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AREAS NATURALES PROTEGIDAS INTRODUCCION La conservación de las áreas protegidas demanda de la administración, manejo y estabilidad financiera, sustentada en la preservación de la base natural del ecosistema, que como estrategia está orientada hacia la protección de los recursos naturales, en especial el agua y su biodiversidad. BENEFICIOS AMBIENTALES QUE NOS PRESTAN LAS ÁREAS PROTEGIDAS Las áreas protegidas conservan los paisajes, la biodiversidad y nos prestan servicios invaluables: 

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Suministran el agua necesaria para el riego de cultivos, los procesos industriales y la vida diaria. Ayudan a regular los regimenes de lluvias y a fijar el carbono, manteniendo la estabilidad del clima. Previenen y mitigan los efectos de desastres naturales como tsunamis, inundaciones, deslizamientos. Conservan la diversidad genética que permite encontrar nuevas medicinas. Son centros de dispersión de plantas alimenticias y garantizan recursos pesqueros a las poblaciones costeras. Son espacios hermosos que nos regocijan el espíritu y nos enseñan a valorar la naturaleza.

PARQUE NATURAL REGIONAL BOSQUES ANDINOS HUMEDOS EL RASGON

El área protegida fue declara mediante acuerdo del Consejo Directivo 1168 de diciembre 18, del 2009 se declaró 6.596 hectáreas, en los municipios de Piedecuesta y Tona, con la categoría de Parque Natural Regional Bosques Andinos Húmedos el Rasgón.

La actual demanda de bienes y servicios ambientales de estos ecosistemas de alta montaña, como agua, aire puro, materias primas, biodiversidad y suelos productivos, es alta debido a que esta región mantiene unas relaciones rurales y urbanas funcionales con una población aproximada de 400.000 habitantes del casco urbano del municipio de Piedecuesta y la zona rural del río Oro Alto y Medio, equivalente a más del 30% de la población del Área Metropolitana de Bucaramanga. Como consecuencia de esta elevada demanda de recursos naturales, el territorio de la CDMB presenta elevadas tasas de destrucción y degradación ambiental, con el 34% de las áreas de páramo y subpáramo intervenidas por actividades antrópicas. El plan de manejo desarrolla sus proyectos y acciones sobre la plataforma de la Conservación de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos, respaldado por los programas; Gestión integral del Recurso Hídrico; Cambio Climático, Reducción de la Vulnerabilidad, Adaptación y Estrategia de Desarrollo bajo en Carbono; y Buen Gobierno para la Gestión Ambiental. Desde donde se desarrollarán las actividades de: administración y manejo del área protegida, producción de material vegetal del vivero de la alta montaña, investigación y monitoreo de la biodiversidad y la incidencia del cambio climático sobre el ecosistema andino, publicación de guías de campo, estudio catastral y metadatos del Parque Natural Regional, PNR, así como la compra de predios de zonas de preservación y restauración. La segunda estrategia, Producción más Limpia y Mercados Verdes respaldado por el programa Promoción de Procesos Productivos, Competitivos y Sostenibles, donde se ejecutan acciones de restauración ecológica, el establecimiento de la herramienta para el pago por servicios ecosistémicos, vigilancia y control del área protegida, la sustitución de tutores extraídos del bosque y alternativas de conservación por parte de la sociedad civil.

Con la tercera estrategia, Planificación y Administración Eficiente del Medio Ambiente respaldado por el programa Buen Gobierno para la Gestión Ambiental – fortalecimiento del SINA para la gobernabilidad Ambiental, se desarrollarán actividades de Fortalecimiento de la participación de la sociedad civil, estrategias de comunicación y difusión, educación ambiental, señalización gráfica, como vallas con la imagen del PNR.

