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Salvación y Servicio El

d e s a f í o

del

M i n i s t e r i o

Malcolm Alien

J o v e n

Salvación y Servicio

[Salvación y Servicio i

Eli

desafío

del

Ministerio

Joven

Malcolm Alien



ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires, República Argentina

DECLARACIÓN DE MISIÓN DEL MINISTERIO JOVEN DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

l objetivo fundamental del Ministerio Joven es la salvación de los

E

jóvenes por medio de Jesucristo. Entendemos que Ministerio Joven es esa parte de la obra de la iglesia llevada a cabo por los jóvenes, con

los jóvenes y para los jóvenes. Nuestra tarea consiste en: •

Conducir a los jóvenes a darse cuenta de su propio valor, y a descubrir y desarrollar sus dones y habilidades espirituales.



Equipar y capacitara los jóvenes para una vida de servicio dentro de la iglesia de Dios y en el seno de la comunidad.



Asegurar la integración de los jóvenes en todos los aspectos de la vida y del liderazgo de la iglesia, de manera que puedan participar plenamente en su misión.

Para cumplir nuestra tarea: Llevarem os a cabo un m inisterio equilibrado m ediante la incorporación de la dinámica bíblica del compañerismo, la enseñanza, el culto y la misión. Nos comprometemos a sostener la importancia y la eficacia de este ministerio mediante la relación permanente de él con las necesidades de los jóvenes. Es imperativo que estemos atentos a sus reacciones, preocupaciones y sugerencias, y que nos mantengamos informados acerca de ellas. El ministerio eficaz es posible en una atmósfera de amor, aceptación y perdón.

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Salvación y Servicio

Haremos estudios más profundos para descubrir otros aspectos que necesiten atención. Estamos dispuestos a probar nuestros programas e introducirles modificaciones, porque reconocemos la naturaleza siempre cambiante de la juventud actual. Buscaremos fuentes de inspiración en la Palabra de Dios y en nuestra historia, y tendremos fe en el Señor con respecto al futuro. Nuestra filosofía encontrará expresión en una gran variedad de estilos y programas de servicio ordenados por Dios. Haremos evaluaciones periódicas para asegurarnos de que estamos alcanzando nuestros objetivos. Adoptado por los directores de Jóvenes de la Asociación General y las divisiones en julio de 1993.

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EL MINISTERIO JOVEN Y EL MENSAJE DE ELÍAS

i í 1 1 e aqy íY ° os enviar^ Profeta Elias, antes que venga el día grande H y terrible de Jehová. El hará volver el corazón de los padres hada 1 1 los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición completa" (Mal. 4:5,6). La expresión "el mensaje de Elias" era bien conocida para nosotros, los adventistas. Yo me formé consciente de ella. Los pioneros del mensaje predicaron acerca de ella, pero últimamente no se la menciona tanto. ¿En qué consiste "el mensaje de Elias"? Si usted está al tanto de su trasfondo y de su historia profética, comprenderá cuán importante y fundamental es este mensaje para esta iglesia. En primer lugar, "el mensaje de Elias" es profético. Es un mensaje para un momento en especial. Es un mensaje de advertencia que se debe dar inmediatamente antes de la venida del Señor, un mensaje acerca de que Jesús está por regresar, y que sus juicios están por caer. Su propósito es edificar y unir a la iglesia. Es el mensaje de esperanza y de advertencia que se debe dar. Es el mismo evangelio eterno de Apocalipsis 14. En segundo lugar, es un mensaje completo. No es parcial. Restaurará las verdades de Dios: las doctrinas del sábado, el santuario, el bautismo, la expiación y el juicio. Son temas que forman parte del evangelio eterno. Son mensajes que podemos predicar con confianza. Pero hay muchas otras cosas que forman parte del "mensaje de Elias" además del hecho de que el sábado es el verdadero día de reposo del Señor. Por-ejemplo, también abarca el mensaje acerca de la salud. Ya ve, si usted acepta "el mensaje de Elias" no puede limitarse a solo, una parte de él. Tiene que recibirlo y predicarlo en su totalidad, pues si no lo hace le estará fallando a la verdad de Dios.

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Salvación y Servido

En tercer lugar, para que sea pleno y verdaderamente eficaz, también tiene que ser un mensaje para los jóvenes. En los mismos versículos de donde hemos extraído la expresión "el mensaje de Elias", se nos dice lo siguiente: "No sea que yo venga". Ese "Yo" es Dios. El mismo Señor volverá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres. Será un mensaje que tendrá como centro a la juventud. La iglesia se encuentra en la línea profética del pueblo remanente de Dios. Este mensaje le corresponde a este grupo del pueblo remanente que guarda los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesús. Tiene que ser a la vez un mensaje y una misión. La recepción de este mensaje ocupa un lugar destacado en el Ministerio Joven. Una iglesia remanente que tiene "el mensaje de Elias" debe darle importancia a los jóvenes. Es una prueba del carácter genuino de la iglesia que su ministerio en favor de los jóvenes tenga éxito. Existe una base bíblica para el Ministerio Joven adventista. La filosofía adventista relativa al Ministerio Joven abarca su salvación y la aceptación por parte de la iglesia de su responsabilidad hacia ellos. Una cosa es darnos cuenta de que tenemos jóvenes en la iglesia; otra es aceptar nuestra responsabilidad hacia ellos y darles un mensaje de esperanza que ponga paz en sus almas. La iglesia tiene la responsabilidad de invitar a los jóvenes a participar, a la luz de la inminencia de la venida del Señor. Nuestros jóvenes necesitan que se los desafíe hoy con un mensaje que les resulte importante, un mensaje que satisfaga sus necesidades. Necesitan ver que este mensaje está ejemplificado en la iglesia y en sus miembros. Necesitan que se los induzca, por precepto y ejemplo, a adoptar un estilo de vida que les permita disfrutar de la presencia de Dios en esta tierra, de manera que ese gozo y esa relación prosigan en los atrios celestiales. Este es el mensaje y la misión de la iglesia para sus jóvenes. Me preocupa, como director de Jóvenes de la Asociación General, como pastor y como padre, que muchos no comprendan el carácter distintivo del "mensaje de Elias". Muchos directores de Jóvenes de la actualidad buscan incentivos para su ministerio en las costumbres y las prácticas del mundo, en el Ministerio Joven de las iglesias populares y la comunidad. Beben de las cisternas rotas del mundo y creen que eso es el Ministerio Joven Adventista. Nada podría estar más alejado de la verdad.

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El Ministerio Joven y el mensaje de Elias

Así como tenemos un definido mensaje doctrinal, tenemos también un definido Ministerio Joven. Debemos ser muy diferentes. Tenemos un mensaje y un movimiento ordenado por Dios para salvar a los jóvenes. Esta es exactamente la razón por la cual debemos examinar nuestro Ministerio Joven adventista. No me interesa presentar aquí mi filosofía, mis objetivos, mis desafíos y mis programas. Me interesa más presentar la base bíblica para el Ministerio Joven. Se puede comprar en la oficina de la asociación un manual relativo al funcionamiento de la obra en favor de los jóvenes, pero para comprender su ministerio tenemos que hablar de cosas espirituales de valor espiritual y eterno. "El mensaje de Elias" debe estar implícito en el Ministerio Joven. Una prueba de que es genuino es su eficacia. Tenemos una base bíblica e histórica para nuestro ministerio. El Ministerio Joven Adventista no es un programa de entretenimientos, o una organización para atender a los niños u otro club de servicio en favor de la comunidad. El Ministerio Joven adventista ha sido ordenado ;

por Dios para la salvación de la juventud. Es el vehículo por medio del

;;

cual los jóvenes podrán trasladarse de la tierra al cielo, de manera que no

í-

se pierdan por el camino. Todas las actividades y los programas deberían captar y estimular la atención de los jóvenes. Su gozo y su participación deberían profundizar su relación con Dios y concentrar su atención en

f

la dirección y los objetivos del adventismo. El Ministerio Joven ha sido

|

diseñado por Dios con un solo propósito: salvar a nuestros jóvenes.

|,

Los programas y las actividades que les ofrecemos deben aumentar su

I

interés y aclarar sus objetivos, de manera que no se aburran en el ínterin,

I

ni se sientan atraídos por las tentaciones y los placeres del mundo, ni ¡

sucumban a esa tentación. Cuando nos concentramos en la maquinaria de los programas, o le damos suprema importancia a las actividades, desviamos nuestro

'

ministerio, lo que resulta en la pérdida y la apostasía de muchos de

ti, ;

nuestros jóvenes. El verdadero Ministerio Joven adventista nunca perderá de vista su blanco. Sí, le proporcionará a los jóvenes recreación y alegrías,

i

actividades y participación, pero su objetivo principal será la espiritualidad

!.

y el servicio, de manera que los jóvenes conserven su dedicación y su

i

interés, La filosofía adventista relativa al Ministerio Joven debe girar en

;

tomo de su salvación. Ese es nuestro blanco y nuestro desafío.

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EL FUNDAMENTO BÍBLICO DEL MINISTERIO JOVEN ADVENTISTA

n 2 Pedro 1:16 el apóstol nos dice: "Porque no os hemos dado a conocer

E

el poder y la venida de nuestro Señor Jesücristo siguiendo fábulas ingeniosamente inventadas". Como miembro de la iglesia de Dios

me alegro por ello. No estamos siguiendo ni las fábulas de Esopo ni un cuento de hadas. No hemos ido ni a la escuela ni a la biblioteca pública para buscar los cuentos de Andersen. Pedro nos dice que lo que tenemos aquí es la Palabra de Dios escrita por hombres inspirados por él. ¿Inspirados por quién? Por el Espíritu Santo. Tenemos respaldo en la Palabra de Dios para lo que estamos haciendo en favor de los jóvenes. La base de nuestra acción no es la palabra de un hombre de la Asociación General ni la de un director de Jóvenes de una asociación o misión, o tal vez la palabra de alguien que escribió un libro acerca de los jóvenes y que usted compró en una librería. Tenemos la Palabra de Dios que dice: "Esteíésdiqíque yo ;q u i e r i 3 ^ e r ^

Yo me siento agradecido por

eso. Me da confianza de que tenemos raíces a las cuales recurrir y una fe a la cual nos podemos aferrar en este aspecto. Pedro nos dice que no hemos seguido fábulas ingeniosamente inventadas. Cuando Pablo les escribió a los corintios también afirmó lo mismo al decirles: "De esta manera golpeo, no como quien golpea al aire" (1 Cor. 9:26). Lo que quiere decir es: "Yo no estoy peleando con mi sombra". Tenemos confianza en que nuestro ministerio en favor de los jóvenes se basa en un "Asídice Jehové", y que no estamos peleando con nuestra sombra. Estamos con los guantes puestos, con la Palabra de Dios en nuestros corazones, listos para combatir de verdad. Estamos luchando por las almas de nuestros jóvenes. Eso es lo que cuenta. Vamos a luchar

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El fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

hasta la última vuelta, combatiendo en favor de nuestros jóvenes sobre la base de nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Queremos que ustedes hagan lo mismo. Entonces, ¿cuál e s nuestra base bíblica? > fsafás'54:ÍM *¥ todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos" La época de Isaías era de terrible corrupción, caracterizada por la ausencia de moralidad. Los jueces juzgaban por dinero y no por la justicia. Era una época de gran inmoralidad y profunda idolatría. Era una época de vergüenza, de abandono de Dios y de su verdad. Fue ■ r

un momento en la experiencia y la triste historia de los hijos de Israel cuando llegaron a uno de sus niveles más bajos. Y entonces apareció Isaías. Creía en Dios y en su poder para salvar a pesar de lo lamentable de las circunstancias, y por eso a uno de sus hijos lo llamó "Salvación en el remanente". La traducción literal de ese nombre sería: "Hay salvación en el remanente", e Isaías creía en un remanente que recibiría salvación. En esa época de terrible corrupción parecía que nadie creía más en el Dios del cielo. Pocos se acordaban del momento cuando la gloria de la¿hejiná (la

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j^ 8 i^ B >S ¥ lffBlr:del Señor) había resplandecido en el lugar santísimo, o

¡

cuando había ardido por última vez el fuego del Señor en el altar. Y entonces

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apareció Isaías con un mensaje de esperanza para el remanente: 'Todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos". Este

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mensaje no era solo para el remanente de sus días, sino que por medio de

|

los ojos de la profecía apuntaba al momento impreciso y distante en el que

|

estamos viviendo nosotros hoy. Isaías vio a esta iglesia y sus miembros de [

pie en la larga línea de la profecía del remanente. "Todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos". Este texto es

;

para esta iglesia de la actualidad. Se aplica a nosotros, el Israel espiritual.

|

Isaías aguardaba un momento de restauración y redención. Nosotros, ese

í

Israel espiritual, esperamos un momento de restauración y redención que está a la vuelta de la esquina. ¡Yo creo que ese momento está muy cercano!

¡

Examinemos en detalle este versículo. "Tus hijos" ¡Tus hijos! Este texto es para usted. No es para otro. Tus hijos. Ustedes son los padres y las madres

i

espirituales de su iglesia; y estos son sus hijos. No son los hijos del vecino de al lado ni de enfrente. El versículo no se refiere a alguien que está en las antípodas, fuera del reino. Se trata de tus hijos. Los jóvenes que se encuentran en la iglesia de Dios. ¡Isaías afirma que "tus hijos serán enseñados"! A los jóvenes se les enseña de muchas maneras hoy. Los medios de comunicación son penetrantes y ejercen su influencia en todas sus

i, 13 i

Salvación y Servicio

formas. A los jóvenes se les enseña hoy por medio de un bombardeo de sensaciones visuales, táctiles, odoríferas, auditivas y por medio de la lectura. Se les enseña. Enviamos a nuestros jóvenes a la escuela de la iglesia o incluso a la escuela pública. Allí les enseñan no solo los maestros y los profesores, sino los niños y los jóvenes que acuden a la escuela. A veces los niños de la calle también les enseñan algo. Pero no es esto lo que dice el texto. Dice: "Tus hijos serán enseñados por Jehová". Existe una vasta diferencia entre esto y la filosofía del mundo. Nuestros jóvenes serán enseñados por Jehová. Este es el punto que quiero destacar. Esta es la base de nuestra confianza como iglesia de por qué nuestro mensaje es distintivo. Noten, en primer lugar, que es la obra del Señor en el mensaje de Elias lo que implica el hecho de que los corazones de los hijos se vuelvan hacia sus padres, y que los de los padres se vuélvan hacia sus hijos, y los de estos a Dios. En segundo lugar, cuando el Señor les enseña, "grande será la paz de tus hijos". Esto implica todo el ámbito del corazón, la mente, el cuerpo' y el ambiente. Cuando recorro el mundo visito muchos países que no conocen la paz. Han estado en guerra por tres o cuatro generaciones. Cuando dejo a mi esposa en casa ambos somos conscientes de la gravedad de viajar en el mundo de hóy, convulsionado por la política. No hablamos de esto tan a menudo. Los que viajamos nos damos cuenta del peligro que implica visitar ciertos países, y sabemos que la paz y la seguridad son solo el resultado de la intervención y la protección de Dios. En muchos países veo a jóvenes que no saben lo que es la paz. Hace poco me detuvieron en un cruce de caminos algunos soldados que me apuntaban con sus ametralladoras. Pueden estar seguros de que detuvimos el auto. Las edades de los jóvenes de este ejército fluctuaban entre los nueve y los catorce años. Las ametralladoras eran tan grandes como los muchachitos que las apoyaban sobre las ventanas del auto. Pero nuestro texto dice: ¿^ ¿m u ltip lica rá la paz de tus hijos". El mensaje que tenemos produce una paz completa: de la mente, del cuerpo y del alma. Puede haber guerra allá afuera, pero la paz mental que nadie les puede arrebatar a nuestros hijos es la que solo Dios puede dar. Esta es la seguridad que queremos proporcionarle a nuestros jóvenes por medio de nuestro ministerio en favor de ellos.

