Actos de amor - Antonio Praena

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ACTOS DE AMOR

Colección Literaria Universidad Popular 2011

ACTOS DE AMOR Antonio Praena

Universidad Popular San Sebastián de los Reyes 2011

Portada original del poeta:

JOSÉ HIERRO

Consejo Editor: Francisca Aguirre Tacha Romero Óscar Martín Centeno Directoras de la Colección Literaria: Guadalupe Grande y Luz Pichel

© ANTONIO PRAENA © AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES Edita: Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes Departamento de Publicaciones de la Universidad Popular José Hierro Tels.: 91 658 89 98 / 92 - Fax: 91 651 52 68 [email protected] I.S.B.N.: Depósito Legal: Realiza: REPROFOT, S.L. Celeste, 2 - 28043 Madrid Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del autor.

Un jurado compuesto por los poetas Joaquín Benito de Lucas, Pureza Canelo, Luisa Castro, Pablo García Baena, Ángel García López y Antonio Hernández concedió por unanimidad a este libro el XXII Premio Nacional de Poesía «José Hierro».

Dilige et fac quod vis

DE LA MISERICORDIA ESPIRITUALES Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 1Jn

VIDA OCULTA Ser y amor son coextensivos. Hans Urs von Balthasar

Von Balthasar lo dijo de una forma distinta, pero siempre ha sido así: amar y ser son actos coextensivos. San Pablo, sin embargo, fue más claro en esa carta suya a los conversos de Roma cuando afirma que no hay dolor ni vida ni futuro que puedan separarnos del amor. También aquel amigo que volvía por pascua a visitarte hizo cumplirse la misma convicción: abandonado de la única persona a la que quiso con todo su temblor en este mundo, segó su propia sangre una mañana perdida para siempre de diciembre. Son formas diferentes de afirmar el mismo hecho. Quizá por eso mismo nuestra vida transcurre silenciosa entre la celda y el oficio: primero el cementerio,

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un poco más allá la biblioteca, el claustro, el de profundis y, al final del largo corredor en el que cuelgan las cogullas, la cruz a cuyos pies hora tras hora cantamos.

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CASTIDAD Dime tan sólo que tan sólo mi vida ha sido inútil, pues declara von Balthasar que no hay otra belleza más honda en el amor que el simple acto de amar sin beneficio. Dime sólo, tan sólo, que mi angustia ha sido eso: despojo de mí mismo en manos rotas, la eterna profesión de amar de balde.

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UN HOMBRE ENTRA EN LA NIEVE Un hombre se desnuda ante la nieve. Abraza a sus amigos y uno de ellos lo toma suavemente de la mano: —Francisco, no nos dejes. Pero Francisco tiene estrellas en los ojos y lo único que escucha está muy lejos, tan lejos que da golpes en su pecho, y sólo ese lugar donde no hay nada —la nieve, nada, nada, nada, nada— lo aguarda para unirlo a su blancura y hacerse un solo amor fundido en sangre. —Podéis vivir sin mí. Mi vida os la he entregado: no me quedan palomas azuladas que deciros. Dejadme ahogar mi fuego en esta hoguera blanca, partir desnudo y solo hacia el abismo, lo mismo que llegué, desnudo y solo, hasta este abismo de lágrimas y lobos, de muertes y de partos. Ya soy alguien distinto del que he sido. 16

Es algo que algún día entenderéis, cuando en la clara soledad que ahora me espera no existan mi cansancio ni mi calma, sino el amor humildemente y sin retorno. Partid sin recordarme. Yo bendigo los días en que fuimos hombres libres desnudos de este mundo. Aquí os entrego mi usado corazón: multiplicadlo. Un pobre entra desnudo en la pobreza. Después de caminar unos segundos, un golpe de fulgor cruje en los ojos de los frailes que vuelven de repente sus miradas a allí donde Francisco estuvo un día.

Sus huellas, sin embargo, ya no estaban.

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1Pe 4, 8 Sabes muy bien, Antonio, por qué sigues. Lo has escuchado muchas veces en la Primera Epístola de Pedro a no se sabe qué grupo de judíos clandestinos en la cercana Roma de principios de esta era. Se dice en esa carta que el amor cubre la multitud de los pecados. Y es esa la verdad. Si fuera de otra forma, simplemente, tu vida no sería necesaria.

