Actividad 5. Reescritura de textos narrativos del siglo XX: David Atl Montero Sierra

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Actividad 5. Reescritura de textos narrativos del siglo XX

David Atl Montero Sierra

26 de enero de 2020

Retomarás el texto "Perfil de mujer" de Rowena Bali o "La tristeza" de Rosario Barros. En una página puedes elegir una de estas opciones: -Reescribe la historia, contada por otro personaje del narrador original. -Cambia el final de la historia. -Introduce un personaje más que interactúe con el protagonista

La tristeza Minicuento Rosario Barros Peña Siendo su profesor, me contó lo que estaba viviendo esos días. Le he dado una nota para su madre. La ha leído. Le dije en ella que necesito hablar con ella porque si hija está mal. Se la ha puesto en la mesilla, debajo del tazón lleno de leche que le dejó por la mañana. Ha metido en el microondas la tortilla congelada que compró en el supermercado y ha comido la mitad. La otra mitad la puso en un plato en la mesilla, al lado del tazón de leche. Su madre sigue igual, con los ojos rojos que miran sin ver y el pelo, que ya no brilla, desparramado sobre la almohada. Me dice que huele a sudor la habitación, pero cuando abrió la persiana ella le gritó. Le dijo que si no se ve el sol es como si no corriesen los días, pero eso no es cierto. Ella sabe que los días corren porque la lavadora está llena de ropa sucia y en el lavavajillas no cabe nada más, pero sobre todo dice que lo sabe por la tristeza que está encima de los muebles. Me dice que, para ella, la tristeza es un polvo blanco que lo llena todo. Al principio es divertida. Se puede escribir sobre ella, como “tonto el que lo lea”, pero, al día siguiente, las palabras no se ven porque hay más tristeza sobre ellas. Yo le digo que está mal porque en clase se distrae, pero me dice que es que no puede dejar de pensar que un día ese polvo blanco cubrirá del todo a su madre y lo hará con ella también. Y cuando su padre vuelva, la tristeza habrá borrado el “te quiero” que le escribió cada noche sobre la mesa del comedor. Sin embargo, al ser su profesor, tengo el deber de estar con ella y su madre. No las dejaré solas y me encargaré de que mejoren y estén bien. El padre es el que está y da fortaleza a la familia en momentos difíciles, sin embargo, el padre no es padre cuando no está presente… Haré lo que pueda, para que esas capas de tristeza sean menos mesadas y más delgadas para que el “te quiero” siga persistiendo en el corazón esta pequeña.

David Atl Montero Sierra

26 de enero de 2020