ANÁLISIS PACO

UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL URUGUAY FACULTAD DE PSICOLOGÍA TECNICATURA EN ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO Introducción a la Pr

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL URUGUAY FACULTAD DE PSICOLOGÍA

TECNICATURA EN ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO

Introducción a la Problemática del Uso Indebido de Drogas Docentes: Lic. Soledad Olave, Angelina Plada 2 año

“PACO”

Niccoll Mures

Montevideo, Uruguay

21 de junio de 2011 SEGUNDO PARCIAL - 2011. Desarrolla en base a la película “Paco”: 1)

Adolescencia y drogas. ¿Cómo se manifiesta este fenómeno en la película?

2)

Craving. Describe la experiencia de craving en alguno de los personajes, cómo lo vive, cómo lo afronta.

3)

Elige uno de los personajes y desarrolla sus vínculos adictivos, tanto con sustancias como con otros objetos, sean éstos inanimados o personas.

4)

Desarrolla el concepto de co-morbilidad. Elige dos personajes y describe sus rasgos de personalidad y cómo estos se vinculan al consumo de drogas.

5)

Desarrolla el concepto de co-dependencia en alguno de los personajes/familia.

6)

Cómo es la comunicación y estructura de las familias presentes en

la

película.

En

qué

medida

contribuyen

al

origen

y

mantenimiento de la dependencia. 7)

¿Cuál es el contexto social/comunitario de los personajes? ¿En qué medida colaboran al mantenimiento de la dependencia?

8)

¿Cuáles pueden ser las fortalezas de las personas, familias y comunidades presentes, a apoyarse en un proceso de cambio?

9)

Desarrolla el concepto de motivación al cambio en al menos dos personajes (modelo de Proshaska y Di Clemente).

10)

¿En base a qué valores basan sus opciones los personajes? ¿En

qué medida tendrían que modificarse en un proceso terapéutico?

1)

En la adolescencia los jóvenes tienen la inquietud de experimentar cosas diferentes, y el consumo drogas llega a destruir su vida. Como establecen Benavidez, R; Castañe, N; Garrote, C; Giordano, K y Mercau, I; (2005), es en esta etapa cuando los jóvenes comienzan su búsqueda de identidad y de una personalidad. En esta época la mayoría de los jóvenes perfilan

sus tendencias

grupales,

tienen

necesidad

de

fantasear e intelectualizar de modo consiente; a veces tienen crisis como consecuencia lógica de empezar a poner en duda su sistema de valores y creencias. Se presentan también las crisis de temporalidad, que son en las que el adolescente pierde noción del tiempo en el que vive; en la vivencia de la evolución sexual. De la misma manera, los adolescentes fomentan actitudes sociales reivindicatorias, desafían los sistemas autoritarios, se separan progresivamente de los padres y viven constantes fluctuaciones de amor y de su estado anímico. Es en la adolescencia, cuando el joven tiene que aprender a “elegir” y asumir la responsabilidad de los errores y aciertos de sus elecciones; esto no es tarea fácil, porque comienza su inmersión social sin la mediación y el “colchón” de la familia como cuando era niño. De cara a la sociedad, el incipiente adulto adquiere responsabilidades y cargas para los que muchas veces no está preparado, tiene que empezar a ejercer derechos nuevos, como el de la libre elección; es en ese punto donde el desarrollo normal a veces se perturba, pues elegir implica aceptar una opción pero rechazar otras, es entonces cuando surgen crisis de rebeldía extrema, conductas antisociales y, en el peor de los casos, uso o dependencia de drogas como alcohol, tabaco, heroína, cocaína, marihuana, inhalantes, entre otros, que distorsionan su personalidad y limitan sus capacidades psíquicas, intelectuales, afectivas y sociales. Me

pareció

muy interesante traer las ideas de Pablo Rossi (1997) sobre adolescencia y drogas, además justamente lo que describe es muy similar a todo lo que ocurre en la película. El autor marca distintos factores de riesgo que se dan en la adolescencia que pueden inducir al consumo de drogas, factores que todos fueron plasmados en la película Paco.

