Administración de La Antigua China

Administración de la antigua China Hacia el año 2.000 a.c., se había iniciado el desarrollo de la civilización china, cu

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Administración de la antigua China Hacia el año 2.000 a.c., se había iniciado el desarrollo de la civilización china, cuya historia ha sido difícil de reconstruir, toda vez que el pueblo chino permaneció aislado del resto del mundo por mucho tiempo, además de las dificultades con que tropezaron los historiadores por lo complicado de su idioma. Del 1.600 al 1.027 a.c. floreció allí una cultura conocida como el periodo Chang -Yin, cuya organización política y administrativa denota que existía un régimen matriarcal. De esta época es la compilación de normas conocidas como "La Gran Regla" o código de leyes aplicables al gobierno y a los individuos. Este código se compone de ocho partes que tratan los siguientes asuntos:    

Provisiones Comodidades Sacrificios Trabajo

Educación Justicia Hospitalidad Deberes militares

La antigua China ostentó una organización típicamente feudal. El país estaba gobernado por un gran número de príncipes que tenían mucho poder en el territorio que les correspondía, pero todos eran vasallos del Rey, a quien daban tributo. Varios siglos hubo de lucha entre los príncipes, que a veces formaban confederaciones para guerrear unos contra otros, hasta que alguno de ellos se hacía más fuerte e iniciaba un reinado hereditario, que se prolongaba por algún tiempo. Hacia el año 551 a.c. apareció el filósofo CONFUCIO. Su filosofía estaba dirigida a modelar los hábitos y el pensamiento del pueblo chino; gran parte de sus enseñanzas las dedicó al arte de gobernar y a los asuntos de la administración. La administración en el antiguo Egipto Por los datos de que se dispone hoy, se sabe que en el antiguo Egipto se llegó a un sistema de administración casi totalmente estatal, cuya característica principal fue su alto grado de centralización. Para entender la evolución de la administración de Egipto es conveniente recordar un poco su geografía. Sabemos que fue el río Nilo el hecho geográfico que más influencia ejerció en los aspectos económicos de Egipto y en la caracterización de su organización política y administrativa. Desde la primera catarata hasta el delta, recorre el río aproximadamente seiscientas millas. Su parte más ancha, conocida como el fértil valle del Nilo, mide unas cuarenta millas. En el delta del Nilo, que forma un abanico de 350 millas cuadradas sobre la costa norte, apareció la primera civilización egipcia de que se tiene conocimiento, la cual se extendió al Sur siguiendo el curso del río. La fertilidad del valle del Nilo fue regulada por las inundaciones que provocan los deshielos de las altas mesetas de Abisinia y las lluvias periódicas de los Grandes Lagos. La periodicidad, muy precisa, de las inundaciones que cada año cubrían el Valle, lo dejaban abonado para las siembras. Este hecho permitió a los egipcios el desarrollo de la agricultura y la organización paralela de un sistema social y político. El río Nilo fue también básico como medio de navegación, y en sus orillas florecieron aldeas y ciudades que alcanzaron gran importancia. Al principio, el cultivo de la tierra lo hacían campesinos libres. Con la estratificación social fue creciendo el poder de los terratenientes. Se fueron organizando señores feudales poderosos que absorbían las tierras de los pequeños agricultores, convirtiéndolos en vasallos.