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ACUÉRDATE DE LA MUERTE A veces es preciso regresar a los lugares donde fuimos infelices y abrir allí la herida y respirarla y ser el hombre roto que perdura con muerte muy adentro de nosotros, lo mismo que el terror en la belleza. Las cosas son así. Si Platón no nos engaña, camino hacia la muerte es todo aquello que vamos descubriendo en esta vida, y, en vida, sin saberlo, estoy pisando la tierra en que he de abrirme mi sepulcro. Mi carne, al fin y al cabo, es una forma consciente de amistad con la certeza de que todo se acaba. Yo diría aún más: dar a la muerte unas entrañas que encarnen su victoria y la transformen en una causa más para la vida. A veces es preciso que sintamos el tránsito que un día ya fue cierto. 19

Tan cierto que, si quieres que te diga sus ojos, su verdad, sus apellidos, puedes llamarme Antonio.

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ESTADÍSTICA Me pierdo sin querer en el Trastévere. Llego a la iglesia que buscaba en el momento en el que ya no la buscaba. Un grupo numeroso de personas celebra el funeral de un tal Francesco, alguien que dedicó —por lo alcanzo a comprender— toda su vida a la estadística. En las palabras del sermón el nombre de Giannetta se repite varias veces. Al parecer, cuando Francesco cayó enfermo, Giannetta se ocupó de su cuidado, pero ella fue llamada a las moradas azules poco antes que su esposo. Las cosas nunca ocurren como deben. Más bien, sobre las horas capitales, un golpe que se escapa a lo previsto decanta cada vuelco de la vida, la muerte y el amor y la palabra; como ha ocurrido hoy, en esta iglesia, en este funeral, en mi persona perdida sin saberlo en el Trastévere, 21

a las tres de la tarde, mientras el ábside cuajado de dorados mosaicos comienza a iluminarse con el rayo de un sol poco probable este diciembre.

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Jn 1,1 Intento que recuerden mis alumnos de dogma el mayor número de voces por las que traducir del griego el logos al que canta san Juan en los umbrales de su canto de amor y de silencio. En el principio ya existía la palabra. En el principio la belleza, en el principio la comunicación. La comunicación estaba en Dios y ya era Dios en el principio la comunicación. La comunicación vino a los suyos, pero los suyos no la recibieron. Los suyos siguen solos, sin belleza. Tan solos. Demasiado. Todavía.

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NUNC DIMITIS Bodegón de Sánchez Cotán. Cartuja de Granada

Entre la biblioteca y el altar son una forma de costumbre la muerte y el amor. Hasta las hortalizas más humildes en el pincel del monje son milagro, pues surgen de la nada y, en el fondo, aguardan para alguien. Me pregunto por qué. Mis nombres ya han cesado entre estos muros. Mi vida no era yo, sino tan sólo razones que interpreta un actor muerto. Mas hace ya bastante de aquel hombre, y es hoy, por toda ciencia, lo más claro de cuanto de mí mismo sé decir que tengo descuidada la pregunta por la felicidad. Supongo que el olvido fue creciendo entre el silencio y la palabra del huerto y del oficio.

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El canto de los salmos milenarios compendia los saberes de este mundo. Y hasta la biblioteca en su concierto de voces es un orbe de otra cosa, pues ha aprendido a amar y a amar enseña. Buscaba soledad y he sido yo encontrado. Mis ojos no me ven. Es algo muy sencillo y es por eso que todo lo que fui ya no me duele, como si no importara el tiempo y, al igual que frutas y verduras, sólo exista sabiendo que mi vida es vida de alguien. Un día en estos claustros es un ciclo completo alrededor de la existencia. Y, al cabo de las horas, un cansancio más parecido al cielo de una noche cuajada de luceros que a la melancolía de quien ha dado todo lo que tiene a cambio de la nada más perfecta, hace que exclame absorto: nunc dimitis.

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MUNDO

Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida. W. Shakespeare

CUARENTA A Juan Antonio González Iglesias

Yo no he cumplido aún 40 años, pero ya he gobernado algunas vidas. A diferencia del emperador, mi voluntad no fue tenida en cuenta. Como Djuna Barnes, después de haber probado casi todo, he estado recluido en un convento la mitad de mis días, que es forma de vivir 40 años de modo condensado, pues el ritmo del mundo es diferente para aquellos que eligen el amor en dosis pura. Y como Marco Polo, minucioso, he anotado en libros olvidados los exotismos de mis viajes con un lenguaje propio del que tiene cumplidos los 40. Pero yo no he llegado a los 40. Cuando llegue —animula, vagula, blandula— espero arrepentirme de estos versos.

