaciones, de luces y sombras, de alegrías 171

y duelos, todo ello necesario y enriquecedor para la madurez y el equilibrio personal; ahora la visión sanitaria dominante cree que las personas somos organismos indefensos que necesitamos medicarnos continuamente para llevar un vida normal. Este paradigma fármacosintomático, autodenominado científico, el mayoritario y con más recursos entre los actuales sistemas de salud del mundo, se basa en varias creencias o hipótesis, entrelazadas entre sí, que no están demostradas por la ciencia actual: Creencia en que los fármacos químicos son el factor que mejora la salud y alarga la esperanza de vida, y los médicos los expertos insustituibles que lo hacen posible: La idea de que la única posibilidad de mejorar la salud de las personas es a través de la medicina, y de los médicos, es una creencia común entre los profesionales de la salud, los medios de comunicación y la opinión mayoritaria de la población; lo cual con el nivel de conocimiento actual, dista de ser cierto. Marc Lalonde dejó claro que la salud tiene un origen multicausal cuando demostró que las principales causas que inciden en la salud son el medio ambiente y los determinantes sociales, responsables del 42% de las muertes (con sólo un 2% del presupuesto sanitario), mientras las enfermedades tratadas por el sistema sanitario generan el 11% de la mortalidad (con el 88% del presupuesto). Esto ha sido ratificado por estudios científicos, que concluyen que hay factores determinantes (y predictores) más importantes que el uso de la medicina para mantener la salud y el bienestar: las condiciones personales y del entorno físico y social (trabajo y vivienda, educación, disposición de agua potable, contaminación, nivel de vida, paz, proyectos de vida, alegría, optimismo, deporte, vida social satisfactoria…). Esta creencia y la práctica de este tipo de medicina genera una de las principales anomalías científicas del modelo actual: la alta iatrogenia. Este modelo genera más problemas y efectos adversos de los que soluciona, justo lo contrario de lo que afirma el principio básico de la medicina, establecido por Hipócrates: lo primero no dañar. Esta creencia hace que la medicina actual, además, oculte a las personas nuestra inherente naturaleza capaz de generar salud y curarnos nosotros mismos, haciéndonos creer que somos débiles física y mentalmente, que dependemos de los fármacos y médicos para estar sanos; fomentando la medicalización, pasividad e infantilismo de los consumidores ante la industria sanitaria. Creencia en que el actual modelo fármacosintomático es muy efectivo y que está acabando con las enfermedades: La 172

medicina farmacológica no ha reducido la incidencia ni la mortalidad de las enfermedades crónicas: cáncer, cardiovasculares, diabetes, artritis, asma, etc., es más, muchas de éstas están aumentando notablemente. Cabe preguntarse si la curación es un objetivo de este tipo de medicina, o lo que se busca es simplemente convivir con síntomas, haciéndolos soportables y rentables. La mortalidad, incidencia y prevalencia del cáncer, por ejemplo, no para de aumentar desde los años 1.940, en los países industrializados, tanto en cánceres con diagnóstico precoz (colonrecto, mama, cervix…) como sin él (páncreas, pulmón, cerebro, testículos o linfa). Creencia en la existencia de una entidad autónoma denominada enfermedad: Para el paradigma ortodoxo de la salud, promovido por instituciones y medios de comunicación social, la enfermedad es una realidad objetiva, exterior e independiente de la persona. Según esta idea no hay personas que manifiestan su malestar con disfunciones físicas o mentales, lo que hay son unas entidades, formas o estructuras patológicas, con vida propia, que atacan a las personas aleatoriamente poniéndolas enfermas. Esta creencia mantiene que la enfermedad ‘se coge’, no se genera como el humor o la personalidad: no decimos ‘he cogido mal humor’, sino ‘estoy de mal humor’, pues no es algo inevitable o irreparable que se apodera de nosotros. Si creemos que la enfermedad no depende de la persona, sino la persona de la enfermedad, generamos una mentalidad de víctima, a la defensiva de las agresiones de la enfermedad. La soledad, la tristeza, el pesimismo existencial, la falta de pertenencia, de proyectos, de sentido de la vida, el sentimiento de inferioridad o superioridad, la angustia, el nerviosismo, el frío, el hambre, la pasividad, y la falta de voluntad, son condiciones de la vida para nuestro aprendizaje y maduración. ¿Cómo se distingue ‘la variación inherente a la vida’ de la ‘entidad patológica’? No hay separación, no son más que conceptos que intentan explicar la realidad. Estos aspectos son inseparables de la vida y de la salud de las personas, pero los terapeutas ortodoxos, a menudo, no llegan ni siquiera a darse cuenta de la persona que hay detrás, ‘no escuchan’ lo que le ocurre al afectado, solo ven el problema físico, el árbol no les deja ver el bosque. Por eso quieren que todo tenga una clasificación, un nombre, un síntoma, un diagnóstico, todo debe ser reducido a un simplismo que de seguridad al experto; la complejidad es poco manejable. Aún así hasta un 60% de los motivos de consulta de 173

atención primaria son catalogados como inespecíficos, sin causa física conocida. Creencia en la monocausalidad de la enfermedad: Creemos, por ejemplo, que enfermamos de gripe porque un virus nos ataca, lo cual debiera hacer que todas las personas enfermen en las mismas circunstancias, cosa que no ocurre. Este fenómeno constituye otra anomalía científica del modelo ortodoxo: ¿Por qué las enfermedades infectocontagiosas afectan a unas personas expuestas y no a otras, próximas a ellas? Las personas seleccionamos la información dependiendo de nuestras características y respondemos de modo diferente a los mismos estímulos, en función de nuestros valores, ideas, emociones y fisiología; la subjetividad (creencias, constitución física, actividad…) y el medio (clima entorno laboral, contaminación …) son expresión de una multicausalidad compleja. Un ejemplo de esta anomalía: Se sabe que alrededor de la mitad de las personas del mundo tienen dentro de su estómago la bacteria Helicobacter Pylori, permaneciendo la gran mayoría, durante toda su vida sin problema ni síntoma alguno. No obstante la hipótesis de que esta bacteria es la causante de muchas enfermedades gastroduodenales es predominante hoy en día entre los científicos; esta hipótesis supone que estas enfermedades las causa esta ‘bacteria exterior’ cuando es muy virulenta, y cuando el sistema inmune de la persona está débil (desnutrición, ingesta de compuestos nitrosos, déficit en vitamina C, tabaquismo, etc.). ¿No sería más sencillo (según el principio de la navaja de Ocam) suponer que es está debilidad, o falta de energía, directamente la que causa los problemas? Creencia en que tanto la enfermedad como su solución son independientes de la persona y surgen por azar: Lo cual supone creer en una separación entre mente-cuerpo, individuo-sociedad, interior-exterior, enfermedad-salud. Esta hipótesis no puede explicar la anomalía del efecto placebo, que estudiamos más adelante; este efecto es una gran espina clavada en el corazón del modelo fármacosintomático de sanidad. La efectividad de un fármaco o de un proceso quirúrgico depende de las expectativas que la persona tenga en él (expectativas basadas en el terapeuta, la publicidad, las creencias, etc.). La efectividad de muchos fármacos utilizados no es mayor que la de una cápsula con azúcar; el efecto favorable de los fármacos puede ser debido a causas mentales: la creencia en su eficacia. Los terapeutas educados en el paradigma farmacológico (y gran parte de la población, sometida a ellos) creen, como hipótesis sin ninguna base científica, que las células de pronto, sin ninguna razón, se vuelven malignas y atacan el organismo. Esta

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creencia es uno los pilares sobre los que se asienta el paradigma farmacológico, que, en consecuencia, justifica su intervención desde fuera, para evitar que el cuerpo se haga daño a sí mismo. Sin embargo el sentido común y la simple observación de cómo cicatriza una herida o como se suelda una fractura nos dice que el cuerpo se cura a sí mismo. El cuerpo humano genera millones de células cancerosas cada día, pero de la misma forma estas células desaparecen gracias a la homeostasis interior, que genera sustancias anticancerígenas como el interlukin II, el interferón, u otras endorfinas.

Creencia en la objetividad de su teoría: La base en la que se sostiene la medicina química está siendo puesta en duda. La Medicina Basada en la Evidencia se propone erradicar lo que la medicina tiene de espontáneo y personal, e impulsar la práctica ‘objetiva’ de la ciencia. Sin embargo esta pretensión parece inalcanzable debido a los problemas de fondo y de forma que presenta el método científico utilizado: tendencia a los estudios retrospectivos, a los trabajos sobre patologías, sesgos (presupuestarios, matemáticos, en decidir qué se estudia, en el tamaño muestral, en el nivel de gravedad), arbitrariedad formal del nivel de significación (qué es normal o anormal) y tratamientos dependientes de conclusiones estrictamente metodológicas. Así ante un mismo problema de salud suele haber estudios contradictorios (aún siendo metodológicamente correctos). Al final se forma un círculo vicioso, una paradoja, donde las variables incontroladas, arbitrariedades y decisiones subjetivas pretenden dar objetividad a la ciencia. Esto es otra anomalía del modelo de salud químicosintomático. Muchos profesionales han abandonado las religiones clásicas para adoptar a la ciencia como creencia suprema: creen en ella, en sus métodos-protocolos (ritos), y la toman como ‘un dios único y verdadero’ con tal fe que rechazan toda creencia que no se base en ella, olvidando la esencia ilimitada y compleja de la realidad, de los procesos vitales y que lo principal es la persona. Este modelo potencia el sometimiento a una supuesta ‘verdad científica objetiva’ que anula la capacidad crítica, la responsabilidad personal en las decisiones, la capacidad inmunitaria personal e ignora la gran importancia de la relación mente-cuerpo. Simplificar la enfermería, la psicología o la medicina a la aplicación de métodos o técnicas ‘basadas en la evidencia’, es querer meter el mar en un cubo de playa, querer dominar la compleja realidad con protocolos de aprendiz de brujo. Creencia en que el modelo fármaco-sintomático de salud está basado en la ciencia: Según la base de datos Clinical Evidence del año 2.006 publicada por el British Medical Journal, el 87% de los tratamientos médicos ortodoxos carecen de evidencia científica de que su práctica sea beneficiosa. Tras estudiar 2.500 tratamientos solamente 175

consideran probadamente beneficiosos el 13% de ellos. Por otra parte un estudio realizado por la Universidad de Duke, Durham (USA) sobre 16 guías de práctica clínica utilizadas por los cardiólogos (JAMA 25-2-2.009) detectó que solamente el 11% de las recomendaciones estaban basadas en ensayos clínicos randomizados (alta evidencia científica)1. Creencia en que las personas afectadas no podemos hacer nada para evitar la enfermedad: no tenemos recursos para conservar el estado de salud en buenas condiciones. El sistema sanitario, los fármacos y el médico son quienes tienen la solución, “ante cualquier problema, acuda a su médico”. En las últimas décadas muchos profesionales de la salud se han dado cuenta de que el modelo de relación con los afectados es demasiado paternalista y están empezando a usar el acuerdo terapéutico. En esta relación profesionales y pacientes se tratan como iguales; el profesional aporta recomendaciones basadas en su conocimiento teórico-técnico y el afectado aporta su conocimiento de lo que le ocurre y de sus capacidades. Ambos aspectos son básicos, pero la decisión y responsabilidad de qué hacer con las recomendaciones debiera corresponder al afectado. Esta nueva relación deja sin sentido lo que hasta ahora se conocía como incumplimiento del tratamiento. En este sentido es adecuado promover el no-cumplimiento del modelo paternalista, es decir, lo adecuado es escuchar las emociones, la intuición, el cuerpo, cuestionarse lo impuesto, escuchar a los profesionales, informarse bien y, teniendo en cuenta todo ello, tomar la decisión que se adapte a su proceso y personalidad. Creencia en que estamos enfermos por naturaleza: los intereses económicos en los que está basado el actual sistema de enfermedad nos empuja incesantemente a creer que la salud no es un estado natural, inherente a las personas, que atraviesa crisis superables, sino un objetivo a conseguir mediante fármacos y que nunca se llega a tener del todo. Esto esta dando lugar a lo que se denomina invención de enfermedades (disease mongering).

La invención de enfermedades. El sistema de enfermedad busca menopausia es una enfermedad carencial, Hormonal Sustitutivo, fármacos que son mujeres sin pruebas de que funcione y 176

convencernos de que la curable con Tratamiento recetados a millones de con reacciones adversas

importantes: más riesgo de aparición de ataques cardiacos y cerebrales, carcinoma de endometrio, de enfermedades hepáticas graves, tromboflebitis activa, hemorragias uterinas de origen desconocido, hipercolesterolemia, cáncer de mama, diabetes e infarto de miocardio, entre otras dolencias2. La vejez es otra circunstancia de la vida que se confunde con la enfermedad, propensa al consumo de todo tipo de fármacos. La osteoporosis, por ejemplo, ¿es una enfermedad o es una consecuencia más del envejecimiento, como el tener arrugas? Aún no se ha encontrado el tratamiento milagroso que pueda conseguir esto; pero aunque así fuera ¿sería un beneficio tomar fármacos (con sus efectos adversos) durante treinta años para evitar rompernos la cadera a los 80 años? Es más sencillo y efectivo tomar medidas personales con sentido común: ejercicio, alimentos adecuados y evitar las situaciones de riesgo. El desinterés de los niños por los aburridos temas escolares ahora parece ser una enfermedad denominada Déficit de Atención, lo mismo pasa con los niños traviesos que ahora son enfermos etiquetados con Hiperactividad Infantil, ambas curables con psicofármacos (metilfenidato3, más conocido como Ritalin o Rubifen, cuyos efectos secundarios incluyen trastornos psicóticos, delirios, parálisis, problemas de crecimiento, agresividad o suicidio). Basta con ir al médico a por un diagnóstico, a la farmacia a por un fármaco y ya no hay que preocuparse de las diferentes personalidades y necesidades de los niños, no hay que adaptar los sistemas familiares y educativos a ellos, sino medicarles para que se adapten, para que dejen de tener personalidad. La timidez se ha convertido en la enfermedad denominada Trastorno de Ansiedad Social, que es curable con un fármaco. La diversidad en las relaciones sexuales también pretende ser normalizada con etiquetas nosológicas del tipo Disfunción sexual en la mujer o Disfunción eréctil; no tienen que ver con la personalidad, las creencias y las emociones de los afectados, son algo que viene de fuera y pueden ser curadas por fármacos milagrosos. La tristeza o el miedo se han convertido en depresión o ansiedad, no tiene que ver con la vida misma. No hay que comprender los cambios y los reveses de la vida, madurar la personalidad, resurgir de nuestras cenizas, sino única y exclusivamente tomar un fármaco. La obesidad no depende de cómo cada persona entiende la vida, los obesos deben buscar la solución en los fármacos y las dietas milagrosas. 177

El dolor por el fallecimiento de un ser querido es otra oportunidad para recurrir a los remedios exteriores químicos; el duelo se ha convertido en un campo abonado para vender medicamentos. Lo mismo ocurre con el síndrome menstrual, el síndrome postvacacional, la fobia social, la calvicie, el tabaquismo, la impotencia, el insomnio, el embarazo, el mantenerse joven, el aburrimiento o la fealdad. Todo esto sería divertido si los fármacos fueran tan maravillosos como dicen las empresas que los venden, si fueran efectivos y si no afectaran a un porcentaje tan alto de población, de forma tan grave. La nosología, o etiquetado de enfermedades, al final lo que hace es separar, interpretar, limitar la complejidad y riqueza de la existencia; servírnosla en cómodas cápsulas de creencias, conceptos y presuposiciones que tomamos como si fueran naturales; los efectos secundarios son: pasividad, pérdida de autonomía, dependencia de los profesionales y de los fármacos, falta de libre albedrío, de autosuperación de problemas y pérdida del sentido afectivo de las relaciones. En cierta ocasión, en la película, un compañero delincuente le pregunta a El Lute de donde había sacado un fajo de billetes que tenía en la mano; El Lute, con toda naturalidad, le dice: del bolsillo. Este origen inmediato es lo que estudia la medicina sintomática. Los síntomas y parámetros (la tensión, los cambios metabólicos, la hipoxia, las toxinas, los gérmenes, los cambios genéticos, celulares, orgánicos…) son la causa inmediata de la enfermedad, pero para que se produzcan ha tenido que haber antes una explicación de fondo, asentada en la realidad integral de la persona: factores existenciales, mentales, emocionales, fisiológicos, sociales, ambientales; rigidez mental, miedo, intoxicación física (alimentación, aditivos, fármacos, contaminación, drogas, higiene…) y mental (violencia, cientificismo, individualismo, consumismo…).

También en la evaluación de factores de riesgo hemos tenido modificaciones incesantes en los criterios de definición. Para considerar que una persona tiene tensión arterial alta se cambió los parámetros de 160/90 a 140/85, para la Hipercolesterolhemia se cambió de 260 a 240, y ahora se quiere bajar a 220, para la diabetes de 140mg/dl de glucemia a 126mg/dl, etc. Estos simples cambios potenciados por las empresas farmacéuticas han multiplicado el número de personas enfermas en muchos millones (y el número de fármacos consumidos por ellas). Solo el cambio de los parámetros de la glucemia creó en USA 24 millones de diabéticos de un plumazo (de los 9 millones que había pasaron a 33 millones)4, ¡todo un negocio!

178

Las vacunas, ¿la gran solución? Las vacunas se basan en la hipótesis de que al inyectarlas el cuerpo genera anticuerpos, protección contra las enfermedades. El sentido de la vacunación es la producción de anticuerpos, pero esto sólo es una teoría, en muchas personas ni la enfermedad ni la vacuna generan anticuerpos; la epidemia de Sida, por ejemplo, ha demostrado que tener anticuerpos no es lo mismo que tener defensas, muchas personas pueden contraer la enfermedad y morir, teniendo anticuerpos y otras aunque no los tienen no enferman5. La mayoría de las enfermedades infantiles son benignas, es decir son leves, sin apenas complicaciones y fortalecen el sistema defensivo, así como la maduración psicosocial de los niños: la tos ferina, sarampión, rubéola, paperas, gripe, varicela y fiebre tifoidea. Sin embargo gran parte de la población, incluidos los profesionales de la salud, creen que las vacunas son el gran éxito de la medicina farmacológica, capaz de erradicar enfermedades sin ningún efecto secundario importante. El entusiasmo por las vacunas, de profesionales y afectados, se basa en tres creencias: 1ª creencia: Gracias a las vacunas han desaparecido enfermedades. El comienzo de las vacunaciones ha coincidido a menudo con la mejora de la educación y la mejora de las condiciones de vida: agua potable, vivienda, alimentación, ropa, red de saneamiento e higiene; esto ha sido interpretado por los vendedores de las vacunas como un éxito de éstas. Sin embargo algunos expertos creen que la vacunación, no solo no ha hecho desaparecer las enfermedades, sino que ha demorado su desaparición. La desaparición de la viruela, por ejemplo, se suele atribuir a la vacuna, ocultando que la peor epidemia se produjo en Inglaterra entre los años 1.870 y 1.872, con más de 42.000 muertes, cuando estaban vacunados, obligatoriamente, el 97,5 % de la población (en Londres, en los primeros años, con el 10% de la población vacunada, la mortalidad ascendía a 292 personas por año; al llegar al 95% de vacunados, las muertes ascendían a 679 personas6. Francia impuso la obligación de vacunarse en 1.902, cuando las medidas higiénicas ya estaban haciendo descender el número de afectados por la enfermedad. En Sierra Leona, que en la década de 1.960 era el país con más casos de viruela del mundo, la hicieron desaparecer en dos años, identificando y aislando los casos, sin vacunar. Lo mismo ocurre con las vacunas modernas, los defensores de las vacunas achacan la disminución de ciertas enfermedades (difteria, parotiditis, polio…) a 179

las vacunas, sin embargo también han descendido o desaparecido en los países ricos, con buenas condiciones de vida, enfermedades para las que no ha existido vacuna generalizada (escarlatina, tifus, brucelosis, hepatitis A, etc.). Tomando el ejemplo de la difteria, su incidencia y mortalidad ha coincidido durante varios siglos con épocas de crisis, guerras y hambrunas. En España entre 1.900 y 1.964 descendió la mortalidad un 98%, la vacunación generalizada comenzó en 1.965 y hasta finales de los años 1.970 no se alcanzaron coberturas de población susceptibles de producir una barrera inmunológica (80%). En Alemania, con coberturas del 80% de la población vacunada, la tasa de mortalidad por difteria pasó de 12 a 75 por cada 100.000 habitantes durante la 2º guerra mundial. En Francia se triplicaron los casos y se duplicaron las muertes. En Noruega en 1939 hubo 54 casos y 2 muertes, sin vacunación; en 1.941 se obligó a vacunar, y en 1.943 (época de ocupación nazi) hubo 22.787 casos y más de 700 muertes. Otros ejemplos que ponen en duda la efectividad de las vacunas: Las muertes por tos ferina en España disminuyeron de 4.000 a 33 (un 99,15%) desde 1.900 hasta 1.965, el año que comenzó la vacunación generalizada; China ha reducido en 90% las muertes por tétanos, en sólo 25 años, gracias a medidas higiénicas; la tasa de mortalidad por sarampión también disminuyó hasta 0,03 muertes por 100.000 habitantes (el 95 %), años antes a comenzar la vacunación generalizada, además, actualmente casi la mitad de los casos de sarampión se dan entre niños vacunados; asimismo se da una importante disminución (de 99 a 68 por 100.000) de casos de meningitis Hib en niños no vacunados; actualmente muchos países en desarrollo económico, con niveles de cobertura vacunal contra la poliomielitis superiores al 70%, padecen epidemias de esta enfermedad… 2ª creencia: Las reacciones adversas de las vacunas son pocas y leves. Un informe de la National Academy of Science de USA sobre el posible peligro de las vacunas infantiles, solicitado por el gobierno, informó que las nueve vacunas podían ocasionar daños graves. Este tipo de informaciones, sin embargo, no son facilitadas directa y sencillamente a los padres y profesionales, son enterradas entre extensos informes destinados a los profesionales, que casi nadie lee (cuando no son directamente suprimidas con la excusa de que son informaciones técnicas que solo interesan a los expertos). Se trata así a los directamente implicados, padres y responsables directos de la prescripción de vacunas, como pobres ignorantes de lo que les 180

conviene, pasivos ante las decisiones de unos pocos (todo para la población pero sin la población). La vacunación se usa actualmente para cualquier enfermedad, no solo para enfermedades mortales, y muchas de estas vacunas provocan efectos secundarios mucho peores que la enfermedad leve que pretenden prevenir. Diversos autores creen que existen nuevas enfermedades que las vacunas pueden estar provocando, sobre todo enfermedades neurológicas e inmunitarias. Como es sabido por gran parte de la población, el mercurio (que contienen algunas vacunas) puede provocar cáncer y es un veneno para el sistema nervioso: genera alteraciones neurológicas que podrían estar relacionadas con el autismo, el déficit de atención, convulsiones o Alzheimer, por ejemplo7. Entre los efectos secundarios documentados de las vacunas hay que destacar: encefalitis, parálisis, neuritis óptica, convulsiones, muerte súbita del lactante, meningitis, glonerulonefritis, trombocitopenia, púrpura, anemia, dolores articulares, osteomielitis, neumonía, asma, taquicardias, parálisis cerebral, diabetes, ambliopatía severa o paraplejía Guillem-Barré. Además, algunas investigaciones parecen confirmar que la vacuna de la polio puede activar el virus de la polio de nuestro intestino, presentándose casos de polio posvacunal (como en 1.984). Los expertos, por otra parte, no saben ni investigan si hay un número límite de vacunas a inyectar a un niño, ya que las vacunas múltiples pueden provocar un desequilibrio celular e inmunitario que ponga en peligro su salud y su vida (cáncer, reacciones autoinmunes...). La vacuna contra la tos ferina parece la más peligrosa, siendo los daños cerebrales más probables por vacunarse que por padecer la enfermedad8. Diversos expertos afirman que las vacunas también pueden estar detrás de los cambios de conducta actuales: mayor violencia, psicopatías, alergias, problemas de aprendizaje (hiperactividad, déficit de atención…) o autismo. El sarampión natural inmuniza de por vida tanto contra el sarampión como contra ciertos tumores y enfermedades inmunológicas… las muertes achacadas al sarampión en los países pobres se deben a las deficientes condiciones higiénicas y nutritivas (falta de vitamina A…), no a la no vacunación; en países ricos las muertes son raras y por otros problemas puntuales (en 1.972 aparece el sarampión en EEUU únicamente entre las personas vacunadas, de una forma resistente que provocó casos de neumonía y meningitis con una mortalidad entre 12 y 15%). 181

3ª creencia: Las vacunas se crean y emplean con criterios científicos. Actualmente está ya demostrado que la administración de vacunas tiene, cuanto menos, dudoso respaldo científico, pues no son seguras ni eficaces. Estudios independientes de diferentes países han mostrado que la morbilidad infecciosa no depende de las campañas de vacunación. Está bien documentado que, según hemos visto, la incidencia y mortalidad del sarampión, la tos ferina, las paperas, la rubéola… había disminuido un 90% antes de aparecer la vacunación generalizada y que las poblaciones no vacunadas pueden tener una protección adecuada, incluso más que las vacunadas. Después de valorar esta información podemos preguntarnos por qué se sigue vacunando; la respuesta hay que buscarla sobre todo en la ocultación de información debida a los intereses comerciales, en la investigación financiada por las empresas beneficiarias, y sobre todo, en la delegación de responsabilidades y decisiones que atañen a cada persona en manos de los expertos o de los sistemas de salud (más pendientes de sus intereses que de los nuestros). Para tener buena salud es suficiente potenciar el terreno orgánico, llevar una alimentación natural (incluida la lactancia materna), aire, agua y vivienda limpia, luz solar, hacer ejercicio, favorecer el afecto, la expresión de emociones, la alegría, los juegos entre los niños, potenciar las creencias beneficiosas y tener mucho cuidado con los tóxicos, vacunas incluidas. Los científicos críticos como el Dr. John Matt (quien descubrió el virus Estelfar en las vacunas, que no puede ser eliminado por el sistema inmunológico) son despedidos y desacreditados. Según el estudio alemán KiGGS para la Salud física y psíquica, 2.003-2.006, dirigido por el Robert Koch-Institut RKI (que investigó a 18.000 niños de 10 a 17 años, durante y después de las vacunaciones), los vacunados presentaban una frecuencia mucho más alta que los no vacunados de asma (16,2% contra 9%), alergia de contacto (12% contra 1,8 %) o neurodermitis (14,2% contra 7,3%). Aunque los niños no vacunados y sus padres padecieron una importante presión del sistema (profesionales de la salud y educadores) y de otros niños por ser poco solidarios, incultos o insalubres, los vacunados estuvieron muy enfermos 7% más veces que los no vacunados; estos padres sabían lo que hacían. En Alemania, donde unos 4 niños al año padecen tétanos (hay unos 100.000 no vacunados), no hay diferente riesgo de tétanos entre los niños vacunados y los no vacunados, los dos grupos, después de infectados, fueron tratados con éxito en el hospital. Asimismo encontraron una relación entre la vacunación en los primeros meses de vida y el retraso en el desarrollo del cerebro (ataques epilépticos, lesiones en el nervio óptico, etc.), los niños no vacunados tienen menos problemas visuales.

Uriarte y Mora consideran que para tomar una decisión adecuada hay que tener en cuenta: La zona geográfica, la constitución personal (el terreno orgánico, vitalidad o fortaleza inmunitaria), el 182

tipo de vacuna (vacuna ineficaz es “aquella que no supera el 50% de activación o que crea más perjuicios que ventajas”: rubéola, difteria, tétanos, polio, fiebre amarilla), la enfermedad de que se trata (difteria, tos ferina, polio, varicela, sarampión, rubéola y paperas, una vez pasadas crean inmunidad; la tuberculosis, cólera, polio, tétanos y la fiebre amarilla pueden ser potencialmente mortales; la difteria y la hepatitis a veces pueden complicarse), la historia personal (embarazos, vacunas recientes, reacciones anteriores, interferencias con xantinas, antibióticos u otros medicamentos…), la historia familiar (alergias, enfermedades…). “Teniendo en cuenta todos los puntos de vista expuestos pensamos que la vacuna puede ser útil si la enfermedad a prevenir es de las consideradas malignas; si la vacuna a emplear es eficaz; si la enfermedad maligna es pandémica (presentación masiva) y no actúan los factores económicos, políticos y nutricionales; si no existiesen factores predisponentes, y si se administra correctamente. La vacuna se ha de administrar en forma única y separada de las otras. Cuando se acabe el ciclo de vacunación de la primera, se pasa a la segunda. Para evitar ciertas malformaciones no hay que ponerlas en periodo de fecundación y se aconseja esperar alrededor de seis meses después de la última vacuna para quedar embarazada. Se puede plantear la interrupción de la vacunación cuando aparezca algún efecto secundario en la última dosis.” Dr. Xavier Uriarte, Dr. Ioan Mora. “Sobre las vacuna, origen y futuro” 9.

“Puede que sea mejor darle a su hijo zumo de zanahorias y alimentarlo de forma sana que vacunarlo o, en caso de los bebés, invertir en el programa de inmunización más viejo de todos: La leche materna”, Lynne Mctaggart. Considero que lo importante no es posicionarse a favor o en contra de las vacunas, sino dejar claro que toda decisión debe ser informada. Los afectados y padres deben decidir responsablemente, después de conocer las ventajas e inconvenientes, si se vacunan o no. Es decir: Hay que informarse muy bien y no dejar que nadie decida por uno. Esta información hay que conseguirla, pues los profesionales e instituciones sanitarias no la suelen facilitar. La salud es demasiado importante como para dejarla exclusivamente en manos de las empresas fabricantes y de los profesionales aleccionados por éstas.

El filón de la iatrogenia. Cuando las instituciones o los medios de comunicación hablan del sistema de salud basado en la curación de síntomas y en la utilización de fármacos, en su gran mayoría lo hacen con total 183

parcialidad y falta de espíritu crítico. Hablan de este tipo de terapia como si fuera la gran panacea de la humanidad de todos los tiempos, como si nos aportasen soluciones que nunca antes tuvimos para no enfermar. Suelen olvidar que las enfermedades mentales y circulatorias son cada día más numerosas, los accidentes nunca supusieron un nivel tan alto de morbilidad y mortalidad, las enfermedades crónicas y el cáncer van en aumento. La medicina química, o fármacosintomática, no ha contribuido a la erradicación de las enfermedades en el mundo, ni siquiera en los países ricos actuales, que no tienen menos enfermedades, sino diferentes. La peste, el tifus, la fiebre amarilla, el cólera, la viruela o la tuberculosis han estado presentes durante la historia; estas enfermedades han dado paso a otras actuales, relacionadas con nuestras costumbres y la nueva forma de vivir, la higiene y la cultura. Pero sobre todo hay que destacar un dato que no quieren ver los estamentos oficiales (universidades, sistemas de salud y medios de comunicación): la primera causa de morbilidad y mortalidad en los países occidentales parece ser la iatrogenia, es decir, los daños colaterales del sistema sanitario. Efectos no deseados que pueden ir desde las simples molestias hasta causar la muerte. Se incluyen en este concepto tanto las reacciones adversas a fármacos como los problemas causados como consecuencia de acciones o técnicas profesionales de cualquier tipo, desde el empleo de prácticas sencillas, como poner una inyección, a técnicas complejas, como sacar radiografías, ingresos hospitalarios o intervenciones quirúrgicas. “…a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento… es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo…la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella… Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos -y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras…”, Richard J. Roberts, Premio Nobel de medicina 1.99310. 184

Los procedimientos sanitarios son la primera causa de muerte en occidente, al menos en USA, como lo atestigua un meta-estudio (una revisión de múltiples estudios publicados en revistas médicas y de datos oficiales del gobierno) titulado Death by Medicine, llevado a cabo por Fary Null y otros investigadores, para la organización sin ánimo de lucro Nutrition Institute of America. Esta investigación lo dejó claro y sus autores concluyeron que: “Cuando el asesino número uno en una sociedad es el sistema de atención de salud, entonces ese sistema no tiene excusa, salvo para hacer frente a sus propias urgentes deficiencias. Es un sistema fallido que necesita atención inmediata. Lo que hemos esbozado en este trabajo son los aspectos intolerables de nuestro actual sistema médico, el cual precisa ser cambiado desde sus cimientos”. Que la gran mayoría de los medios de comunicación y los organismos oficiales tapen estos datos es ignorar interesadamente la regla básica de toda terapia: lo primero no hacer daño. Según este estudio la iatrogenia fue la primera causa de muerte en USA en el año 2001, provocando 783.936 muertes, seguida de las enfermedades del corazón, que causaron 699.697 muertes y del cáncer, con 553.251 muertes. Todo ello teniendo en cuenta que el registro de casos por iatrogenia podría estar muy por debajo de los casos reales (cercano al 20% del total), debido a la natural reticencia de los profesionales a registrar sus propios errores. Además, los mismos autores dicen que usando otros parámetros de medición se podrían sumar otras 216.000 muertes anuales, haciendo un total de 999.936. COSTO ANUAL FÍSICO Y ECONÓMINCO DE LA INTERVENCIÓN MÉDICA

(según Fary Null y otros). Costo (en Millones $) Autor 12.000 Lazarou, Suh

Factores causantes Reacciones adversas a fármacos Errores médicos Escaras de decúbito Infecciones

Muertes 106.000 98.000 115.000 88.000

2.000 55.000 5.000

IOM Xakellis, Barczak Weinstein, MMWR

Malnutrición Pacientes ambulatorios Procedimientos Innecesarios Relacionados con la cirugía TOTAL

108.800 199.000

-------77.000

Nurses Coalition Weingart, Starfield

37.136

122.000

HCUP

32.000

9.000

AHRQ

783.936

282 mil Millones $

185

Hay otros estudios con resultados más bajos, pero no tienen en cuenta tantos factores causantes como éste. Aún así quedan sin ser incluidos aspectos como la toxicidad radiológica, el uso inadecuado de antibióticos, los medicamentos carcinógenos, la quimioterapia o la radioterapia. Asimismo hay que tener en cuenta la morbilidad (es decir, los síntomas y las enfermedades que no causan la muerte de forma directa). Los efectos secundarios indeseables son tan habituales en los fármacos que son considerados por el sistema como efectos colaterales normales, sin tener en cuenta que los afectados deben ser informados de las ventajas y desventajas de todos los tratamientos posibles, sean ortodoxos o no, para que puedan tomar sus propias decisiones. El diagnóstico mismo es una etiqueta que dispara la creencia de la persona sobre su estado interior. Está comprobado que las personas a las que se le diagnostica hipertensión, por ejemplo, sufren un agravamiento de los síntomas y viven peor que otros hipertensos a los que en cambio, no se les ha diagnosticado la enfermedad. También la palabra cáncer pronunciada por un médico equivale en la cultura occidental actual (el entorno intersubjetivo) a la palabra muerte pronunciada por un brujo en la cultura vudú. Una simple palabra, un diagnóstico, es capaz de cambiar las emociones de una persona, volverla insegura, cambiar sus objetivos vitales, su concepción de la vida, y cambiar, también, la química interior de su organismo. Muchos expertos creen que son estos cambios subjetivos, este miedo, los que realmente provocan la enfermedad, más que la existencia de cualquier factor causante, supuestamente objetivo.

Esta misma situación parece darse en todos los países con el sistema de salud basado en la medicina farmacológica, aunque en muchos de ellos no se dispone de estudios que lo atestigüen. Las empresas farmacéuticas están interesadas en extender la medicalización de la vida, en que sus ventas, como vendedores que son, aumenten de cualquier forma. “…La industria farmacéutica es la mayor inversión industrial sobre la tierra, que mantiene y promueve uno de los mayores planes de engaño y de fraude en la historia de la humanidad. Mientras la publicidad promete ‘salud’ el mercado mismo de esta industria de inversión es la existencia y expansión de enfermedades. La prevención, el tratamiento de la raíz del problema y la erradicación de las enfermedades amenaza el ‘negocio de la enfermedad’ de las farmacéuticas y, por lo tanto, el llamado cártel farmacéutico lucha contra ello… la propia industria que reclama el monopolio en ‘salud mundial’ es por sí misma el mayor obstáculo para que los habitantes del mundo disfruten de una vida sana”. Estas palabras son del doctor Matthias Rath, médico investigador que ha contribuido a las ciencias de la salud con importantes descubrimientos sobre los micronutrientes 186

celulares (como la importancia de la vitamina C) y su aplicación a las enfermedades cardiovasculares, cáncer o SIDA. Y afirmando que el control y el tratamiento con terapias naturales es mejor y más eficiente que el tratamiento farma-céutico convencional, sigue: “La industria farmacéutica es una industria de inversión. Debido a su propia naturaleza no puede producir ni producirá fármacos que prevengan o erradiquen enfermedades, ya que esto eliminaría estas enfermedades como mercado del uso continuo de estos fármacos. Este hecho es difícil de entender y todavía más difícil de aceptar. Pero es la verdad y todo el mundo debe saberlo. En consecuencia, el 80% de los medicamentos farmacéuticos que se encuentran actualmente en el mercado no tienen ninguna eficacia comprobada, sino que solo cubren síntomas. Como resultado directo de este hecho, las enfermedades más comunes de la actualidad, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el SIDA y muchas otras enfermedades, no son contenidas sino que continúan propagándose a pesar del hecho de que existen alternativas eficaces y no patentables…”11. Muchos afectados, conscientes de la peligrosidad de los fármacos son claramente reticentes a tomarlos, incluso cuando el médico se los receta. Sin embargo la ‘autoridad en la materia’ que se les supone a los profesionales y la presión mediática y académica hacen que actualmente todavía sea muy mayoritario el sector de la población que emplea estos productos. Si los afectados supieran a lo que se arriesgan tomando estos productos probablemente no lo harían, por ello es muy importante leer, como mínimo, la información de los folletos y contrastar por cuenta propia la información de lo que tomamos. “Creo que el premio Nobel siguiente debiera ser para el departamento de Marketing de Roche… que vendió toda la producción de un medicamento que no se sabe si es efectivo para una epidemia que se desconoce si aparecerá”, Rubén Roa, ante la epidemia, inexistente, de gripe aviar. Los profesionales sanitarios actuales normalmente responden a este panorama de tres formas: 1ª. La mayoría de ellos no se enteran, están tan absorbidos por el sistema ortodoxo y tienen tan poca iniciativa que siguen a ciegas lo que los empresarios del sector les dictan. 2ª. Algunos se dan cuenta, e incluso intentan hacer algo, pero se chocan contra una poderosa pared de intereses económicos y académicos que les resulta muy difícil superar, por lo que desisten de ello, guardan silencio y se acoplan al sistema. 3ª. Unos pocos se dan plena cuenta de lo que ocurre, ven que no prevalece el interés de las 187

personas, que la investigación científica y la práctica sanitaria está corrompida, y actúan en conciencia, con profesionalidad y con empatía hacia los afectados, pese a quien pese, con peligro para su integridad profesional y personal, arriesgándose al desprestigio, la deshabilitación profesional, los problemas económicos e incluso a la cárcel; esto último es lo que les ha ocurrido a Benveniste, R. G. Hamer, o Ghislaine Lanctôt, y a otros muchos profesionales anónimos. La industria, el sistema sanitario, el sistema académico (quienes educan a los sanitarios), la inercia profesional y los mismos ciudadanos, que mayoritariamente prefieren delegar en otros la responsabilidad sobre la salud, son los factores que han contribuido, hasta ahora, a hacer de la salud un negocio que se ha vuelto en contra de las personas. El profesional se excusa diciendo que dan a los clientes lo que éstos quieren (tapar los síntomas y no pensar en el problema), los pacientes echan la culpa a los profesionales diciendo que lo que les dan les causa más problemas de los que solucionan. Tanto los unos como los otros, en su mayoría, creen en los fármacos, en la primacía de la química, la separación del cuerpo de la mente, la separación entre enfermedad, actitudes y emociones; creen que la enfermedad (y su solución también) viene de fuera, que la salud no depende de cada persona sino de los expertos. ¿De quién es la culpa? No importa, tal vez no sea de nadie, o sea de todos. Esa no es la cuestión. Lo importante es que los ciudadanos debemos responsabilizarnos de nuestra vida, tomar las decisiones que nos incumben con sentido común e información, y ser lo bastante creativos y flexibles como para ser capaces de ver los beneficios y los fraudes, ortodoxos o no.

La industria del cáncer. Sólo entre 2 y 3 por ciento del casi medio millón de estodounidenses diagnosticados con cáncer cada año son salvados por la quimioterapia, según el Dr. John Cairns de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Scientific American, 1985); este podría parecer un dato antiguo, pero hay que tener en cuenta que el cáncer en las últimas décadas ha ido en aumento. Además, Thomas Cerny, presidente de la liga suiza contra el cáncer y profesor de la Universidad de Berna, 2010, cree que los casos podrían incrementarse hasta el doble en los próximos 20 años. 188

“A pesar de que la mayoría de los médicos está de acuerdo con que la quimioterapia resulta en gran medida ineficaz, se ven coaccionados a usarla por grupos de interés especiales que tienen intereses creados en las ganancias que produce la ‘industria de las drogas’”, Alan Levin, Chicago: Contemporary Books, 1.985. Los datos de la OMS de 1.998 consideran que las tres principales causas de mortalidad en el mundo son las enfermedades cardiovasculares 31%, las infecciosas 25%, y el cáncer 13%; es curioso que en el 2.004 y 2.008 se diferencie entre distintos tipos de cáncer (con lo cual el cáncer más frecuente, el respiratorio, pasa al puesto 8º). Cada vez el cáncer aparece en gente más joven (hace unas décadas era desconocido entre la juventud). Seis millones de personas fallecen de cáncer al año, la OMS (2.004) cree que dentro de 20 años fallecerán 10 millones al año; estos datos contradicen los publicitados avances de la medicina farmacológica. En un metaestudio de todas las investigaciones sobre este tema con alto grado de evidencia científica de USA y Australia12, los autores hallaron que la quimioterapia, en su límite máximo de eficacia, facilitaba una supervivencia superior a 5 años en un 2,3% de los casos en Australia, y un 2,1 % en Estados Unidos. El cáncer de estómago, no obstante, está disminuyendo en todo el mundo (en centro Europa ha disminuido el 60% en unas décadas), según la OMS debido a los cambios en los modos de vida, no a intervenciones sanitarias. Por lo que respecta a España, la prevalencia de cáncer (número estimado de personas que tienen o han tenido cáncer), en enero del 2.010 está calculada en más de 1.500.000 personas, según la estimación hecha a partir del cálculo de la prevalencia total del cáncer en EEUU (realizado por el Instituto Nacional del Cáncer). La incidencia (nuevos casos al año) de cáncer en España para el año 2.015 será de 222.069 personas (según cálculo del proyecto GLOBOCAN 2.002, de la International Agency for Research on Cancer IARC- y teniendo en cuenta que la población será de 48.021.707 personas). Entre 1.998 y 2.002 fue de 188.749 personas (con 42 millones de habitantes). El tipo más frecuente de cáncer en el 2.015 será el cáncer de colon y recto, seguido del cáncer de pulmón y de mama. “Como promedio los tumores sólo remiten en el 7% de los pacientes de cáncer. Por otra parte, no hay evidencia de que ese 7% de ‘éxito’ sea el resultado de los tratamientos recibidos; puede incluso que se haya dado a pesar de esos tratamientos”… “Con una tasa de mortandad no menor, sino un 6% mayor en 1.997 que en 1970, no hay 189

indicio alguno de que la moderna terapia del cáncer sea científica, ni efectiva, ni que valga la pena, el dolor y el esfuerzo de los grandes desembolsos económicos. Partiendo de una tasa de fracaso no inferior al 93%, la terapia médica contra el cáncer no puede considerarse un tratamiento sino una seria amenaza para la salud pública”, Andreas Moritz, 2.007. Las empresas farmacéuticas están ‘interesadas’ en buscar medicamentos que tengan efectos paliativos, no curativos; estos tratamientos no solo no han demostrado ser eficaces, sino que son probadamente venenosos: La quimioterapia es tóxica por definición (no como efecto secundario) pues destruye o mata a las células normales, las inmunológicas incluidas, además de las tumorales. “Los pacientes suelen morir a causa del tratamiento, antes de que el tumor pueda (o no) matarles”, Dick Richards, 1.982; ocasiona pulmonía, infecciones, intoxicación directa del fármaco, falta de hematíes (anemia aplásica), leucocitos (leucocitopenia), o plaquetas (trombocitopenia), cardiopatías, infertilidad, caída de pelo, nauseas, vómitos, encías sangrantes, úlceras bucales y gastrointestinales, candidiasis, tumores secundarios...“Se sabe que los cánceres secundarios son complicaciones causadas por la quimioterapia y la irradiación13 empleada para tratar linfomas y linfomas de Hodgkin además de otros cánceres primarios”, New England Journal of Medicine, 21-IX1.989. La quimioterapia, reduce los tumores de algunos cánceres, sin embargo esto empeora claramente la calidad de vida de los afectados, sin mejorar nada la supervivencia; y después de varias décadas siendo usada no existe ni una sola evidencia científica que respalde el uso de la quimioterapia como método para curar el cáncer. “Todos debemos saber que ‘la guerra contra el cáncer’ es un gran fraude”, Linus Pauling, dos veces Premio Nobel. A pesar de que cada año mueren más personas de cáncer, las revistas de salud y los periódicos, desde hace décadas, no dejan de publicar noticias como esta: “La Ciencia, a punto de vencer al cáncer”, “El cáncer, acorralado”, etc. La tasa de mortalidad para los cánceres más comunes, de pulmón, colon, pecho, próstata, páncreas, y ovarios, ha seguido igual o se ha incrementado en los últimos cincuenta años. “La prescripción de la quimioterapia, cuando ésta tiene pocas o ninguna posibilidad de funcionar, ‘es en el mejor de los casos estúpido y en el peor de los casos criminal’, advierte el Dr. Robert Atkins, 1990, conocido médico dedicado a la medicina complemen190

taria. A pesar de ello, los médicos oncólogos ortodoxos lo hacen a diario”, Richard Walters.

Los beneficios del colesterol. Aunque en algunos estudios se ha observado una correlación entre la cantidad de grasa ingerida y los niveles de colesterol, estos niveles no son más que un marcador intermedio de riesgo cardiovascular, es como si para evitar las heridas quisiéramos disminuir la formación de las postillas; éstas no son más que una consecuencia. Lo mismo parece ocurrir con el colesterol en la sangre: sus niveles altos no son la causa de las enfermedades cardiovasculares, sino la consecuencia. La gran mayoría de investigaciones se realizan para ver la efectividad de determinados fármacos; esto, que pudiera parecer un avance científico, es una estrategia de las farmacéuticas, pues no tienen en cuenta el paso previo: hay otras medidas más eficaces y menos agresivas que los fármacos. Los fármacos para disminuir el colesterol (las estatinas), funcionan mucho peor que las medidas saludables: la supresión de tóxicos (comida desnaturalizada, tabaco, alcohol y los propios fármacos), la alimentación adecuada y el ejercicio, por sí solos pueden reducir el riesgo cardiovascular en un 83%. El famoso estudio WOSCOP, tras investigar a hombres con alto riesgo vascular concluyó que una estatina reducía en un 31% las enfermedades cardíacas; estudios como éste se suelen utilizar para justificar la recomendación y venta de las estatinas, pero ocultan que hay otras formas más efectivas y seguras de prevenir las enfermedades vasculares. Así, el estudio Nurses Health concluyó que se pueden reducir (en un 31%) las enfermedades cardíacas simplemente evitando las grasas trans14 y comiendo pescado una vez a la semana, sin necesidad de tomar fármacos con peligrosas reacciones adversas, como el cáncer. Es destacable, también, que quieran hacer ver que es normal padecer efectos adversos, cuando ponen “Como todos los medicamentos, puede a veces causar efectos adversos...”. Estas reacciones adversas las sufren millones de personas en todo el mundo que son tratadas con estatinas o bloqueadores de la síntesis de colesterol, sin preocuparse por la causa que provoca la enfermedad y el aumento del 191

colesterol: Los hábitos de la sociedad occidental, que debilitan los vasos sanguíneos y dificultan el metabolismo celular. Los hábitos nocivos (comida basura, sedentarismo…), el estrés continuado y los problemas emocionales provocan que las células de las paredes arteriales sufran inflamación y lesiones; el colesterol es imprescindible para generar hormonas y reparar las células por lo que el hígado sintetiza el necesario. “El colesterol es un mecanismo de reparación del daño sufrido por las paredes arteriales al agrietarse el colágeno de su tejido conjuntivo por deficiencias nutricionales”, Matthias Rath. También, el estudio Lyon Diet Heart, en lugar de investigar sobre el efecto de los fármacos, estudió, en personas que ya habían tenido un ataque al corazón, los efectos de una dieta saludable (tomar pescado, fruta, verduras y pan, quitando la carne y la mantequilla); los valores del colesterol no bajaron, pero el estudio concluyó que esta dieta denominada mediterránea era tres veces más efectiva para reducir las enfermedades cardiacas, y dos veces más efectiva para reducir la incidencia de muertes, que otra dieta tipo habitual, (Circulation, 1.999). La dieta saludable resultó mucho más efectiva que las estatinas, sin tener que soportar la toxicidad “que causan todos los medicamentos...”. Por otra parte, que algunas investigaciones demuestren la existencia de correlación entre dos variables no significa que una sea causa de la otra (en este caso no significa que el colesterol alto sea la causa del ataque cardiaco). De la misma forma aunque el morir en la cama está relacionado con la mayoría de las muertes no significa que si dejamos de estar en la cama las personas dejan de morir. Walter Harternbach, autor del libro La mentira del colesterol, tras mencionar diversos estudios, sus propias investigaciones y su experiencia como jefe de Cirugía de las clínicas de Wiesbaden concluye que no hay ninguna relación entre los niveles altos de colesterol y la aparición de enfermedades vasculares; por el contrario, sí parecen influir en la disminución de los casos de cáncer y el aumento de la esperanza de vida. Además los estudios muestran que el disminuir químicamente los niveles de colesterol tiene relación con el aumento de fallecimientos y de la incidencia del cáncer, dolores musculares, hepáticos y diabetes. Gracias a sus ganancias del orden de cientos de miles de millones, las industrias farmacéuticas y de la margarina, orientan la información y la investigación para ocultar todos estos hechos científicos. Muchos estudios clínicos ratifican estas conclusiones, como algunos citados por W. Harternbach15. 192

Duane Graveline, médico que sufrió amnesia tras tomar una estatina16 escribe en el prólogo de su libro Statin Drugs, Side Effects: “La mayoría de los efectos secundarios de las estatinas son desconocidos por sus ocupados doctores... pocos han oído hablar de la amnesia y otras formas de trastorno de memoria; y menos todavía de la hostilidad, agresividad y depresión profunda relacionadas con las estatinas. ... el trabajo de Muldoon señala que con pruebas suficientemente sensibles se demuestra que el 100% de los consumidores de estatinas padece un déficit cognoscitivo. El inaceptable legado actual del uso de estatinas en altas dosis es un sendero de dolores crónicos, entumecimiento, debilidad, confusión, fatiga, respiración agitada y deficiencia cardiaca en millares de víctimas confiadas. Muchos médicos se han vuelto víctimas del uso de las estatinas y, como el autor, ahora sospechan que el mensaje de los persuasivos representantes de las farmacéuticas puede no haber sido nunca verdad”. Las investigaciones17 sobre el colesterol concluyen, pues, que las personas con colesterol alto no tienen más aterosclerosis que las que tienen colesterol bajo ni padecen más enfermedades o muertes causadas por ésta. Sin embargo parece que bajar el colesterol artificialmente es innecesario y peligroso, incluso para la vida de las personas que lo hacen. “El colesterol participa en todos los acontecimientos de tipo metabólico y en el contenido de proteínas, hormonas, electrolitos y vitaminas, así como en la liberación de todas las sustancias energéticas. No existe una sola situación en que una reducción del nivel de colesterol pueda estar justificada, sino que, por el contrario, tal reducción es peligrosa, y por desgracia, puede resultar fatal en muchos casos”, Hartenbach. “El nivel de colesterol total alto no se asocia con una alta mortalidad coronaria en poblaciones de más de 40-50 años de edad. Más importante aún: los valores de colesterol totales más altos se asocian a menores proporciones de cáncer y de todo tipo de mortalidad en las poblaciones”, Yakugaku Zassi. Lo mismo que ocurre con los niveles de colesterol pasa con otros parámetros, la solución se centra en los fármacos y los fármacos se centran en los síntomas, en la tensión alta, niveles de glucosa y otras determinaciones analíticas, sin buscar la solución a las causas que los provocan. Los betabloqueantes (atenolol, Blokium, Tenormin, Emconcor, Coropres, Sumial…) reducen la frecuencia cardiaca, los diuréticos (Higrotona, Hidrosaluretil, Teertensif, Seguril, Sutril, Salidur…) reducen el volumen sanguíneo, los llamados antidiabéticos 193

reducen la glucosa en sangre (Daonil, Euglucon, Diamben…). Así, suprimiendo los síntomas, la enfermedad sigue existiendo y se provocan efectos secundarios que causan nuevas enfermedades y nuevos mercados de fármacos. Los fármacos, en general, solo debieran recomendarse en casos de urgencia, cuando la gravedad y la falta de tiempo son apremiantes. A largo plazo, los fármacos debieran estar prohibidos, si antes no se han tomado las medidas preventivas y causales pertinentes. En la práctica, con la pretensión de prevenir, se están recetando peligrosos fármacos que hacen todo lo contrario: provocar la enfermedad. Esto sucede porque gran parte de la población cree que tomando los productos químicos ya no tienen que responsabilizarse de su salud, y siguen haciendo lo que origina los problemas: vida estresante, emociones retenidas, incongruencia, sedentarismo, comida basura (sal, dulces, refinados, alcohol, grasas, fritos), humos, fanatismo, miedo… La armonía interior integral de la persona, su relación amable con el entorno, la autorresponsabilidad, el sentido común y el adecuado estilo de vida que de ello se deriva, además de ser gratuito y no causar reacciones adversas, ayuda a las personas a llevar una vida saludable y feliz.

El fraude del SIDA. Lo que hemos visto sobre el cáncer, las vacunas o las enfermedades vasculares no son ejemplos aislados. La carencia de efectividad, de criterios científicos, las reacciones adversas y la información contaminada es lo normal en las enfermedades tratadas por la medicina química, por ejemplo el SIDA. Actualmente unos 3.000 científicos e investigadores de todo el mundo creen que la actual teoría del SIDA es errónea y que no tiene fundamento científico. Se ha constituido el "Grupo por el Replanteamiento Científico de la Hipótesis VIH SIDA" (Reappraising AIDS), en este grupo hay científicos expertos: biólogos, biólogos moleculares, matemáticos, físicos, médicos y químicos. Los más activos son Peter Duesberg, Serge Lang, Eleni PapadopulosEleopulos, Harvey Bialy, David Rasnick o Roberto Giraldo; entre ellos están los Premios Nobel Walter Gilbert, 1.980, y Kary Mullis, 1.993. Muchos de estos científicos creen que quienes defienden la posición ortodoxa del SIDA carecen del rigor metodológico mínimo para probar lo que dicen y que en su mayoría han sido engañados por 194

otros científicos al servicio de intereses particulares, que han cometido fraude deliberado. Según esta teoría alternativa, son los propios tratamientos farmacológicos que propone la visión convencional los que provocan los síntomas del SIDA, y para comprobarlo solo hay que leer los prospectos de dichos fármacos. Los fármacos ARV (Anti Retro Virales) contra las inmunodeficiencias dañan al sistema inmune, y causan nuevas infecciones. A pesar de que nadie ha demostrado que los beneficios sean mayores que los daños que provocan los ARV se dispensan como rosquillas. Los afectados debieran leer los folletos que acompañan a estos fármacos para saber que no curan el VIH ni el SIDA, y que provocan inmunodeficiencia (justo lo que deberían curar) 18. Kary Mullis, premio Nobel de química por descubrir la prueba PCR (reacción en cadena de polimerasa), que los defensores de la Teoría VIH usan para justificar la presencia del virus, dice que su técnica no sirve para diagnosticar quien es portador del VIH, y que habría renunciado al premio Nobel de saber el uso que se iba a dar a su invención. “Ni Duesberg ni yo podemos entender cómo ha surgido esta locura (…) Sabemos que errar es humano pero la hipótesis VIH/SIDA es un error diabólico”, Kary Mullis19. Según Peter Duesberg, experto en retrovirus y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, desde el punto de vista científico ningún retrovirus puede ser causa del SIDA. El inmunólogo Roberto Giraldo afirma que el VIH no existe, o al menos no está demostrado con una prueba confiable que exista un virus o retrovirus de estas características (aunque sí existe esta prueba en enfermedades como el sarampión, la hepatitis A y B, la poliomielitis o la gripe). Lo que denominamos SIDA es, según Giraldo, un conjunto de síntomas causados por una sobreexposición a agentes biológicos, químicos, físicos, mentales y nutricionales que colapsan el sistema inmunológico. Agentes como alcohol, tabaco, otras drogas, anfetaminas, polución ambiental, herpes, hepatitis, tuberculosis, malaria, enfermedades tropicales, de transmisión sexual, ansiedad, depresión, pánico, insomnio, fatiga, falta de higiene o malnutrición y las deficiencias vitamínicas y de antioxidantes. Todo esto genera radicales libres que dañan las células y debilita las defensas, causando síntomas infecciosos y metabólicos. En resumen Giraldo cree que el SIDA no lo causa un virus, sino problemas tóxicos y nutricionales. Además no hay en la actualidad ningún tratamiento farmacológico para combatir un supuesto virus tan tóxico (como no lo hay contra la 195

gripe u otras enfermedades virales). Así que es inútil y peligroso dar a las personas afectadas fármacos antirretrovirales tóxicos. Está ocurriendo lo mismo que ocurrió, durante décadas, considerando la pelagra, el beriberi y el escorbuto como enfermedades infecciosas, hasta que a principios del siglo XX se descubrió que eran nutricionales. Las personas afectadas tuvieron que pasar, también, por el aislamiento y el rechazo de la sociedad, por miedo al contagio. No hay síntomas específicos de SIDA, por lo que el diagnóstico médico es arbitrario. Por otra parte en los afectados por SIDA jamás se encuentra el virus del VIH, ni se observan los síntomas que se dan en otras enfermedades virales como el sarampión o la rubéola. La paranoia de los medios de comunicación y la posición ortodoxa sobre el SIDA (que afirma que es incurable), ha provocado que, además de los agentes debilitantes, se produzca una autosugestión de las personas que les lleva a intensificar los síntomas y el falso pronóstico de muerte. Esta influencia psicoemocional en el estado inmunológico está actualmente demostrada por la psoconeuroinmunología. El SIDA no tiene síntomas propios, sino que causa infecciones oportunistas (infecciones por bacterias, micobacterias, virus, hongos, parásitos, toxemias, demencias, enfermedades sanguíneas y tumorales), propios de otras enfermedades como: neumonías, tuberculosis, toxoplasmosis, angiomatosis, candidiasis vulvovaginales y orales, displasias de cérvix, carcinomas, encefalopatías, fiebre, diarreas persistentes, fatiga crónica, herpes recurrentes, neuropatías periféricas, sarcoma de Kaposi, linfoma de Burkitt, linfomas… La prueba del VIH positiva, no garantiza que haya SIDA, muchas personas con VIH positivo están perfectamente permanentemente; para diagnosticar el SIDA tienen que darse los síntomas. De modo que el diagnóstico de SIDA es subjetivo, ya que ni los síntomas ni el VIH positivo lo confirman. Algunos científicos críticos creen que la crisis psicoemocional y los hábitos nocivos, pueden reflejarse en el cuerpo, haciendo que la homeostasis se rompa y aparezcan los síntomas. Según Hamer las personas que tienen estos síntomas, cuando no saben que tienen SIDA, se curan sin problemas, es el efecto mental del diagnóstico lo que les mata: “¡sólo se convierte en víctima del SIDA quien sabe que es seropositivo o cree serlo!”. Respecto a las causas emocionales dice que está producido por un conflicto de desvalorización de uno mismo con síntomas comunes a otras enfermedades; cuando la persona se vuelve a autovalorar, se produce la curación. 196

Parece pues que la clave de la recuperación de estas personas está en la creencia sobre la posible evolución de la enfermedad. Cuando no se interpone el pronóstico que los expertos predicen (sin base científica), su fuerza mental, emocional y física son capaces de superar los síntomas. Ayudados por todo lo que pueda reforzar su sistema homeostático: superación de la crisis emocional y hábitos de vida naturales y energéticos. En resumen, el enfoque natural dice que el SIDA se puede prevenir y curar de forma efectiva, fácil y barata. “Todos los postulados en que se basa la teoría infecciosa del SIDA están plagados de errores metodológicos…, ninguna, pero absolutamente ninguna de las bases de la hipótesis VIH-SIDA, ha sido demostrada a nivel objetivo. No son más que simples suposiciones teóricas creadas por las mentes de los generadores de esa teoría…”, R. Giraldo20. Aunque ya hemos visto que la mayoría no significa nada en ciencia, más bien todo lo contrario, es preciso conocer lo que piensan los científicos ortodoxos. Los que siguen son los argumentos de la posición ortodoxa y mayoritaria respecto al SIDA. En el año 2.000, más de 5.000 científicos firmaron la declaración de Durban, asegurando que el VIH es la causa del SIDA. Entre ellos había varios premios Nobel y directores de institutos de investigación, academias y sociedades médicas. Esta declaración decía que aunque existen aspectos que se desconocen: Los pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida, sin importar donde vivan, están siempre infectados con el VIH; si no se trata, la mayor parte muestran síntomas del SIDA al cabo de 5 o 10 años; la infección se identifica en sangre mediante la detección de anticuerpos, secuencias genéticas o aislamiento viral; estos test son tan efectivos como los usados para detectar otras infecciones virales; quienes reciben sangre contaminada o productos sanguíneos contaminados con VIH desarrollan SIDA; la mayor parte de los niños que desarrollan la enfermedad nacen de madres infectadas con VIH; a mayor carga viral en la madre aumentan las probabilidades de que el bebé se infecte; en pruebas in vitro, el VIH infecta el mismo tipo de células de la sangre (linfocitos CD4) que la enfermedad ataca en los pacientes con SIDA; las drogas que impiden la replicación del VIH in vitro también reducen la carga viral en humanos y retrasan o impiden la aparición del SIDA. Cuando está disponible, el tratamiento reduce la mortalidad por SIDA en más de un 80%. Por otra parte Luc Montagnier (uno de los iniciadores de la teoría y único premio Nobel por este motivo), se ha desmarcado en 197

varias ocasiones de las tesis oficiales, afirmando que el VIH por sí solo no es causa suficiente para el SIDA, que ni siquiera en pacientes terminales de SIDA están infectadas más de una entre 500 Células T y que debe haber otros factores que hagan aparecer la enfermedad, pues el VIH por sí sólo es incapaz de matar esas células. Tras buscar otros factores parece haber concluido que éstos tienen que ver con los hábitos de vida y con aspectos psicoemocionales. Además Montagnier es partidario de limitar el uso de antirretrovirales y de usar antioxidantes naturales. En declaraciones a la revista Discovery Salud21, en diciembre del 2.007, dijo: “El VIH sólo es un problema grave si el sistema inmune está deprimido”. Las pruebas usadas para el diagnóstico de infección por VIH (Elisa, Western Blot y carga viral) no garantizan que un resultado positivo sea por una infección con el VIH22. Según diversos autores todos los positivos son falsos positivos, pues estas pruebas no están estandarizadas, no son reproducibles, no clarifican que haya infección VIH, ni indican lo mismo en todas las personas. Además, como el VIH nunca ha sido aislado como una entidad viral independiente, libre y purificada, la sensibilidad y la especificidad de estas pruebas no pueden ser comparadas con el VIH mismo, y se comparan con las manifestaciones clínicas del SIDA o con los recuentos de las células T4. “En otras palabras, que un resultado positivo en una prueba de anticuerpos para el VIH puede ser el resultado de una sobreestimulación antigénica previa, antes que consecuencia de una infección con el VIH o de cualquiera otra retroviral”, R. Giraldo23. El VIH parece no existir, pues su supuesto hallazgo no sigue el procedimiento estándar para aislar un retrovirus. La existencia del VIH ha sido establecida en forma indirecta: por la presencia sangre, enzimas o fragmentos de ARN o de ADN que supuestamente pertenecen al VIH, sin haber demostrado esta supuesta pertenencia, ya que ¡el VIH no ha sido nunca aislado!24. Por otra parte “Es interesante anotar que la presencia de antioxidantes en los cultivos evita que aparezca el fenómeno”… “Es decir, que el fundamento de toda la concepción viral del SIDA es un fantasma”, Giraldo25. El descubrimiento del VIH se anunció el 24 de abril de 1984, por Robert Gallo, en una rueda de prensa, sin publicación científica previa, o presentación en congreso o reunión científica alguna. Posteriormente Robert Gallo fue condenado por un tribunal de su país por el fraude de apropiarse de los trabajos de Luc Montagnier (este fraude ha sido tácitamente reconocido por el jurado del premio Nobel, que sólo ha otorgado el premio a Montagnier, no a Gallo). Asimismo se ha 198

probado que Gallo cometió fraude científico al anunciar unos resultados contrarios a los que el jefe de investigación de su laboratorio había firmado26. Acabo este tema con unas palabras de Montagnier, posteriores a recibir el premio Nobel de Medicina del 2.008: “El virus actúa en aquellos organismos que presentan ya una situación degradada por el consumo de drogas o por una vida complicada, con abuso de alcohol o escasa atención a la alimentación. Algunas personas sanas pueden ser infectadas por el virus durante un breve periodo pero pueden desembarazarse de él enseguida. La moraleja de todo esto es que hay que llevar una vida responsable y evitar otras infecciones”27.

La estadística al poder: Epidemiología. La epidemiología es una rama de la medicina que pretende conocer la frecuencia y distribución de las enfermedades; en ella parece basarse el carácter científico del paradigma fármacosintomático de la salud. La mayoría de la población (incluidos gran parte de los profesionales sanitarios) desconoce los problemas teóricos y prácticos que comporta el uso de la epidemiología y creen a ciegas que es una ciencia que emplea técnicas estadísticas objetivas e indiscutibles que ayudan a prevenir y controlar enfermedades. Pero la verdad es bien distinta: las técnicas estadísticas y su naturaleza científica están en permanente cuestionamiento, tanto desde las diferentes corrientes epidemiológicas como desde fuera de ellas. Es cuestionable, por ejemplo si la epidemiología es una ciencia, o una suma de técnicas de recolección y análisis de datos28. El debate conceptual sacude, desde siempre, el corazón de la epidemiología. Por ejemplo, la actual confrontación entre el biologicismo (que cree que la salud se consigue con la producción y uso de medicamentos eficaces) y la epidemiología centrada en la calidad de vida, entre el positivismo y la epidemiología sociocultural o entre los estudios cuantitativos y cualitativos. Los métodos epidemiológicos buscan habitualmente el rigor de la supuesta objetividad, excluyendo la complejidad de la realidad, la integración de la diversidad y los aspectos subjetivo-personales. La introducción del método numérico y la búsqueda de regularidades matemáticas en la epidemiología moderna condujeron al uso de teorías de grandes números aplicadas al análisis de las 199

estadísticas sanitarias, creando conceptos de investigación cuantitativa (como ‘tasa estandarizada’, ‘medición año-persona’, ‘exposición poblacional’, etc.). Esta visión ha logrado tal fuerza que está extendida la creencia de que las investigaciones cualitativas no son epidemiológicas, o no tienen el mismo grado de importancia científica. El principal escollo que muchos científicos ponen a la calificación de disciplina científica atribuida a la epidemología es el concepto epidemológico básico de causalidad que, desde que Hume lo planteara, trae de cabeza a lógicos, epistemólogos y estadísticos: Desde un punto de vista racional no se ha demostrado, ni se puede demostrar, que una teoría sea verdadera, pues no se puede fundamentar un conocimiento a base de inferencias inductivas confirmatorias, por muy numerosas que éstas sean. Algunos epidemiólogos son partidarios de abandonar el concepto de causa y limitarse a dar explicaciones no deterministas de los eventos que investiga; otros piensan que hay que profundizar en el concepto de causa y no dar mayor importancia a su falta de consistencia científica y epistemológica. Las variables que pueden influir en una forma orgánica o mental son potencialmente infinitas (alimentos, costumbres, edad, estado mental, trabajo, nivel de vida, familia, soledad-relaciones, clima, radiaciones, genética, movilidad-sedentarismo, orografía, luz, magnetismo, microorganismos, polución, ideología, …). La ciencia positivista se empeña en ignorar la mayoría de estas variables. “Ahora sé que todos los niveles de organización son igualmente importantes, y que es preciso conocer algo de cada uno de ellos si queremos entender la vida”, Szent-Gyorgyi, 1.969. Dada la complejidad inaprensible de los sucesos en la naturaleza, los epidemiólogos realizan sus investigaciones en escenarios pseudo experimentales altamente controlados con recursos metodológicos y estadística frecuentista, que presentan otras incoherencias epistemológicas (como la separación entre significación estadística y significación clínica, o los tamaños muestrales…). Actualmente, sin embargo, está totalmente aceptado que los escenarios simuladores de los fenómenos naturales no siguen leyes similares a las de los fenómenos naturales. Otros conceptos como riesgo, asociación, sesgo, confusión, etcétera, son metodológicos y no tienen suficiente solidez y estabilidad como para sostener que esta disciplina es científica. 200

Confundir el uso de la estadística con el método científico es una visión reduccionista de la ciencia, un error en el que se apoya, por ejemplo, la medicina basada en la evidencia. El pensamiento no debe estar al servicio del método, la ciencia debe poner el método, la precisión y la matemática al servicio del pensamiento. El modelo más seguido de la epidemiología actual parece ser el de Brian MacMahon, 1.970, denominado red de causalidad. Los seguidores de este modelo mantienen que las relaciones entre causas y efectos de las enfermedades son de una complejidad tal que es imposible desentrañarlas; por lo que los epidemiólogos han de intervenir exclusivamente en los factores que pueden controlar. Es decir intervienen aunque no sepan explicar totalmente el origen de las causas (por ejemplo, en los años cincuenta los epidemiólogos establecieron una asociación entre cáncer pulmonar y hábito de fumar a pesar de no comprender los procesos que ello implica). Esto está llevando a los epidemiólogos a la caza de factores de riesgo, no suficientemente fundamentados y modificados a menudo (ejemplo: primero dijeron que el pescado azul era perjudicial por su grasa y ahora que ésta beneficia). Asimismo estos factores de riesgo son la versión negativa de los hábitos saludables, y ponen el acento en lo que no se puede hacer, convirtiendo la vida en una defensa ante el medio sin dejar claro cómo surgen las enfermedades. El modelo epidemiológico histórico-social, mantiene que el factor biológico e individual no es tan importante para la salud colectiva como los factores culturales, económicos y políticos. En un estudio cualitativo, realizado por la profesora enfermera de la Universidad Nacional de Colombia Renata V. González Consuegra R, 2.007, el 65% de las personas entrevistadas creían que los aspectos emocionales y sociales son los que más influyen en la satisfacción y calidad de vida de las personas, por encima de los aspectos económicos (20,5%). Estudios cualitativos como este devuelven a la persona su humanidad (sentimientos y afectividad, aspectos ausentes en las investigaciones cuantitativas): Nos muestra lo que las personas piensan y hacen en la vida, y las cualidades que usan para ser felices; nos orienta hacia conocimientos y métodos que ayuden a la persona a darse cuenta de sus necesidades y a manejar sus emociones, sus relaciones y sus hábitos. Hay algunas preguntas sobre las que los epidemiólogos no se ponen de acuerdo: ¿Se debe limitar la epidemiología a la tarea de describir la frecuencia y la distribución sin interpretar lo que estudia? ¿El hecho de intervenir reduce su cualificación científica? ¿Es la 201

epidemiología un método científico positivista? ¿Debe basarse exclusivamente en la investigación cuantitativa? ¿Es el método estadístico frecuentista lo que da el carácter de científico a la medicina fármaco-sintomática? Formalmente ninguna teoría puede demostrar ser verdadera, pero ¿hay que elegir alguna como base para la acción? ¿Cuál elegir? De la respuesta a estas preguntas depende el uso de la epidemiología como herramienta para explicar fenómenos, buscar pautas causales (probabilísticas o no), estimar el riesgo, evaluar tratamientos; todo lo cual influye en la salud de la población (actividades de prevención, control de crónicos, etc.). En ciencia la complejidad es la norma, los métodos tienen sus límites, las preguntas son más importantes y más claras que las respuestas. “Confundir ciencia con ciertos automatismos es uno de los más nefastos yerros históricos y prácticos en los que ha caído una parte de la mentalidad contemporánea, que en epidemiología se manifiesta en el lerdo imperio de la estadística o en derivas cientififormes o reduccionistas, como la medicina basada en la evidencia. Pues la ciencia siempre ha sido reflexiva y ha puesto el método, el rigor y la matemática al servicio de su reflexión, y no al contrario”, Félix Miguel García, Técnico de salud de atención primaria29.

