Complicaciones de La Exodoncia FINAL

INTRODUCCIÓN En la mayoría de los casos, la extracción dentaria es una intervención quirúrgica simple que, efectuada de

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INTRODUCCIÓN

En la mayoría de los casos, la extracción dentaria es una intervención quirúrgica simple que, efectuada de forma cuidadosa y competente, y en personas sanas, sólo produce un malestar leve, y cicatriza rápida-mente. En la práctica, la aparición de complicaciones es rara y, por lo general, éstas son leves. No obstante, para Brabant y Oberkenbaum, la frecuencia de complicaciones en la extracción dentaria es relativamente alta, y éstas se presentan en un 20% de las exodoncia, aunque en muchos casos pueden pasar desapercibidas o ser de poca importancia.

“ACCIDENTES Y COMPLICACIONES DE LA EXTRACCIÓN DENTARIA” DEFINICIÓN: “Sucesos o fenómenos patológicos espontáneos o improvistos que aparecen durante o después de una extracción dentaria” Estas pueden ocurrir en el momento de la extracción dentaria y se les conoce como las “complicaciones inmediatas” siendo las menos comunes o después de la extracción y son referidas como las “complicaciones mediatas”. En el lenguaje profesional se hace necesario establecer diferencias entre ACCIDENTE y COMPLICACION; “accidente” es el término que se lo define como el fenómeno o suceso espontaneo o imprevisto, generalmente desagradable que aparece en un individuo sano o en el transcurso de la enfermedad y “complicación” hace referencia a cualquier suceso que ocurre durante el acto quirúrgico y tiende a hacer más difícil el tratamiento.

CLASIFICACIÓN: a) Según su causa: -

Intrínseca: Ocurren dentro de la intervención quirúrgica.

-

Extrínseca: la cual depende de:  Paciente: edad, estado general, enfermedades asociadas, etc.  Operador: debe manejar la técnica quirúrgica y sus complicaciones, y realizar un correcto diagnóstico y utilizar un instrumental adecuado.

b) Según el tiempo de Evolución: -

Complicaciones Inmediatas: Suceden durante la exodoncia, prácticamente son de carácter local, las de alcance general son por anestesia y pueden presentarse como cuadros de dolor abdominal y torácico, dificultades respiratorias o alteraciones a nivel de conciencia, siendo así la más común el mareo que puede aparecer en algunos pacientes durante la maniobras laboriosas de la extracción.

-

Complicaciones Mediatas: Son generalmente de carácter infeccioso, hemorrágico, mecánico, reflejo o tumoral.

COMPLICACIONES INMEDIATAS LOCALES MÁS FRECUENTES:

1. FRACTURA DEL DIENTE Es el accidente más frecuente de la exodoncia; en el curso de la extracción, al aplicarse la pinza sobre el cuello del diente y efectuarse movimientos de luxación, la corona o parte de esta o parte de la nariz se quiebran quedando por lo tanto la porción radicular en el alveolo. Las causas de este accidente son múltiples. Ya dijimos que la fractura es un accidente evitable en una gran proporción de los casos; el estudio radiográfico del órgano dentario a extraerse, impone la técnica. Solo en las extracciones efectuadas a ciegas. Sin el conocimiento de la disposición y forma radicular o en casos excepcionales. Puede tener explicación la fractura. Los órganos dentarios, debilitados por los proceso de caries o con anomalías radiculares, no pueden resistir el esfuerzo aplicado sobre su corona y se fracturan en el punto menor resistencia. En el incompleto estudio clínico y radiográfico del diente a extraerse y equivocada técnica quirúrgica, se funda la causa principal del accidente que consideramos.

CONDUCTA A SEGUIR EN UN CASO DE FRACTURA: Producida la fractura, nuestros cuidados deben dirigirse a extraer la porción radicular que queda en el alveolo. Para ello se debe realizar maniobras previas que salven el error cometido.