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LOGO Es algo elemental y apela a nuestro instinto sin que sepamos cómo. La imagen del poder, la marca de la fuerza brutal y delicada. Antiguo y postmoderno, teológico y pagano, quizá en algún gen loco —sin plena utilidad pero vigente— del guerrero que fuimos resida el potencial de este tatuaje que exhiben en sus ropas hight-tech los hombres y mujeres más veloces. Pero tampoco es desdeñable la teoría que encuentra en la perfecta comunión de un Dios que, siendo tres, es sólo uno y, siendo un ser inmóvil, es la suma de todo movimiento, la clave de este signo que aquieta y moviliza. Mejor será vestirlo, hincharlo de materia en el gimnasio,

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entregarse sin más disquisiciones de marketing y ética al abuso de la contradicción de un logo simple: las tres rayas de adidas.

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MI VIDA SEGÚN BACON A principios de junio de 1973, justo en los días de mi nacimiento, Bacon termina el tríptico en que un hombre escupe, caga, piensa y se contempla sobre unos vanos negros que, según la grabación de la audioguía, pretenden ser memoria de la muerte. Quizá a las mismas horas en que Bacon, en un estudio sucio a las afueras del Londres más borracho y escabroso, firmaba su retrato de lo humano, en un perdido pueblo de Granada llegaba a la existencia un niño pobre. Y ahora mismo —14 de febrero, 2009, sala de exposiciones temporalesse encuentran aquel hombre que ya nunca podrá escupir, pensar ni contemplarse sobre ventanas negras, y este niño, que, gracias a que Bacon la ha pintado, contempla su otra vida y no la extraña. 32

I ELEGÍA y enterrar a los muertos. Mi querido Javier: esa es la última manera de amarte de entre todas las maneras de amor que en este mundo son posibles. Darle tu cuerpo a la ceniza, mi guerrero Javier, para el que nada era bastante, mi vehemente corcel, que alimentabas tu alegría con polen de amapola y nieve amarga y ahora ya no tienes alegría, amigo sepulcrado, y ni tu rostro refleja lo que fuiste: potro en vuelo. No tiemblan tus arterias a deshora colmadas de traspasos y de escarcha ni acudes a mis ojos, como antes, después de estar perdido 9 días, 9 nocturnos días, entre bocas que muerden tus pezones y te escupen y vuelven a morderte y te intercambian 33

de gramo en gramo, cuerpo en cuerpo, mientras tu corazón busca el olvido. Pero esta vez volviste sin olvido y fue el dolor tan obvio que encontraste refugio en las espumas de otras aguas. No vas a regresar hasta mi vida en busca del perdón que siempre hallabas en atrio de mi labios, mi silencio, mi forma de quererte de otra forma que nunca te bastaba y sin embargo sabías que era amor, que era amor limpio. Yo quise de tu ser la lumbre ebria, no un rayo que la noche se tragara. Y ahora, todas juntas, las tormentas me entregas en tu cuerpo amoratado para que con mis manos en un surco de estiércol y de sombra lo abandone. Javier, tanta fiereza ¿dónde ha ido? Y aquella bruta fuerza ¿qué alimañas, insectos y raíces alimenta? ¿Por qué has querido darme por destino ser casa de tu nombre y estas uñas que no puedo limpiar y con que araño,

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Javier, mi corazón, que fue tu almohada y es hoy tu sepultura y mi desvelo? Javier, hermana furia, sangre amiga, ¿qué vínculo verbal no has desatado entre esta muerte mía y el exceso de amor que en cada abrazo te encelaba?

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II RESPONSO Que los potros de Cristo te salgan al encuentro. Que canten para ti los coros de los ángeles y que el gesto rotundo de tu animal mandíbula sea ya, solamente, belleza. Espero que ahora entiendas mis lágrimas absurdas sobre el cuerpo del mundo tantas veces vertidas. Porque esos manantiales, que riegan las praderas que ahora estás pisando, son pena trashumada que mi llanto por ti —Javier, el de los ojos oscuros y palomas, Javier, el de los brazos palabra y arteriales— roció sobre las verdes llanuras de la patria. Yo quiero que descubras en esa luz total, que, al fin, todo lo explica, que el llanto que se llora sobre el cuerpo de un hombre engendra en el Edén arroyos de agua virgen para aquellos que amamos en este valle oscuro. Bebe en ellos, Javier, guerrero hermano mío. Tú que estás en la vida, no te olvides de mí. 36

AMÉRICA Es algo realmente curioso que entre todas las formas de decir amor en el romano nada más que dos verbos entraran en la historia del modo en que se quiere en este idioma nuestro: quaero, que no es querer sino buscar, y amo, que no es amar sino esperar. La búsqueda y la espera. Echo de menos un verbo más pasivo, pero entiendo que busca y esperanza son bastante para cruzar el mar, creer que se ha llegado al mundo pretendido y amar en una tierra completamente virgen, distinta a la buscada; ponerle al nuevo mundo un nombre que no es suyo ni nunca podrá de serlo. Y no saber volver. Y acaso si se vuelve, jamás ya ser el mismo.

