Anna Banks - Syrena Legacy 3 Of Neptune.pdf

ANNA BANKS DARK GUARDIANS 1 ANNA BANKS DARK GUARDIANS 2 EL LEGADO SYRENA #3 ANNA BANKS ANNA BANKS DARK GUARDIAN

Views 833 Downloads 0 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

1

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

2 EL LEGADO SYRENA #3 ANNA BANKS

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

SINOPSIS

E

mma, mitad humana y mitad Syrena, y su amor Syrena, Galen, necesitan tiempo a solas; lejos de los reinos Poseidón y Tritón. El abuelo de Emma, el rey

Poseidón, les sugiere que visiten un pueblito llamado Neptuno. Neptuno es hogar de Syrena y mestizos por igual; pero Emma y Galen no se apuntaron para ser los mediadores de paz entre los Syrena del océano y los terrestres de agua dulce. Tampoco pretendían conocer a un mestizo encantador llamado Reed, quien apenas puede disimular sus sentimientos por Emma. Y especialmente no esperaban encontrarse en mitad de una lucha de poder que amenaza no sólo su amor sino los reinos del océano.

3

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

1 Traducido por Azhreik

ENTIERRO los pies descalzos en la arena, lo suficientemente cerca del agua para que las olas de media mañana me hagan cosquillas en los dedos. Cada ola perezosa me lame los pies y luego retrocede como para arrastrarme al Océano Atlántico, susurrando sobre aventuras, o travesuras. Sobre paz y maldita tranquilidad. Que es todo lo que quiero después de los sucesos anteriores al verano. Entre el intento de Jagen de adueñarse de los reinos, que los humanos casi nos descubrieran, que yo condujera un muro de peces a un Tribunal submarino—apenas tuvimos oportunidad de respirar. Y entonces nos arrebataron el aliento por completo cuando Rachel se ahogó. Nos merecemos un descanso de todo esto. Galen y yo, pero no parece que vayamos a conseguir uno. Detrás de mí, el viento transporta los ocasionales gritos que salen de mi casa. Los aullidos de Galen y su hermano mayor, Grom, tiñen el agua con un rencor que me aleja más de la casa y me atrae más hacia el mar. Me arremango los pantalones del pijama y permito que el agua salada juegue con las plantas de mis pies, en un intento de ignorar las palabras que alcanzo a distinguir entre los chillidos de las gaviotas que me sobrevuelan. Palabras como “lealtad” y “privacidad” y “ley”. Respingo cuando escucho la palabra “luto”. Esa proviene de Grom, y después Galen no emite palabra. Es una clase de silencio que he llegado a reconocer en él, uno lleno de angustia, tormento, culpa y la abrumadora necesidad de decir o hacer algo para ocultarlo. Pero no hay escondite para ocultar que la muerte de Rachel hirió las partes más profundas de su interior. Ella era más que sólo su asistente, era su amiga humana más

4

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

cercana. Tal vez los demás no ven la profundidad de eso. Si lo vieran, no se lo lanzarían a la cara o lo utilizarían en su contra. Pero yo sí lo veo, sé cómo se siente que te duela tanto el corazón que llegas a despreciar el aire que te mantiene vivo. Galen no llora, no habla sobre ella. Parece haber una parte de Galen que pertenecía a Rachel, y ella se llevó esa parte consigo. Lo que quedo de él intenta con todas sus fuerzas funcionar sin ese trozo faltante, pero no puede coordinar bien. Como un auto sin gasolina. Quiero ayudarlo, decirle que sé cómo se siente. Pero consolar a alguien es diferente a que te consuelen. De alguna forma, es más difícil. Pasé por esto después que papá murió de cáncer, y después que mi mejor amiga Chloe fuera atacada por un tiburón; pero aún no sé qué hacer o decir para hacer las cosas más fáciles para Galen. Porque sólo muchos, muchos amaneceres pueden aminorar el dolor. Y todavía no ha pasado lo suficiente para eso. Me siento mal de dejar a mamá en la cocina para que lidie con este desastre ella sola. A pesar de ser la princesa Poseidón que es, es un problema difícil de manejar por su cuenta; pero aún no puedo regresar, no hasta que piense en una fantástica excusa de porqué pensé que estaba bien abandonar una conversación que es muy seria e importante para Galen. Debería estar con ellos allí en la cocina, parada junto a él, con los brazos cruzados, lanzándole a Grom la mirada acerada que reitere que no soy su súbdita y que estoy del lado de Galen sin importar lo que eso pueda significar. Pero es difícil enfrentar a Grom cuando más o menos estoy de acuerdo con él. Especialmente considerando que el rey Tritón es una de las personas más intimidantes que haya tenido la desgracia de conocer. Él atacaría mi reluctancia, vería a través de mí si pongo pretextos sobre el viaje. Este estúpido viaje. El año pasado en la graduación—bueno, nuestra propia versión de la graduación, que incluyó bailar bajo el agua en Armani—nos prometimos que haríamos un viaje a las montañas. Para apartarnos de todo, o lo que sea. Y al principio, esa

5

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

excursión con Galen durante todo el verano, me pareció una buena idea. De hecho, parecía un paraíso sin límites. Está firme en que quiere estar a solas conmigo, para compensar todo el tiempo que perdimos negando mutuamente nuestros sentimientos, luego el tiempo que pasamos deteniendo el avance de Jagen sobre ambos reinos. ¿Y qué podría ser mejor que eso? Pasar tiempo a solas con Galen es casi un diez en mi extasiómetro. Por supuesto que quiero recuperar todo el tiempo perdido—robaría el tiempo de antes de conocernos si pudiera, de alguna forma, engañar al universo para conceder deseos. Pero la mayor razón—la razón real—por la que creo Galen quiere alejarse, es Rachel. Sé que quiere un cambio de escenario. Quiere alejarse de la casa que compartieron juntos. Especialmente de la cocina enloquecedoramente silenciosa donde solía zapatear con sus tacones de aguja mientras le preparaba deliciosos platillos de mariscos. La casa solía oler a comida y un cautivador perfume italiano y posiblemente a pólvora si llegabas el día correcto. ¿Y no sé yo cómo se siente eso? Despertar cada día en mi habitación llena con las cosas de Chloe fue como si me administraran diario una inyección de efecto rápido para recuerdos dolorosos. Ver el lugar vacío de papá en la mesa se sentía como ver buitres del pasado volando alrededor de su silla vacía. Pero Galen no se ha permitido iniciar el proceso de duelo, y este viaje parece un intento de mantenerlo a raya más tiempo. Lo que no es saludable, y ya que no es saludable, me siento más como una facilitadora que como apoyo. Como sea, ahora debería regresar. Debería regresar y estar ahí para Galen y decirle a Grom que sin importar las razones, Galen necesita este viaje; luego expresarle a Galen mis propias preocupaciones en privado. Debería estar ahí para él ahora y apoyarlo enfrente de los otros, como él haría conmigo—como ha hecho conmigo. Necesitaré explicarme—por qué me fui durante la conversación, en primer lugar—, decir algo para no lucir como la imbécil que soy. El tacto no ha sido mi especialidad últimamente. Pienso que la hermana de Galen, Rayna, es contagiosa y que de alguna forma me infectó con su grosería. Pero tal vez el tacto no es algo que

6

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

necesito, tal vez debería intentar con la verdad. La verdad sólo avergonzaría a Galen, decido. Y lo haría sentir incluso más solo. O tal vez simplemente soy una gallina temblorosa respecto a todo el asunto. Supongo que tengo que darle una oportunidad gigantesca al tacto. Adorable. Tan pronto me doy la vuelta para regresar, percibo a mi abuelo en el agua. El pulso del rey Poseidón, Antonis, rodea mis piernas como una cuerda apretada. Fabulantástico. Justo lo que necesitamos. Otra opinión de la realeza respecto a nuestro viaje. Espero que emerja, mientras intento pensar en una grandiosa excusa de porqué no debería ir a la casa. No se me ocurre nada. Cualquier cosa que diga sonará más como que no es bienvenido, cuando en realidad, me gustaría verlo más seguido. Él está casi hasta arriba de la lista de personas—bueno, personas que tienen cola—con las que me gustaría pasar tiempo. Pero ahora no es buen momento para eso. No pasa mucho tiempo hasta que mi excusa para ahuyentarlo se presente por si sola en forma de un abuelo desnudo. Me cubro los ojos, la irritación me sobrepasa contra mi voluntad. —¿De verdad? ¿De verdad siempre olvidas ponerte pantaloncillos cuando cambias a forma humana? No puedes entrar a la casa así. El abuelo suspira. —Mis disculpas, joven Emma, pero debes admitir que todas esas costumbres humanas son un tanto abrumadoras. ¿Dónde podría encontrar unos pantalillos? Que la ropa le parezca una carga pesadísima, me recuerda lo espectacularmente diferentes que son nuestros mundos. Y que podría aprender un montón de él. Sin descubrirme los ojos, apunto hacia el agua, en la dirección contraria a donde sé que Galen tiene unos ocultos. Cuando hay dudas, hay que ganar tiempo. —Intenta por ahí, bajo una piedra. Y se llaman pantaloncillos, no pantalillos.

7

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Me temo que tendrás que aburrir a alguien más con tus expresiones humanas, jovencita. No me podría importar menos. —Lo escucho desaparecer bajo el agua y emerger varios segundos después—. Los pantalillos no están aquí. Me encojo de hombros. —Supongo que entonces no puedes entrar. —Esto está yendo mejor de lo que creí. Prácticamente puedo sentirlo cruzarse de brazos. Aquí vamos. —Crees que estoy aquí para objetar contra que vayas tierra adentro con Galen. La boca se me abre de la sorpresa, y tartamudeo excesivamente cuando digo, — Bueno, mmm, ¿y no es así? —Porque hasta ahora, no se ha dedicado a otra cosa que ser el chaperón entre Galen y yo. Hace unos pocos meses, nos encontró besuqueándonos y Galen casi se desmayó por eso. Desde entonces, Galen ha estado aterrorizado por la idea de decepcionar al rey Poseidón, así que la opinión negativa del Abuelo sobre este viaje podría cambiar el juego. Es por eso que no puede entrar a la casa. Escucho al Abuelo sumergirse en el agua y lo confirma con: —Ya puedes mirar. —Ahora sólo sus hombros y pecho están sobre las olas. Sonríe. Es la clase de sonrisa de adoración que siempre he imaginado que un abuelo le da a sus nietos cuando le muestran sus más odiosas creaciones con crayolas—. Ciertamente no estoy feliz con que vayas tierra adentro, por supuesto. También había deseado pasar juntos más tiempo, pero sé por experiencias pasadas que las princesas Poseidón no están inclinadas a que les importe mi opinión. Es algo genial que se refiera a mí como princesa, aunque mi madre es la princesa del territorio Poseidón. Aun así, elevo mi ceja de “ve al grano”. El Abuelo hace lo mejor por responder franco y directo. —Estoy aquí para hablar contigo, Emma, sólo contigo.

8

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Mortificada, me pregunto si existe una expresión Syrena para “la charla de las flores y las abejas”. Probablemente sí, y probablemente es alguna analogía realmente desagradable relacionada con el plancton o algo peor. A la distancia, escuchamos un grito de rabia. Inclina la cabeza hacia mí. —¿Por qué no estás allá dentro ayudando a tu príncipe? Si creía que antes me sentía culpable… pero entonces recuerdo que este asunto no es de la incumbencia de la nariz del Abuelo. En realidad le estoy haciendo a Galen un favor al entretener al Abuelo. —Porque si me quedaba ahí más tiempo, me iba a crecer barba por toda la testosterona que flotaba en el aire. —Por supuesto, mi respuesta le pasa volando por encima; como indica al rodar los ojos con absoluto aburrimiento. Los Syrena no saben; y aparentemente no les importa; lo que es la testosterona. —Si no quieres decirme, está bien —dice—. Confío en tu juicio. —Más gritos detrás de mí. Tal vez mi juicio apesta, después de todo. Estoy a punto de soltar una excusa, cuando dice—. Es mejor de esta forma, que estén distraídos. Lo que tengo que decir es sólo para tus oídos, joven Emma. —Una gaviota suelta entonces una bomba, que aterriza limpiamente en el hombro del Abuelo. Murmura alguna palabrota de pez y salpica agua salada sobre la ofensiva bola blanca, para que se disuelva en el mar—. ¿Por qué no entras al agua para que podamos cerrar algo de distancia entre nosotros? Preferiría que nadie oyera. Mira, cambiaré a forma Syrena si eso te hace sentir más cómoda. Entro al Atlántico, sin molestarme en arremangarme el pijama esta vez. Paso junto a un cangrejo grande que luce tentado a pellizcarme con su pinza. Me acuclillo en el agua, sumerjo la cabeza por completo y me pongo cara a cara con el cangrejo. — Si me pellizcas —le digo—, te cogeré y te arrojaré a la playa para que las gaviotas te coman. —El don de Poseidón; la habilidad de hablar a los peces; sí tiene sus ventajas. Mangonear la vida marina es sólo una de ellas.

9

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

He llegado a darme cuenta que los cangrejos en particular tienen diminutos berrinches. Me pregunto si de ahí surgió la palabra gruñón1. Se escapa rápidamente, como si le hubiera arruinado el día. Cuando saco la cabeza del agua y me acerco al Abuelo, ya no alcanzo a tocar el suelo. Me mantengo a flote junto a él. —¿Y bien? Es la mayor privacidad que vamos a conseguir. Entonces me sonríe como si yo fuera la razón por la que flota, en vez de por las olas o su poderosa cola. —Antes que te vayas a tu aventura, joven Emma, necesito contarte sobre un pueblo llamado Neptuno.

10

1

Crabby en el original. Como crab, de cangrejo.

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

2 Traducido por Azhreik

GALEN AGARRA una naranja de la canasta de fruta frente a él. Si tan solo pudiera canalizar su ira en la naranja; de alguna forma inyectar su furia en los confines de la cáscara en lugar de exhibir su indignación en todo el rostro. De la misma forma que su hermano mayor, Grom, viste la indiferencia como segunda piel. Pero yo no soy Grom, el insensible rey Tritón. Galen aprieta la fruta con tanta fuerza que se vuelve un desastre machacado de cáscara, semillas y jugo sobre la encimera. Se siente bien apretar algo hasta sacarle el relleno. Ahora mismo, Galen puede pensar en un millón de sentimientos en su interior que le gustaría derramar en la encimera junto al jugo de naranja; pero no tendría efecto en Grom. Grom es inmune a los sentimientos. Grom rueda los ojos, mientras Nalia disimuladamente agarra unas toallas de papel del gabinete. —¿Eso era realmente necesario? —pregunta Grom. Nalia limpia rápidamente la naranja. Galen le lanza una mirada de disculpa; él lo habría limpiado eventualmente, después que llegara a un acuerdo con Grom sobre el viaje. Pero entonces Nalia le devuelve una mirada de lástima. Galen está muy cansado de la lástima de todos; pero la lástima de Nalia no es por Rachel. Nalia se siente empática con Galen porque cree que no va a ganar la discusión, que no es rival para Grom. Galen decide que después de todo, ella puede limpiar el desastre.

11

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—De hecho, se me ocurre algo mejor para apretar que una naranja —suelta como broma. Por ejemplo, como la cabeza dura de Grom, o su garganta. La expresión de Rachel “Tómate un tranquilizante” le viene a la mente. Galen cuenta hasta diez, como ella le enseñó. Luego cuenta hasta veinte. —Tienes mucho que madurar, hermano —dice Grom. —Y tú tienes un reino entero que gobernar, Alteza. Por eso no entiendo por qué estamos aún aquí. Y esos son mis pantaloncillos. Grom levanta una ceja y luego se encoge de hombros. —Me pareció que se veían pequeños. —Grom… —empieza Nalia, pero él la interrumpe con un resoplido. —Acabas de graduarte de la escuela humana hace unos pocos días, Galen. ¿No quieres relajarte un tiempo? —Grom toma un sorbo de agua embotellada, luego enrosca la tapa con tanta fuerza que hace un crujido. —Preparatoria —dice Galen—, nos graduamos de la preparatoria. Si continuas llamando a todo “humana” esto y “humana” lo otro… —Lo sé, lo sé. —Grom agita una mano en rechazo—. Muy bien, preparatoria. ¿Y de todas formas, para qué preparan en la preparatoria? No, no, no te molestes en responder; no me importa lo suficiente para saber. Pero hermanito, ¿por qué tienes tanta urgencia en dejar las playas? —Por centésima vez —Galen apretó los dientes—, no tengo urgencia por dejar las playas. Tengo urgencia por pasar tiempo con Emma antes que vayamos a la universidad, o antes que los Archivos cambien de opinión respecto a su acuerdo con nosotros, o antes que otra cosa catastrófica suceda. ¿No puedes manejar el reino sin mi ayuda, hermano? Debiste haberlo dicho. Eso rompe la concha que es el rostro de Grom. —Cuidado, Galen. ¿Nunca aprenderás que la diplomacia es una herramienta valiosa?

12

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Igual que ser directo —Galen gruñe y se pasa una mano por el cabello—. Mira, honestamente no sé cuál es el problema. Vamos a hacer un viaje de dos semanas. —Nuestro acuerdo con los Archivos es aún delicado, Galen. Toma tiempo construir la confianza. Tu desaparición con Emma durante tantas vueltas del sol causará murmuraciones. Lo sabes, y hemos atestiguado lo poderosas que pueden ser las murmuraciones. Galen rueda los ojos. Grom se refiere a la casi toma de poder de Jagen sobre las casas Tritón y Poseidón, una conspiración que empezó con susurros y especulaciones, y casi le costó a la realeza su libertad y el trono. Pero esto es diferente. —¿Por qué a los reinos les importaría que pasemos juntos tiempo en privado? —No tiene la intención de gritar, pero tampoco lo lamenta. —Bueno, para empezar —Nalia interviene con tanta calma que irrita a Galen— , estoy segura que habrá rumores sobre si están respetando la ley y no se emparejan antes de la ceremonia. Galen no puede discutir eso. Y no puede discutir que los rumores estarían fundados. Apenas puede mantener sus manos alejadas de Emma, y ella tampoco está ayudando precisamente, al ser una receptora dispuesta a sus manos errantes. Se presiona el puente de la nariz. —Simplemente tendrán que confiar en nosotros. Podrían darnos el beneficio de la duda en esto. Grom se encoge de hombros. —Podrían, pero también están ansiosos por conocer a la nueva princesa Poseidón. Necesita pasar más tiempo en los reinos. —¿Para que puedan hablar de la mestiza a sus espaldas? —El simple pensamiento hace que Galen desee coger otra naranja. Aun así, sabe que Grom tiene razón. Galen también quiere que Emma pase más tiempo en el agua. El doctor Milligan dijo que eventualmente podría aguantar la respiración por mucho más tiempo. Ahora mismo sólo puede aguantarlo unas cuantas horas a la vez. Tal vez

13

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

podría aumentarlo a días, con práctica suficiente. Y si así fuera, él y Emma no tendrían que alternar entre tierra y mar tan frecuentemente una vez que hayan emparejado. —Cuanto más esté con ellos, su presencia los afectará menos, Galen. Le están dando una oportunidad, lo menos que pueden hacer ambos es corresponder. Algún día ni siquiera notaran que es mestiza. O al menos aprenderán a aceptarlo y seguirán adelante. Debe estar bromeando. Todo en Emma grita mestiza, empezando con su piel pálida y cabello blanco y terminando con el hecho de que no tiene cola. Un completo contraste con los Syrena, en cada aspecto. Galen se levanta del taburete. Tal vez estirar las piernas evitaría que satisficiera su urgencia de saltar del otro lado de la encimera. ¿De dónde viene toda esta ira? —Sólo son dos semanas, Grom. Dos semanas es todo lo que pido. Antonis está de acuerdo. — Al menos Antonis no ha expresado nada contra su viaje. Y aquí voy de nuevo, a levantar la voz. Enfrente de una audiencia diferente, Grom se vería forzado a amonestarlo. —Antonis está de acuerdo porque está ansioso por complacer a Emma, ya que hasta hace poco no conocía a su nieta. Tú eres mi hermano, y ya he tenido que soportar tus bufonadas durante demasiadas temporadas. —¿Eso qué tiene que ver? ¿Por qué no sólo puedes darme tu aprobación para que podamos seguir adelante? —Porque tengo la sensación de que van a ir tengan o no mi aprobación. Dime que me equivoco, Galen. Galen sacude la cabeza. —Quiero tu aprobación. —Eso no es una respuesta. —Es todo lo que puedo ofrecer. —Quiere la aprobación de Grom, de verdad la quiere; pero Grom tiene razón… Galen desea alejarse de aquí lo más posible. Incluso si significa enfurecer a su hermano mayor. La necesidad de huir es casi abrumadora, y no está seguro de por qué. Lo único de lo que está seguro es que quiere que Emma esté

14

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

con él. Su toque, su voz, su risa. Es como un ungüento de alga para las heridas abiertas en su interior. Grom suspira y abre la puerta del refrigerador. Con meticulosidad, coloca su botella de agua medio vacía junto a un contenedor de algo verde. —Aprecio tu honestidad, ya no eres un alevín. Emma tiene edad para ser independiente según estándares humanos. Ambos conocen la diferencia entre lo que está bien y lo que no; sus decisiones son suyas. Pero tengo que saber, hermanito, tengo que preguntar. ¿Estás seguro que esto es lo que necesitas? Porque dos semanas no cambian nada. Algunas cosas… algunas cosas no se pueden deshacer, Galen. Espero que entiendas eso. —Deja de hacer que todo sea sobre Rachel. —Por favor. —Deja de hacer que nada sea sobre Rachel. Llórala, Galen. —¿Entonces tengo tu aprobación? —Galen regresa el taburete a su lugar—. Porque Emma y yo tenemos que empacar. Desearía que Emma regresara.

15

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

3 Traducido por Beneath Mist

NO merezco la forma en la que mi abuelo me sonríe. Es como si no hubiera hecho ni una cosa mala en toda mi vida. Como si él pensara que soy capaz de todo… excepto de actuar mal. Es evidente que se perdió una buena parte de mi infancia. Espero que nunca se entere de que Chloe y yo horneamos galletas con chispas de chocolate para mi profesora de ciencias de noveno grado; sólo que las chispas no eran de chocolate, eran laxantes, y nosotras… Bueno, conseguimos más tiempo para estudiar antes de un examen especialmente difícil. Me pregunto si los Syrena tienen, o siquiera necesitan, laxantes. ¿Qué utilizarán? Eso es algo que tendré que preguntarle a mamá. No creo que pueda preguntarle a Galen sin desmayarme. Me doy cuenta entonces que he estado meditando sobre laxantes en lugar de prestar atención a Antonis. No sé por qué me sorprende que mi abuelo me hable o me tenga confianza. Quizá es por todas las historias que Galen y Toraf solían contarme pintando al rey de Poseidón como un ermitaño insociable. O quizá es porque no estoy del todo acostumbrada a tener un abuelo, y mucho menos uno que quiera hablar conmigo. O quizá, por el amor de Dios, debería tratar de aceptar la novedad y responder a su condenada pregunta. Sólo que, ¿cuál era la pregunta? Ah, sí. Si estoy lista para una aventura. —Claro —le digo—. Si Galen está de acuerdo. El Abuelo frunce el ceño. —Tenía la esperanza de que tuvieras uno de esos dibujos a mano, Emma. Los que los humanos hacen de la tierra.

16

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Dibujos que los humanos hacen de la tierra… —¿Un mapa? El anciano Syrena se rasca la barba. Ya lo conozco lo suficientemente bien para saber que está ganando tiempo. Ganar tiempo debe ser cosa de familia. —Sí, sí, eso es. Pero antes de hablar de algún mapa, ¿puedo confiar en que esto quede entre nosotros? Oh, no —dice rápidamente—, no es nada malo. De hecho, es al contrario. Pero es algo que sólo quiero compartir contigo. Los otros no podrían… apreciarlo tanto como tú. Y puede que tú no lo aprecies tanto si ellos lo saben. Todavía estoy tratando de asimilar no sólo el hecho de que mi abuelo sabe lo que es un mapa sino también el por qué necesitaría saberlo en primer lugar. Aparentemente, “los otros” no son conscientes de este conocimiento. Y está claro que no quiere que “los otros”—Galen incluido—lo sepan. No estoy segura de cómo me siento al respecto. Pero tengo demasiada curiosidad para no prometerlo. Además, Antonis dijo que no era malo. Quizá es como cuando los abuelos te dan galletas y dulces cuando tus padres no están mirando. No es malo per sé, pero tus padres seguramente no lo aprobarían. Un inocente secreto abuelo-nieta. —Podría descargar un mapa en mi teléfono, pero lo dejé en la playa. Tendrás que venir a tierra conmigo, y si vienes a tierra, necesitarás pantaloncillos. Están ahí — le digo, y señalo en la dirección opuesta a la que originalmente le envié—. Debajo de la madera que está atascada en la arena. Asiente. El Abuelo me lleva a caballito hasta los pantaloncillos, y después me suelta para poder cambiar a piernas humanas. Cuando está debidamente cubierto y sentado a mi lado en la arena, me dedica una sonrisa cómplice, lo que acentúa las pequeñas arrugas de las comisuras de sus ojos. Los Syrena envejecen bien; para tener cientos de años, la sonrisa del Abuelo es juvenil y brillante. El único signo que revela su edad es un poco de piel flácida en el estómago; y eso puede deberse sólo al ángulo en el que está sentado. —Puedo buscar en el teléfono y encontrar Neptuno en el mapa.

17

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Sacude la cabeza. —Ha pasado un tiempo desde que estuve ahí, pero la última vez que fui de visita, Neptuno no estaba en ningún mapa humano. —Se frota la barbilla—. Sé dónde está en relación con las aguas de aquí. Muéstrame el mapa de la tierra con el agua cerca y sabré dónde está. —Claro. —Cargo la costa este de los Estados Unidos, con la esperanza de haber interpretado correctamente al anciano Syrena—. ¿Qué tal esto? —Le muestro la pantalla del teléfono. El mapa es algo detallado, con las autopistas y las señales interestatales marcadas. Dudo que él entienda lo que está mirando. Hasta que dice: —Chattanooga. Está muy cerca, si no recuerdo mal. ¿Mi abuelo mitad pez sabe leer? ¿Qué rayos? —Mmm, de acuerdo, puedo ampliarlo un poco más. —Con un golpeteo de los dedos, Chattanooga y su periferia son lo único en la pantalla. No puedo evitar darme cuenta de que Chattanooga está bastante lejos del Océano Atlántico. De hecho, tengo que desplazarme por la pantalla unas cuantas veces. Mi curiosidad está a punto de estallar en una avalancha de preguntas. El Abuelo me estudia un momento, como si estuviera decidiendo lo que debe o no decirme. O puede que esté tratando de decidir por dónde empezar. Y quizá deba darse prisa antes de que yo estalle. Finalmente suspira. —Emma, todavía no has escuchado mi historia. La historia de lo que hice cuando tu madre desapareció. Esta es la primera vez que algún Syrena ha dicho “desapareció” en lugar de “murió”, al referirse a lo que pasó con mi madre hace años en el campo de minas. O al menos, ahora que la han encontrado, todos dicen: “cuando pensé que había muerto”. He oído múltiples versiones de la historia. La primera desde el punto de vista de Grom, cuando me la contó Galen: mamá voló en pedazos en un campo de minas y se asumió que estaba muerta. Entonces mi madre completó las grietas con los detalles desde su perspectiva sobre lo que pasó ese fatídico día en el campo de minas: de alguna forma sobrevivió, llegó a tierra, conoció a mi padre, y… después llegué yo.

18

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero algunas veces, las historias no son sólo grietas y huecos a la espera de ser llenados. Las historias, las historias de la vida real, también tienen capas. Capas construidas en cimientos establecidos hace siglos y generaciones. Esa clase de capas que ahora veo grabadas en el rostro de mi abuelo. —Hice lo que cualquier padre haría si su hija desapareciera —continúa Antonis—. La busqué. —Y así, otra capa se suma a la historia. Una capa que sólo Antonis podría aportar. Entonces me mira, escrutando mi reacción. No sé lo que está buscando. Miro a lo lejos, mientras entierro los pies en la arena como si fuera la tarea más importante del planeta. Satisfecho, el anciano monarca se aclara la garganta. Puedo decir que no está dando el brazo a torcer. Exhalo. —Sí, lo sé; dijeron que mantuviste a tus rastreadores buscando durante mucho tiempo. El Abuelo asiente. —Eso es cierto, joven Emma. Envié partidas de rastreadores. Tanto durante las partes claras como oscuras del día. Mantuve a los rastreadores alerta en todo momento. Y cada vez que regresaban, lo hacían sin nada. Ya sé todo esto. Ya lo hemos diseccionado una y otra vez. Creo que quizá el Abuelo sólo necesita alguien con quien hablar. Y estoy honrada de que me haya elegido a mí. Especialmente debido a la forma en la que se transforma su voz, intensificando cada palabra, ahogada por la emoción. Es difícil para él hablar de esto; pero está reabriendo heridas que apenas han cicatrizado, para contármelo. Sólo a mí. —Volvían con las manos vacías, y empecé a perder la esperanza —continúa. Antonis se reclina sobre su mano, centrado en las olas que se mueven delante de nosotros—. Hasta que un día, uno de mis mejores y más leales rastreadores, Baruk, vino hasta mí. Juró por el legado de Poseidón que había sentido el pulso de tu madre. Que era leve y errático. Iba y venía tan rápidamente que era imposible de seguir,

19

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

incluso para él. Algunas veces estaba hacia la salida del sol, otras hacia la puesta. Nos dimos cuenta de que debía estar a la deriva. De acuerdo, así que quizá no lo sabía todo al respecto. De hecho, estoy bastante segura de que tengo la mandíbula muy abierta. —Grom dijo lo mismo, que sentía su pulso algunas veces. ¿Te lo contó? —Por supuesto que no —dijo Antonis, con voz grave—. Igual que yo no se lo conté a él. Debes entender, Emma, que yo no sabía lo que había ocurrido entre Grom y mi hija. Todo lo que sabía es que ella se había ido y él estaba allí. No, no se lo conté. No se lo conté a nadie. —El Abuelo hace una pausa, con una especie de curiosidad bailando en sus ojos—. Por supuesto, si tu amigo Toraf hubiera nacido en ese momento, hubiera sido lo suficientemente diplomático con la casa Tritón para aprovechar las ventajas de su talento para rastrear. Nunca ha habido nadie como él, ya sabes. Asiento. Es todo lo que puedo hacer. Es triste, ¿cuántas oportunidades habían llegado una y otra vez para que pudieran compartir información, para trabajar juntos con el fin de encontrar a mi madre? Y si lo hubieran hecho, yo no estaría aquí ahora. Dicho esto, sólo es angustia lo que puedo dedicar a esas circunstancias de hace tanto tiempo. Si mi abuelo está esperando una respuesta de mí, solidaria o de otra clase, no va a conseguirla. Sé que esta historia no ha terminado, y no quiero que deje de contarla. Parece darse cuenta. —Pasados unos días, su pulso desapareció. Baruk creyó que había muerto. Me negué a aceptarlo. Baruk creyó que estaba loco y me suplicó que la dejara ir y que siguiera adelante. Pero verás, no podía. Nalia era todo lo que me quedaba. Al final, le ordené a Baruk que señalara la última dirección en la que la percibió. Sabía que podía estar muerta, pero también sabía algo más sobre mi hija, joven Emma. Algo de lo que ella no se ha dado cuenta hasta hoy. Nalia siempre tuvo una debilidad secreta por los humanos. Síp, definitivamente, no lo sabía. Estoy empezando a darme cuenta de que podría llenar un agujero negro con todas las cosas que no sé. —¿Qué quieres decir?

20

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Quiero decir que un buen padre sabe lo que sus alevines están haciendo. Hubo un tiempo, poco antes de que desapareciera, en el que mis rastreadores informaron de que visitaba cada día el mismo lugar cerca de la Arena. La seguían cada día, pero cuando llegaban ella ya se había ido. Nunca encontraban nada allí, no podían entender el propósito de sus visitas diarias. Al principio, pensé que estaba alimentando la idea de seleccionar otros machos, porque al principio se oponía mucho a estar con Grom. Sin embargo, todos los rastreadores informaban que no había otro pulso. De modo que decidí investigar por mí cuenta. Te digo que casi lo pase por alto; pero de alguna forma, una de sus posesiones más brillantes capturó uno de los pocos rayos de sol que llegan al fondo. Asumí que debí haber revuelto el limo en el lugar adecuado. Entonces encontré su alijo de cosas humanas. Oh Cielo Santo. —¿Mi madre coleccionaba cosas humanas? —¿Y el Abuelo nunca se lo echó en cara?—. ¿Y la dejaste? ¿Qué hay de las leyes? ¿No te importaban? Agita la mano en forma desdeñosa. —¿Y qué ley estaba rompiendo? ¿Cómo podía probar que había tenido contacto con humanos? ¿Quién podía decir que no encontraba esas cosas en naufragios antiguos? Así que él hizo la vista gorda. Optó por no interrogarla. De alguna forma, eso sólo hace que me encariñe más con él. —Así que debido a su obsesión por las cosas humanas, ¿te imaginaste que había venido a tierra? Antonis sacude la cabeza. —Sí y no. Pensé que era posible. Busqué por las costas y después comencé a moverme tierra adentro. Nunca la encontré, obviamente. Pero encontré algo más, Emma. Algo que nunca le he dicho a nadie. Y ahí es cuando me doy cuenta de que esto no es sólo un inocente secreto abuelo-nieta.

21

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

4 Traducido por Beneath Mist

GALEN CARGA lo último del equipaje de Emma en el maletero de la todoterreno y levanta una ceja ante las dos diferentes pilas de efectos personales. Él ni siquiera ha llenado toda la maleta, pero Emma se las ha arreglado para llenar dos grandes y una pequeña. Sin mencionar ese gigantesco bolso que carga. Sonríe. O ella planeó algo grande o falló en planear. No es que le importe. Es feliz sólo con llevársela lejos. —¿De qué crees que se trataba todo eso? —dice Grom, haciendo que se sobresalte. Galen frunce el ceño. —¿Desde cuándo aprendiste a andar a hurtadillas con piernas humanas? Su hermano le dedica una sonrisa perezosa y después se encoge de hombros. — Aprendo rápido. —Obviamente —refunfuña Galen. —¿Y bien? —¿Y bien, qué? —Grom ya ha puesto a prueba hoy la paciencia de Galen. Forzarle a pedir permiso para llevar a cabo ese viaje delante de todos; sobre todo considerando que ya lo habían discutido incontables veces; había sido innecesario y humillante. ¿Estaba simplemente presumiendo su fuerza como realeza ante Nalia? ¿O de verdad piensa que me estoy tomando demasiadas libertades como embajador humano? Porque si es así, Galen está dispuesto a devolverle el trabajo a su Real Majestad. Tal vez los humanos no necesiten ser vigilados. Tienen una existencia fugaz en la tierra, mucho más corta que cualquier Syrena, y luego se van. Igual que Rachel.

22

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Grom se cruza de brazos, tensa la tela de la camisa de franela prestada que trae puesta. El padre de Emma debió ser de una complexión más delgada que la suya. — ¿Qué crees que Antonis tenía que decirle a Emma? Estaban demasiado callados al volver de la playa. Los pantaloncillos de Antonis estaban secos. Obviamente habían estado ahí fuera un buen rato. —¿Y a mí qué me importa? —Serías un estúpido si no te importara. Antonis siempre ha sido… reservado. Galen se apoya contra la parte trasera de la camioneta y patea la gravilla de la calzada. —Suena como un rasgo propio de Poseidón. Grom asiente. —Sí, exacto. Es por eso que necesitas saber lo que están tramando. —Han estado separados durante toda la vida de Emma. Quizás sólo se están poniendo al día. —Tú no crees eso, y yo tampoco. Grom tiene razón. Galen no se lo cree. Por supuesto, tienen mucho de qué hablar. Pero Antonis rara vez se acerca a la costa; debe tener un propósito. Un propósito que no quiere que nadie más sepa. Aun así, no vale la pena empezar el viaje con una posible discusión. —Emma me lo dirá si quiere. Mira a Grom, desafiándolo a protestar. Ambos saben que el rey Tritón no trataría de forzar a su adorada Nalia. Y ambos saben que incluso si lo intentara, no tendría éxito. Grom suspira. —Quizás podrías hacerle preguntas capciosas o algo así. Pero Galen puede afirmar que el asunto está prácticamente cerrado. Grom no ha alcanzado ese nivel de hipocresía por el momento. Lo cual es bueno, porque Emma también se ha vuelto bastante sigilosa en sus pies humanos.

23

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿De qué están hablando? —dice detrás de Grom. Galen nota que a ella no le gusta que su hermano traiga puesta una de las viejas camisas de su padre—. Y lo más importante, ¿estamos listos para empezar esta fiesta? Nalia pasa rozando a Galen y abraza a Emma. —Buen viaje, cariño. — Entonces se inclina más cerca. Galen sabe que no debe escuchar lo que dice después, pero lo hace—. Grom traerá puesto un nuevo vestuario para cuando regreses. Ya no usará más la ropa de papá. Galen se aleja, dándoles intimidad. A pesar de que está enfadado con su hermano en ese momento, se siente mal por Grom porque no se da cuenta de que están hablando de él; o lo mucho que está forzando la paciencia de Emma. Galen golpea ligeramente a su hermano en el hombro. —¿Y acerca de ese permiso, Alteza? Grom pone los ojos en blanco. —Pásalo bien, piscardo. Sólo recuerda que Emma y tú aún no están emparejados, así que… Galen levanta la mano. —Grom. —Esa no es una discusión que hubiera planeado tener con su hermano. O con nadie, de hecho. —Sólo te lo estoy recordando —dice Grom, que parece tan incómodo como Galen—. En privado se presentan muchas oportunidades. Algo que Galen sabe bien. No está seguro de que siga importándole. No es muy bueno a la hora de mantener las manos alejadas de Emma. Y no está muy seguro de que aún le importe la ley. La ley se equivocaba acerca de los mestizos, después de todo. Emma nunca sería una abominación. —No voy a hablar de eso contigo. Grom parece aliviado. —Pero la privacidad permite más conversación, así que no perjudicaría a nadie si pudieras… Se interrumpe cuando Nalia entrelaza su brazo con el de él. —Toraf y Rayna ya se fueron —dice—. Rayna demanda que le traigas algo “interesante”. —La pareja había ido a ver partir a Emma y Galen, pero cuando Toraf sintió la tensión entre

24

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen y Grom, se inventó una excusa para marcharse. Galen deseaba haber pasado algo de tiempo con ellos antes de irse. Galen sonríe. —Por supuesto que sí. —Camina hasta el lado del conductor—. Nos vemos en dos semanas. —No espera a ninguna réplica, por si acaso Grom quiere que le pida un permiso por la cantidad de tiempo que se están tomando. Dos semanas era sólo una estimación. Galen presiente que cuando Emma y él estén finalmente solos, dos semanas no serán suficientes. Al menos, no para él.

25

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

5 Traducido por Javier_Vieyr

DELANTE DE NOSOTROS, la interestatal parece un rio de autos que corre entre las dos montañas. Los oídos me han estado zumbando desde hace al menos una hora debido a la gran altitud. Sigo lanzando miradas a Galen en el asiento del conductor, para ver si está experimentando algo extraño. Algunas veces la presión del agua me afecta los oídos cuanto más profundo nadamos en el océano. Me pregunto si los oídos Syrena de Galen pueden adaptarse a cualquier tipo de presión o sólo la presión causada por el profundo mar azul. No se ha quejado, pero eso no significa nada. De hecho no ha hablado mucho, lo que quizá signifique algo. O no nota la frecuencia con que lo miro, o finge no darse cuenta. Entiendo lo que significa: no quiere hablar. Pero dejar que se guarde sus pensamientos para sí mismo parece contra producente, dada la razón oculta de este viaje. Cuando mi mejor amiga, Chloe, murió, quería esconderme y dejar de vivir. La posibilidad de que Galen pueda estar pasando por el mismo tipo de dolor, me enloquece. Rachel era su mejor amiga, quizá incluso más que Toraf. Y también una figura materna. Perder ambos de un tajo es algo devastador. Le pongo la mano en el hombro y aprieto. —¿Pensando en ella de nuevo? Galen me da una sonrisa melancólica forzada, que sólo dura un segundo antes de que su expresión decaiga de nuevo. La muerte de Rachel nos afectó a todos. Todos pudimos haber hecho más. Todos teníamos la responsabilidad de cuidarla, todos debimos ser más vigilantes y mantener la pista de su paradero el día que rescatamos a Jagen de los humanos. Cualquiera de nosotros pudo evitar su ahogamiento, pero Galen está empeñado en culparse a sí mismo. Y yo estoy empeñada en levantarle el ánimo.

26

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Sólo que aún no he descubierto cómo. —De hecho —dice—, estaba pensando en lo que tú y Antonis pudieron haber hablado ayer durante tanto tiempo. Oh. Eso. Me preguntaba si/cuando lo preguntaría. —No mucho —digo. Quizá no quiero hablar después de todo. No porque este guardando un secreto, no es así. No realmente. La verdad es, no sé por qué el Abuelo insiste en que viajemos al centro de Tennessee. Pero sé que esta extraña búsqueda del tesoro es importante para él, y por alguna loca razón, estoy dispuesta a seguirle el juego. Y hasta ahora creí que Galen también lo estaba. Ayer no cuestionó el que cambiara nuestro curso en el GPS, de nuestro destino original a Cascade Mountains a nuestro nuevo objetivo en Smoky Mountains. Apaga la radio. —¿Qué vamos a encontrar en esas montañas, Emma? ¿Por qué Antonis nos manda ahí? Mi primer instinto es estar a la defensiva, pero sé que Galen está al borde. Pelear con él es la última cosa que quiero hacer justo ahora. Sonrío. —Tengo tanta curiosidad como tú. Además, él no nos mandó ahí, ¿recuerdas? Nosotros ya habíamos dicho que iríamos a explorar las montañas. Él sólo hizo una sugerencia de cuáles visitar. —Lo que significa que señaló todo el centro de Tennessee con el pulgar en mi celular. Como escala, su pulgar equivale aproximadamente a 240 kilómetros en un mapa. Galen se remueve en el asiento, y apoya el codo en el reposabrazos de la puerta. —¿Qué dijo exactamente? —Dijo que tuviéramos un buen viaje, y que espera que encuentre lo que estoy buscando. —Lo que es verdad, aunque entonces no sonó ni de cerca tan sospechoso como ahora, incluso con la épica historia que tuvo que contar acerca de la búsqueda de mi madre. No estoy segura de estar añadiendo algo nuevo a lo que ya le he dicho sobre la conversación. No es como si le hubiera ocultado algo, ya le expliqué por qué

27

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

cambiamos el curso. Y pensé que él ya lo había aceptado, pero Galen parece estar diseccionando mentalmente cada palabra que mi abuelo ha dicho desde su nacimiento. Lo que me hace sospechar de los motivos del Abuelo. ¿Anticipó las preguntas de Galen e, intencionalmente omitió cualquier respuesta sólida? Y si es así, ¿por qué? Galen lanza una mirada de lado para observarme, antes de regresar la mirada a la carretera. —¿No dijo nada más? ¿Algo que pudiera tener un doble significado? —¿Esas son tus preguntas? ¿O de Grom? Galen hace una mueca. —Grom me pregunto, pero debo admitir que tengo curiosidad. Quizá si me dices qué dijo, yo podría ayudar a descubrir qué trama realmente. Me pregunto si algún día las armas estarán depuestas entre Grom y mi abuelo. Y no me entusiasma que Grom influencie tan claramente la opinión de Galen. —Dijo: “Los peces de agua dulce son blandos” —Jadeo, desagradable y dramáticamente. Con las aletas de la nariz expandidas y todo—. ¿Crees que ese sea el código para: “vi una nave espacial” o quizá “en realidad soy un androide soviético”? Definitivamente debemos dar la vuelta y regresar. Sacarle las respuestas a golpes. Ante eso, Galen me da una sonrisa capaz de detener el corazón. —¿Te das cuenta que tan maravillosa eres cuando…? Pero sus hoyuelos ya han reducido mi vocabulario a —Mm. —Y estoy en serio peligro de recaer en mis viejos hábitos de sonrojo. Asiente hacia el frente. —Siento estar malhumorado. Vamos a tomar este desvío, estoy cansado de conducir. Vamos a estirar las piernas un poco. —Por estirar las piernas, Galen se refiere a liberar su enorme cola. Tengo que admitirlo, sería divertido explorar los manantiales. De acuerdo a Google, hay muchos en esta área.

28

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Mi traje de baño está en la maleta —le digo—. Necesitaré encontrar un lugar para cambiarme. ¿Un área de descanso, quizá? —Siempre puedes no usar nada. Síp, totalmente sonrojada. Tengo la boca seca. Y mis entrañas están derretidas. Y accidentalmente imagino a Galen sin nada puesto. Oh Cielo Santo. Parece que Galen es víctima de su propia provocación; su sonrisa se ha ido, reemplazada por lo que yo llamaría deseo. Se lame los labios y luego frunce el ceño, regresa su atención a la carretera. —Lo siento. Se me escapó. A Galen raramente se le escapan esas cosas. Algunas veces puedo ver malicia en sus ojos, y es juguetona, inocua y coqueta. Pero Galen tiene límites. Límites como la ley y su conciencia. Límites que antes siempre lo han detenido de decir algo así. —Nunca te has disculpado por provocarme antes —musito. —¿Provocarte? ¿Eso es lo que crees que estoy haciendo? —No me digas que no dices cosas para ruborizarme. Una sonrisa de superioridad toca las comisuras de su boca. —Claro que lo hago, pero me disculpé porque esta vez no estaba provocándote. Le resulta difícil mantener los ojos lejos de mi boca y fijos en la carretera. A mí me resulta difícil mantener mi cinturón de seguridad puesto, y una respetable—por no decir segura, según los estándares del departamento de vehículos motorizados—, distancia entre nosotros. Traga. —Emma, estoy manejado. —Pero no se ve convencido de su argumento. Incluso ahora recorre con la mirada el lateral de la carretera y reduce la velocidad, probablemente en caso de que salte sobre él. —Podrías detenerte —ofrezco útilmente.

29

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Para mi completa sorpresa, lo hace. La cabina se queda gradualmente en silencio mientras el sonido de nuestra alta velocidad se convierte en el de la grava que truena bajo las llantas cuando maniobra la todoterreno hacia la cuneta. —¿Qué decías? No sé si me jaló hacia él, o lo hice por mi cuenta, pero en cinco segundos estoy fuera de mi asiento, sobre su regazo y probando cada parte de su boca. Estoy sorprendida y complacida cuando sus manos se deslizan sobre mi vestido veraniego. Él es tímido al principio, sólo me acaricia la espalda ligeramente con las yemas de los dedos; pero mientras lo beso, la ligereza desaparece, reemplazada por un deseo a la par del mío. Silenciosamente agradezco a quien sea que haya inventado los cristales tintados. Somos un torbellino de manos, gemidos e impaciencia. Estoy casi embriagada por la forma en que huele, sabe, y se siente debajo de mí. Galen es más ambicioso de lo que jamás ha sido, y decido analizar eso después. No sé por qué pienso en eso ahora, usualmente tomo lo que puedo antes de que él vuelva en sí. Y por ahora tomo ventaja de mi buena fortuna. Mis pulgares se deslizan bajo su playera y recorren su abdomen plano y firme. Él me suelta sólo lo suficiente para poder levantar los brazos sobre la cabeza y que yo pueda desprenderlo de su playera. Después estoy de vuelta en su agarre, entre sus brazos, contra él, a su alrededor. Casi parte de él. Enreda las manos en mi cabello, y me besa desde la oreja hasta la garganta, dejando en el camino lo que se siente como un torrente de lava. Finalmente me doy el suficiente valor para alcanzar el botón de sus vaqueros. Espero que él lo termine, que ponga un alto a esta locura. El milagro es que me deja desabrocharlo. Me siento imprudente e inestable, y encarrilada, pero la última cosa que quiero hacer es parar y pensar en esto. ¿Qué estamos haciendo? ¿Dónde estamos? ¿Qué tan lejos llegará esto? ¿Qué tan lejos dejará que llegue? Repentinamente estoy abrumada por la respuesta. Me aparto.

30

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Sus manos caen. Me muerdo el labio. Me había acostumbrado a la idea de esperar a estar emparejados. La idea de una ceremonia de emparejamiento y escoger una isla con él, me parece locamente romántica. Claro, al principio se sentía agobiante esperar a que estuviéramos el equivalente Syrena a casados, para que pudiera disfrutar por completo de Galen. Y después, no sé cuándo, empecé a ver las cosas de diferente manera. Él me estaba dando mucho, vivir en tierra y adoptar una forma de vida humana, por mí. Y todo lo que pedía a cambio era que cumpliera con esta única tradición. ¿Qué clase de escoria sería si le negara esa única cosa? Claro, disfruto tentarlo y provocarlo, pero siempre sé que él hará lo noble, siempre lo hace. Entonces, ¿por qué no lo hace ahora? ¿Finalmente lo llevé al límite? Palabras de remordimiento se forman en mi boca, pero él presiona un dedo contra mis labios. —Lo sé —dice—. Así no. Asiento. —Lo siento. Es sólo que… Ríe. —Es divertido que sientas que tú debes disculparte conmigo. —Te tenté y no debí hacerlo. A partir de ahora mantendré mi parte del trato, lo prometo. Eso parece alarmarlo. —¿Trato? —Que me esperarás si yo te espero. Se queda callado por un largo rato, después asiente. Se me están durmiendo las piernas; esta posición no era tan incómoda hace cinco minutos, pero ahora está bastante cerca a la tortura. Me apoyo en la puerta del conductor, lista para regresar a mi propio asiento cuando Galen me jala para un último beso. Y cuando lo hace, alguien toca la ventana. Fabulantástico.

31

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen se tensa debajo de mí. —Tiene que ser una broma —murmura en mi cuello. Ahí es cuando tengo el buen sentido de estar mortificada. Y no por lo lejos que habíamos llegado, o que tan cerca habíamos estado. No, ya me había disculpado por eso, y me había avergonzado lo suficiente. Pero esto, esto es un nuevo tipo de horror. Porque es público. Seguimos en una posición menos que ideal; a un lado de la condenada interestatal. —¿Todo bien ahí? ¿Problemas con el auto? —dice un hombre. Entonces ese completo desconocido procede a hacer un visor con las manos y fisgonear por la maldita ventana, presionando las aletas de la nariz contra el cristal y creando un círculo de vapor. Madre Santa. —Oh —dice—. Les ruego me disculpen. —Se aleja de la ventana justo cuando vuelvo a refugiarme en mi propio asiento. Galen de alguna forma ya se ha puesto su camisa de nuevo. Lo que es, claro, al mismo tiempo un alivio y una decepción para mí. Baja la ventanilla y de alguna forma logra sonar educado cuando dice: — ¿Puedo ayudarlo? —Pero su voz es espesa, llena de apetito. Está tan afectado como yo, sólo por el inicio del beso. La cara del hombre está tan roja como el rastro de besos que Galen me dejo en el cuello. —Siento eso —dice el hombre, y se sujeta los tirantes del mono de trabajo—. Sólo estaba asegurándome que estuvieran bien. Vi que tienen una matrícula que no es del estado. Cómo pudo notar eso desde el canal de autos a alta velocidad que es la interestatal, no lo sé. A menos que, claro, Tennessee esté lleno del tipo de buenos samaritanos que realmente dan reversa para ayudar a alguien. Cualquier otro día, cualquier otro segundo en la existencia del universo, apreciaría eso.

32

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero por ahora, quiero estrangular a este hombre. Y maldecir a Tennessee por producir ciudadanos tan serviciales. Galen le frunce el ceño al hombre. —No necesitamos ayuda, gracias. El hombre mira más allá de Galen, haciendo la obvia pantomima de escrutar la situación. Su apariencia dice que podría llamarse Herschel, o Grady. —¿Todo está bien, señorita? —me pregunta. Galen debe darse cuenta de su propósito, porque se echa hacia atrás en su asiento para permitirle a Herschel/Grady una buena vista hacia mí. Voy a matar a Galen. Y no sólo porque por ahora un completo desconocido está más preocupado por mi virtud que él. —Lo estaba —le digo enfáticamente. El hombre se aclara la garganta. —Bueno, me disculpo por la mmm… interrupción. Que tengan un buen día. —Parece que quizá nos honrará con su ausencia, pero regresa a la ventana. Se rasca la nuca en una forma casi supersticiosa—. Saben, se acerca una tormenta realmente fuerte. Quizá quieran llegar a donde desean ir. —Con esto, se va. Esperamos a escuchar cerrarse la puerta de su camioneta antes de respirar de nuevo. Al menos, yo. Galen agarra el volante con ambas manos. —Creo que deberíamos parar por hoy. Sé que él no es muy bueno manejando en mal clima. Pero no creo que esté hablando de manejar. Un pequeño nudo de rechazo se me forma en el estómago. — Está bien —respondo. ¿Pero que esperaba? Él sólo está haciendo las cosas correctamente. ¿Quiero que lo haga, o no?

33

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Me mira inmediatamente. —No, quiero decir, si va a llover, entonces quizá deberíamos… quiero decir… Río. —¿Sellar los labios? También entiende mi doble sentido. —Emma. Es cuando le doy la espalda. Mirarlo por un segundo más, garantizaría otra visita a su regazo, lo que claramente no es lo que quiere justo ahora. Comienzo a pensar que no sé qué es lo que Galen quiere. Y comienzo a dudar que él mismo lo sepa. Quizá para el final del viaje lo sabremos. Saco mi teléfono y leo la pantalla en busca del enlace que había encontrado antes. Siento que el calor se desvanece de mis mejillas; sin embargo, mis labios aún se sienten como si estuvieran en llamas. —Hay algunas áreas turísticas cerca: manantiales, cuevas. Suena ideal para estirarse. Galen exhala. —De hecho, suena perfecto. Entre más lejos de las personas, mejor. No puedo evitar buscarle doble sentido a eso también.

34

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

6 Traducido por Javier_Vieyr

GALEN ENTRA en el agua poco profunda, y alerta a algunas ranas, cuya melodía de graznidos para inmediatamente. Incluso mientras el viento corta la superficie del manantial, un banco de piscardos frenéticos hace algunas ondas por su cuenta. Galen se asombra de que los pájaros no aprovechen esa oportunidad para alimentarse. Aunque supone que todas las criaturas aladas de aquí son gordas y felices, con todo el alimento potencial por encima del agua—ranas e insectos y otras cosas reptantes—, ¿para qué molestarse en mojarse? Los pájaros están hechos para el aire. Igual que los Syrena están hechos para el agua. Intenta detenerlo, pero el pensamiento se abre paso de todos modos. Sí los Syrena están hechos para el agua, ¿que estoy haciendo aquí en tierra? Entonces la razón por la que está aquí cierra la puerta de la todoterreno. Emma debe de haber terminado de ponerse su traje de baño, y por suerte es uno que la cubre bien. Después de su lapsus de hoy, por el momento no puede arriesgarse a dejarla pasearse en algún estado de desnudez. Ni siquiera la ley lo detuvo esta tarde cuando la tuvo en su regazo, intentando hacer exactamente lo que no debería. Pero Emma ve su autocontrol—lo que queda de él, al menos—como rechazo. Él le ha explicado la importancia de la ley, a pesar que él mismo se la ha estado cuestionando. Le parece que Tritón y Poseidón ejercieron superstición sobre razón cuando elaboraron la ley hace muchos siglos; que asustaron a sus súbditos para someterlos en lugar de razonar con ellos. Grom es diferente, Galen lo sabe. Es de mente abierta, hace lo que los humanos llaman un acercamiento progresivo. Y Galen tiene la sospecha de que Antonis también es diferente, si es que la forma en el rey Poseidón aceptó de inmediato la idea de una nieta mestiza, puede ser un indicador.

35

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero la realeza ya ha presionado la vieja ley hasta sus límites aceptando a Emma. Adherirse a todos los otros aspectos de la ley ahora es más importante que nunca, si la realeza va a recuperar la total confianza de los reinos. La de los Archivos, de los Comunes, de los ex Leales, el grupo de seguidores de Jagen. No hay espacio para la desconfianza, si van a mantener los reinos unidos. Galen sabe que llegará el momento en que los humanos los descubran. Grom también lo sabe. Y cuando eso pase, los Syrena tendrán más posibilidades de sobrevivir si trabajan juntos. No más guerras silenciosas, no más rebeliones por aquellos que pueden embaucar al oyente y no cumplir con sus promesas. Si alguna vez hubo un tiempo en que no podían permitirse discordia, ese es ahora. Galen sale de sus pensamientos ante el sonido de los pies desnudos de Emma que aplastan las hojas caídas. Con cada paso que da, su sangre parece calentarse, fluir más libremente. Su tensión desaparece, y todos esos problemas de reinos se absorben en el aire, para lloverle en otro momento. Porque justo ahora, tiene a Emma. Piensa en lo que ella dijo en el auto. Acerca de su “trato”. Ella me esperará sí yo la espero. ¿Pero hay una razón real para esperar? Sacude la cabeza. Claro que la hay, idiota. Sí no es por la ley, entonces es para mantener la confianza de los reinos. Sonríe mientras el sonido de sus pasos se convierte en tropezones, y después jadeos. Ella no es ni de cerca tan elegante en tierra, como lo es en el agua. Quizá él pueda mostrarle eso, cuánto pertenece al agua en vez de a la tierra. Cuánto más fácil es vivir en los océanos que venir a las costas y entablar relaciones con humanos, que eventualmente mueren y… —Guau, mira esas nubes —dice ella, desde atrás, chapoteando el agua mientas entra. Entonces unos dedos delgados se entrelazan con los suyos, y el resto de su ansiedad pide un aventón al aire que ha incrementado—. ¿Estaremos seguros en el agua? Él le besa la punta de la nariz, que por el momento es el único lugar seguro para que estén sus labios. Antes de que ella pueda enfadarse, la jala a aguas más profundas.

36

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Para su alivio—y decepción—, ella trae puesto un traje de baño de una sola pieza y también un par de pantaloncillos a juego. —Estaremos bien. —¿Puedes nadar más rápido que un relámpago? —La mitad de su oración la dice debajo del agua. Ella se ríe nerviosamente cuando su voz se distorsiona por un breve momento. —No estoy diciendo que puedo nadar más rápido que un relámpago —dice, llevándola a mayor profundidad—, pero tampoco estoy diciendo que no pueda. — Después de todo, el don de Tritón me hace más rápido que cualquier otro Syrena vivo. Sabe que si Emma estuviera en peligro, él le daría competencia al relámpago. Por un instante, los rizos de Emma se entrelazan con los últimos rayos de luz que rozan la superficie del manantial, y repentinamente está envuelta en un halo de color dorado. Todo lo que Galen puede hacer es recordar cómo respirar. Si hubiera sabido que los manantiales podían ser así de gloriosos, los habría buscado antes. —¿Qué? —pregunta ella—. ¿Hay algo detrás de mí? —Ahora sé por qué los humanos llevan cámaras a donde quiera que van. Nunca sabes cuándo la perfección se mostrara ante ti. —Ella se le acerca despacio, pero él mantiene un brazo de distancia entre sus cuerpos. Da la vuelta, con la esperanza de redirigir su atención de lo que sabe ella verá como rechazo, y enfocarla en lo que hay debajo de ellos— . Hay una entrada de cueva ahí abajo. ¿Puedes verla? Ella asiente. —¿Crees que es seguro entrar? Él ríe. —¿Desde cuándo te preocupas por tu propia seguridad? —Oh, cállate —refunfuña mientras se aproximan a la entrada.