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€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

La filosofía adventista en cuanto al Ministerio Joven es la salvación de los jóvenes y la aceptación por parte de la iglesia de su responsabilidad en cuanto a ellos. Y no basta que la iglesia se dé cuenta de que hay jóvenes en su medio. Debe aceptar que es responsable de esos jóvenes y darles un mensaje que les produzca paz en el alma. Uno de los mejores capítulos de la Palabra de Dios con respecto al ¿MMstérto Joven e sM ^ sro p o rriio 6. Si usted desea servir a los jóvenes debe conocer este capítulo. En los versículos 4 al 7 dice: "Oye, Israel: Jehová es nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos". ¿A quién le está hablando Dios aquí? La iglesia es el Israel espiritual. Israel somos nosotros. Israel es el pueblo remanente de Dios. Cuando Dios le habla a Israel le está hablando a toda la iglesia. El Señor nunca dice: "Oigan, padres, tengo que decirles un par de cosas". Nunca dice tampoco: "Pastores, aquí les doy un par de consejos para que los anoten". No viene a la junta de la Asociación General para decir: "Aquí tengo un par de recomendaciones que quiero que voten". Ni una sola vez j

dice eso. El mensaje de Dios por medio de Deuteronomio 6 es: "Escucha,

|

Israel, quiero hablarle a toda la iglesia". Quiere decir que nos está hablando

j.

a todos los que formamos parte de la iglesia de hoy.

| |

Tomemos nota del versículo 5: "Amarás a Jehová tu Dios" ¿A quién le habla Dios ahora? ¿A los jóvenes? No, le sigue hablando a Israel, a su iglesia.

I

Dice: "Escuchen, todos los miembros, la iglesia en su conjunto: Amarás a

I

Jehová tu Dios con todo tu corazón". Cada miembro de la iglesia debe



contraer un compromiso al respecto. Dice algo más: "Cuando contraigan

1

ese compromiso como individuos, estarán asumiendo una responsabilidad

'

individual y colectiva". La instrucción continúa en el versículo 6: "Estas

palabras... estarán sobre tu corazón".

:

"En mi corazón he guardado tus dichos [tus palabras], para no pecar

contra ti" (Sal. 119:11). "Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino" (Sal. 119:105).

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Esto es lo que ha dicho Dios. Esta es la palabra que ustedes tienen que poner en su corazón. Debe dirigir sus pensamientos y acciones. Debe

;

inspirar sus motivaciones. Debe ejercer influencia sobre los principios que

i

regulan las vidas de ustedes. La responsabilidad de la iglesia hacia sus

- jóvenes debe estar conformada por las palabras de Dios. Esto es bíblico. t

[.

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Salvación y Servicio

Leamos ahora el versículo 7: "Y [tú] las repetirás a tus hijos". ¿Quién es este "tú"? Sigue siendo la iglesia, el mismo grupo de gente. La iglesia en su conjunto, y cada uno de los miembros, individualmente, que componen la iglesia en su conjunto. Me gusta parafrasear un poco la Palabra de Dios para que tenga un toque más personal al decir: "Mi iglesia, la Iglesia Adventista, la iglesia remanente de Dios, amarás el Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con toda tu alma. Y todas estas cosas las enseñarás diligentemente a tus hijos". El mensaje de Elias, que vuelve el corazón de los padres hacia sus hijos, y de los hijos hacia sus padres, y de todos hacia Dios, es el mensaje que debemos creer y enseñar diligentemente en la iglesia. El adverbio diligentemente no aparece en las versiones castellanas de la Biblia. Una de ellas, Dios habla hoy, dice "continuamente". Pero sí figura en las versiones inglesas. Este adverbio significa que hay que poner empeño para hacer algo. Pablo dice: "Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí" (Col. 1:29). Dice: "De la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios, que me fue dada para con vosotros, para anunciar cumplidamente la Palabra de Dios" (vers. 25). El versículo 29 se podría traducir así: "Con este fin yo trabajo intensamente, con toda la energía y el poder que Cristo me ha concedido". Les digo que cuando enseñan diligentemente lo hacen con todo el poder de Dios que obra en ustedes, y le exigen tanto a cada nervio y fibra del ser que estos les llegan a pedir misericordia. No podemos tener una iglesia tibia con respecto al mensaje de Elias y su ministerio en favor de los jóvenes. Este ministerio es uno de los más difíciles en la iglesia. Le va a gastar el auto, las alfombras de la sala de su casa, las suelas de los zapatos. Va a consumir su energía y su cuenta en el banco. Va a poner todo en tensión hasta el mismo límite, porque cuando usted trata con jóvenes tiene que trabajar con diligencia y denuedo. Es la más difícil, pero al mismo la más hermosa de las obras que el Señor nos ha confiado. La Biblia usa con acierto el adverbio diligentemente. En Deuteronomio 6:7-9 se nos dice: "Y las repetirás [diligentemente] a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como un recordatorio ante tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus

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El fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

puertas". En todo momento del día, en cada aspecto de-su trabajo, debe recordarle la Palabra de Dios a sus hijos, nuestros hijos. Cuando Dios le habla a la iglesia en este pasaje, le está diciendo que en toda ocasión, ya i;.

sea que se trabaje o que se juegue, en casa, al sentarse, al hablar, al visitar

í;;

a la gente o al recibir visitas, en los momentos de recreación, en la escuela,

jj

hay que enseñarles diligentemente. Ese es su ministerio.

1

No hay aspecto de la vida de los jóvenes que quede fuera del mensaje

I

de Elias. Cuando usted patrocina una reunión social de la iglesia, las actividades deben de ser de tal carácter que los jóvenes se sientan atraídos a Cristo. Arthur Spalding las llamó "Reuniones sociales para salvar". Cuando

el niño o el joven están en la escuela o en el colegio, esas instituciones

funcionan para salvarlos. Cuando los jóvenes están en los bancos de la

j

iglesia, esta actúa para salvarlos. Cuando están con usted en familia, usted

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está ejerciendo influencia para su salvación. Cuando les da permiso para

¡

jugar fútbol, el juego se debe desarrollar de tal manera que contribuya a

i

salvarlos. A esto se refiere este texto. La iglesia debe estar implícita en cada

¡

aspecto de la vida del joven, siempre para lograr su salvación,

j

Entonces, ¿qué debemos hacer? El versículo 7 dice: "Y las repetirás

¡

a tus hijos". Otra posible traducción sería: "Y se las enseñarás a tus hijos". Este es un hermoso capítulo si estamos dispuestos a analizarlo en

;

profundidad. Sigue diciendo: "A Jehová tu Dios temerás" (vers. 13). Esto es lo que debemos enseñar. Debemos enseñarles el verdadero significado

i

del temor de Dios. Debemos enseñarles a servir al Señor. En el versículo 17 dice: "Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios". En el versículo 18: "Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová".

i

Este mensaje, este conjunto de instrucciones y verdades que el Señor

{

desea que la iglesia le enseñe a los jóvenes, debe manifestarse en las vidas

¡

de sus miembros. La idea es que el Ministerio Joven reciba el respaldo de adultos modelados por un estilo de vida cristiano y viable. No se lo debe presentar como una teoría inerte, sino como una religión importante que

v

los jóvenes pueden verificar, es algo práctico que satisface las necesidades

;

de la vida diaria. Se puede inducir a los jóvenes con mucha más facilidad

;

a adoptar un determinado estilo de vida si funciona y da resultados, que si se trata de una estéril teoría llena de prohibiciones y de restricciones. Veamos los versículos 20 y 21: "Mañana cuando te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y derechos que Jehová nuestro Dios os mandó?... entonces dirás a tu hijo". Recordemos

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Salvación y Servicio

que todo esto sigue siendo instrucción para la iglesia. ¿Cómo vamos a contestar? Hay tres cosas que se le pide a la iglesia que haga: 1.

Debemos enseñar a nuestros hijos los mandamientos de Dios, sus requerimientos y su Palabra. (Deut. 6:6,7.)

2. 3.

Debemos recordarles cómo nos ha conducido el Señor en lo pasado. (Vers. 20-23.) Debemos desafiarlos a que vivan de aquí en adelante de acuerdo con la Palabra del Altísimo. (Vers. 24.)

Estos son los tres principios bíblicos del ministerio en favor de los jóvenes. Enseñar, recordar y desafiar. El no comprender estos principios da como resultado la apostasía de muchos de nuestros jóvenes. Yo soy un adventista de la tercera generación. Mis hijos ya pertenecen a la cuarta. Muchos de ustedes posiblemente sean adventistas de la segunda y la tercera generación. El problema es que nuestros antepasados aprendieron sus principios de la Palabra de Dios, pero nosotros nos olvidamos de transmitir los fundamentos bíblicos de esos valores. Les dijimos a nuestros hijos: "¡No hagan eso!" Ahora los nietos nos dicen: "¿Por qué no?" No fumes. ¿Por qué no? Te hace mal. Eso no basta. Cuando uno de mis hijos era chico solía hacer preguntas. Mi señora solía contestar: "Porque..." Y era todo lo que decía: "Porque..." Pero era suficiente para satisfacerlo. "¿Por qué no puedo hacer esto?" "¡Porque!..." Y eso era. Pero hoy eso no basta, ¿no es cierto? No podemos limitarnos a decir: "¡No hagas eso!" Usted tiene que decir: "Así dice el Señor". A menos que usted encuentre un fundamento bíblico para no beber alcohol, o fumar o consumir drogas, a menos que usted encuentre una base bíblica para no ver ese video y sí ver el otro, y una razón bíblica para no escuchar cierta música y sí otra, o un argumento bíblico para la observancia del sábado, usted no tendrá nada que decirles a los jóvenes de hoy. Tendrá que decirles: "De esta manera nos ha enseñado Dios. Esto es lo que dice su Palabra. Así nos ha dirigido en situaciones similares en lo pasado, y ahora los desafío a que acepten su Palabra y vivan de acuerdo con ella de aquí en adelante". Este Ministerio Joven proviene de la Palabra de Dios.

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€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

Ya es tiempo de que nosotros, los predicadores, los maestros y los padres salgamos a predicar la Palabra de Dios a fin de darles a nuestros jóvenes una razón bíblica que los capacite para distinguir entre la verdad y el error. ¿Cuál será el resultado? El versículo 25 dice: "Y tendremos justicia". Dios defenderá la causa de sus siervos. Creo que esta es una maravillosa promesa. Es privilegio del fiel cristiano decir con el salmista: "Jehová está r

conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre" (Sal. 118:6). El Ministerio Joven tiene que ver con la salvación. Cuando avanzamos con confianza y disponemos de una sólida base

i

bíblica para nuestro Ministerio Joven, podemos decir que el Señor está de nuestra parte. El defenderá su causa. Eso será justicia para nosotros.

I

La justicia de Dios cubrirá a nuestros jóvenes. Si seguimos el plan, los

caminos y el mensaje de Dios, terminaremos su misión y salvaremos a nuestros jóvenes. El movimiento de los jóvenes adventistas ha sido ordenado por

Dios para su salvación. El Señor ha determinado que la iglesia sea su

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instrumento para enseñarles diligente y constantemente, en casa, en el templo, en la escuela, en el trabajo y en los juegos, que cada aspecto de

l

sus vidas tiene que estar de acuerdo con la voluntad de Dios. Quiero llamar la atención de ustedes ahora al segundo capítulo de Joel. ¡Cómo me gusta este capítulo! Es para nosotros hoy. Es un mensaje de urgencia que nos dice que el día del Señor está cercano. Si lo leemos

:

teniendo en cuenta su aplicación a nosotros como pueblo, significa mucho

;

más. "Tocad trompeta en Sion" (vers. 1). ¿Dónde está Sion? Es Jerusalén.

I

Es la iglesia de Dios. Se refiere a nosotros. Se trata de la misma gente

> ;

mencionada por Deuteronomio 6. No dice: "Vayan, y toquen la trompeta

;

en la calle". Dice: "Toquen la trompeta en la iglesia". Hagan sonar la alarma,

i

Esta sonaba cuando había dificultades, cuando el pueblo estaba en guerra.

i

La gente corría. Se trataba de una emergencia. Yo creo que el Ministerio Joven Adventista está en emergencia. Por lo tanto, hagan sonar la alarma.

;

Háganla sonar en mi Santo Monte, o sea, en la iglesia.

