Casa Osambela

La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa. Erasmo de Rotterdam 2 Para todos los hombres que contribuye

Views 183 Downloads 3 File size 3MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa. Erasmo de Rotterdam

2

Para todos los hombres que contribuyen a cuidar nuestro patrimonio histórico

ÍNDICE 3

ÍNDICE

4

INTRODUCCIÓN

6

SUMARIO

7

1RA PARTE: HISTORIA DE LA CASA OSAMBELA-OQUENDO

8

CAPÍTULO I: MARTÍN DE OSAMBELA Y OSAMBELA

8

CAPÍTULO II: MARIANA URETA Y BERMUDEZ

11

CAPÍTULO III: LA FAMILIA OQUENDO

13

2DA PARTE: ARQUITECTURA ANTIGUA DE LA CASONA OSAMBELA

15

CAPÍTULO I: ARQUITECTURA PERUANA

15

1.1.- SIGLO XVI

15

1.2.- SIGLO XVII

16

1.3.- SIGLO XVIII

17

1.4.- EL BARROCO

18

1.5.- EL ROCOCO

18

CAPÍTULO II: ARQUITECTURA DE LA CASA OSAMBELA

19

CAPÍTULO III: DESCRIPCIÓN DE LA CASA OSAMBELA

20

3.1.- FRONTIS DE LA CASA

20

3.2.- EL PORTÓN

21

3.3.- EL ZAGUÁN

22

3.4.- EL PATIO PRINCIPAL

23

3.5.- PATIO SECUNDARIO

24

3.6.- BALCONES DEL SEGUNDO PISO-PATIO PRINCIPAL

24

3.7.- BALCONES DEL SEGUNDO PISO-PATIO SECUNDARIO

25

3.8.- ESCALERA AL SEGUNDO NIVEL

26

3.9.- EL TERCER NIVEL-ANTIGUA BIBLIOTECA

26

3.10.- EL TERCER NIVEL-AZOTEA

27

3.11.- EL MIRADOR

28

4

3RA PARTE: RESTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA CASA

29

4TA PARTE: ARBOL GENEALÓGICO DE LA FAMILIA OSAMBELA

35

CONCLUSIONES

43

BIBLIOGRAFÍA

44

5

Introducción El presente trabajo de investigación tiene por objeto de estudio el arte, arquitectura y sobre todo la historia de la Casa Osambela – Oquendo, ya que con esta investigación podremos conocer un poco del pasado de su antiguos dueños y así entender el pasado de la Lima virreynal, otro punto importante del trabajo, es la importancia del patrimonio histórico en la sociedad, pues en el Perú no hay una adecuada conciencia de la conservación de

el

patrimonio histórico.

Durante muchos años la casa Osambela

- Oquendo

fue un vecindario saturado por

inquilinos ilegales que fueron desalojados, gracias al apoyo de entidades extranjeras que brindaron los recursos económicos para iniciar su restauración después de muchos años de daños.

El primer capítulo del trabajo tratara sobre la historia de la casa y de sus diferentes dueños que en ella habitaron, este capitulo tratara a fondo la historia antigua y reciente, para tener una mirada mas amplia del trabajo.

En el segundo capitulo hablaremos sobre la arquitectura y describiremos las zonas internas de la casa para conocer a mas profundidad su historia, el tercer capitulo versara sobre la genealogía de los dueños, para entender las influencias arquitectónicas traídas del extranjero al Perú virreinal.

Finalmente, en el tercer capitulo se explicara la importancia de la casa como patrimonio histórico de los peruanos y los trabajos de restauración que se han realizado y los que están en proyecto.

6

Sumario

“La Casa Osambela – Oquendo”, es un trabajo basado en la descripción de la historia, arte y arquitectura, que nos da una perspectiva amplia sobre la vida durante la colonia e inicios de la republica. La Casa Osambela se erige en el centro histórico de Lima rememorando el poder de sus primeros dueños, pues su elegancia arquitectónica, nos muestra una época dorada en la Lima virreynal. Este monumento ha tenido una historia llena de glorias que enaltecen sus paredes y también un triste pasado, a causa del abandono del estado y de los entes encargados de resguardar nuestro patrimonio. Gracias a apoyo del gobierno español y de donaciones extranjeras la casa fue reconstruida en un 80 por ciento. Este monumento representa una parte de nuestra historia y por ende merece ser conservado como patrimonio histórico de todos los peruanos.

7

1ra Parte HISTORIA DE LA CASA OSAMBELA-OQUENDO

CAPITULO I: Martín de Osambela y Osambela

Fue un comerciante navarro nacido en la localidad de Huici hacia el año 1754. Habría llegado al Perú en el año 1775, según algunas versiones, habría salido de España huyendo de problemas originados por un triangulo amoroso. Sin embargo, de acuerdo con Cesar Pacheco Vélez, autor de la mejor biografía sobre Martín de Osambela, habríamos de suponer que Osambela vino al Perú llamado por los Elizalde. Su primer paradero seria la ciudad de Arequipa, donde mantendría contacto con acaudalados comerciantes peruanos como los Goyeneche, los Beltrán o el mismo Elizalde.

Debido a la prosperidad de sus negocios (negociaba con sedas, paños, ropa confeccionada e incluso con especias como la pimienta), decide llamar a su hermano don Miguel Ventura de Osambela, el cual se convirtió muy pronto en el brazo derecho de Martín de Osambela. Sin embargo este hermano habría de fallecer muy pronto ya que se pierden totalmente noticias de el a partir de 1812.

Para 1793 existe constancia de que otro pariente cercano de Osambela, su primo Juan José (tal vez don Juan José de Iriarte), había venido al territorio peruano. En febrero de dicho año aparece firmando una carta en Cerro de Pasco, aunque se queja del inhóspito clima de la zona y expresa su deseo de regresar a España. La alusión a negocios de índole minera es una demostración más de la enorme paleta de actividades que desarrollaba este personaje: en 1786 había recibido, a bordo del barco La Rosa proveniente de Guayaquil, un lote de 48 cargas de cacao.

8

De todo ello surge la impresión de que la red comercial de Osambela, al menos en los primeros años de su establecimiento en el Perú, se orientaba básicamente a nutrir el mercado interno. Trabajaba no sólo en la compra y recolocación de productos agrícolas y manufacturados dentro del país, sino también en la importación de materias como el cacao de Guayaquil y el cobre de Coquimbo, que distribuía eventualmente a los polos de desarrollo regional en el propio espacio peruano. Esto quedaría confirmado por un valioso Inventario de los deudores de Osambela, tomado de los libros que dejó el personaje al morir y que manifiesta las fechas, los nombres y los asientos de sus principales clientes: para los años tempranos sabemos que sus lugares de colocación eran Paita, Lambayeque, Trujillo, Cajamarca, Pasco, Huancayo, Huamanga, Huanta, Lucanas, Arequipa, Ica y Lima, entre otros. Todo un enjambre de negocios a lo largo y ancho del virreinato.

Si bien don Martín fue ascendiendo en la escala social de la aristocrática y cortesana metrópoli del Rímac, es un hecho tajante que jamás logró ocupar posiciones de importancia dentro del tribunal del Consulado. Quizá su condición de nuevo rico o parvenu se lo impediría. Pero está fuera de duda que gozó del aprecio de las altas esferas oficiales, sobre todo del virrey don José Fernando de Abascal, quien el 23 de enero de 1807 escribía a la corte real de Madrid poniendo en relieve las virtudes “patrióticas” de Osambela al haber asumido el compromiso de financiar una compañía de milicias urbanas de cazadores, formada por ochenta hombres y puesta bajo su mando con el rango de teniente coronel: eran las difíciles circunstancias de la guerra desatada contra Inglaterra y decidió responder con armas y dinero en fidelidad a la monarquía católica.

