Alucinaciones

Alucinaciones: definición, causas, y síntomas ¿Por qué hay personas que sufren alucinaciones? ¿Qué ocurre en sus cerebro

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Alucinaciones: definición, causas, y síntomas ¿Por qué hay personas que sufren alucinaciones? ¿Qué ocurre en sus cerebros? Oscar Castillero Mimenza omentarios

La percepción es el proceso mediante el cual los seres vivos captan la información proveniente del entorno con el fin de procesarla y adquirir conocimiento sobre este, pudiendo adaptarnos a las situaciones que vivimos. Sin embargo, en muchos casos, haya o no un trastorno mental, se producen percepciones que no se corresponden con la realidad, pudiendo agruparse estas alteraciones perceptivas en distorsiones o engaños, principalmente. Mientras que en las distorsiones perceptivas se percibe de manera anómala un estímulo real, en los engaños perceptivos no hay un estímulo que desencadene el proceso perceptivo. El ejemplo más claro de éste último tipo de alteración perceptiva son las alucinaciones.

Alucinaciones: definiendo el concepto El concepto que acabamos de mencionar, alucinación, ha ido evolucionando a la largo de la historia y enriqueciéndose su descripción con el paso de los años. Se puede considerar la alucinación como una percepción que ocurre en ausencia de un estímulo que lo desencadene, teniendo quien la padece la sensación de que ésta es real y que ocurre sin que el sujeto pueda controlarla (siendo esta característica compartida con obsesiones, delirios y algunas ilusiones).

A pesar de que generalmente son indicadores de trastorno mental (siendo un criterio diagnóstico de la esquizofrenia y pudiendo aparecer en otros trastornos, como durante los episodios maníacos o durante depresiones), las alucinaciones también pueden aparecer un muchos otros casos, como trastornos neurológicos, consumo de sustancias, epilepsia, tumores e incluso en situaciones no patológicas de elevada ansiedad o estrés(en forma de paroxismo nervioso por el objeto de nuestra ansiedad, por ejemplo).

Un ejemplo de alucinación Veamos a continuación un ejemplo que nos ayude a entender qué es una alucinación “Un joven llega a la consulta de un psicólogo. Allí, indica a su psicólogo que ha acudido a él porque tiene mucho miedo. Inicialmente se muestra reticente a hablar con el profesional, pero a lo largo de la entrevista confiesa que el motivo de estar en su consulta se halla en que cada vez que se mira al espejo oye una voz que habla con él, insultándole, diciendo que no llegará a nada en la vida y manifestando que debería desaparecer”. Este ejemplo es un caso ficticio en el que el supuesto paciente ha percibido un estímulo que realmente no existe a partir de una situación concreta (mirarse al espejo). El joven realmente ha tenido esa percepción, siendo para él un fenómeno muy real que no puede dirigir ni controlar. De éste modo, podemos considerar que tiene todas las características antes mencionadas. Sin embargo, no todas las alucinaciones son siempre iguales. Existe una amplia variedad de tipologías y clasificaciones, entre las cuales destaca la que se refiere a la modalidad sensorial en la que aparecen. Además, no todas aparecen en las mismas condiciones, habiendo también múltiples variantes de la experiencia alucinatoria.

Tipos de alucinaciones según modalidad sensorial Si clasificamos la experiencia alucinatoria según la modalidad sensorial en la que aparecen, podemos encontrarnos con varias categorías.

1. Alucinaciones visuales En primer lugar se pueden encontrar las alucinaciones visuales, percibidas a través del sentido de la vista. En este caso el sujeto ve algo que no existe en la realidad. Estos estímulos pueden ser muy simples, como por ejemplo destellos o luces. Sin embargo, pueden verse elementos más complejos, como personajes, seres animados o escenas vívidas. Es posible que se visualicen estos elementos con medidas diferentes a las que serían percibidas de ser estos estímulos reales, denominándose alucinaciones liliputienses en el caso de percepciones de menor tamaño y gulliverianas en el caso de verlas agrandadas. Dentro de las alucinaciones visuales también se encuentra la autoscopia, en la que un sujeto se ve a sí mismo desde el exterior de su cuerpo, de una forma semejante a la relatada por pacientes con experiencias cercanas a la muerte. Las alucinaciones visuales son especialmente frecuentes en cuadros orgánicos, traumatismos y consumo de sustancias, si bien también aparecen en ciertos trastornos mentales.