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los ancianos, congregad a los niños y a los que maman". Este es el mensaje para nuestra iglesia. "Congregad a los niños", es decir, a los jóvenes. Una

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iglesia que le da a los jóvenes un servicio meramente administrativo jamás

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alcanzará los objetivos de Misión Global. Si hablamos en serio acerca de la

El versículo 16 dice: "Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a

jí;

Salvación y Servicio

misión de la iglesia, tenemos que ser serios en cuanto al mensaje de la iglesia. "Congregad a los jóvenes". ¿Por qué? Porque el Señor dice que debemos santificarlos. Debemos apartarlos para una actividad santa. Debemos estar seguros de que están listos para salir al encuentro de su Dios. La iglesia tiene la responsabilidad de invitara los jóvenes a la luz de la inminencia del regreso de Jesús. Tenemos que desafiar hoy a nuestros jóvenes con un mensaje importante y que satisfaga sus necesidades. Necesitan verlo reproducido en la iglesia y en sus miembros. Necesitan ser inducidos por precepto y ejemplo a adoptar un estilo de vida que les permita disfrutar de la presencia de Dios en esta tierra, de manera que este gozo y esta relación prosigan en los atrios celestiales. Este es el mensaje y el ministerio en favor de los jóvenes en esta iglesia: "Congregad a los jóvenes". Asegurar la salvación de nuestros jóvenes es la obra de la iglesia en favor de ellos. Pero este es solo uno de los objetivos bíblicos del Ministerio Joven Adventista. No es solo en favor de los jóvenes. También debe ser llevado a cabo p o r los jóvenes. En el mismo capítulo de Joel que estamos comentando, es decir, el capítulo 2, el pueblo de Dios se reconsagra al Señor. Bajo la influencia del Espíritu Santo se convencen de pecado y vuelven al Señor. Entonces él les da su Espíritu. Esta profecía tiene una aplicación especial para nosotros, la iglesia remanente de la actualidad. Como pueblo remanente, que acepta esta salvación, se nos da el Espíritu Santo a fin de prepararnos para que podamos resistir en el gran día. (Véase los vers. 23-25.) Entonces, cuando se derrame el Espíritu en gran medida, los jóvenes, como parte del cuerpo de Cristo, compartirán poderosamente con los demás este "evangelio eterno". "Y después de estp derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones" (vers. 28,29). Los jóvenes renacidos en Cristo y convencidos del mensaje en el espíritu y el poder de Elias, considerarán que la proclamación del evangelio eterno es algo que reviste suprema urgencia. La comisión evangélica los incluye (Mat. 28:19). Como seguidores de Cristo, el servicio es su responsabilidad. "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Ped. 2:9). Cuando Jesús ascendió al cielo desde el Monte de los Olivos, después de su resurrección, las palabras de despedida que les dirigió a los discípulos

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€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

solo reiteraron lo que le había dicho a su pueblo, los hijos de Israel, muchos siglos antes. "Vosotros sois mis testigos" (Isa. 43:10; Hech. 1:8). Esta invitación a participar en la misión de la iglesia de Dios se refería al pueblo del Señor de todas las épocas. Los jóvenes forman parte de esa misión. Dios :

desea su servicio. El Ministerio Joven debe incluir la responsabilidad de la iglesia de invitar a los jóvenes a servir, y prepararlos para ello. También debe ayudarles proporcionándoles oportunidades de servicio. Al tratar con los jóvenes siempre debemos estar conscientes de su potencial, a la vista de Dios, para ql servicio, y la parte que el Señor quiere que cada cual

;

desempeñe en su misión. El Ministerio Joven también les ayudará a gozar

i

del servicio y a considerarlo a la vez un privilegio y una responsabilidad,

j

Si aceptamos nuestra responsabilidad hacia los jóvenes como iglesia

í

en su totalidad, y si lo hacemos seriamente, ¿dónde nos deja eso a nosotros

j

como directores de Jóvenes? Recuerdo que Pedro escribió: "¿Qué clase de

[

personas debéis ser?" (2 Ped. 3:11). Estamos en una situación privilegiada

í

como ministros que sirven a los jóvenes. Es triste cuando un ministro se aparta de la fe en Dios, especialmente si su iglesia, y en especial los

I

jóvenes, lo tenían en alta estima. Cuando aparecen la inmoralidad, la infidelidad y el adulterio entre los pastores, es verdaderamente triste. Es una tragedia cuando tropiezan los jóvenes de ambos sexos, los directores de Conquistadores y de Aventureros, y los directores de Jóvenes de las congregaciones. Me consta que el diablo trabaja horas extras para conseguir estos resultados. Cuando apostata un director, se sacude la

confianza de los jóvenes. ¿Qué clase de personas debemos ser? Efesios 5:1 es uno de los numerosos textos que apoyan la base bíblica

del ministerio. Dice: "Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados". Me gusta examinar este versículo. La palabra griega de la cual se ha traducido la forma verbal sed, es un imperativo, como en castellano, pero 5

con el sentido de algo absolutamente necesario. Por eso, esa forma verbal

[

se podría traducir así: Vosotros debéis. Ustedes deben. La palabra castellana sed no traduce el énfasis del término griego. Es supremamente importante que Uds. sean imitadores de Dios. Uds. deben ser imitadores de Dios. No dice: "Sean seguidores de Jesús". Dice en cambio: "Sean imitadores de Dios".

'

La palabra griega traducida como "imitadores" es miméomai, de la cual deriva la palabra castellana "mimetizar". Usted debe ser imitador de Dios. En ninguna parte del Nuevo Testamento se nos dice que debemos ser imitadores de Jesús. Se nos dice que debemos ser imitadores de Dios. Pablo

21

i

Salvación y Servicio

escribió bajo la inspiración del Señor; si no fuera así, podríamos pensar que estaba blasfemando. Dice: "Sed imitadores de Dios". Jesús es nuestro ejemplo en cuanto a cómo es Dios. Vino para mostrarnos cómo es el Padre. Debemos seguir su ejemplo e imitar a Dios. Jesús dijo: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido...? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9). Creo que si somos imitadores de Dios los jóvenes van a decir: “Muéstranos al Padre", y nosotros podremos replicar: "Les hemos mostrado al Padre; si nos han visto, han visto al Padre". No es blasfemia, porque el versículo sigue diciendo: "Como hijos amados". La palabra griega traducida como "hijos" es tékna; literalmente, los que son nacidos de él. Los hijos e hijas de Dios son nacidos de Jesucristo. En Juan 1:12 se nos dice: "A todos los que le recibieron., les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". ¡Alabado sea el Señor por esto! Tengo cuatro hijos. Desgraciadamente, están comenzando a actuar como yo. Físicamente, desde un punto de vista humano, cuando se concibe un niño, recibe los genes y cromosomas de los padres. Y de ese modo las características se transmiten por virtud de la ley de la herencia, y por eso se las dejamos en herencia a nuestros hijos. Recuerdo que cuando mi primer hijo todavía no había nacido, mi esposa y yo hablábamos acerca de él. Era una nueva experiencia. ¿Cómo sería nuestro hijo? Por supuesto, tendría, como yo, los meñiques torcidos. Tendría ese divertido dedo del pie de mi esposa. Tendría orejas grandes, como yo. Estaba seguro de que tendría la nariz de mi esposa. Cuando terminamos de imaginarnos cómo sería este bebé, se parecía bastante a un pequeño monstruo. Pero, por fortuna, Dios intervino. Cuando nació nuestro primogénito, Dios hizo algo con esos genes y cromosomas y nuestro hijo salió bastante bien, después de todo. Pero, ¿saben?, cuando nuestros hijos comenzaron a crecer, mi esposa solía decir: "¡Míralo! Es igual a ti". Y yo le preguntaba: "¿Qué quieres decir?" Un día participábamos de una reunión, y nuestro hijo Brett estaba solo delante de todos entonando un himno especial. Me sentía orgulloso de él. Mi esposa dijo: "¡Míralo! Es igual a ti". Yo le dije: "¿Qué quieres decir?" Me dijo: "¡Míralo! tiene los dedos metidos en el cinturón igual que tú". Le pregunté: "¿Quién hace eso?" ¡Y entonces me m iré...! Otro día estábamos caminando con nuestro segundo hijo. Allá iba él, adelante. Otra vez me dijo mi esposa: "¡Míralo! Observa cómo camina. Es igual a ti". ¿Por qué nuestros hijos hacen las cosas como nosotros? Porque

22

€1 fundamento bíblico del Ministerio Joven adventista

son nuestros hijos. No hay otra razón. Este versículo nos dice que debemos ser imitadores de Dios, que seamos como alguien que ha nacido de él. En El camino a Cristo se nos dice que "cuando el Espíritu Santo entra en el corazón" [y ¿qué es este "corazón" sino la menté?] "engendra [es decir, llega a ser padre] una vida nueva en el alma" (pág. 56). Cuando él llega a ser nuestro Padre, nosotros llegamos a ser sus "amados hijos", nacidos de Dios. Si usted va a ser seguidor e imitador de Dios como director o directora de jóvenes, tiene que actuar como hijo o hija de Dios. El quinto capítulo de la epístola a los Efesios también habla de cosas que jamás deberían suceder en la vida de un dirigente cristiano: impureza, inmoralidad, burlas, doble discurso, bromas con doble sentido. Esas cosas no tienen nada que hacer en el reino de Dios,

í

r:

En el versículo 7 Pablo prosigue: "No seáis, pues, partícipes con ellos".

I

Nos explica que hay hijos de la luz e hijos de las tinieblas. El templo de

|

Diana estaba en Éfeso. Allí acostumbraba ir la gente antes de convertirse al cristianismo. Era el centro social de la ciudad, un lugar lleno de sacerdotisas paganas y de prostitutas que ejercían su oficio en el templo. Allí se organizaban orgías, acompañadas de borracheras, y también había )

representaciones teatrales. Todas estas cosas solían ocurrir allí, pero Pablo le recordó a los efesios que ahora eran hijos de la luz y no de las tinieblas.

i

"No seáis, pues, partícipes con ellos", les dijo,

t i'

Hermanos directores de Jóvenes: este Ministerio Joven es realmente desafiante. Ustedes no pueden pretender ser hijos de la luz y ser al mismo

;

tiempo dirigentes de las tinieblas.

j 1

"Sed imitadores de Dios" Hay un desafío en este ministerio que el Señor espera trascienda todo lo que nos puede ofrecer el ministerio en este mundo, porque somos hijos e hijas de Dios.

'

En Éfeso se solía decir: "Nosotros vamos al templo de Diana solo para

l

ver el espectáculo; no participamos de la liturgia". Pero en el escenario de

,

ese templo, donde se desarrollaban las piezas teatrales, aparecían todos

1

los vicios y los pecados de este mundo. Pablo les dijo: "Si ustedes van allí

■ para mirar eso, ciertamente participarán de sus pecados". Revise su TV Guía. Examine las páginas donde se describen las ; J

películas del mes. Lo hice la otra noche a propósito. Revisé diez páginas. No pude encontrar ninguna que no presentara los pecados de este mundo.

|

Ustedes pagan, como mayordomos de los dineros del Señor, para ver junto

f

con los miembros de su familia cómo se manifiesta el pecado. ¡No sean•



23

Salvación y Servicio

partícipes de esos pecados! No se engañen a sí mismos al pensar: "¡Señor, solo estoy viendo una película!" Les digo enfáticamente que esas películas están describiendo los pecados por los cuales Cristo murió. Si ustedes toman en serio el ministerio en favor de la juventud, deben comenzar por ser imitadores de Dios. No se quejen delante del Señor en el día del juicio cuando él les pregunte: "¿Dónde está tu grey, tu preciosa grey?" Ya es tiempo de que tomemos en serio esto de imitar a Dios y a su hijo Jesucristo. Esto es parte del mensaje de Elias. "No seáis participantes de sus pecados". El Ministerio Joven requiere directores de Jóvenes que ejemplifiquen un estilo de vida cristiano y dinámico. El liderazgo del Ministerio Joven Adventista tiene más relación con la influencia de la religión cristiana en su propia vida, que el aprendizaje de toda la mecánica del liderazgo y la psicología juvenil y su interpretación. Usted puede comprar todos los libros sobre psicología juvenil que quiera. Puede comprar todos los manuales relativos al Ministerio Joven, pero no significarán absolutamente nada si los niega la influencia de una vida que se aparta del Señor Jesucristo. No me estoy refiriendo al Ministerio Joven practicado por los budistas, los hindúes o cualquier otra organización, por grandes y admirables que sean sus motivos. Estoy hablando del Ministerio Joven practicado por la Iglesia Adventista. El Ministerio Joven pastorea precisamente a los jóvenes. Representa un cristianismo practicable. Los prepara, los conduce hacia el servicio de manera que puedan disfrutar de la emoción de vivir para Jesús. Les permite cumplir los propósitos del Señor en sus vidas. El desafío que enfrentamos consiste en considerar nuestras acciones y nuestros enfoques con respecto a los jóvenes como un ministerio basado en la Biblia capaz de ejercer una decidida influencia en favor de su salvación. Yo creo que éste es el mensaje de Elias. El Ministerio Joven Adventista debe ser un instrumento para trasladar con seguridad a nuestros jóvenes de este mundo, para que permanezcan de pie junto al trono de Dios. El objetivo del Ministerio Joven se resume en este LEMA: "El mensaje adventista a todo el mundo en esta generación". Esto es, en esencia, el mensaje de Elias. Por sobre todo, el Ministerio Joven debe ser evangelizados Tendremos que responder ante Dios por nuestro ministerio. Cuando Cristo venga nos preguntará: "¿Dónde esta tu grey, tu preciosa grey?" Y nosotros debemos estar en condiciones de responder positivamente.

24

UN ANÁLISIS DEL MINISTERIO JOVEN EN LA IGLESIA ADVENTISTA

U

n estudio de la historia del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista revela que se desarrolló a medida que la organización crecía y progresaba. En los primeros cuarenta años del ministerio adventista, de 1840 a

1880, se daba por sentado que la juventud formaba parte de la iglesia. En efecto, muchos de nuestros pioneros eran jóvenes que participaban activamente del ministerio y de la proclamación del mensaje. En los comienzos los dirigentes prestaron poca atención a la responsabilidad de la iglesia hada sus jóvenes. Parece que reflejaron la actitud de la sociedad de aquel tiempo que afirmaba que "los niños se deben ver, pero no oír". Sin embargo, no se los ignoró del todo. En torno de 1880 los pioneros y los dirigentes de nuestra obra tenían entre cincuenta y sesenta años, y muchos de los jóvenes de la iglesia eran adventistas de segunda y tercera generación. Se hicieron algunos intentos para establecer la educación cristiana. Hubo publicaciones y artículos escritos para los ' jóvenes. La iglesia, no obstante, no había reconocido plenamente todavía su responsabilidad hacia los jóvenes. Algunos de ellos, nacidos o criados en familias adventistas, comenzaron a desviarse y a apartarse de la iglesia. En 1879, Luther W arren y Harry Fenner, de 14 y 17 años .respectivamente, fueron guiados providencialmente por Dios para responder a esta necesidad y fundar la primera Sociedad de Jóvenes.

Su

principal objetivo era la salvación de los jóvenes y su dedicación al

servicio. En 1881 se fundó la segunda Sociedad de Jóvenes en Mount .Vemon, Ohio, con propósitos y objetivos similares. Los siguientes 25 años vieron surgir grupos semejantes en muchas partes del mundo.