EXAMEN RADIOGRÁFICO: Si la extracción fue intentada sin el examen radiográfico previo, después de producida la fractura se tornara una radiografía que nos indicara la posición, forma y disposición radicular. No disponiendo de este factor (rayos x) habrá que intentarlo en contra de este factor. TRATAMIENTO DE LA FRACTURA: -Preparación del campo operatorio: A causa del traumatismo producido por la fractura del diente a extraer, se produce desgarros de la encía, se desplazan esquirlas óseas y sobre todo en la boca del alveolo se sitúan trozos del diente, la pulpa puede quedar expuesta. La encía desgarrada y el periostio lesionado producen una hemorragia abundante que oscurecen el campo operatorio. Por preparación del campo operatorio se entiende eliminar los trozos óseos y dentarios que lo cubren; cohibir la hemorragia de las partes blandas, es decir, aclarar la visión del muñón radicular fracturado, para así poder llevar a feliz término su extracción. Los fragmentos se retiran con pinzas de algodón, se lava la región con un chorro de agua o suero fisiológico, se seca con gasa. La hemorragia también debe cohibirse aplicando anestesia local a nivel de la zona sangrante. Sin el requisito previo de tener un campo blanco, exangüe, no puede intentarse con éxito.

2. FRACTURA Y LUXACIÓN DE LOS DIENTES VECINOS: La presión ejercida sobre la pinza de extracciones o sobre los elevadores puede ser transmitida a los dientes vecinos, provocando la fractura de su corona (debilitada por obturaciones o caries) o luxando el diente cuando posiciones radiculares (raíces fusionadas) lo faciliten. El diente luxado puede ser remplazado en su alveolo

3. FRACTURA DEL INSTRUMENTAL EMPLEADO EN EXODONCIA: No es excepcional que las pinzas o los elevadores se fracturen en el acto quirúrgico, cuando excesiva fuerza se aplique en ellos. Pueden así herirse las partes blandas u óseas vecinas. Se conoce de muchos otros casos, de menos importancia; trozos de tamaño variable de pinzas, elevadores, cucharillas de black o fresas, fueron fracturados en el acto quirúrgico, algunos quedaron como cuerpos extraños en el interior del hueso, para extraerlos se impone una nueva intervención, si no es realizada en el acto de la exodoncia. También pueden quedar en el alveolo del mismo diente.

4. FRACTURA DEL MAXILAR FRACTURA DEL BORDE ALVEOLAR: Accidente frecuente en el curso de la exodoncia; la variedad de la fractura depende la importancia del accidente. La fractura del borde alveolar no tiene mucha trascendencia; el trozo del hueso se extirpa con el órgano dentario o queda relegado en el alveolo. En el primer caso no hay conducta especial a seguir, en el segundo caso. Debe eliminarse el trozo fracturado delo contrario, el secuestro origina los procesos inflamatorios consiguiente osteítis, obsesos, q no terminan hasta al eliminación del hueso. El mecanismo de fractura del bode alveolar o de trozos mayores del hueso, reside en la fuerza que la pirámide radicular ejerce al pretender abandonar el alveolo, por un espacio menor que el mayor diámetro de la raíz. En otras ocasiones. La fuerza aplicada sobre la tabla externa es mayor que su límite de elasticidad. El hueso que se quiebra siguiendo líneas variadas; en general es la tabla externa un trozo de la cual se extrae con el diente. FRACTURA DE LA TUBEROSIDAD En la extracción del tercer molar superior, sobre todo en los retenidos. Y por el uso de elevadores aplicados con fuerza excesiva, la tuberosidad del maxilar superior o también parte de ella puede desprenderse, acompañando al molar ; En tales circunstancias puede abrirse el seno maxilar, dejando una comunicación bucosinusal, cuya obturación requiere un tratamiento apropiado.

