Comentarios Sobre Hegel

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Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Licenciatura en Filosofía Asignatura: El pensamiento de Hegel Profesor: Jorge Sáez Alumno: Vicente Moya

Comentarios sobre Hegel: Lecciones sobre la historia de la filosofía

“Hasta aquí ha llegado el espíritu del mundo, cada fase ha encontrado su forma propia en el verdadero sistema de la filosofía: nada se ha perdido, todos los principios se han conservado, en cuanto que la última filosofía es la totalidad de las formas. Esta idea concreta es el resultado de los esfuerzos del espíritu a lo largo de casi dos mil quinientos años del más serio de los trabajos, objetivarse a sí mismo, llegar a conocerse.”

A partir de este párrafo de la conclusión de “Lecciones sobre la Historia de la Filosofía” podemos extraer ideas fundamentales que pasan a ser partes irrenunciables de este capítulo del texto. En ésta, la conclusión, ofrece el autor un cierre sintético a toda su obra, y la forma que lo hace es presentando una conclusión sintética para todo el sistema que él denomina “Historia de la Filosofía”.

Para abordar el enfoque que toma Hegel, en el cuál presenta su época como el período de la historia en la cual el espíritu universal logra su autoconocimiento, y por lo tanto, su concreción, es necesario en primer lugar apuntar el carácter que posee esta obra. “Lecciones sobre la Historia de la Filosofía” es un texto donde Hegel presenta detalladamente la historia de la filosofía desde los presocráticos hasta Kant y Fichte (para clausurar con su propia filosofía). Hegel propone esta historia como el desarrollo continuo hacia un fin, es decir, la filosofía no ha sido hasta el momento un conjunto fortuito de distintos sistemas filosóficos separados, si no que todos aquellos sistemas forman en conjunto un sistema más grande, el cual se ha desarrollado lenta y necesariamente desde la antigüedad, superando en cada fase a la anterior en vista de un telos que había permanecido oculto, y que es la culminación del desarrollo del espíritu absoluto, cuyo punto terminal es la época filosófica de Hegel, en la cual, según el autor, el espíritu absoluto logra conocerse a sí mismo a través de la filosofía. Podemos entender estas conclusiones presentándolas dentro de un marco en el que Hegel intenta abordar al espíritu desde un enfoque histórico. En este sentido, todo el desarrollo intelectual occidental (de la humanidad, como apunta Hegel), ha sido un desarrollo lógicamente necesario, un intento del espíritu de conocerse a sí mismo. El espíritu a través de la filosofía ha ido configurando un pensamiento, de esta manera, la filosofía y su historia son la historia del pensamiento del

espíritu. En tanto pensamiento, Hegel apunta que éste es único. El desarrollo dispar y seccionado, las distintas manifestaciones que ha tenido la filosofía son parte, así, de un único gran pensamiento. Abordaremos al pensamiento como “sustancia universal del espíritu”. Hegel nos presenta a la realidad como manifestaciones de lo natural y lo espiritual, las cuales confluyen en un sólo absoluto, expresado por el espíritu. Por lo tanto, en cuanto sustancia de universal del espíritu, el pensamiento compone

un

elemento

esencial

de

todo

lo

real.

