Casa Concha - Casa de Aliaga

CAPÍTULO I. LA CASA CONCHA CASA CONCHA Y CASA DE ALIAGA ANÁLISIS COMPARATIVO FABIO RODRÍGUEZ Trabajo de investigació

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CAPÍTULO I. LA CASA CONCHA

CASA CONCHA Y CASA DE ALIAGA ANÁLISIS COMPARATIVO

FABIO RODRÍGUEZ

Trabajo de investigación realizado para el curso de Arquitectura, Urbanismo y Arte Peruano 2 Cátedra: Prof. Manuel Ruiz Blanco Ciclo 2012-III

UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA FACULTAD DE ARQUITECTURA, URBANISMO Y ARTES

I. L A C A S A C O N C H A Se ubica a una cuadra de la plaza principal del Cusco, sobre la calle Ancha de Santa Catalina, con frontispicio dirigido al Norte siguiendo la línea de fachadas de la calle. El inmueble cuenta con 2373 metros cuadrados y está dentro del ámbito religioso-monumental del Cusco incaico. En 1718, se empezó a construir esta casona propiedad de Don José de Santiago Concha y Salvatierra, uno de los más influyentes personajes de la Colonia, quien fue Oidor de la Audiencia de Lima e Intendente de las Minas de Huancavelica. En 1814 perteneció a Don Martín Concha, que fue Gobernador e intendente del Cusco ese mismo año. Actualmente acoge las piezas originales excavadas por Hiram Bingham en Machu Picchu, así como hallazgos arqueológicos en la misma Casa Concha y bienes culturales dando origen en el 2011 al “Museo Machu Picchu”.

N

La cercanía de la casa Concha con la Plaza Mayor del Cusco es un indicador de la importancia que tuvo durante la época colonial. Se afirma incluso que la casa se ubicó en lo que era el palacio de Túpac Yupanqui (imagen modificada de Google Earth).

I.I. Distribución Como la mayoría de viviendas coloniales de la escuela cuzqueña, la estructura espacial de la Casa Concha se encuentra supeditada a los condicionamientos preexistentes de las kanchas, al asentarse éstas directamente sobre las edificaciones incaicas. Antonio San Crístobal (2001: 15) menciona que tales condiciones derivan en dos características básicas de la casa virreinal cuzqueña: a. La planta de la casa virreinal cuzqueña era básicamente monoespacial, en cuanto que estaba organizada suficientemente en torno a un patio central b. La casa cuzqueña era una unidad morfológica concentrada hacia el interior, en base al primer patio como núcleo organizador de la distribución de las habitaciones familiares y sociales.

CAPÍTULO I. LA CASA CONCHA

Asimismo, indica que las casas que cuentan con un segundo patio (como es de analizar en este caso) tienen como finalidad albergar las habitaciones de los sirvientes indígenas, dispuestas en cuadro alrededor del terreno abierto. La casa Concha es clara muestra de estas características, al contar con los ambientes de servicio colindantes al primer patio (incluyendo la cocina, que se ubicaba en un ambiente cerrado ventilado sólo por la puerta tal como lo indicaba la costumbre prehispánica) y los dormitorios en el segundo nivel, en la crujía que da hacia la calle.

La planta grafica la distribución monoespacial de la vivienda, centrada en el patio principal de ingreso y producto del asentamiento sobre las antiguas estructuras incas. Asimismo, remarca la interiorización de los espacios privados y su nula relación con el exterior (gráfiico modificado de Protzen y San Cristobal)

I.II. Espacios interiores La casa Concha cuenta con más de 70 ambientes en su interior. La reciente remodelación que ha sufrido para funcionar como museo ha significado un replanteamiento de éstos que impide graficar el modo de vida que se tenía en su uso colonial. Sin embargo, los espacios abiertos y de circulación se mantienen su estado original, por lo que son estos los que se someterán al análisis principalmente. Los ambientes analizados en este informe son: El patio principal y el patio secundario.

a. Patio Principal.

Su importancia se ve reflejada en la dimensión (derivada de las kanchas incaicas, con lados de hasta 17 metros) y la arquería asimétrica regular usada en el primer y segundo nivel. Antonio San Cristóbal (2001:50) considera un método de clasificación basado en aquello en la que las columnas de un grupo de arcos del segundo cuerpo vuelven a formar regularmente eje vertical con otras columnas de los arcos del primero conforme a una correlación establecida que se reitera uniformemente. En base a este criterio, el patio principal pertenece a la fórmula: -

1/2: Significa que la anchura de un arco en el primer cuerpo corresponde adecuadamente dos arcos en el segundo cuerpo. El número total de los arcos del primer cuerpo y los del segundo cuerpo es siempre múltiplo de esta correlación.