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9. LA VITALIDAD NATURAL. “No debe entenderse al ser vivo como una materia animada por la energía, es la energía la que ha orientado la materia...” Nei Jing. Ling Shu.

El modelo de salud emergente. La energía, cualquiera que sea la forma que adopta, es la fuerza interior que nos da la vida. El arte de vivir consiste en dirigir esta vitalidad de forma creativa y armónica. La salud basada en la energía de la Naturaleza y en métodos naturales ha dejado de ser la hermana indocumentada de la medicina. Si bien está fuertemente fundamentada en las medicinas tradicionales y ancestrales, ya han pasado los tiempos en los que se le podía achacar la falta de base científica. Aunque en este libro menciono abundantes ejemplos de estudios que apoyan la práctica de las terapias y hábitos armónicos con la naturaleza, no es mi intención basar lo aquí expuesto en dichos estudios, ni sobrevalorar la investigación (que ya hemos visto los problemas de credibilidad que tiene). Lo que trato de hacer es exponer la investigación como un factor más, que junto al sentido común, la experiencia milenaria y la intuición forme un sistema más amplio que nos ayude a tomar decisiones apropiadas sobre nuestra vida. Los conocimientos surgidos en el último siglo, nos indican que las bases del modelo de salud químico-sintomático han quedado científicamente desfasadas, y que sus anomalías pueden ser superadas por otro modelo más avanzado y humanitario. Un sistema que abarque los cuatro cuadrantes (interior, exterior, individual, colectivo) inseparables de la realidad, que devuelva a las personas implicadas la autoridad y la responsabilidad sobre su salud, poniéndoles en el centro de las decisiones, y que dé a los profesionales de la salud un privilegiado lugar secundario, como asesores o acompañantes en esa toma del poder personal de los involucrados. 203

El modelo natural, tradicional durante milenios, reconoce a las personas como seres integrales: materia, mente y espíritu son aspectos de diferente nivel vibratorio de una realidad energética universal única, donde el todo es más que la suma de sus partes. La naturaleza, los sistemas biológicos, sociales y cósmicos son entendidos como parte integral de nuestra vida; al cuidar la naturaleza cuidamos de nosotros mismos. Este modelo pone énfasis en las cualidades y capacidades de las personas, y trata los problemas de la vida (la enfermedad incluida) como manifestaciones de la variedad y complejidad de las decisiones tomadas y como indicios de que podemos vivir de diversas formas diferentes, todas ellas con sus ventajas e inconvenientes. Esta visión de la salud y de la vida es emergente, es decir, incluye y supera los logros de otros modelos, aportando lo mejor de cada uno de ellos; abarca tanto el método científico como la intuición creativa, tanto la alta tecnología como la sencilla caricia, tanto la sofisticada comunicación informática como la cercana atención empática, tanto la seguridad de unos conocimientos comprobados como la incertidumbre de una realidad inaprensible, tanto las técnicas de información y formación de masas como la consulta personalizada, tanto las medidas socioeconómicas de calidad de vida como la potenciación de los hábitos saludables. Este modelo reconoce la importancia y abundancia de los recursos de la naturaleza, las culturas y las personas; las diferencias de género, de raza, de edad, de ideología, de personalidad, de sentimientos, de cualidades. Entiende esta diversidad como una riqueza de la unidad que formamos con toda la vida, que está en permanente cambio y autoevaluación. El modelo de la vitalidad natural entiende que un sistema de salud es mucho más que las instituciones sanitarias; que abarca todos los aspectos de la vida, desde la cultura, la política y la economía hasta las costumbres familiares y personales. La atención de salud es un derecho básico y universal y las instituciones sanitarias sirven al bien público. La estructura que propugna este modelo emergente es reticular (redes, no pirámides), tanto en su aspecto organizativo interno como en la relación que todos tenemos con todos y todo; es decir, la red abarca a todos los aspectos de la vida, no sólo al sanitario. La responsabilidad de las personas abarca el control de la organización, la utilización de recursos y el gasto sanitario, contribuyendo a ello según sus posibilidades. La responsabilidad de los sanitarios conlleva utilizar los conocimientos, recursos materiales, productos 204

prescritos, métodos diagnósticos y terapéuticos al servicio de los clientes, que son el centro de su práctica profesional (por encima de intereses institucionales, científicos, académicos o lucrativos). También es responsabilidad de los profesionales actualizar sus conocimientos, con espíritu crítico, reconocer la responsabilidad y el poder de cada persona en su propia salud, formar equipos multidisciplinarios y redes de apoyo social. Las relaciones entre sanitarios y los clientes están basadas en la comunicación entre personas, protagonistas y facilitadores, ambas con sus emociones, capacidades, personalidad diversa y potencial ilimitado. La eficacia y eficiencia del sistema de atención se evalúa verificando la capacidad de autogestión y autorresponsabilidad de profesionales y clientes, así como su satisfacción con la vida.

Teorías ancestrales y nuevas leyes de la Naturaleza. Este paradigma de la salud impulsa el retorno a la naturaleza, a las leyes naturales de la energía. Los terapeutas tradicionales, naturalistas y chamanes, piensan desde antaño1 que la energía mental incoherente desencadena los procesos de enfermedad y que éstos tienen la finalidad de potenciar física y mentalmente a la persona. Los desequilibrios psicoemocionales, miedo, impaciencia, angustia, incertidumbre, ira, confusión o intolerancia, son desequilibrios energéticos que influyen en las enfermedades. La enfermedad según este punto de vista es la transformación de los problemas mentales en problemas físicos. Pues bien, Ryke Geer Hamer ha dado forma científica y ampliado esta teoría, a través de lo que él denomina la Nueva Medicina (o Nueva Medicina Germánica), basada en cinco Leyes Biológicas que rigen en el ser humano. Se denomina Ley, científicamente hablando, a una hipótesis que ha sido verificada empíricamente, demostrando que se cumple en el cien por cien de los casos, como ocurre con la ley de la gravedad. Algunas de estas cinco leyes son conocidas y aprovechadas desde hace milenios, Hamer las ha formulado científicamente con gran claridad y rotundidad. Además el hallazgo de los focos de Hamer en el encéfalo y el orden ontogénico de las enfermedades, son su gran aportación al conocimiento de la humanidad. Las cinco leyes biológicas de la Nueva Medicina: 205

1ª. La Ley de Hierro de la Salud2: Toda enfermedad es una respuesta corporal adecuada, un programa biológico especial que empieza por un choque psíquico conflictivo (que afecta a valores y emociones), vivido en soledad y localizado en tres niveles sincronizados: psíquico, cerebral y orgánico. Lo importante no es el suceso exterior, sino el impacto que produce en la autovaloración de la persona y el tipo de emoción que genera. La infidelidad del marido puede ser sentida por diferentes mujeres de formas diferentes: como algo sin importancia, como problema de sexualidad, de autovaloración, de ruptura familiar, de peligro para los hijos, de supervivencia, etc. Así pues, el golpe emocional puede aflorar, analógicamente, en el cuerpo, según las personas, en distintas formas (sequedad, fibroma, carcinoma, descalcificación ósea…) y distintas zonas (cérvix, mama, ovarios, pelvis…). El tipo de conflicto determina la localización de la alteración tisular orgánica. La evolución del conflicto y la alteración tisular (enfermedad) son interdependientes. 2ª. Ley del Carácter Bifásico de las Enfermedades: Toda enfermedad, tras el choque conflictivo, pasa por una etapa psicoemocional3 en la que la persona está muy activada o nerviosa, y otra etapa de curación4. La persona durante la vida manifiesta formas psíquicas y espirituales definidas, tanto cuando está en coherencia vibracional y armonía como cuando pasa por momentos de crisis o incoherencia; por eso decimos que “el cuerpo es el reflejo del alma”. Cuando hay problemas psicoemocionales se refleja en el cuerpo haciendo aparecer la enfermedad. Es decir, el desequilibrio emocional genera una disminución (úlcera) o aumento (tumor) del órgano del cuerpo relacionado simbólica o analógicamente con el problema; este cambio orgánico se aprecia también en la zona del encéfalo relacionada con dicho órgano, y aparecen en los TAC cerebrales en forma de círculos concéntricos, los denominados Focos de Hamer. Estos focos hasta ahora eran ignorados por los radiólogos, que lo veían como un ruido de fondo generado por la máquina. Esta etapa de crisis interior desencadena una activación del metabolismo, destinada a emplear todos los recursos para trascender el problema. Se producen cambios de carácter, irritabilidad, falta de apetito, insomnio, o extremidades frías. Hasta que el conflicto no se soluciona o se acepta el individuo permanece en crisis existencial-emocional; una inestabilidad vital que puede desembocar en la superación o en la renuncia a la salud o a la vida. 206

Tras la superación emocional y existencial de la crisis se produce una fase curativa: fatiga, debilidad, buen apetito, extremidades calientes por la dilatación de los vasos sanguíneos; pueden aparecer fiebre, dolor, edema, inflamación, sudoración, molestias, analítica alterada5, úlceras, reuma, alergias, etc. Esta fase suele acabar en un rebrote6, una descarga energética, como un infarto de miocardio, coma hepático, neumonía, etc. que si es producto de una crisis muy fuerte puede llegar a la muerte o a la curación definitiva. En esta fase sintomática, con la crisis ya resolviéndose, es cuando el afectado acude al terapeuta. Al aparecer los análisis alterados, y si el terapeuta desconoce el significado curativo de los síntomas, el profesional sanitario diagnostica y pronostica la enfermedad (según sus creencias y conocimientos), causando un nuevo choque mental-existencial en el afectado; la persona acude a solucionar un problema y sale con el miedo a la muerte metido en el cuerpo. Esta fase curativa suele ser de la misma intensidad y duración que la crisis mental-existencial7. La leucemia, por ejemplo, según Hamer, no es una enfermedad, es el proceso de curación de una lesión de la médula ósea. Los cambios sanguíneos que provoca se presentan en toda lesión de la médula ósea. Los afectados de leucemia mueren porque los fármacos y radiaciones destruyen las células que reparan la lesión. 3ª. Ley del Sistema Ontogénico de las Enfermedades. Esta ley viene a decir que la relación entre el problema psicoemocional, los focos cerebrales de Hamer y la enfermedad orgánica, se ajusta rigurosamente a la forma en que se desarrollan los órganos y el cerebro en el feto humano8. Y que el tipo de tejido de los focos cerebrales y los focos patológicos orgánicos siempre coinciden en la misma capa embrionaria, de modo que, 1. Cada una de las tres capas genera tejidos orgánicos específicos, diferenciados de las otras. 2. Las alteraciones orgánicas son diferentes, dependiendo de su capa de origen. 3. El modo en que evoluciona la curación tras la solución del conflicto depende del origen de su capa. Cualquier profesional de la salud (no solo los especialistas en histopatología), sabe que en los animales, incluido el ser humano, se encuentra el mismo tipo de tejido en los mismos órganos9. Se conoce también que las mismas estructuras celulares están relacionadas neurológicamente con misma zona cerebral. El tipo de emociones, determina que parte del encéfalo y qué capa embrionaria, de estructura histológica específica, se va a ver afectada. Sin embargo esta constata207

ción patológica no es tenida en cuenta por los terapeutas farmacológicos. Hasta que Hamer lo ha hecho, nadie ha comprendido, ni usado clínicamente, este Sistema Ontogénico de los Tumores. Los efectos de este Sistema Ontogénico de los Tumores son importantes para la noción de salud y enfermedad. Reafirma la idea de que los cambios celulares siguen un orden natural, desconocido hasta ahora, y que las disonancias orgánicas no se producen al azar, ni por extensión de metástasis, sino gobernadas por el campo cósmico, en nuestro interior. Los oncólogos farmacológicos, seguidores de la teoría de Birchkok (del siglo XIX) defienden, sin constatación científica, que las células tumorales se propagan por la circulación arterial a otras zonas del cuerpo, cambian su constitución histológica y crean nuevos tumores10. Tampoco hay pruebas que haya substancias cancerígenas en sí11. Las creencias son muy peligrosas, y cuando no están basadas en leyes probadas sería adecuado evitar que sean entendidas como sentencias de muerte; para cambiar esta creencia tan dañina, hay que explicar a los afectados que la enfermedad, también el cáncer, es la respuesta de la naturaleza, de la homeostasis, para restablecer la salud mental, emocional y física. 4. Ley del Sistema Ontogénico de los Microbios. Cada zona cerebral y cada grupo de órganos de la misma capa embrionaria tienen asociados, sin excepción, un tipo de microbios, que causan los síntomas de la fase de curación, la cual facilitan. La regulación de tejidos orgánicos originada por las capas embrionarias también afecta a la organización de los microbios. Cada grupo de microbios interviene en los órganos relacionados con una capa determinada12. Cuando superamos nuestra crisis emocional el mensaje llega a células y microbios, que se activan, dando lugar a la etapa orgánica curativa. 5. Ley de la Enfermedad como Programa Especial de la Naturaleza, con pleno sentido biológico y con un orden ontogénico. Los procesos biológicos están relacionados con los mentales. Este aspecto no es reconocido por el modelo químico-sintomático de la salud, que defiende una interpretación biologista de la enfermedad. Esta quinta ley, a mi entender habría que entenderla así: La naturaleza siempre expresa a través del cuerpo lo que el alma siente, tanto cuando la persona tiene salud y alegría como cuando tiene disonancia y tristeza. Es decir, la naturaleza, el campo cósmico, el Tao, esencia de nuestro organismo, a través de la homeostasis tiende a favorecer la salud y la supervivencia; o, en todo caso, hace que el cuerpo refleje lo que el alma quiere (el cuerpo es el reflejo del alma), no solamente ante la enfermedad sino también en la salud y la 208

alegría de la vida. Esta ley es la esencia de todas las demás, une a la ciencia con la conciencia y al ser humano con la Naturaleza cósmica. Es la evolución y disolución de la crisis y de los golpes psícoemocionales, la forma de vivir el problema, lo que determina si hay alteración orgánica, qué tipo alteración es y su localización en el cuerpo, “No importa lo que te pase, lo realmente importante es lo que hagas tú al respecto”, Canvi13. La idea preconcebida, la creencia que desencadena la emoción es la causante básica del problema; y cambiando la creencia se puede cambiar la emoción y también su representación orgánica: cáncer no es igual a muerte, es igual a curación, Hamer. “… al cabo de cuatro meses de quimioterapia me di cuenta de que los pacientes que había a mi alrededor se morían, y yo quería vivir. Dejé este tratamiento… Hay que ser muy sinceros con nosotros mismos para entender los conflictos; yo puse sobre la mesa los conflictos, intenté resolverlos, los he resuelto…”, Gisela Hompesch14, paciente de Hamer, curada de un cáncer linfático incurable. Esta forma de entender al ser humano, a la naturaleza toda, es darse cuenta de que la existencia, la vida y las leyes del cosmos tienen sentido, y que este sentido está dentro de cada uno de nosotros. El dolor es una de las más controvertidas particularidades de la teoría de Hamer y el aspecto que más ataques recibe. Éste responde que el afectado es el que debe elegir entre aguantar el dolor durante unas semanas y curarse, o morir sin dolor y sin conciencia. Dice que el dolor desaparece al disolver el conflicto psicoemocional, después de que la persona comprende y acepta que el cambio mental conlleva los cambios orgánicos del proceso curativo. Opina que la morfina y sus derivados anulan la señal de alarma del cuerpo para adaptarse a la nueva situación y, como consecuencia, anula el proceso natural de curación. El paradigma natural deja la salud en manos de cada persona, no de los expertos, “Lo bueno de la nueva medicina es que el paciente puede entenderla, y ese paciente se hace mayor de edad, es el jefe del procedimiento, el paciente es quien dirige el procedimiento, y es quien determina si desea medicamentos o no”, R. G. Hamer. Para probar que estas leyes son erróneas basta encontrar una sola persona que no presente los focos de Hamer en el encéfalo, un tumor que no corresponda al orden ontogénico mencionado o una infección por microorganismos que no respete este orden. A pesar de las pruebas científicas, de la alta efectividad que refieren, de la comprensión y autonomía del afectado, y de su bajo coste, los defensores del paradigma farmacológico de la salud, partidarios, 209

según dicen ellos mismos, de las verificaciones científicas, cierran los ojos ante este paso de la ciencia. Y no solo cierran los ojos, sino que (como en el caso de Galileo) las autoridades académicas exigieron a Hamer la retractación de sus conclusiones o le retiraban la autorización para ejercer la medicina, cosa que hicieron; lo cual le ha llevado a vivir amenazado legalmente y a ingresar en prisión en más de una ocasión. Así de simple: la vieja comprensión de la ciencia no cambia, las nuevas generaciones de científicos y afectados van asumiendo poco a poco la nueva forma de ver la realidad. A pesar de que, como en el caso de Semmelweiss y la sepsis puerperal, las muertes siguen produciéndose sin necesidad, y en esta ocasión cada vez más numerosas. La salud y el silencio orgánico son fruto de la inteligencia de la naturaleza (homeostasis) en tiempos de armonía, mientras que la disonancia y los síntomas son fruto de la inteligencia de la naturaleza en tiempos de crisis. En todo momento la inteligencia natural hace lo que nuestra persona necesita, ya sea reposo o activación. La enfermedad es el proceso natural en situación de crisis y tiene la finalidad biológica de adaptar el organismo a la nueva situación mental. Es lo que la inteligencia natural quiere, lo que las emociones expresan, lo que el cuerpo necesita para ser congruente con los deseos de la mente; pero el desconocimiento de este proceso nos ha llevado a pensar que los síntomas, van contra nosotros, no a nuestro favor. Y entonces surge el miedo, el golpe del diagnóstico, y la reacción disonante del cuerpo ante ese miedo: la persona cree que el cuerpo se está autodestruyendo, que es su propio enemigo, y esta creencia condiciona lo que el cuerpo hace desde ese momento. Hamer ha dado un impulso, desde el método científico actual, a la teoría de las terapias espirituales y naturalistas que, desde hace milenios, consideran al ser humano una entidad energética inseparable del campo cósmico que le rodea; integrada por partes separadas solamente a efectos explicativos: espiritual, emocional, biológica y mental. Desde este punto de vista lo que ocurre a una parte afecta a todas ellas, de modo que los cambios que se producen de forma natural en el transcurso de la vida son consecuencia de la evolución mental-espiritual, no del simple azar o de factores de riesgo exteriores. Sus investigaciones, totalmente verificables, permiten comprender que la enfermedad no es cuestión de mala suerte o de factores misteriosos complicados e inexplicables. Cualquier persona consciente de lo que ocurre en su interior es capaz de observar esto. 210

Hay que dejar claro, una vez más, que lo importante es que la persona afectada (o su familia en el caso de los niños) tenga información contrastada, conozca las ventajas y desventajas de cada modelo y pueda elegir libremente entre las posibles alternativas sin imposiciones ideológicas, familiares, legales o institucionales. Aunque vengo mostrando de forma clara mi creencia en la superioridad de la curación natural, considero aún más importante que la persona elija con arreglo a su creencia y a sus características personales y que cuando se decida por un modelo esté convencida de él. No hay método ni modelo bueno si no es asumido por la persona afectada; el hecho de hacerlo propio, de considerarlo bueno para uno mismo, es el máximo potencial de un método o modelo. También hay que decir claramente que los métodos naturales no pueden garantizar la curación (como no lo hace la medicina farmacosintomática); lo que si hacen es orientarnos hacia el interior de cada uno, ayudando a la persona a encontrar el sentido a su enfermedad y a su vida, encontrando la paz interior. Tanto si se cura físicamente como si no.

La nutrición celular ortomolecular. La Nutrición Celular y Nutrición Ortomolecular afirman que el organismo se mantiene en estado de salud si tiene los micronutrientes necesarios y, aportando dosis terapéuticas de éstos, es capaz de superar la enfermedad, si aparece. “La terapia ortomolecular consiste en proporcionar a cada persona la concentración óptima de sustancias que están presentes en nuestro organismo con el fin de corregir alteraciones y mantener una buena salud”, L. Pauling. Son sustancias a ingerir con los alimentos: vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos, enzimas, ácidos grasos, fitohormonas, etc. La manipulación agrícola (química, cultivo intensivo, de invernadero, recogida en verde, etc.), el congelado, el transporte a largas distancias, el almacenaje, la manipulación industrial (química, maduración, conservación, refinado, precocinado, etc.) destruyen los nutrientes15, la manipulación doméstica (congelado, cocinado, luz, calor, etc.). Los estudios apuntan a que la actual alimentación del entorno cultural occidental no aporta los nutrientes suficientes, por ello los investigadores de los micronutrientes son partidarios de los suplementos nutricionales16. 211

Todos los tipos de células de las diferentes partes de nuestro organismo son muy diferentes entre sí, pero todas ellas tienen una estructura y funcionamiento común (formación de orgánulos, absorción, reproducción, eliminación…), y su cooperación determina la salud total del organismo. Nuestras células mantienen la vida y las funciones óptimas gracias a los nutrientes esenciales, que actúan como biocatalizadores y transmisores de energía: vitaminas, aminoácidos, oligoelementos, enzimas, minerales. Si estas sustancias esenciales faltan o son escasas las células se encuentran con problemas y puede aparecer la enfermedad. Este punto de partida es la base de la nutrición ortomolecular y de la medicina celular. Es decir, la nutrición óptima permite a la célula desarrollar todas sus funciones adecuadamente, sin importar de qué órgano se trate. Para ello es necesario que la dieta cuente con todos los nutrientes esenciales, en su justa proporción. La carencia de nutrientes aumenta las toxinas y quita estructura y energía, lo que dificulta el buen funcionamiento de las células y de los órganos, provocando acidosis y enfermedades tóxicas, inflamatorias y degenerativas. Se considera toxina a toda sustancia que empeora el funcionamiento del metabolismo celular17. Atacan a la célula en su parte más vulnerable: sus enzimas, membranas y ácidos nucleicos. Además generan radicales libres, moléculas que reaccionan inactivando enzimas, dañando la estructura celular, ralentizando el metabolismo, causando envejecimiento prematuro y enfermedades. El que sigue es un esquema reducido de los principales nutrientes a lo largo de la vida: EMBARAZO Y LACTANCIA El ácido fólico (vitamina B9) y el hierro son básicos para evitar la espina bífida, fatiga, caída de pelo, depresión y problemas cutáneos. Alimentos que lo contienen: Legumbres (soja, alubias, garbanzos, lentejas, etc.), vegetales verdes (espinaca, escarola, acelga…), cereales integrales (trigo, avena…), semillas de girasol. Hígado de ternera, pescado azul. Nueces… Piridoxina (para las nauseas), calcio y magnesio (para los calambres). También ayudan los suplementos de vitaminas (B, C, D y E) y minerales (hierro, calcio, magnesio, potasio, zinc, etc.). La alfalfa estimula la secreción de leche en el periodo de lactancia. NIÑO LACTANTE Lo mejor es la lactancia materna. Si la madre tiene salud y no tiene hábitos tóxicos no precisa suplementos. Aparte del acto afectivo de chupar la teta, la leche materna es más nutritiva que la artificial y potencia la inmunidad. INFANCIA Y ADOLESCENCIA Observar si crecen con vitalidad: piel y cabello hermosos, alegres. Promover una alimentación completa, ejercicio, afectividad, sueño, etc. Observar si hay signos

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inadecuados: palidez, cansancio, obesidad, resfriados, faringitis, dermatitis, erupciones cutáneas, acné, uñas, cabello, caries, crecimiento lento, tristeza, nerviosismo, aislamiento social. Las principales carencias nutricionales suelen ser de ácidos grasos esenciales, enzimas, vitaminas (A, B, C) y minerales (Fe, Mg, Zn, Ca); contra estas carencias tomar frutas, hortalizas, ensaladas, legumbres, pipas y frutos secos crudos, huevos y pescado azul; evitar golosinas, refinados, embutidos y grasas animales. MENOPAUSIA Tomar alimentos ricos en fitohormonas, Boro, Ca, Mg, Zn, Vit B, fibra y AGE (ácidos grasos esenciales): Frutas, verduras crudas, frutos secos, pipas crudas de calabaza y girasol, cereales enteros, germen de trigo, levadura de cerveza, legumbres (especialmente habas de soja), pescado azul. Evitar: refinados, edulcorantes, grasas saturadas y trans, tabaco, alcohol, café, carnes y lácteos. Practicar ejercicio en la naturaleza y al sol. Dormir 7-8 horas, hacer el amor, actividades creativas y relajantes. Usar ropa de algodón. Suplementos: Vitaminas B (sobre todo 6, 9 y 12), C y E. Minerales: silicio, calcio, boro, magnesio, zinc, GLA. DHEA. Cola de Caballo, cimífuga, sauzgatillo, salvia, onagra, borraja, melisa o alfalfa. VEJEZ La degeneración física afecta a órganos y funciones (físicas y mentales): sentidos (vista, oído, gusto, olfato), cansancio, pérdida de movilidad, memoria, digestión (menor secreción de jugos digestivos y enzimas), dientes, huesos, articulaciones, vaso-circulación, defensa inmunológica, etc. Se puede paliar con suplementos nutricionales: Vitaminas A (vista…), B (dolor, memoria, estrés, fatiga, acloridia…), C (defensas, circulación), D (sistema óseo) y E (cardiovascular, inflamación…); Zn (defensas, sentidos, digestión…), Mg, Ca, Se, AGE… Frutas, hortalizas, frutos secos crudos, pipas, pescado azul, lecitina, germen de trigo, levadura de cerveza, avena, bayas (arándanos, moras, fresas…). Sol, relajación, aire limpio, actividades sociales. Ortiga, alfalfa, romero, alcachofa.

La arteriosclerosis es la principal causa de infartos y problemas circulatorios. La medicina ortodoxa basa su terapia contra la arteriosclerosis en la suposición de que el colesterol y la hipertensión son los causantes principales de la aparición de ésta. Sin embargo cada vez son más las evidencias que apuntan a que la formación de placas y la excesiva contracción de las paredes arteriales, no son la causa sino la consecuencia del deterioro vascular. Los fármacos18 no hacen, en el mejor de los casos, sino suprimir los síntomas sin solucionar la causa de éstos. Según explica Matthias Rath, las moléculas proteicas de colágeno están formadas por aminoácidos, sobre todo lisina y prolina. La vitamina C estimula la producción de colágeno. La carencia de vitamina C, lisina y prolina hace que el colágeno de las paredes arteriales sea defectuoso y las endurezca19. El organismo intenta reparar este problema reforzando la pared arterial con la adherencia de moléculas de grasa20, lo cual es la causa secundaria de la arteriosclerosis y sus consecuencias: infartos y accidentes vasculares. 213

Matthias Rath y otros investigadores han descubierto que esta falta de nutrientes puede ser evitada aportando a la dieta los alimentos adecuados y los suplementos nutricionales pertinentes. Estos nutrientes hacen que la pared arterial recupere su vitalidad21, frenando el crecimiento de la placa e incluso limpiando progresivamente ésta22. Este descubrimiento permite a las personas hacerse responsables de su propia salud, tomando alimentos y complementos vitalizantes, haciendo ejercicio, llevando una vida relajada, libre de tóxicos, y dejando de depender de fármacos que causan más problemas de los que solucionan. Con este programa personal, en un periodo que oscila entre uno y 12 meses se pueden comprobar el aumento de vitalidad y la carencia de síntomas (si los había). “…se pensaba que los niveles altos de colesterol constituían la causa principal de los infartos y derrames. Bajo la influencia de los fabricantes de fármacos que disminuyen los niveles de colesterol, se dijo a los médicos que los niveles altos de colesterol dañan las paredes de los vasos sanguíneos, volviéndose éstas cada vez más gruesas hasta eventualmente llegar a bloquearse, lo que provocaría los infartos y derrames. Hoy sabemos que esto era tan solo otro cuento más de marketing de la industria farmacéutica”, M. Rath, 200323. Rath estudió a los animales y descubrió que, excepto unos pocos, sus organismos producen vitamina C, lo cual les protege de padecer enfermedades vasculares, pues raramente tienen infartos. Son numerosas las investigaciones que consolidan lo que aquí estamos afirmando24. Cuanta más vitamina C, prolina y lisina, más colágeno, más estabilidad para las paredes de los vasos sanguíneos, menos infartos. Rath también halló que los micronutrientes que funcionan como combustible biológico de las células y favorecen su funcionamiento óptimo, ayudan a prevenir y curar otras enfermedades muy comunes en la actualidad. “En los últimos años mi instituto de investigación en colaboración con científicos y médicos de todo el mundo han establecido sin duda alguna, que la causa primordial de las siguientes enfermedades son las deficiencias a largo plazo de micronutrientes… y que mediante el suministro de una cantidad óptima de éstos en nuestra dieta diaria (o con complementos añadidos), se puede en gran medida prevenirlas: hipertensión (causada por la deficiencia a largo plazo de micronutrientes en los millones de células de las paredes de los vasos sanguíneos), insuficiencia cardíaca (deficiencia de micronutrientes en los millones de células de los músculos del corazón) así como arritmias, problemas circulatorios por diabetes y otros”, Rath. 214

El enfoque actual de la medicina química está basado en la división artificial de las personas por especialidades para cada órgano. Pero este enfoque pasa por alto que las células de todos los órganos responden de la misma forma ante los procesos energéticos y que la deficiencia energética celular causa los problemas que generan la enfermedad; de modo que ésta se produce por una alteración de los procesos energéticos celulares. Son las moléculas biocatalizadoras (vitaminas, minerales y algunos aminoácidos) las que intervienen las reacciones químicas bioenergéticas necesarias para el funcionamiento celular. La medicina celular es un método natural aplicable a todo tipo de problemas de salud, como las enfermedades infecciosas o la propagación de las células cancerosas en el cuerpo. Los estudios de Rath, por ejemplo, concluyen que “todas las células cancerosas, independientemente del tipo de cáncer que sea y en qué órgano haya comenzado, se propagan de la misma forma. Usan ‘tijeras biológicas’ (enzimas) que son capaces de cortar a través de las moléculas de los tejidos (colágeno) de nuestro cuerpo”. Parece que el organismo produce más enzimas colágeno-digestivas cuanto más agresivo es el cáncer. Esta producción desmesurada de enzimas destructoras de tejido se puede bloquear y detener, en todos los tipos de células cancerosas estudiadas, con los nutrientes mencionados. Rath tiene documentado el éxito de esta terapia natural en cientos de personas25. La terapia basada en los micronutrientes celulares ortomoleculares, está asentada en potenciar la vitalidad natural de la persona, por medios naturales, como la alimentación. Esta medicina tiene numerosos e innovadores estudios científicos que la avalan y está cada día más solicitada por los ciudadanos. A pesar de ello los medios de comunicación mayoritarios, los sistemas de salud oficiales o la literatura especializada respaldada por la industria farmacéutica no tienen en cuenta sus importantes descubrimientos. El cuadro que viene a continuación, es una comparación entre las necesidades nutritivas diarias y la media, aproximada, de lo que realmente consume un ciudadano en nuestra sociedad occidental; da orientaciones generales, ya que no se pueden dar reglas exactas. Cada persona tiene unas necesidades diferentes, dependientes de su constitución, edad, sexo, genes, medio ambiente, tipo de actividad, hábitos nocivos, energía, enfermedades, etc. Además los nutrientes dependen del tipo de alimentación, no es lo mismo un alimento de agricultura biológica, maduro y fresco, que otro de invernadero, cogido sin madurar, refrigerado y cocinado (la vitamina A de las 215

zanahorias puede variar de 70 a 18500iu, el hierro de las espinacas de 0,1 a 16,9mg, etc.). El cuadro recoge los nutrientes celulares básicos (para adultos). Están basados en las consideraciones de uno de los padres de la alimentación ortomolecular, Patric Holdford. Además, habría que añadir los aminoácidos esenciales, más prolina y lisina. NUTRIENTES CELULARES BÁSICOS Ingesta real Dosis mínima Dosis óptima Dosis terapéutica RDR ROR Agua 6000mcg B1 (Tiamina) 0,5mg 1,5mg 3,5 - 92mg 25 - 100mg B2 (riboflavina) 0,5mg 1,7mg 1,8 - 2,5mg 25 - 100mg B3 (Niacina) 5mg 20mg 25 - 30mg 50 - 150mg B6 (Piridosina) 0,5mg 2mg 10 - 25mg 50 - 250mg B9 (Ac. Fólico) 0 200mcg 400 - 1000mcg = B12 (cobalamina) 1 - 3mcg 1,2 - 1,5mcg 2 - 3mcg 5 - 100mcg C (ac.ascorbico) 0 - 20mg 40 - 60mg 1000mg >10000mg E 1mg 3 - 4mg 100 - 1000mg = MINERALES: Fósforo 400mg 1,200mg No establecido No necesario Hierro 8mg 10-14mg 15mg > 25mg Magnesio 100mg 300mg 375 - 500mg >800mg Sodio 20g 2400mg 2400mg 3500mg Calcio 300-600mg 800mg 800 - 1200mg = La dieta occidental se excede en: Harinas refinadas, conservantes, pesticidas y fertilizantes químicos, hormonas, bacterias y parásitos, nicotina, café, alcohol. Y tiene las siguientes deficiencias: Proteína vegetal, aceites vegetales poliinsaturados, enzimas, oligoelementos y agua. Las células deben producir más de 10.000 compuestos vitales diariamente: enzimas, factores, cofactores, hormonas, transmisores, ATP, etc. Solo así pueden mantener sanas la membrana y organelas, y reproducirse saludablemente. RDR (RDA en inglés): Es la Ración Diaria Recomendada por la medicina oficial, que, basada en los fármacos, apenas fija su atención en la nutrición. La RDR es suficiente para proteger al cuerpo de enfermedades carenciales y prevenir las enfermedades de nutrición conocidas: beriberi, pelagra, escorbuto, raquitismo, marasmo, pero estas enfermedades no tienen nada que ver con las enfermedades comunes de la sociedad occidental. ROR (Ración Óptima Recomendada): Es la nutrición celular óptima, que mejora la claridad y concentración mental, estimula el equilibrio emocional, la Nutrientes

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capacidad mental y física, mejora la calidad del sueño, aumenta la resistencia a las infecciones, protege de las enfermedades y amplia el tiempo de vida. AGE: Ácidos Grasos Esenciales. TOXICIDAD: Vitamina A: Desde 8.000mcg ER continuados, o 300.000mcg ER en una sola dosis (en forma de betacaróteno no es tóxica). Vitamina B3: Desde 3.000mg Vitamina B6: Desde 2.000mg B9: Más de 15mg pueden causar diarrea y sueño. No existen apenas casos, B12: Por boca no da toxicidad. Intramuscular puede causar reacción alérgica. Hierro: Desde 1.000mg Magnesio: Desde1.000mg Sodio: Suele ir acompañada poca ingesta de agua. HTA, nefropatias, edema. Zinc: 2g Potasio: 5.000mg Calcio: con exceso de vitamina D (>25000 UI) puede crear cálculos renales. El resto de nutrientes no presentan toxicidad conocida.

Otros estudios recomiendan nutrientes naturales, que sin ser esenciales en la alimentación cotidiana, son recomendables en ciertas situaciones: tirosina (antiestrés), quercitina (bioflavonoide antialérgico, antiinflamatorio, etc.), genisteína (fitoestrógeno natural), Coenzima Q10 (energética), luteína (para problemas oculares), pignogenol, resveratrol, etc.

Los microbios amigos. Las enfermedades llamadas infecciosas también surgen de un conflicto emocional. Los microbios trabajan a nuestro favor, plenamente integrados en la entidad natural que llamamos ser humano (alma, mente, cuerpo). Estas afirmaciones están basadas tanto en las ancestrales terapias naturales como en investigaciones llevadas a cabo durante el último siglo: la teoría del pleomorfismo, la Nueva Medicina e incluso la Psiconeuroinmunología, apuntan en esta dirección. La terapéutica ortodoxa a pesar de su alta tecnología y abundancia de medios, basa sus hipótesis en el miedo, en el ataque, en una creencia primitiva del tipo “el mundo está lleno de enemigos, mis males proceden de fuera, y hacen que incluso mi cuerpo se convierta en mi enemigo; tengo que ser agresivo con mis enemigos”. Pero los microorganismos parecen estar activados y dirigidos por la inteligencia de la Naturaleza, no son invasores externos dispuestos a atacarnos, sino un sistema de reorganización, de superación, en el que (junto a las células orgánicas) actúan a nuestro favor para mantener el organismo equilibrado y reflejar la nueva situación emocional. 217

Los microorganismos son aliados, son parte nuestra y, como las demás células, responden a la interrelación con nuestra parte psicoemocional. Cuando el desequilibrio mental nos lleva a un desequilibrio orgánico, los microorganismos acusan este desorden y sufren alteraciones que producen procesos inflamatorios o degenerativos. Los hongos, micobacterias, bacterias, virus y otros microorganismos forman parte de nuestros cuerpos desde antes que nuestras células propiamente dichas, y son diez veces más numerosos que éstas. Tienen funciones beneficiosas específicas, como la digestión, la desintoxicación o el refuerzo antiinfeccioso, y están al servicio de la homeostasis: limpian los residuos, retiran los desechos, reparan las necrosis y rellenan las pérdidas de sustancia o tejidos ulcerados. Todo ello durante la fase de curación de la enfermedad. En resumen: los microbios como las células, son parte del organismo, de los bronquios, intestinos, boca, piel, etc. Según Rife, dependiendo del medio, de las condiciones metabólicas, del estado interno, del estado químico o bioquímico del cuerpo, un microbio puede alterar su forma y funciones, convirtiéndose en algo completamente distinto26. La enfermedad, así, no sería causada por los microorganismos, sino que los microorganismos son causados por la enfermedad; o, mejor dicho, están asociados con la enfermedad. ¿Son los nanoorganismos capaces de actuar como mensajeros energéticos? ¿Pueden llevar información de los cambios del medio a través de las membranas celulares? Los estudios concluyen que, dependiendo del medio, de las condiciones metabólicas, y del estado bioquímico del cuerpo, un microorganismo puede generar una metamorfosis que altere su forma y funciones, convirtiéndose en algo distinto; como la mariposa es una mutación de la oruga, o como ciertas especies de ranas se convierten en machos o hembras dependiendo de las condiciones del entorno27. El que estas nuevas formas estén presentes no quiere decir que sean el origen de la enfermedad, al contrario, parecen ser su remedio; como los bomberos voluntarios, que se dedican a vivir sus vidas tranquilas y armónicas, pero cuando surge un incendio cambian sus funciones y se convierten en apagadores de fuego para parar los daños provocados; el hecho de que en todos los incendios se detecten bomberos no quiere decir que los bomberos provoquen el fuego. Nuestro cuerpo demuestra que tiene los recursos para recuperarse de estos desequilibrios, y volviendo a las condiciones naturales que le benefician (la salud emocional, la alimentación natural, el ejercicio…) 218

le ayudamos en la recuperación más rápida, con una menor inversión de energía. Ya hemos visto que las bacterias están en el origen de nuestras células y orgánulos; la enfermedad, pues, no sería causada por los microorganismos, sino que los microorganismos serían activados por la enfermedad, para superarla; o, superando el término enfermedad, los microorganismos se transforman con la persona, son activados por los cambios internos de ésta: la acidosis metabólica y, en la base de todo, su crisis psicoemocional. Robert O. Young, es un prestigioso microbiólogo norteamericano actual, creador del concepto de la Nueva Biología, que ha estudiado a unas 40.000 personas de todo el mundo, de diferentes culturas y dietas, observando su influencia en la sangre viva, el pH y las células. Young concluye que la comida, bebida, emociones y estilos de vida, influyen en el metabolismo. Se dio cuenta de que: 1º. Nuestro organismo es alcalino por naturaleza. 2º. Los alimentos se metabolizan generando acidez sanguínea, afectando a los glóbulos rojos y blancos. Así pues el concepto fundamental de la Nueva Biología de Young es que sólo hay una enfermedad: la acidosis de los fluidos y tejidos, la cual provoca la toxicidad causada por hongos recicladores. Saber esto permite vivir sanos y revertir la enfermedad si se presenta; viviendo en contacto con uno mismo, encontrando sentido a la vida, tomando conciencia de nuestras emociones interiores, viviendo con alegría, y alimentándonos básicamente con vegetales, agua y aire limpio. La enfermedad es simplemente un indicador, una alarma física, para hacernos ver que nuestras decisiones y emociones no son coherentes. Young, con humor, llama a los nanoorganismos pelotas de ping-pong, por su aspecto al microscopio en fase de contrastes. Éstas pelotas funcionan con armonía, pero al alterarse las condiciones armónicas naturales de la persona, la homeostasis las hace cambiar de función y se convierten en limpiadoras de toxinas. La creencia que se tenía del sistema inmunitario como un ejército bueno (las células del sistema inmunológico) luchando contra la invasión del ejercito malo (las bacterias, virus y otros microorganismos) es una teoría cada vez más obsoleta. Cada vez es más inconcebible que los microorganismos actúen independientemente de los procesos psíquicos, cerebrales y celulares, casi in vitro, con el objetivo de destruir nuestro organismo. El sistema inmunitario, tal como se entendía hasta ahora, parece que ¡no existe! Las variaciones 219

en los análisis28 son cambios homeostáticos, reflejo orgánico de la situación psicoemocional. En lugar de sistema de defensa es más correcto hablar de sistema homeostático, que organiza los miles de procesos celulares y moleculares necesarios para soldar un hueso roto (por ejemplo); y que también nos debilita físicamente obedeciendo a nuestra mente, cuando estamos en crisis o hay debilidad emocional. Esta crisis personal psicoemocional desencadenaría un proceso semejante al de las crisis de las estructuras disipativas, donde el orden emergente sería superior al previo a la crisis; esto precisamente es lo que ocurre cuando el organismo trasciende una infección, el sarampión por ejemplo, para no volver a padecerla. Se puede decir que el verdadero agresor o aliado es interior, que es nuestra forma de pensar, de gestionar las emociones y la vida la que genera los cambios de nuestro organismo. Para muchos críticos éste es uno de los principales inconvenientes del nuevo paradigma de la salud, pues les hace sentirse culpables. Pero esto es confundir, de nuevo, la realidad con la visión subjetiva de la realidad; cada persona puede elegir entre sentirse víctima y culpable o hacerse consciente de sus problemas y aplicar sus recursos naturales para mejorar la vida. Ocurre como con la muerte, hay quien prefiere no saber que se muere, pero eso no mejora su situación, más bien todo lo contrario.

Activando la armonía. Una vez vista la importancia de una vida armoniosa, lo importante es saber qué activa esta armonía, esta vitalidad. Voy a examinar los aspectos positivos, activos, útiles y manejables del potencial humano, principales aspectos influyentes en la salud y bienestar de las personas. La vida es en gran parte placentera, bella, divertida; darse cuenta de los aspectos positivos y potenciarlos es el primer mandamiento de quien quiera mejorar la salud, individual o colectiva. Las excursiones a la naturaleza, el aire limpio, el deporte, la creatividad e implicación en el trabajo, la sexualidad amorosa, la amistad, los chistes, las fiestas familiares y sociales, el baile, la música y canciones… son actividades, al alcance de todos, que favorecen el funcionamiento óptimo del cuerpo y de la mente. Acostumbrados a relacionar la salud con los fármacos o con la evitación pasiva de problemas y enfermedades el amor a la vida 220

puede parecer de poca importancia, pero es el aspecto fundamental de la calidad de vida y la salud. Estos aspectos dependen de cada persona en gran medida, por lo que son básicos para impulsar cualquier mejora; se trata de activar nuestra autonomía, nuestra capacidad de manejar la existencia, superar la visión victimista del mundo, la queja y pasividad cobijadas tras las creencias del paradigma farmacológico; creencias como éstas: así es la vida, ha cogido una infección, el sistema social tiene la culpa, tiene mala suerte, etc. El sentido de la vida y el optimismo hacen que dejemos de ser supervivientes para ser personas humanas llenas de vitalidad. Si las condiciones del entorno no son propicias y la capacidad de adaptación es baja aparecen los estilos de vida y factores de riesgo que pueden poner en peligro el equilibrio personal. Sin embargo las personas tenemos el poder y la responsabilidad (las dos caras de la misma moneda) sobre nuestra salud. Los hábitos que propician la vitalidad tienen que ver, sobre todo, con la idea de nosotros mismos, la calma mental, las relaciones sociales, la alimentación, la actividad física, el reposo o la vida natural limpia (agua, aire, sol, tierra…). En la segunda parte del siglo XX ha habido grandes cambios en la forma de vivir, relacionarse y alimentarse. Estas variables han supuesto un cambio radical en la salud de la sociedad occidental: el aislamiento y la inactividad de las personas ante la televisión o los ordenadores, las nuevas técnicas de procesar y manejar los alimentos29, la disminución de las actividades físicas (debida al uso de las máquinas en el hogar y en el trabajo), el aumento enorme de la población de las ciudades y disminución en el medio rural, la crisis de valores30. Entre otras consecuencias, esto nos da una explicación sobre “el enigma de las epidemias simultáneas de cáncer y obesidad”, D. Servan-Schreiber. Hay muchos productos naturales que impiden la expansión de los vasos sanguíneos31 y bloquean la inflamación que hace resistentes a los tumores32. Esto es silenciado por las industrias farmacéuticas, y por el sistema de enfermedad entero, mientras tratan de conseguir medicamentos patentables que tengan este mismo efecto33, y que les proporcionen beneficios económicos. Los modos de vida, lo mismo que los alimentos, no son sofisticados productos que solamente puedan manejar los expertos en salud; no se pueden patentar por la industria farmacéutica, ni prescribir con receta; esto, lamentablemente hace que el sistema de salud químico-sintomático y fármaco dependiente, no los priorice y no los facilite a las personas que los precisan. La mayoría de los 221

profesionales ortodoxos, dispensadores de recetas, incluso desconocen estas propiedades de los hábitos y de los alimentos naturales validados científicamente. Lo cual deja la salida más adecuada y bonita en manos de cada persona: somos nosotros quienes tenemos que tomar la responsabilidad y la capacidad de tener salud, tomar las riendas de nuestra vida y poner estas acciones en práctica. Tal vez lo único que tengamos que hacer es no estorbar. Dejar actuar a la naturaleza y no entorpecerla con tóxicos emocionales (miedos, pesimismo, amargura, ansiedad, crueldad, dependencia), contaminación mental (misantropía, conflictos, pasividad, consumismo, materialismo) o venenos físicos (drogas, fármacos, alimentos dañinos, refinados, aditivos, gases, radiaciones nocivas). Todos estos factores nos quitan vitalidad y nos ponen en desventaja energética. Para poner el acento en lo positivo, podemos potenciar la energía natural favoreciendo lo que nos integre en el entorno: Empatía, risa, cordialidad, silencio, paz, aire libre, movimiento libre, sexualidad con amor, alimentos frescos, ropas orgánicas, vivienda saludable, luz solar, agua cristalina, etc. Todo esto nos aporta energía y nos sintoniza con el medio ambiente natural, con la naturaleza que somos. Nuestra vida mejoraría notablemente siguiendo cuatro normas muy simples: ser conscientes de nuestras creencias y emociones, comer alimentos naturales, hacer ejercicio y evitar los venenos (tabaco, alcohol, drogas, contaminación física y mental).

La comida rica. Los estudios demuestran que nutrirse adecuadamente aporta muchos beneficios y ningún riesgo para la salud, y que la forma habitual mayoritaria de alimentarse en occidente favorece muchas enfermedades. Una buena comida es una comida rica en nutrientes y sensaciones físicas, en emociones agradables e ideas beneficiosas; es aquella que nos apetece comer y que nos aporta energía y salud; es la comida que partiendo de lo que más nos beneficia, más nos gusta: nos entra por los ojos, por el olfato, el tacto y el gusto. Cuando se padece una enfermedad importante, como el cáncer, los especialistas médicos raramente nos recomiendan qué debemos comer; la alimentación es uno de los principales factores que deciden si tenemos salud o enfermedad, sin embargo, asombrosamente, no es tenida en cuenta por el sistema sanitario occidental. 222

Los alimentos no pueden ser patentados, por lo que las compañías no promueven la investigación que prueba sus beneficios. Normalmente desde los ambientes profesionales y académicos se desacredita todo lo que no ha sido investigado, pero esto es pura corrupción por parte de quien lo hace, pues saben (o debieran saber, al autoconsiderarse autoridades en la materia) que se investiga casi exclusivamente lo que interesa a las empresas, no a las personas, o dicho de otra manera: aproximadamente el 90% de la investigación no busca la salud sino el interés económico. Este aspecto es fundamental, y debe ser mostrado con firmeza, pues es una de las principales deficiencias que la autodenominada medicina científica occidental moderna achaca a los partidarios de la vida natural que propugnaba Hipócrates: “Que tu único alimento sea tu medicina y que tu única medicina sea tu alimento”. Sin embargo este panorama esta cambiando, actualmente hay Universidades que se interesan por investigar los alimentos naturales y muchas empresas alimenticias están añadiendo vitaminas, minerales y plantas vitalizadoras a sus productos. Nuestra alimentación puede favorecer nuestra salud (como lo hacen la mayoría de frutas y verduras) o la enfermedad (como lo hacen los azúcares refinados, las grasas trans, hormonas añadidas a la carne, y los lácteos manipulados por la industria) 34. Miles de años de uso de muchos alimentos curativos avalan su efectividad e inocuidad (además de agradable sabor), lo cual, está confirmando poco a poco la ciencia actual35. El té verde, por ejemplo, es un limpiador de toxinas y bloqueador sustancias responsables de diversos tipos de cánceres; dos o tres tazas de té verde al día son tan efectivas para bloquear la neoformación de vasos sanguíneos como las medicinas usadas para ello. Otros ejemplos de alimentos beneficiosos avalados por estudios son la hierbabuena, el tomillo, la mejorana, el orégano, la albahaca, el romero36, el perejil, el apio, la curcuma37, el ajo, la cebolla, la soja, el pescado azul, el lino, las pipas de calabaza y de girasol, el limón, el regaliz38, la estevia39, la ortiga, la piña, las frambuesas, los arándanos, la canela, etc. Los alimentos, como los naturalistas saben, actúan a nivel energético sinérgicamente (la suma de cada uno de sus principios es más potente que la aplicación de cada uno por separado) pero el mercado actual, que no está preparado para analizar los procesos energéticos básicos, ni el inmenso número de interacciones de sus componentes, prefiere basarse en el análisis de los principios separados, la mayoría de las veces investigados en vitro, fuera de su 223

hábitat natural. No solamente los diferentes elementos de cada alimento, sino también la combinación de diferentes alimentos vitalizantes en las comidas, forman una potente sinergia, capaz de potenciar las cualidades de cada uno por separado. Estos alimentos nos entran a través del color, el sabor, el olor, la textura, actúan en armonía con el cuerpo y la mente, con células y tejidos; y son efectivos de forma global para aumentar la vitalidad, (no solamente para curar enfermedades determinadas)40. Las empresas alimentarias, con honrosas excepciones, llevadas por el ambiente competitivo, buscan la salida fácil y la mayor ganancia posible, aún a costa de la salud de las personas. La comercialización de ciertos fármacos puede dar beneficios que sobrepasan los mil millones de dólares al año a la empresa que tiene la patente. No es de extrañar que la industria farmacéutica no invierta en investigar alimentos, que no puede patentar, pues el beneficio económico es su razón de existir; pero es una carencia democrática (costosa en vidas, bienestar y gasto público) que las administraciones públicas hagan depender la salud de los ciudadanos de estos beneficios privados, ignorando los potentes efectos de los productos naturales. La industria, el sistema sanitario, el sistema académico (quienes educan a los sanitarios), la inercia profesional y los mismos ciudadanos, que mayoritariamente prefieren delegar en otros la responsabilidad sobre la salud, son factores que contribuyen a hacer de la salud un negocio, por encima del bienestar de las personas. Además la actual industria alimentaria, que también ha aportado beneficios, ha traído cambios muy perjudiciales para la salud de las personas, como el consumo desmedido de azúcar refinado y carne, o la degradación enmascarada de los alimentos: abonos químicos, recolección sin madurar, procesados industriales degradantes, comida precocinada desnaturalizada, grandes periodos en neveras, transporte, aditivos perjudiciales, etc. La evidencia cotidiana y la evidencia científica del poder curativo de los alimentos son tan patentes actualmente que se puede decir que quienes ignoran o dejan de prescribir la alimentación adecuada (como tratamiento para mejorar la salud y evitar la enfermedad) están actuando de manera poco científica y poco profesional41. Así lo creen ya la mayoría de los cardiólogos, que cada día hacen más hincapié en los hábitos alimenticios, no en cambio otros profesionales de la salud, que siguen ignorando la importancia de lo que comemos. 224

La causa física principal de la pérdida de salud es la acidosis metabólica42. Aumenta la tendencia a la depresión y la sensibilidad al dolor, aparecen dolores musculares y se puede producir retención de líquidos, para neutralizar los ácidos. Parece un cuadro bastante familiar en nuestra sociedad: cansancio, desmotivación, dolores musculares, articulares y retención de líquidos. El reumatismo o la diabetes pueden ser el resultado de una dieta ácida. Tomando medidas que restauren la alcalinidad sanguínea se recupera la vitalidad, la enfermedad se debilita, y en muchos casos desaparece. La acidosis crónica es causada por el estrés, el abuso de medicamentos y la mala alimentación: 1. Exceso de alimentos proteínicos43, grasas y fritos. 2. Alimentos refinados: azúcar, dulces, harinas, pastas y aceites44. 3. Antinutrientes: alcohol, vinagre, tabaco, té, café, colas. 4. Alimentos procesados45. La alcalinidad la conseguimos fundamentalmente con una buena respiración y una dieta con abundantes vegetales crudos. Por encima de teorías y paradigmas cada persona debe sentir lo que quiere y lo que necesita, lo que es bueno para su paladar, su cuerpo y su vida. Alimentos ricos. Estos alimentos tienen dos cualidades complementarias: son ricos el paladar y ricos en nutrientes; favorecen la salud y ayudan a recuperarse tras una enfermedad. Principalmente son los vegetales orgánicos crudos (o mínimamente manipulados por la agricultura, la industria alimentaria y el cocinado). Los más destacados son: ajo, coles (berza, coliflor, brécol, de Bruselas, lechuga…), tomate, té verde, uva, fresa, frambuesa, soja, jengibre, cúrcuma, lino (y aceite de lino virgen), pipas de calabaza, germen de trigo, levadura de cerveza, picles, cereales germinados, cebolla, zanahoria, habas de soja, almendra, nuez, avellana, oliva (y aceite de oliva virgen), perejil, apio, romero, limón, manzana, arándanos, remolacha, naranja, kivi, setas (de cardo, maitake, shiitake…), algas (laminaria, konbu, wakame, nori…), lácteos (solo kéfir o yogurt), pescado azul salvaje. Todos ellos son remedios naturales según las medicinas tradicionales y las investigaciones científicas actuales (que reconocen sus moléculas como potentes agentes contra las enfermedades). Alimentos veneno. Estos alimentos deterioran el cuerpo y la mente, nos hacen sentir incómodos o dependientes. Facilitan el inicio y desarrollo de enfermedades como cánceres, cardiopatías, diabetes, etc.; en este grupo están los alimentos muy manipulados por la agricultura (con fertilizantes, hormonas, transgénicos…), la industria alimentaria (aditivos, embutidos, precocinados…) y el cocinado (fritos, microondas…). Los principales alimentos peligrosos son: refinados (azúcares, harina-pan, aceites), aditivos, grasas trans (margarina, bollería, etc.), grasas animales (quesos, embutidos), carne cotidiana, y comida frita o tostada.

La nutrición es un factor básico para mantener la salud, prevenir y tratar las enfermedades (aunque si la mente sigue enviando 225

las señales causantes del desequilibrio nutricional, con aportar los nutrientes no será suficiente). Algunos estudios estiman que el éxito depende un 5% del tratamiento farmacológico y un 95% de la dieta. Está extendida la creencia de que si comemos de todo ingerimos todos los nutrientes que necesitamos. Sin embargo las dietas habituales en occidente, como ya hemos visto, no proporcionan una nutrición adecuada. El informe Bateman (1.985) desveló que más del 85 % de la gente que creía llevar una dieta equilibrada, no llegaba a los niveles mínimos de las raciones diarias recomendables.

La Naturaleza cura. La biosfera, es nuestro medio natural, y por ello vibra en armonía con nuestra condición de seres vivos, es como una matriz, una madre, que nos acoge y protege, como podemos comprobar por el bienestar que disfrutamos cuando estamos en el campo o en el mar. Los holones de la naturaleza comparten con nosotros su coherencia ondular tienen unas propiedades beneficiosas para las personas; nos transmiten su orden, su armonía, como diapasones que vibran transmitiendo vitalidad, como música que cura nuestras dificultades físicas y mentales. Esta es la razón de que determinados productos naturales (agua de montaña, plantas, cristales naturales, etc.) ejerzan una influencia vibratoria beneficiosa en nosotros. Como ocurre con los alimentos, las plantas y elementos de la naturaleza usados para potenciar la salud tienen cantidad de sustancias activas que actúan sinérgicamente de forma efectiva y segura. Por contra, los fármacos patentados son principios activos aislados artificialmente de su medio natural, pues la ciencia actual es incapaz de copiar la complejidad y perfección de la naturaleza; esto hace que sean más rentables, pero también más peligrosos y menos efectivos. “La madre naturaleza no genera compuestos simples. La madre naturaleza quiere compuestos que encajen en lugares específicos”, David Newman, presidente del área de productos naturales del Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos. Los tratamientos naturales son suaves, armónicos con nuestra naturaleza interior, desintoxican el cuerpo, estimulan las defensas naturales, y son muy seguros, si se comparan con los tratamientos químicos. Suelen consistir en variadas combinaciones de: potenciadores de la vitalidad, dietas adecuadas, plantas naturales, hidroterapia, geoterapia, helioterapia, suplementos dietéticos, vitamínicos, minera226

les, oligoelementos, enzimas, curas desintoxicantes, oxigenación, estimulantes inmunológicos, actividad física, respiración natural, técnicas psicológicas, energéticas, emocionales y espirituales. El investigador, profesor de la Universidad de California Berkeley y prestigioso oncólogo, Dr. Hardin Jones, tras veinticinco años de investigación, afirmo en una reunión de la Sociedad Americana del Cáncer que sin el tratamiento químico se puede vivir más y mejor46. Estudios posteriores apoyan esta conclusión aún no refutada47. Aunque los empresarios, teóricos y profesionales del modelo fármaco-sintomático rechazan los productos de la naturaleza alegando que son ineficaces y que sus beneficios carecen de evidencia científica, lo hacen desde la ignorancia o el interés comercial48. Además los abundantes principios activos de los productos naturales sirven a la industria farmacéutica para copiar y patentar sus productos químicos. Algunos estudios apuntan que más del 70% de los fármacos proceden de plantas. La medicina farmacológica nació y se basa, en buena parte en la fitoterapia y otros productos naturales. Los químicos de las empresas farmacéuticas toman los productos naturales empleados desde hace milenios por los sistemas de salud tradicionales y estudian sus principios activos para identificarlos, los aíslan artificialmente de su medio natural, los copian y los fabrican en el laboratorio como compuestos simples; y, como si fueran inventos, se apropian de su patente. Los fármacos se crean de esta forma, y mientras sus fabricantes comercializan sus productos a un alto precio, las mismas plantas de las que proceden pueden estar prohibidas o desacreditadas por esos mismos fabricantes. Saber esto nos permite utilizar los productos naturales para cuidar nuestra salud de forma más efectiva, segura y económica. La AspirinaR es un claro ejemplo de fármaco sintetizado: su principio activo ha sido copiado del sauce (Salix alba) y de la ulmaria (Spirea ulmaria o Filipendula ulmaria), que contienen ácido acetil salicílico, entre muchos otros principios activos. El propio nombre de la Aspirina proviene del nombre de la ulmaria: Spirea. Las reacciones adversas del fármaco incluyen problemas digestivos, hemorrágicos, úlceras, problemas hepáticos y deficiencias de ácido fólico. El sauce y la ulmaria, son mucho más seguros49. El sistema sanitario ortodoxo considera cualquier caso de curación mediante terapias naturales como curaciones espontáneas anecdóticas, charlatanería o ignorancia de los afectados. En un estudio de 200 curaciones espontáneas realizado en 1.988, Harold Foster comprobó que el 88 % de estas personas habían realizado significa227

tivos cambios en su forma de vida, relacionados con la alimentación (casi todos se habían vuelto vegetarianos) y usaban suplementos vitamínicos, fitoterapia, minerales y métodos de desintoxicación. Sin embargo, en muchos países, los terapeutas, o cualquier persona, que informen sobre las propiedades curativas de cualquier alimento o producto natural, por muy inocuos que estos sean, violan la ley y pueden ser juzgados por ello50. Aunque no estamos en tiempos de la Inquisición, o de Galileo, cualquier iniciativa o investigación que se salga de lo que dicen los estamentos oficiales puede ser perseguida independientemente de si evita sufrimiento, salva vidas, o avanza en el conocimiento científico. La Sociedad Americana del cáncer (ACS) edita una lista negra de terapeutas y Métodos no comprobados contra el cáncer que usa para desacreditar a quienes no siguen los ineficaces métodos ortodoxos; en esta lista usan (de manera acientífica) el concepto sin estudios sobre su eficacia con el significado de comprobada su ineficacia; con ello no solo renuncian a comprobar si realmente son efectivos, sino que también pasan por alto que más del 80% de los procedimientos médicos ortodoxos no tienen validación científica51. En la práctica este tipo de listas Mcartistas pretenden usar la caza de brujas, y perseguir a quienes no están de acuerdo con su forma de pensar. Quienes aparecen en esta lista (aunque sean prestigiosos profesionales y aunque sus métodos sean tan suaves como una dieta vegetariana), son despreciados, rechazados por quienes subvencionan investigaciones, censurados por las revistas científicas, acosados por la prensa, perseguidos por las autoridades, y muchas veces, despedidos de su trabajo e incluso encarcelados. Usos terapéuticos de los productos naturales. Las plantas y nutrientes en su estado natural favorecen la armonía general, influyendo en la totalidad del organismo, sin embargo, a efectos explicativos las podemos dividir por tipo de beneficios (o, dicho de forma negativa, por tipo de síntomas que evitan). 1. Tranquilizantes y somníferos: Avena, lechuga; hipérico, tila, melisa, pasionaria, valeriana, rooibos, verbena, rhodiola, maca, ginkgo, kava, hipérico, schisandra, amapola; tirosina, DL-fenilalanina, Complejo vitamínico B, magnesio, calcio. 2. Estimulantes, potenciadores de la memoria y revitalizantes: Avena, jalea real, polen; damiana, ginseng, eleuterococo, schisandra, guaraná, maca, romero, ginkgo, rhodiola; fosfatidilcolina, fosfatidilserina, L-glutamina, aspartato de magnesio, aspartato de potasio, coenzima Q10, creatina. 3. Digestivos y antialérgicos alimentarios: Jengibre, cúrcuma, ortiga, alcachofera, piña, semillas de lino; manzanilla, menta, regaliz, genciana, anís, hinojo, salvia, agrimonia, dong quai; quercitina, L-glutamina, piña, lactobacilus, bifidobacterias.

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4. Laxantes: Semillas de lino, higuera, kiwi; sen, cáscara sagrada, zaragatona. 5. Antiparasitarias: Ajenjo, calabaza, ajo, granado, pomelo, nogal, tomillo. 6. Reguladores cardiovasculares: Ajo, olivo, remolacha, germen de trigo; tilo, espino albar, abedul; coenzima Q10, magnesio, calcio, taurina, vitaminas B6, B8, B12, E. 7. Venotónicas: Arándano; castaño de Indias, ginkgo, romero, bromelina, hamamelis, vid roja, gotu kola (centella asiática), rusco; Vitaminas A, C, E, selenio, zinc. 8. Hipoglucemiantes: Estevia, alcachofa, cebolla, levadura de cerveza, ajo, agave, alholva, judía, olivo, arándano, ortiga. 9. Antihemorrágicas: Ortiga, hidrastis, milenrama, bolsa de pastor, alfalfa, arándano, cola de caballo. 10. Hepáticas: Alcachofera, cardo mariano, rábano negro, achicoria, cúrcuma, schisandra. 11. Depurativas y diuréticas: Gayuba, maíz, arándano rojo, apio; cola de caballo, ortiga, buchú, diente de león, arenaria, rompepiedras, cerezo, perejil, bardana. 12. Reguladoras de la próstata: Sabal, palmito, pepitas de calabaza, pigeum, gayuba, nopal. 13. Respiración, expectoración, tos, alergias y gripe: Limón; malvavisco, eucalipto, llantén, tusilago, tomillo, equinacea, gordolobo, sol de oro, sauco, escutelaria, dong quai, quercitina, malva, propoleo; carotenoides, vitamina C, L-metionina. 14. Sudoríficas: Sauco, eucalipto, borraja, cebolla, limonero, tomillo. 15. Piel: Avena, borraja, frambueso; caléndula, cola de caballo, aloe, diente de león, hamamelis, sello de oro (hydrastis), centella asiática, bardana, tuya, tepezcohuite, cardo mariano, zarzaparrilla; azufre orgánico, zinc, sílice, Vitaminas A, B, C y D, ácidos grasos esenciales (AGE) omega3. 16. Analgésicas, antiinflamatorias, reumáticas: Apio, albahaca, cayena, piña, yuca, pipas de calabaza y girasol, cúrcuma, pescado azul; harpagofito, matricaria, ulmaria, viburno, sauce, árnica, boswellia, ashwagandha; AGE omega3, magnesio, glucosamina, condroitina, vitaminas A, C y E, DL-Fenilalanina, Metil Sulfonil Metano (MSM). 17. Reguladores hormonales de la menstruación y menopausia: Borraja, soja; cimífuga, sauzgatillo, dong quai, onagra, artemisa, ñame, milenrama, salvia, melisa, trébol rojo; vitaminas B6 y E, calcio, magnesio, sílice, zinc, L-metionina, AGE omega3. 18. Mineralizantes: ortiga, cola de caballo, germen de trigo, levadura de cerveza, acerola, gogi, frutos secos, polen. 19. Inmunoestimulantes: ajo, equinacea, ginseng, pao d’arco, uncaria, centella asiática, eleuterococo, grosellero negro, propoleo, reishi, shiitake, sello de oro, pomelo, cúrcuma, arándano.

Las terapias naturales, aunque son efectivas para evitar la enfermedad, van orientadas más allá de la curación: su finalidad es potenciar la vitalidad y ayudar a que la persona sea autónoma, a que se de cuenta de su poder y responsabilidad, básicos para su bienestar. La atención integral es básica (cuerpo, mente, emociones, relaciones, alma), pero sobre todo es fundamental la implicación personal en el tratamiento (en su comprensión, su elección y su seguimiento) y en la 229

elección de terapeuta. Esto le da sentido a su vida, fuerza para vivir, para superar las dificultades cotidianas. La armonización natural, es mucho más que el uso de plantas y productos naturales (usados en naturopatía, homeopatía, aromaterapia, nutrición ortomolecular, etc.). Es manejar la higiene, la sexualidad, la alimentación, el ayuno, la actividad, el descanso; la visualización, el apoyo psicológico individual y en grupo, el biofeed-back, la expresión emocional, relajación, meditación, ejercicio, yoga. Es el reforzamiento de la vitalidad de la persona, de su energía esencial, la homeostasis natural. Es vivir compenetrados con el entorno social y natural, con el aire limpio, los bosques, la tierra, el sol, el mar.

Vitalidad interior e implicación personal. Cuando menciono la palabra interior, vitalidad o armonía interior, me refiero a una armonía más profunda y primaria que la salud física (aunque incluye esta), relacionada con lo que podemos denominar paz mental y espiritual. La investigación muestra que muchas enfermedades (corazón, dolores, cáncer…) surgen de la pérdida de la felicidad. La armonía interior provoca la coherencia orgánica y con el entorno, personas y naturaleza, en general. Para tener vitalidad física y mental hemos de potenciar la congruencia entre lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos; alzándonos sobre, los pensamientos limitantes y el miedo a enfermar. La forma de mirar da sentido a la vida, a todo lo que hacemos. Amar la vida, acogerla tal como es, apreciar su belleza y su transitoriedad como una aventura, da vitalidad. Esta vitalidad no precisa resolver el problema exterior, basta centrarse en lo agradable, disolver el pensamiento de miedo, de enfermedad. El miedo desordena, enferma, separa, condiciona la vida con creencias victimistas. Apreciar la vida, cada detalle, nos devuelve el poder que habíamos delegado en el azar. La enfermedad y el dolor son oportunidades de darnos cuenta de nuestros procesos interiores; nos ayudan a integrar y superar las crisis, aunque éstas sean de vida o muerte. De la misma forma que enfermamos solos, también podemos curarnos solos, autocurarnos con nuestros propios recursos, ayudados de los seres queridos; el dolor es demasiado importante para dejarlo en manos de asépticos profesionales, es mejor compartir las penas con los seres allegados, llorar a los muertos, estrechar las cooperación mientras dure. 230

Debemos elegir terapeutas que nos vean como personas, no como simples cuerpos, implicándonos en nuestra propia salud, haciéndonos conscientes y responsables de la vida. Ser consciente de la vida da paz, armonía y cambia la química y las células del cuerpo; sólo hay que potenciar la paz interior, lo demás viene por añadidura. La mente racional analiza, autocritica y rumia para solucionar el problema; las investigaciones muestran que esto empeora el problema. Diagnóstico universal: creer que algo me afecta, y temerlo. Remedio universal: observar desde arriba, sin la mente racional, lo que ocurre a cada instante, feliz de existir, ahora; sin identificarme con el problema, con la creencia. Esto es lo mejor que puedo hacer por mí mismo, al hacerme consciente me curo interiormente, disfruto la vida y la vivo coherentemente, libre de miedo y obsesiones. Esto es lo mejor que puedo hacer también por mi cuerpo, tanto en la salud como en la enfermedad, por breves instantes o por una larga vida. Para resumir podemos decir que el proceso homeostático es perfecto para vitalizar a las personas, física y mentalmente. La enfermedad es un recurso de la naturaleza, no un error de ésta; es una señal que nos indica qué ocurre dentro de nosotros, qué problemas tenemos. Sanar es más que curar, es darse cuenta de este proceso, entendernos a nosotros mismos. Y aunque no se basa en la enfermedad, el enfoque vitalizador e integral es el mejor para evitarla y/o superarla. Lo fundamental es dejar actuar a la naturaleza, que nos ha construido, y disfrutar de sus regalos. El éxito de este enfoque de la salud se mide en términos de autogestión y autorresponsabilidad, pero sobre todo de agradecimiento, paz interior y armonía con el entorno. Vitalidad es vivir cada momento, disfrutar siendo lo que somos. No es tanto cambiar de vida sino de forma de ver la vida. Pasos para disfrutar de vitalidad: 1. Amar (a uno mismo y a todo lo que existe). Es la esencia de todo proceso de sanación. 2. Potenciar las cualidades: interiores (alegría, libertad, confianza...) y exteriores (energías naturales: estilo de vida, alimento, aire, agua, ejercicio, reposo...). 3. Evitar las toxinas (rencor, contaminación mental, agobios, antinutrientes, fármacos, agentes químicos, infecciosos, ionizantes, posturas inadecuadas, inactividad, etc.). 4. Limpiar lo ya contaminado: cuerpo (limpiar con saunas, limpiezas de piel, comidas ricas, ayunos, respiración profunda en el campo), ideas (con sentido común, congruencia, cuestionamiento de creencias), emociones problemáticas (con expresión emocional, relaciones, psicoterapia), relaciones (perdón y aceptación), espíritu (con silencio mental y satisfacción interior).

