Analisis Fausto

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE FACULTAD DE HUMANIDADES PROFESORADO EN HISTORIA Fausto Y el hombre alemán del S. XVII

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE FACULTAD DE HUMANIDADES PROFESORADO EN HISTORIA

Fausto Y el hombre alemán del S. XVIII

Alumno: BARBOZA, Ezequiel. Fecha de entrega: martes 21 de Junio de 2016

Índice

    o o o  

Introducción. Marco Teórico. Biografía y contexto. Análisis Primera parte. Segunda parte. El Fausto. Conclusión Bibliografía

1 2 4 5 8 10 13 14

INTRODUCCIÓN

En este trabajo se busca conocer las características del hombre moderno, situándose específicamente en la Alemania de finales de S.XVIII, para ello se abordara una obra literaria de dicho periodo, con las herramientas historiográficas de la llamada Historia Cultural. La obra elegida es “Fausto”1 del literato alemán Johann Wolfgang von Goethe donde, a través de las herramientas mencionadas para el análisis, buscaremos demostrar la presencia de elementos literarios que nos reflejen inquietudes del hombre moderno respecto a la felicidad, las ciencias y las pasiones. Para iniciar esta tarea se recurrirán a fuentes bibliográficas de la historia cultural que nos expliquen y demuestren los beneficios de utilizar este método historiográfico, se recurrió a grandes referentes como Peter Burke, Roger Chartier, Robert Darnton y autores como Justo Serna y Anacleta Pons que intentan clarificar lo referido a este tema. Se procederá en primer lugar a comentar sobra la vida del autor y contextualizar, de manera breve, sociopolíticamente la escritura de la obra, entendiendo la vital importancia que es esto para un análisis cultural. Teniendo en cuenta que esta obra se presenta divida en dos partes, que difieren entre sí tanto argumental como literariamente, el análisis se realizó de la misma manera, discriminando dichas partes; finalizando con un segmento que pretende exponer las diversidades de ambas y explicar como este relato sirve de ejemplo para caracterizar al hombre alemán del S.XVIII.

1 Tragedia publicada en dos partes, cuyos nombres originales son: “Faust: der Tragödie erster Teil” y “Faust: der Tragödie zweiter Teil” 1

Marco teórico

La aparición de la escuela de Annales en la historiografía occidental,

significó una

“Revolución”2 en la forma de hacer Historia; se buscó comprender el pasado de una manera más completa y no solamente narrando los sucesos y describiendo los hechos y personajes, sino además, analizar los procesos que desencadenaron en dichos eventos. Annales buscaría redefinir el objeto de estudio de la Historia, “[…] que no se limitara a tratar la guerra y la política sino que debía incluir las leyes y el comercio, la moral y las “costumbres3[…]” a partir de esto, y durante las llamadas “generaciones de Annales” vemos como varían los enfoques puramente políticos y bélicos, y surgen perspectivas con índole más económico (en sus inicios), una mirada que enfatiza las cuestiones sociales (durante la siguiente generación) y luego, el estudio de la mentalidad de cada época, es decir la forma de pensar que es realmente la generadora de las transformaciones toma protagonismo. Desde 1989 en adelante, se interesa en la llamada “Historia Cultural”, a partir de los trabajos de Roger Chartier quien la aborda “desde la historia social de la cultura a la historia cultural de la sociedad”. Esta historia cultural adoptará el método etnográfico (como los antropólogos en su trabajo de campo) para intentar aproximarse no solo al modo de pensar, sino también al modo en cómo se “construyó” ese mundo: “[...] el historiador etnográfico estudia la manera como la gente común entiende el mundo. Intenta investigar su cosmología, mostrar cómo la gente organiza la realidad en su mente y como expresa en su conducta […]”4 Recordemos que la escuela de Annales no solo se caracterizó por este giro en el enfoque, sino también por la búsqueda de interdisciplinariedad, esto lo vemos claramente en las palabras de Darnton al hablarnos de historiadores con métodos etnográficos; ahora bien, como el historiador no cuenta con el objeto de estudio al cual observar y entrevistar, pareciera generarse un problema, que estos historiadores saltean con un análisis profundo en documentos, a partir de “formular” nuevas preguntas, trasladando las situaciones/procesos que se desea estudiar del texto, al contexto en el cual fue redactado (en caso de obras escritas, pero es perfectamente aplicable al arte visual y a la música) y desde allí acercarnos a la cosmovisión del periodo estudiado.

