4 Enamorada de Colin.pdf

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Content Capítulo 1 No. 296, ¡Se puede ir!(Romance) Capítulo 2 ¿Deberíamos llamarte Sopita Capítulo 3 La mujer inusual Capítulo 4 ¿Crees que soy poca cosa para ti Capítulo 5 ¿Ella lo quería intimidar Capítulo 6 ¡No Haré lo que Tú Quieras!/a> Capítulo 7 Estaré bien con Colin Capítulo 8 Mario Capítulo 9 Mira lo que hay detrás de ti. Capítulo 10 Gorda y fea Capítulo 11 Qué Le Pasó en la Cara a la Srta. Lo Capítulo 12 Tener un hijo lo antes posible Capítulo 13 ¿Quién te golpeó en la cara Capítulo 14 ¡Esta fulana no es digna!/a> Capítulo 15 Quieres Usarme Capítulo 16 ¿Dónde está tu autoestima Capítulo 17 Parecía una Chica que Fue Agredida Capítulo 18 Una mujer mimada tenía una vida mejor Capítulo 19 Los dos se disculparán con Sofía Capítulo 20 ¿Cómo atrajo a Colin Li Capítulo 21 Soy muy desagradecida Capítulo 22 Eso tenía mucho sentido Capítulo 23 Arrodillarse y disculparse Capítulo 24 ¿Perdiste la cabeza Capítulo 25 Finge que eres mi novia Capítulo 26 ¡El Sr. Huo lo ha vuelto a hacer!/a> Capítulo 27 Pillar a un amante de la comida Capítulo 28 Ego o Amor El Dilema de Colin Capítulo 29 La Pelea de Amantes Capítulo 30 Una Soplona Capítulo 31 ¿Por qué aún sigues aquí Capítulo 32 Necesito Pedirte Prestada a Tu Secretaria Capítulo 33 ¡Ya está casado!/a> Capítulo 34 ¿Qué hay entre el Sr. Li y la Srta. Lo Capítulo 35 Nuestro matrimonio terminará en divorcio

Capítulo 36 ¡Serás castigado, si dices mentiras!/a> Capítulo 37 Te crees muy importante Capítulo 38 Háblame Ahora Capítulo 39 ¿Por qué estaba enojado Capítulo 40 Las Muchas Caras del Amor Capítulo 41 Despertando Desnuda en la Mañana Capítulo 42 ¿No dormí contigo anoche Capítulo 43 ¡Deja a Sofía Lo con la Sra. Li!/a> Capítulo 44 ¡Pequeña Sofía, cuídate!/a> Capítulo 45 La última palabra. Capítulo 46 La figura solitaria Capítulo 47 No Quiero Volver a Ser Lastimada Capítulo 48 Complicado Capítulo 49 No Tienes Que Fingirte Capítulo 50 Cena Familiar

Capítulo 1 No. 296, ¡Se puede ir!(Romance) En el País Z había un hotel de cinco estrellas llamado Península Internacional, en él, junto a la ventana de la habitación 2208, se encontraba una mujer usando un suéter de estilo cárdigan en tono vino. La habitación estaba en el piso 22, era una suite presidencial. Su cabello estaba recogido por un prendedor en la parte superior de su cabeza, y sostenía en su mano una copa de vino, de una botella recién abierta. La mujer era linda, con largas y rizadas pestañas que brillaban bajo el sol. La punta de su nariz era ligeramente respingada, y un lápiz labial color carmín adornaba sus herméticos labios fruncidos. Un par de finas gafas con armazón negro se balanceaban delicadamente en el puente de su nariz, otorgándole un aspecto elegante y profesional. Varias nubes negras comenzaron a avecinarse sobre el cielo aún azul. Ese oscuro escenario le recordó la misma fecha exactamente de un año y medio atrás. Los rayos comenzaron a iluminar el extenso horizonte, y de inmediato la mujer supo que llovería en cualquier momento. La mujer recordó aquel desdichado día, durante su condena en la prisión de mujeres al oeste del País A. El custodio entró a la celda escoltado por dos policías mujeres. Una de las policías gritó. —¡Reclusa número 296, puede irse! La prisionera de inmediato soltó el bordado en el que estaba trabajando, y este cayó al piso. Durante el último año y medio, ella había escuchado esas palabras tantas veces. Cada vez, esperaba que la policía mencionara su número de reclusa. Sin embargo, nunca lo nombró, no lo hizo, hasta el día de hoy. —Se puede ir. —Claramente, entendió lo que quería decir. Había recuperado su libertad. Después de todo lo que había sufrido en prisión, podía irse a casa. Poco después, el enorme portón de la entrada de la prisión se abrió lentamente. Una chica vestida con ropa de tono verde oscuro, caminó a través de la puerta. Su antigua figura robusta desapareció, después de haber estado

condenada un año y medio prisión, perdió algo más que la libertad, su cuerpo ahora era más delgado. Por otro lado, su rostro se conservaba redondo a pesar de su gran pérdida de peso. Cerca de la puerta, se encontraba una pareja sosteniendo un paraguas. El hombre tenía un aspecto majestuoso, y la mujer era simplemente elegante. Se podía apreciar que ambos eran de mediana edad, sin embargo, no se notaba en ellos el paso del tiempo. La mujer mayor se acercó a la chica al verla salir. —¡Oh, cariño mío, no puedo creer cuánto has sufrido! Suavemente acarició con su mano el rostro de la chica. Su rostro siempre fue redondo, un poco regordete, sin embargo, ya había perdido esa forma, ahora era delgado. Las sencillas y acogedoras palabras que escuchó Sofía Lo fueron como un vaso de agua en medio del desierto. —Tía, (forma china de mostrar cortesía y educación, no hay parentesco), usted fue quien pudo sacarme de aquí. —La mujer mayor inclinó la cabeza, afirmando su comentario. El hombre no quiso quedarse atrás y se acercó a ellas. Y junto a él, un asistente que sostenía para ellos el paraguas. Wendy movió la cabeza: —Fue tu tío (forma china de mostrar cortesía y educación, no hay parentesco). Él fue quien encontró el contacto para ti. Sofía asintió, dio un paso atrás e hizo una gran reverencia. —Tío, tía, en verdad se los agradezco. Nunca olvidaré lo hicieron por mí. —Ni lo menciones cariño, no fue nada. ¡Es hora de irnos! —Wendy se acercó al auto de la familia Li y le abrió la puerta a Sofía antes de subirse. Cuando llegaron a la casa de los Li, Wendy llevó a Sofía a una enorme recámara, donde pudo tomar un baño relajante como antes, y al terminar, se vistió con la ropa que Wendy le había entregado momentos antes. La ropa le quedaba un poco holgada. Wendy compró ropa de talla grande pensando que le quedaría a Sofía. Ya que ella solía tener un cuerpo muy corpulento. Ella medía 163 cm de altura, no obstante, llegó a pesar más de 70 kilos. En el momento que Sofía terminó de arreglarse, el mayordomo la guió al comedor. La mesa lucía elegante al igual que la comida, la cual había sido preparada prácticamente para deleite de ella; cuatro platillos además de la sopa. El mayordomo le ofreció un tazón de arroz, Sofía asintió educadamente y dijo: —Muchas gracias.

—Por nada, es un placer señorita Lo. Tenga cuidado, por favor. ¡Está un poco caliente! La atención que mostró el mayordomo de los Li conmovió profundamente a Sofía. No dejó de sonreír mientras tomaba una porción de pescado. Estaba feliz, era su comida favorita. Antes de lo sucedido, ella comía pescado al vapor cada dos o tres días. Pero desde que entró a la cárcel, dejó de hacerlo y no había comido pescado hasta ahora. Justo al terminar su comida, se levantó de la mesa y buscó a la pareja anfitriona. El mayordomo le informó que se encontraban en el estudio, y llevaban tiempo esperando a ella. —No tenía idea que habías bajado tanto de peso. La ropa que compré te queda demasiado grande. Tomaré nota, y lo arreglaré más tarde. —Mientras hablaba, los ojos de Wendy se llenaron de ternura al ver a Sofía. Sofía hizo un gesto negando con la cabeza y dijo: —No te preocupes, tía. La ropa me queda bien. En verdad, muchas gracias por todo. Sofía estaba tan agradecida. Sofía pudo salir de la cárcel tres años y medio antes de cumplir su condena, comió pescado, carne y tazón de arroz caliente, y al fin pudo tomar su primer baño cómodo después de tanto tiempo. Además, tenía ropa nueva. ¡No podía estar más agradecida de que su madre hubiera sido gran amiga de Wendy! De hecho, todo marchaba a la perfección. —Bien, puedes instalarte aquí. Si llegaras a tener algún tipo problema, por mínimo que sea, por favor avísanos, ¿entendido? Sofía estaba a punto de llorar. Pero ella pudo contener sus ganas. —Muchas gracias, tíos. —No estaba al tanto de lo que había ocurrido con tus padres, hace poco lo supe. Creí que tu padre había acompañado a tu madre a la expedición arqueológica. No fue hasta que acudí a una fiesta de té, que me enteré de que algo realmente malo le había pasado a tu familia. Sofía asintió con suavidad y dijo con una voz llena de aflicción: —Mi papá se volvió loco y fue internado en un hospital psiquiátrico a las afueras de la ciudad. Por el contrario, a mi mamá le tendieron una trampa y perdió la vida en una tumba antigua. La policía informó que la tumba antigua sufrió un derrumbe natural al momento que su madre se encontraba dentro. ¡Sin embargo, Sofía no creyó esa versión de los hechos!Ella sabía que varios profesores acompañaban a su madre al momento del accidente. ¿Cómo fue posible que ellos hubieran podido sobrevivir y su madre hubiera sido la

única perder la vida de esa forma inexplicable? —Dime, ¿cuál es el nombre del hospital psiquiátrico donde se encuentra tu padre? ¿Por qué no acudiste a nosotros después de todo lo que sufriste? ¿Por qué estabas en cárcel? —Wendy sujetó la mano de Sofía con afecto y se sentó a su lado en el sofá. A Sofía le costó mucho trabajo hablar de eso. No tenía palabras para explicar su encarcelamiento. —Ahora mismo, mi padre se encuentra en un hospital psiquiátrico a las afueras de Jia Town. Algunos días después del accidente de mis padres, Dolores me incriminó por intento de homicidio y fui sentencia a prisión. —En estos momentos, Dolores y ese hombre ya deben estar unidos en matrimonio —pensó Sofía. —¡Intento de homicidio! —Wendy no podía creer lo que estaba escuchando. Sofía era solo una chica alegre y llena de inocencia. ¿Cómo ella podría ser acusada de asesinar a alguien? —Tía, le juro que yo no asesiné a nadie. —Intentó explicarle a Wendy mientras la miraba con los ojos llenos de sinceridad. Wendy hizo un gesto rápido con la cabeza negando lo que escuchaba. — Creo en ti, creo en tu palabra. Es prácticamente imposible que seas capaz de matar a alguien. Pero todo ha quedado atrás. Deberías olvidarlo y no volver a pensar en eso. Hablaré con tu tío para que investigue el incidente donde murió tu madre. —Gracias, tía. Aunque... hay una cosa más que me gustaría pedirle. —Sofía le imploró. Wendy tomó su mano y le dio unas suaves palmaditas en el dorso; —Dime cariño. —Desde el accidente de mi familia, no he tenido noticias de mi hermano, parece que ha desaparecido. —Su hermano solo tenía 18 años, ella aún lo veía como un pequeño, era un niño en sus ojos. Wendy comprendió lo que quería. Yonata, quien se encontraba sentado a un lado, tomó su celular y comenzó a hacer varias llamadas. Esa misma tarde, en compañía de Wendy, Sofía se dirigió al hospital psiquiátrico en Jia Town. Jay Lo, quien solía ser un cortés y agradable profesor de universidad, parecía otra persona y lucía un aspecto demacrado. El brillo en su mirada se había esfumado. Su cabello estaba descuidado y su ropa estaba completamente sucia. Nadie había pagado su estancia en el hospital, así que al no recibir ni un centavo, el hospital renunció a su cuidado.

A pesar de que Sofía trató varias veces comunicarse con él, no dio señales ni respuestas. Sofía estaba a punto de darse por vencida cuando de pronto Jay la miró, comenzó a reír y la señaló de manera burlona. —¡Mírate, te ves tan tonta cuando quieres llorar!Eh, eh. Después de verlo reaccionar, Sofía no pudo menos que llorar con la emoción y gritó con todas sus fuerzas. Yonata se encargó de todos los trámites necesarios para transferir a Jay. A partir de ese momento, lo atenderían en el mejor hospital psiquiátrico de todo el País A. Yonata se ocupó de buscar a los mejores neurólogos del país para que examinaran a Jay. En el cuarto día en la casa de los Li, Wendy tocó la puerta de la recámara de Sofía y le pidió que le prometiera un cosa en particular.

Capítulo 2 ¿Deberíamos llamarte Sopita? Para Sofía Lo, fue una gran oportunidad poder pagarle a Wendy todo lo que había hecho por ella. —Tía, por favor no dude en pedirme lo que quiera. Ella haría todo lo que estuviera en sus manos. —Bueno, tengo dos hijos. Colin, quien es mi hijo mayor, cumplirá treinta este año. No obstante, aún no ha encontrado a la mujer ideal, a alguien que pueda cuidarlo. Así que me gustaría que te casaras con Colin. Quiero que estés a su lado y cuides de él. Sofía nunca esperó que la petición de Wendy fuera de tal magnitud; casarse con su hijo mayor. —Tía, debe saber que yo no tengo idea de nada que se relacione con el cuidado del hogar. —Antes de que la familia Lo se desintegrara, Sofía, a pesar de no provenir de una familia adinerada y poderosa, nunca tuvo la necesidad de realizar ningún trabajo doméstico, pues era la consentida de sus padres. —Eso no tiene importancia. Tenemos empleadas domésticas que se encargan de hacer todas las tareas del hogar. Así que no tienes que preocuparte por nada. —¿Está segura que Colin aceptará esto? —La incomodidad de Sofía era evidente pues no consentía la idea de contraer nupcias con un completo desconocido. —Su opinión está de sobra. ¡Es un hombre tan conflictivo y difícil, está a punto de cumplir treinta años y nunca me ha presentado a una sola nuera!Sofía, por favor, a tu tía si aceptas o no. Si tu respuesta es no, comprenderé por completo tus razones al no quererte casar. Pequeña, no hagas de esto un dilema. —Tía, deme por favor un poco de tiempo para analizar la situación. —Sofía Lo bajó la mirada cuando pronunció esas las palabras. Wendy le dio espacio y tiempo a solas en su recámara para que lo pensara. Mientras tanto, Sofía se dirigió a la ventana y alfeizó el parteaguas. La habitación estaba en silencio, ella miró por la ventana y vino a su mente la silueta de un hombre. El hombre le dijo: —Sofía, haré todo lo posible, incluso rogarle a tu padre

para que nos dé su bendición y pueda casarme contigo el próximo año, justo después de graduarme. Sin embargo, aquel hombre que prometió que lo haría hasta lo imposible por estar con ella, ahora se encontraba en brazos de otra mujer y todo por culpa del poder. Incluso después de que se comprometió con la otra mujer, él buscó a Sofía y le dijo: —Yo no siento nada por ella, a quien de verdad amo es a ti. Tengo que hacerlo, pero en el momento que tenga un puesto estable, le pediré el divorcio. Espera por mí, por favor. ¿Y cómo terminó todo eso? Dolores Lien descubrió que el hombre con quien se iba a casar no la amaba de verdad, él estaba enamorado de alguien más, que era Sofía. Así que no fue una sorpresa que ella hubiera tratado cruelmente a Sofía. Al inicio, Sofía sufrió todo tipo de humillaciones por parte de Dolores. Sin embargo, esto no fue suficiente para ella, así que, con tal de satisfacer su odio, planeó enviar a la cárcel a Sofía junto con el amor de su vida. Lo ojos de Sofía se cerraron con fuerza. Con trabajos, pudo reprimir todo el mar de emociones que sentía en el pecho. Dispuesta a dejar a un lado su trágico pasado, salió de su habitación directo a encontrar a Wendy. —Tía, lo he decidido, me casaré con él. Unos cuantos días después, Colin regresó de su viaje del País Z. Era la primera vez que se encontraban Colin y Sofía, ya que debido a su trabajo, él se había mudado a América. La madre de Sofía; Julieta, y Wendy se hicieron amigas justo después de que Colin se trasladara a América. Eso era la razón principal por la que nunca antes se habían conocido. El hombre era alto y realmente atractivo. Rasgos característicos de Yonata, que Colin heredó. Al entrar, miró a Sofía y la saludó haciendo un ademán con la cabeza. Wendy puso al tanto de su idea a Colin, mientras él no dejaba de mirarla con una expresión de conmoción y sorpresa en el rostro. —Mamá, ¿has perdido la razón? ¿Quieres que ella se convierta en tu nuera? —¡Sí, he perdido la razón! —Wendy respondió sin dudar ni un poco. Los ojos Colin observaron detenidamente a Sofía. Parecía que su mirada inspeccionaba a Sofía por completo, quién de inmediato se incomodó. Wendy, al notar que la mirada prejuiciosa de Colin y la incomodidad de Sofía, lo abofeteó ligeramente. —¡Sé respetuoso con ella! Colin no dio importancia a las palabras de su madre, al contrario, caminó hacia Sofía, tomó la barbilla de ella con su mano derecha y la levantó como si

estuviera apreciando un objeto. —Dime, ¿de dónde eres? No puedo creer que hayas podido lavarle el cerebro a mi madre. Colin era consciente de lo atractivo que era él mismo. Pues desde la primaria hasta el día de hoy, infinidad de niñas y mujeres habían estado tras él. Sin embargo, la única mujer logró persuadir a su madre, fue nada más y nada menos que Sofía, nadie más. —Sofía Lo, Sofía Lo, ¿o deberíamos llamarte, Sopita? Colin estaba completamente convencido de que Sofía tenía otras intenciones para acercarse a Wendy. ¡Y descubriría sus verdad intenciones! Sofía se sonrojó después de escuchar a Colin burlándose de su nombre. Apretó su puño y con un fuerte movimiento alejó de su rostro la mano de Colin. Colin retiró la mano, simulando estar herido. —¿Yo? ¡Pero qué carácter! — Deberías saber que yo estoy enamorado de alguien más. ¡Así que puedes irte ahora mismo!¿Comprendes lo que te digo? Wendy comenzó con un dolor de cabeza. ¿Desde cuándo Colin era un conquistador? ¿Desde cuándo estaba enamorado de un chica? Ella sonrió de solo pensarlo. El instinto de madre no falló, ¡si él estuviera enamorado, ella definitivamente lo sabría! —Colin, si no accedes a casarte, ¡olvídate que tienes madre, ya no serás mi sangre! Colin esbozó una enorme sonrisa. —¡Si así lo prefieres! De inmediato, Wendy bajó la guardia, pues recordó que era imposible convencer a su hijo a la fuerza, nada mejor que la razón para persuadirlo. Ella limpió de sus mejillas un par de lágrimas falsas. —Vete de una vez, no te detengo. ¿Por qué me tocó ser madre de alguien tan desconsiderado? A la mañana siguiente, Colin y Sofía salieron del Registro de Civil, con el acta de matrimonio en mano. Sofía estaba hundida en sus pensamientos, pero el sonido del timbre provocó que todos los recuerdos del pasado se esfumaran y regresara a la realidad. El vaso se encontraba vacío, no tenía nada desde hacía mucho. Así que lo dejó a un lado y se dirigió a la puerta. Colin, quien vestía un traje elegante, se encontraba del otro lado. Ella miró sus ojos, y lo único que pudo percibir fue aversión. —Señor Li. —Sofía lo saludó respetuosamente. Colin simplemente la apartó de su camino, se dirigió hacia la suite presidencial, y se acomodó en el sofá. Observó con detenimiento y curiosidad a Sofía y le preguntó; —Sopita, ¿cuál fue la razón por la cual quebrantaste el contrato de cooperación con el clan Lien?

De tanto haber escuchado a Colin llamarla Sopita, se acostumbró a lo ridículo que sonaba. —Señor Li, si en verdad quiere formar alianzas y cooperar con el clan Lien, solicítele a alguien más que negocié con ellos, por favor. —¡Ella definitivamente no pensaba hacerlo! —¿Por qué? ¿Acaso la razón es... porque su representante es tu ex novio? Colin dijo esto con un tono tan sarcástico, acompañado de un gesto igual de molesto. Él estaba al tanto del vida pasada, lujosa y privada de su ahora esposa. El solo hecho de que Colin hubiera mencionado a Paulo hizo que la mirada de Sofía se llenara de frialdad. —Así es, ¿y cuál es el problema? —Para entonces, Colin le había dado el puesto de secretaria privada a Sofía, por lo que estaba a cargo de llevar los casos de comunes de cooperación. —Desde que te engañó y traicionó tu confianza, ¿has estado usando SL para vengarte de él? Sofía Lo, ¿cómo puedes ser capaz de hacerlo? —La postura desinteresada de Colin con las piernas sobre la mesa de té y su voz apacible, le complicó a Sofía analizar y juzgar lo que él sentía. Sofía simplemente se giró y caminó hacia la cocina. —¿Quieres algo de comer? —¡No, no se me antoja nada! —Colin se levantó del sofá y se dirigió a la puerta de salida. Antes de salir, le lanzó unas llaves y le dijo. —Ya sabes la dirección de la casa y ahí están las llaves. Instálate en la casa y escoge la habitación que quieras. Al terminar, fuertemente cerró la puerta detrás de él y se fue tan rápido como llegó. Con amargura en sus ojos, Sofía contempló las llaves sobre el sofá. Su matrimonio era solo de palabra. Era muy probable que Wendy hubiera forzado a Colin a darle a Sofía las llaves de su casa. Como era de esperar, la suegra de Sofía llegó de visita a su nueva casa desde el País Z, curiosamente justo después de haberse mudado. Sofía y Colin aún se encontraban en la compañía dentro de una junta cuando Wendy llamó al teléfono de ella. Parecía más que nada, un seguimiento a su relación. Al salir del trabajo, Sofía manejaba de regreso a casa cuando Colin le exigió. —¡No se te ocurra decir algo fuera de lugar cuando estemos con mi madre y esta noche dormirás en mi recámara! —¡Como usted lo ordene, señor Li! —Sofía contestó desinteresada y siguió manejando cuidadosamente.

En la casa, el personal de servicio, preparaba la cena. Wendy con un poco de desconsuelo, miró a la pareja llegar. —¡Mamá, por fin has llegado! —Sofía se cambió los zapatos y le dio la bienvenida a Wendy con una sonrisa dibujada en su rostro. Wendy le devolvió la sonrisa, lo que provocó celos en Colin. ¡Y murmuró que ella aún no le había sonreído así!

Capítulo 3 La mujer inusual —Sofía, ven y siéntate. —Le dijo Wendy a Sofía y luego miró a su hijo. — ¡Colin, ven aquí! Colin empujó a Sofía a un lado. Sofía se rió de Colin porque él parecía un joven lindo por detrás. —Madre, pensé que vendrías mañana. ¿Por qué? —Colin se sentó junto a Wendy y le pasó el frutero a su madre. Pero ella lo puso a un lado y le frunció el ceño. —Ahora dime, ¿por qué no te duermes con Sofía? Al oír eso, Colin lanzó una mirada de enojo a la mujer que acababa de sentarse. ¡Soplona! —No fue Sofía. Yo he visto que ustedes dos duermen separados, ¿de acuerdo? —Suspiró Wendy. Estaba buscando un dormitorio para relajarse después de llegar a la mansión pero descubrió que la pareja no dormía en la misma cama. Estaba molesta. Colin dejó de mirar a Sofía con enojo después de que escuchó eso. —Bueno, madre, lo que pasa es que me resfrié. Tenía miedo de contagiar a Sofía. Por eso es que dormimos por separado. Sólo es temporal. Sofía se sorprendió. ¡Apenas podía creer que el hombre honesto en el trabajo sería capaz de mentir! Wendy se mostró escéptica. Sofía no se recuperó de la conmoción hasta que Colin le guiñó un ojo. —Madre, por favor no te enojes. Es la verdad. Todo es mi culpa. No cuidé bien del se... Colin. —Sofía casi había dicho el Sr. Li Afortunadamente, se dio cuenta de su error de inmediato. Wendy tomó la mano de Sofía y dijo: —No seas tonta, mi niña, él ya es un hombre. No es tu culpa que se haya enfermado. —Y luego le advirtió a Colin. — ¡Si no cuidas bien de Sofía cuando yo no esté aquí, le diré a tu padre que te rompa las piernas! Colin levantó una ceja. Sofía debió haberle encantado de verdad. Su madre nunca le había hablado así antes. Pero ahora lo estaba amenazando. ¡Y por

alguien de tan poca importancia! Sofía no quería que Wendy se enojara. —Madre, Colin es bueno conmigo. De Verdad. De hecho, las cosas iban tan bien que Sofía sentía que como si no estuviera casada. Que era libre. Durante la cena, Colin puso una bola de camarones en el plato de Sofía y le habló con voz cariñosa: —Bebé, prueba esto. Bebé... Esta era la primera vez que la llamaba bebé. Ellos habían mantenido su matrimonio en secreto de los demás. Se comportaban discretamente cuando estaban en la empresa o en reuniones familiares. Nadie sabía que Sofía era la esposa de Colin. Colin le había advertido mucho tiempo antes que ella no debía hacer nada en su nombre. Entonces, si él no la hubiera llamado 'bebé' ahora, ella habría olvidado que estaban casados. Wendy estaba satisfecha con lo que Colin había hecho, y volvió sus ojos hacia Sofía. Notó que tenía la mirada perdida. —¿Qué pasa, Sofía? ¿Qué estás pensando? —Oh... Nada. Sólo mmm... algo en el trabajo Madre, prueba estas bolas de camarón. Sofía puso la bola de camarón que Colin había dejado en el plato de Wendy. El rostro de Colin se oscureció. ¿Acaso lo detestaba? ¿Ni siquiera quería comer lo que él le había dado? Cuando se acostaban por la noche, en presencia de Wendy, Sofía deliberadamente le preguntó a Colin: —¿Te sientes mejor? Colin entendió lo que estaba tratando de hacer y asintió. —Podemos dormir juntos esta noche. —... DE ACUERDO. —Sofía dijo. Entonces Sofía llevó su colcha a la habitación de Colin. Al ver a la linda pareja cerrar la puerta, Wendy regresó a su habitación sintiéndose aliviada. Por primera vez, Sofía estaba en la habitación de Colin. Era bastante grande. Al menos sesenta metros cuadrados. La habitación no era muy colorida. Los colores que más predominaban eran negro, blanco y gris, con algo de azul oscuro. Al ver la cama extragrande de madera negra y un estante de vino lleno, Sofía se dio cuenta de que Colin sabía cómo disfrutar de la vida. Sofía tiró su colcha blanca sobre la cama grande. Tomó la colcha gris de Colin y caminó hacia el sofá.

—¿Qué estás haciendo? —Colin se estaba aflojando la corbata cuando vio a Sofía cargando su edredón. Sofía pasó de largo y tiró su colcha en el sofá antes de responder con frialdad: —Es hora de que seas un caballero. Su almohada siguió a continuación. Ahora Colin sabía lo que ella quiso decir. —¡Sofía Lo, esta es mi casa! —Colin apoyó las manos en las caderas y miró a la mujer que se creía dueña de la casa. Sofía preguntó: —¿Entonces no dormirás en el sofá? —No. —Bien. —Estaba bien. Fue en ese momento cuando Sofía se dio cuenta de que le quedaba trabajo por hacer. Ella podría quedarse despierta. Movió su colcha de la cama al sillón, y luego abrió la puerta y salió. De repente, una gran fuerza la arrastró de regreso a la habitación y se encontró con un par de ojos enojados. ¡Pum!La puerta se cerró de golpe y en menos de unos segundos Sofía se encontró presionada contra la puerta. —¿Quieres acusarme? Sofía Lo, ¿es eso lo que quieres? ¿Para hacer enojar a mi madre? —Colin miró a la mujer inexpresiva con un destello de ira en sus ojos. Sin querer, esta fue la primera vez que estuvieron tan cerca. Casi abrazándose. Una débil fragancia se desprendió... El olor era tan bueno... Tan bueno que toda su ira se fue en un instante. Ella era una mujer inusual. Antes de que Sofía pudiera hablar, Colin la soltó, tratando de cubrir su vergüenza. —¡Psicópata! —Dicho esto, Sofía se dio la vuelta para abrir la puerta. Colin miró a la mujer con desconfianza. ¡Ella acababa de llamarlo psicópata! —Sophia Lo, ¿te olvidaste de quién eres? —Dijo Colin fríamente. Sofía se detuvo, se volvió y dijo: —Aquí, yo soy tu esposa. Y eso significa que soy la señora de esta casa. Y tú no eres el Sr. Li o mi jefe. ¡Tu eres mi esposo! ¡Y los esposos y las esposas son iguales! Colin nunca había conocido a una mujer tan fuerte. ¡Y esta mujer era su esposa! Al pensar en lo que Sofía había dicho, Colin llegó a la conclusión de que de alguna manera tenía sentido Así que se apoyó contra la puerta y sonrió. —Bueno, creo que tienes razón.

Pero, ¿sabía usted, mi querida esposa, que una esposa debería satisfacer la necesidad de su marido? Sofía se burló y preguntó directamente: —¿Qué? ¿Quieres meterte en mis pantalones? Colin la miró a los ojos y dijo. —¡Qué mujer tan desagradable! —Señor. Li, esa secretaria señorita Chiao sí que es agradable, encantadora y joven. Por encima de todo, a ella le gustas mucho. ¿Por qué no la llamas? Huh, desagradable. Sofía ya no sabía lo que significaba 'agradable'.

Capítulo 4 ¿Crees que soy poca cosa para ti? En el pasado, tanto su mamá, como su papá y su hermano David... la llamaban 'Sofy' pero Sofía ya no se consideraba tan agradable como antes. Se sentía rota por dentro. Su familia se había ido, y a ella le habían tendido una trampa y había pasado tiempo en prisión. —¡Sra. Li! —dijo Colin sacudiendo la cabeza. —No dudas ni un instante en entregar tu marido a otra mujer. Siendo así, ¿cómo puedo rechazar tu oferta? Colin colocó los dedos bajo la barbilla de Sofía y le levantó la cara, como si la examinara. Después de todo este tiempo, él esperaba que ella mostrara al menos una pizca de afecto por él, pero lo que vio fue indiferencia. Era como si esa mujer hubiera perdido su alma y fuera incapaz de expresar emociones. —Sr. Li, puedes hacer lo que quieras e irte con la mujer que desees. ¡No me importa! —Sofía Lo rara vez le sonreía, y él estaba acostumbrado a ello. Sin embargo, esta vez le dirigió un gesto de desprecio. ¡Grandioso! ¡Bien hecho, Sofía Lo!Siempre sabía como arreglárselas para hacerlo enojar. Molesto, Colin la arrastró al dormitorio y cerró la puerta. La empujó hacia la cama y la arrojó sobre ella. Luego la sujetó y le echó el cuerpo encima. —¡Hoy se me antoja jugar con una mujer como tú! —Miró su rostro inexpresivo. Sofía le devolvió la mirada y notó un dejo de peligro en sus ojos. Entonces desvió la mirada y dijo: —Sr. Li, es tarde. Es hora de dormir un poco. —¿Es esta tu sugerencia? ¿Me estás pidiendo que me acueste contigo? —... —Sofía Lo luchó contra Colin, pero fue en vano. Él era bastante fuerte y ella estaba firmemente sujeta debajo de él. Por primera vez supo lo fuerte que podía ser un hombre, y lo indefensa y débil que podía sentirse una mujer. A pesar de su despreciable comportamiento, no pudo evitar distraerse por lo bien que olía él. Decidida a no entregarse, contestó con amargura. —¡Sr. Li, por favor, compórtate! —¿Comportarme? Qué gracioso... —Colin se echó a reír: —Nunca he oído

que un esposo deba comportarse frente a su esposa. Sofía Lo se avergonzó un poco cuando él mencionó su relación, por lo que levantó la voz. —¡Déjame ir! —¿Por qué, Sofía? ¿Estás molesta conmigo? —¡No! —Colin la miró. Era una mujer extraña, ¿por qué diría que no, sabiendo que sí lo estaba? Harto de juegos, se levantó y tomó una toalla de papel para limpiarse las manos. —¡Sal! —Colin se dio la vuelta para tirar la toalla de papel usada a la basura. La mujer aprovechó esta oportunidad para salir aprisa de su habitación, Luego corrió hacia la suya y cerró con seguro. Sintió que su pecho se agitaba con el simple esfuerzo necesario para respirar. Nunca había estado tan asustada en su vida. Cuando se calmó, decidió distraerse con el trabajo. Fue a su mesa y encendió su computadora. La noche pasó rápidamente y antes de que ella lo supiera, eran las 2 a.m. Pasadas las dos y media, ya le era imposible mantenerse despierta. Estaba tan cansada que se metió en la cama sin quitarse la ropa. Al día siguiente, Sofía Lo se sintió mal. Su cabeza, garganta y ojos le dolían... . . Había pensado en pedir el día libre, pero tenía una reunión importante en la oficina, de modo que decidió que sería mejor llevar sus medicamentos con ella. Cuando bajó, Colin ya estaba desayunando. Wendy estaba en la cocina comiendo un huevo frito. Al verla bajar las escaleras, sonrió y dijo: —Sofía, ven a desayunar. Sofía le devolvió la sonrisa y caminó hacia la mesa. Quería preguntarle a Wendy si ella había preparado el desayuno, pero no quería que notara su voz ronca, así que sólo asintió y se sentó en la mesa frente a Colin. Nadie habló. Cada uno de ellos parecía estar perdido en sus propios pensamientos. Sofía comió lentamente debido al dolor de garganta. A Colin no le pasó desapercibido este detalle, y reflexionaba sobre si había sido un poco mezquino la noche anterior y si eso podría provocar que ella se fuera. Wendy sabía que Sofía anoche se durmió muy tarde, y se daba cuenta de que no estaba bien. ¿Había sido Colin el causante de que ella no durmiera bien? Sonrió al imaginar lo que podría haber ocurrido entre ellos la noche

anterior. Entonces colocó un bollo al vapor relleno de filete en el tazón de Sofía. —Sofía, sé que te gusta el pescado. ¡Por favor, come un poco! —¡Gracias mamá! —asintió, mostrando aprecio. Wendy no notó la diferencia en su voz, pero Colin sí lo hizo. Se preguntó si Sofía estaría enferma. No era su responsabilidad cuidarla. Sofía Lo salió de la villa con Colin y lo siguió hasta su coche. Wendy se despidió y se volvió hacia la villa después de que hubieron acelerado por el camino de entrada. Tan pronto como salieron del vecindario, Sofía dijo con frialdad: —Sr. Li, ¿puedes dejarme aquí, por favor? Colin levantó la ceja ante su petición. Sofía Lo había vivido en un hotel antes de mudarse a la villa. Estaba acostumbrada a trasladarse a la oficina en metro y no necesitaba un automóvil propio. El Grupo SL estaba ubicado en el centro de la ciudad, por lo que utilizar el metro era muy conveniente. El Maserati de color azul no disminuyó la velocidad. 10 minutos más tarde, Colin entró en el estacionamiento subterráneo de la compañía y se detuvo en su espacio reservado. —Piensas que soy poca cosa para ti, ¿verdad, Sofía Lo? ¿Como podía ser eso posible? Colin provenía de una familia militar, y en la actualidad era el presidente del Grupo SL. Su educación y estatus lo hacían la pareja ideal de cualquier mujer. Entretanto, Sofía Lo creía que la fila de mujeres que querían casarse con Colin era tan larga que podía rodear la Tierra tres veces. Pero, ¿que había de ella? Antes del accidente, su padre había sido catedrático universitario. Su madre era miembro de un equipo arqueológico. Considerando sus profesiones, no eran lo suficientemente apreciados. El padre de Sofía formaba parte de una familia literaria. En cuanto a los familiares de su madre, excepto su abuelo, un famoso contador, los demás eran personas comunes. Y ella, Sofía Lo, había sido la más desafortunada. Justo después de graduarse de la universidad, se vio implicada en un asesinato y fue encarcelada. —Sr. Li, has tardado demasiado en comprender mis palabras. Quería salir del auto para que nuestros colegas no nos vieran juntos. El hecho era que a ella no le gustaba que él se le acercara. Aunque estaban casados legalmente, en su matrimonio ella no era más que... No, simplemente no quería enamorarse de otro hombre.

Aunque era cariñosa con sus suegros Porque tenía miedo de... Mucho miedo de... Si descubría a Li teniendo relaciones con otras mujeres, podía iniciar el divorcio y terminar la relación sin arrepentimientos. Quería ser más fuerte e investigar la muerte de su madre. Además de eso, no podía olvidarse de lo que Paulo había hecho. Sofía Lo salió del auto y cerró la puerta rápidamente, sin dejar ninguna posibilidad de respuesta para Colin, Quien apretó sus manos contra el volante.

Capítulo 5 ¿Ella lo quería intimidar? Después de mucho tiempo, sacó su teléfono celular y marcó un número. — ¿Qué pasa? ¿Por qué no te has mudado todavía? —!ow, qué temperamento, Sr. Li!¿Estás frustrado? El tono de burla del comentario aumentó la irritabilidad de Colin. —¡Helge no me importaría contarle a tu familia tus horribles historias! A Helge le sorprendió la amenaza. —¡Qué mala suerte tan terrible! ¡Pasé un período de prueba suprema contigo! —¡Ése es tu honor! —Colin se apoyó en el asiento. En su mente apareció Sofia con su rostro inexpresivo. —Déjate de tonterías, ¡Seduce a mi esposa y consigue evidencia de su comportamiento! ¡Colin tenía la intención de mostrarle a Wendy para que consiguiera la libertad de nuevo! —Mi abuelo me llamó desde el país A, ésto no es lo que yo quería. ¡Ese viejo me vigila de cerca! —No sabía que su nieto, quien para él era un vividor y un mujeriego, se había convertido en jefe de una pandilla. Sin embargo, el caso del clan Huo era similar al del clan Li. ¡A excepción de que la madre, el padre, el abuelo y la abuela de Helge habían servido en el ejército! ¡Incluso su hermana menor, Hermila, también estaba en el ejército!Ella era una famosa teniente de la Marina. Si ellos, como responsables de la justicia, se enteraban de que Helge estaba en una pandilla, ¡Sería molido a golpes!Y expulsado fuera del país. —Voy a llamar al abuelo Huo. ¡Debes venir a mi empresa y trabajar cómo mi asesor privado de inversiones, para que puedas estar cerca de ella! —Colin estaba decidido a lograr su objetivo. ¡Al oír eso, Helge casi se ahogaba con su propia avaricia! —¿Trabajar como tu consejero de inversiones? ¿Acaso crees que mi abuelo es estúpido? Oh Dios mío. ¡Nadie más que Daniel está capacitado para ser tu asesor de inversiones privado! —Helge se encontraba holgazaneando en un sillón en el balcón de su habitación bajo los rayos del sol. Estaba viendo imágenes de chicas ardientes en la pantalla. —Tal vez usted podría ser un consejero de amor?

Helge pensó en ello por un momento. —¡Buena idea. ¡Absolutamente va bien conmigo! —dijo Helge, levantando su dedo pulgar en señal de aprobación. Después de terminar la llamada, Colin salió de su auto y caminó hacia el ascensor exclusivo del Presidente. Presionó el botón de Sala de Conferencias en el piso 22. Colin entró en la sala de reuniones de la mañana con una carpeta en la mano. Fue seguido por Jimena, su secretaria privada. Los colegas masculinos dentro de la sala de reuniones fijaron sus ojos en Jimena. Era una chica bonita con una figura envidiable. A Jimena le gustaba llamar la atención de los hombres. ¡Ella disfrutaba la sensación de poder; de saber que la deseaban pero no podían tenerla! De hecho, todos sabían que el objetivo final de Jimena era su presidente, ¡Colin! Jimena se había enamorado a primera vista de Colin el día de su entrevista. ¡Esto fue solo unos meses después de que SL Group fuera establecido en el País Z! Jimena tuvo un amorío con el Gerente del Departamento de Recursos Humanos, para poder estar cerca de Colin. —¡Buenos días a todos!Comencemos nuestra junta. Señorita Wen, del Departamento de Diseño, explique por favor el dibujo del diseño que se terminó ayer. —OK señor. —Winnie sacó una USB y la insertó en la computadora para mostrarlo en un proyector. En ese momento, la puerta se abrió ligeramente. Sofía Lo llegó apresuradamente. Al ver a la señorita Wen con la presentación de diapositivas, supo que había llegado tarde. —Señorita Lo, llega cinco minutos tarde. ¿Estás ignorando al presidente? ¡Eso hablaba muy mal de ella!Sofía Lo había planeado deslizarse a su asiento caminando pegada a la pared, pero alguien quiso avergonzarla. De hecho, él habló tan fuerte que no pudo pasar desapercibida. Sofía Lo se enderezó y dijo. —¡Lo siento, Sr. Li, esto nunca volverá a suceder! Habló con voz seca, y su rostro palideció incluso más que antes. No fue difícil ver que estaba enferma. Colin levantó los ojos y le echó un vistazo rápido. —¿Qué te sucede? —No me encuentro bien, acabo de tomar la medicina. —¿Por qué no tomaste tu medicina antes de salir hacia el trabajo? ¿Por qué llegas tarde a la reunión?

¿Estás buscando un trato preferencial? Al escucharlo hacer estas preguntas, Sofía Lo contestó con indiferencia. — ¡Aceptaré su sanción, Sr. Li! —Hmm, ¡limpia el baño de este piso, después de la reunión! Después de que Colin dijera esto, la sala de reuniones estaba alborotada. ¡Le ordenaron a Sofía Lo, una chica de 24 años, que limpiara el baño sólo porque llegó tarde a una reunión! ¿Cuándo el gentil Sr. Li se volvió tan malvado? Al escuchar el castigo de Colin, Sofía Lo respiró hondo. ¡Colin, pagarás por tu maldad! —Señor. Li, me presente a trabajar a pesar de estar enferma, y ya estaba enterado pues llegamos al trabajo juntos. Todos en la sala de reuniones se miraban unos a otros consternados. ¿Qué está mal? Había una mirada de desafío en los ojos de Colin. ¿Ella lo quería intimidar? —Absolutamente no. —¡Él negó la verdad! Sofía Lo lanzó una mirada de indignación a Colin. ¡Ella nunca había pensado que él fuera un sinvergüenza! Jimena se levantó de su asiento y frunció sus labios rojos. —Señorita Lo, sólo porque usted trajo al Sr. Li al trabajo no significa que puedas ser irrespetuoso con él. ¿Acaso no es eso lo que se supone que debe hacer una secretaria? Simplemente ve a limpiar el baño después de la reunión sin quejarte. ¿Por qué te resistes ahora con esa mirada desafiante? Ignorando al presidente, desafiante... Sofía Lo lanzó una mirada de enojo a Jimena. ¿Por qué estaba defendiendo a Colin? Sofía deseaba que Jimena se hubiera quedado callada. —Señor. Li, si quiere... —Fue interrumpida por Colin antes de que pudiera agregar. —Se puede vengar de mí con su excusa. —Está bien si no quiere, ¡Puede dejar su trabajo y salir del País Z! ¡Casi dijo que ella podría divorciarse de él! Los altos líderes comenzaron a susurrar a su alrededor ¿Qué le pasaba al Sr. Li? La señorita Lo llegó unos minutos tarde, y él ya quería echarla del País Z. ¡Algo estaba mal! A pesar de que los demás no podían entender la situación, Sofía Lo sabía a qué se refería. Respiró hondo y reprimió las enormes ganas de interrogarlo delante de todos. ¿Por qué se sentía tan feliz humillándola, siendo ella una empleada insignificante? Ella apretó las manos. —Sr. Li, me iré ahora.

Estaba a punto de abandonar la habitación cuando escuchó a Colin hablar nuevamente. —He cambiado de opinión. ¡Ve a preparar café para todos los presentes en ésta reunión, ahora! Sofía Lo se dio media vuelta. —Ok, Sr. Li, vuelvo en un minuto. Mientras se dirigía a preparar el café, Sofía Lo hizo una estimación aproximada de que había unas treinta personas presentes en la reunión. Contando a Colin y a Jimena, sería treinta y dos personas. Sacó la cantidad adecuada de tazas del gabinete e hizo café, taza por taza. Luego comenzó a llevarlos con cuidado a la sala de reuniones. Durante su quinta ronda a la sala de reuniones, los brazos de Sofía comenzaron a debilitarse. Pero ella tenía que terminar su castigo forzosamente. En su último viaje a la sala de reuniones con la bandeja de café, una persona salió rápidamente justo cuando ella abrió la puerta. Sofía Lo no se dio cuenta y se tropezó con la otra persona. Cuatro tazas de café se derramaron en el suelo y sobre de ella. La otra persona reaccionó rápidamente y se hizo a un lado, saliendo bien librada y sin ninguna mancha de café. —Señorita Lo, ¿qué estás haciendo? —Jimena estalló de inmediato sin siquiera darle oportunidad de hablar.

Capítulo 6 ¡No Haré lo que Tú Quieras! El café había estado hirviendo. Sofía Lo frotó su muñeca roja e hinchada, y apretó los dientes. Vestía una blusa blanca, y ahora estaba empapada en café. En una palabra, ella se veía un desastre. Su rostro se puso aún más pálido, pero ignoró a Jimena y se disculpó: — Lamento interrumpir. Por favor continúe con la junta. Limpiaré ahora mismo. —Señorita Lo, ni siquiera puede hacer una cosa tan sencilla como servir bien un café. ¿Cómo puede ser la secretaria de un Director Ejecutivo? —dijo Colin con delicadeza. Las lágrimas brotaron de los ojos de Sofía. Levantó la cabeza y contuvo las lágrimas. ¡Sofía Lo! ¡Sé fuerte, no llores! —Lo siento Señor Li, lo limpiaré ahora. ¡Lo siento mucho! Cuando Sofía se alejó, Colin frunció el ceño. En el baño, Sofía metió su muñeca en agua fría. En ese momento, ella bajó la cabeza y dejó que sus lágrimas cayeran sobre el lavamanos. Un minuto después, se limpió las lágrimas con el dorso de su mano. Decidida a no mostrar ninguna debilidad, tomó una actitud de profesionalismo y entró a la sala de limpieza. A pesar de la dolorosa quemadura en su muñeca, limpió el desorden en la puerta de la sala de juntas. Una vez que terminó, Sofía fue a la enfermería en el tercer piso y buscó algo que le ayudara a aliviar la quemadura de su muñeca. La médico le dijo: — Aquí sólo podemos brindarte primeros auxilios básicos. Aún tienes que ir al hospital más tarde. Si empiezas a sentir fiebre, tendrás que ir al hospital. Sofía asintió. —Entiendo, gracias. Después de salir de la enfermería, Sofía se dirigió al Departamento de Supervisión de Secretaría para pedir un permiso. De acuerdo con la política de la compañía, ella debía preguntarle al Gerente de Departamento de la Secretaría cuando necesitara ausentarse en el trabajo. Pero el Gerente estaba en una conferencia en la parte de arriba, así que ella le

preguntó al Supervisor. Al escuchar que iba al hospital y al ver su lesión tan evidente en la muñeca, el Supervisor aceptó sin dudarlo. Sofía se sentía muy mal. Sin cambiarse de ropa, tomó su bolso y se apresuró al hospital. Sofía estaba preocupada. Ella no estaba familiarizada con el País Z. Ella nunca había estado en el País Z antes. Y desde su llegada, había estado trabajando en el Grupo SL. A veces, incluso trabajaba también por las noches. No tenía tiempo para ir de compras. Sofía detuvo un taxi y le dijo al conductor: —Señor, al hospital más cercano, por favor. Sentada en el coche, cerró los ojos e intentó no concentrarse en el dolor. Dos minutos después, su teléfono sonó. Colin estaba llamando. Sofía no quería ver su nombre, y mucho menos verlo en persona. Pero cuando pensó en Wendy, dio un pequeño suspiro y respondió a la llamada telefónica. —Señor Li. —Tráeme el contrato establecido de nuestro acuerdo con el Grupo Lien — dijo Colin. —No estoy en la oficina en este momento. ¿Podría por favor pedirle a los otros que le ayuden? Está en el primer cajón de mi escritorio. —La voz de Sofía era de un tono muy bajo ya que se sentía agotada. —¿No estás en la empresa? Sofía Lo, son horas de trabajo ahora. ¿Dónde estás? —Colin preguntó desconfiando. Sofía se frotó sus punzantes sienes y cuando estaba a punto de responderle a Colin el taxi se detuvo. El conductor le hizo saber: —Señorita, hemos llegado al hospital. Sofía abrió su billetera y le pagó. Después de salir del auto, Sofía colocó su teléfono móvil en la oreja y le explicó con impotencia: —Señor Li, le he preguntado al Supervisor del Departamento de Secretaría de tomarme el resto del día libre. Colin no dijo nada. Sólo colgó la llamada. Sofía negó con la cabeza. Se había dado cuenta que el comportamiento de Colin era bastante grosero. Ella entró al hospital y se registró. Mientras esperaba al médico, chequeó el saldo de su cuenta bancaria. Un dígito, dos dígitos, tres dígitos, cuatro dígitos, cinco dígitos. Diez mil doscientos setenta y seis dólares con ochenta centavos. Sofía miró su saldo. Este era el dinero que su madre había guardado para ella. Se suponía que eran cincuenta mil. Antes del accidente, ella había comprado una blusa cara para Paulo Tai. Le había costado treinta mil.

¡Nunca había usado ropa tan cara! Al pensar en la blusa, Sofía cerró los ojos. Al final, Paulo había destrozado la blusa con un cuchillo, la aventó y luego procedió a arrojar los restos al cesto de basura frente a Dolores. Una lágrima salió de la esquina de su ojo y se deslizó sobre su mejilla. Sofía se secó las lágrimas apresuradamente. Para Sofía, parecía que estaba más sentimental de lo habitual. Ella lloraba con facilidad. Tal vez era porque no se sentía bien. —¡Sofía Lo, eres la siguiente! —dijo una enfermera. Diez minutos después, Sofía estaba sentada en la sala de emergencias. Una enfermera estaba cuidando de sus quemaduras, mientras que otra estaba comenzando a ponerle una intravenosa. Cuando se fueron, Sofía cerró los ojos y permitió que el sueño hiciera lo suyo. Sintió algo moverse, entonces abrió los ojos. Era Colin. —¿Y ahora qué? ¿El Señor Li tuvo que venir en persona para ver si yo estaba mintiendo? —Ella sabía que él no era una persona muy amable y todavía estaba enojada por lo que sucedió en la sala de juntas. Al escuchar sus resentidas palabras, Colin frunció el ceño ligeramente y se dio la vuelta sin decir nada. Sofía contuvo el aliento ante la falta de su respuesta. Efectivamente, él había venido a ver si ella le había estado mintiendo. ¡Este hombre era increíble! Con una sonrisa burlona, Sofía volvió a cerrar los ojos. Cinco minutos después, Sofía escuchó pasos al lado de su cama. Antes de que pudiera abrir los ojos, sintió que alguien la levantaba de la cama. Tan pronto como vio quién había estado junto a su cama, los ojos de Sofía se abrieron con sorpresa. ¡Era Colin!Y la estaba sosteniendo en sus brazos. —¿Qué está haciendo? Sus ojos ligeramente rojos e hinchados estaban tan abiertos por el miedo, y su cara redonda la hacía lucir tan linda. Una enfermera que se encontraba cerca recogió su medicamento que tenía vía intravenosa. Ella siguió a Colin y a Sofía hasta llegar afuera de la habitación. Colin no dijo nada. Sofía continuó burlándose de él. —Entonces, después de verme en el hospital, ¿me vas a llevar de regreso al trabajo? —Colin Li, ¡necesito saber qué es lo que está pensando!Te diré algo. ¡A menos que la madre lo diga, no haré lo que tú quieras! —No podía esperar a

divorciarse de ella, y parecía que el sentimiento era mutuo. Para dos personas que no se llevaban bien, eso era realmente una especie de tortura invisible para tratar de mantenerlos juntos. —Bájame Colin. Puedo volver al trabajo después de terminar el medicamento vía intravenosa. —Antes de que pudiera terminar, Sofía se quedó sin palabras por lo que vio. Ella estaba en una habitación vacía. Colin la acostó en la cama del hospital y la enfermera cerró la botella intravenosa en el soporte. ¿Entonces él había ido para que ella pudiera completar sus procedimientos hospitalarios? Algo avergonzada, se cubrió la cara con la delgada sábana que él le había puesto. Cuando la enfermera se fue, ella susurró: —Gracias. Señor Li. —No se haga ilusiones. Si no puede llegar a casa a tiempo, la madre le hará preguntas. Y estoy harto de responder a sus preguntas Los sentimientos encontrados que Sofía había sentido, se fueron junto con su gratitud. Sofía no volvió a hablar, y estaba demasiado cansada como para mantenerse despierta. La habitación estaba en silencio, y pronto se quedó dormida. De la cama surgió el sonido de la respiración rítmica de Sofía, y Colin, con las manos en los bolsillos, caminó desde la ventana hasta la parte delantera de la cama. Los ojos de Sofía estaban cerrados, su linda cara redonda estaba ligeramente pálida por la incomodidad que sentía, y sus labios estaban ligeramente abiertos.

Capítulo 7 Estaré bien con Colin Colin miró a Sofía, quien estaba durmiendo. Tenía una cara encantadora. Pero su indiferencia le molestaba. ¿Era porque había estado en prisión durante un año y medio? ¿Ese tiempo la había cambiado? Él levantó su mano izquierda que había estado descansando sobre su abdomen. Tenía una capa fina de gasa envolviéndole su muñeca, y sus dedos estaban cubiertos de quemaduras rojas. Colin se preguntaba si le habría gustado a Sofía si no hubieran sido forzados a casarse. Y la respuesta era obvia: No. Para él, ella siempre parecía estar enojada y buscando venganza. No solo eso, durante su tiempo en su empresa, él sabía que ella había tenido dudas sobre si interactuar con sus colegas. No era mala socializando, simplemente no quería. Era muy seria con su trabajo, era estudiosa y estaba dispuesta a seguir el consejo de otros. Él sabía que ella trabajaba duro porque quería ser más fuerte y más poderosa. Era ambiciosa. Al hacerlo, tendría los medios para derrotar a sus enemigos.

... Colin no se sentía atraído por su fuerza y actitud. Esperaba que su futura pareja fuera sencilla y obediente. Cuando se fue, le dijo a la enfermera que vigilara la hora y se acordara de cambiar el goteo intravenoso de Sofía. A las cuatro en punto, Sofía finalmente se despertó. Como se había perdido el almuerzo, se sentía hambrienta. Miró a su alrededor y vio que su habitación estaba vacía. Colin se había ido.

En la mesa al lado de su cama, había tres botellas vacías de gotero. Cuando se sentó en la cama, una enfermera entró y dijo: —Señorita Lo, está despierta. —Si, gracias. Me voy del hospital ahora. —Claro, puede irse si se encuentra mejor. Hay comida en el microondas. Otros le trajeron el almuerzo al mediodía. ¡Debería comer algo antes de irse! — La enfermera señaló el microondas cercano. Sofía estaba demasiado hambrienta para pensar en quién le había traído el almuerzo. Estaba tan hambrienta que no quería rechazar la comida. —Bien, gracias. Primero comeré. —De nada, señorita Lo. Si se siente mejor ahora, me despediré. —De acuerdo, adiós. Cuando Sofía regresó a la villa después de salir del hospital, Wendy no estaba en casa. Colin había pedido a los sirvientes que le mostraran el País Z. De vuelta en su habitación, Sofía encendió su computadora y miró el contrato entre el grupo SL y la compañía de Lien. No podía concentrarse. Miró la pantalla distraídamente. Al cabo de un rato, cerró el contrato y abrió su buzón de correo. Se quedó mirando el correo electrónico de Colin. —Señorita Lo, mañana por la noche, habitación 606, piso 66, hotel Imperial Palace. El contrato de Lien es imprescindible. No podemos permitirnos ningún error. Sofía cerró el correo y se burló. El contrato de Lien no era para tanto. Era un asunto pequeño. Podría haberlo enviado a cualquiera de las otras secretarias. Sin embargo, Colin la eligió para la tarea porque conocía su relación anterior con el Vicepresidente de Lien. No debía tener muy buen concepto de ella. ¿Creía que se iría cuando se le presentaran situaciones difíciles? Dejando de lado los negocios, era la esposa de Colin, y Paulo era su ex novio. ¿Colin hizo eso para que tuviera que enfrentarse a su ex novio? Colin debía odiarla más de lo que se imaginaba. Eran más o menos las ocho cuando Wendy volvió. Sofía seguía trabajando en su habitación. Cuando bajó a buscar agua, Wendy se enfrentó a ella. —No sabía que estabas en casa. —Wendy miró detrás de Sofía y arqueó una ceja cuando se dio cuenta en qué habitación había estado. Sofía temía que se enojara por estar en una habitación diferente a la de Colin. Dijo rápidamente: —Mamá, acabo de volver. Tenía un trabajo que acabar

y mi computadora está en esta habitación. —Oh, ¿Colin no ha regresado todavía? —Bajaron mientras hablaban. —Bueno, él... Tiene una cena de negocios esta noche. Volverá más tarde. — Sofía recordó la agenda de Colin que iba a cenar con un CEO esta noche. —Veo. Sofía, dime. ¿Han estado usted y Colin durmiendo en habitaciones separadas todo este tiempo? —Wendy entró en la cocina seguida por Sofía. Llenó dos vasos de agua para cada una de ellas. La mano de Sofía temblaba tanto que casi dejó caer el vaso. ¿Qué debería decir ahora? —Mamá, no lo entendiste bien. Siempre hemos dormido en la misma habitación. Wendy tomó el vaso de agua de la mano de Sofía y lo puso en la mesa junto a ellos. Sostuvo las dos manos de Sofía entre las suyas. —Sofía, sé que los dos están en contra de este matrimonio. Pero lo que hice es en su mejor interés. Eres una buena niña, Sofía. Como es Colin. Él es una persona decente. Por eso quería que estuvieras con Colin. Sofía, ¿me culpas por pedirte que te cases con alguien que no amas? Sofía sacudió suavemente la cabeza. —Mamá, entiendo tus sentimientos. Puedes estar segura de que estaré bien con Colin. Todos los padres solo deseaban la felicidad de sus hijos. Wendy debería amar mucho a su hijo. Estaba muy celosa de Colin. Echaba de menos a su padre. Le preguntaría a Colin sobre su siguiente visita al País A, para poder visitar a su padre. Wendy se sintió muy aliviada con la tranquilidad de Sofía. Wendy entonces se dio cuenta de que Sofía había vuelto a casa antes que ella, y que ambos sirvientes habían estado fuera con ella. —¿Has cenado? Sofía había almorzado tarde. No se había sentido hambrienta hasta que Wendy había mencionado la cena. Al pensar en la cena, su estómago comenzó a gruñir. Estaba un poco avergonzada y negó con la cabeza. —Todavía no. Wendy soltó las manos de Sofía. —Cocinaré para ti. Solo espera un poco. Sofía se apresuró a impedir que abriera el refrigerador. —No, mamá, es tarde. Deberías descansar ahora. Puedo pedir comida para llevar. Antes de mudarse con Colin, Sofía no tenía que preocuparse por sus comidas. Se las servían en la suite presidencial que Colin pagaba para que ella viviera. También había una cafetería en la empresa. No tenía que comer comida para llevar.

Wendy agitó la mano. —No comas comida para llevar. No es ni limpia ni saludable. Cocinaré para ti. No le dio a Sofía la oportunidad de rechazar su oferta. Wendy fue a la nevera y comenzó a recoger los ingredientes. Sofía sintió el gesto cariñoso y miró a Wendy con los ojos llorosos. ¿Por qué mamá era tan amable con ella? Podía sentir su amor maternal. Sofía respiró hondo. Fue a ver a Wendy: —Mamá, ¿podrías enseñarme a cocinar? —Está bien. No tienes que cocinar en casa. —Wendy removió los huevos con destreza. Sofía negó con la cabeza, con la intención de hacer feliz a Wendy. —Tengo que hacerlo. Así puedo... ¡Así puedo cocinar para Colin! Como era de esperar, Wendy sonrió. —Oh, está bien, te enseñaré. Estaba feliz no porque Sofía quisiera aprender a cocinar, sino porque pensaba que la relación entre los dos estaba progresando si Sofía quería aprender a cocinar para él. Cuando Colin regresó más tarde esa noche, vio a su madre y a su esposa ocupadas cocinando en la cocina. También escuchó a Sofía gritar sorprendida. —¡Mamá! ¡Esto sabe muy bien!¿Qué es? Wendy rió a carcajadas. —Eres una pequeña sibarita. Este es el mejor plato de mamá, crema de cangrejo y champiñones. Mi mejor plato vegano es pasta de judías variadas. Sé que te gusta el pescado. Mañana iré al supermercado y compraré algo para poder cocinarlo para ti mañana por la noche.

Capítulo 8 Mario Sofía tragó la comida que tenía en la boca antes de hablar: —Mamá, firmaré un contrato mañana. No estaré en casa para la cena. Es una pena porque realmente amo tu comida. —¿Firmarás un contrato? ¿Dónde? ¿En un hotel? —Sí. —'Con mi ex', pensó Sofía. —Está bien. Lo entregaré a la compañía cuando esté listo. Sophia: —... Mamá, por favor, no te preocupes tanto. ¿Qué te parece pasado mañana? —Quería llorar. '¿Qué tengo que hacer?' ¡Sofía se sintió tan afortunada de tener una suegra tan amable! ¡Wendy era mucho más gentil que su propia madre! —No tienes que esperar hasta pasado mañana. Te lo traeré mañana. De esa manera, ¡puedo visitar la empresa! —Wendy había estado en SL en el País A, pero no en su sucursal en el País Z. Tenía mucha curiosidad y quería saber dónde trabajaban su hijo y su nuera. —¿Qué? Mamá, por favor, te pido que no lo hagas. ¿Qué tal si pido un permiso y vuelvo mañana por la tarde para el almuerzo? —En la empresa, nadie sabía de su relación con Colin. Si Wendy la visitaba, probablemente descubriría todo lo que le estaban ocultando. —¿Por qué no? —Wendy dio en el clavo. Sentía culpa y Sofía tartamudeó: —Porque... mañana... Yo... Yo... Iré a la... la cooperativa... para... por un trabajo. Tal vez... Quizá... Será muy tarde cuando regrese. Me preocupa que viajes en vano. Estaban tan ocupadas conversando que no notaron que Colin estaba de pie detrás de ellas. Colin se apoyó contra la puerta con los brazos cruzados y miró con una expresión pensativa a Sofía. '¿Qué le había hecho esta mujer a mi madre? ¿Por qué mi madre era tan amable con ella? 'Además, ¿por qué no sé de su viaje a la empresa mañana?'. Colin estaba pensativo. —Mamá, ¿no entiendes? No quiere comer tu pescado.

Las dos mujeres se sorprendieron cuando lo escucharon. Después de sus palabras, ambas mujeres se dieron vuelta para mirarlo. —¿Por qué? —Wendy miró a su hijo con curiosidad. El corazón de Sofía dio un vuelco: '¿No estuvo de acuerdo con no hacer una escena delante de mamá?'. —¡Mamá, Colin estaba bromeando!Quiero comer cualquier comida que hagas. —Bueno. —Wendy le creía a Sofía. Colin miró de modo burlón a Sofía y luego salió de la cocina. —Colin, ¿ya cenaste? —Wendy lo detuvo cuando estaba a punto de irse. Colin se dio vuelta: —No lo disfruté. No me importaría comer un poco más. —Bueno, lávate las manos y espera un momento. La cena estará lista pronto. —Sofía y Wendy siguieron hablando mientras cocinaban—. Sabía que no comía bien afuera. Deberías esperar con Colin ahora. De esa manera voy a terminar más rápido. Te enseñaré a cocinar otro día. Wendy quería dar a la joven pareja un poco más de espacio para que estuvieran más unidos. Sofía asintió: —Está bien. Saldré. Salió de la cocina y se dirigió a la sala de estar. Cuando encendió la televisión, se escuchó una noticia del mundo del entretenimiento: —... ¡Dos grandes estrellas, Leila Ji y Mario Pei interpretarán una obra de teatro nuevamente!El guapo Mario y la hermosa Leila presentarán el Rey y la Reina respectivamente. Sería interesante.... Oyó el nombre de Mario y volvieron los recuerdos a la mente de Sofía. 'Mario, ¿cómo va todo...?'. ' Cuando vio que sus ojos se clavaron en el extraño hombre en la pantalla, Colin se burló: —¿Adoras a ese actor? ¿Sigues siendo una adolescente? Su cinismo la devolvió a la realidad. Sofía le lanzó una mirada fría antes de señalar a Mario que ya casi ni se veía y le dijo: —¡Él es mi hermano! ¡También tu hermano! Colin se sorprendió. Miró el rostro serio de Sofía: —Su apellido es Pei, pero el tuyo es Lo. Yo no nací ayer, ¿de acuerdo? —Somos amigos desde la infancia. —'Eramos más cercanos que hermanos'. 'Amigos de la infancia...'. Los ojos de Colin se oscurecieron. Colin no desconocía lo que implicaba esa frase. Hizo una mueca y señaló a la desaparecida Leila en la pantalla: —Ella es mi hermana. ¡También tu hermana! Sofía puso los ojos en blanco y dijo: —¿Naciste ayer?

¡Pensaba que era algo muy insignificante como para copiarla!Tenía que estar bromeando, pero ella no. Colin levantó las manos. Miró hacia un costado y vio a Wendy que acomodaba los platos sobre la mesa del comedor—. Mamá, por favor, dile a Sofía quién es Leila. —Bien, Leila fue a la misma escuela que Colin cuando eran niños. Pero ellos fueron a diferentes universidades. Es la hija del lugarteniente general Jia. Es el compañero de armas de tu papá.... Oyó eso y Sofía se sorprendió. Que... sofisticado. Una pareja que ve la televisión juntos es algo muy común, ya que todas las parejas hacen lo mismo en casa. Pero la casualidad era que los dos vieron a la vez a dos estrellas famosas en la pantalla, y los cuales eran precisamente amigos de esta pareja respectivamente. Todavía recordaba los sentimientos que tenía Mario por ella... Frunció el ceño y Sofía lo miró a Colin—. Por favor, no me digas que le gustas a Leila. Colin se quedó callado por un momento. Después de sus palabras, recordó algo antes de la universidad: —Colin, me gustas. No quiero ir a la academia de teatro. Quiero estudiar administración de empresas contigo.... Observó su expresión y Sofía sabía que ella tenía razón. Un lado de su boca se torció. ¡Qué irónico! —¿Qué? ¿A Mario también le gustas? ¿O te gusta a ti? —Pensó en esa posibilidad y Colin reflexionó profundamente. —.... Wendy volvió a salir. Vio a la joven pareja con sus expresiones pensativas y preguntó: —¿Por qué te acuerdas de Leila? Sofía le explicó: —Acabamos de verla en las noticias. —¡Ah! —Wendy volvió a la cocina. Después de un rato, le informó a la joven pareja que una cena elegante estaba lista; Cuatro platos y una sopa. La joven pareja se trasladó a la mesa del comedor. Después de lavarse las manos, Wendy volvió a verlos y comían en silencio: —Colin, ¿Daniel te dijo cuándo podrías visitar el País A? Su hogar estaba en un País A, pero su hijo mayor a menudo trabajaba fuera del país. No era algo muy bueno no tener a la familia unida. Colin tragó un sorbo de sopa: —A Daniel no le importa. —... ¿Cuándo piensas volver? —Wendy se sentó junto a Sofía. Miró a su madre y notó su expresión expectante. Había planeado regresar al País A cuando se casó y establecer la compañía allá para que fuera el punto

intermedio entre varias de sus empresas. Sin embargo, Sofía interrumpió su plan. Ahora tenía la intención de aprovechar la ausencia de su madre para anular su matrimonio y encontrar a una mujer que realmente pudiera amar antes de regresar al País A. —Depende. —No quiso explicar más y Colin se centró en la comida. Por la noche, Sofía se quedó en la habitación del hombre. Mientras se cepillaba los dientes, Colin entró sin tocar a la puerta. —Perdón, lo siento. Estoy acostumbrado a estar solo. Tú, primero. Colin se fue después que vio a Sofía lavándose los dientes. Ella lo ignoró, se dio una ducha y salió del baño. Colin atendía una llamada telefónica cuando la vio en un pijama que tenía un dibujo estampado de un cerdo. Se acercó y lo tironeó. Sofía se sorprendió con su acción. Después de colgar el teléfono, le dijo: —Por favor, deja de pasearte con esos pijamas tan infantiles. Me parece muy inmaduro.

...

Capítulo 9 Mira lo que hay detrás de ti. Sofía se untó crema en la cara y dijo suavemente: —Si no puedes soportarlo, ve y dile a mamá que quieres dormir en una habitación separada. Mirando abajo hacia su pijama, Sofía repentinamente sintió que ella debía cambiar su gusto. Después de todo, ella ya no era una niña. Colin tiró su teléfono en la cama. —Sopita.... —Por favor llámame Sofía Lo, ¡no Sopita! —Sofía lo corrigió con firmeza. Colin fulminó con la mirada a Sofía. —Esta es mi habitación, y puedo llamarte como a mí me plazca. Si eres infeliz, ¡puedes irte! Colin veía como una distracción la presencia de Sofía. Él quería que ella se fuera. Sofía detuvo sus manos y se volvió para mirar a Colin con cuidado. ¿Tenía él algún tipo de desorden de identidad? En la empresa, él se tomaba en serio su trabajo y era un caballero para todos. ¿Pero ahora? ¡Infantil! ¡Grosero! ¡Arrogante! Era como un niño malcriado de una familia rica. —¿Qué estás mirando? ¿Tratando de seducirme? —Colin sonrió maliciosamente. —Señor Li, ¿está usted poseído? —Sofía preguntó directamente. —¿A qué te refieres? —Por ejemplo, un fantasma o algo similar. —¿Qué más podría explicar su comportamiento impredecible? Se decía que las mujeres eran criaturas volubles. ¿Por qué ella sentía que Colin era voluble? Colin metió sus manos en los bolsillos y fingió mirar algo detrás de Sofía. —Mira, ¿qué hay detrás de ti? La habitación quedó en silencio, ¡y todo el cuerpo de Sofía se puso como piel de gallina! Sofía creía que existían criaturas paranormales. Pero ella fue la primera en sacar el tema. ¿Cómo podría ella culpar a Colin por usar sus creencias en su contra?

De hecho, ella les temía a los fantasmas. No queriendo quedar mal, ella fingió ser indiferente a ello y se acercó a Colin. —Señor Li, ¿quiere usted decir que hay un fantasma en su habitación? Colin contuvo su sonrisa. Él había captado claramente el miedo en el rostro de ella. El hombre inclinó la cabeza. —Sí, especialmente a la medianoche, cuando puedes escuchar a mujeres y niños llorando.... No le importaba decir una mentira si podía asustarla y hacer que saliera de su habitación. —Colin, tienes treinta años. ¿Cómo puedes ser tan infantil? —Su olor la rodeó y llenó a Sofía con una sensación de paz. Su corazón tembloroso se calmó. Colin sonrió, jaló el largo cabello de ella íntimamente detrás de su oreja. — Tal vez todavía no me conoces bien. Soy el tipo de persona que haría cualquier cosa para lograr su objetivo. Por lo tanto, te aconsejo que te mantengas alejada de mí. ¿Mantenerme alejada de él? Sí, Colin nunca olvidó su propósito. ¡Así fuese en la empresa o aquí! —Colin. —Sofía sonrió mientras retrocedía para evitar su intimidad. Entonces ella le dijo. —¡Ni lo sueñes! En la compañía, ella no se atrevía a hablarle así. Pero en casa, no había nadie más. Ella podía hacer lo que quisiera. Sin apariencias que mantener. ¡Y ella no esperaba que Colin pudiera amarla! —¿Alguna vez te acercaste a Paulo de esta manera? El recordatorio de Paulo trajo frialdad a los ojos de Sofía. —Yo sé que solo quieres divorciarte de mí. Pero nuestros asuntos no tienen nada que ver con Paulo. Señor Li, por favor no lo menciones más. ¡Él me enferma! Sofía parecía estar enojada, lo que era raro de ver. Colin miró su pequeña y furiosa cara con interés. —¡Sabes que quiero divorciarme de ti y deberías tomar la iniciativa para pedirlo! —¿Pedir el divorcio? —Sofía se burló. —Colin, escuché que eran las mujeres las que siempre pedían el divorcio en los matrimonios. Pero en nuestra caso, siempre has sido tú, Señor Li, quien lo ha pedido. ¿Eso quiere decir que el Señor Li... ¿No está interesado en mujeres? ¿Qué otros pasatiempos especiales tienes? ¿No estar interesado en las mujeres? ¿Pasatiempos especiales? Era la primera vez que Colin escuchó estas palabras. Con fuerza, Sofía fue arrojada a la gran cama detrás de ella. Mareada, y con dolor, ella murmuró: —Bastardo....

Colin se abalanzó sobre ella y le acarició el cuello. —Sugeriste que no estoy interesado. ¿Querías que tuviera sexo contigo para demostrar que soy un hombre normal? ¿Es eso correcto?

... Sofía quería vomitar. ¿Cómo podía Colin ser tan desvergonzado? —Señor Li, ha cometido un error. No me gusta un hombre sin experiencia. —Wendy le había dicho a Sofía que la vida privada de Colin era pura. Así que ella creía que él nunca había visto a una mujer desnuda y ella sabía que tenía razón cuando el rostro de Colin palideció. —¡Suena como si tuvieras bastante experiencia! —Colin sostuvo la cara de ella con fuerza. Antes de ese momento, Colin nunca se había avergonzado de ser virgen. Pero esa noche, se sintió humillado por ella. Sofía recordó los rumores que Dolores había difundido y la previa humillación de Paulo. Sus ojos perdieron su brillo. —¡Por supuesto, he tenido dos novios antes! Soy diferente del Señor Li, que no ha tenido ninguna experiencia de amor hasta ahora! De hecho, ¡Sofía adivinó de nuevo! Después de graduarse, Colin comenzó a trabajar en el Grupo SL y no tenía tiempo en lo absoluto. Estaba ocupado con el trabajo día tras día... No tuvo tiempo de enamorarse. Mirando su cara orgullosa, ¡Colin realmente quería que ella se callara! —¡Vamos, mujer experimentada, enséñame! —Él la besó en sus labios rojos. La cabeza de Sofía se mareó al instante. Ella... Ella se consideraba experimentada dado que había besado antes. Sin embargo este beso inesperado de Colin la había dejado bastante sorprendida. Resultó que Colin podía besar muy bien. Sorprendida y desprevenida, Sofía se encontró a sí misma paralizada. Cuando Colin deslizó su lengua dentro de su boca, ella no sabía cómo responder. ¿Cómo podría ella enseñarle? Su primer beso había sido con Paulo. Sin embargo, Paulo no la besó así. Él solo la besó ligeramente en el labio porque ella no permitió nada más. El beso de Colin parecía ser mágico. Abrumada y confundida, Sofía quería

alejarlo. Pero cuando sus manos alcanzaron su pecho, descubrió que no tenía fuerzas. Colin dejó su boca cuando ella casi se quedó sin aliento. —¿Eres una mujer experimentada? ¿No sabías cómo ajustar tu respiración al besarte? —Su falta de experiencia lo hizo inexplicablemente feliz. Paulo le había dicho a Colin que Sofía era mercancía de segunda mano. ¿Entonces por qué le faltaba experiencia? ¿Jugando a hacerse la difícil? Sin embargo, se sintió bien abrazar su suave cuerpo... Eh, se sintió bien encontrar una esposa con un cuerpo suave, no uno flaco. ¡Cierto! ¡Eso es! Su sarcasmo, como una tormenta, despertó a Sofía de su aturdimiento. Levantó los ojos y miró al hombre que estaba encima de ella. No había razones por las que Colin estuviera de mal humor a menos que estuviera tratando de abstenerse de algo... ¿La detestaba? Ella lo apartó en silencio, se sentó y ordenó su largo y desordenado cabello. —Señor Li, es tarde ahora. Hora de dormir un poco.

Capítulo 10 Gorda y fea Como secretaria del CEO del Grupo SL, quizá no tenía tanto trabajo como su jefe, pero aún así, Sofía tenía mucho que hacer. Colin la miró mientras caminaba hacia el sofá con la delgada colcha en sus brazos. ¿Entonces ese beso no había significado nada para ella? Para hacerle las cosas más difíciles, se le acercó y le tomó la mano mientras ella extendía el edredón. —¡Sofía Lo, ve a dormir afuera! Ella lo fulminó con la mirada y retiró su mano. —Sr. Li, ¿por qué tienes que hacer las cosas más difíciles? ¿Qué clase de hombre eres? —Él apretó los dientes. Sofía continuó: —Ya que tratas de deshacerte de mí con tanta pasión, debes pensar en una manera de liberarnos de este matrimonio sin hacer que mamá se enoje. Esta vez se sintió frustrado. Si pudiera encontrar una manera, no estaría aquí hablando con ella. Se dio la vuelta. Entonces ella agregó: —La familia Li me ayudó. No haré nada que haga infeliz a mamá. Pero si quieres hacerme pasar un mal rato, tienes que pensar en cómo se sentiría ella. —¡Mamá! ¡Mamá! ¡Qué cercanas son ustedes dos!Ya que se aman tanto, ¿por qué no te casaste con mi madre? ¿Entiendes? ¡Ven aquí, Sophia Lo! — Colin parecía irritado. De manera brusca, tomó a Sofía y la atrajo hacia su cama. —¿Qué estás haciendo? ¡Colin Li! ¡Déjame ir! —¿Dejarte ir? Oh, no sólo no te dejaré ir, sino que también voy a contribuir a hacer realidad el deseo de Wendy. Le daré el nieto que siempre ha deseado, ¡maldita zorra! El modo en que Colin se expresó de ella la hizo enfurecer, Así que levantó su mano derecha y lo abofeteó. El sonido de la bofetada resonó en las paredes. El silencio envolvió la habitación. Colin aflojó lentamente el agarre sobre la mano izquierda de la mujer. Su mirada se volvió cruel y fría. Por primera vez, Sofía fue testigo de lo enfurecido y terrible que se podía poner Colin. Respiró hondo para recuperar la compostura. —¡Cómo te atreviste a llamarme zorra! ¡Te mereces esa bofetada!

—Muy bien. —El rostro de Colin se volvió inexpresivo. Se dio la vuelta y se dirigió hacia el baño. Cuando salió de la habitación, Sofía descubrió que podía respirar de nuevo. Al recostarse en el sofá, se preguntó quién le diría a Colin que ella era una zorra. Sería acaso que... ¿Habría sido Paulo? Había estado de visita en la compañía el otro día. Recordaba la mirada triunfante que le había dirigido a ella cuando se fue, Pero eso no tenía sentido. Nunca se había acostado con él. Entonces, ¿por qué diría eso? Se frotó las sienes doloridas. No debió haberle contado a Paulo que estaba casada cuando se dio la firma del contrato, ni debió haber roto el contrato entre el Grupo Lien y el Grupo SL. Era demasiado impulsiva, pero no podía evitarlo. Había sentido tanto placer al notar el cambio en la expresión de Paulo. Poco antes, él se había ofrecido a convertirla en su amante. Enojada, Sofía decidió romper el contrato, Sin embargo, sus acciones no habían resuelto nada. Tuvo que reunirse con él y discutir el contrato nuevamente la noche siguiente. ¡Ay! Sofía y Colin no se hablaron por el resto de la noche. Cuando ella se despertó a la mañana siguiente, estaba sola en la habitación. Miró la hora y rápidamente se levantó. Escondió la colcha delgada antes de lavarse en el baño. Abajo, Colin y Wendy estaban desayunando. Cuando la vio, el sirviente fue a traerle el desayuno. —Mamá —saludó a Wendy en voz baja. Wendy había notado el mal humor de Colin, pero él no dijo nada cuando le hizo una pregunta al respecto. Después de que Colin salió de la casa sin decir una palabra, se acercó a Sofía y le preguntó. —Sofía, ¿tú y Colin se pelearon cierto? —Wendy hizo memoria pero no recordaba haberlos escuchado pelear. Sofía se puso roja de vergüenza. ¿Cómo podría decirle que lo había abofeteado? Wendy notó su reacción, pero lo interpretó como que simplemente estaba avergonzada por la pelea. Consideró que quizá ambos querrían mantener en privado su disputa. Con eso en mente, Wendy le soltó la mano. —Bueno, es hora de que vayas a trabajar. ¡Acuérdate de venir a casa para el almuerzo! Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. —Está bien, mamá, me voy.

—Cuídate. Wendy pensó que Colin le había comprado un auto a Sofía y que por eso se habían ido por separado, Pero estaba equivocada. Después de salir de la villa, Sofía caminó hasta la estación de metro. Colin vivía en un barrio próspero, y este tipo de barrios solían ser muy grandes. Sofía llevaba caminando más de diez minutos y todavía no había conseguido llegar a la entrada. Miró la hora. ¡Ay! ¡Iba a llegar tarde! Aceleró el paso, pero llevaba tacones altos. Casi quería quitárselos y correr al trabajo descalza. La idea no parecía tan mala, de modo que así lo hizo. Se quitó los tacones negros y salió por la puerta, luego le sonrió al sorprendido guardia de seguridad. Para evitar llegar tarde, tendría que llamar a un taxi, Así que caminó hasta la esquina de la carretera. Antes de que pudiera ponerse los zapatos, un Porsche negro se detuvo frente a ella. La ventanilla del pasajero bajó y vio a Colin en el asiento del conductor. ¿No se había ido? Colin frunció el ceño cuando vio sus pies descalzos. —¡Perderás tu bono si llegas tarde! El Porsche negro se alejó, dejando atrás a una aturdida Sofía.

... Colin podía haberla esperado. Cuando el auto se detuvo, ella pensó que él la llevaría a trabajar puesto que se estaba haciendo tarde. Pensó que Colin... ¿Cómo pudo haber sido tan ingenua? Ella lo había abofeteado la noche anterior, ¿y pensaba que la iba a ayudar hoy? Sin embargo, recordando el estado de ánimo de Colin, sabía que ese no sería un buen día. Aunque logró encontrar un taxi, llegó a la oficina un minuto tarde, Así que perdió su bono. ¡Maldita sea! ¡El bono en el grupo SL era más alto que el salario! Con ese dinero podría haber comprado su ropa favorita y disfrutado de los platillos que más le gustaban.

Con cara de pocos amigos, se alejó de la máquina de asistencia para ir a ponerse su ropa de trabajo. La oficina del CEO estaba en el piso 88, y había 8 asistentes de secretaría privados. Para facilitar las cosas, el vestidor de las secretarias privadas también había sido situado en el piso 88. Cinco de las secretarias eran mujeres. Salvo Sofía y Jimena, las otras tres eran un poco mayores. Jimena, quien ya se había puesto la ropa de trabajo, bloqueó el camino de Sofía y la miró con aire de superioridad: —Mírate en un espejo. Eres tan gorda y tan fea. Y mira esa cosa que llevas puesta... ¿Y así quieres seducir al Sr. Li, perra? Sofía llevaba puesto un vestido azul oscuro hasta la rodilla con un pequeño saco blanco y un par de tacones negros sin adornos. Como no tenía muchos ahorros, había comprado estas prendas en una pequeña tienda en la calle el otro día. Por supuesto, ¡no estaban tan a la moda como las marcas internacionales que Jimena compraba en el centro comercial! Pero, ¿gorda y fea? Estaba un poco más gorda que ella, cierto, pero no mucho. Sofía confiaba en que a pesar de esta leve diferencia, se veía bien, Pero, ¿fea? Eso era completamente falso. Era cierto que su piel había comenzado a lucir cansada y desgastada durante su tiempo en prisión, pero ahora, después de tres meses de buenos cuidados, había empezado a brillar de nuevo.

Capítulo 11 Qué Le Pasó en la Cara a la Srta. Lo —¿Discúlpame? ¿Acaso crees que tú eres la Sra. Li? ---- ¿O su novia? Sofía pasó junto a Jimena y se detuvo en el armario de la oficina. Jimena puso los ojos en blanco y le respondió altanera. —Hasta ahora, tampoco lo soy, pero no será por mucho tiempo. Jimena creía firmemente en su poder de seducción. Si ella deseaba tener a un hombre, no había nada que él pudiera hacer. —Entonces, ¿qué tal si te guardas las patrañas que dices hasta que lo seas? —se burló Sofía. Al hablarle con desprecio, también estaba dejando claro la posición en la que se encontraba ella. Era la esposa de Colin, pero nunca lo había seducido. De repente, sintió que una mano tiraba con fuerza de su hombro y, al darse la vuelta, una palma aterrizó plena en una de sus mejillas. ¡Eh! ¡Debía tratarse del Karma! Había abofeteado a Colin la noche anterior, y ahora, tan sólo un día después, ella era la que estaba siendo abofeteada. Las otras tres secretarias observaban la escena con una expresión de horror en sus rostros. Sabían que Jimena era orgullosa y desafiante, ¡pero había ido demasiado lejos! —¿Quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a hablarme así? Después de golpear a Sofía en la cara, Jimena se sintió mucho mejor. Su ira parecía disminuir conforme el rojo se desvanecía de su rostro. Sofía se llevó una mano hacia la mejilla dolorida y la sobaba de cuando en cuando. —Srta. Chiao, ¿alguna vez se te ha ocurrido que tenemos el mismo rango en esta empresa? Hacemos el mismo trabajo, tenemos las mismas responsabilidades y compartimos el mismo título. ¡No eres diferente a mí! Luego sacó su ropa de trabajo e ignoró a Jimena mientras se la ponía. —Jimena, será mejor que reces para que nunca llegue el día en que tengas

que trabajar para mí. Cuando Jimena la escuchó decir que eran iguales, sintió el repentino impulso de abofetearla de nuevo, pero para su fortuna, Gaby Ho las interrumpió: —Srta. Chiao, ya son las 7:50, será mejor que se prepare para la reunión. Dicha interrupción impidió que Jimena fuera aún más lejos, y salió furiosa de la habitación calzando tacones de ocho centímetros. Después, sola en el vestidor, Sofía tocó su mejilla palpitante. 'Se debe estar hinchando', pensó para sí misma. En cuanto a Gaby, bueno, le debía una. Entonces se cambió rápidamente de ropa antes de dirigirse a la oficina de las secretarias. Era el turno de Gaby de acompañar a Colin en la reunión de hoy, Así que cuando Sofía llegó a la oficina, ella salió con algunos de los materiales que se utilizarían en la junta. —Srta. Ho. Gaby estaba ocupada revisando los documentos de la reunión, y cuando la escuchó levantó la cabeza y le sonrió. —Gracias, señorita Ho. Sofía se las arregló para devolverle la sonrisa. Gaby negó con la cabeza. —No hay problema. La puerta de la oficina del CEO se abrió y Colin salió. —Tu mejilla está muy inflamada, ¿vas a tomar algo para arreglar eso? Estiró el cuello y miró a las otras dos secretarias que estaban de pie no muy lejos de él. Sofía le estaba dando la espalda. ¿Qué le había pasado en la mejilla? Hasta donde recordaba, él era quien había sido abofeteado y no a la inversa. —Tengo que atender algunos correos electrónicos primero, después iré a la enfermería —Dijo ella al tiempo que asentía dirigiéndose a Gaby. Entonces se escuchó una voz de hombre. —Srta. Lo. Instintivamente, Sofía giró la cabeza hacia donde provenía la voz que la había llamado. Era Colin. —Sr. Li Respondió fríamente. El contorno de una mano se dibujaba claramente contra el blanco de su mejilla. Colin fijó su mirada en ese detalle. —¿Qué estás haciendo aquí? ¿A quién le toca acompañarme a la reunión de hoy? —Lo siento, Sr. Li, es mi turno. Ya he preparado los documentos — respondió Gaby, quien lo siguió rápidamente. Juntos, entraron en el ascensor del CEO.

Mientras tanto, Sofía regresó a su escritorio en la oficina de las secretarias y comenzó a revisar el correo que se había acumulado. En el ascensor, Colin examinó rápidamente los materiales de la junta y, casualmente, preguntó: —¿Qué le pasó en la cara a la señorita Lo? Un poco nerviosa, Gaby hizo una pausa antes de responder: —Escuché que alguien la abofeteó. —¿La abofeteó? —repitió Colin. Para evitar que su rostro traicionara sus emociones, Colin bajó la mirada. — ¿Quién lo hizo? La secretaria tragó saliva. Era una situación en la que saldría perdiendo sin importar lo que hiciera. Si decía la verdad, de ahora en adelante sería conocida como la soplona de la oficina, Pero le resultaba interesante que el Sr. Li... realmente parecía estar muy preocupado por Sofía. —Realmente no lo sé, Sr. Li —respondió finalmente. Afortunadamente, Colin abandonó la conversación en ese punto, así que ella suspiró e hizo lo mismo. Después de la reunión, él volvió a su oficina. Justo cuando Gaby estaba a punto de salir de la misma, él la llamó para que regresara. —Envíeme a la Sra. Tao —Si, Sr. Li. Entre las secretarias, únicamente Serena Tao y Carla Chen estaban casadas. Serena entró y salió de la oficina de Colin en menos de cinco minutos. —Sra. Tao, ¿para qué la llamó el Sr. Li? —preguntó Jimena Mientras la miraba con simple curiosidad. Como Serena estaba casada, ya no la veía como una amenaza. Después de echarle una mirada a Sofía, respondió: —No mucho. Me preguntó sobre nuestros planes con la compañía TY el día de ayer. Convencida, Jimena volvió a su escritorio para seguir trabajando. Al mediodía, Sofía se dirigió a la oficina del gerente de recursos humanos y pidió licencia, pero la solicitud no fue aprobada. La razón era que ella ya había pedido permiso el día anterior. Omar Chu, el gerente de recursos humanos, fingió seriedad al mirarla. — Apenas ayer solicitaste licencia. ¿Cómo vamos a terminar nuestros quehaceres si cualquiera puede pedir permiso cuando quiera y por el tiempo que quiera? Sofía sabía que él tenía razón. Bien, simplemente tomaría un taxi, iría a casa y regresaría en una hora. —Está bien, lo entiendo. Gracias Sr. Chu. Sofía se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta de la oficina. De repente, Omar se levantó de su asiento y se interpuso en su camino. Luego cerró

la puerta. Desconcertada, Sofía levantó una ceja. —¿Sr. Chu? —Srta. Lo, en realidad creo que podría darle ese permiso, sólo necesito que... Con el rostro sudoroso aparentemente por el calor, Omar miró de arriba a abajo el cuerpo de Sofía. Ella no era una idiota. —¡No!En realidad no necesito ese permiso! ¡Déjeme salir ahora! Ignorándola, él la agarró descaradamente de la mano. —Señorita Lo, ¿qué tal si le doy licencia para toda la tarde? El historial de empleo de Omar Chu era bastante peculiar. En su trabajo anterior, había tenido que renunciar y huir de prisa después de haberse metido con la persona equivocada. De alguna manera, no había cambiado ni un ápice después de pasar por una prueba tan penosa. Sofía retiró su mano asqueada. —Sr. Chu, muestre algo de respeto. Todavía ignorándola, Omar respondió: —Señorita Lo, ¿qué edad tiene ahora? ¿Tiene novio? Sus palabras claramente habían caído en oídos sordos. Sofía frunció el ceño. —¿Sabe quién es mi jefe? Yo soy la secretaria privada del Sr. Li. ¿Tiene idea de lo que le hará si le cuento sobre esto? —Vamos Sofía. Todos sabemos que no le gustas. Puedes decirle lo que quieras, no hay forma de que él despida a un gerente de recursos humanos por ti. Al parecer, todos los asistentes habían visto a Colin atacarla en la reunión del día anterior. Darse cuenta de esto hizo que se le partiera el corazón. —Sr. Chu, déjeme salir ahora, o se arrepentirá. Sorprendido por su fuerte negativa, Omar se rindió. —Bien. ¡Pero no vuelvas a pedir licencia! Nunca más te concederé una. De nuevo solo en su oficina, el hombre se sentó frente a su escritorio y comenzó a trabajar. Era una persona normal y bien vestida en el exterior, pero un cerdo en su interior.

Capítulo 12 Tener un hijo lo antes posible Ahora Sofía comprendía el dicho 'Las apariencias engañan'. Omar siempre se había comportado como un amable anciano, y ella nunca esperó eso de él. Se sentía verdaderamente deprimida cuando salió del departamento de personal. Jimena la había atosigado abiertamente por la mañana, y después Omar había querido propasarse con ella. Era como si el mundo estuviera conspirando en su contra ese día. Suspiró al salir de la oficina con la cabeza agachada, Y ni siquiera notó la presencia de Colin, Quien frunció el ceño y se le quedaba viendo. Cuando se cruzaron, a él le resultó evidente que ella estaba muy triste. Él se las arregló para mantener compostura mientras caminaba hacia el ascensor. Cuando llegó al piso 88, gritó hacia la oficina de las secretarias: — Señorita Lo. Serena se levantó rápidamente de donde estaba. —Sr. Li, la Srta. Lo fue a solicitar licencia con el gerente de recursos humanos. —Ya veo. —dijo, y volvió a su oficina hundido en sus pensamientos. Entonces mandó traer a Wade Chi. Wade Chi era el secretario general de la oficina de las secretarias. Todas las solicitudes de licencia de las secretarias en el piso 88 tenían que pasar por él. —Señor. Li. Colin lo miró. —¿Por cuánto tiempo fue el permiso de la Srta. Lo? Wade se sorprendió un poco. —Sr. Li, no he recibido ninguna solicitud de licencia por parte de la Srta. Lo.. ¿Que no había solicitud de licencia? Colin golpeaba la mesa con su dedo mientras pensaba. Pasado un rato, le dijo a Wade. —Llama a Omar. Pregúntale. Wade asintió, sacó su celular del bolsillo y marcó. —Hola, Sr. Chu, este es Wade Chi. —Hola Sr. Chi. —Omar hablaba con cortesía. —Sofía ha solicitado un permiso, ¿usted lo ha aprobado? —Wade volteó a ver a Colin y puso el manos libres. —¿La Srta. Lo? No estoy seguro. Dijo que necesitaba un permiso, pero luego se retractó, y ¡simplemente se fue!

—Bueno, gracias, Sr. Chu. —De nada. ¡Adiós! Después de que Wade colgara, Colin le dijo que podía marcharse. De pie frente a la ventana, sacó su teléfono celular y llamó a Sofìa. — ¿Dónde estás? Ven a mi oficina. Necesito hablar contigo sobre la firma del contrato de esta noche con el Grupo Lien. Mientras observaba por la ventana el paisaje, ella dijo con calma: —Sr. Li, no estoy en la empresa en este momento. Voy de vuelta a. la villa. Después de escuchar eso, Colin recordó que ella tenía una cita con su madre. —Ya pasaron veinte minutos del mediodía, y el camino más rápido de aquí a la villa es de cuarenta minutos, y después todavía está el almuerzo. ¿Te estás saltando el trabajo? —El tiempo del que disponía el personal para almorzar era de una hora. Obviamente, a Sofía no le daría tiempo de regresar a la oficina, Pero ella consideró que era suficiente. —Pedí permiso, pero nadie lo aprobó, y no puedo hacer nada al respecto. Los ojos de Colin se estrecharon. —¿Omar no lo aprobó? —El horario de trabajo en el Grupo SL era de las 9 a.m. a las 5 p.m., y las secretarias del CEO tenían que llegar al trabajo antes de las ocho en punto, Pero podían descansar sábados y domingos siempre que hubiera dos secretarias en servicio. Y si querían solicitar licencia de trabajo en días laborales, tenían que pasar por un proceso y aceptar una deducción en su salario, pero no había ninguna regla que les prohibiera solicitarla. —Efectivamente. —Ella no quería hablar de Omar, el solo hecho de pensar en él le provocaba nauseas. Las versiones de los hechos de Sofía y de Omar diferían totalmente. ¿A quién debía creerle? —¿Por qué no lo aprobó? Sofía guardó silencio. ¿Cómo podía explicárselo? ¿Cómo podía decirle que Omar no había aprobado su permiso debido a que ella no le permitió propasarse? Y, lo más importante, ¿creería Colin su versión? —Tal vez porque ayer también solicité licencia —dijo Sofía de mal humor. Después de mucho tiempo, Colin dijo con frialdad: —Puedes faltar al trabajo para tu cita con mi madre. ¿Por qué siempre te ves con ella así? ¿Qué quieres de ella? Ella se mordió el labio inferior. Solamente quería que mamá fuera feliz, ¿por qué pensaba Colin que tenía un motivo oculto? No respondió. En vez de ello, simplemente colgó. Colin se quedó mirando su teléfono sin poderlo creer. ¡Debía haberlo

sabido! ¡No debió haber sido blando con ella sólo porque vio que estaba deprimida! Justo cuando Sofía se acababa de lavar las manos y se sentaba para almorzar con Wendy, Colin apareció en el comedor. Para Wendy fue una agradable sorpresa ver a su hijo regresar también. Levantándose alegremente, dijo: —¿Ya almorzaste? ¡Come con nosotros! Preparé muchos platillos. Eran demasiados. Seis platillos y una sopa. Parecía que a Wendy realmente le agradaba Sofía, por eso cocinaba tantos platilos para ella. —Por supuesto. Fue a lavarse las manos y se sentó a la cabecera de la mesa del comedor. Sofía sacó un tazón de arroz y lo puso delante de él, Luego volvió a su asiento sin decir nada, mantuvo la cabeza agachada, y vació rápidamente el contenido de su tazón. —¿Por qué estás comiendo tan rápido, Sofía? —Wendy se sirvió un trozo de pescado. Sofía tragó un bocado de comida y respondió con sinceridad: —Tengo que volver a la compañía... Em... Hay mucho trabajo por hacer. De hecho, tenía que apurarse ya que no le habían concedido el permiso. Cuanto más tiempo se quedara, más dinero se le deduciría. De manera discreta, Colin lanzó una mirada a la mujer que devoraba rápidamente su comida hasta casi atragantarse, y frunció el ceño con disgusto. — ¡Nadie está compitiendo contigo!¿No puedes comer más despacio? Wendy quería reprender a su hijo por asignarle demasiado trabajo a Sofía, Pero antes de que pudiera hablar, lo escuchó decir esas palabras. En un instante, supo lo que su hijo pensaba de Sofía. —Colin. El corazón de él se hundió. ¡Oh no! Rápidamente cambió a un tono más suave. —Puedes comer más despacio. Te llevaré de regreso a la compañía. Entonces cambió de tema. Como su hijo había hecho una concesión, Wendy ya no podía reprenderlo con dureza. —Colin, no le dejes tanto trabajo por hacer a Sofía. Si le pedí que viniera aquí fue para hacerte compañía, no para que trabajara para ti. ¡En lugar de pasar tanto tiempo trabajando para ti, deberías dejarla descansar para que así esté siempre de buen humor y puedan tener un hijo lo antes posible!

... Ambos dejaron de comer al mismo tiempo, se miraron y desviaron sus miradas con culpa. Un niño... Colin no dijo nada, y Sofía rápidamente asintió. —Claro, mamá. ¡Puedes confiar en nosotros! ¡Todos los días ponemos todo nuestro empeño en ello! —Se estaban esforzando mucho... en odiarse y encontrar la manera de divorciarse. Colin le lanzó a Sofía una mirada burlona antes de seguir comiendo tranquilamente. Wendy felizmente recogió su tazón al escuchar eso. —Qué bueno. Venga, vamos a comer. Sofía, ten un poco más de pescado y solomillo... Después del almuerzo, Sofía ya llevaba más de media hora de retraso. Recordó lo que había pasado por la mañana, así que se puso los zapatos a toda prisa. —¡Mamá, tengo que irme! Con lo sucedido por la mañana, no creía que Colin fuera tan amable como para llevarla, De modo que abrió rápidamente la puerta y salió de la villa. Media hora le costaría 200 Yuan, y si se saltaba más de una hora, serían 700, el equivalente al salario de un día. No podía darse el lujo de perder su bono más otros $700.

Capítulo 13 ¿Quién te golpeó en la cara? Mientras caminaba hacia la esquina de la zona residencial, Sofía Lo escuchó un auto que venía detrás de ella e instintivamente supo que se trataba de Colin. Sin embargo, no se detuvo para mirar hacia atrás. En lugar de eso, subió a la acera y aceleró el paso. Dos minutos después, un Porsche se detuvo en seco delante de ella, bloqueandole completamente el camino. ¡Era Colin! —¡Sube al auto! Sofía Lo lo ignoró, y decidió rodear, Pero Colin habló de nuevo. —Si no subes al auto, tendrás falta, pero si lo haces, puedo decirle al departamento de asistencia que estuviste trabajando conmigo al mediodía. Sofía Lo Intentó abrir la puerta trasera pero no pudo... —¡Ven y siéntate delante! —Colin abrió la puerta del pasajero de enfrente, Y Sofía Lo no tuvo otra opción que hacerle caso, así que se deslizó en el asiento del automóvil obedientemente. El coche salió lentamente del área residencial y, una vez en la carretera principal, aumentó su velocidad. —¡Dime quién te golpeó en la cara! —¡Yo! —Sofía pensó que él se refería a lo que había pasado la noche anterior, así que respondió sin pensar. Colin la miró con curiosidad. —¡Estoy hablando de tu cara! El enrojecimiento en el rostro de Sofía había cedido bastante una vez que ella hubiera aplicado hielo, y esperaba cubrir el resto con una capa de polvo. —No importa quién lo haya hecho, lo que importa es que se me negó la licencia a pesar de haber sufrido lesiones. ¿No es eso lo que querías? Que me rinda, presente mi renuncia al Grupo SL y luego renuncie a ti. Colin apretó las manos contra el volante y preguntó: —¿De verdad crees que yo hice que pasara todo esto, incluyendo que alguien te golpeara y el incidente con el gerente Chu? Ella se quedó sentada sin proferir palabra, Era difícil decirlo. El silencio llenó el coche. Después de un rato, comenzó a hablar. —La Srta.

Chiao es hermosa, y es de tu entera confianza. ¿Estás dispuesto a castigarla? ¿De su entera confianzal? ¿Cómo era que él no lo sabía? Tenía la intención de explicarselo, pero el dolor que se reflejaba en su rostro lo detuvo. Quizá el enfrentar nuevos desafíos personales la haría retirarse y abandonar un lugar al que no pertenecía. Colin permaneció en silencio mientras llegaban a la compañía. Sentía una gran decepción en su corazón. Ella había esperado demasiado de él. Sofía, eres tan ingenua. ¿Realmente esperabas encontrar seguridad en un hombre que está tratando de alejarte de él? En cuanto llegó a la compañía, Sofía le informó a Wade Chi que había estado trabajando con Colin. Al escuchar esto, Jimena se le quedó viendo fijamente, Pero Sofía la ignoró y se dispuso a trabajar con fervor. La noche cayó rápidamente y Sofía, aturdida, contempló el contrato que tenía en sus manos. No tenía la menor intención de ver a Paulo Tai. Temía estrangularlo... Poco antes de la cita, tomó el contrato de la mesa, lo puso en su bolso y calculó el tiempo que tenía. Entonces, salió del edificio. Habitación 606, piso 66, Hotel Real. Sofía miró fríamente al empleado que tocaba a la puerta de la habitación 606. —Adelante. —Era la voz de Paulo. Su corazón tembló, pero se calmó rápidamente y entró en la habitación. Un hombre vestido de traje se hallaba sentado cerca de una mesa frente a la ventana. Aunque era la segunda vez que se encontraba con Paulo después de haber salido de la cárcel, todavía no se quitaba de la mente que él hubiese subido de nivel en la escala social. Incluso él se vestía tratando de hacer notar que era de clase alta. Paulo solía sentirse cómodo utilizando atuendos casuales cuando estaban juntos, y para él, vestir una marca que debía costar cientos de dólares representaba un gran lujo. Ahora tenía un traje, un reloj de marca y otros accesorios costosos. Todo esto probablemente le había costado decenas o cientos de miles de dólares. Al verla aparecer en el umbral, Paulo se levantó y al instante se dibujo una sonrisa llena de familiaridad en su rostro. —Mi Sofía, ¡por fin has venido! Mi Sofía era el nombre de cariño con que solía llamarla, Pero ahora no era más que sarcasmo.

—No soy Tu Sofía. ¿No te quedó claro la última vez? —Sofía evitó cualquier contacto, y se adelantó a sentarse del otro lado de la mesa. Paulo se levantó las gafas y caminó hacia ella. Entonces la tomó de la mano. —Sofía, sé que me odias, pero sabes que no quise hacerte daño. ¿Serías capaz de perdonarme? Retirando la mano, Sofía sacó el contrato de su bolso. —Sr. Tai, estoy aquí por razones de negocios. Él no le prestó atención al contrato y, en cambio, la estudió. Había adelgazado mucho. ¡Nunca pensó que Sofía pudiera ser tan hermosa estando delgada! —Sofía, mantengo mi oferta. Sé mi amante, déjame tenerte a mi lado y entonces firmaré el contrato. Ella de verdad le quería lanzar el contrato en la cara. ¿Cómo podía ser tan tonto? —¡Paulo, ya te dije que estoy casada! Él se molestó. Por supuesto que sabía que ella estaba casada. Colin, el presidente regional del Grupo SL, se lo había dicho en persona. Aunque no era más que el presidente regional del Grupo SL, su autoridad era mayor que la de Daniel entre esas corporaciones. Colin, que había estudiado por varios años en los Estados Unidos, estaba dispuesto a regresar al País A en ese momento. Definitivamente era un caballo negro en el mundo de los negocios. Un hombre de tan elevada reputación se había casado con la chica a quien Paulo no había podido olvidar. Él, un gerente sin poder, no tenía posibilidades de competir con alguien así. —Sofía, te quiero. Después de obtener una posición adecuada en el clan Lien, me divorciaré de Dolores y me casaré contigo. ¿Qué te parece eso? — Paulo se inclinó frente a Sofía mientras le hacía esta propuesta cariñosa. Ella lo miró con cinismo. —¿Acaso eres estúpido? Tú le dijiste a Colin que yo era una chica fácil, pero él sabía exactamente lo que yo era. ¿Crees que te saldrás con la tuya si te metes con su esposa? Esas palabras tan sólo tenían la intención de asustar a Paulo. Colin ya la creía una fácil y pensaba que se había acostado con su ex novio. Además, a Colin no le desagradaría ver que Paulo la cortejara, si no, ¿por qué le había pedido que se reuniera con él? —¿Has hecho el amor con Colin? —Sofía se quedó sin habla. —Él es mi esposo, ¡así que adivina! —Sofía Lo, ¡salimos durante cuatro años! ¡Sólo me dejaste besarte! Nunca me dejaste llegar más allá. Has estado casada con Colin solamente por dos meses. ¿O tres quizá? ¿Y ya hiciste el amor con él? ¡Qué vergüenza! —Paulo se

veía muy enojado y había disparado a quemarropa. Sofía le sonrió. —¿Vergüenza? ¿Qué tiene de malo querer hacer el amor con mi marido? Sus palabras lo callaron. No queriendo discutir con él de nuevo, Sofía tomó el contrato. —Sr. Tai, este contrato le redituará grandes beneficios al clan Lien. ¡Lo firma o no, es su elección! Paulo no la tomó en serio y se levantó, luego la tomó por la muñeca. — Sofía, firmaré el contrato si duermes conmigo.

Capítulo 14 ¡Esta fulana no es digna! Sofía luchó por liberarse de su agarre. Recogió el contrato de la mesa y finalmente, ¡se rindió! —Si no estás dispuesto a firmar el contrato, ¡entonces olvídalo! —Justo cuando ella había guardado el contrato en su bolso, el hombre se lo quitó y lo tiró sobre una silla. Después empujó con brusquedad a Sofía hasta un sofá y se le subió encima. Paulo la besó en los labios a la fuerza, y no la dejó ir hasta que ella lo mordió brutalmente. Entonces él comenzó a acariciar su cuerpo. Sofía tomó sus manos y dijo. — ¡Paulo, detén tus actos bestiales, o haré que lamentes tus acciones durante toda tu vida! —Estoy arrepentido, Sofy. ¡Vuelve conmigo! —Paulo le besó la oreja, y se volvió aún más licencioso. Sofía luchó, pero no era tan fuerte como él, y no logró moverlo en absoluto. ¿Quién podría salvarla? ¿Colin? Ni en sueños. ¡Él no podía esperar a tener una prueba de su infidelidad, ¡lo que le daría una razón para divorciarse de ella! Las lágrimas corrían por sus mejillas. ¿A quién recurrir? —¡Paulo! —Ella dejó de resistirse y le gritó con frialdad. Él continuó besándole los hombros y no respondió. —¡Si te atreves a tocarme, lucharé hasta la muerte! —¡Lo decía en serio! ¡Ella, Sofía, preferiría morir antes que convertirse en la amante de alguien! A Paulo no le importaron sus palabras y continuó. Ella lo empujó más fuerte. Paulo nunca pensó que ella tuviera tanta fuerza, ya que cayó al suelo. Sofía aprovechó la oportunidad para levantarse del sofá y correr hacia la puerta, Entonces sintió que tiraban de su cabello. Paulo la había atrapado. Ella cerró los ojos por el dolor. Paulo estaba completamente fuera de control y la lanzó contra el suelo. De pronto, alguien tocó la puerta. —Auxilio... —Sólo hasta entonces intentó gritar, pero él no le dio oportunidad y le tapó la boca con las manos. Ella intentó gritar una vez más, pero su voz salió como un murmullo.

Entonces consiguió apartar una de sus manos y gritó. —¡Auxilio!Auxilio... — Auxilio... Seguían tocando a la puerta. Paulo rugió. —¿Quién? ! —Señor, soy el camarero de las habitaciones privadas. ¿Desea ordenar algo? —dijo el camarero en voz baja. Paulo arrancó la blusa de Sofía. —Ahora no. Sólo espera. Sofía lamentó haber comprado esas ropas de mala calidad. Se desgarraban con suma facilidad. Ella trató de cubrir su cuerpo con sus manos para defenderse de él, y tuvo la oportunidad de morderlo en la mano. Él dejó de besarla al sentir un dolor punzante. —¡Auxilio! ¡Que alguien me ayude! —Sofía, Sofía, no llores. Déja que te acaricie con cariño, ¿está bien? —dijo él en voz baja. Entonces volvió a taparle la boca en caso de que ella tratara de morderlo de nuevo. Sintiéndose sola, vulnerable y completamente indefensa, Sofía gritó. ¿Su vida terminaría aquí? Cerró los ojos, las lágrimas corrían por su rostro. En ese preciso momento, alguien forzó la puerta y entraron tres personas. Sofía abrió los ojos, y al ver a la mujer parada enfrente de ella, sintió la oscuridad de la muerte. La presencia de Dolores había borrado su deseo, así que Paulo se quitó de encima de Sofía. —Dolores, no es lo que parece. Era ella quien intentaba seducirme... —¡Plaf! —Paulo recibió una fuerte bofetada en la cara. Con expresión de desagrado, Dolores se frotó la mano derecha. Haciendo caso omiso del asustado hombre, caminó hasta donde estaba Sofía, quien se había acurrucado en una esquina. Después la pisoteó brutalmente. Una fuerte patada con su zapatilla de tacón alto fue a dar en la espalda arqueada de Sofía, quien se retorció de dolor. Sentía como si sus huesos se hubieran roto. Lanzando su costoso bolso a las dos mujeres que estaban detrás, Dolores levantó a Sofía y la abofeteó. —¿Te atreves a tratar de seducir a mi marido? ¡Te mataré hoy mismo! ¡Maldita vampiresa! Sofía consiguió agarrar uno de los brazos de Dolores y lo mordió con fuerza. Dolores palideció de dolor. —Suéltame... ¡Eso duele! Al ver eso, las dos mujeres detrás de Dolores se apresuraron a hacer a Sofía

a un lado, entonces comenzaron a golpearla cuando se volvió a acurrucar en el piso. Golpes y patadas cayeron implacables sobre Sofía, y ella no tuvo oportunidad de devolverles el golpe. Colin, acompañado por Carla y Serena, abrió la puerta y contempló esa horrible escena. Al ver a la mujer desmadejada en el suelo, no sintió repugnancia, ¡sino que sintió que su corazón se encogía! —¡Deténganse! —ordenó fríamente. Al oírlo, las mujeres se dieron la vuelta al mismo tiempo. —¿Quién eres tú? —Dolores nunca había visto a Colin antes, así que no lo reconoció. Paulo se echó las gafas hacia atrás y dijo con calma. —¡Sofía, no te atrevas a intentar seducirme la próxima vez! De lo contrario, ¡llamaré a la policía! Colin podía sentir cómo la ira crecía dentro de su pecho. Alejó a las tres mujeres de Sofía y rápidamente cubrió con su abrigo a la mujer temblorosa que yacía en el suelo. Al ver que Colin la levantaba, los celos corrieron al rojo vivo por las venas de Paulo. —Sr. Li, ¡haga favor de enviar a otra persona a negociar sobre la alianza con el Grupo Lien! ¡Esta fulana no es digna! Colin le lanzó una mirada fulminante, y Paulo se asustó tanto que se calló de inmediato. —¿Usted es Colin? —Al darse cuenta de quién era, la actitud de Dolores cambió súbitamente. ¡Colin era el soltero disponible más popular del momento! Al sentir el cuerpo tembloroso de la mujer que sostenía en sus brazos, Colin apretó los puños. —Sr. Tai, después de que descubra lo que pasó aquí, ¡sin duda le pediré una explicación! Al escuchar esas palabras, Paulo comenzó a sudar frío. —Bien, Sr. Li, confío en usted. Esta mujer intentó seducirme cuando supo que estaba comprometido. Ahora que ya estoy casado, ¡ha seguido insistiendo! ¡Tiene que despedirla! —Colin ya le había advertido a Paulo que no hablara sobre su matrimonio. Al escuchar esas palabras, la mujer a la que Colin sostenía tembló más severamente. Colin se dirigió a la puerta llevando a Sofía en sus brazos. —Sr. Tai, creo que podemos hablar de la alianza más tarde si es necesario. Después de decir eso, salió de la habitación privada con sus secretarias y no le dio oportunidad a Paulo de decir una palabra más. Colin sostuvo a Sofía mientras entraba en el ascensor, y les ordenó a las secretarias: —Srta. Chen, vaya y reserve una habitación. La esperaré en el piso

de las suites presidenciales. Señorita Tao, vaya, compre un traje de mujer y envíelo allí. —¡Sí, señor! —Muy bien, señor. Varios minutos después, Colin llevó a Sofía a la suite presidencial. El camarero les cerró la puerta y abandonó la habitación. Dentro de la habitación... Inmediatamente después de que fue colocada en la cama, Sofía se quitó el abrigo y corrió a la ducha. Entonces abrió la regadera y se lavó el cuerpo, sin importarle si el agua estaba o no fría. Sentado en el sofá, Colin miraba la puerta cerrada del cuarto de baño, absorto en sus pensamientos. Además del sonido del agua que corría, también escuchó gemidos muy débiles provenientes de la ducha. Se preguntaba si había llegado demasiado tarde.

Capítulo 15 Quieres Usarme Una hora después, Sofía Lo salió del baño envuelta en una toalla. Su rostro estaba bastante pálido. Echó un vistazo a Colin con amargura y luego apartó los ojos de él. Colin no pudo evitar su respiración acelerada cuando vio a esta mujer casi desnuda. La joven se secó su largo cabello y Colin se levantó del sofá y caminó hacia ella. —Sofía Lo, ¿qué pasó? La joven no contestó. Después de un momento, se levantó de su tocador y tiró la toalla. Colin sintió que algo cálido fluía de su nariz. Se limpió con su mano y vio que era sangre. Una hemorragia nasal. Tomó torpemente las toallas de papel que estaban sobre la mesa y corrió hacia el baño para lavar la sangre. Cuando salió, Sofía Lo estaba sentada en la cama e inmóvil. —¿Qué quisiste decir? —Colin estaba un poco enojado porque había perdido la compostura hacía un tiempo. ¡Oh, hombre! Era virgen y se sentía avergonzado por la forma en que lo afectó físicamente. Sofía Lo se levantó de la cama. Más preparado, Colin la miró con calma. —Puedes verificar si soy o no virgen. Quería demostrarle que no era una mujer liberal porque no quería que Colin la mirara con desprecio. Tampoco quería que la obligara a encontrarse con Paulo de nuevo. Colin entrecerró los ojos y dijo: —No es necesario. No es asunto mío. —Quiero ser tu mujer y usar tu poder. —Sus brazos se deslizaron alrededor del cuello de Colin y lo miró intensamente de una manera muy seductora. No estaba acostumbrada a estar con Colin y no tenía idea de la magnitud de su poder. En cualquier caso, era claramente más poderoso que ella. Colin no se contuvo y envolvió sus brazos alrededor de su cintura. —¿Quieres decir que quieres vengarte con mi ayuda? —¡Sí! —Primero, se vengaría por lo que Paulo y Dolores le habían hecho,

¡y luego sería el turno de Colin! ¡Colin fue quien la obligó a acercarse a Paulo e hizo todos los esfuerzos necesarios para encontrar una razón y divorciarse de ella! —Te vengarás de mí después de ocuparte de eso. —Colin habló tan claramente que Sofía no pudo distinguir la emoción de su voz. Solo sintió un dolor agudo que recorría todo su cuerpo mientras Colin presionaba su moretón. Sofía Lo gimió suavemente. Su reacción hizo que Colin la envolviera en sus brazos y la besara. Un pensamiento se repitió en su mente: 'Suéltala, suéltala...'. . Pero perdió el control y la apretó a Sofía Lo sobre la cama. —¡Maldición! ¿Cómo te atreves a seducirme? ¿Tan sola estás? —Colin se liberó de su deseo y miró a la ruborizada mujer. ¡Qué encantadora que era! Sofía Lo sonrió y le tocó el pecho con los dedos: —Colin, hay un enemigo más en mi vida. Ese eres tú. Le dijo suavemente y Colin casi perdió la compostura. Sofía tenía razón. Si no hubiera sido por él, ninguna de estas cosas habrían sucedido. Colin tomó sus pequeñas manos y le advirtió: —Como mamá está en casa, no puedes cometer ningún error. Pórtate bien. ¡Ahora, vístete un poco y ve al hospital! Luego se alejó de su cuerpo y se levantó de la cama. Tiró la ropa que la señorita Tao le había traído para que ella se vistiera. Los ojos de Sofía Lo se hundieron y su corazón sangró por dentro. —No soy tu destino. ¡No vayas por el camino equivocado! —Su advertencia la obligó a Sofía Lo a concentrarse de nuevo. Se incorporó de la cama y se puso la ropa en silencio. Luego se acercó a la mesa, recogió su bolso y salió. Colin la observó mientras se alejaba y la siguió. Cuando volvieron del hospital y llegaron a casa, ya era tarde y Wendy estaba dormida. Sofía Lo llevó su edredón a su antigua habitación y durmió sola. A la mañana siguiente, se fue a trabajar antes de que Wendy se despertara. Luego le envió un mensaje cuando llegó a la oficina—. Mamá, hoy tengo un día bastante ocupado y salí temprano para el trabajo. No te preocupes. La reunión de la mañana comenzó a las ocho en punto. Sofía Lo puso los documentos correspondientes frente a Colin y se sentó a su lado en silencio. Después de la reunión, el hombre salió de la oficina primero y la joven guardó los documentos antes de alcanzarlo.

—Señor Li, el Gerente de la compañía Xindai vendrá a discutir nuestro contrato a las nueve en punto. Luego tendrá una reunión con el Señor Liu en la cafetería a las diez. Su almuerzo se organiza en el Hotel Mantons al mediodía con el Gerente de la empresa del Señor Qiao. . .. —Sofía Lo leyó toda la agenda del día de Colin mientras estaban en el ascensor. Luego lo siguió hasta su oficina. Finalmente, Colin se sentó en su escritorio y Sofía Lo terminó: —... Tienes una reunión con la señorita Ira a los nueve. No hay nada más. —Quiero saber si Paulo te obligó o fue de forma consensuada. La pregunta de Colin la tomó por sorpresa y no estaba preparada para responderla. —Este es un asunto privado entre él y yo. No necesitas saber nada más al respecto si deseas seguir cooperando con su compañía. ¡Me iré si no hay nada más! —Sofía Lo cerró su cuaderno y se fue. —¡Detente! —Colin se levantó de la silla y caminó hacia ella. Sofía Lo retrocedió y le dijo: —Señor Li, ¿qué más quieres que te diga? —Mi asesor privado que también es mi buen amigo vendrá desde el País A. Tienes que acompañarlo. Sofía Lo. Le pidió que ayudara a su buen amigo. Obviamente, siempre quiso echarla. Sofía Lo respondió torpemente: —Está bien, Señor Li. ¿Algo más? —No. ¡Recuerda vestirte bien! En este momento, toda esa buena impresión sobre Colin desapareció—. ¡Colin, si es posible, también quiero encontrar una manera de divorciarme de ti! ¡Me gustaría muchísimo eso! Sofía Lo escupió con amargura estas palabras y se fue de la oficina. Colin parecía ser un desastre en su vida. O ella, Sofía Lo, estaba destinada a vivir una vida miserable. . La joven se llevó las manos al pecho y volvió a la oficina de la secretaria. Tenía que concentrarse en su trabajo. Por la tarde, Sofía Lo recibió una llamada de Wendy: —Hola, regresaré al País A. ¡Si Colin se atreve a acosarte, me puedes llamar en cualquier momento! —Mamá, no te preocupes. ¡Es muy bueno conmigo! ¡No me va a intimidar! —Sofía Lo eligió contestar la llamada en un rincón y bajó la voz a propósito cuando mencionó a Colin para que nadie la escuchara. —¡Bien, Sofía, cuídate mucho! —Claro, mamá. También, tú y papá. No te preocupes por mí. Mantente en forma. —¡Bueno, adiós, Sofía!

—¡Adiós, mamá! La joven se sintió aliviada después de colgar el teléfono. Wendy dejó su hogar, lo que recuperó la libertad de Sofía. Sintió que era completamente libre.

Capítulo 16 ¿Dónde está tu autoestima? Decidió olvidar lo que Colin había hecho porque estaba a punto de abandonar la mansión. Sofía buscó información en línea sobre alquileres de casas durante su pausa del té de la tarde e hizo una cita con un posible propietario. Sus exigencias eran simples: que fuera un apartamento nuevo, bien decorado y cómodo. El primer apartamento que vio se ajustaba a sus necesidades. Pagó el depósito de seguridad en el momento y le dijo al propietario que se mudaría pronto. Ya era medianoche cuando Colin regresó de Red Hall. Estaba borracho. Sin pensar, fue hasta la habitación de Sofía. La puerta estaba abierta. Prendió la luz. Todo en la habitación estaba en perfectas condiciones. Justo como estaba antes de que Sofía se mudara. Colin tuvo un mal presentimiento y se apresuró a ir al guardarropa. Estaba vacío. Las comisuras de su boca se alzaron y se le dibujó una sonrisa maliciosa. Ahora se dio cuenta y tomó conciencia de que ella también estaba de acuerdo en divorciarse. Estaba confundido, pero después de un momento, marcó el número de Sofía. La joven no se había acostado todavía. Acababa de mudarse y estaba limpiando la casa. Estaba a punto de terminar de fregar el piso cuando el teléfono sonó. —Hola. ¿Señor Li? —Sofía respondió su llamada. —¿Dónde estás? —Le preguntó Colin. —Estoy en mi casa. —respondió. —¿Tu hogar? ¿Te refieres al que compartes con Paulo? —No pudo evitar burlarse de ella. Su rostro se congeló: —Gracias por llamar, Señor Li. Colin no esperaba esa respuesta. Luego le gritó—. ¡Sofía Lo! ¡Si te atreves

a colgar el teléfono, yo...! —Entonces oyó la señal sonora y nadie contestó del otro lado. Colin arrojó el teléfono sobre su cama. Se desabrochó la camisa, se aflojó la corbata con impaciencia y las tiró. No sabía qué le estaba molestando, pero algo era. En el grupo SL, Sofía se sentó en su lugar, pero se sintió muy incómoda. Frente a ella, un hombre magnífico la observaba todo el tiempo. Tenía dificultades para concentrarse porque no tenía ninguna restricción. Ninguna en absoluto... —Bueno, guapo señor Huo, ¿qué te parece si salimos y damos una vuelta? —Le dijo Sofía. ¡Cumpliría con las instrucciones de Colin para entretener muy bien a este tipo! Helge sacudió suavemente la cabeza con una dulce sonrisa y le dijo: —No, gracias, disfruto viéndote trabajar. —El Señor Li se enojará conmigo si no te atiendo bien. —dijo Sofía. —No, no lo hará. Está con una hermosa dama ahora. No tiene tiempo para venir a la empresa. —El cabello dorado de Helge brillaba cuando sonreía. Debería de haber algo malo con Colin para querer alejar a una mujer tan linda. '¿Salía con una hermosa dama?'. Sofía se sorprendió. No podía recordar muy bien la agenda de Colin. ¿Quizá era algo privado? —¡Sofía! Helge dijo su nombre. La joven sintió que la piel de gallina se extendía sobre sus brazos y la apartaba de sus pensamientos. Luego le sonrió: —Señor Huo, haces que sea difícil para otros trabajar aquí. Te llevaré... . bien... Iremos a comer. ¡Conozco una tienda de postres cercana que es excelente! A Sofía siempre le gustaron los postres como los crepes de mango, el pastel de durián, el tiramisú, etcétera. Helge miró a su alrededor y, efectivamente, todas las demás secretarias lo miraban de vez en cuando. ¡Una de ellas incluso le hizo un guiño muy audaz cuando sus ojos se encontraron! Helge le silbó a Jimena: —Oye, hermosa, ¿soy guapo? La mujer se sonrojó y asintió con la cabeza. Luego bajó la cabeza y continuó con su trabajo con fingida timidez. ¡Ese tipo era Helge Huo!Era el segundo hijo del clan Huo del país A, ¡y uno de los mejores amigos de Colin!

Pero Sofía solo sintió narcisismo en su pregunta. La punta de su boca se contrajo ligeramente—. ¿Vienes o no? Le preguntó Sofía por última vez. Si Helge no se decidía a salir con ella, también podría ponerse a trabajar. El hombre asintió rápidamente: —Vamos, vamos. Sofía dejó su trabajo a un lado y lo sacó de la oficina. Un Porsche negro se detuvo frente a la puerta de entrada de la compañía. Wade salió del automóvil y le abrió la puerta al hombre que estaba sentado en el asiento trasero. Helge lo vio y rápidamente puso un brazo alrededor del hombro de Sofía. Ella se sorprendió e inmediatamente intentó alejarse de él, pero el hombre la abrazó. Colin observó fríamente su reacción: —¿Por qué el Señor Huo todavía está en la empresa? Señorita Lo, ¿así es como entretienes a mi mejor amigo? —No, no, no... Colin, no es culpa de Sofía. Estaba trabajando y no quería molestarla. —Helge le explicó rápidamente antes de que ella pudiera hablar. ¿Sofía? Una sensación de disgusto apareció en los ojos de Colin. —¡Quita tu mano! —Colin se quedó mirando a Helge. —¿Qué? —Helge fingió que no entendía. Colin lo ignoró y la miró a Sofía: —¿Dónde está tu autoestima? La mujer se quedó sin habla. Los ojos de Helge brillaban. La soltó a Sofía, puso una mano en el hombro de Colin y le susurró al oído: —Amigo, ¿qué tal si me la das? Ya no tienes que fingir, solo déjame estar con ella. ¿Qué te parece? Cada vez que Sofía veía a dos hombres guapos que susurraban o estaban demasiado juntos, se imaginaba que eran homosexuales. Ella escuchó a Colin que dijo: —Si ustedes dos se aman realmente, ¡no hay ningún problema! ¡Puedo apartarme! Helge palmeó el hombro de Colin alegremente. —¡Sabía que eras un buen amigo! Aunque Helge estaba feliz, Sofía estaba muy molesta. Su corazón se estremeció de dolor. —El Señor Li es tan generoso. Señor Huo, ¿qué tal si también hacemos algo para pagar tanta amabilidad? La mirada de enojo de Colin se fijó en su rostro cuando le habló a Helge: — Por cierto, Helge, no olvides lo que me prometiste. Después de decir eso, el hombre entró en la compañía sin mirar atrás. Sofía no pudo evitar mirarlo a Colin. Se veía tan alto y elegante y emanaba una luz deslumbrante.

—Eso es suficiente. Se fue. Helge no se perdió ningún detalle ante el cambio sutil en la cara de la mujer. Pensó que si perdía esta oportunidad, nunca tendría otra posibilidad de ganar su corazón. Sofía apartó la mirada y condujo a Helge a la tienda de postres. Helge era un buen conversador e incluso muy bueno para hacer felices a las chicas. Sofía estaba de mal humor al principio, pero poco después, olvidó su infelicidad, se rió y habló con él. Cuando regresaron a la compañía, ya era hora de dejar el trabajo. Helge se fue directamente hacia la oficina del Director Ejecutivo y Sofía se dirigió a la oficina de secretarias para completar su trabajo. —Qué bien, nuestra joven secretaria está de vuelta. ¿Cómo estás? ¿Cómo estuvo el señor Huo en la cama? —El buen humor de Sofía desapareció por el insulto tan directo de Jimena. Después de que la mujer habló, las otras secretarias también la miraron a Sofía con curiosidad. Sofía se dirigió hacia el escritorio de Jimena. Golpeó la mesa con la mano. El sonido y la amenaza sutil hizo que Jimena encogiera su cuerpo. Enojada y avergonzada, se puso de pie y la enfrentó: —¿Qué demonios estás haciendo? —Señorita Chiao, esto es solo una advertencia. Si hablas así otra vez y arruinas mi reputación, mi mano estará sobre tu hermosa cara en lugar de estar sobre este escritorio. —Mientras Sofía hablaba, acarició suavemente la mejilla maquillada de Jimena.

Capítulo 17 Parecía una Chica que Fue Agredida Jimena nunca la tomó en serio a Sofía. Le parecía muy mediocre, sin pasado, sin poder, sin fuerza... Sin embargo, su comportamiento logró avergonzarla. Jimena se burló: —Sofía Lo, no quise que fuera demasiado embarazoso para ti, pero tú empezaste primero y no me culpes ahora por ser desagradable. Se dice que te acostaste con el Director Ejecutivo Adjunto de Lien, pero aún así no conseguiste su contrato. ¿Eres tan barata y vulgar, Sofía Lo? Las palabras de Jimena le recordaron que Paulo casi la violó esa noche. Su cara se puso pálida del asco. Pero Jimena pensó que ella parecía culpable. Se sintió aún más confiada y continuó: —Entonces el Señor Li fue tu primer objetivo y luego buscaste al Director Ejecutivo Adjunto de Lien... y ahora vas por el Señor Huo. Sofía Lo, ciertamente sabes adónde buscar. —Eres tan asquerosa. —Luego puso los ojos en blanco y la ignoró a Jimena. Decidió no hablarle, volvió a su lugar y comenzó a trabajar. Aunque no quería causar problemas, los problemas la seguían. Jimena siguió a Sofía—. Señorita Lo, ¿de quién estaba hablando? Ella la ignoró, abrió la licitación, tomó un bolígrafo y comenzó a estudiar el documento. Sin embargo, al minuto siguiente, Jimena le sacó la pluma y la arrojó directamente al cubo de basura. —¿Quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a ignorarme? Sofía Lo, el Señor Li está a punto de echarte de la compañía. ¿De qué estás orgullosa? Sofía estaba muy irritada ahora. Como el secretario en jefe, Wade Chi no estaba, decidió poner fin a este drama. Agarró de la muñeca a Jimena y la sacó de la habitación. —¡Sofía Lo! ¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame! —Jimena llevaba zapatos de tacón muy alto y casi cayó al suelo. Afortunadamente, Paco Ker, el secretario, la ayudó antes de que se cayera. Colin trataba de convencer a Helge para que trabajara desde una oficina temporal que había preparado cuando escucharon golpear a la puerta.

—Adelante. La puerta se abrió de golpe y una mujer entró tambaleándose en la habitación. Jimena cayó sobre la alfombra envuelta en un grito. —¡Ups, mi pequeña belleza! ¿te dolió? —Helge siempre estaba interesado en ayudar a las mujeres bonitas. Le ofreció su mano a Jimena. Pero cuando vio a Sofía detrás de ella, Helge retiró la mano. Sofía se acercó hacia el escritorio de Colin y suspiró: —Señor Li, la señorita Chiao quiere tener sexo contigo. ¿Qué tal si le concedes ese deseo?

... Colin se puso intensamente pálido ante la petición de Sofía. Helge se echó a reír. Jimena se quedó estupefacta. Luego reaccionó con un grito—. ¡Sofía Lo! ¿Cómo te atreves a insultarme así? ¿Crees que todo el mundo es una ramera como tú? ¿Ramera? Sofía respiró hondo y lo miró a Colin: —Señor Li, ¿consideras solo la apariencia física de una persona cuando contratas al personal? Parece que la señorita Jimena Chiao está llena de pensamientos sucios y el Señor Li tiene ganas de acostarse con ella. Ahora sí que era una provocación descarada. Colin la miró de arriba abajo: —Mírate. ¿Cuán cierta es tu acusación? Solo quiso decir que Sofía estaba vestida demasiado simple, nada más. Sin embargo ella entendió mal. Sabía que antes estaba gorda. Aunque ahora había perdido varios kilos, no estaba entre las más delgadas. Tal vez Colin la veía como lo hacía Jimena; gorda y fea y llena de pensamientos poco prácticos. Bajó la cabeza para ocultar el dolor que sentía y se disculpó: —Lo siento, Señor Li. No debería haber dicho eso. Pero la señorita Chiao y yo no tenemos la misma forma de ser. No nos llevamos bien. Por favor, sácame de la oficina de secretarias. No tenía poder ni fuerza y Colin no estaba dispuesto a permitir que ella confiara en él. Ahora su compañera la estaba acosando y no sería castigada. ¿De qué serviría si se quedara en esa oficina? Jimena se acercó rápidamente a Colin: —Sí, Señor Li. La señorita Lo y yo tenemos personalidades muy diferentes. No podemos trabajar juntas. Sofía tendría que ser degradada para poder cambiarse de oficina. A Jimena le hubiera gustado ver eso.

Colin no se perdió la expresión en los ojos de Sofía. Alejó a Jimena, se acercó a Sofía y le levantó el mentón para que pudiera mirarlo a los ojos. Sus ojos estaban enrojecidos de lágrimas contenidas. Parecía una niña que había sido agredida. Jimena miró la escena con asombro. El Señor Li... El Señor Li trataba así a Sofía... Helge encendió un cigarrillo y los observó sin decir ni una palabra. Cuando vio el comportamiento de Colin, sonrió. —Muy bien. —Colin había tomado su decisión. Jimena lo agarró de su brazo con audacia y le habló con su voz más dulce: —Señor Li, escuché que la señorita Lo no solo quería seducirte sino que también se acostó con el Director General Adjunto de Lien. Una secretaria como ella solo deshonraría la imagen de nuestra compañía. No debería estar a tu lado. Colin no retiró su mano y Sofía ni parpadeó cuando Jimena le habló. Sin desanimarse, siguió mirándolo a los ojos. —Señor Li, por favor, retira tu mano. —Sofía negó con la cabeza pero no pudo escapar de las manos de Colin. Cuando Sofía dejó de forcejear, el hombre retiró la mano. Sacó su teléfono y marcó: —Wade, agrega un escritorio en la oficina del Señor Huo. La señorita Lo trabajará desde allí.

... El corazón de Sofía se estremeció. ¡Colin estaba decidido a alejarla! Oh, sí. Dijo que haría cualquier cosa para lograr su objetivo. —Eso es suficiente. No me mudaré de oficina. —Helge levantó una ceja cuando Sofía se negó. Era una mujer interesante. No le gustaba Colin ni él. ¿Desde cuándo los dos perdieron su carisma? —¿No te irás a la oficina del Señor Huo? ¿Así que quieres mudarte a la oficina del Director Ejecutivo? —... —No, Señor Li, no me entendiste. —¡Entonces muévete! —Colin fue determinante. Sin decir una palabra más, Sofía salió de la oficina del Director Ejecutivo. Los ojos de Colin se oscurecieron al ver a Sofía que se marchaba. El silencio envolvió la habitación. Jimena habló en un tono dulce: —Señor Li, Señor Huo, si no hay nada más, voy a volver a mi trabajo.

—Espera. —Colin la detuvo. Jimena estaba emocionada. ¿El señor Li no la dejaba ir? —Señorita Chiao, ¿cuánto tiempo lleva trabajando aquí? —Colin rodeó su escritorio y se sentó en su silla. —Estoy aquí desde la inauguración. Ya pasaron tres meses.... —¿Y en todo este tiempo aún no sabes cómo comportarte? ¿Hay algún problema de administración o son tan pocas las tareas que tienes tiempo para abofetear a tu colega en la oficina? —Colin habló en un tono severo que nunca había usado antes. Su gentil máscara se había caído. Aunque no la miró a Jimena, ella sintió que un escalofrío le recorría la espalda. ¿Cuándo fue que esa maldita Sofía Lo la había delatado? Jimena trató de sacar ventaja de la situación. Sin preocuparse por la presencia de Helge, se acercó a Colin y le acarició la corbata con su delicada mano: —Señor Li, lo siento... ¿Puedes perdonarme? Colin bajó los ojos y miró la mano que tocaba su corbata. Con un tono que transmitía su disgusto, dijo: —¡Saca la mano! La mano de Jimena temblaba. Luego desenredó los dedos de su corbata. Jimena se enderezó: —Señor Li, lo siento, ¡voy a volver al trabajo! —¡Espera!

Capítulo 18 Una mujer mimada tenía una vida mejor Jimena miró perplejamente a Colin. Se quitó la corbata y se la lanzó. — ¡Tómala y tírala!

... Jimena se sintió completamente humillada por la reacción de Colin. Rompió en llanto al instante. —Sí, señor Li. —Sujetó la corbata con la mano derecha y salió de la oficina. De vuelta a la oficina de la secretaria, Jimena colocó la corbata sobre su escritorio. Estaba tan enojada que olvidó tirar la corbata. Serena suspiró. —Señorita Chiao, ¿por qué... tiene la corbata del Sr. Li? Jimena se quedó viendo la corbata sin comprender, pero reaccionó cuando Sofìa la miró. Bajó la cabeza con timidez. —La corbata me la dio el Sr. Li... Tú sabes el porqué. —¡Oh! ¡Lo sé! ¡Lo sé! ¡Señorita Chiao, por favor corresponda a las muestras de afecto del director general! —Serena sonrió a Jimena de una manera insinuante. Jimena asintió, y las comisuras de su boca se levantaron ligeramente. ¡No había ninguna oportunidad para ella!El director general no parecía estar interesado en ella. Sin embargo, el mal semblante de Sofìa hizo que Jimena se sintiera mejor. ¡Uf! ¿Cómo podría esa mujer gorda y fea competir con ella? ¡De ninguna manera! Sofía estaba dibujando, pero se detuvo ante las palabras de Jimena. Efectivamente, una mujer hermosa y mimada tenía una vida mejor... A diferencia de ella, ahora parecía no saber nada. Incluso si ella estuviera desnuda frente a Colin, él nunca la miraría por

segunda vez. ¿Y su reacción? Una hemorragia nasal. Tal vez ella era lo que la señorita Chiao creía que era: una chica barata que quería seducir a Colin. Colin nació en una familia rica. Había visto todo tipo de mujeres. Si quisiera, podría conseguir a cualquier chica. ¿Por qué se sentiría atraído por ella? Él había rechazado su matrimonio, y la había obligado a entretener a otros hombres. Las acciones de Colin dejaban ver claramente su actitud. Sofía, te confiaste demasiado. En una hora, Sofía se mudó a la oficina de consultoría privada al lado de la oficina del Presidente en el piso 88. Helge estaba sentado en el lado opuesto. Se veía somnoliento. En cuanto la vio a Sofía, se levantó de un salto y fue hacia ella. —Mi pequeña Sofía, por fin estás aquí. ¡Estaba tan aburrido que me estaba quedando dormido! —Usted es el mejor amigo del Sr. Li. Puede descansar en la sala del presidente. —Había una sala de estar en la oficina del presidente y solo él podía usarla. Helge negó con la cabeza. Él sabía exactamente porqué estaba ahí. —Mi pequeña Sofía, quiero invitarte a cenar esta noche. —Helge trajo una silla y se sentó junto a ella. Sofía miró al hombre de cabello rubio. Su cabeza comenzó a palpitar. Tenía 29 años. ¿Por qué se estaba comportando como un adolescente? —Señor. Huo... —¡Espera! Pequeña Sofía, puedes llamarme Pequeño Hel. —... Emm... —Sofìa casi se ahogaba. ¿Pequeño Hel? No. Sofía negó con la cabeza. —Señor. Huo... —O me puedes llamar Hel. —... Creo que es mejor si lo llamo Sr. Huo. —No. Me llamarás Hel. ¡Esta es mi petición! —Insistió Helge. Parecía serio. Entonces Sofía lo pensó por un rato, y luego asintió. —Hel. Helge le mostró a Sofía una sonrisa inocente. Sin embargo, su mirada traviesa la incomodó un poco. —Por favor dilo en voz alta, pequeña Sofía. —Por favor, no me llame pequeña Sofía. Si no le importa, preferiría que me llamara Sofía. —El nombre de 'pequeña Sofía' le desagradaba cuando Helge lo decía tan íntimamente. Helge no estaba contento en absoluto, pero al fin asintió con la cabeza. — Sofía. En realidad, Sofía Lo era un lindo nombre.

—Hel, tengo que ir al supermercado después del trabajo. No tendré tiempo para cenar contigo" Ella lo rechazó amablemente. Sofía le estaba diciendo la verdad. Ahora que se había mudado, necesitaba comprar algunos artículos de primera necesidad. —Está bien. Te acompañaré al supermercado después de la cena. —Helge movió sus manos casualmente. Su persistencia dejó a Sofía sin palabras. En cambio, la vacilación de Sofía hizo sonreír a Helge. —Vas a comprar un montón de cosas en el supermercado. ¿Es malo encontrar un hombre que te ayude? Te acompañaré y podrás comprar lo que quieras. —... ¿El Sr. Li no asignó trabajo para usted? —Sofía no pudo evitar preguntarle. Helge sonrió. —Sí, sí lo hizo. Su trabajo era seducirla en un mes. Le gustaba mucho el trabajo porque Sofía no era tan fría como aparentaba. En realidad, Helge la encontraba muy linda, boba e interesante. —Debería trabajar ahora. Mi trabajo no es tan importante. —Sofía trató de razonar con él. Helge sacudió la cabeza, se acercó a ella y habló con suavidad. —No. Para mí, perseguirte es el trabajo más importante que haré en el futuro. Una figura alta estaba en la puerta de la oficina del consultor privado. Miró a las dos personas sentadas, hablando en voz baja. Debió haber sonreído, pero no importaba cuánto se esforzara, no podía. Finalmente, se rindió. —¿De qué están hablando? La repentina intrusión hizo reaccionar a Sofía. Rápidamente se apartó de Helge y bajó la cabeza para leer el documento. Helge se recostó en la silla lentamente y miró a Colin, quien le había echado a perder toda su diversión. —¡Dulce charla! —Sofía, ¿por qué no terminas tu trabajo en lugar de platicar con el Sr. Huo? Sofía miró a Colin y murmuró. —Lo siento, trabajaré enseguida. Sofía pensó que era mejor no ir al supermercado con Helge por la noche. ¡Ella debería quedarse aquí sola y trabajar horas extras! Helge estaba decepcionado y miró a Colin. —Yo era el que estaba coqueteando con ella. ¡Ella no hizo nada malo! —El hecho es que estaban coqueteando. No hay diferencia si lo iniciaste o no. —Colin abrió la carpeta que estaba encima del documento. Frunció el ceño al ver el Grafiti en la página. Sofía tuvo una mal presentimiento. Levantó la vista y vio a Colin hojeando

su cuaderno en el que hacía sus garabatos. Ella no quería que él viera lo que había dibujado... Ella se levantó y trató de quitarle la carpeta de su mano. Pero Colin ya estaba preparado. Levantó la carpeta. Sofía se quedó estupefacta. Colin, como mínimo, medía un metro y ochenta centímetros de altura... ¿Ochenta? Parecía más alto. ¿Tal vez un metro y noventa? Pero ella apenas medía... un metro sesenta de altura A pesar de que llevaba zapatos de tacón, no era tan alta como Colin. ¿Cómo podría recuperar su carpeta? —Señor. Li, tengo que trabajar ahora, por favor devuélvame mi carpeta. A Helge le desconcertó la escena que tenía delante. Miró a Colin, después a Sofía y luego a Colin de nuevo. —Este documento no está relacionado con tu trabajo. —No había esperado que Sofía lo criticara en secreto. ¿Por qué dibujó una tortuga? ¿Acaso pensaba que él era cobarde? —Pero esas son mis cosas. ¡No tiene derecho a verlo sin permiso! —Sofía protestó. Colin sonrió. —Señorita Lo, tengo derecho a ver lo que quiera en la compañía SL. ¡Sin mencionar que soy su dueño, puedo ver sus cosas sin permiso!

...

