Bruce Lee El Vacio y La Forma

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El vacío y la forma

Bruce Lee Selección, traducción y presentación de Iván García

El vacío y la forma, Bruce Lee - Dagas del Sur 1ra edición - Florencio Varela 2016 96 p 14 x 10 cm.

Diseño de tapa e interior: Juan Nicolás Santillán/ Yamil Morato Selección y traducción: Iván García Imagen de tapa: libro de Kung Fu con anotaciones hechas por Bruce Lee

[email protected] Dagas del sur

Presentación Una parte de estos apuntes de Bruce Lee pertenecen al Tao of Jeet Kune Do, que el autor comenzó a redactar a principios de 1970 y que fue publicado póstumamente en 1975. Algunos más pertenecen a Striking Thoughts, un pequeño volumen publicado en el año 2000, en el que se recogen algunas de sus reflexiones provenientes de cartas, entrevistas y anotaciones realizadas en los márgenes de algunos libros. El “tao”, o el “do” en japonés, es el Camino o Vía, aunque a veces también se ha traducido como método o doctrina. Antes de Confucio, nos dice Lee, “el término tao generalmente significaba una vía o camino de acción. Confucio lo utilizó como un concepto filosófico para indicar el camino correcto de acción –moral, social y política. El taoísta empleaba el término tao para representar la totali-

dad de las cosas, el equivalente de lo que algunos filósofos han llamado ‘lo absoluto’. El tao era el elemento básico del cual estaban hechas todas las cosas. Era sencillo, amorfo, sin deseos ni conflictos, en armonía suprema”. Así, el jeet kune do, creado por el propio Lee, sería literalmente el “camino del puño que intercepta”, aunque él mismo insistió en que ese do no era un estilo ni un método, sino una búsqueda constante, un “no estilo”, que acaso podríamos entender como el camino de la forma sin forma, una disposición y atención máximas desde una forma siempre provisoria. 1 1

Desconozco por qué aquel libro sobre el jeet kune do fue titulado de un modo que podría traducirse como el “camino del camino del puño interceptor” (Tao of Jeet Kune Do). Supongo que hubo un afán efectista, mercadológico por parte de los editores, dado el prestigio que tiene la palabra tao a partir de Confucio y Lao Tsé –el supuesto autor del Tao Te King, que en palabras de Lee es “el evangelio del taoísmo”. Por otro lado, como el jeet

La idea principal de Lee está precisamente en subrayar la importancia de no ceñirnos a un estilo, apostarnos en “la fortaleza de nuestras propias ideas” o asumir una actitud rígida que impida responder a la variabilidad que ofrece un contrario, sino internarnos en las evoluciones de esa forma sin forma, en el descubrimiento de una forma que el jeet kune do va descubriendo a través de nosotros mismos: “El jeet kune do es un arte que no se fundamenta en técnicas o doctrinas. Es simplemente como tú eres”. En el pensamiento de Lee, no hay maestros a seguir, ni estilos cristalizados, ni métodos, ni doctrinas, sólo el camino de nuestro kune do asimila elementos de distintas artes marciales, algunos lo consideran simplemente una fusión o híbrido. Sin embargo, para Dan Inosanto, uno de los alumnos más avanzados de Lee, el jeet kune do es una idea que apunta a la investigación y el desarrollo individuales y constantes, con el fin de no amoldarse a un estilo definido.

propio crecimiento, aunque estimulado por compañías como las de los maestros y los libros. En el prólogo de Striking Thoughts, John Little señala: “Lee siempre desafiaba a sus estudiantes (tanto en el salón de clases como en sus textos) a no concordar ni discordar, sino a crecer”. Esto es, entrar en estado de forma, por decirlo de algún modo, una forma abierta, performática. Como puede verse, las reflexiones de Lee van más allá de la práctica de algún arte marcial o del arte en general, para convertirse en una práctica de vida: “El arte nunca es ornamento, es un trabajo de iluminación. Arte, en otras palabras, es una técnica de libertad”, sostiene en sus apuntes. En este sentido, es posible sostener que el dojo –que significa “el lugar donde se practica el Camino”– no se limita al espacio destinado a la meditación o a la práctica de algún arte marcial, sino que involucra a la vida

