Comentario de Texto (PAU)

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TEXTO DE HANNAH ARENDT (PAU)

“Es en la línea de tales reflexiones donde cabe suscitar la cuestión de si el gobierno totalitario, nacido de esta crisis… es simplemente un arreglo temporal que toma sus métodos de intimidación, sus medios de organización y sus instrumentos de violencia del bien conocido arsenal político de la tiranía, el despotismo y las dictaduras (…) O si, por el contrario, existe algo como la naturaleza del gobierno totalitario, si posee su propia esencia y puede ser comparado con otras formas de gobierno, que el pensamiento occidental ha conocido y reconocido desde los tiempos de la filosofía antigua (…) En lugar de decir que el gobierno totalitario carece de precedentes, podríamos decir también que ha explotado la alternativa misma sobre la que se han basado en filosofía política todas las definiciones de la esencia de los gobiernos, es decir, la alternativa entre el gobierno legal y el ilegal, entre el poder arbitrario y el legítimo…Sin embargo, la dominación totalitaria nos enfrenta con un tipo de gobierno completamente diferente. Es cierto que desafía todas las leyes positivas…Pero no opera sin la guía del derecho ni es arbitrario porque afirma que obedece estrictamente a aquellas leyes de la naturaleza o de la historia de las que, supuestamente, proceden todas las leyes positivas”.

1-. Definir los términos o expresiones subrayados en el texto:

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GOBIERNO TOTALITARIO: Para Arendt el totalitarismo es una forma de gobierno radicalmente nueva en la historia que difiere de todas las anteriores por su objetivo de dominación total, tanto de la vida pública como de la vida privada. Su objetivo es el terror total, y para ello se sirve de la anulación del individuo a favor de las masas y el uso del adoctrinamiento y la violencia. Los gobiernos de Hitler en Alemania y de Stalin en la Unión Soviética son el modelo de gobiernos totalitarios.

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LEYES DE LA NATURALEZA: La ley de la naturaleza es la base del gobierno totalitario, sobre todo en su versión del nazismo. Es una ley que está por encima de las leyes positivas elaboradas por los seres humanos, pues se hace proceder directamente de la naturaleza; es suprahumana. Es una ley que se basa en la biología, en concreto en el concepto de raza, y que se constituye en una ley del movimiento: nada permanece, nada está quieto, todo evoluciona hacia la consecución de un objetivo.

2-. Esquema del texto. TESIS: El totalitarismo es una forma de gobierno totalmente nueva en la historia, diferente de todas las otras formas que la han precedido. I-. Se trata de analizar si el gobierno totalitario es radicalmente nuevo y tiene su propia esencia, o toma sus métodos de otros gobiernos anteriores, que comparten ciertas similitudes. II-.El gobierno totalitario está contra las leyes positivas, pero no es arbitrario, pues obedece unas leyes superiores, las leyes de la naturaleza o de la historia, que están por encima de las leyes de los hombres.

3-. Relacionar el texto con la filosofía del autor. El texto a comentar pertenece a la obra “Los orígenes del Totalitarismo”, publicada en 1951. Tras los terribles acontecimientos ocurridos en la II Guerra Mundial, la autora reflexiona sobre el fenómeno del totalitarismo como algo nuevo en la historia y su manifestación en la Alemania nazi y en el Estalinismo soviético. La obra consta de tres partes: Antisemitismo (1ª), Imperialismo (2ª) y Totalitarismo. Nuestro texto pertenece a la tercera parte, el totalitarismo, en concreto al capítulo 13 Ideología y terror: una nueva forma de gobierno. Aunque podemos considerar que el totalitarismo tiene algunos antecedentes históricos, como el antisemitismo y el imperialismo, presentes ya en el siglo XIX, Arendt considera que este presenta características totalmente novedosas frente a otros regímenes históricos, y va a realizar en esta obra un análisis detallado y profundo de las raíces de este fenómeno, equiparando el nazismo y el estalinismo. La primera idea a destacar que encontramos en este fragmento es la novedad del totalitarismo (…la cuestión de si el gobierno totalitario, nacido de esta crisis…), que es diferente de otros sistemas anteriores, y, por lo tanto, requiere de otras categorías intelectuales para su estudio y tratamiento. La autora considera que este sistema tiene su propia naturaleza y una lógica interna que hacen que sea radicalmente distinto de otras dictaduras y tiranías frecuentes en la historia, e incluso contemporáneas con ese fenómeno, como fueron el franquismo, el fascismo, etc. ¿Dónde radica esa novedad? Para responder a esta cuestión es necesario hacer un análisis profundo de los métodos usados por esos sistemas para su implantación. En segundo lugar puede desarrollarse la idea a la que el texto apunta directamente: el totalitarismo no sigue otras leyes que la ley de la naturaleza y la ley de la historia, las cuales son leyes de movimiento. El totalitarismo no tiene en cuenta las leyes positivas. Estas son fruto del consentimiento entre los hombres y derivan de la ley natural o divina, siendo características de los sistemas democráticos. Estas leyes, a pesar de ser cambiantes, suponen un factor de estabilidad de la sociedad por cuanto el individuo sabe a qué atenerse. En cambio, la ley de la naturaleza y la ley de la historia