Entre tanto Osambela había decidido radicarse en Lima, para esto compro un terreno ubicado en la calle de la Vera Cruz, que es hoy la segunda cuadra del jirón Conde de Superunda. Este era un terreno perteneciente a la orden de Santo Domingo, con quienes Osambela mantenía optimas relaciones, y quienes prácticamente le cedieron parte del terreno que comprendía el antiguo noviciado de los dominicos y parte de la huerta de su convento que habían quedado en estado ruinoso luego del desolador terremoto que sufrió la capital en el año de 1746. Por hallarse escasos de fondos los padres dominicos no podían reconstruir esa porción de su convento, por lo que decidieron darlo en venta al rico mercader, el cual solo tendría que pagar 10,000 pesos por el uso de esta superficie y 300 pesos al año por concepto de renta. 9

Con tan favorables condiciones, no tardó en levantarse allí, a dos cuadras de la plaza mayor de Lima, la espléndida morada del comerciante navarro, quien dio remate a la primera parte de la obra en el año 1808. Poderosas influencias debió de mover don Martín a fin de que el cabildo municipal le ofreciera permiso para levantar un edificio de más de dos plantas, límite que se había estatuido en resguardo de los movimientos sísmicos: en efecto, la casona luce —todavía hoy— un tercer nivel sobre el portalón de entrada (con tres ventadas sobre la calle), y encima un mirador de traza octagonal y reminiscencias moriscas, rodeado de un largo barandal, el cual servia para observar la llegada de los barcos al puerto del Callao, ubicado a dos leguas de distancia. Ya instalado en la ciudad, viviría en concubinato con la dama criolla doña Mariana Ureta y Bermúdez con quien tendría sus hijos a partir de 1810 aproximadamente.

A la llegada de San Martín y su expedición libertadora, Osambela ofrecería un esplendido banquete en honor al libertador, el cual también se hospedaría en la casa de este rico comerciante. Sin embargo al producirse el alejamiento del libertador, sufriría la persecución del ministro de guerra argentino Monteagudo, se le recargaría con contribuciones de guerra primero y con tributos a su mansión después y hasta se le despojaría de su biblioteca, la que habría contenido alrededor de 15 mil volúmenes, con la cual se fundo la Biblioteca Nacional. En estas difíciles circunstancias, se da la expulsión de todos los españoles solteros del territorio nacional asi como la incautación de la mitad de sus bienes, por lo que Osambela decide formalizar su situación conyugal en enero de 1822.

Fueron épocas muy confusas las iniciadas por las guerras por la independencia, lo cierto es que para el año de 1825 Osambela y su familia se habían trasladado al castillo del real Felipe, al amparo del general Ramón Rodil, huyendo de la persecución bolivariana y dando su casa en alquiler a un ingles. La familia Osambela-Ureta había aumentado después del matrimonio de 1822 con el nacimiento de la pequeña doña Juana. Seis hijos menores de edad se hallaban junto a doña Mariana cuando se produjo, en fecha no determinada, la muerte del desdichado don Martín de Osambela y Osambela, presuntamente a los 71 años de edad. Arrinconado en el mayor ostracismo político y en una exasperante pobreza, el próspero hombre de negocios oriundo del valle de Larraun que logró “hacer la América” con un activo comercio en el espacio

10

tardovirreinal peruano, desapareció en el Callao durante el año 1825 y fue enterrado, probablemente, en las costas del Pacifico junto a la fortaleza del Real Felipe. Así terminó, sombría y patéticamente, la existencia de este personaje.

CAPITULO II: Mariana Ureta y Bermúdez

Fue hija de don José Tadeo Ureta y doña Isabel Bermúdez, se caso religiosamente con don Martín de Osambela en 1822 con quien tuvo 6 hijos aun menores de edad a la muerte de este. Durante su estancia en el callao, el gobierno había procedido al secuestro de todos sus bienes y a la confiscación de la quinta parte de ellos, la cual fue hecha efectiva en la adjudicación de ciertas propiedades de la familia Osambela-Ureta como la casa ubicada junto al santuario de Santa Rosa y la finca la Menacho ubicada en ate.

Los aires políticos volvieron a cambiar en 1826, con la caída de la dictadura de Bolívar y el término definitivo de la resistencia española en el Callao. Entonces doña Mariana Ureta trató de poner en ejecución una ordenanza (del 2 de marzo del año anterior), que le permitiría recuperar los bienes secuestrados a su difunto esposo, entre ellos la casa ubicada en la calle de la Vera Cruz, pagando el quinto de su valor monetario. Los primeros objetivos de restitución en el patrimonio de Osambela fueron la casa de Santa Rosa de los Padres y la huerta de la Menacho, confiscadas ambas durante la época triunfal de Sánchez Carrión y el bolivarismo, y cuyo valor en conjunto se tasó a 37.000 pesos. Como quiera que los gobiernos de la naciente República no se avinieron a admitir sus ruegos en pos de una restitución gratuita, doña Mariana se vio obligada a contraer un préstamo especial, ya que ella misma se encontraba ocupada con la crianza de sus menores hijos y había dejado en suspenso los negocios de su marido (quien habría dejado un lote espectacular de 600.000 pesos en deudas por cobrar)

Para recuperarlos tuvo que recurrir al clérigo Pedro Salvi, el cual le hizo un préstamo de 16,000 pesos con un interés de 1.5% mensual. Si bien se logro el objetivo inmediato que era recuperar las propiedades, el costo del préstamo contraído con el cura Salvi

11

resultó mucho más alto, impensadamente oneroso. Y es que, hallándose la atribulada señora en incapacidad de cubrir los réditos devengados por la suma de 240 pesos mensuales, apareció en escena la persona que heredó los bienes de Salvi y dijo ser la verdadera financista del empréstito: doña Manuela Mesa y Gallegos, natural y vecina de Lima. Desde febrero de 1837, doña Manuela emprendió acciones judiciales para cobrar dichos réditos, señalando que los herederos de Osambela habían puesto como garantía su imponente mansión de la calle de la Vera Cruz, que por entonces estaba arrendada a una firma extranjera, la casa Read.

Finalmente un auto judicial dado el 11 de enero de 1840 ordeno embargar a favor de doña Manuela mesa, los arriendos de la casa de Osambela. De ahí en más, los esfuerzos de doña Mariana Ureta y sus hijos (en verdad poco colaboradores) se concentraron en evitar la pérdida de la emblemática residencia, el testimonio más visible de la exitosa carrera empresarial de don Martín de Osambela en las Indias. Infructuosas gestiones realizó doña Mariana Ureta para que la casa de Osambela se pusiera a remate o fuera entregada a rifa. La situación no estaba absolutamente resuelta cuando ella otorgó ante notario sus expresiones de última voluntad, en julio de 1843, y expiró poco después en la morada que tenia junto al santuario de Santa rosa.

Sin mayor éxito en el pago de las deudas contraídas, los seis hijos de Martín de Osambela y Mariana Ureta tuvieron que aceptar que la mansión sea ofrecida en pública subasta a partir de 1848. Pero como no hubo postores con ofertas dignas de tomar en cuenta, un auto judicial del 13 de abril de 1853 dispuso que la casa pasara a manos a doña Manuela Mesa, bajo la condición de abonar las dos terceras partes del valor de su tasación. Así fue que el 12 de junio de 1854, habiendo satisfecho dicha señora la paga taxativa de 46.656 pesos, una resolución del juzgado de primera instancia a cargo del doctor Manuel Olivares sancionó la pérdida definitiva de la casa de la Vera Cruz para la familia Osambela.

Perdida irremisiblemente aquella residencia, caería casi en el olvido el apellido Osambela en la sociedad capitalina. Los hijos no pudieron nunca mas recuperar la casa familiar debido a su modesta condición de clase media en la que habían quedado sumidos tras las deudas contraídas luego de la muerte del padre y por los interminables juicios en pos de recuperar el patrimonio perdido. Aun en años tan lejanos como 1892 su 12

hija doña Dolores intentaría recuperar aquellos libros incautados por el ministro Monteagudo, sin mayor éxito.

CAPITULO III: La familia Oquendo

Doña Manuela mesa fallecería 5 meses después de adquirir la propiedad sin dejar descendencia, pero dejando como heredero de la propiedad al doctor José de la Ascensión Oquendo La posterior instalación de la familia Oquendo no trajo excesivas modificaciones en la estructura de esa señorial residencia, que había sido labrada para acoger los gustos y las exigencias del señor de Osambela, incluyendo el orgulloso mirador de la cuarta planta para vigilancia de sus embarcaciones en la rada del Callao.