2 BURKE, Peter. La Revolución Historiográfica Francesa. La Escuela de Annales 1929-1989. Ed. Gedisa S.A. 1999, Barcelona. 3 Ibid. 4 DARTON, Robert. La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de cultura francesa. F.C.E. 1987, México. 2

Un ejemplo claro de esto es la obra “La gran matanza de gatos” de Robert Darnton que a través de la indagación en los archivos del Antiguo Régimen de la Francia del siglo XVIII, nos retrata, a partir del episodio que lleva de titulo la obra, las relaciones existentes entre los aprendices y el dueño de un taller. Pero no solo nos describe la relación laboral, sino también la personal, ya que estos vivían, dormían y se alimentaban en el lugar de trabajo, el autor pone en evidencia las diferencias en las relaciones sociales, los ritos y las costumbres de cada uno de ellos puesto que la “lectura” de los documentos en los que indaga les revela otras cuestiones que están más allá de la palabra escrita únicamente. Como corolario de esta explicación sobre la historia cultural, Burke nos dice “El común denominador de los historiadores culturales podría describirse como la preocupación por lo simbólico y su interpretación”5.

5 Burke, Peter. ¿Qué es la historia cultura? Ed .Paídon ibérica. 2006, Barcelona. 3

Biografía del Autor y Contexto Histórico

Johan Wolfgang von Goethe nació en Frankfurt am Main en una familia de clase media, su padre, educó a sus hijos él mismo. A los 16 años, comenzó sus estudios en la Universidad de Leipzig, entonces un centro cultural líder, allí escribió sus primeros poemas. En 1770 se trasladó a la Universidad de Strasbourg, fue éste un período decisivo, frecuentó los círculos literarios y artísticos del Sturm und Drang (germen del primer Romanticismo) y conoció a Herder6, quien lo invitó a descubrir a Homero, Ossian, Shakespeare y la poesía popular. En 1772 se trasladó a Wetzlar, donde se enamoró de la prometida de su amigo Kestner y esta pasión frustrada inspiró su primera novela, “Los sufrimientos del joven Werther”, obra que de gran repercusión en toda Europa y que constituyó la novela paradigmática del nuevo movimiento que estaba naciendo en Alemania, el Romanticismo. De vuelta en Frankfurt, inició la composición de su obra más ambiciosa, “Fausto”. Tras aceptar el puesto de consejero del duque Carlos Augusto, se trasladó a Weimar en 1774, donde estableció definitivamente su residencia. La actividad política y su amistad con una dama de la corte, Charlotte von Stein, dieron pie a una nueva evolución literaria donde abandonaría los postulados individualistas y románticos del Sturm und Drang; en esa época escribió “Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister” (1795), novela de formación que influiría notablemente en la literatura alemana posterior. En 1786 abandonó Weimar y la corte para realizar un viaje por Italia, el país donde mejor podía explorar su fascinación por el mundo clásico, luego de dos años allí regresa a Weimar y en 1794, entabló una profunda amistad con Schiller7, con años de rica colaboración entre ambos. Sus obligaciones con el duque cesaron y se dedicó casi por entero a la literatura y a la redacción de obras científicas. La muerte de Schiller en 1805, y una grave enfermedad, golpearon fuertemente en la vida de Goethe que cada vez más encerrado en sí mismo, se volcó de pleno en su obra. En 1808 se publicó Fausto y años más tarde, inició su obra más autobiográfica, Poesía y verdad (1811-1831), a la que dedicó los últimos años de su vida, junto con la segunda parte de Fausto. 6 Johann Gottfried von Herder, filósofo, teólogo y crítico literario alemán. 7 Johann Christoph Friedrich Schiller, poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán. 4