FRACTURA TOTAL DEL MAXILAR INFERIOR La fractura total es un accidente posible. aunque no frecuente ; en general es a nivel del tercer molar donde la fractura se produce se debe a la aplicación incorrecta y fuerza exagerada en el intento de extraer un tercer molar retenido u otro diente retenido con raíces con cementosis y dilaceradas. La disminución de la resistencia ósea debida al gran alveolo del molar, actúa como una causa predisponente para la fractura del maxilar, del mismo modo como interviene debilitando el hueso una osteomielitis o un tumor quístico. Las afecciones generales y los estados fisiológicos ligados al metabolismo del calcio, la diabetes, las enfermedades parasifiliticas predisponen a los maxilares como a otros huesos para la fractura; es suficiente un esfuerzo a veces mínimo o el esfuerzo del acto operatorio para producir fractura de hueso.

PERFORACIONES DE LAS TABLAS VESTIBULAR O PALATINA En el curos de la extracción de un remolar o molar superior, una raíz vestibular o palatina puede atravesar las tablas óseas, ya sea por un debilitamiento de hueso a causa de un proceso previo o esfuerzos mecánicos; el caso es que la raíz se halla en un momento dado debajo de la fibromucosa entre esta y el hueso en cualquiera de las caras tanto vestíbulo o como paladar. La búsqueda y extracción de tales es generalmente engorrosa más sencilla resulta practicar una incisión en vestíbulo o paladar y previa separación de colgajos por esta vía se extraen las raíces. Un punto aproxima los bordes de las heridas. Con respecto al maxilar inferior tal accidente es también posible, ambas tablas pueden s3er perforada; Grandi relata acerca de una extracción dentaria, en el cual una de las raíces fugadas del alveolo fue a localizarse en las partes blandas de la cara interna del maxilar inferior siendo la causa de una neuritis traumática del nervio lingual. Un accidente que ha sido relatado por algunos autores y como consecuencia de la extracción del tercer molar inferior, consiste en la introducción violenta y traumática del molar en el piso de la boca , ubicándose indistintamente por arriba o por abajo del milohioideo. La causa de este accidente se debe a la delgadez o a veces a la papirácea dela tabla interna del maxilar inferior a nivel del alveolo del tercer molar, el esfuerzo realizado por el elevador proyecta el molar a través de esta tabla y lo ubica en diferentes sitios.

5. LESIÓN DEL SENO MAXILAR Perforación del piso del seno. Durante la extracción de los molares y premolares superiores, puede abrirse el piso del antro; esta perforación adquiere dos formas: Accidental o Instrumental. En el primer caso, y por razones anatómicas de vecindad del molar con el piso del seno, al efectuarse la extracción queda instalada la comunicación. Inmediatamente se advierte el accidente, porque el agua del enjuagatorio, pasa por el seno y sale por la nariz. En algunas oportunidades el paciente nota que ha cambiado el timbre de su voz. En otros casos, los instrumentos de exodoncia, cucharillas, elevadores, pueden perforar el piso simusal adelgazado, desgarrar la mucosa antral, estableciéndose por este procedimiento una- comunicación. O es una raíz, como veremos enseguida, la que perfora el seno al intentarse su extracción. TRATAMIENTO DE LA COMUNICACIÓN OPERATORIA: En la mayoría de casos, cuando la perforación obedece a razones anatómicas o es realizada por instrumentos, el coagulo se encarga de obturar la comunicación. Basta en tales casos, una torunda de gasa que favorezca la hemostasis o un punto de sutura que acercando los bordes, establece mejores condiciones para la contención del coagulo. No debe usarse torunda de gasa para obturar la cavidad alveolar ya que puede ser motivo de una comunicación bocosinusal posterior. La torunda a que nos hemos referido debe colocarse sobre el alveolo sangrante y el paciente deberá apretarla con los dientes, manteniéndole firme hasta que se forme el coagulo. Algunas veces el coagulo, de modo especial en alveolos grandes y que han sido traumatizados se retrae y se desprende. El valor del coagulo, como elemento obturador es en esas condiciones nulo. Es preciso en estas circunstancias realizar una pequeña plástica, para reintegrar la disposición normal; se desprende la fibromucosa por los lados bucal y palatino. Con esta maniobra es posible alargar el telón gingival para obturar el alveolo. Si con eso no se consigue acercar los labios bucal y palatino, habrá que resecar el hueso del borde alveolar. De este modo y previa incisión, que permita alagar la fibromucosa, hasta llegar a cubrir el alveolo.