Los Oquendo venían de una rancia familia de nobles vascos. Oquendo viviría en esta residencia hasta su muerte, en que paso a ser propiedad de sus dos hijas: María Rebeca y María Sara. Ambas habían sido criadas en Francia y vivían en París a la muerte del anciano padre. María Sara era una afamada escritora casada con el conde de Ligneraux de Saint André y que no volvería jamás al Perú.

María Rebeca fue una pintora de renombre, que gano la medalla de plata en la exposición universal de Paris. Se caso con el diplomático chileno Joaquín de Subercasseaux con quien tuvo un hijo: Enmanuel de Subercasseaux Oquendo. Sin embargo el matrimonio fue desafortunado, terminando finalmente en ruptura y la vuelta de María rebeca al Perú a ocupar la casa que fue conocida desde ese entonces como casa Oquendo. En el año de 1899 la hermana menor, María Sara, renunciaría a su parte de la casa, pasando a ser María rebeca la única propietaria del inmueble.

María Rebeca Oquendo restauraría y pondría nuevamente en valor la vieja casona, introduciendo entre otras cosas motivos de estilo Napoleón Tercero en la ornamentación externa. Había heredado de su marido 4 millones de pesos y una propiedad en viña del mar además de la herencia de su padre por lo que era mujer acaudalada a su regreso al

13

Perú. Sin embargo su hijo, que vivía en Paris, era un constante dolor de cabeza llevando siempre una vida licenciosa y desarreglada. Este vivía sacando dinero constantemente a su anciana madre con el cual poder seguir llevando su vida de sibarita.

Debido a las estrecheces que empezó a pasar debido a este mal hijo, doña Rebeca se vio obligada a fundar en su residencia una academia de pintura para señoritas con la cual pudo seguir sobreviviendo. Sus últimos años fueron de extrema pobreza, hacia años había perdido la propiedad de su casona pero la caja de ahorros (que eran los nuevos dueños de la residencia) le permitió seguir viviendo allí, hasta su muerte, en reconocimiento a su labor cultural.

A la muerte de doña Rebeca acaecida en 1941, la caja de ahorros paso a ser la propietaria del inmueble, dándolo en alquiler a diversas familias. Es declarada por el estado peruano como patrimonio cultural de la nación el año de 1963.

Durante el Gobierno del Presidente General de División EP Juan Velasco Alvarado fue sede de la Empresa Nacional de Turismo del Perú (ENTUR-PERU), que en esa época era el organismo oficial del turismo en el Perú, y por el Decreto Ley Nº 22677 del 11 de septiembre de 1979, se convierte en local del Centro Cultural "Inca Garcilaso de la Vega" donde tuvieron su sede instituciones culturales como el Instituto Peruano de Cultura Hispánica y el Círculo Femenino Hispano-Peruano.

Fue restaurada entre 1982 y 1985 por el arquitecto Niño de Guzmán, respetando su color original que era añil azul.

Es sede de eventos culturales, como la Bienal, y otros relacionados con la vida de la ciudad de Lima. Actualmente es la sede de la Academia Peruana de la Lengua (RAE – Perú) y Lenguas Nativas y de la Oficina Regional en el Perú de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

14

2da Parte ARQUITECTURA ANTIGUA DE LA CASA OSAMBELA

CAPITULO I: Arquitectura Peruana

La arquitectura virreinal en el Perú fue tomando los modelos peninsulares españoles, peor con el pasar de los años se afianzó como una arquitectura con personalidad propia de América.

Con la fundación de las ciudades españolas

en el territorio peruano se inicio la ocupación

del territorio del imperio incaico y estas urbes hispanas pusieron sus cimientos sobre las antiguas ciudades prehispánicas. Los españoles

distribuyeron la construcción de sus

ciudades a semejanza de los modelos de las ciudades españoles y la ubicación de las casas también definía la posición social de la

familia que la

habitaba. Las primeras

construcciones en edificarse fueron el cabildo, la catedral y las casas alrededor de la plaza mayor. Las casa viviendas mas cercanas ala plaza eran de los vecinos limeños más pudientes de ese tiempo y los que participaron el las campañas de conquista. La evolución arquitectónica del centro histórico de lima se ha visto influenciado por la tendencia de construcción en los tres siglos de dominación española.

1.1.- Siglo XVI

Son pocos los ejemplos de arquitectura del siglo XVI. Tan solo algunas casas o patios ubicados en Lima o Cuzco o algunas iglesias en provincia son la única muestra de las construcciones de aquella época, pues los terremotos de 1687, 1746 y las obras edilicias del siglo XX, fueron los principales agentes de destrucción de dichos monumentos. Del siglo XVI 15

destacan: la casa de Jerónimo de Aliaga (Lima), La Merced (Ayacucho), Iglesia de San Jerónimo (Cuzco) y la Asunción (Juli, Puno). La mayoría de las iglesias de fines del siglo XVI poseían planta gótica-isabelina con nave alargada y separada por presbiterio o capilla mayor por un gran arco denominado triunfal. (Wuffarden, 2004: 76).

1.2.- El siglo XVII

Estuvo marcado por la llegada del barroco. Este estilo arribó al Perú en un momento de gran madurez artística de los alarifes afincados en el Perú. La reinterpretación del estilo y su adaptación al medio local hicieron que el virreinato del Perú se convirtiera en la expresión del barroco americano. Y es que la riqueza del barroco peruano radica en la diversidad de interpretaciones, pues se adaptó y aprehendió elementos de las principales ciudades del virreinato (Lima, Cuzco, Trujillo, Puno, Arequipa, Cajamarca, etc.), pero también tuvo que adaptarse a una serie de factores que lo condicionaron (principalmente de índole económico).

Mientras el barroco se afianzaba, en el Perú hubo un cambio en la construcción y diseño de las naves. Las iglesias dejarían las plantas isabelinas y se adaptaron a la cruz latina con bóveda de cañón y cúpulas en el crucero. No hay que olvidar que todos estos cambios son producto de las acciones que la Contrarreforma Católica tomó para afianzar la simbolización del culto católico. Son ejemplo del barroco: San Francisco el viejo, iglesia de las Trinitarias, La Merced, San Pedro, la Portada del Perdón de la Catedral (Lima); La Merced, Santo Domingo, San Francisco, Santa Catalina (Cuzco) etc.

La iglesia fue la propulsora de una arquitectura monumental. Conventos y monasterios fueron los edificios más grandes y bellos durante todo el virreinato. Destacan por su tamaño: Santa Catalina (Arequipa), San Francisco el viejo, La Merced (Lima), Santo Domingo (Trujillo).

Como se mencionó líneas arriba, en el siglo XVII hubo un transito de la planta isabelina a la cruz latina. No obstante, las catedrales de Lima y Cuzco escapan a esta clasificación. Las dos fueron construidas sobre una planta procesional de tres naves con capillas laterales y coro de canónigos colocado en medio de la nave central (García Bryce, 1995: 368). Son del 16

tipo hallenkirche o iglesia salón con las bóvedas a la misma altura. Lo que llama la atención en ambas es que si bien poseen una misma planta, fueron construidas con materiales completamente diferentes, pues siguieron la tradición constructiva de su respectiva región (Lima-costa, Cuzco-sierra).Las iglesias del siglo XVII destacaron también por la construcción de portadas-retablo en sus fachadas. Construidas principalmente en piedra, tuvieron un papel simbólico y evangelizador, ya que anunciaban a los transeúntes la importancia de la iglesia, su carácter monumental e invitaban a su contemplación.

El virreinato peruano tuvo una diversidad de centros arquitectónicos importantes. Las tradiciones y elementos regionales permitieron el desarrollo de escuelas y de áreas de influencia. Cuzco, Arequipa y Puno fueron las difusoras de las principales técnicas constructivas locales. En estas ciudades hubo una búsqueda de lenguajes propios alejados del barroco y de su realismo, experimentando en muchos casos con la naturaleza y los elementos bucólicos andinos. Un buen ejemplo sería la portada de La Compañía, en la ciudad de Arequipa.