2. Alucinaciones auditivas Respecto a las alucinaciones auditivas, en que el perceptor oye algo irreal, pueden ser simples ruidos o bien elementos con significado completo como el habla humana. Los ejemplos más claros son las alucinaciones en segunda persona, en la que como en el ejemplo antes relatado una voz habla al sujeto, las alucinaciones

en tercera persona en que se oyen voces que hablan del propio individuo entre ellas o las alucinaciones imperativas, en las que el individuo oye voces que le ordenan hacer o dejar de hacer algo. Las alucinaciones de esta modalidad sensorial son las más frecuentes en trastornos mentales, especialmente en la esquizofrenia paranoide.

3. Alucinaciones del gusto y el olfato En lo que respecta a los sentidos del gusto y olfato, las alucinaciones en éstos sentidos son poco frecuentes y suelen relacionarse con el consumo de drogas u otras sustancias, además de algunos trastornos neurológicos como la epilepsia de lóbulo temporal, o incluso en tumores. También aparecen en esquizofrenia, normalmente relacionadas con delirios de envenenamiento o persecución.

4. Alucinaciones hápticas Las alucinaciones hápticas son aquellas que hacen referencia al sentido del tacto. Esta tipología incluye gran cantidad de sensaciones, tales como las de temperatura, dolor u hormigueo (siendo éstas últimas denominadas parestesias, y destacando entre ellas un subtipo denominado delirio dermatozoico en el cual se tiene la sensación de tener pequeños animales en el cuerpo, siendo típico de consumo de sustancias como la cocaína). Al margen de éstas, relacionadas con los sentidos, se pueden identificar dos subtipos más. En primer lugar las alucinaciones cenestésicas o somáticas, que provocan sensaciones percibidas respecto a los propios órganos, normalmente vinculados con procesos delirantes extraños.

En segundo y último lugar las alucinaciones cinestésicas o kinésicas se refieren a sensaciones de movimiento del propio cuerpo que no son producidos en la realidad, siendo típico de los pacientes de Parkinson y del consumo de sustancias. Como ya se ha comentado, al margen de por donde son percibidas también resulta útil conocer cómo son percibidas. En este sentido nos encontramos con diferentes opciones.

Diferentes modos de falsa percepción Las denominadas alucinaciones funcionales se desatan ante la presencia de un estímulo que desencadena otro, ésta vez alucinatorio, en la misma modalidad sensorial. Esta alucinación se produce, empieza y acaba a la vez que el estímulo que la origina. Un ejemplo sería la percepción de alguien que percibe la sintonía del telediario cada vez que oye el ruido del tráfico. El mismo fenómeno ocurre en la alucinación refleja, solo que en esta ocasión la percepción irreal se da en una modalidad sensorial diferente. Es el caso que se da en el ejemplo antes expuesto. La alucinación extracampina se da en los casos en que la falsa percepción se da fuera del campo perceptivo del individuo. Es decir, se percibe algo más allá de lo que podría percibirse. Un ejemplo es ver a alguien detrás de una pared, sin otros datos que pudiesen hacer pensar de su existencia. Otra modalidad de alucinación es la ausencia de percepción de algo que existe, denominada alucinación negativa. Sin embargo en este caso el comportamiento de los pacientes no se ve influido como si percibiesen que no hay nada, de modo que en muchos casos se ha llegado a dudar de que haya una verdadera falta de percepción. Un ejemplo es la autoscopia negativa, en la que la persona no se percibe a si misma al mirarse a un espejo.