25

Salvación y Servicio

Aparentemente no había una dirección formal por parte de la iglesia en este sentido. Sin embargo, se puede observar claramente una cierta unidad, como consecuencia de que Dios estaba dirigiendo a su iglesia para que avanzara unida en esta dirección. Los miembros que reconocieron las necesidades de los jóvenes respondieron a la motivación y al impulso del Espíritu Santo para trabajar en favor de ellos. Al mismo tiempo comenzaron a aparecer una cantidad de artículos escritos por Elena de White instando a la iglesia a trabajar por los jóvenes y a aceptar su responsabilidad hacia ellos. En 1901 se dio un gran paso hacia adelante cuando se modificó la estructura administrativa de la iglesia, dando lugar a la formación de departamentos que avanzaron unidos bajo el control de la Asociación General. La atención de los jóvenes recayó en el Departamento de Escuela Sabática. Dos años más tarde, en 1903, la Asociación General se trasladó a su nueva sede en Washington, D. C., y por primera vez los departamentos funcionaron bajo el mismo techo, dirigidos desde un solo centro. En la sesión celebrada entre congresos en Gland, Suiza, en mayo de 1907, la Asociación General aceptó una recomendación para organizar un departamento separado que atendiera las necesidades de los jóvenes. Bajo la dirección del Pr. A. G. Daniels, presidente de la Asociación General en ese momento, se celebró una convención especial de diez días de duración en Mount Vernon, Ohio, en julio de 1907. La agenda era muy definida: estudiar la responsabilidad de la iglesia hacia los jóvenes, y la contribución de estos a la obra. Asistieron delegados procedentes de todas partes del mundo, tanto hombres como mujeres. Entre ellos había administradores, directores de departamentos y obreros en general, además de otras personas interesadas en trabajar en favor de los jóvenes. Los dirigentes de la iglesia presentaron varios trabajos relativos al tema del Ministerio Joven. Cada tarde los delegados analizaron las necesidades de los jóvenes y su contribución a la obra de la iglesia en diversos países, y dedicaron una tarde al África, otra a la India y así sucesivamente. Su principal atención fue, sin embargo, determinar los principios bíblicos en los que se basa el Ministerio Joven y descubrir los consejos del espíritu de profecía al respecto. Con este fin, el Pr. A. G. Daniels determinó que se hiciera una compilación de todas las declaraciones del espíritu de profecía relativas a los jóvenes. El folleto que resultó le sirvió a los delegados de material de estudio. Cuando terminó la convención, A. G. Daniels en

Un an álisis dsl Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

persona asumió la presidencia para recibir los informes, las conclusiones y las recomendaciones. En„el siguiente congreso de la Asociación General, celebrado en 1908, se organizó oficialmente el Departamento de Jóvenes como una entidad separada. Los siguientes veinte años se encuentran entre los más brillantes en lo que se refiere a la obra en favor de los jóvenes. La iglesia creció

,

y se fortaleció en todo el mundo. Los nuevos departamentos, con una dirección clara e ímpetu renovado, apoyaron muy bien a la iglesia y le : í

brindaron fortaleza y crecimiento. Se consideró que la escuela sabática era la iglesia dedicada al estudio, el sermón el momento cuando esta se

r;

reunía para adorar, y la reunión de la Sociedad de Jóvenes del sábado de

|

tarde el momento cuando la iglesia se reunía para adorar bajo la dirección de jóvenes entrenados con este fin. Era un momento para la familia, una

I

actividad regular del Ministerio Joven. La sociedad se convirtió en el

i

pivote de la actividad juvenil, un lugar para entrenamiento y fortaleza, y

t

la base para extenderse hacia el exterior y para el compañerismo.

:

Después de la Primera Guerra Mundial, y ya en la década de 1920,

j

los valores y la ética de la Sociedad de Jóvenes comenzaron a cambiar.

;

Algunas ideas humanistas empezaron a introducirse en la iglesia. Las

{

normas morales y las relativas a la apariencia personal se fueron relajando.

:

La estructura familiar, especialmente en las sociedades occidentales, empezó a sufrir presiones. La radio ejerció su influencia, y el estilo de la

,

música popular evolucionó. La iglesia reaccionó con una gran cantidad de publicaciones y materiales para la juventud, incluso libros y folletos, materiales para

j.

entrenamiento, The Youth's Instructor (El Instructor de la Juventud) y

j¡;

numerosas publicaciones relativas a las normas de la iglesia. Muchos

j

de estos materiales, sin embargo, aunque satisfacían las necesidades de los jóvenes de la época, a menudo reflejaban las normas de la cultura

í,

occidental, una actitud puritana y algunas racionalizaciones en lugar de

j

presentar una sólida base bíblica.

?

Al mismo tiempo, la feligresía de la iglesia estaba aumentando en

í

todas partes del mundo, lo que implicaba también un aumento del número de miembros jóvenes en ella. Hasta ese momento el ministerio

j en favor de los menores formaba parte del de los jóvenes, pero los ! tiempos cambiaron a tal punto que se hizo necesario introducir una

27

Salvación y Servicio

modificación para hacer frente a las necesidades de los niños y los adolescentes. En 1920 se organizó la Sociedad de Menores como una entidad separada, y en 1922 se introdujeron las clases progresivas. En América del Norte las escuelas adventistas estaban bien desarrolladas, y cada aula se convirtió en una sociedad de menores como complemento de las tareas de educación. Esta fue una modificación pequeña pero importante. En el resto del mundo se siguió atendiendo a los menores en las iglesias. La excepción se daba en las divisiones y los lugares donde trabajaban los misioneros provenientes de Norteamérica. En 1928 se dieron los primeros pasos para entrenar directores de Jóvenes con la introducción del Curso para Guías Mayores. Bien recibido por administradores y educadores, llegó a ser un prerreguisito para graduar a ministros y maestros en casi todos nuestrospóíegios. En 1930 la oficina de los Fideicomisarios de los Escritos de Elena de White publicó Mensajes para los jóvenes. Una depresión mundial y una Segunda Guerra Mundial de nuevo ejercieron su influencia sobre la mentalidad de la sociedad y la composición del grupo de dirigentes de los jóvenes. El mundo era distinto. Las comunicaciones, la tecnología y los transportes hicieron rápidos progresos. Los medios de comunicación comenzaron a desempeñar un papel creciente en el modelado del pensamiento del mundo. Se manifestó un resurgimiento del nacionalismo, y apareció por todas partes en el mundo una puja por el desarrollo y la independencia. La iglesia siguió creciendo pero surgió de la guerra con sus finanzas y sus recursos debilitados y tensionados al máximo. La dirección de los jóvenes en la Asociación General y en las divisiones seguía siendo fuerte, y los jóvenes seguían considerando que los directores de Jóvenes eran modelos que brindaban dirección e inspiraban espiritualidad. El avance de la tecnología después de la Segunda Guerra Mundial produjo gran movilidad y más oportunidades de trabajo. Con esto vino una tremenda tendencia a recibir educación a fin de hacer frente a la necesidad de sobrevivir en una era de especialización. Los jóvenes ya no se sentían inclinados a proseguir con las actividades de sus padres. Esto acentuó el éxodo hacia las ciudades. Las universidades y los colegios florecieron como consecuencia de que los jóvenes acudían a ellos para conseguir diplomas y excelencia académica. Muchos de

28

Un an álisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

nuestros jóvenes y empleados de la iglesia, al no conseguir cursos especializados en nuestros colegios y universidades, se inscribieron en universidades públicas. En nuestro deseo de alcanzar reconocimiento y créditos académicos, la iglesia empleó a muchos de esos graduados, y ellos introdujeron la filosofía comente de la época. El mundo era un lugar cada vez más rico, y el materialismo comenzó a apoderarse de nuestra juventud. La psicología y la filosofía educacional del momento se combinaron con vastos intereses creados comerciales, para dar origen y explotar lo que se dio en llamar "la brecha generacional", es decir, la idea de que los adultos no pueden comprender a los jóvenes, y que si se llegan a comunicar con ellos lo hacen con suma dificultad. Dentro de la iglesia, comenzando en América del Norte, algunos de nuestros directores de Jóvenes defendieron la ¡dea de que los adultos ya no eran bienvenidos en la reunión de la Sociedad de Jóvenes del sábado de tarde. El santo y seña era: "Los jóvenes con los jóvenes", es decir, que la reunión de los jóvenes era solo para jóvenes. La Sociedad de Jóvenes, columna vertebral del ministerio en favor de los jóvenes, comenzó a desmoronarse, y en muchos lugares murió completamente. Puesto que la asistencia disminuía definidamente, se hizo el intento de i

trasladarla del sábado de tarde al viernes de noche. Su éxito fue bastante relativo. Algunos dirigentes trataron en vano de reflotar la obra en favor de los jóvenes mediante una aproximación filosófica y la creación de los

,

consejos de jóvenes en la iglesia. Este plan también falló. En las culturas



funcionar en nuestros colegios secundarios y en las universidades,

occidentales, el Ministerio Joven se vio obligado a salir de la iglesia para i

Un punto brillante en el horizonte fue, sin embargo, la introducción en 1949 del Club de Conquistadores para niños de 10 a 15 años. Bien adaptado a las necesidades en desarrollo de los niños y adolescentes, con una organización definida y con uniformes, pronto halló aceptación en todo el mundo. En la División Norteamericana funcionó bajo la dirección de las iglesias, mientras las sociedades de jóvenes y sus clases seguían siendo atendidas por las escuelas. Las otras divisiones aceptaron que este , ;

plan formara parte del programa de la iglesia local, como una extensión natural de las actividades de la Sociedad de Jóvenes. Pero hubo algo de

! i

resistencia en algunos países europeos, donde los uniformes y las marchas les parecieron demasiado militarizados.

29

Salvación y Servicio

La difusión de la televisión, el crecim iento de la industria cinematográfica y la nueva cultura del rock que se inició en la década de 1950, le produjo nuevos problemas a la obra en favor de los jóvenes. Se manifestó un nuevo profesionalismo en el entretenimiento, y mucha gente creyó que debíamos competir en este campo también. Surgió una nueva generación de directores de Jóvenes. Muchos no entendían los objetivos originales del Ministerio Joven, ni tenían la menor idea acerca de ellos. La mentalidad de los jóvenes en el seno de la sociedad estaba cambiando más rápidamente que nunca antes. En Norteamérica entró a la universidad el primero de los baby boom ers (la generación de los nacidos como consecuencia del aumento de los nacimientos que se produjo después de la Segunda Guerra Mundial. -Nota del traductor). Un nuevo liberalismo se extendió por todo el. mundo, y la década de 1960 se vio marcada por movimientos de protesta. Aparentemente los jóvenes se oponían a todo por el mero placer de ser opositores. Prevaleció el concepto griego acerca de la educación, y se le enseñó a los jóvenes a cuestionarlo todo. Las semillas del escepticismo sembradas en la década de 1960 dieron como fruto la apostasía de la década de 1970. Los jóvenes examinaron muchos de los materiales preparados para ellos entre 1930 y 1940 y los descartaron, porque les pareció que no presentaban suficientes razones para apoyar determinadas normas y creencias. Desgraciadamente la iglesia no disponía de los recursos necesarios para satisfacer adecuadamente las necesidades de la juventud de una iglesia cada vez más internacionalizada. Al mismo tiempo las casas editoras asumieron la responsabilidad de producir materiales para los jóvenes que tradicionalmente habían estado bajo la dirección del Departamento de Jóvenes. Las devociones matinales pasaron a ser una publicación de la Review and Herald (y otras editoriales). En Norteamérica se dejó de publicar The Youth's Instructor, y las revistas Guide [Guía] e Insight [Introspección] ocuparon su lugar. Las dos revistas se produjeron teniendo en vista la mentalidad de los jóvenes norteamericanos y jamás tuvieron una aceptación universal. Las lecciones de la escuela sabática tambiénestaban orientadas hacia América del Norte, con vocabulario, relatos e ilustraciones norteamericanos. Adaptadas a la estructura educacional de una sociedad occidental, a pesar de que se las ha traducido y se las ha usado en otras partes del mundo, estas publicaciones siguen siendo el

30

Un análisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

blanco de las quejas y las críticas de muchas otras divisiones, porque no satisfacen adecuadamente sus necesidades. Comenzó a cambiar la función del director de Jóvenes de la asociación. Cuando las asociaciones eran pequeñas, él o ella (sí, había damas que eran directoras de jóvenes antes de 1950) eran ciertamente los directores de las actividades de los jóvenes, y visitaban las iglesias y r

desarrollaban programas en ellas. Cuando la cantidad de iglesias creció, resultó imposible visitarlas todas en un período de dos o tres años. Como resultado de ello el director de Jóvenes se convirtió en una especie

í

de consejero, entrenador y coordinador. Algunos patrocinaron reuniones

;’

regionales, congresos y camporíes. Esto satisfizo una gran necesidad de los jóvenes, pero al mismo tiempo muchos directores de Jóvenes inexpertos y con un conocimiento limitado consideraron el Ministerio

i

Joven como una empresa corporativa y no algo basado en la iglesia local.

I

Al mismo tiempo los presupuestos de las asociaciones se vieron

i;

ajustados, y los directores de departamentos tenían que cumplir funciones

|

dobles con deberes combinados. Muchos directores de Jóvenes tenían a

\

su cargo un par de departamentos más, aunque el de jóvenes tuviera la

í j

prioridad. Jóvenes y Temperancia era la combinación común, y parecía que andaba bien. Otra combinación era Jóvenes y Educación. Algunos

j

combinaron Jóvenes, Temperancia y Comunicación.

¡: ;; I;

Hacia fines de la década de 1960 se reemplazó a muchos directores de Jóvenes mayores por hombres más jóvenes, y rara vez alguna dama llegó a ocupar ese cargo. Se comenzó a difundir por el mundo la idea de

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que solo hombres apoyados por jóvenes podían alcanzar a otros jóvenes,

l

y la iglesia la adoptó en parte. Esos hombres habían sido educados en

f

la década de 1960 y muchos llevaron las ideas de su generación a las

l

décadas de 1970 y 1980, sin darse cuenta de que la mentalidad de los

í

jóvenes cambia constantemente y con rapidez. Sin conocimiento ni

I)

experiencia, muchos fueron incapaces de evaluar si una determinada

j

idea era buena o mala, y se aferraron a los conceptos corrientes acerca

I

del Ministerio Joven derivado de las iglesias populares. Los materiales adventistas estaban pasados de moda, y la Asociación General no podía

¡

atender adecuadamente al campo mundial, y las otras divisiones, en muchos casos, no tenían ni los recursos ni la capacidad para prepararlos

I

por sí mismas. Fue un momento difícil para la dirección del Departamento

I

de Jóvenes. Muchos nuevos directores dejaron de considerar el Ministerio

31

Salvación y Servicio

Joven como una carrera dentro de la obra, y lo tomaron como un trampolín para alcanzar algún otro puesto. Comenzamos a observar un cambio más rápido en la dirección, y un período de servicio más corto. Hubo, sin embargo, muchos directores de Jóvenes firmes, quienes hicieron una carrera del Ministerio Joven. La década de 1970 vio el comienzo de la cultura de la droga. Las presiones constantes y crecientes manifestadas en el seno de la sociedad hicieron de la obra en favor de los jóvenes una tarea que fue más complicada que nunca antes. La sociedad ya no aceptaba nada que fuera absoluto. Todo era relativo. El humanismo avanzó. La ética y la moralidad solo reconocían los límites que les señalaba el consenso de la sociedad. Se removieron muchos límites, y con ello disminuyó la seguridad de los jóvenes. A los que procuraban respuestas, se les decía que las buscaran dentro de sí mismos: podía ser esto, o aquello, o algo diferente. La misma iglesia se vio sacudida por controversias teológicas promovidas en nombre de la libertad académica, y muchos jóvenes se desilusionaron al ver que se ponían en tela de juicio los mismos fundamentos del adventismo. El índice de divorcios creció inclusive dentro de la iglesia, y los hogares quebrantados y los padres solos se convirtieron en algo común. La industria cinematográfica y la de la música se apartaron de la sexualidad para fascinarse con el ocultismo y la violencia. Las estrellas del cine, los deportes y la música popular se convirtieron en los modelos y los ídolos de la juventud. La creciente movilidad de los jóvenes dificultó aún más el ministerio en favor de ellos. Muchos ya no necesitaban pedir permiso para usar el auto de la familia, porque tenían uno propio, conseguido inmediatamente después de recibir la licencia para manejar. Celebrar reuniones de jóvenes y conseguir una dedicación permanente de parte de ellos se hizo cada vez más difícil. Estábamos comenzando a ver jóvenes adventistas de la segunda generación, cuyos padres estuvieron expuestos a la influencia de los medios de comunicación, muy poco convencidos de que hay que mantener las normas de la iglesia. En muchos lugares surgió un adventismo nominal a medida que la riqueza y las presiones de la cultura occidental producían su efecto sobre los miembros de la iglesia. La cultura de la droga logró penetrar en cierta medida, como asimismo la aceptación del consumo de bebidas alcohólicas en reuniones sociales.