Capítulo 19 Los dos se disculparán con Sofía Dijo que ella le pertenecía. El corazón de Sofía latía más rápido cuando escuchó eso. Helge miró a Colin y agarró la carpeta de su mano. —Colin, tienes que hacer lo que tienes que hacer. Cuidaré bien de Sofía. ¿No habían hecho un trato de que él estaba ahí para seducir a Sofía? ¿Por qué Colin estaba tan poco cooperativo? Sofía agarró la carpeta de Helge, actuando como si no hubiera pasado nada. —Sí, señor Li, tienes una videoconferencia con los socios estadounidenses. Comenzará en seis minutos. Sofía miró la hora y se lo recordó a Colin que ahora estaba lívido. Colin no se fue. Se acercó a Sofía, que casi automáticamente giró su silla hacia atrás cuando él se acercó. Sin desanimarse, Colin levantó su barbilla con los dedos. Entonces, sin venir a cuento, bajó la cabeza y la besó en los labios. Sofía estaba asombrada. Abrió los ojos cuando su rostro se acercó. Estaba... Estaba... ¿Estaba besando... la? El beso fue cálido y corto. Sofía se quedó completamente asombrada. A Colin le agradó ver su reacción. —Helge, parece que eres el aguafiestas aquí. Helge se quedó sin palabras. No tenía ninguna réplica. Maldita sea, ¿entonces era eso lo que realmente sentía Colin por Sofía? ¡Oh! ¡No! ¡Su querida pequeña Sofía!Miró hacia atrás y vio a Sofía mirando hacia la puerta incluso después de que Colin hubiera abandonado la habitación. Su cara estaba enrojecida, y sus labios estaban medio abiertos. Parecía que se estaba desmayando. ¡Por Dios!¿No le habían pedido que sedujera a la esposa de Colin? ¡Sentía como si estuviera aquí para presenciar su dulce amor! Ya estaba dentro de su tiempo libre pero Sofía todavía estaba peleándose con su trabajo, mientras que Helge dormía en el sofá a su lado. De repente una llamada telefónica lo despertó. Helge buscó a tientas el teléfono en su bolsillo, y respondió sin mirar quien era: —¿Quién es?

La persona que llamó dijo algo que despertó a Helge. Saltó del sofá. Sofía se sorprendió al verlo comportarse así. Entonces vio a Helge ponerse sus zapatos a toda prisa. —¡Estaré allí pronto! ¡Detenla! Después de colgar el teléfono, se peinó el cabello desordenado, tomó su abrigo y salió corriendo. Entonces se dio cuenta de que Sofía había estado en la oficina. Se dio la vuelta y se encontró con la desconcertada mirada de Sofía. —¡Sofía, no puedo ir al supermercado contigo esta noche! ¡Nos vemos otro día! ¡Beso, beso! —Helge le lanzó un beso y salió corriendo de la oficina. Los lados de la boca de Sofía temblaron. Cuando el silencio volvió a envolver la oficina, siguió trabajando. En la sala de recepción del piso 22. Colin entró y vio que Paulo y Dolores ya esperaban dentro. —¡Es bueno verte de nuevo, señor Li! —La pareja se levantó para saludar a Colin. Paulo extendió su mano. Sin embargo, Colin lo ignoró, caminó directamente a su asiento y se sentó. Paulo tomó su mano con torpeza. Dolores vio lo que hizo y susurró. — Idiota. Luego sonrió de forma graciosa y miró a Colin. —Señor Li, es un honor vernos de nuevo. ¡Estamos aquí por el contrato! El grupo SL era el socio más importante de Lien tanto en el País A como en el País Z. Para Lien, cualquier proyecto de cooperación con el grupo SL significaría una fuente de ingresos con beneficios ilimitados. —Oh, el contrato. Entonces no hay nada de qué hablar. —Colin se levantó y se preparó para irse. Dolores lo detuvo apresuradamente y le suplicó: —Señor Li, la última vez fue culpa de Sofía. Como ella no está aquí ahora, ¿por qué no podemos cooperar? —¿Quién te dijo que era culpa de Sofía? —El rostro de Colin se volvió sombrío en un instante. Paulo se levantó de inmediato y dijo: —Mi culpa. Fue mi culpa. Tuve una relación con la señora Sofía Lo antes, pero ya se acabó, y no quiero hablar de eso. Señor Li, hablemos de cooperación, ¿de acuerdo? Paulo no le había dicho a Dolores que Colin y Sofía estaban casados. Había recordado la advertencia de Colin. Tampoco quiso mencionar lo que sucedió en la última reunión. Tenía miedo de que Dolores creyera a Sofía si se enteraba de que estaban casados. —Señor Tai, sabes lo de Sofía. No intentes nunca hacer nada a sus espaldas

de nuevo. —Ciertamente, ciertamente. Lo siento señor Li. Dolores sentía curiosidad de verlos hablar de una manera que no podía entender. ¿Quién era Sofía? ¿No era ella simplemente una criminal que había sido puesta en libertad antes de tiempo? —Señor Li, tal vez no eres consciente. Sofía Lo estuvo en la cárcel antes por asesinato. Aparte de eso, también era la ex novia de mi marido. Engañó a mi esposo cuando estaban juntos durmiendo con otros hombres. ¡Si se queda aquí más tiempo, solo sería un estigma para el grupo SL y arruinaría la imagen pública de su empresa! La parte del engaño, por supuesto, fue inventada por Paulo cuando trató de atraer a Dolores. Le dijo a Dolores que Sofía se metió en la cama con dos hombres cuando estaba con él, y que él terminó esta relación de cuatro años porque lo traicionó. Colin lo miró con desagrado. Recordó la noche en el hotel cuando Sofía le pidió que comprobara si aún era virgen. Le preguntó a Paulo: —Pero ella sangraba cuando me acosté con ella. ¿Cómo explicas eso? Paulo se sorprendió. ¡Así que Sofía lo hizo por primera vez con Colin!Por un instante, pareció normal y explicó: —Señor Li, la tecnología médica ha avanzado enormemente. Es fácil renovar cualquier parte del cuerpo en cualquier lugar. Sus palabras también disiparon las sospechas de Dolores. ¡Era tan desagradable de Sofía Lo hacer una cosa así! Dolores aún la despreciaba más ahora. Colin aplacó su ardiente ira y dijo con calma: —Si queren el contrato, deben disculparse con Sofía, los dos. —¿Qué? —Dolores gritó con incredulidad. ¿Colin les había pedido que se disculparan con esa zorra? Paulo estaba más tranquilo, porque sabía que era él quien había forzado a Sofía la otra noche. Él asintió. —Claro, siempre y cuando el contrato se firme. Colin vio su actitud indiferente y se sintió seguro de lo que había sucedido esa noche. Debió de ser Paulo quien forzó a Sofía. Dolores arrastró a Paulo a una esquina. —¿Qué estás diciendo? No iré Puedes disculparte con ella sólo. Colin estaba saliendo de la habitación cuando escuchó eso. Se detuvo en la puerta y miró a Dolores. —Si alguno de los dos no se disculpa con ella, no habrá cooperación. Con eso, salió de la habitación. Dolores clavó su mirada en la espalda de Colin con odio. Pellizcó el brazo

de Paulo y se quejó: —Sólo es un CEO regional. ¿Qué demonios? ¡Incluso Daniel Si no se atreve a hablarle así al grupo Lien! ¡Bah! Paulo aguantó el dolor y le recordó: —No digas eso. Daniel Si le había dado a Colin Li todas las acciones de estas compañías regionales. Colin Li es quien tiene el control. Él tiene realmente el poder ahora.

Capítulo 20 ¿Cómo atrajo a Colin Li? —¡Imagínatelo! ¿Por qué fue Sofía Lo liberada antes? ¿Cómo llegó al País Z como secretaria del CEO en SL? ¿Por qué ella estaba con Colin Li? —Dolores había oído la noticia de que Sofía había sido liberada antes. Inmediatamente había enviado a alguien para averiguar quién la ayudó a salir de la cárcel. Sin embargo, hasta ahora, no había encontrado ninguna pista. Sofía Lo ahora era libre y estaba con Colin Li, un hombre tan perfecto como Daniel. ¡Dolores odiaba todo esto! —Cariño, vamos a ver a Sofía! —Paulo no podía esperar para ver a su primer amor. Dolores lo fulminó con la mirada. —¡Pero el contrato es nuestra principal prioridad! —Paulo se encogió asustado y dijo. Sin embargo, Paulo le recordó que no importaba si el contrato se firmaba o no. Lo más importante durante este viaje al País Z era que Dolores superara la prueba del viejo señor Lien y se hiciera cargo del Grupo Lien. Así que Dolores contuvo su ira y fue a ver a Sofía Lo con él. Por la madrugada, alguien golpeó la puerta de la oficina. Sofía había estado ocupada escribiendo en el teclado. Extraño. ¿Quién podría ser? —Adelante. —Sofía se quitó las gafas y miró hacia la puerta. Su rostro se oscureció y sus puños se apretaron cuando vio entrar a las dos personas. —Oh Sofía, todavía estás aquí. —A pesar de la ira de Dolores, Paulo se acercó a Sofía y la miró con cuidado. Sofía era aún más hermosa ahora que cuando tenía dieciocho años. —¿Por qué? —Dijo Sofía en tono frío. Dolores Lien y Paulo Tai. ¡Se lo haría pagar! Dolores se adelantó y apartó a Paulo. —Tú pequeña zorra, ¿cómo te lo hiciste para liarte con el señor Li? —Preguntó Dolores con una mirada celosa. Paulo la hizo retroceder y le recordó: —Dolores, vinimos a pedirle disculpas a Sofía. ¿No te acuerdas? —Sofía, Sofía, y Sofía... Paulo Tai, ¿todavía la amas? —Preguntó Dolores

enojada, señalando a su marido. Sofía podía ver cuál era el lugar de Paulo en la familia. No podía entender cómo le podía gustar tanto el dinero que estaría tan dispuesto a vivir una vida sin ninguna gracia. Paulo le agarró la mano y la calmó con ternura. Dolores bajó la mano y le tomó el brazo haciendo una mueca. Ver la intimidad de Paulo y Dolores hizo que Sofía se sintiera incómoda. Se entristeció. —Sofía, lamentamos lo que hemos hecho. Por favor no te enojes. —Dijo Paulo con voz cariñosa. Dolores, por supuesto, notó su tono, pero sabía que no era el momento adecuado para centrarse en eso. Así que dijo a regañadientes: —Lo siento, Sofía. Nadie lo tomaría como una disculpa, porque no sonaba sincero en absoluto. Sofía estaba confundida. ¿Por qué se disculpaban? ¿Por qué ahora? Esto podía ser algo que Paulo haría. ¿Pero la arrogante Dolores Lien? ¿Cómo podía disculparse... a Sofía? —No acepto tus disculpas. ¿Pensaba Dolores que una disculpa no sincera desharía lo que le había hecho? Dolores le quitó al novio a Sofía y la envió a la cárcel. ¿En qué estaba pensando? Dolores quería tirarle el bolso a la cara a Sofía. Señaló a Sofía. —¡Puta! ¡No seas desagradecida!No hubiera venido a ver tu estúpida cara si no fuera por los contratos. ¡Deberías estar agradecida de no haberte golpeado hasta la muerte! ¿Contratos? Sofía trató de averiguarlo. ¿Eran los contratos entre el grupo Lien y SL? La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre. Dolores al instante cambió su actitud. —Señor. Li, Sofía ha sido una ingrata. Se daba aires y no aceptaba nuestras disculpas. —Al ver a Colin, volvió a su habitual dulce personalidad. Colin no la miró para nada. Caminó hasta el sofá y se sentó. —¿Darse aires? Eso es lo que debería hacer. Pero si no aceptó tus disculpas... eso significa que no fuiste lo suficientemente sincera. ¡Sigue pidiendo disculpas! En el momento en que Sofía vio a Colin, lo entendió todo. El corazón de Sofía latió más rápido al mirar al hombre sentado fríamente en el sofá. Era él... Era él quien hizo que Dolores y Paulo se disculparan con ella. Él sabía que ella odiaba a esas dos personas, y por eso lo había hecho... ¿para hacerla sentir mejor? De repente se sintió cálida por dentro. Miró a Colin, y había ternura en sus ojos.

Dolores temblaba de furia. ¿Por qué tenía que disculparse con ella, con Sofía Lo, la persona a la que más odiaba? Escucha. Darse aires y rechazar las disculpas porque no eran lo suficientemente sinceros. Dicho esto, Colin Li sólo hizo que Dolores sintiera como si él estuviera del lado de Sofía Lo. ¡Maldita Sofía Lo!¿Cómo atrajo a Colin Li? Paulo no pensaba tanto. No quería ver a Sofía enojada otra vez. —Lo sentimos, Sofía. Por favor, no te enojes. Ese día fue culpa nuestra. No deberíamos... no deberíamos haberte golpeado. Como esto se debía a los contratos, Dolores se metió las manos temblorosas en los bolsillos, respiró hondo varias veces e hizo una sonrisa que estaba peor que su cara llorosa y dijo: —Lo siento, Sofía. Fue culpa nuestra. Por favor, perdónanos. Sofía vio rabia en sus ojos. Dolores Lien, una mujer arrogante había logrado disculparse. Eso debería haber sido duro para ella. Sin embargo, cuanto más enojada estaba Dolores, más feliz se ponía Sofía. Ella sonrió. —Disculpas aceptadas. Pero el resto depende del señor Li. Colin tembló ante la sonrisa de Sofía. Sofía Lo... ¡Su sonrisa era muy buena! En ese momento, sintió que todo lo que había hecho valía la pena. También entendió que la enemistad entre ellas no podía eliminarse con una simple disculpa. —Firma con la señorita Lo mañana por la mañana. Pero señorita Lo, usted puede decidir si firmar o no —dijo Colin. —¡Sí, señor! ... El rostro de Dolores se ensombreció. Colin Li estaba jugando con ellos, ¿no? Ya se habían disculpado, pero él le había dejado la decisión a Sofía Lo. Aunque Dolores estaba enojada, no se atrevía a descargar su ira frente a Colin. Así que arrastró a Paulo fuera de la oficina enojada. Sofía Lo. Esa zorra. Dolores juró no tener piedad con ella si tenía la oportunidad. La oficina estaba otra vez en paz. —Gracias Señor. Li —dijo Sofía suavemente. —Pero no quería que estuvieras involucrado en este asunto. No había querido que nadie se involucrara y se viera afectado por los asuntos entre ella y Paulo y Dolores. Había querido resolverlo por sí misma. Las palabras de Sofía arruinaron el ánimo de Colin. —Sofía Lo, ¿no crees que estás siendo hipócrita? Eres tú quien quería aprovecharse de mí durmiendo conmigo. ¿Y ahora me dices que no intervenga? ¿Estás eliminando competencia? ¿O estás haciéndote la difícil? ¿O aún amas a Paulo Tai y te preocupas por que lo destruya? —Colin se reclinó en el sofá

perezosamente, lanzando pregunta tras pregunta a Sofía.

Capítulo 21 Soy muy desagradecida Sofía frunció el ceño. Colin tenía razón. Había querido usar su poder para vengarse. Sin embargo, hoy le estaba pidiendo a Colin que no se involucrara. No era de extrañar que la llamara hipócrita. Cuando Colin la vio reflexionando sobre su observación, lamentó lo que había dicho. Se preguntó si había vuelto a ir demasiado lejos. Colin se levantó del sofá irritado. —Está bien. Es suficiente por hoy. Todavía inmersa en sus pensamientos, Sofía no se movió. Asumió que Colin quería decir que se iba. —Oh, adiós, señor Li. Colin sintió que su frustración aumentaba. Se acercó a ella, le levantó la barbilla con la mano derecha y le explicó. —¡Quiero decir que puedes dejar de trabajar ya! ¡No yo! Sofía estaba a punto de asentir, pero entonces, sin querer vio que le faltaba la corbata. Golpeó su mano, y con calma dijo: —Tengo mucho trabajo que hacer, señor Li. —¡Dije que ya puedes irte a casa!¿No lo entiendes, Sopita? —Colin no se perdió su repentino cambio de humor. ¿En qué estaba pensando? ¿Quería dejarlo ya que no le servía ahora? ¿Cómo de ingrata era? Sofía caminaba hacia su escritorio. Se volvió hacia Colin y gritó. —¡No me llames Sopita! ¡Mi nombre es Sofía!¿No sabes que es grosero poner un apodo a otros? Colin se quedó sin palabras. Cerró los ojos, tratando de pensar en una frase para describir cómo se sentía. Pero no podía recordarla con certeza. Oh sí. —El corazón de una mujer es un profundo océano de secretos. Sofía, ¿por qué estás descontenta ahora? ¿Por qué estás siendo tan ingrata? Sofía respondió con calma: —Sí, soy muy desagradecida. ¿Qué te parece si vas y buscas a la señorita Chiao? Ella es agradecida y amable. —Colin se preguntó por qué Sofía nombraba en cada ocasión a Jimena Chiao. —¡Cómo te atreves! Colin se acercó a ella y Sofía huyó de él otra vez.

Colin extendió sus manos, pero sólo agarró el aire vacío. —Señor Li, ¿no crees que eres un gilipollas? Le diste tu corbata a la señorita Chiao como prenda y fingiste tener una aventura conmigo al mismo tiempo. ¿De verdad crees que todas las mujeres del mundo harán fila para perseguirte sólo porque tienes dinero? —¿Le di mi corbata a Jimena? ¿Fingí tener una aventura contigo? ¿Quiero que todas las mujeres se rindan a mis pies? Sofía Lo... Realmente eres todo un caso. —Colin dio un paso adelante, agarró su muñeca y la atrajo hacia sus brazos. Sofía dio un paso atrás pero Colin siguió adelante. Unos pasos más tarde, Sofía se encontró de espaldas contra el escritorio. La posición hizo que Sofía se sonrojara. Ella murmuró. —¡Fuera! —Será mejor que me digas cómo llegaste a pensar que le entregué mi corbata a Jimena como prenda. —Hizo hincapié en la última parte de la frase. —¿Te estás haciendo el inocente? ¿Dónde está tu corbata? ¿Te atreves a decir que no se la diste a la señorita Chiao? ¿Y me dices que soy yo la que necesita explicarme? ¡Ah! —La mirada irónica de Sofía recorrió el cuello abierto de su camisa. Su cuello estaba desabrochado. Y cuando miró dentro por casualidad, lo que vio la hizo tragar saliva. Colin apretó más su muñeca. —¿Quién diablos te dijo que se la di? —No tienes que fingir. Toda la oficina de la secretaria la ha visto enarbolando tu corbata con esa mirada pretenciosa. ¡Y ella les dijo que se la diste! ¡Eres un casanova! Colin pensó por un momento y le dijo: —Le pedí a la señorita Chiao que la tirara por mí. ¡Quién diablos sabe por qué la guardó! ¿Hmmm? ¿Le pidió a Jimena que la tirara por él? —¿Por qué querías tirarla? Colin suavemente puso su brazo alrededor de su suave cintura. Se sentía tan bien abrazándola. —Alguien la tocó. Así que ya no la quería más. Sofía recordó cuando arrastró a Jimena a la oficina de Colin. Había visto a Jimena envolver sus dedos alrededor de la corbata de Colin. ¡Ahora entendía que Jimena Chiao había estado mintiendo todo el tiempo! Sofía se sintió aliviada. Dejó de pelear con Colin. El silencio en la habitación ya no era incómodo. En cambio, estaba cargada de atracción entre los dos. Los ojos de Colin se entrecerraron cuando miró sus labios: —Ahora, cuéntame sobre mi fantasía sobre otras mujeres, señorita Lo. Sofía se dio cuenta de lo cerca que estaban. Colin la abrazó tan fuerte que pudo oler su perfume. —Ah, eso es. . Primero suéltame... Entonces te contaré

sobre eso... Colin no oyó nada. Estaba completamente fascinada por la forma en la que Sofía abría y cerraba los labios cuando hablaba. Bajó la cabeza y la besó. Totalmente asombrada, Sofía abrió mucho los ojos. Él... Él... ¿Por qué siempre le hacía eso? Pisó los pies de Colin para disuadirlo, pero él sólo frunció el ceño y continuó besándola. ¡Ese granuja!Sofía comenzó a luchar, pero antes de que pudiera liberarse de sus brazos, sus extremidades se sintieron débiles. Colin sólo la abrazó con más fuerza y la besó más profundamente. Después de un largo rato, Colin se apartó de los suaves y cálidos labios de Sofía. Le tocó la frente con la suya y le acarició la mejilla con el pulgar. Le dirigió una sonrisa maliciosa. —No es de extrañar que tantos hombres estuvieran interesados en ti. Sabes tan bien. Dijo eso sólo para burlarse de ella. No porque creyera los rumores compartidos por Paulo y Dolores. Pero Sofía no lo entendió como una broma. Sus palabras borraron la nube de felicidad que había descendido sobre Sofía. Levantó la mano para abofetearlo. Pero esta vez Colin la detuvo. —¿Quieres darme otra bofetada? ¿Cómo te atreves, Sofía Lo? Sofía retiró su mano, luego lo empujó. —Colin, si no te alejas de mí, me alejaré de ti. Después de revisar rápidamente los documentos en su escritorio, Sofía sacó la llave del armario de su cajón y salió de la oficina. Colin la observó mientras se alejaba a toda prisa, con su mente volviendo a sus palabras. Mantendré mi distancia con usted en el futuro, había dicho. Emmmm... . ¡Estaba tan molesto! ¡Muy, muy molesto! Cuando Sofía salió de la empresa, vio a un Porsche detenerse en la puerta. Wade miraba su reloj ansiosamente. Cuando vio a Sofía, se dirigió rápidamente hacia ella. —Señorita Lo, tengo una emergencia en casa. ¿Llevaría al señor Li a casa por mi, por favor? Ni siquiera esperó la respuesta de Sofía. Él simplemente puso las llaves del auto en su mano y salió corriendo. Sofía no sabía qué decir. Miró las llaves. Aunque el auto se había detenido frente a ella, no podía ver quién estaba sentado en él. Sofía dejó escapar un suspiro, y se dirigió al asiento del conductor. Colin estaba en el coche, apoyado en el asiento. Estaba hablando por

teléfono. Sofía hizo una pausa, pero después, se metió en el coche. No sabía con quién hablaba Colin, pero no estaba molesto. —Sí. Ya veo... No, no hubo boda... Quédate en el cuartel, no te quedes sin... ¡Levi Li! ¡Madre siempre se preocupa por ti! ¡Oh!Sofía recordó que Colin tenía un hermano menor, cuyo nombre era Levi Li, a quien nunca había visto antes. Detuvo el auto frente a la villa de Colin. Sofía apagó el motor y abrió la puerta para Colin. —Señor Li, está en casa. Pero Colin no se movió. Sofía miró la hora. —Lo siento, señor Li, pero tengo que irme corriendo ahora. Aquí está la llave. ¡Me tengo que ir! Perdería el último metro si se quedaba más tiempo. Puso la llave en el asiento y se volvió para irse. —¡Sofía Lo! —Colin la llamó. Sofía se volvió. —¿Sí, señor Li? —Madre me acaba de llamar. ¡Quiere que hagamos un vídeo chat con ella esta noche! —Colin se bajó del coche. —¿Y? —Sofía lo miró desconcertada. Colin la miró. —¡Entra!

Capítulo 22 Eso tenía mucho sentido —Tengo prisa, puedes... —Una palabra más, y estarás aquí toda la noche. Sofía se quedó sin palabras. Como no quería pasar la noche, siguió a Colin a la villa. Una vez dentro, Sofía vio que la cena estaba lista. Se lavó las manos y se sentó a la mesa con Colin. Después de terminar de comer, Colin se fue a la sala de estar. Sofía la siguió poco después, solo para descubrir que Colin ya estaba ocupado con su teléfono. Justo cuando ella estaba a punto de hablarle, Colin le entregó el teléfono. Entonces Sofía vio que Wendy estaba chateando con él por vídeo... . —Mamá. —Sofía se sentó y habló con Wendy. Con ese vídeo chat improvisado, Wendy quería comprobar si aún estaban juntos. Cuando vio que ambos estaban en la villa de Colin, se puso muy feliz. Todas sus preocupaciones anteriores habían desaparecido. —Sofía, el cumpleaños de tu abuelo se acerca el mes que viene. ¡Tú y Colin pueden venir a celebrar con nosotros! Sofía miró a Colin, que estaba sentada frente a ella. Colin asintió. —Seguro que sí, mamá. Como Wendy tenía mucho que compartir, la conversación continuó un rato. Después de acabar, Colin tomó su teléfono y se levantó del sofá. —Sofía, tengo un trabajo para ti. —¿Qué trabajo? —preguntó Sofía. —¡Sube y míralo por ti misma! Sofía lo siguió a su estudio en el segundo piso. Colin se sentó en su silla. — Me duelen los hombros. Ven y masajéamelos. Sofía se sorprendió. —¿A qué estás esperando? ¡Ven ahora! —Colin parecía impaciente. —Señor Li, puedo hacerlo mañana. Ya es muy tarde para mí. —Como había perdido el metro, Sofía sólo podía esperar al último autobús. Colin se enderezó, caminó hacia la puerta y la cerró. —Si no obedeces, no te dejaré irte esta noche.

—... Sin palabras otra vez, Sofía obedeció. Pero Colin no sabía cuándo parar. — ¡Más fuerte! —ordenó. Sofía apretó los dientes y presionó más fuerte. —¡Eso duele! ¡Más suave! —Colin gritó de nuevo. Incluso cuando los brazos de Sofía se sentían débiles, y notó que ya no podía moverlos más, Colin aún se quejaba. —¡Más fuerte! ¡Pensé que te había ofrecido comida! ¡Bofetada! La mano de Sofía aterrizó en el hombro de Colin. Lo había golpeado con todas sus fuerzas. Colin se volvió hacia la ahora enojada Sofía y la miró con incredulidad. —¡Me golpeaste de nuevo! —Oh, ¿de verdad? ¿Y qué? —Para Sofía, Colin lo había estado pidiendo. Él la había insultado cada vez, y seguía exigiéndole más. Bueno, no dejaba de pedir a ella las cosas... él la estaba torturando. Colin se levantó de la silla y tiró de Sofía hacia él. Él le mordió la oreja.

... Sofía gritó de dolor. —¡Estás enfermo! —¿Tienes la cura? —Claro, siempre estoy preparado para ofrecerte algunas bofetadas curativas. Colin levantó la barbilla y la obligó a mirarlo. —Sopita, nunca pensé que tuvieras un pico de oro. —¡Por supuesto!¿O qué? ¡Nunca he perdido una discusión! —Si una persona no era inteligente, entonces él tenía que ser voluble. —Eso tenía mucho sentido. —Colin bajó la cabeza y besó a Sofía. La cara de Sofía se sonrojó. ¿Qué le pasaba? ¿Se estaba convirtiendo el beso en un ritual? A pesar de que no le disgustaban sus besos, ¡no iba a dejar que él se aprovechara! Como no pudo apartarlo, Sofía decidió empujarlo hacia abajo. Cuando Colin aterrizó en la silla detrás de él, miró a Sofía atónito. Sofía apretó los dientes y se subió a su regazo, disfrutando de su mirada sorprendida. Se inclinó hacia delante, envolvió sus brazos alrededor de su cuello y

presionó sus labios contra los de él. En comparación con el profundo beso de Colin, el de ella era más como un suave roce de labios. El movimiento valiente de Sofía desató sentimientos moderados en ambos lados. Colin besó a Sofía con fervor. ¡Entrelazó sus dedos en su cabello y la acercó más a él. Antes de que pudiera hacer más, Sofía se dio cuenta de las implicaciones de sus acciones. Mordió los labios de Colin, y saltó de su regazo. Entonces, salió corriendo por la puerta. Cuando llegó a la sala de estar, vio por el rabillo del ojo que Colin la seguía. Sofía tomó la llave del auto rápidamente en el pasillo, se puso los zapatos y salió corriendo. Cuando Colin salió, vio que el Porsche avanzaba con un rugido.

... Se lamió el labio inferior que sangraba, con los ojos oscurecidos por la ira. ¡Esa mujer! ¡Cómo se atrevía a burlarse de él y correr! ¡Bueno! ¡Realmente era una buena pieza! Cuando volvió a entrar, vio el mensaje de Sofía. —¡Colin Li! ¡No te atrevas a ponerme las manos encima! ¡Te voy a violar. Colin no pudo evitar reír a carcajadas. ¿Ella quería hacérselo? Bueno, lo esperaba. Como Sofía había conducido a casa el auto de Colin, tuvo que pagarle sacrificando sus horas de sueño. A las siete en punto, Sofía lo estaba esperando en la puerta de la villa. Estaba bostezando y medio dormida. Colin salió alegremente de la villa veinte minutos después. Para entonces, Sofía había apoyado la cabeza en el volante y se había quedado dormida. Ni siquiera oyó a Colin llamar a la puerta. Colin esperó antes de volver a llamar. Sofía levantó la cabeza. Medio dormida, miró a Colin a través de la ventanilla del pasajero. Colon parecía lívido. Se puso seria, salió rápidamente del auto y le abrió la puerta. —Por favor, entre, señor Li. ¿Ahora qué? ¿Quería arriesgar sus vidas conduciendo medio dormida?

Colin la empujó hacia la parte trasera del auto y se puso en el asiento del conductor. Dentro estaba tranquilo. Sofía apoyó la cabeza contra la ventana y volvió a cerrar los ojos. Se durmió rápidamente. Todo era culpa de Colin. Todo lo que hizo fue burlarse de ella. Apenas había dormido la noche anterior. Recordó haber mirado el reloj y, al darse cuenta de que eran más o menos las cuatro de la mañana, se había metido en la cama. No mucho después, el auto se detuvo en la puerta de la empresa. Sofía se había acurrucado en el asiento del coche. Aún estaba dormida. Sin palabras, Colin aparcó en el aparcamiento subterráneo. Abrió el techo solar, dejó el coche y entró en el ascensor. Sofía no sentía nada. Se sobresaltó cuando sonó su teléfono. Todavía adormecida, buscó a tientas su teléfono en el bolso. —¿Hola? —Sofía, te hemos estado esperando durante dos horas. ¿Cuándo vendrás a la empresa? —Era Paulo. Sofía estaba completamente despierta. ¿Dónde estaba ahora? ¡Oh! ¡Aparcamiento subterráneo! ¿Qué hora era? ¡Maldita sea! ¡Eran las diez! ¡Por Dios! —¡Estaré ahí pronto! —Sofía colgó el teléfono a toda prisa, abrió la puerta y salió del coche. ¿Por qué no la despertó Colin? ¿Él la dejó dormir tanto tiempo? Como no había pedido permiso, su tardanza se registraría en su asistencia. Ewww. Con las prisas, se tambaleó en la oficina con sus tacones altos, escaneó su tarjeta de identificación y se fue a cambiar. Como se había vestido a toda prisa, parecía un desastre. Se encontró con Serena cuando salió del vestuario. Serena la miró y con curiosidad preguntó: —Señorita Lo, ¿por qué llega tan tarde? No contestó al teléfono. El señor Li estaba enojado. El Grupo Lien la ha estado esperando mucho tiempo. ¿Colin la había llamado? ¿Cómo era que ella no lo sabía? Sacó su teléfono y lo comprobó... ¡No había ninguna llamada de Colin! —Estoy bien... ¡Voy a la reunión ahora! —Sofía se ajustó rápidamente la ropa y corrió a la oficina de la consultora privada. A través de las ventanas del suelo al techo, Colin vio pasar una figura negra.

Capítulo 23 Arrodillarse y disculparse El hombre ni siquiera tenía que adivinar. Al instante supo quién era. De hecho, ¡la persona que pensó!En menos de dos minutos, Sofía pasó de nuevo ante la oficina del Director Ejecutivo. Llevaba dos carpetas en la mano y miró a Colin cuando vio por la ventana hacia su oficina. ¡Ups! Sofía no esperaba que Colin también la mirara. Cuando sus ojos se encontraron, la joven apartó la mirada y se alejó rápidamente. ¡Maldita sea! ¡Ahora Colin la vio mirándolo fijamente!¿La atacaría de nuevo por eso? ¡Lo que fuera! ¡Se lo merecía! ¡Él fue quién no la despertó cuando llegaron! Dentro de la oficina, Colin mostró una sonrisa triunfante. ¿Quería empezar una pelea con él? Colin se burló del desafío ya que sabía que Sofía sería un pobre adversario. En la sala de reuniones, en el vigésimo segundo piso, después de recomponerse, Sofía abrió la puerta y entró. Dentro de la habitación, vio que Dolores le gritaba a Paulo. Cuando la vio, Dolores inmediatamente se volvió hacia ella: —Sofía Lo, ¿llegas tarde a propósito? —¡Por supuesto! —Sofía no se dignó a dar una explicación, pero admitió la acusación de ella. Dolores estaba demasiado enojada y no dijo ni una palabra. Después de un largo rato, logró hablar: —Sofía Lo, ¡mejor reza para que no caigas en mis manos! Sofía puso el contrato reimpreso en el escritorio y la miró con frialdad: — Señora Lien, estás en SL y no en el Grupo Lien. Tus amenazas no significan nada aquí. Con sus dedos apretados, Dolores caminó hacia el escritorio: —Por supuesto. Firmemos el contrato, señorita Lo. —Sí, Sofía, el contrato es nuestra máxima prioridad. —Paulo le sonrió. Su exnovia llegó dos horas tarde a la reunión, pero el hombre no se sintió ni un poco molesto. Después de firmar el contrato, Sofía se dio vuelta para salir de la

habitación. No quería pasar ni un solo minuto más viéndolos a los dos juntos. 'Tal vez Dolores estaba bajo demasiada presión', pensó Sofía. Hacía un momento, estaba muy enojada y le gritaba a Paulo. Pero ahora, lo miraba de una manera sentimental y servil. Como una lunática. —¡Sofía Lo! —Dolores la llamó justo cuando estaba en la puerta. Se detuvo, pero no miró hacia atrás. —¿No quieres saber cómo murió tu madre? Dolores había captado su atención. Sofía miró hacia atrás con una expresión feroz y dijo tres palabras: —¿Tú lo hiciste? Dolores tomó su reacción como una pequeña victoria. Se acarició el cabello que caía sobre su hombro y miró a Sofía con fingido horror: —¡Por supuesto que no! ¡Soy demasiado gentil para asesinar a otros! Sofía se le acercó y la agarró de su muñeca: —¿Entonces quién fue? Sus dedos estaban tan apretados alrededor de la muñeca de Dolores que le dejó una marca. Intentó sacudirse y soltarse de Sofía, pero falló. Llamó al hombre: —¡Paulo Tai! ¡Ven y ayúdame! Paulo vino rápidamente. Pero antes de que él pudiera quitar la mano de Sofía, ella tiró y gritó: —¡No me toques! Le recordó a aquella noche en que Paulo trató de forzarla. Incluso mirarlo era un desagradable recordatorio de su terrible experiencia. ¡Era tan repulsivo! Paulo vio la repugnancia en sus ojos y se avergonzó de ira: —¡Sofía Lo, deja de hacer una escena aquí! ¡Debería estar halagada de que tuviera algún interés en ella! —¿Quién demonios fue, Dolores Lien? ¡Dime, maldición! —Yonata Li le prometió averiguar cómo había muerto su madre, pero aún no tenía ninguna información. En cambio, Dolores besó el contrato firmado: —Arrodíllate y discúlpate, entonces consideraré si te lo digo o no. Los ojos de Sofía se ensancharon de ira. Curvó sus dedos hacia adentro y ahora sus manos eran puños. —Rápido. Estamos a punto de regresar al País A. Y nunca lo vas a saber si pierdes esta oportunidad. Ja, ja, ja. .... —La risa de Dolores hizo eco en la sala de reuniones. —¿Quieres que me arrodille? Te diré una cosa: sigue soñando. ¡Si no me dices lo que sabes, no saldrás de aquí con vida! —Los ojos de Sofía estaban rojos de furia. Si Dolores tuviera algo que ver con la muerte de su madre, ¡la mataría en este momento! —Vaya, qué sinceridad. ¿Entonces no quieres saber quién es el asesino? —

Dolores ignoró su amenaza, tomó el contrato y se preparó para irse con Paulo. Sofía sujetó la muñeca de la mujer y tiró de ella hacia atrás. Bajó la voz: — Dolores. Lo siento, ¿de acuerdo? Por favor, dime quién mató a mi madre. Dolores se soltó de sus manos y dijo sin piedad: —Te dije que te arrodilles y te disculpes. ¿No entiendes? —¡Dolores Lien! ¡No me presiones! —¡Ja, ja, ja!¿O qué? ¿Te presioné demasiado? Porque me gusta. Y lo haré tanto como yo quiera. ¿Ahora qué? Sofía Lo, ¿no me ibas a matar? Ja, ja, ja.... — Dolores se echó a reír. ¡Sofía era tan estúpida! ¡Podría ser fácilmente engañada por una mentira! Pero Sofía estaba dispuesta a sacrificar su vida para descubrir quién era el asesino. Por el contrario, arrodillarse frente a los demás era un pequeño compromiso. —Está bien, me voy a arrodillar. ¿Me lo dirás después de eso? Dolores se sorprendió. No esperaba que Sofía obedeciera. La miró y habló de forma precipitada: —Por supuesto, ¡solo arrodíllate! '¡Mamá, sé que moriste por una razón! No pude averiguar quién te mató antes. Pero me tragaré mi orgullo para saber la verdad...' Sofía se dejó caer de rodillas en el suelo frío: —Lo siento, Dolores Lien.... Eso fue exactamente lo que vio Colin cuando abrió la puerta de la sala de reuniones. Con una repentina ira, avanzó a zancadas y levantó a Sofía. No le importaba lo que pensaran los dos secretarios que estaban detrás de él. —¿Qué demonios te pasa, Sofía Lo? Dolores no esperaba que Colin apareciera de repente. La cara de la mujer palideció de horror. Luego se dio cuenta de que podría haber subestimado su relación. Pero Sofía no miró a Colin, la miró a Dolores: —¡Dímelo ahora!¿Quién es el asesino? Dolores retrocedió, con su rostro pálido, incapaz de decir una palabra. No tenía idea de quién había asesinado a la madre de Sofía. ¿Asesino? ¿Qué asesino? Completamente desconcertado, Colin la miró a Sofía, que lucía muy expectante y con los ojos que brillaban con esperanza. —¡Dilo! —Sofía sacudió las manos de Colin, corrió hacia Dolores y le apretó los brazos con toda su fuerza. Dolores se asustó mucho por la expresión en su rostro. Se estremeció y tartamudeó: —Fue... Fue... ¡Alex Lo lo hizo! No pudo pensar en nadie más a quien culpar en ese instante. Pero casi todos

sabían que Alex Lo había desaparecido. ¡Fue un buen chivo expiatorio! —¡Es totalmente absurdo! —Ahora incluso Sofía se dio cuenta que algo andaba mal. ¡Dolores no sabía nada! ¡Y se atrevió a echarle la culpa a su hermano menor!Soltó los brazos de Dolores y la agarró del cuello. Poco a poco Sofía apretó más y más fuerte. ¡Fue una estúpida al creerle a Dolores! —A... .. Ayuda.... —tosió Dolores. Paulo intentó alejarla de Sofía, pero fracasó—. Sofía Lo, ¿estás loca? ¡Suéltala! ¡Déjala ir! Colin observó con calma y saludó a Jimena y Wade que se horrorizaron. Las dos secretarias cerraron la puerta y se fueron. Sofía continuó apretando su cuello más y más. Paulo le dio una patada muy fuerte en la espinilla de Sofía. Tan pronto como Sofía la soltó, la apartó y abrazó a Dolores.

Capítulo 24 ¿Perdiste la cabeza? Colin se movió rápidamente para sostener a Sofía. Cuando Dolores parecía quedarse sin energía, Colin quiso ayudarla. No esperaba que Paulo fuera tan rápido en su ayuda. Sofía se movió con torpeza en los brazos de Colin y se cubrió con la mano su pierna herida. Pero fue su corazón el que más le dolió. Paulo y Sofía se conocieron cuando solo tenían dieciséis años. Incluso entonces, había acosadores que se burlaban constantemente de su figura. Sin embargo, a Paulo no le importaba su peso. Incluso cuando la pequeña Sofía inclinó la balanza hasta los setenta y dos kilogramos. Paulo la sostenía en sus brazos y susurraba palabras de amor en sus oídos. Incluso desde muy joven, prometió casarse con ella. En el undécimo grado, la pareja comenzó a salir formalmente. En la universidad, se separaron. Paulo asistía a la universidad en la ciudad D mientras que Sofía se quedó en el País A y esperaba pacientemente su regreso. Como todos los jóvenes amantes, la joven le escribía a diario. A menudo faltaba a clase para visitarlo. Cuando volaba para el semestre, Sofía veía el avión salir de la pista y se le llenaban los ojos de lágrimas. Los compañeros de clase de Paulo se burlaban de él—. Ella es enorme. —le decían—. ¡Una verdadera ballena! ¿No debería hacer una dieta o algo así? ¿Cómo haces para abrazarla? Paulo respondía con calma, simplemente: —Me gustan las mujeres más rellenitas.

... Pero Sofía no era la única chica en la vida de Paulo. En la Universidad, conoció a Dolores, la hija de una familia adinerada. Joven y apasionada, rápidamente se enamoró de él. Dolores viajaba a la ciudad D con frecuencia. Pero Sofía confiaba en Paulo.

Después de todo, siempre fue terriblemente leal a ella. Pero cuando Sofía era una estudiante de segundo año... Un día, Dolores alardeaba sobre su relación con Paulo. Este nuevo acontecimiento presionó a la familia Lo. Solo unos pocos días después, Dolores agregó insultos a esa situación e hizo algo increíble. Las cosas se pusieron violentas cuando apuñaló accidentalmente a una sirvienta durante una pelea con Sofía. Paulo llegó justo a tiempo para ver cómo se desarrollaba la escena. Cuando lo vio, Dolores inmediatamente tiró el cuchillo. A pesar de que la vio sosteniéndolo, Paulo testificó en contra de Sofía. La joven fue inmediatamente encarcelada. Afortunadamente para Sofía, la sirvienta sobrevivió. Aún así, Sofía fue acusada de herirla intencionalmente. Sin embargo, por su buena conducta, la sentencia debería de haber estado muy por debajo de la máxima que era de cinco años. Sin embargo, la familia de Dolores pensaba de manera diferente. Gracias a su influencia, Sofía recibió la sentencia máxima de cinco años.

... Los gritos de Paulo devolvieron a Sofía a la realidad. En algún momento, Colin la soltó y le dio una patada a Paulo en el estómago. Con malicia, también le quebró el brazo izquierdo. —¡Tocas a mi mujer! ¡Enfrente de mí!¿Cómo te atreves, Paulo? —Colin le pisó el pecho. Paulo rodó por el piso y se retorcía de dolor. Colin se agachó, recogió el contrato y lo rompió en pedazos. Se los tiró en la cara a Paulo. Colin acomodó su postura y sostuvo a Sofía de nuevo en sus brazos. Miró de manera amenazante a Dolores y le advirtió: —¡Si alguna vez te metes con ella, te haré lo mismo! Luego salió de la sala de reuniones con Sofía en sus brazos. Jimena y Wade estaban esperando afuera de la habitación. Como la sala de conferencias estaba insonorizada, no tenían idea de qué locura acababa de desarrollarse. Cuando la vieron a Sofía en los brazos de Colin, Jimena y las otras secretarias del vigésimo segundo piso se sorprendieron. Con sus ojos que giraban alrededor de la habitación, Sofía inclinó su cabeza sobre Colin. Estaba muy pálida y se veía débil.

No pareció notar todos los ojos curiosos cuando Colin la llevó al ascensor y presionó el botón del octogésimo octavo piso. Rápidamente llegaron a la oficina ejecutiva. Después de cerrar la puerta, Colin sacudió suavemente los hombros de Sofía para despertarla. Los ojos de la mujer se comenzaron a enfocar y se fijaron en la imagen de Colin, que se arrodilló frente a ella. —¿Señor Li...? —Sofía estaba confundida. '¿Perdiste la cabeza?' '¿Cómo pudiste doblegarte ante una mujer como Dolores?'. Colin frunció el ceño. Sofía sintió que la agarraba muy fuerte de sus hombros. La joven bajó la cabeza y luego la levantó de nuevo—. Debo haber perdido la mía también. . Para pensar que puedo creerle. . Dolores. . Ja, ja, ja. —De repente, Sofía se echó a reír. Fluctuaba entre la risa y el llanto, Colin sintió un dolor en sus entrañas. No pudo evitar envolverla entre sus brazos. Se rindió a su abrazo y Sofía dejó de reír por completo y sollozó profundamente. No había llorado con tanta angustia desde aquel fatídico día. . Ni siquiera cuando Paulo intentó aprovecharse de ella. Sofía sintió un dolor interno de venganza. Se odiaba a sí misma por eso, pero quería vengarse: eso era lo único que deseaba ahora. Comenzó a perder la noción del tiempo. El dolor palpitante en su pierna disminuyó un poco, pero continuó llorando. —Si no te detienes pronto, mi oficina se va a inundar. —le dijo Colin. Su maquillaje corría por sus mejillas. Sofía miró la camisa mojada de Colin. Sin importarle, frotó su estropeado maquillaje contra ella. —¡Sofía Lo! —Vio esta reacción de la joven y Colin le suplicó con un poco de molestia en su voz. Sofía sonrió a través de sus lágrimas, retrocedió unos pasos y levantó la cara, ahora con rastros de máscara de pestañas: —¿Quién te dejó engañarme esta mañana? —Sofía, ¡tu cara es un desastre! Y... tus lágrimas son negras. —Colin miró las manchas de su camisa que ahora estaba toda sucia. Miró su obra maestra y Sofía se echó a reír—. Sácate la camisa, te la lavaré. La miró de manera traviesa, se quitó la chaqueta, se quitó la corbata y comenzó a desabotonarse la camisa. —No. . Será mejor que vayas al vestuario y te la quites. —Cuando lo vio comenzar a desabotonarse la camisa, Sofía se sorprendió al ver que en realidad

se iba a desvestir frente a ella. ¿Era... . tímida? Colin levantó una ceja: —¿Tímida? Viste a muchos chicos desnudarse antes, ¿no es verdad? El ambiente en la habitación era ligero y suave como el aire de un globo. Sofía se puso las manos en las caderas y respondió fríamente: —Gracias, señor Li, por todo. Seguiré mi camino ahora. Con toda la conmoción, casi olvidó su objetivo principal: ¡divorciarse! Colin se sorprendió por el repentino cambio en Sofía. Así, la joven se levantó y salió de la habitación. ¿Qué tipo de actitud era esta hacia el jefe? Volvió a la sala de reuniones. —¡Oh, dios mío, querido!¿Estás bien? —Dolores ignoró su dolor en el cuello y trató de ayudarlo a Paulo a ponerse de pie. Dolores realmente lo amaba. El amor entre los dos era un poco misterioso. Ella era, después de todo, la hija de la prestigiosa familia Lien. Por el contrario, Paulo no era nada especial. Incluso podría parecer un cobarde. ¿Qué hacía ella con un hombre sin nada para darle? —Creo que mi brazo está fracturado. —Paulo estaba pálido. Fue sorprendido por la repentina brutalidad de Colin. —¡Vamos al hospital! —Sí. De acuerdo. —Apoyándose el uno contra el otro, la pareja salió de la sala de reuniones. Las secretarias los miraron mientras salían de la oficina. En el ascensor, Dolores pensó en lo que había dicho Colin y le preguntó a Paulo: —¿Tiene Colin realmente tanto poder como dice? Paulo respondió con tristeza: —Sí, no solo lo apoya el Grupo SL, sino también Helge y otra persona. No sé quién es todavía, pero es alguien aún más importante. Colin está respaldado por amigos que ocupan altos cargos. Ciertamente es un hombre poderoso.

Capítulo 25 Finge que eres mi novia Paulo estaba furioso consigo mismo. No le importaba su relación con Colin, ¡pero se dio una patada por propiciar una oportunidad para que Sofía se casara con Colin! —Arreglaremos el contrato. ¿Qué debemos hacer? —Dolores todavía estaba aturdida por Colin. ¡No podía entender cómo podía proteger a Sofía e incluso fracturar el brazo de Paulo!Necesitaba decírselo a su padre. Podría hablar con algunos de sus contactos influyentes y tal vez sacarlo del Grupo SL. Paulo todavía pensaba en el contrato. Ahora que estaba hecho trizas, no tenía más remedio que permanecer con calma con la Familia Lian. —Hablaré con Sofía. Tal vez pueda decirle algo a Colin. Dolores lo fulminó con la mirada. —¿Hablarle a Sofía? Paulo normalmente admitía que él era el tonto en su relación. Pero ahora, Dolores actuaba así. ¿Su estupidez era contagiosa? —Cariño, ¿no viste cómo Colin sostuvo a Sofía? ¡Hay algo entre ellos! — Paulo trataba de que Dolores estuviera de acuerdo. Si no fuera por la advertencia de Colin, le habría contado sobre el matrimonio. Antes del incidente en la sala de conferencias, pensaba que Colin odiaba a Sofía. Ahora, no estaba tan seguro. Dolores lo escuchó atentamente y apretó los dientes con ira. La pareja dejó SL, se subió a un automóvil y se dirigió a un hospital. Sofía volvió a su escritorio. Miró su reflejo en la pantalla de su teléfono y se sorprendió porque su maquillaje era un desastre. Esos restos lucían horribles en su cara. Se limpió rápidamente la cara antes de volver a su escritorio. Sofía estaba completamente inmersa en los eventos de la sala de conferencias. Tuvo en cuenta que Dolores le mintió y todavía no tenía idea de quién era el asesino. Ella había sido engañada y tuvo que arrodillarse frente a Dolores. 'Dolores, vamos, te arrodillarás ante mí. ¡Te observaré mientras te inclinas diez veces!. Sofía pensó en su interior.

Pero... Sin embargo, recordó todo el tiempo que dedicó y trabajó para la compañía de SL en el País Z y Dolores repentinamente tuvo una sensación de pérdida. ¿No sería mejor para ella regresar al País A ahora? Tendría que comenzar desde la nada de nuevo, pero aceptaría felizmente cualquier trabajo allí. Sería un nuevo comienzo. ¿O sería mejor dejar completamente el Grupo SL? Sacó su teléfono móvil y primero, miró el mensaje del banco. El balance solo tenía unos miserables cuatro dígitos. . Indudablemente no tenía dinero para comenzar su propio negocio. '¿Qué tengo que hacer?' Sofía pensó en su interior. Se golpeó suavemente su cabeza con los nudillos, pero todavía no podía pensar en nada. 'Bueno, supongo que me centraré en mi trabajo por hoy. Después de todo lo que pasó, necesito ser fuerte. Lo necesitaré para vengarme de Dolores'. Justo cuando terminaba de sacar sus conclusiones, sintió la mano de Helge en su hombro. Reapareció después de ausentarse durante la mayor parte del día. —¿A dónde vamos, Helge? Helge le guiñó un ojo—. Lo sabrás cuando lleguemos allí. Ella se resistió. —Helge, todavía tengo trabajo que hacer. Si no es algo importante, preferiría quedarme. —Sofía quería enfocarse en su trabajo para olvidarse de todo. —¡Te prometo que es importante! Mientras caminaban por los pasillos, Sofía notó que Colin no estaba en su oficina. Sin marcar su ficha, Helge la llevó fuera de la oficina. Le hizo un gesto para que se subiera en su Lamborghini rojo. Sofía obedeció. Se alejaron rápidamente. —Helge, no pude marcar mi tarjeta. ¿Puedo volver...? —Helge la interrumpió: —No te preocupes. . No importa. Yo también llegué tarde esta mañana. No me van a pagar el día completo. ¡Vamos a tomarnos el día libre! Sabía de sus problemas financieras y Helge tomó una tarjeta prepaga de su billetera y se la entregó—. Hay cien mil. ¡Esto es mucho más de lo que te pagan por una semana! Sofía puso los ojos en blanco. Le devolvió la tarjeta y se cruzó de brazos. —Por favor, no. Gracias a Señor Li, me gusta pasar tiempo contigo. . 'Si alguien me va a dar dinero, será Colin', pensó. Helge rechazó la tarjeta y la empujó hacia ella. —No estoy bromeando, tómalo. Te ayudaré a elegir algo para vestirte. ¡Quiero invitarte a salir!

Helge era sincero. Sabía que Sofía necesitaba dinero y tenía trabajo que hacer. Realmente quería ayudarla. Sofía, sin embargo, pensó que esa cantidad de dinero era demasiado. Forzó una sonrisa en su rostro. Claramente se veía muy falsa. Todavía negándose a tomar la tarjeta, se miró de reojo su vestido—. ¿Soy realmente tan patética? Un mujeriego como él pasaba la mayor parte de su tiempo con mujeres. Le gustaba pensar que podía entender su pensamiento. Pensó que entendía por qué Sofía lo rechazaba. Agarró su billetera como para guardar la tarjeta—. Bueno, si no la quieres, no te obligaré a aceptarla. Pequeña Sofía, no te enojes. —le dijo. La joven negó con la cabeza ligeramente: —Piensas demasiado. No estoy enojada. Ni Colin ni Helge podían entenderla realmente. Sofía pensó en lo que pasaría si se divorciara. Tal vez realmente dejaría la compañía SL. Podría regresar al País A, encontrar un trabajo decente y cuidar de su padre y de su hermano. . —¿Sofía? ¡Sofía!. —La voz de Helge puso fin a los sueños de la joven. Avergonzada, lo miró—. Lo siento. ¿Qué dijiste? Helge se quedó sin palabras. El hombre se pasó las manos por su cabello. Esta era la primera vez que una mujer mostraba tan poco interés en él. —Está bien, te diré algo. Necesito ir a una fiesta esta noche. ¿Puedes fingir que eres mi novia? ¡¿Qué? !¿Una fiesta? ¿Fingir que soy su novia? —Yo... no creo que sea una buena idea. —Para empezar, ¡era la esposa de Colin!Con solo decirlo, era un favor muy extraño lo que le pedía. Helge sonrió: —No te preocupes por Colin. No le importará, puedes estar segura. ¡Estará en esa fiesta con su cita! ¡¿Qué?! ¿Colin también iría? ¡¿Con una mujer?! —Esta bien, lo haré. —Sin más preámbulos, se lo prometió a Helge. El hombre llevó el automóvil hacia la entrada de una agencia de modelos. La acompañó a Sofía hasta el tercer piso. Quedó sorprendida por lo que vio en ese momento. Era una habitación enorme, completamente llena con vestidos de noche. Había miles y de todos los diseñadores imaginables. Helge se tomó su tiempo para encontrar el vestido perfecto. Después de mucho esfuerzo, sacó un vestido rojo y se lo dio a Sofía. No le gustaba mucho el color rojo, pero fue hacia el vestidor para probárselo. Cuando salió, Helge estaba sentado en un sofá mientras leía una revista.

Generalmente se vestía en colores neutros y ahora, ese vestido rojo le daba más vida y energía. Helge no pudo evitarlo y dejó escapar un silbido. Sofía era una mujer hermosa. Simplemente no tenía idea de cómo vestirse. Asimismo su maquillaje que era muy barato y simple. Si solo se esforzara un poco más, podría ser una mujer realmente impresionante. Helge sintió un renovado interés en los asuntos matrimoniales de Colin...

Capítulo 26 ¡El Sr. Huo lo ha vuelto a hacer! Haciendo memoria, Sofía siempre había preferido los colores oscuros. Echando un vistazo a las fotos de la familia, el color más claro que había usado en su vida era color vino tinto borgoña intenso. Por supuesto, la figura de Sofía era una de las razones por las que prefería los colores oscuros. Sin embargo, descubrió su potencial, 60 kilos de curvas en un hermoso vestido de noche sin tirantes. Ella lucía radiante en color rojo claro. Sin lugar a dudas, deshacerse de sus gafas, cambiarse el cabello y aplicar un poco de maquillaje harían maravillas por su apariencia. Hmmm ella tenía que ser impresionante, inolvidable. Helge se sentía cada vez más interesado en Sofía Lo. Era como una rara taza de té. Innegablemente única y enloquecedora por su delicia. Perder a Sofía sería una verdadera tragedia para Colin. Algo de lo que se arrepentiría por el resto de su vida. Bueno, ¿qué tal una competencia? Helge se vio tentando en competir contra Colin y ganarse a Sofía. Decidido, Helge llamó a la estilista. —Quiero que también la maquilles. ¡Ella debe lucir espectacular! —¡Sí señor. Huo! La estilista sentó a Sofía frente a un espejo de cuerpo entero y se puso a trabajar con un arsenal de cosméticos. Una hora más tarde, Sofía estaba casi dormida en la silla de maquillaje cuando la estilista la despertó. —…¿Sí? —Cuando abrió sus pesados párpados, Sofía quedó asombrada al ver a la hermosa mujer que la estaba mirando en el espejo. Sofía Lo no estaba segura de haber visto antes a esa mujer. Elegante y confiada, no pudo reconocer su rostro. ¿Quién era ella? Como en un sueño, Sofía se puso de pie. Helge se acercó y le dio una larga mirada de arriba a abajo. Se sintió innegablemente atraído por la mujer. Sofía señaló al espejo. —Helge, ¿quién está ahí? ¿Quién es ella? —Helge respondió simplemente: —Eres hermosa. Mirando brevemente el espejo Helge se desconcertó. —¿Alguien en el

espejo? Él miró más de cerca. Sólo se vio a sí mismo. —De qué estás hablando, sólo somos nosotros. —Sofía se apartó y miró de nuevo al espejo. —Ella —dijo, señalándose a sí misma. —esa hermosa mujer. La mujer en el espejo también la señaló. Al principio curiosa y luego sorprendida, Sofía observó su reflejo. Se tapó la boca con cuidado, evitando estropear el maquillaje. La impresionante mujer que la estaba mirando fijamente era... ¿Ella? Sofía nunca se había visto así antes. Con un vestido de noche rojo brillante y los hombros descubiertos, honestamente no se reconoció. Su largo cabello negro ahora tenía un suave rizo y caía sobre sus hombros. Las pestañas postizas y la base eran sutiles pero transformadoras. La estilista había hecho magia con ella. La calidad del maquillaje era innegable. Los cosméticos premium importados la dejaron con un aspecto delicado y suave. —¡Sofía te ves increíble! —Helge con una mirada de emoción, colocó sus manos sobre los hombros de la mujer quien seguía asombrada. Para ser honesto, en este preciso momento, Sofía Lo era más bella que el 90% de las mujeres que lo rodeaban. ¡Guauu! Pensando en ello, Helge sólo podía pensar en una o dos mujeres que se le podían comparar. —¡Gracias, Helge! —Sofía estaba verdaderamente agradecida por la admiración, algo a lo que no estaba acostumbrada. Nunca pensó que podría ser tan atractiva, y mucho menos soñar con verlo con sus propios ojos. —Señorita... ¿qué le parece si nos trae los... uhh. ¡Los stilettos negros con diamantes en los tacones! Helge señaló un par de tacones altos dentro de una vitrina. Sin decir una palabra, la estilista sacó una llave y un par de guantes blancos y fue en busca de los zapatos deseados. Sofía se puso cuidadosamente los tacones de ocho centímetros. Qué embarazoso. Ella no sabía andar en tacones altos... Se quedó quieta mientras Helge se alejaba de ella. Incapaz de seguirlo, se sentía imposibilitada y avergonzada. Se miró los pies y se preguntó cómo caminaría sin caerse. Helge llegó hasta el interior del ascensor sin darse cuenta de que Sofía no estaba presente. —Sofía. ¡Date prisa!¿Qué estás haciendo? Sofía Lo parpadeó: —Helge, necesito que vengas aquí... ¿Podrías

ayudarme? De repente, Helge entendió el problema en cuestión. Caminó hacia ella y le extendió su mano. Ella sostuvo su brazo y con cautela salió del estudio. Trevorlandis, un hotel de cinco estrellas. Esa noche, la Compañía de Tecnología Simon del país Z había reservado todo el primer y segundo piso. Era la celebración del 30 aniversario de la compañía. Todos estaban presentes. Desde los altos ejecutivos hasta los socios cooperativos. Se trataba de la mejor noche del año para la compañía. Cuando apareció Helge en la puerta vistiendo un traje blanco, el gerente de Simon se acercó a él de inmediato. —¡Bienvenido, Sr. Huo pase, por favor! Al ver a Sofía, el gerente se quedó mudo por un segundo. La reputación de Helge se hizo presente. Realmente era un hombre que siempre se encontraba rodeado por mujeres hermosas. Helge asintió con la cabeza al gerente y entró al hotel, con las manos en los bolsillos. Las cabezas se volvieron cuando la pareja entró en el hotel. El hombre de blanco y la mujer de rojo llamaron la atención de todos los presentes que los miraban. —¿Es el señor Huo? ¿Cuándo llegó aquí? ¿Y quién es esa mujer despampanante que lleva del brazo? ¿Por qué nunca la he visto? —Señor. Huo lo ha vuelto a hacer. Siempre está rodeado de mujeres hermosas. Solo mírala... Ella se distingue sobre las demás. —Amén a eso.

... Bajo la atenta mirada de los demás asistentes, Sofía y Helge caminaron hacia la alfombra roja, tomados del brazo. Se acercaron al presidente de Simon. —Señor Huo —dijo el presidente, estrechando la mano de Helge. —ha pasado tanto tiempo. Veo que todavía es guapo. Cuidado con permanecer deferente, respondió Helge con una sonrisa. — Gracias Señor. Wen. ¡Felicidades por los 30 años! Las mujeres de los alrededores se desvanecían al ver la característica sonrisa torcida de Helge. —¡Es demasiado educado! Señor Huo, ¿quién es esta hermosa mujer a su

lado? ¿Le importaría presentarnos? De repente, una figura apareció en la puerta. Llamando la atención de todos en la sala. Sofía, curiosa, volvió la cabeza para mirar hacia la puerta. El hombre de la puerta era... ¡Era Colin! Llevaba un esmoquin clásico de color negro. La mujer a su lado llevaba puesto un vestido de noche a la altura de la rodilla. —Oh, Dios mío, esta es la primera vez que he estado tan cerca de Colin. Qué hombre tan guapo... —Es la sangre de la familia Li. Todos en esa familia son bellos. —Escuché que Colin acaba de llegar al País Z. Reconozco que Colin y el Sr. Huo son los hombres más deseados de aquí. ¿Qué chica no querría casarse con alguno de ellos? —Voy a arreglar mi maquillaje. Con suerte, después de esta noche, seré la señora. Li, jaja.

... La pareja caminó hacia donde se encontraban ellos. Helge los miró y entonces sonrió. Esperó a saludarlos formalmente y se volvió hacia el presidente. —Sr. Wen, ella es Sofía Lo, mi novia. El señor Wen quien estaba viendo a Colin, dirigió su mirada a Sofía y habló. —¡Uh, hola novia del Sr. Huo, es un placer conocerte!Señorita Lo. —¡Estoy encantada de conocerle también! Señor Wen. —Se estrecharon las manos sencillamente. Colin se quedó cerca, sin dejar de mirar a Sofía. Por supuesto, Colin sabía que Sofía era linda, pero parecía haber olvidado lo hermosa que podía llegar a ser. Con tan sólo un poco de maquillaje, logró destacar como la luna llena en el cielo nocturno.

Capítulo 27 Pillar a un amante de la comida —¡Bienvenido señor Li! —El efusivo saludo del presidente llamó la atención de Colin. Colin saludó al Sr. Wen, estrecharon sus manos y le correspondió su sonrisa. —Señor Wen, felicidades por los 30 años de liderazgo de Simon. —Gracias. Señor Li Después del breve saludo, el Sr. Wen se fue a socializar con los demás asistentes. Colin tomó un sorbo a la copa de vino tinto que Helge le había dado. Sin querer, la mirada de Colin se fijó una vez más en la mujer vestida de rojo. —Colin, hermano. ¿Por qué no presentas a tu chica? —El buen humor de Helge no parecía influir en Colin, quien mantuvo su mirada fija en Sofía, la cual ahora estaba bajando las escaleras. Los ojos de Colin parecían atravesar la carne. Desnudó a Sofía con su mirada. Con Colin permaneciendo en silencio, la mujer en su brazo habló con una sonrisa en su rostro. —Hola señor. Huo, he oído mucho sobre ti. Soy la compañera de Colin para esta noche. Mi nombre es Nancy Wen. Helge silbó entre dientes. —¿Y cómo nunca he oído hablar de ti? Así que eres la tercera chica de la familia Wen, ¿eh? Siempre escuché que la tercera hija era trascendentemente hermosa. Tengo que decir que te has ganado esa reputación. Nancy se sonrojó y miró hacia el suelo. Cualquiera de ellos dos eran excepcionales entre los hombres. Ella estaría feliz de estar con cualquiera de los dos. Helge sintió una mirada sobre él. Se dio la vuelta y creyó ver a una mujer en un rincón que se giró y se fue. Queriendo saber más, Helge aflojó su brazo de Sofía y dijo: —Pequeña Sofía, tengo un asunto que atender. Vuelvo pronto, por favor espérame aquí. Con esto, Helge se apresuró a ir tras la mujer. Sofía se sintió repentinamente abandonada. Se vio sin poder hacer nada cuando Helge se desvaneció entre la multitud.

Sus ojos se encontraron brevemente con los de Colin, pero él se alejó de ella junto con Nancy.

... Sofía estaba ahora sola en la multitud. Cuando se familiarizó con los tacones altos, se dirigió a la zona de postres. Un hombre a su lado de repente se acercó a ella. —Hola hermosa dama, ¿estás sola esta noche? Sofía, que acababa de tomar un bocado de pastel, rápidamente lo tragó con dificultad. Ella miró al hombre a los ojos y dijo: —No, no lo estoy, estoy esperando a mi amigo. Sofía no conocía a aquel hombre, le sonrió con cortesía pero desvió su atención del extraño. El hombre, sin embargo, no comprendió la señal de Sofía y comenzó a acercarse aún más a ella. Sofía se encontró de repente rodeada de varios hombres. —¿Para qué compañía trabajas, señorita Lo? Nunca te hemos visto antes. —Señorita Lo, ¿cuántos años tienes? ¿Tienes novio? —¿Cuál es tu relación con el Sr. Huo? —¿Puedo llamarte Sofía? —¡Sofía, estás hermosa esta noche!

... Sofía sintió que su ansiedad aumentaba conforme los hombres la rodeaban. Se sentía incómoda y claustrofóbica. —Perdóneme. Necesito ir al baño. Por favor, déjenme pasar. —Sofía dejó el plato del postre y el tenedor, se levantó el vestido y salió. Justo cuando se preparaba para irse, uno de los hombres la agarró del brazo y le dijo: —Señorita Lo, ¿necesita quien la escolte? Descontenta por el contacto, retiró su brazo rápidamente. —¡No gracias! ¡Puedo ir por mi cuenta! Escapando de la zona de los postres, Sofía vagó por el pasillo. Ella no pudo encontrar el baño, Y le pidió ayuda a un camarero cercano. —¿Disculpe, dónde

está el baño? El camarero se detuvo, señaló hacia cierta dirección y se alejó. Sofía caminó en la dirección que había señalado el camarero, pero no pudo encontrar el baño. En su lugar encontró el jardín del hotel. Abrió las puertas y respiró profundamente el aire fresco y nocturno. Escuchó una voz familiar en la oscuridad. ¿Debería mirar más de cerca? ¿Acaso era Helge? Él... ¿Quién era esa mujer en sus brazos? Poco después, ella vio cómo la levantó y la besó en los labios. En ese momento, Sofía supo que debía irse. En realidad ella no pretendía fisgonear, pero tampoco quería volver al pasillo. Sofía levantó su vestido y se movió tranquilamente hacia un taburete que estaba en un pabellón cercano. Se sorprendió de haber encontrado una variedad de frutas y entremeses en una mesa frente a ella. . Ella felizmente abrió un plato de fruta y con un palillo tomó un pedazo de pitahaya. Sin embargo, su momento de gozo fue interrumpido por un hombre. —¿Qué tal ésta? —Preguntó el hombre. —Umm, sí, está bien —contestó Sofía sin mirar quién era el hombre. Ella tomó un bocado de kiwi. Era dulce y ácido. —¿Sabes lo que Helge está haciendo ahora mismo? —Sí. Él está por allá besándose con una mujer. —¡Espera! ¡Colin!—. ¿Qué estás haciendo aquí? —Sofía se sorprendió al darse cuenta de que era Colin. Colin se apoyó contra un pilar, con los brazos cruzados sobre el pecho. — Pillé a una amante de la buena comida. Sofía no soltó el tenedor. En su lugar, tomó una uva roja rechoncha y señaló a Colin. —¿Quieres probar? Está super dulce Colin echó una mirada desinteresada a la uva. —Sofía, si te gustan tanto, puedo hacer que te traigan más. Sofía siguió ignorándolo. Sabiendo que él no quería comer, ella volvió a sacudir la uva frente a él. —¡Pruébala! Está realmente sabrosa. El pabellón ahora estaba en silencio. Sofía, aburrida, dejó el tenedor. Comenzó a coger las uvas con la mano y se las metió en la boca. Sin embargo, mientras se movía para poner una más en su boca, una mano se deslizó alrededor de su cintura. Con la otra mano, Colin tomó una uva y la arrojó a su boca. —Hmm, supongo que tenías razón. Está realmente dulce. Sofía puso los ojos en blanco y miró fríamente a Colin. —Crees que todos son iguales a ti, ¿no?

—¿Qué dijiste? —Colin se sentó a su lado. El pabellón parecía aún más misterioso a la luz tenue de la noche. —No es nada. — Sofía continuó comiendo la fruta y pronto quedó sólo un pedazo de manzana. Sofía acercó la manzana a los labios de Colin. —¡Come! —Le ordenó ella. Colin levantó una ceja. —¿No quieres? Pensé que te encantaba la fruta. Deberías comértela. —En realidad, no me gustan las manzanas —respondió ella. —¿Así que sólo me lo das porque no te gusta? —¿Cuál era la lógica? Sofía asintió. —Colin solo queda un bocado, el camarero se deshará de él cuando venga. Eso sería un desperdicio. —¡Aléjalo! —Colin estaba asqueado por el pequeño trozo de manzana. —Colin, si no te lo comes, ¡les diré que fuiste tú quien se comió todo esto! —¿Y qué? No me importa. ¿Y qué si me lo comí todo? Oh... él tenía razón. Sofía inmediatamente se olvidó de la tonta idea. — Bien, ya no te forzaré, lo comeré yo misma. —Ah, bueno, supongo... tendré que comerlo. —Colin rápidamente devoró la manzana. Sofía se quedó pensando por un momento. ¿Lo hizo esto sólo para molestarla? —¿Terminaste? Deberías irte ahora. Tengo mucho en que pensar. —Sofía dejó sus cubiertos y limpió cuidadosamente el plato de la fruta. Ella comenzó a comer las pocas semillas de melón restantes. Colin no le prestó atención. —¿Cómo puedes comer así? ¿Me casé con un cerdo? Al escuchar ésto, Sofía sintió la necesidad de tragar un puñado de semillas de melón. Tal vez eso le enseñe cómo hablar con una dama. —¿Por qué haces un escándalo por cualquier cosa? ¿Me casé con una ama de casa? —Ella replicó. Colin agarró su barbilla y la apretó firmemente. —Eso es algo de boca que tienes sobre ti. Será mejor que tengas cuidado con lo que dices.

Capítulo 28 Ego o Amor El Dilema de Colin Colin miró a Sofía mientras hablaba casi a mil palabras por minuto. Hoy estaba muy conversadora porque estaba de buen humor. Podrías describirla como terca, elocuente, calculadora y amante de la comida. Su apariencia física era un testimonio de su pasión por comer. —Colin.... —Le dijo y metiéndose una semilla de melón en su boca: —... Umm, quiero renunciar. Colin la miró en silencio y luego respondió: —Bueno. Está bien. Sofía frunció el ceño por su respuesta. No esperaba que le respondiera tan fríamente. —Solo lo haré después de que me paguen mi salario. Esto le llamó la atención a Colin—. ¿Por qué vas a esperar hasta que recibas tu pago? Esa es una idea estúpida, Sofía. —Las palabras de Colin fluyeron, sin inhibiciones. Sofía se levantó del taburete de inmediato: —Colin, ¿por qué me dices algo así? ¡No soy estúpida! Colin negó con la cabeza. Sofía tenía la mala costumbre de que escuchaba lo que quería. Sus habilidades de escucha eran deficientes. Sofía, con mucha rabia que le hervía por dentro, se culpó a sí misma por casarse con Colin, que era simplemente un imbécil. Siempre la insultaba y ella no sabía por qué. Colin extendió la mano, tomó la de ella y le hizo un gesto para que volviera a sentarse. —Sofía, no escuchaste lo que dije. Dije que tu idea es estúpida, no que tú eres estúpida. —Pero como salió de mi mente y dices que es así, ¿no me estás llamando estúpida sin querer? —Contestó Sofía y lo tomó por sorpresa. Colin miró a su esposa y, por un segundo, sintió que estaba equivocado por subestimar su capacidad para razonar. Sin embargo, el hombre era muy orgulloso y nunca se disculpó. Su ego no se lo permitía. —No discutamos sobre la semántica. Mi problema es con tu idea.

Entonces, déjame aclarar esto, ¿planeas renunciar, regresar a la Nación A, acercarte a tu enemigo, encontrar un trabajo y buscar una oportunidad para vengarte de él? —Sofía lo veía diferente. '¿Podría él leer mi mente?'. Se quedó pensativa. Sofía asintió con la cabeza afirmativamente a sus palabras. Colin se rió de manera sarcástica. Un arrebato de ira inundó el rostro de Sofía—. ¿De qué te ríes? —Sofía, tienes un cerebro de cerdo. ¿Qué te hace pensar que puedes vengarte de la hija del Clan Lien? Podría arruinarte muy fácilmente usando su poder e influencia. Es una tarea de tontos. —Ambos sabían que Colin decía la verdad. El clan Lien mantenía una posición muy estable en la Nación A. Aunque Dolores, su enemiga jurada, no tenía poder, pero su familia sí lo tenía. Si alguien lastimara a la hija de esta familia, se asegurarían de castigar a la persona responsable. Era muy peligroso y Sofía sabía que tenía que tener mucho cuidado. Pero en el fondo ella estaba segura que algún día se vengaría—. No lo haré de inmediato. —Sofía respondió a las miradas inquisidoras de su marido. Colin se recostó en su silla y la miró con los ojos entrecerrados—. Está bien, pero si estás decidida a vengarte, me sentiría más cómodo si tuvieras un poco de ayuda. —Bueno, te tengo a ti.... —Sofía lo miró a los ojos con nostalgia. —¡Ja! ¿Qué puedo hacer yo? Yo no, cariño. Otro clan poderoso, quizá uno de una posición más alta y con mayor influencia que el de Lien. —Colin se rió de la ingenuidad de su esposa. Sofía se recostó en su silla y pensó por un momento—. Quizá el Clan Huo. Escuché que tienen una gran influencia en la Nación A. Tal vez Helge pueda ayudar en algo.... Colin se quedó sin palabras. No podía creer que pensaba en Helge. —Sofía, tú eres mi esposa pero piensas en otro hombre. ¿Cómo te atreves? La joven se mordió la lengua. Estaba decepcionada consigo misma por no pensar antes de hablar. Tenía una historia con Helge... una que Colin conocía muy bien. No era un secreto que el hombre lo odiaba por eso. Pero a pesar de esa historia, Sofía estaba enojada—. ¿Tu esposa? Colin, ¿si nunca me tratas de esa manera? Me menosprecias y siempre me amenazas con divorciarte de mí. ¿Por qué te importa de repente? —Colin entrecerró los ojos y se quedó sin palabras. Lo que Sofía no sabía era que Colin quería divorciarse y le pidió a Helge, el playboy, que la sedujera. Quería realmente deshacerse de ella. Sin embargo, cambió de opinión apenas le pidió a Helge que emprendiera esta tarea. Dos veces, los atrapó fundidos en un abrazo y Sofía parecía muy feliz.

Se puso muy celoso y le prohibió ver a Helge. Aunque Colin no la amaba, no quería que estuviera con otro hombre. Era muy vergonzoso para él. Especialmente esta noche quería pelear con Helge cuando escuchó que la presentaría a Sofía como su novia para hacerla enojar a Shelly Li. Esta situación la vio como una falta de respeto. Sofía miró a su marido y anhelaba una respuesta. Pero cuando no la consiguió, se levantó del taburete y le dijo en voz baja: —Colin, por favor, no sigamos jugando este juego. Si nuestro matrimonio solo está sujeto a un certificado y ya no me quieres, dímelo. Me aseguraré de que te deshagas de la forma más rápida y sencilla posible. Sofía contuvo las lágrimas. Se giró para alejarse, pero Colin se le acercó y la abrazó. En ese instante, su comportamiento cambió. Notó que Sofía estaba temblando y sus manos estaban frías—. ¡Oh, Dios! Estás tan fría como el hielo. Sofía se alejó de su abrazo—. ¡Como si te importara! Estoy bien. —Le respondió la joven castañeteando los dientes mientras la brisa fría la hacía estremecerse. Colin se quitó la chaqueta y se la puso alrededor de los hombros. A pesar de su enojo, dio la bienvenida al cálido abrazo de su abrigo. Sería una tonta si rechazara ese calor que le ofrecía—. Gracias. Colin alargó la mano para tocar la mejilla de la joven—. Sofía, si alguna vez me dejas o piensas en divorciarte, te destruiré. ¿Me entiendes? Sofía no se sorprendió en lo más mínimo porque no era la primera vez que Colin la amenazaba. Se había convertido en una especie de juego entre ellos, aunque era muy peligroso. Sabía que Colin podría destruirla si hacía algo que pudiera contrariarlo a gran escala. Sus amenazas nunca fueron ídolos y ella presenció lo que Colin les hizo a aquellos que alguna vez fueron amigos y ahora sus enemigos. Jugó a lo largo de este tiempo y fingió brevedad. Los brazos de Sofía treparon por su cuello mientras bromeaba con los cabellos a lo largo de su nuca —. Colin, ¿qué tipo de hombre amenaza a una mujer a la que dice que ama? Es un comportamiento muy infantil, ¿cuándo crecerás? Sofía sabía que esas palabras le molestaban, pero no esperaba que en esta intensidad. Colin dio un paso atrás y la sostuvo de los codos. Sofía aflojó los brazos de su cuello y se volvió para alejarse. Vio algo en sus ojos que la asustó. Sintió como si finalmente lo hubiera llevado al límite. Colin no le dio la oportunidad para escapar, pero la empujó con fuerza contra el pilar que estaba detrás de ella.

La espalda de Sofía golpeó dolorosamente contra la columna, pero a Colin no le importó. Estaba muy enojado y esto lo cegó. Quería ver hasta qué punto su esposa estaba asustada. —Te enseñaré lo hombre que soy. —Dijo de una manera drástica y obsesionado con probar su afirmación. Colin sujetó a Sofía al pilar y la besó bruscamente. Las manos del hombre agarraron las de ella, se las inmovilizó por encima de su cabeza asegurándolas con una mano. La otra, la colocó en el cuello de Sofía. Sofía luchó por alejarlo, pero era casi imposible. Colin era más robusto y más fuerte que ella. Su negativa despertó lujuria en los ojos de Colin mientras continuó besándola de una manera salvaje. Sofía no le devolvió el beso. En ese momento, la mano que estaba en su cuello se deslizó hacia abajo y levantó su vestido rojo, que ahora estaba alrededor de su cintura. Esto captó su atención porque el viento frío soplaba y podía sentirlo en sus muslos. Consciente de su intención, Sofía le mordió levemente el labio y Colin saltó hacia atrás—. De ninguna manera, Colin. —Le dijo mientras se bajaba el vestido. Colin apretó los dientes y le gruñó—. Si otros hombres podrían tenerte, ¿por qué yo no puedo? Sofía se agachó por debajo de sus brazos y retrocedió un par de pasos. 'Entonces, ¿por eso está actuando así?'. Sofía pensó en su interior y las lágrimas que amenazaron con escapar esta vez rodaron por sus mejillas. —¿Así que eso es lo que piensas de mí, Colin? Te entrego mi corazón y mi alma y aunque está muy claro que no me amas, me quedé contigo. Me amenazaste, me denigraste y sigo a tu lado. ¿Cómo te atreves a acusarme de buscar el afecto de otros hombres? —Sofía sollozaba en este momento. Colin no estaba escuchando. Su rabia lo cegó hasta el punto de obsesionarse con la idea de mostrarle a Sofía lo varonil que podía ser. Colin respiró intensamente, la agarró de la muñeca a Sofía y caminaron hacia el salón de banquetes. —Déjame sola, Colin. ¿A dónde me llevas? —Vamos a casa. Deja de resistirte. Te vienes conmigo y eso es definitivo. Colin le retorció un poco la muñeca para tirarla hacia adelante, pero Sofía no se movió—. Colin... Por favor.... —El hombre miró a los ojos a su esposa y su ira se disipó. El maquillaje inmaculado que una vez cubrió el rostro de Sofía, ahora estaba esparcido y con manchas por toda su cara. Parecía agotada y dolorida. '¿Qué hice?'. Colin pensó en su interior.

Sofía lo miró—. ¿Por que me estás haciendo esto? —Antes de que pudiera responder, Sofía aprovechó la oportunidad para liberarse de su agarre, le arrojó el abrigo y se alejó. Esta vez Colin no la detuvo. La observó mientras se alejaba de él. '¿Por qué no puede simplemente escucharme y hacer lo que le dije?'. Colin se quedó pensativo.

Capítulo 29 La Pelea de Amantes A Colin no le gustaba sentirse así. Estaba acostumbrado a tener todo bajo control, pero Sofía se lo puso difícil. Pero juró que la controlaría. Colin era el que tomaba las decisiones de la casa. Su plan de dejarlo y regresar a otro país, no le dejó muy bien al hombre. Colin debería hacer algo para detenerla. Sofía se sintió aliviada y segura cuando regresó al pasillo y vio a todas esas personas muy bien vestidas. Helge no estaba muy lejos. Se inclinaba sobre una mesa y hablaba con dos hermosas mujeres. El joven miró hacia arriba y sus ojos se encontraron con los de ella. Helge le sonrió y le hizo una seña con el dedo para indicarle que casi estaba por terminar su conversación y que pronto estaría con ella. Sofía se quedó allí, lo observó flirtear por un momento y se sintió disgustada ante la idea de que a ella le gustó este hombre. —Escuchen, hermosas, mi amiga está de vuelta. ¿Me disculparían? — Helge les guiñó un ojo a las dos damas y les regaló una de sus sonrisas más encantadoras. Al mismo tiempo, deseaba que su plan funcionara. Colin se equivocó cuando pensó que Helge presentaría a Sofía como su novia para herir los sentimientos de Shelly y en lugar de eso, toda esta escena fue para lastimar a Colin. —Claro, por supuesto. ¡No se olvide de nosotras, señor Huo! —Una de las dos mujeres lo miró de reojo a Helge. La agarró de la muñeca y le dio un beso: —¡No lo haré! —Luego dejó a las dos mujeres riéndose. Cuando se acercó a Sofía, le preguntó: —¿Dónde está tu marido? —¡Está muerto! —Le respondió Sofía. Logró arreglar un poco su maquillaje, pero sus ojos estaban enrojecidos debido al llanto. Evitó mirarlo a los ojos. Helge no sabía qué responder. —'¿Eso es verdad, Sofía? ¿Así que ahora soy como un fantasma? —Una voz fría venía desde atrás de la mujer. La chica saltó hacia un lado y lo miró a Colin.

'¿Cuándo me siguió hasta aquí?', pensó Sofía en su interior. No estaba allí cuando se dio vuelta hacía un momento. Helge no pudo evitar reírse: —Colin, te ves muy enojado. ¿Qué te sacudió las plumas ahora? Colin oscureció su rostro. Helge los miró a los dos y luego puso su mano en el hombro de Colin: — Veo que no te ves tan satisfecho como deberías estar. Eso no es gran cosa, hermano. Cumpliremos con todas tus expectativas. A Sofía se le hizo un nudo en el estómago. Miró a Colin muy nerviosa. Sus ojos se encontraron por un breve momento, antes de que el hombre rompiera la conexión. —Por supuesto. —Colin dijo con calma. Luego sonrió... Si Sofía no iba a darle lo que quería, él mismo lo conseguiría. 'Quizá con esto la pueda tener bajo control', pensó Colin. '¿Se encontraría con otra mujer?'. El corazón de Sofía dio un vuelco. '¿Qué haría ella?', pensó en su interior. De repente, la joven sonrió irónicamente: —Sí, vayan y diviértanse, chicos. Colin, solo recuerda la vergüenza que le traerás a tu familia si lo haces, particularmente a tu madre. Helge miró a Sofía con mucha curiosidad: —¿Qué quieres decir? No lo descubrirán, a menos que.... Sofía lo miró intensamente a Colin. Luego agregó: —Les contaré. ¿Por qué no? Además, Colin me dijo que su madre solo sabe que su vida privada es tan limpia como un silbido. ¿Te imaginas si ella descubriera lo contrario? El corazón de la anciana se rompería en mil pedazos. Colin y Sofía se miraron de una manera amenazante. El hombre no quería hacer nada que le causara dolor porque su madre era muy frágil. Agarró un vaso de vino de la bandeja de un camarero que pasaba y bebió todo su contenido. Sofía levantó las manos: —Sí. Llévame contigo, tomaré algunas fotos y se las enviaré a tu madre. La dejaré que vea lo feliz que está su hijo cuando está fuera de casa. Helge no pudo evitar reírse. Tomó un sorbo de vino de su copa mientras observó cómo se desarrollaba la escena. —Bueno, Colin, ¿nos vamos o no? El hombre no cedería. Esta mujer no le ganaría. —No me iré si estás con nosotros. Pero si insistes, entonces tendrás que volver a la mansión conmigo y esperarme en la cama. Colin le respondió a Sofía y ambos sabían muy bien cuál era el mensaje subyacente. La estaba amenazando.

Sofía lo miró con una expresión sombría. Parecía haber cambiado las cosas. Helge pronto se aburrió de esa competencia entre los dos: —Oye, ¿tomaste una decisión? —¡Cállate! —Colin y Sofía dijeron al unísono. Esto sorprendió a Helge, quien recuperó la compostura poco después. —Escúchame, soy tu marido. Sofía, vete a casa. Es una orden. —Entonces, Colin se dio vuelta y la dejó en un estado de conmoción. Esta reacción hizo que Sofía se enojara. '¿Cómo pudo Colin hacerle esto? ¿Cómo se atrevió a decir estas cosas? ¿Buscaría a otra mujer?'. Estos pensamientos y preguntas pasaron por la mente de Sofía. Helge le sonrió a la joven, giró para seguir a Colin y Sofía lo agarró de la manga de su camisa antes de que pudiera ir más lejos. Se dio vuelta muy confundido. Sofía no los dejaría ir tan fácilmente. Haría que Colin se sintiera celoso. Sofía sonrió: —Helge, tú me trajiste aquí, ahora debes llevarme a casa. Ya sabes, eres mi príncipe azul. Y este príncipe no dejará a su cita sola, ¿no es verdad? Si Colin quiere buscar a otra mujer, déjalo que vaya. ¿Te quedas conmigo? Le ronroneó Sofía, con esa voz que generalmente lo confundía a Helge. No sabía qué hacer. Era como si estuviera bajo el hechizo de Sofía. Colin se detuvo y le dijo a Helge: —Llévala a casa. Nos vemos en el Dark Night. —El plan no funcionó y Sofía se sintió muy triste. Se rindió. Colin le ganó. Helge asintió con la cabeza y dijo: —No hay problema. Ve tú primero. Me pondré al día. Luego Helge la llevó a Sofía a su casa—. Enviaré este vestido a la tintorería mañana. Te lo devolveré cuando me lo traigan. —Te lo regalo. De todos modos no uso vestidos. —Pero... ¿Cómo puedo...? —El vestido parecía muy costoso. Sofía no estaba segura de quedárselo. Helge agitó su mano: —No hay nada de qué preocuparse. Solo guárdalo como un regalo por ayudarme esta noche. Sofía aún dudaba. Así que Helge agregó: —Bueno, todavía puedes invitarme a cenar. —Bueno. Está bien. Le dijo Sofía dócilmente—. Es una cita. —El hombre respondió, la miró por un breve segundo y le guiñó un ojo. Sofía quería corregirlo, pero tampoco tenía la energía. La mujer le sonrió de manera cortés y bajó del automóvil. Esa noche, la temperatura era muy baja. El frío la hizo temblar. Helge vio esto y salió del auto, se quitó su chaqueta y se la envolvió alrededor de sus

hombros: —Toma esto para que no te resfríes. —El hombre le sonrió y volvió al automóvil. Sofía se acomodó la chaqueta y se dirigió hacia la puerta. Se la devolvería cuando lo viera al día siguiente. Sofía estaba en un trance. Trató de darle sentido a todos los eventos de esa noche, pero su mente no podía compaginarlos. Se acostó en la cama y no podía dejar de pensar en Colin. Ya debía de estar divirtiéndose con un grupo de chicas. 'Pero ¿por qué me siento tan mal?'. Sofía pensó en su interior. Dio vueltas y vueltas en la cama durante media hora más o menos y pensaba. Se sentó de golpe en la cama cuando se le ocurrió una idea. Se levantó y pensó que su idea lo enojaría a Colin. En el bar Dark Night, Colin bebió dos vasos de whisky. Se apoyó en el sofá y reflexionó. Sus pensamientos giraban en torno a Sofía. Por ser alguien a quien no amaba, pensaba demasiado en ella. También se preguntó por qué. '¿Sofía no se acostaría conmigo?'. Colin la deseaba, pero ¿era amor o lujuria? La puerta de la habitación privada se abrió y Helge entró con su chaleco blanco. —¿Por qué estás solo? ¿Dark Night se quedó sin mujeres? —Helge le preguntó cuando se dio cuenta de que Colin estaba sentado solo. No esperó una respuesta, volvió a salir, llamó al gerente y le pidió que le trajera algunas chicas. —¿Dónde está tu chaqueta? —Colin lo miró a Helge que se había sentado a su lado. El hombre tomó un sorbo de whisky y dijo: —La tiene tu esposa. Colin no respondió. Pero su mano apretó el vaso cada vez con más fuerza. Pronto, el gerente entró con seis mujeres. Se alinearon—. Señor Huo, señor Li, todas ellas no tuvieron su primera noche. Elijan la que quieran. Helge asintió y le dio una palmada en el hombro a Colin: —Vamos. Elige a una. Un destello de disgusto apareció en los ojos de Colin. Señaló con desinterés a la mujer que estaba cerca de la puerta: —Ella. El gerente la empujó a la que llevaba una camisola roja y se paró al lado de Colin: —Señor Li, esta es Nina. Es nueva aquí. ¡Ustedes dos, diviértanse!



Capítulo 30 Una Soplona Colin asintió con la cabeza, sirvió un vaso de whisky para Nina y lo colocó delante de ella. Helge también escogió a una chica y le pidió al resto que se fueran. —Trata al señor Li y al señor Huo muy bien. ¿Lo entiendes? —El gerente le advirtió a las chicas, salió y cerró la puerta. Helge sacó una pila de dinero y se lo dio a las mujeres. Las dos chicas se lo repartieron con entusiasmo y lo pusieron a un costado. Tenían que atender a los hombres. Nina envolvió su brazo alrededor del hombro de Colin y levantó su vaso de whisky hasta los labios del hombre: —Señor Li, por favor. —¡Vete! —Colin se negó y alejó sus caricias. Nina se encogió de hombros y estaba muy confundida. '¿Cuál es su problema?'. La mujer se quedó pensativa. —Oye, hombre, ¿qué tal si consigues una habitación? Podrás satisfacer tus necesidades en privado. —Helge guiñó un ojo. Colin agitó su mano: —Ahora no. —Llenó su vaso de whisky mientras Nina se sentó a su lado con una expresión confusa en su rostro. Unos minutos después, sonó el teléfono personal de Colin. Pensó que era Sofía, pero... Su estómago se hundió y su corazón latió más rápido cuando vio el identificador de llamadas. Era su madre. Eran casi las once de la noche y normalmente ella a esa hora se preparaba para irse a la cama. Se sintió conmocionado cuando vio que lo llamaba. Pidió que bajaran el volumen de la música e hizo un gesto a todos para que guardaran silencio. Luego deslizó la pantalla del teléfono y contestó. —Hola, mamá. ¿Qué haces despierta tan tarde? ¿Está todo bien? —Mi querido, ¿sigues en el trabajo? —No, salí con Helge. —¿Qué hacen? —Bebemos. —¿Hay alguien más con ustedes? —... ¡No! —Colin vaciló. Pensó que su madre se oía como de costumbre.

Sin decirle adiós, la llamada se cortó. Colin miró su teléfono y se quedó desconcertado. Justo en el momento en que estaba a punto de guardar su teléfono en el bolsillo, su madre le devolvió la llamada, pero esta vez como una videollamada. Un escalofrío recorrió su columna vertebral cuando sus temores se hicieron realidad. No tenía más remedio que responder a la llamada. Colin sabía muy bien que su madre no iba a dejar de llamarlo. Deslizó la pantalla de su teléfono y apareció el rostro de su madre. Tenía puestos sus lentes de lectura y por lo tanto, Colin sabía que buscaba algo. La expresión en su cara lo confirmó—. Déjame ver dónde estás Colin. —Madre, ¿por qué...? —Antes de que Colin pudiera terminar de hablar, Wendy intervino. —¡Dije que me muestres dónde estás! —Su rabia pasó a través de la conexión de vídeo—. Mamá, te llamo más tarde. —Muéstrame, ¡Ahora! Incluso si me cuelgas, seguiré llamándote hasta que yo vea dónde estás. Colin no tuvo más remedio que mostrarle. Giró la pantalla, movió la mano y cubrió la vista en 180 grados. Cuando volvió la pantalla hacia atrás, su madre había colgado la vídeollamada. Segundos después, su madre volvió a llamar; esta vez era una llamada telefónica. —¿Qué te pasa Colin? ¡¿Qué haces con esas mujeres que están medio desnudas y además estás casado? ¿Así te crié yo? —Wendy estaba muy enojada y avergonzada. No podía creer que su hijo actuara de esa manera. Su comportamiento la avergonzaba a ella y a toda la familia. Si alguna vez los vecinos se enteraran de sus actividades "extras —serían la comidilla de la ciudad. Su reputación como un miembro respetable y bien educado de la sociedad se arruinaría. Colin encendió un cigarrillo. Necesitaba algo con qué calmarse. Estaba cansado de estar en ese pedestal de 'hijo perfecto'. —Madre, no finjas que no sabías lo que estaba haciendo. Sofía te lo dijo, ¿no es verdad? —¿Importa si ella me lo dijo? —Colin suspiró profundamente mientras inflaba una nube de humo con su boca. Sofía fue demasiado lejos al involucrar a su madre. Mientras tanto, Helge simplemente se sentó allí y se regocijaba de lo que sucedía frente a él. Le hizo un gesto a las chicas para que se fueran. Se marcharon sin dudarlo y

con el dinero en sus manos. Helge se acomodó en una silla y jugueteaba con su vaso mientras escuchaba la conversación. Principalmente era Colin que daba respuestas de una sola palabra con largos espacios de silencio entre una y otra. Helge sabía que Wendy le 'comía la oreja' por toda esta situación. Diez minutos después, Colin colgó el teléfono—. Salgamos de aquí. —Colin dijo más palabras de las que pronunció en los últimos diez minutos. Salieron del bar y se dirigieron hacia los automóviles. Helge le pidió al chófer que dejara a Colin en la casa de Sofía. —Gracias, hombre, perdón por cortar nuestra noche. Después de que escuché a mi madre, mi estado de ánimo se arruinó. Colin se rió por la vergüenza, aunque Helge sabía muy bien que él no estaba de muy buen humor desde el principio. —No te preocupes. La familia está primero. —Helge subió a su coche y se fue. Colin entró en su auto y veinte minutos después, ya estaba en la casa de Sofía. Bajó del coche y buscó las llaves de la puerta principal en su bolsillo. Colocó la llave en la puerta mientras su mano seguía deslizándose. La culpó por la ira que hervía a fuego lento en su interior. Sofía vivía en una casa grande, así que le tomó un tiempo encontrarla. Además, ella tenía la costumbre de dormir en diferentes habitaciones de la casa. 'Esa mujer tiene muchos hábitos extraños', pensó Colin mientras su ira se convertía en murmullo. En el cuarto piso, se veía una luz encendida en la habitación más lejana. Se imaginó que Sofía estaba allí adentro. Caminó hacia la puerta, intentó abrirla, pero no pudo. Luego tocó a la puerta—. Sofía... Sofía... Abre esta puerta. Sofía.... — Después de unos minutos de silencio, Colin la golpeó con impaciencia. Más fuerte esta vez. —Sofía... Lo juro, si me estás ignorando... ¡Sofía! —Colin casi rompía la puerta. Mientras tanto, adentro de la habitación, la mujer estaba completamente despierta. No estaba segura de qué hacer. Después de que llamó a la madre de Colin y le contó lo que ocurrió esa noche, de todas formas, se quedó en la cama preguntándose cuándo él iba a hacerlo. Cuando lo escuchó subir las escaleras hacia su habitación, se sentó en la cama y esperó. Sofía sabía que estaba enojado, pero no tenía ganas de abrir la puerta.

Se levantó y miró por la mirilla. Pudo ver que su impaciencia se convirtió en ira. ¿Esperó ella demasiado tiempo? —Sofía, sé que estás ahí. ¡Abre la puerta! —Su voz era más fuerte esta vez. ¡Por qué gritaba tan fuerte! Luchó con su pregunta de si dejarlo entrar o no. No tenía ni idea de lo que Colin le haría. Tomó la llave de la habitación y se dio vuelta para abrir la puerta. Colin entró furioso, con un brillante destello de ira en su rostro. —Señor Li, ¿por qué viniste? —Sofía dejó la puerta abierta, en caso de que tuviera que echarlo. Colin no le respondió, pero miró alrededor de la habitación. Era amplia y con colores brillantes. Sofía tenía un gran sentido del estilo y de la decoración. A pesar de que la habitación estaba amueblada de forma sencilla, con solo una cama y un armario; una mesa y dos sillas; los pequeños accesorios; las flores; las decoraciones; los cuadros y las velas, todo esto hacía que la habitación se sintiera muy cálida y acogedora. Sofía lo observó a Colin que inspeccionaba el dormitorio. Estaba confundida en cuanto a por qué miraba la habitación con tanta intensidad. Luego Colin la miró. Empezó a caminar hacia ella. El corazón de Sofía se aceleró ya que no estaba segura de lo que Colin iba a hacerle. Las manos del hombre la agarraron por la cintura mientras acercó sus cuerpos el uno contra el otro. Esto la sorprendió a Sofía—. Así que cumpliste tu amenaza y llamaste a mi madre, ¿verdad? —Colin lo dijo más con un tono de una pregunta que como una afirmación. Sofía se encogió de hombros y le dijo: —¿Y qué? Colin se burló: —Sofía ¡estoy sorprendido de que me echaste tanto de menos! El hombre se sorprendió de su audacia. '¡Qué chica más interesante!, pensó Colin en su interior. —¿Estás sorprendido? Bueno, yo también. —Esa afirmación era cierta. Sofía tampoco sabía por qué llamó a su madre. Fue solo un impulso del momento. —¡Pídeme disculpas! —Le exigió Colin. Después de decir esas palabras, avanzó unos pasos para acercarse a ella. Sofía, por otro lado, se divertía con su rabieta infantil.

—Señor Li, como un empleador rico que eres, seguro que sabes muy bien cómo acosar a tu empleada. ¡Qué hombrecito patético que eres! De forma sorprendente, Colin no se enojó en absoluto por sus palabras. En su lugar, caminó directamente a su habitación, arrojó su abrigo al sofá y se acostó en su cama.

Capítulo 31 ¿Por qué aún sigues aquí? Sofía se sorprendió cuando vio a Colin acostado en la cama: —Señor Li, ¿estás sin hogar? —No me iré. No lo haré hasta que te disculpes. —Colin se incorporó, se quitó la chaqueta y luego los zapatos. Sofía se tragó su sarcasmo y lo agarró del brazo para que se detenga: —¡De acuerdo! ¡Bueno! ¡Muy bien! ¡Bien, lo siento mucho! ¡No debí llamarla a tu madre! ¡Discúlpame! Ni siquiera podía creer lo que veían sus ojos. '¿Cómo es que un Director Ejecutivo regional se comportó como un niño?'. Colin sonrió, apartó su mano y continuó quitándose los zapatos: —Ve y tráeme un poco de agua. Necesito lavarme los pies. —No. Vete a tu casa. Ya me disculpé. —Bueno, ya que sabes que te equivocas, debes compensarme por tu error. Estoy muy cansado ahora y no quiero moverme. Además, estamos casados, así que tu cama es mi cama. —Colin se quitó los zapatos y se recostó sobre las suaves almohadas de la cama. Una leve fragancia lo envolvió. Suspiró de satisfacción mientras se acomodaba. Mientras que Sofía se tiraba de su cabello con desesperación. '¿Por qué era tan difícil sacarlo de aquí?'. Sofía se quedó pensativa e intentó idear un plan. —Mi cama es muy pequeña y dura como una roca. Es bastante incómoda y no creo que puedas dormir de manera confortable. —Sofía trató de convencerlo de que cambiara de opinión. Colin cerró los ojos y respondió con calma: —Dormí en las barracas antes. ¡Las camas eran mucho más pequeñas y duras que esta! Sofía ahora sabía que Colin jugaba con ella. —¡No tengo ningún artículo de tocador de repuesto! —Puedo usar los tuyos. No me importa si están usados. —No, solo vete de mi casa. —La joven ya no quería andar con rodeos. —Sofía, ya la hiciste enojar a mamá. Si me obligas a salir de tu casa esta noche, la llamaré y le diré que siempre intentas deshacerte de mí. ¿Con quién crees que mi madre estará más enojada? —Colin sonrió y le hizo sentir a Sofía el

sabor de su propia medicina. La joven sabía que Colin era consciente de sus debilidades. Wendy era el punto débil de Sofía. La joven tenía miedo de hacerla infeliz. —Muy bien, duerme entonces. Te dejaré en paz. —¿A dónde vas? —Le preguntó Colin y salió de su posición cómoda. —Me voy a un hotel, no me quedaré aquí contigo. —Sofía comenzó a agarrar sus cosas que estaban en la habitación. Colin agregó con calma: —Está bien, entonces le diré a Wendy que te quedaste en la casa de otro hombre. —Sofía lo abofeteó en el muslo. Colin se sorprendió por su repentina reacción y la miró fijamente. De repente, se lanzó sobre ella, la derribó y lo siguiente que Sofia supo fue que ya había caído en un cálido abrazo. Cuando volvió a abrir los ojos, se encontró recostada sobre el fuerte pecho de Colin. Estaban tan cerca el uno del otro que Sofía podía oler el vino en su aliento y... También pudo ver la marca de una mordida en sus labios. La mordida de ella... aparentemente. No notó la herida durante el día. Ahora era muy obvia cuando lo miró más de cerca. Sus ojos se encontraron—. Si no quieres dormir, entonces podemos hacer otra cosa. ¿No me dijiste que tienes experiencia en muchas maneras? Sofía ya no tenía ganas de explicarle nada porque se cansó de que Colin sacara este tema una y otra vez. Después de todo, los dos estaban a punto de divorciarse desde un principio. No tenía que explicarle que nunca se acostó con otros hombres. Sin embargo, sabía que no había manera de poder evitarlo ahora. Se apartó de Colin, se enderezó y aceptó su destino. Entró en el baño y le hirvió un poco de agua caliente. Después de que Colin se lavó los pies, Sofía lo ayudó a tirar el agua del lavado. —Usaré tu cepillo de dientes. —Colin se levantó para caminar hacia el baño. Sofía le bloqueó el paso cuando estaba a punto de llegar: —¡Ni siquiera en tus sueños! —¿Qué dijiste? —Colin la miró con descreimiento. —Dije que no puedes usar mi cepillo de dientes. Bebiste y, además, ¿quién sabe a cuántas mujeres sueltas besaste? —Sofía gruñó en voz baja mientras guardó las toallas que Colin usó después de limpiarse. Pero su malhumor no pasó inadvertido para Colin y en silencio la observó mientras ordenaba las cosas en el dormitorio.

Colin era muy rico, pero a veces podía ser muy vengativo. ¡Dejaría que Sofía pagara por lo que ella dijo más tarde! Después de que puso todo perfectamente en su lugar, la joven yacía al lado de Colin. A pesar de que no quería compartir la cama con él, solo tenía un sofá en la habitación y no estaba lista para dormirse ahí. —¿Te vas a desvestir o no? ¡Estoy a punto de apagar la luz! —Le dijo Sofía y se puso de espaldas para darle algo de privacidad. Además, no quería mirarlo. Pero un pensamiento le dio un codazo en su mente. Solo tenía una manta. —¡Espera! ¡Para, Colin! —Sofía se levantó de forma precipitada de la cama y le impidió desabrocharse el cinturón. Colin estaba realmente muy contento. Vio el rostro ruborizado de Sofía y se burló: —¿Por qué? —¡Espera! ¡No te desvistas! ¡Solo tengo una manta aquí! —Le dijo Sofía y sus ojos se desviaron hacia sus manos. —¿Y entonces? —Colin le respondió y se desabrochó el cinturón. —Te quedarás desnudo.... —Sofía nunca se acostó con un hombre antes. E incluso cuando durmió en la habitación de Colin la otra noche, se acostó en su sofá. Así que no estaba preparada para esta situación en absoluto. Pero Colin la ignoró. Se quitó rápidamente los pantalones y se paró frente a ella medio desnudo. Sofía se cubrió con desesperación la cabeza con la manta y luego extendió la mano para apagar la luz. Luego Colin se quitó la camisa, la tiró sobre el sofá en la oscuridad y volvió a la cama. Se metió debajo de la manta y la abrazó por la espalda: —Sofía Lo, es el momento de la revancha. ¿Qué acabas de decir? Colin le susurró suavemente en su oído. Sofía cerró los ojos con impotencia y trató de retorcerse. Pero Colin no le dio ninguna oportunidad. —No. Debe de haber algo mal en tus oídos. No dije nada. ¡Retrocede! Colin no se movió hacia atrás, sino que la acomodó debajo de él—. ¿Por qué? Sofía Lo, enséñame. Muéstrame lo que puedes hacer, podría aprender una cosa o dos. La besó en los labios antes de que Sofía pudiera responder. Un ambiente romántico envolvió la habitación tranquila. Sofía trató de empujarlo con toda su fuerza, pero fracasó. El dulce sabor del vino en su boca también la embriagó. Justo cuando Sofía estaba a punto de darse por vencida, el teléfono de Colin sonó repentinamente y les impidió seguir adelante.

La mujer rápidamente lo apartó y se acomodó debajo de la colcha. Sus sentidos la inundaron de nuevo. Colin aspiró su dulce aroma y cerró los ojos con mucha rabia como si sufriera un gran dolor. ¡Maldición! ¡Quién diablos era ese! ¡Quién demonios se atrevió a llamarlo a esta hora! El teléfono seguía sonando. Colin apretó los dientes cuando vio el identificador de llamadas en la pantalla. Luego lo atendió: —¡Helge! El hombre pudo descifrar por su tono de voz que Colin estaba probablemente en medio de algo. —¡Oh, no, lo siento! No quise interrumpir. Algo le pasó a Leila. La apuñalaron durante la filmación.... —Entonces, ¿qué tiene eso que ver conmigo? —Dijo Colin con frialdad. —Amigo, ella te llama 'hermano mayor', después de todo. —Helge bromeó. —Hombre, ¿te das cuenta de que ya estoy casado? ¿Cuál es tu punto contándome sobre otras mujeres? —Colin apretó los dientes con furia. 'Si Helge estuviera aquí, le rompería la nariz', pensó Colin.

Capítulo 32 Necesito Pedirte Prestada a Tu Secretaria Con una ansiedad inconfundible en su voz, Helge preguntó: —Amigo, ¿estás seguro de que no cambiaste de opinión? ¿De verdad quieres que seduzca a tu esposa? —¡Sí, quiero! —Colin, sin embargo, ya estaba lleno de un sentimiento de arrepentimiento. —Vamos... quiero decir. ¡Tu esposa es muy divertida!Es como una buena taza de té delicioso, pero siempre puedes encontrar un sabor más profundo oculto. —Colin ya había colgado el teléfono. Helge se encontró que hablaba con el tono de llamada. Miró a la mujer frente a él y se encogió de hombros: —Tu hermano es tan cruel. Shelly Li permaneció en silencio durante mucho tiempo antes de finalmente comenzar a hablar: —Él todavía es mejor que un hombre que se enamora de todas las mujeres con las que se encuentra . —... .... Sofía escuchó claramente la conversación entre Colin y Helge. ¡Así que Colin lo envió a Helge para seducirla! Guau. Realmente no había nada que Colin no haría para lograr sus objetivos. No dejaría ni una piedra sin remover en su búsqueda para divorciarse de ella. Colin sujetó a Sofía por detrás. La joven retrocedió furiosa. —¡Quítame las manos de encima! —¿Oíste… por casualidad? —La habitación estaba en silencio. Por supuesto que pudo escuchar su conversación. —¡Cállate y ve a dormir! ¡Y vete de mi casa por la mañana! —Sofía cerró los ojos. Estaba muy furiosa, pero hizo todo lo posible por ignorarlo. Pero Sofía sintió un dolor que aumentaba gradualmente en su pecho. '¿Cómo podía sentirse tan desconsolada por un hombre así?'. Se sintió pensativa. ¿Cómo? —Ya pasamos por eso. — Colin se volvió hacia ella, apoyó la cabeza en su brazo derecho e intentó explicárselo.

Se encontró con el silencio. —¡Sofía, lo digo en serio! ¡Puedo hacer que Helge se vaya mañana! Colin pensó que ahuyentarlo también podría hacerlo sentir un poco mejor. —No hay necesidad de enviarlo lejos. Me gusta. ¡Si lo envías lejos, yo sería muy infeliz! Esta vez Colin permaneció en silencio. Sus ojos se ensancharon con rabia en la oscuridad. ¡Su Sofía le acababa de decir que le gustaba Helge! ¡Maldita sea! Colin retiró su brazo y se volteó sobre ella. —¡No tienes permitido que te guste Helge! ¡Te lo prohíbo! —Tu opinión no significa nada para mí. Ya me enamoré de él. Fuiste un buen casamentero después de todo. —Sofía abrió los ojos. Los ojos de los dos se encontraron en la habitación oscura. Colin parecía brillar de su ira. ¿Estaba enojado? ¿Por qué? Este fue su plan. Después de todo, él fue quien los unió. Colin bajó la cabeza para besarla. Pero Sofía se tapó la boca con sus manos y murmuró. —¡Colin, estoy enamorada de otro hombre!Pronto, obtendrás el divorcio que has querido durante tanto tiempo.

... Después de mucho tiempo, Colin se derrumbó sobre la cama y permaneció en silencio por un largo rato. Sofía pronto se durmió con pensamientos aleatorios que rebotaban en su cabeza. Colin escuchó el ritmo de su respiración y miró hacia el techo. Su mente competía con emociones contradictorias. Al amanecer. Cuando Sofía se despertó, estaba sola en la cama. Sin embargo, el desayuno sobre la mesa de la cocina le recordó que Colin se había quedado anoche. ¿Era una señal su partida tan abrupta? Tal vez marcó el final de su relación. Anoche... . Sofía decidió que lo dejaría ir por el momento. La comida en la mesa incluía paquetes de sopa bellamente empaquetados, gachas y algunos platos. Sería una pena que no se los comiera. Se lo comió todo. Se sintió hinchada y se masajeó el estómago. Helge ya estaba en la oficina cuando Sofía llegó. Estaba sentado en su escritorio y jugaba a un juego de matar adversarios en su teléfono móvil. Cuando

la vio, una sonrisa un poco torcida apareció en su rostro—. Sofía, Sofía, ¿cómo estuvo tu noche? ¿Alguna mejoría en tu relación? Sofía se puso nerviosa cuando vio a un hombre adulto actuar de forma tan inmadura—. Deja de actuar como una estudiante, ¿estás segura de que ambos tienen treinta años? —En realidad, no. Colin tiene treinta. ¡Pero yo solo tengo veintinueve! — Helge de manera extravagante se pasó los dedos por su cabello. Sofía no tenía nada para decir. Caminó hasta su escritorio, se sentó y comenzó a clasificar un montón de documentos—. Gracias por llamar anoche. Helge se sorprendió. '¿Su llamada realmente les interrumpió. su. momento de alcoba? Sin embargo, el horario no tenía sentido', pensó en su interior. Eso significaría que comenzaron tan pronto como él salió por la puerta. ¡Solo diez minutos después de que se fue!De ninguna manera… —Sofía, ¿qué tal si nos divertimos un poco? Puedes tomarte el día libre. — Helge sacó con cautela un documento de la mano de Sofía. —¿Qué tipo de diversión? Tengo que tener el permiso del señor Li primero. ¿Qué tal si vas y le preguntas? —¡No hay problema! ¡Espera un momento! Helge, quien ya había sido expulsado de la oficina de Colin más temprano ese día, abrió la puerta de la oficina del Director Ejecutivo nuevamente. —¡Colin, necesito que me prestes a tu secretaria por el resto del día!La traeré de vuelta en perfecto estado, ¿de acuerdo? Helge le habló rápidamente y salió de la habitación tan pronto como terminó de hablar. Colin no tuvo tiempo de responder. —¡Espera! —Colin lo llamó de nuevo. —¿Qué está pasando? —Helge giró su cabeza con asombro. —La señorita Lo está ocupada hoy. Te enviaré a alguien más para que te entretengas. —Colin descolgó su teléfono y marcó un número. Helge rápidamente le cortó la llamada—. No te molestes. Solo quiero salir con Sofía. No quiero a ninguna de las otras secretarias. Helge pensó en esas mujeres. Una estaba comprometida; dos de ellas, estropeadas y la otra, quien intentó seducirlo, se fue por la borda con tanta cirugía plástica. Sofía era la única mujer con la que realmente podía divertirse. —¿No te gustan los demás mujeres? Muy bien. —Colin sacó su teléfono móvil y abrió su lista de contactos—. No tengo más remedio que decirle a Shelly entonces. Cuéntale sobre tu 'nochecita' en el Dark Night. Colin no estaba contento con el hombre. Si él se estaba hundiendo, también lo estaba Helge.

El joven se quedó sin aliento—. Wow, seguro que eres un buen amigo. —le dijo con sarcasmo—. Está bien, voy a dejarla sola a Sofía. Saldré con Shelly. Helge estaba muy cerca de Shelly Li y siempre la llamaba de esa forma en lugar de señorita Li. —Ah, por cierto, Shelly pasa mucho tiempo con los modelos masculinos de mi tía. Si no quieres que termine con otro hombre, será mejor que tengas cuidado. Sólo tendrás que culparte a ti mismo. —Colin le dijo esto mientras colgaba su teléfono con calma. Helge era famoso en todo el país por ser un hombre mujeriego. En todo el país A, se le conocía como un poco 'Casanova'. El joven no se molestó por lo que le dijo Colin. —¿Por qué yo iba a 'renunciar al bosque por un árbol'? Helge pensó en Shelly. Insistió mucho y jugó duro para conseguirla. La persiguió durante mucho tiempo sin tener suerte. Shelly nunca lo consideró "calificado" para ser su novio. —No te estoy diciendo que 'abandones el bosque'. Tienes derecho a tener 'tantos árboles' como quieras. Solo recuerda, eres mi mejor amigo, pero ella es mi hermana. Si alguna vez la lastimas, nunca te lo perdonaría. —Colin, que obviamente todavía estaba enojado por la noche anterior, dio un espectáculo de agresividad de un tipo duro. Helge lo miró con incredulidad. ¿Colin realmente acababa de decir lo que él dijo? Terminarían con su amistad si rompiera el corazón de Shelly. Muy bien—. Ya no voy a meterme más con Shelly. ¿Estás satisfecho? Después de todo, Helge que no tenía todavía ni treinta años, tenía aún muchos años para conocer mujeres. Tal vez abandonaría el juego a los cuarenta, ¡pero todavía no! —Bueno. Espero que lo digas en serio. —Colin sacó su teléfono de nuevo. —Lo digo en serio. —dijo Helge. —Espera, ¿qué haces con tu teléfono ahora? —Helge se sintió derrotado, ¿no podían ellos simplemente hablar? —Solo quería hacérselo saber a Shelly. Ya que vas a seguir adelante, ella también podría salir con ese modelo del otro día. Aparentemente el hombre tomó un cuchillo y se lo dio mientras la protegía. Bastante loco, ¿no es así? Un hombre tan bueno. No quisiera que perdiera esa oportunidad. Justo cuando Colin comenzó a marcar el número, Helge lo detuvo de nuevo. —No la llames. —¿Por qué no? —Colin frunció el ceño frente a Helge. Lo despreciaba. Así que obviamente estaba enamorado de su hermana, pero era muy cobarde para admitirlo.



Capítulo 33 ¡Ya está casado! Helge le había aguado la fiesta... No había otra manera de ponerlo. Si no hubiera sido por su interrupción, él hubiera estado con su esposa la noche anterior. Maldito Helge lo había arruinado todo. Ahora tendría que vengarse. —Eres el hermano de Shelly, ¿no deberías al menos investigar al modelito ese antes de dejarlos salir? ¡No sabes nada de él! —Esta fue la única excusa que se le ocurrió a Helge para evitar que Colin llamara a Shelly y que ella estuviera con otro hombre. Colin levantó las cejas y lo miró con los ojos entrecerrados. —Mi tío ya investigó sus antecedentes. Volvió tres generaciones atrás. Sus padres son presidente y vicepresidente de un banco, y sus abuelos fueron maestros distinguidos. Su origen familiar es tan limpio como cabría desear. El padre de Shelly no tenía expectativas particularmente altas para su yerno. Mientras viniera de una familia decente y fuera bueno con ella, él sería feliz. Sus antecedentes financieros no le importaban. Helge le lanzó una mirada pensativa a Colin. —¿Por qué te pones del lado de ese tipo? —¿Crees que debería estar de tu lado? ¿En serio? ¿Crees que le presentaría a mi hermana a un hombre que cambia de chicas como si cambiara de zapatos? ¿A un hombre que quiere el bosque entero, y no sólo un árbol? —Colin tomó su teléfono de la mano de Helge y lo puso a un lado. Sacó dos cigarrillos, los encendió, y le ofreció uno a Helge. Este último, claramente de mal humor, fumó en silencio. Colin hizo lo propio. Deprimidos por razones diferentes, los días de ambos ya eran bastante malos. Pasaron unos 10 minutos de esta manera. Ambos hombres permanecieron en silencio, fumando tranquilamente sus cigarrillos. —¡Toc, toc, toc! —Había alguien en la puerta de la oficina. —¡Adelante! Era Serena, quien empujó la puerta y, con una mirada nerviosa, dijo: —Sr. Colin... La Srta. Chiao y la Srta. Lo están peleando. La Srta. Ji no se encuentra, así que tuve que venir a buscarlo.

Colin y Helge intercambiaron miradas. Luego, salieron rápidamente de la oficina. Cuando llegaron al área de las secretarias, el grito de Sofía perforó los tímpanos de Colin como un picahielos. —... ¡Ah! ¡Supongo que olvidé mencionar que ya está casado!Sí, ¡como lo oyes! Si realmente lo quieres puedes tenerlo, ¡pero nunca serás más que su amante! Me pregunto lo que su esposa haría con su nueva 'queridita'. El ambiente en la oficina de las secretarias era frío por decir lo menos. Jimena miró a Sofía con desconcierto. —¿Qué dijiste? ¿Que él está casado? ¿Acaso te golpeaste la cabeza? ¿Cómo puedes decir algo semejante acerca del CEO de nuestra empresa? ¡Le diré al Sr. Li y él te despedirá, perra! Sofía intentó arreglarse el pelo y se volvió para burlarse de su rival. —¡Oh, Srta. Chiao, no tienes más que 18 años! Sólo mira tu descolorida piel blanca. ¿Crees que Colin te amaría? Los dos hombres estaban de pie en el fondo de la habitación, Sofía no se había dado cuenta de su presencia. Las otras secretarias, notando la presencia de Colin y Helge, sumisamente cerraron la boca, inclinaron la cabeza y volvieron al trabajo. De la misma manera, Jimena abandonó su actitud combativa y se tornó amigable y optimista. —Sofía, ¿cómo puedes decir tal cosa? El Sr. Li estaría furioso si escuchara acerca de ese rumor. Sofía la miró sorprendida. ¡Realmente era una sorpresa! ¿Por qué su tono había cambiado tan repentinamente? Se trataba de la misma chica que hacía unos momentos le había levantado la mano y la había abofeteado —Que se enoje, ¡no me importa! —Y a ella realmente no le importaba. Sofía no pensaba en otra cosa que en divorciarse de él y ya no le importaba su marido. —Sólo estoy diciendo la verdad para protegerte. Él miente acerca de su matrimonio para salirse con la suya con mujeres como tú, chicas que son puro cuerpo y nada de cerebro. Parece que ya mordiste el anzuelo. Sofía creía honestamente que eso era verdad, pues eso explicaba por qué Colin ocultaba su matrimonio con ella. Hacerlo le facilitaba dormir con otras mujeres. La cara de Jimena se había ruborizado y puesto de un rojo intenso. —Srta. Lo, ¿cómo te atreves a decir tal cosa? ¡No soy de la clase de chica con 'puro cuerpo y nada de cerebro'! Y no me importa lo que digas de Colin, tal vez he mordido el anzuelo, pero no me importa, porque yo... lo amo demasiado . La audacia de Jimena hizo que los otras secretarias se sintieran incómodas. Era la misma encarnación de la juventud, valiente pero temeraria. —El que tú lo ames no tiene nada que ver conmigo. Incluso si intenté

seducirlo, no tienes de que preocuparte. Él es el último hombre del que me podría enamorar. —Esto también lo decía Sofía en serio. Después de todo, Colin era un hombre que le había dicho a su amigo que sedujera a su propia esposa. Tras esta última confrontación, la oficina quedó en silencio. Incluso Jimena se ajustó la chaqueta sobre los hombros, apenas capaz de respirar. Detrás de ella, Sofía de repente oyó una risa. Reconoció de inmediato la voz, ¡era Helge! Helge había estado ahí todo el tiempo. ¿Y Colin? Él tenía que estar allí también, probablemente con una mueca de disgusto en el rostro, y Helge sonriendo a su lado. La boca de Sofía se abrió y luego se cerró. ¿Qué demonios hacían allí? ¿No se suponía que estaban en la sala de reuniones? ¡Era la hora de la junta después de todo! En ese momento, parecía que todos en la habitación estaban disfrutando del caos que ella había causado. Atrapada difundiendo un rumor sobre el CEO, ¡por el mismísimo CEO! Jimena esperaba a ver cual sería su castigo. —Sofía Lo. —Sí. —Sofía mantuvo la cabeza baja y respondió con voz débil. Era mejor ser cooperativa en ese momento, no ganaba nada mostrándose desafiante. —¿Por qué estabas peleando con la señorita Chiao? —Colin se comportó de manera serena y relajada Era imposible adivinar su estado de ánimo. Sofía repitió lo que acababa de pasar por su mente, y su respuesta fue totalmente honesta. Había ido allí a buscar un documento de la señorita Tao, y mientras lo hacía, Jimena estuvo ahí burlándose de ella todo el tiempo. La había acusado de tratar de seducir a Colin y de ser una cualquiera que se arrodillaba ante Dolores. No pudiendo soportar las palabras calumniadoras de Jimena, Sofía la increpó llamándola 'niñita loca' e incluso dijo que debía haber algo mal con el cerebro de la chica y que debía ir al médico inmediatamente para realizarse unas pruebas. Entonces, Jimena había tratado de abofetearla, pero había fallado. Al esquivar el golpe, Sofía había tomado la mano de Jimena y respondido el ataque, mostrándole a la jovenzuela cómo se debía abofetear correctamente a alguien en la cara. Sofía podía no tener un protector, pero, recalcó, realmente no necesitaba ninguno. Jimena, negándose a retroceder, había tomado a Sofía por el cabello y había

logrado conectar unos cuantos golpes. —¡La Srta. Chiao comenzó todo! Ella dijo que el Sr. Li la amaba y que yo debía abandonar cualquier plan que tuviera para conseguir estar con él. —Si bien, en honor a la verdad, dicho relato podría haber sido un poco exagerado, en su mente, Sofía no había calumniado a Jimena en absoluto. Simplemente había expresado su verdadero sentir acerca de todo el asunto. —Srta. Lo, esa es una gran mentira. —Jimena comenzó a llorar. Cualquier hombre que la viera así, habría intentado consolarla al instante. Con toda calma, Colin detuvo a las dos mujeres en previsión de nuevos conflictos, pero tanto Jimena como Sofía cerraron la boca y se sentaron en silencio. —Srta. Lo, inició una pelea en su lugar de trabajo, ¿acaso no le importan las reglas de nuestra empresa? —La mirada helada de Colin se centró en el rostro atónito de Sofía, quien apretó los puños y la mandíbula, y se disculpó a regañadientes: —Lo siento, Sr. Li. Pasó lo mismo que la última vez. A Jimena no le pasaría nada a pesar de que Colin conocía todos los hechos. Estaba mostrando obvio favoritismo. —Quiero que vuelva a su escritorio y copie las reglas de recursos humanos de la empresa diez veces. Me las trae mañana por la mañana. ¡Diez veces! Sofía recordó dichas reglas. ¡Era simplemente un manuscrito! De repente, se sintió mareada. Habiendo terminado con Sofía, Colin se volvió hacia Jimena. —Y usted, Srta. Chiao. —Sí, ¿señor Li? —Su tono era suave y coqueto. Sofía se sintió enferma. No terminaba de entender qué les atraía a los hombres de ese tipo de mujeres. —Cuando se unió a la empresa, ¿quién la entrevistó? ¿Quién la contrató? —Hasta ese momento, Colin no había reflexionado sobre el hecho de que Jimena no era más que una graduada de secundaria. Una graduada de secundaria de bajo nivel. Por el bien de Sofía, Colin la había investigado un poco, y se había sorprendido mucho al toparse con ese detalle. ¡Al parecer, había tenido mucha suerte al colocarse en una empresa tan prestigiosa!

Capítulo 34 ¿Qué hay entre el Sr. Li y la Srta. Lo? De acuerdo con las normas de la empresa, todos los empleados debían tener al menos licenciatura. Por supuesto, Sofía tampoco era una graduada universitaria, pues Wendy había encontrado la manera de hacer las reglas más flexibles para ella, por ello, él había decidido no investigar más a fondo los antecedentes de Jimena, quien ahora se encontraba parada en el borde de un acantilado. —Fue el Sr. Chu, gerente de recursos humanos. —Así que de eso se trataba. Ella se había aprovechado de la debilidad del Sr. Chu por las chicas jóvenes y bonitas. —Jimena, ¡está despedida! ¡Empaque sus cosas y váyase de inmediato! — La orden de Colin pareció robarse el aire de la habitación. Las rodillas de Jimena se debilitaron. A pesar de la presencia de las otras personas en la sala, comenzó a rogarle a Colin de inmediato. —Por favor Sr. Li, ¡sólo deme otra oportunidad! Ser secretaria personal del CEO del Grupo SL era, de hecho, un trabajo deseable, con un alto grado de prestigio y un buen salario. Si perdía ese empleo, ¿qué haría después? Sería casi imposible encontrar algo tan bueno. Colin sintió aversión cuando ella le tomó la mano y comenzó a rogarle, de modo que se alejó rápidamente. —¿Quiere quedarse aquí? —¡Sí, Sr. Li, trabajaré más duro en el futuro, lo prometo! Jimena levantó las manos y juró. Ella solía creer que Colin la veía diferente respecto a otras mujeres, pero ahora estaba empezando a dudarlo. —De acuerdo. Srta. Lo, venga conmigo. Confundida, Sofía se les acercó. ¿Qué quería él ahora? —Sr. Li. —Srta. Lo, necesito que le dé una lección a la señorita Chiao. Necesito que la enseñe a tratar con otras personas. —Ummm... —Sofía estaba aturdida. ¿A dónde quería llegar? Jimena también estaba confundida. Ninguna de las dos entendía a lo qué se refería Colin.

—¿Jimena dijo o no que usted me sedujo? ¿Bien? ¿Es eso verdad? —Colin miró a Sofía directamente a los ojos y casi le hizo un guiño. Sofía apretó la mandíbula y lo negó firmemente. —¡Por supuesto que no! Colin no estaba nada contento con lo que acababa de escuchar. Aún así, continuó hablando. —Sofía, quiero que le devuelvas a Jimena la bofetada que te dio hace unos días. Como secretaria del Grupo SL, debes aprender a darte a respetar.

... En la oficina reinaba el silencio. ¡Esta era la culminación del plan de Colin! Helge no pudo evitar sonreír para sí mismo. ¡Así que este había sido su plan desde un principio!Ayudar a Sofía a vengarse de Jimena. Sofía sostuvo la imperturbable mirada de Colin. Aquello la había tomado por sorpresa. ¿Acababa de decir que ella debía devolverle la bofetada a Jimena? —Bueno, vamos. ¿Qué está esperando? —la urgió él con impaciencia. Los ojos de Jimena estaban muy abiertos, estaba aterrorizada por lo que se avecinaba. Ella volvió a rogar. —Sr. Li... Sr. Li, sé que lo que hice estuvo mal. Estoy muy muy apenada. Prometo que no volverá a pasar. —Sofía, deja de desperdiciar mi tiempo. Castígala. —Colin miró a la vacilante mujer con ternura y decepción. Entonces Sofía apretó la mandíbula y alzó la mano. ¡PLAF! Sofía abofeteó a Jimena en la mejilla con la parte carnosa de su palma. —¡Ah! —Jimena se sobresaltó de dolor y se cubrió la cara con las manos. No se atrevió a hablar. Colin miró a Sofía, quien se frotaba las manos, con una expresión de satisfacción en su rostro. —Srta. Lo, ¿qué hizo? ¿Ya la abofeteó? —¿Eh? —Perpleja, ella lo miró. ¿Qué no la había visto haciéndolo? —Yo no escuché nada, así que no cuenta.

... Jimena casi se tiró a los pies de Colin. —Sr. Li, sé que es mi culpa, lo siento

mucho. Sr. Li, por favor. —Tú elige, ¿el trabajo o este castigo? —Colin habló de manera suave y directa, y Jimena dejó de lloriquear de inmediato. Se mordió el labio inferior y ya no habló, simplemente cerró los ojos y se preparó para el siguiente golpe. —Srta. Chiao, si promete no volverlo a hacer... Sin embargo, cuando vio la mirada de advertencia y un gesto amenazador en los ojos de Colin, Sofía rápidamente se mordió la lengua. Una vez más alzó la mano y abofeteó a Jimena con todas sus fuerzas. Su mano regordeta aterrizó directamente sobre la suave y blanca mejilla de Jimena. Las demás secretarias guardaron silencio. Parecían estar conteniendo la respiración. Al fin y al cabo, ¿cuál era la relación entre el Sr. Li y la Srta. Lo? Era obvio que había al menos algo de cierto en los rumores. Colin inmediatamente lanzó una mirada helada a las otras personas en la habitación. —De ahora en adelante, si esto llegara a suceder de nuevo, ¡la primera persona en lanzar un golpe será despedida de inmediato! —Sí, señor —respondieron las secretarias. Su orden fue recibida sin chistar. Colin salió de la oficina de las secretarias sin volverse, y Helge se acercó a Sofía. —Caray, Sofía, ¿quién necesita un novio? La próxima vez que tengas un problema con una chica como esta, simplemente devuélvele la bofetada. Todo lo que hagas recibirá un *'Vo.Bo.', según creo. *Nota del Editor: Vo.Bo.=Visto bueno, Aprobado. Buena chica, maldita sea. El rubio Helge silbó y salió casualmente de la habitación. Sofía lo miró mientras salía, incapaz de decir algo. Jimena se cubrió el rostro, las lágrimas goteaban por su barbilla. No se atrevía a culpar a Colin por la paliza. Había sido su culpa. Sofía rápidamente terminó algunas tareas y se dirigió a la oficina del consultor privado. Helge no estaba allí, así que se sentó en una silla a esperarlo en su oficina. Todavía aturdida, no podía entender por qué Colin la había ayudado. Él había expresado abiertamente su antipatía por ella, incluso la había llamado 'disoluta' ¿Por qué él, que estaba tan ansioso por divorciarse de ella, de repente cambiaba de parecer y la ayudaba? Ella estuvo pensando en eso durante mucho tiempo, pero no pudo entenderlo. Entonces sacó una pluma y una copia del reglamento de la compañía y comenzó a escribir. Para la hora del almuerzo, el rumor de que Colin estaba casado ya se había extendido por toda la compañía. Al oírlo, algunas mujeres incluso lloraron.

El amor platónico de todas estaba ahora arruinado por las palabras de Sofía. Por supuesto, debido a lo que le había hecho a Jimena, de repente Sofía se había convertido en la enemiga de todas. Todavía enojada, Jimena no hizo otra cosa que hablar mal de ella a sus espaldas. Después del episodio de las bofetadas, no se atrevió a volver a desafiarla abiertamente. Por la tarde, Colin se encontraba en su oficina cuando Wade llamó a la puerta. —Sr. Li. —¿Sí, qué es eso? —Colin miró el documento que tenía delante y luego se volvió hacia Wade. —Los resultados de la investigación privada son los siguientes: El Sr, Chu ha tenido, de hecho, problemas con el personal femenino. Ha tratado rutinariamente de aprovecharse de ellas cuando solicitan licencia. ¿Había sido por ello que Sofía no había solicitado permiso la última vez? Colin frunció el ceño. —¿Las otras empleadas no solicitaron licencia a sus jefes de departamento? ¿Por qué tuvieron que ir con Omar? Los permisos de ausencia originalmente eran aprobados por el departamento de las secretarias, sin embargo, debido a que la compañía acababa de establecerse, dicho departamento se había visto rebasado y, de momento, habían transferido dicha responsabilidad a recursos humanos. —Parece que el Sr. Chu ha estado aprovechándose del proceso de solicitud de licencias para coaccionar al personal femenino. Si se negaban a hacer lo que él decía, les negaba el permiso. Colin golpeó su escritorio con una pluma. —¿Por qué nadie dijo una palabra de esto? ¿Por qué nadie me vino a ver al respecto? —Esto incluía a Sofía. ¿Había cedido a las propuestas de Omar? Wade continuó: —Una empleada del departamento de diseño intentó presentar una queja, pero parece que Omar la descubrió antes de que pudiera hacerlo. Al parecer, la amenazó en privado. La empleada tenía tanto miedo que solicitó un permiso de varios días antes de volver al trabajo. Si no fuera por el salario y los beneficios que ofrece el Grupo SL, creemos que probablemente habría renunciado. Colin estaba furioso. —¿Tenemos alguna evidencia? —Oh sí. Hemos hecho que más de una docena de empleadas graben su testimonio. —Wade sacó una grabadora digital y se la dio a Colin. Los ojos de este último lucían pesados y sombríos. —Llame a la alta gerencia para una reunión de emergencia. Los quiero aquí en 20 minutos. —Sí Sr. Li.

—Puedes irte ahora. Manda a Sofía Lo a mi oficina. Wade salió de la oficina de inmediato. Sofía, frotándose la muñeca adolorida, llamó a la puerta de la oficina de Colin. —¡Adelante! Ella abrió la puerta y entró. En el interior, Colin se encontraba al final de la habitación, mirando por la ventana a la ciudad que se extendía a sus pies.

Capítulo 35 Nuestro matrimonio terminará en divorcio Los rayos del sol se filtraban en la habitación y envolvían a Colin en una cálida luz dorada. Algunas personas simplemente se habían sacado el premio gordo en la lotería genética. Colin, el hijo mayor de la familia Li, era una de esas personas. Era guapo, encantador y excelente en casi todo lo que hacía. No había una mujer que no lo deseara.

... Sofía era todo lo contrario. En su mente, ella era la mujer más común y corriente del mundo. Si un día desapareciera de repente, dudaba que alguien se diera cuenta. Colin la miró. Sin otro lugar donde fijar su vista, la mirada atolondrada de Sofía Lo se topó con la de él. Sus ojos se encontraron. Sofía reorganizó rápidamente sus pensamientos. —Sr. Li, ¿qué puedo hacer por ti? —Primero, puedes cerrar la puerta. Ella se volvió obedientemente e hizo lo que se le indicó, entonces se colocó a un lado de la puerta esperando las palabras de Colin. —Quiero que me digas todo lo que pasó con Omar la última vez que pediste permiso. No me ahorres ningún detalle. —Colin se sentó en un sofá con las piernas elegantemente cruzadas frente a él. Hubo un cambio perceptible en los ojos de Sofía. —¿Me creerás? —dijo ella con suspicacia. Si le contaba a Colin sobre los avances de Omar, ¿pensaría él que ella había tratado de seducirlo? Después de todo, ante sus ojos ella era sólo una mujer ligera y tonta. —¡Por supuesto que te creeré! —señaló Colin demostrándole confianza. Sofía reflexionó brevemente sobre el asunto y decidió contarle todo lo que había sucedido ese día.

Cuando llegó a la parte en que Omar le tocaba la mano, una nube negra pareció cubrir los ojos de Colin. ¿La estaba tomando por mentirosa? Sofía lo miró directamente a los ojos. —Sr. Li, no tengo idea de lo que estás buscando, pero te he dicho la verdad. ¡Lo juro! Colin dejó el sofá y se le acercó. Levantó su mano y le preguntó en tono indiferente. —¿Qué mano te tocó? Sofía de repente temió que él ahora pudiera creerle. Levantando su mano ante él, dijo. —Mi mano izquierda. Lo que Colin hizo a continuación la tomó por sorpresa. Bajó la cabeza y le besó el dorso de esa mano. —Lo sé. —¿Qué sabes? —¿Y después de eso? —... No pasó nada más. Sofía estaba confundida y miró con curiosidad al hombre que le sostenía la mano. ¿Qué era lo que realmente quería? —Una reunión de alto nivel se llevará a cabo hoy. Vendrás conmigo. — Colin le soltó la mano y metió las suyas en los bolsillos, mirándola. La Sofía que tenía ante él ahora parecía haber cambiado. No era ni la sombra de lo que solía ser. En aquel entonces, tenía la piel áspera y ennegrecida por los años en prisión, pero ahora, su belleza era innegable, y en ocasiones era casi impactante, especialmente en la fiesta de la noche anterior. Incluso ahora, con sólo un tenue maquillaje, parecía mucho más hermosa y encantadora de lo que él recordaba. —¿Por qué yo? —Necesito a alguien que copie el documento de regulaciones de la compañía. —¿No estaba la secretaria Tao dispuesta a asistir a esa reunión con él? Después de unos momentos, Colin de repente dijo: —Durante la reunión, se anunciará el castigo para Omar. Tu testimonio contra él podría ser necesario. Sofía no estaba segura de cómo responder. Después de intentar minimizar los hechos, sintió que cambiar de parecer y acusar a Omar era demasiado cruel. Sin embargo, lo que ella sentía no parecía importarle a Colin. Después de todo, Omar sólo había tocado su mano, su reputación había permanecido intacta. ¿Por qué tenía que hacer ella el papel del villano? Sofía no dio ninguna indicación de estar de acuerdo o en desacuerdo. — ¿Qué va a pasar con Omar?

—No eres la única persona en la compañía a la que él agredió. Seguramente será despedido, sin embargo, la decisión final depende de los altos ejecutivos. En cuanto a los cargos privados formulados contra él, ese es su problema. Sofía trató de suprimir una sensación de opresión en el pecho. Mirando al suelo, dijo: —Entiendo, Sr. Li. —Por favor, trata de entender, no quiero que te sientas agraviada. Eres mi esposa. Es sólo que en ocasiones es necesario hacer ciertos sacrificios. —Colin habló en tono grave, tratando de consolarla, sin embargo, eso sólo la hacía sentir peor. Una sonrisa sardónica se extendió desde las comisuras de sus labios. —Acabas de admitir que soy tu esposa. ¿Fue porque viste a alguien tratando de lastimarme? Ni siquiera recuerdo haberte oído mencionar nuestra relación antes. Bueno, ahora que lo pensaba, tenía que admitir que él la había defendido en algunas ocasiones. Tal vez ella debería estar contenta de que él se preocupara por ella, pero, de nuevo, Colin la había tratado muy mal últimamente. Él era la razón de tanto dolor en su vida. Colin, presintiendo el conflicto interno de ira en ella, levantó una ceja y le acarició suavemente la cara. —¿Cómo te sentirías si admitiera públicamente nuestro matrimonio el día de hoy? —No lo hagas... Nuestro matrimonio terminará en divorcio de todos modos. Hacerlo público sólo hará que mi segundo matrimonio sea más difícil para mí. —¿Segundo matrimonio? —Colin frunció el ceño y la miró. Algo sobre lo que ella había dicho pareció molestarlo. Alejando su mano, ella respondió: —Ya me escuchaste. No me voy a quedar sola a causa de ti. —Familiarizada con las motivaciones de Colin, Sofía sentía que en ese momento era mejor mantenerse a una distancia segura de él. Si realmente la abandonaba un día, temía que los demás la vieran como 'usada' e 'indeseable'. —Bien, entonces será mejor que te comportes. Tal vez no tenga que divorciarme de ti. —No había forma de que Colin le diera la oportunidad de tener otro matrimonio. Sofía lo miró como si fuera un tonto. —Continuaré planeando el divorcio. ¿Qué hacía a Colin tan autodestructivo? ¿Por qué era que él podía rechazarla, pero no al revés? En realidad, Sofía sabía que ella también tenía poder. Si quería dejarlo, lo podía hacer. De repente, Colin besó sus labios pintados con labial rojo. Un momento después, la abrazó Y la apretó con fuerza. Su abrazo fue emotivo y lleno de pasión. A pesar de que ella lo empujó hacia atrás con firmeza, Colin se negó a

soltarla. En cambio, como si la estuviera castigando, le dio la vuelta, y empujándola contra la puerta de su oficina, comenzó a besarla. Atrapada bajo su firme agarre, el tiempo pareció reducirse lentamente. Finalmente, con un creciente sentimiento de urgencia, Sofía arremetió contra él y lo mordió con fuerza en el labio inferior. Inmediatamente después, ambos pudieron saborear la sangre. Colin retiró su cabeza de la de ella, pero su agarre se mantuvo firme. Sin vacilar, Sofía lo miró y le dijo: —¿Qué estás haciendo? Dices que no quieres estar conmigo, entonces, ¿te das la vuelta y... me provocas? ¿De verdad crees que soy así de fácil? ¿Sólo quieres usarme para después abandonarme? Colin se tocó el labio inferior con el dedo índice. Inspeccionando el dedo, vio su sangre. Sofía era feroz. ¡Ella me mordió! ¡Y también desgarró la piel! —Eres mi esposa, ¿por qué no puedo dormir contigo? Además, tienes mucha experiencia. ¿Por qué le das tanta importancia? Yo sólo sería uno más de tus amantes. —Al pensar que Sofía había estado con otros hombres, Colin sentía la necesidad de buscarlos y golearlos hasta matarlos. Ella respiró hondo mientras consideraba las palabras precipitadas e hirientes de Colin. Rápidamente se controló, suprimiendo su enojo. —Colin, no te deseo. —¿Cómo podría dormir con alguien que todavía es virgen?—. ¡Ve y encuentra otras mujeres para practicar! —Diciendo esto, Sofía lo empujó, abrió la puerta y salió. De vuelta en su oficina de consultor privado, Sofía se encerró rápidamente, se detuvo detrás de la puerta y sintió con su palma los latidos de su corazón. Colin, ese bastardo. Quizá ella no sabía nada sobre su vida privada, pero lo que fuera que hiciera, ciertamente no todo era diversión inocente. ¡Qué sorpresa que supiera besar tan bien!Definitivamente había estado con otras mujeres... Sofía se limpió los labios con grandes aspavientos. Sin embargo, pensando de nuevo en el ensangrentado labio inferior de Colin, no pudo evitar sonreír. Piso 22. Colin entró en la oficina rápidamente con Sofía siguiéndolo de cerca. A dondequiera que fueran, Sofía podía escuchar a los empleados cuchichear entre si. ¿Qué le había pasado en la boca a Colin? ¿Era eso... una marca de mordida? ¿Lo había mordido una mujer? ¿Qué mujer? En la oficina llovían las preguntas. Conforme avanzaban hacia la sala de juntas, Sofía fingía no escuchar nada. Colin permaneció en silencio.



Capítulo 36 ¡Serás castigado, si dices mentiras! En la sala de conferencias, todos los ejecutivos se susurraban entre ellos. Tales reuniones de emergencia no eran comunes. Lo que era aún más sorprendente era que ésta era la segunda reunión de este tipo desde el establecimiento de la compañía. El silencio envolvió la sala de conferencias cuando Colin entró. Al ver sus labios heridos, los susurros comenzaron de nuevo ahora más fuerte. Colin fulminó con la mirada a los ejecutivos hasta que todos guardaran silencio. Sin más preámbulos, Colin dijo: —Estimados colegas, recientemente ocurrió un escándalo en nuestra empresa. Todos volvieron a susurrar. —La compañía es muy nueva. ¿Por qué hay otro escándalo? —¿Quién sabe? ¡Escuchemos a Colin y hablaremos de eso más tarde! Mirando a su alrededor, Colin preguntó: —¿Dónde está Omar? Cuando Omar escuchó su nombre, su corazón se detuvo. Se levantó lentamente de su asiento. —¡Señor Li! —¡Alguien se ha quejado de forma anónima de que el Sr. Chu abusó de su poder para acosar a varias empleadas de nuestra empresa, causándoles daños físicos y psicológicos! Estas acusaciones han sido probadas durante una investigación. Y ha provocado reacciones adversas. ¡Estamos aquí reunidos para deliberar el comportamiento del Sr. Chu! ¡Si él se va o se queda depende de su voto! En ese momento, la sala de conferencias se lleno de susurros. Omar notó que todos lo miraban de forma extraña. Omar estaba nervioso. Su rostro palideció, y comenzó a sudar frío. —Sr. Li... Me han acusado injustamente... ¿Cómo puede ser? Miró a su alrededor, y sus ojos se encontraron con los de Sofía. Omar entendió quién se había quejado. Dejó de temblar y volvió a sentirse confiado. —Señor. Li, fue Sofía, ¿verdad? Cuando Sofía me pidió permiso para marcharse, no la dejé. Entonces, ella trató de seducirme y me amenazó con que habría terribles consecuencias. ¡A pesar de eso, no sucumbí! ¡Pero nunca imaginé que

ella me iba a acusar falsamente! A Sofía no le preocuparon las ridículas declaraciones de Omar. —Señor. Chu. ¡Serás castigado, si dices mentiras! —Cuando Sofía habló, Omar se asustó. Ella continuó. —Sr. Chu, recuerdo claramente lo que me dijiste en la oficina. ¡Me tomaste la mano y me dijiste que aprobarías mi permiso de salida sólo si aceptaba tener un amorío contigo! Dios lo ve todo. Señor Chu, ¿pensaste en eso antes de hablar? Comparada con la artimaña de Omar, Sofía parecía más segura y confiada. Los ejecutivos sintieron que las afirmaciones de Sofía eran más francas que las de Omar. Omar siguió discutiendo. —¡Sr. Li, no le crea a Sofía!La señorita Lien, Directora General Adjunta de Lien, también sabe que Sofía es promiscua y seduce a los hombres todo el tiempo... —¡Suficiente! —¡Colin gritó de repente, interrumpiendo las tonterías que decía Omar! ¡Sofía apretó los puños! ¡Dolores! ¡Otra vez! ¡Maldita sea! ¡Esa mujer sabía cómo difundir rumores! Colin sacó un objeto de su bolsillo. Era un bolígrafo con grabadora de voz. Lo encendió, y la voz de una mujer resonó sobre su pequeño altavoz. —¡Quiero denunciar que el Sr. Chu del departamento de personal aprovechó mi permiso de salida para acosarme de forma indecente a principios de este mes! —La voz le pertenecía a la señorita Chiao. Hubo una pausa, y la voz de otra mujer se escuchó en la sala de conferencias. —Soy Lucía Lau del departamento de Gestión Financiera. ¡Informo que el Sr. Chu del departamento de Personal respondió a mi permiso de salida vía correo electrónico con una propuesta para tener un romance con él!