PENETRACIÓN DE UNA RAIZ EN EL SENO MAXILAR Una raíz de un molar superior, al fugarse del alveolo empujada por las maniobras que pretenden extraerla, puede comportarse de distintas maneras en relación con el seno maxilar. La Raíz penetra en el antro, desgarrando la mucosa sinusal y se sitúa en el piso de la cavidad. La raíz se desliza entre la mucosa del seno y el piso ósea, quedando por lo tanto cubierta por la mucosa. La raíz cae dentro de una cavidad patológica por debajo del seno y en ella queda alojada.

-EXTRACCIÓN DE LA RAIZ EN EL SENO MAXILAR Un examen radiográfico previo, nos impondrá de la ubicación exacta de la raíz. Sea que la extracción de la raíz, se intente en la misma sesión o se realice posteriormente, la vía de elección para su búsqueda es siempre la vestibular. La vía alveolar es mala y anti quirúrgica. Difícilmente se logra extraer el resto radicular por esta vía y hay peligro de dejar una comunicación con el seno. La manera de proceder es la siguiente: Se trazan dos incisiones convergentes desde el surco vestibular al borde libre. Esta incisión coincidirá con las lenguetas mesial y distal del alveolo que estamos considerando. Se desprende el colgajo según arte y expuesto el hueso se calcula por el examen radiográfico la altura a que se encuentra el piso del seno y por lo tanto la raíz que se quiera extraer. Se practica la Ostectomía de la tabla externa a escoplo o fresa. Por esta maniobra, generalmente la mucosa sinusal queda desgarrada; en caso contrario se la incide con un bisturí para poder llegar al interior del antro. Abierto el seno y proyectando la luz hacia el interior de la cavidad, se busca la raíz. Hallada, se la toma con una pinza larga, con una pinza de disección o bien se la elimina con una cucharilla para hueso. Con el objeto de que la perforación vestibular operatoria y la trasalveolar traumática se obturen. Recorrimos a una sencilla maniobra plástica. La boca del alveolo debe ser cubierta con tejido gingival, tal como se procede en caso simple de una perforación. Se disminuye la altura del borde óseo alveolar y se desprende el colgajo palatino. Se puede alargar el telón vestibular practicando a bisturí la sección del periostio, con el cual se logra alargar el colgajo para que llene su propósito. Una sutura cierra a la boca del alveolo y otros dos puntos afrontan los labios de la herida hacia distal y mesial. Puede también realizarse una plástica por deslizamiento del colgajo vestibular. En el caso de que la raíz este situado por debajo de la mucosa sinusal (La raíz no es visible pero el piso sinusal esta levantado por una eminencia que denuncia la raíz fugitiva), el seno es abierto por vestibular, como ya se ha indicado. Con un bisturí se practica una incisión sobre la eminencia radicular. La raíz aparece y es extraída por los medios indicados, esta forma de fuga de la raíz, se produce, por otra parte en muy pocas oportunidades.

6. PENETRACION DE UN MOLAR EN EL SEXO MAXILAR Un accidente poco frecuente, pero posible, es la introducción total de un molar, generalmente el tercero, en el seno maxilar. La extracción del molar se realiza con una técnica semejante a la de operación de Caldwell – Lue, que consiste en los siguientes pasos: -Realización de un colgajo semilunar. -Se obtiene una ventana ósea a nivel de la fosa canina -En el abordaje al seno se realiza una exploración y luego irrigación con suero -Se sutura

7. PENETRACION DE UN DIENTE EN REGIONES VECINAS En el intento de extracción de un diente de la arcada, con más frecuencia un tercer molar superior o inferior retenido, el diente respondiendo a la aplicación incontrolada de fuerzas o debilitamiento de las paredes o tablas óseas puede fugarse al piso de la boca o a lugares vecinos.