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Un análisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista F— í:

------------------------------------------------------------------_ _ _ _ _ _



I

Hubo recortes sobre los presupuestos de los departamentos

de

I

la iglesia, y aparentemente existió un plan deliberado de parte de la

I

adm inistración para restarles im portancia. Se combinó Salud con Temperancia para constituir un solo departamento, y se despidió s'

a la mayor parte de los directores de Jóvenes que se habían estado desempeñando con éxito, con la explicación de que no eran competentes porque carecían de preparación profesional.

(

El Departamento de Educación conservó su lugar. Los profesores

adventistas estaban mejor calificados ahora que en los años pasados.

;

Los gobiernos exigían normas más elevadas de profesionalismo,

y presionaban a las asociaciones para que nombrasen directores de Educación dedicados a esa sola tarea. Muchos directores de Jóvenes que

l

también atendían Educación, y directores de Educación que también

|

atendían con éxito el Departamento de Jóvenes, se vieron obligados

I

a renunciar a una de estas tareas. Muchas asociaciones comenzaron a dudar de la necesidad de tener un director de Jóvenes, y si podrían hacer

í

frente ahora al presupuesto de un director de departamento con una

i;

sola responsabilidad. Mientras tanto la dirección de jóvenes se había

;

convertido en una especialidad: los Conquistadores; los campamentos; los

i

jóvenes de mayor edad; los solteros, viudos y divorciados; las capellanías

j

de las universidades; todos esos ministerios requerían directores expertos, entrenamiento especializado y la capacidad de atender profesionalmente todos esos aspectos. La guardia vieja de los directores de Jóvenes estaba

¡'

desapareciendo rápidamente o estaba librando una batalla perdida frente

í

a una ola de neoliberalismo que los consideraba en muchos casos como gente sin importancia.

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Fue una etapa de confusión en el ministerio. Muchos directores

de Jóvenes vieron una alternativa viable en las tareas de consejería y el >; trabajo en grupos pequeños o programas de terapia familiar. Otros se 1 pusieron a estudiar la filosofía del crecimiento de la iglesia de las iglesias ¡ populares. La producción de películas, materiales y recursos pronto disminuyó, l: porque dependía de los presupuestos de departamentos que ya estaban i' bajo presión. :

Sin embargo, en la década de 1970 y a comienzos de la de 1980 apareció una luz brillante. La mentalidad de los jóvenes cambió de nuevo con una renovada dedicación y una disposición a participar.

33

Los

Salvación y Servicio

jóvenes estaban más dispuestos a aceptar cargos en la iglesia y participar activamente en la evangelización. El voluntariado se hizo popular, y los jóvenes comenzaron a desempeñar un papel activo y creciente en la iglesia. El año 1985 presenció la introducción del Departamento de los Ministerios de la Iglesia, que abarcaba los antiguos departamentos de Jóvenes, Escuela Sabática, Acción Misionera, Mayordomía y el Servicio de Hogar y Familia. Todos estos departamentos siguieron existiendo, pero combinados en un nuevo departamento, creado para satisfacer las necesidades de la hermandad. Si esto fue la causa de la decadencia del Ministerio Joven, o si solo la apresuró, es una pregunta que no tiene respuesta por el momento. Los síntomas y los ingredientes del problema ya existían. Pero se acentuaron y se exacerbaron entonces. La Comisión acerca del Papel y la Función, que sesionó antes del congreso de la Asociación General celebrado en Nueva Orleans en 1985, sufrió la pesada influencia de las condiciones que prevalecían en Norteamérica y en las sociedades occidentales en general. La Comisión llegó a la conclusión de que los departamentos no estaban funcionando, y hay algo de verdad en ello. El Ministerio Joven se fragmentó y, por así decirlo, "se dañó a sí mismo". En Norteamérica, el Ministerio de los Menores estaba asignado a las escuelas primarias e intermediarias. El Ministerio Joven adulto existía solo en las universidades, no en las iglesias locales. El ministerio en los campamentos adquirió preeminencia. Un director de Jóvenes de asociación, promedio, dedicaba de seis a ocho semanas por año para visitar escuelas con el fin de celebrar programas de investiduras de Conquistadores, tres meses para preparar los campamentos de verano, y otros tres meses para asistir a ellos y/o dirigirlos, más un mes de vacaciones. El resto del tiempo lo pasaba en la oficina o asistiendo a seminarios, convenciones y juntas, muchas veces fuera de su residencia. No es extraño que muchos administradores de asociación se preguntaran si valía la pena tener un director de Jóvenes. Un director de campamento a cargo del mismo, y un capellán de universidad pagado por ella parecía suficiente. Pero este definidamente no era el caso fuera de Norteamérica. Tampoco lo era en las comunidades hispanas y negras de los Estados Unidos, donde todavía existe una firme estructura familiar. No han seguido tan de cerca las tendencias anglosajonas, y su concepto del liderazgo en la iglesia y en las actividades basadas en ella todavía está en pie.

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Un an álisis del Ministerio Joven en la Iglesia Adventista

Las voces de los directores de Jóvenes de experiencia eran las que más se escucharon en oposición a la formación del Departamento de los Ministerios de la Iglesia, pero sus objeciones fueron consideradas por muchos meramente como una reacción frente a la posibilidad de perder un departamento. Esto, no obstante, no era totalmente cierto, aunque muchos todavía no habían visto el cuadro en su plenitud. El personal de la sección Jóvenes del Departam ento de los Ministerios de la Iglesia de la Asociación General era unánime en su opinión de que se había deteriorado la calidad del Ministerio Joven en la iglesia. Percibieron problemas y tendencias que, si no se atendían ni se corregían, le producirían graves e inmediatas consecuencias adversas a nuestra juventud. Eran hombres de experiencia. Sumaban entre ellos varios años de trabajo en el Ministerio Joven y en las tareas del departamento, y habían servido a la iglesia en todos los niveles. También trabajaban incansablemente para apoyar los Ministerios de la Iglesia. No eran ni alarmistas ni activistas. Se sentían sumamente frustrados por el protocolo y las políticas en boga, perturbados por las tendencias que observaban en el Ministerio Joven, preocupados por la aparente falta de interés de los administradores y amargamente desilusionados por la falta de comunicación. Se sentían en desventaja al no contar con ningún foro que llamara la atención de la administración o el reconocimiento de su preocupación. Reducidos al nivel de asociados, carecían de voz para expresar personalmente el punto de vista del departamento. Los administradores rara vez les pedían consejo o los consultaban en su carácter de expertos, y no se los tomaba en cuenta para nada en la planificación de la estrategia global. Era necesario que la iglesia revisara todo el tema de la calidad de la dirección del Ministerio Joven. Ciertos asuntos, problemas y preocupaciones no desaparecerían por sí solos. Enviarlos para su consideración a una comisión de menor cuantía, o depositarlos en el cofre de los asuntos insolubles solo los acrecentaría. Necesitaban urgente e inmediata atención. Ya no se trataba de que estos asuntos fueran de consideración imperativa, sino que su tratamiento era urgentísimo si queríamos evitarle mayores crisis a los jóvenes y a su ministerio. Algunos de estos problemas eran fruto de las circunstancias, producidos por la evolución de nuestro sistema eclesiástico y la estructura de su organización; otros por la presión

35

Salvación y Servicio

de la administración, la situación financiera

y los temas presupuestarios. y

Lo inadecuado de la filosofía del ministerio de la iglesia, su estructura

sus procedimientos, no ayudaban en nada. Los directores de Jóvenes y sus colaboradores no siempre han

estado ni calificados ni unidos en filosofía y dirección. A lo largo de todo esto hemos experimentado las presiones de una iglesia internacional en rápido crecimiento, con una juventud que debe enfrentar la complejidad siempre en aumento de la tecnología moderna y de una sociedad inmoral. Creemos que los directores de Jóvenes de las generaciones anteriores jamás enfrentaron una situación como esta.

36

EL MINISTERIO JOVEN EN LAS IGLESIAS POPULARES

l Ministerio Joven Adventista no se desarrolló en el aislamiento. Sería

E

una equivocación trazar su evolución sin ubicarlo en un contexto histórico. Si bien es cierto que podemos descubrir indicaciones y

mensajes providenciales acerca de la dirección profética que le ha dado dirección a la Iglesia Adventista en el desarrollo de este ministerio, los principales acontecimientos de la historia, los avances de la tecnología, las presiones de la sociedad, las costumbres actuales, las tendencias, las modas y las filosofías, todo ello ha ejercido influencia sobre nuestra iglesia para bien o para mal, en su relación con los jóvenes y el Ministerio Joven. El Ministerio Joven moderno puede encontrar sus raíces en la escuela dominical. Esta innovación educacional del siglo XVIII tenía como fin original satisfacer las necesidades de los jóvenes que no pertenecían a la iglesia, no las de los que ya eran miembros de ella. Como resultado de la revolución industrial, muchos de esos jóvenes eran pobres miembros de pandillas, u obreros de fábricas que vivían en la calle. Muchos carecían de educación formal, de instrucción acerca del cristianismo o de afiliación religiosa. En la escuela dominical se les enseñaba a leer. Esos dirigentes religiosos eran pioneros en el reconocimiento del potencial que tenía la juventud para el crecimiento de la iglesia. Razonaban que si esos jóvenes podían leer la Biblia, descubrirían el evangelio en ella y se volverían a Dios en procura de salvación. Los laicos manejaban con éxito estas escuelas a pesar de las críticas y hasta de la oposición del clero y otros miembros de iglesia, que se burlaban de la idea de trabajar por los muchachos de la calle que no eran miembros de ninguna iglesia. Para apoyar a este creciente movimiento, las,diversas denominaciones trabajaron juntas para constituir uniones de escuelas dominicales, Estas

37

Salvación y Servicio

alianzas interdenominacionales dieron lugar a la fundación de la Asociación Cristiana de Jóvenes Varones en 1851 y a la Asociación Femenina del mismo signo en 1858. Al crecer la escuela dominical, y al ganar aceptación, el enfoque con el tiempo se trasladó de los jóvenes que no eran miembros de la iglesia pero cuyos padres sí lo eran. A pesar de eso los dirigentes conservaron un fuerte énfasis en la salvación. El programa de la escuela dominical funcionaba sobre la base de un ciclo mensual. Se comenzaba por dar la bienvenida a los jóvenes que se integraban al grupo. A continuación aprendían los pasajes bíblicos básicos relativos a la salvación, después de lo cual los directores de Jóvenes los invitaban a decidirse personalmente a aceptar a Cristo. Finalmente se invitaba a los jóvenes a invitar a otros, y el ciclo se repetía. Los dirigentes de la escuela dominical insistían en combinar la educación con la evangelización. Consideraban valiosos a todos los jóvenes, fueran miembros de iglesia o no. Se les asignaban responsabilidades y se les enseñaba a alcanzar a sus amigos y a otros potenciales miembros del grupo. Este celo por la evangelización fue crucial para el desarrollo de las iglesias de Occidente, y los jóvenes de las escuelas dominicales llegaron a ser verdaderos constructores de iglesias y pioneros en el crecimiento de ellas. Sin embargo, junto con la aceptación y la popularidad, no pasó mucho tiempo antes de que se manifestara un sutil cambio en el Ministerio Joven. El aumento de los miembros jóvenes trajo la correspondiente presión relativa a satisfacer sus necesidades. Para lograrlo, las iglesias comenzaron a invitar a los jóvenes a asistir una vez por mes a programas vespertinos que recibieron el nombre de "liceos". Allí se les proporcionaban materiales devocionales y participaban en el estudio de la Biblia, la mayor parte de las veces por medio de un sermón o de una lectura previamente preparada. Se desaprobaba todo lo que se pareciera a la moderna "amistad". Entonces hizo su entrada el Dr. Francis D. Clark, un pastor congregacionalista innovador. A comienzos de la década de 1880 introdujo un dramático cambio en la obra en favor de los jóvenes al fundar una sociedad cuyo nombre en inglés podríamos traducir: Sociedad de Emprendimiento Cristiano. Más tarde él observó que "una buena cantidad de estos chicos y chicas se convirtieron, y la fundación de la Sociedad para el Emprendimiento Cristiano transformó totalmente la actitud de la iglesia hacia los jóvenes y la labor en favor de ellos". Previamente los jóvenes eran candidatos potenciales a la salvación,

38

El Ministerio Joven en las iglesias popularas (ti**—---- ■ ---------------------------------------------------------------------------------------------------- ;------------

i".'

a los de Cristo", Emprendimiento Cristiano revolucionó el Ministerio Joven al animarlos a poner su fe en acción. La clave del nuevo plan de Clark para "pequeños recipientes que había que llenar". Entonces se desafió

jóvenes a responsabilizarse de "un servicio mayor en la iglesia

trabajar en favor de los jóvenes consistía en formular una definición del discipulado responsable, junto con un decidido énfasis en el servicio y la actividad misionera. Preparó un manual de organización que limitaba a ochenta la cantidad de jóvenes que podían pertenecer a una determinada sociedad. Se suponía que en cada grupo funcionarían tres comisiones: Una comisión de oración, encargada de preparar programas semanales.

2.

Una comisión de "buscadores", cuya misión consistía en invitar a nuevos miembros.

3.

Una comisión social encargada de hacer planes en cuanto a la recreación. (Fue la primera vez que se introdujo un componente social o de amistad al ministerio en favor de los jóvenes.)