Éstos

podrían ser definidos como

todo aquello que constituye posibles causas para que un individuo se drogue. Lo conceptualiza de esta manera: "…Se considera factor de riesgo a todo elemento o causa que incide o determina que un individuo comience a ingerir drogas…". Estos factores no determinan por sí solos el consumo de drogas en un adolescente, sino que contribuyen a aumentar la vulnerabilidad que tiene un joven de caer en la drogadicción. Rossi dice al respecto que "…los factores de riesgo no deben ser tomados como causal directa de la adicción sino como

un

componente

que

aumenta

el

riesgo

de

caer

en

drogodependencia…". El autor distingue tres tipos de factores de riesgo: los clasifica en factores individuales, familiares y sociales. Dentro de los primeros se encuentra la curiosidad por experimentar con las drogas, a pesar de conocer los efectos perjudiciales de las mismas. Refiere a la curiosidad al decir: "… En el caso de las drogas, cualquier adolescente ha escuchado hablar del peligro que implican; sin embargo, el curioso insaciable necesita experimentar

personalmente

con

ellas

recomendación…".

y

desoye Otro

cualquier

tipo

de

factor

es

la

búsqueda de experiencias placenteras, refiriéndose a esta actividad como el hecho de terminar en una situación de dependencia de las drogas por tratar de evitar o evadir las frustraciones del día a día. Podemos percibir esto en las palabras del autor cuando afirma que "…El desasosiego que provocan las presiones de la vida diaria, las carencias y los acontecimientos frustrantes llevan a desear la búsqueda de soluciones mágicas. La droga aparece en este caso como un medio para lograr experiencias placenteras, que aflojen las tensiones y gratifiquen…". El sentido de pertenencia es otro de los condicionantes, porque el deseo de pertenecer a un grupo social podría llevar a un joven a imitar las prácticas de los demás para sentirse aceptado. En este sentido, Pablo Rossi explica que "…En el proceso de madurez de la persona, aparece la necesidad de estar integrado a una comunidad que apruebe sus acciones. La presión de los pares (…) la lleva a probar la droga porque "lo hacen los otros" o "para no sentirse repudiado"…". También afirma que "La posibilidad de consumir drogas es diez veces mayor cuando los adolescentes tienen amigos usuarios…".

Un adolescente también

podría drogarse simplemente como una manera de demostrar rebeldía

contra las normas. Siguiendo con los lineamientos del mismo autor, sostiene que "…Un adolescente que no tiene claras las pautas de convivencia, que ostenta con un comportamiento agresivo sin medir las consecuencias de sus actos, ingresa al mundo de las drogas en busca de una demostración total y definitiva de su rebeldía…"

Otro factor de riesgo es

el deseo de experimentar sensaciones peligrosas, que lleven al adolescente a una situación extrema y a tener la ilusión de que al volver, las adversidades se habrán disipado. Pablo Rossi dice al respecto: "…No es que exista el deseo de suicidarse, pero sí el de llegar a situaciones límite que generen la ilusión de renacer a una vida mejor. Cuando pasa el momento de riesgo y el joven comprueba que salió indemne, advierte que con este acto no ha logrado cambiar la realidad que lo mortifica. Entonces le surgen dudas sobre si ése fue realmente su límite y aparece el deseo de un nuevo desafío…". Con esto agrega que el adolescente, luego de experimentar aquella situación límite, siente un renovado deseo por ir más allá. El

deseo

de independencia es otro de los factores. Con esto se refiere a la opresión que sienten los jóvenes que no pueden respetar normas y pautas de comportamiento. Debido a esto podrían buscar en el consumo de drogas una manera de encontrar libertad e independencia. El autor se refiere a esto cuando dice: "…Un joven que no está preparado para aceptar pautas de conducta y respetar normas busca la manera de sustituir las formas sociales de control y autoridad por otras en las que pueda dar rienda suelta a sus deseos. Es así como entra en el ámbito de la droga …" Por

último

se

encuentra

el

deseo

de

evadirse de la realidad. Frente a esto dice que "…Cuando los padres no cumplen la función de fraguar los modelos a seguir (…), el joven huye de su entorno familiar para refugiarse en una pseudo familia marginal en la creencia de que la droga le va a proporcionar el encuentro con la estabilidad que ansía. Con ello trata de ignorar su dolorosa realidad y consigue una identidad pobre y distorsionada que lo lleva a renunciar a un proceso madurativo normal…". Es decir, un joven que enfrenta una realidad hostil y carece de contención familiar podría caer en la drogadicción esperando encontrar de esta forma estabilidad en su vida. Otro tipo de factores de riesgo son los factores

familiares.

