Campo de Estudio de La Estetica

CAMPO DE ESTUDIO DE LA ESTÉTICA La estética Se designa, en primer lugar, con el nombre de Estética al conjunto de todas

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CAMPO DE ESTUDIO DE LA ESTÉTICA

La estética Se designa, en primer lugar, con el nombre de Estética al conjunto de todas aquellas reflexiones que tienen alguna relación con el arte bello y con la belleza. tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza, por otro lado puede referirse al campo de la teoría del arte, y finalmente puede significar el estudio de la percepción en general Así se considera como integrante de la Estética la Crítica del arte, la Historia del arte, las preceptivas, etc. Partiendo de ahí se define entonces la Estética como "teoría del arte y de la belleza".

CAMPO DE ESTUDIO DE LA FILOSOFÍA DEL ARTE La filosofía del arte es aquel concepto que han descrito de ella los grandes pensadores. Se ocupa de la reflexión en torno a la producción artística, sus procesos y significados a partir de enfoques múltiples. La filosofía del arte Mantiene aplicaciones en la formación de políticas culturales, análisis sociales, elaboración de programas artístico-culturales y generación y diagnóstico de procesos creativos.

ANÁLISIS ESTÉTICO Un análisis estético es aquel que se realiza contemplando distintos factores del objeto analizado tales como proporción, tamaño, forma, color de tal forma que este pueda provocar en el observador un sentimiento de agrado

DIFERENCIA ENTRE ANÁLISIS ESTÉTICO Y CON BASE EN LA FILOSOFÍA DEL ARTE Un análisis estético está enfocado en encontrar características que hagan de un objeto agradable para en observador tales como proporción color etc., más sin embargo la filosofía solo se encarga de los procesos o significados no analizando detenidamente como lo hace la estética.

La estética de Baumgarten

Baumgarten (1714-1762) es el primero que utiliza el término “estética” como disciplina independiente. Los antecedentes de la estética que desarrolla Baumgarten se encuentran en el edificio filosófico de Leibniz. Su marco es racionalista (ilustración alemana), intenta pensar lo bello en referencia a la proporción y el equilibrio, ambos mensurables. Discípulo de Wolff, quien sostenía que la belleza era la “perfección de la cognición sensorial”.

Plantea la sensibilidad y el entendimiento como fuentes distintas de conocimiento, partiendo de la distinción Plotiniana entre naturaleza inteligible (cosas conocidas) y naturaleza sensible (cosas percibidas). La estética es la ciencia que analiza las leyes del conocimiento sensible (“ciencia de la percepción”), y el objeto que trata es la belleza, que es el perfeccionamiento del conocimiento sensible. Esto es, dentro de las facultades inferiores del conocimiento (sensitivas), la estética supone su máxima perfección posible. La estética es el máximo conocimiento que se puede alcanzar a través de los sentidos, el arte perfecciona el conocer sensible.

Baumgarten se diferencia de Leibniz en que no plantea la intuición sensible como un conocimiento inferior a la razón, sino como un tipo diferente de conocimiento: no-lógico y subjetivo.

La belleza acontece cuando hay perfección en el orden y acuerdo de los signos internos que expresan el objeto. El conocimiento de la belleza debe ser universal, esto es, debe haber acuerdo entre los pensamientos. Hay cualidades universalmente válidas para la belleza (número áureo). Un objeto bello es perfecto cuando se dan las tres condiciones: universalidad, orden y acuerdo.

Para la contemplación de la belleza es necesaria una voluntad virtuosa, ligada al entendimiento y a la moral. Es decir, la expresión y reconocimiento de lo bello necesitan de la perfección tanto en el objeto como en el sujeto. El objeto tiene que tener las tres características mencionadas previamente, y el sujeto debe tener la virtud de conocerlas a través del “análogo de la razón”, esto es, de los sentidos.

El rasgo definitorio del arte es la producción de belleza. “El arte es aquella clase de actividad humana consciente que aspira, y logra, la belleza”.

