7 0 5 -S 2 8 REV. 7 DE DICIEMBRE DE 1999 JAN W. RIVKIN Airborne Express (A) Los directivos de Airborne Express no po
Views 462 Downloads 2 File size 749KB
7 0 5 -S 2 8 REV. 7 DE DICIEMBRE DE 1999
JAN W. RIVKIN
Airborne Express (A) Los directivos de Airborne Express no podÌan estar m·s contentos1. Los resultados del tercer trimestre del aÒo 1997 habÌan sido espectaculares; los ingresos correspondientes a dicho trimestre habÌan subido un 29 por ciento respecto a los del aÒo anterior, y los beneficios de los nueve primeros meses del aÒo se habÌan incrementado en m·s de un 500 por ciento. El equipo directivo de Airborne sabÌa que esos excelentes resultados eran, en parte, efÌmeros. Al ser la tercera mayor empresa del sector de transporte de correo urgente de Estados Unidos, Airborne se habÌa beneficiado enormemente de la reciente huelga sufrida por su rival UPS. Sin embargo, eso parecÌa representar sÛlo una pequeÒa parte del aumento de los beneficios, quiz·s ˙nicamente el veinte por ciento. Roy Liljebeck, el director general de Finanzas de la compaÒÌa, afirmaba lo siguiente: A pesar de que la huelga de UPS ha sido la noticia principal del trimestre, las actividades de la CompaÒÌa que no est·n relacionadas con la huelga se han mantenido constantes, con una evoluciÛn mucho m·s positiva que la lograda en el segundo trimestre de 1997. Los incrementos de productividad siguen siendo importantes y el costo operativo general por envÌo sigue disminuyendo2. Airborne habÌa sido la empresa de crecimiento m·s r·pido del sector durante muchos aÒos, pero sus m·rgenes habÌan sido bastante reducidos. En ese momento, las actividades puestas en marcha con el fin de mejorar dichos m·rgenes parecÌan estar dando su fruto finalmente. Por otro lado, beneficiaba tambiÈn mucho a la empresa que Federal Express, la n˙mero uno del sector, hubiera incrementado sus precios. Las perspectivas parecÌan entonces mucho m·s brillantes que lo que habÌan sido hacÌa un aÒo. En aquel momento, Federal Express y UPS habÌan empezado a lanzar toda una nueva gama de servicios y a aplicar nuevos sistemas de fijaciÛn de precios. Un analista del sector seÒalaba que esas medidas estaban pensadas para ìbarrer a las empresas situadas en los m·rgenes del mercado... y asÌ lograr que Fedex y UPS se situasen muy por encima [de Airborne]. Han saturado ya el mercado principal y est·n ahora buscando oportunidades de lograr ingresos marginalesî. Airborne podÌa entonces f·cilmente ìser aprisionada... entre esos dos gigantescos y agresivos rivalesî3. Una de las medidas tomadas por los ìgigantescos y agresivos rivalesî exigÌa una decisiÛn inmediata. Durante muchos aÒos, el sector habÌa fijado sus precios sin relaciÛn alguna a la distancia. Una carta de entrega al dÌa siguiente enviada desde Boston a Nueva York tenÌa el mismo precio que otra enviada desde Boston a Los ¡ngeles. En 1996, UPS estableciÛ un sistema El caso de LACC número 705-S28 es la versión en español del caso de HBS número 9-798-070. Los casos de HBS se desarrollan únicamente para su discusión en clase. No es el objetivo de los casos servir de avales, fuentes de datos primarios o ejemplos de una administración buena o deficiente. Copyright 1998 President and Fellows of Harvard College. No se permitirá la reproducción, almacenaje, uso en planilla de cálculo o transmisión en forma alguna: electrónica, mecánica, fotocopiado, grabación u otro procedimiento, sin permiso de Harvard Business School.
705-S28
Airborne Express (A)
de precios basado en la distancia; asÌ, los precios subieron en los envÌos a larga distancia y bajaron en los envÌos a corta distancia. Federal Express siguiÛ el mismo ejemplo en julio de 1997. En aquel momento, los clientes preguntaban al personal comercial de Airborne si ellos tambiÈn tenÌan pensado modificar los precios para tener en cuenta la distancia de los envÌos.
El sector de correo urgente en Estados Unidos En el aÒo 1996, las empresas y los particulares gastaron entre 16.000 y 17.000 millones de dÛlares en envÌos urgentes en Estados Unidos. El servicio principal del sector consistÌa en realizar envÌos urgentes con entrega a la maÒana siguiente. Sin embargo, los servicios habÌan proliferado mucho, de manera que algunas compaÒÌas ofrecÌan entregas a la tarde siguiente (con una rebaja en el precio de entre un 10 y 20 por ciento respecto a los de entrega a la maÒana siguiente), entregas al cabo de dos dÌas (con un 40 a un 50 por ciento de rebaja), entregas a los tres dÌas y entregas el mismo dÌa o al dÌa siguiente a primera hora de la maÒana (por un precio varias veces superior al de entrega a la maÒana siguiente). La entrega fÌsica de los paquetes sÛlo era una parte del servicio prestado a los clientes. Las grandes empresas de envÌos hacÌan tambiÈn posible que los clientes siguieran la pista de sus remesas en su recorrido y reparto; adem·s, ofrecÌan informaciÛn consolidada sobre envÌos a los clientes m·s importantes. Muchas otras prestaban servicios m·s amplios a los clientes y garantÌas de puntualidad en las entregas. En cuanto a los envÌos internacionales, las compaÒÌas de reparto a domicilio aceleraban notablemente los tr·mites de aduana. Algunas empresas tambiÈn ofrecÌan servicios de almacenamiento y de consultorÌa logÌstica. El volumen de envÌos habÌa aumentado entre un 15 y un 20 por ciento al aÒo durante la dÈcada anterior, pero como los precios habÌan disminuido, los ingresos totales del sector habÌan crecido sÛlo entre un 10 y un 15 por ciento cada aÒo. Los analistas del sector preveÌan que el volumen total creciera a alrededor de un ritmo anual del 10 por ciento durante los cinco a diez aÒos siguientes. Clientes. Pr·cticamente todas las empresas y muchos particulares del paÌs utilizaban los servicios de envÌo exprÈs para remitir sus documentos y paquetes m·s urgentes. Federal Express afirmaba que ella sola contaba con dos millones de ìclientes actualesî en el aÒo 19964. Los clientes que m·s volumen facturaban, entre los que se incluÌan algunas empresas de venta por correspondencia, utilizaban los servicios de correo urgente para la mayor parte de sus envÌos. En sectores como el de servicios financieros y de consultorÌa, el correo exprÈs se habÌa convertido en el medio normal de entrega de documentos. Las empresas diferÌan enormemente en cuanto a la magnitud de los envÌos y a los vol˙menes previstos de reparto. Normalmente, los artÌculos enviados por correo urgente mantenÌan una elevada proporciÛn de valor respecto al peso y, de alguna manera, eran perecederos. Algunos de los envÌos m·s tÌpicos consistÌan en documentos comerciales, componentes electrÛnicos, muestras mÈdicas y piezas de recambio. Sin embargo, los envÌos eran diversos; asÌ, una empresa llegÛ a informar que habÌa remitido rinocerontes, colecciones de arte, coches de carreras y cebos de pesca5. El porcentaje de productos que se consideraban perecederos o sensibles al paso del tiempo habÌa ido increment·ndose poco a poco, ya que las empresas deseaban eliminar los inventarios de sus sistemas logÌsticos y competir con sus rivales lanzando los productos directamente al mercado. Una aceleraciÛn general en el ritmo de los negocios y unos ciclos de modas cada vez m·s cortos
2
Airborne Express (A)
705-S28
en algunos sectores tenÌan tambiÈn como consecuencia la ampliaciÛn de la base de clientes y el incremento del volumen de correos urgentes enviados por cada cliente. Eran muchos los factores que influÌan en la decisiÛn de enviar un artÌculo por correo r·pido en vez de por correo normal, pero la urgencia del envÌo y el precio eran sin duda los m·s importantes. Entre los clientes pertenecientes a la categorÌa de empresas, algunos habÌan normalizado los procedimientos con el fin de determinar los artÌculos que habÌa que enviar por correo exprÈs, mientras que otros dejaban dicha decisiÛn en manos de sus empleados. Tras haber tomado la decisiÛn de realizar el envÌo de un producto por correo r·pido, el cliente debÌa entonces elegir entre las diversas compaÒÌas de reparto a domicilio. Los factores fundamentales que determinaban la elecciÛn de un transportista eran los siguientes: precio relativo, fiabilidad, conocimiento de la marca, posibilidad de acceso al seguimiento del envÌo y a otras informaciones, servicio al cliente, comodidad de la entrega y la pura y simple costumbre. La ponderaciÛn dada a cada uno de esos factores variaba de un entorno a otro, al igual que diferÌan las personas que tomaban las decisiones y los procesos para tomarlas. Entre los clientes de la categorÌa de empresas con mayores vol˙menes, los directores responsables de los envÌos generalmente negociaban precios y servicios con los representantes de ventas de una o m·s compaÒÌas de entregas a domicilio. Era de lo m·s com˙n conseguir descuentos de hasta un 50 por ciento en los precios oficiales. En algunas empresas, todos los envÌos se realizaban a travÈs de una misma compaÒÌa de transportes. En otras, el personal del departamento de envÌos o la persona concreta que enviaba el producto elegÌa entre un grupo de transportistas. Las rebajas basadas en el volumen de productos enviados animaban a los clientes a trabajar con una sola compaÒÌa de transportes. A pesar de los descuentos por volumen, los grandes clientes no se caracterizaban precisamente por su fidelidad respecto a un transportista en particular. En opiniÛn de un analista del sector, ìLos clientes se olvidan de la fidelidad a la hora de firmar un nuevo contratoî6. Operaciones. Por regla general, las compaÒÌas de envÌos urgentes entregaban un n˙mero exorbitante de paquetes. En conjunto, las tres empresas principales del sector (Federal Express, UPS y Airborne Express) repartÌan m·s de cinco millones de paquetes diarios, de los cuales m·s del 98 por ciento llegaba a la hora prevista. Los activos fÌsicos, inform·ticos y humanos que estas empresas destinaban al logro de esa proeza variaban de una a otra, pero las infraestructuras y las actividades b·sicas eran muy similares. Todas las empresas mantenÌan un gran parque de camionetas y contaban con un gran n˙mero de conductores. Todas las tardes, los conductores de una ciudad salÌan de un almacÈn central y recogÌan los paquetes de los clientes regulares, de los clientes que habÌan llamado para solicitar una recogida, de los establecimientos abiertos al p˙blico provistos de personal de la compaÒÌa y de los de compaÒÌas asociadas, asÌ como de los buzones de recogida de paquetes. En el punto de recogida, el conductor utilizaba un ordenador port·til para escanear el cÛdigo de barras del paquete e introducir los datos correspondientes al mismo. A continuaciÛn, se trasmitÌan los datos a un ordenador central, que determinaba el recorrido del paquete. En cada uno de los puntos de transferencia siguientes, se escaneaba el cÛdigo de barras y se enviaba el mensaje al ordenador. De esa manera, la empresa podÌa realizar el seguimiento completo del itinerario del paquete. Los paquetes se llevaban en las camionetas al aeropuerto y allÌ se cargaban en contenedores. A continuaciÛn, Èstos se introducÌan en aviones de carga, que eran gestionados por la propia compaÒÌa. Los aviones despegaban durante toda la tarde y aterrizaban en aeropuertos centrales de distribuciÛn hacia las once de la noche, normalmente con intervalos de aterrizaje de unos noventa segundos entre vuelos. Las mayores compaÒÌas de transportes utilizaban muchos aeropuertos de distribuciÛn, pero cada una de ellas poseÌa un aeropuerto principal situado en el 3