... Varias reclamaciones de mujeres siguieron una tras otra. En total fueron trece empleadas las que expresaron su preocupación por el comportamiento de Omar, cuatro de ellas habían usado sus nombres reales. Sólo cuando todos los ejecutivos estallaron en un alboroto se dio cuenta el Sr. Chu que él sólo se estaba deshonrando y poniendo en vergüenza a sí mismo. Como presidente, Colin no lo habría acusado sin pruebas. Las piernas de Omar se sentían débiles, y cayó en su silla, pálido como un muerto. Parecía un prisionero, esperando su sentencia.

Después de que todos votaron, la decisión fue unánime a favor de despedir a Omar. ¡Las empleadas que habían sido humilladas pero no se atrevieron a hablar estaban ansiosas por agradecerle a Colin después de saber que él había enviado personalmente a alguien para realizar una investigación y despedir a Omar! De vuelta en su oficina, Colin envió un correo electrónico a todos los empleados que decía así: 'Es nuestro deber y obligación proteger a todos los empleados de esta empresa. Cuando se enfrenten a desafíos de los cuales no puedan hablar, envíen un correo electrónico al Sr. Ji. Pueden elegir entre compartir su identidad o enviar su inquietud de forma anónima. Respetaremos su elección...' Al día siguiente, Sofía escuchó a alguien hablar de Omar. Ella ya sabía lo que había pasado. Ella no estaba prestando atención hasta que escuchó algo que la sorprendió. —¿Sabes? Después de que Omar se fue ayer, dos personas no identificadas lo atacaron en el estacionamiento de su casa. ¡Sufrió una fractura en el brazo izquierdo y tiene toda la cara hinchada! —¿De Verdad? ¿Cómo sabes eso? —El Señor Du de nuestra compañía vive en el mismo conjunto residencial de Omar, y lo presenció con sus propios ojos. ¡Debe ser verdad! —¡Guau, él lo veía venir! —En efecto, Dios lo ve todo. ¡Realmente debería agradecer a los dos héroes que le rompieron los huesos!

... Sofía comió los fideos en su tazón pensativa. ¿Omar se había fracturado el brazo izquierdo? De alguna manera Sofía recordó algo que hizo Colin. ¿Fue porque Colin le había fracturado el brazo izquierdo a Paulo? ¿Habría Colin tomado cartas en el asunto con sus propias manos? Sofía fue sacada de su ensimismamiento cuando escuchó a otro grupo de empleadas hablar sobre Colin. —¡Los labios del Señor Li deben haber sido mordidos por una mujer! —Le pregunté al personal de la recepción. ¡Ninguna mujer vino a buscar al Sr. Li!Y el señor Li no ha salido de la compañía desde que llegó esta mañana. —¿Será alguien de nuestra compañía? Ellas gritaron. —¿Quién será la afortunada?

—¿La señorita Chiao? —No puede ser la señorita Chiao. Tal vez no lo sepan, ¡pero me enteré de que la señorita Chiao ha recibido una paliza! Todas se quedaron boquiabiertas de asombro. —¿Estás segura? ¿Quién la golpeó? ¿Y dónde? —Escuché que sucedió en la oficina del secretario. En cuanto a quién la golpeó, eso no lo sé. ¿No se dieron cuenta de que la señorita Chiao no ha venido hoy a comer? ¡Su cara hinchada está del tamaño de una pelota de baloncesto! —¿No dijiste que la señorita Chiao tenía una relación con el Sr. Li? ¿Él no va a hacer nada? —¡Quién sabe!Todo el personal de esa oficina son muy reservados. ¡No dirán nada incluso después de que se les hayas preguntado muchas veces! —¡Ya veo! ¡Cuando el señor Li consoló a la señorita Chiao, estaba tan enojada que mordió los labios del Sr. Li! Todos se emocionaron de repente. Finalmente habían llegado a una conclusión de mutuo acuerdo sobre el misterio detrás de la condición de los labios del Sr. Li. Obviamente, nadie creía que Colin estuviera casado... Hablaron de los labios del Sr. Li con tanto entusiasmo que Sofía, quien había estado escuchando con igual entusiasmo, no se dio cuenta de que ya se había terminado su tazón de fideos. Ella sonrió ante la conclusión de que los labios del Sr. Li habían sido mordidos por la señorita Chiao. Sofía limpió sus sobras y estaba a punto de irse cuando escuchó algo que la detuvo. —¡Oh!¿Es ella la señorita Lo? —Sofía gruñó cuando reconoció esa voz chillona y aguda. Sofía se volvió y miró a la colega que había dicho que Colin y Jimena tenían una relación. Ella respondió con indiferencia: —Señorita Yuen, ¿hay algo en que le pueda ayudar? Eugenia Yuen tenía una buena relación con Jimena. Se podría decir que Eugenia sabía todo lo que Jimena sabía. Y Eugenia era una entrometida. A Sofía no le sorprendía si era Eugenia quien difundía los chismes en la oficina.

Capítulo 37 Te crees muy importante Desde que supo que Sofía se había arrodillado ante Dolores, Eugenia había estado esperando la oportunidad para burlarse de ella. A Jimena no le agradaba Sofía y a menudo hablaba mal de ella frente a Eugenia. Por lo tanto, a Eugenia tampoco le agradaba Sofía. Quería encontrar la oportunidad para hacer sentir menos a Sofía. Al verla inesperadamente en la cafetería, Eugenia dijo con orgullo: —¿Por qué es tan distante la señorita Lo? —¡Por ti! —Sofía le respondió de forma indiferente. —¡Oh!¿Por qué te quieres sentir muy importante delante de nosotros? ¡Puede que todos ustedes no sepan esto! ¡Pero, para recuperar a su ex novio, Sofía se arrodilló ante la Subdirectora General de Lien! —Las últimas palabras de Eugenia fueron seguidas por sonidos de asombro. —¿De Verdad? ¡Dios! ¡Se arrodilló!¿Cómo pudo hacerlo Sofía? —Sí, sólo por un hombre? ¿Valió la pena? ¿Sofía está tan vacía y sola? —¡Ja ja ja, tal vez tienes razón!

.... Las declaraciones de Eugenia animaron a sus colegas femeninas a burlarse de Sofía. A pesar de ser la secretaria del presidente, Sofía era demasiado ordinaria. Todos pensaron que la podían hostigar fácilmente, pues era una persona callada. Poco a poco, todos sus insultos sólo se hicieron más severos. Sofía estaba desconcertada. Ella ni siquiera conocía a estas personas. ¿Por qué querrían avergonzarla? ¿Tenía una mirada que invitaba a otras personas a acosarla? Dolores la intimidó, Paulo la intimidó, Jimena la intimidó y ahora... ¡Incluso colegas sin importancia la estaban hostigando! —¿Quieren que le hable bien a nuestro presidente de todos ustedes? —

Sofía tuvo que mencionar a Colin. Todos sabían que ella era la secretaria del presidente. Ella era la más cercana al presidente. No le era difícil quejarse. Como era de esperar, algunas empleadas bajaron la cabeza de inmediato y comenzaron a comer. Pero Eugenia siguió provocando a Sofía sin temor. —¿No dijiste que el Sr. Li estaba casado? El señor Li no lo ha confirmado. ¿Cómo puedes difundir semejante rumor? Debes haber mentido para engañar a las colegas que adoran al Sr. Li. ¡Para que puedas tenerlo sólo para ti! —¡Sofía, llegaste demasiado lejos! ¡No puedo creer cómo personas como tú puedan estar calificadas para ser la secretaria del presidente! —¡Sí, escuché que ella no se graduó de la universidad!¿Quién sabe si se tuvo que acostar con alguien? —Bueno, piénsalo. ¿Hay alguien aquí que no tenga un título universitario o un título más alto?

... Al oír eso, Sofía no se enojó. En cambio, ella sonrió. Se acercó a sus compañeras y les dijo con frialdad: —¿Saben por qué la cara de Jimena está inflamada? Todos la miraron con curiosidad. —¿Qué fue lo que le pasó para quedar así? —Vamos, cuéntanos, señorita Lo. —¡Sí, díselo a todos! Sofía sonrió. —Fui yo quien la golpeó en la cara. Si continúan tratándome así, prometo que haré lo mismo con cada una de ustedes y que sus rostros quedaran más hinchados que el de ella. Los colegas de Sofía dejaron de comer y se miraron los unos a los otros sorprendidos. Aunque escéptica sobre lo que Sofía acababa de decir, Eugenia le creyó. No había necesidad de que Sofía confesara algo tan terrible. Inmediatamente ella bajó la cabeza y comenzó a comer su almuerzo. Después del trabajo, le preguntaría a Jimena si esa afirmación era verdadera o no. Al ver que Eugenia no se atrevió a contradecir a Sofía, las demás empleadas continuaron comiendo también. ¡Todas eran de la misma calaña!Sofía negó con la cabeza y salió de la cafetería.

Al final del día, Sofía, algo confundida, revisó la agenda de Colin. Colin tenía programado visitar la compañía del país A dentro de dos días. Ella quería ir con él. Ella extrañaba a su papá y quería ver cómo estaba. Si era posible, quería traer consigo a su padre para que ella misma cuidara de él... El timbre del teléfono interrumpió sus pensamientos. Era Colin. —Hola señor Li. —Acompáñame a la reunión con el Sr. Xu esta noche. ¡Recuerda preparar todos los documentos!Contacta al Sr. Ji si tienes alguna duda. —Colin habló perezosamente. Sofía miró el horario de Colin. De hecho si había una cita con el Sr. Xu programada para la noche. ¿Pero no sería el Sr. Xu quien vendría a ver a Colin? Aunque se quedó confundida, Sofía aún así confirmo. —¡Ok, ya veo! Después del trabajo, Sofía se cambió de ropa y llamó a la puerta de Colin. —¡Adelante! Sofía abrió la puerta y vio que Colin estaba hablando por teléfono. Al ver entrar a Sofía, Colin le indicó que se sentara en el sofá y esperara. Sofía se sentó y miró a Colin. Estaba de pie junto a la ventana con una mano metida en el bolsillo. Ella no sabía con quién estaba hablando. Colin se rió y dijo: —Bueno, cuídate mientras estás fuera de casa... Bueno, tú eres la princesita de Ji. Dondequiera que vayas, siempre habrá alguien que te cuide... Ok, nos vemos el mes que viene... Recuerda cenar. ¡Adiós! ¿La princesita de Ji? Leila vino a la mente de Sofía. ¿Colin se sentía feliz de hablar con Leila? La respiración de Sofía se cortó ante este pensamiento, y su débil sonrisa desapareció gradualmente. ¿Colin quería divorciarse de ella por Leila? Todavía recordaba aquel día en su villa, cuando Colin admitió que le gustaba a Leila. Tal vez a Colin también le gustaba Leila, o él no estaría tan preocupado por ella, pidiéndole que se cuidara bien... Recordándole que no se olvidara de cenar... —¿Sopita? ¿Sopita? —Colin llamó a Sofía varias veces, pero la mujer en el sofá no reaccionaba en absoluto. Colin se acercó a Sofía después de haber dejado su teléfono móvil en el escritorio. Ella parecía decaída. —Sofía, ¿qué te pasa? —Colin frunció el ceño mientras agitaba la mano para atraer la atención de Sofía.

Sofía reaccionó. Miró hacia abajo y cambió la expresión de sus ojos. — ¿Bien? Estoy bien. ¿Terminaste tu trabajo? Colin la miró de nuevo por unos segundos. —Sofía... —¿Has terminado tu trabajo? ¡Si es así, entonces apúrate! —Sofía se sintió incómoda y su corazón palpitaba. Ella no sabía por qué se sentía así. Después de interrumpir a Colin, inmediatamente se levantó del sofá y caminó hacia la puerta. Mientras caminaba, Sofía se dijo a sí misma: —¿Qué te pasa? ¿Por qué te sientes triste cuando Colin llama a otras mujeres? ¡Qué tonta eres! Colin estaba a punto de detenerla, pero en cambio miró su reloj. Tomó los documentos que Sofía había olvidado y corrió hacia ella. El auto se detuvo frente a la empresa. Sofía miró a Wade Ji sentado en el asiento del conductor. ¿Por qué vino el Sr. Ji aquí? ¿Por qué iba ella a acompañar a Colin para reunirse con los clientes? No importaba. El señor Ji debía tener sus propios asuntos que tratar. Cuando Sofía abrió la puerta del pasajero, una gran mano la detuvo. — ¡Siéntate en la parte de atrás! Obedeciendo la orden, Sofía soltó la puerta y se sentó en el asiento trasero del pasajero. Ella pensó que Colin le había pedido que se sentara en la parte de atrás porque él quería sentarse en el frente. Sin embargo, Colin se sentó a su lado... ¡Como ella estaba de mal humor, decidió no hablar!

Capítulo 38 Háblame Ahora —¿Qué pasa contigo? —Colin sabía que Sofía siempre estaba callada. Pero había algo mal con ella hoy. Ella no era como lo habitual. Sofía no pensó que Colin siguiera preguntando. Echó un rápido vistazo a Wade para ver si él estaba escuchando. Satisfecha de que no estaba escuchando, Sofía volteó a ver a Colin. Señalando a Wade, le recordó a Colin que no dijera nada que no fuera adecuado. Colin entendió lo que ella estaba tratando de decir. Sin embargo, él estaba disgustado: —¿Así que realmente quieres mantener nuestro matrimonio en secreto? En el país Z, sólo otras dos personas conocían el estado de su relación, Helge y Wade. Como secretario jefe de Colin y su secretario personal, Wade sabía muchas cosas sobre Colin. Especialmente un asunto tan importante como su matrimonio. Cuando Sofía descubrió lo que Colin estaba a punto de decir, intentó detenerlo, pero fue en vano. Como Wade había escuchado, ya no tenía que esconderse. —Colin, fuiste tú quien me pidió explícitamente que mantuviéramos nuestro matrimonio en secreto, ¿recuerdas? Colin pensó por un rato. Recordó haberle ordenado que no le contara a nadie sobre su matrimonio. De todos modos, él objetó: —Pero no quería que fueras tan meticulosa y deliberada. —Desde que el señor Ji está aquí, ya no me necesitas. Me voy a bajar de aquí. —¡No permitiré eso! —Colin sacó un control remoto y cerró todas las puertas y ventanas. Sofía se quedó sin palabras. Cerró los ojos y se apoyó en el respaldo del asiento trasero. —¡Sofía Lo! ¡Abre tus ojos! ¡Mírame y habla! —Colin ordenó. —Wade, ... —Sofía, ... Sofía lo ignoró y se mantuvo en silencio. Colin era irrazonable. No había

nada de qué hablar con él. Colin estaba completamente desconcertado cuando la vio tan indiferente. Le pellizcó las mejillas y dijo. —¡Sopita! ¡Te ordeno que me hables ahora! Sofía apartó sus dedos y dijo: —Lo siento señor Li, debió haberme confundido con alguien más. No soy Sopita. Colin estaba a punto de hablar, pero Sofía lo detuvo y continuó: —Si me llamas Sopita una vez más, le diré a todos que estamos casados. ¡Les voy a decir que el gran señor Colin Li se casó con una mujer de bajo nacimiento!. Colin de repente sonrió. —¿Y qué?

... Sofía miró a Colin con incredulidad. ¿Qué estaba mal era él? Al comienzo de su matrimonio, él le había dicho que no, él le había advertido que no debía decir ni una palabra a los demás. Y ahora, ¿no le importaba si ella se lo contaba a otros? Ella hizo un intento cauteloso. —¿Ella lo sabe? Desde el momento en que escuchó a Colin hablar con una mujer por teléfono, Sofía había creído que Colin estaba hablando con alguien que le gustaba. Ella asumió que la razón por la que Colin quería mantener su matrimonio en secreto era porque él no quería que su amante supiera sobre ellos. —¿Quién? ¿Quién sabe qué? —Colin le lanzó a Sofía una mirada confundida. —Tu amante. ¿Ella sabe que ya estás casado? Colin se sintió un poco frustrado. ¿Cuándo le había dicho a Sofía que tenía un amante? —¡De qué estás hablando! ¡Mejor cállate! —Colin se enderezó y la ignoró. De vez en cuando, todos disfrutan haciendo lo contrario a lo que se le ha dicho. Cuando Colin no quería que ella hablara, Sofía repentinamente tenía más interés en hablar con él. —¿Por qué estás triste? ¿Estaba celosa ella? El silencio de Colin hizo que la imaginación de Sofía trabajara a mil por hora. —Dile a ella entonces. Puedes contarle sobre nuestro falso matrimonio y que finalmente nos divorciaremos. Y lo más importante, que aún no hemos "consumado" nuestro matrimonio. Muchas mujeres toman esa parte muy en serio. —Sofía se acercó a Colin. Estaba susurrando, ya que no quería que Wade escuchara la palabra "consumado".

Ella no quería ser un obstáculo entre Colin y su amante. Ella pensó que sería mejor si Colin se casara con Leila. Se veían tan perfectos cuando estaban juntos. Y se conocían desde la infancia. Eran la pareja perfecta ya que ambos eran de familias ricas. Ellos harían una gran pareja. Pero, ¿por qué sentía que su corazón se estaba rompiendo? ¿Y por qué no podía respirar? Independientemente de la expresión de indignación en el rostro de Colin, Sofía señaló a la ventana y dijo: —Bájale un poco por favor. Necesito un poco de aire. —¡Asfixiate entonces! —¡Parecía ser un castigo apropiado para sus delirios! La boca de Sofía se contrajo. Ella murmuró: —Como si te salieras con la tuya si me asfixiara. —¿No cumplí con mi responsabilidad al casarme contigo? Era como un perro, con su nariz y orejas afiladas. El silencio se apoderó del coche. Wade sonrió. Realmente se peleaban como un viejo matrimonio. Cuando el auto se detuvo frente a un lujoso hotel, Sofía y Colin se bajaron. Poco después, el auto se fue. Sofía se volteó para mirar y se preguntó por qué el señor Ji no entró con ellos. ¿Sólo los había llevado ahí? Sofía siguió a Colin a la recepción. Un camarero los saludó y los condujo al ascensor. El camarero los acompañó a la última habitación en el segundo piso y les abrió la puerta. Cuando Sofía y Colin entraron en la habitación, sus anfitriones los saludaron. —¡Señor Li, un placer en conocerlo de nuevo! —¡Gusto en conocerlo también, señor Xu! Después de que ambas partes se saludaron, el señor Xu presentó a su secretaria femenina a Sofía y a Colin. Después de que se sentaron, el señor Xu llamó al camarero y dio la orden de traer algunos aperitivos. Entonces Colin y el señor Xu comenzaron a hablar sobre temas que no estaban relacionados con su negocio. Sofía no pudo participar en su diálogo. Así que ella sonrió y se quedó mirando el televisor. Un noticiero estaba apareciendo en la pantalla. Sofía apenas escuchaba. Salió una pausa comercial, sin embargo, algo llamó la atención de Sofía. Era Mario. Ella y Mario no se veían desde hacía casi tres años. De vez en cuando se escribían el uno al otro antes del encarcelamiento de Sofía.

Después de que Dolores la había incriminado, Sofía le había pedido a alguien que le comunicara con Mario para decirle que no estaría disponible por un tiempo y que no tendría tiempo para escribirle. Desde entonces, habían estado sin contacto... —¿Es él guapo? —Sofía saltó cuando escuchó una voz masculina muy cerca de su oído. Volteó a ver a Colin y vio que sus ojos estaban fijamente puestos en ella con enojo. El señor Xu se había disculpado para ir al baño, y su secretaria estaba jugando en su teléfono celular. —Sí, Mario es muy guapo. —Pero no tan bueno como tú, pensó ella. Mario era demasiado frío para ella, pero Colin era simplemente perfecto. Tenía un aspecto sofisticado, y era raro que fuera serio y frío. —Ya que él es tan atractivo, ¿por qué no estás con él entonces? ¿Por qué pusiste a Paulo Tai por encima de él? —Colin se burló de Sofía justo antes de beber el contenido de su vaso. Sofía había estado de buen humor antes de que mencionara a Paulo Tai. Después de escuchar su nombre, la sonrisa de Sofía se desvaneció. —Señor Li, eso no es asunto suyo. —¿Acaso Paulo era mejor en la cama? —Colin bajó la voz y susurró al oído de Sofía. La secretaria del señor Xu levantó la vista de su teléfono. Cuando vio a Colin susurrándole a Sofía, comprendió rápidamente su relación y continuó viendo su teléfono. Sofía apretó los dientes. Por un momento, ella quiso aventar la mesa a la cara de Colin.

Capítulo 39 ¿Por qué estaba enojado? Sofía respiró profundo para poder contener su ira. En ese momento, el señor Xu salió del baño y se sentó en su lugar. La confrontación entre Sofía y Colin terminó. —Señor Li, me gustaría proponer un brindis por usted y desear una relación más sólida entre nuestras empresas en el futuro. —La secretaria del señor Xu volvió a llenar el vaso de Colin y también sirvió un poco de licor en el de Sofía. Colin sonrió y dijo. —Gracias. El sonido de las vasos tintineando rodeó la habitación. Después de terminar el brindis, Colin y el señor Xu bebieron un trago de licor. El señor Xu no se sentó después del brindis. En vez de eso, volvió a llenar su vaso, volteó a ver a Sofía y le preguntó con delicadeza: —¿Cuánto tiempo ha estado en el grupo de SL, señora Lo? Sofía sabía a lo qué se refería. Miró a Colin, pero él desvió la mirada. Ella tuvo que levantar su vaso y hablar con el señor Xu. Ella sonrió y respondió. —He estado trabajando en el grupo de SL durante menos de dos meses. Gracias por preguntar, señor Xu. —Tuve el honor de conocer al señor Lo durante la celebración del aniversario de Simón hace muchos años. En ese entonces, no sabía que usted preferiría mantener un perfil bajo. ¡Sólo mírese ahora! Quiso decir que el atuendo actual de Sofía era muy diferente al que llevaba la otra noche. Sofía no se molestó. Ella sólo sonrió y cambió el tema. —Señor Xu, me gustaría proponer un brindis por usted. Luego ella tintineo suavemente su vaso con el señor Xu y bebió su contenido. En lugar de comprar ropa y vestirse adecuadamente para evitar todos esos duros comentarios, Sofía decidió utilizar su dinero para viajar al país A y visitar a su padre y sus suegros. Quizás fue porque ya estaba de mal humor, o porque recordó algo triste, Sofīa no rechazó los siguientes dos tragos de licor que el señor Xu le ofreció. Después de tres tragos, Sofía se veía diferente. Su comportamiento

sorprendió a Colin aún más. La cara de Sofía estaba sonrojada. Se quitó el largo abrigo negro y reveló el suéter ajustado de color rojo tinto que se encontraba en el interior. Ella tenía sólo 24 años, después de todo, era una edad de la máxima belleza femenina. Su largo cabello simplemente colgaba sobre su cabeza, revelando su cuello blanco. Y el largo suéter rojo tinto también le agregó cierta madurez a su belleza. Con otro trago de licor en la mano, Sofía miró a su alrededor. Ella apartó los ojos de Colin y miró al señor Xu. Ella habló con respeto. —Señor Xu, para decir verdad, los centros comerciales de su empresa son asombrosos. No sólo el ambiente es lujoso, sino que las marcas que ha adquirido son un sueño imposible para nosotros los plebeyos .... Para compensar el silencio de Colin, Sofía continuó felicitando al señor Xu con ingeniosos comentarios. Incluso se las arregló para hacerlo reír varias veces. —Señor Xu, ¡me gustaría proponer otro brindis por usted! ¡Deseo que su negocio progrese y prospere! —Había un toque imperceptible de dulzura en la voz de Sofía cuando habló. Y sonaba tan atractiva. —¡Bien dicho! ¡Me gustaría brindar por eso! —El señor Xu brindó con Sofía. Para entonces, Sofía había perdido la cuenta de cuántos tragos había bebido.

... Al final de la reunión, Colin y la secretaria del señor Xu estaban sobrios mientras que Sofía y el señor Xu estaban ebrios. La personalidad y el encanto de Sofía se mostraron a lo largo de toda la reunión. Con estilo, ella había resuelto su contrato. El señor Xu estaba tan contento que firmó el contrato sin siquiera leerlo. El grupo de SL fue algo de más baja calidad en esta mesa de negociación ya que la compañía FW tenía recursos superiores, y muchas otras compañías querían cooperar con ellos en este proyecto. ¡Con el contrato firmado, el grupo SL tendría un beneficio neto de cientos de millones! El significado de la firma de este contrato se destacó por el hecho de que esta era la primera vez que Colin confiaba en una mujer para ganar un gran proyecto. Después de que la cena terminó, Sofía siguió a las otras tres personas fuera

de la habitación. Ella sacudió vigorosamente la cabeza varias veces para tratar de aclarar su mente. ¡Rayos! ¡Había bebido demasiado alcohol! Se tambaleó varias veces mientras seguía a las tres personas hasta la entrada del hotel. Cuando el señor Xu se sentó en su auto, tomó a Sofía de la mano y dijo: — Señorita Lo, me gustaría invitarle a cenar pronto. ¡No me decepcione! —Por supuesto que no. ¡Que tenga una buena noche, señor Xu! —Gracias, usted también. Hasta luego señor Li. Hasta luego señorita Lo. —¡Cuídense! Tan pronto como el señor Xu se fue, la cara de Colin cambió. La fría furia lo envolvió. Era tan intensa y tangible que incluso Sofía podía sentirlo. Pero antes de que ella pudiera ver su expresión claramente, Colin se dirigió hacia el estacionamiento. Sofía trató de seguirlo, pero... le dieron ganas de vomitar. Regresó corriendo al hotel y le pidió al camarero que le indicara cómo llegar al baño. Diez minutos más tarde, Sofía salió sin fuerza alguna del baño. Se quedó cerca del lavabo, tratando de recuperarse. Abrió la llave del lavamanos y comenzó a lavarse. Ella se dio unas palmaditas de agua fría en la frente para estar más consciente. Sofía aún estaba un poco borracha cuando salió del baño tambaleándose. No tenía idea del porqué había bebido tanto alcohol. Supuso que Colin la había dejado. Podía sentir la ira de Colin a pesar de que estaba borracha. ¿Por qué estaba enojado? ¿Acaso no se concluyó el contrato? Al final del pasillo, había un hombre parado cerca de la ventana fumando un cigarrillo. Cuando Colin vio que Sofía se iba acercando, apagó su cigarrillo. —¡Sofía Lo! —Detuvo a la mujer que caminaba con la cabeza inclinada. —¿Sí? ¡Señor Li!" —Sofía se sorprendió al ver a Colin parado frente a ella. Ella pensó que él se había ido. Colin levantó su barbilla con los dedos. Su rostro era inexpresivo. —Qué habilidad oculta hemos descubierto esta noche. Nunca pensé que nuestra señorita Sofía Lo tenía el don de ganar el corazón de un hombre con tanta facilidad. Los ojos de Sofía se volvieron fríos. Ella abofeteó la mano de Colin. — ¿Acabas de darte cuenta de eso? ¡Qué ignorante! —Sus palabras goteaban sarcasmo. Luego caminó pasando junto a Colin con seguridad. En cuanto llegó a la recepción, se tropezó de nuevo.

Colin la agarró del codo de su brazo, y con un jalón Sofía fue empujada contra el papel tapiz de la pared. Sofía miró a Colin. —Señor Li, ¿no tienes miedo de que alguien diga que tienes una aventura con una secretaria? —Sofía Lo, ¿podrías dejar de ser tan dura conmigo? —Colin Li, ¿podrías dejar de preocuparte por cosas insignificantes?

... Colin la levantó entre sus brazos, ignoró su lucha, la cargó cruzando la recepción y la sacó del hotel. El porche esperaba afuera de la entrada del hotel. Cuando el portero vio que Colin se acercaba, abrió apresuradamente la puerta del asiento trasero del pasajero. —¡Colin! ¡Celoso insolente! ¡Déjame ir! —Sofía luchó tanto que Colin, quien pudo llevarla al auto con tanta facilidad, ahora se quedaba sin aliento. Tan pronto como acomodó a Sofía se subió y Colin ordenó. —¡Muy bien, vámonos! Wade arrancó el auto y se alejó del hotel. —¿A dónde vamos, señor Li? —Wade miró el reflejo de Colin por el retrovisor. Sofía se levantó del asiento y se apoyó en el asiento delantero. —Señor Ji, quiero irme a casa. ¡La dirección es Bloque JH, Calle SS! Colin la hizo retroceder. —¡No la escuches!A mi casa. —¡Yo no voy a ir ahí! ¡Quiero ir a mi casa! —Muy bien, déjame en su casa también. —¡No! ¡No eres bienvenido en mi casa! —Sofía siempre criticaba y contradecía a Colin, incluso aún estando borracha. Colin le agarró la muñeca. —¿Acaso tienes prisa por regresar a casa porque hiciste una cita con el señor Xu en tu apartamento? ¿O tienes otro sucio negocio en casa y no quieres que yo lo vea? A Sofía le dio hipo antes de gritar. —¡Colin Li! ¡No me hagas maldecir! ¡Hijo de tu madre! —¡Él sólo sabía hablar mal de ella! ¡Y él pensaba en ella sólo como si fuera una cualquiera! —¡Hazlo entonces!



Capítulo 40 Las Muchas Caras del Amor —¡Colin Li! ¡Soy tu maldita esposa! Para ti, puede ser sólo de nombre! ¡Todavía debes protegerme! ¿Cómo te atreves a decirle a ese hijo de su madre de Paulo Tai que soy una cualquiera? ¡Eres simplemente celoso! ¡Si no tienes las bolas para dormir conmigo, entonces cállate la boca! Colin estaba completamente irritado. ¿Qué había en la mente de esta mujer? ¿Acaso ella quería que él durmiera con ella todos los días? Wade encontró todo esto gracioso. Apenas logró contener su risa al escuchar sus palabras. . Pero Colin estaba en un estado de ánimo diferente. A pesar de la presencia de Wade, Colin presionó a Sofía en el asiento trasero y la besó rudamente. ¿Creía ella que él era impotente? Wade se sorprendió al no escuchar ni una voz en la parte trasera del auto. Miró por el retrovisor cuando el coche se detuvo en el semáforo. ¡Ups! ¡Qué sorpresa! ¡Lo estaban haciendo ahí!¿Iban a tener algo de sexo en el auto ahí mismo? Wade presionó el acelerador tan pronto como la luz del semáforo cambió. El coche aceleró hacia la casa de Colin. Tenía prisa por llevarlos a casa para que pudieran hacerlo en casa. ¡No quería ver ningún show en vivo! —¿Pensaste que era una cualquiera? ¡Pruébame entonces! —Sofía dijo sin aliento mientras se besaban. Ella estaba bien con el sexo en el auto. ¡Quería demostrar que todavía estaba intacta! ¡Tal vez eso lo haría dejar de molestarla después también! ¿Sofía le pidió que la probara? Colin se quedó sin habla. Sofía luchó bajo su presión. Colin quería ver lo que iba a hacer. Dejo ir su control. Sofía se apartó de sus brazos y se sentó en su cintura. Ella apretó los dientes mientras desabotonaba su camisa. —¡Colin, ya que no lo estás haciendo, lo haré yo! ¡Te montaré hasta que me pidas parar! ¡Y te daré un hijo! ¡Y luego me vendré sobre ti!

... Su seductora actitud confundió a los dos hombres en el auto. Wade nunca esperó esto de ella. Sofía siempre mantuvo un perfil bajo en público. Parecía distante y fría normalmente. Pero ahora ella se estaba comportando realmente... ammm... . dominante. Colin reprimió su deseo y le quitó las manos. —Tienes mucha experiencia, ¿verdad? ¿Con cuántos hombres has estado? Sofía trató de soltarse de su agarre, pero falló. Apoyó su barbilla en el pecho de Colin con frustración. Podía escuchar los fuertes latidos de su corazón. ¡Ella sólo estaba tratando de demostrar que no era una cualquiera! ¡Ella no había tenido sexo con ningún hombre al azar! ¡Por qué Colin no podría dejarla ir! Después de un tiempo, Sofía se levantó del regazo de Colin y reajustó su ropa. —¿Como diez? O al menos ocho. ¡Lo sabía! Colin agarró sus muñecas de nuevo, sus ojos se estrecharon peligrosamente. —¿Y después de nuestro matrimonio? —¿Con cuántos he estado después de casarme contigo? Con cinco o seis tal vez. —Sofía pensó un rato y luego dijo. Como Colin era mezquino, ella decidió molestarlo. Y como resultado, cuando el Porsche llegó a la casa de Colin, los labios de Sofía se hincharon de besos y su ropa se convirtió en un desastre. Wade tosió cuando Colin no mostró ninguna señal de detenerse. —Señor Li, ¿debería salir del auto? Colin se detuvo y salió del auto. Sacó bruscamente a Sofía del coche y la llevó a dentro de la casa. Ayudó a Sofía a ponerse las zapatillas y la arrastró al segundo piso. —¡Colin! ¡Eres un malnacido! ¡Déjame ir! ¡O te patearé tu asqueroso trasero! —Sofía en realidad tenía sueño ahora. Su grito no sonaba amenazador pero si lindo. La puerta del dormitorio estaba abierta. Colin arrojó a Sofía sobre la cama grande. —Por supuesto. Patéame el trasero entonces. —Colin dejó su abrigo en el sofá, desabotonó su camisa, se quitó la corbata, y se acercó a ella. Sofía se acostó en la cama de manera incitadora y lo saludó con la mano. — ¡Vamos! ¡Tengamos un poco de sexo apasionado! Colin frunció el ceño. Era hora de enseñarle una lección, o de lo contrario

no aprendería nada sobre respetar a su marido. Él se subió a ella. Y Sofía gritó. —¡Aléjate... Aléjate de mí! ¡Eres muy pesado! Colin se acercó, apretó los dientes y le susurró al oído: —Dime, ¿Qué te hicieron esos hombres? Sofía se rió nerviosamente sin aliento. —¡Ven, esposo mío, te lo mostraré! Colin se dio la vuelta para dejar que ella se acostara sobre su espalda. Su brazo derecho apoyaba su cabeza. Y él la miró sin expresión alguna. Sofía sintió ganas de vomitar. Entonces ella tuvo una idea. Apoyó su cara en la de Colin y fingió vomitar: —Urgh .... La cara de Colin se puso furiosa. Sofía continuó. —Urgh .... —La paciencia de Colin llegó a su límite. Intentó golpearla. Pero ella saltó de la cama, corrió al baño y vomitó en su inodoro. ¡Colin casi se asustó cuando escuchó el sonido! Sofía se levantó y tiró del retrete. Luego encontró un cepillo de dientes en el botiquín de Colin y comenzó a cepillarse los dientes. Colin sintió que algo estaba mal. Abrió la puerta del baño. Ella se estaba cepillando los dientes con su cepillo de dientes.

... Colin estaba indignado. Al instante quiso echarla de su casa. Debió suceder algo malo con él como para haberla llevado de vuelta a casa. —¡Sofía Lo! —¿Em? —¡Ese es mi cepillo de dientes! —Colin le recordó. Sofía soltó el cepillo de dientes, lo miró más de cerca y murmuró. —¡Se ve bien!

... Colin se dio la vuelta y se fue. Necesitaba calmarse. ¡O le daría un ataque al corazón!

Cuando regresó con un vaso de leche tibia, escuchó el ruido del agua en el baño. Sabiendo lo que estaba haciendo, Colin tocó la puerta. —¿Quién es? —preguntó Sofía. El agua caliente bajó del aspersor. ¿Había alguien más. —¡Tu marido! —¡Oh! ¡Entonces vete, esposito mío! —¡Abre la puerta! Sofía obedeció. Apagó la ducha y se dirigió a la puerta del baño, desnuda. El vaso casi cayó de la mano de Colin. —¡Bébela! —él ordenó. La cara de Sofía estaba enrojecida. Ella tomó la leche de su mano y la bebió. Colin dejó el vaso vacío a un lado y se preparó para entrar también. Pero Sofía de repente se dio cuenta de que no tenía ropa puesta y gritó. —¡Ah! ¡Fuera! Ella lo empujó fuera del baño. La puerta se cerró de golpe detrás de él. Media hora más tarde, la puerta se abrió de nuevo. Y salió Sofía envuelta en una toalla de baño. Tenía mucho sueño... Pero tuvo que secarse el cabello. Aturdida, encontró la secadora de cabello y comenzó a usarla. En poco tiempo, se secó el cabello por completo. Entonces vio la cama y se subió a ella. Colin la había estado esperando todo el tiempo. Pero antes de que pudiera moverse, vio a Sofía quedarse dormida inmediatamente. ¡En un instante! Como en, ¿20 segundos? ¡Se quedó dormida justo cuando tocó la almohada! ¡Y le tomó menos de medio minuto! Colin se acercó a ella, inclinó la cabeza y besó sus labios rojos. Sabían tan bien. Otro beso. Dulce. Y aún mejor. Sofía gimió mientras dormía. Eso hizo que Colin quisiera hacer más. Colin la llamó suavemente. —¿Sofía Lo? Ella no respondió. —¡Despierta, Sofía! —¡Ella no podía simplemente excitarlo y quedarse dormida! ¡Se sintió terrible! Sofía le quitó las manos inconscientemente, se colocó la colcha sobre la cabeza y siguió durmiendo. Colin estaba frustrado. Le besó el cuello y respiró profundo. Luego se fue al baño a tomar una ducha de agua fría. Por la mañana.

Sofía se despertó con el sonido de un despertador. El peso alrededor de su cintura la hizo abrir los ojos en duda.

Capítulo 41 Despertando Desnuda en la Mañana ¡Aclamaciones! ¡Colin estuvo aquí! Ella sólo miró al techo, recordando lo que pasó anoche. Ella fue con Colin a conocer al señor Xu en el hotel. Luego ella bebió unas cuantos tragos más con el señor Xu. ¿Y entonces? Entonces recordó haber vomitado en el baño. Ella vio a Colin cuando salió del baño. ¿Qué pasó después? ¿Y luego qué? Sofía se sintió en blanco. Ella no podía recordar nada después de eso. Movió sus brazos más abajo por la cintura y se dio cuenta de que estaba desnuda. Ella le dio una palmada a Colin en el hombro. Abrió los ojos de repente aún medio dormido. Saltó de la cama con pánico y la presionó bajo su cuerpo. Luego le sostuvo el cuello con su gran mano amenazadoramente. —Tos tos... —ella tosió. —Ayuda... —Ella no podía decir la oración completa. Al escuchar su voz, Colin se dio cuenta de que era Sofía. Quitó su mano rápidamente. —Sofía, ¿qué estabas haciendo por la mañana? ¿Por qué no dormiste? Sofía se quedó sin palabras e indefensa. Por la madrugada, se despertó, se encontró desnuda y casi fue asesinada por Colin. —Tos... Colin... Anoche, hicimos... —¡Entonces de repente recordó que aún estaba desnuda! Contuvo su grito, levantó la colcha de Colin, se la envolvió en su cuerpo y luego presentó una queja contra él. —¡Colin! ¡Te aprovechaste de mí sin mi consentimiento! ¡Te desprecio! Colin presionó firmemente su sien y luego miró la hora en el reloj. Eran las siete en punto. Sofía llegaría tarde al trabajo incluso si se fuera en ese momento. No llegó tarde a su cama anoche. ¿Por qué se quedó dormido? Colin volvió a sobarse las sienes y se levantó de la cama. —¡Baja y trae tu ropa! —¿Eh? ... No, Colin. ¡Le pregunté por qué se aprovechó de mí sin mi consentimiento!Anoche, hicimos...

Él sólo llevaba puesta su ropa interior. Sofía miró de un lado a otro, sintiéndose tímida al mirarlo. Este hombre era un bastardo, yendo y viniendo delante de ella en una ropa interior. —¡Sí! —Colin respondió. —¿Qué? —Sofía estaba asombrada por la respuesta. Ella parpadeó, pero no había lágrimas. ¿Por qué no hubo lágrimas como esperaba? ¿Dónde estaban las lágrimas? ¿Se esperaba que ella llorara ante esta situación? ¿Debería ella gritarle a Colin y decirle que debía hacerse responsable de ella? Y algo así. Sin embargo, ¿por qué ella no tenía lágrimas ni estaba de mal humor? Ella intentó llorar. Intento fuertemente pero no salieron lágrimas. Colin, de pie con las manos en la cintura, la miró. Podía ver que sus estados de ánimo cambiaban rápidamente. Finalmente, ella dijo. —Colin, sé bueno. No te preocupes. ¡Me haré responsable de esto!Le diré a mamá que todo fue mi culpa. Sofía vio claramente que Colin no estaba feliz. ¿Por qué? —¡Oh!Como no tengo dinero, te serviré de sirvienta. Lavaré la ropa o haré otra cosa. Colin no le prestó atención y dijo a la ligera. —Señorita Lo, son las siete y treinta y cinco de la mañana. ¿Estás segura de que quieres continuar con este tema? —¡Ah! ¡Colin, haberlo dicho antes! —Sofía apartó el edredón y salió de la cama. Primero pensó en cubrir su cuerpo desnudo. Pero ella abandonó la idea al pensar que ya se había acostado con Colin. Eso era tan innecesario ahora. Ella caminó rápido al baño. Colin sonrió mientras observaba todo eso. Sin embargo, ella no podía averiguar si habían hecho el amor o no. ¿Por qué no podía sentir nada? ¿Era porque ella era rica en experiencia o... por su falta de experiencia? Después del baño, Sofía entró en el dormitorio. Ella se sorprendió por lo que vio. Había un armario que contenía más de diez... o docenas de ropa. Todos los tipos de ropa estaban ahí: medias de seda, pantalones, faldas... De todo tipo. ¿Acaso todo eso era ropa para ella? Cuando Sofía dudaba, Colin entró desde la habitación de al lado. Al mirar que sólo llevaba una toalla de baño, entrecerró los ojos. —¿Estás tratando de

seducirme tan temprano por la mañana? Sofía se quedó sin palabras. Ella miró hacia abajo en su cuerpo. Todo estaba cubierto excepto los hombros... y piernas. Pero ella dudaba que su figura pudiera seducirlo. —No, no te estoy seduciendo. La ropa.... —Ella le preguntó pausadamente. Sería vergonzoso si la ropa no fuera para ella. —Elige lo que quieras. —¡Oh!Bien. Esta ropa... ¿Dónde la conseguiste? —Las etiquetas todavía estaban e incluso había una cubierta protectora en una de los abrigos blancos. Colin se ponía su reloj y le lanzó una mirada. —Son las ocho menos diez. ¿Vas a renunciar a tu sueldo de este mes? —¡No, no, lo quiero! —Sofía tomó una blusa negra, unos mallones negros y el abrigo ... . Colin le quitó la blusa negra y tomó una blusa azul cielo en estilo coreano y un par de jeans azules en su lugar. —¡Toma estos! Luego tomó un conjunto de ropa interior y la colocó en sus brazos. — Tienes cinco minutos para vestirte. Ella no querría llegar tarde al trabajo. Así que rápidamente entró en el guardarropa con su ropa, sin decir nada. Cuando se puso la ropa interior, la talla era ... ¡correcta! ¿Cómo supo Colin sus medidas? Después de usar los vestidos, ella se paró frente al espejo. Se veía bien con el traje de azul cielo, que hacía que su piel blanca fuera más agradable. Sin embargo, ¿qué pasó en su cuello? Sofía se acercó al espejo y se frotó la marca roja en el cuello. Ella lo frotó durante varios minutos, pero sólo se volvió más rojo... ¡Tal vez era la prueba de dormir con Colin!Pero se sentía bien y normal como siempre. No era como el sentimiento descrito por otros... ¿Bien pero cansada? —¿Estás bien? —Fuera, Colin le preguntó. Sofía tuvo que dejar a un lado la marca roja. Salió del guardarropa. —¡Sí, estoy bien ahora! Le arrojó una abrigo blanco. Sofía atrapó el abrigo, pero dijo: —No quiero ponerme... un abrigo de este color. —Si te pones esto ahora, puedes venir a trabajar conmigo después de terminar el desayuno. ¡Si no, no tienes permitido salir hoy! Sofía no tuvo más remedio que ponerse el abrigo blanco. Quería ver cómo se veía en el espejo, pero Colin dijo que no. Le aventó dos cajas de zapatos. —Una son botas y la otra son zapatos planos. Elige uno.

Ella eligió los zapatos planos sin dudarlo. Tomando la caja de zapatos, salió de la habitación con Colin. El desayuno estaba listo sobre la mesa. Las sirvientas dijeron: —Señor y señora, el desayuno está listo. —De acuerdo —Colin asintió. Sofía estaba acostumbrada a que la llamaran Señora porque la llamaban Señora cuando Wendy estaba ahí. No se opuso a eso entonces porque quería hacer feliz a Wendy.

Capítulo 42 ¿No dormí contigo anoche? Puso la caja de zapatos en el pórtico. Después de lavarse las manos, Sofía se sentó a desayunar. El silencio envolvió la sala. Colin esperó a que Sofía terminara de comer antes de abandonar la mesa. Caminó directamente hacia la puerta. Sofía se limpió la boca, tiró el pañuelo usado a la basura y alcanzó a Colin. Ella usaba zapatos cómodos, pero guardó sus tacones altos ya que ella quería usarlos en la compañía. El Lamborghini deportivo negro los estaba esperando cuando Colin y Sofía salieron. Wade lo había conducido hasta su casa y había estado esperando aproximadamente media hora. Sofía lo saludó avergonzada antes de sentarse con Colin en el asiento trasero del pasajero. Cuando Wade comenzó a conducir, Sofía le preguntó a Colin ansiosamente: —Señor Li, ¿ha reservado su boleto de avión al país A para mañana? Colin le lanzó una mirada. —Sí. —Señor Ji, ¿puede darme un permiso para mañana? —Desde el incidente con Omar, se había convertido en responsabilidad de Wade manejar todas las solicitudes relacionadas con los permisos del Departamento de Secretaría. Como Wade estaba a cargo de todos los permisos para la sala de secretaría del Director Ejecutivo, Sofía pensó que era prudente preguntarle. —¿Por qué necesitas un permiso? —Colin tenía una idea del porqué necesitaba una permiso, pero le preguntó de todos modos. Sofía pensó por un momento antes de decidir decirle la verdad. —Yo también quiero ir. Yo extraño... ¡a mi padre! Sofía también tenía otra razón. Pero eso no quería compartirlo con Colin. Necesitaba hablar con Yonata sobre la investigación relacionada con su madre y su hermano. —Eh, acércate a mí. —Colin dejó el periódico y saludó a Sofía, que estaba sentada en el otro lado del asiento. Sofía estaba confundida. —¿Por qué?

En lugar de responderle, Colin se acercó a Sofía. —Bésame una vez, y puedes tener una hora libre de trabajo. Sofía. —... Wade. —... —¿Cuánto tiempo necesitas para ir allá? Puedes averiguar las horas. —Con su brazo derecho apoyado contra la ventana del coche, Colin había encerrado a Sofía en una esquina. Sofía empujó a Colin y lo ignoró. —Señor Ji, no iré por encima de su autoridad y pediré su permiso. Necesitaría tiempo para volar al país A, y un poco más de tiempo para arreglar sus asuntos. Sofía estimó que necesitaría al menos tres días. ¡Eso significaría que ella necesitaría besar a Colin setenta y dos veces! Wade aclaró su voz y dijo: —Mi señora, ¡no me importa que vaya por encima de mí para pedir permiso! Colin miró a Wade con asombro. Él había manejado esto muy bien. Merecía ser el mejor hombre de Colin. ¡Bien! Sofía miró al orgulloso hombre despistado. —Quiero tres días. Pero no te daré tantos besos. ¡Hazme un descuento! —Trato hecho. 50% de descuento. Puedes darme treinta y seis besos. Sofía asintió. —Puedo regalarte una semana de vacaciones si vienes a mi casa esta noche. ¿Le estaba pidiendo Colin que se acostara con él? ¿Un negocio en el que ella se ganaría unas vacaciones? —No, gracias. ¡Prefiero darte los besos! —Sofía se negó con una sonrisa. Colin no estaba enojado y dijo a la ligera. —Cambié de opinión. Si quieres unas vacaciones de tres días, necesitas darme treinta y seis besos y dormir conmigo esta noche. Sofía. —... Wade. —... Sofía miró a Colin. Su arrogante sonrisa hizo quererle pegar en la cara. —Estás empezando a sonar como Omar. —¡Por supuesto que no!Tú eres mi esposa. Es normal que un esposo coquetee con su esposa. Sofía apretó los dientes y se inclinó hacia delante. —¿No dormí contigo anoche? Colin asintió. —No quedé satisfecho con eso. Por supuesto que estaba insatisfecho. ¡Porque no pasó nada entre ellos!Además, tuvo que tomar una ducha con agua fría. Sofía calmó su respiración...

Su titubeo animó a Colin a continuar con la tentación. —Deberías considerar unas vacaciones de siete días. Tendrás más tiempo para acompañar a tu padre. —¡Trato hecho! —Sofía estaba decidida a regresar al país A dejando esta vez de lado su moralidad. Wade, quien había estado escuchando a Colin y Sofía, ya no podía contener más su risa. Esta fue la primera vez que escuchaba a un esposo esforzarse tanto por dormir con su propia esposa. Encontró toda la manipulación y persuasión divertidísima. ¡Lo más divertido fue que el marido era el señor Li! —Wade.... —Colin le dio al hombre que estaba riendo una señal de advertencia. Wade dejó de reír y se concentró en manejar. —¡Bueno, primero voy a tomar los intereses! —Colin no esperó la respuesta de Sofía. Se inclinó hacia delante y besó delicadamente sus suaves labios rojos.

... Cuando Colin, Wade y Sofía entraron a la oficina juntos, obtuvieron varias miradas extrañas de sus compañeros de trabajo. Muchos no podían creer el cambio en la apariencia de Sofía. Ella usualmente usaba colores oscuros. Hoy, sin embargo, llevaba colores brillantes. Los colores brillantes resaltaban su figura y se adaptaron a su color de piel. Sin embargo, la marca roja en su cuello era tan obvia que la gente continuó hablando sobre eso después de que el trío había pasado. —¿Lo viste? ¡Oh Dios mío! ¡Mira la marca del beso en el cuello de la señorita Lo! ¡Ella tiene una vida privada muy ocupada! —¡Sí!Ella es lo suficientemente valiente como para entrar a la oficina sin cubrirla. ¡Probablemente tuvo una noche alocada ayer!

... Sofía se detuvo después de escuchar las argumentaciones.

Colin la miró con curiosidad. Él no sabía por qué ella había dejado de caminar. Sofía se acercó a los chismosos y les dijo con frialdad. —Estoy casada. Es normal que yo tenga una vida privada. ¿Por qué hablan de mí de esa manera? No podía entender por qué les gustaba hablar de su vida privada. Ella era sólo una secretaria, no una Directora General o una estrella famosa. El personal femenino se sorprendió al escuchar que Sofía estaba casada. Aunque dudaban de su revelación, no se atrevían a preguntar más porque Colin estaba detrás de ella. Tenían que continuar con su trabajo como si nada hubiera pasado. Las tres personas entraron al ascensor. Colin estaba detrás de Sofía. —¿Esto sucede todo el tiempo? —Sí. —Sofía respondió con amargura. Ella fue a trabajar de buen humor, pero se había arruinado debido a los chismosos. Aunque sabía que no debía prestar atención, Sofía no podía evitar sentirse mal. Sin embargo, sabía que todo esto se debía a los rumores difundidos por Paulo, Dolores y Jimena. —Señor Chi, haz un anuncio al personal de que si alguien es captado difundiendo chismes en la compañía, él o ella serán despedidos. —¡Si señor Li! Sofía miró a Colin con asombro. ¿Acaso estaba haciendo esto por ella? Sofía aún estaba pensando en la decisión de Colin cuando entró al vestidor. ¿Por qué sentía que Colin la estaba protegiendo? Colin la protegía en secreto por el tema relacionado con la disculpa de Dolores, la pelea entre Colin y Paulo y el asunto con Jimena. ¿Por qué? Sólo porque ella era su esposa de palabra... ¡Oh! ¡No!¿Lo que pasó entre ellos la noche anterior los convirtió en pareja? Sofía pensó más sobre la noche anterior. ¿Por qué no sintió nada después de que hicieron el amor? ¿Por qué? Sofía volvió a la realidad cuando escuchó un silbido. Era Helge quien había estado esperando pacientemente en la oficina de consultoría privada. —¡Pequeña Sofía, por fin has llegado! ¡Oh!¿Qué le pasó a tu cuello? ¿Hiciste el amor con Colin? —El hombre de cabello amarillo saltó para saludarla y le sonrió intencionadamente.



Capítulo 43 ¡Deja a Sofía Lo con la Sra. Li! —¿Por qué te molestas en preguntar? Usted ya sabe. —Sofía se sonrojó, lo cual ocurría raramente. —¡Genial! ¡Al fin Colin se convierte en un hombre! —Realmente admiraba la fuerza de voluntad de Colin. Colin había permanecido virgen por treinta años. Sofía no quería seguir hablando de esto, por lo que cambió de tema preguntando: —Helge, ¿de verdad estás trabajando aquí? —Mmm, le prometí a tu marido que trabajaría aquí durante tres meses. Y después de eso, tendré la inversión que necesito para mi empresa. —La consultora de inversión que Helge había registrado estaba a punto de quebrar. Nunca había estado allí ni se había encargado de ningún problema. Sus subordinados lo supervisaban todo. La compañía estaba en las últimas. Se necesitaban fondos para sostener la empresa. Y Helge estaba dispuesto a invertir más dinero en ello. Sin embargo, para obtener la ayuda de Helge, Colin había ofrecido invertir en su compañía y contratar profesionales para que la dirigieran. Y por supuesto, Helge aceptó. —¿Le prometiste...? —Sofía se detuvo antes de que pudiera terminar la oración. ¿Por qué siquiera molestarse en mencionarlo? Sofía estaba en lo correcto al suponer que Colin había convencido a Helge para que se la llevara. Helge se apoyó tranquilamente en el escritorio y dijo: —Sofía, ¡por fin te compraste algo de ropa! —¿Qué? —Sonó como si hubiera estado viniendo a trabajar desnuda todo este tiempo. Helge señaló su blusa azul claro: —Bueno, supongo que la blusa que llevas es TER. El precio de la blusa equivale a dos meses de salario aproximadamente. Espera, ¿Colin te la compró? Era posible que Sofía comprara una prenda de vestir costosa. Pero llevaba ropa de marca de pies a cabeza. Esto no era normal. Helge había estado con tantas mujeres que se podía dar cuenta tan solo con mirarla. Además, conocía muchísimas marcas de ropa para dama porque a

menudo compraba ropa para las mujeres con las que salía. Además, los tenis que traía puestos eran de una marca reconocida. Si no se equivocaba, ¡los zapatos de esa marca valían por lo menos 10, 000 por par! Nadie sería tan generoso excepto Colin. Así que parecía que su relación iba en la dirección correcta. Sofía asintió sorprendida. Sabía que su blusa no era barata, pero nunca se imaginó que sería tan costosa. Su salario mensual en SL era de $8, 000, sin contar los bonos. Helge dijo que esta camisa costaría dos meses de su salario, por lo que sería casi $20, 000... ¡Sofía miró la blusa con sorpresa!¿Estaba hecho de oro? ¿Por qué Colin compraría ropa tan cara para ella? —Los esposos compran ropa para sus esposas. ¡Está perfectamente justificado!Si no lo hicieran, sería extraño. No te preocupes por eso. —Helge intentó tranquilizar a Sofía y le dio una palmadita en el hombro. Sofía asintió. Sabía que era como el vestido de noche que Helge le había comprado. Se lo había puesto y ahora, no había manera de devolverlo a la tienda. ¡Bueno! ¡Recordaría todo lo que Colin había hecho por ella! Simplemente no podía entender por qué Colin estaba siendo tan bueno con ella. Sobre todo porque él seguía insistiendo en el divorcio. Había hecho que Paulo y Dolores se disculparan con ella, e incluso le había comprado ropa carísima. ¿Acaso Colin quería compensarla por acostarse con él la noche anterior? Sofía tenía una nido de preguntas en la cabeza. Ella trató de concentrarse en el trabajo. No quería pensar más. No era para tanto. Ella podría ser mejor para Colin a cambio. ¿Pero cómo? Él era su jefe. Tenía suficiente dinero. ¡No quería nada! Lo mejor sería preguntarle después. Cuando Wade dio el anuncio, según las instrucciones de Colin, hubo un alboroto entre las empleadas. Infirieron que el Sr. Li había hecho este anuncio por el bien de Sofía. Pero luego pensaron que era imposible que el Sr. Li hiciera esto por Sofía, por lo que descartaron la idea de que el Sr. Li y Sofía estaban en una relación. En cualquier caso, sabían que tenían que ser más cuidadosas en el futuro. Jimena miró el aviso y no pudo evitar preguntarse. Ella no era tan tonta como para creer que no había nada entre el Sr. Li y Sofía. Ella simplemente no podía entender por qué el Sr. Li estaba enamorada de una mujer tan común como Sofía. Lo que más la sorprendió fue que Sofía había mencionado que el Sr. Li estaba casado.

Entonces, ¿por qué Sofía tuvo una aventura con Colin? Jimena decidió vigilar a las mujeres que vinieron a conocer al Sr. Li. Juró que iba a averiguar quién era la Sra. Li. Y entonces le diría a la señora Li cómo Sofía Lo había seducido al Sr. Li. ¡Después, dejaría a Sofía Lo con la Sra. Li! Después del trabajo, Sofía le envió un correo electrónico a Wade sobre su permiso y apagó la computadora. Sofía estaba de buen humor porque al día siguiente vería a su padre. Al terminar de recoger todas sus cosas, Sofía se acercó al sofá y le dio unas palmaditas al hombre dormido. —¡Helge, despierta!Ya no estoy en horario de trabajo. Helge no hacía más que dormir mientras estaba en la compañía. Pero a Colin no le importaba en absoluto. Helge abrió los ojos aturdido y encontró a Sofía de pie junto a él. —Sofía, quiero dormir un poco más. —Está bien, pero ya me voy. —A Sofía no le importó Helge y se dio la vuelta para irse. Helge saltó del sofá y rodeó el hombro de Sofía con su brazo. —Pequeña Sofía, tengo mucho sueño. Déjame descansar en tu hombro por un rato. Justo en ese momento, Serena y Gaby salieron de la oficina de la secretaria y vieron la intimidad entre los dos. Estaban sorprendidas. Sofía lo empujó de inmediat. —¡Helge! ¡La gente está mirando! Las paredes de la oficina del director ejecutivo estaban hechas de vidrio. Así que Colin también los vio. ¡Click!Colin tocó el teclado con fuerza. Su rostro se nubló de celos. ¡Cómo se atrevía Sofía Lo a estar tan cerca de otro hombre delante de él! Helge notó lo molesto que estaba Colin. Sonrió maliciosamente y se apoyó deliberadamente en el hombro de Sofía de nuevo. —¡Helge! ¡Me estás lastimando! —Sofía estaba agobiada. Vio a Colin de reojo sentado en su oficina. Sofía estaba nerviosa. Ella tomó la mano de Helge apresuradamente. — ¡Helge! ¡Aléjate! ¡Me estoy enojando! ¡Qué mala suerte! ¡Colin debió haber entendido mal! Helge sonrió y soltó a Sofía, quien estaba a punto de volverse loca. —¿De qué tienes miedo? —De nada... ¡Pero estamos en la compañía, la gente empezará a esparcir chismes sobre nosotros! Helge se metió las manos en los bolsillos y levantó una ceja a Sofía, quien no se atrevió a mirarlo a los ojos. —Oh... Ya veo. Pero escuché que Colin ha hecho un anuncio que prohíbe los chismes. ¿Por qué sigues preocupándote por

eso? —Helge no la desmintió. Él quería que ella le explicara. Sofía se sonrojó. —Bueno, sabes que mi reputación no es buena aquí. No quiero involucrarte. Al ver a Sofía sonrojarse, Colin pensó que Helge estaba coqueteando con ella. —¡Oh! —Helge comprendió enseguida. —Está bien. Mi reputación es peor. No me importa. —La abrazó por el hombro y le dijo encantado. —¡Vamos, pequeña Sofía!Salgamos a cenar. ¡Yo invito! —Estoy en un gran problema —pensó Sofía. Colin sin duda lo iba a malinterpretar todo. Pensaría que Sofía se acercó intencionadamente a Helge y coqueteaba con él.

Capítulo 44 ¡Pequeña Sofía, cuídate! —No, gracias. Me tengo que ir. ¡Adiós! —Sofía salió de debajo del brazo de Helge y corrió hacia el ascensor. Observando cómo Sofía se marchaba, Helge sonrió. Se dio la vuelta y saludó a Colin. —¡Uf! —Sofía se sintió aliviada al entrar al ascensor. Sin embargo, Helge logró escabullirse dentro del elevador antes de que la puerta se cerrara. Sofía se sintió impotente. —Pequeña Sofía, ¿qué vamos a comer hoy? —Helge mantenía su distancia de Sofía cuando Colin no estaba cerca. Ella no entendía a qué se debía tanto afecto repentino de Helge. Antes de que Sofía rechazara la invitación, sonó el teléfono. ¡Oh querido! ¡Colin! Sofía contestó el teléfono con voz tímida. —¿Hola? —¿Cómo que ´hola´? No quieres que Helge sepa que soy yo quien te llama, ¿verdad? —Colin estaba molesto. Cada vez que la llamaba, Sofía se dirigía a él como "Colin" o, al menos, como el "Sr. Li Pero esta vez, con Helge a su lado, no lo hizo. Era obvio que no quería que Helge supiera que Colin la estaba llamando. Sofía no tenía otra opción. ¡Bien!"Señor. Li, ¿cómo puedo ayudarte? — Sofía sabía que Helge haría más problemas si mencionaba el nombre de Colin. Esperaba evitar otra escena. ¡Y tenía razón!En cuanto Helge escuchó el nombre de Colin, se acercó a Sofía. —Pequeña Sofía, conozco un lugar donde la comida es excelente. Vamos allí. Después de la cena, podríamos comer un postre y ver una película, o salir a caminar. ¿Qué opinas? A pesar de que Sofía cubrió el teléfono, Colin podía escuchar claramente la voz de Helge. Sofía se sentía ansiosa en ese momento. Ella bajó la voz. —Helge, estoy hablando por teléfono. Podemos decidir a dónde ir más tarde. El problema era que Helge no estaría de acuerdo: —Pequeña Sofía, ¿por qué le tienes tanto miedo a Colin? No necesitamos su aprobación para tener una

cita. No le gustas después de todo, ¿o sí? Sofía pensó en lo que Helge había dicho... Y tenía razón al recordarle que a Colin no parecía agradarle. ¿Por qué estaba nerviosa? Sofía se llevó el teléfono al oído. —Hola, Sr. Li, ¿qué puedo hacer por usted? El tono de Sofia había cambiado dramáticamente. Si Colin no hubiera escuchado a Helge animarla, se habría confundido. Buen trabajo, Helge. —Hay un problema con tu permiso. ¡Ven a corregirlo! —¿Hay un problema en específico? —Pero ella le había enviado el correo al Sr. Ji. Si existiera algún error, el Sr. Ji debería haberla llamado. —¡Sí! ¡Uno muy grande!No eres nueva aquí. ¿Cómo es que no sabes cómo redactar un permiso? ¿Qué estabas haciendo todo este tiempo? ¡Sube! ¡Y te diré lo que está mal! —Sofía se molestó debido a que Colin le estaba gritando. Solo era un permiso. ¿En verdad tenía alguna razón para molestarse? —Sí, señor. Estaré allí en un minuto. —Sofía colgó y se mordió el labio. ¿Por qué le había gritado? ¡Qué grosero! ¡Colin era tan grosero! Cuando el ascensor llegó al primer piso, Helge preguntó: —¿Qué pasa? ¿Necesitas volver al trabajo? —No. Pedí un permiso de una semana. Voy a ir al País A mañana. Algo salió mal con mi solicitud, así que tengo que volver a escribirla. Lo siento, Helge. No puedo ir contigo. —Sofía se sintió terrible. Helge había hecho mucho por ella. Ella nunca se había considerado una mujer hermosa. Sin embargo, el vestido que él le había ayudado a comprar cambió su percepción. ¡Incluso Colin pensó que se veía atractiva! Cada vez que veía la foto de ella con ese hermoso vestido de noche, se sentía más segura de sí misma. —¿Qué? ¿Te vas a ir al país A? ¿Mañana? Mmm... Déjame acompañarte. —No tenía nada que hacer en el País Z de todos modos. Podría regresar al país A y divertirse un poco. Sofía agitó su mano con desdén. —No, no. Deberías ir a cenar. Tengo que subir ahora. —El teléfono sonó justo cuando Sofía pronunció esas palabras. ¡Era Colin! Sofía sacó a Helge del ascensor, rechazó la llamada y presionó el botón del piso 88. Helge observó a la ansiosa mujer y se preguntó si se había enamorado de Colin. También se preguntó si Colin lo sabía. Tenía que averiguar si Colin amaba a Sofía o no.

Si Colin la amaba, Helge estaría en problemas por lo que acababa de hacer. Muchos podrían pensar que Colin era amable, pero Helge sabía que en realidad era un hombre difícil de tratar. Helge se estremeció ante el pensamiento. Sería mejor que evitara a Colin por un tiempo. ¡Pequeña Sofía, cuídate!Helge corrió hasta su deportivo rojo y se marchó. En la oficina, Colin estaba enojado con Sofía por no haber respondido su llamada. Pero su corazón se llenó de alegría y sorpresa cuando escuchó que alguien tocaba la puerta. —¡Adelante! —dijo fríamente. Sofía entró y se detuvo junto a la puerta. —Sr. Li. —¡Ven aquí! —Colin se reclinó en su silla. En cuanto vio a Sofía, entrecerró los ojos para parecer enojado. Para evitar más problemas, Sofía cerró la puerta y caminó hacia el escritorio. Miró la pantalla del ordenador. ¡Su correo ni siquiera estaba ahí!Lo único que había eran algunos documentos que la compañía de Estados Unidos había enviado. —Sr. Li, ¿qué pasa con el correo? —Solo necesitaba escribir su nombre, la fecha, el motivo y la duración. ¿Cómo era posible que se hubiera equivocado? Colin encendió un cigarrillo. La explicación que dio, frustró a Sofía. —Lo leí mal. Todo está en orden. Sofía lo miró fijamente. —¡Deje de fumar!¿No tiene miedo de que sus pulmones se vuelvan negros? —Ya están negros. —Llevaba más de una década fumando. ¿Cómo podrían sus pulmones estar bien? —¿Necesita algo más? De lo contrario me retiro. —¿Por qué? ¿Helge todavía te está esperando abajo? —Colin sopló humo en la cara de Sofía. Sofía comenzó a toser. —Sr. Li, ya no estoy en horario de oficina. No tengo que reportarle todo a usted. Por otra parte, es mi vida privada. —De cualquier manera, a Colin ella no le agradaba. ¿Por qué debería molestarse en explicarle? —¡Sofía Lo! —Colin se levantó y pateó la silla. Caminó hacia Sofía, sosteniendo el cigarrillo en la mano derecha. Se metió la mano izquierda en el bolsillo. Temerosa de la ira de Colin, Sofía corrió hacia la puerta. En ese momento, alejarse de Colin era su prioridad. Cuanto más lejos,

mejor. Sin embargo, logró atraparla. —¿De qué estás huyendo? No te voy a comer. Sofía negó con la cabeza, pero Colin siguió presionándola: —No quieres quedarte conmigo, ¿verdad? Sofía sintió que Colin la estrangularía si se atrevía a asentir o decir que sí en ese momento. —Sr. Li, ¿qué es lo que quiere? —El corazón de Sofía latía más rápido a medida que Colin se acercaba a ella. —Aléjate de Helge.

Capítulo 45 La última palabra Con estas palabras, Colin recordó que fue él quien había invitado al seductor, Helge. Ahora, era imposible despedirlo. Sofía se rió con aire burlón y dijo: —¿Helge no te pidió que me sedujeras? Ahora que soy tuya, ¿me abandonarás ingratamente? El hombre se quedó pasmado. —¿Qué quieres decir con que eres mía? Sofía ignoró su pregunta y dijo: —Sr. Li, me tengo que ir. Colin apagó su cigarrillo en el cenicero y repentinamente besó sus labios rojos. —Sofía, me debes 35 besos. Esta noche, debes pagármelos todos. No había forma de que ella pudiera protestar, cuando él ya le había robado agresivamente la respiración. Su boca estaba impregnada con el sabor del cigarrillo que acababa de fumar. Pero... El beso duró demasiado tiempo. Pasó un minuto... Dos minutos... Tres minutos... Pronto, Sofía se desesperó. Habían pasado cinco minutos cuando Colin finalmente la dejó ir con las piernas temblorosas. Su rostro estaba enrojecido mientras jadeaba por aire. —¡No. —¡Colin, te estás aprovechando de mí! —Sofía trató de negociar con él. —¿Qué? —Sin soltar a Sofía, Colin bajó la cabeza y escuchó lo que tenía que decir. —No puedes besarme por tanto tiempo. Sólo debería durar un minuto. De lo contrario, contaré los minutos extra como más besos. —¡Imposible! —Colin la soltó y caminó hacia el escritorio de su oficina para apagar la computadora. Exasperada, Sofía se comportó de manera muy impulsiva. —¡Entonces, no voy a pedir permiso para irme! —Él ya le había robado dos besos. —¡Bien! —Colin se puso el abrigo y accedió. Cuando Sofía se dio la vuelta, escuchó la voz de Colin por detrás: —Tu padre debe extrañarte mucho, no lo has visitado durante mucho tiempo. Él debe sentirse muy triste.

Sofía se detuvo en seco. De espaldas a Colin, cerró los ojos. Al cabo de un rato, ella se dio la vuelta y con fiereza gritó al hombre que se estaba abrochando los botones de su abrigo. —¿Me estás amenazando? —Nunca dije que fuera un hombre amable y misericordioso. —Colin ni siquiera trató de negar sus acusaciones. Sofía no respondió. Su cara se puso roja de ira, y las palabras salieron de su boca con cierta dificultad. —¡Quiero el divorcio! ¡Llamaré a madre! Sus palabras detuvieron los movimientos de Colin. —Sofía, no estás pensando con claridad. Yo tengo la última palabra para decidir cuándo terminará nuestro matrimonio. Sofía tiró de su ropa. De repente recordó que Colin fue quien le había comprado esa ropa a ella. Su ira se disipó rápidamente. —Está bien. Colin miró a la mujer que de repente había cambiado de opinión: —Sofía, ¿qué estás haciendo? Ella contestó suavemente. —No te preocupes. Salgamos de aquí. Obviamente no estaba siendo ella misma. Colin levantó su barbilla para mirarla a los ojos. La duda en sus ojos la hacía sentirse indefensa. —Yo... Yo soy tu esposa. No debería responderte. —¿Es eso? —Sí. —Besame. —... —Sofía se puso de puntillas y lo besó. Ella le dio un simple beso, antes de alejarse de él. Satisfecho con el buen comportamiento de ella, Colin sonrió. La abrazó con fuerza y la besó.

... Al salir de la oficina, Colin llevó a Sofía a un restaurante para cenar. El cambio de actitud de Sofía creó un ambiente armonioso. Cuando el auto se detuvo en la villa de Colin, Sofía recordó que estaba borracha la noche anterior. ¿Por qué no podía recordar nada? Se decía que la primera vez siempre era

doloroso para las mujeres. ¿Habría llorado de dolor? —¿Qué estás pensando? —Colin se puso sus zapatillas e interrumpió sus pensamientos. —Nada... No es nada. voy a subir. —Ella rápidamente huyó escaleras arriba. Colin no se molestó en alcanzarla. La siguió sin prisa. En el segundo piso, Sofía abrió la puerta de la habitación donde solía quedarse. Pero la sábana había sido guardada por los sirvientes. ¿Dónde dormiría ella esa noche? ¿Tendría que acostarse con él? —Te traje hasta aquí porque quería dormir contigo. —Dijo la voz de Colin desde afuera de la puerta. Sofía se dio la vuelta y siguió a Colin a su habitación. Cuando salió de la ducha, Sofía encontró muchos productos para el cuidado de la piel en el baño de Colin. Tomó uno de ellos, pero no pudo leer las instrucciones en inglés. ¿Podría usarlos ella? Cuando se fue esta mañana, no tuvo más remedio que usar los productos para el cuidado de la piel de Colin. Abrió la puerta del baño y encontró a Colin hablando por teléfono. — Mañana iré al País A. Señor Lien, ¿podemos hablar de los detalles cuando nos reunamos? Señor Lien. Sofía bajó la mano que sujetaba la crema para la piel. ¿Se trataba del presidente Jesús Lien? ¿O el gerente general Mauricio Lien, el hermano de Ciro Lien? Quienquiera que fuese, Sofía se sentía infeliz al escuchar este apellido. —¿Sofía? —Colin le habló a Sofía varias veces. Pero ella estaba ensimismada. —¿Hm? —Sofía trató de centrar su atención en vano. Iba a regresar al país A, donde ella había sufrido tanto. Colin la tomó por la barbilla. —Sofía, ¿qué pasa? —¿Qué? —Tenías la mirada perdida. ¿En qué estabas pensando? —Sofía estaba sumida de nuevo en sus pensamientos antes de poder responder. —Nada. Por cierto... Esto... —Sintiéndose avergonzada, hizo un gesto hacia los productos para el cuidado de la piel. Estaría muy apenada si estos productos no fueran para que ella los pudiera usar. Colin la soltó. —¿Hay otra mujer aquí aparte de ti? —¿Cómo sabría si alguna vez trajiste a otras mujeres aquí? —¿Y si compró esto para una mujer que él amaba?

—No lo hice. —Confirmó firmemente, por lo que Sofía curvó las comisuras de su boca y sonrió. Levantando la crema en su mano, dijo: —Gracias. Mientras Sofía se aplicaba la crema para la piel, Colin se desabotonó la camisa y caminó hacia el baño. —Estaré lista en un segundo. —Se apresuró y se daba suaves palmaditas en la cara con la crema facial. —Tómate tu tiempo. —Colin se apoyó en el fregadero y observó cómo Sofía se aplicaba cuidadosamente los cosméticos en toda la cara. Cerró la tapa de la botella de crema y la puso de nuevo en su lugar. —En realidad, no me quedaré aquí a menudo. No necesitas comprar todo esto. —Como ella tenía su propio apartamento, vivirían separados después de regresar del País A. —Puedes venir aquí cuando quieras. —Colin le acarició su suave cara con el pulgar. Los productos enviados por Wade eran buenos. La piel de Sofía se sentía tan suave después de haberlos usarlos. ¿Venir en cualquier momento? ¿No pensaba Colin divorciarse de ella? ¿Por qué dijo que ella podía venir en cualquier momento? Cuando estuvieran en el País A, ella conversaría con el médico acerca de llevar a su padre al País Z, para que ella misma pudiera cuidar de él. Ella quería vivir con su padre. Pero si ella viviera en la villa de Colin, sería muy inconveniente y podría molestarlo. Era mejor vivir separada de él. Ella negó con la cabeza y dijo: —No, yo puedo vivir tranquilamente por mi cuenta. Colin no podía entenderla y asumió que ella lo estaba rechazando de nuevo. Él respondió enojado. —¡Sal de aquí y busca otro lugar dónde dormir!

Capítulo 46 La figura solitaria El rostro de Colin lucía sombrío. ¿Por qué estaba enojado de nuevo? ¿Fue porque ella rechazó su oferta de venir a vivir aquí? No, no podía ser por eso. Sofía salió del baño y vaciló, antes de acostarse en la cama grande. Miró al techo y comenzó a pensar. Recientemente, se había sentido atraída por Colin. Por alguna razón, se sentía como si algo los uniera. Ella no sabía si era bueno o malo. Ella aclaró su mente y decidió preguntarle a Colin si él todavía quería divorciarse de ella. Si el divorcio era inevitable, lo mejor era mantener una distancia segura de él. Si no, ¿qué debería hacer ella? Pensar en ello hizo que el corazón de Sofía latiera rápido y su cara enrojeciera. ¿Qué le estaba pasando? Colin salió del baño y encontró a Sofía cubriéndose la cara con las manos. La miró fríamente. —¿Estás pensando en alguien? Qué mujer tan frívola eres. El rubor en el rostro de Sofía se desvaneció de inmediato. —Un bastardo. — dijo Sofía suavemente. Colin no esperaba que ella lo admitiera. Se quedó de pie junto a la cama y la miró. En un tono frío, dijo. —¿Un bastardo? —Debe ser uno de tus amantes. Amante... Contuvo el fuerte impulso de golpearlo, apretó los dientes y asintió. —Eres muy inteligente. Con esto, Colin se quitó la bata y la arrojó sobre la cama. A pesar de la conmoción de Sofía, Colin se metió a la cama y la abrazó con fuerza. —Sofía, te advertí que no podías tener otros amantes. ¿Cómo te atreves a ignorarme? —Aunque él tenía una bata de baño para Sofía, nunca se la dio. Era más fácil quitar la toalla de su cuerpo.

Sofía se sonrojó demasiado, agarró el edredón y trató de cubrirse, pero Colin la detuvo. Pronto, ambos estaban desnudos. —Colin, espera. ¡Tengo una pregunta! —Sofía se apartó de las impacientes manos de Colin. —Dime. Respiró hondo mientras ordenaba sus pensamientos. Ella preguntó con calma: —¿Cómo te sientes ahora? ¿Todavía quieres divorciarte de mí? ¡Sería un bastardo si aún queriéndose divorciar de ella todavía quería dormir con ella! Colin no esperaba su pregunta. Después de un momento, él respondió: —Tienes muchos amantes. ¿Por qué querría seguirte teniendo como mi esposa? Sus palabras fueron hirientes. —¿Y si no es así? ¿Acaso no durmieron juntos anoche? ¿Realmente pensaba que ella inventó todo cuando fue al hospital? Colin no podía decir si ella estaba diciendo la verdad o no. Él dijo: —Sofía, te advertí que si querías estar conmigo, no podrías estar con nadie más. Pero coqueteaste con Helge y otros hombres. ¿Cómo una mujer como tú podría ser mi esposa? A él no le importaba su pasado. Pero no podía ignorar su comportamiento reciente y futuro. Sofía quería protestar. Ella nunca actuó de forma inapropiada con otros hombres. Y Helge era solo un amigo. Pero, ¿por qué debería dar explicaciones a un hombre que se negaba a creerle? Desanimada, Sofía apartó a Colin. Se puso la ropa y salió de la habitación a pesar de las protestas de Colin. Cuando llegó a las escaleras, escuchó un fuerte ruido en el dormitorio. Se detuvo por un momento pero luego salió de la villa sin mirar atrás. Ella no pudo regresarle sus favores recientes. Pero cuando tuviera la oportunidad, definitivamente le pagaría a él y a sus padres. En el dormitorio de la villa de Colin. Colin arrogó violentamente la lámpara de noche contra la pared, y se rompió en pedazos. Sacó su teléfono móvil y llamó a Helge. —Helge, quiero que vengas de inmediato. Pero en lugar de Helge, Shelly respondió a su llamada. —Hermano, ¿qué pasa?

Al escuchar su voz, Colin reprimió su furia: —¿Dónde está Helge? —Él... —Se está bañando. —¿Qué estás haciendo con ése mujeriego? Vete a casa. Helge es un canalla. ¡No lo vuelvas a ver! La ira de Colin sorprendió a Shelly. ¿Por qué estaba tan furioso? Ella nunca había visto a Colin perder su temperamento así. —Colin... ¿Qué pasó? —Estoy bien. No te preocupes Pero necesitas irte ahora. Shelly hizo una pausa. —Bueno. Colin colgó el teléfono y caminó por la habitación. Corrió al armario para vestirse y se fue. Afuera estaba tranquilo. Sofía caminó lentamente a lo largo de la carretera, y reflexionó sobre los acontecimientos recientes. De repente, comenzó a llover. Sofía se detuvo y miró la lluvia bajo la tenue luz. El día que ella fue a la cárcel, estaba lloviendo así. Hacía tres meses cuando salió de la cárcel también llovía. Por eso ella odiaba la lluvia. Sofía se sintió fracasada. No podía encontrar a su hermano pequeño, al asesino de su madre, a Paulo, ni a Dolores. Era imposible encontrar la evidencia para probar que era inocente. En cuanto a los que la ayudaron... Si no podía responder a ellos, estaría mejor muerta. Conduciendo su Porsche, Colin siguió la figura solitaria de Sofía. Pensando en el pasado de ella, golpeó el volante con frustración y accidentalmente hizo sonar el claxon. El repentino pitido interrumpió el silencio de la noche, pero Sofía siguió inmersa en sus pensamientos. Ella siguió caminando y se sentó en el banco de un jardín cercano. Mamá, ¿estás bien en el cielo? ¿Sabes cuánto te extraño? Mamá, por favor, dame fuerzas para que pueda encontrar al asesino que te mató. Quizás algún día también pueda encontrar a Alejandro. Mamá, me siento muy mal. ¿Por qué me odia tanta gente? ¿Por qué me incriminaron? ¿Por qué? Ella inclinó la cabeza mientras lágrimas calientes corrían por su rostro. Pero fue afortunada de tener otra madre que la cuidó bien. Mamá, gracias por bendecirme con mi suegra, la tía Wendy, que es muy buena conmigo.

Sofía estaba desconcertada cuando apareció frente a ella un de zapatos de negros de piel. Levantó la cabeza y descubrió que era Colin. Odiaba cuando la gente veía su lado débil. Se secó las lágrimas a toda prisa, se levantó y salió del jardín. —Sofía. —Colin la llamó. Sofía se detuvo, pero no se dio la vuelta. —Lo siento, me tengo que ir. Dijo Sofía con lágrimas en los ojos. Después de esto, ella comenzó a caminar más rápido. Todos la odiaban. Tal vez ella debería dejar de existir... Sus palabras lastimaban a Colin. Obviamente, ella había sido incomprendida. El aceleró sus pasos y la agarró de la muñeca, tirando de ella hacia sus brazos. Él no la dejó ir a pesar de sus violentas protestas. Tal vez se sintió agotada, porque dejó de luchar. Apoyó la cabeza en su hombro en silencio y ella dejó de llorar.

Capítulo 47 No Quiero Volver a Ser Lastimada Sofía no podía llorar, era un signo de debilidad. Colin no sabía cómo consolarla. Sólo pudo sostenerla en silencio por un largo tiempo antes de decir: —No llores. ... Sofía dejó de llorar. Cerrando los ojos, respiró profundamente el aroma de Colin. Quería disfrutar el breve momento de felicidad entre ellos. A medida que la lluvia aumentaba, Colin se quitó el abrigo y la envolvió en él. —Volvamos. Sofía negó con la cabeza. —Colin, hay algo que quiero decirte. —Está bien. —Ya que nos divorciaremos en el futuro, no tenemos que acercarnos demasiado. Debemos vivir nuestras propias vidas y divorciarnos en el momento adecuado, ¿de acuerdo? Después de decir eso, Sofía pudo sentir la fría mirada de Colin sobre ella. Ella bajó la cabeza y no tuvo el coraje de alzar la mirada. Después de mucho tiempo, una llave cayó en su mano. —El avión sale a las 8 a. m. mañana. No llegues tarde. Colin se alejó bajo la lluvia sólo con su camisa, sin mirar atrás. Parecía invencible mientras se alejaba. Lo siento Colin. No quiero volver a ser lastimada. Al momento en el que Sofía se sentó en el asiento del conductor, se dio cuenta de que se olvidó de devolverle el abrigo. Ella se bajó del auto, pero Colin ya se había ido. Todo lo que podía ver eran dos interminables filas de tenues lámparas que brillaban a lo largo del camino. Inexplicablemente, su corazón comenzó a dolerle. A las 7 de la mañana. Sofía se apresuró a tomar un taxi para ir al aeropuerto. Cuando llegó, sacó su credencial de identificación y fue directamente a la ventanilla de registro para obtener su boleto. Ella recibió un boleto de primera clase de la ventanilla. Debía haber sido reservado para ella por Colin.

Sofía buscó a Colin en la sala de espera, pero no lo encontró. Encontró un asiento y esperó. Un hombre en la sala VIP observaba cada uno de sus movimientos. Sofía se enteró unos minutos antes de que el avión despegara de que Colin estaba sentado a su lado. Wade se sentó al otro lado de Colin. Sonriendo, Sofía saludó a Wade. Ella ignoró a Colin y apagó su teléfono como si nada hubiera pasado. Cerrando los ojos, esperó a que el avión despegara. Colin y Wade hablaban del negocio en el País A. Sofía fingió dormir todo el tiempo. Cuando la azafata vino para un control de seguridad, escuchó a Colin decir: —Por favor, tráigale una cobija, gracias. En menos de medio minuto, algo suave cubrió su cuerpo. Abrió los ojos y vio que era una cobija. —Gracias. —Ella murmuró, acurrucándose en la cobija. Ella volvió a cerrar los ojos. Después de que el avión despegó, Colin y Wade dejaron de hablar y comenzaron a revisar los documentos. Debido a que ella se levantó temprano esa mañana, Sofía se quedó dormida rápidamente. Antes de bajar del avión, Wade la despertó. Fuera del aeropuerto, había un coche esperando en la puerta del aeropuerto. Era un auto del Grupo SL. Wade se sentó en el asiento del pasajero, por lo que Colin y Sofía tuvieron que sentarse juntas en la parte de atrás. —¿Nos dirigimos a la compañía ahora, señor Li? Colin pensó por un momento y dijo: —Primero ve a la casa. —Si señor. Li. En la casa Li. Abrazando felizmente a su nuera, Wendy la miró de arriba abajo. —¡Sofía! ¡Te ves más hermosa desde la última vez que nos vimos! No estaba acostumbrada a los elogios, Sofía se sentía intimidada. —En realidad no, mamá. Me veo igual. Charlaron un rato para ponerse al día. Colin se levantó repentinamente del sofá. —Hay una emergencia en la compañía. Tengo que irme ahora. —Colin —dijo Wendy. —¿Sí, madre? —Vuelve temprano después del trabajo. Voy a cocinar algunos platillos más. Invitemos a Lorenzo y a tu padre también. Tendremos una cena familiar

esta noche. Colin miró a Sofía mientras se sentaba en silencio en el sofá. —Está bien. Mientras se alejaba, Sofía de repente recordó algo y rápidamente se acercó a Colin, quien se estaba cambiando sus zapatos. Pensando que Sofía se resistía a dejar ir a Colin, Wendy sonrió. —Señor Li.... —Estás en casa. —Poniéndose los zapatos, Colin la interrumpió fríamente. —Oh... Yo... Yo quiero estarlo.... —Sofía de repente sintió que estaba siendo demasiado impulsiva. —Bueno, no importa. Disculpe la interrupción. Se dio la vuelta y se preparó para irse. —¿Qué es lo que quieres? —Colin le respondió de vuelta. Sofía dudó un momento antes de decir: —Quiero ir al cementerio esta tarde, pero es difícil conseguir un taxi hasta allá. ¿Me prestarías uno de tus autos? El auto más barato está bien. ¡Lo devolveré esta noche! Colin la miró y le dijo con calma: —Enviaré a un conductor para que te recoja por la tarde. —No, gracias. Puedo conducir yo misma. Colin hizo una pausa. —Entonces le diré al conductor que te dé el coche. Sofía se quedó en silencio por un momento. —Muy bien, gracias. Al escuchar sus amables palabras, los ojos de Colin se llenaron de ira. Finalmente se fue, cerrando la puerta de golpe detrás de él. Sofía miró a la puerta dando un suspiro. Él debió haberla visto problemática. De lo contrario, no estaría tan enojado. Cuando volvió a la sala de estar, Wendy no estaba ahí. Parecía que ella subió a preparar la habitación para la pareja. Sofía subió las escaleras rápidamente y encontró a Wendy haciendo la cama en la habitación de Colin. Cuando Wendy la vio, comenzó a quejarse: —Sofía, entra. ¿Por qué no me dijiste que vendrías? Pude haber preparado tu habitación con anticipación. —Mamá, lo siento. No lo volveré a hacer. Por favor, no te enojes. —Sofía ayudó a Wendy a extender las sábanas. Wendy la detuvo. —Sofí, no estoy enojada en absoluto. No te disculpes. Wendy dejó escapar un suspiro. Sofía siempre era demasiado cautelosa en su presencia. Wendy tenía miedo de que ella no estuviera a gusto. Al no tener hija, a Wendy consentía a Sofía como si fuera su propia hija. Se sentía mal cuando Sofía era cautelosa a su alrededor. —¡Es bueno escuchar eso, mamá! —Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. Charlaron un rato mientras hacían la cama. Más tarde, Wendy preguntó: —

¿Cómo están tú y Colin últimamente? —Nos está yendo muy bien. Colin es bueno conmigo. Wendy frunció el ceño y dijo. —Quiero la verdad. No me mientas. Sofía le guiñó un ojo y sonrió a Wendy. —Mamá, es verdad cada palabra. Cuando alguien me acosa, habla por mí. También me compra hermosa ropa nueva y nuevos productos para el cuidado de la piel. Tenlo por seguro mamá. Cuando ella habló de Colin, una chispa de felicidad llenó los ojos de Sofía. Aunque fue breve, duró lo suficiente para que Wendy también lo viera. Wendy asintió con satisfacción. —¡Bien, estoy aliviada!El siguiente paso es tratar de tener un bebé, ¿de acuerdo? Aunque Sofía aún era joven, Colin no lo era. Era hora de que tuvieran un hijo. Ante las palabras de Wendy, Sofía bajó la mirada y respondió suavemente: —Nos esforzaremos más. ¿Tener un bebé? ¿Cómo podrían hacer eso? Se iban a divorciar. —Sofí, eres una buena hija. Las hijas son siempre mejores que los hijos. Di a luz a dos hijos, pero uno de ellos nunca me visita, y el otro es completamente inalcanzable. ¡Qué terrible!

Capítulo 48 Complicado —Mamá, quiero visitar la tumba de mi madre en el cementerio esta tarde. La sonrisa de Sofía se desvaneció al pensar en su familia. Wendy tomó la mano de Sofía y la atrajo hacia ella. —Sofía, tu suegro ha estado buscando a tu hermano recientemente. Aparentemente alguien le ha visto en el País C, pero ya se había ido cuando nuestros hombres llegaron ahí. Sofía se sintió un poco triste. Levantó la cabeza y contuvo las lágrimas. —Y la investigación de la muerte de tu madre se está complicando un poco. Enviamos a unas personas al cementerio para que la investigaran, y el colapso fue causado por alguien. La pista lleva a varias cosas. ¡Te informaré tan pronto en cuanto tengamos los resultados! —Uno no podría reclamar nada sin tener pruebas. —Finalmente, también hemos enviado personas para investigar el accidente de tu padre. Fueron al vecindario en el que solías vivir. El guardia de seguridad dijo que recordaba haber visto a varios hombres entrar a tu casa, después de eso, tu padre... enfermó. Pero el vídeo de vigilancia ya ha sido destruido. —La tragedia del Clan Lo fue definitivamente causada por alguien. Con un parpadeo en sus lágrimas, Sofía asintió. —Gracias, mamá.... —Ni lo menciones, somos una familia. No llores Sofía. Tu suegro también te apoyará. ¡Seguirá enviando gente para investigar la muerte de tu madre hasta que encontremos al asesino! —No estoy llorando, mamá. —Sofía tomó el pañuelo que Wendy le dio y se secó sus lagrimas. Angie y Harold acababan de despertarse de la siesta cuando Sofía salió de la habitación. Se alegraron de ver a Sofía. —¡Sofí!¿Cuándo llegaste? Al acercarse a ellos, Sofía tomó la mano de Angie y sonrió: —Abuelo, abuela, acabo de llegar. —¡Eso es bueno!¿Volvió Colin contigo? —Bajaron y conversaron. —Él también ha vuelto. Pero tiene mucho trabajo que hacer en la empresa. Volverá cuando su trabajo esté terminado. —¡Ese mocoso!No le importa nada más que trabajar. ¡Sofí, su principal prioridad es tener un hijo!Tu mamá siempre quiere un nieto.

Sofía hizo una pausa. —Por supuesto, abuela. —¿Por qué todo el mundo estaba hablando de tener un hijo? Como prometió Colin, un conductor llegó a recoger a Sofía por la tarde. Sofía se despidió de los ancianos y se fue al cementerio. Colin había ordenado un Maybach negro para ella. Al ver el auto, Sofía abandonó inmediatamente la idea de conducirlo ella misma. Tenía miedo de rayar el costoso auto con sus habilidades de conducción. El conductor dejó a Sofía en el cementerio a las afueras de la ciudad y la esperó junto al auto. Sofía llevó un ramo de lirios blancos con ella. Sosteniendo las flores en sus brazos, fue a la tumba de Julieta. La lápida había sido limpiada, y se encontraba colocado un retrato de Julieta. Ella estaba sonriendo amablemente a Sofía en la foto. —Mamá... —Sofía estalló en lágrimas. Sollozando, se arrodilló frente a la tumba de Julieta. —Lo siento mamá. Me tomó mucho tiempo visitarte... Debes haber estado muy sola ahí abajo... Te extraño mucho mamá.... Después de pasar una hora en la tumba de su madre, Sofía se secó sus ojos hinchados con el dorso de la mano y se levantó. —Mamá, cuídate. Vendré a visitarte más. Mamá, por favor guíame para encontrar al asesino y a mi hermano pronto. Yo te vengaré a ti y a papá.... Después de regresar a la ciudad, Sofía también visitó el hospital que Yonata había reservado para Jay Lo. Cuando ella llegó, su padre estaba en el jardín. Tomando el sol, estaba hablando con un pájaro. —Sofía, Sofía, Sofía... Sofía se paró detrás de él y cubrió su boca mientras las lágrimas corrían por su rostro. Ella se ahogó con sollozos silenciosos al ver a su padre llamándola por su nombre a pesar de su enfermedad. —¿Qué puedo hacer por usted? —La enfermera que cuidaba a su padre no la reconoció. Sorprendida por sus lágrimas, le preguntó tentativamente. Sofía se secó las lágrimas. —Hola. Este es mi padre. Señaló a Jay Lo y se presentó. Se dio cuenta de las intenciones de la enfermera: —¿Es Sofía o Alejandro? —¿Cómo sabe usted nuestros nombres? —Desde que su padre ha estado en recuperación, él sigue diciendo estos nombres. Supuse que eran sus hijos. Sofía bajó la cabeza y agradeció a la enfermera mientras se ahogaba con lágrimas: —Muchas gracias por cuidar de él...

—No lo mencione. Vaya a pasar tiempo con su padre. Está en buena forma estos días, ¡hable con él! —Le agradeceré. La enfermera señaló un arroyo que no estaba muy lejos. —Esperaré ahí. Si necesita algo, sólo llámeme. —¡Gracias! La enfermera los dejó solos. Sofía se puso delante de Jay, que aún estaba jugando felizmente con el pájaro. —Sofía... Alejandro... ¿Eres Sofía o Alejandro? Tenía una sonrisa tonta en su rostro, pero su estado era mucho mejor que cuando estaba en el Hospital Psiquiátrico de JZ. Gracias a sus suegros... Agachándose frente a Jay, Sofía tomó su mano suavemente. —Papá, Sofía está aquí. Pero Jay no respondió a sus palabras en absoluto. Era como si él no pudiera oírla. —Papá, es Sofía... Mírame... —Esta vez, sus palabras llamaron su atención. Jay desvió la mirada del pájaro y la miró a ella. Él la miró extrañamente. —¿Quién eres? ¿Por qué me tomas la mano? — Con una mirada asustada, apartó su mano. A Sofía le dolía el corazón al verlo. ¿Cómo podría tal tragedia golpear a su familia? Sus seres queridos estaban muertos y los que vivían sufrían. Ella no tenía ni idea de cómo averiguar quién lo hizo... —Papá, soy Sofía. Jay se rio. —¡Estás mintiendo! ¡Sofía no se parece a ti! Mi Sofía es la más linda. ¡Tú no eres linda, estás llorando! Sofía se limpió las lágrimas y trató de sonreír: —Papá, ¿cómo me veo ahora? ¿Soy tu linda hija? Los ojos de Jay de repente se llenaron de lágrimas. Él asintió y mantuvo sus ojos fijos en ella. —Sofía, Sofía... ¿Eres tú? —¡Soy yo!¿Papá? ¿Me reconoces? —Gratamente sorprendida, los ojos de Sofía se agrandaron mientras miraba a su padre. —Jaja, ¡eres una mentirosa! ¡Mi Sofía está ocupada! ¡Tanto ella como Alejandro están en la escuela ahora! —Jay regresó instantáneamente a su estado anterior de locura. Aventó las manos de Sofía y continuó silbando a los pájaros. Sofía no obligó a su padre a reconocerla una vez más. Con los ojos llorosos, ella siguió las instrucciones de la enfermera para contarle los momentos felices de su familia.

Más tarde, Jay corrió hacia el arroyo, brincando y saltando. —¡Pescado! ¡Voy a pescar algo! Sofía rápidamente lo agarró antes de que saltará al agua. —¡Papá!El agua está muy fría. ¡No puedes entrar ahí! Jay la golpeó en el hombro y la miró con enojo. —¡Mala! ¡Eres una mala persona! ¡A mi hija le gustan las peces! ¡Eres una mala persona! ¡No me dejarás pescar para Sofía! Sofía estalló en lágrimas de nuevo. A pesar de su locura, su padre recordó que su comida favorita era el pescado. Llamó a la enfermera para ayudarla a llevar a Jay de vuelta al jardín. Después de que ella le dio un beso de despedida a su padre, Sofía se fue a buscar a su médico de cabecera. En el ascensor, vio dos caras conocidas, Dolores y Paulo. ¿Qué estaban haciendo ahí? Paulo aún tenía su brazo con un yeso colgando de su cuello. Presionó el piso 16. Sofía vio que era el piso de ginecología y obstetricia. De pie en silencio en la esquina, escuchó a Dolores decir: —Cariño, ¿quieres un niño o una niña?

Capítulo 49 No Tienes Que Fingirte Sofía bajó la mirada. Casi podía imaginar lo que Paulo podía decir: —Un niño. Y la respuesta de Paulo fue exactamente como lo que ella había anticipado. Paulo contestó alegremente: —Quiero un niño. Los chicos son más lindos. Sofía resopló para sí misma. No quería un niño porque pensaba que los chicos fueran más lindos. Quería uno porque su madre siempre quiso un nieto. Cuando Sofía y Paulo estaban juntos, el joven siempre la abrazaba y le susurraba por la noche. Habían hablado de su futuro y de tener hijos. Cuando Sofía le hizo la misma pregunta, Paulo respondió honestamente que le gustaría tener un hijo porque su madre lo deseaba mucho. —¡Bueno! ¡Lo comprobaré en unos meses para saber si es un niño o una niña! —Dijo Dolores en un tono muy dulce. Por la conversación, Sofía sacó la conclusión de que Dolores estaba embarazada. El décimo segundo piso. Sofía bajó la cabeza y le dijo al hombre que tenía frente a ella: —Disculpe. El hombre se apartó. Paulo encontró que su voz le resultaba muy familiar y miró hacia atrás. Pero Sofía ya había salido del ascensor y se había alejado. Paulo la miró fijamente, pero no estaba seguro de si era Sofía. —Cariño, ¿qué estás mirando? —Dolores puso su mano con cuidado sobre su estómago plano y notó que él miraba algo y se dirigía hacia la misma dirección. Cuando la puerta del ascensor se cerró, Paulo apartó la mirada y negó con la cabeza—. Me pareció ver a una amiga justo en este momento. Pero me equivoqué. No era ella. Inmediatamente Dolores se alertó: —¿Ella? Hubo una pausa—. ¡Él! ¡Me refería a él! Piso décimo segundo del Departamento de Psiquiatría. Sofía fue a ver al médico de cabecera de su padre y le preguntó sobre su estado.

—No te preocupes. El señor Li ya se puso en contacto con el mejor neurólogo del mundo, el Doctor Chavez. ¡Vendrá a ver a tu padre en quince días! Sofía asumió que se refería a Yonata Li. Se emocionó mucho—. Gracias, doctor. ¿Existe alguna posibilidad de que la enfermedad de mi padre se cure? El doctor se empujó las gafas—. Eso parece un poco improbable en este momento, pero tenemos que esperar hasta que el doctor Chavez llegue. Solo podremos llegar a una conclusión después de consultarlo y discutirlo con él. —Muy bien. Gracias, doctor. ¿Puedo llevar a mi padre a casa hasta entonces? —Sofía miró expectante los ojos del doctor. El médico negó con la cabeza: —No te recomiendo que te lleves al paciente. Todavía no entró en el período del tratamiento específico. Es mejor que lo cuiden las enfermeras profesionales. Si hay alguna emergencia, nuestros médicos lo atenderán fácilmente. Sofía asintió con decepción: —Está bien, entiendo. Muchas gracias. Jay estaba muy bien atendido en este hospital. Tenía una sala personal y dos enfermeras quienes se turnaban para cuidarlo. También podría tener cualquier cosa que necesitara o quisiera... Después de que Sofía vio que Jay estaba dormido, se fue de mala gana a la casa de la familia Li. En su camino de regreso, reflexionó mucho. No debería tratar a Colin así de esta manera. Yonata y Wendy fueron muy amables con ella y con su familia. Querían que Sofía se casara con Colin para que se ocupara de él y estuviera bien atendido. En lugar de cuidarlo, solo discutía con el joven todo el tiempo. Como su esposa, ni siquiera quería compartir la cama con él. Sofía cerró los ojos con frustración. Con la forma en que lo trató a Colin, no merecía la amabilidad de sus suegros. Cuando llegó a casa, Levi y Yonata ya habían regresado de los cuarteles. Charlaban con los ancianos en la sala de estar. Wendy estaba ocupada en la cocina con los sirvientes. Sofía no lo vio a Colin entre ellos. Quizá todavía estaba muy ocupado con su trabajo. Levi se levantó rápidamente cuando la vio: —¡Sofía, volviste! Le tomó un momento reconocerlo. Sofía solo lo vio a Levi una vez y casi había olvidado cómo lucía. No lo habría reconocido en absoluto si no hubiera sido por su uniforme o porque la llam—. Sofía.

Sofía se cambió los zapatos y entró en la sala de estar. Los saludó a todos y dijo: —Padre, Levi. Ambos están de vuelta. ¿No estaban ocupados hoy? En realidad, había mucho trabajo que hacer en los cuarteles. Pero Yonata se estaba retirando, así que no tenía mucho para hacer. Levi tenía que quedarse en las barracas todo el tiempo. Apenas tenía tiempo libre para volver a casa. Yonata asintió con calma: —Está bien. ¿Fuiste a visitar a tu padre? Sofía contuvo su tristeza y asintió: —Sí. Está muy bien ahora. Gracias a ti y a Wendy, está mucho mejor que en el hospital anterior. El médico que enviaste lo vendrá a ver en quince días. —Oh, Colin invitó al doctor Chavez. Fue quien arregló todo para tu padre desde la semana pasada. —Le explicó Yonata a Sofía. Cuando vio la cara de sorpresa de la joven, él se preguntó si Colin no se lo había contado. Completamente asombrada, Sofía pensó en lo que Yonata había dicho. '¿Dijo que Colin lo arregló todo?'. Sofía no tenía ni idea, Colin no le contó nada... —¿Estuviste muy ocupada trabajando en la compañía de Colin? —Angie notó la angustia de Sofía y cambió de tema. —No tan ocupada, abuela. Aunque Colin realmente lo estuvo, yo no tenía mucho trabajo para hacer. —Colin había estado ocupado... Sin embargo, ella no cumplió con su deber como esposa. Ni siquiera le cocinó una comida. Sofía se sintió tan culpable que quiso abofetearse. Después de que charló con los ancianos un rato, entró en la cocina. Wendy preparaba algunos platos allí. La vio y le dijo rápidamente: —Sofía, aquí hay mucho humo. Quédate afuera. —Mamá, ¿te puedo ayudar? —¡Oh!Sí, llámalo a Colin por mí. La cena estará lista después de dos platos más. Pregúntale cuándo estará de regreso. —Wendy le dio una tarea a Sofía y le hizo una seña para que se fuera. 'Llamar a Colin'. Sofía respiró hondo y respondió: —Está bien. Lo llamaré ahora, mamá. Salió de la cocina y caminó hacia la ventana al otro lado de la sala de estar. Después de dudar un poco, sacó su teléfono y marcó el número de Colin. Ya era la hora de salida del trabajo, pero Colin todavía estaba en una reunión. El joven casi colgó el teléfono cuando lo escuchó vibrar. Cuando Colin vio el nombre en la pantalla, se levantó—. No te detengas por mí. Tengo que atender esta llamada. Cuando tomó la llamada, Colin no habló. Sofía se sintió un poco incómoda con ese silencio. Oyó el sonido constante de la respiración de Colin y comenzó:

—Em... Mamá quería que te preguntara cuándo llegarás a casa. —Estoy ocupado ahora. —Oh... Bueno. ¿Cuánto tiempo tardarás? La cena está casi lista y todos llegaron excepto tú.... Su voz era curiosamente suave e hizo que Colin frunciera el ceño ligeramente. '¿Por qué de repente Sofía es tan amable conmigo? ¿Se finge delante de los ancianos?', pensó Colin en su interior. —No tienes que fingirte. Mamá y papá solo me culparán si ven que no nos llevamos bien. No te culparán a ti. —¿Qué? —Sofía estaba perdida. '¿Qué le quiso decir?'. —¿Eso es todo? Estoy ocupado ahora. —Luego Colin colgó el teléfono. A Sofía le dolió el corazón cuando la llamada terminó. Tenía que transmitirle la respuesta a Wendy. Después de pensarlo un rato, volvió a la cocina y le dijo: —Mamá, Colin ya está por terminar su trabajo. ¡Volverá pronto! —¡Ese mocoso!Le dije que habría una cena familiar esta noche. Y estuvo ocupado todo el día. ¡La cena está lista!¿No puede dejar ese trabajo para mañana? —Wendy se quejó y no estaba muy contenta.

Capítulo 50 Cena Familiar Sofía le explicó rápidamente sobre Colin: —Mamá, él es un director ejecutivo. Hay demasiadas cosas que hacer en la empresa. A veces, él no puede lidiar con tanto trabajo. No puede simplemente irse cuando quiera. Wendy se echó a reír y la miró. —¡Sofía, eres tan protectora con Colin! ¡Lo malcriarás! Sofía abrió la boca, pero no pudo decir nada. Si Wendy estaba feliz con ese pensamiento, no lo arruinaría. —No, no lo creo. Señora Lyu, ¡déjame ayudarte! —Cuando vio a la señora Lyu que se preparaba para lavar las verduras, Sofía cambió rápidamente de tema. —Pero ese es el trabajo de sirviente, señora Li.... —La mujer vaciló. Sofía le sonrió: —Solo voy a lavar algunas verduras. Vamos, puedes ayudar a Wendy con otras cosas. Wendy le asintió con la cabeza a la señora Lyu. De mala gana le dio el recipiente con verduras a Sofía y comenzó a trabajar en otra cosa. El Grupo SL. Después de colgar el teléfono, Colin contempló el paisaje fuera de la ventana durante un rato. Regresó a la sala de conferencias y dijo: —Muy bien, todos. Vayan a casa, descansen bien y piensen en una mejor manera de resolver el problema. Eso es todo para la reunión de hoy.

... Todo el mundo estaba completamente sorprendido por las palabras de Colin. Hacía media hora, dijo que si no se les ocurría una buena idea, nadie se iría a casa esta noche. ¿Cómo pudo una llamada telefónica hacerlo cambiar de opinión tan rápidamente? Aunque todos estaban desconcertados, los presentes guardaron sus cosas rápidamente y se fueron a toda prisa antes de que Colin cambiara de opinión.

Wendy colocó el último plato sobre la mesa. Sofía se paseaba por la puerta con el teléfono en las manos cuando oyó que se abría la puerta de la mansión. Gratamente sorprendida, levantó la cabeza y vio entrar a Colin. —Tú... ¡Estás de vuelta! —Sofía le dirigió una sonrisa. Colin le lanzó una mirada extraña. '¿Qué estaba haciendo ella? ¿Estaba decidida a interpretar el papel de una esposa cariñosa para complacer a sus padres?'. Con ese pensamiento, Colin asintió con la cabeza indistintamente. Se puso las zapatillas y se quitó la chaqueta. Cuando un par de manos pequeñas se estiraron para tomar su abrigo, Colin se sorprendió. Sus ojos confundidos se encontraron con los de ella. Sofía explicó torpemente: —Te lo colgaré en el perchero. Colin levantó una ceja. Parecía que Sofía Lo tenía conciencia después de todo. Al menos sabía que debería hacer felices a sus padres ya que eran muy amables con ella. Pero Colin no la dejaría tener lo que quería. '¿Ya se había olvidado de lo que le hizo ayer?', pensó en su interior. Colin era muy rencoroso y creía que: —La venganza es un plato que se sirve frío. —No, puedo hacerlo yo mismo. No tienes que molestarte. Sofía se sintió incómoda porque todos los miraban. La joven rápidamente agarró su abrigo para evitar que Colin caminara hacia el perchero. Sus dedos se apretaron en el borde de su abrigo. Tenían una competencia silenciosa. Ni Colin ni Sofía lo soltaban. —¿Qué están haciendo? ¡Vengan y comen! —Wendy los observó con curiosidad a Colin y Sofía. Estaban cara a cara en la puerta. —Ya vamos, mamá. Solo colgaré el abrigo de Colin en el perchero. El joven hizo una pausa. Con Colin distraído, Sofía rápidamente le sacó el abrigo de las manos y lo colgó triunfalmente en el perchero. Levi los observaba atentamente. Su hermano se sintió un poco triste por un momento, pero en el siguiente instante, Colin sonreía detrás de Sofía. ¿Se equivocó? Cuando terminó toda esa escena del abrigo, toda la familia se acomodó en el comedor. Todos tomaron asiento. Harold se sentó en la cabecera de la mesa, Sofía y Colin junto a Angie y frente a ellos se acomodaron Levi, Yonata y Wendy. Yonata sacó una botella del preciado vino tinto que le gustaba a Colin y les sirvió una copa a cada uno. —¡Bebamos y brindemos por nuestra reunión familiar! —Yonata levantó su

vaso. —Sería incluso mejor si Laura y Lola también estuvieran aquí. —Wendy se acordó de Laura y Manolo que vivían en el País C y solo los visitaban ocasionalmente. —¡Bueno!Le he dicho a Manolo que visite a su esposa e hijos más a menudo, ¡pero él nunca escucha! —El cabello de Angie ya se había vuelto blanco. Estaba en la edad que siempre quería ver a sus hijos y nietos más a menudo. Yonata la consoló: —Manolo dejará la industria del entretenimiento el próximo año. ¡Volverá a casa pronto! —¡Quién sabe si eso será cierto!Lo ha dicho muchas veces, ¡pero nunca regresó! —Angie no estaba convencida. Sabía que Manolo y Laura estaban muy ocupados con su carrera, pero creía que sería posible que se mudaran desde el País C al País A. —Lo llamaré a Manolo otra vez mañana. —Yonata prometió. Siempre hizo todo lo posible para cumplir los deseos de sus padres. Volvería a llamar a Manolo mañana para pedirle que regresara. Angie asintió: —Eso sería bueno. Ven, vamos a tomar una copa. ¡Estoy tan feliz de ver a Sofía aquí! —¡Gracias, abuela! —La joven sonrió. Y todos tintinearon sus vasos. Sofía tomó un sorbo de su copa de vino, la puso delante de ella y comenzó a comer. La cena era abundante. Eran diez platos y una sopa. Wendy y la señora Lyu la habían preparado durante toda la tarde. Ella no se olvidó del pescado al vapor favorito de Sofía. Wendy tomó el tazón frente a ella y se lo dio: —Sofía, dame ese plato de verduras. Vamos a colocar el pescado frente a ti para que puedas servirte todo lo que quieras. Sofía se apresuró a tomar el plato de la mano de Wendy: —¡Gracias, mamá!Pero puedo alcanzarlo, incluso si está un poco más lejos. —¡Sé que te encanta el pescado!Solo ponlo delante de ti, Sofía. ¡Así te puedes servir más! Wendy insistió en colocar el pescado al vapor frente a la chica y lo puso ahí. —¡Gracias, mamá! Angie le dedicó una sonrisa amable: —No hace falta que seas tan cortés con tu madre. Mira lo buena que es tu madre para ti, Sofía. La chica asintió con la cabeza y le lanzó a Wendy una mirada de agradecimiento: —Mamá siempre ha sido muy amable conmigo.

De repente oyó a Colin burlarse. La actitud alegre de Sofía desapareció al instante. Colin lo dijo en voz baja y nadie más se dio cuenta. Wendy seguía sonriéndole a Sofía: —La mejor recompensa que puedo desear es una nieta. Deberías apresurarte, Sofía. Cuando las personas llegaban a cierta edad, querían cosas diferentes. Ahora en sus cincuenta, Wendy estaba a punto de entrar en la vejez. Estaba muy ansiosa por un nieto. Cuando Wendy sacó el tema, Levi permaneció en silencio. Comió su comida rápidamente con la cabeza agachada. Él y Colin habían sido instados por la madre durante años a casarse y tener hijos. Desde que su hermano finalmente se casó, mamá no les había prestado atención por un tiempo. Mientras la madre se centrara en Colin y Sofía, él todavía podría estar libre... La cara de Sofía se sonrojó cuando se le instó a tener hijos de nuevo. La chica inclinó la cabeza: —Está bien. Colin no prometió nada ni se negó. En cambio, se volvió intencionalmente hacia Levi y le preguntó: —Tienes veintisiete años ahora, ¿no es así? Levi lo miró con desprecio: —¿No puedes dejarme en paz? —Ciertamente no lo haré, hermano. —Colin tomó un sorbo de su sopa. —¿Qué quieres? —Mamá, ahora que Levi también es mayor de edad, ¿no deberías enfocarte en conseguirle una esposa?

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Mi querido general

La Frialdad de Rocío

Content Capítulo 51 Una tarde de descanso Capítulo 52 No puedes escapar Capítulo 53 La quinta vez. Capítulo 54 Una farsa Capítulo 55 ¡No voy a tocarte! Capítulo 56 Por Favor, ayúdame Capítulo 57 Capitulo El rescate Capítulo 58 No hay otra opción Capítulo 59 ¡Moriré si te divorcias de mí! Capítulo 60 Sólo trescientos mil Capítulo 61 No soy una lasciva Capítulo 62 Una carta de una Tierra Extranjera Capítulo 63 Terrible historia de amor Capítulo 64 Déjame invitarte un vaso de café Capítulo 65 Reunión de cena Capítulo 66 ¿Lo amas Capítulo 67 ¿Colin ama a Sofía Capítulo 68 Lo que te mereces Capítulo 69 Las secuelas Capítulo 70 La esposa del presidente es una persona amigable Capítulo 71 El regalo de cumpleaños Capítulo 72 Conocer a la Familia Li Capítulo 73 El cariño de una familia Capítulo 74 Una pareja perfecta Capítulo 75 ¿Qué quieres Capítulo 76 Los sentimientos de Leila Capítulo 77 Colin Invisible Capítulo 78 Reunión entre hermanos Capítulo 79 No te hagas el tonto conmigo Capítulo 80 La nueva Sofía Capítulo 81 Sin competencia Capítulo 82 Fuera de lugar Capítulo 83 Noticias desgarradoras Capítulo 84 Horas extras Capítulo 85 La maldición de Dolores

Capítulo 86 El dinero si importa Capítulo 87 Chismes de la compañía Capítulo 88 El marido de Sofía Capítulo 89 Consuelo emocional Capítulo 90 Emboscada mediática Capítulo 91 Llevarse bien Capítulo 92 El barrio rojo Capítulo 93 El Príncipe Azul Capítulo 94 Volver al principio Capítulo 95 Bueno para ti Capítulo 96 El arte culinario de Colin Capítulo 97 Acercándose Capítulo 98 Una cita en la noche Capítulo 99 El mejor regalo Capítulo 100 Pasarse de la raya

Capítulo 51 Una tarde de descanso Sofía se sintió confundida al escuchar las palabras de Colin. Pensó que no quería tener un bebé con ella y así que cambió la atención de Wendy hacia Levi. '¿A Colin no le gustaban los niños?'. Ella los amaba. '¿Qué debería hacer?', Sofía se sintió pensativa. Wendy dejó escapar un profundo suspiro: ''Ambos necesitan resolver esto. Colin debe tener un bebé lo antes posible. Y Levi, te presentaré a algunas chicas''. Después de tragar un trozo de carne de cerdo, Levi dijo: ''De ninguna manera. Hay una chica que me gusta. No te preocupes por mí. ¡Solo cuídense y todo estará bien!''. La chica que le gustaba era una estudiante universitaria que era más joven que él. Wendy estaba emocionada cuando escuchó que su hijo tenía una chica que le gustaba y no pudo evitar preguntar: ''¿Quién es ella? ¿Cuál es su nombre? ¿Qué edad tiene? ¿A qué se dedica?". Levi respondió: ''¡Come primero, habla luego!". Wendy lo miró con decepción. Se había quedado sin palabras, pero se recuperó y se unió a la conversación nuevamente. La familia comió bien y se acomodaron en la sala para conversar. ''Continúen, tengo trabajo que hacer''. Colin se levantó del sofá y subió las escaleras. Cuando vio a su hermano levantarse, Levi siguió: ''Me voy ahora. Tengo que volver al ejército''. Levi encontró que Selina había actualizado su Facebook. Ella y Ángela ya habían llegado al País A. Aprovecharía esta oportunidad para verla. De lo contrario, sería una lástima.

''¡Oh, esos mocosos!''. Wendy miró a sus hijos que se iban y se enojó. ¡Tener hijos era irritante! '¿Por qué no pude haber tenido una hija? Las hijas son mejores', pensó Wendy en su interior. ''Mamá, están ocupados. Pero está bien, me quedaré contigo''. Sofía peló una naranja antes de dársela a Wendy. La mujer la tomó con un suspiro: ''Ya no dependo de mis hijos. Sofía, cuidémonos unas a otras''. La chica se rió: ''Mamá, puedes vivir conmigo, ¡pero papá definitivamente diría que no!". Yonata asintió de acuerdo. A mitad de las escaleras, Colin se sorprendió cuando escuchó a Sofía riendo. Rara vez la vio tan feliz. Cada vez que estaban juntos, perdía los estribos, lloraba y algunas veces sonreía, pero nunca se reía en voz alta de esta manera. Parecía que su madre y su esposa se llevaban muy bien entre ellas... ''¡Sofía!''. De repente, Colin llamó a la mujer que disfrutaba de su fruta. ''¿Hmm?". Tragó un trozo de longan y Sofía miró al hombre que estaba de pie en los escaleras. ''Tráeme un poco de fruta''. Sofía lo miró fijamente. Se quedó sin habla. Recordó que Colin ya había comido algo de fruta antes. "¡Bueno!''. Sofía se levantó, pero Wendy la sostuvo de la muñeca. ''No tienes que hacerlo tú. La señora Lyu puede hacerlo''. ¡Wendy quería conversar más con Sofía! Cuando escuchó las palabras de su madre, Colin miró a la chica con descontento. Sofía notó esto y se apresuró a decir: ''Mamá, está bien. Ya vuelvo''. Sofía rara vez tuvo la oportunidad de hacer algo por Colin y no quería perdérselo.

Se levantó y se dirigió a la cocina. Sacó un poco de fruta fresca, la peló y la cortó en pedazos antes de ponerlas al azar en un tazón. Sofía las acomodó en la mesa antes de salir de la cocina. Arregló la fruta cuidadosamente y tomó el plato de arriba. "¡Hola!''. Sofía llamó a la puerta de la habitación como siempre lo hacía. Desde el interior, la chica escuchó que Colin decía: ''No necesitas llamar a la puerta en tu propia casa''. La chica se quedó sin habla. Abrió la puerta y encontró a Colin con una camisa blanca mientras sostenía una computadora portátil y revisaba su correo electrónico en el sofá. Dejó el plato sobre la mesa frente a él con mucho cuidado: ''Aquí está tu fruta''. Colin no respondió. Sofía se preguntó si él no la había oído. Levantó un poco su voz y dijo: ''¡Aquí está tu fruta!''. Colin se mantuvo en silencio. Ahora Sofía se dio cuenta que lo estaba haciendo a propósito. Probablemente no quería hablar con ella. Con el corazón roto, se movió para irse cuando lo escuchó decir: ''¿Dije que podías irte?''. Su voz detrás de ella se escuchó muy fría. Sofía se detuvo en el momento y se volvió hacia él muy confundida. Colin no le dijo que podía irse, pero tampoco le pidió que se quedara. El hombre no le respondió nada. La había ignorado completamente. '¿Por qué se quedaría? ¿Para dejar que la insulte más?'. Pero Sofía tenía algo que decirle. ''Colin, gracias por todo lo que hiciste por mi padre. Si hay algo que necesites, no dudes en decírmelo''. Colin golpeó su dedo índice en el teclado sin levantar la vista: ''Está bien, necesito tu ayuda ahora''.

"¡Bueno!". ''Comida''. Sofía no entendió lo que quería decir: ''¿Qué?''. "¡Quiero comer!''. Sofía lo miró en silencio. '¿No quería un poco de fruta?'. Había muchas manzanas en el plato. ''Bueno... ¿Quieres compartir?''. Colin frunció el ceño con disgusto. ''¡No las comparto contigo!''. Sus palabras rompieron el corazón de Sofía. Obviamente no le gustaba ella. Colin se dio cuenta de que fue demasiado lejos, tomó el tenedor y dividió la fruta en dos. ''Voy a comer las manzanas. Tú come la fruta del dragón, las naranjas y los plátanos''. "¡Bueno!''. Sofía le respondió alegremente. A ella no le gustaban las manzanas. La chica le quitó el tenedor antes de comer la fruta del dragón. Después de que escribió durante un largo rato, Colin le dijo: ''Dame de comer''. Sofía lo miró fijamente. Quería negarse, pero no se atrevía a ofender a Colin. Tomó un pedazo de manzana con el tenedor y lo acercó a sus labios: ''Abre la boca''. Colin se comió la manzana. Se sintió satisfecha y Sofía ya no podía comer más. La chica continuó alimentando a Colin y siguió dándole la fruta una por una. Estaba tranquilo en el dormitorio y comieron la fruta en paz. Cuando Colin tragó el último trozo de manzana, Sofía se puso ansiosa. Estaba demasiado llena para comer más. Aunque sabía que a Colin no le gustaban la fruta del dragón ni las naranjas, trató de dárselas igual.

"Colin''. "¿Sí?". El joven le respondió sin mover los ojos de la pantalla. Sofía le acercó un trozo de fruta del dragón con el tenedor sin dudarlo y él la tragó. Colin sabía lo que estaba haciendo Sofía. No quería que ella se diera cuenta y siguió comiendo. Sofía tomó el plato vacío y se levantó, lista para bajar. "¿Listo?". Le preguntó Colin. "¡Sí!". ''¿Por qué me das el resto?". ''Bueno... es que... ¡Pensé que te gustaban!''. Sofía era una mentirosa terrible. Miró hacia otro lado mientras hablaba. Colin levantó una ceja y dijo bruscamente: ''No querías comerlas y por eso me las diste a mí". Colin vio a través de sus ojos. Sofía se ruborizó. Sin responder nada, la chica huyó de la habitación muy nerviosa. Cuando Sofía se fue, Colin miró la computadora portátil con diversión en sus ojos. Todos los que estaban abajo estaban listos para irse cuando Sofía bajó con el plato vacío. Wendy sostuvo a Angie y dijo con una sonrisa: ''¡Pensé que te habías ido a dormir!''. Sofía se sonrojó: "No, solo esperé a que Colin terminara de comer antes de bajar''. Todos podían ver que las palabras de Wendy la hicieron sentir un poco de timidez. Parecía que la pareja se llevaba bien y todos estaban felices por eso. "¡Bueno, adelante!''. Wendy la ayudó a Angie mientras subía las escaleras

mientras que Yonata ayudó a Harold.

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Capítulo 52 No puedes escapar Los ancianos siguieron hablando de la pareja. Angie comentó: ''Sofía es una buena niña. Ha vivido una vida muy dura. Debemos cuidarla''. Wendy estuvo de acuerdo: ''Sí, le pediré a Colin que cuide bien a Sofía''. ... En una calle peatonal en el país A Un coche militar se detuvo al lado de la carretera. Un hombre con atuendo camuflado se bajó del vehículo y de inmediato atrajo mucha atención. Levi sacó un teléfono móvil de su bolsillo, abrió Twitter y observó de cerca el fondo de la foto. Este era el lugar. ¿Tal vez en la entrada del centro comercial? Levi se dirigió a su destino. Después de un par de minutos, encontró su objetivo y guardó su teléfono. En la puerta de una heladería de yogur, Ángela se echó a reír después de escuchar la historia de Selina. ''¡Selina, eres una mujer astuta! ¿Cómo hiciste para que se encontrara con esa Trans?''. Levi estaba detrás de Selina. Aunque estaba atractivo con su uniforme militar, a Ángela no le importaba y no sentía curiosidad por él. ''¡Sí, ella dijo que besó a Levi!''. Pensó en Levi y la mujer transexual, Selina no pudo evitar reírse. La mujer 'Trans' fue a Tailandia para la cirugía. Ella hacía su propio negocio y solo engañaba a los hombres. ''¿Qué hay de Levi?''. Ángela quería saber la reacción de Levi. En realidad, ella no lo conocía.

Apagó su celular y Selina dijo de manera complaciente: ''Lo llamaron para que volviera al ejército antes de que pudiera vengarse. ¡No lo volveré a ver y no tendrá la oportunidad de volver conmigo!''. ''¿Lo llamaron de nuevo del ejército?''. Miró al hombre detrás de Selina y la cara de Ángela cayó. "Sí. Está sirviendo en el ejército aquí como... Creo que es un...''. ''Coronel mayor''. Alguien respondió por ella. Selina palmeó sus manos. ''¡Bien! ¡Es un coronel mayor!" Miró a Ángela con curiosidad. ''¿Cómo lo supiste?". Ángela se rascó la cabeza con vergüenza. "El coronel mayor es asombroso, ¡pero no dije eso!''. "¿Quién lo dijo?''. El helado de yogur estaba listo, Selina tomó uno y lo probó. ¡Guauu! Su sabor era agridulce. ¡Tan delicioso! ''Yo lo hice''. Selina escuchó la voz de nuevo. Y ahora claramente. Se dio cuenta de que era un hombre... un hombre que le resultaba familiar... ¡No podía ser! Selina sostenía su yogur y se giró lentamente. Se quedó horrorizada. ''¡Ah! ¡Ah!''. El grito de Selina atrajo la atención de mucha gente. Levi le tapó la boca rápidamente. ''¡Deja de gritar o te venderé!''. Selina se calló de inmediato. Tomó una cucharada de helado de yogur y se lo acercó hacia los labios de Levi. Levi se quedó perplejo, abrió la boca y le dio un mordisco. Era demasiado agrio. A Levi no le gustaba este tipo de sabor. Cuando el hombre se distrajo porque todavía tenía ese sabor del helado de yogur en su boca, Selina

agarró a Ángela y salieron corriendo. "¡Corre! ¡Ángela, vamos!''. Corrieron hacia la multitud. Ignoró el sabor agrio en la boca y Levi corrió rápidamente tras ellas. ¡Tenía que atrapar a Selina y darle una lección! Las dos chicas que estaban corriendo llamaron mucha atención. Ángela le preguntó a Selina en voz alta: "¿Cuánto tiempo más vamos a correr?''. "¡No lo sé! ¡Hasta que lo perdamos de vista!''. ¡Se moriría si no pudiera deshacerse de Levi! No debería haberle prometido a Ángela que visitaría el país A. Corrieron durante medio minuto. Selina gritó ansiosa: "¡Perdóname, discúlpame! ¡Oh, Dios mío! ¡Ay!". Selina se encontró con un hombre delante de ella. "¡Te escapas! ¿A dónde vas a huir? ¡No tienes escapatoria!''. Levi miró a la mujer frotándose la frente y con los ojos entrecerrados. Selina sonrió y le susurró a Ángela. ''Eres una atleta de taekwondo, ¿verdad? ¡Derríbalo!". Ángela era de hecho una atleta de taekwondo. Pero frente a un soldado tan fuerte... La chica tragó saliva. No estaba segura de poder vencerlo. Pero Ángela quería probar por su amiga cercana. Le dio su bolso a Selina y Ángela flexionó sus nudillos. Apretó los puños, levantó los brazos y se preparó para luchar. "¡Ah!". Ante esta situación, Levi pasó por alto a Ángela y levantó a Selina en su hombro. ''Aquí está tu bolso. La voy a llevar conmigo. Ve a casa con tus guardaespaldas''. Sostuvo su bolso y Ángela se sorprendió ante la arrogancia del hombre. El

hombre llevaba a la pobre Selina sobre sus hombros. ¡No! ¡No! ¿Cómo podía dejar que se la llevara a Selina? "Oye, ¡suéltala!''. Ángela lo persiguió. Ignoró el pedido de la chica y Levi se llevó a Selina con la cara roja y se dirigió a su auto. "¿Quién eres tú? Lo creas o no, ¡mis guardaespaldas pueden derribarte!''. Aunque Ángela tenía un cinturón blanco en taekwondo, no se tenía ninguna confianza al enfrentarse a Levi. El hombre se detuvo y la miró. "¡Soy su novio!". Bien... Ángela se quedó sorprendida al ver a Levi llevarse a Selina. El hombre llevaba un uniforme militar. Selina debería estar... bien. Ángela se preguntó si debería llamar a su hermano. Pensó esto y corrió para verificar el número de la placa del vehículo militar antes de que se fuera. Luego hizo que sus guardaespaldas fueran detrás de Levi antes de llamar a Gonzalo. "¡Gonzalo, Gonzalo, algo sucedió!". Ángela comenzó a hablar frenéticamente tan pronto como comenzó la llamada. Gonzalo se frotó las sienes: ''¿Qué está pasando? ¿Puedes dejar de hacer un alboroto?" "¡Gonzalo, un auto militar se llevó a Selina! Su número de placa es A6688''. ''¿De verdad? ¿Dónde estás?". ¿Un coche militar? ¿Cómo tenía contacto Selina con el ejército? ¿Fue a través del padre jurado de Leandro? "Estamos en el país A. Acabamos de llegar esta tarde. Por favor, compruébalo rápidamente. Pídele ayuda a la madre jurada Lola. ¡Su hermano es soldado!''. "Está bien, ya entiendo. Espera mi llamada''.

Colgó el teléfono, Ángela se subió a otro auto y marcó el número de Selina. Inesperadamente, se comunicó. "Selina, Selina, ¿dónde estás?". "Ángela, yo... No lo sé''. El paisaje parpadeaba fuera de la ventana y Selina se perdió. "¿Conoces al hombre que te agarró? ¡Si no, llamaré a la policía!''. "Yo... ¡No lo conozco! Ángela, deberías volver primero''. Selina estaba tan enojada con el comportamiento grosero de Levi que le mintió acerca de no conocerlo. Ángela estaba confundida. Si Selina no conocía al coronel mayor... ¿Por qué Selina le pidió que regresara primero?

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Capítulo 53 La quinta vez. "Selina, ¿él está a tu lado escuchando?" "No. Regresa al hotel primero. Volveré más tarde." Levi era el sobrino de Lola. Él no se atrevería a hacerle nada. Ángela le prometió a Selina, pero continuó siguiendo a los guardaespaldas y se dirigió hacia la misma dirección que Levi. Cinco minutos después. Gonzalo le regresó la llamada: "Ángela, el auto pertenece a un importante coronel del ejército del país A. Su nombre es Levi. Es el sobrino de Lola". "¿De verdad? ¿El sobrino de Lola? ¿Por qué se llevó a Selina?" Ángela, confundida, le preguntó a Gonzalo. "Yo tampoco lo sé. Le pregunté a Lola sobre eso, y me dijo que llamaría al tío de Daniel. Como se conocían, Selina estaría a salvo. No te preocupes Cuídate." "¡Está bien! La esperaré". Ángela colgó el teléfono. Todavía no alcanzaba el coche de Levi. Gracias a Ángela, no pasó mucho tiempo antes de que Wendy y Yonata descubrieran que Levi estaba con una chica. Wendy miró sorprendida a su marido. "Levi dijo que había una chica que le agradaba. Estaba diciendo la verdad." Mientras marcaba el número de Levi, Yonata miró a su esposa. "Cuando Levi se marchaba, dijo que regresaría al ejército". Wendy, sorprendida por un momento, dijo: "¡Ese mocoso! ¡Dile que no regrese si no trae a la chica con él!" Después de un rato, el teléfono de Levi conectó la llamada. "Papá."

"¿A dónde llevas a la chica?" Yonata preguntó sin rodeos. Mirando a la mujer a su lado en el asiento del copiloto, Levi le preguntó a Yonata confundido, "¿Cómo lo sabes?" "Ese no es el punto. El punto es, ¿a dónde la llevas?" La voz de Yonata parecía muy tranquila. Era difícil saber cómo se sentía. Levi redujo la velocidad del auto, "Todavía no estoy seguro. Por favor no te preocupes, papá". "Tu mamá está preocupada por ti. Quiere que traigas a la chica de vuelta a casa". Levi no respondió. Se pasó las manos por el pelo con frustración. ¡Colin ya estaba casado! ¿Por qué mamá todavía quería una nuera? "Mejor otro día. Ahora estamos ocupados". Cuando Levi estaba a punto de colgar, Yonata le advirtió: "No te metas con ella". "¡Está bien, lo entiendo!" Levi colgó el teléfono y se volvió hacia Selina, quien estaba muy asustada. "¿Quién te llamó hace un momento?" Levi se preguntó cómo su padre sabía que estaba con Selina. ¿Fue él quien había llamado a Selina? No, ella mencionó el nombre de Ángela. "¡Déjame ir, y te lo diré!" ¿A dónde carajos la estaba llevando? "¡No quiero saber más!" Ni uno de los dos pronunció una sola palabra por un largo rato. El vehículo militar sacudió a los dos autos que lo seguían y entró en el estacionamiento de un jardín. "¡Bájate!" "¡No!" Selina se sostuvo del asa del techo con fuerza. Levi se bajó del auto, y luego abrió la puerta del asiento del copiloto. Desabrochó el cinturón de seguridad de Selina y la intentó arrastrar sobre su hombro.

"¡Bájame!" "No." "¡Si no me dejas bajar, gritaré!" El hombro de Levi se sentía un poco incómodo, y Selina se mareaba. Levi la ignoró y caminó hacia adelante. "Como quieras." La voz de Selina se suavizó de repente. "Me siento muy incómoda. Me quiero bajar..." Levi se detuvo y bajó a Selina con delicadeza. Ya mareada, Selina casi se desmayaba en los brazos de Levi. "¿Estás bien?" Levi preguntó preocupado. Se veía enferma. Selina golpeó su pecho, "Por supuesto que no. ¡Llévame en tu espalda!" Levi se paró frente a ella y se agachó, esperando que se levantara. Al oír un sonido detrás de él, Levi se dio la vuelta para ver a Selina corriendo hacia la salida del estacionamiento. ¡Le mintió! ¿Pero estaba tan segura de que podría competir con él? Solo pasaron tres minutos, y Levi llevaba a Selina hacia el elevador. Al presionar el botón del sexto piso, Levi se metió la mano izquierda en el bolsillo de los pantalones y esperó a que el ascensor llegara. "Levi, lo siento. ¡Por favor déjame ir!" Sabiendo que no podía huir, Selina comenzó a calmarse. Debido a que le había mentido, Levi la ignoró. Las puertas del ascensor se abrieron. Levi la arrastró hacia su apartamento.

Al ver al hombre usar su huella digital para entrar, el corazón de Selina latía más rápido. ¿Era esta su casa? ¿Por qué la trajo aquí? La puerta del apartamento se abrió. Levi llevó a Selina a su habitación. Estaba muy oscuro por dentro, lo único que iluminaba su departamento eran los postes de luz afuera. Levi se cambió los zapatos rápidamente antes de encender las luces. Sacó un nuevo par de pantuflas de hombre. "Póntelas". ¿Qué? Selina se quedó mirando las pantuflas en silencio. "No quiero usarlas. ¿Por qué me trajiste aquí?" Parecía ser la casa de Levi. "¡Para aprovecharme de ti y luego asesinarte!" Levi exclamó con frustración. Se agachó para desatar sus zapatos. Selina se puso roja. Su corazón latía rápido. Rechazó a Levi. "¿Qué estás haciendo? ¡Déjame ir!" Levi le apretó el tobillo con fuerza. No lo soltó hasta que le desató los zapatos. Selina lo miró. "Ya te pedí disculpas. ¡Solo déjame ir!" La primera vez que Selina y Levi se conocieron fue en la cama... Selina había pateado a Levi en la entrepierna, haciéndolo perder el aliento. La siguiente vez, Levi la atrapó y llegó a la segunda base con ella. Levi hizo de todo con ella, excepto tener sexo de verdad. La tercera vez fue en la boda de Daniel e Irene. Después de la ceremonia, Selina escapó de Levi. La cuarta vez fue... Hacía aproximadamente medio mes. Para vengarse de Levi, Selina deliberadamente lo invitó a salir. En lugar de presentarse, Selina le pidió a

la famosa mujer trans de su universidad que se reuniera con Levi. Más tarde, la mujer trans le dijo a Selina, mientras cuidaba su ojo morado, que Levi la había golpeado después de que ella lo besó, arruinando sus pechos artificiales. La quinta vez... Esta era la quinta vez. Levi la trajo aquí y amenazó con aprovecharse de ella y matarla... "¡Imposible!" No había manera de que Levi la dejara ir esta vez. Mientras la arrastraba al dormitorio, Selina se aferró al marco de la puerta con fuerza. "¡Si no te detienes, llamaré a la policía!" "Bien. ¡Llama a la policía ahora mismo!" Levi sacó su celular y se lo entregó a Selina. Selina miró el teléfono con sorpresa. ¡No parecía temer a la policía! ¿Qué demonios? ¡Ella no le creyó! Selina tomó su teléfono. Cuando estaba a punto de desbloquearlo, la metió a su dormitorio. ¡La había engañado! "Levi, si te atreves a tocarme, ¡le diré a mi papá que destruya tu apartamento! ¡Ah!" Atrapada en la cama debajo de Levi, Selina dejó escapar un grito.

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Capítulo 54 Una farsa "No me importa si arruinas mi departamento. Pero antes de eso, revisaré si dañaste algo con tu zapato. ¡Si hay algún problema conmigo, te harás responsable de esto!" Mientras le quitaba el teléfono de la mano, Levi besó sus labios rojos... La mente de Selina de repente se quedó en blanco. Este... ¡Este era su primer beso! Ella sollozó. Levi solo había querido asustarla, "Selina". "¿Qué?" "¿Todavía eres virgen?" Su franqueza hizo que Selina se sintiera demasiado avergonzada para responder. "¡Dime!" "¡Sí, sí, por favor, no me hagas daño!" Selina trató de alejarse, pero Levi presionó fuertemente su cuerpo. Levi la soltó con disgusto. "No me gustan las mujeres inexpertas". ... Selina estaba completamente asombrada. Le tomó un tiempo responder: "Parece que tienes mucha experiencia". Había escuchado que a los soldados no se les permitía pasar la noche fuera. ¿Cómo pudo violar las reglas? Levi trató de mantener su estado de ánimo, pero su voz ronca lo traicionó: "¿Qué harías si me vieras de nuevo?" Selina miró al hombre con curiosidad. ¿Por qué de repente estaba actuando de forma tan extraña? "No necesito responder eso porque nunca nos volveremos a ver. Vivo en el país

C, mientras que tú vives en el país A. Sería imposible verte de nuevo". Después de decir esto, el ambiente en la habitación se volvió deprimente. Selina se sintió molesta por alguna razón. "¿Qué pasa si voy al país C para el servicio? O podría venir a visitar a mi tía alguna vez. Es posible vernos de nuevo entonces". Levi cerró los ojos y dio un profundo respiro. "¡Está bien! En ese caso, prometo mantener una distancia de tres metros lejos de ti". Dijo Selina con entusiasmo. Levi asintió con la cabeza. "Quédate aquí, voy a bañarme. Duerme si quieres". Selina hizo una pausa. Ella no era estúpida. Ella no podía quedarse aquí y esperar a que él la besara de nuevo. Cuando Levi entró al baño para tomar una ducha fría, Selina se escabulló silenciosamente. Cuando Levi salió en bata de baño veinte minutos después, la habitación estaba vacía. En la Villa Li. Sofía lavó los platos y los guardó en la alacena. Sacó un vaso de leche del refrigerador y lo calentó. Cuando llevó la leche a la habitación, Colin estaba hablando por teléfono. "Mañana, a las dos de la tarde, nos encontraremos en el segundo piso de la cafetería de LE... Bueno." Al colgar el teléfono, notó un vaso de leche delante de él. Pero se volvió hacia su ordenador, "No." "Lo calenté para ti. Está caliente ahora". "Toma un sorbo y dime si está demasiado caliente".

Sofía hizo una pausa. Tomó el vaso y sintió la temperatura del vaso. "No, no está caliente. La temperatura está perfecta". "Tocar el vaso no es lo mismo que probarlo. Tienes que probarlo por mí". El hombre la rechazó fríamente. Si ella pudiera, Sofía derramaría la leche por toda su cara y diría, "¡Ahí está tu leche!" Pero a diferencia de su imaginación, la realidad era cruel. Ella probó la leche obedientemente. "Mm, está bien". "No quiero beber la leche que acabas de probar". "..." Sofía no podía soportarlo más, quería contestarle. Respiró hondo y exhaló para calmarse, "Te traeré otro vaso". "Deberías terminártelo". "Ya estoy muy lleno ahora". Ella respondió honestamente. "¿Quieres desperdiciar la leche que mamá trajo personalmente de Singapur? Si le dijera que querías tirar la leche por la que trabajó arduamente, tu imagen falsa de buena persona se arruinará". ... Wendy había traído la leche desde Singapur, donde visitó una granja y ordeñó a una vaca ella misma. Después de que fuera procesada, se llevó la leche de regreso a casa. Sofía puso el vaso sobre la mesa con ira. "Colin, beberé la leche, pero no puedes insultarme. ¿Cómo puedes decir que estoy fingiendo ser buena para tu madre? ¿Crees que no hay amor real entre las personas?" Respondió Sofía enojada. Colin torció los labios en una mueca "¿Ya no puedes soportarlo? Dime por qué te estás comportando de manera diferente esta noche. ¿Qué es lo que quieres?"

Sofía sentía que ya no podía hablar más con Colin. Se volvería loca si la conversación continuaba. Sofía tomó el vaso y comenzó a beber la leche. Cuando ya llevaba la mitad, Colin le arrebató el vaso y terminó el resto de la leche antes de que ella pudiera reaccionar. ... "Bien. Ya me terminé la leche, por lo que puedes volver a ser una nuera perfecta". Sofía sostuvo el vaso con fuerza, mirando al hombre con furia. Sofía se dijo a sí misma que debía ser paciente porque este hombre era el hijo de su benefactor. El hombre frunció los labios, "¿Dije algo que te molestara?" Sofía respiró hondo y se calmó. Dejó el vaso y caminó hacia Colin. El hombre dobló las piernas y se apoyó en el sofá con pereza, estirando los brazos en la parte posterior del sofá. De pronto, Sofía levantó la barbilla de Colin, dejándolo sin palabras. "Colin, eres el hijo de mi benefactor. Seré buena contigo por tu madre. ¡No me pongas a prueba!" ¡Buen hecho! Sofía se atrevió a alzar la voz. ¡Qué audaz! Antes de que Sofía pudiera darse cuenta de sus intenciones, Colin tomó su mano y jaló su cuerpo hacia él bruscamente. Sofía se tendió encima de él. "Sofía, ¿estás loca? No dudaré en castigarte". Podía sentir su cálido aliento en su cara, le hacía cosquillas. La ira en sus ojos la puso un poco nerviosa. "Colin, he tratado de ser buena contigo. Pero sigues provocándome una y otra vez. ¿Qué quieres de mí?" El hombre se burló de ella con desdén: "Cuando estábamos en el país Z, eras horrible conmigo. Ahora en la Villa Li, estás tratando de ser buena conmigo. ¡Sofía, no esperaba que fueras una mujer tan manipuladora!"