37

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Aún así se mueve para colocarla detrás de él. —Sí hay algo aquí abajo, entonces quiero que esté ocupado comiéndome mientras tú escapas, pez ángel. —Esa no es tu decisión. Galen se detiene. Sabe que a los ojos de Emma les toma un momento ajustarse a la oscuridad en el agua profunda, y cuando entren por completo a la cueva, ni siquiera los alcanzará el ocasional brillo de luz desde la superficie. —¿Mejor? —le pregunta después de unos momentos. Ella le contesta tratando de adelantarse. La jala a su lado, más cerca de lo que es sabio, y aun así no tan cerca como le gustaría. El calor de su cuerpo parece brincar al de él, a pesar de la corriente fría y su piel gruesa. ¿Y desde cuando el calor me da escalofríos? —Bien —dice, más exasperado consigo mismo que con ella—. Iremos juntos. Pero juro por el tridente de Tritón que si tratas de ponerte al frente… —Hombro con hombro siempre está bien para mí, Galen. —Antes que a ella se le ocurra otro comentario listillo, los detiene a ambos—. Mira, es impresionante. Él sigue su línea de visión a un grupo de rocas puntiagudas sobre ellos. Le recuerdan a la entrada de la Cueva de las Memorias. Todas las rocas sobresalen de la tierra como dientes, listas para masticar a cualquiera lo suficiente valiente para cruzarlas. Y si Emma está impresionada con esto, él no pude esperar hasta que vea todas las cuevas que tiene para ofrecerle. No sólo esta cueva de manantial, si no todas. Las que están en la parte más profunda del océano, donde los únicos habitantes son la vida marina que crea sus propias luces para atraer a su presa. Quizá un día, después de que las cosas se hayan asentado un poco, él la llevará a la Cueva de las Memorias. A ella realmente le gustaría eso. —Esta es la parte en un película de terror donde se supone que debes voltear atrás —dice ella mientras pasan la primera hilera de “dientes”. Su voz es ligera, pero cuando él para, ella se aferra a su brazo—. ¿Qué? ¿Qué pasa?

38

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Suavemente, la aparta de sí y se deja llevar por la corriente un metro hacia atrás. —¿Te sientes… más pesada en esta agua? —No. ¿Por qué? ¿Me veo más pesada? Él rueda los ojos. —Bueno, ¿entonces a qué te refieres con más pesada? Él mueve la cola hacia atrás y hacia adelante, mientras su estela levanta un poco de limo. —Se siente diferente aquí. Requiere más esfuerzo atravesar el agua. ¿No lo has notado? Ella se encoge de hombros. —Un poco, supongo. Quizá es el agua dulce. En agua salada todo flota más. —¿Pero no sientes la diferencia? —No creo que la hubiera notado si no lo hubieras mencionado. Él recupera su mano y entrelaza los dedos con los de ella. —¿Te distraigo mucho, eh? Ella sonríe. —No tienes idea. Se inclina, con la intención de darle un besito diminuto en los labios. Sólo algo para marearlo, de verdad. Sólo un beso inocente y controlado, nada parecido a la pasión desenfrenada que casi no pudo contener esta tarde. Al menos, eso es lo que intenta… Entonces lo golpea. Una ligera corriente de electricidad que va y viene. Espinosa e intrusiva un segundo, y después fluida y suave al siguiente. Es imposible que sea un rayo.

39

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

No puede serlo. Ha sentido rayos en el agua con anterioridad. Es casi como una ola solitaria que atraviesa la marea, y antes de que puedas parpadear, se va, pasando a través de tu cuerpo sin permiso o disculpa. Sí, pica. Pero no como esto. Esto se siente como… ¿pero verdaderamente puede serlo? Sacude la cabeza para sí mismo. No. No hay forma de que esté sintiendo un pulso. Porque los Syrena no tienen pulsos así. Un pulso Syrena es fuerte, no como el rasgueo diluido que apenas siente contra su piel en este momento. ¿Entonces qué puede ser?

40

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

7 Traducido por gi_gi

ES MUY raro ver pánico en el rostro de Galen. Así que cuando su expresión es de alarma y todo su cuerpo se tensa como un elástico estirado, estoy casi a punto de enloquecer. Sobre todo porque estamos en medio de una cueva con dientes afilados, y cada vez que un trueno retumba detrás de nosotros, parece que la cueva dijera que tiene hambre. Y por la cara de Galen, también está pensando que podríamos ser el aperitivo. ―Galen, sé que estás ocupado sintiéndote muy pesado y todo, pero tienes que decirme lo que está pasando, ahora mismo. ¿Por qué cuando alguien pone su mano sobre tu boca, dan ganas de gritar? ―Quédate muy quieta, pez ángel ―susurra contra el dorso de su propia mano mientras la aprieta sobre mis labios. Un grito se crea dentro de mí, golpeando mis cuerdas vocales para liberarlo. Tragarlo no ayuda―. Creo... creo que percibo algo. ―¿Algo? ―le digo, pero a través de su mano suena como “¿Annmo?”. Pensé que los Syrena sólo podían percibirse unos a otros, no a objetos o animales o cualquier otra "cosa" de la que Galen podría estar hablando. Esta cosa de mano-sobre-boca ya me cansó. Poco a poco, retiro sus dedos de mi cara para demostrarle que no voy a hacer nada precipitado. Nada de movimientos bruscos, nada de ruidos fuertes, nada de nadar lejos. Definitivamente nada de nadar lejos―. ¿Qué quieres decir con "algo"? — siseo. Galen no aparta los ojos del túnel delante de nosotros. Apenas unos metros más y la cueva da un giro brusco a la derecha. Y pensar que en realidad estábamos a punto de ir allá abajo, a las entrañas de este lugar. ―Percibo... algo ―dice en voz baja—. No es Syrena, de eso estoy seguro. Nunca antes he sentido algo así. ―Me pone detrás de él, y por una vez, se lo permito—. Sea lo que sea, está a la vuelta de esa esquina. Se está acercando.

41

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Presiono mi frente contra su ancha espalda. ―¿Estás tratando de asustarme? Porque está funcionando. Se ríe y me relajo un poco. ―No estoy tratando de asustarte, lo prometo. Es sólo que es... interesante. ¿No sientes curiosidad por ver qué es? Es entonces cuando me doy cuenta que nos estamos moviendo. Hacia adelante. ¿Desde cuándo Galen es curioso? Generalmente es él quien me frena. ―Pero tú no sabes qué es. ¿Y si es peligroso? ¿Y si es el primo prehistórico de un tiburón o algo parecido? ―¿Qué? ―Nada. ―Admito que eso sonó un poco ridículo. Mi voz rebota contra las paredes de la cueva, y cuando vuelve a mí, puedo oír un rastro de histeria en ella. Miro por encima de su hombro―. ¿Ya lo ves? ―Todavía no. ―¿Debería pedir refuerzos? Galen se detiene. ―En realidad, ¿has visto algún pez por aquí? Yo no, eso es raro. No es raro, es aterrador. Debería haber peces aquí; pero hasta ahora, no hay un sólo ser vivo en este abismo rocoso. Lo que probablemente significa que un depredador natural se ha asentado aquí. ―¿Hola? ―dice una voz desde la curva. Así que el depredador natural de aquí es masculino y habla español. Mi primer pensamiento es que se trata de un buzo o por lo menos, alguien haciendo snorkel. Pero las palabras son claras, sin el amortiguamiento de una máscara o una boquilla. ¿Y no necesitaría luz aquí abajo? Sin embargo, no hay luz a través del agua. O tal vez mis ojos se han adaptado lo suficiente para que no me dé cuenta.

42

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Una multitud de peces rodea a toda velocidad la curva de la cueva y se alejan de nosotros. Antes que vayan demasiado lejos, grito detrás de ellos. ―¿A dónde van? ¿Quién los persigue? Vuelvan. ―También quiero decir: Llévenme con ustedes, pero eso no sería muy valiente. Todo el grupo vuelve y nos rodean a Galen y a mí. Los peces aquí no son tan coloridos como los del agua salada, pero aún así son interesantes de ver―y al parecer yo también lo soy. Algunos tienen rayas y aletas como navajas. Otros son grandes y moteados con los vientres rosa. Luego están los peces pequeños, que lucen como panzones, con manchas como las de un leopardo. Pero a pesar de sus diferencias, todos tienen una cosa en común: ellos entienden el don de Poseidón. Me toma un momento darme cuenta que Galen ya no está mirando al halo de peces que nos rodea. Está mirando al frente, con la mandíbula apretada. ―¿Quién eres tú? ―pregunta. El chico que nada cautelosamente hacia nosotros es musculoso y, al parecer, audaz. Su cabello rubio es un poco más largo que el de Galen, tal vez hasta los hombros, pero no puedo decirlo porque flota sobre su cabeza como un ventilador. Se acerca, vestido sólo con un traje de baño azul y una sonrisa fácil. Galen se siente tenso bajo mis dedos, listo para saltar. Detrás de él hay una cuerda que serpentea a través del agua, y al final de ella, un puñado de peces muertos atados por la cuerda que les atraviesa cada una de sus agallas. O este chico quiere morir o su cerebro no tiene la capacidad de procesar el miedo, porque se desliza hacia nosotros, como llevado por una corriente. Podría ser de nuestra edad, o cerca. No lleva ningún snorkel, ni equipo de respiración, ni luz. Tampoco parece tener prisa en llegar a la superficie para tomar aire. El aliento se me queda atorado. ―Tú tienes el don ―dice, inclinando la cabeza hacia mí. No es una pregunta, ni siquiera está sorprendido. En todo caso, está complacido. Mis piernas se sacuden debajo de mí, como si hubiesen olvidado cómo nadar.

43

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

―¿Y tú eres? ―dice Galen. Lo que agradezco, porque justo en este momento, mi boca no puede formar palabras. Me doy cuenta entonces de que yo también lo puedo percibir. No como percibo a Galen o Rayna o Toraf. Es diferente. Es más una suave caricia, un toque fantasma. Tal vez es lo que creí que era un relámpago, pero la verdad es que lo sentí tan pronto entramos en el agua. Antes siquiera que la vena de un rayo atravesara el cielo. El chico nos muestra las manos, que están vacías. ―Soy Reed. ―Un pez nada en frente de nosotros, bloqueándonos la vista―. ¡Oh, vamos! ―dice Reed―. Te dije que permanecieras lejos de la gente. Ve a buscar a alguien más a quien molestar, o te pondré al final de la cuerda. ―Me mira―. No tienes que ser tan amable con ellos, sabes. Son un montón de revoltosos. El corazón se me cae a los pies cuando los peces se dispersan. Pero es probablemente porque los asustó, no porque entienden lo que está diciendo, ¿cierto? Todos los peces han desaparecido, a excepción de uno grande de vientre rosa que nada hacia Reed con familiaridad, como un perro que se acerca a su amado dueño. ―Yo lo llamo Vac, abreviatura de vacío, que es exactamente lo que hace cuando se encuentra con piscardos. Éste es un asesino en serie. Galen no parece divertido. ―¿Qué eres? Creo que es una pregunta válida, pero Reed piensa lo contrario. ―Bueno, esos no son buenos modales, ¿no? ―Eres un mestizo ―dice Galen. Dobla el brazo detrás de él, una muestra visible de protección. Un escalofrío me recorre, pero lo detengo antes que llegue a la superficie. ¿Un mestizo? Esto no está sucediendo. Pero... Es muy obvio, ¿no? Cabello rubio. Piel pálida.

44

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Ojos violetas. Sin cola. En una cueva submarina sin equipo de respiración, con peces alrededor. La sonrisa de Reed revela un pequeño hoyuelo en la comisura de la boca. ―Y tú eres muy observador. ―Condenadamente imposible. ¿Otro mestizo? Como yo. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Qué? Santo... ―¿Cómo nos encontraste? ―ladra Galen. Todavía no puedo entender el peligro. Reed no está armado. Y hasta ahora, él no ha mostrado ningún tipo de agresión. De hecho, parece bastante divertido con nosotros. ―¿Encontrarlos? Eso implica que los estaba buscando, ¿no? ―Se acerca hacia nosotros un poco más, y siento a Galen tensarse—. Irónico, pero estaba tratando de alejarme de los desconocidos. Sé que Galen no quiere que hable con este chico. Es una de esas cosas tácitas, donde el lenguaje corporal―el hecho de que todavía me está empujando detrás de él― es el mejor comunicador. Pero Galen no siempre consigue lo que quiere. ―¿De dónde vienes? ―digo, rodeando a Galen. Me imagino que es un buen lugar para empezar. Me agarra la muñeca, así que me detengo, esperando que Galen se sienta cómodo con que haya salido de mi escondite. Reed me ofrece el tipo de sonrisa que dice: A tus órdenes. ―Soy de Neptuno. No escuché tu nombre. ―No te lo dijo ―dice Galen, sujetándome con más fuerza. ―Emma ―digo, sin atreverme a mirar hacia Galen―. Mi nombre es Emma. ¿Hay otros como tú?

45

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

―Esa es una pregunta extraña ―dice. La curiosidad desaparece de su hermoso rostro. Supongo que es extraño. Quiero decir, si hay dos mestizos, hay posibilidad de encontrar más, ¿verdad? Pero ¿por qué? ¿Cómo? Niego con la cabeza. En su afirmación hay una pregunta, y responder de una manera u otra sería mentir a medias. Sabía que había algo aquí en Tennessee. El Abuelo fue firme en que Galen y yo viajáramos aquí, que había algo interesante que me gustaría ver. Ahora entiendo por qué no me dijo lo que era, por qué me dejó encontrarlo por mi cuenta. El Abuelo sabía que yo le diría a Galen. Y de alguna manera sabía que a Galen no le gustaría. ―¿A qué distancia está Neptuno? ¿Puedes llevarnos allí? ―barboto. Reed ya está asintiendo incluso mientras Galen agarra mi muñeca. ―Emma ―gruñe―. No lo conocemos. Me vuelvo hacia él. ―Antonis nos envió aquí para encontrarlo. Creo que está bastante claro por qué. ―Inmediatamente me siento culpable por reprenderlo en frente de un perfecto desconocido. ―¿Por qué no pudo decirnos y dejarnos decidir a nosotros? Y de repente, la culpa se ha ido. Al principio no respondo. La ira se filtra en mis entrañas, porque Galen no quiere decir, "dejarnos decidir a nosotros." Lo que quiere decir es "dejarme decidir por ambos." Y no estoy de acuerdo con eso. Me vuelvo hacia Reed. ―He decidido por mí cuenta que quiero ver Neptuno. ¿Me llevarías?

46

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

8 Traducido por Lauraef

LA ATENCIÓN DE GALEN se turna entre la carretera y el desconocido en el espejo retrovisor. Reed ocupa una buena parte del asiento trasero, con el codo apoyado en la guantera que separa el asiento del conductor del pasajero. Siendo el pasajero una Emma demasiado atenta. —Está a unos 30 kilómetros más adelante. No habrá ningún letrero de Neptuno, nos han metido hace poco en los GPS. Este año —dice Reed a Emma. Parece casi orgulloso de esa hazaña mediocre. Y lo mismo parece Emma. —¿Y hay más mestizos en Neptuno? —pregunta, ni siquiera intenta disimular su emoción. Reed contesta con una sonrisa de suficiencia. Galen siente como si hubiera entrado en un mal sueño, uno del que no se puede despertar. En silencio maldice a Antonis por su papel en todo esto. ¿En qué estaba pensando al enviarnos a un pueblo lleno de mestizos, cuya simple existencia va en contra de la ley? ¡Justo cuando creíamos que intentábamos ganar de nuevo la confianza de nuestros reinos! Y pone a Emma justo en medio de todo. Lo que es peor, Emma parece estar totalmente cómoda al respecto. —Es un pueblo pequeño —admite Reed—. Pero también hay Syrena puros, y humanos. Humanos que guardan nuestro secreto. Galen le lanza una mirada. —¿Cómo es posible? —¿Y cómo es que los rastreadores no han descubierto este alijo de desertores? Especialmente Toraf, que puede sentir Syrena en cualquier lugar del mundo. ¿O es que el agua dulce afecta su rastreo, igual que afecta la habilidad de Galen de percibir?

47

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

La única otra comunidad de mestizos y Syrena mezclados de la que Galen alguna vez ha escuchado es Tartessos, que fue destruida por el General Tritón hace años. La historia dice que todos los mestizos del General Poseidón fueron destruidos, y los Syrena volvieron al océano y nunca pisaron tierra de nuevo. ¿Cómo ha podido surgir otra comunidad sin que los reinos lo supieran? ¿Quiénes son esos Syrena puros que han iniciado otra generación, o más, de mestizos? Reed hace una pausa, escrutando a Galen en el retrovisor. —Miren, agradezco que me lleven de vuelta al pueblo y todo; pero he contestado todas sus preguntas y, hasta ahora, no me han contado nada sobre ustedes. No me parece muy justo. Emma asiente. —¿Qué te gustaría saber? Galen le lanza una mirada de advertencia, pero Emma finge no darse cuenta. De hecho, está intentando a toda costa no mirarle en absoluto. —Bueno —dice Reed, inclinándose hacia delante lo suficiente como para que Galen quiera reajustarle la mandíbula con un gancho de boxeo—, sé que son del océano. Al menos, él lo es. Tú obviamente eres una descendiente de una Syrena habitante del océano. Emma se queda boquiabierta. Reed se encoge de hombros. —Oh, no te preocupes. No soy psíquico ni nada de eso. Los habitantes del océano mandan unos pulsos diferentes a los Syrena de agua dulce. Nuestra mejor suposición es que a lo largo de los años la falta de sal en el agua cambió la manera en la que nos percibimos los unos a los otros; que de alguna manera nuestros cuerpos se adaptaron a estar en agua dulce. —Estudia a Emma más de cerca, si es que eso es

48

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

posible—. Pero mi pregunta es, ¿por qué han venido? ¿Y cómo puedo hacer que se queden? Galen casi falla en frenar cuando el coche delante de ellos desacelera. —No nos vamos a quedar. —No le pasa desapercibido el ceño fruncido de Emma. —Es una larga historia —dice Emma, sonriéndole a Reed—. Mi madre es una Syrena; mi padre era humano. Crecí en tierra firme. Mi abuelo visitó tu pueblo una vez, creo. Él es quien nos envió aquí. Antonis debe haber visitado Neptuno. Por eso Reed ya sabía que nos percibimos diferente en agua dulce. ¿Qué más compartió Antonis con estos desconocidos? —¿Los envió aquí? —Bueno, fue más como una búsqueda del tesoro supongo —dice Emma rápidamente—. Nos mandó en esta dirección en general, pero no nos dijo qué encontraríamos en Neptuno. —¿Por qué haría eso? —Reed mira a Galen directamente a los ojos. Galen decide que Reed tiene un don para la sagacidad. —Nos hemos estado preguntando lo mismo —murmura. Emma se ríe. —Es obvio que quería que te encontráramos. Oh, mm, no, a Neptuno —tartamudea Emma—, quiero decir que quería que encontráramos Neptuno. Reed vuelve su atención a Emma. —Me alegra que los enviara. Galen está bastante seguro de que Reed no tiene ninguna falsa impresión sobre su relación con Emma. Y está casi igual de seguro que no le importa. Reed está verdaderamente encantado con Emma, y Galen no puede culparle. Pero puedo romperle los dientes…

49

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed continúa preguntando y Emma sigue dándole respuestas vagas pero sinceras: su madre ha vivido en tierra firme desde antes que Emma naciera. Su padre era un doctor humano, que sabía que su madre era Syrena. Conoció a Galen en las playas de Florida. Los reinos están al tanto de su existencia y por ahora están bien con ello. Para el alivio de Galen, Emma no le da ninguna información sobre que son de la realeza o sobre los recientes eventos que hicieron que la descubrieran. Sabe que ella siente una conexión con este desconocido y, aunque no le guste, lo entiende. Reed es un mestizo como ella. Eso le proporciona novedad y curiosidad y, para Emma, una cierta sensación de pertenencia. Especialmente si se están acercando a un pueblo lleno de mestizos. Pero Galen no va a confiar en este rubio que rebosa encanto. Ya antes ha sido engañado por una sonrisa simpática. Y no pasará de nuevo.

50

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

9 Traducido por Azhreik

ES COMO SI Galen no estuviera siquiera en el coche con nosotros. Reed y yo conversamos mientras Galen rumia en el volante. Tras la indicación de Reed, avanza sobre un sinuoso camino de grava, que nos interna cada vez más en el bosque, más y más cerca a la división entre dos montañas cercanas. Al pueblo de Neptuno. Hay un letrero de madera en la orilla del pueblo con las palabras BIENVENIDO A NEPTUNO grabadas en la parte superior y PUEBLO DE MEMORIAS abajo, en letras más pequeñas y elegantes. El letrero está puesto en un campo de flores, rodeado por rocas pintadas de blanco. Cuando pasamos, la mirada de Galen parece demorarse en las palabras de abajo. Quiero preguntarle al respecto, pero sé que es mejor no hacerlo enfrente de Reed. El silencio de Galen satura el aire entre nosotros, un desagrado silencioso por mi inmediata aceptación de Reed. También se me ocurre que Galen podría estar celoso, lo que es ligeramente descabellado. Especialmente considerando nuestra sesión de besos de horas antes. Así que decido darle el beneficio de la duda y tratar su retirada de la conversación como precaución. De hecho, espero que de alguna forma sea por Reed y no por la existencia de Neptuno, o mi emoción al respecto. Porque por supuesto que estoy emocionada, ¿qué no hay de intrigante en un pueblo de mestizos? Seguramente Galen puede entender por qué estoy tan interesada. Y si no, debería hacer un mayor esfuerzo. La todoterreno llega a lo que parece la calle principal de Neptuno. Hay una línea de tiendas y oficinas pequeñas y adorables a ambos lados de la calle. Para mí, es una representación cliché de un pueblo del viejo Oeste, aunque hay coches estacionados enfrente de los negocios en vez de caballos atados a postes de madera.

51

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Una mezcla variada de gente transita las aceras de concreto; algunos son obviamente Syrena: piel olivácea, cabello negro, ojos violetas, clásica musculatura. Otros son obviamente mestizos, y también están aquéllos que podrían ser humanos, o un cóctel de las tres especies combinadas. Hay asiáticos pálidos y rubios, y hay áfricoamericanos rubios. Ancianos y jóvenes, hombre y mujeres. Un batiburrillo caminante de especies y razas y edades y géneros. Lo absorbo todo, ignorando mi emoción creciente y el ceño cada vez más fruncido de Galen. —¿Entonces toda esta gente vive aquí? ¿Dónde? —Viven en casas, como la gente normal. Aquí vivimos como humanos, porque la mayoría somos parte humanos. —Reed me lanza una mirada significativa, que finjo no notar. —¿Entonces que hacen aquí? —¿Qué quieres decir? —¿Cuál es el propósito del pueblo? Es… —Hago un gesto con la mano hacia los edificios y la gente a nuestro alrededor—. ¿Es de exhibición? ¿O esas tiendas realmente están abiertas? Reed se ríe. —Por supuesto que están abiertas. Necesitamos tiendas de herramientas y oficinas postales y tiendas de comestibles igual que en cualquier otro pueblo. También tenemos facturas de electricidad, sabes. Impensable. —¿Y cómo funciona todo? ¿Cómo pagan las facturas de electricidad? —Esto se está convirtiendo en una sesión de estudios sociales. Ruedo los ojos. —Ya sabes a qué me refiero. —Somos prácticamente autosuficientes. Yo trabajo en una tienda de comestibles después de la escuela, pero me tomo libres los veranos para pescar. Algunos de los humanos viajan a diario a ciudades vecinas para trabajar en bancos y

52

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

compañías de seguros o lo que sea. Supongo que no sé de qué otra forma explicarlo. Simplemente somos un pueblo normal. Reed no sabe cómo explicarlo y yo no sé qué más preguntar. Supongo que creí que todo era de exhibición y que todos eran millonarios como Galen; pero Reed tiene razón, realmente son un pueblito que funciona normalmente. Tan normal como podría ser un pueblo lleno de mestizos. Nos detenemos ante el único semáforo a la vista, en frente de lo que parece ser una posada de tres pisos; un gran letrero al frente indica que no hay vacantes. Hay un hombre sentado en el pórtico en una mecedora blanca. Hasta ahora, él es el único que parece fuera de lugar, y tal vez es sólo porque trae puesta una bata de laboratorio blanca cubierta con la tierra que está metiendo en una maceta frente a él. Levanta la vista y mira la todoterreno como si fuera un depredador que se aproxima. Una vez más, agradezco las ventanas tintadas. Miro a Reed. —¿Quién es ese hombre? —No que crea que Reed conozca a todos en el pueblo, pero este tipo se presta a la especulación. Voltea a ver brevemente al hombre del pórtico. Hay una tensión subyacente cuando dice: —El señor Kennedy. Se ha estado quedando en el Sylvia desde hace un mes. Asiento. —¿Por qué está aquí? —Lo que podría parecer una pregunta extraña, pero en realidad, todos los otros humanos que he visto parecen pertenecer aquí. Todos parecen enterados de los secretos del pueblito de Neptuno. Todos, excepto este tipo. Reed se encoge de hombros. —Intentamos hacer el pueblo lo menos interesante posible para los turistas… por obvias razones. Pero el señor Kennedy no es exactamente un turista. Es un botánico, y está aquí para buscar nuevas especies de plantas. En realidad está un poco loco, siempre habla consigo mismo y se topa con las cosas. Y siempre tiene las uñas negras por excavar en la tierra. —El rostro de Reed se arruga como si jugar en la tierra fuera lo mismo que jugar en una pila de mierda.

53

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

La luz cambia a verde y nos alejamos de la posada, pero no tengo que mirar atrás para saber que el señor Kennedy aún nos está mirando fijamente. —¿Y qué le hace pensar que aquí encontrará nuevas especies de plantas? Prácticamente puedo oír cómo Reed se encoge de hombros. —No estoy seguro, en realidad no habla mucho. Y mayormente está en el bosque todo el día, buscando sus tesoros ecológicos. —¿No pueden deshacerse de él? —dice Galen, lo que me sobresalta. —¿Deshacernos de él? ¿Te refieres a matarlo? —Reed se ríe bajito—. No sé cómo hacen las cosas en el océano, pero aquí no vamos por ahí matando gente. Ese tipo de cosas te gana malas miradas por aquí. —Eso no es a lo que me refería —dice de inmediato—. ¿Por qué no lo sacan del pueblo? Ustedes son muchos más que él. —No es tan fácil como suena. En 1950, todos los habitantes decidieron integrarse como un pueblo real. Lo que significa que Neptuno entra en la jurisdicción del condado y el estado y toda esa basura. Claro, teníamos que seguir las leyes humanas antes de eso, pero no fue hasta entonces que tuvimos que tener mucho cuidado en a quién sacábamos y a quién dejábamos quedarse. Hoy en día, cualquiera puede gritar “discriminación” basado en el número que calza, y entonces estaríamos en una inmensa competencia de difamación. —Se gira hacia mí y me guiña el ojo—. Tuvimos que cambiar nuestras formas de intimidación. Galen bufa. Le lanzo a Reed una mirada reprobadora. —Bueno, ¿solían discriminar? Reed sonríe. —Por supuesto —dice, y mi lengua se prepara para soltar todas las cosas que mi temperamento está a punto de decir. Galen casi parece divertido. Hasta que Reed me cubre la boca con la mano—. Antes que gritonees y digas algo que no quieras decir realmente, sólo estaba bromeando. Por supuesto que filtramos la gente a la que le contamos nuestros secretos, pero no tiene nada que ver con la raza, religión o algo parecido.

54

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Quítale la mano de encima —dice Galen—, si quieres conservarla. Secundo la moción, regresando su brazo al asiento trasero. —¿Él es un poco susceptible, eh? —dice Reed sin mirar a Galen—, no que lo pueda culpar. ¿De verdad? ¿Va a tomar esa actitud? La mandíbula de Galen se endurece, su paciencia casi se evapora. —Creo que debemos establec… Pero Reed lo interrumpe, sin afectarse. —Aquí está, esta es mi casa. Tan pronto Galen se estaciona en la entrada de tierra, Reed sale del vehículo y salta los tres escalones del pórtico con su cuerda de peces colgándole sobre el hombro. La casa es vieja y ruinosa, pero tiene su atractivo. Hay canastas brillantes de pensamientos blancos y rosas en las barandillas del pórtico, que distraen la atención de la pintura descascarillada y la madera astillada. Galen y yo salimos, pero esperamos frente a la todoterreno. No es como si hayamos recibido una invitación para entrar. Reed ha desaparecido dentro de la casa, pero podemos oírlo pisando fuerte y gritando: —¡Mamaaaaá! Tenemos compañía. Y atrapé pescado para la cena. Galen me lanza una mirada que claramente dice: —Huyamos de aquí. Pero sacudo la cabeza. Estoy segura que esto es lo que el Abuelo quería, que viniera aquí y conociera a otros como yo. Galen se cruza de brazos. Me acerco a él y le planto un suave beso en los labios. —¿Por qué fue eso? —pregunta, notablemente complacido. —Por cooperar cuando sé que no quieres. Está a punto de decir algo más, pero Reed se materializa en la puerta y nos hace señas para que entremos. —Supongo que mamá no está aquí —dice por sobre el sonido de la pantalla que se cierra tras de nosotros. Tiene una galleta con chispas de chocolate en cada mano. Me ofrece una—. Todavía están calientes.

55

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Declino, un poco perturbada de que no le preguntara a Galen si quería una. No que Galen se la comería, pero es el hecho en sí. Reed parece leerme la mente. —Siempre tenemos algo de sushi a mano —le dice a Galen—, sé que la mayoría de los Syrena odian las cosas dulces. Mi papá incluido. —No, gracias —dice Galen, aunque creo que los robots suenan más corteses. Reed nos da un pequeño recorrido por la casa. Los tres dormitorios del piso superior le pertenecen a él, a sus padres y a su hermanito Toby. Hay decoraciones hechas a mano en cada pared, colchas hermosamente tejidas embellecen cada cama y el aroma a fogata viene de algún lado, aunque estamos a mitad de verano. El piso chirria en una especie de serenata encantadora. Nos regresa a la cocina, donde coge otra galleta de un plato a rebosar. Esta vez, acepto su ofrecimiento. Sé que Galen cree que estoy arrojando la precaución al viento, pero es más como si estuviera elevándola como un papalote y viendo si volará. Nos sentamos en la cocina, en una mesa retro naranja y amarilla. —Entonces —digo, mientras mastico un bocado de delicia chocolatosa—, ¿qué edad tienes? Reed sonríe. —Veinte, ¿tú? Estoy a punto de decirle que dieciocho, pero cumplí otro año durante todo el caos. Mi cumpleaños prácticamente pasó desapercibido por mí… y aparentemente por todos los demás. Ha sido un año ajetreado. —Diecinueve. Mira a Galen. —¿Y tú? —Veintiuno. Reed asiente, más para sí mismo que para nosotros. Entonces el sonido fibroso de un banjo llena el aire, indultándonos de otro momento incómodo. Reed salta y recoge el teléfono que eructa música country sobre la encimera. Aparentemente es su

56

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

mamá. Camina a la sala de estar, y todo lo que podemos oír son unas palabras susurradas y entonces: —Te veo pronto. Eso pone a Galen intranquilo. Aunque todo pone intranquilo a Galen estos días. Cuando Reed regresa, viene con su sonrisa relajada. —Mamá quiere que se queden a pasar la noche con nosotros. Galen y yo podemos dormir en los sillones de la sala de estar, y tú puedes dormir en mi habitación. —No queremos imponer nuestra presencia —dice Galen rápidamente—, si vamos a quedarnos, —Me mira como preguntándome si vamos a quedarnos, en vez de estar de acuerdo—, entonces podemos quedarnos en la posada. ¿Cómo dijiste que se llamaba? ¿El Silvia? —El letrero dice que no hay vacantes —replico. —El letrero siempre dice eso —contesta Reed—. El señor Kennedy le da escalofríos a la pobre Sylvia, así que no acepta forasteros. Pero estoy seguro que hará una excepción por ustedes, ya que son parte de nosotros. Un fruncimiento tuerce la boca de Galen. No le gusta que se refieran a él como “parte de nosotros”. Me hace sentir culpable que a mí sí me guste. De hecho, estoy más o menos encantada. Pero por ahora, estoy aliviada de registrarnos en un cuarto y tener una discusión privada sobre los eventos del día. Quedarnos en casa de Reed se sentiría demasiado… público. Lo que es tonto, considerando que la posada está en el centro del pueblo. Cualquier curioso podría llegar y vernos… incluyendo el espantotástico2 señor Kennedy. Admito que el señor Kennedy no se habría registrado en mi rarómetro bajo circunstancias normales. Es sólo que Reed parece verlo como “diferente” y es lindo ver a alguien más de esa forma en vez de sentirte como la marginada, a pesar de lo egoísta que suene eso.

2

Emma tiene un gusto por inventar palabras, fusionando dos palabras conocidas. En este caso es Espantoso y Fantástico, que da Espantotástico, entiéndase como Fantásticamente Espantoso.

57

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed se ofrece a acompañarnos al Silvia, pero Galen levanta la mano. Es un gesto terminante. —No gracias, recuerdo el camino de regreso. Nuestro nuevo amigo no se extraña ni un poco. —Sólo regresen a las seis en punto. Le dije a mamá que al menos vendrían a cenar. No me conviertan en un mentiroso. Cuando parece que Galen vaya a protestar de nuevo, Reed argumenta. —Toby atrapó unas truchas en el arroyo. Me encantaría saber qué piensas del pescado de agua dulce, Galen. Galen se pasa una mano por el cabello. —Bien, entonces te veremos a las seis en punto. Finjo no notar que Reed me sonríe como un gato que se acaba de comer un canario.

58

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

10 Traducido por YoseSalvatore

GALEN CARGA las maletas hasta el segundo piso de la Posada Estrellas de Mar de Silvia. Y espera mientras Emma abre la puerta de su habitación antes de meter las maletas de ella. Como él y Emma no están emparejados todavía, Silvia insistió en que se quedaran en habitaciones diferentes, ya que todas estaban “románticamente diseñadas” con una sola cama. Aparentemente la ciudad de Neptuno selecciona cuáles antiguas leyes es más conveniente seguir. Emma se echa encima de la cama, una bella pieza de hierro forjado, decorada con sabanas de satén azules y volantes de encaje alrededor de la parte inferior. La cama cruje con cada movimiento. Ella suelta una risita. —Esto no es tan romántico, si sabes a lo que me refiero. Galen sonríe y coloca las maletas debajo de la ventana. Luego se sienta en la cama al lado de Emma. El aire ahí le huele como a viejo, como si la habitación no hubiera sido usada en siglos. —¿Qué piensas de este lugar? Lo que realmente quiere decir es “¿Qué piensas de Reed y su enamoramiento contigo?” pero eso solamente empezaría una pelea, sin mencionar que traería a la superficie todos los sentimientos de celos que habían estado burbujeando en su interior. La fascinación de Reed con Emma ha conseguido agitar la imaginación de Galen en muchos niveles. Primero, se imaginó frenando repentinamente la todoterreno, lo que lanzaría a Reed a través del parabrisas, y su cuerpo roto y sangrante aterrizaría sobre el camino de grava.

59

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Luego estuvo la fantasía de usar el puño para tumbarle a Reed cada uno de los dientes, y así crear su propia versión de una sonrisa fácil. Sin mencionar su ensueño de golpear a Reed lo suficientemente fuerte en el estómago para que se ahogara con cualquier residuo que olvidó masticar de su galleta de chocolate. —Creo que es demasiado pronto para decirlo —dice Emma, sacándolo de su ensimismamiento. —¿En serio? No es lo que parecía. Ella rueda los ojos mientras él apoya el codo en el colchón, y levanta la cabeza para que esté un poco más alta que la de ella. Sus narices casi se tocan. Por el tridente de Tritón, su piel es perfecta. —No creo que me estés dando suficiente crédito. Y tampoco creo que se lo estés dando a Reed. —Eso es lo que me temía. —Se inclina hacia atrás y mira hacia el techo—. Emma, no conocemos a esta gente. Y lo que sabemos de ellos, es que no deberían existir. Ellos viven aquí en la tierra, poniendo en riesgo que nos descubran. —Creo que es seguro decir que ellos están arriesgando su identidad, no la nuestra. ¿No podemos estar de acuerdo en el hecho de que ellos han estado escondidos, incluso de nosotros, durante el tiempo suficiente para demostrar que no representan ningún daño para nosotros? —Eres una mestiza, pez ángel. Si a ellos los descubren, a ti también. —¿Cómo es eso? Nadie me identificaría entre una multitud y empezaría a gritar. —Tú no sabes eso. Y yo no quiero averiguarlo. Emma suspira. Él sabe que la está enojando, pero ¿qué espera ella? ¿Que él abrace a todos esos desconocidos como si fueran primos perdidos de hace mucho

60

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

tiempo? Simplemente no funciona de esa manera. Especialmente no bajo estas circunstancias. —No quieres estar aquí —dice, como si él la hubiera traicionado de alguna manera. —Quiero estar donde tú estés. —Esa es una respuesta genérica. Se pellizca el puente de la nariz. —No, no quiero estar aquí. —Se da la vuelta de nuevo. Mira hacia la gloria que es su cara y le acaricia la mejilla con el dorso de la mano—. Siendo sinceros, mi primer instinto es correr. Y estar lo más lejos de aquí como sea posible. A ella no le gusta la honestidad en esa respuesta. Él no puede evitarla. — ¿Por qué? —Porque ellos están rompiendo la ley. —Pero tú dijiste que la ley era un montón de supersticiones. ¿Lo olvidaste? Yo soy una excepción a la ley. ¿No podrían ellos serlo también? —Es cierto, cambia de opinión sobre la ley a cada rato; pero en este momento, la ley parece haberse reinventado en el sentido común. —Bueno, no parece que ellos estén precisamente pidiendo ser perdonados, ¿o sí? Además, lo que yo piense acerca de la ley no importa. Es lo que los reinos piensan acerca de la ley, y ellos todavía tienen una ley en contra de la existencia de mestizos. —Hace una mueca cuando un destello de dolor atraviesa el rostro de Emma—. De más de un mestizo —corrige—. Ahora mismo, creo que deberíamos concentrarnos en mantener la paz entre los reinos y no arrojarles a la cara otro escándalo de la realeza. —Cada vez que abre la boca, son las palabras de Grom las que salen. —A mí no me parece un escándalo, Galen. Además, mi abuelo sabía de este lugar. Él ha estado aquí. Y obviamente él no cree que sea un escándalo.

61

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—De hecho, estoy bastante seguro que sí —Galen dice secamente—. De otro modo no lo hubiera mantenido en secreto. —El primer instinto de Galen es enfurecerse. ¿En qué estaba pensando Antonis?—. De todas formas, ¿Por qué estuvo aquí? —Dijo que estaba buscando a mamá. —¿Tierra adentro? Emma se encoge de hombros. —Resulta que mamá tenía una fascinación por todo lo humano. Como Rayna. Galen no aprecia la comparación. Rayna sólo colecciona cosas humanas; ella nunca abandonaría el estilo de vida Syrena para realmente vivir en tierra. Aun así, no se siente lo suficientemente seguro como para decirlo en voz alta. Rayna es impredecible, después de todo. Igual que Nalia, la mamá de Emma. E igual que Emma. Galen está cansado de que todo sea impredecible; está preparado para que las cosas se calmen, pero el mundo humano parece demasiado repleto de complicaciones como para que eso suceda. Sólo basta con ver a dónde llegó Nalia. Vivió entre los humanos, mientras se perdía de la devoción y el amor de Grom. Y mira a Emma. Ella está dispuesta a acortar su larga vida, a privarlo de lo que podrían ser muchos años en su compañía, sólo para pasar tiempo en tierra, para ir a la escuela humana. Para hacer cosas humanas. Y mira a Rachel. Ella pertenecía a la tierra, pero incluso una de las personas más resistentes del mundo al final demostró ser demasiado perecedera, demasiado humana. Yo estaba en lo cierto al tener cuidado de los humanos, y ahora estoy demasiado involucrado.

62

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Se sorprende al encontrar a Emma observándolo. Se pregunta que ve ella. ¿Puede notar la amargura en él? ¿Cuán desesperado está por decirle cómo se siente? ¿Y lo aterrorizado que está de que lo rechace? Pero Emma parece tener preocupaciones propias. Toda su cara transmite una súplica; y Galen sabe que tiene muy poco poder para resistirse a lo que ella está a punto de pedirle. Se pregunta—y duda—si alguna vez desarrollará inmunidad a ese rostro. —Yo sé que no te sientes cómodo aquí —dice en voz baja—, pero la cosa es que yo sí, Galen. De hecho… de hecho, siento como que pertenezco aquí. En Neptuno no soy un bicho raro marginado. El único bicho raro aquí es el señor Kennedy y él es humano. Tú perteneces a donde yo esté, es lo que él quiere decir; lo cual es un poco más posesivo de lo que le gustaría admitir. Pero no puede evitarlo. Ella actúa como si este lugar fuera la respuesta a sus sueños. Y en el fondo, sabe que es inútil discutir. Emma tiene en mente explorar este lugar. —Tú no eres un bicho raro. —Es todo lo que puede decir. Se odia a sí mismo por esconder sus sentimientos, pero siente que ahora no es el momento para discutir. Emma quiere quedarse por un tiempo, entonces se quedarán. ¿Pero qué haré si ella decide que pertenece permanentemente aquí? Le rodea la cintura y la acerca más, y ella se acurruca en el hueco de su brazo, relajándose. Pero no importa que tan cerca su cuerpo esté al de ella, parece que hay un nuevo espacio entre ellos. Y Galen la aprieta más.

63

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

11 Traducido por Thalia di Angelo

LA FAMILIA DE REED es igual de relajada que él. De hecho, la mesa es como un escenario y cada uno de ellos tiene turnos para ser el centro de los reflectores. Su padre, Reder Conway, es un Syrena puro, su musculatura se marca a través de su camiseta de franela y su piel olivácea brilla atractivamente en la leve iluminación del comedor. Tiene unos ojos azul hielo como los de mi madre; más pruebas de la forma en que los ojos de los Syrena cambian después de pasar mucho tiempo en tierra. Me pregunto cuánto le tomara a los ojos de Galen decolorarse hasta el azul. Y si seré capaz de soportar cuando lo hagan. La mamá de Reed, Lauren, es indudablemente humana. Cabello rubio que sería rizado, pero está sometido en una trenza francesa, con algún mechón rebelde salido. Grandes ojos marrones que parecen no perder detalle y una figura como pera que sólo se consigue por disfrutar las cosas más dulces de la vida. Toby, el hermano de nueve años de Reed, es un clásico mestizo: cabello rubio y pálido; y un clásico hermano menor, molesto y bocón. Siempre he querido uno de esos. —Reed dice que tienes la marca de un tridente en el estómago —le dice Toby a Galen, tan embelesado que casi le pasa el tazón de bollos al suelo, en vez de a mí. El tintineo y traqueteo de los cubiertos para. El señor Conway toma un sorbo de su suero de leche, luego se recuesta contra el respaldo de la silla. Intenta verse causal, y falla. —¿Es eso cierto? —pregunta. Galen corta una nueva papa que los dos sabemos que no se va a comer. —Es un tatuaje —dice Galen y se encoge de hombros.

64

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

De repente, la cena se siente como un juego. El señor Conway está interesado en la marca de nacimiento de la realeza de Galen y Galen no está interesando en contarle. Encantador. —Ayy, rayos —dice Toby cabizbajo—. Estábamos esperanzados en que fueras muestra viviente de la realeza Tritón. Nadie ha visto uno antes. Galen le dirige una sonrisa amable desde el otro lado de la mesa. Sólo yo me doy cuenta de una ligera flexión en su mandíbula. —Siento decepcionarte, piscardo. —Un tatuaje, ¿eh?—dice Reed—. Aquí no hemos tenido mucho éxito con los tatuajes. Una tontería sobre que nuestra piel es demasiado viscosa para que la tinta se quede. Galen se encoge de hombros—. Debe ser una cosa de los de agua dulce. ¿Qué diablos? Puedo entender porqué Galen está en guardia—estas personas siguen siendo desconocidos, después de todo—¿pero mentir descaradamente? Especialmente cuando ellos ya saben lo que el tridente significa. ¿A quién le importa si ellos saben que él es de la realeza? En todo caso, su estatus podría utilizarse para abrir canales de comunicación con ellos. Para empezar a superar las diferencias entre los Syrena de agua dulce y los de agua salada. A menos que Galen no esté interesado en superar las diferencias. Aparto ese pensamiento y me meto una papa roja entera a la boca. Eso me impedirá decir algo de más y tendré que concentrarme en no ahogarme en vez de pensar en las razones por las que Galen no querría superar las brechas de información. —No es por criticarte, Galen —dice el señor Conway—, pero ¿los reinos no verían un tatuaje humano como… Bueno, no sólo como romper la ley, sino como algún tipo de sacrilegio en contra de la realeza? Especialmente un tridente, como el tuyo. ¿O las cosas en el océano han cambiado tanto? —Echa una mirada significativa hacia mí, la chica mestiza que trajo Galen a la cena. Touché, ¿cierto?

65

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Por primera vez en mi vida, no me siento fuera de lugar como la chica mestiza. De hecho, el señor Conway me guiña un ojo y yo no puedo hacer más que sonreír. Al menos, espero que parezca una sonrisa, pero puede que haya literalmente mordido más de lo que puedo masticar. Tal vez está sonriendo porque una mestiza trajo a un Tritón de la realeza a la cena. Eso parece más un escándalo digno de mención aquí en Neptuno. Galen baja el tenedor. Intento no notar lo deliberada de la acción. —No es por ofender, señor Conway, pero no da la impresión que le preocupen mucho las leyes del océano. Leche, necesito leche. Tomo un sorbo más grande del que esperaba. Es la única manera con la que puedo evitar jadear/asfixiar/hablar cuando no me corresponde. En este punto, espero que el señor Conway nos eche a la calle. Y no lo culparía si lo hiciera. —Por favor, llámame Reder —dice el señor Conway, emanando hospitalidad— . Y estás en lo correcto, por supuesto. Las leyes de los habitantes del océano no me preocupan. Sólo tengo curiosidad. ¿Qué te trae a nuestro rinconcito del bosque? Los de tu especie no nos han visitado desde hace tiempo. Me pregunto qué tan viejo es Reder; y si mi abuelo es la última “visita” de la que habla. Seguramente no hay muchos sucios infractorcillos de la ley entre el océano Syrena. —Nuestra forma de vida es diferente a la suya —dice Galen—. Todavía tenemos un sano miedo a los humanos. Es por eso que he sido nombrado embajador ante ellos. Se me ha asignado vigilarlos e informar a los reinos. ¿Desde cuándo Galen les tiene miedo a los humanos? ¿Y está intentando ofender a nuestro anfitrión? —Galen ha hecho algunos contactos humanos importantes —barboto—. Gente que lo ayuda a vigilar el mundo humano. Pero él sabe que no todos los humanos son malos.

66

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Debajo de la mesa Galen agarra mi rodilla. Si está intentado callarme, no funcionará. Él sabe que no todos los humanos son malos, ¿no es cierto? El señor Conway cruza sus enormes brazos. Es un buen movimiento intimidante. Galen no parece nada impresionado. —¿Y qué reportarás sobre nosotros, Galen? Galen sonríe. —¿Hasta ahora? Que la señora Conway tiene talento para hacer que la trucha de agua dulce sepa bien. El señor Conway está a punto de pararse, pero Toby, inconsciente de la tensión, sorbe el resto de su suero de leche y prácticamente estampa el vaso en la mesa. — Galen, Reed dice que tienes la cola más grande que haya visto. Galen muestra una sonrisita a Reed, y luego cabecea levemente en su dirección. —Gracias, realmente aprecio eso. Reed responde con un ceño fruncido. Puedo decir que Toby estaba en realidad haciendo una pregunta en vez de una afirmación, y Galen probablemente se da cuenta de lo mismo, pero no va a dar razones por las que tiene una cola gigantesca. Por supuesto. Toby se rinde con Galen y se gira hacia mí. —Emma, Reed dice que tú también tienes el don de Poseidón. —¿También? —pregunto, viendo a Reed. Entonces realmente estaba hablando con el pez en la cueva, al estilo Poseidón. El hermano mayor me ofrece su sonrisa despreocupada, sólo una esquina de su boca se levanta. —Tanto Toby como yo tenemos el don —dice Reed. Muy bien, eso no lo vi venir. —¿En serio? —rechino los dientes—. Entonces eso significa… ¿Que ustedes dos son descendientes de Poseidón? Porque esa es la única manera en la que puedes obtener el don.

67

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Hay muchos descendientes de Poseidón viviendo aquí, Emma —dice el señor Conway, toda la tensión ha desaparecido de su voz. Neptuno se ha convertido en mi lotería personal—. Verás, hace mucho… —¡Ugh! No esa historia otra vez —gruñe Toby. La señora Conway ríe. —Toby, no interrumpas a tu padre. Toby apoya el codo en la mesa y la barbilla en la mano. —Pero mamá, es una historia muy aburrida y papá siempre la cuenta. —Toby tiene cierto problema al pronunciar las erres, lo que hace que “siempre” suene como siemple. Podría ser la cosa más angelical que he oído. —Nuestra herencia no es aburrida —lo corrige Reed. —Tengo que concordar —dice Galen—. Me encantaría oír la historia. —Traba miradas con el señor Conway. El señor Conway da una pequeña sonrisa, luego se para abruptamente. —Tal vez en otro momento. Obviamente, tengo que mejorar mis habilidades narrativas. — Levanta su plato vacío y coloca los cubiertos encima. Antes de salir de la cocina, dice sobre el hombro—. Pero si quieren entretenerse, podrían preguntarle a Reed por qué se rehúsa a usar su don. —Oh, gracias papá —dice Reed y se hunde en el asiento. Toby bufa a su lado. —Él piensa que es trampa. Increíble, ¿cierto? Lo que es increíble es que realmente esté teniendo esta conversación. Con mestizos como yo, mestizos con el don de Poseidón. Como yo. —¿Trampa? —pregunto, tratando de mantener el tono desinteresado. Reed rueda los ojos, en rendición. —Es trampa. Me da ventaja sobre otros pescadores, una ventaja que no necesito. Además, no es como si mi trabajo fuera pescar. Alzo una ceja. —¿Pero no es trampa atraer peces a tu red de la muerte?

68

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Eso tiene que ver con comer, que es para lo que sirve el don, ¿cierto? Estoy hablando de competencias. Puedo manejar una caña de pescar tan bien como ellos. Toby sacude su cabeza hacia mí. —Ya quisiera. Reed jala a su hermanito en una llave de cabeza. —¡Retráctate! —Oh, aquí vamos —dice la señora Conway, posa un codo en la mesa en una burla de aburrimiento. Se produce una pequeña refriega, que resulta en los dos hermanos tirados en el suelo y Toby todavía bajo la llave, pero con un poco de piel del codo de Reed entre los dientes. Incluso Galen parece divertido. Me pregunto si—y no lo dudo—ha estado en la misma posición con Rayna. —¡No me retractaré! —Toby gruñe, pero su tenacidad queda minada por sus risitas incontrolables. —Ni siquiera sabes quién es el mejor pescador —dice Reed y suelta a su hermano. Me mira a mí, mientras se limpia suciedad imaginaria—. Él no pesca sin usar el don. —¿Por qué debería? —Toby se sienta nuevamente—. He ganado cada torneo de pesca en el que he participado. Tengo los trofeos para demostrarlo. La señora Conway casi escupe su vino. —Me dijiste; me prometiste, que no usarías el don para esos concursos, Toby Travis Conway. Estás en serios problemas, jovencito. —Ay, mierda —dice Toby—. Recién me des-castigaron ayer. —Bienvenido otra vez. Ve a tu cuarto. Y no decimos ‘mierda’. —Las cejas de la señora Conway se arrugan con el tipo de desaprobación de madre traicionada. Es una mirada que conozco bien. —¿Decimos ‘rayos’? —pregunta Toby.

69

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

La señora Conway lo considera. —Supongo que ‘rayos’ está bien. —¡Oye! No me dejabas decir ‘rayos’ cuando tenía su edad —protesta Reed. —Entonces tampoco puedes decir ‘rayos’, Toby Travis. —La señora Conway es una replicadora experimentada. —Muchas gracias, Reed —refunfuña mientras pasa junto a su hermano. —Oye, tú te lo buscaste —dice Reed—. Después te llevaré un poco postre. —Lo más seguro es que no —le corta la señora Conway, parándose. Recoge todos los platos que puede—. Ustedes van a matarme; luchando en el suelo como cavernícolas en frente de nuestros invitados. —Está murmurando para sí sobre los trofeos de pesca cuando desaparece en la cocina. —Parece ser que corrimos a todos —dice Galen. Y parece más alegre de lo que es estrictamente educado—. Deberíamos irnos. —¿Tan pronto? —dice Reed, pero no está mirando a Galen. Reed tiene algo que me hace sentir como la única persona en la habitación. Miro de reojo a Galen. Su rostro no tiene expresión alguna. Se está convirtiendo en Grom frente a mis ojos. No me gusta eso. Galen se levanta. —Hoy viajamos mucho —dice y se gira hacia mí—. Creo que deberíamos ir a descansar. Me pregunto qué diría si le dijera que no estoy cansada. Si le dijera que puede regresar a la posada y que Reed me llevará a casa luego. Mentalmente tacho ese pensamiento de mi cabeza. Nunca haría eso. Sería infantil y le lastimaría si supiera que lo considere por un segundo. ¿Qué se me ha metido? Me arriesgo a fingir un bostezo. Luce justo como esperaba: dramático. — Estoy muy cansada —digo como un eufemismo. Luego el verdadero bostezo tiene

70

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

lugar, uno realmente odioso, y Galen y Reed comparten la misma expresión mientras me miran. Tal vez ir a descansar no sea tan mala idea. Después de todo, tengo mucha información que aceptar, digerir y luego ordenarla para llenarme de más información mañana. Me pregunto cuántos hechos alucinantes puede manejar una persona al mismo tiempo. Ya tengo que haber hecho algún record. Reed nos acompaña hasta el coche y observa con las manos en los bolsillos, mientras nos alejamos. Su expresión está llena de toda clase de dudas.

El viaje en coche de vuelta al Sylvia está espeso con el silencio. Igual a como el aire se pone espeso y húmedo antes de la tormenta. Se pone pegajoso y pesado y sofocante. Galen me acompaña hasta mi cuarto y le hago un gesto para que entre. Él duda. Ahí es cuando me doy cuenta que está reprimiendo algo. Algo más grande de lo que pasó en la cena. —¿Qué pasa? —pregunto. Él sigue sin entrar. Yo ya estoy tirando mi cartera sobre la cama. Está actuando como un completo extraño y eso me saca de quicio. —¿No vas a entrar? Se apoya en el marco y suspira. —Quiero entrar, sabes que quiero. Pero… Siento que antes de ir más lejos, debemos hablar. —¿Lejos? ¿En qué? —Me quito los zapatos de piso. La alfombra es alta y se siente lujosa entre mis dedos. O tal vez la alfombra es normal y estoy intentando distraerme de mirar la expresión preocupada de Galen.

71

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Cierra la puerta detrás de él, pero no se acerca más. —Más lejos en nuestros planes, supongo. —¿Planes? —¿Planes? Cuando un chico dice planes, usualmente está hablando sobre la siguiente comida o película o partido en la TV. Cuando Galen dice planes, está hablando de Planes. Se pasa una mano por el cabello. No es una buena señal. —La verdad es que he estado pensando sobre nuestro trato. Sobre lo que dijimos que esperaríamos hasta nuestra ceremonia de emparejamiento para… Y que nuestra ceremonia de emparejamiento esperaría hasta que terminemos la universidad. Eso… ¿todavía quieres eso? Me enredo un mechón de cabello en el dedo y lo retuerzo, para evitar moverme de aquí para allá. —No estoy segura de lo que me estás preguntando. —¿Está diciendo que no quiere esperar a estar emparejado? La idea de eso y la intimidad de la habitación “románticamente diseñada”, hace que las mejillas se me sonrojen. ¿O se trata de Reed? ¿Me está preguntando si Reed ha cambiado nuestros planes de estar juntos? Seguramente, no puede ser eso. Seguramente, no es tan inseguro sobre su habilidad para hacer que me derrita. Galen entrelaza sus dedos detrás de la cabeza, probablemente también para evitar moverse de aquí para allá. Nunca antes lo he visto así de nervioso. —Por el tridente de Tritón, Emma, no se por cuánto tiempo más puedo mantenerme alejado de ti… de verdad no lo sé. No, no, no es siquiera sobre eso. Está saliendo todo mal. — Deja escapar un bajo suspiro—. Lo que estoy preguntando es: después de todo lo que ha pasado, ¿realmente quieres quedarte en tierra? Guau. ¿Qué? —¿Todo lo que ha pasado? ¿Y quedarse en tierra en lugar de…? —Ya sabes. Enterarte que tu madre es la princesa Poseidón. Y a la primera oportunidad que tuvo se emparejó con Grom y ahora pasan la mayor parte del tiempo en el agua. Me refiero a que si no fuera por… —Galen cambia su peso al otro pie y se apoya sobre un antiguo vestidor.

72

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Si no fuera por qué? —Mi interior de repente hierve con ira—. ¿A la primera oportunidad que tuvo? —Supongo que esa puede ser la versión corta y grosera de lo que pasó. —No importa. Ya te lo dije, todo está saliendo mal. —Ibas a decir, que si no fuera por mí, mamá pasaría todo el tiempo en el agua, ¿no es cierto? —No intenta negarlo, no puede. Está en su rostro. Junto con algo de la apropiada culpa. Pero la peor parte es que no sólo se refiere a que ella viviría ahí permanentemente, se refiere a que sería más feliz si lo hiciera. Que ella debería vivir ahí permanentemente. ¿Está diciendo que de alguna manera me estoy interponiendo en la felicidad de mi madre? ¿Está diciendo que me estoy interponiendo en la felicidad de él? ¿O estoy entendiéndolo todo mal? Intento controlar mis sentimientos y filtrarlos en una conversación útil. —¿No quieres esperar a que terminemos la universidad para emparejar? ¿De eso se trata esto? —Y si es así, ¿cómo me siento al respecto? Pero mi cerebro no contesta las preguntas de mi corazón. Suspira. —No quería molestarte, podemos hablarlo luego. Los dos hemos tenido un largo día. —Sabes que no tienes que ir a la universidad, Galen. Ya hemos hablado sobre esto. Puedo ir a clases y tú puedes… Podemos conseguir un apartamento fuera del campus, ¿recuerdas? Él hace una mueca. —No, sí, más o menos. —Cruza los brazos sobre el vestidor y apoya la barbilla sobre ellos—. Mira, no te estoy pidiendo una respuesta ahora mismo y no estoy tratando de presionarte. —¿Presionarme a qué? Galen, hasta ahora no te he escuchado pedirme nada. No sé de lo que estamos hablando ahora. —Y me estoy frustrando bastante. Él también debe estarlo, porque entierra el rostro en los brazos. Finalmente levanta la cabeza de nuevo y me mira a los ojos. —No quiero ir a la universidad —dice—. Todo lo que quiero es tener nuestra ceremonia de

73

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

emparejamiento y volver al océano, contigo. Ahora, hace diez minutos, en realidad. Cuanto antes mejor. En este punto puede que mi mandíbula nunca pueda volver a cerrarse. Unas sacudidas de incredulidad me atraviesan las venas, en ondas intensas. ¿Es por eso que no tuvo problemas hoy temprano de parar antes de que las cosas se pusieras muy serias al lado de la interestatal? ¿Estaba intentando hacerme romper mi promesa de esperar hasta nuestra ceremonia de emparejamiento para que él pudiera romper su promesa de quedarse en tierra conmigo? —¿Te estás retractando de nuestros planes? —Casi me ahogo con las palabras. Levanta la cabeza de un tirón. —No, sólo… estoy ofreciendo una alternativa a todo el asunto de la universidad. —Tú fuiste el que quiso venir a este viaje, Galen, para alejarse del océano. ¿Y ahora te quieres alejar de la tierra? —Necesitaba pensar. —¿Y entonces es esto lo que se te ocurrió? ¿Que la universidad es mala idea y que prefieres vivir en el océano… donde no puedo respirar, si recuerdas? —El doctor Milligan dijo que con el tiempo podrías… —No. —Vivirías más. No serías tan frágil como los humanos. —Absolutamente no. —Estás enojada. El eufemismo del milenio. —¿Tú crees? —No debí decirlo ahora, estaba esperando el momento indicado, pero puedo ver que este no lo es.

