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• Xavi Davila

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ayudando a estudiar Vivo sola con mi padre desde hace cuatro años. Mis padres se separaron y yo elegí vivir con papá. Nunca me llevé muy bien con mi madre pues es una mujer muy estirada, muy seca, como la mayor parte de su familia. El matrimonio de mis padres estaba convenido desde hacía muchos años por mis abuelos. Yo soy igual que papá en el carácter, más alegre, más optimista; y después de la separación, me uní mucho más a él. Nos lo contábamos todo, incluso una vez, papá tuvo un ligue con una mujer a la que conoció en un bar. Le aconsejé cómo vestirse, qué hacer, vamos todo. Esa noche, yo dormí en casa de una amiga. Al día siguiente, me contó que la cosa no había ido muy bien. Unos días más tarde, yo le pedí consejo, pues iba a salir con un chico que conocía de la universidad. Él me contó qué les gusta a los chicos, bueno, más bien lo que le gustaba a él. No llegué a hacer nada con ese chico. Se pasó toda la tarde hablando de deportes, de lo que iba a hacer tal día, etc. Me aburrí tanto que me marché a casa muy pronto. Papá estaba en la sala, viendo una película. Tan sólo tenía puestos unos calzoncillos. ?¿Qué tal te ha ido, mi reina? ?Muy aburrido, papá ?me senté a su lado y papá me abrazó?. Estoy pensando en poner un anuncio para que alguien me desvirgue. ?¿Un anuncio? ?Sí. ?Cariño, tienes que tener mucho cuidado con eso. Y por curiosidad, ¿qué pondrías en el anuncio? ?Pondría... ?Busco un hombre maduro para enseñar a una joven en las artes del amor?. Bueno, más o menos. ?¿Un hombre maduro? ¿Y por qué? ¿No te gustan los chicos de tu edad? ?Gustarme... gustarme... sí que me gustan, pero son unos niños todavía. Sólo piensan en los deportes o en sí mismos. ?Quiero un hombre que tenga experiencia para mi primera vez, que sea apasionado, sensible y cuidadoso a la vez. Aunque tampoco quiero un vejestorio. ?Espera unos días, antes de poner un anuncio, por favor. Como la semana que viene tienes fiesta, me gustaría que me acompañaras a una convención. Todas las charlas son por la mañana, por lo que para no aburrirte, podrías llevar algo para estudiar o alguna cosa y por las tardes, nos dedicaremos a conocer la ciudad. ¿Qué te parece? Allí habrá muchos hombres. Si conoces a alguien interesante, adelante. Si no, cuando volvamos podrás poner ese anuncio. ?Está bien, papá. Me gusta la idea. Y sí, llevaré un par de libros para poder estudiar, porque la semana siguiente empezamos los exámenes. Después, me tumbé sobre su regazo y terminamos de ver juntos la película. A veces me tumbaba yo sobre él o a veces, se tumbaba él sobre mí. La semana siguiente, fuimos a la ciudad donde se celebraba la convención. Nos acompañaron a la habitación del hotel y nuestra sorpresa fue cuando encontramos sólo una cama. Era una cama muy grande, cierto, pero los dos nos azoramos. No había ningún sofá en el que el otro pudiera dormir, sólo una butaca. Nos quedamos mirándonos.