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POÉTICA La parte más extraña en mi existencia es esta parte misma que ahora exhalo. Tan sólo al pronunciarla cobra vida. Tan sólo sin mí mismo me define. Porque hay que dejar ir las cosas buenas: vaciarse, enloquecer, irse de quicio; no ser, ser muchos hombres, transfundirse y luego recibir todas las sangres en nuestro corazón y aunar de nuevo la nada con el todo en la garganta y darle al mundo un hombre renacido que tiene nuestros ojos pero es otro. Te doy lo que no tengo: aquí voy todo. Libértame de mí, méteme dentro. Gozoso de perder, gano la vida. Entrando en tu pupila, nazco entero.

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VIDA Y RAZÓN Nosotros no sabemos enterrar de otra manera. Tu voluntad era distinta, pero nosotros no sabemos enterrar de otra manera. Cantaremos, rezaremos, rociaremos agua bendita sobre el plomo que sella el ataúd que te contiene. ¿Cómo depositarte sin palabras en la hilera de nichos, de igual forma que un libro se abandona en una balda? Era tu voluntad. Pero la mía es esta: soy yo quien sigue viva, así es que elijo vivir en la locura en la que puedo vivir. Si acaso tú tenías razón —no hay nada que esperar, todo se pierde— entonces ya no importa lo que haga: el polvo ya no siente ni conoce. Si, en cambio, el que yo creo es tu destino, no sólo entenderás esta costumbre que cumplo al enterrar a un hijo muerto: me estás pidiendo a gritos que lo haga.

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NO ES UNA TIERRA EXTRAÑA No es una decisión ni es un castigo. Tampoco una manera de venganza para con la existencia o con sus daños. A veces es indicio de carencias biológicas o fallos funcionales, pero esa es otra cosa: duele menos. No es el viaje a un mundo diferente más fuera o más acá dentro del mundo, ni un modo de salvar las pocas cosas que importan cuando es poco ya importante. Tampoco es el lugar donde los truenos liberan su lenguaje y donde el rayo no cesa en su descarga sobre el alma. A veces se reviste de razones maduras sumamente y hasta excelsas, y a veces es posible que el silencio la encubra, pero clama en mil idiomas. Parece el privilegio de los pocos que ven lo que no ve quien está cuerdo, mas no es lugar tampoco para hombres que encuentran en delirios las respuestas.

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No es una tierra extraña la locura. Es la única manera en que podemos morir cuando de formas diferentes nos es completamente prohibido.

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CONTRA MI OFICIO Afirmo que el amor son las palabras. Que no existe el amor si no se dice. Afirmo, de igual modo, que al cantar los días los dejamos ya engastados en una forma extraña de sintaxis que no puedo expresar con otro nombre distinto del de amor. Y afirmo lo contrario. Que nunca las palabras bastarán para dejar constancia de las cosas que puede un hombre amar y, de hecho, ama. Que está la vida fuera de estas líneas. Que, si jamás deseo alguno me brotase de decir lo que aquí digo, seguiría viviendo en lo que aquí no he pronunciado, amando en lo que aquí no halla lenguaje ni quiero que lo halle por si un día vosotros me buscáis entre mis nombres. La vida es tan hermosa porque nada la puede hacer hablar si ella no quiere.

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Vivir es siempre más que darse cuenta. Amor es siempre amor porque no sabe de amor quien no se pierde en el distinto misterio de otra carne incomprensible. Y necio yo sería si pensara que porque un día mis palabras engendraron amor, amé yo más, vivir, tuve la vida.