PARQUE NATURAL REGIONAL CERRO DE LA JUDIA

El Parque Natural Regional “Cerro La Judía”, se localiza en el costado occidental de la cordillera oriental, al NE de la subcuenca río de Oro en las microcuencas de los ríos Frío y Lato, compartida territorialmente por los municipios de de Floridablanca (1.983 ha), Piedecuesta (1.099 ha) y Tona (439 ha) en el Departamento de Santander, cuenta con una extensión de 3.521 hectáreas

El Cerro La Judía comprende zonas sobre el bloque tectónico regional correspondiente al Macizo de Santander, localizado al Este de la ciudad de Bucaramanga, sobre el flanco centro occidental de la cordillera oriental, limitado por la Falla de Bucaramanga que tiene dirección NW y constituye la estructura regional más importante del Departamento de Santander. La estratigrafía del PNR Cerró La Judía presenta rocas ígneo–metamórficas y sedimentarias con edades que van desde el Precámbrico hasta el Cuaternario, representadas por rocas del Macizo Santandereano y por depósitos de origen fluvial: las rocas metamórficas están agrupadas dentro de la Formación Neis de Bucaramanga distribuidas en la parte centro–oriental del área protegida con abundantes masas de Ortoneis ; las rocas ígneas las cuales están distribuidas sobre la parte oeste y sur del sector de estudio, se encuentran representadas por la cuarzomonzonita de La Corcova de edad mesozoica (Triásico-Jurásico), que intruyen rocas metamórficas más antiguas (Neises); las unidades de origen sedimentario, se localizan en la parte baja del área de estudio, comprendiendo mayoritariamente depósitos aluviales constituidos por flujos paralelos a la Falla de Bucaramanga. OBJETIVO DE LA CONSERVACION DEL AREA Preservar una muestra representativa de los ecosistemas de bosques andinos que se encuentran presentes en las cuencas de los ríos Frío y Lato, los cuales son esenciales para garantizar el suministro del agua en cantidad y calidad adecuadas, conservar el

hábitat natural de las especies de flora y fauna amenazadas, vulnerables, endémicas y/o raras presentes, así como la estructura ecológica principal, representada por los procesos ecológicos propios de estos ecosistemas y promover su conectividad con corredores biológicos y áreas protegidas conexas a los cerros Orientales del Área Metropolitana de Bucaramanga. El estado actual de conservación del área es relativamente aceptable, pero las escarpadas pendientes de los suelos y la alta presión antrópica (por la presión de vivienda campestre su cercanía al Área Metropolitana de Bucaramanga) sobre los recursos naturales suelo-bosque-agua, lo hace vulnerable a los procesos de degradación ambiental. Entre las principales presiones que causan el deterioro ambiental del PNR Cerró La Judía está la deforestación y degradación forestal mediante la tala de corte selectivo de especies forestales maderables de los bosques naturales localizados en pendientes altamente escarpadas, la recogida intensiva de leña y horcones, el sobrepastoreo por el ganado por ampliación de la frontera agropecuaria, la quema de coberturas naturales protectoras, la apertura de vías, homogenización de las coberturas boscosas, incorporación de áreas naturales del ecosistema a la producción. Especies Amenazadas de Fauna Silvestre: La cacería indiscriminada de fauna terrestre y aves, practicada por falta de compromisos efectivos de las autoridades ambientales locales y regionales de participar en su control y manejo, es causa significativa de deterioro en el número de especies y hábitats de fauna silvestre en el ecosistema. Cada especie identificada fue inspeccionada con la lista roja de especies amenazadas de la UICN versión 3.1 y 2004 y con el libro rojo de aves de Colombia. HIDROLOGÍA El área del P.N.R. comprende la división de tres (3) cuencas hidrográficas de tercer orden, las microcuencas de los ríos Frío, Lato y Oro Alto; las microcuencas ubicadas en la subcuenca río de Oro, además tiene un territorio natural con significativa capacidad de oferta y recarga hídrica en el área de jurisdicción de la CDMB, alcanzando un caudal medio estimado de 2,4 m /seg. En total el territorio representa una oferta de 75.690 millones de litros de agua/año. BIODIVERSIDAD Los estudios realizados, determinaron que en un área relativamente pequeña está representada una significativa presencia de la biodiversidad andina Colombiana. Esta diversidad natural está representada por diferentes tipos de vegetación ubicados en la zona andina y los bosques altoandinos, de importante grado de endemismo. Los resultados de los estudios de caracterización de fauna y flora silvestre realizados tanto por la CDMB como por el municipio de Floridablanca en el área del Cerro La Judía, permiten identificar factores relevantes de biodiversidad de grupos de

mamíferos y aves silvestres; de igual manera, es importante resaltar, la presencia de anfibios y reptiles en toda el área de estudio, permitiendo inferir una significativa importancia individual y colectiva de hábitats y nichos ecológicos relacionados con la fauna silvestre. Así mismo, la vegetación presente en las zonas boscosas juegan un papel importante al brindar protección al suelo, servir de hábitat de especies faunísticas, regular agentes contaminantes, regular el ruido y ser una barrera de protección contra los vientos.