Están

relacionados

con

las

deficiencias

en

la comunicación entre padres e hijos, y con la incapacidad de los primeros para establecer pautas de comportamiento. Sobre esto, Rossi afirma que "… la mala calidad de las relaciones entre padres e hijos, la ausencia de comunicación, las desavenencias, la incapacidad para comprender, y la debilidad o indiferencia para marcar pautar claras de comportamiento traen aparejado un factor de riesgo importante que puede desembocar en la adicción de un adolescente…". Por otra parte, los malos ejemplos por parte de los padres o la ausencia de bueno modelos a seguir podría transformarse en un factor de riesgo.

En relación a esto, Pablo

Rossi dice que "…Tan peligroso como la falta de modelos son los ejemplos inadecuados.

Cuando

los

padres

fuman,

beben,

toman

somníferos

o anfetaminas, están enviando un mensaje que el chico traduce como una autorización implícita para utilizar cualquier tipo de sustancias que ayude a vivir…".

El último tipo de factores

de riesgo son los sociales. Aquí el riesgo se encuentra de forma cotidiana en la calle, ya que hoy en día las drogas estás al alcance de cualquier adolescente. El autor dice al respecto: "…la droga está en la calle, en las escuelas, en los clubes, en los lugares de diversión que frecuentan los jóvenes…". La adolescencia no sólo es un época caótica, también es un tiempo maravilloso de descubrimientos y experimentación de los seres humanos que serán los adultos del mañana, es importante enseñarles a vivir los valores de la autoestima, la comunicación, el respeto a su dignidad y la de los demás, el amor y el cuidado a los otros y a ellos mismos para que no se refugien en las drogas. Benavidez, R; Castañe, N; Garrote, C; Giordano, K y Mercau, I; (2005)

2)

No se puede hablar de una definición unificada para el craving, pero

como establecen Castillo, I y Corucera, N; (2008), si hay acuerdo en considerarlo como un componente importante de la dependencia de drogas dado que se le atribuye un papel relevante en las recaídas. Podemos referirnos al craving según estos autores, como la sensación subjetiva de deseo por conseguir el estado psicológico inducido por las drogas.

Beck et al, (1993), (1999); Sánchez–Hervás, (2001) citados en Castillo, I y Corucera, N; (2008) proponen la existencia de distintos tipos de craving: 1. Respuesta a los síntomas de abstinencia: Las personas con una tasa y frecuencia alta de consumo, suelen experimentar una disminución en el grado de satisfacción que encuentran en el uso de la sustancia, pero con un incremento de la sensación de malestar interno cuando dejan de consumirla. En estos casos, el craving toma la forma de ‘necesidad de sentirse bien de nuevo’ (refuerzo negativo, alivio de síntomas de abstinencia). 2. Respuesta a la falta de placer: Implica los intentos de los pacientes por mejorar sus estados de ánimo de la forma más rápida e intensa posible. Se trata de una forma de «automedicación» para aquellos momentos en que el individuo se encuentra aburrido, decaído o no tiene habilidades para afrontar distintas actividades (búsqueda de refuerzo positivo). Se puede decir que este sería el caso del “Indio”, cuando tras haber tenido una discusión con Juanjo y una pelea con su ex mujer, recurre a inyectarse como forma de aliviar ese malestar que tenía. Interpreto que no llega a terminar de inyectarse toda la dosis ya que le sobreviene una gran culpa y enojo por lo que estaba haciendo y enseguida suelta todo. 3. Respuesta condicionada a las señales asociadas a la sustancia: Los pacientes que han abusado de sustancias, han aprendido a asociar algunos estímulos que en principio serían considerados neutros, con la intensa recompensa obtenida con el consumo. Estos estímulos son capaces de inducir craving de forma automática. 4. Respuesta a los deseos hedónicos: Los pacientes experimentan en ocasiones el inicio del craving cuando desean aumentar una experiencia positiva. En su historia de consumo han desarrollado comportamientos (p.ej.: sexo y droga) con gran nivel de satisfacción, la posibilidad de repetir tales

experiencias

puede

precipitar

el

craving

(procesos

condicionamiento).