En las ciudades, la vivienda colonial tuvo una fuerte influencia peninsular, especialmente andaluza. Fueron casas de uno o dos pisos, con un zaguán que permitía el ingreso. Usualmente, este zaguán permanecía abierto todo el día pues a él llegaban los vendedores ambulantes o las visitas. Un bello patio dominaba el ingreso rodeado de los dormitorios y habitaciones principales. En el primer piso se encontraba la sala que usualmente conectaba a otro patio (traspatio) y finalmente a la cocina. Muchas casas en Lima tuvieron huertas en las que cultivaban productos de pan llevar.

1.3.- El siglo XVIII

Se caracterizó por la llegada de nuevas tendencias procedentes de Francia, Austria y Alemania. Las artes ya no fueron exclusividad de los religiosos, por el contrario, fueron los civiles y la corte los principales compradores de estas tendencias. Uno de estos estilos fue el rococó. Impulsado por los reyes borbónicos, este estilo manifiesta un gusto exquisito y 17

refinado, mostrándose principalmente en la pintura y la arquitectura. Destaca la torre de la catedral de Santo Domingo, bello ejemplo de rococó en el Perú y atribuida al diseño del mismo virrey Manuel Amat y Juniet.

Los moldes neoclásicos llegaron a finales del siglo XVIII, producto de las corrientes ilustradas. Los mejores receptores para esta tendencia fueron los criollos, no obstante en la política virreinal también tuvo acogida. Matías Maestro fue el introductor de esta corriente y manifestó su arte no solo en la pintura sino también en la arquitectura, de la cual fue su máximo exponente.

1.4.- El Barroco

Dominó casi por 200 años las artes en el Perú e impuso su sello en la pintura, escultura, arquitectura, música y literatura. Hubo una gran influencia externa, aunque la respuesta peruana fue a todas luces autóctona. El barroco se reinterpretó, y el resultado fueron obras de excelente calidad, que no dejaron de plasmar los elementos simbólicos y realistas que el barroco exigía.

1.5.- El Rococó

La Arquitectura Rococó se desarrolla entre 1730 y 1760, el movimiento artístico es original de Francia, sin embargo influyó en toda Europa en las disciplinas de: pintura, escultura, música, mueblería y arquitectura. La idea estética que propone el estilo Rococó es una continuación del arte Barroco tardío. Las construcciones se caracterizan por su

18

ornamentación recargada y el uso de elementos propios del estilo como, columnas en forma de espiral (volutas) y ornamentación escultórica prodigiosa, adosada en el exterior de los edificios, generalmente hecha en piedras nobles.

CAPITULO II: Arquitectura de la casa Osambela – Oquendo

La casa Osambela, también conocida como casa Oquendo, se encuentra entre las casonas más notables de Lima, arquitectura típica del S. XVIII. Ubicada en el jirón Conde de Superunda.

El gran estudioso de Lima, el arquitecto Héctor Velarde, apunta “Aunque esa casa fue terminada 1808 en su aspecto actual, su arquitectura permanece aún perfecta dieciochesca y luce mucho de las galas de Luís VXI y reminiscencias de Luís XV, portada con pilastras neoclásicas de capiteles jónicos con guirnaldas, típicas del estilo, arco rebajado en segmento de círculo, perillones en forma de casas con flores, superposición central a la entrada de vanes en tres pisos con continuidad plástica vertical de poco relieve a la manera francesa. Es notable que ese sentido de verticalidad se acentúa aun mas por el mirador, que remata, por contrate, la amplia horizontalidad de la fachada y que presenta una pequeña cúpula de silueta musulmana"

La construcción de la casa Osambela – Oquendo tardo un promedio de 10 años desde 1788 asta 1808, el terreno donde fue edificada perteneció al convento de santo domingo y tiene una dimensión de 1300 mt2 con 50 mt. De ancho y 29mt. De fondo. Tiene un total de 40 habitaciones

distribuidas en cuatro pisos, el primero esta construido con calicanto

para tener una base sólida para poder sostener los tres pisos restantes construidos en quincha y adobe. La altura que alcanza es de 19 mt. Esta edificación cuenta con dos patios, uno de ellos es el principal que se encuentra después del zaguán.

Estaba

empedrado con piedra de canto rodado y en el centro se encontraba una pileta. Siguiendo mas adelante encontraremos la escalera que conduce a los pisos superiores. Esta tiene

19

una particularidad gracias a las normas de la arquitectura española en las colonias. Las escaleras tenían que ubicarse según el estatus del dueño. Por ejemplo, las escaleras en las casa de los nobles se ubicaban a la derecha. En la de los conquistadores al frente y en la de los no nobles a la izquierda. La casa osambela - Oquendo también poseía un mirador que se encontraba en el cuarto nivel con una cúpula de estilo árabe.

La casa con el devenir de los años a sufrido algunos cambios que se le fueron agregando como las guirnaldas y algunas pilastras, mandadas a edificar por la señora María rebeca de Oquendo.

CAPITULO III: Descripción de la casa Osambela

En esta parte de la monografía pasaremos a hacer una descripción precisa de los recintos y partes de la casa. Cuenta con un total de cuarenta habitaciones y dos patios, cuatro niveles, y una amplia fachada.

3.1.- Frontis de la Casa Osambela

El frontis de la casa Osambela cuenta cuatro niveles, siendo el mas alto el primer nivel, en este podemos encontrar un amplio portón con cuatro ventanas a cada lado del portón, haciendo un total de ocho ventanas con rejas hermosamente decoradas con guirnaldas de estilo Rococó. El frontis del primer piso, también cuenta con una pequeña puerta para el lado derecho de las ventanas. El frontis esta pintado color azul danubio pero que con el sol y el paso del tiempo se ha ido decolorándose en un celeste. El segundo nivel cuenta con cinco balcones de cajón de estilo Luis XVI, aparte de los balcones también hay una ventana central en este nivel sobre el portón con un pequeño balcón y con cuatro ventanas pequeñas, dos entre los balcones y las otras dos a los extremos de la casa.

En el tercer

20

nivel podremos observar los que fue la biblioteca de martín de Osambela. Esta cuenta con decoraciones y con dos ventanas y un pequeño balcón pegado a la estructura hermosamente decorado. El último nivel es el mirador que cuenta con una cúpula de estilo árabe, el mirador es una estructura octogonal con siete

ventanas pequeñas con una

decoración muy sencilla

Casa Osambela – frontis

3.2.- El Portón

El portón de la casa esta decorado con pilastras y con guirnaldas de estilo Luis XVI, esta hecha con madera de Panamá, tiene jaladores en bronce muy pesados tiene una altura aproximada de 5 metros con un color caoba muy oscuro

21

Casa Osambela – Portón

3.3.- EL Zaguán

El zaguán es una especie de recibidor que esta posterior al portón y separado del patio principal por dos puertas con enrejado, estas son nuevas ya que las originales eran de hierro forjado, pero fueron robadas antes de que la casa fuera restaurada.

22

Casa Osambela – El Zaguán

3.4.- El Patio Principal

El patio principal de la Casa Osambela se encuentra directamente después del Zaguán, este esta empedrado con piedra de canto rodado, pero que no son las originales, ya que durante la restauración fueron cambiadas porque las que quedaban estaban en mal estado. Durante la restauración no se coloco la pileta que debió haber en el medio del patio ya que esta fue robada y no se conoce su paradero.

Casa Osambela – Patio Principal

3.5.- Patio Secundario

El patio secundario o también el patio de servicio

esta muy cerca del patio principal

conectado por un pasadizo y una reja que los separa. Este fue usado por los esclavos de la casa para que limpiaran los caballos de don Martín de Osambela. Este también esta empedrado por piedras de canto rodado, pero

tampoco son las originales, ya que al

momentote restaurarlo fue necesario quitar las antiguas por estar en mal estado. Las paredes que rodean al patio de servicio de los cuartos adyacentes están pintadas de amarillo y las ventanas de madera de un verde oscuro.