Aunque estaba feliz de que ella quisiera tratarlo bien, estaba enojado porque solo lo hacía frente a sus padres. En realdad no era buena con él. Todo era una farsa. Sofía no quería continuar la conversación. Ella se movió para salir de sus brazos. De repente... Sofía presionó algo por accidente. Colin gritó de dolor y la empujó. Sofía miró hacia abajo para comprobar lo que había hecho. Ella se quedó mirando su mano conmocionada. ¿Cómo había podido presionar... ese? "¡Maldita seas! ¿Estás tratando de dañarme?" Gruñó Colin en agonía. Tenía tantas ganas de castigarla. Sofía se sonrojó de inmediato. ¡No lo había hecho a propósito! Ella se apartó de él de inmediato y bajó las escaleras con el vaso. Su corazón aún latía rápido cuando llegó a la cocina. ¡Dios mío! ¿Qué había hecho...? Lavó el vaso lentamente y lo puso de nuevo en su lugar. Luego volvió a la habitación. Para evitar a Colin, Sofía fue directamente al baño.

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Capítulo 55 ¡No voy a tocarte! Como Sofía no sabía si Colin iba a ducharse, vaciló. Entreabrió un poco la puerta y preguntó: "¿Quieres tomar una ducha ahora?" "¿Cómo? ¿Me vas a bañar?" Sofía respiró profundo llena de frustración. "¿Vas a tomar una ducha o no?" ¡Este hombre se estaba volviendo cada vez más odioso! "¡Si me bañas, consideraré tomar una ducha!" Colin dejó su cuaderno a un lado porque no podía concentrarse en su trabajo con Sofía ahí. '¡Dah!' La puerta del baño se cerró de golpe. El rostro de Colin se ensombreció y continuó trabajando en su cuaderno. Cinco minutos después. Finalmente, Sofía salió del baño y se puso de pie frente a Colin. Con una ligera reverencia, dijo suavemente con una sonrisita: "Sr. Li, el agua del baño está lista, por favor vaya al baño". ... Colin miró a la mujer con fiereza, preguntándose qué era lo que estaba tramando. Debido a que el hombre continuaba mirándola fijamente, Sofía, de mala gana, volvió a su expresión anterior. "Colin, ¿vas a tomar una ducha o no?" Colin se negó con indiferencia, "Ahora no". ¡Bien! Sofía volvió al baño abatida. Se remojó un poco y se dio una ducha. Parecía que Colin no quería que Sofía se ocupara tanto de él. Cuando Sofía se fue a la cama, sacó un par de cobijas del armario y se cubrió. Después, comenzó a jugar con su celular. Se quedó dormida a las 11:00 pm.

A la una de la madrugada, Colin apagó su computadora y se fue a la cama. Contempló a la mujer dormida. ¿Realmente lo trataba de esta manera para hacer felices a sus padres? A la mañana siguiente. Cuando Sofía se despertó temprano a la mañana siguiente, Colin ya había terminado de bañarse. Se levantó, dobló las cobijas y las volvió a poner en el armario. Colin se burlaba de ella mientras observaba sus movimientos. "¡No tienes que hacer eso! No tiene caso. ¡No voy a tocarte!" Sofía se quedó en silencio. Cuando bajó a desayunar, Colin estaba lista para irse. Yonata se había ido al ejército temprano, y los dos abuelos estaban haciendo ejercicio afuera. Wendy no se había levantado todavía. Sofía no tenía prisa por desayunar. En cambio, ella fue a buscar a sus abuelos. Justo después de que Colin cerrara la puerta de la casa, Sofía la abrió. El hombre caminó hacia el Rolls Royce negro estacionado afuera. Una mujer vestida con traje sastre le abrió la puerta. Al haberla visto antes en una videoconferencia, Sofía ya la conocía. Fue secretaria general del presidente del Grupo SL. La mujer se sorprendió al ver a Sofía salir de la Villa Li, pero ella asintió amablemente. Sofía asintió en respuesta. Después de subir al auto, Colin no miró a Sofía. El coche se fue lentamente. Sofía corrió por un rato a otra villa de la Mansión de la Familia Li y encontró a Harold y Angie. En el espacio abierto frente a la villa, Yonata había instalado una variedad de aparatos de ejercicio para los dos ancianos. Para protegerlos de la lluvia y la

nieve, también había un techo construido encima de estos. Había un pequeña estancia cerca. "Abuelo, abuela." Sofía se acercó a los dos ancianos. Angie se sorprendió al ver a Sofía, "Sofía, ¿no te dije ayer que no te levantaras temprano?" Sofía solía hacer ejercicios matinales con ellos antes de ir al País Z. Cuando la familia conversó la noche anterior, Angie mencionó esto, pero Sofía no estuvo de acuerdo. "Abuela, no me levanto temprano. ¿Has estado haciendo ejercicio durante 20 minutos?" Sofía se paró frente a las barras paralelas y trató de presionar su pierna. "Sí. ¡Ya que estas despierta, acompáñanos!" Angie miró a su nieta política con cariño, ¡qué chica tan buena! Después de hacer ejercicio con los dos ancianos durante otros 20 minutos, regresaron a la villa juntos. Esa mañana, Sofía fue al hospital a visitar a Jay. Por la tarde, Sofía tomó el metro para ir a su antigua casa. Usó la llave que tenía con ella todo el tiempo. Al abrir la puerta, encontró una gruesa capa de polvo en cada habitación de la casa. Sintiéndose melancólica por un rato, Sofía limpió cada rincón de la casa. Estuvo limpiando hasta que cayó la noche, y cuando miró la hora, ya eran más o menos las seis de la tarde. Sacó su celular y llamó a Wendy, "Mamá, no volveré esta noche". Cuando Wendy le preguntó dónde estaba, le dijo la verdad. Wendy entendió sus sentimientos, así que estuvo de acuerdo. Le preguntó si

debía llamar a Colin para que la acompañara. Sofía se negó, "Mamá, quiero estar sola por ahora. Además, Colin está ocupado. Por favor, no lo molestes". "Bueno. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si tienes algún problema". "De acuerdo, mamá." A la hora de la cena, Sofía estaba revisando sus cosas viejas en la habitación. La mayoría eran recuerdos de la escuela. También había una vieja foto de ella y Paulo. Sofía encontró una olla de cerámica y la quemó. Junto con varias cartas de amor que Paulo le había escrito, destruyó todo. También había un sobre grueso con docenas de cartas entre Sofía y Mario. Después de leerlas, Sofía sacó un bolígrafo de su bolso y una hoja de papel. Comenzó a escribir una carta. "Mario, no te he visto en mucho tiempo. No sé si recibirás esta carta. Te has vuelto muy popular recientemente y me alegro por ti. Hermano Mario, hoy fui a casa y estaba llena de viejos recuerdos. Mario, ya que estás ocupado con el trabajo, cuídate. Me gustaría tener la oportunidad de hablar contigo, la gran estrella famosa, pronto". Sofía dibujó una carita feliz al final. "Hermano Mario, no tienes que responder, pues me voy al País Z. Pero si quieres contactarme, agrégame en WeChat. Mi alias es mi nombre completo. Escribió Sofía". Después de escribir la breve carta, Sofía encontró un buzón cerca de la casa y envió la carta a la antigua dirección de Mario. Sofía tocó la dirección que escribió, sin saber si Mario recibiría la carta...

De vuelta a casa, Sofía abrió la puerta de la habitación de sus padres y la encontró limpia y ordenada. Todo seguía en su sitio, como si nada le hubiera pasado a la familia. Antes de ir a prisión, la casa fue robada y todas las habitaciones fueron volcadas. Pero nada valioso se había perdido. Nadie supo lo que el ladrón estaba buscando. La habitación más recóndita pertenecía a su hermano menor, Alejandro. Había varios carteles de estrellas en la pared, dos patinetas en la esquina, una pelota de baloncesto... ¿Por qué faltaba también su hermano menor? Su tío le dijo que alguien se lo había llevado. Hasta ahora, no había ninguna noticia. Ella no sabía si él seguía con vida... Todo fue un misterio. Sofía se preocupó más por su hermano cuando estaba en la cárcel. Acostada en su cama, Sofía entrecerró los ojos hacia el techo. Percibió un olor familiar, como si estuviera de vuelta en la secundaria... A las dos de la mañana. Colin estacionó su auto en el garaje de su casa. Regresó a la habitación y encontró la calefacción apagada porque no había nadie dentro. ¿Dónde estaba Sofía? Colin frunció el ceño ligeramente.

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Capítulo 56 Por Favor, ayúdame La cama estaba ordenada... como si nadie hubiera dormido en ella. ¿No volvió Sofía? ¿Dónde estaba la joven? ¿No podía esperar a volver al País A antes de encontrarse con sus amantes? Cuando pensó en esto, Colin enojado sacó su teléfono móvil para llamarla. La puerta de la habitación de enfrente se abrió. Era Wendy. ''Colin'', le dijo. El joven apagó su teléfono: ''Mamá, ¿por qué estás despierta todavía?''. "Me quedé dormida, pero me levanté cuando te oí regresar. ¿Sofía te dijo que no volvería esta noche?''. "¿Dónde está ella?". '¿Por qué no me lo contó? ¿Esto es tratarme bien?', Colin se quedó pensativo por un momento. "Oh, Sofía volvió a su antiguo hogar. No sé cuándo volverá. Si estás preocupado, puedes ir y ver cómo está''. Wendy bostezó y sintió sueño. ''Está bien, mamá, vuelve a dormir". Colin no estaba seguro de si debía ir o no. Tres minutos después, el teléfono sonó y contestó rápidamente. ''Colin... Perdón por molestarte... ¿Puedes venir? Por favor, ayúdame''. Le dijo Sofía en voz baja a través del teléfono. Inmediatamente después de que la joven le dio la dirección, Colin escuchó un grito del otro lado de la línea antes de desconectar la llamada. Un auto deportivo negro se apresuró por la carretera. Era un viaje de media hora en automóvil hasta su casa, pero Colin llegó en diez minutos.

Se apresuró, corrió dos pasos a la vez y saltó hasta el tercer piso. La puerta de una de las habitaciones estaba entreabierta y el interior estaba oscuro. Colin se acercó silenciosamente hasta la entrada del cuarto y pudo escuchar la voz de una mujer que clamaba por ayuda. ''¡Déjame ir! ¿Quién eres tú? ¿Qué estás buscando? ¡Déjame ir...!''. Pronto, el silencio se apoderó de la habitación. Colin abrió la puerta sin hacer ni un ruido. Entró al dormitorio iluminado y se acercó lentamente a la figura encapuchada vestida de negro que estaba girando por la habitación. Sofía se quedó en la cama. Tenía las manos atadas y la boca tapada con un trozo de tela. Colin escondió la daga que sacó de su automóvil en el bolsillo y se acercó lentamente al dormitorio. Cuando lo vio, los ojos de Sofía se abrieron sorprendidos. Colin le hizo un gesto con la mano para que no hablara. Antes de que el hombre de negro regresara, el joven levantó su pie derecho y lo golpeó en la cintura. El intruso desprevenido cayó al suelo y luchó por levantarse. Después de forcejear con Colin, se alejó y huyó. Colin quería perseguirlo, pero estaba preocupado por Sofía. Cerró la puerta y volvió con ella. Le desató las cuerdas de sus manos a Sofía y le gritó a la mujer en voz alta: ''¿Por qué le abriste la puerta a un extraño en medio de la noche?''. ''¡No lo hice, no sé cómo entró!'', le respondió Sofía. Estaba aterrorizada. Cuando se aseguró y vio que la joven estaba bien, Colin dejó escapar un suspiro de alivio. Le preguntó severamente: ''¿Por qué me llamaste a mí y no a la policía?''.

... Sofía se sintió incómoda. '¿Por qué siempre pensaba en Colin primero cada vez que pasaba algo?'. Deprimida y pensativa, Sofía se disculpó suavemente y le dijo: ''Lamento haberte causado problemas. No te molestaré la próxima vez''. Colin se frotó la cabeza irritado: ''No, llámame si me necesitas. Algunos policías no son muy confiables. Si los llamas, tardarán más en llegar''. No quiso que Sofía lo malinterpretara y agregó: ''No quiero que estés en peligro, eso la pondrá muy triste a mi madre''. ... Por supuesto. "Bueno, gracias. ¡No voy a acompañarte hasta la puerta, adiós!''. Sofía caminó hacia la sala de estar y le sugirió a Colin que se fuera. El joven miró la puerta y dijo: ''La cerradura está rota, ¿cómo voy a irme?". "Está bien, puedo buscar algo para bloquear la entrada''. Sofía miró alrededor de la sala de estar y decidió correr el sofá. Cerró los ojos y Colin decidió ser un hombre bueno y amable. Movió la mesa de la sala de estar, la acercó a la puerta y la bloqueó. Sofía miró al hombre que todavía estaba en la habitación: ''¡Aún no te fuiste!''. "¡Cállate! ¡Vuelve a dormir!". La mesa fue suficiente para bloquear la entrada. Como Colin tenía un sueño ligero cualquier leve movimiento lo alertaría. Sofía no dijo nada y volvió a la habitación. Colin la siguió y durmió a su lado. ... El resto de la noche pasó y todo estuvo tranquilo. Antes de que Colin se fuera a la mañana siguiente, el joven presentó un reporte policial sobre lo que había sucedido e hizo una declaración. Vino el cerrajero y Colin observó como instalaba una nueva cerradura. "¡Adiós, señor Li!''. Sofía saludó con la mano a Colin.

"¡Qué! ¡Vuelve por la tarde!''. Se acomodó en el asiento del acompañante y Colin le dijo a través de la ventanilla. Sofía asintió: ''Está bien''. Después de que el deportivo negro desapareció por la carretera, Sofía volvió a casa. Pensó en el hombre que irrumpió la noche anterior. En el Grupo SL. Colin llamó a Wade: ''Ya se investigó la casa de Sofía. Averigüe qué es lo que hay en el edificio que lleva a esas personas a dañar a su familia''. Wade asintió antes de agregar: ''Presidente, lo encontramos a Alejandro''. "¿Dónde?". "Alejandro cayó en las manos de Dolores''. Wade le informó con sinceridad. Colin frunció el ceño ligeramente: ''¿Qué quiere Dolores con Alejandro? ¿Por qué está con ella?''. ''Tratamos de investigar por qué la mujer lo estaba buscando. Lo encontró porque sobornó a otra persona''. No hacía mucho, Colin se hizo cargo del caso de Alejandro por Yonata. Durante más de un mes, Colin usó a su personal y sus recursos financieros para encontrarlo. "¿Sobornó a una persona?". "Sí, alguien envió a Alejandro al condado de Green Cold para trabajar en una mina de carbón. Estaba bien escondido. Dolores lo sabía porque su hermano se lo había dicho accidentalmente''. Alejandro sufrió muchas penurias en la mina de carbón negro durante más de un año. Ahora estaba flaco y Dolores lo secuestró. Colin reflexionó por un momento. "No le digas nada a Sofía todavía. Envía a alguien para averiguar dónde está retenido y encuentra la oportunidad para rescatarlo lo antes posible. Si no funciona, me pondré personalmente en contacto con Dolores''. Era ilegal tener a una persona como rehén y Dolores no tendría nada que decir si alguien llamara a la policía. Esto tendría consecuencias legales.

La razón por la que Colin no informó a la policía de inmediato fue porque todavía tenía una buena relación con su hermano. Una vez que cayeran, ambas partes tendrían pérdidas. "Está bien, presidente''. "Deja entrar al Director Ejecutivo Adjunto. Quiero hablar con él sobre la compañía''. "Sí, presidente''. Después de que Wade se fue, Colin se quedó mirando fijamente la computadora. Se preguntó si Dolores le haría algo a Sofía si se enteraba de que había regresado al País A. Después de dejar su antiguo hogar, Sofía pasó toda la tarde en el hospital. Su padre estaba igual. No hubo ningún cambio mientras ella estuvo ausente. Le dio los regalos que compró a las dos enfermeras. Una de las enfermeras se negó: ''Señorita Lo, nuestro trabajo es cuidar de su padre. No puedo aceptar esto''. Sofía negó con la cabeza y le dijo a la mujer que parecía tener unos treinta años: ''No es un gran regalo. Desde que noté que usabas lápiz labial, fui al centro comercial y te compré uno. Este es mi regalo personal. Cuidar a mi padre es un trabajo duro. Por favor, acéptalo''.

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Capítulo 57 Capitulo El rescate La enfermera estaba demasiado avergonzada y no quería aceptar ese regalo. ''Realmente no necesitas hacer esto. Solo hago mi trabajo. Además el señor Li nos paga un salario más alto que todos los demás. No debería aceptarlo''. ''El salario es lo que has ganado por tu trabajo. Este es mi regalo personal. ¡Aunque no es muy caro, espero que eso no te importe!''. Sofía no tenía mucho dinero en este momento. Estaba bastante ajustada en ese tema. Si tuviera más, habría comprado más regalos para las enfermeras. Un lápiz de labios que cuesta unos pocos cientos puede considerarse costoso. ¿Cómo podría una enfermera de una familia común negarse a aceptar ese presente? Finalmente, Sofía la convenció para que tomara el lápiz labial que le compró. La enfermera se sintió muy agradecida con la chica. No dejó de decirle y de explicarle a Sofía que trabajar fuera de casa estaba bien. Definitivamente la mujer cuidaría bien de su padre. Antes de la hora de la cena, Sofía volvió a la Mansión Li. Mientras la preparaba, Wendy la ayudó y le enseñó cómo cocinar. Definitivamente ella podía cortar verduras, pero preparar algo más elaborado le resultaba difícil. Sofía no había sido muy consentida cuando era una niña. Cuando vivía en casa, la joven ayudaba a sus padres con las tareas domésticas como lavar la ropa y preparar verduras. Mientras Sofía cortaba las cebollas, Wendy lo llamó a Colin: '''¿Volverás para cenar esta noche?''. ''No. Tengo una cita con un cliente''. Colin se dirigía hacia el hotel. Wendy se sintió un poco arrepentida. ''Bueno, te pregunté sobre la cena... Sofía fue la que me ayudó a cocinar esta noche. Pero si tienes trabajo, ¡adelante!''.

Colin no dijo nada. Cuando Wendy pensaba que el joven había cortado, él volvió a hablar: ''Cenaré más tarde''. Wendy entendió lo que quería decir y le respondió alegremente: ''Bueno, te dejaré algo de comida para después''. Volvió a la cocina y le pidió a Sofía que guardara y apartara algo de comida. Pensó que era para Yonata y guardó obedientemente un poco de cada cosa y lo repartió en varios platos. A las nueve de la noche, Sofía salió de la habitación y le dio a Wendy un poco de crema para manos: ''Mamá, tú cocinas habitualmente. Aplícate un poco de crema en las manos después de hacerlo''. Wendy estaba contenta: "Está bien. Gracias, mi querida Sofía''. La joven se sintió un poco tímida: "Mamá, ¡me alegra que no te importe el precio!''. Sus ahorros se estaban agotando, pero gastó más de mil dólares para comprarle esta crema a Wendy. Sofía pensó que la mujer usaba productos para el cuidado de la piel que costaban varios miles, pero aparentemente no. Wendy le hizo señas con la mano y la despidió: ''Crecí en una familia que era muy pobre. Tu papá y tu abuela siempre me compran productos para el cuidado de la piel. Habitualmente gasto unos cientos en estas cosas, pero no más de mil. Solo estoy muy agradecida y contenta. ¿Cómo podría importarme eso? ". La mujer compró productos para el cuidado de la piel que costaban solo unos cientos varias veces. Pero Yonata los tiró después de descubrirlo... "¡Bueno, qué bien!". Las mujeres conversaron un rato y luego Sofía volvió a la habitación. A las diez de la noche, la joven se fue a la cama. Sofía acababa de acostarse cuando sonó su teléfono móvil. Un número desconocido aparecía en la pantalla.

'¿Quién la llamaba?', Sofía pensó. Su número de teléfono solo lo sabían unas pocas personas muy cercanas a ella. La chica asumió que era un vendedor telefónico y no contestó la llamada. Pero el teléfono seguía sonando. Cuando sonó por tercera vez, Sofía contestó. "Hola''. "¡Sofía, soy yo!". '¿Dolores?', pensó. Sofía puso una cara larga. ¿Por qué la llamaba Dolores? "¿Qué deseas?''. "¿Quieres ver a tu hermano?". Le preguntó a la chica con aires de grandeza. '¿Pensaba que ella no la había visto ayer en el ascensor del hospital? ¡Estaba equivocada!', pensó Dolores en su interior. Desde el momento en el que entró al elevador, la vio a Sofía en un rincón. Dolores le reveló que estaba embarazada de manera intencional a la joven. Quería alardear y mostrar que esperaba un hijo de Paulo. Cuando lo mencionó a Alejandro, Sofía se incorporó de inmediato: "¿Dónde está mi hermano?". Pensó en cómo fue engañada y tuvo que arrodillarse ante Dolores y la esperanza que surgió en sus ojos desapareció. '¡Tal vez Dolores me estaba engañando otra vez!', Sofía pensó en su interior. "Sé lo que piensas, ¡pero no te estoy mintiendo esta vez! Pagué tres millones para sacarlo de la empresa minera ilegal de carbón. ¡Dame esa cantidad de dinero y entonces te devolveré a tu hermano!''. "¡Déjame hablar con él!". ¡Sofía ya no podía creerle a esa mujer tan fácilmente! Dolores se burló: ''No. Te enviaré fotos, entonces me creerás''. La llamada se cortó y Sofía comenzó a temblar cuando vio las fotos que le envió Dolores. El chico flaco y de tez oscura realmente era... Alejandro.

Se cubrió la boca con la mano y trató de no gritar en voz alta. '¿Qué le pasó a su hermano? Alejandro heredó la tez clara de su madre. ¿Qué le sucedió? ¿Por qué estaba así?', Sofía se quedó pensativa. Unos minutos más tarde, la chica se enjugó las lágrimas y la llamó a Dolores: "Me reuniré contigo. ¿Pero puedo deberte los tres millones?''. Dolores se rió en voz alta como si hubiera escuchado una broma graciosa: ''¿Deberme? ¡Oh! Olvidé que eres una pobre desgraciada. No importa. Si no tienes tres millones, ¡puedes pagarme la deuda vendiéndote por una noche!". ... Sofía apretó los dientes con fuerza. En ese momento, realmente la quería matar a Dolores, ¡aunque tuviera que morir junto con ella! "¿Dónde nos encontramos?". Dolores le dio la dirección de un bar y colgó el teléfono de inmediato. Sofía se contuvo con fuerza y su cuerpo comenzó a temblar. En lo único en lo que podía pensar en este momento era cómo conseguir esos millones para salvar a su hermano. ¡Tres millones! ¡No trescientos! Después de vestirse, Sofía finalmente llamó a Colin. Colin había bebido un poco de vino. Cuando regresaba a casa, se apoyó en el asiento trasero del automóvil y cerró los ojos para descansar. Miró el identificador de llamadas, el joven sonrió pero contestó el teléfono con indiferencia. "¿Qué?". "Colin...''. Después de pronunciar su nombre, Sofía se quedó en silencio. Colin supuso que la chica necesitaba su ayuda. Ella no habló y él no insistió. Sofía se mordió el labio inferior con tanta fuerza que casi le sangró. La chica fue directamente al grano: "Quiero que me prestes tres millones. Quédate tranquilo porque te los devolveré con una nota de crédito como prueba. Si eso no es suficiente, puedo firmar un contrato laboral más largo para la empresa...''.

Tres millones era una suma astronómica para Sofía. Pero para Colin no había diferencia entre tres millones y tres mil. '¿Para qué quiere Sofía esa cantidad de dinero?', pensó el joven. Sofía no tenía idea de su riqueza. La chica añadió con ansiedad: ''Pero si no tienes el dinero, no importa. Yo...''. "¿Qué harás?". Colin le preguntó con indiferencia. Sofía volvió a guardar silencio. '¿Y si Colin no tenía el dinero? ¿Realmente tenía que hacer lo que dijo Dolores?'. "Si no tienes suficiente dinero... Le voy a preguntar a Helge o... ¿Puedes ayudarme a ponerme en contacto con Mario?''. Rendirse ante Dolores sería el último recurso.

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Capítulo 58 No hay otra opción La idea de Sofía de pedirle ayuda a otros hombres lo enfureció a Colin. ''Sofía, ¿quién crees que estaría dispuesto a ayudarte además de mí?". ... La chica sujetó el teléfono móvil con fuerza y no dijo nada. Tal vez ella se consideraba muy buena. Helge no era ni su familiar ni su amigo. ¿Por qué le prestaría tanto dinero? Mario... Probablemente no podría contactarlo en absoluto. "Ya veo. Gracias, Colin. ¡Perdón por molestarte, adiós!''. Sofía soportó el dolor dentro su corazón y estaba lista para colgar el teléfono. Su última esperanza se hizo añicos. La joven se quedó en blanco en medio de la habitación. ''¿Para qué quieres los tres millones?''. Colin intervino rápidamente y evitó que ella colgara. Sofía dudó en contarle sobre su hermano. Colin la ayudó a cuidar a su padre e incluso envió a un especialista... "Tengo un amigo que lo necesita''. Sofía mintió porque ya no quería molestar a Colin. Tenía miedo de que... ...a él no le gustara. "¿Cuál?". Colin le pidió que se explicara. Sofía no podía contárselo y estaba lista para terminar la llamada de nuevo. ''Nadie, solo un viejo amigo. ¡Estoy segura de que estás ocupado, señor Li! No te preocupes por eso''. Sofía terminó rápidamente la llamada y una lágrima brotó de sus ojos. Se sentía desesperada. Esa era la oportunidad de salvar a su hermano, pero fue en vano. Sintió mucho dolor, cerró los ojos y Sofía tomó una decisión. Tenía que ser valiente y acostarse con alguien para salvar a su hermano.

Se secó las lágrimas, tomó su bolso y salió rápidamente de la Mansión de la Familia Li. Olvidó pedirle prestado un auto a Colin y Sofía solo pudo dejar la casa a pie. Colin miró su teléfono muy enojado. Cuando el auto se dirigía hacia la Mansión de la Familia Li, Wade notó una silueta en el costado de la carretera: "Señor Li, ¿no es esa la señora Li?''. Colin levantó la vista. En efecto, la mujer que caminaba enérgicamente por la carretera era Sofía. ¿A dónde iba tan tarde por la noche? El coche pasó cerca de Sofía. Tan profunda era la preocupación por su hermano que Sofía no notó que un auto giraba para acercarse a ella. Después de una larga caminata, Sofía pidió un auto privado desde su teléfono móvil y se apresuró hacia el lugar que Dolores le dijo. En el Bar 'The Age'. Sofía fue directamente al segundo piso y llamó a la puerta de la habitación 221. Empujó la puerta para abrirla y la vio a Dolores sentada adentro. Estaba bien vestida y acompañada de cinco o seis guardaespaldas a su alrededor. Sofía se sintió un poco ansiosa cuando no lo vio a Alejandro. Dolores la miró de reojo. Separó sus labios con gracia y le dijo: ''No te preocupes. ¡Dame los tres millones y entonces podrás ver a tu hermano!''. Sofía se mordió el labio inferior en silencio. ''No los tengo...''. "¿No?". Dolores la miró a Sofía a los ojos y se regodeó: ''Bueno, entonces... El señor He, el gerente general de Runchang Enterprise... él está en la habitación de al lado. ¡Si pasas la noche con él, liberaré a tu hermano mañana por la mañana!''. El señor He era un infame hijo pródigo y conocido por abusar de las mujeres. Prácticamente ninguna de las mujeres que se metieron en su cama salieron

ilesas. Sofía cerró los ojos. "Dolores, puedo darte una nota de crédito. ¡Incluso puedo pagarte intereses!''. A Dolores le gustaba ver tan angustiada a Sofía y rechazó su petición después de una carcajada. La chica hizo una pausa. "¡Déjame ver a mi hermano primero!". Dolores no rechazó su petición esta vez. Miró a uno de los guardaespaldas y el hombre salió de la habitación privada. Ignoró al camarero que estaba en la puerta y fue a buscar a Alejandro. Tres minutos después. "¡Alejandro!". Sofía miró a su hermano con asombro y alegría. Aunque su tez era oscura y estaba flaco como en las fotos, ¡ciertamente era Alejandro! Con los ojos enrojecidos por el llanto, el hombre miró a su hermana que también había perdido mucho peso y sollozó: "Sofía''. Se abrazaron y rompieron en lágrimas de inmediato. Dolores los miró con desprecio y les recordó fríamente: ''Bueno, Sofía. ¡Ahora que lo has visto, dime cuál es tu decisión!''. Alejandro conoció a Dolores por intermedio de Paulo y sabía que ella era una mujer muy mala. "Dolores, ¿qué quieres hacer con mi hermana?". La mujer se rió: ''¿Qué quiero hacerle a tu hermana? ¿Qué puedo hacer con ella? ¡Llévatelo!". A pesar de su lucha feroz, dos guardaespaldas se llevaron a Alejandro. Sofía miró con lágrimas en los ojos a su hermano hasta que desapareció de su vista. Se secó las lágrimas y se dirigió a Dolores: ''¿No tienes miedo de que llame a la policía? ¡Violaste la ley!''. Sin embargo, se olvidó del poder de la familia Lien. Dolores miró a Sofía con

desprecio: ''Si llamar a la policía para pedir ayuda funciona, ¿por qué te condenaron a cinco años de prisión?". ... Sofía se sintió desesperada de nuevo. "Está bien, lo haré''. Dolores sonrió y le ordenó al guardaespaldas que estaba a su lado: ''Llama al señor He. ¡Se terminó!''. El guardaespaldas se fue. Sofía miró a Dolores con frialdad: ''¿Cómo puedo estar segura de que liberarás a mi hermano por la mañana?". "Sofía, ¿tienes otra opción más que creerme?". La chica se quedó en silencio. De hecho, Sofía no tenía otra opción. Rápidamente, el señor He entró con el guardaespaldas. Huber He tenía cuarenta y dos años. Con su corpulenta figura y vestido con un traje gris y su mano que sostenía un cigarrillo, parecía un sinvergüenza. Al verla a Sofía a primera vista, Huber se burló. Pero después de observarla de arriba abajo con cuidado, los ojos del hombre se iluminaron. Esta mujer no era ni gorda ni muy delgada. ¡Sería maravillosa en la cama! "Señor He, lamento molestar tu negocio''. Dolores se levantó del sofá. Se veía un poco más baja de lo habitual con sus zapatos sin tacón. Huber sonrió. "Está bien. ¿Por qué me llamó, señorita Lien? ¿Tienes algo bueno para mí?''. Dolores bajó la cabeza y sonrió. "¡El señor He es realmente inteligente! ¿Qué te parece ella? ¡Se supone que tiene mucha experiencia!''. Sofía apretó los puños con fuerza. Quería quemar este lugar, ¡para que todos pudieran morir juntos aquí dentro! Huber sonrió crudamente y le levantó el mentón a Sofía. "Bien, vamos. ¡Gracias, señorita Lien!''.

"De nada, señor He. ¡Que tengan una noche maravillosa!''. Dolores hizo un gesto con las manos a los guardaespaldas: ''¡Lleven al señor He a la habitación del piso de arriba!''. Huber bajó la cabeza para besar a Sofía, pero ella dio un paso atrás. Aunque no pudo besar sus labios, sus ojos estaban llenos de interés. Parecía que era como una gatita salvaje. Bueno. ¡Le gustaba! "¡Oye! ¿Por qué te escondes? ¡Deberías sentirte honrada de que te bese el señor He!". Cuando vio a Sofía actuar de manera pura y noble, Dolores se sintió irritada y le pellizcó el brazo. La chica frotó su dolorido brazo y la miró con el ceño fruncido: ''Será mejor que sueltes a mi hermano mañana por la mañana. De lo contrario, ¡todos moriremos juntos!''. Ahora Sofía había tomado una decisión en estos pocos minutos. Si estaba destinada a acostarse con el señor He esa noche, aceptaría tal desgracia como algo predeterminado por Dios. Después de que Dolores liberara a su hermano a la mañana siguiente, ¡Sofía moriría con ella! ¡Si la malvada mujer rompiera su palabra, la mataría a ella y al señor He, encontraría la manera de salvar a su hermano y luego se suicidaría!

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Capítulo 59 ¡Moriré si te divorcias de mí! Si el señor He realmente se acostaba con ella, estaría manchada y sucia. Se sentiría demasiado avergonzada para vivir en este mundo y mucho menos para quedarse con Colin. Se arrepintió de no haberle dado su primera vez a Colin. Pensó que se había acostado con Colin, pero cuanto más lo pensaba más se convencía de que había algo sospechoso en todo eso. Comprobó su sospecha porque buscó en Internet. Descubrió que no había pasado nada entre ellos... Dolores estaba aterrorizada ante el ferviente odio en los ojos de Sofía. Trató de calmarse y dijo: "¡Por supuesto, lo dejaré ir!". El guardaespaldas pronto volvió. "Señor He, esta es la tarjeta de la habitación para la suite presidencial en el decimosexto piso''. Huber sintió como si todo su cuerpo estuviera en llamas. Tomó la tarjeta de la habitación y se dirigió hacia el cuarto con el brazo alrededor de la cintura de Sofía. La chica se arrastró mientras salía de la habitación privada con el señor He. En el decimosexto piso. De pie en la puerta, Sofía no tuvo el coraje para entrar. Huber no tenía prisa. Se apoyó contra la pared dentro de la habitación y la esperó. "¡Sofía!". Una voz fría pero familiar gritó cerca. La chica se dio vuelta y se sorprendió. '¿La persona que se nos acerca como un león furioso, es Colin?'. Sofía estaba muerta de miedo. Se cubrió la cara, corrió dentro de la habitación y rápidamente cerró la puerta.

Huber no sabía qué pasaba. Inmediatamente después de que Sofía entró, el hombre la sostuvo por detrás. "¡Ven! ¡Cariño!". Pronto se escuchó que llamaban a la puerta de manera muy fuerte. No fueron muchos golpes, pero eran muy violentos. "¡Sofía! ¡Abre la maldita puerta!''. Desde el exterior, se oyó la voz furiosa de Colin. Sofía estaba tan asustada que ni se movió. ¿Por qué vino aquí Colin? Huber soltó a Sofía y dudó. ¿Era esa la voz del presidente... Colin Li del Grupo SL? "¡Tienes tres segundos para abrir la puerta o la patearé para abrirla!". Sofía no quería hacerlo porque tenía miedo de que Colin la matara... Huber no sabía en qué estaba pensando la chica. Solo sabía que Colin Li estaba afuera y tenía que abrir la puerta. "Uno, dos...''. Colin apretó los dientes con rabia cuando llegó a la cuenta de dos. La puerta se abrió. Se acabó. Sofía estaba tan asustada que corrió dentro de la habitación y se escondió. Huber miró hacia afuera y efectivamente era Colin. Inmediatamente le sonrió: ''¡Señor Li! ¿Cómo está? Tanto tiempo sin verle... ¡Ay!". Colin no estaba de humor para hablar con Huber. Supo que se acostaría con Sofía y le dio un puñetazo en la cara. "Señor Li, ¿qué pasa?''. Huber estaba muy confundido después de ese golpe tan duro. "¡Vete!". Colin agarró al hombre por el cuello y lo echó de la suite. Cerró la puerta con toda ferocidad y ¡buscó a la maldita mujer dentro de la habitación! Colin la siguió a Sofía hasta el bar. Sobornó a un camarero y le pidió que

escuchara a escondidas la conversación de la joven. Cuando Huber se la llevó, el mesero salió corriendo y le avisó: ''¡La mujer se fue a una habitación en el piso de arriba con otro hombre!". ... Wade lo había seguido a Colin durante diez años y era la primera vez que lo veía tan enojado. El chico cerró muy fuerte la puerta del lujoso automóvil y caminó hacia el bar para atrapar a la mujer. ¡Maldita Sofía! ¡Cómo se atrevía a entrar corriendo y cerrarle la puerta en la cara! ¿Tan deseosa estaba de sexo? ¡Era tan atrevida como para dormir con otros hombres bajo las narices del clan Li en el País A! Colin echaba humo por todas partes. ¡Juró que le daría una buena lección esta vez! La agarró y la sacó a Sofía fuera del vestidor y la tiró sobre la cama. La chica se levantó de inmediato y se escondió del otro lado de la cama. "Colin, escucha...''. ¿Cómo podría conseguir que este hombre tan furioso la escuchara? La atrapó de nuevo rápidamente y la presionó contra la cama. "Sofía, ¿estás deseosa de sexo porque no me acosté contigo en ese entonces?". La chica detuvo su lucha y su corazón se desgarró dolorosamente. Ella no era más que una mujer voluble y lasciva en sus ojos... "¡No!". Cuando escuchó esto, Colin la besó y le arrancó su camisa abotonada. Los botones estaban dispersos sobre la cama y el suelo era un desastre. Sofía sintió que su corazón se aceleraba mientras empujaba el pecho de Colin. ''Colin, escúchame. No es lo que piensas...''.

¡No había manera de que Colin la escuchara! ¡La forzaría hasta tenerla! Colin tiró su abrigo y después sus pantalones vaqueros. ''No... Solo quería...''. "¡Cállate!". Los ojos de Colin estaban rojos de rabia. El joven levantó su mano un momento. Sofía inmediatamente se cubrió la cara con las manos y no se atrevió a mirarlo... Colin la mordió bruscamente. Sofía gritó de dolor. ''Colin, me equivoqué... Por favor, sé suave...''. Sus gritos lo incitaron. "¡Maldita seas, Sofía! ¡Muéstrame cuántas ganas tienes! ¡Ramera!''. La tiró en el centro de la cama, pero Colin todavía estaba completamente vestido. Le lanzó todos los insultos posibles a Sofía. Finalmente le dijo a la mujer de cara enrojecida y con una expresión endurecida: "¡Mujer sucia!". Tomó un cheque de su bolsillo y escribió el número tres seguido de siete ceros. Luego lo arrojó directamente a la cara de Sofía. ''Aquí hay treinta millones. ¡Te mataré si haces algo más para avergonzar al clan Li otra vez!''. Sin tener en cuenta que estaba desnuda, Sofía saltó de la cama y se aferró al hombre que estaba a punto de irse: ''Colin, escúchame, ¿de acuerdo?". Su cuerpo se apretó contra su espalda muy cerca. Reprimió sus emociones y Colin se esforzó por mantener la cordura. "¡No! ¡Vete, Sofía!''. Colin le quitó las manos de su cintura y le dijo sin mirar atrás: "¡Le diré a mamá que nos divorciaremos!". Mientras el hombre caminaba hacia la puerta, Sofía gritó con el corazón desconsolado: "¡Colin, moriré si te divorcias de mí!".

... La habitación se volvió muy tranquila. Sofía estaba confundida: '¿Por qué dije eso?'. Los fríos ojos de Colin recorrieron su cuerpo desnudo: "Sofía, ¿sabes cuáles son las consecuencias por amenazarme?". Sofía negó con la cabeza, asintió y finalmente volvió a estremecerse. "No importa cuánto me amenaces, ¡es tu culpa! ¡Todo esto es tu culpa! Tienes tres millones, pero ¿por qué te negaste a prestarme el dinero en primer lugar?''. No le importaba si él pensaba que era una descarada. ¡Ella no se divorciaría de Colin! "Entonces, ¿estás dispuesta a venderte a ese viejo por tres millones? Sofía, ¿tan bajo caíste?''. Dijo esto y Colin se fue sin mirarla más. ¡Pum! La puerta se cerró enérgicamente. Todo se volvió muy tranquilo. En el pasillo, Colin golpeó la pared con su puño. ¡Sofía, Sofía! ¡Realmente eres algo! En la habitación 221, Dolores yacía placenteramente en los brazos de Paulo. La mujer le llevó una copa de vino y le dijo: ''Cariño, ¡déjame alimentarte!".

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Capítulo 60 Sólo trescientos mil Esa zorra de Sofía debería estar pasándola mal con el Sr. He. Dolores se sintió muy complacida al pensar que Sofía estaba siendo follada por ese hombre asqueroso. Paulo tomó un trago de la copa que le ofreció su esposa. ¡Boom! La puerta se abrió de golpe. Asustada por el fuerte ruido, Dolores dejó caer la copa de vino al suelo, rompiéndose en pedazos. Al reconocer a la persona que entró, Dolores no se atrevió a perder la calma. "Señor. Li, ¿qué lo trae por aquí?" Con aspecto serio, Colin entró a zancadas y agarró a Dolores por el cuello, levantándola del sofá. "Señor. Li... ¿Qué está haciendo?" Paulo agarró a Colin de inmediato. Dolores estaba demasiado angustiada para decir una sola palabra. Colin miró a Dolores con furia, "¿No te dije que no fueras tras Sofía?" Aunque Paulo estaba desconcertado, todavía sostenía a su esposa con cautela, "¡Sr. Li, debe haber algún malentendido! ¿Acaso no se encuentra Sofía en el País Z? Nosotros hemos estado todo el tiempo en el País C". "Dolores, ¿por qué le pediste 3 millones a Sofía?" Sin prestar atención a Paulo, Colin continuó interrogando a Dolores, quien se estaba atragantando. Dolores sacudió la cabeza y se puso nerviosa: "Ella... Ella estaba dispuesta a... ¡Dormir con ese hombre!" Paulo trató de ayudarla. "Señor Li, Sofía es simplemente una mujer lasciva. No tiene que alterarse así por ella. Dolores está embarazada, Sr. Li. ¿Por qué no la suelta ahora?" Al oír eso, Colin gradualmente soltó Dolores quien se encontraba sofocada. Él no necesitaba exacerbarse por Sofía, ¡ella era simplemente una mujer lasciva!

Cuando finalmente soltó a Dolores ella se relajó y jadeó por aire. ¡Colin era realmente un hombre formidable! "¿Por qué vino Sofía aquí?" Colin no confiaba fácilmente en ella. Los ojos de Dolores mostraban su nerviosismo. Estaba considerando si debía decir la verdad, cuando de pronto Paulo le preguntó: "¿Te encontraste con Sofy?" ¡Sofy, Sofy, Sofy! ¡Dolores odiaba a su marido por llamar a esa mujer de forma cariñosa! "Sofía necesitaba dinero, ¡así que me pidió que le arreglara citas con algunos hombres!" Colin le creyó, porque Sofía le había pedido prestado algo de dinero. Colin no rechazó a Sofía, pero Sofía colgó sin darle una explicación. Como ella no pudo obtener el dinero de él, Sofía tuvo que... ¿Dormir con hombres por dinero? Pero, ¿por qué Sofía le pediría a Dolores que le arreglara citas con ellos? Colin lo dudaba. "Dolores, el contrato con el Grupo Lien solo necesita mi firma. ¿Y si le digo al Sr. Lien que hubo un problema contigo...?" Dolores se estremeció de miedo, no le quedaba más que decirle la verdad: "Es... por Alejandro. Ella necesita el dinero para recuperar a Alejandro". Con esos ojos distantes, nadie podía saber en qué estaba pensando Colin. "¿Ella necesita 3 millones para recuperar a Alejandro?" Colin no se distraería tan fácilmente. Dolores pensó rápido. Ella asintió, pero luego negó con la cabeza. "No, ella solo necesita 300, 000 para recuperar a Alejandro. ¡Seguro que quiere quedarse con el resto para ella misma!"

Wade le dijo a Colin que Dolores se llevó a Alejandro por 300, 000. Colin le creyó a Dolores y la dejó ir. Con las piernas temblorosas, Dolores se hundió en el sofá detrás de ella. "Aquí hay 500, 000. Ahora, envía a Alejandro a esta dirección". Al ver la duda en sus ojos, Colin le advirtió con severidad: "Sra. Lien, ¿está tratando de destruir al Grupo de Lien?" Si él quisiera, podría acabar por completo con el Grupo Lien. Dolores negó con la cabeza al instante. Sin el Grupo Lien, ella no viviría de nada. "¡Señor. Li, entiendo!" Después de que Colin se fue, Dolores jadeó por aire y sintió que su corazón latía violentamente. Dolores no podía entender cómo Colin podía ser tan cruel. Ella recordaba claramente a su hermano mayor decir que Colin era un caballero... Paulo culpó a Dolores, "¿Sofía está en el país A?" Sintiendo su descontento, Dolores lo fulminó con la mirada, "¿Y qué? Tenía miedo de que Colín me matara, ¿y ahora me estás reprendiendo?" Pensando en el bebé dentro de ella, Paulo la consoló de inmediato. "No, cariño. No te enojes. ¡Cuida a nuestro bebé!" Justo cuando dijo ésto, Dolores se cubrió el vientre con dolor. "Cariño, me duele el vientre..." Demasiado asustado para decir algo, Paulo la levantó y corrió al hospital. En el piso 16. Sofía se sentó en la cama mirando el cheque, se encontraba en trance. ¿Qué debería hacer ella? ¿Cómo se lo explicaría a Colin? Ni siquiera podía salir, porque Colin arruinó su ropa...

Pronto, alguien llamó a la puerta. Sofía no tenía la intención de abrir, pero pensó que podría ser Colin. Rápidamente se levantó de la cama y miró a través de la mirilla. Pero, no era Colin... "¿Quién es?" "Hola, soy el encargado de este piso, y he venido a traerle ropa". "Está bien, espere un momento por favor", tomó una bata de baño del armario para cubrirse y Sofía abrió la puerta. El asistente le dio dos bolsas. "Hola, un caballero me pidió que se los entregara". "OK gracias." Podía ser Colin... Después de ponerse la ropa, Sofía volvió a llamar a Dolores: "Dolores, libera a mi hermano. ¡Tengo los 3 millones para ti!" Fue Paulo quien le contestó el teléfono. "Sofy, ¿qué quieres decir con 3 millones?" Al oír que era Paulo, Sofía se sobresaltó. Entonces ella preguntó de inmediato: "¿Dónde está Dolores? ¡Dile que libere a mi hermano!" Paulo miró hacia el consultorio, "Dolores está teniendo una revisión médica. Sofía, ¿es eso cierto?" Dolores le había dicho a Colin que ahora sólo eran 300, 000... Cuando estaba a punto de pedirle a Dolores más detalles sobre lo que le dijo a Colin, ella comenzó a tener un fuerte dolor en la barriga, por lo que ya no pudo decir nada. "¡Dile que me devuelva la llamada!" Entonces Sofía colgó. Ella no quería escuchar la voz de Paulo en absoluto. Después de vestirse, salió de la suite.

Cuando Sofía caminaba hacia la entrada del bar, Dolores la llamó "¡Sofía, no esperaba que estuvieras casada con Colin!" Paulo no tuvo más remedio que decirle la verdad a Dolores. El odio y los celos de Dolores se desbordaron. ¿Cómo podría una perra como Sofía casarse con un hombre tan excelente como Colin? "¡No es de tu incumbencia! ¿Dónde está mi hermano? ¡Te puedo dar los 3 millones!" Sofía evitó fríamente el tema. Dolores le dijo toda la verdad a pesar de que no quería. "¡El señor Li se lo llevó!" Sofía estaba estupefacta. "¿A dónde lo llevaron?" "¿Cómo puedo saber? ¡Ve a preguntarle a tu marido!" Dolores no se sentía bien. ¿Cómo pudo Sofía casarse con Colin? Con la intención de descubrir el paradero de su hermano, Sofía no quiso decir ni una palabra más y colgó en seguida. Entonces puso el número de Dolores en su lista negra. Dolores, ¡ésto no termina aquí! Sofía se apresuró a tomar un taxi hasta la mansión Li. Al abrir la puerta de la villa, Sofía descubrió que dentro estaba completamente oscuro. Después de cambiarse los zapatos, ella caminó silenciosamente escaleras arriba.

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Capítulo 61 No soy una lasciva Sofía caminaba muy despacio con cuidado de no despertar a alguien. Cuando abrió la puerta del dormitorio, la luz estaba encendida. Colin acababa de salir del baño. Fingió no ver a Sofía. Cuando se acercó a cerrar la puerta, Sofía se colocó delante de Colin y sacó el cheque de su bolso. "Aquí está el cheque. ¿Dónde está mi hermano?" Dado que su hermano había sido puesto en libertad, no tenía sentido conservar el dinero. Colin miró el cheque con indiferencia y levantó la barbilla. "¿Qué? ¿Me devuelves el cheque y continúas buscando hombres para satisfacerte?" ... Al escuchar los insultos de Colin, Sofía cerró los ojos y los abrió de nuevo. "¿Dónde está mi hermano?" Colin empujó violentamente a Sofía, y ella cayó sobre la cama. Ante el silencio del hombre, Sofía no se rindió y siguió preguntando: "Colin, ¿dónde está mi hermano? ¿Tú te lo llevaste?" Colin abrió la computadora, "Cuando dejes de avergonzar a la familia Li, ¡te daré la respuesta!" "..." Sofía puso el cheque en el escritorio sin pensar, "La razón por la que necesitaba 3 millones era para recuperar a Alejandro. Dolores quería 3 millones y planeaba pedirte prestado..." Colin supo lo que pasó después. "No pude conseguir los 3 millones, así que Dolores me dijo... que durmiera con el Sr. He por una noche... y entonces ella liberaría a mi hermano". Sofía se sentía demasiado avergonzada para decirlo en voz alta.

¡Crac! Colin tiró el documento sobre el escritorio, asustando a Sofía. "¡Olvídate del dinero! Sofía, ¿preferiste acostarte con otros hombres que decirme la verdad?" Sofía lo decepcionó tanto. Sofía sabía que era su culpa. Se quedó allí, retorciéndose los dedos y llena de ansiedad dijo: "Lo siento, yo... no sabía que tenías el dinero, ni quería darte problemas..." Era cierto. Ella no creía que Colin tuviera tanto dinero. Colin no pudo evitar reírse. Como presidente regional, 3 millones era tan sólo una pequeña cantidad para él. "Sofía, si quieres mentir, ¡sé inteligente! ¡Qué excusa tan mala!" Sofía negó con la cabeza, "¡No! ¡Lo digo en serio! Colin, 3 millones es muchísimo. No pensé..." Ella no creía que él tuviera tanto dinero. "¡Suficiente! ¡Sofía, no quiero escuchar más de tus mentiras! No es necesario que me devuelvas el dinero. ¡Si algún día nos divorciamos, puede usar este dinero como pensión alimenticia!" ¡Estaba hablando de divorcio otra vez! Sofía se tragó el dolor en su corazón. Respirando profundamente, Sofía se acercó a Colin y se sentó en su regazo con los brazos alrededor de su cuello. "Colin, sigo siendo virgen. No soy una mujer lasciva. ¡Puedes comprobarlo si no me crees!" Sus palabras iluminaron los ojos de Colin, pero pronto se extinguió cuando recordó las palabras de Paulo. Hoy en día, la tecnología era tan avanzada que Sofía pudo reconstruir su himen... "¿No es suficiente el dinero?" Colin no apartó a la mujer de su regazo, pero le lanzó una mirada de desdén. Por supuesto, Sofía no ignoró su reacción. Ella mordió su labio inferior. "No, estoy diciendo la verdad". "¡Ve a dormir!" Colin la apartó, empujándola hacia un sillón cercano.

Sofía se golpeó la cabeza en el respaldo. Por suerte, era suave, por lo que no se hizo daño. "Mi hermano..." Ella siguió preguntando. Colin la volteó a ver, "¡No me hagas repetirlo!" ... Sofía dejó caer sus manos sin poder hacer nada. ¿Qué demonios podía hacer para que Colin le creyera? Sofía fue al baño y se dio una ducha. Colin se centró en su trabajo. Ella no lo molestó más y se durmió en un lado de la cama. Efectivamente, el matrimonio sin amor era doloroso... Los días pasaron y las vacaciones estaban llegando a su fin. Después de que Sofía vio a su padre, Wendy la llevó al aeropuerto. "Colin ha llegado demasiado lejos. ¿Por qué no puede dejar el trabajo y venir a despedirse de ti?" Sofía sonrió, "Mamá, por favor no te quejes de él. Entiendo que está muy ocupado. Yo puedo regresar sola". "Está bien, Debes persuadir a Colin para que centre su trabajo en el País A, y así puedan regresar, ¿de acuerdo?" "De acuerdo mamá. ¡Cuídate por favor!" "Igualmente. Quédate tranquila. Nosotros cuidaremos muy bien de tu padre". Sofía abrazó a Wendy, llena de gratitud, "¡Mamá, muchas gracias!" Wendy le dio una palmada en la espalda. "No seas tonta, somos familia. ¡Deja de ser tan educada!" "Bueno. Mamá me tengo que ir. Pero nos volveremos a ver en dos semanas". Dentro de mes y medio sería el cumpleaños de Harold, y Sofía volvería para ese entonces. Wendy estaba muy feliz de escuchar ésto, "Bueno, ten cuidado en el camino.

¡Envíame un mensaje por WeChat cuando llegues!" "¡De acuerdo, nos vemos!" Apartándose de Wendy, Sofía pasó por el control de seguridad. Wendy no abandonó el aeropuerto hasta que perdió de vista a Sofía. Antes de subir al avión, Sofía le envió un mensaje a Colin: "Colin, si sabes dónde está Alejandro, ayúdame a cuidar bien de él. Si crees que es problemático, envíalo al País Z y yo me encargaré de él. ¡Gracias!" Pero ella no recibió ninguna respuesta. Una vez que abordó el avión, Sofía apagó su teléfono celular sintiéndose deprimida. Al aterrizar en el País Z, Sofía volvió a su casa de alquiler. El auto de Colin todavía estaba estacionado en el garaje de abajo. Sofía devolvió la casa al propietario al día siguiente, después de contemplarla. Aprovechando que regresaría en el auto de Colin, Sofía llevó todas sus cosas a la villa de Colin. ¡Bien! Ella quería mudarse y vivir con Colin. ¡Ella actuaría primero y luego se lo diría! El sirviente le abrió la puerta a Sofía. Sabiendo que ella era la esposa de Colin, el sirviente le dio una cálida bienvenida, "¡Mi Señora, bienvenida de nuevo!" Sofía asintió con una sonrisa. Con ayuda de los sirvientes, Sofía llevó sus cosas a su habitación en el segundo piso. Por la noche, Sofía descargó varias aplicaciones de recetas en su teléfono y leyó cada receta cuidadosamente. Era la primera vez que Sofía iba a cocinar y estaba muy emocionada. Sin embargo, después de trabajar en la empresa durante 3 días, Sofía aún no había recibido información sobre el regreso de Colin. En el cuarto día, Colin celebró una videoconferencia matinal con los ejecutivos. Sofía pudo darse cuenta de que se encontraba en la oficina de los Estados Unidos.

Era incierto cuándo volvería. Sofía regresó a su oficina decepcionada. Helge no se había presentado en la compañía por mucho tiempo, debido a la ausencia de Sofía y Colin Después del trabajo, Sofía caminó por las calles hasta la entrada del metro. Mientras esperaba para subir, veía una gran pantalla con noticias de entretenimiento. "... Una periodista informó que Leila estaba cenando con un hombre misterioso en un hotel de seis estrellas de los Estados Unidos. Después de la cena, ¡se descubrió que aquel hombre era el presidente regional del Grupo SL, Colin Li! Ambos se fueron juntos en un coche de lujo..."

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Capítulo 62 Una carta de una Tierra Extranjera Sofía seguía mirando la pantalla grande cuando llegó el metro. Al ver la cara de la mujer con el abrigo de color lila, reconoció que en realidad era Leila. Cuando el hombre alto en traje al lado de Leila se dio vuelta, Sofía vio una cara familiar. Era Colin. Las dos personas no se escondieron de la cámara. Caminaron directamente hacia un lujoso auto negro y se fueron. Con gran tristeza, Sofía se fue a casa. En el camino, buscó en internet sobre Leila y Colin. Fueron mencionados en Twitter también. Revisó sus cuentas de Twitter y se sintió aliviada al descubrir que ninguno de los dos había dado una respuesta. Pero ella estaba más bien deprimida porque las revistas les pedían que se juntaran. Su matrimonio con Colin había sido un secreto todo este tiempo. Sólo pocas personas sabían que Colin estaba casado. La cantidad de personas que querían que Colin y Leila se juntaran estaba aumentando. Cuando llegó a casa, Sofía tomó un baño para tranquilizarse. Después de dudar mucho, Sofía finalmente le envió a Colin un mensaje: "Colin, ¿dónde está mi hermano? ¿Él está bien?". Pero cuando se quedó dormida, aún no había recibido ninguna respuesta de Colin. En la Universidad de Jeju en el país H. Los actores y actrices estaban tomando un descanso después de un rodaje para un comercial. Un hombre alto y guapo se sentó en su silla de manera despreocupada, cuando una multitud de chicas lo rodeó, "¡Mario! ¡Te amo! ¿Me puedo tomar una foto contigo?".

"¡Te amo, Mario!". "¡Te amo!". "¡Te amo!". "¡Mario! ¿Me das tu autógrafo?". Mario satisfizo todas las peticiones de sus fans. Firmando autógrafos para ellas, las cautivaba con una sonrisa que hacía que la mayoría de las mujeres se volvieran locas. Diez minutos después, seguía firmando autógrafos. Cuando su asistente se acercó a él le dijo, "Mario, hay una carta para ti del país A". Al oír esto, Mario se detuvo y preguntó: "¿De quién?". Estaba muy expectante. ¿Podría ser de la persona con la que había perdido contacto durante casi dos años? "Oh, fue enviada a su dirección anterior. Recibí una llamada y les pedí que la reenviarán aquí". Su asistente le explicó. Mario viajaba a diferentes países la mayor parte del tiempo debido a su trabajo, y raramente regresaba a su residencia en el país A. Mario rápidamente terminó de firmar autógrafos y trató de contener su ansiedad. Le preguntó a su asistente: "¿Fue enviada a la casa de West Rhine Garden?". La asistente confirmó, "Sí, supongo que es de la señorita Lo". Mario tomó la carta y se levantó de la silla, caminando hacia un bosquecillo. Sus fans se movieron para seguirlo, pero su asistente se los impidió. El sol brillaba ligeramente a través de las hojas. Mario se sentó en una banca, mirando fijamente el sobre durante mucho tiempo. Él reconoció su letra. Su expresión fría se suavizó. Echaba mucho de menos a Sofía. Era una carta corta, y Mario terminó de leerla pronto. Resultó que Sofía había

ido al País Z. ¿Qué diría ella, si él estaría dispuesto a ponerse en contacto con ella? Ella no tenía idea de cuánto la extrañaba. No podía esperar para contactarla. Volvió a poner la carta en el sobre y se dirigió a su asistente. Sacando su teléfono móvil, agregó a Sofía en WeChat. Cuando Sofía vio la solicitud de amistad de Mario, ya habían pasado tres días. Todos los mensajes de WeChat que recibió eran de Wendy o de las conversaciones del grupo de trabajo. A ella no le importó mucho revisar sus notificaciones de WeChat. Al ver el nombre de Mario en la ventana de notificaciones, Sofía se sorprendió y aceptó la solicitud de inmediato. Acababa de llegar a casa y había puesto su bolso en la mesa, cuando entró una videollamada. Era Mario. Sofía lo aceptó con entusiasmo y en la pantalla apareció una cara bien parecida y familiar. "¡Mario!" Sofía sonrió. Se sentía como si hubiera retrocedido en el tiempo en que vio a Mario. Había una extraña mirada en los ojos de Mario. "Sofía, ¿cómo va todo?" Sofía negó con la cabeza y sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar todo lo que le había sucedido a su familia: "Mario, mi madre murió. Mi padre tiene una enfermedad mental y acabo de encontrar a mi hermano, quien había estado desaparecido durante mucho tiempo". Sofía le dijo la verdad. Mario era como un hermano mayor para ella, ella no necesitaba ocultarle nada. La cara triste de Sofía hizo que el corazón de Mario le doliera, "Sofía, no estés triste. Todo estará bien".

Mario no sabía qué decir, nunca antes había consolado a una mujer. "Gracias Mario. ¿Dónde estás ahora? ¿Estás ocupado?". Sofía fue a su cama y se sentó, mirando por la ventana. Sabiendo que Sofía no lo estaba mirando, Mario estudió a Sofía y notó que había perdido mucho peso. Él supuso que algo debía haber sucedido en los últimos dos años cuando perdió contacto con ella. "Estoy en el País H. Me voy a París mañana. Sofía, ¿por qué no vienes aquí? Te mostraré los alrededores". Mientras tanto, un hombre caminaba tranquilamente por el pasillo de la casa. Al oír la voz de otro hombre que venía de la habitación de Sofía, frunció el ceño. Sabía que Sofía estaba dentro. ¿Ella trajo otro hombre a casa? Al pensarlo, Colin aceleró el paso hacia la habitación de Sofía. Se detuvo en la puerta y no vio a ningún hombre. Sofía se sentó sola en su cama, a espaldas de la puerta. ¿Se había equivocado? "No puedo irme ahora. Tengo un trabajo aquí, estoy muy ocupada todos los días. Y tengo que volver al País A en dos semanas". Sofía colocó su teléfono enfrente de vaso con agua en la mesita de noche y habló con Mario mientras miraba por la ventana. Ella no sabía que Colin estaba detrás de ella, y que podía verse en la cámara del teléfono. Al darse cuenta de que Colin se acercaba, Mario entrecerró los ojos y su suave rostro se confundió de repente. "... Mario, ¿por qué no vienes aquí? Te mostraré los alrededores del País Z. Me pagarán mañana. Podemos salir a cenar y... Oh no. Nosotros no podemos. Serás seguido por los paparazzi. He olvidado que eres súper famoso ahora". Ella sonrió, sin darse cuenta de los celos mutuos entre el hombre con el que estaba hablando y el hombre detrás de ella. Al recordar las noticias de Colin y Leila, Sofía se preguntó si las cosas serían

iguales si ella y Mario salieran a comer juntos. De repente sintió lástima por Mario, su fama llegó a costa de su privacidad. Sofía pensó para sí misma cuando escuchó a Mario hacer una pregunta. "¿Por qué estás con Sofía?". "¿Qué?". Sofía volvió la cabeza para mirar al teléfono confundida. Primero vio la cara fría de Mario, luego se dio cuenta de que había un hombre detrás de ella. "¡Por Dios!" Sofía estaba tan asustada que saltó de la cama. Colin... ¿Qué estaba haciendo ahí? Ignorando la angustia de Sofía, Colin miró a la persona en el vídeo tranquilamente: "Estoy con mi esposa. ¿Qué tiene de extraño eso?". Los ojos de Mario se abrieron en conmoción. ¿Cómo era eso posible? ¿Sofía se había casado con Colin? ¡De ninguna manera! ¿Sofía no amaba a Paulo? ¿Por qué se casaría con Colin? "¡Sofía! ¿Es eso cierto?". Mario preguntó con incredulidad.

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Capítulo 63 Terrible historia de amor Sofía se rascó la cabeza con nerviosismo. "Mario, Colin y yo... nos casamos". ... Colin dio un paso largo para finalizar la videollamada de inmediato, tan pronto como Sofía terminó de hablar. Dándole tiempo a Mario para pensar en las noticias. "Colin, ya has vuelto. ¿Estás cansado? Déjame preparar un baño para ti..." La repentina aparición de Colin atrapó a Sofía desprevenida. El hombre la miró e ignoró su pregunta. "¿Quién te dejó entrar?". "Porque... Quería instalarme". Quería decir que lo cuidaría bien de él, pero se tragó sus palabras y se las guardó. Metiéndose las manos en los bolsillos, él la rechazó cruelmente. "Fuera de aquí". Su descortés rechazo apenó a Sofía. Ella apretó los dientes, su rostro pálido enfatizó sus sonrojadas mejillas. "No, no voy a irme. Me quedaré aquí y cuidaré de ti". Ella dijo las últimas palabras en voz baja. Colin se quedó en silencio por un momento antes de decir sarcásticamente: "¿Cómo me cuidarías?". "Puedo cocinar para ti y limpiar después. Te prepararé tu baño y lavaré tu ropa". Sofía enumeró con entusiasmo la lista de cosas que podía hacer para complacer a Colin. Pero Colin la derribó rápidamente. "Todo lo que mencionaste es el trabajo de un sirviente" ...

Sofía se quedó callada, dudando si debía quedarse o irse. "¡Lo diré de nuevo, vete!". Colin la ahuyentó despiadadamente. Sintiéndose ofendida, Sofía inhaló bruscamente. "Colin, eres diferente en la oficina. Por lo general eres muy amable... ¿Por qué me tratas de esta manera?". Era un caballero con otras personas, incluidos sus clientes. ¿Por qué siempre era tan frío con ella? Su pregunta hizo que Colin se sintiera culpable, pero mantuvo la mirada dura en su rostro. "¡Te lo mereces!". Si ella no lo hubiera traicionado, él todavía la amaría. Pero a ella no le importaba su vida privada. ¿Por qué debería ser amable con una mujer así? Sofía abrió la boca y quiso explicarse. Pero el hecho era que Colin nunca la creyó a pesar de sus numerosos intentos. Se dio por vencida. "Quiero..." Antes de que pudiera terminar, Colin agarró su muñeca y la arrastró hasta la puerta de la habitación. Sofía estaba tan asustada que luchó duramente. Luego amenazó: "Colin, si me echas de la casa, llamaré a mamá y le diré que tienes un amante, que me tratas mal y que no me dejas vivir en la casa". Sus fuertes gritos se atenuaron ante la mirada incrédula en sus ojos. "Sofía, eres completamente irrazonable". El duro reproche de Colin hizo que Sofía se soltara a llorar. Ella se dio cuenta de que estaba siendo irrazonable. Pero este era Colin, el hombre que consiguió el mejor médico para su padre y salvó a su hermano. Ella no podía ser irrazonable con él. "¡Está bien!" ...

Colin soltó su muñeca. "¡Como desees!" El hombre salió y la dejó sola en el dormitorio. Sofía dio un suspiro de alivio. Colin no era tan insensible con ella, ¡bien! Ella tenía la intención de preparar un baño para él, pero decidió no hacerlo porque Colin podría estar aún enojado con ella. Era mejor mantenerse alejado de él por ahora. De vuelta a su habitación, Colin aventó su abrigo en el sofá nerviosamente. La mirada llorosa en el rostro de Sofía estaba grabada en su mente. El teléfono estaba sonando. Era Helge. "¿Qué pasa?". "Colin, Mario me llamó hace un momento". En realidad, los tres eran buenos amigos. A menudo se reunían cuando todos estaban en el País A. Luego, Colin asumió el cargo de Director Ejecutivo del Grupo SL y se ocupó con tanto trabajo. Él viajaba constantemente de un lado a otro a diferentes países. Mario había entrado a la industria del entretenimiento y ahora era una estrella famosa. Había recibido muchos proyectos. Helge fundó una empresa y desarrolló su red de contactos con otros. Además, estaba ocupado conquistando chicas. Había pocas oportunidades para que los tres amigos se reunieran. La última vez que Colin y Mario se reunieron fue hacía medio año en los Estados Unidos. Reunirse iba más allá de sus expectativas. La mujer de quien Mario estaba enamorado se había casado con Colin. Colin lo escuchó hablar de Sofía antes, de lo contrario nunca hubiera sabido que

Mario y Sofía eran amigos de la infancia. Colin tenía treinta años, Helge tenía veintinueve y Mario era el más joven, de veinticinco. La edad no lo era todo. Aunque Mario sólo tenía veinticinco años, podía manejar todo de manera competente. Colin era un caballero, Mario era frío e indiferente, mientras que Helge disfrutaba de la libertad. No fue por casualidad que conocieran a Mario, porque el País A ahora estaba controlado por cuatro clanes: el Clan Li, el Clan Pei, el Clan Ji y el Clan Huo. El Clan Lien sólo podía contarse como el quinto. Por lo tanto, tenía sentido que los tres se conocieran. Los cuatro clanes estaban cerca uno del otro. Como herederos de las familias, los tres hombres se hicieron buenos amigos durante las reuniones sociales. Colin guardó silencio en el teléfono mientras Helge seguía hablando. "¿Cómo se conocen el uno al otro?". Lo primero que Mario preguntó, fue confirmar con Helge si era verdad que Colin se había casado con Sofía. Helge le confirmó la noticia. Lo segundo que Mario quería saber era por qué no estaba enterado de eso. Helge le dijo que lo mantenían en secreto para todos, que él se había enterado recientemente. Lo tercero que Mario quería saber era por qué se habían casado y por qué tenían que mantenerlo en secreto. Helge se quedó sin palabras ante sus preguntas. "No lo sé". Colin dijo a la ligera: "Crecieron juntos". "Oh Dios mío. ¿Mario y Sofía crecieron juntos? No, hay algo raro. Mario pocas

veces se preocupa por la gente. ¿Él...?" Helge no terminó su oración. Como conquistador, sabía exactamente lo que Mario sentía. Colin no lo negó. Helge tocó su frente. Era una terrible historia de amor. Sus dos mejores amigos estaban enamorados de la misma mujer. Sofía, quien creció con Mario, se casó con Colin... Alguien estaba llamando a la puerta de la habitación. Colin entrecerró los ojos. Puesto que era tarde, sólo podía ser Sofía. Terminando la llamada con Helge, Colin fue a abrir la puerta. Sofía estaba parada afuera sosteniendo una bandeja. "No sabía que volverías esta noche, así que no compré nada de comida. Encontré unas bolitas dulces en la nevera y las cociné para ti. ¿Quieres comer?". Las sirvientas se encargaban de cocinar las comidas. Sofía no era buena en eso. Sofía quería comer bolitas dulces la noche anterior, así que las compró en el supermercado y cocinó algo para comer. Sabían bien. Sofía quería cocinarlas para Colin en algún momento. Pero Colin se negó rotundamente, "No". Luego cerró la puerta con fuerza. "¡Ah!" Sofía gritó cuando se cerró la puerta, y Colin volvió abrir la puerta rápidamente. Afuera, las dulces bolitas estaban regadas por todo el piso porque la puerta había golpeado la bandeja. Sofía no resultó herida por las bolitas calientes porque llevaba pantalones y zapatillas de algodón. "¿Qué pasa? ¿Estás herida?". La preocupación llenó los ojos de Colin, pero se desvaneció pronto. Colin detuvo a Sofía de agacharse a limpiar el desastre. Él la miró de arriba abajo.



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Capítulo 64 Déjame invitarte un vaso de café Sofía sacudió la cabeza sin comprender. "No." Colin la reprendió, "¡Eres tan descuidada!" Sintiéndose mal, ella estalló: "¡Tú eres el que cerró la puerta de repente y golpeó mi bandeja!" "¿Me estás culpando?" Sofía asintió en respuesta. "¡Sí!" Colin se quedó sin habla. Él le lanzó una mirada fría. "¿Debo disculparme contigo?" "¡No! No tienes que hacerlo Pero por favor no me eches". Sofía lo miró esperanzada. Colin se dio la vuelta y dijo: "No necesitas hacer esto por mí". Había sirvientes en la casa. Ella no necesitaba hacerlo y cansarse. Pero Sofía lo malinterpretó y pensó que a Colin no le gustaba la comida que ella preparaba. Deprimida y en silencio, se agachó para recoger el cuenco y la cuchara del suelo. No se rompieron por la alfombra. Tras conseguir herramientas de limpieza de la planta baja, Sofía barrió el desorden en el suelo. Ella reemplazó la alfombra sucia por una nueva. Colin terminó de cambiarse de ropa, salió y vio a Sofía limpiando, entonces la detuvo de inmediato. "¡Deja que la Sra. Qin lo haga!" La Sra. Qin estaba actualmente a cargo de limpiar la villa. "No, yo puedo hacerlo. Pongo una alfombra nueva en el suelo y lavaré la sucia".

Colin le lanzó una mirada y le dijo sin pensar: "No eres buena haciendo eso". ... Cuando se le pidió a la Sra. Qin que limpiara, Sofía bajó a lavar los platos. Ella había cocinado las últimas bolitas dulces para Colin y ahora no tenía nada para comer. Después de terminar en la cocina, Sofía se lavó las manos y volvió a su dormitorio. Cerró la puerta y sintiéndose cansada, se tiró sobre la cama. Luego recibió un mensaje de Mario en WeChat, "¿Eres feliz?" Sofía sostuvo su teléfono celular, pensando en cómo responderle. ¿Era ella feliz? Ella tampoco sabía la respuesta. Para tranquilizar a Mario y evitar que se preocupara, Sofía le respondió: "Estoy muy feliz. ¡Tú también deberías ser feliz!" Después de un buen rato, cuando Sofía estaba a punto de quedarse dormida, Mario le respondió: "Yo soy feliz si tú eres feliz". ... En ese momento Sofía cayó en la cuenta. Había olvidado que Mario estaba enamorado de ella. Pero ella no sabía si él seguía enamorado de ella ahora. Sofía se levantó de la cama y rápidamente se dio una ducha antes de irse a dormir. A la mañana siguiente, cuando Colin se dirigía a desayunar hacia escaleras abajo, pasó por la habitación de Sofía que tenía la puerta abierta. Adentro, la cama estaba limpia y vacía. Cuando llegó al comedor, la Sra. Liu estaba en la cocina y le dijo: "Mi señora desayunó muy temprano y se fue a la oficina". ...

En el Grupo SL. Sofía vio las diez copias de la política de la compañía que había hecho, preguntándose por qué no se las había entregado a Colin. Colin no le había pedido a ella que lo hiciera. Si lo hubiera sabido antes, no lo habría hecho. Otilio Zhu, uno de los secretarios, acompañó a Colin a la reunión de la mañana. Sofía estuvo ocupada en su trabajo hasta la hora del almuerzo. Estirándose, Sofía guardó los archivos y se dirigió al comedor. Todos estaban susurrando entre ellos en voz baja. Sofía ya sabía exactamente de lo que estaban hablando sin haberlos escuchado. La noticia de que Colin y Leila fueron vistos juntos en los Estados Unidos había sido el tema de discusión durante varios días. Toda la compañía había estado hablando de ello en secreto. Existía el rumor de que Leila era la esposa secreta de Colin. Sofía no entendía por qué habían estado murmurando al respecto durante días. ¿No estaban aburridos de eso ahora? Después del almuerzo, Sofía recibió un mensaje que la alertó de que su salario de dos meses había sido depositado en su cuenta personal. Sofía estaba muy contenta. Eran treinta mil. Guardó sus sobras a toda prisa y se dirigió hacia el piso 88, cuando de repente cambió de opinión. Corrió a la cafetería junto a la oficina y compró dos vasos de café recién molido. Cuando Sofía llegó a la oficina del director general, pudo ver a través de las paredes de cristal que Colin estaba ocupado en su trabajo. El almuerzo que había preparado Wade permanecía intacto. Llamó a la puerta y la voz baja de Colin vino desde adentro, "Entra".

Sofía entró y se paró frente al escritorio de Colin. El hombre la miró y volvió a inclinar la cabeza para seguir con su trabajo. "Señorita Lo, ¿qué la trae por aquí?" Dejó un vaso de café sobre la mesa. "Señor. Li, hoy me pagaron. Déjame invitarte un vaso de café". Al oír sus palabras, Colin levantó la vista de nuevo. Se detuvo un rato antes de hablar, "Dime que es lo que quieres". Ella había dejado el cheque por treinta millones en el dormitorio. Colin estaba confundido. ¿Por qué Sofía había rechazado el cheque? Atontada, Sofía tartamudeó: "Yo no... Espera, sí". Al principio, ella no tenía nada con qué molestarlo. Pero él le recordó que si lo había hecho. ¡Lo sabía! Colin sonrió sarcásticamente, "Dime". "Quiero saber algo sobre mi hermano". ¿Colin trajo a Alejandro al País Z? Si no, ¿dónde estaba ahora? Colin la miró y le dijo a la ligera: "Él está cuidando a tu padre en el País A". ¿Cuidando a su padre? Aunque se sorprendió, estaba más que feliz. Finalmente, podría dejar de preocuparse por su padre y su hermano. Alejandro tenía dieciocho años, Sofía sabía que cuidaría bien de su padre. "¡Gracias, Colin!" Sofía miró a Colin con gratitud, pero él siguió trabajando en sus archivos. Colin le dijo extrañamente: "Yo no hice nada. Alejandro se fue solo al País A". Colin le acababa de dar trabajo. Sofía negó con la cabeza en forma de rechazo. Ella sabía lo mucho que lo había ayudado. Fue Colin quien salvó a su hermano de Dolores. Si Alejandro estuviera todavía bajo el control de Dolores, no podría hacerse cargo de su padre. Sofía decidió agradecerle a su manera. Ignorando la mirada desconcertada en los

ojos de Colin, ella se acercó, lo rodeó por el cuello con los brazos y lo besó. Colin se sorprendió por el repentino beso de Sofía. Luego se puso muy enojado. Él la empujó lejos, "Sofía, ¿qué es lo que quieres ahora?" Sofía se lo tomó con calma y sonrió. "¡Señor. Li, por favor disfrute su almuerzo!" "Lo comeré más tarde", respondió fríamente. Sofía abrió su lonchera para él y no pudo evitar tragar cuando vio la deliciosa comida que había dentro. Le entregó los palillos a Colin, pero él se negó. "Te puedes ir ahora." Sofía obedeció a regañadientes. Dejó los palillos, tomó el otro vaso de café y comenzó a salir de la oficina. "Espera", Colin la detuvo. Sofía miró hacia atrás confundida. "Acompáñame esta noche a la cena de la Empresa Tecnológico Brillante". Había un destello de emoción en sus ojos, pero Sofía no pudo verlo. Ella no sabía por qué él le pidió que lo acompañara, pero ella asintió con la cabeza sin preguntar más. "Bueno." Cuando salió de la oficina de Colin, Sofía pasó junto a Jimena, quien acababa de regresar del almuerzo. No se dirigieron la palabra. Jimena la miró fijamente. Seguro ella estaba tratando de seducir al CEO en su oficina justo ahora. Jimena sabía que la famosa estrella Leila era la esposa del CEO. Ella aprovecharía la oportunidad para contarle a Leila sobre Sofía cuando fuera a la oficina.

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Capítulo 65 Reunión de cena Antes de salir del trabajo, Colin le lanzó una llave de auto a Sofía. "Ve al guardarropa de mi habitación y cámbiate de ropa". Sofía asintió y manejó hacia la villa. El armario estaba lleno de ropa de mujer. Sofía ya había visto muchas de esas prendas en el dormitorio la última vez. Dado que iban a tratar con una empresa de negocios, ella no podía vestirse demasiado informal. Combinó una blusa de color naranja con hombros descubiertos, pantalones anchos de talle alto y un par de tacones de 2 pulgadas. Sofía se miró en el espejo un poco confusa... Nunca esperó usar ese tipo de ropa, nunca se había sentido atraída por la moda. Le quedaba perfectamente. Más importante aún, los colores brillantes la hacían lucir delgada. Después de vestirse, Sofía volvió a su habitación y comenzó a maquillarse. Reemplazó el pintalabios rosa con uno naranja para combinar con su ropa y usó un par de aretes de plata que compró en un puesto de la calle. Parecía que algo le faltaba... Sin un collar, la blusa sin hombros hacía que su cuello pareciera desnudo. Pero ella no tenía ningún collar. Con su bolso en la mano, Sofía se preparó para salir y comprar un collar. De repente, Wade apareció en la sala de estar del primer piso. "¡Señor Ji!" Sofía saludó a Wade mientras bajaba las escaleras. Wade le sonrió. "Mi señora, aquí está la joyería que el Sr. Li me pidió que le

enviara". Varias bolsas con cajas dentro habían sido colocadas sobre la mesa detrás de Wade. Al ver a Sofía, las levantó. "¡Oh!" Ella no necesitaba más ir a comprar. Sofía se movió para tomar las cajas de Wade. Pero Wade la detuvo y sonrió. "Mi señora, están un poco pesadas. La Tía Liu le ayudará a subirlas". La Tía Liu tomó las cajas de Wade y subió las escaleras. "Gracias. Señor Ji." Sofía le dio las gracias educadamente. Se sintió halagada de que Wade se los llevara personalmente. Wade era el secretario personal de Colin, Sofía estaba sorprendida de que él hiciera esta tarea personalmente. "De nada, mi señora. La espero en el coche. Vamos a la oficina y recojo al Sr. Li después". "Está bien, por favor espere un momento". Sofía subió las escaleras. La tía Liu estaba en el pasillo del segundo piso sosteniendo las bolsas No sabía en qué habitación debería dejarlas. Tomando dos o tres bolsas, Sofía entró en el vestidor de Colin y las colocó en la mesa de en medio. Ella pensó que le pertenecían a Colin, así que los puso en la habitación de él. Cuando la Tía Liu se fue, Sofía abrió una de las cajas de joyería. Se cubrió la boca con sorpresa al ver las joyas con diamantes incrustados. Las valiosas joyas de diamantes brillaban bajo la luz. Sofía cerró la caja de inmediato. Ella no se atrevería a usar algo tan costoso. Si se llegaran a romper, ella no podría pagarlos.

El segundo set era de platino, el tercer set era de perlas, el cuarto set era tanto de diamantes como de platino... Empacando los otros juegos, Sofía decidió usar el collar de perlas y reemplazó sus aretes de plata con los aretes de perlas. En su muñeca, llevaba un delicado brazalete de perlas atado por una delgada cadena de platino. De pie frente al espejo, Sofía no se reconoció. En el Hotel Yoda International. El Porsche negro se detuvo en la entrada del hotel. El chófer se bajó del auto rápidamente y abrió la puerta trasera del auto. Un hombre vestido con un traje salió del coche. Del otro lado, una mujer abrió la puerta y se bajó, inmediatamente atrayendo la atención de muchas personas. Siguiendo el ritmo acelerado de Colin, Sofía intentó calmarse. Frente a la mirada de todos, respiró hondo varias veces antes de que los latidos de su corazón volvieran a la normalidad. La última vez, solo había cuatro personas en la sala privada. Esta vez, había... unas diez personas. Al ver entrar a Colin, se levantaron y se saludaron de una manera muy enérgica. Todos se sorprendieron cuando vieron a Sofía detrás de Colin. Todos le pidieron que la presentara. Colin tuvo que reprimir su descontento y dijo con indiferencia: "Ella es la secretaria de nuestra compañía, la señorita Lo. Señorita Lo, saluda a los gerentes". ... Sofía sonrió y comenzó a saludar a todos los gerentes. Ella siempre había sido buena conociendo a gente nueva, hábilmente decía algo para hacerlos felices.

Después de intercambiar saludos, Sofía se sentó junto a Colin. Ella pensó que no tendría que hacer nada más que sentarse tranquilamente. Pero Sofía estaba equivocada. Colin la llevó allí esa noche para que ella se hiciera cargo, y él se pudiera quedar sentado tranquilamente. Sofía aceptó el brindis de Galo Gong de la compañía Tecnológico Brillante. Tomó la copa de vino frente a ella y le sonrió al señor Gong. "¿Es usted el Sr. Gong de la compañía Tecnológico Brillante?" Galo se rió entre dientes, "No hay necesidad de ser tan formal. Solo soy un individuo que maneja una pequeña empresa" Sofía se rió entre dientes. "Señor Gong, eres tan gracioso. ¡Es un honor para mí conocer al Sr. Gong el día de hoy!" Galo negó con la cabeza y bromeó en un tono relajado: "Oh, señorita Lo es demasiado educada. Yo solo soy una persona común, como todos los demás". Sofía también negó con la cabeza. "No, a menudo escucho al Sr. Li decir que el Sr. Gong tiene una gran integridad y una presencia sobresaliente. Después de conocerte hoy, me parece que es verdad". El hombre que estaba fumando junto a Sofía le lanzó una mirada de advertencia, pero ella lo ignoró. Nadie se molesta por ser elogiado. Galo se rió y le dio una palmada a Sofía en el hombro. "¡Señorita Lo es realmente encantadora!" Sofía sonrió con un rastro de inquietud. Ella chocó su copa con el del Sr. Gong. "Señor Gong, ¡le propongo un brindis!" "¡Bien!" ¡Los dos audazmente bebieron la copa de vino! Se sentaron, llenando a Sofía de alabanzas. "Señor Li tiene mucha suerte de tener a una secretaria tan hermosa a su lado".

"Sí. ¿Cuántos años tienes, señorita Lo? ¿Tienes novio?" Sofía sonrió levemente, "Tengo 24 años... No tengo novio" Ella acababa de tener un marido. Colin entrecerró los ojos y se recostó en su silla, escuchando a la mujer que estaba a su lado hablando y riendo con los otros gerentes. Uniéndose a los brindis, uno tras otro, Sofía bebió mucho. Corrió hacia el baño para vomitar. Después de vomitar se limpió y Sofía se sintió mucho mejor. Regresó con la cara enrojecida, atrayendo la atención de varios gerentes. A sus 38 años, Galo estaba casado y tenía un hijo y una hija. Por lo general, era abstemio. Pero en ese momento, Galo no pudo evitar sentirse atraído por Sofía. Cuando Sofía sacó el contrato y comenzó a hablar sobre el trabajo, Galo le preguntó a Colin directamente: "Sr. Li, ¿le importaría si salgo con la señorita Lo esta noche?" Su pregunta hizo que la sonrisa de Sofía se congelara. Nunca antes se había encontrado en una situación como ésta, y se puso muy nerviosa.

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Capítulo 66 ¿Lo amas Sofía pensó que Colin no estaría de acuerdo. Seguía siendo su esposa legal después de todo. Pero la respuesta de Colin la decepcionó. Colin pasó a la última página del contrato y señaló la sección de firmas. "Si el señor Gong firma aquí, la señorita Lo saldrá contigo esta noche... Depende de usted. ". ''¡Bueno! ¡El señor Li es realmente un hombre directo!''. Galo agarró la pluma para firmar el contrato. Sofía se levantó de repente y sus manos temblorosas se apretaron y se convirtieron en puños. La mujer miró a la gente que estaba a la mesa y todos estaban calmados. ''Lo siento, no me siento muy bien. Tengo que irme ahora''. Tomó el bolso que estaba detrás de ella y corrió hacia la puerta de la habitación. Alguien se acercó y la detuvo. ''Señorita Lo, es un honor que el señor Gong quiera salir contigo. ¿Cómo puedes irte ahora? ¡Eso es una falta de respeto!''. "¡Lo siento!". Sofía bajó un poco la cabeza. Su visión se volvió borrosa de repente y casi se desmayaba. Se incorporó, trató de mantenerse consciente y salió corriendo de la sala privada a pesar de que todos la llamaban. Solo después de que llegó al otro lado de la carretera desde el hotel, se atrevió a detenerse y recuperar el aliento. Sus lágrimas no paraban de caer. Colin... ¿Cómo pudo hacerle esto a ella? Incluso si la odiaba, no debería entregarla a otros... Los sentimientos de tristeza inundaron el corazón de Sofía. Se escondió en un pequeño jardín junto a la carretera y lloró. A pesar de todas sus quejas, Sofía finalmente se calmó y regresó a la Mansión.

Colin no había vuelto todavía. Se quitó los tacones que le ampollaron los pies, se puso las pantuflas y volvió a la habitación. No quería ni pensar en cómo Colin tuvo que enfrentar a esos gerentes después de su fuga. Tampoco quería pensar en el contrato. ... Su corazón estaba agotado y todo lo que deseaba era dormir. Desde ese día, Sofía se convirtió en la secretaria personal de Colin... Sin importar la ocasión, Colin se la llevaría con él. Una vez, dos veces, tres veces... Sofía se adormeció poco a poco. Se vestía siempre con ropa hermosa que Colin le elegía y personalizaba para que conociera a diferentes clientes. La cantidad de alcohol que bebía aumentó de algunas copas a casi un litro. Eventualmente, salía del restaurante constantemente sin sentirse mareada. Su nombre tardó solo quince días en hacerse conocido rápidamente en los círculos de negocios del País Z. En casa, Sofía se levantaba temprano todas las mañanas para prepararle el desayuno a Colin. Comenzó con platos como unos simples huevos fritos y leche de soja. Luego le preparó papilla, sándwiches, tortillas y tortitas... Desayuno occidental, desayuno chino y francés... Mientras que Colin estuviera dispuesto a comer, haría todo lo posible para preparárselo. Durante su tiempo libre, tomó clases de pastelería y aprendió a hacer todo tipo de masas para llevar a la oficina para Colin. Después de un ajetreado día de trabajo, Colin podía comer un bollo y así no sentir tanto hambre. Sofía tenía un objetivo claro en mente. Llenaría y completaría tanto la vida de Colin que él no podría vivir sin ella. ¡Mientras pudiera hacer esto, tendría éxito!

En el número 7, Mansión Club Nocturno. Habitación privada 299. Tres caballeros se sentaron en el sofá en diferentes posiciones. Se suponía que era una reunión de amigos, pero ahora el ambiente estaba lleno de tensión. Esta silenciosa batalla duró una hora. Nadie habló. Varias botellas vacías de alcohol esparcidas sobre la mesa y varios platos de fruta y bocadillos que estaban intactos. Helge notó que ya había pasado casi una hora y media de ese 'tratamiento silencioso' y decidió hablar: ''Camarero, traiga diez botellas de licor''. Su idea era enfrentarse a Colin. Gracias a él, Shelly lo evitó últimamente. Pero miró a sus dos amigos bastante pesimistas y decidió postergarlo para otro momento. El camarero que estaba en la puerta se apresuró a buscar el alcohol. Trajo las diez exclusivas botellas de licor y les sirvió un vaso a cada uno. Después de eso, inmediatamente huyó de la habitación y cerró la puerta. ¡Dios mío! El ambiente en el interior era muy tenso y especialmente por la presencia de Mario que era una superestrella. Los tres hombres levantaron los vasos, los tintinearon y bebieron. El whisky fuerte estimuló el estómago de todos, pero se mantuvieron tranquilos. Mientras tanto, una mujer con un largo abrigo negro y un par de zapatos negros de tacón alto se precipitó hacia la puerta. Miró el número de la habitación privada y se aseguró de que era la habitación número 299. Después de que confirmó su presencia con los invitados, el camarero abrió la puerta. Lo primero que vio Sofía cuando entró fue a Mario que estaba frente a la puerta. Lo vio a Helge junto a él y a un hombre de espaldas.

Cerró la puerta y Sofía sonrió alegremente. "¡Mario!". Solo usaba esa dulce voz con Wendy. Ahora Mario era la segunda persona a la que se dirigía de esta manera. Colin no estaba contento y se molestó aún más cuando Sofía se lanzó directamente a los brazos del hombre. ''¿Por qué perdiste tanto peso?", le preguntó el joven. La ternura en los ojos de Mario sorprendió a Helge y casi dejó caer su vaso al suelo. Sofía sonrió levemente y trató de distanciarse de él. Mario no la soltó y le tomó la cara con la palma de la mano. "Bueno... Tal vez involuntariamente perdí peso...''. Sofía inclinó torpemente la cabeza y evitó sutilmente el contacto con Mario. No sabía por qué, pero sintió que alguien la miraba a sus espaldas. Sofía con mucha curiosidad se dio vuelta. ¡Oh! ¿Era Colin quien la miró con frialdad? ¿Por qué estaba aquí? Mario sabía que ella lo había visto a Colin y pasó de sostenerla en brazos a poner su mano sobre los hombros de la chica. "Sofía, ¿por qué no me dijiste que te casaste?''. La chica desvió la mirada y susurró: ''Porque Colin y yo mantenemos nuestro matrimonio en secreto''. ''¿Por qué lo ocultan? ¿Lo amas, Sofía?''. ¿Lo amas, Sofía? Las palabras de Mario pasaban por su mente. Sus ojos confundidos se posaron sobre Colin que siempre ocultaba sus verdaderos sentimientos. ¿Ella lo amaba? Colin tuvo miedo de que ella diera una respuesta que él no quería escuchar. Al instante se levantó y apartó a Sofía de los brazos de Mario. "Si me ama o no, no

es importante'', dijo Colin. Sostuvo a Sofía en sus brazos, se sentaron en el sofá y la apretó con fuerza. Colin se mostró fuertemente posesivo y esa reacción apagó la felicidad en los ojos de Mario. Tales emociones intensas representaban todo. Sin palabras, Mario sabía que a Colin le gustaba Sofía. En ese momento, supo que había perdido su oportunidad con la mujer que amó durante muchos años. En menos de dos años, Sofía se casó con su mejor amigo. ¿Tendría que llamarla "cuñada'' en el futuro? Después de que bebió un vaso de vino, Mario golpeó el vaso vacío sobre la mesa e hizo un sonido muy fuerte. ''Sofía... Ven aquí. Me gustaría hablar contigo a solas''. Mario no quería rendirse. A Sofía le gustaba Paulo, pero se casó con Colin. Ella debía tener algún problema... Sofía quería alejar las manos de Colin, pero no la soltaba y la agarraba con fuerza. Finalmente, tuvo que decir: ''Colin, solo quiero hablar con Mario''. "Habla con él aquí''. Colin insistió. Sofía se mordió el labio inferior muy molesta. ¿Por qué estaba tan enojado Colin? "Mario, hablemos aquí''. Sofía se movió y se acomodó junto a él. Quería acercarse más y así poder escucharlo claramente.

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Capítulo 67 ¿Colin ama a Sofía Pero en lugar de dejarla ir, Colin la acercó más y la hizo sentarse en su regazo. ... El ambiente dentro de la habitación era bastante extraño. Sofía se sonrojó y se preguntó cómo se comportaría Colin frente a otras personas. ''¿Qué estás haciendo? ¡Déjame ir!''. Siseó Sofía. Cuando la joven se sonrojó y se resistió, todos pensaron que era tímida y vergonzosa. Mario miró hacia otro lado, se sirvió vino y bebió una copa tras otra. Sofía trató de alejarse de las manos de Colin varias veces, pero no logró escapar. Finalmente Helge encontró la oportunidad de enfrentar a Colin y le dijo fríamente: ''Le dijiste a Shelly que se mantuviera lejos de mí, pero aquí estás y la abrazas a tu esposa con amor''. Colin asintió con la cabeza. "Sí, así es''. ... Sofía no tenía idea de lo que le sucedía a Colin esta noche. Algo andaba mal. No se dirigían la palabra hacía mucho tiempo, ya fuera en la oficina o en casa. Apenas si se hablaban. Pero ahora, Colin seguía abrazándola y no la dejaba ir. ¿Era como dijo Helge? ¿Colin le demostraba su amor a Sofía? La joven se quedó pensativa, pero se sacó de la cabeza esa idea rápidamente. Colin la odiaba mucho. ¿Cómo podría amarla de alguna manera? Mario ya no quería ver más a Colin abrazándola a Sofía. Bebió varios vasos de vino y después se levantó del sofá y la arrastró a la joven.

Como ni Sofía ni Colin esperaban esta reacción, Mario pudo alejarla de los brazos del joven. La chica se alejó a dos pasos de distancia antes de poder ir más lejos. Giró para mirar a Colin que la sostenía de su muñeca izquierda. El ambiente se volvió muy denso y frío. Helge apagó rápidamente la música en la pantalla y miró a los dos hombres luchadores. Colin se levantó del sofá, lo miró a Mario y le dijo fríamente: "No me importa cuán buena sea tu relación con Sofía, ahora es mi esposa. No la dejaré estar sola contigo''. Caminó hacia Sofía y le dirigió una mirada de advertencia. La chica en realidad entendió lo que quería decir, pero Colin pensaba demasiado. Sofía lo consideraba a Mario como un hermano y no haría nada inapropiado. Mario se paró frente a Colin y lo miró directamente con sus ojos fríos. ''Ya que no se aman, ¿por qué quieren estar atados por el matrimonio? ¡Sofía, tienes que divorciarte de Colin y te llevaré lejos de aquí!''. ... El corazón de Sofía se estremeció completamente. Parecía que Colin y el hermano Mario se conocían. Y ahora, por ella... ...se peleaban. Colin mostró una leve sonrisa. ''Si ella se divorcia, sería su segundo matrimonio. ¿El tío Pei dejaría que te cases con una mujer divorciada?''. ... Aunque Colin decía la verdad, Sofía estaba muy molesta. ¿Por qué no la tuvo en cuenta cuando siempre hablaba de divorciarse? Como el Clan Pei gozaba de una gran reputación en el País A, los herederos de la familia podían conseguir a cualquier mujer que quisieran. Definitivamente no se les permitía casarse con una mujer divorciada. Mario se quedó inmóvil. "Si Sofía está de acuerdo, la llevaré lejos y nunca volveré a casa''.

Cualquier lugar podría ser su hogar mientras estuviera con su amada. Colin sonrió ligeramente. ''¿El Tío Pei la dejará ir a Sofía?". En este momento, Mario realmente quería matarlo a Colin. Cada palabra que decía el joven era como un martillazo en su corazón. Su padre siempre controló su vida. Solo para desafiarlo, Mario insistió en trabajar en la industria del entretenimiento a pesar de su desaprobación. Sofía miró a los dos hombres y trató de calmar la situación. Caminó hacia Mario y le dijo: ''Hermano, ya me casé con Colin. No tengo ninguna duda''. A menos que Colin la dejara, siempre se quedaría a su lado. "Hermano Mario, eres como un hermano para mí. Siempre te miré de esta manera y todavía lo hago. Por favor, no arruines la relación que tienes con Colin por mi culpa, ¡o me culparé a mí misma!''. Los delgados dedos de Mario se transformaron gradualmente en puños y su cara se enrojeció. "Sofía Lo, ¡no hay amor entre ustedes! ¿Por qué te obligas y quieres permanecer junto a él?''. Sofía negó con la cabeza: ''Hermano Mario, me gusta... Colin''. La chica no sabía por qué dijo esto. Tal vez solo quería que Mario se rindiera. La cara del hombre se oscureció. "¡Sofía! ¿Qué pasa con Paulo? ¿Puedes olvidarte de él después de que estuvieron juntos durante tantos años?''. Mario sabía exactamente cuánto Sofía lo amaba. Una de las cosas que más lo impresionó fue una escena que presenció cuando se graduaron de la escuela secundaria. Un gran camión que estaba fuera de control se dirigía directamente hacia Paulo y Sofía, quienes en ese momento estaban en la vereda. La chica inmediatamente lo apartó y rodó debajo del camión para evitar que el camión lo aplastara.

Afortunadamente, Sofía solo tuvo un moretón y no se lesionó seriamente. Sacrificaría su vida por Paulo, ¡esa era Sofía Lo! Cuando escuchó que lo mencionó, los ojos de la chica se llenaron de angustia. Sofía decidió contarle a Mario toda la historia ya que salió ese tema. ''Hermano, ¿sabes dónde estuve en estos últimos dos años?". Su voz era tranquila y tenía lágrimas en sus ojos. Mario de repente tuvo un mal presentimiento. Recordó que Sofía le contó que estaría ocupada y que no tendría tiempo de responder a sus cartas... "Estaba en la prisión del país A...''. Sus palabras silenciaron a los tres hombres en la habitación. Mario aún se aferraba a su última esperanza. Esperaba que le dijera que estuvo en la cárcel... ... y que trabajaba como una mujer de la limpieza. Esto sería mejor que la alternativa de ser una criminal condenada. Pero este no era el caso. ''Hace dos años, me sentenciaron a cinco años de prisión por intento de asesinato. Unos días antes de que me encerraran, envié a alguien para que te dijera que yo tenía algo que hacer porque no quería preocuparte. Paulo y Dolores fueron las personas que me empujaron a la cárcel. Si no fuera por mi madre... Mi suegra, la madre de Colin... Todavía estaría en prisión en lugar de estar hablando contigo aquí ahora...''. ''¿Sigues pensando que aún podría estar enamorada de Paulo después de eso? ¡Quiero que él y Dolores mueran! ¡Pero no están muertos ahora porque todavía no soy lo suficientemente fuerte y no descubrí cómo limpiar mi nombre!''. "Hace dos años, mi madre fue asesinada, mi padre se volvió loco y mi hermano desapareció. El asesino borró todas las pruebas. Mientras que estaba de luto porque perdí a mi familia, Paulo, el hombre al que amé durante muchos años... me empujó a esa prisión diabólica con su amante. ¿Cómo podría seguir amando a un hombre tan espantoso?''.

... El corazón de Colin se comprimió con fuerza. La tomó a Sofía en sus brazos y le dijo: ''¡No hables más!''.

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Capítulo 68 Lo que te mereces Sofía negó con la cabeza y no lo apartó a Colin. En este momento, su abrazo podría hacer que se sintiera mejor... Sostuvo la chaqueta de Colin con fuerza y siguió mirándolo a Mario que estaba muy sorprendido. "Fue mi suegra la que me sacó de esa prisión infernal. Le pidió a mi suegro que me ayudara para salir tres años y medio antes. También le dijo que aprovechara sus conexiones para buscar a Alejandro y para trasladar a mi padre a un mejor hospital porque tiene una enfermedad mental y no recibía la atención adecuada. Fue Colin... la persona que encontró un especialista para tratarlo''. "Mario, no quise culpar a nadie, pero te digo que nunca volveré a amar a Paulo. Quiero ser buena con Colin, igual que él lo es conmigo...''. La mano que rodeaba la cintura de Sofía se tensó. Después de un momento, Mario suavizó la expresión de su rostro. "Sofía, ¿por qué no me lo dijiste?". Si Mario hubiera sabido que algo tan grande sucedió hace dos años, no se habría mantenido al margen ni habría permitido todo eso. Sofía sonrió levemente al recordar el pasado: ''En realidad, me comuniqué con tu familia...". Mario adivinó lo que pasó antes de que ella continuara. Golpeó su puño en el sofá. "Fue Donelo, ¿verdad?". Él era el padre de Mario. Sofía no lo negó. La chica visitó al Clan Pei esa noche. Se encontró con Donelo en la puerta antes de que pudiera hablar con Mario. Cuando el padre la vio, inmediatamente le dijo al mayordomo que la sacara de allí. Sofía no lloró mientras relataba todo esto de nuevo. Quizá ya se sentía más fuerte.

"Mario, no lo culpes''. Sergio le advirtió a Mario y le dijo que se mantuviera alejado de Sofía delante de ella. Desde entonces, se contactaban a través de cartas. Después de escuchar esto y rearmar sus emociones, Mario lo miró a Colin y le dijo: ''¡Trata bien a Sofía o la alejaré de ti!". Colin solo se limitó a sonreír y no dijo nada. Sofía y Colin se quedaron en silencio mientras regresaban a la Mansión. La chica tomó una ducha y reflexionó sobre la decisión que había tomado antes y finalmente decidió poner en práctica su plan. Cuando se abrió la puerta del estudio, Colin trabajaba en ese momento en el proyecto de la Ciudad Imperio. La vio a la mujer en la puerta y no pudo escribir ni una palabra. Su camisón negro sin mangas... Sofía se presionó su corazón que latía ferozmente y caminó hacia Colin. Envolvió sus brazos alrededor de su cuello y suavemente le dijo: ''Colin, quiero dormir contigo esta noche''. … ¡El autocontrol del que Colin se sentía orgulloso casi se derrumbó en un instante! Apartó las pequeñas manos de Sofía y le preguntó fríamente: ''¿Qué quieres?''. Sus manos eran tan suaves que él no quería dejarla ir. Cuando Colin se distrajo, Sofía respiró hondo, se movió delante de él y se sentó en su regazo. ''Estoy sola... y tengo miedo...''. Su susurro y esa combinación entre un vestido sensual y un aroma afrutado... Para Colin era simplemente veneno. El joven apoyó la mano en su cintura. Su camisón era muy fino y Sofía sintió

claramente su calor a través de la tela. ''¿Tienes miedo? ¿Por qué no lo tenías antes?''. Colin le dijo al oído y desgarró implacablemente sus mentiras. Sofía se sintió un poco ansiosa. ¿Estaba demasiado gorda para que Colin mantuviera su interés en ella? ''Colin...''. La chica suavemente pronunció su nombre, le dio un beso puro y luego puso algo de distancia entre ellos. Tomó la iniciativa y abrazó su cintura. "¡Aléjate!''. Colin le dijo eso con voz ronca y le quitó los brazos de su cuerpo bruscamente. Sofía se sintió abatida. ''Colin, ¿te gusta otra mujer? ¿Es por eso que no quieres dormir conmigo?''. ... ''No tengo ninguna otra mujer, ¡pero tú estás... sucia!''. ¡No olvidó que la chica le dijo que estuvo con otros hombres después de su matrimonio! El corazón de Sofía se estremeció de ira. ¡Cómo se atrevía a llamarla sucia! ¿La vio en la cama con otro hombre con sus propios ojos o ella lo intentó? En ese momento, Sofía juró que se acostaría con él. Tendría a su bebé y más tarde se divorciaría. ¡Y dejaría que su hijo llamara 'papá' a otro hombre! Sofía se dio vuelta, abandonó el estudio y cerró la puerta con fuerza. Colin cerró los ojos y reprimió el deseo que ella le provocó... ¡Cómo se atrevía esta maldita mujer a burlarse así de él! Ya que estaba decidida a seducirlo, ¿por qué se rendiría tan fácilmente? Sofía no siguió adelante, ¡realmente Colin la despreció! El joven no pudo leer el documento porque no podía sacarse de la cabeza a Sofía...

Colin cerró la computadora muy irritado y guardó los documentos. Se preparó para volver a la habitación y darse una ducha fría. Abrió la puerta del dormitorio y Colin notó que había alguien adentro... ¡Clic! Prendió la luz. Alguien estaba sobre su cama y envuelto entre las sábanas. ¡Solo podía ser Sofía! Se acercó y apartó la manta. La escena casi le hizo sangrar la nariz. Sofía se aprovechó de su distracción, se levantó rápidamente y lo tiró a Colin sobre la cama. Su cara se enrojeció y se movió hacia la cabecera de la cama para apagar la luz. El cuarto estaba oscuro y Colin se sentó en la cama con una mirada seria en sus ojos. "¡Sofía, vete!". ¡No podía controlarse más si ella no se iba! Sofía se sentó con audacia a horcajadas sobre su cuerpo y lo miró directamente a los ojos en la oscuridad. ''Los programas de televisión dicen que un hombre común tiene necesidades básicas. Colin, no quiero que te arruines por controlarte demasiado...''. La pequeña mano de Sofía recorrió su rostro frío y gradualmente se deslizó hacia abajo. El ligero beso de la chica hizo que su cuerpo se pusiera rígido. Mientras desabotonaba su camisa, Colin de repente le tomó las manos. "¡Sofía, esto es lo que te mereces!". El hombre la presionó con fuerza en la cama grande y tomó el control. Un beso comió sus labios rojos y una extraña sensación recorrió su cuerpo. Sofía quería luchar, pero Colin no le dio una oportunidad. El ambiente en la habitación se hizo cada vez más intenso y la última fuerza de voluntad de Colin se desvaneció.

"¡Déjame ver cuánta experiencia tienes!". Colin le dijo en voz baja y los ojos de Sofía se abrieron ante su fuerza. "Me duele... Colin... Me duele, estoy equivocada... ¡Detente!". Las lágrimas se deslizaron de sus ojos y cayeron sobre la cama. El hombre vio su reacción y estaba confundido. Se preguntó si lo hacía a propósito. Aunque Sofía sabía que le dolería, no esperaba que fuera tan doloroso. Puso ambas manos sobre el pecho de Colin y le susurró pidiéndole piedad. ''No quiero esto. Estoy equivocada, Colin. ¡Por favor, déjame ir!". ¿Cómo podría un hombre que fue torturado por su seducción dejarla ir? ¡Este era el precio que tenía que pagar por provocarlo! ...

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Capítulo 69 Las secuelas Pasó el tiempo y el cielo en el este se volvió blanco poco a poco. Colin soltó a la mujer que estaba a punto de desmayarse... La notó débil y esto hizo que Colin se sintiera satisfecho. Abrazó a la mujer adormecida y la enfrentó: "Sofía, ¿cómo me comparas con los otros hombres que tuviste antes?". "Bien...''. Sofía estaba demasiado cansada para decir una palabra, ¡solo quería dormir! ¡Dormir! Estuvo pidiéndole clemencia y Colin finalmente la dejó ir. El joven entró en el baño y se dio una ducha. Cuando volvió a la cama, la mujer dormía profundamente. Una idea se cruzó por su mente. Tiró de la manta que cubría a Sofía y encontró un vestigio de algo rojo en las sábanas. Algo parecido a las flores de ciruelo rojo que se contrastaban con sus hojas grises... Una sensación de complejidad apareció en los ojos de Colin. Pudo sentir su reacción genuina, pero ¿por qué había sangre en las sábanas? Después de pensarlo bastante tiempo, Colin se levantó de la cama con su bata de baño. Encendió un cigarrillo y marcó el número de Helge. Eran las seis de la mañana y el hombre dormía profundamente en brazos de una mujer. El teléfono seguía sonando y Shelly que estaba muy aturdida le dio una patada a Helge. El hombre se dio vuelta e ignoró el golpe.

A la sexta vez... Helge se sentó en la cama, apoyó su cabeza rubia en la cabecera, descolgó el teléfono y deslizó el botón para responder un poco enojado. "¡Qué! ¿No sabes qué hora es? ¿No me vas a dejar dormir?''. Colin se apoyó contra la pared junto a la ventana y miró a la mujer que dormía. Le dijo: ''Dime cómo reacciona una mujer durante su primera vez''. Helge se desplomó en la cama. No tocaba a una mujer desde que conoció a Shelly, ¿de acuerdo? Shelly era dura y exigente. La mujer solo lo dejó abrazarla y besarla. Casi se había olvidado del sabor de una mujer. Y ahora, Colin le preguntaba sobre este tema cruelmente. Pero como quería volverse a dormir lo antes posible, Helge le dio algunas explicaciones más detalladas. Finalmente Colin respondió: ''Bueno, está bien''. Entonces la llamada se cortó. Helge se sintió confundido y se preguntó qué le sucedía a Colin. No podía ser Sofía porque recordó que ella le había dicho que ya habían dormido juntos. ¿Acaso Colin, el Director Ejecutivo abstinente se acostó con alguien más? ... ¡El cielo se iba a derrumbar! ¡Incluso Colin se había convertido en un chico malo! No. Él consolaría a Sofía algún otro día. Ya se terminaba el otoño y el clima exterior era un poco frío. Sofía estaba acostaba en la cama cálida y trató de darse vuelta para estar un poco más cómoda. Siseó de dolor. "Me duele''.

¿Tuvo un accidente automovilístico? ¿La aplastó un camión? ¿Por qué le dolía todo el cuerpo? Se descubrió entre las sábanas y Sofía abrió los ojos. No estaba en un hospital... Estaba en la habitación de Colin. Anoche... ¡Oh! Así era. Sedujo a Colin anoche... Pero algo no estaba bien. ¿Por qué se sentía como si la hubiera aplastado un camión? Sin darse cuenta miró el reloj en la pared y Sofía parpadeó para asegurarse de que había no visto mal la hora. Eran las tres de la tarde. ¡Las tres, no podría ser! El reloj debía de estar roto... Se quitó la manta y se levantó de la cama. Sus piernas se sentían tan débiles que inmediatamente se le aflojaron las rodillas. ... Vio las marcas en su cuerpo y Sofía respiró hondo. ¿Era humano... Colin? Tambaleó un poco, entró en el baño y se dio una ducha para aliviar el dolor en el cuerpo. Cuando regresó a su habitación, Sofía gritó. ¡Realmente era muy tarde! ¡Durmió la mayor parte del día! Perdió el día de trabajo otra vez... Sofía gimió. ¿Por qué Colin no la despertó? Los ojos de Sofía se ensancharon llenos de angustia. ¡Su salario! Inmediatamente la llamó a Wade: ''Hola, Mi Señora''. "Señor Ji, yo... quiero pedirle una licencia hoy. Sé que ya es tarde, pero igual quise informarle''. Sofía dijo con vergüenza. Wade sonrió ligeramente. "Mi Señora, el director ejecutivo me dijo que

trabajarían en un contrato esta mañana''. ... ¡Bien! ¡Al menos Colin tenía algo de conciencia! ''Oh, gracias, señor Ji''. "De nada, Mi Señora. Como se organizó, usted y el Señor Li tienen una cita para cenar con el Señor Lan esta noche. ¿Puede ir? ¿O le pido a alguien que vaya?''. Wade le pidió respetuosamente su opinión. ¿Una cena con el Señor Lan? ¡Oh! Sofía recordó la cena que se había arreglado hacía tres días. "¡No tengo nada que hacer esta noche, voy a ir!". "Bueno. ¿Mi Señora, necesita algo más?''. "No, gracias. Adiós, señor Ji''. Colgó el teléfono y Sofía dejó el dormitorio mientras pensaba profundamente. Arrastró sus piernas débiles para bajar las escaleras. La Tía Liu estaba ocupada abajo. La vio a Sofía y rápidamente dejó su trabajo a un lado. ''Señora, te levantaste. Te prepararé el almuerzo''. Sofía bajó las escaleras porque tenía hambre. No tenía fuerzas. ''Sí, por favor, Tía Liu''. ¡Podría comerse una vaca entera! Dobló y acomodó el cuerpo sobre la mesa y esperó a que se sirviera la comida. Abrió WeChat y encontró un mensaje que Colin envió hacía un momento al grupo de la compañía: ''Mañana por la noche, todos los departamentos organizarán una cena. Cubriré todos los gastos. Simplemente diviértanse''. El grupo de WeChat explotó en un instante y todos los que no se atrevieron a decir tonterías le respondían activamente a Colin. En el chat del grupo de secretarios del presidente, Wade también les preguntaba cuándo y dónde irían a cenar todos juntos.

Jimena dijo: ''¡Quiero comida japonesa!''. Paco dijo: ''Ya que la encantadora dama prefiere la comida japonesa, ¡también me gusta esa idea!". ... Todos parecían estar de acuerdo. Sofía no quiso expresar su opinión al principio, pero Wade le preguntó: ''¿Y usted, Señora Lo?''. "Me parece bien lo que todos decidan''. Por fin, se decidieron por la comida japonesa. En este momento, la Tía Liu servía el almuerzo. Sofía dejó su teléfono móvil y comenzó a devorar la comida con avidez. La Tía Liu se acercó y le dio un vaso de jugo con una sonrisa. "¡Come más despacio, te vas a ahogar!". "Bueno''. Sofía ni siquiera tenía energía para hablar... En la cena de comida japonesa esa noche. Los tres departamentos del Grupo SL se reunieron esa noche: el Departamento de Mercadotecnia, el Departamento de Relaciones Públicas y el Departamento de Secretarios del Presidente. Los empleados de los tres sectores ocuparon todo el restaurante japonés. Como todos se conocían, el ambiente era muy animado. Sofía que estaba sentada tranquilamente en un rincón, escuchó a todos que charlaban de buen humor. Por alguna razón, algunas colegas mujeres sacaron el tema de Colin. "¡El Señor Li parece que está muy feliz estos días! ¡Algo debe de haber sucedido!" "No lo sé, pero quiero saber si el Señor Li está casado. ¿Eso es cierto? Secretario Tao, todos los que acuden para ver al presidente tienen que pasar por su

departamento. ¿Notaste si alguna mujer lo visita muy a menudo?''. Una colega del Departamento de Mercadotecnia intentó obtener alguna información. Como solo había unos pocos secretarios presidenciales, se sentaron juntos con los del Departamento de Mercadotecnia.

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Capítulo 70 La esposa del presidente es una persona amigable Serena Tao negó con la cabeza, desconcertada. "Todas las mujeres que vienen a ver al presidente son nuestros clientes. No hay nada inusual en ello". Wade miró discretamente a Sofía, que estaba comiendo su sushi en silencio. Ella continuaba manteniendo la postura tanto como fuera posible. Hasta cierto punto, a Wade le gustaba Sofía. A pesar de ser la esposa del presidente, ella nunca fue presumida. En cambio, ella había estado manteniendo un perfil bajo y nunca miró a nadie. Las mujeres eran muy buenas para hablar sin sentido, y el tema cambió a Colin y Jimena. Wade se aclaró la garganta y dijo: "Dejen de hablar de esto. El presidente viene en camino". Al oír que venía el presidente, más de veinte mujeres en la sala estallaron en gritos. Casadas o no, las mujeres no pudieron evitar emocionarse. Sacaron sus cosméticos y comenzaron a retocar su maquillaje. El matrimonio de Colin era solo un rumor, y nadie sabía si era verdadero o no. Muchas creían que todavía tenían la oportunidad de casarse con él. Junto a Sofía, Serena dijo casualmente: "¡Dejemos un asiento para nuestro presidente!". "¡Dejen que el presidente se siente junto a mí!". "¡Junto a mí!". "¡A mí!". ... Todos se movían con vehemencia. Con un lúgubre movimiento de cabeza, Wade

pensó para sí mismo que ellos no tenían ninguna oportunidad, ya que la esposa del presidente estaba presente. "Señorita Lo, señorita Tao, por favor muévanse y hagan espacio para el presidente". El asiento que eligió Wade estaba al final de la mesa del comedor. Era un asiento adecuado para un anfitrión, desde el cual todos podían ser vistos. A la izquierda estaba Sofía y a la derecha, un colega hombre del departamento de Marketing. Todos miraron hacia el asiento que Wade señaló con una mirada decepcionada. Algunos querían intercambiar asientos con Sofía. "Señorita Lo, ¿qué tal si cambiamos de asiento?". "Así es, señorita Lo. ¿Acaso no tiene usted novio? Ni siquiera piense en el presidente. ¡Solo cambie los asientos con nosotras!". ... Los problemas podrían ser fácilmente incitados entre las mujeres. Tragando su salmón, Sofía aceptó sin protestar. "Está bien". Ella recogió su vajilla pero fue detenida por Wade, quien guardó su teléfono móvil. "Todos, guarden silencio. Deje de moverse, señorita Lo. El presidente está llegando". La puerta se abrió, revelando a Colin con un traje negro, seguido por el gerente y el director del departamento de Relaciones Públicas desde la otra habitación. Al ver a Colin, todos se levantaron y lo saludaron. Colin sonrió levemente y dijo gentilmente: "Está bien. Solo siéntense y sírvanse". Wade guió a Colin al asiento preparado con antelación. Todos se sentaron después de que Colin se sentara. Algunos colegas vivaces animaron la fiesta otra vez. Colin también estaba de buen humor, sonriendo levemente mientras todos bromeaban entre sí. Alguien preguntó audazmente, "Señor Li, escuché que contrajo matrimonio. ¿Es

eso cierto?". En el instante en que la mujer expresó su pregunta, la habitación quedó en silencio y miraron hacia Colin. Solo Sofía fue la excepción, comió su sashimi nerviosamente. ¿Cómo le contestaría Colin?. Colin miró rápidamente a Sofía, que parecía absorta en su comida, y asintió. "Sí". La confirmación de Colin hizo estallar la habitación. Sofía se quedó estupefacta al ver a varias chicas sentadas frente a ella, derramando lágrimas en silencio. Después de un discurso alentador, Colin comenzó a brindar. Cuando Sofía se movió silenciosamente para ir al baño, fue detenida por Wade. "Secretaria Lo, ¿a dónde va?". Todos miraron a Sofía, haciéndola sentir avergonzada. Señalando afuera, ella dijo, "Voy al baño. Por favor, disfruten su comida". Entonces Sofía salió de la habitación. Salió del cubículo y comenzó a lavar sus manos en el lavabo. Al regresar a la habitación privada, vio a Colin hablando por teléfono en la puerta. Al ver que era Sofía, Colin fijó sus ojos en ella. "... ¿Vas a volver pasado mañana? ¿A qué hora despegará el avión?". Cuando Sofía puso la mano en el picaporte, oyó a Colin decir: "Está bien, continúa con tu película y ten cuidado". Mirando al hombre sonriente, Sofía sintió una punzada en su corazón. Debía ser la misma persona que le preocupaba a Colin la última vez. Con una cara pálida, Sofía caminó dentro de la habitación donde todos seguían hablando y bromeando. Sofía volvió a su asiento. Ella había perdido completamente su apetito.

Colin regresó pronto. Cuando él se sentó, oyó a Sofía hablar con Wade. "Señor Ji, tengo un montón de trabajo que hacer en casa, así que seguiré y me iré ahora". Wade primero dio un vistazo a Colin antes de mirar a Sofía. "¿Está muy ocupada? Vamos a ir a KTV después de la cena. ¿No nos va a acompañar?". Con una leve sonrisa, Sofía se levantó de su asiento. "Sí, estoy muy ocupada. Lo siento mucho, pero tengo algo más con que lidiar ahora. ¡Espero que pasen bien!". "Bueno, está bien. Por favor cuídese". Wade no tenía más remedio que aceptar. Sofía se fue. Algunas mujeres que sintieron a Sofía distante mantuvieron la boca cerrada frente al presidente. Serena se volvió hacia Gaby y le preguntó reservadamente: "Usualmente la señorita Lo es una persona amistosa. ¿Por qué ella no está dispuesta a acompañarnos?" Gaby miró a Colin, quien estaba hablando con el gerente del departamento de Relaciones Públicas. Después de confirmar que Colin no las estaba mirando, ella dijo: "No es que la señorita Lo no quiera salir con nosotros. Pero hay alguien hablando mal de ella a sus espaldas, y muchas personas son hostiles con ella. Tal vez ella simplemente no quiere caer en gracia de nadie". La comprensión cayó en la cara de Serena. Miró a Jimena, que estaba hablando alegremente con los demás, comprendiendo todo. Después de tomar una llamada, Colin salió del restaurante. Colin actuó tan naturalmente, que nadie se dio cuenta. Al salir del restaurante, Sofía caminó sola a la estación de metro. Tal vez la mujer que habló con Colin por teléfono fue Leila Ji, quien fue vista cenando con él en los Estados Unidos. Después de todo, escuchó a Colin pedirle que tuviera cuidado durante el rodaje. ¿Acaso a él le gustaba Leila?

Tal vez a él le gustaba ella. Cuando Wendy les pidió que se casaran, Colin personalmente dijo que tenía una enamorada... Cuanto más pensaba en ello Sofía, más triste se volvía. De pie frente a una panadería, decidió deshacerse de sus pensamientos problemáticos. De todos modos, a pesar de los esfuerzos de ella por mejorar su relación, nada había cambiado. Su relación se mantuvo tan tensa como antes. Tal vez creyó las palabras de Paulo cuando dijo que ella estaba sucia... Tal vez fue porque a él le gustaba alguien más... Al caminar hacia la panadería, Sofía compró un pedazo de pastel de crema para llevar. Ella compró el pastel para ella misma. Ayer había sido su cumpleaños. Ella solo necesitaba un pequeño pedazo de pastel para celebrar. Nadie recordaba su cumpleaños. Habiéndose acostumbrado a la soledad, a ella no le importaba mucho. Cuando salió de la panadería, un Porsche se detuvo frente a ella. Sofía se dio cuenta de que el conductor era Colin. Ella inconscientemente escondió su pastel, pero Colin notó sus movimientos. Mirando la panadería detrás de ella, Colin recordó las instrucciones de Wendy la última vez que fue a casa.

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Capítulo 71 El regalo de cumpleaños "El 29 de este mes es el cumpleaños de Sofía. ¡No lo olvides! ¡Tengo mala memoria, así que entonces recuerda recordarme!". ... Echando un vistazo a la fecha en el teléfono, descubrió que ayer, efectivamente fue el 29 del mes lunar. Anoche, él debió haber celebrado su cumpleaños con ella. En cambio, la menospreció y él se salió con la suya. Después de estacionar el auto, Colin tomó la mano de Sofía y caminaron hacia el centro comercial. Ella caminó a su lado en silencio. Ninguno de los dos dijo una palabra. Cuando entraron en el centro comercial, Colin miró alrededor del centro comercial y entonces la llevó a la tienda Diamante GL. Los asesores de compras siguieron constantemente las noticias durante su tiempo libre, por lo que sabían que Colin era el Director General del Grupo SL, al cual pertenecía la compañía GL. En el momento en que lo vieron, sus ojos se iluminaron. Ellos saludaron a coro: "¡Bienvenido a Diamante GL, señor Li!". Colin asintió y subió directamente al mostrador para elegir un diamante. Sofía observó al hombre que sostenía su mano, preguntándose qué iba a hacer. "¿Te gusta este?". Colin señaló hacia el anillo de diamantes en una caja y le pidió a Sofía que echara un vistazo. El gerente vino de inmediato y sacó el anillo de diamantes que Colin escogió. Él lo puso en el mostrador y comenzó a describirlo. Era un anillo de aspecto simple, con un diamante colorido encima, tan grande como un huevo de paloma. Sin duda valía mucho. Sofía estaba desconcertada. ¿Él se lo iba a comprar a ella? ¿O para la mujer que

le gustaba? Ella le preguntó a Colin inocentemente, "¿Para quién es?". Colin la miró y le soltó la mano. Al tomar el diamante, él consecuentemente lo puso en el dedo de ella. Las pequeñas manos de Sofía eran claras y bonitas. Llevando el anillo de diamantes, su mano se volvió más hermosa. "¡Éste!". Sofía notó que el precio del diamante era de casi cien millones. Se quitó el anillo apresuradamente y dijo: "No, Colin. Es muy caro...". "No te lo quites". Le advirtió él con dureza. Sofía estaba a medio camino de quitarse el anillo, pero se detuvo ante sus palabras. "No creo...". "No tienes que pensar en nada. No sientas ninguna presión. Te estoy comprando este anillo solo para hacer feliz a mi madre". Colin evadió sus ojos y sacó una tarjeta de la billetera en su bolsillo. Sofía estaba un poco decepcionada, pero aún así explicó: "Este es un poco grande. Uno pequeño estaría bien". Este diamante era demasiado ostentoso. Si Sofía llevaba el anillo, no se atrevería a salir. Al oír sus palabras, Colin pensó en algo. "Ve y elige otro que te guste". Pensando que él había comprometido, Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. Debido a que estaba demasiado nerviosa, se olvidó de quitarse el anillo anterior y fue directamente a elegir otra cosa. Aunque Sofía sabía que Colin solo le había comprado el anillo de diamantes para hacer feliz a mamá, ella todavía estaba contenta.

Cada anillo aquí era hermoso, y definitivamente caro. Los que le gustaban eran demasiado caros, mientras que los más baratos no eran su estilo. Sofía batalló por un tiempo, pero todavía no podía hacer su elección. Colin se impacientó un poco mientras esperaba. Después de observar sus ojos, él inmediatamente hizo la elección por ella. "Éste". Señaló el anillo que ella había probado y le pidió al gerente que lo empacara. Sofía quería protestar, "Colin...". "No digas otra palabra". Colin la interrumpió en voz baja. Sofía se tragó sus palabras. Un asesor de ventas se movió para volver a colocar el anillo de diamante anterior en la caja de vidrio, cuando Colin de repente la detuvo y le dijo: "Empaque los dos". ... El asesor sonrió alegremente, pero el latido del corazón de Sofía se aceleró. Tomó la mano de Colin y susurró: "Colin...". "Um". "Uno es suficiente...". "He tomado la decisión, así que lo único que necesitas es dejarte llevar". ... Ella todavía quería persuadirlo, así que no lo dejó ir. A Colin no le importó tomar la mano de ella y caminar juntos hacia el mostrador de la caja. El costo total fue de más de cien millones. Colin no necesitaba ingresar su contraseña. En su lugar, solo firmó su nombre y eso fue todo. Los asesores de compras los enviaron alegremente cuando salían de la tienda.

Sofía no podía recordar cómo había vuelto al coche. Colin sacó el anillo más pequeño y se lo puso en el dedo, sin darle la oportunidad de negarse. "Puedes llevar este todos los días, y el otro durante una fiesta o una ocasión especial. Depende de ti". Después de que el auto arrancó, agregó, "¡Pero si te atreves a no llevar ninguno, te arrepentirás!". ... ¿Podría Colin no ser tan dominante? Cuando regresaron a la finca, Sofía se dio cuenta de que había dejado el pastel que había comprado en la tienda Diamante GL. Mientras caminaba hacia su habitación y abría la puerta, Sofía seguía pensando en cómo convencer a Colin para que fuera más discreto. Todavía estaba sentada en la cama, aturdida, cuando Colin regresó a la habitación después de terminar su ducha. Al darse cuenta de que ella no estaba presente, Colin frunció el ceño. Él acudió a la habitación de ella. "Colin, ¿podemos hablar?". Sofía parpadeó y miró al alto hombre que tenía delante. "¿Qué?". Colin estaba vestido con una bata, con los brazos cruzados. "¿Puedo cambiar el anillo de diamante por uno más pequeño?". Sofía levantó la mano con el anillo puesto. Colin negó con la cabeza. "Una vez vendido, un anillo de diamante de GL no se puede devolver". ... "¿Qué tal si no lo llevo a menos que haya una ocasión especial?". Esta vez, la única respuesta que ella recibió fue un beso profundo.

Sofía fue presionada sobre la cama. Después de mucho tiempo, Colin preguntó: "¿Lo llevarás o no?". "... Um... Lo haré... Espera..." "¿Cuándo lo llevarás?". "Hmm... Cuando lo necesite... No, todos los días..." Sofía se sintió como si fuera atrapada con un lobo hambriento, y cada noche fuera consumida sin cesar. Lo encontraba abrumador. Alrededor de las cuatro de la mañana, Colin dejó la habitación de ella y volvió a su cuarto, ataviado con su bata. La agotada mujer que debería haber estado dormida, abrió sus ojos cansados en la oscuridad. Miró la puerta cerrada y pensó. '¿Qué significaba ella para él?'. . En el Grupo SL. Sofía entró en la oficina con sus tacones altos. Parecía haber un zumbido a dondequiera que ella fuera. "Oye, ¿has visto el anillo en el dedo de Sofía Lo? ¡Qué gran diamante!". "¡Yo lo vi! ¡Yo no lo hubiera notado si ella no hubiera presionado el botón del ascensor!". "Sí, ¿no crees que ella ha cambiado recientemente? ¡Tengo que admitirlo, ella se está volviendo más bella! "Yo también lo creo. Ella emite el dulce aura de una mujer feliz y parece una persona totalmente diferente...". ... Pero esas palabras no llegaron a Sofía. Ella bajó del ascensor y entró en el vestuario.

Cuando todos se estaban cambiando de ropa, Sofía sacó su llave para abrir el casillero, solo para escuchar una voz que gritaba: "¡Oh Dios mío! ¡Eso es un gran diamante en su dedo, señorita Lo!" Era Serena. Se cubrió la boca y miró el anillo de diamantes que Sofía mostró sin intención con asombro. Sofía se sintió un poco avergonzada. Retiró la mano y se la escondió en el bolsillo, murmurando: "Es una falsificación...". Habiendo ya caminado hacia la puerta, Jimena y Carla se voltearon. Pero el anillo de diamantes ya estaba escondido en el bolsillo de Sofía. Jimena caminaba sobre sus tacones altos. Sacó la mano de Sofía de su bolsillo, mostrando a todos el brillante anillo de diamantes.

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Capítulo 72 Conocer a la Familia Li Jimena la miró a Sofía y se preguntó cómo esta mujer sencilla usaba un anillo de diamantes tan grande. El diamante era definitivamente genuino. ''Señorita Lo, ¿te vas a casar?". Le preguntó Gaby. Sofía retiró la mano y asintió. "Sí''. ''¿A qué se dedica tu novio? Cuéntanos sobre él''. Todos sentían mucha curiosidad porque Sofía siempre era muy reservada y nunca hablaba de su vida privada. También tenía una relación muy cercana con el Director Ejecutivo. Sofía sonrió. "Él es...''. Pensó que quería describirlo como un empleado simple y normal, pero luego se dio cuenta de que un hombre así no podía regalarle un diamante tan grande. Obviamente sería una gran mentira. ''Pertenece a una familia de muy buena posición''. "¡Oh! ¡Un heredero de una familia millonaria! Señorita Lo, vas a ser rica. ¡Disfruta tu matrimonio!''. El esposo de Gaby vino del campo y ayudaba a sus suegros con su salario. La mujer pensó que era muy bueno para Sofía casarse con un hombre de una familia adinerada. La chica se tocó el lóbulo de la oreja con vergüenza. "No es tan rico, es solo un hombre común''. Esperaba que no le pidieran más detalles porque no era buena para mentir. Se metería en problemas si revelaba accidentalmente la identidad de Colin. Serena se dio cuenta de que Sofía no quería decir más sobre su novio y cambió el tema. ''Señorita Lo, está más guapa últimamente. Su novio debe ser muy bueno con usted. Parece muy feliz''. "Sí. Te ves más hermosa que la primera vez que viniste a trabajar en la empresa.

Señorita Lo, aprecia y cuida al hombre que te quiere tanto''. Gaby puso amigablemente la mano sobre el hombro de Sofía y la chica no se alejó. ''Gracias. Seré buena con él''. Jimena salió del vestuario y echaba humo. Carla que estaba junto a ella no dijo nada. Fuera del vestidor, Jimena no pudo evitarlo y se quejó. ''Debe de ser la amante de un anciano. Si yo tuviera un novio rico, no lo guardaría para mí''. Carla negó con la cabeza ante la envidia de Jimena. Los celos hacían que una persona se viera muy fea. Dos hombres que estaban detrás de las chicas escucharon su queja y fruncieron el ceño. ''Encuentra la manera de despedirla a Jimena". Colin dijo fríamente. Wade asintió con la cabeza. "Sí, señor Li''. Dos rumores diferentes sobre el anillo de diamantes de Sofía se difundieron silenciosamente en la compañía. Un rumor era que Sofía se casaría con el hijo de una familia rica. El otro era la suposición de Jimena de que la chica era la amante de un anciano. Toda la discusión sobre este tema ocurrió después de las horas de trabajo y cuando todos salían. No se atrevieron a decir nada dentro de la empresa. Era otra noche de fiesta. Al final de la cena, Sofía se fue temprano. Tomó un taxi y regresó a la mansión para empacar sus maletas. Volarían al País A mañana por la mañana para la celebración del cumpleaños del abuelo. Aunque Colin solo tuvo dos viajes de negocios en las últimas dos semanas, Sofía era bastante hábil y práctica como para prepararle todo el equipaje para él. Después de que terminó, Sofía volvió a su habitación. Vomitó el vino que bebió en el baño. Luego tomó un poco de leche tibia para calmarse.

Sus dolores de estómago eran más frecuentes últimamente, pero podía soportarlos sin tener que tomar medicamentos. Después de que empacó su maleta, Sofía se durmió con las pastillas en la mano. No pasó mucho tiempo y la puerta del dormitorio se abrió silenciosamente. Una figura alta estaba de pie junto a su cama y observó su cara dormida sin decir nada. El hombre arrojó de manera casual su abrigo en el sofá cercano, se metió en la cama y abrazó a la mujer que descansaba. Medio dormida, Sofía se sintió presionada bajo el cuerpo de un hombre. Sin abrir los ojos, supo que era Colin. Se dio vuelta, envolvió sus manos alrededor de su cuello y respondió a sus necesidades. Era bastante difícil para un hombre contenerse después de la primera vez. Durante las últimas noches, Colin la necesitó de forma desesperada. Esa fue otra noche de pasión para Sofía. Antes del amanecer, Colin volvió a su dormitorio. Vio el equipaje que había empacado Sofía. Sus ojos se oscurecieron. Sintió que algo estaba mal. Sofía era amable y dócil en casa y siempre estaba dispuesta a satisfacerlo. Pero Colin no entendía por qué la chica actuaba de manera extraña. Levantó la maleta y la encontró muy pesada. Sabía que todo estaba preparado para el vuelo. Colin pensó inconscientemente que era bueno tenerla a Sofía en casa. Aunque a veces tenían pequeñas discusiones, se sentía muy bien teniéndola cerca. ... En el País A. Cogidos de la mano, Colin y Sofía aparecieron íntimamente ante la familia. La

mano del joven sostenía la de ella con fuerza. Sofía sonreiría libremente si no fuera por el recordatorio anterior de Colin. Cinco minutos antes. En la puerta de la Mansión de la Familia Li, Colin descansaba con los ojos cerrados en el asiento trasero del automóvil cuando dijo de repente: ''Compórtate con afecto cuando veas a mi familia''. Sofía se quedó sin palabras. ¿Podría decir que no a esta pretenciosa demostración? No. No pudo. Tenía que obedecer su orden. El automóvil se detuvo frente a la entrada de la mansión que estaba abierta porque la gente entraba y salía regularmente. Colin salió del auto primero y ayudó a Sofía a bajar. Bajo la mirada ante Lola y las mellizas y tomó la mano de la chica. Se acercaron y Colin los saludó primero. "Hola, tía, Melania y Michelle''. Sofía lo siguió y saludó a la elegante y amable mujer que tenía delante. "¡Es un placer conocerte, tía!". Lola Li era la tía de Colin y la madre del presidente de SL. Antes de que Sofía la conociera, la imaginaba como una mujer seria y orgullosa. Pero estaba equivocada. Lola la miró con una gran sonrisa y le tomó la otra mano. "¡Tú debes ser Sofía! ¡Qué mujer más guapa! Debes de estar cansada del viaje. ¡Adelante!". Al instante, a Sofía le gustó Lola. La familia Li era buena gente. Eran amables con todos. "Sí. Y estos dos niños deben ser Melania y Michelle''. Sofía se soltó de la mano de Colin y se agachó. Miró a las dos princesitas que eran bonitas y adorables.

Lola tocó la cabeza de Melania. "Sí. Son las mellizas de tu primo. Niñas, saluden a su tía''. "¡Hola, tía!". "¡Hola, tía!". Las dos voces dulces le ablandaron el corazón a Sofía. La chica sacó dos caramelos de su bolsillo. "Estos dulces son para ustedes''. Los golosinas las trajo Colin desde Nueva Zelanda y Sofía las guardó casualmente en su bolsillo cuando salieron de la mansión. No esperaba que fueran tan útiles. "Gracias, tía''. Cada una de las chicas tomó un caramelo de Sofía y le dieron una dulce sonrisa. Sofía las miró y sintió un poco de envidia porque también deseaba una hija adorable. "Vayamos adentro''. Colin le tomó la mano a Sofía y entraron a la mansión. Las mellizas los siguieron alegremente. "¡Tía, vamos a ir contigo!". "Vamos, abuela''. Todos entraron juntos a la casa. En el interior, la sala tenía una atmósfera muy animada y todo el clan estaba presente.

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Capítulo 73 El cariño de una familia Colin ayudó a Sofía a conocer a todos. La mayoría de ellos eran extraños para la chica, incluida la familia de Manolo. Curro y Shelly vendrían por la noche. Otra familia era la de Jorge. Conoció a Daniel, Irene y a su hijo. Sofía los miró a Jorge y a Daniel con mucha admiración. Eran la familia más prestigiosa del mundo. Colin la miró a Sofía y vio que lo miraba a Daniel con admiración quien bromeaba con su hijo en los brazos de su esposa. El joven apretó sus dedos y le dijo al oído: ''Te sacaré los globos oculares si sigues mirando a alguien más''. Sofía hizo una pausa. Le dirigió una mirada ligera y respondió con una sonrisa: ''Debes aprender de tu primo y tío, ambos son conocidos por amar a sus esposas''. Colin sonrió con desprecio. "Deberías aprender de tu cuñada y dar a luz a un bebé y así mamá estará feliz de tener un nieto''. Sofía entrecerró los ojos ante Colin. ¡Si no hubiera tomado la iniciativa, todavía sería virgen! ¿Un nieto? ¿Cómo podría dar a luz sola? "Sigues culpándome de todo. Colin, eres bastante irracional''. "¿Cuál es el sentido entonces que sangres siete días al mes?". Sofía se sorprendió. ¿Estaba hablando del ciclo menstrual de una mujer? Su repentino cambio de tema hizo que Sofía se sonrojara. La chica lo pellizcó con fuerza. "¡Eres muy ofensivo con ese comentario hacia las mujeres!". La pareja discutió en voz baja, pero la familia asumió que bromeaban con cariño. Ellos sonrieron. La familia de Jorge y la familia de Manolo fueron muy amables y se mostraron muy cariñosos con Sofía.

La chica disfrutó del cariño de tener una familia otra vez. Constantemente tenía una sonrisa en su rostro mientras conversaba con ellos. Colin le lanzó una mirada desconcertada varias veces. ¿Por qué sonreía tan estúpidamente todo el tiempo? De repente, Wendy notó el anillo de diamantes en su mano. "¡Sofía! ¿Es este el anillo que te compró Colin?''. Cumplió con su promesa a Colin, Sofía llevaba el anillo de diamantes más grande que le había regalado. Wendy levantó la mano de la chica y el diamante que brillaba intensamente atrajo la atención de todos. Sofía se sintió avergonzada y trató de retirar su mano, pero Wendy la mantuvo en su lugar para que todos lo vieran. "¡Ustedes dos tienen una buena relación!". Daniel palmeó el hombro de Colin mientras hablaba. Colin sonrió y no dijo nada. "Sofía, tengan un bebé con Colin rápidamente. ¡Wendy estará muy feliz si tiene un nieto!''. Le dijo Lola a Sofía un poco burlona. ¿Qué? Ahí salía de nuevo este tema. Todos le sugerían que tuviera un bebé. Sofía se volvió hacia Colin en busca de ayuda. Pero Colin la ignoró a propósito. Sofía apretó los dientes. Tomó la mano de Colin sobre su pierna y lo miró con una gran sonrisa. "¿Escuchaste la sugerencia de la tía? Debemos apurarnos y tener un bebé. Deberías dejar de pensar tanto, aunque no quieres tener hijos''. "¿Qué? Colin, ¿no quieres tener hijo?''. Wendy exclamó enojada. Yonata le disparó al inocente Colin una mirada furiosa. "¡Eso es una tontería!". Angie inmediatamente se levantó del sofá y empujó a Colin hacia ella. "Mi querido Colin, ¿qué te hace pensar eso? ¿Tienes algún tipo de enfermedad?''.

El grupo se calló. La imaginación activa de Angie dejó estupefactos a Sofía y a Colin. Daniel le sonrió de manera significativa a Colin. "Gonzalo es un buen doctor. Te puedo arreglar una cita si tienes alguna enfermedad''. "Colin, ¿es cierto que tienes una enfermedad oculta? ¿Tienes problemas en cuestiones de intimidad?''. Wendy miró a su hijo con preocupación. ¿Qué podría hacer para ayudarlo? Todos asumieron que Colin se negaba a tener un bebé porque tenía una enfermedad oculta y no podía dejar embarazada a Sofía. Irene la miró a la chica con simpatía. Sofía era más joven que ella, pero tenía que vivir una vida matrimonial sin sexo. "¡No!". Colin detuvo sus suposiciones salvajes con una mirada oscura en su rostro. "Eso no es cierto. Están equivocados. Nunca dije que tenía una enfermedad oculta. Sofía, diles''. Cuando mencionó su nombre, Sofía lo defendió de inmediato. "No, ustedes están pensando demasiado. No tiene ninguna enfermedad oculta''. No era cierto que no pudiera hacer el amor. De hecho, lo estaba haciendo demasiado bien. Todos respiraron aliviados ante las palabras de Sofía. "Como no tienes ningún problema, deberían tomarse un tiempo para tener un bebé. Mira a las mellizas, son tan adorables. ¿No quieres tener una?''. Wendy le dijo a Colin. Quería que Colin cambiara de opinión acerca de convertirse en una pareja sin hijos viendo a las mellizas adorables. Colin puso su brazo alrededor de los hombros de Sofía con fuerza y respondió con los dientes apretados. "No te preocupes. Haré lo mejor que pueda para tener un bebé. Mamá y papá, tal vez les demos una buena noticia a fines de este año''.

Sofía sintió un dolor en los hombros porque Colin la agarraba con fuerza, pero no se atrevió a tomar represalias. Tuvo que soportar en silencio. Después de todo, ella causó el caos sin darse cuenta en poco tiempo al decir que Colin no quería tener hijos. Cuando fueron a su habitación por la tarde, Colin se vengó de Sofía en la cama sin piedad. Sofía planeaba ver a su padre y su hermano por la tarde, pero pasó el tiempo en la cama con Colin hasta la noche. Yonata organizó toda la celebración del cumpleaños de ochenta años de Harold de una forma excelente. Decoró minuciosamente el primer piso de la casa e invitó a muchos invitados importantes. Cuando comenzó la noche, la gente entraba y salía de la Mansión de la Familia Li, que estaba llena de ruido y emoción. Sofía llevaba un largo vestido verde claro hasta las rodillas y un abrigo largo del mismo color. A pesar de que sus piernas estaban expuestas, no sentía frío. Miraba a los extraños desde la ventana porque no conocía a nadie. Yonata y Manolo se pararon en la puerta para dar la bienvenida a los invitados. Colin, Curro y Levi acompañaron a su abuelo Harold y conversaban. Pronto, Helge llegó con una chica. Sofía supuso que era la hija de Manolo porque lo llamaba tío a Yonata. Confirmó su suposición cuando la niña lo llamó papá. Se sintió sola entre la multitud y no se unió, pero se escondió junto a una ventana oscura. Entonces lo vio a Pascua Lien entrar en la mansión. Era el hermano de Dolores y Sofía ya lo había visto dos veces antes. Pascua aparentemente se casó con la hija mayor de la familia Ji cuando era muy joven. Desgraciadamente, su esposa no pudo dar a luz y entonces recurrió a la subrogación de vientre. Si Pascua estaba aquí, Dolores llegaría en cualquier momento.

Efectivamente, Paulo y Dolores estaban detrás de él. La mujer llevaba ropa de maternidad. De repente, los ojos de Sofía se llenaron de odio al ver a la pareja. Colin frunció el ceño ante el aspecto de Dolores. Entonces se dio cuenta de que no la veía a Sofía hacía un largo rato. Miró alrededor del pasillo y encontró a la mujer parada junto a la ventana. Estaba a punto de caminar hacia ella cuando se produjo una conmoción en la entrada de la mansión. Por la emoción de los jóvenes invitados, todos los que estaban dentro se dieron cuenta que la famosa estrella Leila había llegado.

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Capítulo 74 Una pareja perfecta Era la primera vez que Sofía veía a Leila Ji en persona. La mujer llevaba un vestido azul zafiro hasta la rodilla y un abrigo del mismo color sobre él. Su largo cabello ondulado estaba teñido de rubio y caía sobre su hombro izquierdo. Todos decían que Leila Ji era una belleza. Y en realidad, los rumores eran ciertos. Leila tenía los ojos muy abiertos y las cejas arqueadas y delgadas que complementaban su nariz recta. Sus labios estaban pintados de color magenta brillante. Irradiaba un aire de carisma y nobleza. Pero los invitados de repente notaron algo. Miraron a Sofía quien también notó que su atuendo y el de Leila... ...se parecían mucho. Su vestido era verde claro y el de Leila era azul zafiro. El vestido verde destacaba la piel clara de Sofía mientras que el azul hacía que Leila pareciera más madura y digna. Subconscientemente, la multitud comenzó a compararlas. Y Leila, sin duda, ganó y dejó que la Sofía común y sencilla se burlara de ella. Pero Sofía no miraba la ropa de Leila, la chica observaba sus movimientos. Cuando Leila lo vio a Colin, rápidamente le dio un gran abrazo y felizmente se aferró a su brazo. Colin también le mostró una sonrisa. Charlaron con cariño y parecían una pareja perfecta. A pesar de su educación, las invitadas seguían interesadas y compartían chismes.