705-S28
Airborne Express (A)
centro de Estados Unidos. Una vez que los aviones aterrizaban y aparcaban, el personal de tierra se ocupaba de descargar los contenedores. Por lo general, dicho personal, con la ayuda de equipos especiales, era capaz de descargar un aviÛn entero en veinte minutos. Entonces, un segundo grupo de empleados empezaba a hacer una revisiÛn al aviÛn y lo preparaba para un nuevo vuelo de salida. Los contenedores con la carga se transportaban en camiÛn hasta un hangar compuesto de un laberinto de cintas transportadoras, rampas, brazos de guÌa autom·tica y esc·neres de cÛdigos de barras. AllÌ, los paquetes se clasificaban de acuerdo con su destino final. Las compaÒÌas diferÌan en el grado de automatizaciÛn de su proceso de clasificaciÛn, pero todas ellas empleaban una nÛmina enorme de trabajadores bien despiertos para dirigir el proceso. Los empleados clasificaban los paquetes a un ritmo que podÌa llegar hasta los sesenta por minuto. Una vez clasificados, los paquetes se colocaban en nuevos contenedores y se cargaban en los aviones. Normalmente, las salidas de los aviones empezaban entre las tres y las cuatro de la maÒana, y despuÈs aterrizaban en los aeropuertos de destino hacia las seis de la maÒana. AllÌ, se descargaban los paquetes, se distribuÌan entre diversas camionetas y se entregaban a sus destinatarios finales. En lo que respecta a los paquetes de m·xima prioridad, las empresas prometÌan que su hora de entrega serÌa entre las ocho de la maÒana y el mediodÌa. Los paquetes menos prioritarios, especialmente aquÈllos cuya entrega estaba prevista para el segundo dÌa, seguÌan un camino ligeramente diferente. Lo m·s probable era que dichos paquetes viajasen en camiÛn, en lugar de en aviÛn como las entregas para el dÌa siguiente, y se clasificasen en centros de distribuciÛn durante la jornada de dÌa. Las instalaciones de los centros de distribuciÛn eran inmensas. El gran centro de distribuciÛn de Federal Express situado en Memphis, por ejemplo, tenÌa una superficie de unos 730.000 metros cuadrados de zonas de trabajo y contaba con puertas de acceso para 147 aviones. Funcionando a plena capacidad con m·s de 8.500 empleados, era capaz de clasificar 160.000 cajas y 325.000 documentos por hora7. Un nuevo centro de distribuciÛn de Federal Express situado cerca de Dallas, cuya apertura estaba prevista para 1997, contaba con una capacidad de clasificaciÛn de 100.000 artÌculos por hora, y la compaÒÌa habÌa informado que su costo era de unos 250 millones de dÛlares8. Un nuevo centro de distribuciÛn de UPS, con el que se pretendÌa clasificar 300.000 paquetes por hora, contaba con un presupuesto de construcciÛn de 860 millones de dÛlares9. Asimismo, las inversiones realizadas en flotas aÈreas y parques de vehÌculos eran impresionantes. Un nuevo aviÛn de carga Boeing 767, por ejemplo, costaba 90 millones de dÛlares10. Con el fin de dar soporte a la red fÌsica de distribuciÛn de cada una de las empresas, era necesario contar con una amplia infraestructura destinada a prestar servicios al cliente y a gestionar la informaciÛn. Los centros de atenciÛn al cliente de las compaÒÌas principales tramitaban cientos de miles de llamadas telefÛnicas diarias. Los representantes de servicios ayudaban a los clientes a programar una recogida, a realizar el seguimiento de los paquetes y a conseguir informaciÛn sobre los precios. La disponibilidad de avanzados sistemas inform·ticos permitÌa planificar las rutas Ûptimas para los envÌos, adem·s de facilitar la facturaciÛn y la localizaciÛn de los paquetes. Competencia. El mercado nacional de correo urgente de EE UU lo formaban tres grandes empresas (Federal Express, United Parcel Service [UPS] y Airborne Express) y otras seis compaÒÌas de segunda categorÌa (BAX Global, DHL Worldwide Express, Emery Worldwide, Roadway Package System (RPS), TNT Express Worldwide y la AdministraciÛn Nacional de Correos). Las tres primeras, descritas a continuaciÛn con detalle, daban servicio a m·s del 85 por ciento del mercado. 4
Airborne Express (A)
705-S28
La AdministraciÛn de Correos de Estados Unidos prestaba servicio a gran parte del resto del mercado. La comodidad y generalizaciÛn de las oficinas de la AdministraciÛn de Correos hacÌa que este servicio fuera el m·s utilizado por los clientes particulares. Sin embargo, la ley prohibÌa que la AdministraciÛn de Correos ofreciera descuentos por volumen a clientes de empresa. Adem·s, era incapaz de realizar un seguimiento eficiente de los envÌos, y los retrasos a la hora de entregar la correspondencia eran superiores a los de las empresas privadas. Los competidores se quejaban de que la AdministraciÛn de Correos mantuviera unos precios elevados para las cartas urgentes, campo en el que la ley le concedÌa el monopolio, y de que gracias a ello subvencionara a otros productos como el correo exprÈs, terreno en el que sÌ tenÌa rivales. DHL y TNT se dedicaban principalmente al mercado internacional. Aproximadamente el 80 por ciento de los envÌos de DHL atravesaban una frontera internacional, y la empresa era responsable de m·s del 40 por ciento de todos los envÌos urgentes transfronterizos11. Gracias a contar con aeropuertos centrales de distribuciÛn en ciudades como Nairobi y Bahrain, DHL ofrecÌa un servicio completo a zonas del mundo de difÌcil acceso. La entrega r·pida a esas zonas dependÌa a menudo de que los tr·mites aduaneros se realizaran de manera urgente, por lo que DHL dedicaba importantes recursos a conocer bien los procedimientos de las aduanas y a relacionarse directamente con los responsables oficiales de las mismas. Sin embargo, la empresa nunca habÌa dedicado demasiados recursos al aumento de sus instalaciones en Estados Unidos. Uno de los directivos de la compaÒÌa afirmaba lo siguiente, ìLa razÛn principal por la que DHL participa en el sector de envÌos nacionales en Estados Unidos es la de reducir los costos y mejorar la fiabilidad de nuestros envÌos internacionalesî12. Al igual que DHL, TNT tenÌa escaso negocio en Estados Unidos. Sus orÌgenes estaban en Australia y, adem·s, su empresa matriz era de nacionalidad holandesa, lo cual hacÌa que la mayor parte de las actividades de TNT se concentrase en Europa. BAX Global, anteriormente denominada Burlington Air Express, y Emery, previamente una agencia de transportes de mercancÌas, se dedicaban principalmente a los envÌos de cargamentos pesados. Ninguna de ellas tenÌa la consideraciÛn de ser competitiva en el envÌo de cartas urgentes. En su intento de introducirse en el mercado de envÌo de cartas y paquetes de pequeÒo volumen, Emery adquiriÛ la empresa Purolator Courier en el aÒo 1987. Algunos directivos de la compaÒÌa calificaron la compra de ìdesastrosaî. Emery sufriÛ grandes pÈrdidas hasta que se especializÛ en el transporte de cargamentos pesados de empresa a empresa. RPS, filial de Caliber Systems, no ofrecÌa servicios de entrega urgente. En lugar de eso, se dedicaba principalmente a entregas en el plazo de dos dÌas a travÈs de una red de transportes terrestres, que ofrecÌa sus servicios a clientes de empresa que buscaban precios econÛmicos. RPS era famosa por sus eficientes transportes terrestres y por sus avanzadas tecnologÌas de la informaciÛn. La competencia surgiÛ no sÛlo del propio sector, sino tambiÈn de la apariciÛn de productos alternativos. AsÌ, mientras el envÌo r·pido de una carta podÌa llegar a costar hasta quince dÛlares, el costo de los envÌos postales normales era tan sÛlo de treinta y dos centavos de dÛlar. El envÌo nacional por fax de un documento de cinco p·ginas costaba unos cincuenta centavos, mientras que el costo marginal del envÌo de documentos a travÈs del correo electrÛnico era pr·cticamente cero. Tanto el fax como el correo electrÛnico eran evidentemente mucho m·s r·pidos que el correo exprÈs. Las principales compaÒÌas transportistas competÌan en m˙ltiples frentes, copi·ndose unas a otras en cuanto a los precios, los productos y la atenciÛn al cliente. A principios de los pasados aÒos noventa, los analistas del sector presagiaron una ìguerra de paquetesî a muerte entre 5
705-S28
Airborne Express (A)
Federal Express y UPS. Ambas empresas no sÛlo se copiaban en cuanto a los precios ofrecidos, sino que tambiÈn imitaban las innovaciones que cada una lanzaba al mercado; asÌ, por ejemplo, las dos compaÒÌas lanzaron el servicio de entrega a primera hora de la maÒana del dÌa siguiente, el servicio de entrega en el mismo dÌa y la posibilidad de realizar el seguimiento de los envÌos a travÈs de Internet. La guerra fue amainando a medida que el sector se consolidaba y que la economÌa nacional se recuperaba poco a poco. A principios de 1997, Federal Express realizÛ una subida de precios, principalmente de los aplicados a los clientes de empresa de envÌos de grandes vol˙menes y de m·rgenes reducidos. VÈase en el Anexo 1 la evoluciÛn de los ingresos por envÌo.