Por último, cabe destacar la existencia de pseudoalucinaciones. Se trata de percepciones con las mismas características que las alucinaciones con la excepción de que el sujeto es consciente de que se trata de elementos irreales.

¿Por qué se produce una alucinación? Hemos podido ver algunas de las principales modalidades y tipos de alucinaciones pero, ¿por qué se producen? Si bien no hay una única explicación al respecto, diversos autores han tratado de arrojar luz sobre este tipo de fenómenos, siendo algunas de las más aceptadas aquellas que consideran que el sujeto que alucina atribuye erróneamente sus experiencias internas a factores externos. Ejemplo de ello es la teoría de la discriminación metacognitiva de Slade y Bentall, según la cual el fenómeno alucinatorio se basa en la incapacidad de distinguir la percepción real de la imaginaria. Estos autores consideran que esta capacidad de distinción, la cual se crea y es posible de modificar a través del aprendizaje, puede deberse a un exceso de activación por estrés, falta o exceso de estimulación ambiental, una alta sugestionabilidad, la presencia de expectativas en cuanto a qué se va a percibir, entre otras opciones. Otro ejemplo, centrado en las alucinaciones de tipo auditivo, es la teoría de la subvocalización de Hoffman, la cual indica que estas alucinaciones son la percepción del sujeto de la propia habla subvocal (es decir, nuestra voz interna) como algo ajeno a sí mismo (teoría que ha generado terapias para tratar las alucinaciones auditivas con cierta efectividad). Sin embargo, Hoffman consideraba que éste hecho no era debido a una falta de discriminación, sino a la generación de actos discursivos internos involuntarios. Así, las alucinaciones son formas de "leer" la realidad de forma errónea, como si existiesen elementos que realmente están ahí aunque nuestros sentidos parezcan indicar lo contrario. Sin embargo, en el caso de las alucinaciones

nuestros órganos sensoriales funcionan perfectamente, lo que cambia es el modo en el que nuestro cerebro procesa la información que llega. Normalmente, esto significa que nuestros recuerdos se mezclan con los datos sensoriales de un modo anómalo, uniendo estímulos visuales experimentados anteriormente a lo que va sucediendo a nuestro alrededor. Por ejemplo, esto es lo que ocurre cuando pasamos mucho tiempo a oscuras o con los ojos vendados de modo que nuestros ojos no registrar nada; el cerebro empieza a inventar cosas a causa de la anomalía que supone no recibir datos por esa vía sensorial estando despiertos.

El cerebro que crea un entorno imaginario La existencia de las alucinaciones nos recuerda que no nos limitamos a registrar datos acerca de lo que ocurre a nuestro alrededor, sino que nuestro sistema nervioso cuenta con los mecanismos para "construir" escenas que nos cuentan qué es lo que ocurre a nuestro alrededor. Algunas enfermedades pueden llegar a desencadenar alucinaciones de modo incontrolado, pero estas forman parte de nuestro día a día, aunque no nos demos cuenta.

Alucinaciones cenestésicas: qué es este síntoma, causas y tratamiento Estas alucinaciones se basan en la sensación de que algo extraño ocurre en el propio cuerpo.

Oscar Castillero Mimenza     

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Un repaso a las características de este tipo de alucinaciones.            

Si cerramos los ojos y nos concentramos en ello, es posible que podamos oír el latido de nuestro corazón, cómo el aire entre en nuestros pulmones, o cuando nos duelen los riñones o el hígado. Todo ello se debe a que somos capaces de percibir sensaciones propias del interior de nuestro cuerpo, algo que nos ayuda a adaptarnos a las situaciones y a sobrevivir. Pero estas situaciones tienen un motivo: nuestro corazón late, respiramos, estamos llenos o tenemos una infección urinaria. Sin embargo a veces algunas personas pueden llegar a tener percepciones de este tipo, procedentes del

interior del cuerpo, sin que haya nada que realmente las cause. Se trata de alucinaciones cenestésicas. 