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CARNE

Los demonios son muchos, y eros es uno de ellos. Platón

8 DE JUNIO Nací el 8 de junio. Toda la luz se derramó en mi sangre, pero hace tiempo que no encuentro ni la luz ni mi sangre. Pensé que era mejor poner mi vida muy lejos de las cosas que he querido, muy lejos de las cosas de este mundo, muy lejos de tu amor, que ha sido el mundo. Me fui fuera de ti para poder volver un día curado de la bestia que me ocupa. Pero la bestia se ha hecho grande, tan grande como puede hacerse un hombre, y vamos los dos juntos de la mano camino de la muerte: ¡si me vieras!, los ojos que quisiste son agujas clavadas hacia dentro. Soy uno de esos hombres que desguaza las flores con sus botas de jinete. 47

Consumo polen ácido, comulgo reno crudo, escupo arcilla. Me digo con palabras que les lamen los ojos cancerosas a los ciegos. Confieso que he bebido cera hirviente tratando de sellar todas mis puertas. A veces, si mi bestia se ha dormido, planeo una manera de escaparme: me visto un traje nuevo, me anudo una corbata, mas, vueltos al espejo mis dos ojos, descubro que me mira un hombre muerto. Y entonces, inhumano, desterrado, retorno al colchón sucio de mi siglo y cumplo un año más lejos de todo. No he vuelto a escuchar luz. No he vuelto a besar pulso. Me alumbran y devoran la garganta estrellas tan brillantes que son negras. Mas dejo testimonio de que todas las noches de mi vida he pronunciado tu nombre con gemidos animales.

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Tan fuerte te he llamado que no existe frontera entre el aullido y mi persona. Quizá sólo fui alguien un instante del 8 de aquel junio de aquel año, lo mismo que son hombres los que lloran y dejan de existir los que no aman.

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TEORÍA DE LA TRADUCCIÓN Cerca de ti, tan lejos como una traducción —un pórtico de Atenas en tierras de la tundra, un verbo equivalente, que nunca un sustituto— mi vida transcurrió sin ser mi vida. De ti llevé en mi boca el terciopelo de tu boca jugosa. De ti la noche oscura de tus ojos sin fondo. Tu mano entre mi mano latiendo con el pulso retroactivo que une en la distancia a dos que se perdieron buscándose en la luz, la luz de cada uno, por aguas de mil ríos que son un mismo agua, sentí cuando de mí nada sentía. Fue el éxtasis, la gloria. Vibraron con mi verbo las almas más sensibles. El semen de los libros. La carne en los hoteles. Y al fin, cuando la muerte fue más que la obsesión y la certeza, tan sólo me restaba sin labios de ternura decirles la verdad, la escena que resume lacónica el escueto sentido de las cosas de forma universal, luego concreta:

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yo no era el que vivía. Mi vida quedó allí donde la abandonamos, desnudos, abrazados, terciopelo de bocas que se comen mutuamente lo único real que las nutría: mis lágrimas, tus besos.

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BITÁCORA He naufragado en el amor. He naufragado en la vida. Nadie naufraga en la muerte.

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CORDURA Supongo que no estoy llamado a la belleza. Son muchos, demasiados, los días sin palabra, los días sin mañana. Tan pronto he aceptado lo que he sido —dos hombres que conviven— ninguno ha vuelto a hablar de lo que importa. Ninguno ha vuelto a herirse la garganta, ninguno a ser paloma o rata antigua. Es casi como un río que se seca. Es triste, pero es eso. No debiera haber pedido paz. Esto no es paz. Más bien es el vacío. Añoro la locura y todos dicen: ¿qué fue de tu violencia, tu rabia hermosa y clara, tu manera de amar con todo el cuerpo, tu dureza de espuelas, tu ternura en las espigas? No sé. Parece que está claro que he sido alguien de excesos, de polos imposibles como sólo se puede permitir quien está vivo. Pero ahora que está en calma cada extremo, tan sólo soy un hombre, apenas nada. 53

Mejor reconocer que no era mío tal río de relámpagos y nieve. Supongo que no he sido yo el poeta. He vuelto a la cordura y me he perdido. He vuelto a la cordura y estoy muerto.

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LEGIÓN Como puede decirlo tan sólo quien no sabe lo que dice, se mueren en ti los hombres que no he sido. No he sido aquel que amaste, ni tampoco el hombre que soñó que tú lo amabas. No he sido el que ahora mismo te recuerda, pues no recuerdo bien cuál fue mi sueño. Posiblemente todos se extraviaron por sendas que jamás transitaré. Y ahora que en la noche llamo a alguien, tan sólo aquel que un día tú quisiste podría socorrerme si viviera. Mas ese solamente estuvo vivo el tiempo de tu tiempo y es por eso mejor dejarlo aquí: ya es tarde, me confundo y debo abandonar a este que escribe en aguas somnolientas y encontrarme 55

mañana con un ser desconocido en este cuerpo mismo que me habita. Mas, antes de entregarlo a la disolución, la última pregunta: ¿podrá tal vez la vida devolverme, con estos mismos ojos y este llanto, de todos los que fueron sólo a aquel que tuvo vida en ti? Ausente como yo, mi voz responde: tu vida fue verdad, querido Antonio, tan sólo con el paso de la suya. El resto, solamente materia de un poema.