Competidores principales Federal Express13 La empresa Federal Express (ìFedexî), con sede social en Memphis (Tennessee), controlaba alrededor del 45 por ciento del mercado nacional de correo exprÈs y era la sociedad lÌder (y cuestionada) del sector. Sus sobres de color blanco y morado eran algo familiar en pr·cticamente todas las oficinas estadounidenses, y en medios empresariales se utilizaba el verbo ìfedexarî cuando uno querÌa hablar de ìenvÌos urgentes de un dÌa para otroî (vÈanse los resultados financieros de la empresa en el Anexo 2). Historia. En la pr·ctica, Federal Express fue la inventora del sector de correo exprÈs. Antes de la constituciÛn de Federal, las entregas r·pidas de correo se transportaban fundamentalmente como mercancÌas en las bodegas de los aviones de pasajeros. Cientos de agencias de transporte aÈreo se dedicaban a recoger los cargamentos urgentes en las instalaciones de los clientes, los agrupaban y los enviaban a travÈs de lÌneas aÈreas de pasajeros, tras lo cual los entregaban a sus destinatarios finales. De manera regular, durante los pasados aÒos cincuenta, sesenta y setenta, los analistas del sector anunciaron grandes progresos en el transporte aÈreo, pero los envÌos de correo y de otros cargamentos por aire siguieron siendo un negocio relativamente pequeÒo y marginalmente rentable. De hecho, a principios de los aÒos setenta, las compaÒÌas aÈreas empezaron a reducir los servicios de aviones de carga14. Un experto del sector afirmaba entonces lo siguiente: Varios analistas del sector han tratado de identificar una causa ˙nica que haya provocado la detenciÛn del progreso en el sector de transporte aÈreo de mercancÌas. Sin embargo... este sector se caracteriza por su compleja configuraciÛn, definida tanto por las polÌticas especÌficas de fijaciÛn de precios como por las exigencias de los consignadores, los costos de la empresa de transporte, el diseÒo de las redes de rutas, los aviones, el desarrollo del soporte en tierra, las restricciones de los aeropuertos, las obligaciones regulatorias y muchas otras variables m·s15 All· por el aÒo 1965, un estudiante de la universidad de Yale habÌa previsto una configuraciÛn completamente distinta. En un trabajo de economÌa realizado al tÈrmino de un trimestre, Frederick Smith proponÌa la creaciÛn de una compaÒÌa aÈrea dedicada exclusivamente a la entrega urgente de correo. En el trabajo aseguraba que las compaÒÌas aÈreas creadas para transportar pasajeros se encontraban, por su propia naturaleza, bastante por debajo de los niveles m·ximos de calidad exigidos para transportar correo urgente. En aquellos aÒos, las lÌneas aÈreas se dedicaban a transportar pasajeros directamente desde un punto de origen a otro de destino. En absoluto trasladaban pasajeros (como hacen en la actualidad) a travÈs de ciudades que actuaban como puntos de enlace y distribuciÛn del tr·fico aÈreo. En opiniÛn de Frederick Smith, los envÌos 6
Airborne Express (A)
705-S28
de paquetes o correspondencia no se veÌan afectados por las distancias recorridas, al contrario de lo que ocurrÌa con los pasajeros. Siempre que el envÌo llegase correctamente y a tiempo, toda ruta era v·lida. Smith aseguraba que el encaminamiento de los envÌos a travÈs de aeropuertos que actuaban como centros de distribuciÛn de vuelos serÌa la mejor soluciÛn para el correo exprÈs. En su propuesta de compaÒÌa aÈrea dedicada solamente al transporte de correo urgente, los paquetes procedentes de todo el paÌs se recogerÌan en un ˙nico aeropuerto, donde se clasificarÌan y enviarÌan a sus destinos finales16. Dicho trabajo de fin de trimestre recibiÛ una calificaciÛn ìCî* por parte de la universidad. Frederick Smith no se sintiÛ desanimado por ello. Tras cumplir el servicio militar en la Marina en Vietnam, Smith empezÛ a trabajar en Federal Express en el aÒo 1971. AllÌ pasÛ dos aÒos (y gastÛ gran parte de la gran fortuna de su familia) dedicado a hacer realidad el deseo del mercado de contar con un servicio urgente de entrega de correo, a delimitar mejor el mercado objetivo con el fin de concentrarse en los envÌos pequeÒos que pr·cticamente eran ignorados por otras compaÒÌas de transporte aÈreo, a comprar toda una flota de aviones de empresa y modificarla para que pudiera transportar mercancÌas, a construir un centro de operaciones de distribuciÛn en el aeropuerto de Memphis en el Estado de Tennessee, a tratar de asegurar a los primeros clientes y a conseguir la aprobaciÛn del gobierno (una de las dificultades principales del sector de lÌneas aÈreas, uno de los m·s regulados de Estados Unidos)17. El 17 de abril de 1973, Federal Express puso en marcha sus servicios con el envÌo de 186 paquetes desde y hacia veinticinco ciudades18. En un principio, las operaciones de Federal Express se financiaban con poquÌsimo dinero (se cuentan historias como que los pilotos pagaban el combustible con sus propias tarjetas de crÈdito y que Fred Smith se fue una vez a los casinos de Las Vegas para ver si asÌ podÌa hacer frente al pago de la nÛmina de esa semana), pero poco a poco la compaÒÌa fue cogiendo altura a una velocidad vertiginosa. La empresa alcanzÛ la cifra de mil millones de dÛlares de ingresos en el aÒo 1983, con lo que se convirtiÛ en la primera de Estados Unidos en alcanzar esa cifra en el plazo de diez aÒos desde la fecha de su constituciÛn, sin hacer para ello ning˙n tipo de adquisiciÛn de otras empresas19. Operaciones. En el aÒo 1997, Federal Express se habÌa convertido en una gran empresa con unos ingresos de 11.500 millones de dÛlares anuales. Contaba con instalaciones propias en todo el planeta, con ocho centros de distribuciÛn en aeropuertos en Estados Unidos y otros cinco m·s en el extranjero. Todos los dÌas, ponÌa en pie a un ejÈrcito formado por 129.000 empleados, 38.000 vehÌculos de tierra y m·s de 600 aviones, dedicado a la entrega de 2,8 millones de paquetes y correspondencia. SÛlo en EE UU, sus mensajeros recorrÌan m·s de cuatro millones de kilÛmetros (cien veces la vuelta al mundo) diarios. Adem·s, la compaÒÌa contaba con unos 1.400 establecimientos de atenciÛn directa al p˙blico y con 32.000 buzones para depositar los envÌos postales. Por otro lado, Fedex empezÛ a firmar alianzas con establecimientos minoristas cuyas tiendas actuaban como ìcentros de envÌo autorizadosî. En el Anexo 3 se incluye un c·lculo de los costos incurridos por Federal Express en la entrega de una carta urgente promedio en Estados Unidos. TecnologÌa. Federal Express se creÛ justo en el momento en que los ordenadores empezaban a utilizarse de manera generalizada en las empresas, y la propia compaÒÌa se enorgullecÌa de contar con las tecnologÌas m·s avanzadas en el campo de la inform·tica y la logÌstica. Su sistema inform·tico central, denominado COSMOS, se encargaba de coordinar los vehÌculos, el personal, * Nota del traductor: Las calificaciones se realizan en una escala que va de A a F en orden decreciente 7
705-S28
Airborne Express (A)
los paquetes y correspondencia, las rutas y la informaciÛn meteorolÛgica. Las personas encargadas de gestionar los repartos utilizaban potentes equipos de rastreo, esc·neres port·tiles de cÛdigos de barras y pequeÒos ordenadores, con el fin de introducir los datos acerca de cada uno de los envÌos que tramitaban. HabÌa adem·s un sistema de distribuciÛn con asistencia digital (DADS, seg˙n sus siglas en inglÈs) que conectaba el ordenador central con todo el personal de recogida de los envÌos. El sistema DADS dirigÌa a los mensajeros a los lugares de recogida de correspondencia y cargaba la informaciÛn procedente de los equipos de rastreo en el sistema COSMOS. Las estaciones de trabajo de los centros de atenciÛn al cliente, tambiÈn conectadas a COSMOS, ayudaban a los representantes de servicios a tramitar las solicitudes hechas por los clientes. La empresa decÌa que su sistema de comando y control, que se encargaba de supervisar todas las operaciones de vuelo, era ìel mayor proyecto UNIX del mundo de car·cter usuario/servidor y orientado a objetosî20. Sus centros de distribuciÛn en aeropuertos eran de los m·s automatizados del sector. Con el fin de complementar todos esos sistemas internos, Federal intentÛ conectar tecnologÌas equivalentes en las instalaciones de sus principales clientes. AsÌ, la compaÒÌa entregÛ a los clientes, sin costo alguno por su parte, terminales inform·ticos de la marca Powership y programas inform·ticos de envÌos que les permitÌan preparar la documentaciÛn correspondiente a los envÌos, agilizar la facturaciÛn y realizar el seguimiento de sus envÌos. En el aÒo 1997, seiscientos mil clientes contaban ya con sistemas Powership, y el n˙mero de usuarios de estaciones Powership o de software de envÌos representaba el 60% del total de clientes de Federal Express. La p·gina de Internet de Federal (http://www.fedex.com) era considerada por los especialistas inform·ticos como un sitio Web ˙nico que permitÌa a los usuarios hacer cosas pr·cticas; asÌ, por ejemplo, los clientes podÌan realizar el seguimiento de un envÌo, programar una recogida, preparar la documentaciÛn correspondiente o imprimir la etiqueta de cÛdigo de barras para un paquete. En tÈrminos generales, Federal Express era considerada una empresa que dedicaba grandes recursos a la mejora de la calidad. En el aÒo 1990, se convirtiÛ en la primera compaÒÌa de servicios que recibÌa el Premio Nacional de Calidad Malcolm Baldrige. La evaluaciÛn de la calidad del servicio se realizaba de manera regular y de muy diversas formas. La empresa hacÌa un seguimiento del resultado de los envÌos a travÈs de la concesiÛn de una puntuaciÛn que iba de 0 a 10 en funciÛn de los tipos de fallos (por ejemplo, un punto para un retraso en la entrega dentro del mismo dÌa previsto, diez puntos para un paquete perdido) y controlaba los puntos de penalizaciÛn de manera diaria, semanal y mensual. De forma an·loga, la empresa evaluaba la satisfacciÛn de los clientes a travÈs de llamadas telefÛnicas. Cuarenta y ocho veces todos los dÌas, la compaÒÌa comprobaba los resultados de los centros de llamadas de atenciÛn al cliente, esto es, el tiempo medio de respuesta, el n˙mero de llamadas en espera, el n˙mero de llamadas transferidas, etc. Por otro lado, Federal Express realizaba tambiÈn encuestas entre los clientes todos los trimestres. El objetivo de servicio siempre perseguido por la compaÒÌa era lograr una satisfacciÛn del cliente del cien por ciento. Con el fin de lograr ese grado Ûptimo de satisfacciÛn, Federal contaba con equipos de trabajo sobre la calidad formados por un n˙mero que iba de cuatro a diez empleados, dedicados a resolver los obst·culos concretos que impidieran alcanzar ese objetivo. Mercadeo y ventas. La puesta en marcha de agresivas campaÒas de mercadeo habÌa sido uno de los sellos distintivos de la empresa desde los aÒos setenta. Sus lemas publicitarios difundidos por todo el paÌs (ìCuando es necesario que llegue, sin discusiÛn alguna, al dÌa siguienteî y, m·s recientemente, ìEl mundo sin retrasosî) eran enormemente populares. En el aÒo 1996, el gasto en publicidad de la compaÒÌa superÛ los 138 millones de dÛlares. Adem·s de la 8
Airborne Express (A)
705-S28
publicidad, Federal Express movilizaba a m·s de 1.100 representantes de ventas con el fin de promocionar sus productos entre los grandes clientes de empresa. Federal respaldaba sus actividades de mercadeo con la garantÌa de devoluciÛn del dinero en caso de no entrega puntual. Recursos humanos y cultura empresarial. Fred Smith, todavÌa firmemente al mando de Federal Express en el aÒo 1997, repetÌa muy a menudo el lema de la empresa: ìPersonas, Servicio, Beneficio... Cuando se coloca a las personas en el primer lugar, ellos ofrecer·n el mejor servicio posible, y los beneficios vendr·n inmediatamenteî21. Como respaldo de esa filosofÌa, la empresa contaba con numerosas polÌticas especÌficas en el ·rea de recursos humanos. Siempre que era posible, Federal Express promocionaba a las personas de la propia nÛmina. PoseÌa un programa inform·tico interno que le permitÌa asignar empleados a los puestos de trabajo vacantes o reciÈn creados. Asimismo, la empresa defendÌa una polÌtica para evitar los despidos; para que ello fuera posible, Federal brindaba formaciÛn a los empleados en m˙ltiples campos y mantenÌa una elevada nÛmina a tiempo parcial. La compaÒÌa destinaba millones de dÛlares a amplios programas de formaciÛn. El personal dedicado al servicio de atenciÛn al cliente, por ejemplo, recibÌa un curso de seis semanas antes de responder a las llamadas telefÛnicas de servicio, se le impartÌan varias horas de formaciÛn de seguimiento todos los meses y realizaba dos pruebas inform·ticas al aÒo. La empresa sometÌa a pruebas a travÈs del ordenador tanto a los directivos como a los trabajadores por horas, y organizaba cursos de recuperaciÛn para aquellos empleados que no las habÌan superado. Muchos de los programas de formaciÛn estaban dedicados Ìntegramente a la mejora de la calidad. A los empleados se les concedÌa un amplio margen de libertad para que tomasen sus propias decisiones. Los empleados del centro de facturaciÛn, por ejemplo, tenÌan capacidad para ofrecer reembolsos de hasta dos mil dÛlares sin necesidad de autorizaciÛn de la empresa. La alta direcciÛn de Federal confiaba en que sus empleados fueran capaces de asumir riesgos y solucionar los problemas a su propia manera. Se contaban entonces muchas historias acerca de la capacidad de asunciÛn de riesgos y de soluciÛn de problemas de los empleados. AsÌ, se decÌa que un mensajero, despuÈs de haber perdido la llave de un buzÛn de la empresa, subiÛ el buzÛn entero a su camioneta y lo llevÛ al centro de clasificaciÛn de la ciudad, donde pudo ser abierto22. Federal Express daba mucha importancia a la comunicaciÛn dentro de la empresa. ExistÌa un departamento de Comunicaciones para los Empleados en el que trabajaban cincuenta personas y que gastaba alrededor de setenta dÛlares al aÒo por empleado en la ediciÛn de cientos de publicaciones impresas y de programas audiovisuales. HabÌa tambiÈn un sistema interno de televisiÛn por circuito cerrado, denominado FXTV, por el que se retransmitÌan diariamente las noticias m·s importantes relacionadas con la compaÒÌa (volumen de envÌos, evaluaciÛn de la eficacia de los servicios, precio de las acciones, etc.), las condiciones meteorolÛgicas en todo el paÌs, informaciÛn acerca de las empresas competidoras y muchas otras cosas m·s. Alguna que otra vez, la alta direcciÛn presentaba programas de entrevistas con participaciÛn del p˙blico a travÈs del telÈfono en el sistema FXTV. Todos los directivos, hasta llegar a Fred Smith, recibÌan gratificaciones en funciÛn del cumplimiento de una serie de objetivos previamente fijados. La satisfacciÛn de los empleados, medida a travÈs de una encuesta anual, desempeÒaba un papel fundamental a la hora de fijar la retribuciÛn de los directivos. El personal que trabajaba por horas y que cumplÌa los objetivos que se le habÌan fijado tenÌa tambiÈn derecho a recibir gratificaciones; la puntuaciÛn conseguida en las pruebas antes mencionadas tambiÈn influÌa en dichos incentivos. Los programas de remuneraciÛn de los empleados solÌan hacer hincapiÈ en objetivos cuantificables asociados a la 9
705-S28
Airborne Express (A)
satisfacciÛn de los clientes. A todos los empleados que trabajaban m·s de mil horas al aÒo y que no estaban afiliados a un sindicato se les aplicaba autom·ticamente un programa de participaciÛn en los beneficios de la empresa. En Federal Express, sÛlo el personal de vuelo estaba afiliado sindicalmente. Los programas de gratificaciones eran un complemento del sistema oficial de remuneraciones. Los directivos locales gozaban de libertad para conceder el premio denominado Bravo Zulu (que en el lenguaje de la Marina significa ìbien hechoî) a cualquier empleado que hubiera superado con creces los objetivos marcados. Los premios otorgados eran pequeÒos, pero eran r·pidos y se daban a conocer a todo el mundo. Al finalizar la huelga de UPS del aÒo 1997, Federal Express distribuyÛ gratificaciones ˙nicas por un importe total de veinte millones de dÛlares con el fin de agradecer a los empleados el esfuerzo extraordinario que habÌan hecho durante la huelga. Operaciones internacionales. En el aÒo 1985, Federal Express empezÛ a hacer realidad la idea de Fred Smith de reparto de correo urgente por todo el mundo. Sin embargo, la necesidad de crear una red mundial integrada demostrÛ ser algo prohibitivo a causa de su costo. DespuÈs de que las pÈrdidas operativas en el extranjero alcanzasen la cifra de 600 millones de dÛlares en 1992 (vÈase el Anexo 4), la compaÒÌa redujo sus ambiciones en ese campo de manera m·s que notable. AsÌ, empezÛ a concentrarse principalmente en realizar entregas desde Estados Unidos a otros paÌses, y a la inversa, y a colaborar con empresas asociadas para la distribuciÛn de los envÌos en muchos lugares. En el aÒo 1997, no obstante, la compaÒÌa parecÌa dispuesta a relanzar su expansiÛn internacional. Se creÛ entonces una nueva filial dedicada a los envÌos dentro del continente asi·tico, y el director general de Finanzas Alan Graf afirmaba que los beneficios internacionales superarÌan a los nacionales en el plazo de cinco aÒos23. Federal Express aseguraba entonces que su red internacional, incluidas las compaÒÌas asociadas a ella, abarcaba a doscientos once paÌses que representaban el 99 por ciento del PIB mundial.