74

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—No existe el momento adecuado para pedirme que viva contigo, Galen. No puedo hacerlo. —¿No puedes? ¿O no quieres? —Ahora suena molesto. Me siento emboscada por esta conversación. Acabo de decirle que no puedo respirar bajo el agua, pero si pudiera, ¿lo haría? Desearía que mi cerebro y mi corazón llegaran a una tregua. Ahora mismo realmente necesito que estén del mismo lado. — Eso no es justo. —¿En serio? —dice, incrédulo—. ¿Pero es justo que yo haya renunciado a todo lo que conocía? Siento las lagrimas salir de mis ojos, bajar por mis mejillas y caer en mi pecho. Cuando lo pone así, no parece justo. Pero es lo que acordamos. Él dijo que podríamos ir a donde sea mientras estuviera con él. —Tú tomaste esa decisión, Galen. Dijiste que no te molestaba. —Eso era antes. —¿Antes de qué? ¿Reed? —Me arrepiento justo después de decirlo. Sé que prácticamente he pulsado un botón sensible. Bufa. —Si alguna vez vuelvo a oír ese nombre, será muy pronto. —Camina hacia la cortina y finge mirar por la ventana. —Si esto no es sobre Reed, entonces ¿sobre qué es? Me enfrenta. Cuando lo hace, parte de la ira desaparece de su rostro, reemplazada por la tristeza que lo ha estado acechando durante los últimos meses. — Neptuno es sólo otra complicación de todo este desastre. Lo que quiero decir es que lo he estado pensando por un largo tiempo. —Sacude la cabeza—. Sólo olvida que lo dije. Yo lidiaré con ello. Me levanto. —¿En serio? ¿Cómo estas lidiando con ello ahora? —Aún no estoy segura de lo que “ello” significa. Probablemente está es la discusión más

75

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

desconcertante que he tenido con Galen—. ¿Estás seguro que esto no es sobre Ree… Neptuno? Digo, todo está yendo genial, estamos en un viaje que tú querías, por cierto, y ahora nos hemos cruzado con un pueblo de mestizos que se están definiendo a sí mismos en vez de dejar que una ley arcana lo haga por ellos; ¿pero nada de eso tiene que ver con tu decisión repentina de mantenerme prisionera en un castillo submarino? Él retrocede. —No me di cuenta que te sentías como mi prisionera —dice bajito. Cierra la distancia entre nosotros y pasa los dedos sobre mi mejilla—. Quiero muchas más cosas que eso para ti, pez ángel. Pongo mis manos sobre las de él. —Galen, yo lo… —Iba a decir lo siento pero no puedo hacerlo salir. Lo siento, pero no estoy segura de por qué lo siento. ¿De qué hayamos peleado? No, porque vamos a pelear a veces y aparentemente estas cosas necesariamente hay que decirlas. ¿Siento que no quiera vivir en el océano con él? No. Porque nunca lo engañé para que creyera que quería. Él sabía desde el inicio mi postura sobre la universidad y quedarme en tierra. Supongo que sobre todo, siento que tengamos problemas… y no parezca haber una solución. Y que dije algo que no es verdad, absolutamente no me siento como su prisionera. Me siento más bien como su carga, como si lo estuviera reteniendo. Aparentemente lo que él quiere ya no es lo que yo quiero. El problema es, que yo todavía lo quiero a él. —Tengo que regresar —dice bajito—. Espero que entiendas. —¿Regresar? —Al territorio Tritón. Tengo que decirle a Grom sobre este lugar. Es mi deber. —¿Estás seguro que Grom no sabe ya sobre este lugar? —Grom no le ocultaría esto a los reinos. A pesar de que sí lo haya hecho Anto… a pesar de las circunstancias. Conozco a mi hermano, tengo que decirle. —Él se prepara visiblemente para lo que voy a decir.

76

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Me alejo de él. —No puedes hacer eso, Galen. Simplemente no puedes. Sabes lo que la ley dice sobre los mestizos. ¿Les dejarías hacerle eso a esta gente? ¿Les dejarías matar a Toby? Sus facciones se llenan de angustia. —No sé cómo hemos llegado a este punto, Emma. No sé qué he hecho para que pienses así de mí. —No voy a ir contigo. Él asiente y pasa rozándome. —Me lo imaginé. —Abre la puerta y se gira hacía mí—. Entonces quédate aquí, Emma. Si sientes que perteneces aquí, si eso es lo que quieres, quédate. ¿Quién soy yo para detenerte? Ambos sabemos que vas a hacer lo que quieras. Luego se va.

77

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

12 Traducido por Camila Cullen

CUANDO NO puede contenerlo más, Galen se estaciona a un lado del camino y apaga las luces. Azota la puerta detrás de él y se adentra en el bosque lo suficientemente lejos para no ser visto por ningún coche que pase. Y saca su frustración con el árbol más cercano. Lo golpea una y otra y otra vez. La corteza da camino a la madera, y aún así, sigue golpeando. Sólo pequeñas franjas de luz de la luna brillan a través de los árboles, apenas exponen su miseria, de lo que él está agradecido. —Soy tan idiota —grita al enorme tronco recién atacado. Se da la vuelta y se deja caer al suelo con la espalda contra el tronco, luego se lleva las rodillas hasta la barbilla. Ella se siente como mi prisionera. ¿Y por qué no? La sigo a todas partes como una cría de foca. Apenas le doy espacio para respirar; pero quiero pasar con ella todo momento que esté despierto. Y lo que duele más es que todo este tiempo pensó que ella se sentía de la misma manera respecto a él. La manera en la que lo besa, presionando su cuerpo contra él como si no pudiera estar lo suficientemente cerca. La forma en que ella siempre encuentra alguna manera de tocarlo inconscientemente, al descansar la mano en su brazo o cruzar la pierna sobre la de él debajo de la mesa. ¿Cómo podría haber juzgado tan mal sus sentimientos? Él quería explicarle cómo se sentía. ¡Qué trabajo tan excelente hice! Inicia anunciando que no quiere ir a la universidad y que apenas puede mantener las manos lejos de ella. Gime en sus puños. Que manera de actuar como un acosador, idiota. Justo cuando estaba a punto de comenzar a explicarle por qué quería que ella viviera en el océano—que eso les daría más tiempo para estar juntos—ella le dice que

78

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

ya se siente como una prisionera. Lo que significa que ella siente que ya pasan juntos bastante tiempo. Unos siglos no habrían sido suficientes para él. Lo sabe con todo su ser. Pero ella no se siente igual. ¡Abre los ojos, tonto! Ella acaba de decirte que Neptuno es a donde pertenece. ¿Y por qué no querría quedarse aquí? Los habitantes son como ella. No tiene que preocuparse de gente que pregunte sobre su piel pálida o su cabello blanco o sus ojos violetas. Ellos saben lo que es, y la aceptarán. No, la recibirán con los brazos abiertos, una vez que lleguen a conocerla realmente. Ella es una de ellos. Y es más de lo que Galen podría prometerle jamás. Incluso si ella está de acuerdo en vivir en el océano con él, siempre padecerán miradas curiosas y murmuraciones. Y si él permanece en tierra con ella, ella siempre tendría que ser cuidadosa con otra gente, siempre tendría que esconder lo que es. Y también él. Todo este tiempo él había creído que Antonis fue cruel al enviar a su nieta mestiza aquí y darle esperanzas de que su especie no siempre sería una abominación para los Syrena. El rey Poseidón tenía que saber que ella querría de alguna manera hacer las paces entre los mestizos y los dos reinos del océano. Pero ese no era el propósito de Antonis en lo absoluto. No le importaba la paz entre ellos, o habría hecho algo al respecto hace mucho tiempo, en cuanto descubrió este pueblito tranquilo. En su lugar, no le dijo a nadie, nunca. Hasta que conoció a Emma, su nieta mestiza. Entonces con gusto la envió allí porque se preocupa de su felicidad. Sin importar quién es, o qué es o dónde está. Le estaba dando otra opción, otra elección. Y confió a ella su secreto. ¿O que los Archivos declararan la excepción a la ley sobre los mestizos puso a Antonis en acción? ¿Sus planes son realmente buscar la paz con Neptuno después de todo? También sabía que yo trataría de alejarla de este lugar. Es por eso que no le dijo exactamente lo que estaba buscando. Ella tendría que decirme, y yo me habría rehusado a traerla.

79

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Oh, y sí se habría rehusado, con vehemencia. Sabe muy en el fondo que así habría sido. De vuelta a la posada, básicamente acusó a Emma de estar siendo egoísta, de dejarle a él hacer todos los sacrificios. Tiene la certeza que habría tratado de evitar que ella viniera aquí, evitar que rompiera la ley, que enfureciera a los Archivos; que encontrara compañía con otros como ella. Todo para que pudiera llevársela al océano. Que es lo que ella nunca quiso. No cambia el hecho de que no puede ocultarle este lugar a Grom. Ya se ha hecho demasiado daño por guardar secretos. Los reinos casi se dividieron por culpa de los secretos. Él y Emma casi se dividieron por ellos. Lo mata que Emma piense que él es capaz de herir a un piscardo inocente como Toby, que tiene la intención de llevar a Grom allí para destruirlos. Que ella piense que él ayudaría a traer estragos a este pueblo. Ella debería saber que él—más que nadie— es particularmente solidario hacia los mestizos. Y, en realidad, también Grom, que tiene una hijastra mestiza. Pero no tiene que ir hasta el territorio Tritón para decirle a Grom. Es algo que puede hacerse con una simple llamada. No tiene que—ni quiere—dejar a Emma sola. Estaba haciendo la prueba para ver si ella venía con él. Y ya tiene su respuesta. Aun así, haría la llamada. Galen sabe que Nalia vendrá a Tierra cada pocos días para comunicarse con Emma. Tal vez tardaría unos pocos días para ponerse en contacto con Nalia y Grom, y eso está bien. Y tal vez eso es lo que Emma necesita— unos pocos días para explorar lo que podría ser. Lo que sea que decida, estaré allí para ella. Tengo que regresar y pedirle otra oportunidad para explicarme. Justo cuando empieza a retroceder hacia la todoterreno, unos faros delanteros del camino envían un haz de luz intrusiva entre los árboles, forzándolo a cerrar los ojos contra el resplandor. Cuando los abre, se da cuenta que el haz no se está yendo, se está acercando. Se pone de pie, sus instintos le ordenan correr. La camioneta se detiene a pocos centímetros de él. Requiere todo su esfuerzo no alejarse. Dos hombres

80

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

grandes—o más bien, Syrena en forma humana—salen de un salto y caminan a zancadas hasta el frente de la camioneta. —El bosque no es lugar para un chico como tú —dice el más grande. Escupe en el suelo enfrente de Galen. La parte baja de su boca sobresale como si tuviera un trozo de comida metido allí. —¿Existen leyes en contra de estar en el bosque? —dice Galen, con las manos en los bolsillos. El más bajo ríe. —Tyrden estaba en lo correcto; está obsesionado con las leyes. —Esa es la razón por la que vendrás con nosotros. Galen, ¿verdad? Ya no tiene ningún sentido alejarse, chico. Estás rodeado. Si intentas huir, sólo te dolerá más. Aun así, Galen corre.

81

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

13 Traducido por Lauuz

RETAZOS DE luz solar se filtran por entre las persianas de la habitación. Estoy segura de que sería impresionante para la vista si mis ojos no estuvieran casi cerrados de llorar toda la noche. La pelea que tuvimos Galen y yo es seria. Y no sólo porque es la primera discusión real que tenemos como pareja y ahora hemos superado oficialmente la novedad de los sentimientos, la euforia de la relación, bla, bla, bla. No es sólo un rasguño superficial que puede borrarse con una disculpa o unas rosas o algo. Es un corte profundo en lo que cada uno de nosotros esperaba que fuera nuestra relación. Podría ser la prueba de que tal vez no somos el uno para el otro. De algún modo parece la muerte de todos nuestros sueños juntos. Y lloré toda la noche por ellos. Quiero ir con él, llamar a su puerta y decirle que lo siento, que no me siento como su prisionera, que lo amo y quiero solucionar esto. Pero no puedo. Porque Galen nunca regresó anoche. Sylvia me lo confirmó. Ella había llamado a su puerta temprano en la mañana, y cuando no respondió, entró y descubrió que no había dormido en su cama. La habitación lucía completamente intacta. Que es algo que me gustaría decir sobre mi corazón. Realmente me dejó aquí. Huyó con Grom y ahora no responde mis llamadas. Tal vez ya alcanzó el agua y no tiene acceso a su celular. Tal vez no, y me está ignorando. Cuando el teléfono de la habitación suena en la mesita de noche, salto, y jaló las sabanas hasta mi barbilla. Galen. No me está ignorando, después de todo. Levanto

82

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

el auricular. —¿Dónde estás? —suelto. Espero que no note que estuve llorando. Mi voz suena bastante dura, considerando todo. —Eh, estoy en mi casa —responde Reed. Me deslizo de nuevo dentro de las mantas, llevando el teléfono conmigo. —Oh, hola. Pensé que eras Galen. Silencio. Entonces. —¿Perdiste a Galen? No puedo evitar sonreír. —Se podría decir eso. —¿Sabes cuándo va a volver? —No sé si va a volver —¿De verdad? ¿Tuvieron una pelea o algo? Suspiro en el teléfono. —Realmente no quiero hablar de eso. —Por un lado, podría comenzar a llorar de nuevo. Además, revivir la pelea implicaría divulgar que Galen se fue para delatar al pueblo entero. ¿Pero no debería decir algo? ¿No debería advertirles que pueden estar en peligro? —Claro, claro. Sin duda —dice Reed rápidamente—. Escucha, iba a llevarlos a ambos por el pueblo y presentarles a algunas personas. La oferta sigue en pie. Ya sabes, incluso si Galen no ha regresado aún. Y ahí está el dilema. Galen dejó el pueblo hace menos de 24 horas, ¿y yo decido salir e ir de paseo con otro chico? Y no cualquier chico, uno del que Galen podría o no estar celoso. Pero la cosa es… Galen me abandonó. Puedo quedarme aquí y bañarme en mi propia miseria todo el día como una patética debilucha. O podría levantarme, bañarme, y explorar el pueblo, justo como había planeado hacer antes de que Galen se fuera. Lo último no sería solo bueno para mí, también sería bueno para Galen. No haría ningún mal si cambia de idea y regresa, sólo para descubrir que lo abandoné, que me he ido a la aventura sin él. Bueno, no abandonar, sólo… encontrar independencia

83

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

en una situación limitada. O algo así. El punto es, no haría ningún mal si sigo con mis planes. Excepto tal vez a su orgullo, o sus sentimientos; pero él no es el que lloro toda la noche. —Por supuesto —respondo a Reed—. Dame tiempo para bañarme y vestirme, y me reuniré contigo en el recibidor en una hora. Es verdad, puedes oír a alguien sonreír en el teléfono. —Genial, nos vemos en una hora.

Reed se estaciona en una gran camioneta azul, antigua. Una costra de moho cubre toda la cosa, que me recuerda a alguien con un mal caso de acné y el dolor de una vacuna contra el tétanos, todo a la vez. Un faro está fundido. El guardafangos delantero tiene un hueco, el tipo de hueco que haría una bola de boliche si la disparas por un cañón. El tablero tiene una red de grietas, de vinil azul claro, desgastado por el sol o por el uso constante durante décadas. Dicho esto, en toda mi vida nunca había estado tan feliz de saltar dentro del asiento delantero de una camioneta. Esta camioneta significa distracción, aventura, curiosidad satisfecha. Independencia. Esta camioneta es mi nueva mejor amiga. —Sé que no es el transporte que acostumbras —dice Reed en tono de disculpa—, pero o Galen es el Syrena más rico que conozco, o es un ladrón de coches muy eficaz. Me rio. Hoy me siento generosa. —Vende cosas que encuentra en el océano. Tesoros perdidos de viejos naufragios y cosas así.

84

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Los ojos de Reed se ensanchan. —Por las galletas de mi abuela. Eso es brillante. Casi le digo que Rachel lo pensó primero, pero entonces tendría que explicar quién es ella; y lo que le pasó. Y eso más que nada se siente como traicionar a Galen. Y es entonces cuando recuerdo algo que Galen dijo anoche. No serías tan frágil como los humanos. —Oh, no —me quejo y entierro la cara entre las manos. Fui tan egoísta. Debería haberlo visto venir, debería haber sabido que este cambio de actitud es todo debido a Rachel. Él quiere que viva en el océano, así estaré a salvo y entonces viviré más tiempo. De esa forma no me perderá, como perdió a Rachel. Soy tan imbécil. —Reed, antes de irnos, tengo que hacer una llamada rápida —digo, mientras me quito el cinturón de seguridad. —¿Está todo bien? ¿No cambiaste de opinión, verdad? —Pone su mano sobre la mía en el asiento que nos separa. Aparto la mano, abro la puerta y me deslizo fuera. —Todo va a estar bien, y no tengo dudas. Quiero que me lleves por el pueblo, quiero verlo todo. En unos diez minutos, ¿de acuerdo? —De hecho, cambié de opinión por mi repentina revelación. ¿Pero cuan grosero sería decirle que se esfume? Después de todo, él nos iba a llevar a ambos a recorrer el pueblo hoy. No es como si me hubiera apartado a mí. Encuentro un rincón tranquilo en el recibidor de la posada. Me siento muy poco sofisticada para sentarme en una de las sillas de seda de lujo tipo salón francés, así que saco una silla de metal de la zona de desayuno. Entonces marco el número de Galen. Por supuesto, no responde. No esperaba que lo hiciera. Cuando la voz digital me pide que deje un mensaje, lo hago. —Galen, lo siento. Acabo de darme cuenta de lo egoísta que actué. No escuché, no escuché lo que estabas tratando de decirme. Lo escucharé ahora, lo prometo. Por favor… por favor sólo devuélveme la llamada. —Aprieto los ojos, para evitar que alguna lágrima escape. Mi

85

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

garganta se siente herida, como si las palabras que acabo de decir fueran espadas miniatura que dejaran pequeñas incisiones. Pero no es que no dijera de corazón cada palabra; soy sincera. Es que estoy aterrorizada de que no me devolverá la llamada, de que es muy tarde. Que lo arruiné. Mis pies se sienten como yunques en el camino de regreso a la camioneta. No le pasa desapercibido a Reed. —¿Estás segura de que quieres salir hoy? Probablemente no dormiste anoche, ¿no? Tal vez deberías… —Que amable de tu parte, Reed —digo, abrochándome el cinturón—. Pero necesito dejar de pensar en las cosas por un rato. Estaba esperando que me ayudaras con eso. —Eso no es mentira. —Diez cuatro3 —dice Reed, y toda la preocupación se derrite de su rostro—. Pensaba que fuéramos al mercado primero. Ahí es donde todo el mundo que es alguien obtiene su emparedado de carne asada para el almuerzo. Asiento. —Almuerzo y carne asada. Me apunto.

¡Reed tiene razón! todos en el pueblo vienen al mercado para el almuerzo. Mesas discordantes rodean la calle, las personas hacen cola en el bufet puesto en la acera, y nubes de humo se elevan por encima del bufet. Mi estómago emite un gruñido hambriento. Reed se ríe. —¿Así que te saltaste el desayuno, eh?

3

Diez Cuatro es el código que utilizan los militares y policías en la radio para decir Afirmativo, enterado.

86

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Asiento. Él también. —Bueno, tengo un as bajo la manga. Vamos. Nos abrimos paso a la cola, y todo lo que puedo pensar es que voy a empezar a comerme mi propio brazo si la gente no se mueve. Entonces Reed levanta su proverbial manga. —¿Disculpa, Trudy? —dice, tocando el hombro de la mujer frente a nosotros. Trudy se da la vuelta y me mira con sorpresa. Recuerdo que Reed dijo que no tienen muchas visitas por aquí—. Ella es Emma —continúa, y me rodea con el brazo. No puedo decir si es inofensivo o no—, es descendiente de Poseidón, y nos visita desde Nueva Jersey. ¿Te importa si me salto la fila para presentársela a todos? Trudy toma mi mano y la sacude. —Emma, ¿verdad? Encantada de conocerte. No tenía idea de que teníamos parientes en Nueva Jersey. Oh, de seguro querrás conocer a todos. Adelántense, Reed. Por mí está bien. —Eso es todo, sin preguntas. Soy aceptada inmediata y completamente. Me pregunto dónde más tienen parientes. Porque conocer un mestizo de Jersey no parece la maravilla que habría esperado. Y así es como llegamos al inicio de la fila; Reed me presenta a otros mestizos, y los otros mestizos me saludan sin parecer mínimamente sorprendidos. Un camarero pone carne asada y chicharos, además de una pieza de pastel blanco en mi bandeja. Cuando nos sentamos en una de las mesas de hierro forjado, unas cuantas personas traen sillas adicionales y rápidamente se convierte en un abarrotamiento; pero no me importa. Tengo comida y buena compañía—si bien un poco abrumadora. Estas personas saben quién soy, y me aceptan por eso. Es como si hubiera sido parte de su sociedad secreta desde el día que nací. Y muy dentro de mí, creo que lo soy.

87

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

14 Traducido por Lauuz

LA HABITACIÓN tiene dos sillas de metal, incluyendo en la que está sentado, un catre sin sábanas y una mesa de cartas que cuenta con una pequeña lámpara que ha visto mejores días. No hay alfombras, ni pinturas, ni ventanas; lo que Galen agradece en este momento. Cualquier tipo de luz sustancial haría que su cabeza duela el doble. Sólo recuerda fragmentos de cómo llego aquí. Recuerda correr, tropezar; y luego algo duro y pesado conectó con su cabeza. Náuseas, duras sacudidas que aumentaron mientras lo trasportaban en la parte trasera de su propio vehículo hacia… hacia… aquí. Se percata de la tela en su boca. Sabe a vomito. Está muy apretada alrededor de su cara y cabeza, hace que los ojos se le salten dolorosamente. Sus manos y pies están insensibles después de estar sentado en la misma posición por mucho tiempo. Su cuello se siente permanentemente torcido por el ángulo en el que se desmayó. Se estira y se da vuelta y mueve manos y pies lo mejor que puede para aliviar un poco la tensión, pero la cuerda está apretada. Justo cuando sus músculos se relajan y su cuello se ajusta a la tarea de mantener su cabeza en alto, se abre la única puerta blanca en la habitación. El Syrena más gordo que Galen ha visto jamás cierra la puerta detrás de él. Claro, para los estándares humanos, no es gordo. Barrigón, quizá. Pero para los estándares Syrena, el chico es obeso. Esta anomalía desplaza la otra silla de metal, rasguñando el piso hasta que está frente a Galen, entonces se deja caer en ella. Estudia a Galen por un largo tiempo, con la vaga sonrisa de un tiburón que acaba de cenarse un banco de peces. —Así que estoy en compañía de un verdadero Tritón de la realeza. Luego escupe en el suelo que los separa. Tiene el mismo bulto en la boca que el otro Syrena—

88

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

. Mi nombre es Tyrden; querrás recordar eso. Galen no lo honra con una reacción, mucho menos una respuesta amortiguada por la tela en su boca. —No tienes que hacerte el tonto, muchacho —dice Tyden—. Todos saben todo sobre ti, pero para que quede claro… —Se levanta y se mueve para alzar la camisa de Galen. Una vez más, Galen no se resiste. ¿Cuál es el punto de negarlo ahora? Ellos creen que es de la realeza, tanto que se tomaron la molestia de secuestrarlo. En todo caso, Tyrden probablemente sólo tiene curiosidad. Con un pueblo lleno de descendientes de Poseidón, lo más probable es que nunca hayan visto un Tritón de la realeza. Tyrden descansa los ojos en el tridente de Galen. —Nunca había visto uno real —dice, como leyendo la mente de Galen. Deja caer la camisa y regresa a la silla. Se toma su tiempo en ponerse cómodo, se mueve y ajusta hasta que las patas de metal rechinan y amenazan con romperse. Galen se pregunta si Tyrden está haciendo ese espectáculo para crear expectación. Grom lo hace cuando trata de intimidar a alguien; actuar como si la otra persona ni siquiera existiera. Usualmente funciona. Pero no con Galen. Cuando Tyrden finalmente lo mira, su rostro tiene una sonrisa que sólo puede ser descrita como inquietante. —Estoy aquí para hacerte unas preguntas, muchacho. Y si no cooperas… bueno, yo estoy aquí para cerciorarme de que cooperes. Espero que nos entendamos. —Se inclina hacia adelante en la silla, y ésta gime con el movimiento—. Así que, ¿Cómo nos encontraste tan lejos de la costa? ¿Qué estás haciendo aquí? Galen resopla en la tela que invade su boca. Tyrden se pone de pie de un salto y lo desata. Galen flexiona la mandíbula varias veces, para traer algo de alivio a sus articulaciones. Tyrden vuelve a sentarse,

89

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

esta vez con menos entusiasmo. —Gracias por quitarlo —dice Galen calmadamente, viendo a Tyrden a los ojos. Él también es perfectamente capaz de ser inquietante, y de ser impredecible. Grom fue un gran maestro. Pero Tyrden no se intimida con facilidad. —Por nada. Si gritas por ayuda, te sacaré cada uno de los dientes y los guardaré en una jarra en mi cocina. —Cuando Galen no dice nada, su secuestrador cruza los brazos—. ¿Crees que te quité la mordaza sólo por la diversión de hacerlo? Contesta mis preguntas. Galen ladea la cabeza. —De hecho, eso creí. No creo que en realidad esperes que diga algo. —¿De verdad? Cuando Galen asiente, Tyrden se levanta de la silla y cruza el cuarto hacia la mesa. Luego busca debajo de ella, y recupera el cuchillo más grande que Galen recuerda haber visto. Con facilidad, Tyrden elimina la cinta adhesiva que lo fija a su escondite. El cuchillo está oxidado en algunas partes—¿o es sangre seca?—y el mango está muy desgastado. Tyrden lo sostiene expertamente, girándolo en las manos como si fuera alguna especie de bastón de juguete. Vuelve a sentarse. —Tendrás que hacerlo mejor que eso —dice Galen, e intenta no tragar demasiado visiblemente—. No estoy seguro acerca de los habitantes de la tierra, pero los habitantes del océano tenemos piel gruesa. Tyrden ríe. —¿Aún no estás impresionado, muchacho? Bien, déjame darte la oportunidad de cambiar de opinión. —Se inclina hacia atrás en la silla y se relaja claramente—. ¿Alguna vez has visto un rinoceronte, Alteza? —Pasa su camiseta por encima de la hoja como para limpiarla. Las manchas de dudosa procedencia no desaparecen—. Verás, aquí en la tierra, los rinocerontes viven en un lugar llamado África. Los humanos tienen un nombre formal para ellos, paquidermos, que significa

90

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

piel gruesa. Su piel es tan dura como la de cualquier Syrena puro. De hecho, algunas partes de su piel son el doble de gruesas que las de un Syrena. Esa es la parte en la que probamos nuestras armas. Teníamos que estar seguros de que si los Tritón nos causaban problemas de nuevo, estaríamos listos para la lucha. Basamos todos nuestros diseños en la habilidad de penetrar la piel de los rinocerontes. Este cuchillo aquí puede penetrar la parte más gruesa de la piel de un rinoceronte con un solo golpe. ¿Ahora estás impresionado? En una palabra, sí. No sólo por el cuchillo, sino porque Galen de repente se da cuenta de todo el tiempo y molestias que se tomaron los habitantes de la tierra para prepararse para algún tipo de guerra. Las defensas que ya habían planeado; hacer armas que pueden penetrar la piel Syrena; escoger una localización muy tierra dentro como para que el don de Tritón haga algún daño. Forjar vínculos con los humanos, para multiplicar sus cifras y habilidades. Sí, Galen está muy impresionado. Pero darle a Tyrden las respuestas que busca esta aún fuera de cuestión. Sobre todo porque, si todos los ciudadanos están armados de esta manera, eso significa que Neptuno está esperando un enfrentamiento con los habitantes del océano, en lugar de sólo prepararse para un ataque potencial. Cuando la respuesta de Galen sigue siendo el silencio, Tyrden presiona sus labios en algo que no es completamente una sonrisa. —¿Eres difícil de asustar, no, Alteza? Vamos a ver qué más puedo hacer para convencerte. En un instante, Tyrden está de pie y se cierne sobre Galen. Pone el cuchillo cerca de la mejilla de Galen, tan cerca que casi puede sentir el estremecimiento del cuchillo en la mano de su atacante. De la nada, Tyrden levanta la mano para mostrarle a Galen la palma. Entonces levanta el cuchillo hacia ella. La frota lenta, delicadamente y Tyrden rompe su propia piel. El corte es muy pequeño, tan preciso que parece que su mano se ha olvidado de sangrar durante unos segundos. Pero sangra, sí.

91

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Con una expresión en blanco, Tyrden permite que Galen vea la sangre correr por su propia mano, serpentear a través de su muñeca, y caer como cuentas de seda en el piso. Tan extraño como es, parece que disfruta ver el charco de sangre a sus pies. Entonces utiliza el cuchillo para cortar un trozo de la camiseta de Galen, apenas librando la carne de su estómago. De hecho, si Galen no hubiera inhalado por reflejo, podría haberlo eviscerado. Su reacción no pasa desapercibida a Tyrden. —Sabes, muchacho, la piel de rinoceronte puede tener hasta cinco centímetros de espesor. —Le muestra el estimado de cinco centímetros con la separación entre dos dedos—. ¿Y este cuchillo de aquí? Este puede atravesarla. Satisfecho consigo mismo, y con la atención renovada de Galen, el Syrena gordo aprieta el material de la camiseta alrededor de su herida y se vuelve a sentar. — Ahora, Alteza —dice, girando el cuchillo una y otra vez con su mano buena—. Vamos a hablar, ¿de acuerdo?

92

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

15 Traducido por Akonatec

GALEN NUNCA me llamó ayer. Dejé dos mensajes más después de volver de mi tarde con Reed. Si soy honesta, esperaba que ya hubiera llamado. Esperaba que ahora estuviéramos hablando de lo tontos que éramos—especialmente yo—y nos dijéramos otras cosas ridículas como que nunca volveríamos a pelear. Puedo sentir cómo crece mi desesperación. No quiero ser una de esas chicas que no pueden superar una relación cuando la relación está claramente terminada. Aun así, la relación, lo duro que luchamos por tenerla… no puede estar terminada. De hecho, siempre pensé que nada podía interponerse realmente entre Galen y yo. Nunca pensé que tendríamos un último beso. Han pasado dos días. No estoy a punto de rendirme. Me siento en el borde de la cama y marco su celular. Esta vez no suena, sino que me envía directo al buzón de voz. ¿He dejado tantos mensajes? O ¿alguien más intenta localizarlo? —Galen, por favor, por favor escucha lo que tengo que decir. —Me muerdo el labio, porque si no lo hago, mi voz se quebrará. Finalmente, digo—: Te amo. Podemos arreglar esto. —Y cuelgo. ¿Qué más puedo decirle? Estoy prácticamente suplicándole. Mi miedo es que realmente se esté volviendo como Grom. Una carcasa exterior dura que no deja entrar a nadie. Excepto que, Grom deja entrar a mi madre. Seguramente, Galen no se cerrará ante mí. ¿Verdad? Cuando suena el celular en mi mano, casi me caigo de la cama. Me apresuro a contestar, pero lo dejo sonar una vez más cuando veo que es Reed quién llama. Reed, no Galen. De nuevo. —¿Hola? —digo, tratando de sonar alegre. —Ey, señorita Popular, ¿lista para ir a pescar?

93

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Ahora estoy realmente entusiasmada. Reed me presentó ayer a casi toda el pueblo. Había dejado la habitación del hotel anoche para pasear por la calle y conseguir unos bocadillos y sólo encontré amabilidad: —¡Hola, Emma! Qué bueno verte de nuevo —y—. ¿Te ayudo a llevar algo? —Esta gente, estos mestizos, estos humanos, estos Syrena. Me han hecho uno de los suyos en el espacio de dos días. Es justo lo contrario a lo que estoy acostumbrada. En casa, tuve que luchar por cualquier pequeño reconocimiento o aceptación. Aquí soy una especie de celebridad. Y es fantástico. Aun así, Reed se lleva la mayor parte del crédito. Él es el que no es tímido, el que va tras lo que quiere. El problema es que se está volviendo más y más obvio que me quiere a mí. Pequeños toques aquí, miradas persistentes allá. En el almuerzo de ayer, incluso alguien dijo que era su novia, y él no lo corrigió. Yo tuve que aclarar las cosas, porque hasta que Galen diga lo contrario, estoy comprometida. —Pero no nos vamos a quedar con los peces que atrapemos, ¿cierto? —digo—. Lo prometiste. Reed suspira en el teléfono. —Esperaba que olvidaras eso. —De ninguna manera. No mato peces. —¿De qué otra manera se supone que voy a demostrar que atrapé un pez más grande que Toby? —Prepárate para enloquecer. Existen estas nuevas cosas llamadas celulares y de hecho tienen una cámara incorporada… —Insolente. —Era solo una idea. —Estoy llegando al hotel. Trae tu trasero antes de que decida dejarte atrás. Me rio. —Te reto a que lo hagas.

94

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed resopla. —Sólo ven, señorita Simpatía. Entonces me cuelga. Va a pagar por eso.

El destartalado muelle es lo suficientemente estrecho como para que dos personas no puedan estar paradas hombro con hombro. Reed salta al pequeño barco de pesca, que se mece como si lo sacudiera un tifón. Entonces tiende su mano para que salte. Aún no le he explicado lo torpe que soy, que no salto en nada y menos a un objeto que flota inestablemente cerca de un muelle lleno de potenciales astillas. —No soy un pequeño duende como tú —le digo, sentándome en el borde del muelle. Ríe disimuladamente. —¿Piensas que soy pequeño? —Tiende ambas manos para que pueda deslizarme del muelle sin causar demasiado caos en la pequeña embarcación. ¿Creo que Reed es pequeño? De ninguna manera. En realidad tiene un aspecto muy atlético, lo que se acentúa aún más cuando se saca la camisa. No es tan grande como Galen, pero está bien definido en los lugares adecuados. Que es la razón por la que aparto la mirada. No se pierde eso. —No lo creo —dice. Dios, es irritantemente confiado. —Ahora, recuerda —dice mientras me siento en uno de los tablones de madera puestos como asientos—, una vez que lleguemos a donde vamos, no hablaremos en lo absoluto. Cuando nos acerquemos, te daré una señal de que es hora de ser sigilosos.

95

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Cuál es la señal? —Levanto la mano para protegerme los ojos del sol. Levanta un puño, un gesto que podría hacer un soldado si quisiera detener a las tropas detrás de él—. Está bien. Entendido. Reed zigzaguea por las curvas del arroyo, evitando troncos caídos y la densa hierba de la costa. El viento respira a través de los árboles como susurrando secretos. Las aves irrumpen agudamente y un pájaro carpintero cercano agrega percusión a la mezcla. Luego está el zumbido constante y silencioso del bote que divide el agua por delante. Es posiblemente uno de los momentos más relajantes de mi vida. Hasta que noto a Reed sonriéndome. —¿Qué? —digo. Se encoge de hombros inocentemente. —Trataba de imaginarte usando el don en el océano y me estaba poniendo un poco celoso. —Con suavidad nos aparta de algunos árboles caídos que sostienen una obra maestra de telaraña—. ¿Cuál es el pez más grande con el que has hablado? La respuesta me viene de inmediato a la mente. —Una ballena azul. Lo nombré Goliath. ¿Nunca has estado en el océano? —Por supuesto que no. —¿Por qué? —Bueno, para empezar, va en contra de nuestra ley. Y en segundo lugar, ¿no supiste lo que le hizo Tritón a Tartessos? No fue bonito. No, no fue bonito. No me puedo imaginar que le pase lo mismo a Neptuno. — Comprensible. —Además, no tengo la intención de ser arponeado por los todopoderosos habitantes del océano. —La manera en que lo dice lleva una dureza repentina, como cuando llegas al hueso de una cereza—. ¿Eres amiga de una ballena azul? —Al parecer, Reed puede ir de petulante a incrédulo en sólo dos segundos—. ¿No estabas asustada?

96

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Aterrorizada era una descripción más cercana. Pero puedo decir que Reed ahora se siente intimidado por mí, así que decido relajarme y disfrutar el momento. — Lo estuve en un comienzo, antes de que supiera que tenía el don. Pensé que iba a comerme. —Las ballenas azules comen kril; si te hubiera comido habría sido por accidente. —Qué reconfortante. De verdad. —Así que no te comió. Eres una pésima narradora, ¿sabes? Y ahí termina lo de estar intimidado. —Me di cuenta que era amable… y que respondía a mi voz cuando le decía qué hacer. Supe entonces que no me lastimaría. —¿Qué tan seguido lo ves? Soy consciente de que mis hombros se hunden un poco cuando el arrepentimiento bulle desde mi estómago a mi garganta. —De hecho, hace unos meses fue arponeado por un pescador idiota. No lo vi durante mucho tiempo después de eso. Entonces un día, hace unas semanas, vino a mí de la nada. Todavía se veía la cicatriz y le di un poco de amor extra. Pero no me importa lo que dicen los científicos sobre que los peces no tienen sentimientos, Goliath actuaba diferente, no era tan juguetón como antes de que eso pasara. Era como si estuviera traumatizado o algo así. Reed asiente solemne. —Mmm. Las ballenas son mamíferos, definitivamente tienen sentimientos. ¿Pero ser empáticas? no estoy tan seguro. —Bueno, te estoy diciendo que lo son. —Cierto. Entonces, no tenemos que pescar si no quieres. Podemos dar la vuelta y volver. Inclino la cabeza hacia él. —Pero dijiste que no nos quedaríamos con los peces. ¿Lo dijiste en serio?

97

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Por supuesto que sí, nunca te mentiría, Emma. Me asustas demasiado. —Se ríe—. Pero a veces, cuando estás pescando, se tragan el anzuelo. Nunca he pensado en eso, pero para mí, tragar un anzuelo y luego que me lo arranquen podría ser un poco traumático, ¿no crees? Por supuesto que lo sería. Es por eso que nunca tuve la intención de dejar que atrapara un solo pez, pero todavía quiero ver su cara cuando arruine sus planes. — ¿Estás tratando de arrepentirte? ¿Asustado de que no puedas vencer a Toby después de todo? Reed se sienta un poco más erguido. —He cambiado de opinión, no volveremos ahora, aunque lo pidas. Me estoy volviendo muy buena en hacer que los machos piquen la carnada. El resto de nuestro paseo transcurre en silencio. Puedo decir que estamos cerca de nuestro destino, porque cada vez que quiero conversar, él murmura su respuesta y mira por encima del hombro. Los chicos realmente llevan la pesca deportiva a un nuevo nivel de rareza. Por fin, Reed levanta un puño y apaga el motor. La canción arrulladora de las ranas y el rápido movimiento sobre la línea de arena contrasta con cualquier silencio que pudiéramos haber tenido. Llegamos a la parte más ancha del arroyo. Reed rápidamente engancha dos grillos en su anzuelo. No puedo evitar preguntarme si los científicos también están equivocados sobre los insectos. ¿Y si realmente sienten dolor y le he dejado enganchar dos grillos vivos? —La vida es demasiado corta para usar carnada muerta —dice casi supersticiosamente. Me pregunto qué clase de tradición de pescadores estará satisfaciendo al decirse eso a sí mismo. Ridículo. Así que Reed no está de un humor ecológico ahora mismo. Es todo determinación, concentración y testosterona. Me da la espalda y se mueve a la parte posterior del bote en un movimiento suave. Finalmente, ha llegado mi hora.

98

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Con regocijo, me retiro el pelo hacia atrás y meto la cara en el agua. Abro la boca para gritar y primero salen grandes burbujas, que cosquillean en mi cara mientras suben a la superficie, pero no me desaliento. —¡Naden lejos! —grito—. ¡Están todos en peligro! ¡Naden lejos! —Veo las colas de los peces dispersarse, como les dije. Piscardos, mocasines de agua, una tortuga. Otro pez rayado más grande, que no puedo identificar, hace un sonido sibilante con su rápida huida. Cuando vuelvo arriba, Reed enrolla el sedal con el ceño fruncido. —Sabía que harías eso —refunfuña. —Debí haberlo hecho antes de que mataras a esos dos grillos. Ver algo, decir algo, ¿sabes? —Su cara enfurruñada es casi adorable. Lo hace ver como una versión mayor de Toby. Y Toby domina el mercado en caras enfurruñadas. —¿Entonces vas a hacer eso siempre? ¿Es útil encontrar otro punto de pesca? —Más o menos, sí. Y si perder el tiempo es tu pasatiempo, por supuesto, busca otro hoyo de pesca. —O cómo sea que lo llamen. Una sonrisa traviesa se extiende en su cara. Oh no. Mi grito de sorpresa nunca alcanza el aire, sólo el agua cuando me arroja del barco. El agua es clara, más clara que cualquier parte del océano en la que he estado. Incluso a través de mi piel gruesa, registro la caída de la temperatura desde el día de verano de Tennessee a la del arroyo en verano de Tennessee. Reed sonríe tanto que sus hoyuelos se ven casi como agujeros perforados en su cara. —Te das cuenta que te merecías eso. —No creí que lo aceptarías sin protestar. —Me rio. De hecho, sueno encantada con las circunstancias. —Contigo, lo aceptaría de cualquier forma en que pudiera conseguirlo. Incómodo. Además, puaj. —Reed… —¿Demasiado y demasiado pronto?

99

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Demasiado en cualquier momento. Estoy con Galen. Vamos a emparejarnos. —Pero reconozco el rastro de duda en mi afirmación. Hace la pantomima de mirar alrededor. —¿De verdad? No veo a Galen por ninguna parte. Por lo que puedo decir, somos tú y yo. —Eso fue un golpe bajo. —Me aparto de él, decidida a nadar de regreso a la embarcación. En cuestión de segundos, siento su pulso aumentar y sé en el momento exacto en el que está a punto de agarrar mi muñeca. Me doy la vuelta—. No me toques, Reed. Su rostro es todo remordimiento. Angustia genuina. —Lo siento mucho, Emma. Sé que volverá. Diablos, probablemente está en camino ahora. Si quieres, te llevo al hotel para que puedas esperarlo. No me gusta lo patético que suena eso. Para que puedas esperarlo. Mis emociones se involucran en una pequeña pelea. Por un lado, dejé el teléfono en mi cuarto, diciéndome que llevarlo a pescar sería pedirle al universo que lo tirara al agua. Por otro lado, no lo traje porque dudaba que Galen llamara y estoy harta de revisar mi teléfono cada treinta segundos para ver si al menos me ha mandado un mensaje de texto. Mi teléfono y la habitación de hotel vacía de Galen son anclas que me pesan. Las cosas se solucionarán con él, simplemente lo sé. Pero por ahora, tengo que dejarlo ir. Sí, Reed se está transformando en un coqueto escandaloso, pero una vez que se dé cuenta que no voy a ceder, se dará por vencido. Todo lo que sé, es que no puedo quedarme encerrada en mi habitación esperando una llamada que puede que no suceda en días. Tengo que vivir la vida. Tengo que tener mi propia identidad lejos de Galen. Es lo justo. —¿Por qué no me llevas a bucear a las cuevas? —digo finalmente—. Si Galen regresa y no me encuentra, sabrá que estoy explorando Neptuno. Sabe que es por eso que quería quedarme unos días más.

100

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed asiente. —¿Estás segura? Lo siento mucho, Emma. Eso fue cruel, lo que dije. —Segura. Deja de humillarte, no te queda. Sonríe. —Bien, entonces. La cueva más cercana está bastante lejos a nado y en contra de la corriente. ¿Estás preparada para eso? Miro el bote detrás de él. —Quiero bucear en las cuevas; no agotarme por llegar ahí. —Vamos, princesa. —Ríe. Trata de rodearme con un brazo, pero me alejo de él. Lo toma con calma—. Iremos en bote hasta que tengamos que nadar. Y es cuando descubro que subirse a un bote desde el agua es como tratar de atrapar un pez con la boca. No va a suceder.

101

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

16 Traducido por Akonatec

GALEN NO VA a mirar a su secuestrador, lo que lo obliga a mirar hacia abajo, a su ahora destrozada camiseta que cuelga como una red suelta de su cuerpo. Todavía hay pequeños cortes en su cara y espalda, donde Tyrden cortó la tela y conectó con la piel. Cada vez que Galen se acomoda en la silla, los cortes superficiales arden en señal de protesta, recordándole que aún están ahí. Tyrden había utilizado la hoja de forma veloz, en movimientos rápidos para cortar, sacando la camiseta del cuerpo de Galen pieza por pieza, obligándolo a veces a inhalar o inclinarse para evitar cortes profundos en la piel. Cada vez que Galen le dio una respuesta evasiva, que era la mayor parte del tiempo, Tyrden agitó el cuchillo, sin preocuparse si golpeaba o no. Galen se apartaba lo más posible. A veces funcionaba, a veces no. Los rasguños eran en su mayoría rozaduras, pero algunos rasguños aquí y allá eran lo suficientemente grandes para causarle algunas molestias a Galen. Se pregunta en qué usará Tyrden la hoja una vez que la ropa no esté. Ha llegado a aprender que el Syrena mayor es muy bueno en el arte de la expectación. Ayudaría si pudiera averiguar sus motivos. Entonces, por lo menos podría darle respuestas aceptables—aunque falsas—y al mismo tiempo evitar las laceraciones que se había ganado siendo impasible. Pero hasta ahora, Tyrden ha hecho preguntas tan aleatorias que Galen no puede entender su propósito, lo que es probablemente el objetivo. Preguntas como: ¿Cuántos Syrena son leales a los reinos? ¿Han empezado alguna tradición nueva? ¿Qué tan lejos pueden percibir sus rastreadores? ¿Qué hacen los habitantes del océano para divertirse? ¿Todavía utilizan el veneno de pez león para sus lanzas? ¿Cuántos vienen a tierra hoy en día? ¿Cuál es la proporción entre machos y hembras?

102

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Todo lo que sabe Galen es que Tyrden tiene una curiosidad insaciable acerca de la composición de los reinos y que ha diseñado por lo menos un arma que corta fácilmente la piel de los Syrena. No es una buena señal. El sonido de las pesadas botas que se acercan, hace hervir su estómago. Esto podría ser mucho peor, se dice Galen. Piensa en Rachel y lo que le había dicho acerca de lo que la Mafia utiliza para la tortura. Esto no es tortura, comparado con eso. Esto es… intimidación. De repente, el aire está saturado con el olor de pescado cocido y Galen no puede evitar mirar esta vez. Tyrden toma asiento en frente de Galen y cruza las piernas, cuidadoso de no derramar el plato de comida que carga. Galen odia su estómago por gruñir tan fuerte. Tyrden se ríe entre dientes. —No hay nada como una gran pila de pescado para seguir andando, ¿eh, muchacho? —Pone la silla más cerca de donde se sienta Galen, de modo que sus pies casi se tocan. Entonces agita la comida a centímetros de su cara, asegurándose de que el vapor blanco se pasee justo en la nariz de Galen. El estómago de Galen gime ferozmente. Traidor. Su última comida fue en la casa de Conway e incluso entonces, apenas había tocado su cena. Calcula que fue hace dos días, han pasado dos días con Emma creyendo que él regresó al océano para contarle a Grom sobre Neptuno. Dos días en los que casi desapareció de la existencia, sin que nadie se diera cuenta que estaba desaparecido. ¿Emma se quedó? ¿Fue a casa? ¿Volvió a buscarme? Espera que no fuera en su busca y tropezara con Tyrden. ¿Y si lo hizo? Rápidamente rechaza esa idea. Si Tyrden tuviera a Emma, ya la habría utilizado en su contra. El Syrena mayor se inclina hacia atrás en el asiento, se pone un gran pedazo de pescado en la boca y gime en apreciación. Fácilmente el plato podría alimentar a dos. —Tengo algunas preguntas más para ti, Alteza. Espero que las contestes esta vez, porque dejar pasar una comida como esta sería una vergüenza.

103

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Ver comer a Tyrden pone a Galen un poco delirante, incluso más que la técnica de acechar y cortar que su secuestrador usó el día anterior. Pero no es tanto sobre soportar el hambre agonizante como sobre recuperar algo de fuerza. Cada día que se queda aquí sin comida o agua, pierde energía y fuerza, ambas cosas necesarias para escapar. Y por lo cómodo que se ha puesto Tyrden, parece que podría estar aquí un largo tiempo. Mi mejor oportunidad es escapar, ¿pero cómo? Por lo que sabe, podría haber alguien haciendo guardia en la puerta, aunque es sólo Tyrden quién va y viene. Galen recuerda a los hombres que lo capturaron en el bosque. ¿Dónde están ahora? Sin mencionar las gruesas cuerdas que unen cada una de sus extremidades a la silla de metal, ceñidas con tanta fuerza que amenazan con cortarle la circulación. —¿Qué quieres saber? —Galen rechina los dientes. Piensa en la energía que te dará la comida. —Emma ya le contó a Reed cómo llegaron al buen pueblo de Neptuno. Así que Antonis te envió aquí. ¿Por qué crees que haría eso? —¿Reed? —Oh, sí. Han estado pasando juntos todo el tiempo. ¿Duele que no te extrañen? La idea de Emma pasando suficiente tiempo con Reed como para decirle algo, preocupa a Galen, pero al menos sabe que no está siendo retenida en algún lugar como él. Sin embargo, Reed tiene la presencia de un pez trompeta que nada alrededor, acechando a su presa colorida y desprevenida en el arrecife, tan lento y casual que parece inofensivo. Hasta que ataca. Galen se aclara la garganta de la amargura y se concentra en la pregunta. ¿Por qué Antonis nos enviaría aquí? —No lo sé. ¿Por qué no le preguntas a Reed? Parece bastante útil.

104

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Tyrden se despacha otro gran bocado y se toma su tiempo para saborearlo. — Reed es un gran necio que utiliza la posición de su padre para beneficio propio. Reed no me resulta nada útil. Galen no puede decidir si Tyrden está deliberadamente siendo incoherente o está realmente inquieto. Si no está en buenos términos con Reed, ¿de dónde Tyrden está obteniendo su información? Entonces Galen ve la imagen completa. Debe estar recibiendo la información del mismo Reder. Reder debe ser quién ordenó su captura. Tiene perfecto sentido, considerando la forma en la que Reder se retiró de la cena, el modo en el que escrutó a Galen bajo el pretexto de la hospitalidad. Reed debe decirle a su padre acerca de sus aventuras con Emma, luego Reder le dice a Tyrden. Lo que significa que Tyrden podría ser solo un peón y los peones son mucho más flexibles que los líderes. Tyrden parece leer su mente. —Te voy a decir un secreto, Alteza, sobre el papá de Reed. Reder no es tan bueno como parece. No es el salvador de esta ciudad, como te quiere hacer creer. Demasiado blando, si me preguntas. ¿Esto es demasiado blando? —¿Cuándo nos visitará Reder? Tyrden inclina la cabeza. —¿Por qué piensas que Reder se tomaría la molestaría de venir a visitarte? Tal vez quiere darle a Emma y a Reed la oportunidad de unirse. Sacarte del camino por un tiempo. —Ante esto, luce divertido—. Parece estar funcionando bien. —Reed no es del tipo de Emma. Tyrden traga otro bocado y se inclina hacia adelante, mirando a Galen. —¿No? ¿Pero qué pasa si no es sobre tipos? ¿Qué pasa si es sobre lo que Reed puede ofrecerle? Eso es una cosa que he aprendido sobre las mujeres. Les gusta la seguridad. —¿Qué quieres decir?

105

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Digamos que por algún milagro sales de aquí y de alguna manera ustedes dos corren hacia el atardecer. Todo lo que puedes ofrecerle es una vida de esconder lo que es. O… no estás considerando vivir en el océano, ¿verdad? ¿Dejarla ir a la superficie por aire cada pocas horas, como una ballena? —Tyrden se ríe entre dientes—. Reed, Neptuno, puede ofrecerle mucho más. Ella le contó todo acerca de cómo tus Archivos votaron a regañadientes para dejarla vivir. Que generoso de su parte. Galen cierra los ojos ante la verdad. —Neptuno todavía está escondido, no están completamente a salvo de los humanos. Tyrden hace la pantomima de mirar alrededor. —¿Qué humanos? Oh, ¿te refieres al resto del mundo? Déjame decirte algo, Alteza. Al resto del mundo no podría importarle menos este diminuto pueblito. ¿Sabes en qué trabajo? —Tyrden se burla—. Hay una fábrica de conservas en los límites de la ciudad, un cuchitril. Tenemos tres Syrena puros, descendientes del mismo Poseidón, que usan sus dones para mantener el surtido de pescados en la fábrica de conserva. Tenemos envíos que salen diariamente a las grandes ciudades, apenas podemos con la demanda. Para ellos, somos un tranquilo pueblito pesquero anclado en las montañas. Somos inferiores a ellos. ¿Qué se preocupan de nosotros? —Algún día lo harán. Tyrden lo descarta con la mano. —Típico de un Tritón ser escéptico. Hemos sobrevivido todo este tiempo sin ser descubiertos, ¿no? Diablos, hemos sobrevivido tanto tiempo sin que siquiera los reinos sepan. Galen no puede contradecir eso. Tyrden pone el tenedor en el plato y poco a poco lo baja al piso junto a la silla. Se aclara la garganta y se frota la comisura de la boca con el cuello de la camisa. Cuando mira a Galen de nuevo, es todo concentración. —Háblame de Jagen. Eso es inesperado. La mente de Galen corre. ¿Cómo sabe sobre Jagen? ¿Cómo se conecta Neptuno con el intento de Jagen de apoderarse de los reinos? Galen decide

106

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

usar su estrategia favorita, responder una pregunta con otra pregunta. —¿Qué pasa con él? —¿Jagen y su hija Paca todavía están en el poder? —No. —Todavía. Así que Tyrden y Reder no saben que el intento de Jagen de gobernar el reino Tritón falló. Galen piensa que es un buen cambio, negociar respuestas simples por preguntas informativas. Esta respuesta parece enfurecer a Tyrden. Se endereza en la silla. —¿Qué pasó? Galen mira la comida en el suelo. —¿No consigo un bocado primero? —El sonido de deseo en su voz es genuino. Con esto, los labios de Tyrden suben en una sonrisa amenazante. —Excelente idea, muchacho. Tú y yo haremos un intercambio. Un bocado por una respuesta. — Recoge el plato y toma un trozo de pescado, más pequeño que el que Galen hubiera querido; entonces le hace gestos para que abra la boca. Galen obedece y Tyrden se detiene para pinchar su lengua con el tenedor antes de retirarlo. Pero a Galen no le importa porque el pescado está delicioso y tibio y su estómago parece burbujear con la expectación del siguiente bocado. Tyrden espera impaciente mientras Galen aprecia la pequeña muestra. — Ahora, dime que pasó. —¿Crees que podría tener un poco de agua? Los ojos de Tyren se estrechan. —Oh, te daré mucha agua. Después de que me digas lo que quiero saber. Galen piensa en negociar, pero puede decir que Tyrden ha alcanzado su umbral de paciencia por la forma en que golpea el tenedor en el borde del plato. —Jagen fue retirado del poder cuando descubrimos que Paca era un fraude, que no tenía realmente el don de Poseidón.

107

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Y cómo se descubrió? —Tyrden sostiene otro tenedor lleno de pescado. En lugar de golpear el tenedor, la energía baja a su pierna, que se mueve con un ritmo rápido. —Emma. Mostró al consejo su don, el verdadero, lo que demostró que el de Paca era inferior. —Galen recuerda el orgullo que sintió cuando Emma puso a Paca en un brete, al decirle que salvara a su padre de dos tiburones a los que Emma habría ordenado que mataran, o al menos eso pensaba Paca. Paca se derrumbó justo en ese momento. Si Emma no hubiera ido al Tribunal, Galen está seguro que las cosas habrían resultado diferentes. La realeza ya no estaría en el poder y Jagen estaría gobernando el reino Tritón bajo falsas pretensiones. Pero, ¿cómo se relaciona esto con Tyrden? ¿Con Reder? ¿Qué interés tienen en el gobierno de Jagen? ¿Fueron ellos los que entrenaron a Paca en usar señales de mano para controlar a los delfines? Acepta el siguiente bocado de comida de Tyrden, mientras observa a su secuestrador estrechamente. Algo sobre su expresión ha cambiado. —Eso es muy inconveniente —dice Tyrden. —¿Inconveniente para quién? —Cállate —Tyrden hace una pausa—. ¿Dónde están Jagen y Paca ahora? No es de extrañar que estén tan hambrientos de información acerca de los reinos. Ahora que Jagen y Paca están encarcelados en casa por lo que hicieron, probablemente Neptuno no ha tenido ninguna comunicación sobre los reinos, hasta que Galen y Emma aparecieron. —¿Dónde están Jagen y Paca ahora? —ladra Tyrden. —Están en las Cavernas de Hielo. Donde deben estar. Tyrden se levanta con el plato y recoge más pescado con el tenedor. Lo acerca a Galen, pero justo antes de que pueda metérselo a la boca, Tyrden lo quita y lanza el pescado al suelo. Entonces Tyrden pone toda su fuerza y frustración en arrojar todo el

108

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

plato de comida a la pared, rompe el cristal y dispersa lo que quedaba de la comida de Galen. —Disfruta de la cena, Alteza —gruñe Tyrden—. Ahora, para el postre. —Se levanta de nuevo y Galen cierra los ojos, preparándose para el golpe. Hay más ira en él de lo que esperaba. El puño de Tyrden conecta con la mejilla de Galen, y lanza su cuello hacia atrás. Los golpes no se detienen ahí. Siguen llegando desde cada lado, diferentes ángulos, los golpes le aterrizan en la nariz, la mandíbula, la boca. Una y otra y otra vez. Galen prueba la sangre, la siente correr por la parte posterior de su garganta. Siente que se acumula en su oído. Entonces todo se vuelve negro.

109

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

17 Traducido por Xiime~

TARDA un minuto ajustarse a la oscuridad, incluso aunque descendemos gradualmente hasta la cueva. Reed nada al frente, como si pudiera ver perfectamente o como si hubiera estado aquí millones de veces. Probablemente ambos. Quizá mis ojos no se ajustan tan bien en agua dulce. Quizá el agua salada de los océanos los ayuda de alguna manera, lo que me resulta gracioso. Usualmente tener agua salada en los ojos apesta. A no ser que seas parte pez, o pez mamífero, o lo que sea. En cualquier caso, Reed está impaciente por comenzar. —¿Son todos los habitantes del océano así de lentos? Agarra mi muñeca y me jala detrás de él. Su pulso me envuelve ligeramente, como el susurro de una línea de pesca que no está tirante. Un enredo de sensaciones. —¿Puedes percibirme? —digo, casi para mí. —Por supuesto. ¿Tú no me percibes? —Sí, pero se siente diferente a la manera en que percibo a Galen. —Oh, Dios. —Reed rueda los ojos—. No crees en el llamado, ¿Verdad? Es la leyenda sobre la que Galen está indeciso. La tradición Syrena dice que cuando un macho Syrena cumple dieciocho años—o “temporadas”—, se siente repentinamente atraído a varias hembras válidas para emparejarse, hembras que puedan complementarlo bien. Luego, puede “seleccionarlas”, que es la versión Syrena de las citas. Pero en los casos de “el llamado”, el macho sólo se siente atraído a una hembra, y esa es supuestamente la pareja perfecta en todas formas. La explicación es que el llamado produce la descendencia más fuerte posible, que es un fenómeno natural entre los Syrena, que asegura la supervivencia de la especie.