3)

Cómo plantea Fernández, W (2007), Cuando hablamos de

vínculos adictivos hacemos referencia a un modelo particular de relacionamiento (en sus extremos patológicos), donde se pone el acento en lo adictivo de esa relación.

de

El vínculo adictivo se trata de un proceso, no es algo inamovible sino que generalmente transita por diversas etapas pudiendo o no quedar fijo en alguna de ellas. Cuando el problema ya ha transitado por las diversas etapas y se encuentra instalado ha llegado a un extremo que hace necesario encarar un tratamiento que por lo general es dificultoso y requiere un enorme esfuerzo de los diferentes actores. Como podemos observar en la película, los actores se encuentran en este caso. Los objetos adictógenos parecen tener la cualidad, el poder de embelesamiento, seducen y ejercen un control de tal magnitud que terminan controlando al sujeto que a partir de esto ya no será más sujeto (entendido este como aquella persona constructora de su propia historia que tiene deseos propios), será pues objeto de. Un vínculo establecido bajo los términos de libertad, de respeto mutuo, de solidaridad y amor (aún entendido con sus componentes ambivalentes) es uno de los grandes privilegios que potencialmente poseemos los seres humanos. El objeto, así se trate de una sustancia, una acción o una persona ofrecerá

aspectos que, por la sobrevaloración dada por quien va a

establecer un vínculo con las características señaladas (ya por cubrir una necesidad real o una carencia interna) otorga al comienzo un plus de placer. De aquí en más la posibilidad o no de establecer un límite o quedar adherido

de la vulnerabilidad adictiva de ese sujeto y de la

capacidad potencial de ese objeto de convertirse en indispensable para ese sujeto, así puede iniciarse o no el camino de la dependencia. Todo este proceso lo podemos ver claramente en Paco, donde sus vínculos adictivos son su novia, la pasta base de cocaína, y todo el entorno en el que comienza a moverse. Es importante tener en cuenta que no hay dos vínculos, iguales, porque no hay dos seres humanos iguales, con la misma estructura psíquica, con la misma familia, con la misma historia, con las mismas vivencias, con la misma percepción del contexto social, etc. Me gustaría finalizar con lo expresado por Yves Pelicier, citado en Fernández, W (2007) en su trabajo, “Dependencia y objeto Totalitario” que considero resume lo que sería círculo adictivo:

“...Lo que llamamos el objeto totalitario es una enfermedad mortal del sistema de los objetos. Se produce en efecto, una suerte de captación del sujeto, una suerte de apresamiento del individuo por uno de los elementos del sistema que está investido (cargado de afecto) de una manera tan excesiva que desplaza a los demás. Cuando está ausente, es deseada, inscribiéndose en una relación de carencia y necesidad. De hecho el objeto totalitario es el instrumento de la dependencia. El consumidor de hecho es consumido. Cree elegir, pero es elegido. Piensa en actuar, pero permanece pasivo... “...El hombre es en adelante un elemento extraño para la organización del sistema. Él es su elemento y este hombre elemental se comportará de una manera en general previsible, teniendo en cuenta la naturaleza del objeto totalitario...”.

4)

Sabido es que el consumo de sustancias psicoactivas empeoran el

estado psicológico y emocional de las personas que lo consumen. Pero como plantea García, F (s/f) en la realización de un diagnóstico de comorbilidad psiquiátrica en sujetos que están consumiendo sustancias psicoactivas plantea dos problemas fundamentales. Por un lado, el hecho de que los efectos agudos y crónicos de las drogas simulan síntomas de muchos de los trastornos mentales, dificultando la diferenciación entre los síntomas psicopatológicos de los efectos agudos del consumo o de la abstinencia de la sustancia, de los propios de un trastorno psiquiátrico independiente. Por otro lado, el hecho de que los trastornos psiquiátricos son más "síndromes" (patrones de síntomas con algunas pruebas de validez clínica) que "enfermedades" con una fisiopatología conocida y con unos marcadores biológicos claros. La PRISM-IV es una entrevista estructurada basada en los criterios diagnósticos DSM-IV y diseñada específicamente para diferenciar los trastornos mentales primarios de los trastornos inducidos por sustancias y de los efectos esperados de la intoxicación y de la abstinencia en sujetos con consumo elevado de alcohol y otras sustancias. Siguiendo con los lineamientos del mismo autor, los trastornos psiquiátricos más frecuentes de comorbilidad en el abuso de drogas y alcohol son: Trastorno de la personalidad: Diagnóstico psiquiátrico más común entre los consumidores de drogas, afecta a un porcentaje de la población situado entre 50% y 90%. Trastornos del control de los impulsos relacionados con sustancias: Son una constante en la práctica clínica y, con frecuencia, cuestiona el carácter independiente derivado de su clasificación como entidades separadas. La asociación con los trastornos por uso de sustancias en la ludopatía es una constante (cercana a 50%), así como en la cleptomanía, el Trastorno por atracón y las compras compulsivas. Trastornos del humor: Afecta a un porcentaje de población situado entre 20% y 60%.