United Parcel Service24 UPS tenÌa su domicilio social en Atlanta (Georgia) y era la mayor empresa de entrega de correspondencia del mundo. Su volumen diario de paquetes repartidos (12 millones) superaba con mucho al de Federal Express (2,8 millones), pero la mayor parte de esa cantidad no correspondÌa a correo urgente y se repartÌa a travÈs de la red terrestre tradicional de UPS. En el mercado nacional de entregas r·pidas, UPS contaba sÛlo con una cuota del 25 por ciento y ocupaba el segundo lugar tras Federal Express (vÈanse en el Anexo 5 los resultados financieros de la empresa). Historia. Si Federal Express era la compaÒÌa de color morado y naranja de los aÒos setenta, United Parcel Service fue la empresa de color marrÛn tipo vagÛn de ferrocarril pullman de una AmÈrica m·s antigua y humilde. Constituida en Seattle en el aÒo 1907 como un servicio de mensajerÌa, UPS pronto logrÛ situarse como la principal agencia repartidora de los grandes almacenes del paÌs. En 1922, en el sur de California, UPS puso en marcha un servicio experimental de ìcompaÒÌa general de transportesî con el fin de dedicarse al reparto de paquetes en general, no sÛlo de pedidos de grandes almacenes, a travÈs de camiones. A medida que la propiedad privada de automÛviles se convertÌa en la regla general del paÌs y que los grandes almacenes se desplazaban a las afueras de las grandes ciudades durante los pasados aÒos cincuenta, UPS se vio obligada a reorganizar completamente sus actividades en torno a aquel primer servicio experimental. Con el
10
Airborne Express (A)
705-S28
propÛsito de consolidarse como compaÒÌa general de transporte de paquetes, tuvo que hacer frente a m˙ltiples batallas legales y regulatorias para poder conseguir el derecho a realizar repartos dentro de los Estados del paÌs y entre Èstos. No fue hasta el aÒo 1980 en que UPS consiguiÛ alcanzar su objetivo de tener una cobertura de servicios completamente nacional. Desde la compra en 1913 de su primer vehÌculo, el modelo Ford T, UPS realizÛ el reparto de la mayor parte de sus paquetes por vÌa terrestre. Cabe seÒalar como anÈcdota que los vehÌculos iban pintados de color marrÛn con el fin de ocultar la suciedad de las carreteras, a menudo sin asfaltar. En 1929, un grupo de bancos de inversiÛn decidiÛ crear una compaÒÌa aÈrea para envÌos urgentes y pidiÛ a UPS que suministrase los correspondientes servicios terrestres como complemento del servicio general. UPS permitiÛ entonces que los bancos participaran y adquirieran el control de la compaÒÌa. La Gran DepresiÛn estadounidense acabÛ con el sueÒo de la joven empresa de servicios aÈreos, pero dejÛ a UPS en manos de los bancos. Los fundadores y directivos de la empresa se defendieron como pudieron de los bancos, y finalmente consiguieron, cuatro aÒos despuÈs, adquirir nuevamente a la compaÒÌa. Seg˙n las propias palabras de uno de los fundadores de UPS: Cuatro aÒos terribles despuÈs de nuestro primer enredo con aquellas participaciones financieras externas y en el punto m·s bajo de la gran depresiÛn estadounidense... conseguimos recuperar por nosotros mismos la propiedad total de todas las acciones de nuestra empresa... asÌ, en aquellos cuatro aÒos, aprendimos bien una lecciÛn que jam·s olvidaremos25. A partir de 1953, UPS empezÛ a ofrecer servicios de entrega en el plazo de dos dÌas por transporte aÈreo entre las principales ciudades de Estados Unidos. Dicho servicio aÈreo complementaba la red terrestre de UPS gracias a los servicios de transporte de carga de las grandes lÌneas aÈreas del paÌs. Pero no fue hasta el aÒo 1981 en que UPS se decidiÛ a comprar su primer aviÛn; y, en 1987, la compaÒÌa tomÛ control directo de todas las operaciones aÈreas. Durante la mayor parte de su historia, UPS considerÛ a la AdministraciÛn de Correos estadounidense su rival principal. Al estar los precios de sus servicios sujetos a un riguroso control por parte del gobierno, UPS buscÛ sin cesar la manera de reducir los costos. Los fundadores de la empresa se sentÌan admirados de los principios cientÌficos de gestiÛn de Frederick Taylor, por lo que contrataron a los discÌpulos de Taylor con el fin de que aplicasen dichas ideas a UPS26. Los estudios de productividad consiguieron determinar las pr·cticas m·s eficientes a seguir por los conductores de vehÌculos. AsÌ, por ejemplo, se ordenÛ a los conductores/repartidores que anduviesen de manera r·pida y enÈrgica, que llamasen a la puerta y que tambiÈn tocasen el timbre siempre que fueran a hacer una entrega, asÌ como que tuviesen las llaves listas cuando volvieran caminando hacia el camiÛn. El resultado de esos procesos fue la consecuciÛn de un costo extraordinariamente reducido por unidad entregada. Al igual que la AdministraciÛn de Correos, UPS siempre habÌa cobrado un precio ˙nico a todos sus clientes. Tal como afirmaba un antiguo director general de la empresa, ìNos hemos sentido siempre muy orgullosos de poder decir que nuestras abuelas pagaron los mismos precios que General Motorsî27. Con el fin de reducir a˙n m·s los costos, UPS recogÌa los paquetes a su propia conveniencia, no en funciÛn de las necesidades o los gustos de los clientes. Como no vio ninguna razÛn para dedicar dinero a la recogida de informaciÛn, no podÌa realizar un seguimiento f·cil de los envÌos. El Èxito de Federal Express en el servicio aÈreo de correo urgente y, sobre todo, el Èxito de RPS en el servicio terrestre, hicieron despertar de su letargo a UPS a finales de los pasados aÒos 11
705-S28
Airborne Express (A)
ochenta y principios de los noventa. Con el fin de igualar a sus competidores, UPS se reorganizÛ y centrÛ sus actividades en torno a los servicios de atenciÛn al cliente e invirtiÛ miles de millones de dÛlares en la compra de aviones, en infraestructuras de clasificaciÛn de repartos y en nuevas tecnologÌas. Por lo que dice todo el mundo, el cambio fue traum·tico para una empresa que se sentÌa muy orgullosa de su tradiciÛn y legado. AsÌ, incluso la propuesta de pintar globos en sus camiones encontrÛ una fuerte oposiciÛn entre los directivos m·s tradicionales28. A pesar de todo, durante los aÒos noventa, UPS fue aclamada por la prensa econÛmica como empresa ˙nica en su clase, esto es, una gran empresa que habÌa conseguido modificar totalmente su rumbo y con Èxito29. Operaciones. En el aÒo 1996, UPS contaba con una nÛmina de 336.000 empleados, con un parque de 160.000 camiones y con unos 500 aviones que le permitÌan entregar doce millones de paquetes diarios y que generaban ingresos anuales superiores a los 22.000 millones de dÛlares. A diario, la empresa repartÌa alrededor de 1,6 millones de paquetes de entrega urgente. Sus operaciones aÈreas se concentraban en un aeropuerto central de distribuciÛn situado en Louisville (Kentucky), que se complementaba con otros cinco aeropuertos de distribuciÛn repartidos por todo el paÌs. Al no cotizar en Bolsa y ser una sociedad poco comunicativa (vÈase m·s adelante), UPS hacÌa p˙blicos muy pocos detalles de sus operaciones. Si se tiene en cuenta sÛlo la enorme inversiÛn realizada en nuevas instalaciones durante finales de los aÒos ochenta y los noventa, la mayorÌa de los analistas del sector podÌa imaginar que los centros de clasificaciÛn y distribuciÛn de UPS estaban muy automatizados y hacÌan uso de las ˙ltimas tecnologÌas. Las actividades aÈreas compartÌan algunas de las instalaciones que UPS utilizaba en la red de transporte terrestre tradicional. Adem·s, y lo que es m·s importante, un ˙nico parque de camiones se encargaba de realizar las recogidas y entregas de todos los envÌos de UPS. Como consecuencia de ello, los conductores de UPS llegaban a recoger por parada un n˙mero de paquetes hasta tres veces superior al de los de Federal Express. TecnologÌa. UPS se esforzÛ al m·ximo para igualar la capacidad de tecnologÌas de la informaciÛn de Federal Express, invirtiendo 3.000 millones de dÛlares en tecnologÌas de ˙ltima generaciÛn entre 1990 y 199530. La nÛmina dedicada a actividades tÈcnicas, inform·ticas y de investigaciÛn y desarrollo se habÌa incrementado de 95 empleados en el aÒo 1984 a m·s de 4.00031. En 1997, la empresa habÌa superado ya la mayor parte de la brecha tecnolÛgica sufrida. AsÌ, por ejemplo, ya era capaz de realizar un seguimiento eficiente de los paquetes, dar un justificante de entrega de manera electrÛnica y, con seguridad, otorgar una garantÌa de devoluciÛn del dinero en caso de no realizar la entrega a tiempo. Su p·gina Internet (http://www.ups.com) ofrecÌa servicios muy similares a los prestados por Federal Express, de manera que sus clientes podÌan utilizar dicho sitio Web para realizar el seguimiento de un envÌo, programar una recogida, preparar la documentaciÛn de las entregas, comprobar los precios y hacer muchas cosas m·s. En un centro de m·s de catorce hect·reas, situado en Nueva Jersey, la compaÒÌa realizaba las operaciones de su ordenador central, y adem·s contaba con otro emplazamiento en Georgia donde se realizaban las copias de seguridad en caso de que se produjeran desastres o averÌas en las instalaciones de Nueva Jersey. Mercadeo y ventas. Antes de los aÒos ochenta, UPS no contaba con un departamento de mercadeo y hacÌa muy poca o casi ninguna publicidad. Sin embargo, en el aÒo 1996, la prensa hablaba de campaÒas de publicidad por valor de 80 a 100 millones de dÛlares32. Una agencia dedicada a realizar el seguimiento de los principales anunciantes nacionales descubriÛ que UPS gastÛ casi un ochenta por ciento m·s en publicidad en los medios de comunicaciÛn que Federal
