Antologia de Identidad, Territorio y Comunidad

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA INDÍGENA DE MÉXICO Unidad académica: Choix Programa educativo: Ingeniería Forestal Comunitaria As

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA INDÍGENA DE MÉXICO

Unidad académica: Choix Programa educativo: Ingeniería Forestal Comunitaria

Asignatura: Identidad, Territorio y comunidad

Temática: Identidad y Desarrollo territorial

Facilitador educativo: Lic. Ramón Fierro Lara

Fecha de inicio: 04 de Septiembre de 2015

ÍNDICE DE LECTURAS IDENTIDAD, TERRITORIO Y COMUNIDAD UNIDAD I: DESARROLLO TERRITORIAL COMUNITARIO 1.1.- Territorio 1.2.- Comunidad 1.3.- Cultura 1.4.- Identidad y territorio UNIDADII: TEORIAS DEL DESARROLLO 2.1.- ¿Qué es el desarrollo? 2.2.- Desarrollo comunitario 2.3.- Desarrollo territorial 2.4.- Desarrollo social y humano UNIDAD III.- TERRITORIO Y DESARROLLO SUSTENTABLE 3.1.- Desarrollo sustentable 3.2.- Recursos territoriales 3.3.-Limitaciones y aportaciones del territorio 3.4.- Territorio y reapropiación social 3.5.- Construcción del territorio UNIDAD IV.- ACTORES Y EL TERRITORIO 4.1.- Dinámicas territoriales 4.2.- Actores socio-territoriales 4.3.- Espacio territorial 4.4.- Lo rural y lo urbano 4.5.- Territorialidad rural y actividades económicas

PRESENTACIÓN OBJETIVO: El objetivo principal es que esta antología sirva de apoyo para el titular académico en el desarrollo de esta asignatura. Pretendiendo lograr la participación de todos los titulares académicos mediante dinámicas durante el desarrollo del curso. Lograr que el titular académico adquiera las herramientas para analizar y discutir el concepto de identidad y territorio partiendo de la premisa de comunidad. Conseguir que el titular académico adquiera las herramientas teóricas para entender las dinámicas territoriales, así como sus funciones y responsabilidades como agentes del territorio.

JUSTIFICACIÓN: Con el desarrollo de esta antología el titular académico podrá analizar detalladamente los conceptos acerca de la idea de desarrollo territorial, donde en cada una de las unidades. Así como la relación comunidad y territorio encaminada a lograr el desarrollo territorial comunitario.

SUGERENCIAS PARA ABORDAR LAS LECTURAS El lector deberá entender cada una de las unidades después de una lectura clara y precisa de cada uno de los temas acompañada de una exposición y resumen de cada unidad analizada y discutida en cada sesión por parte de los titulares académicos de acuerdo a el orden del programa y la asignación de actividades ya sea individual o en grupo.

CONTENIDO Territorio: el territorio es considerado como un producto social e histórico -lo que le confiere un tejido social único-, dotado de una determinada base de recursos naturales, ciertas formas de producción, consumo e intercambio, y una red de instituciones y formas de organización que se encargan de darle cohesión al resto de los elementos. Al menos cuatro ventajas pueden derivarse de esta noción de territorio: I.

explica

mejor

las

relaciones

intersectoriales

y

potencia

el

trabajo

multidisciplinario; II. permite integrar los ejes fundamentales del desarrollo sostenible; es decir, los aspectos de organización económica, de relación con el medio natural, de organización social y política, y de articulación de los elementos culturales del territorio; III. permite entender y gestionar el desarrollo más eficientemente, en colaboración con los actores locales; y IV. potencia la integración del conocimiento acumulado por nuestras sociedades a fin de alcanzar un desarrollo armónico y democrático.

Comunidad: La forma de expresión más natural y orgánica de toda relación interhumana es la Comunidad, entendida como el agrupamiento colectivo que tiene entre sus elementos componentes un vínculo de unión de carácter espontáneo y natural. Las Comunidades son agrupamientos naturales, formados espontáneamente, de manera inconsciente y sin finalidad querida de antemano por los hombres al constituirse. Son las verdaderas y auténticas sociedades. No podemos concebir la existencia humana colectiva sin suponerla realizada como mínimo en las formas comunitarias.

Cultura: existen muchas definiciones acerca del concepto de cultura por lo cual no resulta difícil la discusión de este tema pero tomaremos como referencia la

propuesta de Sergio Sepúlveda (2008) donde se encuentra el ser humano, su organización social, cultura, modos de producción y patrones de consumo. Se trata, entre otros, de un proceso de fortalecimiento de sujetos, grupos y organizaciones para que puedan constituirse en actores sociales y consolidarse como tales. De ahí que la equidad destaque como uno de los objetivos primordiales del desarrollo.