Al verificar que las grandes convenciones de las escuelas dominicales tenían tanto éxito, Clark planificó la realización de convenciones de las Sociedades de Emprendimiento Cristiano. La primera se celebró en 1882. Asistieron siete sociedades. En 1883 asistieron 56,156 en 1884, y más de 800 en representación de ocho denominaciones se presentaron en ■1886. Hacia 1887 había más de 7.000 Sociedades de Emprendimiento [•Cristiano con más de medio millón de miembros diseminados por todas |te s denominaciones representadas. Las iglesias se vieron obligadas a reaccionar ante esta explosión juvenil, ¡luchos dirigentes eclesiásticos estaban profundamente preocupados de $ue los jóvenes dejaran la iglesia para unirse permanentemente a esas xiedades. Al aplicar el antiguo adagio que dice: "Si no los puedes vencer, únete »ffillos", las iglesias comenzaron a copiar el modelo de Emprendimlento |rtetiano hasta que se apropiaron de él. Comenzaron los metodistas al idar la Liga Epworth en 1889. Siguieron los bautistas con la Unión de venes Bautistas fundada en 1890. Los luteranos fundaron la Liga Luterana, lío s presbiterianos iniciaron su Unión Juvenil en 1890. Al comenzar el (to XX la mayor parte de las iglesias tenían sus propias versiones del

39

Salvación y Servid o

programa de Emprendimiento Cristiano. Los jóvenes quedaron atrapados en el medio, vacilando entre su lealtad a sus propias denominaciones y la que les parecía debían a Clark y la Sociedad de Emprendimiento Cristiano. Lo que esta sociedad hizo, sin ninguna duda, fue convencer a los jóvenes de que eran importantes. Los educó para que fueran fieles miembros de la Iglesia en medio de una sociedad secularizada que estaba comenzando a burlarse de los que iban a los cultos. También inspiró a muchos jóvenes a dedicarse tiempo completo al ministerio de la iglesia. Los jóvenes se convirtieron en miembros consagrados, y las mismas iglesias que una vez temieron que los jóvenes se fueran a Emprendimiento Cristiano, ahora estaban preocupadas de cómo podrían adueñarse de ellas. Pero eso nunca sucedió. Durante los treinta años que precedieron a la Primera Guerra Mundial, esas sociedades denominacionales se concentraron en la actividad misionera. Los jóvenes participaron y apoyaron en todo el mundo este impulso evangelizados A menudo este avance misionero se hacía en conjunto con otras denominaciones. Cada dirigente de la iglesia, para ese entonces, sabía o estaba al tanto del poder que se manifestaba en esos movimientos juveniles. Pero una vez más esos dirigentes comenzaron a conducir a la juventud hacia un temario popular relativo a asuntos domésticos e internacionales. Comenzaron a perder su dirección y su énfasis, tas reuniones juveniles se convirtieron en campos de batalla ideológicos, en tos que los liberales y los conservadores competían para ver quién conseguía

más seguidores. Ganaron los liberales con su énfasis en los asuntos sociales. Para los jóvenes fue una época de participación sin precedentes en asuntos de naturaleza social. Mucho antes de que sus padres comenzaran a hablar de esos asuntos, los jóvenes tomaron posiciones acerca de la política y el orden mundial, las relaciones interraciales y los asuntos laborales. M ientras esto ocurría en la década de 1930, los dirigentes denominacionales trabajaban para relacionar la obra en favor de la

juventud con la educación cristiana. La educación, en muchos casos la f ntldad más poderosa de las iglesias, ofrecía la promesa de la estabilidad y tos recursos, pero esta unión no tuvo pleno éxito. Separó la obra en favor de la juventud de su larga vinculación con la evangelización y el servicio Ciando se puso el énfasis en la educación y la "amistad". > Hoy, cuando hablamos de "amistad", pensamos en recreación y

actividades

sociales. No ocurría eso entonces. La primitiva "amistad"

40

El Ministerio Joven en la s iglesias populares »r------------------------------------------------------------------- — -----i

se basaba en los "grupos de amistad" de las universidades-, que tenían

i

renombre por su dedicación al estudio y su especializadón

I

línea. EstosJgrupos de amistad" contribuyeron a cambiar una

í

el ministerio en favor de la juventud. "Conozcan su fe"

i

"conversión" como el objetivo prioritario del Ministerio Joven.

¡;

en esa vez más reemplazó a la

En 1936 se celebró en los Estados Unidos el Concilio Internacional

1 de Educación Religiosa. Acto seguido, más denominaciones fundaron ■ grupos de amistad casi idénticos, tan parecidos en realidad que muchas |

iglesias de diversas denominaciones se combinaban para el estudio y la

;

preparación de dirigentes.

i i

Se produjeron folletos y manuales. Se intentó establecer una relación más íntima entre las sociedades y las iglesias. Se presentó una descripción de las tareas que debía cumplir cada dirigente juvenil, y se introdujo el

■ concepto del concilio de jóvenes. Aunque había diferencias entre las denominaciones, todos los grupos de amistad estaban divididos en las mismas cinco comisiones: Fe Cristiana, Testimonio Cristiano, Comunión Cristiana, Extensión Cristiana, ¡ ¡

Ciudadanía Cristiana. Tratando de sacar provecho de la teoría de la brecha generacional, los manuales comenzaron a poner énfasis en el papel de los dirigentes juveniles. Se instó a los adultos a desempeñar el papel de meros apoyadores, y no de participantes activos,

j

Con la anexión m utua de los m inisterios de las diversas

i

denominaciones, se expandieron las tareas conjuntas, y se organizaron

í

enormes reuniones juveniles internacionales e interdenominacionales en el período que va desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta

■ comienzos de la década de 1960. ■ Ya en la década de 1950 los grupos de amistad estaban pasando por

i

dificultades. Aparentemente no estaban satisfaciendo las necesidades de



los jóvenes. La mayor parte de las denominaciones comenzaron a abogar

i

por ministerios separados para las universidades y las carreras profesionales

í

de los jóvenes, y se dedicaron a crearlos.

I

Los grupos de amistad habían perdido toda su importancia en la

j

década de 1960. Mientras las iglesias predicaban la participación social,

( ¡

los grupos de amistad se separaron de la iglesia y se reunían en salones y en los subsuelos para elaborar programas acerca de la ciudadanía, y

::

para cuestionar toda clase de estructuras y organizaciones. Incluso los

i

grupos de amistad que intentaron orientarse hacia la solución

de la

Salvación y Servid o

Injusticia social pronto reconocieron que sus grupos estaban demasiado institucionalizados y eran limitados. !' • La mentalidad de la juventud experimentó otro drástico cambio. Ira una época de protestas. Se ponía en tela de juicio toda autoridad. Se analizaban los valores y las creencias tradicionales, y a menudo se las rechazaba. La estructura y la organización de la obra en favor de la juventud comenzaron a desmoronarse cuando se les restó toda importancia. Las "necesidades" de los jóvenes ocuparon el primer lugar, y los grupos de amistad cedieron su lugar a las actividades sociales, los entretenimientos y las recreaciones, mientras las iglesias trataban desesperadamente de determinar cuáles eran "las necesidades de los jóvenes". Las iglesias se llenaron de pánico y, en su confusión, optaron simplemente por tirar por la borda todo lo que se relacionaba con el Ministerio Joven. Muchas denominaciones dejaron de publicar materiales para la juventud, manuales y símbolos de adhesión a alguna organización juvenil. Los grandes congresos de jóvenes, tan populares en la década de 1960, sencillamente desaparecieron. Desde ese momento las iglesias han tratado de satisfacer las necesidades de los jóvenes modernos probando una cantidad de métodos. Ahora no existe un plan único y completo como la Sociedad

de de

Emprendimiento Cristiano de Clark. Cada denominación ha tratado poner en marcha su propio plan relativo al ministerio en favor de

la juventud, pero sigue habiendo un bosquejo o consenso general. La mayoría de las denominaciones están de acuerdo en que el ministerio en

favor de la juventud debería ser algo más que educación y servicio, y que debería tener por centro al individuo y no al programa. El Ministerio Joven en las iglesias populares de la actualidad apenas

si alcanza la nota mínima para aprobar. Una cantidad de programas piloto, cursos de entrenamiento de dirigentes y ciertos materiales tratan filé satisfacer "las necesidades de la juventud", pero los estudios hechos en «ilación con Valuegenesis (Origen o génesis de los valores) por el Instituto lÜÉwestigaciones demuestran que, al carecer de un verdadero objetivo o dfeun enfoque principal, el éxito de todo esto es dudoso si se lo mide por ÍM0lhtualidad, el desarrollo de la fe, la lealtad a la iglesia y el crecimiento ÉlMNninacional. ■ÉjpjHlMrtículo reciente, publicado en Group Magazine [La Revista del

■■llpip^septiembre

de 1993, hace una muy buena descripción de la

El Ministerio Joven en la s iglesias populares



condición actual del Ministerio Joven en la mayor parte de las

i' i if |

nuestros días:

7

Iglesias d i

*' ■ El Ministerio Joven en la era moderna no ha sido capaz de

I

lograr un consenso con respecto a un plan general de desarrollo

I

de la fe. Si lo comparamos con el Ministerio Joven de antes, a las

l

iglesias y a los jóvenes de hoy les cuesta muchísimo describir

i,

los propósitos teológicos de los grupos juveniles. A veces la

¡

dedicación a Cristo parecería ser algo secundario,

f

Algunos grupos tratan de imitar los métodos que admiran

i; ‘

en Jóvenes para Cristo, Vida Joven u otros ministerios que funcionan paralelamente con la iglesia. Incorporan en sus grupos

\

música contemporánea, mucha recreación y un liderazgo muy

f

acentuado. Otros, en cambio, eligen un énfasis en la disciplina

í

espiritual con un liderazgo muy discreto. Hay otros que ponen

¡,

énfasis en el servicio, en la actividad misionera o en proyectos

I:

para las misiones.



Por causa de estas variaciones, el Ministerio Joven no tiene en la actualidad un patrón único que seguir.

;

Esta es la situación de la obra en favor de los jóvenes en el mundo y

j en las iglesias de la actualidad. ■ Teniendo en cuenta este trasfondo, la Iglesia Adventista intenta ,

reconstruir su propio Ministerio Joven.

;

Entonces surgen naturalmente las siguientes preguntas: ¿Hasta qué

i punto hemos sido fieles a los fundamentos bíblicos de nuestro Ministerio ; Joven? ¿Hemos sido consecuentes con nuestras raíces históricas de conducción divina en el desarrollo de nuestro ministerio especial, o somos i culpables de haber cedido a la presión de la sociedad y las iglesias, y a los cambios de enfoque en cuanto al Ministerio Joven que observamos en las iglesias populares y en el mundo?

i

¿Cuál debería ser la "norma" para la reconstrucción de nuestra obra en

í favor de la juventud? ¿El pensamiento y las tendencias actuales en cuanto al 5 Ministerio Joven, o la reevaluación de nuestros blancos y objetivos originales? Para contestar estas preguntas debemos volver sobre nuestros pasos i, y examinar las razones en que se fundan nuestras acciones y propio desarrollo del Ministerio Joven en el adventismo.

43

nuestro

*



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DESCUBRIENDO NUESTRA MOTIVACIÓN HISTÓRICA EN EL MINISTERIO JOVEN

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€n los comienzos

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es

cierto que la obra en favor de los jóvenes no era lo

■importante en los comienzos de nuestra iglesia, no estaban idos ni olvidados. En los primeros días del movimiento se hicieron pocos intentos para instruir a los niños en ■las doctrinas sostenidas por sus padres. La primera semilla

#n el verano de

1852. Al germinar y echar raíces se desarrolló

zahora conocem os como la Escuela Sabática de la Iglesia is viajaba en un carruaje desde Rochester, Nueva York, a ne, Jaim e White se sintió impresionado por la necesidad r de un sistema o plan regular de lecciones bíblicas fi adaptadas para los jóvenes. Después de almorzar junto al ¡arque sus caballos comieran y descansaran, usó el canasto f?0 como escritorio y bosquejó las primeras lecciones de lea que se prepararon para nuestro pueblo. ese acto podemos rastrear la historia y el desarrollo del iven en nuestra iglesia, que continúa hasta el día de hoy. restas lecciones en las manos de los jóvenes adventistas publicación de The Youth's Instructor [El Instructor de la agosto de 1852. ico estaba destinado a desempeñar un enorme papel espiritual de la juventud y en el desarrollo del ministerio precio de la suscripción, 25 centavos de dólar por año, le

44

Descubriendo nuestra motivación histórica...

i

pareció alto a algunas personas, pero se tomaron medidas para que lOI

f

niños y los jóvenes pobres lo recibieran gratuitamente,

í

fueron lo i En loi ejemplares de The Youth's Instructor de 1861 y 1862 encontramos las primeras lecciones para niños en una serie de preguntas que aparecieron Durante esos primeros años, los que más sufrieron

;

niños más chicos por la falta de lecciones adecuadas para ellos.

( ; •

bajo el título de "Preguntas para Pequeños Estudiantes de la Biblia". En ese momento crítico del desarrollo de la obra en favor de los

;

jóvenes por medio de la escuela sabática, se recibió al Pr. G. H. Bell como

> miembro de la Iglesia de Battle Creek. Había sido maestro de escuela i'' por muchos años, y tenía mucha experiencia en la tarea de la escuela i

dominical. Inmediatamente hizo suyo el problema de la incipiente escuela

i

sabática.

í

En 1869 preparó para el The Youth's Instructor dos series de lecciones

■ para los niños, basadas en el Antiguo Testamento, comenzando con la * semana de la creación, y estudios acerca del libro de Daniel para los ;

jóvenes. A partir de esos comienzos, el Prof. Bell preparó e imprimió

|: una serie de folletos de lecciones para los jóvenes bajo el nombre de í" Lecciones Bíblicas para la Escuela Sabática. Por primera vez se clasificó í a los jóvenes por edades. |

Las primeras escuelas sabáticas de las que tenemos noticias se

I celebraron en 1853 y 1854 en Rochester y Bucksbridge, en el estado de i Nueva York. John Byington, que más tarde llegó a ser el primer presidente ; de la Asociación General, era entonces el dirigente de Bucksbridge. r

Estos primeros intentos de la iglesia para trabajar en favor de los jóvenes eran ciertamente escuelas sabáticas en todo el sentido de la

{ expresión. La calidad de miembro de iglesia se confería sobre la base ; de la aceptación individual de la responsabilidad de educar y enseñar a | los jóvenes de acuerdo con la Palabra de Dios. El primer objetivo de la ■ educación era la esperanza de que aceptaran personalmente la verdad

i1 que estudiaban. El año 1870 señala el momento cuando se satisficieron, 1 a lo menos parcialmente, las dos más grandes necesidades de las ■ escuelas sabáticas, a saber, una forma sencilla de organización y lecciones I adecuadas a las diversas edades. En los pocos años que siguieron se j organizaron en cada escuela clases de jóvenes, intermediarios y primarlos. ,

Se reconoció generalmente que se necesitaba una organización

i más completa para proveer mayor unidad. En 1877 se organizó la primera

45 i

Salvación y Servicio

asociación de escuelas sabáticas. A partir de agosto de 1877, y durante los diez artos siguientes, la obra organizada de la escuela sabática alcanzó logros maravillosos y se manifestó una creciente comprensión de la obra

ed favor de los jóvenes. i-í .'lünel congreso de la Asociación General celebrado en Battle Creek • f l‘$878¡S©constituyó la Asociación de Escuelas Sabáticas. Este título se

cambioen 1886 por el de Asociación Internacional de Escuelas Sabáticas, f f l t S e entonces se introdujeron la preparación de dirigentes y de {materiales de enseñanza. Se celebraron congresos de escuela sabática y noerararo que como parte de ellos se organizaran reuniones especiales

ftauairtos. fJfb'j&Mtesarrolló una creciente conciencia de la necesidad de salvación

por parte de nuestros jóvenes, y, si bien es cierto que anteriormente no WdCSCOldó la salvación, su énfasis por medio d é la educación llegó a plumamente importante. ^«Mimismo tiempo se le presentó a la iglesia una filosofía de la fa educación que fue evolucionando a medida que transcurría jÉÉM R pO i Muchos percibieron la necesidad de que contáramos con Impropias escuelas, y como resultado de ello se dio inicio a un id e educación acorde con nuestras creencias y nuestra misión. Iicorriente paralela de interés en la obra en favor de nuestros aparejada una nueva dim ensión, y la combinación de sncias le dio una razón más definida a la obra en favor de los ►salvación de los jóvenes llegó a tener primera prioridad. Al ifavor de nuestros jóvenes se consideró que nuestras escuelas trumento para educarlos, prepararlos y orientarlos hacia el todavía no había intento oficial ni concepto de ninguna do con la organización de la juventud. Pero Dios estaba a obra, impulsando quedamente las mentes y los corazones y las señoritas de todo el mundo, con el fin de preparar a la avanzara unida. Con la creciente cantidad de jóvenes en ibfasis se puso en la salvación y el servicio, y bajo el impulso \to se fundaron grupos juveniles y sociedades en muchas lo. Comenzando con Luther Warren y Harry Fenner en líedades empezaron a proliferar con toda naturalidad. A ¡gto había más de setenta grupos juveniles en la iglesia.