Pronto, todas las damas cotilleaban sobre Colin y Leila. ''Escuché que el señor Li se casó. Míralos ahora, ¿la señorita Ji es su esposa?''. ''Eso no es posible. Si fuera así, las dos familias se reunirían a través de su unión. No permitirían un matrimonio secreto''. "Claro. Pero en verdad, ellos son amigos íntimos desde la infancia. Y mira, los dos hacen una pareja perfecta''. "¡En efecto!". ... Leila tenía una buena relación con el Clan Li. Wendy y Yonata le sonrieron con mucha calidez, al igual que Harold y Angie. Sofía observó la escena y repentinamente sintió la necesidad de escapar. No sabía por qué se sentía así. Quizá se sintió avergonzada o que no pertenecía a todo ese grupo de personas. Por primera vez Sofía se sintió inferior ante la familia de Colin. Recordó que Wendy vendría después de la ceremonia y decidió quedarse. Pero hizo todo lo posible para pasar desapercibida. Después de saludar al Clan Li, Dolores entró en el salón de banquetes. Miró a su alrededor, pero para su sorpresa, no la vio a Sofía. Dolores estaba confundida. ¿Por qué Sofía no estaba sentada con el Clan Li como la esposa de Colin? De repente notó una silueta en verde a través de la ventana. Era Sofía. Y su vestido le resultaba familiar. Dolores miró hacia atrás y fijó sus ojos en Leila. Cuando se dio cuenta de por qué Sofía no estaba aquí, una sonrisa cruel apareció en su rostro. Aunque la chica trató de aislarse fuera del pasillo, Wendy se acercó y la tomó para que regresara. La llevó hacia el comedor, se acomodaron frente a la mesa y le consiguió algo de comer.

"Sofía, toma un bocadillo. ¡La cena comenzará pronto!''. Sofía desvió la mirada de Colin y tomó el plato de la mano de Wendy. "Bueno. Gracias, mamá''. "¿Por qué te escondías? Toma un poco de comida, Sofía. Te presentaré a algunos amigos''. Wendy tenía la intención de introducir a Sofía. Pero la chica negó con la cabeza. "No. Está bien, mamá... Yo... No estoy acostumbrada a tales ocasiones''. Wendy estaba sorprendida. ¿Era esa la razón por la que se escondía afuera? Wendy lo pensó y concluyó que era porque acababa de salir de la cárcel hacía unos meses. Decidió no forzarla. "Está bien, tendremos otras oportunidades. Te presentaré a todos la próxima vez''. "Gracias, mamá''. Sofía le sonrió agradecida a Wendy. La cálida interacción entre ellas atrajo mucha atención y levantó otra discusión. Algunas mujeres notaron particularmente el anillo de diamante en el dedo de Sofía. Miraron la joya con envidia. A pesar de que eran ricos, pocos de los invitados poseían un diamante de ese tamaño. Una mujer se acercó a Sofía de repente y fingió sorpresa: "¡Oh! ¡Lleva el mismo atuendo que la señorita Ji!''. La voz de la mujer era fuerte. Muchos invitados observaron a Sofía y la miraron de arriba abajo. La chica acababa de tomar un pedazo de pastel cuando la gente comenzó a mirarla. Tenía la boca llena de postre y se atragantó. No sabía si debía tragarlo o escupirlo. Lo miró a Colin y luego a Leila. Cuando los ojos de Sofía se encontraron con los de Leila, vio el evidente desprecio en la sonrisa de la otra mujer. La actriz desvió la mirada y continuó su conversación con Colin alegremente. En ese momento Wendy se dio cuenta de que Sofía y Leila llevaban ropa del mismo estilo.

Le sonrió a la chica con comodidad. "No te preocupes. Aunque es una superestrella, Leila es muy agradable. ¡Puedo presentártela y podrían ser buenas amigas!''. Sofía asintió levemente. Dio la espalda a todos y se comió rápidamente el resto de su pastel. Antes de que Wendy se llevara a Sofía, Leila ya se había acercado. Ignoró a la chica, tomó la mano de Wendy y habló en voz baja: ''Tía Wendy, te traje un regalo. ¿Puedo mostrártelo?". "Quiero que conozcas...". Wendy quería presentarle a Sofía, pero Leila la alejó antes de que terminara de hablar. Sofía las observó mientras se alejaban. Puso el plato vacío sobre la mesa y se preparó para irse también. "Mi pequeña Sofía, ¿por qué estás aquí sola?". La voz de Helge se escuchó de atrás. Sofía se dio vuelta y lo vio junto a Shelly detrás de ella. Shelly asintió y la saludó: "Hola''. Sofía le sonrió y asintió con la cabeza. "Debes ser Shelly. Eres tan bonita como me lo imaginaba''. Shelly sonrió. "Gracias. Pero eso no es cierto''. Helge le susurró: "¡Por supuesto que es verdad! ¡Mi Shel es la chica más bonita!''. Shel era el apodo de Shelly Li. Cuando era niña, Manolo la llamó así y Laura le puso ese apodo por eso. ¿Shel? Sofía estaba confundida. Shelly sonrió. "Es mi apodo''. Sofía entendió rápidamente que ellos tenían una relación. Helge trajo una botella de vino y tres copas. Brindaron y bebieron.

"¿Por qué no estás con mi hermano?". Shelly preguntó con curiosidad. Después de un breve silencio, Sofía respondió: ''Colin está ocupado ahora. No quiero molestarlo''. El joven hablaba y reía con otra mujer. ¿Por qué se acercaría a él? ¿Le arruinaría su diversión? Pero Shelly sintió la frustración que Sofía trató de ocultar. Se soltó de la mano de Helge y tomó el brazo de Sofía. "Ven conmigo''. Se la llevó entre la multitud. Leila le mostró su regalo a Wendy y estaba de pie junto a Colin mientras escuchaban y compartían historias con Daniel. "¡Hermano!". Sofía quería regresar, pero Shelly apretó su mano y la obligó a caminar hacia Colin. Los tres dejaron de hablar y las miraron. Colin miró a Sofía sin comprender y luego hacia otro lado. La chica ahora estaba de pie junto a Leila y el público las observaba atentamente. "¿Qué pasa, Shelly?". Preguntó Colin con calma y con una copa de vino en la mano. Ahora que Sofía estaba frente a ellos, de repente recuperó su coraje. Levantó la cabeza para mirar a Colin. Sin saber que Leila trataba de perseguir a Colin, Shelly dijo: "Tu esposa estuvo parada sola en ese rincón antes. Deberías pasar más tiempo con ella, hermano. ¡Tu trabajo se puede esperar!''.

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Capítulo 75 ¿Qué quieres Daniel sonrió y permaneció en silencio. Colin apartó a Sofía de Shelly. "Quédate cerca. ¡No huyas!''. Sofía no sabía cómo responder. Todavía no se había escapado, aunque quería hacerlo. ¡Se quedó en la sala todo este tiempo! Después de darse cuenta de que Leila estaba interesada en su marido, Sofía cambió de opinión. Apretó la mano de Colin y le respondió: "Claro''. Colin se sorprendió ante su ternura. Bajó los ojos y la miró, pero no dijo nada. Leila preguntó: "Colin, ¿no nos presentarás?". Colin asintió. "Leila, esta es mi esposa, Sofía Lo. Sofía, esta es Leila Ji, mi amiga. Pero siempre la consideré como mi hermana''. En la presentación, las dos mujeres intercambiaron saludos. Entonces Leila le dio la espalda a Sofía. La ignoró completamente mientras reanudaba su conversación con Colin. Después de un rato, a Daniel lo llamó su esposa y dejó atrás a Colin, Sofía, Leila, Helge y Shelly. Colin soltó la mano de Sofía y le susurró: "Sube las escaleras y cámbiate de ropa''. El joven notó el dilema del vestido, pero no encontró antes la oportunidad de hablar con Sofía. La chica parpadeó inocentemente. "Pero quiero que me acompañes''. Antes de que Colin pudiera responder, Leila tiró de su brazo y lo giró en otra dirección. "¡Colin, Colin! ¡Mira! ¡Esa es la abuelita! Quiero saludarla. ¿Vendrías

conmigo?". Helge y Shelly intercambiaron una mirada ante estas palabras. Sabían exactamente lo que estaba haciendo Leila. Colin estaba a punto de rechazarla, pero Leila no le dio una oportunidad y lo atrajo hacia Angie. Sofía los vio irse y sus ojos se llenaron de decepción. "No te preocupes, Sofía. A mi hermano no le gusta Leila de esa manera. Crecieron juntos desde la infancia y mi hermano la trata como a su propia hermana, eso es todo''. Shelly la consoló, a pesar de que no estaba convencida de lo que le decía. Incluso una persona ciega podía ver los sentimientos de Leila hacia Colin. Leila se quedó cerca de Colin desde que entró al comedor y no era de extrañar que muchas personas asumieran que ella era la esposa de Colin. Sofía apartó la mirada y dijo: "Está bien. Voy a cambiarme de ropa. Nos vemos más tarde''. "Bien''. Cuando Sofía subió las escaleras, sintió que todo el mundo se calmaba. En ese momento, una figura apareció desde un rincón. "¡Sofía!". Paulo gritó y le tomó la mano por sorpresa. La joven lo miró conmocionada. ¿Por qué estaba aquí? Respiró profundamente, lo ignoró y caminó hacia su habitación. Pero Paulo le bloqueó el paso. Miró con obsesión a la mujer frente a él y se quedó sin aliento de admiración: "¡Sofía, te ves tan impresionante hoy!". A los ojos de Paulo, la chica se veía aún más hermosa que Leila Ji. "El segundo piso no está abierto al público. ¿Qué estás haciendo aquí, Paulo?''.

¿Y dónde estaba Dolores? ¿Por qué no estaba con él? Paulo trató de abrazarla, pero Sofía se hizo a un lado. "Colin no puede hacerte feliz. ¿Por qué no vuelves conmigo?''. Sofía decidió no responder nada. Esta noche era la fiesta de cumpleaños del abuelo. No quería ningún problema. Trató de esquivarlo y continuó, pero Paulo no se fue. Cuando la siguió hacia su habitación, Sofía se detuvo y se volvió hacia él con enojo. "¡Paulo Tai! ¡Te dije que no está permitido estar aquí! ¿Qué estás haciendo?". Fácilmente habría un malentendido si alguien los viera juntos en el segundo piso. Sofía se acercó a la escalera. Decidió que si Paulo continuaba siguiéndola, iría directamente a la planta baja. "Sofía, todavía te amo...''. Paulo continuó expresándole su amor y temía que la chica no le creyera. "Todo lo que digo es verdad...''. Sofía lo miró fríamente. "¡Me das asco! Soy la esposa de Colin ahora. Sigue molestándome y te quebrará el otro brazo''. Esta vez, funcionó. Paulo se estremeció con tan solo recordarlo. Ya había experimentado la ira de Colin dos veces. La dejó ir rápidamente y Paulo bajó las escaleras. Cuando el hombre llegó a la planta baja, Colin lo vio que bajaba por la escalera. Frunció el ceño y se preocupó por Sofía, quien subió las escaleras para cambiarse. "Leila, quédate. Acabo de recordar que tengo una emergencia con la que lidiar''. Colin dejó a Leila y corrió hacia la escalera. La sonrisa de Leila se desvaneció y una mirada pensativa apareció en sus ojos. Dentro de la habitación, Sofía abrió su maleta para buscar algo más para usar.

Detrás de ella, la puerta se abrió y se cerró silenciosamente sin que se diera cuenta. Sofía contemplaba y elegía qué ponerse. Colin le dio toda la ropa de mujer que se guardaba en su vestidor. De repente, Sofía tenía más ropa de la que podía imaginar. Como no estaba segura de cuánto tiempo se quedaría en el País A, esta vez trajo cinco conjuntos de ropa. Era más difícil su elección ahora. Después de un rato, Sofía eligió una blusa color borgoña y una falda negra ajustada. Las dejó a un lado y comenzó a quitarse el abrigo verde claro y luego la falda. Abrió la cremallera del costado y dejó el atuendo en la cama junto con el abrigo. "¿Me estás seduciendo?". Preguntó una voz masculina e hizo que Sofía saltara de la sorpresa. Cuando se dio la vuelta y vio a Colin, suspiró aliviada. Cerró los ojos y trató de calmarse. "¿Qué estás haciendo aquí?". Colin se apoyó contra la pared y con los ojos fijos en la ropa interior negra de Sofía y tragó saliva. ¡Su esposa era cada vez más y más atractiva! Sofía se fijó en su mirada y rápidamente se puso la ropa que había elegido. Ahora, se veía más madura y atractiva que su estilo anterior. Colin observó en silencio sus movimientos y Sofía permaneció en silencio mientras guardaba las cosas. Cuando la chica terminó de empacar su maleta, se dirigió hacia la puerta del dormitorio. En el momento en que puso su mano en el picaporte, Colin de repente la empujó contra la puerta. "Sofía Lo, ¡cómo te atreves a tener relaciones con otros hombres en mi casa!".

... "Si quieres una excusa para azotar a un perro, es suficiente decir que hizo algo mal, ¿no es así?". Sofía se burló. Colin levantó la barbilla. "¿Dices que te estoy malinterpretando?". "¡Seguro!". Sofía lo miró sin temor a los ojos. "Está bien, esta vez puedo creerte". Colin la soltó y le arregló la ropa. Si él no la hubiera castigado por la tarde, no la habría dejado escapar. Ante la constante falta de confianza de Colin, Sofía se sintió agotada. Se acercó a la cama y se sentó. "No asistiré a la cena''. "¡Bajarás conmigo ahora!". Sofía lo miró. "¿Bajar? ¿Para qué? ¿Para ver como le muestras tu amor a otra mujer?''. ¿Qué demonios se suponía que significaba eso? Simplemente se quedó con Leila esa noche. "Leila es como una hermana para mí, crecimos juntos. ¡Tú lo sabes!". "¡No, yo no lo sé!". Gritó Sofía. "¿Qué quieres?". Colin se acercó a ella y la obligó a acostarse en la cama. Se puso encima de la chica, apretó su cuerpo y le extendió los brazos a su lado. Sofía se sonrojó profusamente y respiró hondo. "Quiero dormir contigo''. ¡Estaba bien! Ella dormiría con él. Luego, cuando quedara embarazada de su hijo, se divorciaría. ¡Eso era lo que ella quería!

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Capítulo 76 Los sentimientos de Leila Los ojos de Colin se volvieron distantes. "¿Por qué? ¿No te he satisfecho esta tarde?" ... Si no fuera por la cena, Sofía obligaría a Colin. ¡Ups! ¡No, era más probable que ella lo golpeara en la cara! "Vete al carajo". Sofía lo fulminó con la mirada. Parecía que era mejor mantener su distancia. "¿Acabas de decirme que me vaya al carajo?". "¡Sí! Me escuchaste bien. ¡Ahora vete al carajo!". Sofía estaba tan furiosa que había olvidado totalmente su promesa personal de que sería buena con Colin en el futuro. En lugar de alejarse, Colin bajó la cabeza y la besó bruscamente. Él besó tan fuerte, que casi la estaba mordiendo. Pero Sofía no lo apartó. Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello y le devolvió el beso salvajemente. No lo dejaron ir aún cuando comenzaron a perder el aliento. Como Sofía había estado con Colin varias veces, sabía exactamente qué pasaría a continuación. Antes de que Colin llegara más lejos, ella lo empujó con fuerza y corrió hacia la puerta del dormitorio tan pronto como se distrajo. Sofía casi se echó a reír cuando cerró la puerta detrás de ella. Estaba tan feliz que tuvo que contener el repentino impulso, tratando de no saltar de alegría. De hecho, fue su victoria. Al salirse de la habitación, a Colin le dieron ganas de voltearla de espaldas y tenerla contra la pared...

Un sudor estalló en la frente de Colin mientras trataba de reinar a su deseo. Otra figura emergió de las escaleras. Cuando Sofía la vio, su sonrisa victoriosa se desvaneció. "Señorita Ji, los invitados no están permitidos en el segundo piso esta noche. ¿Puedo acompañarla a la puerta?". A Sofía no le agradaba ella. ¡La mujer quería seducir a su marido, después de todo! Leila miró a Sofía y luego la ignoró. Fue directamente a la habitación de Colin y llamó a la puerta, "¿Colin? ¿Estás ahí?". "Lo está, pero no puede verte ahora. Mal momento, señorita Ji". La cara de Sofía aún estaba sonrojada y habló sin aliento. Era obvio lo que ella y Colin habían estado tramando. Leila la ignoró de nuevo y siguió llamando a la puerta. "¿Puedo entrar, Colin?" ... Antes de que Leila abriera la puerta, Colin salió. "¿Qué pasa, Leila?". "Colin, ¿es ella realmente tu esposa?". Leila miró a Sofía con curiosidad. Colin frunció el ceño. ¿No las había presentado? "Sí Leila. Como te he dicho, Sofía Lo es mi esposa". Leila ignoró el tono desagradable de Colin y se volteó hacia Sofía. "¿Entonces por qué no le eres fiel a Colin? ¿Por qué estás seduciendo al marido de Dolores?" ... "¿La señorita Ji malinterpretó algo? ¿Cuándo seduje a Paulo Tai? ¿Quién le dijo eso?". Sofía preguntó fríamente. "Escuché a Paulo hablando con Dolores. ¿No es Colin suficiente para ti?". Sofía sonrió irónicamente. "Señorita Ji, ¿quién es usted para preguntar eso?". Dándose la vuelta, apartó sus enojados ojos de sus caras. Luego bajó las

escaleras sin mirar atrás. Colin la observó retirarse hasta que Sofía desapareció de su vista. "Ella es un poco directa. No te lo tomes en serio, Leila". "Está bien Colin. Estoy más preocupada por ti. ¿Por qué diría Paulo eso si no fuera cierto? Me siento tan mal por ti". Finalmente solos, Leila miró a Colin con cariño descarado. Colin sonrió. "Eso no es posible. Sofy no es ese tipo de persona". Leila fue apoderada de una repentina angustia. Ella no pudo evitar sujetar la cintura de Colin. "Colin, ¿por qué no me esperaste? ¿Por qué tuviste que casarte con una mujer como ella? Estás fuera de su nivel... Colin, ¿tienes alguna idea de lo que siento por ti? ¿Por qué no me elegiste?". Los silenciosos sollozos de Leila hicieron que Colin se sintiera mal. Extendió una mano para acariciar suavemente su largo cabello ondulado. "Leila, te había dicho antes que mereces un hombre mejor. No soy la persona indicada para ti. No llores, Leila, tu maquillaje se arruinará". "Colin, ¿no te agrado?". Leila colocó su cara sobre su pecho, respirando ávidamente su olor. No lejos de ellos, estaba Sofía en silencio. Ella había regresado a buscar su teléfono celular, que había dejado en su habitación. Ella los miró sin alguna expresión en su rostro. "¿Cómo podrías no agradarme, Leila? ¡Eres como mi propia hermana!". Colin trató de consolarla. Cuando vio a la silueta de pie junto a la escalera, un toque de culpa aumentaba gradualmente sobre su rostro. La mano que estaba por acariciar la cabeza de Leila se congeló en un gesto torpe. Sus miradas se encontraron, pero Colin no pudo distinguir la expresión en el rostro de Sofía. Sin darse cuenta, Leila continuó hablando con el rostro puesto en su hombro. "Sabes que no quiero ser tu hermana. En los últimos años, te he llamado muchas

veces. ¿No te diste cuenta? Me he quedado soltera todo este tiempo. Te he estado esperando, Colin. Siempre he dicho que mientras no estés casado, tampoco me casaré. Entonces, de repente, me dices que te has casado con otra persona. Colin, ¿cómo pudiste ser tan inconsciente?". Leila lloró amargamente y abrazó a Colin con fuerza. Sofía vio como se desarrollaba toda la escena. Se habían estado abrazando durante tres minutos, pero ninguno de ellos se había soltado. Ahora, ella estaba segura de que Leila era el verdadero amor de Colin. Sofía bajó las escaleras, la luz en sus ojos se desvaneció. Ella sintió que un dolor sofocante envolvía su pecho. Colin miró impotentemente la espalda de Sofía mientras ella bajaba de nuevo las escaleras. Quería ir tras ella y explicarle, pero no podía ser despiadado ni abandonar a Leila. Se quedó en su lugar, consolando a la mujer que lloraba en sus brazos. "Leila, si fuéramos compatibles el uno para el otro, nos habríamos enamorado hace mucho tiempo. Pero no lo hicimos. No estamos hechos el uno para el otro". Leila tenía 29 años, y él 30. Si él hubiera tenido sentimientos por Leila, no la habría hecho esperar tanto. Leila sabía que estaba diciendo la verdad. Ella se atragantó con sollozos, abrazándolo con fuerza como si fuera a desaparecer si ella lo soltaba. ... En la planta baja, la cena había comenzado. Tomando la mano de Sofía, Wendy la colocó en el asiento junto a ella. Muchos invitados comenzaron a preguntarle a Wendy quién era Sofía. Wendy sonrió y les dijo que Sofía era su hija. Wendy en realidad quería decir "nuera". Pero para lograr que Colin aceptara el matrimonio, ella le había prometido que mantendría su matrimonio en secreto con el mundo exterior.

"¿Dónde está Colin? ¿Por qué está demorando tanto?". El asiento de Colin al lado de Sofía estaba vacío. Ante la pregunta de Wendy, Sofía desempaquetó distraídamente un pañuelo mojado y respondió: "Está ocupado". "¿Con qué está ocupado ahora?". Entonces Wendy se dio cuenta de que el asiento de Leila al lado del general Ji también estaba vacío. Entre las tres mesas para invitados, sólo los asientos de Leila y Colin estaban vacíos. Mirando la pálida apariencia en el rostro de Sofía, Wendy sintió que algo estaba mal. "Sofy, ¿dónde está Colin?" "Parece estar arriba". Sofía aún estaba pensando en Colin y Leila abrazándose. Antes de que ella se diera cuenta, ella había respondido al paradero de Colin. Estaba tan inmersa en sus propios pensamientos que no se dio cuenta de que Wendy iba por Colin. En el pasillo de arriba, el llanto de Leila había llegado a su fin. Colin intentó apartarla, pero Leila se aferró a su abrigo con fuerza. "Colin, Leila". La voz de Wendy venía de la escalera. Al oír esto, Leila se alejó rápidamente de los brazos de Colin. Bajando la cabeza y evitando sus ojos, ella susurró: "Tía Wendy".

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Capítulo 77 Colin Invisible Wendy miró a Leila y a su hijo. Al ver los ojos de Leila enrojecidos por el llanto y la camisa blanca de Colin empapada de lágrimas, desahogó su ira. "Es hora de cenar. ¿Cuándo van a bajar?". "Lo siento, tía Wendy. Voy a bajar ahora mismo". Leila se secó las lágrimas y sonrió. Wendy le devolvió la sonrisa y asintió. "¿Y qué hay de ti, Colin? ¡Sofía te está esperando!". "Iré después de cambiarme de ropa". "Bueno, voy a bajar primero. ¡Date prisa!". Después de decir eso, Wendy se dio la vuelta. La sonrisa anterior en su cara fue reemplazada por una mirada enojada. ¡Colin había ido demasiado lejos! ¿Cómo podía sostener a Leila así? Wendy ignoró las lágrimas en la cara de Leila a propósito. Si ella consolara a Leila, ¿sería justo para Sofía? Justo cuando Colin estaba a punto de regresar a la habitación, Leila preguntó en voz baja: "Colin, ¿puedo usar tu baño y lavarme la cara?". Él se detuvo. Debido al cumpleaños del abuelo, las habitaciones en el segundo piso estaban llenas. Pensando en esto, asintió. Entraron a la habitación de Colin. Dos maletas yacían en el suelo hechas un desastre. Colin señaló el baño. "El baño está por ahí. Voy a cambiarme de ropa". "Está bien. ¡Gracias, Colin!". "De nada".

Luego fueron por caminos separados para arreglarse. Wendy bajó las escaleras y se sentó junto a Sofía, quien miró a Wendy con inquietud. "Mamá, subiste arriba..." "Sí, si fui. Sofía, no puedes darte por vencida ahora. ¡Ve arriba y pídele a Colin que baje!". Wendy susurró suavemente en el oído de Sofía. Sofía se mordió los labios con fuerza y sacudió la cabeza. Ella no quería verlos juntos abrazándose. "Sofía, estoy a tu lado. No tengas miedo. Colin es tu esposo. ¡Si no luchas por él, él terminará con alguien más!". "..." Sofía se levantó de su asiento y fue arriba. No había ningún rastro de los dos en el pasillo. Miró hacia el dormitorio y se preguntó si habían entrado. Sofía se dirigió hacia la puerta de la habitación inconscientemente. La puerta estaba entreabierta, así que ella la empujó suavemente. En el interior, Colin estaba de pie junto a la cama, mientras que Leila se ponía de puntillas para atarle la corbata. "Colin, también puedo atar una corbata. ¿Estás sorprendido? Cada vez que vuelvo a casa, la ataba para mi papá. ¡Mi mamá me enseñó!". Colin no le respondió. "¿Por qué tu madre no está aquí hoy?". "Mamá regresó a casa, así que no pudo venir aquí". "Ya veo". Una vez que la corbata fue atada, Leila sonrió y sostuvo el brazo de Colin. "Ve a echar un vistazo en el espejo. ¡Eres tan guapo!". Caminaron en dirección al espejo. En el momento en que se dieron la vuelta, vieron a la silenciosa mujer afuera de la puerta.

Leila parecía culpable, y soltó el brazo de Colin de inmediato. Colin miró a la callada chica con sentimientos encontrados. "Colin, mamá me pidió que te recordara que fueras abajo. Todo el mundo te está esperando. ¿Estás listo? Si es así, vamos". La voz de Sofía era ligera y suave. Estaba demasiado desconsolada para encontrar su propia voz. "Estoy listo". Colin tomó el saco y se lo puso. Quería seguir a Sofía, pero ella se apresuró a bajar las escaleras. Sofía bajó, dio la vuelta a la sala y se dirigió discretamente a su asiento. Nadie la notó. Detrás de ella, Colin y Leila caminaban por la entrada principal de la mesa del comedor. Mucha gente notó que bajaban juntos. Un zumbido de discusión llenó la habitación. Muchas personas simplemente habían llegado a la conclusión de que Colin y Leila eran pareja. Leila se acercó a Manolo y se sentó a su lado. Pero la sonrisa de Manolo se había vuelto rígida. Estaba insatisfecho con el comportamiento de su hija. Yonata le dijo que Colin se había casado. Después de enterarse del matrimonio de Colin, Leila aún no mantenía su distancia con él. ¡Fue inapropiado! Mirando a la mujer al lado de Wendy, Manolo asumió que debía ser la esposa de Colin. Aunque no podía decidir si ella venía de una familia destacada, ella hizo que todos se sintieran cómodos. Una vez que volvieran a casa, él tendría una larga conversación con su hija. Él nunca permitiría que ella se convirtiera en una amante. Cuando Colin fue a sentarse junto a Sofía, ella estaba comiendo un trozo de foie gras que Wendy tomó para ella. Ella permaneció indiferente ante su presencia, como si ella no lo hubiera notado.

"Sofía, mamá prefiere que estés sana. Deberías comer más. ¡Eres tan linda!". Wendy colocó un pedazo de carpa plateada en el plato de Sofía. Sofía sonrió ligeramente. "Mamá, por favor no te enfoques en mí. ¡Disfruta!". "¡Oh, lo haré!" La armoniosa relación entre ellas puso a Leila a pensar profundamente. Durante toda la cena, Sofía y Wendy conversaron, ignorando completamente a Colin. A su otro lado estaba sentado Helge, quien estaba ocupado muy íntimamente con Shelly. También ignoró a Colin. Colin sintió que se había vuelto invisible para ellos. Tomó la mano derecha de Sofía, pero ella la apartó y tomó un vaso de jugo que estaba delante de ella, tomando un sorbo. Colin se quedó sorprendido. Le había presentado Leila a Sofía como su hermana pequeña. ¿Por qué estaba enojada? La cena terminó alrededor de las 9 p. m. Shelly, Irene y Sofía ayudaron a los dos ancianos a regresar a la habitación para descansar. Colin, Daniel y Curro se estaban despidiendo de los invitados a la entrada. Alrededor de las 11 de la noche, la casa estaba finalmente tranquila. Las tres chicas no se fueron hasta que los ancianos se quedaron dormidos bajo el cuidado de sus pacientes. Preocupada por su padre, Sofía llevó a Wendy a un lado. "Mamá, quiero ir a ver a mi padre". Wendy la veía preocupada. "Ya es demasiado tarde. ¡Deberías ir mañana por la mañana!". "Estoy muy preocupada por papá. No lo he visitado desde que el Doctor Chávez

lo vio. No me sentiré tranquila si no voy". Entendiendo sus sentimientos, Wendy preguntó: "¿Debo pedirle a Colin o al chófer que te lleven?". Sofía mordió su labio inferior. "¿Puede llevarme el chófer?". "¡No hay problema!". Sin decirle a Colin, Sofía subió al auto para ir al hospital después de que todos se retiraron a sus habitaciones. Jay había sido trasladado al hospital privado de Chuck. El conductor la dejó en el departamento de pacientes. "Gracias tío An. Deberías regresar. Me quedaré aquí en el hospital esta noche". "Está bien, Mi Señora. Volveré pronto. ¡Por favor vaya arriba!". Al verla entrar, Álvaro se marchó. En el octavo piso. Sofía abrió la puerta de la habitación 8802 y la encontró tranquila. Jay ya estaba dormido. Un hombre yacía en la cama junto a él. Al oír el ruido, se sentó en la cama. "¡Sofía!" Alejandro se frotó los ojos en desconfianza preguntándose si estaba alucinando por su sueño. Sofía no esperaba ver a su hermano pequeño y se emocionó. "¡Alejandro, estás cuidando a papá!"

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Capítulo 78 Reunión entre hermanos Aarón calzó rápidamente sus zapatos y corrió hacia Sofía. Abrazándose con alegría. "¡Hermana!" "¡Estoy tan contento de verte otra vez!" "¡Yo también!" "Alejandro. ¿Por qué sigues tan delgado?" Sofía sonrió, mirando a su hermano con los ojos llorosos. Alejandro ahora era más alto que ella. Aunque se veía más saludable que hacía dos semanas, todavía era muy delgado que parecía un palo de bambú. Asimismo su piel obscura había comenzado a palidecer, evidencia de que su sufrimiento se desvanecía lentamente. Ella sabía que Colin había escondido a Alejandro en algún lugar, pero nunca esperó que él estuviera en el hospital. Su hermano cuidaba del padre en su lugar. "He subido mucho de peso, ¡la comida del hospital es buena!" Diariamente comía dos o tres ocasiones dentro del hospital. Sofía asintió. "Alejandro, ¿has estado cuidando a nuestro padre todo este tiempo?" "Algo así. Mi cuñado me ofrece un trabajo, así que he estado trabajando como guardia de seguridad en el Grupo SL. La paga es buena. También dijo que cuando la condición de papá mejore, me enviará de regreso a la escuela." El desempeño de Alejandro en la escuela era bueno. Pero tuvo que dejar sus estudios debido a lo que pasó con su familia. Cuñado... Sofía saboreó la palabra. Y Colin le había dado a Alejandro un trabajo. También había prometido enviar a Alejandro de regreso a la escuela tan pronto como su padre se hubiera recuperado. Sentimientos complicados llenaron su corazón. Ella caminó hacia la cama donde Jay yacía, en la que dormía profundamente. Alejandro le informó en voz baja. "Papá está recibiendo psicoterapia del Dr. Chavez. Parece estar mejorando con la medicina adecuada, aunque todavía tiene

sus brotes psicóticos. ¡Pero él me reconoció hoy, lo que es una gran mejoría! Hermana, ¿has descubierto quién es el culpable?" El buen humor de Alejandro desapareció. Sus ojos estaban rojos de ira al tiempo que apretaba los puños. Sofía sacudió suavemente la cabeza. "No lo sé. El asesino no ha sido descubierto todavía." "¡No te preocupes, hermana, nuestro cuñado también lo está investigando! Estoy seguro de que pronto encontrará a la persona detrás de todo esto. ¡Cuando eso suceda, vengaré a nuestros padres!" Los ojos de Alejandro ardían con ira y cierta determinación. Pero Sofía quería alejarlo de este feo desorden. Ella rápidamente dijo, "Alejandro, todavía eres joven. No deberías involucrarte en esto. Hablaré con... ¡hablaré con tu cuñado!" Sofía tartamudeó torpemente mientras decía "cuñado". "No, hermana. Soy un adulto ahora. Quiero asumir la responsabilidad. ¡Ya no soy un niño ahora!" Sofía se sintió mal y trató de sonreír. "Está bien, Alejandro. Si hay alguna información, te la diré." "Gracias, hermana. ¿Dónde está mi cuñado?" Alejandro respiró hondo para calmarse y le preguntó a Sofía con curiosidad. "Hoy es el cumpleaños del abuelo de Colin. Estaba ocupado atendiendo a los invitados cuando llegué aquí." "¡Ah, ya veo! Hermana, no deberías haber venido esta noche, ¡ya es tan tarde! Deberías quedarte con tu esposo y regresar mañana." Alejandro trajo una silla para que Sofía pudiera sentarse al lado de la cama. Y comenzó a contarle a Sofía lo que le pasó después de que se separaron. Cuando el Clan Lo fue atacado, Aarón fue secuestrado por varios hombres y vendido a traficantes de personas.

Pero fue atrapado cuando trató de escapar. Debido a su intento fallido, fue torturado y mantenido bajo estricta vigilancia. Después de ser llevado a varios países diferentes, fue comprado por el propietario de una mina de carbón en el País Green Cold. Desde entonces, solo pudo alimentarse con pan seco y encurtidos mohosos, mientras se le obligaba a realizar trabajos forzados. En ese lugar, nadie lo trataba como a un ser humano. Había pasado un año cuando, un día, vio a Pascua Lien mientras entregaba carbón. Debido a su hermana, Alejandro se había encontrado con Pascua varias veces. Pascua también reconoció a Alejandro después de observarlo por un tiempo. Alejandro le pidió ayuda, pero Pascua se alejó sin volverse. Después de eso, Alejandro perdió completamente la esperanza. Pero semanas después, alguien lo compró de la mina de carbón. Más tarde, descubrió que la compradora era Doroles Lien, quien le había robado el novio a Sofía. Después de obtener su retención, Doroles lo mantuvo encerrado. Ella también lo azotaba de vez en cuando, como si quisiera descargar su ira con él. Alejandro no le dijo nada a Sofía sobre la tortura de Doroles. Cuando llegase la oportunidad, él le devolvería el pago por todo lo que ella le hizo. A las 2 de la mañana. En el dormitorio, Colin paseaba ansioso de un lado a otro. ¿Por qué Sofía no le había dicho que iba a visitar a su padre? ¿Por qué no había vuelto todavía? ¡Esa maldita mujer! ¿No podía ella dejar de ser tan infantil? ¿Por qué siempre tenía que hacerse la difícil con él? A las dos y media. Colin decidió salir por ella. Rápidamente se vistió, buscó la llave y salió corriendo de la Casa Li.

Sofía y Alejandro estaban acostados en la cama del hospital, cuando se abrió la puerta de la sala. Sofía estaba adormilada, pero Alejadro se incorporó y saludó al hombre que entró. "Cuñado" Sofía se despertó al instante. Saltó de la cama y vio que Colin se acercaba a ellos. "Buenas noches. He venido por tu hermana". Colin asintió a Alejandro. Alejandro saltó de la cama y urgió a Sofía, "¡Hermana, rápido! ¿Dónde están tus zapatos? Mi cuañado ha venido a recogerte. Deberías ir a casa con él." La felicidad de Alejandro estaba escrita en toda su cara. Estaba completamente convencido de que Colin era el hombre adecuado para Sofía. Además, el Clan Li había hecho mucho por su familia, y él siempre estaría agradecido. Sofía se quedó sin habla. "¿Acaso dije que iría con él? Te lo dije antes, quiero quedarme aquí esta noche. ¿De qué lado estás, Alejandro?" Acostada en la cama, Sofía se volvió de espaldas a Colin. Alejandro estaba sorprendido. Miró de un lado a otro entre su hermana enojada y Colin. ¿Acaso tuvieron una pelea antes? Colin le dirigió una mirada tranquilizadora. Luego se acercó a Sofía y la levantó de la cama. "Ponle los zapatos", le dijo a Alejandro. "¡Sí, señor! ¡Oh, quiero decir cuñado!" A pesar de la lucha de Sofía, Alejandro le puso sus zapatos fácilmente. Colin asintió a Alejandro. "La llevaré a casa ahora. Le haré a Jay otra visita tan pronto como tenga tiempo." "Bien. ¡Cuídense, hermanos! ¡Tengan la seguridad de que cuidaré bien a mi

padre!" Sofía le lanzó una mirada furiosa. "¡Alejandro Lo! ¡Ni siquiera Judas traicionó a su hermana!" "¡Hermana, no te estoy traicionando! La cama aquí es demasiado pequeña. Me temo que no dormirás bien si te quedas aquí. ¡Nos vemos!" Alejandro les mostró la salida. Ante el temor de que Sofía se escapara de los brazos de Colin y corriera de regreso, Alejandro cerró la puerta detrás de ellos tan pronto como se fueron. Mientras se alejaban, Alejandro escuchó tranquilamente el sonido de los pasos de Colin. Cuando el sonido desapareció en la esquina del pasillo, él abrió la puerta de nuevo. Miró hacia aquella dirección con un gesto serio en su rostro. 'Hermana, no debes renunciar a un hombre rico y poderoso. Lo más importante es que te ama demasiado.' Pensó para sí mismo. Alejandro creía que Colin era el hombre adecuado para Sofía, que él protegería a su hermana. Él había notado los cambios en Sofía. Ella ya no era la niña sombría y gordita que recordaba. En este momento, su hermana se veía hermosa y confiada. Sabía que era por Colin. Y también esperaba que su hermana no tuviera que vivir sumida en el odio como él. Bastaba con que él mismo llevara la carga. Deseaba que la pequeña Sofía viviera feliz con Colin. Cuando llegaran a atrapar al asesino que causó la tragedia en el Clan Lo, él haría todo lo posible para resarcir la bondad del Clan Li. Por encima de todo, deseaba el bienestar de su hermana. Con ese pensamiento, Alejandro oró mentalmente a su fallecida madre. 'Por favor, ayuda a papá a recuperarse pronto, para que pueda vengarlos a los dos.'

... En el carro. Sofía no quería hablar con Colin. Se apoyó en su asiento, con los ojos cerrados.

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Capítulo 79 No te hagas el tonto conmigo El semáforo se puso en rojo. Mientras esperaban en el semáforo, Colin impotentemente trató de explicárselo a Sofía. "Sofía, Leila es como mi hermana menor. Incluso si ella es un poco mayor que tú, te llamará cuñada porque estamos casados. ¿No puedes comportarte como una verdadera cuñada?". Sofía se burló, diciendo una serie de letras al azar. "¡JTTH!" Colin se quedó boquiabierto. ¿Qué se suponía que significaba eso? Sofía volvió a burlarse, pero obviamente no tenía la intención de explicar. Colin pisó el acelerador cuando el semáforo se puso en verde y regresó a la casa Li. Llegaron a casa a las pocas horas de la mañana y todos dormían. Colin metió el auto a la cochera, mientras Sofía se bajó en la puerta principal. Ella se dirigió a la habitación sin esperarlo. Una vez que el auto estaba estacionado, Colin sacó su teléfono y llamó a Helge. Después de un largo rato, Helge finalmente contestó el teléfono. Con voz ronca dijo: "¡Más vale que esta vez sea algo importante, Colin!". ¿Cómo se atrevía Colin a llamarlo a esta hora de la madrugada? ¡Él estaba durmiendo! "¿Qué significa 'JTTH'?". "¿Qué? ¿Qué es eso?". Helge estaba perdido. ¿Aún estaba soñando? Colin repitió. Helge permaneció en silencio durante mucho tiempo antes de volver a hablar. "¿Dónde escuchaste eso?" Helge hizo todo lo posible por recordar cualquier cosa que pudiera relacionarse con la palabra. "Sofía me lo dijo".

"¡Entonces pregúntale a ella! ¿Por qué tienes que llamarme ahora mismo?". "¡Ella está enojada conmigo! No puedo preguntarle, ¡ella no me contestará!". Colin encendió un cigarrillo y aspiró una bocanada de humo. Helge se quedó sin palabras. Realmente quería decirle a Colin que le preguntara a Sofía para que ella pudiera abofetearlo, pero en cambio le preguntó: "¿Por qué te dijo eso?". Colin le contó lo que le había dicho antes de eso. Dentro de medio minuto, Helge se echó a reír. "¡Ya sé lo que significa!". "¿Qué es?". "¡Jódete tú y tu hermanita!" "..." Colin colgó el teléfono. Apagando el cigarrillo, bajó del auto y caminó hacia el dormitorio. Después de una rápida ducha, Sofía se fue a la cama. Justo cuando se cubría con la cobija, Colin entró y la levantó de la cama. Ignorándolo, Sofía se lo quitó de encima y cerró los ojos de nuevo. "¡Sofía Lo! ¡Cómo te atreves!". Colin la fulminó con la mirada. Sofía no se dignó en responder, manteniendo cerrados sus ojos adormecidos. "¡Oye!" En la oscuridad de la noche, el sonido de Colin desabrochando su cinturón sonó ruidosamente en la habitación. Sofía se estremeció. Rápidamente tomó todas las cobijas y se envolvió en un capullo. Bajo las cobijas vino un grito ahogado, "¡Colin! ¡No te me acerques, sucio bastardo!". ¿Sucio? Colin se burló, "Mira quien habla". Dejó caer sus pantalones al suelo, luego su corbata, seguido de su camisa.

Sofía aventó las cobijas y se sentó en la cama. Ella miró a Colin. "¡No quiero dormir contigo!". Colin la miró. "¿No me dijiste anteriormente que querías esto?". Él agarró su muñeca y la atrajo hacia él. En el siguiente instante, Sofía fue presionada debajo de él. Sofía apretó los dientes y dijo: "¿Por qué no vas a buscar a tu amada Leila? ¡Déjame sola!". La cara de Colin se derrumbó. "¿Qué carajos quieres decir?". ¿De qué estaba hablando? Sofía se bufó y lo apartó tan pronto como aflojó su apretón. "¿Qué? Todos vieron lo cariñosos que ambos estaban. No te hagas el tonto conmigo". Colin estaba demasiado molesto como para decir una palabra. "¡Sofía, estás enfureciendo!". "¡Recordemos lo que pasó esta tarde!". Pero Sofía no quería escucharlo. Enojada, le dio la espalda a Colin y se metió entre las sábanas, cerrando los ojos. Aunque su cara estaba en blanco, sus mejillas ardían por lo que él decía. Sofía maldijo en silencio para sí misma, "Bastardo". Colin sintió que estaba a punto de explotar. Se levantó de la cama y se dirigió al baño. Al oírlo abrir la ducha, Sofía soltó un suspiro de alivio y se fue a dormir. Después de salir del Clan Si a la mañana siguiente, Sofía fue nuevamente al hospital. Ella sólo había pedido tres días de descanso, así que tenía que volver al País Z mañana. Cuando ella llegó, Jay estaba viendo la televisión. Felizmente volvió a representar todo lo que vio en la televisión. Alejandro no estaba ahí, la enfermera le dijo que se había ido a trabajar.

A pesar de lo mucho que Sofía trató de explicarse, Jay no creía que fuera su hija. A las 6 de la tarde, Alejandro regresó del trabajo y vio a Sofía pelando una naranja para Jay. "Hermana, ¿cuándo llegaste?". Alejandro había traído los bollos con rellenos al vapor que le gustaban a Jay mucho. Sofía le dio la naranja a Jay. "Por la mañana". Se levantó y fue a lavarse las manos. Alejandro puso los bollos sobre la mesa. Cuando Sofía regresó, preguntó: "Alejandro, ¿cómo es el trabajo? ¿Te cansa?". "No. Hay 4 turnos, así que sólo hacemos 6 horas al día". Sofía sacó una tarjeta de su bolso y se la entregó a Alejandro. "Hay 25, 000 en la cuenta. Tómalo". Ella definitivamente podría sobrevivir con las 5, 000 restantes, porque contaba con Colin. Alejandro le devolvió la tarjeta. "¡No hermana! Mi día de pago se acerca. ¡Puedo apoyar a papá!". "No es para ti. Durante mucho tiempo, los gastos de papá han sido pagados por el Clan Li. Guarda esto para nuestro padre". Aunque estaba casada con Colin, no podía dejar que él siguiera gastando dinero en Jay. La puerta de la sala se abrió, y entró uno de sus benefactores que acababan de mencionar, Colin. Al darse cuenta de la tarjeta de salario del Grupo SL en la mano de Alejandro, descubrió lo que estaba pasando. "¡Cuñado! ¡También has venido!". Alejandro devolvió la tarjeta a las manos de Sofía y saludó a Colin. Ayudó a Colin con los regalos que trajo para Jay. "Alejandro, ¿cómo está papá?". Colin miró a Jay, que estaba sentado frente a la televisión. Parecía estar bien.

Alejandro sonrió. "Gracias a ti, papá ha estado bien recientemente". Colin agitó su mano. "Es mi deber filial apoyar a mi suegro". Alejandro estaba muy agradecido con Colin. Desde que el hombre tomó a su hermana como su esposa, no sólo la ayudó a salir de la angustia, sino que también asumió todos los gastos de su padre. La enfermedad de Jay se había prolongado, y el tratamiento que recibía del hospital había sido el mejor de su tipo. Debió haber costado una fortuna. Pero Colin nunca lo mencionó. Cada vez que visitaba a Jay, les pedía a los médicos que le dieran a Jay el mejor medicamento y le brindaran la mejor atención. Sofía permaneció callada. Ella le dio la tarjeta bancaria a Alejandro de nuevo, pero él se negó. Respirando profundamente lo regañó: "¿Me desafiarás?". "¡Hermana, puedo ganar dinero ahora! ¡No necesito tus ahorros para apoyar al padre!". Incluso si tenían que reembolsar al Clan Li por su bondad, no necesitaba el dinero de Sofía. Lo haría todo por sí mismo. Sofía miró a Alejandro. "Te dije que no es para ti, es para nuestro padre. Guárdalo para él". Alejandro quería negarse, pero Colin interrumpió con calma: "Alejandro, si tu hermana quiere que lo tomes, deberías hacerlo". Al escuchar eso, inmediatamente la obedeció. "Gracias cuñado. ¡Gracias hermana!" ... Sofía se quedó sin palabras. ¡Ese era su dinero! ¿Por qué le agradeció a Colin? Colin se sentó junto a Jay, charló y vio la televisión con él por un rato. Sofía miró por la ventana, perdida en sus pensamientos. Se preguntó si debería ser más tolerante respecto a Leila ya que Colin era tan bueno con su familia. Detrás de ella, Colin y Alejandro hablaban sobre el trabajo de Alejandro. Alejandro dijo que no quería ser un guardia de seguridad por el resto de su vida.



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Capítulo 80 La nueva Sofía La situación actual de Alejandro no era la ideal. Colin reflexionó por un rato. "No, no puedes hacer eso para siempre. Además, no deberías estar cuidando a tu padre todo el tiempo. Tienes que pensar en ti mismo, Alejandro. Quiero que reanudes tus estudios en una escuela, luego te colocaré una universidad adecuada según tus calificaciones". Sofía fingía jugar con su teléfono. Escuchando la sugerencia de Colin, ella habló sin pensar: "Así es, Alejandro. Deberías volver a la escuela". "¿Qué hay de papá?". Alejandro no estaba de acuerdo. "Yo me encargaré de papá". Respondió Sofía. Podía renunciar al Grupo SL y encontrar otro trabajo en el País A, para así poder quedarse con su padre y cuidar de él. Era la mejor solución, pero Colin se burló al instante. "¿Qué hay de mí? ¿Quieres abandonarme?". Sofía se sintió frustrada. De hecho, era su deber cuidar de su marido, por muy superficial que fuera su matrimonio. Hubo una breve pausa antes de que ella hablara. "Sería bueno para ti vivir solo en el País Z, Colin. Puedes tener más privacidad sin mí". Colin podía leer la mente de Sofía y sabía lo que ella quería decir. Antes de que pudiera responder, Alejandro los interrumpió. "¡Esa no es una buena idea hermana! Ya está decidido. Hermana, vivirás con Colin en el País Z, y aquí yo cuidaré de papá. No hablemos de mis estudios por ahora. Puedo volver a la escuela cuando quiera, ¿verdad?". Después de lo que le pasó a su familia, no estaba de humor para regresar a la escuela. Sofía permaneció en silencio. Su hermano había crecido ahora, y él tenía sus propios pensamientos sobre su vida. Ella sabía que no podía decir nada para hacerlo cambiar de opinión. "Está bien, depende de ti. Cuida bien de papá, Alejandro. Tengo que volver ahora. El avión sale temprano mañana por la mañana".

"¿Por qué no me dijiste que tomarías un vuelo mañana temprano?". Colin la miró sin expresión en su rostro. Sofía desvió sus ojos hacia el alféizar de la ventana. "Estás demasiado ocupado para saber mi itinerario". Colin, enfadado, se recostó en el sofá y no dijo nada más. Alejandro pudo sentir que había algo mal entre la pareja. No quiso empeorar las cosas así que no preguntó. El silencio envolvió la sala. Sólo los sonidos del televisor y la risa ocasional de Jay rompían el silencio. Sofía también permaneció en silencio mientras cuidaba las uñas de Jay y le lavaba los pies. Cuando terminó, se levantó y se fue. Colin se despidió de Alejadro y siguió a Sofía. Cuando llegaron al departamento de pacientes externos, Sofía escuchó una voz familiar. Al detenerse en la entrada, observó la escena frente a ellos con mirada indiferente. Paulo estaba sacando apresuradamente a Dolores del coche. Llevándola en sus brazos, corrió al hospital y gritó pidiendo ayuda en voz alta. Cuando se acercaron, Sofía descubrió que Dolores estaba sangrando. Mientras caminaban, dejaron un rastro de sangre atrás. "¡Doctor! ¡Ayuda! ¡Alguien, por favor ayúdenos!". Paulo gritó pidiendo ayuda, y varias enfermeras se apresuraron de inmediato. "¿Qué pasó?". Una enfermera le preguntó rápidamente. "Ella se cayó accidentalmente en un centro comercial". La voz de Paulo se apagó cuando vio a Sofía parada cerca. Él se quedó sin aliento, "¡Sofy!". Al oír esto, Dolores intentó moverse fuera de los brazos de Paulo y estiró el cuello para ver mejor. Su cara estaba blanca como una sábana y sus ojos destellaban odio. Dolores gritó: "¿Qué estás haciendo aquí, Sofía Lo? ¿Por qué siempre estás cerca cuando estoy en peligro? ¿Fuiste tú quien me trajo

desgracia? Vete al carajo, zorra". Su reclamo se detuvo bruscamente cuando vio a Colin de pie detrás de Sofía. Dolores rápidamente cerró la boca. Pero fue suficiente para molestar a Sofía. Aunque no quería lastimar a nadie más de lo que ya estaba, ella había cambiado de opinión. Le mostró a Dolores una sonrisa y dijo: "Dolores, ¿sabes por qué te sucedió esto? ¡Es el karma! ¿De verdad creíste que tu Paulo Tai quiere un niño? ¿Porque los niños son más lindos? No, él no piensa eso. Él solo quiere un hijo porque tu suegra quiere que él tenga uno. En su opinión, sólo los niños pueden continuar con el Clan Tai". Sofía se sintió satisfecha al ver a Dolores ponerse más pálida ante sus palabras. Dando un paso adelante, se inclinó más cerca y la miró hacia abajo desde tres pies de distancia. Comparada con la pálida y demacrada de Dolores, Sofía estaba en buen estado. Llevaba un maquillaje ligero, con su largo cabello simplemente recogido en un chongo en la parte superior de su cabeza. Sus ojos brillantes se destellaron burlonamente hacia Dolores y sus labios de color amapola se curvaron en una sonrisa sarcástica. Llevaba un abrigo gris de manga larga y tacones negros. Sostenía un bolso negro de edición limitada en la mano izquierda, y su mano derecha estaba dentro del bolsillo de su abrigo. De pie frente a la ansiosa pareja, el brillante anillo de diamante en su dedo deslumbró radiantemente. En todos estos años, Paulo nunca había visto a una Sofía tan resplandeciente. Se veía hermosa, confiable y orgullosa... Él la miró con asombro. Cada vez más, sentía que se había perdido de un inigualable tesoro. "Dolores Lien". Sofía se veía tan atractiva cuando sonrió, que incluso Dolores se quedó sin habla. Sus ojos se engrandecieron mientras escuchaba a Sofía. "Deseo que usted y Paulo nunca tengan un hijo". Dicho eso, Sofía se rió y se alejó, a pesar de las extrañas miradas de los espectadores. ¡Qué malicioso deseo esperar que una pareja nunca tenga un hijo!

"Te lo mereces, Dolores. Aún ni siquiera ha empezado mi venganza. ¡Te deseo una larga y dura vida!". Sofía pensó para sí misma. Colin observó todo el drama en silencio. Caminando junto a Sofía, la miró de arriba abajo con gran interés. Apenas podía recordar lo terrible que se veía cuando la conoció por primera vez. Ese día, llevaba un blazer azul oscuro holgado, mallones sencillos y zapatillas que eran demasiado grandes para ella. En aquel entonces, su cara redonda y amarillenta estaba espolvoreada de algunas pecas. Cuando lo vio, sus ojos brillaron con asombro, pero pronto se apagaron con inseguridad. Hoy en día, ella era segura y orgullosa. ¿La había convertido en lo que era ahora? Al pensarlo, Colin se adelantó y atrajo a Sofía a sus brazos. Sofía no luchó, pero preguntó: "¿Has visto quién soy realmente? Soy una mujer despiadada que se ríe de la desgracia de otras personas y añade insultos a las heridas". Haciendo una pausa por un rato, ella lo miró. "¿Tienes miedo, Colin? Esto es lo que soy. Si alguna vez te has arrepentido de haberte casado conmigo, este es el momento para irte. No te rogaré que te quedes". De repente, los ojos de Colin se llenaron de rabia. Sintiendo su ira, ella se detuvo. Colin estaba enojado porque ella dijo: "No te rogaré que te quedes". Él inclinó el rostro de Sofía y mostró una sonrisa burlona. "Pero Sofía, me gusta cuando me suplicas". ... El comportamiento frío de Sofía se derrumbó de repente. Una oleada de rebelión se apoderó de ella. Ella luchó contra el fuerte impulso de golpear a Colin en la cara.

"Oh, sé que quieres abofetearme de nuevo". Colin inmediatamente pudo decir lo que estaba pensando. Su Sofía nunca fue la mujer dulce e indiferente que aparentaba en el exterior. En el fondo, ella era rebelde y violenta. Mirándolo de reojo, Sofía no dijo una palabra. Pero Colin no estaba ni enojado ni desconcertado. "No me mires, querida. Siempre disfruto cuando me golpeas con tus reconfortantes manos. Vamos, ponlas sobre mí. ¿Te gusta ponerlas aquí? ¿Qué tal aquí? ¿O aquí?". Cuando Colin acercó sus manos a su entrepierna, la cara de Sofía se sonrojó al instante. Ella entró en pánico, la ira y la vergüenza aumentaban en su corazón. Con las mejillas ardientes, ella apretó los dientes, "¡Eres un sinvergüenza!". Colin la miró seriamente. "¿De qué estás hablando? Simplemente estoy dejando que me castigues, Sofía". De repente disfrutaba juguetear con Sofía. La cara de Sofía aún estaba ardiendo. Mirándolo con furia, ella lo golpeó en el hombro con su bolso y le gritó. "¡Estúpido! ¡Vete a la mierda!". Colin ni siquiera esquivó su golpe, sólo sonrió y dijo: "Ten cuidado, cariño". Cuando llegaron al auto en el estacionamiento, Colin abrió la puerta y empujó a Sofía hacia adentro. Cayó la noche y el cielo se oscureció. Subiéndose al asiento trasero con Sofía, Colin la tomó en sus brazos. "Sofía, ¿cómo te atreves a enfadarte conmigo y maldecirme así? Vamos a resolver esto juntos".

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Capítulo 81 Sin competencia El corazón de Sofía vibraba muy fuerte en su pecho. '¿Qué estaba haciendo Colin?', se quedó pensativa. Estaban en un estacionamiento público... "¿Colin? ¿No crees que es un poco injusto para la mujer que amas?''. Colin la presionó a Sofía contra el asiento. Aunque no tenía ni idea de lo que la chica le decía, se burló: ''Sabes mucho sobre mí, Sofía. Sí, admito que soy un hombre terrible''. Un hombre terrible que disfrutaba y jugaba con su esposa. Sofía tembló cuando sintió que las manos de Colin le apretaban el trasero. Rápidamente le rogó: "¡Colin! Nosotros... ¡Deberíamos hacer esto en casa! ¡Vamos a casa, por favor!''. "Quiero hacerlo aquí. Pero si quieres hacerlo en casa, podemos tener otra ronda más tarde''. ... Mientras tanto, se llevaron a Dolores a la sala de operaciones mientras Paulo se encargaba de las formalidades. Se escabulló de un lado a otro y cuando pasó por el estacionamiento, escuchó algunos sonidos extraños que provenían de un Porsche. Miró más de cerca y cuando vio que el número de matrícula era 9999, lo identificó como el auto de Colin. Pensó que estaría equivocado, caminó hacia el auto y miró adentro. Estaba oscuro, pero aún se veía claramente a dos personas en el asiento trasero. No necesitó preguntarse qué estaban haciendo. Cuando Colin lo vio, mostró una sonrisa maliciosa y le susurró a Sofía: "Mira, tu exnovio nos está mirando''. La chica abrió los ojos y miró hacia afuera. Cuando lo vio a Paulo que los miraba, sonrió. Sofía envolvió sus brazos

alrededor del cuello de Colin y le susurró: ''Hazme un favor''. Fuera del coche, Paulo los miró sin parpadear. Apretó los puños mientras luchaba contra la urgencia de aplastar su auto. Colin se disgustó. No le gustaba que lo usara contra su ex, así que dijo sarcásticamente: ''¿Qué favor? ¿Quieres que lo invite a unirse a nosotros? No me importa. Como no hay nada entre tú y Paulo, no hay de qué preocuparse''. Sofía apretó los dientes. Trató de abofetearlo, pero él le tomó la mano. Ella le dio una patada fuerte y se burló: ''Bueno, continúa entonces. Si tienes cojones, invítalo''. El rostro de Colin se oscureció. Permaneció en silencio y la presionó más fuerte. Continuaron durante más de una hora. Con los dientes y los puños apretados, Paulo se quedó allí y los observó. Después de que terminaron, Colin se acomodó la ropa y salió del auto. Encendió un cigarrillo mientras se peinaba el pelo desordenado. Sofía tardó un poco más de tiempo para arreglarse. Luego se bajó del automóvil y se acomodó en el asiento del acompañante. Cuando abrió la puerta, escuchó que Colin hablaba alegremente con Paulo. "Señor Tai, nunca imaginé que fueras un mirón. La están operando a tu esposa, pero prefieres pasar una hora viendo a otras personas tener relaciones sexuales''. Paulo lo ignoró y miró a Sofía. El cabello de la chica estaba un poco desordenado por hacer el amor y su cara aún estaba enrojecida. Tenía algunas marcas de besos en el cuello. Irradiaba interminable encanto y seducción. Paulo apretó los puños y se dirigió hacia ella. Todavía disfrutaba del resplandor y Sofía simplemente lo miró con pereza. "¡Sofía, ven conmigo!". La joven se veía débil e igualmente Paulo la agarró del

brazo y se movió para llevársela. Las piernas de Sofía se sentían como gelatina. En la acción, casi se cayó de rodillas. Rápidamente se agarró de la manija de la puerta para estabilizarse. En el siguiente instante, un par de fuertes brazos la abrazaron. Sofía se tambaleó en el pecho de Colin cuando el joven lo empujó a Paulo para alejarlo. "Paulo Tai, ¿cómo te atreves a aprovecharte de mi mujer en mi presencia?". Colin se la llevó a Sofía y la ayudó a sentarse en el asiento del acompañante. ¡Pum! Cerró la puerta de un fuerte golpe. Sofía bajó la ventanilla con ansiedad. "¡Colin, no le pegues!". El joven era el Director interino del Grupo SL, no sería bueno que se metiera en un escándalo. Después de todo, estaban en público y Colin era una figura muy conocida. Pero el chico interpretó que Sofía protegía a Paulo. Ella no quería que lo lastimara... Colin le lanzó una mirada muy seria. Se acercó a Paulo que estaba recostado contra un coche y bastante mareado y lo agarró del cuello. Antes de que Paulo pudiera reaccionar, Colin le dio un puñetazo en la cara. Casi se desmayó cuando otro puño desenfrenado lo golpeó. "Te dije que te mantengas alejado de mi esposa. Como no escuchas, te enseñaré a hacerlo''. "¡Colin! ¡Esto no es una competencia justa!''. Paulo intentó defenderse, pero Colin era un soldado muy entrenado. Bloqueó fácilmente cada movimiento del hombre. No hubo oportunidad para que Paulo le devolviera el golpe. "¿Competencia? ¿Quieres competir conmigo? ¿Con qué?". Colin le lanzó una mirada con desprecio. Paulo miró hacia atrás. Al ver que Sofía bajaba la ventanilla, bajó la voz. "Colin, eres el heredero del clan Li. ¿Por qué estás tan obsesionado con una ramera tan

sucia?''. "Tengo mis razones. ¿Tienes alguna idea de por qué dejó a todos sus ex, incluyéndote a ti? Porque ninguno de esos hombres pudo satisfacerla. Sofía no volverá contigo. Tendrás que masturbarte solo, imbécil''. ¡Colin nunca dejaría ir a Sofía! De repente recordó algo. "¿No me hablaste sobre su virginidad?". La culpa brilló en los ojos de Paulo, pero resistió su conciencia. "Yo lo hice. Le quité su virginidad''. Colin lo golpeó de nuevo y esta vez, su puño aterrizó justo en su cara. "Colin, ¡estás realmente loco!". Paulo extendió una mano, se tocó su ojo hinchado y gritó de dolor. Cuando Sofía lo oyó, abrió la puerta y se bajó del auto. No tenía idea de lo que estaban hablando, solo sabía que se peleaban. Tomó el brazo de Colin y le dijo suavemente: ''Vamos a casa''. Sofía estaba agradecida de que Colin la apoyara, pero no quería que el chico se involucrara en sus asuntos. Colin la miró fijamente. Luego de un rato, lo dejó ir a Paulo que gemía de dolor y volvió al coche. El automóvil arrancó lentamente y Sofía estaba en el asiento del acompañante. Cuando pasaron cerca de Paulo, la chica ni siquiera lo miró. La angustia se apoderó del hombre cuando los vio alejarse. ¿Fue así como se sintió Sofía cuando se separaron? Paulo se sintió horrible. Solo quería estar con ella. El auto salió del hospital y aceleró por la carretera. Colin preguntó con descontento: ''¿Qué? ¿Estás molesta?''. Sofía estaba confundida. ¿De qué estaba hablando? "¿Por qué tengo que estar molesta?".

"No seas tonta, Sofía. ¡Si alguna vez te veo con otro hombre y especialmente con Paulo Tai, te mataré y arrojaré tu cadáver al mar!''. Sofía estaba frustrada. "¿Dices esto porque te detuve para que no lo golpearas? No me importa Paulo, Colin. Me preocupé y no quería que te metieras en problemas''. Sofía trató de explicárselo, pero Colin no la escuchó. El joven permaneció en silencio y mantuvo sus ojos en el camino. Cuando regresaron a la Casa Li, la cena ya estaba lista. Todos se preparaban para sentarse y comer. Cuando vieron a Colin y Sofía, los sirvientes rápidamente trajeron dos juegos de tazones y palillos para ellos. Pero Colin subió las escaleras sin mirar atrás. "¡No tengo hambre!". Sofía se sintió avergonzada. ¿Cómo podía tan fácilmente hacerla a un lado después de usarla así? "¿Qué le pasa a Colin?". Preguntó Wendy con curiosidad. Sofía no quería inventar otra historia. "Nos metimos en una pelea antes''.

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Capítulo 82 Fuera de lugar Wendy pensó que Colin estaba molesto por lo que pasó la otra noche y la llevó a Sofía a sentarse a la mesa del comedor: "¡Sofía, no te preocupes, yo estoy a tu lado! No hiciste nada malo''. Sofía estaba sorprendida y muy halagada. Estaba tan emocionada que casi se echó a llorar. Cuando la cena finalizó, Sofía se fue a la cocina. Preparó un tazón de tomate y fideos de huevo para Colin y lo llevó arriba. En el estudio. Colin hablaba con alguien por teléfono y posiblemente era Wade Ji. Cuando Sofía entró con los fideos, escuchó que Colin decía: ''Devuelve el boleto de avión de Sofía y...". "¡Cómo te atreves!". Le gritó Sofía. Colin le lanzó una mirada, pero continuó: "Devuelve el boleto y dale una semana de licencia''. Sofía puso el tazón sobre la mesa y agarró el teléfono de la mano de Colin. "¡Volveré al país Z mañana!". No podía tomarse más licencias ni faltar al trabajo. ¡Todos sus bonos desaparecerían! ¿Cómo podría ayudar a su padre sin sus bonos? "Devuélveme mi teléfono''. Colin extendió una mano. Sofía acercó su teléfono a su oreja. "Señor Ji, volveré a trabajar pasado mañana. Por favor no escuches al señor Li. ¡Gracias!". Wade quería decir algo, pero Sofía cortó la llamada.

Wade se sintió frustrado. ¿Sofía tenía alguna idea de lo que estaba haciendo? ¡El señor Li quería irse de vacaciones con ella! Después de colgar el teléfono, la chica dejó escapar un suspiro de alivio y se lo devolvió a Colin. "Si tienes que quedarte en el País A por un tiempo, puedo volver por mi cuenta''. Después de todo, Sofía viajó sola la última vez. Era una experta en los temas de viajes y aeropuertos ahora. Colin contuvo su ira mientras trataba de explicarle: "Quiero tomarme unos días de descanso y quiero pasarlos contigo. Podemos viajar al extranjero junto con algunos amigos míos''. ¿Viajar al extranjero? Sofía negó con la cabeza. "Puedes ir con tus amigos solo. Después de todo, nuestro matrimonio no es real. No creo que sea apropiado que viajemos juntos''. Colin estaba enojado y frustrado. Respiró hondo varias veces, apretó los dientes y le gritó. "¡Vete de aquí!". Sofía obedeció en silencio. Pero antes de salir de la habitación, se volvió y dijo: "El tazón de fideos es para ti. Es para que comas algo''. "¡A la mierda con tus fideos! ¡Aléjalos de mí! ¡No los quiero!''. Colin se sentó en su escritorio muy enojado y comenzó a revisar algunos documentos. Sofía se le acercó y le puso el tazón de fideos delante. "Come un poco. No tendrán buen sabor si los comes fríos''. ¿Cómo podría Colin tener apetito ahora? Intentó reprimir su ira y gritó de nuevo. "¡Aléjalos, no quiero tus fideos! ¡No me hagas repetirlo por tercera vez!''. Sofía le dirigió una mirada y se sentía un poco herida. Cogió el cuenco y sacó unos fideos con los palillos. "¿Quieres que yo te alimente? Vamos, al menos

toma un bocado. Los preparé para ti...''. "¡Vete de aquí!". La rabia contenida se sintió como un nudo en su estómago. ¿Cómo puede ser tan estúpida esta mujer? Sofía se tocó el estómago hinchado. Estaba realmente satisfecha ahora, no podía comer ni un bocado más. Si Colin no quería los fideos, se tirarían... Qué desperdicio. Levantó los fideos con los palillos, se los acercó a su boca y le dijo: ''Inténtalo. Están muy sabrosos...''. Gracias a Colin, Sofía se había convertido en una muy buena cocinera. Los fideos que preparó olían muy bien. Si no estuviera tan llena, se los comería ella. Colin levantó la mano para apartarla. Pero su mano accidentalmente aterrizó en el tazón y el cuenco se deslizó de la mano de Sofía. El suelo no estaba alfombrado y el cuenco se rompió cuando golpeó contra las baldosas. Todo su contenido se derramó por todas partes. Wendy corrió al estudio cuando escuchó el ruido. "¿Qué pasa, Sofía? ¿Qué pasó?". Cuando vio el desastre en el suelo, jadeó, "¡Qué vergüenza! ¡Sofía, te tomaste tantas molestias para hacer eso!''. Las palabras de Wendy hicieron que el corazón de Colin se apretara con fuerza. De repente se sintió culpable por sus acciones. Se volvió hacia Sofía para disculparse: "Yo lo...". Antes de que pudiera disculparse, Sofía interrumpió: "Está bien, mamá. Lo limpiaré''. "¡No, Sofía! Llamaré a los sirvientes para que lo limpien. ¿Te lastimaste? Déjame echar un vistazo''. Wendy tomó las manos de Sofía y la miró de arriba abajo. La chica sacudió suavemente la cabeza. "Mamá, no estoy herida. Iré y llamaré a

los sirvientes''. "Bueno''. Cuando Sofía salió de la habitación, Wendy miró a su hijo con enojo. "¡Qué pasó! ¡Un plato de fideos nunca saltaría al suelo por sí solo! Lo que sea que hayas hecho, decepcionaste a Sofía, Colin!''. El joven no respondió. Wendy se enojó más con él, pero no pudo hacer nada al respecto. Cuando un sirviente entró para arreglar el desorden, Wendy se fue. Mientras el empleado limpiaba el desastre, Colin se pasaba los dedos con irritación por el pelo. Él tampoco entendió. '¿Por qué rechazó el tazón de fideos? ¿Por qué la rechazó a Sofía?', pensó confundido. Eso estuvo fuera de lugar. Sofía volvió a la habitación y se preparó para darse una ducha. Colin la agotó mucho cuando estaban en el estacionamiento, pero el encuentro con Paulo la desgastó aún más. Y ahora, el incidente de los fideos la hizo sentir aún peor. Estaba completamente exhausta después de un día tan largo. Decidió que tomaría una ducha refrescante. Cuando Sofía salió del baño, todavía estaba sola en el dormitorio. Después de empacar sus cosas, se fue a la cama. A las doce de la noche, la puerta del dormitorio se abrió silenciosamente. Colin entró y caminó de puntillas hacia la cama. Sofía fruncía el ceño mientras dormía. Parecía que dormía, pero no descansaba. Colin bajó la cabeza y la besó en la frente antes de ir al baño. A la mañana siguiente, Sofía ya se había ido al aeropuerto cuando Colin se despertó. La chica le dio un beso de despedida a Wendy antes de subir a bordo. "Mamá, tengo que irme ahora. Debes venir a visitarnos al País Z. ¡Te recibiré allí!''. Con

su maleta en la mano, Sofía la saludó a Wendy. "¡Seguro que lo haré! ¡Cuídate, Sofía! Si quieres comer algo, solo díselo a los sirvientes. No tienes que cocinar tú misma. Ya es demasiado agotador para ti ir a trabajar todos los días''. Fastidiándose y preocupándose como si fuera la madre de Sofía, Wendy no pudo evitar caminar hacia ella y alisarle el cuello de su abrigo. Sofía la abrazó. "¡Lo haré! ¡Cuídate, mamá!". "¡Buen viaje!". ... Tan pronto como Sofía regresó al País Z, volvió a estar ocupada. Antes de irse del hospital, le dijo a Alejandro que comprara un teléfono móvil con el dinero que ella le había dado y así poder comunicarse más fácilmente. Después de comprarlo, Alejandro la llamó y Sofía guardó el número. Desde entonces, los dos usaron sus teléfonos celulares y se contactaban regularmente. Sofía también hacía videollamadas con él y Jay de vez en cuando y también lo usaba para asegurarse de que su padre se estaba recuperando. El tercer día después de su llegada, Sofía escuchó a un colega gritar de sorpresa mientras almorzaba en el comedor. "¡Chicos! ¡Miren esto! ¡El señor Li está en los titulares de hoy! ¡Algo pasó entre él y Leila Ji!''. "¿En serio? ¡Déjame echar un vistazo! ... ¡Oh! ¡Es real!". "Oh, Dios mío... ¿Es Leila Ji la esposa del señor Li? ¡Mira, aquí hay una foto! ¡El señor Li la lleva sobre su espalda!''. ... Cuando oyó eso, Sofía perdió el apetito. Sacó su teléfono de su bolsillo. Cuando abrió Twitter, hizo clic en una noticia que se mencionó en los temas candentes de hoy.

Junto con el informe había nueve fotos que los paparazi tomaron de Colin y Leila.

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Capítulo 83 Noticias desgarradoras La quinta foto se tomó desde un costado. Sobre la espalda de Colin, Leila parecía bastante feliz. Todas las compañeras de trabajo que estaban alrededor de Sofía gritaban de emoción. Su mente estaba en blanco y no podía prestar atención a lo que estaban diciendo. No podía apartar los ojos de las fotos de Colin donde se lo veía que cargaba a Leila sobre su espalda. Si tenía alguna duda sobre la identidad del verdadero amor de Colin, ahora estaba segura de ello. No podía ser nadie más que Leila. Sacó la conclusión de que la mujer que Colin amaba era la famosa estrella Leila y los ojos de Sofía se humedecieron. Cuando bajó la cabeza y llenó su boca con fideos, las lágrimas cayeron en el recipiente. '¿Por qué lloraba? Colin la quiso llevar con él. Ella rechazó su invitación', Sofía se quedó pensativa. Pero todavía se sentía triste porque Colin no le mencionó que Leila también estaría allí. Pensó que el chico iba con sus amigos varones. Si hubiera sabido que la gran estrella que codiciaba a su marido también estaría allí, habría ido con Colin incluso si le costaba un mes de salario. Sofía se enjugó las lágrimas con un pañuelo y trató de calmarse. Por la tarde, todos los empleados del Grupo SL en el País Z hablaban del matrimonio de Colin y Leila. Los llamaron 'la pareja dorada' porque su apariencia era encantadora y sus antecedentes privilegiados.

En la oficina de la consultora privada, Sofía miraba fijamente la imagen. '¿Qué debería hacer? ¿Debería romper su matrimonio y apartarse para dejarle libre el camino a Colin y Leila?'. Su teléfono sonó mientras lo meditaba. Era un número desconocido. Solo unas pocas personas tenían su número de teléfono. Sofía se preguntó quién la llamaba. Contestó el teléfono: "¿Hola?". "Sofía, soy yo". Era Mario. La chica sonrió. "Mario, ¿cómo conseguiste mi número de teléfono?". La última vez que se encontraron, Colin estaba allí. No tuvieron la oportunidad de intercambiar los números. "Mi asistente me ayudó. Sofía, ¿viste el informe?''. Mario miraba las noticias en su tableta. Sofía pensó por un momento y respondió con sinceridad: "Sí''. "Sofía, estoy con ellos. No fue así. Leila se torció el tobillo y estábamos a medio camino en la montaña. Colin la cargó en su espalda por el resto del trayecto''. Sofía no se sintió mejor después de escuchar la explicación de Mario porque el chico no fue quien la llamó para explicarle. "Lo sé. Está bien. ¡Diviértanse!''. Mario sabía que la chica fingía que estaba bien. Mario estaría feliz si a Sofía realmente no le importara, porque eso significaría que no amaba a Colin. Pero su tono reveló sus sentimientos por el joven. Realmente se había enamorado de él. Mario la consoló. "Lo haremos. Nos divertiremos. Sofía, no llores. Volveremos en dos días''. Mario le dijo que no llorara porque escuchó pasos detrás de él.

Dijo eso para que pareciera que Sofía lloraba. Pero sabía que seguramente lo había hecho. Sofía estaba sorprendida. '¿Cómo supo Mario que había llorado?', pensó la joven. "Bueno. ¡Diviértanse! Adiós, Mario''. "Adiós, Sofía''. Mario colgó el teléfono, miró hacia atrás y lo vio a Colin de pie detrás de él. Estaba en lo correcto. "No sé si la amas a Sofía o no, pero te casaste con ella. ¡Deberías haberte dado cuenta que un informe como este la lastimaría!''. Mario lo reprendió a Colin con frialdad y lo dejó solo en la habitación. Colin miró el paisaje sumido en sus pensamientos. Después de un rato, sacó su teléfono y la llamó a Sofía. Cuando vio el nombre de Colin en la pantalla, la chica no contestó el teléfono y lo puso en modo silencioso. '¿No estaba divirtiéndose con su amada Leila? ¿Por qué la llamaba ahora? ¿Para presumir y alardear?', pensó la chica. Wade recibió una llamada telefónica. Se levantó y llamó a la puerta de la oficina de Sofía. Cuando Wade entró, la chica se puso de pie. "Señor Ji''. "Señorita Lo, tienes una llamada''. Wade dijo esto y le entregó el teléfono a Sofía. La chica estaba confundida hasta que vio el nombre del 'señor Li' en el identificador de llamadas. Se llevó el teléfono a la oreja. "Hola, señor Li''. Una voz fría vino del otro lado. "¿Por qué no contestaste?". "¿Por qué debería hacerlo?". La chica le repreguntó. Colin estaba realmente furioso.

"¡Soy tu esposo!". Wade salió de la oficina y cerró la puerta. Sofía se burló: "Claro, pero mi esposo se está divirtiendo con otra mujer. ¿Debo seguir su ejemplo y encontrarme con un joven apuesto?''. "¡Sofía Lo, no te atrevas!". "¿Por qué no? Señor Li, si quieres, ¡incluso te enviaré un vídeo en vivo!''. Hubo un largo silencio. Sofía estaba a punto de terminar la llamada cuando escuchó una suave voz femenina. "Colin, te estaba buscando. ¡Vamos a las aguas termales!''. Primavera calurosa... Sofía comenzó a imaginar todo tipo de cosas. Sonrió con amargura. "Adiós, señor Li. Será mejor que no te moleste ni te impida disfrutar de las aguas termales con tu amada". Cuando la llamada terminó, Sofía se apretó su pecho con fuerza. Le dolía el corazón. Colin siempre se lo rompía. El teléfono sonó cuando se lo devolvió a Wade. Era Colin de nuevo. Wade la miró, pero la chica solo agitó su mano con desprecio y regresó a su oficina. Las otras secretarias los miraron con curiosidad y se preguntaron qué estaban haciendo. Wade solo pudo contestar el teléfono. "Señor Li''. "Trata de retenerla. Que se quede allí. Dale un trabajo que dure hasta la una de la madrugada''. Wade preguntó con cautela: "¿Está seguro, señor Li?''. "¡Sí!". Colin entró a su habitación mientras terminaba la llamada. Leila lo siguió hasta la habitación. Le dijo con cautela: "Colin...''. El chico reprimió su irritación y le sonrió. ''Leila, tengo algo que terminar en el País Z. Tengo que volver primero. Diviértete con todos aquí''.

Las personas que los acompañaron eran: Helge, Mario y los hijos de otras familias ricas. Leila ya los conocía a cada uno de ellos. "¿No puedes esperar hasta pasado mañana?". Sabía que Colin se iba. Leila se enojó y sintió ganas de llorar. El chico empacó sus cosas rápidamente. Luego se acercó a Leila y le acarició el pelo. "No. Es algo urgente. Tengo que volver ahora mismo. Ve y quédate con Helge y Mario''. Leila lo conocía lo suficiente y sabía muy bien que no cambiaba de opinión una vez que decidía hacer algo. "De acuerdo. Colin, ¿puedo ir al País Z a verte?''. '¿Ir al País Z? ¿Sofía estaría molesta? Probablemente no, Leila solo quería visitarlo y divertirse', pensó. "Por supuesto. Llámame cuando vayas''. Vaciló un rato antes de responder y esto le dolió mucho a Leila. La mujer asintió con la cabeza. "Ten cuidado en tu camino a casa''. "Lo haré. Adiós, Leila''. Colin lo llamó a Helge mientras iba de regreso. Después de que leyó las noticias, el hombre entendió la repentina partida de Colin.

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Capítulo 84 Horas extras ¡Colin se hundía en el pantano del amor! "Trata de convercerla cuando llegues. A las mujeres les gusta eso. ¿Lo entiendes?". Helge se recostó en el borde de la piscina de aguas termales y lo miró al silencioso Mario. Uno era feliz mientras que el otro estaba triste. Así estaban sus dos hermanos últimamente. ¿A las mujeres les gusta ser persuadidas? Sentado en el auto, Colin reflexionó sobre las palabras de Helge. Arrancó su Aston Martin gris plateado y condujo a toda velocidad hacia la autopista. Estaba en el País Green Cold. Le tomaría por lo menos cinco horas llegar al País Z desde aquí. Y ya eran las cuatro de la tarde. Incluso si llegara temprano, serían más o menos las nueve de la noche. En el País Z, Sofía estaba desconcertada por el trabajo extra que Wade le había dado. "Señorita Lo, hay mucho trabajo acumulado de los últimos tres días que no estuviste aquí. Estos documentos se necesitan para mañana''. Bueno, eso sonaba razonable. "Bueno. Voy a trabajar en ellos''. "Gracias, señorita Lo''. Wade se sintió culpable porque los documentos no eran ni urgentes ni importantes. Pero el señor Li le dijo que lo hiciera. No tenía elección. "Está bien, señor Ji''. Todos se habían ido a casa. Solo Sofía y los empleados del Departamento de Relaciones Públicas permanecían en la oficina.

Este Departamento se quedó para manejar los informes sobre Colin y Leila. Mientras tanto, Sofía trabajaba horas extras debido a una orden de Colin. A las diez de la noche, la chica se quitó las gafas y se frotó los ojos doloridos. Sintió que le tomaría muchas horas procesar esos documentos. Suspiró impotente y se puso las gafas para continuar. En ese momento, la puerta se abrió. Sofía se sobresaltó ante el sonido. ¿Qué? ¿Colin? Cuando la vio a Sofía sentada en su escritorio, Colin suspiró aliviado. Valió la pena apresurarse. "¡Sofía Lo!". La llamó. "Sí, señor Li''. Miró de nuevo la computadora y continuó trabajando. Colin se acercó, la atrajo hacia sus brazos y respondió con un beso. Sofía no podía salir de las garras del joven porque la apretaba con fuerza. Cuando la chica dio un paso atrás, Colin dio un paso adelante. Esto continuó hasta que llegaron a la pared y Sofía quedó atrapada en sus brazos. Colin besó con avidez la boca que se había perdido estos últimos días. No la dejaría ir tan fácilmente. La oficina se impregnó de una atmósfera romántica. Colin tiró los documentos de la mesa y levantó a Sofía. Con los labios libres, la chica jadeó: "¡Compórtate! ¡Estamos en la oficina!''. ¿Y qué? A Colin no le importaba en absoluto. Enterró su cabeza en el cuello de Sofía y succionó con entusiasmo. Sofía casi se entregó a Colin, pero de repente apartó al hombre excitado y comenzó a arreglarse la ropa. "Señor Li, ¿la señorita Ji no te satisfizo?''.

Colin ignoró su sarcasmo y la atrajo hacia sus brazos. "Vamos a mi salón''. "Lo siento, señor Li. Estoy ocupada. Tengo trabajo que hacer''. Sofía lo alejó y volvió a sentarse en su escritorio. "¡No tientes a tu suerte!". Colin estaba exasperado. Dejó atrás a sus amigos y se apresuró para volver a verla. ¿Para qué? Sofía lo recompensó con cinismo e indiferencia. ¿Tentar a su suerte? Sofía detuvo su trabajo y le preguntó con calma: ''¿Cómo? ¿Qué me dijiste? ¿Que no le haga caso a tu relación con otra mujer? ¿Que salga de la mansión y que le deje espacio? O... ¿Debería simplemente renunciar al título de Señora Li?''. Sus sugerencias se volvían cada vez más escandalosas mientras Sofía hablaba. Si no quería acostarse con él ahora, estaría bien. El chico podía esperar hasta que llegaran a casa. Colin le agarró la muñeca. "No es lo que piensas. No hagas suposiciones salvajes. Vamos a cenar ahora''. Colin dejó a un lado todos los documentos y la arrastró fuera de la oficina antes de que Sofía pudiera responder. "Colin, no puedo irme ahora. Tengo que terminar todos estos documentos. El señor Ji dijo que se necesitaban para mañana''. "No. No es así''. "¿Qué?". "Dije que no son necesarios para mañana. Le dije que te los diera''. La arrastró y la empujó hacia el ascensor. Sofía estaba triste. "¿Disfrutas aprovechándote de tu autoridad sobre mí?". Cuando llegaron al estacionamiento subterráneo, Colin señaló su auto. "¿Quieres otra oportunidad?". "..." Sofía sabía a qué se refería, sacudió la cabeza con furia y dejó de hablar.

Colin estaba contento. La ayudó a subir al asiento delantero del acompañante, arrancó el auto y se marcharon. No muy lejos de ellos, una mujer que se escondía detrás de un auto asomó la cabeza. ¿Sofía Lo y el Señor Li? Cuando Jimena volvió a la oficina para buscar su lápiz labial, no esperaba verlos juntos. '¿Sofía no estaba comprometida? Pero la chica y el señor Li parecían estar muy cerca. ¿Sofía tenía una aventura?'. Pensó en esto y Jimena apretó el puño. No podía creer que esta zorra estuviera con el señor Li. Revisó las fotos en su teléfono y decidió que la avergonzaría a Sofía al día siguiente. Sin darse cuenta de esto, la pareja decidió qué comer. "¿Comida occidental o china?". "¡China!". Sofía respondió sin dudarlo. No le gustaba la comida occidental. Le gustaba la cocina china y especialmente la de Sichuan. "Bueno''. Finalmente se detuvieron en un restaurante que servía platos de comida Hunan. Cuando Sofía se bajó del auto, Colin caminó hacia ella y la tomó de la mano. Intentó resistirse, pero se rindió cuando Colin no la soltó. Sofía no sabía que podía ser una mujer tan receptiva. Estuvo enojada con Colin toda la tarde, pero ahora le tomaba la mano y estaba a punto de cenar con él. El restaurante estaba decorado en un estilo 'retro'. Escogieron una lujosa habitación privada con una ventana. Les trajeron dos menús y Sofía leyó el suyo lentamente.

"Ordena lo que quieras''. Colin lo cerró y dejó que Sofía ordenara primero. Sofía estaba realmente hambrienta. No había cenado debido al trabajo extra. Pidió la cabeza de pescado con pimienta picada, el cerdo salteado, la sopa de carne con enoki... Todos los platos picantes. Levantó los ojos y le preguntó a Colin: "¿Puedes comer comida picante?". ¿Ella lo hacía a propósito? Comió toda la comida picante que ella cocinó en casa. "Por supuesto''. Colin aprobó su elección y Sofía cerró su menú y se lo dio al camarero. "Eso es todo. Que sean bastante picantes, por favor. Súper picantes. Y me gustaría dos tazones de arroz y un vaso de jugo de frutas. ¡Gracias!". Colin abrió su menú. "Tomaré la carne de res guisada, los brotes de bambú fritos y un vaso de jugo de frutas. Eso es todo''. El camarero confirmó sus órdenes. Luego preguntó: "Señorita, ¿le gustaría probar el pimiento Naga Jolokia? Podemos añadir un poco en el cerdo salteado''. Sofía intentó probarlo una vez. Era uno de los mejores pimientos autóctonos de la India. Sofía preguntó: "¿Cuánto vas a agregarle?".

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Capítulo 85 La maldición de Dolores El camarero se quedó pensando por un momento. "Señorita, si quiere probar el chile habanero, puedo pedirle al cocinero que ponga uno en su plato. Tres pimientos del nivel diablo a lo mucho". "Bueno. Quiero tres pimientos en mi plato". Sofía ya había comido cuatro pimientos del diablo anteriormente. Pensando que los habaneros aquí podrían ser de otro tipo más picante, Sofía pidió sólo tres pimientos del diablo. Colin dejó escapar humo cuando el camarero se fue. "No es saludable para el estómago comer demasiada comida picante". Sofía tomó un sorbo de limonada. "Está bien." A ella le gustaba mucho la comida picante y su lengua ya se había acostumbrado al sabor del chile. "¿Por qué no atendiste mi llamada?" Colin no había olvidado lo que pasó esa tarde. Sofía sonrió. "Señor Li, no quise estropear tu hermosa cita". Los ojos de Colin se ensombrecieron. "No estábamos en una cita. Había otras personas allí también. ¡Por última vez, Leila y yo no tenemos ninguna relación amorosa!" "No tienes que explicármelo." Sofía quiso decir que él no tenía que mentirle porque ella podía darse cuenta por sí misma. El hombre arrojó un poco de ceniza de cigarrillo y la miró. "Sofía, por favor no me hagas enojar". Los ojos de Sofía se abrieron ante sus palabras. ¿Cómo podía decir que ella fue la que lo hizo enojar? Por el contrario, ¡Colin fue quien la hizo enojar a ella! Colin era bueno para cambiar los hechos. Sofía cambió el tema. Ella no quería seguir hablando más sobre eso. Todo lo que

quería hacer ahora era comer, luego irse a casa temprano para un buen descanso. Ella estaba callada, pero Colin rompió el silencio. "He decidido enviar a Alejandro a la escuela secundaria para que estudie de nuevo". Sofía negó con la cabeza. "Ahora no es el momento adecuado para enviarlo a la escuela. Si yo estuviera en el País A, él podría ir a la escuela. ¿Me vas a dejas volver al País A? Olvídalo, no debería haber dicho nada. Colin dio una profunda calada al cigarrillo. "¡Un año!" La traería de vuelta después de un año. "Bueno." Sofía dejó escapar un suspiro. Estaba preocupada por su padre quien se encontraba en el País A. El teléfono de Sofía sonó, rompiendo el breve silencio en la habitación. Era una llamada de un extraño. Ella contestó el teléfono con curiosidad. "Hola." Un grito ensordecedor resonó en el oído de Sofía tan pronto contestó. Ella tuvo que alejar rápidamente el teléfono. "¡Sofía Lo, eres una mujer cruel y malvada! ¡Tú deberías morir! ¡Te maldigo para que nunca tengas un hijo en esta y en tú próxima vida!" Dolores gritó como una loca y maldijo a Sofía. "¿Qué te he hecho?", preguntó Sofía cuando Dolores tomó aliento. Dolores gritó de desesperación. Sofía estaba tan alarmada que apartó el teléfono de nuevo. "¡Es tu culpa! ¡Maldijiste a mi bebé, perra! ¡Si no fuera por ti, mi bebé todavía estaría vivo! ¡Perra! ¡Sofía Lo, te voy a matar la próxima vez que te vea!" Sofía estaba en silencio. ¿Dolores quiso decir que su bebé murió?

"¿Estás loca? Perdiste a tu bebé porque resbalaste y te caíste en el centro comercial. No es mi culpa. Estás lanzando acusaciones como un loca". ¡Qué exagerada! Sofía no se encontraba de buen humor, incluso antes de contestar el teléfono, y ahora estaba aún más molesta después de la llamada de Dolores. "¡Si tú no hubieras maldecido a mi hijo, él no habría muerto! ¡Lo perdí porque tú maldijiste a mi bebé! ¡Sofía Lo, vete al infierno!" ¿Qué? Sofía se quedó sin habla. Si la maldición fuera real, Sofía ya habría muerto muchas veces por las numerosas maldiciones de Dolores. "Si mi maldición fue real, ¿qué hay con la tuya? Tú me maldijiste antes, junto con toda mi familia. ¿No deberías estar tú en el infierno ahora? Me incriminaste y me enviaste a la cárcel por cinco años. Deberías ser apuñala y torturada en las llamas del infierno". La voz fría de Sofía hizo que las locas acusaciones de Dolores terminaran súbitamente. Colin miró a Sofía, cuyo rostro se hacía cada vez más severo. Sacó su teléfono celular y le envió un mensaje a Wade: "Encuentra a la criada conectada con la Familia Lien que estuvo involucrada en el caso de Sofía hace dos años". "Si señor Li". Antes de que se sirvieran los platos, Sofía terminó la llamada bruscamente. Sostenía el teléfono con fuerza en su mano temblorosa. Colin la miró con discreción. "Sofía, no seas estúpida. ¿Cómo puedes alterarte ante tu enemiga?" Sus palabras fueron un golpe al corazón de Sofía. Sí, perdió su temperamento debido a Dolores, aunque no se lo merecía. Ella pensó que nunca perdería la calma por culpa de Dolores, pero lo hizo. "¿Sabes cuánto cuesta una cirugía estética?" Sofía le preguntó de repente a Colin.

Colin recordó que Levi le contó acerca de una cirujana plástica que estaba tras él. "Depende de la cirugía, puede ir desde decenas de miles hasta millones". Añadió: "¿Quieres someterte a una cirugía?" Él hablaba en serio y Sofía rápidamente negó con la cabeza. ¿Decenas de miles a millones? Entonces una cirugía mayor costaría millones. Dios, ¿dónde podría conseguir tanto dinero? Estaba bien... Sofía apretó los dientes, se tragó su orgullo y dijo: "Sr. Li, el cheque por 30 millones que me diste... ¿Todavía cuenta?" Recordó haber puesto el cheque en el cajón de la cabecera de la habitación de Colin. Parecía que Colin lo notó en ese momento. Colin enarcó las cejas. "¡Por supuesto, cuenta!" "Bueno. Tomaré los 30 millones como si fuera la pensión que tú me das. Pero te lo devolveré tan pronto como pueda". Colin no respondió. Le quiso retorcer el cuello. "¿Alguna vez dirás algo que me haga feliz?" Colin se preguntó si Sofía en verdad quería divorciarse de él. Sofía parpadeó. "Colin, ¿por qué estás molesto? Tú eres quien me dijo que los 30 millones eran para la pensión alimenticia". Pero ella podría necesitar menos, probablemente 10 millones serían suficientes. Colin cerró los ojos. Estar con Sofía le había quitado años de su vida. "Toma los 30 millones y compra lo que quieras. ¡No pienses en divorciarte de mí después de que te lo hayas gastado!" "¡Entonces no lo gastaré!" Dijo Sofía sin pensar. "Bueno. Puedes quedarte con los 30 millones". Sacó su chequera de su bolsillo, escribió muchos ceros en uno y se lo lanzó a Sofía. Si algo había aprendido Colin con todo lo sucedido, era que no debía hacer

demasiadas preguntas de lo contrario la mujer haría algo estúpido. Sofía se quedó atónita y en silencio. ¿Acaso Colin tenía una fabrica secreta de dinero? Sofía contó los ceros. Diez, cien, mil... Cincuenta millones. El camarero comenzó a servir los platos y Sofía se esforzaba para controlar sus emociones. Se pellizcó la cara y le dolió. El cheque por 50 millones era real. En un instante, Sofía tuvo la sensación de volar por el aire. El camarero se fue y Sofía le sonrió a Colin. "Voy a huir con el cheque". "Si te quedas, tendrás otro cheque por 50 millones, y un tercero, un cuarto..." Colin la tentó lentamente. Afortunadamente, encontró algo que le gustaba a Sofía. Si lo hubiera sabido antes, habría puesto un montón de cheques en su ropa interior. ¡Oh Dios mío, cuatro cheques de 50 millones! ¡Eso es 200 millones! Sofía quería correr y abrazar la pierna de Colin. ¡Era tan rico y generoso! Se sirvieron dos platos más, y Colin puso un vaso de jugo fresco delante de ella. Sofía tomó un sorbo y dijo algo que hizo que Colin se volviera loco. "¡Colin, ya puedes irte ahora!"

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Capítulo 86 El dinero si importa Colin estaba perplejo. "¿A dónde?" "Puedes ir con tu Leila, Lola, Lisa o como sea. Te cubriré cuando mamá pregunte por ti". Inmediatamente quiso ponerle un alto a su generosidad. El rostro de Colin se ensombreció. "¿Qué es lo que quieres?" ¿Acaso estaba enojada otra vez? Sofía se enderezó y le devolvió el cheque. "Sólo dame un cheque de 10 millones. Si me das demasiado dinero, me acostumbraré a comprar lo que quiera". ¡Gastar dinero es adictivo! "Puedes comprarte lo que quieras. No dudes en pedirme más si quieres". Colin no aceptó el cheque. Tomó un poco de la cabeza de pescado con un poco de pimientos picados y lo puso sobre el arroz de Sofía. Sofía casi cedió a la tentación, pero sacudió la cabeza rápidamente. "Me temo que no podré devolverte el dinero después de que nos divorciemos". "Si no puedes pagarme, puedes firmar un contrato y quedarte conmigo por el resto de tu vida". Sofía se quedó callada. Sofía pensó en la sugerencia de Colin. ¿Firmar un contrato y quedarse con él para siempre? Sentía que algo andaba mal. "¡Guarda el cheque y come!" Colin tomó dos tazones de sopa de champiñones, uno para Sofía y el otro para él. Pero el número en el cheque era demasiado alto. Sofía se preguntaba cómo podría rechazarlo cuando Colin dijo: "Sofía, escúchame con atención. Si continúas comprando ropa barata en la calle y te niegas a usar mi dinero, nunca te dejaré volver al País A". Colin tomó un sorbo de su sopa y añadió: "¿Me crees?" Por supuesto, Sofía le creyó. "Pero..."

"No. Si yo fuera tú, tomaría el cheque y conseguiría un auto. Luego, compraría ropa bonita y bolsos lujosos que las mujeres adoran tanto. Si se me acaba el dinero recurriría a mi marido porque él es rico". Sofía se quedó sin habla. Dejó el cheque a un lado y tragó un bocado de arroz. "Si tú fueras mujer, ¡serías una sirena! Una sirena dispuesta a venderse al mejor postor". Colin vaciló un poco pero no la contradijo. Sofía seguía comiendo el pescado. "Colin, yo no quiero comprar bolsas y ni ropa porque tú ya me compraste bastante. Sería un desperdicio comprar más". El hombre la miró desesperado. "Mucha gente te desprecia y quiere que seas miserable. Tú puedes cambiar y demostrarles lo contrario. Sería un logro perfeccionarte a ti misma y ser mejor que ellos". Hasta cierto punto él tenía un poco de razón, pero Sofía respondió: "Como CEO, se supone que tú debes enseñarme a mejorar mi belleza interior, como leer más". Colin la miró y le dijo suavemente: "Debes hablar sobre la belleza interna después de haber mejorado tu belleza externa. Todavía te falta belleza externa, por lo que no es oportuno hablar de tú belleza interna". Sofía estaba tan enojada que quería arrojar sus palillos a Colin. "¡Bien! Haré lo que tú digas. Prepárate para quedarte en la quiebra. ¡Gastaré tanto dinero como pueda! " "¡Bien, ya está arreglado! Aquí tienes una tarjeta de crédito para ti. No tiene límite, y haré que el Sr. Ji la pague. Lo único que necesitas hacer es gastar todo lo que quieras". Una tarjeta dorada con negro le fue entregada a ella. Las palabras de Colin le recordaron a Sofía el dicho: "Tú te encargas de ganar el dinero para la familia y yo soy responsable de mi belleza". Colin sostuvo un trozo de cerdo y se lo puso en los labios. Sofía abrió la boca y se la comió por puro instinto. Dijo a la ligera, "¡Muy bien!" Oh. La felicidad llegó muy repentinamente. Antes de que Sofía pudiera disfrutar el momento, el cerdo que comió casi le hizo explotar la boca.

Ella trató de tragar el cerdo mientras comía un poco de arroz. Ella se mantuvo tranquila por fuera. Junto a ella, Colin estaba comiendo su cena con gracia y en silencio. De repente, Sofía tuvo una idea para gastarle una broma a Colin. Ella comió más carne de cerdo. "Colin, ¿puedo besarte?" Él dejó de comer, bajó sus palillos y tomó un sorbo del jugo. Parecía estar de acuerdo con la petición. Sofía corrió hacia él y se acomodó en su regazo. Ella le apretó la cabeza con fuerza para evitar que Colin huyera y lo besó en los labios. La habitación quedó en silencio. ¡Oh Dios, el pimiento del diablo era mucho más picante que lo que ella había imaginado! El picante estalló en sus bocas. Después de descubrir su intención, Colin sonrió para sí mismo. Sofía se sintió mejor después de pasarle algo de picante a Colin. Ella apartó a Colin para poder ver su expresión. Pero para su decepción, el hombre no parecía molesto en absoluto. Frustrada, volvió a su asiento y bebió más jugo. La bebida calmó el ardor en su boca. En ese momento, ella no se percató que Colin llenaba su boca con brotes de bambú. Los brotes de bambú no tenían picante, y su suave aroma se extendió por su boca. Una hora después, salieron del restaurante Hunan. Sofía corrió a comprar una taza de té con leche. Como a ella le gustaba la comida con picante, se tomó el tiempo para comer toda la carne de cerdo del plato junto con Colin.

"Bebe esto. ¿No fue demasiado picante para ti?" Sin pensarlo, Sofía puso el té con leche que había bebido en sus labios. Sí. Se sintió bien. A Colin no le gustaba el té con leche. Pero el recuerdo de haber derramado los fideos la última vez le hizo tomar un sorbo de té de leche con alubias. El coche entró lentamente en la villa de Colin, y los picantes labios rojos de Sofía lucían muy atractivos. Después de estacionar el auto, Colin no pudo contenerse por más tiempo. Se abalanzó sobre Sofía en el coche y la besó con avidez. ¡Dios mío! Sus labios aún sabían picantes. Una vez que se calmó el picante, Colin volvió a saborearlo. En el dormitorio. Después de ducharse y lavarse los dientes, Sofía salió del baño. Colin llevaba puesta una bata de baño. Estaba recostado en su sofá mirando un montón de cosas. Observando más detenidamente, Sofía descubrió que estaba mirando las cartas que había traído del País A. ¡Las cartas de Sofía y Mario! "Colin, ¿qué estás haciendo?" Sofía corrió hacia él y trató de quitarle las cartas. Ella recordó haberlas puesto en el cajón junto a la cama. ¿Cómo las encontró Colin? Cuanto más trataba de quitárselas, Colin se negaba más a dárselas. Cuando ella trató de tomarlas nuevamente, Colin la sostuvo con firmeza en sus brazos. Extendió la mano para levantar la carta y continuar leyendo. Esta vez, la leyó en voz alta. La carta fue escrita por Sofía. "¿Dónde estaré en diez años? ¿Y qué estaré haciendo para ese entonces?"

"Colin, deja de leer! ¿Por qué eres tan fastidioso?" Sofía seguía saltando para recuperarlas, pero no pudo alcanzarlas porque era muy alto. Colin pasó a otra página. "Hoy, vi al miembro del comité de deportes en el estadio. A muchas chicas les gusta mucho. ¿Por qué yo no siento nada por él? Y el..." "¡No no no! ¡Colin, basta! ¡Voy a llorar si continuas leyendo!" Sofía lo estaba jalando y arañando sin poder hacer nada. ¡Cretino! ¡Qué molesto! Colin dobló las cartas y las puso encima de la lámpara de pared, donde Sofía no podía alcanzarlas. Fácilmente las podría seguir leyendo en otra ocasión. Sofía estaba furiosa, pero se quedaba en silencio. Apretó los dientes y saltó tan alto como pudo, pero aún así no pudo alcanzarlas. Cuando ella saltó de nuevo, el hombre la abrazó con fuerza. "Sofía, deja de escribirle cartas a Mario".

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Capítulo 87 Chismes de la compañía "¿Por qué no?" Sofía no estaba convencida. "¡Porque soy tu marido!" Colin lo dijo tan en serio y de foma tan agresiva que parecía que estaba obsesionado con Sofía. Aprovechando la oportunidad, Colin la besó y la arrojó sobre la cama. "Colin, dime la verdad... ¿Te has acostado con otras mujeres?" Miró a su esposo con intensidad encima de ella. Colin negó con la cabeza. "No todos son tan frívolos como tú". Sin dejar oportunidad para la protesta, le besó los labios rojos. ´¡Bastardo, sigues manchando mi nombre!´ Sofía pensó para sus adentros. Esa noche, Sofía se comportó con entusiasmo. Recordó su objetivo de quedar embarazada de Colin, divorciarse de él y dejar que el niño fuera criado por otro hombre. Era una pena que su periodo comenzara en dos días. ... Ella se mantuvo en forma antes de su sentencia de prisión. Pero la prisión oscura y húmeda la torturó en gran manera, lo cual le provocó horribles cólicos cada vez que tenía su periodo. En el pasado, solicitaba un permiso de dos días y se quedaba acostada hasta que el dolor disminuyera. Pero esta vez... Como solo se tomó tres días, no quería pedir otro permiso. Afortunadamente, Helge no estaba en la oficina de su asesor privado. Cada vez que el dolor se volvía demasiado insoportable, descansaba en el escritorio de su oficina. Le costó muchísimo ir por un vaso de agua caliente. Se quedó dormida

sosteniendo el vaso. Al mediodía, estaba demasiado débil para almorzar en la cafetería. Con tanto dinero de Colin, debería aprovechar para hacerse un chequeo en el hospital y cuidarse bien hasta que el dolor severo desaparezca. Sofía optó por ordenar comida usando su teléfono celular. La comida pronto llegó y se entregó en la planta baja. Debido a la seguridad de la compañía, Sofía tuvo que bajar para recoger su comida. Por alguna razón, las miradas de disgusto y desprecio de sus colegas la siguieron todo el camino. Sin importarle la cara pálida de Sofía, una mujer mayor se le acercó y le dijo cínicamente: "Usted es la secretaria del presidente, ¿no es así? ¿Cómo puedes mostrar tu cara por aquí?" "Eres la amante descarada de un anciano, y además coqueteas con otros hombres. ¿Cómo puedo trabajar con una zorra como tú?" Sofía se quedó quieta y miró a las dos mujeres que la insultaban. "¿Qué dijiste?" "Sus acciones me disgustan. Convertirse en la amante de un anciano, y coquetear con otros colegas masculinos. Secretaria Sofía, usted no sabe lo que es la vergüenza." Una hermosa recepcionista miró a Sofía con desaire. Como su marido la había engañado, odiaba a las amantes. Furiosa, puso a un lado la política de la compañía sobre los chismes. Se burló de Sofía y así descargó la ira en su corazón. Sofía tomó su comida para llevar y se acercó a la recepcionista. "Señorita Ren, ¿tiene alguna evidencia que demuestre que soy la amante de un anciano y que tengo relaciones con otros hombres?" Había una gran multitud alrededor de ellos. Era la hora del almuerzo, y algunos colegas no pudieron evitar detenerse para mirar. Ante la pregunta, Jimena dijo fríamente entre la multitud: "¿Qué tipo de

evidencia estás buscando? ¿Tu viejo no te compró el gran anillo de diamantes que llevas puesto ahora? ¿Un novio rico? ¡Que ridículo!" "Secretaria Sofía, ¿no sabe sobre la publicación en Twitter?" Alguien cercano le susurró a Sofía. Sofía no estaba al tanto de lo que estaba pasando en Twitter. Sacó su móvil e inició sesión en su cuenta. Una publicación de un autor anónimo decía: "Sofía, una amante que coquetea con colegas de la compañía". Según la aplicación, Sofía era indecente y haría cualquier cosa por dinero. Además, había varias fotos adjuntas en la publicación. En las fotos, un hombre, cuyo rostro estaba oculto, abrazaba íntimamente a Sofía. Las fotos fueron tomadas en el estacionamiento subterráneo de la oficina. Quien sacó las fotos no se atrevió a enfrentarse a Colin, pero tuvo las agallas para atacar a Sofía. ¿Por qué el rostro de Colin estaba escondido? ¿Temían que Colin los rastreara y castigara? Las personas que seguían la publicación la condenaron furiosamente. Sofía cerró su teléfono móvil. Estaba abrumada por la ira y el dolor. Trató de mantener la calma. Caminó hacia Jimena y la abofeteó. El sonido hizo eco en toda la habitación. La multitud estaba horrorizada de que la secretaria Sofía golpeara a alguien. "Sofía, ¿estás loca?" Jimena tomó su rostro y miró a Sofía con incredulidad. La bofetada de Sofía la puso furiosa. Sofía sonrió irónicamente y abrió una de las fotos en su teléfono. La esquina de la imagen mostraba el borde de una prenda de ropa con cordones rojos.

Cualquier persona podría usar esa ropa. Pero, ¿quién más usaría ropa con cordones sino Jimena? Jimena se expuso. Sofía señaló una esquina de la imagen. "Secretaria Jimena, ¿es necesario revisar las cintas de las cámaras?" La expresión facial de Jimena cambió cuando maldijo su estupidez. "Sí, tomé esas fotos. Pero a pesar de estar comprometida, coqueteas con los colegas. Esa es la verdad absoluta". Sofía sonrió. "Te equivocas. No estoy comprometida, estoy casada". "¿Qué?" La multitud estaba confundida y se preguntaba qué era lo que quería decir Sofía. ¿Acababa de decir que engañaba a su marido? ¿No era un asunto más severo y vergonzoso? "Descarada. ¿Cómo puedes serle infiel a tu marido y seducir a otros hombres?" "Sí, solía pensar que Sofía era una buena persona. ¿Cómo pudo ella hacer cosas tan horribles?" "Todos fueron engañados. ¡Es egocéntrica y demasiado creída!" Sofía notó a un hombre parado detrás de la multitud, frunciendo el ceño y mirándola intensamente. Sofía le lanzó a Colin una mirada desafiante antes de volver a preguntarle a Jimena: "Secretaria Jimena, ¿sabe a qué colega estaba seduciendo?" Jimena estaba demasiado asustada para revelar la identidad de Colin. "Su nombre no es importante". "Engañaste a tu marido y sedujiste a otros hombres. ¿Cómo tu marido no te mató a golpes?" "¿Tienes alguna evidencia de que le soy infiel a mi marido? Secretaria Jimena, ¿vienes a trabajar o simplemente vienes a causarme problemas? ¿Has olvidado que el presidente prohibió los chismes en la empresa? ¿Estás desafiando la autoridad del presidente?" La última frase tenía la intención de vengarse de

Jimena. Hacía tiempo, Sofía llegó tarde a una reunión y Jimena la regañó públicamente con estas palabras. Jimena conocía mejor estas palabras que nadie. Ella respondió: "Estás diciendo cosas sin sentido. ¿Cómo estoy desafiando la autoridad del presidente? ¿Debo recordarte cómo te trató el presidente antes? ¡Te castigaron limpiando los baños!" Dado que los chismes estaban prohibidos en la empresa, casi nadie lo sabía. Pero después de que Jimena lo anunció públicamente, causó un alboroto.

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Capítulo 88 El marido de Sofía Jimena se preguntó por qué Sofía seguía trabajando en la compañía incluso después de que el presidente la había humillado. Aprovechándose de la situación, Jimena dijo de forma engreída: "Perra, si fuera tú, empacaría mis cosas y me iría de la compañía". "Entonces vete ahora." Una voz fría vino de atrás. Todos estaban muy familiarizados con la voz. Era Colin. Los empleados comenzaron a escapar por temor a que los castigaran cuando Colin ladró: "¡Nadie tiene permiso para irse!" Cerca de 30 personas estaban reunidas en el vestíbulo. Todos bajaron la cabeza y maldijeron su mala suerte. Colin caminó hasta la mitad de la multitud donde estaba Sofía. Wade siguió de cerca. Jimena tartamudeó nerviosamente, "Sr. Li, es la señorita Lo. Ella está casada, pero..." Colin la miró con frialdad y continuó: "¿Pero qué? ¿Ella me ha estado seduciendo?" "Sí... Mira el anillo de diamantes en su mano. Es de... ¡Es de su marido!" La cara de Jimena estaba tan blanca como una hoja de papel. ¿No había salido el presidente a ver unos clientes? ¿Por qué volvió tan temprano? Colin ignoró a Jimena y miró al rostro pálido de Sofía. "Te ves pálida. ¿Estás asustada?" Su fría voz cambió a un tono suave cuando habló con Sofía, lo cual sorprendió a todos los presentes. Sofía negó con la cabeza ligeramente. "Señor Li, lamento haberlo molestado. ¡Por favor, castígueme como mejor le parezca!

"Dame tu teléfono." Colin ignoró su auto-recriminación. Aunque Sofía estaba desconcertada, le entregó su teléfono a Colin. Todos contuvieron la respiración mientras esperaban lo que sucedería después. La polémica publicación seguía abierta en el teléfono de Sofía. Colin echó un vistazo a las fotos y sonrió. Después de regresarle el teléfono a Sofía, Colin levantó la mano izquierda de Sofía con el anillo de diamantes y le preguntó a Jimena: "Señorita Jiao, ¿está hablando de este anillo?" Jimena, ya nerviosa, asintió con la cabeza con inseguridad. "¿Por qué hiciste borrosas las fotos?" Colin le preguntó de nuevo. "Señor. Li, lo siento. Yo..." Jimena estaba demasiado asustada para hablar coherentemente. Cuando se le ocurrió qué responder, se apresuró para señalar a Sofía. "¡Es la señorita Lo! Ella me pidió que tomara las fotos. Ella dijo que quería emocionarse un poco". Su excusa hizo reír a Sofía y Colin. El hombre se metió las manos en los bolsillos. "¿Hay algo malo con que la señorita Lo seduzca a su propio marido?" Jimena era algo lenta. "Sí, ella trató de seducir al marido de otra persona". Sofía miró a Colin con asombro. ¿Qué dijo él? ¿Quería hacerlo público? No... "Señor Li, tiene que reunirse pronto con un cliente". Sofía tiró de la manga de Colin y quiso llevárselo. Colin tomó su mano y puso el anillo frente a la cara de Jimena. "Sí, lo compré para Sofía. Soy el marido de Sofía". Todos quedaron sin palabras. Sus palabras fueron como una bomba para los oídos de todos, dejando un silencio ensordecedor.

Todo el vestíbulo de la compañía estaba en silencio. Todos quedaron en shock durante mucho tiempo. ¿Qué había dicho el señor Li? El marido de Sofía era Colin Li. ¿El presidente de la compañía? Sofía miró a Colin a su lado. En ese momento, vio a Colin como un hombre guapo y heroico. Ella se conmovió por sus acciones y sus ojos se llenaron de lágrimas. Quieta con la boca abierta, Jimena no pudo decir una palabra. "A Sofía no le gusta llamar la atención y no quiere causar ningún problema. Pero algunas personas siguen causando problemas una y otra vez. Señor Ji, arregle este lío. Deme un informe sobre todos los que quieran causar problemas en la empresa". "Sí, señor Li". Colin ignoró la sorpresa de todos, rodeó los hombros de Sofía con su brazo y caminó hacia el ascensor. En el ascensor, muchas personas vieron a Colin sosteniendo a Sofía contra su pecho. En el exclusivo ascensor del presidente. Un ligero rubor apareció en el rostro pálido de Sofía. "Basta, Colin. ¡Todos están mirando!" ¿No habían acordado mantener su matrimonio en secreto? ¿Por qué Colin lo anunció en público? Si él le hubiera dicho antes, ella habría estado preparada para ello. "Pareces a punto de desmayarte. ¿Cómo es que puedes caminar?" Colin no la dejó ir ni siquiera cuando llegaron al piso 88. Colin salió del ascensor con Sofía en brazos y pasó junto a Gaby, quien acababa

de salir de la sala de las secretarias. Gaby estaba tan sorprendida por la escena que se olvidó de saludar a Colin. A Colin no le importó, y llevó a Sofía a su oficina. Colocó a Sofía en la cama grande de la sala. Sofía quiso levantarse, pero Colin no la dejó. "¿No te estás sintiendo bien?" Su cara estaba muy pálida. "Sí, un poco. ¡Oh! ¡Mi comida!" Sofía recordó que la había dejado en la planta baja. "¿Qué compraste?" Colin sacó su teléfono y decidió llamar a Wade. Pero Sofía no quería hablar de su comida ahora. Había cosas más importantes de qué hablar. "Colin, hiciste nuestro matrimonio público. ¿No tienes miedo de atraer problemas?" A Colin no le preocupaba atraer problemas para sí mismo. Miró a Sofía con atención. "Estoy bien con eso, pero tú..." "¿Qué?" "Nada. ¿Qué pasa contigo? ¿Necesitas ir al hospital?" Colin cambió el tema y se sentó a su lado. ¿Cómo podría decirle sobre su periodo? "No es para tanto, Colin. Quiero volver a mi oficina". Colin la ignoró. "¿No has almorzado?" Sofía asintió, pero de repente cerró los ojos con dolor. No podía soportarlo más. "¿Puedo tomar una siesta?" Su expresión de dolor le preocupaba mucho a Colin. "Tienes que ir al hospital. ¡Te llevaré!" Él levantó su manta y se movió para cargarla. Sofía agarró su abrigo con fuerza. "No, no estoy enferma. Es solo... Es mi periodo".

El hombre estaba desconcertado. "¿Periodo?" Sonrojada de vergüenza, Sofía le explicó rápidamente. Colin se sintió aliviado. No era tan serio como él había temido, y la puso de nuevo en la cama. "¡Descansa un poco!" La metió en las mantas y se marchó. El dolor hizo que Sofía no dejara de dar vueltas en la cama. Veinte minutos más tarde, Colin abrió la puerta de la sala y encontró a su esposa pálida rodando en la cama y agarrándose el estómago. Colin caminó hacia la cama y dejó la sopa que estaba sosteniendo. Recogió a Sofía con cuidado en los brazos. "¡Sofía, te llevaré al doctor!" "No tiene caso". El médico no tendría idea de cómo curar este tipo de dolor. Colin había consultado a su médico privado. Al parecer, la medicina occidental no podía curar los cólicos menstruales rápidamente, pero un practicante de medicina tradicional china con experiencia podría ayudar. La abrazó con más fuerza. "Sofía, ¿qué puedo hacer para ayudarte?" Colin quería llevarla al hospital. 'Sofía, ¿qué puedo hacer para aliviar tu dolor?', pensó para sí mismo sin poder hacer nada. Sus ojos se humedecieron de lágrimas de felicidad. Había pasado mucho tiempo desde que alguien se preocupaba por ella así. Quería llorar. ¿Qué podía hacer? Sofía hundió la cara en el pecho de Colin. "Colin". Su tono era suave y parecía una niña mimada.

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Capítulo 89 Consuelo emocional "Estoy aquí''. Era la primera vez que Colin veía a Sofía de esta manera. La chica se volvió más tierna y actuó como una niña malcriada y mimada. Quizá Helge tenía razón. Sofía era como una taza de té añejo que sabía mejor a medida que pasaba el tiempo. Alguien llamó a la puerta del salón. Colin aflojó sus brazos de Sofía, se acercó, la abrió y se encontró con Gaby. Le entregó el agua de azúcar moreno. "Señor Li, está listo''. "Gracias, Señor Huo''. Colin respondió con gusto. Gaby estaba un poco sorprendido. "De nada, señor Li''. Cuando Gaby conoció a Colin, el joven era una persona tranquila. Pero por alguna razón, cambió últimamente. Era generalmente serio o irritable en esos días. Rara vez lo veía tan cálido y gentil. Cuando Gaby se fue, Colin tomó el agua tibia con azúcar y se sentó junto a Sofía. "Espera un minuto. Todavía está un poco caliente''. Sofía asintió con delicadeza. "Bueno''. Sofía miró al hombre que la sostenía en sus brazos. Nunca pensó que Colin podría ser tan bueno con ella. Era tan amable que pensó que estaba soñando. Cuando se sentía dolorida, los abrazos cálidos y el consuelo emocional eran mejores que cualquier otra cosa. "¿Por qué no me lo dijiste antes?". Colin estaba un poco descontento con esto. Sofía se quedó sin habla durante un momento. Miró a Colin con audacia y le habló con tristeza: "Ahora no me siento bien. ¿De verdad me vas a culpar?''. El dicho era correcto. ¡Una mujer mimada disfruta mejor de la vida!

¡Correcto! Colin la besó en la frente. "No, no te culpo. La próxima vez, dime antes si te sientes incómoda o si algo está mal''. Sofía sonrió. La chica apoyó la cabeza en el pecho de Colin y escuchó el latido constante de su corazón. "¿Por qué tendría que decírtelo? No eres médico''. Colin hizo una pausa. "Por lo menos, puedo darte una licencia y no tienes que aguantar el dolor en el trabajo''. ¡Estupendo! "Está bien, lo sé''. "¿Cómo lo superaste antes?". Sofía estuvo en el País Z durante unos tres o cuatro meses. ¿Cómo lo hizo entonces? "Solicité una licencia durante los dos primeros meses. Pero este mes, ya pedí una de tres días para ir al País A. Decidí no pedir más permisos por este mes. Pensé que podría superarlo''. Pero no pudo hacerlo porque ahora estaba revolcándose sobre la cama con mucho dolor. "¿Quién te dijo que no puedes pedir más permisos después de tomar tres días de descanso?". No había tal regla en el Grupo SL. Sofía se sintió avergonzada y le respondió en voz baja: ''La compañía lo descontará de mi salario si pido más permisos''. Cuanto más tiempo permaneciera fuera del trabajo, menos dinero recibiría. No quería llevarse a casa tan poco salario en su próximo día de pago. El sistema se diseñó para los empleados que solicitaban permisos con mucha frecuencia a pesar de no tener una razón adecuada. Colin se quedó completamente estupefacto. "¿Guardas mi cheque como una antigüedad?". "No. Usaré ese dinero...''. Hablaba con Colin y eso parecía distraerla del dolor a Sofía. Se sentía mucho mejor ahora. "Te dije antes que puedes pedirme más dinero en cualquier momento. No permitiré que te lastimes o te preocupes cuando se trate de temas de dinero''.

Colin la reprendió en tono serio, como si le estuviera dando un sermón. "Sí, lo entendí. Maestro Li''. "¿Maestro Li?". ¿Qué demonios? "Hmm, no es nada''. Sofía sacó la lengua en silencio. Colin captó su pequeña acción mientras le alcanzaba el agua azucarada. Su mano se detuvo en el aire. Sofia era... muy linda. Le acercó el agua azucarada a sus labios. "Inténtalo. Puede que ya no esté tan caliente''. Sofía se acomodó en los brazos de Colin, tomó la taza y bebió el agua azucarada. Sí, ya estaba tibia. La temperatura era la correcta. Pronto Sofía se la bebió toda. Colin tomó la taza vacía y la ayudó a recostarse cómodamente en la cama. "Voy a calentarte la sopa''. Era conveniente tener un microondas en el salón. Sofía miró la espalda de Colin y sonrió felizmente con las manos apoyadas en su estómago. Borró su sonrisa rápidamente cuando Colin se dio vuelta. No quería que Colin se riera de ella. Sofía se apoyó en la cabecera de la cama mientras el chico le daba la sopa. No pudo terminarla porque tomó el agua azucarada antes. Colin terminó el resto para que no se desperdiciara. Después de que tomó la sopa caliente, Sofía se durmió profundamente en el salón. Colin se fue a trabajar después de asegurarse de que la chica estaba dormida. Afuera, innumerables llamadas de los medios de comunicación lo esperaban. Wade las detuvo mientras Colin estaba con Sofía en el salón. Cuando lo vio salir al joven, Wade comenzó a informarle.

Después del incidente, la despidieron a Jimena y ella dejó el Grupo SL. Se penalizó a todos los presentes con un bono de un mes por hacer disturbios. Sin embargo, alguien tomó una foto de Colin y Sofía en el ascensor. La foto se subió a Internet y se volvió viral a través de los medios de comunicación. Ahora, mucha gente en la web hablaba de la noticia: 'El Director Ejecutivo del grupo regional más grande de SL se había casado con una chica común y corriente'. La foto de Colin abrazándola a Sofía en el ascensor se agregó en las noticias. Muchas personas se preguntaban si el chico era un playboy o si Leila era una amante. No importaba quién era responsable, Sofía era la víctima. Un gran número de reporteros la esperaban para entrevistarla. Además, las personas comenzaron a excavar más información sobre el pasado y la familia de Sofía. Aunque Colin solo lo anunció en la compañía, el mundo entero ahora sabía sobre su matrimonio. El joven no mostró ninguna emoción después de que escuchó la actualización sobre la situación. Wade preguntó: ''Señor Li, ¿quieres organizar una conferencia de prensa?''. "No. No hay necesidad de hacerla porque son mis asuntos privados''. "Sí, señor''. "¿Hay algún rumor sobre Sofía en Internet?". Colin conocía el poder de la opinión pública y temía que pudieran dañar a la chica. Por lo general, el chico mantenía un perfil bajo y no pensó que captaría tanto la atención de los medios de comunicación sobre su matrimonio. "Hay algunos rumores que inventaron los internautas. Pero si la situación continúa, pronto descubrirán que Sofía estuvo en prisión''.

Colin frunció el ceño. "Envía a alguien a la Oficina de Seguridad Pública del País A y que destruyan los registros de Sofía''. Colin recordó su mirada pálida y lastimosa y no quería que la chica saliera lastimada de nuevo. Todavía no había encontrado a la criada de la familia Lien. La forma directa de protegerla era destruir sus antecedentes penales. Incluso si la gente investigaba su pasado, Colin podría encontrar a la criada. Sería fácil limpiar su nombre. "Sí, señor Li''. Sofía durmió hasta la tarde. Cuando se despertó, el salón estaba en silencio. Se sintió mucho mejor y se sentó en la cama con cuidado. Dobló la manta y salió del salón. Colin no estaba afuera. Pensó que el joven ya se había ido. Estaba ansiosa por ir al baño y salió de la oficina del Director Ejecutivo. Cuando Colin regresó de la sala de conferencias, descubrió que la puerta del salón estaba abierta y que la mujer que dormía adentro había desaparecido.

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Capítulo 90 Emboscada mediática Colin se dirigió hacia la oficina del consultor privado de al lado y no encontró a nadie ahí. Comprobó la hora y ya eran más o menos las siete de la tarde. Quizá Sofía se fue temprano después del trabajo. Colin no estaba contento. No le gustaba que la chica se fuera sola. '¿Por qué no me esperó?', pensó. En el baño, Sofía se ensució accidentalmente sus pantalones. Se apresuró a regresar hasta su casillero y se fue con su bolso sin cambiarse de ropa. Una ráfaga de viento frío sopló cuando salió del edificio. Sofía se ajustó el abrigo. De repente, los destellos continuos vinieron desde lejos y se acercaron a ella. También había muchas personas con micrófonos que debían de ser reporteros. La rodearon a Sofía en un instante. Al igual que los petardos cuando estallan, los reporteros la bombardearon con preguntas una tras otra. "¿Eres Sofía Lo?". "Señorita Lo, ¿cuándo te casaste con el señor Li?''. "Colin Li es uno de los solteros más codiciados que figuran en la clasificación mundial. ¿Cómo ganaste su corazón?''. "Señorita Lo. ¿Qué tipo de relación tiene el señor Li con Leila Ji?''. "Escuché que se conocían desde hacía mucho tiempo. También los fotografiaron en una cita en los Estados Unidos. La señorita Ji también asistió a la fiesta de cumpleaños del padre de Colin. ¿Tu relación con el señor Li es buena?''. Sofía estaba estupefacta.

Nunca imaginó que algún día sería entrevistada frente a las cámaras por una gran cantidad de periodistas con micrófonos. Después de que la bombardearon con preguntas, Sofía finalmente tuvo la oportunidad de hablar. Acompañó a Colin a varias comidas y banquetes durante más de quince días y la chica no se retiró. Les respondió con voz tranquila: "Soy Sofía Lo. Pero lo siento. Por favor, hablen con Colin y él responderá a sus preguntas''. Caminó dos pasos hacia adelante, pero no se fue porque había demasiados periodistas. Las cámaras seguían parpadeando de forma muy incómoda hacia ella. La avalancha de preguntas continuó y la mayoría de ellas eran sobre Leila. Todos querían saber si la mujer era una amante. A Sofía le resultaba bastante difícil irse. Les dijo con desesperación: "La señorita Ji y Colin crecieron juntos y ella es prácticamente su hermana. ¿Cómo podría ser su amante?''. '¿Estaba bien que ella dijera eso? ¡Lo que sea! ¡Colin fue quién se lo dijo!', pensó Sofía. "¿Qué hay de ti? Como una Cenicienta, ¿podrías compartir con nosotros tus sentimientos sobre tu matrimonio con el Príncipe Azul?''. Sofía se quedó en silencio. Esta pregunta la desmoronó. Más precisamente, su bajo vientre le comenzó a doler por su nerviosismo. Sintió como si se rompiera del dolor. Afortunadamente, una voz conocida vino a rescatarla. Junto con el sonido de la voz de Colin, un brazo se envolvió alrededor de su hombro. "Cariño, ¿por qué caminaste tan rápido?". Con un suspiro de alivio, Sofía le sonrió a Colin que estaba a su lado. "Iba a esperarte en el coche''. Sofía mintió. El auto de Colin estaba en el estacionamiento subterráneo.

Los dos eran descaradamente cariñosos y los reporteros se entusiasmaron mucho más. "Señor Li, ¿por qué decidiste esconder tu matrimonio si la amas tanto a la señorita Lo?''. "Señor Li, ¿tienes un certificado de matrimonio con la señorita Lo? ¿Le diste el anillo de diamantes que lleva puesto?''. Colin lo miró ligeramente al reportero que le hizo una pregunta para la que sabía claramente la respuesta. "No quiero decir mucho sobre mi vida privada. En cambio, por favor, presta atención a la empresa. Pero recuerda una cosa: 'No la llames a Sofía Lo como Señorita Lo en el futuro. Por favor, llámala señora Li'. Lo siento, tenemos prisa por volver a casa. Adiós''. Las palabras de Colin endulzaron a todos los internautas. La historia: "No la llames a Sofía Lo como Señorita Lo" se convirtió de inmediato en un tema candente en Twitter. Más tarde, muchas personas mostraron su amor diciendo: "Por favor, recuerda: 'No llames a XXX como Señorita X en el futuro. ¡Por favor, llámala señora X!'. Disculpen, estamos apurados por conseguir una habitación. ¡Adiós!". Después de que Colin habló, varios guardias de seguridad de la compañía vinieron desde un costado para abrirle paso a la pareja. Al otro lado, Wade estacionó el coche junto a la fuente frente a la plaza de la compañía. Colin la llevó a Sofía hasta el coche. El Porsche negro se alejó. En el coche, Colin miró con preocupación a la pálida Sofía. "¿Te asustaste?''. "No. Les dije que Leila es tu hermana. ¿Está bien?". Mirándolo, Sofía le preguntó esto no solo para obtener su consentimiento, sino también por ella misma. Colin sonrió levemente. "Sí, está bien. Leila es como una hermana para mí''. Sería bueno si ella pudiera entenderlo. Su respuesta le agradó a Sofía y sus ojos brillaban de felicidad. "¿Por qué no te cambiaste de ropa esta noche?". La pregunta de Colin le recordó

a Sofía un asunto importante. La chica se deslizó rápidamente desde su ubicación hacia el lugar vacío entre el asiento del conductor y el asiento trasero. Como las luces dentro del automóvil estaban apagadas, sacó su teléfono móvil y encendió la linterna para verificar el lugar que dejó vacío. Se sintió aliviada después de asegurarse que no ensució el asiento del automóvil. "¿Qué estás haciendo?". Colin observó cómo su cara nerviosa se relajaba cuando apartó el teléfono. Le dio vergüenza explicarle: ''Como tengo los pantalones sucios, tengo miedo de ensuciar el auto''. Por lo que sabía, la limpieza de este lujoso auto costaba miles de dólares. Colin la sostuvo de su muñeca y la ayudó a acomodarse en el asiento. "¡Siéntate bien!". Sofía se movió con dificultad. "¡No, llegaremos pronto!". "¡Muy bien!". Colin no le insistió. Pero en el momento en que Sofía dejó escapar un suspiro de alivio, Colin la agarró de la muñeca y la acomodó en su regazo. Sofía se sentó ahí de mala gana. Colin colocó sus brazos alrededor de ella, restringió sus movimientos y le impidió ponerse de pie. "Um... ¡Colin, estoy bien!''. Sofía se preocupó porque esto... quizá le daría asco a Colin. "¡No voy a dejar que te sientes así!". ... Sofía amaba y odiaba el dominio de Colin. La chica se sostuvo de su cuello, apoyó la cara en su hombro y le dijo suavemente: "Lavaré tu ropa cuando regresemos''.

"Mi ropa no se puede lavar''. Colin no iba a permitir que Sofía trabajara. ¡Oh! Tenía sentido porque la ropa tan cara que llevaba Colin se arruinaría si se lavaba. El coche se detuvo en la entrada de la mansión. Colin la sacó a Sofía del coche. Le dijo a Wade: ''Mi señora estará de licencia mañana''. "Sí, señor Li''. ... Sofía lo miró a Colin en silencio. ¿Por qué tomó la decisión por ella si la chica no dijo nada sobre la solicitud de una licencia? Después de entrar en la mansión, Colin la ayudó a Sofía a cambiarse de zapatos. Mientras que la señora Liu preparaba la cena en la cocina, Sofía subió las escaleras para cambiarse de ropa. Cuando bajó después de vestirse, se sirvieron cuatro platos y un plato de sopa en la mesa. Después de que Colin se limpió las manos con una servilleta mojada, le dio a Sofía el tazón de sopa. "Prueba la sopa de pollo de hueso negro que preparó la señora Liu''. "¡Bueno!". Sofía probó una cucharada de sopa. Era difícil cocinar este plato porque tendría un sabor extraño si no se cocinaba correctamente. Pero la sopa de pollo de hueso negro que la señora Liu cocinó era muy deliciosa.

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Capítulo 91 Llevarse bien Sofía se terminó la taza de sopa antes de comenzar a comer los otros platos. Tal vez debido a la cuidadosa atención de Colin, sus calambres comenzaron a disminuir. El dolor agudo se volvió leve y tolerable. Después de la cena subieron juntos. Tras decirle a Sofía que se durmiera temprano, Colin se fue al estudio a trabajar. Sofía volvió a la habitación y se metió en la cama. Como echó una larga siesta por la tarde, no tenía sueño. Al cabo de un rato, Sofía sacó su teléfono para matar el tiempo. Cuando abrió WeChat, la actualización de un cliente llamó su atención. Decía: "Puede llamar a la señorita Duan señora Wen ahora. Estamos a punto de irnos a la cama. ¡Adiós a todos!" ¿Cómo? Le sonó familiar. Ah. Anteriormente, Colin había dicho a la prensa algo similar. El corazón de Sofía se llenó de felicidad al recordar las palabras de Colin. Cuando abrió Twitter, vio que el nombre de Colin era de los más buscados. Hizo clic en él. Había un artículo sobre Colin Li y su esposa Sofía Lo, que hablaba de que trataban de pasar desapercibidos desde su matrimonio y lo cariñosos que eran entre ellos. En el artículo también aparecían dos fotos de ellos. La foto de Colin fue tomada de una revista, mientras que la de Sofía fue tomada por periodistas cuando abandonó el edificio de la compañía. Debajo había una foto nueva de los dos juntos. Colin le sonreía a la cámara, lo que le hizo aún más atractivo.

Sofía revisó la sección de comentarios. Los internautas parecían tener diferentes opiniones sobre su pareja. Algunos eran admiradores de Leila y creían que Colin debería estar con ella. Estas personas estaban muy molestas porque Colin había elegido a otra persona. Estaban criticando a Sofía. Algunos incluso la acusaron de ser manipuladora no solo por vencer a Leila, sino también por ganarse el corazón de Colin. Sofía se quedó sin palabras. ¿De qué estaban hablando? Molesta, Sofía dejó el teléfono a un lado y se preparó para dormir. Colin terminó de trabajar y se fue a la cama. Le disgustó descubrir que Sofía estaba en su habitación en lugar de en la habitación que compartían. ¿No quería dormir con él? En su sueño profundo, Sofía sintió que alguien la besaba y que luego la presionaban contra el colchón. "Sopita". Una voz la llamó. "¿Sí?" Sofía respondió, medio dormida. "Bésame". ... Subconscientemente, Sofía envolvió con sus brazos el cuello del hombre. Sin abrir los ojos, ella apretó sus labios contra los de él. Complacido, Colin le devolvió el beso apasionadamente. Pero pronto perdió el control. "Sopita". Su voz se volvió ronca por la lujuria. Sofía titubeó, girándose hacia el otro lado. Pero Colin no cedió. La llevó hacia él, hasta que no hubo espacio entre ellos. Su olor lo atrajo, y sus besos se volvieron más bruscos.

"Sofía, esto es culpa tuya". ... La mente de Sofía todavía estaba con sueño. ¿De qué estaba hablando? "Si enciendes el fuego, tienes que apagarlo". Colin sonaba encantador cuando actuaba como un niño mimado. Sofía abrió los ojos y trató de mirarlo. Ella rodeó su rostro con sus manos, estudiándolo atentamente con ojos adormecidos. Era exactamente el mismo Colin con el que se había casado, siempre frío y cruel con ella. Colin le quitó las manos de su cara, guiándolas más abajo sobre su cuerpo. Era casi el amanecer cuando terminaron. Levantándose de la cama, Colin salió y trajo una toalla caliente del baño. Él limpió suavemente las manos de Sofía y la metió bajo la manta. Cuando Sofía se despertó era casi mediodía. Se apresuró a sentarse en la cama. Una sensación de temor se apoderó de ella cuando se dio cuenta de lo tarde que llegaba al trabajo. Saltando de la cama, se detuvo repentinamente al recordar que Colin le había dado permiso el día anterior. Aliviada, se hundió en la cama. Al cabo de un rato fue al baño, sacó su cepillo de dientes del estante y se preparó para lavarse. En ese momento, un recuerdo volvió a ella. La cara de Sofía se sonrojó al recordar la noche anterior. Anoche ella le dio a Colin un... ¡Ese bastardo! Después de recomponerse, Sofía bajó las escaleras. La señora Liu estaba preparando el almuerzo para ella. Cuando vio a Sofía, dijo: "Mi señora, por favor, espere un momento. El almuerzo estará listo pronto". Sofía asintió. "Gracias señora Liu. ¿Necesita ayuda?" De todos modos, ella no tenía nada que hacer en ese momento.

La señora Liu sonrió ante su consideración. "No, señora. Puede ver la televisión en la sala mientras espera. Si tiene hambre, hay nueces y fruta fresca en la mesa. Sírvase". "Okay, gracias". Sofía se sentó en la sala de estar. Cuando encendió la televisión, de repente recordó que tenía una tarea pendiente. Después del almuerzo, Sofía se cambió de ropa y salió de la villa con el bolso y el cheque que Colin le había dado. Hacía un poco de frío afuera. Sofía reflexionó un rato y decidió llamar a Colin. Cuando sonó el teléfono de Colin, estaba teniendo una videoconferencia con ejecutivos americanos. Al ver quién era, se disculpó ante la cámara. "Discúlpenme, tengo que atender esta llamada". Caminando hacia el baño, Colin contestó el teléfono. "¿Sí?" Sofía se sonrojó cuando oyó la voz de Colin. Ella tartamudeó. "Yo... Yo necesito salir". "Bueno". Colin estaba feliz de que ella hubiera tomado la iniciativa de decírselo. "¿Necesitas que te acompañe?" Aunque Colin no podía verla, Sofía sacudió la cabeza rápidamente. "No. Pero me gustaría tomar prestado tu coche". "Pregúntame otra vez". Colin frunció el ceño. "¿Qué? ¿Otra vez?" Confundida, Sofía recordó la conversación. Ella le pidió que le prestara un coche y le dijo que quería salir... Comprendió de repente lo que le había disgustado a él. "Ah, ¿no quieres que salga?" ... Colin decidió no andarse con rodeos cuando se trataba de ella. "¡No digas «pedir prestado» cuando quieres algo de mí!" Ah... ¿Eso era lo que quiso decir?

Sofía sonrió. "Señor Li, ¿puedo coger su coche?" "Todo en nuestra villa está a su disposición. Las llaves del coche están en el cajón de la mesa de la sala. Puedes ir adonde quieras". "Ah... Gracias, Colin". Sofía lo decía en serio. Ella le estaba sinceramente agradecida. Colin estaba frustrado. "¡Nunca me vuelvas a decir «gracias»!" "¡Está bien! ¡Te lo agradezco mucho!" "¡Eso tampoco!" "Pero no dije «gracias», dije «te lo agradezco»." La brisa soplaba suavemente, y los gigantescos árboles crujían por el frío viento a ambos lados de la carretera. Sofía casi se echó a reír mientras se burlaba de él. Al otro lado del teléfono, Colin también sonrió. "Sofía Lo, ¿cómo te atreves a hacer juegos de palabras conmigo? Te enseñaré a hablar conmigo cuando regrese a casa esta noche". "¡No es justo! Además, anoche... ¿No tuviste suficiente?" El ambiente se volvió íntimo cuando ella sacó el tema de la noche anterior. Colin arqueó las cejas. "Entonces le enseñaré una lección cuando ya no esté con el periodo". "¿Puedo objetar, señor Li?" Sofía recogió una hoja amarilla que el viento arrastraba y la sostuvo contra el sol. Era una hoja de Ginkgo en forma de corazón. Entrecerró los ojos a través de los pequeños agujeros que habían en la hoja. Hoy estaba soleado, pero hacía un poco de viento... "Solo si eres activa". Sofía se quedó sin palabras. ¡Eso fue aún peor que su anterior amenaza! ¡Colin era astuto como un zorro! Sofía rápidamente terminó la conversación. "Bueno,

me tengo que ir ahora. ¡Adiós!" "Está bien, ten cuidado. Llámame si necesitas algo".

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Capítulo 92 El barrio rojo "¡Bueno, te veo luego!". Sofía sonrió mientras colgaba el teléfono. Había dos autos estacionados en el garaje: un Aston Martin gris plateado y un Audi negro. Sofía subió a este último, lo puso en marcha y salió lentamente del garaje. Cuando llegó al distrito central de negocios, cobró el cheque que Colin le había dado y depositó el dinero en su cuenta bancaria. Luego sacó algo de efectivo y pasó la tarde en el centro. Cayó la noche, pero todavía no había encontrado el lugar que buscaba. Después de que comió un tazón de Huntun en un puesto de comida, se dirigió hacia un bar. Sofía se detuvo, se colocó el sombrero y la máscara que preparó antes de bajarse del automóvil y entró. Tres minutos después, la joven agarró a un chico de cabello púrpura de la multitud y lo llevó a una zona más alejada hacia un costado. "Vaya, ¿cuál es la prisa, chica? ¡Vamos, déjame mostrarte cómo podemos pasar un buen momento!''. El chico le sonrió y le silbó a Sofía. Con una mirada severa, Sofía lo empujó más lejos. Sacó un fajo de dinero de su bolso y le dijo: "Si puedes decirme lo que quiero saber, esto será tuyo''. El chico tragó saliva y asintió con la cabeza rápidamente cuando vio el efectivo. Quince minutos más tarde. Después de una caminata de diez minutos, Sofía llegó al lugar que el chico le dijo. Era un callejón sin iluminación. Solo las luces de los salones de belleza y salas de masajes estaban encendidas y en la puerta había muchas mujeres con mucho maquillaje.

Esto era exactamente lo que Sofía buscaba. Sofía se bajó el sombrero y entró. En la puerta del salón de belleza había una mujer de mediana edad con su teléfono móvil. Cuando Sofía la vio, tomó una decisión. La chica sabía cómo obtener la información que quería. Se acercó y sacó quinientos dólares de su bolso. La mujer inmediatamente guardó su teléfono y la miró. Se sorprendió al ver a una mujer parada frente a ella. Sin embargo, la dama tomó el dinero de la mano de Sofía. "Necesito tu ayuda''. Sofía le habló en voz baja. La mujer asintió rápidamente. Cuando escuchó lo que quería Sofía, la mujer de mediana edad la condujo por un callejón más oscuro. Después de dar unos pocos pasos, alguien la llamó a la mujer. La dama respondió antes de volverse hacia la chica. Le señaló una dirección y le dijo: "¿Ves esa habitación que tiene la luz encendida? Ve hasta ahí y diles lo que quieres. Tengo algo con qué lidiar ahora''. "Bueno, gracias''. La mujer se fue y Sofía continuó sola. Como le dijo la mujer, pronto encontró a la persona que quería conocer. Después de que intercambió números de teléfono con ella, Sofía se fue. Como no quería quedarse mucho tiempo, le pidió a la mujer que se reuniera con ella en una cafetería mañana. Tomó el dinero que Sofía le dio, asintió y prometió encontrarse con ella. Después de que el asunto se resolvió, la joven salió de la habitación en ruinas impregnada de un perfume fuerte. Cuando salió, un hombre de repente se acercó hacia ella. El hombre la sostuvo de la muñeca y le preguntó con una sonrisa: "¿Cuánto?".

... El hombre tenía unos cuarenta y tantos años y estaba con ropa deportiva oscura. La miró de arriba abajo mientras Sofía trataba de explicarle: "No soy...". "¿Qué? Vamos, no juegues conmigo y no te hagas la difícil. Quítate esa máscara y dime cuánto cuesta pasar una noche contigo". ¡Qué demonios! Sofía se soltó de su mano. "¡No me toques! ¡No trabajo aquí, simplemente vengo a buscar a alguien!''. "Ya basta, chica. ¿Qué tal quinientos? ¿Eso es suficiente?". Le tomó la mano, agarró el sombrero y le sacó la máscara a Sofía. El hombre se sorprendió cuando vio su rostro. Nunca vio a una chica tan bonita aquí antes. ''Mil, te daré mil. Ahora, ¿vendrás conmigo?''. "¡Suéltame! ¡Te dije que no soy una prostituta!''. Sofía comenzó a arrepentirse de venir aquí sola. El hombre no escuchó ni una palabra de lo que ella dijo. La llevó a Sofía a una habitación vacía, la arrojó sobre la cama y cerró la puerta detrás de ellos. "¡Mantente alejado de mí! ¡O pediré ayuda!''. Sofía saltó de la cama y corrió hacia la entrada. Pero el hombre la agarró fácilmente. "Pide ayuda, entonces. Soy un invitado frecuente aquí. Todas tus colegas están de mi lado. ¿Eres nueva en este lugar? Todo está bien. Te enseñaré cómo es estar con un hombre...''. Sofía sintió ganas de vomitar. De repente, una idea le vino a la mente. "¡Estoy con mi periodo!". El hombre se lo tomó con calma. "Está bien, me pondré un condón. Nada que no haya experimentado antes''. El hombre se quitó la ropa a toda prisa. Sofía se apresuró y agarró su bolso, pero antes de que pudiera sacar su teléfono, el hombre se lo tiró.