entera. Quien practica jeet kune do –o kyudo (el camino del arco), judo (el camino suave), aikido (el camino de la armonía y la energía vital), etcétera–, pero sólo lo hace en el dojo propiamente dicho, y no al sonreír, al cocinar, al discutir o al estrechar la mano, en realidad todavía no practica su arte a plenitud, ni siquiera en el dojo. He titulado El vacío y la forma a este breve libro, porque en el pensamiento de Lee todo gira en torno a una forma flexible que vuelve al vacío, aunque no un vacío inerte, sino “vivo” y generador, del cual florecen nuevos movimientos. Es algo parecido a lo que podemos encontrar en Artaud: “La cultura es un movimiento del espíritu que va del vacío hacia las formas y de las formas vuelve al vacío, en el vacío como en la muerte. Ser cultivado es quemar las formas, quemar las formas para ganar la vida. Es aprender a mantenerse erguido en el movi-

miento incesante de formas que se destruye sucesivamente”. En ambos casos, hay la conciencia del vacío como trance fundamental, o más aún, de mantenerse erguido y danzando en esa forma sui generis que es el fuego de la creación. 2 Lo que me indujo a traducir estos apuntes fue el ademán sencillo y luminoso que los conforma. De pronto, me pareció que el do cultivado por el artista había abierto un camino correspondiente para sus palabras, una especie de

2

Considero que en Lee no existe aquella tendencia hegeliana de “matar al padre” o al maestro. ¿Matar a Ip Man (su célebre maestro de wing-chun)? ¿Matar lo más vivo? ¿Matar para afirmarse? De ninguna manera… En sus apuntes se plantea algo más abierto y sereno: la necesidad de no cristalizar el estilo o el pensamiento de un maestro, para ceder dócilmente al curso natural de la forma hacia el vacío y del vacío hacia la forma.

camino del decir. 3 Me pareció que sus frases nacían como los movimientos de un arte marcial, y que como tales también respondían al dictado de la respiración, la ensoñación, lo muscular, la energía conducida y el silencio. No en vano, el poeta y judoca brasileño Paulo Leminski solía decir que en su poesía no buscaba “el tallereo, es decir, trabajar y trabajar en algo hasta que ese algo quede bonito, no… es hacer un movimiento de tal forma fiel a un movimiento interior que salga con la precisión de un golpe de karate”. Para Lee, como para Leminski, la ejecución verbal o corporal no se alimenta de movimientos asertivos (vacíos en el sentido 3

La idea no es tan disparatada, pues en el zen de Dogen, el monje que fundó el soto en Japón en el siglo XIII (y que tuvo influencia en Lee), la mente y la palabra son educadas a través de la respiración, es decir, del ejercicio de respiración que se cultiva durante la meditación sentada.

más llano), sino vivos y precisos, ya que “un movimiento asertivo es observado desde afuera por el intelecto y un movimiento no asertivo se activa desde la luz interior”. En otras palabras, lejos del titubeo y la asertividad, el crecimiento lleva a una profunda afirmación de vida y lenguaje. Como traductor, muchas veces me repetí las líneas de estos escritos, intentando recibirlas con mi propia respiración, sueño, carne, energía y silencio, y con la esperanza de que el resultado al menos se acercara a la caligrafía eficaz que realiza el cuerpo de un artemarcialista verdadero. Después de todo, las palabras de Lee también debían atravesar un vacío vivo, ese interregno propio de toda traducción, antes de aparecer en nuestra lengua. El resultado de esa travesía es este libro. Iván García

El vacío y la forma

1

Aquel que se preocupa por presentar bien su arte, deja de ser un buen artista, porque su mente para con cada movimiento. Es necesario volverse uno con la obra.

2

El trabajo de un artista revela su alma, su escuela, su temple. Detrás de cada movimiento está la música del alma que se hace visible. De otro modo, sólo tendremos movimientos vacíos. Y un movimiento vacío es como una palabra vacía: no significa nada.

3

Localizar la mente significa congelarla. Cuando la mente deja de fluir con la libertad que necesita, se ha perdido la esencia de lo mental.

4

Las posturas que no canalizan las emociones de una manera adecuada en su interior son movimientos muertos.

