Actividades Complementarias Al Aprovechamiento

Actividades complementarias al aprovechamiento Introducción Las actividades complementarias al aprovechamiento forestal

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Actividades complementarias al aprovechamiento Introducción Las actividades complementarias al aprovechamiento forestal de un bosque natural tropical son acciones que se ejecutan para tratar de disminuir el impacto negativo que la extracción de madera causa en el bosque y, en general, en el medio ambiente. Tales acciones buscan, ademá s, lograr un rendimiento mayor de la madera que se abandonó en el sitio y mejorar las condiciones de cicatrización y recuperación, de manera que el bosque esté en las mejores condiciones posibles para futuras cosechas. Estas actividades buscan “ayudar al bosque” a superar la intervención realizada y continuar produciendo; por eso, las labores complementarias también deben contribuir a consolidar la infraestructura requerida para todo el ciclo de manejo. Si bien es cierto que la mayoría de las tareas complementarias se realizan después de cada aprovechamiento, también existen aspectos conceptuales que deben estar presentes en todas las etapas del sistema de producción, lo que se logra a través de un proceso continuo de capacitación. Por ejemplo, si esperamos hasta haber sacado la última troza del bosque antes de pensar en los residuos generados durante la operación de corta, quizás su utilización ya no sea rentable por su ubicación, volumen y el hecho de que se requiere una entrada adicional para sacarlos. Si lo hubiésemos manejado de otra forma, llevando todo el fuste al patio de acopio antes de hacer el troceo y la separación de residuos, el costo de transporte de los residuos se habría reducido y su aprovechamiento sería más atractivo. Otra manera de reducir las actividades complementarias al aprovechamiento es evitar el paso de los caminos a través de o cerca de cauces. Con ello no sólo disminuye la contaminación de las aguas, sino también la necesidad de limpiar los cauces para restaurar el flujo normal del agua. Con este capítulo pretendemos brindar al estudiante la información necesaria y las herramientas mínimas para garantizar que el bosque quede en las mejores condiciones posibles después del aprovechamiento y saca de la madera. Aprovechamiento y manejo de residuos de madera En el aprovechamiento de un bosque tropical se generan dos tipos de residuos de madera: los que pueden ser procesados y utilizados y los que no tienen un uso directo pero pasan a formar parte de la materia orgánica en descomposición y contribuyen al ciclo de nutrimentos. Entre los residuos no utilizables están los tocones pequeños y/o con gambas, fustes huecos, podridos, muy dañados por rajaduras y reventaduras, ramas delgadas y torcidas, hojas, secciones torcidas del fuste y gambas. Todos estos residuos son fuente de nutrimentos, pero su acumulación en un solo sitio puede tener consecuencias negativas pues: 1) provoca un mayor lavado de nutrimentos (Steege et al. 1996), porque la tasa de descomposición supera la de absorción y uso;

2) obstruye el crecimiento de la regeneración cuando hay piezas grandes o piezas muy pequeñas, como el aserrín, que se acumulan y compactan, 3) aumenta el daño causado por el fuego en caso de incendios Para reducir tales riesgos es recomendable manejar el tamaño de los claros, ya que los claros de menor tamaño reducen la cantidad de lluvia que llega al suelo (menor lavado) y la cantidad de luz (menor secado del material). Por otra parte, estos residuos pueden ser muy funcionales. En algunas partes se pican para usarlos en la preparación del terreno para plantaciones de enriquecimiento. La madera muerta con huecos brinda hospedaje a vertebrados; asimismo, la madera en descomposición es la base de la alimentación de muchos invertebrados. Como se ve, ambas tienen un papel importante en la diversidad del bosque. Residuos con potencial de uso directo Uno de los impactos negativos que el aprovechamiento puede tener en los bosques es el uso ineficiente de la materia prima. Esto resulta de la falta de capacitación de quienes manejan los equipos, falta de planificación de la tala y poco conocimiento de las opciones de uso para la madera de dimensiones menores. El efecto inmediato de la pérdida de producto es la necesidad de cortar un mayor número de árboles para alcanzar la meta de producción. En Brasil, por ejemplo, determinaron que en una operación de aprovechamiento no planificado se dejaron tocones muy altos, el troceo fue ineficiente y se olvidaron de árboles ya cortados. En consecuencia, tuvieron una pérdida de 8,9 m3/ha, o 27% de la madera aprovechable. Esto significa que en vez de cortar cuatro árboles para lograr un volumen de 20 m3, tuvieron que cortar cinco. La pérdida de una gran parte del volumen cortado se puede evitar si se usan las técnicas de aprovechamiento de impacto reducido descritas en este manual. Sin embargo, siempre va a quedar una cantidad apreciable de madera que, aunque no se pueda aprovechar de manera convencional, sí podría ser de utilidad con equipos especiales para dimensiones menores, sea en el sitio o en aserraderos especializados. El aprovechamiento de los residuos, sin embargo, no debe verse como una actividad más del proceso. Antes de decidir si se aprovechan o no, hay que valorar la cantidad y calidad del material y hacer un análisis de costos y beneficios. Si el resultado de la transformación de estos desechos van a ser productos de poco valor y con un rendimiento bajo, puede ser que los costos de transportar y transformar la madera sean mayores que el valor del producto. Si la cantidad y calidad de los residuos permiten una actividad rentable, aún si es a nivel artesanal, se debe planificar la forma de extracción, de manera que sea lo más eficiente posible, con el menor impacto ambiental y el mayor impacto socioeconómico. Eficiencia. En general, hay dos estrategias de transporte y transformación: primero transformar y luego transportar, o transportar y luego transformar. La decisión de cuál de las dos es preferible depende de la situación local, de la disponibilidad de equipo y del sistema de aprovechamiento usado. Los sistemas