En los párrafos anteriores se ve resumida brevemente la vida del autor y como diferentes sucesos en su vida influenciaron en sus obras y en el tinte de éstas. Centrándonos en Fausto, son varios los factores del contexto sociopolítico que debemos remarcar para poder analizarlo de manera más concreta: Aunque es considerado como una de las obras más famosas de la literatura alemana, Goethe empezó a escribirla en el año 1773 mientras vivía en el Sacro Imperio Germánico, un conglomerado de principados, que a pesar de poseer leves diferencias culturales estaban unidos por la misma lengua y afectados por los cambios demográficos, políticos y económicos. Luego de la guerra de los 30 años la población creció significativamente y a partir de 1750 parte de la nobleza se vio obligada a vender sus propiedades a una elite que no era nobiliaria, y el ascenso de esta nueva elite que consideraba la riqueza, la capacidad política y los logros académicos como los elementos que definían el prestigio social, estableció un nuevo orden; bajo el cual “Goethe, hijo de una adinerada familia Luterana, nació” 8 Para el año 1770, se había desarrollado una tradición literaria vernácula alemana, similar a la inglesa y francesa, pero intelectuales como Herder (ya nombrado anteriormente y de importante influencia para Goethe) impulsaban una idea de literatura cultural nacional, argumentando que no podía imitarse los modelos ingleses y franceses sino que deberían utilizarse sus propias tradiciones y folklore; “el texto de Goethe, donde dramatiza la leyenda de Fausto, hace exactamente eso”9. Es importante remarcar la influencia de “Sturm und Drang”, traducido como “tormenta e ímpetu” cuyo nombre proviene de la obra teatral homónima de Friedrich Maximilian Klinger en 1776. Este movimiento literario, que se manifestó también en la música y las artes visuales, se caracterizó por la presencia de subjetividad individual y manifestación de las emociones, por lo cual quedaba enfrentado a las limitaciones impuestas por el racionalismo de la Ilustración y los movimientos asociados a la estética; se constituyó como el precursor del Romanticismo Alemán.

Análisis Primera parte

8 Arthur Salvo, Alexander Thun. “Historical context for Faust” en: [https://www.college.columbia.edu/core/content/faust/context] 9 Ibíd. 5

Fausto, considerada como una de las grandes obras de la literatura universal, está dividida en dos fragmentos; La primera parte de esta tragedia (la más popular) se articula en torno a dos ejes. El primero es la historia de cómo Fausto, fatigado de la vida y decepcionado de la ciencia, hace un pacto con el diablo; “Si puedes seducirme hasta el extremo de que quede contento de mí mismo, si puedes adormecerme en el seno de los placeres, sea aquel para mí el ultimo día y para ti el del mayor triunfo”10 El segundo eje de la primer parte de la obra gira en torno a Fausto y su encuentro con Margarita (también mencionada como Gretchen por Goethe) quien es una joven humilde, plena de bondad y de ingenuidad, y se enamora de ella. Con la ayuda de Mefistófeles y diferentes tretas y regalos, el amor se vuelve reciproco. En este fragmento de dialogo entre Fausto y Mefistófeles vemos como el doctor declara estar genuinamente enamorado de Margarita: “Fausto: Eres y serás siempre un trapacero y un sofista. Mefistófeles: Podré serlo, pero en cambio habrá otros que lo son mucho más. Vos mismo, que sois hombre honor, ¿no iréis mañana a seducir a esa pobre margarita jurándola un amor puro y sincero? Fausto: Si, es verdad, y lejos de ser falsas mis palabras; saldrán del fondo de mi alma.” 11 Posteriormente, Fausto y el hermano de Margarita tienen una pelea que termina con la muerte del soldado y la huida de Fausto y Mefistófeles al monte Walpurgis, donde presencian la fiesta de la Noche de Brujas. Fausto ordena entonces a Mefistófeles que le informe acerca de la suerte de Margarita; y así descubre que ella se encuentra en la cárcel, condenada a muerte por haber asesinado a su hijo ilegítimo. Ante ello, Fausto se compadece, siente un enorme dolor, y decide intentar salvarla, pero Margarita parece haber perdido la cordura y se niega a escapar; finalmente fallece, pero se escucha en el lugar “Una voz de lo alto: ¡Esta Salvada!”12, entonces Mefistófeles insta a Fausto a seguirlo y desaparecen. Con ello, finaliza la primera parte de la obra, dejándonos a Fausto en sufrimiento por la muerte de su amada, aunque parece haber sido llevada a los cielos. Es importante destacar la salvación de Margarita porque, como se había mencionado anteriormente, la obra recrea el mito alemán sobre un pacto realizado entre un sabio y el diablo, pero en la mayoría de las representaciones anteriores, el pacto con el diablo 10 Goethe J. W. Fausto. Ed. Sol, 2000. Barcelona. P39. 11 Ibid. P68. 12 Ibid. P100. 6