46

Descubriendo nuestra motivación histórica...

No había duda en cuanto a los propósitos de estos grupos juveniles. Luther Warren, al escribir acerca de esta experiencia, declara definidamente que él y Harry Fenner fundaron la primera Sociedad de Jóvenes como consecuencia de su profunda preocupación por la declinante espiritualidad que se manifestaba en la iglesia por parte de algunos de sus amigos y muchos jóvenes, y por el profundo deseo \

de servir al Maestro. Al referirse al período que se extendió entre 1890 y 1900, Flora Plummer escribió lo siguiente:

[:
M'9$N0S en cada ramo de la obra para el cual estén calificados t * tflonelfin de trabajar (General Conference Bulletin [Boletín de la *r tiAsociadón General], 20 y 30 de enero de 1893, pág. 24). l¡dQ ni

-*>ííA ftlte testimonio pronto le siguieron otros en los próximos cuatro mMH/ p w a dar instrucciones más definidas en cuanto a la organización CkHt Obra en favor de nuestros jóvenes. Lo que sigue son algunos B U H OOS de esos testimonios, que presentan con claridad el propósito f ll'dlrecdón de esta obra: . f .'óv'ilóvenes y señoritas: ¿No podrían ustedes formar grupos jfcCOmo soldados de Cristo, enrolarse en la obra y poner todo - lU tacto, sus habilidades y sus talentos al servicio del Maestro, 0X1*1 fin de salvar almas para él? Fórmense grupos en todas - > fetiglesias para hacer esta obra. #iffi¿No querrían organizarse como obreros los jóvenes y las *! i





EL MINISTERIO JOVEN Las expectativas de los dirigentes de la iglesia y la percepción de los otros departamentos

os jóvenes y sus dirigentes no estaban solos en su convicción acerca de

L

los verdaderos objetivos del Ministerio Joven. Los dirigentes de nuestra

iglesia también creían en esos mismos objetivos y fueron los arquitectos

y promotores de este nuevo ministerio juvenil. Se destaca entre ellos el mismo presidente de la Asociación General de ese tiempo, el Pr. A. G. Daniels. En la reunión inaugural de la Convención de Escuela Sabática del 10 de julio de 1907, formuló la siguiente declaración que ayudó muchísimo a darle dirección y propósito al naciente departamento: Ante todo debemos recibir de nuestro Señor conceptos claros y bien definidos acerca de los numerosos problemas relacionados con el bienestar de los jóvenes de nuestra denom inación. Debem os llegar a com prender su gran necesidad de un cambio total del corazón, y acerca de cómo podemos trabajar más eficazmente para ayudarles a obtener ese cambio. Debemos tener una clara comprensión del servicio que nuestros jóvenes pueden prestarle a esta causa, y nosotros mismos debemos ser inducidos a trazar planes sencillos y eficaces para llevar adelante esta obra... El beneficio que esta Convención le puede rendirá nuestra causa dependerá también de la nueva resolución que podamos tomar con respecto al servicio que de aquí en adelante le podamos prestar. Es posible que podamos hacer

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mucho más

Salvación y Servicio

para Dios de lo que estamos haciendo. Podemos dedicar nuestras energías a esta tarea y poner en ella una devoción que nunca hemos puesto antes. Deseamos que esta reunión nos proporcione nueva vida y nuevo poder, de manera que veamos que esta sabiduría, esta inspiración y esta resolución pongan en pie un movimiento que reciba tal bendición de Dios, que se extienda a lo largo y a lo ancho de nuestra denominación, y que invite al servicio al conjunto de nuestros jóvenes. Todos podemos ver que nuestros jóvenes y señoritas pueden hacer más para servir a Dios de lo que están haciendo ahora; disponen de mucha energía que pueden aplicar para el bien; debería haber un deseo mayor de parte de ellos de llegar a ser maestros, doctores, enfermeros,.predicadores e instructores bíblicos. ¿No es posible, acaso, que pongamos en marcha un nuevo movimiento que nos brinde todo esto? Yo creo que sí (A. G. Daniels, informe ante la Convención de Jóvenes, págs. 15 y 16.10 de julio de 1907). Más tarde, ese mismo, día el Pr. Daniels pronunció un señero discurso titulado: "Nuestra misión para el mundo". Entró en más detalles acerca de los puntos que había presentado antes. Nuestra misión para el mundo se puede resumir como sigue: Proclamar el mensaje del tercer ángel a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Ocupamos un territorio que nos pertenece totalmente. No creo que haya otro pueblo en el mundo que reclame esta misión. Nunca en la historia de la iglesia se ha iniciado y se ha llevado adelante un movimiento como este. ¿Qué es el mensaje del tercer ángel? ¿Ha llegado el tiempo

para que ese mensaje se dé al mundo? ¿Estamos haciendo lo correcto cuando abandonamos todo en este mundo para concentrar nuestra atención, nuestra vida entera y todas nuestras perspectivas mundanales en esta empresa? Hasta que cada cual no conteste estas preguntas clara y satisfactoriamente, yo no veo Cómo podría un joven dedicar su vida a esta causa en la forma * m o debería hacerlo. La única fuente de información relativa MNtMtpreguntas es la Palabra de Dios. Lo que llamamos el

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€1 Ministerio Joven - La s expectativas de los dirigentes...

mensaje del tercer ángel aparece registrado en el capítulo 14 del Apocalipsis, versículos seis al doce. Es un triple mensaje, un gran mensaje dividido en tres partes, que se le debe dar al mundo. Cada parte debe recibir su énfasis en su debido momento, y al final todas las partes deben combinarse en un solo y gran mensaje de advertencia al mundo de parte de Dios. Nuestra misión para el mundo es dar este mensaje. Este hecho se debe imprimir en la mente de nuestros niños y jóvenes. Se debe entretejer con cada fibra de su ser. Las enseñanzas de nuestras escuelas, los cultos de nuestras iglesias, los ideales que se presenten y los conceptos que se den, deben tener como fin impresionar las mentes de nuestros niños y jóvenes que su misión como individuos debe ser la misma de toda la iglesia, a saber, dar el mensaje del tercer ángel a todo el mundo. Si esto se hace mientras son jóvenes, esa impresión será permanente. Cuando lleguen a los años en que tengan que asumir responsabilidades, y tengan que decidir a qué dedicarán la vida, seguramente sentirán la influencia de este gran hecho. ¿Qué podemos decir cuando nos sentimos tentados a dudar si este gran movimiento es todo lo que pretende ser? Lo único que podemos decir es que se funda en la Palabra de Dios que dura para siempre. Este mensaje y este movimiento están tan profundamente arraigados en la Palabra, que la única manera de desprenderse de ellos es si se la rechaza. Debemos ser adventistas mientras creamos en las Escrituras. No hay otra manera, y no queremos otra, porque este es el mensaje y el movimiento más gloriosos del mundo entero. Los jóvenes adventistas son los más afortunados y los más maravillosamente bendecidos desde un punto de vista religioso de todos los jóvenes del mundo. Son los que tienen la misión más definida entre todos los jóvenes que viven en la actualidad. Disponen de algo sólido y sustancial, y para su cumplimiento pueden orientar sus energías mientras vivan. Es verdad que muchos otros jóvenes del mundo están trabajando para conducir gente a Cristo, pero carecen de la maravillosa e inspiradora definición de propósito que nosotros tenemos.

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Salvación y Servicio

Y ahora, debemos inspirar a nuestros jóvenes a fin de que consagren sus energías y sus vidas para la terminación de esta obra. Nuestros ancianos no pueden ir a tierras lejanas, aprender nuevos idiomas y soportar las privaciones propias de esos campos. Esa obra debe ser hecha por gente más joven, y es difícil que sean demasiado jóvenes para empezar. Algunos de los misioneros más fuertes y más grandes del siglo pasado eran hombres que fueron al campo misionero cuando todavía no habían cumplido treinta años. Tenemos un mensaje preciso y bien definido, y ¿por qué no podrían salir nuestros jóvenes, firmes en Dios, fortalecidos por su Palabra, con plena comprensión de la misión que se les ha encomendado? ¿Por qué no podrían ser gigantes en fortaleza entre el pueblo? Al considerar la gran tarea que tenemos por delante hoy, tenem os que animarnos mucho mientras avanzamos en nuestra obra; tenemos que dedicarnos mucho más, tenemos que avanzar mucho más; tenemos que hacer muchos fervientes esfuerzos más para hacer esta obra y cumplir esta misión (Ibfd., págs. 19-22). Aquí podemos percibir una vez más los dos grandes temas de la salvación y el servicio. Por salvación se entendía la conversión personal, el "cambio de corazón" experimentado por cada joven al ser inducido a tener una relación más profunda con Cristo. El servicio se definía como la responsabilidad bíblica asignada por Dios a cada individuo que invoca su nombre de dar el mensaje del tercer ángel. ¿Es maravilla, acaso, que las incipientes sociedades de jóvenes reflejaran estos temas en sus lemas y sus blancos? "El amor de Cristo nos constriñe" y "El mensaje adventista a todo el mundo en esta generación". Otros dirigentes se hicieron eco tam bién de estos mismos sentim ientos. El Prof. Frederick Griggs, que se destacó en la obra

educacional en ese tiem po, reaccionó de esta manera:* * i.Oe esta

estuvo presente en esa Convención y

reunión debe llegar a todos los jóvenes de todo

'ttflMftyfcMjna nueva inspiración. La inspiración es más de lo

94

€1 Ministerio Joven - La s expectativas de los dirigente!...

que a menudo pensamos. No es solo un entusiasmo pasajero. Es el acto de aspirar, de respirar -de ser atraídos por- lo que da vidaty vitalidad a todo el ser. Deseamos fervientemente que |-

nuestros jóvenes de toda la tierra aspiren el Santo Espíritu dador de vida... Esta obra será term inada por jó venes y señoritas consagrados. La palabra consagrarse significa apartarse. Estamos aquí para inaugurar un movimiento que dedicará

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a nuestros jóvenes y señoritas para la terminación de la obra (Ibíd., págs. 12,13). Poco después el Prof. B. G. Wilkinson presentó un trabajo titulado "La Biblia y la juventud" para referirse al mismo tema. Recalcó el hecho de

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que este ministerio en favor de los jóvenes existe no como consecuencia del voto de una comisión, sino que es el fruto de una decisión que se

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basa en principios revelados de la Palabra de Dios. La mejor organización juvenil que se pueda poner en marcha será débil y se reducirá a la nada si no se basa en

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la Biblia. Sí, una organización como esa se puede fundar inclusive sobre los principios de la Palabra de Dios, pero si no se trazan planes para que haya un estudio sistemático y permanente de las Escrituras, la organización perderá con el

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tiempo su fortaleza y no cumplirá los propósitos establecidos originalmente.

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de nuestros jóvenes. No lo podemos crear. Las grandes

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verdades para nuestro tiempo ya lo han hecho. Estamos aquí

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posesión de este precioso don. Pero fallaremos muchísimo en nuestro afán por vincular los eslabones que el Cielo nos

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ha dado si no le asignamos a la Palabra de Dios el lugar

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descollante que merece en este ejército. El poder que le ha

í

dado origen a este espléndido conjunto de guerreros es el

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único poder capaz de asignarle su tarea a cada individuo, a

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cada fila, a cada cohorte, y de conducir al conjunto hacia la victoria.

Estamos aquí hoy para fundar un organismo en beneficio

sim plemente para reconocer el producto y para entrar en

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Salvación y Servid o

Este ejército de jóvenes no es toda la iglesia, ni debe desplazarla. Pero unido a ella por el indisoluble vínculo de un propósito común, puede y debe ser la fuerza de avanzada, mientras el resto de la iglesia continúa activo en la producción y el envío al frente de los materiales necesarios... Debemos hacer provisión para el entrenamiento de guerreros cristianos. Debemos tener soldados jóvenes que no tengan otro trabajo en el mundo sino la obra del Maestro. Debemos conducir esos corazones juveniles y llenos de fe para que se enamoren plenamente de su divino Señor. ¿Cómo lo haremos? Démosle su Palabra. Comencemos con la escuela sabática; continuemos con las sociedades de jóvenes. Conduzcámoslos a sus sagradas páginas, y su santa influencia los unirá a Dios. Pensarán con fe, hablarán con honestidad y servirán con amor. El poder del mensaje se hará sentir rápidamente en todas las tierras y en todos los países y pronto estaremos en casa. Hay una inspiración que la Biblia nunca deja de impartir; el anhelo de ser más útiles. Nunca reduce el deseo de saber más y de servir mejor {'The Bible and Our Youth" [La Biblia y nuestra juventud], Prof. B. G. Wilkinson. Archivos de la Asociación General). ., ■ ■Naturalmente, al formarse un nuevo departamento en la iglesia, sufrieron preguntas. ¿No habrá duplicación? ¿Será necesario? Y, ¿qué

relación tendrá este nuevo departamento con los demás?

, , , El Pr. G. B. Thompson, director de Escuela Sabática de la Asociación en ese tiempo, respondió esas preguntas: Los departam entos de Escuela Sabática, Jóvenes y U'HifdMcación tienen un solo propósito. Consiste en conseguir

¿tyie las

energías de nuestros jóvenes se dediquen a la obra

^ m e n s a j e del tercer ángel. Prom over una disposición a la actividad misionera es la r t t iM P 'd e i Departamento de Jóvenes. Debemos impresionar - de nuestros jóvenes con la idea de que la única r ía cual vale la pena vivir en este mundo, lo único ^ M u r a r á , es la obra del mensaje del tercer ángel. Todo

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vi,. u„¡ i

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lo demás avanza hacia la destrucción y el caos eterno (G, B, Thompson, citado en "Reporton theSabbath Schooland Youth Cooyention" [Informe acerca de la Convención de Escuela Sabática y Jóvenes], 1907). El Departam ento de Escuela Sabática es uno de los elementos descollantes de la obra en favor de los jóvenes. Como todos ustedes lo saben, este departamento ha promovido la obra en favor de los jóvenes hasta ahora, cuando se ha visto la necesidad de organizar un departamento separado. Pero el hecho de que se haya organizado otro departamento no significa que haya variado en algo la relación de la Escuela Sabática con la obra en favor de nuestros jóvenes. Su énfasis es algo diferente al del Departamento de Jóvenes. La Escuela Sabática abarca el estudio de la lección, mientras que el Departamento de Jóvenes tiene que ver mayormente con la obra, aunque no exclusivamente; su tarea especial es entrenar a los jóvenes para la actividad misionera. La Escuela Sabática se interesa en los jóvenes, y seguirá interesada en ellos hasta que se termine la obra en el mundo... El propósito del Departamento de Escuela Sabática es el del mensaje del tercer ángel, del cual forma parte. En general consiste en llevar al mundo el mensaje del tercer ángel. Definidamente su plan consiste en ganar almas... La enseñanza del mensaje debe empezar en la escuela sabática. Si los padres y los maestros cooperan, pondrán el amora este mensaje en los corazones de los niños, lo que le dará eficacia y será de ayuda en la obra que el Departamento de Jóvenes debe hacer; de modo que estos dos departamentos siempre deben trabajar juntos como si fueran hermanos gemelos en esta gran obra en favor de nuestros jóvenes (Trabajo de G. B. Thompson, “The Purpose ofthe Sabbath School" [El propósito de la Escuela Sabática], Archivos de la Asociación General). Otras objeciones que surgieron fueron si había necesidad

de otra

organización para hacer obra misionera. ¿No sería esto una duplicación de las tareas del Departamento de Acción Misionera? Si era

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necesario crear

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otro departamento, ¿de qué manera se esperaba que se relacionaran los dos entre sí? Una vez más los dirigentes dieron las respuestas correspondientes. Algunos han argumentado que es ¡lógico organizar a los jóvenes en una sociedad misionera cuando la iglesia ya la tiene. ¿Por qué -se preguntan-, se necesitan dos sociedades en la misma iglesia para llevar a cabo la misma tarea? Se alega, además, que los jóvenes son la vida de la actividad misionera de la iglesia, y si los llevamos a otra sociedad, le darán sus mejores esfuerzos a ella y la actividad misionera morirá. ¿No es mejor -dicen- fortalecer una sola organización y llevarla al éxito, que dividir nuestras energías en dos organizaciones que tendrán que luchar para sobrevivir? ¿Por qué dedicar tanta energía a la organización de la actividad misionera de los jóvenes y descuidar la de los adultos? Llegam os hasta aquí con las objeciones de los que ven en la futura obra de los jóvenes la ruina de la antigua sociedad misionera. Pero muchos no se detienen aquí. Atacan la organización misma, porque consideran que se la está fundando sobre principios equivocados. Insisten en que se convertirá en una iglesia dentro de la iglesia, que separará a los jóvenes de los adultos. Dicen también que los jóvenes se volverán autosuficientes e independientes, y que la relación de los jóvenes solamente con otros jóvenes en sus sociedades producirá malos resultados. Surge naturalmente la pregunta: ¿Se fundan esas objeciones

en

hechos o en temores? Con muy pocas excepciones todos se unieron en afirmar

que

la obra en favor de los jóvenes los atrae a la iglesia, que

BOntrlbuye a que sean más activos en la obra misionera, q i t r h i logrado que toda la iglesia crezca en celo misionero

y que ha

conseguido que los jóvenes y los adultos se unan

el principal objetivo que se tuvo en vista al crear ÍIVQf de los jóvenes? ¿Fue acaso para que ocupara in tig u a sociedad misionera y de publicaciones?

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¿Es el propósito de la obra de los jóvenes ocupar el lugar que antiguamente ocupaba en la iglesia la sociedad misionera, o majitendremos ambas como organizaciones separadas o, como algunos lo han sugerido, sumergiremos la obra de los jóvenes en el actual Departamento de Acción Misionera, y así nos economizaremos los directores de Jóvenes y toda la organización del Departamento de Jóvenes? Si el Departamento de Jóvenes llega a ser un miembro útil de la iglesia, tenemos que proporcionarle un esqueleto lo suficientemente completo como para que se mantenga en pie, y suficiente organización como para que pueda hacer algo bueno... Las ventajas de un departamento bien establecido son muchas. Las sociedades de jóvenes tienen una obra especial que hacer, y necesitan una organización especial para llevarla a cabo. Es verdad que la sociedad misionera y las sociedades de jóvenes tienen mucho en común. El propósito final de ambas es dar el mensaje adventista al mundo en esta generación; pero mientras la principal tarea de las sociedades misioneras ha consistido en darle la verdad a los que no son de nuestra fe, el objetivo fundamental e inmediato de las sociedades de jóvenes es, tal como yo lo entiendo, la salvación y el desarrollo de nuestros jóvenes, y nadie puede trabajar con tanta eficacia para lograr este fin como los jóvenes mismos. La obra en favor de los jóvenes no solo apela a ellos para tratar de conseguir su cordial reacción a fin de conservarlos en la verdad, sino que también hace de ellos eficaces obreros del Señor, y a medida que se les van confiando responsabilidades, se desarrollan para ocupar cargos importantes después. Por lo tanto, en resumen, yo diría que la obra en favor de los jóvenes los protege de las amistades mundanas, los mantiene en la verdad, aumenta su celo misionero, desarrolla obreros y personas dispuestas a trabajar para Dios, y hace más, o puede hacer más que otro departamento de la obra, para mantener y conducir a los jóvenes a través de ese período tan difícil que es la adolescencia, la cual define el destino de la juventud.

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Salvación y Servid o

Este movimiento se desarrolló entre nuestros jóvenes bajo la dirección del Espíritu de Dios y creo que vino para quedarse (Citas de un trabajo de O. J. Graf, "Why Have Young Peopk's Societies?" [¿Por qué debemos tener sociedades de jóvenes?]. Archivos de la Asociación General). No se manifestó falta de arm onía entre los departam entos. Todos comprendieron perfectamente sus diferentes papeles y cómo se combinaban entre sí, no obstante, también estaban bien al tanto de las distintas maneras de servir a los jóvenes. La Sociedad de los M isioneros Voluntarios es un departamento de la iglesia por medio del cual ella trabaja en forma especial por los jóvenes... La Sociedad de los Misioneros Voluntarios justifica su existencia com o departam ento mediante la profundización de la espiritualidad de la iglesia, el crecimiento de su feligresía y el aumento de su actividad misionera en favor de la comunidad. La Sociedad trata primeramente de salvar a los jóvenes, y después de entrenarlos para el servicio. En esto colabora con la iglesia en su conjunto y con todos sus departamentos. Ciertamente la sociedad que se mantenga fiel a su propósito llegará a ser una gran bendición para la iglesia; porque estará adaptada para trabajar especialm ente por los jóvenes, y porque la iglesia tratará de que la mayor parte de sus reclutas provengan de entre los jóvenes. Hay tres departamentos en todas las iglesias que atienden a los niños y a los jóvenes, o a lo menos así debería ser. Son Escuela Sabática, Actividad Misionera y Sociedad de los Misioneros Voluntarios. •v¡ Entre esos departamentos debería haber perfecta armonía colaboración; porque solo así podrán gozar de un pleno. Están tan íntimamente relacionados entre sí que t M Iffc ii que uno de ellos tenga éxito si los otros fracasan. H Ü trtra b a ja n para alcanzar el mismo gran propósito. Cada P É M ^ m e n to ocupa un lugar especial; pero no lo podrá f Í | P f e t e n si no une sus manos con los otros, y si no trabajan

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juntos para la salvación de las almas (Matilda Erickson; capítulo titulado “TheSodety a Departm entoftheChurch" [La Sociedad, un departamento de la iglesia], en Missionary Volunteers and Their Work [Los Misioneros Voluntarios y su obra], 1922, págs. 72, 73). El enfoque, como siempre, descansaba en la verdadera misión de la iglesia. En la obra de esta en favor de sus jóvenes se destacaba el estudio de la Biblia que conducía a la salvación personal, y la provisión de entrenamiento que llevaba al servicio. En este aspecto el nuevo departamento, por medio de sus sociedades, vio la posibilidad de colaborar con el Departamento de Educación. La filosofía adventista relativa a la educación de nuestros jóvenes había crecido y se había desarrollado. En ese momento la iglesia ya disponía de un buen conjunto de colegios que incluía algunos ubicados en Norteamérica y otros en países extranjeros. Se consideraba que nuestros colegios eran "misioneros" por naturaleza, y que debían proveer la inspiración y el entrenamiento necesarios con el fin de preparar a los jóvenes para servir a Dios en el futuro en cualquier actividad que él eligiera para ellos. La Escuela Sabática y las Sociedades debían ser centros de reclutamiento de jóvenes consagrados. Estos, más tarde, debían ser encausados hacia nuestros colegios para que prosiguieran su entrenamiento, y al hacerlo constituyeran una feligresía calificada y consagrada al cumplimiento de la misión de la iglesia. El Prof. Frederick Griggs lo explica de esta manera: Esta Convención está llena de grandes posibilidades para la obra de educación. Esta rama de la obra no se debe considerar como algo separado del mensaje del tercer ángel, sino como parte integral de él. Debe penetrar en cada célula de la obra de esta denominación. Por lo tanto, es totalmente necesario que nuestros jóvenes y señoritas reciban una educación, desde el punto de vista intelectual, que los capacite para hacer frente a los tiempos tempestuosos en los cuales les toca vivir, y para tratar con los hombres y las mujeres difíciles con quienes se encontrarán. También deben tener una fe profunda, bien establecida, bien

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fundada, como un principio viviente emanado de la Palabra de Dios. Un joven con mente entrenada, con una fe fuerte, que le presta la debida atención a su naturaleza física, que observa las leyes de la salud, hará, al entrar en el mundo, una gran obra para Dios. Estoy cada vez más convencido, al observar la marcha de los acontecimientos y al contemplar a nuestros jóvenes y señoritas en medio de esos sucesos, que solo ellos pueden hacer la obra de Dios para este tiempo. Nos corresponde darle forma a nuestros cursos de estudio y mantenernos dentro de las diferentes tareas que nos calificarán para salvar almas de la ruina inminente. Para terminar la obra se necesitan obreros entrenados, de intelecto agudo, cuyas almas hayan sido tocadas por los carbones encendidos del altar viviente. Solo los podremos encontrar en los colegios donde se enseña este mensaje, donde los principios de esta verdad se pueden entretejer con cada fibra de su ser. Por lo tanto, nuestros colegios ocupan un lugar sumamente im portante en este tiempo. ¿Qué significa todo esto para los jóvenes que participan de esta Convención? Significa que nuestras sociedades de jó venes les han dado una importantísima tarea que hacer relacionada con su educación. Le compete a cada sociedad tener una actitud ferviente para ver que cada uno de sus miembros se prepare con el fin de servirá Dios. Si cada uno de ustedes asume una actitud correcta respecto de este asunto, el resultado será que cada uno de los colegios que tenemos estará lleno de jóvenes y señoritas consagrados y fervientes, preparados para hacer una gran obra en favor de Dios cuando terminen sus estudios. Después

de eso, si pudieran tener un corto período de entrenamiento en nuestros colegio para misioneros destinados al extranjero, estaríamos en condiciones de enviar al mundo en los próximos cuatro o cinco años un ejército de obreros que sacudiría al mundo. Esta es una tarea definida que les corresponde hacer a los Jóvenes y las señoritas presentes en esta Convención. Supongamos ahora que tenemos un grupo de diez jóvenes Jí'liftorttas fervientes y consagrados. Podría ser que no fuera

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posible que todos fueran al colegio; pero supongamos que los jóvenes digan lo siguiente: "Les ayudaremos, de ser necesario, a dos o tres de los miembros de nuestro grupo para que vayan al colegio". ¿No les parece que muy pronto tendríamos en nuestros colegios una cantidad mucho mayor de alumnos de los que tenemos ahora? Algo deben hacer nuestras sociedades de jóvenes para que todos los jóvenes y señoritas que tienen posibilidades de ir a nuestros colegios vean la necesidad de hacerlo ("Our Young People and Educational Work" [Nuestros jóvenes y la obra de educación], un trabajo presentado en la reunión de 1907. Archivos de la Asociación General). A. G. Daniels, en un discurso pronunciado ante la Unión de Columbia en 1912, dijo lo siguiente: "Uno de los grandes objetivos de nuestro Departamento de Jóvenes es crear en ellos el deseo de obtener una educación para trabajar con éxito en la causa de Dios". Puesto que nuestros dirigentes eran unánimes en su concepto acerca del ministerio en favor de los jóvenes, era natural que existiera colaboración entre la Escuela Sabática, la Sociedad Misionera y el Departamento de Educación. Todos trabajaban para alcanzar un objetivo común que era la salvación de los jóvenes, instarlos a consagrarse a la obra e inspirarlos para que cumplieran la misión de la iglesia. También era imperativo que se proveyeran los medios necesarios a fin de que se entrenaran para el servicio. Cada departamento debía colaborar en el progresivo desarrollo de los jóvenes. Los años que transcurrieron entre 1907 y 1915 fueron de crecimiento y prosperidad para el Ministerio Joven. Fue una época de unidad y cooperación. Pero fue necesario trazar más planes a medida que la obra crecía. Lo que la Convención de 1907 fue para los comienzos del Ministerio Joven, el Concilio de Santa Elena lo fue para su desarrollo ulterior. En junio de 1915 los dirigentes de los Misioneros Voluntarios y de Educación se reunieron en el Colegio de la Unión del Pacífico. Este concilio, de diez días de duración, le introdujo modificaciones y ajustes importantes al énfasis y la dirección del Ministerio Joven, porque se trazaron planes para trabajar también por los niños y los adolescentes. Se decidió asimismo que hubiera una mayor integración entre la obra de los jóvenes y la de educación.

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Al hablar de la estrecha relación que debería haber entre el Departamento de Jóvenes y nuestros colegios, el Pr. M. E. Kern dijo lo siguiente en el congreso de la Asociación General de 1918: Otro progreso digno de mención es la íntima colaboración que existe entre nuestros colegios y el Departamento de los Misioneros Voluntarios. Si los colegios tienen sociedades de jóvenes modelo, y le prestan atención a todos los planes del Departamento, los jóvenes saldrán llenos del espíritu del servicio, y con el deseo de ayudar a los jóvenes de las iglesias. Hace años alguien hizo esta pregunta: "¿Quiénes de entre nuestros jóvenes se entregarán a Dios con el fin de trabajar en beneficio de otros jóvenes?" Nadie está mejor preparado para responder a esta invitación que los jóvenes y las señoritas que disfrutan del privilegio de ser alumnos de nuestros colegios. Pueden ayudar a los jóvenes en la obra de su sociedad, y pueden interesarlos en la educación como nadie más lo puede hacer. En Santa Elena se discutió plenamente este asunto, y los directores de los Misioneros Voluntarios y los de los colegios se pusieron de acuerdo para colaborar estrechamente. La Sociedad de los Misioneros Voluntarios del colegio debía ser el centro de sus actividades misioneras, y los grupos para la misiones extranjeras y otros grupos similares formaban parte de la Sociedad de Jóvenes. En la mayor parte de los colegios también ha estado funcionando un grupo de entrenamiento de Misioneros Voluntarios en beneficio de los que desean dedicarse a la obra de los jóvenes. La implementación de ■ estos planes, según creemos, ha sido una bendición para los alumnos, el Departamento de los Misioneros Voluntarlos y los , 9»

colegios. Una cantidad de jóvenes bien preparados ya ha salido

para colaborar con la tarea de los Misioneros Voluntarios en el '