23

Casa Osambela – Patio de Servicio

3.6.- Balcones del segundo piso - Patio Principal

Los balcones del segundo piso que dan para en patio principal y el patio de servicio están decorados con barandas de madera de color blanco. Los balcones son amplios con el piso de madera, y están rodeados por habitaciones pintadas de color rosado, las puertas de estas habitaciones son de color blanco y los techos de los balcones están alumbrados por lamparines colgantes muy hermosos

Casa Osambela – Balcones del segundo Piso – Patio Principal

24

3.7.- Balcones del segundo piso – Patio de Servicio

Los balcones que rodean al patio de servicio también son de madera y decorados de forma más sencilla, tienen barandas de madera pintadas de color verde oscuro al igual que las ventanas de los cuartos adyacentes que están pintados amarillo. Estos balcones tienen columnas de madera pintadas del color de las ventanas.

Casa Osambela – Balcones del segundo Piso – Patio de Servicio

3.8.- Escalera al segundo nivel

Esta escalera fue construida al lado izquierdo de la casa ya que para las personas no nobles se hacia a ese lado. Para los nobles era para el lado derecho y para los conquistadores en el centro. Esta escalera tiene un arco al comienzo y sus peldaños son largos y amplios, en el descanso de la escalera tiene el escudo del Marqués de Oquendo, quien fue el segundo dueño de la casa. También tiene un lamparín colgante muy bien decorado.

25

Casa Osambela – Escalera al Segundo Nivel

3.9.- El Tercer Nivel – Antigua Biblioteca de Martín de Osambela

El tercer nivel tiene sus paredes externas pintadas de color rosado y un balcón con barandas de madera no pintada. La puerta de ingreso a la antigua biblioteca que ahora esta bacía es de color blanco acompañada de dos faroles a cada lado de la puerta.

Casa Osambela – Tercer Nivel – Antigua Biblioteca

3.10.- El Tercer Nivel – Azotea

26

La azotea de la Casa Osambela, aun no esta restaurado, esta se encuentra en mal estado. Aquí se puede apreciar los tragaluces y las barandas del balcón principal y del de servicio que están en muy mal estado. Su restauración esta en proyecto por falta de recursos.

Casa Osambela – Tercer Nivel – Azotea

3.11.- El Mirador

El mirador de la Casa Osambela es una estructura octogonal con 7 ventanas y una puerta de decoración muy simple, el mirador esta echo en madera. Esta diseñado en un estilo árabe muy hermoso con una cúpula que termina en punta. Esta rodeado por barandas de madera aun no restauradas.

27

Casa Osambela – El Mirador

3ra Parte RESTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA CASA OSAMBELA-OQUENDO

28

Esta casa, construida hacia fines del siglo XVIII e inicios del XIX, fue la residencia de don Martín de Osambela y significó para entonces en magnifico ejemplo de la arquitectura de los últimos años coloniales. Era, además una excepción en cuanto a edificios que estaban permitidos realizar, pues poseía cuatro niveles de elevación, rematados por el mirador, desde donde don Martín de Osambela (dado su labor de comerciante y naviero) con su catalejo miraba los barcos que llegaban el puerto del Callao; pero obviando las razones antisísmicas y rescatando las influencias del español se le concedió el deseo de obtener tan imponente casa.

En esta casa se alojo don José de San Martín durante su estadía en Lima y allí se realizaron parte de los festejos por la firma del acta de independencia. Luego de la muerte de don Martín (ocurrida en 1825), la familia Osambela se vio obligada a rentar las distintas instalaciones como locales comerciales y viviendas de alquiler, de lo cual vivieron la viuda y los hijos, hasta que en 1850 y a raíz de un fallo desfavorable en un juicio la perdieron definitivamente.

Hacia 1854 la casa es adquirida por el abogado limeño José de Oquendo, quien la habitó hasta su muerte en 1892, legando su propiedad a sus dos hijas, María Rebeca y María Sara. Fue María Rebeca, quien luego de su fallido matrimonio y con su único hijo vivió, luego de pasar muchos años en Europa, en la casona; donde su vida de opulencia la llevó a restaurar y poner en valor su residencia limeña (puede considerarse, de este modo que, ella fue quien llevo a cabo la primera de muchas reconstrucciones que tendría que sufrir la casa) lugar donde murió sola y en la miseria.

Después de pasar a manos de la caja de ahorros de Lima, la casa se sumió en un estado lamentable de abandono; fue habitada por diversos grupos de familias limeñas de escasos recursos que destruyeron los pocos vestigios que aún quedaban de épocas de esplendor pasadas y la convirtieron en lugar de gente de mal vivir.

A inicios del siglo XX un grupo de arqueólogos realizaron un trabajo de excavación en el palacete (cuyos resultados fueron publicados posteriormente en un libro sobre esta casa), hallando diversos objetos que representaron una sorpresa ; por 29

citar ejemplos figuran tiestos de cerámica de la cultura Lima, un juego de vajilla y cubiertos del siglo XIX, pequeños adornos de la mencionada época; de este proceso data también el descubrimiento de un mural que retrataba al marques de Osambela (véase la primera imagen a la izquierda).

Pero el inicial interés de descubrir los misterios de la casa Osambela y de darlos a conocer para poder restaurarla y devolverle su esplendor, se esfumo debido a los pocos recursos económicos con los que contaban, el escaso apoyo estatal y la poca amigable actitud de los habitantes de aquel entonces y que veían en aquel trabajo una futura amenaza para su estadía gratuita en la casa.

Los años pasaban y hacían de la casa un lugar aun más miserable y deprimente: El mirador se le había caído en el terremoto de los años cuarenta, y de este modo perdía su esencia y sus más grandes distintivos, los que la habían proclamado como un verdadero monumento colonial durante tantos tiempo.

Aquel aspecto de pobreza

y desidia continuó avanzando y apoderándose de la casa

durante varias décadas más.

A inicios de los años sesentas la otrora esplendida casa se veía con la fachada sucia, anuncios multicolores

pegados

y

las

puertas

laterales

ocupadas e infestadas por locales comerciales (véase imagen a la derecha); por dentro era casi una ruina su restauración estaba aun pendiente ya que los organismos estatales carentes de, fundamentalmente, el interés por el patrimonio cultural de los peruanos y el ínfimo porcentaje del presupuesto para cumplir la labor de restauración poco o nada hacían para rescatarla.

Pero fue durante el gobierno del presidente Juan Velasco Alvarado cuando los cambios para bien comenzaron en la casa Osambela, con unos cuantos arreglos y reparaciones y el acondicionamiento de ciertas estancias, se convirtió en la sede de la Empresa Nacional de 30

Turismo del Perú (ENTER-PERU)que en esa época era el organismo oficial del turismo en el Perú, y mediante el decreto ley N 22677, publicado en el diario oficial “El Peruano ” , el 11 de setiembre de 1979 se convierte en el local del Centro Cultural “Inca Garcilaso de la Vega “dónde tuvieron su sede instituciones como el Instituto Peruano de Cultura Hispánica y el Circulo Femenino Hispano –Peruano.

Estos hechos (el que la casa sea sede de diversas instituciones) motivo un futuro gran suceso .La casa fue restaurada entre 1982 y 1985 por el arquitecto Niño de Guzmán, aunque no se respetó su color original que era amarillo ocre (como la gran mayoría de edificaciones coloniales) sino que se decidió aplicársele la tonalidad del azul Danubio; una razón que justifica este hecho la constituye el deseo de que destaque entre las demás edificaciones y sea un foco de atención para los turistas ávidos de conocer la historia colonial de nuestro país.

En el interior de la casa se le intento procurar su otrora magnificencia; para esto, se le solicito a diversas instituciones tanto estatales y privadas ayuda para lograr este fin. Se evidenció un mayor apoyo por parte del gobierno español, el cual dono variedad de muebles espejos y sillas para la salita de estar ubicada en el primer piso, donde se recibe a las visitas que representan, de algún modo, personas de importancia, así como también algunos cuadros, adornos y demás objetos para complementar el ambiente de fines de la colonia que se respira en el ambiente en la actualidad. Del mismo modo, aunque aisladamente, México aporto con especialistas y pequeños implementos destinados para equiparar diversas estancias de la casa.