representan lo contrario a la estabilidad. La teoría de la selección natural de las especies es el fundamento último de la ideología racista nazi, mientras que la doctrina marxista de la evolución de las sociedades es la base del totalitarismo comunista como el propio texto nos indica. En tercer lugar puede desarrollarse la idea de Hannah Arendt de que el medio de realizar la ley del movimiento de la naturaleza y de la historia es el terror. Un gobierno legal cuenta con leyes positivas que concretan el derecho natural o divino en normas de lo justo y lo injusto para los seres humanos. Pero en la dominación totalitaria, lo justo y lo injusto, la culpabilidad y la inocencia son nociones que pierden su sentido. Culpable es sencillamente aquel que se alza en el camino del proceso natural e histórico, es decir el tribunal que ya ha formulado un juicio inapelable sobre los individuos no aptos para la vida, las razas inferiores y las clases decadentes.

4-. Describir el contexto socio-histórico del texto. H. Arendt nació en Alemania en 1906 y murió en Nueva York en 1975.De origen judío, le marcaron profundamente todos los acontecimientos sociales y políticos que le tocó vivir, especialmente la llegada de Hitler al poder en 1933. Teniendo en cuenta el contenido del texto que estamos comentando, es necesario centrarnos de manera especial en los regímenes que la autora va a analizar: el Nazismo y el Estalinismo, enmarcados ambos en las terribles circunstancias que el mundo vivió entre las dos guerras mundiales. El contexto histórico en el que se desarrolla la filosofía del siglo XX es extremadamente grave y complejo. Podríamos referirnos al imperialismo de las grandes naciones europeas que conducirán a la Primera Guerra Mundial, en 1914. En 1917 se produce la revolución soviética liderada por Lenin, Trotski y posteriormente por Stalin. La gran depresión del 29 produjo grandes movimientos de masas y el ascenso de dictaduras y de ideologías antidemocráticas. Todo llevará al ascenso del fascismo en Italia y del nazismo en Alemania. La política agresiva de estos países conduce en Europa a la Segunda Guerra Mundial que supondrá la muerte de millones de personas. En lo que se refiere a Hannah Arendt, dos son los regímenes que ocupan su reflexión: el régimen nacional-socialista animado por una ideología totalitaria basada en ideas racistas; y el régimen soviético cuya ideología totalitaria se basa en la necesidad histórica de la lucha de clases. Desde el punto de vista filosófico podríamos a partir del texto establecer una serie de relaciones fundamentales para su comprensión. Aquí sólo indicamos algunas de ellas: De forma explícita Hannah Arendt se refiere en este texto a las teorías de Darwin y Marx como fundamento de la ideología nazi y estalinista. La teoría de la evolución de los seres vivos presentada por Charles Darwin (1809-1882) en su libro “El origen de las especies” causó en su época un revuelo semejante al de Nicolás Copérnico durante el Renacimiento. Con el evolucionismo desapareció la idea de que las especies vivas eran fijas e inmutables desde que fueran creadas por Dios.

Según explicó Darwin, todos los seres vivos están emparentados y todos han evolucionado a partir de algún antepasado común. Para Darwin el hombre es una especie animal como las otras, fruto de la evolución de la vida sobre la Tierra. La selección natural y la lucha por la existencia determinan la supervivencia de las especies más aptas. Esta teoría, en esencia biológica, fue llevada al terreno social (darwinismo social de Spencer) y fue aprovechada por los ideólogos racistas para apoyar su tesis de la superioridad de la raza. Según Hannah Arendt, la teoría de Darwin explicita la Ley de la Naturaleza que el totalitarismo pretende cumplir. Para Karl Marx, que reacciona frente al idealismo hegeliano, el ser humano es, ante todo, un producto de la naturaleza, pero su actividad no se limita al terreno biológico. A diferencia de los otros animales, el hombre puede romper los límites que le impone la naturaleza y producir sus propios medios de vida mediante el trabajo. A través de esta «praxis», el ser humano puede producir bienes, realizarse como persona, construir sociedades y hacer avanzar la historia. En cada momento histórico, el trabajo humano se organiza en diferentes modos de producción. Cuando el modo de producción se basa en la división del trabajo, en el reparto desigual de la riqueza y en la explotación del hombre por el hombre, el ser humano, en lugar de realizarse como persona, se des-realiza, pierde humanidad y se cosifica al convertirse en un objeto –mercancía- en manos de otros hombres. Esta forma de alienación económica caracteriza el modo de producción capitalista. En estas condiciones, el trabajador no mejora como persona, sino que cada vez se embrutece más: cuanta más riqueza produce, más se empobrece como ser humano. Para que el hombre recupere su auténtica dimensión humana es necesario transformar radicalmente el modo de producción capitalista y crear la sociedad comunista donde cada uno debería dar según sus capacidades y recibir según sus necesidades. Este es un proceso histórico necesario, si bien puede y debe ser acelerado por el proletariado. Hannah Arendt se referirá a este proceso denominándolo Ley de la Historia. El marxismo, originalmente una reacción frente al pensamiento idealista de Hegel, ha estado presente en todo el siglo XX, bien en su forma ortodoxa, o bien revisada en ocasiones gracias a otras influencias filosóficas y científicas que no estaban en el marxismo original (el psicoanálisis, por ejemplo), como sucede en el caso de algunos representantes de la Escuela de Francfort, tales como Adorno, Marcuse, y su cabeza visible actual, Jürgen Habermas. Otra corriente vinculada con el pensamiento de la autora es el existencialismo que analiza la existencia humana como modo fundamental de ser del hombre en el mundo, pero hay muchas diferencias entre los filósofos que son normalmente llamados existencialistas. Se reconoce como precursor de esta tendencia al filosofo danés Sören Kierkegaard y entre los principales representantes en este siglo se puede señalar a J.P. Sartre (muy influenciado por Husserl), K. Jaspers, y M. Heidegger (que tratan directamente con Hannah Arendt). El existencialismo es una filosofía que afirma la originalidad de la existencia individual. La realidad individual única por antonomasia es la existencia del propio yo, pero no un yo puro, sino concreto y mundano. La existencia es el fenómeno fundamental en el sentido de que es desde ella como se decide y establece el significado y valor de toda la realidad. Ahora bien la estructura fundamental y originaria de la existencia humana es la libertad y desde ella se entiende al hombre como un continuo proyecto.