Establecimiento de la Herramienta de Pago Por Servicios Ecosistémicos del PNR Cerro La Judía: El proyecto busca identificar la forma en que voluntariamente se realice el Pago por Servicios Ecosistémicos (PSE), dicho enfoque ha recibido considerable atención como herramienta innovadora para financiar inversiones en manejo sostenible de tierras en varios países de Latinoamérica. A nivel de áreas protegidas y cuencas hidrográficas, los servicios hidrológicos son particularmente relevantes: Productores en la parte alta de las cuencas pueden recibir incentivos importantes a través de compensaciones para cuidar la calidad y cantidad de agua que aprovechen los usuarios en la parte baja de las cuencas; otros servicios que están en discusión son la protección de biodiversidad, el almacenamiento de carbono y la protección de la belleza del paisaje natural. Sin embargo, hay importantes desafíos a abordar como el monitoreo y la valorización de los servicios y la sustentabilidad delos mecanismos de pago. Éste proyecto deberá definir el tipo de alternativas que se ajusten a la herramienta, que logre financiar los intereses de los involucrados en el PSA y a la vez que llene las expectativas de los que pagan el servicio (identificar a los propietarios que recibirán el PSE), proponer el tipo de herramienta mediante algún tipo o forma de recaudo (por

ejemplo a través de un recibo de un servicio público, estampilla preservación de las áreas protegidas, un fondo especial para el manejo del áreas protegidas, etc.) organizar el control y la forma sistematizada del pago voluntario del usuario y la f orma de pago a cada uno de los propietarios que se encuentran dentro del área protegida. La Vigencia del PSE de conservación será mínimo de cinco (5) años y como garantía, el beneficiario del PSE debe responsabilizarse por conservar el predio en el estado actual de conservación con el fin de recibir el incentivo, renovable cada año durante toda la vigencia del mismo; caso de incumplimiento del beneficiario, no recibirá el beneficio. La exoneración o rebaja de impuestos, es una alternativa que las administraciones municipales deberán analizar y estudiar, para compensar aquellos propietarios que están dentro de las áreas protegidas declaradas que prestan un servicio ecosistémico y que sus predios no aportan a la producción pero generan un tributo en el recaudo.

Parque Nacional Natural Serranía de Los Yariguíes Posee una vertiente occidental bien húmeda debido a la nubosidad del magdalena, que se descarga sobre la serranía, dando origen a tipos de bosques que van desde el bosque húmedo tropical hasta los bosques altoandinos; y una vertiente oriental, más seca, por la que descienden drenajes de poco caudal. La importancia biológica del sector oriental ha sido reconocido como un refugio biológico del pleistoceno, asì como un centro de endemismos identificados, con nueve especies endémicas (4 en la parte seca y 5 en la parte más húmeda al sur), en la parte más húmeda al sur particularmente a través del programa Áreas de Endemismo de aves (AEA) liderado por BirdLife International (Stattersfield et al. 1997). Igualmente ha sido reconocida por su importancia biológica, especialmente a nivel de ornitología. Localización: El Parque Nacional Natural Serranía de Los Yariguíes o de Los Cobardes, se localiza sobre el costado Occidental de la cordillera oriental colombiana, y se constituye en una unidad bien diferenciada sobre sus estribaciones. Hace parte de las Provincias de Mares, Comunera y Vélez en el Departamento de

Santander, con jurisdicción en 7 municipios: El Carmen de Chucurí, El Hato, Simacota, Santa Helena del Opón, Galán, Chima y San Vicente de Chucurí. La Serranía de los Yariguíes presenta un paisaje de fuertes contrastes: bosques húmedos por el flanco occidental, y secos en el oriental, así como ambientes que varían entre los subtropicales y el páramo, hacen de esta área protegida una zona de especial interés para la conservación de la biodiversidad.

