Apuntes Historia

8 REPASA LA UNIDAD 1. La crisis del despotismo ilustrado: Carlos IV. 1.1. Las características del reinado El reinado d

Views 115 Downloads 2 File size 257KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

8

REPASA LA UNIDAD

1. La crisis del despotismo ilustrado: Carlos IV. 1.1. Las características del reinado El reinado de Carlos IV, de 1788 a 1808, fue el inicio de la crisis del despotismo ilustrado. Manuel Godoy, su valido, fue el principal responsable político de España entre 1792 y 1808, y consiguió que el Gobierno español dependiera cada vez más de Francia, en su tradicional alianza frente a Reino Unido. Las consecuencias del conflicto con Inglaterra, así como los problemas de la Hacienda, llevaron al aumento de una férrea oposición contra Godoy. 1.2. El motín de Aranjuez Godoy planeó trasladar a los monarcas frente a una posible amenaza francesa. El resultado fue un levantamiento popular, favorecido por los partidarios de Fernando VII, que terminó con la abdicación de Carlo IV, y la posibilidad de Napoleón de instaurar en España una monarquía satélite de Francia. 2. La crisis de 1808: la Guerra de la Independencia 2.1. El origen de la guerra En 1807 Napoleón, para someter Portugal, introdujo tropas en lugares estratégicos de la Península y logró que Carlos IV y Fernando VII renunciaran a la corona española, que ofreció a su hermano José Bonaparte. Estaba decidido a instaurar en España una monarquía satélite de Francia, pero se encontró con una inesperada oposición armada que dio lugar a la Guerra de la Independencia entre 1808 y 1814. En Madrid, el enfrentamiento desembocó en un motín popular el 2 de mayo de 1808. 2.2. El carácter de la guerra La Guerra de la Independencia fue un proceso complejo. Por un lado, fue un conflicto en el que no estuvieron inmersos únicamente España y Francia, sino también Inglaterra y Portugal. Tuvo un marcado carácter de guerra civil al encontrar dentro de la población española defensores y detractores del nuevo gobierno. El apoyo a Francia se encontraba principalmente en el deseo de evolución y desarrollo de España para ponerse al nivel de otros países europeos. Además, hubo una crisis política consecuencia de un cambio total en el sistema de gobierno. 2.3. Las etapas de la guerra Hay tres períodos fundamentales en los que las tropas francesas no encontraron una gran oposición, exceptuando la guerra de guerrillas llevada a cabo por la resistencia local, hasta la entrada en el conflicto armado de Inglaterra y Portugal. Tras varias etapas, tuvo lugar la derrota de las tropas francesas y la firma del Tratado de Valençay en 1813, por el que Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España. 3. La revolución política: las Cortes y la Constitución de Cádiz 3.1. El modelo político de José Bonaparte Durante la guerra se enfrentaron también dos modelos políticos. El encarnado por José Bonaparte aprobó una nueva ley fundamental, el Estatuto de Bayona.

MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A.