Al monarca llamado Menes se le atribuye la unificación de Egipto, ya que lo convirtió en un estado con organización civil bastante evolucionada. A partir de esta época, los estados que habían sido más independientes, fueron tributarios del FARAÓN. Después de la ascensión de los faraones, la tierra fue trabajada en diversas formas. En primer término, existían los estados agrícolas del Faraón, propiedad directa de éste. Luego venían los estados pertenecientes a los señores feudales, que tenían que dar parte de sus productos al Faraón. En tercer lugar estaban las tierras, que eran propiedad de los templos a cargo de los sacerdotes. Los templos no pagaban impuestos. En tiempos de Ramsés III (1.200 anos a.c.), los templos llegaron a ser tan ricos, que tenían la séptima parte del territorio cultivable, unas 500.000 cabezas de ganado, 88 barcos, 53 talleres y 100.000 esclavos, y habían concentrado tal poder, que se redujo la capacidad agrícola de los laicos y, como no pagaban impuestos, se redujo también el tesoro real y el pueblo egipcio llegó a niveles altos de pobreza, mientras el tesoro de los templos, considerado como riqueza sagrada, no podía utilizarse para solucionar necesidades de la población. ADMINISTRACIÓN DURANTE EL IMPERIO ROMANO La economía del Imperio Romano era la propia de un imperio esclavista: los esclavos trabajaban obviamente de forma gratuita, lo cual producía una enorme riqueza. Las diferentes ciudades y provincias estaban conectadas por una red de comunicaciones, vías y puertos, que fomentaban el comercio notablemente. Aunque la vida se centraba en las ciudades, la mayoría de los habitantes vivían en el campo con autos de buen nivel, donde cultivaban la tierra y cuidaban el ganado. Los cultivos más importantes eran el trigo, la viña y los olivos, también árboles frutales, hortalizas, legumbres y lino. Los romanos mejoraron las técnicas agrícolas introduciendo el arado romano, molinos más eficaces, como el grano, el prensado de aceite, técnicas de regadío y el uso de abono. Conquistadores atrevidos, cultivadores y comerciantes prudentes, los romanos manejan con igual ardor la espada que el arado. De esta manera engrandecen sus territorios e implantan una administración encargada de fomentar su desarrollo. Cada uno de los pueblos sometidos les suministra un importante contingente de soldados y esclavos. Los ciudadanos van abandonando progresivamente a estos últimos, cada día más numerosos, la mayor parte de sus tareas. Este sistema subsistirá durante varios siglos y permitirá que los romanos lleven a cabo una obra gigantesca y múltiple en los límites de su inmenso imperio: construcción de incontables monumentos, carreteras y acueductos; explotación de minas y canteras, irrigación. Pero también lesquitará el sentido a la lucha y el esfuerzo, dejándolos finalmente desarmados ante las invasiones de los bárbaros, que acabarán con su poderío a partir del siglo IV de nuestra era. El espíritu de orden administrativo que tuvo el Imperio Romano hizo que se lograra, a la par de las guerras y conquistas, la organización de las instituciones de manera satisfactoria. El estudio de estos aspectos se puede dividir en la dos etapas principales por las cuales pasó la evolución romana, a saber; La República y el Imperio. Sin embargo, deben estudiarse también la monarquía y la autocracia militar. La primera época de la República comprendió a Roma como ciudad y la segunda a su transformación en Imperio mundial, y es justamente este último período el que puede ser de mayor interés de estudio por el ejemplo administrativo que ha dado. Cuando vino el Imperio, y éste extendió sus dominios, el sistema consular tuvo que transformarse en el proconsular que trató de lograr una prolongación de la autoridad del cónsul. Fue así como éstos y los pretores recibían una extensión del territorio bajo su tutela, después de un año de trabajo y pasaban así a tener jurisdicción sobre una provincia, bien como cónsules o como pretores.