Identidad y territorio: La reorientación de las sociedades latinoamericanas hacia el desarrollo sostenible entraña procesos de cambio cultural de mediano y largo plazo. Para el IICA, estos procesos deben impulsarse en correspondencia con la historia y la heterogeneidad de cada territorio, y con una visión a futuro de las posibilidades de desarrollo regional y nacional. Con respecto a la identidad cultural, se reconoce que los territorios rurales han servido de hogar, durante milenios, a múltiples generaciones humanas y les han otorgado, además, un sentido de pertenencia. Así, se han originado numerosas formas de apropiación del territorio, las cuales, a su vez, han incidido en el estado de los recursos naturales. El punto de partida para el diseño y la implementación de propuestas de desarrollo rural es, entonces, un proceso de transformación de doble vía. Es desde la diversidad del tejido social, con sus múltiples redes, que se construyen los significados y procesos que posibilitan la gestión del desarrollo sostenible. La diversidad sociocultural, por su parte, está siempre articulada a las características ambientales, económicas y político institucionales que ponen de manifiesto la multidimensionalidad del desarrollo. El sentido de sinergia se sustenta en el análisis multidimensional, el cual identifica nudos críticos de equilibrio o desequilibrio en el territorio como un todo. Las prácticas de las poblaciones humanas, así como las instituciones por las que se

rigen,

repercuten,

indefectiblemente,

en

los

componentes

social,

políticoinstitucional, económico y ambiental de los territorios, y pueden impulsar

una coincidencia de acciones que conduzcan a la sostenibilidad, o bien acrecentar, las condiciones de desequilibrio. ¿Qué es el desarrollo?: Esencialmente, hay dos formas básicas de pensar el desarrollo, entendido como mejoras en las condiciones de vida, junto a los cambios necesarios para su realización. Las mejoras, y la agencia y fuerzas impulsoras del cambio, son elementos de orden teórico –en tanto formulación de ideas en el contexto de condiciones cambiantes en el tiempo. Los diversos esfuerzos por teorizar y analizar las dinámicas del desarrollo a lo largo del tiempo, en estas condiciones cambiantes, pueden situarse en dos categorías o perspectivas. Una es la de los actores y las agencias participantes, es decir, la de las estrategias puestas en práctica para lograr el desarrollo. Podríamos denominar esto como la visión estratégica del desarrollo, que supone que este es el resultado de acciones o de políticas puestas en práctica para lograr una especie de meta previamente definida –un asunto de agencia, fines y medios. La otra forma de concebir el desarrollo es, no como resultado de la agencia o puesta en práctica de una estrategia o acción consciente dirigida a un cambio progresivo, sino como el resultado del funcionamiento de un sistema, entendido este como el conjunto de prácticas establecidas que conforman la estructura institucional y social del sistema.

Desarrollo comunitario: en un principio, es decir, en los años cincuenta y sesenta, el desarrollo se entendía como , definido y medido en términos de de expansión de la producción nacional. En su forma socialista, la idea fue institucionalizada como el derecho de todos los ciudadanos a salud, educación, empleo y vivienda, así como la libertad frente a la pobreza y necesidades; el derecho a compartir con equidad, aunque no fuera con igualdad, el producto social.

Desarrollo social y humano: la noción del desarrollo humano del PNUD, que puede verse como la fusión de las ideas de progreso, igualdad y libertad en una teoría en la que el desarrollo es sobre todo un asunto de libertad que amplía las opciones disponibles para cada individuo y estimula a los individuos para que aprovechen sus ≪oportunidades≫, siendo el papel del Estado el de igualar el campo de juego, abrir y reformar cada institución para asegurar una mayor inclusión social y capacitar a los individuos para que aprovechen las oportunidades que ofrecen las instituciones, como la educación. Desarrollo territorial: Definimos el DTR como un proceso de transformación productiva e institucional de un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural. De la definición se desprende que el DTR descansa sobre dos pilares estrechamente relacionados, la transformación productiva y el desarrollo institucional cuyo contenido es necesario precisar:  La transformación productiva tiene el propósito de articular competitiva y sustentablemente a la economía del territorio con mercados dinámicos, lo que supone cambios en los patrones de empleo y producción de un espacio rural determinado.  El desarrollo institucional tiene como objetivo estimular la concertación de los actores locales entre sí y entre ellos y los agentes externos relevantes, así como modificar las reglas formales e informales que reproducen la exclusión de los pobres en los procesos y los beneficios de la transformación productiva.