110

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen no creía en el llamado… hasta que me conoció a mí. Ahora está indeciso, porque soy la única a la que se ha sentido atraído. Nuestro emparejamiento ciertamente respaldaría todo lo que se dice del llamado, y ya que yo tengo el don de Poseidón y Galen tiene el don de Tritón, nuestra descendencia potencialmente podría tener ambos. Aún así, la ley y las costumbres Syrena parecen ser desatadamente supersticiosas. Si nuestro hijo poseyera ambos dones, yo preferiría decir que se debe a la genética que a un mito mágico y extravagante que siempre hace que los Syrena tengan razón. —No —pronuncio—. No creo exactamente en el llamado, creo en el amor. Y la genética. —No me propongo sonar como “así que vete al diablo”, ni nada, pero por su expresión, creo que Reed se lo toma de esa manera. —Te dije que lo entiendo, Emma. No hay peligro de que te robe de Galen. Es un gran tipo —murmura. Se acerca nadando a mí, tan cerca que creo que se está retractando de lo que dijo. Su boca está a solo centímetros de la mía cuando dice—. No que no quiera robarte. Oh, sí quiero. Y lo haría si creyera que me lo permitirías. Intento retroceder, pero me agarra de la muñeca. Podría apartarla si quisiera, pero sus ojos me dicen que está siendo sincero en vez de espeluznante o posesivo. —Te robaría en un latido, Emma McIntosh —continúa, con la voz desprovista de cualquier tipo de jugueteo o sarcasmo, o de Reed en general—. Pero tendría que besarte primero, y no quiero hacer eso. Por alguna razón, me ofendo por eso. Él se da cuenta y sonríe. —No te alborotes. Eres muy besable, pero no te besaré. No hasta que quieras que lo haga. Porque sé que si lo hago, no seré capaz de volver atrás. No volveré a ser el mismo nunca más. —Se inclina imposiblemente cerca, aprieta su agarre en mi muñeca, y juro que estoy siendo bombardeada por el pulso de su corazón y su pulso de Syrena—. Así que asegúrate de saberlo, Emma. Cuando me beses; y creo que lo harás, asegúrate de saber a quién vas a elegir.

111

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Libero mi muñeca y me río desenfadadamente. Aunque desenfadada es lo opuesto de lo que siento. Reed parece muy relajado y despreocupado, pero ahora está prácticamente dándome su corazón palpitante para hacer con él lo que me plazca, lo que me abruma. Quiero decir, ¿qué clase de discurso loco es ese? Sólo nos conocemos desde hace unos días y ya pone esto sobre la mesa para que lo considere. ¿Cree que hemos estado teniendo citas o algo así, en vez de sólo actuar como mi (devoto) guía turístico? Ahora me siento culpable. Porque pasar más tiempo con Reed se siente como si le estuviera dando falsas esperanzas. Es claro que sus intenciones no son estrictamente platónicas, pero desde el principio he sido clara en que amo a Galen. Nuestra relación obviamente no es perfecta, pero ¿No es esa la parte del “trabajar en la relación”? Siempre he sentido que las dinámicas entre nosotros son como un globo de nieve musical. Sujetado con fuerza algunas veces, sacudido y sacudido, pero nunca roto. Siempre intacto y algo para contemplar en el interior. Ayudaría si Galen me mostrara una señal de que aún me ama. De que nuestro globo de nieve no está goteando. O peor, hecho trizas. Y aún está mi necesidad de explorar Neptuno. Reed es mi guía… y eso es todo. Ya he elegido a quién quiero. Un beso de Reed nunca cambiaría eso. Simplemente seguiría rechazándolo, y eventualmente (con algo de condenada suerte) él dejaría de lado la perorata de “déjame amarte”. Me doy cuenta de que no le respondí. Me pregunto qué ve en mi rostro que lo tiene tan fascinado. —Entiendo —digo casualmente, lo que lo hace hacer una mueca. Pero esta conversación la doy por terminada por muchas razones, y la única manera de hacer que suceda es comenzar otra nueva—. Dime cómo surgió Neptuno. Pestañea, una, dos veces. Luego su sonrisa perezosa aparece otra vez, libre de angustia o celos.

112

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Lo haría, pero en realidad Padre es mejor contándola. Tiene habilidades de Archivo, sabes. Así que nunca intentes discutir con él basándote en tu memoria. Perderás. —¿Tienen Archivos aquí? Asiente. —Y rastreadores. Tenemos todo lo que tienen ustedes, excepto el océano. Estoy comenzando a entender la obsesión de Reed con el océano. No es el océano en sí, aunque los océanos son infinitamente fascinantes. El problema de Reed es la libertad de elección. Quiere algo que no puede tener, lo que lo hace quererlo más. ¿Y acaso no puedo relacionarme con eso? Decido darle un respiro a Reed. —Pero tu padre parecía reluctante a contárnoslo en la cena de la otra noche. No me sentiría cómoda preguntándole. No tienes que hacerlo si no quieres. —Creo que en la cena, tu precioso Galen estaba poniéndole incomodidad al aire o algo así. Hablaré con mi papá. Convocará un Cónclave. —¿Un… “Cónclave”? Reed asiente. —¿Sabes cómo los humanos tienen juntas en el Ayuntamiento y todos van y hablan sobre cómo liderar el pueblo? Bueno, un Cónclave es igual, sólo que nos reunimos en secreto porque lo que tenemos que hablar no tiene nada que ver con las luces de la calle o las aceras. —¿Tenemos? —A veces el pueblo entero, a veces unos pocos. Depende de la ocasión, en realidad. Pero este Cónclave será grande, puedo garantizarlo.

113

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Oh, bien. Realmente no quiero causarle tanto lío a tu papá. ¿No podrías resumírmelo? Reed sonríe. —Oh, sí, definitivamente. Pero si lo hiciera, podrías decidir que ya aprendiste todo lo que necesitabas de mí. Entonces no te volvería a ver. —Reed, yo… Alza una mano, sobresaltando a unos piscardos a nuestro alrededor. —Además, realmente ama contar la historia. Y todos aman oírlo contarla. Será genial… ya verás. Vale la pena no deshacerse de mí. Y entonces podrás conocer incluso a más ciudadanos de Neptuno. Tendrás una larga lista de gente a la que escribirle correos electrónicos cuando te vayas. Cuando no me veo convencida, se cruza de brazos. —Si prometes venir, te mostraré un secreto sobre ti. Uno que estoy bastante seguro de que no has descubierto. Mierda, mierda, mierda. —¿Cuál es? —digo abruptamente, sellando el trato. Bueno, ¿Qué esperaba? Estoy segura de que el Abuelo me mandó aquí para aprender sobre los mestizos. Si no acepto, entonces estaré desperdiciando este viaje informativo… y muy extraño. —Eso me gusta oír. —Me jala a un lado de la cueva, donde la luz se desvanece en sombras. Reed sostiene su mano en alto, mostrando ceremoniosamente un lado y otro como hace un mago cuando está por hacer aparecer algo de la nada. —¿Puedes ver que estas son mis manos reales, verdad? ¿Te gustaría tocarlas? —Confío en que no trajiste ningún par de manos extra contigo, gracias.

114

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

No estoy segura de si es consciente o no, pero Reed saca pecho ligeramente. La única razón por la cual lo noto es porque me siento un poco obligada a alejarme. Las confianzas como esta son peligrosas, especialmente después de la charla que acabamos de tener. —Comenzaré desde el principio —dice—, porque no estoy seguro de cuánto sabes. Asiento. Incluso si ya lo sé, tener un mini repaso no dañará a nadie. Por supuesto, aún no sé de qué estamos hablando, así que eso ayuda al factor sorpresa. —Está bien —dice, casi pavoneándose—. Entonces, los Syrena pueden mimetizarse cuando sienten que necesitan hacerlo, y funciona de adentro para afuera. Digamos que necesitan mimetizarse porque están asustados, o lo que sea. Su piel reacciona a lo que su cerebro les dice, así que el estímulo al cambio viene de adentro. En nuestros cuerpos, aún tenemos los mismos puntos de pigmentación que un Syrena puro, pero responden a estímulos externos. Observa. Sostiene su brazo contra la pared de la cueva a nuestro lado, luego comienza a frotarlo furiosamente con su otra mano por lo que parece una condenada eternidad. Si estuviéramos en tierra, se estaría dando una tremenda quemadura por fricción. Pasa minuto tras minuto. Me doy cuenta de que es por esto que no me di cuenta yo sola; habría abandonado después de los primeros 45 segundos. Al fin, algo sucede. La mitad de su antebrazo parece estar desapareciendo. Hay una mano, luego pared de cueva y luego un codo. Después de unos pocos segundos más, la mitad de su brazo se vuelve también invisible. Reed se acaba de mimetizar frente a mí. Con los ojos, recorro el lugar donde debería estar su antebrazo, entre la mano y el codo. Sólo se muestra un vago contorno, algo así como mirar a un rompecabezas en tercera dimensión. —Genial, ¿eh? —dice, aún frotándose como loco—. Debes atravesar algunas capas de piel humana antes de llegar a las células de piel mimética. Por eso tarda tanto.

115

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Dios santo —es todo lo que puedo decir. Los Mestizos pueden mimetizarse. Si no nos importa renovar un trozo de piel por vez. Cuando Reed deja de frotarse, su estado mimético se materializa rápidamente en un antebrazo ahora rojo. Se encoge de hombros. —Así que obviamente es demasiado trabajo para usarlo como protección, pero sigue siendo bastante impresionante. ¿Lista para probar tú? —Toma mi mano y la pone contra la pared, lo que nos pone en una posición más íntima. Me alejo. —Soy más que capaz de frotarme yo sola. —Entonces me sonrojo por cómo suena eso. Quiero presionar lo labios de Reed entre sí, para interrumpir la sonrisa pícara que se extiende por su rostro. Sin darme más oportunidad de avergonzarme, comienzo a frotarme el brazo. Furiosamente. Es agotador. La resistencia del agua entorpece un poco mis esfuerzos, así que tengo que trabajar más fuerte y más rápido para lograrlo. Repentinamente, deseo los bíceps musculosos de Reed. No, los de Galen. Deseo los brazos de Galen, y no solo frotándome sin pensar, sino que deseo que estén envueltos a mí alrededor. Me lleva mucho más producir el mismo resultado, pero lo consigo. Cuando comienza a desvanecerse, aún puedo sentir que está ahí, pero mis ojos se niegan a ver el “brazo” en vez de la “pared de cueva”. Es algo así como la sensación de cuando se te duerme el pie y puedes tocarlo con la mano, pero no se siente que esté conectado a tu cuerpo. La mano no registra qué es lo que está tocando y el pie no registra que está siendo tocado. Ya ha desaparecido una gran parte de mi brazo, y por una vez no es mi piel pálida camuflada por la blanca arena de la playa.

116

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Guau —digo, más para mí que para él—. Eso es loco. —No se siente para nada diferente, excepto quizá por una sensación cálida que me sube por el brazo. Aparte de eso, nunca sabría que me estaba mimetizando. Y si no puedo sentirlo, definitivamente no puedo iniciarlo con sentimientos, como hace un pulpo cuando tiene miedo o está nervioso. Lo que puede ser algo bueno. Si todo mi cuerpo se volviera invisible en vez de ruborizado, nunca necesitaría un espejo. —Así que sí te enseñé algo nuevo. —Reed sonríe. Y en ese momento, es todo asombro aniñado, adorable e inofensivo. Hasta que recapacita—. Si quieres que desaparezca tu cuerpo entero, claramente necesitarás mi ayuda. Y para que conste, me apunto. Esta vez le doy un empujón. Fuerte. —Suena como si necesitaras mi ayuda con una conmoción cerebral. Y ni siquiera estoy bromeando.

117

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

18 Traducido por Tamipuig

GALEN DESPIERTA con un gemido. Ninguna parte de su rostro quedó intacta de Tyrden. Sus labios están resecos con costras de sangre seca y deshidratación. Su nariz posee el constante tamborileo de su corazón, latido por latido. Su oreja izquierda resuena, y puede oír el sonido sordo de su propia respiración al inhalar y exhalar. Pero ahora su cuero cabelludo hormiguea con lo que se siente como pequeños dedos que exploran a través de su cabello. Sus piernas palpitan con la necesidad de estirarse. Sus pies hormiguean hasta el punto de doler. Siente una gota de algo que le golpea la frente. Poco a poco mira hacia arriba, deseando que su cuello deje de temblar por el peso de la cabeza. Pequeños afluentes de lo que parece agua, se extienden por su cara y su cuello. Por encima de él cuelga una lona azul que abarca todo el techo, pesada en el centro, donde un pequeño agujero permite que una gota caiga sobre él cada pocos segundos. Es entonces cuando se da cuenta de que lo que queda de su camiseta está empapado. El borde de sus pantalones está oscuro y mojado. Pero no se preocupa por eso. Tiene agua. Una gota preciosa a la vez. Abre la boca y se inclina más hacia atrás, preparado para la próxima gota. Le golpea la mejilla y ahí punza una herida abierta. Una vez más. Se repite el proceso, tres, cuatro, cinco veces. Finalmente una gota golpea la lengua y se extiende como una sola lágrima en papel de seda. Salada. Es agua salada. Que empapa su camisa, su cabello, todo él. Un gruñido frustrado escapa de los labios de Galen y hace eco en las paredes. Tengo que salir de aquí.

118

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Tyrden abre la puerta entonces, entra con un cubo a cuestas y una sonrisa maligna. Sin una palabra o advertencia, lanza el contenido a Galen, regando todo lo que la lona no empapa. La fuerza de la salpicadura es tan grande que algunas de las nuevas gotas se abren camino en la boca de Galen, la nariz, y en todos los cortes y arañazos. Escupe con vehemencia. Tyrden ríe disimuladamente. —Creí que tenías sed. Galen no confía en poder hablar. Su garganta está demasiado seca para sacar las palabras de su interior. Todo lo que diga va a sonar como resuello. No voy a dejar que piense que me ha quebrado. Tyrden arrastra la otra silla a través de la habitación para hacer frente a Galen, su movimiento habitual para el interrogatorio. Galen se prepara para lo que podría venir, aunque no puede imaginar nada peor que esto. Tyrden le sonríe con los labios apretados, que juguetean con un palillo de dientes de aquí para allá. —Pareces duro, Alteza. —Se quita el palillo y lo mueve entre los dedos. Galen lo mira, cauteloso. Tyrden levanta la vista hacia la lona por encima de Galen y se burla—. Ya está casi medio vacía. Galen gime en respuesta. Es todo lo que le queda. Debajo de él, sus piernas comienzan a temblar con la necesidad de desplegarse, de estirarse. —¿Qué es eso? —dice Tyrden, encantado—. Oh, ¿tienes una rana en la garganta? Deja que te ayude. —Saca un recipiente plateado del bolsillo de su camisa y lo sacude. El líquido en él hace un sonido agitado—. ¿Te interesaría un poco de agua fresca? Galen asiente, lo que hace que la cabeza le palpite con más fuerza. No está de humor para jugar juegos. Tyrden se pone de pie y desenrosca el recipiente. Galen no confía en que realmente haya agua potable en ella, pero ¿qué otra opción le queda? Lleva tres días sin beber una gota. Es una oportunidad que tiene que tomar.

119

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Además, si Tyrden lo quisiera muerto, no estaría sentado aquí ahora. ¿Cierto? El Syrena mayor acerca el frasco a sus labios y Galen toma un trago. Es potable. Se inclina para tomar más, pero Tyrden retrocede. —Oh, lo siento. Tengo que guardar esto para más preguntas. —Se instala de nuevo en la silla y guarda el recipiente. Galen siente caer los hombros. —Así que he estado pensando —dice Tyrden—. Jagen y Paca fracasaron, obviamente. Pero, ¿cuántos seguidores reunieron? ¿Muchos? ¿Pocos? Recuerda, un trago por respuesta. Galen acepta rápidamente; esta es una pregunta fácil. —No lo sé —dice con voz rasposa. Las palabras se sienten resecas y tose. —Adivina para mí. Galen sacude la cabeza y tose de nuevo. Siente sangre en la boca esta vez, en lugar de la preciosa agua. —No lo sé, tal vez un tercio. Quizá más. —Sabe que eran más. El número de los Leales de Jagen se multiplicó cada día que Paca mostró el don de Poseidón. Hubo suficientes para persuadir a los Archivos de llevar a la realeza a juicio en el Tribunal. Tyrden le da a Galen una copa llena del recipiente. —¿Ves cómo funciona? La honestidad lleva lejos en la vida. Otra enloquecedora gota de agua cae sobre la cabeza de Galen y sus piernas duelen con la necesidad de envolverse entre sí, para convertirse en una. Ya han pasado tres días desde que utilizó su cola para atravesar las cuevas de agua dulce donde encontraron a Reed. Ha pasado más tiempo desde que la utilizó para deslizarse a través de su propio territorio de agua salada. —Jagen obviamente convenció a una buena cantidad de seguidores en muy poco tiempo —dice Tyrden—. Alguien más competente podría sacar el doble de esas cifras. Parece que los habitantes del océano están listos para el cambio. Tal vez la realeza está fuera de moda, ¿eh? —Se rasca la barbilla, pensativo—. ¿Sabías que aquí

120

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

no hay realeza? Claro, los que poseen el don de Poseidón son, evidentemente, los descendientes del propio General. Pero no ponemos mucha fe en eso. En este caso, elegimos a nuestros líderes. —Hace una mueca como si las palabras dejaran un sabor agrio en la boca—. A veces funciona la democracia, aunque no últimamente. —Con una expresión en blanco, escruta el recipiente en su mano. Galen vuelve a sentir el líquido que baja por la parte posterior de su garganta. Traga, en caso de que sean restos de agua dulce. El sabor metálico sugiere más sangre. Se pregunta si su nariz está rota. —Más preguntas —dice. Tiene que tomar más agua. Aunque no le gusta que Tyrden esté compartiendo información con él. ¿Estaría divulgando tanto si fuera a dejar que me vaya? Tyrden ríe. —Me decepcionas, Alteza. Por un momento, pensé que te mantendrías firme hasta el amargo final. —Se inclina hacia delante. Los ojos de Galen nunca se apartan del recipiente de agua en sus manos—. Grom es el rey Tritón, y tu hermano, ¿verdad? Galen asiente. Tyrden le da fácilmente otros dos tragos de agua. Galen no está seguro de por qué está siendo recompensado por respuestas obvias. Si Tyrden sabe sobre Jagen, sabe de Grom. —Así que no le gustaría saber que estás en un gran problema. Seguramente, vendría en busca de su hermano de la realeza si supiera que está prisionero en algún lugar. Estaría enojado con quien te ha hecho esto. No hay pregunta aquí (y no hay necesidad de una), no obstante Tyrden mira expectante a Galen. No es difícil seguir la línea de pensamiento de Tyrden. —No — Galen dice rotundamente—, estaría emocionado. —Ambos saben que si Grom es consciente de que Galen está en tal peligro, llegaría inmediatamente. Caería justo en las manos de Tyrden. Tyrden parece apreciar el sarcasmo; da a Galen otro trago, e inclina el frasco de modo que consigue beber varios tragos. —Esta es una bebida de misericordia, Alteza.

121

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

A partir de ahora, las respuestas deshonestas reciben un castigo en lugar de recompensa. Tienes suerte de que por ahora te necesite vivo. Galen siente el agua filtrarse a su estómago. Se imagina su torrente sanguíneo absorberla e hidratarlo. Se endereza. —Grom... —dice Galen a continuación y se aclara la garganta—. Grom no arriesgará los reinos. Ni siquiera por mí. Tyrden se pone el palillo de nuevo en la boca, y alza los ojos. —Por supuesto que no. Y pregunté para obtener respuestas honestas, no tu opinión. —Rebusca en su bolsillo trasero y toma el celular de Galen—. ¿Grom tiene uno de estos? Hasta ahora, la idea de que Grom viniera aquí era sólo teórica. Un teléfono cambia todo. —No lo voy a llamar. —Galen se odia a sí mismo por inmutarse cuando Tyrden se pone de pie de un salto. Se recuerda que Tyrden es impredecible. —¿No? —Tyrden ladra. Sostiene el recipiente delante de la cara de Galen y empieza a verter lentamente el contenido en el regazo de Galen, dándole la oportunidad de retractarse. Pero no lo hará, no puede. Cierra los ojos, no puede ver el resto de su salvavidas empapando sus vaqueros. Tyrden agarra un puñado de pelo mojado de Galen y pone la cara directamente sobre la de él. —Lo llamarás, te lo juro. —Aprieta el agarre—. Es de vida o muerte para ti. Piensa en eso, muchacho. —Entonces suelta a Galen, con tanta fuerza que la silla casi cae hacia atrás. Tyrden arroja el recipiente al suelo, sobre las piezas de platos rotos junto a la pared, y camina hacia la puerta. Se detiene cuando llega a ella, y le dirige una sonrisa de complicidad a Galen. Levanta la vista hacia la lona encima de su cabeza. —¿No tienes ganas de estirarte, Alteza? Galen frunce el ceño. La sonrisa de Tyrden se ensancha. —Siempre he querido ver la cola de un Tritón de la realeza. —Luego cierra la puerta detrás de él.

122

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen siente una nueva oleada de rabia que lo atraviesa como un tsunami. Exponer su cola podría destrozar sus vaqueros, dejándolo completamente desnudo (Sin duda, la idea de Tyrden de máxima humillación). Una cosa sería si Tyrden le hubiera quitado toda la ropa desde el principio para avergonzarlo o disuadirle de escapar. Algo muy distinto sería si Galen no pudiera controlar su necesidad de formar su cola en medio de la saturación de agua salada y destruyera accidentalmente su propia ropa (y tal vez incluso se lesionara la cola en el proceso). Las cuerdas son nuevas, gruesas y fuertes. Se romperían o no, y entonces, ¿en qué situación se encontraría él? Otra gota salpica la punta de su nariz y Galen la deja deslizarse hasta sus labios, y la lame en desafío. ¿Tyrden quiere ver la cola de un Tritón de la realeza? Le mostraré una.

123

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

19 Traducido por Viannev

MAMÁ me llama justo cuando estoy a punto de salir de mi habitación y encontrarme con Reed en el vestíbulo. —Hola, cariño, ¿llamaste? ¿Todo bien? —Mis labios casi se estremecen al oír la preocupación en su voz. Me siento en la cama y me pongo cómoda. El tipo de cómoda de Nunca-vas-a-creer-lo-que-ha-sucedido. Reed simplemente tendrá que esperar. —¿Galen te dijo que peleamos? —¿Galen? ¿Qué quieres decir? Galen está contigo. ¿Cierto? —En realidad se fue —digo rápidamente. Esta no es la parte más difícil de la conversación, aún no—, hace unos pocos días. Dijo que iba a volver para hablar con Grom. —Está bien, es un poco difícil—. Espera, ¿no lo has visto? ¿Así que todavía no ha llegado con Grom? ¿Por qué se está tomando tanto tiempo? La esperanza vuelve a mí. Tal vez va a volver, tiene que. Recibió todos mis mensajes, y vamos a resolver las cosas. No sé porque por qué me siento tan aliviada, pero lo estoy. Tal vez incluso vuelva a tiempo para ir al Cónclave. Voy a tener que hacer que Silvia le dé las instrucciones. Saco papelería del hotel y empiezo a garabatear mi petición. De repente, me arrepiento de llamar a mamá, e involucrarla en mis problemas sentimentales. Soy adulta ahora, ¿no? ¿No debería estar ocupándome de esto por mi cuenta? —¿Te dejó? ¿Estás sola? —La indignación en su voz es inconfundible. Oigo murmurar algo a Grom en el fondo, y luego el teléfono se queda con el sonido amortiguado de una discusión entre los casados. Mamá debe estar cubriéndolo con la

124

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

mano. Entonces dice—: Grom dice que no ha visto Galen. ¿Por qué demonios Galen te dejaría completamente sola? ¿Por qué pelearon? Me muerdo el labio. Si Galen no le ha contado a Grom sobre Neptuno, entonces tal vez tampoco yo deba hacerlo. Después de todo, el rey Tritón no podía conscientemente mantenerle oculto esto a los reinos. Es su obligación Real confrontar a los líderes de Neptuno. Ahora lo entiendo. También, Galen es el más rápido de su especie. Si nadó con algo de prisa, tendría que haber alcanzado a Grom hace mucho tiempo. Tal vez sólo se esté tomando un tiempo para despejar su mente. Si alguien puede entenderlo, soy yo. Pero, mientras tanto, no me gustaría que le pase nada a este encantador pueblito a causa de algunos prejuicios de siglos de antigüedad que tienen muy poco que ver con sus descendientes de ahora. Y decirle a Grom le corresponde más a Galen que a mí. Así que si él no fue a casa a decirles, no tengo ninguna razón para hacerlo. —No fue gran cosa. Sólo estupideces. De todos modos, probablemente ahora está en camino de regreso. —Trato de sonar casual, pero mamá es un detector de mentiras. —Galen no pelea por estupideces, cariño. Él te daría el mundo si pudiera. Ahora dime ¿qué pasa entre ustedes? Bien, ahora de verdad me arrepiento de haber llamado a mamá. Quiero decirle—con el mayor tacto posible—que no es su problema. La cosa es que yo la llamé. Abrí la conversación, y ahora no puedo encontrar una manera de cerrarla. Aunque quisiera decirle a mamá sobre Neptuno, sólo por tener alguien con quien hablar, no puedo cargárselo a ella; se sentiría obligada a decirle a Grom. Me siento culpable por lo que digo a continuación. —Galen ha cambiado últimamente, ¿sabes? Desde lo de Rachel. Él tiene estos cambios de humor. —Cierro los ojos. Oh, Dios, acabo de traicionar a Galen de la peor forma posible. Una cosa es salir con Reed mientras espero saber algo de Galen; y otra cubrir mi propio trasero aprovechándome de su dolor. Quiero dejar caer el teléfono y llorar.

125

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

El silencio de mamá es imposible de leer. Entonces… —Te voy conceder eso. La muerte de Rachel ha sido difícil para todos, pero Galen luchó tanto por este viaje, Emma. ¿Estás segura de que me estás contando todo? Nop. —Sí. Otro pequeño silencio, y casi me engaño a mí misma pensando que es sólo un retraso en la transmisión, la pausa entre que las palabras dejen su boca y que lleguen a mis oídos; pero sé que hay más. Cuando mamá está tranquila, tiene todo tipo de ideas cocinándose en su cabeza. Mierda mierda mierda mierda. —Bueno, alguien me está esperando —digo rápidamente—. Me tengo que ir. —¿Quién te está esperando, Emma? ¿Dónde estás? —Nos detuvimos en este pueblito de Tennessee… no recuerdo el nombre, pero de todos modos, desde que Galen se fue he hecho un par de amigos. Sólo estoy tratando de sacar el máximo provecho a unas vacaciones que se han agriado, ¿sabes? —¿Qué pueblo? ¿Has perdido la cabeza? —Mamá medio grita—. No conoces a esa gente, y Galen no está ahí para protegerte. Voy por ti. Llama a la recepción y consigue la dirección. Yo y mi GPS estaremos allí en breve. Galen puede resolver lo que necesite resolver en su tiempo libre. —Guau, ¿no estás exagerando? Otra pausa. —Emma, estoy preocupada por ti. Aunque hayas crecido, sigues siendo mi bebé. Puaj. Hemos tenido esta conversación antes. —Mira, lo entiendo. Estás preocupada. Pero sólo estoy haciendo lo que vinimos a hacer aquí. Actuar por nuestra cuenta y todo eso. Estoy bien. Me puedes oír, ¿verdad? ¿Puedes oír que estoy bien? Mamá suspira. Está luchando contra sus instintos y lo sé. Lo que me mata es que generalmente sus instintos tienen razón. —Por lo menos dime dónde estás.

126

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Prométeme que no me lo preguntas mientras enciendes el auto. —Lo prometo. —Estoy en un pueblito llamado Neptuno. —Aguanto la respiración, esperando una explosión maternal. No llega. Al parecer, aparte de a mí, el Abuelo realmente no le dijo a nadie acerca de este lugar. Un poco más confiada, digo—: Y me encanta. Así que no te preocupes. Otra pausa larga y obligatoria de madre, pero todavía no ha explotado. —Está bien, Emma. Sólo ten cuidado mientras te diviertes. Mantente alerta. —Espero que me diga que no acepte golosinas de desconocidos y que siempre diga por favor y gracias, y que evite grandes camionetas blancas en los estacionamientos. —Lo haré. Me tengo que ir, ¿de acuerdo? —Está bien. Te amo. —Yo también te amo. Me deja colgar primero. Ella siempre me deja colgar primero. Lanzo el teléfono a la cama y me dirijo hacia la puerta. Probablemente Reed está teniendo un ataque de histeria. He notado que cuando está listo para hacer algo, está listo para hacerlo inmediatamente. Todo el mundo tiene secretos. Me pregunto si el de Reed es que tiene Desorden Obsesivo Compulsivo. Tomo las escaleras para ahorrar tiempo, y llego al recibidor, donde Reed está presionando el botón del ascensor para subir. —¿Conoces a alguien aquí? —le pregunto. Sonríe antes de siquiera verme. —Sí, pero no se lo digas a mi amiga Emma. Ella está empezando a tener sentimientos por mí, y no quiero arruinarlo. Correcto entonces. —¿Eres una especie de gigoló? —¿Quieres que lo sea?

127

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Nop. Aunque sería lindo que fueras un poco menos espeluznante. Él hace una mueca dramática cuando le golpeo el brazo. —Auch, por las dos cosas. Estoy a punto de decirle algo ridículamente inteligente cuando un tercero se une a nuestra ensoñación. —Oh, hola, Reed. Los dos nos volvemos para ver al señor Kennedy caminando hacia nosotros, con los brazos llenos de diferentes tipos de plantas, bata blanca manchada de diez tipos de suciedad y el doble de esa cantidad incrustado en sus desgastados tenis, que no coinciden entre sí, y mucho menos con el resto de la ropa. No es que yo crea que un par de zapatos lo vayan a salvar o algo. De hecho, me había olvidado de él. A pesar de que se hospeda aquí en el Silvia, no lo había visto desde el día que llegamos a Neptuno. Ese día, se veía algo normal. Hoy, se ve... exhausto. Un acercamiento revela que su cabello está tan sucio que apenas se puede ver el color real. Probablemente castaño, pero ¿color castaño claro? ¿Castaño oscuro? ¿Castaño ratonil? Quién sabe. Gruesos anteojos magnifican el hecho de que también tiene ojos castaños, y que el de la izquierda tiene estrabismo. Reed le muestra una sonrisa amable. Una que he llegado a reconocer como falsa, una sonrisa cordial que no le llega hasta los ojos. Reed es especialmente bueno en engañarte con sus modales. —Hola, señor Kennedy. ¿Necesita algo de ayuda? Los ojos del señor Kennedy se iluminan. —Oh, no, gracias, Reed. Tengo que mantener a estas pequeñas joyas bajo llave. —Baja la voz y se inclina, dejándonos oler su hediondez, probablemente obtenida al pasar el día en el campo—. He encontrado lo que creo que es una cruza entre Asclepias viridis y Asclepias syriaca. —Dios —dice Reed—, suena interesante, señor Kennedy. —Mi madre es muy buena en descubrir las mentiras, incluso las mentiritas blancas. Me pregunto si ella podría descubrir a Reed en estos momentos.

128

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

El señor Kennedy asiente, cambiando su peso de un pie a otro. —Oh, es emocionante. Si no me equivoco, es una nueva especie. Una que podría ayudar a sustentar mucha más vida silvestre aquí en las montañas de lo que habíamos pensado originalmente. Oh, sí, Reed, todo es muy emocionante. —Felicidades, señor Kennedy. Sabía que iba a encontrar lo que estaba buscando aquí. Ah, y ¿conoce a mi amiga Emma? Está de visita desde Nueva Jersey. —Decido que Reed aprendió su hospitalidad de su padre. Debido a que sus brazos están demasiado llenos para ofrecerme un amable apretón de manos, el señor Kennedy se inclina hacia mí, con una gran sonrisa. —Es un placer conocerte, Emma. —Entonces mira mi vestido y los pantalones más finos que los usuales caquis de Reed y se ve visiblemente angustiado—. Oh, ¿van a una cita? No quise interrumpirlos. Ambos se ven muy bien. Recuerdo haber ido a una cita una vez. Abro la boca para protestar, pero Reed toma mi mano. —Sí, señor, vamos al cine a unas pocas ciudades de distancia. No interrumpe nada. —Empieza a jalarme hacia la puerta principal—. Pero si no nos ponemos en marcha, vamos a perdernos algo más que los avances. Buenas noches, señor Kennedy. —Pásenla bien, tortolitos —dice el señor Kennedy por encima del hombro. Sylvia nos pasa cuando alcanzamos las puertas de vidrios del recibidor. Detrás de nosotros, la escuchamos presionar el botón del ascensor para el señor Kennedy, seguido de sus frenéticas gracias. Cuando llegamos a la camioneta, Reed palmea el asiento de en medio. — Puedes sentarte aquí, ya que vamos a recoger a Toby. Levanto la ceja de “ni lo sueñes”. —Entonces Toby puede sentarse en medio. Reed me guiña un ojo. —Valió la pena el intento. —¿Qué no entiendes acerca de…?

129

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Así que en fin —continúa como si yo no hubiera hablado—, tengo otro secreto que contarte. Si no sabías cómo mimetizarte, entonces definitivamente aún no has descubierto esto. ¿Por qué tiene que ser tan misterioso? Si alguna vez existiría un momento en que apreciara información directa, sería ahora. Pero noooo. ¿Reed está determinado a darme cuerda hasta qué...? Decido no jugar más su juego. Me asomo por la ventana, fingiendo beber el néctar del pueblo tan encantador que es Neptuno. Me da un par de segundos, y luego empieza a inquietarse. —Sé lo que estás haciendo. —¿Eh? —digo, sin mirarlo. —Te mueres por saber. Lo puedo notar. Pero cuando no contesto, empieza a mostrar signos de debilidad. Primero comienza a golpear los dedos en el volante al ritmo de la melodía de la canción que se escucha débilmente través de las bocinas. El problema es que realmente no parece conocer la canción. O tiene el ritmo de un gusano. Luego se pone a verificar el retrovisor. Bastante. Lo ajusta como si se estuviera buscando algo en los dientes. Luego lo ajusta para ver algo muy importante—detrás de nosotros. Después de eso, hace la pantomima de saludar a cada una de las personas que pasamos. Ahora estoy empezando a pensar que se está burlando de mí. Porque yo estoy a punto de explotar. Gracias a Dios, nos acercamos a la entrada de una casa en la que no he estado todavía. Reed suena la bocina sin contemplaciones, y unos segundos más tarde, Toby está sentado en medio de nosotros. —Pensé que estabas castigado —le digo a Toby.

130

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Frunce el ceño. —Lo estoy. Tengo que ir con la señora Buford para tutoría, porque casi repruebo matemáticas este año. Lo cual es estúpido, porque casi repruebo. No la reprobé en realidad. —Es mejor que te desahogues antes de que nos encontremos con mamá y papá —dice Reed, con amabilidad—. Últimamente has estado insolente. Toby rueda los ojos. —Dice el Rey de las réplicas. Es entonces cuando me doy cuenta de que Toby me recuerda a Rayna. Y que la echo de menos. Yo extrañando a Rayna. Incluso su temperamento de salsa tabasco. Des-qui-ci-ante. Pico a Toby en las costillas. —Tu hermano dice que conoce un secreto sobre mí. Ayer me enseñó cómo mimetizarme. Hoy, dice que sabe hacer otra cosa. Toby mira a su hermano, pero noto que su mente ya decidió divulgarlo. Después de todo, culpa a Reed de que lo hayan castigado. —Está hablando de la vez en que formó una cola. Muy bien. Así que ahora soy yo la inquieta. Delante de mí, mi rodilla comienza a rebotar. —¿Una cola? ¿Qué quieres decir? —Pero sé lo que quiere decir. Y no es posible; pero pensándolo bien, hace 24 horas, tampoco creía que mimetizarse fuera posible. No para los mestizos. —Ay, Toby, pequeño idiota. Me acabas de costar un beso —Reed se queja. Me estoy haciendo buena en esto de alzar la ceja. —Sí, claro. Como si Emma te fuera a besar. Has conocido a Galen, ¿verdad? — Toby niega con la cabeza en burlona simpatía hacia su hermano. Entonces me sonríe. Al parecer, el príncipe Tritón dejó una buena impresión—. De todos modos ¿Dónde está Galen? Mi estómago se convierte en un caleidoscopio de emociones. Según Reed, me voy a encontrar con el resto del pueblo esta noche en el Cónclave. La gente preguntará

131

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

dónde está Galen. Ellos saben que llegamos juntos. Y me encantaría pensar en algo que decir que no me haga quedar como “La chica abandonada”. Pero, entonces, ¿por qué debo volver a Galen un héroe? Después de todo él se fue. Tal vez va a volver, o quizá decidió seguir el viaje solo. Todo lo que sé es que no me ha llamado para decirme nada. Ni para decirme que lo siente, ni que me ama, ni que va a volver. Después de todos estos celos por Reed, ¿de repente me deja a solas con él? Qué lindo. O... O... Algo malo podría haber pasado. Realmente no había pensado en ello. Siempre he considerado a Galen súper capaz e independiente. Pero... de acuerdo con mamá y Grom, no llegó

al territorio Tritón después de todo. ¿Se desvió

intencionalmente, u ocurrió algo? La comprensión de que Galen podría haber tenido un accidente o estar herido o peor en alguna carretera casi desierta, hace que el caleidoscopio revuelto en mi estómago se sienta más como una olla de crayones derretidos. —¿Crees que esté bien? —barboto. Reed me mira con sorpresa. —¿Quién? Galen? Asiento. —Porque nunca me ha dejado así. Nunca. Sé que estaba molesto cuando se fue, pero... Esto… No es normal que no contacte con nadie. —Así que ahora Toby sabe que él me dejó. Y ahora no estoy tan segura de que lo haya hecho. Reed se endereza en el asiento e inconscientemente se ajusta el cinturón de seguridad. —¿Con nadie? ¿Con quién se iba a contactar? —Bueno, hablé con mamá esta mañana, y me dijo que él no se ha contactado con su hermano. —¿Tu mamá es hija de Antonis? Y el hermano de él es... el rey Tritón, ¿verdad? —Puedo decir lo que está pasando por su mente, el efecto dominó de lo que ocurriría si le dijera a mamá sobre los buenos ciudadanos de Neptuno.

132

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Sí —digo con impaciencia—, pero no le dije acerca de Neptuno. No la parte importante, al menos. —Reed y yo ya habíamos hablado de mamá y Grom antes. Decidí en un principio no mantener secretos. No creo que al Abuelo le pareciera productiva la cautela en mi corta estancia aquí. Sin embargo, aunque simpatizo con las preocupaciones válidas de Reed, Galen podría estar desaparecido. —¿Qué piensa tu mamá de que él te haya dejado aquí sola? Toby me mira, con los ojos muy abiertos. —¿De verdad Galen te dejó aquí? ¿No estabas bromeando? ¿Se pelearon? Ah, hola, renovada humillación. Asiento. —Tuvimos una pelea y se fue, Toby. —Me gustaría poder decir que sucede todo el tiempo, porque eso sería un signo de normalidad o consistencia. Pero no sucede todo el tiempo, Galen nunca antes ha hecho esto. Y yo soy una completa idiota por no pensar que podría estar herido. Por no preocuparme por él. —Deberíamos buscarlo —le digo a Reed con decisión—. Su auto podría haberse averiado a un lado de la carretera. O... O... —No puedo decirlo. No en voz alta, no cuando sólo pensarlo me dan ganas de hacerme un ovillo. Esta vez Reed levanta una ceja en mi dirección. —En primer lugar, los coches como el de él no se descomponen, Emma. Incluso si lo hiciera, los coches como el de él vienen con asistencia en carretera o alguna cosa de lujo parecida. Además, un Syrena nunca se queda varado. No si hay agua cerca. Todo eso es cierto. Aun así, la aprensión ondula a través de mis venas. Esto no se ha sentido bien desde el principio, ¿verdad? ¿No he tenido ese sentimiento subyacente de... extrañeza? ¿Y no acabo de interpretarlo como el monstruo terco que soy? —Debemos buscarlo —digo de nuevo. —¿Ahora? —dice Reed, incrédulo.

133

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—He oído que “ahora” es siempre el mejor momento para buscar a una persona desaparecida. —¿Persona desaparecida? Emma… Suspiro. —Sé que podría ser que está desaparecido a propósito y que no quiere ser encontrado. Entiendo eso, Reed. Pero por si acaso, tenemos que encontrarlo. O al menos hablar por teléfono con él de alguna manera. Reed deja escapar un lento suspiro. —Está bien. Esto es lo que podemos hacer: el comisario de Neptuno va a estar en el Cónclave de esta noche. Tan pronto como lleguemos allí, te lo voy a presentar, y le diremos sobre Galen. Neptuno se toma en serio que uno de los suyos desaparezca, confía en mí. Él probablemente forme un grupo de búsqueda allí mismo. —Quiero ir con ellos —le digo. Si Galen está realmente desaparecido, entonces lo ha estado desde hace más de 48 horas. Mientras lo pienso, imagino una ventana que se cierra, la oportunidad de encontrarlo disminuye ahora mismo. —Ya lo sé —dice Reed—, pero a pesar de lo pueblerinos que nos vemos, el comisario y sus muchachos tienen entrenamiento policiaco real. Son policías de verdad, aunque no lo creas. Ellos saben por dónde empezar a buscar, y nunca dejarían que un civil los acompañara. Tienes que confiar en ellos para encontrar a Galen… si realmente quiere ser encontrado. Está oscuro. Si ellos no lo encuentran esta noche, haremos un grupo de búsqueda con todo el pueblo por la mañana. Vamos a cubrir lo que

ellos

no

hayan

cubierto,

lo

prometo.

Pero

venir

esta

noche

al

Cónclave ayudará a tu causa. Si te conocen, estarán más motivados para ayudar. Mi cerebro se rebela contra todo este sentido común. Sé que es lo que hay que hacer o lo que sea, pero yo sé que Galen me buscaría si pensara que algo estaba mal. No iría a ningún Cónclave, y no estaría esperando la mañana para empezar a buscar. No importa cuántas personas estuvieran esperándolo allí. Pero siento que no tengo otra opción.

134

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Toby niega con la cabeza. —Tienes que ir al Cónclave, Emma. El comisario Grigsby encontrará a Galen. Por favor, no te vayas. No quiero que también desaparezcas. —Los ojos del niño están llenos de emoción en estado puro. Reed frunce el ceño—. Toby, amigo. Emma no va a desaparecer. ¿Verdad, Emma? Asiento, pero Toby no me está mirando. —Alexa desapareció y no regresó. — Su voz es forzada. Está tratando de evitar que explote lo que está en su interior. Reed gira por un camino de arcilla roja, y quedamos temporalmente ciegos por el atardecer al final del mismo. —Alexa era un personaje de la televisión, piscardo. No era real. —La buscaron una eternidad, Emma —Toby solloza—. Nunca encontraron su coche ni nada. Ella simplemente desapareció. Reed me mira sobre la cabeza de Toby, una mirada que dice claramente: — ¿Podemos hablar de esto más tarde? Asiento. La última cosa que quiero hacer es molestar a Toby. Lo rodeo con el brazo. —Estoy segura de que está bien. —Porque ¿qué más puedo decir? —Eso es lo que dice todo el mundo, pero nadie lo sabe con certeza. —Toby se inclina hacia mí, y me deja consolarlo. Reprimo una sonrisa ante su absoluto encanto y trato de recordar lo que se siente ser tan inocente. Reed le da un golpe ligero al brazo de su hermano. —Escucha, hablaste de más sobre mi cola, pequeño monstruo. ¿Quieres decirle a Emma la historia, o lo hago yo?

135

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

20 Traducido por Tamipuig

GALEN TRABAJA en las cuerdas que lo sujetan a la silla. Se retuerce y retuerce, pero los nudos atados expertamente ceden con dificultad. Sólo tengo que seguir aflojándolos, desgastarlos de alguna manera. Aún así, los nudos se niegan a dar siquiera un respiro de holgura. La lona que cuelga sobre él hace tiempo que se quedó sin agua salada, pero el efecto sobre el cuerpo de Galen permanece. Su necesidad de formar una cola quema en su interior como fuego sobre una mancha de aceite. Pero el tiempo lo es todo; aparte de aflojar las cuerdas. Lastimarse durante la transformación podría costarle su única oportunidad de escape. Mientras más flojas sean, más fáciles de romper. Se oyen unos pasos pesados en la tierra del exterior, y Galen deja caer los brazos y piernas al instante. Segundos más tarde, la puerta se abre y Tyrden entra a zancadas. Carga una botella de agua y una linterna. Deja la última en el suelo frente a Galen, Tyrden pasea alrededor de su silla. Su sombra se turna para bailar en cada pared. —Buenas noches, Alteza. —Galen se le queda mirando, lo que no es poco doloroso con los ojos hinchados. —Te he traído más agua. —Tyrden ríe entre dientes, agitando la botella. Da varias vueltas alrededor de la habitación, lo que impregna a Galen con olor a sudor y pescado. Por último, toma su usual asiento frente a él—. Creo que podríamos haber empezado con el pie izquierdo. He decidido que no quiero convertirte en un enemigo, Galen. —Desenrosca la botella y se la tiende al torso desvalido de Galen—. Oh —dice

136

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

sonriendo—. Estás todo atado. —Se inclina lo suficientemente cerca de Galen para que tome un sorbo. Pero Galen vacila. La hospitalidad recién descubierta de Tyrden tiene todos los ingredientes de otro truco. Lamenta no tener aún las cuerdas flojas. Esto divierte al Syrena mayor. —¿Qué? ¿No confías en mí? Bueno, supongo que no puedo culparte. Toma, bebe un sorbito. Es potable, te lo juro. Galen decide que un sorbo no es relevante para sus planes. En el peor de los casos, se trata de agua salada (otro juego para afectar su mente, además de un paso más hacia la deshidratación). En el mejor de los casos, es realmente agua potable, en cuyo caso la necesita urgentemente. Avanza y la prueba. Potable. Tyrden se endereza bruscamente, y ante el asombro de Galen, le desata una de las muñecas y le entrega la botella para que la sostenga. En su estómago se arremolina una pequeña esperanza. Tyrden se aleja de él lentamente y toma asiento otra vez, luego saca el cuchillo grande de la parte interior de su bota. —Trata de hacer algo y te filetearé. Mantén la mano delante de ti. Galen asiente, y se bebe la botella de agua en tres tragos. Ahora no es el momento, se da cuenta. No será eficaz con una mano libre. Pero, posiblemente, pueda utilizar esto como una oportunidad para ganar la confianza de Tyrden. Algo que debería haber pensado mucho antes. Dice que no quiere hacerme su enemigo, ¿verdad? Así que vamos a tomarle la palabra. Galen gira la botella vacía una y otra vez en sus manos. –Gracias —dice en voz baja, sin levantar la mirada hacia su secuestrador. Si lo hiciera, Tyrden sabría cuan falsa es su gratitud. —No hay de qué. —Escupe en el suelo entre ellos—. ¿Ya somos amigos? —No. —Galen bosteza para dar un efecto casual. Entonces un bostezo real se apodera de él, uno tan grande que tira de las comisuras de sus agrietados labios. —¿Cómo has estado durmiendo?

137

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—En una silla. Tyrden sonríe. —Bueno, estás de suerte. He venido a contarte un cuento antes de dormir. De repente, Galen se siente agotado. Supone que eso es normal, sin alimentos y prácticamente nada de agua durante días, más el esfuerzo que ha estado poniendo en la fuga. Además, Tyrden es una persona exigente en general. —¿Sabes lo que es un Cónclave? —continúa Tyrden. —No. —Se le escapa otro bostezo. La habitación parece hacerse más pequeña. ¿O estoy cerrando los ojos? Tyrden parece contento. —Adelante, ponte cómodo. Esta noche, amigo, voy a informarte sobre la historia de Tartessos. —Ya sé sobre Tartessos. —Lo que sabes es lo que te han dicho. Un calor repentino invade el cuerpo de Galen, alcanza cada rincón de su ser. Sus músculos empiezan a relajarse en contra de su voluntad. La necesidad de formar una cola ya no es tan urgente. Su brazo libre cae a un lado, y siente cómo se desploma en la silla. Oh, no. —No era agua. Tyrden se burla. —Por supuesto que era agua, con un poco de algo más. —¿Por qué? —Sólo quiero que realmente descanses un poco, Alteza. No puedo mostrarte a tu hermano luciendo así, ¿verdad? —La expresión de Tyrden se endurece—. Por no hablar de que tus muñecas se ven terriblemente lastimadas. Deberías haberme dicho que estabas aburrido. Puedo proporcionarte un montón de actividades para mantenerte ocupado. —La silla cruje con el peso de Tyrden cuando se echa hacia atrás—. Pero por ahora, una historia.

138

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Todo se vuelve borroso. Galen mira de reojo para despejarse los ojos. ¿Les está saliendo pelo a las paredes? ¿La linterna se está apagando? —Así está bien, ponte cómodo, muchacho. Querrás escuchar esto. —Tyrden se inclina hacia delante con lentitud, la luz de la linterna emite un resplandor misterioso en su rostro—. Porque todo lo que creías saber de la destrucción de Tartessos está equivocado.

139

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

21 Traducido por Yann Mardy Bum

—QUÍTATE LA ropa —dice Reed alegremente. Ruedo los ojos y me desprendo del vestido. —No te fichaba como pervertido. Mira con avidez mi traje de baño. —Que horrible, odio esa palabra. —¿Cuál? ¿Fichaba? Resopla y se saca el pantalón caqui, luego toma el resto de nuestra ropa y la pone a cubierto en el piso de la camioneta. Toby salta de un pie a pie bajo la luz de luna, su bañador rojo y brillante luce de un marrón horrible por la iluminación. — Apresúrate, Reed. ¡Vamos a llegar tarde! Reed agarra mi mano y tira de mí para llevarme al agua. Escucho sin ver que Toby se zambulle delante de nosotros. Las ondas del agua se ven turbias en el punto en que se sumergió, pero es obvio luego de unos momentos que Toby no tiene intención de volver a la superficie. —¿Ya estuvo aquí antes? —Es una pregunta estúpida. El niño se puso ansioso apenas empezamos a recorrer el camino de tierra que nos conducía aquí. —Prácticamente se crió en este arroyo —dice Reed—. Probablemente conoce estas cuevas mejor que yo. —Tal vez debería ir de la mano de él —digo y me suelto de su mano—. ¿Estás seguro de que este es el camino más corto para llegar al Cónclave? La incesante necesidad de hablar sobre Galen con el comisario es casi abrumadora. Jugueteo con los cordones decorativos en la cadera de mi bañador.

140

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Estoy seguro —responde—. No te preocupes. Tan pronto lleguemos, conseguiremos ayuda, Emma. Lo prometo. Cuando el arroyo nos llega a las rodillas, Reed cae de espaldas en el agua, sin dejar de hacerme señas insinuantes con el dedo. Desciendo despacio, con cuidado de no adelantarme demasiado rápido. No me crié aquí, y todavía no puedo ver a través del agua de la superficie como puede hacerlo un Syrena puro. Lo último que necesito es correr, reventarme la nariz en una roca o un tronco, y luego saludar a Galen— porque lo volveré a ver—con los ojos amoratados. Porque en mi piel pálida, los moretones alcanzan un nuevo nivel de horror cuando empiezan a curarse. Aparentemente Toby nos ha dejado por completo a solas. Me mantengo detrás de Reed, pero mis ojos no se ajustan bien a esta miserable agua dulce, y tengo que darme por vencida y tomar su mano nuevamente. Me lleva a cruzar una serie de cosas que no podría llamar cuevas, me recuerdan a los toboganes de un parque acuático, sólo que estriados, llenos de agua, y nadamos a través de ellos en vez de deslizarnos. A veces, el espacio se estrecha, y me veo obligada a presionar mi cuerpo contra el de Reed para entrar, o de lo contrario sufro el riesgo de chocar la cabeza contra las estalactitas más bajas. Me doy cuenta que durante estos momentos en los que estamos cerca, Reed parece contener la respiración. Entonces me pongo un poco frenética internamente, ya que yo también la estoy conteniendo. Trato de apartar ese pensamiento, y no jugar el juego de "¿Qué significa todo esto?" Porque no significa nada, excepto que Reed es un miembro del sexo opuesto, y estamos semidesnudos, y no soy totalmente ajena a eso. Hemos tenido que tocarnos, por el amor de Dios. Y sí, me he dado cuenta de que es atractivo y bla bla bla. Pero nada más que eso. Entonces ¿por qué me siento avergonzada por estar consciente de su presencia? —Emma —dice Reed, haciendo que me sobresalte—. Es más ancho ahora. Puedes, mmm… Puedes nadar sola. Si así lo deseas.

141

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Me aclaro la garganta de la nada que hay ahí. —Oh, claro. Gracias. Lo siento. Mis ojos se ajustan lo suficientemente bien para ver su sonrisa de satisfacción. O quizá sólo imagino que la veo. De cualquier forma, sabe que me pone nerviosa, y sé que lo sabe. —No estamos muy lejos —dice—. Y ese es el último espacio estrecho. Si realmente te concentras, puedes percibir a otros más abajo. Son una especie de guardianes de la cueva. Pero en lo único que puedo concentrarme es que en unos minutos estaremos fuera del agua, lejos uno del otro y del contacto físico; y en la esperanza de que sea cual sea la fuente de luz dentro de esta cueva no sea lo suficientemente brillante como para dejar expuesto el rubor de mis malditas mejillas. Luego recuerdo algo en lo que sí puedo concentrarme. —Toby dijo que formaste una cola. ¿Es cierto? Reed me mira pero sigue moviéndose. Lo atrapé con la guardia baja. —La próxima vez que vea a ese niño, le voy a quitar lo tonto a golpes. —Así que es cierto. Suspira y hace que nos detengamos. Realmente puedo ver su cara, aunque no todos los detalles, pero estoy bastante segura de que lo atrapé sonriendo hace unos segundos. Y vuelvo a estar mortificada. —Sin embargo, la cosa es que no lo hice a propósito —dice—. Así que no puedo mostrarte cómo lo hago ni nada. Sólo… sucedió. —Cuéntame. —Estaba a punto de cumplir los trece. El doctor Schroeder dice que tuvo que ver con el desarrollo hormonal prematuro. Es un doctor de verdad, sabes. Está

142

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

emparejado con una Syrena, Jessa, y tienen un hijo: Fin. —Sacude la cabeza—. ¿Puedes creer que hayan llamado a su hijo Fin4? Lo tomo de los hombros y le doy una buena sacudida. —¿Hola? ¿Estás ahí? Cuéntame cómo sucedió. —Puedo decir por la forma en que mira al frente, que estamos cerca del Cónclave. Y puedo asegurar que no divulga esta historia con cualquiera. —Está bien. Lo siento. —Reed se aleja de mí, y casi me rio, pero temo que si lo hago se distraiga nuevamente—. Un día no me siento bien, así que me quedo en casa y no voy a la escuela. No estoy enfermo, no exactamente, pero definitivamente no me siento con ganas de ir a la escuela. Y nunca falto a la escuela… así que es algo grande… —¡Oh Cielo Santo! —Bueno, bueno, perdón. Entonces, cuando no me siento bien, me gusta ir a pescar. Es silencioso y relajante y… Como sea, me pongo de pie para hacer unas cosas en el bote y me doy cuenta de que me duelen las piernas, o sea me duelen, como si tuviera gripe o algo. Las estiro, porque eso es lo que siento que debo hacer, estirarlas. Hace la demostración de inclinarse ligeramente para estirar las piernas. — Entonces recuerdo que eso es lo que papá dijo que se siente cuando has estado fuera del agua mucho tiempo. Así que salto al arroyo. Apenas lo hago, mis piernas se empiezan a retorcer y doblar, y siento calor, como si mis huesos se estuvieran derritiendo, pero no duele, no mucho. De hecho se siente bien, de una forma dolorosa. —Reed me mira incrédulo, como si estuviera sucediendo todo de nuevo. Puedo asegurar, por su expresión, que la experiencia habría liberado a la Emma asustada e inconsciente—. Así que mi piel se pone muy delgada y elástica, y me cubre las piernas, que por cierto, se retuercen sobre sí mismas dos veces. Pero no tengo una cola. Al menos no una normal. Es asquerosa, se ve como la piel de un pollo después que le han arrancado las plumas. Ni lisa ni ruda como la de papá. Todavía se ven los bultos de mis rodillas. Me veía como fenómeno.

4

Fin es cola, aleta en inglés.

143

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Estás seguro de que era tan mala? Asiente con entusiasmo. —Absolutamente. Era grotesca, Emma. Nunca he tratado de hacerlo de nuevo. —¿Alguna vez volviste a sentir la necesidad de estirarte de esa forma? —Una sola vez, unos meses después. Nunca más. Cruzo los brazos en un auto abrazo. —Entonces… ¿Entonces nuestra piel se estira así? Reed hace una mueca. —Según el doctor Schroeder, las células de la piel de un Syrena puro son gruesas y elásticas. En parte es por eso que las cosas no penetran la piel fácilmente. Como que repele, por su flexibilidad. Los mestizos heredan la mitad del espesor, la mitad de la capacidad de estiramiento, o lo que sea. Es por eso que quedó tan delgada sobre mis piernas y me hizo parecer un tiburón pollo anoréxico. De verdad, Emma. Te hace lucir como si estuvieras desnudo, y muriendo de algo. No puedo evitar reír. Se ve tan traumatizado, reviviendo cómo le llegó a brotar una huesuda y repulsiva cola. Estoy segura de que el doctor Milligan se interesaría en esta anécdota. Tal vez podría reunirse con el doctor Schroeder para tomar el té, o comer pastelitos o lo que sea que hacen los doctores cuando se juntan. Seguramente les encantaría compartir sus notas. Pero… No estoy segura de que Neptuno acepte ahora al doctor Milligan. Ellos tienen su filtro de desconocidos a pleno funcionamiento. Puedo asegurar que Reed necesita un poco de consuelo, distracción o algo para traerlo de vuelta. —¿Esperabas un beso a cambio de la historia de la enfermiza cola de pollo? —Eso consigue el efecto deseado, por desgracia. Estúpida, estúpida, estúpida. Sin previo aviso, se inclina cerca de mí, demasiado cerca, el agua apenas puede pasar entre nuestras bocas. Y mi culpa por estar "consciente" de él no conoce límites. Traza el contorno de mi mejilla con el pulgar. Mi instinto es retroceder, pero siento que sencillamente se volverá a acercar. —¿Recibo uno? Porque si me has elegido, Emma, dímelo ahora mismo.

144

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Cierro la boca bruscamente. Con eso se retira, toma suavemente mi muñeca y tira de mí en dirección al Cónclave. Lo que es bueno, ya que Toby ha regresado por nosotros. —¿Qué les está llevando tanto tiempo? Todos están esperando. —El sonido en la voz de Toby se ha convertido en puro acento campirano—. De todos modos, ya le dije al comisario lo de Galen, Emma. Están organizando la búsqueda en este momento. A medida que habla, un grupo de Syrena y mestizos, y un humano con equipo de buceo, aparece en la siguiente curva del túnel. El Syrena que lidera nada directamente hacia Reed. —Tu padre te está esperando, hijo. —Luego se dirige a Emma y su rostro se suaviza—. Tú debes ser Emma. Estoy avergonzado de que no nos hayamos conocido aún. —Extiende la mano hacia mí y la tomo—. Mi nombre es Waden Grigsby. Soy el comisario de Neptuno y esta cuadrilla detrás de mí son mis ayudantes. Excepto por el muchacho del equipo de buceo, está perdido. Mi boca se abre de golpe y Waden se ríe entre dientes. —Sólo bromeo. Es Darrel, está con nosotros. —Luego su rostro se pone serio de nuevo—. Toby nos dijo que estás preocupada de que tu amigo; ¿Se llama Grady?, esté perdido. ¿Tienes idea de a dónde deberíamos ir? —Su nombre es Galen —digo, más irritada de lo que debería. Después de todo está liderando una partida de buenas personas para ayudarme—. Y está desaparecido. Él no me habría dejado sola así. —¿Cierto? ¿Cierto? —¿Se pelearon? Mis labios se aprietan mientras trato de evitar una mueca. —¿Por qué todo el mundo sigue preguntándome eso? El comisario Grigsby hace un gesto de disculpa. —La cosa es que si él se fue después de una pelea, tal vez tenga la intención de seguir desaparecido. No es que conozca a tu amigo ni nada —dice rápidamente—. Sólo que a veces la gente necesita su espacio para enfriarse, por así decirlo. Ahora, si salió a la tienda para comprar leche

145

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

y nunca regresó, ya es un escenario diferente. ¿Entiendes por qué debo preguntar, no es cierto? Agh. Lo entiendo, pero Galen es demasiado responsable, y reflexivo, para hacer algo así. Y ayudar a un completo desconocido a entenderlo es como tratar de capturar un cangrejo con la axila. No va a suceder. Cuando no respondo, el comisario continúa hablando con dulzura. —No te preocupes, Emma. Ve al Cónclave y disfruta; apuesto a que por la mañana ya habremos encontrado a tu amigo. Mientras tanto, señorita, debes saber que no estás tan "sola" como crees. Tú perteneces aquí. —Luego me hace todo tipo de preguntas sobre el vehículo de Galen, de qué dirección venimos, si pienso que tomaría el mismo camino a casa. Y con eso, Waden y su “cuadrilla”, incluyendo al submarinista Darrell, se apretujan para pasar junto a nosotros, uno por uno. Miro hasta que desaparecen de vista, hasta que ya no puedo percibirlos. No confío en ellos en absoluto. Porque tal vez estoy equivocada, tal vez Galen me dejó atrás. Tal vez lo juzgué mal como tantas otras veces. No es como si no tuviera todo el maldito planeta en su mente en este momento. Con nuestra discusión, su duelo por Rachel, su irritación por encontrar un cierto pueblo ilegal llamado Neptuno ¿Por qué no iba a necesitar algo de tiempo para alejarse y lidiar con todo? Y ¿qué hará él si lo encuentran? ¿Se enojará conmigo por haberlos enviado? ¿Se irá de nuevo? Tal vez debería haber dejado las cosas como estaban. —Lo encontrarán —dice Reed bajito. Y, de repente, eso es lo que me asusta.

146

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

22 Traducido por Yann Mardy Bum

LA HABITACIÓN es un torbellino borroso. De vez en cuando Galen vislumbra la espalda de Tyrden junto a la puerta, y la de los hombres con quienes habla. ¿Reder está ahí? No lo sabe con certeza. Sólo escucha algunos de los pasos que dan las botas del grupo de desconocidos que se aproxima a la cama. Los recién llegados hablan cosas sin sentido, sólo son capaces de balbucear. A veces pronuncian alguna palabra coherente. Y en esas oportunidades, las palabras son “búsqueda” o “Cónclave” o “desaparecido.” Luego se escucha “mantener oculto.” La palabra “obstinado” sale de la boca de Tyrden. La cara de Emma aparece por momentos en los pensamientos de Galen, pero no puede mantenerla ahí, ni hacer que se quede. ¿De quién están hablando? ¿Emma está desaparecida? Algo no está bien, pero no se muestra por sí mismo. Tengo que encontrar a Emma. Tengo que protegerla de estos desconocidos. Entonces los desconocidos desaparecen. De repente, él está en el agua. Puede escapar, pero cada vez que intenta nadar más y más profundo hacia la seguridad, algo lo agarra de la cola y lo arrastra hacia la superficie, algo más fuerte que él. Cuando mira hacia atrás, deja de luchar. Rachel. La arrastró demasiado lejos, no puede respirar, no puede respirar, ¿por qué no está respirando? Su pie ya no tiene el yeso. —Nada —le dice frenéticamente—. ¡Nada! Ahora ella está atada a un bloque de cemento que se hunde, se hunde y se hunde cada vez más. Él busca un cuchillo que sabe que está en una de sus botas. Sólo necesita cortar las cuerdas y ella estará libre. Como la última vez.

147

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero no hay botas, sólo pies. Desnudos y bien cuidados. Salen burbujas de su boca en un grito desesperado. Las cuerdas se han transformado de alguna manera en cadenas, esposas y cadenas. Sin embargo, el bloque de cemento sigue ahí. Está ahí y sigue tirando de ella hacia abajo, hacia el interior de una caja. No, de un edificio. La arrastra hacia el interior de un edificio y no hay nada que él pueda hacer. El techo se la traga y ella grita, él la sostiene, pero no puede levantarla. Ella es demasiado pesada. Los bloques son demasiado pesados. —¡Ayúdenme! —grita a su alrededor—. ¡Rayna! ¡Toraf! ¡Emma! Rachel está muriendo. Rachel está muriendo. Rachel está muriendo. —Déjame ir, Galen —susurra ella, pero él no puede dejarla. —Galen, déjame ir —dice otra vez. Su rostro está tan tranquilo, adornado con su usual sonrisa. Rachel, por favor. Por favor, no te mueras. Rachel, no. Rachel está muerta. Otra vez.

148

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

23 Traducido por Ivetee

ENCONTRAMOS EL camino hasta una escalera de piscina unida a la roca. Mientras espero mi turno, observo los alrededores. A cada lado de nosotros hay enormes cortinas rojas, no del tipo aterciopelado que se ve en los teatros, sino gruesas cortinas de lona que se extienden por las paredes y que están amarradas en la parte superior e inferior de la cueva. No sé si escondan algo detrás de ellas o si simplemente son un intento de decoración aquí bajo el agua. Finalmente es nuestro turno de subir y veo cómo el traje de baño de Reed desaparece en la superficie. Unos potentes rayos de luz atraviesan el agua, danzan sin mucho propósito, y me recuerdan a los inmensos reflectores de Hollywood. Me pregunto qué clase de filmación me está esperando, mientras sigo a Reed hasta la escalera, y resbalo algunas veces en el alga acumulada en algunos escalones. Cuando llego a la parte superior y antes de que pueda recomponerme, un vitoreo resuena a través de la

cueva, no estoy segura exactamente qué están

animando, ya que ya he conocido a la mitad de ellos, o más. Quizá es un tipo de iniciación que se debe de tomar aquí en el Cónclave: esperar a que la desconocida suba la escalera y cuando se asome, asustarla de muerte. Yuju para los desconocidos. Si se trata de una especie de tradición de Neptuno, Reed realmente debió haberme avisado, por lo menos me habría trenzado el cabello, o algo, sin mencionar que ser animada mientras traigo un traje de baño me recuerda una pesadilla que tengo algunas veces sobre estar desnuda en medio del pasillo de la escuela. Me encanta estar vestida cuando soy el centro de atención. Y ahora sé de donde proviene la palabra “cavernosa”, esta cámara interna es tan grande como un salón de baile. Caras sonrientes nos abren paso mientras

149

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

atravesamos la multitud. No me gusta que Reed sujete mi mano, no me gusta cómo luce, pero decido no luchar en este momento. No cuando acaban de ovacionarme. Docenas y docenas de luces están en las paredes y envían columnas de luz a cada grieta del techo. Formaciones de piedra caliza caen en cascada por las paredes como enormes cortinas, sólo que más bellas que las cortinas de lona de abajo. Hay un camino excavado que conduce al centro del enorme salón de baile. En este nuevo “salón” hay bancos de madera intrincadamente tallados, que me recuerdan a los de la catedral. La manera en que forman un círculo alrededor del centro del salón me recuerda al anfiteatro de un campamento de verano al que fuimos Chloe y yo. Lo que más atrae mi atención son las pinturas en las paredes entre la piedra caliza. Galen dijo que en la Cueva de las Memorias en su hogar mantenían pinturas, murales y esculturas del pasado. Me pregunto si ésta es la versión de Neptuno de la Cueva de las Memorias. Los grabados parecen representar una historia, posiblemente la que estoy a punto de escuchar. A mi izquierda está la pintura de un Syrena que sostiene un tridente descomunantesco 5 en la mano. Por las olas colosales delante de él, y la marca de tridente en su estómago, apuesto que es el General Tritón enviando la destrucción a Tartessos. A mi derecha se encuentra algo que luce como lo que los libros de historia describen como la primer Acción de Gracias. Personas—es decir, una mezcla de humanos, Syrena y mestizos—vestidas como peregrinos comparten una cena en una larga mesa de picnic al aire libre; mientras los niños persiguen a un perro que se ve feliz. El fondo de la pintura muestra casas de madera y edificios en construcción y más allá de eso un gran bosque. Me imagino que son los inicios de Neptuno. La pared del centro muestra una ciudad de tiempos antiguos. Edificios de piedra, ventanas sin cristal, caminos empedrados. Las personas—otra vez una mezcla de especies—llenan la pequeña plaza del centro y los niños juegan en una fuente que tiene una estatua de Syrena. Es obvio que esto es una especie de mercado de algún 5

Otra palabra de Emma. Mezcla de Descomunal y Gigantesco.

150

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

tipo; se puede ver a la gente comerciar cosas como collares y brazaletes por barras de pan y palomas en pequeñas jaulas. Es una escena pacífica y todas las caras están pintadas con sonrisas de satisfacción. Vuelvo al presente cuando Reed pone una mano sobre mi hombro. Sonrío robóticamente, sólo en caso de que me haya perdido alguna presentación o algo, pero no hay nadie nuevo cerca. Debe estar muy frío aquí; el aliento de todos aparece frente a sus rostros cuando nos saludan. Reed me dirige al centro del círculo de bancas. Noto que todos rápidamente toman sus asientos. No quiero estar en el centro. Me recuerda la última vez que estuve en el centro de una multitud: el Tribunal convocado para investigar a toda la realeza por fraude. No fue un momento feliz. Reder se para frente a nosotros. —Reed, ¿Qué les tomó tanto tiempo? Hemos estado esperando. ¿Cómo es que Toby llegó mucho antes que ustedes? —Reder me sonríe. Había olvidado lo amigable que es—. Toby me contó sobre Galen —dice—. Haremos todo lo posible por ayudar. Si él quiere ser encontrado, entonces lo encontraremos. —¿Por qué todos siguen diciendo eso? —Gracias —contesto, y suelto mi mano de la de Reed. Reder finge no darse cuenta de la violencia con la que lo hago. —Reed dice que mañana podemos formar un grupo privado de búsqueda, para ayudar al comisario. —Los ojos de Reder se mueven a su hijo y frunce los labios—. Por supuesto, haré un anuncio después del Recuento de esta noche. —¿Recuento? —pregunto. Reder echa la cabeza hacia atrás y se ríe como si hubiera dicho una broma. Lo que atrae la atención de varios de los sentados a nuestro alrededor. Bueno, muchas personas puede que ya nos estuvieran prestando atención.

151

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Sigo olvidando que no eres de por aquí, Emma —dice—, que todo esto es nuevo para ti. Pero, por supuesto, que lo eres. Es por eso que estamos teniendo un Cónclave en primer lugar y quizá después de esta noche, ya no te sentirás tan nueva. —Inclina la cabeza a una de las bancas frontales que tiene detrás—. Te reservé el mejor asiento del lugar. Reed no dice nada, sólo me jala, esta vez de la muñeca—que es más fácil de mantener sujeta—hacia la banca que está libre para nosotros. —¿Cómo construyeron todo esto? —murmuro mientras nos sentamos. Mi atención es atraída nuevamente por la pintura en la pared frente a nosotros, donde Tritón envía olas a una costa. El pequeño símbolo en su estómago resalta ante mis ojos. Y por supuesto me recuerda a Galen. —¿Es así como supiste que Galen era de la realeza Tritón? —Reed se encoge de hombros. —Todos conocen sobre esa marca, nuestros Archivos mantienen sus memorias tan bien como los tuyos. Ellos no olvidarían la marca de la realeza Tritón. De hecho, fue un Archivo quien pintó eso. Los Archivos pintaron todo lo que hay aquí, ya que no tenemos acceso a la Cueva de las Memorias. Todo aquí tiene un significado especial. Hasta esta mini Cueva de las Memorias es demasiado para asimilarlo todo de golpe. Espero que Reed y yo podamos volver después y explorar este lugar. Tomaría un día entero simplemente revisar las pinturas. Reed sonríe —¿Impresionada? Estarás más impresionada de saber que lo hicimos a la manera antigua. —Niego con la cabeza y él rueda los ojos. Considere la idea de quitarle lo “tonto” a pellizcos, como se dice por aquí. —Estas bancas donde estamos sentados —dice—, tienen cien años. ¿Ves a ese tipo de allá? Él ayudo a construir este lugar. Y esa dama, la que está hablando con papá, ella es la que lo encontró cuando solamente era un piscardo. Lucía es su nombre, ella se perdió aquí, y cuando la encontraron, encontraron todo esto. —Él hace un gesto hacia el techo de la cueva.

152

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Me permito impresionarme. Lucía debe ser muy anciana como para que una Syrena pura tenga la cabeza llena de cabello blanco, abundantes arrugas y huesos que sobresalen de su discreto traje de baño. Ella debe ser mayor que cualquier Syrena anciano promedio, lo que la hace mayor a trescientos años de edad. O quizá no, mamá y Galen han confirmado que los Syrena envejecen más rápido en tierra, pero no estoy segura qué tanto la gravedad acelera el proceso. No parece que la gravedad haya sido amable con Lucía… Espera, los Syrena envejecen más rápido en tierra. ¿Eso significa que yo viviré más si permanezco en el océano? ¿Es de eso de lo que hablaba Galen? ¿Él quiere que viva en el océano para que pueda tenerme más tiempo? Probablemente debí haberlo dejado hablar realmente conmigo en lugar de cortarlo con toda mi negatividad. ¿O estoy conectando puntos donde no los hay? ¿Estoy leyendo entre líneas que no han sido escritas? Todo lo que sé, es que mi estómago está considerando seriamente vomitar, y a falta de un mejor lugar, las piernas de Reed parecen ser el mejor blanco. Si apunto al frente podría caer en Reder. Además nunca he visto a Reed sentirse fuera de lugar, apuesto a que las piernas llenas de vómito lo lograrán; será divertido. Síp, mi estómago acaba de dar volteretas, voy a vomitar en tres…dos… uno.. —Gracias a todos por venir esta noche. —La voz de Reder resuena; y hasta mi estómago es incapaz de aplastar su hospitalidad. Se asienta de golpe, como reprendiéndome por dejarlo intentarlo en primer lugar. Aún queda una pequeña molestia y no creo que se quite hasta que no vea de nuevo a Galen. Hasta que confirme que, o soy una insensible sin corazón o estoy exagerando al pensar demasiado cada minucia que Galen ha dicho. De cualquier manera va a ser malo para mí, de ambas formas pierdo. Si no tengo corazón, de seguro he perdido a Galen; y si estoy pensando demasiado las cosas y todo lo que ha dicho puede ser tomado con gran importancia… He perdido a Galen.

153

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Y si ya lo perdí, ¿Para qué estoy enviando a buscarlo? Algunas preguntas no pueden ser respondidas, algunas no deberían ser respondidas, y otras ni siquiera son preguntas. No puedo decidir en cuál entran las mías. Por lo pronto: vida. Y me he perdido completamente la introducción del Recuento de Reder y el hecho de que las luces se han atenuado y ajustado para enfocarse en él, y que la audiencia se ha quedado enloquecedoramente silenciosa, mientras las voces en mi cabeza continúan gritando. —Entonces Poseidón vino a la superficie e hizo las paces con la humanidad — Reder está diciendo—. No sólo las paces, hizo amigos, y estableció una ciudad próspera donde humanos y Syrena podían convivir y estar en armonía. Donde podían formar vínculos. Reder ríe entre dientes. —E incluso Poseidón apreciaba las curvas de las mujeres de la tierra, ¿no, amigos? —Esto provoca la risa de la multitud—. Así que él mismo tomo una pareja humana y tuvo muchos hijos con ella, hijos e hijas mestizos que adoraban a su padre. Otros Syrena estuvieron contentos de hacer lo mismo, y ellos también tuvieron hijos e hijas con humanos. Entonces enfoca su atención directamente en mí, y estoy muy agradecida de que las luces no sigan su mirada. Cuando estás sentada junto al hijo del orador, y el orador está hablando sobre tomar una pareja… es en ese momento cuando eres híper consciente de que probablemente has estado dando la impresión equivocada… Tú, estúpida maldita idiota. O quizá sólo estas siendo paranoica otra vez. Genial. —Ellos continuaron de esa manera por casi un siglo, viviendo prósperamente. Poseidón uso sus dones para alimentar a su ciudad; la frase “tengo hambre” jamás se escuchó. Lo que quedaba de comida que cosechaban de los océanos era comerciada

154

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

con las ciudades de alrededor. De hecho, el puerto de Tartessos se convirtió en el centro de este comercio, y atrajo a mercaderes de todo el mundo, deseosos de comerciar con su estaño, bronce y oro. Incluso reyes humanos enviaron regalos para mantener satisfecho a nuestro gran General Poseidón. —Y fue entonces cuando el General Tritón se puso celoso de la prosperidad de su hermano; en un berrinche, envenenó las mentes de nuestros hermanos Syrena contra los humanos y dividió el reino en dos territorios. Aquellos que creyeron sus mentiras acerca de los humanos se mudaron al territorio Tritón, aquellos que vieron bondad en los humanos y las ventajas que podían tener si formaban alianzas con ellos se mudaron al territorio Poseidón. Después de la Gran Separación, Tritón todavía no estuvo feliz. —Ante eso, Reder sacude la cabeza y un gemido de desaprobación se escucha en la audiencia. Observo a Reed junto a mí, pero él no lo nota. Sólo está sentado ahí, sin mostrar ninguna expresión, inmerso completamente en la historia, aunque indudablemente la ha escuchado muchas veces. Hasta ahora lo que Galen me ha contado es similar a esta historia, excepto que, por supuesto, en esta historia Tritón es visto como el malo en lugar de Poseidón. Sólo que esta es la primera vez que escucho de la Gran Separación, pero trato de pasar eso por alto y ser objetiva sobre lo que realmente pasó hace tantos años. —Temeroso de que su hermano pudiera obtener mucho poder al formar alianzas con los humanos —continúa Reder—, el inconsolable General se dispuso a arruinar Tartessos. Envió mensajeros a los gobernantes humanos de las ciudades vecinas, contándoles cosas horribles sobre esclavismo y la descendencia antinatural de los humanos. Incluso esparció el rumor de que Poseidón había tomado a la esposa de otro gobernante como suya y que sus propias reinas no estarían seguras si él obtenía más poder. Una ola de indignación se escucha detrás de mí. Algunos gritan cosas como: — ¡Tritón es un mentiroso! Y ¡Él no es nuestro General! Segundos después, Reder levanta las manos. Y en el Cónclave resuena shhh, para indicar silencio. En la versión de Galen, Poseidón en realidad sí tomo a la esposa

155

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

de un humano como suya, aunque ahora no estoy segura cómo lo hizo. Estoy encontrando muy difícil distinguir la verdad entre las dos historias. Cuando la multitud se silencia lo suficiente, Reder comienza otra vez. — Cuando Poseidón se enteró de los ejércitos que marchaban contra él, acudió por ayuda a su buen amigo Archivo, Neptuno. Neptuno convocó un consejo de emergencia con los otros Archivos. Fue en ese momento cuando Tritón hizo su movimiento final para destruir todo lo que su hermano había logrado. Él le dijo al consejo de Archivos que estaba dispuesto a usar su don para salvar a su hermano, siempre y cuando Poseidón admitiera que el haber formado vínculos con los humanos había sido un error, que ellos no eran confiables. Tritón insistió en que Poseidón abandonara su ciudad y todo lo que había creado, para vivir como un Syrena de ahí en adelante. Y a cambio de su ayuda para acabar con los humanos, Tritón exigió que todos los Syrena permanecieran en el océano de ahí en adelante. Ya que no tenían ninguna otra opción, porque después de todo no podían enfrentar solos a los humanos, el consejo de Archivos accedió. Neptuno estaba devastado, por supuesto, por tener que darle esa noticia a Poseidón. Al enfrentar la decisión del consejo, el Rey estuvo indignado, pero más lo aterrorizó el hecho de que su esposa y sus hijos mestizos no pudieran volver al océano con él. Fue entonces cuando Neptuno, el Gran Archivo, se convirtió en nuestro padre fundador, él le dijo al General Poseidón que se quedaría secretamente en tierra y nunca volvería al reino Syrena, y se haría cargo de la familia de Poseidón. Y todos aquellos que deseaban dejar el modo de vida del océano, también se quedaron, como muchos de ustedes saben. Se creyó que todos los que se quedaron en tierra murieron por las espadas de los humanos, y a partir de ahí comenzó el secreto. —Amigos, Neptuno mantuvo su promesa de sacrificio, y a todos los que deseaban quedarse en la costa, los ayudó a escapar antes de que los ejércitos humanos llegaran y recibieran la muerte por las grandes olas de Tritón. Él llevó a los refugiados lejos de la costa, y les prohibió acercarse al océano, porque los rastreadores podrían percibirlos. Después de un tiempo se dieron cuenta que podían utilizar los ríos o algún otro medio de agua dulce sin ser detectados, y así lo hicieron. Nuestros valientes descendientes no sólo se adaptaron a su nueva vida en tierra, sino que la recibieron con

156

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

los brazos abiertos, amigos. Ellos se volvieron tan humanos, que ninguna de las especies los descubrió. Al principio eran unos nómadas perdidos, pero Neptuno los guió a un lugar para ellos, una tierra propia. Vivieron en un valle fértil, sin ser molestados por siglos, hasta que las Grandes Guerras comenzaron. Los humanos lo llaman la Reconquista Española. Atrapados entre los desacuerdos humanos, nuestros hermanos fueron forzados a encontrar un lugar más neutral para continuar sus vidas. Y a pesar de que llevaba muerto mucho tiempo, ellos sabían que Neptuno habría querido que buscaran su seguridad en algún otro lugar. Cuando escucharon de las exploraciones de Colón al nuevo mundo, una gran parte de ellos hicieron arreglos para navegar hasta ahí. Cuando llegaron, al igual que los humanos pioneros, buscaron su propio territorio y se adentraron a tierra lo más posible. Y cuando llegaron al pequeño valle protegido por montañas y rodeado por agua dulce y cuevas, supieron que habían encontrado su hogar. Me percato de que se escuchan sollozos, y puedo entenderlo, ya que Reder es un gran narrador, pone emoción y le da significado a cada sílaba. Además ¿A quién no le gustan los finales felices? Una gran travesía y encontrar un hogar. Si no fuera por la incertidumbre que siento en el estómago por Galen, estaría igual de emocionada que los que están aquí reunidos. Me pregunto qué pensaría Galen de esta historia, él probablemente no la aprobaría, pero ¿quién es él para decidir cuál historia es verdad? Desde su perspectiva, el motivo de Tritón no fue la envidia, sino que estaba protegiendo el reino Syrena, al limitar su contacto con los humanos, ya que no estaba de acuerdo con la manera indulgente de Poseidón de tratar con ellos, porque consideraba que un día se podían volver en contra de su hermano. Además en la versión de Galen, Poseidón acudió a su hermano por ayuda contra los ejércitos humanos enemigos; pero la versión de Reder lo hace sonar muy improbable. Pero aun así, las dos historias suenan muy probables, pero esta es mucho más detallada, hay más explicaciones, y dados los últimos acontecimientos en el reino submarino, me inclino a creer que ha habido desacuerdos antes.

157

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero lo que dice Reder a continuación es completamente increíble. —Nuestra sociedad es un gran secreto, amigos, mantenida de generación en generación por los reyes de Poseidón. Tenemos prueba de eso esta noche, con nuestra querida visitante Emma, que fue enviada por el Rey Antonis en persona, y con su ayuda, uniremos los territorios nuevamente. Ella es una señal, amigos, una mestiza aceptada entre nuestros hermanos que viven en el océano. Un símbolo viviente de que estamos a las puertas de un gran cambio. Oh, Cielo Santo.

Reder se sienta frente a mí en su mesa de cocina, suavemente, como si la silla se fuera a quebrar. Me recuerda a las películas, cuando los psiquiatras se acercan a pacientes con problemas mentales con movimientos suaves y lentos, para no asustarlos. Utilizan una voz monótona y palabras como “de acuerdo”, “bien” y “cómodo”. Esta puede ser la razón por la que Reder envió a Reed y Toby por helado; para apartar a todos de esta conversación, excepto por él y yo. Las dos variables que más importan. Hacer parecer que a pesar de que estoy en su cocina es territorio neutral y puedo estar cómoda aquí. O quizá de verdad disfruto pensar demasiado las cosas. Mis manos se aferran a la taza de chocolate caliente, que también es una escena muy común en las películas, cuando tratan de calmar a una persona traumatizada; y observo cómo el líquido caliente derrite los malvaviscos en pequeñas bolitas pegajosas en la superficie. Y me doy cuenta que mi fijación con la taza, y la falta de contacto

158

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

visual con Reder, en general puede ser visto como debilidad. Y este no es el momento de ser débil. —No soy un símbolo para Neptuno. —Listo, conversación iniciada. Reder parece aliviado de que haya elegido ir directo al tema. —Podrías serlo — dice, sin esfuerzo, ni tacto—. Si eliges serlo. —Estoy aquí porque mi abuelo me envió, no por ninguna profecía que deba cumplirse ni nada de eso. Reder sonríe —¿Profecía? Por supuesto que no. Pero ¿por qué crees que Antonis te envió aquí? La verdad es, que aún no lo sé. Estoy segura de que él quería que conociera a otros mestizos, que supiera que no soy la marginada que creo que soy. Pero qué hacer con esa información, no tengo idea. Cuando no respondo de inmediato, Reder se recarga en la silla. —Conocí a tu abuelo cuando vino hace varios años. Su principal preocupación por supuesto era encontrar a tu madre. Él creyó que ella podría haber escuchado de Neptuno y podría haberlo buscado. —Mi abuelo dijo que llego por casualidad a Neptuno cuando la estaba buscando. —Él nunca mencionó que ya sabía de Neptuno de antemano; pero eso es lo que el Recuento dice. Que todos los reyes de Poseidón, generación tras generación han sabido de los mestizos. De repente me siento traicionada. Él podría habérmelo dicho desde el principio. Aunque, bueno, podría ser que él estuviera preocupado de que se lo contara a Galen… y probablemente lo habría hecho. —Tu abuelo siempre ha apoyado la paz entre los habitantes del océano y los pobladores de Neptuno, pero como nosotros, él no sabía cómo podríamos lograrlo. Hasta ahora. Hasta ti. Creo que por eso te envió aquí. —Sea más específico.

159

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Ya has dicho que el consejo de Archivos ha aceptado tu existencia, que ellos han aprobado el hecho de que seas la pareja de Galen, un príncipe Tritón. ¿Te das cuenta del significado de eso? Quizá yo veo las cosas con un lente más pequeño que Reder. —Veo porqué podría considerarse algo significativo, pero soy una excepción. Reder asiente. —Sí, lo eres. Piensa en todas las lecciones que la historia puede enseñarnos, Emma. Las excepciones siempre han sido las puertas para los cambios más grandes. Y tu abuelo sabe esto. —Creo que está sobrevalorando mi influencia en los reinos. —Bastante. Cuando hicieron la excepción por mí, la única mestiza, fue para poder vivir. No significaba que me otorgaban poder de votar, ni nada de eso—. Además, ¿para qué quiere usted, o para qué quiere Neptuno unir los reinos de cualquier manera? Los ojos de Reder se iluminan. —Imagina lo que Neptuno puede ofrecer a los reinos del océano. Podríamos ser sus ojos y oídos en tierra. —Galen ya hace eso, él es el embajador ante los humanos. —Galen es sólo una persona. No me malinterpretes, estoy seguro que Galen ha hecho un trabajo excepcional en ese aspecto. Parece ser muy leal a los reinos, pero piensa cuánto más efectivo podría ser un grupo completo de embajadores. Además muchos de nosotros tenemos el don de Poseidón. Podríamos asegurarnos de que todos los Syrena estén alimentados por muchos siglos venideros. Estoy a punto de decirle que yo nunca dejaría que los reinos pasaran hambre, que después de todo yo también tengo el don de Poseidón, pero sé que él volverá a utilizar la comparación del “piensa cuánto más”, y no puedo discutir ese punto. Tiene mucho sentido. —Pero ¿qué ganaría Neptuno? Reder lo considera, inclinando la cabeza. —¿Hace cuánto que tu padre murió, Emma?

160

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Esto es completamente inesperado, y casi tiro mi chocolate caliente. —Hace tres años. ¿Qué tiene que ver con todo esto? —¿Tu padre era rico? Me encojo de hombros. Era un médico, así que no éramos pobres, pero tampoco teníamos sirvientes. —No. —Digamos que lo era. Digamos que él era muy rico. Y digamos que te dejó toda su fortuna. ¿Cómo te sentirías? Aún no entiendo a dónde va con esto. —¿Agradecida? —Espero sea la respuesta que quiere. —Por supuesto que estarías agradecida, pero ¿qué pasaría si tu abogado encuentra una cláusula en el testamento de tu padre, un tecnicismo, que por ley, te impide disfrutar de tu herencia? ¿Qué pasaría si otras personas mencionadas en el testamento pueden disfrutar de la herencia, pero tú no? Todo por esa pequeña estipulación en el testamento, que te impide disfrutar de todo lo que debe ser tuyo. ¿Entonces cómo te sentirías? Ahhh. Reder ve el océano como el legado Syrena. Excepto que hay esa pequeña cláusula, como Reder dice, esa pequeña ley que separa a los mestizos de su derecho de nacimiento. Y a sus ojos, yo me he saltado esa cláusula. —Aún no entiendo cómo puedo ayudar. —Después de todo, esa pequeña ley tiene siglos de antigüedad, y está profundamente arraigada en la mente de los reinos. —No te estoy pidiendo que cargues el mundo en tus hombros, Emma. Sólo te estoy pidiendo que trates de abrir la comunicación entre Neptuno y el reino submarino. Iniciando con tu abuelo. En el fondo, sé cuál es mi respuesta, porque en el fondo yo quiero lo mismo.

161

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

24 Traducido por Akonatec

—DÉJAME IR, Galen —son las palabras por las que se despierta. Al principio, resuenan a su alrededor en la voz de Rachel. Entonces gradualmente se manifiestan en la de Emma. ¿Por qué Emma me diría que la deje ir? Su mente se inunda con imágenes de sus últimas palabras juntos, su discusión. ¿Seguramente no se está dando por vencida con nosotros? Se necesitan varios minutos para que su cerebro registre que todo era sólo un sueño, luego varios más para que sus ojos se abran, para centrarse en la realidad. Cuando lo hacen, está sorprendido de encontrar a Tyrden sentado frente a él. Su expresión es sombría. En la mano gira el cuchillo repetidamente. ¿Y ahora qué? —Es hora de hacer la llamada. Puedes agradecérselo a Reder. —Saca el teléfono de Galen y comienza a pasar sobre los números. Piensa. Su conciencia lucha por orientarse, por comprender qué podría haber pasado

mientras

estaba

inconsciente.

¿Por

qué

puedo

agradecerle

a

Reder?

Inevitablemente, se pregunta si Emma está bien, pero su cerebro se detiene ante la posibilidad de que no lo esté. Mueve las muñecas y comprueba las cuerdas en sus tobillos. De alguna forma se sienten aún más apretadas que antes. Entonces recuerda que Tyrden notó sus esfuerzos por soltar los nudos. ¿Eso fue antes o después de que me drogara? Galen no lo recuerda. Todo lo que sabe es que tiene que escapar, es de vida o muerte. Si Tyrden llama a Grom, Galen tiene que advertirle del peligro. No puede dejar que su hermano se adentre en la trampa que es Neptuno. Se retuerce en su asiento, sin importarle si

162

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Tyrden lo nota o no. Las cuerdas lo sostienen en el lugar, sin ofrecerle ningún consuelo para lo que viene. No son las circunstancias ideales para huir, de ninguna manera. Las cuerdas son inflexibles, no importa lo mucho que luche contra ellas. Tyrden está armado y hostil, se enfurece más a cada segundo que Galen trata de liberarse. Pero está es su última oportunidad. Su única oportunidad. Lo siente en cada célula de su cuerpo. Hay una nítida mirada de irracionalidad en los ojos de Tyrden, de inestabilidad. Esto va a doler. Tyrden sostiene el teléfono. El nombre y número de Grom se encienden delante de él. Un toque a la pantalla es todo lo que se interpone entre Galen y Grom. —Escúchame cuidadosamente, Galen —La voz de Tyrden es tranquila, controlada—. Antes de que llamemos al Hermano Mayor, quiero ensayar lo que vas a decir. Galen se lame los labios, luego hace la pantomima de mirar el cuchillo en la mano de Tyrden. Necesita el elemento sorpresa. Tyrden necesita creer que tengo miedo, que estoy cooperando. Y tengo que acercarme más a él. Una breve mirada de alivio pasa por la cara de Tyrden. —Bien. —Sujeta el teléfono contra su pecho, y lo golpea con el dedo índice en la parte posterior. Pone la mirada perdida durante unos segundos—. Vas a advertirle a tu hermano de un ataque. Galen parpadea. —¿Qué? Tyrden asiente apresuradamente. —Sí, sí. Eso es lo que dirás, que tú y Emma son rehenes en Neptuno. —¿Emma? ¿Dónde está Emma? —Las entrañas se revuelven en su vientre. Durante todo este tiempo había asumido que estaba a salvo, con el aluvión de

163

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

imágenes de ella y Reed que Tyrden insistía en mostrarle. Pero algo ha cambiado definitivamente. Algo que Reder ha hecho. —¡Cállate, muchacho! —Tyrden salta de la silla, enviándola hacia la pared detrás de él—. Estoy hablando. —Se rasca la nuca—. Le dirás a Grom que son rehenes, que Reder los retiene. Sí, dile que cuando venga, necesitará traer muchos refuerzos. Que la mejor estrategia es un ataque ofensivo a Neptuno. Para sacar a Reder en primer lugar. ¿Qué? Galen está en conflicto ahora. Eso es exactamente lo que le iba a decir a su hermano, si tuviera tiempo de encajarlo todo… y con la excepción de eliminar a Reder antes de escuchar su versión de la historia. ¿Ahora Tyrden quiere que le advierta a Grom del peligro? Algo está mal. Galen piensa rápidamente para procesar la información. En su agotadora experiencia con Tyrden, ha aprendido que el Syrena mayor no tiene ni un hueso caritativo en su cuerpo. Es más, todo el tiempo ha mostrado una sed de venganza contra Reder. ¿Realmente es Reder quien me retiene aquí? ¿O es Tyrden? Lo que sea que supuestamente ha hecho Reder, ha frustrado los planes de Tyrden… los cuales Galen todavía no ha descubierto por completo. —¿Por qué quieres ayudar a Grom? —espeta Galen. Tyrden deja de pasearse y lo mira severamente. —Somos amigos ahora, ¿lo recuerdas, Alteza? Estamos del mismo lado, tú y yo. Galen asiente lentamente. Tyrden realmente ha perdido el juicio… o lo que quedaba de él. De alguna manera tiene que ganarse la confianza de Tyrden. De alguna manera tiene que cerrar la distancia física entre él y su secuestrador. No todavía, se dice. Se paciente. —No puedo evitar notar que todavía estoy atado. Eso no es muy amigable, si me preguntas. Tyrden sacude la cabeza lentamente. —Te crees muy listo —gruñe. —¿Soy listo por querer que me desates?

164

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Tyrden lo considera. El hecho de que lo considere, alerta a Galen de la posibilidad de que Tyrden no esté prestando tanta atención como debería. —Te desataré tan pronto llames a tu hermano. —¿Y si no viene? —Galen intenta sonar preocupado. Es lo que Rachel solía llamar “ganar tiempo”. —Es tu trabajo convencerlo. Galen sacude la cabeza. —¿Y si Emma y yo no somos lo suficientemente importantes como para que se arriesgue a venir a tierra? ¿Y si quiere paz? —Casi rueda los ojos ante ese improbable escenario. Grom vendrá y traerá a todo el ejército con él, como Tyrden quiere. El rostro de Tyrden se oscurece. Hay círculos oscuros bajo sus ojos, que Galen no había notado antes. Su boca desciende en una mueca, las líneas cortan profundamente sus rasgos. Parece que algo ha estado molestando a su secuestrador. —Si tú y la chica no son lo suficientemente importantes para Grom, entonces no eres lo suficientemente importante para mí. Espero que nos entendamos. Él dijo “para mí” no “para Reder”. De mala gana, Galen asiente. —Necesito que desates una de mis manos. Parecerá más natural para Grom si sostengo el teléfono. — Mira significativamente las propias manos de Tyrden, que tiemblan sin control—. ¿Necesitas ayuda para marcar? —ofrece Galen. —¿Por qué quieres ayudarme ahora, príncipe Tritón? ¿A qué estás jugando? Galen mantiene la expresión solemne. —Emma es mi vida, Tyrden. No puedo dejar que la lastimes. Si llamar a Grom es la única forma de evitarlo, que así sea. —La sinceridad en la voz de Galen es agridulce y genuina. Emma es su vida, pero no llamará a Grom. Satisfecho, Tyrden avanza hacia él y con un fuerte tirón a la cuerda, la mano izquierda de Galen queda libre. Tyrden ofrece el teléfono con la mano extendida.

165

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Ahora es el momento. Galen lucha con la duda, pelea contra el instinto de conservación que grita que no lo haga. Todo está en juego, se dice. Esto podría romperte la cola, grita de nuevo su subconsciente. Pero lo hace de todas formas. Su transformación en Syrena hace caer a Tyrden.

166

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

25 Traducido por Rosa F

OBSERVO mientras Reed empala las yemas de huevo de su plato, y luego los mezcla con las gachas de maíz con el tenedor. Al mismo tiempo, mantiene levantada su taza de café, listo para beber en todo momento. Un verdadero artista del desayuno. —No tenemos tiempo para comer. —Remuevo los huevos revueltos por todo el plato. El comisario y su cuadrilla no descubrieron nada con su búsqueda de anoche. Eso significa que hoy—y todos los días hasta que lo encuentre—me dedicaré a la búsqueda de Galen. No más tiempo de juegos en Neptuno. Sobre todo ahora que Reder piensa que soy La Elegida o lo que sea, pero no se lo menciono a Reed. No es que no quiera ayudar, que no quiera que Neptuno y los reinos submarinos lleguen a términos pacíficos y coexistan. Es que no tengo influencia alguna sobre los territorios. La confianza que sentía en mí misma y en la causa de Reder, sin duda ha desaparecido desde la noche anterior, cuando hablamos de todo con una reconfortante taza de chocolate caliente. Quiero decir, en cuanto se refiere a utilidad, soy tan eficaz como cortar una costilla con un cuchillo de plástico. ¿En qué momento prometí ayudar con este lío? Ni siquiera sé por dónde empezar. Tal vez sólo necesito más tiempo para pensar en ello. Contemplar lo que posiblemente voy a decirle a mi madre cuando la llame y le diga lo que realmente he estado haciendo. Y que he extraviado a Galen en el proceso. Galen. Galen sabrá qué hacer al respecto. Puede que siga enfadado conmigo, pero esto implica a los reinos. Dejará su rencor a un lado y arreglará esto con Grom. Deshacer el daño que he hecho bajo presión. Oh, el daño. Con todos los ojos puestos en mí, al no

167

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

decir nada en el Cónclave acordé ayudar a Neptuno a negociar condiciones pacíficas con los reinos submarinos. Por otra parte, en privado, con Reder, verbalmente acepté ayudar. Lo puse en palabras reales. Lo prometí. Pero Reder me puso en un aprieto. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Reírme en su cara frente a la totalidad del Cónclave? Eh, no. Además, él es tan irritantemente razonable. —Somos sabios al desayunar —dice Reed, paladeando su brebaje en la boca, casi ajeno a mi dilema interno—. Número uno, vamos a necesitar energía si queremos hacer senderismo por el bosque durante todo el día. Y dos, todavía está demasiado oscuro. Falta otra media hora antes de que el bosque tenga suficiente luz para ver. Todos son buenos puntos. Aún así, me estoy volviendo loca aquí. Necesito a Galen de vuelta, ahora más que nunca. Estoy a punto de decirle a Reed que se dé prisa, cuando el señor Kennedy se gira en el compartimento detrás de Reed. —No pude evitar oír que se dirigen al bosque hoy, Reed —dice, limpiándose la comisura de la boca con una servilleta. Reed medio se gira en su asiento. Unos pocos grados menos y el ángulo habría sido grosero. —Eso es correcto, señor Kennedy. —Lo que Reed no dice es, ¿Y eso qué? pero lo tiene escrito en toda la cara. Jugueteo con mi tenedor. Veo que la paciencia de Reed tiene fecha de caducidad. Supongo que podría estar irritado con el hecho de que realmente podríamos encontrar Galen hoy y que estos podrían ser los últimos momentos que me tiene para él solo. —Bueno —dice el Sr. Kennedy, obviamente, intimidado por la actitud ligeramente distinta de Reed—, me siento obligado a compartir con ustedes que vi al oso más enorme; un oso negro, creo, pero como sabes, los animales no son mi especialidad. Me estaba lavando en la orilla norte del río, y él estaba pateando las rocas en la orilla sur, justo antes de la presa del castor. ¡Y gracias a las estrellas por eso! Puede que no lo parezca, pero en mis tiempos, estuve en el equipo universitario de atletismo. Podría haber tenido una oportunidad de ganar entonces, pero ahora... —Se

168

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

estremece. Cuando Reed no parece impresionado, el señor Kennedy continúa. Me inclino hacia adelante, tratando de actuar intensamente interesada para compensar la falta de entusiasmo de Reed—. Por supuesto, tú naciste y te criaste aquí. Supongo que sabes si los osos negros son un peligro, pero pensé que sería mejor compartirlo en lugar de dejar que los dos vayan a ciegas. Reed sonríe. —¿Dejarnos ir a ciegas, sin saber que hay osos negros en los bosques de Tennessee? —Golpeo a Reed debajo de la mesa. Él me ignora. El señor Kennedy frunce los labios. —Cierto, bueno, por supuesto que hay osos negros. Es sólo que... Bueno, éste parecía bastante grande. —El científico, avergonzado, gira bruscamente en su asiento y reanuda lo que sea que había descuidado a nuestro favor. Medio segundo después, está de pie, con su cuenta en la mano. Espero a ver que el cajero le cobre, antes de descargar mi ira sobre Reed. —Sólo estaba tratando de ayudar —le siseo a Reed, quien engulle un bizcocho con salsa blanca—. Y si el oso es tan grande, no haría daño evitar cualquier zona donde lo haya visto. Se encoge de hombros. —Hay osos en toda la zona —dice en voz baja—. Y tengo la impresión de que el señor Kennedy no sabe lo que constituye 'grande'. Pero si te hace sentir mejor, nos quedaremos lejos del lado sur. Simplemente va a reducir nuestra área de búsqueda. Lo cual tampoco es lo que quiero. —Sólo digo que la búsqueda será lo suficientemente complicada sin toparnos con... —Emma, cálmate. Está bien. No vamos a ir hacia el sur. —Traga lo último de su café—. ¿Estás tan nerviosa por lo que papá y tú hablaron anoche? —¿Tú qué crees? Reed sonríe. —Mira, él no te pidió que detuvieras la salida del sol, sólo tenía la esperanza de que, ya que te aceptaron entre los habitantes del océano, tal vez podrías

169

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

abrir la puerta para que todos nosotros fuéramos aceptados. Algún día. No como mañana o el próximo martes ni nada por el estilo. Mi boca se abre de golpe. —Sabías lo que él iba a hacer anoche, hacer que ayudara a todos. ¿Cuánto tiempo hace que lo sabes? Reed hace una mueca con la apropiada culpa. —Desde la noche en que tú y Galen cenaron con nosotros. Mis padres se emocionaron mucho después de que se fueron. —Eso podría ser porque estaban felices de sacar a Galen de su casa. —Eso, también —admite Reed—. Es un terrible mentiroso, por cierto. Ellos supieron de inmediato que era de la realeza Tritón. Y si alguien de la realeza Tritón se pasea con una mestiza por tierra, algo tenía que haber cambiado. Emma, tú los cambiaste de alguna manera. Niego con la cabeza. —Me estás dando demasiado crédito. Los Archivos... Ellos me necesitan, es todo. Se trató del momento y las circunstancias, supongo. —En realidad necesitaban los dones de Galen y Rayna para ayudar a rescatar algunos Syrena capturados por los humanos, y mi aceptación entre ellos llegó como parte de un trato al que no pudieron rehusarse. Oh, los Archivos no me necesitan para nada. Pero no voy a decírselo a Reed. En primer lugar, me siento un poco desconcertada de que me ocultara esta cosa de Emma-es-nuestra-salvadora. Sus ojos parecen grandes globos llenos de esperanza en estos momentos. ¿Y no sé yo lo que se siente al aferrarse a algo tan voluble como la esperanza? Reed arruga la servilleta en su puño, y luego la deja en el plato vacío frente a él. —Entonces explica por qué tu abuelo te envió aquí. ¿Por qué esta pregunta sigue sorprendiéndome? Realmente debería encontrar una respuesta estándar. —Para que yo encontrara un lugar donde encajar —barboto— , para que supiera que no estoy sola.

170

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed hace la pantomima de mirar alrededor. —Tal vez te envió aquí para encontrarme. ¿Es eso lo que estás diciendo? —Sí, no. No exactamente. —Agito el jugo de naranja en el vaso hasta que se hace un remolino en miniatura—. No a ti como persona. Pero creo que él quería darme otra opción. —¿Opción? ¿Quieres decir, en lugar de Galen? Bueno, esto suena realmente mal. Lo que es peor, Galen puede que haya pensado lo mismo cuando llegamos a Neptuno. Esa podría ser una razón por la que estuvo inmediatamente en guardia. —Me refiero a otra opción de forma de vida. En lugar de ser una marginada en el mundo Syrena y un bicho raro en el mundo humano. Reed no está convencido. —No lo creo. Oh, no me malinterpretes. Estoy seguro de que sin duda eso formaba parte de enviarte aquí; pero Antonis conoció a mi papá hace todos esos años, cuando vino buscando a tu madre. Papá te dijo eso, ¿verdad? Eran amigos. De hecho, han mantenido el contacto, cada par de años más o menos. Si tuviera que adivinar, diría que esto es una pequeña parte de un plan más grande para unir a todos los de nuestra especie, no sólo los que pueden formar una cola. ¿Por cierto, has contactado con tu madre desde hace unos días? Me encojo de hombros. Había llamado, pero ella no respondió, lo que probablemente significa que todavía está en territorio Tritón. Con suerte, va a llamar en breve. Pero pensándolo bien, espero que no. Porque Reder esperará que hable con ella acerca de todo esto, lo dejó claro. Y todavía no sé cómo enfrentarme a ella. Además, voy a matar al Abuelo. —Deberías invitarla a venir. Y a tu abuelo. Sé que a papá le encantaría volver a verlo. Ahora yo soy la que está rebosante de esperanza. —Es sólo que la pareja de mamá, Grom, nunca estaría de acuerdo en venir. —Incluso Galen había dicho lo mismo antes de irse.

171

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Quién dice que él está invitado? No es más que el rey Tritón, ¿verdad? — sonríe Reed. Entonces su cara se pone toda seria—. Un paso a la vez, ¿de acuerdo? No te adelantes. Un paso a la vez. ¿Por qué no? Ese era nuestro plan para que me adentrara en la sociedad Syrena después de convertirme en pareja de Galen. Si llego a ser la pareja de Galen... —Deberíamos irnos ahora. El sol ya ha salido. —Sólo piénsalo, Emma. No es como si tuvieras que convocar un Tribunal en diez minutos. Sólo comienza a pensar maneras en que podemos conectar con los habitantes del océano. Cómo podemos demostrar que no somos demonios o algo así. Levanto la nariz. —¿Por qué tendrían que demostrarles algo? ¿Qué pasa con lo que tienen aquí? Lo están haciendo muy bien sin ellos. —Sueno más enfadada de lo que me propuse, por lo que me arrepiento de inmediato, pero es la verdad. Para mí, Neptuno tiene lo mejor de ambos mundos. ¿Por qué arreglar algo que no está roto? Para mí, menospreciar el potencial de Neptuno suena más como aporrear algo prístino e invaluable. Por otra parte, sé lo que es querer algo que no puedes tener. Y tengo que mirarlo desde la perspectiva de Neptuno: los océanos son algo que ven como su legítima herencia. No se trata de lo que los océanos tienen y Neptuno no. Se trata de lo que Neptuno considera que es suyo por derecho. La camarera deja la cuenta delante de Reed. Voy a agarrarla, pero su mano está sobre la mía en turbo-punto-tres segundos. —Nunca he estado en el océano, Emma — dice sin retirar su mano de la mía—. Quiero saber cómo se siente el agua salada. Quiero ver todos los colores de los peces fuera de un acuario. Quiero ser el mejor amigo de una ballena llamada Goliat. Donde quiera que vayas, quiero ser capaz de ir también. —Reed… —Mira, no estoy diciendo que sea por ti. Siempre he querido ver el mar, ver lo que tiene que ofrecer. Pero ahora que sé lo que tiene que ofrecer... —Me aprieta la

172

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

mano—. Lo quiero tantísimo que casi puedo probarlo. Y ver lo que me estoy perdiendo. —Sus ojos se funden en los míos, y no puedo apartar la vista. —Pero yo no soy del océano —digo en voz baja. Demasiado baja. —Pero lo serás, si emparejas con Galen. Él encontrará una manera de llevarte lejos. Las palabras resuenan en mi interior. No puedo dejar que Reed sepa que Galen ya sugirió eso mismo. Él lo usaría contra mí, a su favor, a favor de Neptuno. ¿Y sería tan malo? ¿No debería tener opciones? Obviamente el Abuelo lo pensaba. ¿Qué pasa si me estoy menospreciando al tomar una decisión tan pronto? Entonces pienso en Galen, la forma en que sus labios se sienten contra los míos, la forma en que su sonrisa convierte mi estómago en un tumulto más sustancial que el aleteo inocente de simples mariposas. La forma en que su cuerpo se ajusta a mi alrededor como una pieza faltante y la forma en que su risa me atraviesa como una bebida embriagante. No me estoy menospreciando al estar con Galen. Pero cuando le dije que sí a Galen, le dije que no a todas las demás opciones. Incluso antes de conocer esas opciones. Sería un tonta si no admitiera que ahora mismo estoy sentada frente a otra opción. No es sólo un chico atractivo que resulta estar consumiendo el espacio entre nosotros con esos grandes ojos violeta, con esa intensa mirada. Esta opción viene con aceptación, otros de mi especie y una vida en la tierra y en el agua. Por lo que yo puedo decir, esta opción viene sin equipaje. Como, por ejemplo, sin el uso de una letra escarlata invisible cada vez que visito los reinos submarinos con Galen. Pero estaría perdiendo Galen.

173

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed suspira. Obviamente, no estoy tomando las grandes decisiones de la vida lo suficientemente rápido para él. Saca un billete de veinte y lo deja sobre la mesa para la cuenta. —Vamos, hermosa. Tenemos mucho terreno por cubrir. Y así nos vamos.

174

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

26 Traducido por gi_gi

LA FUERZA de la formación de su cola envía a Galen volando hacia atrás. Debajo de él, oye el roce del metal contra el suelo, el choque tuerce su muñeca hasta que grita. Un fuerte chasquido coincide con el dolor en sus dedos. Tyrden todavía está tendido en el suelo. Cuando ve a Galen, emite un alarido de indignación. Sus ojos muestran una cierta incredulidad mientras examina la vista ante él. Galen no tiene tiempo para cohibirse por su gran cola. Con un ojo, observa a Tyrden arrastrarse sobre su estómago, tratando de alcanzar el cuchillo. Con el otro, intenta frenéticamente desatar su mano derecha. Al igual que antes, el nudo no cede; no tiene idea cómo Tyrden desató su mano izquierda tan rápidamente. Lucha para doblar el resto de la silla, ignora el dolor de su cola donde las cuerdas de sus pies la comprimieron cuando tomó forma. Puede que tenga que salir cojeando de aquí, en el mejor de los casos. Con ese pensamiento en mente, golpea la estructura metálica de la silla, deseando que se rompa. Con un poco de suerte, podría incluso ser capaz de trozar un pedazo de silla lo suficientemente afilado para cortar la cuerda. Tyrden se levanta del suelo con un gruñido. Se acerca cautelosamente, con el cuchillo listo. Galen espera hasta que está a su alcance y a continuación, golpea la cola contra el suelo. Esta vez el Syrena se lo espera y salta, luego aterriza firmemente en sus pies. Más que enfurecido, se lanza en una carrera rabiosa. Galen abandona sus esfuerzos con la silla y se da la vuelta, de nuevo corta el aire con la cola, levantándola casi hasta el techo. Tyrden no puede saltar esto. El poderoso golpe envía a Tyrden contra la pared con un fuerte crujido. Cae al suelo con un golpe seco, el cuchillo a poco más de un metro de distancia. Aprovechando la

175

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

desorientación de Tyrden, Galen se arroja hacia el cuchillo con los codos, arrastrando la silla de metal retorcido con él. Agarra el cuchillo, agarra el cuchillo, agarra el cuchillo. Tyrden no se recupera tan rápido esta vez, pero la visión de Galen tratando de alcanzar el cuchillo parece regresarle los sentidos. Se sacude como si se quitara el polvo. Ya casi. Agarra el cuchillo justo cuando Tyrden lo patea al otro lado de la habitación. Galen se ve obligado a rodar lejos cuando Tyrden patea el suelo, apenas fallando la cabeza de Galen. Sujeta la silla metálica y la usa como escudo cuando Tyrden lanza otra patada. El choque retumba en las paredes; Tyrden se sacude hacia atrás, lo que da a Galen un ligero respiro de otro ataque. Vuelve a dirigir su atención hacia el cuchillo, se protege la espalda con la silla metálica y se arrastra por la habitación como antes. Galen se debate si debe o no cambiar de nuevo a forma humana, pero con la herida de la cuerda en su cola no está seguro de lo que sus piernas humanas serán capaces de hacer. El daño en su cola no significa necesariamente daño a las piernas—o, al menos, no a las dos. Aún así, en este momento necesita la potencia y el rango de movimiento que el don de Tritón le proporciona. Justo en el momento en que Galen alcanza el cuchillo de nuevo, Tyrden patea la silla a su espalda, lanzando su brazo derecho a una posición incómoda. Aun así, la mano izquierda de Galen se cierra sobre la empuñadura del cuchillo, y levanta la hoja delante de él justo cuando el enloquecido Syrena está listo para saltar. Tyrden se detiene inmediatamente. Galen utiliza su vacilación para jalar la silla de vuelta y trabaja rápido con el cuchillo en la cuerda. Mientras Tyrden se distrae por el cuchillo en su mano, Galen barre el suelo con la cola. Ésta conecta dolorosamente con las duras botas de Tyrden, y tira de espaldas al Syrena mayor. Su cabeza se azota contra el suelo con un golpe nauseabundo.

176

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen deja escapar un gruñido de agonía. Su cola está definitivamente torcida o doblada o ambas. Durante varios momentos, espera a que su secuestrador se levante. Con una sensación de temor, observa el constante sube y baja del pecho de Tyrden por más tiempo del que debería. No puede evitar ser prudente. Podría ser otro juego para afectar su mente. Galen toma la decisión repentina de cambiar a forma humana. Mantiene un ojo sobre Tyrden y prueba su equilibrio en cada pierna. Su tobillo izquierdo late con un dolor profundo, pero aún puede sostener su peso. Todo lo demás está en orden. Recoge lo que queda de sus vaqueros, toma la pieza más grande y la envuelve alrededor de su cintura, tratando de al menos cubrirse. Camina silenciosamente hacia donde yace Tyrden. Galen se agacha lentamente, alerta ante cualquier movimiento brusco. Coloca la punta del cuchillo en el pecho de Tyrden, donde su corazón late más fuerte. El Syrena no hace nada. Galen retrocede y golpea al inconsciente Syrena en la cara. Tyrden no despierta.

177

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

27 Traducido por gi_gi

NOS ADENTRAMOS por el bosque en una especie de trayecto irreverente. Es como si Reed se propusiera perturbar cada planta y animal a nuestro paso. Lo que supongo es bueno si estamos buscando a alguien que necesite nuestra ayuda. Y malo si estamos tratando de eludir a los osos. —No queremos sorprender a nadie —dice, como si me hubiera leído la mente—. Ni a un oso, ni a alguien que no quiera que lo encuentren. —Yo no lo pensaba de esa forma. Por ahora estoy sin aliento y un poco irritada por nuestra velocidad, lo que sé es irrazonable, porque nos ayuda a cubrir el mayor terreno posible. —Él quiere que lo encontremos —barboto. Sin previo aviso, Reed se detiene y voltea a verme. —No lo creo. No si está en este bosque, Emma. Si está aquí, si ha estado tan cerca todo el tiempo, entonces no quiere que lo encuentren. —Se acerca a mí un paso más—. Y si él no quiere que lo encuentren, entonces, ¿qué? —Me jala hacia él—. Pero yo estoy aquí, Emma. Aquí estoy yo, y no me estoy escondiendo de ti, no estoy huyendo, no estoy haciendo berrinches. Es entonces cuando me doy cuenta que Reed no está pisoteando porque sí, ni siquiera porque no desee sorprender a un chita dormido o lo que sea. Está pisoteando a través del bosque como un machete humano porque está enojado. No exactamente enojado, no con el tormento en sus ojos. Está frustrado. Y se está desquitando con la naturaleza.

178

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero ahora parece que está a punto de dirigir todo eso a la fuente. Yo. —Yo nunca te habría dejado, Emma. Él es un tonto por haberlo hecho, y egoísta. Piensa que es demasiado bueno para el pequeño y viejo Neptuno. Y eso significa que piensa que es demasiado bueno para ti. —Eso no es lo que él... —¿Y cómo se supone que vamos a saber lo que realmente piensa? Porque no está aquí, Emma. Yo sí. He estado todo el tiempo. —Baja la cabeza. Sus labios están increíblemente cerca de los míos. Reed huele bien. La mezcla de su olor habitual se mezcla con el olor del bosque terroso y la dulzura de unas madreselvas que debe haber tocado. —Me equivoqué, Emma. Besarme no va hacer que te des cuenta. No es que decidas en el momento. No es elegir, al menos no tiene que serlo. Dame permiso, Emma. Dame una oportunidad. Mis manos aprietan sus brazos y trago. Una vez. Dos veces. No puedo parpadear, sólo puedo mirarlo fijamente. —Dame permiso —susurra—. De todas formas ya es demasiado tarde para mí. ¿Acabo de asentir? Seguro que no, no lo suficiente para un sí definitivo. Pero debo haberlo hecho, porque él se inclina y roza sus labios contra los míos. Son labios suaves, más suaves de lo que me imaginaba. Y pienso en el universo. Pienso que esto podría ser el comienzo de algo, que esto podría ser el final de algo. Pienso en quién soy, dónde he estado, y cómo llegué aquí. Recuerdo a Chloe, a mi padre, correr hacia Galen en la playa, lanzar a Rayna a través del vidrio a prueba de huracanes, hacer saltar a Toraf de un helicóptero, conducir un muro de peces a un Tribunal submarino. Recuerdo hormigueos y besos y rubores y bromas privadas y guiños y miradas cómplices. Y nada de eso, ni una pizca de eso, tiene algo que ver con este beso. Así que lo detengo.