Artículo relacionado: "Los 15 tipos de alucinaciones (y sus posibles causas)"

¿Qué es una alucinación? A modo de preámbulo y con el fin de hacer más facilmente entendible el concepto de alucinación cenestésica, resulta útil en primer lugar hacer un repaso de lo que és e implica una alucinación. El concepto de alucinación hace referencia a la existencia de una falsa percepción o percepción sin objeto, es decir a la captación por parte de los sentidos de una persona de una información o estimulación que no parte de ninguna fuente real y existente. Se trata de un tipo de engaño perceptivo en el que se percibe algo que no existe y que es producto de la mente del sujeto. Sin embargo, hay que remarcar el hecho de que es una percepción: el sujeto realmente ve, oye o nota algún tipo de sensación a pesar de que esta no prevenga de ninguna estimulación que la genere. Se trata de uno de los principales síntomas de la esquizofrenia y de los trastornos psicóticos, aunque puede aparecer en una gran cantidad de situaciones que no siempre tienen porqué ser producto de una psicopatología (por ejemplo un envenenamiento o intoxicación pueden llegar a generar alucinaciones, o incluso la vivencia prolongada de estrés). Existen muy diversos tipos y clasificaciones de alucinaciones, entre las cuales podemos encontrar las visuales, las auditivas, las olfativas o gustativas, las táctiles, las cinestésicas (percepción de movimiento) o las que dan nombre a esta artículo: las alucinaciones cenestésicas.

Las alucinaciones cenestésicas

Se entienden por alucinaciones cenestésicas (también llamadas alucinaciones somáticas o viscerales) aquellas en las que el sujeto tienen una percepción sin objeto referida a la existencia de sensaciones en el interior de su propio cuerpo, en las que se hace referencia concretamente a elementos como las vísceras , órganos concretos o elementos del organismo independientemente de que dichos elementos tengan o no sensibilidad (por ejemplo la sangre). Se trata de un tipo de alucinación en que la percepción se realiza a nivel somático o de conciencia corporal: en la percepción interna del propio organismo. El sujeto tiene la percepción de algún tipo de alteración en el interior de su cuerpo, que pueden estar delimitadas a partes u órganos concretas de este o bien al organismo a nivel general. Es habitual que este tipo de alucinación se de conjuntamente con diferentes tipos de delirios que las explican, los cuales suelen ser de una elevada extravagancia y extrañeza. Un ejemplo de ello dan en aquellas personas con delirios de infestación, en las que a menudo se refiere la sensación de que hormigas, insectos u otros pequeños seres han infestado al sujeto y se desplazan por el interior del cuerpo e incluso puede existir la idea de que están devorando sus órganos. Las sensaciones percibidas pueden ser muy variables e incluir entre otras la percepción de presión mecánica, desplazamiento, vacío, dolor, picor o cambios de temperatura. Asimismo también puede existir la sensación de cambios en la composición de partes del cuerpo (por ejemplo percibir que uno de sus pulmones se ha disuelto), sensaciones relativas a movimientos de órganos (como por ejemplo percibir que el cerebro ha bajado hasta la posición del estómago) o variación en su número (como podría ocurrir en el caso de tener la sensación de haber perdido una pierna sin haberlo hecho). Otras posibles sensaciones podrían ser la percepción de la presencia de elementos externos insertados (por ejemplo la percepción de la inserción de un microchip entraría en este tipo de alucinación) o extracción/pérdida de partes del cuerpo (sentir que el corazón se les ha salido del cuerpo).