Año de creación: Acuerdo 0027 de agosto 10 de 1993 - aprobado por Resolución ejecutiva 170 del 18 de Noviembre. Localización: El área protegida está ubicada en la región nororiental de Colombia, sobre la cordillera Oriental de los Andes, en jurisdicción de los municipios de Encino, Charalá y Gámbita al sur del departamento de Santander y Duitama (Boyacá). Dirección Sede: Carrera 3 No. 5 - 17 Encino - Santander Extensión: 10.429 hectáreas / Resolución 170 del 18 de Noviembre de 1993. Altura: Entre 2000 y 4000 msnm Clima: Templado - Frío Temperatura: Zona de páramo: Promedio 9.8ºC Zona andina: promedio 12ºC Descripción del área: El Santuario de Fauna y Flora Guanentá Alto Río Fonce, abarca un gradiente altitudinal de bosque andino (70%) y páramo (30%), en el que se ha constituido el mayor reducto continuo de bosque de roble (Quercus humboldtii) existente en Colombia. Además, constituye una destacada estrella hidrográfica que drena sus aguas a uno de los ríos de importancia ecoturística para el Departamento de Santander, el Río Fonce. Objetivos de conservación en el Santuario de Fauna y Flora Guanentá – Alto Río Fonce Objetivos de conservación del área







Conservar y proteger el ecosistema de páramo existente en el área del Santuario, manteniendo la conectividad paisajística con el corredor biológico Onzamos- Guantiva- La Rusia.- Iguaque. Conservar y proteger los valores faunísticos y florísticos del ecosistema de los bosques altoandino y andino presentes en el Santuario, manteniendo la conectividad con sus áreas circundantes. Mantener la oferta hídrica, representada en las lagunas Agua Clara, y Cachalú y los nacimientos del Río Fonce en los páramos de La Rusia y Pan de Azúcar.

Santuario de Fauna y Flora Guanentá – Alto Río Fonce El Santuario hace parte del cinturón de páramos y bosque andino conocido como corredor de conservación Guantiva - La Rusia - Iguaque (Morales et al., 2007), el cual está conformado por un ramal cordillerano que se encuentra semi aislado de la cordillera Oriental dispuesto en sentido suroccidente-nororiente. En general predomina un relieve escarpado y de valles encañonados que se hace más fuerte hacia la zona norte, donde se observan rocas antiguas (ígneas-acidas) formando filos rocosos, grandes escarpes y pendientes irregulares. El clima del Santuario de Fauna y Flora Guanentá Alto Río Fonce, corresponde en su mayoría al isotérmico de bosque húmedo templado; presenta un régimen de lluvias bimodal, con un primer período entre Febrero y Junio, cuyo nivel máximo se presenta en abril y el segundo entre septiembre y diciembre, con pico máximo en octubre; la temperatura media anual para las zonas de páramo se establecen entre 9.8 °C, con valores mínimos por debajo de los 0 °C; y en las zonas bajas del santuario, temperaturas medias de 18 °C y mínimas de 12 °C. Hidrografía: La red hídrica del área protegida está conformada por importantes fuentes, entre ellas, las quebradas Cachalú, California, la Venada, Chamízales, Peña Blancas y Chochal, que drenan sus aguas al río La Rusia, el cual se une a la quebrada los Cercados (también proveniente del Santuario) para formar el río Negro, que junto con el río Guacha dan origen al río Pienta, aguas abajo junto con el río Táquiza en inmediaciones del municipio de Charalá, forman el río Fonce, afluente del Suárez, que al unirse aguas abajo con el río Chicamocha forman el río Sogamoso, tributario del Magdalena. Al occidente del Santuario de Guanentá, nacen los ríos Guillermo, Cañaverales y Virolín, los cuales, al unirse forman el río Oibita, otro gran tributario del la cuenca del rio Suárez. En la cuenca alta del río Fonce, dentro del área protegida, específicamente en las zonas de páramo, se encuentran las lagunas de Aguas Claras, Cachalú y los Cuadros.