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5. Darse cuenta de dónde nos afectan las crisis internas. Darse cuenta de que la vitalidad es el mayor poder curativo, que está en uno mismo. Darse cuenta de que lo mejor de la vida es lo cotidiano y lo más sencillo. Vivir es darse cuenta.

La vejez. Envejecer es algo personal, no tiene reglas, no hay algo objetivo denominado vejez, no depende de la edad biológica. Hay personas con edad biológica de 90 años en mejores condiciones que otras de 60 años. La diferencia la marcamos los individuos y la edad biológica responde a la edad mental. La mayor amenaza para la salud corporal es el miedo y la falta de motivación para vivir. Hace cien años se puso la jubilación a los 65 años, cuando solamente el 10% de las personas llegaban a esa edad, pero actualmente las personas de 65 años tienen toda una vida por delante, son muy diferentes a las de entonces, autónomas y capaces. Envejecer bien tiene que ver con disfrutar del presente, de las actividades de la vida diaria, con tener autoestima (percepción positiva de uno mismo). Tiene que ver con la capacidad para alcanzar nuestros objetivos y a la vez con la madurez de aceptar y trascender lo que no podemos lograr. Tiene que ver con la realización de actividades mentales y físicas autónomas y estimulantes, con la vida familiar y social que desarrollamos. Y sobre todo tiene que ver con el amor a la vida, el optimismo, la creatividad, la capacidad de disfrutar de los pequeños detalles, de la belleza inherente a todo cuanto existe; tiene que ver con mantener el interés de los niños y la sensibilidad de los poetas. El aumento de la perspectiva de vida está muy ligado a la mejora en las condiciones de vida. El exceso de medicación es el mayor peligro de enfermar para los ancianos. Las personas longevas no lo son gracias a los fármacos, a los genes o a la suerte. Todo lo contrario, son personas que disfrutan de ser libres, independientes, activas, creativas, manejan su vida sin dejarse llevar por la suerte, por factores externos, estereotipos o usos sociales. Disfrutan del cuerpo, los sentidos, la actividad, el descanso. No todas las personas longevas son iguales, pero las que más disfrutan acogen los cambios mentales y orgánicos con naturalidad, sin temerlos, se fijan en las cualidades que tienen o que adquieren más que en las que dejan atrás. Cuando tienen pensamientos sobre el futuro o sobre la propia muerte los integran sin obsesionarse, observan sus 232

emociones (la tristeza, el dolor...) y las trascienden, haciéndose más sabios. El mal envejecimiento tiene mucho que ver con las creencias limitantes, con los prejuicios sociales invalidantes y con el miedo a envejecer. En diversos experimentos en los que se pone una meta a las personas, éstas resultan condicionadas por esa meta imaginaria. Por ejemplo cuando a los soldados se les dice que tienen que caminar veinte kilómetros y caminan cuarenta llegan extenuados, sin embargo si les dicen que la marcha es de sesenta kilómetros y caminan cuarenta se sienten mucho mejor. Así, el pensamiento estereotipado de cuando se produce el final de la vida condiciona la vida del anciano. Hay que tener cuidado con lo que creemos sobre la vejez, pues las creencias crean lo que somos. No importa lo larga que sea nuestra vida, sino la idea que tenemos de lo que vivimos. La independencia y autogestión de la vida es importante. Los cuidados más avanzados para la vejez consisten en favorecer la autonomía y realizar las actividades diarias de la vida mientras se pueda: tener plantas, cuidarlas, hacer las labores domésticas diarias, interesarse por otras personas, relacionarse y desarrollar actividades creativas. En Abjasia, famosa por la longevidad de sus habitantes, la vejez no se identificaba con la inactividad, no había jubilación sedentaria. Otro aspecto fundamental es la orientación en lo que queremos y hacemos en la vida, la motivación para vivir; el sentido de la existencia es la fuerza de la mente y de las células. Investigaciones de V. Frank o B. Cyrulnik, por ejemplo, concluyen que las personas que tienen motivos para vivir son las que sobreviven, las que permanecen vivas cuando todo a su alrededor conspira contra ellos y las circunstancias se vuelven adversas. Aunque el guión de vida y los implantes mentales son determinantes para saber como va a ser nuestra vejez, estos se pueden cambiar para disfrutar del ahora, de cada momento, de cada detalle; para tener claro nuestro sentido de la vida y saber lo que es secundario. Todo ello se impone a las circunstancias interiores y exteriores, incluso a las creencias de deterjoro físico y al miedo subjetivo a la muerte.

Midiendo la vitalidad. El investigador francés Bovis creó un regulador pendular graduado entre cero y diez mil angstroms (Å)52 conocido como 233

biómetro de Bovis que indica la longitud de onda que emiten los alimentos y otros cuerpos o lugares. El ingeniero eléctrico y de radio Simoneton, acostumbrado a trabajar con ondas, y con investigadores punteros, tomó los descubrimientos de Bovis y los desarrolló, estableciendo una medida para seleccionar alimentos vivificantes y frescos. En su libro Radiations des Aliments (Radiaciones de los alimentos) detalla las medidas que realizó. “Simoneton descubrió que el alimento que irradiaba de 8.000 a 10.000 angtroms en el biómetro de Bovis, también hacía oscilar al péndulo a la notable velocidad de 400 a 500 revoluciones por minuto en un radio de 80 milímetros. Los alimentos que irradian de 6.000 a 8.000 lo hacen oscilar a razón de entre 300 y 400, con un radio de 60 milímetros. Las carnes, la leche pasteurizada y las hortalizas demasiado cocidas, que irradian menos de 2.000 angstroms, no tienen suficiente energía para hacer oscilar al péndulo”. Peter Tompkins y Christopher Bird (La vida secreta de las plantas). ENERGÍA DE LOS ALIMENTOS (Simoneton): 1. ALIMENTOS ENTRE 6.500 y 10.000 o más Å. Frutas y hortalizas (crudas, maduras y recién cogidas): 8.000 a 10.000 Å. Compradas en el mercado pierden 1/3 de la energía. Cocidas pierden 1/3 adicional de energía. Podridas tienen 0 Å. El plátano amarillo irradia óptimamente, el verde menos, el negro casi no tiene energía. Una zanahoria cruda vale más que varias cocidas. Los tubérculos crudos son menos energéticos (¿porque crecen bajo tierra, sin sol?), ejemplo: Patata cruda: 2.000 Å, cocida 7.000 Å, asada 9.000 Å. Legumbres crudas (guisantes, alubias, lentejas, garbanzos, etc.): 7.000 a 8.000 Å. Legumbres secas: casi sin energía. Según Simoneton hay que comerlas crudas y frescas. Su zumo y sus germinados son excelentes. Trigo crudo: 8.500 Å, cocido con leña 9.000. Aceite de oliva fresco: 8.500 Å. Aceite de oliva de 6 años: 7.500 Å. Mantequilla: 8.000 Å. Es buena en 10 días, en 20 días llega al mínimo. Pescado de mar y marisco, crudos y frescos: 8.500 a 9.000 Å. Los de agua dulce son menos energéticos. Jamón y otras carnes frescas 6.500 A. Carne curada con sal y colgada sobre una hoguera de leña, 9.500 o 10.000 Å. 2. ALIMENTOS ENTRE 3.000 y 6.500 Å: Huevos, vino, hortalizas cocidas, azúcar de caña y pescado guisado. Vino tinto entre 4.000 y 5.000 Å. Mejor que el agua de las ciudades. 3. ALIMENTOS ENTRE 0 y 3.000 Å: Carnes cocinadas, embutidos, salchichas, café, té, chocolate, compotas, quesos fermentados y pan blanco. 4. ALIMENTOS MUERTOS: Margarinas, conservas, alcoholes, licores, azúcar blanco refinado y harina blanca. Fruta congelada: al descongelar recuperan la radiación que tenían frescas. Refrigerada: su deterioro es lento, si están poco maduras hasta pueden ganar energía.

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Deshidratadas conservan casi toda su vitalidad tras 24 horas en agua vitalizada y tras varios meses de haberse secado. Enlatadas o pasterizadas: 0 Å. Las hortalizas se comportan igual. El agua no irradia energía, pero puede ser vitalizada asociándola con minerales, plantas o personas. Leche: Fresca: 6.500 Å. De 12 horas: 3.900 Å (40% menos). De 24 horas: 595 Å (90% menos). Pasteurizada 0 Å. Remolacha de azúcar fresca 8.500 Å, su azúcar refinado: de 1.000 a 0 Å.

Simoneton estableció, también, medidas para la salud del ser humano: Un organismo sano tiene entre 6.000 y 7.000 Å; con menos de 6.000 Å se considera bajo de energía (personas desnutridas, carnívoras, fumadoras, bebedoras o sedentarias), la energía corporal óptima va de 8.000 a 10.000 Å. El cuerpo etéreo tiene un campo vibracional que va de 11.000 a 13.000 Å. El cuerpo sutil o espiritual va de 13.500 a 18.000 Å. Simoneton llegó a la conclusión de que cada enfermedad vibra a una frecuencia determinada (la tuberculosis alrededor de los 5.500 Å, el cáncer alrededor de los 4.000 Å, etc.). Considera enfermedad por debajo de las 5.000, enfermedad grave de 3.000 a 2.000 y a punto de morir se emiten unas 1.000 unidades de Bovis o angstroms. Por debajo de 6.000 Å, las personas necesitamos resonar con campos de frecuencias superiores, para vitalizar, por simpatía nuestro campo particular. Bovis y Simoneton sostienen que los seres humanos deben comer frutas, hortalizas, nueces y pescado fresco, que producen radiaciones superiores al nivel suyo normal de 6.500, sí desean energetizarse y sentirse sanos, Peter Tompkins y Christopher Bird.

De nuevo el observador. La causa energética básica de la enfermedad es la baja energía vital, causada por el bloqueo del natural flujo de la vida, cuando no nos gusta la vida tal como surge, sino tal y como creemos que debiera surgir. Por naturaleza, todos somos un flujo armónico de energía vital ajustado al entorno constantemente, somos la fuerza de vivir, el ánimo y la vitalidad biológica. La falta de conciencia, de darse cuenta del desarrollo de cada pensamiento o acto es lo que interrumpe el flujo del río de la vida; empleamos mucha energía para desviar este río y ello nos enferma, nos disocia del entorno. La importancia del paradigma natural e integral de la salud no radica en ser capaz de curar cualquier enfermedad, sino en abrir las 235

puertas para que cada persona se dé cuenta de que ya vive en armonía con lo que su mente genera. Si digo: el cáncer no puede curarse (o sí puede curarse), lo hago desde la mentalidad de la enfermedad, no de la vitalidad. Es cuestión de perspectiva, de conciencia, de creencia. Lo fundamental es centrarse en la vitalidad, en la vida, no en la enfermedad (en la medicina tradicional china no hay nombres para las enfermedades, la salud se describe por sus causas). Si digo no voy a pensar en un elefante morado, lo que hago es poner mi atención en ese elefante; el elefante morado es el cáncer (o la enfermedad que sea), y aunque nuestra intención sea su desaparición, cada vez que lo mencionamos le damos fuerza. Sin embargo si digo mi respiración es tranquila o el sol acaricia mi piel, lo que hago es centrar el foco de atención en el bienestar, en la vitalidad (y el elefante morado de la enfermedad desaparece de la mente). Lo que cuenta es la persona, sus condiciones interiores: miedo, tristeza, soledad, impotencia…, no los síntomas, ni las etiquetas diagnósticas. Lo importante es incrementar el nivel de armonía, volver al estado de flujo energético, de vitalidad; y aunque a primera vista puede parecer lo mismo, son conceptos opuestos, son la diferencia entre poner la fuerza del observador cuántico en el miedo o en la armonía natural de la persona; la sabiduría popular dice que cuanto más se revuelve la mierda más huele, hay que dejarlo estar y volver la atención a la vitalidad. Este punto de vista energético de la vida concuerda con el constructivismo. Ésta corriente epistemológica explica la realidad como el movimiento constante causado por las personas, al interactuar con el entorno. Al centrarnos en la vitalidad y armonía generamos un conocimiento, que construye u ordena el desorden y la complejidad que es el universo. “Se hace camino al andar, y al volver la vista atrás se ve la senda que no se volverá a pisar”, A. Machado. La vida, como la ciencia, no es algo objetivo, es el descubrimiento de la realidad a través de nuestras creencias (hipótesis) sobre ella. Así imaginamos y creamos lo que vamos descubriendo. El observador cambia y crea lo observado. Desde este punto de vista, el flujo constante de los acontecimientos, los nuevos conocimientos, nuestra capacidad para crearlos y disfrutarlos es más importante que las ideas preconcebidas que tenemos de la realidad.

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10. EL CAMPO ENERGÉTICO HUMANO. Nada está inmóvil todo se mueve; todo vibra. El Kibalión.

La persona energética: pensamientos y células. Ya vimos que la base de todo lo que existe es la vibración, materia y vacío son lo mismo: son energía en forma de ondas1. Todo está gobernado por la función onda, por las vibraciones del campo cósmico en cada holón, esto quiere decir que la biología está regulada por procesos ondulares colapsados; formando sucesivamente los estados vibratorios subatómicos, atómicos, moleculares, celulares, etc. Cada nivel va conformando nuestra biología, pero todos los niveles tienen su origen en el campo. Parece, pues, que somos un campo energético, en el que parte de nosotros existe en una alta vibración, en la cual somos pura energía: el Campo Energético Humano2 (CEH), que penetra y envuelve a cada persona. Esto campo ondulatorio es el estado esencial, previo a la materia y a la vida. La medicina química, fue creada cuando la ciencia no tenía estos conocimientos y aún no se ha adaptado a los avances del último siglo; su base teórica está anticuada y es incapaz de entender estos fenómenos. Cada persona, como cualquier ser del universo, tenemos nuestra propia vibración, conformada por nuestros pensamientos, sentimientos y células. Según hemos visto nuestro estado energético, es contagioso, se transmite como las ondas de un diapasón y hace vibrar a los holones con los que nos relacionamos en la misma frecuencia. Esto podría explicar fenómenos emocionales como el enamoramiento, el coraje y la violencia en el deporte de masas, o las enfermedades consideradas genéticas; las enfermedades de los bebés, por ejemplo, podrían ser transmitidas por contacto emocional, a través 237

de los campos morfogenéticas (la relación con su madre de los lactantes, y niños menores de siete años, es de carácter simbiótico). En los fractales y en los hologramas, la parte tiene el mismo patrón energético que el todo, el interior que el exterior. Este patrón genera la coherencia en el campo del holón, ya sea una persona o todo el cosmos3. El CEH como parte del campo universal, contiene toda la información de éste, resuena en su misma vibración, es parte de la misma sinfonía que suena en todo lugar y en todo momento. Este campo que subyace a todo-lo-que-es, al que Max Planck denominó Matrix, puede ser modelado por la energía de nuestras emociones y pensamientos, armonizándolo o desestabilizándolo. Aunque el CEH cambia sin cesar, la naturaleza original de la energía es, en principio, coherente. La incoherencia ondular cambia la configuración electromagnética y puede generar enfermedad. Allí donde ponemos la atención y el sentimiento ponemos la energía. Para crear cambios físicos (las partículas y los átomos) hay que dar forma al campo electromagnético4 a través de la mente. Este poderoso conocimiento nos permite gestionar nuestra vida. El mundo energético, el campo cósmico, no parece funcionar con la causalidad de las bolas de billar, sino que es un mundo cuántico donde la atención y la emoción definen el resultado final (si “el gato está vivo o muerto”); el resultado es lo que condiciona los medios, no al revés. En el funcionamiento holográfico de la conciencia, cuando introducimos un cambio cambia todo a la vez; para entenderlo mejor podemos imaginar que ponemos un imán bajo una lámina que contiene limaduras de hierro, la forma del imán da forma a la colocación de las virutas, pero si cambiamos de imán la figura cambia repentinamente, no partícula a partícula. El pensamiento puede generar materia: pensar en el sabor del limón genera saliva5. Las emociones influyen en nuestros genes6. Es la congruencia interna la que hace potente nuestro Campo Energético Humano, las personas que no potencien esta armonía están más expuestas a las interferencias exteriores7. El paradigma científico que contempla el campo vibratorio como esencia de la realidad, y del ser humano, va más allá que la farmacología molecular y la microcirugía; aporta conceptos y herramientas para la salud tan potentes como fáciles de usar y carentes de reacciones adversas. Su modelo teórico está asentado en sólidas bases. Sin embargo debe superar la fuerte presión empresarial, la oposición de los científicos estancados en el paradigma materialista8, y la inercia-pasividad de la mayoría de los profesionales implicados. 238

Las personas como holones que somos contenemos dentro todo lo que existe, el holograma universal. Cada uno de nosotros somos un universo fluyendo (vibrando) y reequilibrándose constantemente en el espacio y el tiempo, naciendo y muriendo sin cesar por dentro y por fuera. Estamos en conexión instantánea, más allá del tiempo, con todas y cada una de las partículas del universo gracias a la deslocalización cuántica. Nuestra conciencia ordena (o desordena, si no es coherente) el mundo; no solo nuestra persona, sino todo lo que nos rodea, en sus diferentes niveles vibratorios9. Es el mismo fenómeno de la orquesta conjuntando diversas personas, instrumentos, timbres y tonos, amansando las fieras; el mismo fenómeno del láser ordenando la luz.

Nuestro campo energético personal. Diferentes culturas han descrito en sus textos o pintado una fuerza cósmica (el Ki de los chinos, Ruasch de los judíos, Physis de los griegos, Vis de los romanos, Huaca de los incas, prana por los hindúes...) que puede ser vista como un halo luminoso surgiendo del cuerpo de las personas que están en paz interior, sobre todo de su cabeza: chamanes, faraones, místicos, profetas, santos, ángeles, yoguis, budas, etc. Según las tradiciones religiosas esta luz está presente en todos los seres vivos y objetos. Algunas culturas en contacto con la naturaleza son capaces de verla, como los aborígenes australianos, y pueden interpretarla para saber el estado de salud y el pasado de una persona. Esta energía luminosa también es denominada aura, o más recientemente, Campo Energético Humano (CEH). “Michael Faraday y James Clerk Maxwell consideraron que era más apropiado utilizar éste concepto (de campo), afirmando que cada carga crea una “alteración” o una “condición” en el espacio circundante de manera que la otra carga, cuando está presente siente una fuerza. El campo sería pues, una condición en el espacio con potencial para producir fuerza. Así nació la visión de un universo lleno de campos que crean fuerzas mutuamente interactivas”. Bárbara Ann Brennan10. Nuestro campo energético es mucho más de lo que habitualmente somos capaces de ver o medir. Hay diversos tipos de campos (eléctricos, magnéticos, gravitatorios…). Parece, además, que existen otras cualidades del campo que los científicos aún no son capaces de encontrar físicamente, entre éstos están los campos morfogenéticos, 239

que según hemos visto transmiten su forma y sus características internas por medio de la resonancia mórfica. Sheldrake cree que las personas funcionamos, mental, fisiológicamente y con el entorno, gracias a estos campos. Las emociones y los pensamientos funcionarían en interacción con estos campos, influyendo en ellos y siendo influidos por ellos; como el ambiente de un grupo de amigos influye en cada individuo, pero en el que cada persona es capaz de influir en el ambiente del grupo. Esto quiere decir que estos campos se activan con nuestra energía, con nuestros pensamientos, emociones, palabras y acciones, y cada vez que pensamos, sentimos, decimos o hacemos algo estamos dando forma al campo individual, al grupal y al cósmico. Los estados mentales armónicos transforman las vibraciones del organismo y la interacción celular. Esto hace que la alegría y el amor sean curativos, que el ambiente familiar y social influya en nuestra salud. También pone las bases para las intervenciones terapéuticas basadas en la empatía, la autopercepción positiva y la elevación del estado vibracional de la persona; como es el caso del Toque Terapéutico, la EFT, la visualización curativa, etc. Durante estas intervenciones las personas cambian su estado mental interior desequilibrado, situándose en un nivel energético armónico, en un campo mórfico sereno y agradable. B. A. Brennan, física, investigadora y también sanadora sensitiva, coincidiendo con otras investigaciones y tradiciones, ha descrito con detalle que el CEH tiene diferentes niveles de diferentes colores o cuerpos bioenergéticos, interpenetrados e interdependientes, relacionados también con sus respectivos vórtices energéticos (lo que la tradición hindú denomina chacras). Ella y otros muchos investigadores han mostrado que el estado interior de las personas, mental, emocional y orgánico, hace vibrar en diferentes frecuencias el campo. Como cada color tiene una vibración diferente se reflejan en las formas de adopta este CEH, que puede ser captado por las técnicas de Kilner o de Kirlian, o por las técnicas más actuales, como los equipos computerizados de observación del aura. Brennan expone detalladamente, no solo la descripción y detalles del campo, sino la forma en que podemos armonizarlo. Los actuales equipos computerizados de observación del aura están basados en las investigaciones de biofeedback, y en avanzados sistemas informáticos y de imagen; miden parámetros fisiológicos como la actividad electrodermal y temperatura, y tratan la información con programas de software realizados en base a investigaciones 240

empíricas como la correlación de los datos fisiológicos con lo percibido por personas sensitivas11. Los investigadores afirman que el Campo Energético Universal es básicamente sinérgico, lo que indica una acción simultánea de distintos medios que en conjunto tienen un efecto total más elevado que la suma de sus efectos individuales. Este campo es lo opuesto a la entropía. El Campo Energético Universal tiene un efecto organizador sobre la materia y crea formas, por lo que parece existir en más de tres dimensiones. Cualquier cambio en el mundo material va precedido por una modificación de éste campo y está asociado siempre con alguna forma de conciencia. B. A. Brennan. Las diferentes observaciones indican que el CEH parece estar compuesto por siete diferentes niveles de vibración, que determinan siete niveles de densidad, a los que distintos investigadores denominan cuerpos energéticos. Estos niveles se complementan según el principio físico de coexistencia no destructiva: “materias de frecuencias diferentes ocupan el mismo espacio al mismo tiempo potenciándose mutuamente”. Esta coexistencia constructiva de diferentes campos vibratorios, donde el todo es más que la suma de las partes, es la que se da en los seres vivos en general, y en la persona humana en particular. Los niveles no son capas sino que todos coexisten en el mismo espacio, en un orden en el que cada uno sobresale más que los anteriores. Procesan diferentes tipos de energía (alimentos, sexualidad, aire, liberación de emociones, amor, creatividad, lógica, consciencia) y la vitalidad de las personas depende de todas ellas. “Los doctores John White y Stanley Krippner mencionan diversas propiedades del Campo Energético Universal: penetración e interconexión de cuerpos, biológicos o no, y densidad variable inversa a la distancia desde el origen de la emisión; sigue las leyes de la inductancia armónica y la resonancia simpática (el fenómeno que se produce cuando se golpea un diapasón y otro situado cerca empieza a vibrar a la misma frecuencia, produciendo idéntico sonido). Las observaciones visuales revelan que el campo está organizado en una serie de puntos geométricos, puntos de luz pulsantes aislados, espirales, tramas de líneas, chispas y nubes. El campo palpita y se puede detectar mediante el tacto, el gusto y el olfato y su sonido y luminosidad son perceptibles para las personas con alta sensibilidad.”, B. A. Brennan. Aunque no hay unanimidad sobre la denominación y características de los niveles, las más admitidas son las siguientes12: 241

Chakra y C.(cuerpo) energético Coronario. C. causal

Glándula

Color

Frecuencia (Hz) Según VHunt 1000-2000 y 200-800

Control

Polaridad/ Equilibrio

Pineal

Blanco o violeta

Espiritualidad

Espiritualidad / voluntad. Humanismo Humanismo / materialismo. Discernimiento Generosidad / ambición. Realismo paciente Miedo / osadía. Fe en sí mismo Pasividad / violencia. Autoestima Control / sometimiento. Desapego Creatividad / libido. Amor a la familia

Frontal. C. astral

Hipófisis

Añil

250-275 y 1200

Intelecto

Garganta. C. etérico

Tiroides

Aguamarina

250-275 y 1200

Comunicación

Cardiaco. C. central Plexo Solar. C. mental Sacro. C. emocional Base. C. físico

Timo

Verde

250-475

Temores

Páncreas

Amarillo

500-700

Emotividad

Gónadas

Naranja

950-1050

Pasiones

Suprarrenales

Rojo

1999-1250

Sexualidad

Estas y otras investigaciones muestran que el Campo Energético Humano se compone de partículas subatómicas que se desplazan juntas con un movimiento semejante a las corrientes de aire o de agua, formando una niebla que los físicos denominan bioplasma. El plasma sigue leyes físicas diferentes a los sólidos, líquidos, gases, y a otras energías, por lo que es considerado un estado intermedio entre la energía y la materia: el quinto estado de la materia. Además cualquier persona puede percibir una pequeña parte de este campo. Método para percibir el CEH: Elegir preferiblemente el atardecer o un lugar con la luz justa para ver quien tenemos delante, colocar a esta persona ante una pared blanca. Entornar los ojos, de esta forma, por ejemplo: alargar el brazo y poner el pulgar ante los ojos, sin perderlo de vista mirar a la persona, para ver una neblina transparente en torno a su silueta; esta técnica permite mirarse uno mismo en un espejo. Otra forma de ver y tocar uno mismo su propio CEH, que funciona en el 80 % de las personas es esta: poner los dedos de las manos con las puntas frente a frente, a la altura de los ojos, separarlos y juntarlos sucesivamente desde una distancia de cuatro a seis centímetros entre sí, hasta medio centímetro, moviendo, también, una mano arriba y otra abajo, alternativamente y entornando los ojos; se puede ver (y muchas personas también la notan al tacto) la niebla en torno a los dedos, percibir como se pega la de un dedo con otro, formando haces que se estiran y separan, suben y bajan al volver a mover los dedos. También se puede palpar, notar su presión, acercando las palmas de las manos entre sí, sin llegar a tocar la piel, acercando y alejándolas. Esto se puede hacer en cualquier lugar del cuerpo, sobre todo en los chacras. Si la persona respira profunda y tranquilamente, dirigiendo su atención a la zona el efecto es mayor.

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Transmisores de armonía. Hay diferentes formas de transmisión y manipulación de la energía con la finalidad de mantener y mejorar la salud. Alexander Lowen, discípulo de Reich, por ejemplo, ha popularizado una técnica denominada bioenergética13 extendida mundialmente. Otra técnica que ha sido estudiada científicamente e incorporada a la práctica sanitaria (enseñada en muchas universidades de USA) por la doctora Dolores Krieger, es el denominado Toque Terapéutico (TT). Cada holón interior, cada célula, partícula o átomo de nuestra persona tiene su propia frecuencia y longitud de onda asociadas, comunicándose con todos los demás en un holón superior coherente, una conciencia vibratoria personal en la vibración infinita del Cosmos. Las moléculas vibran armónicamente comportándose como si fueran una sola. Esta armonía va más allá de la transmisión de información, es la comunicación instantánea con el entorno, la distancia entre molécula y entorno, entre el emisor y el receptor de información, desaparece. Esta armonía emite luz tan coherente como el láser, por lo que se ha denominado radiación mitogenética de láser, y puede ser percibido por muchas personas en estados de meditación o paz interior. De la misma forma que los electrones parecen responder a nuestras expectativas, haciéndose materia si los observamos, las personas creamos aquello en que nos fijamos; la observación, el ‘ser conscientes’, hace que la realidad se manifieste. Nuestra responsabilidad hacia nuestra salud y nuestro poder personal consiste en armonizar las contradicciones de la vida y potenciar la congruencia de nuestro campo energético; es decir, la coherencia entre lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos favorece nuestra propia armonía y la de quienes nos rodean. La mente y el cuerpo (nuestros aspectos onda y partícula) responden positivamente a la coherencia. Así, los sanadores usan su coherencia interna para armonizar su entorno, como si fueran diapasones; para transformar a las personas afectadas por desequilibrios. De esta forma conseguimos un patrón vibratorio coherente, potente como el rayo láser o el condensado Bose-Einstein. “La comprensión de nosotros mismos y nuestra relación con los demás reflejan las mismas leyes que gobiernan el mundo cuántico”… “…opinión creciente por parte de la medicina cuántica de que la actividad sináptica se ha de estudiar en términos de Física Cuántica, ya que intervienen distancias y parámetros infinitesimales 243

en la transmisión sináptica... La distancia interneuronal y el diámetro de la vesícula sináptica son de unos cuantos cientos de angstroms…” distancias características del mundo cuántico. Teresa Versyp14. La física cuántica ha conseguido entrar en la medicina ortodoxa a través de los ingenieros y técnicos que emplean los campos de energía para diseñar aparatos, como el escáner, la resonancia magnética, la emisión de positrones o la litotricia15, pero la teoría de la medicina materialista y química no se ha movido ni un ápice: la salud sigue siendo para la gran mayoría de sus profesionales algo que depende de factores químicos independientes de las vibraciones y de la mente de la persona. La explicación ortodoxa de la enfermedad es la molecular. Lo mismo ocurre con los métodos terapéuticos. Terapias energéticas como la acupuntura, quiropráctica, flores de Bach, terapia polar, reiki, etcétera, basan sus métodos en la hipótesis de que hay fuerzas electromagnéticas invisibles que regulan la fisiología y la salud. Estos tipos de terapia se basan en los mismos principios teóricos y tecnológicos que las técnicas diagnósticas y terapéuticas actuales16, e integran todas las ramas del saber actual: la tecnología moderna, la física cuántica, la química y la biología. La medicina basada en los campos vibratorios a pesar de ser más avanzada, más científica y eficaz, es relegada por la ciencia ortodoxa, por los sistemas nacionales de salud y por los poderes económicos que aportan fondos a la investigación.

Las ondas que captamos. El ser humano es un complejo proceso de diversos niveles, desde el biológico hasta el subatómico, donde existimos como campos energéticos totalmente interconectados. Estamos formados por la energía de ondas-partícula subatómicas que moviéndose a diferentes velocidades portan diferente información; cada átomo tiene su información ondular electromagnética propia, vibrando en un infinito campo cósmico. De esta infinidad de miles de millones de ondas solo tenemos capacidad de captar una ínfima parte, a través de nuestros sentidos17. El organismo humano es un gran emisor-receptor de ondas. Los campos electromagnéticos generados por los movimientos interiores de las moléculas emiten y absorben radiaciones el medio circundante. “La frecuencia más alta y los movimientos de las 244

energías más elevadas son los de los electrones interiores, que resuenan en la región de los rayos X en el espectro electromagnético. Los electrones exteriores, que son responsables por la mayor parte de las propiedades físicas y químicas de un átomo, resuenan en la porción ultravioleta y visible del espectro. La curvatura y el estiramiento de la unión incluyen la luz infrarroja. Las rotaciones de las uniones resuenan en frecuencias de microondas. Las vueltas y la orientación de los núcleos atómicos corresponden a las vibraciones en la radiofrecuencia y las porciones del sonido en el espectro…”, Oschman18. Así que el silencio y la oscuridad no son carencia de energía, de vibración, sino energía que no es percibida por nuestros sentidos físicos. Una persona es un codificador de información, organizado por la naturaleza para medir ciertas vibraciones energéticas. Hay otros codificadores naturales, que pueden captar otras formas de energía, animales o vegetales cuyos sentidos, u órganos sensibles de todo tipo, captan diferentes vibraciones que las nuestras. Los seres no vivos también son codificadores naturales, organizados para recibir y emitir ciertos tipos de vibraciones energéticas, como lo podemos comprobar en la captación o emisión de calor, de magnetismo, movimientos de los cuerpos visibles, o en la gran variedad de interacciones que realizan las moléculas y los cuerpos subatómicos. Podemos tener un accidente que destruya nuestros miembros y órganos, pero siguen existiendo nuestras células y moléculas, pueden quemarnos y así destruir también nuestras células y moléculas, pero nuestros átomos siguen existiendo. Pueden destruir nuestros átomos mediante una explosión atómica, pero nuestras partículas siguen existiendo. Imaginemos que destruyen también hasta nuestras partículas más pequeñas, aún seguiría existiendo el campo de donde surgen y toman forma estas partículas. Entonces nos habríamos fusionado con el universo mismo, habríamos pasado a ser la energía que existe por todos los lados sin excitación o formación corpuscular. En realidad esto es lo que somos en el fondo: vibración energética; incluso cuando nuestra energía toma forma de corpúsculos, átomos, moléculas, células, órganos o seres vivos: siempre somos energía pura: Y la energía no se destruye; la intensa actividad que existe dentro de esta energía pura, con o sin forma, es lo que somos. La neurotransmisión consiste en impulsos basados en principios de frecuencia (algo así como sintonizar una emisora de radio). Cada una de esas frecuencias está en relación directa con una célula u órgano determinado19. Existen más de mil transmisores 245

posibles para un solo átomo. Las moléculas emisoras emiten señales electromagnéticas particulares que recogen las moléculas receptoras y activan la función celular. Benveniste demostró que las rúbricas electromagnéticas de las moléculas generan la misma activación celular que la producida por la presencia de las propias moléculas. Entre las longitudes de onda ultracortas y las ultraelevadas, se hallan las fuerzas electromagnéticas que la mente humana proyecta, a las que conocemos con el nombre de pensamiento. Así parecen confirmarlo las investigaciones del profesor Cazzanali, de la Universidad de Milán, quien fue el primero en probar científicamente que la mente humana emite ondas ultracortas de alta frecuencia de vibración; esto ocurre en particular ante las tensiones y cambios de emociones (su aparato receptor registró radiaciones en forma de ondas electromagnéticas, y éstas fueron fotografiadas). De modo que los pensamientos existen físicamente: son vibraciones creadas en el vacío por la mente. Los seres humanos usamos su energía sutil para organizar las moléculas orgánicas, tanto si estamos en armonía como en disonancia. Es hora de abordar la salud teniendo en cuenta los máximos avances de la ciencia. Por otra parte la influencia del entorno electromagnético en los procesos biológicos está científicamente admitida, y muy bien documentada. Las manchas solares y los ciclos de la luna, por ejemplo, generan cambios ionosféricos y geofísicos que afectan los campos orgánicos interiores, campos perfectamente medibles, que influyen en los procesos físicos y mentales20.

El cerebro es una televisión, no un video. A menudo se confunde mente con cerebro, muchos textos especializados, lo hacen. Pero la mente no es el cerebro, es el conjunto de inteligencias que poseemos y la forma de gestionarlas. Alva Noë, neurocientífico y filósofo, profesor de la Universidad de Berkeley, rechaza, o cuanto menos cuestiona, la idea de que nuestra experiencia se pueda basar en las conexiones neuronales; cree que la conciencia surge de la interacción con el entorno. Estamos acostumbrados a creer que la percepción sensorial, las emociones y la inteligencia surgen del cerebro, de la actividad neuronal. Sin embargo “Tras varias décadas de esfuerzo común por parte de neurocientíficos, psicólogos y filósofos… no tenemos ni idea… nadie tiene una explicación plausible de cómo la experiencia 246

(¡la sensación de rojez del rojo!) brota de la acción del cerebro… No estamos más cerca de entender la base neuronal de la experiencia que hace cien años”, Alva Noë. Las neuroimágenes generadas por los modernos aparatos de toma de imágenes orgánicas reflejan la activación de flujo sanguíneo, supuestamente relacionado con la actividad neuronal, y ésta supuestamente relacionada con la actividad mental, pero no son las zonas neuronales las que determinan la experiencia sensorial o consciente. Así lo han mostrado diversos experimentos donde se intercambian estas zonas (por ejemplo, se puede ver con la zona cerebral auditiva). Por otra parte no se explica que teniendo intacto el sistema neuronal los animales a los que se les impide ver durante la primera etapa de vida, no llegan a ver nunca (Hubel y Viesel). La experiencia perceptiva no parece depender de los procesos neuronales. Ocurren eventos perceptivos sin cambios neurofisiológicos. Es decir, que los procesos que nos permiten sentir o pensar van más allá de lo que sucede en el cerebro, de los procesos neuronales. Sabemos qué hora es si miramos al reloj. La información no está en la cabeza, sino en el reloj, en el entorno. Lo mismo ocurre con todo lo que entra por los sentidos: un bastón o un ordenador. Aunque usamos estos instrumentos para informarnos, un bastón no sabe si hay un objeto en medio de la acera, un reloj no sabe la hora, el ordenador no sabe las operaciones que hacemos con él. Esto ocurre en todos los procesos, incluso en los más puramente mentales, como el ajedrez, las matemáticas, la investigación o el lenguaje. Yo ordeno el caos y éste aporta información a mi mente, ordena mi mente, como un ciego que empieza a ver. Somos mentes vacías llenadas por el entorno y a la vez el mundo caótico ordenado por la mente. Las ondas informativas del entorno dan forma al cuerpo (a las redes neuronales, los músculos, los órganos sensoriales, etc.), y esta forma es la que construye el mundo: Si el niño está a oscuras su mundo no tendrá colores, si está en silencio permanente su mundo no tendrá sonidos. La mente entra en nuestro cerebro, pero está fueradentro, como el aire que respiramos o los pasos que bailamos, como el fútbol, el ajedrez. El poder pensar y hacer cálculos abstractos son procesos compartidos y colectivos, cuyo organizador está en nuestro interior y exterior. El lenguaje, las palabras, por ejemplo, tiene lugar gracias al entorno intersubjetivo. Nuestra vida cognitiva abarca el campo transpersonal espaciotemporal (holoconciencia). No existe un centro de control. La información del entorno, los estímulos, generan la organización 247

fisiológica. En la infancia se aprecia claramente. Los cambios dependen del entorno, los intercambios con el campo exterior hacen lo que somos21. “Yo soy yo y mis circunstancias”, Ortega. “No existe ninguna justificación empírica ni filosófica de que el cerebro sea suficiente por sí mismo para generar consciencia”, Alva Noë. El ser humano interacciona con todos los demás holones del universo, a través del CPC, provocando infinidad de cambios instantáneos constantes de la realidad. Estos cambios podrían originar el movimiento de las partículas subatómicas (unidad básica de materia que puede cambiar un pensamiento) dentro de unas dimensiones22 inaprensibles por nuestra mente consciente. Estas diferencias individuales de la mente, crean la realidad, y por lo tanto el bienestar y la enfermedad. La salud viene determinada, de forma decisoria, por la mente del observador. La forma de observar (pensamientos y emociones) determina lo que observamos, siendo por lo tanto esencial y previa a las condiciones materiales. Esto pone en nuestras manos, el poder y la responsabilidad por nuestra salud, siendo los factores ambientales (aire, nutrientes, luz, relaciones…) secundarios. Como concluyeron los neurocientíficos al no encontrar las huellas de la memoria, que “parece estar en todas partes y en ninguna en particular”, y como Sheldrake creía, el cerebro no sería un almacén de memoria ni de circuitos inteligentes; parece ser un sintonizador de transmisiones. Es decir el cerebro, y el organismo entero, se comporta como una receptor de televisión, captando las ondas del ambiente, no como un vídeo reproductor, que tiene almacenada la información. ¡Son las ondas que captamos, procesamos y emitimos, los pensamientos, las que aportan la inteligencia!

Terapias vibratorias. Técnicamente, el Toque Terapéutico, TT, (también llamado reiki, toque sanador, sanación espiritual, cura cuántica, etc.) se puede definir como un proceso de modulación de la energía eléctrica y magnética en el que la persona emisora utiliza las manos como instrumento para potenciar la vitalidad o facilitar la recuperación de la persona receptora. Esta práctica es agradable, inocua, barata, no requiere equipamiento y no interfiere con otros tratamientos convencionales. 248

Solo quienes ignoran su explicación científica pueden atribuir a las terapias vibratorias falta de seriedad o eficacia. “Las terapias vibratorias no son mágicas ni son superstición, sino que se basan en la biología, la química y la física”, Oschman. Como ya hemos visto, el aspecto onda de la realidad es omnipresente: sonido, color, calor, láser, olor, materia, comunicación, movimiento, vida…, todo es vibración. Ya sabemos que la vida misma está formada por moléculas en permanente comunicación vibratoria dentro del campo energético. “Las investigaciones espectroscópicas muestran que la coherencia ondular es tan fundamental, si no más, que los procesos químicos”, Smit 1994. Todo proceso químico supone una serie de interacciones energéticas vibratorias coordinadas, que las moléculas funcionen con coherencia: cada unión química vibra de forma que permite la interacción al unísono con las demás, como las voces de un coro que siendo todas diferentes, contribuyen a la armonía del conjunto23. El desarrollo de instrumentos con alta sensibilidad, capaces de medir la energía sutil de las células, de los órganos y del organismo entero, está aumentando la evidencia científica de las denominadas terapias energéticas. Por ejemplo, el magnetómetro SQUID24, capaz de medir campos magnéticos de muy baja intendidad25, ha probado que los tejidos y órganos no sólo producen campos eléctricos (como los que miden el electrocardiograma, o el electroencefalograma), sino también vibraciones magnéticas26, que forman el campo biomagnético. Las fuentes de investigación actual indican que el campo magnético actúa de la siguiente manera: 1. Aumenta la producción de colágeno (la matriz ósea tiene un 95% de fibras de colágeno); 2. Aumenta el depósito de calcio; 3. Modifica la polaridad de las trabéculas óseas dañadas acelerando y mejorando la calidad del callo óseo; 4. Estimula la reparación del tejido conjuntivo27. Además los campos magnéticos de muy baja intensidad: activan la nutrición, respiración y reproducción celular, estimulando la salud de los tejidos; actúan como vasodilatadores, mejoran la oxigenación sanguínea y estimulan la neoformación capilar, lo que mejora la recuperación si existe una lesión28; tienen efecto análgésico29; mejoran la transmisión nerviosa30. Algunas fuentes indican que están contraindicados cuando hay infección, hemorragia, marcapasos, embarazo, tumores, tratamiento con corticoides y obstrucción vascular, por peligro de desplazamiento de trombos por vasodilatación; creo, sin embargo, que esto puede ocurrir cuando se usan aparatos31, no cuando la fuente de emisión es la propia naturaleza (una persona), pues ésta tiene 249

mecanismos propios de regulación energética, que superan los problemas meramente moleculares. El TT no es el único tratamiento empleado en terapias energéticas, los mismos principios hacen que también otras técnicas funcionen: terapias de polaridad, diferentes tipos de masaje, acupuntura, etc. Con estos métodos cualquier persona puede emitir una energía de vibraciones y frecuencia muy bajas, con fines armonizadores y curativos. El Toque Terapéutico es una técnica basada en las ondas que emiten los campos, desarrollada por Dolores Krieger (basándose en métodos milenarios), profesora de enfermería en la Universidad de Nueva York, en la que usa la imposición de manos como medio de ayuda. Es un ejemplo de curación energética que suele recibir diversos nombres, según quien la utilice, pero todos ellos tienen en común el uso de las vibraciones del Campo Punto Cero, incluidas las del Campo Energético Humano. Las investigaciones parecen concluir que quienes utilizan métodos terapéuticos vibratorios del tipo TT generan campos biomagnéticos naturales en el rango ELF, relacionado con la rápida curación de las lesiones32. Las ondas del entorno, del CPC, vibran en coherencia con las interiores, de forma que se produce un intercambio coherente de información entre todo lo que existe. Las propiedades vibratorias de la matriz viviente, básicas en la actividad celular, están influidas por la información ambiental, tal y como Bruce Lipton ha demostrado, información procedente del entorno físico, relacional y emocional. Podría parecer que la acción del TT es algo mágico, algo anticientífico o antinatural, sin embargo en la naturaleza se puede observar la regeneración de tejidos dañados e incluso desaparecidos33. Los campos magnéticos de muy baja intensidad, al ser mucho más potentes que las ondas cerebrales, parecen actuar como un marcapasos, influyendo en las ondas biomagnéticos del cuerpo. Esto es lo que ocurre con las ondas del CPC y las ondas geomagnéticas (ondas resonantes de Schumann, por ejemplo). Este efecto es más potente cuando la persona está relajada, vibrando en frecuencias bajas. Electromagnéticamente nuestro cuerpo funciona como un coro compenetrado al unísono: cada molécula, célula, tejido, órgano cada proceso, cada ion, cada holón, es un instrumento con su propia frecuencia, que vibra en resonancia con todo el sistema. Sus vibraciones pueden generar cambios en la materia. Las moléculas, como las células y las personas no pueden pararse ni aislarse del 250

entorno, son llevadas por la ola, mecidas por la coherencia de la melodía que surge de la belleza y diversidad de los intérpretes. Dolores Krieger subraya la importancia del ejercicio de la atención consciente, el entrenamiento técnico y el trabajo de evolución personal (entender la vida para aplicar la terapia) como requisitos básicos de un operador de este método. Es decir, pone de manifiesto que la persona que pretende curar es parte activa e integradora de la energía, no un mero instrumento pasivo de fuerzas desconocidas. Hay que añadir que el TT no solo es terapéutico, sino que resulta muy agradable, tanto para quien lo recibe como para quien lo da. Parece haber unas treinta mil enfermeras en USA que practican el TT, en otros países es más difícil conseguir datos. Las investigaciones están haciendo evidente que las personas tenemos un potencial interior para reforzar los sistemas orgánicos, generar salud y emitir campos biomagnéticos que activan procesos de curativos34. Aún así, el paradigma químico sigue siendo muy mayoritario en los sistemas occidentales de salud y niega que estas investigaciones tengan validez; como vimos en el capítulo de epistemología, los paradigmas son incompatibles entre sí. Allí donde ponemos la atención y la pasión ponemos la energía. El ser humano es mucho más que materia, la energía es la que crea la materia. Con nuestros pensamientos y sentimientos cambiamos el mundo (material y mental). “Nosotros cambiamos el imán, y el relleno de hierro se acopla a su forma”, Greg Braden35. Nuestro corazón, nuestro amor, al contrario de lo que cree la ciencia materialista hoy predominante, es el imán capaz de cambiar el molde de hierro de la realidad física y mental del universo. Los conocimientos actuales nos permiten ir más allá de los prejuicios e ignorancia de quienes se niegan a conocer la actividad bioenergética de la naturaleza y centrarnos en el estudio del tipo de interacciones que se producen y la forma de emplearla en beneficio de la humanidad. El electromagnetismo biológico tiene ante si una gran área de investigación y aplicación, pues todavía hay mucho que comprender entre los físicos, los biólogos y los terapeutas en este campo. Mientras se amplía el conocimiento científico sobre la explicación teórica de las terapias vibratorias, su efectividad, debe darse a conocer a una población que está inmersa en el empleo de tratamientos muy agresivos, enajenantes y caros.

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Sexualidad: la energía en flor. Hablando de vitalidad, de energía y felicidad, no se puede omitir la sexualidad. Este apartado debiera estar ubicado en el último capítulo (La Conciencia), donde se aborda la espiritualidad, pero lo he colocado aquí como evidencia de que todas las partes de la persona (materia, mente, energía y espíritu), son inseparables. El paradigma dominante de la sexualidad esta basado en la misma mentalidad que nos lleva a vivir una vida con prisa, a buscar siempre algo inalcanzable, a pensar en la meta sin reparar en el camino, a buscar la felicidad sin darnos cuenta de que ya la tenemos. Practicar la sexualidad para gran parte de la humanidad es hacer el amor aprisa y buscar el placer en una línea creciente de excitación hasta un clímax final (a menudo solo para el hombre), en el que todo acaba bruscamente con la descarga de la energía. Esta extendida creencia suele confundir placer sexual con orgasmo y orgasmo con eyaculación. Estas creencias limitantes sobre el cuerpo y la sexualidad, descargan la energía de la persona, la reprimen, causando insatisfacción, incomprensión y sufrimiento entre hombres y mujeres. La práctica de estas formas burdas de sexualidad nos ha hecho perder la sutil sensibilidad y agradable energía que supone el placer de amar en cuerpo y alma. La energía sexual, espíritu y materia en su más alta expresión, cuando fluye libre es una fuente de satisfacción y amor para las personas. Cuando hay compenetración y amor las creencias inadecuadas suelen ser superadas y la unión va más allá de cualquier paradigma o creencia limitante. Pero esto no es frecuente. A menudo varones y hembras que se aman sinceramente luchan para que la eyaculación no llegue antes de que ambos consigan el orgasmo. Ambos sufren porque creen que no son sexualmente adecuados, la mujer porque el orgasmo no le llega y el hombre porque le llega demasiado pronto. El hombre, aunque haya descargado su energía, queda insatisfecho por no haberse controlado para dar placer a su pareja. La mujer, aunque se alegre sinceramente por su compañero, que ama, queda insatisfecha por no conseguir el orgasmo deseado. Este panorama causa inseguridad, estrés y ansiedad en el juego sexual, con lo cual no es extraño que muchas parejas eviten hacer el amor. Solo si la pareja se corre a la vez ambos se sienten satisfechos. Pero aún en este caso, debido a la descarga de energía, ambos quedan con la sensación de que algo se les escapa, de que el placer es pasajero e 252

inestable. Una vez alcanzado el clímax, la sensación placentera se va, como un globo que cuando más pleno está nos explota en las manos, y nos quedamos con la frustración de haberlo perdido. Esta frustración se retroalimenta y nos hace estar siempre buscando la satisfacción, teniendo la sensación de no conseguirla nunca. Al buscar anhelantes el futuro nos perdemos el presente, al buscar la meta no gozamos el camino. Cuando el hombre eyacula prematuramente pierde su vitalidad, ya que la mujer no llega a entregarle su amor, su energía. Esta pérdida de energía debilita al hombre y genera insatisfacción en ambos. El hombre queda sin su masculinidad, su capacidad de amar y satisfacer a la mujer, y la mujer queda sin poder abrir su corazón, su esencia amorosa. Esto suele llevar a la mujer a la depresión y al hombre a la agresividad (que a menudo libera masturbándose). Si el hombre está en armonía consigo mismo y ama a la mujer, es capaz de dar y recibir la energía del amor con su cuerpo. Es su amor incondicional (que no pide nada a cambio) mientras hacen el amor el que abre las puertas al amor puro de la mujer. Este amor surgido del corazón libera una energía que el hombre puede asimilar, haciendo que su fuerza y masculinidad se potencie. No es cuestión de técnica, es amor puro. La mujer espera amor. El amor abre a la mujer como una flor y da al hombre su fuerza varonil. Así se superan la eyaculación precoz, la impotencia y la frigidez. Al enfocarse ambos en el amor, en la conciencia de los cuerpos en el momento presente (no en la descarga energética) pene y vagina se compenetran se vuelven energéticamente coherentes, amorosos, tranquilos. El objetivo del paradigma integral de la sexualidad36 no es alcanzar el orgasmo-eyaculación a toda costa, ni siquiera el coito. No se necesita potencia37 sino presencia, no importa la edad sino la sensibilidad. La sensibilidad, el amor, es la esencia: lo dirige y lo llena todo. Cada persona, cada alma, somos un campo electromagnético, cuya sutil energía podemos percibir (y potenciar). Lo principal es el cariño mutuo, la presencia permanente, escuchando nuestro cuerpo: calma, silencio, atención a las sensaciones, a las vibraciones, a los sonidos y colores interiores, a la temperatura de la piel, su sabor, su textura; estar plenamente en cada movimiento, en cada reflejo de la pupila. Los genitales hablan por sí solos, tienen su propia lucidez complementaria, relajados, acoplados, dejando fluir la energía... Gemidos, sabores, olores... Mente, cuerpo, sentimiento, espíritu, todo es uno, presente al mismo tiempo. La 253

alegría está en la sonrisa, en el corazón, en todo el cuerpo, en los roces... Soy yo y soy mi pareja. Somos uno, un calor, una mirada, una respiración, un cuerpo entrelazado, placidez, libertad, caricias, calma. Presencia total. Ahora somos el universo ilimitado. En esta forma de amar la imaginación deja de ser una huída de las sensaciones corporales (en busca de fantasías, debido a la insatisfacción del presente y la falta de amor), y pasa a ser un sexto sentido, una intensificación del placer, en el que cada estímulo sensorial es capaz de crear luces, estrellas interiores, música, aromas, caricias… estremecimientos maravillosos, todo ello en el presente. Los cuerpos se vuelven amor y el amor se hace orgánico. Practicando el sexo de forma consciente los dos campos energéticos, el masculino y el femenino, se vuelven un solo campo con dos polos. La energía no se descarga, se recarga y la satisfacción física e interior aumenta exponencialmente. Esta forma de sexualidad nos proporciona amor, placer, fortaleza, seguridad y conciencia de unidad con el cosmos. Este orgasmo reconoce la belleza de los amantes, del juego amoroso; la unión que reúne estas cualidades puede ser llamada sagrada. Este éxtasis orgánico, nutritivo, espiritual, puede durar varias horas; es una recarga energética que no tiene fin, el clímax es constante; al vivir el momento, sin prisas, el tiempo no pasa, como cuando observamos relajados cómo rompen las olas en el acantilado o cómo cruje el fuego en la chimenea. Cuando lo acabamos voluntariamente nos deja con la sensación de plenitud, de seguridad, de libertad, de logro. Si la conciencia empieza a estar en otro lugar es hora de seguir la conciencia. Lo bueno simplemente deja paso a otra actividad placentera: ducharse, observar las estrellas en el frescor de la noche, darse un baño en el mar, hacer la cama, vestirse, pasear, trabajar... Y ese otro lugar, tiempo, asunto, se convierte en la nueva sensación de la conciencia: respiraciones, movimientos, percepciones conscientes.

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11. LA MENTE CONCEPTUAL CONDICIONADA. Tú creas tu propio sufrimiento y tú puedes acabar con él. Es así de simple. Byron Katie.

Se podría decir que nacemos totalmente libres, con una vida por delante abierta a infinitas posibilidades. A través de nuestra vida vamos acumulando experiencias, recuerdos del pasado, conceptos aprendidos, haciendo propias algunas ideas ajenas, creencias, que nos dan una idea de quien somos y como es el mundo. Todo esto constituye nuestra mente condicionada, la que nos da forma y construye nuestra personalidad. Esta forma, personalidad o ego, puede ser un corsé que nos restringe a actuar de modo programado, que limita nuestras posibilidades, nuestra libertad. En realidad no vemos objetivamente lo que miramos. Interpretamos la información captada por los sentidos en función de la información previa, de la programación que tengamos sobre el tema percibido. Es esta programación mental la que organiza las ondas que percibimos, como ya hemos visto. El hecho de que veamos una realidad prefabricada, no objetiva, lo cambia todo, tanto nuestra idea de quien somos, como nuestra idea de qué es el universo, la realidad. “No somos nuestros pensamientos, no somos nuestras emociones, somos mucho más”, Isha. Los conceptos aprendidos están condicionados por la educación y están cargados de miedo, inseguridad, dolor. No son pensamientos surgidos de la creatividad individual, son condicionados por la sociedad. La sociedad, desde el nacimiento, nos enseña lo que es correcto e incorrecto y nos condiciona con constantes repeticiones, con premios y castigos, nos controla; si hacemos lo estipulado somos estimados, felicitados, si no condenados, apartados. En este sentido, la personalidad, el ego, no nos pertenece, no la forma la propia persona, la construye el entorno social. Lo que sí hace cada cual es reafirmarla, creérsela, apropiársela. Esto es la mente. 255

Las creencias. Los pensamientos generan energía e información en el campo que nos constituye, el campo mórfico; y ya hemos visto que el cuerpo es el reflejo del campo mórfico. Las creencias son ideas básicas preconcebidas que mantienen la atención, real o imaginada, consciente o no, en algo; es decir, son pensamientos tomados como ciertos sin pararnos a cuestionar si realmente lo son. Son implantes mentales que recibimos del sistema familiar (padres, antepasados) y social (cultura, sistema educativo, nación, etnia, etc.); programas que (como los de ordenador) organizan nuestra vida y condicionan nuestra forma de actuar, nuestra personalidad. Nuestra mente está estructurada por estos programas que limitan nuestra libertad de pensamiento y construyen nuestra personalidad sobre fantasías. Hay muchas realidades virtuales y la realidad depende de las creencias, de los pensamientos. Creamos lo que creemos: nuestros implantes mentales crean la persona que creemos ser. Los campos energéticos interiorizados como ciertos son muy potentes, dan sentido de pertenencia y seguridad e impulsan a excluir del sistema al que pertenecemos a quien no defienda las mismas creencias. Las creencias son un procesamiento de la información percibida con los sentidos, pasada por el filtro de las ideas aprendidas culturalmente (en las relaciones), y subjetivamente apoyadas en las experiencias. Por ejemplo, quien se cree víctima hará que todo lo que le ocurre en la vida confirme la verdad de esta creencia, todo le hará pensar que su creencia es cierta. Pero la experiencia, como la ciencia, no confirma algo objetivo, sino el punto de vista de la persona. Es decir, vemos lo que pensamos, no un mundo exterior supuestamente objetivo. “El mundo no nos entra por la vista, sino que nos sale por la mirada”, Popper. Tipos de creencias: He perdido este partido, como siempre. Nunca ganaré (generalización). Soy un perdedor, soy una persona triste (etiqueta de quien soy yo). Todos me miran mal, el mundo es peligroso (etiquetas del entorno). Nadie quiere jugar conmigo, aburro a cualquiera (culpabilización). Está enfadado porque se aburre conmigo (personalizar, verse como el ombligo del mundo). Creencias debilitantes: No me quieren. No soy digna de ser amada. No merezco su atención. Soy menos importante que los demás.

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Soy malo, culpable. Soy débil. Soy feo. No merezco ser feliz. Nunca lo conseguiré.

Cuando los campos de creencias chocan con la realidad, y se imponen al flujo de la vida surge el conflicto, la incoherencia energética. Este conflicto es un rechazo al presente, a la vida, motivado por la fidelidad a las creencias de los antepasados o a cualquier otra idea adoptada como propia, y por la exclusión de las nuevas ideas, situaciones o personas. Si la persona sobrepone sus creencias1 implantadas a lo que surge en cada momento genera energía incoherente que se refleja en el desorden corporal: la enfermedad. Las personas somos capaces de morir y matar por lo que creemos. Nuestra forma de actuar y de organizar nuestra vida, nuestra felicidad o desdicha dependen de nuestras creencias. Esto es una excelente noticia, saber esto nos hace más libres, más poderosos, pues podemos reforzar las creencias que nos sirven y cambiar las que nos limitan. La solución es la otra cara del problema. Como dice B. Lipton: “Me sentí rebosante de alegría al darme cuenta de que podía cambiar el curso de mi vida mediante el simple hecho de cambiar mis creencias… somos los poderosos artífices de nuestras propias vidas y del mundo en el que vivimos”. Lo adecuado es la conciencia y autoimplicación. Darnos cuenta de las emociones es darnos cuenta de la vida, de que estamos vivos. Esto siempre ayuda a la persona, independientemente de si camina hacia la salud o hacia la muerte. El último paso, y más poderoso, es desprenderse de las creencias, entrar en lo que sentimos ahora, percibir y sentir sin pasarlo por la mente conceptual. Sólo ser presencia permanente en el momento presente. Pero este es otro tema que abordaremos más adelante. La enfermedad es causada por pensamientos, que desencadenan emociones perjudiciales, para sobreponerse a ella hay que promover pensamientos y emociones armonizadoras. Los diagnósticos médicos o las teorías sobre la salud son programas mentales, creencias que nos permiten explicarnos a nosotros mismos qué nos ocurre y actuar en consecuencia a ellos; son programas que se autocumplen en las personas que se los creen. Es una creencia generalizada, por ejemplo, la teoría (surgida de la ideología judeo cristiana y apoyada por el psicoanálisis) de que el subconsciente está lleno de nuestra maldad, nuestras neurosis, que lo que tenemos en nuestro interior es malo. 257

Joe Dispenza investigó a las personas que se curaban de enfermedades incurables y observó cuatro coincidencias: 1. Creían en una inteligencia superior o en un poder interior que puede curarnos si conseguimos contactar con ella. 2. Creían que nuestras ideas se hacen materia y se concretan en nuestro cuerpo. La curación de estas personas se producía al reconocer que las ideas y actitudes inconscientes les llevaban a la enfermedad. Para cambiar sus creencias y su actitud empezaban a prestar atención constante a sus pensamientos. 3. Optimizaban las creencias, los pensamientos de siempre sobre nosotros mismos: ¿Quién soy?, ¿qué me motiva?, ¿cómo me siento en este lugar?, ¿a que doy valor en la vida? Estas ideas y emociones son la parte espiritual de la vida, la parte más importante para nuestra felicidad y nuestra salud. Optimizar estas ideas básicas supone un cambio radical para los programas neuronales, un cambio de hábitos, de círculos sociales, de estímulos e intereses. 4. Observaban el presente con total atención e intensidad; cambiando, así, la percepción espaciotemporal. Al centrarnos en el presente ‘nos damos cuenta’ que el subconsciente obedece a las viejas ideas y así podemos cambiar de programa. Las personas que se autocuraban tenían “rotunda determinación, máxima fuerza de voluntad, pasión interna y concentración absoluta”, sabían que “lo único que tienes que hacer es tomar la decisión”, “nada era real para ellas salvo sus pensamientos”´. Joe Dispenza.

Los sentimientos de desequilibrio, de dolor o desorden interior (odio, celos, venganza, miedo...), están asentados en las creencias. Siguiendo el rastro de los síntomas y de las emociones podemos llegar a los pensamientos que causan la dificultad, y comprobar si nos causan problemas. Somos nosotros mismos quienes creamos nuestra realidad; que si creo que puedo, podré; “creer es crear”. Por esto es bueno darse cuenta de las creencias y ver si son adecuadas para lo que queremos de nosotros mismos. Creencias básicas para ser feliz: Ya soy feliz, tal y como soy. No importa mi pasado, ni mis circunstancias, todo me ayuda a estar bien. Yo estoy bien, los demás también. Mi vida depende de mí. La de los demás de cada cual. El mundo es bello, disfruto de todo lo que existe. Ya tengo todo lo necesario para mi satisfacción. Ya soy mi máxima idea de lo que puedo llegar a ser. Si pienso que hay un problema estoy creando el problema. La vida en sí no es buena ni mala, yo doy forma a mi vida. El bienestar abunda. Tras un día bueno viene otro mejor. La naturaleza que somos es sabiduría y abundancia. Mi subconsciente, o ser interior, es sabio y poderoso y trabaja para mí.

Por otra parte, al quejarnos o expresar deseos de tener lo que no tenemos o de ser como no somos, lo que hacemos es programarnos de forma pasiva, rechazar la realidad, y responsabilizar de nuestros 258

sentimientos a sucesos o personas exteriores. Esto pone el poder de ser feliz fuera de mí, pues creo que no soy yo quien puede cambiarme, sino algo o alguien externo o imaginario. Ejemplo de deseos debilitantes: Me gustaría ser más guapa. Quiere decir que no me gusto, que la creencia sobre quien soy no me es útil. Me gustaría que la vida fuera más fácil. Quiere decir que la veo difícil, que mi creencia sobre la vida me impide apreciarla tal y como es. Mi madre (o mi hija, la gente, etc.) debería ser más cariñosa. Quiere decir que mi creencia de cómo debiera ser me impide apreciar a esta persona tal y como es realmente. Los clientes (la dirección, el trabajo, etc.) debieran ser más comprensivos. Es un autoengaño, pues así creo que mi satisfacción depende de ellos, no de mí.

Las creencias, los pensamientos, son lo que cambia la vida, el mundo, “Puedes vivir una vida de miedo o una vida de amor. ¡Tienes elección! Pero te advierto que si eliges ver un mundo lleno de amor, tu salud mejorará… si eliges un mundo… lleno de miedo, tu salud se resentirá, ya que quedarás atrapado en una respuesta fisiológica de huida o protección”…”No son nuestros genes sino nuestras creencias lo que controla nuestra vida… ¡Sí, vosotros, hombres de poca fe!” Lipton. Cuento sobre las creencias: Un anciano y su nieto se encuentran a la entrada del pueblo, junto a la fuente. Mientras el nieto juega, el anciano, sentado, disfruta tranquilamente de la paz del lugar. Entonces una persona que ha parado a beber se acerca y comentándole que está pensando en trasladarse a vivir a este lugar, le pregunta al anciano: ¿Puede decirme como son las personas en este pueblo? El anciano, a su vez, pregunta al viajero: ¿Y como es la gente del pueblo en el que ha vivido hasta ahora? Allí la gente es muy egoísta y desconfiada, por eso quiero trasladarme. Responde el desconocido. El anciano responde, ahora: Pues los de aquí son iguales. El viajero se marcha un poco desconcertado. Abuelo y nieto siguen disfrutando de la apacible tarde de sol. Al cabo de un buen rato otro viajero se detiene y se dirige al anciano diciendo: Acabo de llegar y hoy empiezo a vivir en este pueblo, ¿puede decirme como son las personas que viven aquí? El abuelo le pregunta al viajero: ¿Y como son las personas del pueblo donde ha vivido hasta ahora? A lo cual el recién llegado indica: Allí la gente es estupenda, amable y servicial, lo peor de tener que irme ha sido tener que separarme de ellos. El viejo da ahora su postergada respuesta: Pues los de aquí son iguales. Cuando el nuevo vecino se despide agradecido, el niño le pregunta: ¿Abuelo, como es que antela misma pregunta les has dado dos respuestas diferentes? Y el abuelo le dice a su nieto, con cariño y seguridad: Les he dicho lo mismo, porque no hay personas buenas ni malas; todo depende de quien las contempla. Quien

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creía que en su anterior pueblo las personas son malas, seguirá juzgándolas y calificándolas así, aunque cambie de lugar. Y quien cree que las personas que conoce son buenas seguirá captando el lado positivo de cada uno. Así que, recuérdalo, vayas donde vayas, eres tú quien decide cómo son las personas.

Cuando no soy consciente de las creencias con las que funciono mi capacidad de organizar mi vida es pequeña, mi poder personal está infrautilizado. Pero si soy consciente de ellas, las puedo cambiar; puedo cambiar los implantes mentales que no me son útiles, o me hacen sufrir. Las nuevas ideas que escoja serán capaces de crear una vida más armónica para mí. Por ejemplo, puedo cambiar la creencia “Todo lo bueno es caro, es pecado o engorda” por otra más útil y agradable: “Lo mejor de la vida es abundante, fácil y gratis”.

Las emociones. Las creencias pueden crear lo que deseamos y sentimos, lo que nos apasiona y entusiasma. Aunque también lo que odiamos y tememos. Los pensamientos crean los implantes, la emoción, los carga, haciéndolos potentes. Las emociones desagradables son indicadores, señales en el camino, para que corrija mi dirección si me aparto de mi posibilidad óptima. Lo deseado o temido con fuerza siempre se hace realidad. Los sentimientos, o emociones, son un puente entre la mente y el cuerpo. Algunos teóricos establecen una distinción entre ambos, refiriéndose a los sentimientos como la impresión o alteración mental por los sucesos de la vida y a las emociones como su manifestación en el cuerpo2. La personalidad, sus procesos mentales y orgánicos y sus acciones son creados por la energía del pensamiento (creencias e imaginación) y por las emociones. El pensamiento genera la imaginación y las emociones, pero éstas, energéticamente, son mucho más potentes que el pensamiento; la pasión doblega a la ideología. Aunque se suelen clasificar como positivas y negativas, todas las emociones son positivas, pues todas son necesarias para nuestro equilibrio existencial. Podemos ver la belleza de la tristeza convertida en melancolía, aprovechar los sucesos desagradables para fortalecer las relaciones, para sentirse sensible, expresar amor y dejarse querer, intimar con los seres cercanos. Grandes creadores y artistas han expresado su creatividad gracias a la sombra, a las emociones denominadas negativas. Cada situación es una oportunidad, “si lloras porque 260

se ha puesto el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”, R. Tagore. Las emociones negativas se basan en creencias negativas, en pensamientos que nos hacen sentir mal, que causan sentimientos de dolor. Para evitar el sufrimiento solemos reprimir lo que nos duele y acoplar el cuerpo a esa represión: ahogamos la respiración, creamos corazas musculares o dolores articulares. ¿Qué podemos hacer? Generar pensamientos armónicos, de felicidad y cargarlos de pasión, de vitalidad. La reina de todas las emociones, es el amor. Amar es complacerse en la contemplación de lo amado; es ser conscientes de todo lo que nos presenta la existencia, tal y como se presenta, con naturalidad, con alegría, apreciar lo sublime de los pequeños acontecimientos cotidianos; fluir con todo y todos con frescura, sin conceptos o prejuicios. Las emociones pueden oscilar con el transcurso de los días, pero nuestro tono emocional habitual lo conforma nuestra actitud ante las experiencias, es nuestra esencia interior, el sentimiento hacia mí y hacia el mundo. Lo interesante es que el tono emocional se puede crear, no depende de otras personas ni de acontecimientos exteriores; la alegría es interior, el amor es interior, están siempre en nosotros, solo tenemos que recordarlo y generar estados emotivos de bienestar. Para hacerlo solo tenemos que dejarnos llevar por el entusiasmo, lo que nos entusiasma es lo que nos indica quien somos, cual es nuestra esencia emocional. ¿Cómo generar estados de bienestar emocional? Creando nuestro propio amor, humor y comprensión, sin esperar a nadie. Escogiendo ambientes que transmitan vitalidad, paz, amor, alegría. Evitando los ambientes emocionales (relaciones, trabajo, películas, prensa, televisión, música…) contaminados de miedo, violencia, odio, o tristeza. Eligiendo intuitivamente: ante cualquier decisión (pequeños detalles o grandes acontecimientos) elijo lo que siento que me entusiasma, sin dejarme arrastrar por creencias y usos sociales.