5

Sé flexible. Cuando un hombre está vivo, es dócil y flexible; cuando está muerto, se vuelve rígido. Flexibilidad es vida; rigidez es muerte, cuando se trata del cuerpo, la mente o el espíritu de un ser humano.

6

En el budismo no hay lugar para el esfuerzo. Actúa con normalidad. Come tus alimentos, digiere, toma agua y, cuando estés cansado, descansa. El ignorante se reirá de mí, pero el sabio comprenderá.

7

Para transmitir un conocimiento de generación en generación, fue necesario organizar una suma de respuestas, clasificarlas y presentarlas bajo un orden lógico. Así, lo que comenzó como una fuente de visión, se convirtió en conocimiento petrificado, una panacea para el condicionamiento de los discípulos. Éstos no transformaron ese conocimiento en un manto sagrado, sino en una tumba para la sabiduría del maestro. Debido a la naturaleza propia de la organización y la preservación, los medios se hicieron tan elaborados que comenzaron a exigir una atención desmesurada y poco a poco los fines quedaron en el olvido. Al final, la turba de seguidores acaba aceptando ese “algo organizado” como la realidad total.

8

Lo que importa es el individuo, no el método o sistema. El conocimiento y las habilidades adquiridas deben ser olvidados para que podamos fluir cómodamente en el vacío, sin obstáculos. No existe una enseñanza fija. Hay que observar las técnicas como si no las estuviéramos observando. Un método establecido favorece la resistencia, y donde hay resistencia no hay comprensión. Un “estilo” es algo acabado, establecido, cristalizado. Las técnicas de aprendizaje sin experimentación interior sólo pueden conducir a un arte superficial.

9

Existe el aquí y ahora; y para percibirlo sólo necesitamos apertura, libertad. La libertad de estar abierto y no tullido con alguna idea, concepto, etcétera. Podemos entrenar, analizar, frecuentar conferencias hasta el cansancio, pero todo eso en rigor no valdrá nada. Sólo cuando paramos de pensar y nos relajamos es que comenzamos a ver y descubrir. Cuando nuestra mente está tranquila, hay un relajamiento y una pausa ocasional en sus actividades febriles, y es sólo entonces, en el intervalo entre dos pensamientos, que un relámpago de comprensión – comprensión, no pensamiento– puede ocurrir.

10

El arte nunca es ornamento o embellecimiento, es un trabajo de iluminación. Arte, en otras palabras, es una técnica de libertad.

11

Durante el entrenamiento, el alumno debe ser activo y dinámico. Pero llegado el momento del combate, su mente debe permanecer en calma. Debe sentirse como si nada crítico estuviera sucediendo. Al avanzar, sus pasos deben ser ligeros y seguros, y sus ojos no tienen por qué clavarse ferozmente en el enemigo. Su conducta debe ser la misma que la de todos los días, sin alterar un ápice de su expresión, sin que nada denote el hecho de que está comprometido en un combate mortal.

12

Las formas son vanas repeticiones que frecen un escape ordenado y bello del autoconocimiento con un contrario vivo.

13

La ausencia de una técnica estereotipada como sustancia significa ser libre y total. Todas las líneas y movimientos son la función.

14

El hombre clásico no es más que un montón de rutinas, ideas y tradiciones. Cuando actúa, traduce cada momento vivo en términos del pasado.

15

El conocimiento está fijo en el tiempo, el conocer es continuo. El conocimiento proviene de una fuente, de la acumulación, de conclusiones; el conocer es un movimiento.

16

El proceso aditivo no es más que un cultivo mecánico de la memoria. Aprender no es acumular; es un movimiento del saber sin principio ni fin.

17

Si un estilo te enseña un método de pelea, puede que estés listo para pelear según los límites de ese sistema, pero esto todavía no es pelear.

18

La verdad es una vía sin camino. Una vía que no es una vía. Es la plena expresión de aquello que no tiene antes ni después. ¿Cómo puede haber métodos y sistemas para llegar a algo que está vivo? Para lo estático, fijo, muerto, es posible que exista un camino, un sendero definido, pero no para lo que está vivo. No reduzcas la realidad a algo estático ni inventes luego métodos para alcanzarla.

19

Sé flexible. Sólo las formas muertas son inflexibles.