Trastornos bipolares: Tienen una prevalencia de entre 1.3% y 5%; 15% de los pacientes se suicidan. Se ha observado que la depresión incrementa la vulnerabilidad de la persona a desarrollar un trastorno por uso de sustancias debido a diversas condiciones, entre las que se encuentra el intentar usar las sustancias psicoactivas como automedicación de su depresión. Esquizofrenia: La comorbilidad de la esquizofrenia y el abuso de sustancias es frecuente; 47% de los pacientes con esquizofrenia presentan un trastorno por abuso de sustancias a lo largo de su vida (sin incluir la nicotina). Aproximadamente 30% de los pacientes esquizofrénicos hospitalizados presentan trastornos relacionados con el abuso de sustancias y 5% de los pacientes alcohólicos hospitalizados sufren esquizofrenia. Trastornos de ansiedad: Tienen una prevalencia entre 10% y 50%; la más frecuente, la ansiedad social, con 13.3%. Trastorno por estrés postraumático (TEPT): Presenta una incidencia de 7.8%, cifra que irá aumentando teniendo en cuenta el ambiente belicista en determinadas regiones. Su comorbilidad con alcoholismo: hombres 51.9%, mujeres 27.9%; su comorbilidad con drogas ilegales es de 34.5%. En relación a los personajes, Belén podría tener rasgos psiquiátricos, más relacionados con la esquizofrenia por ejemplo, hay alucinaciones visuales (ves sombras) y auditivas. Como se plantean más arriba el porcentaje es del 47% por lo que es bastante elevado. También se manifestó que perdió a su novio en brazos, pero no queda del todo claro si ya consumía en ese momento o el consumo y sus problemas psiquiátricos comenzaron después. Otro personaje que es Ignacio, tiene rasgos más histriónicos, narcisistas,

continuamente está queriendo llamar la atención, se cree

superior a los demás, que tiene todo superado. Hay una incapacidad de sentir empatía por los efectos del comportamiento personal sobre otras personas. Está en su mundo y no le interesa ni escuchar a los otros y mucho menos salir de la situación en la que se encuentra.

5)

Tal como plantea Alvarado (2000) la familia como sistema recibe de

manera frontal el impacto de una adicción, de modo que no existe familia que no se afecte y muestre síntomas de disfunción, cuando uno de sus miembros se enferma de adicción. Paradójicamente además, la familia afectada por la adicción, termina produciendo un sistema de conductas que apoyan al desarrollo de la adicción. A esto se le llama codependencia. La codependencia se define como el ciclo de patrones de conducta, y pensamientos disfuncionales, que producen dolor, y que se repiten de manera compulsiva, como respuesta a una relación enferma y alienante, con un adicto activo o en una situación de toxicidad relacional. Se puede dar en cualquier persona que está en contacto con la adicción de otra persona, ya sea un familiar, amigo, compañero, pareja o cliente que sufra de adicción. Además existen otros desordenes de conducta y enfermedades que pueden generar codependencia, tales como la esquizofrenia, la violencia, el maltrato y las neurosis. La codependencia se caracteriza por una serie de síntomas tales como: 1.- Dificultad para establecer y mantener relaciones intimas sanas 2.- Congelamiento emocional 3.- Perfeccionismo 4.- Necesidad obsesiva de controlar la conducta de otros 5.- Conductas compulsivas 6.- Sentirse sobre responsables por las conductas de otros 7.- Profundos sentimientos de incapacidad 8.- Vergüenza tóxica 9.- Autoimagen negativa 10.- Dependencia de la aprobación externa 11.- Dolores de cabeza y espalda crónicos 12.. Gastritis y diarrea crónicas 13.- Depresión Estos síntomas se presentan primero en la relación enferma que produce la tensión, pero luego se transfiere a las demás relaciones del codependiente. La conducta codependiente es una respuesta enferma al proceso adictivo, pero además se convierte en un factor clave en la evolución de la