Los sentimientos naturales o primarios son los que fluyen espontáneamente con las situaciones de la vida: amor, alegría, miedo y tristeza. Los sentimientos secundarios son consecuencia directa de las creencias: Vergüenza, rabia, orgullo, celos, venganza, odio, frustración, ansiedad o culpa. Si me han educado con la idea de que llorar es inadecuado, cuando surja mi llanto de forma natural debido a algún suceso de la vida, es probable que me altere por sentir algo que va 261

contra mi creencia. Lo que pienso genera mi estado emocional, condiciona cómo percibo la realidad, interior y exterior. La activación de los programas y circuitos que captan la información del mar informado es selectiva, mientras escoge una información, rechaza otras; la vida depende del color de las gafas que escogemos. La atención activa la recepción de datos de manera similar a como escogemos una cadena en la radio: sintoniza una determinada frecuencia y acalla las otras, presta atención a la señal que escoge e ignora las demás. Lo que ocurre es que tendemos a sintonizar siempre la misma emisora emocional. De esta forma no hacemos adictos a nuestras propias emociones, a nuestra propia energía, sin importar que sea agradable o desagradable: la alegría genera felicidad y la tristeza genera depresión en una espiral que se autoalimenta3. Estos programas son generalmente implantados en la infancia, pero seguimos enganchados a ellos sin darnos cuenta de que ya no los necesitamos. Nos ocurre como a los elefantes domesticados de la India: de pequeños les atan con una cuerda para que no se escapen, y de adultos, cuando pueden romper la cuerda fácilmente, no lo hacen porque están acostumbrados a la idea de que no pueden escapar. Así pues, las emociones son entidades electromagnéticas que se transmiten a través del entorno, son contagiosas, como cualquiera puede percibir cuando encuentra un buen ambiente o un clima cargado en una reunión. También se transmiten por medio de imágenes o de palabras. Cada persona, imagen o palabra lleva consigo una carga emocional, una energía, que nos hace vibrar en esa frecuencia cuando la percibimos4. Las emociones espontáneas (o inmediatas) son las que surgen como respuesta instantánea a las situaciones que nos presenta la vida. Expresar estas emociones es vivir con sencillez y profundidad. Son reacciones a estímulos del entorno que no tenemos tiempo de filtrar con la mente conceptual. Son liberadoras de tensión, instintivas, adaptadas y resolutivas de la situación que se presenta. Toda emoción espontánea es rápida y eficaz, aumenta la armonía (la coherencia vibratoria) de la persona y del ambiente que nos rodea. Incluso cuando expresa enojo o irritación contra alguien suele ser bien recibida, pues al no pasar por el filtro del pensamiento no es percibida como amenazante, sino como informadora de los límites ajenos. Las emociones pospuestas son sentimientos guardados, que permanecen largo tiempo sin ser expresadas; al no estar vinculadas a la realidad inmediata se autogeneran a sí mismas, y acaban incluso siendo rasgos de la personalidad. Como consecuencia su energía se acumula en nuestro campo, creando tensión interior que explota por 262

estímulos insignificantes; y al salir cargada de prejuicios suele ser mucho más agresiva e hiriente para otras personas. Estas emociones generan malestar (disonancia, culpa, miedo, descontrol...) en la propia persona que las siente y en quienes le rodean, empeorando la situación previa; además suelen causar desconcierto en las otras personas, pues están aparentemente desvinculadas de causas reales externas. Para liberar las emociones retardadas hay que darse cuenta de los pensamientos y creencias que las generaron. Al reconocer la creencia, tanto ésta como su emoción asociada desaparecen de forma natural, dejando al descubierto el pensamiento y la emoción primaria. Los sentimientos desenmascaran las creencias. El control de las emociones es el rechazo racional a experimentar el estado que generan y expresar libremente lo que sentimos. Este rechazo supone un bloqueo energético de las funciones orgánicas, lo que crea malestar y enfermedad. El control emocional nos proporciona una falsa seguridad, una falsa personalidad, que nos hace fríos, superficiales y genera más sufrimiento a la larga. La seguridad no existe, la vida es incertidumbre, es cambio permanente, es aventura, es riesgo; es libertad, que nos permite vivir intensamente. La salud es equilibrio emocional, no ausencia de emociones desagradables, es inspirar y exhalar; no podemos disfrutar de lo uno sin sentir lo opuesto. Sonreír cuando nuestro impulso natural nos pide expresar disgusto, es mentirnos a nosotros mismos y privar a la otra persona de nuestro sentimiento; la sonrisa es a menudo una máscara de incomunicación que nos impide ser espontáneos. Otras formas de enmascarar las emociones, son la evitación de relaciones, la seriedad, el parloteo constante, el humor superficial, la crítica constante… Reprimir las emociones es huir de la vida, de las oportunidades, de la aventura, es vivir a la defensiva. Si el rechazo a lo que sentimos se convierte en habitual, la vitalidad se resiente y el organismo genera síntomas. La enfermedad, pues, no es consecuencia del suceso que desencadena la crisis vital en sí (el fallecimiento de un ser querido, por ejemplo), sino de la percepción que la persona tenga de sí misma ante este suceso y de su respuesta emocional. Esto causa lo que algunos expertos llaman fortaleza emocional o, lo contrario, predisposición emocional a enfermar. Sólo estáis a merced de vuestras emociones cuando las teméis. Las dificultades empiezan cuando no sois conscientes de los contenidos de vuestra mente consciente, no sois justos con vuestras emociones, Seth.

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La fortaleza emocional consiste en: 1. Dejar que mis emociones surjan libremente, con naturalidad, acoger tanto la alegría y el amor como la tristeza y el miedo. 2. Ser consciente de lo que experimento, lo que vivo en cada momento, sin depender de ello: no apegarme, ni rechazarlo. 3. Saber que las emociones se pueden crear para fortalecernos y ser felices: Puedo contemplar el anochecer en el campo, compartir el trabajo con mis compañeros atareados, escuchar a un amigo dolido, o abrazar con profundo amor a mis seres queridos. 4. Reconocer los sentimientos personales y ajenos, y usarlos para satisfacernos y mantener buenas relaciones.

El recuerdo de las emociones agradables suele ser positivo, pues nos ayuda a generar estados interiores de paz y bienestar. No obstante el recuerdo constante de situaciones emocionales, es otra forma de control emocional; nos lleva a un alejamiento de la realidad y nos hace pensar que nosotros no somos adecuados (yo estoy mal), o que nuestro entorno no es adecuado (tú estás mal), generando problemas de baja autoestima y victimismo. Buscar sin cesar, el placer y la alegría, las emociones agradables, es como “desechar el agua sucia con el niño dentro”. Sin pena, sin miedo o sin enfado seríamos autómatas insensibles y desalmados; el día no existiría sin la noche, la inspiración sin la espiración, ambos polos son necesarios para una vida plena y equilibrada. La ira, la angustia, la vergüenza, el aburrimiento, la desesperación, la añoranza o el odio son la sombra interior. Pero la sombra es buena cuando castiga el sol de verano; el enojo nos da fuerza, la alegría ganas de vivir, la angustia sensibilidad, el temor seguridad, el amor nos une al mundo, el odio nos muestra nuestros fantasmas y debilidades. La observación ecuánime de las emociones es fundamental para vivir en armonía. Si combino pensamiento, emoción e imaginación el resultado deseado es más potente, capaz de generar cambios electromagnéticos. La mente consciente percibe qué ocurre en el exterior, a través de los sentidos y en el interior, a través de la intuición. El escuchar atentos toda emoción, estimula nuestra inteligencia, fortalece nuestro carácter y nos aporta una sabiduría intuitiva, superior a la erudición racional enlatada. Ampliar nuestra inteligencia con las emociones es integrar información y vivencias y capacitarnos para usarlas a nuestro favor. Siempre emitimos nuestra opinión, nuestra huella personal o vibración: cuando opinamos y cuando callamos, cuando nos descubrimos y cuando nos escondemos, cuando actuamos y cuando nos dejamos llevar por la corriente. Cuando calificamos algo como fácil, 264

difícil o imposible, nos valoramos o nos culpamos, sufrimos o nos disgustamos, estamos mostrando nuestra firma energética. Las emociones, la pasión, son vibraciones, voces de júbilo o gritos de dolor, que nos indican con contundencia nuestra energía, nuestra personalidad vibratoria; por mucho que las neguemos u ocultemos siguen siendo nuestra huella de identidad. No hay escapatoria, no podemos no participar, no podemos no emitir vibraciones, emociones, pensamientos. Así que hagámoslo conscientes; pues hacerlo de forma consciente optimiza la calidad de vida, el gozo de la existencia, la alegría permanente. Al notar, apreciar y disfrutar lo que somos, lo que somos se hace gozo. ¿Qué hacer? No cambiar nada. Dejar que los cambios surjan del corazón de la oscuridad luminosa, del campo kósmico. Bailar con ellos, como en judo, dejándonos llevar por sus cabriolas y remolinos, por el vértigo de sentirlos, aprovechar su fuerza para impulsarnos en la dirección deseada, disfrutando cada turbulencia, cada emoción.

Imaginación, sueños e intuición. Ya vimos que la imaginación crea la realidad virtual interior; imaginar algo es hacerlo disponible, entre otras muchas posibilidades, para que pueda materializarse (colapsando la función onda), si ponemos la energía precisa para ello. Se puede decir que con las ideas imaginadas cargamos diferentes posibilidades y son las emociones, la pasión o energía puesta en una de estas opciones lo que la hace realidad. Crear es enfocar mi pensamiento en sentir la experiencia agradable buscada. Si siento que una experiencia es real, no importa si lo es, el mero hecho de sentirla la hace real. Es básico darme cuenta de la condición agradable de lo sentido, como distintivo positivo, de alta vibración. Así que para quien desee ser creativo y feliz, enfocarse en sentimientos agradables es, a la vez, el entrenamiento y el objetivo de la vida. Pensar en lo mejor, sentir lo mejor: ser lo mejor que puedo ser. Ahora. La imaginación esta formada de pensamientos analógicos que usamos para construir la realidad en nuestro interior4. No tienen relación con lo que denominamos realidad objetiva ni con el razonamiento lógico, pues la imaginación puede crear cualquier escena, por disparatada que parezca a la mente racional. Es parecido a soñar 265

despierto, a visualizar imágenes mentales, por lo que también se llama ensoñación, visualización o imaginería. El uso de los sueños y la imaginación es habitual en los sistemas chamánicos de salud y en otras medicinas ancestrales, tanto en su aplicación profesional como en su uso por las personas afectadas; los Kahunas hawaianos, por ejemplo, dedicaban tiempo periódicamente, para pensar en su vida, imaginándola tal y como quieren que sea, con intención de crear su futuro, conseguir recursos materiales o realizar curaciones. Otras tradiciones tribales, también utilizan los sueños para crear la vida que desean. El sistema químicosintomático de salud, sin embargo, rechaza este recurso terapéutico, aludiendo que no está validado científicamente. Ya hemos visto que los circuitos neurológicos de los estímulos sensoriales imaginados son los mismos que los de los estímulos percibidos por los sentidos. Dicho de otra forma, la realidad objetiva y la subjetiva provocan la misma respuesta orgánica. Esto tiene una consecuencia muy interesante: lo que pensamos puede cambiar nuestro organismo, crear nuestra realidad, y por tanto puede ser utilizado para mantener y mejorar la salud o para curar enfermedades. “Un hombre es lo que él piensa todo el día” R. W. Emerson. La visualización creativa consiste en enfocarse en lo que se quiere conseguir, en imaginar que vivimos esa situación hasta que se haga realidad. Se trata de invocar, convocar, provocar la situación deseada. Hay que tener cuidado con las fijaciones mentales y con las quejas continuas, pues aquello en lo que nos enfocamos es lo que conseguimos; es peligroso pensar continuadamente en la enfermedad, en la soledad, en la tristeza o en la penuria económica que padecemos, pues es utilizar el poder de la imaginación para provocar situaciones indeseadas. La actitud positiva y la confianza es fundamental, y también que la persona se imagine dentro de la situación (no como espectadora externa), que sienta qué ocurre con su cuerpo, con sus emociones, con su mente, cuando la vive; también favorece la tranquilidad, la relajación mental cuando se visualiza, así como no obsesionarse con el resultado: visualizar, sentir, soltar y dejar que la naturaleza siga su curso. Otro recurso que favorece el resultado buscado es utilizar las frases que expresen el aspecto positivo deseado. Gerald Epstein (en su libro Visualización curativa) da algunos otros consejos para la autoutilización de la visualización, por ejemplo: usar cualquier imagen que surja en la mente de la persona implicada, sin analizarla ni 266

interpretarla; confiar en la dinámica interna de lo visualizado y aceptar cualquier ayuda que surja de ella; visualizar el resultado deseado, no el efecto que se quiere evitar. También recomienda no huir del miedo, visualizar qué lo causa de forma progresiva hasta identificarse con él. “...imagina que siempre te han amado y apoyado. ¿Serías diferente a como eres ahora? Imagina que nunca te ha faltado el amor y reconocimiento. Toma un papel y un lápiz y describe como serías, y no pierdas más tiempo, ¡sé así ahora mismo! Nada te lo impide más que tu propia mente...”, Beatriz Fernández Del Castillo. También los sueños nocturnos tienen un significado, un objetivo y un mensaje que se pueden usar para mejorar la vida. Incubar un sueño es provocarlo, pedir al inconsciente que nos ayude a mejorar la vida y a resolver problemas mediante un sueño revelador; es elegir el tema y programarnos para soñar lo que necesitamos, recordar lo soñado al despertar y apuntarlo. Diversas tradiciones religiosas y tribales utilizan los sueños como recurso de bienestar y curación. Gayle Delaney ha simplificado y limpiado estos métodos de creencias religiosas y culturales: Pasos para incubar un sueño: Elegir la noche apropiada: se necesita tranquilidad mental, estar libre de preocupaciones, de píldoras para dormir o psicofármacos, de alcohol y excesos alimenticios (hay quien prefiere estar en ayunas), disponer además de quince minutos antes de dormir y de otros quince al despertarse. Poner bolígrafo y papel a mano. Escribir los pensamientos, sentimientos y sensaciones del día. Examinar y aclarar conscientemente los diferentes aspectos del tema: tipo de información o solución que se necesita, causas, posibles salidas, pensamientos y sentimientos que tenemos del tema, qué beneficios aporta el problema, o qué cambiaría si se resuelve. A continuación, antes de dormir, dejar a un lado estas reflexiones y centrarse exclusivamente en la frase. Escribir la frase de incubación antes de dormirse: una petición o pregunta clara y sencilla, de una sola línea, que indique lo que se necesita comprender o resolver. Acostarse, apagar la luz y enfocar la atención en la frase, repetirla y sentirla hasta quedarse dormido. El sueño deseado suele presentarse esa misma noche, pero podría hacerlo en las noches siguientes. En cuanto despertemos, aunque sea en mitad de la noche, apuntar lo soñado con el mayor número de detalles posible, incluyendo sentimientos, imágenes y fantasías que acudan en ese momento, pero sin analizar o enjuiciar lo soñado con la mente consciente, si es preciso el examen racional dejar que pasen unos días para hacerlo.

El propio sueño, sin necesidad de examinarlo racionalmente suele traer la respuesta a la frase de incubación, y aunque no traiga respuesta puede cambiar la situación previa encajando alguna pieza mental desencajada. Sin embargo muchas veces es necesario examinarlo. Existen tratados enteros de interpretación de los sueños y diccionarios alfabéticos de lo que cada sueño puede significar. Pero 267

los sueños son personales y únicamente cada persona tiene la llave de lo que expresan (por ejemplo el fuego para una persona puede ser terrorífico y para otra representar la tranquilidad y calor del hogar). Interpelar no es interpretar, consiste en preguntarse uno mismo que significa cada elemento del sueño, que sentimiento, imagen o idea intuitiva acuden a la mente cuando se piensa en ello. Las preguntas de interpelación también puede realizarlas otra persona (un profesional o experto en interpelación), pero siempre es la persona que ha tenido el sueño quien tiene la llave de lo que el sueño expresa; el discernimiento y la inspiración que aporta el sueño siempre es personal, no hay significados generales, aunque pueda haber símbolos, aproximaciones y tendencias compartidas por familias, culturas o sistemas sociales. La técnica de interpelar el sueño de Gayle Delaney tiene en cuenta estas particularidades. La persona que interpela no interpreta, solo hace preguntas que ayuden a la persona que ha tenido el sueño a que entienda su significado simbólico, y a que de cuenta de sus propios recursos. Las preguntas son de este tipo: ¿Qué sientes dentro de esa escena? ¿Qué te recuerda? ¿Qué significa esa persona para ti? ¿Qué sientes ante ella? ¿Esa persona u objeto te recuerda algo, alguien o alguna parte de ti? Tanto la ensoñación como los propios sueños son parte de la inteligencia natural que toda persona tiene. Esta inteligencia incluye también el lenguaje corporal (el cuerpo nunca miente, como bien saben los interpretadores de gestos) y la intuición. La intuición es un recurso muy poderoso que nos indica lo que necesitamos en cada momento y nos ayuda a tomar decisiones. Solo nos pide una cosa, que confiemos en nuestra poderosa inteligencia interior. A medida que nos habituemos a librarnos de las trabas mentales, prejuicios y conceptos, a fluir con la vida, a escuchar nuestro cuerpo, nuestras sensaciones y sentimientos, a cultivar la tranquilidad, el silencio mental, la paz interior, el contacto con la naturaleza..., la voz interior de la intuición irá sonando con más fuerza y más regularidad, hasta hacerse un recurso habitual en nuestra vida. La clave está en ser sinceros con nosotros mismos, estar atento y confiar en lo que llega. Paula, una amiga que conocí en unas vacaciones, tiene un método tan sencillo como efectivo de distinguir la intuición de la mente racional: Cuando quiere tonar una decisión se relaja, se deja llevar y se hace a sí misma dos preguntas alternativas (por ejemplo: ¿Qué siento al tomar el camino de la derecha? ¿Y el de la izquierda?), cierra los ojos y siente con cual de las dos preguntas acude una sonrisa 268

a su boca. La sonrisa le da la respuesta. Al principio tal vez sea muy sutil, pero con la práctica la intuición puede ser algo muy claro y contundente. Hay otras formas de seguir la intuición, como fijarse en las señales exteriores, personas, signos corporales, lugares, números, frases, acontecimientos que ocurren en cada momento y darse cuenta si nos dicen algo. También la escritura automática, la inspiración poética, emplea una inteligencia superior a la racional; muchos escritores la usan. Cómo provocar la escritura automática. Abordar el pensamiento más temido, el sentimiento que más duela, el que más nos ocupe la mente de día, y no nos deje dormir por la noche. Escribir a mano, sin parar, sin pensar, sin borrar nada de lo escrito, sin seguir normas gramaticales ni espaciales (en la página). Perder el control, dejando que la mano escriba sola lo primero que acuda a la mente, tonterías o no. Si no acude ninguna idea se sigue escribiendo sin parar, aunque sea repitiendo lo ya escrito. Al final la escritura intuitiva hace acto de presencia.

Quiero dejar claro que nuestros pensamientos no crean la realidad de la nada, lo cual requeriría un enorme esfuerzo. Nuestra mente lo que hace es escoger entre diversos caminos, ya existentes virtualmente, decidir entre las múltiples posibilidades o historias paralelas que coexisten en el campo cósmico. Lo único que debemos hacer es tomar conciencia de que siempre estamos creando con nuestras ideas, emociones, imaginación o sueños, lo mismo cuando nos enfocamos en un camino que cuando nos dejamos arrastrar por otro. Solo se trata de crear lo más adecuado para nosotros; sin dejar que sea la corriente social o familiar la que dirija nuestra vida, la que nos arrastre sin querer. Así, dándome cuenta de lo que pienso y de la intensidad energética con que lo siento, escojo mi camino, me enfoco en la felicidad, la abundancia, la paz.

Psicosomatología. “La mayoría de los psicólogos tratan la mente como separada del cuerpo, un fenómeno con apenas conexión con el cuerpo físico. Inversamente, los médicos tratan al cuerpo como desvinculado de la mente y las emociones. Pero el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro. Investigaciones científicas están demostrando que el cuerpo puede y 269

debe ser curado a través de la mente, y la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo”, C. Pert. La enfermedad es signo de que la naturaleza funciona adecuadamente y coordina el cambio interior con el orgánico; lo cual podemos usar para hacernos conscientes a través del cuerpo de los cambios emocionales o mentales. El lenguaje corporal está simbólicamente relacionado con el problema, con la comunicación entre las partes inseparables de la persona, está muy relacionado con nuestro ADN, con las células. La enfermedad surge cuando hay resistencia a aceptar el cambio, el libre transcurrir del flujo de la vida, y lo hace con un lenguaje que expresa analógicamente lo que ocurre en nuestro interior (alma, cuerpo, mente): el lenguaje simbólico de los síntomas. La psicosomatología constata que la vitalidad es natural y la enfermedad es una ilusión. Esta es su premisa, y todo lo demás es su consecuencia5. Estudia las causas de la enfermedad, la interacción entre los diferentes aspectos de la persona: espiritual, mental, emocional y material; siendo el alma6 la esencia en la que se basan todas las partes que nos conforman. Se puede decir que las bases de la psicosomatología son estas tres: 1. El cuerpo refleja la vibración interior (armónica o conflictiva). 2. Observar, reconocer y aceptar lo que el cuerpo refleja, las sensaciones físicas, emociones, y pensamientos (bienestar, cansancio, dolor…) es el medio para disfrutar el presente, trascender las crisis y potenciar la vitalidad. 3. Cada persona es única; esto debe ser tenido en cuenta por la propia persona y por el posible terapeuta, que deben conectar con esa singularidad. Señales de atención: Son gestos inadvertidos, torpes e inesperados (romper algún objeto representativo, tropezar), señales orales como olvidar un nombre, decir algo no pensado, pronunciar una palabra cuando se piensa en otra, o signos (síntomas menores) corporales como ligeras molestias, vibraciones musculares, sonidos articulares, digestivos, estornudos, picores esporádicos, calofríos, sudor repentino, cojera momentánea, etc. Si no prestamos atención a estos ligeros cambios de aviso, la energía alterada se acumula y densifica, generando tensión; la tensión se transforma en dolor, fiebre, inflamación, cortes, esguinces, fracturas, etc. La zona corporal donde se produce la lesión indica, en lenguaje analógico, el tipo de tensión interior o de conflicto bloqueado.

El cuerpo es el intérprete de la Naturaleza, nos dice lo que sentimos y si estos sentimientos están en armonía con nuestras creencias y acciones. El hacer desaparecer los síntomas, es limpiar un espejo esperando que cambie el reflejo de nuestra imagen en él. Hay que armonizar las emociones, la vida interior, y el reflejo se volverá 270

bello. La enfermedad es la imagen de nosotros mismos que nos muestra el espejo, es la oportunidad que nos brinda la vida para trascender las crisis interiores. Demos gracias por ello. Dejemos de rechazar nuestra imagen, nuestra sombra. Este origen existencial de los procesos orgánicos, es denominado por diversos terapeutas psicogénesis orgánica7. Cada persona, con nuestros pensamientos y emociones, generamos nuestra fisiología, esta cualidad natural es interpretada por algunas personas como algo negativo, creen que es una desgracia: encima de estar enfermos, ahora tenemos que soportar la culpa por provocar la enfermedad; sin embargo es una buena noticia: No es el azar o la naturaleza o la herencia, son nuestras ideas y emociones, nuestras decisiones valores y tipo de vida las que determinan nuestra salud. Ya no tenemos que ir al médico a que nos explique qué nos pasa, nosotros somos quienes más entendemos lo que nos pasa. La importante labor de los terapeutas consiste en orientar al afectado para que se dé cuenta de su propia vida, de sus sentimientos y de su potencial intrínseco. La psicosomatología investiga las pautas comunes para establecer interpretaciones generales de los signos físicos que la energía psicoemocional genera de forma analógica o metafórica. Estas pautas indican que los mismos signos físicos (clínicos o no), en el mismo órgano o miembro, situado en la misma mitad del cuerpo (izquierda o derecha) expresarían la misma energía espiritual. Tiene su origen en el sistema oriental que atribuye a cada chacra un significado espiritual, emocional y físico. PLEXO O CHACRA

ENERGÍA ESPIRITUAL, MENTAL Y EMOCIONAL. SIGNIFICADO.

1. Base o coxigeo.

Vitalidad, energía básica, estabilidad, seguridad, instintos. Creencias básicas, heredadas de la familia. Equilibrio de polaridades, sexualidad, reproducción, dinero, poder, creatividad física y sexual.

2. Umbilical o sacro.

3. Solar.

Paz, armonía, aceptación, poder personal, personalidad, emociones inferiores.

LOCALIZACIÓN ENERGÉTICA CORPORAL. DISFUNCIONES FÍSICAS, MENTALES Y EXISTENCIALES. Columna vertebral, sistema óseo, riñones, glándulas suprarrenales. Cansancio, estrés crónico. Falta de ganas de vivir. Espalda, gónadas, genitales, útero, próstata. ETS, SIDA, ciática, disfunciones sexuales y ginecológicas. Represión sexual, promiscuidad, obsesiones sexuales. Órganos digestivos, páncreas, piel. Úlceras, dispepsias, diabetes, anorexia, bulimia,

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4. Corazón o braquial. 5. Laríngeo.

Emociones superiores, amor, compasión, relaciones, alegría, pasión por la naturaleza, la belleza y el arte. Comunicación, expresión de sentimientos, creatividad artística e intelectual, espontaneidad, verdad.

6. Frontal o tercer ojo.

Intuición (sexto sentido), conciencia, sabiduría, claridad mental, visualización, imaginación, energía mental.

7. Corona

Superación y perfeccionamiento espiritual, amor incondicional, conciencia de unidad con ‘todo lo que es’.

hepatitis. Egocentrismo, ira, miedo. Timo, corazón. Afecciones cardiovasculares, inmunitarias. Depresión, autoaislamiento. Garganta, boca, tiroides, cervicales, hombros, pulmones, oídos, voz. Sordera, problemas cervicales, de hombro, afecciones del tiroides y respiratorias. Timidez, mentiras, contención del dolor, rigidez expresiva, juicios, expectativas. Hipófisis, ojos. Problemas mentales, neurológicos, hormonales. Rigidez mental, obsesiones, intelectualismo, cientificismo. Glándula pineal. Meningitis, insomnio, neurastenia. Egoísmo, dualidad mental.

Para interpretar las pautas hay que tener en cuenta que cada persona es única y la enfermedad depende de la persona. Una pérdida de empleo, por ejemplo, puede generar conflictos diferentes en diferentes personas: crisis de pertenencia, de supervivencia, de relaciones, de autovaloración, etc. Las distintas escuelas y terapeutas pueden discrepar en algunos parámetros cuando se trata de generalizar para explicar. La interpretación de los síntomas siempre es subjetiva: es la persona afectada quien debe realizarla, el terapeuta se debe limitar a interpelar, a ayudar a que la persona se de cuenta de lo que ya sabe. Lo que sí comparten todas las escuelas es que la enfermedad surge como consecuencia de los pensamientos y emociones de cada persona, y que ésta es la única que puede hallar (¡Eureka!) y explicar el origen interior de los problemas orgánicos y darles solución. Los cinco esquemas siguientes están basados en autores actuales: A. ZONA Extremidad inferior

Pierna superior

SIGNIFICADO Relación, movilidad, avance. Estabilidad, seguridad. Creencias subconscientes y valores espirituales que nos hacen avanzar. Apoyo relacional. Preaceptación consciente del camino a seguir.

Rodilla.

Aceptación, humildad. Ideas conscientes para

Cadera

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PATOLOGÍA Estancamiento, inmovilismo. Autotraición, abandono. Rechazo por miedo. Rechazo,

Pierna inferior Tobillo

moverse. Flexibilidad. Impulso para avanzar. Implicación consciente, decisión, avance inmediato, estabilidad.

Pie

Punto de apoyo, rol, posición, libertad, actitud.

Dedo1º (Meridiano del hígado). Dedo2º (estómago). Dedo3º (Sin meridiano). Dedo4º (Meridiano de la vesícula). Dedo5º (Meridiano de la vejiga).

Posición, valor. “Digestión material-profesional” Equilibrio de relación. Justicia en relación Viejos hábitos.

intransigencia. Indecisión. Resistencia al cambio, indecisión consciente. Inestabilidad, inseguridad, miedo a posicionarse. Miedo, inseguridad. Descontrol. Miedo a avanzar. Injusticia, insatisfacción. Hábitos insatisfactorios.

B. ZONA Extremidad superior.

SIGNIFICADO PATOLOGÍA Acción, contacto, fuerza, aceptación. Parálisis, estancamiento. Manejo de la vida. Impedimento interior para la acción. Incapacidad de decir no (tortícolis). Hombro Integración subconsciente de la Impedimento interior para actuar. voluntad de actuar. Brazo Fuerza, poder, abrazo. Preaceptación Bloqueos por miedo. consciente de la acción. Codo Aceptación, flexibilidad, disposición Rigidez, actuar a mi pesar, consciente para actuar. rechazo, intransigencia. Antebrazo Impulso para la acción, motor de la Indecisión inconsciente tras aceptación. aceptación consciente o paralización consciente tras aceptación consciente. Muñeca Implicación consciente, decisión, Rigidez voluntaria u obligación, flexibilidad. imposibilidad de actuar. Autoimpedimento, indecisión consciente. Mano Realización, precisión, ejecución, Miedo o inseguridad de actuar o manejo, ayuda, libertad, capacidad. controlar. Dificultad en ceder el control. Dedo Pulgar: Detalle de la acción. Protección, Miedo, inseguridad. Necesidad Meridiano madre externa, diversidad-unión. de protección, derrota, tristeza, del pulmón. Índice: Autoconfianza, poder, personalidad, Acusación, amenaza, Meridiano ambición. agresividad, dirigismo. del colon. Corazón: Satisfacción, equilibrio, Irresponsabilidad, insatisfacción,

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Meridiano Maestro corazón. Anular: Meridiano Triple hogar. Menique: M. Corazón e intestino delgado.

responsabilidad, serenidad, coherencia, placer.

irritabilidad.

Unión, creatividad, felicidad.

Incoherencia, tristeza, injusticia, insatisfacción.

Subjetividad, apariencia, comunicación.

Superficialidad, mentiras, torpeza, exceso de fantasía, problemas sexuales.

C. PROFUNDIDAD

Esqueleto Tuétano Hueso Articulaciones Músculos Tejido conjuntivo Tejido adiposo Piel

Representa el soporte interior, la solidez, la rigidez, las creencias básicas. Nivel espiritual, esencia, fuente de la vida. Creencias y valores personales fundamentales, estabilidad, apoyo. Concepto espiritual de uno mismo. Etapa psicoemocional: Descalcificación. Etapa curativa: Dolor y recalcificación. Unión, acoplamiento, flexibilidad. Capacidad de movilidad, de cambio de postura, de unión y congruencia entre las partes. Valoración de decisiones y acciones. Movimiento, acción, conducta, fuerza. Conexión, sujeción, relaciones. Energía, reserva, aislamiento. Frontera, coraza, superficie. Refleja la protección ante el entorno, el contacto con los demás, la ternura, las relaciones sociales, la integridad de nuestra imagen (la cara es el espejo del alma, y la piel, por extensión).

D. SISTEMA Cerebro izquierdo. Cerebro derecho. Columna vertebral Articulaciones Músculos Intestino Grueso Páncreas

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SIGNIFICADO PSICO-EMOCIONAL Actividad. Proyectos futuros. Creencias. Procesos lógicos. Parte masculina de la persona. Varones: marido, padre, hijos… Individualismo, personalidad básica, autoridad, fuerza. Personalidad, cambios de personalidad. Sentimientos. Parte femenina de cada uno. Mujeres: esposa, madre, hijas… Pasividad. Relaciones: familia, empresa, grupos. Pilar fundamental, eje de nuestra estabilidad y movimiento. Sostén de nuestra postura ante la vida, de nuestro equilibrio (flexibilidad-rigidez, rectitud-falsedad…), de nuestras cargas y pesos. Unión, acoplamiento, flexibilidad. Capacidad de movilidad, de cambio de postura, de unión y congruencia entre las partes. Valoración de decisiones y acciones. Movimiento, acción, conducta, fuerza. Asimilación, integración inconsciente de lo que tomamos del exterior y de recoger y desprenderse de lo no necesario. En relación con aspectos “materiales” o económicos. Equilibrio entre la amargura (o agresividad) y la dulzura, entre la

Hígado Ojos Oídos Cabeza Sistema respiratorio Riñones y vejiga Corazón Sangre Sist. Circulatorio Arterias Venas

seriedad y la diversión interior. Capacidad de disfrutar, de amar la vida, de fluir espontáneamente. Capacidad de superación, de metabolizar, de convertir lo que el mundo nos ofrece para nuestro beneficio. Valorar ecuánimemente (fríamente) lo bueno y lo perjudicial. Capacidad de observación, de “darse cuenta”; comprensión de los aspectos y emociones de la vida y de uno mismo. Luz, color (emocional). Capacidad de recibir, de aceptar lo que nos llega, de hacer caso a los demás o “hacer oídos sordos”. Representa la materialización de la energía (dónde ponemos la atención, qué ocupa nuestra mente), la comprensión, el sentido común. La aceptación de nuestras ideas y forma de ser. Contacto sutil con el exterior; comunicación profunda: acoger y dar el aliento vital (la energía espiritual). Equilibrio entre inspirar paz y exhalar tensiones. Creatividad, libertad de expresión. Reflejan la relación con los demás, la convivencia, con la pareja. La capacidad de fluir y exteriorizar emociones ante aspectos vitales (enfermedad, muerte, seguridad, supervivencia…). Es el núcleo de la vida, del amor, de la fuerza vital, del ritmo y las ganas de vivir. El corazón, las dolencias del amor, son la primera causa de muerte de la sociedad tecnológica. Representa la vida, la pasión, la alegría de existir. Refleja el adecuado encauzamiento y la libre circulación de la energía, de la vida. Fluidez, libertad, flexibilidad. Actividad vital, pasión, capacidad de entrega. Aceptación de la existencia, receptividad a lo positivo de la vida.

E. SEÑAL Absceso: Alergia: Alopecia: Anemia: Anorexia: Artritis: Bronquitis: Cálculos biliares:

POSIBLE SIGNIFICADO INTERIOR. Conflicto emocional que necesita salir, expresarse. Miedo al amor. Irritación no expresada. Deseo de agresión. Pérdida de protección, de libertad, de referencias básicas. Sentimiento de impotencia. Pérdida de vitalidad emocional. Negarse a crecer, a ser mujer. Miedo a la sexualidad. Rabia. Poca autoestima. Deseo de dominio. Falta de libertad comunicativa. Ahogo, apuro, en las relaciones. Miedo a expresarse. Represión de sentimientos. Agresividad retenida. Cálculos renales: Miedo a cambiar creencias. Problemas petrificados y retenidos. Caries: Pérdida de autoestima, de asertividad, de capacidad de autodefensa. Cefaleas: Exceso de control; obstinación o rechazo de pensamientos e ideas. Depresión: Rendirse ante emociones. Negar la conciencia y energía a las obligaciones. Diarrea: Miedo y escape urgente de situaciones materiales no asimiladas. Dismenorrea: Dificultad para aceptar la feminidad (la sexualidad y/o la fertilidad). Dolor: Señal de atención ante conflictos no conscientes o rechazados. Culpa. Dolores articulares: Dificultad para mantener la situación anterior o miedo cambiarla.

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Dolor de espalda: Estreñimiento: Fiebre: Golpes y accidentes: Hemorragia: Hiperglucemia: Hipertensión: Hipertiroidismo: Hipotensión: Hipotiroidismo: Infección: Lumbago, ciática: Nauseas: Probl. circulatorios: Problemas cutáneos: Probl. Musculares: Problemas oculares: Probl. respiratorios: Tumor: Úlceras: Vómitos:

Inestabilidad o sobrecarga mental, emocional, económica o existencial. Dificultad para soltar posesiones, creencias o costumbres inservibles. Subida energética física para afrontar conflictos mentales o emocionales. Reciente impacto emocional (de segundos a horas); a más impacto más lesión. Pérdida de energía vital, de confianza, de ganas de vivir. Falta de amor, dulzura, en la niñez. Miedo a disfrutar. Deseo de hacerlo. Sentirse presionado por los problemas y el miedo a la muerte. Actividad vital excesiva, miedo a expresarse, a no ser entendido. Victimismo, falta de incentivos, aburrimiento. Falta de sentido de la vida, de actividad; aislamiento, pasividad. Crisis emocional repentina, impotencia, necesidad de protección. Negarse a moverse. Problemas económicos. Miedo a ser espontáneo. Indecisión ante nuevas responsabilidades. Miedo a vivir o a expresar el amor, relegar o perder lazos afectivos. Rechazo, irritación, a personas o sucesos que se sienten como agresores. Miedo a actuar, a cambiar. Actos que no deseamos realizar. No poder o no querer ver la realidad. Miedo a la comunicación íntima. Miedo a las relaciones íntimas, al gozo de la vida, agobio afectivo. Desgarro afectivo hace meses. Pérdida básica. Sentimiento de culpa y autocastigo. Agujeros en el escudo protector intimo, en nuestras relaciones. Rechazo de responsabilidades o de decisiones ya tomadas.

Respecto a los lados del cuerpo hay que decir que no hay acuerdo entre los autores8. Lo principal es darse cuenta de que cuando se produce un síntoma lateral puede haber un desequilibrio entre polos diferentes de nuestra vida: masculino-femenino, acción-pasividad, pasado-futuro, padres-hijos, etc. Cada polo es imposible sin el otro, es como aplaudir con una sola mano, los lados solo tienen sentido como resortes que nos ayudan a comprender la complementa-riedad de las partes, la unidad. El esquema se invierte en zurdos, en los sueños, estados alfa o deformaciones prenatales. La enfermedad nos suele servir como disculpa para reclamar atención, amor, manipular situaciones, ocultar miedos o carencias personales, etc. Pero la enfermedad en sí misma es un síntoma, un indicativo, que nos permite darnos cuenta que nos hemos desviado del camino más natural, e incluso para saber el motivo del desvío. “…Para todos los síntomas sólo existe una prescripción: toma de conciencia e implacable sinceridad con uno mismo”, Thorwald 276

Dethlefsen y Rudiger Dalhke9. Respondernos a preguntas como estas: ¿Qué ha ocurrido dentro de mí para tener esta crisis? ¿En qué momento ha ocurrido? ¿Qué ocupaba mi mente, mi energía? ¿Qué pensamientos y emociones me han ocupado, y hasta obsesionado? ¿Qué ocurre ahora? ¿Qué ocupa mi mente? ¿Qué consigo con los síntomas? ¿Qué evito? ¿Qué siento? Así pues, la psicosomatología, llamada también metamedicina, estudia la relación entre las diferentes partes que integran al ser humano, y de éste con la información del entorno. Nos ayuda a reconocer los signos físicos10 para hacernos conscientes de nuestra vida interior, a conocer la esencia de nuestra vida: nuestros valores, ideas y emociones. La enfermedad es una señal de alarma, y cuanto más sordos estemos a esta señal, más potente se vuelve la señal, más graves se vuelven los síntomas. Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dalhke establecen una escala orientativa de esta gravedad: 1) Presión psíquica (pensamientos, deseos, fantasías); 2) trastornos funcionales pasajeros; 3) trastornos físicos agudos (-itis inflamaciones, heridas, accidentes leves); 4) afecciones crónicas (-osis); 5) Procesos incurables, alteraciones orgánicas, cáncer; 6) muerte (por enfermedad o accidente); 7) defectos o trastornos congénitos (karma).

Es básico darse cuenta de que la forma de mirar da sentido a la vida, a todo lo que hacemos: el amor armoniza, cura; el miedo desordena, enferma, separa. Para curarnos físicamente no es necesario resolver el problema exterior, basta con disolverlo, desarmarlo mentalmente, armonizar lo que pensamos, sentimos y hacemos, fluir con la energía espontánea de la vida. Esto nos devuelve el poder sobre nuestra existencia y sobre nuestra salud, poder que habíamos delegado en la mala suerte o en fenómenos exteriores e incontrolables por nosotros. Habrá quien se agobie con este poder, quien no soporte la responsabilidad de dirigir su vida sin atribuir todo al azar, quien se culpabilice por caer enfermo, pero esto depende de sus creencias. Porque sigue sin entender que la enfermedad es una oportunidad de cambio, de mejora, no una condena de la que solo pueden librarnos los expertos terapeutas. Entre los síntomas, sin lugar a dudas, el dolor físico ocupa un lugar privilegiado, pero el dolor siempre es mental, el físico es un reflejo de lo que nos ocurre interiormente, como se puede comprobar 277

en la analgesia y anestesia hipnótica. El dolor físico es una disonancia profunda, una señal de alarma de que algo va mal en nuestra vida11. La persona puede descubrir quién es, qué sentido tiene la vida para ella, qué siente, qué teme. La enfermedad puede ser un proceso de transformación para la persona, decisivo en su autosuperación. La persona puede hacerse consciente de sus necesidades, de sus emociones; y puede darse cuenta de que la enfermedad está relacionada con su vida interior, con su congruencia personal; relacionada con lo que cree que le perjudica, pero aun así, lo hace. Este caos interior, la incongruencia, el estrés, la incertidumbre es parte del cambio permanente de la vida y, también, del proceso de superación, trascendencia o emergencia, como ocurre en la teoría de las estructuras disipativas. El ánimo, la paz interior, la confianza, los valores humanos, la expresión de las emociones desagradables, la presencia continua de emociones agradables12, esto es la salud. Esto nos ayuda a integrar y superar cualquier crisis, aunque ésta sea de vida o muerte. Vivir la vida ahora, además de dar paz y armonía en cada momento, cambia la química y las células del cuerpo. La persona solo se tiene que ocupar de vivir en paz y hacer lo que le entusiasma, lo demás viene por añadidura; y si no fuera así, por lo menos ha vivido lo mejor posible durante su tiempo de vida, sea el que sea. “Esto es lo mejor que se puede hacer,… Sanarse de verdad implica dejar de luchar; pues luchar es…, lo que verdaderamente impide una auténtica curación”, Andreas Moritz .

La fuerza de la mente y el efecto placebo. Placebo es el efecto curativo causado por la creencia, o expectativa, de mejora de una persona cuando piensa que está recibiendo un tratamiento eficaz; ejemplo: la persona deja de tener dolor al tomar un comprimido de glucosa, creyendo que es un potente analgésico. La creencia de que va a funcionar desencadena el proceso de curación. Antiplacebo es obtener el efecto deseado (la relajación, por ejemplo) al recibir un tratamiento de efecto contrario (un estimulante), creyendo la persona afectada que lo que toma es un relajante al que considera efectivo. Nocebo: Es el perjuicio que causa un tratamiento inocuo, creyendo la persona afectada, y/o el terapeuta, que es un tratamiento que considera perjudicial. 278

Factores físicos como virus y bacterias están presentes en los cambios y enfermedades que alteran nuestro organismo, pero todavía no sabemos qué es lo que hace que estos factores afecten a unas personas y no a otras. La conciencia, las emociones, las creencias y la capacidad de estar en paz con la vida, parecen ser los factores decisivos que nos hacen enfermar o disfrutar de la salud. El sistema inmunológico y toda la bioquímica interna dependen de factores mentales. El inconsciente tiene poder para curar, ya sean verrugas, asma, o dolor. Pequeños detalles en el proceso terapéutico, como el tono de voz o el lenguaje corporal del terapeuta, hacen que un placebo funcione. Estas pequeñas y abundantes variables pueden alterar totalmente los resultados de una investigación. Es decir: el efecto curativo (o no) de una terapia parece depender de la fe que se tenga en ella. Un dolor de cabeza se suele pasar a los dos minutos de tomar un analgésico, tiempo insuficiente para que éste llegue a la sangre y produzca efecto. El efecto placebo lo podemos ver con los genéricos (fármacos denominados por su composición química, no por un nombre comercial), ante el cambio obligado que la administración sanitaria impuso, para ahorrar: muchísimas personas no quieren cambiar de fármaco pues refieren no obtener los mismos beneficios con el nuevo, químicamente idéntico. La medicina farmacológica cree que la enfermedad y el tratamiento son procesos moleculares, que el estado mental no influye en la terapia. Pero las investigaciones muestran que la curación puede ser debida a las creencias, de causa puramente psicológica. Algunos investigadores creen que toda prescripción profesional funciona gracias al efecto placebo, el fármaco y los procesos quirúrgicos incluidos13. Las creencias generan procesos bioquímicos medibles, liberan péptidos y crean los efectos orgánicos deseados. Lo que es aceptado por todos es que los fármacos, con o sin sustancia activa, generan los mismos canales fisiológicos que los procesos psicoemocionales. Los fármacos para ser aprobados deben mostrar un efecto placebo superior que el de sustancias inocuas. Diversos fármacos solo superan el efecto placebo tras realizar muchos ensayos clínicos para conseguirlo, o no lo superan. Un meta-análisis de Irving Kircsch14 y cia sobre fármacos antidepresivos concluyó que en el 82% la mejoría de los síntomas se debía a que los pacientes creían que así ocurriría. ¡No son más eficaces que un placebo! Además, no está demostrado que las depresiones estén relacionados con la bioquímica de la serotonina. En 279

Suecia el 80% de los suicidios del 2006 habían sido tratados con fármacos psiquiátricos. “La creencia de que los antidepresivos curan químicamente la depresión es completamente equivocada”. “El efecto placebo... se basa en la santísima trinidad de la creencia, la expectativa y la esperanza, pero decirle eso a un individuo deprimido que recibe apoyo con antidepresivos o… que espera superar su problema con esas sustancias, es tanto como echar por tierra su casa de naipes. Explicarles que todo es una cuestión mental, que el beneficio que creen experimentar es como la pluma que el famoso elefante de Disney sujetaba con la trompa para volar (creyendo en que era necesaria), entonces la magia desaparece en un torbellino de polvo de hadas... ”, Sharon Begley y Sarah Kliffn15. “Dentro de nosotros mismos existen sustancias químicas curativas. Si logramos aprender a pulsar los botones correctos y a manejar las señales procedentes de nuestro entorno, estas vías químicas se activan”, Howard Brody, Michigan State University. “Los placebos son los espectros que habitan en la casa de la objetividad biomédica…. exponen las paradojas y fisuras en la definición creada por nosotros mismos sobre lo que constituye el factor real y activo de un tratamiento”, Anne Harrington, Universidad de Harvard. Las investigaciones apuntan a que la efectividad del Efecto Placebo, tiene relación con: 1. La expectativa de curación que genera; las personas con más esperanza tienen mejores resultados. 2. La confianza en la persona que lo prescribe. 3. Las características del tratamiento, que es más efectivo cuanto más agresivo es: Placebos, por orden de mayor efecto. 1. La cirugía (las operaciones fingidas). 2. Las vacunas e inyecciones. 3. Las pastillas: Una pastilla cuanto más grande, más nueva, más cara y de marca más conocida es más efectiva. El color también cuenta: Las pastillas verdes y las azul-cielo son más efectivas como tranquilizantes, las rojas y amarillas como estimulantes, las marrones como laxantes… Elhuyar nº 267.

En un estudio sobre 400 curaciones espontáneas del cáncer, Elmer y Alice Green, de la clínica Menneiger, demostraron que el único punto común de los pacientes afectados era que todos habían modificado su comportamiento antes de la curación espontánea. Se habían mostrado valientes, positivos y esperanzados. Herbert Spector, del Instituto Nacional para la Salud estadounidense, administró a un grupo de ratones poli-I-C (un potenciador inmunitario), junto a olor de alcanfor. Al cabo de unas semanas expuso los ratones solo al olor del alcanfor y constató que el número 280

de células inmunológicas aumentaba, sólo con el olor. No es el alcanfor el que modificó las respuestas; hubiera podido provocar otro olor, otro estimulo, con los mismos resultados. La modificación inmunológica la provoca una inteligencia homeostática capaz de crear un remedio que no tiene que ver con las sustancias. Pero, ¿cómo funciona el placebo? Como ya hemos visto, los mecanismos físicos que genera están relacionados con péptidos que creamos al generar pensamientos-emociones. Pero a un nivel más profundo ¿Es, tal vez, el aspecto onda que se convierte en el aspecto partícula? ¿La potencialidad que se hace materia? Este proceso parece darse en nuestro vacío interior. ¿Cómo generar esta energía y estos péptidos benéficos? El hecho de creer en el efecto analgésico, antibiótico o cualquier otro, induce fisiológicamente la liberación inmediata de péptidos. La vida congruente y los recursos armonizadores (físicos, psicológicos y espirituales) crean coherencia, salud, en el organismo. La liberación de péptidos aumenta cuando la actividad eléctrica del cerebro actúa en estado alfa y theta. El cuerpo se relaja, las emociones se calman y la mente se vuelve intuitiva. RECURSOS ARMONIZADORES (que potencian la liberación de péptidos y endorfinas): -Creer en el poder curativo del organismo (analgésico, antibiótico, etc.) -Ser congruente (coherencia entre lo que se piensa, siente, dice y hace). -Hacer lo que a uno le llena, sin monotonía, con intuición y curiosidad. -Dejar fluir la vida, mirar las estrellas, gozar el silencio, la noche... -Prestar atención a la belleza que hay en todo, dentro y fuera de la persona. -Gozar del placer de los sentidos, vista, gusto, olfato, suavidad, etc. -Disfrutar de la naturaleza, mar, montaña, aire, sol, agua, tierra. -Creatividad, imaginación. -Ejercicio físico, deporte, baile. -Relaciones sexuales, familiares, sociales. -Ser comunicativos, comprensivos. -Humor, risa, sonrisa, canto. -Amor, afecto, comprensión, perdón. -Tranquilidad, silencio.

Así vemos, de nuevo, que salud es vitalidad, disfrutar de la vida plenamente. Todo lo bueno es fácil, divertido y abundante. Lipton cita una investigación16 en la que querían saber qué procedimiento quirúrgico de rodilla obtenía mejores resultados; formaron tres grupos, a los pacientes del primero les rebajaron el cartílago dañado, a los del segundo les limpiaron la articulación (dos tratamientos habituales de la artritis de rodilla) y a los del tercero les practicaron una cirugía placebo (simularon la operación). Las personas del tercer grupo obtuvieron el mismo grado de curación que 281

las de los otros dos grupos; según palabras de Moseley “…cualquier posible beneficio de la cirugía para la osteoartritis de rodilla se debió al efecto placebo”. El efecto placebo es un incordio para los investigadores17, a no ser que le den la vuelta, que cambien de chip, y que se den cuenta de que en realidad esta capacidad de las personas de curar es lo más potente que se puede encontrar. Se quiere evitar el efecto placebo, cuando lo mejor sería utilizarlo, dirigir las investigaciones a profundizar en esta cualidad de la fuerza curativa interna de la persona. Este efecto constituye otra anomalía de la ciencia ortodoxa. El poder de la mente es inmensamente superior a los fármacos y el bisturí. El placebo no es un estorbo para hallar el tratamiento a las enfermedades, es la solución. Así se han realizado grandes descubrimientos, al cambiar de creencia, dar la vuelta a la realidad, mirar lo que hay desde otra perspectiva. Hay otra anomalía, otro fenómeno que la ciencia ortodoxa actual no puede explicar: El desorden de personalidad múltiple (DPM). Esta anormalidad especial se caracteriza por presentar una misma persona diversas personalidades, cada una de las cuales posee patrones físicos y mentales diferentes: ondas cerebrales diferentes, el tono muscular, el ritmo cardiaco, la postura, el tipo de voz, el color de ojos, etc. La persona cuando cambia de personalidad puede adquirir o dejar de tener, al instante, diversas enfermedades: miopía, diabetes, epilepsia, tumores, etc. se curan instantáneamente de quemaduras, quistes, problemas de visión, alergias, etc. El DPM, como el efecto placebo, es apasionante, pues deja entrever la posibilidad de que nuestra mente puede curar total e instantáneamente las enfermedades18. Si ello es así, solo habría un paso de la activación inconsciente de la enfermedad a la voluntad consciente de estar sanos. Sin embargo no parece que las subvenciones a la investigación se interesen por este enfoque, que podría dar un vuelco a la vida de la humanidad. Lecciones de cáncer aplicadas a la vida (Albert Espinosa) 19 … “No existe el dolor”. De tanto gritarlo, de tanto lanzar esta consigna a los cuatro vientos, el dolor al final se fue. … Pero descubrimos que el dolor viene de pensar que existe. ¿Y si las inyecciones no duelen? ¿Y si en realidad reaccionamos al dolor tal como nos enseñan las películas sin percatarnos de si en realidad sentimos dolor? ¿Y si en realidad el dolor no existiese? … Pero un día, en una de las sesiones de quimio (y me dieron más de ochenta y tres), decidí creer en lo que me había dicho. Miré la inyección, miré mi carne y no introduje la tercera variable. No formó parte de la ecuación del dolor, no pensé que tuviera que doler. Tan sólo que una aguja se acercaría a mi piel, la traspasaría y

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extraería sangre. Sería como una caricia; una caricia extraña y diferente. Una caricia entre el hierro y la carne. Y misteriosamente se fue: por primera vez no noté dolor, sentí esa extraña caricia. Aquel día la enfermera necesitó doce pinchazos para encontrar la vena… No me quejé ni una sola vez porque era mágico, casi poético, pensar en esa sensación. No era dolor, en realidad era algo que no tenía nombre pero que no se parecía en nada al dolor… Debes probarlo, saborearlo y decidir qué es lo que sientes. Te aseguro que muchas veces el dolor será placer, el dolor será divertido o el dolor será poético…. El secreto no es ser de hierro o insensible, sino dejar que te penetren, que te toquen y rebautizar lo que sientes.

“Llegará un día en el que hasta el más recalcitrante de los escépticos sepa aceptar el hecho de que su mente, por sí misma, es capaz de curarlo de todas sus enfermedades y de que el fundamento sobre el que está construida su realidad consiste en un entramado de intenciones y suposiciones…”, Marcel Vogel.

¿Quién vive?, ¿qué muere? La muerte es la otra cara de la vida, sin muerte no puede haber vida, como no hay inspiración sin espiración o luz sin sombra. La muerte puede ser una experiencia alegre, emancipadora, llena de paz y armonía. Siempre que nos libremos de las arraigadas creencias sociales que contemplan la muerte como algo temible. En nuestra sociedad es habitual el miedo a la muerte; preferimos no tocar el tema, no investigar sobre ella, ni siquiera cuando afecta a algún ser querido o a nosotros mismos. Incluso en los círculos de los profesionales de la salud la muerte es un tabú, no se considera algo natural implícito en la vida, sino algo inevitablemente ligado al fracaso de las intervenciones terapéuticas. El conocimiento de la muerte, cuando está libre de implantes mentales limitantes y de temores añadidos artificialmente, facilita a las personas una vida más consciente, más agradable y provechosa, centrada en el placer de vivir, no en el miedo a morir. La muerte es una continuación de la vida que somos, y puede aportarnos muchas satisfacciones, más allá de los temores irracionales que provoca en quien huye de ella o de su conocimiento. Cuando sabemos que la muerte no es el fin de la existencia, la vida toma otro sentido, discurre de forma natural y alegre. La investigación sobre la muerte ha estado históricamente ligada a las religiones, que han sido la forma de conocimiento más potente desde la antigüedad. En la actualidad hay numerosas investi283

gaciones científicas, la más famosa de las cuales probablemente sea la de Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra suiza que ha dedicado gran parte de su vida a la atención a los moribundos. Esto le ha permitido conocer infinidad de experiencias en el umbral de la muerte, de personas que han experimentado la muerte, pero han sobrevivido. “La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo, y en el que se tiene la posibilidad de continuar creciendo. La única cosa que perdemos en esta transformación es nuestro cuerpo físico, pues ya no lo necesitamos”, E. Kübler-Ross20. Mi práctica profesional confirma que diversas personas, cuando son escuchadas, manifiestan sentirse serenas y alegres ante la muerte, debido a experiencias interiores que les ha transformado y les ha dado seguridad. Estas personas me han enseñado y animado a sentirme bien ante su enfermedad, en lugar de esperar que yo les anime en su dura situación. ¿Qué muere? Tanto la sabiduría ancestral como las investigaciones científicas actuales concluyen que la experiencia de la muerte es algo universal, que se presenta con las mismas características en cualquier ser humano, independiente de la edad, de la cultura, de las creencias de la persona y de la forma de la muerte. En primer lugar la energía, conciencia, o alma, se libera del cuerpo (que se convierte en materia inanimada, un cadáver, pues no hay emisión de ondas cerebrales ni de otros signos vitales), desaparecen el dolor y el miedo. A continuación entra en un estado extrasensorial, en un bienestar sin dimensiones espaciales o temporales, sin limitaciones materiales (como en un sueño, puede estar en más de un sitio a la vez, traspasar la materia, los pensamientos, ver y oír lo que las personas hacen ante el cuerpo físico...). Entonces aparecen entidades espirituales (que suelen cambiar con cada persona y con cada creencia religiosa), o seres queridos, ya fallecidos, que acogen a la persona. Después la persona se funde con todo cuanto existe en una sensación de unidad, felicidad y amor; y donde se da cuenta de que la vida física no ha sido más que una experiencia pasajera a la que ya no se quiere volver. Estos aspectos no son aceptados por los científicos materialistas, pues su paradigma está muy atrasado: aún no reconoce la existencia de la energía y de los campos electromagnéticos como base de la realidad, y previos a la materia. “Sentí que me expandía, como si ya no fuera mi cuerpo. Era como si yo solo fuera un estado de pura consciencia; empecé a 284

expandirme y lo primero que llené fue el recinto; y enseguida llegué mucho más lejos… no solo me sentía amada incondicionalmente sino que, simplemente era amor, por el solo hecho de existir… me encontré con mi padre y con mi mejor amiga (ya fallecidos)… estaban allí solo para ayudarme y guiarme… todos somos uno cuando estamos en ese lugar de consciencia… como si nos conociéramos y todos estuviéramos conectados… parte de una misma alma, de una misma conciencia”, Anita Moorjani21. ¿Quien es la entidad que vive? No somos el cuerpo, pues nuestra energía, nuestra alma, sigue viva cuando el cuerpo muere. No somos tampoco el contenido de la conciencia, pues este contenido cambia sin cesar: no somos la misma persona a los diez años que a los treinta o a los setenta; mentalmente morimos muchas veces durante la vida. Lo mismo que el cuerpo, la personalidad parece ser ilusoria: las ideas, vivencias y creencias cambian, aunque la sensación de “soy yo” permanece. No parece haber entidad separada del campo único; solo distintas formas de vivir una misma energía. Tal vez lo bello consiste ser consciente de este misterio y vivirlo con intensidad. La vida no es creada por nosotros; al contrario, nosotros somos sólo ondas en el lago de la vida. Lo que somos está más allá del cuerpo, de las ideas racionales, de la voluntad, del deseo, de las circunstancias, del dolor y del miedo. Por otra parte nuestros pensamientos no son “nuestros”, los captamos en el campo como una antena, no están dentro. Lo que define nuestra esencia parece ser la conciencia, el percatarse, el ser conscientes: somos el observador; los contenidos, las vivencias, los planes, los fenómenos de los que somos conscientes son los que cambian. Aunque nos identifiquemos con un sujeto, este sujeto es sólo una ilusión. La muerte es como despertar del sueño, nos damos cuenta de que no somos el personaje soñado. Somos quien sueña a ese personaje, quien se da cuenta. Vivir es ser consciente de cada momento, bailar, sin objetivo, gozar cada percepción.

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12. EL ESTUDIO DE LA MENTE. “Solo se volverá clara tu visión, cuando puedas mirar en tu propio corazón. Porque quien mira hacia afuera sueña y quien mira hacia adentro… despierta”. Carl Jung

El estudio de la mente y los procesos mentales está unido desde hace un siglo al concepto de psicología. La palabra psike (aliento o energía vital) era la que utilizaban en la Grecia clásica para designar lo que actualmente entendemos por alma, una entidad interior inmaterial que da vida al cuerpo, perdurando tras la muerte de éste y que a lo largo de la historia ha sido incluida en los tratados que estudian al ser humano deforma integral. Con algunas excepciones, la psicología actual, influida por la ciencia materialista dominante, busca ser una ciencia basada en la experimentación y la observación comprobable, restringiendo su campo a estudiar la mente conceptual condicionada con fines prácticos de utilidad cotidiana o de salud; también separada de la filosofía. La psicología tal y como la conocemos hoy nació a finales del siglo XIX. Las primeras corrientes psicológicas fueron el estructuralismo1, que pretende estudiar los procesos mentales mediante la introspección o autoobservación reglada, centrándose en las sensaciones, emociones, pensamientos y percepciones. El funcionalismo2 estudia los propósitos y las funciones de los procesos mentales en las necesidades humanas, la educación, la conducta, la adaptación al contexto y su influencia en los cambios orgánicos; su principal objetivo es la toma de decisiones; fue precursor del conductismo, al estudiar la mente a través de los cambios corporales que desencadena.

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Psicoanálisis y conductismo. El Psicoanálisis3, estudia los impulsos biológicos y su influencia en el comportamiento, el choque entre individuo y los patrones educativos. Su principal figura es Freud. Sus conceptos y lenguaje tienen mucha influencia en la idea que la sociedad actual tiene del ser humano. Cree que la mente la forman tres sistemas enfrentados entre si: consciente (lógico y manejable), preconsciente (contenidos inconscientes que pueden volverse conscientes, momento en el que son reprimidos) e inconsciente (ilógico, sin espacio ni tiempo y dominado por el deseo de placer)4. Su principal objetivo es estudiar como hacer prevalecer la mente consciente sobre la peligrosa influencia de la inconsciente. Se basa en la interpretación del significado inconsciente de acciones, fantasías, palabras y sueños. Está orientado a curar los trastornos neuróticos. Freud creía que el inconsciente es el enemigo de nuestra voluntad y bienestar, a modo de un fondo generador de impulsos incontrolables y perversos5. Este sería el motor fundamental de los procesos mentales (emociones, pensamientos y voluntad), siendo la libertad de decisión una ilusión. Los contenidos mentales (sueños incluidos) tienen un significado oculto que hay que desvelar. El psicoanálisis es apoyado por los científicos mecanicistas, pero no tiene ninguna base para considerarlo científico según sus parámetros deterministas: sus afirmaciones teóricas no son verificables, pues no se pueden falsear. Las principales críticas que se le hacen son que es elitista, caro, de tratamiento muy largo y poco efectivo. Es un método que se enfoca en la enfermedad mental, dejando de lado los procesos mentales saludables del ser humano sano. Freud tuvo muchos discípulos y seguidores, mencionaré a dos, que han contribuido de forma notoria al estudio y consolidación del nuevo paradigma de la mente: Jung y Reich. Carl Jung concebía la mente como algo más allá del mundo material, fundamento de una psicología con alma; de una energía interior que supera la forma física e instintiva (la libido no tiene tanta importancia), y que se basa en aspectos espirituales y sociales. Estos aspectos son los que forman el inconsciente. Más profundo que los contenidos reprimidos del inconsciente (la sombra) estaría el inconsciente colectivo, cuyo contenido son arquetipos básicos de la humanidad. Fue el primero en dar importancia a la clasificación de los tipos psicológicos y al desarrollo del paciente como persona con 287

conciencia y autonomía. Empleaba la colaboración activa del paciente, el análisis de los sueños, de dibujos y de manuscritos. Wilhenm Reich, profundizó en los problemas psicológicos sexuales y energéticos de la represión sexual. Fue un innovador que buscaba aumentar la eficacia de la terapia psicológica, de forma que las barreras inconscientes no se autoperpetuen. Se dio cuenta de que los bloqueos psíquicos causan contracciones musculares crónicas, que crean una coraza orgánica debida a los hábitos corporales y actitudes, para protegerse del entorno y de los propios deseos e instintos. Para suprimir estos bloqueos empezó a tratar físicamente problemas mentales, creando para ello la terapia denominada Vegetoterapia Caracteroanalítica; descubrió que “La psique de una persona y su musculatura voluntaria son funcionalmente equivalentes”. Su discípulo Alexander Lowen desarrolló la terapia Bioenergética, basada en estos descubrimientos. También estudió la energía vital orgánica, que denominó orgón, y realizaba desbloqueos con masajes, sonidos y ejercicios; desarrolló aparatos acumuladores de orgón. Fue juzgado en USA, durante la Caza de Brujas, requisados sus acumuladores y destruidos sus manuscritos. El conductismo busca estudiar solamente lo que considera objetivo, los fenómenos materiales, medibles y verificables6 que siguen a un estímulo, la asociación entre estímulo y respuesta. Cree que el estudio de la mente no debe incluir aspectos subjetivos, como la introspección; por lo tanto, aún estudiando la mente, el conductismo no tiene en cuenta los procesos mentales sino los actos que estos desencadenan. Las emociones son simples reacciones orgánicas aprendidas por condicionamiento clásico7. Los conductistas8 creen que el objetivo de la psicología debe ser predecir y controlar la conducta. El conductismo es “una renuncia a las doctrinas del alma, la mente y la conciencia, para ocuparse del estudio de los organismos en interacción con sus ambientes”, J. R. Kantor. Las principales críticas al conductismo están basadas en que considera a la persona como una máquina, pues solo la estudia en función de sus actos, de sus respuestas físicas9, le achacan también rigidez, inconsistencia metodológica, y el estudiar solo las reacciones, no la acción creativa humana. El conductismo actual acepta la existencia de estructuras y procesos mentales. Psicoanálisis y conductismo son las corrientes más usadas por la psicoterapia ortodoxa, sobre todo por la psiquiatría oficial, que limita la mente a un cúmulo de procesos bioquímicos y usa los fármacos, casi exclusivamente, para abordar los procesos psicológi288

cos. Estas teorías han ayudado al avance de la psicoterapia, no obstante hay otras corrientes menos autómatas, es decir, que tienen en cuenta a la persona como tal. Las corrientes psicológicas que vamos a revisar a continuación buscan que el entorno, las normas familiares, educativas y sociales, surjan de la autenticidad de cada persona, de su libre expresión. Estas escuelas psicológicas tienen alma, son más integrales, más actualizadas y efectivas. A menudo tienen una fuerte base en antiguas tradiciones de pensamiento (clásicos griegos y orientales, zen, chamanismo, etc.), las cuales han actualizado científicamente y limpiado de polvo y paja.

El enfoque Gestalt. Gestalt es un término alemán que se podría traducir como configuración; incluye forma y fondo, partes y totalidad. Un provervio zen dice que el vacío es forma y la forma es vacío; siendo ambos conceptos no-dos, el espíritu es materia y la materia espíritu, o dicho en términos de la física actual, partícula y onda son lo mismo, la energía es materia y la materia es energía. La gestalt es un modo de vida más que una terapia, su principal atención recae en el flujo, la implicación y espontaneidad de las personas, no en las técnicas. La base de este enfoque es Ser Consciente del momento presente, de lo que pasa por la mente en cada instante, dejar que los sucesos, pensamientos, sentimientos y sensaciones surjan libremente, sin interpretarla racionalmente, dejar que la acción sea espontánea. Solo existe el momento presente. El presente no admite prejuicios, es solo experiencia; el modo de vida gestáltico es práctica, no elucubración mental (la vida se experimenta, no se explica). La terapia gestalt está orientada a aceptar la persona que somos, el entorno donde aparece y a potenciar la conciencia del presente (¿Qué ocupa tu mente, ahora?, ¿Qué sientes en este momento?), la responsabilidad de la persona, la comunicación y expresión de sentimientos10. Da más importancia al sistema total que a sus partes separadas. Considera que el organismo -cuerpo y mente- se regula a sí mismo, mediante una energía que muestra las necesidades de la persona de una u otra forma, aunque la mente consciente intente taparlas. El aprendizaje repentino y completo, iluminación o comprensión súbita, es una contribución de la gestalt a la psicología moderna. Se ocupa más de los procesos que de los contenidos. El cliente es quien se autocura, dándose cuenta de qué le ocurre e 289

identificando sus recursos; asumiendo la responsabilidad de sus propios pensamientos, sentimientos y acciones. El terapeuta sólo observa y acompaña, no precisa interpretar ni diagnosticar; no tiene respuestas mágicas, hace de espejo (ayuda a que la persona vea, de forma consciente, sus cualidades) y, a veces, presenta alternativas. La relación persona-terapeuta es la de dos personas abiertas a sus cualidades e intuición, más que una aplicación de técnicas. El objetivo es ampliar las posibilidades de la persona de autogestionarse, hacerla más creativa y libre; integrar la experiencia plena, sombra incluida, observar la enfermedad (los bloqueos y asuntos inconclusos), en lugar de intentar cambiarla. El enfoque gestáltico considera los sueños experiencias reprimidas que muestran una energía no reconocida conscientemente; sólo la persona que sueña puede saber qué significa un sueño y hacer consciente esa experiencia. Se trata de vivirlos desde dentro, en primera persona11, y representarlos en presente para sentir, darse cuenta y expresar lo sentido. El terapeuta aporta sus cualidades personales, da confianza, escucha atento, le ayuda en el proceso, resalta y contrasta los sentimientos que surgen. Sus principales impulsores son Fritz Perls y Laura Perls12. Para éstos el origen de la enfermedad es el conflicto entre organismo y las prohibiciones del entorno, además de los asuntos inconclusos. La neurosis es un recurso de la naturaleza interior para reequilibrarse en situaciones conflictivas. Creen que los procesos emocionales regulan el organismo; observando éste (respiración, sentidos, etc.) se puede descubrir lo que siente la persona bajo la máscara de los prejuicios y creencias. Para ello, entre otras, utiliza la técnica de la silla vacía, que permite representar personas, roles, objetos, dolencias y situaciones; así el cliente experimenta lo que se siente en cada supuesto y esta experiencia cambia lo que sentía previamente, abriéndole a otras visiones del mundo. A la persona se le presenta un mundo de posibilidades, entre las que destaca la de no escoger ninguna, solo observar por el placer de hacerlo. Se trata de que el cliente se haga consciente de su forma de pensar, de sus creencias, de lo que siente con ellas y se de cuenta de si le hacen sufrir y de si hay formas más avanzadas y satisfactorias de experimentar la realidad.

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El movimiento humanista. La psicología humanista, o existencial, surgió por influencia de la filosofía existencialista13 y como rechazo a la deshumanización de las dos psicologías dominantes, conductismo y psicoanálisis. Entiende la persona como un ente consciente, sensible, emocional, creativa, libre para elegir, mayor que la suma de sus partes y qué está por encima de la pura biología; cree que la experiencia individual es más importante que la credibilidad científica basada en datos acumulativos o extraídos de animales. El humanismo cree que el ser humano es bueno por naturaleza, cada persona es única e irrepetible, por lo que debe ser tratada y estudiada personalmente; tiene en cuenta sus aspectos existenciales, su libertad de decisión, creatividad y valores humanos. La persona es un ente subjetivo consciente, con un sentido de la vida, con capacidad de elección y posibilidad de desarrollar su pleno potencial. El entorno normativo y dogmático no suele tener en cuenta a la persona; pretende que se adapte a las normas sociales o las ideas preestablecidas. El cuerpo es una fuente de mensajes acerca de lo que somos, hacemos y sentimos, así como medio de expresión de nuestras intenciones y pensamientos. Cree en la bondad y evolución natural de la persona hacia su pleno potencial, lo que denomina la autorrealización, el crecer a niveles de conciencia más evolucionados e integradores; así el ser humano formaría parte de una sabiduría superior, una conciencia que trasciende la mente racional, que es uno de nuestros estados y niveles de conciencia, pero no es el único. También potencia una comunicación que implique el reconocimiento del otro en cuanto tal, no como objeto, o medio para alcanzar nuestros propósitos personales. Considera la personalidad como un equilibrio entre la autonomía y la relación, entre creencias y emociones naturales. Propugna la experiencia directa y el aprendizaje vivencial. El sentido de la vida es básico para el bienestar de la persona. Lo que más nos motiva es el amor: familia, hijos, amigos (hasta damos la vida por ello). El objetivo de la terapia es que la persona sea autónoma para gestionar su vida, buscar el reequilibrio entre polaridades, revalorizar las emociones, lo intuitivo y contemplativo; así evitara los trastornos o los resolverá de forma natural. El cliente, que posee sabiduría innata y espontánea, es quien decide y dirige el proceso. Los diagnósticos (que etiquetan) y protocolos (que despersonalizan) dan más problemas que los que resuelven. El terapeuta es un recurso del afectado, un espejo 291

que acepta incondicionalmente, ofrece posibilidades y muestra empatía y calidez. El movimiento humanista14 engloba a varias escuelas y diversos terapeutas que ven en la persona y sus cualidades el objeto y objetivo de la psicología; se consolidó en los años 1.950 y 1.960. Bingswanger trata de comprender el proyecto existencial de la persona estudiando la búsqueda de significado en los sucesos y la capacidad de trascender éstos. Para alcanzar su plenitud (autoposesión y autodeterminación) el ser humano debe descubrir el significado de su vida; lo que le aliena causa su patología. Para el humanismo el auténtico significado de la vida es el poder de la persona de autoconstruirse mediante sus elecciones. Rollo May cree que el objetivo de la terapia existencial es aumentar la conciencia y el compromiso del cliente sobre su propia existencia. La técnica para conseguirlo debe ser flexible a las necesidades de cada persona. El terapeuta se compromete a no interpretar sino escuchar con respeto y mostrar lo que el cliente no ve. Abraham Maslow (1.908-1.970) busca la construcción del mundo empleando la comprensión y los valores humanos y cree en un sistema terapéutico holístico que integre el uso de diversos métodos (incluidos el conductismo y el psicoanálisis). Cree que lo que influye decisivamente en el comportamiento humano es la tendencia natural al crecimiento personal a través de la satisfacción de necesidades progresivas. Es el primero que establece una jerarquía de las necesidades humanas, en la cual las necesidades superiores solo aparecen cuando las inferiores están satisfechas; el grado de evolución humano sería menor cuanto más bajo está en la escala las necesidades y la patología surgiría cuando estas necesidades no se ven satisfechas. La autorrealización y trascendencia de la personalidad, según Maslow, es la máxima cota de crecimiento del ser humano y se disfrutan al obtener la experiencia cumbre, consistente en vivir inmerso en la belleza y conciencia del momento, en un presente continuo. CLASIFICACIÓN DE NECESIDADES SEGÚN MASLOW: Físicas: Oxigeno, alimentos, agua y eliminación. Equilibrio homeostático. Actividad y descanso. Sexualidad. Seguridad física y comodidad. Mentales: Orientación espacio temporal. Raciocinio. Aprendizaje. Creatividad. Estabilidad y estructuración mental. Relación y pertenencia social. Emocionales: Sentir y expresar emociones (rabia, miedo, tristeza, amor, alegría...). Autoestima (sentirse libre, independiente y adecuado). Sentir empatía por otros. Espirituales: Buscar el sentido a la vida. Creatividad artística. Sistema de valores. Autorrealización y trascendencia.