"¡Mi cartera! ¡Suéltame! ¡Te puedo dar dinero! ¡Tanto dinero como tú quieras! Puedes conseguir a quien quieras...''. El hombre ya la presionaba hacia la cama. Sofía se sintió impotente mientras intentaba a toda costa escaparse. A pesar de la lucha de la mujer, el hombre estaba decidido. "¡No quiero tu dinero, solo quiero dormir contigo una noche!". Sofía se detuvo por un segundo antes de gritar. "¡Auxilio! ¡Alguien que me ayude! ¡Auxilio!''. La gente de afuera no respondió a sus gritos. Además, se podían oír los sonidos mientras hacían el amor en la habitación de al lado... "¡Vamos, déjame probar tus labios rosados! ¡Dame tu boca!". El hombre bajó la cabeza y presionó su rostro contra el de ella. Sofía se atragantó del asco. Giró la cara y el hombre no vio sus labios. Cuando se quitó los pantalones, Sofía aprovechó la oportunidad y lo empujó con fuerza. La chica saltó de la cama tan pronto como pudo y lo tomó por sorpresa. "¡Perra! ¿Cómo te atreves a escapar?''. El hombre la atrapó en unos pocos pasos. Le tiró del pelo y la empujó al suelo junto al sofá. Sofía tiró de su brazo y lo mordió con fuerza. El hombre gritó y le abofeteó la cara. "¡Cómo te atreves! ¡Maldita, te voy a matar!''. "Te aconsejo que me dejes ir. ¡O si no, llamaré a la policía y pasarás el resto de tu vida en prisión!''. El hombre le apretaba muy fuerte las manos a Sofía. Cuando ella pidió ayuda, él le apretó su rostro contra el suelo. "Ir a la cárcel por ti valdrá la pena, niña bonita''. Los labios del hombre se curvaron en una sonrisa sórdida. Sofía cerró los ojos con desesperación. ¡Qué estúpido fue venir sola a un lugar como este!

El hombre la obligó a mirarlo. Ya se había quitado su camisa y trataba de arrancársela a ella. Sofía apretó los dientes y trató de empujarlo de nuevo, pero fue inútil. De repente se dio cuenta que había una lámpara de noche junto a ellos. Lo mordió en el brazo nuevamente y lo apartó mientras él gemía de dolor. Sofía se levantó del suelo, corrió hacia la puerta y pidió ayuda. "¡Alguien, por favor, ayúdeme!". "¡Perra! ¿Cómo te atreves a morderme otra vez?''. El hombre la apartó de la puerta entreabierta y la arrojó sobre la cama. Cuando Sofía cayó sobre la cama, agarró la lámpara de la mesa de luz lateral y lo golpeó al hombre en la cabeza. "¡Ay!". El hombre dejó escapar un grito fuerte que alarmó a la pareja que hacía el amor en la habitación de al lado.

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Capítulo 93 El Príncipe Azul Sofía vio cómo el hombre que sangraba la miró con incredulidad y luego cayó al piso. Una pareja se apresuró y lo encontró tendido en el suelo. Gritaron de terror y llamaron a la policía inmediatamente. No pasó mucho tiempo y llegaron los oficiales junto con una ambulancia. Sofía estaba conmocionada y muy aturdida. Luego la trasladaron hacia la estación de policía. Sangre... Había sangre por todas partes. '¿Ella mató... ...a alguien?', reflexionó confundida. Después de que la retuvieron en la estación de policía durante dos horas, un oficial la llevó a Sofía a la sala de interrogatorios. Entró en esa habitación que le resultó muy familiar y palideció. "¿Cuál es tu nombre?". Desde que la sacaron a la chica del distrito rojo, se creía que Sofía era una de las prostitutas que trabajaban allí, por lo que el policía la interrogó terriblemente. La chica respondió con su mente en blanco: "Sofía Lo''. ¿Qué? El policía la miró desconcertado. '¿Por qué ese nombre le resultaba tan familiar?'. No pensó demasiado en eso en ese momento. "¿Cuánto tiempo hace que trabajas ahí?". Sofía negó con la cabeza. "Estaba ahí porque buscaba a alguien''. El policía golpeó su pluma contra la mesa. "Esta es una estación de policía. ¡Será mejor que me digas la verdad!''. "Realmente buscaba a alguien. ¡Le pegué a ese hombre con la lámpara en

defensa propia!''. "¿A qué te dedicas? ¿Dónde trabajas? ¿Dónde vives?". ... Colin terminó la cena antes para llegar a casa temprano y verla a su esposa. Pero cuando llegó a casa, una habitación vacía lo esperaba. Cuando intentó llamarla a Sofía, su teléfono estaba apagado. Alrededor de las nueve de la noche. Colin frunció el ceño y fumó un cigarrillo tras otro. La seguía llamando a Sofía, pero todavía no podía ubicarla. En ese momento, lo llamó Wade. "¿Qué?". Wade le contó a Colin todo lo que la policía le había dicho. ¿Sofía estaba en la estación de policía? Colin se apresuró a tomar su abrigo y corrió hacia la ubicación que Wade le mencionó. Eran las diez de la noche cuando el joven la volvió a ver a Sofía. Acurrucada contra la esquina de la sala de detención temporal, la chica miraba hacia abajo y dibujaba círculos en el suelo. Sofía rezó por el hombre y esperaba que él no muriera. En ese momento, una sombra repentinamente apareció frente a ella. Lo primero que vio fue el par de zapatos nuevos y caros de cuero negro, los elegantes pantalones, la camisa blanca sin corbata y la chaqueta de traje. La cara conocida la miró con una expresión sombría. Se levantó rápidamente y se tiró hacia él. "Colin...''. La chica contuvo las lágrimas mientras se sostenía de Colin.

Para Sofía, Colin parecía un Príncipe Azul que montaba en su caballo blanco y que finalmente venía por ella. Era como si su persona favorita hubiera venido sobre nubes de color del arco iris para encontrarse con ella. No. Cuando lo vio a Colin, se sintió mucho más emocionada que cualquiera de las imágenes que se le ocurrieron. Colin estaba enojado con Sofía, pero su mal genio disminuyó ante su afectuoso abrazo. No esperó a que él le hablara y la chica se puso de puntillas y lo besó. Su ira se redujo aún más. Colin la levantó y salió de la habitación llevándola en sus brazos. Afuera, el joven notó que una de las mejillas de Sofía estaba hinchada. ¡El bastardo la había golpeado! La ira de Colin volvió a aumentar. ¡No dejaría que el hombre se saliera con la suya! El capitán hablaba con Wade afuera junto con dos policías. Cuando los vio salir, el policía que interrogó a Sofía antes le sonrió con nerviosismo. "¡Lamento mucho el malentendido, señora Li!''. En ese momento había muchos oficiales de guardia en la estación. Todos lo miraron a Colin, quien llamó la atención en el momento en que entró en la habitación. Sofía se sonrojó ante las miradas. Ella quiso bajarse, pero Colin la controló. No tenía más remedio que hablarle así al policía. "No hay problema. ¿Cómo está el hombre?''. Sofía rezó para que el hombre viviera. No podría soportarlo si hubiera matado a alguien. "Está en la Unidad de Cuidados Intensivos. Según los médicos, sus lesiones no son mortales''. El capitán le respondió honestamente. Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. Era bueno que no tuviera que revivir su pesadilla.

Colin dijo con calma: "Espero que el Capitán pueda traerlo aquí al criminal lo antes posible. ¡Voy a demandarlo!''. El capitán siguió y asintió con la cabeza. "No se preocupe, señor. Lo traeré en cuanto esté fuera de peligro''. "Gracias''. "No es nada, señor. ¡Este es nuestro deber! ¡Lamento haberla molestado a su esposa!''. El capitán le sonrió a Sofía. Sofía sacudió la cabeza rápidamente. "¡No, yo soy la que los molesté!". "Es muy amable de tu parte, señora. Trataremos al criminal de forma adecuada. Por favor, siéntase libre de pedirnos ayuda en el futuro''. Sofía entendió lo que quería decir el capitán. "¡Gracias!". Después de que salieron de la estación de policía juntos, Colin ayudó a Sofía a subirse al auto y le ajustó el cinturón de seguridad a su alrededor. Colin tenía una expresión vacía en el rostro y Sofía no podía entender si estaba enojado o no. Después de que habló con Wade por un momento, Colin finalmente se subió al auto y se fue con Sofía. En la Mansión. Sofía lo siguió a Colin por las escaleras en silencio y caminó hacia su habitación como de costumbre. Estaba a punto de abrir la puerta cuando Colin se dio vuelta de repente. Con una fuerza inmensa, la presionó a Sofía contra la pared en el pasillo. Quedó atrapada entre sus brazos y la chica se aferró con fuerza. "Sofía, ¿cómo pudiste ir al barrio rojo?". Sofía parpadeó. "¡Me dijiste que fuera adonde quisiera!". Colin apretó los dientes. "¡Solo porque dije que podías ir a cualquier parte, no

significa que puedas ir al distrito rojo y terminar en la estación de policía!". Sofía miró hacia abajo sin decir nada. "¿Por qué fuiste ahí? ¡Será mejor que me digas la verdad, Sofía!''. Colin sabía que la chica depositó el dinero que él le dio en su cuenta bancaria. Si no lo hubiera sabido, el joven habría pensado que Sofía salió a buscar a un hombre. "No te enojes conmigo. Estaba buscando a alguien...''. Sofía sabía que se equivocó, así que le contestó a Colin con suavidad. "¿A un hombre?". ... Sofía trató de alejar a Colin, pero él ni se movió. Le explicó a regañadientes: "Buscaba a una mujer''. "Además de mí, no conoces a nadie más en el País Z. ¿Quién era la mujer que estabas buscando? ¡Sofía, no me mientas!''. La chica sintió el aliento caliente de Colin en sus orejas, en su cuello... Alejándose de sus pensamientos, Sofía le respondió: "¡Buscaba a una mujer para algo y la encontré!". "¿Para qué?". Colin estaba decidido y quería saber toda la historia. Pero Sofía no quería decirle al joven sus planes y temía que si le contaba a él, Colin... ...la odiaría. O diría que ella era horrible... Aunque estas palabras eran ciertas, Sofía no quería escucharlas. "Solo quería que la mujer hiciera algo por mí". Si bien era la verdad, Sofía no le dijo nada específico.

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Capítulo 94 Volver al principio La prevaricación de Sofía molestó a Colin. Tocando la mitad hinchada mitad del rostro de ella, él preguntó: "¿Dónde más te tocó ese hombre?". Colin se sintió aliviado al ver que ella todavía tenía su ropa intacta. "Mis manos y mi cara. ¿Vas a demandarlo?". Ella ya lo había herido gravemente. ¿Todavía él lo demandaría? "La próxima vez que cualquiera te haga daño, ¡mátalos!". ... Mirando al hombre enojado, Sofía se preguntó cómo él podría pedirle a alguien que matara a una persona. "Si lo mato, seré condenada a prisión. Entonces tú podrías estar con otra mujer". Ella pensó que Colin se enojaría, pero él solo frotó los labios rojos de ella suavemente. "Recuerda, si algo sale mal, llámame primero. Lo arreglaré por ti". Profundamente conmovido, el corazón de Sofía se derritió. "Bien, entonces... ¿Ya no estás enojado?". Ella lo miró con cautela. Colin sonrió. "¿Por qué no estaría yo enojado? Estoy muy enojado. ¡Será mejor que me lo expliques todo, o te daré una lección y haré verte bien!". Parpadeando e ignorando su amenaza, Sofía dijo: "¡Ya me veo bien! ¡Tú me haces ver bien!". Ella no se vería tan bien si no fuera por Colin... El hombre respondió con un beso áspero y profundo. Después de un rato, el hombre dijo con voz aturdida: "Eres buena jugando con las palabras. Sofía Lo, ¡mira cómo te doy una lección!". De repente Colin la levantó, colocando las piernas de ella en sus brazos y apoyando su espalda contra la pared... Su posición era muy provocativa.

Sofía estaba escandalizada. "Colin, ¡bájame!". "Dime por qué fuiste allí". Él tenía que asegurarse de que ella no iría a lugares similares. Temerosa de caer, Sofía envolvió sus brazos alrededor del cuello de Colin con fuerza. "Iba a encontrarme con un viejo amigo...". Colin gruñó. "¡Qué barbaridad, una vieja amiga!. ¿Tienes una vieja amiga en el barrio rojo de País Z? Sofía, ¿crees que soy estúpido? ¿Fácilmente engañable?". ¡Él estaba perdiendo la paciencia con las mentiras de ella! Sofía lo besó, sin darle la oportunidad de decir una palabra más. Tres minutos después... Cinco minutos después... Sofía sintió que se había metido en camisa de once varas otra vez. Colin la llevó a la habitación, jadeando. Él le llevó la mano a la hebilla de su cinturón. Ella no tenía más remedio que cumplir. La hebilla se abrió. El ambiente se hizo más pesado. Cuando Colin la presionó sobre la cama, Sofía encontró la oportunidad de hablar: "¿Quieres usar un condón?". Colin de repente calmó sus movimientos y la miró fríamente, haciendo que Sofía se estremeciera. ¿Qué pasaba? El asqueroso hombre antes le había dicho que si ella estaba en su período, usaría un condón... Ella no quería que Colin se contuviera. "¿Te rebajarías a ti misma por una mentira?". Sus palabras la confundieron. ¿Cómo se degradaría a sí misma? "¿A qué te refieres?". Colin estaba muy enojado. Él gritó: "Sofía, ¿estás enferma? ¿No sabes cuánto duele en un momento como este?". Asustada, Sofía bajó la cabeza. Ella no lo pensó bien.

"¿Qué tipo de persona crees que soy? ¿Crees que soy peor que un bastardo?. O... ¿Has hecho esto antes?". Aunque él creía que Sofía nunca había tenido relaciones sexuales con otros hombres antes, no podía evitarlo porque estaba muy enojado. ¡No podía creer que ella realmente sugiriera que él la lastimaría! ... El pecho de Sofía se tensó. Ella solo lo sugirió por buena voluntad. ¿Por qué él tenía que ser tan duro? Alejándolo fríamente, Sofía se arregló la ropa. "¡Cómo crees!". "¡Maldición!". Colin presionó la espalda de ella sobre la cama y abrió su suéter. Al ver su intención, Sofía se asustó. "¡Estaba equivocada!. Colin, estaba equivocada...". Ignorando sus disculpas, Colin se colocó encima de ella y sostuvo su cabeza... La noche pasó. Finalmente, Colin se levantó de la cama y fue a su habitación a ducharse. Sofía se apresuró a ir al baño, vomitando sobre el inodoro. Pero ella no podía escupir nada. Se cepilló los dientes y volvió a la cama. Mirando a la luz de la luna afuera, Sofía no se había recuperado de la conmoción. Colin decía seguido que ella tenía experiencia en el sexo. ¿Por qué él parecía ser más experimentado? Como ella no le contaría su secreto, su relación volvió al principio. En la Villa Ji en el País A. En el estudio. De pie frente a la ventana con las manos detrás de su espalda, Manolo miró hacia fuera con una mirada seria.

Leila, que acababa de regresar del condado de Green Cold, se detuvo en la entrada del estudio y llamó a la puerta entreabierta. Manolo se dio la vuelta. "Leila, entra". Al ver la seria mirada en el rostro de su padre, Leila se puso un poco nerviosa. Mientras que su padre generalmente la mimaba, él era muy estricto cuando ella hacía algo malo, como ahora... "¿Leíste las noticias sobre Colin?". Manolo generalmente no prestaba atención a las noticias que no estaban relacionadas con los militares. Pero mientras ayer estaba en Twitter, vio que Colin era un tema en tendencia. Como Colin era el hijo de su amigo del ejército y la persona que le gustaba a su hija, leyó el artículo de noticias. Leila sabía de qué estaba hablando y asintió. "Lo leí, papá". "¿Sabes qué hacer?". Manolo le lanzó a su hija una mirada seria. Si ella no sabía, ¡él le enseñaría qué hacer! Leila se mordió los labios con fuerza sin decir una palabra. Manolo golpeó su mano sobre la mesa con fuerza, asustando a Leila. "¡Papá! ¿Por qué estás siendo tan duro?". "¿Yo soy duro? Leila, ¡eres mi hija! Ahora, los cibernautas se refieren a ti como una amante. ¡En el futuro, debes prestar atención a tu comportamiento estando cerca de Colin!". Colin estaba casado. Manolo no permitiría que su hija se convietiera en una amante maldecida por el público. ¡Sería humillante! Más importante aún, creía que su excelente hija podría encontrar un hombre mejor que Colin para cuidarla. Dolorida, Leila casi se echó a llorar mientras sus ojos se ponían rojos. "¡Pero papá, los antecedentes de la mujer simplemente no coinciden con Colin!". Manolo miró a su hija. "No importa, Colin ya está casado con ella. Puedes ver lo mucho que Colin se preocupa por la mujer en el vídeo. Sofía también dijo que tú

eres la hermana de Colin. A partir de ahora, tienes que saber tu posición". Como padre, ¿cómo no podía entender los sentimientos de su hija? Por supuesto, él quería que su hija estuviera con la persona que amaba. Pero como Colin no estaba interesada en ella, ¿por qué lo forzó? Leila contuvo las lágrimas en sus ojos. Su autoestima no le permitiría llorar frente a su padre. "¡Lo sé, papá!".

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Capítulo 95 Bueno para ti Ver a Leila enojada hizo que Manolo se sintiera incómodo. Él se acercó a ella y le dijo en tono reconfortante: "Leila, eres una mujer increíble. Mereces alguien mejor. Si crees que estás lista para otra relación, puedo presentarte a algunos jóvenes excelentes". Leila no respondió. ¿Cómo podría haber un hombre mejor que Colin? Además, no funcionaría si ella no sintiera algo por ellos. "Ya veo. Gracias, Padre". Reprimiendo su tristeza, Leila le dirigió una sonrisa y asintió. "Sólo quiero lo que es bueno para ti, hija mía. Espero que entiendas". Leila ya tenía casi 30 años, ya no era una niña de veinte años. Ella entendía cómo se sentía Manolo. Ella se acercó y tomó sus manos. "Lo entiendo, padre. Gracias". Manolo le dio unas palmadas gentilmente. "No lo menciones. ¿Cuánto tiempo te quedarás?". Desde que Leila se había hecho famosa, solo se iba a casa unas cuantas veces al año. "Me quedaré hasta pasado mañana. Necesito ver a mamá antes de volver al trabajo". "Está bien. Tu madre llegará mañana por la tarde. Podemos recogerla juntos en el aeropuerto". "De acuerdo". ... Fuera del estudio, Leila regresó a su habitación de mal humor.

Ella dudó por mucho tiempo antes de marcar el número de Colin. "Leila". Oír la voz de Colin rompió las defensas de Leila. Ella quería llorar. Ella contuvo un sollozo. "Colin, ¿podemos seguir siendo amigos?". Colin no pensó mucho en eso y estuvo de acuerdo. Siempre había tratado a Leila como a su propia hermana, y eso no cambiaría ahora. Leila se sintió un poco mejor. "Colin, te extraño mucho. Quiero visitarte en el País Z". "Leila, puedes visitarme en País Z, pero no puedes decir cosas como esas. No es apropiado". Colin le dijo sin rodeos. Él no creía que fuera una buena idea andarse por las ramas en esta situación. Leila estaba triste al escuchar su sermón, pero también significaba que Colin era un buen hombre. Ella estaba feliz por eso. "Yo entiendo, Colin. Te visitaré cuando termine de filmar en Francia". "Está bien". Respondió Colin. Durante su hora de almuerzo, Sofía se encontró con la mujer que encontró en el barrio rojo. Ella empujó una tarjeta bancaria hacia ella. "Hay 3 millones en ella. Tómala. Si eso no es suficiente, puedo darte más". "¡Bien!". Los ojos de Quintana se iluminaron con las palabras "tres millones". Sofía continuó con calma, "Quiero que...". Diez minutos tarde. Se pusieron de pie juntas. Antes de que se separaran, Sofía dijo: "Espero que puedas mantener la boca cerrada antes de que sea hecho. Eso es todo lo que pido". Quintana asintió rápidamente, "Puede contar con ello, señorita. Mientras me des

suficiente dinero, puedo hacerlo". "Bien". Posteriormente, Sofía fue a un puesto de comida para el almuerzo y regresó a la oficina. Cuando ella pasó por la oficina del director general, llamó a la puerta. La voz de Colin vino desde adentro. Abriendo la puerta, encontró a Colin trabajando. Él la miró, luego continuó trabajando. Sofía puso un bocadillo sin azúcar en su escritorio. "No he podido hacerte ningún bocadillo en estos días, así que te compré esto. Puedes tomar un poco si tienes hambre". Colin ni siquiera lo miró. "Quítalo, no lo quiero". Sofía no sabía de qué estaba enojado. Ella dejó escapar un suspiro indefenso. ¿No fue su expiación anoche suficiente para apaciguarle? Ella quería decir algo más, pero el teléfono de Colin sonó. Ella escuchó a Colin decir el nombre de Leila cuando contestó el teléfono. El nombre trajo recuerdos. De repente ella recordó los incidentes en la Casa Li en el País A y en el Condado Green Coldd... El día que Colin regresó de Green Cold, él la invitó a cenar. En ese entonces, Sofía estaba distraída con el chile y la verificación, que se había olvidado de Leila. Después, Colin había sido tan bueno con ella que Leila volvió a escabullirse en la mente de ella. Qué horrible coincidencia. ¿Por qué Leila tuvo que llamar a Colin mientras ella le llevaba un bocadillo? Leila probablemente le estaba diciendo algo como "Te extraño" a Colin por teléfono, porque le dijo "no puedes decir cosas como esas otra vez" en respuesta.

Sentimientos encontrados llenaron su corazón. Ella estaba feliz con la respuesta de Colin, pero se preguntó si él realmente lo decía en serio. De repente ella se dio cuenta de que había cambiado mucho. Originalmente, ella estaba pensando seriamente en quedar embarazada con su hijo y dejarlo después... Pero en dos días fugaces, ella se había desvivido por él... Su plan original nunca vino a su mente de nuevo. Cuando Colin colgó el teléfono, Sofía puso rápidamente una cara indiferente. Mirándola, Colin sintió que se había perdido de algo... "Siéntete libre de tirarlo si no lo quieres. Lamento molestarlo, señor. Li". Sofía se dio la vuelta para irse. Colin quería llamarla para que quedara, pero no salió ninguna palabra cuando abrió la boca. Sin saber qué decir, él la observó irse sin poder hacer nada. Debido a Colin, toda la compañía ahora se dirigía a Sofía como "señora Li" o "señora Lo" con mucho respeto. Pero Sofía siguió trabajando como siempre, como si nada hubiera cambiado. Desde el anuncio de Colin, nunca volvieron a ser afectuosos en público y su relación volvió a ser tensa. Cuando terminó su período, Sofía pagó la visita de un renombrado médico veterano de la medicina tradicional china. El médico la examinó, le recetó cuatro semanas de medicina china y le dio una noticia impactante. Al acostarse en la cama por la noche, Sofía seguía reflexionando sobre lo que el doctor le había dicho. Él dijo: "Su cuerpo carece de energía positiva, lo que afecta en gran medida sus posibilidades de embarazo. Lo que es peor, también es la raíz de una enfermedad. Si no lo trata, es posible que no quede embarazada en el futuro".

... En los últimos dos meses, cuando estaba con Colin, ella había estado deseando tener un bebé. Pero al parecer, fue en vano... Wendy también quería un nieto... Al pensarlo, Sofía no pudo evitar llorar en silencio. Colin parecía estar borracho cuando llegó a casa después de una cena de negocios esa noche. Abrió la puerta de la habitación de Sofía. Caminó hasta la cama de Sofía y la besó rudamente, oliendo a alcohol. "Sofía... Sofía... Me has estado ignorando durante tanto tiempo... Te enseñaré cómo comportarte esta noche. Sofía, a veces te odio...". La noche encontró a Sofía jadeando y pidiendo piedad. No fue hasta el amanecer que Colin se detuvo y regresó a su habitación. Así continuó durante las noches subsecuentes. Colin siempre entraba en su habitación muy borracho. Sofía comenzó a temer a la urgencia de él de hacer el amor. "¡Colin, no puedo aguantar más!". Ella rogó por un respiro, incluso por solo una noche.

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Capítulo 96 El arte culinario de Colin Colin no cedió. Parecía que no escuchaba su petición. Un mes después de que Sofía conoció a Quintana, Sofía recibió una llamada de ella diciendo que la primera fase fue un éxito. La foto que le envió a Sofía la hizo reír. En el momento en que regresara al País A el día del Año Nuevo, podría continuar con la siguiente fase. Sofía había estado tomando medicina tradicional china recientemente. Tuvo suerte de que la medicina que recibió ya estaba preparada y bien sellada cuando fue a ver al médico de medicina tradicional china. No tenía que preparar la medicina en casa y propagar el olor por todas partes. Al comienzo del doceavo mes lunar, Sofía estaba en aprietos con una bolsa de 10 onzas de medicina cuando Colin llevó a Leila de regreso a la casa. Al ver a Leila delante de ella, vestida con un abrigo de lana color lavanda, Sofía se frotó los ojos y se preguntó si estaba alucinando. "Colin, ¿de dónde viene el olor de medicina tradicional china?". Leila abanicó las manos, como si no hubiera visto a Sofía tomando el medicamento. Colin también lo olió. Estaba a punto de preguntarle a la Tía Liu qué sucedió cuando vio a Sofía tomando el medicamento. Un rastro de preocupación se reflejó en sus ojos. ¿Cuándo comenzó Sofía a tomar medicamento? ¿Por qué no sabía de esto? "¿Por qué estás tomando medicina tradicional china?" Colin se acercó y le preguntó amablemente. Después de tomar la medicina, Sofía dijo rudamente: "Estoy cuidando mi cuerpo".

Colin se dio cuenta de que no había cumplido su promesa. Cuando la estaba cuidando en la sala de su oficina, dijo que la llevaría a un médico. Leila miró a Sofía dudosamente. "¿Que pasó? ¿No puedes quedar embarazada?". Sofía no supo si Leila lo dijo a propósito, pero como tenía parte de razón, Sofía admitió sin dudarlo: "Sí, mi esposo está ansioso por tener hijos, así que debo cuidarme bien". Colin no dijo ni una palabra. Fijó sus ojos en Sofía mientras ordenaba los tazones y las bolsas vacías. Leila puso los ojos en blanco y sostuvo el brazo de Colin. "Colin, tengo hambre. Quiero comer algo de tu arte culinario". La mano de Sofía se detuvo mientras tiraba la basura. Mirando a la íntima pareja, sintió un ligero dolor en su corazón. Ella no sabía que Colin podía cocinar. Cuando Wendy le pidió que cuidara de Colin, asumió que Colin no podía hacer estas cosas. Resultó que él no tenía nadie a quien cocinar. Hasta ahora, que llegó Leila... Colin abrió el congelador y sacó algunos ingredientes, preparándose para cocinar. Después de limpiar el desorden, Sofía sonrió a Leila. "Leila, le preguntaré a la señora Qin para que prepare la habitación de invitados para ti". "¡Muy bien, gracias!" Leila era definitivamente de noble cuna. Ella tenía modales modales y buena educación. "No hay de qué". Sofía le pidió a la señora Qin preparar una habitación de invitados y que le avisaría directamente a Leila, mientras ella se escondía en su habitación y trabajaba.

Poco tiempo después, la señora Qin llamó a su puerta. "Señora, el señor Li le está llamando abajo para cenar". Forzó una sonrisa y se negó con gentileza. "No, no voy a bajar. Aún tengo trabajo que terminar". La señora Qin la miró con angustia antes de que finalmente asintiera. "Bien entonces, le diré al señor Li". La habitación quedó en silencio de nuevo. Aunque estaba sentada frente a la computadora, Sofía no estaba pensando en el trabajo. Leila era una mujer agraciada y honesta, que no jugaba trucos sucios. Esto afligió a Sofía. Si ella hubiera sido una mujer astuta y maliciosa, habría hecho alarde de su relación con Colin. Pero como Leila era decorosa y obviamente no era ese tipo de persona, dejó a Sofía desconcertada. El sonido de la puerta abriéndose sacó a Sofía de su ensoñación. Colin entró sin decir nada. Tomando su mano, él la sacó de la habitación. "Todavía tengo trabajo que hacer..." No quería ver la estrecha relación de Colin con su amiga de la infancia. "Déjame manejarlo". Sofía no respondió. Colin no le soltó la mano ni siquiera cuando llegaron abajo. Él sostuvo su mano hasta que llegaron a la mesa. Cuando Leila vio bajar a Colin, se levantó y preguntó con una sonrisa: "¿Podemos empezar ahora, Colin? Ha pasado un tiempo desde la última vez que comí de tus guisos. ¡No puedo esperar! ". Colin sacó una toalla mojada y tibia. "Adelante, sírvete a ti misma". Luego tomó la mano de Sofía.

Pensando que él le estaba dando la toalla mojada, Sofía se movió para quitársela. Pero Colin tomó sus manos y las limpió por ella. ... Sorprendida, Sofía se preguntó qué estaba tramando Colin. ¿Por qué estaba siendo cariñoso con ella delante de la persona que le gustaba? Leila llenó con elegancia su tazón con sopa, como si no hubiera notado lo que estaban haciendo. Esto confundió a Sofía. Era como si la chica que conoció antes, quien coqueteaba con Colin y la chica que tenía delante fueran personas completamente diferentes. Colin tomó un tazón de sopa de verduras para Sofía y le sopló pensativamente, antes de darle la cuchara. El comportamiento de Colin desconcertó un poco a Sofía. ¿Qué estaban haciendo? Fue tan incómodo. ¿Estuvieron de acuerdo en hacer esto? Parecía que habían aceptado tácitamente cenar sin hablar y comieron en silencio. Los platos que Colin cocinó eran realmente deliciosos, e incluso tenían un sabor casero. La única queja de Sofía era que Colin había cocinado debido a la llegada de Leila. Sofía se sintió afligida al pensar en ello. Después de limpiar, Leila le preguntó a Colin: "Colin, me reuniré con el gerente de una compañía de entretenimiento en un club nocturno. ¿Me puedes acompañar?". En su camino hacia arriba, Sofía escuchó a Colin decir: "Necesito trabajar con Sofía esta noche. Le preguntaré al señor Ji que vaya contigo". Sofía sonrió. Era la respuesta exacta que ella quería escuchar.

"Sofía, ¿puedes retrasar el trabajo? La reunión no durará mucho. Volveré con Colin pronto. ¿Está eso bien?". Ante la mirada expectante de Leila, Sofía no pudo negarse. Miró la inexpresiva mirada de Colin y asintió, "Está bien". Si Sofía no estaba equivocada, la ira parecía brillar en los ojos de Colin. Leila estaba encantada. "¡Gracias Sofía! ¡Colin, vámonos!". La casa se llenó de silencio, poniendo a Sofía de mal humor. Ella lamentó sus acciones. ¿Por qué accedió a Leila? De vuelta a su habitación, Sofía recibió un mensaje en WeChat de Colin. "¡Sofía, estarás muerta! ¡Haré que pagues por esto!" ... La advertencia de Colin asustó a Sofía, y ella se apresuró a llamarlo. La llamada se conectó rápidamente. "¿Sí?", preguntó Colin. Sofía titubeó un poco. Sin pensar si Leila podía escucharla o no, apretó los dientes y dijo: "Cariño, de repente comencé a tener un dolor del estómago. ¿Puedes venir por mí? Bueno... ¡En verdad duele! Debió haber algo mal con uno de tus platos..."

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Capítulo 97 Acercándose El teléfono de Colin estaba conectado al bluetooth del auto. Cuando Sofía llamó, la llamada se conectó automáticamente a los altavoces. Todos en el coche podían escuchar su conversación. "Volveré a casa y te llevaré al hospital". Colin terminó la llamada y se orilló. Leila permaneció callada. Colin volteó hacia ella mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad. "Leila, tienes que irte sin mí. Puedes llamar a un taxi. Le diré al señor Ji que te vea ahí y te acompañe". "Colin, ¿Sofía está molesta conmigo?". Leila sostuvo su bolso tan fuerte que sus nudillos se pusieron blancos. Colin resopló. "Por supuesto que no. ¿Por qué preguntas eso? Espera aquí, te conseguiré un taxi". Colin se bajó del auto. De pie al lado de la carretera, hizo una rápida llamada telefónica a Wade. Después de llamar a un taxi para Leila, Colin la vio entrar y tomó una foto del número de la placa. Le pagó al conductor por adelantado y se despidió mientras observaba cómo se alejaba el automóvil. Subió a su auto y regresó a la casa. En la casa, Sofía fingía estar enferma en la cama. Cuando la puerta se abrió, volteó rápidamente y vio a Colin. Regresó solo. Dado que Leila no regresó con él, no era necesario que ella fingiera estar enferma. Al levantarse de la cama, ella preguntó sarcásticamente: "¿Por qué no trajiste a tu hermanita contigo?".

Colin se recostó a su lado en la cama. "No quiero verte arder de celos". Sofía lo fulminó con la mirada. ¡Qué hombre tan egocéntrico, ella no estaba celosa en absoluto! "Te hice un favor, señor Li. ¿Cuál es mi recompensa?". Se sentó frente a la computadora y se preparó para trabajar. "¿Quieres una recompensa? Puedes tenerme toda la noche". Colin respondió, girando las llaves del coche alrededor de su dedo. Sofía lo miró fingiendo temor. "¡No me atrevería! ¡No quiero molestar a tu amor de la infancia!". La cara de Colin al instante se volvió oscura. Pero Sofía no le tenía miedo. Poniendo los ojos en blanco, dijo: "¡Vuelve a tu habitación!" ... Colin estaba impresionado. Sofía se había vuelto más audaz desde que se conocieron. Pero eso era una buena señal, significaba que estaban acercándose. Colin no se fue. Se acercó a ella con una sonrisa en su rostro. Sofía saltó de la silla cuando lo vio acercarse. "¡Colin, te lo advierto! ¡No te me acerques!". "¿Me estás advirtiendo?". Colin se paró frente a ella, levantando su barbilla con sus dedos y mirándola. "¡Sí! ¡Te estoy advirtiendo! ¿Qué pasa si el amor de tu infancia vuelve y nos ve? ¿Qué tal si ella rompe en llanto?". "¿De qué diablos estás hablando?". Colin la soltó y salió del dormitorio con sus manos en los bolsillos. ... ¿Estaba Colin enojado otra vez? Justo cuando Sofía se sentó frente a su computadora y se preparó para escribir, la puerta de su habitación se abrió de nuevo y entró Colin.

"Ven conmigo". "¿A dónde?". "¿Por qué lo preguntas? ¡Sólo ven conmigo!". La paciencia de Colin se agotó. Él tomó su abrigo y la sacó. "¡Espera! ¡Mi teléfono!". Sofía señaló su teléfono en el escritorio. Colin no se detuvo. "¿Por qué necesitas tu teléfono mientras estás conmigo? Dame toda tu atención". Sofía no se dio por vencida. "¡Entonces tampoco deberías traer el tuyo! ¿Por qué no me darás toda tu atención?". "Somos diferentes. Recibo llamadas de importantes socios de negocios todo el tiempo". Sofía se quedó sin palabras. Tenía razón. Abajo, en la sala de estar, Colin le puso el abrigo a Sofía, quien lo observó mientras la vestía con una sonrisa. El auto se detuvo en el estacionamiento subterráneo de un centro comercial. Bajando del auto, tomaron el ascensor hasta el primer piso. Además de la sección de joyería, la planta baja también tenía tiendas de ropa, boutiques, tiendas de postres y similares. Colin tomó su mano. "Vamos a echar un vistazo alrededor". Él asintió con la cabeza a una tienda de ropa. Sofía lo detuvo. "Ya me has comprado demasiada ropa". Colin la fulminó con la mirada. "Se acerca el festival de primavera. Necesitas ropa nueva". A pesar de sus protestas, él la llevó a la tienda. "¡Bienvenidos!" La tienda tenía un buen servicio al cliente y ofrecía una guía de compras para cada cliente. Cuando entraron, un coro de saludos les dio la

bienvenida. La gerente de la tienda se acercó a ellos en cuanto vio a Colin. Con una sonrisa en su rostro, los saludó. "¡Bienvenidos, señor y señora Li!". "Gracias". Colin asintió con la cabeza al gerente, y Sofía le dio una educada sonrisa. "¿Qué están buscando, señor y señora Li?". La gerente llevó a la pareja a la colección de gama alta y comenzó a recomendar artículos para ellos. Colin echó un vistazo a la ropa y dijo: "Todo lo que se adapte a mi esposa". Sofía quiso poner los ojos en blanco. ¿Quién compraría ropa así? La gerente fue muy proactiva. Antes de que ella pudiera negarse, la gerente comenzó a elegir ropa para ella. Ella llamó a otros dos asistentes para mostrarles la ropa. Colin eligió un abrigo de piel azul, un abrigo largo negro, una chaqueta corta blanca y un abrigo largo de lana rojo. Sofía se probó la ropa de mala gana. Llevaba un suéter negro y una falda de piel color borgoña debajo de su abrigo. Ella sólo podía probarse los abrigos sin cambiarse de ropa. Se quitó el abrigo y se probó la chaqueta larga. Los ojos de Colin se oscurecieron ante sus visibles curvas con su ajustado atuendo. De repente, sintiéndose sediento, tomó el agua de la mesa y la bebió de un trago. Si sólo ofrecieran también camas a los clientes VIP... El abrigo negro hasta la pantorrilla se veía holgado en Sofía, pero debido al color, le quedaba bien. El cuello de piel también se veía muy cálido. Colin se levantó del sofá y caminó hacia Sofía para ponerle la capucha. Aunque

sólo una pequeña parte de su cara inferior era visible, se veía hermosa. "Eso es. Prueba otro". Sofía estaba confundida del porqué tenía que ponerle la capucha por ella. Ella obedeció y se quitó el abrigo negro. El gerente les ofreció tranquilamente otra ropa. Ella sabía que, como el Director Ejecutivo del Grupo SL, la opinión de Colin era muy bien considerada. Era innecesario para ella darle algo de aportación. Ni siquiera presentó los méritos de estos artículos. A Colin no le importaba el dinero, y todos los artículos aquí eran de alta calidad. Lo único importante para él, era que se vieran bien en Sofía. Cuando Sofía se probó el abrigo de piel azul, se veía un poco gordita. Pero también se veía muy linda. Colin sonrió. También le gustaba una Sofía gordita.

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Capítulo 98 Una cita en la noche Al ver el descontento de Sofía, Colin no pudo evitar pellizcar su cara. "¡Prueba en la siguiente!" Después de que terminaron, Colin llevó a Sofía a la siguiente tienda. La gerente de la tienda guardó lo que habían comprado en la cajuela de su auto, usando la llave de Colin. Sofía preguntó: "¿Estás aquí para comprar?" "¿Por qué lo preguntas?" "¡Siento que estás comprando al por mayor!" Él había comprado muchísima ropa para ella. Como Sofía dijo que estaba comprando al por mayor, él le mostraría qué significaba comprar al por mayor para él. Tres juegos de productos para el cuidado de la piel de primera, cuatro bufandas, ocho pares de zapatos... Sofía estaba extremadamente cansada. La asistente de compras de la tienda de bolsos devolvió la llave a Colin. "Señor Li, la cajuela y los asientos traseros de su coche están llenos. No hay espacio para los dos bolsos, así que los coloqué en el asiento del copiloto". "Muy bien, gracias". Colin tomó la llave y sacó el teléfono de su bolsillo. Sofía de repente tuvo un mal presentimiento. "¿Qué estás haciendo?" "Llamando a la secretaria Tao". La secretaria Tao también tenía un coche asignado por la empresa. "¿Por qué la llamas ahora?" "Voy a pedirle que conduzca y traiga todo de vuelta a la mansión. Vamos arriba y visitemos las otras tiendas". Después de marcar el número, Colin se llevó el teléfono a la oreja.

Sofía estaba angustiada. Agarró el teléfono y terminó la llamada. "¡Terminarás comprando todo el centro comercial si no te detienes!" Sofía guardó el teléfono en su bolsillo. Colin quería sacarlo de nuevo, pero ella apretó su mano con fuerza. Colin no insistió. "Está bien, como quieras. Iremos arriba de todos modos." Solo habían comprado en los primeros dos pisos, pero su auto ya estaba lleno hasta el tope. Quedaban siete pisos... "Estoy cansada." Sofía tomó la mano de Colin y apoyó la cabeza en su hombro. "Puedo cargarte o abrazarte. ¿Cuál quieres?" Sofía se quedó sin habla. Señaló una tienda de postres cercana. "Quiero comer un postre y tomar un descanso". "Bueno". Encontraron una mesa libre, y se sentaron. Mientras Colin estaba en su teléfono, Sofía tomó una cucharada de su crepa de durian y se la llevó a la boca. Él frunció el ceño. "No me gusta el durian". No le gustaba la comida con un sabor extraño. Tampoco esperaba que a Sofía le gustara. "Pruébalo. El durian es realmente delicioso. ¡Te va a gustar!" Ella también quería aprender cómo hacerlo. "No." Colin tomó la mano de Sofía y la puso en su boca. Sofía de repente recibió un impulso y se comió el durian. Hizo una mueca y arrojó la cuchara al plato. Colin observó en silencio a la infeliz mujer masticando el durian. Él deslizó su brazo alrededor de su cuello y la besó. El sabor del durian hizo que Colin frunciera el ceño de nuevo, pero no soltó a Sofía.

Sofía no sabía qué hacer. ¡Había tanta gente mirándolos! Incluso escuchó a alguien decir: "¿Por qué somos solteras? ¿Para ver a las parejas derramando miel?" "¡Qué descarados! ¿Cómo pueden besarse en público?" Sofía luchó por alejar a Colin, respirando con dificultad. "Ya no comas... ¡Terminaré el resto!" Colin había ido demasiado lejos. ¡Era demasiado insensible ante las críticas! ¡Había tanta gente! Por suerte, estaban en un rincón. Sólo dos chicas cerca de ahí podían verlos. Sofía fue quien lo empezó. Sosteniéndola con fuerza en sus brazos, Colin la besó de nuevo. ... Cuando Colin quería más, Sofía logró alejarlo. Ya roja del coraje, lo miró furiosa. "¡Deja de ser tan descarado!" "Solo estaba comiendo el durian. ¿Qué pasa? Querías que me lo comiera, ¿verdad?" Colin le lanzó una mirada inocente. Sofía hizo una pausa. "Bueno, fue mi culpa. No debí haberte obligado a comer el durian". Sofía bajó la cabeza y siguió comiendo su crepa. Colin le susurró al oído. "Si quieres que en el futuro coma algo, puedes hacerlo así. Me gusta mucho". ... "¡Bastardo!" Al oír su insulto, Colin se rió y entrecerró los ojos. "Puedo hacer más. ¿Quieres intentarlo?" Sofía se cubrió la cara con las manos y no quiso mirar a Colin. "Eres muy fastidioso. ¡Ya no te daré mi regalo!"

Como Colin le había comprado tantas cosas esta noche, ella también quería darle algo. "¿Qué regalo?" Colin observó a su esposa sonrojada mientras descansaba su rostro en su mano. En realidad, Sofía todavía no sabía qué comprarle a Colin. No sabía lo que Colin quería, lo cual le causaba un dolor de cabeza. Planeaba comprarle algo cuando encontrara el regalo perfecto. Al pensar en sus burlas, Sofía levantó la cabeza y susurró: "Te daré una caja de... condones". Colin parecía considerarlo. "Es una mala idea. No los usamos. ¿Y si mejor me regalas otra cosa? Por ejemplo... Puedes darme..." Le susurró algo a Sofía que la apenó muchísimo. Después de ver su fuerte reacción, Colin dijo: "Como si no me hubieras dado una antes. ¿Por qué eres tan tímida ahora?" Ella lo hizo sentir muy bien en ese entonces. Sofía lo miró con una expresión en blanco y le pellizcó el brazo izquierdo con fuerza. "¿Por qué siempre eres tan malpensado" Al sentirse un poco ofendido, Colin sostuvo su rostro y la besó. "Disculpen, ustedes dos. ¡Les hablo a ustedes! ¿Pueden parar con sus muestras de cariño en público?" Una mujer expresó su descontento. Otras personas estuvieron de acuerdo con ella. Avergonzada, Sofía quería alejar a Colin. Pero Colin la besó más profundamente, lo cual dejó atónita a la mujer que se quejaba. "Lucila, aunque rompieras con tu novio, no podrías evitar que otras parejas demuestren su amor". "¡Upff, son demasiado dulces! ¿Quién les dijo que me provocaran?"

... Sofía se sintió aturdida en ese momento. Colin soltó un poco a Sofía justo antes de que perdiera el aliento. Observó a la mareada mujer en sus brazos, sintiendo una sensación de satisfacción. "Señor Li, ¿no es consciente de que está causando indignación pública?" "Ella está celosa". Sofía se quedó muda. Ya no podía seguir aquí. La gente que estaba cerca los había visto besarse, e incluso los meseros seguían lanzándoles miradas furtivas. Después de comerse la crepa de durian de un bocado, Sofía sacó a Colin y salieron de la tienda rápidamente. Sofía no soltó a Colin hasta que estuvieron a una distancia considerable de la tienda de postres. Colin tiró de Sofía y la abrazó con fuerza. "Sofía, ¿por qué caminas tan rápido?" "¡Quiero ir a casa!" Inventó una excusa. En realidad, no quería volver en absoluto. Pasar tiempo con Colin la hizo... Realmente feliz. "Está bien, vamos a casa". ¿Por qué estuvo de acuerdo tan rápido? Sofía miró a Colin, dejándolo confundido. "¡No quiero irme a casa ahora!"

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Capítulo 99 El mejor regalo ¡Las mujeres eran realmente volubles! "No quiero ir a casa. Hay que buscar un hotel". "¿Qué vamos a hacer en un hotel?" "Vamos a rentar una habitación". Como ella seguía preguntando, Colin decidió molestarla un rato. "¿Por qué rentaríamos una habitación en un hotel?" Sofía notó que Colin la estaba distrayendo. Como él la estaba mimando y abrazando, ella no estaba prestando atención a lo que él decía. Colin le dio una sonrisa pícara. "Nos esconderemos debajo de las sábanas de la habitación y hablaremos". "¿Hablar? ¿Por qué necesitamos hablar?" Colin era tan guapo que atraía la atención de todos los transeúntes. Después de todo, él era una figura pública que había salido en las noticias y en portadas de revistas. Sofía temía que alguien con malas intenciones lo reconociera, por lo que rápidamente lo llevó a una tienda. Fue bueno que ella preguntara. "Porque... Después de que hablemos, podemos..." Colin le susurró el resto a Sofía, sacándola de su confusión. La cara se le puso roja. Frustrada, ella mordió su abrigo, pero sus dientes accidentalmente quedaron atrapados en un botón. "¡Ay!" Se sobó la boca para calmar el dolor. De inmediato, Colin tomó su cara en sus manos. "¿Qué pasó? ¿Te duele?" Los ojos de Sofía se cerraron de dolor. Cuando el dolor finalmente disminuyó, volvió a abrir los ojos y sacudió la cabeza. "Ya estoy bien" ¡La próxima vez, mejor le mordería el cuello!

Colin miró la parte que Sofía había mordido, y la besó en los labios suavemente. "Puedes morderme si quieres. No hay necesidad de morder mi abrigo. ¿El botón te cortó en los dientes?" Sonó un clic y una luz destelló. Sofía y Colin miraron hacia esa dirección, y vieron a un hombre que tomaba fotos de ellos. Cuando se dio cuenta de que lo estaban mirando, el hombre guardó su cámara enseguida. Les dio una sonrisa de disculpa y se alejó. A Colin no parecía importarle. Acercó a Sofía hacia él y siguió comprando con ella. "¿Por qué nos estaba sacando fotos?" Preguntó Sofía con curiosidad. No eran actores, ¿por qué ese tipo les tomaría una foto? "Mira, ¿hay algo que te guste?" Colin la ignoró, y le preguntó sobre las joyas exhibidas en el mostrador. Sofía negó con la cabeza. "Quiero comprarte algo, Colin". "Ya te lo dije, puedes darme a ti misma. Ese es el mejor regalo que me podrías dar". Sofía se sonrojó. Ella lo empujó, "¡Lo digo en serio!" Colin la abrazó por detrás. "Pero no necesito nada. Y si llegara a hacerlo, Wade lo puede conseguir para mí. Así que el mejor regalo para mí eres tú". Sofía se retorció en sus brazos y se volvió hacia él. "El señor Ji está ocupado. ¿Podría la señorita Lo hacerse cargo?" Ella quería arreglar todo para él. Su ropa, lo que comía... Colin sonrió. Tomó un par de gafas de sol del mostrador y se las puso. "Se te ven bien. Como la señorita Lo es tan bonita, la dejaré hacer lo que quiera". ... Sofía no pudo evitar reírse. "Colin, ¿Helge te enseñó a coquetear? Tienes mucha labia".

Se quitó las gafas de sol y las puso en su lugar. Caminó hacia los lentes de sol para hombres, tomó un par para Colin y se los puso. Se veía increíble. Sofía se sorprendió por lo deslumbrante que se veía. Colin se subió las gafas de sol. "¡No hables de otros hombres mientras estés conmigo!" No necesitaba aprender a hablar con la persona que amaba. Mientras estuvieran juntos, él podría decírselo naturalmente. Colin había visto a muchas parejas besándose en las calles antes. En aquel entonces, no entendía por qué tenían que besarse en público. ¿No podrían hacer eso en casa? Pero ahora lo entendía. Frente a otras personas, ellos no podían evitarlo. Quería besar a Sofía cada momento que estuvieran juntos. "¿Por qué no quieres que mencione a Helge? Colin, ¿no tienes vergüenza?" Él fue quien le dijo a Helge que la sedujera. ¡Ahora, tenía el descaro de disgustarse por la mera mención de su nombre! Colin se quitó los lentes de sol y los miró más de cerca. "Soy un sinvergüenza, cariño. Además, a Helge le encanta Shelly, así que ni siquiera lo pienses". Sofía se quedó sin habla. ¡Nunca vio a Helge de ese modo! "Esas están bien. Yo pago". Las gafas de sol tenían un precio de $288. Aunque no eran baratas, Sofía podía pagarlas. Las compraría con su propio salario, ya que había ahorrado unos $14, 000 para ella. "Pero quiero aclarar una cosa. Si me llevo las gafas de sol, ¿todavía recibiré un regalo esta noche?" Colin mostró una sonrisa tímida. Sabiendo a qué se refería, Sofía lo fulminó con la mirada. "No, no habrá más regalos esta noche". "Entonces no me llevaré las gafas de sol". Colin tranquilamente las devolvió.

"Incluso si no te llevas las gafas de sol, no te daré nada esta noche". Colin hizo una pausa y dijo con calma: "Si no recibo ningún regalo, te besaré apasionadamente aquí mismo". Sofía se quedó muda. De inmediato dijo: "¡Entonces llévatelas!" "No, eso no funcionará. Quiero las dos regalos ahora". La conducta infantil de Colin divirtió a Sofía. "Sólo puedes tener uno". Ella insistió. Colin se inclinó más cerca. "Entonces te besaré aquí mismo." Sofía sabía que era un hombre de palabra, y rápidamente tomó las gafas de sol. Se las entregó la empleada que se reía y los observaba desde detrás del mostrador. "¡Señorita, me llevaré estas!" "¡Por supuesto! Por aquí, por favor". Sofía siguió a la señorita hasta la caja. Mientras la esperaba, Colin echó un vistazo a los otros artículos de la tienda. Poco después, Wade lo llamó. "¿Sí?" "Señor Li, la señorita Ji está llorando sola en la habitación privada... ¿Cómo quiere que maneje esta situación?" "¿Por qué está llorando?" Ella estaba bien cuando la dejó. Wade sacudió la cabeza. "Yo tampoco lo sé. La señorita Ji me pidió que le comprara algo de comer, pero cuando regresé, la encontré llorando sola en la habitación. No importa lo que haga para consolarla, no deja de llorar". "Ya veo. ¿Cuál es el número de la habitación?" Sofía todavía estaba en la caja. Colin la miró y decidió llevarla con él. Después de recibir la información de Wade, colgó. Cuando Sofía volvió, Colin la estaba esperando.

Tomó la bolsa de la mano de Sofía y dijo: "Algo le pasó a Leila. ¿Quieres venir conmigo a verla?" El buen humor de Sofia desapareció instantáneamente. "Está bien. Iré contigo." Quería ver qué le había pasado a Leila. "Bueno. Vamos al estacionamiento". Colin la mantuvo cerca de él con su brazo alrededor de sus hombros. Caminaron juntos hacia el estacionamiento en el sótano. Cuando llegaron al coche de Colin, Sofía se sorprendió. Tanto la cajuela como el asiento trasero estaban llenos de bolsas de compras y parecían a punto de explotar. ¿Cuánto habían comprado esta noche? Cuando Sofía entró al auto, tuvo que sostener algunas bolsas de compras. Colin arrancó el auto y se dirigió al club. En la habitación 322 del club. Colin abrió la puerta de la habitación y vio a Leila acurrucada en el sofá, sollozando y temblando. Wade estaba de pie, impotente, a lado del sofá. Al ver a Colin, se acercó apresuradamente a él. "Señor Li, señora Li". Ambos asintieron con la cabeza hacia él. Al recibir el saludo de Wade, Leila miró a Colin con lágrimas en los ojos. Saltó del sofá y se arrojó a los brazos de Colin. "¿Por qué tardaste tanto, Colin? Estaba muy asustada..." Ella comenzó a sollozar de nuevo. Colin le dio una palmada en la espalda. "¿Qué pasó?" "Hace un rato... Dos hombres intentaron aprovecharse de mí... Me resistí, pero me asustaron..." Colin y Wade se quedaron sin palabras. Por otro lado, Sofía la miraba con

desdén.

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Capítulo 100 Pasarse de la raya Leila no solo era una celebridad, sino también la heredera de una poderosa familia. El Clan Ji tenía mucho poder en el País A, y el padre de Leila era un oficial de alto rango en el ejército. ¿Quién demonios se atrevería a aprovecharse de ella? Sofía no pensaba que Colin creería a Leila. Pero odiaba verlo con Leila en brazos. "Señor Ji, encuentre a estos dos hombres. Yo me encargaré del resto". Colin ordenó, sin girar la cabeza. Wade asintió. "Sí, señor Li". Sacando su teléfono, salió de la habitación para comenzar a ocuparse de ello. "Gracias, Colin". Leila enterró su cara en el pecho de Colin. "No hay de qué, Leila. Déjame llevarte a casa". Colin intentó apartarla de sus brazos, pero Leila negó con la cabeza. "No quiero volver a casa. Quiero que te quedes conmigo un rato. Nunca he conocido a hombres así antes... Eran tan repugnantes. Me dieron ganas de vomitar". Leila habló en un tono tan suave y suplicante, que incluso a Sofía le resultó difícil rechazarla. ¿Qué se suponía que iba a hacer ella? ¿Estaba ella aquí para presenciar el cariño que mostraba su marido al amor de su infancia? Colin había conseguido ponerla de nuevo en el sofá. Dirigiéndose a Sofía, dijo: "Venga, Sofía. Ambas son mujeres y saben cómo consolarse mutuamente. Consuela a Leila un momento". Sofía se quedó sin palabras. Ella preferiría saltar por la ventana.

¿Parecía tener algo en común con Leila? ¿Realmente esperaba Colin que ella fuera amable y reconfortante con su amor de la infancia? Colin sabía exactamente cómo torturarla. Pero para evitar que Leila saltara a los brazos de su marido y empezara a llorar de nuevo, Sofía lo haría por Colin. Sofía caminó hacia ella, pero Leila ni siquiera la miró. Volviéndose hacia Colin con lágrimas en los ojos, dijo: "Colin, no conozco a Sofía. Quiero que tú me consueles". Sofía no pudo decir ni una palabra. Por un momento sintió que era una de las admiradoras locas de Leila, que quería complacerla pero que fue rechazada cruelmente. Colin sintió un dolor de cabeza. "Leila, vamos a casa". ¿Cómo podría una mujer de veintimuchos años comportarse como una niña? Sofía estaba furiosa con Leila. ¿No sabía Leila que Colin ya estaba casado? ¿No podía ver a su esposa de pie a su lado? ¿Cómo se atrevía a interactuar con Colin tan descaradamente... actuando como una niña mimada. Antes de que Leila pudiera responder, Sofía dijo: "Colin, puedes llamar al señor Ji. Ha estado casado con su esposa durante muchos años. Debería tener más experiencia que tú tratando estos temas". Colin reflexionó sobre esto, pero se negó. Si Wade hubiera podido consolarla, no habrían tenido que venir hasta aquí. "No, hablaré con Leila". Colin se sentó junto a Leila y le dio una palmada en la espalda. "No llores, Leila. En cuanto atrapen a los responsables, haré que los aten y te los traigan. Puedes hacer lo que quieras con ellos". Leila apoyó la frente contra su pecho y sollozó. "Bueno". "Buena chica. Ahora vamos a casa". ¿Qué demonios? Sofía apretó los dientes. ¿Siempre le hablaba así a Leila? ¡Colin nunca le ha hablado a ella de esa manera!

"Colin, me voy. ¿Vienes conmigo o no?" Sofía estaba enojada. Sintiendo su furia, Colin se levantó del sofá. Pero Leila agarró su abrigo y lo tiró hacia atrás. "Cinco minutos, Colin. ¿Podrías quedarte conmigo cinco minutos más?" Leila ni siquiera miró a Sofía, solo habló con Colin todo el tiempo. Pensando que Leila estaba de acuerdo en irse, Colin asintió y se volvió hacia Sofía. "Esperemos. Ven y siéntate conmigo un rato". Sofía lo miró fijamente con incredulidad. Si ella se sentara al otro lado, él estaría abrazando a las dos al mismo tiempo. Ella lo fulminó con la mirada. ¡Y una mierda haría eso! Sofía se dirigió hacia el sofá y los separó. Se volvió hacia Leila y la increpó: "¿Quién te crees que eres, Leila? Deja de comportarte como una niña. Tienes treinta, no tres años. ¿Qué quieres de mi marido?" Leila se sorprendió. Miró fijamente a Sofía, sin palabras. "Sé que eres amiga de la infancia de Colin. Y que Colin te trate como a su hermana me parece bien. ¿Pero quién te crees que eres? ¡Colin no es tu novio, se supone que no debe satisfacer todos tus caprichos! Si realmente lo respetas como si fuera tu hermano mayor, ¿por qué nunca tienes en cuenta a su esposa? Si no sabes cómo comportarte adecuadamente, ¡te enseñaré! Disfruta tu estadía en el País Z, pero deja de comportarte de forma inapropiada con mi esposo. ¡Te has pasado de la raya!" Después del arrebato de Sofía, el silencio envolvió la habitación. Leila rápidamente dejó de llorar. Volviéndose hacia Colin con una expresión tímida en su rostro, sostuvo su brazo y dijo: "¡Colin, vamos a casa!" Sofía estaba impresionada. ¿Qué tipo de reacción fue esa? ¿Estaba ella enojada? ¿Estaba disgustada? Pero una cosa estaba clara. Leila no escuchó una palabra de lo que dijo ella.

Ella se aferró íntimamente al brazo de Colin. E ignoró a Sofía como si no estuviera presente en la habitación con ellos. "Sofía tiene razón, Leila. Los dos somos adultos. Deja de ser tan infantil". Él no quería hablar mucho. Después de todo, Sofía ya había reprendido a Leila. Leila lo miró fijamente con expresión dolida. Ella preguntó en voz baja: "Colin, ¿ya no quieres tratarme como a tu hermana?" Sofía estaba frustrada. ¡Esta mujer era todo un personaje! Colin negó con la cabeza. "No, siempre serás mi hermana pequeña". "¡Bien! Me alegra escucharlo. Vamos a casa". Leila sonrió alegremente, guiando a Colin hacia fuera. Sofía estaba muy enfadada. "¡Colin, quiero beber! He cambiado de opinión. No quiero ir a casa ahora". Respiró hondo y llamó a Colin. Colin estaba confundido. "¿Beber? No, ya es demasiado tarde. Vamos a casa". Sofía estaba agotada de ir de compras toda la noche. Era hora de ir a casa y descansar. Si ella realmente quería beber, él la acompañaría a tomar algo al día siguiente. Sofía no se movió. Colin le tendió una mano. "Venga". Pero Sofía lo ignoró. Echó un vistazo a la mesa y agarró una botella de vino. Mientras ella levantaba la botella para beber, Colin trató de cogérsela. Rompió la botella tirándola contra la pared, provocando un fuerte estallido. Al instante, levantó a Sofía. "¿No quieres ir a casa? Bien. Te llevaré a casa". Colin salió de la habitación, llevando a Sofía en sus brazos y dejando atrás a Leila aturdida. El pasillo no estaba vacío a esa hora. Mucha gente los observó con miradas de

admiración, curiosidad y celos. Sofía estaba furiosa. Comenzó a hablar a Colin al oído. "Sé que te gusta mucho Leila, pero yo soy tu esposa. ¿No podrías al menos mostrar algo de respeto? Sé que se tiró a tus brazos, ¿pero no pudiste haberla rechazado? ¿Sabes qué? ¡No importa! Sé que amas a Leila. Te estoy pidiendo demasiado. Bájame, Colin, puedo caminar". Colin apretó los dientes. "¿Quién diablos te dijo que la amaba?" "No necesito que nadie me lo diga, puedo verlo. Cada vez que la llamas eres muy amable con ella, siempre le dices que se cuide". Tenía una mirada resentida en su rostro al recordar las palabras de Colin.

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Content Capítulo 101 Mujer insólita Capítulo 102 Para la felicidad de Sofía Capítulo 103 El cielo en la tierra Capítulo 104 Problemas de agitación Capítulo 105 La confesión de Colin Capítulo 106 No quiero volver al pasado Capítulo 107 La oferta de Leila Capítulo 108 Las viejas costumbres no mueren fácilmente Capítulo 109 Contra viento y marea Capítulo 110 Celebración del año nuevo Capítulo 111 Fotos de familia Capítulo 112 La hija de Leandro Capítulo 113 El más guapo Li Capítulo 114 El momento adecuado Capítulo 115 El castigo de Levi Capítulo 116 La futura nuera Capítulo 117 Una visita a la abuela Capítulo 118 Reencuentro emotivo Capítulo 119 Plan siniestro Capítulo 120 Capitulo Te llevaré lejos Capítulo 121 Cena con Paulo Capítulo 122 Boca grasienta Capítulo 123 La madre de Leila Capítulo 124 La nueva esposa del cuñado Capítulo 125 ¿Te encontraste con Paulo Capítulo 126 Nuestra casa Capítulo 127 Ámame para siempre Capítulo 128 Tu esposo me pidió que te protegiera Capítulo 129 Conveniente para nuestro encuentro privado Capítulo 130 Para demostrar la inocencia de todos Capítulo 131 ¿Por qué aún no estaba embarazada Capítulo 132 ¿Debería ir ella a los Estados Unidos Capítulo 133 Estoy casado. Capítulo 134 Me gustan mucho Capítulo 135 Sus enemigos eran demasiado poderosos

Capítulo 136 Ésto es karma. Capítulo 137 ¿Quién tiene la tarjeta SIM Capítulo 138 Capitulo Desgracia Capítulo 139 La abuela murió Capítulo 140 Llorando como un niño. Capítulo 141 El Señor Li fue tan bueno con Maita Capítulo 142 La esposa de Colin estaba embarazada del niño de otro hombre Capítulo 143 No era yo Capítulo 144 No quiero divorciarme de él Capítulo 145 Yo también te odio Capítulo 146 ¿Quintas también odia a la familia Lien Capítulo 147 ¿Quieres vengar a tu madre Capítulo 148 Rebobinar y fingir Capítulo 149 La forma en que me amas Capítulo 150 Noticias impactantes

Capítulo 101 Mujer insólita Colin no pudo evitar reírse. "Ella es mi hermana. ¿Cómo voy a tratarla de forma grosera?" "¡Yo soy tu esposa! ¡Y nunca eres amable cuando me llamas!" Todos vieron a Colin sacar a Sofía del club nocturno. "Estamos juntos todos los días. ¿Por qué tendríamos que llamarnos?" Haciendo memoria, Colin estaba agradecido de que su madre le hubiera pedido a Sofía que fuera al País Z y se convirtiera en su secretaria. Si él quisiera, podrían estar juntos todos los días. Él podría llevarla incluso a los viajes de negocios. Ya sean asuntos de negocios o privados, tendrían algo en común. "No tomes mis palabras literalmente, ¡sabes lo que quiero decir!" Cuando llegaron al Porsche, Colin puso a Sofía en el suelo. Al momento, Colin empujó a Sofía hacia el coche, atrapándola en sus brazos. "¿Sigues quejándote?" Sofía tragó un poco y dijo obstinadamente: "¿Qué? ¿Por qué no me dejas hablar libremente? ¿Estás tratando de coartar mi libertad de expresión...?" Colin la interrumpió con un beso. De hecho, coartó su libertad de expresión. Sofía estaba frente a la entrada del club nocturno. Al ver a Leila seguirlos rápidamente, agarró el cuello de Colin y le respondió con más pasión. Lo que sucedió después hizo que Sofía se replanteara la impresión que tenía sobre Leila. Leila caminó, con sus zapatos de tacón alto, hacia la pareja que estaba besándose y apartó a Colin. "Colin, estoy un poco cansada. ¿Podemos volver a casa

pronto?" Sofía estaba callada. Desde que conoció a Leila, sintió que había desarrollado el hábito de maldecir. '¡Contente!' Ella tuvo que controlar su temperamento. Le sonrió a Leila. "¿La señorita Ji no vio que su hermano estaba ocupado? Por favor, sea paciente". Agarrando el cuello de Colin y poniéndose de puntillas, Sofía volvió a besarlo. Adicto a besar a Sofía, Colin no tenía motivos para rechazarla y le devolvió el beso. Como testigo, Wade admiraba a Leila por soportar ver a la pareja besándose. Sofía comenzó a sentirse avergonzada y finalmente dejó ir a Colin. "¡Vamos!" Leila se adelantó y se sentó en el asiento del copiloto. "Lo siento, el coche está lleno de los regalos que me dio Colin. No hay espacio para todos. Cojamos el coche del señor Ji". En ese momento, Sofía se sintió afortunada de que Colin le hubiera comprado tantos regalos. Leila negó con la cabeza. "Señor Ji, por favor, lleve las cosas a su coche. ¡Me sentaré aquí!" Sorprendida por su comportamiento, Sofía se preguntaba cómo una mujer tan insólita podía convertirse en una superestrella. Colin miró a Leila de forma extraña. ¿Por qué no lo hizo ella misma? Leila se acomodó dentro y se ajustó el cinturón de seguridad. Sofía cogió la llave de la mano de Colin y se sentó en el asiento del conductor. Ella se fue a pesar de las quejas de Leila. Atónitos, Colin y Wade, vieron desaparecer el Porsche. Los dos hombres intercambiaron miradas y rápidamente se metieron en el otro

coche para alcanzarlas. En el coche. Mientras Sofía pisaba el acelerador en silencio, Leila se incorporó y dijo con calma: "Si no fueras la esposa de Colin, me caerías bien". Sofía permaneció en silencio. Sofía casi soltaba el volante. "Pero te convertiste en la esposa de Colin. No me puedes culpar por mis acciones. Cada persona lo hace por sí misma. No obtendremos lo que queremos a menos que nos esforcemos por conseguirlo". Sofía estuvo de acuerdo con la última frase, pero respondió: "Algunas cosas están predestinadas. No lo conseguirás por mucho que te esfuerces. No todos los esfuerzos tienen recompensa". Por ejemplo, a pesar de todo lo que ella sacrificó, ella y Paulo terminaron trágicamente debido a la intromisión de Dolores. Leila se volvió para mirarla. "Es verdad. Pero incluso si no lo consigo, no me arrepentiré si lo hago lo mejor que puedo". Sofía sonrió mientras controlaba el volante de manera eficiente. "¡Ve a por ello!" Leila se quedó boquiabierta. Mirando fijamente el perfil de Sofía, Leila se dio cuenta de que se parecía a alguien familiar. Pero no conseguía averiguar a quién. Llegaron rápido a la villa de Colin. Cuando Sofía detuvo el coche, el coche de Wade se detuvo abruptamente a su lado. Al ver que habían llegado a salvo, Colin no pudo evitar suspirar aliviado. Colin se dirigió hacia la mujer que sostenía la llave, sujetándola con fuerza por los brazos. "¡Sofía, si te atreves a exceder el límite de velocidad otra vez, haré que te arrepientas!" Después de haberse aplacado, Sofía apartó a Colin con calma. "Entremos". Al abrir el maletero, todos, excepto Leila, llevaban bolsas de compras a la villa. Colin puso las bolsas en el primer piso y le pidió a la señora Liu que las llevara a su habitación.

Los tres subieron las escaleras. Cuando Sofía se dirigió a su habitación, Colin la retuvo y se volvió hacia Leila. "Descansa temprano esta noche. Sofía y yo te acompañaremos mañana". "Está bien. Buenas noches, Colin". Leila se fue a la habitación de invitados. Colin arrastró a Sofía a su habitación, donde la señora Liu estaba guardando sus cosas en el armario. "Lamento molestarla, señora Liu. Yo puedo encargarme de esto". La señora Liu asintió. "De acuerdo. Por favor, hágame saber si necesita ayuda". "Lo haré. Gracias". Cuando la señora Liu se fue, Sofía recogió inmediatamente las bolsas y caminó hacia su habitación. Colin le agarró de la muñeca. "¿A dónde vas?" "Solíamos dormir en habitaciones separadas. Solo llevo los regalos que me compraste a mi habitación. ¿Qué problema hay?" Sofía tenía razón, pero Colin le quitó las bolsas de la mano. "¡De ahora en adelante no puedes dormir en ningún sitio que no sea aquí!" Sofía le lanzó una mirada desafiante. "¿No te preocupa que tu hermanita se ponga celosa?" Colin se detuvo. Dejando a un lado las bolsas que sostenía, tomó a Sofía en sus brazos y la besó. "Si no te sientes bien, haré que te sientas mejor". Sofía lo miró con los ojos entrecerrados. Sin darle oportunidad a Sofía de responder, Colin la llevó a la cama y la aprisionó debajo de él. Le sujetó los brazos para evitar que ella forcejeara. Al encontrar una oportunidad para hablar, Sofía se tapó la boca inmediatamente. "Colin, no quiero hacer esto ahora. ¡Apártate!" Sintiéndose apenado, Colin le quitó la mano. "¿Qué me prometiste esta noche?"

"Estaba de buen humor en ese entonces, pero ya no lo estoy. ¡Quítate, me voy a dormir!" Sofía lo empujó y caminó hacia la puerta del dormitorio. En el momento en que puso la mano en el pomo de la puerta, Colin respondió con amargura: "¡Sofía! ¡No seas terca!" ¿Terca? "Colin, ¿aún estarías de humor si vieras a otro hombre haciéndome lo mismo a mí?" ¡Qué descaro tenía este hombre! Sofía abrió la puerta del dormitorio y se fue cerrándola de golpe. Colin se quedó perplejo. ¿Qué había hecho? Reflexionando, Leila solo lo abrazó y lloró en sus brazos. Ella solo le pidió que la consolara.

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Capítulo 102 Para la felicidad de Sofía '¿Estaba mal consolarla a una amiga que se sentía tan desanimada? Me parece bien. Debe de ser una excusa que inventó Sofía para rechazarme'. Colin pensó esto, se levantó de la cama y se dirigió hacia la habitación de la chica. Intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada. Para evitar molestarla a Leila, Colin tomó la llave que estaba en la planta baja. Abrió la puerta y entró en la habitación. En el interior, Sofía hablaba con Mario por teléfono. "Bien, de acuerdo... Puedo volver durante el Festival de Primavera''. No mencionó que regresaría al país A con Colin. 'Espera, ¿cómo entró Colin?', pensó la chica. Sofía se sorprendió cuando lo vio frente a ella. El joven entró y cerró la puerta sin hacer ruido. Mario continuó hablando con ella por teléfono. "Sofía, escuché que Leila también llegó al país Z. ¿La conoces?''. "Sí, nos conocemos. ¡Leila vive conmigo!''. A pesar de la rabia que claramente se mostraba en el rostro de Colin, Sofía dio una respuesta honesta. La chica se puso de pie con el teléfono móvil en la mano. Caminó hacia el armario, tomó su pijama y lo ignoró por completo a Colin. Mario comprendió que la llegada de Leila seguramente causaría una ruptura entre Sofía y Colin. Para la felicidad de la chica, le dijo: ''Sofía, conoces bien la relación entre Colin y Leila. Pero ella puede ser cualquier cosa menos cruel. No luchará a menos que la provoquen. Es poco probable que te haga daño siempre que no haya un conflicto serio entre las dos. Solo trátala como la hermana de Colin. No pienses demasiado, ¿de acuerdo?''.

Sofía permaneció en silencio. '¿Leila es realmente tan maravillosa? ¿Por qué tanto Colin como el hermano Mario la defienden?', reflexionó la chica. "Está bien, lo entiendo, Mario. ¡Cuídate mucho y no trabajes demasiado!''. Sofía colocó tranquilamente su pijama sobre la cama, sin siquiera mirarlo al hombre que estaba al otro lado. Colin entrecerró los ojos ante sus reflexivas palabras. "Ven a la cama, amor''. ... Colin habló tan fuerte que Mario seguramente lo oyó. Sofía respondió fríamente: ''Tú y yo dormiremos separados esta noche. Vuelve a tu habitación''. De todos modos, él tenía a su amor de la infancia. Mario guardó silencio por un rato. Después de esta conversación, Sofía parecía que estaba enojada. ¿Era por Leila? Esta era la única explicación posible. "Sofía, no te enojes con Colin por Leila. Estás casada y Leila nunca tendrá una oportunidad. Todo lo que ella haga será en vano. Confía en mí y en esto que te digo''. Incluso si Mario decía la verdad, a ella le molestaba que Leila lo hubiera abrazado a Colin. El silencio de Sofía lo preocupó a Mario. "Solo evita pelearte con Colin. Si no eres feliz, te alejaré de él''. Sofía se quedó sin palabras. "Mario... Yo...". Se sintió avergonzada y Sofía no sabía cómo responder. Desde que la chica se reencontró con Mario, su afecto se había vuelto más obvio hacia ella. Sofía estaba preocupada porque no quería hacerle daño por error.

"Por favor, no te avergüences. Tu felicidad es mi felicidad. Llámame cuando te sientas mal, trataré de animarte''. La ternura de Mario lo asombró a su asistente, que estaba cerca. El poder del amor podía cambiar a una persona en cualquier momento. "Bueno. Cuídate mucho y no trabajes demasiado, ¿de acuerdo?''. Sofía le respondió suavemente. La ternura de la chica hacia Mario era impensable para Colin. Nunca lo trató de forma tan tierna a él. Cuando Sofía colgó, el rostro de Colin se enrojeció por la ira y los celos. La chica puso su teléfono a un lado. Tomó su pijama, caminó hacia el baño y Colin de repente la agarró de su muñeca. "Sofía, ¿qué quisiste decir cuando le dijiste a Mario que tú y yo dormiríamos separados?". "Lo dije de manera literal. No puedes compartir mi cama esta noche. ¿Tienes algún problema con eso?". "¿Problema? ¿Querías que tu hermano Mario supiera que eres infeliz y así llevarte lejos?''. Esa posibilidad hizo que Colin se enfureciera. Estaba tan enojado que quería golpear a alguien. Sofía lo sacudió a Colin y le dijo que se fuera al demonio. La joven entró al baño lo más rápido que pudo. Antes de que pudiera cerrar la puerta, Colin la abrió y la apretujó. Tiró el pijama de Sofía sobre la cama donde descansaban y la empujó contra el lavabo. Sofía sabía cómo terminaría esto. Le preguntó con insatisfacción: "¿No puedes acosarme de otras maneras?". "Por supuesto''. Con estas palabras, Colin la dio vuelta a Sofía.

La escena íntima de la pareja era claramente visible en el espejo y esto la avergonzó a Sofía. "¡Bastardo, déjame ir!". ¡Maldita sea! "¿Dejarte ir? ¡No, eso no sucederá!". ... Sofía se aferró del borde del fregadero mientras soportaba el duro trato de Colin. Después de un largo rato, el joven la llevó a la bañera llena de agua caliente. Ya sea por el agua caliente o por hacer el amor, la cara de Sofía estaba enrojecida. Colin la abrazó y le mordió la cara con suavidad, como si comiera una manzana. Medio dormida, Sofía agitó las manos con fastidio. "¡Ay! ¿Quién demonios me está mordiendo?''. "Tu marido''. ¡Plaf! El sonido de una bofetada hizo eco en el baño silencioso. Los ojos de Sofía se abrieron de golpe. La chica miró su mano adolorida con incredulidad y se volvió hacia Colin con vergüenza. Parecía... que ella... ella... ...acababa de golpear a Colin en la cara. Esto se veía muy mal. ¿Cómo pudo ella provocarlo a Colin de nuevo? "¡Sofía!". Colin apretó los dientes. La somnolencia de Sofía desapareció de inmediato. Tragó con nervios, sonrió y le rodeó el cuello con sus brazos. "Colin, fue un accidente''. "¿Un accidente?". La respuesta de Colin hizo que Sofía gritara. Oh... Colin... Él en realidad... Esto era indescriptible.

... El baño era un desastre y el agua inundaba todo el piso. Colin ajustó la temperatura en la habitación antes de sacarla a Sofía de la bañera. La llevó hasta la cama. Colin le envolvió el pelo en una toalla de baño y la secó suavemente a la mujer adormecida. Finalmente, le secó el cabello con un secador de mano. Colin le masajeó su cuero cabelludo con sus suaves dedos de una manera tan placentera que rápidamente Sofía se quedó dormida. La chica durmió profundamente hasta la mañana siguiente. Si la alarma de su teléfono móvil no la hubiera despertado, se levantaría al mediodía. El otro lado de la cama estaba vacío porque Colin ya se había ido. No sabía si se fue anoche o esta mañana. A pesar de la evidente molestia que sentía en su cuerpo, rápidamente Sofía se arregló y se apresuró para llegar a tiempo al trabajo. Dado que su relación con Colin se había hecho pública, cualquier error de su parte podría afectarlo negativamente al joven.

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Capítulo 103 El cielo en la tierra En la planta baja, Sofía lo encontró a Colin que desayunaba con Leila. Viéndolos tan alegres el uno con el otro, esto la puso de mal humor. Perdió el apetito y decidió saltarse el desayuno. "Sofía, ¿qué estás haciendo?". Colin la detuvo a Sofía en la puerta principal de la mansión y se veía disgustada. '¿No sabe cómo saludarlo por la mañana?', pensó el joven. "¡Voy a la oficina!". Le respondió Sofía con mal humor mientras se cambiaba los zapatos. "Vuelve para desayunar''. Colin le ordenó fríamente. Sofía respondió con impaciencia: "¡No tengo hambre!". Abrió la puerta y se marchó. ... Como casi llegaba tarde al trabajo, Sofía tuvo que conducir el Audi de Colin. Afortunadamente, la llave estaba en su bolso. Ya que la llave la tenía ella, se dio cuenta de que el Audi todavía podría estar en el bar. Se preguntó si el coche había sido devuelto. En el garaje, Sofía encontró el Audi estacionado junto al Aston Martin. Entró y condujo hacia la oficina. En la oficina. Después de estacionar el auto en el estacionamiento subterráneo, Sofía se encontró con algunos colegas que no conocía, pero que parecían conocerla. La saludaron mientras se dirigía hacia su piso. "¡Buenos días, señora Li!''. "¡Buenos días, señora Li!''.

Sofía se detuvo y les sonrió. "¡Buenos días!". Intercambiaron sonrisas. Sofía entró en el ascensor con sus zapatos de tacón alto y acompañada por el grupo de colegas. Todos parecían ser del mismo departamento, ya que se bajaron juntos en el piso 32. Miraron el ascensor que seguía subiendo y comenzaron a hablar: "¡La señora Li parece fácil de llevar y es muy agradable! Pensé que era difícil llevarse bien con ella''. "¡Sí, pero ahora me doy cuenta de que solo es modesta!". "¡Es verdad! ¿Por qué no vino hoy con el presidente?''. "Como se ocupa de tantos asuntos todos los días, el presidente quizá está demasiado ocupado para llegar al trabajo a tiempo''. "¡Eso es cierto!". ... Colin no vino a la oficina en todo el día. En cambio, Helge entró en la Oficina de Consultoría Privada por la tarde y silbaba. "¡Hola! ¡Pequeña Sofía, estás aquí!''. Todavía tenía el pelo rubio y estaba vestido con ropa informal gris. Sofía levantó la vista de los archivos en los que estaba trabajando y le sonrió. "¡Por supuesto, tengo trabajo que hacer!". ¡No era una presidenta improvisada que podía dejar el trabajo en cualquier momento para acompañar a alguien por la ciudad! Helge de repente chasqueó la lengua cuando se acercó a Sofía que lo miró de manera extraña. Helge le guiñó un ojo maliciosamente. "¿Qué tan loco estaba mi hermano anoche?".

Sofía de repente recordó algo. Se tiró del collar que tenía alrededor de su cuello para cubrirlo, pero el colgante se deslizó hacia abajo otra vez. Sofía hizo una pausa. "Helge, ¿no viniste aquí a trabajar?". Sonrojándose profusamente, Sofía se dio cuenta de que era inútil aplicarse maquillaje en su cuello para cubrirse los chupones. "¡Ciertamente no! ¡Estoy aquí para sacarte a divertirte!''. "¿Qué? Estoy en el trabajo ahora, no puedo salir''. Helge se dirigió hacia el sofá para recostarse. "No importa. Puedes seguir con tus asuntos mientras duermo. Después del trabajo, ¡te sacaré a pasear!''. "No, gracias. Quizá tenga que trabajar horas extras esta noche''. Una idea se le ocurrió a Helge. De repente se levantó del sofá y la miró a Sofía. "¿Sabes dónde está Colin en este momento?". ''Él podría estar... ¡Divirtiéndose con Leila!''. Sofía no estaba segura, porque ella tampoco lo sabía. Esto era para lo que vino Helge. Estaba aquí para vengarse de Colin. ¡Por Colin, su malvada y pequeña Shelly se negó a verlo de nuevo! Ya había renunciado a todo por ella. "Sí, lo vi a tu marido que almorzaba con Leila en el restaurante al aire libre. Mientras tanto, aquí trabajas duro para lidiar con los problemas de Colin. ¡Pobrecita! ¿Qué tal si me dejas que te lleve esta noche? ¡Pon a Colin celoso!''. Colin fue el que lo molestó primero. ¡No se lo podía culpar por causar problemas! Sofía perdió su determinación y se quedó en silencio después de escuchar las palabras de Helge. "Bien. ¡Vayámonos! ¿Pero a dónde vamos?''. Helge sonrió misteriosamente. "¡Déjame llevarte al cielo en la tierra!".

Cielo en la tierra... Cuando llegaron, Sofía se dio cuenta de que este 'cielo en la tierra' era en realidad un club privado. Afortunadamente, Sofía estaba vestida con el abrigo de lana que Colin le compró ayer y con tacones negros con tachas de diamantes. No se sentía fuera de lugar en el espléndido club privado. Helge la llevó adentro donde el pasillo estaba lleno de mujeres atractivas que transportaban bandejas. Estaban vestidas con cheongsam idénticos blancos que alcanzaban sus muslos. Sus cabellos estaban enrollados en un moño alto y tenían maquillaje intenso en sus rostros. Caminaban constantemente a pesar de sus tacones de diez centímetros y obviamente después de haber pasado por un entrenamiento continuo. Sofía tuvo que admitir que eran hermosas. ¡No solo unas pocas, sino todas! Helge silbó mientras las mujeres entraban en una habitación privada. El sonido ensordecedor de la música del disc jockey fue inmediato y la sala se llenó de personas que bailaban. ... Sofía de repente se sintió arrepentida. ¿Cómo pudo seguirlo a Helge a un lugar como este? "¡Helge!". Sofía no sabía quién gritó y muchas personas comenzaron a saludarlo. "¡Hola, Helge!". "¡Helge está aquí! Vaya, ¿quién es la belleza que está detrás de ti? ¡Ella es tan linda!". "¿No ves de quién es la chica? ¿Cómo podría no ser bonita?''. Helge la llevó a

Sofía a sentarse en el lugar que les ofrecían y le respondió al pelirrojo que tenía delante. El tipo silbó. "¡Por supuesto! ¿Cómo puede ser tu mujer fea?''. Cuando se sentó, Helge se vio inmediatamente rodeado de hermosas mujeres. Lo adulaban por todas partes, le servían licor y fumaban cigarrillos. Helge dejó el vaso de alcohol que una mujer que estaba cerca le sirvió. Pidió una botella de vino para Sofía y le respondió al pelirrojo: "Esta es la chica de Colin. ¿Cómo puede ser mía?''. "¿Qué? ¿La chica de Colin? ¡Es la señora Li!''. El pelirrojo se inclinó para estudiarla a Sofía más de cerca. La chica forzó una sonrisa y asintió con la cabeza. No sabía que el pelirrojo llamaría a un grupo de personas para cubrirlo. "¡Hola, chicos! Vengan y conozcan a la chica de Colin. ¡Ella es tan sensual!". ... Al segundo siguiente, varios hombres abandonaron la pequeña pista de baile y caminaron hacia ella. La rodearon y comenzaron a presentarse. "Te vi en la televisión una vez. ¡Carajo, eres aún más bonita en persona! ¡Hola, soy Sheridan!''. "¡Hola! ¡Soy Dempsey!''. "Hola, soy Zenobia...''. Varios hombres se apresuraron a presentarse. Abrumada, Sofía no sabía cómo responder y no fue capaz de recordar ni a una sola persona. "¡Váyanse y sigan bailando! ¡No la asusten!''. El grupo regresó a la pista de baile después de que Helge los echó. Sofía dejó escapar un suspiro de alivio.

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Capítulo 104 Problemas de agitación Les trajeron el vino tinto. Con el permiso de Helge, una hermosa asistente vestida con un cheongsam abrió la botella y le sirvió un vaso para Sofía. "¿Estás aburrido?". Debido a la fuerte música en la habitación, Helge se acercó un poco más a Sofía. "Sí''. La chica nunca estuvo antes en un lugar como este. El ambiente desconocido la hizo sentir un poco indecisa. Después de que Helge le dijo algo a la asistente, se levantó y salió de la habitación. Sofía tomó un sorbo de su vino y miró a las personas en la pista de baile. Cuando estaba con Paulo, el joven nunca la llevó a un bar. El padre de Sofía era profesor y su madre era arqueóloga. Como sus padres eran bastante conservadores, recibió una educación relativamente tradicional. Sentía mucha curiosidad por este lugar. Pero sin una persona confiable que la acompañara, no quería explorarlo. Helge le sirvió un vaso de vino blanco y se lo reemplazó con su vaso. "Prueba esto''. Sofía asistió a algunas cenas con Colin y se acostumbró a beber alcohol. No rechazó la oferta de Helge. La puerta de la habitación privada se abrió de nuevo y la encargada que acababa de salir volvió con varios hombres. Eran jóvenes y guapos y todos vestidos con una camisa blanca, chaleco negro y zapatos de cuero negro. Más importante aún, cada uno de ellos parecía uno más atractivo que el otro. Los hombres en la pista de baile empezaron a silbar. El hombre que se presentó

como Matíos gritó en voz alta: "¡Oye, amigo, por aquí! Me gustan los chicos''. Sofía se sorprendió. No esperaba que a un hombre guapo como Matíos le interesaran los chicos. Era una pena que otra chica soltera no podría terminar con un hombre guapo... Mientras Sofía se desesperaba por Matíos, Helge le dijo: "Elige dos hombres para divertirte''. Sorprendida por su sugerencia, Sofía se ahogó con su bebida. ¡Helge le decía que se divirtiera con hombres extraños! Se apresuró a negarse y le estrechó las manos. "No, gracias. ¡Sólo te observaré!''. Helge escogió a dos hombres, les puso una pila de billetes sobre la mesa y atrajo su atención con éxito. "Tomen una copa con ella y diviértanse mucho. Tendrán más dinero después''. Sofía se quedó sin palabras. "¿Qué demonios estás haciendo?". "¿Qué pasa? Colin se divierte con Leila en este momento. ¿No es bueno que ustedes puedan alejarse un poco el uno del otro y divertirse por separado?''. Pero Helge solo decía eso. Si los dos hombres se atrevían a tocarla a Sofía, seguramente los mataría. Cuando Colin venía y la viera a Sofía en compañía de dos hombres, se enojaría mucho. Helge no podía esperar a ver eso. Al parecer, Colin se divertía con Leila. Las palabras de Helge la lastimaron a Sofía. Agarró el vaso que tenía frente a ella y bebió un trago largo. Los dos hombres se sentaron junto a Sofía y comenzaron a servirle más alcohol. Antes de que pudieran hacer otra cosa, la puerta se abrió de repente. El hombre que entró la atemorizó a Sofía hasta el punto de que casi dejó caer su vaso. Al verla a Leila detrás de Colin, Sofía sintió que le dolía el corazón. Se bebió el

vino de una sola vez. "¡Hola, señor Colin!''. "¡Buenas noches, señor Colin!''. "¡Hola, señor Colin!''. ... Los hombres y mujeres en la pista de baile lo saludaron calurosamente a Colin cuando Colin llegó. El chico les sonrió en respuesta. Se volvió hacia la mujer que tenía delante. La escena de Sofía bebiéndose el alcohol de un solo trago fue impactante. Los hombres a su lado aplaudieron en agradecimiento. "¡Esto es impresionante! ¡Increíble!". Uno de ellos le volvió a llenar su vaso. Helge miró a su amigo que claramente reprimía su furia. "¡Colin! ¡Llegaste aquí tan rápido!''. Solo habían pasado diez minutos desde que le envió un mensaje al chico. '¿Cómo llegó tan rápido?', pensó. La aparición de Colin y Leila hizo que Sofía hiciera algo imprudente. "Oye, chico guapo. ¿Te gusto?". Se inclinó más cerca del hombre que estaba a su lado. Inconsciente de la tensión en la habitación, el hombre le respondió: "Por supuesto, ¿por qué no?". "Eres tan guapo, ¿quieres ser mi amante? Aunque soy pobre...''. El hombre se quedó sin habla. "No puedo ser tu amante si no puedes pagarme''. Sofía agitó su mano. "Mi esposo es rico, puedo pedirle dinero a él y dártelo. ¿Treinta millones son suficientes?''. ... Helge contuvo su risa.

El hombre ingenuo asintió con la cabeza en consentimiento. De pie ahí cerca, Colin se acercó para abrazarla a Sofía. "¿Quién te trajo aquí?". "Amo este lugar. ¿Qué pasa? Puedes disfrutar de la compañía de mujeres hermosas, pero ¿yo no puedo estar con un hombre guapo con quién divertirme?''. Lo empujó a Colin para que se sentara en el sofá. Colin le lanzó una mirada severa a los hombres. "¡Váyanse de aquí!". Uno de los hombres se apresuró a desafiarlo: "¿Quién eres tú para darnos una orden?". Para evitar problemas innecesarios, Helge le dio una palmada al hombre en el hombro y le dijo: "Toma el dinero y vete. Él es su marido''. ... El hombre palideció ante las palabras de Helge. Tomó el dinero y se escabulló con el otro hombre. Colin se sentó junto a Sofía y Leila se sentó del otro lado. Leila le asintió con la cabeza a Helge y le sonrió de manera cordial a modo de saludo. Sofía continuó bebiendo y lo ignoró completamente a Colin. Colin le arrebató el vaso a la chica y lo puso sobre la mesa. Sofía no se levantó. Alcanzó con calma el vaso y tomó un sorbo. Después de que dejó el vaso, Colin le levantó el mentón y besó sus labios rojos. ... "¡Guau! ¡Nos estás poniendo celosos!''. "¡Colin, no alardees de tu amor por tu esposa aquí!". "Sofía, dale un abrazo a Colin''. ...

¿Darle un abrazo a Colin? ¡Preferiría darle una buena patada! Si Colin no la hubiera abrazado tan fuerte, definitivamente habría hecho eso. A Helge lo decepcionó la escena en la que fueron tan cariñosos entre ellos. "Sofía, ¿por qué estás cambiando tu actitud? No puedes dejar que te manipule tan fácilmente''. Se sintió contento al verlo a Colin que echaba humo con furia. ¿Por qué la situación cambió tan rápido? Después de un largo rato, Colin la liberó a Sofía. La chica descansó contra su pecho y jadeaba por aire. "Bastardo''. Lo maldijo débilmente. Colin la acercó hacia él para besarla de nuevo. Sofía se apresuró a taparse la boca con las manos. Siguió provocándolo. "¡Si no fuera por ti, me habría llevado a algunos jóvenes guapos a casa!". Colin entrecerró los ojos. "¿Sacarme dinero y dárselo a un par de idiotas? Sofía, ¡de verdad eres alguien!''. "Por supuesto. Si tú puedes salir con una chica y divertirte un poco, ¡yo también puedo hacerlo!''. Lo apartó a Colin y se sentó en el sofá. Helge volvió de repente. En un intento de agitar más las cosas, dijo: "¿Por qué no te mantienes firme? ¿Un beso de Colin es lo suficientemente bueno para ti? No te olvides que salió con una mujer. ¡No te rindas, Sofía!"

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Capítulo 105 La confesión de Colin Sofía se quedó en silencio. Colin agarró el vaso de la chica y tomó un trago. "Helge, ¿quieres que hable con Shelly...?''. "Me equivoqué, hermano. ¡No digas nada más o me quedaré soltero por el resto de mi vida!''. "¡Trajiste a mi esposa para que vea a otros hombres! No me olvidaré de esto, Helge''. Colin envolvió su brazo alrededor de los hombros de Sofía con fuerza. Como Sofía se retorcía fuera de su alcance, el chico se aferró a ella con más firmeza. "¿Por qué lo culpas a Helge? Si no fuera por él, todavía estaría en la oficina trabajando horas extras. ¿Es eso lo que quieres?". Pensó en esta posibilidad y Sofía se sintió triste. Colin frunció ligeramente el ceño. "¿No te dije que la llevaríamos a pasear a Leila hoy?". 'Sofía fue la que se comportó de manera irracional esa mañana y la que se fue sin desayunar. Todavía no había resuelto eso con ella. ¡Y esta noche, lo acompañó a Helge hasta este lugar y se encontró con un hombre! ¡Se estaba volviendo cada vez más atrevida!', pensó Colin. Sofía logró quitarse el brazo de Colin, se levantó y lo arrastró fuera de la habitación. Cuando Leila se movió para evitar que Colin saliera, Helge la detuvo rápidamente. "Leila, la pareja tiene algunas cosas personales para discutir. Déjalos ir. Vamos, tengamos un poco de diversión...''. Sofía y Colin se fueron y cerraron la puerta detrás de ellos. Leila apartó los ojos de la puerta y lo miró a Helge.

Sofía se lo llevó a Colin hasta el pasillo. La chica encontró un cuarto oscuro y lo arrastró. Después de que encendió las luces, los dos se quedaron parados. Sofía estaba más enojada de lo que Colin pensaba. Su voz era muy fuerte. "Colin, ¿no sabes que tú le gustas a Leila? ¿Cómo pudiste pedirme que la acompañara contigo? ¿Quieres que los vea a los dos cómo se muestran su afecto el uno con el otro?''. No, ese no fue el caso. Sofía inhaló bruscamente y bajó la voz. "Olvidé que también ella te gusta. Ya que ambos se aman, ¿por qué no se juntaron antes de que yo entrara en escena?''. Colin la observó a Sofía que perdía la calma sin decir una palabra. El silencio de Colin la enfureció a Sofía aún más. Inconscientemente levantó la voz cuando continuó. "¿Por qué? ¡Te estoy preguntando! Incluso después de casarnos, seguiste comportándote de manera inapropiada con ella. ¡Me duele mucho cuando haces esto delante de mí! ¿Alguna vez consideraste mis sentimientos?''. Finalmente le dijo: "Colin, si realmente se aman... ¡Te dejaré ir y les deseo a ambos mucha felicidad!''. Sofía de repente sacó su teléfono y se preparó para hacer una llamada. "¿Qué estás haciendo?". Colin finalmente dijo algo. "No te preocupes, no te haré quedar mal. Solo le diré a mamá que soy yo la que ya no quiere estar más contigo...''. Cuando oyó que iba a llamarla a Wendy, Colin agarró su teléfono y lo guardó en su bolsillo después de apagárselo. "¡Devuélveme mi teléfono!". Se puso las manos en los bolsillos del pantalón y Colin le dijo con calma: "Sofía, escúchame''.

"¡Adelante! No quiero nada después del divorcio. Y te devolveré todo el dinero que gastaste en mí...''. Reprimió la pasión de matarla y Colin dijo con los dientes apretados: "¡Escúchame! ¡Solo la veo a Leila como mi hermana y no como a una mujer! No te preocupes, ¿de acuerdo?''. Sofía se burló: "No tienes que mentirme. Puedo ver la verdad con mis propios ojos. ¡No te avergüences de admitir que te gusta una mujer!''. Colin cerró los ojos, reprimió la ira en su corazón y se dijo constantemente que Sofía aún era joven. No debería tomar sus palabras tan serias. Cuando volvió a abrir los ojos, se calmó otra vez. La tomó a Sofía entre sus brazos. "Sofía, me gustas como mujer, ¿entiendes?". Su repentina confesión hizo que la mente de la chica se quedara en blanco. Se quedó inmóvil en su lugar mientras lo miraba fijamente de una manera estúpida. ¡Colin se... lo confesó! ¿Esto era real? Sofía le dio un mordisco en la mano a Colin. "Um, ¿qué estás haciendo?". Aunque le dolía, Colin no sacó las manos de sus dientes. ¡El chico sentía el dolor! ¡Así que ella no estaba soñando! Una idea vino a su mente. "Oh. ¿Haces esto para hacerla feliz a tu madre?''. Colin hizo una pausa. "¿Soy ese tipo de persona?". Colin le dio un beso ligero. Sofía asintió. "¡Por supuesto que lo eres! ¡Me dijiste que fuera cariñosa contigo cuando volvimos a casa! ¡Para hacer feliz a tu familia!''. Colin se quedó sin palabras. De repente el joven entendió lo que se sentía con sus propias palabras. "Esta vez es diferente. Simplemente me gustas. No hay otros factores. Sofía, ¿lo entiendes?''. No sabía cuándo comenzó a enamorarse de ella. Al principio, pensó que Sofía

definitivamente no era su tipo y que nunca se enamoraría de ella. Sin saberlo, él comenzó a enamorarse. El chico estaba feliz cuando ella estaba feliz, triste cuando ella estaba triste y celoso cuando la joven estaba con otros hombres... Colin sabía que esto era amor. ¿Sofía lo entendió? Por supuesto que lo entendió, ya que se había enamorado de alguien antes. Pero ¿podría la confesión de Colin realmente borrar todo el daño que le había hecho a ella en el pasado? Sofía no lo sabía. Solo el tiempo lo diría. Pero había una cosa que tenía que decirle a Colin primero. "No puedo gustarte''. "Tus palabras no significan nada''. Colin no respondió. ¿No debería el chico preguntarle por qué? ¿Por qué Colin siempre reaccionaba de una manera tan inusual? Sofía lo miró al hombre que la sostenía entre sus brazos. "Colin, no puedo... No puedo quedar embarazada, así que no podemos tener hijos''. En realidad, el médico anciano chino dijo que podría tener bebés después del tratamiento. Pero la chica quería probarlo a Colin. Colin frunció el ceño y parecía triste con la noticia. Sofía se sintió profundamente herida. Resultaba que a él le importaba... Por supuesto, ¿cómo no le importaría a un hombre que no pudiera ser padre? Justo cuando Sofía estaba a punto de decirle la verdad, Colin la abrazó con más fuerza en sus brazos. "¿Por qué no me lo dijiste cuando fuiste a ver a un doctor? Déjame sobrellevar estas cosas contigo. ¡Debe de haber sido un momento muy difícil!''. Sofía se quedó estupefacta.

Casi se echó a llorar. ¡Cómo podía este hombre ser así! Estaba tan emocionada... Quería llorar mucho. "Sofía, no estés triste. Gracias a la tecnología tan avanzada, ¡todavía hay una buena posibilidad! Incluso si no puedes quedar embarazada, no tienes por qué preocuparte. No me importa si tenemos hijos o no. Si realmente quieres tenerlos, entonces iremos al orfanato y adoptaremos uno...''. Mientras Sofía contenía las lágrimas, le preguntó: "Eres el hijo mayor de tu familia. ¿Cómo puedes no tener hijos?" "No soy el único hijo que tiene mi familia. Levi y Curro también pueden continuar con el linaje familiar. No te preocupes por eso''. Sofía no pudo soportarlo más y estalló en lágrimas. "Colin...''. Abrumada por la emoción, Sofía sollozó más fuerte. "¿Estás seguro? ¿De verdad que no te importa?''. "No llores, cariño. Realmente no me importa''. Colin besó suavemente su largo cabello y le dio palmaditas en la espalda consolándola.

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Capítulo 106 No quiero volver al pasado Al cabo de un rato, Sofía se secó las lágrimas. Se puso de puntillas y besó a Colin. "Colin, me parece que... ¿Qué pasa si me enamoro de ti? ¿Puedes pasar de que te guste a que te enamores de mí?". Colin inclinó la cabeza para encontrarse con sus labios. Él sostuvo su cara en sus manos y la besó profundamente... Más tarde, Colin sacó a Sofía del club privado. Antes de irse, Colin llamó a Helge y le pidió que trajera a Leila de vuelta a su casa. Al ver la insatisfacción en el rostro de Sofía, Colin colgó el teléfono y tomó una de sus manos. "Soy responsable de la seguridad de Leila mientras ella está aquí. No seas celosa, ¿de acuerdo?" Sofía le estrechó la mano, sonrojándose profusamente. "¡No estoy celosa! ¡No seas engreído!". "¡Sofía, me enfadaré si no estás celosa!". Si ella no estaba celosa, significaba que no lo amaba. Eso realmente lo molestaría. Sofía no respondió. Ella no podía ser celosa o no celosa... Colin instó: "¿Estás celosa o no?". Ella permaneció en silencio. "Si no me dices la verdad, estacionaré el auto ahora mismo". "¿Por qué?". Ella lo miró confundida. Él sonrió disimuladamente. "Voy a estacionar el auto y daré un paseo contigo". ¿Qué? Sofía no era tonta. Después de pensar por un momento, ella entendió lo que quería decir. "¡Estoy celosa! ¡Muy celosa! ¡Quería ver qué hacías! ¿Por qué

eres tan atractivo para las mujeres?". "¡Excelente!" Él la dejaría tranquila por ahora. Sofía no pudo evitar preguntar, "¿Te gusta .que abusen de ti?". "Depende de la persona que abuse de mí. Si es mi esposa, me acostaré y tomaré todos los abusos que me quieras dar". Sofía se quedó boquiabierta. "¡Colin, eres un descarado!". A Colin no le importó. "¿Por qué debería avergonzarme delante de ti? ¡También puedes ser tan descarada como yo!". Sofía no respondió. Ella bajó la cabeza y sostuvo su frente. Si le contara esto a las compañeras que estaban enamoradas de Colin, nunca la creerían. Colin siguió molestando a Sofía hasta que llegaron a la cochera de la casa. Mirando al hombre que bajó del auto primero, Sofía se preguntó si la amaría. Mientras esperaba que Colin se enamorara de ella, también temía que la traicionara como lo hizo Paulo. Ella estaba asustada. Ella no podía soportar otro desamor. Al ver que Sofía no se había movido, Colin se dirigió al lado del pasajero y le abrió la puerta. Se inclinó hacia adentro para desabrocharle el cinturón de seguridad. "¿Qué pasa? ¿Estás esperando que te cargue?". Sofía se sonrojó. Aunque no era cierto, ella no lo explicó. En cambio, puso sus brazos alrededor del cuello de Colin y dejó que él la levantara. Sofía estaba realmente feliz en ese momento. Esperaba que Colin la tratara así por el resto de su vida. Colin caminó hacia la casa con Sofía en sus brazos. Después de que ella se cambió los zapatos, él la levantó de nuevo. Sofía se negó rápidamente. "No tienes que hacer esto. ¡Estoy pesada, y vamos a ir arriba!".

Ella sabía que no era ligera. ¿Qué tal si Colin se quedara sin fuerzas por su peso? "¿Quién dijo que eres pesada?". Colin ignoró su negación y la llevó arriba. "Yo lo digo. Sé que soy gorda, y tú también..." Su voz se hizo más baja mientras hablaba. De repente, sus inseguridades pasadas regresaron a ella. Colin la llevó fácilmente al piso de arriba: "Ahora estás un poco delgada. Me gusta como solías ser, adorable y un poco gordita". Colin estaba diciendo la verdad. No le gustaban las mujeres delgadas. Él prefería a las mujeres sanas como Sofía. Parecía que tenía que esforzarse más para que Sofía comiera más. Sofía estaba profundamente conmovida por sus palabras. No tenía idea de que Colin estaba planeando hacerla subir de peso. Ella se aferró al cuello de Colin y besó su mejilla. "Me gusta como soy ahora. No quiero volver al pasado". Tiempo atrás, en la preparatoria y la universidad, se burlaban mucho de ella por su figura. Muchas actividades extracurriculares tuvieron presentaciones, y ella nunca pudo participar en ninguna de ellas. "No, eso no funcionará. Si te pones delgada, será incómodo cuando te sostenga". Cuando llegaron a la habitación de Colin, Sofía abrió la puerta. "Pero también quiero ser hermosa, ¿de acuerdo?". Sofía hizo un puchero y fingió estar enojada. Sus pequeños movimientos no escaparon de la atención de Colin. Se imaginó que ella debió haber sido muy linda en el pasado. Colin la puso en la cama grande. "Espérame aquí. Voy a cambiarme". "¿Has comido esta noche?". Sofía de repente recordó que se fue con Helge justo después del trabajo y aún no había cenado. Colin negó con la cabeza. Estaba a punto de llevar a Leila a cenar, cuando

recibió un mensaje de Helge, diciendo que estaba en el club privado con su esposa. Colin se apresuró al club de inmediato con Leila. El Club Privado Real tenía muchas sucursales en muchos lugares. Era un paraíso para la gente adinerada. Tanto hombres como mujeres podían recibir el mejor trato si ellos quisieran. Esta no fue la razón por la que Colin se apresuró al club. Se apresuró porque Helge dijo que encontraría algunos asistentes masculinos con los que jugaría Sofía... Ya sea un hombre o una mujer, los asistentes en el Club Privado Real eran definitivamente los mejores. Temía que Sofía se enganchara con estos hombres. Teniendo en cuenta lo que sucedió antes, bueno... ¡Esta mujer era increíble! ¡Ella merecía ser castigada! Mientras Colin pensaba profundamente, Sofía se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Dio un paso adelante y la abrazó por detrás. "¿Qué estás haciendo?". "Voy a preparar la cena". Su aliento era cálido contra su oreja, haciendo que le diera cosquilleo... Colin sacó su teléfono y marcó un número. "Tía Liu, por favor prepare una comida sencilla para nosotros". ... Sofía tenía la intención de prepararlo ella misma. Cuando Colin le pidió a la Tía Liu que lo hiciera, ella se dio por vencida. Dejando a un lado su teléfono, Colin volteó hacía Sofía para que lo mirara. "¡Vamos a saldar cuentas!". Sofía hizo una pausa. "Yo estoy bien. ¿Hiciste algo que necesitas reparar?".

Dado que Sofía sabía por qué Colin quería saldar cuentas con ella, trató de darle de su propia medicina. Colin sonrió. ¿Cómo podría él no saber que ella estaba fingiendo ser estúpida? "Vamos, dime cómo vas a tomar mi dinero para mantener a esos jóvenes". ¡Claro! Sofía inclinó la cabeza sintiendo culpa. "¡Lo malinterpretaste!". "¿Planeas usar el dinero que te di para mantener a esos hombres? Dime". Cuando más bajaba la mirada Sofía, más la obligaba Colin a mirarlo. Él levantó su barbilla con sus delgados dedos. La culpa estaba escrita en toda su cara enrojecida. "¡No! ¿Acaso soy ese tipo de persona?". En su interior ella se animó a sí misma. Ella no debería sentirse culpable. Colin enarcó las cejas. "¡Lo pareces!". Sofía se quitó sus manos de encima y trató de evitar el tema. "¿No vas a explicarme por qué pasaste todo el día con otra mujer?".

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Capítulo 107 La oferta de Leila ¿Ella quería una compensación? ¿Estaba celosa? Esto hizo a Colin muy feliz. "Está bien, ¿qué quieres de mí?". Él la miró con gran interés. Sofía rápidamente dijo: "Saliste con otra mujer durante un día entero. Como tu esposa, debería obtener alguna compensación. Pero te lo perdonaré si no haces un escándalo por lo que hice tampoco. Llamémoslo estar a mano". Colin estaba impresionado. ¿Llamarlo estar a mano? "Pero no quiero llamarlo estar a mano. ¿Qué dices, Sofía?". Colin no lo dejó pasar. Sofía se mordió el labio inferior y rápidamente se rompió la cabeza para tener una idea. ¿Qué debía hacer ella? ¿Cómo podía ella controlar a este imposible hombre? ¿Tal vez ella debería besarlo? Esa es probablemente una buena idea. Se puso de puntillas y besó a Colin. "No te enojes... sólo estaba jugando contigo". ¡Dios santo! Esto era cierto, ella no tenía la intención de tener un gigoló. Ella no se atrevería a hacerle eso a Colin. Colin estaba complacido por su beso. Esta mujer era inteligente, ella sabía lo que él quería. "Un beso no es lo suficientemente bueno para tus pecados, querida". Sofía estaba frustrada. "¿Qué tal dos?". "¿Dos? No olvides que todavía me debes un montón de besos. ¿Todavía crees que dos besos son suficientes?". Sofía pareció haberlo olvidado, pero Colin no lo había hecho. Llevaba mucho tiempo esperando una buena oportunidad para usar esto como una desventaja en contra de ella. Sofía se sorprendió. "¡Qué ruin de tu parte!". Ella se quejó.

¿Ella acababa de llamarlo ruin? Colin no estaba enojado. En cambio, él asintió con una sonrisa. "Sí, soy muy ruin. Pensé que ya sabías eso. Como ya lo has mencionado, seré tan ruin como pueda ser". "¿Qué?" "Obtienes otros 99 besos añadidos a tu deuda por llamarme ruin, lo que significa que ahora me debes 133 besos". Fueron 34 la última vez, y 99 esta ocasión. Eso hizo 133 en total. No podía esperar a ver cómo ella respondería a eso. Sofía no pudo decir una palabra. De repente se sintió atrapada por Colin. A pesar de la mirada aturdida en su rostro, Colin besó sus labios. Después de mucho tiempo, la dejó ir. "Ahora me debes 132 besos. Recordaré eso". Cuando bajaron a cenar, Leila había sido llevada devuelta a casa por Helge. Helge no había cenado todavía. Ver la comida lo hizo extremadamente feliz. "¡Tía Liu, por favor agregue dos servicios de mesa!". Colin se quedó sin palabras. Le lanzó a Helge una mirada despectiva. "¡Vete de aquí!" "¡Oye, no seas tan cruel! Sólo quiero algo de comida... ¡Oh! ¿Qué dices, pequeña Sofía?". Sofía estaba perdida en sus propios pensamientos. Cuando Helge la llamó, ella automáticamente asintió en respuesta. "Colin, aún no he cenado. ¿Puedo unirme a ustedes también?". Leila preguntó suavemente. Antes de que Colin pudiera responder, Helge se aclaró la garganta e imitó a Leila en un tono dulce, "Colin, todavía no he cenado. ¿Puedo unirme a ustedes? ¿Por favorcito?". Sofía no pudo evitar reírse a carcajadas. Colin ignoró a Helge y miró a Leila. "Sírvete Leila". Al ver esto, Sofía le dijo apresuradamente a Helge: "Sírvete también, Helge".

"¡Bien, gracias! ¡Sofía, eres tan dulce! ¡Mua!". A Sofía inmediatamente se le puso la piel de gallina. Colin entrecerró los ojos, pensando en sacar a Helge afuera. La Tía Liu quería hacer dos platos más, pero el grupo la detuvo porque ya era tarde. Decidieron conformarse con lo que tenían. Después de la cena, Helge se retiró. Pero Leila no se retiró a su habitación. "Colin, ¿puedes prestarme a Sofía por un momento? Tengo algo que preguntarle". Sofía estaba confundida. ¿Por qué esta mujer quería hablar con ella? Miró a Leila, pero tenía una expresión tranquila en su rostro. "Me quedaré en el estudio". Colin se marchó. A pesar de su confusión, Sofía siguió a Leila a su habitación. Cuando Sofía entró a la habitación, Leila cerró la puerta. Se sentó en el sofá y señaló el lugar al lado suyo. "Toma asiento". Aún desconcertada, Sofía se sentó. "Sofía Lo, no quiero darle vueltas al asunto. Seré directa, quiero hablar de Colin". Sofía sonrió. "No creo que haya mucho de qué hablar". Leila le devolvió una sonrisa, recostándose con elegancia. "Sé lo que te pasó. Y sé por qué te casaste con Colin. Es porque algo le está pasando a tu familia, y la madre de Colin te está ayudando". La cara de Sofía cambió. Con su secreto al descubierto, no creía que pudiera seguir sonriendo. Ella dijo en tono frío: "Estoy escuchando, señorita Ji". "Te daré 200 millones. Deja a Colin y comienza de nuevo en otro lugar con tu padre y tu hermano".

Sofía se sorprendió. ¿Cómo se enteró Leila de sus asuntos familiares? ¿Alguien le dijo a ella? ¿Podría ser Colin? "200 millones es una oferta generosa, señorita Ji". Sofía chasqueó la lengua en señal de desaprobación. Ella miró a Leila. ¿Era así como los ricos hacían las cosas en el mundo? Leila no la consideraba como una persona digna. Ella continuó: "Sabes en tu propio corazón que tu matrimonio no está vinculado por el amor. Y me ha gustado Colin desde hace mucho tiempo. No sólo por unos cuantos años, sino por más de una década. Nadie lo conoce mejor que yo. Es bueno contigo porque se preocupa mucho por sus padres. Él no quiere que se preocupen por él. ¿De verdad crees que se enamorará de ti? Incluso puedo asumir la culpa por ti. Le diré a la tía Wendy que te obligué a dejarlo siempre y cuando te apartes". Sofía tenía sentimientos complicados. "Señorita Ji, veo que lo amas mucho. Tanto que no te importaría tu propia reputación". ¿Por qué le seguía pasando esto a ella? ¿Por qué siempre había una mujer tratando de separarla del hombre que amaba? Cuando ella estaba con Paulo, Dolores también le había ofrecido dinero para alejarse de él. "Siempre y cuando pueda estar con Colin, nada me importa". Leila dijo con determinación. Sofía se rió. "No me conoce, señorita Ji. Tengo asuntos pendientes aquí, no me iré del País A. He estado en el País Z durante mucho tiempo, y siempre he deseado regresar al País A para encontrar al culpable que destrozó a mi familia". Ella no sabía por qué estaba mostrando su alma a su enemiga. Era muy irracional, pero ella no podía evitarlo.

"No importa si quieres quedarte en el País A. Mis términos permanecerán sin cambios mientras me prometas que te divorciarás de Colin, y nunca más volverás a verlo. Mientras hagas esto, te pagaré el dinero". Para ser honesta, a Leila no le disgustaba Sofía, a pesar de que le había robado Colin. De vuelta al País A, hizo todo lo posible para fastidiarla. Pero ella era muy diferente a lo que había imaginado. Aunque no provenía de una familia adinerada, ella fue bien educada como una noble... si no, era que aún mejor. Aunque Sofía no estaba contenta con las acciones de Leila, no usó medios groseros contra ella. En lugar de dirigirse a Colin, ella directamente le dijo a Leila cómo comportarse adecuadamente. A Leila le gustaba el carácter de Sofía. Casualmente, Sofía sentía lo mismo por Leila. Encontró en Leila una mujer brillante y noble. Ella sintió que Leila la había provocado a propósito. "Señorita Ji, Colin está casado. Incluso si nos divorciamos, él será un hombre de segunda mano. Mereces más".

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Capítulo 108 Las viejas costumbres no mueren fácilmente Leila miró a Sofía fijamente. De repente se dio cuenta de que la había visto antes en algún lugar... "No me importa si ha estado casado antes. Lo amo. ¡Por favor, déjalo ir, Sofía! ¿No es Paulo Tai tu verdadero amor?" Cuando se mencionó el nombre de Paulo, Sofía apretó los puños con furia. "Te equivocas, señorita Ji. Paulo no es más que un estigma en mi vida, un recuerdo de lo ignorante y crédula que era yo en el pasado. Y, ahora, creo... que estoy enamorada de Colin". Antes de darse cuenta, se había enamorado de Colin. Si él estaba triste, ella también lo estaba; y él la hacía reír. Cada pequeña manifestación de su amor conmovía a Sofía... "¿Estás enamorada de él? No lo creo. Solo te atrae su poder y su fortuna". No había ironía en las palabras de Leila, solo certeza. Sofía negó con la cabeza. Miró a Leila a los ojos y dijo: "No tiene nada que ver con sus posesiones, estoy enamorada de quien es él. Y me he acostumbrado a tenerlo en mi vida". Ella quería que la abrazara todas las noches. Incluso si estaba enojado y callado, quería verlo todos los días... Quería todo lo que se había convertido en costumbre para Sofía. Las viejas costumbres no mueren fácilmente. Leila comprendió lo que sentía. Colin era un hombre maravilloso y habían estado juntos por algún tiempo. Era lógico que Sofía tuviera sentimientos hacia él. "¿Pero no eres estéril? Colin es el hijo mayor de su padre. ¿Crees que estaría bien para el Clan Li tener a una mujer que no puede darles un heredero?" Leila no quería hablar de ello. Pero no tenía otra opción porque Sofía no quería rendirse.

Sofía se rió entre dientes. "Si a Colin no le importa, ¿por qué debería importarme a mí?" Esa misma tarde, Colin le había dicho que no le importaba. "¿A Colin no le importa?" Leila estaba asombrada. Sofía no quería guardárselo. Ella asintió. "No, a él no le importa. Además, no soy del todo estéril. El médico me dijo que tengo posibilidad de recuperarme". Leila se sintió feliz por ella. Pero todavía se comportaba de manera indiferente. "Ya veo. Nuestra conversación no va a ninguna parte, señorita Lo. No voy a renunciar a Colin. Ven a mí en cualquier momento si cambias de opinión, mis condiciones serán las mismas. Los 200 millones serán tuyos si dejas a Colin". "Yo tampoco cambiaré de opinión. Buenas noches, señorita Ji". Habiendo dicho eso, Sofía se fue. De vuelta a su habitación se sentó en silencio en la cama, pensando en las palabras de Leila en la oscuridad. "Él es amable contigo porque se preocupa mucho por sus padres. Y no quiere que se preocupen por él". Sofía estaba preocupada. En varias ocasiones, en el pasado, ambos habían simulado al mostrarse afecto frente a Wendy. Para evitar que su madre se preocupara, Colin fingió estar enamorado, cuidando y complaciendo a Sofía. Ella no estaba segura de si esa era la razón por la que él le había dicho que le gustaba. Tal vez, después de fingir durante tanto tiempo, era como una máscara que no podía quitarse. Cuando Colin terminó de trabajar, Sofía ya estaba en la cama. Colin no era feliz viéndola dormir sola en la habitación de ella, así que se puso a su lado y se quedó dormido abrazándola. A la mañana siguiente, Leila se fue al aeropuerto. Debido a una emergencia en el trabajo, necesitaba acortar sus vacaciones y volar a París. Sofía se sintió aliviada cuando Leila finalmente se fue. No tenía que preocuparse

por otras mujeres que babeaban por su marido. Se acercaba el nuevo año. Colin estaba cada vez más ocupado, a menudo se quedaba hasta tarde trabajando. Sofía trataba de hacerle compañía, pero Colin siempre la llevaba a la sala y se negaba a volver al trabajo hasta que se metiera en la cama. Puesto que estaba tomando medicación china tradicional, Colin se negó a dejarla comer comida picante de Hunan cada vez que ella quería. Incluso cuando la llevaba a los restaurantes de Hunan le pedía platos sin pimienta. El tratamiento funcionó. Aunque todavía le dolía mucho a Sofía cuando tuvo su siguiente período, fue mejor que el anterior. El día 29 del duodécimo mes lunar, Colin llevó a Sofía a la casa de Li en el País A. Esta vez, Manolo, trajo a su esposa e hijos a casa. La casa Li estaba muy animada. En la víspera del Año Nuevo, toda la familia se reunió en la mesa del comedor y disfrutó de la cena y del sinfín de coloridos fuegos artificiales que se veía afuera. Al día siguiente, Colin y Sofía, visitaron a Jay. El estado en el que se encontraba Jay era mejor ahora, pero seguía teniendo episodios de vez en cuando. Fue muy desconcertante. Se suponía que se recuperaría después del tratamiento del Dr. Chavez o que al menos mejoraría significativamente. Sin embargo, no parecía haber mejorado mucho. Sofía estaba inquieta mientras que Alejandro guardaba silencio a un lado. Cuando las enfermeras salieron de la habitación, Jay de repente miró a Sofía con lágrimas en los ojos. Sus ojos estaban claros y sobrios... Confundida, Sofía miró a Colin con impotencia. Después de caminar hacia la

ventana, Alejandro regresó y dijo: "Hermana, no muestres ninguna emoción". Sofía estaba un poco asustada. De repente, Jay bajó la cabeza y estalló en lágrimas y risas. Sofía se apresuró hacia él. "¿Papá? ¿Qué ocurre?" Colin se movió para llamar al doctor, pero Alejandro le guiñó un ojo. "¿Papá? ¿Por qué estás llorando? ¿Te duele?" Sofía preguntó apresuradamente. Jay la apartó. "¿Quién eres tú? ¡No te conozco!" Los ojos de Sofía se llenaron de lágrimas. Ella sollozó. "Papá, ¡soy Sofía!" "Sofía... Sofía..." Jay se quedó en silencio por un rato. Cuando Sofía se acercó, la apartó de nuevo. "¡Tú no eres Sofía! Mi hija es gordita y linda, ¡a diferencia de ti!" En ese momento, Colin observó a alguien afuera en el pasillo. La silueta se escondió rápidamente detrás de la puerta de la sala y desapareció. Colin se volvió hacia Alejandro y también lo encontró mirando hacia donde había desaparecido la silueta. Al cabo de un rato Alejandro apartó la vista y miró a Colin. Intercambiaron miradas significativas. Mientras tanto, Sofía todavía estaba tratando de decirle a Jay quién era ella. Colin sacó su teléfono y le envió un mensaje a Gonzalo. "Gonzalo, no se lo digas a nadie. Envíame una copia del vídeo de la cámara de seguridad de hoy del octavo piso". Al mediodía, Colin visitó al Dr. Chavez para conocer en detalle cuál era la situación actual de Jay. Más tarde, sacó a Alejandro y Jay del hospital para comer fuera. Alejandro acomodó a Sofía y Jay en el asiento trasero del coche y se sentó en el asiento del pasajero.

El Mercedes-Benz salió lentamente del hospital. De repente, Jay dejó de reírse con nerviosismo y sostuvo a Sofía en sus brazos. Con los ojos llorosos, murmuró: "Sofía, mi pequeña Sofía..." Sofía miró a su padre con asombro. "¿Papá? ¿Me reconoces?" En el espejo retrovisor, Alejandro vio una camioneta anónima siguiéndolos. "Sofía, ¿cómo no voy a reconocerte?" ¡Ella era su preciosa niña pequeña! "Papá, ¡te has recuperado!" Sofía estaba emocionada. Jay miró cariñosamente a su hija y dijo preocupado: "Alejandro me dijo que perdiste mucho peso. No lo creí hasta que te vi. Sofía, debes de haber sufrido mucho sin papá y mamá a tu lado..."

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Capítulo 109 Contra viento y marea "No te preocupes, padre. ¡Estoy bien!". Sofía abrazó a su padre firmemente, sintiéndose extasiada de que Jay estuviera lo suficientemente sobrio como para reconocerla. Jay le dio una palmada a su hija en la espalda. Cuando vio a su hija antes, él reprimió sus emociones. Colin condujo deliberadamente el automóvil por el alrededor varias veces. Según lo que dijeron Jay y Alejandro, alguien quería matar a Jay. Pero ahora Jay se estaba mejorando. "Padre, ¿puedes decirme quién asesinó a madre? ¿Quién te hizo esas cosas horribles?". Sofía no pudo evitar preguntarlo. Había estado anhelando mucho tiempo por la verdad. Jay dejó de hablar y dejó escapar un suspiro profundo. "Sofía, necesitas olvidarte de todo esto. Hará que te maten". "¿Qué? Padre, no entiendo". Sofía miró a su padre con horror. ¿Cómo podría la búsqueda por la verdad hacer que ella fuera asesinada? Jay palmeó la mano de su hija y decidió tragarse la verdad. "Sofía, solo vive tu mejor vida con Colin. Estaré satisfecho sabiendo que tú y tu hermano están sanos y felices". ... Sofía no entendió por qué su padre se negó a decirle la tan esperada verdad. Más tarde, Colin tuvo una reunión privada con el doctor Chavez. Desde entonces, la condición de Jay estaba empeorando y tenía episodios frecuentes de deliria. Dado que la gente se enteró de la mejora de la salud de Jay, se enviaron varios asesinos para matarlo. Jay lo sabía porque Alejandro atrapó inadvertidamente a algunas personas merodeando fuera de la sala. Cuando se despertó de repente en

una noche, encontró a alguien sosteniendo una daga sobre el corazón de Jay. Saber que su vida estaba en peligro alertó a Jay de la gravedad de la situación. Por su seguridad, tenía que fingir que estaba loco. Más tarde esa noche. Sofía fue superada por la preocupación. Ella no podía imaginar cómo la verdad pondría su vida en peligro. Colin regresó del estudio y encontró a Sofía aturdida. Se sentó a su lado y la tomó en sus brazos. "Revisé el vídeo de vigilancia en el hospital. Algunos hombres sospechosos han estado merodeando por ahí. Pero no pudimos identificarlos porque llevaban sombreros que ocultaban sus caras". Además, todos los vídeos anteriores habían desaparecido. Alguien los había alterado intencionalmente. Sofía miró a Colin con nerviosismo. "Estoy preocupado por la seguridad de mi familia". "No te preocupes. Voy a tener algunos profesionales vigilando por su seguridad". Colin le dio unas palmaditas en el hombro con confortamiento. Sofía envolvió sus brazos alrededor de su cuello. "Gracias, Colin". Si no fuera por Colin, ella no sabría qué hacer. "No es necesario agradecerme". Colin miró a Sofía con desaprobación. Sofía se rió entre dientes y besó a Colin, quien inmediatamente la presionó sobre la cama y la besó apasionadamente. Pero él todavía tenía cosas importantes que decirle a ella. La abrazó y dijo: "Sofía, hemos encontrado algunas pistas sobre la investigación". Jadeando por aliento, Sofía se levantó de repente y lo miró fijamente. "¿Qué has averiguado?". Colin la tomó en sus brazos de nuevo. "Es una situación difícil".

"Estoy preparada para cualquier noticia que tengas!". Sofía había estado esperando alguna pista que pudiera revelar al asesino. Ella estaba ansiosa por escuchar lo que Colin tenía que decir. Colin difundió la información que Wade había reportado. "Podría haber más de un asesino. Dos, o posiblemente tres". "¿Estás bromeando?". Sofía miró a Colin con incredulidad. "Varios perpetradores estaban involucrados". Eso explicaba por qué la investigación estaba tomando tanto tiempo. Además, los perpetradores tenían identidades complicadas. Todas las pruebas habían sido borradas. A Colin le costó recursos y una mano de obra considerable para encontrar información confiable. La cara de Sofía palideció ante la noticia. Tenía que luchar contra más de un enemigo. "¿Qué más?". Ella preguntó suavemente. Colin no podía soportar asustarla con las otras noticias. "No te preocupes. Estaré contigo a través de todo lo que vayas a enfrentar". Eran marido y mujer, en las buenas y en las malas. Sofía sacudió suavemente la cabeza y sostuvo la cara de Colin en sus manos. "Colin, realmente aprecio tu ayuda para obtener la información. Pero lo último que quiero es que te arrastre en este lío conmigo". Colin de repente besó sus labios, mordiendo rudamente en insatisfacción. ... Pasaron varios minutos antes de que Colin liberara a Sofía, que estaba a punto de asfixiarse. "Sofía, tú eres mi esposa. Iremos contra viento y marea juntos. ¿Crees que te dejaré descubrir la verdad y confrontar sola a los asesinos?". ¡Imposible! Desde el día en que obtuvieron su certificado de matrimonio, habían estado unidos. Él ingenuamente pensaba que podía divorciarse de Sofía como si nada hubiera

pasado. Pero estaba equivocado. No esperaba enamorarse de una mujer vengativa como Sofía. A pesar del odio que erosionó su corazón y su alma, su profundo afecto por ella se mantuvo. Cuando la vida de ella no había sido consumida por el odio y la venganza en el País Z, era encantadora y delicada, a veces obstinada. Estos rasgos lo cautivaron profundamente, y él se permitió enamorarse de su persona vengativa. No solo no le disgustaba el lado vengativo de Sofía, sino que quería que ella confiara en él y le permitiera resolver sus problemas. Él nunca había retrocedido ante los enemigos de ella, ni siquiera contra los más poderosos y terribles. Antes de que él lo supiera, cada movimiento de ella lo afectaba profundamente. Sofía era un fuerte veneno para él, tal que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Miró a la mujer confundida mientras cerraba la distancia entre ellos. "¿Cuándo me envenenaste?". "¿Qué?". Sus labios se frotaron ligeramente contra los de ella. Sus pestañas revolotearon, casi tocando su rostro. "¿Eh? Yo nunca te envenené". Ella negó en desconcierto. Colin le dio un beso rápido en los labios. "Me envenenaste. Ahora, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti. Aunque me has molestado y has tenido muchos amantes antes, todavía me gustas. Dime, Sofía. ¿Eres venenosa?". Inicialmente conmovida hasta las lágrimas, Sofía se encendió cuando Colin mencionó que antes había tenido muchos amantes. Ella lo empujó y replicó, "Tienes razón. He tenido tantos amantes, ¿cómo podría yo merecer ser tu esposa? Deberías divorciarte lo antes posible. ¡Así, podrás vivir felizmente con el amor de tu infancia! Colin la abrazó de nuevo. "Si a mí me importara tu pasado, ¿por qué aún te querría?". Pero qué mujer tan tonta.

Sofía dijo sarcásticamente: "Ya que he tenido tantos amantes, ¿te arrepientes de no haber tenido muchos idilios antes?". Colin negó con la cabeza. Honestamente eso no le importaba a él. Sofía le mordió el brazo con fuerza hasta que dejó una marca. "Colin, ¡eres un imbécil! ¡Bastardo!". "¿Qué pasa? ¿Por qué de repente estás tan enojada?"

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Capítulo 110 Celebración del año nuevo "¡Estás loco! Colin, escúchame. En serio, ¡nunca antes he tenido un amante! ¿Entiendes? ¿Entiendes?". Sofía estaba tan enojada, que ella le preguntó dos veces para enfatizar su punto. Colin parpadeó y sonrió. "Yo entiendo, cariño". Eventualmente, él le creyó. En su primera noche juntos, él notó una mancha en las sábanas. Además, prefería creerle a Sofía que a Paulo. "¡No soy tu cariño! Tú dices que me crees. ¡Pero quién sabe en qué estás pensando realmente!" Sofía agarró su cuello con fuerza. Ella tenía una fuerte necesidad de arrojarlo por la ventana. "Bueno, sabes en qué estoy pensando, ¿verdad?", dijo Colin con una sonrisa astuta en su rostro. Sofía echó humo en silencio. Ella apretó los dientes con ira. "Colin, ¿sabes por qué quería acostarme contigo?". Colin se rió. "Porque te sentías sola". Sofía torció sus mejillas bruscamente. "No, no lo estaba. En realidad, yo quería... Olvídalo, ¡no te lo diré!". Ella quería decirle la verdad. Pero ella recordó haberle dicho a Colin que no podía quedar embarazada, por lo que tuvo que guardarla para sí misma. "Está bien, haz lo que quieras". La curiosidad nunca fue una de las virtudes de Colin. Pero su indiferencia llevó a Sofía a decir la verdad. "Ya que no tienes curiosidad, ¡te lo diré!". ¡Esta mujer era difícil de interpretar!

"Decidí acostarme contigo para poder tener a tu bebé y divorciarme de ti. ¡Entonces, criaré a tu bebé con otro hombre! ¡Piénsalo!". Sofía se rió a carcajadas. Colin no se rió. Sabiendo que Sofía no podía quedar embarazada, Colin se preguntó cuánto valor la llevó a decir ello. Angustiado, él le besó la nariz. "Sofía, por favor no estés triste. La ciencia médica está haciendo grandes progresos. Si quieres un hijo, te llevaré a todos los médicos de renombre. ¡Debe haber una resolución!". Sofía no se sentía triste. Ella no le había dicho la verdad a Colin porque ella quería recuperarse completamente y ser revisada primero. Ella le diría a Colin las buenas noticias una vez que confirmara que estaba sana. Ahora, era imposible decir la verdad. "Está bien. Colin. No hay necesidad de sentir pena por mí. Bajo estas circunstancias, mi infertilidad te ahorrará mucho dinero". "¿Qué quieres decir?". ¿Se refería a dinero para leche para bebés en polvo? Sofía se rió con ironía. "Dinero para condones". Pero incluso antes de descubrir la verdad sobre su infertilidad, él nunca compró ni usó un condón. El rostro de Colin se oscureció cuando la inmovilizó. "Será mejor que tome ventaja de eso". ¿Qué? La respuesta de Sofía fue frenada por el beso de Colin. A última hora de la noche, Sofía gimió de placer. En el tercer día del año nuevo, Sofía llamó a Quintana. Desafortunadamente, Quintana no pudo llegar por cuestiones familiares. "¿Cuándo estarás disponible?". Sofía le preguntó desesperadamente. Si ella

perdiera esta oportunidad, no habría otra. "Lo siento mucho. Podría ser después de medio mes". Sofía hizo una pausa. "De acuerdo, llámame cuando estés libre". Sofía colgó. Sintiéndose molesta, tiró el teléfono sobre la mesa. Todos sus planes se retrasarían por culpa de Quintana. No estaba segura de cuándo se podrían implementar los planes. En el quinto día del Año Nuevo Lunar, todos los hijos y nietos de Li vinieron a desearle a Harold un Feliz Año Nuevo. La casa estaba llena de la aparición de tantos visitantes. Las familias de Gerardo y Gonzalo, que no pudieron asistir a la fiesta de cumpleaños de Harold debido a viajes de negocios al extranjero, también acudieron con sus hijos. La risa alegre y la alegre conversación llenaron el enorme salón. Sofía se sentó tranquilamente al lado de Colin y observó a los niños pequeños jugando en la habitación. De repente, Melania señaló la ventana. "¡Madre, quiero salir y hacer un muñeco de nieve!". "¡Yo también!". Replicó Chano. Varios más siguieron el ejemplo y salieron al patio de la mansión. Al ver el suelo cubierto de nieve espesa, los niños salieron corriendo a jugar. Chano rodó por el suelo con alegría. Estrella se apresuró a entregar el bebé en sus brazos a Gonzalo para recoger a Chano. Ella lo sostuvo en sus brazos y sacudió la nieve de su ropa. Félix caminó detrás de sus hermanos y hermanas, agarrando la nieve y hablando en broma a los otros niños. Manolo miró a Colin y Shelly, que estaban sentados cerca. "Míralos. ¿Cuándo

van a tener hijos?". Shelly sonrió dulcemente y sostuvo su brazo. "Deberías alentar a Colin. ¡Después de todo, él tiene una esposa encantadora! Colin encendió un cigarrillo y se burló de su hermana, "Shel, ¿conoces a un tipo llamado Helge?". Shelly se sonrojó al instante. Se volvió hacia Sofía, que estaba sonriendo a los niños que jugaban, y gritó: "¡Sofía, mi hermano se está burlando de mí!". "¿Eh? ¿Qué?". Sofía tenía toda su atención en los niños y no escuchó de qué estaban hablando. Shelly sonrió. "Dije que mi hermano está chismeando y que debes controlar su mal comportamiento". Sofía estaba un poco avergonzada y tiró de la manga de Colin. "Deja de burlarte de Shelly". Dando una fumada a su cigarrillo, Colin agachó la cabeza y lo soltó ante la cara de Sofía. Sofía estaba aturdida. Ella estalló en tos y lo golpeó ligeramente con insatisfacción. Lola bromeó de buen humor, "¡Wendy, míralos! Están siendo dulces delante de nosotros". Wendy sonrió alegremente. "Me gusta verlos así". Lola sacudió su mano de un lado a otro. "Ugh, solo quiero echar a Daniel en cuanto lo vea en casa". Miraron colectivamente a Daniel, que estaba sonriendo hacia su hija. Lola dijo celosamente: "Él la llama 'mi amor' y 'mi bebé' todo el tiempo. Es asqueroso." Todos rieron. Irene tiró de la muñeca de Lola a toda prisa, "¡Madre, por favor no

digas más!". Colin le explicó a Sofía que Lola se refería a Irene. Sally tuvo una idea y felizmente les dijo a los hombres presentes: "Chicos, permanezcan juntos y permítanme tomarles una foto. ¡Wow, tengo más fans siguiéndome en Twitter!". Recordado por Sally, Irene estudió a los hombres presentes. "Tienes razón. También estoy tomando una foto". Al oír esto, Daniel dijo arrogantemente: "¿Puedes pagar mi retrato?". Sally frunció sus labios, "No puedo. Pero mi marido te pagará. ¿No es así, amor?". Ella le guiñó un ojo a Gerardo. Él asintió, sus ojos se llenaron de amor infinito.

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Capítulo 111 Fotos de familia "Daniel, no seas tan arrogante. ¡Párate derecho!" Irene sacudió su teléfono mientras hablaba con Daniel. Los hombres no sabían qué hacer porque, por lo general, ellos no se tomaban fotos. Sin embargo, fue precisamente por esta razón que Sally quiso tomarles fotos. Sally agarró a Félix cuando caminó hacia ella y les dijo a los demás hombres: "¡Dense prisa! Era difícil poder reunir a todos en un sólo lugar. ¡No sean tan arrogantes!" Los hombres se miraban el uno al otro sin poder hacer nada y obedientemente se pusieron de pie. La gente se movía para darles espacio. Lola dirigió de nuevo: "Sofía, Estrella, Sally, Ire y Shel, ustedes están a cargo de tomar fotos". Las mujeres sacaron sus teléfonos de sus bolsillos y apuntaron la cámara hacia donde estaban los hombres. "¡Levi y Gonzalo, por favor, párense derecho!" Sally gritó a los dos hombres que estaban encorvados. "¡Curro, muévete un poco a la derecha! Estás prácticamente abrazando a Colin". Las instrucciones que daba Wendy hacían reír a todos. Los seis hombres guapos formaron una fila, dejando que las mujeres tomarían muchas fotos. Todos estaban vestidos con diferentes estilos. Gonzalo llevaba un abrigo de color camello de longitud media, Daniel uno en color negro, Colin un abrigo de lana negro de longitud media, Curro una chaqueta larga de color gris, Levi vestía un traje de camuflaje blanco con negro y Gerardo llevaba puesto una chamarra gris oscuro.

Aunque las mujeres ya estaban acostumbradas a la buena apariencia de sus maridos, todavía disfrutaban al ver la fila de hombres guapos que tenían delante. Después de un minuto de tomar fotos, Chano corrió hacia la multitud felizmente. "¡Quiero que también me tomen una foto!" Jago observó a los hombres cuidadosamente y también corrió hacia ellos. "Eres tan guapo. ¡Yo también quiero estar contigo!" Jean tiró la nieve al suelo y lo siguió. "¡Yo también, espérame!" Al ver que todos sus hermanos corrían hacia la multitud, Félix se zafó de Lola y se unió a ellos. Sólo Salvino, el hijo menor de Estrella, se quedó en los brazos de Jorge. Miraba a todos muy confundido. Los niños se pusieron en fila frente a los hombres y posaron para las fotos. Después de la sesión de fotos, a Gonzalo se le ocurrió una idea. "Estrella, Ire, Sally, Sofía y Shel, ¡vengan a tomarse fotos también!" Había demasiada gente presente, era más fácil llamarles por sus nombres. "¡Buena idea!" Colin metió la mano izquierda en el bolsillo y puso el brazo derecho sobre el hombro de Gerardo, mirando a Sofía en señal de provocación. ¡La mujer no parecía haber tomado fotos todavía! De inmediato, Irene tomó a Sally y a Sofía de las manos alegremente y caminaron hacía donde habían estado los hombres. Estrella y Shelly las siguieron. Se intercambiaron los papeles, ahora los hombres sacaron sus teléfonos. La Villa de los Li estaba al fondo, lucía hermosa cubierta de nieve. Sofía sonrió al teléfono móvil de Colin. Esperaba no verse tan mal en las fotos. No se sentía tan segura porque no podía compararse con todas las mujeres hermosas a su lado. Se tomaron muchas fotos. Los adultos vieron a los niños correr hacia las mujeres. Querían tomarse fotos con sus madres.

Sofía sostuvo a Jago, Irene tomó a Jean, Sally sostuvo a Félix, Estrella tomó a Chano y Shelly sostuvo a Salvino. Jorge llevaba en sus brazos a Jaime quien miraba con curiosidad al grupo, preguntándose qué estaban haciendo. Se tomaron más fotos antes de que fuera el turno de los ancianos. Colin y Levi fueron a la villa y sacaron dos sillas. Los ancianos de pelo blanco, Harold y Angie, se sentaron en el centro del grupo. Detrás de ellos estaban las tres parejas, Lola y Jorge, Manolo y Laura, Wendy y Yonata. Todos sacaron sus teléfonos para tomar fotos. Finalmente, Manolo le pidió a una persona que tomara una foto familiar. Después, los niños jugaron alegremente en la nieve. Los miembros más jóvenes de la familia publicaron las fotos en todas sus redes sociales, incluidos Twitter, WeChat, MSN y Facebook, entre otros. Sofía ingresó a su cuenta de Twitter, Nieve Sofía. Inicialmente, su blog no tenía seguidores, pero después de publicar algunas fotos, se descubrió que era la esposa de Colin. Sólo algunas personas habían prestado atención a su blog, pero de repente aumentó a más de 100.000. Afortunadamente, ella de antemano ya había eliminado todo sobre Paulo. Fue la primera publicación que hizo y el número de comentarios llegó a decenas de miles. Colin compartió su publicación y los comentarios se elevaron a cientos de miles porque él ya tenía millones de seguidores. Los fanáticos revisaron los blogs de los seis hombres y publicaron comentarios, luego revisaron los blogs de las mujeres.

Los principales comentarios en los blogs de los hombres incluían cosas como "¿Alguno de ustedes carece de novia o de amante?" "¡Podría ser tu amante!" Los blogs de mujeres tenían comentarios como "¿Qué marca de productos para el cuidado de la piel usas?" "¿De qué marca es tu abrigo?" "¿Podrías prestarme tu marido? ¡Sólo por un día!" Sofía negó con la cabeza impotente ante los comentarios. Después de pensarlo un momento, ella respondió: "Deberías preguntarle a mi esposo por la marca de productos para el cuidado de la piel porque no me lo dijo. También pregúntale a mi esposo sobre el abrigo, él lo compró en el extranjero". "No puedo prestarte mi marido porque él tiene que hacerme compañía a mí, jaja". ... Debido a las respuestas de Sofía, los seguidores comentaron con entusiasmo en su blog. Etiquetaron a Sofía y Colin y escribieron: "Ambos son muy tiernos, ¡tengo tanta envidia de ustedes!" "Todos los hombres en los cinco clanes aman mucho a sus esposas. ¡En su lugar voy a seducir a Levi, Curro y Edgar!" "¡Oh! ¡Señora Li debería aprender de las otras esposas y tener un bebé pronto!" "¡El señor y la señora Li serán felices por siempre!" ... Incluso los blogs de Lola y los demás también fueron inundados por los comentarios de los fanáticos durante el resto de la tarde. La mayoría de ellos preguntaron si querían tener más nueras. Decían que no querían ser famosas y se ofrecieron para hacer tareas domésticas y tener bebés. Sabiendo que estaban bromeando, Wendy le dijo a Lola con una sonrisa que las

jóvenes eran muy lindas y divertidas. Los blogs de Irene, Sally y Estrella tenían comentarios interesantes. La gente comentaba: "¡Hola mamás! ¡Sus nueras están contando los días!" "¡Félix, te esperaré 18 años!" "¡Chano, te esperaré 15 años!" "¡Jaime, estaré aquí para ti dentro de 18 años!" "Mamá, ¿necesitas un yerno? ¡Puedo tomar tu apellido!" Se rieron de los comentarios graciosos. ¡Los seguidores eran tan lindos! Las fotos se volvieron tan virales en Twitter durante horas que el sitio web dejó de funcionar por exceso de capacidad. Ninguno de los blogs se podía actualizar. Los hombres comenzaron a hablar sobre asuntos de negocios y las mujeres tuvieron que recurrir a otras redes sociales como WeChat o Facebook. Estaba oscureciendo cuando la emoción finalmente se calmó. La familia se fue a cenar al hotel donde Yonata había hecho previamente la reservación.