busca lograr el dominio sobre la naturaleza y por ejemplo, en el teatro de títeres de los siglos XVI y XVII, la historia terminaba siempre con los demonios llevándose a Fausto. Goethe alteró este argumento no solo con la salvación de Margarita, sino también la del mismo Fausto al término de la segunda parte, cuando los demonios que quieren llevarse su alma tienen que retirarse ante la llegada de una legión de ángeles. También es importante destacar que además se cambia el impulso que mueve a Fausto: el deseo que lo acercaba a la brujería no es codicia o maldad, sino más bien el ansia de saber, el deseo de grandeza, de plenitud, de totalidad. Vemos en estos cambios argumentales, y en la primera parte de la obra, elementos que nos permiten identificar características propias del hombre moderno de finales del siglo XVIII; el remplazo del “dominio de la naturaleza” por la búsqueda de conocimientos que otorguen grandeza, es un claro reflejo de la concepción Iluminista que se vivió en ese siglo. Pero además de ello, los deseos de Fausto por conocer los “placeres de la vida”, descartando que solamente el conocimiento provea plenitud, nos revelan la presencia de características del Sturm und Drang (tormenta e ímpetu); que fue la “crisis” de la Ilustración alemana; la ciencia cede puestos ante la religión; el impulso toma valor antes que la reflexión y la imaginación prepondera a la razón, “Renace el ideal clásico de Humanistas, como equilibrio armónico entre intelecto y sentimientos”13 Esto se puede ver claramente en un dialogo sostenido entre Fausto y Mefistófeles en relación al cumplimiento del pacto, el segundo pide a Fausto que firme con sangre en un papel y éste le responde: “Fausto: No temas que falte a este pacto; es la colaboración de mi actividad lo que precisamente te ofrezco; me he engreído tanto que solo puedo pertenecer ya a tu clase. El Espíritu creador me ha desechado: la naturaleza se cierra ante mí, el hilo de mi pensamiento está roto, y estoy hastiado de toda ciencia. Haz, pues, queden satisfechas mis ardientes pasiones, que cada día se preparen para mi nuevos encantos bajo el impenetrable velo de la magia; que me sea dado sumergirme en el torbellino del tiempo y en los pliegues más secretos del provenir, para que el dolor y el goce, la gloria y la pena se sucedan en mi confundidos.”14 En el fragmento expuesto, se pueden apreciar variados elementos; Fausto se siente desdichado ya que la ciencia (de la cual ahora reniega) solo lo volvió engreído y se percibe rechazado por Dios; concluyendo que sus estudios científicos solamente le 13 Blanco Freijeiro, Antonio. En: [http://www.artehistoria.com/v2/contextos/2223.htm] 14 Goethe, J. W., Op. Cit. P40. 7

trajeron desdicha y no alcanzaron para cumplir su objetivo, pide a Mefistófeles que lo lleve a conocer más, que sus pasiones lo invadan, que su razón se nuble y así poder alcanzar los saberes más ocultos.

Segunda Parte

La segunda parte se desarrolla en un ambiente medieval, lleno de elementos fantásticos y mitológicos que nos revelan el alejamiento del Sturm and Drang y el romanticismo y nos acercan más a un Goethe que, luego de su viaje por Italia, posee un renovado interés en lo clásico. El argumento se desarrolla con Fausto y Mefistófeles engañando a un torpe y joven emperador, pretendiendo ser ellos un brujo y un bufón respectivamente; se nos muestra un mundo diferente, con riqueza, poder y gloria, en contraposición con los ambientes más individualistas e introspectivos de la primera parte. El imperio se encuentra en una crisis económica, y Fausto junto a Mefistófeles proponen una eficaz solución al emperador, con resultado positivo; ganándose así el favor del emperador y siendo acogidos en el seno del imperio. Estos beneficios vienen cargados de también de obligaciones; Fausto en dialogo con Mefistófeles: “Fausto: El emperador quiere y es preciso complacerle; quiere contemplar a Elena y Paris, a la obra maestra del hombre y la mujer, y verlos sobre todo dotados de formas encantadoras.”15 Elena, símbolo de la belleza clásica, es invocada con la ayuda de “Las Madres”, que son “principio de todo cuanto existe o debe existir; habitan en el vacío eterno” 16 esto supuso un peligroso y gran esfuerzo para Fausto. A partir de éste momento, la obra se vuelve menos lineal, superando con creces los idas y vueltas espacio temporales de la primera parte y se suceden gran cantidad de elementos sobrenaturales con diferente origen. Luego de la invocación, aparecen Paris primero y Elena después, deslumbrado a todos, pero Fausto se aproxima a ella y una