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Carl Rogers (1.902-1.987) desarrolló la corriente psicológica denominada psicoterapia centrada en el cliente, basada en la hipótesis de que toda persona tiene el poder de superarse dentro de sí misma. Propugna sustituir el concepto de enfermo o paciente (que implica patología, inferioridad, pasividad, incompetencia e incapacidad) por el de cliente y el concepto de enfermedad mental por el de disfunciones vitales. Tampoco es partidario de los diagnósticos y protocolos. El cliente es quien decide su terapia y la función del terapeuta es aceptar a la persona tal y como es, aportar empatía, autenticidad y congruencia, estimular su autoconfianza e impulsarle hacia su máximo potencial. Éste consiste autovalorarse, valorar a los demás en la misma medida, estar abierto al cambio, a la reflexión y ser espontáneo. El objetivo del terapeuta es que la persona sea consciente y autónoma para gestionar sus recursos (uno de los cuales es el propio terapeuta) y capacidades, superando el concepto de si mismo. El ser humano busca el equilibrio entre la necesidad básica de autonomía y la de relacionarse. Si este equilibrio se rompe, aparece la disfunción. Esto ocurre, por ejemplo, si la necesidad de aceptación le hace reprimir su espontaneidad. Gracias a la aceptación incondicional del terapeuta y a la comunicación libre, empieza a aceptarse a sí mismo, a evolucionar hacia la congruencia interna, la aceptación de sus experiencias, seguridad y estabilidad en las relaciones. Aunque no se suelen incluir como humanistas, hay otros importantes psicoterapeutas que pueden ser considerados como tales: E. Berne (análisis transacional), F. Perls (gestalt), V. Frankl (logoterapia), Lowen, Keleman, Pierrakos (estos siguen y amplían las teorías de W.Reich), etc. La principal crítica que se le hace al humanismo es la falta de experimentación para validar empíricamente sus hipótesis. Este es un efecto intencionado de los humanistas, debido a la importancia que dan al factor individual, a cada persona. También se le achaca un excesivo optimismo en la visión del ser humano.

El Análisis Transaccional. Fue creado por Eric Berne15, un psicoanalista decepcionado con el psicoanálisis. Es un modelo de psicoterapia que destaca la importancia de las relaciones en la vida personal y pretende mejorar las formas en que nos intercomunicamos. Las transacciones, o interacciones comunicativas, están determinadas por patrones de 293

conducta (saludables o no) modelados de las figuras parentales (padres, educadores y otras figuras de autoridad,) en los primeros años de la niñez; estos patrones grabados a fuego en la mente infantil, son la forma exterior de un el sistema de pensamientos y emociones que suelen pasar desapercibidos. El Análisis Transaccional (AT) ayuda a ser conscientes y reorganizar los programas que conforman nuestra forma de ser y de relacionarnos. Es un método que explora el comportamiento de la mente, para poder usarla a nuestro favor; a darnos cuenta de que podemos elegir lo que hacemos en la vida, sea cual sea nuestro pasado. El ganador no es quien se impone a los demás, sino quien se supera así mismo. Estos programas contemplan diversos aspectos: estados del yo, comportamientos, guión de vida, toques, juegos psicológicos, posición existencial y consignas (órdenes). Berne identifica tres principales estados del yo, utilizados en las relaciones: El yo Padre juzga, da normas y cuidados; el yo Adulto examina las posibilidades y propone soluciones; el yo Niño nos permite sentir y recibir cuidados. Los cambios de un estado a otro se manifiestan en la actitud, el aspecto, las palabras y los gestos; las fronteras entre ellos no siempre son claras. El guión de vida es la decisión para toda la vida adoptada en la niñez (como requisito para recabar energía y sobrevivir en aquel momento) sobre como es la propia persona, lo que quiere hacer en el futuro y como siente a los demás; al dejar de seguir el guión recuperamos la libertad de decidir, de pensar y de emocionarnos. Guiones habituales: El luchador (consigna: ganar por encima de todo), el sumiso (pasar desapercibido), el sacrificado (ayudar a los demás), el rebelde (cambiar las cosas), el manipulador (arréglatelas), el militante (sé perfecto), el definirse (yo soy así). El guión está reforzado por juegos psicológicos, transacciones inconscientes, complementarias, esteriotipadas y previsibles, en las que la persona se instala en un rol determinado (Perseguidor, Víctima o Salvador). Un juego psicológico habitual es la queja permanente por sucesos exteriores como forma de relación, de pasar el tiempo, de acaparar la atención, no de solucionar algo; las quejas se suceden y los interlocutores se dejan arrastrar por el tono crítico. La posición existencial es el tono emocional habitual que sentimos en nosotros y en los demás16. El tono emocional influye en el guión de vida. A la posición existencial agradable se le llama estar bien, a la desagradable estar mal. Una persona que está bien toma sus propias decisiones, se autosupera y se relaciona satisfactoriamente. 294

Hay cuatro maneras de relacionarse: 1.Yo estoy bien, tú estás bien (OK/OK): es la posición más adecuada; en esta posición hay comprensión, cooperación, empatía, felicidad. 2. Yo estoy bien, tú estás mal: es una posición arrogante, de perseguidor o salvador. 3. Yo estoy mal, tú estás bien: es una posición de sumisión, de dependencia, de víctima. 4. Yo estoy mal, tú estás mal: es una posición de pasividad, de desesperanza, de fracasados en un mundo sin solución. Para tener unas relaciones adecuadas debemos emplear la posición existencial OK/OK, todos somos adecuados y todos ganamos con la relación. Las consignas son directrices a seguir procedentes del Padre que recibimos en nuestra infancia y gravamos en nuestro inconsciente. Ejemplos: se perfecto, inténtalo de nuevo, se complaciente, esfuérzate, se fuerte, date prisa. Los toques17 son señales que satisfacen la necesidad de relación y expresan el tipo de energía de las personas que se comunican. Pueden ser agradables (caricias emocionales), o desagradables (golpes emocionales); verbales o corporales (miradas, besos, sonrisas, patadas, burlas, etc.).

La psicoterapia cognitiva. La terapia cognitiva18 usa la reestructuración, la colaboración terapéutica y métodos conductual-emocionales. Parte de la base de que las distorsiones cognitivas (creencias inadecuadas) influyen en las emociones y la conducta, por lo que deben observarse y aprender a reemplazarlas con otras ideas más útiles. Los objetivos de la terapia son acordados entre el terapeuta y el paciente; se traza un plan de intervención estructurado a la medida de las necesidades y características particulares evaluadas. En la psicoterapia, la persona aprende nuevas formas de pensar y nuevas maneras de afrontar sus sentimientos sobre las situaciones que le molestan. Siguiendo a Epícteto los psicólogos cognitivos dicen que no son los ‘hechos’ objetivos mismos los que causan el problema, sino lo que ‘pensamos sobre los hechos’. Este principio, que es la base de la psicología cognitiva, es de gran importancia práctica, pues viene a decir que tenemos el poder de cambiar nuestras emociones y nuestra conducta, cambiando los pensamientos; somos nosotros (nuestras ideas) las que crean nuestra dicha o tristeza, nuestra vitalidad o enfermedad. 295

La tríada cognitiva del miedo tiene tres patrones que orientan la mente y la conducta de las personas: 1. La persona se ve a sí misma inútil, impotente y sin cualidades para ser sano y feliz. 2. La persona ve al mundo como fuente de problemas y a las demás personas como obstáculos para encontrarse bien. 3. La persona piensa que el futuro va a ser malo, lleno de problemas, y que, haga lo que haga, le irá mal. Normalmente aspiramos a conseguir objetivos personales basándonos en las ideas que tenemos de la vida, del futuro y de nosotros mismos, estas ideas pueden ser absolutistas y/o producir un “procesamiento de la información absolutista” que causa problemas mentales y emocionales. Al pensar que nadie le quiere la persona se comporta de forma distante y triste, independientemente de si este pensamiento tiene bases reales o no. Los síndromes motivacionales (como falta de fuerza de voluntad, deseo de escape, apatía, distimia y depresión) pueden ser consecuencia de creencias. La poca fuerza de voluntad puede derivar de la baja consideración de la persona sobre sus cualidades o potenciales, por su visión negativa de la vida y del futuro, y por la falta de incentivos. El deseo de escapar, la falta de energía, deriva de la creencia de que el presente es insoportable y que el futuro puede ser incluso peor, de que no hay salida, así como de los pensamientos de insuficiencia, de impotencia (creer que el bienestar no depende de uno mismo) o fracaso. Estas creencias provocan pasividad19 ante la vida y la salud; el paciente, además, se cree un ignorante respecto a su salud, cree que el cuerpo es débil en sí, y que la solución está fuera de él, en los expertos y en los medicamentos. Los terapeutas cognitivos consideran los pensamientos la causa de las emociones, y no a la inversa. Su terapia ayuda a las personas a: 1. darse cuenta de los pensamientos rígidos y exigentes que le hacen sufrir. 2. Tomar conciencia de que uno mismo mantiene la creencia-problema reforzándola día a día20. 3. Sustituir los pensamientos problemáticos por otros creadores de bienestar. El darse cuenta es básico, por lo que no es suficiente la repetición de frases positivas. El terapeuta hace ver y hace comprender a la persona que la posibilidad de su bienestar está básicamente en sí misma, usando la reestructuración cognitiva. La salida saludable propuesta por la terapia cognitiva es cambiar las ideas y procesarlas a través de la información preferencial. La terapia cognitiva21 se usa con éxito en diversas patologías como el trastorno obsesivo convulsivo, el trastorno bipolar (maniaco depresivo), la ansiedad, el trastorno del pánico o la depresión. 296

PNL, la efectividad resumida. La Programación Neuro Lingüística (PNL) parte de la colaboración entre John Grinder (lingüista) y Richard Bandler (psicólogo) para estudiar a tres terapeutas punteros, que tenían el mayor índice de efectividad en sus tratamientos: Fritz Perls, creador de la terapia Gestalt, Virginia Satir, que resolvía situaciones intratables por otros psiquiatras, y Milton Erickson, famoso hipnoterapéuta. También está influida por las teorías del antropólogo británico Gregory Bateson. La PNL es una práctica, arte y ciencia, para desarrollar la comunicación efectiva, el cambio personal positivo y el disfrute de la vida. Busca generar los resultados deseados, comprender a las personas y emplear óptimamente el poder interior. Las premisas básicas de la PNL son: 1. Observar, observar y observar. Captar, sentir más allá de las palabras. El nivel inconsciente de la comunicación es el más importante. 2. “El mapa no es el territorio”: El mundo, la realidad, es muy diferente a nuestra idea sobre él, es mucho más rico y complejo. 3. Acompañar acompasando, es una forma de empatía22. Da confianza. Es como un baile armonioso del lenguaje entre las personas. 4. La persona con más alternativas (perspectivas) es la más rica, tiene el control; puede elegir entre más posibilidades. 5. En la comunicación no hay errores, sino resultados. No hay fracasos, sino experiencias y retroalimentación. No se puede no comunicar. 6. La respuesta que obtenemos es el resultado de la comunicación, no de nuestra intención. Si no obtengo la respuesta esperada hago algo diferente. 7. La persona tiene los recursos necesarios para realizar lo que quiere. “Si crees que puedes tienes razón, si crees que no puedes también”. 8. Toda conducta tiene una intención positiva en algún contexto. Ver lo positivo permite entender el comportamiento. 9. Mente y cuerpo son parte del mismo sistema. 10. Si una persona es capaz de hacer algo, cualquier otra puede aprender a hacerlo.

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Logoterapia: el sentido de la vida. Hay creencias básicas que afectan al sentido de la vida. Pero la vida, en si, no tiene sentido, no es fácil ni difícil, no es buena ni mala, el sentido de la vida es el que le da cada persona. La Logoterapia, desarrollada por Victor Frankl, cree que el sentido y la orientación a unos valores ayuda en las crisis vitales, que es un error tratar conflictos existenciales con tranquilizantes. Aunque para ello hay que entender que la vida es un proceso integral, más allá de la materia. Apreciar las circunstancias de nuestra vida, y a las personas como son, es aceptar la vida, disfrutar de ella. Apreciarles como me aprecia mi perro, sin condiciones. Esto nos libera del victimismo y nos permite ser felices. “Triunfamos sobre los fracasos cuando los convertimos en cosas útiles”... “El perdón es la llave que abre tu cárcel mental. Cuanta más ira tengas, más poder tienen sobre ti”, Alex Pattakos. El asunto no es qué sentido tiene la vida, o cual es mi misión en ella, sino el hecho de que tenga un sentido, algo que nos llene, que sea acorde con la forma de ser y de sentir de cada cual. El darnos cuenta de lo que nos da paz y alegría es aclarar nuestro sentido de vivir. El encontrar nuestro sentido de vivir, nuestra fuerza interior, nos permite impulsar nuestra vitalidad: significado, valor, importancia, expresión, comprensión, rumbo, sensación de estar vivos. Algunas personas no pueden soportar sucesos de poca gravedad aparente y otras son capaces de alzarse y rehacer totalmente su vida tras sufrir pruebas durísimas. Estas respuestas diferentes se deben al significado que la persona da a los sucesos de su vida, así como a su capacidad para encontrar incentivos que le ayuden a ver la parte bella de la existencia. Boris Cyrulnik, superviviente, como Victor Frankl, de los campos de concentración nazis (a los seis años se escapó del campo donde mataron a toda su familia), ha estudiado los procesos de supervivencia y retorno a la vida de las personas que han padecido grandes sucesos traumáticos en su vida. Cyrulnik denomina resilencia a la capacidad para superar estos traumas psíquicos. El impacto de los traumas puede ser superado si la persona tiene una base a la que agarrarse, un sentido de vivir. La vida es una oportunidad de disfrutar, solo hay que encontrar el sentido a nuestra existencia. La utilización de los recursos interiores de la persona le permite desarrollar su máximo potencial como ser humano. La 298

sensibilidad introspectiva que es capaz de ir más allá de la racionalidad, aumenta la calidad de vida. La conciencia en los detalles: el amanecer, el paseo con la familia, la belleza de cuanto nos rodea… Al sacar lo positivo de cualquier aspecto, nos alzamos sobre la vida. Lo importante es estar centrados en quien somos: saber que no dependemos de las circunstancias, sino de nuestra fuerza interior.

Constelaciones Familiares. Si algo me duele lo bloqueo, para huir el dolor. Cuando siento que alguien hace lo que yo tengo bloqueado (prohibido), entro en la misma energía de dolor, me pongo en su lugar; para huir de ese dolor rechazo a la persona que lo ha despertado. Aunque en realidad no estoy rechazando a la persona, sino el dolor que se ha activado en mi recuerdo; la persona solo es un espejo. De la misma forma, si siento que alguien está siendo tratado injustamente, vibro en su frecuencia, como lo hace el actor en su personaje, me pongo en su lugar (a menudo sin darme cuenta) y lucho por restituir la justicia; se ha producido una interacción energética. Las terapias sistémicas estudian las interacciones energéticas entre los miembros de un sistema (familiar, laboral, etc.), con fines terapéuticos. La terapia sistémica denominada Constelaciones Familiares fue creada por Bert Hellinger23 en las décadas de 1.980-1.990. Es una forma de terapia grupal24 que se basa en una representación intuitiva del sistema de una persona, puesta en escena por terceras personas (distintas a la persona implicada y al terapeuta); esta representación es, en sí misma, clarificadora y curativa. La persona implicada primero expone su problema, el terapeuta le pregunta por las personas (sobre todo padres y ancestros) y acontecimientos más importantes de su vida; después elige en el grupo a un representante para sí mismo y otros para cada uno de los miembros importantes de su familia; a continuación la persona implicada se sienta y contempla la dinámica que surge en su familia, a través del grupo de representantes. Esta escenificación ayuda a superar el problema: a ver dónde está la atención-energía de la persona afectada, de la madre, el padre, los abuelos, los hermanos, los novios, la pareja, los hijos, etc. Ayuda a encontrar la posición donde todos están a gusto. 299

La terapia de constelaciones familiares, no puede ser entendida racionalmente, mediante explicaciones. Lo mismo que nadie puede explicar como es el color rojo; para saber cómo es el color rojo hay que verlo. Para entender esta terapia hay que vivirla. Cuando alguien la vive sabe que es adecuada y efectiva. Fundamentos: -Los sistemas familiares o sociales son campos mórficos de emociones e información, transferencias energéticas de nuestros ancestros. -Estos campos de fuerza están conectados y dirigidos por un Campo Superior de la Naturaleza, por Algo-más-grande. -Son campos de fuerza, pulsiones de fidelidad al orden previo. Si esta fidelidad, amor, se ve comprometida puede alterar el orden actual. -Todos tenemos derecho a pertenecer a nuestro sistema (campo) familiar. -La posición en el sistema es más importante que las creencias. -La energía emocional es colectiva, es un campo espaciotemporal. -Si la atención-energía de la persona afectada está puesta en personas o sucesos del pasado no está disponible para los seres del presente (hijos, esposos, etc.). -El amor hace que, inconscientemente, otro miembro del sistema tome el lugar (la energía) de la persona tratada injustamente, acosada o excluida. -La persona toma las emociones, creencias, conducta y problemas del sistema de su familia original. -Si alguien es excluido (fallecidos, abortos, amores perdidos, padres que no nos han amado, homosexuales, delincuentes…) salta la alarma del sistema: el conflicto. -La enfermedad, que surge del conflicto, es una transformación del sistema, que afecta a todos sus miembros, para dedicar a los excluidos la atención que merecen. -La enfermedad del sistema surge para facilitar la curación; por ello hay que hacerse consciente de lo que nos muestra y agradecerlo (no excluirla). -El campo de fuerza del sistema es tan potente que las personas somos capaces de morir y matar por sentir seguridad de pertenecer a él. Esto puede llevar a los hijos a asumir la enfermedad de sus padres, lo que a veces se toma por enfermedades hereditarias. 300

-Esta pulsión a mantener el orden previo es la que nos lleva a excluir, en el presente, a quien lo pone en peligro, creando el conflicto. -La reconciliación o recolocación de todos los miembros puede abarcar varias generaciones. -Para sanar el sistema hay que encontrar la estructura donde todos se encuentren a gusto: aceptar que cada persona es adecuada allí donde está, dando lugar a una nueva realidad, un holón emergente que abarca excluidores y excluidos25. -El cuerpo refleja la situación del sistema, del campo mórfico familiar. Lo importante es saber que: 1. Cada persona crea su vida. 2. No hay culpables. 3. No hay víctimas. 4. Hay dolor disfrazado de culpa o victimismo. 5. Todo se puede cambiar (incluida la historia personal). 6. El orden que surge del amor es la solución: aceptar que todos tienen derecho a sentirse a gusto en el sistema; aceptar a todos, aceptar todo, ahora, según surge; solo nos libramos de lo que aceptamos. ALGUNAS CONCLUSIONES DE LAS CONSTELACIONES FAMILIARES: Si la atención de la madre, su energía, está atrapada en una conexión anterior (amante, hijo perdido...) no está libre para amar a los hijos. Si la madre tiene problemas con su propio padre, el hijo (bajo su influencia inconsciente) rechaza a su propio padre. Si el padre tiene problemas con su propia madre los hijos rechazan (inconscientemente) a su propia madre. Si el hijo es el favorito de la madre representa al padre de ésta. Si hay alguna persona o aspecto rechazado, su energía-conciencia nos atrapa. La energía no reconocida en el pasado está ahí esperando a que alguien la represente, la haga consciente. Para los hijos o hijas que cargan, emocionalmente, con sus padres su propia pareja es una sobrecarga. Los padres biológicos siempre son los mejores (no los adoptivos). Los hijos solo están en paz y libres, energéticamente, cuando aceptan a ambos progenitores. Lo importante es la creencia o emoción (la energía) que hay detrás del síntoma. Los síntomas de la persona afectada desaparecen al aceptarlos (no al aceptar su interpretación o diagnóstico). Hay creencias-solución, que dan fuerza y ayudan y creencias-problema, que quitan fuerza y empeoran. Las mujeres que han aceptado a la madre son irresistibles para los hombres. Los abortos o hijos fallecidos absorben la energía, los otros hijos suelen tener problemas para ser amados. Las emociones no obtenidas de nuestros padres de niños ya no las podemos obtener, pero si seguimos tratando de conseguirlas a través de la pareja o de los hijos es

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cuando surgen los problemas. La mejor terapia es abrir el corazón al dolor, sacar todo el amor que tienes por la madre o padre. Sólo hay futuro para quien esté en paz con el pasado. Quien lucha con el pasado está atrapado por él, no puede avanzar. Un niño no puede soltar lo que le engancha al pasado, solo lo puede hacer un adulto. Si somos adultos librémonos del pasado, hagamos la paz con nuestros padres. Esta es la base de la libertad personal para crear nuestra propia vida.

Psicología Positiva. Desde los años 60, gracias sobre todo a la psicología humanista y la gestalt, la importancia de las cualidades del ser humano (alegría, amor, empatía, autoestima, autorrealización, etc.) han tomado un lugar importante en las corrientes psicológicas. El movimiento de la Psicología Positiva es una corriente psicológica que ha surgido en la última década, de la mano de Martin Seligman, que estudia las bases del bienestar humano. No aporta novedades de fondo a la psicología26, sin embargo tiene el mérito de recoger lo sembrado por otras corrientes y subrayar la importancia de lo positivo de la vida. Personalmente a menudo ponemos la atención en la sombra, en lo que no nos gusta de nosotros mismos: Miedo, vergüenza, tristeza, melancolía, desamor, depresión, ansiedad, etc. También las corrientes psicológicas más utilizadas se han centrado en la enfermedad y en los aspectos que deseamos cambiar. Pero la naturaleza no está formada por ausencias, por aspectos que no queremos, por la huida de lo desagradable, sino por energía, por vitalidad. Para disfrutar de la vida hay que darse cuenta de lo que nos hace felices: amor, alegría, creatividad, amistad, humor; hay que destacar lo que nos da vitalidad en nuestra vida diaria, no dejarnos llevar por el miedo. Vitalidad es el máximo nivel de armonía, interna y con el entorno, que un sistema vivo puede manifestar. Es vivir la vida con todo el potencial de que somos capaces. La Psicología Positiva no busca dejar de sufrir, no pone el acento en el dolor, sino en lograr el máximo bienestar posible. El enfoque en los aspectos positivos va más allá de la corriente de la salud que pretende prevenir la enfermedad. El prevenir es también poner el acento en la enfermedad, en el miedo a sufrir, aunque sea para evitar su aparición. Enfocarse en lo positivo es olvidarse de la patología, es vivir las cualidades, la vitalidad, no el miedo. 302

La energía va allí donde ponemos la atención. Si digo ‘no’ pienses en el peor suceso de tu vida, automáticamente piensas en ello, vives esa experiencia de nuevo; pero si digo piensa en lo mejor que te ha sucedido, la conciencia automáticamente se traslada a esa experiencia agradable. Lo que ha ocurrido es que el hecho de revivir esa alegría ha alejado nuestra mente de lo desagradable, sin mencionarlo, sin poner la energía en ello. Pero no solo eso, la mente no solo ha superado el problema sin mencionarlo, sino que ha conseguido un grado de bienestar superior a la simple desaparición del sufrimiento, ha conseguido alegría. La desaparición del sufrimiento se da porque algo viene a ocupar su lugar, y ese algo puede ser, si nos enfocamos en ello, el gozo de vivir. Esta es la base de la psicología positiva. Si nos enfocamos en lo agradable, en eso ponemos la energía, la vida. “La psicología positiva es la ciencia que nos puede ayudar a conseguir las mejores cosas de la vida”, M. Seligman. La energía positiva no está destinada solamente a los enfermos, a las personas con patologías, sino a todo ser humano. Todo ser humano puede potenciar sus cualidades, y esto hará que su salud sea óptima para sus condiciones, tanto si está enfermo como sano. La investigación realizada por la psicología positiva muestra que: Las personas felices y alegres son parecidas entre sí, en todas las culturas. Tienen claros sus objetivos, su ocupación no es ni demasiado fácil ni demasiado difícil, se concentran en sus tareas, y las controlan, tienen experiencias subjetivas del tiempo, no se quejan ni se rompen la cabeza con lo que no pueden hacer. Sienten el flujo de la vida, se dan cuenta de la armonía de todo cuanto existe. La felicidad se puede aprender. El sentido de la vida de las personas felices está puesto en estas virtudes: sabiduría, belleza, alegría, ecuanimidad, comprensión, trascendencia. En resumen, la investigación apunta que lo fundamental para el bienestar es: ser optimistas, darse cuenta de la belleza que hay en todo, disfrutar lo que surge en cada momento, dar un sentido interior a la vida y tener relaciones de amistad e intimidad27.

El proceso de Autoliberación Personal. Así pues, es cada persona quien tiene en sí misma la clave de su bienestar. Cualquier método de superación (o de curación) debe tener como objetivo implicar a la persona en su propia evolución, hacerle consciente y responsable de su vida. De la misma forma que 303

enfermamos solos, también podemos salir solos de las crisis, y además reforzados. Superemos o no la enfermedad, la persona que se hace consciente es capaz entender la vida y vivirla coherentemente. Numerosos profesionales han contrastado clínicamente esta ley; por ejemplo John E. Sarno28, dice que no hay que solucionar ningún problema, operarse o cambiar de vida o de personalidad, sino ser consciente y aceptar lo que somos y hacemos. Ser congruente. Toda superación de una crisis es una auto-superación, independientemente de si nos ha acompañado algún terapeuta; se genera mediante lo que podría llamarse Proceso de Auto-liberación Personal29. A continuación lo expongo en seis pasos30: 1. Observar, indagar, darme cuenta del problema patente, de lo que surge en la mente, lo que me mantiene despierto; reconocer los pensamientos o creencias, lo que se mete en mi mente sin pretenderlo, lo que evoca canciones que surgen solas, frases o momentos dolorosos, lo que quiero ocultar o me muero por contar. Enfocarme en las señales que llaman mi atención: pensamientos, dolor, síntomas, sueños, encuentros, casualidades; interiores o de mi entorno y darme cuenta de lo que pienso y siento sobre ellas. Darse cuenta es la actitud que abarca todos y cada uno de los pasos del proceso. 2. Aceptar cualquier vivencia que surja como una manifestación de mi inteligencia interior inconsciente, queriendo darse a conocer. Potenciarlo, agradecer su presencia, sin miedo, sin juzgar. La armonía surge del problema, de la creencia estresante, del síntoma; es el otro polo de la dualidad. Si se enciende la alarma de la gasolina del coche no la maldecimos, o la ignoramos esperando que se apague lo antes posible; acudimos a llenar el depósito y la alarma se apaga. Así cuando detectamos una señal de crisis en la vida debemos dar las gracias porque su presencia nos muestra el proceso interior que la origina. Esto nos permite descubrir la pérdida de energía que nos altera, y recargar nuestro sistema. Tapar la luz o quitar el fusible que emite la alarma es lo que hace la medicina sintomática. “Os pido que aceptéis el mundo con su felicidad y su sufrimiento. No os resistáis al dolor... Admitid la enfermedad; negociad con ella, como si fuera una persona, en una ensoñación consciente... Ésta es la clave de la sanación. Nadie puede estar sano sin amar la enfermedad. Sin agradecer lo que nos da”. Emilio Fiel, Miyo, chamán de la tradición azteca-conchera.

3. Sentir: relaciono el pensamiento con lo que siento. Me doy cuenta de si detrás del pensamiento o señal, hay un dolor emocional, un problema latente. Se trata de darme cuenta de lo que siento cuando tengo ese pensamiento, de observar qué emoción se desencadena (angustia o paz). Compruebo si lo que siento es congruente con lo que creo y pienso profundamente (por ejemplo: siento ganas de llorar, 304

pero como mi creencia es que no debo, reprimo el llanto). Si lo que pienso va en contra de lo que siento deberé adaptar mis ideas a mis sentimientos. 4. Expresar con congruencia, lo que pienso, siento, digo y hago; obsesiones, secretos, emociones, ideas. Los sentimientos no expresados se graban en el cuerpo, creando tensiones. Para usarlos a nuestro favor hay que expresarlos, o mejor, hay que dejar que se expresen con creatividad y naturalidad, como dice la escritora Natalie Goldberg: “Poned vuestras obsesiones a trabajar”. La expresión de las emociones (llanto de tristeza, agresividad de indignación o rabia, queja de dolor...) nos libra de la energía disonante. La mentira es miedo y represión de lo que soy y siento. 5. Trascender las creencias. Observarlas desde arriba, observar la personalidad como se observa un sueño, como algo imaginado, que no es real. No se necesita nada más, este paso en sí es la esencia del proceso: el darme cuenta de que soy quien observa el pensamiento, no el pensamiento ni el sentimiento observado. Diagnóstico universal: creer que algo me afecta. Remedio universal: observar lo que ocurre en mi mente, sin identificarme con el problema, feliz de existir.

No se trata de que haya creencias malas y buenas, sino de darse cuenta si las creencias nos limitan o nos hacen libres. Cuando nos damos cuenta de esto, abandonamos las creencias, dejamos de querer trasformar el mundo, aceptamos que todo sea como es, tomamos nuestro poder personal y vivimos la vida sin depender de lo que ocurra fuera. “Eleva el pensamiento, al cielo sube, que nada te acongoje, nada te turbe”, Teresa de Jesús. 6. Disfrutar ahora, dándome cuenta de lo milagroso y bello que cada momento. No tengo prisa por llegar a ningún sitio, no busco ninguna personalidad, solo gozo de lo que soy, ahora. Soy consciente de las sensaciones y emociones agradables o desagradables, acepto todas ellas, observo como fluyen, como evoluciono con ellas. Ser consciente del momento presente transciende todas las creencias y expectativas, la mente conceptual condicionada deja paso a la espontaneidad intuitiva. De la Conciencia Plena nos ocuparemos detenidamente en el próximo capítulo, ahora voy a mencionar un par de métodos muy efectivos para afrontar problemas de salud. Estos métodos (como algunos de los ya examinados) son más que técnicas psicológicas, 305

pues trascienden la mente condicionada y apuntan directamente a la mente superior, pero los menciono en este apartado por su gran eficiencia para superar los problemas psicológicos. Byron Katie31 propone un método tan sencillo como poderoso para darnos cuenta del proceso interior, superar las creencias y trascender el malestar. Llama a este método El trabajo. Se basa en prestar atención a lo que pasa por nuestra mente y dejarlo fluir, sin atascarnos en ello. Preguntas que propone cuando viene un pensamiento que hace sufrir: 1. ¿Es verdad?, 2. ¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza?, 3. ¿Cómo reaccionas, qué sucede (como te sientes), cuando crees ese pensamiento?, 4. ¿Quién serías sin ese pensamiento? (¿Cómo te sentirías?), ¿Deseas dejar de sufrir? Pues ¡cambia el pensamiento! (inviértelo). Hay otra técnica, denominada Atención Plena (Mind Fulness), que se está extendiendo en ciertos ámbitos de salud, basada en tomar conciencia del momento. Es una práctica que ha estado ligada desde tiempos inmemoriales a diversas tradiciones espirituales, con ligeras variaciones culturales o temporales32. El iniciador de esta versión medico-psicológica adaptada a occidente ha sido John KabatZinn33. La atención plena es un método, estudiada con metodología científica moderna para adaptarla terapéuticamente a la medicina occidental, que ayuda a reducir los síntomas físicos y mentales del estrés y mejorar el estado general de las personas. La atención plena más que una técnica es una práctica de la atención en cada momento de la vida, que nos ayuda a integrar cuerpo, mente y espíritu como aspectos inseparables de la persona y mantener una vida equilibrada interiormente y con el entorno.

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13. LA CONCIENCIA. “La materia como tal no existe... La materia visible pero efímera no es lo real, la esencia, lo auténtico; lo verdadero es la conciencia invisible e inmortal”. Max Planck.

Recordemos al hablar de Conciencia que mente y cuerpo, interior y entorno son una única entidad energética, intercomunicadas continuamente y que solo se tratan de forma separada a efectos explicativos. Observar algo, poner nuestra atención en un campo cuántico, inevitablemente, es cambiarlo; dejar nuestra influencia en él, crear algo nuevo a partir de lo que era. La observación, el ser conscientes, colapsa las múltiples posibilidades ondulares, crea lo que observamos1. La evolución progresa desde la condensación ondular del campo, la materia, a través de la biología, hacia la conciencia de unidad de todo lo que existe. Conciencia2 es la vitalidad inherente a la persona, surgida de las ondas del CPC (al que los sabios de siglos pasados suelen llamar cielo), que da vida al cuerpo y nos cualifica para autorreconocer la esencia que somos. Es la cualidad del observador de percibir lo que es la realidad, y es a la vez la propia realidad, o Naturaleza, en la que estamos inmersos. Al hablar de conceptos como el campo único, holones autotrascendentes, o unidad en la diversidad, estamos hablando de la coherencia ondulatoria de nuestra mente. Dejar a la Naturaleza que se exprese sin el filtro de la mente conceptual es la base de la vitalidad, de la salud y la creatividad científica y artística3. El modelo holográfico considera el cerebro como un receptor, traductor y generador de ondas. Una vez captadas las ondas informativas, la mente personal las selecciona y procesa; esto explica las diferencias individuales, basadas en las creencias y emociones. El flujo de las emociones, la paz interior, la libre expresión del amor, la alegría, la confianza y la creatividad son estados de conciencia en los que las ondas evolucionan de forma natural, tal como surgen en la 307

conciencia. El miedo, el agobio, la ira o la angustia son filtros racionales al flujo espontáneo de la energía mental. La observación consciente nos enfoca en estados de flujo armónico, de vitalidad, de salud; algunos métodos terapéuticos basados en la observación consciente (relajación, meditación, biofeedback, estados hipnóticos, etc.) generan estados de calma que acogen el flujo vibratorio original, sin barreras racionales, siendo así captado con su vitalidad natural. La conciencia se suele comparar con un ordenador, pero dista mucho de asemejarse a él. Un reloj no sabe la hora, aunque lo usamos para saberla; un ciego usa el bastón para saber qué tiene ante él, pero el bastón no lo sabe; así el ordenador no sabe qué operaciones hacemos con él, es un transmisor de información como un reloj o un bastón. Este utensilio no ayuda a entender la cognición humana. Además, los cálculos más abstractos, como el ajedrez, las matemáticas, la investigación o el lenguaje, solo requieren pensar en las fases iniciales, cuanto más avanzado es el participante menos emplea el razonamiento, como ocurre al conducir o al bailar; la pericia es noacción, dejarse llevar, fluir; es no raciocinio (aunque el intelectualista cree, erróneamente, que éste es el rasgo superior de nuestra mente). En palabras de Alva Nöe4: Tras varias décadas de esfuerzo común por parte de neurocientíficos, psicólogos y filósofos… no tenemos ni idea… nadie tiene una explicación plausible de cómo la experiencia ¡la sensación de rojez del rojo!- brota de la acción del cerebro… No estamos más cerca de entender la base neuronal de la experiencia que hace cien años.

Encéfalo, mente y conciencia. Las personas somos la información y energía que captamos e intercambiamos en las ondas del océano kósmico, en el CPC, no la antena hipofisiaria, ni el cerebro, ni los hábitos mentales que construyen la personalidad, o ego. Los pensamientos son como programas de ordenador, pero tienen una propiedad que no tienen los ordenadores, son capaces de construir, de organizar el Hardware, la materia orgánica5. Nuestra forma de mirar el mundo cambia nuestra vida, la persona alegre genera felicidad, la triste depresión. Decíamos al hablar de los circuitos neuronales que la observación crea conexiones neuronales y redes de conexiones, que la información percibida, a través de las nuevas conexiones neuronales, genera nuestra configuración 308

encefálica, de la misma forma que el ejercicio genera músculo. Al prestar atención, o poner conciencia, en una información, sobre todo si es reiterativa, hacemos que se integre en nuestro cuerpo, que se fije en nuestra mente, y, con el tiempo no necesitamos poner conciencia en ello. Los programas se inician con nuestra voluntad y con nuestra total atención, pero una vez que el subconsciente asimila los pensamientos, una vez que se implantan en la memoria celular, los arrinconamos y atendemos a otras ideas. La mente está llena de programas y creencias que nosotros hemos generado y de los que posteriormente nos hemos olvidado. Programas o procesos como conducir, se crean así: al realizarlos por primera vez necesitamos toda la atención, todo el pensamiento ha de estar ocupado en la tarea, no podemos pensar ni hacer otra actividad; poco a poco, a medida que vamos repitiendo la actividad, ésta se hace automática, inconsciente, y con el tiempo somos capaces de realizarla sin pensar en ello, atendiendo a otros pensamientos, a otras actividades mentales; hemos instalado en nuestra mente el programa neurológico predeterminado que llamamos conducir, nadar o andar en bici. Otros ejemplos: caminar por la misma ruta diariamente (no necesitamos prestar atención para seguir el camino entre calles y a veces nos damos cuenta cuando llegamos sin haber sido conscientes del camino por el que hemos pasado), la forma de coger la cuchara, quejarnos o llorar para hacernos notar, gritar o escapar cuando tenemos ira.

Así pues, en contra de la creencia común de que la mente es limitada (“ya no me cabe más en la cabeza”), cuanto más la ejercitemos mayor capacidad tiene. Estos procesos subconscientes tienen el poder de crear en la materia celular, obedeciendo como un niño a la mente consciente, sin importarle las consecuencias. La mente consciente tiene el poder de dirigir a la mente subconsciente pero cuando desconocemos este poder, y las reglas que lo rigen, podemos llevarla al desequilibrio y la enfermedad (como un aprendiz de brujo o un aprendiz de director de orquesta que ignora que sus movimientos están generando los sonidos de la orquesta). De esta forma nuestros pensamientos dirigen la orquesta del cuerpo aunque no seamos conscientes de ello: tenemos el poder. Frecuentemente nos quejamos de que nuestro cuerpo y nuestra vida son desagradables, y culpamos a alguna influencia exterior (otras personas, objetos, virus, suerte, dios, etc.) sin saber que somos nosotros mismos los que dirigimos. Tanto nuestra personalidad como nuestro encéfalo son el resultado de la información percibida. Pero la mente no es el encéfalo, no es una estructura física sino un proceso; así como el programa de 309

radio no lo crea el aparato radiorreceptor que lo sintoniza, los pensamientos no son creados por el encéfalo que capta y decodifica dicha información. Las personas no creamos los pensamientos, los recogemos de las ondas del CPC; nosotros somos vibraciones concentradas que resonamos en sintonía con las vibraciones que captamos, en una interacción que genera incesantemente todo cuanto existe, nuestra identidad y la del Kosmos mismo. Toda la información que captamos se halla presente en el campo; la Conciencia es la propia información, la infinita gama de ondas informativas presentes en el Campo Kósmico. Esta información ilimitada que llamamos conciencia suele recibir otros nombres, todos ellos conceptos limitados: universo implicado, energía informativa, esencia energética, naturaleza, vis, ki, prana, mar cósmico, Espíritu, Dios, Tao. Dicho de forma esquemática: el encéfalo es la antena, la mente personal es un holograma dentro del holograma del campo kósmico, que elige la sintonía, y la Conciencia es la información y organización total disponible, incluidos encéfalo y mente. El campo kósmico es previo a los campos sutiles y materiales, la conciencia es previa a la mente y al encéfalo. La conciencia no se parece a un ordenador, acaso sería más parecida a la red de internet, está fuera y dentro como el aire que respiramos, podemos seleccionar, enfocar, en ella toda la información que queramos, descargarla en nuestro organizador personal y usarla; nosotros somos parte de la red, contribuimos a ella, pero la red es mucho más, está extendida por todo el campo. Así parece ser la conciencia: es el campo transpersonal, la manejamos, pero no está limitada a nuestro organismo; todo lo contrario, tanto el organismo como la información que capta y contiene están creados por ella, por una organización emergente, muy superior a la que podemos comprender desde nuestro nivel de holón individual, pero a la que podemos acceder cuando dejamos de identificarnos con este holón. El hecho de que las neuronas que se activan juntas se estructuran juntas, de que los circuitos neuronales y los cambios químicos se refuercen con la repetición, haciendo cada vez más fácil su conexión, puede crear rigidez mental. Es decir, nos puede hacer adictos a lo conocido, a la seguridad, puede hacer que nuestras ideas y esquemas mentales sean difíciles de cambiar. Por ello es importante seguir formando siempre nuevas conexiones, abrirnos a lo que surja, a nuevas ideas, a nuevas personas, a nuevos lugares y teorías; cuanto más ampliemos la red, más amplia y potente serán nuestra mente y nuestras conexiones. 310

La vida, la realidad, es aquello en lo que nos enfocamos. Al habituarnos a estar presente, enfocados en lo que surge en cada momento los circuitos neuronales y las sustancias químicas rutinarias, al carecer de energía, dejan de generarse. Así el encéfalo, y el cuerpo entero, cambian según los contenidos de la conciencia6. A esta capacidad de cambiar nuestras redes nerviosas los neurólogos lo llaman neuroplasticidad. El cerebro no tiene ningún procesador central lógico ni almacén de información7. “No existe ninguna justificación empírica ni filosófica de que el cerebro sea suficiente por sí mismo para generar consciencia”, Alva Nöe. Los sentidos son los órganos de captación de información, pero ¿qué es lo que hace que nos fijemos en determinada información (estímulos) e ignoremos otras? ¿Qué información, entre la infinita gama de ondas del Campo Kósmico, es la que captamos, la que seleccionamos? ¿Como la seleccionamos? ¿Cómo surgen los pensamientos del Campo? Parece que lo que llama nuestra atención depende en primer lugar de su sencillez y armonía; en segundo lugar de su asociación: lo más cercano, lo más parecido a lo conocido, lo que sigue una secuencia u orden lógico, será lo que más llame nuestra atención. En tercer lugar lo nuevo, lo distinto, llama más la atención que lo previsible. Todo esto es básico para nuestra integridad física y mental. Cada persona, con nuestras ideas y creencias, seleccionamos y creamos en el acto de observar los estímulos, la emisora, las señales informativas EM. La conciencia parece surgir de la interacción dentro-fuera, observador-observado8. “El universo es mental”, Eddinton. Explicado según la Teoría de Santiago de Maturana y Varela los cambios surgen de la interacción con el entorno. Hablando energéticamente no existe diferencia entre organismo y entorno, entre observador y observado: las ondas EM no distinguen entre fuera y dentro, todo es un campo electromagnético. La conciencia en sí es ilimitada, eterna, somos nosotros en el acto de observación quienes ponemos los límites a esta conciencia. “Debemos cuestionar la idea de que el mundo nos viene dado y que la cognición es representación. En ciencia cognitiva, ello significa que debemos cuestionar la idea de que la información está ahí preparada en el mundo y es extraída de éste por un sistema cognitivo”… “La mente y el mundo emergen juntos”, Varela. Se puede decir, pues, que la Conciencia es una entidadtotalidad, no limitada al ámbito de los seres humanos, generadora del proceso de vivir, de la información y organización de los seres vivos y 311

de todo cuanto existe9. Esta falta de límites en el espacio y el tiempo, esta información ilimitada, difícil de atrapar conceptualmente y que la ciencia no sabe explicar, es el misterio que muchas tradiciones culturales han explicado a través de conceptos simbólicos no racionales, de lenguaje religioso. Los humanos construimos nuestro mundo interior y exterior. Creamos nuestra personalidad igual que lo hacemos con otros objetos observados, pero el confundir estas construcciones mentales con lo que somos parece un error. La personalidad, igual que la propia realidad no es determinada y objetiva, “según la teoría de Santiago... nuestro ser o ego carece de toda existencia independiente y no es más que el resultado de nuestro acoplamiento estructural... identidad individual y autonomía no significan separatividad e independencia. Como Lynn Margulis nos recuerda: ‘independencia es un término político, no científico’”, F. Capra. La conciencia nos hace ser conscientes de nosotros mismos; la información, los estímulos, los objetos percibidos son sólo accidentes, lo importante es la misma capacidad de percepción, el darse cuenta; no importa qué somos, sino el hecho de ser.

La inteligencia es diversidad de inteligencias. La inteligencia se suele definir como el conjunto de cualidades mentales que llevan a la persona al éxito; entendemos por éxito la autoestima, las relaciones gratificantes, creatividad, convideración social, ingresos económicos, matrimonio, hijos, etc. Sin embargo este éxito tiene muy poco que ver con lo que la ciencia actual, todavía, considera inteligencia. Hasta hace unas décadas se consideraba inteligente a quien mostraba en los tests de inteligencia un coeficiente intelectual (CI) superior a 110. Para ello se medía exclusivamente la capacidad lógico-matemática y lingüística. Pero la complejidad de la vida (como los problemas en la familia o en el trabajo) no puede ser resuelta con este tipo de inteligencia y en la práctica individuos con un CI muy alto pueden ser ineficaces para enfrentarse a problemas prácticos; o, al revés, personas con bajo CI pueden ser felices, excelentes profesionales, amigos o padres. Esta idea restringida de entender la inteligencia de la persona ya ha quedado superada; la expresión de sentimientos y emociones, por ejemplo, se hace con la inteligencia poética, no con la 312

computacional. Actualmente entendemos por inteligencia la armonía entre el conjunto de las diversas inteligencias del ser humano. Todos los seres humanos tenemos doce formas de conocimiento, y las empleamos en mayor o menor grado dependiendo de las circunstancias y de las características personales. Estas doce subdivisiones están deducidas de estudios de diversos investigadores: Howard Gardner, Thomas Armstrong, Elena María Ortiz de Maschwitz, Wendy Chappman, José Manuel Piedrafita, Ken Wilber, David Goleman, Danah Zohar y Ian Marshall. Obviamente la clasificación es conceptual, pues todas estas inteligencias son una única; la cual dependiendo de los estímulos físicos, sociales, emocionales y del momento determinado, activa alguna de estas doce características o especialidades. La clasificación lo mismo podría describir seis o quince inteligencias, pues separa algo inseparable, de forma arbitraria, a efectos explicativos. INTELIGENCIAS DE LA PERSONA. 1. Lingüística (supone dos tercios del sistema educativo actual). Especialidad: Palabras, sonidos, significados y funciones del lenguaje. Habilidades: Hablar, leer, escribir, contar cuentos, palabras y comunicación. Estímulos: Todo tipo de lenguaje (libros, revistas, grabadoras...). Aplicación: Comunicación personal, debates, entrevistas, charlas, lecturas. Personas destacadas: Goete, Borges, Unamuno, Garcia Marquez... 2. Lógico-matemática (supone un tercio del sistema educativo actual). Especialidad: Razonamiento lógico y organización numérica. Habilidades: Cuantificar, cuestionar, solucionar problemas teóricos. Estímulos: Experimentos, laboratorios, museos, ordenadores. Aplicación: Orden personal. Investigación, soluciones. Matemáticas, lógica. Personas destacadas: Pitágoras, Tales, Marie Curie, David Hilbert. 3. Espacial. Especialidad: Percepción y organización de espacios e imágenes. Habilidades: Dibujar, esculpir, construir, visualizar, movilidad, orientación. Estímulos: Puzles, ensamblajes, vídeos, comics, laberintos, excursiones. Aplicación: Belllas artes, montajes, exploración, cartografía, ajedrez. Personas destacadas: Chillida, Colón, Rodin, Da Vinci, Kasparov, F. Ghery. 4. Corporal-kinestésica. Especialidad: Sentir y manejar el cuerpo, agilidad, sensibilidad táctil. Habilidades: Tocar, bailar, correr, construir, gesticular, pelear, mímica. Estímulos: Ejercicio, gimnasia, trabajos manuales, caricias, abrazos. Aplicación: Afectividad, relaciones, sexuales, teatro, deporte, danza. Personas destacadas: Nureyev, Paulova, Maradona, Nadal. 5. Musical. Especialidad: Ritmo, armonía, melodía, tonos y timbres. Habilidades: Cantar, silbar, escuchar, recitar. Componer, e interpretar. Estímulos: Audición de música, cantar y tocar música. Asistir a conciertos. Aplicación: Alegría de vivir, expresar emociones, armonización grupos. Personas destacadas: Bach, Mozart, Beethoven, Berstein, Sinatra, Lenon.

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6. Interpersonal. Especialidad: Comunicación social, empatía, interés por otros. Habilidades: Dirigir, organizar, diplomacia, comunicación, liderazgo grupal. Estímulos: Familia, amigos, grupos sociales, fiestas, relaciones humanas. Aplicación: Periodismo, formar equipos, igualdad social. Políticos, ONG. Personas destacadas: Gandhi, Mandela, Madre Teresa, equipos deportivos. 7. Intrapersonal. Especialidad: Interiorización, recogimiento, reflexión. Intimidad. Habilidades: Poner metas, soñar, callar, planificar, captar la “esencia” de ser. Estímulos: Soledad, silencio, tranquilidad, afrontar las dificultades. Aplicación: Autoestima, formar la personalidad. Psicólogos, religiosos. Personas destacadas: Freud, Ana Frank, Paulo Coelho. 8. Naturista. Especialidad: Percepción e integración del entorno y de la naturaleza. Habilidades: Manejar, comprender y gozar de la naturaleza y los seres vivos. Estímulos: Tiempo al aire libre, observación de la naturaleza, belleza natural. Aplicación: Excursiones, naturalistas, biólogos, agricultores, veterinarios. Personas destacadas: Cousteau, Darwin, Rodríguez de la Fuente. 9. Emocional. Especialidad: Conciencia de las emociones y su utilización equilibrada. Habilidades: Expresar sentimientos, independencia emocional. Empatizar. Estímulos: Entorno familiar, amigos, pareja, relaciones Aplicación: Duelos, traumatismos. Psicólogos, policías, urgencias y UVI. Personas destacadas: Cuidadores, sanitarios, bomberos. 10. Intuitiva. Especialidad: Intuición, inspiración (artística, científica...), espontaneidad. Habilidades: Conectar la inspiración, darse cuenta y fiarse de lo percibido. Estímulos: libertad de acción, soledad, silencio, naturaleza, meditación. Aplicación: decisiones cotidianas, poetas, artistas, científicos, publicistas. Personas destacadas: Walt Witman, Einstein, Newton, Lorca, Van Gogh. 11. Existencial o trascendente. Especialidad: Disfrutar el misterio de la vida, experiencias existenciales. I Habilidades: Sentir la unidad del Kosmos, amar el momento. Gozar la vida. Estímulos: experiencias intuitivas, sutiles, místicas; visión global de la vida. Aplicación: Saber ser, comprender la vida, la unidad en la diversidad. Personas destacadas: Jesucristo, Buda, Francisco de Asís, Juan de la Cruz.

Y por último la inteligencia número 12, la inteligencia surgida del campo kósmico, inherente en la materia: la vitalidad inteligencia natural, celular u homeostasis.

La Homeostasis. El diccionario de la RAE define homeostasis10 como el conjunto de fenómenos de autorregulación, que conducen al mantenimiento de la constancia en la composición y propiedades del medio interno de un organismo.2. Autorregulación de la constancia de las propiedades de otros sistemas influidos por agentes exteriores. Así 314

pues, podemos decir que homeostasis es la cualidad intrínseca de un sistema de mantenerse en armonía, en su estado óptimo, interior y de relación. La estabilidad de cualquier sistema, como ya hemos visto, es pura paradoja, pues lo interno hace posible lo externo y viceversa; la independencia se consigue gracias a la relación con otros sistemas. Los cambios y las crisis hacen posible la estabilidad y viceversa; la conservación de la armonía es fruto del continuo fluir de los acontecimientos. Los holones orgánicos, por ejemplo, emergen como una expresión de un programa complejo y flexible ¿quien es el creador del programa biológico?, ¿quien crea los códigos? Según la hipótesis del despliegue creativo estos programas son planes implícitos en la naturaleza; Bohm dice que son un orden implicado en el universo. El vacío no está vacío, está lleno de información, desde las partículas subatómicas a las galaxias, pasando por las células. Cada corpúsculo vibra en resonancia con las ondas del campo cósmico, captando, creando y transmitiendo sin cesar la información del universo. Formando la inteligencia natural que organiza todo cuanto existe, ser humano incluido, y que podemos llamar conciencia. Esta inteligencia de la energía es la capacidad innata para ordenar y armonizar a la persona, para generar equilibrio orgánico constante, interior y exterior; sin la intervención de la voluntad o de la mente racional. El organismo sabe qué hacer para mantener su entidad y vitalidad energética: 1. Percibe los procesos internos (como alegría, tristeza, miedo, inflamación, estrés, digestión, herida, etc.) 2. Dirige miles de millones de transformaciones celulares simultáneamente. 3. Distingue lo que rompe la armonía: los problemas. 4. Discrimina si es una célula cancerosa, una bacteria, una toxina, etc. 5. Informa a todos los sistemas del cuerpo. 6. Coordina los mecanismos necesarios para responder al problema. 7. Produce el remedio preciso (endorfinas, plaquetas, células asesinas…) para el problema específico. 8. Lo aplica en el sitio justo a las dosis exactas. 9. Asimila la nueva información, aprende y memoriza la identidad de cualquier agente patógeno, descifrando miles de millones de bytes de conocimiento. Y todo ello espontáneamente, al instante y con el mínimo gasto energético. Percibir, dirigir, discriminar, informar, coordinar, producir, aplicar, aprender, memorizar… estos verbos son propios de la inteligencia, quien realiza estas funciones se puede decir que es inteligente. La complejidad de la inteligencia natural incluye y supera la de los sistemas corporales, sistema nervioso, inmunológico, circulatorio, 315

locomotor, etc. Todo en la Naturaleza de la persona forma un mismo sistema, coordinado, que armoniza, el cuerpo, la mente y el espíritu, y lo une con la Naturaleza exterior, como un todo inseparable. Ante esta misteriosa inteligencia superior la mente racional y sus recursos curativos no son sino aprendices de brujos que a menudo complican más la situación que quieren arreglar. La Homeostasis es una gran inteligencia innata y universal, en la que no se puede escoger personas sobresalientes, pues todos los seres humanos disfrutamos por igual de ella. Esta inteligencia natural, que podemos llamar Conciencia, nos muestra con claridad que no existe separación entre sanos y enfermos, entre cuerdos y neuróticos, que existimos como personas pero no importa lo que somos, sino el sencillo hecho de ser. No reside solo en el cuerpo, no se limita al ser humano, ni a los seres vivos, abarca el reino mineral, organiza todo lo que existe, la realidad integral inseparable del universo, el orden subatómico y el cósmico. La Conciencia abarca y ordena las leyes físicas y las demás inteligencias mencionadas. Esta conciencia abarca a todos los entes de la naturaleza, desde los neutrinos hasta las galaxias y el mismo universo. Sería la conciencia-metaverso, que programa y ordena el universo, ajusta sus parámetros físicos hasta un extremo inexplicable, manteniendo su delicado equilibrio. El vacío, la materia y la mente son diferentes longitudes de onda complementarias, diferentes aspectos de un todo. La realidad acontece cuando la observamos, cuando emitimos nuestra vibración. En un sentido amplio, la homeostasis del campo kósmico ordena la información, el magnetismo, la electricidad, las ondas del campo, la materia y la energía oscura. Es la armonía intrínseca que une todo cuanto existe en una Entidad total, a modo de una inmensa orquesta de jazz, donde cada nota individual orienta sobre como deben ser las demás, y se integra coherentemente a la melodía infinita del Kosmos11. “El estado de conciencia absoluta es como una espada que corta pero no puede cortarse a sí misma; como un ojo que ve pero no puede verse a sí mismo”, Zenrin. El paradigma natural del conocimiento nos permite vislumbrar la naturaleza de la Conciencia, y saber que, aunque es un misterio, es la que genera las leyes de la física. Lejos del viejo simplismo del determinismo, de la seguridad, de la rigidez material y mental, este paradigma surge del conocimiento de la complejidad y la incertidumbre de la realidad. “La incertidumbre puede inspirarnos porque crea condiciones en las que debemos elegir. Nos brinda libertad y establece las condiciones necesarias para que 316

asumamos nuestra responsabilidad”, Zohar y Marshall. Al campo de energía que sostiene la existencia material Max Planck le llamó La Matrix. Es la que crea la armonía del kosmos, interior y exterior. Usando otros nombres conocidos, es Holoconciencia, Brhaman, ese-algo-más-grande, Reino de los cielos, Naturaleza, Misterio, etc. Las personas somos holones en el holograma universal, fluyendo (vibrando) y reequilibrándose, naciendo y muriendo sin cesar por dentro y por fuera. Estamos en conexión instantánea, con todas y cada una de las partículas del universo gracias a la deslocalización cuántica. Nuestra conciencia ordena (o desordena, si no es coherente) el mundo; como la orquesta ordena diversas personas, instrumentos, timbres y tonos, amansando las fieras; como el láser ordena la luz.

La comprensión integral de la vida. Vivimos en una sociedad de especialidades que divide y analiza para desentrañar los pequeños detalles del ser humano y de la vida; una sociedad que ha perdido de vista la comprensión global de la realidad y de las personas. La visión y abordaje integral de la vida trata de encontrar orden, coherencia, que preste atención a la esencia del ser humano y del mundo. Al hablar de los holones vimos que pueden emerger, auto-superarse, es decir, tienen cualidades que superan la suma de sus partes. Esta autotrascendencia es la que dota de conciencia a la naturaleza y al ser humano como parte de ella. Un conjunto de partículas, de átomos o de moléculas no hace un organismo inteligente, hay algo más que los organiza, la persona es mucho más que sus componentes. El azar no explica la organización universal, solo muestra lo que desconocemos de este orden. Ya vimos que Wilber distingue cuatro cuadrantes o formas de observar todos los holones (el pensamiento, la materia, la cultura y las estructuras sociales, desde dentro o desde fuera, individual o grupal). Omitir un solo cuadrante es cerrar los ojos a la realidad total, como el avestruz. Tanto la ciencia por un lado, como la filosofía y la religión, por otro, han dividido y mutilado el mundo, ocupándose unos de la materia y otros de la conciencia. El paradigma, la forma de mirar, es básica para conocer la realidad. La visión integral de la vida abarca todos los campos: la política, la economía, la biología, la física, la psicología, la educación, 317

etc., sirva como ejemplo el cuadro siguiente, que expone las diferencias entre el paradigma integral de la salud y el paradigma farmacosintomático, que es el ortodoxo y mayoritario actualmente. Materialista

PARADIGMAS DE LA SALUD Integral Objetivo:

Controlar parámetros. Erradicar síntomas. Evitar la enfermedad.

Aumentar la autoconciencia. Conocer el sentido de la vida. Sentir la vitalidad y disfrutarla cada momento. Centro de atención: La patología. La persona y la conciencia integral. La vida es una huida de la enfermedad. La vida es una afirmación de la vitalidadfelicidad. "Curador": El médico. La propia persona y la naturaleza. Sistema profesional: Vertical (médico ↓). Reticular (↔ persona ↔). Intervención sobre: Síntomas. La persona integral. Fomentar la armonía-salud. Estilo de vida. Crisis personales y conciencia humana. Aportación: Estudio, diagnóstico y Encontrar el sentido de la vida. tratamiento de la enfermedad. Potenciar y disfrutar de la vida-salud. Hallar sentido a la vida y a la muerte. Principio: Materialista, mecanicista. Físico, mental, energético, espiritual. Fuentes: Método empírico. SOI: Empirismo, conductismo, tecnología, Tecnología. Conductismo, hermenéutica, T. Sistemas, indeterminación cuántica. Corriente humanística. Concepción holista. Campo Kósmico, Energía, Naturaleza. Bases: Causa-efecto. Interconexión ondular del kosmos. Proceso-producto. Complementariedad de los opuestos. Estímulo-respuesta. Integración de las estructuras. Tecnología-producción. Interacción persona-medio. Métodos y protocolos. Procesos individualizados. Química. Cirugía. Distintos métodos diagnósticos y de tratamiento naturales (ortodoxos o no). Presencia consciente. Amor por la vida. Observa: La cantidad del producto. Las cualidades de las personas implicadas. Las respuestas del individuo. Relación terapeuta-paciente. Tecnología al servicio de La exploración del potencial humano. la producción. Tecnología al servicio de la calidad de vida.

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Ventajas: Útil como instrumento. Tecnología disponible. Procesos agudos. Subvencionado por el sistema público de salud actual. No soluciona las causas. Alta iatrogenia. Coste elevado. Deshumanización. Pasividad de la persona.

Implica a las personas, en su crecimiento. Precisa actuar, auto-responsabilizarse. Mantiene la salud evitando la enfermedad. Recoge lo útil de otros paradigmas. Barato. Fácil. No agresivo. Desventajas: Precisa esfuerzo y compromiso. Alta preparación previa. Sin subvención del sistema público actual. Pocos recursos para la alta tecnología.

La visión integral del Kosmos, no limita la investigación de la realidad a los métodos materialistas o cuantitativos, promueve el “Pluralismo metodológico integral”, que abarca las distintas metodologías que usa cada cuadrante. Esta metodología integral se denomina el Sistema Operativo Integral (SOI) y hace suyos los diversos métodos de investigación desarrollados hasta el momento (empirismo, fenomenología, hermenéutica, teoría de sistemas, etc.) haciéndolos sinérgicos, para generar un meta-paradigma que permite el conocimiento más completo posible. El SOI parte de que todos tienen razón, cambia el concepto ‘tu o yo’ por el de ‘ambos y lo que surja de su suma’. “No se trata de decir que paradigma está bien y cual no, sino de explicar qué tipo de Kosmos permite que todos esos paradigmas hayan aparecido”, A. Villar Martín. Principios del Pluralismo metodológico integral: 1. No exclusión: Un paradigma no excluye otros paradigmas legítimos. 2. Despliegue: La visión inclusiva y abarcante trasciende y comprende otras. 3. Enacción: Los fenómenos solo pueden ser observados en su nivel adecuado (“MacBeth existe, pero no para mi perro”; el ADN existe, pero solo para quien mire al microscopio; el nirvana existe, pero no para el nivel racional, etc.). La visión integral, en resumen, es Omni-Cuadrante y Omni-Nivel (OCON), usa todo de forma sinérgica; así el conocimiento que surge pasa a ser mayor que la suma de sus partes. En el funcionamiento integral, holográfico, del mundo y de la conciencia los cambios pueden ser repentinos y totales como lo eran las intuiciones de Mozart o Poincaré (también Newton, Einstein, etc.). En muchos de los avances científicos nos encontramos con cambios cualitativos más que graduales, intuitivos, más que racionales.

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Científicos físicos y metafísicos. La inteligencia espiritual incluye y supera la racional. Esto al menos es lo que parecen pensar reconocidos científicos. Los científicos que más materialistas podrían parecer, los físicos, tienen clara esta cuestión, empezando por quien suele ser considerado el mayor científico de la historia: Newton. Pero también los grandes físicos cuánticos del último siglo piensan como Platón que para conocer la naturaleza de la realidad no es suficiente la física, hay que recurrir también a la metafísica. La mente brillante y antidogmática de los pioneros de la Relatividad y de la Física Cuántica les llevó a escribir textos, en los que expresan sus ideas sobre la realidad; todos ellos comparten una exploración del mundo interior que les lleva a una visión mística del mundo, según documenta Wilber en su libro Cuestiones cuánticas. Plank, Einstein, Heisenberg, Schrödinger, Jeans, Pauli, o Eddington, creían que la naturaleza de la materia no niega la existencia del espíritu, sino todo lo contrario: la física y la mística, son diferentes niveles de realidad que se complementan. En cierta ocasión Santiago Ramón y Cajal estaba hablando sobre el alma. Un oyente le preguntó si en los numerosos cortes del cerebro que había realizado en su vida había encontrado alguna vez el alma. Ramón y Cajal respondió que no. Su interlocutor le espetó que eso era prueba de que el alma no existía, de que no estaba científicamente verificada. A lo cual Ramón y Cajal, tranquilamente, dijo: Tampoco he encontrado ningún pensamiento, ¿eso es para usted una prueba de que los pensamientos no existen?

“… Seguramente esa naturaleza nuestra, mental y espiritual, de la que tenemos conciencia a través de un íntimo contacto que trasciende los métodos de la física, nos proporciona justamente aquello que... reconocidamente la ciencia no nos puede dar.”, Eddington. Estos científicos creen que la física no puede probar ni rebatir la visión espiritual de la realidad, pues “...su auténtico campo está mucho más allá de cuanto puede quedar al alcance de la explicación científica”, Schrodinger. Lo que los científicos observan no es la realidad, sino fórmulas matemáticas que aspiran a interpretar ésta. Según Wilber “en la conciencia mística se aprehende directa e inmediatamente la Realidad, es decir sin ningún tipo de mediación, ni de elaboración simbólica, conceptualización o abstracción alguna. El sujeto y el objeto se unifican en un acto fuera del espacio y del tiempo, que trasciende todas las formas posibles de mediación”. También el físico actual Fred Alan Wolf dice: “Todo el universo es consciente; no existe absolutamente ninguna prueba que indique que 320

el mundo físico exista fuera de la conciencia”. Lo que se ve es lo que se busca. El observador ayuda a la realidad a expresarse. Nuestras percepciones dan lugar a nuestra realidad; nuestra identidad es una realidad construida. “Las partículas materiales aisladas son abstracciones, siendo sus propiedades definibles y observables solo a través de su interacción con otros sistemas”, N. Bohr. “La ciencia natural no describe la naturaleza simplemente; es parte de la interacción entre la naturaleza y nosotros mismos, es decir, en el final está siempre la conciencia del observador”, Heisenberg. El conocimiento científico mediante ecuaciones e hipótesis intenta explicar racionalmente qué sabor tiene la manzana, de dónde procede el sabor, si sabe igual para todos quienes la prueban, etc.; el conocimiento espiritual vive la realidad: saborea la manzana, se hace consciente de ella. La ciencia elabora hipótesis sobre fenómenos, la espiritualidad vive los fenómenos desde dentro. “...nunca podemos comprender lo que sucede, sino que debemos limitamos a describir las pautas de comportamiento en términos matemáticos; no podemos aspirar a otra cosa”, James Jeans. Las fórmulas matemáticas no se saborean, o como dicen los maestros zen, la palabra aire no se respira. Tanto la antigua física como la nueva estudian una ilusión (las sombras de la caverna de Platón), la antigua confundía la sombra con la realidad, la nueva física ha dado un paso de gigante, se ha dado cuenta de esta confusión: que la sombra no es la realidad sino una ilusión. “… el mayor logro de la física del siglo veinte… es el reconocimiento generalizado de que todavía no estamos en contacto con la realidad última.... nuestros estudios no alcanzan nunca a ponernos en contacto con la realidad”, James Jeans. Tal vez esta impotencia para entender la realidad es la que hace que todos estos científicos se hayan adentrado en el conocimiento interior de la conciencia, en el mundo de lo místico. “En pocas palabras, la situación es como sigue: hemos tenido ocasión de aprender que la exploración del mundo exterior con los métodos de la ciencia física no nos lleva a encontrarnos con la realidad concreta, sino con un mundo de sombras y símbolos, por debajo de los cuales aquellos métodos no resultan ya adecuados para seguir penetrando. Con la sensación de que debe haber algo más detrás, volvemos a la conciencia humana como punto de partida, al único centro donde podríamos encontrar algo más y llegarlo a conocer...”, Eddington. 321

F. A. Wolf: “Según la interpretación habitual, o ‘de Copenhague’, de la física cuántica, entendemos que la materia no puede existir sin un observador de la materia. Esto nos conduce a que las cuatro cualidades de existencia (espacio, tiempo, materia y mente) son codependientes; todas surgen simultáneamente”. Schrodinger pensaba que el aumento de orden físico en la transmisión de energía es la cualidad diferencial de los seres vivos, que su metabolismo energético es vitalidad o pulsión de vida, una fuerza creativa que tiende a aumentar su complejidad y su orden. Esta pulsión energética es la que forma la espiral de la conciencia.