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Capítulo 112 La hija de Leandro Antes de la cena, las mujeres jugaban con los niños, mientras que los seis hombres las miraban desde el sofá. Colin se centró en Sofía mientras jugaba con los niños. O a Sofía le gustaban los niños, o las gemelas eran divertidas, porque se reían ocasionalmente. Colin sacó una caja de cigarrillos de su bolsillo y le pasó un cigarrillo a Gonzalo. "Salgamos a fumar". Gonzalo lo miró y supo que tenía algo que decirle. Después de que él tomó el cigarrillo, salieron. En la terraza panorámica, Gonzalo encendió el cigarrillo de Colin y el suyo. Volviendo mirar adentro, Gonzalo preguntó: "¿Qué pasa?". Mirando a Sofía, Colin dijo: "¿Cuál es la tasa de éxito de un tratamiento de infertilidad?". Gonzalo se quedó sorprendido. Siguiendo los ojos de Colin, vio a Sofía aplaudiendo frente a Sean. "Depende. Será mejor que la lleves al hospital para un chequeo. Pero la tasa de éxito es tan alta como el 95%. No tienes que preocuparte tanto". En el interior, Sofía vio a Colin y a Gonzalo fumando en la terraza, pero no le dio mucha importancia. Ella no sabía que Colin estaba consultando a un médico por ella. Después de un rato, Lola miró su teléfono y anunció: "Selina también está en el País A, la invité a venir". Angie preguntó, "¿La hija de Leandro?". "Sí. Anna me dijo que Selina está en el País A en este momento y me preguntó si puedo llevar a Selina de regreso cuando vuelva a casa mañana. Invité a Selina venir para cenar juntos. En realidad, ella no estaba segura si venir. Después de mucha persuasión, finalmente accedió a venir".

"¡Eso es genial! ¿Por qué Selina está en el País A ahora?". Perpleja, Irene miró a Lola. Lola se rió. "Es por Leandro. Iba a llevar a su hija a París. Ellos vinieron al País A para manejar algunos negocios antes de su viaje a París. ¡Debido a que Selina aún estaba dormida esta mañana, Leandro se adelantó a París por una emergencia!". Le pidió a Selina que lo alcanzaría a París sola. Pero Selina estaba demasiado enojada para irse y decidió regresar a casa al día siguiente. "Haz que Selina venga rápido. ¡Ella me agrada mucho!". Laura miró la pantalla del teléfono de Lola. Los hijos de Bo también reconocían a Manolo y a Laura como sus padrinos. Levantando su teléfono, Levi se detuvo cuando escuchó el nombre de Selina. Estaba escribiendo un mensaje a sus amigos para decirles que saldría con ellos, pero cambió de opinión y dijo que no tenía tiempo. "¿La he visto antes?", preguntó Wendy. Selina parecía familiar, y buscó en sus recuerdos un encuentro con ella. Levi miró a Wendy pensativamente. ¿Cómo su madre conoció a Selina antes? Yonata asintió. "Hace varios años, cuando nos reunimos con la familia Bo y la familia Shao en el País C". En aquel entonces, estaban en el País C. Hubo una reunión familiar y Selina también estuvo presente. Mientras respondía felizmente al mensaje de WeChat, Lola recordó algo de repente. Mirando a Levi, quien estaba metido en sus pensamientos, se rió e inmediatamente le preguntó a Selina: "¿Dónde estás ahora? Date prisa. ¡Te estamos esperando!". Selina se encontraba dudando a un lado de la carretera con su maleta de cuero. Cuando recibió el mensaje de Lola, inmediatamente llamó a un taxi. Como todo el mundo la estaba esperando, ella no podía perder más el tiempo.

La madrina Lola dijo que era una cena familiar... ¿Estaría Levi ahí? Quince minutos después, Selina fue conducida por un camarero a la habitación privada más grande del hotel. Había un ambiente animado en la habitación. Tan pronto como apareció Selina, Irene enlazó su brazo con el de ella y la llevó adentro. "Selina, entra. ¡Te estamos esperando!". Selina sonrió tímidamente y saludó a todos. "Encantada de conocerlos, abuelo Li, abuela Li... padrino Jorge, madrina Lola... tío, tía... padrino Manolo, madrina Laura... ¡Feliz año nuevo! ¡Es un placer verlos a todos!". A los primeros padrinos se refería a Jorge y Lola, mientras que a los segundos se refería a Manolo y a Laura. "¡Mi querida Selina, no seas tan educada! ¡Vamos!". Angie saludó a Selina con una sonrisa. "¡Selina, no puedo creer que tu padre te haya dejado aquí!". Jorge levantó una ceja. Si tuviera una hija, dudaría en dejar a su hija sola. Ante la mención de su padre, Selina se encendió. Pero como había muchos ancianos presentes, ella sólo pudo sonreír en respuesta. "Mi papá está muy ocupado. ¡Estoy acostumbrada a eso!". No era la primera vez. ¡Lo mismo pasó también en el País D el año pasado! Al ver a Selina, Melania dejó caer su juguete e inmediatamente corrió hacia ella. "¡Tía!" Selina levantó a la pequeña niña. "Espera, déjame adivinar. ¿Tú eres Melania?". Melania y Michelle eran gemelas pero tenían diferentes personalidades. Michelle se parecía más a Daniel, mientras que Melania era más sociable. Melania besó la cara de Selina. "¡Tía, eres tan inteligente! ¿Mi hermana es demasiado fría?". Ante su inocente pregunta, todos se rieron a carcajadas.

Michelle también se acercó y frunció el labio. "¡Tía, entra!". Michelle tomó la mano de Selina y la llevó a dentro. Sonriendo dulcemente, Selina avanzó unos pasos y bajó a Melania. En ese momento, Chano corrió hacia Selina. "¡Tía, estoy aquí!". El chico era travieso. El abrazo de oso de Chano obligó a Selina en cuclillas a sentarse en el suelo. Selina se quejó, "¡Chano, sé que eres tú!". Todos en la sala sonrieron y detuvieron a Selina y Chano. Estrella pellizcó la cara de su hijo. "Chano, ¿cuántas veces has atacado a tu tía?". Selina se sacudió su ropa. "Está bien. ¡Estoy acostumbrada a eso!". Cada vez que Chano veía a Ángela y a Selina, las atacaba con un abrazo de oso. O lo hacía propósito, o ellas eran demasiado débiles. Lola rodeó con su brazo alrededor del hombro de Selina. "Bien. Todos han llegado. ¡Todos tomen asiento!". "¡Selina, ven y siéntate conmigo!". Curro saludó a Selina. Le gustaban las chicas como Selina y Ángela. Pero a diferencia de Levi, él sólo veía a Selina como una hermana. Levi le entrecerró sus ojos a Selina, quien dejó su maleta a un lado y se dirigió hacia Curro. Todos estaban sentados. Junto a Colin, Levi comía con indiferencia mientras seguía mirando a lo largo de la mesa. Con los palillos para servir, Curro puso un trozo de medusa en el plato de Selina. Ella sonrió agradecida en respuesta. Levi se burló, 'Curro era mayor que yo. ¡Incluso Selina podría llamar tío a Curro!'

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Capítulo 113 El más guapo Li Colin miró a su hermano. "¿Por qué te ves tan afligido?". Levi esquivó la mirada. "No es nada". Colin se volteó hacia Sofía y le susurró. Parecían felices y cariñosos juntos. Levi murmuró con tristeza: "Hermano, ¿has considerado los sentimientos de tu hermano soltero?". Colin se aclaró la garganta. "Madre, preséntale algunas chicas a mi hermano. Está desesperado después de estar en el ejército durante tanto tiempo". Levi miró a Colin con malhumor. "Hermano, sólo te importan tus propios asuntos". Wendy miró boquiabierta a Levi. "¿No me dijiste que te dejara de molestar? Me dijiste que tienes una chica que te gusta. ¿Qué pasó? ¿Ustedes dos rompieron?". "Levi, ¿te has enamorado de alguien más? ¿Quién es ella? ¡Dime!". Lola miró a Levi expectante. Laura tragó la comida en su boca. "Levi, está bien si has terminado con ella. Conozco a muchas chicas encantadoras. ¡Puedo presentártelas cuando tenga la oportunidad!". Levi guardó silencio. Su cara se oscureció, Levi lanzó una mirada de descontento a Selina sentada frente a él, haciendo que se detuviera a comer las empanadas al vapor. Ella se mantenía al menos a 10 pies de distancia de él según lo acordado... Sosteniendo a su hijo en sus brazos, Gonzalo de repente se interesó. "Selina, ¿estás soltera? ¿Qué piensas de Levi?". Selina se atragantó mientras su rostro se sonrojó. No se atrevió a mirar a Levi mientras respondía: "Gonzalo, dado que Levi está enamorado de alguien, no debería meterme entre ellos".

Al estudiar a los dos, a Wendy le pareció factible la idea. Ella inmediatamente vio a Selina como su nuera. "Está bien ya que Levi rompió con la chica. ¿Tienes novio, Selina?". Selina aún estaba sonrojada. "Tía Wendy, no tengo novio... Como todavía estoy estudiando en la universidad, nunca lo he pensado". "Oh, entiendo". Al oír que no estaba interesada en un novio, Wendy se decepcionó. Tanto Levi como Selina miraron hacia abajo y comieron en silencio. Pero Yonata no lo dejó escapar. Mientras le servía algo de comida a Harold, le preguntó: "Levi, ¿qué hay de la chica con la que estabas la otra noche? ¿No dijiste que la llevarías a casa para presentarla a tus padres?". Levi no respondió. No recordaba haber dicho eso. El latido del corazón de Selina se aceleró de nerviosismo. ¿Se estaba refiriendo a ella? No podía ser... Al ver que Selina se ponía extremadamente nerviosa, Levi dijo: "Ella dijo que no estaba interesada en tener un novio porque aún está estudiando la universidad". Desconcertados, todos encontraron familiares las palabras... ¿No fue eso lo que acababa de decir Selina? Al darse cuenta, los ojos de todos estudiaron a los dos dudosamente. Aunque había una conexión, no estaba claro. Al ver una oportunidad, Wendy sonrió e instó a su hijo: "¡Sé más activo, especialmente porque te harás viejo en varios años!". Levi hizo una pausa. "¿Quién dijo que quiero salir con ella? Sólo la estaba molestando. ¿De qué estás hablando?". Levi trató de esconder las apariencias. Manteniendo su cabeza inclinada a su comida en silencio, Selina sintió un repentino dolor. Pero su expresión no desvió la atención de Wendy. Ella miró a su obstinado hijo

con decepción. "¡Mereces estar solo!". Levi fue tomado por sorpresa. ¿Era esa realmente su madre? Sofía no pudo evitar reírse, haciendo que Colin le preguntara: "¿Qué es gracioso?". Ella estaba de buen humor. Ser parte de una gran familia la hacía feliz. "Levi parece haberse enamorado de Selina. ¿No estás de acuerdo?". Colin rara vez chismeaba. Sofía observó a los dos y atrapó a Selina de pronto levantando la vista de su comida para mirar discretamente a Levi. Sofía se rió y asintió. "¡Como su hermano, deberías ayudarlos a estar juntos!". Colin contempló por un rato. "Como su cuñada, es mejor que tú hagas eso. No tengo experiencia en asuntos como este. ". Oh... ¿Podría ella decir que ella tampoco tenía ninguna experiencia relevante? Sofía confesó: "¡Todos los hombres en tu familia son tan guapos que las mujeres tomarían la iniciativa y andarán detrás de ellos!". "¿Quién crees que es guapo?", preguntó Colin, con indiferencia. Sofía sonrió en respuesta. "¡Todos ustedes son guapos! ¡La foto de ustedes seis puede capturar el corazón de cada mujer de todo el mundo!". "¡Dime quién crees que es más guapo que yo!". "Es difícil compararte. ¡No puedo decidir!". Sofía no pudo evitar ser infantil y bromear con Colin, aunque para ella, Colin era el más guapo. Colin no era tan frío como Daniel, ni tan ordinario como Gonzalo, ni tan oscuro como Levi. En algún punto intermedio, Colin era perfecto para ella. Y Curro y Gerardo eran similares. "Sofía". Colin comenzó a estar cada vez más descontento.

"¿Qué pasa?". Sofía puso un trozo de pastel de arroz en su plato. "¡Dime quién es el más guapo!". Colin se negó a ceder hasta que Sofía le dijo lo que quería escuchar. Sofía no era tonta. Al ver la ligera ira en sus ojos, ella supo en qué estaba pensando él. Se inclinó más cerca y susurró con una sonrisa discreta: "¡Mi esposo es definitivamente el más guapo!". Tal vez ella era parcial porque ella tenía sentimientos por él. La cara de Colin se rompió en una sonrisa. "Bueno. Tengo algo más. ¡Quiero verte llegar a las 150 libras!". Sofía titubeó. "No quiero. Si algún día me abandonas, nadie me querrá". Ella frunció los labios. "¿De qué estás hablando? Eres mi esposa. ¿Por qué te abandonaría?". "¿No dijiste que te divorciarías de mí? ¡Incluso has hecho que Helge me seduzca! ¿Recuerdas?". Sofía engreídamente le recordó sus acciones pasadas. Con una sonrisa en su rostro, Colin amenazó en su oído: "¿Quieres que te bese?". Sofía inmediatamente cerró la boca y siguió comiendo. Ver a su hermano sonriendo ampliamente frustró a Levi aún más. ¿Por qué todos lo torturaban? Después de la cena, toda la familia salió del salón privado. Al llegar al frente, Ynocente salió por la puerta del primer salón privado. Seguido por su padre y Mario... Al ver a Harold, Ynocente saludó cortésmente, "¡Feliz Año Nuevo! ¡Qué casualidad!". Se estrecharon las manos. "Ynocente, también has venido aquí a cenar". "Sí, padre".

El grupo comenzó a intercambiar saludos y a presentarse. Sofía de repente sintió que alguien la miraba fijamente. Al ver a Mario caminando hacia ella, sonrió. "¡Hola, Mario!". "Hola, Colin, Sofía". Mario había estado distante toda la noche. De pie frente a la pareja, se ablandó al ver a Sofía. "Mario, ¿quién es ella?". Una voz femenina preguntó detrás de Mario.

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Capítulo 114 El momento adecuado Mario cedió el paso a Preciosa. "Madre, son Colin y Sofía". Preciosa había conocido a Colin y a Sofía hacía mucho tiempo. "Sofía, ¿realmente eres tú?" Preciosa estaba sorprendida. No esperaba ver a Sofía aquí. A ella siempre le agradó Sofía. Antes de que Sofía tuviera la oportunidad de hablar, ella preguntó asombrada: "¿Cómo has adelgazado tanto? Te vi en mi teléfono hoy pero no estaba segura..." Sofía sonrió. "Buenas noches. ¿Cómo te ha ido últimamente?" Cuando antes, ella salía con Mario, la virtuosa y amable dama siempre le preparaba deliciosas comidas, e incluso le enviaba hermosos obsequios en su cumpleaños... Al escuchar la voz de Sofía, Ynocente miró hacia arriba y encontró a Sofía sonriendo y abrazando a Preciosa. Al ver inadvertidamente a Ynocente, ella asintió con la cabeza a manera de saludo. "¡Estoy bien, pero te extrañé mucho! Nunca pensé que te casarías con Colin. Yo pensé..." Ella logró contenerse a tiempo. Sabiendo que a su hijo siempre le había gustado Sofía, ella pensó que Sofía se convertiría en su nuera. Colin preguntó amablemente: "¿Sofía y tú ya se conocían?" "Sí, Sofía y Mario crecieron juntos". Luego del recordatorio de Preciosa, Colin recordó que eran buenos amigos de la infancia. A Preciosa parecía agradarle mucho Sofía. Una compleja expresión se evidenció en los ojos de Colin. "Preciosa, ¿aún das clases?" Como profesora de música, Preciosa era excelente

tocando el piano y había obtenido muchos premios. Sofía también sabía tocar un poco, gracias a las lecciones de Preciosa. "Rara vez, pero a veces doy clases una vez al mes. ¡Sofía, te has vuelto mucho más hermosa! ¡Colin debe estar cuidando bien de ti!" Aunque se sentía decepcionada de que Sofía no terminara con Mario, sintió alivio al ver que Colin parecía ser bueno para Sofía. Mario se sorprendió al notar la vergüenza de Sofía. Sofía jamás sabría lo bella que lucía en ese momento, inclinando la cabeza tímidamente.... Charlaron un rato y entraron en el ascensor uno detrás del otro. No había bastante espacio para todos. Colin ubicó a Michelle a su lado y tomó la mano de Sofía mientras esperaban el siguiente ascensor. Al lado de Sofía, Mario charlaba con ella de manera casual. Viendo a la niña en brazos de Colin, Mario le dijo a Sofía: "Recuerdo que te gustaban mucho los niños. ¿Cuándo planean Colin y tú tener un bebé?" Sofía sonrió. "Pronto llegará el momento adecuado". Colin sintió dolor de cabeza al ver la sonrisa de Sofía. Sofía debía estar sintiéndose triste en este momento. Pero Sofía no sentía tristeza. Si hubiera sabido que Colin se preocupaba por ella todo el tiempo debido a esto, le habría contado la verdad. Quería mantener el secreto para sorprender a Colin. Pero si hubiera sabido que iba a hacer sufrir a Colin, no le habría ocultado la verdad. En el estacionamiento, comenzaron a hacer arreglos para regresar a casa en los autos. Todo iba bien hasta que Lola dijo: "Selina, vuelves con nosotros, ¿verdad?" Aunque Selina estaba un poco sorprendida, ella se negó, "No es necesario. Tengo que tomar un vuelo mañana muy temprano, así que buscaré un hotel para

pasar la noche". "¡Tonterías!" Hay muchas habitaciones de huéspedes disponibles en la casa. Deja que Levi te lleve de vuelta con nosotros. ¡Vamos, Levi!" Levi estaba fumando por ahí. Él se aproximó sin siquiera mirar a Selina. Lola le dijo casualmente "Pon la maleta de Selina en tu auto y llévala. Al llegar a casa, prepara una habitación para que ella se instale". ¿Qué? Ambos estaban sorprendidos. Sin embargo, Levi tomó la maleta de Selina y se dirigió al maletero del auto militar. Selina lo siguió rápidamente. "¡Está bien! ¡Puedo ir a un hotel!" Levi la miró fijamente. "Te llevaré al hotel". Después de despedirse de Mario, Sofía entró en el auto de Colin, junto con Daniel e Irene. Jorge y Lola se llevaron a los tres niños de vuelta a casa. Colin y Daniel hablaban sobre asuntos de la compañía de vez en cuando, mientras Sofía e Irene miraban sus teléfonos. "Sofía, ¿no trabajas también en la compañía en el País Z?" Escuchando la repentina pregunta de Irene, Sofía dejó a un lado su teléfono y asintió con la cabeza. "¿A qué te dedicas?" Añadió Irene. Sofía le dijo honestamente: "Trabajo como secretaria de Colin". "¡Eso es genial, pueden estar juntos todos los días!" Irene pensó que no podía darse el mismo lujo con Daniel. Cuando Daniel miró a su esposa, supo lo ella estaba pensando. "Te pedí que vinieras a trabajar en la compañía antes, pero no quisiste. ¿Por qué estás decepcionada?" "No lo estoy. Sólo envidio a Colin y a Sofía. ¡Pueden estar juntos todos los

días!" Irene se reclinó en el asiento trasero. Daniel se quedó sin palabras. "Si puedes ser la secretaria privada del presidente, ¿lo aceptarás?" "¡No!" Irene se negó rotundamente, estaba demasiado ocupada administrando su tienda. Daniel lo sabía y la miró con impotencia. Sofía se rió y dijo inconscientemente: "En realidad, quiero permanecer en el País A, pero tengo que esperar un rato". Si ella se quedaba en el País A, podría cuidar de su padre y su hermano. Daniel dijo con calma: "No esperes demasiado, nuestra sucursal en el País Z está casi establecida. Colin puede llevarte de vuelta al País A tan pronto como encuentre un Director Auxiliar para dirigir la compañía". Lanzando una mirada a su silencioso marido, Sofía preguntó tímidamente: "¿Puedo regresar primero?" "No". Colin mantuvo los ojos en la carretera mientras la rechazaba sin rodeos. ¡Ella sabía eso! Irene se echó a reír. "Colin es reacio a apartarse de ti porque no quiere que vivan separados". "Así es". Colin estuvo de acuerdo inmediatamente. Sofía hizo una pausa. "Está bien". Pero ella no quería darse por vencida. Daniel miró a Colin pensativamente. ¿No solía quejarse de que no quería estar con Sofía? "Colin, ¿has encontrado a una mujer que te guste?" Sólo los dos hombres sabían lo que significaba la pregunta de Daniel. Antes, Colin le dijo a Daniel que después de dos o tres años como mucho, se divorciaría de Sofía si encontraba una mujer que le gustara.

Colin temía que Daniel dijera algo inapropiado y rápidamente dijo: "Por supuesto, Sofía es la mujer que más me gusta". Ruborizada, Sofía siseó: "¡No tienes vergüenza!" "¡Oh! ¡Eso es algo bueno! Parece que no hay necesidad de preocuparse por ti". Las palabras de Daniel sugerían que Colin no tenía que divorciarse. Temeroso de que Daniel no le creyera, Colin confirmó con firmeza: "Pasaré el resto de mi vida con Sofía".

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Capítulo 115 El castigo de Levi "¡Eso es genial!" Daniel levantó las cejas. Se alegró al saber que Colin había terminado enamorándose de su esposa. Ya nadie tenía que sufrir más. Sofía sonreía mientras miraba por la ventana. Mientras tanto, Levi iba en su coche al centro con Selina. Selina estaba buscando hoteles con su teléfono, pero no conseguía decidirse. Ella preguntó: "¿Alguna recomendación?" "Sí". Respondió Levi. Selina cerró la aplicación del móvil. "Bueno. Llévame al lugar donde me recomiendes. Estoy cansada de buscar". Selina guardó su teléfono y esperó a que Levi la llevara al hotel. Pero las cosas no salieron como ella esperaba. El coche entró en un estacionamiento subterráneo. Selina se levantó del asiento del pasajero tan pronto como Levi se detuvo. Levi sacó la maleta del maletero y Selina se la quitó. "Gracias. Puedo reservar una habitación yo sola". Levi la ignoró y llevó la maleta al ascensor. Selina tuvo que seguirle a pesar de su confusión. Levi pulsó el número 6 cuando llegaron al ascensor. ¿Por qué le resultaba tan familiar? Cuando llegaron al sexto piso, de repente, se dio cuenta del porqué. Era el apartamento de Levi... "¡Levi Li!" Ella le gritó con indignación. Levi se volvió hacia ella confundido.

"¡Quería un hotel!" ¿Por qué se le veía tan confundido? Levi se acercó y tiró de su muñeca. "Es peligroso. Puedes quedarte en mi apartamento". El corazón de Selina se aceleró. "¡No! ¡Voy a un hotel!" ¡Dios! Selina pensaba que no iba a estar lo suficientemente cómoda como para dormir en el apartamento de un hombre. "Los hoteles no son seguros para jóvenes solteras". Levi abrió la puerta con su huella dactilar y llevó a Selina al interior. La decoración y el mobiliario eran exactamente los mismos de antes. Levi le ofreció unas zapatillas. "No te esperaba, así que no preparé ningunas de mujer. Puedes ponerte estas zapatillas. Son las que usaste la última vez". Selina se quedó sin palabras. ¡No quería ponerse las zapatillas! Al ver que dudaba, Levi se las puso como la última vez. Selina se sonrojó. "¡Levi Li! ¡Le diré a Wendy que me estás acosando!" Sacó su teléfono, dispuesta a marcar el número de Wendy. Pero Levi le quitó el teléfono de la mano y lo llevó a su habitación junto con la maleta. "Adelante. Dormirás aquí esta noche". Había otro dormitorio en el apartamento de Levi donde él se quedaría esa noche. Pero Selina entendió mal. Al ver que era su dormitorio, ella retrocedió. "¡No voy a dormir ahí!" ¡Ella no había olvidado que él le robó su primer beso en aquella habitación! En su arrebato, Levi la miró de arriba a abajo con desdén. "No te preocupes, no me interesan los brotes de soja". Apretando los dientes, Selina le gritó: "¡A quién llamas brotes de soja!" Para intentar demostrarle que estaba equivocado, ella dio un paso adelante y se puso de pie.

Cuando Levi miró fijamente su pecho, tragó saliva. Parecía que su cuerpo se había desarrollado desde que se separaron. Selina de repente se dio cuenta de que lo que estaba haciendo era inapropiado. Rápidamente dio un paso atrás. "¡Está bien! ¡Me quedaré esta noche! ¡No creo que tengas el valor de hacerme nada!" Levi se burló. La atrajo hacia sus brazos, la aprisionó contra la puerta y la besó. Selina se sonrojó. ¡Ella sabía que ese hombre sería difícil! ¡Mierda! Pisó su bota con todas sus fuerzas, pero Levi ni se inmutó. Al momento, él sujetó las muñecas de Selina firmemente a ambos lados. Incapaz de moverse, esperó a que Levi la dejara ir. Pasaron cinco minutos hasta que Levi la soltó. En cuanto dejó de agarrarla, Selina le gritó. "¡Levi Li! ¡Bastardo! ¿Cómo te atreves a besarme de nuevo? ¡Te mataré por esto!" Levi sonrió astutamente. "¿Por qué? ¿Estás enojada porque soy yo quien te besó y no mi primo? Vamos, Selina Bo. Es diez años mayor que tú, lo suficientemente mayor como para ser tu tío". Selina se sorprendió. ¿Primo? ¡Oh! ¿Se refería a Curro Li? "¡No es asunto tuyo! ¡Me gustan los hombres maduros! ¡A diferencia de ti!" Levi estaba irritado. "Selina Bo, ¡tengo 27 años!" Estaba molesto porque Selina lo encontraba inmaduro. En realidad... Ahora que ella lo pensaba... Levi y Curro tenían casi la misma edad. Selina desvió sus ojos torpemente. De repente, recordó un dicho sobre viejos repugnantes, pero Levi definitivamente no era así... sino todo lo contrario; era atractivo. Levi la empujó a la habitación. "Ahora ve a la cama. Si te atreves a huir de nuevo, te ataré y te arrojaré al cuartel para que te enfrentes a una manada de

lobos hambrientos". Selina se quedó sin palabras. Sabiendo exactamente a qué se refería, gritó: "¡Bastardo!" Y le empujó afuera del dormitorio, mientras él sonreía de forma engreída. "¡Pareces preocupada!" "¡Sal!" Tan pronto como salió, Selina cerró la puerta de golpe. Levi alzó su voz alegremente. "¡Si rompes la puerta, te ataré y te haré cosas indescriptibles!" Selina estaba horrorizada. ¿Cómo podía ser tan grosero? Sacó su teléfono y marcó el número de Lola. Pero antes de que entrara la llamada, la voz de Levi llegó desde el otro lado: "Si te atreves a pedir ayuda, ¡también te haré cosas indescriptibles!" Selina se sintió impotente. Después de estar un rato en silencio, se echó a llorar. Sus sollozos se escuchaban a través de la puerta de madera y Levi se calló rápidamente. ¿Fue demasiado lejos y la asustó? ¿Qué debía hacer? Levi estaba confundido. Abrió apresuradamente la puerta del dormitorio. En el interior, Selina lloraba descontroladamente en la cama. Vio a Levi entrar mientras se limpiaba los ojos llorosos y rápidamente le dio la espalda. Levi miró nervioso a la chica alterada. ¿Cómo podía compensarla? "¡Eh, no llores! No te haré nada". Selina sollozó en silencio. Ni siquiera lo miró. Levi dio un paso ansioso hacia adelante. "Lo digo en serio, Selina. Lo siento mucho. ¿Puedes perdonarme? Por favor, deja de llorar". Selina continuó ignorándolo.

Ahora era el turno de Levi de sentirse asustado. Sintiéndose abrumado, no tenía idea de cómo hacerla sentir mejor. ¿Cómo podía arreglar esto? "¿Qué te parece si hago 100 flexiones como castigo? No llores más, ¿de acuerdo?" Era lo mejor que se le ocurrió a Levi. No esperaba que Selina se volviera hacia él y le dijera: "Está bien". Levi inmediatamente se quitó el abrigo y se tendió en el suelo. Comenzó a hacer flexiones a una velocidad constante. "1, 2, 3... 20... 40..." Después de 40 flexiones, Levi respiraba un poco más acelerado. Selina lo observó con curiosidad mientras él continuaba sin siquiera sudar. ¿Cómo lo había conseguido? Cuando llegó a 60 flexiones, Selina se levantó de la cama. "Esto no es suficiente. Es demasiado fácil para ti". Levi hizo una pausa. "¿Quieres algo más?" A Selina, rápidamente, se le ocurrió una idea. Ella se acercó a él y se sentó cuidadosamente sobre su espalda. "Harás las 40 restantes conmigo en tu espalda". Levi casi se cayó al suelo con el peso adicional. ¡Bien hecho! ¡Qué buena idea! ¡También podría castigar a sus subordinados de esta manera! Necesitaba toda su fuerza para levantar a ambos. Su ritmo se ralentizó considerablemente.

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Capítulo 116 La futura nuera Selina se sentó despacio sobre la espalda de Levi mientras contaba: "70... 71... 72..." Al cabo de un rato, Levi comenzó a sudar excesivamente mientras seguía haciéndolo. Selina se sintió un poco incómoda viéndolo sufrir. "Discúlpate conmigo y no te obligaré a hacer las últimas cinco flexiones". Levi no respondió. Apretó los dientes mientras terminaba las cinco restantes. Cuando finalmente terminó, Selina se bajó de su espalda. Estaba sorprendida. Parecía que Levi era más fuerte de lo que pensaba. Levi se levantó lentamente jadeando. Cogió un paquete de pañuelos de papel del escritorio y se limpió el sudor de la frente. "¿Sigues enfadada conmigo?" Selina negó con la cabeza. "No. ¿Estás bien?" Levi no pudo evitar sonreír ante su tono preocupado. Sus piernas se sentían como gelatina y se sujetó a la mesa que estaba frente a él para mantener su cuerpo erguido. "No me siento muy bien". Selina estaba asustada. Ella corrió hacia él para ayudarlo a ponerse de pie. "¿Por qué? ¿Qué pasa? Lo siento, no quise decir eso..." Ella se inclinó y lo encontró empapado de sudor. Sacó dos toallas de papel y le secó la frente. Levi la miró fijamente a los ojos. De repente, se soltó de la mesa y la sostuvo en sus brazos, besándola profundamente. Selina se sorprendió.

¡Cómo se atrevía a mentirle! Él dijo que no se sentía bien, ¡sin embargo la besó! Ella lo miró con los ojos muy abiertos. Cuando él la presionó sobre la cama, ella comenzó a ahogarse en su beso... La habitación estaba completamente silenciosa y solo sus profundas respiraciones rompían el silencio. Cuando Levi comenzó a quitarle el suéter a Selina, sonó su teléfono. Selina se sobresaltó y sus ojos se abrieron de golpe. Apartó a Levi. Levi se levantó de la cama, respirando con dificultad. Sacó el teléfono de su bolsillo. "Buenas noches". Levi salió de la habitación. Selina se sentó en la cama aturdida. Afuera, Levi contestó el teléfono quejándose: "Mamá, ¡has asustado a tu futura nuera!" "¿Qué? ¿De qué estás hablando?" Wendy estaba confundida. "Por culpa de tu llamada, tu futura nuera salió corriendo". Levi entró al baño y cerró la puerta. Selina sabía muy bien... Wendy gritó. "¡Dime lo que pasó, Levi! ¿Dónde está Selina?" La razón por la que llamó fue para preguntarle a su hijo a dónde se había llevado a Selina. "Está en mi apartamento, ella se encuentra bien. No te preocupes, mamá". "¿En tu apartamento? Levi Li, ¡te lo advierto! Aunque quiero tener una nuera, no puedes obligar a alguien a que se case contigo. ¡Tienes que parar si ella no está dispuesta! No puedes hacerle daño". Wendy le advirtió severamente. Levi suspiró. "Lo sé, madre". Si no hubiera sido por la llamada de su madre, se habría pasado de la raya.

Después de colgar, Levi dejó su teléfono a un lado. Abrió la ducha y se quedó bajo el agua fría. Selina no tenía idea de cómo se había quedado dormida. Cuando se despertó, el cielo ya estaba brillante. Sostenía la almohada de Levi en sus brazos y había tirado al suelo la colcha de color azul oscuro de la cama. "Selina Bo". Estaba mirando de forma adormilada la distribución de la habitación cuando escuchó un golpe en la puerta. "¿Sí?" Todavía medio dormida, dijo murmurando. Levi escuchó su respuesta a pesar de su voz baja. "¿No tienes que tomar un avión?" ¡Oh, no! ¡Lo había olvidado! ¡Tenía que irse al aeropuerto! Selina rápidamente cogió su teléfono de la mesa de al lado. Eran las 7:00 a.m. Aún podía llegar a tiempo. Tomó sus artículos de tocador de su maleta. Después de un aseo rápido, entró en la sala de estar. Levi estaba sentado a la mesa del comedor esperando a que Selina saliera de la habitación. "¡El desayuno está listo!" Contestó él. "Oh. Bien, gracias". Selina se fue obedientemente a la mesa del comedor. Levi, que acababa de regresar de su carrera matutina, llevó el desayuno. Este incluía wantán al vapor, gachas de semillas de longan y loto, palos de pan fritos y pasteles de huevo... Selina tomó un pastel de huevo y se lo comió. Señaló las gachas y preguntó: "¿De qué son estas gachas?" "De semillas de longan y loto". Él ordenó específicamente un plato de gachas para mujeres. Selina le acercó el plato. "No me gustan las semillas de longan y loto. Quiero el tuyo". Señaló las gachas de calabaza de Levi.

Levi intercambió su plato con el de ella. Recordó que a ella no le gustaban las semillas de longan y loto. Después del desayuno, Levi llevó a Selina al aeropuerto. La acompañó a facturar el equipaje y reclamar el pase de abordar. Cuando llegaron al control de seguridad, Levi sacó su placa de identificación militar y le permitieron la entrada. "Puedo seguir yo sola desde aquí. No tienes que acompañarme". Selina se apresuró para alcanzar a Levi, que se había adelantado. Levi la miró de reojo y redujo el paso. "Me temo que eres demasiado estúpida para encontrar la puerta de embarque". Selina se detuvo indignada. "¡He viajado en avión muchas veces!" Protestó mostrando descontento. Caminando a lo largo de la terminal, Levi llamaba la atención por su aspecto atractivo y su postura erguida. Selina también se convirtió en el foco de atención. Quería fingir que no estaban juntos. Cuando llegaron a la puerta de embarque, el personal acababa de comenzar a hacer el registro a las personas. Levi se volvió hacia Selina. "Venga". Selina asintió involuntariamente y se dirigió a la puerta de embarque. "¡Espera!" De repente, Levi la llamó. Selina se dio la vuelta. Al momento, él la envolvió con un fuerte abrazo y selló sus labios con un beso. Ella se sorprendió. ¡Cómo se atrevía! ¿Cuántas veces se había aprovechado de ella? ¡Y esta vez la besó en público! Levi la soltó y sonrió. "Date prisa y sube al avión". "¡Oh!" Selina se dirigió a la puerta de embarque aturdida. Todavía estaba pensando en Levi cuando subió al avión.

Levi la observó mientras subía al avión. Se paró en la amplia ventana de cristal y miró fijamente mientras el avión retumbaba y despegaba. No se dio la vuelta hasta que el avión finalmente desapareció. ¿Le gustaba a Selina? Él no estaba seguro. Mientras tanto, Selina también miraba por la ventana, preguntándose... ¿Le gustaba a Levi? Lola había llamado a Levi temprano esa mañana. Le pidió que llevara a Selina a la mansión, para que pudieran ir juntos al aeropuerto. Pero Levi se negó diciendo que la llevaría él. Lola lo aceptó alegremente. Cuando Levi le dio un beso de despedida a Selina en el aeropuerto, mucha gente los había visto, incluida Lola y su familia. Jorge había reservado asientos de primera clase en el mismo vuelo. No los interrumpieron hasta que Selina subió al avión. Selina solo detuvo sus pensamientos cuando Irene apareció de repente frente a ella con una sonrisa maliciosa en su rostro. De pronto recordó que le había prometido a su madrina que iría al aeropuerto con ellos. Irene y Sally se reían tontamente mientras llevaban a Selina a la cabina de primera clase. Cuando entraron, Chano saltó del regazo de su madre y corrió hacia Selina. Se tiró a sus brazos y gritó alegremente: "¡Tía! ¡Te extraño tanto!"

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Capítulo 117 Una visita a la abuela Selina sonrió y besó a Chano en las mejillas. Gonzalo gritó: "¡Oh, Levi acaba de besar a mi hijo!" ¿Qué? ¿Qué quiso decir? Todos empezaron a reírse con la broma de Gonzalo. Selina se dio cuenta de ello y su cara se enrojeció. Al parecer, vieron a Levi besándola cuando se despidieron en el aeropuerto. Tenía sentido decir que Levi había besado a Chano a través de los labios de Selina, puesto que ella lo besó después de que Levi la besara. En medio de la risa alegre y escandalosa, Selina se vio envuelta en muchas preguntas... Todas eran sobre ella y Levi. "¡No, no! ¡Están equivocados! ¡No hay nada entre Levi y yo!" Selina tomó a Chano en sus brazos y se apartó hacia un asiento vacío, negándose a responder cualquier pregunta sobre Levi. Después de que el avión aterrizara, Selina encendió su celular. Al minuto, recibió un mensaje que decía: "¿Llegaste?" El número del remitente no lo conocía, pero su instinto le dijo que era Levi. Selina dudó si contestar el mensaje, pero finalmente respondió: "Sí, gracias". Ella no recibió respuesta de ese número... En la Mansión de la Familia Li Después de empacar sus cosas, Sofía se fue a la Ciudad Sha con Colin. Su abuela vivía en un pueblo cerca de la ciudad. Sofía no la había visto en mucho tiempo. En el pasado, durante los principales días festivos, Sofía visitaba a su abuela todos los años. Pero después de lo que le pasó a su familia, ella dejó de ir

a visitarla durante dos años. Desde que su abuela perdió la vista, tuvo que quedarse con el tío de Sofía. Sofía se sintió mal por no haberla visitado en los últimos dos años. Se preguntaba cómo estaría su abuela y si la esposa de su tío la trataba bien. Después de todo, a su tía no le gustaba su suegra. Ella no tenía una buena relación con la abuela de Sofía. Sofía solo esperaba que las cosas estuvieran bien... Después de un viaje de tres horas, llegaron al Pueblo de Agua en el Lago Acuoso, en la Ciudad Sha. Su llegada atrajo mucha atención. Cuando aparecieron en la entrada del pueblo, muchas personas mayores y niños que jugaban al aire libre, comenzaron a mirar fijamente al llamativo y lujoso coche de Colin. Los aldeanos se murmuraban entre sí, intercambiando ideas sobre las identidades de estos visitantes, mientras se maravillaban ante el ostentoso coche. Mientras Colin conducía lentamente hacia el pueblo, algunos niños corrieron tras el auto. Sofía suspiró con nostalgia al ver la escena. Cuando era joven se crió en la casa de su abuela. En ese entonces, ella era exactamente como esos niños. Después de unos minutos, cuando llegaron a una intersección estrecha, Sofía le dijo a Colin que se detuviera. Después de estacionar el coche a un lado de la carretera, todos los residentes se amontonaron con emoción. Sofía desvió la mirada cuando se bajó del coche. Se sentía avergonzada ante la mirada maravillada de los aldeanos, la hacía sentir como si estuviera exhibiendo la riqueza que había ganado recientemente. Después de sacar los regalos del maletero, caminó para llevar a Colin a la casa de su tío. De repente, una voz familiar la detuvo. "¡Sofía Lo! ¡Eres Sofía Lo! ¡Oh, Dios mío! ¡Mira, mamá, esta es Sofía!" Sofía reflexionó un momento. Si no estaba equivocada, era Baez Li, su compañera de clase en la secundaria, una chica que siempre la acosaba en la

escuela. Sofía se dio la vuelta y vio a una mujer muy maquillada que llevaba una chaqueta roja de plumas. De hecho, la voz familiar era de Baez. No había visto a esa chica durante siete u ocho años. Como estaban en público, Sofía sonrió a Baez. Baez se tapó la boca impactada. Ella apretó rápidamente la mano de su madre. "Mamá... Oh, Dios mío. ¡Esa hermosa mujer realmente es Sofía Lo!" "¿Sofía? El hombre que está con ella debe ser su marido. ¡Es tan atractivo! ¡En nuestro pueblo no hay chicos tan guapos!" "Por supuesto que no. Recuerdo que Sofía era muy gordita cuando era joven. ¿Cómo se ha puesto tan delgada y atractiva?" "¡Oh, alguien del clan Lo ha regresado por fin!" Sofía se quedó callada. Colin esperó hasta que ella se volvió hacia él. "¿Amiga tuya?" Sofía negó con la cabeza. En lugar de ser una amiga de la infancia, Baez era más como una acosadora para ella. Todavía podía recordar a Baez metiéndose con ella en el pasado. En ese momento, una anciana se les acercó. "Sofía, ¿estás aquí para visitar a tu abuela? ¡Hay que darte prisa!" Sofía la reconoció como la anciana que vivía junto a la casa de su abuela. Sofía saludó: "Abuela Wang". La abuela Wang era unos años más joven que la abuela de Sofía. Ella se alegró cuando escuchó el saludo de Sofía. "¡Sofía, no has venido durante mucho tiempo!" Sofía cogió una caja de regalos y se la entregó a la abuela Wang. Cuando ella era una niña, la señora Wang a menudo le preparaba comida deliciosa.

Colin siguió el saludo de Sofía y dijo: "Abuela Wang". Era la primera vez que la abuela Wang veía a un hombre tan elegante llamándola «abuela». Ella sonrió y le preguntó: "Sofía, ¿es tu marido?" Sofía asintió y le dio el regalo a la abuela Wang. "Abuela, por favor, toma este pequeño regalo". La abuela Wang lo rechazó y lo apartó el regalo. En un tono urgente, dijo: "Sofía, no necesito esto. ¡Date prisa y ve a ver a tu abuela!" La abuela Wang dejó escapar un profundo suspiro. La sonrisa de Sofía se congeló. Parecía que algo malo le había pasado a su abuela... Rápidamente puso el regalo en las manos de la señora Wang y arrastró a Colin a un pequeño callejón. Caminaron por el callejón hasta un patio recóndito. Al final, llegaron a una entrada de dos puertas, una de las cuales estaba rota y apoyada contra la pared que había detrás de ella. Temblando, Sofía agarró con fuerza la mano de Colin y abrió la puerta. Según recordaba, el patio de su abuela estaba lleno de huertos de verduras y árboles altísimos. Pero ahora no había nada más que un terreno baldío dentro de las paredes. Un lavabo de hierro oxidado y una lavadora semiautomática rota estaban tirados en el patio, deteriorándose por la exposición al viento y al sol. Al lado había un gallinero que solía tener pollos, pero ahora estaba cubierto de musgo... De repente, Sofía perdió el valor para entrar. Colin la tomó en sus brazos y la besó en la cabeza. "Sofía, ¿qué pasa?" No sabía cómo había estado ese sitio, pero ahora parecía un depósito de

chatarra... Estaba tan deteriorado que nadie creería que alguien vivía ahí. "Colin... ¿Por qué se ve así?" Sofía sollozó. Pensando en su abuela, dio un paso adelante y aceleró para entrar. Las cuatro habitaciones de azulejos en ruinas era aún más trágico de ver. A Sofía le dolía tanto el corazón que le costaba respirar. Ninguna de las puertas estaba cerrada con llave y la puerta abierta conducía a la habitación de su abuela. De repente se volvió hacia Colin. "¡Espera aquí!" Sofía temía que estuviera peor por dentro. Y Colin se desconcertaría al ver la escena. Colin frunció el ceño y tomó su mano, tirando de ella a través de la puerta abierta. La habitación estaba vacía. Un ataque de tos se podía escuchar desde lo más profundo de la habitación. "¡Abuela!" Sofía soltó la mano de Colin y se apresuró a entrar. La pequeña habitación estaba impregnada de un olor mohoso. Una anciana delgada tosía en la cama, con una mano en su corazón. Junto a ella habían cuencos sucios, un panecillo seco a medio comer y un vaso lleno de manchas. Sofía estalló en lágrimas al verlo. "¡Abuela!" Corrió hacia la cama, arrodillándose frente a la anciana. Pensando que estaba alucinando, su abuela mantuvo los ojos cerrados.

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Capítulo 118 Reencuentro emotivo "Abuela... Abuela... Soy Sofía... Abuela...''. Cuando Sofía trató de meter a su abuela debajo de la colcha desgastada, se dio cuenta de que el cuerpo de su abuela se estaba congelando. Esta vez, su abuela la escuchó claramente. De repente, abrió los ojos nublados y le preguntó: "Sofía, ¿eres tú?". Necesitó toda su fuerza para hacerle esa simple pregunta. La anciana comenzó a toser violentamente. "Abuela... Sí, soy yo... Tu pequeña Sofía... Abuela, soy yo''. Sofía se apresuró a ayudarla a su abuela a levantarse de la cama. La joven pensó que requeriría un poco de esfuerzo, pero para su sorpresa, la levantó fácilmente. Como una pluma, su abuela era delgada y liviana en sus brazos... Al darse cuenta de esto, Colin frunció el ceño. Estaba a punto de darle una mano a Sofía cuando ella la ayudó a su abuela a levantarse. Al ver que Sofía se las arreglaba sin esfuerzo, solo podía imaginar lo liviana que era su abuela en ese momento. "Sofía, ¿eres tú?". Zamora la miró a Sofía con sus ojos ciegos. Le extendió una mano arrugada y callosa a su nieta. El hedor del cuerpo de Zamora hizo que Sofía rompiera a llorar de rabia cuando su abuela alcanzó sus manos. '¿Cómo terminó su abuela así?', se preguntó. "Abuela... Soy yo... Tu Sofía ha vuelto... Abuela... Soy una nieta horrible... Me tomó muchos años volver a visitarte...''. Las lágrimas corrieron por las mejillas de Sofía mientras sollozaba. Colin se sintió angustiado ante la escena. Cuando Zamora estuvo segura de que era Sofía abrazándola, sonrió. "Sofía, siempre supe que volverías a visitarme otra vez. Por eso me aguanté tanto tiempo...''. Zamora comenzó a toser. "Sofía, realmente regresaste. Estoy tan feliz...". Zamora volvió a toser violentamente y jadeaba. "Abuela... Por favor, deja de hablar... Lo siento mucho... Debería haber vuelto

antes...''. Sofía estalló en sollozos. "Está bien, Sofía. Después de verte de nuevo, finalmente puedo morir en paz...''. Superada por la alegría, Zamora le dio una sonrisa desdentada. Los aldeanos los habían seguido hasta la casa de Lo y se quedaron en el patio para observar. La abuela Wang estaba entre ellos. La señora entró y habló con voz temblorosa: "¿Por qué tardaste tanto en venir, Sofía? Tu tío y tu tía se mudaron hace dos años. Al año siguiente, tu abuela se enfermó. Los aldeanos se compadecieron de su sufrimiento y trataron de ponerse en contacto con tu padre, pero no pudimos localizarlo...''. La abuela Wang dejó escapar un profundo suspiro. Sofía se secó las lágrimas con el dorso de la mano. Se volvió hacia la abuela Wang y le preguntó: "¿A dónde se mudaron?". La anciana negó con la cabeza. "Nadie lo sabe. Simplemente desaparecieron un día. Después de eso, tu abuela se sentó en el cruce durante meses y esperaba que regresaras...''. Una tos violenta interrumpió a la abuela Wang. Zamora estalló en otro ataque de tos. Sofía le dio una palmada apresurada para calmarla. La abuela Wang continuó: "Todas las comidas de Zamora son las que vienen de los aldeanos que se apiadan de ella. Todos le damos comida cuando tenemos algo que nos sobra, así que tu abuela no se muere de hambre. Pero no podemos curar su enfermedad. La dolencia en su pierna empeoró y ella tose sangre de vez en cuando... Sofía, llévate a tu abuela a un hospital en la ciudad si puedes''. Zamora agitó su mano con desprecio. "No te molestes, Sofía. Sé que ya me estoy muriendo y mi enfermedad está más allá de la cura. Estoy contenta de poder verte de nuevo antes de morir... Sofía, sigue con tu vida. No desperdicies dinero en mí''. Sofía estalló en lágrimas de nuevo. "¡Abuela, no digas eso! Te llevaré al mejor hospital...''. Se apresuró a cubrir a Zamora con una colcha y la llevó hasta su auto. Pero Colin la detuvo. "Permíteme''.

Su voz gentil le dio a Sofía algo de consuelo. Pero la joven no se dio por vencida. "Colin, puedo hacerlo... La abuela es lo suficientemente liviana para mí...''. El mal olor de su abuela era tan fuerte, que temía que a Colin le disgustara. Zamora alcanzó la mano de Sofía. "¿Quién es este, Sofía?". Sofía le respondió con suavidad: "Abuela, ahora estoy casada. Este es mi marido, Colin Li''. Zamora buscó a Colin con entusiasmo. Colin entendió lo que quería y le tomó la mano. "Me alegro de conocerte, abuela. Puedes llamarme Colin''. "Colin... Colin...''. Zamora repitió su nombre mientras apretaba su mano. Colin le sonrió. "Sí, abuela''. "Hijo, mi nieta es una buena chica. Después de que yo muera, tienes que cuidarla y ser bueno con ella''. Zamora instó suplicante. Ante las palabras de su abuela, Sofía sintió ganas de volver a llorar. Se amortiguó la boca con la mano para evitar gritar en voz alta. Colin palmeó la mano de Zamora. "Abuela, todavía no te puedes morir. Tienes que vigilarme. Si no estás aquí, ¿quién va a asegurarse de que sea bueno con Sofía? ¿No tienes miedo de que la acose?''. Zamora no pudo decir ni una palabra. Ella sabía que Colin estaba diciendo la verdad. Sofía decidió seguir adelante y llevarse a su abuela. Eludió a Colin y trató de levantarla a Zamora. Zamora sintió el movimiento y rápidamente le tomó la mano a Sofía. "Sofía, lo digo en serio. Solo vete. Sé que ustedes están bastante ocupados en el trabajo. No quiero ser una carga. Ir a un médico cuesta mucho dinero. ¿Quién tiene tanto dinero para gastar en una anciana moribunda? ¡Solo vete, Sofía!''. La joven negó con la cabeza. "Abuela, no puedo dejarte así. Incluso si me cuesta

hasta el último centavo, no te dejaré sola. Además, puedes estar tranquila. Mi esposo es realmente muy rico. No tienes que preocuparte por el dinero en absoluto''. Una mirada culpable apareció en el rostro de Sofía y lo miró rápidamente a Colin. Sofía solo dijo eso para consolarla a su abuela, pero él podría pensar que estaba siendo demasiado presuntuosa. Colin le sonrió. Extendió una mano y palmeó la cabeza de Sofía. "Así es, abuela. Sofía está diciendo la verdad. Vamos a cuidar de ti''. Alejó a Sofía, levantó a Zamora de su cama enmohecida y salió. Sofía casi rompía a llorar una vez más al ver a Colin cargando a la abuela en sus brazos con mucho cuidado. Después de darle todos los tónicos que trajo a la abuela Wang, Sofía lo alcanzó a Colin. En medio de la multitud, entró en el auto y se sentó en el asiento trasero con su abuela y dejaron atrás el pequeño pueblo donde vivió la anciana durante la mayor parte de su vida. En el camino, Sofía le hizo muchas preguntas a Zamora. Aparentemente, antes de que el tío de Sofía se mudara, un grupo de hombres vestidos de negro lo visitaron varias veces. Antes de que el tío de Sofía desapareciera, Zamora lo escuchó y él le dijo que la mujer con quien se casó Jay Lo, los metió en problemas. Sofía estaba confundida. ¿Tenía algo que ver con su madre? Recordó que los padres de su madre habían fallecido hacía muchos años. Como era hija única, su madre vivió con el padre de Sofía después. El auto iba por la carretera mientras Sofía reflexionaba sobre las palabras de su abuela. Cuando llegaron al hospital privado de Chuck, ya eran las dos de la tarde. . Mientras Colin reservaba una sala para Zamora, Sofía la ayudó a bañarse y le alisó su cabello despeinado. Después de eso, la ayudó a ponerse la bata del hospital y la acomodó en la cama.

El médico pronto llegó y la llevó a la anciana que dormía al consultorio médico para examinarla. Colin se sentó en el banco en el pasillo con Sofía entre sus brazos. "No te preocupes, la abuela estará bien''. "Colin, sigo pensando... Si tan solo hubiera vuelto antes...''. Sofía se culpó por lo que pasó. "No es tu culpa. Nadie sabía que tu tío la abandonaría''.

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Capítulo 119 Plan siniestro ¿Cómo pudo el tío de Sofía abandonar a su abuela y desaparecer con su esposa e hijos? Cuando varias enfermeras llevaron la camilla de Zamora fuera del consultorio, la pareja se levantó y se acercó. Zamora estaba agotada y todavía adormilada. "Señor y señora Li, la anciana sufre de osteoporosis, lo que le provocó una necrosis de la cabeza femoral. Debido a diversos factores, la interrupción de la circulación sanguínea de la cabeza femoral causó la isquemia, la degeneración y la necrosis de las células óseas. Además, la bronquiectasias condujo a la hemoptisis. La necrosis de la cabeza femoral se puede curar mediante una cirugía de reemplazo del hueso. Y la bronquiectasia se trata lentamente..." Siguiendo la camilla, los tres se dirigieron hacia la sala. De camino, el médico explicó detalladamente la condición médica de Zamora. "El problema es que su abuela es demasiado mayor. La operación es muy arriesgada. Mi consejo es darle primero un tratamiento conservador con medicamentos. Cuando mejore, puede someterse a la cirugía..." Colin asintió. "Ya veo". Por la tarde, Colin salió a comprar algo de comida mientras Sofía se ocupaba de Zamora. Cuando regresó, Zamora ya se había despertado y estaba hablando con Sofía. Zamora, al oír que se abría la puerta, le preguntó a Sofía: "¿Ha vuelto mi querido Colin?" Colin sonrió cuando escuchó cómo se había dirigido a él. Parecía que todos los ancianos eran iguales. Tanto Harold como Angie lo llamaban de la misma manera. Ya tenía 30 años y estaba de camino a la mediana edad... "Sí, abuela. Colin trajo una comida deliciosa. Déjame ayudarte a levantarte". Sofía levantó un poco la cama y Zamora se apoyó sobre ella.

Colin puso la comida en la mesa y saludó a Zamora. "Abuela, te compré unas gachas de avena y crema de huevo al vapor. Espero que todo esté bien". Como Zamora no tenía dientes, no podía comer mucho. Colin había contactado con el dentista para que le colocara una dentadura postiza. "Bien, bien". Zamora sonrió de oreja a oreja. Las gachas y la crema de huevo al vapor eran un festín para ella. Estaba muy satisfecha. Colin colocó la mesa del comedor frente a Zamora y le puso la comida sobre la mesa. Sofía se lavó las manos y salió del baño. Cogió la crema de huevo y una cuchara. Colin la detuvo cuando se preparaba para dar de comer a Zamora. "Come tú primero. Yo le daré de comer a la abuela". Tomando la cuchara y la crema de huevo, Colin se sentó junto a Zamora. Sofía se conmovió. ¡Colin fue muy considerado! "Querido, no tienes que darme de comer. Yo puedo hacerlo sola. ¡Sírvanse ustedes!" Zamora extendió la mano y trató de agarrar la cuchara. Pero Colin tomó una cucharada de crema de huevo y se la llevó a la boca. "Abuela, debería comer primero". Zamora no pudo rechazarlo y empezó a comer. En el Estudio de la Familia Pei Ynocente se sentó en la silla, dando golpecitos con los dedos sobre la mesa. "Señor, el señor Lien está aquí". "¡Déjalo entrar!" Al momento, un hombre gordito con un caro traje de color azul marino entró. "Ynocente". Después de cerrar la puerta, Jacinto se dirigió hacia Ynocente. "Bueno, ¡hoy vi a la hija de ella! ¡Nunca me imaginé que una chica desagradable

se casaría con Colin, el hijo mayor de la Familia Li!" ¡Él sabía que debía haber tratado con esa muchacha! Después de pensar un rato, Jacinto preguntó: "¿Sabe ella algo sobre el incidente?" "Probablemente no. Los ojos de una persona no pueden engañar a nadie y no había nada más que inocencia en sus ojos". ¡Ynocente le había advertido a Mario que se mantuviera alejado de Sofía! ¡El malcriado no solo no lo escuchó, sino que también se enamoró de ella! "¿Se ha curado Jay Lo? ¿Colin no trajo al Dr. Chavez para tratarlo?" Jacinto se sentó nervioso en una silla. Todo esto fue culpa de Colin. Si Colin no hubiera intervenido de repente, no tendrían que preocuparse. "Nuestros hombres informaron que Jay mostró signos de mejoría, pero el progreso se revirtió debido a un sobresalto". Ynocente también envió a alguien para verificar que Jay se encontraba todavía en un estado de locura. "Eso es bueno. Lo único que deberíamos hacer ahora es tener cuidado con Colin. Si Sofía le pide a Colin que se involucre en los asuntos de la Familia Lo, me temo que..." Incluso sin el aviso de Jacinto, Ynocente lo entendió. El poder de la Familia Li en el País A era muy influyente. En la actualidad, Colin era una estrella en ascenso que tenía el control de varias compañías del Grupo SL. No podía ser subestimado. Si Sofía le pedía a Colin que la ayudara a investigar el pasado, la verdad se descubriría pronto... "Necesitamos encontrar una manera de evitar que Colin se entrometa en los asuntos de Sofía". Ynocente paseaba de un lado a otro de la habitación. Se le ocurrió de repente una idea a Jacinto. "Tengo una idea". "¡Adelante!" Ynocente se detuvo. "Tenemos que encontrar la forma de separar a Colin de Sofía. Imagínate que Colin se divorcia de Sofía, a él ya no le interesarían los asuntos de su ex mujer".

Las palabras de Jacinto llevaron a Ynocente a pensar detenidamente. Parecía tener una idea mejor. Jacinto continuó: "Escuché a mi hija decir que Sofía estaba enamorada de mi yerno. Según la investigación, su matrimonio con Colin fue arreglado por la esposa de Yonata. No hay amor entre ellos. ¡Si se separan, todavía hay esperanza!" Ynocente se dio la vuelta. "¿No viste el vídeo en Internet hace varios días?" "Sí. ¿Quién sabe si Colin solo estaba tratando de mantener su imagen y la de la compañía?" "¿Cómo los separamos?" Ynocente miró a Jacinto mientras encendía un cigarrillo. Jacinto sonrió ampliamente. "Para protegernos a los tres, puedo sacrificar la felicidad de mi hija". Ynocente se detuvo a fumar su cigarrillo. "¿Qué quieres decir?" "Como Sofía amaba a mi yerno, le pediré que la seduzca. Si Sofía se acuesta con Paulo, un hombre excepcional como Colin ya no la querría más". Las palabras de Jacinto hicieron que Ynocente recordara a su hijo, a quien también le gustaba Sofía. "Hazlo". Ynocente dijo con voz serena. En las circunstancias actuales, si no pudieran matar a Sofía, encontrarían una forma de arruinarla. El objetivo final era asegurarse de que Colin no interviniera. Después de un momento, Jacinto agregó: "A la hija de Salvadora le gusta Colin. También podemos pedirle a Salvadora que anime a su hija". Ahora que habían decidido pasar a la acción nuevamente, ninguno de los tres estaría a salvo. "¿Crees que Salvadora hará eso?" Ynocente conocía las intenciones de Salvadora. Miró fijamente a Jacinto. Jacinto se frotó la barbilla. "Por norma general, ella no lo haría. Pero debido al

incidente, ¡lo aceptará!" "¡Habla con ella de eso!"

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Capítulo 120 Capitulo Te llevaré lejos Para la decepción de Ynocente y Jacinto, después de todo lo que hicieron, todavía no tenían lo que querían. No estarían tranquilos ya que sabían que esa cosa todavía estaba ahí fuera. Mientras Sofía hacía otra visita a su padre, Colin hizo arreglos para que dos enfermeras la cuidaran a Zamora. Sofía no sabía si debía hablarle a su padre sobre la abuela. Pero pensó que no era una buena idea decirle a su abuela que su padre se había vuelto loco. Por la noche, ambos volvieron a casa. Cuando Sofía salió del baño, Colin estaba hablando con alguien por teléfono. Escuchó la última parte de la conversación donde él le dijo a Wade que le reservara un vuelo de regreso. Después de que Colin colgó el teléfono, Sofía se acercó a él y lo abrazó por la cintura. Colin estaba feliz por sus demostraciones de cariño. Envolviendo un brazo alrededor de su hombro, la acercó más a él. Se quedaron juntos al lado de la ventana y contemplaron el cielo nocturno. "Colin, muchas gracias''. Sofía apoyó la cabeza contra su pecho y escuchó los latidos de su corazón. Colin inclinó la cabeza para mirarla. "Sofía Lo, ¿qué te dije acerca de agradecerme?". Ups... Sofía casi olvidó que a Colin no le gustaba que le expresara su gratitud. ¡De acuerdo! Poniéndose de puntillas, lo besó a Colin mientras pensaba para sí misma: 'Colin, estoy muy contenta de haberte conocido'. Colin la abrazó con más fuerza y le devolvió el beso apasionadamente. Después de un largo y profundo beso, la dejó ir a regañadientes.

"Tengo que volver al País Z pasado mañana, pero no tienes que volver conmigo. Tómate tu tiempo, Sofía. Puedes tomarte un descanso y quedarte aquí todo el tiempo que quieras''. No sería razonable que le pidiera a Sofía que se fuera del País A ahora debido a las circunstancias de su padre y su abuela. Sofía casi estallaba en lágrimas ante su consideración. "Colin, ¿por qué eres tan bueno conmigo?". Sofía se avergonzó de su plan original de divorciarse de él después de quedar embarazada de su hijo. Era mezquino de su parte... Colin sonrió. "Tú eres mi esposa. Se supone que debo ser bueno contigo''. "Gracias, esposo". Era la primera vez que Sofía lo llamaba a Colin así. Los ojos de Colin se oscurecieron de deseo. Sofía solo lo llamaba así mientras estaban en la cama y no como una expresión de cariño, sino porque él la obligó a hacerlo. La levantó en sus brazos y la besó apasionadamente mientras se movía hacia la cama. Sofía sabía qué pasaría después. Envolvió sus brazos alrededor del cuello de Colin y respondió con entusiasmo. "Sofía, ¿cómo me llamaste? ¡Dilo otra vez!". Sofía se mordió los labios. "Marido... Yo...". Colin no la dejó terminar. Su confesión se ahogó por sus gemidos y gritos. El tiempo pasó rápido. Era hora de que Colin se fuera. Además de los ocasionales viajes de negocios de Colin, esta era la primera vez que vivirían separados desde que se casaron. Sofía lo llevó personalmente hasta el aeropuerto. Antes de irse, Wendy se quejó: "¡Mírate, Colin! Nunca la llevaste a Sofía hasta el aeropuerto antes. Cada vez que ella se iba, yo la llevaba hasta ahí. ¡Si yo fuera Sofía, tampoco te llevaría!''. Colin levantó una ceja. Le encantaría llevar a Sofía hasta el aeropuerto, pero ella siempre lo enfurecía justo antes de irse.

Sofía sonrió dulcemente. "Tenemos que irnos ahora, mamá. ¡Nos vemos más tarde!". "Bueno. ¡Cuídate, Sofía!''. Aunque Wendy se quejó de Colin, la mujer estaba muy feliz de ver que progresaban en su relación. En el camino hacia el aeropuerto, Colin estuvo hablando por teléfono durante todo el viaje. Sofía no tuvo oportunidad de hablar con él. En el control de seguridad, Colin la tomó a Sofía entre sus brazos. "Sofía, no te olvides de llamarme''. La joven puso mala cara. "¿Por qué no me llamas tú?". "Porque tú eres la que me abandona. Tengo que quedarme en el País Z sin ti''. Colin le levantó la barbilla y la miró a Sofía. La joven solo usaba muy poco maquillaje hoy y se veía aún más hermosa que antes. Sofía se quedó impresionada por su excusa. Se rió entre dientes. "Ya veo. Sé que estás ocupado en el trabajo, pero recuerda comer a tiempo. No te quede despierto hasta tarde y toma la menor cantidad de alcohol posible durante las cenas de negocios''. Por primera vez en la vida de Colin, se deleitaba con el regaño de una mujer. "Lo haré. Si algo sucede, llama a Levi para pedirle ayuda. No confío en nadie más''. Levi era ahora un coronel mayor en el ejército. La podría ayudar a Sofía a resolver prácticamente cualquier tipo de problema. "De acuerdo. ¿Colin?''. Sofía hizo una pausa. "¿Qué?". Reunió todo su coraje y le preguntó: "Colin, ¿me extrañarás?". Sus mejillas se sonrojaron mientras le hablaba. Colin sonrió. Bajó la cabeza y la besó. Después de mucho tiempo, él soltó sus

jadeantes labios y le susurró al oído: "Por supuesto que lo haré". Sofía se sonrojó mientras su corazón se llenaba de felicidad. La joven lo apartó. "¡No hagas eso delante de tanta gente!". "Quiero llevarte lejos de aquí''. Colin no se apartó y siguió abrazándola con fuerza. Sofía le prometió con una sonrisa: "Volveré al País Z tan pronto como la abuela y papá estén estables''. "Espero que se recuperen pronto''. Colin les proporcionará la mejor atención médica. "Cuídate''. Esta vez, Colin se alejó. Sofía lo saludó mientras pasaba por la seguridad. Murmuró en su interior: "¿Por qué eres tan encantador, Colin? Me harás caer más fuerte por ti...''. En el estacionamiento del aeropuerto, Sofía se sentó en el auto y reflexionó qué hacer a continuación. Colin había gastado mucho dinero en su familia y se había establecido con su padre y su abuela. Ya no podía molestarlo con sus problemas familiares. Lo primero que tenía que hacer era encontrar un lugar donde vivir para su familia. A continuación, se ocuparía del problema de Paulo Tai. Entonces, encontraría una manera de convencerlo a su padre para que le dijera la identidad del asesino. Organizando su plan, Sofía pisó el acelerador y salió del aeropuerto. Durante los siguientes días, la joven no estuvo muy ocupada. Colin había contratado enfermeras para su abuela y todo lo que tenía que hacer era acompañarla a Zamora en la sala. Alejandro también la visitó a Zamora de vez en cuando. Sofía y el joven discutieron si debían contarle a su abuela sobre su padre. Al final, decidieron esperar hasta que la cirugía de Zamora terminara.

Sofía alquiló un apartamento de tres habitaciones con dos salas de estar para su familia. La propiedad estaba limpia y no era demasiado cara. Una vez que su abuela y su padre fueran dados de alta del hospital, podrían mudarse. Cuando Sofía preparó el departamento para Jay y Zamora, llegó el momento de la cirugía de la anciana. Durante la operación, Sofía y Alejandro esperaron fuera de la sala de operaciones. Cuando Colin la llamó, la cirugía aún no había terminado. Preocupada por la abuela, Sofía preguntó con ansiedad: "Colin, la abuela estará bien, ¿verdad?". "Por supuesto. Confía en los doctores y ten fe en abuela. Ella es una mujer fuerte. No te preocupes demasiado''. "Bueno''. Sofía se sintió un poco mejor. "Llámame después de que la cirugía termine''. "Está bien''. Colgó el teléfono. Wendy y Yonata también estaban en el hospital. Escucharon sobre la cirugía de Zamora y decidieron visitarla. "Sofía, ¿cuánto tiempo hace que está dentro?". Wendy tomó la mano de la joven. Sofía intentó sonreír. "Más de una hora''. "No te preocupes, ¡se recuperará pronto después de la cirugía!". Sofía se conmovió. ¿Cómo fue tan bendecida con un buen marido y suegros humanitarios? La operación duró tres horas y media. Después de la cirugía, el médico salió y se quitó la máscara para contarles las novedades. "La cirugía fue un éxito. La recuperación ahora depende de su abuela''.

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Capítulo 121 Cena con Paulo La cirugía fue exitosa. Sofía soltó un suspiro de alivio ante la noticia. Quería agradecer a todos los dioses que tenían control sobre las vidas de las personas. Gracias a los arreglos que hizo Colin, la recuperación de Zamora también fue fácil. Sofía finalmente pudo descansar un poco. Miró el calendario y se dio cuenta de que estuvo separada de Colin durante un mes. Mientras sostenía su teléfono aturdida, Quintana la llamó. "Señorita Lo, la tarea ya se completó". Sofía se tomó un momento para absorber las noticias. No estaba preparada... "Bueno. Ven a verme al País A''. En la oscuridad de la noche, Sofía salió de la Mansión de la Familia Li. Vestida con un abrigo de color amarillo claro y una falda negra, la joven estaba muy lejos de la casa y esperó a que llegara un automóvil. Pronto, un Mercedes plateado se detuvo frente a ella. Sofía miró el número de la placa antes de subirse al auto. En el restaurante BFL Paulo sacó con entusiasmo la silla de Sofía mientras ella se sentaba. "¡Sofía, finalmente te pones en contacto conmigo!". Paulo la miró fijamente con una mirada vidriosa en sus ojos. Sofía se estaba poniendo cada vez más bella... Un toque de tristeza surgió en el rostro de la joven ante sus palabras. "No estuve muy feliz últimamente. Paulo, ¿puedes hacerme compañía por un rato?''. "¡No hay problema!". Abrumado de alegría, Paulo rápidamente ordenó una comida para dos y una botella de vino que valía más de cien mil dólares.

Sus acciones no escaparon a la atención de Sofía. Solía ser muy tacaño en el pasado, pero ahora era un gran derrochón. '¿La familia Lien le dio algo de dinero?', se preguntó. Brindaron con sus copas de vino medio llenas y comenzaron a hablar. "Sofía, lo siento mucho... No quise lastimarte. No pude rechazarla a Dolores cuando me sedujo. Soy un hombre después de todo... Me arrepiento de todo... ¿Puedes darme otra oportunidad?''. Sofía asintió con una mirada distraída en sus ojos. "Claro, te creeré por última vez''. Paulo asintió con emoción. "Sofía, rica o pobre, ¡nunca más te abandonaré!". "Bueno. ¿Te divorciarás de ella?''. Sofía tomó un sorbo de vino y lo miró por el rabillo del ojo. Paulo hizo una pausa. Tenía una mirada complicada en su rostro que Sofía no podía descifrar. Finalmente, el joven dijo: "Me divorciaré de ella si vuelves conmigo''. Sofía lo miró con ojos llorosos. "¿De verdad? Paulo, yo también te extraño. Colin y yo no nos amamos. Todo entre nosotros es simplemente un truco publicitario...''. Su teléfono de repente sonó en medio de su discurso. Miró su teléfono y vio que era de Colin. Rápidamente se excusó. "Lo siento, tengo que atender esta llamada''. "Por supuesto''. Sofía se acercó a la ventana para contestar el teléfono. "Colin''. A Colin le costó contener sus sentimientos ante el sonido de su suave voz. "Sofía, ¿dónde estás?". "Estoy fuera. ¿Qué pasó?".

"Acabo de llegar al aeropuerto. ¡Espérame en un hotel!''. El repentino regreso de Colin hizo que el corazón de Sofía latiera más rápido. ¡Estaba a punto de verlo a Colin! ¡Finalmente! Después de un mes separados... Sofía sintió ganas de llorar. "Bueno. ¿En qué hotel? ¿Cuánto tardarás en llegar ahí?''. "Alrededor de cuarenta minutos, te enviaré la dirección''. "Bueno. ¡Nos vemos!". Sofía sonrió mientras su rostro se sonrojaba de alegría. Después de la llamada, Sofía se dio cuenta de repente de que estaba en medio de algo. Dejó a un lado su entusiasmo, sacó su teléfono y escribió un mensaje. Paulo estaba comiendo un bistec cuando Sofía regresó. Levantó la cabeza cuando la joven se acercó a la mesa. "¿Era Colin?". Sofía no lo negó. "Sí''. "Sofía, ¿no estás feliz con él?". Sofía comió un bocado de ensalada con el tenedor y asintió. "Paulo... ¿Me desprecias por mi relación con Colin?''. "¡Por supuesto que no! Sofía, sabes que siempre te amé''. Paulo tomó su mano y la miró con profundo afecto. Sofía reprimió sus emociones y le sonrió. "Vamos a comer, Paulo. Después de cenar... No quiero volver a casa esta noche...''. La implicación de sus palabras lo sorprendió a Paulo. Le dio una sonrisa y se apresuró a decir: "¡Por supuesto!". Continuaron con su comida. Cuando la cena estaba a punto de terminar, Sofía repentinamente comenzó a toser mucho. "Lo siento, necesito usar el baño''. "Sofía, ¿qué pasa?". Paulo la miró preocupado. Sofía habló con voz ronca: ''No es nada. Quizá bebí demasiado vino, me duele la garganta. Tengo que ir al baño''.

"Claro, tómate el tiempo''. Paulo reservó con entusiasmo una habitación de hotel mientras Sofía iba al baño. Cinco minutos después, la joven volvió a su asiento y terminó el resto de su comida sin decir ni una palabra. Inclinó la cabeza y siguió a Paulo fuera del restaurante después de que el joven pagara la cuenta. En el hotel, Paulo la llevó a la habitación reservada. Tan pronto como la puerta se abrió, la besó apasionadamente. Sofía no lo rechazó. Pateando la puerta para cerrarla, envolvió sus brazos alrededor de su cuello y lo siguió hasta la cama. "Sofía, Sofía... Finalmente... Te amo, Sofía...''. Pronto, gemidos y respiraciones pesadas llenaron la habitación. Después de hablar con Sofía por teléfono, Colin llamó a Guilla, la Secretaria Ejecutiva del Grupo SL en el País A. "Compre un departamento para mí en el centro de la ciudad, por favor''. Antes de que Colin se casara con Sofía, no regresaba muy menudo al País A. Se quedó en la Mansión de la Familia Li durante sus infrecuentes visitas. Pero ahora que estaba casado, no quería dormir con su esposa bajo el mismo techo que sus padres. Quería comprar su propia casa en el País A. Quería establecerse con Sofía... "Muy bien, ¿qué está buscando, señor?". Guilla le preguntó rápidamente en un tono profesional. "Quiero que el apartamento sea espacioso y tranquilo. Además del departamento, encuentre un lugar tranquilo en los suburbios. Registre ambos a nombre de mi esposa''. "Debidamente anotado, señor". "Gracias''.

... Tan pronto como el automóvil se detuvo en el hotel, Colin abrió la puerta y salió. Entró a toda prisa. Dios sabe cuánto extrañó a su esposa... En la Suite Presidencial 866 Cuando Colin tocó el timbre, Sofía acababa de terminar de maquillarse. Trató de calmar su corazón palpitante mientras abría la puerta. La puerta se abrió, y se veía Sofía con un abrigo amarillo claro y un maquillaje delicado. Era tan hermosa como él recordaba. Colin era tan maduro y atractivo como siempre. El largo viaje no fue difícil para él y la apariencia desordenada lo hacía lucir muy bien. Sofía le susurró con voz tierna: "Marido...''. Colin entró y pateó la puerta cerrándola detrás de él. La tomó a Sofía en sus brazos y la besó rudamente. Su beso manchó el lápiz labial en los labios de Sofía e hizo que ella se arrepintiera de ponerse el maquillaje. No esperaba que él fuera tan impaciente. De hecho, la ausencia hizo crecer el cariño... "Marido...''. Sofía quería decir algo, pero Colin no le dio una oportunidad. "Cariño, te quiero tanto. Lo que tengas que decirme, dímelo después''. Sofía dejó de hablar. Colin tiró su maletín a un lado y la empujó a Sofía contra la pared cercana. No mostró piedad mientras sacaba su frustración acumulada en ella. ... Después de un largo rato, Sofía yacía en los brazos de Colin mientras disfrutaban del resplandor. Sofía le dijo con voz ronca: "¿Por qué no me dijiste que ibas a volver?".



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Capítulo 122 Boca grasienta "¿No te dije eso cuando estabas bajando del avión?" Él pasó su pulgar por su delicada mejilla. Se concentró en su rostro, que no había visto durante mucho tiempo. Ella se veía mucho mejor que en su vídeo. "Te dejo solo y me voy a la cama". Sofía bostezó. Colin se dio la vuelta y la presionó debajo de su cuerpo. "¿Cómo puedes irte a dormir cuando estoy aquí contigo? Imagina lo bien que lo podríamos pasar". "Relájate. Yo... yo... quiero decir que necesitas descansar". "No. Yo te necesito a ti". El hombre era un animal; si no satisfacía sus deseos carnales podría estallar de dolor. Cuando amaneció, Colin dejó que Sofía se durmiera. ¡Él debió, entonces, haberse aprovechado de ella! Pero Colin no se dejó llevar por ese pensamiento diabólico. Se despertó por la tarde. ¡Qué imbécil más perezoso! Colin se levantó de la cama y llamó a alguien. Hizo la llamada fuera de la habitación. Aunque Sofía no se sentía bien físicamente, fue al baño a maquillarse e hizo los preparativos para el día siguiente. Consciente de que Sofía andaba por ahí, Colin llamó al servicio de habitaciones y pidió que trajera un gran asado para el almuerzo. Sofía salió en albornoz. Recogió su ropa, la revisó y descubrió que Colin la había dañado. Estaba arruinada. Ella suspiró y la tiró a la basura. La basura estaba totalmente desbordada en ese

momento. Ella observó que su ropa la había devorado aquel hombre maduro. No fue tan grave. La ropa la había comprado en una calle peatonal. De todos modos, ella compró dos conjuntos de ropa baratos por si acaso sucedía algo así. Nunca se sabía, razonó ella. Los hombres eran, como se había descrito, como animales rabiosos que no podían evitar destruir todo lo que tenían a la vista. Se levantó y encontró varias bolsas de compras en la mesa de al lado. Mirando dentro, tal como ella esperaba, encontró ropa nueva. Colin la había comprado para ella. Colin entró cuando estaba a punto de vestirse, la abrazó, olió su pelo recién lavado y dijo: "Hueles bien". La cara de Sofía se iluminó. "Tu champú para la caspa huele bien". Hacía unos días, Colin había comprado su champú recetado por el médico para hacer creer a los demás que se tomaba muy en serio la higiene del cuero cabelludo, casi de manera minuciosa. Colin estaba contento con esto. "Puedes ponértela más tarde", le susurró en su impecable oído. "De acuerdo". "Pero suéltame, me tengo que cambiar primero", dijo Sofía. Colin la soltó como si fuera un velcro que no quería despegarse. Se sentó en la cama grande y la miró como lo haría un monje célibe que no había visto a una mujer en décadas. Sofía se sonrojó y dijo: "¿No tienes algo que hacer además de mirarme como un búho?" "No, no tengo nada que hacer ahora mismo". En ese momento, el timbre sonó. El rostro de Colin se oscureció y fue a abrir la puerta. Era el personal del hotel que estaba sirviendo la comida. Después de dejar los platos en el comedor, el personal salió.

Mientras tanto Sofía se había vestido. Aunque decepcionado, Colin todavía la sujetaba por la cintura y se sentó con ella a la mesa del comedor. "Vamos a comer". Fuera lo que fuera olía bien, incluso mejor que el champú, aunque al principio uno no haría tal comparación. Sofía engulló la comida antes de que Colin hubiera levantado la tapa de su plato. "Por cierto, ¿cuánto tiempo planeas quedarte?" Preguntó ella. Colin levantó la cabeza, todavía sorprendido por lo rápido que había terminado la comida, y respondió: "Tres días". "Bien". Ella se sintió un poco decepcionada. Tres días no eran suficientes. La expresión de decepción en su cara, que tenía el poder de convertir su cabeza en un enorme emoticono que llora, hizo sonreír a Colin. "¿Qué? ¿Quieres que me quede?" Sofía no sintió la necesidad de fingir y asintió levemente. "¡Bueno, ven conmigo esta vez!" Su corazón latía en su pecho con alegría. Pero ¿qué pasaría con su abuela, su padre y todas las responsabilidades que tenía? Conociendo las preocupaciones de ella, agregó: "También podemos llevar a tu abuela y tu padre al País Z con nosotros". ¡Realmente Colin podía hacer cualquier cosa por Sofía! Sofía se sorprendió por su determinación. "Ahora no. ¿Puedo ir cuando mi abuela se mejore? En un mes como máximo. Cuando todo esté arreglado, iré". "Bueno, hazlo como quieras entonces". Si empeoraba, razonó, podría dejarlo todo para tener tiempo libre e ir al País A. Sofía dejó los palillos y caminó hacia Colin. Sostuvo su rostro entre sus manos y lo besó.

Colin la apartó. "Sofía, ¿qué demonios? Tu boca está grasienta. No soy un pedazo de carne que puedas babear por todas partes". Con esto, Colin se lamió los labios. Sin palabras, Sofía lo miró y se preguntó si él detestaba su boca grasienta o no. Su lamido parecía apaciguador, pero su comportamiento decía lo contrario. Eran más o menos las 4 de la tarde cuando Colin terminó su almuerzo. Luego salieron juntos del hotel. Colin visitó a la abuela y al padre de Sofía en el hospital antes de irse a trabajar. "Te recogeré esta noche". Colin cerró la puerta de la sala. En el pasillo, le dio a Sofía un besito en los labios. Los pacientes y las enfermeras los miraron con curiosidad, lo que hizo que Sofía se sonrojara. "Vale. Ya vete". En el ascensor, no muy lejos, Guilla, la secretaria principal de la compañía de Colin en el País A, llevaba algunos documentos en sus manos. Ella miró hacia ellos. Cuando sus miradas se encontraron, las dos mujeres se saludaron. Sofía se preguntó qué tendría que hacer para estar cualificada para el puesto que ocupaba Guilla. Probablemente todo comenzó con confianza y una buena rutina de alimentación. Sofía tomó nota mentalmente para comenzar el día siguiente con un desayuno saludable, en lugar de devorar una mezcla viscosa de pato crocante y verduras salteadas a primera hora, como había hecho esa tarde. "Adiós, querida". Colin le dio un pico de nuevo. Se dio media vuelta y se fue, a pesar de la molestia de Sofía. La desdichada Sofía observó cómo la figura de Colin se alejaba, mientras reflexionaba sobre su descarada acción. Cuando Colin se subió al coche, Guilla le mostró sus documentos. "Señor Li, he elegido varios apartamentos que serían apropiados para usted. Solo dígame cuál prefiere y me ocuparé del resto".

Además de los documentos, habían también algunas fotos nuevas de bienes raíces. Colin rápidamente escogió dos casas y dijo: "Estas dos están bien. Yo personalmente las pagaré, no la compañía". "Muy bien, señor Li". "Dame el informe". Colin le devolvió la carpeta a Guilla, se recostó en el asiento del auto y tomó una siesta. Guilla sacó otra carpeta y comenzó a informarle sobre los proyectos de inversión. "En cuanto al número 8, el proyecto del Barco de Crucero en la región este, está en marcha desde hace cuatro meses. No ha habido problemas hasta ahora. El departamento de planificación ha enumerado las condiciones sobre cómo convertirse en miembro". El proyecto del Barco de Crucero parecía un proyecto llevado a cabo en el mar. Sin embargo se realizó en tierra, en la región oriental. El proyecto era un edificio gigante en forma de barco. Cubriría miles de acres, lo que la convertiría en la mayor superficie terrestre del mundo. Muchos personas fallecían en la construcción del edificio. Sus nombres serían conmemorados en el vestíbulo, en la parte posterior de un volante. El edificio estaría rodeado de instalaciones de entretenimiento al aire libre, tales como: una fuente termal, un campo de golf, un estanque para pescar, un rocódromo y otros servicios. El capital inicial se había incrementado en miles de millones de dólares. Solo el Grupo SL era lo suficientemente poderoso y rico como para comenzar un proyecto de este tipo en el País A. Sin embargo, se esperaba que se construyera en colaboración con la familia de Lien y Pei. Estaba oscureciendo. Sofía estaba deseando prepararle la cena a su abuela. No podía esperar para hablar con ella. Justo en ese momento su teléfono sonó. Era Paulo. Frunció el ceño, le dijo a su abuela que tenía que irse y salió de la sala para contestar. Controlando su respiración, ella respondió alegremente. "Hola, Paulo".

La voz de Paulo molestó a Sofía. "Sofía, Dolores se ha ido por negocios. Quiero verte". Sofía entornó los ojos en señal de disgusto. Ella sonrió con frialdad. "De acuerdo, ¿dónde nos encontramos?" "Iré por ti esta noche". Paulo no solo le dio su dirección sino que también le habló sucio por teléfono. Sofía reprimió su emoción y colgó. Cuando Sofía volvió a la sala, Colin reapareció. Llevaba varios minutos esperando. "¿Quién te llamó por teléfono?" Preguntó Colin. Sofía se quedó paralizada. Nunca pensó que Colin le haría esa pregunta. "¿Eh? Era un amigo".

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Capítulo 123 La madre de Leila Aunque Colin notó la aversión de Sofía, él confiaba en ella. "Bueno. ¡Vamos!", dijo ella y tiró deliberadamente de su brazo. "Que tengas un buen descanso, abuela", dijo Colin, quien la arropó a Zamora en su cama. "Te visitaremos pronto''. Juntos, Colin y Sofía salieron del hospital en el auto de Colin. Al ver que Sofía enviaba unos mensajes de texto, Colin la miró y le dijo: "¿Sofía?". "¿Sí?". Sorprendida, la joven miró hacia arriba. "Si algo está pasando, solo dímelo, ¿de acuerdo?". Estaba seguro de que Sofía le ocultaba algo. Sofía se detuvo un momento y luego le dijo: "¿Qué pasaría si... ... No quiero decirte nada en este momento?''. No quería contarle a Colin lo que estaba planeando. No se lo diría hasta que tuviera éxito. Sus palabras confirmaron su sospecha. "Está bien, mi amor. Pero siempre recuerda que soy tu marido. En caso de que lo necesites, debes venir primero a mí''. Sofía se quedó en silencio por un rato y asintió con la cabeza. "Por supuesto''. Fue conmovedor. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Sofía se inclinó hacia Colin y lo abrazó con fuerza. El joven sonrió y presionó sus labios en su frente. Se detuvieron en un restaurante y se sentaron en una mesa junto a la ventana para cenar. Colin hojeó un menú mientras Sofía se levantaba para ir al baño. Al final del pasillo, cerca del baño, una mujer de mediana edad con ropa cara hablaba por teléfono. Accidentalmente, Sofía escuchó una palabra conocida:

"Jay Lo...''. Hizo una pausa. ¿Fue una coincidencia? La mujer de repente giró la cabeza. Su maquillaje bastante sobrecargado hacía que sus ojos se vieran agudos. Tenía sus labios pintados de rojo intenso que era el color más popular. Separó sus labios y dijo: "No lastimes a So...''. Se detuvo cuando sus miradas se encontraron. Mientras intercambiaban miradas, Sofía vio que surgían sentimientos contradictorios en los ojos de la mujer. Confundida, Sofía se fue. No le resultaba familiar. Además, parecía la mujer era una mujer muy rica, lo que hacía aún más improbable que Sofía la conociera. No habría pensado nada al respecto si no hubiera escuchado el nombre de su padre. Después de todo, no era educado escuchar a escondidas las conversaciones privadas de otras personas. Avergonzada, aceleró su paso. Obviamente, había más de un Jay Lo en el planeta. No era el único en el mundo de todos modos. Cuando lo descartó de su mente, la mujer informó discretamente al otro lado de la línea: "La acabo de ver a Sofía Lo''. "¿Dónde la viste?". Le preguntó la persona con la que hablaba del otro lado. Poniéndose de acuerdo, Salvadora - porque era Salvadora-, le respondió con severidad: "Eso es todo por hoy. Hasta aquí hemos llegado, señor Pei. No quiero que lastimes a Sofía Lo. Y no participaré en tus planes''. Cuando Sofía volvió, Colin le deslizó el menú. "¿Qué quieres comer?". "¿No ordenaste la comida todavía?". "Te estaba esperando", le dijo Colin de manera despreocupada.

Sofía asintió: ''Está bien''. Ordenó y le devolvió el menú a Colin: ''Tu turno''. Colin abrió el menú, pero de repente una voz femenina salió desde atrás: "Qué agradable sorpresa, Colin''. Sonriendo, una mujer de actitud majestuosa se les acercó. Llevaba un vestido de color violeta oscuro y tenía el cabello largo negro atado hacia atrás. Sofía la reconoció como la mujer que acababa de ver en el pasillo. Colin colocó el menú sobre la mesa y se levantó para extenderle su mano de manera cortés. "¡Salvadora! Un placer conocerte también''. Los labios rojos de Salvadora se curvaron. Le estrechó casualmente la mano a Colin. "El placer es todo mío. Tuve una entrevista con uno de mis clientes aquí. ¿Y tú?". La miró a Sofía, que permanecía en silencio. Colin sonrió y le presentó a Sofía: "Esta es mi esposa, Sofía Lo. Sofía, esta es la señora Hang, la madre de Leila''. ¿La madre de Leila Ji? Sacudida por la conmoción, Sofía le echó otro vistazo a Salvadora de pies a cabeza. En una inspección más cercana, había muchas similitudes entre su hija y esta mujer. Sofía se levantó de un salto, puso una sonrisa profesional y dijo: "Mi respeto hacia usted, señora Hang. Realmente no parece la madre de Leila, lo creería si alguien me dijera que es su hermana mayor''. Salvadora sonrió, pero había emociones extrañas en sus ojos. "¿Puedo llamarte Sofía?". Le recordó algo a Colin. El joven permaneció en silencio y las observó con una expresión complicada en su rostro. Esta vez Sofía notó el cambio emocional de Salvadora. "Por supuesto. ¿Ha cenado ya? ¿Le gustaría unirse a nosotros?". Salvadora negó con la cabeza: "Ya me sirvieron mi cena. Diviértanse y háganme una visita si ustedes dos tienen tiempo''. "Lo haremos''. Colin asintió. Las relaciones entre la familia Li y la familia Ji

eran bastante buenas. Debería visitarlos con Sofía algún día. Salvadora sonrío. Se volvió hacia la joven: "Sofía, tengo algunos asuntos de negocios que discutir con Colin. Me gustaría que me lo prestes por un rato si no te importa''. ¿Cómo podría importarle? Sofía negó con la cabeza. "Por supuesto que no. Colin, te esperaré aquí''. "Bueno''. Colin y Salvadora abandonaron la mesa y caminaron hacia un rincón remoto. Como el restaurante estaba en el piso superior, observaron el flujo acelerado de tráfico debajo de ellos. Sin expresión alguna, Salvadora dijo: ''Colin, tú investigaste el accidente de la familia Lo". "Sí", confirmó Colin. Salvadora suspiró, visiblemente conmocionada, a pesar de su base de maquillaje cremosa. Le lanzó una mirada a Sofía, que bebía limonada a la mesa. "Pensé que tomarías a Leila como tu esposa. Pero, te cruzaste con Sofía por lo que veo. En ese caso, realmente deberías llamarme tía''. Tía era la manera china de mostrar respeto por una anciana. Pero ambos sabían que significaba más que eso. "Si Sofía está dispuesta a llamarte así...", respondió Colin, "Yo también lo haré''. Al escuchar eso, Salvadora se dio cuenta de que Colin había dirigido una investigación exhaustiva sobre el Clan Lo. Ella suspiró: "No le digas quién soy yo. Esto es por su propio bien. Y el culpable... Mantenla alejada de toda la historia. No le haría ningún bien saber quién es el asesino''. Los perpetradores eran extremadamente poderosos, mucho más allá del alcance de Sofía. Y si ella pretendía una venganza, podría costarle la vida. Colin respondió con calma: "No tengo la intención de ocultarle nada. Y si es necesario, la ayudaré''. No quería que Sofía viviera con odio. Y si ella quería vengarse por la muerte de sus padres, él no se quedaría sentado sin hacer nada. Salvadora lo miró, pero no pudo decir nada. No sabía si el amor de Colin por

Sofía era algo bueno o malo. "¡Te involucrarás! ¡Juntos, el Clan Pei y el Clan Lien podrían ser el peor enemigo del mundo!" Incluso ella estaba de su lado...

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Capítulo 124 La nueva esposa del cuñado Colin sonrió y dijo: "Tía Salvadora, no quiero ser involucrado en tus enredos. Y no quiero por igual verte a ti y a Sofía convertidas en enemigas mortales. Por lo tanto, espero que puedas confiar más en Sofía, a partir de este día y en adelante. Sofía no es una mujer cruel y calculadora." Por lo menos, incluso si Salvadora no podía ponerse del lado de Sofía, no tenía que enfrentarse a ellos. Al escuchar las palabras de Colin, Salvadora sintió un duro dolor en el pecho izquierdo. Por supuesto que sabía que Sofía era la persona más inocente en todo el mundo. Y si ella pudiera, le encantaría mantener todo en la oscuridad... "Ya veo". Salvadora había decidido qué hacer a continuación. Se levantó al mismo tiempo con Colin y se despidió de él. Cuando Colin regresó a su asiento, la cena había sido servida. Sofía le lanzó una mirada sospechosa, pero no pudo leer nada en su rostro inexpresivo. Tratando de obtener algún detalle sobre su conversación anterior, ella preguntó: "La madre de Leila parece una mujer fuerte. Ella debe estar en una posición de poder". Colin puso un camarón sin cáscara en su tazón. "Sí, tía Salvadora es la heredera del Clan Hang, que toma el control de varias compañías en el País L. Ahora ella trabaja como Directora General regional en la oficina de Hang en el País A. En caso de que yo no esté cerca, siempre puedes pedirle ayuda a ella si en algún momento necesitas algo". Sofía se quedó sin palabras. ¿Buscar ayuda a la madre de su rival en el amor? ¿Estaba Colin diciéndole eso en serio? Colin continuó: "El Clan Hang tiene muchos herederos varones, pero solo dos hijas. Salvadora Hang era la mayor, y la otra era su hermana pequeña. La hija menor fue desheredada porque se escapó con alguien que amaba. Pero más tarde, su amante se enredó con otra mujer, dejando a la hija más joven desamparada. Poco después de dar a luz a una hija, ella murió de depresión". Sofía escuchó la historia con gran intriga. Pero su corazón sucumbió al dar un

giro trágico. Ella no era una mujer demasiado bondadosa. Pero ella todavía se sentía triste por la muerte de la hija menor. Se sentía tan mal por ella, la mujer que se había fugado por amor pero luego murió por haber perdido el corazón de su amante. "Salvadora quería mucho a su hermana pequeña, y ella siempre se culpaba a sí misma por fallar en persuadir a su hermana de su ambición. Mucho después de la muerte de su hermana, se enteró de las desgarradoras noticias y decidió vengar a su hermana. Desde entonces, por el bien de su hermana, había estado tratando de cobrar venganza contra la nueva esposa de su cuñado. Pero después de la investigación, ella cambió de opinión. La verdadera historia era más complicada de lo que ella pensaba. Como dice el viejo refrán, se necesitan dos para bailar tango. Más tarde, aunque ella había cambiado de opinión, la actual esposa de su cuñado murió. Por alguna otra razón, alguien mató a esa mujer con la ayuda del arreglo previo de Salvadora". Escuchando con mucha atención, Sofía se puso otro bocado de ensalada en la boca. "El mes pasado, Salvadora de repente se enteró de que su hermana había dado a luz a una hija antes de morir. Pero ahora ella es la asesina indirecta de la madre adoptiva de la hija de su hermana. No se atreve a decirle a la niña quién es ella, porque le teme mucho a que su sobrina nunca la perdonara". Qué lamentable. Sofía sintió un repentino dolor extenderse de su corazón. Colin tomó un sorbo de vino y preguntó: "Sofía, si fueras la sobrina de Salvadora, ¿la perdonarías por lo que hizo?". ¿Por qué Colin le preguntaría eso? Tal vez sería mejor discutir esa cuestión con Leila. Confundida, Sofía contempló su pregunta por un momento y respondió: "Creo que lo haría. Como tú dijiste, Salvadora no sacó el cuchillo por ella misma. Fue alguien más quien se aprovechó de su arreglo anterior. Y lo que Salvadora hizo fue justo, si yo hubiera sido ella, haría también lo mismo para vengarme de mi hermana muerta". Sofía no se dio cuenta de lo familiar que le sonaba esa historia...

Colin respiró hondo. Parecía que ella no era consciente de a qué tipo de dilema se enfrentaba ella. Fuera del restaurante, Colin y Sofía salieron a caminar antes de regresar a la Mansión Li. Wendy había notado que Sofía se había quedado afuera anoche. Cuando los vio volver a casa juntos, sonrió alegremente, "Colin, ¿sabías que Sofía ha estado por aquí casi todas las noches que has estado fuera? Pero, mira, tan pronto como regresaste, ¡Sofía desapareció toda la noche!" Colin se alegró de saber que Sofía se había dedicado a su familia. Él respondió con alegría: "Tuvimos algunos temas de marido y mujer que discutir anoche". Sofía se sonrojó. Ella le pellizcó silenciosamente el brazo. Wendy tomó un sorbo de agua y sonrió. "Entiendo. ¿Qué tal si ustedes dos compran un apartamento en el centro de la ciudad? Ustedes pueden discutir otros temas de marido y mujer allí". Ellos deberían tener algún espacio privado. Sin duda podría aumentar la fuerza de su relación. "Por supuesto. Ya he comprado uno, la decoración interior comienza pronto". Tomando la mano de Sofía, Colin siguió a Wendy escaleras arriba. Al oír eso, Sofía miró a Colin en shock. ¿Acaso ella escuchó eso correctamente? ¿Un apartamento para ellos? Tal como, ¿solo él y ella? Sabiendo lo que Sofía estaba pensando, Colin se volvió hacia ella y sonrió. Mordiendo sus labios con fuerza, Sofía bajó la cabeza con emoción. Estaban a punto de tener su propia casa en el País A... "Una jugada inteligente. Me quedaré en mi propia habitación. No se queden despiertos hasta muy tarde". Levantando las cejas, Wendy les sonrió. Sofía se sonrojó cuando escuchó eso. Ella escondió su cara en el hombro de Colin. Pero Colin asintió con la cabeza hacia Wendy, y dijo con tono recatado: "Bueno, no puedo prometer eso. Si aún quieres dormir esta noche, será mejor

que saques tus auriculares que bloquean el ruido, madre". Un repentino dolor vino de su antebrazo. Sofía mordió en el hueco de su brazo mientras él hablaba. El dulce dolor hizo sonreír a Colin. Wendy puso los ojos en blanco, "Tal vez solo necesito un auricular. Tu padre se quedará en el cuartel esta noche". "Bueno, buenas noches, madre". Con un gesto de mano hacia Wendy, Sofía arrastró a Colin a su habitación, para que no dijera algo aún más descarado. "Buenas noches, Sofía". "Buenas noches". Wendy dejó escapar un suspiro de alivio cuando los vio entrar a su habitación. De hecho, parte de la razón por la que siempre quiso tener un nieto fue porque criar a un hijo juntos acercaría a Colin y Sofía el uno del otro. Pero al observar su interacción, Wendy reconoció que ya no tenía que apresurarlos más. Dentro del dormitorio. Cuando Sofía se quitó el abrigo, Colin lo tomó y colgó sus abrigos en el perchero. "¡Voy a preparar un baño para ti!". Sofía fue al baño. Unos minutos más tarde, el agua estaba lista. Sofía se dirigió al guardarropa, sacó la pijama de Colin y se la amontonó en su regazo. "Puedes entrar ahora". Había estado sola durante un mes, y extrañaba mucho a Colin. En ese momento, cuando él apareció en la habitación de nuevo, ya no se sentía más aburrida. Se sentía como en casa ahora que Colin estaba aquí. Una sonrisa emergió en su rostro. Colin tomó la pijama y agarró la mano de Sofía. Al siguiente instante, la condujo al baño.

"¿Qué pasa?". "No quiero estar solo. Quiero bañarme contigo". Colin simplemente respondió. La cara de Sofía se sonrojó al escuchar su respuesta, pero ella no se alejó. Ella estaba dispuesta a hacer todo lo que él quisiera. Dos horas después. Colin tomó a la mujer envuelta en una toalla fuera del baño y la puso en su cama de tamaño king. Con los ojos juntos, Sofía hizo todo lo posible para mantenerse sobria. Miró a Colin, "Todavía no puedo dormir". Aunque ella ya tenía sueño. "¿Por qué?". Colin secó el largo cabello de ella con una toalla seca. "Tengo que levantarme... y secar mi cabello...". A veces, el cabello largo podía ser una molestia.

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Capítulo 125 ¿Te encontraste con Paulo "No. Puedes dormir'', dijo Colin. "Te ayudaré a secarte el cabello''. Ella estaba sobria. "¿Puedes hacer eso?". "¡Ya lo hice antes!". Incluso le había secado el cabello una vez. ¡Lo aprendió rápidamente! Sin embargo, Sofía se estaba quedando dormida bastante rápido. Pensó que Colin se refería a alguien más. "¿A quién?". "¿Cómo a quién?". "¿A quién se lo secaste?". Sofía se estremeció porque sintió como si se estuviera cayendo y se despertó. Lo miró a Colin. Su cabello no era largo y no necesitaba secarlo. "¡Adivina!". Colin le hizo cosquillas. "¡Leila!". '¡Debe de ser ella!', pensó. "Bueno, será mejor que no adivines''. Se sintió deprimido ante su respuesta. Sofía se sintió un poco triste. "¡Di en el clavo!". "¡Tonterías! ¡Por supuesto que a ti!''. Al escuchar su recordatorio, Sofía recordó aquella vez que estaba dormida... Se sonrojó de vergüenza. "¡Bueno, te perdono!". Colin se echó a reír. Sofía estaba un poco sobria ahora. Sintió sus movimientos cuidadosos hasta que su cabello se secó completamente. Se metió en la cama y sostuvo a Sofía en sus brazos. "Sofía...''.

Colin planeó decir algo, pero de repente cambió su idea. No quería arruinar el hermoso momento. "¿Hmm?". Sofía acarició suavemente su barbilla. "Nada''. Colin apretó sus brazos. La sonrisa de Sofía se desvaneció. "Colin, ¿es posible solicitarle a la empresa una transferencia a otro lugar?". Ella estaba en el País A ahora, nada del otro mundo pasaba ahí. Estaban su padre, su abuela, Alejandro y la enfermera en el País A. "¿Quieres transferirte a la empresa de aquí?". Colin apoyó la barbilla sobre su cabeza. "Sí. Si es posible. Quiero hacerlo a través del procedimiento regular''. No quería solicitar la ayuda de Colin en este asunto para que alguien pudiera provocar más chismes y arrastrarlo a Colin en esto. "Está bien. ¿Qué quieres hacer aquí?''. El proceso normal no era tan complicado. Sofía podría manejar todo esto muy bien. La joven lo abrazó por la cintura y escuchó el latido de su corazón. "Quiero estar contigo''. Solía tenerle miedo, pero ahora él se había ganado su corazón. Colin sonrió: "Está bien. Se lo informaré a mis secretarias de ambos lugares mañana''. "Gracias, cariño''. Sofía le sonrió dulcemente. Colin le pellizcó la cara. "Me agradeciste de nuevo. Sopita, ¿cómo debería castigarte?''. Sofía inmediatamente se arrastró alrededor de la cama, cubriéndose la cabeza con la colcha. "¡Oh, no! ¡Lo siento!". Su aliento lo atrajo. Los ojos de Colin se oscurecieron. El joven le sostuvo su

cabeza temblorosa. Sofía se detuvo de inmediato. Después de un rato, la acción de Sofía hizo que Colin cerrara los ojos y los abriera de nuevo. Dijo con voz ronca: "¡Sofía, vete!". Sofía se rió entre dientes. No lo escuchó... Durante la noche, comenzaron a hacer el amor. Colin no quería arruinar el hermoso momento, pero los problemas siempre vienen sin ser invitados cuando las personas menos se lo esperan. En la Ciudad D. Después de que vio docenas de fotos en su teléfono, Dolores se llenó de rabia. ¡Estaba ansiosa por dividir a la mujer de las fotos en diez mil pedazos! Sostuvo la tecla de voz y dijo: "¡Si juegas conmigo a tus juegos tontos, te arruinaré!''. El lado opuesto respondió de inmediato: "Estuve siguiendo a Sofía todo el camino. ¡Yo lo vi con mis propios ojos!". Mucha gente sabía que Dolores era una persona cruel y dura, ¿cómo se atrevía a tratar de engañarla? "¡Hija de puta!". De apariencia siniestra, Dolores tomó la taza que estaba frente a ella y la arrojó violentamente contra la pared. Aunque Jacinto le había dicho que para separarlo a Colin de Sofía, él sacrificaría a Paulo, ella realmente la quería matar a la perra Sofía cuando la vio que se subía al auto de Paulo, ¡cenaron juntos y fueron al hotel! ¡Desde que Sofía la hizo sufrir a Dolores, ella haría un ''ojo por ojo''! La mujer hizo clic para guardar todas las fotos. Tomó todas las medidas necesarias para obtener el número de teléfono de Colin y lo llamó. A las cuatro de la mañana, cuando Colin acababa de caer en un sueño feliz

posterior al coito, sonó el teléfono. '¿Quién podría molestarme a esta hora?', pensó. Colin puso el teléfono en modo silencioso, se puso la bata de baño y la arropó a Sofía antes de contestar el teléfono. ¿Un número desconocido? Colin frunció el ceño. "¡Hola!". "¡Señor Li, soy yo! ¡Dolores!''. Al escuchar su nombre, la mente de Colin se nubló. "¿Qué deseas?". "Tengo algunas fotos de Sofía y Paulo. ¡Creo que el señor Li estará interesado!''. Al escuchar sus palabras, Colin se volvió para mirarla a Sofía, que todavía estaba dormida. "¡No me interesa nada!". Colin estaba a punto de colgar. Dolores se apresuró a llegar al punto. "¡Sofía y Paulo reservaron una habitación de hotel para tener sexo cuando estabas ausente! ¡Los periodistas tomaron estas fotos!''. ¿Qué? "¡Vete a la mierda con tus fotos!", dijo Colin y directamente colgó. Encendiendo un cigarrillo, Colin se quedó en la ventana y dejó que el teléfono siguiera sonando. ¡No hacía falta decir que Dolores le envió las fotos a pesar de su oposición! Colin planeaba eliminar todas las fotos, pero la última foto atrajo su atención. Se tomó en secreto a través de una grieta en una puerta. Dos personas besándose apasionadamente. Eran Sofía y Paulo de hecho... La marca de la hora y el día decía anoche. Colin recordó que Sofía llevaba el abrigo ayer. En las imágenes, se podía ver que Sofía estaba subiendo voluntariamente al auto

de Paulo. Tuvieron una cita en un restaurante de temática occidental y se fueron al hotel. La evidencia era indubitable. Calculó el tiempo que él estuvo lejos y el tiempo que tardó en llegar al centro desde el aeropuerto. Era como media hora. Si querían hacer algo, era tiempo suficiente... Sopló humo y Colin no mostró ninguna emoción especial en su rostro. Sus ojos negros parpadeaban en la noche. Tomando una última pitada de su cigarrillo, Colin lo apagó. Borró todas las fotos y le envió un mensaje a Dolores: "¡Si te atreves a intentar herirla a Sofía, te mato!". Dolores miró el mensaje con incredulidad. ¿Colin aceptó la relación extramatrimonial de Sofía? Colin sopló la última bocanada de humo deliberadamente sobre la boca de Sofía. La mujer comenzó a toser e intentaba respirar. Levantándose, tuvo un desagradable despertar. ¿Qué pasó? Abrió los ojos y murmuró: "Cariño, ¿qué estás haciendo?". "¿Te encontraste con Paulo a mis espaldas? ¿Era él quien estaba al teléfono en el hospital esta noche?''. La voz de Colin era muy tranquila. Sofía estaba completamente despierta. Pero ella no lo negó: "Sí''. Él sonrió. El hecho era que ella lo admitiera significaba que no pasó nada entre ella y Paulo. Pero ¿qué pasaba con el beso en la foto? "¿Te besó?". "No. Colin, debes confiar en mí. ¡Nunca dejaría que me tocara!''. Le agarró el cuello y lo miró con los ojos llenos de determinación.

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Capítulo 126 Nuestra casa Colin la besó apasionadamente. A pesar de que la foto no tenía explicación, él todavía le creía. "Cuando regrese, te vengaré". Temía que Paulo y Dolores la lastimaran mientras él no estuviera cerca. Sofía negó con la cabeza. "No quiero que te involucres. Colin, después de que todo esto haya terminado, te lo contaré todo". Se dio la vuelta y se colocó encima de ella. Levantó su barbilla y le dijo, "Te creo. Pero Sofía, ¿te acuerdas de Omar?" Sofía asintió. ¡Ella nunca olvidaría al bastardo Omar! "¿Y a ese hombre que intentó aprovecharse de ti?" Sofía asintió de nuevo. Ella nunca supo lo que pasó con ellos, y Colin nunca se lo contó. "Mandé a alguien a romperle el brazo a Omar. Ahora, él no puede encontrar trabajo en ninguna parte. El otro tipo resultó gravemente herido y fue condenado a 20 años de prisión. Sofía, ¿sabes por qué te digo estas cosas?" Sofía estaba confundida. ¿Por qué Colin había contratado a alguien para lastimar a Omar? ¿Lo hizo por ella? Sofía sacudió la cabeza distraídamente, luego asintió. "¿Para que nadie se atreva a meterse contigo?" Colin hizo una pausa. "Eso es correcto. Quien se atreva a mentirme o provocarme será castigado severamente". El que se atreva a mentirle... Ella nunca le había mentido, pero le había ocultado algunos secretos. Sin embargo, ella le contaría todo a su debido tiempo. Sofía había olvidado por completo que le había ocultado su infertilidad.

"Lo sé. ¿Podemos ir a dormir ahora?" Tenía mucho sueño. Su indiferencia molestó a Colin. ¡Ella estaba ignorando su advertencia! Pero estaba bien, al menos ella nunca le había mentido. Él le dio un beso en los labios y se dio la vuelta. "Buenas noches." Colin se despertó antes de las 5 a. m. Estuvo haciendo varias llamadas para garantizar la seguridad de Sofía. En su tercer día en el País A, Colin no fue a la oficina porque prometió que pasaría todo el día con Sofía. Después del almuerzo, el Maybach se detuvo frente a un barrio de lujo. Colin y Sofía bajaron del auto. Sofía preguntó: "¿Dónde estamos?" Colin tomó su mano y la llevó dentro. "Tengo algo que enseñarte". Presionó el botón del ascensor que conducía al octavo piso. "Asegúrate de recordar esto". "¿Eh? ¿Qué?" Sofía estaba desconcertada. "El octavo piso del edificio 6". "Está bien. ¡Lo recordaré!" De repente le vino a su mente la conversación entre Colin y Wendy. ¿Se trataba del apartamento que había comprado? Había dos apartamentos en el octavo piso. Colin abrió la puerta de un apartamento, el cual no había sido decorado ni amueblado. Era muy grande, con una sala de estar de 80 metros cuadrados. Tenía cuatro dormitorios, dos salas de almacenamiento pequeñas, un baño, una cocina y un comedor. En definitiva, el apartamento abarcaba varios cientos de metros cuadrados. Cada habitación tenía un balcón grande o pequeño, con vista al jardín o a la plaza.

Colin envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Sofía. "¿Te gusta?" "Esta es..." Ella inclinó la cabeza y se alejó con escepticismo. "Nuestra casa." Sus palabras hicieron que los ojos de Sofía se llenaran de lagrimas. ¡Nuestra casa! Qué hermosas palabras... "Me gusta. Pero es un poco grande, es totalmente innecesario". Debía ser muy costosa, ya que estaba ubicada en el centro de la ciudad. Colin frotó su mejilla contra su suave rostro. "Uno de los cuatro dormitorios se puede convertir en un gimnasio. Puedes hacer lo que quieras con las tres habitaciones restantes, siempre y cuando dejes una habitación para nosotros dos". "¡Bueno! No tengo ninguna petición especial. Las habitaciones pueden ser utilizadas como dormitorios, en caso de... que nuestros padres vengan, o... tengamos bebés". Avergonzada, Sofía dijo la última parte en voz baja. Pero Colin pensó erróneamente que se refería a adoptar niños. Tomó la mejilla de Sofía y dijo: "Está bien, tú lo decides". Él preguntó de nuevo, "¿Necesitas algo más?" "No, así está muy bien". Sofía tenía requisitos simples para su hogar, siempre que fuera habitable y Colin estuviera con ella... Eso era más que suficiente. Colin tomó su mano y caminaron hacia la sala de estar. Le mostró las fotos que había sobre la mesa y le preguntó: "Míralas y dime cuál es tu favorita". Todas las imágenes habían sido dibujadas por famosos diseñadores del Grupo SL. Sofía miró las fotos atentamente. Eligió una que combinaba con la decoración fría de la villa de Colin en el País Z. "¿Ésta?"

Era un diseño simple y elegante en blanco y negro con algunos toques de marrón. Colin supo de inmediato en qué ella estaba pensando. Tomó la foto de la mano de Sofía y la tiró a un lado. "No hay necesidad de considerar mis intereses. Elige la que más te guste a ti". ¡Bueno! Sofía eligió rápidamente otra foto con un diseño beige y amarillo claro. Se veía brillante y pulcro. "Ésta." Luego, comenzaron a elegir los estilos decorativos para los dormitorios, que terminaron una hora más tarde. Después, Colin la llevó a los suburbios y se detuvo en una villa blanca. Sofía se sorprendió y se preguntó si también era de ellos... Colin leyó su mente y dijo con sinceridad: "Esta se encuentra más cerca de la Mansión de la Familia Li. Está a 6 millas del aeropuerto. Como viajo mucho, sería conveniente para nosotros vivir aquí". "Entonces no hay necesidad de comprar el apartamento en el centro..." "Vivir en el centro es conveniente para nosotros cuando tengamos que ir a la oficina". Antes de que ella pudiera decir algo más, él la llevó adentro. La villa también estaba vacía, y estaba ubicada en un barrio de lujo. Varios residentes habían comenzado a renovar sus casas. Cuando entraron al patio, Sofía notó a dos personas conversando afuera. Uno de ellos le parecía familiar... Colin siguió su mirada y dijo: "Ella es la popular actriz de cine, Fernanda". Sofía se asombró ante la noticia. Fernanda era una estrella internacional. "¿Ella también vive aquí?" "Probablemente." Colin prestaba poca atención a las estrellas de cine. Sólo conocía a Fernanda porque ella era la portavoz de las filiales de joyería del Grupo SL. Además Guilla ya le había dicho que Fernanda también vivía allí, de lo contrario no lo sabría.

En ese momento, un coche pasó lentamente junto a ellos. Sofía sostuvo su mano y preguntó emocionada: "¿Es el famoso escritor? Olvidé su nombre". Viajaba en el asiento del pasajero con la ventanilla abajo. Sofía lo reconoció porque era muy popular. "Quixote". Colin le dijo el nombre que no podía recordar. "¡Sí, ese es su nombre!" Sofía quería ver más, pero Colin la arrastró adentro. Sofía solía leer los libros de Quixote, incluso terminó tres de sus novelas en un mes. "¡Para!" Colin cerró la puerta con una mirada de desaprobación. Estaba molesto de verla admirando a otro hombre. Sofía se rió. "¡Bien!"

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Capítulo 127 Ámame para siempre Una selección de diferentes estilos de diseño de interiores estaban también disponibles. Las elecciones eran obras maestras realizadas por diseñadores que habían ganado muchos premios. A Sofía le era difícil elegir uno. Le gustaban todos y quería elegir todas las opciones. Finalmente, ella dijo: "No puedo decidirme por uno. ¡No deberíamos adquirir la villa!" Tener el departamento en la ciudad era más que suficiente. No era fácil para Colin ganar dinero. Si compraban ambos, él tendría que pagar mucho. Al saber su preocupación, él muy decidido eligió una opción "¡Éste!" "¡No, éste no es bueno!" Sofía no estaba de acuerdo. "¿Qué tal éste?..." Colin escogió otro. "¡Éste tampoco es bueno!" Colin consideró las opciones. "Éste." "No." Colin hizo una pausa. "¡Bien. Haré que vuelvan a hacer todos los diseños hasta que mi esposa encuentre uno que le guste!" Colin sacó su teléfono y comenzó a revisar sus contactos. Los ojos de Sofía se agrandaron. "¡Espera, éste es bueno!" Sofía escogió el primer diseño que Colin había elegido. Colin apagó su teléfono con satisfacción. "¡Esa es mi chica!" Sofía no respondió.

Terminaron de elegir los diseños para la casa por la tarde. Luego, Colin llevó a Sofía a una famosa exposición de arte, vieron una película, comieron algunos bocadillos y fueron a cenar. Finalmente, la llevó al restaurante al aire libre para ver el paisaje urbano por la noche. En ese ambiente romántico, Sofía no pudo evitar expresarle su amor, "Colin, ¿me amarás por siempre?" El hombre alzó las cejas. "Eres tan narcisista. ¿Alguna vez he dicho que te amo?" Sofía se sonrojó y agachó la cabeza avergonzada. Él era tan fastidioso... ¿En verdad estaba siendo narcisista? Colin se rió y la abrazó. "Sofía, te amo". Sofía se sintió aliviada. Pero para vengarse de Colin, ella le mintió: "¡Yo no te amo!" Una brillante sonrisa iluminó el rostro de Colin mientras la besaba. "¡Voy a seguir besándote hasta que me ames!" Sofía se sorprendió. Ese hombre era un completo demonio... Ella lo apartó y jadeó, "¡Colin, yo también te amo!" Sonriendo de satisfacción, Colin la abrazó y disfrutaron del paisaje nocturno del País A. Que el tiempo de tranquilidad perdure para siempre. Sofía aún estaba durmiendo cuando Colin se fue. No era culpa de Sofía. Colin no la dejó dormir hasta las 5 de la mañana. Ella le había prometido mil veces a Colin que se despediría de él cuando Colin se fuera. Pero ella aún no se despertaba siquiera cuando él llegó al País Z... Cuando Sofía se despertó, se quejó con Colin por teléfono. "¿Por qué no me despertaste? ¡Te odio tanto!" Sofía perdió la oportunidad de despedirse de él.

Detrás de Colin, Wade lo seguía mientras caminaba por la oficina. Los colegas que se encontraron con Colin lo vieron hablar por teléfono con una sonrisa esplendida. Se imaginaron que estaba hablando con su esposa. "¿Todavía puedes levantarte? ¡Parece que anoche no trabajé lo suficiente!" Wade escuchó claramente las bromas de Colin. Era lo suficientemente dulce como para ponerlo celoso. Sofía se sonrojó. "¡Qué estas diciendo! Vuelve al trabajo. ¡Ya me estoy levantando!" En la entrada de la sala de conferencias, Colin se hizo a un lado y dejó que Wade entrara primero. La sonrisa había desaparecido de su rostro. "Sofía, he descubierto la identidad del asesino". Le dijo esto a Sofía para que no perdiera más su energía. Sabía que Sofía usaba el dinero que él le daba para obtener información sobre el asesino. Sofía se quedó sin palabras. "¿Quién es?" "Sofía, ¿te vas a calmar y me vas a escuchar?" Preguntó Colin, ignorando su pregunta. La respiración de Sofía se puso tensa. ¿Cómo podría calmarse ella? ¿Cómo podría ella escucharlo cuando la identidad del asesino había sido finalmente revelada? "¡No!" Colin cerró los ojos. Sabía que sería así. "Sofía, no estoy contigo en este momento, no hagas nada". Cualquier acción le podría hacer daño. "¡Pero he estado esperando este día por mucho tiempo, Colin!" Habían pasado dos años desde que la tragedia golpeó a su familia. ¡Llevaba dos años esperando!

Al escuchar su insistencia, Colin se arrepintió. Debería haber ocultado la verdad hasta su regreso. "Sofía, piensa en tu padre y Alejandro. Si haces algún movimiento, le harán daño a tu padre. Puedo mandar a alguien para proteger a tu padre, pero ¿qué pasaría con Alejandro? Él ya tiene su propia vida, y no puede quedarse en casa todo el tiempo. ¿Y qué hay de ti? Una vez que descubran que has descubierto la identidad del asesino, ¿crees que te dejarán ir?" Sofía cerró los ojos en agonía. Colin tenía razón. Si supieran que ella tomaría represalias, definitivamente lastimarían a su familia nuevamente. "Sofía, te digo ésto para darle un alivio a tu corazón. He llamado a la gente que enviaste antes. Actuaron precipitadamente y casi alertaron al enemigo. No envíes a nadie más a investigar. Voy a arreglar mis asuntos en el País Z lo antes posible, y cuando regrese te contaré sobre el asesino, ¿de acuerdo?" Sofía sabía cuales serían las consecuencias de alertar al enemigo, por lo que no tenía más remedio que estar de acuerdo con Colin. Apretó el puño y respondió: "Está bien, Colin. ¡Vuelve pronto!" "Lo haré. Espérame." "Está bien, esposo..." Su voz suave hizo que Colin suspirara. "Y mantente alejada de Paulo. Si quieres, me puedo encargar de él por ti". "No, Colin. Ya he empezado a negociar con él. Sólo concéntrate en tu trabajo. No te preocupes por mí, ¿de acuerdo?" Sabiendo que él estaba ocupado con el trabajo, ella no quería distraerlo con sus problemas. Además, si ella ni siquiera pudo luchar contra Dolores y Paulo, ¿cómo podría ella luchar contra los asesinos que podían escapar de la ley? "Pídele ayuda a Levi cuando sea necesario. Si no puedes contactar a Levi, contacta a la tía Hang. ¿Entendido?" Estando lejos, en el País Z, no podía brindarle ayuda inmediata. "¡Entendido!" Sofía fue obediente al responder. Ella debía escuchar a Colin y

esperarlo a que regresara antes de enfrentar a los asesinos. De lo contrario, le haría daño a mucha gente... "Bueno. Tengo que asistir a una reunión ahora. Vuelve a dormir." "No, ya es mediodía. Tengo que levantarme. ¡Concéntrate en el trabajo!" "¡Adiós, cariño!" La sonrisa estaba de vuelta en los ojos de Colin. "Bueno. ¡Hasta pronto, marido!" ... Al llegar a la puerta de la sala de reuniones, Colin se dio la vuelta y llamó a Helge. "¿Dónde estás?" "Bueno, en el País Green Cold. ¿Qué pasa? Señor Li?" "¿Cuándo volverás al País A?" "En algún momento de la próxima semana." Colin se quedó pensando por un momento. "Ve al País A y ayúdame a cuidar de Sofía. Haz que algunas personas la mantengan a salvo". Ante su tono serio, Helge dejó de lado su sonrisa juguetona. "Ya veo. ¿Ya has enviado a alguien?" "Sí. Temo que no podré estar a su lado cuando ella necesite ayuda. Avísales a los demás". Además de Levi y Salvadora, ellos tenían muchos amigos en el País A que podrían ayudar. Después de todo, Sofía no podría hacer nada hasta conocer la identidad del asesino.

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Capítulo 128 Tu esposo me pidió que te protegiera "¡Está bien, lo sé! ¿Algo más?" "¡Bueno eso es todo!" Colin finalizó la llamada telefónica. Helge no le había contado a Colin lo que estaba pasando entre él y Shelly. Zamora todavía se estaba recuperando de la operación a la que se había sometido, así que Sofía y Alejandro siempre le hacían compañía. El médico les había dicho que la recuperación de la anciana dependería de su progreso en los próximos días. Los hermanos hablaron del asunto y finalmente decidieron decirle a Jay lo que estaba pasando. Alejandro acompañó a Jay al baño, mientras Sofía se quedó para pelar algunas frutas. 10 minutos después, ellos salieron del baño. Excepto por los ojos hinchados y enrojecidos de Jay, todo parecía normal. Sofía dudó por un momento y luego se dirigió a Jay, "Padre, la abuela también está en este hospital. ¿Te gustaría verla?" Jay la ignoró como siempre. Suspirando de alivio, Sofía dejó la fruta. "¡Alejandro, lleva a papá a visitar a la abuela! Estoy segura de que ella lo apreciaría". "Está bien". Los hermanos sacaron a Jay de la sala con una piruleta. Acababan de salir cuando apareció una mujer vestido de negro, siguiéndolos en silencio. Se veía normal con una gorra de béisbol en la cabeza, sacó su teléfono y marcó un número. "Los hermanos están llevando a Jay a visitar a la anciana. ¿Debería seguir siguiéndolos?" "¿Cómo está Jay?" Preguntó Jacinto, con voz susurrante.

"Todavía loco. Sofía lo convenció de que saliera de la habitación con una piruleta". La mujer le respondió. Anteriormente, había instalado un monitor de sonido en el interior de la sala para poder escuchar sus conversaciones. "Está bien, le pediré a Tab que los siga desde lejos. Puedes regresar". Jacinto respondió, después de un breve momento de silencio, mientras consideraba algunas cuestiones. "¡Sí, señor!" ... Al ver a su madre conectada a varias máquinas y a numerosos tubos en la UCI, Jay se ruborizó. Quiso llorar, pero no pudo. De pie junto a la puerta, Sofía se aseguró de que no hubiera nadie siguiéndolos. Luego, le pidió a Jay que se quitara el disfraz. "Madre, es mi culpa. No debería haberte dejado sola en casa". Jay emitió un suspiro. Alejandro le había contado lo que había ocurrido cuando estaban en el baño. Su hermano mayor había escapado con su esposa e hijos, dejando a su madre sola en la aldea, para que viviera por su cuenta. Si Colin y Sofía no hubieran ido a la aldea, Zamora quizás ya habría muerto. Tal vez existía una conexión entre ellos. Momentáneamente, Zamora estuvo consciente y llamó a su hijo: "¿Jay... eres tú... ?" "¡Mamá, soy yo, soy yo!" Jay la tomó de la mano. "Padre, no llores. La operación de la abuela fue un éxito, así que podrá salir del hospital pronto. ¿No son buenas noticias?" Alejandro trató de consolar a Jay. Jay secó sus lágrimas. "Sí. Está bien, yo no voy a llorar. ¡Mamá, te lo prometo, pronto estaremos juntos!" "¡Bien, bien!" Zamora sonrió débilmente, aparentemente feliz. Sofía lloraba junto a la puerta, agradecida de que existieran pocas personas alrededor, lo que permitía que su padre y su abuela se vieran.

Sin embargo, no era una solución permanente que su padre fuera catalogado como un loco. ¿Qué podrían hacer ellos? Tres días después de la partida de Colin, Helge entró en la sala de la abuela, hecho que provocó que Sofía se frotara los ojos con incredulidad. "¿Helge? ¿Cómo supiste que estábamos aquí?" Helge sonrió: "Si yo quiero, no es difícil para mí saber dónde estás. Pero para responder a tu pregunta, tu esposo me envió aquí". ¿Mi esposo? "¿Para qué te envió aquí?" "Para nada. ¡Estoy aquí para visitar a la abuela!" Helge dio unos pasos hacia adelante. Detrás de él apareció un hombre que llevaba canastas llenas de tónicos y frutas. Puso todo en la mesa y el hombre se alejó rápidamente. Sofía dijo preocupada, "Eso está bien. Puedes venir aquí tan a menudo como quieras. Pero, ¿por qué trajiste todas estas cosas?" "Es la primera vez que me encuentro con mi abuela y no quería parecer un miserable". Helge mostró una expresión seria, dejando a Sofía sin posibilidad de negarse. "¿Cómo está la abuela? ¿Se ha despertado?" Helge se acercó a la cama, mirando a la anciana cuyos ojos estaban cerrados. Se paró al lado de Sofía. Sofía dijo suavemente: "Mucho mejor. Está durmiendo mucho, pero es de esperar que se recupere". "Esas son buenas noticias. Estoy seguro de que ella estará bien. ¡No te preocupes!" Helge le dio unas palmaditas en el hombro. Sofía sonrió. "¡Creo que será así también!" Sofía esperaba que sus oraciones fueran escuchadas. Helge fue a la sala del departamento de psiquiatría con Sofía después. En el camino hizo una llamada telefónica. Poco después, Sofía notó al mismo hombre de antes, siguiéndolas hasta la habitación de Jay, llevando canastas en sus manos. "¡Hola, soy Helge, vine a visitarte!" Helge le hizo un gesto al hombre para que

pusiera las canastas en la mesa y se fuera, sin esperar a que Sofía dijera nada. Sofía estaba de pie junto a la cama, en el lado derecho, donde estaba la ventana. Sin saberlo, ella acababa de impedir que alguien los observara a través de un telescopio situado en el edificio de enfrente. Jay asintió con la cabeza a Helge. "¡Gracias, Helge!" "De nada. ¡Por favor, pídale a Sofía que me llame en cualquier momento si necesita algo". Helge lo miró y sonrió. Antes de que Helge se marchara, le dio a Sofía una tarjeta con el nombre de Cornelio y su número. Su puesto era el de gerente de la Compañía de Entretenimiento Zhixin. "¿Para qué es esto?" Sofía preguntó. Helge miró a Sofía, fingiendo envidia. "¡Si tan solo fuera una mujer y tuviera un esposo tan bueno como Colin!" Sofá se sonrojó, "¿Qué quieres decir?" "Manten el número en la memoria. ¡Puedes llamarlo para cualquier cosa en el País A! ¡Tu esposo me pidió que te protegiera!" Aparte de esto, Helge quería volver a encontrarse con Colin y preguntarle por qué siempre estaba reuniendo a Colin y a Sofía, mientras rompía su relación con Shelly. Esto parecía injusto. Mirando la tarjeta mientras mostraba una expresión triste, Sofía se tomó un momento antes de responder, "¡Gracias, Helge!" "¿Por qué me agradeces? ¡Deberías agradecer a tu marido!" Helge sonrió. Sofía guardó la tarjeta en su bolso, con una sonrisa en su rostro. "¡Definitivamente voy a agradecerle! ¿Ya almorzaste? ¡Puedo invitarte!" Helge silbó juguetonamente. "No, no lo he hecho". Después, debido al almuerzo que tuvo con Sofía a solas, Helge fue recompensado con enemistad por su amabilidad. Colin le pidió a Shelly que se

mantuviera lejos de él, ignorando lo que le había hecho a Sofía. Helge trató de contener su deseo de pelear con Colin. Tres días después, Sofía fue al Grupo SL en el País A para trabajar. Aunque Colin no estaba allí, tenía mucho trabajo que hacer. Al principio, nadie sabía que ella estaba en la empresa, porque siempre salía del garaje subterráneo y se dirigía directamente al piso 88. Unos días después, todos en la compañía sabían que la esposa del presidente era su secretaria también. Aunque se sentía aburrida, Sofía seguía trabajando duro. Al anochecer, Sofía recibió nuevamente una llamada de Paulo. "Sofía, ¿estás libre esta noche?"

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Capítulo 129 Conveniente para nuestro encuentro privado "Sí. ¿Qué pasa?" La voz de Sofía se redujo a un susurro, mientras mostraba una expresión impasible. "Esta tarde, Dolores y yo tenemos un conflicto. Estoy molesto, y necesito un trago. ¿Vienes conmigo?" "Está bien. ¿Adónde?" Suprimiendo su ansiedad, Sofía respondió. Paulo le dio la dirección. Después del trabajo, Sofía llamó a Wendy, informándole que no cenaría en casa y se dirigió a la dirección que Paulo le había dado. Sin embargo, antes de llegar al lugar, ella había comido algo en el camino, por si Paulo la obligaba a beber. Paulo llegó a la barra a las ocho debido a su altercado con Dolores. Él llegó una hora tarde. Después de atravesar la concurrida pista de baile, Paulo se dirigió hacia un salón privado. Sofía estaba enviando mensajes de texto, pero inmediatamente borró uno cuando lo vio. "¡Sofía, debes haber esperado mucho tiempo!" Después de entrar en el salón, Paulo abrazó a Sofía. Él también quiso besarla, pero Sofía volvió la cara. "¿Cuál es la prisa? Estás de mal humor, ¿no? Pedí algo de vino. Puedes tomar un poco primero". Paulo se sentó junto a ella, su brazo descansaba cómodamente alrededor de su cintura. Sofía realmente quería cortarle el brazo, pero fingió serenidad. "Paulo, ¿Dolores sabe de nuestra aventura?" Sofía tomó una copa de vino blanco de la mesa y se la llevó a los labios. Paulo se tomó la copa de una sola vez. El hermoso rostro de Sofía despertó sus deseos y sin responder a su pregunta, se

arrojó sobre ella. "Sofía, te deseo. Sofía..." Pero Sofía no estaba de humor para esto. Ella ahora necesitaba respuestas. Justo cuando estaba a punto de quitarle la ropa, Sofía lo detuvo y le preguntó de manera coqueta: "Esto concierne a nuestro futuro. ¿Ella lo sabe?" Paulo resopló, tratando de controlar sus emociones. Se alejó de ella y buscó otra copa de vino, terminándola de una sola vez. También sirvió una copa de vino para Sofía, mientras ella enderezaba su ropa y se sentaba. Ella aceptó la copa, y tomó un sorbo. "Dolores no accedió a divorciarse". Sofía vio claramente la culpa en los ojos de Paulo, pero no le importó. "Paulo, quiero estar contigo. ¿Qué vamos a hacer?" Paulo puso un brazo sobre sus hombros. "No te preocupes. Me aseguraré de que ella acceda. Pronto estaremos juntos". Paulo ni siquiera creyó sus propias palabras. El silencio se hizo presente entre ellos, pues ambos estaban muy pensativos. Unos minutos más tarde, Paulo preguntó: "Sofía, ¿amas a Colin?" "No importa si lo amo o no. ¡Ahora que hemos estado juntos, ya no quiero estar con él!" Paulo quedó satisfecho con esta respuesta. "Qué hombre tan estúpido. ¿Cómo pudo Colin dejarte sola en el País A? Pero no me quejo de ello. Es más conveniente para nuestro encuentro privado". "¡Quizás Colin también tiene otra mujer!" Sofía le sirvió otro trago a Paulo. Su propósito era emborrachar a Paulo y luego irse. Paulo tomó otro sorbo. "¡Sofía, te deseo!" Sofía no sabía cómo rechazarlo y sólo dijo secamente: "Aquí no. ¡Consigamos una habitación de hotel!"

Paulo pensó que ella era tímida y estuvo de acuerdo. Unos minutos más tarde, Paulo llevó a Sofía a un hotel. Cuando llegaron, Sofía recuperó su teléfono y marcó un número. Susurrando, ella dijo: "¡Apúrate! ¡La situación se está saliendo de control ahora!" "De acuerdo. Voy en camino". En el piso 13, Paulo abrió la habitación e hizo pasar a Sofía. Cuando él cerró la puerta, el corazón de Sofía dio un vuelco. "Bueno, primero debo ir al baño". Sofía quería dejar el tiempo correr, pero Paulo estaba impaciente. Justo cuando estaba a punto de ir al baño, Paulo la arrojó sobre la cama. De repente, la puerta se abrió y entró Dolores. Dolores se había enfadado, pero cuando vio a Paulo encima de Sofía, su expresión empeoró. Varios guardaespaldas entraron detrás de ella. "Demonios..." Las palabras resonaron en la mente de Sofía. Sin embargo, Sofía sostuvo a Paulo, quien se estaba preparando para levantarse, mirando a Dolores de manera provocadora. "Paulo, la amante está aquí. ¡Tengo miedo!" Mientras Dolores estaba distraída, Sofía tomó secretamente su teléfono y pensaba a quién podía llamar. Como Levi estaba en el ejército, seguramente estaría ocupado. En cuanto a Salvadora, Sofía no creía que ella pudiera ayudarla. Entonces recordó la tarjeta que Helge le había dado. Afortunadamente, ella había guardado el número de él en su teléfono. Paulo trató de levantarse pero no pudo. Él persuadió a Sofía, que estaba avergonzada, "Déjame ponerme de pie, ¿de acuerdo? ¡No temas!"

"¡No! ¡Paulo, temo que Dolores me dé un golpe!" Sin embargo, Sofía tenía curiosidad por saber ¿por qué Dolores seguía enojada parada en la puerta? ¿Por qué ella no caminaba hacia ellos? La atención de Sofía estaba en su teléfono y no se dio cuenta de que había una cámara enfocándolos. Finalmente, Sofía encontró el número de Cornelio. Lo marcó y apagó la pantalla, finalmente liberando su control sobre Paulo. Sabiendo que los periodistas detrás de ella habían capturado las imágenes necesarias, Dolores se los acercó y apartó a Paulo de Sofía. Ella quería golpear a Sofía, pero Sofía la golpeó y la abofeteó. Todos estaban conmocionados cuando se dieron cuenta de que Sofía había abofeteado a Dolores. Cubriendo su cara, Dolores mostró los dientes mientras miraba a Sofía. "¡Hija de perra! Te atreves a seducir a mi esposo. ¡Voy a matarte!" Sofía corrió y se escondió detrás de Paulo, gritando: "¡Ayuda! ¡Paulo, dijiste que lidiarías con esta perra loca!" Paulo se quedó inmóvil, mostrando una sonrisa avergonzada. "¡Dolores, no te enojes! Dolores..." "¡Apártate de mi camino!" Dolores quería golpear a Sofía. Ella no la a iba a dejar salir tan fácilmente. Como Dolores no pudo atrapar a Sofía, ordenó a sus guardaespaldas: "Atrapen a esa perra. ¡Ella será de ustedes esta noche!" "¡Auxilio!" Sofía gritaba mientras se aferraba a la ropa de Paulo. Sin que ellos lo supieran, Sofía estaba enviando una señal de socorro a Cornelio, esperando que él entendiera su situación. Poco después, los dos guardaespaldas atraparon a la débil Sofía. Paulo todavía estaba tratando de razonar con Dolores, "Dolores, Dolores, ¡sólo piensa en lo

que dijo papá!" Sofía miró a la pareja con perplejidad. ¿Qué había dicho Jacinto? Dolores se había dejado llevar por la ira y no le importaba nada. "¡Viólenla!" Obedeciendo sus órdenes, los hombres arrojaron a Sofía sobre la cama. "Dolores, ella es la esposa de Colin. ¡Si haces esto, Colin vendrá por ti!" Cuando mencionó a Colin, agregó combustible al fuego para Dolores. "¡Ese cobarde! Ni siquiera se sobresaltó cuando oyó que su esposa estaba en una habitación de hotel contigo. ¡Él sigue tratando a esta perra como un tesoro!"

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Capítulo 130 Para demostrar la inocencia de todos Al oír lo que dijo Dolores, Sofía estaba un poco confundida. ¿Qué quiso decir ella? ¿Alguien le había dicho a Colin que estuvo con Paulo anoche? ¿Cuándo sucedió? "¿Qué pasa con ella? ¿Es realmente tan buena en la cama que cada hombre que se acuesta con ella se vuelve estúpido?" Cuando Dolores gritó de ira, uno de los guardaespaldas se acercó a Sofía y la presionó sobre la cama. "¡Suéltame!" La pesadilla perseguía a Sofía de nuevo. No pudo evitar recordar lo que sucedió en el País Z la noche que Paulo intentó violarla. Sofía empujó al hombre con todas sus fuerzas mientras le gritaba. Esto lo cogió desprevenido, ya que no esperaba un forcejeo tan violento de una mujer tan débil. Sofía se lo quitó de encima y él cayó al suelo. "¡Ay! ¡Maldita seas, zorra!" El hombre gritó de dolor. Viendo el incidente de su compañero, el otro hombre rápidamente tomó a Sofía. Le dio una bofetada en la cara y dijo: "Si quieres vivir, no luches". En ese momento llamaron a la puerta de forma brusca. "¿Quién es?" Preguntó Dolores irónicamente. "¡La policía! ¡Tenemos que registrar esta habitación!" Dolores parecía asustada y confundida. Ella murmuró para sí misma en shock, '¿Por qué la policía registraría esta habitación?' Aunque desconcertada, pidió a sus guardaespaldas que liberaran a Sofía. Cuando todos se pusieron de pie, Dolores se volvió hacia Sofía y le advirtió: "Si la policía pregunta, dile que estamos hablando de asuntos familiares". Haciendo una mueca, Sofía se acomodó la ropa. ¿Por qué haría ella lo que Dolores le pidió? Un guardaespaldas fue a abrir la puerta. En el pasillo se encontraban un par de

policías, que entraron y echaron un vistazo a la habitación en presencia de los tres hombres y las dos mujeres. Uno de los policías mostró su placa y se dirigió a ellos: "Alguien ha denunciado la entrada de un secuestrador en esta habitación. ¡Todos los aquí presentes serán interrogados en la estación de policía!" El corazón de Dolores se estremeció. Ella sonrió seductoramente y le dijo al policía: "Señor agente, soy Dolores Lien, la Directora Auxiliar del Grupo Lien. Este hombre es mi marido y estos dos son mis guardaespaldas. Oh, y esta mujer es la esposa del señor Colin Li. Ella es mi invitada de honor aquí. Estamos teniendo una pequeña fiesta, eso es todo. Nadie ha sido secuestrado. ¿Quién es la persona que te dio esta información falsa?" El policía parecía convencido. Se volvió, miró a Sofía y le preguntó: "¿Es eso cierto?" Sofía no quería causar muchos problemas. Todo lo que ella quería era estar a salvo. De este modo, tomó su bolso y confirmó: "Sí, soy su amiga. Tal vez alguien le ha dado a la policía información falsa. Así que, para demostrar la inocencia de todos, me iré a casa ahora. Vamos a dejarlo por hoy". Apretando los dientes, Dolores observó a Sofía salir de la habitación con los policías y se maldijo a sí misma. ¡Esta maldita mujer! Los policías y Sofía salieron de la habitación del hotel. Mientras caminaban por el pasillo y entraban al ascensor, el policía al mando dijo de repente: "Señora Li, el señor Song nos envió aquí. ¿Se encuentra bien?" ¿El señor Song? Sofía se dio cuenta de repente de que se referían a Cornelio Song. Ella sacudió la cabeza y respondió: "Estoy bien. ¿Vino el señor Song con usted?" Ella quería agradecerle en persona. El policía asintió. "Sí. El señor Song está esperando en la entrada del hotel". Un BMW nuevo estaba estacionado en la entrada del hotel. Cuando Sofía salió el dueño del auto hablaba por teléfono. Era un hombre sofisticado con gafas y apariencia amable. Tan pronto como vio a Sofía, salió del auto y le hizo un gesto. El instinto de Sofía le dijo que él era Cornelio Song. "Eso es todo por hoy. Sal lo más pronto posible... Bueno".

Colgó el teléfono y se acercó a ella. Hablando con un tono elegante, Cornelio preguntó: "¿Señora Li?" "Sí, soy Sofía. Gracias por su ayuda, señor Song". Se estrecharon las manos cortésmente. Cornelio sonrió. "De nada, señora Li. ¿Puedo llevarla?" "No hace falta, gracias. Tengo mi coche aquí. Por favor, no lo rechace si algún día le pido a mi esposo que lo invite a cenar". Sofía respondió educadamente. Cornelio asintió. Después de ver a Sofía subirse al auto y alejarse, recuperó su teléfono y marcó el número de Colin. "Señor Li, la señora Li se ha marchado". "¿Cómo se ve ella? ¿Está herida?" Colin se masajeaba las sienes palpitantes mientras le preguntaba. "No, ella está ilesa. Cuando recibí la llamada rápidamente ordené a varios policías que se dirigieran al hotel. Todo se veía bien cuando sacamos a la señora Li de ahí". Cuando el auto de Sofía desapareció de su vista, Cornelio se recostó. "Ya veo. Gracias". Colin colgó el teléfono y comenzó a pensar en las fotos que Dolores le había enviado. ¿Qué quería Sofía? ¿Por qué estaba de nuevo con Paulo? Podría haber comenzado otra investigación, pero no quiso. Incluso si hubiera visto la foto donde Paulo y Sofía se estaban besando, no habría creído que fuese cierto. Él preferiría creer que la foto se había tomado desde un ángulo desde el cual parecía que se estaban besando. En el Hotel Dolores abofeteó a Paulo. Y gritó: "Paulo Tai, ¡¿esto es lo que me haces a cambio? !" "¡Cariño! ¡Puedo explicarlo! ¡Y no olvides lo que dijo papá!" Paulo se frotó la mejilla e hizo una mueca.

Dolores paseaba enojada por la habitación. Ella volvió a gritar: "¿Por qué demonios te eligió mi padre? Incluso si tienes un pasado con Sofía, hay muchos hombres en el mundo. ¡Llamaré a mi padre ahora mismo!" Dicho esto, Dolores marcó el número de Jacinto. "Papá, no entiendo. ¿Por qué tienes que usar a Paulo contra Sofía? Puedes elegir a otro hombre... ¿Por qué él?" Jacinto respondió con calma: "Te lo he dicho muchas veces. Sofía estaba enamorada de Paulo antes. Él sería nuestra arma contra Sofía". Pero Paulo no era su única arma. En ese momento, frente a Jacinto, se sentó la mejor RR.PP. del Grupo Lien, Maita Duanmu. "¡Pero él es mi marido! ¡No puedo tolerar que se acueste con otras mujeres! De todas formas, les he tomado fotos en la cama. Difuminaré la cara de Paulo y las enviaré a los medios de comunicación". Desde el momento en que las fotos de la señorita Li durmiendo con otro hombre se hicieran públicas, sería despreciada por todos. Jacinto negó con la cabeza. "No, no hagas eso. Es solo el comienzo. No hagas nada apresuradamente o arruinarás nuestro plan". Al oír eso, Dolores protestó frustrada. Fue solo después de que Jacinto la consolara por bastante tiempo cuando ella, a regañadientes, reprimió su ira. Después de que ella colgara, Paulo la abrazó. "¿Ves, cariño? Yo tampoco quiero hacerlo. No tienes idea de lo mucho que estoy sufriendo. Cada vez que veo la cara de Sofía tengo ganas de vomitar porque ella se ha acostado con tantos hombres..." Dolores lo miró dubitativamente y le preguntó: "¿Lo dices en serio?" "Sí, cariño, todo lo que dije era verdad. Eres la única mujer que amo en este mundo... Pero tenemos que mordernos la lengua. No nos metamos con los planes de papá ahora". Dolores asintió de mala gana. A pesar de que no le permitieron enviar las fotos comprometedoras a la prensa, aún podía hacer muchas otras cosas para destruir la relación de Sofía y Colin.