La estética kantiana La separación de la estética de la valoración moral se debe a Inmanuel Kant, quién en su obra “Crítica del juicio” contempla la estética como cosa independiente. Kant ya llamó “estética trascendental”, con anterioridad, a la parte de su obra “Crítica de la razón pura” que se encargaba de los principios que informan la sensibilidad. Estos serían el espacio y el tiempo. En esa misma dirección utilizó, antes que Kant, la palabra estética Alexander Gottlieb Baumgarten, en su obra “Reflexiones filosóficas acerca de la poesía” usa la palabra "estética" por primera vez, para diferenciar lo que trata del concocimiento sensorial, que llega a través de la apreciación de lo bello y que se plasma en obras artísticas, frente al conocimiento cognitivo del que trata la lógica. Baungartem también llama a la estética “gnoseología inferior” y centra la cuestión de esta materia en el problema de lo bello. Si bien Baungartem es quién introduce primero el término es Kant quién claramente crea la estética como un campo filosófico independiente, para él el juicio estético es un juicio de finalidad, de una finalidad subjetiva que le resulta conveniente al sujeto. El juicio estético Siguiendo a Kant el juicio estético se basa en lo que al sujeto le gusta desinteresadamente, así éste encuentra que algo es bello no cuando ese algo resulta satisfactorio por otros motivos sino cuando ese algo gusta por sí mismo, por el hecho de ser como es, sin mediar ningún otro tipo de interés externo al respecto, la finalidad de ese agrado radica pura y simplemente en aquello que gusta. Cuando Kant se refiere a la obra o a aquello sobre lo que se valora la belleza no lo hace en relación al objeto que se analiza en sí, no trata sobre lo que sea éste sino sobre lo que despierta éste en el observador, la sensación que provoca, e imagina el “placer” o “dolor” que la contemplación del objeto causará en el espectador -su agrado o desagrado-. No enfoca la cuestión desde la lógica sino que lo hace desde lo puramente estético, es decir, desde una base totalmente subjetiva y dependiente de la valoración sensorial del sujeto. Dicho de otro modo, a la conciencia de la representación del objeto se debe unir la satisfacción -el sentimiento o sensación- que éste provoca observador, para lo cual no hace falta un conocimiento del objeto en sí -por ejemplo, a alguien puede gustarle un capitel corintio sin saber que se trata ni de un capitel corintio ni, siquiera, que eso forma parte de una columna-. Para Kant lo estético es una “finalidad sin fin”, es decir, la finalidad reside en la estética en sí misma -en aquello que se admira porque agrada el hecho de que es como es-.

La belleza no es externa al sujeto, por el contrario es una interacción con el sujeto, éste es quién decide que algo es bello al tomar contacto con ello, supone Kant que si todo el mundo fuese igualmente desinteresado no habría diferencias en la valoración de lo bello. La axiología en la estética kantiana Esta idea aunque puede entenderse como subjetiva no deja de contener elementos o consideraciones objetivas, como que en igualdad de condiciones habría un patrón de belleza universal, eso también representa la formulación de la base de una posible axiología o teoría de los valores al respecto -en este caso basada en la igualdad de “desinterés” cómo circunstancia para apreciar de modo homogéneo la belleza de algo-. En el sentido de formular una axiología Kant anticipa lo que serán las tendencias posteriores en relación al estudio de la estética.

Pero lo avances críticos y analíticos de la estética kantiana se detendrán durante el período del idealismo alemán que entenderá la estética a partir de otros presupuestos no tan ligados con la apreciación del sujeto y su participación en la identificación de lo bello.

Para Friedrich Schelling lo bello se define como la síntesis de lo objetivo y lo subjetivo. Hegel ira más lejos al decir que lo bello es una manifestación de lo absoluto -lo cual lo externaliza totalmente en relación al sujeto que lo analiza-, aunque, en sentido estricto, para Hegel la reflexión estética no es una reflexión filosófica sobre lo bello sino una reflexión filosófica sobre el arte.

Será Schopenhauer quién retomará la línea teórica de las investigaciones kantianas en la estética y en la reflexión sobre la idea de belleza y de lo que es bello.