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AUTORREPROCHE Piérdete, vuélvete tan invisible como la noche en la noche. Ahoga tu pupila en tinta oscura, como la tinta en la tinta. Sumérgete en tu sangre respirando tu sangre ennegrecida hasta que alcance la yema de tus dedos. Descomponte, no dejes de ti mismo ni el recuerdo, lo mismo que el amor no consumado no deja del amante su ceniza, su humo, su potencia o su posible memoria en este mundo donde nada que no es amor no es ser ni puede serlo. Como un pellejo henchido de cochambre, deshaz todos los ciclos de la vida fundiéndote en tu podre hora tras hora, minuto tras minuto, recuerdo tras recuerdo. No hay nadie que te quiera, ni tú mismo. Doy fe cierta de ello porque he sido la fe que te devuelvo, el miedo incluso. Y no regreses nunca con la aurora. 57

MATERNIDAD Borro tu huella por el pueblo. Como si no tuviera hijo. Como si no hubieras nacido. Y ocupa tu lugar un haz de espesa sombra, de sombra tan espesa que se va cristalizando hasta alcanzar la transparencia del diamante y, al fin, ser invisible, ser ya nada. El vientre de las madres es caverna de aquellos hijos suyos que no saben amar. No vuelvas a nacer, no me avergüences. Destrúyete tú mismo: no se acuerda ya nadie de tus ojos. Eres nadie. Tampoco este poema te está hablando: las madres sólo hablamos con los vivos o los muertos. No estás, nunca has estado, entre los vivos ni los muertos. No te has podrido aún, porque no puedes: no hay verbo que se pueda conjugar junto a la nada. Y hablemos de otra cosa, dulce mundo, hablemos de mentiras, de las nubes, de la alegre mañana que tenemos por delante. 58

ACTO DE AMOR και ουδεν αφωνον 1Co 14,10

Como en la teología negativa luterana, lo he aprendido subcontrario: ni un verso, ni un pronombre, ni una coma, ni una preposición, ni un gesto, ni un vacío: nada debe el que canta permitirse si no es acto de amor. Tampoco las razones que desprecian el pulso que enardece nuestro cuerpo con la única verdad, la que es de carne. Amor hace posible entre las cosas distintas y contrarias lo que ignoran: la extraña redención de la afonía en canto comunal de equivalencias. Y amor halla entre iguales magnitudes opuestas sin quebrar la analogía que todo lo copula en fiel sintaxis. Las voces de otros siglos vivirán en el siglo presente si quien carga

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en su respiración con sus mentiras lo hace por amor. Y todo será nuevo aunque mil veces se cante si en quien vuelve a hacerlo boca amor es la razón de su estallido. No acepto más criterio, no escucho otro silencio, no admito contextura que no sean la rabia, la piedad, el canto por el canto o el delirio que rapten mi existencia y la derrochen en puro acto de amor.

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TEORÍA DE LOS ACTOS VERBALES Igual que la teoría cognitiva de los actos de habla descubre dimensiones colindantes con nuestra realidad que van más lejos de la correspondencia del sentido con lo empíricamente contrastable, toda teoría no formal de la existencia ensaya aplicaciones sobre aquello que envuelve el corazón de cada hombre. Yo lo aplico a los actos de amor. Un excedente de amor se da en el acto de aquel que realizándolo lo crea. Es algo desbordante, un privilegio difícilmente transferible a códigos y signos. Algo puro profundamente incomprensible, pero cierto como los sueños que se tienen cuando niño y no pueden volver a repetirse.

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DE LA MISERICORDIA CORPORALES

Y Telémaco, abrazado a su padre, sollozaba derramando lágrimas. Homero

VOLVER … pero has sobrevivido a los poemas del libro en el que fuiste personaje. Como era de esperar, la vida es diferente a las palabras y, ahora que lo sé, sólo deseo que acabe este viaje por el norte de Europa para estar junto a vosotros. En un mercado de Oslo te he comprado un bolso de diseño y a Emmanuel la nueva camiseta de Cristiano Ronaldo. Supongo que es su talla. Habrá crecido mucho. Se me parten los huesos en el sueño de tenerlo de nuevo entre mis brazos. Que me diga «te quiero», como sólo él lo pronuncia, y ponga en mi mirada espuma virgen nacida de sus dos ojos marinos. Querida hermana mía: ha regresado de nuevo la esperanza. Ya no sueño con coágulos de sangre en las paredes del metro Charing Cross por calle Oxford.