20

Un maestro, es decir, un buen maestro, se apoya en un mínimo de forma para conducir al alumno a la ausencia de forma. Su tarea consiste en insinuar la verdad, no en entregarla como tal, y en insistir en que lo importante es ser capaz de amoldarse sin apegarse a un molde, o de seguir principios sin aferrarse a ellos. Los autodidactas suelen ser grandes profesores.

21

Esta tarde percibo algo totalmente nuevo, y esa novedad se registra en mi mente. Mañana, sin embargo, esa experiencia parecerá mecánica, porque me empeño en repetir la misma sensación, el mismo placer, pero la representación nunca será real. Lo real es ver la verdad en el instante. La verdad no tiene futuro.

22

La concentración oprime la mente. A nosotros lo que nos interesa es el proceso total de la vida. Concentrarnos exclusivamente en un aspecto de ésta, empequeñece a la vida misma.

23

Una buena forma es la manera más eficiente de alcanzar el propósito de una ejecución con el mínimo de movimientos perdidos y energía dilapidada.

24

Antes de que estudiara el arte, un golpe para mí era sólo un golpe, una patada era sólo una patada. Después de estudiar el arte, un golpe no fue más un golpe, una patada no fue más una patada. Ahora que he comprendido el arte, un golpe es sólo un golpe, una patada es sólo una patada.

25

Nada molesta más al adversario que la variedad, tanto en la defensa como en el ataque, y además relaja el físico, ya que distribuye la responsabilidad del trabajo entre un grupo de músculos y otro.

26

Confiamos más en lo que imitamos que en lo que nació de nuestras propias manos. Se impone la sensación de que no es posible confiar en aquello que nació de nosotros mismos. La sensación de inseguridad aparece cuando nos descubrimos solos. Cuando imitamos jamás estamos solos.

27

La mayoría de las personas sabe hablar sin oír. Muy pocos saben oír sin hablar. Son muy raras las personas que saben hablar y oír.

28

Cuando lo sustancial y lo no-sustancial dejen de aparecer como algo fijo y definitivo, cuando se disipen los contrastes de esa naturaleza, habrás aprendido a lidiar con la forma sin forma. Mientras exista un apego a la forma, mientras exista un apego de la mente, no estarás todavía en el verdadero camino. Cuando la técnica surja de sí misma, el Camino surgirá del nocamino.

29

La luz que ilumina todo es fulgurante y está más allá del movimiento de los opuestos.

30

El vacío es un vacío vivo, porque todas las formas emanan de él.

31

El artista genuino no tiene público: trabaja por la pura alegría de trabajar, como quien juega, con un cierto aire de azar. El arte descubre su punto más alto cuando se despoja de toda consciencia de sí mismo. La libertad se revela al hombre cuando éste deja de pensar en la impresión que su trabajo provocará.

32

Aprende a vivir con pocos recursos. Ocúpate de la elegancia, no del lujo; del refinamiento, no de la apariencia; sé honrado, no respetable; fecundo, no rico. Estudia, piensa en silencio, habla delicadamente, realiza cada movimiento con energía, actúa con sinceridad, reacciona afablemente, aguarda el momento, nunca te precipites. En suma, deja que lo espiritual, espontáneo e inconsciente crezca a través de cada día.

33

Aprender es descubrir. Y la mejor forma de aprender no es acumulando datos, sino explorando, descubriendo lo que en realidad ya está dentro de nosotros mismos y el camino para expandir nuestras vidas.

34

Toda idea que se mantiene en la mente y se transforma luego en emoción, poco a poco irá tomando la forma física más conveniente y apropiada.

35

No me interesan los sistemas u organizaciones. Los institutos burocratizados tienden a recluir a las personas para que respondan a un patrón de conceptos sistematizados. Lo peor es que, al hacer que sus miembros encajen en una estructura premeditada y sin vida, bloquean el crecimiento natural.

36

Descubrir, no sólo imitar. Lo que importa es el individuo, no el sistema. Es el hombre el que puede inventar sistemas, no al revés. No te esmeres en encajar en un patrón ideado por alguien más. Ese modelo quizá sea apropiado para él, pero no necesariamente lo será para ti.