8. LUXACION DEL MAXILAR INFERIOR Consiste en la salida del cóndilo del maxilar de su cavidad glenoidea. Accidente raro, se produce en ocasión de las extracciones de los terceros molares inferiores, en operaciones largas y fatigantes. Puede ser unilateral o bilateral. El maxilar luxado puede volver a ser ubicado en su sitio, por una maniobra que mencionan todos los textos; se colocan los dedos pulgares de ambas manos sobre la arcada dentaria del maxilar inferior; los restantes dedos sostienen el maxilar. Se imprimen fuertemente a este hueso dos movimientos, de cuya combinación se obtiene la restitución de las normales relaciones del maxilar: Con un movimiento hacia abajo y otro hacia arriba y atrás. Reducida la luxación, puede continuarse la operación.

9. ACCIDENTES DE LAS PARTES BLANDAS Las lesiones o heridas sobre la mucosa libre alveolar o la encía suelen darse en exodoncias difíciles y complicadas y pueden provocar hemorragia, hematomas o infecciones de forma secundaria. Normalmente su causa en la mala praxis, técnica deficiente o en la no utilización del método correcto de la extracción. Si se adhiere la encía al diente este debe ser cuidadosamente disecado antes de completar la exodoncia. Realizaremos su prevención utilizando técnicas correctas como una sindesmotomia con la protección de los tejidos mediante el uso de la mano izquierda o con un buen diagnóstico previo que nos va a encaminar a técnicas quirúrgicas desde el primer momento evitándonos un mayor traumatismo sobre esos tejidos. También se puede producir lesiones en mejillas, labios, lengua, mucosa palatina, suelo de la boca, etc. Debida a descuidos en la aplicación del fórceps o los elevadores que se nos pueden resbalar en el curso de las maniobras de la extracción dentaria. De aquí la importancia de tener un buen punto de apoyo para evitar que estos instrumentos salgan proyectados hacia los tejidos blandos. Estos accidentes suelen ocurrir más comúnmente en las intervenciones quirúrgicas bajo anestesia general .pueden provocarse quemaduras en los labios que son debidas a la utilización de

materiales muy calientes después de haber sido esterilizado por calor y colocado demasiado pronto a la mesa operatoria o por un sobrecalentamiento de la pieza de mano durante la extracción quirúrgica. La lesión lingual produce una abundante hemorragia por tratarse de una estructura muy vascularizada por lo que exige la colocación de unos puntos de sutura. Cuando las lesiones son pequeñas, no vamos a realizar ningún tipo de maniobra reparadora, solamente realizaremos la limpieza con suero fisiológico y colocamos una capa de vaselina y en caso de producirse una quemadura utilizaremos una pomada apropiada si la lesión es mayor debemos suturar y reparar la herida.

10.

LESION DE LOS TRONCOS NERVIOSOS

Una extracción dentaria puede ocasionar una lesión de gravedad variable sobre los troncos nerviosos. Estas lesiones pueden radicarse en los nervios superiores o inferiores. Los accidentes más importantes son los que tienen lugar sobre el nervio palatino anterior, dentario inferior, mentoniano o nervio lingual. El traumatismo sobre el tronco nervioso puede consistir en sección, aplastamiento o desgarro del nervio, lesiones estas que se traducen por neuritis, neuralgias o anestesias en zonas diversas. Frecuentemente ocurre en las extracciones del maxilar inferior, por intervenciones sobre el tercer molar o premolares. En las extracciones del tercer molar, y especialmente en la tercera molar retenido, la lesión sobre el nervio dentario tiene lugar por aplastamiento del conducto, que se realiza al girar el tercer molar retenido. El ápice, trazando un arco, se pone en contacto con el conducto y aplasta a este y los elementos que contiene, ocasionando anestesias definitivas, prolongadas o pasajeras, según la lesión. Cuando se realizan extracciones de las premolares inferiores (sobre todo de las raíces o ápices), la raíz o los instrumentos de exodoncia pueden lesionar el paquete mentoniano a nivel del agujero homónimo o por detrás del mismo, provocando neuritis o anestesia de este paquete. Al descubrirse el nervio, debe preverse la contingencia de la lesión nerviosa, aplicando un colgajo con sutura sobre la parte descubierta. En lesiones mayores habrá que proceder como se indica en el tratamiento de los quistes a nivel del agujero mentoniano.