adicción. O sea que la codependencia promueve el avance del proceso adictivo. A este concepto se le llama "facilitación". Existen diversas formas que toma la facilitación que oscilan entre la colaboración y la agresión. Los codependientes no pueden darse cuenta de que están facilitando el problema, en parte por la negación y en parte porque están convencidos que su conducta esta justificada, debido a que están "ayudando" a que el adicto no se deteriore más, y a que la familia no se desintegre. A partir de lo anteriormente expresado, considero que Juanjo en su momento actuó como codependiente, Yamila con tal de que no le cuente a su padre que en su salida probó marihuana se acerca a él íntimamente cambiando un secreto por otro. Sin duda que esto no fue beneficioso para ella y a la vez se puede notar en Juanjo también un cambio de actitud, está irritable, agresivo con su staff y encima trata de involucrar al Indio con Yamilia, marcándolo como algo negativo cuando él ya había hecho un acto gravísimo.

Otro acto de codependencia podría ser en el

padre de Yamila, si bien no queda claro cuál fue su actitud cuando ella sale con Ignacio. Podríamos hipotetizar que la habría dejado salir, y en caso de ser así y no avisar habría actuado de manera codependiente.

6)

Cuando se da esta problemática las relaciones familiares y la

comunicación se van haciendo cada vez más disfuncionales, debido a que el sistema familiar se va enfermando progresivamente. Alvarado (2000) indica que la comunicación se hace más confusa e indirecta, de modo que es más fácil encubrir y justificar la conducta del adicto. Esta disfunción se va convirtiendo en el estilo de vida familiar y produciendo en muchos casos el aislamiento de la familia de los contactos sociales cotidianos. Las reglas familiares se tornan confusas, rígidas e injustas para sus miembros, así como los roles de cada miembro familiar que se van distorsionando a lo largo del proceso de avance de la adicción. Todos los miembros de la familia se afectan de este sistema de reglas disfuncionales. De todas formas considero que es importante señalar que más allá que esto pase cuando se dan este tipo de problemáticas, sin duda que los problemas vienen de antes, la disfunción comienza desde antes, no desde que una persona comienza a consumir. En el caso de Paco, se puede notar previo a su adicción una gran falta de comunicación con su madre, dado a lo atareada que ésta estaba no

podían encontrar un espacio para el diálogo. Esto podría contribuir al origen y a la vez al mantenimiento de la dependencia.

En relación

al personaje de Yamila, ya hacía dos años que no veía a su padre porque estaba inmersa en el mundo de la droga y se había alejado. El padre mismo plantea la falta de atención y cuidado para con ella, dado que fue alcohólico por 12 años y cuando se recuperó, cuando se terminó de encargar de él mismo, su hija “ya estaba perdida” plantea. En el caso de Ignacio y Yari, así como lo plantea esta última en una reunión de equipo sus padres mantenían relaciones y se drogaban delante de ellos. Lo que obviamente fue un gran factor de riesgo para ellos, de hecho dice “cómo voy a saber qué es lo normal?”.

7)

Como podemos ver claramente en la película, el contexto social de

los personajes es muy variado. Podemos ver como Paco, pertenecía a una clase social alta, madre senadora al igual que Majo donde su padre era ingeniero, Belén por el contrario evidenciaba una clase baja etc. Lo que muestra a la vez que no se trata de una problemática que pertenezca solo a un estrato social, sino que afecta cualquier tipo de clase social. A la vez, si bien se plantea mismo en la película que el paco es una droga de clase baja, se puede ver como en este caso en particular eso se combina. En el caso de la novia de Paco, su contexto social contribuía a mantener esa dependencia ya que era consumidora y encima la “cocina” de cocaína estaba a pasos de su casa, por lo que todos los días pasaba por ese lugar y eso ayuda mucho a que su adicción se mantuviera. Además en el entorno en general se podía ver gente drogándose a cada rato y hora. En el caso de los contextos sociales más altos, el hecho de querer “tapar”, ocultar la problemática puede ser que haga que se mantenga la dependencia. El padre de Majo, no podía entender como su hija había llegado, se mostraba muy enojado, no aceptaba y eso es también es posible que sea un factor de mantenimiento, ya que el primer gran paso es enfrentar la problemática. Pedir ayuda dice Nina, es la mitad del camino hecho.