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No he vuelto a herirme más. Son sólo uno los hombres que ahora soy y el que no he sido. En el trabajo bien. Tan sólo libros viejos. Hace un par de semanas abrí uno que con ingenuidad enumeraba las siete en tinta roja santas obras de la misericordia corporales: vestir al desnudo, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, posada al caminante, visitar al preso, asistir a los enfermos. Sepultar a los muertos. Siete actos de amor. Me han parecido vanguardistas, porque, precisamente en siglo roto, usar infinitivo y complementos tan simples se convierte en una forma de pura transgresión. Transgredo. No me importo. No te asombres si el hombre que desciende del avión no se parece a mí: cuando te abrace sabrás muy bien quién soy. Traigo de lejos las cosas que estuvieron siempre cerca: la vida que me disteis, el amor

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que sólo los hambrientos, los sedientos, los desnudos, los presos, los enfermos, los errantes y muertos recibimos como amor. Querida hermana mía: así es la vida. ¡Qué bien pueden decir las frases hechas los misterios del hombre! El porvenir que juntos aguardamos, el mañana, que nunca amanecía, empieza hoy: lo llevas de tu mano en este instante: es rubio, ojos azules, 4 años, y espera a que descienda del avión el hombre que jamás dejó Granada.

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EMMANUEL Cuántas veces, Emmanuel, he querido mostrarte lo que sé para que tú me digas las cosas que no pueden aprenderse. Yo te hablaré de Ulises, que viajaba buscando a su familia. Y de Francisco que huyó de su familia hacia la nieve y fue misericordia entre los lobos. De Eckhart, de Hildegarda, que en la nada abrieron una puerta a lo que oriente tenía de común con occidente por sendas del amor, que todo lo abre. De Edith, la judía, y Federico que amaron contra el tiempo de su tiempo y fueron sepultados en la noche de todos los espantos de algún tiempo. Un día te diré por qué mi voz es tan terrible aun siendo, como soy, un hombre bueno. Y tú serás la más honda alegría, mi vida en otra vida, mi terrible

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razón para abrazar el signo incluso del tiempo que no tengo por delante. Tú, con tus 4 azules años, el hijo de mi hermana, mi otra alma; mi amigo, mi Emmanuel, el compañero del siglo que sin ti no emprendería.

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CUANDO SEPAS LEER La estrella de papel, las alas de angelote que tu padre te ha hecho esta mañana, ya están dentro del reino de tus ojos, son ya parte de todo lo que eres y algún día querrás mirar de nuevo en las estrellas. Yo lo canto por eso en estos versos que aguardan para ti.

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QUIA ABSURDUM Credo quia absurdum Tertuliano

No pienso renunciar al privilegio benigno y confesante del ridículo a la hora de decir una verdad que funda sus razones en lo absurdo: tu vida es, Emmanuel, porque es absurdo, sentimental y poco literario, mil veces más mi vida que yo mismo.

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ESPEJO Querido Emmanuel: cuanto más te conozco, más clara mi existencia se me hace. Te dan el mismo amor que a mí me dieron: ¿cómo no voy a ser un hombre alegre? Y un día buscarás el mismo amor que ahora ya tienes: ¿cómo no voy a ser un hombre que no cesa de anhelar en el mundo lo imposible?

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PATRIA Tu mañana de Reyes, cuando tenías nueve años, comenzaba en la cuadra de las cabras. Las contabas una a una, bajo la luz de una bombilla amarillenta, y las sacabas al corral donde los dedos violetas de la aurora iban tintando los bultos de la paja aún escarchada. Las calles silenciosas, las veredas entre espartos. Tus ojos ante el mundo recién amanecido. Apenas tu estatura era más grande que el pequeño rebaño que guiabas, pero tu corazón era tan claro que el campo se encendía a tus pasitos. Papá, toda la fuerza de tu vida ha estado en la inocencia y en ser bueno. Y hasta mi corazón desesperado conduces con la fuerza de tus nueve apenas limpios años y apacientas

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haciéndome saber que aún existe —porque existes, papá, y apenas has crecido— un lugar en el mundo al que volver.