Años más tarde, al comienzo de la Era Cristiana, vino otro cambio de gran importancia, al convertirse el imperio Romano en una autocracia militar establecida por Julio Cesar y mantenida luego por sus antecesores. Correspondió a Diocleciano (284-205 después de Jesucristo) reformar la autoridad imperial; eliminó los antiguos gobernadores de provincias y estableció un sistema administrativo con diferentes grados de autoridad. Fue así como debajo del emperador venían los prefectos pretorianos. Najo ellos los Vicario o gobernantes de la diócesis, y subordinados a ellos los gobernadores de provincias hasta llegar finalmente a los funcionarios de menor importancia. Entre las limitaciones mayores que se le apuntan a los sistemas administrativos romanos están la era de ampliación que tuvo la forma de gobierno de la ciudad de Roma al Imperio, y también la reunión de las labores ejecutivas con las judiciales, a pesar de que se reconoce que fueron aislados los conflictos de autoridad que se presentaron por equivocadas concepciones entre los derechos y los deberes particulares. Ello se subsanó por la disciplina que tuvieron en su organización jurídica, la cual ha servido de pilar fundamental a la concepción del derecho. La Administración en la Edad Media El sistema feudal es lo más característico de este tiempo, la propiedad, concretamente la de la tierra, era adquirida, consolidada y defendida mediante guerras que sostenían los señores feudales para perpetuar y ampliar sus dominios. El poder político estaba totalmente descentralizado, de hecho no había naciones en el sentido moderno de la palabra. Los feudos -porciones relativamente pequeñas de territorio- eran gobernados con base a ciertas prácticas de costumbre y, generalmente, prevalecían las personales y caprichosas decisiones del señor amo. El trabajador tenía que luchar incansablemente para sólo obtener algunos medios con que alimentar su sufrida existencia. Las clases de relaciones entre patronos y trabajadores eran de amo a esclavo, a base de decisiones autocráticas. El señor feudal era amo absoluto, su poder de decisión era ilimitado, a tal grado que llegaba a “decidir” hasta en la noche de bodas de sus vasallos (derecho de pernada o prima nocti).[1] De esta forma cabe destacar que otra de las características de este periodo, fueron las formas descentralizadas de gobierno y como reacción a lo sucedido en el Imperio Romano y en el gobierno democrático griego, que fueron altamente centralizados. Es así como aparece el feudalismo, sistema bajo el cual los antiguos ciudadanos y habitantes del Imperio Romano se agruparon alrededor de personajes en busca de su protección. Al continuarse la guerras y con la caída del Imperio Romano, se levantaron nuevos Estados que repartieron las tierras conquistadas o las depositaron a Señores Feudales para gozar de su protección, creándose grandes extensiones de territorio que se denominaron feudos y que eran propiedad de una nueva clase social, los Señores Feudales, en donde ellos eran los dueños y los antes esclavos, los colonos y los campesinos libres se convirtieron en campesinos vasallos que en ciertas circunstancias se convertían en siervos y el lema era: "no hay tierra sin señor". Administración en la Revolución Industrial Esta época se caracterizó por la aparición de diversos inventos y descubrimientos, como la máquina de vapor, mismos que proporcionaron el desarrollo industrial consecuentemente grandes cambios en la organización social. Desaparecieron los talleres artesanales y se centralizo la producción, lo que dio origen al sistema de fábricas en donde el empresario era dueño de los medios de producción, y el trabajador vendía su fuerza de trabajo; surgieron la especialización y la producción en serie.