Historia de España 2º. Bachillerato

8

REPASA LA UNIDAD

3.2. El modelo político nacional: de las juntas a las Cortes En el bando de los «patriotas» se produjo una revolución política: surgieron nuevas instituciones como las juntas y las Cortes, y la única legitimidad de dichas instituciones procedía del pueblo español. 3.3. La labor legislativa y la Constitución de 1812 Las Cortes de Cádiz aprobaron medidas que desmantelaban los fundamentos políticos, sociales y económicos del Antiguo Régimen y su reforma más relevante fue la aprobación de la Constitución de 1812. Sus principales fundamentos son: la soberanía nacional, la separación de poderes, el reconocimiento de derechos individuales, la proclamación del catolicismo como religión oficial, la adopción de un nuevo sistema electoral y la democratización de la vida municipal. 4. El reinado de Fernando VII: entre el absolutismo y el liberalismo 4.1. La restauración del absolutismo (1814-1820) En 1814, Fernando VII anuló las reformas aprobadas en las Cortes, incluida la Constitución de 1812, utilizando el Manifiesto de los persas como un documento que representaba a toda la nación. La vuelta al absolutismo creó problemas insalvables que desembocaron en varias sublevaciones. 4.2. El Trienio Liberal (1820-1823) El pronunciamiento en 1820 de Riego triunfó y provocó un cambio político que dio comienzo a una nueva etapa, el Trienio Liberal, de 1820 a 1823. En este tiempo, se intentaron aplicar las reformas aprobadas por las Cortes de Cádiz. Al mismo tiempo que las reformas eran puestas en marcha y el liberalismo se desarrollaba en distintos grupos, un grupo importante de opositores al Trienio Liberal iniciaron rebeliones. Este periodo liberal finalizó la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis. 4.3. La reacción absolutista (1823-1833) A continuación se inició una década absolutista, entre 1823 y 1833, en la que destacó la represión contra los liberales y la radicalización de realistas. Poco antes de la muerte de Fernando VII, en 1833, se desencadenó un problema sucesorio que convirtió a los absolutistas en carlistas. 5. La emancipación de la América española 5.1. Rasgos generales La independencia de los territorios americanos presentó características propias: el descontento con las medidas administrativas y fiscales adoptadas por los Borbones, la oportunidad política de la crisis de la metrópoli y el protagonismo de los criollos (mientras que los indígenas y las masas populares combatieron indistintamente en el bando español y en el criollo). 5.2. El desarrollo regional La emancipación se desarrolló en diferentes etapas, entre 1808 y 1825, que estuvieron muy vinculadas a las vicisitudes de las políticas de España. Mientras que los virreinatos de Río de la Plata y Nueva Granda iniciaron la revolución dentro de su territorio, la emancipación del virreinato del Perú fue impuesta desde el exterior y por las armas. En el virreinato de Nueva España, el movimiento iniciador de la rebelión no fue de criollos ricos o militares, sino que fue un movimiento de masas con contenido social.

MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A.

Historia de España 2º. Bachillerato

8

REPASA LA UNIDAD

5.3. Repercusiones económicas de la emancipación En el ámbito económico la independencia provocó el incremento del déficit del presupuesto del Estado español, que se vio abocado a buscar nuevas fuentes de ingresos. 6. La obra de Goya como testimonio de una época Testimonio privilegiado de esta turbulenta época fueron las pinturas, dibujos y grabados del aragonés Francisco de Goya (1746-1828). Este artista ilustrado colaboró con los franceses y reflejó la Guerra de la Independencia en sus obras.

MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A.

Historia de España 2º. Bachillerato

Tema nº 4

Luis José Sánchez Marco

EL REINADO DE FERNANDO VII: LIBERALES Y ABSOLUTISTAS. El reinado de Fernando VII se debatió entre el absolutismo y el liberalismo dando lugar a la quiebra del Antiguo Régimen. Su reinado se dividió en tres periodos: 

Restauración absolutista:1814-1820,



Trienio liberal o constitucional: 1820-1823,



Década ominosa: 1823-1833, último periodo de monarquía absolutista.

RESTAURACIÓN ABSOLUTISTA (1814-1820) Se produjo con el retorno de Fernando VII en marzo de 1814, después de la firma del Tratado de Valençay con Napoleón que retiraba sus tropas de España, lo que suponía el final de la Guerra de la Independencia, y la restitución del trono a Fernando VII.

El Rey retrasó su llegada a Madrid, donde le esperaban las Cortes para que jurara la Constitución y desde Francia se dirigió a Barcelona y luego Valencia. Un grupo de diputados de ideología absolutista publicó “el Manifiesto de los Persas” solicitando al monarca la restauración del absolutismo. También contó con el apoyo del Capitán General de Valencia, el General Elio, reconocido absolutista.