El INC ayudo con el otorgamiento de diversos ornamentos originales de la época (pinturas, muebles, el escudo de la casa que se ubica en las escaleras que llevan al segundo nivel) y con un plan de trabajo para mantener este proceso de restauración como hecho constante y paulatino.

Algunos ingenieros nacionales tales como Héctor Velarde Bergman

y Víctor Pimentel

(profesionales de la UNI) prestaron su apoyo para lograr que la casa conserve su aspecto colonial y sea del mismo modo segura y apta para que retome su puesto en la historia y se proyecte como punto de visitas de extranjeros. 31

De este modo lo que observamos en la casa actualmente no son piezas que pertenecieron siempre a ella, sino el esfuerzo conjunto de las instituciones que mostraron interés en ella, por poner ejemplos, los azulejos de las paredes fueron traídos desde España(y comparados con los del siglo XVIII), hecho para el cual se consultó a especialistas de la época colonial quienes decidirían cuales serian los mas adecuados e implementarlos en la infraestructura de la casa , los balcones fueron reforzados, para lograr que las personas logren acceder a la vista de la calle que la rodea; aunque su material original de elaboración

resiste notablemente los estragos de los años, las habitaciones fueron

remodeladas en la medida en que lo necesitaban (y ciertas pedían verdaderamente a gritos tal proceso) , algunas puertas (como la de la habitación dormitorio

de don Martín de

Osambela )conservan sus picaportes y marcos originales, las escaleras fueron completamente remodeladas; se les recubrió de madera y demás revestimientos, el mirador (que, como ya se menciono líneas arriba, se derrumbo en los cuarentas)fue restaurado , aunque el que hoy apreciamos no es tan alto como el original y no esta al acceso de los visitantes; de esta línea se desprende también el nulo intento por implementar una pileta que debió haberse ubicado en el centro del patio del primer piso y que por no contar con el dinero necesario ni con el apoyo de otra entidades se paso por alto.

Del portal de la casa Osambela se entra a un zaguán y por este al patio principal, pasando bajo el arco carpanel transponiendo la reja de tornada

madera,

que

los

encargados de la restauración han restituido

pues

desapareció depredaciones

en

la las

que

original sucesivas sufrió

la

mansión.

Las lámparas que adornan las habitaciones y el patio, tampoco son originales sino adquiridas para culminar el proceso de implementación de la casa y devolverle su estilo clásico.

32

Otro aspecto saltante es su biblioteca, que posee diversos volúmenes antiguos e importantes, y que actualmente se encuentran en poder de la academia de medicina del Perú, y son de difícil acceso para los investigadores interesados de penetrar en tales fondos documentarios. Los patios han sido remodelados, los marcos de las ventanas que ya se veían en decadencia fueron retirados y (tal como sucedió con los azulejos) en su lugar colocados unos hechos en esta época., pero muy semejantes a los que allí estuvieron puestos.

Actualmente es sede de la Academia peruana de la Lengua (RAE-PERU) y Lenguas Nativas y de la oficina Regional en el Perú de la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia y el deporte (OEI).Como también de la academia nacional de Historia, academia peruana de derecho y academia nacional de ciencias.

Es sede, incluso, de eventos culturales, como la bienal y otros relacionados con la vida cultural de la ciudad en Lima.

Hoy en día la labor de conservación es lenta y la de restauración aun continúa por parte de entidades privadas, estatales (INC) e interesados en que el antiguo palacete recobre su vigencia; ya que el tercer y cuarto piso no ha sido rescatado del abandono (véase imagen a la derecha) en que estuvieron por tantos años y no están disponibles para los turistas por representar un riesgo para ellos, pues su estructura es débil y difícilmente soportaría el peso de un grupo de jóvenes. Como vemos, la restauración representó todo un desafío para los encargados de la casa y recién se esta volviendo una realidad, referente a su conservación, los fondos para cumplir tal misión se derivan de lo recaudado en los eventos que tienen lugar en la casa y lo que aportan las instituciones que allí tienen sede.

33

4ta Parte Árbol genealógico de la familia Osambela

D. PEDRO DE Osambela (siglo XVII), dueño de la casa en el lugar de Huici, valle de Larraún, reino de Navarra. Casado con Da. María Martina de Recondo. Fueron padres de D. Martín [ver abajo, II].

34

D. MARTÍN DE OSAMBELAY RECONDO, casó en Huici, 22-XII-1686, con Da. María de Sucunza [Libro de Matrimonios, nº 1, fol. 9]. Fueron padres de cuatro hijos, que se detallan a continuación.

— II.1. Da. Juana de Osambela y Sucunza, bautizada en Huici, 17-I-1687 [Libro de Bautismos, n. º 1, fol. 26]. — II.2. D. Martín de Osambela y Sucunza, bautizado en Huici, 15-II-1690 [Libro de Bautismos, nº 1, fol. 28]. Falleció de menor edad. — II.3. D. Martín de Osambela y Sucunza [ver abajo, III]. — II.4. Da. Catalina de Osambela y Sucunza, bautizada en Huici, 22-XII-1697 [Libro de Bautismos, n. º 1, fol. 32v.]. Bautizado en Huici, 2-VI-1695 [Libro de Bautismos, nº 1, fol. 31].

D. MARTÍN DE OSAMBELA Y SUCUNZA Contrajo matrimonio en la misma localidad, el 1-VIII-1723, con Da. Leonora de Arregui (bautizada el 4-IV-1706), hija De D. Martín de Arregui y Da. Graciosa Gorriti, dueños de la casa de Martiperenea [Libro de Matrimonios, nº 1, fol. 15] D. Martín de Osambela y Da. Leonora de Arregui fueron padres de siete hijos, que se detallan a continuación. — III.1. D. Martín de Osambela y Arregui [ver abajo, IV]. — III.2. D. Juan Francisco de Osambela y Arregui, bautizado en Huici, 28-VI-1731 [Libro de Bautismos, nº 1, fol. 58]. Falleció de menor edad. — III.3. D. Juan Francisco de Osambela y Arregui, bautizado en Huici, 7-VI-1733 [Libro de Bautismos, n. º 1, fol. 61]. — III.4. D. Pedro Miguel de Osambela y Arregui, bautizado en Huici, 21-IV-1736 [Libro de Bautismos, nº 1, fol. 64]. — III.5. D. Juan de Osambela y Arregui, bautizado en Huici, 31-II-1739 [Libro de Bautismos, nº 1, fol. 68]. III.6. D. Martín José de Osambela y Arregui, bautizado en Huici, 5-II-1740

35

[Libro de Bautismos, nº 1, fol. 69]. III.7. Da. María Bautista de Osambela y Arregui, bautizada en Huici, 9-IV-1743 [Libro de Bautismos, n. º 1, fol. 74].

IV. D. MARTÍNDE OSAMBELAY ARREGUI Dueño de la casa de Martiperenea, bautizado en Huici, 22-X-1725 [Libro de bautismos, nº 1, fol. 51]. Casó en la misma localidad, el 12-XI-1753, con Da. María Josefa de Osambela y Azpirroz, hija de D. Juan de Osambela y Da. María Catalina de Azpirroz, dueños de la casa de Recaldea [Libro de Matrimonios, nº 1 (II serie), fol. 1]. D. Martín de Osambela y Da. María Josefa de Osambela fueron padres de siete hijos, que se detallan a continuación.

— IV.1. D. Martín de Osambela y Osambela, dueño de la casona que inspiro esta monografía. — IV.2. D. Miguel Ventura de Osambela y Osambela, bautizado en Huici, 21-VIII-1757 [Libro de Bautismos, nº 1, fol. 95v.]. Llamado por su hermano mayor, se trasladó al Perú hacia 1780. Otorgó testamento ante Gaspar de Salas en Lima, 11-IX-1812 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XIX), nº 664, fol. 177]. — IV.3. D. Juan Francisco de Osambela y Osambela, bautizado en Huici, 17-I-1760 [Libro de Bautismos, n. º 2, fol. 4v.]. — IV.4. D. Pedro Miguel de Osambela y Osambela, dueño de la casa de Martiperenea, bautizado en Huici, 29-VI-1762 [Libro de Bautismos, nº 2, fol. 4v.]. Casó en la misma localidad, el 1-VIII-1791, con Da. María Miguel de Iriarte, natural de Huici, hija de D. Juan Pablo de Iriarte y de Da. María Eulalia de Osambela, dueños de la casa de Osambela [Libro de Matrimonios, nº 2, fol. 19v.]. De este matrimonio hubo sucesión. — IV.5. D. Martín José de Osambela y Osambela, bautizado en Huici, 8-V-1765 [Libro de Bautismos, nº 2, fol. 9]. — IV.6. Da. María Francisca de Osambela y Osambela, bautizada en Huici, 3-XII-1768 [Libro de Bautismos, nº 2, fol. 12v.]. — IV.7. D. Miguel Antonio de Osambela y Osambela, clérigo presbítero, bautizado en Huici, 12-VI-1771 [Libro de Bautismos, nº 2, fol. 15].