8)

Sin duda que más allá de lo disfuncional que pueden ser las familias

siempre hay fortalezas dentro de la misma y en cada individuo que la compone. En el ejemplo de la película se puede notar como la madre de Paco, aprovechando la posición en la que se encontraba plantea que la pregunta no es quien vende, ni quien promueve esto ni quien se enriquece en el camino, sino porque los jóvenes no saben divertirse de otra manera. Es decir comenzar a hacer campañas de prevención, porque como bien dice otro de los personajes “el narcotráfico va a seguir existiendo mientras haya consumidores”; por lo que esto siento que es una fortaleza y no para ayudar solo a su hijo sino a los demás también.

En Pedro, podemos ver como él mismo es el que pide ayuda y se acerca a la institución por lo que eso es una gran fortaleza, da cuenta de que reconoce que hay un problema y quiere resolverlo. De la misma forma, Dany y Flor, los cuales han pasado por una mala experiencia pero aún así siguen creyendo que es posible el cambio y que se trate de una institución seria. El resto de los personajes internados sin ser Yari e Ignacio, concurren porque sus padres los llevan, por lo que es otro aspecto positivo de estas familias, pero a la vez ellos mismos (los internados) demuestran su interés en el proceso y en el cambio.

9)

El modelo de Prochaska y DiClemente nos explica cómo la

motivación cambia a lo largo del tiempo y cómo esto es importante para evaluar la disposición para el cambio. En este caso tomaré el ejemplo de Paco y Yamila.

Los autores

arriba mencionados han esbozado un modelo para describir este proceso de motivación creciente para el cambio. En este modelo transicional del cambio se proponen diversas etapas o fases de la motivación: 1.- Pre contemplación: En esta etapa la persona no se da cuenta de que existe un problema pues, realmente no ha hecho conciencia de ello. Por esta razón el adicto no estará motivado a buscar ayuda pues ni siquiera acepta que hay problemas. Lo que ocurrirá es que la adicción seguirá evolucionando y se acumularán las consecuencias negativas. Podríamos plantear que por esta etapa pasan ambos, cuando están inmersos en el mundo de la droga y el problema se va haciendo cada vez peor 2.- Contemplación: En esta etapa ya las evidencias del daño se hacen obvias para el adicto, desarrollando una conciencia del problema que va de menor a mayor. La persona en contemplación, comienza a invertir energía psicológica en pensar acerca del cambio, pero esto no se traduce en acciones concretas.

3.- Preparación: En esta etapa las personas se motivan a buscar ayuda porque saben que deben hacer algo para resolver el problema. La persona acude a consulta, pide consejo y planifica. Aún así, no se ha llegado al punto donde se está dispuesto a invertir mucha energía en los cambios, por lo tanto el problema sigue evolucionando. A modo de ejemplo y siguiendo con el mismo personaje, este momento sería en el que Yamila acude a su padre en busca de ayuda tras haber sido abusada y golpeada por compradores de droga. 4.- Acción: En esta etapa ya se ha pasado el punto de tolerancia, por lo que el adicto está listo para hacer los cambios necesarios. Una vez llegado a este punto la persona sabe que no quiere seguir viviendo en su actual situación y estará dispuesto a invertir energía en los cambios. Sin embargo si no se canaliza adecuadamente puede no avanzarse en la dirección correcta.

Este podría ser el momento en el que Paco comienza a

hablar por primera vez luego de tres meses en las reuniones grupales. 5.- Mantenimiento: Una vez realizados los cambios hay que mantenerlos lo suficiente para que se hagan permanentes. Es muy usual que las personas en recuperación, se descuiden en esta fase porque a veces, no hay adecuada conciencia de la tendencia a la recaída, que posee la adicción. Si la persona invierte tiempo en mantener los cambios logrados todo irá bien, pero si se descuida o aminora la marcha, puede presentarse una recaída. 6.- Recaídas: La adicción tiene una tendencia natural a la recaída debido a la gran cantidad de elementos aprendidos y estructurales, que están activos a pesar de que se hayan hechos nuevos hábitos de comportamiento. A esto se suma el hecho de que los cambios por realizar, pueden ser abrumadores. Si el adicto toma conciencia de estos hechos, y se hace responsable de mantener su recuperación en marcha, no habrá recaídas. Las recaídas son partes de un ciclo de aprendizaje hacia el mejoramiento de la recuperación. En esto la adicción se comporta como otras enfermedades crónicas. Es claro en Yamila el momento de su recaída cuando sale con Ignacio y consumen marihuana. De todas formas, en este caso sirvió mucho para su recuperación. En el caso de Paco, no hubo muestras de que haya recaído.