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Vinculadas a otros tipos de alucinación Tal y como en base a esta descripción es posible imaginar, las alucinaciones cenestésicas se encuentran profundamente vinculadas con otras tales como las táctiles o hápticaso las relativas a la percepción de movimiento o cinestésicas. De hecho, a menudo es posible encontrar que ambos tipos de alucinación se dan conjuntamente. Algunos autores indican incluso que en realidad las alucinaciones cenestésicas incluyen las táctiles, cinestésicas y las viscerales como subtipos, aunque por lo general se identifica cenestésico con visceral. La principal diferencia entre estos tipos es que en el caso de las cenestésicas estamos hablando de percepciones relativas al propio cuerpo y por lo general a su interior, sin que exista la idea de un contacto externo o sin que el desplazamiento se produzca externamente. Pese a ello a menudo se dan de manera asociada o conjunta.

Contextos de aparición Las alucinaciones cenestésicas resultan menos habituales que otras como las auditivas o visuales, si bien pueden darse en múltiples contextos y condiciones. A nivel psiquiátrico, una de las más conocidas es la esquizofrenia, junto con otros trastornos del espectro psicótico como el trastorno delirante crónico. Por ejemplo, en el síndrome de Ekbom o delirio de parasitosis, en que el sujeto sostiene la creencia de estar infestado por seres vivos, o en el síndrome de Cotard (trastorno delirante en que existe la creencia de estar muerto o de que los órganos se están pudriendo, algo que puede partir de la interpretación de alucinaciones somáticas). Sin embargo hay que tener en cuenta que dichos

síndromes se basan en la existencia de delirio, sin que sea necesario que exista alucinación al respecto. También pueden darse en el contexto de algunas depresiones, y es posible su aparición en algunos casos en episodios de tipo maníaco (como por ejemplo en el trastorno bipolar). Otro contexto de aparición pueden ser alteraciones de tipo médico. Entre ellas, es posible por ejemplo que aparezcan alucinaciones cenestésicas en situaciones como intoxicaciones por sustancias como la cocaína o en algunos casos de epilepsia, aunque es menos frecuente. 

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Causas Más allá del contexto en el cual aparecen, las causas de las alucinaciones cenestésicas no están claras, aunque al igual que con otras alucinaciones el sistema límbico y el diencéfalo parecen estar implicados. También se ha observado la implicación de la corteza somatosensorial, así como la parte de la corteza correspondiente a la ínsula. Algunas teorías estipulan la existencia de una dificultad de base para integrar la información sensorial, algo que puede provocar que nuestro sistema nervioso genere percepciones sin que exista un elemento físico que lo desencadene. Asimismo, otras teorías (que no excluyen la anterior) indican que el problema puede provenir de una dificultad para separar el contenido mental de la experiencia física, de tal modo que no es posible separar lo imaginado de lo percibido.

Tratamiento

Las alucinaciones cenestésicas no son un trastorno en sí, sino que son un síntoma de la existencia de algún tipo de alteración. En este sentido, tratar estas alucinaciones va a requerir realizar una evaluación de la situación del paciente y valorar cuál es el origen o el trastorno del cual son síntoma. Para ello se requerirá del trabajo multidisciplinar de diversos profesionales de distintos ámbitos de la salud. Dependiendo del caso, es posible emplear distintas estrategias terapéuticas. A nivel farmacológico el uso de antipsicóticos puede contribuir a frenar este tipo de percepciones, así como también algunos antidepresivos. A nivel psicológico, tratar estas percepciones puede requerir ayudar al sujeto a reatribuir sus percepciones de manera que termine viéndolos como producto de su propia mente, con técnicas como la reestructuración cognitiva y la proposición de experimentos conductuales en los que puedan comprobar si sus percepciones son o no reales.

Referencias bibliográficas: 

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Seva, A. (1979). Psicopatología de la Percepción. En: Psiquiatría Clínica. Ed. Spaxs. Barcelona, pp 173-180.



Slade, PD. & Bentall, R.P (1988). Sensory deception: A scientific analysis of hallucination. Baltimore: The Johns Hopkins University.

Los 15 tipos de alucinaciones (y sus posibles causas) Estos fenómenos psicológicos son más corrientes de lo que creemos, aunque no los advirtamos.