36

D. MARTÍN DE OSAMBELA Y OSAMBELA Bautizado en Huici, 29-VIII-1754 V. D. M [Libro de Bautismos, nº 1, fol. 51]. Casó en la Parroquia del Sagrario, Lima, el 14-I-1822, con Da. Mariana Ureta y Bermúdez natural de Lima), hija de D. José Tadeo Ureta y Da. Isabel Bermúdez [Libro de Matrimonios, 1822, fol. 277]. Testó D. Martín ante Gaspar de Salas en Lima, 21-II-1822 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XIX), nº 669, fol. 44v.]. Falleció probablemente en el Callao, en 1825. Da. Mariana Ureta y Bermúdez casó por segunda vez con el Dr. D. José Miguel Berasar, magistrado, con quien tuvo una hija: Da. Tomasa Isabel Berasar y Ureta (nacida en Lima, 21-XII-1831, y muerta en París, 16-V- 1912), casada en primeras nupcias con Mr. Eugène Albert y en segundas con Mr. Jules Lartigue. Falleció el Dr. D. José Miguel Berasar en Lima, jun. 1843. Da. Mariana otorgó testamento ante José Matías Delgado en Lima, 5-VII-1843 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XIX), nº 968, fol. 471v.]. D. Martín de Osambela y Da. Mariana Ureta fueron padres de seis hijos, que se detallan a continuación [ver abajo, VI.1. a VI.7.].

VI.1.Da. MARÍA MERCEDES OSAMBELA Y URETA, nació en Lima, 1810, y falleció en la misma ciudad el 16-III-1876 [Parroquia de San Sebastián, Libro de Defunciones, 1876, fol. 176]. Casó en la Parroquia del Sagrario, Lima, el 3-V-1834, con D. José Negrete, natural de Cádiz, residente en el Perú desde aproximadamente 1810 y viudo de Da. Carmen Zevallos (fallecida en Ica en 1822) [Libro de matrimonios, nº 12, fol. 167]. No tuvieron descendencia. Da. María Mercedes Osambela otorgó testamento cerrado en Lima, 20-VII-1874; el cual fue abierto ante Felipe Orellana, luego de su muerte, el 9-V-1876 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XIX), nº 524, fol. 235v.]. VI.2.Da. MARIANA OSAMBELA Y URETA, natural de Lima. Casó en primeras nupcias en la Parroquia del Sagrario, Lima, el 13-X-1830, con D. José Ignacio Riera y Carmona, natural de San Miguel del Tucumán, hijo de D. Santiago Riera y Da. María Josefa Carmona. Falleció D. José Ignacio Riera en Lima, en 1834. Da. Mariana Osambela y D. José Ignacio Riera fueron padres de dos hijos, que se detallan a continuación. — VI.2.1. D. Francisco Ignacio Riera y Osambela, bautizado el 25-VII-1831 en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro de Bautismos, 1831, fol. 31]. Falleció en Lima, dic. 1836.

37

— VI.2.2. Da. Juana Rosa Riera y Osambela, casada con Mr. Alexander Prentice (nacido en Greenock, Escocia, 1826, y muerto en Lima, 1-XI-1896), cuyo testamento fue protocolizado ante Carlos Sotomayor en Lima, 14-XI-1896 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XIX), nº 807, fol. 2804]. Da. Juana Rosa Riera y Mr. Alexander Prentice fueron padres de doce hijos: — VI.2.2.1. D. Alejandro Prentice Riera. — VI.2.2.2. D. Tomás Prentice Riera, soltero. — VI.2.2.3. D. Roberto Prentice Riera, casó con Da. Idelmira Kine. Padres de: Da. Teresa Prentice Kine (c.c. Enrique Canaval Bolívar, con sucesión), Da. Esther Prentice Kine (c.c. Eduardo Cárdenas, nat. De Medellín, Colombia), y otros dos más. — VI.2.2.4. D. Carlos Prentice Riera, casó con Da. Valentina Herrera. Padres de D. Juan Carlos Prentice Herrera, c.c. Carmen Natalia Cedrón Arbiaga. — VI.2.2.5. D. Estuardo Prentice Riera, casó con Da. [...] Sevilla. — VI.2.2.6. Da. Rosa Prentice Riera, casó con D. Ricardo Guillermo Odlum. — VI.2.2.7. D. Juan Martín Prentice Riera, nacido en 1866, casó con Da. .Juana Rebollo Zurita (natural de Tarapacá). Tuvieron doce hijos, a saber: [1] D. Juan Antonio Prentice Rebollo, c.c. Da. Guillermina Chávez; [2] D. Carlos Prentice Rebollo, c.c. Da. María Teresa Casanova; [3] Da. Rosa Prentice Rebollo, c.c. D. José Munaro; [4] D. Tomás Prentice Rebollo, c.c. Da. Teresa Harman y después c. Da. Zoila Vargas; [5] Da. Genoveva Prentice Rebollo, nacida en 1906, c.c. D. Ricardo J. Rospigliosi Castro; [6] Da. Margarita Prentice Rebollo, c.c. D. Manuel Vásquez de Velasco; [7] Da. Alejandrina Prentice Rebollo, c.c. D. Paúl Haaker Fort; [8] Da. Evangelina Prentice Rebollo, fallecida de menor edad; [9] Da. Mariana Prentice Rebollo, fallecida de menor edad; [10] D. Alejandro Prentice Rebollo, fallecido de menor edad; [11] Da. Consuelo Prentice Rebollo, c.c. D. Ricardo Noriega Calmet; [12] D. Guillermo Prentice Rebollo, c.c. Da. Vilma León. — VI.2.2.8. D. Guillermo Prentice Riera, casó con Da. Rosa Conti. — VI.2.2.9. D. Manuel Prentice Riera. — VI.2.2.10. Da. Mercedes Prentice Riera, casó en 1898 con D. Emilio

38

Godoy Agostini. — VI.2.2.11. Da. María Margarita Prentice Riera, nacida en Londres 1878, casó en Miraflores (Lima) el 16-V-1897, con D. Manuel Ignacio Reyes Murillo, hijo de D. Juan Manuel Reyes y Da. Eugenia Murillo. — VI.2.2.12. Da. Ana Prentice Riera, nacida en Londres, casó en Magdalena (Lima), el 18VI-1898, con D. Carlos Estenós Torres.

