A Contar Se Aprende Contando

A contar se aprende contando Ha llegado cansada del colegio, pero mientras almuerza cuenta a su madre lo que le pasó aqu

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A contar se aprende contando Ha llegado cansada del colegio, pero mientras almuerza cuenta a su madre lo que le pasó aquel día. A su vez, la madre le cuenta que hubo un accidente en la avenida y dos coches quedaron destrozados. Ellas no saben que en la esquina, el viejo zapatero le cuenta a su pequeño nieto sobre la crueldad que vivió en la guerra. Y más allá, los cuates cuentan cómo se arregló la nueva parejita del curso. Es que somos así, todo el tiempo estamos contando porque todos tenemos una historia que contar. Pero, ojo, no es lo mismo contar entre amigos que sobre un escenario ante un atento y numeroso público. ¿La diferencia? Simplemente técnica, entrenamiento y pasión por envolver a la gente con nuestras palabras. Por eso valga esta breve guía, para animarnos a crear, recrear y narrar grandes historias. Antes, debo aclarar que todo lo aquí expuesto no es una receta y por tanto es sujeto a dudas, cuestionamientos y correcciones; es una guía base para ingresar al mundo de la narración oral de cuentos. Cuentos para ser contados Para comenzar, convengamos en trabajar y hablar sobre una estructura clásica del cuento, a saber: inicio, desarrollo, nudo y desenlace. Mientras describamos cada una de estas partes, iremos viendo sus características en el arte de la narración oral de historias. a) Inicio. Presentamos e identificamos claramente a los personajes principales, así como el lugar o ambiente donde sucede la historia. Como en toda película, novela u obra de teatro, los primeros minutos son sumamente importantes porque no sólo se presenta la situación, sino porque es donde se crea la atmósfera de la historia. Sobretodo en el cuento, que es por naturaleza conciso y preciso, necesitamos atrapar al oyente con toda la fuerza posible. Seguramente haz escuchado, al empezar un cuento, las frases “había una vez…”, “hace muuuuuucho tiempo…”, “en un lejano y misterioso lugar…”, estas son algunas fórmulas de inicio que permiten crear esa atmósfera. Cada uno puede crear su propia fórmula de inicio dependiendo de cada cuento. Empecemos un ejemplo: En una ciudad cualquiera, como ésta o como otra, vivía un muchacho llamado Pedro Mollomollo… b) Desarrollo. El público tiene que saber con claridad qué está pasando, cual es el verdadero problema de nuestros personajes, sin ambigüedades. Contar cuentos es el arte de crear imágenes a través de nuestra palabra, sugiriendo acciones concretas de los personajes y relatando la secuencia de hechos de tal manera que el suspenso y el interés por el conflicto y el desenlace nos sujete a la historia. Por ejemplo, Pedro Mollomollo tiene un examen y quiere estudiar, en su casa está su hermana

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ensayando canto y Pedro decide estudiar en el parque, cuando abre su libro viene un vendedor de empanadas gritando, Pedro quiere reiniciar su lectura, pero en ese momento dos minibases casi chocan y se arma un escándalo entre los chóferes, y luego aparecen niños jugando y después una banda de música. ¿Cuál es la situación y cuál el problema? Pedro tiene examen y quiere estudiar pero no puede hacerlo porque siempre aparece alguien o algo haciendo ruido. c) Nudo o conflicto. Es el punto máximo del problema, donde la historia puede ir por uno u otro camino. Sin conflicto simplemente no hay historia y se queda en anécdota. Desde que uno arma el cuento para ser contado, debe tener muy claro cuál es el conflicto central, para no perderse por las ramas. Sigamos con Pedro que quiere estudiar, ya conocemos su situación pero ¿cuál es el conflicto? Cuando Pedro hace un último intento por estudiar en el rincón más alejado del parque, abre su libro y un perro aparece ladrándole ferozmente, Pedro no puede soportar más y cae de rodillas, pataleando, llorando, el perro deja de ladrar y se queda embobado. De pronto Pedro agarra su libro y está a punto de partirlo en dos… esta acción significaría que Pedro se rindió ante el ruido de la ciudad y decidió dejar de estudiar… ¿lo hace? ¿Qué acción tomaría el perro, se irá corriendo creyendo que Pedro está loco, le calmará, le impedirá que rompa el libro? d) Desenlace. Es la resolución del conflicto y del problema todo. Uno debe tener el cuidado de concluir todas las historias y las subhistorias, no hay que dejar ningún cabo suelto, a ningún personaje flotando, para que nadie pregunte ¿y qué pasó con tal? Terminemos la historia de Pedro Mollomollo, él está apunto de romper su libro, en ese momento puede ser que el perro antes feroz, se acerque y lo calme lamiéndole la mano, Pedro lo abraza y se queda a estudiar teniendo al perro como guardián de su silencio, pues cada vez que alguien se anime a pasar por ahí haciendo algún ruido, el perro solo se levanta y espanta a cualquiera. Así como el inicio, la parte final de la narración es fundamental porque con la última frase será cerrado el círculo de la historia, por eso hay que saber terminar, hay que saber salir del cuento, aquí juega un rol importante la inflexión de voz, de tal manera que cuando uno concluya de narrar no sea necesario decir ni gracias ni que la historia se acabó, sino suficiente con una frase limpia, bien dicha, la inflexión de voz y hasta un leve movimiento de cabeza o manos. También se puede utilizar una fórmula, como “colorín colorado, este cuento se ha acabado”, “y así fue que desde entonces…”, “y vivieron felices por siempre…”