de aprovechamiento basados en el aserrío en sitio, en teoría no dejan residuos utilizables Los sistemas basados en la extracción mecanizada y el transporte de fustes o trozas a las plantas de transformación a menudo dejan muchos desechos utilizables. En estos casos, si los desechos pueden ser procesados con alguna tecnología –y que el aprovechamiento sea rentable- se recomienda acarrearlos hasta los patios de carga, en la medida en que los métodos de arrastre lo permitan sin costos adicionales. O sea, que no se trata de realizar viajes de la maquinaria o los animales solamente con residuos, sino aprovechar el arrastre de la materia prima principal para trasladar el material residual de importancia. De esta forma se evita el desplazamiento del equipo de transformación de residuos hasta los sitios de tumba y consecuente incremento de los costos. Por ejemplo, cuando un árbol de grandes dimensiones presenta pudrición en el corazón (duramen), generalmente se eliminan dos o tres metros del fuste hasta donde termina el daño. Si este material fuera arrastrado hasta el patio en vez de ser seccionado y abandonado en el sitio de corta, su posterior utilización se vería favorecida al no tener que incurrir en el costo de extracción. Cuando esto no es posible, los métodos más adecuados para traer los residuos a los patios de acopio son los bueyes o el tractor agrícola con carreta. Estos métodos utilizan las pistas usadas durante el aprovechamiento, trasladando el material hasta los patios de carga que también ya están construidos. No se deben abrir nuevos caminos o pistas cuando se trata de la extracción de residuos.

Una vez en el patio, los residuos grandes se aserran con un aserradero portátil o móvil, o se envían a talleres especializados en el uso de madera de dimensiones menores. Los residuos también se usan para elaborar artesanías, por lo que la materia prima no recibe tratamiento alguno, simplemente se arregla según el objetivo que se quiere que cumpla el producto final. Por ejemplo, ramas que se usan como patas de mesas rústicas, secciones de fuste que se usan como maceteros. La mayor parte, sin embargo, se destina al aserrío, para obtener productos que no requieran de grandes longitudes, lo que popularmente se llaman “cabos”, que sirven para patas de sillas o piezas de parquet; en general las mueblerías son las que absorben esta materia prima. Los residuos utilizables que quedaron en lugares de difícil acceso, o se olvidaron en el bosque lejos de los patios de acopio y de caminos se pueden procesar en el sitio para facilitar la extracción y el transporte. Por lo general se emplean tecnologías como la motosierra con marco Impacto ambiental. Para reducir el impacto ambiental, hay que desechar convenientemente los residuos del aserrío (aserrín y costillas), de forma que no haya peligro de que estos materiales lleguen a los cursos de agua. De igual manera hay que proceder con los sobrantes de combustibles y lubricantes. Por ninguna razón, el acopio y procesamiento de residuos del aprovechamiento en un bosque natural tropical puede significar la corta de árboles adicionales, ni para procesarlos ni para utilizarlos como herramienta (palanca, larguero, soporte, etc.).