5. Relaciona el texto con la filosofía o acontecimientos de otras épocas. Según la autora, el totalitarismo es una nueva forma de dominio caracterizada por la violencia y la ausencia de la política. Desde el punto de vista político el gran acontecimiento histórico debemos situarlo en Grecia. La democracia, expresión de los principios de isonomía e isegoría entre los ciudadanos de la polis, constituye la realización, aún imperfecta, del poder y la política, resultados de la acción humana, en el sentido de Arendt. Sócrates es el ejemplo de cómo era posible vivir en una relación dialógica con otros ciudadanos, con los que comparte su experiencia filosófica para construir entre todos la acción humana, elevando la pluralidad a verdadera categoría política. En el espacio público los ciudadanos griegos que vivían en la polis eran libres en el sentido de que podían hablar los unos con los otros. A diferencia de su maestro, Platón (como ya viera Popper) sería, en cambio, un precedente de la justificación filosófica de los sistemas políticos totalitarios. En efecto, en la polis ideal platónica el Estado y sus leyes están por encima de los individuos, que quedan incluidos y uniformizados en un sistema de clases sociales jerarquizadas que está ordenado al único fin de la consecución de la justicia. Arendt critica esta tendencia a la uniformidad del cuerpo social, por cuanto elimina la acción espontánea del individuo, que es tanto como decir su libertad, y sustituye la pluralidad de individuos por un conjunto de seres que son absolutamente prescindibles y sustituibles por otros. Platón sería el ejemplo de negación de la política, como acción específicamente humana en la que se manifiesta la libertad. En él podríamos encontrar esbozada no ya la idea de que la libertad es mala, sino la de que debe sacrificarse a mejores metas. Por otra parte, Arendt sostiene que el totalitarismo se aparta conscientemente del consentimiento humano y de las leyes positivas para seguir las leyes de movimiento, es decir, la ley de la Historia y la ley de la Naturaleza. Arendt nos dice que las leyes positivas tienen su origen en la Ley natural y la Ley divina. Esta idea, de procedencia estoica, aparece claramente formulada en Tomás de Aquino y es el fundamento del iusnaturalismo: las leyes humanas o positivas precisan de una legitimidad para ser justas y esta legitimación se encuentra en que no pueden contravenir la ley natural, finalmente ordenada a Dios. En la Edad Moderna la vemos aparecer en diferentes filósofos y teóricos del derecho. Es el caso de Locke, quien señala que la sociedad civil es el resultado de un pacto o consentimiento llevado a cabo de una forma expresa o tácita que tiene por finalidad proteger los derechos que la Ley natural otorga a los seres humanos. Las leyes que los hombres libremente se dan y las instituciones encargadas de juzgar con arreglo a las mismas son la garantía contra cualquier amenaza que puedan sufrir en su vida, en su libertad y en su propiedad por parte de otros seres humanos. Algo que siempre es posible en el estado de naturaleza. La existencia de leyes positivas que son estabilizadoras de la acción humana, traducidas en términos de lo justo e injusto, inexistentes o simplemente despreciadas en el totalitarismo, puede permitir comprender que la política, en el sentido en que Arendt la entiende, no haya desaparecido totalmente en períodos históricos anteriores a la época contemporánea. En la Edad Media y en La Edad Moderna la necesidad de la política no

desaparece, sino que ocupa ámbitos distintos. La iglesia es el ámbito en el que se desarrolla la política durante siglos, si bien ordenada a un fin superior, la salvación de los cristianos. En la Edad moderna se produce un proceso de secularización y la religión se sumerge en el ámbito de lo privado. La política necesita de un nuevo espacio, la sociedad civil, lugar de la acción de los hombres.