7.- Terminación: Una vez que los cambios son mantenidos a lo largo del tiempo, los disparadores y conductas de búsqueda, así como los deseos de uso, dejan de poseer la fuerza que hubieran tenido sobre el adicto; se hacen menos intensos progresivamente, hasta que cesan. Aún así la tendencia a la recaída se mantiene, por lo que la recuperación en el adicto, es un proceso que dura de por vida. “Las células se re renovaron, ya no piden tanto…” dice Paco a su madre una vez terminado la fase de desintoxicación. Al igual que Yamila, parecen haber avanzado muy bien en esta parte del tratamiento, pero aún quedan otros pasos, como internación domiciliaria como se plantea en la película.

Este modelo transteorético del cambio hace notar que la motivación no es una cualidad estática, sino más bien un recurso psicológico dinámico, que puede incrementarse a medida que la persona toma conciencia de su problema.

10)

En relación a los valores, podemos ver que cada personaje tiene los

suyos. Haciendo referencia a Paco se puede ver como su opción es entregarse, se quiere hacer responsable de sus actos. Es consciente que terminó con vidas y quiere hacerse cargo de eso. Actúa movido por el valor de la justicia, tanto en este acto como también mismo en el acto de haber puesto la bomba en la “cocina” de cocaína. También está presente en él el valor de la honestidad.

Brides, D y Scrimshaw, P; (1979) plantean que la

honestidad es la cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia. Ser honesto es ser real, acorde a la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. Expresa respeto por uno mismo y por los demás. Esta actitud siembra confianza en uno mismo y en los demás. Los padres de los demás personajes podemos ver como actúan movidos por el valor del amor hacia sus hijos, ya que quieren poder ayudarlos y sacarlos de esa situación tan dolorosa para todos. Siguiendo con las ideas de los mismos autores plantean que la idea del amor tiene un significado profundo, de lo que en lo más íntimo de nuestro ser creemos que es bueno o malo; otros valores como la justicia evalúan la transgresión a las normas de observancia externa, el amor es el único que estima la esencia del bien y del mal en nuestra conciencia. En el caso de los primos, Yari e Ignacio es claro que por lo menos por el momento no tienen ninguna intención de dejar la droga, en el mismo día de despedida del grupo ya están llamando para conseguirla. En este momento sin duda que sus valores no son priorizar la vida. Dany en cambio, creo que si actúa motivado por el valor a la vida, realmente quiere salir de esa situación y por eso acude al centro.

Pedro, que una de sus motivaciones importantes para el cambio es que tiene un hijo chico, ese podría ser el valor que lo impulsa, el valor por su familia, el amor. Este valor de la familia, establecen Brides, D y Scrimshaw, P; (1979) nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el bienestar, desarrollo y felicidad de los demás integrantes. Es muy importante tener en cuenta que el valor de la familia se basa fundamentalmente en la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, haciendo un esfuerzo por cultivar los valores en la persona misma, y así estar en condiciones de trasmitirlos y enseñarlos.

BIBLIOGRAFÍA •

Castillo, I; Corucera, N; (2008) Craving: concepto medición y terapéutica. Norte DE SALUD MENTAL nº 32.



Becoña, E (2002) Bases científicas de la prevención de las drogodependencias; Ministerio del Interior; Madrid.



Benavidez, R; Castañe, N; Garrote, C; Giordano, K y Mercau, I; (2005) Adolescencia y drogas. Córdoba.



Brides, D y Scrimshaw, P; (1979) Valores, autoridad y educación; Madrid, Anaya



ROSSI, P (1997), La droga y los adolescentes. Lo que un padre tiene que saber sobre las adicciones. Edit Planeta; Buenos Aires.



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