Fernando VII valoró los apoyos con que contaba en el interior de España para restaurar el absolutismo, se dirigió a Madrid donde abolió la Constitución de Cádiz seguida de una durísima represión. Disolvió las Cortes, persiguió a los liberales, ejecutó a sus principales líderes, restableció los Consejos y la Inquisición y devolvió los bienes al clero. Sin embargo, el movimiento liberal persistió en las ciudades donde la burguesía (comerciantes, industriales y profesionales) actuaban en contra del régimen absolutista desde la clandestinidad, formando sociedades secretas que conspiraban para derribarlo. Hubo múltiples pronunciamientos militares liberales para restaurar la Constitución (Espoz y Mina, Porlier..) todos fracasados. Solamente tuvo éxito el protagonizado por el coronel Rafael Riego que se sublevó en Cádiz al mando de un destacamento preparado para embarcar a las colonias americanas en pie de guerra por su independencia (que conseguirán en este periodo). En enero de 1820, Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución y se inició el segundo periodo de su reinado.

1

Tema nº 4

Luis José Sánchez Marco

EL TRIENIO LIBERAL O CONSTITUCIONAL, (1820-1823)

Fue

el primer ensayo de gobierno constitucional y una experiencia insólita en la

Europa de la Restauración. El rey actuó dificultando la labor y conspirando solicitando la ayuda a la Santa Alianza (organismo internacional formado por Prusia, Rusia y Austria que velaba por el mantenimiento del absolutismo en toda Europa. A este organismo se sumó en 1818 Francia)

El gobierno liberal restableció gran parte de las reformas de Cádiz: la supresión de señoríos jurisdiccionales y mayorazgos, de los gremios, de las aduanas interiores, desamortizaciones de tierras de monasterios, libertad de creación de industrias, abolición de la Inquisición, restablecimiento de las libertades políticas y de los ayuntamientos constitucionales, modernización de la política y la administración bajo los principios de la racionalidad y la igualdad. Crearon la Milicia Nacional, cuerpo de voluntarios de clases medias urbanas para garantizar el orden y defender las reformas constitucionales. Las reformas suscitaron la oposición de la monarquía que veía reducido su poder . La nobleza y la Iglesia animaron las revueltas sobre todo de parte del campesinado que se sintió más pobre e indefenso al romperse los vínculos señoriales y encontrarse sin tierras que cultivar o con arrendamientos que no podían pagar. Así se alzaron partidas absolutistas en Cataluña, Navarra, Galicia y el Maestrazgo aragonés, territorios donde abundaban los pequeños propietarios agrícolas. Las grandes dificultades dieron lugar a enfrentamientos entre los propios liberales que se dividieron. Un sector, los moderados o doceañistas (Argüelles, Martínez de la Rosa...) eran partidarios de reformas con prudencia e intentar no enemistarse con el rey y la nobleza. Por otro lado, los exaltados (Riego) planteaban la necesidad de acelerar las reformas y del enfrentamiento, confiando en el apoyo de los liberales de las ciudades, parte del ejército, los intelectuales y la prensa.

La situación internacional no era partidaria del liberalismo, las potencias europeas habían creado la Santa Alianza en 1815 para evitar la extensión del liberalismo por ningún país europeo, y en el Congreso de Verona de 1822 se acordó la intervención en España de un ejército francés para restaurar a Fernando VII en sus legítimos privilegios y poder absoluto. En abril de 1823 se produjo la invasión de un ejército “los Cien Mil Hijos de San Luis” que restauró el absolutismo.

2

Tema nº 4

Luis José Sánchez Marco

LA DÉCADA OMINOSA (1823-1833) Con la restauración del absolutismo, vuelve la represión y el exilio de los liberales, pero la política fue más moderada. No se restableció la Inquisición y se realizaron reformas hacendísticas ante las dificultades económicas (se intentó sanear la Hacienda, confeccionando un presupuesto estatal, se reglamentó un

Código de

Comercio, y se fundó el Banco de San Fernando -origen del futuro Banco de España-). El régimen tendrá una doble oposición, la de liberales, con pronunciamientos fallidos como el general Torrijos que fue ejecutado, y la represión que llevo al cadalso a María Pineda por bordar en una bandera nacional la palabra “Libertad” y la de “ultrarrealistas” o intransigentes dentro de los absolutistas que se agrupó entorno a Carlos María Isidro de Borbón (hermano del rey Fernando VII)