12
Airborne Express (A)
705-S28
Express durante el aÒo 199633. La empresa contaba con unos 2.700 directivos responsables de las cuentas de los clientes m·s importantes. Recursos humanos y cultura empresarial. UPS se enorgullecÌa de ìser propiedad de sus directivos y estar gestionada por sus propietariosî. Las acciones de la sociedad no se cotizaban en las bolsas de valores, sino que se emitÌan y transmitÌan a los directivos de la empresa, quienes podÌan mantenerlas, venderlas a la compaÒÌa o a otros directivos, o bien transmitirlas a sus herederos. La empresa tenÌa su propio mercado de compra y venta de las acciones, fijando el precio al que estaba dispuesta a comprar un n˙mero determinado de acciones. A la hora de establecer el precio de las acciones, el Consejo de AdministraciÛn tenÌa en cuenta las perspectivas a largo plazo de la sociedad. AsÌ, ignoraba por completo todo aquello que consideraba oscilaciones a corto plazo en las valoraciones de compaÒÌas equivalentes34. Con anterioridad a la huelga vivida en el aÒo 1997, el precio de las acciones de UPS no habÌa caÌdo nunca. Su valor subiÛ de manera especialmente r·pida desde el mes de enero de 1995 (momento en que su precio era de 23,5 dÛlares) hasta agosto de 1997, cuando alcanzÛ un m·ximo de 30,5 dÛlares. Todos los aÒos, UPS dedicaba hasta el quince por ciento de sus beneficios antes de impuestos a la compra de acciones de la compaÒÌa. A continuaciÛn, se distribuÌan dichas acciones entre los directivos, desde la categorÌa de supervisores de entrada hasta la de director general. Como consecuencia de ello, y seg˙n afirmaba un antiguo director general, ìContamos con [miles de] directivos propietarios que tienen pr·cticamente cada centavo que poseen invertido en las acciones de esta compaÒÌaî. En el aÒo 1995 se creÛ un programa destinado a que los empleados no pertenecientes a la direcciÛn de la empresa pudieran tambiÈn comprar acciones. A finales de 1996, 27.000 directivos activos poseÌan aproximadamente el 32 por ciento de todas las acciones y 60.000 empleados de las categorÌas inferiores poseÌan el 2,7 por ciento de las mismas. Los directivos jubilados, sus herederos, asÌ como diversos fondos de inversiÛn eran los propietarios del resto del capital social. UPS confiaba en que sus directivos considerasen sus puestos de trabajo como compromisos para toda la vida. Pr·cticamente todos los miembros del Ûrgano supremo de direcciÛn, el ComitÈ Ejecutivo, empezaron sus carreras profesionales en UPS como empleados por horas o supervisores directos. La mayorÌa de ellos empezÛ a trabajar en UPS como conductor35. El Reglamento Interno de UPS se comprometÌa explÌcitamente a nombrar a los directivos a partir de personal de la propia empresa, siempre que ello fuera posible. El Reglamento Interno era una especie de Biblia para UPS. Un antiguo director general (que se incorporÛ a UPS como empleado administrativo en el aÒo 1925) seÒalaba que ìexcepto por los cambios editoriales hechos para adaptar el lenguaje a nuestros dÌas, en la actualidad, nuestro Reglamento Interno sigue siendo b·sicamente el mismo que tuvimos en el origen, que en el aÒo 1929 se distribuyÛ a sÛlo catorce directivos de la compaÒÌaî36. El Reglamento Interno tambiÈn hacÌa especial hincapiÈ en la direcciÛn de la empresa por consenso. ìA pesar de que estamos organizados como una sociedad mercantil, ... tomamos las decisiones de direcciÛn como si fuÈramos sociosî. Por otra parte, el reglamento daba gran importancia a una Ètica basada en la humildad. Un visitante a la sede social de la empresa decÌa de ello lo siguiente: Los edificios eran sobrios, actuales y sencillos... Las mesas y las sillas de las oficinas eran funcionales. Las paredes, si no habÌan sido eliminadas, mostraban im·genes sencillas 13
705-S28
Airborne Express (A)
similares a las creadas por el dibujante Norman Rockwell, con vehÌculos de transporte de UPS dando servicio a pequeÒos pueblos del paÌs. Las alfombras, allÌ donde existÌan, eran delgadas y se habÌan puesto para dar una mayor sensaciÛn de limpieza, nunca de comodidad. Los despachos eran todos de tamaÒos similares. Los puestos para estacionar los vehÌculos de los empleaos estaban disponibles por orden de llegada. El propio estacionamiento estaba lleno de automÛviles de tamaÒo medio, nada extravagantes. Las personas que conducÌan automÛviles deportivos llamativos sufrÌan las crÌticas de sus compaÒeros37. Tradicionalmente, los directores administrativos limpiaban sus mesas de despacho al tÈrmino de cada jornada laboral, y estaba prohibido comer y beber en los terminales inform·ticos. Ese estilo de trabajo enormemente disciplinado se extendÌa tambiÈn al personal tÈcnico de la empresa. Los ingenieros industriales se dedicaban a perfeccionar continuamente los mÈtodos de trabajo de los conductores y los responsables de la clasificaciÛn y, de vez en cuando, los directivos se trasladaban junto a los conductores para anotar sus movimientos y comprobar su eficiencia38. Desde siempre, los altos sueldos pagados a los empleados habÌan hecho que las relaciones entre los trabajadores y la direcciÛn fueran buenas. En el aÒo 1997, los conductores a tiempo completo de UPS se encontraban entre los mejores pagados del paÌs, ganando unos veinte dÛlares por hora m·s las gratificaciones39. El sindicato denominado ìHermandad Internacional de Camionerosî, que representaba a 190.000 empleados de UPS, habÌa desempeÒado un papel decisivo a la hora de fijar esos sueldos tan altos. Por el contrario, los conductores no sindicados de Federal Express ganaban sÛlo de 10 a 17 dÛlares por hora. Durante los ˙ltimos aÒos de la dÈcada de los ochenta y los primeros de los noventa, dicha hermandad centrÛ sus demandas en el aumento de los sueldos de los empleados de UPS con dedicaciÛn exclusiva, que solÌan ser los m·s comprometidos con el sindicato. La diferencia existente entre los sueldos pagados al personal a tiempo completo y al que trabajaba a tiempo parcial era cada vez mayor, por lo que la empresa preferÌa contratar cada vez m·s mano de obra a tiempo parcial. Como el correo urgente se clasificaba en turnos r·pidos y de mucho trabajo, los empleados a tiempo parcial eran especialmente importantes para los servicios exprÈs. De los 5.200 trabajadores del aeropuerto central de distribuciÛn de Louisville en 1997, 4.900 lo eran a tiempo parcial. De Èstos, los que se dedicaban a las tareas de clasificaciÛn empezaban ganando ocho dÛlares por hora. Tan sÛlo de diez a veinte trabajadores a tiempo parcial de ese aeropuerto conseguÌan pasar a ser empleados a tiempo completo cada aÒo. Las tensiones entre la direcciÛn de UPS y los sindicatos llegaron a su punto m·s ·lgido en el mes de agosto de 1997, cuando UPS sufriÛ la primera huelga nacional de su historia. El paro de diecisÈis dÌas hizo paralizarse a la compaÒÌa y provocÛ un trastorno importante a toda la economÌa del paÌs. Los clientes lucharon por conseguir enviar doce millones de paquetes diarios a travÈs de otros medios, por lo cual las compaÒÌas competidoras de UPS tuvieron que trabajar al lÌmite de sus posibilidades. El convenio sindical logrado como resultado de la huelga fue considerado como una victoria para los sindicatos. UPS acordÛ crear diez mil nuevos puestos de trabajo a tiempo completo durante los cinco aÒos de duraciÛn del convenio. A los sueldos de los empleados a tiempo parcial con m·s antig¸edad en la empresa se les fijÛ un incremento del 35 por ciento distribuido en cinco aÒos, y a los sueldos de los empleados a tiempo completo se les acordÛ una subida del 15 por ciento. Asimismo, UPS habÌa querido suprimir un plan de pensiones m˙ltiple de varias empresas
14
Airborne Express (A)
705-S28
y crear su propio programa independiente. Sin embargo, el convenio colectivo firmado impidiÛ realizar dicho cambio40. La huelga costÛ directamente a UPS 700 millones de dÛlares en ingresos perdidos, y empaÒÛ la fama de la empresa de ofrecer un servicio de entregas absolutamente fiable. DespuÈs de la huelga, el volumen de envÌos bajÛ un cinco por ciento respecto a lo que se consideraba normal41. El 20 de agosto de 1997, el Consejo de AdministraciÛn redujo el precio de las acciones que Èl mismo fijaba, por primera vez en la historia de la empresa, en cincuenta centavos hasta llegar a cotizar a 30 dÛlares. Operaciones internacionales. Al igual que Federal Express, UPS habÌa invertido mucho dinero en crear una red de distribuciÛn mundial. Los activos en el extranjero de la empresa estaban valorados en casi 2.000 millones de dÛlares y daban servicio a m·s de doscientos paÌses. Las pÈrdidas operativas correspondientes seguÌan siendo de cientos de millones de dÛlares, pero la empresa parecÌa continuar estando dispuesta a invertir m·s dinero en esas actividades.