En cuanto al modo constructivo de los arcos, este patio incluye los dos más comunes en las viviendas cuzqueñas: -

Arco de ladrillo: Representan un primer período de construcción de la vivienda. El método consistía en formar la rosca del arco para los dos arcos contiguos desde la plataforma superior al capitel de la columna.

-

Arco de piedra: Indican un período posterior de dominación de la técnica. Para asentar la rosca de los dos arcos sobre el mismo capitel, colocaban inmediatamente encima de cada columna un bloque de piedra tallado con cinco lados.

b. Segundo patio. De menor dimensión y conformación rectangular, el segundo patio presenta una arquería de piedra en el primer nivel y pilastras de madera en el segundo, en una asimetría regular 1-2. A diferencia del patio principal, éste mantiene sólo uno de sus lados con la arquería en el primer nivel, mientras que cuenta con paredes cerradas de piedra en los lados restantes. Al igual que el patio principal cuenta con una pileta central que servía de suministro de agua para las actividades diarias del hogar. Entre las funciones que alberga este espacio, además de distribuir las habitaciones de los sirvientes indígenas cuenta con una capilla lateral y almacenes de producción.

I.III. Composición de fachada La casa Concha se caracteriza en fachada por la presencia de un balcón de cajón tapado al frente, elemento inusual en la escuela regional cuzqueña, y probablemente un agregado tardío del siglo XVIII. Su portada de piedra es original, de estilo renacentista y con una ornamentación sobria.

Se

encuentra

ubicada,

en

proporción al total de fachada, en los 3/4 de la edificación, aunque mantiene una disposición simétrica en su composición. El primer nivel mantiene la fachada de piedra sobre la que se asentó la casa colonial, a manera de zócalo que se mantiene a nivel de las ventanas.

Con relación a su entorno, la fachada mantiene la masividad característica de las calles cuzqueñas coloniales, generando un plano continuo a ras de la calle Santa Catalina, con excepción del balcón que resalta la ubicación del ingreso.

I.IV. Ornamentos característicos La casa Concha destaca por tener ornamentaciones de distintas épocas, muchas de las cuales se han ido incorporando en los procesos de reconstrucción y le dan un valor agregado a la importancia histórica del recinto. Entre los más destacados se encuentran los trabajos en madera y la pintura mural. a. Trabajos en madera Sin lugar a dudas uno de las ornamentaciones mejor logradas y características de la casa Concha se encuentra en el detallado trabajo del balcón en fachada. Las pilastras, talladas por talladores indígenas en el siglo XVIII, demuestra un conocimiento basado en la experiencia del lugar: Los motivos son huecos debido a la inclemencia del clima para evitar que la dilatación termine por desgastar la obra final. Asimismo, los corredores del segundo nivel, en el segundo patio, mantienen un trabajo de tallado en las pilastras a manera de columnas salomónicas, como también una balaustrada de gran complejidad que termina de componer el pasaje. Las puertas mantenían un trabajo con temática similar, la mayoría cuenta con porteñuelas que permiten el registro de los ambientes. Existían también celosías de madera para división de ambientes, llamadas cancelas, trabajadas al detalle con claros motivos de la escuela regional cuzqueña.

b. Pintura mural Otro de los aspectos a resaltar en la ornamentación de este recinto es el hecho que todas las paredes de los espacios abiertos y algunas en los espacios cerrados mantenían un detallado trabajo de pintura mural de gran valor artístico, con temas comunes como lo religioso (ver imagen del Arcángel Miguel a la izquierda) y la abundancia (clara muestra de la sorpresa de los conquistadores al descubrir nuevos alimentos tropicales en esta parte del mundo).