La espiral de la conciencia. “El impulso básico de la evolución es la profundidad creciente. Este es el impulso autotrascendente del Kosmos, ir más allá de donde estaba anteriormente…”, Wilber. Esto hace que tanto materia como pensamiento tiendan hacia su esencia energética. Así pues, la naturaleza evoluciona emergiendo progresivamente, tendiendo a mayor complejidad, diferenciación, integración, organización, autonomía relativa, sentido. Albert Scent-Giyorgyi denomina sintropía a esta tendencia hacia a la unidad y hacia un orden más elevado, una tendencia que considera fundamental en la Naturaleza. Cuanto mayor es la complejidad de un sistema, mayor es también su capacidad de autotranscendencia, tendiendo a la autosuperación permanente, al aumento de diversidad, de sentido, complejidad y unidad armónica. La sintropía, o neguentropía, contradice la 2ª Ley de la Termodinámica, la cual suponía que la naturaleza evoluciona hacia la entropía, hacia la dispersión y el desorden. Hasta hace unas décadas se creía que la neguentropía solo era propia de los seres vivos, pero la teoría de las estructuras disipativas y la teoría del caos, han mostrado que no es así12. Los cambios, las crisis, enfermedades y catástrofes son parte esencial del sistema, no accidentes pasajeros, cada cambio o crisis da paso a un orden superior emergente. Además de estar ordenado por cuadrantes, el Kosmos está ordenado por niveles, por estadios u olas evolutivas de desarrollo que expresan el potencial del ser humano, y muestran hasta dónde puede llegar el proceso de ser persona. A mayor nivel, mayor comprensión. El pleno desarrollo del potencial humano, la conciencia intrínseca, se produce por igual en los cuatro cuadrantes y los nueve niveles de 322

desarrollo. Ya vimos el baremo evolutivo que Maslow propone, hay otras diversas escalas del potencial humano y del desarrollo de la conciencia propuestas por: Piaget, Mahler, Loevinger, Aurobindo…, aunque no todas contemplan los niveles de segundo grado, o estados superiores. Aquí vamos a explicar los niveles que Wilber propone13, pues a mi entender son los que mayor grado de comprensión aportan; él los denomina La Espiral de la Conciencia, ya que cada nivel acaba en la situación anterior, pero vista desde más arriba, con más comprensión, conformando una espiral ascendente, no una circunferencia cerrada. La Espiral de la Conciencia tiene tres grandes niveles de desarrollo: pre-racional o pre-egoico (infancia), mental-racional o egoico (desde los siete años aproximadamente) y existencial o pos-racional (desde que se pregunta ¿quién soy yo?). El nivel racional supera e incluye el nivel pre-racional y el nivel existencial incluye y supera al racional. Las personas que están en el nivel pre-racional ni se plantean que puede existir el raciocinio, y las personas que están en el nivel racional creen que el nivel existencial es inferior, pues su comprensión no alcanza ese nivel. Esta creencia es predominante en la sociedad racional actual; también la mayoría de los científicos, aunque no los genios (según vamos viendo), creen que la razón es superior a la conciencia pos-racional o espiritual; al cometer este error fundamental, se quedan a medio camino del potencial total del ser humano. Cada uno de los tres grandes niveles tiene, a su vez, tres etapas evolutivas. Los estadios son niveles fluidos, solapados e interrelacionados y dan lugar a diversas redes y combinaciones. La evolución sería pues una progresión de los cuatro cuadrantes hacia estados mentales, biológicos y sociales de mayor complejidad y diversidad. Sería la creación de orden a partir del caos o de coherencia a partir de la espontaneidad. “La secuencia evolutiva realmente va desde la materia hasta el cuerpo y, desde éste, hasta la mente, el alma y el espíritu, trascendiendo e incluyendo cada vez mayor profundidad, mayor conciencia y mayor globalidad”, W. Jager14. ESPIRAL DE LA CONCIENCIA según Wilber. Niveles de primer grado: 1. Supervivencia básica: beige. Sensorio-físico indiferenciado: materia, sensación, percepción. Persona basada en los sentidos físicos, reflejos e instintos biológicos. “vivir es sobrevivir”. Arcaico, instintivo. Bebés, ancianos, enfermos de autismo y alzheimer, vagabundos. Población: 10%. Poder 1%. 2. Animista mágico: morado. Fantástico-emocional, sexo, sentidos. Representación mental primaria: imagen. Persona que cree (y teme) en poderes y seres

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misteriosos que deben ser aplacados (ritos…). Algunos indígenas, bandas urbanas, pueblos guerreros. Población 17%. Poder 5%. 3. Heroico-egocéntrico: rojo. Mente representativa de los símbolos y de los conceptos. Persona egocéntrica, individualista, competidora, dura, que teme y pisa a los débiles y a la naturaleza. Mentalidad de mercenarios, dictadores, algunas figuras de rock, competidores sociales. Población: 35%. Poder 28%. 4. Orden mítico: azul. Mente regla/rol, social: operaciones regladas, clasificadora. Identificación propia y ajena. Persona creyente en un ser superior que castiga el mal y premia las buenas obras y la vida recta. Rigurosa, autoritaria y/o sumisa, con sentido de culpa. Puritanismo, conformismo, fundamentalismo. Población: 26%. Poder 47%. 5. Científicismo: naranja. Mente reflexivo-formal: individualista, introspectiva, hipotéticodeductiva, autorreflexiva. Persona pragmática, autónoma, busca opciones y recursos para mejorar. La razón es su verdad. Materialismo, liberalismo, individualismo. Población 10%. Poder 13%. 6. Ecologismo sensible: verde. Mente visión-lógica, creativa: establece relaciones, integra conceptos. La mente personal superior. Persona autónoma y solidaria, participa en grupos, cuestiona la autoridad, busca consenso, comparte su vida, acepta a los demás, puede cambiar de opinión y adaptarse. Ecologistas, voluntarios de ONGs, humanitarios, feministas. Población: 1%, poder 5%. Niveles de segundo grado: 7. Integrador: Amarillo. Psíquico: inspiración interna directa, comprensión global superior al concepto-idea. Persona autónoma, solidaria, le gusta el cambio, la incertidumbre, la aventura; es flexible, busca y da amor, se integra fácilmente, defiende la diversidad, cuestiona la autoridad y a sí misma, busca sentido a la existencia. Población: 1%. Poder 1%. 8. Holismo global: turquesa. Sutil o mente intuitiva: arquetipos reales, sonidos e iluminaciones interiores, éxtasis. Persona equilibrada personal y socialmente. Espontánea y coherente. Concibe la sociedad y el universo como una unidad de diversidades interdependientes y en armonía. Es integrativo de todo cuanto existe, holístico, colaborador, interconectado. “Comprende” a los demás, ama a todos y a todo, ama la vida. Población; 0,…%.poder: 0,…%. 9. Causal y último: blanco. La identidad personal es reemplazada por la conciencia de unidad sin fronteras, absoluta omnipenetrante, única y todo. Espíritu. La acción es fruto de la no-acción espontánea. La materia, atraída por la naturaleza tiende hacia su esencia energética, lo que quiere decir que el espíritu, este último nivel, no es un nivel más, sino la esencia de todos los niveles de la conciencia “es el peldaño superior de la escalera y al mismo tiempo la esencia de que está hecha”. O dicho de otra forma: “el campo es la única realidad”, la materia (las sombras de la caverna) puede desaparecer, es una ilusión.

La Conciencia superior está al alcance de todos, pues “la esencia del espíritu no solo es fácil de conseguir, sino que es imposible de evitar”, Wilber. Supera los dogmas, las creencias limitadas, y propone al ser humano desarrollar su potencial desconocido para descubrir las elevadas cualidades de su identidad superior. La espiritualidad inherente, o conciencia profunda, se experimenta en la vida cotidiana: relaciones, trabajo, sexo, enfermedad, diversión, etc. No se debe confundir el estado de conciencia de unidad con los estados psíquicos milagrosos. Estos estados alterados de concien324

cia o experiencias psíquicas suprarracionales (euforia, sensación de conocimiento profundo, de superación del tiempo, pertenencia, adecuación, unidad, perfección de sí mismo y del universo) se dan en todos los estadios de evolución de la conciencia, pero su interpretación depende del nivel que la persona tiene en la Espiral de la Conciencia. Newton, Hitler, Einstein, Rasputín, Francisco de Asís, Juana de Arco, Juan de la Cruz, Buda, Charles Mason, Gandi, Ignacio de Loyola, muchos brujos, personas que entran en trance e infinidad de personas corrientes han vivido estas experiencias, pero cada cual le da una interpretación y una utilidad. La psiquiatría convencional y algunas escuelas psicológicas interpretan estos estados mentales como patológicos.

Religión. La religión (de religare, reunir) como espiritualidad interior, es la vivencia del alma que se re-une con todo cuanto existe, es una experiencia universal, transcultural, transtemporal, una experiencia que aporta paz interior; esta religión se puede denominar religión esotérica (interior, espiritual u oculta), surge y se desarrolla dentro de cada persona, religiosa o atea, y no depende de organizaciones religiosas ni normas exteriores. “Nunca me ha parecido posible rechazar el pensamiento religioso como parte de una fase superada de la conciencia de la humanidad, como algo a abandonar de ahora en adelante”, Heisenberg. Por otra parte están las religiones exotéricas, que surgen de ideologías, doctrinas y experiencias transmitidas por otros, no experimentadas personalmente, aunque sí asumidas como propias por ideología asimilada o por acto de fe ciega; estas religiones están basadas en normas, dogmas y creencias morales que intentan explicar lo que ocurre en el alma de las personas y que en su mayor parte no llegan a vislumbrar el sentido esencial de la palabra religión. Las frías normativas religiosas no alcanzan el verdadero sentido del surgimiento de la religión, no llegan a comprender a los grandes hombres a quienes adoran ciegamente; éstos, en general, son personas que han alcanzado el más alto nivel en la espiral de la conciencia (Krisna, Zoroastro, Lao Tse, Buda, Moshé, Jesucristo, Mohamed, Bahá’u’lláh, etc.) pero sus explicaciones, al no ser entendidas por la mayor parte de sus seguidores, desde la mente racional, se han convertido en teorías vacías e incompresibles. 325

Quienes recogieron sus palabras y quienes traducen los textos antiguos, muy a menudo, han desvirtuado su significado profundo. Un proverbio zen dice que “cuando el sabio señala la luna el necio se fija en el dedo”; las religiones exteriores suelen adorar al dedo. Algunas frases de Jesucristo que señalan a la Conciencia: “El reino de Dios está dentro de vosotros”15. Lo cual quiere decir: No busquéis lejos, mirad en vuestro interior, y con este sencillo paso entraréis en la mente superior (el cielo o reino de Dios). “Quien quiera poner a salvo su vida la perderá; más quien perdiera la vida por mi la salvará”. Es decir: quien quiera hacer lo mejor para sí mismo perderá su personalidad, su ego; y así ganará la Conciencia suprema. “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”16. Es decir: cambiad vuestra manera de mirar, de pensar, porque la mente superior, el estado de conciencia pura, está a vuestro alcance. “Dejad todo y seguidme”: Dejad la idea que tenéis de vosotros mismos, las creencias, los objetivos materiales, la ideología, los objetivos mentales… “y seguidme”: Seguid a la Conciencia, al Cristo que Yo soy (al ungido con el Espíritu), que todos y cada uno somos interiormente, no a la personalidad llamada Jesús. “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Rico tiene el significado de personalidad elaborada, que quiere lo que no tiene y teme perder lo que tiene, sus ideas, costumbres y pertenencias; todo lo que enriquece al ego. Para acceder a la Conciencia superior (el Padre) hay que dejar de enriquecer la personalidad, abandonar el ego (seamos ricos o pobres). “Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”. Para entrar en el estado de Conciencia superior hay que desprenderse de los implantes mentales que hemos ido adquiriendo en la vida y limpiar nuestra mente de prejuicios, ideologías y objetivos; es decir, volver a tener la inocencia de los niños, sin dejar de ser adultos. “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”, es decir: Yo como Conciencia pura (Padre), más allá de mi personalidad, les amo al observar que usan mal sus cualidades, su poder; que pudiendo generar dicha generan sufrimiento. “Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero”. Vida eterna no es un tiempo muy largo sino un momento sin tiempo (este momento, todo momento). Es conocer, ser consciente, fundirse en la Conciencia Superior. “El que tenga oídos que escuche, el que tenga ojos que vea”. Solo hay que vivir plenamente, hacerse consciente del cuerpo, de los sentidos, del momento presente. Así de cerca, así de fácil.

Las religiones exteriores suelen adorar a un dios lejano e inalcanzable, utilizado por sacerdotes ignorantes de lo que manejan, y que a veces usan para sus sueños de poder personal; consideran la materia algo impuro y el espíritu algo inalcanzable para quien no siga sus dogmas. Se basan, a menudo, en el miedo y las expectativas de sus fieles, lo que convierte la religión en formas dramáticas de creencias y esclavitud mental, contrarias a la espiritualidad libre y la paz interior. Estas religiones sociales, y el dios antropomórfico que adoran, no solo no unen sino que separan a las personas y a las culturas; y suelen 326

servir de justificación para los propósitos de la mente racional, del ego personal y de gran número de conflictos humanos. Esta constatación no pretende menospreciar a los creyentes; al contrario: hay que dejar claro que un gran número de religiosos (profesionales o no) están llenos de amor y buena voluntad, siendo a menudo su labor básica para la salud física e interior de las personas que les rodean. La falta de entendimiento ocurre porque los niveles inferiores de la espiral de la conciencia no llegan a comprender a los superiores, de ahí que la fe sea importante. Pero hay que tener cuidado con la fe; la fe no es un arma arrojadiza, ni una forma de arrastrar a las masas contra sus intereses, no es la creencia a ciegas de lo que cualquier líder social nos dice. La fe es una apertura mental para admitir que puede haber algo que rebasa nuestra mente ordinaria, manteniendo nuestro criterio, intuición y paz interior. La forma de superar los opuestos, ateísmo contra creenciareligiosa-ciega por un lado y materialismo contra espiritualidad por otro, es darse cuenta de que las versiones infantiles de la ciencia (positivista) y de la religión (exterior-antropomórfica) son anticuadas, se encuentran en un nivel de conocimiento que la humanidad ya ha superado. Que tanto la ciencia como la espiritualidad incluyen ciencia y conciencia, materia y espíritu.

Sabiduría perenne. El conocimiento básico transtemporal y transcultural, que A. Huxley llama filosofía perenne, es el resumen y la esencia de lo más profundo de las tradiciones culturales del mundo. Es aquello en lo que coinciden las grandes corrientes del pensamiento de todos los tiempos y lugares, lo cual hace que esté por encima de estas corrientes y sea patrimonio común de la humanidad. Podemos decir que hay tres principios básicos de la filosofía perenne: 1. El ser humano evoluciona a través de su conciencia y tiende a llegar a su identidad suprema. 2. El espíritu es el grado superior de esta evolución y al mismo tiempo, la esencia o energía de todo cuanto existe (el ser humano y su conciencia incluidos). 3. A medida que evolucionamos aumenta la satisfacción y la percepción de ser más completos, auténticos, de estar realizados. Esta sabiduría, limpia de polvo y paja (de la parafernalia innecesaria y de los aspectos locales o de época), y explicada con lenguaje sencillo, nos ayuda a encontrar el sentido interior de la existencia. 327

Todas las tradiciones espirituales tienen dentro de sí personas y corrientes que comprenden plenamente la naturaleza integral de la vida. Son el zen dentro del budismo, el vedanta-advaita dentro del hinduismo, el sufismo dentro del islamismo, el misticismo dentro del cristianismo, la cábala dentro del judaísmo, el taoísmo profundo y diversas formas chamánicas. Todas estas tradiciones dicen lo mismo, y a través de ellas todas las religiones. La religión interior también es seguida por personas no adscritas a ninguna religión exterior, como Pitágoras, Platón o Plotino en la antigüedad o como Osho, Ekart Tolle o Byron Katie en la actualidad. Algunos conceptos religiosos explicados desde la sabiduría perenne: El paraíso, el nirvana, las praderas de Manitu, es lo más parecido al concepto de campo que llena todo el universo espaciotemporal de conciencia y energía; No está fuera, ni en el futuro. Como decía Jesucristo, el cielo está aquí, ahora. El cielo es la Conciencia, ascender al cielo es cambiar de punto de vista, subir por la espiral de la conciencia hasta su último escalón, en el cual el individuo, la personalidad, desaparece en su esencia: la vibración de la Conciencia, única, kósmica. Ser bueno no es algo moral, es ser congruente entre lo que pienso, siento, digo y hago; ser sincero con uno mismo para ascender en esta espiral. El pecado no es algo indigno que hacemos o que hay en nuestra naturaleza interior, es el error de creer que la mente racional es nuestro nivel superior. Es basar nuestra vida y nuestras decisiones en la mente conceptual. Cuando tenemos como meta la mente racional, vivimos una vida ilusoria, muy inferior a lo que realmente somos. El Padre es la mente superior, la Conciencia kósmica. El Hijo es la personalidad, los holones individuales, todo y todos los que salen del Padre; todos somos hijos de Dios. El Espíritu Santo es la energía que lo llena todo, todos los campos cuánticos del universo, es la conciencia de esta energía. Los tres conceptos no son más que eso: conceptos. Es imposible separarlos. Alma es la energía-espíritu, presente en cada ser, la sustancia de la mente individual. Es la observación de lo que es, y a la vez la conciencia de que esta observación es algo supremo, de que no hay separación entre observador y observado, solo ser. Es la intención que dirige la energía de la atención. Es la c-alma esencial de ser consciente, la percepción y disfrute al mismo tiempo, la vitalidad primigenia que somos. Amar es fundirse con la naturaleza, darse cuenta, disfrutar de la belleza de todo cuanto existe, percibir la vida con la sensibilidad de los poetas. No es algo moral, no es una obligación; es agradecimiento y conciencia de que Vida nos abraza y acoge en su seno. Dios es la Conciencia de la Naturaleza, no un individuo con mucho poder, que nos juzga (y nos perdona o nos condena). Es un misterio que comprende el mar cósmico de la existencia. Es amor, la acción de amar cada detalle, cada momento; está dentro de cada ser. Es el sentirme parte gozosa de la vida, la unión de dentro-fuera, pasado-futuro, yo-tu.

La etapa superior de la evolución humana parece consistir en darse cuenta del vacío consciente, atemporal y aespacial, que hay cuando se sobrepasa la personalidad, “Cuerpo y mente abandonados”. Este conocimiento humano ancestral no etiqueta a las personas como buenas o malas, ni como superiores o inferiores, se limita a señalar el 328

potencial de la persona y los aspectos que podemos reforzar para obtener sabiduría, paz y felicidad. Nos enseña, como individuos y como grupos, a optimizar los recursos disponibles para ello. “El Profeta de Dios ha querido hacerte comprender que tú no eres tú, sino Él... Lo que quiero decir es que tú no eres, o posees tal o cual cualidad, que no existes y que no existirás jamás, ni por ti mismo, ni por Él, en Él o con Él. Tú no puedes cesar de ser, porque no eres. Tú eres Él y Él es tú, sin ninguna dependencia o causalidad. Si alcanzas a reconocer en tu existencia esta cualidad de la nada, entonces conoces a Dios, en otro caso, no”, Muhyi-d-din Ibn’Arabî17. La persona que tiene este conocimiento es capaz de entender las cualidades y problemas de cada etapa evolutiva, expresarse y gozar en todas y cada una de ellas, usar sus virtudes sin quedarse enganchado a ninguna. Es capaz, además, de trascenderlas con un entendimiento emergente que le permite sentirse unido a todas las personas de todos los estadios y la entidad integral que forma con ellas. Es decir, se da cuenta de lo que ocurre en cada nivel, pero sin identificarse con él. Esta sabiduría secular se ve, en la actualidad, reforzada por el conocimiento que aportan la ciencia y los métodos de investigación modernos. Según Ken Wilber, la ciencia contemplativa es la investigación personal, directa, experimental y verificable, de los niveles más elevados de la evolución de la conciencia. Aunque los datos y experimentos verificables los aportan los peritos expertos, como en otras ciencias, las prácticas son de conocimiento general, repetibles y compartibles.

Amor. Amar es complacerse en la contemplación de lo observado, disfrutar observando todo cuanto existe, disfrutar la vida tal como es; como ocurre con los enamorados que se deleitan observando al ser amado. Amar es empaparse de la vitalidad del universo, es felicidad que nutre nuestro campo energético, mente y cuerpo, posibilitando la paz y sabiduría interior. El amor es la fuerza más poderosa del mundo, la emoción fundamental, la coherencia de la conciencia, la armonía entre lo que somos y lo que nos rodea. El amor es poderoso, pero es socialmente y científicamente incorrecto. Ni en los círculos científicos, ni en los intelectuales se admite este concepto; ni siquiera esta palabra. Aunque 329

el miedo y la ignorancia no nos deje darnos cuenta de ello, amar es la fuerza más efectiva y más empleada en nuestra vida: autoestima, hijos, pareja, familia, amigos, belleza, arte, paisajes, empatía terapéutica, etc. Aunque nos avergüence reconocerlo el amor mueve el mundo. El amor es la pasión de vivir, energía en acción. Cuando la frenamos esta energía se vuelve contra nosotros, y en lugar sabios nos volvemos eruditos (llenos de conceptos y fórmulas que no entendemos); en lugar de libres, puritanos; en lugar de creativos, dogmáticos; en lugar de alegres, reprimidos; en lugar de espontáneos, metódicos. Las emociones sólo son perjudiciales cuando se temen. “Un día descubrí, para mi asombro, que si ayudaba a la gente a amarse a sí misma, a aceptarse tal como era, no hacía falta trabajar en sus problemas, pues prácticamente se obraba un milagro, todos los obstáculos, todo aquello que no marchaba bien parecía desvanecerse”… “No hacía pie en como lidiar con la enfermedad, sino en como aprender a aceptarse y amarse a uno mismo”…, L. Hay. Lo contrario del amor es el miedo, la emoción secundaria básica. Pero el temor o miedo no existe: igual que el frío es ausencia de calor, el miedo es sólo la ignorancia del amor. El temor genera: odio, preocupación, ansiedad, amargura, impaciencia, avaricia, crueldad, violencia, condena, etc. Cuando tememos se produce un desorden interior que se manifiesta emocional y físicamente. El miedo nos hace creer que somos diferentes a lo que nos rodea, que estamos indefensos ante un mundo peligroso. El miedo crea incoherencia ondular, desequilibrio; una realidad mental paralela, que genera procesos orgánicos de malestar. El miedo nos hace perder la libertad natural, y entonces hacemos justo lo que nos perjudica: competimos, analizamos las situaciones (dando excesivo protagonismo a la mente racional), nos ponemos nerviosos y actuamos a la defensiva, egoístamente, como víctimas. La ignorancia, la falta de conocimiento, el alejamiento de la naturaleza y la incoherencia nos conducen a la confrontación; creyendo que los demás, están contra nosotros, que el mundo es un campo de batalla. Odiar es tomar un veneno esperando que intoxique a la persona odiada. Perdonar es permanecer en nuestro centro, entender que todo está bien. “El perdón es un regalo que me hago a mí misma, al perdonar me libero”, Ana, una paciente. El miedo ayuda a crear la personalidad y a activar el estado de alerta en el cuerpo, pero el amor es más potente que el miedo, la paz que la violencia, la comprensión y la colaboración son más efectivas que la imposición y la lucha. Las personas, como los 330

pueblos, cuando cooperan entre sí tienen mejor calidad de vida que cuando hacen la guerra; en las empresas ocurre lo mismo, cuando el equipo se entiende la calidad del producto y el bienestar de las personas aumenta. “Amarás al prójimo como a ti mismo”, Jesucristo. Esta frase quiere decir que el primer paso de la excelencia personal consiste en que cada persona se ame así misma, se llene de bienestar y equilibrio interior; al hacerlo se da cuenta que ese amor tiende a expandirse de forma natural hacia el entorno. Amar es muy fácil: es enfocarnos en nuestra propia paz, en lo que nos da armonía. No hay que esperar a cambiar el mundo para disfrutar de la paz, sino disfrutar la paz que habita dentro de cada cual; y el mundo cambia. La paz ya está dentro de cada persona, no la busquemos en el futuro. Cuando estamos en paz y abrazamos la vida tal como es, funcionamos como una orquesta, cooperantes por naturaleza, nos comunicamos coherentemente, damos lo mejor de nosotros mismos. En caso contrario, si no nos amamos, la frase tiene efecto adverso: “¿Amar al prójimo como te amas a ti mismo?, pobre prójimo”, Millo. La cultura y la ciencia predominante actualmente todavía defiende el paradigma que explica la vida con las gafas del miedo: como una lucha por la supervivencia, contra la maldad, contra la ignorancia, contra los que no son como nosotros, contra la enfermedad, contra los virus; la lucha de unas células contra otras, los ‘genes egoistas’ o la disociación mente-cuerpo. Esto, aún sin buscarlo, potencia la guerra de géneros, la infelicidad familiar, las sociedades autoritarias, el victimismo, la competitividad y dominación económica, el racismo, o el cierre de fronteras. “Si tienes miedo el poder está en el miedo… entonces cambio de foco, corto la rama y retorno al amor… el miedo está en mi cabeza… a medida que me voy enfocando en el amor el miedo comienza a disolverse… porque no es real… necesitamos amar ese miedo, solo dar amor y luego comienza a perder su intensidad, se va”, Isha.

Despertar del sueño de la mente. Hay dos niveles de cambio. Uno es el que vimos al hablar de las creencias, emociones e imaginación, es el cambio superficial: cambiar una personalidad por otra, desenergizar la realidad ficticia desagradable, que nos hace sufrir, y crear una realidad ficticia 331

agradable (elegimos lo mejor que conocemos). El cambio profundo consiste en observar lo que surge en la conciencia y darse cuenta de que es ficticio; es sentir presencia permanente en el cambio constante de las circunstancias vitales. Se trata de cambiar la personalidad por la espontaneidad, por la conciencia absoluta, no una personalidad por otra. Elegimos no elegir, dejarnos mecer por la aventura de la incertidumbre, disfrutando de todo cuanto surja en la mente, en la realidad. La mente racional analiza, autocritica y rumia las ideas para solucionar el problema; las investigaciones muestran que esto empeora la situación. Lo que pensamos es secundario, el problema está en el mismo acto de pensar; es como querer apagar el fuego con gasolina. Lo fundamental es cuestionar los pensamientos y sentimientos. Observarlos como observamos un sueño una vez despiertos, sabiendo que no es real, darse cuenta del momento presente. “No hay prueba de la validez de un pensamiento que no sea otro pensamiento”, Byron Katie. No importa quien soy, quien pienso que soy, sino el hecho de ser. Ser consciente es lo que cambia la espiral indeseada del subconsciente y genera un programa llamado atención constante al presente. Mi identidad depende de mis pensamientos condicionados en el pasado. El mejor entrenamiento para potenciar la conciencia superior es acoger cada momento de la vida, cada forma del ahora, como si lo hubiera elegido, con agradecimiento y alegría. Celebrar la salud, la vitalidad natural; soltar el control, dejar que la vida surja sola, confiar en la inteligencia natural interior. Las personas solemos buscar el sentido de la vida, la felicidad, en el mundo material. Perseguimos el triunfo social, el dinero, el poder; trabajamos por conseguir bienestar en el futuro. Pero el futuro nunca llega, siempre hay algo que no conseguimos, algo inalcanzable que nos impide ser felices. Cuando nos damos cuenta de ello recurrimos al mundo espiritual (casi siempre en edades avanzadas); la gran mayoría de las personas aspiran al cielo, a la iluminación, al nirvana; en el futuro. Pero buscar la felicidad en el mundo espiritual es como buscarla en los bienes materiales, es perseguir una quimera que nunca alcanzamos; es trabajar para conseguir algo que creemos que no tenemos. Así que si no cambiamos la creencia, el punto de vista, por mucho que busquemos seguiremos creyendo que somos desdichados. “El hombre es infeliz porque no sabe que es feliz… Todo es bueno para los que saben que todo es bueno, pero mientras no sepan que es 332

bueno, será malo”, Dostoyevski (Los poseídos). El hecho de buscar en el futuro, material o espiritual, es el mayor enemigo de una vida armónica; es dejarnos engañar por ese cartel que exiben algunos comercios: “mañana se fia, hoy no”. Porque “el tiempo no es un medio para la salvación, sino un obstáculo para lograrla”... “Encuentro a Dios en el momento en que me doy cuenta de que no tengo que buscarlo”, Ekart Tollet. “La gran búsqueda es el principal enemigo de lo que es. Consolida la creencia de que Dios no se halla presente. Promete para el futuro, siempre futuro, lo que solo existe en el eterno ahora. Este juego interminable de hacernos buscar en otra parte nos impide darnos cuenta de donde nos encontramos ya”... “Cualquier estado de conciencia en que se pueda entrar no es el estado de conciencia absoluta, porque éste es atemporal, sin principio ni final. Esto significa que el estado de conciencia absoluta no se diferencia en nada de nuestro estado de conciencia ordinario o de ningún otro estado de conciencia que pudiésemos tener en este o cualquier otro momento”, Ken Wilber. La búsqueda espiritual es un engaño de la mente racional, o ego. El ego, el personaje que creo ser, el concepto que la mente racional tiene de mi mismo; es una fantasía que es bueno observar, y disfrutar, pero sin dejarse arrastrar. Ocurre como en los sueños: El personaje soñado busca solucionar sus problemas y dejar de sufrir, sin darse cuenta de que vive una ilusión, en el mundo onírico; hasta el mayor de sus problemas es irrisorio cuando la persona despierta y se da cuenta de que vivía en un sueño. El principal obstáculo para despertar o iluminarme es la idea que mi mente racional, mi personaje, tiene de mi mismo; yo no soy el personaje soñado sino el que sueña ese personaje. Por más que busque, me trabaje o medite, mientras no me de cuenta de quien soy seguiré sufriendo; mientras no sea consciente de que no soy el protagonista de la película, sino el director-actor que hay detrás, de que no soy la mente racional individual sino la conciencia kósmica, mientras no cambie la idea de mi mismo seguiré sufriendo. No se trata de cambiar de pensamiento, sino de cambiar de yo. “El sujeto y el objeto no son más que uno”, Schroedinger. La vida, cada momento, es un fin en sí misma. No tengo que curarme, ni hacerme más rico, más bueno o más sabio, sino darme cuenta de que mi personalidad es un sueño, y despertar. Aunque solucionar los problemas del personaje soñado no es el objetivo del despertar, es el método más efectivo, pues cuando despierto (cuando 333

cambio de yo) todo problema es trascendido (con o sin solución). “No existen las malas experiencias. Son sencillamente la creación de tu resistencia a lo que es”, Yogi Amrit Desal. Al darme cuenta que mi personaje mental es un sueño se produce la comprensión: El sufrimiento, la enfermedad y la muerte es la identificación con conceptos mentales. Si no hay identificación no existen ninguno de los tres. Disfrutar es siempre pensar que se disfruta. Sin embargo el ejemplo del soñador y del personaje soñado es limitado y paradójico. Nadie puede despertar, ni iluminarse, el personaje del sueño no puede despertar porque cuando despierta ya no es ese personaje, es otra entidad, un holón superior. Lo que viene a decir que yo (nadie) no puedo iluminarme, pues cuando hay iluminación no hay yo, la iluminación es la muerte del yo. Un ciego que deja de serlo valora lo maravilloso que es ver. Iluminarse es complacerse en el acto de ver, es disfrutar la maravilla de la vida en color. Esta maravilla la disfrutamos sin necesidad de haber estado ciego; el secreto es saber ver la maravilla, ahora. La mente superior (mente suprapersonal, despierta, iluminada) ya está en mi personaje; o mejor mi personaje está en ella, es sostenido por la mente que observa. Es el ruido de fondo que oímos sin fijarnos en él. Para despertar del sueño de la mente conceptual debo darme cuenta, saber que, debajo del personaje, ya soy la mente superior; sin creencias, sin conceptos; sólo sentirme ser, fundirme con lo que surge en la mente, ahora. La meditación es para la mente lo que la gimnasia es para el cuerpo, la mantiene en forma. Nos ayuda a estar presentes, a dar la bienvenida a lo que surge en la mente, a Ser uno con el kosmos. Meditar, ser consciente del momento, es observar el pensamiento racional, actuar sin pensar, con espontaneidad. Es volver a la esencia de ser, por encima de conceptos. Lo que en zen denominan pensar sin pensar, no pensar pensando. Pasar del pensamiento conceptual-racional al espontáneo es un salto cuántico, un salto tan importante para la mente como el que damos entre el pensamiento onírico (el pensamiento del personaje soñado) y el pensamiento del soñador, cuando ha despertado. En este sentido casi todos somos, casi todo el tiempo, onírico-neuróticos; nos creemos nuestras fantasías, nuestros sueños, el sueño de la personalidad. Meditar, es ser consciente de cada milagro de la existencia, sentir la vitalidad que existe por doquier, es emerger a una inteligencia superior, es despertar del sueño de la razón. 334

La meditación hay que sentirla, lo mismo que la palabra aire no se respira, la explicación de lo que es meditar no la explica. Krisnamurti decía que “siempre que haya un perceptor, lo que percibe es limitado y por lo tanto no es verdadero. La verdad solo existe cuando no hay ningún perceptor solo la percepción”. Meditar es una forma de experimentación científica, de conocerse uno mismo, es indagar y darse cuenta de qué es la realidad. Esta investigación introspectiva es la más importante de nuestra vida, pues nos lleva a conocer quien somos, a residir en el más alto potencial de nuestra mente y a gozar la vida, cada momento; ni más ni menos. Una vez sabido esto, hay que olvidar el concepto y la palabra meditar. Meditar es hacerlo. Sentir la vida, Sentirme Ser. Ahora. Algunas conclusiones de observadores de la Conciencia. El Tao que puede ser explicado no es el verdadero Tao, Lao Tse. No se puede alcanzar el Ser. Si se pudiese alcanzar significaría que no se encontraba aquí y ahora... Tu eres el Ser; ya lo eres, Ramana Mahaharshi. La dicha no se encuentra con esfuerzo y voluntad, sino con tranquilidad y abandono… No hacer nada. No forzar nada. No querer nada. Y todo se hace sólo, Lama Guendum Rimpoche. Cuando la mente devora, desaparece la Realidad; cuando la mente ayuna, aparece la Realidad, Balsekar. La liberación siempre ocurre en el momento que aceptas lo que es en el momento, Krisnamurti. Somos lo que pensamos. Con nuestros pensamientos hacemos el mundo, Buda. El todo es mente; el Universo es mental, Hermes Trimegisto. Amar es toda la Torá, Hillel. Para mí ya no hay Dios ni diablo, ni siquiera puedo distinguirlos. Todo mi ser se ha transformado en amor, Rabiya, mística sufí. El sufrimiento no es eficaz, en la mente clara no hay tristeza, Byron Katie. La iluminación es observación. Lo que observo es irrelevante, Ekhart Tolle. Chapotea y conviértete en el chapoteo. Haz lo que crees que te hace disfrutar y disfrútalo plenamente, Osho18. Mi amado, las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos…. Juan de la Cruz.

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La sublime sencillez de ser. La Conciencia es la vitalidad natural, cielo, Dios, equilibrio mental, silencio, vacío, plenitud. La mente especulativa es el sufrimiento artificial, el infierno. Los problemas, el sufrimiento, no se resuelven; se disuelven, trascendiendo la razón, despertando. Los problemas son ilusorios, conceptuales. Los problemas no son un problema, son aventura, incertidumbre, la chispa de la vida. Conozco la manzana degustándola, oliéndola, palpándola; no razonando su fórmula matemática: La inteligencia superior no consiste en comprender el misterio de la vida. Consiste en vivir consciente mente, sencilla mente. Sin comprensión todo se vuelve alegre y vigoroso. Sin pasado, sin objetivos. Sin nada que conseguir, todo se hace solo. Ya somos lo que podemos llegar a ser, como el patito feo. Sencilla vitalidad. Fluir, gozar, nadar el espacio, respirar el tiempo. Sencillamente ser el Ser. Ya estamos en el Edén: Cada risa es una flor, cada sensación la eternidad. Siento cada momento, cada color percibido, cada soplo de viento, cada gesto de emoción, cada sonido, cada olor, cada latido… Cada respiración es una iluminación… Este aliento. Este movimiento. Este. Este…

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A MODO DE EPILOGO.

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Las farolas languidecen. Por el este, los cirros arden.

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NOTAS. 1. ¿CIENCIA?, ¿QUÉ ES ESO? 1. Significativamente la epistemología no es una rama de la ciencia, sino de la filosofía. 2. La ciencia suele subdividirse en ciencia básica y ciencia aplicada, siendo esta última el empleo del conocimiento científico para satisfacer las necesidades humanas y al desarrollo tecnológico. Otra clasificación habitual es: ciencias formales o teóricas (lógica y matemática), ciencias naturales (astronomía, biología, física, química, geología, geografía), ciencias humanas, las que tienen al ser humano como objeto de estudio, en sus diferentes aspectos: ciencias de la salud (enfermería, psicología, medicina, nutrición, etc.), ciencias sociales (antropología, política, demografía, economía, historia, sociología, geografía humana), ciencias del pensamiento (filosofía, pedagogía, parapsicología, epistemología, …) 3. Fenomenología: forma de de conocimiento que estudia los fenómenos de la realidad considerando su existencia empírica, psíquica y física; al sujeto que observa y al objeto observado. Hermenéutica: forma de conocimiento que describe los principios y métodos para entender, explicar e interpretar los fenómenos. 4. Por ejemplo: ¿Por qué toma sal, aunque lo considera perjudicial para la salud? ¿Cómo tomó esa decisión? Dando respuesta a este tipo de cuestiones personales se pueden conocer aspectos fundamentales para el conocimiento científico de una enfermedad o su forma de curación, a los cuales no se puede acceder mediante la investigación cuantitativa. 5. El positivismo (o induccionismo) no da importancia a estos patrones indicadores. Los principales principios formales, además de las matemáticas, son: Simplicidad (o navaja de Occam): cuanto más fácil de explicar es una teoría, tiene más posibilidades de ser considerada científica. Abarcabilidad: la teoría que más fenómenos es capaz de explicar es más creíble. Encaje: es la capacidad de acoplarse o converger con otras teorías. Fertilidad: es la potencialidad para ser explicada mediante aplicaciones prácticas. Estabilidad: es la propiedad de permanecer vigente ante diferentes circunstancias. Causalidad: es la propiedad que relaciona una variable o factor con un efecto. Elegancia: expresa la belleza interior de una teoría y su armonía con el entorno teórico. 6. Hay teorías aceptadas con un solo caso: la existencia del positrón, teorizado por Paul Dirac, por ejemplo, fue aceptada con una única observación, la de Carl D. Anderson. 7. Por ejemplo, Michelson y Morley, refutaron la existencia del éter, energía electromagnética que, según Maxwell, llenaba el espacio; sin embargo, con posterioridad Einstein, afirmó que el espacio estaba lleno de vibración y Planck lo verificó experimentalmente 8. En el caso de la investigación cualitativa se parte del “solo se que no se nada” y se buscan las respuestas, subjetivas, en quienes viven la situación investigada.

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9. Esto puede sonar falso a quienes idealizan la ciencia y no conocen los pormenores de su funcionamiento, pero no a los físicos, que dividen a sus investigadores en dos clases: los físicos teóricos y los físicos experimentales. Los físicos experimentales suelen ser especialistas técnicos, pero los teóricos a menudo tienen una profunda base filosófica: Newton y Einstein son excelentes ejemplos. 10. Veamos algunos ejemplos. 1. Nicola Tesla, matemático y físico, es uno de los grandes inventores de la Historia. Desarrolló más de mil inventos; entre ellos, la corriente alterna, la bobina de Tesla, el motor eléctrico de inducción, la radio (aunque se le atribuya a Marconi, que por ello recibió el premio Nobel), las bujías o la lámpara fluorescente. Con su “Transmisor de Magnificación” demostró que se podía transmitir información y energía a largas distancias mediante ondas escalares longitudinales (no electromagnéticas), que se difunden a velocidad superior a la de la luz, sin cables de forma limpia y cuasigratuita. Esto es posible aprovechando las cualidades de alta conductibilidad de la ionosfera y la capacidad de transporte de las ondas de resonancia de Schumann. Construyó una torre-antena de telecomunicaciones inalámbricas (la Torre de Tesla situada en Long Island), que funcionó entre 1901 y 1917, generando iluminación sin alambres. Su proyecto de extender a todo el mundo este descubrimiento fue impedido por los magnates del aquel momento, que conseguían grandes beneficios llenando de cables todo el planeta. Fue ridiculizado, desprestigiado y arruinado. Sus notas técnicas y escritos científicos fueron confiscados y ocultados por el gobierno. 2. Moray, seguidor de Tesla, desarrolló semiconductores y transistores muy avanzados para los años 1930 e inventó un aparato de Energía Radiante, que extraía electricidad del campo circundante; al negarse a venderlo, fue amenazado, atacado en su laboratorio, que también fue saqueado. Sus convertidores producían energía eléctrica utilizable sin cables de alimentación eléctrica y sin contaminación. A la oficina de patentes no le importó que sus aparatos funcionaran, sino que, incapaz de entender la nueva energía los rechazó alegando que Moray no explicaba de dónde salía ésta. 3. Otros inventores no reconocidos: V. Schauberger, quien en los años 30-40 desarrolló un motor de implosión que no requiere combustible. Joseph Newman, en los años 1970 inventó diversos aparatos con motores magnéticos. Rory Johnson, también en los años 1970, inventó un motor magnético de fusión fría capaz de propulsar un camión durante 160.000 kilómetros con tan sólo 1 kilogramo de deuterio y galio. Paul Pantone, en 1983, inventó un carburador que funciona con 80 % de agua, y 20% de cualquier otro combustible, 300% más eficiente que un motor estándar y que, lejos de contaminar, emite oxígeno. David Porter, sí consiguió patentar un motor magnético permanente que gira creando electricidad. Troy Reed ha construido un automóvil de motor magnético que no necesita combustible ni enchufe, y genera más energía de la que consume. Eugene Mallowe, prestigioso profesor del Instituto Tecnológico de Massachussets, MIT, reunió pruebas firmes de que la fusión fría es viable, ilimitada y limpia; fue presionado por el Departamento de Energía para que lo dejara y asesinado en 2004, tras publicar un libro sobre el tema. Todos ellos han sufrido arrinconamiento, ridiculización o persecución y no han logrado que sus inventos sean aplicados. 11. Esta trascendencia de lenguaje también ocurre en razonamientos como el planteado por la anécdota del huevo de colón (el huevo si se puede poner de pie, solo hay que romperlo), en los buenos chistes o en los koanes de la tradición zen. 12. Durante miles de años creímos que la observación de que la tierra es plana y está inmóvil era algo incuestionable, hasta que se cambió la forma de mirar y se formularon las nuevas teorías que demostraron que es esférica y tiene dos tipos de movimientos veloces. La ciencia se basa en la observación, pero ello no significa, como dicen los positivistas, que la simple observación verifique y asegure las teorías

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científicas. Para llegar desde la evidencia selectiva hasta la generalización científica hay que dar un salto que no está apoyado por la lógica. David Hume, el empirista más conocido, afirmaba que la causalidad del método inductivo (que él usaba) no tiene justificación científica y es rutinario e irracional. “Buscar una justificación a la inducción es como llorar pidiendo la Luna”, Frank P. Ramsey. Esto ha sido constantemente comprobado a través de la historia, donde teorías apoyadas por fuertes evidencias (como el geocentrismo o la física newtoniana) han sido reemplazadas. La teoría de la gravedad de Newton, por su parte, no solo iba contra el método científico de su época, pues no podía ser probada por la evidencia, tal como se entendía entonces, sino que, además, se consideraba ininteligible. El propio Newton reconocía que no podía probarla. 13. Lakatos profundiza en el criterio falsacionista de Popper y es partidario de reconocer como científica una teoría si abre vías de investigación que sean capaces de predecir resultados. Defiende que una teoría no puede ser falsada por la observación ni por experimentos, sino por otra teoría mejor. Su falsacionismo refinado hace hincapié en las reglas de falsación y en el empirismo metodológico. Considera las evidencias que contradicen las afirmaciones centrales de una teoría, en principio, como anomalías, no falsaciones. Muchos científicos saben las anomalías en que caen, como Maxwell, que era consciente de que su teoría cinética de los gases “no podría posiblemente satisfacer la relación conocida entre los dos calores específicos de todos los gases”. Las anomalías sólo se convertirían en falsaciones si son reemplazadas por nuevas teorías que las expliquen. Por ejemplo, desde una perspectiva posteinsteiniana podemos decir que la órbita de Mercurio hace falsa la teoría newtoniana, mientras que en el siglo XIX era simplemente un fenómeno que no encajaba en la teoría (una anomalía). 14. Paul Feyerabend, Adiós a la Razón, 1987. 15. Por ejemplo: “Una teoría es buena si resulta ingeniosa, si describe toda una clase de observaciones y si predice los resultados de otras nuevas. Más allá de eso no tiene sentido preguntarse si se corresponde con la realidad, porque no sabemos, con independencia de una teoría, qué es la realidad... De nada sirve apelar a la realidad porque carecemos de un concepto de realidad independiente de un modelo. La creencia tácita en una realidad independiente de un modelo constituye, en mi opinión, la razón subyacente de las dificultades con que tropiezan los filósofos de la ciencia respecto de la mecánica cuántica y del principio de indeterminación”, Stephen Hawking. 16. La PBE afirma ser el “uso consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia actual para la toma decisiones sobre el cuidado de los pacientes”. Y pretende seguir una estrategia sistemática para detectar y valorar artículos, revisiones y metaanálisis clínicos, encontrar los más adecuados y aplicarlos en la práctica clínica. Sigue un procedimiento basado en cuatro pasos: 1. Preguntar sobre un problema clínico. 2. Hallar las mejores evidencias disponibles. 3. Valorar su utilidad y 4. Ponerlo en práctica. La PBE es una metodología (protocolos clínicos, métodos estandarizados, ensayos aleatorios, revisiones permanentes…) que persigue la efectividad y la eficiencia. Sin embargo no ha demostrado que mejore los resultados de la atención, ni parece que lo pueda hacer. 17. Por ejemplo, la investigación de Framingham (base de la teoría del colesterol como causa de las enfermedades cardiocirculatorias) interpreta que la covariación del colesterol alto y ciertos problemas del corazón (no encontrada en todos los países) indica que estos problemas son causados por aquellos niveles altos. Aún dando por sentado que hay una evidencia, ésta no es más compatible con la hipótesis inductiva (esta relación se mantiene en todos los lugares y tiempos), que con la hipótesis contrainductiva (la relación se mantiene en esos países pero es de signo contrario en otros países y en otros momentos…).

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2. CIENCIA EN EL TERCER MILENIO. 1. Los atractores pueden ser puntuales (sistemas estables), periódicos (sistemas oscilantes regulares) o extraños (sistemas caóticos). Los atractores extraños nos han mostrado que un aparente proceso al azar, con muchas variables, puede contener un alto nivel de orden, diferenciando así en sentido científico el término caótico del término aleatorio. “El comportamiento caótico es determinista y pautado y los atractores extraños nos ayudan a transformar los datos aparentemente aleatorios en claras formas visibles”, Fitjof Capra 1996. 2. Kosmos, con 'K' se refiere a todo lo que existe en los cuatro cuadrantes, no sólo en el cosmos físico. 3. “Sistema es un conjunto de elementos interrelacionados”, Bertalanffy, “un todo que está compuesto de muchas partes. Un conjunto de atributos”, Cherry, “conjunto de partes que trabajan para lograr un objetivo común”, Forrester. 4. Citado por Fitjof Capra, 1996, El Punto Crucial. 5. Un bit, la forma más elemental de obtener información, de recoger datos, sólo tiene valor cero o valor uno. Las secuencias de bits, como por ejemplo 0-1-0-1-1-10-0, pueden darnos información de cualquier aspecto de la realidad: números, letras, fórmulas, procedimientos, imágenes, cosas o situaciones de lo más variadas. Cualquier información puede ser transmitida con cadenas de bits. Con esta premisa funcionan los ordenadores. 6. Esto nos recuerda la regla primera de la física cuántica de John Weeler: “No hay realidad sin una percepción de la realidad”. La realidad es lo que creemos que es. 7. “Control y comunicación en el animal y en la máquina”, Wiener. 8. Entre los que figuraban Norbert Wiener, Jhon von Neumann, Gregory Bateson, Claude Shannon, Margaret mead o Warren McCulloch. 9. Ilya Prigogine es creador de la Teoría de las Estructuras Disipativas y premio Nobel de Química en 1977. Se le considera el padre de la Teoría del Caos, o Teoría de los Sistemas Dinámicos No Lineales. “El caos posibilita la vida y la inteligencia. El cerebro ha sido seleccionado para volverse tan inestable que el menor efecto puede conducir a la formación de orden”. También cuestionó la teoría del Big Bang como inicio del universo. 10. Albert Szent-Giyörgyi, descubridor de la vitamina C y premio Nobel de fisiología y medicina en 1937. 11. También se puede ver así: Entropía es el aumento de la incertidumbre, de los estados posibles en los que puede estar un sistema. Este aumento se produce cuando no hay conciencia u observador que elija, es decir, cuando todas las posibilidades de concretar la información (de localización de la partícula) son igualmente posibles. La información en sí no aporta orden, sino posibilidades; lo que ordena los sistemas es la manipulación del observador, la información organizada previamente que éste aporta. Todo esto se verá con más detalle en otros capítulos. 12. La Teoría de Catástrofes de Thom, 1968, es una teoría matemática destinada a medir sistemas dinámicos complejos y compararlos con otros sistemas complejos diferentes. Son ejemplos de catástrofes la explosión de un globo, la congelación del agua, el hundimiento de la bolsa, las revoluciones, etc. La teoría de las catástrofes ha sido aplicada en psicología, biología, sociología, etología, ecología, lingüística, economía y política. 13. Lotfi A. Zadeh, 1975, se saltó el requerimiento de exactitud en el razonamiento matemático proponiendo la lógica imprecisa, o borrosa, y las demostraciones aproximadas. Junto a Bart Kosko, que formuló un teorema matemático para calcular la entropía de los sistemas, dieron a conocer la lógica borrosa (fuzzy logic) como la teoría de las máquinas inteligentes que actualmente se aplica para el control de

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subsistemas y procesos industriales complejos, en la electrónica de entretenimiento y hogar, sistemas de diagnóstico y otros sistemas expertos. La lógica Borrosa puede calcular, por ejemplo, la claridad que entra en una cámara fotográfica; para ello mide y compara la luz actual con un rango de claridad habitual registrada o con el grado de claridad preprogramado, y corrige la velocidad del obturador o la apertura del diafragma. La comparación se realiza entre una circunstancia de entrada (“si…”) y su consecuencia de salida (“…entonces”): si hay demasiada luz, entonces contrae el diafragma. La difusión trata de aplicar nuestro lenguaje, al mundo que observamos, el cual está constituido por una variada gama de posibilidades (de resultados hallados en la medición). Existen infinitas posibilidades entre los conceptos de soleado, nublado u oscuro, la realidad es fluctuante, imprecisa, está conformada por infinitas posibilidades intermedias, no necesariamente por los dos extremos. A través de parámetros matemáticos, procesados por computadores, humaniza el empleo de máquinas traduciendo el lenguaje ordinario, subjetivo y poco preciso (sol-sombra, bueno-malo, rápido-lento, mucho-poco, frío-calor, etc.). Todo ello con precisión y rapidez. Cada vez más electrodomésticos, y otras máquinas, incorporan el logotipo Fuzzy Logic, como señal de ser económicos y fácilmente manejables. En las nuevas tecnologías, los artículos que no aplican la lógica difusa se están quedando desfasados, Japón lleva la delantera a Europa y USA. Su aplicación es muy amplia: sistemas de control de datos multivaluados, informática, control de procesos industriales complejos, reconocimiento de imágenes o escritura, sistemas de decisión, cámaras digitales, aire acondicionado, electrodomésticos, etc. “La NASA, por ejemplo, emplea la lógica borrosa para el complejo proceso de maniobras de acoplamiento, apuntando a lo que se conoce hoy como Sistemas Expertos o Agentes Inteligentes, a redes Neuronales Artificiales y los Algoritmos Genéticos”, De La Herrán Gascón. 14. La Proporción Áurea es el nombre más usado en la actualidad, pero también se la denomina la Sección Dorada, como la llamaban en la Grecia clásica o la Divina Proporción, como lo hacían en el renacimiento, debido a la obra del mismo nombre de Luca Pacioli. La proporción áurea parece poseer unas cualidades que la hacen armónica y atractiva estéticamente, por lo que ha sido usada en muchas obras de arte de arquitectura, pintura, escultura y música, para armonizar sus elementos (las pirámides de Giza, las esculturas de Fidias, el Partenón, obras de de Leonardo Da Vinci -como el Hombre de Vitrubio, la Gioconda o la Última Cena-, obras de Durero -quien desarrolló un método para usarla-), etc. 15. Phi o fi es el nombre de la letra F en griego: Φ. Tiene este nombre en recuerdo del escultor griego Fidias (siglo IV a. C.) quien lo usaba constantemente en sus esculturas. 16. Pi (л) es el cociente de la longitud de una circunferencia entre su diámetro. 17. La razón aritmética es la suma de dos números, dividida entre 2 (a = (b+c)/2); la razón aritmética de 1 y 9 es 5: (1+9)/2=5. La razón geométrica, basada en múltiplos comunes, es la raíz cuadrada de un número por el otro (a=√b.c); la razón geométrica de 1 y 9 es 3: (√9).1=3. 18. Euclides, siglo IV a. C. describió en su obra Elementos cómo crear estas espirales a partir de un cuadrado regular. 19. La dimensión de un punto es cero, la de una línea recta es uno: largo; la de una superficie lisa dos: largo y ancho; la de un cuerpo regular tres: largo, ancho y alto. Los fractales tienen dimensiones intermedias (de cero a uno, de uno a dos y de dos a tres. Una línea con pliegues puede tener una dimensión fractal de 1,2, otra más rizada 1,5. El número uno expresa que el observable es una recta y la fracción expresa la

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intensidad de sus arrugas, las cuales a medida que se acercan a dos se van acercando a ser una superficie. 20. Stephen C. Pepper. Hipótesis del Mundo: Un Estudio en Evidencia, 1942. 21. Gary E. Schwartz y Linda G. Russek. El desafío de una medicina: Teorías de la Salud y ocho Hipótesis del Mundo. 1997. (The challenge of one medicine: Theories of health and eight "world hypotheses." Advances: The Journal of Mind-Body Health 13 (3), 7-23). 3. EL MISTERIOSO UNIVERSO. 1. Aunque suele ser atribuido a Hiparco o Hypatia. 2. Hypatia de Alejandría, comentarios al libro III del Almagesto. 3. Copérnico. Su obra De revolutionibus orbium coelestium (sobre el movimiento de las esferas celestes) es de 1543. 4. Los conceptos principales de la física newtoniana del mundo se complicaron por el desarrollo de la teoría de la relatividad y el de la física subatómica: La noción de espacio y tiempo absolutos, las partículas sólidas elementales, la naturaleza estrictamente causal de los fenómenos físicos y el ideal de una descripción objetiva de la naturaleza. Esta teoría fue formulada por Einstein, y posteriormente confirmada experimentalmente, al comprobar que la luz, que no tiene masa, también se ve afectada por la gravedad. La teoría de la relatividad, que a Einstein le gustaba denominar teoría de la invarianza, mantiene que independientemente de nuestro punto de observación y de nuestra velocidad, el intervalo existente entre un suceso y nosotros es constante (invariante). Aunque las medidas espaciales y temporales resulten diferentes las leyes naturales están por encima de la visión de los fenómenos físicos particulares. Cada entidad del universo tiene un espacio-tiempo, un dinamismo, diferente. 5. Por ejemplo: el triángulo que forman dos meridianos terrestres con el segmento del ecuador comprendida entre ellos suma más de 180º, es decir: 90º por cada meridiano, al ser perpendiculares al ecuador, suman 180º; a los que hay que añadir el ángulo formado en un polo terrestre. 6. El descubrimiento del espectroscopio, un instrumento óptico que sirve para analizar la descomposición de la luz que emiten los cuerpos luminosos, fue fundamental en astronomía. La espectroscopia descubrió que cada elemento químico emite y absorbe luz a una frecuencia determinada, que le caracteriza. Así se comprobó que existen los mismos elementos químicos tanto en la Tierra como en el resto del Universo. Las ondas electromagnéticas que emiten los cuerpos espaciales nos permiten la lectura de su información desde la Tierra. Por ejemplo la temperatura, el tipo de ionización, el estado físico de la materia, la composición química, la presión de la fuente emisora, o la influencia de algún campo magnético o eléctrico. Las ondas, además, informan si el cuerpo luminoso y la Tierra se acercan o se alejan entre sí y la velocidad relativa a la que lo hacen (efecto Doppler-Fizeau). 7. En teoría el proceso puede producirse a la inversa, creando las partículas a partir de la energía pura. Esto parecía reforzar la teoría del Big Bang. En 1932 C. D. Anderson (Nobel en 1936) descubrió el positrón y corroboró en el laboratorio (en una cámara de niebla) la teoría de Dirac, la existencia de la antimateria. Los aceleradores de partículas actuales son capaces de crear materia y antimateria a partir de un haz de energía (un fotón de luz, el cual no tiene carga eléctrica). Lo cual viene a ser un BigBang a escala subatómica. 8. Aunque la comunidad científica del momento rechazó esta teoría, actualmente está plenamente aceptada.

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9. Según datos que el satélite WMAP recogió en 2006. 10. Las partículas exóticas son partículas que, de momento, existen sólo en teoría, los neutrinos, que sí han sido observados en explosiones atómicas, pueden traspasar la materia sólida, por lo que su medición resulta problemática. La denominación WIMP se aplica a unas partículas que interactúan débilmente. 11. La energía oscura (denominada así por M. Turner) ocuparía, hipotéticamente, todo el espacio, produciendo una fuerza gravitacional separadora. Hay dos hipótesis sobre esta energía: una es la constante cosmológica (estática, ¡parecida a la constante cosmológica de Einstein!) y la otra es la quintaesencia (dinámica). Algunos modelos extremos de quintaesencia creen que la aceleración de expansión puede ser muy alta y destruir el cosmos en unos 20.000 millones de años, mediante la llamada Expansión eterna o Gran Desgarro (Big-Rip). La investigación actual pretende comprobar cual de estas dos hipótesis es más acertada midiendo la velocidad de expansión del universo. La teoría de la constante cosmológica de la energía oscura propone que la energía esencial del vacío, que conocemos como radiación cósmica de fondo de microondas (y que es uniforme en miles de millones de años luz, en cualquier dirección del espacio) debe ser observada como una vibración previa a la formación de materia (cuya atracción gravitatoria contrarresta). La materia surgiría de estas partículas virtuales al aumentar su frecuencia ondulatoria. 12. Estimada en 5 x 10-26 g/cm3. 13. La constante de Hubble dice que la tasa de expansión es igual a la velocidad con que una galaxia se aleja de un observador, entre la distancia que hay entre ambos. Las últimas mediciones realizadas con el telescopio espacial Hubble informaron que la velocidad de expansión se hallaría en torno a los 70Km/ segundo por millón de años luz. El estudio, en 1998, de las supernovas (explosión final de algunas estrellas) de galaxias muy distantes, especialmente las llamadas velas o candelas, indica que éstas se alejan de nosotros, pues producen un desplazamiento al rojo en el espectro luminoso, por el efecto Doppler (el cual viene a decir que cuando un emisor de luz o sonido se aleja del observador, la frecuencia ondulatoria que éste percibe es menor, y la longitud de onda se alarga; el sonido se hace más grave y la luz produce un desplazamiento hacia el rojo -hacia el azul, si el objeto radiante se acerca-). Esto provoca que la constante de Hubble no sea constante, por lo que el universo parece expandirse a más velocidad de lo que estudios anteriores preveían. 14. Como el espacio está lleno de partículas virtuales (en constante oscilación y por tan breve duración que su medición llega a ser imposible) algunos teóricos piensan que su energía determina la constante cosmológica positiva, la cual mantiene la expansión acelerada, aunque moderadamente, en su punto exacto. El primero en defender esta posibilidad, en los años setenta, fue Yakov Zeldovich. 15. Según Thomas Kuhn, como ya hemos visto, las anomalías son observaciones que no se ajustan a la teoría, se van acumulando y van siendo estudiadas dentro de la misma teoría, con el fin de hacerlas encajar. Son preguntas sin respuesta. Estas incongruencias, llamadas anomalías, constituyen la base de la investigación científica. Dejan de ser anomalías cuando es formulada una hipótesis que explica esos fenómenos de forma lógica, sencilla, innovadora y coherente, superando la explicación del paradigma anterior. Pasando, lo que se consideraba hipótesis o fábula, a ser considerado una teoría científica válida. Se produce así la revolución científica. 4. EL SUBMUNDO MÁGICO. 1. Las bases de la mecánica cuántica son, fundamentalmente, cuatro: 1. La cuantización de la energía. 2. La dependencia del contexto del cuanto respecto al

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observador; el objeto observado y el instrumento que observa son inseparables. 3. Las correlaciones no-locales (paradoja EPR). 4. El carácter probabilístico-estadístico (no determinista, ni individual) de la función onda. 2. Desarrolló la famosa ecuación de Planck, E=hv. Es decir, que la energía de un cuanto es el resultado de multiplicar la frecuencia ‘v’ por una constante ‘h’, cercana a cero, denominada constante de Planck. 3. El desarrollo de las células fotoeléctricas es una aplicación práctica de éste efecto. 4. Este experimento se realiza con un emisor de corriente de fotones, delante del cual se coloca un obstáculo con dos cortes o aperturas por las que los fotones pueden pasar, a continuación del obstáculo se coloca un dispositivo que detecta, observa, los fotones cuando llegan a él, después de atravesar los cortes; este dispositivo puede ser de dos tipos: unos tubos foto-multiplicadores, que mide partículas individuales, o una pantalla de interferencia, que mide ondas. El observador, o la forma de medir, es el que decide si hay partículas u ondas. 5. La interpretación de Copenhague (propuesta por Heisenberg y Bohr y la más respaldada por los físicos cuánticos) interpreta que el colapso de la función onda es consecuencia de la observación consciente. Esto otorga una importancia fundamental a la conciencia. El holón observador y el holón observado son inseparables. 6. La fuerza más intensa es la nuclear fuerte, que une los quarks formando neutrones y protones, y une éstos para formar el núcleo; sus partículas de intercambio son los gluones. La fuerza electromagnética es la fuerza eléctrica de las partículas; sus partículas son los fotones. La fuerza de gravedad une las partículas con masa, incluso a largas distancias; sus partículas, teóricas, serían los gravitones. La fuerza nuclear débil repele electrones, neutrinos y quarks posibilitando su separación; sus partículas son los bosones W y Z. Valores relativos de estas fuerzas: interacción gravitatoria 10-9, interacción débil 10-12, interacción electromagnética 10-2, interacción fuerte 1. 7. Se basa en el descubrimiento, por accidente, en 1968, de Gabriel Veneciano y Mahiko Zusuki, que buscaban, cada uno por su lado, funciones matemáticas para describir la energía de interacción fuerte entre partículas. Descubrieron que la Función Beta Euler, escrita en el siglo XVIII, por el físico y matemático alemán Leonard Euler, era capaz de describir gran parte de las propiedades e interacciones de las partículas elementales. En 1995 el matemático Edward Witten demostró que tanto las cinco teorías iniciales como la teoría de la supergravedad en once dimensiones eran parte de la Teoría M (de misterio, magia o matriz), la cual parece ser más que la suma de las partes. 8. Según las teorías sobre el método científico de Feyerabend y Lakatos la teoría de cuerdas no debiera ser cuestionada. Como ocurre con algunas teorías y disciplinas que, por esencia, no puedan ser falsadas (como las ciencias sociales), todos estos aspectos teóricos y experimentales han resultado no ser decisivos para considerar científica la teoría de cuerdas. Como defiende Feyerabend: son los científicos quienes determinan lo que es científico, no los métodos científicos. 9. En 1998 Chuang y su equipo montaron el primer ordenador cuántico, de 1 qubit, en la Universidad de California; posteriormente, junto con Almaden, usaron computadoras de 3 y 5 qubits. Los procedimientos matemáticos, o algoritmos, utilizados hasta ahora son los de Grover y de Shor. La computadora cuántica está basada en las interacciones, ya vistas, del mundo subatómico y en códigos probabilísticas. Los principales problemas para su desarrollo son la decoherencia (errores derivados de la influencia de los campos energéticos del entorno), la escalabilidad (la corrección de errores conlleva un incremento actualmente inmanejable de qubits), el insuficiente desarrollo de algoritmos matemáticos.

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10. Esto también tiene su explicación experimental: los cuantos se muestran comunicativos; al medir uno de ellos los demás cuantos del sistema se hacen reales también, se materializan. Esto ocurre aunque solo se planifique el experimento, sin concluirlo. 5. EL MAR KÓSMICO. 1. Llamado por distintas tradiciones culturales vis, ki, prana, energía, etc. 2. Este es un error frecuente entre los científicos materialistas: consideran la ausencia de pruebas de su existencia como prueba de su no existencia. 3. El espín es una rotación sobre el eje de la partícula; el del electrón por ejemplo tiene dos valores, dos giros en distintas direcciones sobre el mismo eje. En el espín, como en un imán, el cambio intencionado de un polo (la medición) determina instantáneamente la dirección del otro. El espín muestra tendencia -no seguridad- a existir en un determinado lugar y a girar alrededor de determinados ejes. El acto de medición del eje da a la rotación una determinada dirección. 4. Así lo demuestran los ya famosos experimentos que se llevaron a cabo en el año 2004: Dos equipos de físicos experimentales, uno en el Nacional Institute of Standard, en Colorado y otro en la Universidad de Innsbruck, en Austria, se pusieron de acuerdo para teletransportar el estado cuántico de átomos enteros, transmitiendo los bits cuánticos (qubits) que definen átomos. La medida de un par iones emparejados, A y B, junto con un tercer ión, P, in-formaba el estado de este último en el otro gemelo. El proceso destruye el estado cuántico superpuesto de A y lo recrea en P, recreando la fantasía de la ciencia ficción de transmitir cuerpos entre lugares distantes, instantáneamente. En la última década, científicos daneses y alemanes han conseguido teletransportar objetos de millones de partículas, utilizando luz y materia (la primera lleva la información y la otra sirve de contenedor para la misma). 5. Estas investigaciones han puesto las bases para una nueva generación de ordenadores cuánticos súper rápidos, en los que se investiga intensamente. 6. Los experimentos muestran que dos fotones de dos láseres separados, lanzados a través de dos cortes en diferentes momentos, son detectados por el aparato como si hubieran sido lanzados al mismo tiempo. Solo un fotón puede impactar en la pantalla de detección en cada momento, pero experimentalmente queda confirmado que la interferencia en la pantalla indica que ambos, el impacto ondulatorio del primer fotón y el del segundo fotón, se presentan juntos. Este fenómeno, es teóricamente imposible, y solo puede ser explicado admitiendo que la interconexión de ambos fotones ha superado la dimensión del tiempo y los ha hecho aparecer simultáneamente. 7. En sus estudios del cuerpo negro, previos a descubrirse la cuantización de la energía. 8. Cero grados Kelvin o cero absoluto (-273,16º C). Según la teoría cuántica, los electrones atraviesan un cristal a cero grados Kelvin como si fuera el vacío, sin dispersarse, como si conocieran las opciones sobre las posibilidades existentes en el espacio-tiempo. Cuando la temperatura aumenta surgen las alteraciones que dispersan los electrones. 9. El helio enfriado a 4,2º Kelvin, pasa de ser gas a ser un líquido 800 veces más denso, y a 2,17º K se hace superfluido (sin fricción, ni resistencia a que los objetos lo atraviesen). 10. Phiysical Review. 1994. 11. Algunos ejemplos de estos aparatos son: Los motores de imanes que giran sobre un eje, basados inicialmente en un descubrimiento de Faraday, son los más abundantes (Newman, Villaseñor, Richardson, Pasichinsinkyj, Perendev, Trombly, Kahn, etc.); solo precisan una mínima energía de arranque y cambiar las piezas que se desgastan, generando a cambio una permanente y potente energía. La máquina de

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fraccionamiento, llamada Thesta Distatica o máquina testátika, construida por Paul Baumann, que desde 1980 dota de energía ilimitada a la comunidad religiosa de Methernitha, cerca de Linden, Suiza, y funciona sin combustible ni cables, según han comprobado numerosos expertos. El motor de agua de electrolisis supereficiente, desarrollado por Stanley Meyers (empleado de la NASA e inventor del año en 1993), que apenas requiere energía. El diminuto dispositivo de fusión fría desarrollado en 1989 por Fleischmann y Pons en la Universidad de Utah, publicado y reproducido por miles de seguidores de todo el mundo. El sistema de plasma frío, de K. R. Shoulders, 1991, capaz de multiplicar por treinta la energía invertida para su puesta en marcha. El transmisor de radiofrecuencias del ingeniero John Kanzius, 2007, quien descubrió un método para tratar cualquier tipo de cáncer y de paso halló una forma de producir energía basada en la combustión de agua de mar. 12. Estas ondas de torsión (o giroscópicas) de cada cuerpo espacial son como hologramas: se superponen (no se borran), contagiando su información a cualquier otra fluctuación existente en el mar espacio-temporal. Las oscilaciones de presión-densidad del cosmos serían campos morfogenéticos (más adelante vemos lo que son éstos) que transmiten señales de información. La energía del vacío, del CPC, podría ser generada por partículas (y todo tipo de materia: desde la subatómica hasta la galáctica) que giran sin cesar, llenando todo lo que existe de ondas giroscópicas. La energía centrípeta que las partículas forman en el vacío, crea los vórtices de rotación polarizada del spin. Estas ondas rotatorias al interferir entre sí, se pasan la información, formando una danza comunicativa incesante y superlumínica (109 veces la velocidad de la luz) entre todas las partículas del universo, que superpone y acumula la información a modo de hologramas. La investigación de Vladimir Poponin, físico bioquímico perteneciente a la Academia de Ciencias Rusa, ha demostrado experimentalmente la existencia de las ondas de torsión fantasma del CPC en las huellas electromagnéticas de una molécula de ADN. Las midió con láser y comprobó que las ondas permanecían después de retirar la molécula misma: la molécula ya no estaba, pero sí sus ondas. 6. LA MATERIA COBRA VIDA. 1. Basadas en atractores, retratos fase, diagramas de bifurcaciones y autómatas celulares. 2. Un bucle es un proceso cíclico sin fin, como por ejemplo el ciclo del agua en la atmósfera: la lluvia genera los ríos y mares que al evaporarse generan nubes que generan lluvia… 3. Una arqueobacteria, que tomaba energía del azufre y del calor, se fusionó con una bacteria espiroqueta nadadora. 4. Una bacteria gram positivo. 5. Resultado de la proliferación de las cianobacterias que lo desprendían como producto residual de su utilización energética. 6. El suero sanguíneo, las lágrimas y otros líquidos de los mamíferos son muy semejantes al agua marina, lo que confiere a ésta una cualidades naturales nutritivas y regeneradoras disponible para toda la humanidad. Cualidades estudiadas por R. Quinton en 1897 al sustituir totalmente la sangre de perros por agua de mar y salir éstos revitalizados. Este es probablemente el origen de los sueros que actualmente se usan en los hospitales, aunque distan de ser tan eficientes como el agua de mar. En la segunda guerra mundial se usó agua marina intravenosa para curar a soldados heridos, con muy buenos resultados, sin necesidad de transfusiones. Estos estudios sobre el denominado Suero Quinton han sido ampliados y confirmados por los estudios científicos actuales. 7. Las amebas unicelulares Dictyostelium discoideum son un ejemplo de cómo las señales moleculares llevan a la formación de una comunidad: cuando el

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alimento se agota sintetizan un producto biológico denominado AMP-cíclico que se libera en el medio extracelular y estas señales secretadas activan el hacinamiento de las amebas, llevándolas a agruparse adoptando la forma de una babosa pluricelular en los periodos de hambruna; la comunidad comparte su ADN y da lugar a una nueva generación de descendientes, las células comienzan a agruparse, primero en simples colonias y más tarde en comunidades celulares altamente especializadas. 8. Proteínas, polisacáridos (azúcares), ácidos nucleicos (sustancia genética) y lípidos (grasas). Las proteínas (componentes primarios de todas las células vegetales y animales) son cadenas lineales tridimensionales cuyas uniones están compuestas por moléculas de aminoácidos. Un ser humano tiene unas 100.000 proteínas diferentes, formadas por diferentes combinaciones de los 20 aminoácidos existentes. 9. Que a su vez contiene la cromatina -o cromosomas- y el nucleolo. 10. Ribosomas, lisosomas, cuerpos de Golgi, cloroplastos, mitocondrias, etc. 11. “Los conectores específicos, denominados tonofilamentos, integrins ,desmosomas, hemidesmosomas, conexinas y filamentos de anclaje, son todas estructuras lábiles que pueden desconectarse, retraerse, disolverse y reformarse. Estas adherencias reversibles permiten que las células epidérmicas, fibroblastos, osteoblastos, mioblastos y otras células ‘generativas’ se muevan cuando es necesario reparar la piel dañada y restaurar otros tejidos”, Oschman. 12. Una línea de investigación empezó a vincular los genes con los cromosomas y, gracias sobre todo al estudio de la mosca Drosophila, esta hipótesis hereditaria se fue imponiendo; las mutaciones, cambios repentinos en el genotipo, parecían ser la base de la evolución. 13. Aisló el ADN de una bacteria, que al colocarlo con otra bacteria fue capaz de transformar los rasgos hereditarios de ésta. 14. Gracias a esta la información del ADN, se crearía el ARN, una molécula réplica del ADN preparada para sintetizar proteínas, las cuales a su vez dan forma y acción a la célula. 15. Durante mucho tiempo los científicos creían que había una equiparación, uno a uno, entre ADN y ARNm, es decir, que toda la información del ADN se trasladaba al ARNm. Desde el año 1977 sabemos que el ARNm humano y de las especies evolucionadas recibe solo parte de la información del ADN. 16. De hecho un grupo de investigadores de Garjajevâ probó que este método puede reparar los cromosomas dañados por los rayos X. Cambiando los patrones de información del ADN (mediante vibraciones y códigos del lenguaje) también transformaron embriones de rana en embriones de salamandra. 17. Las siguientes investigaciones son mencionadas por el ingeniero aeroespacial y geólogo Greg Braden: En una investigación, científicos militares extrajeron leucocitos de diversos donantes y los dejaron en una habitación. Después de cambiar a los donantes de habitación, midieron los altibajos emocionales tanto de éstos (estimulados por videoclips), como de sus leucocitos, comprobando que el ADN de los leucocitos respondía igual y simultáneamente que el de las personas donantes. Posteriormente se fue alejando a los donantes (hasta ochenta kilómetros), y los resultados seguían siendo iguales. Es decir, la información del vacío (las ondas electromagnéticas del videoclip) es capaz de ordenar la materia (ADN). Hay otro experimento que resulta complementario: el biólogo cuántico Vladimir Poponin colocó fotones aleatoriamente en un tubo de vacío. Después introdujo una muestra de ADN. Al examinar los fotones comprobó que se habían estructurado en sintonía con el ADN. Volvió a sacar el ADN dejando sólo los fotones, los cuales mantuvieron la estructura del ADN. Es decir, la información de la materia (ADN) es capaz de ordenar el vacío sin materia (fotones).