De esta manera, la historia de la filosofía se nos presenta como la historia de un único pensamiento que ha ido madurando, y en vez de contradecirse, como parece cada postura con la siguiente, van conformando una síntesis necesaria que culminaría, desde la antigüedad y el auge de la filosofía moderna con Descartes, Spinoza y Leibniz, para luego pasar a Schelling y Kant, con la filosofía Hegeliana, como aquella que reconoce el dinamismo dialéctico del progreso del espíritu universal. Podemos ver como Hegel organiza una historia de la filosofía para luego poner su sistema como una cúspide histórica de un progreso de más de dos milenios: es sólo en esta filosofía donde el espíritu está al fin capacitado para conocerse a sí mismo y así configurarse como espíritu absoluto. Esto porque las filosofías anteriores acumularon distintas instancias claves que eventualmente desencadenarían en el autoconocimiento del espíritu. En primer lugar, presenta el pensamiento presocrático como aquel en el que se consideró a la idea absoluta como una síntesis (como el ser de Parménides), desde donde pretendían entender el mundo como algo en-sí, para-sí, como algo objetivo, dado. Luego el pensamiento ve en platón la configuración de la esencia figural, objetiva, independiente del sujeto. En tercer lugar, presenta al concepto de Aristóteles como algo separado de lo empírico, como el pensamiento comprensivo que apunta a abarcar todo el universo, recorriendo sus formas, y las dota de espíritu. De esto pasamos al concepto que se presenta subjetivamente, como ser en sí: los epicúreos, estoicos y escépticos hicieron tal separación abstractiva representando una época del sujeto. Más su sujeto es sólo abstracto, no es una forma concreta (el sujeto sólo se concretará en el idealismo). Después de estas escuelas helénicas surge en neoplatonismo, en el cual, el pensamiento de la totalidad, el mundo inteligible, se presenta como idea concreta, y Dios figura como conciencia de sí, como el uno, y como “alma del mundo”. De esta manera

aparece

dios

como

teniendo

realidad

en

la

conciencia

de

sí.

Saltando la Edad Media, Hegel introduce inmediatamente la edad moderna. Para Hegel en la modernidad, bajo el pensamiento de Descartes, Spinoza y Leibniz, se comienza a desarrollar la idea

de Dios como espíritu, como idea que se sabe a sí misma, desde donde comienza la consumación de la espiritualidad del universo. De esta manera, nos alejamos de la noción de un dios abstractoformal.

Hegel interpreta este suceso dentro de la historia del pensamiento como un desdoblamiento, en el en cual la conciencia de sí, se piensa a sí misma. Primero el desdoblamiento se da en Descartes, donde la conciencia logra pensarse primeramente como conciencia. Luego en Spinoza se presentan al ser y el pensamiento como contrapuestos idénticos. Esta conciliación se concreta en Leibniz, y en su

mónada

en

cuanto

subjetividad

del

pensamiento.

Finalmente con Kant y Fichte somos espectadores de como la conciencia de sí se piensa como tal, como forma infinita. Pero tal formulación es negativa y en relación con lo otro. En Kant se nos presenta como la subjetividad infinita, y en Fichte, como impulso hacia lo concreto. el aporte la da filosofía hegeliana consistiría en evidenciar que no ha existido sino una sola filosofía, cuya secuencia es necesaria, y su sucesión ha sido la evolución de la ciencia, y la filosofía final de su “época”, es la “verdad en la forma más alta que acerca de sí mismo alcanza la conciencia de sí del espíritu”. Esta filosofía última, como producto de las anteriores está capacitada para abarcar esta historia como un todo unitario, tomando al conocimiento de esta idea de conciencia como espíritu absoluto, que se enfrenta a este anterior espíritu finito, el cuál conocerá el espíritu absoluto, para que éste llegue

a

ser

aquel.

esta última relación podemos apuntar que se presenta como una síntesis: el sistema filosófico hegeliano se entiende como un sistema de tesis, síntesis y antítesis. Esto es, que Hegel postulaba que toda categoría y proposición, una tesis, se veía enfrentada a su negación, una antítesis, y que de esta contraposición nacía una conciliación, una síntesis. Este sistema se presenta, a diferencia, por ejemplo, del kantiano, como un modelo dinámico de contraposiciones y conciliaciones, siempre en constante renovación. Y la historia del pensamiento expuesta en las “Lecciones de la historia de la filosofía”, podemos entenderla, en su culminación, como la superación de la contraposición tesis/antítesis,

en

una

síntesis,

cuyo

resultado

es

el

espíritu

universal.