?Si quieres, intentaré pedir un colchón para ponerlo en el suelo ?me dijo papá. ?No hace falta. No me importa dormir contigo, si a ti no te molesta la compañía en la cama, claro. ?Claro que no me molesta, cariño, todo lo contrario ?dijo abrazándome y dándome un beso en los labios?. Haré el esfuerzo y esta semana dormiré con el calzoncillo, pues normalmente duermo desnudo. Durante la cena, conocí a un montón de hombres, pero ninguno me llamaba la atención. No hubo ningún problema entre nosotros por dormir juntos. Por las mañanas me dedicaba a estudiar mientras mi padre estaba en la convención. Por las tardes, salíamos a explorar la ciudad. Conocí más hombres. Los que se me insinuaban no me gustaban. La última noche, nos acostamos como siempre. Charlamos un poco, los dos juntos, abrazados y nos quedamos dormidos. Me desperté de madrugada. Papá estaba soñando y hablaba en voz alta. Tenía su mano en mi coño que lo notaba húmedo y con un dedo metido dentro. Hablaba de que me deseaba, que quería ser él quien me desvirgara y no cualquier golfo... que estaba muy buena, que tenía un coño muy rico y al decir lo último, movía el dedo lo que me excitó terriblemente. Empecé a pensar en que no me parecía tan mala idea el que me desvirgara papá. Entonces agarré su mástil que estaba tieso como un palo. Lo masturbé hasta que se vino. Después volví a quedarme dormida. A la mañana siguiente, estaba estudiando en la habitación porque dos días más tarde tenía examen. No llevaba más que una faldita y una blusa sin mangas. No llevaba ropa interior. Cuando ya casi había terminado, entró papá en la habitación. ?¿Qué haces, mi vida? ?Estoy terminando de estudiar para el examen del lunes, papá. Se acercó a mí, me abrazó y me besó en la boca. No fue un beso simple como siempre, éste fue más goloso. Abrí mi boca y saboreé la lengua de mi padre. Cuando separamos nuestras bocas, papá me dijo: ?Hija mía, te deseo. Desde que me dijiste lo del anuncio, por más que he estado pensando en presentarte a algún hombre, me ponía malo. Esta mañana, cuando me he despertado, tenía mi mano sobre tu coño con un dedo dentro de tu vagina. Me ha gustado mucho. Al levantarme, no he podido resistirme y he saboreado ese delicioso coño que tienes. ?Papá... me estás poniendo muy caliente. Me he despertado de madrugada y estabas soñando. También estabas con la mano en mi coño y con un dedo metido dentro. Decías entre sueños que me deseabas, que querías penetrarme, querías ser el primer hombre de mi vida, y muchas otras cosas así. Al oírte, me he excitado. No lo he podido evitar y te he masturbado. Después, me he quedado dormida. ?Yo también estoy muy caliente, mi niña. Esta semana ha sido dura y quiero terminar con algo bueno. ?¿Soy yo algo bueno? ?Buenísimo, hija mía. Entonces, ¿no te importa que sea yo quien te desvirgue? ?No, papá, al contrario. Me hace inmensamente feliz que seas tú quien lo haga. ?Mmm... veo que no tienes ropa interior. Te voy a quitar la blusa, así estarás más fresquita para estudiar. ?Mmm, ya he terminado de estudiar para el examen, papá, ahora me gustaría estudiar tu cuerpo y que tú estudies el mío, si te parece bien.

?Me parece estupendo, mi reina ?dijo quitándome la blusa y la faldita que llevaba, mientras que yo le quitaba su ropa?. Ay, mi vida, qué tetitas tan ricas tienes. Me encantan ?dijo sobándomelas. Papá pegó su torso al mío. ?¡Aahh, papá, me gusta cuando juntas tu piel con la mía! ?Me gusta acariciar tu culito tan dulce y apretadito. ?Y a mí me gusta acariciar esta enorme polla que tienes tan dura y rica. Aparté el libro de estudio, me senté en el borde de la mesa mientras que papá permanecía de pie y agarrando su polla me la metí a la boca. ?Uuff, ¡cómo está tu polla, papá! Se nota que tienes muchas ganas de follar. Empecé a mamar la polla de papá. Estaba deliciosa. ?¿Lo estoy haciendo bien, papá? ?¡Sí, sí! Sigue así, cariño, lo estás haciendo divinamente. Aahh... ¿Te has masturbado alguna vez, cariño? ?Sí papá, tengo un par de consoladores y alguna vez me las he metido por los dos agujeritos a la vez. Pero necesito una polla de verdad, una polla de verdad. ?Ahora mismo vas a tener una, cielo. Ponte a cuatro. Me puse a cuatro patas sobre la cama y papá metió su gran verga dentro de mi ano mientras acariciaba sin cesar mi clítoris. Empezó a meter y a sacar y al poco nos vinimos en un intenso orgasmo. Luego, hicimos un 69 para finalmente, desvirgarme. ?Nena, ahora te la voy a clavar hasta el fondo, hasta derramar mi semen dentro de ti. Te voy a hacer chillar de placer. ?Sí, papá, estoy deseando sentir tu inmensa verga dentro de mi vagina y estás haciéndome chillar de placer desde el primer momento. Acarició con la punta de su verga mi rajita durante unos minutos hasta que me la clavó de un golpe. ?¡Aahh, qué buena estás hija mía! Cómo me pones cariño... ?Así, papá, sigue, sigue, inúndame la vagina con tu semen, inúndamelo, sí... aahh... mmm... qué gusto me das, papi, sí... me corro... me corro... sí... Los dos nos corrimos a la vez. Tenía mi vagina completamente inundada con el semen de mi padre. Descansamos un buen rato y luego empezamos a hablar. ?No quiero que esto termine aquí, papá. ?Por supuesto que no, mi vida. Yo también quiero que desde esta misma noche duermas en mi cama. No es tan grande como ésta, pero... ?No importa, así estaremos más juntos. Y así, a partir de ese momento me convertí en la mujer de mi padre. Llevamos

siendo amantes casi un año y no me arrepiento. Envía este relato erotico a tú amigo/a Tu e-mail: E-mail de tu amigo/a: Recibir relato erotico en mi e-mail.

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