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Apunte de aprendizaje n°1: “Concepto integral de VOZ”

Educación digital de calidad y a tu alcance Autor: Marcelo Saldías O´hrens Validador: Mabel Angulo B

Concepto Integral de Voz El uso de la voz corresponde a una parte integral del proceso de comunicación, tanto para los animales como para los seres humanos. No obstante, como el ser humano desarrolló además la capacidad de utilizar el lenguaje oral, la voz se ha convertido en una herramienta de mayor especialización, Robb (2014). A pesar de que esta herramienta comunicativa es tan cercana a nosotros, en la actualidad aún no existe un concepto único de “voz” ni de “voz normal”, pudiendo definirse desde distintos puntos de vista, así como autores existen (Behlau, Feijó, Madazio, Do Brasil, Pontes & Azevedo, 2001; Cobeta, Núñez y Fernández, 2013). Si recopilamos estos diversos puntos de vista, podemos establecer algunos criterios comunes que nos permitirán alcanzar un concepto de voz integral, y así complementar y ampliar nuestra visión en relación al proceso de entrenamiento vocal en cantantes. Dicho concepto más integral está compuesto por 3 dimensiones: una físico-acústica y perceptual, una anátomo-fisiológica y una socio-comunicativa.

Fig.1: Esquema que representa la integración de las 3 dimensiones que definen el concepto de voz. Estas 3 dimensiones interactúan para conformar un concepto integral de voz.

- Dimensión físico-acústica: la voz corresponde al elemento del habla que nos otorga la señal acústica vibratoria sobre la cual llevamos a cabo el mensaje hablado, y que nos permite producir sonidos con intención (Colton, Casper & Leonard, 2006; Stemple, Glaze & Klaben, 2010). De acuerdo a esta mirada, la voz es un sonido complejo resultante de un fenómeno mecánico vibratorio, es decir, es considerada como la propagación de ondas mecánicas, provenientes de un cuerpo que vibra, a través de un medio elástico, como el aire (Jackson-Menaldi, Arauz, Benvenuto, Guevara, Jackson, Sapaly, Tosi & Rodríguez, 2005; Sataloff, 2005

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Fig. 2: Transmisión de la onda sonora. La onda sonora proveniente de la vibración de un cuerpo y que se transmite por el aire como medio elástico. A. El cuerpo vibrante corresponde a una campana. B. El cuerpo vibrante corresponde al sistema de producción de la voz humana.

Por otro lado, esta dimensión define a la voz como un fenómeno auditivo-perceptual, en donde se le otorga a ésta ciertas características propias del sonido, como lo son los parámetros de tono (frecuencia), sonoridad (intensidad) y calidad o timbre (Farías, 2007; Aronson & Bless, 2009). Así, una voz puede ser más grave o más aguda, más suave o más fuerte, soplada o apretada, clara u oscura, opaca o estridente, etc., de acuerdo a sus características acústico-perceptuales particulares (Titze, 2010).

- Dimensión anátomo-fisiológica: la voz es considerada como producto del proceso de fonación, el cual corresponde al acto anatómico y fisiológico de la producción del sonido, en donde las cuerdas vocales vibran gracias al aire exhalado (Morrison, Rammage, Nichol, Pullan, May & Salkeld, 1996; Aronson & Bless, 2009). Desde esta mirada, la voz es el resultado de la compleja acción de diversas estructuras como huesos, cartílagos y músculos que forman parte de los sistemas de respiración, fonación y resonancia, y que están coordinadas por el sistema nervioso central y periférico (Morrison et cols., 1996; Farías, 2007).

Fig. 3: Representación de los 3 subsistemas anatómicos y fisiológicos involucrados en la producción vocal (esquema adaptado de Stemple et cols., 2010). La voz es resultado de la interacción entre las estructuras de los subsistemas de respiración, fonación y resonancia, junto con la coordinación dada por el SNC y SNP.

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- Dimensión socio-comunicativa: la voz corresponde a la melodía presente en nuestro discurso, otorgándole expresión, sentimientos, intenciones y humor a nuestros pensamientos diarios. En otras palabras, la voz es capaz de producir música y de expresar emociones, convirtiéndose en una poderosa herramienta comunicativa, como también un medio de expresión artística (Colton et cols., 2006; Stemple et cols., 2010). De acuerdo a esta tercera mirada del concepto de voz, podemos comprender la importancia que los procesos físico-acústico y anátomo-fisiológico tienen para el ser humano: como producto final, la voz en el habla y en el canto se convierte en la identidad de cada persona, en una extensión de la personalidad de cada individuo, entregándonos un sello particular y dotándonos de la posibilidad de atraer como también de repeler a nuestros interlocutores, lo que estará determinado por aspectos culturales, geográficos, ocupacionales, etarios, etc. (Behlau et cols., 2001; Colton et cols., 2006; Farías, 2007; Aronson & Bless, 2009; Titze, 2010; Stemple et cols., 2010; Robb, 2014).