En esta época nace la administración como disciplina; a pesar de ello los trabajadores eran explotados, obligados a trabajar en lugares insalubres, arriesgando sus vidas, horarios excesivos etc. Administración Del Siglo XXI Estamos entrando en una época totalmente distinta pues el mundo está cambiando y claro también la manera de negociar y trabajar. El siglo XXI no se caracterizará por lo que actualmente la conocemos sino que será una sociedad inteligente o de conocimientos. En un futuro la economía no solo a nivel país sino a nivel internacional será diferente. Puesto que los recursos naturales se agotan y los avances tecnológicos se acentúan la economía se basará 100% en el conocimiento y la información. Los consumidores pagarán por el conocimiento. Con esto se tiene como idea un nuevo pensamiento en las empresas donde se busca un tipo nuevo de administrar. Se crean ideas exactas de cómo administrar y poder llevar al éxito de una empresa. Muy cierto es que los cambios que en este tiempo se están experimentando se fortalecerán y darán entrada a un nuevo tipo de economía y administración donde el conocimiento y la inteligencia serán bases sólidas para el buen manejo de las empresas, donde ahora estas serán materia prima o básica para la producción de bienes y servicios. Los historiadores están de acuerdo con que hubo una segunda revolución industrial de 1860 a 1914, llamada también revolución del acero y la electricidad, a pesar de todo este progreso no fue sino hasta principios del siglo XX que la llamada "ciencia de la administración" surgió, son diversos los enfoques de la administración, algunos de ámbito amplio, otros más especializados, de modo que existen varias concepciones de la forma más acertada en que se debe administrar una organización. Administración del siglo XXI El siglo xx ha marcado el nacimiento y desarrollo de la administración como disciplina enseñable. podemos decir que los que hoy llamamos clásicos, singularmente Frederick Taylor y Henry Fayol, iniciaron la teorización sobre la administración al intentar transformar en cuerpo de doctrina comunicable y enseñable la experiencia que, como gestores de importantes organizaciones, habían vivido en su propio trabajo. Los seguidores de Taylor, en búsqueda de mayor eficiencia y productividad, llevaron la aplicación práctica de dichos principios a los excesos del llamado “Fordismo” (máxima división y especialización del trabajo), pero también sentaron las bases del sistema de producción en masa que tanta prosperidad llevó a los países industrializados, especialmente a EE UU. la unidad de mando y control, propugnada por Fayol, permitió incorporar dentro de una sola organización todo el proceso productivo. Hubo excesos y, en reacción a los mismos, surgió una nueva corriente de investigación y conocimiento que trató de “humanizar” la práctica administrativa. fueron los aportes de elton mayo, Chester Barnard y otros, que introdujeron los estudios psicológicos y sociológicos como una forma nueva de pensar y estudiar la administración. Con posterioridad se incorporaron al debate diversas tendencias que enfatizaban el instrumento matemático, el sociotécnico, dando lugar, por su complejidad, a la multitud de “escuelas administrativas” que sintetizaron Koontz y o’Donnel en su famoso artículo de 1968 titulado “la jungla de la teoría administrativa”. LA ESCUELA DE LA ADMINISTRACION CIENTIFICA La Administración Científica es considerada dentro de la teoría de las organizaciones, como el primer intento formal de sistematizar los conocimientos en el área de la administración. En este intento se busca

el llevar la administración a adoptar el papel de ciencia, es decir, se busca la generación de una serie de principios y leyes que rijan el comportamiento de los administradores dentro de las organizaciones. La Administración Científica parte de reconocer a la administración como una ciencia que permite mejorar el quehacer de la organización a través del estudio de las operaciones de trabajo. Esta mejoría se mide a través del concepto de eficiencia, concepto que se fundamenta en lograr el desarrollo de un trabajo con el mínimo gasto de energía. Frederick W. Taylor es considerado como el padre de la Administración Científica. Taylor (1911) considera a la Administración Científica como una nueva forma de pensar dentro de la administración de las organizaciones, en donde tanto administradores como operarios tenían funciones específicas que desarrollar para lograr el éxito en sus organizaciones. En épocas anteriores a Taylor la administración tradicional, esencialmente se fundamentaba en la intuición y la aplicación de la experiencia de los administradores (la sistematización de conocimientos no se consideraba de utilidad dentro de la administración de las organizaciones). ESCUELA ADMINISTRATIVA CLÁSICA También llamada mecanicista o mecánica. Doctrina o corriente de pensamiento sobre administración de empresas, cuyos principales representantes a la vez que fundadores fueron Frederick W. Taylor (18561915) y H. Fayol (1841-1925). Según esta escuela, existe una forma óptima de organizar el trabajo en la empresa que es única y universal, y que se basa entre otros en los siguientes principios: toma de decisiones de forma centralizada, máxima división del trabajo y especialización productiva, jerarquía y liderazgo autocrático, comunicación desde arriba, rígidos sistemas de supervisión y control, poniendo siempre especial acento en el aspecto formal de la organización El trabajador es considerado por esta escuela como un ser egoísta y perturbador, que se mueve únicamente por estímulos pecuniarios (elevados salarios), al que hay que vigilar y controlar muy de cerca. La empresa es el patrón y las máquinas; el personal es considerado como algo externo, que hay que soportar porque es necesario. La empresa es considerada, en definitiva, como un sistema técnico al que hay que adaptar y ajustar el sistema humano.