Juan Armando Corbin     

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Uno de los fenómenos que más se asocian a la “locura” son las alucinaciones, es decir, percepciones que no se corresponden con la realidad y en las que no hay un estímulo presente que las desencadene (a diferencia de las ilusiones). Las alucinaciones pueden aparecer como un síntoma de algún trastorno mental, por ejemplo la esquizofrenia, o por el consumo de sustancias psicoactivas como los hongos o el LSD. Las alucinaciones más populares son las visuales y auditivas; sin embargo, existen otras que te explicamos en este artículo. 

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Qué son las alucinaciones Básicamente, las alucinaciones son experiencias perceptivas inexistentes para el resto del mundo; solo parecen reales para la persona que las vive. Este fenómeno es mucho más común de lo que la mayoría de gente piensa, puede ocurrir en cualquier modalidad perceptiva y suelen tener características similares a una percepción normal. La naturaleza exacta de los diferentes tipos de alucinaciones no está del todo clara. Sin embargo, se sabe que las personas suelen experimentar alucinaciones porque algunas sustancias químicas encontradas en las drogas influyen en las sinapsis (los espacios por los que las neuronas se comunican las unas con las otras) y provocar la activación de algunas regiones cerebrales, por ejemplo, del lóbulo parietal en el caso de las alucinaciones del tacto. Otras veces lo que desencadena las alucinaciones son las neuronas disfuncionales que activan ciertas partes del cerebro y tienen un efecto en la función normal. Este último fenómeno ocurre, por ejemplo, por un exceso de dopamina en el caso de la esquizofrenia.

Ahora bien, los expertos aseguran que la falta de sueño también puede provocar la ocurrencia de este fenómeno, pues se ha comprobado que después de 24 horas sin dormir una persona es más susceptible a experimentar alucinaciones. Del mismo modo, estar mucho tiempo en situaciones de privación sensorial puede generar visiones de elementos que realmente no están ahí. 

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Causas Como ves, las alucinaciones pueden ocurrir por diferentes motivos, no solamente por trastornos mentales graves como la esquizofrenia. Algunas de los factores causantes más comunes son: 

Consumo de medicamentos y drogas: El consumo de algunas sustancias psicoactivas como la marihuana, el LSD e incluso el alcohol son factores causantes de este tipo de experiencias.



Enfermedades y trastornos mentales: La esquizofrenia es la psicopatología que más se asocia a este fenómeno; sin embargo, otros trastornos y enfermedades como el Alzheimer y la demencia, el trastorno bipolar, el síndrome de Wernicke-Korsakoff, la epilepsia del lóbulo temporal (ELT), los tumores cerebrales e incluso el parkinson también causan alucinaciones.



Lesiones cerebrales: Las lesiones cerebrales también pueden provocar alucinaciones, principalmente las que ocurren en el lóbulo frontal (alucinaciones negativas, fenómeno del doble o alucinaciones olfativas, gustativas y visuales) o el hipocampo (ver los objetos más pequeños y cambios de la imagen corporal).

Tipos de alucinaciones

Los tipos de alucinaciones pueden ser clasificadas de dos maneras: según la modalidad sensorial y según el modo de aparición.

Según la modalidad sensorial Dependiendo de de la modalidad sensorial, las alucinaciones pueden ser:

1. Alucinaciones visuales

Unas de las más conocidas. Ocurren cuando la persona ve cosas que no están realmente ahí; por ejemplo, al ver a un individuo que no existe. En casos como la esquizofrenia la persona enferma puede incluso tener una relación con el ente imaginario. Las alucinaciones visuales también pueden ser destellos luminosos o la autoscopia, es decir, verse a uno mismo desde fuera.

2. Auditivas

También son las más conocidas. Existe la creencia de que estas alucinaciones son voces emitidas por una tercera persona y que tienen un significado, por ejemplo, lastimar a alguien, pero también pueden ser palabras sueltas o sonidos. Es más frecuente que la experimenten personas con esquizofrenia.