En 1830 la enfermedad del rey planteó el problema sucesorio. Por la ley vigente. La Ley Sálica las mujeres no podían reinar en España. En 1789 Carlos IV había promulgado una Pragmática Sanción que la derogaba, pero no se publicó esta Ley, por lo que no tuvo valor jurídico. En 1830 Fernando VII ante la posibilidad de que la reina Mª Cristina (su cuarta esposa), embarazada diera a luz una niña, publicó esta Pragmática Sanción , otorgándole validez jurídica. Sin embargo en hermano del Rey el Infante Carlos María Isidro no reconoce validez a esta publicación de esta Ley (se publica 40 años después de haber sido promulgada) y se proclama heredero del trono a la muerte de su hermano. Más que un problema de validez jurídica lo que se dio es una división entre los partidarios políticos del Rey y de su hermano.

Antes de su muerte en 1833 el Rey proclamó heredera su hija que fue proclamada reina como Isabel II bajo la regencia de la Reina Gobernadora Mª Cristina. Ésta contó con el apoyo de los sectores liberales, que vieron en la Regente una posibilidad de instaurar el régimen liberal. A los partidarios de la reina y de la regente se les llamó isabelinos o cristinos El Infante Carlos María Isidro se autoproclamó rey como Carlos VI, con el apoyo de los sectores más absolutistas de España. A sus partidarios de les llamó carlistas. Iniciándose la I guerra carlista (1833-1837).

3

9

REPASA LA UNIDAD

1. La oposición al sistema liberal: las guerras carlistas. Unión dinástica 1.1. Ideario y apoyos sociales del carlismo. La cuestión floral Los primeros pasos del régimen liberal en España coincidieron con la Primera Guerra Carlista, de 1833 a 1840. Los factores que explicaron este conflicto fueron la cuestión sucesoria, el enfrentamiento ideológico y un amplio respaldo social del carlismo por la población de las zonas rurales, así como de la baja nobleza y parte de la Iglesia. 1.2. La Primera Guerra Carlista 8(1833-1840) Se desarrolló en cuatro etapas, que finalizaron, en el norte, con el Convenio de Vergara en 1839 y el exilio de Carlos María Isidro y de los últimos combatientes que no estaban de acuerdo con la paz firmada. 1.3. El carlismo después de 1840 El carlismo se mantuvo militarmente activo a lo largo del siglo XIX, provocando la Segunda Guerra Carlista, entre 1846 y 1849, y la Tercera Guerra Carlista, entre 1872 y 1876. Estos últimos levantamientos perjudicaron gravemente a Navarra y País Vasco, que vieron sus derechos reducidos. 2. Isabel II: la consolidación del régimen liberal 2.1. La minoría de Isabel II y las regencias (1833-1843) Durante el reinado de Isabel II se adoptaron medidas destinadas a asentar definitivamente en España el Estado liberal. Entre 1833 y 1843, en la minoría de edad de la reina, ejercieron la regencia, primero su madre, la reina María Cristina, y, a partir de 1840, el general Espartero. En esta etapa de gobiernos liberales se fue desmantelando el Antiguo Régimen de manera gradual y se promulgó la Constitución de 1837. 2.2. El reinado efectivo (1843-1868) En la mayoría de edad de Isabel II se procedió a la auténtica construcción del nuevo Estado liberal en tres fases: la Década Moderada, en la que se promulgó la Constitución de 1845; el Bienio Progresista, durante el cual se restauraron leyes y organismo de 1830 y se culminó el proceso desamortizador, y un período de alternancia entre moderados y la Unión Liberal. La oposición promovió la Revolución de septiembre de 1868 y el exilio de Isabel II. 3. El Sexenio Democrático (1868-1874) 3.1. La revolución y la búsqueda del rey (1868-1870) A partir de entonces se desarrolla el Sexenio Democrático, de 1868 a 1874, que constituyó el primer intento de establecer en España una democracia basada en el sufragio masculino. El Gobierno provisional promovió las Cortes Constituyentes, que promulgaron la Constitución de 1869, implantaron numerosas medidas económicas, como impulsar el liberalismo en los mercados, y se buscó a un nuevo monarca para España. 3.2. La monarquía de Amadeo I Para ocupar el trono español se eligió a Amadeo I de Saboya, cuyo reinado, de 1871 a 1873, no logró proporcionar estabilidad al sistema y terminó con la abdicación del rey. 3.3. La Primera República Tras la abdicación de Amadeo, el cambio de sistema de gobierno se convirtió en una solución de urgencia, estableciéndose la Primera República española en 1873, que intentó convertirse en un régimen federal. Sin embargo, para sofocar el cantonalismo, dio un giro a la derecha y derivó en una república autoritaria. Finalmente, un pronunciamiento militar, en diciembre de 1874, impuso la Restauración monárquica. 4. Las transformaciones económicas del siglo XIX

MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A.

Historia de España 2º. Bachillerato

9

REPASA LA UNIDAD

4.1. La evolución demográfica La población española del siglo XIX tuvo un escaso crecimiento ya que se mantuvo dentro del modelo demográfico antiguo, al que se unieron los numerosos movimientos migratorios a zonas industriales y territorios de ultramar. 4.2. Los cambios agrarios La desamortización, en sus diferentes etapas, fue fundamental para la reforma agraria. Permitió variar el régimen de la propiedad e introducir innovaciones técnicas, de cultivos y de gestión. Esto supuso el aumento de la superficie cultivada y la mejora de la productividad. 4.3. Recursos mineros y fuentes de energía La explotación minera comienza su explotación a partir de la Ley de Minas de 1868, que facilitó la llegada de capital extranjero. Alrededor de las zonas mineras surgieron numerosas industrias y redes de ferrocarriles. 4.4. El proceso industrializador Si cerca de las minas se situaba la industria siderúrgica, otras como la textil algodonera se dirigieron hacia Cataluña. Sin embargo, la creación y expansión de estas fábricas de mayor tamaño no cambió el hecho de que las industrias más representativas del siglo XIX seguían siendo los talleres, las manufacturas y la producción a domicilio. 4.5. Transportes y comunicaciones Las características orográficas del suelo español, así como los continuos conflictos bélicos habían provocado el aumento del bandolerismo y la inseguridad en el transporte. Esto hizo necesaria la promulgación de la Ley de Ferrocarriles en 1855, pues la existencia de una red de transportes y comunicaciones era fundamental para la integración de las actividades económicas nacionales. 4.6. Comercio exterior y financiación En materia de comercio se adoptaron medidas mayoritariamente proteccionistas, que favorecían a los industriales y los productores de cereales. Dos acciones llevadas por los gobiernos tuvieron gran repercusión para la economía: la aparición de la peseta, que dio estabilidad a la moneda de cambio, y la reforma de la Hacienda gracias a la Ley Mon-Santillán de 1845.

MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A.