15 Goethe, J. W., Op. Cit. P116. 16 Ibid. 8

acotación del guion nos informa: “Explosión; Fausto cae al suelo y los espíritus desaparecen”17 Luego de esto, vemos a Mefistófeles encontrarse con Wagner (el asistente de Fausto en la primera parte), quien estaba creando un homúnculo (hombrecillo; creación de vida mediante un proceso alquímico) y los tres se dirigen hasta la camilla donde está Fausto y resuelven ir a Peneios (Río Peneo en Tesalia); aquí el relato se vuelve a un más confuso. En el siguiente acto, aparece Elena junto a un coro frente al palacio de Menelao, es informada por Forkyas (una anciana) que será ejecutada si no huye, ésta acepta huir y Forkyas la traslada al palacio de Fausto, aparece Forkyas en el palacio y les comunica que Menelao está acercándose con intenciones de guerra. La narrativa se tiñe de misticismos y referencias a personajes de la historia griega y su mitología; por ejemplo, Euforion, un célebre poeta helenista y el mito de Ícaro. Elena abraza a Fausto y desaparece dejando solo su vestido, el cual “[…] se evapora, envuelve a Fausto y le eleva a la región etérea.”18 En el siguiente acto, Fausto se encuentra con Mefistófeles en lo alto de una montaña y mantienen otro de sus característicos diálogos sobre el accionar y los fines que ambos perciben, solo que esta vez Fausto dice: “Fausto: Inmenso es el espacio que ofrece este globo para las grandes acciones; me siento capaz de acometer nobles empresas, merced a la actividad que me anima. Mefistófeles: ¿Ambicionas la gloria? Bien se conoce el roce con las heroínas” Fausto: Quiero dominarlo y poseerlo todo. La acción es el medio; la gloria en si no es nada”19 Vemos en este diálogo un cambio entre los fines que motivaban a Fausto en la primera parte y estos deseas de poder sobre los hombres y sobre la naturaleza: habla también, de manera poética, sobre el mar y su interminable devenir en las orillas como “fuerzas sin objeto” que lo desesperan y afirma “Por eso no he desistido de mis planes: sería para mí un goce supremo arrojar de su orilla al mar altivo, contenerle en los límites de la húmeda playa y hacerle retroceder todo cuanto pudiese. Ese es mi deseo […]”. Esta búsqueda del dominio sobre lo natural y la aparición de Elena (como se dijo, símbolo de la belleza clásica) como eje articulador en un relato que parecería no ser lineal empezando en palacios alemanes, pasando por la Grecia clásica y volviendo una vez más a las tierras 17 Ibid. P123. 18 Ibid. P156. 19 Ibid. P161. 9