Fig. 4: Diversos contextos que otorgan variadas identidades vocales. Dependiendo de la cultura, género, ocupación y edad, entre otros, la identidad vocal cambiará en cada sociedad y en cada persona.

Es así como a través de la voz, los bebés son capaces de reconocer a sus padres, como también podemos inferir si alguien está feliz o triste, sano o enfermo, si es joven o viejo, si está nervioso o tranquilo, etc. Incluso, la voz puede revelar el contexto cultural de una persona, de qué región del mundo proviene o su nivel socio-económico (Titze, 2010; Cobeta et cols., 2013; Robb, 2014). Por lo tanto, la voz es más que un sonido proveniente de la laringe. Desde esta mirada integral, la voz es un fenómeno complejo y dinámico, en donde mediante acciones y ajustes continuos de los sistemas de respiración, fonación y resonancia, podemos producir innumerables combinaciones de frecuencias, intensidades y calidades vocales, con el fin de expresar ideas, sentimientos y emociones, en función de nuestro contexto particular (Morrison et cols., 1996; Stemple et cols., 2010). Ahora bien, en cuanto a qué es una voz normal, no se ha podido establecer una definición única, ya que el concepto de normalidad es relativo y sus límites son amplios (Behlau et cols., 2001; Cobeta et cols., 2013). No obstante, se ha logrado convenir que una voz hablada normal o adecuada es aquella que posee un equilibrio de sus distintos componentes (Farías, 2007; Aronson & Bless, 2009; Cobeta et cols., 2013):

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La calidad o timbre: debe ser agradable, con ausencia de ruido o quiebres inadecuados. El tono: debe ser apropiado a la edad y género del hablante. La sonoridad o volumen: debe ser apropiada al contexto comunicativo (no debe ser tan débil que no pueda escucharse bajo condiciones cotidianas de habla, ni tan intensa que llame la atención de forma indeseada). La flexibilidad: debe permitir lograr variaciones de tono y sonoridad para diversos contextos y situaciones comunicativas, que ayuden a la expresión, dando énfasis, significado o sutilezas que indiquen los sentimientos o necesidades del individuo.

Es decir, una voz normal es aquella que, de acuerdo al contexto sociocultural, se oye agradable, balanceada, se ajusta o adapta a la edad, anatomía y género de una persona y que no es percibida por otros como inusual o extraña (Behlau, 2001; Robb, 2014). Asimismo, también es importante considerar que una voz normal es aquella que es suficiente como para satisfacer las necesidades sociales, recreacionales y ocupacionales del ser humano sin dificultad o disconfort, incluso en situaciones de alta demanda vocal, sin perder su eficacia o dañarse (Behlau et cols. 2001; Aronson & Bless, 2009; Titze & Verdolini, 2012), Por lo tanto, en relación a la normalidad, gracias a un adecuado funcionamiento de los 3 subsistemas de la producción vocal a nivel anátomo-fisiológico, se puede alcanzar un equilibrio en las características acústicas de la voz, siempre en función del contexto en el cual se desenvuelve cada persona.

Fig. 5: Esquema que representa el equilibrio vocal. El equilibrio vocal se alcanza con una adecuada interacción de las 3 dimensiones que definen el concepto de voz, estando a la base el funcionamiento correcto de los 3 subsistemas de la voz.

Por otro lado, la voz al ser expresada a nivel artístico, a través de variadas interpretaciones a nivel técnico-vocal, nos provee de grandes posibilidades de expresión y también de alegría, tanto para el oyente como para el intérprete en sí (Stemple et cols., 2010). De acuerdo a esto, si aplicamos estas 3 dimensiones de la voz al canto, podemos entonces comprender que nuestro concepto de voz debería considerar: el sonido en sí (la calidad vocal y las características acústicas de la voz cantada), el mecanismo utilizado por el cantante (aspectos anátomo-fisiológicos relacionados con la técnica particular del canto) y el estilo junto con las

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características personales del cantante (aspectos dinámicos, que dependerán del contexto personal, cultural, estilístico e interpretativo de cada cantante). En este sentido, retomando el concepto de voz normal revisado anteriormente, en el canto no existiría lo correcto o lo incorrecto propiamente tal, o una mejor técnica que otra, puesto que lo “correcto” dependerá exclusivamente de la interacción y equilibrio de estas 3 dimensiones, que permitirán una voz adecuada, eficiente y sana en relación a los requerimientos y necesidades artísticas de cada intérprete y su contexto estilístico.

Fig. 6: Diversos estilos en el canto. Cada estilo obedece a distintas técnicas, donde lo correcto o incorrecto dependerá de la salud vocal y de la interacción de las 3 dimensiones que definen el concepto de voz.