37

Un hombre con voluntad propia no tiene otro objetivo que su propio crecimiento. Sólo el misterioso poder que habita dentro de él, que lo mantiene vivo y lo ayuda a crecer, le inspira respeto. Su único destino válido lo dicta la ley silenciosa e irrefutable de su corazón, al que los hábitos sedentarios suelen oponer resistencia, pero que para el hombre con voluntad propia conforma un destino sagrado.

38

No hay error más grande que anticiparnos al resultado del combate. Nunca pienses si aquello terminará en victoria o derrota. Deja que la naturaleza siga su curso y tus herramientas golpearán en el momento justo.

39

La única recompensa segura está en nuestros movimientos, no en los resultados de esos movimientos. La calidad de la recompensa reside en la profundidad de nuestra respuesta, en la plenitud de aquello que al interior de nosotros ejecuta el movimiento.

40

Si uno aprende conceptos o trabaja en busca de información, jamás va a comprender. Cuando mucho podrá explicar. Mientras piensan, los hombres se alejan de lo que están intentando comprender.

41

El principio del wu-wei es un movimiento de la intuición creativa total que abre las fuentes internas del hombre. Un movimiento asertivo –tendencia común en los hombres– es preconcebido y racional, de ahí que no pueda penetrar en las pausas íntimas de la creatividad. Un movimiento asertivo es observado desde afuera por el intelecto; un movimiento no asertivo se activa desde la luz interior. El primero es limitado, el segundo es libre e infinito.

42

No seas pretencioso, ábrete, concéntrate y exprésate. Rechaza toda forma final que no consiga manifestar la realidad interna.

43

Deja el pensamiento como quien no deja el pensamiento. Observa las técnicas como si no las estuvieras observando. Toma el arte como un medio para internarte en el estudio del Camino.

44

Para alcanzar la libertad, observa con atención aquello que normalmente practicas. No condenes ni apruebes, sólo observa.

45

Hay una diferencia entre la realización personal y la realización de la autoimagen. Casi todos viven apenas para su propia imagen.

46

El sabio no persigue la sabiduría, vive su vida, y es justamente allí donde reside su sabiduría.

47

Tampoco rechaces impulsivamente la perspectiva clásica, porque habrás creado otro patrón que te mantendrá cautivo.

48

No busques ni huyas.

49

Fe sin trabajo es muerte

50

Escucha. ¿Puedes oír el viento? ¿El canto de los pájaros? Es importante que aprendas a percibir esos sonidos. Vacía tu mente. ¿Sabes cómo logra el agua llenar un vaso? Convirtiéndose en el vaso. Debes pensar en nada. Volverte nada.

51

El ahora es creativo

52

El ahora es inventivo

53

El hombre está en constante crecimiento, pero cuando queda atado a un conjunto de ideas, o un “Camino” para hacer las cosas, es entonces que deja de crecer.

54

El hombre, la criatura creativa, el individuo creativo, es siempre más importante que cualquier estilo o sistema establecido.

55

Yo no soy un profesor. Soy, cuando mucho, una seña para quien viaja perdido. Pero cada uno debe elegir su propia dirección. Todo lo que yo puedo ofrecer es una experiencia, nunca una conclusión. Se debe reflexionar incluso sobre lo que estoy diciendo. Tal vez pueda ayudarlos a descubrir y examinar un problema, despertando el conocimiento que en realidad ya poseen dentro de sí mismos, pero no puedo enseñar el conocimiento, porque no soy profesor ni tengo estilo. No creo en los sistemas ni en los métodos. Y sin sistema ni método, ¿qué se podría enseñar?

56

Siento que dentro de mí habita esa gran fuerza creativa y espiritual, que es mayor que la fe, mayor que la ambición, mayor que la confianza, mayor que la determinación y la visión, que es todo eso junto. Mi cerebro se magnetiza con esa fuerza dominante que recorre mis manos.

57

Sea o no divina, siento esa gran fuerza, ese poder acumulado, esa cosa dinámica dentro de mí. Ese sentimiento desafía toda descripción, y no hay experiencias que se le comparen. Es como una fuerte emoción mezclada con fe, pero mucho más poderosa.

58

Un organismo funciona como un todo. No somos la suma de las partes, sino una coordinación muy sutil de todos esos pedazos diferentes que forman parte de un organismo. No tenemos un hígado o un corazón, somos hígado, corazón, cerebro, etcétera.