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18. Organizadas por el potencial de acción electromagnético: los fosfolípidos de la membrana celular, muchos polipéptidos y proteínas (la miosina muscular o las del ADN, por ejemplo), los microfilamentos y microtúbulos del citoesqueleto, las lecitinas, el colágeno y los proteoglicanos del tejido conectivo, las vainas de mielina de los nervios, etc.) Los cristales líquidos pueden tener, además, un importante papel en el funcionamiento y replicación genética, al actuar en forma coloidal entre los aminoácidos de las proteínas y las hélices del ADN. Este papel concuerda con las investigaciones del físico ruso Garaiev sobre el ADN. 19. El agua vicinal (o vecinal) parece abarcar unas 16 capas moleculares desde la superficie, por lo que un tercio del agua intracelular podría ser agua vicinal. Según Walter Drost-Hansen y J. Lin Singleton, las moléculas superficiales de esta agua viva, al ser atraídas hacia el interior de la célula, tienen la cualidad (denominada solvatación) de formar cuatro enlaces de hidrógeno con sus vecinas (en lugar de tres), de ahí su nombre de agua vecinal. 20. “Tenemos la hipótesis de que la red alámbrica de agua clusterizada puede proporcionar una base biofísica y bioquímica para entender el sistema de transducción de la señalización Meridiana”, Jingong Pan. 21. Entrevistada por Antonio Muro en DSalud, nº85, 2007. 22. Ya se sabe que la Tierra es un imán, una dinamo que al rotar genera un campo EM. Se ha demostrado que la glándula pineal, contiene cristales de magnetita, que está influida por los cambios del campo magnético terrestre, y puede ser modulada con magnetismo externo. Estas moléculas de agua generan diferencias de potencial que hacen posible las corrientes electromagnéticas orgánicas responsables de transmitir información de señales del campo A (que está dentro y fuera) y de mantener la armonía orgánica, el equilibrio homeostático bioquímico. Frank Brown demostró que un imán de la ínfima intensidad del campo geomagnético (0,5 gauss, cientos de veces menor que un pequeño imán) influye en los ciclos vitales de organismos inferiores. Keeton experimentando con palomas mensajeras probó que algunas aves pueden orientarse gracias a la información captada del campo geomagnético; Walcott encontró cristales submicroscópicos de magnetita en la glándula pineal de las palomas. 23. Esta vía utiliza el intercambio de la molécula ATP en la degradación de las moléculas de los lípidos, prótidos y glúcidos que ingerimos. Los vegetales absorben dióxido de carbono, CO2, y agua para crear carbohidratos y nosotros, a partir de éstos, generamos agua y dióxido de carbono. 24. Las melaninas son polímeros conductores, presentes en todos los animales, tanto procariotas como eucariotas, unicelulares como pluricelulares. Su forma más simple es el poliacetileno y a partir de éste derivan las demás melaninas. Desde los años 1960 se conocía su alta conductibilidad eléctrica y su alta capacidad de absorber ondas acústicas. Ahora sabemos también de su alta capacidad de para absorber las ondas electromagnéticas naturales. La melanina sintética o Materia Sintética Negra (Black Syntetic Matter) parece emular las cualidades de la natural. 25. En un proceso que no gasta ATP. 26. La parte del agua que transporta la energía del enlace roto. 27. Resumiendo: 2 H2O → energía fotónica → clorofila → 2H2 + O2. 28. En el proceso se genera ATP y NADPH, de donde surgen carbohidratos, como la glucosa. 29. Resumiendo: (CO2)+H2O → energía cósmica → melanina → (CH2O)+O2. 30. Albert Szent-Györgyi. Introducción a la Biología Submolecular. 31. Esta teoría ha puesto la base para posibilitar el descubrimiento y uso de los antibióticos, que desde 1940 se usan en la mayoría de infecciones bacterianas. Pero

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las bacterias cambian, evolucionan para sobrevivir; por ejemplo las bacterias patógenas de las neumonías, otitis o de las heridas (los enterococcus) se están haciendo resistentes a cualquier antibiótico, amenazando con desastres epidémicos sin precedentes. Esto quiere decir que los microorganismos cambian, son pleomórficos. 32. Este principio dice que cuando interaccionan dos ondas de frecuencias diferentes, de la interacción surgen dos nuevas frecuencias: una es el resultado de la suma de las dos frecuencias originales, y la otra la resta de éstas. 33. Royal Raymond Rife, 1888-1972, aisló un virus del cáncer –que denominó virus BX- e introdujo tumores cancerosos en 104 generaciones sucesivas de ratas albinas. Durante los experimentos descubrió que con un ligero cambio en el medio químico del cultivo aparecía un virus mayor, denominado BY. Otro ligero cambio en el medio químico, y el virus se transforma en monocito. Con un nuevo cambio, el monocito se convierte en un hongo, y con otro ligero cambio el hongo se transforma en un Bacillus coli. Posteriormente si el Bacillus Coli se mantiene en un cierto medio durante un año (el tiempo requerido para la metástasis) el virus BX reaparece. Los cambios son tan leves como de cuatro partes por millón, y se efectúan en tiempos que pueden incluso llegar a 48 horas. Llevó más lejos sus investigaciones, razonando que si podía iluminar a un microorganismo con una frecuencia específica, causando que éste entrara en resonancia, podría ser capaz, invirtiendo los términos, de encontrar frecuencias electromagnéticas que irradiadas sobre organismos vivientes, causarían la desaparición de los microorganismos asociados con la enfermedad. El mecanismo es el mismo por el que la vibración de una nota musical determinada puede hacer estallar una copa de cristal. Y así lo hizo: “Bajo el microscopio de Rife, los organismos patógenos como los de la tuberculosis, cáncer, sarcoma, estreptococos, tifoidea, estafilococos, lepra, etc. sucumben cuando son expuestos a ciertas frecuencias letales...”, articulo del Journal del Franklin Institute. Todo esto lo hacía sin provocar reacciones adversas o efectos secundarios. Rife fue el científico que inició, y el que más aportó, a lo que actualmente se conoce como electromedicina. Desarrolló diversos aparatos eléctricos aplicados a la salud y su tecnología todavía se usa en óptica, electrónica, radioquímica, bioquímica, balística y aviación. Entre sus inventos ocupa un lugar destacado el microscopio ultravioleta heterodino. Desgraciadamente para Rife la poderosa AMA (Asociación Médica Americana) le denunció ante los tribunales por su falta de títulos universitarios (que no de conocimientos), el juicio se prolongó durante tiempo considerable y Rife quedó fuertemente afectado de los nervios y acabó siendo alcohólico. 34. Citado por R. B. Pearson, 1942, en su libro “El sueño y la mentira de Pasteur”. 35. La historia de Gaston Naessens es paralela a la de Rife. En 1948 inventó un microscopio con el que detectó un organismo subcelular ultramicroscópico (al que denominó somatide), de 2-3 angstroms, que se hallaba presente tanto en la sangre de cualquier animal, como en la savia de las plantas. Podía ser cultivado in vitro y se reproducía como una célula. Si el cuerpo estaba debilitado, este microorganismo interactuaba con otras células presentes en la sangre, causando enfermedades. Dependiendo del tipo de acción, claramente visible en el microscopio, se podía efectuar un rápido diagnóstico y prediagnosticar estados de enfermedades degenerativas, incluyendo estados precancerosos, que precisaban de dos a tres años para manifestar claramente sus síntomas. Tanto Rife como Naessens, como consecuencia de su persecución por parte de las instituciones científicas y académicas, acabaron mal sus días, y sus investigaciones, denostadas por la ciencia ortodoxa normal han carecido durante mucho tiempo de seguidores. No obstante sus teorías no han sido falsadas, sino arrinconadas, sin explicaciones.

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36. W Reich “comprobó que, en sistemas orgánicos concienzudamente esterilizados y en contra de los postulados de Pasteur aparecían billones de partículas submicroscópicas aparentemente vivas que se agitaban frenéticamente. Sus detractores aseguraban que se trataba de un vulgar movimiento browniano debido a cargas electrostáticas. Para probar que no era así, Reich partió de carbón en polvo de laboratorio, que calentaba al rojo en una espátula y sumergía inmediatamente en una solución estéril de cloruro potásico. La observación microscópica de la suspensión revelaba la formación de unas vesículas, de aproximadamente una micra, rodeadas de una membrana, que se expansionaban y contraían vibrando y pulsando a ritmo irregular, de manera muy distinta al típico movimiento browniano. Tomaban un color azul, (el característico del Orgón, según Reich). Llamó a estas partículas ‘Biones’, los cuantos de vida”. Alberto Borras (texto de la revista enigmas nº 65, que es citado en www.mundoalkalina.blogspot.com. 37. ‘Proteinaceus infectious particle’, S. B. Prusiner , 1982. Prusiner señaló el prión como la causa de la enfermedad encefalopatía espongiforme (o de las vacas locas); gran parte de los científicos se rieron de esta idea durante años, pero Prusiner consiguió el premio Nobel en 1997. Los priones parecen agentes infecciosos sin ácidos nucleicos (como los viroides descubiertos por Diener en el 1971). 38. Robert Folk, de la universidad de Texas, Austin, en 1990, descubrió nanobios (de unos 100 nanómetros) en aguas termales. Chris Romanek, de la NASA, encontró nanobios fosilizados en un meteorito marciano, 1996, de 4,5 miles de millones de años. 7. LA VIDA SE HACE CONSCIENTE. 1. Rupert Sheldrake, Una nueva ciencia de la vida (1981) Presencia del pasado (1988). 2. La neurona inactiva (potencial de reposo) tiene el interior de su membrana cargada negativamente (menos iones cargados negativamente que su entorno), pero al recibir una señal, química o EM, los iones atraviesan la membrana y la polaridad cambia a positiva; esto provoca el potencial de acción: una corriente eléctrica -impulso nervioso- transmitida en cadena de célula en célula por la red neuronal, para producir una acción biológica (por ejemplo mover los músculos); una señal nerviosa hace liberar acetilcolina en los terminales del axón neuronal, provocando el potencial de acción que contrae las fibras musculares). 3. Los neurotransmisores más conocidos son: acetilcolina, noradrenalina, serotonina, dopamina, GABA (ácido gamma amino butírico), glutamato, melatonina y óxido nítrico, aunque hay muchos otros. 4. La falsa sonrisa solo moviliza los músculos zigomáticos. La sonrisa verdadera, que proviene del cerebro emocional, moviliza además los músculos de los ojos, que no pueden contraerse voluntariamente (mediante el cerebro cognitivo), expresando un estado de armonía entre lo que se siente y lo que se piensa, entre cognición y emoción. 5. También en los años setenta Besedov y Sorkin demostraron que la activación inmune (estimulación antigénica) desencadena el eje hipotálamo-hipófisissuprarrenales y E. Blalock mostró que los linfocitos pueden sintetizar hormonas (ACTH) y neuropéptidos (b-endorfinas), cosa impensable anteriormente, pues se creía que estas sustancias solo las podía generar el cerebro. 6. El paradigma dominante del conocimiento biológico afirma que hay dos formas de respuesta inmunitaria. La respuesta humoral, que es ejercida por los linfocitos B, produce anticuerpos (inmunoglobulinas) que limpian el cuerpo de virus, bacterias y otros antígenos o agentes patógenos, bien directamente o facilitando esta limpieza a otras células. La respuesta celular corresponde a los linfocitos T, que limpian directa-

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mente de antígenos, o agentes extraños -tóxicos, cancerígenos, tejidos transplantados, etc.-. Ambos sistemas parecen actuar como uno solo, compenetradamente). 7. Los péptidos son unas macromoléculas capaces de conectarse a los receptores específicos que existen en todas las células del cuerpo y que extienden la información en una red de comunicación que sobrepasa la especialización de cada sistema celular. Se ha descubierto que tanto las hormonas como los neurotransmisores, las endorfinas, los factores de crecimiento y otras sustancias son péptidos. 8. La respuesta química sería más lenta: La señal-información activa el Sistema Nervioso Autónomo, este activa el hipotálamo, que produce un péptido denominado hormona liberadora de corticotropina -CRH-, la cual activa la hipófisis y le hace producir otro péptido-hormona mensajera, denominada adrenocorticotropa (ACTH), la cual estimula los receptores químicos de las células de las glándulas suprarrenales, haciendo que éstas liberen hormonas esteroideas -glucocorticoides-. 9. Como el interferón o las interleucinas. 10. Como el ACTH u hormona adrenocorticótropa, segregada por la hipófisis, que tiene un papel preponderante en la reacción al estrés: el hipotálamo produce factor de liberación de corticotropina, que hace que la hipófisis libere hormona adrenocorticótropa (ACTH), la cual hace que la corteza adrenal libere potentes hormonas corticoesteroides que suprimen la respuesta inmunitaria. 11. Esta comunicación, parece realizarse por medio de mensajeros químicos: hormonas, neurotransmisores, citocinas y otros neurotransmisores sin descubrir (Nelson, 1996; Kandel, Jessell y Schwart, 1996; Greenspan y Strewler, 1997; Alcaraz y Gumá, 2001). 12. La PNI demuestra que esta interacción se da por dos vías: la vía neuroendocrina (a través del eje hipotálamo-pituitaria-adrenergico, con la liberación de neuropéptidos y neurotransmisores que participan en la regulación del sistema inmune), y la vía de conducción eléctrica a través del sistema nervioso autónomo -que también culmina con la producción de neurotransmisores a nivel de las glándulas adrenales-. Hugo Besedovsky observó que la actividad eléctrica del hipotálamo puede aumentar hasta cien veces cuando el sistema inmunitario está actuando contra alguna infección. “Esos hallazgos constituyen la evidencia de una información entre el sistema inmunológico y el hipotálamo, que sugiere que el cerebro participa en la respuesta inmunológica”. “El carácter bidireccional de las relaciones entre el sistema inmunitario y el sistema nervioso se advierte en los estudios que muestran los efectos de los anticuerpos en las frecuencias de descarga de las neuronas cerebrales”, Besedovsky et al. 1985. 13. Hipófisis, hipotálamo, tiroides, paratiroides, suprarrenales, páncreas, pineal y ovarios o testículos. Todo este sistema es regulado por la hipófisis y el hipotálamo. 14. Denominadas citoquinas. 15. Otras investigaciones en este campo han evidenciado la unidad mentecuerpo: Las interconexiones neurológicas (Solomon y Moos, 1965; Ader, Felten y Cohen 1991; Wick, 1993; Ader, Cohen y Felten, 1995). La relación del estado mental con el grado de inmunidad (Ben-Eliyahu, Yirmiya, Liebeskind, Taylor y Gale, 1991, Biondi y Picardi, 1999). La relación del estado psicológico con la enfermedad (Black, 1995; Dunn, 1995; Blalock, 1984; Belloch, Sandín y Ramos, 1995). Las relaciones del estrés con la debilidad en la respuesta inmunológica (Jemmot y colaboradores, 1984, Valdez y De Flórez, 1985, Black, 1994; Gómez, 2000). El condicionamiento de la inmunodepresión en animales (Ader, 1985). El condicionamiento para aumentar la actividad de las células asesinas (Spector et al., 1985). El alivio del dolor cardíaco relacionado con la persona que les trataba (Benson y Mc Callie, de Harvard). La relación de la muerte de un familiar con la depresión y aumento de morbilidad

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(Solomon, 1981). De los problemas de pareja con enfermedades dermatológicas (Paciante, Carpihiello, Rudas, Pilodu y Del Giacco, 1997; Gil, Keefe, Sampson, McCaskill y Rodin, 1987; Djuric y Overstreet, 1995). De los fenómenos ambientales con el sistema nervioso y la respuesta inmune (Fox y Newberry, 1984; Cooper y Watson, 1991). También hay evidencia de la relación del estado mental y las enfermedades no consideradas psicosomáticas: cáncer (Lewis, O‘sullivan y Barraclough, 1994; Spiegel, 1993; Solomon y Moos, 1964; Bahnson, 1969), infecciones (Strauss, Komaroff y Wedner, 1994), tuberculosis (Day,1951) o SIDA. 16. Entre éstas han sido especialmente estudiadas los astrocitos, Éstos son fundamentales para la creación de nuevos circuitos, pues siempre están presentes cuando los creamos; tienen diversas funciones, aún no del todo entendidas, como expulsar las moléculas tóxicas o reciclar el glutamato (un neurotransmisor utilizado en el 80% de las sinapsis). Entre las funciones de los astrocitos también está la de comunicar los capilares y las neuronas. 17. Semiconductores son las sustancias cristalinas que cambian su conductibilidad eléctrica con la temperatura y que son aislantes en el cero absoluto. Tienen gran importancia en electrónica. Los transistores se hacen mediante combinaciones de semiconductores. 18. Diversos experimentos han mostrado que la C. C. negativa aumenta, tras recibir la información del estímulo, casi medio segundo antes de que se produzca el movimiento muscular. Lo cual parece indicar que da la orden a las neuronas para que muevan los músculos, es decir, que dirige los impulsos nerviosos. El Dr. Benjamín Libet, de la Universidad de California, descubrió qué el potencial de disponibilidad precedía a la toma de decisión. 19. Si los pensamientos transmiten depresión el encéfalo genera serotonina, y destruye las neuronas del hipocampo. Este proceso puede ser revertido: si los pensamientos transmiten euforia el cerebro genera dopamina y endorfinas del bienestar y reconstruye los tejidos dañados, mediante la generación de nuevas neuronas que vuelven a construir el hipocampo 20. Generamos unas moléculas denominadas neurotrofinas, que son factor de crecimiento neural. Las células captan y transportan la información mental y emocional, de las experiencias pasadas y los condicionamientos mediante los circuitos neurológicos que forman. 21. Por ejemplo la conversión del agua en hielo a una temperatura muy concreta, o el repentino cambio que se da en nuestra mente cuando pasamos del desconcierto mental (incoherencia vibratoria) al eureka (coherencia) de entender un chiste. Estos cambios son explicados por teorías como la de catástrofes (Alexander Woodcock y Monte Davis), o la de las Estructuras disipativas (Ilya Prigogine). 22. Ejemplo: Hans Selye demostró que el estrés disminuye el tamaño del timo, de los ganglios linfáticos y el número de linfocitos en sangre, disminuyendo la capacidad defensiva. 23. Se activa el lóbulo frontal y el hipocampo. 24. Citado por Joe Dispenza en su libro Desarrolla tu cerebro. 25. “Si un gran número de átomos se coloca regularmente cerca de otro, como por ejemplo, en la red de cristal, los electrones solos dejarían de pertenecer a uno o dos átomos únicamente y pertenecerían al sistema entero. Una gran cantidad de moléculas puede unirse para formar la continuidad energética, a través de la cual la energía, principalmente los electrones estimulados, puede recorrer cierta distancia”. Albert Szent-Györgyi (citado por J. L. Oschman, 2000, Medidina Energética (La base científica), pag 55. 26. Que parecía la responsable de actividades tales como el trabajo de los aminoácidos.

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27. Un colaborador de Popp, Bernhard Ruth (1976) (ayudado de un fotomultiplicador de su invención) observó por primera vez fotones altamente coherentes emitidos por un organismo vivo, a los que Popp llamó biofotones. 28. Los microtúbulos tienen unos 24 nm de diámetro exterior y 14 nm de diámetro interior, su pared es helicoidal, y sus extremos tienen estructura y polaridad diferente. Las tubulinas (de 8 nm de longitud y 4 nm de diámetro), constan de dos partes formadas por unos 450 aminoácidos cada una, en forma de red hexagonal. 29. Recordemos que la gravedad cuántica une la teoría cuántica con la estructura del espacio-tiempo (teoría de la relatividad). La teoría de twistores, desarrollada por Penrose, haría posible un espacio-tiempo deslocalizado, que explicaría los sucesos cuánticos no-locales demostrados por Aspect, gracias a su coherencia cuántica. 30. La teoría de que las vibraciones informativas pueden transmitirse por el cerebro a través de los microtúbulos empezó a ser comprobada por muchos otros científicos de muchas universidades, como, por ejemplo los investigadores japoneses Yasue y Jibu. En la década de 1990 tanto Kunio Yasue y sus colaboradores como Karl Pribam explicaron matemáticamente los microprocesos neuronales del cerebro, mostrando que pueden deberse al alto grado de coherencia de las ondas cuánticas. Ezio Insinna también observó que los microtúbulos emitían señales que parecían estar relacionadas con la transferencia de electrones. El teorema de Bell posibilitaría la comunicación total e instantánea por coherencia cuántica de los complejos sistemas neurológicos del ser humano. 31. Cada neurona de las cien mil millones del encéfalo tiene unos diez millones de tubulinas, por lo que la capacidad de computación del cerebro aumentaría 1013 (diez seguido de trece ceros). Las ondas coherentes se expandirían por todo el organismo, y fuera de él, activando las redes neuronales y los procesos bioquímicos (a una velocidad de mil metros por segundo, capaces de impulsar acciones en una milésima de segundo -lo cual sería imposible con una conexión neuronal de tipo bioquímico-). Esta comunicación ondular podría explicar la comunicación instantánea o contagio de conductas biológicas (como la sincronía de los patrones EEG o de las menstruaciones en una familia o comunidad). 32. El agua viva genera una dinámica interactiva, denominada superradiación de fotones coherentes intratubulinar que se comporta como un superconductor capaz de captar y emitir con eficacia las ondas gravito-electromagnéticas del CPC y podría posibilitar el colapso de la función onda de la información. 33. Lo que “permite un fenómeno insólito: un fenómeno cuántico macroscópico de transmisión de información o, como describe Penrose, una ‘reducción objetiva orquestada’ de la función de onda, gracias a un fenómeno de coherencia cuántica que actúa como superconductor. Dicho fenómeno se da en el tejido nervioso, pues los microtúbulos se extienden por el interior de los axones y las dendritas de las neuronas prolongándose hasta la cercanía de las sinapsis, donde se da la conexión interneuronal…”, Oscar Castro García. 34. La membrana celular tiene siete millonésimas de milímetro de grosor (siete nanómetros) y su estructura está formada por dos capas de fosfolípidos y una de proteínas; las capas lipídicas aíslan las moléculas polares, que, como imanes EM, atraen o repelen otras moléculas. Las proteínas (Proteínas Integrales de Membrana -PIM-) están situadas en la capa lipídica a modo de porteros de bits, que dejan pasar la información y filtran las moléculas necesarias para que la célula funcione adecuadamente. Las PIM pueden ser receptoras (captan señales del medio -interior o exterior- de la célula) y efectoras (generan cambios ante esas señales y emiten respuestas). Cada proteína receptora se especializa en captar una señal vibratoria o una molécula ambiental específica (como las hormonas o los antibióticos) y la atrae con fuerza electromagnética, a modo de potente imán que hace encajar “la llave en su cerradura”.

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A las proteínas receptoras de la membrana, a escala corporal, las podemos comparar con los nervios sensitivos, y a las proteínas efectoras con los nervios motores. En palabras del propio Lipton: “Los fosfolípidos, que se parecen a unos chupetes con dos ‘palitos’, están ordenados en una doble capa cristalina. La membrana se parece a un sandwich de pan con mantequilla, donde los lípidos que parecen ‘palitos’, forman la cubierta central de mantequilla. La doble cubierta de fosfolípidos forma una barrera similar a la piel y separa el ambiente externo del citoplasma interno. Insertadas en la membrana están las proteínas especiales, denominadas Proteínas Integrales de la Membrana (PIM). Las PIM parecen aceitunas en el sándwich de pan y mantequilla. Hay dos clases de PIM: Receptoras y Efectoras. Las receptoras son los órganos "sensoriales" de la célula, los equivalentes a los sentidos del cuerpo. Cuando un receptor reconoce y se vincula a una señal, este responde cambiando su conformación. La biología convencional estipula que los receptores solo responden a la ‘materia’ (moléculas), como una ‘maquina de materia’, una creencia consistente con el punto de vista Newtoniano del Universo”. 35. Los autoceptores HLA (situados en la membrana celular) son como antenas que reciben las señales de los elementos químicos que quieren entrar en las células, son responsables de los rechazos inmunológicos en los trasplantes de órganos; si se eliminan éstas antenas desparece el yo celular y las propias células del paciente no son reconocidas (por lo que cualquier célula humana tiene permiso para circular). 36. Citado por Roger Lewin: “¿Es el cerebro realmente necesario?”, Science 12-12-1980. 37. El genetista John Cairn, en una investigación con bacterias realizada en 1988, descubrió que los organismos bajo presión ambiental pueden producir mutaciones genéticas que les permitan sobrevivir. Es decir, los organismos adaptaban su organización interior (reescribiendo su programa genético) a las percepciones captadas en el medio ambiente. Estos resultados fueron ratificados por Harris y colaboradores, y por David Thaler, en 1994. 38. Denominada “Relación Cuantitativa Estructura-Actividad” (Quantitative structure-activity relationship, QSAR). La QSAR, o modelo llave-cerradura, dice que para que dos moléculas intercambien información química deben tocarse entre sí y encajar perfectamente, como una llave en su cerradura. 39. Después de cuatro años, y de multitud de experimentos, los resultados del estudio de Benveniste se publicaron en la revista Nature en 1988. Pero al final del artículo, cosa insólita, la revista ponía en duda los resultados. El periodista editor de la revista, acompañado de otras personas no cualificadas científicamente (entre ellas un mago profesional y un caza-charlatanes -!?-), se presentaron en el laboratorio de Benveniste y, alterando el protocolo, en un lapso de cinco días, realizaron tres pruebas nuevas que no funcionaron. Benveniste, dijo de estas pruebas que eran una burla a la investigación científica y que con esta actitud se mataba la ciencia. Nature, no obstante, volvió a publicar un artículo titulado Los experimentos de alta dilución son un engaño. Lo cual hundió la reputación de Benveniste ante los científicos, seguidores de las hipótesis convencionales, y la opinión pública. A pesar de ello, como tantos magníficos científicos, continuó con su investigación. 40. Wheeler, John y Zurek, Wojciech: Quantum Theory and Measurement. 1983. 41. Entonces la publicación de dos artículos, uno del fisiólogo australiano John Eccles que sostenía que la imaginación estaba relacionada con las microondas cerebrales y otro del ingeniero Emmet Leith sobre la tecnología del láser y la holografía, aclararon sus dudas sobre la forma de percibir. La holografía (que es básica para entender qué es un holograma) es una imagen tridimensional obtenida por un método avanzado de fotografía. Simplificando: Este método consiste en dividir un rayo láser en

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dos; el primero se enfoca al objeto a holografiar; al toparse el segundo rayo con el reflejo del primero da como resultado un patrón de interferencia (la imagen formada por sus ondas) que se grava en una película; proyectando otro haz de luz coherente (como el láser) sobre la película se obtiene la imagen tridimensional del objeto expuesto, que flota en el espacio y que, como la imagen de un espejo, no emite ninguna energía detectable. Además cada pequeña parte de la película contiene toda la información gravada. La holografía fue inventada, en teoría, en 1947 por el físico húngaro Dennis Gabor, pero al no disponer de un haz de luz coherente no se pudo realizar hasta 1965, gracias al desarrollo del láser. 42. Priest inició la investigación para falsear la teoría de Pribam, y probar que se equivocaba. También lo corroboraron los neurofisiólogos Russel, DeValois, Campbell y Schempp. 43. Las ondas de interferencia podrían convertirse en materia de la misma forma que hacemos de un miembro fantasma un miembro real en nuestra mente, soñamos despiertos o tenemos sueños lúcidos. Además, antes de ver con el quiasma óptico, las sensaciones sensoriales pasan por los lóbulos temporales, donde elaboran un mapa del 30 al 50% de lo percibido, suprimiendo o rellenando lo que sea pertinente para una percepción coherente; este es el motivo de no percibamos el punto ciego o de que las cosas cotidianas nos pasen desapercibidas (quien vive junto a las vías del tren no oye sus ruidos), mientras que lo inusual (o un leve ruido de la puerta abriéndose) nos llama la atención (nos despierta del letargo perceptivo). La selección informativa la programamos (como sintonizamos una frecuencia de radio entre la multitud que hay en el espacio), la generamos, con las creencias. Puedo elegir qué vibraciones captar y cuales no, puedo elegir cambiar las creencias, elegir entre diversos programas como: “pobre de mi”, “esto me enriquece y me hace más fuerte”, “qué divertido” o cualquier otro programa. Esta hipótesis, que mantiene que el yo, el ser humano, no está en el cuerpo, sino en la información del entorno, explica anomalías ni siquiera vistas por el paradigma biodetermnista. Por ejemplo: los trasplantados de órganos o sangre captan aspectos psicológicos que poseía la persona donante, aún después de la muerte de éste. Estos cambios incluyen extraños gustos culinarios, aficiones desconocidas e insólitas, recuerdos, pesadillas. Según cuenta Lipton “una niña comenzó a tener pesadillas sobre un asesinato después de su trasplante cardiaco. Tenía unos sueños tan vívidos que sirvieron para capturar al asesino que había matado a su donante”. 8. LA ENFERMEDAD COMO NEGOCIO. 1. Mencionado en Discovery Salud nº 116. 2. Según el informe “International Position Paper on Women´s Health and Menopause” y Deborah Grady, epidemióloga de la Universidad de California. 3. La FDA (agencia competente en la autorización de fármacos en EEUU) alertó en 2005 que el Metilfenidato, utilizado para “tratar” TDA y TDAH (síndromes de Deficiencia de atención e Hiperactividad) y comercializado como Ritalín, Rubifén o Concerta puede provocar violencia e ideas suicidas. El Metilfenidato produce muchos de los efectos que dice combatir y está incluido en la Lista II de Sustancias Controladas (que reúne las sustancias con alto riesgo de dependencia, adicción y abuso, que pueden producir graves daños psicológicos o dependencia física). Para más detalles ver la web de la organización Citizens Comisión on Human Rights. En su prospecto se pueden leer, entre otros muchos, estos efectos secundarios: trastornos psicóticos, alucinaciones, delirios, palpitaciones, desmayos, parálisis, dificultades para hablar, reducir la velocidad de crecimiento, anemia, leucopenia, trombocitopenia, reacciones anafilácticas, Ira, ideación y tentativa de

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suicidio (incluido el suicidio consumado). Hemorragias cerebrales, convulsiones, arritmia, taquicardia, palpitaciones, angina de pecho, parada cardiaca, infarto de miocardio, coma hepático, ginecomastia, muerte súbita de origen cardiaco. Muchos de ellos frecuentes: Dolor de cabeza, mareos, anorexia, inestabilidad afectiva, agresividad, agitación, ansiedad, depresión, irritabilidad, anomalías del comportamiento. 4. Kaplan R, Ong M. Rationale and public health implications of changing CHD risk factor definitions. Ann Rev Public Health 2007; 28:321-44. 5. Según un estudio del Public Healt Laboratory de Londres, Lancet 345, 1995, entre el 25 y el 50% de los donantes de sangre no eran inmunes a la difteria aunque les vacunaron de niños. 6. The Lancet (2-II-1880). 7. “La concentración de mercurio en viales multidosis de la vacuna es de 50.000 microgramos por litro. Para poner esto en perspectiva sepa que según la Agencia de protección Ambiental (USA) cualquier líquido que contenga más de 200 microgramos por litro de mercurio se considera peligroso. Y la concentración en los viales de una vacuna es 250 veces superior…”, Michael Wagnitz, Director del Departamento de Toxicología de de la Universidad de Wisconsin (USA), Discovery Salud nº 122. “El aluminio, el mercurio, el escualeno y otros contaminantes que se han añadido a las vacunas… son sustancias extrañas a la fisiología humana que inducen respuestas inmunológicas y electrostáticas que alteran el flujo sanguíneo, lo que puede conducir a daños directos en los tejidos”, Andrew Moulden, neurólogo canadiense, Discovery Salud nº 121. 8. Según un estudio del Dr Stewart, World Medicine 1984. 9. “Cuerpo-Mente”, n° 29, 1994. Editorial Integral, Barcelona. 10. Entrevistado por Lluis Amiguet en la Vanguardia 27-7-2007. 11. Matthias Rath, (www.dr-rath-fondation.org). En la carta que Matthias Rath envió al Tribunal Penal Internacional, denunciando a las empresas farmacéuticas (con sus nombres concretos), decía, entre otras cosas (los subrayados son míos): …los acusados fabrican y comercializan los siguientes grupos de fármacos intencionadamente, a pesar de sus conocidos efectos secundarios, nocivos para la salud. De un modo vergonzoso, los acusados están causando deliberadamente nuevas enfermedades con el pretexto de luchar contra las existentes. El hecho de que estas nuevas enfermedades causadas por los efectos secundarios de estos fármacos aparezcan muchos años después se utiliza como una tapadera adicional para esta estafa: Los fármacos que reducen el colesterol, especialmente estatinas y fibra se comercializan en cantidades masivas con el pretexto de prevenir las enfermedades cardiovasculares. Se sabe que estos fármacos provocan cáncer en las dosis actualmente administradas a millones de pacientes en todo el mundo. Los fármacos utilizados en la quimioterapia se comercializan supuestamente para tratar el cáncer. En realidad, causan una serie de efectos secundarios graves, y el más frecuente es la aparición de nuevos tumores. Todo el plan de marketing criminal en torno a la quimioterapia funciona solo porque los acusados han convertido el cáncer en una sentencia de muerte. La aspirina se comercializa en cantidades masivas con el pretexto de que previene los infartos de miocardio y los ataques súbitos, pero al mismo tiempo se sabe que su uso a largo plazo causa la destrucción del colágeno, y por tanto, aumenta gradualmente el riesgo de infartos y ataques, además de otras enfermedades como las úlceras estomacales y la hemorragia gastrointestinal. Los fármacos antiinflamatorios –AINE- se emplean para tratar el dolor y la inflamación, como en el caso de la artritis. No obstante, muchos de estos fármacos

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destruyen el tejido conjuntivo, como por ejemplo el de las articulaciones. A largo plazo, el uso de estos fármacos agrava los problemas de salud en lugar de remediarlos. Los antagonistas del calcio se comercializan en cantidades masivas con el pretexto de tratar la hipertensión arterial y prevenir los infartos de miocardio; sin embargo, a largo plazo, se sabe que el uso de estos fármacos causa un aumento del riesgo de infartos, ataques súbitos y otras enfermedades. Los estrógenos y otras hormonas se venden en cantidades masivas con el pretexto de prevenir la osteoporosis y las enfermedades cardiacas, pero a largo plazo se sabe que su uso provoca cáncer en más del 30% de las mujeres que los ingieren. Las formas especialmente frecuentes de cáncer causadas por estos fármacos son carcinomas hormonodependientes como el de mama o el de útero. Tranquilizantes y antidepresivos Triptizol, Trofanil, Seropram, Prozac, Seroxat… Benzodiazepinas: Diazepam (Valium), …causan dependencia y adicción intencionadamente con el fin de incrementar las ventas… Puesto que la patente es una condición previa para el negocio de inversión de la industria farmacéutica, los fármacos típicos son moléculas sintéticas, y por tanto tóxicas para el cuerpo humano. Para casi todos los fármacos es válido el mismo principio de negocio fraudulento: aliviar los síntomas a corto plazo a la vez que se causan otros daños y se generan gradualmente nuevas enfermedades, que sirven de base para nuevos mercados de fármacos. … Para proteger su negocio artificial de inversión en las enfermedades, los acusados intentaron eliminar estratégicamente el acceso de las personas de todo el mundo a las terapias naturales no patentables. Para conseguir este objetivo, los acusados se sirvieron de varias medidas estratégicas: 1. Ocultar información que podría salvar vidas acerca de las terapias naturales no patentables… 2. Desprestigiar públicamente las terapias naturales no patentables… 3. Prohibir la difusión de información sanitaria relacionada con las terapias naturales no patentables. 12. Clinical Oncology, 7-6-2004. 13. La radiación, como la quimioterapia, daña a las células sanas, daña gravemente el sistema inmune y los cromosomas, causa cáncer secundario en otras zonas del cuerpo, mutaciones genéticas, náuseas, vómitos, excesiva debilidad y fatiga, lesiones o úlceras. . . en la boca, garganta, intestinos, genitales, necrosis óseas, caída de pelo, quemaduras de piel y mucosas, etc. La cirugía parece resultar bastante eficaz ante tumores cogidos muy pronto, si son pequeños y localizados, (supervivencia de cinco años en el 70% de cánceres uterinos, 85% de piel, 60% de mama, 40% de colon). Si el tumor ha crecido o se ha extendido a otras zonas (cosa difícil de comprobar), es inútil operar. La cirugía, además, puede extender el cáncer, debilitar la inmunidad, causar dolor, desfiguración, restricción funcional y la muerte por complicaciones. “Las estadísticas de supervivencia de cinco años de la Sociedad Estadounidense del Cáncer conducen a confusiones. Cuentan cosas que no son cáncer y debido al hecho de que se pueden efectuar diagnósticos en los primeros estadios de la enfermedad, parece erróneamente que los pacientes viviesen más tiempo. Todas nuestras investigaciones sobre cáncer de los últimos 20 años han sido un completo error. Más personas de más de 30 años mueren de cáncer que antes... En las estadísticas se incluyen más mujeres con enfermedades leves o benignas y se las registra como ‘curada’. Cuando los funcionarios del gobierno señalan las cifras de supervivencia y dicen que están ganando la guerra contra el cáncer, no están utilizando esas tasas de supervivencia en forma adecuada”, John Bailer, editor del boletín del Instituto Estadounidense Nacional del Cáncer, 1985.

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14. Las grasas trans surgen de la transformación de las grasas vegetales poliinsaturadas en saturadas, pasando de líquidas a sólidas. Esto permite alargar la fecha de caducidad de los alimentos y aumentar los beneficios de la industria alimentaria. También suelen aparecer en las etiquetas como grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas. Su uso es perjudicial para la salud. Se suelen encontrar en las comidas precocinadas como las patatas fritas, pizzas, margarinas, galletas, y bollería industrial. Las grasas trans son peores para la salud que las grasas animales, aunque muchas personas desconociendo esto, toman margarina en lugar de mantequilla creyendo que al ser vegetal es más saludable. 15. -Múltiple Risk Factor Intervention Trial (MRFIT), 1972-1998. Patrocinado por el Nacional Heart, Lung and Blood Institute. Selección de 12.886 entre 361.662 varones… Disminuyeron los supuestos factores de riesgo en accidentes cardiovasculares: Grasa (aumentaron la poliinsaturada), colesterol dietético, tabaco y TA. Los niveles de colesterol bajaron pero no tuvieron ninguna incidencia en la prevención de los accidentes cardiovasculares. “Los resultados globales no muestran un efecto beneficioso de esta intervención multifactorial en las enfermedades cardiovasculares o en la mortalidad total”. -Medical World News 27-3-1992: Entre los adultos estudiados tras sufrir ataque cardiaco mortal había tantas personas con colesterol superior a 300 como inferior a 200. -Revista Atherosclerosis nº 149: más de la mitad de los pacientes admitidos en los hospitales con ataque cardiaco presentaban unos índices normales de colesterol. -Estudio Sinvastatin con 4.444 personas: “un nivel elevado de colesterol no tiene influencia alguna en el desarrollo de la arteriosclerosis o de los infartos de miocardio. Carece de sentido pues tratar de reducir el colesterol y de ahí que no esté indicado”. -Estudio Multifactorial Finlandés (2.000 personas): entre quienes tomaron fármacos para bajar el colesterol hubo el triple de infartos y un tercio más de muertes que entre quienes no lo tomaron. -Estudios sobre el corazón Helsinki I (1987) y Helsinki II (1993): al rebajar los índices de colesterol se registró un 40% y 50% más de efectos secundarios fatales (respectivamente), que los que se observaron en el grupo de control. El aumento de casos de fallecidos por cáncer fue de 43%. 16. Efectos secundarios de la estatina denominada Atorvastatina, cuyo nombre comercial se vende bajo marcas como PrevencorR, ThervanR, CarnylR o ZaratorR. Del folleto de esta última marca está sacado el siguiente extracto (los subrayados son míos): …Los siguientes efectos adversos son importantes y si usted sufre uno de ellos requerirá una acción inmediata: -Edema angioneurótico (hinchazón de la cara, lengua y tráquea que puede producir gran dificultad para respirar). Esta es una reacción muy rara, que puede ser grave si se presenta. Deje de tomar Zarator e informe a su médico inmediatamente si se produce. En algunas ocasiones, los pacientes han presentado destrucción o inflamación muscular, y muy raramente esto ha desembocado en una enfermedad grave potencialmente mortal (llamada rabdomiolisis). Si tiene debilidad muscular, dolor a la palpación o dolor y especialmente si al mismo tiempo usted se siente mal o tiene fiebre, deje de tomar Zarator y avise a su médico inmediatamente. Los efectos adversos muy raros afectan a menos de 1 de cada 10.000 pacientes que toman Zarator. -Si experimenta problemas con hemorragias o hematomas inesperados o inusuales, esto puede sugerir un problema hepático. Debe consultar a su médico tan pronto como sea posible. Otros posibles efectos adversos con Zarator: Como todos los medicamentos, Zarator puede a veces causar efectos adversos en algunos individuos. Los efectos adversos frecuentes (más de 1 de cada 100 pero menos

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de 1 de cada 10 pacientes) incluyen: -Náuseas, dolor abdominal, estreñimiento, gases, indigestión, dolor de cabeza, dolor muscular, debilidad, diarrea, insomnio, mareos, dolor de pecho, reacciones alérgicas, entumecimiento o cosquilleo en los dedos de las manos y de los pies, sensibilidad disminuida al dolor y al tacto, dolor de articulaciones y dolor de espalda, hinchazón de tobillos (edema), fatiga, erupción cutánea, y picor… Sigue una larga lista de efectos adversos menos frecuentes. Veamos un pequeño ejemplo de que la industria antepone el mayor interés económico posible a la salud, y una demostración más de que disminuir el colesterol no conduce a la disminución de la formación de placas, ni de las enfermedades vasculares: El 15 de enero de 2008, el New York Times, y otras publicaciones, dieron una noticia sobre una millonaria investigación de fármacos (Ezetimibe) para reducir el colesterol, realizada por las empresas farmacéuticas Merck y Schering-Plough, que los comercializaban bajo los nombres de Zetia y Vytorin. Ezetimibe parece reducir el colesterol entre un 15 y un 20 por ciento, pero ninguna prueba ha mostrado que reduzca los problemas cardiovasculares. En lugar de eso, las placas de colesterol en las arterias crecieron más rápido. Merck y Schering-Plough concluyeron el análisis en el 2006, pero fueron retrasando la publicación de los datos excusándose en la complejidad del análisis de los datos. Merck y Schering ocultaron estos datos explosivos durante casi dos años, mientras unos 5 millones de personas seguían tomando el fármaco (los fármacos anticolesterol, denominados estatinas, gracias a la creencia de que evitan los infartos, suponen un negocio de unos 40 mil millones de dólares, siendo uno de los productos estrella de los laboratorios farmacéuticos). Como consecuencia de la noticia, las acciones de MSD y SP cayeron el 15 y 25% respectivamente; en total el valor de las acciones de MSD bajó el 38% y el de SP el 42% a comienzos del 2008; por supuesto también cayó en picado su credibilidad. 17. Aparte de las investigaciones mencionadas más arriba, se puede destacar que desde que en 1936 Kurt Landé y Warren Sperry, de la Universidad de Nueva York, encontraron en su investigación que no hay relación entre el colesterol alto en sangre y los problemas cardiovasculares, otros muchos estudios realizados en diversas partes del mundo han concluido lo mismo: que no existe esta relación colesterol-aterosclerosis. Paterson y colaboradores, forenses de la Universidad de Ontario, Canadá haciendo un seguimiento de varios años de 800 veteranos de guerra de entre 60 y 70 años, encontraron que las personas con niveles bajos de colesterol tenían el mismo grado de aterosclerosis al morir que las personas con colesterol alto. Una investigación conjunta estadounidense y japonesa (Geriatrics 1969) estudió las arterias del cerebro de 1408 japoneses y más de 5000 estadounidenses y encontró que los japoneses tenían más aterosclerosis, aún sabiendo que, según diversos estudios, como el de Gore, Hirst y Koseki (American Journal of Clinical Nutrition 1959), los estadounidenses tienen un colesterol medio de 220 y los japoneses de 170. Lo mismo concluyen otras investigaciones en la India (Circulation 1961), Polonia (American Heart Journal 1962), Guatemala (American Journal of Clinical Nutrition 1967) y los Estados Unidos (American Journal of Medicine 1982). Sin embargo, algunos estudios encontraron una relación entre colesterol y enfermedad arterial, el más famoso de los cuales es el estudio de Framingham, Massachussets (Atherosclerosis 1979). Respecto a este estudio, en el que se basa gran parte de la política farmacéutica de promocionar el uso de rebajadores químicos del colesterol y de la tensión arterial, hay que decir que el coeficiente de correlación estadística entre el colesterol y la aterosclerosis hallada por los investigadores era solo de 0,36, y que siendo tan bajo no era justificado, ni comentado por los autores; además no mencionaba los estudios anteriores ni aportaban diagramas o información sobre el nivel de colesterol ni sobre el grado de aterosclerosis de cada cadáver estudiado. Este estudio no se puede aplicar a otras zonas del mundo, pues la población de Framingham

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era bastante envejecida, con un 20% de población afroamericana (que tiene mayor frecuencia de Hipertensión Arterial maligna) y su prevalencia en obesidad mórbida rondaba el 10%. Por otra parte el estudio Framingham tiene muchas lagunas, como la omisión de un dato básico en las investigaciones: cómo se seleccionaban los cadáveres para las autopsias, pues de los 914 individuos fallecidos, sólo se estudiaron 281, y de éstos estudiaron solamente el corazón y las arterias de 127 (el 14% del total); esta omisión indica que la selección no era al azar. Tras citar y comentar algunos de estos datos Rubén Roa, epidemiólogo especialista en Medicina Familiar, añade: “Quizás el mayor problema seamos los mismos médicos que hemos tomado como paradigma de riesgo cardiovascular a este estudio, con lo cual millones de personas sobrestiman el riesgo. Y por cierto, la industria farmacéutica siempre se ha ocupado de valorizar al estudio Framingham sobre el resto de los estudios, de modo tal que no pocas veces se está tratando población sana, y sin factores de riesgo… Lo que nos lleva a una extrema medicalización de la sociedad, un marketing del miedo, y la realización de procedimientos que no tienen ningún fundamento científico…”. 18. Por ejemplo en el folleto de Viramune (nevirapina) puede leerse, entre otras cosas (los subrayados son míos): VIRAMUNE no cura la infección por VIH. Por lo tanto, usted puede seguir padeciendo infecciones y otras enfermedades asociadas con la infección por VIH. Debe por lo tanto mantenerse en contacto con su médico de forma regular. Además, VIRAMUNE no evita el riesgo de contagio del VIH a otras personas a través de la sangre o el contacto sexual. Utilice las precauciones adecuadas para evitar el contagio del VIH a otras personas… los efectos adversos más importantes de VIRAMUNE son reacciones cutáneas graves y que suponen un riesgo para la vida y daños graves del hígado… Los efectos adversos descritos a continuación se han presentado en pacientes a los que se administró VIRAMUNE: Muy frecuente (lo presentan entre 10 y 100% de los que lo toman): erupción. Frecuente (entre 1 y 10%): disminución del número de células blancas de la sangre (granulocitopenia), reacciones alérgicas (hipersensibilidad), dolor de cabeza, malestar general (náuseas), vómitos, dolor abdominal, diarrea, inflamación del hígado (hepatitis), dolor muscular (mialgia), sensación de cansancio (fatiga), fiebre, anomalías en las pruebas de función del hígado, Poco frecuente (entre 0,1 y 1%): disminución del número de células rojas de la sangre (anemia), coloración amarilla de la piel (ictericia), erupciones de la piel graves y potencialmente mortales (Síndrome de Stevens Johnson /necrolisis epidérmica tóxica), urticaria, líquido bajo la piel (edema angioneurótico), dolor articular (artralgia). Raros (entre 0,01 y 0,1%): inflamación del hígado intensa y repentina (hepatitis fulminante). 19. En el prólogo de un libro de Peter Duesberg, referencia de Dsalud nº 126. 20. www.RobertoGiraldo.com 21. Dsalud nº 102. 22. Las empresas farmacéuticas reconocen en las instrucciones que vienen con los reactivos que las pruebas ELISA, Western blot y de carga viral (que se usan para diagnósticar la infección por VIH) no pueden, por sí solas, usarse como pruebas diagnósticas de la presencia del VIH. Estas pruebas pueden dar como positivas sin presencia de la "infección VIH". Estos falsos positivos pueden estar condicionados por numerosas infecciones parasitarias, bacterianas, víricas o micóticas, desde un resfriado, común o la gripe hasta la lepra o el cáncer, pasando, entre otras muchas, por la existencia de embarazo, la alteración producida por el estrés, por determinados alimentos, la hemofilia, el consumo de drogas, las enfermedades de transmisión sexual o las transfusiones de sangre. 23. Conferencia en la Universidad de Antioquia en el II Congreso Nacional de Estudiantes de Bacteriología, 1999.

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24. “Ni Montagnier, ni Gallo, ni Levy, aislaron partículas de VIH, ni partículas de algún otro retrovirus y ni siquiera aislaron partícula viral alguna”, Giraldo. 25. Giraldo concluye, entre otras cosas que: “hay muchos hechos científicos que indican cómo: las pruebas usadas en el diagnóstico de la "infección VIH" son extraordinariamente inadecuadas; que ser ‘VIH positivo’ no indica que la persona esté infectada con el VIH; que hay más de 70 razones diferentes para tener un resultado positivo en la llamada ‘prueba del SIDA’; que la transmisibilidad y la contagiosidad del SIDA no son reales; que el riesgo de desarrollar el SIDA después de ser ‘seropositivo’ es desconocido; que el VIH no es la causa del SIDA; que el VIH ni siquiera parece existir; que lo que se conoce como SIDA es un síndrome tóxico y nutricional; que todas las drogas anti-retrovirales como el AZT, los inhibidores de proteasa y otros, son altamente tóxicos para los humanos; que los medicamentos antiretrovirales pueden por si mismos causar el SIDA; que las mujeres embarazadas, los recién nacidos y los niños, son mucho más vulnerables a los efectos tóxicos de estos medicamentos”. 26. La siguiente explicación está basada en el artículo de Luis Botinas publicado en la revista Discovery Salud nº 115, que, entre otras pruebas, aporta fotografías de los manuscritos mencionados. La explicación ortodoxa defiende que el SIDA es una enfermedad provocada por un retrovirus denominado VIH. Estos científicos justifican su posición en los artículos que el médico estadounidense Robert Gallo, que trabajaba en el Instituto Nacional de la Salud del Cáncer, publicó en la revista Science el 4 de mayo de 1984. Desde el principio diversos investigadores han discrepado con esta postura mayoritaria entre los científicos. El 30 de junio del 2008 se publicó el libro de Janine Roberts titulado “Miedo a lo invisible. Cuán temerosos debemos estar de virus y vacunas, de VIH y SIDA”; este libro demuestra que estos artículos de referencia son un fraude científico cometido por Robert Gallo. Las mentiras de Gallo no son circunstanciales, son básicas para los que defienden su hipótesis: no solo no encontró ningún virus nuevo, sino que ni siquiera había ningún virus en sus cultivos celulares. Gallo falsificó las conclusiones de su jefe de laboratorio Mikulas Popovic, cambiando, de forma manuscrita, la frase “A pesar de los intensos esfuerzos de investigación efectuados el agente causante del SIDA aún no ha sido identificado” por esta otra: “Nuestros hallazgos sugieren que un retrovirus de la familia HTLV puede ser el agente etiológico del SIDA”, para apoyar esta afirmación aportó referencias y fotografías no relacionadas con los experimentos realizados. Respecto a las fotografías presentadas como cultivos del virus buscado, en realidad eran partículas HTLV procedentes de desechos de una célula degenerada que pueden encontrarse en cualquier precipitado celular, según afirmó su director de laboratorio Matthew A. Gonda. Tras varias investigaciones del gobierno sobre la forma de actuar de Gallo, éste fue expulsado del Instituto Nacional de la Salud y fue obligado a devolver varias patentes a Montagnier. En diciembre del 2008, treinta y siete investigadores de 14 países pidieron a la revista Science que retire los artículos de Gallo publicados en 1984, una vez demostrado que fue un fraude. 27. El País, 12 de octubre de 2008. 28. La investigación, como ya vimos, es subjetiva, pues depende de la consistencia de la hipótesis, la tecnología, el apoyo económico y académico, la presión social, el momento histórico, etc. Prueba de ello son el apoyo al proyecto genoma, armas nucleares, fármacos, etc., mientras se ignoran las denominadas investigaciones “huerfanas”: prevención, alimentación, iatrogenia, terapias naturales, placebo, etc.

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DUDAS SOBRE LA CREDIBILIDAD DE LA INVESTIGACIÓN: Se investiga, financia y publica lo que tiene interés para la industria. El 80% de los ensayos clínicos dependen de la industria farmacéutica: -Buscan beneficios, no la salud de la población. -Deciden a que investigadores financian. -El 33% de los científicos reconoce “modificar resultados”. -Dejan intervenir a la industria de forma excesiva. -Manipulan datos: “estadísticamente significativos”. -No publican los resultados desfavorables. -Manipulan los resultados favorables. Depende de las revistas que lo publican: -El resultado es subjetivo: “Basado en la confianza y honradez” Science). -El coste ronda los 150 Millones $ por ensayo, no permite reproducirlos. -Son revisados por “pares de prestigio” (profesionales reconocidos, es decir, quienes publican mucho: al tener respaldo económico y conservar el viejo paradigma). -Las revistas científicas tienen “intereses” económicos (75% de sus ingresos son la reimpresiones, además de la publicidad)). La industria financia agencias periodísticas y de Marketing: -Para informar en los diarios médicos. -Para dar las noticias de salud en los noticiarios. -Los periodistas tienen “incentivos” y emiten las noticias sin cuestionarlas. ADEMÁS: -Los investigadores críticos son arrinconados o perseguidos. -La industria controla y manipula organismos públicos, desde agencias del medicamento nacionales hasta Comités del Congreso o de la OMS. En la FDA, por ejemplo, la oficina de seguridad depende de la del medicamento (que está fuertemente influenciada por la industria y los aspectos económicos). La FDA requiere dos pruebas para demostrar la eficacia de un medicamento. Las internacionales farmacéuticas suelen realizar muchas pruebas hasta que consiguen dos que demuestren que su fármaco es poco más eficaz que un placebo. El Prozac, por ejemplo, tuvo que realizar diez pruebas para conseguir cuatro a su favor. -La industria controla la información y financian “regalos” que reciben los profesionales sanitarios que prescriben los fármacos. -Controlan y financian las asociaciones de enfermos. … 29. Gaceta Sanitaria v.21 n.1 Barcelona ene.-feb. 2007. 9. LA VITALIDAD NATURAL. 1. Desde ‘El libro amarillo’ chino, de hace cinco milenios, o Hipócrates a Edward Bach o Jorge Carvajal. 2. Hamer la llama “Ley de Hierro del Cáncer”. 3. Fase fría o simpaticotónica. 4. Fase sintomática, curativa o vagotónica. 5. Los marcadores tumorales pueden dar positivos. 6. Un rebrote agudo simpaticotónico, o crisis epileptoide. 7. Esto solo es un esquema, en la práctica las etapas pueden interpenetrarse. 8. Es decir, se ajusta al origen embrionario de los órganos y a la historia evolutiva del cerebro: Las capas embrionarias, (también llamadas germinales o blastodérmicas), formadas entre la tercera y octava semana del desarrollo embrionario, son grupos de células, que mantienen entre sí unas características histológicas comunes. Estas capas originan los tejidos y órganos del adulto mediante el proceso de organogénesis. En el ser humano hay tres capas: 1. El ectodermo, la capa embrionaria

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externa, (regulada por el la sustancia gris del neocórtex cerebral) origina el sistema nervioso, los órganos de los sentidos externos, los ojos, los oídos, el epitelio de la boca y del recto, el esófago, la epidermis, el pelo, las uñas y las glándulas mamarias. 2. El endodermo, o capa interna, (regulado por el tronco cerebral) es la estructura histológica del intestino, el hígado, el páncreas, los pulmones, la vejiga, y otros órganos internos. 3. El mesodermo, o capa media, que genera los huesos, músculos, sistema circulatorio, linfa, células sanguíneas, tejido conjuntivo, riñón y gónadas, está regulado por dos zonas diferentes del encéfalo: el paleoencéfalo (tronco cerebral y cerebelo) y la sustancia blanca del neocórtex cerebral. 9. Por ejemplo: en el tracto gastrointestinal, las amígdalas, los alvéolos pulmonares, o el cuerpo del útero, se encuentra siempre la estructura histológica del adenoma, en coliflor. En la mucosa bucal, orificio del útero, vagina, mucosa bronquial, o mucosa vesical, la estructura histológica encontrada es la de un carcinoma ulcerativo con epitelio pavimentoso. 10. Según esta teoría ortodoxa de las metástasis, un carcinoma de origen endodérmico (de colón, por ejemplo), puede transformarse en una necrosis de origen mesodérmico (osteolisis ósea, por ejemplo). A pesar de las diferentes y técnicamente avanzadas investigaciones con isótopos radioactivos, nadie nunca ha conseguido observar, ni demostrar, que las células tumorales se trasladen por la sangre a los denominados focos metastásicos. Estas células viajeras, según Hamer, no existen, pues los diferentes órganos proceden de diferentes capas embrionarias, lo que impide que sus células se trasladen y se conviertan en otro tipo celular; así pues las metástasis no existirían. Serían nuevos brotes emocionales, a menudo causados por diagnósticos médicos, que actúan como un pronóstico vudú, pues cuando se le dice a una persona que tiene cáncer, desde la autoridad en la materia que se le supone a un médico, resulta tal golpe psíquico que puede frenar la curación y dañar gravemente otras zonas del organismo. 11. Los experimentos realizados con roedores sólo han demostrado que es el miedo a determinados productos, la emoción causante del problema, no la sustancia en sí, la que causa la enfermedad. El cáncer no lo causa el formol, sino el rechazo mental a su olor. Del mismo modo el poder cancerígeno del tabaco puede ser mental. En experimentos con hamster los expuestos al humo de tabaco vivieron más que los no expuestos, según Hamer porque al vivir bajo tierra no tienen miedo al humo, lo contrario de los ratones, que tienen pánico. 12. Los hongos y micobacterias (microbios arcaicos) se relacionan con el endodermo, el mesodermo cerebeloso y los órganos que lo constituyen, las bacterias (microbios viejos) con el mesodermo y su grupo de órganos y los virus con el ectodermo, y el córtex cerebral. 13. O.N.G. catalana de personas que han superado el cáncer utilizando su poder interior. Canvi, en su declaración de principios dice, entre otras cosas, que el ser humano es cuerpo, mente y alma, que cada persona debe responsabilizarse de su salud y ser activa, que tiene el derecho a estar informado de todos los métodos de sanación y a utilizar cualquiera que elija. Dice “queremos que la gente sea consciente del poder que hay en su interior, de su potencialidad”, dar esperanza, siempre y siempre respetar la voluntad del enfermo. 14. Programa de Televisión Española Preguntas y respuestas, 1994, titulado Ganarle la partida al cáncer, dirigido por la periodista Adelina Castillejo. 15. Los refinados, por ejemplo, son ladrones de nutrientes, pues el cuerpo emplea éstos (el calcio por ejemplo), para poder asimilar los alimentos. Como los alimentos refinados carecen de los nutrientes, vitaminas y minerales que tienen en estado natural, el proceso metabólico los extrae de los tejidos del propio organismo (de los huesos en el caso del calcio).

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16. Los macrominerales, calcio, magnesio, sodio y potasio, y su relación dentro y fuera de la célula regulan la energía celular. Los microminerales y vitaminas son cofactores enzimáticos que favorecen los procesos metabólicos y neutralizan los radicales libres. 17. Los principales tóxicos alimentarios son los plaguicidas, nitratos, grasas trans, antibióticos, exohormonas, hidrocarbonos policíclicos y metales pesados. 18. Betabloqueantes, inhibidores ACE, bloqueantes del calcio y reductores del colesterol. 19. Diversos estudios, entre ellos los realizados por el propio Matthias Rath, demuestran que la arteriosclerosis está provocada, como factor primero y esencial, por una degeneración del endotelio de las arterias, provocado por la falta de los nutrientes esenciales que impiden a las células mantener el tejido conjuntivo arterial (colágeno y elastina), en buenas condiciones, por lo que aparecen lesiones, fisuras y placas aterosclerósicas. 20. Lipoproteínas adhesivas. 21. Y que las lipotroteínas pierdan sus propiedades adhesivas. 22. Los principales micronutrientes que consiguen este milagro, además de la vitamina C y los aminoácidos lisina y prolina, son: magnesio, calcio, potasio, betacaroteno, vitamina B, D, E, bioflavonoides, selenio, zinc, cromo, carnitina, picnogenol y coenzima Q10. La oxidación biológica, provocada por los radicales libres daña las lipoproteínas de la sangre y las células endoteliales. La vitamina C, el betacaróteno, la vitamina E, el selenio son potentes antioxidantes, que devuelven a la sangre su vitalidad. La vitamina C, además (en dosis superiores a 600mg/día), reduce la presión de las paredes arteriales, evita su calcificación y disminuye la hipertensión. Las vitaminas C y E y el magnesio son anticoagulantes naturales. 23. Página web de su Fundación: www.dr-rath-foundation.org. 24. Algunas de estas investigaciones son citadas en el libro Por qué los animales no sufren infarto y los hombres sí, Matthias Rath. 25. Página web de su Fundación: www.dr-rath-foundation.org. 26. Las investigaciones de Naessens concluían que en organismos sanos los nanoorganismos (que él denominaba somátides) evolucionaban en ciclos de 3 fases somátide, espora y doble espora, volviendo a la fase de somátide; en los organismos debilitados el ciclo llegaba a 16 fases, pasando por bacterias y bacilos. Esto le permitía diagnosticar, con antelación a sus síntomas, patologías degenerativas. Este microorganismo capaz de reproducirse resistía temperaturas de 200º C, soportaba ácidos, radiaciones potentes y parecía tan duro como un diamante. 27. Los cambios ocurren sobre todo si se vuelve tóxico el terreno interno del organismo: cuando baja el pH, que es ligeramente alcalino (7,36), la sangre se vuelve ácida, lo cual cambia el equilibrio energético de la membrana de los glóbulos rojos, haciendo que éstos se adhieran entre sí formando grupos de cinco o más. Esta acidosis metabólica podría originar que la inteligencia homeostática haga cambiar los microorganismos para desempeñar las nuevas funciones necesarias ante la oxidación y envejecimiento de los tejidos. 28. Serológicas, hematológicas, leucocitarias o hematopoyéticas. 29. Uso alimentario de azúcar refinado y carne en cantidades abusivas, anteriormente impensables, agricultura y ganadería química, de explotación intensiva, transporte, almacenamiento y venta. El abaratamiento competitivo de precios a costa de bajar la calidad hasta límites peligrosos. La presencia, inevitable por el consumidor, de infinidad de aditivos químicos, grasas trans (usadas para que los alimentos permanezcan durante meses en las estanterías los mercados) y envases plásticos. 30. Provocada por la hegemonía del cientificismo, la tecnología y la decadencia de las religiones y culturas tradicionales. Por atraparte, ya hemos visto que

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las crisis no son malas ni buenas, sino un proceso natural para alcanzar estados emergentes más evolucionados. 31. Como el té verde (polifenoles), la uva negra (resveratrol), el tomate (licopeno), cítricos (flavonoides), setas Shiitake (vitaminas y antioxidantes), chocolate negro (teobromina), etc. 32. La sustancia denominada Nuclear Factor kappaB (un factor que favorece la inflamación cancerígena). 33. El efecto de inhibir el NFkappaB y la angiogénesis. Aunque la mayor parte de las veces estos dos objetivos (el efecto curativo y los beneficios económicos) son incompatibles, por lo que el segundo se impone al primero. 34. En esta dirección apuntan investigadores como los del Instituto de Investigaciones sobre el Cáncer de la Universidad de California en San Francisco (Nature 6917, 2002). Citado en el libro Anticáncer de D. Servan-Schreiber, pag 166. 35. Eso es lo que han concluido investigadores como Yihao Cao y Renai Cao, del instituto Karolinska de Estocolmo (Nature 398, 1999), o Richard Beliveau. de la Universidad de Montreal (junto a otros investigadores) (Medical Chemistry Reviews Online 2005, citado en el libro Anticáncer, pag. 168). 36. Ricos en ácidos grasos y terpenos. 37. La cúrcuma es un potente antagonista del NF-kappaB, capaz de actuar cuando el uso de Taxol (un medicamento quimioterápico para el cáncer de mama) se ha mostrado inefectivo. 38. Para las úlceras mejor que el Tagamet. 39. Edulcorante beneficioso para la diabetes, para la obesidad, para reforzar la vitalidad. Ha estado prohibida en muchos países sin otra razón que los intereses comerciales, y aún actualmente se oculta su gran potencial para las personas con diabetes y para la población en general. En cambio la sacarina, extraída mediante síntesis química del tolueno del petróleo y potencialmente cancerígena es promocionada sin problemas. 40. Los investigadores del colegio Universitario de Ciencias Médicas de Nueva Delhi han estudiado el efecto de la combinación de selenio, magnesio, vitamina C y vitamina A en animales; cuando tomaban sólo uno de estos componentes junto con la sustancia cancerígena… la mitad desarrolló un tumor… con dos de dichas sustancias a la vez, sólo un tercio desarrolló cáncer. Si se combinaban tres componentes, la proporción de ratonas enfermas se reducía a una de cada cinco, y solo a una de cada diez entre aquellas que consumían los cuatro componentes. (citado por D. ServanSchreiber en “Anticáncer” pag. 183). 41. Otras investigaciones que apoyan las propiedades saludables de los alimentos: Estudio del cuerpo humano en la Universidad Harbin de Medicina. Resultado: La col, es la comida más importante en cuanto a reducir el riesgo de cáncer en el estómago. Estudio sobre fumadores en Italia. Resultado: Los que consumieron verduras, y hojas verdes, tuvieron tres veces menos riesgo en padecer cáncer de pulmón, comparado con fumadores que rara vez consumían vegetales. Estudio del Instituto Hebel del Cáncer en China. Resultado: el ajo, la cebolla y el tomate, tuvieron la habilidad, de inhibir la mutación celular causada por medicamentos comunes de quimioterapia... esto se basó en la evidencia de que los medicamentos de quimioterapia causan la mutación de células dando lugar más adelante a otros tipos de cáncer. Estudio de la Clínica Mayo. Resultado: Pacientes con cáncer recibiendo terapia de radiación pueden beneficiarse significativamente de dietas a base de verduras.

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Estudio de Universidad de Atenas, Escuela de Medicina en Grecia. Resultado: Las mujeres que consumen la menor cantidad de verduras, tuvieron 10 veces más el riesgo de cáncer de mama comparado con mujeres que consumen gran cantidad de verduras. Estudio humano en Australia. Resultado: El consumo de Col, zanahoria y verduras de hoja verde, es una protección substancial contra el cáncer de colon. Estudio del Instituto contra el Cáncer Aichi en Japón. Resultado: Comer verduras reduce el riesgo de cáncer cervical y de mama en las mujeres. Estudio de la Agencia para el control del Cáncer en Vancouver (British Columbia). Resultado: Consumir vegetales reduce dramáticamente la incidencia de cáncer de mama. Fuentes: http:/www.phmiracleliving.com, http://mundoalkalina.blogspot.com. 42. La acidez se mide por el pH, y va desde 1 (lo más ácido) hasta 14 (lo menos ácido, más alcalino o básico). El pH óptimo de nuestro organismo es de 7,36 (que es el pH de la sangre). Cuando se produce un aumento de residuos ácidos, en la sangre, se puede llegar a tener entre 7 y 7,35 (acidosis). Por debajo de 7 o por encima de 7,8 el organismo muere. Las malas digestiones conducen a la acidosis a través de la fermentación que producen alcoholes (fenol, indol, escatol, etc.). El sudor cuando es muy ácido irrita y fisura la piel. La orina ácida escuece al orinar y facilita las infecciones urinarias. Los dientes se deterioran por el consumo de alimentos acidificantes (azúcares refinados). Diversos terapeutas e investigadores remarcan la importancia de la alcalinidad sanguínea para la salud, como Robert O. Young (autor de los best sellers: “El Milagroso pH”, “Enfermo y Cansado”, “El Milagroso pH para Diabetes”, “El Milagroso pH para Perder Peso” y “El Milagroso pH para el Cáncer”): “La Enfermedad es la expresión de un exceso de ácidos en el cuerpo humano". Young dice tener un 100% de efectividad con quienes han aplicado su protocolo alcalinizante para las enfermedades metabólicas. “Una persona sana y bien equilibrada, que recibe suficiente cantidad de sustancias alcalinas en su alimentación tendrá en la segunda orina de la mañana un pH ligeramente alcalino, idéntico al de la sangre”, Catherine Kousmine (investigadora suiza, creadora de un sistema terapéutico basado en la alimentación natural). También Sang Whang, investigador durante décadas del pH corporal, ha encontrado que el ambiente ácido tiene carencia de oxígeno, que las células sanas viven en un medio alcalino y mueren en un ambiente ácido, mientras las células cancerosas mueren en ambiente alcalino: “Es el exceso de ácido en nuestro cuerpo lo que cultiva el cáncer”. 43. La alimentación con excesivas proteínas y lípidos crea más purinas de las que pueden ser eliminadas por los riñones y la piel; genera un residuo metabólico denominado ácido cetoacético que destruye los bicarbonatos de la sangre, y baja su Ph. El organismo agota las reservas alcalinas y no puede utilizar el exceso de ácido, que es eliminado por la orina (cetonuria). Esta acidosis sin ser tan grave como en los diabéticos (que no pueden aprovechar la glucosa y deben obtener su energía a costa de los lípidos,) causa fatiga crónica y altera el equilibrio biológico natural. 44. Generan carencias de vitaminas y minerales, así como enfermedades dentales, intestinales y de los huesos. 45. Deficitarios en enzimas, vitaminas y otros nutrientes. 46. The Choice, mayo1977. 47. Entre los expertos que se decantan por las terapias naturales se encuentran: J. W. Forsythe, S. B. Edelson, E. R. Contreras, D. Servan-Schreiber, D. Brodie, K. Block, R. C. Atkins, A. Hoffer, D. Labriola, M. Vega, E. Revici, R. C. Rountree, y J. Stoff.

