Comentario a La Puerta Abierta de Peter Brook

LA PUERTA ABIERTA Pensamientos sobre la actuación y el teatro Peter Brook EXTRACTO PARA ESTUDIANTES DE LA MATERIA DE TEA

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LA PUERTA ABIERTA Pensamientos sobre la actuación y el teatro Peter Brook EXTRACTO PARA ESTUDIANTES DE LA MATERIA DE TEATRO DE LOGOS ACADEMY Ni teatro comercial ni teatro de élite…. Sólo un espacio vacío. Es inútil categorizar el teatro. Pero hay quienes aún insisten en hablar del teatro popular porque es más vital que el teatro de élite que no tiene vitalidad; de hecho la élite cree que es privilegiada intelectualmente cuando va a ver teatro de élite, todo lo opuesto al teatro comercial que lo consideran “desvitalizado” y pomposo. E incluso hay quienes hablan de que hay que trabajar en los textos de los grandes clásicos como Sófocles, Eurípides o Shakespeare, porque están convencidos de que eso es calidad, “gran cultura” para la sociedad, y además, creen que eso es muy superior a la adrenalina de baja categoría que da una comedia vulgar. Todo esto es falso. Ya Peter Brook nos enseñó que el teatro es un espacio vacío. Y ahora nos advierte que un buen espacio es aquél en el cuál convergen muchas energías diversas y ahí –en ese espacio- todas esas categorías desaparecen. Mezcla de distintas energías en donde no importan las categorías. El teatro no tiene categorías. El teatro se trata de la vida. Éste es el punto de partida, el único punto de partida y no hay ninguna otra cosa que sea verdaderamente fundamental. El teatro es vida. Ahora, ojo, hay que tener cuidado porque hay diferencias entre la vida y el teatro. Ya a finales de los sesenta, la gente cansada de tanto “teatro muerto”, afirmaban que la vida es teatro, y por tanto ya no había necesidad del arte, porque el teatro se hace en todas partes, el teatro nos rodea… Cada uno es un actor. Todo es teatro. El teatro es vida, pero ¿todo es teatro?, pregunta Brook. Es errado pensar que todo es teatro y Brook lo prueba con un ejercicio muy simple: si le pedimos a alguien que cruce la calle despacio, lo hará bien, cualquiera puede hacerlo; y si se le pide que trate de imaginar que lleva un recipiente precioso y muy raro entre sus manos, y que camine con cuidado para no derramar su contenido, también le resultará fácil, y quizás por ese esfuerzo especial le damos las gracias y hasta una moneda por el intento. Pero si le pedimos luego que se imagine que mientras camina se le cae el recipiente y se estrella en el piso derramando todo su contenido, ahora sí nuestro voluntario está en problemas: tratará de actuar, nos dará una actuación artificial, de la peor calidad y carente de profesionalismo, no puede dar una impresión verosímil de vida cotidiana. Ciertamente uno va al teatro a encontrar vida, pero una vida más visible, más vívida que la de afuera, veremos que es lo mismo pero que es a la vez diferente. La vida en el teatro es más legible y más intensa porque es más concentrada. De hecho, todos sabemos que el teatro habitual es un espacio reducido (escenario) y el tiempo se ha comprimido… ¿y eso qué es sino una concentración? Porque en la vida real, uno habla y repite muchas frases, pero eso no puede hacerse en el teatro donde hay concentración.

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Veamos un ejemplo más complejo: Shakespeare va más lejos. Ya en su época las personas pensaban que el verso era una forma de embellecimiento a través de la poesía. Así que, siendo un hombre práctico, Shakespeare utilizó el verso para sugerir al mismo tiempo los más ocultos movimientos psicológicos y espirituales de sus personajes, y sin perder sus propiedades terrenales. Dicho de otra forma, es un error que alguien que lee “Romeo y Julieta” piense luego que las personas en la época de Shakespeare hablaban así. Shakespeare hizo que el verso suene “natural”, pero sin abordarlo de forma común o coloquial. Es por ellos que muchos coinciden en que una característica principal de Shakespeare es su lenguaje poético. El problema es que en la escritura dramatúrgica, en una obra de teatro, en la representación misma de la obra debe haber un destello, una llama que ilumina y da intensidad a ese momento condensado y comprimido. La simple condensación no funciona, por eso hay que ser cuidadosos en decir “eso es teatro” porque ese destello, esa pequeña chispa de vida debe estar presente en todos y cada segundo. Este problema solo lo vemos en el cine y en teatro. Un libro puede tener sus caídas: cuando leemos un libro a veces sentimos una chispa, y a veces el libro cae en un tedio. Pero en el teatro, de un segundo al otro, uno puede perder al público si el ritmo no es correcto. Es por esto que, comparada con otras formas artísticas, en el teatro es tan difícil encontrar obras maestras. Uno puede ir a ver una obra muy trivial con un tema muy mediocre que sea un gran éxito y produzca mucho dinero en una sala muy convencional y encontrar allí a veces una chispa de vida muy superior a la que existe cuando la gente se llena la boca hablando de Brecht o de Artaud, trabajando con muchos recursos y presentar un espectáculo culturalmente respetable pero carente de toda fascinación. Es muy importante apreciar esto con frialdad, con claridad, para evitar ser influenciados por los llamados “criterios culturales”. Es importante insistir en que hay peligro a la hora de abordar a Shakespeare o a la ópera, porque mientras más grande es el trabajo, mayor será la monotonía y el aburrimiento si la ejecución y la interpretación de los clásicos no están al mismo nivel. Cuántas personas del mundo dedicadas a hacer teatro se sienten decepcionadas cuando los públicos en varios países rechazan estos trabajos de nivel serio, y prefieren lo que algunos consideran de menor calidad. Si uno observa el fenómeno con cuidado, nota dónde está la debilidad: a esa gran obra seria, esa obra maestra que llevamos a escena le falta el único ingrediente que puede producir la conexión con el público: la irresistible presencia de la vida. Por eso es tan difícil pero simple el mérito de Shakespeare: ya en su propia época todas las personas de toda condición social: desde la reina Isabel y los nobles hasta el público “popular” veían sus obras de teatro. No fue al principio, en sus primeros años, sino cuando empezó a ofrecer obras de su propia autoría y con ese ingrediente que provoca que el público se conecte con su Julieta, con su Rey Lear, con su Hamlet: la fascinación, ese destello que ilumina ese momento de vida concentrada y condensada. Imagínense el siguiente experimento: pedirle a dos personas elegidas al azar que se acerquen y se digan "Hola". Luego, pregunten al público si lo que acaban de ver es lo más notable que han presenciado en su vida. Por cierto, no lo es. Ahora, la pregunta crucial para Peter Brook: ¿Podrían decir que esos cinco segundos estaban llenos de una pureza y de una calidad tales, plenos de tanta elegancia y sutileza en todo momento, que los hacían inolvidables? ¿Podrían ustedes, público, jurar que esta escena permanecerá indeleble en su memoria el resto de sus vidas? Sólo si pueden contestar afirmativamente, y al mismo tiempo decir que parecía "muy natural", sólo entonces, pueden considerar que acaban de asistir a un hecho teatral. La pregunta es: ¿qué es 2