Algunas pautas para contar • Para adquirir el derecho de contar, antes hay que saber escuchar. Una buena conversación es un diálogo abierto, donde cada uno habla y escucha a su turno. Contar cuentos no es un monólogo teatral, el público no es espectador es interlocutor, interactúa con el narrador con sus respuestas verbales, no verbales y

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físicas y el narrador debe ser leer estas respuestas, interpretarlas en el instante y actuar en consecuencia. El cuentacuentos es un creador, no un repetidor. Por eso, no es necesario que aprendas de memoria el cuento. Lo que uno sí debe saber de memoria es la estructura general del cuento (inicio, desarrollo, nudo y desenlace). Cuando uno se aprende de memoria el texto destruye la posibilidad de crecimiento de la historia y la capacidad de improvisación y juego con el público. Además tienes que tomar en cuenta que cuando ese autor escribió tal cuento lo hizo con el objetivo de ser leído y la lectura es un acto individual. Y cuando ese cuento va a ser contado, entonces necesariamente hay que adaptarlo, recrearlo para que pase a una narrativa oral. Ojo, uno tiene la total y absoluta libertad de recrear el cuento, respetando el sentido original del autor, uno puede añadir, quitar o modificar elementos para enriquecerlo oralmente. Todo está permitido utilizar para contar cuentos. Puedes usar algún vestuario, un títere u objeto, música en vivo o grabada o contar únicamente con la voz. Todo puede usarse, pero manteniendo a la palabra como el elemento central y prioritario del acto escénico. Cualquier lugar puede ser un buen escenario: el aula, un rincón en el patio, una plaza, un teatro, un boliche o la mismísima calle, cualquier sitio donde haya suficiente silencio y la gente pueda detenerse a escuchar y contar.

Ejercicios creativos Existentes distintas fuentes de donde puedes elegir un cuento para ser contado. Tenemos a los libros, donde encontramos a los cuentos escritos, los mitos y leyendas de nuestros ancestros, las historias urbanas de hoy, también tenemos a nuestros abuelos que conocen un sin fin de historias. Pero ¿qué pasa sin nos animamos a crear nuestros propios cuentos? Aquí van un par de ejercicios para intentar hacerlo. 1. Escogemos un Personaje, un Lugar y un Objeto. Ninguno de estos elementos necesariamente deben tener relación, es más, a modo de ejercicio pueden ser de los más incongruentes, por ejemplo, elegimos como personaje un dragón, como lugar una piscina y como objeto una pelota de fútbol… Ahora bien, el ejercicio consiste en que cada uno de estos elementos elegidos sea parte principal del cuento, pero no los únicos, pueden añadirse otros, por ejemplo un antagonista, en este caso digamos un caballero con armadura que pelee con el dragón por la pelota de fútbol. Puede haber variantes, se puede cambiar al elemento lugar por elemento época. La idea es crear la historia con todas sus partes: inicio, desarrollo, nudo y desenlace, claramente identificados. 2. Es preferible hacer este ejercicio en grupo. Necesitamos estar cómodos y relajados, por tanto cada uno elige el lugar y la posición física más relajante, puede ser echados en el piso, sentados, bajo una mesa, como gustes. La idea es ambientar una atmósfera creativa, predispuesta a la imaginación.

