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China un abismo entre ricos y pobres

En el documental, China, un abismo entre ricos y pobres, (Cultural.es, 2014) nos muestra la enorme diferencia económica que se vive en este país. En china la población es de 1,357 millones de habitantes y su población está dividida en 7 clases sociales, a través de este documental se nos presenta la vida de dos familias en la clase élite a la cual se calcula que pertenecen 10,000 personas, y de otras dos familias que se encuentran en la clase campesina en la cual se calcula que viven 900 millones de personas. Avanzando en el documental conocemos primeramente a Lee See O’wa es presidente de una empresa cuyos beneficios superan los $600 mil euros diarios lo que hace que sea considerado uno de los hombres más ricos de China. Su riqueza la ha alcanzado mediante inversiones estratégicas en el mercado inmobiliario y fortalecido gracias a los numerosos contactos que tiene en el mundo de los negocios y la política. Además, se ha involucrado en inversiones en el mercado de valores donde genera un rendimiento mensual del 20% con respecto a su inversión. Esto le ha permitido acceder a este sector élite que goza de facilidades y lujos increíbles como su mansión inspirada en el Palacio de Versalles valorada en un poco más de 8 millones de euros, su colección de autos con un valor no menor a los 500 mil euros cada uno, y lo más importante un futuro claro y próspero. A diferencia de Du Wen Hi, la siguiente persona que conocemos en el transcurso del documental, no goza de las mismas facilidades. Du tiene que pelear cada mañana por alcanzar algún lugar en las camionetas que pasan alrededor de las 5 de la mañana y que le ofrecen contratarlo por un día para realizar trabajos físicos extremadamente pesados los cuales le remuneran 1.5 euros por día aproximadamente. Con esto tiene que pagar la renta mensual de 45 centavos de euro del cuarto donde vive, alimentarse diariamente y soñar con pagar los estudios de su hija. Este tipo de vida la tienen cerca de 900 millones de campesinos chinos que luchan día con día contra las adversidades económicas que sufren. Sueñan con lograr el salario promedio anual de $570 euros lo cual les permita sobrevivir un año más. Mientras millonarios se reúnen en plazas para presumir y manejar autos valuados por encima de los $400 mil euros, campesinos que buscan cualquier forma de ingreso viven de la manera más austera, esto hace que cuando se presente alguna complicación, como en el caso de Sin Ju, el hijo de la segunda familia campesina, quien perdió la movilidad de un brazo a causa de un accidente, para que pudiera recuperarse es necesaria una operación que tendría un costo de 1,200 euros, es decir dos años de los ingresos familiares. Estas complicaciones se pueden presentar en cualquier familia, la diferencia está en la capacidad económica con la cuentan cada una para poder superarlas. El lema del gobierno chino es: “Una sociedad que comparte la riqueza”. Después de este documental, al igual que la sociedad marginada de China, nos hacemos la pregunta de si algún día podrá ser realidad, si algún día, no solo China, sino todo el mundo alcanzará una estabilidad económica que nos permita disfrutar de una vida plena. No cambiaremos el mundo con solo ver este gran documental, pero ese no es su propósito, la idea es crear conciencia de la marginación que vive gran parte de la sociedad mundial y tener la posibilidad de visualizar esta cruda realidad desde una perspectiva tan cerca, puede generar algo positivo.