Fauna: Dentro de la jurisdicción del Santuario los grupos faunísticos mejor estudiados son anfibios y aves. Para el primer grupo, se han registrado 33 especies, de las cuales tres son endémicas (Atelopus mittermeieri, Eleutherodactylus carlosssanchezi y Nymphargus vicenteruedai), recientemente descritas por Acosta et al., (2006), Arroyo (2007) y Velásquez et al., (2007) respectivamente; otras especies destacadas por su abundancia en el sector "La Sierra" son: Eleutherodactylus merostictus, Eleutherodactylus miyatai y Eleutherodactylus uisae (Gutiérrez-Lamus et al., 2004). Con relación a las aves identificadas en la "La Sierra", la lista presenta 125 especies agrupadas en 36 familias, dentro de las cuales Tyrannidae (17 especies), Trochilidae (14), Thraupidae (10) y Furnariidae (9), son las más diversas. En cuanto al estado de conservación de este grupo, las siguientes especies, se encuentran bajo alguna categoría de amenaza: Odontophorus strophium, Eriocnemis derbiy, Andigena nigrirostris, Campephilus pollens, Hapalopsittaca amazonina, Coeligena prunellei y Macroagelaius subalaris (Castillo & Serrano, 2003) Hasta el momento, la diversidad de mariposas en el área protegida identificadas en un rango altitudinal entre 2500-3000 msnm., arroja 47 especies, entre ellas, las más abundantes son: Lasiophila prosymna, Heliconius clysonymus, Catasticta radiata, Oleria padilla y Morpho lympharis. En mamíferos, se han evidenciado rastros y avistamientos de Tremarctos ornatus (oso de anteojos), Mazama Rufina (venado soche), Cebus albifrons (mono cariblanco), puma, tinajo y pequeños roedores, entre otros. Vegetación: La vegetación paramuna del área protegida, se caracteriza por contar con formaciones vegetales de tipo pajonal-frailejonal, chuscal-frailejonal y arbustal- frailejonal. El complejo de frailejones del Santurario, cuenta con una importante diversidad; de las 87 especies registradas para Colombia, 13 están presentes en Guanentá, entre ellas, dos nuevas especies descritas por Diaz-Piedraita & Rodríguez-(2008): Espeletia cachaluensis y Espeletia chontalensis, además: Espeletia boyacensis, Espeletia grandiflora var. boyacensis, Espeletiopsis pleiochasia, Espeletia murilloi; Espeletia incana (VU), Espeletia Nemekenei (VU), Espeletia congestiflora, Espeletiopsis guacharaca, Espeletiopsis sclerophylla (EN), Espeletia brachyaxiantha (EN), Espeletia discoidea (EN). La franja boscosa, cuenta con importantes rodales de Quercus humboldtii (Roble) y Podocarpus oleifolius (Pino colombiano), y relictos de Polylepis quadrijuga (coloradito) especies categorizadas en amenaza. Así mismo, es refugio de nuevas especies, entre las que se destacan: Condylopodium hyalinifolium y Pentacalia guanentana (Asteraceae), publicadas por Diaz-Piedraita & Méndez (2000) y Diaz-Piedraita & Rodríguez (2011), respectivamente.

A nivel general, la composición florística del Santuario, de acuerdo con Rodríguez (2008), está constituida por 494 especies, 151 géneros, y 106 familias de plantas con flores y helechos. Dentro de las cuales, las mejor representadas a nivel específico son: Asteraceae (64 spp), Orchidaceae (39), Rubiaceae (38), Melastomataceae (29) y Ericaceae (24); y a nivel génerico: Asteraceae (20), Orchidaceae (17), Rubiaceae (17), Ericaceae (13) y Melastomataceae (13). Cultura y Sociedad del Santuario de Fauna y Flora Guanentá – Alto Río Fonce Comunidades presentes en el área: En el costado sur de la zona de influencia del Santuario, se encuentra el campesino alto andino, algunos de ellos habitantes del páramo, con una fuerte influencia boyacense; hacia el norte, en las zonas más bajas, esta el campesino influenciado por una cultura cafetera, de ascendencia santandereana; en las inmediaciones del área protegida se mezclan y confunden los ancestros muiscas (por el sur), laches (al oriente) y guanes (por el norte y occidente), con el mestizaje hispánico; socioculturalmente, las comunidades de esta región son muy afines, con una misma idiosincrasia y un gran sentido de pertenencia hacia su entorno, dado que habitan una región que aún mantiene muchas áreas de importancia ambiental.