11.

HEMORRAGIA

Consideramos la hemorragia como accidente pos-extracción. Puede presentarse en dos formas: Inmediata o mediata En el primer caso, la hemorragia sigue a la operación. La falta de coagulación de la sangre, y la no formación del coagulo, se deben a razones generales o a causas locales. Las primeras ya fueron realizadas. Las causas locales obedecen a procesos congestivos en la zona de la extracción, debido a granulomas, focos de osteotis, pólipos gingivales, lesiones gingivales ocasionadas por paradentosis, gingivitis, herida y desgarros de la encía, esquirlas o trozos óseos que permanecen entre los labios de la herida gingival. En ocasiones es un grueso tronco óseo arterial el que sangra, o la hemorragia se debe a los múltiples vasos capilares lesionados por la operación. El tratamiento de esta hemorragia inmediata se realiza suprimiendo quirúrgicamente el foco congestivo sangrante (pólipo, osteítis, granuloma, trozo de hueso) La extirpación se hace con cucharillas filosas cuando el foco es gingival. Un taponamiento y compresión del alveolo sangrante, dará cuenta de la hemorragia. El taponamiento es un método preciso. Se realiza con un trozo de gasa (yodoformada o xeroformada) la cual puede emplearse seca o impregnada de medicamentos hemostáticos, tales como el agua oxigenada, adrenalina, sueros, tromboplastina, percloruro de hierro. De acuerdo con la intensidad de la hemorragia. Empleamos los medicamentos antedichos, que han sido citados según el grado de su acción terapéutica. El tapón se coloca dentro del alveolo que sangra, permitiendo que su extremo libre cubra el alveolo. Sobre él se aplica un trozo de gasa proporcionado al sitio en que actúa; el todo es mordido por el paciente, que mantiene de este modo el taponamiento durante un tiempo variable (quince minutos a una hora) El trozo de gasa de la superficie se seca con las precauciones debidas; si la hemorragia ha cesado, puede retirarse el paciente, con tapón medicamentoso dentro del alveolo. Este método está indicado en ambos maxilares, a excepción de la zona de premolares y molares superiores; la torunda de gasa en el alveolo, dejada varios días, puede ser el origen de una comunicación bucosinusal. Todos los problemas que originan la hemorragia pueden prevenirse por el empleo sistematico de la sutura posextraccion por este procedimiento la hemorragia es excepcional. Si la hemorragia se produce varias horas después de realizada la extracción se procede como sigue: se practica un enjuagatorio con una solución al 10% de agua oxigenada tibia, con el objeto de limpiar la cavidad bucal y el lugar de la operación, eliminar el coagulo que flota sobre la herida y poder ver con claridad y por donde sangra y cuál es el sitio de mayor afluencia sanguínea; se seca cuidadosamente la región sospechada con una

torunda de gasa. Si el vaso sangrante es gingival y está a nuestro alcance, puede practicarse su hemostasis aplicando un punto de galvanocautorio (rojo-blanco) Cuando la hemorragia es profunda, se procesa como se indicó antes, taponamiento de la cavidad con una tira de gasa con medicamentos. Sobre este tapón se realiza la compresión con otra gasa, todo lo cual mantiene al paciente bajo su mordida. El método ideal, para el tratamiento de estas hemorragias es el siguiente: inspección de la zona sangrante para localizar la región de la hemorragia; se realiza una anestesia local, cuyo efecto vasoconstrictor "blanqueara" el campo y se practica una sutura, sobre los bordes de la herida tratando de tomar con ella, el vaso que sangra. El cese de la hemorragia es inmediato, después de realizar la sutura. En caso de persistencia de la hemorragia, a pesar de los tratamientos locales instituidos, habrá que recurrir a medicaciones generales, tales como la transfusion sanguínea, las inyecciones de sustancias que aceleren la coagulación, devolviendo al tejido algunos de los elementos que le faltan.