179

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed parece saberlo. Que no estoy sólo deteniendo este beso, estoy deteniendo cualquier posibilidad de que pudiéramos estar juntos. Que he hecho mi elección, que no es sobre agua o tierra, Neptuno o Nueva Jersey o el Océano Atlántico. Es sobre elegir entre Reed y Galen. Y he elegido a Galen. Asiente, retrocediendo lentamente. —Muy bien, entonces. —Aspira una bocanada de aire—. Está bien. —Lo siento —le digo. Se pasa una mano por el pelo y levanta la otra, para detenerme. —No, está bien. No hay necesidad de disculpas. Eso es lo que quería saber, ¿verdad? Ese fue el objetivo. Y ahora lo sé. Entonces nos rodea un perpetuo silencio, como si el cosmos se asentara a partir de nuestro beso decisivo. Después de un rato, el silencio pacífico se convierte en una tangible incomodidad. Estoy a punto de anunciarlo, pero un arbusto cruje detrás de Reed. El señor Kennedy sale. —Oh, Dios, ustedes dos me dieron un susto horrible. Reed casi logra no rodar los ojos. Casi. —Hola, señor Kennedy. El hombre mayor sonríe. Debe estar empezando el día, porque su bata de laboratorio sigue impecable y planchada y sin manchas. La mancha blanca de protector solar en su nariz no se ha absorbido todavía. —Reed, Emma. Encantado de verlos de nuevo esta mañana. —Pero por su tono, no está encantado de vernos. De hecho, nunca antes he oído al señor Kennedy sonar... irónico. Y jamás lo he visto burlarse—. Me alegra que no hayan decidido pasear por el lado sur del río, hay una osa negra con sus dos cachorros en esa dirección. —Apunta, deja el pulgar suspendido en el aire. Algo está mal—. Por supuesto, con Davy Crocket aquí, muy bien podrían haber ido contra mi consejo de quedarse al norte del río. Pero, Emma, hablaste con él para que me hiciera caso, ¿no? Eres una buena chica, ¿verdad, Emma?

180

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Y entonces el señor Kennedy nos apunta con un arma.

181

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

28 Traducido por Phoebe

LAS COSAS podrían ir peor. El sol está saliendo, lo que le permite a Galen tener un sentido general de orientación mientras atraviesa el bosque. No tiene ni idea de dónde está—o de si se encuentra en el camino correcto—, pero lo más lógico sería encontrar una fuente de agua. En agua, podría ser capaz de percibir otros pulsos a su alrededor y rastrearlos de vuelta hacia Neptuno. De vuelta hacia Neptuno, donde espera encontrar a Emma. Reduce el paso el tiempo suficiente para buscar el nombre de Grom en su celular. Es difícil concentrarse en varias tareas a la vez cuando se tienen ambas manos ocupadas: en una sostiene el largo cuchillo de Tyrden y en la otra, su celular. Marca con el pulgar y sólo la mitad de su concentración, mientras vuelve a acelerar, intentando distanciarse lo más posible de Tyrden. No sabría decir cuánto tiempo más seguirá inconsciente. Galen se encargó de usar los restos de cuerda para atar las manos y los pies de Tyrden, pero no es ningún experto en hacer nudos efectivos y su oponente es innegablemente fuerte, además de demasiado pesado como para transportarlo a través del bosque. De no ser así, no lo hubiera dejado atrás. El teléfono suena y suena, pero Grom no responde. Galen cuelga e intenta otra llamada. Y una más. Finalmente, deja un mensaje en el contestador: —Grom, llámame. No vayas a Neptuno. Sólo… ¡sólo regrésame la llamada! Luego de unos pocos minutos más, se detiene y descansa contra un árbol, tratando de depositar el máximo peso sobre el tobillo derecho. Mueve el izquierdo en

182

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

un movimiento circular, en un intento por alejar el dolor. Por el tridente de Tritón, tiene suerte de que no haya roturas y de haber salido de la pelea sin heridas más alarmantes. Gimiendo, dirige el dedo pulgar del pie hacia el suelo para estirar el dolorido músculo de su pantorrilla; otra excelente razón para encontrar una fuente de agua. Se había sentido bien al formar su cola, incluso con las cuerdas apretándola. Ahora se para sobre el otro pie y repite los estiramientos. Ahí es cuando escucha gritos detrás de él. Gritos. Y perros. Rachel le había contado una vez que los humanos usaban perros para rastrear a otros humanos cuando estaban perdidos—o cuando eran buscados. Todo lo que estos perros necesitan para encontrarlo es un objeto de su todoterreno o de su habitación del hotel, y serán capaces de enfocarse en su olor como objetivo. Galen se aleja del árbol y empieza a trotar, haciendo una mueca a cada paso. ¿Tyrden ya ha enviado un grupo de búsqueda tras de mí? Pasa al vuelo junto a árboles y arbustos, raspándose la frente con las ramas más bajas; una de ellas incluso causa que la herida de su labio roto se reabra. A sus ojos hinchados les es difícil ajustarse a su ritmo, y luego de un tiempo, uno de ellos se cierra por completo. Perfecto. Aun así, apresura su avance lo más que puede. Cada vez más visible en el bosque, el sol lo ayuda y, al mismo tiempo, lo lastima. A la distancia, el destello de algo blanco lo detiene de golpe. Es el inconfundible pelo de un mestizo. Galen se acuclilla y las ramas, los palos y las hojas crujen bajo sus pies pesados y torpes. Decide que los peces definitivamente no fueron hechos para ser sigilosos sobre tierra. Pero puede haber más detrás de mí que delante. Si sólo pudiera escaparme de este… Recurre a arrastrarse por el piso del bosque, agachándose detrás de cualquier cosa que pueda servirle como escudo y maldiciéndose por hacer tanto ruido en el proceso. Cuando ha adelantado al mestizo unas pocas aletas de distancia, oye un nuevo sonido.

183

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

El bramido del agua en movimiento. Sale disparado a toda velocidad—o la mayor velocidad que puede—en dirección al ruido de su salvación. En su apuro, deja caer el cuchillo que le confiscó a Tyrden. No puedo volver a buscarlo. De todas formas, no voy a necesitarlo si logro alcanzar el agua. Detrás de él, el mestizo lo llama. —¿Galen? ¿Eres tú? ¡Para! Ni en un millón de años. No se detiene hasta que alcanza la rocosa orilla del río. Apresuradamente, remueve los restos que quedan de sus pantalones y se los ata más arriba en la cintura para usarlos más tarde. Sus músculos le gritan que se transforme, que cambie sus piernas por la cola, pero teme lo que puede llegar a encontrar cuando lo haga. En el cobertizo, se hallaba en modo pelea. Ahora, su cola puede que no llegue a aguantar tanto. Aun así, se oyen más voces a su espalda; aumentan cada vez más de volumen, llamándolo por su nombre. Se adentra en el agua. Si todavía no lo han descubierto, lo harán pronto. Justo cuando está por sumergirse, su teléfono suena en la orilla, donde tuvo que abandonarlo para poder escapar: el agua lo destruiría de todas formas. Pero no hay tiempo para volver atrás. Mientras Galen se sumerge, oye el disparo de una pistola en la distancia.

184

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

29 Traducido por Phoebe

REED NO está detrás de mí. Reed no está detrás de mí. Estoy muy aterrada como para gritar; acción que solo alertaría al señor Kennedy de mi ubicación. Por lo tanto, dejo de correr. No sé a dónde estoy yendo. No sé qué le pasó a Reed. Rezo y suplico y ruego para que no le disparen. Pero no soy lo suficientemente valiente como para regresar. De repente, unas voces me cosquillean en el oído. Voces y ladridos y gritos. ¿Cazadores, tal vez? Hay una posibilidad de que puedan estar con el señor Kennedy, pero hasta ahora no lo vi alertar a nadie más. Eso me hace suponer que está trabajando solo… sea lo que sea en lo que esté trabajando. ¿Y no podría ser otro grupo de búsqueda que esté tras Galen? —¡Ayuda! —grito, cambiando ligeramente la dirección—. ¡Ayúdenme! ¡Estoy por aquí! —Voces, gritos, ladridos. El rugido del agua. Si mi corazón late más rápido, mi pecho va a explotar. Llegados a este punto, eso sería misericordia—. ¡Ayúdenme! Mis rodillas casi ceden cuando reconozco al comisario de Neptuno, que está parado descalzo al borde del agua. —¡Comisario Grigsby! —Él se gira hacia mí, sorprendido. Apuesto a que se asombra aún más cuando me lanzo hacia sus brazos y me le aferro como si mi vida dependiera de ello—. Comisario Grigsby. El señor Kennedy. Reeeeed… —lloro contra su pecho.

185

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Emma, ¿qué estás haciendo aquí? ¿No sabes lo peligroso que es para ti estar sola en el bosque? —El comisario habría sonado realmente severo e indiferente si no fuera por el hecho de que está temblando debajo de la seguridad de su uniforme. Sacudo la cabeza —No… sola… el señor Kennedy… —Nunca en toda mi vida me faltó tanto el aliento como ahora; ni siquiera debajo del agua—. Se llevó… a Reed… Tieneunarma. El comisario Grigsby se pone tenso entre mis brazos. Comienzo a pensar que tengo ese efecto en todos los hombres. —¿Acabas de decir…? Estás diciendo… ¿Qué estás diciendo, Emma? Tómate un segundo para respirar. Eso es. Cálmate. Inhala… Exhala… Bien. La pequeña sección de Lamaze sí que ayuda. Mi corazón desacelera, justo por debajo del límite de las palpitaciones. —Estaba en el bosque con Reed, y el señor Kennedy nos encontró. Agarró a Reed y le apuntó con un arma. Yo corrí y el empezó a dispararme. —Oímos los disparos. —Grigsby asiente vigorosamente—. Dime dónde estaban, ¿dónde viste a Kennedy? —No sé si Reed… Reed puede estar… Y si lo está, es todo por mi culpa. Yo fui la que insistió en venir aquí, la que no habría aceptado un no por respuesta. El señor Kennedy tenía razón: caí en su jugada. Pero ¿qué jugada? ¿Cómo se supone que iba yo a saber que había jugadas en las que caer? Grigsby me sujeta la cintura y empieza a arrastrarme lejos del río. Se detiene brevemente para ponerse los zapatos, y luego allí estoy de nuevo: dando pisotones por el bosque. Al menos, esta vez estoy con alguien que va armado. —Vimos a Galen —dice abruptamente—. Se escapó de nosotros. Saltó hacia el río.

186

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Entierro los talones en la tierra. —¿Vio a Galen? ¿Estaba bien? ¿Dónde está ahora? —¿Qué? Justo cuando creo que estoy recuperando el aliento… —Ya te lo he dicho —Sacude la cabeza mientras me jala hacia delante—, saltó al río. Dejamos de percibirlo, él… es un nadador muy veloz, ¿verdad? Asiento. —Mucho. —Tan pronto como volvamos al pueblo, enviaré a algunos rastreadores al río. Si es que podemos disponer de alguno. Cierro los ojos por la frustración. Disponer de alguno. Por supuesto. Ahora que se llevaron a Reed, todos los recursos de Neptuno van a estar asignados a su búsqueda en vez de a la de Galen, quien, por lo visto, no desea ser molestado. Sé que es así como debe ser: Reed está en peligro y Galen… Bueno, Galen obviamente está lo suficientemente en forma como para correr y esconderse. La idea de que ambos estuviéramos tan cerca el uno del otro en el bosque me hace tambalear. ¿Me ha visto? ¿Está huyendo de mí? Prácticamente obligo a ese pensamiento a alejarse de mi cabeza. De todas formas, ¿por qué huiría Galen del grupo de búsqueda? ¿De qué me estoy perdiendo aquí?

187

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

30 Traducido por moisesrios

SIMPLEMENTE PERFECTO. Ha pasado un largo tiempo desde que Galen se ha encontrado atrapado en una red. Pero está atrapado. Lo cual no es poco vergonzoso. Por lo menos, razona, probablemente no es una red de Neptuno. Para empezar, es de manufactura humana, probablemente hecha por una máquina. Hay pequeños errores en los nudos y tejidos, los defectos causados por enredos y torceduras de grado industrial en el sedal, y no a causa de que la mano de obra de alguien saliese mal. Ha visto antes este tipo de red, y Galen no puede imaginar que cualquier ciudadano de Neptuno eligiese un sustituto de fábrica sobre el fino arte de tejer redes de calidad que sin duda han transmitido de generación en generación. Además, la buena gente de Neptuno no necesita redes de pesca. No cuando el don de Poseidón nada tan rampante a través de sus venas. No, es una red de pesca humana la que atrapó a Galen de forma justa y directa. Estaba prestando atención a todo lo que sucedía detrás de él—y a la forma de mover su cola delicada para no lastimarla más—en lugar de todo lo que tenía por delante. No está seguro de lo que ha activado la trampa, o en realidad, lo que los pescadores tenían la intención de atrapar. No ha visto nada en estas aguas que justifique una red tan grande, pero ahora tiene que esperar a que el pescador regrese y recupere su presa. Y Galen tiene la intención de que esa presa luzca muy parecida a un cadáver cuando el pescador desprevenido finalmente jale la red desde la ribera norte del río. Al menos esa es la dirección de la que proviene el sedal. Pero cuánto tiempo tendrá que esperar para asustar al pobre tipo es la verdadera cuestión. Si Galen está en lo cierto, y no pasó demasiado tiempo en las manos de Tyrden, entonces debería ser casi fin de

188

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

semana, aunque no está seguro de qué día es exactamente. Cualquier buen pescador comprueba su red el fin de semana, ¿verdad? Mientras tanto, por lo menos debe pasar el tiempo tratando de romper la red— pero no está seguro de con qué. Sus dientes ya probaron no ser rival para la cuerda de grado comercial y todavía está reprendiéndose por dejar caer el cuchillo de Tyrden en el bosque. Estirar cada cuadrado de la red sólo hace que se tense más—como debe. La idea es hacer que el espacio sea cada vez más pequeño—y claramente cumple su función. La buena noticia es que está muy lejos del alcance de cualquiera de los grupos de búsqueda de Tyrden. Incluso ahora, no percibe a ninguno. Por supuesto, se había asegurado de eso tan pronto tocó el agua. Aunque posiblemente lesionada y dolorida, su cola es aún más rápida que la de la mayoría de los otros Syrena. En este punto del río, el agua sabe más salada que la de corriente arriba, lo que con suerte significa que está mucho más cerca del océano. Quedar atrapado en una red es un revés—y humillante—, pero es exponencialmente mejor a que lo vuelvan a atrapar Tyrden o sus hombres. Galen se tranquiliza con la espera, permite que su cuerpo deje ir un poco de la tensión de las últimas horas. Tiene que concentrarse en volver a Neptuno. Hay una buena probabilidad de que la realeza ya esté en camino. Una orden ominosa como: "No vengas a Neptuno," es la manera perfecta de conseguir

que Grom haga

precisamente eso. Debería haber sabido que no podía dejar mensajes telefónicos entrecortados, de ese estilo, sin dar más explicaciones. Ahora deben estar muy confundidos. Como lo está Galen. Claramente Tyrden quiere un ataque contra Neptuno, pero ¿por qué? Y si Tyrden quiere un ataque, ¿qué quiere Reder? Galen duda que Reder tuviese algo que ver con su secuestro. Galen niega con la cabeza. Si Reder realmente quisiera rehenes, como Tyrden dijo, podría habernos retenido a mí y a Emma la noche que fuimos a cenar a su casa.

189

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Emma —dice en voz alta, cambiando de tema en su cabeza. El sonido de su nombre envía una sacudida refrescante a través de su cuerpo. Piensa en cómo se debe estar sintiendo ahora mismo: confundida, abandonada, enojada, probablemente lamenta venir en este viaje con él. Te compensaré, te lo juro. Mientras trata de no enfocarse en el nuevo y profundo dolor que le golpea el pecho, Galen se masajea la punta de la cola, donde las cuerdas le hicieron el mayor daño. Las esquinas están ligeramente dobladas y tomará algún tiempo que sanen completamente, que recuperen su forma original. Le recuerda a la forma en que la aleta de un delfín puede deformarse si se mantiene demasiado tiempo en cautiverio. El puente donde su aleta se convierte en cola está sensible; tiene cuidado de no torcerlo. De hecho, tendrá que tener cuidado durante mucho tiempo. Tiene la esperanza de que Nalia sepa cómo hacer que cure más rápido. Si no, hará un viaje para ver al doctor Milligan una vez hayan dejado todo esto atrás. Si podemos dejar todo esto atrás. De repente, hay un tirón en la red, y Galen se siente halado lentamente hacia la orilla. Teniendo en cuenta el tiempo que tarda, asume que sólo hay una persona en el otro extremo del sedal, que sería el mejor de los casos. La red toca fondo al atravesar varias corrientes fuertes, y Galen se siente tentado a ayudar nadando junto a la corriente, para mantener la red desatascada. Pero guarda su energía y su cola. Además, una transición fácil a la orilla no coincidiría con el comportamiento del cuerpo muerto que por el momento está fingiendo ser. Cambia de cola a piernas para hacer el arrastre más realista. Los minutos pasan y la red, de forma lenta pero segura, se mueve cada vez más cerca a la orilla. Galen está en el fondo, con el cuerpo completamente relajado cuando lo sacan a la superficie. Pasan varios segundos enloquecedores mientras Galen permite al infortunado pescador contemplar el cadáver que atrapó. Tiene que esperar hasta que su víctima inocente realmente afloje la red antes de que pueda hacer su movimiento—lo que significa que el pobre hombre estará lo suficientemente cerca como para tocarle.

190

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero la red no se afloja. Y luego hay un fuerte dolor en el muslo de Galen, tan agudo que se ve obligado a gritar. Sus ojos se abren y miran su pierna. Una larga barra de metal sobresale de ella, con una pluma roja en el extremo. Galen levanta la cabeza de tirón hacia el pescador de pie sobre él, que tiene una pistola de dardos. Y allí está el señor Kennedy. Su rostro no tiene expresión, pero luce calculador, adornado solamente por la insinuación de una sonrisa de satisfacción. La visión de Galen se arremolina de repente en un túnel, y luego desaparece por completo.

191

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

31 Traducido por moisesrios

POR SEGUNDA vez en mi vida, me encuentro en la parte trasera de una patrulla. — ¿A dónde me lleva? Grigsby apenas se molesta en mirarme por el retrovisor. Me gustaría poder sentarme al frente; me siento como una criminal toda encorvada en la parte posterior. —Vamos con Reder. Tienes que contarle lo que le pasó a Reed. ¿Qué tipo de pueblo retrogrado y campestre es esta? ¿No debería el comisario llevarme a la estación y obtener mi testimonio y llamar a los padres de Reed y todo eso? ¿O he visto demasiados reality shows? Pero, hay que recordar que aunque Grigsby es el comisario, Reder es el líder obvio. El auto se detiene en el camino de entrada de la casa de Reed. Grigsby abre la puerta para mí, sólo para agarrarme por el brazo de nuevo y escoltarme por los escalones del pórtico hasta la puerta principal. —Mm. Au —le digo. Me suelta inmediatamente. —Lo siento, costumbre. —¿Cuántas detenciones se requieren para hacer costumbre el agarrar el brazo de alguien? Neptuno no parecía la clase de pueblo que necesitaría un comisario experimentado. La madre de Reed contesta al timbre de la puerta. —¡Emma, me alegro de verte! Oh. Comisario Grigsby. ¿Hay... hay algún problema? ¿Dónde está Reed? Ahora, ¿qué ha hecho? —Puedo ver que ella está tratando de discernir si Reed es realmente el problema, o si soy yo. El rostro de Grigsby es sombrío. —¿Está Reder en casa? Tenemos que hablar con él.

192

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Ella agarra el paño de cocina que había escondido en su delantal y se limpia las manos ya secas mientras llama a Reder por encima del hombro. —Tienes visitas, cariño. —La tensión en su voz se nota incluso para alguien despistado como yo. Los pesados pasos de Reder se oyen en la escalera, y cuando alcanza el piso inferior, me echa una mirada y nos introduce en la sala contigua. Lo raro, es que el agarre de Grigsby realmente se hace más fuerte una vez que estamos sentados en el sofá. ¿Qué piensa que sucederá aquí, que le diré a Reder que su hijo ha sido secuestrado o algo peor y entonces voy a lanzarme a su yugular? Pero sé que deben ser los nervios. Después de todo, Reed desapareció en su turno, mientras que él estaba en el bosque, cerca. Es un poco humillante, siendo el comisario y todo. Grigsby se aclara la garganta cuando la mirada pesada de Reder recae en él. Por la expresión de Reder, él ya ha escuchado a través de la red de radio lo que ha sucedido. —Estábamos en el bosque buscando al chico —comienza el comisario. Por eso, asumo que se refiere a la búsqueda de Galen, igual que nosotros—. Los perros capturaron su olor, y estábamos pisándole los talones hasta que llegamos al río. No dejó de huir de nosotros. Reder se vuelve hacia mí, sorprendido. —¿Por qué Galen huiría de nuestros grupos de búsqueda? —No... No lo sé. —Podría haber estado huyendo de Kennedy —dice Grigsby—. Tal vez Kennedy lo secuestró a él primero. Oh Cielo Santo. No se me había ocurrido, pero ahora tiene perfecto sentido. Si Kennedy tiene la costumbre de secuestrar personas, y Galen desapareció casi tan pronto como llegamos al pueblo... —Continúa —dice Reder.

193

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Grigsby traga, asintiendo hacia mí. —Emma dice que estaba en el bosque con Reed, en busca del chico. Dice que Kennedy les apuntó con un arma y capturó a Reed. —Capturó a Reed y me disparó —barboto—. Estamos perdiendo el tiempo aquí. Tenemos que encontrarlos. Reder se pone en pie. El pánico se nota en su cara. Me pregunto por un segundo aislado si mi histeria es contagiosa. Es la primera vez en mi vida que he visto a Reder nervioso. —¿Estás bien, Emma? —pregunta. Asiento; y me abrazo a mí misma, como diciendo lo contrario. Él pone una mano en mi hombro. La alarma se ha ido de su expresión, reemplazada por una mirada que conozco bien. Es la cara que mamá hace cuando actúa como enfermera; la cara de una socorrista de emergencias. Calmada, serena, valiente. —¿Kennedy dijo algo antes de llevarse a Reed? Asiento, y luego le digo palabra por palabra lo que pasó. Nunca olvidaré esa conversación por el resto de mi vida. Cuando he terminado, Reder mira a Grigsby. — Acompaña a Emma al sótano del Ayuntamiento. Asígnale dos guardias. Parece que Kennedy estaba apuntando a Reed, pero también podría ir tras Emma. También podría tener a Galen. Obviamente no los está ocultando en alguna parte del pueblo, o los habrían visto. Grigsby asiente. —Se supone que va al bosque todos los días en busca de sus plantas. Ese sería el primer lugar que me gustaría revisar. —Reúne a todos los que puedas encontrar y vuelvan allá. Dispérsense, pero que nadie vaya solo. Asegúrate de que tengan un arma todos los que sepan cómo usar una. —Reder desplaza su mirada hacia mí. Ahora es completamente profesional—. Emma, ve con Grigsby. Estarás a salvo con él. Mientras tanto, creo que es hora de que llames a tu madre, ¿no crees?

194

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

32 Traducido por Andrevampire

GALEN VUELVE en sí, el pulso le golpetea en la sien. No puede abrir los ojos con la suficientemente suavidad. Primero uno, luego el otro. La luz del día entra en su línea de visión, y se siente como si mil granos de arena estuvieran estancados en sus globos oculares. Cada latido de corazón parece sacudir la habitación a su alrededor. Como si eso no fuera suficiente, el nuevo agujero en su pierna late dolorosamente por haber sido movido recientemente. Gime. —Ey, hombre —dice una voz frente a él. Galen entrecierra los ojos por la luz del sol que entra por la ventana al otro lado de la habitación. Reed estaba sentado debajo de ella. —Ey, Galen —dice Reed—. ¿Estás bien? —Reed está en la misma posición de Galen. Sentado en el piso, con las manos encadenadas sobre la cabeza, y las piernas estiradas. Galen asiente. —¿Tú? —La palabra se siente agria en su boca. —Estoy bien. Bueno, tan bien como puedo estar, ya sabes. —Reed se aclara la garganta—. Entonces, mm, ¿dónde has estado? Te hemos estado buscando por todos lados. Todo el pueblo. Y ¿Qué le pasó a tu cara? De todo, Galen quiere decir. —He sido el huésped de Tyrden los últimos días. — Galen espera la falsa reacción de Reed. Un remordimiento retardado, sorpresa falsa, cualquier señal que demuestre que él o su padre tuvieron que ver con su encarcelamiento.

195

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero los ojos de Reed instantáneamente se ponen redondos como nenúfares. — ¿Tyrden te hizo eso? ¿Qué hiciste para molestarlo? Pero Galen esta distraído; el pesado aturdimiento aún no lo libera. Se supone que Reed debería estar con Emma, no atado y prisionero en una sucia y vieja casa en el bosque. ¿Dónde está Emma? es todo lo que quiere saber, pero ahora mismo, su boca no se mueve para formar palabras. Porque, ¿Qué tal si ella no está bien? Galen estudia su alrededor. Un edificio de madera hecho con troncos—lo que explica el horrible olor a humedad que reconoció antes de abrir los ojos. Hay una butaca de madera en una esquina, y una mesa llena y sillas ubicadas a la izquierda de Galen. Un par de botas cubiertas de fango montan guardia en la única puerta de la habitación. Y nada de eso importa. Porque ahora está listo para preguntar. La única pregunta que importa es la que Galen finalmente se fuerza a formular: —¿Dónde está Emma? —No lo sé. Ella corrió, pero… no sé si… pero mi suposición es que escapó, porque si no, él la hubiera traído aquí también… Pero juro que de verdad tenía una pésima puntería. No estoy preocupado. —Su voz suena como si creyera lo opuesto. La idea de que Kennedy le disparara a Emma hace que el estómago de Galen se sienta como una cascada contenida, turbia y furiosa. —¿Por qué está haciendo esto? ¿Dónde está ahora? —El pensamiento ¿Qué más podría pasar? También cruza su mente. —No lo sé. Creo que no es el único. Quiero decir, no he visto a nadie más aquí, pero sigue hablando con alguien por la radio. —¿Radio? —Tiene una radio satelital. Así que, me imagino que estamos muy alejados del pueblo si su celular no tiene señal. Debe haber estado planeando esto desde hace tiempo. —La voz de Reed está teñida con alguna clase de envidiosa admiración—. Pensé que sólo era un científico loco —se queja—. Todos lo pensamos. —¿Planeando qué? Dijiste que estaba interesado en las plantas.

196

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Les dije lo que él dijo, lo que obviamente era una mentira, ¿no crees? Le dijo “sirena” a quien sea que le estaba hablando al otro lado de la radio. Estamos jodidos. Genial. ¿Un botánico que se volvió entusiasta de las sirenas? Para Galen, ese sería el mejor de los casos; pero el señor Kennedy tiene un aire de conocimiento, una familiaridad. Por ejemplo, la manera en que puso la trampa en el rio. Galen se había preguntado qué tipo de pez de río había intentado capturar con una red tan extraña. La red era grande; obviamente la presa también lo era. Galen tiene la deprimente sensación de que capturó exactamente lo que se suponía que atrapara. —Tenemos que salir de aquí —dice Galen, empujando y moviendo las cadenas encima de su cabeza—. Tenemos que encontrar a Emma antes de que él lo haga. Reed sacude la cabeza. —Las cadenas están atornilladas a la pared, hombre. Estaba aquí y lo vi atornillarlas. La madera no está lo suficientemente podrida para ceder. Galen golpea la cabeza contra la pared. —No podemos quedarnos aquí. No puedo quedarme aquí. —¿Qué? Pero si estaba a punto de ponerme protector solar y relajarme. —Reed escupe—. Qué gran idea de tu parte. —No lo entiendes —empieza Galen. Entonces inclina la cabeza—. O quizá sí lo entiendes. Tal vez lo sabes todo. Eres el hijo de Reder, después de todo. —Oh Dios, sólo seamos tan indirectos como sea posible. Sí, lo sé, ¿está bien? Sé que él quería que Emma ayudara a unir Neptuno con los reinos submarinos. Y no espero que alguien de la realeza como tú, lo entienda. Y para que conste, Emma sabe que yo lo sé. Todos lo saben. Así que no tienes que preocuparte por revelarlo cuando trates de arrastrar mi nombre por el fango.

197

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen escudriña la cara de Reed, buscando alguna pizca de mentira. No encuentra ninguna. Decide presionar más. Si Reder quiere unir Neptuno con los reinos submarinos, entonces ¿qué quiere Tyrden? —¿Estás diciendo que no sabías que tu padre me mantuvo prisionero? —Dijiste que fue Tyrden. —Él estaba actuando bajo órdenes de tu padre. Ante esto, Reed ríe. —Mi padre nunca le confiaría a Tyrden ningún tipo de órdenes. Ese tipo es más raro que un mapache a la luz del día. Dímelo a mí. —¿Qué quieres decir? —¿Acaso a Tyrden se le ocurrió mencionarte que él solía ser el líder de Neptuno? ¿Qué los ciudadanos votaron para destituirlo a favor de mi papá? No, pero me dijo que la democracia no estaba funcionando últimamente. Y que Reder no era el buen líder que todo el mundo piensa que es. Todas las imágenes pasan en la cabeza de Galen. —¿Por qué votaron para destituirlo? Reed se encoge de hombros. —Eso pasó antes de que yo naciera. Todo lo que papá dice es que era más como un dictador que un líder electo. He escuchado que alguna gente lo llama cruel. Eso es cierto. —¿Por qué tu padre no lo forzó a irse? —No puedes forzar a alguien a irse sólo porque tiene desorden de personalidad. Tenemos que acatar las leyes humanas en tierra, ¿recuerdas? Una pena, sin duda. —Tyrden quería que llamara a mi hermano, quería que consiguiera que Grom atacara Neptuno. Que le dijera que Reder nos tenía rehenes a Emma y a mí. Reed se lame los labios. —¿Lo hiciste? —Claro que no. —Galen rueda los ojos—. Él quiere a tu padre muerto.

198

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Tenemos que salir de aquí, Galen. Tenemos que advertirle a mi papá. —Le deje un mensaje a mi hermano, le dije que no viniera a Neptuno. —Oh, bien eso es genial. Entonces simplemente deberíamos quedarnos aquí. ¿Te importaría pasarme las galletas? Galen sonríe. Finalmente, tienen algo en común: la urgente necesidad de volver a Neptuno. Un problema que los deja a ambos sin palabras. Ambos estudian la habitación, como una competencia para decidir quién puede ingeniar primero el mejor plan de escape. Con toda sinceridad, Galen no tiene nada. El señor Kennedy ha sido muy meticuloso en seleccionar cadenas fuertes y tornillos para sus prisioneros. Tan meticuloso que nada puede ser casualidad. Su presencia en Neptuno. La trampa en el río. La ubicación para encerrar a sus víctimas, obviamente seleccionada de antemano. Ni una planta o flor a la vista. Si el señor Kennedy es un botánico, Galen es el mismo Tritón. Lo que de todas formas no lo ayudaría a escapar. —Tengo una idea —dice Reed, sus facciones se iluminan con lo que Galen reconoce como ingenua esperanza—. ¿Es verdad que tienes el don de Tritón? Galen parpadea. —Oh, no te pongas tímido ahora. —Reed rueda los ojos—. Emma me hizo jurar que guardaría el secreto. Y, de todas formas, tenemos que combinar nuestras habilidades para salir de aquí, ¿no crees?

199

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Los celos recorren las venas de Galen, quemando cada parte de él como el veneno de un pez escorpión. Cada segundo que Galen ha pasado lejos de Emma, cada centímetro de distancia que han estado separados, Reed los ha llenado con su presencia, sus preguntas, sus sonrisas coquetas. Galen expulsa el pensamiento. —Oh, ¿Entonces por qué no usas tu don para ordenarle a algunos peces que nos desaten? Reed golpea la cabeza contra la madera detrás de él. —¿Cuál es tu problema, hombre? ¿No quieres salir de aquí? Galen contrae las rodillas contra el pecho, como si, de alguna forma, pudieran proteger su corazón contra lo que está a punto de decir. —Tyrden me mostró fotos de ti, con Emma —se ahoga. Las palabras se sienten como diminutos huesos de pescado en su garganta. Este no es el momento de confrontar a Reed y él lo sabe. Pero, ¿qué tal si nunca tiene otra oportunidad? Reed se pone rígido. —¿Qué? ¿Cómo? —No parecía que te importara mucho la privacidad. —En realidad, sería muy difícil convencer a Galen de que Reed en realidad no posó para la cámara—. ¿Estás diciendo que no lo sabías? —¡Claro que no lo sabía! —¿Cómo pudo acercarse tanto sin que lo notaras? Reed sacude la cabeza, luce tan confundido como Galen se siente. —Nunca noté a Tyrden. Debe haber tenido a alguien más trabajando con él. Alguien que pudiera acercarse a Emma y a mí sin despertar ninguna alarma. Galen coincide con un medio asentimiento. O eres un idiota. —Sí, al principio hubo otros. Él no fue el que realmente me secuestró. Había hombres con camionetas. Syrena puros. Cuando desperté, estaba con Tyrden. —¿Cómo lucían?

200

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

¿Cómo lucían? —Te lo dije, eran Syrena puros. Hasta donde sé, uno de ellos tenía la nariz grande. Reed rueda los ojos. —Grandioso. Eso es súper útil, gracias. Si Galen pudiera usar las manos, se estaría masajeando las sienes ahora mismo. O picándole los ojos a Reed. —Estaba oscuro y me noquearon. En realidad nunca llegue a ver sus rostros. Un silencio cae entre ellos en ese momento, lleno de irritación e impotencia. Los minutos llegan y se van sin que se presente nada útil para escapar. Justo cuando Galen piensa que han terminado con la conversación para siempre, Reed contamina el aire con una pregunta. —Entonces si viste fotos de nosotros juntos… ¿significa que sabes que la besé?

201

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

33 Traducido por Azhreik

EL SOFÁ en el sótano del Ayuntamiento es todo lo que un sofá de sótano debería ser: cómodo, con un patrón floral color pastel, desgastado en algunos sitios. Una verdadera reliquia de los noventa. Y es la única pieza de mobiliario en la habitación entera, aparte de las estanterías de libros y los archiveros junto a las paredes. Así que este sillón será donde esté sentada cuando llame a mamá. Cuando le diga dónde he estado, qué he estado haciendo, y con quién lo he estado haciendo. Estaré posada sobre este cojín como un buitre, con los hombros encorvados y la cabeza baja, esperando el regaño. Suavemente arrojo el teléfono de una mano a otra. El símbolo universal de ganar tiempo. Ya es tiempo. Mientras marco, espero y rezo que no responda. No respondió ninguna de mis llamadas de ayer y tampoco me ha llamado. Y si alguien tiene una madre de la que hay que sospechar cuando no responde el teléfono, esa soy yo. Esta vez sí responde, con el aliento entrecortado. —Emma, estaba a punto de llamarte. —Ayer te llamé varias veces —digo, disfrutando tener la ventaja mientras dura. Estoy segura que puedo oír el bajo tamborileo de un vehículo en el fondo. No alcanzo a distinguir si estoy en el altavoz. —¿En serio? Mi teléfono cayó accidentalmente en la pecera, así que tuve que conseguir uno nuevo.

202

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿La pecera? —Nuestra pecera está adherida a la pared de la estancia. Literalmente tienes que agacharte junto a la pared para alimentar a los peces o cambiar el filtro. Dejar caer accidentalmente un celular ahí es un nivel de torpeza que ni siquiera yo puedo alcanzar. —Sí, dulzura. Tu abuelo me dijo a dónde los envío, y cuando le arrojé el teléfono a la cabeza, fallé y golpeé la pecera, lo que la hizo pedazos. Genial. —En realidad, justo estaba llamando para decirte eso. —Me pregunto cuánto en realidad soltó el Abuelo. —No es necesario. —Su voz suena suave y dulce como melaza. Estoy en grandes problemas—. Estoy de camino a recogerte. Eso hace que mi estómago se sienta como un nido de avispas. —No necesito que me rescates, mamá. —Esto no está yendo como lo planeé. —Aparentemente, Galen piensa que sí. —¿Hablaste con Galen? —Llamó a Grom y dejó un mensaje para que no fuera a Neptuno. ¿Alguna idea de por qué? —¿Cuándo fue eso? ¿De dónde llamó? ¿Está bien? —¿Por qué todos excepto yo tienen avistamientos de Galen? —Llamó de su celular esta mañana. Grom le regresó la llamada, pero nunca contestó. Va directamente al buzón de voz. Llamé a la compañía telefónica para que rastrearan la localización. —Se queda callada por un minuto, y luego dice—. Sonaba asustado, Emma. Creemos que está en problemas. Yo también lo creo. Esta mañana lo vieron corriendo por el bosque, hacia el río. Ahora descubro que llamó a Grom y le advirtió que se mantuviera lejos de

203

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Neptuno. —Tuvo que ser Kennedy —barboto. —¿Kennedy? Entonces le explico todo lo que sucedió en el bosque con Reed. Mamá se queda callada un largo rato. —¿Dónde estás ahora? —Para mi protección me trajeron al sótano del Ayuntamiento. Hay dos guardias en la puerta. —Suena como que te mantienen prisionera. —Todo lo que tengo que hacer es pedírselo a alguno de los guardias, y me traerán lo que necesite. No soy una prisionera. —Emma, ¿Qué está pasando exactamente? ¿Qué has estado haciendo en Neptuno todo este tiempo? Me están dando información mezclada. Galen quiere que nos quedemos lejos, ¿pero tú quieres que vayamos? He aquí el momento de la verdad. —Quiero decir, quiero que vengan a Neptuno, pero sólo de visita. No cómo para venir a recogerme o algo así. —O más bien jalarme de la oreja y llevarme hasta el coche enfrente de todo el pueblo. Nalia Princesa Poseidón McIntosh todavía piensa que hacer cosas así está bien. Respira hondo—. No sé por qué Galen no quiere que vengan. Peleamos y dijo que iba a contarle a Grom sobre Neptuno… es todo lo que me dijo antes de irse. Yo quiero que vengan porque… porque he hecho amigos aquí. Y ellos quieren la paz, con los reinos submarinos, con la realeza. Quieren poder nadar en los océanos. Ellos son como yo. —Síp, lo estoy jodiendo. Me siento como una máquina de telegramas soltando fragmentos y oraciones incompletas con la elocuencia de un pájaro carpintero. Me alegra que Reder no esté aquí para ver lo efectiva que soy en el rol de embajadora. Mamá se toma un minuto para descifrar mi vómito verbal. —Tu abuelo se equivocó al enviarte allí sola.

204

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¡En realidad no! —escucho en el fondo. —¿Trajiste al Abuelo? —En realidad traje a todos —dice mamá a la defensiva—. Sólo por si acaso. Me imagino a Rayna y Toraf y Grom y el Abuelo apretujados en el diminuto coche de mamá. Me pregunto en el regazo de quién se va a sentar Toraf en el viaje de vuelta, porque no va a ser en el mío. —De todas formas, ¿dónde están? —Acabamos de salir del aeropuerto. Estamos a una hora de distancia. ¿El aeropuerto? ¿Cómo metió a todos en un avión en tan poco tiempo? Debieron haber empezado a hacer planes tan pronto el Abuelo soltó la sopa ayer. Además, mamá empieza a recordarme a Rachel. —Escucha, dulzura, ¿estás sola? —Sí, ¿por qué? —Es importante que no le digas a nadie que vamos. —Saben que te estoy llamando ahora mismo. Los esperan. Mamá resopla en el teléfono. —¿Nunca se te ocurrió que podrías estar en peligro, Emma? ¿Qué esta gente podría estarte mintiendo? —¿Qué parte de “el Abuelo me envió aquí” no entiendes? —Tiene más de 200 años de edad, Emma. Igual que su cerebro. ¡Utiliza el sentido común! Si el teléfono tuviera entrañas, ya se las abría sacado por la forma en que lo aprieto. Dejo de apretar e intento controlar mi voz. —¿Y si estoy en peligro? ¿Entonces qué vas a hacer? Este es un pueblo entero, mamá. Te superan en número.

205

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Mamá se ríe bajito en el teléfono. La reconozco de inmediato, es la risa de “pruébame”. —Simplemente tendremos que hacer un intercambio de rehenes. —¿Intercambio de rehenes? —susurro-grito—, ¿tienes a un rehén? —Todavía no, pero con un pueblo entero, como dices, no debería ser muy difícil conseguir uno. —Oh Cielo Santo, esto no está pasando. —Que gran embajadora soy. Mi familia ahora piensa que estoy prisionera y están planeando un intercambio de rehenes. Increíble. —No seas tan dramática. Vamos a estar en las afueras del pueblo. Te sacaremos de ahí tan pronto podamos. —No quiero que me saquen de aquí —digo con los dientes apretados. —Hablaremos sobre eso más tarde. Sigue en contacto. Recuerda, no le digas nada a nadie. Y entonces me cuelga.

206

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

34 Traducido por Beneath Mist

¿CUÁNTOS besos se han dado? ¿He perdido a Emma completamente? ¿Tiré todo lo que siempre he querido por un desacuerdo? Las preguntas compiten por dominar en su mente. ¿Cómo pudo hacerme esto? Pero sabe que no está siendo justo. Después de todo, él se marchó de malas y nunca regresó. ¿Quién sabe lo que ella podría estar pensando? ¿Quién sabe por lo que ha pasado sin él? Y si Reed estaba ahí para consolarla, entonces por supuesto que se habría acercado a él. ¿Y es tan horrible? Reed es igual que ella, es un mestizo. Tiene el don de Poseidón. Tiene una vida humana “normal”. Todo cuánto Emma desea, envuelto en un pálido paquete de músculos. Si realmente la amo, ¿no me gustaría que fuera feliz? Aprieta los dientes. Sí, quiero que ella sea feliz, quiero que sea feliz conmigo. Y ningún pálido montón de huesos se va a interponer en su camino. —Galen, tienes que hablar conmigo. Vamos a salir de aquí, ¿recuerdas? —dice el pálido montón de huesos. Lentamente, Galen desvía su atención de las cadenas que hay por encima de él y evalúa a Reed con una mirada fría. —Cuando salgamos de aquí, voy a sacarte a golpes cada uno de los dientes, y después los contaré para asegurarme de que los tengo todos. —Entiendo que estés furioso.

207

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Furioso? —Homicida sería más adecuado. La idea de los labios de Reed sobre los de Emma envía lava por las venas de Galen. Le recuerda a aquella vez en la que Toraf besó a Emma para ponerle celoso. Sólo que mucho peor. Eso fue antes de que Emma y él estuviesen juntos, antes de que la probara por primera vez. Ahora ella va a convertirse en su pareja. Reed lo sabía, y aun así le había faltado al respeto a ese límite tan importante. Y ahora yo voy a faltarle el respeto a su cara. —¿Sabes de qué estaría preocupado si fuera tú? —dice Reed con amabilidad. Galen decide que Reed no parece valorar su lengua. —Deja de hablar. —Es sólo que no estás preguntando lo más importante. Es algo que me gustaría saber, si fuera tú. Galen deja escapar un gruñido. Le pica la curiosidad y Reed lo sabe. A pesar de lo morboso que suena, quiere los detalles, para saber qué ocurrió exactamente. ¿Cómo ocurrió? ¿Dónde estaban? ¿Cómo reaccionó Emma? Pensándolo bien, no quiere saber nada. Las imágenes de su cabeza no van a desaparecer. La idea de ellos besándose es una especie de podredumbre. Una podredumbre que se esconderá para siempre en los confines de su organizado corazón, como una enfermedad latente o una cicatriz. —Eso ya lo dijiste. Reed da una patada de inútil frustración. —Galen, deja de hacer el idiota. Oh, sí, te estoy hablando a ti. Lo que intento decirte es que ella no me correspondió. —Por supuesto que no lo hizo —dice él con su aire de realeza Tritón, pero en el interior, el alivio inunda a Galen. Emma rechazó a Reed. Incluso después de nuestra pelea y de todas las cosas que le dije. La comprensión tiene un efecto calmante, y enfría la lava que corre por sus venas, disminuye las pulsaciones de la vena de la sien que amenaza con estallar a través de su piel gruesa.

208

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Incluso sus dientes recuerdan dejar de rechinar. —Bueno, no tienes por qué decirlo así. —Confío en Emma. —Sí, lo capto. Pero me refiero a que si piensas en ello, podría considerárseme un buen partido. —¿En serio? Reed apoya la cabeza contra la pared. —¿Sabes que ella se disculpó conmigo por elegirte? —Hubiera preferido que te dislocara la nariz. —Aun así, Galen reconoce la importancia de eso. Ella no sólo rechazó a Reed, eligió a Galen. En voz alta. Incluso cuando él desapareció durante tres días sin llamar. Incluso cuando ella tenía otra elección, y una buena, de hecho. Él sabe que Reed es un buen partido. Puede ofrecerle las facilidades de una vida humana. Podría tener Neptuno y todo lo que representa—compañerismo, un lugar al que pertenecer, seguridad. Para Galen, tales circunstancias parecen perfectas. Pero ella me eligió a mí. Se lo voy a compensar, por todo. Galen se endereza. —Hace unos minutos, cuando estabas parloteando, ¿dijiste que tenías una idea para salir de aquí?

209

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

35 Traducido por Beneath Mist

UN GOLPE en la puerta me despierta de un sobresalto. Uno de los guardias, creo que su nombre es Tyrden, asoma la cabeza. —¿Todo bien aquí? —dice. Tyrden es el más simpático de los dos. El otro fue asignado por deber, y parecía decepcionado de estar supervisando a una adolescente cuando podría estar buscando al secuestrador de Reed. Pero Tyrden se ofreció voluntario para echarme un ojo. Así que eso fue lindo. Me siento en el sofá y le hago un gesto para que entre. —Creo que me quedé dormida. —Oh, no pretendía despertarte. —Cruza los brazos al frente, como si no tuviera ninguna intención de marcharse. Obviamente, se toma muy en serio todo este asunto de hacer de niñera. Sin embargo, no estoy de humor para compañía. No con la idea de Galen ahí fuera, lejos de la civilización, solo y en posible peligro—más la probabilidad muy real de que mi madre esté viniendo a Neptuno como Rambo. Aun así, no puedo ser maleducada con Tyrden; él es posiblemente la única persona en este pueblo que está realmente preocupada por mi bienestar. Le dedico una sonrisa tensa. A la luz, me doy cuenta de que tiene un ojo morado. Su labio también parece hinchado. Me nota observarlo. —No te preocupes por mis pequeños cortes y arañazos. —Ríe entre dientes—. Sólo me caí por las escaleras. Asiento con la cabeza, comprendiéndolo. Consigo heridas de guerra como esas todo el tiempo. Es cosa de torpes. —¿Ya han encontrado a Reed?

210

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Todavía no. Estiro los brazos por encima de la cabeza. Busco el celular en mi bolsillo trasero y miro la hora. Mamá debe estar planeando la Tercera Guerra Mundial desde las afueras del pueblo justo ahora. —¿Esperas una llamada? —dice Tyrden. —No, sólo miro la hora. Asiente con la cabeza, con aire ausente, camina hacia cada una de las ventanas del sótano y las cierra con una especie de cuidadosa meticulosidad. Después de asegurarlas todas, baja también las persianas. —Anochecerá pronto. No necesito que Kennedy husmee por aquí y te encuentre. No creí que las ventanas supusieran ninguna clase de amenaza, pero supongo que si Kennedy fuera súper ambicioso, podría lograr entrar por alguna de ellas—con suficiente manteca y retorciéndose mucho. Y, por supuesto, si el objetivo es matarme, tendrá una pistola. Bien por Tyrden por ser meticuloso. —Gracias —le digo. Asiente con gracia, y después se acomoda en el sofá a mi lado, acercándose más e invadiendo mi espacio personal. Ra-ro. —Creo que podría contarte una historia —dice—. Para distraer tu mente. —Mm. Claro. —Porque ¿qué más se supone que puedo decir? —Vamos a ver. ¿Por dónde empiezo? Oh, sí. —Se inclina hacia mí—. ¿Sabías que solía gobernar este pueblo? —No —digo, tratando de parecer interesada. El mismo interés educado que muestras cuando una persona comienza a hablar sobre cómo tejen un suéter para su hámster.

211

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Asiento. —Bueno, así era. Fue antes de que Reder decidiera que era mejor que yo, como puedes ver. Aunque no creo que lo haya demostrado, ¿verdad? Hablando de ponerte en el reflector. —Mm. Realmente no he pasado aquí el tiempo suficiente para juzgar de una manera u otra, ¿sabe? —Debería ganar un trofeo por mis habilidades evasivas. Tyrden frunce los labios. —Tienes razón. Y qué maleducado por mi parte. Me olvidé de preguntar, ¿cómo estás pasando tu estancia aquí en Neptuno? Dejando de lado las circunstancias actuales, por supuesto. —Me gusta Neptuno. Todos aquí son muy amables. —Habría dicho cosas del estilo de “Encajo aquí,” o “Es bueno no ser una marginada aquí”, pero con Tyrden voy a ceñirme a respuestas cortas. Me refiero a que puede ser una de esas personas que no se callan después de haber empezado a hablar, y ya había prometido contarme una historia. Preferiría que continuara con ella. —Los rumores dicen que tu abuelo te envió aquí. ¿Planea visitarnos algún día? Síp. En una hora, más o menos. —Nunca mencionó ninguna visita. Creo que sólo quería que viera este lugar por mí misma. Tyrden asiente, comprensivo. —Debe de estar todavía ocupado en casa, ¿eh? Por lo que ha causado la insurrección de Jagen. Mi estómago se siente como si hubiera tragado un yunque. —¿Qué? ¿Sabe algo acerca de eso? La sonrisa que Tyrden me dedica envía escalofríos por todo mi cuerpo. —Por supuesto que sí, Emma. Todo eso fue idea mía. De repente, algo golpea la puerta del sótano. Todavía recuperándome de nuestra conversación, doblo las rodillas contra mi pecho mientras Tyrden se levanta para investigar. De la parte trasera de sus pantalones saca una pistola, que no sabía que tenía, y apunta hacia la puerta, mientras se acerca lentamente. Siento el miedo y la

212

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

esperanza fusionándose en mi interior. Miedo de que Kennedy me haya encontrado. Esperanza de que alguien más lo haya hecho y esté aquí para rescatarme de Tyrden. Han pasado unos largos segundos, y nadie ha vuelto a golpear la puerta. —Frank, ¿eres tú? —dice Tyrden, y entonces apoya la oreja contra la puerta. Creo que es el nombre del otro guardia. Cuando Tyrden no obtiene respuesta, destraba la puerta, con cuidado de no hacer ningún ruido. Con un movimiento rápido y suave, la abre y ajusta su arma para disparar. Y el cuerpo del otro guardia se desploma sobre los pies de Tyrden como un peso muerto. Mi garganta deja escapar un grito. —Ah, Frank —dice Tyrden, lo arrastra dentro de la habitación por un brazo flácido, y lo jala sobre la alfombra que hay detrás de él como si llevara un equipaje de mano—. Encantado de que hayas podido unirte a nosotros. Estaba contándole a Emma una historia. —Tira a Frank contra la pared del sótano, después lo cachea, y consigue una pistola pequeña. Tyrden la guarda detrás de él y me sonríe. Sus ojos son salvajes. —¿Está…? ¿Está muerto? —pregunto. Me abrazo con fuerza, pero no puedo dejar de temblar. Tyrden se encoge de hombros. —No por lo que le di, ¿pero la caída de esas empinadas escaleras? —Sacude la cabeza, chasqueando la lengua—. Muchos huesos rotos, si me preguntas. —Después patea a Frank en el estómago con fuerza—. Pero al menos está demasiado inconsciente para sentirlo, ¿cierto? En un instante, la habitación se vuelve más pequeña. Las ventanas cerradas, las persianas bajadas, el guardia inconsciente arrojado contra la pared como una bolsa de basura. Todo eso se cierne sobre mí, sofocando mi esperanza. La mirada indiferente en los ojos de Tyrden mientras levanta su arma hacia mí. No estoy a salvo. —Déjame contarte cómo conocí a Jagen.

213

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

36 Traducido por Lauraef

OBVIAMENTE AL SEÑOR Kennedy no le preocupa que sus prisioneros escapen; han pasado varias horas desde que Galen despertó y no ha habido señales de su secuestrador. Sin embargo, Galen y Reed están listos, esperan que se active su trampa, y se ponen más rígidos e irritados con la tensión de la anticipación. —Si los Archivos aceptaron a Emma como mestiza, ¿por qué no van a aceptar a Neptuno? —dice Reed arrastrando las palabras, mientras se acaricia la mejilla con el dorso de la mano. Él y Galen han estado sentados el tiempo suficiente como para abarcar varios temas superficialmente. Y para Reed, todo acaba volviendo al asunto de los mestizos—. Quiero decir, ¿qué importancia tiene ahora? —¿Por qué estás tan interesado en lo que los habitantes del océano piensen? Estás aquí, ¿no? Existes, ¿no? Me parece que desde el principio realmente nunca importo lo que ellos pensaran sobre Neptuno. ¿Cuál es el punto de preocuparse al respecto? Reed cuadra la mandíbula. —A lo mejor sí importa. A lo mejor a algunos de nosotros les gustaría tener la libertad para también poder explorar los océanos. Sin, ya sabes, que nos arponeen y todo eso. Galen no puede evitar sonreír. —No he dicho que no aceptarían a Neptuno. — Tampoco he dicho que lo fueran a hacer. —Pero no crees que los Archivos estén de acuerdo. —Es una gran decisión.

214

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—En mi opinión, los Archivos tienen demasiado poder. —Decir cosas como esa no te va a ayudar, idiota. —¿Vas a chivarte? Galen rueda los ojos. —Por supuesto que no. Voy a ayudarte, ¿recuerdas? No vas a poder hablar mucho con la mandíbula rota. —No lo vas a aceptar nunca, ¿verdad? Fue sólo un beso de prueba. Nunca lo volveré a hacer. No soy un acosador ¿sabes? Pero existió ese segundo cuando pensé que a lo mejor ella… —Juro por el tridente de Tritón que si no paras de hablar sobre eso… —¿Tritón realmente tuvo un tridente? —Lo acabo de decir. Reed hace una mueca. —Lo siento. —Pero después de unos minutos Reed abre la boca de nuevo—. ¿Puedo preguntarte algo? ¿Por qué llevas puesto un pañal? —Tuve que atarme los vaqueros alrededor de… Sólo cállate. Pero Reed no controla lo que dice. —Sabes, mi padre es un negociador genial. Todo lo que necesita es una oportunidad para hablar con los Archivos. ¿Crees que Grom…? ¿Has escuchado eso? Viene alguien. Galen y Reed hacen la pantomima de relajarse, a pesar de que cada músculo del cuerpo de Galen amenaza con explotar. Esta vez tienen que ser más listos que el señor Kennedy. Y, por ahora, no han demostrado ser muy prometedores en ese aspecto.

215

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Unas botas pesadas resuenan en los escalones de madera y se oye el sonido chirriante del metal sobre el metal. ¿Un cerrojo quizás? El señor Kennedy entra, totalmente seguro de sí mismo, más erguido que antes, el pelo perfectamente peinado, sin gafas. —Hola, chicos —dice con una voz más profunda que la que Galen recuerda. Hay algo familiar en el señor Kennedy cuando no lleva gafas. Con un sonoro golpe sordo, el señor Kennedy pone un enorme candado de metal sobre la mesa. Han estado encerrados, la habitación cerrada desde fuera. Es bueno saberlo, por si el plan no funciona. Probablemente no funcionará, piensa Galen para sí. Pero su trabajo es mostrarse totalmente seguro de sí mismo y obstinado. Es trabajo de Reed mostrarse asustado, nervioso y maleable. El señor Kennedy sonríe a Galen, después a Reed en el otro lado de la habitación. —Han estado planeando cómo escapar, al menos eso espero. Oh —dice Kennedy, dándose un golpe en la rodilla cuando se sienta en la mesa—. Espero que sea interesante. Pasará al menos un día antes de que mis refuerzos lleguen. ¿Ups? ¿Les he dado un trozo de información para que la tomen y piensen en ella, cuando deberían descansar o planear una fuga? —Después echa la cabeza atrás y se ríe—. Nunca antes me he considerado el tipo malo. Después de todo, los malos siempre son más geniales que yo. Yo solo soy un botánico solitario y raro, ¿verdad? Galen piensa que el señor Kennedy puede haber perdido la cabeza. Y está harto de tratar con lunáticos. —Pero al menos, seré un botánico rico —continúa el señor Kennedy—. Oh, Galen, mírate los puños. Tienes que relajarte. ¿O puedo darte algo para que te relajes, mmm? —Saca un dardo del bolsillo de su bata de laboratorio—. ¿Recuerdas a tu viejo amigo de aquí? Probablemente el mejor sueño que nunca has tenido, ¿eh?

216

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

El sonido de cadenas oxidadas hace que Kennedy deje de prestar atención a Galen. —Y, Reed, ¿de verdad estás temblando? Intenté advertirte de los peligros de estar en el bosque, ¿verdad? Pero no me escuchaste. Qué galante eres, dispuesto a hacer frente a los peligros de los depredadores sólo para impresionar a la pequeña Emma. Te salió el tiro por la culata ¿eh? Al principio, no quería que fueras tú, Reed. Porque me fuiste muy útil en todas las otras cosas; pero en la cafetería, algo cambió en ti. Te volviste engreído. Maleducado. Y divulgaste de una manera muy idiota dónde estarían aquella tarde. No me puedo permitir perder esas oportunidades envueltas para regalo. Por supuesto, lo entiendes, ¿verdad? El labio de Reed tiembla. Está haciendo un buen trabajo en parecer asustado. —¿Q… Qu… Qu… Qué vas a hacernos? Mi papá va a venir a buscarnos. Kennedy aprieta los labios. —Sí, Emma se encargará de que lo haga. Ah, por si te lo estabas preguntando, tu pequeño interés amoroso escapó. Tengo que admitir que soy un tirador pésimo. Galen se levanta de golpe de la pared, pero las pesadas cadenas hacen que vuelva a caer. No puede fingir tanta furia. La furia pura que siente en el pecho es real. —Si le haces daño… —Oh, vamos —dice el señor Kennedy—. ¿No eres el comodín, Galen? Te vas, vuelves, te vas de nuevo... En cualquier caso, ¿dónde has estado? Pero no te preocupes. El bueno de Reed ha estado cuidando de Emma por ti. Ha sido más que atento, si me lo preguntas. —Pero no tan atento como tú, aparentemente —gruñe Galen—. No eres un botánico, ¿verdad? —Tira de las cadenas con toda la fuerza de un tiburón enjaulado. El señor Kennedy se reacomoda para ver mejor a Galen.