Ahora bien, desde el punto de vista del entrenamiento del canto, se hace necesario incorporar al concepto integral de la voz, el de habilitación vocal. Éste corresponde al proceso a través del cual es posible permitir, equipar o capacitar habilidades o competencias vocales en una persona, considerando el desarrollo, construcción y fortalecimiento de la voz para satisfacer las necesidades específicas, más que buscar reparar una voz o devolverla a su estado normal (Titze & Verdolini, 2012). Por lo tanto, el proceso de habilitación será el cual llevaremos a cabo como entrenadores vocales o vocal coaches en cada uno de los cantantes con los que trabajemos, quienes pedirán asesoría en función de sus diversos requerimientos y demandas. Para poder llevar a cabo dicho proceso, en términos de evaluación e intervención (entrenamiento vocal), es de vital importancia contar con una serie de conocimientos, como lo es el comprender el mecanismo de producción vocal, los sistemas que intervienen en dicho proceso y cómo éstos interactúan entre sí para finalmente producir la voz (Stemple et cols., 2010). Es por esto que en los siguientes apuntes se profundizará en los aspectos anátomo-fisiológicos relacionados con la voz, para posteriormente continuar con los aspectos relacionados a la acústica de la voz, y así poder a lo largo del presente curso profundizar en las distintas estrategias de evaluación e intervención en el canto popular y sus diferentes estilos.

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Bibliografía: - Aronson, A. & Bless, D. (2009). Clinical voice disorders (4ta ed.). New York: Thieme. - Behlau, M., Feijó, D., Madazio, G., Do Brasil, O., Pontes, P. & Azevedo, R. (2001). Voz: O livro do especialista - Volumen I (1ra ed.). Rio de Janeiro: Revinter. - Cobeta, I., Núñez, F. & Fernández, S. (2013). Patología de la voz (1ra ed.). Barcelona: Marge Médica Books. - Colton, R., Casper, J. & Leonard, R. (2006). Understanding voice problems: A physiological perspective for diagnosis and treatment (3ra ed.). Philadelphia: Lippicont Williams & Wilkins. - Farías, P. (2007). Ejercicios que restauran la función vocal (1ra ed.). Buenos Aires: Akadia. - Jackson-Menaldi, M., Arauz, J., Benvenuto, M., Guevara, W., Jackson, E., Sapaly, J., Tosi, O. & Rodríguez, M. (2005). La voz normal (1ra ed.). Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana. - Morrison, M., Rammage, L., Nichol, H., Pullan, B., May, P. & Salkeld, L. (1996). Tratamiento de los trastornos de la voz (1ra ed.). Barcelona: Masson. - Robb, M. (2014). Intro: A guide to communication sciences and disorders (2da ed.). San Diego:Plural Publishing. - Sataloff, R. (2005). Voice science (1ra ed.). San Diego: Plural Publishing. - Stemple, J., Glaze, L. & Klaben, B. (2010). Clinical voice pathology: Theory and management (4ta ed.). San Diego: Plural Publishing. - Titze, I. (2010). Fascinaciones con la voz humana (1ra ed.). Salt Lake City: National Center for Voice and Speech. - Titze, I. & Verdolini, K. (2012). Vocology: The science and practice of voice habilitation (1ra ed.). Salt Lake City: National Center for Voice and Speech * Imágenes - Figura 2. Adaptación de imágenes recuperadas de: https://mcarmenfer.files.wordpress.com/2010/08/captacion-ondas-png.png http://www.quecuriosas.com/wp-content/uploads/2015/06/voz-mujer-hombre.jpg

- Figura 3. Adaptación de Stemple, J., Glaze, L. & Klaben, B. (2010). Anatomy and physiology. En Clinical voice pathology: Theory and management (p.14). San Diego: Plural Publishing. - Figura 4. Adaptación de imágenes de sitio www.wix.com - Figura 6. Adaptación de imágenes recuperadas de: https://cmgcocoafab.files.wordpress.com/2012/12/bruno.jpg

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http://thingstodo.viator.com/las-vegas/files/celined.jpg http://static.guim.co.uk/sys-images/Arts/Arts_/Pictures/2008/01/07/AxlRose460.jpg http://www.altopascio.info/wp-content/uploads/2011/09/L_Freddie_Mercury.jpg http://www.bach-cantatas.com/Pic-Bio-D-BIG/Domingo-Placido-03.jpg http://cdn2-b.examiner.com/sites/default/files/styles/image_content_width/hash/c2/bf/ladygaga_7.jpg?itok=PogDeI3a http://img.emol.com/2009/02/25/File_2009225141255.jpg http://portalpopline.com.br/wp-content/uploads/2012/12/madonna-23032012-281x211.jpg http://www.cegosadventistas.com/imagens/MUSICA%20E%20VIDEO/David%20Phelps%201.jpg https://s-media-cacheak0.pinimg.com/236x/0c/2a/5e/0c2a5ea0bd19f9fe9368216fd48096be.jpg http://cdn.blackenterprise.com/wp-content/blogs.dir/1/files/2012/09/Michael-Jackson-in-concer001.jpg http://www.cronicalibre.cl/wp-content/uploads/2014/02/losvasquezenpuertomontt-600x330.jpg

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