del emperador alemán que engañaron Fausto y Mefistófeles; nos dejan ver el cambio literario que recubre la segunda parte de la obra de Goethe. El relato prosigue con una guerra entre el emperador y un grupo de rebeldes que se origina según Mefistófeles porque el emperador “[…] era joven al subir al trono, pensó era digno de envidia gobernar y entregarse a los placeres”, al oír esto, Fausto declara: “¡Error profundo! El hombre destinado a gobernar solo en el mando ha de buscar la dicha suprema. Obrando así será siempre el primero y el más digno. El goce embrutece.”20 Pero Mefistófeles dice al Fausto que deben unirse al bando del emperador ya que éste posee una situación ventajosa en la batalla y si lo ayudan a vencer “solo tendrás que hincar la rodilla para obtener en feudo un país extenso y rico” La batalla es ganada y el emperador cede a Fausto un extenso feudo en las costas del imperio. En el siguiente acto Fausto, ya en su vejez, logra cumplir sus deseos referidos al mar mediante la construcción de diques para “ganarle más tierra la mar”; decide expulsar a una pareja de ancianos que ocupaban un único predio (plantación de tilo) que no le pertenecía; sobre esto, Fausto declara: “El plantío de tilos ha desaparecido sin quedar de él más que un montón de troncos carbonizados, pero pronto tendremos allí un hermoso Edén, desde el que la vista podrá complacerse en lo infinito y podre descubrir desde allí la nueva habitación en que los dos ancianos, merced de mi clemencia magnánima, verán trascurrir tranquilos sus últimos días.”21 Posteriormente, Fausto finalmente muerte y al llegar la hora en que Mefistófeles reclame su paga, Dios se compadece de aquel hombre, que ha buscado el Bien y la Belleza; su alma que siempre miró a la altura en medio del fango, ha merecido la misericordia del Cielo. Un coro de ángeles desciende, impiden a Mefistófeles y sus demonios llevar el alma de Fausto y “Emprende su vuelo, llevándose la parte inmortal de Fausto” 22; y Mefistófeles declara: “Me ha sido arrebatado un gran tesoro, un tesoro único: el alma sublime que se me había entregado” Luego de un dialogo entre ángeles, donde se nos deja ver que Margarita fue efectivamente salvada, la obra finaliza.

20 Ibid. P162. 21 Ibid. P179. 22 Ibid. P187. 10

El Fausto

Se centra en un hombre fuera de lo común; nos muestra a un personaje que aparenta tener lo que cualquier hombre desearía: sabiduría, conocimiento y prestigio; sin embargo está presente en él una angustia profunda, que es la manifestación de su carencia de pasiones. Podemos afirmar que esta obra de Goethe, refleja de una manera particular las inquietudes del hombre moderno; al comienzo de la misma, el doctor Fausto se halla en un laboratorio entregado a meditaciones sombrías; ha asimilado todo el saber humano sin lograr satisfacer sus ansias de conocimientos; sus libros y sus instrumentos solo le han demostrado la inocuidad de la Ciencia, y lejos de proporcionarle la felicidad, le han sumido en la desesperación. Debido a éste vacío que lo inunda, cuando Mefistófeles se presenta con un trato, donde afirma poder “proporcionarle una vida llena de placeres”, Fausto acepta. Se plantea aquí la debilidad del ser humano frente a lo “moralmente incorrecto” pero que le resulta atractivo; esa concepción de una fina línea delimitadora que separa la cordura de la insensatez, ha sido clave en el desarrollo cultural desde la Grecia clásica, y Fausto cede a esta tentación en detrimento de su antigua vida. Esta decisión de rechazar lo estructurado, por el devenir de los impulsos, era una tendencia general europea (sobre todo en literatura y arte donde esta dualidad queda plasmada), ejemplo de ello es el romanticismo que surge como una reacción de rebeldía frente al clasicismo. El auge del Sturm and Drang y los movimientos románticos (de los Goethe es considerado fundador y participe, respectivamente) como alternativas radicales y pasionales a la cosmovisión racionalista de la época, nos prueban las acertadas palabras de Darnton: “las culturas modelan la manera de pensar, aun en el caso de los grandes pensadores”23; ya que el Fausto de Goethe representa precisamente esa transición. En lo referido a la obra en sí, Goethe trabajó en el Fausto hasta su muerte; lo que no es un detalle menor si tenemos en cuenta (según lo repasado en su biografía) los movimientos que lo influenciaron y los de que él mismo formó parte. En esta tragedia se refleja la transición del autor desde el romanticismo individualista e impulsivo de la primera parte hasta el personal clasicismo con el que se tiñe la segunda parte de la obra. En cuanto a lo primero, ya hemos hablado de la presencia del romanticismo y el Sturm and Drang, y en lo que respecta al clasicismo que influencia la segunda parte de su obra no aparece repentinamente; debemos tener en cuenta dos cosas: En primer lugar, el interés de Goethe sobre este movimiento es notorio, tanto así que junto a Schiller, se los 23 Darnton, Robert. Op. Cit. P14. 11