217

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Eres más listo de lo que pareces, ¿verdad? —Suelta unas risitas—. No eres todo agallas y músculo después de todo, ¿eh? —El señor Kennedy suspira dramáticamente—. Bueno, me has descubierto, Galen. Es cierto que no soy un botánico. Y, ¿puedo decir lo aburrido que es fingir ser un botánico? Pero los de Neptuno me habrían echado si hubieran sabido que soy un biólogo marino. El estómago de Galen se retuerce como uno de esos pretzel que le gustaban tanto a Rachel. Un biólogo marino; como el doctor Milligan, el único otro humano, además de Rachel, en quien Galen ha confiado. Es devoto en ayudar a preservar el estilo de vida de los Syrena, y está en una buena posición para hacerlo, al ser un biólogo marino, mantiene a Galen informado sobre el mundo humano en cuanto a la exploración del océano. A cambio, Galen le permite realizarle pruebas para estudiar a su especie. El doctor Milligan ciertamente no va por ahí secuestrando a sus especímenes. —Oh, Galen, sólo espera a que recuerdes, entonces estarás realmente impresionado —está diciendo Kennedy. ¿Recuerde? ¿El dardo le hizo algo a mi memoria? Pero a Reed eso no le importa, rápidamente vuelve a hacer que la conversación vaya tal como habían planeado. —¿Qué vas a hacernos? —lloriquea, un poco más convincente de lo que le gustaría a Galen. ¿Se está desmoronando?¿Está enloqueciendo? Galen intenta hacer contacto visual con Reed, pero éste no le mira. Mantiene la mirada asustada en el señor Kennedy. Oficialmente Galen está impresionado por las dotes de actor del mestizo. Si son reales. —Oh, shhh, pequeño Reed. Sólo voy a hacerles unas cuantas pruebas. Y con unas cuantas, mucho me temo que me refiero a muchas —dice Kennedy—. Desafortunadamente, algunas dolerán. Pero, por supuesto, los mantendré tan cómodos como me sea posible y les mostraré la misma hospitalidad que me han mostrado a mí,

218

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reed. —Se mete las manos en los bolsillos y se gira sobre sus talones, con una sonrisa de suficiencia dirigida a Reed. Galen ha visto esa mirada antes. Rayna la pone justo antes de hacerle algo malo a Toraf. En este punto, la cara de Reed se oscurece tan brevemente que Galen se pregunta si se lo ha imaginado, pero después se recupera magníficamente, mostrándose como el compañero aterrorizado que necesita que sea. —No quería ser maleducado con usted, señor Kennedy, lo juro —dice Reed. Se echa atrás hasta llegar a la pared—. Sólo estaba frustrado, eso es todo. El señor Kennedy hace un gesto para restarle importancia, después se gira para examinar a Galen. —Tienes suerte, Galen. Ya que te has abstenido tan escandalosamente y Reed ha sido tan… simpático, me complazco en anunciarte que Reed será el primero en mis pruebas. Una vez que los saquemos de aquí. ¿De aquí? ¿Los va a mover? Galen intenta decidir si esto cambia las cosas y espera que Reed esté pensando lo mismo. Galen sabe que Kennedy no es tan estúpido como para moverlos sin aplicarles tranquilizantes antes. O sin ayuda. Quizá es con quien estaba hablando por la radio satelital. No, tienen que atenerse al plan. Por lo que a Galen le alegra que Reed parezca estar de acuerdo. —¡No! —grita Reed— ¡No! No quieres que yo sea el primero. El señor Kennedy se gira hacia él. —¿Y por qué es eso, Reed? Porque, ahora mismo, si tuviera el equipo, te estaría haciendo todo tipo de pruebas dolorosas. Reed niega con la cabeza. —No soy así de interesante, lo juro. Soy bastante ordinario, de hecho. Solo puedo mimetizarme, pero…

219

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Mimetizarte? ¿A qué te refieres con mimetizarte? Reed cierra la boca de golpe. —Nada. Kennedy asiente y camina con calma hacia la mesa, coge el candado y cautelosamente comprueba su peso en la mano. Después, sin una palabra o advertencia, cierra el puño alrededor del candado y anda a grandes zancadas hacia Reed, sin ningún tipo de expresión. El mestizo se encoge contra el muro y Galen sabe que esto es real, pleno miedo, pero no importa cuánto pueda encoger el cuerpo, no le será de ayuda. El puño de Kennedy golpea la mandíbula de Reed, enviándolo a un lado. Las cadenas lo sujetan violentamente y lo obligan a enderezarse de nuevo o posiblemente le dislocan un brazo. —En caso de que no seas consciente de ello —se burla Kennedy—, esto no ha sido una prueba. —El labio de Reed está hinchado y rojo en la comisura donde se le ha roto—. Ahora que hemos establecido el nivel —continúa Kennedy—, te preguntaré de nuevo. ¿A qué te refieres con mimetizar? —Por favor no me hagas daño —dice Reed—, pero se supone que no podemos mostrar nuestros dones… Y Galen se sorprende de nuevo. Kennedy no. Sujeta el candado con un dedo y golpea a Reed en la nariz. Esta vez la sangre salpica por la fuerza del golpe y cuando Reed abre los ojos, tienen lágrimas reales. Galen sabe que la nariz y la cara son lugares muy sensibles para los humanos. Se pregunta cuánto de ese dolor afecta a un mestizo. No mucho, espera. Si Emma estuviera en el lugar de Reed, puede que Galen ya hubiera roto sus cadenas para entonces. Kennedy se pone encima de Reed mientras se recupera. Reed se incorpora con un gran esfuerzo, usando la pared como apoyo. Galen duda que los temblores de sus manos sean falsos.

220

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

El biólogo agita el candado adelante y atrás, manteniéndolo en el campo de visión de Reed. —Esto no debería gustarme tanto. Se supone que eso me hace una mala persona. A lo mejor es por culpa de todos los años que he pasado siendo el hazmerreír de mi profesión, ¿eh? Todas esas miradas desaprobadoras de mis colegas. Las invitaciones a las fiestas y ceremonias de entregas de premios que dejaron de llegar. Todas las peticiones de subvenciones para investigación denegadas. Nadie quiere darle mucho a un cazador de sirenas loco, ¿verdad? —Le da un golpe al tobillo de Reed con la punta de la bota—. Pero tú no me lo denegaras, ¿verdad, Reed? Reed gime. —Por favor, para. Te lo mostraré. Sólo para por favor. Sin embargo, Kennedy levanta el candado, apuntando a Reed de nuevo. —¡Suficiente! —ladra Galen—. Ha tenido suficiente. Kennedy se gira hacia él, escrutándole la cara con malicia. —¿Le has perdonado, Galen? ¿A este patético roba-novias? Creí que tú serías el primer contento con verle sufrir. Quizá, no sabes el alcance de su relación, ¿mmm? ¿Lo cómoda que Emma estaba? Galen se traga la rabia pura que se expande a través de sus venas como hierro líquido, aumentando cualquier grieta que haya quedado por el beso. Reed besó a Emma, ella no le correspondió. Y si Galen sale de aquí, Kennedy pagará por lo que ha dicho. Kennedy nota que ha dado con algo que le afecta, con algo que le afecta mucho en realidad, y por su sonrisa es obvio que tiene más de donde ha sacado eso. El cuerpo de Galen tiembla de desprecio, pero lucha en contra. Permitir que le provoque no es una buena estrategia para este juego al que están jugando. O a lo mejor sí. La rabia suele ser útil…

221

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

A través de los dientes apretados dice: —Reed es sólo un mestizo. No puede soportar golpes como esos. Yo sí. Descarga tu rabia conmigo. Reed le lanza una mirada llena de preguntas. Galen le lanza el encogimiento de hombros más diminuto que puede. Decirle a Kennedy la existencia de mestizos no es una buena idea, Galen lo sabe; pero darle fragmentos de información que le den esperanzas falsas sí que lo es. —Un mestizo —dice Kennedy, con el interés brillando en los ojos—. Muy bien, Galen. Cuéntame más sobre los mestizos. Galen apoya la cabeza contra la pared y gruñe como si se hubiera decepcionado a sí mismo. Kennedy se lo cree. —Oh, vaya —Se ríe—, has soltado la sopa, Galen. Ahora da lo mismo que me lo cuentes. Galen no duda en contestar. —¿Se supone que estás estudiando el pueblo de Neptuno y todavía no lo has averiguado? Vaya biólogo marino. Reed casi se golpea la cabeza contra la pared de la frustración. Este no era el plan y Galen lo sabe. De alguna manera, necesita volver al plan original. Lo que significa mantener la boca cerrada. Soy el silencioso, soy el silencioso, soy el silencioso. Kennedy se apoya el puño en la barbilla, y se truena el cuello de un lado a otro. Galen lo ha visto antes en la televisión. El actor lo hizo para intimidar a alguien. Para Galen, crujirse las extremidades sólo muestra lo frágiles que son los humanos. —Te lo diré si no le haces daño —suelta Galen mientras Kennedy da dos pasos hacia él. Los orificios de la nariz de Kennedy se dilatan. —Para ser sincero, Galen, estaba pensando en hacer pruebas a tu tolerancia al dolor. Tienes unas cuantas heridas, podría reabrirlas fácilmente, ¿no crees?

222

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen se relaja contra la pared, mostrándose tan engreído como puede, un truco que aprendió de Toraf. —Por supuesto. Cuando quieras. —Puede soportar incontables golpes de un humano y recuperarse sin mucho esfuerzo. Después de todo, ha pasado por peores situaciones, los duros puños de Syrena de Tyrden hacen mucho más daño que los de un mero humano, e incluso Reed parece resistente frente a la ira del científico con el candado. Los dos agujeros que solían ser los ojos de Kennedy se estrechan mirando a Galen. —Si no fuera una pérdida de tiempo, estaría tentado de seguirte el farol. Tal y como están las cosas, tienes cinco segundos para explicarte. Galen asiente. —Los mestizos son mitad humanos, mitad Syrena. El resultado del apareamiento entre un humano y un Syrena. Así que sus huesos y piel están debilitados por sus genes humanos. No como un Syrena puro. Yo podría soportar un golpe tras otro. —Galen se ríe para darle efecto—. Me temo que te cansarías antes que yo. No es completamente verdad, especialmente teniendo en cuenta sus recientes moretones, pero al menos los hechos algo alterados parecen aflojar la rabia de Kennedy. —¿Una cruza de especies? ¿De verdad? —Ahora parece un niño entusiasmado y atento. Se gira hacia Reed—. Eso explica el contraste en el color. No son dos especies distintas, sino que él es la mezcla de dos. Fascinante. Reed permite que sus labios tiemblen. —No te tenía que haber dicho eso. —Lanza a Galen una mirada a la defensiva. Galen rueda los ojos.

223

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Enséñale como te mimetizas antes de que te golpee hasta la inconsciencia. Mi paciencia no va muy lejos, mestizo. Kennedy emite lo que sólo se puede describir como una carcajada. —Ustedes dos están en delicioso desacuerdo, ¿eh? Pero ahora, Reed. Vamos a ver de qué va todo eso de mimetizarse. Reed deja caer los hombros. —Necesitaré un vaso de agua.

224

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

37 Traducido por Caliope Cullen

NADIE puede sentirse realmente cómodo mientras le apuntan con una pistola. Sin embargo Tyrden se sienta y habla como si estuviéramos en su estancia y yo fuera su huésped. Como si tuviéramos galletas y leche ante nosotros, en lugar de un hombre herido e inconsciente que ahora está sangrando por la nariz. Y él es un narrador tan ilustre, que me temo vaya a emocionarse demasiado y apriete el gatillo por accidente. —Así que cuando Antonis envió otro mensajero a Reder, decidí tomar ventaja de ello. ¿Puedes adivinar quién era el mensajero? —Por su expresión expectante, espera una respuesta. —¿Jagen? Tyrden se palmea la rodilla. —¡Correcto! —Sacude la cabeza—. Jagen y yo conectamos, tan pronto nos conocimos. Entendió que Neptuno y los reinos, por supuesto, eran capaces de mucho más. Es adorable cómo algunas personas simplemente se contentan con existir, ¿no es así? En cuanto a mí, me encantaría seguir existiendo. Y hasta el momento, hacer preguntas lo conseguía. —Así que usted y Jagen querían... ¿mejorar los reinos? —Y a Neptuno —responde. —¿Cómo? —Mejorando el liderazgo, obviamente. En otras palabras, haciéndose cargo y ejecutando las cosas como quisiera.

225

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Ya ves, Jagen veía lo mal que gobernaba tu abuelo. La única razón por la que enviaba mensajeros a tierra era porque estaba constantemente en busca de noticias de tu madre. De lo contrario, creo que también habría roto su relación con Neptuno. Viejo Tonto. Mi abuelo se recluyó después de que mamá desapareció. No estoy diciendo que estuvo bien o mal; sólo estoy diciendo que era comprensible. El duelo hace cosas extrañas a la gente. —No podíamos acercarnos a Antonis con el fin de apoderarnos de él, pero podíamos acercarnos a Grom. Por suerte, él necesitaba una pareja, y Jagen resultó tener una hija en edad. —Paca. —Paca —dice alegremente Tyrden. —Así que ¿usted fue el que le enseñó cómo entrenar a los delfines? Cuando ella desapareció en tierra ¿llegó a Neptuno? —Oh, no, por supuesto que no. ¿Parezco yo saber cómo entrenar a los delfines? —Él resopla—. Yo le enseñé cómo actuar como humana, vestirse de humana, hacer cosas humanas. Entonces la envié a Florida para aprender a entrenar a los delfines. Toraf dijo que rastreó a Paca hasta las costas de Florida después de que ella hubiera "desaparecido". Así que ahí es donde aprendió las señales de manos que utilizó para convencer a la totalidad del consejo—incluido Grom—de que tenía el don de Poseidón. Fue a propósito que la encontraran después de que ella hubiera aprendido la habilidad. Y así comenzó la conspiración para apoderarse del reino Tritón. Por supuesto, la reaparición de mi madre, la princesa Poseidón perdida hace mucho tiempo, aplicó una enorme llave de lucha a esos planes. ¿Qué hubiera pasado si mamá no se presentaba? ¿Si Grom hubiera permanecido emparejado con Paca? —Pero Grom todavía habría sido rey —le digo—. No creo que él hubiera estado de acuerdo en…

226

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Cómo te atreves a interrumpirme? —Tyrden dice en voz baja y tranquila. La mirada en sus ojos ha cambiado de despreocupada y agradable, a fría y calculadora—. ¿Crees que soy tonto? —Lo siento —digo rápidamente—. Creo que es brillante. —Y creo que me apunta con una pistola—. Pero me estaba preguntando qué papel tenía Grom en todo eso. Tyrden se burla. —No tenía ninguno. Íbamos a matarlo.

227

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

38 Traducido por Caliope Cullen

REED TOMA la taza de agua y se la vierte sobre el antebrazo, luego frota la piel húmeda con furia. Galen admite que él está tan embelesado como Kennedy; la idea de un mestizo con la capacidad de mimetizarse va más allá de las más locas fantasías de Galen. Incluso el doctor Milligan había descartado la posibilidad. Se sorprendería, Galen piensa para sí mismo. Si alguna vez tengo la oportunidad de decírselo. Después de lo que parece el tiempo suficiente para que la fricción cause un pequeño fuego, la piel de Reed comienza a camuflarse. Kennedy jadea, y Galen se pregunta si Reed usó el mismo truco para impresionar a Emma. Lo que concluye es: probablemente. Y se pregunta si Emma también puede hacerlo. Reed comienza a respirar con dificultad por el esfuerzo. —Si dejo de frotar, volverá a la normalidad —le explica a Kennedy. —¿Por qué? —Kennedy pregunta en voz alta. —No tengo la menor idea —confiesa Reed. Kennedy asiente, pensativo. —¿Todo tu cuerpo tiene esta capacidad? Reed se encoge de hombros, estirando el brazo. —Los brazos, las piernas y el estómago. Supongo que el resto es igual. —Ya veremos —Kennedy gira sobre los talones para enfrentarse a Galen—. ¿Puedes mimetizarte, Galen?

228

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Puedo mimetizarme, pero tengo que estar completamente sumergido — miente. Necesita agua, pero no tanta. Y no necesita frotarse cinco capas de piel, como Reed. —Mmm —dice Kennedy—. Supongo que es una especie de mecanismo de defensa. Al igual que un pulpo se oculta al cambiar de color. Galen se encoge de hombros, indiferente. —Lo siento. No he tenido la oportunidad de preguntar a un pulpo cómo se mimetiza. Kennedy levanta una ceja. —No eres muy agradable, ¿verdad, Galen? Dime, Reed, ¿es eso todo lo que puedes hacer? Reed asiente, frotándose el brazo ahora por comodidad en lugar de necesidad. —Eso es todo lo que yo puedo hacer. ¿Pero y él? —Asiente con la cabeza hacia Galen—. Él puede hacer algo aún más especial que mimetizarse. Galen tiene el don de Tritón. Y el plan está oficialmente en acción. —¿El don de... de Tritón? ¿Qué diablos es eso? —Dile, Galen —dice Reed. —No —Galen dice con firmeza. A Kennedy no le gusta esta respuesta. —Galen, siento que hay una falta de comunicación entre nosotros. Sería mejor para ti si lo resolvemos rápidamente. —Ya te lo dije. No tengo miedo de ti y tu candado metálico amedrentador. La boca de Kennedy se convierte en una línea recta. Galen nota que está a punto de hacer un berrinche nivel Rayna. —Sí, lo has dejado muy claro, ¿no es así? Pero, ¿qué crees que tu ami-enemigo mestizo sienta por mí y mi candado amedrentador? Ante esto, Reed se pone rígido.

229

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Qué? ¡Te lo he dicho todo! ¡Él es el que no se abre! —Te dije que ha tenido suficiente —Galen protesta con calma—. Él no puede aguantar más. No sería un muy buen sujeto de pruebas si está muerto. —Por lo menos, eso es lo que el doctor Milligan dice siempre que Galen se mete en problemas. Kennedy se ríe. —No, no muerto, por supuesto que no. Pero puedo trabajar con 'dañado'. Así que, ¿qué dices, Galen? —Yo digo, vete a coger —¿O era “joder” lo que Rachel siempre decía? No recuerda. En cualquier caso, Kennedy parece comprender el significado. Aprieta el candado en la mano y avanza de nuevo hacia Reed. Galen le permite golpearlo una vez, en la mandíbula. Es algo que Galen tenía la intención de hacer de todos modos, posiblemente peor, desde que se enteró que Reed puso sus labios sobre Emma. Un golpe más no va a ser decisivo para Reed, sólo herirá sus sentimientos un poco. Cuando Kennedy levanta el brazo de nuevo, Galen interviene. —Para. Te voy a mostrar —dice Galen con un suspiro, y no sólo para beneficio del señor Kennedy. Reed escupe sangre en el suelo junto a él y mira furioso a Galen a través del cuarto. Kennedy levanta más el puño. —¿Estás seguro? Pareces desganado, Galen. —Prepara el brazo para otro golpe, y Galen se siente tentado a dejar que lo haga. Pero él sabe que ya no está bien. Bueno, para empezar no es que estuviera bien, pero... —Dije que voy a mostrarte. ¿Todos los humanos tienen problemas de audición? Por qué Kennedy continúa soportando sus comentarios insolentes va más allá del entendimiento de Galen. De cierta forma debe gustarle que lo acosen. O tal vez después de todos esos años de ser un hazmerreír simplemente podría estar

230

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

acostumbrado. —Empiezo a preguntarme qué ve Emma en ti, Galen. No eres en absoluto encantador. Galen sacude las cadenas para dar énfasis. Y Kennedy dice: —Tengo buenas noticias. Voy a quitarte esas cadenas, Galen. Pero primero quiero mostrarte algo. Desde el interior de su camisa levanta una pequeña pistola. Galen sabe lo que pueden hacer. Rachel tenía unas cuantas cositas de esas en escondrijos por toda la casa. —Esta es un arma, pez ignorante. Tal vez mis puños y mi candadito endeble no te penetren la piel, pero puedo asegurarte que a corta distancia, estas balas atravesarían tu carne de una manera de lo más desagradable. ¿Quieres que te dé una demostración? Se vuelve hacia el otro extremo de la cabaña y apunta a la nada. El tiro es fuerte y resquebraja la madera de la pared más alejada. Un largo haz de luz solar fluye por el agujero que produjo. —De cerca, soy un buen tirador, Galen. No me hagas desperdiciar balas en ti. No cuando acabamos de empezar a desarrollar una relación. —Fuiste un niño infeliz, ¿no es así? —Reed bufa—. Suena como traumas de papi. Sea lo que sea que eso signifique. Si Reed le sigue distrayendo, ¿cómo voy a atraerlo fuera? Además, Reed se supone que temía por su vida en este momento, o algo parecido. Está mal planificada su repentina ráfaga de confianza, por decir lo menos. —Seguro que tú, de entre toda la gente, no quiere hablar de traumas de papi, Reed —Kennedy se ríe—. No a la sombra del todopoderoso Reder. Reed hace una mueca. Sabe que ha dicho demasiado, y sin embargo, lo han provocado lo suficiente para que siga hablando. Galen puede ver la guerra en su cara: contéstale, no, no, sí adelante. El orgullo de Reed ha recibido un golpe más duro que el de su cara.

231

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Por qué no dejas que se vaya? —dice Galen, con lo que llama la atención hacia él—. Es sólo un mestizo. Yo soy pura sangre. Kennedy rueda los ojos. —Oh, sí, dejemos que Reed se vaya para que pueda correr con su pá y le cuente todo para que el pueblo entero de Neptuno pueda empezar una cacería de brujas para buscarnos. No, gracias. —Kennedy hace algo para que el arma en su mano haga un clic, y entonces le mete dos balas más del bolsillo de su pantalón—. Completamente cargada. Ahora, Galen ¿cuál es tu don? Galen dice: —Es una sorpresa. Al mismo tiempo que Reed dice: —¡Él puede hablar con los peces! Si no hiciera un ruido fantástico con las cadenas y todo, Galen se restregaría una mano frustrada en el pelo. Galen decide que Reed es oficialmente un idiota. Kennedy ríe. —Esto huele a trampa, chicos. Quiero decir, no se lo digan a nadie, pero hasta yo puedo hablar con los peces. Reed rueda los ojos. —Excepto que cuando Galen lo hace, los peces escuchan y obedecen. Esto enciende un fuego en los ojos de Kennedy. —Estás mintiendo. —¿En serio? ¿Voy a tener que soportar otra paliza sólo porque no quieres buscar pruebas por ti mismo? Y Galen decide que Reed es en realidad un genio. El plan consistía en decirle a Kennedy acerca de su don de la velocidad, pero eso pondría al biólogo loco en estado de alerta tan pronto llegaran al agua. Decirle que Galen tiene el don de Poseidón es mucho mejor. Kennedy estaría tan decidido a ver la reacción de los peces ante la voz de Galen, que Galen sería capaz de tomarlo lo suficientemente desprevenido como para entrar en el agua y nadar tan rápido como su don de Tritón le permitiera. Reed se ajustó a la inteligencia de Kennedy. Brillante.

232

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—¿Es esto cierto, Galen? Galen se da la vuelta, haciendo todo lo posible para actuar como si se sintiera traicionado. Kennedy lo toma como un sí. Camina hasta Reed y le agarra la cara, luego casi le mete la pistola en la cuenca del ojo izquierdo. —Espero que no me estás mintiendo, Reed. Porque si es así. —Kennedy baja el arma, a la mano de Reed. Luego aprieta el gatillo. Reed grita y se retuerce mientras Kennedy se aleja lentamente. La sangre se desliza por el antebrazo, hasta el codo. —Si estás mintiendo… Silencio, presta atención, Reed; voy a cortarte la lengua. Con eso, Kennedy saca una pequeña llave del bolsillo de sus vaqueros. —¿Vamos, Galen? La culpa aprieta el pecho de Galen como una garra de cangrejo gigante cuando salen para dejar a Reed sufrir solo.

El resplandor del sol se filtra a través de los árboles detrás de ellos, aplazando el efecto pleno del crepúsculo en la orilla. —Si sigues gritando de esa manera, asustarás a todos los peces —Galen le susurra a Kennedy. A Galen no podría importarle menos—. Deja de chapotear. Pero Kennedy se encuentra en peligro de hacer que le estallen varios vasos sanguíneos; camina descalzo arriba y abajo, por una pequeña porción de la playa. Ya

233

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

le ha permitido a Galen hundirse hasta las pantorrillas, distraído por su propio berrinche. Lo que podría hacer algo más que ahuyentar a los peces; todo este ruido podría llamar la atención. Y los hombres de Tyrden podrían estar en cualquier parte. —¿Reed realmente me mintió? —chilla Kennedy—. ¿De verdad me envió aquí hasta el lago, sabiendo que le voy a cortar la lengua? Galen suspira. —Has vuelto a asustar a los peces. Creo que debemos ir a mayor profundidad en el agua. —¡Oh, estoy seguro que sí! —Kennedy le grita—. ¿Qué, para que puedas alejarte nadando? Esto toma a Galen con la guardia baja. Obviamente Kennedy no está tan distraído como Galen fervientemente esperaba que estuviera. Una brisa atraviesa los árboles, y Kennedy apunta el arma hacia el bosque. —¿Quién está ahí? Muéstrate. Galen rueda los ojos. —Es el viento. Mira, estás haciendo demasiado ruido. La gente va a estar buscándote ya que secuestraste a Reed. Si deseas permanecer oculto, entonces cállate. —He dejado pistas por todo el lugar. Van a ir en círculos durante días mientras nos buscan. —Kennedy mira a Galen con curiosidad—. Supongo que tú tampoco quieres quedar atrapado en las garras de Neptuno. —No es mi pueblo favorito. —Pero Emma está ahí. Galen lo considera. —Al parecer Emma está a salvo allí. Yo no. —Ahhh, así que aceptaron a tu novia, pero a ti no. Interesante. —Kennedy golpetea el dedo en su mejilla, pensativo—. Realmente no te acuerdas de mí, ¿verdad? Oh, pero yo te reconocería en cualquier lado. Tú eres la razón por la que estoy aquí, después de todo. Galen se pone rígido. —¿Qué?

234

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Kennedy se ríe. —Tal vez si me pusiera una máscara y un snorkel te refrescaría la memoria. Sabes, siempre me he preguntado, ¿conocías a Jerry antes de nuestro pequeño encuentro en el arrecife? ¿Jerry? El doctor Milligan. Todo regresa a Galen en un maremoto. No era más que un alevín entonces, jugando en el arrecife con Toraf y Rayna, cuando vio a un humano—el doctor Milligan—tirado en el suelo oceánico, agarrándose la pierna. El doctor se había alejado de su grupo de buceo, le había dado un calambre y estaba a punto de perder el conocimiento. Galen lo sacó a la superficie de inmediato y lo llevó a su bote. El doctor Milligan había estado con dos amigos—uno que ahora Galen reconoce como Kennedy—y cuando vieron la cola de Galen, intentaron subirlo también al bote. Pero el doctor Milligan puso el bote en marcha, a toda velocidad. Los otros dos buceadores perdieron el equilibrio y dejaron caer a Galen. Esa fue la ocasión en que conoció al doctor Milligan. Y la primera vez que había tenido contacto con Kennedy. Más tarde, Kennedy y el otro hombre afirmaron que habían visto un tritón. El doctor Milligan los contradijo, y el avistamiento fue catalogado como engaño. Kennedy sonríe mientras el asombro inunda el rostro de Galen. —Ah, lo recuerdas. Estabas empezando a herir mis sentimientos. —Su cara se tensa—. Que apropiado haberte recapturado después de todos estos años. Eres mi unicornio ¿sabes? Galen se acuerda de lo que dijo Kennedy en la cabaña. Que se considera un cazador de sirenas, lo que lo ha hecho el hazmerreír entre sus colegas. Y yo soy la razón de ello. ¿Cuáles son las probabilidades de que alguna vez me encontrara de nuevo? Galen sacude la cabeza ante la improbabilidad de todo. Kennedy asiente con la cabeza. —Sí, deja que la comprensión te llegue, Galen. Apuesto a que te estás preguntando por qué no simplemente te disparo ¿no es así? Porque tú y yo vamos a tener una larga vida juntos. Una exposición tras otra. ¿Puedes imaginarte los millones

235

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

de dólares que vamos a hacer juntos al demostrarle al mundo que realmente existen las sirenas? ¿Quiere exhibirme? —Si dinero es lo que quieres, tengo mucho. Te pagaré para que nos dejes ir a Reed y a mí. Kennedy frunce los labios. —Creo que ambos sabemos que no se trata de dinero, Galen. Tú me arruinaste, mocoso. Arruinaste mi futuro, mi credibilidad. Ni siquiera pude conseguir un trabajo de profesor. Galen nota que la amargura empieza a supurar realmente en el interior de Kennedy. Podría recapacitar de toda esta charla sobre la vida y decidir dispararme. Ahora es un buen momento para pensar en escapar otra vez. Galen asiente. —Lo siento. Esto golpea a Kennedy por sorpresa —¿Lo sientes? ¿Por qué, exactamente? ¿Por ser capturado? —Por hacértelo de nuevo. Y Galen se sumerge, sorprendiéndose incluso a sí mismo. Su cola destroza lo que queda de sus vaqueros retorcidos, un sacrificio que vale la pena por la oportunidad de escapar. Se ha estirado a su longitud total, cuando una bala pasa silbando junto a su cabeza, y luego una ristra de disparos por todas partes, haciendo delgados túneles de agua delante y al lado de él. Su cola aún sigue dolorida, y necesita maniobrarla cuidadosamente para mantener un curso recto, pero avanza lo más rápido que puede, recordando que Kennedy es un terrible tirador y que está desesperado. Además, la suerte no ha estado precisamente de lado de Galen últimamente… y no está seguro de cuántas balas de la pistola quedan.

236

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Es consciente de mantenerse agachado, hacia el fondo, en caso de que Kennedy fijara alguna trampa en esta parte del río. Oye más disparos en la distancia, pero no ve balas. A decir verdad, está dividido entre regresar y ayudar a Reed o seguir adelante. Pero, ¿qué puedo hacer contra un arma? ¿Y cómo puedo liberar a Reed de las cadenas? Difícilmente podía ayudarme a mí mismo cuando estaba atado a una silla. No, si va a volver, necesita ayuda. Y necesita encontrar a Emma.

237

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

39 Traducido por Lauraef

TYRDEN SE ASOMA por la persiana de la ventana. —Parece que las calles se han tranquilizado un poco. Todos los que no están buscando a Reed están en casa disfrutando de la cena. Probablemente esperan junto al teléfono por noticias. — Se gira hacia mí, mientras se rasca la nuca—. Este pueblito funciona como reloj. Un día tras otro. Todo se cierra a las cinco y media. Junto a su pie, Frank se revuelve, mueve una pierna y gime. La otra pierna está doblada en un ángulo extraño, probablemente rota después de su caída de las escaleras. Tyrden le da un golpe a esa y Frank se queja. —Pare de hacerle daño —digo, cerrando los ojos. Sueno más valiente de lo que soy. Todavía no sé lo que Tyrden quiere de mí. ¿Por qué me mantiene aquí? Sigo esperando y rezando para que alguien venga a echarnos un vistazo, que entren por la puerta y vean lo que ha hecho. Pero pensándolo bien, seguramente les dispararía al instante. —Casi es la hora de irnos. —Camina de regreso al sofá. —¿Irnos a dónde? —Tengo un sitio especial para ti, princesa. Lo he cavado esta mañana. Va a matarme. Me trago el vómito y el terror tan pronto surgen en mi interior. —¿Por qué? —Ahora me tiembla la voz. De hecho, todo mi cuerpo parece temblar de arriba abajo—. ¿Por qué está haciendo esto? Hace pucheros. —Oh, Emma, ¿cuán inocente puedes ser? ¿No te acuerdas de la historia que te acabo de contar?

238

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

¿Está preocupado por ser castigado por su papel en la conspiración? Ojalá no me hubiera contado nada sobre ella. Ahora soy una carga para él. Ahora cree que tiene que eliminarme. —Nadie sabe al respecto. Si me deja ir, no se lo diré a nadie. Lo juro. —Pero no es verdad. Jagen y Paca saben sobre la conspiración y sobre Neptuno, y no se lo han dicho a nadie, a pesar de la sentencia a las Cavernas de Hielo. ¿Por qué? —Jagen y Paca mantuvieron el secreto, yo lo haré también. Tyrden hace una mueca. —¿En serio crees que confío en Jagen y Paca? —¿No? Se da golpecitos en la cabeza con el cañón de la pistola. —Piensa, Emma. ¿Por qué iban a esconder algo ahora que han sido capturados? ¿Por qué iban a seguir guardando el secreto? Se está frustrando conmigo, puedo verlo. Hay una turbulencia en sus ojos que me hace pensar en imprevisibilidad. Además, su comportamiento es errático. Primero calmado y luego agitado. Tranquilo y luego excitable. Al menos tengo que adivinar la respuesta, si eso lo hace feliz… por ahora. —¿Porque es su amigo y no lo traicionarían? Se ríe con lástima y cruza los brazos. —No creo haber conocido nunca a alguien tan obtuso. Insúlteme, adelante. Pero mantenga apuntada esa pistola a cualquier lado menos a mí. Tyrden niega con la cabeza. —Jagen todavía tiene un interés en tierra, Emma. Un hijo mestizo; su nombre es Asten. Vive a dos pueblos de distancia con su madre. Voy a verlos de vez en cuando. Se está haciendo mayor, tiene casi dos años.

239

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

La comprensión de lo que está diciendo me golpea. —Lo ha amenazado con matar a su hijo si habla. Tyrden inclina la cabeza y me lanza una sonrisa torcida. —Ya ves, tengo que asegurarme de que mis secretos están a salvo. —Si me deja ir, prometo que no diré nada. También guardaré el secreto. — Pero ambos sabemos que es una mentira. En cuanto estuviera libre, iría directa a Reder y le hablaría sobre Asten, le diría que su vida está en peligro. Me aseguraría de que el bebé está a salvo, de que Tyrden no pudiera hacerle ningún daño. —Por supuesto, nuestra situación es diferente, Emma. Nosotros ya hemos alcanzado un punto muerto. —Todavía no entiendo. —¿Recuerdas la parte de mi historia en la que Jagen y Paca tuvieron a la realeza justo donde querían? —Se acerca varios pasos. Asiento, mirando el cañón de la pistola que ahora me apunta de nuevo—. Después, por supuesto, recuerdas quién apareció con un muro de peces y lo arruinó todo.

240

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

40 Traducido por Ailena

GALEN SE PRESIONA contra la pared, en escucha de cualquier movimiento o ruido procedente de la casa de Reder. No hay luces encendidas y, al igual que toda la ciudad de Neptuno, parece desierta, por lo que Galen no podría estar más agradecido, teniendo en cuenta que está desnudo. Se arrastra hasta los escalones del pórtico delantero y gira el pomo de la puerta tan silenciosamente como le es posible. Al mirar por la ventana, no encuentra a nadie en la estancia o el comedor. Decide entrar por la parte posterior de la casa; si tiene que romper una ventana para entrar, no quiere ser visto por cualquier transeúnte desde el camino. Pasa de puntillas por el costado de la casa, usando la luz de la luna como guía, y casi tropieza con la manguera de agua, enrollada cerca del pórtico trasero. Abre la puerta de tela metálica, y se estremece cuando emite un crujido estrepitoso, que le recuerda un poco a la manera en que Toraf eructa después de comer demasiado. Para sorpresa—y alivio—de Galen la puerta trasera está sin llave. Gracias Tritón por los pueblitos de buenos vecinos. Se mueve lentamente a través de la casa, comprobando cada esquina y habitación, en busca de señales de vida; y sin encontrar ninguna. Definitivamente la ropa haría todo este allanamiento menos estresante. Recorre el camino por las escaleras para encontrar el armario de Reder. La constitución de Reder se parece más a la de Galen que la de Reed. Saca el primer par de vaqueros que encuentra y se coloca una desgastada camiseta. Prueba algunos de los zapatos de Reder y le quedan un poco grandes, pero si los cordones están lo suficientemente apretados, no se le saldrán.

241

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Galen había esperado encontrar a Emma aquí. Es el único lugar donde creyó que iba a estar. Ahora que ella no está, no está seguro de dónde más buscar. Trataré de llamarla. Tranquilamente recorre el camino de vuelta por las escaleras hasta la cocina, donde recuerda haber visto un teléfono colgado en la pared. Marca el número y contiene el aliento, sabe que sería demasiado fácil si ella respondiera, que esta noche no va a funcionar de esa manera. Cuando se va al buzón de voz, cuelga y marca al doctor Milligan. A pesar de que está bastante seguro de que nadie más está en la casa, susurra cuando su amigo contesta. —Doctor Milligan, es Galen. Necesito que venga a Neptuno. Kennedy está aquí, y tiene a Reed. Él va a exponer a los Syrena. —¿Galen? ¿Neptuno? ¿Qué? —Kennedy… uno de los hombres con los que estaba buceando cuando nos conocimos; está aquí en Neptuno. Neptuno es una ciudad en Tennessee llena de mestizos y Syrena. Tiene a Reed. Y no puedo encontrar a Emma. Tras una larga pausa, el doctor Milligan dice: —Está bien, está bien, sólo cálmate. —Pero para Galen, es el doctor Milligan quien parece alarmado—. ¿Has dicho Kennedy? ¿Greg Kennedy? No lo he visto en años. —Él ha estado ocupado rastreando a los Syrena. Y ahora ha encontrado algunos. —Galen describe todo lo que ha pasado en frases cortas y entrecortadas que pueden o no servir como una explicación decente. Tiene la esperanza de que el doctor Milligan pueda comprender… y que capte la urgencia de la situación. Al parecer, lo hace. —Oh, cielos. Esto no es bueno. Galen asiente en el teléfono. —Lo sé. ¿Puede venir?

242

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Voy a coger el próximo vuelo. Cuando cuelgan, Galen marca a Grom. Se sorprende cuando su hermano contesta. —Galen, ¿dónde estás? —Estoy en la casa de Reder. No puedo encontrar a Emma, y está en peligro. Galen oye un ligero sonido al otro lado del teléfono, y de repente está hablando con Nalia. —Emma está en el sótano del Ayuntamiento. —¿Cómo...? ¿Cómo sabes eso? —Hemos hablado por teléfono. Ve por ella. Y dile a Toraf que no necesitamos un rehén. —¿Toraf? ¿Dónde está Toraf? ¿Un rehén? —¿No les dijo que no vinieran a Neptuno? Aun así, le alegra que no lo escucharan. Le vendría bien su ayuda en este momento. Sobre todo porque han estado en contacto con Emma. —Él está de camino al pueblo para secuestrar a alguien para nosotros. Íbamos a hacer un intercambio de rehenes. Galen niega con la cabeza. —No importa, ni siquiera quiero saber. Voy a encontrar a Emma. ¿Dónde deberíamos reunirnos? —Estamos en una zona de picnic en las afueras del pueblo. Está un poco lejos de la carretera. Galen asiente. —Recuerdo haber visto un cartel del lugar en el camino de entrada. —Bueno. Date prisa. Ah, y ¿Galen? —¿Si?

243

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Voy golpearte hasta dejarte sin sentido por dejar a Emma allí sola. —Y luego Nalia cuelga. Galen se golpea la cabeza contra la pared. ¿Cómo podría empeorar? Antes de irse, coge el pizarrón magnético de la nevera y garabatea un mensaje. Con suerte alguien vendrá a casa y lo verá antes que algo malo suceda. Tyrden y Kennedy son sus enemigos. Coloca el pizarrón en la mesa de la cocina y se va.

Cuando Galen regresa de nuevo al pueblo, se ve obligado a escabullirse en callejones entre los edificios. Las calles de Neptuno están inundadas de gente con chalecos naranja y que llevan linternas. Probablemente partidas de búsqueda de Reed. Por sus expresiones oprimidas, no lo han encontrado todavía. Galen se esconde detrás de un contenedor de basura justo cuando una pareja pasa por la acera en frente de él. Tiene que llegar al Ayuntamiento sin ser detectado, pero no está seguro de dónde se encuentra exactamente. —Sabía que olí algo —dice una voz detrás de él. Se vuelve para ver a Toraf. —¿Cuánto tiempo has estado allí? —Galen sisea. Aún así, nunca ha estado tan feliz de ver a su amigo. —Yo estaba aquí primero. Casi me pisas el pie. No eres muy observador, piscardo. —¿Todavía no has encontrado a Emma?

244

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Toraf niega con la cabeza. —No está en el Ayuntamiento. Ya lo he comprobado. —¿Cómo sabías dónde estaba el Ayuntamiento? Toraf se encoge de hombros. —Le pregunté a alguien. Aquí son muy amables. Galen se masajea las sienes con los dedos. —¿Y ya te has conseguido un rehén? —Nop. En eso estaba antes de que casi me dieras un cabezazo, tratando de no llamar la atención. —No puedes simplemente secuestrar a alguien al descubierto en el centro del pueblo. —Iba a llamar un taxi y hacer que me llevara a la zona de picnic donde están los demás. Y bum: secuestrado. ¿Qué pasa con tu rostro? Espero que el otro tipo se vea peor. —Este pueblo es demasiado pequeño para necesitar taxis. —Se pregunta dónde Toraf aprendió a llamar un taxi, pero decide dejar la pregunta para más adelante. Ahora no es el momento de irse por la tangente, especialmente cuando Toraf está involucrado. Sin embargo, el plan de su amigo era bastante impresionante. —Mmm, ¿piscardo? No es por interrumpir tus estrategias expertas, pero... — Toraf apunta a la calle detrás de ellos—. ¿No es Emma? Galen gira. Efectivamente, Emma está en el asiento de pasajero de un coche parado en el único semáforo del pueblo. Y Tyrden es el conductor.

245

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

41 Traducido por Yann Mardy Bum

QUIERO gritarle a las personas a mi alrededor. Golpear la ventana y pedir ayuda a gritos. Pero Tyrden está apuntándome con el arma, y sé que dispararía antes de que vengan a ayudarme. Antes de que cualquiera notara lo que está sucediendo. Así que mis opciones son recibir un disparo ahora o recibirlo más tarde. Sólo que pienso que más tarde tendré mejores oportunidades de escapar. Ahora, con tan sólo moverme, muero. Más tarde, cuando paremos donde sea que estemos yendo, él tendrá que salir del auto en algún momento. Existirá un breve segundo en que la pistola no me esté apuntando. Al menos, eso espero. En ese momento haré mi jugada. Rachel me enseñó que cuando alguien tiene un arma, la mejor oportunidad que tienes es correr haciendo zigzag, porque es más difícil darle a un blanco en movimiento. Dice que de esa manera, aún si te disparan y te dan, disminuye las probabilidades de que sea en un órgano vital, y aumenta tus oportunidades de escapar. Salgo de mis pensamientos cuando un peatón golpea mi ventana. Estoy demasiado aterrorizada como para mirar quién es. —¿Qué debería hacer? —pregunto a Tyrden en voz baja. —Mira qué es lo que quiere —dice—. Y recuerda lo que tengo en mi mano. Tyrden apoya el arma sobre el asiento entre nosotros escondiéndola en la sombra que proyecta un farol. Bajo la ventanilla. Y me encuentro cara a cara con Toraf. Siento que mis ojos duplican su tamaño. Toraf está aquí. Toraf está aquí. Toraf está aquí. —Hola —dice, asomando la cabeza en el coche. Quiero empujarlo hacia afuera, decirle que corra, decirle que me ayude, decirle que tiene un arma. Mi boca

246

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

cuelga abierta, poco dispuesta a pronunciar las palabras. —¿Pueden llevarme al Ayuntamiento? —pregunta. No hay forma de que Toraf no vea el arma. ¿Qué está haciendo? —Lo siento, no estamos yendo en esa dirección —dice Tyrden, con voz amigable y alegre. Aprieta la pistola en mi cadera—. Y vamos a llegar tarde. —Oh, lo siento. Entonces ¿podrían darme algunas indicaciones? —Claro. —Deja ver algo de impaciencia—. Gira a la derecha en este semáforo y… El sonido de vidrios rotos me impacta desde el lado del conductor antes que los mismos fragmentos. Toraf abre bruscamente la puerta del lado del pasajero, y me lanzo fuera del auto mientras escucho que el arma se dispara detrás de mí. La bala golpea en la puerta a centímetros de mi cabeza. —Levántate, levántate —dice Toraf, poniéndome en pie. Envuelve su brazo alrededor de mi cintura y me carga a la acera. Todos gritan a nuestro alrededor. El coche rebota de arriba a abajo, haciendo chirriar la suspensión, que hace un sonido aún más horrible por los gruñidos que vienen desde adentro. Unos segundos después, otro disparo resuena y el arma cae sobre el pavimento al lado del coche. —Ya vuelvo —dice Toraf, pateándola. Luego se lanza al asiento del pasajero. En cuestión de milisegundos, Galen aparece por el lado del conductor, y mi estómago da vueltas. Tyrden está inconsciente, lo saca del coche agarrándolo por las axilas y sin contemplaciones lo lanza al asiento trasero. Parece ajeno a la multitud que se ha reunido en torno a él. Me ve en la acera, sin hacer nada para salvarme a mí misma o a él. Galen parece aliviado de que no estoy siendo útil. —¡Emma! —grita—. Entra al auto.

247

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Como un robot, me siento del lado del pasajero, mientras los pies de Toraf vuelan sobre el asiento y se sienta junto al cuerpo inerte de Tyrden en la parte de atrás. —Vamos, vamos, vamos —dice Toraf, y Galen pisa el acelerador para alejarnos de la multitud. La ventaja de estar en un pueblito es que se puede salir de él rápidamente. Dos minutos, y estamos recorriendo a toda velocidad la autopista. Me aferro al panel de la puerta, tratando de no pensar en el agujero de bala que hay en él. También trato de asimilar la locura que acaba de pasar. —Pez ángel —dice Galen a mi lado. Pone gentilmente su mano en mi pierna, e instintivamente pongo mi mano sobre la suya—. ¿Estás bien? Asiento, con los ojos muy abiertos. —¿Y tú? —Es una pregunta válida. Tiene la cara llena de moretones, un ojo hinchado, y los labios partidos. Algunos moretones ya son amarillentos, lo que significa que son más antiguos que la reciente pelea con Tyrden. Nunca lo había visto lucir tan maltratado. —Voy a estar bien —dice con confianza—. En cuanto te ponga a salvo. —¿Qué debo hacer si despierta? —dice Toraf detrás de nosotros. Doy una mirada a Tyrden, que está casi hecho un ovillo en el asiento. Luce como si lo hubieran metido en una maleta a toda prisa. Galen mira por el retrovisor. —Mantén tu bota en su cara y estate listo para usarla. —Lo haré. —¿Galen? —digo suavemente. No sé si reír o llorar, pero cualquiera sea mi elección va a ser en estado de histeria. —¿Mmm? —¿Dónde has estado?

248

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Respira profundamente y me aprieta la rodilla. —No vas a creer todo lo que ha pasado. Repaso el rostro de Galen, los agujeros de bala en el coche, el hombre que secuestramos en el asiento trasero, y el hecho de que él me tenía de rehén hace menos de diez minutos. —Pruébame.

249

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

42 Traducido por Yann Mardy Bum

GALEN VUELCA el cuerpo de Tyrden en la parte trasera de la todoterreno que Nalia rentó en el aeropuerto. Con movimientos concentrados, lo empieza a envolver en una capa tras otra de cuerda que ella compró en una ferretería algunos pueblos atrás. Realmente estaba dispuesta a tomar un rehén. Con los dientes, arranca un trozo de cinta adhesiva y la coloca cuidadosamente sobre la boca de Tyrden. —Deberías rodearle la cabeza —dice Rayna detrás de él—. Le va doler más si tiene que sacársela del cabello. Luego ella lo abofetea en la mejilla. Duro. —Está inconsciente de verdad. Por el tridente de Tritón, pero Galen ha extrañado a su gemela. —Esperemos que no tenga la oportunidad de quitársela. —No la tendrá. —Ella se apoya en la parte posterior de la camioneta y levanta la mano lentamente para tocarle el rostro—. ¿Este tipo te hizo esto? —No se siente tan mal como se ve. —Lo cual no es una mentira. Sus labios se le volverán a rasgar si no tiene cuidado, pero aparte de eso todo parece estar sanando bien. Al menos, eso es lo que Nalia había dicho. Cierra la compuerta de la camioneta y gira hacia las mesas de picnic donde todos están reunidos. —¿Vienes? —le pregunta a Rayna. Ella niega con la cabeza lentamente. Camina hacia la puerta del pasajero y la abre. —Voy a vigilarlo. Galen está a punto de decirle que su rehén no es un juguete, pero ve la mirada dura en sus ojos y lo piensa mejor. Ella sabe lo que está haciendo. —Si se mueve, le voy a partir la cara, —dice. Luego salta adentro y cierra la puerta detrás de ella. Tal

250

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

vez es mejor que sea Rayna quien vigile a Tyrden. De todos ellos, Rayna podría ser la única que no dudaría en actuar si la situación lo requiere. Su hermana siempre ha sido aficionada a pedir perdón en vez de pedir permiso. Y su temperamento es inigualable en todos los reinos. Que es exactamente el tipo de vigilancia que Tyrden merece. Galen camina hacia las mesas de picnic y se sienta junto a Emma, frente a Grom y Nalia. Toraf está recargado en un árbol detrás de ellos, mirando cómo Rayna vigila a Tyrden. Antonis se sienta a la mesa junto a ellos, esperando expectante. Galen y Emma tienen mucho de que hablar, acerca de sus experiencias individuales en Neptuno. Emma empieza hablando del pueblo en sí, cómo llegó a crearse, que Reder quiere la paz y la unidad entre los habitantes del océano y los habitantes de la tierra, y cómo Tyrden estaba involucrado en la conspiración de Jagen y Paca para apoderarse del territorio Tritón. Y el hecho que impacta a todos: Jagen tiene un hijo mestizo. —Tenemos que asegurarnos de que él va a estar bien —finaliza ella. —Haremos lo mejor posible —dice Grom—. Diría que ahora mismo está a salvo, ya que Tyrden está atado en el coche. Galen les habla de su cautiverio con Tyrden, luego con Kennedy. Asiente mirando a la todoterreno. —Tenemos otros problemas, además de él —le dice a Grom—. El doctor Milligan viene de camino para ayudarnos con el asunto de Kennedy. —¿Cuál asunto exactamente? —Nalia une las manos frente a ella—. Tú escapaste. Galen les cuenta cuando Kennedy le disparó a Reed y su intención de hacer experimentos con él. —Tengo que volver por él —dice con firmeza—. Él me ayudó a escapar y se lo debo. No podemos dejarlo ahí.

251

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Y no podemos dejar que Kennedy le haga experimentos —interviene Nalia —. Todos estamos en peligro. Aunque no estoy segura de entender cómo nos puede ayudar el doctor Milligan. —Tal vez pueda hacer entrar en razón a Kennedy —dice Galen—. Tal vez podamos sobornarlo. —Pero Galen sabe que es improbable. Aun así, cree que el doctor Milligan puede ayudar. Solo que no está seguro cómo. —Pero el pueblo entero lo ha estado buscando —dice Emma—. Si ellos no pueden encontrarlo, ¿cómo lo haremos nosotros? —Él me dijo que los apartó de su pista a propósito —dice Galen—. Necesito llegar al río. Desde ahí podré encontrar el camino de regreso al remanso donde me escapé. Y desde ahí, encontraremos la cabaña. —Y ojalá también a Reed. —¿Luego qué? —dice Grom—. Entonces tenemos dos prisioneros de Neptuno, un científico humano y ningún plan. Creo que es un poco más de lo que podemos manejar. —Tyrden no es sólo un prisionero —corrige Nalia—. Él va a regresar con nosotros al océano para su Tribunal. Sus crímenes contra los reinos son demasiado grandes para ignorarlos. —A Neptuno no le gustará eso —dice Grom—. Él es uno de sus pobladores, después de todo. —Pregúntame si me importa —dice Nalia—. Y ¿por qué te preocupas? Neptuno ni siquiera debería existir. No tenemos por qué reconocer su autoridad sobre nada. Él se metió con mi familia, y no se va a salir con la suya. —Pero Neptuno sí existe —dice Antonis gentilmente—. Y Grom tiene razón, un poco de diplomacia llega lejos. Voy a volver a los reinos y reclutar refuerzos. — Salta de su asiento y pone una mano sobre el hombro de Grom—. El pueblo de Neptuno ya no puede ser ignorado por los reinos. Debemos empezar a dialogar con ellos.

252

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Grom niega con la cabeza. —Tú nos pusiste en esta situación. Tú y tus secretos. —Es un secreto que se ha mantenido durante miles de años. Sería injusto llamarlo mi secreto. —Antonis se cruza de brazos—. Y quieren la paz, siempre la han querido. Creo que ahora podría ser el momento de conseguirla. Después de todo, los Archivos aceptaron a Emma. —Emma es una excepción. Una —dice Grom—. Esto es pedir demasiado y demasiado pronto. —Entonces tal vez no deberíamos consultar al consejo por el momento —dice Antonis—. Tal vez deberíamos limitar este debate a los presentes. Permitir que los Archivos se vayan haciendo a la idea con el tiempo. —Has estado pensando demasiado sobre esto —dice Grom irritado—. Ya tenías todo planeado en tu cabeza, ¿no es así? —Por supuesto que no —dice Antonis—. Bueno, tal vez un poco. Dicho esto, tal vez reclutar refuerzos no sea una buena idea. No queremos involucrar más personas de las necesarias… Nalia entierra el rostro en sus manos. —Increíble. Durante todo este tiempo… —Miren —dice Galen—. Sé que esta es una discusión importante, pero estamos perdiendo el tiempo en lo que se refiere a Reed. No quiero darle a Kennedy la oportunidad de que se lo lleve a otro lugar. Todos asienten en silencio. —Creo que Grom, Toraf y yo deberíamos ir. —No voy a dejar a Rayna aquí con ese lunático —dice Toraf. —¿Cambiarías un lunático por otro? —dice Galen, aunque sabe que la decisión de Toraf está tomada. Toraf es sobre protector con su hermana, lo que puede ser bueno y malo a la vez.

253

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Nalia, Emma, y Antonis pueden ocuparse de Tyrden. Está atado y amordazado. No hay razón para que Rayna no pueda venir con nosotros. A Galen tampoco le gusta la idea de dejar a Emma con Tyrden, especialmente ahora que acaba de recuperarla. Pero el hecho es que Tyrden está atado y Nalia es prácticamente una experta con las armas, de las cuales tiene tres en este momento. Y como Emma no tiene cola, haría que todo el grupo fuera más lento durante el recorrido por el río. Él y Emma se miran. Ella asiente ligeramente, aceptando lo inevitable. —Bueno —dice Galen—. Llevaremos a Rayna. Andando, no podemos esperar a que amanezca. Y tengan cuidado con las trampas.

254 Viajan por el río hasta la orilla a la luz de la luna. Los árboles y arbustos a su alrededor son formas negras y azules, apenas perceptibles en sitios donde el dosel del bosque bloquea el cielo nocturno. Descalzos, Toraf, Rayna, Galen, y Grom van hacia los árboles. —¿Que tan lejos está de aquí? —susurra Rayna. —No mucho —dice Galen, tomando la delantera en dirección al bosque. —¿Cómo vamos a enfrentarlo si tiene un arma? —pregunta Grom. —Lo superamos en número —contesta Galen—. Y hay árboles para esconderse. Además, no es un gran tirador. —Perfecto —se queja Toraf. —Tú fuiste el que quiso traer a Rayna —dice Galen. —¿Puedo cambiar de opinión?

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—No —dicen los gemelos al unísono. —Ustedes, callados —dice Grom—. Galen, concéntrate. Galen entrecierra los ojos mirando a la distancia. El contorno de una cabaña se destaca contra los árboles detrás de ella. —Es aquí —susurra, señalando con la cabeza. Hace señas para que se acerquen a él—. Vamos a rodearlo y ya veremos desde allí. —¿Y si no sale? —dice Rayna. —Lo hará una vez que sepa que estamos armados. —No estamos armados —dice Toraf. Galen recoge un palo del suelo y desprende un par de ramitas. Señala a Toraf con la punta del palo. —En la oscuridad, lo estamos. Toraf asiente y encuentra su propio palo, luego hace el sonido de un disparo para lograr el efecto. Galen rueda los ojos. Como grupo, se arrastran hacia la cabaña, palos en mano. Cada vez que rompen una rama o crujen hojas bajo sus pies, Galen se encoge. No hay forma de que Kennedy no sepa que estamos aquí. Trota ligero, haciendo señas a los demás para que rodeen la cabaña. Galen reclama un árbol directamente en frente de la puerta. Cuando todos están en posición, Galen grita: —Kennedy, te tenemos rodeado. Sal de ahí, no queremos lastimarte. Pero Kennedy no responde. De hecho, no parece haber ningún sonido ni movimiento en el interior. Galen encuentra una roca y la tira por la ventana del frente, rompe la parte inferior. Todavía nada. No hay luces adentro. Lentamente Galen va hacia las escaleras, sintiéndose un poco infantil mientras levanta su palo como arma. A la luz de la luna, puede divisar el candado cerrado que cuelga de la puerta. Kennedy no está aquí. —¿Reed? —lo llama Galen—. Reed, ¿estás ahí adentro? —Se asoma por la ventana rota. Los grilletes de Reed yacen en el suelo del otro lado de la ventana. Kennedy ya se lo ha llevado.

255

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Toraf y Grom se reúnen con él en el frente, y Rayna no se queda atrás. — Podrían estar cerca todavía —les dice Galen—. Si es inteligente, va a moverse más al sur. Deberíamos empezar… —¡Shhhh! —sisea Rayna—. ¿Escuchan eso? Todos se quedan inmóviles. Por un momento, el único ruido que se escucha es el murmullo del viento en la copa de los árboles. Luego un zumbido muy distinto les llega desde la dirección del río. —Un bote —dice Galen—. Tienen que ser ellos. Corren de nuevo al remanso, sin preocuparse por las ramas bajas que golpean sus rostros. A lo lejos, ven una pequeña luz amarilla del otro lado del río, en dirección al sur. —Se mueven rápido —dice Grom. —Tal vez puedo atraparlos —dice Galen, entrando al agua. Rayna le toma del brazo—. Todos vimos tu cola, Galen. Necesitas dejarla descansar. Deja que yo me ocupe de esto. —Nunca lo alcanzarás —dice Galen mientras Toraf resopla—. Por supuesto que no. Sin siquiera una palabra de advertencia, Rayna abre la boca. Y el don de Tritón se mueve por el río en una ola gigante.