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48. Fuentes fiables, para los escépticos, son, por ejemplo: las monografías de la OMS, la European Scientific Cooperative on Phitotherapy (ESCOP), la Comisión E del Ministerio de Sanidad de Alemania o los cada vez más numerosos ensayos clínicos y metaanálisis sobre plantas publicados en pubmed y Cochrane (aunque no son comparables a los realizados sobre fármacos). La semFYC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria) también ha publicado alguna monografía. Además están el vademecum de prescripción de Vanaclocha y Cañigueral, el Vademecum de prescripción de plantas medicinales de varios autores, de Masson, 1998, y la guía: Terapia con plantas medicinales, de P. del Río, el Manual de medicina naturista de J. L. Berdonces, 2003. 49. Otros ejemplos son: La pseudoefedrina, que es usada en jarabes para la tos (InistonR,…) que se venden sin receta; la pseudoefredina es peligrosa para el corazón (Annals of Emergency Medicine 2004) mientras el Mormon Tea (Ephedra genus) del que procede su principio activo original, y que cura la tos sin efectos secundarios, está prohibido. También la efedrina aislada de la planta china Ma huang (Ephedra vulgaris), usada tradicionalmente, se ha comercializado (RitalinR), pero mientras el Ma huang, que es un estimulante seguro y efectivo está prohibido, el RitalinR que causa adición y problemas cerebrales (convulsiones, alucinaciones, suicidio) es cada vez más recetado a los niños. El acenocumarol (una cumarina comercializada como WarfarinaR o SimtromR), es un anticoagulante oral muy usado para prevenir y tratar enfermedades coronarias y trombo-embolias (solo en España lo usan alrededor 500.000 personas, sobre todo ancianos). La cantidad de variables que influyen en su uso dependiendo de cada persona, hace peligroso este fármaco, pues puede causar hemorragias a dosis altas, por lo que necesitan un control cada pocos días. Pues bien, esta cumarina es un componente del meliloto, o trébol dulce (Melilotus officinalis) que cuando fermenta provoca hemorragias digestivas a las reses que lo comen y que, actualmente, se usa también como veneno para las ratas. Fue Paul Karl Link, quien en 1941, aisló el dicumarol, y en 1953, con un grupo de alumnos, desarrolló la warfarina. De la planta digital (Digitalis purpurea) han aislado la digoxina, que se usa en la insuficiencia cardiaca y algunas arritmias. Los glicósidos son moléculas usadas en el metabolismo de los vegetales (con un azúcar o glicona y otro compuesto llamado genina o aglicona) que se utilizan como medicamentos: los del ruibarbo y aloe (glicósidos antraquinónicos) son laxantes y purgantes, los de la gayuba (glicósidos fenólicos) son antisépticos urinarios, los glicósidos del digital (glicósidos cardiotónicos) son reguladores del rítmo cardiaco. Las salicinas son un principio activo del ácido acetil salicilico. El TaxolR, es un fármaco usado como quimioterápico, aislado del tejo (Taxus brevifolia); da unos beneficios de mil millones de dólares al año. El IrinotecanR es un fármaco antineoplásico usado en quimioterapia intravenosa contra el cáncer de colon, que como el TopotecanR (otro quimioterápico para los cánceres de ovario y de pulmón), son principios modificados de alcaloides citotóxicos aislados del árbol asiático Camptotheca acuminata o árbol de la felicidad. La ivermectina es un potente antiparasitario, que como la ciclosporina (inmunosupresor usado para el trasplante de órganos) provienen de hongos de Japón. La ipecacuana (Cephaelis ipecacuana) usada tradicionalmente contra la disentería, se usa (como su principio aislado, la emetina) actualmente como inductor del vómito. La quina, extraída del árbol de la quina (Cinchona officinalis) era usada por los nativos americanos contra la fiebre y la malaria, es el precedente de principios activos aislados como la quinina y la quinidina, usada actualmente como antiarrítmico (TrangorexR…).

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De la planta Belladonna (Atropa belladonna) se aisló el alcaloide atropina, indicado como antiespasmódico, antiasmático, anticolinérgico, preanestésico, espasmolítico, para arritmias y bradicardias. El curare, sustancia extraída de diversas especies del género Strychnos toxifera, es un veneno paralizante, usado tradicionalmente en la selva del Amazonas, del que aislaron (1935) la d-tibocurarina predecesor del los actuales anestésicos. Las estatinas son principios aislados de una levadura roja del arroz (Monascus Purpureus), conocida en China desde hace siglos como Hong-Qu, Xuezhikang o Zhitai, usada para mejorar la circulación y fortalecer el bazo. Se usan para inhibir las enzimas del hígado encargadas de la producción del colesterol. La levadura roja es mucho más barata que las estatinas, pero aún así no es recomendable ya que ambas son tóxicas, y reducen (peligrosamente, como ya hemos visto) los niveles de colesterol. El opio o adormidera (Papaver somniferum) es más seguro y menos adictivo que sus copias químicas de efecto rápido: morfina, codeína y oxicodona. La baicaleína, fármaco anti cáncer muy usado entre los enfermos de leucemia, es copia de un principio activo aislado de la raíz de la escutelaria asiática (Scutellaria baicalensis), usada por la medicina tradicional china; es segura y efectiva contra la hipertensión, enfermedades hepáticas, alergias epilepsia y cáncer (induce la apoptosis, el suicidio celular, en las células cancerígenas derivadas de la leucemia). La Colchicina, que se usa para combatir los ataques de gota, ha sido aislada de la planta denominada cólchico (Colchicum autumnale). El Ginkgo biloba es vasodilatador cerebral y periférico, mejora la microcirculación sanguínea, los vértigos, mareos y los calambres y frialdad de piernas (TanakeneR). El Castaño de indias (Aesculus hippocastanum), y su saponina aislada (FeparilR, FlebostatinR, ProvenenR…), es un protector de los vasos sanguíneos, indicado para la insuficiencia venosa crónica, varices, edemas venosos y hemorroides. El Rusco (Ruscus aculeatus), es un protector y tonificante de las venas de los miembros inferiores (FabrovenR). Asimismo en los vademécum (guías de los fármacos disponibles) podemos encontrar, junto a los fármacos, muchos productos naturales sin alterar o sin cambiar de nombre, solos o en combinación con otros productos: aceite de onagra, aceite de ricino, acónito, adonis vernal, altaea, almendras dulces, aceite, aceite de jojoba, agua de mar, aguacate, alanina, alantoína, alcanfor, almidón, aloe, altea, amilasa, anises, arginina, árnica, almidón de arroz, ascorbato cálcico, ascorbato sódico, azufre, bálsamo del Perú (LinitulR), biotina, brea de hulla, cafeína, camelia sinensis, calcio; y otras muchas plantas, vitaminas, minerales y micronutrientes que se encuentran en la naturaleza. 50. En España, por ejemplo, está prohibido que los comercios dietéticos y herboristerías den folletos con las propiedades curativas de los productos naturales, aunque estos mismos productos pueden llevar prospectos si se venden en las farmacias. 51. New Scientist, 1994. 52. Angstrom (Å): 1 Å = 10-10m. 10. EL CAMPO ENERGÉTICO HUMANO. 1. Ciclos que se suelen medir en hercios, Hz, la unidad de frecuencia. Un Hz es el número de veces que se repite una onda en un segundo. 2. El alemán Von Reichenbach, en 1845, investigó el campo, al que llamó fuerza ódica, y descubrió en sus observaciones con cristales e imanes que los seres vivos desprenden una luminosidad roja violeta, naranja y verde. Comprobó que los imanes además de polos magnéticos presentan polos ódicos, cuyos similares se atraen (no sus opuestos). También comprobó experimentalmente esta polaridad en los cristales

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y en el ser humano, siendo en éste el polo negativo la parte izquierda del cuerpo y el positivo la parte derecha. Wilhelm Reich describió una energía parecida, la energía de la vida, que denominó Orgónica. Hacia 1920 el Dr. Walter Kilner del Hospital St. Thomas en Londres, investigando con vidrios teñidos con el colorante dicianina, observó por casualidad una bruma sutil que penetraba en el cuerpo humano. Prosiguiendo sus investigaciones sobre su hallazgo llegó a comprobar que muchos pacientes presentaban esta sustancia parecida a una bruma, con diferentes tamaños, colores e intensidades, que variaban dependiendo del sexo la edad y el estado de salud. Los enfermos presentaban manchas apagadas o descoloridas en la zona afectada. El doctor Schafica Karagulla correlacionó las observaciones realizadas por personas sensitivas, capaces de visualizar el campo etéreo, con los diagnósticos y pruebas de las personas observadas. Las investigaciones concluyen que hay un cuerpo no material menos denso, que los sensitivos perciben como una niebla luminosa, un campo de energía que penetra y rebasa la densidad el cuerpo físico (citado por Brennan). En 1939 los esposos Kirlian, construyeron una máquina electrofotográfica capaz de sacar fotografías a este Campo Energético Humano, dando lugar a la fotografía Kirlian, que a partir de 1960 obtuvo subvenciones del gobierno ruso para la investigación en salud. Actualmente está extendida por todo el mundo. Aunque muchos científicos opinan que la luz que aparece en las fotografías de Kirlian es causada por la humedad del aire en torno al organismo, la literatura experimental deja fuera de duda que las diferentes oscilaciones lumínicas del campo son debidas a características psicofisiológicas individuales. En 1973 Konikiewicz, del Centro Médico Harrisburg, en USA, mostró que el efecto corona se debilita o intensifica dependiendo de los que estén presentes. En 1979 Thelma Moss, de la Universidad de California en Los Ángeles, usando la electrofotografía en experimentos con ratas, encontró diferencias entre los tejidos sanos y los cancerosos. Moss y Kendall también encontraron que la luminiscencia en las personas se correspondía con cambios emocionales. La electrofotografía es usada sobre todo para valorar los cambios metabólicos y el estado físico. La Dra. Valerie Hunt en los años 1970 y 1980 en la Universidad de California en Los Ángeles usó clarividentes para describir los colores del aura alrededor de las personas y compararlos con mediciones fisiológicas realizadas con aparatos de biofeedback. Hunt denominó a esta energía, descrita por Tesla, energía bioescalar. El Biofeedback, biorregulación o biorrespuesta, es un “método de entrenamiento psicofisiológico que usa equipamientos electrónicos para investigación y terapia de reestructuración cognitiva o problemas musculares”, por ejemplo; La biorrespuesta mide datos fisiológicos inconscientes (ondas cerebrales, respiración, latidos, temperatura corporal, pulso, etc.) mostrados a la persona al instante, para que pueda correlacionar esos datos con su estado psicoemocional y usarlos para mejorar. Los científicos procesaron matemáticamente los datos de las ondas registradas por medio de un análisis Fourier y otro de frecuencia de sonograma. Ambos estudios concluyeron que cuando las personas sensitivas observaban un color en un lugar específico, las mediciones electrónicas mostraban siempre la forma y la frecuencia característica de ese color en el mismo lugar. Además mediante este método se podía disminuir el dolor y reparar tejidos dañados. 3. Un ejemplo de este patrón energético armónico del universo, son las matemáticas, y más en concreto el número phi y la proporción áurea, que parecen estar presentes en todo, mostrando la coherencia de todo el kosmos. 4. El campo eléctrico del corazón es 100 veces más potente que el del cerebro y el magnético 5.000 veces más potente.

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5. Tom M. Mitchell, de la Universidad Carnegie Mellon (USA) ha comprobado que al leer o escuchar de forma consciente determinadas palabras, éstas activan el sistema nervioso y motor en función de su significado; son neuronas que se activan al imaginar algo (acciones, emociones, sensaciones…), es decir diferentes palabras generan diferente información vibratoria, diferentes conceptos y formas ondulares activan diferentes acciones corporales; por ejemplo, al pensar en un limón (real o imaginario), activamos la materia: péptidos, neuronas, fibras, hormonas..., que activan el gusto, el olfato, la salivación. El pensamiento crea la materia: pensar en el limón genera saliva, pensar en piojos puede hacer que pique el cuerpo, pensar en alguien del sexo complementario puede agrandar el pene o humedecer la vagina. 6. Dan Winter ha encontrado que el amor vuelve coherentes los latidos cardiacos y que esta armonía, este patrón energético influye en la vitalidad de los tejidos y células, incluido el trenzado del ADN. “Las enseñanzas espirituales son enseñanzas eléctricas y la iluminación es pura física a nuestro alcance”, “… Mis conocimientos como ingeniero eléctrico conforman mi idea religiosa ¿Sabe esa aureola que les ponen a los santos…? Es pura ciencia”, Dan Winter. 7. Al medir las ondas con electroencefalogramas, por ejemplo, encontramos diferentes patrones de frecuencias y aunque los límites entre los diferentes tipos de ondas no son claros, pueden explicar diferentes estados mentales: 1.Las ondas cerebrales Beta aparecen en estado de actividad consciente (vigilia) con actividades como razonar al conversar, contar, caminar, o leer (ansia, sorpresa, miedo, estrés). 2. Las ondas cerebrales Alfa aparecen en estado de tranquilidad consciente (relajación, meditación, silencio mental…). 3. Las ondas cerebrales Zeta o Theta se producen en estados hipnagógicos (cuando nos estamos durmiendo, tenemos sueño lúcido, o ensoñación consciente). 4. Las ondas cerebrales Delta aparecen en estado de sueño profundo (fase REM del sueño), o trance hipnótico. Jhon Zimmerman, 1985, del Instituto Bioelectromagnético de Reno, reveló que los pacientes después de vincularse con su sanador, asumen también el ritmo alfa electroencefalográfico de éste. 8. No quiero denominarlo paradigma Newtoniano, como se hace a menudo, pues Newton ni era materialista ni dificultó el avance de la ciencia, sino que lo impulso decididamente, dentro de su época. 9. La epífisis (glándula pineal), la hipófisis (glándula pituitaria) y el hipotálamo, convierten los pensamientos-sentimientos en emociones físicas; potente energía, que se siente en los chacras y meridianos, y en sus plexos nerviosos correspondientes; generando hormonas desencadenantes de procesos físicos (relacionados con diversos sistemas: neurológico, endocrino, inmune, sexual, renal…). La coherencia o incoherencia energética producida por los pensamientos y sentimientos se traslada, así, a los diferentes cuerpos energéticos, produciendo emociones (sentimientos percibidos físicamente). Si hay incoherencia energética se altera el estado de fase ondular y afecta al adecuado funcionamiento de chacras y órganos. Los estados capaces de producir coherencia ondular (amor, ambiente familiar, relajación, olas del mar, cascadas, música, silencio, TT, olores agradables, caricias, comidas naturales, aire puro, contemplación de la naturaleza…), posibilitarían la recuperación de la armonía energética. 10. B. A. Brennan. Manos que curan, 1987. 11. Rusia es el país donde más se ha investigado la tecnología que permite percibir y manipular el campo humano. En los años 50 un grupo de científicos soviéticos del Instituto de Bioinformación de A.S. Popow descubrió que los organismos vivos emiten vibraciones de energía a una frecuencia entre 300 y 2000 nanómetros. Demostraron la existencia del CEH, al cual denominaron bioplasma. También el ejército soviético y el servicio de espionaje (KGB) se interesó por esta área de investigación desarrollando lo que denominaron Psicotrónica, con fines bélicos. En

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1967, Schlippenbach de la Universidad de Leningrado, midió el CEH. En 1982, el rumano I. Dumitrescu, inventor de un escaner basado en la electrografía, demostró que los campos bioeléctricos son holográficos y que sus frecuencias variables se pueden detectar mediante energía electrodérmica. Konstantin Korotkov, catedrático de la Universidad de San Petersburgo, ha creado el GDV (visualizador por descarga de gas), que muestra el campo energético humano y que es usado por miles de médicos de todo el mundo, incluida la asociación médica estadounidense. Este aparato da información sobre el estado energético de la persona. El científico japonés Hiroshi Motoyama (1989) demostró la existencia física de los puntos de acupuntura e investigó sobre la interacción entre el campo energético de nuestros dedos y otros campos orgánicos; sus investigaciones y las de otros científicos apuntan a que los meridianos pueden ser el eslabón intermedio entre el cuerpo sutil (energía inmaterial) y el cuerpo biológico (energía material). Hiroshi Motoyama (1989) y Zin Yan (1999) midieron la energía Qi y las cargas eléctricas de los meridianos de acupuntura. John Pierrakos (1973, 1997) al igual que otros investigadores (Karagulla, Frost, Brennan) han demostrado que existe correlación directa entre los colores descritos por videntes del aura y los chakras, con los estudios de kirliangrafía y bioelectrografía. N. Schlippenbach, V. Jabotin y P. Guleaev, de la universidad de Leningrado, experimentando con el campo electromagnético humano descubrieron que el metabolismo está relacionado con corrientes biológicas medibles de los tejidos orgánicos. OTRAS INVESTIGACIONES: Panchadasi, Swami, The Human Aura. Astral Colors and Thought Forms, Advanced Thought Publishing, Chicago, 1916. Kilner, Walter J., The Human Aura, Citadel Press, 1965. Krippner, Stanley and Rubin, Daniel, The Kirlian Aura: Photographing the Galaxies of Life, Anchor Press/Doubleday, 1974. Moss, Thelma, The Body Electric: A Personal Journey into the Mysteries of Parapsychological Research, Bioenergy, and Kirlian Photography, Los Angeles, J.P. Tarcher, 1979. Leadbeater, C.W., The Chakras, Theosophical Publishing House, 1987. Brennan, Barbara Ann, Hands of Light : A Guide to Healing Through the Human Energy Field, Bantam, 1988. Brennan, Barbara Ann, Light Emerging : The Journey of Personal Healing, Bantam, 1993. Carl Edwin Lindgren (1995). A review of Aura imaging photography by Johannes Fisslinger. Journal of Religion and Psychical Research, Volume 18, Number 1:49-50. Carl Edwin Lindgren (1995 Jan.). Capturing your aura on film. Fate, 48(1), 32-35. Baltz, Jennifer and Carl Edwin Lindgren, Eds. (1997). Aura awareness: What your aura says about you. Nevada City, CA: Blue Dolphin Publishing. Carl Edwin Lindgren, Ed. (1999). Capturing your aura: Integration science, technology, and science. Nevada City, CA: Blue Dolphin Publishing. Cayce, Edgar, Auras, ARE Press, 2002. Larson, Cynthia Sue, Aura Advantage, Adams Media, 2004. Alfred, Jay, “Our Invisible Bodies: Scientific Evidence for Subtle Bodies”, Trafford Publishing, 2006.

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12. Siguiendo los estudios de cromoterapia los colores expresan lo siguiente: Rojo: Actividad, fuerza de voluntad, expresión de emociones y gran vitalidad. Al rojo le gusta la pelea y el desafío; un rojo intenso significa hiperactividad. Naranja: Creatividad, potencial artístico, inteligencia activa. Vibra más lentamente que el rojo y combina actividad y pensamiento. Amarillo: Actividad a nivel mental. Indica condiciones óptimas para un perfecto funcionamiento de nuestra capacidad intelectual. Verde: Señala el centro y el equilibrio. Azul: Seguridad, tranquilidad. La mente puede penetrar en dimensiones más elevadas del ser, gracias a que el cuerpo vibra más lentamente. Violeta: Búsqueda de soluciones mágicas y místicas. Intuición, transformación. Este color señala una energía psíquica muy sutil que rechaza la violencia y la confrontación. Blanco: Espiritualidad, actividad mística, concentración, energía. 13. La bioenergética, o energía vital, usa la energía para mantener a la persona en su estado físico y mental óptimo y evitar la coraza defensiva ante la tensión energética causada por el temor. Esta armadura está formada por músculos contraídos de forma permanente que, aunque causa dolor al masaje leve, no suele ser notada por la persona. Emplea el movimiento y la respiración. 14. Teresa Versyp, La dimensión cuántica. 15. Altas vibraciones atómicas que rompen los cálculos como una soprano rompe las copas de vidrio. 16. Por ejemplo: TAC (escáner), MIR (resonancia magnética), TEP (emisión de positrones), EMT (Estimulación Magnética Transcraneal). 17. La radiación electromagnética, según su longitud de onda (o distancia de cresta a cresta), tiene diferentes cualidades. La longitud de onda larga que captan los aparatos receptores de radio es de cientos de metros, la de los rayos visibles de color es de milésimas de centímetro, hay longitudes de onda de cienmillonésimas de centímetro. El espectro electromagnético lumínico (del violeta al rojo) y sonoro captado por los sentidos humanos es una ínfima parte de las ondas electromagnéticas presentes en el campo cósmico; éste, además, tiene otras formas de energía que no captan nuestros sentidos (como las ondas gravitatorias y las nucleares). Algunas ondas, como las de radio, tienen menor frecuencia y mayor longitud que las ondas lumínicas y rodean los cuerpos. Otras ondas, que tienen mayor frecuencia y menor longitud que la luz, son capaces de atravesar los cuerpos materiales (los rayos X, atraviesan la carne, pero no los huesos). 18. ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO (Versyp) TIPO DE ONDA Rayos gamma Rayos X Ultravioleta Visible Infrarrojo Microondas Ondas cortas de radio Ondas de FM y Tv Ondas de radio AM Ondas de radio largas

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FRECUENCIA (Hz) de 1023 a 1019 de 1020 a 1016 de 1017 a 1015 de 1014 a 1015 de 1014 a 10-12 de 1012 a 10-10 de 1012 a 107 108 de 107 a 106 de 106 a 103

LONGITUD (m) de 10-14 a 10-11 de 10-12 a 10-8 de 10-9 a 10-7 10-6 de 10-6 a 10-4 de 10-3 a 10-1 de 10-3 a 101 de 1 a 101 102 de 103 a 105

ONDAS CEREBRALES (Oschman). TIPO DE ONDA FRECUENCIA (Hz) OBSERVACIÓN Delta 0,5 a 3,5 Inactividad cerebral, bebes, sueño, profundo, coma. Theta 3,5 a 7 Información intermitente. Niños de 3-6 años, sueño. Alfa 7 a 13 Estado relajado de alerta. Desde 7 años y adultos. Beta 13 a 30 Concentración mental. Adultos. Gamma 40 Fijación de percepciones. Mente consciente. Además, hay una onda recién descubierta en el hipocampo, de 200 Hz, de función todavía desconocida. J. L. Oschman, 2.000, Medicina energética. 19. El medio biológico a nivel interno es emisor, sobre todo, en el campo de la radiación ultravioleta; y para cada átomo, en el terreno celular, varía entre 2.500 y 3.500 angstroms. 20. Por ejemplo, Wever (1968) demostró que aislando a los seres humanos de los campos electromagnéticos naturales se produce una desincronización de sus ritmos biológicos. 21. Bach-y-Rita ha conseguido que los ciegos vean (que determinen el tamaño, forma y número de objetos), en minutos, sin aprendizaje; conectando una cámara con sensores en el muslo o abdomen de los pacientes (citado por Alva Noë). 22. Las constantes de Planck (según las últimas hipótesis científicas): una longitud de 10-35 metros, y un tiempo de 10-43 segundos. 23. En los años 60 Bernard Grad y su equipo de la Universidad Mc. Gill de Montreal, en ensayos de doble ciego, hallaron que la imposición de manos de reconocidos terapeutas aumentaba el poder de germinación de la cebada, los centímetros de longitud de las plantas y los miligramos de su contenido en clorofila. También mostraron que la imposición de manos aceleraba la cicatrización de heridas e inhibía la aparición de bocio en ratones de laboratorio. Estos experimentos fueron corroborados posteriormente en diversas universidades. 24. Superconducting Quantum Interference Device. 25. ELF: Extremely Low Frequency, inferiores a 100 Hz. 26. Consecuencia de las diferencias de potencial de la corriente eléctrica. 27. Estimula la síntesis de ácido hialurónico, que es el cemento histológico conjuntivo. 28. También estimulan la síntesis de DNA en los fibroblastos y las propiedades ferromagnéticas del RNA (Delgado 1982, Popp 1981 y 1987). 29. Central y periférico, pues aumentan la producción de oligopéptidos, endorfinas y encefalinas. 30. Favorecen la despolarización que produce la transmisión del impulso nervioso en las sinapsis (impulso electroquímico que se propaga en forma de onda por la célula). 31. Ensayos clínicos sobre electrofisiología realizados por investigadores ortopédicos han desarrollado una terapia que estimula la unión ósea de las fracturas. Esta terapia de probada eficacia e inocuidad usa los Campos Electro Magnéticos Pulsantes; en principio fue usada para reparar fracturas y posteriormente el método ha evolucionado para tratar tejidos blandos (nervios, ligamentos, piel, vasos sanguíneos). Los aparatos PEMF (Pulsed Electro Magnetic Field, Campos Electro Magnéticos Pulsantes) funcionan de forma similar a como lo hacen las terapias energéticas basadas en la transmisión de vibraciones e interconexión de campos energéticos entre personas. La extensa investigación sobre ellos ha servido para asentar las bases teóricas de las terapias que ya venían usando la energía de los campos electromagnéticos, mediante métodos naturales.

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Un gran número de estudios sobre el efecto nutritivo-estimulador de los campos magnéticos han sido realizados para estudiar y autorizar los aparatos PEMF. Su probada eficacia hizo que la FDA aprobara en 1979 el primer aparato que usa la vibración de los campos electromagnéticos con fines terapéuticos. Actualmente la emisión de estas vibraciones naturales se utiliza para reparar fracturas óseas, artrosis, neuralgias, asma, bronquitis migrañas, insomnio, depresión, varices, queloides, piorrea, dismenorrea, colon irritable, prostatitis, herpes, etc. Los exámenes con aparatos biomagnéticos (como el magnetocardiograma y el magnetoencefalograma) miden los parámetros fisiológicos del organismo de forma mucho más exacta que los eléctricos. Esta tecnología magnética es la que se aplica en el generador de campos magnéticos pulsantes, para potenciar la curación. Los electrocardiogramas, electroencefalogramas y los mencionados aparatos más modernos demuestran, a todo el que quiera comprobarlo, que el equilibrio homeostático, la coherencia emocional influye en el resultado de estas pruebas, cambiando los parámetros cardíacos, respiratorios, temperatura, tensión arterial, o actividad metabólica, por ejemplo. 32. Investigaciones realizadas por John Zimmerman con un magnetómetro SQUID, en los años 1980, muestran que los terapeutas, durante la aplicación del Toque terapéutico, emiten por las manos un potente campo biomagnético pulsante, con un rango de 0,3 a 30 Hz, toda la gama de estados cerebrales, aunque su frecuencia oscilatoria predominante era de 7-10 Hz, rango de relajación consciente, del hipotálamo de los mamíferos y de las ondas Schuman (ondas geofísicas emitidas por la Tierra capaces de sincronizar los ritmos biológicos). Zimmerman, 1990, afirma que el campo biomagnético pulsante más fuerte medido por él fue el detectado en la mano de un terapeuta de TT; mediciones realizadas por Seto y otros (1992) en Japón, mostraron que las ondas magnéticas que emanan de las manos de los terapeutas tienen aproximadamente 10-3 Gs (gauss, unidad de medida de la intensidad de los campos magnéticos), mil veces más que las del corazón y un millón más que las del cerebro. Otros estudios (realizados por Schwartz y cia 1990, Cien y otros, 1991, Muehsam y otros 1994, Walter 1994) han comprobado que las manos también emiten señales infrarrojas (calor, que aumenta el crecimiento celular, el ADN, la síntesis proteica y la respiración celular). 33. Las salamandras o las hidras, por ejemplo, pueden hacer crecer de nuevo sus extremidades amputadas, así como sus ojos y otros órganos (partes del corazón y del cerebro incluidos). Esta reparación se consigue “alterando el entorno eléctrico en el lugar de una herida… La matriz extracelular ejerce específicas e importantes influencias sobre la dinámica celular, tanto como lo hacen las hormonas o los neurotransmisores”, Oschman 2000. 34. Efectos sanadores de frecuencias específicas, según Sisken & Wlaker, 1995. Citado por Oschman, 2000: 2 Hz Regeneración del nervio, crecimiento de neuritos (axones o cilindro ejes) en ganglios cultivados. 7 Hz Crecimiento óseo. 10 Hz Sanación de ligamentos. 15, 20 y 72 Hz Disminución de la necrosis en la piel, estímulo de formación capilar y proliferación de fibroblasto. 25 y 50 Hz Efectos sinérgicos con factor de crecimiento del nervio. Se ha demostrado que la sanación energética tiene efectos significativos en las siguientes funciones; problemas cardiovasculares en pacientes hospitalizados (Byrd, 1988), curación de heridas (Wirth and Ricardson, 1993; Wirth, 1990), presión sanguínea (Miller; Quinn, 1989), diabetes (Wirth, 1993), dolor (Keller; Wirth, Complementary, 1993), ansiedad (Heidt; Quinn, 1982; Ferguson, Fedoruk; Braud, 1989), y en los niveles de hemoglobina (Krieger, 1975).

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Una revisión de 155 estudios controlados sobre este tipo de intervención terapéutica muestra que puede producir efectos significativos en personas, animales, plantas, bacterias, hongos, células in vitro y enzimas (Benor, Nursing Times, 1991, 1993). En las encuestas realizadas los pacientes tratados con Toque Terapéutico muestran un alto grado de satisfacción (Attevelt; Benor, 1993; Boucher; Cohen; Harvey; Riscalla). No solo la satisfacción de las personas mejora, la eficacia de la sanación energética ha sido comprobada también en estudios de costo-beneficio; como el realizado por Michael Dixon, quien ha mostrado que se reducen significativamente el gasto en medicamentos y la frecuencia de visitas de personas con problemas crónicos que no habían respondido a las terapias convencionales. HeartMath mostró que cada estado emocional tiene su propia firma electrofisiológica, que afecta al ritmo cardiaco (McCraty y otros 1995). Las investigaciones en el campo de la psiconeuroinmunología y electrofisiología apuntan en esta dirección, referidas al sistema inmunitario (Solomon), cardiovascular (Ornish) y los demás (Goleman). 35. Entrevistado por John David Mann, enero 2009. 36. Este tipo de sexualidad va más allá de filosofías o tradiciones culturales, sin embargo el tantra en la India, y el taoísmo en china han contribuido notablemente a su conocimiento y enriquecimiento. Hay que mencionar a Osho y sus discípulos como fuentes importantes de difusión de la teoría y práctica de la sexualidad integral. También merecen ser mencionados Diana Richardson, Barry Long y David Deida. Entre los sexólogos académicos modernos de la cultura occidental es difícil encontrar autores que integren cuerpo, mente, energía y espíritu en la sexualidad. 37. Por lo tanto la impotencia desaparece. También desaparece la sensación de ir perdiendo capacidad sexual a medida que envejecemos. 11. LA MENTE CONCEPTUAL CONDICIONADA. 1. Otras creencias usuales que nos complican la vida: -La vida “es como es”, no se puede cambiar. La realidad es tozuda. -Pecado original: el mal está dentro, No soy digno de que entres en mi casa. -He de trabajar (servir, amar, sufrir, estar en una ONG…) para merecer vivir. -El mundo es un valle de lágrimas, hemos venido a sufrir, soy débil ante él. -La gente es mala. Los demás son un peligro. Ataca antes de que te ataquen. -Los hombres son malos. -Las mujeres son malas. -Lo que doy no es suficiente. Lo que pido es demasiado. -La vejez nos vuelve débiles y enfermos. Ya soy mayor para esto. -La sociedad me explota. Debo resistir, luchar. -Soñar es algo inconsciente, fortuito, incontrolable y enigmático. -El inconsciente es misterioso, inaccesible, peligroso. -La enfermedad viene de fuera y sólo la curan, desde fuera, los que saben. -No puedo hacer nada ante la enfermedad, es cuestión de suerte. -La sexualidad es pecado, hay que esconderla. -La sexualidad es una obligación, un peso, un placer prohibido. -La sexualidad es agresividad. -Ser bueno es ser tonto. Amar no es productivo. -Lo que como determina mi salud. -No te acerques a mí, puedes herirme. -Cada uno va a lo suyo. La vida es una lucha. -Tengo que aprovecharme de los demás antes de que se aprovechen de mí. -Expresar lo que siento es inadecuado. Llorar es de débiles.

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-No estoy suficientemente preparado como profesional. Nunca lo haré bien. -El dinero es escaso, tengo que ahorrar. El dinero es el estiércol del diablo. -Los pobres son buenos, los ricos son malos. -Los ricos son educados, los pobres son delincuentes. -No tengo tiempo. -Debo acabar lo empezado. -Lo voy a hacer mal. -Mis hijos debieran hacerme caso. -Yo soy una mujer, las mujeres deben cuidar. -Yo soy un hombre, los hombres deben ser fuertes. Los hombres no lloran. 2. Físicamente, las emociones son holones electromagnéticos que influyen y regulan las funciones orgánicas y mentales. Cada vez que sentimos una emoción generamos péptidos (macromolécula neurotransmisoras, hormonas, endorfinas, factores de crecimiento, etc.), mensajeros moleculares básicos en el sistema nervioso y en todo el organismo. “Todas las moléculas actúan en el plano vibratorio y en el fisiológico. Las emociones son un principio organizativo de nuestro cuerpo y mente, rigen todos los sistemas del organismo". Candace Pert, 2008. Las creencias asimiladas en el pasado forman un personaje que repite los mismos esquemas vividos. Lo que pensamos, la intensidad (energía emocional) y las actitudes que tomamos en consecuencia condicionan nuestro organismo, generan emociones que liberan sustancias químicas que refuerzan la emoción original. Los neuropéptidos hacen que el cuerpo sienta lo que pensamos. Si alimentamos a nuestro cuerpo con pensamientos positivos y alegres, el cuerpo lo intensifica liberando dopamina, que genera alegría. Una persona con miedo, por ejemplo, acelera su ritmo respiratorio y cardíaco o genera hormonas como la adrenalina y cortisol; y además, tiene incapacidad para concentrarse y pensar. Los síntomas físicos, si investigamos lo que sentimos, nos llevan a emociones y creencias enmascaradas. 3. Lo mismo que somos adictos a nuestros propios programas emocionales, solemos estar enganchados a otras personas. De niños tenemos la necesidad de que los demás nos presten atención, nos atiendan. Nuestra mente se acostumbra a depender de los demás, no presta atención a lo que puede hacer por sí misma, no se autoenergiza; necesita la energía y atención, ajena, para sentirse bien. Esta dependencia infantil la seguimos llevando a lo largo de nuestra vida, sin darnos cuenta de que ya no dependemos de lo que otros piensen, digan o hagan; nosotros tenemos el poder. 4. La imagen de un amanecer o la misma palabra amanecer, por ejemplo, nos provoca sensaciones muy diferentes a palabras como maldito. Hay ambientes, lugares, personas, palabras que nos fortalecen: paz, amor, alegría, amigo, playa, silencio, tranquilidad, risa, libertad, armonía, felicidad 5. LeShan, por ejemplo, describió los factores estresantes que influyen en el desarrollo de cáncer (halló que de 450 personas el 72% habían experimentado: 1.Soledad en la niñez y adolescencia, acompañada de rechazo a las relaciones íntimas. 2. Una relación gratificante, con sensación de ser aceptado. 3. Pérdida de esta relación con sentimiento de que la vida ya no tiene sentido. Schmale, siguiendo estos factores diagnosticó cáncer a personas entrevistadas, confirmado en un 70% con biopsia posterior. 6. En el último capítulo aclaro que entiendo por espíritu y por alma. Como adelanto podemos decir que el espíritu es la energía-inteligencia intrínseca de la Naturaleza, del mar cósmico. El alma es esta inteligencia actuando a nivel personal, es todo lo que somos, un ente donde el todo es más que las partes (cuerpo, mente, energía, coherencia armónica, intuición, sentimientos, etc.,) aún cuando no sepamos exactamente qué es.

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7. Las investigaciones de Seyle muestran estos procesos, en condiciones de estrés; aunque la psicogénesis funciona también en condiciones de c-alma, siendo capaz de revertir situaciones orgánicas disfuncionales, como demuestran la psiconeuroinmunología y el biofeedback. Los cambios psicoemocionales afectan a la frecuencia cardiaca, la tensión arterial, la temperatura, la oxigenación y nutrición celular, la función y eliminación digestiva, al gasto energético (fatiga…), la sensibilidad sensorial y sexual, la actividad hormonal, el equilibrio hídrico-mineral, la composición celular (formula sanguínea), la composición bacteriana, el equilibrio acidez-alcalinidad, el equilibrio glucoprotídico, el tono muscular (contracciones…), la expresión facial, y corporal en general, etc. Ejemplos de la Inteligencia de la Naturaleza u Homeostasis, que siempre sabe lo que necesita el cuerpo: las mujeres embarazadas saben a través de su cuerpo cuando hay que rechazar un alimento o vomitar, o cuando tienen que comer ciertos alimentos o antojos. Además desde el tercer mes de gestación no se puede desarrollar ningún cáncer porque el embarazo tiene prioridad absoluta; los otros conflictos se detienen. 8. Mientras la mayoría de expertos occidentales consideran que la parte derecha del cuerpo refleja la competencia del cerebro izquierdo (el raciocinio, lo masculino, el polo positivo) y la parte izquierda del cuerpo compete al cerebro derecho (los sentimientos, lo femenino, el polo negativo), los orientales y algunos autores occidentales creen que esto no es correcto, pues el cruce neural entre cerebro y cuerpo solamente se produce en el sistema nervioso central, afectando a los músculos motores o voluntarios, y no afecta al sistema nervioso autónomo, que rige los músculos, órganos y procesos involuntarios. Este es un aspecto que está por estudiar más profundamente. 9. La enfermedad como camino. Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dalhke, 1983. 10. Las enfermedades, físicas o mentales tienen polaridad negativa y se manifiestan en el interior del cuerpo. Los traumatismos son de polaridad positiva y se manifiestan en los salientes del cuerpo. 11. En diversos ensayos no se han encontrado diferencias significativas cuando se comparó el uso de morfina contra placebo. Como el Ensayo clínico aleatorizado, controlado, doble ciego, para evaluar la analgesia del parto con morfina epidural: efectividad analgésica de dos dosis diferentes, comparadas con placebo, de Darío José Perea Solanoa y cia. O el realizado por 228 pacientes, Alison Macarthur y Charles Imarengiaye 12. Lo que incluye, recordémoslo, sus procesos orgánicos, endorfinas y neuropéptidos. 13. Como Herbert Benson, de la Universidad de Harvard. 14. El meta-análisis de Irving Kircsch et al. (de EEUU, Reino unido y Canadá y publicado en PloS Medicine, en el que se revisaron los 47 ensayos -tanto publicados como no- que la FDA (la agencia USA que aprueba los fármacos) recibió entre 1987 y 1999, con el propósito de conseguir la aprobación para su comercialización) concluye: -Los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina: Fluoxetina-Prozac, venlafaxina, nefazolona y paroxetina) ¡No son más eficaces que un placebo! -“…están por debajo de los criterios recomendados para que se consideren clínicamente significativos…”. Además, pueden ocasionar graves problemas de salud (pérdida de masa ósea, violencia injustificada, ideas suicidas, etc.). 15. Sharon Begley y Sarah Kliffn, Newsweek, 07 de febrero del 2010. 16. Bruce Moseley et al (New England Journal of Medicine, 2002). 17. Como otros supuestos estorbos ya revisados: Naessens (con la escoria que estorbaba para ver las bacterias), Fleming (con el moho verde, Penicillium, que

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contaminaba los cultivos), Puttof (con el ruido cósmico de fondo, que molestaba para observar el cosmos). 18. Albert Espinosa, Los amarillos. 19. Si la personalidad que adopta la persona es corta de vista, diabética, alérgica, etc., sufrirá pérdida de visión, hiperglucemia o reacciones cutáneas mientras permanezca en esa personalidad. Sin embargo al cambiar de personalidad, estos síntomas no se presentan, la enfermedad desaparece del cuerpo, adaptándose éste inmediatamente a las características mentales y físicas de la nueva personalidad. “Una múltiple llamada Cassandra... atribuye su capacidad para curarse rápidamente tanto a técnicas de visualización… como a algo que denomina ‘procesamiento paralelo’. Según explica sus personalidades alternativas son conscientes incluso cuando no tienen control del cuerpo. Ello le permite ‘pensar’ en multitud de canales distintos a la vez, hacer cosas como trabajar simultáneamente en varios periódicos de distinta periodicidad e incluso ‘dormir’ mientras otras personalidades le preparan la cena o le limpian la casa… Cassandra practica día y noche. Tiene incluso una personalidad llamada Celese que tiene conocimientos sólidos de anatomía y fisiología y cuya sola función consiste en pasar veinticuatro horas al día meditando y visualizando el bienestar de su cuerpo…” (Thomas J. Hurley III, Inner faces of multiplicity”, Investigations 1, núm. ¾ (1985), p.4). Citado por D.Chopra en su libro Curación cuántica. 20. La muerte un amanecer. Libros de E. Kübler-Ross: Sobre la muerte y los moribundos, 1970, Vivir hasta despedirnos, 1978. Otros investigadores de la muerte: Stephen Levine: ¿Quien muere? (una investigación en el vivir y morir conscientes), 1982; Raymond A. Moody: Vida después de la vida, 1975; Melvin Morse: Más cerca de la luz: experiencias próximas a la muerte en niños, 1990; Kenneth Ring, 1982, 1986; Michael B. Sabom, 1981; Margot Grey, 1985; David Lorimer, 1990. 21. Palabras de Anita Moorjani en una entrevista de Lilou Mace. Anita Mooorjani fue diagnosticada de cancer en el año 2002 (de un Linfoma de Hodgkin); en febrero del 2006, tras cuatro años de lucha con la enfermedad, ingresó en una unidad hospitalaria de cuidados intensivos, donde le pronosticaron menos de treinta y seis horas de vida. Su experiencia extrasensorial mientras estuvo en coma y su recuperación total del cáncer, en pocos días (calificada como milagrosa por los oncólogos) han generado gran interés entre los profesionales de la salud y la población en general, en todo el mundo. Ha escrito el libro Muero por ser yo. 12. EL ESTUDIO DE LA MENTE. 1. El estructuralismo surgió de la mano de los alemanes Wundt y Tichtener. A Wilhem Wundt (1832-1920) se le considera el fundador de la psicología científica. En 1879 creo el primer laboratorio experimental, en la universidad de Leipzig, e introdujo la psicología como, disciplina diferenciada de la filosofía en el ámbito académico. Su propósito era analizar la estructura de los procesos conscientes (sensaciones y sentimientos) en situaciones controladas experimentalmente, para saber qué elementos forman la conciencia y cómo se interrelacionan. Edward Titchener (1867-1927), discípulo de Wundt creía que se podían descomponer los contenidos mentales y usarlos volviendo a unirlos de forma racional, como se hace con los elementos químicos. 2. Su precursor es William James (1842-1910), quien introdujo el estudio de los procesos psicológicos en el marco neurofisiológico (la relación con los procesos neurológicos) y estudió los fenómenos corporales y sociales que influyen en la vida mental. Usaba la introspección, el estudio de animales y enfermos mentales. 3. Su fundador y principal representante es Sigmund Freud, 1856-1939, que empezó tratando la histeria mediante hipnosis, de dónde fue infiriendo toda su teoría,

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que (olvidada de sus principios) es básicamente oral, donde el paciente comunica al terapeuta todo lo que se le ocurre, sin control racional. Consideraba los sueños como una forma de transgredir la represión consciente y un recurso para acceder al inconsciente al desentrañar su significado oculto. Creía que el instinto sexual es una de las principales causas inconscientes de los problemas mentales en general y de la neurosis en particular, sus seguidores no dan tanta importancia a la sexualidad. 4. El consciente al que denomina Yo, representa la lógica y el sentido común. El inconsciente lo forman el Ello, contenido inaccesible formado por instintos y emociones incontrolables, por placer obsceno. El Superyo está formado por la asimilación de comportamientos y convivencia con los progenitores; es tanto consciente como inconsciente; cuando el Superyo es reprimido por la mente consciente surge la angustia moral y la culpa. Los instintos son: Eros, el instinto de supervivencia, en el que está incluida la libido (oral, anal, fálica y genital), sustentado en el ello. Tánatos es el instinto que nos impulsa a la autodestrucción y la muerte. La teoría incluye el concepto de represión, generada por el yo, que transforma los impulsos sexuales en síntomas, los cuales sustituyen a las satisfacciones prohibidas. Cree que las experiencias de la niñez y las relaciones con los padres son muy importantes, sobre todo el complejo de Edipo, que Freud tomó como causa de la neurosis. 5. Esta hipótesis ha encajado muy bien en el entorno cultural judeo-cristiano, que tiene muy interiorizada la creencia de que el mal, el pecado original, está dentro de nosotros. Lejos del punto de vista humanista, que en palabras de Milton Erickson, cree que “la mente inconsciente es mucho más sabia que la consciente”. 6. Según los principios del positivismo. La experimentación se realiza midiendo las respuestas de animales (ratas), por el principio del palo y la zanahoria, del premio y castigo, a menudo con un solo ejemplar sometido a condiciones muy controladas. El refuerzo con premio de una conducta hace que la probabilidad de repetición de esa respuesta aumente (Si en una Caja de Skinner una rata le da a una palanca y tras ello recibe comida, la conducta de darle a la palanca queda reforzada); el castigo sería ineficaz como estímulo. El organismo sería algo vacío (una “caja negra”), sin conciencia, que responde a estímulos. 7. Recién descubierto por I. Pavlov, cuando el conductismo surgió. 8. Sus principales figuras, son J. B. Watson (1878-1958), al que se considera su fundador (en 1913), y Skinner (también, Kantor, Tolman, Hul). “Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón- prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”. J B Watson. 9. Lo importante es, por ejemplo, que una persona que tiene miedo a volar pueda hacerlo, independientemente de cómo se sienta o de que sus problemas deriven hacia otras patologías. 10. La conciencia presente es darse cuenta: de posturas, gestos, tonos de voz, miradas, sonidos (propios y ajenos). Darse cuenta de: los mecanismos de defensa, como evitar el contacto para eludir sentimientos no aceptados; los juegos psicológicos; la verborrea de huida y lenguaje defensivo: los peros, porqués, no sé, por tú culpa…; la evasión imaginativa; el dejar asuntos inconclusos, etc. La responsabilidad consiste en hacerse sujeto activo, hacerse cargo de lo que se dice y/o se hace, expresar lo sentido, sea o no aceptado. La pasividad en el lenguaje, delega responsabilidad: Puedo hacerlo en lugar de se puede hacer La comunicación incluye tanto al receptor como al emisor.

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11. La persona se percibe asociada a lo percibido: siente que es cada una de las entidades soñadas. 12. Ego, Hunger and Aggression: A Revision of Freud's Theory and Method, 1942. 13. Representada por Kierkegaard, Unamuno, Heidegger, Brentano, Husserl, Sartre. 14. Sus precursores o iniciadores son William James, Ludwig Bingswanger y Medar Boss. 15. Obras principales de Eric Berne: Análisis transacional y psicoterapia, 1961. Juegos en que participamos, 1964. 16. Tratado en el libro de Thomas Harris, Yo estoy bien, tu estas bien,. 17. Stroke en inglés. 18. La terapia cognitiva contemporánea tiene como figuras más conocidas a Albert Ellis y Aaron T. Beck, quienes la desarrollaron en las décadas de 1950 y 1960, tomando enseguida gran auge en el ámbito académico. Aunque surgió como contraste con la terapia conductista, actualmente los tratamientos cognitivo-conductuales son habituales. Gran número de las investigaciones psicológicas ortodoxas actuales se realizan en esta rama de la psicología. 19. Inhibición psicomotriz. 20. Es la metacognición autorreferida: “Me siento inquieto, debe ser otro ataque de angustia... ¡Oh, no!” o “Nunca seré feliz, ¡me siento tan deprimido!”. 21. Técnicas terapéuticas cognitivas: A. Identificación: darse cuenta de las Creencias no útiles que llevan a las emociones y conductas perturbadoras. Para ello se suele utilizar un listado de preguntas. B. Cuestionamiento (o refutación): Consiste en una serie de preguntas que el terapeuta emplea para contrastar las creencias irracionales (y que posteriormente puede emplear el paciente). Ejemplo: "¿Qué le hace pensar eso?", "¿En qué se basa para ello?", "¿Qué ocurriría si fuera de otra forma?", etc. C. Contraste: El terapeuta compara con el afectado, la diferencia entre sus creencias y otras habituales o posibles. Para ello suele emplear técnicas de modelado, de cambio de rol y metáforas terapéuticas. D. Redefinición del lenguaje y de los conceptos empleados (ejemplo: cambiar "yo soy así”, por “hasta ahora he pensado así”). Todo esto implica trabajo terapéutico en la consulta (vivencia controlada de emociones, des-sensibilización progresiva, congelar y aumentar lo sentido, regresiones al pasado, proyecciones al futuro, sugestiones hipnóticas, etc.); y también tarea para casa, como leer textos, realizar la técnica ABC (en la columna A se registra el acontecimiento objetivo; en la B la creencia sobre A y en la C las Consecuencias de cada creencia), escuchar audio-lecciones, confeccionar listas de creencias, relajarse e imaginar situaciones determinadas, enfrentarse a situaciones nuevas (ridículas o chocantes), repetir frases asertivas concretas, etc. 22. Rapport, en inglés. 23. Basándose en tres patas: A. El psicodrama o terapia sistémica dramatizada, de Jakob Moreno, emplea puestas en escena que desarrollan la intuición y espontaneidad de la persona implicada, en interacción con otras personas presentes; estimula a las personas con problemas a encontrar salidas creativas. B. La terapia de contexto, de Ivan Boszormenyi-Nagy, dirigida a individuos, parejas y familias, estudia las ataduras invisibles que hay en la historia de las relaciones familiares, motivadas por descompensaciones entre lo que se da y lo que se toma en estas relaciones. C. Las técnicas de reconstrucción familiar desarrolladas por Virginia Satir, en la que las personas se ubican espacialmente representando la estructura de su familia.

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24. Aún no es aceptada en los ámbitos académicos, pero éstos no están científicamente actualizados, no han incorporado las teorías del campo. Aporta impartantes novedades y, para lo joven que es, tiene gran número de seguidores. 25. “Un problema no se resuelve nunca en el nivel en el que se planteó, su solución exige llegar a un nivel superior”, Bateson. 26. Estas particularidades son: 1.Pretende basarse exclusivamente en el método científico, en la investigación. 2. Da importancia a la psicología académica, universitaria. 27. Para llegar a estas conclusiones Seligman ha invertido millones de dólares, ha creado decenas de grupos de estudio en todo el mundo, con unos 150 investigadores. La psicología positiva es la corriente psicológica que más financiación consigue para sus investigaciones. Se ha puesto como objetivo que para el 2050 el 50% de la humanidad pueda acceder a la educación sobre lo que nos hace felices. 28. Curar el cuerpo, eliminar el dolor, John E. Sarno. 29. John Ruskan dedica a este proceso su libro Autocuración emocional. 30. Estos pasos, que podrían ser menos o más, no son más que una explicación del proceso, y no siempre se pueden diferenciar unos de otros o ser puestos en el mismo orden. 31. Amar lo que es, Byron Katie. Otros libros de la misma autora: Mil nombres para el gozo, 2007; Editorial La liebre de marzo, 2009. Cuestiona tu pensamiento, cambia el mundo, 2007; Editorial Alfaro, 2011. 32. Hay otras escuelas psicológicas que utilizan la atención plena, como la Gestalt o la Terapia Cognitiva Basada en la Atención Plena (TCBAP), pero ahora me refiero solamente a esta corriente terapéutica conocida como Mind Fulness, propiamente dicha. 33. John Kabat-Zinn: profesor de medicina de la Universidad de Masachusetts, fundador y director de la Clínica para Reducción del Estrés y del Centro para la Atención Plena en la Medicina. Ha desarrollado la técnica de Reducción del estrés Basada en la Atención Plena (REBAP), investigando y tratando a personas con estrés, dolor crónico y problemas del sistema inmune. Ha ido divulgando a través de varios libros y creando grupos de profesionales que han extendido la técnica por USA y, en menor medida, por todo el mundo. Ha impulsado el uso de esta técnica en centros de salud, hospitales, centros escolares, empresas, centros deportivos y penitenciarios. Algunos libros de Jon Kabat-Zinn: Vivir con plenitud las crisis: Cómo utilizar la sabiduría del cuerpo y de la mente para afrontar el estrés, el dolor y la enfermedad, Editorial Kairós, 2007. Mindfulness en la vida cotidiana: Cómo descubrir las claves de la atención plena/Donde quiera que vayas, ahí estás, Ediciones Paidós Ibérica, 2009. Vencer la depresión: Descubre el poder de las técnicas del mindfulness, por J. Mark, G. Williams, John Teasdale, Z. Segal y J. Kabat-Zinn, Ediciones Paidós Ibérica, 2010. 13. LA CONCIENCIA. 1. Ya hemos visto que el colapso de la función onda es el cambio producido cuando un campo ondular es observado; este cambio es una transición del estado de onda (superposición con infinitas posibilidades) al estado de partícula (una sola posibilidad energética condensada, material, del cual se ocupa la física clásica). 2. Conciencia es una palabra que viene de la palabra latina: conscientia, cum scientia, con-sabiduría o co-sabiduría. Según el diccionario de la RAE conciencia es: Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. 2. Conocimiento interior del bien y del mal. 3. Conocimiento reflexivo de las cosas. 4. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto. 5. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo... Tomar o cobrar conciencia es darse cuenta, percatarse de algo.

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Esto es lo que nuestro lenguaje quiere decir cuando habla de conciencia, siendo la palabra espíritu (del latín spiritus -aliento, vida-), a la que hace referencia la definición: 1. Ser inmaterial y dotado de razón. 2. Alma racional. 3. Don sobrenatural y gracia particular que Dios suele dar a algunas criaturas. 4. Principio generador, carácter íntimo, esencia o sustancia de algo. 5. Vigor natural y virtud que alienta y fortifica el cuerpo para obrar. 6. Ánimo, valor, aliento, brío, esfuerzo. 7. Vivacidad, ingenio. 8. Diablo (ángel rebelado). 9. Vapor sutilísimo que exhalan el vino y los licores. 10. Parte o porción más pura y sutil que se extrae de algunos cuerpos sólidos y fluidos por medio de operaciones químicas. 11. Signo ortográfico con que en la lengua griega se indica la aspiración o falta de ella. Todas las acepciones aportan algo, pero simplificando podríamos decir que Conciencia es la vitalidad interior que da vida al cuerpo y cualifica a la persona para autorreconocer la esencia que somos y las modificaciones que experimentamos. 3. Dos ejemplos: Mozart percibía la música al instante, no la inventaba sino que la descubría, la percibía ya compuesta, independientemente de su duración y complejidad. Poincaré descubrió, percibió, instantáneamente las funciones matemáticas Fuchsianas al entrar en un autobús. 4. Alva Nöe, Fuera de la cabeza. 5. Los programas mentales no solo son capaces de organizar las redes neuronales, sino que pueden hacer crecer el hipocampo (por ejemplo) y dar forma al cuerpo. Lo que pensamos, la intensidad emocional y las actitudes que tomamos en consecuencia condicionan nuestro organismo. 6. Bach-y-Rita (Nature 1969, “Tactile-vision substitutión: past and future”; International Journal of Neuroscience19, 1983, Citado por Alva Nöe) ha conseguido que los ciegos vean, conectando una cámara con sensores en el muslo o abdomen de los pacientes; la información que transmitía la cámara producía estímulos táctiles que permitían conocer el tamaño, la forma, y el número de objetos, sin necesidad de formación de redes neuronales; ¿Cómo se explica la posibilidad perceptiva, sin un cambio neurofisiológico? Por otra parte La conexión entre zonas del cerebro y percepción es maleable, estructuralmente nada distingue la corteza visual de la auditiva, se puede ver con el cerebro auditivo. Esto viene a mostrar que la experiencia consciente no depende de los procesos neuronales. 7. No existe un centro de control. La conciencia está dentro-fuera, la información del entorno, los estímulos, los intercambios, generan la organización fisiológica (en la primera infancia se aprecia claramente), los cambios internos dependen del medio. El campo hace lo que somos, “Yo soy yo y mis circunstancias”, Ortega. No somos independientes, el campo forma el cuerpo (las redes neuronales, los músculos…), construye el mundo: El niño necesita estímulos, si está a oscuras su mundo no tendrá colores, si está en silencio permanente su mundo no tendrá sonidos. En experimentos realizados con gatos, cuando se les privaba de ver en la primera infancia, quedaban ciegos para el resto de la vida (Hubel y Wiesel, Libro: Brain and Visual Perception: The Story of a 25- Year colllaboration, Nueva York: Oxford University Press, 2004. Citado por Alva Nöe). El poder pensar y hacer cálculos abstractos son procesos compartidos y colectivos (como el lenguaje), cuyo organizador está en el campo, nuestro interior y exterior. Nuestra vida cognitiva abarca el campo transpersonal espaciotemporal (holoconciencia). Somos el mundo en el que estamos. 8. La conciencia es la interacción entre el campo personal (el pequeño yo que selecciona), la percepción (el estímulo informativo seleccionado), las emociones que desencadena, los procesos orgánicos, y la emergencia del nuevo orden (del nuevo campo personal), formando un bucle autoalimentado. La percepción y la respuesta son inseparables, la interacción es una, fuera y dentro, antes y después, potencial y colapsada. Así, el acto de conocer, la observación, es la creación permanente de una

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realidad, más que la percepción de un mundo objetivo. “El mundo no nos entra por la vista, nos sale por la mirada”, Popper. 9. Como hemos visto al hablar de las estructuras disipativas, los seres vivos somos sistemas inestables, lejos del equilibrio, sistemas complejos en permanente evolución. Cada crisis, cada salto de complejidad supone el surgimiento de un estado diferente, las partes se reorganizan en una nueva totalidad y el sistema avanza hacia un orden más elevado, único (no repetitivo) e indeterminado. Si todo sistema es abierto no hay un mundo externo separado del interno; conceptualmente es incorrecto hablar de dentro-fuera ni de yo-no yo. “El absoluto es una esfera cuyo centro se encuentra en todas partes y cuya circunferencia en ninguna”, San Buenaventura. 10. Homeostasis (del griego: homeo: semejante y stasis: condición) es un término creado por Cannon en 1926. Se basa directamente en el concepto de medio interno (milieu interne) acuñado por C. Bernard, 1878: “Todos los mecanismos vitales, por variados que sean, no tienen más que un objeto, el de mantener la unidad de las condiciones de vida en el medio interno”. El concepto, no obstante es muy anterior: la palabra griega Pfisis la usaban los hipocráticos para designar la cualidad innata de los seres vivos para mantener su salud y su tendencia a la autocuración; es una cualidad ordenadora de la naturaleza, que genera fuerza y armonía ilimitadas. “Quiera o no quiera el médico, sepa o no sepa el médico, la naturaleza cura”, Hipócrates. “Si la naturaleza se defiende ella misma, curará por si sola las enfermedades, posee para curarlas un método infalible que el médico ignora... ...Igual que la enfermedad nace de la salud, la salud nace de la enfermedad”, Paracelso. Es la fuerza o energía vital de Hanemann. Voltaire lo dice así: “El médico solo debe entretener al paciente mientras la naturaleza le cura”. 11. La energía se autorregenera, todo cuanto existe en el Kósmos, en el mar cuántico, se intercomunica sin cesar mediante sus vibraciones. Todos los holones, desde partículas a galaxias, nacemos del vacío y regresamos a él en una bella danza inacabable en el espacio y el tiempo. Es el movimiento que los científicos ven en una cámara Wilson de nubes, donde las huellas de las partículas subatómicas aparecen y desaparecen. Es lo que se denomina la danza de Shiva, que se puede observar en la naturaleza, a simple vista, cuando miramos al cielo con los ojos desenfocados. 12. La teoría del caos dice que el azar no existe, que todos los sistemas son orden, aunque sea un orden complejo y variable que no sepamos predecir. La Teoría de las Estructuras Disipativas de Ilya Prigogine dice que la transformación, el cambio (material, mental o social), es un proceso natural impulsado por el estrés y las crisis. Una estructura disipativa es un sistema fluyente, altamente organizado, de proceso impredecible, sensible a los mínimos estímulos, e influenciable por infinidad de elecciones; todos los sistemas vivos somos estructuras disipativas. 13. Basada en parte en la Teoría de Emergencia Cíclica de los Niveles de Existencia de Clere W. Graves. Sus seguidores Don Beck y Chris Cowan denominaron a la teoría Spiral Dinamics, ampliándola, pormenorizándola y dotando de colores la espiral representativa. 14. Willigis Jäger, En busca de la verdad. 15. (Lucas 17, 20 -21): “El reino de Dios (o de los cielos) está dentro de vosotros” o “El reino de Dios está en medio de vosotros”; yendo más allá de las palabras y de quienes las transmitieron, desde la comprensión de lo que estamos explicando, se puede decir que Jesucristo nos explica claramente que no hay que buscar, que ya somos lo que podemos llegar a ser, que el cielo es interior. 16. Cuando Jesucristo dice (Mateo 4:17): “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” o “Convertíos, porque el reino de los cielos está cerca”, no se refiere a cuestiones morales como mostrar remordimiento por algo supuestamente malo, sino a cambiar el punto de vista, la forma de comprender la vida, se refiere a que

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el cielo esta ya aquí, solo hay que salir de la mente racional ordinaria y comprender con la mente del corazón, con la mente superior (la palabra griega metanoia significa “cambio completo de mentalidad”). Al decir arrepentíos, está diciendo: dad un giro radical de punto de vista, dejad todo y seguidme, dejad los implantes mentales, id más allá de la mente racional. 17. Muhyi-d-din Ibn'Arabî, Tratado de la Unidad. 18. Otras conclusiones de investigadores de la Conciencia: J.Z Kniht-Ramtha: Sufrir es siempre pensar que se sufre. Escucha solamente la voz interior. Sigue únicamente la senda de la alegría. En el momento en que hayas abrazado el pensamiento de que tú eres Dios, el principio Yo Soy, te habrás convertido en ello. Tal vez pensáis que no sois suficientemente buenos para ser Dios. Dejad que lo bueno y lo malo desaparezca, pensad solo en ser. Yo soy el ser. Ahora. Ibn 'Arabî: “Tu existencia no es ni una realidad ni una “nadidad”, sino que tú no eres, no has sido y no serás jamás. Comprenderás claramente el sentido de la fórmula: “No hay Dios si éste no es el Dios” (“Lâ ilaha ill'Allah”), es decir, no hay un Dios distinto de Él, no hay existencia distinta de Él, no hay un ‘distinto’ distinto de Él y no hay Dios si éste no es Él”. “El que conoce” y “lo que es conocido” son idénticos, e igual ocurre con “el que llega” y “aquel al cual se llega”; “el que ve” y “lo que es visto”. Son idénticos, “El que sabe” es Su atributo. “Lo que es sabido” es Su sustancia o “naturaleza íntima”. “El que llega” es Su atributo y “aquel que llega” es Su sustancia. Porque la cualidad y el que la posee son idénticos. Jan Kersschot: La liberación no es un premio para los que se han portado bien y han meditado dos veces al día. Para pertenecer al club de los iluminados no tenemos que emanar un perfume de paz, ni sentir la kundalini subiendo por nuestra columna, no necesitamos limpiar previamente los chacras, ni neutralizar nuestro mal karma, o sentir constantemente amor incondicional. Después de despertar queda claro que todo el mundo pertenece a la realeza. Ekhart Tolle: Todas las cosas verdaderamente importantes –la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interior- surgen de más allá de la mente. El tiempo no es un medio para la salvación, sino un obstáculo para lograrla. Encuentro a Dios en el momento en que me doy cuenta de que no tengo que buscarlo. Cualquier cosa que hago con conciencia es meditar. Lavarme, trabajar en el ordenador, comer, pasear... la belleza se forma en todas partes. No espero a nada ni a nadie. Simplemente disfruto de estar conmigo mismo. Soy y disfruto siendo. Ello es gozo puro. Byron Katie: Lo peor que puede suceder es un pensamiento. “Quiero iluminarme”, eso implica un futuro. Y no hay ninguno. Me desbordo con el esplendor, la generosidad de todo ello. Y no hice nada para merecerlo, excepto, prestar atención.

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Cuando la mente se libra del pensamiento se enamora de lo desconocido. Amo a las personas como son, se vean a sí mismas como santos o como pecadores. Este juego trata de adonde la vida me llevará cuando la sigo. Osho: ...Tocar su instrumento, esa era su oración. La libertad necesita inseguridad, incertidumbre… ningún principio que seguir… decidir a cada instante. El silencio y la risa son las llaves. El silencio interior; la risa exterior... siempre que surja el silencio la risa aparecerá en tu vida. Cuando digo que yo alcancé la iluminación, simplemente quiero decir que decidí vivirla. ¡Ya estaba bien! Y desde entonces la vivo. La vida no te está esperando en el futuro, te está sucediendo..., en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Vive la vida tan peligrosamente como te sea posible. Vive la vida totalmente, intensamente, apasionadamente, porque la vida, es el único Dios. La vida en su totalidad es una gran broma cósmica. No es un fenómeno serio; tómala seriamente y la perderás. En la ciencia el observador, el experimento y el objeto están allí... En la religión, tú eres estas tres cosas al mismo tiempo. Debes experimentar contigo mismo. Ser consciente y amar es lo mismo. Pura energía, pura dicha. Los problemas no se resuelven, se disuelven; no tienen solución, pues no existen. Intentar comprender es el problema, pues no existe problema ni quien lo tenga. La felicidad siempre te acompaña… no va y viene. Está siempre ahí... Lo primero es estar aquí y ahora... nadie puede ser infeliz en el aquí y el ahora. La alegría surge de tu interior... La naturaleza intrínseca del hombre es la dicha… Es tan sencillo, tan fácil…

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BIBLIOGRAFÍA. Ashby, W.R. Sistemas y sus Medidas de Información. En: von Bertalanffy, et. al. A.Ed. Bach, Edwuard. La curación por las flores. Edaf. Bach, Edwuard. La curación por las flores. Bell, John S., Lo decible y lo indecible en la mecánica cuántica, Alianza Universidad. Bertalanffy Von, L. Teoría General de los Sistemas. Fondo de Cultura Económica.Méx. Besson, Bondil, Denjean, Keros. Los cinco pilares de la salud. Integral. Bohm, David; 1988; 1980; La Totalidad y el Orden Implicado; Kairos. Bohm, David y Peat, F. David; 1988; 1987; Ciencia, Orden y Creatividad; Kairos. Brennan, Barbara Ann. Manos que curan. Martínez Roca. Buckley, W. La Sociología y la Teoría Moderna de los Sistemas. Editorial Amorrortu. Capra, Fitjof. El Tao de la Física. Luis Cárcamo Editor. Capra, Fitjof. El Punto Crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente. Ed. Estaciones. Chopra, Deepak. Curación cuántica. Plaza y Janés. Chopra, Deepak. Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo. Byblos. Cibanal, L. Interrelación del personal de enfermería con el paciente. Ed. Doyma. Chalmers, Alan F. ¿Qué es esa Cosa llamada Ciencia? Siglo Veintiuno. Chopra, Deepak. Curación cuántica. Plaza y Janés. Delaney, Gayle. El mensaje de los sueños. Robin book. Dethlefsen, T /Dalhke, R. La enfermedad como camino. Plaza y Janes. Dextreit, Abehsera. Nuevo tratado de medicina natural. Edaf. Dispenza, Joe. Desarrolla tu cerebro. Kier Dossey, Cousins y otros. La nueva salud. Kairós. Epstein, Gerald. 1989. Visualización curativa. Ferguson , M. La conspiración de Acuario. Kairós-Año cero. Harternbach, Walter, La mentira del colesterol. Robin Book. Hawkins, Stephen. Historia del Tiempo (del Big Bang a los Agujeros Negros); Crítica. Hawking, Stephen. Mi Posición. Plaza y Janes. Heisenberg, Schrödinger, Einstein, Jeans, Plank, Pauli, Eddinton; Cuestiones Cuánticas.

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ÍNDICE. Palabras previas.

9

1. ¿CIENCIA?, ¿QUÉ ES ESO? Un Dios moderno. Ciencia: La interpretación de lo observado. ¿Que es científico? Datos e intuición. El observador observado. Una realidad compleja. Ciencia y fanatismo. Las cosas son del color del cristal por el que miramos. Gafas de distintos colores para distintos observadores. ¿Hay un único método científico? El conocimiento es incertidumbre, continuo movimiento. Los datos son solo datos. Apostando por la ciencia.

11 11 13 16 17 20 21 22 24 26 28 31 33 34

2. CIENCIA EN EL TERCER MILENIO. La matemática subjetiva. Las matemáticas de la complejidad. Holones y cuadrantes del kosmos. La teoría de sistemas. La teoría de la información. La cibernética. Las estructuras disipativas. Caos y orden: una pareja inseparable. La geometría de la Naturaleza. Hipótesis que describen el mundo.

36 36 39 41 44 46 47 49 52 53 56

3. EL MISTERIOSO UNIVERSO. Cosmología. Dimensiones del Cosmos. El campo entra en escena. ¿Se expande el Universo? Materia oscura y energía oscura. La insuficiencia del Big Bang. Sobre agujeros negros y ondas mentales. ¿Cómo surgió el universo?

59 59 62 63 66 67 69 70 71

392

4. EL SUBMUNDO MÁGICO. La física cuántica. La luz es onda y partícula al mismo tiempo. Al observar algo lo creamos. La existencia de diferentes realidades. La búsqueda de una teoría unificada. El mapa no es el territorio. . Todo vibra. Aplicaciones prácticas de la física cuántica. El mundo cuántico interior de las personas.

73 73 74 77 79 80 82 85 86 88

5. EL MAR KÓSMICO. ¿Comunicación más rápida que la luz? El vacío potencial. Un mar agitado: el Campo Punto Cero. Por fin la gravedad cuántica. La nueva comprensión del viejo universo.

92 93 95 99 100 103

6. LA MATERIA COBRA VIDA. La energía biológica. Los seres vivos. La vida: energía e información. Evolución y competición. Evolución y cooperación. Autopoiesis. Endosimbiosis. La matriz viviente. Biología molecular y ADN. El ADN chatarra. Cristales líquidos biológicos. El agua de la vida. La fotosíntesis humana. Una nueva física, ya no tan nueva, para una nueva biología. Microorganismos mutantes.

107 107 109 111 112 115 118 121 124 125 128 130 132 135 138 139

7. LA VIDA SE HACE CONSCIENTE. Los campos morfogenéticos. La transmisión de información. El cerebro extendido. Al pensar y sentir creamos materia, moléculas. El sistema nervioso dual. Circuitos neurológicos. Neurología cuántica. La tubulina: ¿La nueva unidad neurológica? El cerebro de las células no está en su núcleo. La célula consciente. Benveniste: Vemos lo que buscamos. Somos hologramas. .

144 144 146 148 151 153 155 156 158 161 164 166 167

8. LA ENFERMEDAD COMO NEGOCIO. El sistema de enfermedad. La invención de enfermedades.

171 171 176

393

Las vacunas, ¿la gran solución? El filón de la iatrogenia. La industria del cáncer. Los beneficios del colesterol. El fraude del SIDA. La estadística al poder: Epidemiología.

179 183 188 191 194 199

9. LA VITALIDAD NATURAL. El modelo de salud emergente. Teorías ancestrales y nuevas leyes de la naturaleza. La nutrición celular ortomolecular. Los microbios amigos. Activando la armonía. La comida rica. La naturaleza cura. Vitalidad interior e implicación personal. La vejez. Midiendo la vitalidad. De nuevo el observador.

203 203 205 211 217 220 222 226 230 232 233 235

10. EL CAMPO ENERGÉTICO HUMANO. La persona energética: pensamientos y células. Nuestro campo energético personal. Transmisores de armonía. Las ondas que captamos. El cerebro es una televisión, no un video. Terapias vibratorias. Sexualidad: la energía en flor.

237 237 239 243 244 246 248 252

11. LA MENTE CONCEPTUAL CONDICIONADA. Las creencias. Las emociones. Imaginación, sueños e intuición. Psicosomatología. La fuerza de la mente y el efecto placebo. ¿Quién vive?, ¿qué muere?

255 256 260 265 269 278 283

12. EL ESTUDIO DE LA MENTE. Psicoanálisis y conductismo. El enfoque Gestalt. El movimiento humanista. El análisis transaccional. La psicología cognitiva. PNL, la efectividad resumida. Logoterapia: el sentido de la vida. Constelaciones familiares. Psicología positiva. El proceso de autoliberación Personal.

286 287 289 291 293 295 297 298 299 302 303

13. LA CONCIENCIA. Encéfalo, mente y conciencia. La inteligencia es diversidad de inteligencias.

307 308 312

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La Homeostasis. La comprensión integral de la vida. Científicos, físicos y metafísicos. La espiral de la conciencia. Religión. Sabiduría perenne. Amor. Despertar del sueño de la mente. La sublime sencillez de ser.

314 317 320 322 325 327 329 331 336

A MODO DE EPILOGO.

337

NOTAS.

341

BIBLIOGRAFÍA

390

ÍNDICE

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395

396