12. HEMATOMAS Un accidente frecuente y al cual no se le asigna la importancia que tiene es el ocasionado por los hematomas operatorio. Consiste en la difusión de la sangre, siguiendo planos musculares, o a favor de menor resistencia que le oponen a su paso los tejidos vecinos del lugar donde

se ha practicado una operación bucal. El hematoma se caracteriza por un aumento de volumen a nivel del sitio operado y un cambio de color de la piel vecina; este cambio de color sigue las variaciones de la transformación sanguínea y de la descomposición de la hemoglobina; así toma primeramente un color rojo vinoso, que hace más tarde violeta y amarillo. El cambio de color de la piel dura varios días y termina generalmente por resolución al octavo y noveno. Pero a colección sanguínea en si puede infectarse (es frecuente que así lo haga) , produciendo dolor local , rubor, fiebre intensa, reacción ganglionar. Todo ese cortejo dura aproximadamente una semana. Su tratamiento consiste en colocar bolsa de hielo para disminuir el dolor y a tensión, sulfamidoterapia y antibióticos; si el hematoma llega a abscedar será menester abrir quirúrgicamente el foco con bisturí, electrocauterio o separador los labios de la herida operatoria, por los cuales emergerá la pus; un trozo de gasa yodoformada mantendrá expedida la vía de drenaje.

COMPLICACIONES MEDIATAS LOCALES MÁS FRECUENTES:

13. ALVEOLITIS La alveolitis, es decir, la infección pútrida del alveolo dentario después de una extracción, es una complicación frecuente. Para su producción intervienen diversos factores; la conjunción de algunos de ellos desatan esta afección, que en muchas oportunidades adquiere caracteres alarmantes, por la intensidad de un de sus síntomas: el dolor. Cabanne considera que este proceso se presenta de maneras diversas. a) formando parte del cortejo de inflamaciones óseas más extendidas ,osteítis, periostitis óseas , flemones perimaxilares, etc. ; b) inflamación a predominio alveolar , con un alveolo fungoso, sangrante y doloroso, alveolitis plástica, y c) alveolitis seca, alveolo abierto sin coagulo, paredes óseas expuestas ,dolorosa, tejido gingival poco infiltrado, muy doloroso también, sobre todo en los bordes. En el primer tipo, la lesión alveolar forma parte una gran lesión inflamatoria, seria a veces, porque su extracción llega a desbordar los límites de odontología. Sin embargo, es necesario hacer notar que que existe dentro del conjunto de estas lesiones, las posibilidad de los casos siguientes de alveolitis (b y c).