256

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

43 Traducido por Hishiru

EL ABUELO SE SIENTA junto a mí en la mesa de picnic. Se aclara la garganta mientras intenta alisar las arrugas de su camisa. Finalmente dice: —¿Y bien? —Mmm. ¿Bien, qué? —Suena un poco irrespetuoso, así que lo arreglo—, quiero decir, no estoy segura de lo que me estás preguntando, Abuelo. —¿Estás enojada conmigo porque te envié a Neptuno? —Podrías haberme dicho lo que iba a encontrar allí. —Pero, ¿sabes por qué no lo hice? —Galen. El Abuelo suspira. —Creo que Galen y Grom son muy parecidos, aunque ninguno quiera admitirlo. Ambos buscan la seguridad primero, y el placer después. A veces eso puede ser una gran ventaja. La mayoría de las veces, de hecho. Pero otras veces, puede evitar que experimenten una vida plena. Me pregunto si se refiere a la vez en que Grom prohibió a mamá ir a tierra años atrás, lo que comenzó la pelea que los separó por décadas. Me gustaría pensar que he curado a Galen de prohibirme hacer cosas, pero todavía hay momentos en que puedo ver la duda acechando sus ojos, una pelea que no permite salga a la superficie. No le gusta cuando hago ciertas cosas, pero al menos no me dice que no. Pero con respecto a Neptuno, creo que el Abuelo tiene razón. Creo que Galen no habría puesto un pie en los límites del pueblo, si hubiera sabido lo que iba a encontrar. —No estoy molesta contigo —Pienso en como decírselo—. Sé por qué no pudiste advertirme más de lo que lo hiciste. —Nuestra experiencia en Neptuno no formaba parte de mis mejores sueños, no después de lo que le pasó a Galen mientras

257

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

estábamos allí. Pero ¿conocer la existencia de otros mestizos, de un pueblo que acepta ambas especies y conviven en unidad? Eso me dio esperanza. Un tipo diferente de esperanza que podría esfumarse después de los acontecimientos de esta noche. —¿Y cómo te sientes acerca de la paz que quiere Neptuno con los reinos? — baja la voz en esa pregunta, probablemente para evitar que mamá alcance a escuchar. —Quiero que suceda —respondo. —Entonces trabajaremos juntos en ello, ¿de acuerdo? Estoy a punto de preguntarle cómo se propone hacerlo, cuando de repente Galen y Toraf aparecen en el borde del bosque, sosteniendo a Reed entre ellos para ayudarlo a caminar. Grom y Rayna aparecen detrás de ellos, con Kennedy tumbado sobre el hombro de Grom como un niño dormido. Sus brazos se balancean adelante y atrás como cáscaras de plátano colgando. Galen ayuda a Reed a sentarse en una de las mesas y le hace señas a mamá. — Su mano está herida. —Hay una tira de tela atada fuertemente alrededor de la mano de Reed, y por el aspecto de la camisa hecha jirones de Galen, sabemos quién la donó. Rayna intercambia alegremente lugares con mamá, quien había montado guardia en la todoterreno. Tyrden sólo se despertó una vez, brevemente… hasta que mamá lo dejó inconsciente de nuevo, golpeándolo con la culata de su arma al estilo mafioso. Mamá trae una botella de agua a la mesa donde Galen, Grom, y Reed están sentados. Toraf se une con Rayna en la todoterreno, para atar a Kennedy de la misma manera que a Tyrden. De repente tengo una experiencia extra corporal, observando la escena fuera de contexto. Si alguien decide tener un picnic aquí en este momento, estaríamos jodidos. Me quedo en mi asiento junto al Abuelo, me arrellano en el banco para ocultar mi nerviosismo. En este momento, todo lo que hacemos parece un deber. Y por ahora esta mesa es el equivalente a mi puesto, y permanezco a un lado hasta que sea útil. El

258

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

área familiar de picnic se ha convertido en la base de control para sirenas nómadas. Mamá retira con cuidado la tela, y examina la herida de Reed. Él es un buen paciente, hace algunas muecas de vez en cuando, pero nunca manifiesta el dolor que siente. —Tienes varios huesos rotos —dice después de unos minutos—. Tendré que ir a una farmacia y conseguir algunas vendas y antisépticos. Necesitarás un yeso, para que los huesos puedan reacomodarse correctamente. Ustedes... ¿El pueblo de Neptuno tiene un hospital? Él niega con la cabeza. —Tenemos un médico. Tratamos de evitar el hospital, por razones obvias. Mamá asiente. Me doy cuenta que no le dice que vamos a llevarlo al médico de inmediato; al parecer, no lo haremos. —Esto va a doler —dice ella, levantando la botella de agua. Reed mira hacia otro lado mientras ella la vierte sobre su mano. También aparto la mirada. No tengo el estómago para ver las heridas abiertas. Después de limpiarla, mamá regresa a la todoterreno y trae una camisa limpia, que rasga en varias tiras, mientras ignora a los dos hombres atados. Envuelve la herida de Reed y le da un poco de Tylenol. —Es todo lo que tengo —le dice. Reed acepta y toma un trago del agua embotellada que le ofrece. Entonces mira a Galen y luego a Grom. —¿Van a llevarme a casa? ¿O iré de un secuestrador a otro? Galen cruza las manos detrás de la cabeza y deja escapar un suspiro. —Creo que es el momento de hablar de nuestro próximo movimiento. Mi voto es dejar que los reyes lo manejen. —Por supuesto que ellos van a manejar esto —dice mamá. Pero sé que Galen lo dijo por mí. Está haciéndome saber que el mundo no descansa sobre mis hombros y que cualquier cosa que decidan hacer con el pueblo de Neptuno, no es una decisión en la que yo participe. Se supone que eso me haga sentir bien. ¿O está diciéndome que no tengo nada que decir? Ya lo veremos.

259

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Grom comienza a recoger palos y pedazos de madera, y los apila en una de las parrillas para fogatas. Toraf lo ayuda, y en pocos minutos, tenemos en donde cocinar la cena. Excepto que no tenemos ninguna cena, a menos que alguien atrapara algo más que a Kennedy cuando fueron al río. Me doy cuenta que Galen no ayuda con el fuego. Mira fijamente a la nada por mucho tiempo, como si estuviera hipnotizado. En los varios minutos en que está pensativo, yo lo miro a él. Así es como sé el momento exacto en que cruza su mirada con la mía. Y estoy sorprendida por lo que veo en sus ojos. De repente, atraviesa el campamento y se coloca delante de mí, perforándome con la mirada. Hay una angustia profunda; con un poco de cautela. Algo lo está molestando. Y tiene que ver conmigo. —Me gustaría hablar contigo, Emma. A solas.

260

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

44 Traducido Por Jeiis_22

GALEN la dirige lejos de las mesas de picnic hacia el bosque. Aún así, pueden ver la fogata desde allí, pero es lo suficientemente lejos para que sus palabras sean sólo para los oídos de Emma. Se detiene después de unos cuantos metros más, mira hacia atrás al campamento y luego a ella. Sus ojos están muy abiertos y llenos de preguntas, él no sabe por dónde empezar. —Galen, me estás poniendo nerviosa —susurra, su voz suena irregular, como si estuviese al borde de las lágrimas, que es exactamente lo que no quiere. Se pasa las manos por el cabello. —No te traje aquí para molestarte, es que... Han pasado muchas cosas entre nosotros; a nosotros, desde nuestro desacuerdo en el hotel, y creo que tenemos que hablar sobre esto, antes de que ocurra cualquier otra cosa. Ella se aclara la garganta. —Cuando no regresaste, pensé que me habías dejado, pensé que todo había terminado. Por supuesto que lo pensó. ¿Qué otra cosa iba a pensar? —¿Querías terminar? —Esa no es la pregunta que iba a hacer, pero es la que más quiere saber. —Galen. —Si querías, sólo dímelo, no me voy a enfadar. —Siente perder el control de sus emociones y recuerda cómo les fue la última vez, cálmate, habla sobre el tema—. Dije algunas cosas que no tenían sentido, no estaba de ánimo, estaba conmocionado, supongo, por encontrar a Reed y lidiar con Reder... No, no hay excusas. —Cambia su

261

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

peso de un pie al otro, pero no es su peso físico lo que se siente como una carga—. He tenido mucho tiempo para pensar las cosas, pensar en nosotros. —No quería que termináramos. Levanta la mano, para acariciarle la mejilla con el dorso, ella cierra los ojos por el contacto, y no sabe si eso es bueno o malo. —La razón por la que quería que vivieras en el océano conmigo, la razón por la que quería alejarnos de tierra es porque... —Crees que voy a vivir más tiempo, que la vida del océano será más fácil para mi cuerpo, como lo es para los Syrena. —Los humanos son frágiles. —Estás hablando de Rachel. —Supongo que sí. Sí, estoy hablando de Rachel. —Lo que le pasó fue un accidente, no fue culpa de nadie. Niega con la cabeza, podrían discutir eso durante varios ciclos lunares. —Ni siquiera es eso, es... Eso no te puede pasar a ti, morir, quiero decir. —Pasará algún día, nos pasará a todos, morir es parte de la vida. —Trato de decirme eso, te lo juro, trato de apreciar la calidad, no la cantidad, pero sigo pensando en que vas a morir primero, a menos que... Pero quiero que seas feliz, no quiero que te vuelvas a sentir como mi prisionera. Ella hace una mueca. —Oh, eso. Estaba enfada, Galen, realmente no me siento de esa manera, es más bien al revés, siento que yo te estoy alejando del océano, siento que es donde realmente quieres estar. —Quiero estar donde tú estés. —Y lo dice en serio. Una lágrima resbala por su mejilla. —Galen, hay algo que debes saber sobre Reed.

262

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Él usa su pulgar para limpiar la lágrima que le rueda por el rostro, sabe lo que ella va a decir y decide permitírselo, para que ponga lo que pasó en sus propias palabras, para decírselo desde su punto de vista, no importa qué tanto duela, es obvio que es algo que ella tiene que hacer. Él habría dejado que se lo guardara, nunca la habría forzado a decírselo, porque a fin de cuentas, ella lo escogió a él y eso es todo lo que importa. —Dime —dice en voz baja—. Si quieres hacerlo. —Reed y yo estábamos... Estábamos en el bosque buscándote, y entonces, de repente él estaba en mi cara, preguntando si podía besarme. A Galen se le retuercen las entrañas. —¿Y tú dijiste que sí? —Debo haberlo hecho, porque me besó justo después de eso. Auch, no se dio cuento de lo doloroso que iba a ser, revivir los detalles que se había esforzado tanto por desterrar de su mente. —¿Por qué...? ¿Por qué le diste permiso? Su labio tiembla. —No lo sé, quiero decir, peleamos, te fuiste y no respondías a mis llamadas, a mis mensajes de texto. Y ahí estaba Reed, siendo amable conmigo, mostrándome lo genial que era ser un mestizo en Neptuno, y... y... —Y pensaste que podría ser algo que tú querías. —Sí. ¡No! Quiero decir, sabía que no lo quería a él, desde el principio sabía que eres tú a quien quería. Simplemente sentí que me estaba dando otra opción, una opción que... —Que yo no te podía dar. —¿No podías? Quizá. En aquél momento, sentí más como que no estabas dispuesto a dármela. Lo siento mucho Galen, nunca debí habérselo permitido, debería haberlo empujado lejos, pararlo antes de que ocurriera.

263

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—No sabías en qué situación nos encontrábamos, creíste que te dejé sola en un lugar extraño. No puedo... No puedo imaginar lo que debes haber pensado de mí. —Pero aún así, no debí dejar que otra persona me besara, tú y yo íbamos a emparejarnos. ¿Íbamos? Su siguiente pregunta quema en su garganta, encapsulada por el calor de la creciente ansiedad de su estómago. —Emma. ¿Eso quiere decir que…? ¿Te he perdido? —Toma su rostro entre sus manos; la situación se ha vuelto mucho más que urgente. ¿Qué quiere decir con que íbamos a emparejarnos?—. Porque te juro que te lo compensaré, todo esto, dame otra oportunidad, te voy a dar todas las opciones. Si quieres que Neptuno se una con los reinos submarinos, voy apoyar eso, intentaré convencer a Grom que eso es lo mejor. ¿Qué es lo que quieres, Emma? Sólo dímelo y será tuyo. Ella se inclina junto a él, solloza en su pecho. Él la acerca, disfrutando de la sensación de tenerla entre sus brazos de nuevo. —Me estás pidiendo otra oportunidad cuando debería ser al revés —dice—. Eso es tan familiar, siempre haces eso, te echas la culpa. Él acaricia su largo cabello. —Sin embargo, tú no le correspondiste el beso, me dijo que no lo hiciste, que te apartaste. —¿Te lo dijo Reed? —Mientras estábamos con Kennedy. —¿Y qué más te dijo Reed? —Me dijo que me elegiste, no tenías por qué, no después de cómo me comporté. Estaba listo para dejar Neptuno esa noche, Emma, listo para llevarte lejos de un lugar que podría hacerte feliz. Estaba siendo egoísta y celoso, tenías derecho en explorar otras opciones. —Si sabías que le dije eso, entonces ¿Por qué preguntaste si me habías perdido?

264

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Quería escucharlo de ti, necesitaba escucharlo de ti. Podrías haber cambiado de opinión, sabes. Pero entonces ella pone su boca en la de él, sus labios un frenesí imparable, como si estuviera recuperando el tiempo perdido, su cuerpo se presiona con el suyo, como si estuviera tratando de eliminar el espacio entre ellos por completo. De repente, él la levanta en brazos, para besarla más profundamente, y ella le envuelve las piernas alrededor de la cintura, fijándose al lugar para no romper el beso ni por un momento. La apoya contra el árbol más cercano. Y sus manos se vuelven frenéticas por tocar cada parte de ella. Justo cuando está llegando a territorio inexplorado, Toraf se aclara la garganta detrás de ellos. —Ejem —dice para dar énfasis. Voy a matarlo. Galen se aleja de inmediato, pero se pone delante de Emma para permitirle recuperar un poco de compostura, ella alisa su vestido veraniego y rápidamente se pasa los dedos por el cabello y asiente cuando está lista para enfrentar a Toraf; su boca está hinchada… y en peligro de recibir más besos suyos. Galen aleja los ojos de ella para mirar a su amigo. —Realmente tenemos que trabajar en tu elección del momento oportuno —dice casi sin aliento, su pulso va a un ritmo más rápido que incluso cuando nada. —Mmm —dice Toraf—. Por lo que parece, llegué casi demasiado tarde. Antes de que Emma pueda decir todas las cosas llenas de furia que tiene en la punta de la lengua, Galen le tapa la boca con la mano. —¿Qué quieres, Toraf? —Su amigo se cruza de brazos frente a él, es un acto tan formal, tan controlado... ¿Puede ser que Toraf esté avergonzado?—Parece que los dos reyes han urdido un plan —dice Toraf, aclarándose la garganta de nuevo—. Necesitan que Emma llame a Reder. Aquí vamos.

265

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

45 Traducido por Jeiis_22

—REDER, SOY Emma. —Las palabras se sienten rígidas en mi boca, por alguna razón siento que he traicionado a Reder, pero en realidad, estoy haciendo exactamente lo que hablamos. Por lo menos, espero que sea así. —Emma, por Neptuno, ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ¿Estás con Tyrden? Frank, él está... —¿Frank está bien? Hay una pequeña pausa en el otro extremo de la línea, la voz de Reder cambia de la preocupación a la sospecha, lo cual duele un poco. Espera a que escuche todo lo que tengo que decir. —Está en muy mal estado, Emma ¿Qué pasó? ¿Dónde está Tyrden? Las personas me dicen que hubo un accidente en el semáforo del pueblo. Eso... —Tenemos a Tyrden —le digo—. Y no fue un accidente. —Sueno más dura de lo que realmente hubiese querido, pero el recuerdo de Tyrden apuntando su arma hacía mí no me deleita exactamente. Otra pausa. —¿Tenemos? —Mi familia está aquí, todos. —Y. . . ¿Y se han llevado a Tyrden? ¿Por qué? —También tenemos a Reed, y a Kennedy. —Siento burbujas de ansiedad en el estómago, como agua mineral. Mamá me dijo que hiciera notar nuestras ventajas desde el principio, pero no me parece lo correcto. No tengo por qué alarmar a Reder para que sea razonable, él ya es tan racional como el que más—. Le he contado a Grom y al Abuelo sobre el deseo de paz entre los habitantes del océano y los habitantes de la tierra, y han accedido a reunirse con usted.

266

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reder suspira. —Por desgracia, ya no puedo confiar en tu familia. Ya han detenido a dos de mi gente, incluso a mi propio hijo y mira lo que le hicieron a Frank. ¿Cómo sé que esto no es una trampa, Emma? —dice en voz baja— ¿Cómo sabes que esto no es una trampa? —¿Cómo lo sé? No lo sé, pero confío en mi familia y confío en usted, creo que esto es legítimo y fue Tyrden quien le hizo eso a Frank, no nosotros. —¿Qué quieres decir? Y es cuando le explico a Reder que Tyrden es un sociópata, sediento de poder con un lado fetiche de tortura sumergido en una salsa de locura y que Kennedy es su hermano gemelo de otra madre y todo eso. Al Alcalde le toma un poco de tiempo procesar todo lo que ha sucedido delante de sus narices. Finalmente dice: —Te he fallado, Emma, le he fallado a mi gente, a mi hijo. Debería haber estado más alerta al peligro, debería haber sabido que estas cosas estaban ocurriendo. ¿Qué se supone que tengo que decir a eso? Decido que algo genérico y reconfortante. —Culparse a usted mismo no cambia nada —digo. —¿Y qué sí lo cambiaría? ¿Cuáles son los términos de tu familia para devolverme a mi hijo? —Quiero decir, nosotros no lo tenemos como rehén ni nada. Me arrebatan el teléfono de la mano. —¿Reder? Soy Nalia, la princesa Poseidón, hija del rey Antonis. Tenemos a tu hijo como rehén, hasta que te comprometas a reunirte con nosotros en un lugar público, creo que la confianza no es algo que cualquiera de nosotros puede permitirse en estos momentos. En cuanto a Kennedy, la tapadera del pueblo ha sido descubierta, él ha contactado con desconocidos que pueden estar de camino a Neptuno. Dicho esto, es de interés para todos ayudarte a limpiar todo este desastre; tenemos a alguien volando desde Florida

267

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

para ayudar con eso. Vamos a dejar a Kennedy en una zona de picnic a las afueras del pueblo, justo en el interior del bosque. Tendrá que ponerlo en vigilancia hasta que nuestro amigo, el doctor Milligan, llegue. —Hace una pausa, aparentemente Reder quiere decir unas cuantas palabras. —Lo siento, pero hasta que se cumplan nuestras condiciones —contesta mamá—, nos quedaremos con tu hijo. Te aseguro que está en buenas manos, nosotros no somos como los animales salvajes que tienes acechando en tu propio pueblo. — Ohh, golpe bajo, mamá. Pero en cierto modo, tiene razón, no sonamos como animales. Sonamos como unos malditos terroristas.

268

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

46 Traducido por gi_gi

EL TRAYECTO hasta el restaurante elegido por mutuo acuerdo, sólo se interrumpe por una breve parada a la farmacia para conseguirle a Reed algunas vendas y a Tyrden algunos sedantes. Sigue despertándose, y Rayna sigue golpeándolo hasta dejarlo inconsciente―no es que a Galen le moleste mucho. Sin embargo, lo que sí le molesta, es el hecho de que Reed y Toraf parecen llevarse muy bien. Desde el asiento trasero se escucha que juegan a Bofetada, un juego de reflejos que Rachel le enseñó a Rayna. ―Eso es trampa ―dice Reed―. A los tramposos se les abofetea más fuerte. ―Entonces voy a empezar a abofetear con la mano cerrada ―dice Toraf, despreocupado. Sentada en el regazo de Galen, Emma se da la vuelta para mirarlos. Galen creía que estaba dormida; aunque no está seguro cómo podría estarlo, con dos grandes bocazas que le cacarean en el oído. ―¿Chicos pueden jugar otro juego? ¿Algo que no implique hacer ruido o ser desagradable? Toraf baja las manos. ―Bueno, de cualquier forma ¿cuánto tiempo falta para que lleguemos? ―Sí ―dice Reed―. Hemos estado conduciendo por más de una hora. ―De toda la gente, Reed debería saber cuánto tiempo toma llegar a Chattanooga desde Neptuno. ―La paciencia es una virtud ―canta Nalia desde el asiento del conductor. Todo el mundo se queja. Ella levanta una ceja en el espejo retrovisor―. Ya casi

269

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

llegamos, niños. ―Como si fuera una señal, pasan un letrero que dice: BIENVENIDOS A CHATTANOOGA. Galen siente a Emma tensarse contra él. ―Todo va a estar bien, pez ángel ―susurra en su oído. Ella se relaja ―¿Cómo lo sabes? La verdad es que no lo sabe. No hay forma de predecir lo que sucederá en la reunión con los oficiales de Neptuno, o cuál será el resultado. Pero el sólo hecho de que habrá una reunión―en terreno neutral―debe tomarse como una señal positiva. La cabina de la todoterreno queda en silencio entonces. Rayna y Toraf apuntan a los altos edificios que llegan hasta el cielo, más allá de lo que pueden alcanzar a ver al doblar el cuello. Reed parece ocupado viendo pasar el tráfico fuera de su ventana. Emma se relaja contra el pecho de Galen, perdida en sus propios pensamientos. Él espera que el día de hoy no sea una decepción. Antonis tiene razón―sin importar la razón, no pueden seguir ignorando la existencia de Neptuno. Tienen que lograr algo. Y tendrán que contarle a los Archivos. Cuando llegan a un restaurante llamado Hennen’s, Nalia deja a todos salir, excepto a Rayna y Toraf, que son los encargados de vigilar a Tyrden. Galen piensa para sí que por lo menos Rayna puede dar a sus puños un descanso ahora que él está debidamente sedado. Esperan en la acera de enfrente mientras Nalia estaciona el auto. Al parecer, se necesitan unos minutos adicionales para encontrar un lugar apropiado para dejar rehenes. Cuando se une a ellos, le guiña un ojo a Grom, entonces engancha su brazo con el de él para entrar. Galen, Emma, Reed y Antonis la siguen. ¿Por qué no iban a hacerlo? Ella luce tan a gusto, como si hubiese hecho esto cientos de veces. La anfitriona los conduce a un gran salón privado, con una sola mesa de madera tan larga que podrían sentarse fácilmente 30 personas. Después de poner menús para todos, cierra la puerta detrás de ella. La habitación tiene paredes de vidrio; no se puede oír ningún sonido de otras partes del restaurante.

270

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reder ya está sentado, junto con otros dos hombres que Galen no reconoce. Reed toma la iniciativa de sentarse al lado de su padre. Se decidió en el camino hasta aquí que se le permitiría hacerlo, una muestra de generosidad por parte de la realeza. La voz de Antonis suena en la cabeza de Galen. Un poco de diplomacia llega lejos. Entre padre e hijo, tienen una breve conversación en susurros, en la que Reed levanta la mano herida para que Reder pueda inspeccionarla. Galen no puede decir lo que está pasando por la mente del Alcalde, pero se parece mucho a la ira y frustración. Luego él muestra una emoción con la que Galen está muy familiarizado: odio-a-símismo. Para cuando viene una pequeña mesera morena, nadie ha hablado todavía. Todo el mundo obedientemente le da su orden de bebidas. Cuando regresa con nueve vasos de agua, Nalia le señala. ―No vamos a ordenar la cena por el momento ―dice ―. Nos gustaría un poco de privacidad, si no te importa. ―Por supuesto ―dice la mesera. Hace una reverencia a Nalia, mientras equilibra la bandeja de bebidas. Esta vez, cuando cierra la puerta, Grom comienza inmediatamente. ―Agradecemos que aceptaras reunirte con nosotros hoy ―dice. Grom el diplomático. Falta por ver cuán agradecido está, piensa Galen. ―Dicho esto, estamos reunidos aquí sin el conocimiento o la aprobación del consejo de Archivos ―continúa Grom. ―¿Entonces estás diciendo que esta reunión no tiene ningún valor? ―pregunta Reder. Grom no parece afectado. ―Estoy diciendo que las soluciones o conclusiones alcanzadas en esta reunión serán teóricas, hasta que sean discutidas con el consejo. Reder toma un sorbo de agua. ―Supongo que aceptaré lo que pueda conseguir. ―Su celular suena, y durante la fracción de segundo que le toma responder, la melodía de una canción country resuena a través de la habitación de paredes de cristal―. Bien

271

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

―dice después de un par de minutos―. Mantenme informado. ―Cuando cuelga, mira a Galen―. Tu amigo, el doctor Milligan, ha llegado a Neptuno. Ahora está hablando con Kennedy. ―¿Dónde lo tienen? ―dice Nalia―. Espero que en algún lugar seguro. ―Sólo tenemos una celda de detención en nuestra cárcel ―dice Reder―. Ahí está. Que tengan una cárcel impresiona a Galen. En un pueblo cuyos habitantes parecen tan felices unos con otros. ―¿Ya llegó la ANOA? ―Según el doctor Milligan, la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica había sido notificada; algo nada bueno. Reder niega con la cabeza. ―Resulta que la ANOA envió un hombre a investigar las proclamaciones de Kennedy, y a ese señor, por desgracia, le dieron la dirección equivocada a Neptuno cuando llamó a la posada de Sylvia desde la interestatal. Tu doctor Milligan tendrá una buena media hora a solas con Kennedy. Grom se inclina sobre la mesa, y une las manos delante de él. ―Emma nos ha contado la historia de cómo tu pueblo llegó a existir. ¿Hay otros? Reder asiente. ―Cuántos, no estoy seguro. Algunos de los descendientes de Poseidón se quedaron en Europa en lugar de navegar con Colón. Supongo que procrearon. He oído que otros viajaron a Asia. Los grupos más pequeños comenzaron a dividirse. No tengo razones para dudar que estén por todo el mundo. Pero, si quieres hablar de cifras, no tengo idea. ―¿Por qué no hemos oído hablar de ellos antes? ¿Por qué es este el primer intento de paz de los descendientes de Poseidón? Reder se encoge de hombros. ―Podría ser que ellos no tienen las mismas preferencias que tenemos en Neptuno. ―¿Preferencias?

272

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

―El mismo deseo de explorar los océanos ―explica Reed―. Por lo que podemos deducir, son felices con estar cerca del agua dulce o lucir como humanos. ―¿Se comunican con estas otras comunidades? ―dice Nalia. Reder niega con la cabeza. ―En realidad no. De vez en cuando tenemos una visita; a quien damos la bienvenida, por supuesto. Pero son pocas y distantes entre sí. La más reciente fue hace unos 30 años, desde Italia; tenía un sobrino compitiendo como nadador olímpico. ―Reder no puede ocultar su sonrisa. Grom no pierde tiempo y vuelve a los negocios, sin impresionarse. ―Tyrden participó recientemente en una conspiración para derrocar al reino de Tritón. Nos gustaría llevarlo con nosotros de regreso al océano. Reder se cruza de brazos. ―¿Qué pruebas tienes de eso? ―Él le dijo a Emma lo que hizo mientras la mantenía como rehén. Eso fue después de que hiriera a tu guardia… ¿cómo se llama, Frank? También mantuvo a Galen en cautiverio y lo torturó para obtener más información sobre los reinos. ―Frank dice que recuerda despertar el tiempo suficiente para que Tyrden lo patease. Pensó que tal vez estaba soñando. ―Reder frunce el ceño―. Aun así, Tyrden es un poblador de Neptuno. Tenemos procedimientos en casa para esa mala conducta. No va a quedar impune. ―No estamos hablando de sólo una mala conducta ―interviene Nalia―. Sus crímenes son contra los reinos. Él secuestró a dos miembros de la realeza, conspiró para apoderarse del territorio de Tritón, y utilizó fraude para simular uno de los dones sagrados de los Generales. No podemos dejarlo aquí, simplemente debe regresar con nosotros. ―Debes saber que no nos regimos por las leyes de los reinos. ―Si de verdad buscas paz con ellos, harías bien en al menos respetar las leyes que mantienen, querido ―dice Nalia.

273

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Reder lo considera. ―¿Quieres que entregue a Tyrden? ¿Qué consigo a cambio? No me has hecho ninguna promesa. ―Y como hemos dicho ―dice Grom―, no estamos en condiciones de hacerlo. Pero como rey del territorio Tritón, puedo acceder a un intercambio. ―¿Un intercambio de qué? ―De tu hijo―dice Grom. Esto provoca gruñidos de los otros dos oficiales de Neptuno sentados a ambos lados de Reed y Reder. Para Galen, estos Syrena parecen estar ahí para figurar. Se pregunta para empezar por qué el Alcalde se molestó en traerlos. A Galen se le ocurre que podrían ser guardaespaldas. Reder está, después de todo, en inferioridad numérica, no importa lo público que sea este restaurante. ―Mi hijo está sentado a mi lado ―dice Reder, alzando la voz―. Ya no está bajo tu custodia. ¿Y tienes el descaro de ofrecerlo como intercambio? Te lo llevarás por encima de mi cadáver. ―Esto hace que los dos "oficiales" se tensen. Definitivamente guardaespaldas. ―No me has entendido ―dice Grom con calma―. Me refiero a que Reed nos acompañe de vuelta a los reinos como invitado. ―¿Para qué? ―dice Reder, la alarma sonando en su voz. Grom asiente comprensivo. ―Debes ver las cosas desde nuestra perspectiva. Estarás de acuerdo en que Antonis y yo tendremos una historia fantástica que contar a los Archivos cuando regresemos. Un pueblo llamado Neptuno en la Gran Tierra, que alberga descendientes de Poseidón perdidos hace mucho tiempo, así como mestizos que han elegido ignorar las leyes de los Generales. ¿Y luego quieres que les pidamos paz y unidad? ―Grom niega con la cabeza―. Estas cosas llevan tiempo. Acabamos de experimentar agitación en los reinos. La realeza está siendo observada, por cualquier pequeño fallo.

274

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

―Lo que estoy escuchando es que no puedes proteger a Reed si él va contigo ―dice Reder. ―Yo lo protegeré ―dice Galen entre dientes. Por el bien de Emma. Ella quiere tanto esto. ―Aprecio tu valentía, Galen, pero tú eres una persona. Y tú ―dice Reder, centrando su atención en Grom otra vez―, no has explicado cómo poner la vida de mi hijo en peligro nos unirá. No estoy conectando los puntos. —No podemos prometer que nos va a unir ―dice Antonis—, pero nos dará una mejor oportunidad. Volveré y reportaré que yo, al igual que todas las generaciones de reyes Poseidón antes que yo, han conocido su existencia. Que no han perseguido otra cosa que la paz con nosotros, aunque sea desde la distancia. Que ustedes no son nuestros enemigos. ―Ya estarás enviando a Tyrden con nosotros como una muestra de buena voluntad, para que él sea castigado de acuerdo con nuestras leyes ―dice Grom―. Eso no va a ser visto como algo pequeño. Y al enviar a Reed con nosotros, tendrán la oportunidad de ver que él, también, tiene el don de Poseidón. Creo que pueden ser persuadidos en algún momento de que una alianza con un pueblo entero que posee este don puede resultar beneficioso para ellos. Reder respira hondo, masajeándose las sienes con dedos temblorosos. ―¿Y si deciden que él es una abominación ante la ley? ¿Y si deciden que mi hijo debe ser condenado a muerte? ―Ellos aceptaron a Emma ―dice Antonis―. Tendrían que explicar por qué un mestizo es aceptable y otro no. Los Archivos no son irracionales, Reder. Reder asiente, y levanta más la cabeza. ―Te olvidas de las otras ventajas que podemos ofrecer a los habitantes del océano. ―¿Cómo qué? ―dice Nalia, sorprendida.

275

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

―Tenemos ojos y oídos en la tierra ―dice Reder―. Podemos vigilar el mundo humanos para ustedes. Galen ha hecho un buen trabajo como embajador ante los humanos, estoy seguro. Pero tenemos más conexiones. Mejor capacidad. Es un trabajo a tiempo completo, que Galen no debería tener que asumir por sí solo. ―Es cierto ―dice Grom. Después, toda la sala queda en silencio, el ambiente pesado con sus pensamientos. Se están tomando decisiones que cambian vidas—decisiones que cambian el mundo—sobre esta mesa de madera brillante. Cualquier compromiso alcanzado aquí, llevará consigo un efecto dominó en los años venideros. Se extenderá por generaciones en la tierra y en el mar. ―Si Reed está de acuerdo ―dice Reder finalmente―, dejaré que vaya. Pero es su decisión. ―Estoy listo para ir ahora mismo ―dice Reed―. Hagámoslo. El estómago de Galen se aprieta. Reed irá con ellos. Lo que significa que tendrá más acceso a Emma. Él la mira de reojo. Ajena a sus celos, ella le dirige una sonrisa entusiasta. Que él no puede evitar devolver. ―Pasos de bebé ―ella le susurra. Galen asiente. Comida de bebé, piensa para sus adentros. Que es lo que Reed va a comer si se te acerca otra vez. Reder levanta la mano. ―Es inevitable que otros de nuestra especie se enteren de esta tregua. ¿Y si ellos se adelantan? ―Vamos a dejar esa preocupación para otro día, amigo mío ―dice Grom―. Creo que es apropiado reunirnos de nuevo, dentro de un ciclo lunar. Esta no es una decisión que los Archivos harán a toda prisa. Por supuesto, si necesitas decirnos algo antes de eso, tienes nuestros números de teléfono. Y si Reed está realmente listo, nos iremos de inmediato.

276

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

―Hay una cosa más ―le dice Galen a Reder―. Tyrden no estaba trabajando solo. Había otros hombres que lo ayudaron a secuestrarme. Le agradecería si descubre quiénes son. Reder asiente. ―Todavía no me he disculpado formalmente por lo que les pasó a los dos. Realmente siento que estas cosas sucedieran en mi turno, mientras yo estaba a cargo ―Mira a Grom―. ¿Se van ya? ¿Qué hay con Kennedy? ―dice Reder―. ¿Qué pasa si el doctor Milligan no puede ayudarnos? ―Estoy seguro que no es la primera vez que han sufrido un descubrimiento humano ―dice Antonis, parándose―. Incluso si es así, siempre se puede recurrir a lo que mejor saben hacer. ―¿Qué es? ―pregunta Reder. ―Adaptarse.

277

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

47 Traducido por Xiime~

MARCO EL número del doctor Milligan. Cuando responde, lo pongo en altavoz y pongo el celular en el portavasos de la consola en el auto rentado de Galen. Ha sido un largo viaje a casa en este apretujado y pequeño auto compacto, pero era todo lo que le quedaba al aeropuerto. El resto del grupo de la realeza está en algún lugar detrás de nosotros en la interestatal. Tuvieron que hacer una parada rápida en Neptuno para buscar unas pocas cosas personales para Reed, que Galen generosamente ofreció dejar en su casa. —¿Hola? —dice el doctor Milligan. Suena ventoso en el fondo. O podría ser solamente que el altavoz apesta. —Doctor Milligan, es Galen. ¿Puede hablar? —Ciertamente puedo, hijo. Acabo de dejar Neptuno. Es un lugar interesante aquél. —¿Y Kennedy? El doctor Milligan suspira en el teléfono. —Para ser honesto, apenas si ayudé en nada. Tristemente, la salud mental de Greg se ha deteriorado desde la última vez que lo vi. El agente de ANOA presionó bastante para sacarle cualquier cosa. Todo lo que obtuvo fueron fragmentos que sonaban como un cuento de hadas. El ANOA no le da mucho crédito a la magia. —¿Magia? —Como personas desapareciendo frente a tus ojos. —Ah, mimetizarse.

278

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

—Eso es lo que pensé. —¿Así que dónde está ahora? —Por lo que oí, Reed va a presentar cargos por la herida de bala. Creo que Greg podría ser llevado a prisión. —¿Crees que volverá? Hay una larga pausa. —Si no es él, entonces alguien más. Los tiempos cambian, Galen. Galen me echa un vistazo y asiente. —Entonces simplemente tendremos que cambiar con ellos.

279

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Epílogo Traducido por Elektra

UN AÑO DESPUÉS

SE SIENTE raro aferrarme a los hombros de mi abuelo y poner mi vientre contra su espalda; me parece demasiado íntimo, demasiado familiar. Nunca nos damos abrazos o palmaditas en la espalda; así que ir de caballito sobre él es un poco vergonzoso. ¿Pero cómo podía negarme?, él estaba bastante emocionado. Prácticamente no aceptaría un no por respuesta. No es que yo le quisiera negar esto. Sobre todo tratándose de esto. Mi abuelo se ha convertido en alguien especial para mí en un corto espacio de tiempo. Dos noches a la semana se sienta conmigo en la playa después de cenar, y me cuenta historias de su infancia, de los tiempos que pasó con mi abuela antes de que ella muriera. De lo mucho que mi madre y yo nos parecemos, incluso aunque nos neguemos a verlo. Me está enseñando a hacer redes Syrena y cómo hacer que un calamar se entinte a sí mismo sin mucho esfuerzo. Galen ha tenido que permitir a regañadientes un espacio para mi abuelo, aceptar que él ahora también compartirá tiempo conmigo. Y el Abuelo ha tenido que aceptar el hecho de que ya no soy un niña—o un alevín como él lo llama—y que Galen y yo necesitamos tiempo a solas. Al principio estaba inconsolable. De hecho hizo tal tremenda rabieta cuando se enteró de que íbamos a compartir el mismo departamento fuera del campus—en habitaciones separadas, por amor de Dios—, que apenas alcanzamos a hacer el depósito de ingreso a tiempo y casi perdimos nuestros dormitorios. Dormitorios separados. En lados opuestos del campus.

280

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Pero hoy todo cambia, y el Abuelo parece reconocerlo. Para ser honesta, hasta parece contento. Así que nos deslizamos a través del agua en silencio, el Abuelo y su seguridad en sí mismo y yo mis nervios y mi mochila impermeable. El océano está en calma hoy, en contraste con los nervios que siento en el estómago. Trato de apreciar los peces que nos rodean, el grupo de delfines que juega por debajo, la belleza del talud en forma de cañón delante de nosotros. Flotan más algas de lo habitual, lo que significa que tendré que tardar unos minutos de más al lavarme el cabello esta noche. Las algas son como la espuma en aerosol del océano—difíciles de lavar. Pero esas son cositas, pensamientos fugaces. En realidad todo en lo que puedo pensar es en Galen; y cómo todo en él será mío en cuestión de horas. Los deliciosos contornos de sus labios cuando sonríe. La silueta de su cuerpo caminando hacia mí a la luz de la luna. La forma en que su abrazo parece ser la única cosa que me estuve perdiendo toda la vida. Todo lo que Galen es me pertenecerá. Y oh Cielo Santo. Estoy nerviosa. Siento que el Abuelo ralentiza el paso y miro alrededor. Ya casi llegamos. La luz del sol se vuelve más brillante, reluce desde la superficie como una rociada de diamantes. Justo delante de nosotros, el suelo oceánico es una pendiente ascendente hacia aguas superficiales. Enfrente, un montón de arena sobresale hasta la superficie, formando una isla. La isla que Galen eligió para nosotros. El Abuelo nos lleva hasta la superficie, y creo que mi corazón podría detenerse. Cuando llegamos a la cima, dejo salir el aire que he estado conteniendo durante más tiempo del que debería. Pero no puedo evitarlo. Este es el día. La isla es una obra maestra de belleza tropical. Las palmeras forman un muro de protección alrededor de la exuberante selva tierra adentro. Los cocos pueblan la

281

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

arena de la playa, donde la marea baja deja una oscura franja húmeda a través de la orilla. Las gaviotas graznan en coro y se deslizan perezosamente en la brisa, en lugar de batir las alas. La isla perfecta. El Abuelo nos lleva a la playa donde mamá nos espera, agitando la mano como una persona enloquecida. Como si no fuéramos a verla gracias a la flor gigante de color rosa que trae en el cabello. O el inmenso barco que alquiló meciéndose suavemente a unos pocos metros de distancia; que es mucho más grande de lo que habíamos acordado. Para qué podría necesitar un barco tan descomunantesco, escapa a mi entendimiento. Es como una casa de tres pisos balanceándose sobre una canoa inmensa. Cuando creo que puedo tocar el fondo, suelto los hombros del Abuelo y caigo ligeramente detrás de él. Se vuelve hacia mí y me sonríe. —Ha sido un honor, traerte a tu isla, Nieta. Asiento, sintiéndome repentinamente tímida. —Gracias. —No sé si hay algo más que deba decirle. Esta es una tradición Syrena. Tradicionalmente, mi padre nadaría conmigo a mi ceremonia de emparejamiento, supuestamente para impartir algunas palabras de sabiduría de última hora o algo así. Más o menos como cuando en las bodas el padre escolta a la novia por el pasillo. Pero ya que papá se ha ido, el Abuelo se ofreció voluntario. Y olvidó las palabras de sabiduría o no tenía ninguna que decir. Entonces se aleja nadando, probablemente al otro lado de la isla donde espero haya un cambio de ropas esperándolo. Cuando se le informó que estaría con los demás en la playa, se pasó una hora entera murmurando. Ancianos. Ajusto la mochila sobre mis hombros, justo antes que mamá se estrelle contra mí. Todavía estoy metida en el agua hasta las rodillas, así que el impacto hace un buen

282

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

chapoteo. Dado que mamá no es realmente afecta a dar abrazos, esto me afecta hasta los niveles más básicos. Había contado con ella para que hoy fuera mi roca, la estable. Y puede que no resulte así. —Galen ya está aquí —dice, lo que yo ya sabía; y aun así siento como aleteos de mariposas en el estómago al oír su nombre. —¿Qué pasa con el yate? Me conduce de la muñeca por la playa, hasta la plancha unida al bote. —Grom y yo vamos a tener una segunda luna de miel después de la ceremonia. —Puaj... Rayna se materializa en la cubierta del barco, viste un auténtico sostén de coco y una falda de hierba. Nos da el saludo clásico de las princesas, muñeca muñeca y codo codo. Le lanzo a mamá una mirada inquisitiva. Ella se encoge de hombros. — Ella quería ayudar con algo, y Galen ya la había corrido del otro lado de la isla; algo acerca de incendiar las decoraciones. —Fabulantástico. —Silencio. Sólo te va a arreglar las uñas y el cabello. —¿Sólo? Ella quemó las decoraciones ¿y ahora va a manejar una plancha cerca de mi cabeza, apenas unas horas antes de mi ceremonia de emparejamiento? Si hay un momento en el que no necesito el pelo chamuscado, es justo en este maldito momento. Todo el mundo va a asistir a la ceremonia. El reino Tritón, el reino Poseidón y por lo menos la mitad del pueblo de Neptuno. Todos los ojos estarán puestos en mí. Y sé que algo malo va a suceder. Rayna me quemará el pelo, me hará alguna quemadura en la cara. Una gaviota hará del baño en mi vestido. ¿O qué podría ser peor que chocar contra Galen el día de nuestra boda? Para recordar los viejos tiempos. —Emma, si no quieres hacer esto, tienes que decírmelo ahora mismo.

283

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Y ahí es cuando me doy cuenta que he dejado de caminar por la arena hacia el barco. Debo parecer un gato asustado. —Simplemente estoy nerviosa —le digo, mientras me humedezco los labios secos por el polvo—. ¿Qué pasa si algo sale mal? Ella sonríe. —Dentro de unos años, serás capaz de mirar hacia atrás y reírte de esto. No importa lo que pase. —Así que hasta ella piensa que esto tiene el potencial de un gran desastre. —¿Reírme de cómo llore hasta quedarme dormida el día de mi boda? Agarra uno de los mechones de mi cabello que vuelan por la brisa, y lo coloca detrás de mi oreja. —En unas pocas horas, todo esto ya habrá pasado. Sólo aguanta unas cuantas horas. Y de todas formas no es probable que vayas a dormir… —¡Mamá! Damos unos cuantos pasos más y subimos a la plancha, el calor de mi rubor me llega hasta el cuello y las orejas. Rayna ya ha desaparecido en el interior de la cabina. Oímos algo pesado hacer un ruido, posiblemente por haber sido tirado. —¿Cómo ha ido la escuela? —dice mi madre rápidamente—. ¿Son agradables tus profesores? ¿Se ha adaptado Galen a la vida universitaria? —Esta no es la primera vez que tenemos esta conversación, pero las preguntas son fáciles para ella, al igual que lo son para mí las respuestas. Es una charla sin mucho esfuerzo, que es lo que necesitamos en estos momentos. —Está bien. Tengo un par de profesores buenos, hay otros que actúan como si fueran empleados de funeraria. Galen… Galen se lo está tomando deportivamente. — Es un buen estudiante y evade cortésmente a las chicas de la universidad Monmouth. Sus debilidades no van tan bien, aunque es capaz de tragarse la comida de la cafetería y puede mantener sus puños para sí cuando un chico ebrio se acerca a proponerme algo. Pero está mejorando, con la comida de la cafetería.

284

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Una vez dentro del barco, sigo a mamá por el estrecho pasillo que conduce a un raquítico conjunto de escaleras en forma de caracol, que nos lleva a la siguiente planta. En la parte inferior hay una habitación grande, probablemente antes servía para otra cosa, pero fue reasignada para el único propósito de prepararme para la ceremonia. Y es preciosa. La alfombra está cubierta con pétalos de flores y hay globos blancos, negros y violetas flotando por todas partes. Unas serpentinas a juego cuelgan del techo, junto con bolas de cristal, que lanzan un caleidoscopio de luz alrededor de la habitación. Es todo lo básico para una fiesta, y si se mira por separado podría parecer un poco cursi, pero viéndolo como un todo—incluyendo el que mamá y Rayna se hayan llevado bien el tiempo suficiente para hacer esto para mí—lo lleva a un nuevo nivel especial. —Guau —es todo lo que puedo decir. Mamá está complacida. Rayna sonríe. —Va a ser una fiesta de chicas, ya lo verás. Tu mamá trajo todos mis barnices de uñas, y encontré estas conchas súper brillantes en el arrecife, y creo que lucirán geniales en tu cabello. —Sin preguntar, se acerca a mí y agarra dolorosamente un mechón de mi cabello, y lo lleva hacia mi coronilla—. Estoy pensando en un recogido así y olvídate de llevar tiara. Eso es demasiado sofisticado para Galen. —Estoy de acuerdo —dice mamá, pero no hace contacto visual conmigo. Oh, rayos.

El espejo debe estar equivocado. La chica a la que refleja no puedo ser yo. Porque esa chica que me regresa la mirada luce tan… tan glamorosa. Pero en formas que son tan sutiles, que no había creído que la suma de las partes pudiera equivaler a

285

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

esta imagen general. Las diminutas conchas en mi cabello—que está recogido hacia atrás, y en suaves rizos—lucen como gemas brillantes a la luz del camarote. Aunque mamá decidió ponerme un maquillaje sencillo, tiene una cierta elegancia. Un poco de rubor, un poco de rímel y un brillo en los labios para completar el efecto natural (Pretendía lograr un efecto natural o esto representa el máximo de sus conocimientos sobre maquillaje. De cualquier manera, estoy contenta). También soy la agradecida receptora de la mejor manicura y pedicura francesa de Rayna hasta la fecha. El vestido blanco sin tirantes me llega por encima de la rodilla, y abraza mis curvas, pero el material externo transparente cae largo en la espalda, hasta mis tobillos. Siento que me han transformado en una princesa de verdad, en lugar de ser una sólo técnicamente. Me pregunto si todas las novias se sienten así. —Estás preciosa —dice mamá y como casi se atraganta con las palabras, por poco casi me hace llorar y que se me corra el rímel—. No puedo creer que esté sucediendo. —Ni tú, ni yo. —Dímelo a mí —dice Rayna—. Nunca pensé que Galen podría atrapar a alguien para que emparejara con él. Todas nos reímos, porque la idea en si es ridícula y porque al menos es mejor que llorar ¿No? Mamá deja escapar un gran suspiro. —¿Estás lista? El sol está a punto de ponerse. Todavía tenemos que atravesar los árboles hacia el otro lado. Caminamos por la plancha, por así decirlo, y plantamos los pies en la suave arena. Decido que quien limpió el camino de un lado al otro de la isla es un experto. Sé que los Syrena son hábiles en preparar las islas para ceremonias de emparejamiento, pero dudo que alguna vez hayan preparado algo como esto: hacer adaptaciones para los mestizos descalzos probablemente nunca había estado en sus listas de cosas por hacer. Aun así, mis pies no encuentran más que arena aterciopelada, calentada por el sol del ocaso.

286

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

El paseo es en fila india y en silencio, con mamá a la cabeza, Rayna en medio y yo detrás. Se supone que debo ir un poco alejada de ellas, pero cada vez está más oscuro y yo soy lo suficientemente torpe para tropezarme con la nada, con mayor razón con algún obstáculo tropical soplado hasta mi camino por la brisa o el destino o lo que sea. Por entre los árboles de adelante, veo un camino de antorchas que conduce a la playa, donde escucho olas rompiendo contra la costa. Probablemente la mayoría de bodas en la playa no llevan a los novios hasta el agua, pero esta boda no es cualquier boda. Después de todo, la mayor parte de nuestra lista de invitados estaría parada en las aguas superficiales, luciendo colas en vez de esmoquin y vestidos de etiqueta. Cuando llegamos al final de los árboles, me quedo detrás, dando a Rayna y a mamá tiempo para tomar su lugar, al frente de la procesión. Y por procesión me refiero a mí. No sé cuánto tiempo debo esperar… ¿eran quince segundos o quince minutos? Con mi nuevo dilema, mis pulmones se han olvidado de respirar. El latido de mi corazón amenaza con salir de mis venas. Voy a hacer el ridículo. Voy a hacer el ridículo. Y de repente oigo un tarareo. Es suave, pero distintivo y proviene del agua. Las notas aumentan y descienden en armonía. Una canción. Me están dando la señal. Y empiezo a andar, sigo el camino de las antorchas, tratando de encajar el ritmo de mis pasos con la suave tonada. Me pregunto si esta canción es tradicional para las ceremonias de emparejamiento Syrena y concluyo que así debe ser. Todos la conocen muy bien. Todos contribuyen a ella de forma hermosa. Hay un pequeño montículo en la arena antes que se pueda ver la playa, y mientras subo por él, mis ojos se sienten atraídos inevitablemente hacia la figura a la derecha. Galen. Mi meta. Mi destino.

287

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Está de pie en la marea baja, viste un esmoquin hecho a medida para abrazar su perfección física. Su expresión es la única que no luce afilada. Creía—me preocupaba—que hoy pudiera adoptar la expresión impasible de Grom o tal vez una sonrisa imperturbable. Que hoy no sería tan estresante para él como para mí, y por alguna tonta razón equivalente a menos especial. Esperaba que mostrase alguna emoción, que me tranquilizara con los ojos o con un apretón de manos. Esperaba que no fuera aquella estatua que era capaz de ser. Lo que nunca esperé ver es esta clase de ternura que irradia, la profundidad de su vulnerabilidad en el rostro. Sus ojos son orbes de intenso brillo a la luz de las antorchas, y me muestran todo. Lo que siente por mí, lo que piensa de mi vestido y una ligera impaciencia por que llegue a su lado. Siento que la preocupación me abandona como cuentas de un collar roto. Esto es lo correcto. Galen lo sabe. Yo lo sé. Detrás de Galen está la puesta de sol, que ilumina a los cientos de cabezas que apenas sobresalen del agua. Cabello oscuro Syrena intercalado con el abrumador cabello blanco de los mestizos. Cientos de invitados, pero estoy impávida porque con cada paso me acerco más y más a lo que debo tener. Ese algo sin el que no puedo vivir. Junto a Galen, Toraf me guiña el ojo de manera juguetona y fraternal. Y me doy cuenta que Toraf va impecable. Con un esmoquin, asemeja a un niño grande y atractivo. Noto que le incómoda llevar pantalones largos, porque continuamente se rasca las rodillas. Las mangas le quedan algo cortas, y se las baja obsesivamente. Rayna le toma la mano para tranquilizarlo. Una sonrisa se extiende por su rostro cuando me ve. Creo que ahora puede que le agrade a Rayna. Mamá está a mi izquierda y Grom se encuentra justo en medio; él va a oficiar la ceremonia. Cerca de la orilla veo al Abuelo en el agua; el Abuelo que se suponía tenía que estar de pie en la costa con el resto de nosotros, el Abuelo que al parecer no tenía intención de ponerse un esmoquin. Y junto a él está Reed—acompañado no por una,

288

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

sino por dos Syrena hembras. Creo reconocer a una de ellas del reino Tritón. Reed se percata de que lo observo y agita la mano, animándome. Galen levanta una ceja en su dirección. La sonrisa de Reed decae y oculta la mano bajo la superficie. Un día se llevarán bien. Tal vez. Cuando llego junto a Galen, me toma ambas manos. Si no recuerdo mal, no se supone que haga eso hasta que pronunciemos nuestros votos… o como sea que los llamen los Syrena. Cuando Grom ve que Galen va un paso adelante, pide silencio a los asistentes. —Que se sepa que estamos todos aquí para atestiguar la unión de Galen, príncipe Tritón y Emma, portadora del don de Poseidón. Como todos sabemos, amigos, esta unión será para la eternidad, un vínculo roto sólo por la muerte —Un murmullo solemne atraviesa el agua; a Grom no le afecta, si acaso suena más oficial cuando dice—. Que también se sepa, para las memorias de los Archivos, que esta es la primera unión legal reconocida por los reinos entre un Syrena y una mestiza, desde la destrucción de Tartessos. Que este día sea recordado por siempre como un símbolo de paz y unidad entre los habitantes del océano y los habitantes de la tierra. Eso es inesperado. ¿Nuestra ceremonia de emparejamiento es un símbolo para todos los reinos? Ahora se siente como si esto hubiese adquirido vida propia, un momento fugaz congelado en el tiempo. Ya no se trata sólo de Galen y yo, y de nuestra dedicación el uno al otro. Es una ocasión que será conmemorada para siempre como algo más grande que la unión en sí. Pero me alejo de ese pensamiento. Porque para mí no hay nada más grande que convertirme en la pareja de Galen. No me importa si esta es la última unión legal entre los Syrena y los mestizos, mientras que esta suceda.

289

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Grom sigue hablando y yo trato de escucharlo, de verdad. Explica los deberes mutuos y por separado de la hembra y el macho, cómo la ley atesora la lealtad y castiga la infidelidad. Que como príncipe, el primer deber de Galen es con los reinos, y el segundo conmigo. Que mis deberes son los mismos, dado mi don de Poseidón. Luego continua hablando sobre criar alevines que respeten la ley y al consejo de Archivos, especialmente durante estos tiempos de cambio. No es exactamente la réplica de una boda humana, pero he estado en media docena; y ¿quién no está de acuerdo en que tienden a durar y durar? Además, estas son cosas que Grom ya había hablado conmigo y con Galen unos días antes, cuando nos reunió y preguntó si realmente estábamos listos para hacer esto. Entonces me permito dejar de prestar atención, y centrar toda mi atención en Galen, en sus labios, sus ojos y sus manos en mis manos. Una calidez me atraviesa, una diminuta oleada de emoción que casi me hace gritar. Y luego empiezan los votos. Y como en la tradición Syrena, yo voy primero. Pero lo tengo dominado, me los he repetido un millón de veces frente al espejo. Detrás de mí, oigo sollozar a alguien y me saltan las lágrimas, porque sólo puede ser mamá. Mamá, que nunca llora. Me aclaro la garganta y empiezo a hablar. —Galen, príncipe Tritón. Prometo atesorarte como pareja hasta el fin de los tiempos. Prometo servirte dentro de los límites de la ley y del consejo de Archivos. Prometo serte fiel por siempre y honrarte en palabras y hechos. Galen, príncipe Tritón, te tomo como pareja. A Galen no tienen que decirle cuando es su turno. Tan pronto como la última palabra deja mis labios, la primera de sus votos cae de la suya. —Emma, portadora del don de Poseidón. Prometo atesorarte como pareja hasta el fin de los tiempos. Prometo servirte dentro de los límites de la ley y del consejo de Archivos. Prometo serte fiel por siempre y honrarte en palabras y hechos. Emma, portadora del don de Poseidón, te tomo como pareja.

290

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Grom le hace un asentimiento solemne a su hermano. Aquí es donde se supone tenemos que besarnos las mejillas. —Amigos, les presento… —No he terminado —dice Galen. Entonces, ese príncipe Syrena se pone de rodillas en la arena mojada. Sus ojos son pozos que conducen a su alma, a su propio ser. Creo que el corazón se me va a salir—. Emma, te amaré con cada aliento que haya en mi cuerpo, incluso después de la muerte. Juro ser tu escudo, tu protector, tu adorador. No habrá nada que te niegue. Soy tuyo. Entonces yo también me dejo caer de rodillas, atraída por todo lo que es Galen. Mi vestido salpica en una ola y el agua salada me lame hasta las caderas y los muslos, pero no podría importarme menos. —Te amo —le digo, pero no estoy segura que pueda entenderme por entre mis lágrimas. Su boca está en la mía, cubriendo mis sollozos. Todo lo que dijo en palabras, lo imprime en este beso. Soy vagamente consciente de una ovación distante que se eleva por encima de las olas, de las gaviotas y del latido de mi corazón. Soy vagamente consciente de Grom aclarándose la garganta, de la mano de mamá sobre mi hombro, de las risitas de Rayna. Pero este beso no puede detenerse. Y no debe.

Arreglo las esquinas de la sábana sobre la arena y me siento en el centro. Galen se sienta detrás de mí y me envuelve con sus brazos y una manta ligera. Me jala hacia él, para que recargue mi espalda contra su pecho. Nuestra desnudez se siente natural, como si siempre hubiéramos estado así. Es extraño pensar que horas antes, esta isla estaba invadida por nuestros invitados, que nos felicitaban y ovacionaban, y trajeron pescado para nuestra primera noche juntos. Pensar que mamá estaba aquí, apretando con orgullo el brazo de Grom, mientras Rayna se preocupaba por mi vestido

291

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

empapado. Incluso ahora, el ruido de la multitud parece arremolinarse en el viento a nuestro alrededor, como un fantasma que nos recuerda todo lo que sucedió, toda la privacidad que no teníamos. Pero en el momento en el que se fueron todos, recuperamos nuestra soledad en venganza. Esta noche Galen y yo nos hemos amado el uno al otro completamente, en una forma en que nunca antes habíamos sido capaces. Todavía pierdo el aliento cuando pienso en sus caricias, su ternura, la calidez de su cuerpo. Nunca estaré satisfecha, y sin embargo en este preciso momento estoy contenta. —Tengo una sorpresa para ti —susurra Galen en mi oído. Un hormigueo me recorre, domina mi columna y captura mis sentidos. Pasa la mano por mi brazo y lo extiende hacia el océano, señalando el horizonte. Y entonces lo veo. El agua está brillando. Miles y miles de luces azules pululan justo debajo de la superficie, formando un amplio círculo alrededor de la isla. La iluminación de las medusas es magnífica, una constelación radiante en el agua, que en su conjunto parece un derrame de pintura fluorescente en el océano. —¿Cómo? —inhalo. —No eres la única con el don de Poseidón. —Son como fuegos artificiales bajo el agua. —Frota la nariz contra mi cuello, y planta un beso justo debajo de mi oreja, que provoca un suspiro involuntario de mis labios. No deseo que esta noche termine, pero al mismo tiempo, deseo que empiece el mañana. Y el resto de mis días junto a mi príncipe Tritón.

292

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

CARTA A LOS FANS DE SYRENA LEGACY Querido Fantabuloso Lector, Muchísimas Gracias por apuntarse a esta loca aventura conmigo, empezando con Of Poseidon y terminando con Of Neptune. Gracias por venir a verme en los tours, por mandarme por email tus fervientes comentarios sobre Galen, por apostar por Emma, por reírse de las bufonerías de Toraf, por lavarse las manos de Rayna y por llorar por Rachel. Gracias, desde el fondo de mi trasero (mi trasero es más grande que mi corazón, así que les está yendo bien) por hacer Of Triton un Bestseller del New York Times. Lo que espero que aprendan de la serie Syrena Legacy es esto: Enorgullécete de todos tus dones y acéptalos con los brazos abiertos, sin importar lo “diferente” que te hacen sentir o lo mucho que te hacen resaltar de la multitud. Y bien, ¿cómo les va? ¿Están tristes porque la serie terminó? ¿Van a estar perdidos sin Galen y Emma, Toraf y Rayna? Yo también. Pero la cosa es que: los Finales no siempre significan el adiós. Claro, nos estamos despidiendo de este conjunto de personajes, pero también le damos la bienvenida a un nuevo conjunto en mi próxima novela, Joyride. Vas a conocer a Carly, una heroína enérgica que intenta permanecer fuera del radar de todos, debido a sus impresionantes secretos, y también conocerás a Arden, un héroe que está para derretirse e intenta convencer a Carly de que ella sería la perfecta cómplice… pero ¿de qué? ¡Tendrás que leerlo para descubrirlo! Y bien, ¿¿¿Quién está conmigo??? Montones de amor,

293

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Agradecimientos Moderadora y Correctora o

Azhreik

Traductores

o

Ailena Akonatec Andrevampire Azheik Beneath Mist Caliope Cullen Camila Cullen Elektra gi_gi Hishiru Ivetee Javier_Vyeir Jeiis_22 Lauraef Lauuz Moisesrios Phoebe Rosa Fernandez Tamipuig Thalia di Angelo Viannev Xiime~ Yann Mardy Bum YoseSalvatore

o

Pamee

o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o

Diseño

294

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

THE SYRENA LEGACY 0.4 – The Stranger 0.5 – Legacy Lost 1 – Of Poseidon 2 – Of Triton 2.5 – Girls Day Out 3 – Of Neptune

295

ANNA BANKS

DARK GUARDIANS

Visita Dark Guardians para leer los nuevos proyectos, seguir las traducciones en proceso y encontrar otros lectores para discutir y compartir tus libros favoritos.

296