lo que faltaba? Este es el punto crucial del problema. ¿Qué es lo que se necesita para que lo común se transforme en único? Para contestar esto examinemos primero en los tres elementos de una persona:   

Pensamientos Emociones Cuerpo

Ahora veamos cómo cambian dependiendo de las circunstancias: a) Si estoy dando un examen, voy a cuidar por todos los medios de que mi pensamiento esté atento y despierto, no de cualquier manera; por el contrario, sin darme cuenta, mi cuerpo sí estará “de cualquier manera”, ignorado y abandonado. b) Si estoy asistiendo a alguien que está sufriendo, mis emociones no van a estar de cualquier manera, sino que estaré atento y amable; y en cambio, mi pensamiento estará distraído o confundido, incluso mi cuerpo estará en situación similar. c) Si estoy manejando un auto, la totalidad del cuerpo va a estar movilizada, pero no mi mente que se abandona y puede vagar por pensamientos “de cualquier manera”. En el teatro, estos tres elementos: pensamiento, emoción y cuerpo deben estar en perfecta armonía en el actor, para que sus intenciones sean perfectamente claras, con un estado de alerta intelectual, sentimiento verdadero y un cuerpo afinado y equilibrado. Sólo entonces, el actor puede cumplir con el requisito de ser más intenso en un espacio de tiempo tan breve, tan concentrado. Y solo así lograr esa fascinación en su público que dirá: he visto algo que voy a recordar, he experimentado algo que no olvidaré fácilmente. Eso es el arte tocando mi espíritu. ACTIVIDAD: A continuación, veremos una escena de una obra clásica. Cada escena está representada por distintos actores en distintas épocas. Luego contestaremos el cuestionario al final. NOMBRE DE LA OBRA AUTOR PERSONAJE: CIRCUNSTANCIAS DADAS: 1er CASO 2do CASO 3er CASO

NOMBRE DE LA OBRA AUTOR PERSONAJE CIRCUNSTANCIAS DADAS 1er CASO

Hamlet (1600) William Shakespeare Hamlet, príncipe de Dinamarca Hamlet está Indeciso de tomar venganza contra su tío Claudio, quien para quedarse con el trono y la reina, mató a su hermano, rey de Dinamarca y padre de Hamlet. 1948 Actor Laurence Olivier (Inglaterra) 2011 Actor Juan José Jaramillo (Ecuador) 2009 Actriz Gabriela Toscano (Argentina)

Un tranvía llamado deseo (1947) Tennessee Williams Stanley Blanche visita a su hermana Stella, casada con Stanley Kowalski un hombre sencillo y directo. Stanley choca con su cuñada refinada, compleja y aristocrática. Pero no entiende por qué Stella, su esposa, ha cambiado. Marlon Brando (EEUU) 3

2do CASO

Marlon Pantaleón (ECUADOR)

ESCRITO EN COMPUTADORA RESPONDER A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS. MUCHAS SON DE REFLEXIÓN Y DE OPINIÓN POR LO QUE DEBE DETALLAR SU ARGUMENTACIÓN. 1. ¿Cuál cree que es la diferencia entre las actuaciones? ¿O considera que son lo mismo? 2. De acuerdo a las reflexiones del artículo de Peter Brook, mencione cuál actuación prefiere, por qué cree que es mejor. 3. De acuerdo a las reflexiones del mismo artículo, mencione cuál actuación no le gusta, por qué. 4. ¿En qué actuación considera que se produce esa fascinación que señala Brook para que sepamos que estamos ante una representación teatral difícil de olvidar? O como diría Stanislavsky, ¿qué actuación le pareció más orgánica y menos superficial y por qué? 5. ¿De qué está hablando el protagonista? ¿Cuál es su opinión sobre lo que plantea? ¿Está de acuerdo o no con sus afirmaciones? 6. Investigue sobre la obra que escogió y mencione cuándo fue escrita, quién fue el dramaturgo y por qué es un clásico. 7.

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