II. L A C A S A D E A L I A G A Cuando el conquistador Francisco Pizarro decidió levantar la capital de su gobernación en el asiento del cacique (curaca) de Lima encargó la elaboración de la traza a Diego de Agüero, en donde señaló la ubicación de los solares que ocuparían sus compañeros de armas más cercanos. Según se aprecia, le cupo en suerte a Don Jerónimo de Aliaga y Ramírez un solar inmediato al de Pizarro, lo que dice mucho de la gran estima que le prodigaba. Como casi la totalidad de las edificaciones limeñas, esta casa ha sufrido los embates de los terremotos y la corrosión permanente por la humedad y por diversos agentes externos. Las permanentes intervenciones en ella le han dado una fisonomía muy particular. Luego del sismo de 1746, que destruyera casi por completo la casa, inició su reedificación Juan José de Aliaga y Sotomayor (séptimo descendiente de don Jerónimo). A mediados del siglo XIX, siendo Juan de Aliaga y de la Puente el propietario de la mansión, se realizaron una La construcción de la casa de Aliaga, se presume, se realizó sobre un antiguo adoratorio indígena perteneciente a Taulichusco, lo que le da una conformación singular (modificada de Gunther)

serie de obras que le han dado tanto su aspecto actual

como cierta unidad estilística, dentro del eclecticismo producido por la simbiosis de diversos estilos arquitectónicos. Hoy, luego de tantas intervenciones, la Casa de Aliaga presenta una distribución de sus espacios interiores un tanto atípica para el ámbito limeño, lo que no impide conservar el encanto característico de nuestras casas solariegas. II.I. Distribución

A diferencia de la mayoría de casas solariegas de Lima, el zaguán se resume a una escalera de ingreso y los ambientes principales se encuentran a lo largo del segundo nivel. Esto evita que la casa se relacione, como es común en la escuela regional limeña, con el exterior. Este desnivel, según Gunther (2004: 46), podría deberse a un privilegio exclusivo que tuvieron los conquistadores en la conformación de sus viviendas o, como es asumido mayoritariamente, su construcción sobre un asentamiento adoratorio perteneciente al cacique Taulichusco. Podríamos considerar que, a diferencia de la casa patio común, la casa de Aliaga se basa en una distribución de secuencia espacial, una estructura inédita y sin lugar a dudas producto de las condiciones especiales del terreno. De la misma manera, entendemos que al no relacionarse con el exterior directamente, esta casa mantiene un sentido interiorista, cuya mayor fortaleza se encuentra en el detallado trabajo del espacio privado más allá de cualquier trabajo de fachada.

II.II. Espacios interiores a. Zaguán de ingreso Desde que se abre el portón se vislumbra un juego de espacios ricamente articulados por una magnífica escalera con pasos de mármol que nos invita a un patio superior. Una vez en el zaguán apreciamos un bello artesonado del que pende un típico fanal limeño. Conforme subimos la escalera se descubren una variedad de rejas virreinales y republicanas

y

tres

puertas

talladas

que

comunican este espacio superior con respectivos departamentos privados de distintos miembros de la familia.

b. Hall superior Al llegar al patio superior, cuyo piso es también de mármol rodeado de un zócalo alto de madera, nos atrae de inmediato la soberbia y transparente puerta de ingreso principal de caoba, de dos hojas agradablemente bajas. La transparencia de ella nos ayuda a intuir el espacio siguiente que viene a ser el gran hall de recepción; este recibe luz a través de dos linternas (farolas). Existen además otras cuatro puertas que comunican con sus respectivos ambientes privados y otras dos que dan acceso a las habitaciones principales: hacia la izquierda, la que da al llamado Salón de los Azulejos, y la de la derecha, que conduce al salón

principal

(estas

seis

aparentemente son del siglo XVII).

puertas

c.

Salón de los Azulejos

El citado Salón de los Azulejos Sevillanos lleva este nombre por estar recubierto con ellos tanto el piso como un zócalo alto. Tiene además dos mamparas que dan, hacia la derecha, al salón principal y, de frente, a una amplia galería que conduce al comedor y a un apacible patio interior. La habitación tiene un antiguo artesonado y recibe luz natural desde el patio de ingreso a través de una decorativa reja republicana. Sobre la pared de la izquierda se encuentra una gran chimenea también forrada de azulejos, sobre la cual, en una ancha moldura, se encuentra el retrato del conquistador y fundador de la ciudad Jerónimo de Aliaga coronado por el escudo familiar. d. Salón Dorado Como ya se ha dicho, una de las mamparas de la galería central da entrada al Salón Dorado, llamado así por sus grandes espejos acabados en pan de oro y por ciertos toques dorados en su decoración. Colinda este espacio en su otro extremo con el patio íntimo, con el que se comunica a través de una mampara y dos ventanas de reja virreinales. Las puertas del salón están enmarcadas por finas portadas ornamentadas con los mismos motivos que los espejos, rematadas con un cuerpo flanqueados por elementos florales en cuyo centro, en un óvalo vertical sostenido por dos cupidos, se encuentra el anagrama J.A.P.