Año de creación: 1988 Localización: Municipio de La Playa de Belén, Norte de Santander Extensión: 640.62 hectáreas Altura: 1400- 2100 msnm Clima: Templado Temperatura: 17 - 23ºC

Área Natural Única Los Estoraques Al recorrer sus senderos se puede apreciar un sinfín de figuras de apariencia fantástica esculpidas por la erosión en la piedra rojiza. Una pequeña planicie verde de suaves pastos que ondulan al viento, surcada por senderos de piedra blanca muy bien delineados, es la antesala a uno de los espectáculos más sorprendentes de la naturaleza: formaciones esculpidas por una erosión severa que ha originado una serie de columnas o pedestales de variadas

formas y figuras, así como grandes cárcavas que se complementan con colinas, crestas de montañas y valles de quebradas con pozos ideales para disfrutar de un refrescante baño.. El desarrollo de las diversas formas y relieves de la zona se debe a la fácil meteorización de las rocas y al concurso de la lluvia y el viento que producen una erosión acelerada. Caminar por Los Estoraques es como recorrer una obra de arte que recuerda las ruinas de castillos medievales, en donde las texturas y los colores contrastantes de las rocas y la vegetación se combinan para dar origen a sensaciones que permiten interpretar de diversas formas este escenario natural único con sus innumerables matices. Esta es una de las razones por las cuales, entre otros muchos visitantes, el Área Natural Única Los Estoraques es frecuentada por los estudiantes de los programas de artes plásticas de diferentes universidades del país. Naturaleza y Ciencia del Área Natural Única Los Estoraques Ecosistemas: Como consecuencia de la ampliación de la frontera agrícola, el área ocupada por el bosque primario, y en general por la vegetación silvestre, ha sido destruida en gran parte quedando reducida a algunos sitios en las zonas altas (2.000-2.200 msnm) que corresponden a robledales, bosques jóvenes con un gran potencial de crecimiento. Las otras áreas de la parte baja (1.600 msnm) están cubiertas por bosque seco subandino, que se caracteriza por una vegetación arbórea de bajo porte y arbustiva que por su densidad o tipo deben considerarse raras y predominantes de las zonas secas. Hidrografía: El área natural está en la cuenca alta del río Catatumbo, subcuenca del río Algodonal, alimentada por las quebradas Volcán Blanco, La Media y La Vaca, que drenan sus aguas al río Playón, y la quebrada Alcantarillas, cuyo cauce permanece seco casi todo el tiempo y sólo en épocas de invierno o de lluvias fuertes extemporáneas tiene un caudal circulante. En la zona alta está la quebrada La Honda, que atraviesa parte del área y cuyo caudal abastece el acueducto urbano de La Playa. La quebrada Caldo Huevo sirve de límite del área en la zona alta y en el norte y su caudal abastece el acueducto rural de las veredas Piritama y Tenería. Fauna: La fauna de la región es bastante rica en especies, muchas de ellas endémicas, aunque representadas por poblaciones pequeñas. Esto indica que se trata de una fauna frágil. Dada la influencia preponderante de la vegetación sobre la fauna, ésta se distribuye conforme a la composición de la floresta dominante. Los hábitats de la vida silvestre en el Área Natural Única Los Estoraques han sufrido cambios notables por la intervención del hombre. La caza, la tala de los bosques y la introducción de cultivos y

animales domésticos han limitado el número de especies de la fauna silvestre y la cantidad de individuos por especie. Vegetación: Los árboles más comunes son en el área protegida son el "mantequillo", el "arrayán", el "rampacho o raque", el "mapurito", el "loqueto", y los "encenillos". Dentro de las especies arbustivas se encuentran el "peralejo", el "chaparro", el "guayabo, el "chirca o chilco", el "papamo", el "uvito negro", el "clavelillo" y la especie endémica Calyptranthes estoraquensis. Cultura y Sociedad Área Natural Única Los Estoraques Comunidades presentes en el área: Campesinos: Dentro del área protegida no se encuentran asentamientos humanos. La Playa de Belén, la población más cercana, es nueva entre sus vecinas de la Provincia de Ocaña, pues su origen se remonta al año de 1857, cuando Obispo de Santa María, Fray Bernabé Rojas, se encontraba de visita pastoral y se hospedó en el sitio de Patatoque en casa del señor Jesús Rueda, en donde celebró una misa; allí se concedió licencia para edificar una capilla dedicada a San José, en el paraje de Llano Alto. Con la construcción de la capilla quedó iniciada la fundación de La Playa de Belén, nombre dado el 4 de diciembre de 1862, fecha en que se verifico la bendición solemne de la capilla, la cual ya estaba rodeada por algunas casas que trataban de formar una pequeña plaza. La Playa de Belén es el núcleo urbano de la población campesina de la región.