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En una primera etapa sólo escuchamos un tema instrumental elegido por el guía o facilitador sin instrucciones anteladas, el único requisito es escuchar la música sin hablar, evitando toda distracción externa y preferiblemente con los ojos cerrados. Luego se hace una ronda de preguntas, qué hemos sentido, pero sobretodo qué imágenes se vinieron a la mente mientras escuchábamos la canción. Y cuestionamos estas imágenes, por ejemplo si hemos visto un grupo de niños bailando ¿por qué lo estarían haciendo? ¿era un ritual, diversión, homenaje? ¿dónde bailaban, en la montaña, en una discoteca, una casa, en el vacío o dónde?. En una segunda etapa volveremos a escuchar el mismo tema musical, de igual forma relajados y con los ojos cerrados. Pero esta vez con el objetivo de armar una historia coherente conjuncionando todos los elementos visualizados y considerados en la primera etapa. Esta historia deberá tener su inicio, desarrollo, nudo y desenlace. Al terminar de escuchar el tema, nos reunimos en ronda y cada uno cuenta su historia, luego en grupo se la puede limpiar, añadiendo, quitando o modificando elementos. De esta forma verás que surgen las historias más locas e interesantes y todo a partir de las imágenes y sensaciones que sugirió la música. El tema elegido puede ser de cualquier género musical, ya sea música autóctona, electrónica, rock, una balada o experimental. Por supuesto que podemos probar variantes, por ejemplo, se puede escuchar una canción con letra, y el objetivo en este caso es recrear esa historia ¿por qué dice lo que dice, qué habrá pasado antes, cual será la historia escondida detrás del tema musical? Ejercicios preparatorios Como cuentacuentos, la voz es nuestra principal herramienta de trabajo, por eso hay que saber usarla y desarrollarla. 1. Trabajemos la articulación y la vocalización, que son además elementos fundamentales para todo momento: exposiciones académicas, discursos, entrevistas, teatro, locución, etc.  Trabalenguas: son excelentes para mejorar nuestra dicción. Empezamos lentamente y vamos subiendo velocidad de pronunciamiento. Ejemplos: Tres tristes tigres trigaban en un trigal – compré pocas copas, pocas copas compré, como compré pocas copas, pocas copas pagué –  Repitamos de forma exagerada y abriendo grande la boca las sílabas para-prupri-pro y luego con cra-fra-gra-dra-tra. 2. El ritmo en la narración es importante para darle la debida entonación a las distintas partes de un cuento. No es lo mismo contar la parte de suspenso que la parte sólo descriptiva.  Hablar como locutor de radio FM, presentando programas de música romántica. Variaciones con locutor de noticias necrológicas  Hablar como vendedor ambulante o como locutor de partidos de fútbol  Hacer variaciones de ambas formas de hablar en un mismo relato.

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Y colorín colorado Un cuentacuentos es como un bufón, puedes decirle al rey lo que piensas sin riesgo de que te corte la cabeza. Un cuentacuentos es como un músico guitarra al hombro, las historias van surgiendo una tras otras de acuerdo al calor del público, de la noche y del fuego. Espero que estos párrafos sean de buen apoyo para animarte a crear y contar tus historias preferidas, pero recuerda que ante todo, a contar se aprende contando.

Bibliografía PADOVANI, Ana. Contar cuentos, desde la práctica hacia la teoría. Ed. Paidós. Buenos Aires, 2002 BUENAVENTURA VIDAL, Nicolás. Cuando el hombre es su palabra. Artículo en fotocopia AVENZANA, Ana y GARCIA, Aureliano. Espacios de Lectura. Ed. Fonda / CONACULTA. México GARZÓN CÉSPEDES, Francisco. Teoría y técnicas de la narración oral escénica. Ed. Laura Avilés. Madrid, 1995. QUINTERO LAPLUME, Armando ¿Quieres contar cuentos? Publicación propia. Caracas, Venezuela, 2002.

Martín Céspedes Vargas Narrador Oral La Paz, Bolivia – 2008 Este texto fue elaborado para el libro del Tercer Concurso de Cuento Corto Juvenil publicado y organizado por la Defensoría del Pueblo – Representación departamental de La Paz, Bolivia

Martín Céspedes: Tel. 2731947 – Cel. 705 68496 / [email protected] / La Paz, Bolivia

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