En el segundo (b), se trata de generar reacciones antes cuerpos extraños, sobre todo equirlas óseas y a veces esquirlas dentarias de dientes fracturados. La clase c es típica. Generalmente después de una extracción laboriosa, sin lesiones previas alveolar y con más razón si la hubo, se nos presenta una lesión en que por falta inmediata o por desaparición prematura del coagulo, el alveolo abierto queda en comunicación con la cavidad bucal, con sus paredes óseas desnudas y sus bordes gingivales separados. Las paredes óseas tiene un color grisáceo, parecen de piedra pómez, no se ven los puntos rojos del tejido alveolar; las areolas parecen deshidratadas. Sin embargo, no se forma secuestro y pasan a vences más de 20 días antes que el proceso cicatrizar se revele y durante ese tiempo el síntoma dolor acompaña la lesión con una tenacidad continua. Este es el cuadro clínico en esta complicación. Una verdadera alveolalgiaque se irradia por las ramas del nervio trigémino, y para calmarla los tratamientos son a veces insuficientes. Acabamos de decir que para la producción de alveolitis interviene una serie de factores; el principal es el traumatismo operatorio, el cual debe de actuar junto con otros; a) anestesia local: los productos químicos que se emplean en la anestesia local tienen un indudable poder toxico sobre tejidos perialveolares. Al ser extraído bajo anestesia local un diente portador de un proceso apical, de una lesión del periodonto y de una alveolitis, las condiciones infecciosas se exacerban y se instala una alveolitis posoperatoria. b) El estado general del paciente, debilitado por una enfermedad general o con trastornos metabólicos varios. Para Orleans, las causas de dolor posoperatorio se deberían a las siguientes razones: a. Irritación debía a bordes cortantes de hueso. b. Trozos de hueso que irritan e inflaman al alveolo: secuestros. c. Traumatismo en el alveolo, debido a su raspado con cucharillas que pulen el hueso. Por el mismo mecanismo, extracciones laboriosas bruñen la superficie interna de los alveolos. d. Permanecían en los alveolos de raíces, cuerpos extraños, restos de granuloma, quistes etc. e. Estados generales que condicionan dificultades en la cicatrización: diabetes, fiebres. f. La anestesia local (sobre todo en el maxilar inferior). Para Scherman, la acción de salivar causa una presión negativa, la cual a su vez libera el alveolo de su coagulo protector. Sobre la localización de la alveolitis se puede decir que el maxilar inferior es muchísimo mas frecuente que en el superior. Los alveolos más atacados son los molares; entre estos, el del tercer molar. El alveolo donde se localiza la afección, se presenta con sus bordes tumefactos; las paredes bucal y lingual, ligeramente rojiza y edematizadas. Todo el alveolo recubierto d una magma gris-verdoso, maloliente. En ocasiones, y esta la característica la que le

ha dado el nombre de alveolo seco, los las paredes alveolares sin coagulo, las que se encuentran cubiertas con una capa verdosa, o están desnudas; el hueso alveolar en contacto con el medio bucal; los ganglios tributarios al alveolo enfermo se hallan infartados. c) Entre los factores traumáticos hay que mencionar la excesiva presión sobre las trabéculas óseas realizada por los elevadores, las violencias ejercidas sobre las tablas alveolares, la elevación de la temperatura del hueso, debida al uso sin medida y sin control de las fresas; por eso es verdad la frase de Zimmer: “A mayor trauma quirúrgico, mayor cuidado posoperatorio”. Recordamos a este propósito, la importancia del trauma y la manera de evitarlo por el empleo de las técnicas de la extracción por aveolectomia y odontoseccion. d) Los factores bacterianos tienen importancia en alveolitis Schroff y Bartels dicen que los principales invasores son los del tipo anaeróbico, especialmente bacilos fusiformes y espiroquetas. Esta bacteria por efecto de sus toxinas y por una acción sobre sus terminaciones nerviosas del hueso alveolar.

CONCLUSIONES:

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Los accidentes y complicaciones surgen debido a errores de diagnóstico, por malas indicaciones, mal uso de instrumentos, aplicación de fuerza excesiva, y por no visualizar de forma correcta la zona operatoria antes de actuar. Como dice Kruger "para hacer bien, tienes que ver bien" aplicándolo a la exodoncia y añade "haga bien lo que vea".

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Por ello, antes de iniciar una exodoncia, debe poseerse una formación lo suficientemente sólida para actuar de manera reglada y con conocimiento de causa, evitando las improvisaciones y los gestos quirúrgicos que no estén fundamentados científicamente.

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Alguna de estas complicaciones puede preverse durante el diagnóstico del caso y por ello el paciente debe ser informado previamente. También es muy importante hacer que el paciente firme una hoja de consentimiento previo, en el que se indicarán qué posibles complicaciones pueden derivar de la extracción dentaria.

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La variedad de posibles complicaciones en la exodoncia es grande; éstas pueden deberse a la anestesia, a la extracción misma e incluso al estado general del paciente.