59

Aprender es un descubrimiento, el descubrimiento de la causa de nuestra ignorancia. Pero la mejor forma de aprender no es computando información. Aprender es explorar, descubrir lo que existe dentro de nosotros. Cuando exploramos, estamos descubriendo nuestras capacidades, nuestros propios ojos, para encontrar nuestro potencial, para percibir lo que está sucediendo, para descubrir cómo podemos expandir nuestra vida y encontrar medios a nuestra disposición que nos permitan lidiar con una situación difícil. Y todo eso, insisto, está sucediendo aquí y ahora.

60

Realiza por lo menos un movimiento al día en dirección a tu objetivo.

61

Si pasas demasiado tiempo pensando en algo, nunca vas a realizarlo.

62

Los métodos clásicos y tradicionales esclavizan la mente: has dejado de ser un individuo para convertirte en un simple producto. Nuestra mente es resultado de muchos pasados.

63

Estar conscientemente inconsciente, o inconscientemente consciente, he ahí el secreto del Nirvana. La acción es tan inmediata y directa que el intelecto no encuentra un espacio para intervenir y cortar en pedazos aquello que es un solo movimiento.

64

El amor nunca se desperdicia. Cuando no es recíproco, el amor fluye de vuelta, suavizando y purificando el corazón.

65

Lo que pensamos cada día determina en gran medida aquello en lo que nos convertiremos al final.

66

“Desear” es un apego. Pero “desear no desear” también lo es. Desapegarse significa estar libre de ambas afirmaciones, la positiva y la negativa. En otras palabras, es ser simultáneamente “sí” y “no”, lo que intelectualmente es un absurdo, pero no para el zen.

67

Relación es entendimiento, un proceso de auto-revelación. La relación es el espejo en el que te descubres a ti mismo. Ser es estar en relación.

68

El Jeet Kune Do no es una cuestión de técnica, sino de cuerpo y espiritualidad altamente desarrollados. No se trata de desarrollar lo que ya ha sido desarrollado, sino de recuperar lo que quedó atrás. Todo esto ha estado con nosotros, en nosotros, todo el tiempo, y nunca ha sido distorsionado salvo por nuestra torpeza. El Jeet Kune Do no tiene que ver con la tecnología, sino con una percepción y entrenamiento espirituales.

69

Las seis enfermedades: 1. El deseo de victoria. 2. El deseo de recurrir a la habilidad técnica. 3. El deseo de mostrar todo lo que has aprendido. 4. El deseo de atemorizar al enemigo. 5. El deseo de jugar un rol pasivo. 6. El deseo de liberarte de toda enfermedad que te aqueje.

70

Una mente concentrada no es una mente atenta, pero una mente atenta sí puede concentrarse. La atención no excluye, todo lo envuelve.

71

El practicante del Jeet Kune Do debe permanecer alerta para recibir la variabilidad de sus contrarios. En cuanto su mente “se detenga” con cualquiera de ellos, perderá su propia fluidez. Un hombre del JKD debe conservar vacía su mente para que su libertad de acción nunca se cierre.

72

Cuando la mente está atada a un centro, obviamente no es libre. Sólo puede moverse dentro de los límites de ese centro. Si uno está aislado, está muerto. Está paralizado dentro de la fortaleza de sus propias ideas.

73

El Jeet Kune Do es un arte que no se fundamenta en técnicas o doctrinas. Es simplemente como tú eres.

74

Cuando no existe centro ni circunferencia, hay verdad. Cuando trabajas libremente, eres todo el sistema.

75

Me recosté en la barca y sentí que me había unificado con el Tao: me había vuelto uno con la naturaleza. Simplemente me quedé acostado y dejé que la barca se deslizara a placer. En ese momento alcancé un sentimiento en el que la oposición se había vuelto mutuamente cooperativa, en vez de mutuamente exclusiva, un estado libre de conflictos en mi mente. El mundo entero para mí era uno solo.

76

Encuentra la quietud en el movimiento, como la luna que vacila y rueda sobre las olas.

Encuadernado a mano Florencio Varela 2016 A 76 años del nacimiento de Lee Jun-fan (李振藩) mejor conocido como Bruce Lee