Cuando se usan sierras de viento se necesita de un gran número de fustes para elaborar el banco en el cual se monta la troza a ser procesada; esto, sin duda, causa gran daño al sitio por la corta de vegetación (generalmente árboles) establecida y no establecida. Impacto socioeconómico. Maximizar el impacto socioeconómico implica, entre otras, considerar la posibilidad de involucrar a grupos locales en la extracción, transformación y venta de los residuos. Restauración de patios de acopio y carga Generalmente los patios de acopio y carga son áreas que sufren una gran compactación y encharcamiento, a causa del tránsito de maquinaria pesada y camiones y de la acumulación de trozas de grandes dimensiones. Esta compactación tiene un efecto importante en la regeneración futura y en la infiltración del agua llovida. Si no se toman medidas para restaurarlos se pueden convertir en áreas erosionadas e inservibles. La planificación y ubicación de los patios se hace pensando en que sirvan no sólo para una cosecha, sino para todo el ciclo de manejo. Las actividades de restauración se limitan aquí a promover la infiltración de agua y evitar la erosión y formación de charcos, ya que no interesa el establecimiento de regeneración de especies leñosas, pues luego habría que eliminarlas. Si los patios no se van a volver a usar, hay que promover la regeneración de la vegetación; para ello, se debe remover la tierra, tratando de obtener una superficie uniforme y descompactada para inducir la germinación de semillas. También es recomendable mezclar la tierra con desechos orgánicos, ya que estos pueden mejorar la capacidad del suelo para la infiltración y retención de agua. En todos los casos, lo principal es lograr una superficie plana, con una ligera inclinación (1 a 2%) para evitar la concentración de agua cuando llueve. Si se construyeron fosas o rampas para la carga de camiones, se deben rellenar o derribar. Una vez que la superficie esté plana se deben preparar los drenajes necesarios según la topografía del terreno. Estos pueden incluir canales que desvíen el agua hacia otros sitios del bosque; en patios de gran tamaño podrían necesitarse drenajes internos. Debe tenerse especial cuidado con la salida de las aguas del patio, a fin de evitar la destrucción de taludes o la formación de embalses en el bosque . Cierre de pistas La construcción de la red vial en un proyecto de aprovechamiento forestal en un bosque natural tropical conlleva un proceso de planificación que abarca muchos factores y condiciones que deben tenerse en cuenta. Así, los caminos principales y secundarios que serán utilizados durante todo el proceso de manejo del bosque deben recibir un mantenimiento preventivo pues se quiere poder transitarlos durante todo el periodo de manejo.

Las pistas de arrastre que se planifican y construyen para llegar hasta los árboles cortados, generalmente presentan pendientes altas y condiciones de acceso más difíciles, por lo que deben recibir un tratamiento que impida la erosión. Las pistas que no se van a usar más, deben ser completamente clausuradas y bloqueado el paso del agua. El bloqueo se puede hacer con una troza dañada, la cual se presiona contra el suelo, o haciendo un montículo de tierra con la pala del tractor. En ambos casos, lo que se busca es desviar el agua que circula en sentido longitudinal a la pista. En algunos países se confunde la clausura técnica de las pistas de arrastre con el cierre administrativo o preventivo para evitar acciones ilegales. En muchos casos, al clausurar una pista de arrastre se colocan obstáculos solo en la entrada de la vía, lo que no reduce la posibilidad de erosión. La clausura de caminos primarios y secundarios es menos usual, pero cuando se requiere se pueden usar las mismas técnicas citadas. Limpieza de cauces Para minimizar el impacto, hay que buscar el equilibrio del medio ambiente y, de paso, cumplir con la legislación forestal. Las actividades de aprovechamiento forestal están prohibidas en las zonas de protección de cauces de agua, lagunas, lagos, embalses, etc. Pese a ello, en muchas ocasiones se cortan árboles de gran tamaño o se cruzan los cauces con la maquinaria, lo que provoca alteraciones en los cursos de agua. Si las ramas de uno o más árboles caen en una quebrada o río, hay que sacarlas para que el cauce quede en condiciones similares a las que tenía antes de la intervención. Igualmente, si se habilitan pasos para cruzar por cauces de agua, luego hay que sacar todos los obstáculos o alcantarillas colocados para desviar o detener el agua. Por ello es importante hacer buenas estructuras de manera que puedan ser removidas con facilidad. En ocasiones se hacen pasos de manera desordenada, acumulando vegetación y tierra que luego cuesta bastante eliminar y limpiar para que el agua fluya libremente Manejo de desechos no orgánicos En una operación de aprovechamiento forestal siempre queda gran cantidad de materiales de desecho, de los cuales hay que disponer adecuadamente. Entre estos materiales están:    