Desarrollo sustentable: El desarrollo urbano sustentable surge así como una posible alternativa de solución a la degradación socioambiental de las ciudades. Se funda en la necesidad de mantener la continuidad en los flujos de energía y de materiales, lo que contribuye a renovar los ciclos de la naturaleza, ahora mediante las actividades económicas y sociales urbanas (y rurales) favorables a aquéllos.

Entre algunas destacadas aportaciones, Iracheta incluye como componentes de la sustentabilidad urbana la “viabilidad económica, el desarrollo social, ordenamiento territorial, y sustentabilidad ambiental” (1997: 16). Aquí ya aparece la variable territorial paralelamente a la de sustentabilidad Ambiental. Por otra parte, la idea de sostenibilidad es, por lo demás, ambigua ya que se limita a garantizar la durabilidad de la realidad capitalista en el tiempo, aunque aún sin incorporar las condiciones ecológicas del desarrollo (Leff, 2004), como es en el caso del significado del término sustentabilidad; sin embargo, ambas palabras tienen la misma raíz, lo que implica que las dos (al igual que el término anglosajón sustentable del cual son traducción) tienen la gran limitación, aparte de su ambivalencia, de ser condescendientes generalmente con los mecanismos de la acumulación de capital. Recursos territoriales: Con respecto a la identidad cultural, se reconoce que los territorios rurales han servido de hogar, durante milenios, a múltiples generaciones humanas y les han otorgado, además, un sentido de pertenencia. Así, se han originado numerosas formas de apropiación del territorio, las cuales, a su vez, han incidido en el estado de los recursos naturales. El punto de partida para el diseño y la implementación de propuestas de desarrollo rural es, entonces, un proceso de transformación de doble vía. Un primer punto importante para la planificación y la gestión del desarrollo rural en una unidad territorial dada, es el análisis de las prácticas (el uso de los recursos) de los diferentes grupos sociales, porque permite entender la lógica con que cada uno de ellos enfrenta sus necesidades productivas y reproductivas, a nivel físico y simbólico. No obstante, los modelos de desarrollo prevalecientes en ALC han reforzado

un

proceso

de

diferenciación

de

asentamientos

humanos,

particularmente en los territorios rurales, que muestran un claro sesgo hacia la desigualdad socioeconómica y el desequilibrio ambiental. Es desde la diversidad del tejido social, con sus múltiples redes, que se construyen los significados y procesos que posibilitan la gestión del desarrollo

sostenible. La diversidad sociocultural, por su parte, está siempre articulada a las características ambientales, económicas y político institucionales que ponen de manifiesto la multidimensionalidad del desarrollo.

Limitaciones y aportaciones del territorio: A pesar de su indudable influencia política, este enfoque genera muchas interrogantes e incluye evidentes limitaciones, aunque también claras aportaciones en el contexto del análisis teórico-metodológico y de su probable contribución a la solución de los problemas socio ambientales (en especial en la ZMVM). Veamos, entre las primeras: 1. Todo desarrollo socioeconómico no distorsionado, y más o menos armónico, se basa en el desarrollo local (y el fomento del mercado interno), pero también en su integración al mercado mundial. Esto es tan cierto dado que la ciudad de México es cada vez más global (García Canclini, 2003). Sin embargo, poco se ha avanzado en el desarrollo territorial de la gran ciudad de México. 2. El territorio es un producto del desarrollo del capital cuya lógica fácilmente se amolda al espacio construido y al enfoque aludido para maximizar así sus ganancias (economías de escala y de aglomeración), integrando para este fin a las distintas actividades económicas (y en segundo plano ecológicas, pues en el territorio la ecología se rinde ante la economía, con el modelo actual). 3. El espacio carece de una sustentabilidad territorial per se, porque está involucrado en una centralización económica, política, cultural, etcétera. 4. El enfoque resulta incapaz de modificar el diseño y aplicación de las políticas públicas (incluso territoriales), ya que provienen desde los centros del poder, no del territorio. Territorio y reapropiación del territorio: Así, el territorio está determinado desde fuera de él. Y en la sociedad actual depende del capital, el cual lo moldea de acuerdo con sus necesidades de acumulación.