3. Gustativas

Estas alucinaciones son menos frecuentes que las anteriores. Suelen aparecer en algunos trastornos, por ejemplo, la depresión. La persona percibe sabores de elementos que realmente no están ahí.

4. Olfativas

También son poco frecuentes, e incluyen aquellas alucinaciones de tipo oloroso. Suelen presentarse por el consumo de drogas y, generalmente, son

olores desagradables. En ocasiones también aparecen en los momentos en los que se expresa junto a ciertos tipos de migraña, al igual que las gustativas y las auditivas.

5. Somáticas

Estas alucinaciones incluyen las sensaciones del cuerpo del individuo que las sufre, que las sienten como reales. Algunas personas han reportado sentir que tenían órganos de metal, afirmaban sentir que no tenían órganos o que no percibían partes del cuerpo.

6. Táctiles

También se conocen como alucinaciones hápticas e incluyen aquellas que tienen que ver con el sentido del tacto. Es posible diferenciar entre térmicas (sensaciones de frío o calor) o hídricas (por ejemplo, perciben que tienen agua en los pulmones)

7. Parestesias

Pertenecen al grupo anterior pero son frecuentes en algunos trastornos como el de Wernicke-Korsakov. La persona experimenta una sensación de hormigueo, como si tuviera hormigas desplazándose por su piel. También son frecuentes con el consumo de otras drogas como la cocaína.

8. Kinésicas

Las alucinaciones kinésicas o cinestésicas son aquellas relacionadas con el movimiento del propio cuerpo. Son frecuentes en pacientes con Parkinson y aquellos individuos que consumo de sustancias psicoactivas.

Según el modo de aparición

Dependiendo del modo de aparición las alucinaciones pueden ser:

9. Alucinaciones funcionales

Se presentan cuando un estímulo desencadena otro en la misma modalidad sensorial. Por ejemplo, cuando alguien escucha el ruido del tráfico real y percibe el sonido del telediario como alucinación.

10. Reflejas

Es similar anterior porque la persona tiene una alucinación en presencia de otro estímulo. Sin embargo, este estímulo no pertenece a la misma modalidad sensorial.

11. Negativas

La persona percibe que algo que en realidad existe no está presente. Es decir, no aparece algo ni ve algo que en realidad no está en ese momento o lugar, sino que algo que sí que está desaparece.

12. Autoscopias negativas

Es todo lo contrario a la autoscopia. Si en la autoscopia la persona se ve desde fuera como si fuese un espejo, en la autoscopia negativa la persona, cuando se va a mirar en el espejo, no se ve.

13. Extracampinas

Son aquellas alucinaciones que están fuera de nuestro campo visual. Por ejemplo, al percibir a alguien que está delante como si estuviera detrás, o al escuchar una voz que está otra ciudad.

14. Pseudoalucinaciones

Las pseudoalucinaciones son aquellas en las que la persona tiene conciencia de que las alucinaciones que experimenta no son verdad. Por ejemplo, cuando un individuo percibe la voz de un familiar fallecido pero sabe que no puede ser cierto porque ha muerto hace años.

15. Hipnagógicas

Se trata de un tipo de alucinación que se da también en personas sin ningún tipo de alteración neurológica en la transición entre la vigilia y el sueño. Pueden ser auditivas, visuales o táctiles.

Referencias bibliográficas: 

Asociación Americana de Psiquiatría (2002). DSM-IV-TR. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Edición española. Barcelona: Masson. (Original en inglés de 2000).



Baños, R. y Perpiña, C. (2002). Exploración Psicopatológica. Madrid: Síntesis.



Belloch, A., Baños, R. y Perpiñá, C. (2008) Psicopatología de la percepción y la imaginación. En A. Belloch, B. Sandín y F. Ramos (Eds.) Manual de Psicopatología (2ª edición). Vol I. Madrid: McGraw Hill Interamericana.



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