Historia de España 2º. Bachillerato

TEXTO 7: NORMAS DESAMORTIZADORAS DE MENDIZÁBAL. Atendiendo a la necesidad y conveniencia de disminuir la deuda pública consolidada, y de entregar al interés individual la masa de bienes raíces, que han venido a ser propiedad de la nación, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían con seguirse por entero en su actual estado, o que se demorarían con notable detrimento de la riqueza nacional, otro tanto tiempo como se tardara en proceder a su venta: teniendo presente la ley de 16 de enero último y conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros, en nombre de mi excelsa hija la reina doña Isabel II, he venido en decretar lo siguiente: Artículo 1.° Queden declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de cualquier clase, que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas, y los demás que hayan sido adjudicados a la nación por cualquier título o motivo, y también todos los que en adelante lo fuesen desde el acto de su adjudicación. Artículo 2º Se exceptúan de esta medida general los edificios que el gobierno destine para el servicio público o para conservar monumentos de las artes, o para honrar la memoria de hazañas nacionales. El mismo gobierno publicará la lista de los edificios que con este objeto deben quedar excluidos de la venta pública. (Decreto de 19 de febrero de 1836) CONTEXTO HISTÓRICO Este decreto de 1836 se enmarca dentro de las reformas de un liberalismo que se irá consolidando en la regencia de Mª Cristina, durante la minoría de edad de la futura Isabel II, heredera al trono tras ser derogada la ley Sálica (prohibición de reinar a las mujeres) por su padre Fernando VII. Este hecho provocó una guerra civil, la primera guerra carlista, entre los partidarios de Carlos María Isidro, hermano del rey y el bando isabelino. En plena guerra carlista, momento en que se promulga este decreto (habrá otras dos guerras carlistas en el XIX), la Reina Gobernadora se apoya más por necesidad que por convicción en los ministros liberales, primero en los moderados liderados por Martínez de la Rosa y más tarde en los progresistas de Mendizábal. La desamortización del ministro Mendizábal persiguió un doble objetivo: por un lado, obtener recursos económicos tan necesarios para la guerra carlista y para liberar la Deuda Pública (que empezaba a ser un lastre considerable para la economía española); y por otro, atraerse a una clase media burguesa-rural hacia las posiciones del liberalismo. Una vez nacionalizados los bienes, la subasta pública debía permitir que la burguesía agraria (la única capaz en el medio rural, se hiciese con esas tierras, vinculando su apogeo económico al régimen liberal que se lo había facilitado.

IDEAS IMPORTANTES El presente texto se argumenta en tres ideas: La exposición de motivos, los bienes que van a ser expropiados y la protección del Estado de determinados bienes. En la exposición de motivos se aclaran los motivos por los que se va a realizar la desamortización: - Motivos económicos: Disminuir la Deuda Pública consolidada, esto es la Deuda a largo plazo, que venía aumentando constantemente desde el reinado de Carlos IV, y cuyos intereses estaban ahogando a la Hacienda Pública. - Motivos sociales: Poner en manos de propiedad privada las tierras que ahora eran propiedad del estado, al objeto de que las manos privadas puedan estimular la agricultura y el comercio, acelerando los procedimientos que se estaban realizando con los bienes que ya estaban en poder de la nación. En el artículo 1º pone en venta todos esos bienes que menciona en poder de la nación, que desde los decretos de 1835 en los que se suprimía algunas instituciones religiosas (Inquisición, Cía. de Jesús, monasterios y conventos de menos de 12 profesos, y supresión y reforma de algunas monasterios y conventos), había hecho que los bienes de estas instituciones pasara a la nación. En el artículo 2º se establece una medida que permitía mantener en poder del Estado, algunos bienes, en general edificios de valor artístico o histórico, hay presente una idea de “Patrimonio nacional” en el que esos monumentos formarían parte, es de resaltar la expresión honrar la memoria de hazañas nacionales, dado que la mayoría de los personajes de la historia de España estaban enterrados en iglesias, y la manera de proteger ese patrimonio de un nuevo estado nacional que se está gestando, sería que el estado se quedase con esos edificios y monumentos.

CONCLUSIÓN El resultado político y económico de la desamortización no fue el deseado por Mendizábal.: - Para la Hacienda los ingresos fueron escasos pues se admitieron como pago títulos de deuda pública por su valor nominal, que con la fuerte devaluación que había, su valor real era muy inferior. - Las leyes y decretos desamortizadores produjeron otro efecto negativo y no deseado: la pérdida, destrucción o dispersión de patrimonio histórico-artístico y documental, que fue expoliado y perdido (archivos, bibliotecas de conventos, obras de arte, edificios saqueados y abandonados a su suerte...). Pese a que algunos se salvaron al quedar en manos del Estado para uso público. Aunque los resultados no fueron los esperados, con esta desamortización se afianzó la necesaria reforma agraria liberal para crear un mercado capitalista. Este proceso continuó durante todo el siglo XIX y parte del XX.