e. Patio interior y Capilla Familiar El patio interior es el espacio más acogedor de la casa. De planta cuadrada, con el espacio central hundido que forma un segundo y más pequeño patio, en el que destaca una bella pila de hierro fundido y un magnífico

ficus. Esta peculiaridad constructiva transforma a la parte alta del patio en una galería abierta que rodea totalmente el espacio interior. Desde la esquina noreste del patio se accede a la capilla familiar a través de una curiosa portada gótica flamboyante, donde se ostenta el año 1874 como fecha de su remodelación. Este pequeño ambiente tiene un zócalo alto de madera y una techumbre que aparentemente data del siglo XVI, constituida por una parrilla de delgadas molduras de madera que configuran pequeños rectángulos acabados en pan de oro sobre un fondo celeste, presumiblemente representando al Cielo. El espacio principal lo ocupa el pequeño altar trabajado en forma de arco despuntado, sobre el que se ha labrado un remate en puro estilo gótico tardío. II.III. Composición de fachada La fachada es asimétrica pero muy bien proporcionada en sus elementos. Los dos balcones republicanos de madera tallada mantienen una composición de sus ventanas alternando dos pareadas con otras individuales a ambos lados. Su sentido es horizontal, como una galería alta sobre la calle. El resto de la fachada en su segundo piso está conformado por balcones salientes y planos en alternancia. La gran puerta de ingreso a la casa es de dos hojas altas, divididas en tres cuerpos: el inferior conformado por dobles plafones, sobre los cuales se apoya el cuerpo intermedio conformado por un lujoso marco con aplicaciones rococó en cada una de sus esquinas y en el centro del lado superior. En la parte central de este cuerpo se ha colocado en un diseño alegórico las iniciales J.A.P. que sin lugar a dudas son las de Juan de Aliaga y de la Puente. El cuerpo superior sigue un tratamiento similar, con la particularidad de que estos cuadros van coronados con una cabeza femenina la hoja derecha y una masculina barbada la izquierda.

A la galería central se accede mediante una portada desde el Salón de los Azulejos; en su extremo opuesto se ubica la escalera que conduce al comedor. Este agradable espacio lineal tiene cuatro mamparas con vitrales de estilo Art Nouveau a ambos lados, que comunican, las de la izquierda, con habitaciones privadas, y las de la derecha, con el Salón Dorado y el patio interior. La galería está cubierta por un delicado artesonado en cuyo centro se emplaza una farola igualmente acabada.

CONCLUSIONES

Ollantaytambo representa uno de los sitios imprescindibles en el estudio de la arquitectura inca, puesto que contiene un modelo único tanto en asentamiento territorial como en el desarrollo de planificación urbana, basados en el perfeccionamiento de la técnica constructiva y el conocimiento de topografía, hidrología y climatología. Su actual estado de conservación nos permite conocer a fondo la concepción inca del espacio arquitectónico, puesto que es nuestra responsabilidad promover su protección e incentivar la investigación del sitio. Contemplando la arquitectura de Ollantaytambo nos damos cuenta que la arquitectura inca es más elaborada de lo que generalmente se cree, permitiéndonos dar cuenta de la constante reinvención de las normas establecidas (llámese modelo urbanístico) que los incas proponían en cada edificio, brindando soluciones únicas en cada lugar. Es así como vemos el tratamiento de nuevos materiales como la riolita rosada (utilizada en el Muro de los Seis Monolitos) y el uso de estructuras urbanas reticulares en el centro poblado, lo que lleva a la constante replanteamiento de los conocimientos que tenemos hoy gracias a las investigaciones arqueológicas.

BIBLIOGRAFÍA

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CANZIANI, José 2009

Ciudad y Territorio en los Andes. Contribuciones a la historia del Urbanismo Prehispánico.

FLORES, Jorge, Elizabeth Kuon y Roberto Samanez 2007

Cuzco, del mito a la historia. Banco de Crédito del Perú, Lima.

ROSTWOROWSKI, María. 2004

Incas, Enciclopedia temática del Perú. Empresa Editora El Comercio S.A., Lima.

PINEDA, José 1996

Planeamiento Inca. Artículo para la revista ARKINKA, ediciones de Julio y Agosto, Lima.

PROTZEN, Jean Pierre. 2005

Arquitectura y construcción incas en Ollantaytambo. Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.

CAPÍTULO I. LA CASA CONCHA