En el caso de las ciudades, no sólo se trata de ordenar el futuro sino de reordenar el presente lleno de desigualdades sociales, y frente al necesario proceso de democratización de la economía que es una vieja demanda de los pueblos del mundo. Pero esto requiere superar el modelo de desarrollo urbano-rural desequilibrado y distorsionador en marcha. en el contexto neorrural y neourbano, los movimientos sociales corresponden a distintas miradas fragmentarias de la realidad del campo y la ciudad, pero que se pueden considerar complementarias en el marco de la reapropiación social de la vida. Así, es posible mencionar los siguientes tipos de movimientos sociales en el campo: a) en defensa de los migrantes o para generar proyectos productivos; b) de lucha y defensa de la tierra; c) por la defensa del territorio (local, regional); d) movimientos ambientalistas en defensa de los recursos naturales a nivel macro; y e) movimientos por más apoyos (de todo tipo) para el campo. Construcción del territorio: El espacio territorial se expresa en un proceso (de expansión y contracción) continuo de construcción social. De esa forma, el territorio está delimitado por sus fronteras (que son límites convencionales), las que entrelaza con otros territorios. Además, no hay que ignorar que el territorio es un concepto que expresa el hecho de que determinados recursos naturales, humanos e institucionales se hallan sujetos al servicio del poder político y económico.

Dinámicas territoriales: “Con la globalización, las transformaciones del campo latinoamericano son tan profundas que no solamente hay que hablar de cambio, sino de transición de una sociedad agraria organizada en torno a la actividad primaria hacia una sociedad rural más diversificada. La relación campo-ciudad es ahora mucho más compleja que la vieja relación dicotómica, caracterizada por el intercambio desigual y la migración de los pobres del campo hacia las ciudades” (Pérez, 2004: 4). Si bien hay una profunda modificación de la economía campesina, está no se dirige del todo hacia la desaparición como algunos se han atrevido a decir. Nuevas

estrategias son puestas en práctica, como se menciono antes, a manera de sobrevivencia, donde los actores locales, en éste caso las comunidades campesinas que cuentan con poco potencial económico y tecnológico, desarrollan mecanismos de adaptación a las nuevas condiciones del mercado6. Sin embargo, son estas nuevas condiciones las que generan otras dinámicas entre los actores y el territorio, lo que algunos autores (Guiarraca, 2003, Pérez 2004, Llambi, 2004) han denominado nueva ruralidad, término que surge en los años noventa del siglo XX, a la par que en Europa se comenzaba a hablar de multifuncionalidad de la agricultura y pluriactividad de los actores sociales. Emerge como una visión y redefinición de lo rural, en la que lo rural se entiende como el territorio construido a partir del uso y apropiación de los recursos naturales, donde se generan procesos productivos, culturales, sociales, políticos, históricos e institucionales. Actores socioterritoriales: Las poblaciones rurales construyen día a día el tejido social, recrean la vida y catalizan los recursos del medio rural. En este sentido, la institucionalidad de los territorios, así como los proyectos colectivos y subjetivos de cada uno de los actores, se encuentran en permanente construcción y son susceptibles de ser orientados hacia fines específicos, entre ellos, hacia la sostenibilidad. Los actores sociales17 se conciben como grupos de población con intereses, condiciones y características particulares que los identifican como tales. Aun cuando hay intereses propios e iniciativas que pueden motivar el antagonismo entre actores, éstos también tienen el potencial de cooperar y gestionar acciones conjuntas, con otros actores o con instituciones públicas y privadas, para el bien común de la sociedad rural. La construcción de los actores sociales va a depender del contexto en que se desenvuelvan pero, sobre todo, de las relaciones sociales en las que se involucren. Son precisamente estas relaciones las que van a caracterizar a la sociedad rural.

Espacio territorial: Para los programas de DTR, el territorio es un espacio con identidad y con un proyecto de desarrollo concertado socialmente. No puede haber una definición operacional genérica de lo que se entenderá por territorio en el contexto de esta propuesta. Desde el punto de vista de cada proceso de desarrollo rural en particular, el territorio no es sino el espacio que sus agentes reconocen como necesario (o, al menos, posible) para contener y delimitar las relaciones que establecen entre ellos en el interior, y entre todos y el “mundo externo”, en función de los proyectos u objetivos de desarrollo que se proponen emprender.