MARIANA OSAMBELAY URETA, natural de Lima. Casó en segundas nupcias en la Parroquia de San Sebastián, Lima, en 1837, con Mr. Thomas Wheelock, comerciante inglés (nacido en Market Drayton, Shropshire, 3-XII-1813, y muerto en Londres, 5-II-1890), hijo de Mr. Thomas Wheelock y Mrs. Elizabeth Wheelock. Falleció Da. Mariana en 5-IV-1888. Da. Mariana Osambela y Mr. Thomas Wheelock fueron padres de ocho hijos, que se detallan a continuación. VI.3.1. D. Tomás Wheelock y Osambela, nacido en Lima el 1-II-1840 y bautizado en la iglesia de Santa Rosa de los Padres. Casó con Da. Juana Porras Miota; con sucesión. — VI.3.2. D. Carlos Enrique Wheelock y Osambela, nacido en Lima el 16-II-1841 y bautizado en la Parroquia de San Sebastián. Casó en 1872 con Da. Beatriz Cristina Delgado Martínez, hija de D. José Andrés Delgado y Cotera y Da. María del Carmen Martínez. Padres de D. Carlos Wheelock Delgado (bautizado el 11-II-1873 en la Parroquia del Sagrario, Lima) y D. Tomás Wheelock Delgado. — VI.3.3. D. Guillermo Alejandro Wheelock y Osambela, nacido en Lima el 25-VI-1842 y bautizado en la Parroquia de San Sebastián. — VI.3.4. D. Alejandro Wheelock y Osambela, nacido en Lima el 5-VIII-1843 y bautizado en la Parroquia de San Sebastián. — VI.3.5. D. Ricardo Wheelock y Osambela, bautizado el 23-V-1847, al año y 10 meses de nacido, en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro de Bautismos, nº 22, fol. 279]. — VI.3.6.D. Enrique María Wheelock y Osambela, bautizado el 23-V-1847, de 14 días de nacido, en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro de Bautismos, nº 22, fol. 279]. — VI.3.7. D. Wilfredo Wheelock y Osambela. Legatario de su tía Da. Dolores Osambela y Ureta por su testamento de 22-VI-1892.

39

— VI.3.8. Da. Ana María Wheelock y Osambela, bautizada el 22-II-1854, al mes de nacida, en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro de Bautismos, nº 24, fol. 37]. Casó con D. José Francisco de Medina, nacido en Chinandega (Nicaragua) en 1842, hijo del banquero D. Crisanto de Medina y de Da. Mercedes Salazar. Falleció Da. Ana María Wheelock en Londres, 3-II-1877.

VI.4.D. JOSÉ VALENTÍN OSAMBELA Y URETA, del gremio de panaderos de Lima, casado con Da. [...] Mansilla. Fueron padres de tres hijos, que se detallan a continuación. — VI.4.1. Da. Emilia Osambela y Mansilla, casada con D. José Mazzini; con sucesión. — VI.4.2. D. Belisario Osambela y Mansilla. — VI.4.3. D. José Manuel Osambela y Mansilla; casado y con sucesión.

I.5.Da. MARÍA DOLORES OSAMBELAY URETA, natural de Lima, soltera. Terciaria de la Orden de San Francisco. Otorgó testamento ante Carlos Sotomayor en Lima, 22-VI-1892 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (Siglo XIX), n. º 792, fol. 1906v.].

VI.6.D. CAYETANO OSAMBELAY URETA, nació en Lima y falleció en la misma ciudad (de pulmonía), el 21-X-1878. Casó en la Parroquia del Sagrario, Lima, el 1-VIII-1855, con Da. Juana Panizo y Pérez, hija de D. José Francisco Panizo y Da. Mercedes Pérez [Libro de Matrimonios, 1855, fol. 85]. Se inició el proceso de intestado de D. Cayetano ante Mariano Terrazas, luego de su muerte, el 12-XII-1878 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XIX), nº 961, fol. 271]. D. Cayetano Osambela y Da. Juana Panizo fueron padres de dos hijos, que se detallan a continuación. — VI.6.1. D. Simón Claudio Osambela y Panizo [ver abajo, VII]. — VI.6.2. Da. Carmen Osambela y Panizo, bautizada el 6-XII-1845, a los 4meses y 20 días de nacida, en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro De Bautismos, 1845, fol. 212].

40

VI.7.Da. JUANA OSAMBELAY URETA, nació en Lima, 1823. Casó con D. Juan Bautista Vera y Barreda (nacido en Chiclayo en 1813), hijo de D. Nazario Vera y Da. Francisca Barreda, el cual otorgó su testamento ante Manuel Iparraguirre en Lima, 15-XII-1887 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XIX), nº 304, fol. 214v.]. Da. Juana otorgó testamento ante Néstor Voysest en Lima, 20-IV-1909 [Archivo General de la Nación, Protocolos notariales (siglo XX), Voysest/nº 12, fol. 263v.]. Da. Juana Osambela y D. Juan Bautista Vera siguieron proceso de divorcio a partir de 1861. Fueron padres de nueve hijos, que se detallan a continuación. — VI.7.1. D. Manuel Ruperto Vera y Osambela. — VI.7.2. Da. María del Carmen Vera y Osambela, bautizada el 20-VII-1844, a los 4 días de nacida, en la Parroquia de los Huérfanos, Lima [Libro de Bautismos, 1844, fol. 67]. — VI.7.3.Da. Francisca Emilia Vera y Osambela, bautizada el 12-X-1845 en la Parroquia de los Huérfanos, Lima [Libro de Bautismos, 1845, fol. 23]. Monja profesa (Sor Emilia) en el convento de las Descalzas de San José. — VI.7.4. D. Juan Francisco Vera y Osambela, casado con Da. Luisa Álvarez. — VI.7.5. D. Carlos Máximo Vera y Osambela, bautizado el 24-XI-1851, a los 6 días de nacido, en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro de Bautismos, 1851, fol. 181]. Falleció de menor edad. ---VI.7.6. D. Ricardo Vera y Osambela. — VI.7.7. D. Eduardo Vera y Osambela. — VI.7.8. D. Carlos Víctor Vera y Osambela. Falleció de menor edad. — VI.7.9. Da. Leonarda Livia Vera y Osambela, bautizada el 2-XII-1859 en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro de Bautismos, 1859, fol. 171]. Falleció de pulmonía en Lima, el 1-VII1864, a los 4 años y 7 meses [Parroquia de Santa Ana, Libro de Defunciones, 1864, fol. 19].

VII. D. S IMÓN CLAUDIO OSAMBELAY PANIZO, abogado, nacido el 28-X-1843 y bautizado el 18-I-1844 en la Parroquia del Sagrario, Lima [Libro de Bautismos, 1844, fol. 127]. Casó con Da. Marie Borderes d’Olleron. Fueron padres de cinco hijos, que se detallan a continuación.

41

— VII.1. D. Emilio Osambela y Borderes. — VII.2. Da. Matilde Osambela y Borderes, casó con D. José María Herrera y Quiroz, Padres de: [1] Da. Lily Herrera y Osambela y [2] D. Raúl Herrera y Osambela, casado con Da. Josefina Oberto-Besso; con sucesión. — VII.3. Da. Lucila Osambela y Borderes. — VII.4. Da. Ernestina Osambela y Borderes. — VII.5. D. José Enrique Osambela y Borderes.

CONCLUSIONES



El proceso de restauración de la casa Osambela fue un proceso largo y que

aun no ha concluido debido a: la desidia de las autoridades pertinentes; los organismos estatales no velan por el rescate del patrimonio de los peruanos y permiten que estos se suman en el olvido de la memoria popular para finalmente dejarlos tal como se encontraban, negándonos así conocer tantos pasajes de nuestra historia. •

Evidencia el mayor interés de entidades extranjeras para cumplir la misión de

reconstrucción y conservación; de en este hecho particular, la casa Osambela, cuando debería comenzar por el estado .Solo cuando esta situación cambie, lograremos poner en la superficie todo lo que representa tantos monumentos y demás que hoy se encuentran en total estado de abandono, precariedad y descuido .

42

BIBLIOGRAFIA

1. FLORES ESPINOZA, Isabel; GARCÍA SOTO, Rubén y HUERTAS VALLEJOS Lorenzo. Investigación arqueológica - histórica de la Casa Osambela (o de Oquendo), Lima Nº 1. Perú .Instituto Nacional de Cultura, Centro de Investigación y Restauración de Bienes Monumentales, 1981. 101 Págs.

2. MILLA, Rodolfo. Oquendo Volumen Nº 1. Perú. Hipocampo Editores, 2006. 695 Págs.

3. HAMPE MARTINEZ, Teodoro, “Don Martín de Osambela, comerciante navarro de los siglos XVIII/XIX, y su descendencia en el Perú”. Anuario de

43

Estudios Americanos. Universidad de La Rioja. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=53973

4. HISTORIA DE LOS APELLIDOS http://webspace.webring.com/people/nu/um_121/hisdeapellido.htm

5. Pacheco Vélez, César: “La casa de Martín de Osambela”, en Memoria y utopía de la vieja Lima, Lima, 1985

44