derivados de petróleo, como combustibles, lubricantes o grasas materiales o repuestos, como filtros, bujías, cuerdas, llantas, baterías materiales plásticos, como bolsas, recipientes, empaques materiales orgánicos, como residuos de comida, excremento, papeles

De todos estos materiales residuales, solamente los residuos orgánicos pueden ser enterrados en el mismo sitio; para ello, previamente hay que clasificar la basura, para lo cual es necesario capacitar a todo el personal.

Todos los demás residuos deben ser retirados del bosque y reciclados según su origen. En casi todos los países de Centroamérica existen sitios de reciclaje de plásticos, aceites, baterías, etc. Hay que buscar los contactos y establecer los procedimientos para que la disposición de desechos sea una costumbre rutinaria y así evitar la acumulación de basura y el peligro de accidentes con objetos punzo-cortantes. En muchas regiones de Centroamérica hay una buena actitud en cuanto a la basura, clasificación, reciclaje o eliminación. En otros sitios es necesario asegurarse de que los operarios que participan en las actividades de aprovechamiento y transporte de la madera conozcan y entiendan su papel en la interacción con el bosque y con el ambiente en general. La capacitación del personal debe ir acompañada de las inversiones necesarias para mejorar las condiciones de trabajo; entre ellas, el establecimiento de un campamento en el bosque donde haya depósitos adecuados para la clasificación de los desechos. Cuando el trabajador siente que sus condiciones mejoran y que la inversión en esfuerzo y tiempo para disponer adecuadamente de los desechos es mínima, se empezará a forjar la “cultura de la basura” en el personal. Monitoreo y evaluación del aprovechamiento El monitoreo y la evaluación (M&E) del aprovechamiento y sus impactos sobre el ambiente y la gente es una actividad complementaria al aprovechamiento tan importante que se le dedicará un capítulo entero. Su importancia radica en que el M&E brindan información sobre el cumplimiento de los lineamientos establecidos en los planes de manejo y sobre rendimientos y problemas, con la cual se pueden hacer ajustes a la planificación y/o diseñar estrategias de información y capacitación que mejoren el desempeño del personal en las siguientes operaciones de aprovechamiento. En algunos países la Administración Forestal exige una evaluación del aprovechamiento antes de otorgar nuevos permisos. Este M&E sólo tiene como objetivo evaluar el cumplimiento de las normas y está orientado a buscar respuestas a preguntas como: ¿Está disponible el mapa del censo y se ha utilizado en la planificación y ejecución de las actividades de tala y arrastre? ¿Se marcaron los árboles por aprovechar y proteger? ¿Se respetaron las marcas durante las operaciones? ¿Se aplicaron técnicas de tala dirigida en forma efectiva? ¿Se respetó la planificación de caminos y vías de arrastre? ¿Se respetaron las áreas de protección demarcadas en los mapas del censo? ¿Se eliminaron todos los desechos no orgánicos del sitio y se depositaron en lugares apropiados? Este tipo de M&E debe ser rápido y se recomienda hacerlo por muestreo: revisión de tocones, observaciones en los caminos, daños durante el traslado de

un tocón al otro. Preferiblemente, este M&E debe hacerse junto con otro más intensivo La silvicultura El manejo forestal no termina con la cosecha. Las actividades silviculturales posteriores buscan favorecer las condiciones de la masa remanente; por ello se deben hacer muestreos silviculturales para evaluar y prescribir los tratamientos silviculturales apropiados. El manual sobre silvicultura de bosques húmedos latifoliados presenta una serie de métodos postcosecha para evaluar las condiciones silvícolas del bosque, así como tratamientos silviculturales que se pueden aplicar a una masa boscosa y técnicas para la aplicación de los tratamientos silviculturales más frecuentes en los bosques húmedos latifoliados del trópico.