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MELOCOTONEROS Te cansaste demasiado aquel verano sulfatando los melocotoneros. Tú no sabías del aroma poético, oriental y evanescente que la palabra melocotoneros exhala al florecer en algún libro. Yo sí que lo sabía, sí sabía de flores y poemas, cosas tontas, porque mi condición ha sido estéril, pues nunca he dado frutos tan dulces y redondos, tan solares como esa fruta tuya: de mi mano nunca ha comido nadie, de mi esfuerzo tan sólo un hambre nueva se ha seguido. Papá, me da vergüenza sentir que cada letra de esta página también ha sido tuya, sólo tuya, papá, que te cansaste demasiado cuidando que el gusano de la muerte no entrara al corazón del alimento.

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Papá, si hubiera néctar dulce en estos versos, si dejo aquí esperanza y no se pudre, será sólo por ti, por ti que sin saberlo me enseñaste las cosas imposibles que yo canto.

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ÁBSIDE DE NUESTROS LABIOS Pureza Canelo

Papá, mamá: no puedo imaginarme la vida sin vosotros. Por más que intento ser un hombre fuerte más arduo se me hace concebir que el mundo continúe siendo el mundo después de vuestra ida. Procuro ver el paso de los años como algo natural. Hacer, como los monjes, costumbre de la muerte. Mas sólo una palabra me salva de la angustia. La digo y me consuelo. Y vuelvo hasta el sofá, me siento a vuestro lado haciendo que estuviera leyendo algo importante. Pero no, no estoy leyendo nada: aguardo la mañana de la resurrección. 77

PRÓLOGO Per pietatis viscera in se infirmitatem caeterorum transferant. Gregorio Magno

PRÓLOGO Las profundidades del mar escupen hombres ya muertos o camino de la muerte como mi corazón me escupe a mí. No es asco lo que el mar siente en su fondo: su única manera de salvar lo perdido. No sé si un sentimiento similar tiene mi corazón al vomitarme. Lo único seguro es que sus muertes no pueden compararse con la mía: yo muero de estar muerto, me muero de mí mismo. Varones de dolores, magullados de sal, hermanos míos sufriendo mi silencio. Despojos de la mar, dolor oscuro me una a vuestra piel. Pido perdón por esta pena chica de un pobre corazón que ya está lejos de mí, libre de mí,

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posiblemente navegando tan indocumentado que tan sólo, tan sólo es corazón sobre la playa.

…y tú, mientras, Antonio, estúpido hijo mío, hablándole a tu voz.

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PARA SER SINCERO No pasaré de nuevo por la vida, lo sé, así es que dejo la palabra por amor.

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Los poemas «Elegía» y «Responso» hacen memoria de a quienes quise en mis años de trabajo voluntario en el módulo 10 de la cárcel de Topas, Salamanca, y de la casa para terminales de Sida Mas al vent, Valencia. Como dirían mis queridos The Cranberries, “no more inside”.

ÍNDICE Pág.

DE LA MISERICORDIA ESPIRITUALES

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11

Vida oculta ................................................................................................... Castidad .......................................................................................................... Un hombre entra en la nieve ............................................................ 1Pe 4, 8 ........................................................................................................... Acuérdate de la muerte ....................................................................... Estadística ..................................................................................................... Jn 1, 1 ............................................................................................................... Nunc Dimitis ...............................................................................................

13 15 16 18 19 21 23 24

MUNDO

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27

Cuarenta ......................................................................................................... Logo .................................................................................................................. Mi vida según Bacon ............................................................................. I. Elegía ..........................................................................................................

29 30 32 33 36 37 38 39 40 42

II. Responso

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América .......................................................................................................... Poética ............................................................................................................. Vida y Razón .............................................................................................. No es una extraña tierra ....................................................................... Contra mi oficio ........................................................................................

85

Pág.

CARNE

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45

8 de Junio ...................................................................................................... Teoría de la traducción ......................................................................... Bitácora ........................................................................................................... Cordura ........................................................................................................... Legión .............................................................................................................. Autoreproche .............................................................................................. Maternidad .................................................................................................... Acto de amor ............................................................................................... Teoría de los actos verbales ..............................................................

47 50 52 53 55 57 58 59 61

DE LA MISERICORDIA CORPORALES

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63

Volver .............................................................................................................. Emmanuel ..................................................................................................... Cuando sepas leer .................................................................................... Quia Absurdum ......................................................................................... Espejo .............................................................................................................. Patria ................................................................................................................. Melocotoneros ............................................................................................ Ábside de nuestros labios ...................................................................

65 68 70 71 72 73 75 77

PRÓLOGO

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79

Prólogo ............................................................................................................ Para ser sincero .........................................................................................

81 83

86

Esta obra se acabó de imprimir en Madrid el día 8 de Diciembre de 2011

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