considera los padres del “El Clasicismo de Weimar” (conocido también como Klassik, por su nombre alemán “Weimarer Klassik”) un movimiento cultural y literario europeo cuyas ideas centrales parten de la obra de estos celebres literatos alemanes. En segundo lugar, debemos recordar su viaje a Italia (1786-1788) donde entro en contacto, de primera mano, con los vestigios de la época clásica y renovó así su admiración por esta. La transición de estilos literarios, aunque parezca repentina cuando leemos por primera vez la obra, se vuelve más fácil de comprender cuando la combinamos con su contexto y tenemos en cuenta la vida propia de su autor. Esto se corresponde con lo que Ponds y Serna afirman en su texto sobre historia cultural: “Cuando un historiador […] es metódico, suficientemente respetuoso con el pormenor del personaje y de la vicisitud, cuando narra atendiendo a todos los detalles conocidos o averiguados, entonces se logra ese fin implícitamente parabólico, cognoscitivo, que consiste en salir fuera de los hechos que trata para aludir a una experiencia universal”24 Ahora bien, el Fausto no solo nos muestra cómo se materializan los aspectos culturales en la vida y obra de las personas; también debemos remarcar que Goethe recoge una figura de la tradición y la reescribe, con el fin de darle una nueva identidad significativa. El autor absuelve a Fausto, dejando en claro que el afán de saber es ahora un valor justificable (a diferencia de lo que presentan las representaciones anteriores de este mito);

lo que se corresponder con la idea de que el saber es fundamental en la

construcción del individuo. Fausto es un individuo absolutamente desmesurado, su ego es hiperbólico, cumple con infinitud de funciones, pasa a definir la medida de las cosas, del mundo entero que, a finales de la segunda parte, ahora está en función suya y de sus deseos.

24 Serna, Justo y Pons, Anacleta. “La historia cultural. Autores, obras, lugares”, Ed. Akal. 2005, Madrid. P36. 12

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CONCLUSIÓN

El objetivo de este trabajo consistía en exponer las características e inquietudes del hombre moderno, a través del análisis de una obra literaria mediante las herramientas y miradas propias de la historia cultural. Consideramos alcanza esta meta ya que luego de realizado el análisis, podemos ver que Fausto encarna, como pocos personajes literarios, al hombre moderno y podemos reconocer en él muchos de los problemas que hemos heredado. Su individualismo desaforado, su ansia de saber, su insatisfacción perpetua, éstas primeras características se ven remarcadas en la primera parte de la tragedia; mientras que su voluntad de progreso aun a costa de la destrucción ajena, sus fracasos, sus logros y sus culpas, se hacen presentes en la segunda parte; todos estos aspectos marcan la evolución del hombre y de la ciencia a lo largo del siglos XVIII. Esta obra, se presenta generadora de algunos de los principales arquetipos de la modernidad; en ella vemos como la yuxtaposición de los movimientos ideológicos y literarios de la época (Iluminismo, romanticismo, Sturm and Drang, Clasicismo de Weimar, etc.) Se hacen presentes no solo en la redacción misma de la obra, sino en la caracterización de los personajes que la componen; demostrando en sus prosas los conflictos ideológicos que ayudaron a la construcción de la individualidad del hombre. Debemos tener en cuenta también, que nuestra perspectiva actual, más habituada a los tópicos de la sensibilidad romántica, puede traer como consecuencia una dificultad para entender hasta qué punto Goethe impulsó con estas obras una auténtica revolución estética frente a viejos cánones que hasta ese punto se presentaban imposibles de ignorar. Sin embargo, en otras obras menos accesibles o conocidas, Goethe hizo gala de su habilidad para exponer las tendencias de la vida intelectual contemporánea a él y reflexionar sobre la ambivalencia moral de la modernidad.

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Bibliografía



BURKE, Peter. La Revolución Historiográfica Francesa. La Escuela de Annales



1929-1989. Ed. Gedisa S.A. 1999, Barcelona. DARTON, Robert. La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de

 

cultura francesa. F.C.E. 1987, México. Burke, Peter. ¿Qué es la historia cultura? Ed .Paídon ibérica. 2006, Barcelona. Arthur Salvo; Alexander Thun. “Historical context for Faust” en:

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[https://www.college.columbia.edu/core/content/faust/context] Goethe J. W. Fausto. Ed. Sol, 2000. Barcelona. P39. Blanco Freijeiro, Antonio.



[http://www.artehistoria.com/v2/contextos/2223.htm] Serna, Justo; Pons, Anacleta. “La historia cultural. Autores, obras, lugares”, Ed. Akal. 2005, Madrid. P36.

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En: