Actividades de La Vida Diaria

ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA Cuando se habla de actividades de la vida diaria, se trata de aquellas funciones que hacem

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ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA Cuando se habla de actividades de la vida diaria, se trata de aquellas funciones que hacemos los seres humanos cotidianamente, como vestirnos, asearnos, etc. Éstas siempre han interesado a los terapeutas ocupacionales, aunque el término se engloba o surge en un marco médico y fisioterápico más amplio, definido como ¿las actividades necesarias o deseables para cada individuo? El siguiente documento pretende ser un manual claro y conciso que trate del elemento central del cuerpo y área de conocimiento de la Terapia Ocupacional, las actividades de la vida diaria. Por ello, su definición y clasificación han recibido especial atención en esta obra, así como la evaluación de los distintos tipos de AVD y las técnicas de tratamiento. También es de destacar el desarrollo de temas, como la distribución del tiempo ocupacional; la metodología e instrumentos de evaluación y, de manera específica, las actividades avanzadas de la vida diaria y la enseñanza y reeducación de las AVD.

Habilidades de Vida Diaria (HVD) Las habilidades de vida diaria son las destrezas que necesitamos para realizar las tareas cotidianas de cuidado personal, cuidado del hogar, actividades sociales y de comunicación mediante la utilización de técnicas de interacción con el entorno de forma segura, independiente y eficaz. Para la realización de estas tareas es necesario adquirir habilidades básicas relacionadas con la motricidad fina y gruesa, desarrollo conceptual y perceptivo, etc. Los programas de OyM y HVD deben realizarse de forma individualizada y personalizada, adaptados a las características y necesidades de cada alumno o alumna, teniendo en cuenta los factores individuales que pueden incidir en el proceso de aprendizaje. Así mismo, es necesario fomentar una empatía adecuada entre el docente y su alumno/a, establecer un período de habituación amplio, planificar el entrenamiento, proporcionar la retroalimentación adecuada de los progresos... Se trata de capacitar a la persona invidente para que sea autónoma, segura y eficaz en varios aspectos: 1. Cuidado personal (higiene, alimentación y vestido) 2. Cuidado del hogar (orden, limpieza, costura…) 3.

Preparación de alimentos (técnicas básicas de cocina, encender el fuego, localizar y utilizar cada utensilio de cocina, cómo saber que el aceite está caliente...)

4.

Adiestramiento en la mesa (comer con cubiertos y sin mancharse)

5.

Uso de materiales comunes (enchufes, llaves, electrodomésticos …)

6.

Actividades sociales (utilizar el dinero, efectuar compras)

7.

Actividades de comunicación (uso del teléfono y del reloj).

Justificación Cualquier persona con discapacidad visual puede llevar a cabo actividades de vida diaria, siempre que se enseñen con la técnica adecuada. Hay que evitar la tendencia de algunas personas adultas (familia, profesionales, amistades…) a sobreproteger al alumno/a, impidiendo el aprendizaje y realización de ciertas habilidades. Para la persona con discapacidad visual es importante realizar las mismas actividades que sus iguales y sentirse autónomos, por lo que hay que fomentar la independencia, lo que redundará en una mayor autoestima y en una mayor integración e inclusión posterior. Para el aprendizaje de las técnicas correctas, es necesario establecer un programa estructurado ante la dificultad para realizar el aprendizaje por medio de la imitación.

Metodología Todas las tareas se fraccionan en acciones más simples. Teniendo en cuenta el objetivo final de una tarea, secuenciamos los pasos a seguir uno a uno y se lo mostramos al alumnado.

Para saber la secuencia de alguna actividad lo mejor es taparse los ojos y grabar lo que se van haciendo. Luego se comprueba su utilidad. En función del nivel, se deberá prestar mayor o menor ayuda. Cuando son pequeños/as, conviene colocarse por detrás del alumnado, guiándole las manos. Poco a poco, se va eliminando el contacto, dejando que termine solo/a la tarea.

Instrucción en HVD Higiene y cuidado personal Una persona con una discapacidad visual, sobre todo de nacimiento, puede infravalorar la importancia de la apariencia física. El alumno o la alumna debe aprender a valorar la importancia del aseo y cuidado personal en todo momento. En cuanto a higiene y cuidado personal, se enseña a:

• •

Utilización adecuada del baño, ducha e inodoro. Aprender a dosificar líquidos (gel de baño), utilización de cremas, desodorantes y colonias. Limpieza dental y cuidado del cabello. Aplicación de maquillaje, depilado y afeitado



Vestido (aprender a combinar la ropa, a marcarla -hay etiquetas en braille- a ordenarla y limpiarla y saber cuál es la ropa apropiada para cada situación



Uso e identificación de medicamentos, aprender a aplicarse colirios y gotas para los ojos…

Habilidades de relación • •

Reconocimiento y manejo de dinero: monedas y billetes



Orden: mantener el orden en armarios y cajones, etiquetar la ropa, las cintas grabadas, los libros...



Utilización del teléfono y el teléfono móvil



Manejo de aparatos eléctricos y tiflotecnológicos (grabadora, ordenador, agendas…)



Utilización de llaves y cerraduras, pilas…



Saber firmar en vista



Utilización de material específico o material adaptado para invidentes: despertador, calculadora parlante, báscula de baño, avisador de nivel líquidos (permite comprobar el nivel de líquido vertido en un recipiente), avisador de luz (aparato con sensor que indica por medio de vibración si existe o no luz en el entorno), tarjeta taxi, pauta de escritura vista, juegos de mesa adaptados (damas, ajedrez, parchís, tres en raya…), cinta métrica en relieve, brújula, temporizador, Dymo braille, balanza parlante o en relieve, termómetro, jeringuillas…

Enseñar seguridad en el manejo de la electricidad, el fuego, el gas, los enchufes y demás elementos peligrosos.

Identificador de monedas, tarjeta de firmas y móvil adaptado. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Habilidades sociales • •

Saludar: estrechar la mano, besar.



Aceptar cuando te indican que llevas una mancha, evitar acciones socialmente inadecuadas (hurgarse la nariz, posturas inusuales...)



Ser educado y amable: ofrecer un asiento, paso de puertas...



Evitar cieguismos, blindismos o estereotipias.



Pedir aclaraciones cuando la información ofrecida es imprecisa: «aquí», «allí», cuando avisan de peligros gritando «cuidado».



Saber explicar la patología visual cuando preguntan y contestar correctamente ante comentarios inadecuados.



Saber desenvolverse en las compras, en las taquillas, en establecimientos públicos, en espectáculos, en los transportes... Saber pedir ayuda si se necesita.

Gestos: asentir y negar, decir adiós y aprender a dirigir la mirada al interlocutor, aplaudir...

Es importante saber hacer la compra, desenvolverse en sitios públicos y pedir ayuda si es necesario. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Habilidades en el vestido • •

Doblar prendas correctamente.



Saber combinar los distintos tipos de prendas y los colores.



Saber utilizar complementos: corbata, pañuelo, medias, guantes…



Cuidado de la ropa y el calzado: cepillado, lavado, etc.



Mantener el orden en armarios y cajones. Uso de perchas

Saber utilizar distintos tipos de broches: cremalleras, cordones, automáticos, imperdibles...

Hay que enseñar al alumnado a utilizar los distintos tipos de broches relacionados con el vestido: cremalleras, cordones, automáticos, etc. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Habilidades en la mesa • •

Colocación correcta en la mesa, de forma centrada ante el plato. Utilización correcta de la servilleta, del pan, vaso y cubiertos.



Localización del contenido del plato tomando como referencia las horas en el reloj (a las 12 la carne, a las 5 la verdura)



Utilizar el pan para ayudar a la localización de la comida.



Servir líquidos y sólidos (agua, leche, azúcar y sal)

Desde la etapa infantil, los alumnos deben aprender la colocación correcta en la mesa y el uso adecuado de los cubiertos. Autora: Rocío Guil

Actividades en el hogar • •

Limpieza y arreglo del hogar: barrer, limpiar cristales, fregar suelos, hacer la cama, mantener el orden ... Cuidado de la ropa: lavar, tender, planchar, ordenar



Costura: enhebrar agujas, hacer un nudo, tijeras, coser botones...



Cocina: útiles de limpieza, vajilla, cristalería, cubertería, complementos, uso de electrodomésticos, poner y quitar la mesa, recambios, encender fuego, hervir, asar, etc.

Aprender las técnicas básicas relacionadas con las tareas cotidianas en el hogar aumenta en la persona invidente su seguridad, su autonomía y su eficacia. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Ayudas técnicas Son muchísimas las ayudas técnicas existentes para mejorar y facilitar la vida diaria de las personas con discapacidad visual.

Enlaza: En el catálogo del CIDAT se pueden encontrar más información referente a estas ayudas que aquí, por razones de espacio, sólo nombraremos.

Ayudas ópticas Ayudas técnicas para baja visión destinadas a aumentar el rendimiento visual de la persona con resto visual: telescopios, microscopios, lupas manuales con o sin soporte, sistemas electrónicos de ampliación proyectiva, instrumentos para mejorar el campo visual, etc.

Lupa Looky. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Ayudas no ópticas Ayudas sin componentes ópticos que se utilizan para facilitar el acceso a la información visual: atriles, guías para la escritura, teclados con macrotipos, lámparas de luz fría, etc.

Atril. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Ayudas auditivas Instrumentos que reproducen o leen textos escritos: grabadoras, ayudas parlantes adaptadas (calculadoras, relojes, termómetros, brújulas, avisadores de luz, códigos de barras comprimidos para información de consumo y audiodescripción, etc.

Calculadora parlante. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Ayudas para el hogar Instrumentos auxiliares para ayudar técnica o tecnológicamente en el hogar: cinta métrica en relieve, plancha con indicaciones táctiles, balanza y báscula adaptadas al tacto, báscula parlante, indicador de nivel de líquidos, avisador de luz, marcadores de prendas de vestir, enhebrador de agujas de coser, etc.

Peso adaptado a personas invidentes. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.

Ayudas para la salud Instrumentos de medida y control médico: dosificador de medicinas, termómetro parlante, aparato de control de glucosa, tensiómetro digital parlante, etc.

Medidor de glucosa adaptado a personas invidentes. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE

Ayudas para la comunicación Aparatos o utensilios que facilitan la escritura, en vista o en braille: pautas, regletas, guías para escritura manual, máquinas de escribir braille, ordenadores, impresoras, libros en braille, libros en macrotipo, punzones, papel pautado, herramientas para dibujar en relieve, thermoform, etc.

Ayudas para sordoceguera Tablillas de comunicación, teléfonos con salida de texto en braille, sistemas de alerta por vibración (despertadores), etc.

Implicaciones visuales Vamos a describir algunas de las patologías visuales para analizar cómo afectan a las diferentes actividades de OyM y HVD.

Campo visual 1. 2.

a) Problemas en la visión central: Personas que no suelen tener dificultades graves en los desplazamientos; pueden tener problemas para localizar el primer escalón o pueden distorsionar el espacio y calcular mal las distancias. Sí pueden presentar problemas para realizar tareas que requieran visión de cerca: maquillaje, afeitado, enhebrar agujas, reconocimiento de monedas y billetes.

3.

b) Visión periférica: Se restringe mucho la movilidad, ya que existen problemas a la hora de detectar obstáculos al no calcular bien las distancias. También pueden tener ceguera nocturna. Si la patología va unida a problemas de agudeza, suele haber dificultades para las tareas de cerca. Pueden presentar problemas para localizar cosas concretas, por ejemplo en la cocina.

4.

c) Lesión cerebral (hemianopsias): Problemas para detectar los obstáculos ubicados en el lado del campo visual dañado, pudiendo producirse movimiento de las imágenes, problemas para calcular y seguir el movimiento de los objetos (si es lento, les puede parecer que el objeto está parado; si es rápido, se le duplica la imagen).

Agudeza visual

En estos casos las dificultades están relacionadas con el deslumbramiento (que incluso puede causar fotofobia) y dificultades con el contraste, por lo que tendrán problemas para efectuar cruces, ya que es difícil ver los semáforos. En las actividades de cerca y de precisión, tendrán dificultades con la costura, afeitado, maquillaje y el manejo de billetes y monedas.

Objetivos por edades De 0 a 6 años • •

Empezar informando al aula (docente y grupo de clase) del resto visual de la persona con discapacidad y de cuál es su mejor ubicación con respecto a la iluminación, siempre en presencia del alumno/a. Optimizar el aprovechamiento visual y fomentar el uso de ayudas ópticas y recursos técnicos.



Enseñar a orientarse y moverse por los espacios utilizados normalmente, saber localizar el mobiliario y materiales.



Identificar y discriminar estímulos sensoriales específicos (auditivos, táctiles...)



Identificar y localizar las partes del cuerpo en sí mismo/a y en los otros individuos.



Favorecer la coordinación de las manos, la fuerza y la prensión de los dedos.



Verbalizar todas las experiencias que se realicen y situaciones, utilizando un lenguaje adecuado y concreto, insistiendo en los conceptos espaciales.



Enseñar las técnicas básicas de OyM (seguimiento de superficies, protección personal, técnica guía vidente, -giros, estrechamientos, paso por puertas y escaleras con barandilla, con dos pies en cada peldaño-, sentarse a la mesa, seguimiento de superficies, localización de objetos caídos...)



Favorecer el orden en el aula (evitar el desorden o los elementos situados indiscriminadamente por el suelo), controlar el nivel de ruido del aula, que pueden despistar al niño/a y asustarle (explicar todas las fuentes de ruido) y anticipar al alumno cualquier cambio en la distribución de los elementos del aula o de los alumnos.



Implicar a toda la comunidad escolar en las técnicas básicas de movilidad y las normas de seguridad a aplicar en el centro o domicilio (siempre las puertas cerradas o abiertas del todo, orden, etc.)



Entrenar hábitos de autonomía, verbalizar y establecer rutinas fijas. No sobreproteger, sino enseñar a realizar cualquier actividad que el niño pueda hacer por sí mismo (en cuanto a alimentación, vestido, higiene, etc.)

Uno de los objetivos en la etapa infantil es favorecer la coordinación de las manos, la fuerza y la presión de los dedos. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.

De 6 a 9 años Además de los anteriores:

• •

Utilizar correctamente la técnica de guía vidente en interiores y exteriores. Utilizar las técnicas de protección personal en interiores.



Utilizar correctamente la técnica del bastón en interiores. Desplazarse con autonomía por interiores conocidos, en recorridos simples, manteniendo una buena orientación.



Desplazarse en exteriores conocidos con el bastón, sin realizar aún cruces de calles. Mantener una buena orientación, bajo la supervisión siempre del adulto.



Utilizar puntos de referencia en interiores y exteriores.



Utilizar correctamente la técnica de seguimiento de superficies.



Desplazarse por exteriores desconocidos sencillos, bajo supervisión.



Identificar prendas de vestir. Desvestirse y vestirse. Abrochar botones, cremalleras, corchetes...



Lavar y secar manos y cuerpo. Cepillar los dientes y peinarse.



Ir solo al servicio.



Servir agua del grifo.



Sentarse adecuadamente en la mesa y conocer la disposición de los elementos de la mesa. Localizar los alimentos en el plato, utilizar la cuchara y el tenedor e iniciarse en el uso del cuchillo. Pelar fruta sin cuchillo (plátano, mandarina...)



Identificar monedas y billetes.



Realizar compras en un comercio. Conocer el precio aproximado de los productos. Saber comprar productos sencillos (pan...), entregar el precio justo o esperar el cambio.



Ayudar en casa en tareas sencillas: preparar alimentos sencillos (bocadillos...)



Ordenar sus cosas. Colgar el abrigo en la percha y ordenar su material en casa y en el colegio.



Utilizar el teléfono



Ser capaz de identificarse correctamente (nombre y dirección) y firmar.

Los niños y niñas entre los 6 y los 9 años comienzan a desplazarse en exteriores conocidos con el bastón, sin realizar aún cruces de calles. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.

De 10 a 12 años Además de los anteriores:

• •

Aceptar y rechazar, cuando proceda, al guía ocasional. Tomar la iniciativa para utilizar las técnicas de protección personal y seguimiento de superficies.



Tomar la iniciativa para utilizar las técnicas del bastón, en función del lugar.



Conocer y utilizar la técnica de reconocimientos de espacios interiores.



Conocer y utilizar las técnicas para realizar cruces de calles sencillos regulados y no regulados por semáforos.



Desplazarse por el interior del centro escolar realizando trayectos más complejos que incluyan varios pisos.



Realizar trayectos por espacios conocidos en los que se incluyan cruces de calles sencillos, con total autonomía.



Reconocer y utilizar correctamente puntos de referencia en espacios conocidos.



Interpretar y representar gráficamente un espacio conocido.



Planificar el recorrido más adecuado entre varios posibles.



Localizar e identificar la ropa en el armario.



Tomar la iniciativa en el baño sin necesitar control externo. Saber asearse y peinarse.



Utilizar los cubiertos. Servirse agua de jarra y botellas. Untar mantequilla. Saber comer en autoservicio.



Colaborar en la limpieza de la casa: hacer la cama. Poner y quitar la mesa. Ayudar a lavar los platos y a poner lavavajillas. Saber dónde están colocados los útiles de cocina. Limpiarse los zapatos.



Ayudar a cocinar, empezar a preparar platos sencillos: desayuno y merienda.

De 13 y 15 años Además de los anteriores:

• •

Reconocer e interiorizar espacios cada vez más complejos, apoyado por profesionales y utilizando técnicas de protección. Realizar recorridos que incluyen cruces de calles más complejos.



Reconocer las dependencias del centro escolar, utilizando técnicas de protección.



Utilizar el transporte público en trayectos cortos y sencillos.



Desarrollar habilidades de reorientación en interiores y en exteriores.



Desarrollar habilidades de interacción con el público (rechazar ayuda o pedirla, si es necesario)



Realizar la higiene diaria con total autonomía (ducha o baño, lavado de cabeza y secado, higiene íntima, uñas).



Servirse comida de una fuente.



Distinguir entre diferentes menús, con criterios dietéticos, siendo consciente de la moderación en la comida y bebida.



Saber cambiar las toallas y sábanas. Doblar la ropa y mantener ordenado el armario.



Tener autonomía en la planificación de viajes.



Cocinar y conocer técnicas de seguridad en la cocina.



Lavar prendas a mano y clasificar prendas para lavar a máquina. Limpiar zapatos. Planchar prendas sencillas. Coser un botón.



Realizar compras con criterio en supermercados, tiendas de ropa...

En la etapa comprendida entre los 13 y los 15 años los adolescentes con discapacidad visual deben saber utilizar el transporte público en trayectos cortos y sencillos. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.

Metodología para la instrucción

La metodología a emplear en la instrucción formal en OyM y HVD deberá ser individualizada, ajustando los programas a las características y necesidades de cada alumno o alumna. Será preciso, por tanto:

• •

Valorar el nivel de autonomía personal del alumnado. Valorar, también, la información de la familia, la observación de la persona técnica especialista en rehabilitación, maestros/as y profesores/as. Programar correctamente las lecciones, las sesiones con el alumno/a se realizan de forma individualizada, con una duración de unos 60 minutos. Las programaciones serán asequibles para el alumnado, que quede garantizado el éxito en las tareas.



Llevar a cabo las sesiones en el centro escolar, domicilio o entorno exterior próximo. Realizar el entrenamiento en ambientes de dificultad progresiva, de lo conocido a lo desconocido, de lo sencillo a lo complejo.



Realizar entrevistas con la familia, docentes del alumno/a, etc. para informar de los progresos y programar el seguimiento en el centro escolar y el domicilio, para ayudar en la generalización de los aprendizajes.



Realizar el entrenamiento de forma que la persona con discapacidad visual pase de la dependencia hacia el profesional a un mayor grado de independencia (empezar con contacto físico e ir separándose cada vez más).

Progresivamente, el alumno/a con discapacidad visual debe ir adquiriendo un mayor grado de independencia respecto al docente. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.





Realizar repeticiones numerosas de las técnicas para conseguir su afianzamiento y generalizar los aprendizajes. Es necesaria la colaboración del centro donde esté el alumno/a y su familia (no sirve de nada enseñarle a comer en el colegio con autonomía, pero que luego, en casa, le den de comer). La información que se facilite a los alumnos y alumnas será la precisa, en el momento oportuno y sin aportar datos irrelevantes que puedan confundirles o distraerles. La tarea deberá ser secuenciada.



Realizar una adecuada selección de los puntos de referencia. Durante el trayecto, no se debe ampliar la información para evitar interrupciones. Sin embargo, si el alumno o la alumna no percibe alguno de los puntos de referencia sí se le debe hacer notar. Las referencias utilizadas estarán bien seleccionadas: ser fijas y fáciles de encontrar.



El alumno/a verbalizará el recorrido propuesto antes de iniciarlo.



Evitar al sobreprotección, el alumnado debe sentirse seguro y confiar en su profesor/a. Las equivocaciones y buscar soluciones a los problemas autónomamente, son útiles para aprender.



Representar gráficamente, en relieve, el trayecto a realizar.



Tener en cuenta el ritmo de aprendizaje y la motivación del alumnado, es preferible que los trayectos planteados tengan una finalidad (comprar el pan, ir al servicio, ir al colegio desde casa, etc.)



Enseñar la ida y la vuelta de cada itinerario y en sesiones separadas, para evitar confundir al alumnado, ya que no siempre coincidirán.



Utilizar un lenguaje conocido por el alumnado.



Comprobar personalmente cada itinerario propuesto, teniendo en cuenta la altura del alumno/a y su nivel de aprendizaje.



Prever el tiempo que va a llevar la realización de cada itinerario, para evitar cansancio o interrupciones.



Realizar un comentario final sobre lo realizado por el alumno/a, lo positivo y lo negativo.

Enlaza: En la web de la ONCE se ofrece un curso básico de autoaprendizaje sobre «Relación y comunicación con personas con ceguera y deficiencia visual». Está diseñado para personas videntes que deseen tener un conocimiento básico sobre la forma de ayudar en el desplazamiento y vida diaria de personas con discapacidad visual.

Planos de movilidad Son ayudas para facilitar el conocimiento de determinadas zonas, dirigidas a los alumnos mayores. Facilitan la localización de los puntos de referencia y la idea global de estancias o itinerarios.

Objetivos •

Ayudar a la orientación cuando la explicación verbal no es suficiente.



Adquirir conceptos ambientales: cruce en T, en cruz, calzadas irregulares, manzana de casas...



Favorecer la creación de imágenes espaciales, de itinerarios, de espacios, de imágenes mentales, de mapas cognitivos.



Comprender los puntos de referencia.



Ayudar a la memorización de un trayecto y sus puntos de referencia.



Desarrollar destrezas de planificación independientemente de un itinerario.



Facilitar el desplazamiento en áreas desconocidas.



Modelos: representaciones tridimensionales de los objetos o grupos de objetos. Son maquetas realistas de una zona o de un edificio. Facilitan la creación de conceptos ya que hay algunos conceptos que son difíciles de entender si no pueden verse: esquinas, bloque, intersección, acera, calzada. Las maquetas las podemos fabricar nosotros mismos, con material de desecho. Es un método idóneo cuando se quieren conocer objetos que no se pueden tocar. Planos verbales: descripciones verbales de una ruta o de una zona. La información se ofrece por medio de mapas sonoros, mapas escritos (en braille o tinta) o mapas codificados preestablecidos (Ej. d-girar a la derecha, i-girar a la izquierda, r- seguir recto...)

Tipos





Mapa en relieve de itinerario o ruta: describen el itinerario con determinados puntos de partida y llegada y con puntos de referencia. Se representan por medio de líneas, marcas y caracteres. Son mapas espaciales similares a los de los videntes. Son adecuadas para hacerse idea de grandes superficies (barrio, ciudad), pero precisan de un aprendizaje previo de conceptos espaciales y destrezas.

Las representación gráfica en relieve de los trayectos a realizar puede ser muy útil en el aprendizaje de los itinerarios. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.

Planos en relieve

Para elaborar planos en relieve es necesario:

• •

Inspeccionar previamente la zona e itinerario «in situ», ver los puntos de referencia. No es suficiente con consultar en un plano el itinerario, es aconsejable realizarlo personalmente. Valorar el contenido de información a incluir en el plano, en función de la edad, la información necesaria, las referencias (visuales, olfativas...) y la experiencia del alumno con planos.



El tamaño del mapa será lo suficientemente grande como para que quepa todo sin apelotonar los elementos, pero no demasiado, ya que debe poder abarcarlo con las palmas de las manos abiertas.



La escala no tiene que ser exacta.



Símbolos a emplear: deben ser útiles para representar y distinguirse unos de otros. Por ejemplo, si queremos representar la hierba, mejor utilizar fieltro que lija. Si queremos representar el asfalto irá mejor la lija.



No poner demasiados símbolos. Deben tener una distancia mínima de 4 mm para ser percibidos como algo diferente. Evitar poner etiquetas braille porque aumenta la densidad de información; mejor utilizar símbolos y una leyenda.



Los puntos de posición deben caber dentro de la yema del dedo del niño/a, pero ser lo suficientemente grandes como para poder percibirlos. Pueden ser de distintas formas.



Los símbolos de línea transmiten información de posición y dirección: una doble línea puede ser una calle.



Los materiales pueden ser de desecho;: cartones, papel de embalar, burbujas, botones, abalorios, cuerdas, hilo, alambre, cintas, telas de texturas diferentes, fieltro, aluminio, lija...

Requisitos previos Para poder utilizar los planos en relieve para movilidad, el alumno debe tener los conceptos básicos siguientes: • Saber que una línea en un plano significa la dirección a tomar. Si es una línea vertical, debe saber que expresa un desplazamiento hacia adelante. Si añadimos una línea hacia la izquierda unida a la primera, significa que hay que girar a la izquierda. • Tamaño y escala: el tamaño de los objetos en el plano se relaciona de forma proporcional con el tamaño real. Por ejemplo, debe comprender qué camino es más largo entre dos líneas de distinta longitud.



Forma: Asociar figuras geométricas cerradas con la forma real del objeto visto desde arriba. Un cuadrado, por ejemplo, puede ser una mesa. Para ello, es necesario que toque la mesa, la rodee caminando alrededor, que la mida con sus manos, etc.



Posición relativa de los objetos, que aprecie la similitud entre los objetos reales y su ubicación en el espacio con los del plano.



El alumno debe tener las destrezas mínimas siguientes:



Saber explorar de forma sistemática y localizar determinados símbolos en el plano.



Identificar y discriminar distintos símbolos



Seguir los símbolos de línea sin perderse



Reconocer diferentes formas

Interpretación de planos El alumno/a debe estar motivado para el aprendizaje, estar bien sentado en la silla, y bien alineado con el plano. En primer lugar, colocará el plano de forma correcta, haciendo coincidir el borde superior e inferior con la mesa y la orientación real en el espacio. Puede cambiar la posición del niño/a, pero no del plano. A continuación, se comienza a interpretar el plano, diciendo lo que representa y dejando al alumno/a que lo vaya explorando. Se va explicando qué representa cada símbolo. Describimos el itinerario, indicando cuál es el comienzo y el final de trayecto, las claves y puntos de referencia. Se divide el itinerario en secuencias en función de los puntos de referencia: del comienzo a la referencia 1, de referencia 1 al comienzo, de la 1 a la 2, de la 2 a la 1 y así hasta terminar con todos los pasos. Una vez analizado el recorrido por partes, se estudia completo, con todas las referencias, la ida y la vuelta. Sin tocar el plano, la persona memoriza cada referencia y el recorrido completo. Una vez hecho esto, el alumno/a puede realizar el trayecto en la realidad.

Coordinación familia y docentes

Es importante que exista coordinación entre docentes y familias porque las madres y los padres van a ser los que faciliten la generalización de los aprendizajes del niño/a tanto en OYM como en HVD. Es conveniente que las personas significativas para el alumno/a (padre, madre, docentes…) conozcan las necesidades de sus hijos e hijas y los métodos y procedimientos de instrucción y estén informados de los objetivos a trabajar. Las familias aportan información importantísima para la evaluación de los resultados y, además, pueden colaborar en la instrucción directa con sus hijos/as, sobre todo enseñando conceptos básicos de vida cotidiana (así evitamos el verbalismo y la sobreprotección), HVD, actividades para el desarrollo motor y entrenamiento sensorial, practicar deportes, fomentar el juego… En realidad, son los que realizan el seguimiento. El grado de implicación en el programa será variable: hay madres y padres muy pasivos que simplemente aceptan que el niño/a lleve a cabo el programa, pero no participan, y otros que se integran plenamente en el programa como instructores/as. Se debe realizar una entrevista previa con los padres para preguntar sobre sus necesidades e intercambiar información y así, planear los objetivos de forma conjunta. Es necesario ayudarles a comprender las habilidades y valores de su hijo o su hija, y que sepan que todo lo que el niño/a sabe hacer es más importante que lo que no puede hacer. Utilizar un lenguaje sencillo y cotidiano, eliminando de nuestro vocabulario términos científicos y difíciles. A veces, puede ser difícil para los padres y madres asumir que su hija/o debe utilizar el bastón de movilidad y aprender a ser autónoma/o. Es un momento crítico, donde se pueden volver a revivir ciertos desajustes por la discapacidad visual de su hija/o. No olvidemos que el uso del bastón por la calle es un indicativo claro y manifiesto de la discapacidad.

Accesibilidad del entorno

El objetivo de este apartado es sensibilizarte acerca de las barreras arquitectónicas que existen tanto en exteriores como en interiores, en la calle, los edificios en general y, en particular, en el centro escolar y el domicilio del alumno/a. La accesibilidad es un derecho, que debe estar garantizado por los poderes públicos. Los beneficios no son sólo para las personas con discapacidad, sino también las personas ancianas, los niños y niñas, personas con movilidad reducida temporal, mujeres embarazadas, personas con cochecitos de niño, etc. Vamos a centrarnos únicamente en los interiores.

Amplía: Para una mayor información sobre exteriores se puede consultar el texto «Accesibilidad para personas con ceguera o deficiencia visual» (2003) Madrid: ONCE. Es difícil generalizar qué adaptaciones serían convenientes para todas las personas con discapacidad visual o ceguera ya que depende de muchas variables, pero ofrecemos a algunas recomendaciones generales:

• •

Utilizar contrastes de color en puertas, ventanas, carteles, etc.



Los obstáculos deben ser percibidos con el bastón, es decir, cuando haya un obstáculo alto, que no llegue al suelo, se deberá indicar de alguna forma su presencia, por ejemplo, poniendo una planta debajo.



Bordes y esquinas romos.



Las máquinas expendedoras de productos (bebidas, entradas, cajero automático, etc.) deben tener las instrucciones en braille, o bien disponer de información sonora.



Los ascensores deben tener indicaciones en braille y sonora.



La información importante de los edificios (de emergencia, de las direcciones para indicar los recorridos o los nombres de las estancias, aseos, salidas, etc.) deben colocarse en lugares accesibles, en braille y tinta, con contraste adecuado.



Son útiles los planos en relieve o maquetas que den información general de los edificios.



Los suelos deben ser antideslizantes, sin brillos y con color contrastado con las paredes. El ruido que hace el bastón o los pasos sobre ellos, ayuda a la persona con discapacidad visual, por lo que deberán evitarse moquetas.



Se evitarán las superficies brillantes o que reflejen excesivamente la luz, porque deslumbran.



Cuidar la iluminación especialmente en escaleras, pasillos, ascensores, salida de emergencia…



Los enchufes, interruptores y picaportes de las puertas deben ser contrastados, para que se puedan localizar fácilmente.

Eliminación de obstáculos: evitar colocar muebles, extintores, teléfonos, cuadros, vitrinas, etc. en la línea de desplazamiento de las personas, o a una altura incorrecta. Dejar, al menos, una pared sin obstáculos.



Las puertas y ventanas deben contrastar con las paredes. Son preferibles las ventanas correderas para evitar golpes. Es muy importante mantener las puertas totalmente abiertas o cerradas, por lo que se establecerán los mecanismos necesarios para posibilitarlo.

Ejemplos de accesibilidad del entorno. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.