Airborne Express Airborne Express tenÌa su sede social en Seattle (Washington) y muy a menudo era la compaÒÌa ìolvidadaî del negocio de correo urgente42. Mientras que Federal Express estaba siempre en los titulares de la prensa y lo mismo ocurrÌa, a su pesar, con UPS, Airborne rara vez atraÌa las noticias del sector. Sin embargo, durante los ˙ltimos cinco aÒos, habÌa crecido mucho m·s deprisa que cualquiera de sus dos rivales, mucho m·s grandes y conocidos (vÈanse los datos correspondientes en el Anexo 6). En el aÒo 1997, Airborne contaba con alrededor del 16 por ciento de la cuota de mercado nacional de correo urgente. Historia. La empresa provenÌa de dos compaÒÌas especializadas en transporte aÈreo de mercancÌas. En el aÒo 1946 se constituyÛ la AsociaciÛn de Transporte AÈreo de Flores de California con el objeto de transportar flores frescas procedentes de Hawai al continente estadounidense. La otra sociedad era Pacific Air Freight, fundada en 1949 y dedicada al reparto de productos perecederos con origen y destino en Alaska. Ambas compaÒÌas se diversificaron con el fin de convertirse en agencias de transporte aÈreo general de mercancÌas y finalmente se fusionaron en el aÒo 1968 para crear la nueva sociedad Airborne Freight Corporation. De los cientos de agencias de transporte que existÌan antes de la constituciÛn de Federal Express y del puÒado que entrÛ en el mercado de correo urgente tras el Èxito de Federal, Airborne fue sin duda la que m·s Èxito consiguiÛ de todas. Con anterioridad, el objetivo de Airborne habÌa sido captar aquellos clientes de empresa que, de manera regular, enviaban grandes vol˙menes de artÌculos urgentes, especialmente a otros emplazamientos comerciales. Uno de sus clientes m·s caracterÌsticos era Xerox, que debÌa enviar componentes de sus productos de manera diaria desde sus almacenes centrales a los tÈcnicos de reparaciones que se encontraban dispersos por todo Estados Unidos. Deliberadamente, Airborne dejaba pasar por alto las entregas a particulares y a consignadores poco regulares. En el aÒo 1995, por ejemplo, la compaÒÌa decidiÛ dejar de dar servicio a las empresas de venta por correspondencia con necesidades estacionales de entrega demasiado extremas43. Ray Berry, vicepresidente del ·rea de AdministraciÛn de Servicios de Campo, destacaba asÌ la importancia de concentrarse en clientes de empresa especÌficos: Es muy ventajoso que seamos selectivos a la hora de elegir a los clientes a los que damos servicio y respecto a los servicios que ofrecemos. Las necesidades de los clientes que 15
705-S28
Airborne Express (A)
nos dedicamos a satisfacer son aquÈllas en las que nos mostramos m·s eficaces. Si, por ejemplo, tenemos grandes clientes que atienden a sus pedidos por correo y que sÛlo sirven a particulares, entonces no somos capaces de darles un servicio tan bueno como el que prestamos a IMB o a Xerox. Ya que no podemos dar todo tipo de servicios a todo tipo de clientes, preferimos elegir la categorÌa de clientes a los que mejor podamos atender44. Operaciones. Airborne Express contaba con una nÛmina de 12.700 empleados a tiempo completo y 8.000 a tiempo parcial, con un parque de 13.300 camionetas y una flota de 175 aviones, con los cuales repartÌa alrededor de 900.000 paquetes y documentos diariamente. Al contrario de Federal Express y UPS, Airborne era propietaria del aeropuerto que utilizaba como su principal centro de distribuciÛn y reparto. La compaÒÌa habÌa comprado esa instalaciÛn (una base aÈrea abandonada del EjÈrcito situada en Wilmington, en el Estado de Ohio) por el precio de 875.000 dÛlares en el aÒo 1980. Como consecuencia de ello, no se veÌa obligada a pagar derechos de aterrizaje, ni tenÌa que enfrentarse a obst·culos por la adaptaciÛn de las instalaciones a sus necesidades. Por otro lado, se veÌa obligada a realizar las labores de mantenimiento del aeropuerto por sÌ misma y no podÌa compartir los gastos de las instalaciones con otras compaÒÌas aÈreas. Airborne habÌa construido un centro de almacenamiento en su centro de Wilmington, que alquilaba a clientes de empresa. AsÌ, por ejemplo, varios vendedores minoristas de ordenadores por correspondencia almacenaban sus productos en los almacenes de Airborne llamados familiarmente la ìBolsa de Comercioî. Esas compaÒÌas minoristas admitÌan pedidos por parte de sus clientes hasta las dos de la maÒana y podÌan entregar sus productos durante el mismo dÌa gracias a Airborne. Federal Express y UPS ofrecÌan servicios de almacenamiento similares, pero no situados en el mismo lugar que el aeropuerto. Asimismo, Airborne daba servicio en Wilmington a la ˙nica zona de comercio exterior de propiedad privada del paÌs. El rÈgimen jurÌdico del aeropuerto, seg˙n lo dispuesto en la Ley de Reinversiones Comunitarias para zonas especÌficas, le permitÌa disfrutar de importantes rebajas en los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria. En sus operaciones de clasificaciÛn, Airborne utilizaba menos equipos automatizados que recursos humanos, al contrario de Federal Express o UPS. Los sueldos iniciales de empleados a tiempo parcial en las zonas rurales de Ohio eran de unos siete dÛlares por hora. El personal del aeropuerto central de Wilmington no estaba afiliado a sindicatos. En conjunto, los sindicatos representaban aproximadamente a la mitad de la nÛmina de Airborne, incluidos todos los pilotos. La flota aÈrea de Airborne estaba formada principalmente por aviones de segunda mano, fabricados en los aÒos sesenta y setenta, utilizados durante aÒos por otras compaÒÌas, comprados por Airborne y modificados por Èsta en funciÛn de sus necesidades (vÈase el Anexo 7). Los directivos de Airborne pensaban que un aviÛn usado v·lido para sus servicios podÌa comprarse por unos cinco millones de dÛlares y acondicionarse seg˙n sus exigencias por otros cinco o diez millones de dÛlares m·s. La compaÒÌa habÌa acordado recientemente comprar y transformar doce Boeing 767 por el precio de veinticuatro millones de dÛlares cada uno. Los contenedores de carga, patentados por la propia Airborne, entraban perfectamente por la puerta de acceso de pasajeros de sus aviones, por lo cual no precisaban una puerta especial. Airborne conseguÌa que sus aviones volasen con volumen real de carga de pr·cticamente el ochenta por ciento de su capacidad total. Por lo general, sus competidores alcanzaban unos porcentajes de utilizaciÛn de la capacidad comprendidos entre el 65 y el 70 por ciento del total. Por otra parte, los analistas del sector calculaban que el ochenta por ciento de los costos de un vuelo no variaba en funciÛn del volumen de cargamento transportado. 16
Airborne Express (A)
705-S28
Los consignadores y los destinatarios de los paquetes de Airborne estaban situados principalmente en las grandes ·reas metropolitanas; asÌ, los analistas del sector pensaban que de un ochenta a un ochenta y cinco por ciento del volumen total transportado se efectuaba entre las cincuenta ·reas metropolitanas principales del paÌs. En el caso de Federal Express, dicho porcentaje se reducÌa a menos del sesenta por ciento, y en el de UPS era todavÌa inferior. Por otro lado, un porcentaje superior del volumen total transportado por Airborne estaba compuesto de entregas por la tarde y para el segundo dÌa. Como consecuencia de ello, Airborne podÌa utilizar camiones de manera mucho m·s frecuente que sus competidores principales para una parte de sus entregas a larga distancia. Alrededor de un treinta por ciento del volumen transportado por Airborne no precisaba los servicios de un aviÛn (frente a un quince por ciento en el caso de Federal Express)45. Los analistas del sector consideraban que los costos de un camiÛn representaban tan sÛlo un tercio de los costos derivados de la propiedad y del funcionamiento de una capacidad an·loga en aviones. En cuanto a sus actividades de recogida y entrega, Airborne diferÌa de sus rivales en, por lo menos, dos aspectos. En primer lugar, no poseÌa centros de servicios directos al p˙blico (a pesar de que sÌ contaba con unos once mil buzones de recogida de envÌos postales). En segundo lugar, Airborne era propietaria y gestionaba por sÌ misma sÛlo una parte de sus camionetas de reparto, ya que utilizaba los servicios de subcontratistas independientes, a los que pagaba por kilÛmetros recorridos o por paquetes, para la prestaciÛn del resto de las actividades de recogida y reparto. Seg˙n uno de los c·lculos hechos, dichos subcontratistas tramitaban alrededor del 60 al 65 por ciento del volumen total de envÌos de Airborne, y las recogidas y entregas subcontratadas resultaban ser un diez por ciento inferiores en cuanto a costos que las realizadas por la propia compaÒÌa. Por regla general, un mensajero de Airborne recogÌa y repartÌa m·s paquetes por parada que un conductor de Federal Express. Seg˙n otro de los c·lculos hechos, de esa manera la empresa conseguÌa reducir los costos laborales por unidad en un veinte por ciento en los casos de recogida y de un diez por ciento en los de entrega. Al revÈs de UPS y Federal Express, que generalmente prometÌan un servicio al dÌa siguiente antes de las diez y media de la maÒana, Airborne se comprometÌa casi siempre a entregar sus repartos antes del mediodÌa. Un analista del sector calculaba que del 96 al 97 por ciento de todas las entregas de Airborne se hacÌan a la hora prevista. El porcentaje correspondiente a Federal Express y UPS era de un 99 por ciento o incluso superior. TecnologÌa. Airborne habÌa invertido de forma muy selectiva en nuevas tecnologÌas. AsÌ, uno de sus directivos afirmaba lo siguiente: Cuando hablamos de nuevas tecnologÌas, en Airborne no nos referimos para nada a cosas superficiales. Utilizamos a nuestros competidores como conejillos de Indias. Les dejamos que prueben todas las novedades que salen al mercado y comprobamos lo que funciona y lo que no. Nosotros no compramos nuevas tecnologÌas hasta el momento en que verificamos que nuestros clientes van a verse directamente beneficiados por ellas46. El principal sistema inform·tico de Airborne, el denominado sistema de control y actualizaciÛn en lÌnea del transporte (FOCUS, seg˙n sus siglas en inglÈs), ofrecÌa muchas aplicaciones similares a las aportadas por el sistema COSMOS de Federal Express. Airborne ofrecÌa a sus consignatarios principales diversos productos y dispositivos inform·ticos que les permitÌan conectarse directamente a FOCUS. Dichas conexiones hacÌan que los clientes pudieran seguir por sÌ mismos la evoluciÛn de sus envÌos, sin tener que recurrir a los servicios de
17
705-S28
Airborne Express (A)
empleados de Airborne. Asimismo, permitÌan que los clientes pudieran presentar la informaciÛn sobre los envÌos de manera electrÛnica, lo cual evitaba la introducciÛn manual de los datos. La compaÒÌa contaba con un nuevo proyecto de automatizaciÛn del centro de atenciÛn de llamadas, destinado a asegurar que muchos clientes pudieran hablar siempre con el mismo agente de servicios que se ocupaba de sus operaciones. La p·gina de Internet de Airborne (http://www.airborne.com) no ofrecÌa tantas posibilidades a los clientes como la de sus rivales. Un cliente podÌa utilizar dicho sitio Web para realizar el seguimiento de sus envÌos, pero era incapaz de programar una recogida o rellenar la documentaciÛn correspondiente a un envÌo. Mercadeo y ventas. Airborne no se anunciaba en los medios de comunicaciÛn de masas, sino que se promocionaba sobre todo con los responsables de logÌstica de los principales consignatarios del paÌs, fundamentalmente a travÈs de su personal de ventas, compuesta de unos quinientos empleados. Los altos directivos tambiÈn participaban activamente en la b˙squeda de grandes clientes y en el trato con ellos. Con anterioridad al aÒo 1996, el personal comercial de la compaÒÌa trabajaba de forma relativamente autÛnoma. Por un lado, contaba con mucha libertad para fijar los precios y, por otro, sus retribuciones se determinaban principalmente en funciÛn del volumen de ventas logrado. En 1996 se modificÛ el programa de incentivos con el fin de fomentar las ventas de productos con mayores m·rgenes. Adem·s, los departamentos centrales de la empresa empezaron a tomar decisiones respecto a los descuentos por volumen y a la fijaciÛn de los precios aplicados a los grandes clientes. Airborne era famosa por sus bajos precios. En el Anexo 8 hacemos una comparaciÛn entre sus precios oficiales y los de sus competidores para varios servicios y pesos por envÌo. A mediados de los pasados aÒos noventa, Airborne habÌa empezado a anunciarse a sÌ misma como ìla compaÒÌa de transporte de correo urgente flexible y orientada a ofrecer soluciones concretasî, gracias a su capacidad de adaptaciÛn de los servicios prestados a las necesidades de grandes clientes especÌficos de empresa47. La compaÒÌa ofrecÌa servicios altamente personalizados a empresas como Nike, Compaq, Technicolor y Xerox. Esta ˙ltima, por ejemplo, necesitaba que sus piezas de recambio fueran entregadas a los tÈcnicos muy temprano, ya que Èstos no podÌan empezar la jornada laboral sin esos componentes. Con el propÛsito de dar soluciÛn a esas entregas tan tempranas, Airborne creÛ cÛdigos especiales de clasificaciÛn, programÛ cada uno de los esc·neres de cÛdigos de barras de todos sus mensajeros para que emitieran un pitido especial cuando escaneasen un paquete de Xerox y dio orden a los mensajeros de que entregasen los productos de Xerox siempre en primer lugar. Como resultado de lo anterior, Airborne podÌa realizar las entregas de Xerox no m·s tarde de las ocho de la maÒana. Este proceso de personalizaciÛn de repartos ayudÛ a Airborne a consolidar la cuenta de Xerox en el aÒo 1988. Sin embargo, a mediados de los noventa, Federal Express y UPS empezaron a ofrecer un servicio de entrega antes de las ocho de la maÒana a todos los clientes a cambio del pago de un recargo. Adem·s, ambos rivales aseguraban tambiÈn que eran capaces de personalizar los servicios a las necesidades de los clientes. Recursos humanos y cultura empresarial. Los empleados de Airborne describÌan a la compaÒÌa como ìpuritanaî, ìmoderadaî y ìmuy conservadoraî48. En la sede social de la empresa, diseÒada para que fuera muy funcional, los altos directivos contestaban ellos mismos el telÈfono, eran contrarios a los incentivos y tenÌan miedo a las entrevistas. Tanto las instalaciones como las declaraciones de la compaÒÌa eran fiel reflejo de su humildad. El presidente y director
18
Airborne Express (A)
705-S28
general de Operaciones Robert Brazier hablaba asÌ de los excelentes resultados financieros del aÒo hasta ese momento: No es que hayamos sido especialmente astutos, ni que supiÈramos que las cosas iban a suceder de esa manera, sino que se ha debido a que todo ha salido bien esta vez. Me gustarÌa ahora decirle que lo habÌamos planificado todo con detalle, pero serÌa una autÈntica mentira... Cualquiera que haya trabajado durante mucho tiempo en este negocio sabe de sobra que las circunstancias cambian de un dÌa para otro. Lo que uno debe hacer es aprovechar lo que se tiene en cada momento y planificar el futuro en la medida en que uno piense que es realista. Lo que hay que evitar sobre todo es ponerse uno demasiado nervioso. Y, por el amor de Dios, evitar ser arrogantes o confiados, ya que Èsa no es manera de comportarseî49. Operaciones internacionales. Los objetivos internacionales de Airborne eran muchÌsimo m·s modestos que los de Federal Express o UPS. Los activos destinados a las operaciones internacionales de la compaÒÌa sÛlo representaban 78 millones de dÛlares en el aÒo 1996, esto es, el seis por ciento de los activos totales (en los casos de Federal Express y UPS, dichos porcentajes ascendÌan al 19 y al 12 por ciento, respectivamente). Airborne aplicaba un ìmÈtodo basado en los costos variablesî a sus envÌos internacionales, utilizando lÌneas aÈreas comerciales y socios locales para la entrega final de los repartos. La alta direcciÛn de la empresa pensaba que ìno existen suficientes ventajas de servicio que justifiquen el empleo de nuestros propios aviones en las rutas internacionalesî50.
Relaciones con RPS En 1995 y 1996, Airborne empezÛ a establecer relaciones con Roadway Package System (RPS), sociedad filial de Caliber Systems. Al dedicarse a satisfacer las necesidades de transporte terrestre de grandes clientes de empresa, RPS habÌa conseguido una parte importante de la base tradicional de clientes de UPS. RPS ofrecÌa a los consignatarios precios m·s reducidos, mayor informaciÛn y mejores posibilidades de seguimiento de los envÌos. La empresa matriz de RPS habÌa intentado introducirse en operaciones de transporte aÈreo, pero acabÛ cerrando su nueva empresa Roadway Global Air en el aÒo 1995 tras sufrir cientos de millones de dÛlares de pÈrdidas51. La combinaciÛn de RPS en operaciones terrestres y Airborne en las aÈreas contaba con muchÌsimas posibilidades. Un responsable de tr·fico de una gran empresa consignataria afirmaba de ello lo siguiente: RPS es con mucho la compaÒÌa lÌder en informaciÛn sobre reparto de paquetes. Sin embargo, ha tenido que buscar la manera de ofrecer un servicio completo integrado. Airborne, por su parte, no es tan famosa como UPS y Federal Express, pero es una de las mejores empresas del sector. Por lo tanto, su alianza puede suponer un enorme ataque a las dos grandes52. La relaciÛn entre las dos empresas siguiÛ constituyendo una alianza neutral, materializada en ofertas conjuntas a clientes realizadas caso por caso. Los sistemas de distribuciÛn fÌsica de ambas compaÒÌas continuaron siendo completamente independientes. La mayor parte de la cooperaciÛn se dio en el campo de las actividades de mercadeo y en el intercambio de informaciÛn sobre envÌos. No obstante, los directivos de ambas empresas daban a entender que buscaban una
19
705-S28
Airborne Express (A)
alianza m·s estrecha, quiz·s mediante el establecimiento de un sistema integrado de recogida y reparto.
El futuro de Airborne DespuÈs de la huelga de UPS (y de aquellos resultados financieros impresionantes), la alta direcciÛn de Airborne decidiÛ tomarse un tiempo para reflexionar sobre la nueva situaciÛn. Las cuestiones que se planteaba entonces eran las siguientes: øla posiciÛn de la compaÒÌa en el sector era tan segura como la direcciÛn deseaba?, øhasta quÈ punto eran peligrosos y estaban nerviosos sus dos agresivos rivales?, øera v·lido su enfoque actual respecto a los mercados internacionales? y øhasta quÈ punto era importante la colaboraciÛn con RPS para su futuro? Desde un punto de vista m·s t·ctico, la cuestiÛn principal a la que debÌa hacer frente Airborne era si debÌa seguir la medida aplicada por UPS y Federal Express y pasar a fijar los precios en funciÛn de la distancia. A no ser que lo hiciera asÌ, sus rebajas frente a la competencia deberÌan ser mucho m·s grandes en el tr·fico de costa a costa del paÌs que en los envÌos interregionales. Asimismo, algunas caracterÌsticas del panorama competitivo parecÌan estar cambiando. La AdministraciÛn de Correos habÌa actuado de manera extraordinaria durante la huelga de UPS, y su Èxito parecÌa haber vuelto a despertar sus ambiciones, especialmente aquÈllas de su m·ximo responsable, Marvin Runyon, antiguo directivo de Ford Motor Company. Correos pretendÌa poner en marcha una gran campaÒa publicitaria con el fin de promover la utilizaciÛn de sus servicios exprÈs. Adem·s, habÌa solicitado al Congreso estadounidense la concesiÛn del derecho a realizar descuentos por volumen de negocio53. Por otra parte, los analistas del sector confiaban en que UPS tomarÌa acciones para intentar recuperar el negocio perdido. Los clientes, en especial aquÈllos que dependÌan mucho de una sola compaÒÌa para el envÌo de sus productos, estaban muy preocupados por los efectos de la huelga. AsÌ, Ivan Hofmann, presidente de RPS, decÌa lo siguiente: ìEl abastecimiento de un solo proveedor, que tan de moda estuvo, habÌa perdido ya todo su encanto, lo cual es especialmente bueno para nosotros y para todo el sectorî54
20
Airborne Express (A)
705-S28
Anexo 1: Ingresos y peso por envÌo, perÌodo 1985-1997 Año 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 *
Federal Express* Ingresos por Kilogramos envío por envío 19,19 2,54 17,92 2,41 16,97 2,32 16,32 2,41 16,28 2,45 16,76 2,45 17,33 2,55 16,38 2,59 15,30 2,64 15,12 2,73 14,62 2,86 14,87 2,91 15,11 3,27
Airborne Express** Ingresos por Kilogramos envío por envío 19,37 3,32 16,24 2,91 14,20 2,77 12,73 2,59 11,73 2,36 11,43 2,27 10,78 2,27 9,68 2,18 9,23 2,18 8,84 2,18 8,24 2,09 8,25 2,05 n.d. n.d.
Incluye envÌos nacionales e internacionales. El aÒo fiscal termina el 31 de mayo.
**
SÛlo incluye envÌos nacionales. El aÒo fiscal termina el 31 de diciembre.
Fuente: Memorias anuales de la compaÒÌa.
21
705-S28
Anexo 2:
Airborne Express (A)
Resultados financieros de Federal Express, perÌodo 1986-1997
Resumen Año
1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 *
Ingresos (mill. $)
2.573 3.178 3.883 5.167 7.015 7.688 7.550 7.808 8.479 9.392 10.274 11.520
Ingresos operativos (mill. $)
Ingreso neto (mill. $)
Margen operativo (%)
344 365 379 415 387 252** 23** 377 531 591 624 699
132 (66) 188 166* 116 6** (114)** 110*** 204 298 308 361
13,4 11,5 9,8 8,0 5,5 3,3** 0,3** 4,8 6,3 6,3 6,1 6,1
Retorno sobre el capital (%)
13,8 (6,0) 15,6 11,8* 7,4 0,4** (7,0)** 6,8*** 11,4 14,3 12,8 13,0
No incluye 18 millones de dÛlares por cambios contables.
**
Incluye gastos de reestructuraciÛn relativos a la reducciÛn de servicios europeos.
***
No incluye 56 millones de dÛlares por cambios contables.
Detalle (en millones de dólares) Ingresos
1997 11.520
1996 10.274
1995 9.392
Gastos Operativos: Sueldos y beneficios a los empleados Alquileres y derechos de aterrizaje Depreciación y Amortización Combustible Mantenimiento y reparaciones Otros gastos
5.095 1.071 777 690 724 2.462
4.620 959 720 579 618 2.155
4.425 819 652 502 544 1.858
699 361
624 308
591 298
7.625 2.963
6.699 2.576
6.433 2.246
Ingresos operativos Ingreso neto Activo total Capital total
Nota: El aÒo fiscal termina el 31 de mayo. Fuente: Memorias anuales de la compaÒÌa.
22
Airborne Express (A)
Anexo 3:
705-S28
Estructura estimada de costos de una carta urgente repartida por Federal Express
Concepto Recogida: Mano de obra Combustible Mantenimiento y depreciación Subtotal Transporte de larga distancia: Gastos relacionados con el transporte aéreo y el transporte terrestre Mano de obra del aeropuerto central de distribución Amortización del centro de distribución Subtotal Entrega: Mano de obra Combustible Mantenimiento y depreciación Subtotal Publicidad Ventas Tecnologías de la información Servicio de atención al cliente Gastos generales corporativos Costo total Margen Precio*
Costo por unidad 1,09 $ 0,07 $ 0,21 $ 1,37 $ 2,44 $ 0,30 $ 0,25 $ 2,99 $ 1,64 $ 0,10 $ 0,31 $ 2,05 $ 0,22 $ 0,21 $ 0,54 $ 0,20 $ 0,97 $ 8,55 $ 0,45 $ 9,00 $
El precio que aquÌ se indica es inferior al precio oficial que aparece en el Anexo 8, debido a los descuentos aplicados a los clientes con mayor volumen de negocios con la compaÒÌa. *
Fuente: C·lculos hechos por el autor de este caso pr·ctico, basado en documentos de la compaÒÌa, informes de analistas burs·tiles y entrevistas a expertos del sector.
23
705-S28
Anexo 4:
Airborne Express (A)
Resultados financieros de Federal Express por ·reas geogr·ficas Estados Unidos
Año
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 *
Ingresos (mill. $)
3.459 4.145 4.785 5.058 5.195 5.668 6.200 6.839 7.466
Ingresos operativos (pérdidas) (mill. $) 410 467 608 671 636 559 560 466 542
Internacional Margen operativo (%) 11,9 11,3 12,7 13,3 12,2 9,9 9,0 6,8 7,3
Ingresos (mill. $)
423 1.022 2.230 2.630 2.355 2.140 2.280 2.553 2.807
Ingresos operativos (pérdidas) (mill. $) (31) (43) (195) (419)* (613)* (182) (29) 126 82
Incluye gastos de reestructuraciÛn correspondientes a la reducciÛn de servicios europeos.
Fuente: Memorias anuales de la compaÒÌa.
24
Margen operativo (%) (7,3) (4,2) (8,7) (15,9) (26,0)* (8,5) (1,3) 4,9 2,9
Airborne Express (A)
705-S28
Anexo 5: Resultados financieros de United Parcel Service of America, perÌodo 1986-1996 Resumen Año
1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 *
Ingresos (mill. $)
8.620 9.682 11.032 12.358 13.606 15.020 16.519 17.782 19.576 21.045 22.368
Ingresos operativos (mill. $)
1.203 971 1.075 1.215 1.052 1.251 1.278 1.458 1.556 1.794 2.029
Ingreso neto (mill. $)
Margen operativo (%)
669 625* 759 693 597 700 765** 810 943 1.043 1.146
Retorno sobre el capital (%)
14,0 10,0 9,7 9,8 7,7 8,3 7,7 8,2 7,9 8,5 9,1
29,8 22,7* 24,4 20,5 16,6 18,7 20,1** 21,1 22,0 21,3 20,7
No incluye 159 millones de dÛlares de cambios contables.
**
No incluye (249) millones de dÛlares de cambios contables.
Detalle (en millones de dólares) Ingresos
1996 22.368
1995 21.045
1994 19.576
Gastos operativos: Sueldos y beneficios a los empleados Mantenimiento y reparaciones Depreciación y amortización Transporte adquirido Combustible Otros gastos de ocupación Otros gastos Gastos de reestructuración
13.305 823 936 1.306 685 388 2.896 --
12.401 809 866 1.144 621 359 2.679 372
11.727 812 786 1.206 564 361 2.564 --
Ingreso operativo Ingreso neto
2.029 1.146
1.794 1.043
1.556 943
Activo total Capital total
14.954 5.901
12.645 5.151
11.182 4.647
Nota: El aÒo fiscal termina el 31 de diciembre. Fuente: Memorias anuales de la compaÒÌa.