Lo rural y lo urbano: En las sociedades modernas, los actores sociales han vivido el territorio como un producto, un campo de acción y se han situado en él, sobre todo a partir de su utilización y producción económica; así mismo, el territorio es identificado como substrato y regenerador de la cultura, sobre el que se insertan las dimensiones económicas, políticas y ambientales de su existencia o de sus estrategias. Ahí, los actores, sobre todo los locales no se distancia del espacio que les originó o al cual se encuentran arraigados, donde los vínculos provienen de un proceso enlazado a través de flujos de información y redes sociales que se establecen a partir el espacio social de referencia (aldea, pueblo, comunidad, vecindad, barrio, ciudad) De esta manera la construcción de los territorios ha operado por el proceso de interacciones entre actores y actividades, pero sobre todo por la puesta en práctica de estrategias operacionales que se apoyan sobre aspectos históricoculturales.

La

movilización

del

“saberhacer”,

el

conocimiento

local,

los

aprendizajes colectivos, los modos o formas de cooperación y de asociación entre los campesinos y las prácticas de adaptación que se desarrollan en escala local, en su mundo micro-.en el espacio rural, los campesinos desarrollan múltiples estrategias que se conjugan para asegurar el ingreso, basadas en el conocimiento del entorno, aspecto además que favorece a los citadinos que en los últimos tiempos ven a los territorios rurales como un espacio de vida diferente, donde se reconoce, por parte de algunos, al conocimiento local como parte de su cultura,

esencial en la supervivencia cotidiana. A manera de cierre, son estos aspectos los que están constituyendo las nuevas percepciones acerca de lo rural y las dinámicas

territoriales

urbano-rurales

en

un

contexto

de

constantes

transformaciones. Territorialidad rural y actividades económicas: Tradicionalmente se utilizó el término rural para caracterizar territorios cuya dinámica social y económica dependía predominantemente de la agricultura. Sin embargo, este esquema ha sido sustituido en la última década por una visión que refleja la realidad del mundo rural latinoamericano (IICA, 2000a). De hecho, el medio rural se ha poblado de múltiples actividades productivas no agrícolas, tal como la producción de artesanías, el turismo rural, servicios ambientales y un sinnúmero de servicios de apoyo a los anteriores y a la producción agropecuaria. Ello demuestra como la población rural ha modificado sus estrategias de sobrevivencia, diversificando fuentes de empleo e ingresos y, de paso, transformando también el perfil de los territorios rurales. El enfoque territorial enfatiza la dimensión local, el territorio, como unidad de planificación y gestión, necesariamente articulando lo local y lo nacional. En ese sentido, parte del supuesto que toda propuesta de desarrollo debe sustentarse en una Política de Estado, en un Proyecto País, cuyos objetivos sean la inclusión y la cohesión social y territorial, a efectos de promover el bienestar de la sociedad rural y de potenciar su contribución estratégica al desarrollo del país. La perspectiva territorial del desarrollo rural sostenible busca formular una propuesta centrada en las personas y afianzada en los puntos de interacción entre los sistemas socioculturales y los sistemas ambientales

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE El titular académico deberá desarrollar una actividad complementaria durante el desarrollo de la antología en cada una de las asignaturas, las cuales podrán variar de acuerdo al desarrollo de las unidades, con lo que se pretende lograr la participación de cada uno de los titulares académicos. Las actividades se desarrollaran de acuerdo a lo que se pide anteriormente al finalizar cada una de las unidades.

LOS COMENTARIOS Para el desarrollo de esta asignatura el titular académico podrá apoyarse en el contenido de esta antología así como en los sitios que considere convenientes ya sea internet, bibliotecas, revistas, etcétera. Lo cual enriquecerá la enseñanzaaprendizaje del grupo y reforzara los temas vistos durante el curso.

BIBLIOGRAFIA El enfoque territorial de desarrollo rural / Sergio Sepúlveda, Adrián Rodríguez, Rafael Echeverri, Melania Portilla.-- San José, C.R.: IICA, 2003.180 p.; 23 cm . Sepúlveda S, Sergio. Biograma: Metodología para estimar el nivel de desarrollo sostenible de territorios /–San José, C.R.: IICA, 2008.132 p. ; 19 cm x 26.6 cm. Torres-Carral, Guillermo. Territorialidad y sustentabilidad urbana en la Zona Metropolitana del Valle de México Economía, Sociedad y Territorio, vol. XI, núm. 36, mayo-agosto, 2011, pp. 317-347El Colegio Mexiquense, A.C.Toluca, México.

Schejtman, Alexander y Berdegué, Julio A Desarrollo territorial rural. Marzo 2004. RIMISP Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, Debates y Temas Rurales n° 1. Vargas, Sandra Bibiana. Ruralidades Emergentes Y Dinámicas Territoriales: Nuevas Percepciones Y Medios de vida. Rev. ELEUTHERA. Vol. 3, enero diciembre 2009, págs. 194-205.