25
705-S28
Airborne Express (A)
Anexo 6: Resultados financieros de Airborne Freight Corporation, perÌodo 1986-1996 Resumen Año
1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 3 primeros trimestres de 1997 *
Ingresos (mill. $)
542 632 768 950 1.182 1.367 1.484 1.720 1.971 2.239 2.484 2.157
Ingresos operativos (mill. $)
Ingreso neto* (mill. $)
26 19 22 46 64 59 28 83 89 69 79 171
13 6 7 19 31 27 2 33** 38 24 27 89
Margen operativo (%)
4,9 3,0 2,8 4,8 5,4 4,3 1,9 4,8 4,5 3,1 3,2 7,9
Retorno sobre el capital (%)
15,2 5,5 5,6 12,9 14,4 9,9 0,8 10,8** 10,7 5,9 6,5 13,9***
Ingreso neto a distribuir entre los titulares de acciones ordinarias.
**
No incluye 4 millones de dÛlares por cambios contables.
***
Tasa anualizada.
Detalle (en millones de dólares) 1996 2.484
1995 2.239
1994 1.971
Gastos operativos: Transporte adquirido Operaciones en las estaciones y en tierra Operaciones y mantenimiento de vuelos Gastos generales y administrativos Ventas y mercadeo Depreciación y amortización Pérdidas correspondientes a accidente aéreo
828 782 387 181 60 164 4
788 693 328 157 60 144 --
670 596 279 146 53 138 --
Ingreso operativo Ingreso neto
79 27
69 24
89 38
1.307 432
1.217 406
1.079 387
Ingresos
Activo total Capital total Nota: El aÒo fiscal termina el 31 de diciembre.
Fuente: Memorias anuales de la compaÒÌa y documento 10-Q.
26
Airborne Express (A)
Anexo 7:
Flota de aviones, aÒo 1997
Tipo de avión
Federal Express UPS (7 / 97) (12 / 96) Airbus A300 20 Airbus A310 35 Boeing 727 163 61 Boeing 747 14 Boeing 757 60 Boeing 767 15 Cessna 208 264 Fokker F27 32 McDonnell Douglas DC8 49 McDonnell Douglas DC9 McDonnell Douglas DC10 49 McDonnell Douglas MD11 24 McDonnell Douglas YS11 Otros 21 330 Propiedad total 489 180 Alquilados a terceros 119 19 Fletados 330 Total 608 529 Fuente: Formularios 10-K de las compaÒÌas y p·ginas Internet.
Anexo 8: Peso Carta 454 grs. 908 grs. 2,27 kg. 4,54 kg. 22,70 kg. Peso Carta 454 grs. 908 grs. 2,27 kg. 4,54 kg. 22,70 kg. Peso Carta 454 grs. 908 grs. 2,27 kg. 4,54 kg. 22,70 kg.
705-S28
Airborne (12 / 96) 35 66 9 65 98 12 65 175
Precios oficiales de las empresas de transporte de correo urgente Entrega a la mañana siguiente Fedex UPS Airborne 13,86 $ 12,54 $ 10,95 $ 19,46 $ 17,54 $ 14,95 $ 21,57 $ 19,39 $ 15,75 $ 27,21 $ 24,71 $ 20,95 $ 36,96 $ 33,50 $ 30,15 $ 86,86 $ 90,18 $ 80,70 $ Entrega a la tarde siguiente Fedex UPS Airborne 12,04 $ 10,82 $ 9,25 $ 16,93 $ 15,07 $ 12,50 $ 18,75 $ 16,68 $ 13,50 $ 23,68 $ 21,21 $ 17,75 $ 32,14 $ 28,82 $ 30,15 $ 82,54 $ 77,68 $ 80,70 $ Entrega al segundo día Fedex UPS Airborne 8,00 $ 6,50 $ 6,25 $ 8,00 $ 7,18 $ 6,25 $ 8,79 $ 8,00 $ 7,75 $ 12,14 $ 10,93 $ 9,75 $ 18,43 $ 16,64 $ 16,00 $ 54,89 $ 57,11 $ 58,00 $
Nota: Las cifras correspondientes a Federal Express y a UPS son medias sin ponderar relativas a siete zonas basadas en la distancia. Fuente: Precios oficiales de las compaÒÌas.
27
705-S28
Airborne Express (A)
Notas
1 Aunque la denominaciÛn social oficial era ìAirborne Freight Corporationî, la empresa utilizaba el nombre comercial de ìAirborne Expressî para sus relaciones p˙blicas. 2 Airborne Freight Corporation Reports Third Quarter 1997 Results, comunicado de prensa de la compaÒÌa, p·gina Internet de Airborne Express. 3 Cita hecha por Brian Clancy de la sociedad MergeGlobal Inc. en el artÌculo de J. Ott, New Products, Services Put Twists in Air Express Competition, publicado en Aviation Week and Space Technology, 26 de agosto de 1996, p·ginas 47 a 49. 4
Federal Express Corporation, formulario 10-K, 1996, p·g. 5.
5
Federal Express Corporation, Information Packet, 1997, p·g. 51-52.
6
Analista del sector de seguridad citado en el artÌculo de D. Greising titulado Watch Out for Flying Packages, publicado en Business Week, 14 de noviembre de 1994, p·g. 40. 7
Federal Express Corporation, Information Packet, 1997, p·g. 6.
8
Why Fedex Is Flying High, publicado en Fortune, 10 de noviembre de 1997, p·g. 155-160.
9 ArtÌculo de D. A. Blackmon titulado UPS to Expand Its Primary Hub As Battle With FedEx Heats Up, publicado en el Wall Street Journal de 22 de diciembre de 1997, p·g. B4. 10 InformaciÛn suministrada al autor del estudio del caso pr·ctico durante su visita a las instalaciones de UPS en Louisville. 11 G. Conley y J. A. Quelch, DHL Worldwide Express, Harvard Business School, estudio de caso pr·ctico n˙m. 593-011. 12
G. Conley y J. A. Quelch, DHL Worldwide Express, Harvard Business School, estudio de caso pr·ctico n˙m. 593-011. Este capÌtulo se basa principalmente en documentos p˙blicos de Federal Express, asÌ como en los libros siguientes sobre la empresa: R. A. Sigafoos, Absolutely Positively Overnight, Memphis, Ed. S. Lukeís Press, aÒo 1983; AMA Management Briefing, Blueprints for Service Quality: The Federal Express Approach, Nueva York, Ed. AMA, aÒo 1991, p·g. 12; y V. H. Trimble, Overnight Success, Nueva York, Ed. Crown Publishers, aÒo 1993. 13
14
Emery Worldwide, Harvard Business School, estudio de caso pr·ctico n˙m. 184-019, p·g. 2.
15 N. K. Taneja, The U.S. Airfreight Industry, Lexington, Ed. Lexington Books, aÒo 1979, p·g. xviii, Letra cursiva aÒadida. 16
V. H. Trimble, Overnight Success, Nueva York, Ed. Crown Publishers, aÒo 1993, p·g. 80-81.
17
R. A. Sigafoos, Absolutely Positively Overnight, Memphis, Ed. S. Lukeís Press, aÒo 1983.
18
Federal Express Corporation, Information Packet, 1997, p·g. 9.
19
IbÌdem, p·g. 10.
20
Federal Express Corporation, Information Packet, 1997.
AMA Management Briefing, Blueprints for Service Quality: The Federal Express Approach, Nueva York, Ed. AMA, aÒo 1991, p·g. 12. 21
28
Airborne Express (A)
705-S28
AMA Management Briefing, Blueprints for Service Quality: The Federal Express Approach, Nueva York, Ed. AMA, aÒo 1991, p·g. 30. 22
23
Why Fedex Is Flying High, publicado en Fortune, 10 de noviembre de 1997, p·g. 155-160.
24 Este capÌtulo se basa principalmente en documentos presentados por la compaÒÌa a la ComisiÛn del Mercado de Valores estadounidense, en publicaciones internas relativas a la historia de la empresa (especialmente la titulada Our Partnership Legacy) y en el artÌculo de J. Sonnenfeld y M. Lazo titulado United Parcel Service (A), publicado por la Harvard Business School con el n˙mero de estudio de caso pr·ctico 488-016. 25 Cita de James Casey en la obra de Paul Oberkotter, Recollections, Our Partnership Legacy, United Parcel Service, aÒo 1991. 26
C. W. L. Hart y B. Chew, Productivity and Performance Systems: A Comparative Analysis of Northern Telecom and United Parcel Service, Harvard Business School, estudio de caso pr·ctico n˙m. 689-022. C. Hawkins y P. Oster, After a U-turn, UPS Really Delivers, artÌculo publicado en Business Week, 31 de mayo de 1993, p·g. 92-93. 27
D. A. Blackmon, Out of the Box; UPS Tries to Change How Itís Perceived by the Public, publicado en St. Louis Post-Dispatch, p·g. 5C. 28
29
VÈase, por ejemplo, el artÌculo titulado Grow to be Great de Gertz y Baptista, p·g. 171-175.
30 D. A. Blackmon, Out of the Box; UPS Tries to Change How Itís Perceived by the Public, publicado en St. Louis Post-Dispatch, p·g. 5C. 31
C. R. Day, Shape Up and Ship Out, publicado en Industry Week, 6 de febrero de 1995, p·g. 14-20.
32 D. A. Blackmon, Out of the Box; UPS Tries to Change How Itís Perceived by the Public, publicado en St. Louis Post-Dispatch, p·g. 5C. 33
Leading National Advertisers / Mediawatch Multi-Media Service, Ad$ Summary, aÒo 1996.
34
United Parcel Service of America, formulario 10-K, 31 de diciembre de 1996, p·g. 9.
35
C. R. Day, Shape Up and Ship Out, publicado en Industry Week, 6 de febrero de 1995, p·g. 14-20.
36
Paul Oberkotter, Recollections, Our Partnership Legacy, United Parcel Service, aÒo 1991, p·g. 26.
37
J. Sonnenfeld y M. Lazo, United Parcel Service (A), publicado por la Harvard Business School con el n˙mero de estudio de caso pr·ctico 488-016, p·g. 12. 38
A. Bernstein, In the Line of Fire at the Teamsters, artÌculo publicado en Business Week, 30 de agosto de 1993, p·g. 39. 39
La informaciÛn de este p·rrafo y del siguiente procede del artÌculo de A. Bernstein titulada At UPS, Part-Time Work Is a Full-time Issue, publicado en Business Week, 16 de junio de 1997, p·g. 88 y siguientes. 40 D. W. Rockel, United Parcel Service of America ñ Company Report, publicado en Furman Selz LLC, 21 de agosto de 1997. 41
ArtÌculo de N. Harris, UPS Puts Its Back Into It, publicado en Business Week, 27 de octubre de 1997, p·g.
50. 42 Este capÌtulo se basa especialmente en la informaciÛn suministrada por los formularios presentados a la ComisiÛn del Mercado de Valores estadounidense y por los comunicados de prensa de Airborne Express.
29
705-S28
Airborne Express (A)
La informaciÛn sobre la eficiencia relativa de Airborne procede principalmente de informes de analistas del sector y de numerosas entrevistas realizadas a analistas burs·tiles especializados en el sector de correo urgente. 43
J. Bond, The Underdogs Deliver, Washington CEO, aÒo 1997.
Cita aparecida en el artÌculo de M. Treacy y F. Wiersema titulado The Discipline of Market Leaders, Reading, MA, Ed. Addison-Wesley, aÒo 1995, p·g. 144. 44
45
B. R. Routledge, Airborne Freight ñ Company Report, Prudential Securities, 4 de octubre de 1996, p·g. 10.
46 Entrevista telefÛnica hecha a Tom Branighan, director del departamento de Relaciones P˙blicas de Airborne Express. 47
Airborne Freight Corporation, Memoria Anual 1996.
48 Entrevista telefÛnica hecha a Tom Branighan, director del departamento de Relaciones P˙blicas de Airborne Express. 49
J. Bond, The Underdogs Deliver, Washington CEO, aÒo 1997.
50
Airborne Freight Corporation, formulario 10-K, 31 de diciembre de 1996, p·g. 5.
51
C. Isidore, Roadway Getting Out of Air Cargo, Journal of Commerce, 7 de noviembre de 1995, p·g. 1A.
52
Cita aparecida en el artÌculo de P. Page titulado RPS, Airborne Forge Contract Cooperation in Blended Bid for Large Shipper Deals, publicado en Traffic World, 22 de abril de 1996, p·g. 40-41. 53
N. Harris, UPS Puts Its Back Into It, Business Week, 27 de octubre de 1997, p·g. 50.
J. D. Schulz, Up or Down? RPSí President See Future Small Package Rates Increasing But Airborne Express President Sees Them Declining, publicado en Traffic World, 22 de septiembre de 1997, p·g. 35. 54
30