Si estas fotos no fueran suficientes para convencer a Colin, ella reuniría otra evidencia y se la entregaría. "Cariño". De pronto, Dolores abrazó a Paulo por la cintura. Paulo la abrazó inmediatamente y le preguntó: "¿Qué pasa, cariño?" "¿Cuándo la invitarás a salir otra vez?" Dolores preguntó con una sonrisa de lo más espantosa. Al escuchar sus palabras, Paulo se quedó completamente en shock y permaneció en silencio. "Amor, si no estás dispuesto, no te obligaré". Paulo sacudió apresuradamente la cabeza. "No, cariño, estoy dispuesto a hacer todo por ti". Desde luego que estaba dispuesto, era otra oportunidad para él de encontrarse con su Sofía de nuevo. En la Mansión de Lien Jacinto colgó el teléfono. Miró a la encantadora mujer que estaba sentada frente a él y continuó: "Puedo ofrecerte la suma de dinero que quieras siempre y cuando te metas en la cama de Colin". Acariciando sus uñas perfectamente cuidadas, Maita Duanmu sonrió y dijo: "Señor Lien, he oído que el señor Colin Li es un hombre perfecto. No parece estar interesado en mujeres al azar. Por otro lado, él es miembro de la familia Li. ¿Crees que las mujeres como yo tenemos la oportunidad de acostarnos con él?"

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Capítulo 131 ¿Por qué aún no estaba embarazada El Clan Li era una importante familia asentada sobre proezas militares. Los miembros de la familia servían en el ejército como altos funcionarios. Aunque era una experta en el campo de las relaciones públicas, no tenía la confianza para ganarse el corazón de Colin. "Pero le gustan los desafíos, señorita Duanmu. Y si tiene éxito, le daré el dos por ciento de las acciones de Lien y cincuenta millones de dólares en efectivo". Nadie podía resistirse a un dinero tan fácil. Cuando se enteró de la generosa recompensa, Maita se detuvo un momento y dijo: "Pero Colin Li tiene esposa y escuché que su vínculo es fuerte". Jacinto sonrió. "Hay un viejo refrán que dice que cualquier pareja de amantes puede ser dividida siempre y cuando la rompas con la mano correcta". "Muy bien. Ya que ha depositado su confianza en mí, señor Lien, no le decepcionaré. Pero quiero un uno por ciento más de las acciones de Lien y que la mitad de los cincuenta millones de dólares me los pague ahora en efectivo. Los veinticinco millones restantes y las acciones me lo puede entregar después". Tanto si prosperaba como si no, hacer esto arruinaría su reputación. Las condiciones de Jacinto no eran lo suficientemente buenas para ella. Sin dudarlo, Jacinto respondió: "Acepto. Mientras se asegure de que se divorcian, será recompensada generosamente". "Gracias, señor Lien". Ahora, además del sacrificio de su yerno, también le había costado a Jacinto una fortuna distanciar a Colin y Sofía. Pero le dedicó una sonrisa triunfante. Cuando Sofía llegó a casa, Colin la llamó. Ella sacó su teléfono y respondió con una sonrisa en su rostro: "¿Cariño?" Colin también sonrió cuando escuchó la alegre voz de Sofía. Pero pensando en su propósito, rápidamente cambió su tono. Fríamente preguntó: "¿Cómo te fue la noche con Paulo Tai?"

Sofía desvió la mirada. Un poco nerviosa, respondió con cautela: "Estuvo bien. Antes de que Paulo pudiera hacer algo, Dolores y dos hombres irrumpieron en la habitación del hotel. Llamé, entonces, al señor Song para pedirle ayuda y envió a varias personas para rescatarme. ¡Estoy ilesa, Colin, y lo juro! ¡Todo lo que dije era verdad! ¡No hay nada entre Paulo y yo!" Sofía respondió honestamente. Al oír eso, Colin suspiró. "Sofía, cuando no esté cerca, no hagas ni les digas nada a ellos. Volveré enseguida. Y cuando vuelva, te acompañaré en lo que sea que quieras hacer". No le preocupaba que Sofía lo engañara, pero temía que Paulo pudiera aprovecharse de su comportamiento imprudente. Sofía permaneció en silencio por un rato. Ella haría lo que Colin le había recomendado. Mientras Paulo permaneciera fuera de su vista, no volvería a contactar con él. "No lo haré más". "Bueno. ¿Cómo te fue en el trabajo? ¿Ya te has acostumbrado a la rutina del País A?" "Me fue bien. Todavía estoy haciendo el mismo trabajo aquí. Guilla preparó un espacio tranquilo para mí sola". De hecho, ella no quería nada especial desde un comienzo. Pero Guilla le dijo que era idea de Colin, así que aceptó el plan. Colin sonrió. "Suena genial. Siempre te han gustado los espacios tranquilos. Cuando vuelvas al País A, puedes mudarte a mi oficina. Entonces, podremos ir y volver juntos del trabajo. ¿Qué te parece?" Dicho esto, ambos comenzaron a imaginarse el futuro. "Me gusta mucho la idea. Un beso, cariño". Colin gritó: "¿Qué? ¿Me estás seduciendo?" Sofía sonrió satisfecha. "Por supuesto que no, pero si así lo crees no te privaré del placer". Ella no estaba a su lado ahora, por lo que era libre de decir cualquier cosa. Entusiasmada, Sofía continuó. "Cariño, ¿por qué no estás cerca de mí? ... Ahora

tengo que dormir sola... Estoy tan aburrida... Ven y juega conmigo..." Colin apretó los dientes. "¡Sofía Lo! ¡Cómo te atreves a provocarme así! ¡Te enseñaré cómo comportarte cuando regrese!" Al escuchar eso, Sofía se rió. "Por supuesto, señor Li, ¡le estaré esperando!" Pero de repente sintió que algo estaba mal. Saltó de la cama y rápidamente le dijo a Colin: "Lo siento... Colin, tengo que irme. ¡Adiós!" Parecía que le iba a bajar el periodo. Colin murmuró y colgó el teléfono, mientras que Sofía se apresuró a ir al baño. Vio sangre. Colin pensó que ella estaba siendo melodramática. Las personas eran propensas a ser melodramáticas cuando se sentían incómodas. Al día siguiente, Sofía se tomó el día libre. Dando vueltas y retorciéndose de dolor, pensó en Colin y marcó su número. Cuando llamó Sofía, Colin estaba en una reunión. Él miró el identificador de llamadas y luego dijo con calma: "Mañana iré al País A. Por favor, discúlpenme. Tengo que atender esta llamada. Pueden seguir hablando". Salió de la sala de conferencias, recorrió el pasillo y se paró frente a una ventana con el teléfono en la mano. Mirando hacia afuera, respondió: "¿Sí? ¿Por qué me llamas? ¿Me extrañas?" Sofía resopló y sollozó: "Sí. Quiero que me abraces". Colin sintió que algo andaba mal. "¿Qué ocurre?" "¿Qué otra cosa podría ser? Me bajó la regla de nuevo... Me duele". Estaba tan decepcionada. Ella pensó que se había recuperado. ¿Por qué aún no estaba embarazada? A Colin le dolía el corazón cuando la oía sollozar. Dijo suavemente: "No llores. Eres mi niña buena. Le pediré a la señora Zhang que haga un poco de sopa de

azúcar morena para ti". La señora Zhang era una sirvienta que trabajaba en la Mansión Li. La anterior sirvienta renunció por asuntos familiares, así que la señora Zhang fue contratada en su lugar. Sofía encontró un poco de alivio por la suave voz de Colin: "Pero ahora me siento mejor. Debería haberte llamado antes". Colin se rió entre dientes. "No sabía que soy un analgésico". "Por supuesto, y eres más poderoso cuando me abrazas". Sofía dijo con picardía. Al oír eso, Colin casi no pudo contener su lujuria. Apretó los dientes y rechinó: "Sigue coqueteando conmigo y sufrirás las consecuencias". Sofía sonrió, ansiosa por recibir los castigos. Tal vez debería visitarle, ya que él estaba muy ocupado con el trabajo. Al darse cuenta de lo que estaba pensando, Sofía se sorprendió. El poder del amor era tan invencible. Podía hacer incluso que viajara miles de millas para ver a alguien a quien extrañaba. "Por supuesto, estoy deseando". La idea de ir a ver a Colin se metió firmemente en su mente. Después de su conversación con Colin, Sofía se quedó dormida. Medio dormida, de repente escuchó a la señora Zhang llamando a su puerta. "Señora Li". Después recordó que Colin había dicho que le pediría a la señora Zhang que hiciera un poco de sopa de azúcar morena para ella. "Por favor, entra." Ella se sentó en la cama. La señora Zhang abrió la puerta y entró con una taza de sopa de azúcar morena en la mano. "Señora Li, el señor Colin me pidió que hiciera un poco de sopa de azúcar morena para usted". Con una sonrisa en la cara, la señora Zhang le entregó la sopa a Sofía. "Gracias, señora Zhang". La sopa estaba servida a la temperatura adecuada.

Sofía tomó un sorbo. La señora Zhang sacudió la cabeza. "Señora Li, ¿está sufriendo de dismenorrea? La solución es muy sencilla. Tan pronto como dé a luz al hijo del señor Colin, se curará". ¿Eh? Sofía le dirigió una mirada inquisitiva. La señora Zhang era una mujer de unos treinta años y también una excelente empleada del servicio doméstico. "Es verdad. Con todas las mujeres que conozco pasa lo mismo. No vuelven a sufrir dismenorrea después de parir". "Pero... Lo mío fue a causa de un accidente, y todavía persisten las secuelas... ¿Funcionaría igualmente?" Escuchando las palabras de la señora Zhang, repentinamente anhelaba tener un bebé. La señora Zhang se quedó muda ante la pregunta de Sofía. Ella dudó. "Realmente no lo sé, pero tener un bebé desde luego no empeorará la condición. Estoy segura de que, tarde o temprano, tendrá uno con el señor Colin". Eso era verdad. "Gracias, señora Zhang". Sofía se bebió la taza de sopa. "Un placer, señora Li". Después de que la señora Zhang saliera con la taza vacía, Sofía reflexionó sobre lo que había dicho. ¿Y si funcionara? Sacó su teléfono y marcó el número de Wade Ji. Del otro lado se escuchó su voz: "Señora Li, ¿está buscando al señor Li? No estoy con él en este momento. Estoy fuera por negocios". "No, quiero saber el horario de Colin para principios del próximo mes, señor Ji". ¡Tenía que preparar un plan! Era mediados de mes. Ella comenzaría a ovular a principios del próximo mes. "Por supuesto. Le enviaré una copia". Wade respondió amablemente.

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Capítulo 132 ¿Debería ir ella a los Estados Unidos "¿Te importaría no decirle a Colin que pedí esto?". Sofía no quería que su sorpresa se arruinara. Aunque estaba desconcertado, Wade todavía prometió, "Está bien". Sofía colgó el teléfono. Unos minutos más tarde, ella recibió un correo electrónico del horario de Colin para el siguiente mes. Mirando la apretada agenda, Sofía se compadeció de Colin. De acuerdo con la agenda, Colin estaría visitando la sucursal estadounidense de la compañía a principios de ese mes. Y la visita duraría cuatro días. ¿Qué haría ella? ¿Debería ir ella a los Estados Unidos? Casi instantáneamente, ella decidió ir. Ella podría pedir en secreto unas vacaciones y sorprenderlo. Al asentar su decisión, Sofía apagó su teléfono y se quedó dormida. Desde entonces, Sofía comenzó a contar los días, que le parecieron años. En el País Z. Wade llamó a la puerta de la oficina del presidente. "Señor Li, es hora de ir a la fiesta". "Bueno, está bien". Colin firmó el último contrato y lo puso en un lado de la mesa con los demás. "En cuanto a la compañera femenina...". Wade vió a Colin un poco vacilante. Colin recogió su chaqueta. "¿Quién sigue estando ahora en la sala de secretaría?". "La señorita Tao".

"Entonces ve y pídele a la señorita Tao que me acompañe". Poniéndose la chaqueta, Colin se dirigió al salón. "Está bien, señor Li". En el Hotel Internacional Ruby. Autos de lujo cruzaron la entrada principal, dejando ver a celebridades bien vestidas y grandes pelucas, una tras otra. Al ver que un Rolls Royce negro iba hacia la parada en la entrada, el gerente general del FW caminó rápidamente hacia él. El conductor salió del auto y abrió la puerta trasera. Surgió el hombre que llevaba zapatos marrón oscuro. Él estiró su mano derecha para ayudar a su compañera a salir del auto. "¡Señor Li, bienvenido!". El gerente general se inclinó respetuosamente. Colin asintió levemente, "¡Hola, señor Zhang!". "¡Por aquí, por favor!". El señor Zhang inmediatamente guió el camino hacia el hotel. En el salón de banquetes, en el primer piso, muchos empresarios destacados estaban allí. Notando la llegada de Colin, ellos se reunieron alrededor para saludarlo. Serena sujetó el brazo de Colin y continuó sonriendo. Después de saludar a Quiel Xu, el gerente de FW, Colin tomó el regalo que Serena estaba llevando y se lo entregó a Quiel. "Señor Quiel, aquí hay un regalo para usted. ¡Felicitaciones a FW! Deseándole un viaje próspero en esta empresa". Quiel estaba bastante feliz. "Es un placer recibir tal bendición del señor Li. ¡Gracias!". Después de que Quiel se fue, Colin pronto fue rodeado por más personas. "Señor Li, yo soy Lon Li, el presidente del Grupo Segundo".

"Señor Li, no nos habíamos visto en mucho tiempo. He oído que recientemente ha sido bendecido tanto en su carrera como en su vida sentimental". "¡Sí! ¡Felicitaciones al señor Li!". "Felicidades...". Frente a los cumplidos, Colin siguió sonriendo y cortésmente les agradeció a todos. ... ... Del otro lado, una mujer con un vestido azul de noche prestó atención al hombre rodeado por la multitud. Para ella, él era el espécimen perfecto. Era amable, noble y generoso. Ella no pudo evitar comérselo con los ojos, sin vergüenza. Cuando comenzó la fiesta, Colin se dirigió a Serena, "Espérame aquí. Necesito ir al sanitario de hombres". "¡Está bien, señor Li!". Caminó entre la multitud y fue al baño. Después de unos minutos, tiró las toallas de papel que había usado y caminó hacia el salón de banquetes. Justo cuando había doblado la esquina, una mujer corrió hacia él y chocó en sus brazos. "¡Ayuda!". El pesado perfume que ella llevaba puesto hizo que Colin frunciera ligeramente el ceño. Alejó a la mujer para mirarla más de cerca. Llevaba un elegante vestido azul oscuro, con un maquillaje inmaculado que atenuaba sus rasgos faciales. Ella tenía un lápiz labial de color chocolate en sus labios, que dejó una huella en el cuello de su camisa blanca cuando ella se impactó con él. Pero Colin no se dio cuenta de eso. "¡Señor, ayuda!". Colin estaba a punto de ignorarla, pero ella lo abrazó con

fuerza. En ese momento, dos hombres, vestidos con trajes negros caminaron hacia ellos. "Ella está en algún lugar de aquí, ¡no la dejes escapar!". La mujer tiró de Colin y huyó a una habitación privada a pocos metros de distancia. Antes de que Colin pudiera rehusarse, ella cerró la puerta. "Vi a alguien entrando a la habitación privada. ¡Vamos a revisar allí!". Entonces, la puerta de la habitación privada se abrió. Colin apartó la mano de la mujer y bloqueó la puerta entreabierta. Mirando hacia afuera, dijo, "¡Ocupado!". Los dos guardaespaldas retrocedieron un paso y se miraron entre sí, bajando rápidamente la cabeza. "Señor Li, ¡discúlpenos por molestarle! ¡Nos vamos ahora mismo!". Los guardaespaldas se fueron. Colin encendió la luz de la habitación y miró a la mujer que estaba escondida en la esquina. "Está bien. ¡Ellos se han ido!". "¡Gracias, señor Li!". Maita dibujo una sonrisa encantadora y le agradeció con una voz suave. Sin devolverle la mirada, Colin se dio la vuelta y se alejó. Maita salió de la habitación privada. Ella lo observó con una sonrisa complaciente en el rostro de ella mientras él se alejaba. Al día siguiente, Sofía recibió una foto de la camisa de Colin con una impresión de labios en ella. Sofía miró el perfil del hombre y la obvia impresión de labios en su cuello. Ella respondió al extraño con sus manos temblando. "¿Quién eres tú?". "¿Quién soy? No necesitas saber eso. Solo necesitas saber que Colin tiene muchas parejas sexuales". ... ... "¿Por qué crees que yo le creería a un extraño?". Ella respondió rápidamente.

"Es tu decisión". Entonces, Sofía recibió más fotos. Colin sostenía a una mujer con un vestido azul en sus brazos. Ellos parecían haber entrado juntos a una habitación privada. Cuando la mujer salió, su cabello estaba desordenado. Las fotos claramente apuntaban al hecho de que algo tuvo que haber sucedido. Sofía miró las fotos durante mucho tiempo. No sabía si debía preguntarle a Colin qué había sucedido. Más tarde, Sofía decidió guardar silencio. Pero ella no borró las fotos. Después de esperar mucho, se acercó el siguiente mes. Sofía reservó en secreto un boleto para los Estados Unidos. Al llegar a los Estados Unidos, Sofía llamó a Wade para preguntarle específicamente si Colin había ido a la oficina. Wade dijo que sí, y le dio la dirección temporal del departamento de Colin. Ellos no se habían visto durante medio mes. Cuando entró en el apartamento de Colin, Sofía se sintió emocionada. Sin embargo, Colin no estaba en el apartamento. Según Wade, Colin todavía estaba en una reunión. En el Hotel Internacional Simón. Estaba lloviendo fuertemente afuera. Los botones y porteros sostenían sombrillas para los huéspedes del hotel cuando salían. "Señor Li, espere un momento. Lamento molestarle, pero surgió algo y me tengo que ir. ¿Podría por favor darle un aventón a la señorita Duanmu?". El joven de cabello rubio y ojos azules se disculpó y le preguntó a Colin. Colin le preguntó a la mujer que estaba a su lado: "¿A dónde vas?". Maita le dio una dirección. Colin asintió con indiferencia. "Jose, atiende tus asuntos. Me llevaré a la señorita Duanmu".

Jose miró a Colin con gratitud: "Muchas gracias, señor Li. ¡Tengo que irme ahora!". Pronto, todos en la reunión entraron a sus autos. Maita se sentó en el asiento delantero de co-piloto del automóvil de Colin. "¡Lamento molestarlo, señor Li!". Colin arrancó el auto. "No hay problema".

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Capítulo 133 Estoy casado. La intensidad de la lluvia aumentó con el tiempo. Poco después, Colin se detuvo frente al apartamento de Maita. Ella intentaba quedarse unos minutos más con Colin. "Bien, señor Li, ¿lleva un paraguas? No se permite que su auto entre en mi apartamento. ¿Qué le parece prestarme un paraguas para que yo pueda entrar andando?". Colin pensó por un momento y miró la fuerte lluvia afuera del auto. "Necesito traer un paraguas de mi casa. Entonces así ya puedo llevarle a su apartamento". Después de cinco minutos, Colin estacionó su auto en el estacionamiento subterráneo de su apartamento. "Señorita Duanmu, por favor espéreme. Regresaré en un momento". Maita sostuvo de inmediato el brazo de Colin, mirando a su alrededor con pánico. "Señor Li... Tengo miedo de estar sola... ¿Puedo ir con usted?". Mirando las manos que ella le había puesto en el brazo, Colin se las quitó y dijo en voz baja: "Está bien". "Gracias, Señor Li... Bueno... ¿Puedo llamarle Colin?". Maita arregló su largo cabello y le preguntó con cautela. Colin sonrió gentilmente. Sin miedo a ofenderla, él respondió: "Solo somos compañeros de trabajo. Puede llamarme de la misma manera que lo hacen otros colegas". Pero Maita no se enojó. Ella se mordió el labio inferior y dijo: "Em, señor Li, ¿está actuando con indiferencia hacia mí porque usted tiene esposa?" Maita, en tacones altos, trotó junto con Colin. Colin no lo negó y enfatizó: "Sí. Estoy casado". Mirando el perfil de Colin, el corazón de Maita latía rápido. No era de extrañar que tantas mujeres dijeran que Colin era un hombre extraordinario. Él era educado y amable. Lo más importante era que era un magnate con gran poder en el País A.

Si una mujer pudiera casarse con un hombre así, viviría una vida extravagante. Además, nadie se atrevería a acosar a la mujer de Colin. Entraron en el ascensor y Colin presionó el botón hacia el segundo piso. Cuando abrió la puerta de su apartamento, una fragancia familiar le dio la bienvenida. Colin se detuvo un poco. ¿Por qué olía a Sofía? No, debía ser su imaginación porque él la extrañaba mucho. Él había querido ir a visitarla, pero nunca tuvo tiempo. Después de la cena, Sofía estuvo matando el tiempo en el apartamento y esperó a Colin. Finalmente, a las 12 en punto, su espera terminó cuando la puerta del apartamento se abrió. No fue hasta entonces que Sofía se dio cuenta de que estaba lloviendo mucho. Sin embargo, ella no estaba de humor para apreciar la lluvia. Ella abrió silenciosamente la puerta de la habitación y vio a Colin cambiándose los zapatos. Pero cuando vio a la mujer a su lado, sus expectativas, emoción y alegre humor se disiparon. "¡Por favor, entra!". Colin sacó un par de zapatillas desechables para Maita, planeando dejarla esperar en la sala de estar. Sin embargo, la mujer que estaba en la puerta de la habitación le dio mucha sorpresa. Se quedó increíblemente quieto. "Sofía". Casi instantáneamente, Colin se dirigió hacia Sofía. La sorpresa en su rostro era una espina en los ojos de Sofía. Sofía apartó su cálido abrazo. Perplejo, Colin miró a Sofía. Siguiendo sus ojos, él de repente recordó a Maita. "Cariño, este es el cliente de nuestra compañía. Como está lloviendo afuera, vine para prestarle un paraguas".

Mirando con indiferencia a la mujer en la puerta, Sofía la reconoció. Ella era la mujer de la foto. Maita planeó involucrarse con Colin, pero no esperaba ver a Sofía. Ella sonrió seductoramente y le preguntó: "Señor Li, ¿quién es esta dama?". Colin tomó las manos de Sofía y presentó a Sofía ante Maita: "Ella es mi esposa Sofía. Sofía, ella es Maita Duanmu". "¡Gusto de conocerla, señora Li!". Aunque Sofía estaba molesta, todavía asintió educadamente. "Encantada de conocerla, señorita Duanmu". "Señorita Duanmu, por favor espere un momento. Traeré el paraguas para usted", dijo Colin, mientras caminaba hacia la sala de almacenamiento. Sofía miró a Maita y le preguntó: "¿No estaba usted en el País Z?". Maita se rió entre dientes: "¡Me encontré con el señor Li en los Estados Unidos!". Aunque Maita dijo que fue un encuentro, tanto Colin como Sofía no sabían cuánto esfuerzo habían hecho Jacinto y Maita para que esto sucediera. Poco después, Colin regresó y le entregó el paraguas a Maita. "Señorita Duanmu, ya que mi esposa está aquí, no la acompañaré de vuelta. ¡Lo siento!". Por cortesía, él había planeado acompañarla a su apartamento, pero no podía dejar sola a Sofía. Sofía parecía malinterpretar lo que estaba pasando y él necesitaba explicárselo. "Está bien. ¡Gracias Señor Li!". "Señora Li, nos vemos". Acomodando su largo cabello rojo, Maita se cambió los zapatos y abandonó el departamento de Colin sin decir una palabra más. Cerrando la puerta detrás de ella, Colin regresó y abrazó a Sofía, envolviéndose en su aroma. "Cariño...". Sofía empujó lejos a Colin. Con indiferencia, ella miró al aturdido Colin.

"Sofía, por favor, no me malinterpretes. Vine aquí a buscar un paraguas para ella. Nada más". "Siento que no debería haber venido a los Estados Unidos". Ella no pudo evitar pensar así. Colin abrazó a Sofía de nuevo. "¿Estás loca, de qué estás hablando? ¡Me alegro de verte!". Él la besó pero ella no le correspondió. Sofía todavía quería alejarlo, pero Colin no la dejó. "¿Crees que soy ese tipo de hombre?". Por supuesto que Sofía entendió a qué se refería él. ¡Qué desgracia! Ella creía en Colin, pero aún le preocupaba que él no pudiera contenerse. Sofía no dijo nada. Su cabeza corría de pensamientos. En el fondo, ella sabía que debía confiar en que él le estaba diciendo la verdad. Colin la besó de nuevo. "Cariño, nunca más traeré a ninguna otra mujer a casa, ¿de acuerdo?". "¿Nunca la traerás a casa? ¿Qué tal llevarla a un hotel?". Sofía aprovechó una falla en sus palabras. Colin se rió con impotencia. Él puso sus manos sobre sus hombros, mirándola. "Sofía, ¿confías en mí?". Mirando hacia sus ojos sinceros, Sofía lo abrazó. Colin comenzó a besarla. Ella cerró los ojos para sumergirse en su apasionado abrazo. Lentamente se dirigieron a la habitación. "Sofía, ¿esto es una sorpresa para mí?". "Sí, ¿te gusta?". Ella no pudo evitar sonreír. Ella también quería quedar embarazada y darle una sorpresa más grande.

"¡Por supuesto!". Colin no habló. Él la abrazó y pronto la habitación se llenó de sus apasionados gemidos mientras hacían el amor. Debido a que estaba demasiado cansada, Sofía no se despertó hasta el día siguiente por la tarde. Colin le pidió que lo llamara cuando se despertara, ya que él planeaba pedirle a alguien que le llevara comida. Pero Sofía no quería molestarlo. Después de ducharse, salió del apartamento. Ella comió algo de comida rápida cerca y mataba el tiempo, esperando que el día se convirtiera en noche.

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Capítulo 134 Me gustan mucho A las seis de la tarde, Sofía vagaba sola en una calle donde vendían aperitivos. Mientras cenaba en una tienda de bocadillos, su teléfono sonó repentinamente. Sofía respondió: "¿Cariño?". "¿Cuándo te despertaste?". Colin se sorprendió. Pensó que todavía estaba en casa tratando con su diferencia de hora, pero al escuchar la conmoción al otro lado del teléfono, se dio cuenta de que estaba en una calle. "Hace unas horas. Después de que me desperté, salí''. Sofía se comió el último bocado, se limpió la boca con un trozo de servilleta y arrojó el envoltorio a la basura. "¿Dónde estás ahora? Yo te recogeré''. Colin había manejado todo su trabajo tan rápido como podía para pasar tiempo con ella. Sofía levantó la cabeza y miró a su alrededor. Con una sonrisa, le respondió: "Bueno, acabo de ver un edificio emblemático. Se leía: El Grupo SL''. Parecía que estaba tan cerca de él. En el estacionamiento subterráneo, Wade le abrió la puerta a Colin. Después de que Colin entró, Wade se dirigió al asiento al lado del conductor y encendió el auto. Apoyado en el respaldo de su asiento, Colin habló por teléfono: "Supongo que ahora estás en la calle de los bocadillos''. A menos de un kilómetro de distancia del Grupo SL, había una calle de aperitivos chinos donde los propietarios de las tiendas ofrecían diferentes tipos de bocadillos y manjares. Sorprendida, Sofía le preguntó: "¿Cómo sabes dónde estoy? ¿Enviaste gente para que me espíe?''. Colin se rió entre dientes. Helge le dijo una vez que todas las mujeres eran gourmets. Parecía que su Sofía también era una de ellas. "Por supuesto que no. Puedes esperarme en la esquina. Llegaré ahí en unos minutos''.

"¡Bueno!". Después de que colgó el teléfono, Sofía compró una taza de té con leche. Tomando un gran sorbo, murmuró de placer. Por una vez en su vida, finalmente pudo dejar de lado todo el odio y los problemas y ser feliz y despreocupada. Cinco minutos después, un automóvil Bentley negro se detuvo a su lado. Wade salió del asiento del conductor y la saludó de manera cortés: "Señora Li''. Sofía le mostró una sonrisa: "Encantada de verte otra vez, señor Ji''. Wade le abrió la puerta. Pero cuando Sofía se preparó para entrar, vio un gran ramo de flores. Sonriendo, Colin sostenía en su mano un ramo de rosas de color azul rojizo. Al ver eso, el corazón de Sofía casi saltó fuera de su garganta. La joven lo miró aturdida. ¿Estas flores eran para ella? Con un abrigo liviano de color crema y una bufanda de seda de colores variados, Sofía se quedó asombrada. Y en los ojos de Colin se veía hermosa, incluso con la mirada aturdida en su rostro. Ante la mirada envidiosa de todos, Colin salió del auto, caminó hacia Sofía y le dio un beso en los labios. Luego puso el ramo de noventa y nueve rosas de color azul rojizo en sus brazos. Emocionada, los brazos de Sofía se sentían como gelatina. Casi dejó caer las flores al suelo, pero Colin la ayudó. El joven también agarró la taza de té con leche de sus manos. "Sofía...''. Colin la llamó con gran afecto y trató de alejarla de su ensoñación. Sin embargo, Sofía estaba en blanco. Lo miró y asintió con la cabeza, sin darse cuenta de que él le estaba hablando. Gratamente sorprendida, casi lloró. Nadie le había regalado tantas flores en su

vida. "Sofía, ¿te gustan?". Le acarició las mejillas con la mano y Colin le preguntó en voz baja. Cuando pasó por una florería por la mañana, vio a una pareja que discutía sobre algunas flores. La mujer las quería, pero el hombre no quería gastar dinero en flores. La pareja que discutía le recordó a su Sofía. Se preguntaba si estaría contenta si le compraba algo. Y ahora ella le había demostrado que estaría feliz. Sofía se recuperó de la conmoción, sonrió y le rodeó el cuello con los brazos: "Me gustan mucho...''. Se paró de puntillas y lo besó. Sosteniéndola con fuerza, Colin la estrechó entre sus brazos y la besó apasionadamente. Era bastante común ver a los amantes besándose en los Estados Unidos. Muchos transeúntes incluso silbaron y los aplaudieron. Además, muchas mujeres miraban al auto de lujo con envidia y fantaseaban con cómo el hombre elegante podría ser su amante. Wade se sentó en el asiento del conductor principal y trató de no mirar su intimidad. Luego sacó su teléfono y tomó una foto de ellos besándose. Wade oscureció la imagen y bajó el contraste. Ahora los rostros de Colin y Sofía no se podían ver claramente, pero eso se reflejó el diseño artístico que emitía un aura romántica. Se conectó a su cuenta de Twitter y publicó la foto en línea junto con un texto que decía: "La lluvia fría cayó sobre mi cara, pero mi corazón se sintió más frío.

No me atreví a desviar la mirada ya que era mi jefe el que mostraba amor en público". Wade era el secretario privado de Colin. Varios periodistas también lo siguieron en Twitter. Cuando actualizó este nuevo estado, muchos de ellos se dieron cuenta y comenzaron a preguntarle quiénes eran los que se besaban en la foto. "¿Eran el señor y la señora Li?''. Algunos incluso le enviaron mensajes privados. Wade ignoró todos los comentarios y preguntas. Decidió dejarlo eso a su imaginación. Después de varios minutos, Colin y Sofía finalmente se separaron de su beso. Colin la llevó a Sofía nuevamente hasta el auto y le preguntó: "¿Quieres comer algo más?". Sofía dejó el ramo a un lado y se frotó el estómago con una mano. Luego le confirmó: "Sí, todavía hay un poco de espacio en mi estómago''. "Bueno. ¿Qué tal si cenamos en casa? Quiero comer algo hecho por tus manos''. Desde que la vio, Colin sintió un repentino deseo por su comida casera. "Suena genial''. Sofía respondió alegremente. Cuando le sonrió, incluso las rosas palidecieron en contraposición. Antes de regresar a casa, compraron algunos ingredientes en el supermercado. En casa, Colin recuperó un nuevo delantal y se lo ató alrededor. Luego la sostuvo de la cintura a Sofía por detrás: "Gracias, querida''. Sofía sonrió: "¿Por qué me agradeces? Es solo una cena. Puedes esperar en la sala de estar. Te avisaré cuando la cena esté lista''. Colin regresó a la sala de estar, encendió su computadora portátil y se preparó para leer algunos documentos relacionados con el trabajo antes de cenar. Pero la mujer que trabajaba en la cocina atrajo su atención. Esta vez, no podía concentrarse en el trabajo. Sofía lavó las verduras y las dejó a un costado. Sacó una papa y comenzó a

pelarla. De repente, un hombre la abrazó por detrás. Asustada, Sofía casi le aplastó la papa en la cabeza a Colin totalmente conmocionada. Se quejó: "¡Dios! Me asustaste''. "¿Hmm?". Colin la besó: "Oí decir que la cocina no es solo para cocinar. Otras cosas interesantes también podrían suceder en ella''. La cara de Sofía se sonrojó: "¡Vuelve a la sala! ¿No tienes hambre?''. Colin colocó una mano en su cintura y apagó el gas con la otra mano. "Sí, tengo hambre y solo tú podrías saciar mi apetito''. Se volvió hacia Sofía y la besó en los labios. "¡Espera! ¡Espera un minuto! ¿No quieres cenar?''. Sofía se apoyó contra su pecho para equilibrarse. Colin negó con la cabeza: "No quiero cenar. Quiero comerte''. "¿No tienes vergüenza?". Sofía se sonrojó, se secó las manos mojadas con una toalla y lo empujó contra su pecho. Su pecho se sentía musculoso al tacto. Le recordó a Sofía las palabras de Wendy. Una vez le contó que Colin hacía ejercicio regularmente todas las mañanas después de que se despertaba. Tenía todo tipo de equipamiento en su gimnasio. No era de extrañar que mantuviera una figura tan buena. Colin vio que la joven estaba distraída y se arriesgó. Sofía intentó su última lucha: "No... Aquí no...". Sin decir ninguna otra palabra y encerrándola entre sus brazos, Colin la abrazó. Eran casi las diez de la noche cuando cenaron. Y cuando terminaron de comer, Sofía limpió. Luego se acurrucaron en el sofá y decidieron ver una película. Justo cuando la

televisión estaba encendida, el celular de Colin sonó en la oscuridad. Era Wendy. "Madre''. Wendy preguntó alegremente: "¿Qué estás haciendo, Colin?".

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Capítulo 135 Sus enemigos eran demasiado poderosos Colin sostuvo a Sofía en sus brazos, mientras acariciaba su largo cabello, "Con mi esposa, aquí pasando un buen momento". "¡Oh! ¿Los estoy interrumpiendo?" Preguntó Wendy en tono alegre. Colin sonrió, "Sí, lo estás haciendo, madre". Sentada a su lado, Sofía podía oír cada palabra. Cuando escuchó la respuesta de Colin, lo pellizcó en la cintura. Pero Wendy no se enojó. Ella se rió, "Entonces los dejaré tranquilos. Saluda a Sofía de mi parte" "Por supuesto. Adiós madre." Entonces Wendy colgó. Sofía se enderezó y le dio unas palmaditas a Colin en la cabeza, "¿Cómo puedes hablarle así?" "Ciertamente le haré una disculpa larga y ardua cuando no estés cerca". Colin jaló a Sofía de nuevo a sus brazos y la dejó apoyarse en su hombro. Sofía quedó impresionada por su descaro. Entonces comenzaron a ver la película. Sofía se sintió un poco adormecida al principio. Pero a medida que la historia se hacía más interesante, su necesidad de dormir se disipó. Mirando la televisión, le preguntó a Colin: "¿Cuánto tiempo te quedarás en el País Z?" "Cerca de dos meses". Sofía no esperaba esa respuesta. Dos meses pasarían rápido y pronto se reunirían de nuevo. Ella muy feliz preguntó: "¿También tendrás que quedarte en la Ciudad D y el País Green Cold?" Por lo que ella sabía, él también se hacía cargo de esas dos agencias.

"Me quedaré medio mes en la Ciudad D. Pero no tengo que visitar el País Green Cold. El director Interino en funciones está haciendo un gran trabajo allí. Lo visitaré cuando el Grupo SL me envíe". Sofía se mordió los labios, pero no pudo decir ni una palabra. Ella fingió que todavía estaba viendo la película y apoyó la cabeza en sus muslos. Colin notó la inquietud de Sofía. Seguro ella tenía algo que decirle, pero no se atrevía. Fingiendo que no había notado nada, Colin miró la pantalla. Sofía estaba inquieta. En menos de dos minutos, ella se volvió hacia él. Antes de que ella dijera alguna palabra, de repente notó que su rostro estaba enterrado en el entrepierna de Colin. Estaba tan avergonzada. Sofía rápidamente movió la cabeza hacia atrás, pero ya era demasiado tarde. Colin la levantó y la besó. "¿Qué tienes en mente?" Su voz estaba ligeramente ronca, intentando resistirse a la tentación de hacerla suya en el sofá. Al escuchar su pregunta, Sofía se acomodó su ropa, se sentó en su regazo y le rodeó el cuello con los brazos. Los ojos de Colin se oscurecieron por el deseo. Él la abrazó con fuerza. "Quiero saber quién es el culpable. ¿Podrías decirmelo?" Mordiéndose el labio inferior, Sofía esperaba la respuesta. Colin se quedó callado por un rato. Luego acarició las mejillas de Sofía con el pulgar de su mano derecha y suspiró: "Sofía, esos criminales están fuera de tu alcance. No podrás llegar a ellos". "Éso ya lo sé. Sólo quiero saber sus nombres. Y te prometo que no volveré a hacer nada imprudente a tus espaldas. ¿Podrías decirme quiénes son?"

Colin negó con la cabeza, "No puedo". ¿Cómo podría no hacer nada después de saber quién asesinó a su madre? Desconcertada, Sofía se bajó de él, se puso las zapatillas y entró al dormitorio. Sabiendo que estaba molesta, Colin dejó escapar un suspiro. Apagó la televisión y la siguió también al dormitorio. Dentro de la habitación, Sofía estaba acostada en su cama. Cuando escuchó que se abrió la puerta del dormitorio, se sentó rápidamente. "¡Vamos a dormir!". Dijo ella. Su voz sonaba tranquila, sin una sola pizca de furor en ella. Colin estudió su rostro con duda. ¿No estaba ella enojada? En realidad Sofía si estaba enojada. Pero cuando pensó en lo bueno que Colin había sido con ella, su ira se esfumó. ¿Cómo podría estar enojada con él? Mirando el rostro inexpresivo de Sofía, Colin supo que estaba conteniendo su ira. Se acostó en la cama y la atrajo a sus brazos. "Pero puedo decirte que... Mario no tuvo nada que ver con eso". A pesar de que Mario era su rival en el amor, también era su hermano. Sofía estaba un poco confundida. Por supuesto que ella sabía que no tenía nada que ver con Mario. ¿Cómo podría él hacerle daño a su familia? Colin no dijo nada más. Sofía de repente se dio cuenta de algo: "¿El asesino está relacionado con Mario?" Se sentó y miró a Colin a los ojos. "¿Está... Ynocente Pei... involucrado?" Colin no lo negó. Cuando su corazón comenzó a acelerarse, Sofía preguntó con voz temblorosa: "¿Por qué... ¿Cómo puede ser?" ¿Por qué mataría Ynocente a su madre? Los recuerdos que Sofía tenía de Ynocente eran de un hombre serio, con un aire natural de autoridad en su comportamiento. Nunca se llevó bien con Sofía y

siempre la despreciaba. "Porque el Clan Qiao guarda un secreto, que podrían usar para destruir a los Pei. El secreto no sólo llevó al Clan Qiao a su ruina, sino que también afectó a la familia Lo". Juana, la madre de Sofía, pertenecía al Clan Qiao. Todos los miembros mayores habían muerto, ella era la única persona del clan que seguía con vida. Y de alguna manera ella arrastró a su esposo e hijos en los problemas. Colin ya tenía una idea de cuál podría ser el secreto, aunque todavía no estaba seguro. Si era lo que él pensaba, la venganza de Sofía sería muy fácil. Sofía de repente recordó al hombre que vio en el País A, que estaba buscando algo en la casa de sus padres. ¿Qué estaba buscando? ¿Su padre sabría lo que era? Colin tomó las manos temblorosas de Sofía. "Sofía, de ahora en adelante, debes de tener mucho cuidado. Si descubren que tú sabes estas cosas, también vas a estar en peligro. No debes hacer nada de nuevo sin mi autorización". Después de lo que Ynocente y Jacinto se atrevieron a hacer con Julieta y Jay Lo, no dudarían en hacerle daño a Sofía. Sofía asintió, "Claro..." Ella sabía que tenía que tener cuidado. "Te puedo decir otra persona..." Tapándole la boca con la mano, Sofía rápidamente evitó que Colin dijera más. Colin le lanzó una mirada inquisitiva. "Me temo que... El otro será más poderoso... No me lo digas ahora. No estoy lista todavía." Sus enemigos eran más poderosos de lo que ella pensaba. Colin la tomó en sus brazos. Él presionó sus labios en su frente, "Sofía, todavía

me tienes a mí". "Bueno..." En realidad, Colin tenía la intención de detener la cooperación del Grupo SL con los Lien y los Pei. Pero cambió de opinión. Por el bien de Sofía, él reanudaría su cooperación con estas dos compañías y las destruiría desde adentro. "Cuando regreses, debes comportarte como si no tuvieras conocimiento de las cosas que te he dicho, especialmente cuando estés frente a Ynocente Pei. Sé que puede que no te enfrentes con él, pero en caso de que lo hagas..." Colin enfatizó. "Me comportaré" Sofía asintió de nuevo. No pudo evitar imaginarse cómo se sentiría la tía Preciosa cuando descubriera que su esposo había matado a alguien. Y Mario, ¿qué pensaría él de su padre? Sofía reprimió las lágrimas que brotaban de sus ojos. "Mantente alejada de Paulo Tai y Dolores Lien, y de cualquier otra persona que tenga alguna relación con el Clan Lien. Tienes que protegerte cuando yo no esté cerca". Añadió Colin pacientemente. Sofía no lo pensó mucho. Pensó que Colin le estaba diciendo que se mantuviera alejada del Clan Lien por Paulo y Dolores.

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Capítulo 136 Ésto es karma. El día que Sofía partió, Colin la acompañó al aeropuerto y no se fue de ahí hasta que vio al avión despegar de la pista. En ese momento, ninguno de los dos tenía idea de lo que les esperaba. Debido a una publicación de Wade en Twitter, Colin y Sofía se convirtieron nuevamente en tendencia. Muchas personas notaron que estuvieron juntos en los Estados Unidos la semana pasada. Al igual que Paulo Tai. No podía esperar para contactar a Sofía tan pronto aterrizara. Paulo invitó a Sofía a cenar. Después de comer, casi como rutina, reservaron una habitación en un hotel e hicieron lo que tenían que hacer. Pero Paulo notó algo extraño en el comportamiento de Sofía. Antes de ir juntos a la habitación del hotel, Sofía solía ir al baño y regresar al cabo de un rato. Él sintió que algo andaba mal, pero no podía saber qué era. Mientras Sofía estaba distraída, Paulo encendió un dispositivo y luego la presionó contra la cama. Después de una noche de amor, Sofía salió del hotel temprano en la mañana. Paulo todavía estaba acostado en la cama cuando Dolores lo llamó. Impulsada por los celos, Dolores le preguntó con resentimiento: "¿Cómo va todo?" Paulo rápidamente se levantó de la cama y tomó el dispositivo de una esquina de la habitación. Lo encendió, y echó un vistazo. Luego sonrió, "Lo hicimos". Todos los días, después del trabajo, Sofía visitaba a su padre y a su abuela. Cuando llegó al hospital, de repente se encontró con una invitada no deseada. Sofía la miró con recelo y le preguntó: "¿Qué estás haciendo aquí?" ¿Cómo supo

que la abuela estaba ahí? Con un abrigo corto de cuero color borgoña y un bolso de moda, Dolores miró con desprecio a Sofía: "Vine a visitar a tu abuela". "Mi abuela no quiere verte. ¡Fuera!" Espetó Sofía. Pero Zamora se despertó al escuchar la conmoción y dijo, "¿Sofía? ¿Quién es ella?" Zamora comenzó a toser mientras hablaba. Sofía se apresuró hacia ella y le dio un masaje en la espalda, "Abuela, no hay nadie más aquí. Toma un poco de agua." Ella le dio a Zamora un poco de agua tibia. Habiendo bebido el agua, Zamora finalmente contuvo el aliento. Dolores miró la cara arrugada de Zamora con disgusto, "¿Qué? ¿Acaso esta bruja es ciega?" Cuando escuchó lo que Dolores dijo, Sofía enfureció: "¡Vete de aquí!" Zamora frunció el ceño, "¿Quién está hablando, Sofía?" "Abuela, es una desconocida fastidiosa. La llevaré afuera". Sofía tapó a Zamora con su colcha, y caminó hacia Dolores, preparándose para empujarla fuera de la habitación, pero Dolores la hizo a un lado. Se acercó a la cama del hospital y dijo: "Soy la amiga de tu nieta. Quien a pesar de estar casada, está teniendo una aventura con mi marido. Los he visto hacer el amor la otra noche. Ven, y mira lo puta que es tu pequeña niña". "¡Cállate la boca!" Zamora le gritó a Dolores con ira, sus ojos ciegos recorrían la habitación. Entonces ella comenzó a toser más fuerte. Sofía dio un furioso paso hacia Dolores. Tirando de ella a través de la habitación, le dio una bofetada en la cara, "¡Sal de aquí de inmediato!" Sorprendida y enojada, Dolores sobó su mejilla en shock, "¿Cómo te atreves a golpearme?" "¿Golpearte? Por el amor de Dios, tienes suerte de que no te haya matado

todavía. ¡Ahora vete de aquí!" Sofía señaló furiosa a la puerta de la sala. "Sofía... Huh... Sofía..." Zamora volvió a toser, mientras intentaba hablar. Una vez que empujó a Dolores fuera de la sala, Sofía caminó apresuradamente hacia Zamora, y le masajeó el pecho izquierdo, "Abuela, lo que ella dice son tonterías. Yo le soy fiel a mi marido". Zamora dejó escapar un suspiro de alivio, pero aún así no dejaba de toser. Dolores estaba más que feliz al verlas sufrir. Regresó a la sala y se burló: "¿Que estoy diciendo tonterías? Mira que tengo las pruebas en mi mano. Es una pena que esta vieja bruja no pueda ver nada, así podría ser testigo de tu promiscuidad. Ah". Las palabras de Dolores terminaron con un grito al momento que Sofía se acercó a ella y le dio una patada con fuerza en el estómago. "Dolores Lien, si dices una palabra más, te mataré". Dolores puso sus manos sobre su estómago. Se le formaron gotas de sudor en la frente debido al dolor, ella apretó los dientes, "¡Sofía Lo! ¡Eres una mujerzuela! ¡Sufrirás por lo que has hecho!" Zamora repentinamente vomitó sangre, al oír eso. A toda prisa, Sofía presionó rápidamente la alarma. Cogió una bolsa de pañuelos de papel de la mesa y trató de limpiar la sangre con su mano temblorosa. "¿Abuela? Quédate conmigo, abuela... Por favor tranquilízate... No la escuches a ella..." Tosiendo muy fuerte, Zamora no podía decir una palabra. "Sofía, ¿lo ves? Ésto es karma. Te lo mereces." Después de decir esto, Dolores salió triunfante de la sala. Los médicos y las enfermeras llegaron rápidamente. Al ver el deteriorado estado de Zamora, la enviaron a la sala de emergencias de inmediato para someterla a una cirugía. Fuera de la sala de emergencias, Sofía apretaba los puños con rabia. Sus ojos

miraban al vacío. Ella murmuraba para sí misma. 'Dolores Lien... Dolores Lien... ' Después de mucho tiempo, terminó la cirugía. Un médico salió de la sala de operaciones. "Doctor, ¿cómo está mi abuela?". Sofía se acercó de inmediato al médico. El doctor se quitó la máscara y negó con la cabeza. Él dijo: "Sra. Li, me temo que el diagnóstico no es bueno. Tu abuela se alteró demasiado. Tuvimos que resucitar su corazón un par de veces... Pero me temo que sus días están contados". Las lágrimas brotaron de los ojos de Sofía. Ella preguntó: "¿Sus días contados? ¿Podría decirme cuánto tiempo le queda de vida?" "Dos meses como máximo. Tres meses, tal vez, si es que ella recibe los cuidados adecuados". El doctor quiso consolar a Sofía, pero no lo logró. Momentos después se disculpó con ella. Una vez que se fue, Sofía comenzó a llorar, las lágrimas corrían por sus mejillas mientras sollozaba, "Abuela... Lo siento mucho..." Poco después, unas cuantas enfermeras llevaron a Zamora de regreso a su habitación. Sofía se sentó en la cama junto a Zamora y tomó sus manos callosas. "Abuela, soy una persona indigna... Abuela... Por favor recuperate... Por favor..." 'Dolores Lien... Dolores Lien...' Sofía estalló en un lamento. En ese mismo momento, Dolores le envió un par de fotos a Colin. En el Grupo SL, en la oficina americana, Colin estaba presidiendo una reunión cuando su teléfono sonó. Frunció el ceño, apagó el teléfono y se disculpó, "Lo siento mucho. Continuemos con nuestra conversación". La reunión terminó una hora después. Colin tomó su teléfono y caminó hacia el ascensor. Wade lo seguía.

De repente, Colin se detuvo cuando abrió su teléfono y se quedó mirando la pantalla. Confundido, Wade se detuvo también. Sólo pudo ver cómo la cara de Colin se enfurecía gradualmente, su mano apretaba el teléfono con tanta tensión. Parado detrás de Colin y en silencio, Wade se preguntó qué había irritado al Sr. Li tan gravemente. Mirando las fotos que Dolores le había enviado, Colin casi se volvía loco. No creía que Sofía lo engañara, pero ahora había cambiado de opinión. Se quedó mirando la pantalla, con los ojos muy abiertos y llenos de ira. Estas imágenes eran una evidencia concreta. La mujer que gemía y jadeaba debajo de Paulo, era Sofía.

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Capítulo 137 ¿Quién tiene la tarjeta SIM Además de la última foto, Dolores también le envió mensajes de texto. Que decían, "Señor Li, estas fotos son capturadas de un vídeo que preparé. ¡Si hay algo que modificar vía PhotoShop, estaré a su disposición!" Cinco minutos después, Colin se tranquilizó y le respondió a Dolores: "¿Dentro de cuánto tiempo?". Dolores miró la reacción de Colin con entusiasmo. Finalmente, Colin estaba realmente preocupado por saber si su mujer estaba teniendo una aventura amorosa. Tal vez la foto que tomó la última vez no capturó el asunto claramente. Ahora Colin había llegado al punto como ella esperaba. Ella creía que alguien como Colin no rechazaría una evidencia tan fuerte. Sabiendo que Colin investigaría, ella de inmediato le envió la hora y el lugar donde la aventura amorosa tuvo lugar. También agregó: "Para probar la validez de esta foto, le enviaré el vídeo más tarde, señor Li. Espero que le adviertas a tu esposa que se mantenga alejada de mi marido". Colin no respondió en esta ocasión, pero a Dolores no le importó. De pie frente a la ventana de su oficina, Colin cerró los ojos para tranquilizarse. Al cabo de unos minutos, pensando que Colin no tenía órdenes para él, Wade se preparaba para irse cuando Colin lo llamó, "Señor Ji". La fría voz del hombre hizo temblar a Wade. ¿Qué sucedía? "¡Señor Li!". "Encuentre y envíeme un correo electrónico del vídeo de vigilancia de la suite presidencial del piso 13 en el Hotel Ruihao de ayer por la noche". "Sí, señor".

"Borre el vídeo de vigilancia del hotel después de encontrarlo". "Entendido señor Li". Reservando su curiosidad para sí mismo, Wade salió para llevar a cabo la investigación. El hombre parado frente a la ventana seguía intentando convencerse a sí mismo de que Sofía no era ese tipo de mujer y que tenía que confiar en ella. En el Clan Pei Después de entrar a la oficina y cerrar la puerta, con nerviosismo Jacinto le dijo a Ynocente: "Ynocente, según la información, la evidencia no fue destruida sino que se puso en una tarjeta SIM". Ynocente, quien había estado tranquilo todo este tiempo, miró a Jacinto, quien parecía ansioso. "¿Es la información confiable?" "Sí, he hecho arreglos para que mis hombres más confiables investiguen y gasté mucho dinero para obtener esta información". Ynocente comenzó a caminar de un lado al otro. "Escuché que la anciana de la familia Lo vino al País A para recibir tratamiento por su enfermedad. ¿Crees que ella lo tenga?" "No, el hermano mayor de Jay juró por su vida que ella no sabía nada. Ellos tampoco mencionaron nada. Colin llevó a la anciana de la familia Lo al País A porque estaba en grave peligro. No creo que la anciana lo tenga". "¿Qué hay de Sofía y Alejandro?" Jacinto reflexionó durante un rato: "Si los hermanos lo tuvieran, no estarían tan tranquilos. Supongo que aún no tienen idea del porqué le sucedieron esas cosas a su familia". Golpeando la mesa, Ynocente dijo con desprecio: "¿Cómo pudo Sofía casarse con Colin? Si no fuera por Colin, no perdonaría ninguna de sus vidas. ¡Pero ahora, todos mis planes están arruinados por ese matrimonio!". "Eso es. Cuando Dolores envió a Sofía a prisión, Yonata le pidió a alguien que la liberara". Habían analizado los detalles del plan, pero no esperaban que la

familia Li se entrometiera. Con las manos dobladas hacia atrás, Ynocente murmuró: "El segundo hijo de la familia Ji también ha estado involucrado, pero no le da importancia. ¿Acaso sabrá algo el hijo mayor, el teniente general Ji?" "No lo creo. El teniente general Ji es tan honesto que no se haría cargo de la compañía si supiera lo que sucedió antes". Ynocente siguió caminando de un lado a otro, sumergido en sus pensamientos. Después de unos minutos, él preguntó: "¿Cómo está tu yerno?" "Dolores quería exhibir el romance entre Sofía y mi yerno, pero la detuve. Después de todo, no le hará ningún bien a nadie si lo hacemos público. A Colin no parecía importarle la foto que le había enviado antes. Así que, en dos días, Dolores enviará a Colin el vídeo que grabó. ¿No creo que Colin sea totalmente indiferente ante la evidencia de su esposa debajo de otro hombre?" Sabía todo lo que Dolores había hecho. Complacido por la confianza de Jacinto, Ynocente lo miró: "Creo que Sofía no es ese tipo de mujer. Ten cuidado". Aunque no le agradaba Sofía, la conocía desde hacía mucho tiempo. Si Sofía fuera realmente esa clase de mujer, no habría sido tan obediente al mantenerse alejada de Mario. Jacinto difirió: "Después de todo, ella salió con Paulo durante varios años. Todavía puede haber algunos sentimientos entre ellos. Tenemos pruebas sólidas". Ynocente no dijo nada después. Jacinto cambió el tema y habló de otros asuntos. Justo cuando estaba a punto de irse, Ynocente le advirtió: "Ten cuidado con Sofía y Alejandro. Los hermanos ahora son probablemente las personas que tienen lo que necesitamos". "De acuerdo. Aún tengo algo con que lidiar en la compañía, así que regresaré más tarde". "¡Está bien!" Al abrir la puerta del estudio, Jacinto se encontró con Laureana, quien estaba a

punto de llamar a la puerta. Un miedo se reflejó en los ojos de Laureana, pero se tranquilizó al momento y sonrió. "¡Hola, Jacinto!" Laureana, la media hermana de Mario, permaneció en el extranjero todo el año y apenas había regresado al País A. Jacinto no estaba seguro si Laureana había escuchado su conversación con Ynocente. Al estudiar sus movimientos y reacciones, pensó que tal vez ella no lo había hecho. "Hola. ¿Cuándo regresaste, Laureana?" "Acabo de regresar. ¡Sólo dejé mis maletas en mi habitación y vine a saludar a mi padre!", Laureana sonrió. Ynocente escuchó su voz y la llamó. "Laureana, ¿eres tú?" "¡Si padre!". Laureana respondió respetuosamente. Jacinto se hizo a un lado para que Laureana pudiera entrar a la oficina. "Entra y habla con tu padre, Laureana. ¡Me voy para que no los interrumpa!" "¡Está bien, hasta luego!" "¡Hasta luego!" Al ver a Jacinto alejarse, Laurena mostró una expresión de preocupación. "¡Adelante!" La voz de Ynocente hizo que Laureana se pusiera un poco pálida. Pero en cuanto se puso a pensar en el porqué de su regreso, entró lentamente a la oficina. De pie a lo lejos, ella dijo en voz baja: "Padre". "¿Por qué no me dijiste con anticipación que regresarías?" Sentado en la silla, Ynocente miró a Laureana minuciosamente. Inclinando la cabeza hacia abajo, Laurena podía sentir la hiel en su garganta. "Regresé para visitar a mi madre. ¿Dónde está ella?" Debido a Ynocente, ella no había estado en casa por tres años. Si no fuera por Ynocente, ella no habría regresado.

"¡Ven aquí!", él ordenó. Laureana se asustó, así que se volteó para poder irse, pero Ynocente le habló nuevamente en un tono más alto. "¡Entra si no quieres perder tu reputación!"

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Capítulo 138 Capitulo Desgracia Laureana se detuvo y volvió caminando. Las lágrimas corrían por sus mejillas. "¡Cierra la puerta!" "Ynocente, tengo novio. No te atrevas a tocarme o si no..." Laureana lanzó una mirada asesina a su padrastro. Era un maestro de la manipulación. Fingía ser amable frente a extraños, pero ella sabía el tipo de monstruo que era. Más de una vez, ella había jugado con la idea de matarlo a puñaladas. Mirándola con desdén, pasó caminando y cerró la puerta. No podía librarse de la sensación que tenía sobre lo mucho que ella se parecía a su esposa. Laureana se estremeció. "O si no, ¿qué? ¿Qué vas a hacer?" Su voz rezumaba sarcasmo, contaminando aún más el estado de ánimo de Laureana. Laureana, decepcionada, cerró los ojos y dijo con resentimiento: "¡Ynocente, algún día serás castigado!" "¿Seré castigado? Estoy deseando que llegue ese día..." Agarrando su cintura, Ynocente sintió que ella estaba temblando. No pudo evitar sonreír, mientras sus manos recorrían cada curva de su cuerpo. El ataque no duró mucho, Ynocente finalmente la dejó ir. Laureana aprovechó la oportunidad y salió corriendo del estudio jurando que necesitaba casarse pronto, o de lo contrario, Ynocente haría algo más que solo tocarla. Después de calmarse, Laureana llamó a su hermano Mario. Laureana tenía una buena relación con él a pesar de ser su media hermana. Él conocía las dificultades por las que había pasado, ya que había pillado a Ynocente aprovechándose de ella una vez. Desde entonces, Mario veía a su padre con otros ojos. Habían peleado, y a partir de ese momento, Mario apenas iba a casa.

En la oficina del presidente de la división de los Estados Unidos del Grupo SL Colin seguía esperando el correo de Wade. Se había fumado dos paquetes de cigarrillos cuando su computadora portátil emitió un sonido de notificación de un nuevo correo electrónico. Colin miró la cámara de seguridad con expresión impasible en su cara. Estaba claro que la mujer que llevaba un abrigo amarillo claro era Sofía. Paulo estaba a su lado cuando entraron juntos en la misma habitación. Al abrir el otro correo electrónico, comparó las marcas de tiempo con el vídeo que Dolores le había enviado. El tiempo coincidía. ¡Bum! Aturdido, Colin pateó la mesa de la oficina. Echó su portátil en el suelo, lo que hizo que su portátil se rompió en dos. El ruido se pudo escuchar en todo el piso. Wade echó a correr y abrió la puerta del presidente. "¿Qué pasa, señor Li?" Sin ver el vídeo de la cámara de seguridad, Wade se lo envió a Colin. ¿Había algún problema con el vídeo? Cerrando los ojos con fuerza, Colin se frotó las sienes. ¿Cómo podía ella traicionarlo así? "¡Envía a alguien para seguir a Sofía; 24 horas al día, 7 días a la semana!" 'Sofía, te daré una última oportunidad. ¡Si vuelves a ver a Paulo, te castigaré personalmente!' Sus sentimientos permanecieron callados. Wade se quedó quieto cuando vio el desastre. '¿Qué ha pasado?' Se preguntó. Sin embargo, recuperó el sentido y se dirigió a su jefe. "... De acuerdo, señor Li. Lo haré ahora mismo". Fue medio mes más tarde cuando Sofía dedujo que algo andaba mal. Colin nunca la llamó y cuando ella lo hizo, la excusa de él fue que estaba ocupado con el trabajo y cortaba la conversación bruscamente.

Aunque se sentía incómoda, todavía confiaba en él. Varios días más tarde, Sofía lavaba el cuerpo de Zamora en su sala cuando Alejandro entró apresuradamente. "Hermana, ¿has visto a nuestro padre?" Bajando la toalla, Sofía se levantó de la silla. "No. ¿No está en la sala? Acabo de venir a verlo". Preocupados, los hermanos comenzaron a buscar a Jay por todo el hospital. Finalmente, cuando Alejandro llamó a la policía para mirar la cámara de seguridad, vieron que Jay había sido secuestrado. Después de esto, los hermanos fueron a la estación de policía para prestar declaración. Eran ya las 12 de la noche cuando terminaron. Al salir de la estación de policía Alejandro le pidió a Sofía: "Necesitamos la ayuda de Colin para encontrar a papá". Sofía, cansada, se sentó en la escalera. "Colin ha estado ocupado estos días... por eso será mejor que no le molestemos. Veamos primero los resultados de la investigación de la policía". Los hermanos no creían que su padre estuviera en peligro de muerte. Un pensamiento molesto se instaló en la mente de Sofía. Poco después de despedirse de Alejandro, recuperó su teléfono y llamó a Dolores. Dolores bailaba en la pista de baile del bar cuando escuchó el timbre de su teléfono. Ella lo ignoró un rato, pero siguió sonando. Sin mirar el identificador de llamadas, lo cogió. "¿Quién me está llamando a esta hora de la noche?" "Dolores, ¿te llevaste a mi padre?" La voz fría de Sofía llegó a los oídos de Dolores. Dolores se burló. "Ah, ¡eres tú! ¿De qué me sirve tu padre demente? ¡Qué idiota!" Después de decir eso, ella colgó. Sofía no estaba enojada por su reacción, ya que podía decir, por el tono de Dolores, que no se había llevado a su padre.

¿Fue... Ynocente? ¿U otra persona? Al pensar en esto, Sofía marcó el número de Colin con impaciencia. Esta vez Colin atendió la llamada después de timbrar dos veces. "¿Sí?" Sin prestar atención a su indiferencia, Sofía le preguntó: "¿Quién ha sido? Además de Ynocente, ¿quién es el otro asesino?" Colin se quedó en silencio. El silencio era demasiado vacío. Sofía insistió: "Colin, a mi padre lo han secuestrado. No sé quién lo hizo. ¿Podría ser el asesino que mató a mi madre?" Mientras hablaba, las lágrimas luchaban por liberarse. La ira de Colin se disipó momentáneamente. "Fue Jacinto". ... Sofía se quedó callada. 'La familia Pei y la familia Lien, destinadas a morir... ' "Colin, ¿puedes ayudarme a buscar a mi padre cuando te desocupes?" Ella imploró en voz baja. Colin dijo fríamente: "Está bien". "Gracias, Colin. Sin tu ayuda no sé qué hacer... Por suerte te tengo a ti. Soy tan afortunada..." Colin frunció el ceño cuando sintió que ella estaba llorando. Él no sabía qué hacer. ¿Debería confiar en ella? "Todavía estoy ocupado. Deberías ir a descansar". Colin colgó el teléfono sin esperar respuesta. Por muy torpe que fuera, ella sintió que algo andaba mal con Colin. ¿Por qué estaba tan frío con ella? ¿Qué había hecho ella para disgustarlo? El corazón de Sofía se quebró. No se le ocurría ninguna razón por la que él hubiera actuado de aquella manera. '¿Podría ser porque ella lo molestaba cuando

él estaba trabajando?' '¿Habían secuestrado Ynocente o Jacinto a mi padre? Su cabeza estaba llena de pensamientos sobre su padre y su marido. Lo peor era que, Zamora falleció en la noche siguiente cuando Sofía la estaba visitando. Sofía se aferró a las manos de su abuela hasta que se quedaron sin fuerzas. Toda la desgracia con la que estaba lidiando era más de la que podía soportar. Se quedó dormida. Más tarde esa misma noche fue a la villa de Lien. Su agonía la llevó hasta allí, sin pensar en las consecuencias. Todo lo que ella quería era matar a Jacinto e Ynocente.

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Capítulo 139 La abuela murió Una criada abrió la puerta después de que sonara el timbre. Sofía la apartó sin decir una palabra, se dirigió a la sala de estar y comenzó a gritar: "¡Jacinto, Jacinto, sal de tu habitación!" Sus gritos despertaron a toda la familia. Jacinto bajó las escaleras en pijama con el ceño fruncido. "¿Quién está gritando en mi casa a medianoche?" La criada encendió las luces del salón. La mujer que estaba abajo le produjo a Jacinto un tic nervioso en la boca. "Cariño, ¿quién es?" Una mujer elegante y serena le seguió. Era Felice, la esposa de Jacinto. Ella se sorprendió al ver a Sofía furiosa. "¿Por qué está esa zorra aquí?" Pascua y Quintas le siguieron poco después, y luego Paulo y Dolores. Al ver a la familia Lien, Sofía tuvo pensamientos asesinos. Corrió a la cocina, tomó un cuchillo y subió rápido al segundo piso. "Familia Lien, ¡van a morir todos!" "¡Ah! Lunática... ¡Ayuda!" "Sofía se ha vuelto loca. Llama a seguridad de inmediato..." La familia Lien estaba asustada. La sirvienta se apresuró a llamar a los de seguridad, que estaban estacionados afuera. La persona encargada de seguir a Sofía llamó a Wade rápidamente cuando escuchó a la criada gritar a los guardias de seguridad. "Señor Ji, la señora Li está en casa de los Lien, ¡y parece que va a matarlos!". "¿Qué? ¡Saque a la señora Li de ahí inmediatamente! ¡Se lo diré al señor Li ahora mismo!"

"¡Está bien, señor Ji!" ... Wade colgó el teléfono y se apresuró a llamar a la puerta de la oficina. Dentro de la oficina, Colin estaba hablando por teléfono con Wendy, quien le estaba contando sobre la muerte de la abuela. Wade entró sin llamar, sorprendiendo a Colin. "Disculpe, señor Li. La señora Li está en la casa de los Lien, empuñando un cuchillo. Quiere matarlos". Los ojos de Colin se abrieron sorprendidos y preocupados. "Mamá, ¿dónde está Levi?" "Él está en el ejército. ¿Qué pasa? ¿Cuándo regresarás?" "Pronto. Me tengo que ir". Colin le colgó el teléfono a toda prisa y le ordenó a Wade: "Pídele a alguien que se lleve a la señora Li a casa y cuide de ella". Tal vez la muerte de la abuela afectó mucho a Sofía. Él había prometido intervenir cuando regresara, pero ella había tomado el asunto por sus propias manos. ¡Cómo podía permanecer indiferente! "He enviado gente allí". "Está bien, resérvame el vuelo más temprano que haya". Guardando los archivos, Colin tomó su abrigo y salió corriendo. "Está bien, señor". Mientras le seguía, Wade tomó su teléfono para llamar a una compañía aérea y reservó un vuelo casi instantáneamente. En casa de los Lien "Jacinto y Dolores, ¡tenéis que morir!" Sofía corrió al segundo piso. Las mujeres estaban protegidas detrás del padre y el hijo, así como de Paulo. "Sofía, ¡qué te hizo volverte loca!" Paulo observaba a la impulsiva mujer con preocupación.

El teléfono de Sofía sonó de repente. El tono de llamada, exclusivo de Colin, le devolvió la razón. Pascua quería quitarle el cuchillo de la mano cuando ella estaba distraída, pero Sofía se dio cuenta de que estaba a punto de hacerlo y levantó el cuchillo de inmediato. "No te acerques. ¡Si te atreves, nadie saldrá vivo de aquí!" Mirando a Sofía con pánico e ira, Felice murmuró: "¡La mujer debe haberse vuelto loca como su padre!" A Jacinto no le importaba. Lo único en lo que pensaba era si Sofía sabía lo que habían hecho. "Colin". Ahogada por los sollozos, Sofía contestó el teléfono. Colin controló sus sentimientos. "Sofía, cálmate. Tú sola no puedes acabar con todos esos miembros de la familia Lien. Escúchame". Su gentil consuelo hizo que Sofía llorara histéricamente. "Colin, mi padre desapareció y la abuela murió, todo por culpa de Dolores... ¡Fue Dolores la que hizo enojar a la abuela hasta la muerte!" La abuela podría haber vivido más tiempo si no fuera por ella... "Sí, lo sé. Sofía, voy a volver ahora. Debes calmarte y esperarme, ¿de acuerdo?" Colin pensó que debía haberse vuelto loco. ¿Cómo podía consolar a la mujer que lo había traicionado... "Está bien, Colin. Te espero". Sofía recobró su cordura poco a poco. Colin siempre había sido bueno con ella y él sería la última persona que la lastimaría... Después de colgar el teléfono, Sofía se limpió las lágrimas y miró el cuchillo afilado que tenía en su mano. "Dolores, mi abuela ha fallecido. ¿No crees que eso te provocaría pesadillas todos los días?" Sofía se reía y lloraba, haciendo que Dolores se estremeciera. "Tu abuela murió de vejez. No es mi culpa, ¿o sí?" Sin enojarse, Sofía se volvió hacia Jacinto. Ella pensó que ya que había llegado a esto, ya no necesitaba ocultar nada. "Jacinto, ¿dónde está mi padre?"

"¿No está tu padre en el hospital psiquiátrico?" Jacinto parecía completamente confundido. Cuando entraron los guardias, Dolores los saludó apresuradamente. "¡Vamos, saquen de aquí a esta loca!" Varios guardias se apresuraron a subir al segundo piso mientras Sofía agitaba el cuchillo en su mano y gritaba con dureza: "¡No se muevan!" Los guardias tuvieron miedo de moverse y se quedaron quietos a mitad de las escaleras. Entre ellos había uno que hacía artes marciales. Golpeó violentamente el cuchillo de la mano de Sofía. Todos los miembros de la familia Lien se sintieron aliviados. Llevaron a Sofía al primer piso. La familia Lien la siguió y la rodearon. Dolores miró a Sofía con gran desprecio. "Tú, perra. ¡Cómo puedes estar tan loca como para venir a mi casa! ¡No sabes quién eres!" "¡Qué eres! ¿Realmente pensaste que tenías a Colin? ¡Colin descubrirá quién eres de verdad y te abandonará tarde o temprano!" Felice realmente se enfureció. ¡Cómo se había casado Sofía con un hombre cien veces mejor que el de su hija! Incómodo con la situación, Paulo no se atrevió a decir una palabra por miedo a evocar las miradas oscuras de los demás. Ignorando a la madre y la hija, Sofía mantenía los ojos en Jacinto. "¿Por qué quieres matarnos a todos?" "¿De qué tontería estás hablando? Acusándome sin ninguna evidencia... Ten cuidado. ¡Podría demandarte!" Jacinto parecía irritado. Pascua observó la farsa en silencio. Como Sofía no iba a hacer nada, Dolores se acercó a ella y se preparó para abofetearla, pero Quintas la detuvo. "¡Dolores! ¡No lo hagas!" Dolores miró a su cuñada confundida. Quintas respiró hondo y dijo: "Ella es la señora Li después de todo, admitida personalmente por Colin. Si la golpeas, no

nos soltarán fácilmente". Dolores creía lo contrario. "¿No lo sabías? Al señor Li no podría importarle menos esta perra. Además, el señor Li está en el País Z y no sabrá que la he golpeado". Cuando levantó la mano para abofetear a Sofía, esta la tomó de la muñeca y dijo con frialdad: "¿Golpearme? ¡Tú jamás!" En ese momento, más gente entró en la casa de los Lien. Al ver a Sofía, bajaron la cabeza cortésmente. "Señora Li, lo sentimos, llegamos tarde". Sofía miró a las docenas de hombres vestidos con trajes y zapatos negros que aparecieron. "Y ustedes son..." "Señora Li, ¡el señor Li nos envió aquí! Nos ordenó que la mantuviéramos a salvo". Después de eso, dos guardaespaldas se acercaron al mismo tiempo apartando a Dolores, que todavía quería golpear a Sofía y tirarla al suelo.

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Capítulo 140 Llorando como un niño. Los Lien se sorprendieron al ver cómo trataban a Dolores. Colin tuvo que haber estado realmente desenfrenado de la rabia para que esto sucediera. Felice reprendió enojada a Sofía. "Señora Li, ¿no cree que debería explicarse o disculparse por su comportamiento?". "¿Explicar?". Sofía se había calmado en ese momento. "¡Solo pregúntele a mi esposo!". "¡Usted!". Al ver la arrogancia de Sofía, Felice casi perdió el aliento. Sofía resolvió por sí misma. Miró a Dolores y le advirtió: "¡Dolores, espero verte durante el funeral de mi abuela!". "¿Por qué tengo que asistir?". Dolores ignoró la advertencia de Sofía. "Bueno, quiero ver cómo la culpa te consumirá". Después de eso, Sofía le dijo al guardaespaldas a su lado: "¡Vámonos!". Salieron de la casa de los Liens. En tres minutos, la sala de estar de los Liens se volvió muy silenciosa. Parecía que nada había pasado justo en ese momento. Sin embargo, durante esos tres minutos, Dolores y Felice siguieron insultando a Sofía con palabras hostiles. Sin preocuparse por ello, Jacinto subió rápidamente a llamar a Ynocente. "¡Parece que Sofía sabe lo que hemos hecho!". Jacinto se quedó en silencio por un momento. "Está bien. Solo esperemos y veamos". "Bueno". De regreso al hospital, Alejandro estaba sentado en la sala. Él tomó la mano de Zamora, no estaba dispuesta a dejarla.

Junto a él estaba Levi, quien llegó más tarde. Cuando vio entrar a Sofía, se puso de pie. "Sofía, ¿a dónde fuiste? Te he llamado. ¿Por qué no contestaste el teléfono?". "Sofía, fue Colin quien me pidió que viniera. ¡Solo llámame si necesitas algo!". Sin cambiar su uniforme militar, Levi corrió hacia allí. Sofía se conmovió. "Está bien. Levi, puedes regresar primero. Alejandro está aquí. ¡Te llamaré si lo necesito!". "Bien, Sofía... Lo siento por todo ". "Gracias, Levi". Sofía se secó las lágrimas y mandó a Levi a salir por la puerta de la sala. A la mañana siguiente, Colin se apresuró a regresar del País Z. Sabía que Sofía estaba en el hospital, por lo que fue directamente al hospital. Al ver a Colin, Sofía se sintió aturdida por un momento. Después de un largo rato, ella habló levemente: "Colin...". Las emociones en los ojos de Colin eran complicadas. Finalmente, él decidió dejar de lado otras cosas y consoló a la mujer... "Estoy de vuelta, Sofía. Estoy aquí...". Para Sofía, esas fueron las palabras más cálidas y dulces del mundo. Corrió para abrazar a Colin con fuerza, sin saber que el hombre por un momento estaba rígido antes de abrazarla. A pesar de las enfermeras y los médicos en la sala, Sofía abrazó a Colin, llorando como un niño. Colin vaciló un poco, pero él todavía le respondió. La sostuvo con una mano y acarició suavemente su largo cabello con la otra. "Solo llora. Te sentirías mejor después de llorar". Ella asintió. Pero ella por lo general no lloraba. Porque sabía que las lágrimas no

ayudarían a resolver ningún problema. Solo era una forma de aliviar la tristeza... Cuando Alejandro entró, Sofía ya había terminado de llorar fuertemente. Ella lloró en los brazos de Colin y contuvo las lágrimas. "¡Colin, estás aquí!". Alejandro no descansó bien debido a algunos asuntos en el hogar. Parecía un poco demacrado. Colin asintió. "No te preocupes. He enviado a alguien para que investigue sobre el asunto de papá". "¡Está bien, Colin!". Alejandro, con agradecimiento, miró al hombre frente a él. Mientras tanto, se sentía inútil y culpable por no cuidar bien de su padre... En los próximos días, Sofía había estado ocupada con el funeral de Zamora. En el octavo día después del funeral, de acuerdo con las últimas palabras de Zamora, Sofía llevó sus restos de vuelta a su ciudad natal y los enterró con los de su abuelo. Al ver que ardían las ofrendas, Sofía pensó en su padre. Si él supiera que Zamora había fallecido y que no visitó a Zamora por última vez, él se sentiría realmente culpable. Y Dolores no apareció en absoluto... Las ofrendas se convirtieron en cenizas. Sofía y Alejandro se inclinaron hacia la lápida de Zamora y luego abandonaron el pueblo. Colin ayudó a Sofía y a Alejandro a lidiar con todo en el País A. Luego regresó al País Z. Sabiendo que ella estaba de mal humor, Wendy se quedó con Sofía en casa durante dos días. Al tercer día, Sofía fue a la compañía. Al cuarto día, Mario llamó a Sofía. Él estaba en ese entonces en el País A. Quería invitarla a comer juntos. Sofía no se negó. En la habitación privada que habían reservado, Mario llegó unos minutos antes. Cuando vio a Sofía, se sintió preocupado.

"Mario". Sofía miró a Mario con un sentimiento complicada. Él era el hijo de alguien que mató a su madre... Mario la abrazó: "Lo siento, Sofía. Acabo de enterarme de la muerte de tu abuela". Ella estuvo en trance por un momento. "Está bien. Mario, sé lo ocupado que estás". "¡Bueno, ven y siéntate primero!". Se sentaron juntos, pidieron unos cuantos platillos y cenaron tranquilamente. Después de la comida, Mario habló: "Sofía, ¿mi padre hizo algo que te lastimó?". Laureana no lo dejó claro por teléfono. Él tenía que preguntarle a Sofía. Sofía lo miró con indiferencia: "¿Por qué sabes eso?". "Mi hermana me dijo que ella había escuchado la conversación entre Ynocente y Jacinto". Mario no se reservó ante ella. Ella sabía de Laureana, la hermana de Mario. Tal como Sofía recordaba, Laureana se parecía a Preciosa. Por alguna razón, Laureana abandonó su país natal a una temprana edad. Y ella raramente regresaba. "Pero no tengo pruebas". Ynocente y Jacinto lo habían hecho en secreto. Incluso Colin no pudo encontrar ninguna evidencia alguna para presentar un caso sólido contra ellos. Mario la miró con aire de culpabilidad: "Sofía, ¿qué puedo hacer por ti?". ¿Qué podía hacer él por ella? Sofía miró a Mario. ¿Él estaría dispuesto a traicionar a su padre por ella? "Mi padre ha desaparecido. Lo he estado buscando durante mucho tiempo. Sospecho que ha sido escondido por tu padre o por Ynocente". Mario asintió. "Lo entiendo. Te ayudaré a encontrar a tu padre".

"Gracias, Mario". "De nada. ¿Como te ha ido... al llevarte bien con Colin? ". Cuando mencionó a Colin, Sofía asintió sin dudar. "Bien. ¡Él es muy bueno conmigo!". Pero ella no sabía por qué él recientemente la había contactado menos. ¡Tal vez estaba demasiado ocupado! La felicidad mostrada en el rostro de la mujer cuando ella mencionó a Colin molestó a Mario. "¡Bien, es bueno que te trate bien!". Más tarde, hablaron de otra cosa. Terminaron la cena temprano porque Mario tenía que asistir a una fiesta. Mario llevaba sus gafas de sol y miró a Sofía: "Sofía". Ella se dio la vuelta. Mario la abrazó gentilmente: "Cuídate bien. Si pasa algo... llámame". "Bueno. Mario, ¡también deberías cuidarte bien!". "Será mejor que vuelvas a casa ahora. ¡Adiós!". Él abrió la puerta del coche para ella. Sofía se sentó en el asiento del conductor y manejando se alejó. En el camino de regreso, Sofía recibió una llamada de Paulo. "¡Sofía, no te he visto durante mucho tiempo!".

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Capítulo 141 El Señor Li fue tan bueno con Maita Al oír su voz, Sofía apretó el volante con fuerza. Ella lo odiaba. "Bueno, ¿dónde estás? ¿Nos encontraremos?". "Está bien, ¡reservaré una habitación!". Sofía pensó por un momento: "No tienes que hacerlo. Ahora estoy afuera. Voy a registrarme en una habitación. ¡Solo ven a mí!''. Esa era la mejor manera para evitar problemas. "Está bien, envíame la dirección más tarde''. Paulo colgó el teléfono con entusiasmo. Después de eso, Sofía marcó otro número de teléfono. "Ven a verme ahora mismo. Ven al... Hotel Winnie Grand. Estoy de negro y estoy registrándome. Me pondré en contacto contigo más tarde''. "Bueno''. Sofía detuvo el auto en el Hotel Winnie Grand que estaba cerca. Entró y pidió una habitación. Entonces tomó la tarjeta del cuarto y subió. Después de mirar alrededor de la habitación, salió y contestó el teléfono en el pasillo de salida. "¿Cuánto tardarás en llegar aquí? Debes darte prisa''. En el País Z Mientras Colin estaba ocupado trabajando, su teléfono sonó. Al darse cuenta del identificador de llamadas, Colin revisó su correo electrónico mientras contestaba el teléfono: "Habla''. "Señor Li, le envié las fotos al buzón de entrada de su correo''. "¡Ya veo! No tienes que seguir rastreando ahora ".

Colin colgó el teléfono y miró las fotos de alta definición en su buzón de correo con la cara malhumorada. Sofía se reunió con Mario, consiguió una habitación en un hotel y luego se reunió con Paulo. Colin sabía que Sofía lo había traicionado. Todavía no quería creerlo e insistió en continuar con la investigación. Ahora, su investigador privado había tomado fotos de Sofía y Paulo que entraron juntos en un hotel. Colin se dio por vencido por completo con Sofía. Llamó a Sofía: "¿Dónde estás?". Su voz sonaba fría. Sofía pensó que debía de haberlo imaginado. Pero todavía le decía la verdad: "Voy a ir a la casa de Alejandro''. Alejandro era solo un niño. No podía cuidar de sí mismo. Sofía siempre lo ayudaba a hacer la limpieza y lavar la ropa. "¿Por qué no ir a casa?". En ese momento, Sofía estaba bastante segura de que Colin estaba enojado. "¿Qué pasó? ¿Hay algo en casa? ¡Estoy volviendo ahora!''. Un gato saltó de repente delante del coche. Sofía se sorprendió y gritó. Sin embargo, para Colin, sonaba como un gemido que no pudo evitar soltar... Colin colgó el teléfono sin decir nada. Sofía estaba desconcertada. Cuando lo volvió a llamar a Colin, él colgó. La joven reflexionó sobre ello. Colin parecía haber cambiado durante los primeros días después de que su abuela muriera. Estaba inmersa en el dolor y no estaba consciente de ello. ¿Por qué? Parecía que no había pasado nada. ¿Por qué estaba enojado? En los días siguientes, Sofía no pudo ponerse en contacto con Colin. También

trató de llamarlo a Wade. Pero Wade siempre le decía que el señor Li estaba ocupado... Ese día, Sofía recibió algunas fotos de un extraño. Las fotos mostraban que Colin llevaba a Maita a un hotel y entraban en la mansión de Colin... Sofía se sintió desconsolada... ¿Fue esa la razón por la que Colin la ignoró? Sofía quería saber la verdad. Marcó el número extraño. Pero estaba desconectado. Sofía lo volvió a llamar a Colin. Después de un largo rato, Colin contestó el teléfono. Pero se oía mucho ruido. "¿Qué deseas?". La fría voz del hombre la trastornó a Sofía. ¿No podía ella llamarlo incluso si no pasaba nada? "¿Por qué no contestas el teléfono?". Sofía le preguntó gentilmente. "Estoy ocupado''. En ese momento, escuchó la voz de una mujer. "Colin, vamos. Es mi turno para beber. ¡Ayúdame a beber un poco de vino!" Entonces, Sofía escuchó la risa de varios hombres y mujeres. Sofía también escuchó a alguien decir: ''Señor Li es tan bueno con Maita. ¡El señor Li bebió varios vasos de vino por Maita!''. "Ja, ja, ja...". Era la risa de una mujer. El primer pensamiento que se produjo en la mente de Colin fue para explicarle. Pero cuando pensó en las cosas que Sofía había hecho, Colin guardó silencio. Sofía escuchó en silencio. Y también guardó silencio. 'El señor Li es tan bueno con Maita...'. Estas palabras habían estado acechando en su mente durante mucho tiempo. Le

rompieron el corazón. "¿Necesitas algo de mí?". Colin le preguntó con una voz irritada. "Colin, ¿puedes dejar de ser bueno con otras mujeres...? Me siento muy triste...". Sofía le preguntó con suavidad y con un atisbo de esperanza. Colin se quedó aturdido por un momento y con su rostro sombrío. Colin entendió cómo se sentía ella, así que también se sintió triste. Finalmente, le dijo: "¿Cómo te sentiste cuando me traicionaste? ¿Alguna vez pensaste en mis sentimientos?''. Sofía estaba confundida. ¿Lo había traicionado alguna vez? "¿Qué quieres decir?". "¿Qué quiero decir? Sofía, no finjas que eres inocente. Sabes lo que has hecho. No necesito decírtelo. ¡Incluso me da vergüenza hablar de eso!''. Colin colgó el teléfono de inmediato. Sofía estaba realmente confundida. '¿Por qué Colin me dijo eso? ¿Qué había hecho para traicionarlo?', pensó en su interior. Dando vueltas en la cama durante un largo rato, Sofía finalmente decidió llamarlo a Colin para aclararle las cosas. Se preguntó qué malentendido tenía él hacia ella. Casi de inmediato, alguien contestó el teléfono. Sofía estaba a punto de hablar cuando oyó una voz de mujer. "¿Quién llamaría a otros tan tarde? ¿Por qué alguien perturbaría el sueño de los demás?''. Sofía sentía que la cabeza le iba a explotar. Era muy tarde. ¿Quién estaba todavía con Colin? "¿Dónde está Colin?". Preguntó gentilmente. Después de una breve pausa, Maita habló coqueteando. "Colin está cansado ahora. Está tomando un baño en este momento. ¿Necesitas algo?". Estaba cansado ahora... Estas simples palabras revelaron una gran cantidad de

información. "Tú eres Maita''. Sofía estaba haciendo una declaración y no haciendo una pregunta. Maita admitió francamente: "Sí''. "¡Pídele a mi esposo que conteste el teléfono!". Le dijo Sofía con frialdad y tratando de calmarse. La mujer se burlaba de Sofía. "Tu esposo ya no quiere vivir contigo. ¿Por qué te obligas a estar con él?''. "¿De verdad? ¡Pídele que me lo diga personalmente!''. Sofía trató de convencerse de no creer en sus palabras. No creerle... "Él no está dispuesto a responder tu llamada en absoluto. ¡Por favor, deja de ser tan descarada!''. Después de colgar, Maita borró rápidamente el registro de llamadas. El sonido del agua se detuvo. Después de dos minutos, el hombre envuelto en una toalla de baño salió del baño. Cuando la vio, un poco de infelicidad apareció en los ojos de Colin. "¿Por qué sigues aquí?". "Señor Li, ¿puedo... quedarme aquí esta noche?". Maita se quitó el abrigo. Llevaba una camisola que mostraba su buena figura. Era un indicio de seducción tan obvio y Colin no era estúpido. "¡Sal de aquí!". Maita no se rindió. Caminó osadamente para sujetar la cintura de Colin. Dibujó círculos con sus dedos sobre su pecho. "Señor Li, no nos conocemos desde hace mucho tiempo. Pero realmente te aprecio...''.

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Capítulo 142 La esposa de Colin estaba embarazada del niño de otro hombre "¡Maita, estoy casado!" Colin secamente se quitó sus manos de encima. Maita se tambaleó en sus zapatillas y se apoyó en la cama antes de que ella perdiera el equilibrio. Deteniéndose dentro del tremendo enojo, Maita dijo suavemente: "¡Señor Li, lo han cegado todo este tiempo! Usted está esperando para tener sexo por su matrimonio, ¡pero su esposa está saliendo con su ex novio en el País A!" Con una repentina expresión fría, Colin miró a Maita con unos ojos penetrantes. "¿Cómo te enteraste de ello?" "¡Muchas personas en el País A lo saben! ¡Han visto a tu esposa salir con el yerno del Clan Lien!" Maita estaba contando un historia fantasiosa. Jacinto le pidió a Dolores que mantuviera esto en secreto porque Jacinto temía que Colin pudiera ir tras él si las cosas se intensificaban. "¡Sal de aquí!", dijo Colin fríamente. Con indiferencia, Maita se levantó de la cama y se puso la ropa. "Señor Li, usted realmente me gusta. No importa. Si no me puede aceptar ahora, ¡puedo esperar hasta que usted se divorcie de ella!" ¿Divorciarse de ella? Colin miró a Maita con sus ojos fríos y penetrantes. Maita salió a toda prisa con el abrigo en las manos. El dormitorio se quedó tan tranquilo como estaba. Vistiendo su bata de dormir, Colin sacó su teléfono para ver sus fotos con Sofía. ¿Divorciarse de ella? Nunca tuvo esta idea después de saber que Sofía lo había traicionado. A pesar de su traición, nunca pensó en divorciarse de ella... Colin llamó a Wade: "Regresaré al País A. Permanece por el momento en el País

Z y regresa después de asegurarte de que todo vaya bien". "Señor, ¿cuándo partirá?" Wade miró el horario. El señor Li había planeado regresar en una semana. ¿Por qué ahora cambió de opinión? "Mañana", dijo Colin en voz baja. Necesitaba ahora ver a Sofía para aclarar todo. Al pasar una noche sin dormir, Sofía salió y descubrió que estaba lloviznando afuera. Wendy la siguió afuera y le dio una sombrilla. "Olvidé decirte que estaba lloviendo afuera. Conduce con cuidado". "Está bien, mamá. ¡Por favor, regresa adentro!" Sofía se dirigió al garaje con una sombrilla. Su teléfono sonó inmediatamente después de cerrar la sombrilla. Sofía respondió: "¿Hola?" "Estoy embarazada". Sofía sonrió ampliamente al escuchar estas simples palabras. "Está bien, lo sé. Te llevaré al hospital para una consulta mañana al mediodía ". Ella necesitaba asegurarse de que todo estaba bien. "Está bien". Después de colgar, Sofía recordó algo. Ella había regresado de los Estados Unidos desde hacía medio mes. ¿Estaba embarazada? ¿Cuándo llegó su último período? Pensó mucho y creyó que no volvería a suceder desde que regresó de los Estados Unidos... La grata sorpresa la abrumó. Pero no podía regocijarse demasiado pronto porque sus períodos no siempre eran regulares. Decidió que compraría un kit de prueba de embarazo uno de estos días...

Al día siguiente, Sofía fue a trabajar con un corazón palpitante. Al mediodía, ella fue al hospital. Para no atraer la atención de los demás, ella llevaba una cubre-bocas y un sombrero. Le pidió a Quintana que hiciera fila en el departamento de Obstetricia y Ginecología, y se fue a registrar. Cuando el médico le pidió su carnet de identificación, Sofía le dio al médico su propio carnet de identificación en lugar de pedírselo a Quintana. Media hora después, Sofía y Quintana salieron del hospital. Sofía puso la hoja del ultrasonido en su bolso y dijo: "Muy bien. ¡Cuídate mucho y te llamo pronto!" "Bien. Nos vemos, señorita Lo". Por la noche, después de que Sofía salió del trabajo, no podía esperar para ir a la farmacia para comprar lo que necesitaba. Sofía quería hacerse una prueba tan pronto como regresase a casa, pero las instrucciones decían que una prueba por la mañana sería más precisa. Por lo tanto, Sofía decidió esperar hasta la mañana siguiente. ¿Se alegraría Colin si ella estuviera embarazada? ¿Colin la había traicionado? ¿Podría ella confiar en Maita? Ella tal vez podría llamar a Colin para preguntarle directamente. Ella estaba asustada. . Tenía miedo de que otra mujer respondiera el teléfono de Colin. No... ¡Colin la amaba tanto que él no podría haberla traicionado! Si hubiera algún malentendido entre ellos, ella podría explicárselo. Ahora, ella tenía otra cosa más importante que hacer: llamar a Paulo Tai. Sofía no cerró apropiadamente la puerta debido a su emoción de tomar la prueba. Sin darse cuenta de este hecho, llamó a Paulo Tai.

La puerta se abrió silenciosamente. Sofía, dándole la espalda a Colin, estaba hablando por teléfono frente a la ventana. Colin escuchó que ella dijo: "Paulo, ¿puedo hablar contigo?" Quedándose quieto en donde estaba, Colin la escuchó decir: "¡Estoy embarazada! Es tuyo. Llevo más de un mes embarazada. ¿Cuándo vas a divorciarte de Dolores?" Regresando al País A desde el País Z, se encontró con la noticia de que su esposa estaba embarazada del hijo de otro hombre... "Es verdad. Tuve una prueba de ultrasonido hoy. Todavía tengo la hoja de la prueba en mi bolsa. Si no confías en mí, puedes ir al hospital para revisar el registro". Sofía se sintió muy contenta en ese momento porque ella usó su propio carnet de identificación para el registro al mediodía. "Yo no lo tengo. ¿Fue eso culpa de Dolores? ¿Se metió ella con otros hombres y se infectó? ¿Ella te culpó?" Las cosas salieron como ella había esperado. Dolores fue infectada con una sífilis de segunda fase. Sofía realmente quería reírse a carcajadas, pero no pudo. No era el momento adecuado. Del otro extremo del teléfono, Paulo estaba maldiciendo a Dolores. Finalmente, Paulo le prometió a Sofía que se divorciaría de Dolores y se casaría con ella. Paulo le preguntó a Sofía cuándo se divorciaría de Colin. Sofía pensó por un minuto y dijo: "Me divorciaré de él después de que te hayas divorciado de Dolores..." ¡Bam! Un gran ruido vino de detrás de ella. Sofía estaba tan asustada que su teléfono cayó al suelo. Ella se dio la vuelta, mirando asustada al hombre en su habitación. Colin aventó la maleta de equipaje a la mesa de té. ¿Por qué Colin había regresado ahora? ¡Mierda! Él debió haber escuchado lo que ella dijo por teléfono y la malinterpretó... "Colin, no..." Ella intentó explicárselo, pero Colin se acercó a ella con una

horrible expresión y le apretó el cuello. Sofía negó de golpe con la cabeza. "No... ¡No!" Colin apretó sus dedos. Sofía, sofocada y con la cara roja, no pudo decir nada. Wendy escuchó un ruido y fue a ver qué estaba pasando. Cuando vio lo que estaba pasando en la habitación, su corazón latía más rápido. "Yonata, Yonata, ven aquí..." Entonces, ella se apresuró y sostuvo a Colin. "Colin, ¿qué estás haciendo? ¡Quita tus manos de Sofía!" Pronto llegó Yonata y agarró rápidamente a Colin. "¡Colin, vas a ahorcar a Sofía hasta matarla!" "¡Genial!" Dijo fríamente Colin. Wendy estaba sorprendida. ¿Qué estaba mal? ¿Qué fue lo que provocó que Colin quisiera matar a Sofía? Ella nunca había visto actuar así a su hijo... como demonio.

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Capítulo 143 No era yo Sofía casi se desmayaba. Segundos después, Yonata y Wendy lo sacaron a Colin de ella. Tan pronto como Colin aflojó sus manos, ella se desplomó en el suelo. De rodillas, tosió: "Colin... Yo... Yo no...''. "¡Qué pasó!". Para no molestarlos a Harold y Angie, Yonata cerró la puerta y preguntó. Los ojos de Colin recorrieron la habitación. Cuando vio una maleta negra cerca de la cama, caminó hacia ella, la abrió y recuperó un formulario. Se leía: 'Sofía Lo, embarazada, seis semanas'. Hacía seis semanas, ella estaba en los Estados Unidos con él. Pero esa noche, cuando regresó, tuvo relaciones sexuales con Paulo Tai. Wendy la ayudó a Sofía a ponerse de pie. Apenas manteniéndose en pie, Sofía le imploró: "Colin, esa no era yo... No estoy embarazada... Por favor, créeme...". Al escuchar estas palabras, Wendy y Yonata intercambiaron miradas de asombro. "¿Por qué debería creerte?". Colin se burló y rompió el formulario en pedazos. "No era yo... Esa es de otra persona...''. "Sofía Lo, ¿sigues intentando hacerte la tonta?". La indiferencia de Colin se desvaneció mientras gritaba con furor. Sofía negó apresuradamente con la cabeza. Se acercó a él y le tomó la mano: "Colin, no te mentí...''. "¡Ya basta!". Colin la empujó lejos. Si no fuera por el apoyo de Yonata, Sofía se habría golpeado la cabeza al pie de la cama. "¡Colin! ¡Cálmate! ¡Dale a Sofía la oportunidad de explicarte!''. Yonata calmó a

Sofía y miró a su hijo. Colin no quería decirle a sus padres por qué estaba tan furioso porque lo que Sofía había hecho era muy descarado. "¿Quieres decir que no estás embarazada? Oh, sí, claro, recuerdo que me dijiste hace mucho tiempo que eres estéril''. Colin se burló. Wendy le lanzó a Sofía una mirada horrorizada. ¿Por qué no era consciente de eso? Sofía asintió rápidamente, pero luego sacudió la cabeza y discutió: "No, en realidad no. El médico me había dicho que mientras me cuidara bien, tenía la posibilidad de quedar embarazada''. Una oportunidad que ella había esperado una y otra vez. Colin se rió severamente. ¿No le había dicho que sería estéril para siempre? La sacó de la habitación: "Ven conmigo''. "Colin, ¡¿a dónde vas a esta hora tan tarde? !". Wendy se paró rápidamente en la puerta, pero Colin se abrió paso con los hombros: "¡Al hospital!". Cuando Sofía trotó para seguirlo, él bajó las escaleras y se dirigió a su auto, empujándola hacia el asiento del acompañante. Sofía, preocupada, se dio cuenta repentinamente de que su período había llegado dos semanas tarde. '¿Qué pasa si estoy embarazada?'. Se preguntó. Pero no se atrevió a decir ni una palabra. Colin condujo el auto a una velocidad vertiginosa mientras mostraba una expresión rígida. De vuelta en la casa, Wendy le preguntó ansiosa a Yonata: "¿Qué ocurrió? ¿Por qué Colin está de vuelta ahora?''. No le había dicho que volvería tan pronto. Si ella no hubiera escuchado su pelea, no habría sabido que Colin había regresado. Yonata observó cómo el auto salía a toda velocidad y negó con la cabeza: "Creo que necesito contratar a alguien para averiguarlo''.

"Ahora no. Deberíamos ir al hospital. ¿Y si Colin le hace algo a Sofía con ira?''. La consecuencia sería impensable. Yonata sacudió la cabeza. "No, déjalos solos. Colin realmente no la lastimaría''. Luego llamó a un sirviente para limpiar la habitación. En el Hospital. Apoyado contra la pared, Colin esperaba el resultado de la prueba de embarazo de Sofía. Como los médicos estaban fuera del trabajo, movió algunos contactos y Colin pudo encontrar un médico para hacerle a Sofía una ecografía. Cinco minutos después, Sofía salió lentamente de la sala. Ella dijo: "Colin, estoy embarazada...''. Fue confirmado. Qué cruel coincidencia. Pero ella todavía podría traerla a Quintana para testificar a su favor. Pensó en esto y buscó su teléfono, pero pronto se dio cuenta de que lo había dejado en la casa de la familia Li. Con los ojos cerrados, Colin no dijo ni una palabra. El médico también salió de la sala de ecografías B y les anunció: "Felicitaciones, señor y señora Li. El bebé tiene seis semanas de gestación''. Seis semanas... El anuncio del doctor sacudió a Sofía hasta el fondo. "Abórtalo''. Colin ordenó de repente. Al oír eso, tanto la doctora como Sofía se sorprendieron. Se preguntaron si habían oído correctamente. Vacilante, el doctor los miró. Al sentir su confusión, Colin se lo repitió: "Dije, quita esa cosa que crece en ella''. Sofía corrió hacia Colin y le cogió la mano. Ella le imploró: "Colin, es tu hijo, nuestro hijo. Y el otro resultado de la prueba no era mío, era de alguien más. Si

no me crees, puedo pedirle a esa persona que venga a encontrarse con nosotros. Puedes enfrentarte a ella personalmente''. "Cuántas mentiras, Sofía Lo. ¡Deja de inventar cosas!''. Colin le lanzó una mirada de desprecio. Sofía, horrorizada, sacudió precipitadamente la cabeza. Ahora, por fin, ella sabía qué desastre le podría traer su venganza. Nunca debería haberla contratado a Quintana. "No, yo no inventé nada. Contraté a una mujer para que se vista como yo y tenga relaciones sexuales con Paulo Tai. Fue un plan de venganza contra él y Dolores Lien...''. Pero Colin no creyó ni una palabra de lo que decía, porque él la oyó cuando admitía que estaba embarazada del hijo de Paulo. "Quiero que la cirugía se realice lo antes posible. Sin ninguna demora''. Colin miró al médico y le anunció su implacable orden. Se le había dicho a la doctora que atendiera todos los deseos de Colin, así que ella asintió rápidamente: "Por supuesto, señor Li''. "¡Colin! ¡Por favor! ¡Por favor, créeme!". Lo tomó de sus manos y Sofía rogó otra vez, mirándolo con lágrimas en los ojos. Pero Colin la rechazó: "Hijo mío o no, ya no lo quiero. No obstante, dormiste con Paulo Tai. Por eso, no eres más que una puta sucia. Las mujeres como tú no merecen tener un hijo mío''. "¡No lo hice! ¡Nunca me acosté con Paulo Tai!''. "Sofía Lo, me das asco. Tu acto de adulterio se grabó. Y vi las fotos y los vídeos. ¿Cómo puedes seguir negando esto cuando hay evidencia?''. Apretando los dientes, Colin la atrajo hacia él y le clavó los dedos en sus hombros. Sofía gritó de dolor. Entonces, la joven frunció el ceño. "No era yo. Era la mujer que contraté...''. "Ja, ja, ja...". Oyó estas palabras y Colin se echó a reír. No tenía idea de que Sofía Lo era una maestra de la negación.

"¿No quieres abortarlo?". Sofía asintió rápidamente: "Es nuestro hijo, Colin. ...". "Muy bien''. Colin mostró una sonrisa irónica y la sacó del hospital. La arrastró de vuelta hasta el auto. Después de media hora de viaje, el automóvil se detuvo en la mansión que había comprado para ella. La decoración estaba terminada, pero Sofía no estaba de humor para apreciar la belleza del diseño interior. Colin la empujó adentro y se burló: "Si quieres mantener esa cosa, no saldrás de esta casa, ¡hasta que nazca el bastardo!". ¿La iba a mantener encarcelada en la casa? Aún más horrorizada, Sofía abrió los ojos: "¡No! ¡No puedes hacerme eso a mí!''. No podía retenerla aquí. Su plan estaba a punto de ser fructífero. Estaban a punto de conseguir lo que se merecían. Si no finalizaba su plan, también perdería la oportunidad de demostrar su propia inocencia. ¡No iba a dejar que eso pasara! "Bien, entonces. Pongámoslo de esta manera... O te quedas aquí durante los próximos nueve meses o nos divorciamos. La decisión es tuya''. Dicho esto, un silencio se desplomó entre ellos. Casi instantáneamente, Colin lamentó decirle eso a ella. Podía ver el dolor en sus ojos, lo que también lo afectaba mucho. Después de un largo rato, Sofía volvió a suplicarle: "Por favor... No... Colin... Te lo ruego... Puedo traer a esa mujer aquí y ella puede respaldar mi historia. "

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Capítulo 144 No quiero divorciarme de él "Muy bien". Colin realmente no quería divorciarse de ella, tampoco. Así que él accedió fácilmente a su petición. Se dirigieron a casa juntos. Cuando Sofía buscó su teléfono, rápidamente marcó el número de Quintana. Sin embargo, su teléfono estaba apagado. Con una sonrisa burlona, Colin salió de la habitación sin girar la cabeza, y no volvió. A la mañana siguiente, Sofía llamó a Quintana de nuevo, pero su teléfono aún seguía apagado. Sofía entró en pánico. ¿Por qué Quintana apagaría su teléfono? Sofía no sabía dónde se hospedaba Quintana en el País A, y su única forma de comunicación era vía telefónica. Como Quintana tenía su teléfono apagado, Sofía no tenía otra manera de ponerse en contacto con ella. Y si no podía encontrar a Quintana, su relación con Colin también terminaría. Sofía sintió que se merecía lo que le estaba pasando. Ella misma lo había provocado. Sofía se arrepentía de lo que había hecho. Colin le había preguntado anteriormente que por qué estaba buscando a una prostituta, pero ella optó por mantenerlo fuera de su plan. Más tarde, Colin le había aconsejado que lo esperara y prometió que la ayudaría a ejecutar su plan de venganza contra Paulo, pero ella estaba muy impaciente. Lo que era más, Colin también le había pedido que le contara su plan, para que él pudiera saber qué había estado haciendo. Pero ella no lo hizo. Todas estas oportunidades se le fueron de las manos, debido a su ignorancia y

simple descuido. La puerta del dormitorio se abrió de golpe detrás de ella. Wendy entró y vio a Sofía arrodillada junto a la cama, con el rostro hundido en las sábanas. Wendy estaba asustada y rápidamente se acercó a ella, "¡Sofía! ¿Sofía? ¡Qué sucede!" Al escuchar su voz, Sofía se volvió lentamente hacia ella, "Estoy bien, madre". Tenía la cara pálida, pero no tenía moretones ni ninguna otra herida. Al verla más de cerca, Wendy soltó un suspiro de alivio y le dijo: "¿Por qué estás arrodillada en el suelo? ¡Puedes sentarte en tu cama!" Pero Sofía no se levantó. Llorando, abrazó las piernas de Wendy y le dijo: "Madre, yo nunca engañé a Colin, pero él no me cree, sin embargo me merezco esto que está pasando. Colin quiere divorciarse. No lo culpo, pero yo no quiero divorciarme de él. Mamá, ¿podrías ayudarme? Habla con él, por favor... Él te escuchará..." Ella nunca le había rogado a nadie antes. Pero ella haría cualquier cosa por el amor de Colin, a cualquier costo. Al escuchar esto, Wendy entendió lo que estaba pasando entre Colin y Sofía. Ella suspiró, "Por supuesto que hablaré con él. Pero Sofía, ¿puedes decirme si estás embarazada o no?" "Madre, estoy embarazada. Es hijo de Colin. El bebé ha estado creciendo en mi vientre desde nuestro corto encuentro en los Estados Unidos. Pero Colin no me cree..." Sofía se mordió el labio inferior lamentándose. ¿Por qué de repente todo estaba dando un giro trágico? "Está bien. Tienes todo mi apoyo, Sofía Hablaré con él. Pero no puedes sentarte en el suelo. Es malo para tu hijo. Venga. Le pediré a la señora Zhang que te prepare algunos tónicos". Wendy la ayudó a levantarse y le arregló el cabello desordenado. Sofía estaba profundamente conmovida. Le dirigió a Wendy una mirada de agradecimiento, y le apretó las manos con tanta fuerza como un hombre que se

ahogaba y tomaba su último aliento. Ella sollozó, "Madre, siempre has sido tan amable conmigo. Por favor confía en mí. ¡Este niño es de Colin!" Wendy no sabía qué había pasado exactamente entre ellos, pero desde luego le creía a Sofía. "Por supuesto. Relájate, Sofía. Haré mi mejor esfuerzo para persuadir a Colin. Y ahora debes descansar un poco. ¿Está bien?" "Gracias, Madre. ¡Gracias!" "Ni lo menciones, tonta. Espérame, le pediré a la señora Zhang que te prepare algo para tomar". Wendy estaba tan contenta de saber que Sofía estaba embarazada del niño de Colin. Y ella creía que todo iba a estar bien. Lo que más importaba en ese momento, era la salud física de Sofía. En la casa de la familia Lien, Dolores miró a Paulo llena de ira, "¡Maldito idiota! ¿Cómo no te diste cuenta de que no era Sofía con quien estabas teniendo relaciones sexuales?" "Cariño, Sofía es una perra muy astuta. ¡Me tendió una trampa! Pero afortunadamente, he atrapado a la prostituta que ella envió como su sustituto, y las cosas aún son negociables". Cuando Sofía acompañó a Quintana a la sala de ultrasonido B en el hospital, Paulo estaba allí por casualidad para una prueba de sífilis, y él las vio. Se había dado cuenta que cuando estaban juntos Sofía siempre se disculpaba para ir al baño antes de tener relaciones sexuales, después de eso su tono de voz y cuerpo cambiaban ligeramente. Paulo sentía que algo andaba mal, pero no estaba realmente seguro. Así que cuando las vio juntas, su terrible premonición se hizo realidad. Paulo siguió a la otra "Sofía" a su vivienda de alquiler y la secuestró. Mientras la examinaba, Paulo descubrió que ella era con quien había tenido relaciones sexuales, y finalmente comprendió que Sofía había estado jugando con él. La falsa "Sofía" resultó ser una prostituta infectada con sífilis, a quien Sofía había contratado como sustituta. Para poder engañarlo, Sofía también había enviado a la prostituta con sífilis con una cirujana plástica para que alterara su apariencia y se pareciera a ella.

Cuando todos los integrantes del Clan Lien se enteraron de todo esto, enfurecieron. Toda la familia culpó a Paulo por su descuido. Después de lo que había sucedido, el amor que sentía Dolores por Paulo se esfumó. Ella lo miró con disgusto, y dijo bruscamente: "No, se acabó, imbécil. La única solución es mantener a Quintana bajo estricto control. Así Sofía no podrá explicar lo que ha hecho. Y podremos verlos pelear entre ellos desde una distancia segura". Sin Quintana, Sofía no tendría cómo justificarse con Colin por lo que había hecho. "¡Sí, sí! ¡Eres muy inteligente, cariño! Esa perra... ¿Cómo se atrevió a burlarse de mí? Pero gracias a Dios, ¡Ella sufrirá por esto!" Dolores mostró una sonrisa atroz. Después de tres días, Colin finalmente llegó a casa. Su aliento y su ropa apestaban a alcohol. Sofía todavía trataba de ponerse en contacto con Quintana, pero estaba fuera de alcance. Colin entró tambaleándose al dormitorio y Wendy lo siguió. "¡Colin, necesito decirte algo!" "No quiero escucharte, madre. En este momento, necesito algo de privacidad". Dicho esto, Colin empujó a Wendy fuera de la habitación y cerró la puerta. Luego se acercó a Sofía. Wendy golpeó la puerta desde afuera, "¡Colin! ¡Sofía está embarazada! ¡No hagas nada de lo que te puedas arrepentir!" Al oír esto, Colin mostró una sonrisa con aire burlón. Levantó la barbilla de Sofía con un dedo, "Eres más astuta de lo que pensaba, Sofía Lo. ¿Qué le dijiste a mi madre? Tal parece que ella creé que es mi semilla la que está creciendo en tu vientre". "Es tuyo". Sofía dijo, agachando la cabeza.

Cuando Colin retiró su mano, Sofía se acercó a él y lo ayudó a acostarse en la cama. De repente, ella vio una mancha de lápiz de labial en el cuello de su camisa. Temblando, Sofía no pudo desviar la mirada. Colin notó su comportamiento. Le echó un vistazo rápido y con su rostro exaltado habló, "¿Qué? Tú ya te has acostado con tu ex novio muchas veces. ¿Yo no puedo dormir con otras mujeres?" Sofía permaneció en silencio por un largo rato. Sintió un dolor en su corazón y le preguntó: "¿Te acostaste con Maita?" Colin se sintió aún más molesto. ¿Por qué pensó en aquella mujer? Pero él asintió, "Sí, lo hice. Y no es de tu incumbencia. Puedo dormir con quien yo quiera". Sofía no dijo ni una palabra. Ella lo ayudó a quitarse el traje que olía a alcohol y tabaco. Pero Colin le tomó la mano, "¿Qué? ¿Estás tratando de seducirme?" Sofía se quedó callada por un momento, antes de responder: "No, simplemente quiero quitarte el abrigo". En ese instante, la empujó sobre la cama. La cara de Colin estaba tan cerca de la de ella, "No me toques. No eres más que una sucia mujerzuela". Al escuchar estas palabras, las lágrimas le brotaron de sus ojos. Colin la tomó por el cuello y le advirtió: "No te atrevas a llorar, o te mato".

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Capítulo 145 Yo también te odio Conteniendo las lágrimas, abrió la boca pero no pudo decir nada. El hombre tocó sus labios de ella con el dedo índice mientras examinaba sus rasgos faciales. "¿Has hecho esto con él?" Al darse cuenta de lo que quería decir, Sofía lo miró con vergüenza y rabia. "¡No pasó nada entre él y yo!" Una vez que encontrara a Quintana, ¡haría que Colin se disculpara con ella cientos de veces! Puso la palma de la mano en el cinturón y se lo quitó. Sofía tuvo un mal presentimiento. "Colin, estoy embarazada. Compórtate..." "No voy a lastimar al bastardo. Primero necesito confirmar si es mío a través de una prueba de DNA. Si no lo es, te daré una bofetada y me divorciaré de ti. Pero ahora..." Usaría otros métodos para torturarla. Después de mucho tiempo, Sofía entró corriendo al baño sin aliento, se sostuvo de la taza del inodoro para vomitar. Al darse cuenta de que él la había seguido, Sofía lo fulminó con la mirada. "¡Eres un monstruo!" "¿Y qué? ¡Limpia este desorden y sígueme!" Mirándola fríamente, entró en el baño. Unos minutos más tarde, después de cambiarse de ropa, Colin salió del baño. Sofía todavía estaba sentada en la cama, "¡No voy a ir contigo!" Ella se sentía más segura en esa casa junto a Yonata y Wendy.

Con su padre aún desaparecido y sus planes de venganza estancados, ella no se iría del País A. "No tienes elección". Colin la levantó de la cama. Inestable, Sofía sintió que estaba a punto de caer, pero Colin la tomó por la cintura. Colin la sacó de la habitación sin zapatos. "¿Por qué debes llevarme lejos?" Ella no podía entender. El hombre la miró con indiferencia. "¡Para castigarte!" "... Madre, ayuda..." Sofía lloraba por su libertad. Cubriéndole la boca, Colin la arrastró escaleras abajo. Notando lo que estaba pasando, la Sra. Zhang trató de detenerlos. Pero la mirada de Colin la hizo retroceder varios pasos. Después de obligarla a ponerse los zapatos, Colin la metió al auto, aún tapándole la boca. Cuando Sofía intentó abrir la puerta del auto desde adentro, Colin cerró con seguro todas las ventanas y puertas desde el lado del conductor. "No me puedo ir. Todavía no sé dónde está mi padre y aún no he llevado a cabo mi venganza. ¡Déjame salir!" "Alejandro se hará cargo de eso. No necesitas preocuparte". "Colin, tú también eres un adúltero. Si crees que me acosté con Paulo, entonces tú tampoco eres tan inocente". Cansada, Sofía culpó débilmente al hombre. "No es lo mismo y lo sabes". ¿Qué quiso decir él? "¡Colin, te odio!" Ese hombre no era el mismo Colin que la había estado tratando tan bien. "¡Yo tambien te odio!" Colin, hablaba en serio porque ella lo odiaba, y la quería fastidiar.

Pero lo que Sofía entendió fue que Colin ya no la amaba. Pronto llegaron a la mansión. Después de la remodelación, sólo habían estado ahí una vez, no prestaron atención a los cambios que se habían realizado. Esta vez, Sofía notó que los cambios que se hicieron en el primer piso iban de acuerdo a los bocetos del diseño que ella había elegido. Colin la dejó en la sala de estar. "A partir de hoy, te quedarás en esta casa. ¿Entendido?" "Quedarme aquí? ¿Me vas a encarcelar en esta casa?" Sofía se aferró a la ropa de Colin cuando éste estaba a punto de irse. Colin se soltó de ella y miró hacia atrás, con una expresión firme en su rostro. "Te vas a quedar aquí o nos divorciamos. Tú decides". Su voz llena de sarcasmo la hizo temblar. "Colin, si me divorcio de ti, tu hijo terminará llamando a otro hombre papá. ¿Te gustaría eso?" Sofía estaba realmente desconcertada en ese momento, no sabía qué hacer. Ella había pensado que lo más fácil sería que el hijo de Colin llamara "padre" a otro hombre. Pero ahora, no estaba segura de poder hacerle eso a Colin. "Yo no estoy seguro de que ese hijo sea mío. No tiene sentido que trates de convencerme de nada". Después de decir esto, se dio la vuelta y se alejó. Esa tarde, llegaron enormes camiones llenos con sus pertenencias, incluido su teléfono. Tenía muchas llamadas perdidas, entre las cuales un número desconocido había llamado varias veces. También había un mensaje de este número, 'Jay está en mis manos. Divórciate de Colin y prometemos que él estará bien'. Sofía, llena de ansiedad, llamó al número y pronto alguien contestó el teléfono. "¿Quién eres? ¿Dónde está mi padre?" "Me llevé a tu padre. Si te divorcias de Colin, te garantizo su seguridad".

Respondió una voz grave y distorsionada. "¿Por qué debería creerte? ¡Tengo que escuchar la voz de mi padre!" ¿Divorciarse de Colin? Ella no estaba dispuesta a hacer nada por el estilo. "Grabaré un vídeo y te lo enviaré. ¡Tu padre está demente, ni siquiera puede hablar por teléfono! ¡No olvides divorciarte de Colin!" "No puedo. ¿Pídeme otra cosa? ¿Dinero?" "Entonces, ¡dile a Colin que el bebé en tu vientre es de Paulo!" Sofía apretó sus manos. "¿Quién eres? ¿Cómo sabes que estoy embarazada?" Solamente la familia Li y el médico sabían sobre su embarazo. ¿Acaso el hospital había infiltrado la noticia? "No tienes otra opción. También tengo a Quintana. ¡Si no haces lo que te digo, pronto encontrarás sus cadáveres!" Sofía cerró los ojos con fuerza. "Si accedo a tu petición, ¿cuándo los liberarás?" "Después de que haya nacido el bebé". "Antes de que eso suceda, ¿los puedes mantener a salvo?" Sofía trató de calmarse. Ella sabía lo que tenía que hacer. Necesitaba asegurarse de que su padre y Quintana permanecieran con vida. "Sí. Sólo si sigues mis instrucciones. No le menciones esto a Colin ni a nadie más. ¡Si te atreves a decir una sola palabra, verás sus extremidades pronto!" La voz se rió, haciendo que a Sofía se le erizara la piel. "Bueno. Envíame el vídeo como prueba". Momentos después de que ella colgó, Sofía recibió el vídeo. En el vídeo, ella pudo ver a Jay muy angustiado en una habitación grande. Después pudo ver a una mujer extraña con aspecto pálido, que estaba sentada en una silla.

Sofía no se dio cuenta de quién era a primera vista, pero luego recordó cómo lucía Quintana antes de la cirugía. ¿Habrían alterado su rostro para que luciera de nuevo a como era antes? Sosteniendo su tembloroso cuerpo, Sofía trató de especular quién había secuestrado a su padre y a Quintana.

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Capítulo 146 ¿Quintas también odia a la familia Lien El teléfono volvió a sonar. "¿Satisfecha con la prueba? Cuidaré bien de tu padre si me escuchas. De lo contrario, ¡lo torturaré todos los días hasta que muera!". "Está bien, ¡lo prometo!" Sofía se decidió casi al momento. "¡Bien!" "Espera, una cosa más..." Sofía añadió rápidamente. "Sí..." "¡Para garantizar la seguridad de mi padre, debes enviarme un vídeo de él al menos una vez a la semana! Necesito verlo con vida". "¡Qué codiciosa eres!" "Si no puedes hacerlo no hay acuerdo. Necesito una confirmación cada semana de que sigue vivo". La voz del otro lado se quedó en silencio. Respondió al cabo de un rato. "Cada mes." "¡Trato hecho!" Sofía suspiró aliviada. Pero después de la llamada telefónica se dio cuenta de que el vídeo que había visto antes había desaparecido. Parecía tener un virus en su teléfono que había borrado el vídeo y el número de teléfono. Con inexplicable desilusión, Sofía miró aquel balcón bien decorado desesperada. Por su mente pasaban muchos pensamientos. Trató de pensar por qué alguien tomaría a su padre como rehén para amenazar su matrimonio. '¿Qué importa más, mi matrimonio o mi familia?', ella intentaba conciliar sus pensamientos. Sofía se sentó en la cama, sumida en sus pensamientos, hasta que oscureció.

Cuando salió de su ensoñación, tomó su teléfono. Quería volver a llamar a Colin, pero su teléfono estaba apagado. Alguien llamó a la puerta poco después. Sofía no había encendido las luces, así que estaba muy oscuro. El golpe la hizo saltar de miedo. "¿Quién es?" Preguntó ella, asustada. "Hola, mi señora. Soy su nueva sirvienta. La cena está lista. Por favor, baje a cenar". Sofía dejó escapar un suspiro de alivio cuando escuchó la voz. Tocando su vientre plano, pensó que debería cenar para reponer fuerzas para su bebé. Al abrir la puerta, Sofía se encontró con una chica de pie, que parecía casi de la misma edad que ella, vestida con un traje deportivo. Aunque no era tan bonita, seguía siendo hermosa a su manera. "Doña". Rosita se dirigió a ella con respeto. Después de saludarla, Sofía bajó las escaleras. Había otras dos sirvientas abajo desempacando cajas. Al darse cuenta de su presencia, dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se dirigieron a ella. "¡Buenas tardes, señora!" A pesar de que la habían tratado así varias veces, todavía no estaba acostumbrada. "¡Buenas tardes!" Ella les sonrió. Al ver a Sofía tan amable, las criadas soltaron un suspiro de alivio. "Encantada de conocerla, señora. Soy Rosita, esta es Melisa y esta es Benita. El señor Li nos pidió que la cuidáramos. Estamos con el señor Xie, el mayordomo. Está ocupado atendiendo algo y aún no ha regresado". En la mesa del comedor, Rosita le dio una toalla húmeda y tibia a Sofía para que se limpiara las manos. Sofía asintió levemente. "Puede que tengas mi edad. No tienes que llamarme señora, llámame Sofía". Una vez que le dijera a Colin que el niño no era suyo, ya no viviría allí. Su título de señora Li o Doña serían un recuerdo lejano.

Se miraron desconcertadas porque nunca habían conocido a una empleadora tan amable. Llenando el tazón de Sofía con sopa, Rosita retrocedió. "Doña, como todas pertenecemos a la compañía del mayordomo, no podemos romper el protocolo". "Como Colin no está aquí, se hace lo que yo diga". Sofía no pretendía abusar de su autoridad. Ella no quería degradarlas. "Sí... Sofía". Después de prometer que se dirigirían a ella por su primer nombre, continuaron con su trabajo. Sofía reflexionó durante mucho tiempo sobre por qué Colin había contratado a tanta gente. ¿Tenía miedo de que ella se escapara? Más tarde, Sofía llevó a Rosita a un lado y le preguntó: "¿El señor Li te asigna cualquier trabajo... quiero decir, ¿puedo salir?" Rosita negó con la cabeza mirándola con simpatía. "El señor Li dijo que debemos darle todo lo que pida, pero no permitirle que salga del jardín ni siquiera un paso". Bueno, por lo menos tenía un jardín. ¿Podría ella, tal vez, volver a su vida idílica y cultivar algunas verduras, flores u otra cosa? Frunciendo sus labios, Sofía pensó que era mejor que siguiera preocupándose por su futuro. ¡Dios mío! De vuelta en el dormitorio, Sofía encendió su teléfono, que se estaba cargando, y le envió un mensaje a Colin. 'Tengo algo que decirte. ¿Puedes venir a casa?' Al cabo de un buen rato, Colin respondió a su mensaje, '¿Qué es?' Sofía sintió tristeza de repente. Pensando en lo que había pasado en la tarde no sabía cómo explicarlo. Ella no tenía valor todavía de hacerle daño. Cerró los ojos con fuerza y contuvo las lágrimas. Tenía que hacer lo correcto. Quería decirle la verdad a través de mensajes, pero recordó que el vídeo y el

número de teléfono se habían borrado. Temía que hubieran intervenido su teléfono. Minutos más tarde, llamó a Rosita. "¿Puedo usar tu teléfono para hacer una llamada?" Su petición sorprendió a Rosita. Sin embargo, ella le entregó su teléfono. "Gracias. Adelante, por favor. Te lo devolveré cuando haya terminado. No te preocupes, no voy a revisar tu teléfono. Solo necesito hacer una llamada". Rosita asintió con una sonrisa. "Sofía, yo fui recomendada por la señorita Ji y le ayudaré con lo que necesite". "¿La señorita Ji?" '¿Leila?', se preguntó Sofía. "Sí, es Quintas". ¿Quintas? Sofía pensó en el momento en que causó problemas cuando fue a la casa de Lien. Esa mujer parecía callada, pero evitó que Dolores la golpeara. ¿Qué significaba eso? Esa fue la primera vez que se veían. ¿Por qué la ayudaría ella? Reconociendo su incertidumbre, Rosita dijo: "Quintas le pidió que no pensaras demasiado. Ella le estaba ayudando porque le gusta usted y no puede soportar lo que la familia Lien ha hecho". ¿Era así? ¿Quintas también odiaba a la familia Lien? "Dale las gracias de mi parte. Cuando estemos libres puedo invitarla a... No importa. ¡Solo dale las gracias!" Estaba a punto de decir que podría invitar a Quintas a tomar un café en algún momento, pero se detuvo. Ella tenía muchas cosas que atender ahora. "Está bien, Sofía. Bajaré entonces". "Bueno". Después de que Rosita se fuera, Sofía llevó su teléfono al balcón. Marcó el número de Colin tras pensar un rato.

Colin había guardado el número de Rosita, así que pensaría que lo estaba llamando ella. "¿Hola?" "Soy yo". Al oír la voz de Sofía, Colin puso los ojos en blanco y se quedó en silencio.

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Capítulo 147 ¿Quieres vengar a tu madre Sofía forzó una sonrisa. Con el corazón roto, sus ojos rebosaban de lágrimas otra vez. "Colin, alguien me amenazó con la vida de mi papá. Quería que te dijera que el bebé... El bebé no es tuyo. Pero el bebé es tuyo, no de Paulo. Colin, nos queremos mucho. ¿Por qué no confías en mí? ¿Te enamoraste de alguien más y necesitas una razón para deshacerte de mí?''. Sofía se derrumbó. De manera antipática, Colin le preguntó: "¿Terminaste con tu historia?". "No te estoy contando una historia. Esta tarde, alguien con un número desconocido me llamó. Secuestraron a mi padre y dijeron que lo matarían si no te dijera que el bebé no es tuyo. Tenía el vídeo, pero se borró automáticamente. Sospecho que alguien está monitoreando mi teléfono, así que te llamé con el teléfono de Rosita''. "¿Tienes una excusa mejor?". Aparentemente, Colin no confiaba en ella. "Colin, no te estoy mintiendo. Pude ver a mi papá muy angustiado y que corría en una habitación grande''. "¿Dónde lo tienen? ¿Quién lo secuestró? Dímelo''. "No me lo dijo. Solo dijo que si no seguía sus instrucciones, mi padre saldría herido''. "Entonces, ¿tratas de decirme que el bebé que llevas dentro de ti no es mío?". La voz fría de Colin hizo que Sofía se estremeciera. "El niño es tuyo. Me vi obligada a decir que...''. "Detén tus mentiras. De lo contrario, ¡no vuelvas a llamarme nunca más!''. Luego colgó el teléfono.

En las oficinas del Grupo SL. De pie frente a la ventana, Colin fumó un cigarrillo mientras agarraba su teléfono con fuerza. Antes de volver a la sala de reuniones, Colin habló con Wade. "¿Cómo va la investigación sobre mi suegro?". "Llamaron ayer. No hubo más noticias''. Wade se sintió profundamente avergonzado. "Sofía sospecha que están monitoreando su teléfono. Comprueba si sucede eso''. "Esta bien, señor''. Después de la reunión, Colin volvió a su oficina. Al poco tiempo, Wade le dijo: "Señor, hice inspeccionar el teléfono de la señora y no la están monitoreando''. "Muy bien, gracias''. Colin se quitó la corbata. '¿Cómo podría volver a confiar en Sofía?', pensó en su interior. Colin arrojó su teléfono sobre el escritorio y caminó hacia el estante para vinos al otro lado de la habitación. Abrió una botella y se sirvió un vaso lleno, que dejó caer en un movimiento rápido. El vino hizo que la garganta y el estómago de Colin se le quemaran, pero no cambió su estado de ánimo. '¡Sofía, intenté creer en ti! Pero me decepcionaste una y otra vez', pensó Colin. El teléfono que estaba sobre la mesa sonó. Se calmó y caminó para contestarlo. "Hola, señor. Esta es la recepción. Un señor llamado Alejandro desea verlo, pero no tiene cita...''. "¡Déjalo entrar!". Alejandro había querido verla a Sofía varias veces, pero la joven no quería verlo. El hombre pensó que podría haber algo malo con su hermana, así que tuvo que venir a hablar con Colin. Pronto, golpearon a la puerta. Se apoyó en el escritorio y Colin gritó: "¡Adelante!".

La recepcionista abrió la puerta acompañada por Alejandro, quien todavía llevaba su uniforme. Parecía que acababa de salir del trabajo. "¡Colin!". La puerta estaba cerrada. Alejandro entró ansiosamente. Había un fuerte olor a alcohol en la oficina. Alejandro miraba a su alrededor: '¿Colin estuvo bebiendo?'. "¿Qué pasa?". Colin le echó un vistazo y caminó hacia el estante para vinos. "No puedo encontrar a mi hermana. Siempre me dice que está ocupada cuando la llamo. Fui a tu casa, pero ella no estaba ahí. ¿Sabes dónde está?". Colin no le contestó. Sacó otro vaso y le sirvió un poco de vino. "¿Saliste del trabajo?". "Sí. Acerca de mi hermana...''. Colin sostuvo el vaso delante de él. "¿Puedes beber?". Alejandro dudó por un momento y luego asintió. "Un poco''. Colin le dio la copa de vino. Después de que bebió, los ojos de Alejandro se pusieron rojos de inmediato. "Colin, ¿estás bien?". Alejandro sintió en ese momento que algo andaba mal con Colin. Colin lo miró y terminó su vaso de vino. "¿Quieres vengar a tu madre?". "Sí''. Los ojos de Alejandro inmediatamente se llenaron de odio. "Tu hermana está viviendo en otra casa. No te preocupes por ella. ¿Qué tal esto? Puedo enviarte al extranjero para que estudies. No me decepciones''. Tenía altas expectativas para Alejandro, pero el chico no había estado en la universidad ni tenía ninguna experiencia social. Necesitaba práctica. "¿Ahora?". Alejandro vaciló un poco. Quería vengar la muerte de su madre más que nada en el mundo. "Sí. ¿Crees que eres lo suficientemente fuerte como para derrotar al hombre que

puede sobornar a la Oficina de Seguridad Pública? "Colin, ¿qué quieres decir?". Colin se sirvió otra copa de vino. "Cuando tu madre tuvo un accidente, ¿no llamó tu hermana a la policía?". Alejandro asintió. "La policía pospuso el tratamiento del caso y finalmente determinó que fue una muerte accidental''. Alejandro asintió de nuevo. De repente, entendió lo que Colin trataba de decirle. Sus enemigos debían de ser lo suficientemente poderosos para tener a la policía bajo su control. Alejandro bebió el vino de un trago. "Cuñado, seguiré tu consejo''. "Te enviaré al extranjero ahora. Puedes solicitar el curso de Gestión Económica. Recuerda que tienes que estudiar mucho. Si tienes suficiente tiempo, puedes aprender algo más. Mientras trabajes duro, el dinero no es un problema. Puedes pedirle dinero al señor Ji en cualquier momento''. "Pero ¿qué pasa con mi papá y mi hermana?". Al pensar en su familia, Alejandro vaciló. Colin bebió el último vaso de vino y le dijo: "No te preocupes. Mi gente está investigando la desaparición de tu padre. En cuanto a tu hermana...''. Colin jugó con la copa de vino y continuó: "... No tienes que preocuparte más por ella. Es una mujer muy capaz''. Se había convertido en la esposa de Colin y luego se acostó con su exnovio y estaba embarazada del hijo de su exnovio... Realmente era capaz. Sin pensarlo mucho, Alejandro respondió. "Está bien, Colin. ¡Gracias!". Pensó que trabajaría muy duro y estaría a la altura de las expectativas de su cuñado y le pagaría en el futuro.

"Está bien, le preguntaré al señor Ji para hacer los arreglos para ti. Nos vemos''. "Está bien, Colin. ¡Nos vemos!". Después de que Alejandro se fue, Colin tiró la botella de vino vacía contra la pared. La botella se rompió en pequeños fragmentos. ¿Cómo podría Colin cuidar de ella? ¿Cómo podía preocuparse por una mujer que estaba embarazada de otro hombre? Tres días después de que Alejandro se fue de la oficina de Colin, el joven la llamó a Sofía: "Hermana, cuídate mucho y cuida a mi cuñado''. "¿Qué? ¿Qué quieres decir?". Sofía estaba desconcertada. "¿No te lo dijo mi cuñado? Me voy a Inglaterra''. Sentado en la sala de embarque, Alejandro miró los aviones afuera, confundido. "¿Cuándo?". Sofía tenía el presentimiento de que algo malo sucedía. "Ahora. Me voy ahora''. ¿Ahora? Sofía saltó de su silla en el balcón. "¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Iré a despedirte!''. "¿No te lo dijo mi cuñado?". Sofía no sabía qué decir. No había visto a Colin durante varios días.

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Capítulo 148 Rebobinar y fingir "No. Tu cuñado ha estado últimamente ocupado con el trabajo. Pasa la mayor parte de su tiempo en la empresa. Espérame, ¡llegaré pronto!" ¿Por qué decidió Colin enviar lejos a Alejandro? Sin atisbo de duda Alejandro creyó a Sofía. Después de todo Colin era como un dios para sus ojos. "Hermana, tengo que abordar el avión en 10 minutos, no puedes llegar aquí en tan poco tiempo. ¡Me pueden venir a visitar a Inglaterra cuando dispongan de tiempo!" "¿10 minutos?" Sofía sintió un dolor repentino en el corazón. ¿Cómo pudo Colin no mencionar nada sobre esto antes de que su hermanito se fuera lejos? "Sí, hermana. El cuñado ha sido bueno con nuestra familia. Nunca he visto a nadie ser tan bueno con su esposa. Les deseo a los dos lo mejor". Sofía permanecía en silencio. Ella sabía que Colin había hecho mucho por el Clan Lo. Respirando hondo, ella replicó: "Por supuesto. No te preocupes por Colin ni por mí. Ya que él lo ha organizado todo para ti, debes estudiar mucho y no decepcionarlo". "No lo haré, hermana. El Clan Li es el benefactor de nuestra familia. Lo tendré en mente". Sofía casi rompía a llorar ante sus palabras. Ella contuvo su emoción y dijo: "¡Bien, que tengas un buen viaje!" "Gracias, hermana. Todavía estoy preocupado por papá. ¡Mantenme al día sobre su recuperación!" "Lo haré. No olvides contactar conmigo cuando llegues". A pesar de que intentaban hablar como solían hacerlo, sus mentes estaban agobiadas por la ansiedad. "Lo sé. ¡Adiós, hermana!" "¡Cuídate!"

Alejandro no sabía que Sofía estaba embarazada porque nadie se lo había dicho. Y Sofía tenía la intención de mantenerlo en secreto. Después de su conversación con Alejandro, Sofía marcó el número de Colin, pero no respondió a ninguna de sus llamadas. Al escuchar la señal de ocupado, Sofía casi rompía su teléfono con ira. Le envió un mensaje de texto a Colin con sus manos temblando, "Colin, ¿por qué no me dijiste nada acerca de enviar a mi hermano lejos?" Después de un buen rato, Colin respondió cuando Sofía casi se había dado por vencida. "También es mi hermano. Tengo derecho a ayudarlo con su futuro". En la Compañía Justo cuando Colin envió su mensaje, Wendy corrió a su oficina. "Colin, ¿dónde está Sofía?" Wendy le había preguntado a Sofía varias veces dónde estaba retenida, pero Sofía tartamudeaba siempre y no se atrevía a decir una palabra. Wendy pensó que le tenía miedo a Colin. Colin estaba sorprendentemente tranquilo. Levantó la cabeza y, casualmente, se encontró con los ojos enojados de Wendy. "¿Qué pasa, mamá? ¿Cómo puedo dejar que se quede en nuestra casa cuando está embarazada de otro hombre?" Los ojos de Wendy se abrieron con incredulidad. "¿Qué sucede contigo? Sigues diciendo que Sofía te engañó, ¡pero no hay pruebas!" "Sí tengo pruebas. ¿Quieres echar un vistazo?" Wendy se sorprendió. Lo miró a los ojos, pero solo vio una expresión serena y seria en su rostro. Seguramente Sofía no se había acostado con otro hombre... Pero ¿por qué Colin estaba tan seguro? "Incluso si Sofía te engañó, ¡estoy segura de que realmente no quiso hacerlo!" Colin se detuvo ante sus palabras. Miró fijamente a su madre. Esa maldita Sofía, ella lastimaba a todos los que la amaban y la apreciaban. Tenía una suegra protectora, pero se acostó con otro hombre para devolverle su amabilidad...

"Definitivamente ella estaba dispuesta. ¿Quieres ver?" Wendy se quedó estupefacta. Su rostro se puso pálido mientras tartamudeaba, "Colin, ¿has hecho una investigación? ¿Cómo estás tan seguro?" Colin se burló mientras negaba con la cabeza. De alguna manera no quería contarle a Wendy sobre cómo Sofía lo había engañado. "Mamá, ella no es de tu incumbencia. El bebé que va a dar a luz no es mío. No quiero que intervengas en mi decisión". Si permitiera que esa zorra diera a luz a un hijo de otro hombre bajo su techo, no solo sería un hazmerreír sino también un cornudo. ¡Y tampoco dejaría que su madre se encargara de ese bastardo sin padre! "Pero ella me dio su palabra, me prometió que el bebé era tuyo..." Wendy había hablado por teléfono con Sofía varias veces. Sofía no sonaba como si estuviera mintiendo. "Ella es una mentirosa, mamá. ¡No la creas más de ahora en adelante!" Si no hubiera visto el vídeo y los resultados de su investigación, no habría creído que Sofía lo engañaría. Le había dicho explícitamente a Sofía que no le mintiera. También dejó claro que si ella se atrevía a hacerle enojar aunque fuera una vez, tendría que asumir las consecuencias de sus acciones. ¡Evidentemente ella no escuchó! Wendy se negó a creer las acusaciones de Colin. "Quiero ver a Sofía en persona. Quiero hablar con ella cara a cara. ¿Y si el bebé es realmente tuyo?" ¿Y si el bebé era suyo? Igualmente no perdonaría a una mujer que lo hubiera engañado. Un zorro puede cambiar su carácter, pero nunca será amable. Era tan tonto por creer que ella nunca se había acostado con otros hombres antes. "Si el bebé es mío, lo llevaré de regreso a la casa Li, pero a Sofía Lo la desterraré". Wendy no sabía qué decir. Ella trató de persuadirlo, "Colin, por favor, escucha a tu madre. No conviertas todo en un desastre irreversible. Mira a tu tía y a tu tío. Tu tío es tan irascible y testarudo que su relación está llena de frustración. Si tu tía no lo amara tanto, no estarían juntos después de tantas peleas y guerras frías.

Considerando eso, tu tío es afortunado de tenerla. Eres un hombre de negocios exitoso, Colin. Pero quiero que entiendas que una relación es muy diferente al mundo de los negocios. Debes distinguir el uno del otro. Sofía no es tu competidora ni tu compañera de negocios. No la trates de esta manera". Colin no escuchó ni una palabra de lo que dijo. Mirando a su madre, él creía que Sofía le había lavado el cerebro. "Vete a casa, mamá. No te pongas en contacto con Sofía nunca más". "¡Qué demonios!" Sus sinceras palabras habían caído en oídos sordos. Al escuchar la respuesta de Colin, Wendy sintió que estaba a punto de explotar. Pero ella no se rindió. Le preguntó a su hijo con angustia: "Colin, amabas mucho a Sofía. ¿Qué cambió?" Todo el incidente pareció un suplicio para poner a prueba su relación... Colin se quedó callado. Él no cambió, pero las acciones de Sofía lo cambiaron. Si ella no lo hubiera engañado, él todavía la amaría. Incluso la ayudaría a vengarse de sus enemigos... Pero ella optó por traicionarlo de una manera que la mayoría de los hombres no podían soportar. "Mamá, vuelve a casa. He tomado mi decisión. Sofía ya no es asunto tuyo. Vamos a rebobinar y fingir que nunca me casé con ella". Wendy estaba desconsolada. Ella se alejó, apretando su pecho. Nunca dejaría que su hijo y su nuera terminaran teniendo una amarga enemistad. Sacó su celular y marcó el número de Yonata. "Yonata, quiero que investigues acerca de Sofía..." Después de un mes de arresto domiciliario, dos médicos llegaron a la mansión. El mayordomo explicó que los médicos estaban ahí para hacerle un examen físico a Sofía. Sofía estaba decepcionada. Ella estaba esperando una oportunidad para escapar

de la mansión. Se tumbó en la cama y se levantó el vestido. El bebé tenía ya tres meses. Gracias al cuidado de Rosita y la deliciosa comida de Melisa, Sofía siempre se alimentaba bien. A pesar de que el bebé solo tenía tres meses, su abdomen ya había crecido. Después del reconocimiento los médicos guardaron los instrumentos. "Señora Li, el bebé se está desarrollando bien. Necesita estar de buen humor y hacer ejercicio con regularidad". Sofía llevó a los médicos al piso de abajo y los observó salir del jardín de la villa antes de regresar. Se alegró al saber que su bebé estaba sano. Era lo único que hacía feliz a Sofía durante mucho tiempo. Los médicos también informaron de los resultados del reconocimiento a Colin. Le repitieron los consejos que le dieron a Sofía. "¿Buen humor?" Hubo una breve pausa antes de que Colin hablara. ¿Sofía no era feliz? "Sí, las mujeres embarazadas están más irascibles y emocionales a partir del segundo trimestre. Parece que la señora Li está de mal humor. Señor Li, le sugerimos que le deje hacer algunas actividades que la hagan feliz, como salir a pasear".

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Capítulo 149 La forma en que me amas Después de oír lo que había dicho el doctor, Colin se iluminó. Se dio cuenta de que él estaba sonriendo y Colin rápidamente le enseñó su expresión. "Lo sé. Haré que la revisen de nuevo el mes próximo''. 'Él debe de estar loco. ¿Cómo podría una mujer embarazada que lo traicionó hacerlo feliz?', pensó el doctor en su interior. "Está bien, señor Li. Debe de estar ocupado, no voy a retenerlo más. ¡Adiós!". ¿Ella era infeliz? El hombre iría a ver por qué estaba tan deprimida. Eran más o menos las diez de la noche. Como Sofía había dormido mucho durante el día, no tenía nada de sueño. Se sentó en la cama y revisó Twitter en su teléfono por el aburrimiento. Después de seguir a Mario y Leila en Twitter, se dio cuenta de que viajaban mucho y no se quedaban en un lugar por mucho tiempo. Todos vivían una vida difícil. Ella no sabía cuándo empezó a llover afuera. Después de dejar su teléfono celular a un lado, se puso sus sandalias y se dirigió al balcón para contemplar la escena nocturna afuera. El tiempo había estado caluroso recientemente, pero ahora estaba fresco debido a la lluvia. Un sonido vino desde la puerta. La joven se dio vuelta y vio a un hombre que no había visto durante mucho tiempo... Sofía se mordió el labio inferior con fuerza y lo vio a Colin que entraba en la habitación. Bien vestido con un traje, seguía siendo muy guapo... El latido de su corazón se aceleró al verlo. '¿Cuánto tiempo pasó desde que lo vi por última vez? Ha pasado mucho tiempo.

Quería decirle lo mucho que lo extrañaba...', pensó Sofía en su interior. La pareja se miraba. Sofía llevaba un camisón lila que Colin le seleccionó personalmente. El camisón se aferró a su cuerpo y hacía que su estómago sobresaliera visiblemente... Colin apretó su mano en un puño dentro de su bolsillo. Como sabía que ella no podía quedar embarazada, nunca pensó en tener un hijo. Ahora, la mujer que amaba estaba embarazada del bebé de otro hombre... El amor y la dulzura del pasado se habían convertido en una espada de miel que atravesó su corazón... No sabía si Sofía se sentía culpable o no. Sofía caminó unos pasos hacia adelante y suavemente lo llamó: "Colin...''. Colin salió de su aturdimiento. "El doctor me dijo que no estás contenta, así que vine a comprobarlo''. Sus palabras sorprendieron a Sofía. '¡Todavía se preocupaba por mí!', pensó en su interior. Pero... Colin agregó: "Me siento aliviado de verte infeliz. ¡Cuanto más infeliz seas tú, más feliz seré yo!''. Sofía estaba en silencio. La mujer lo maldijo en su mente. Casi se olvidó de que él no le creía... Cuando Colin se acercó poco a poco, Sofía dio un paso atrás. La indiferencia de Colin la hizo sentir un poco... asustada. Cuando él se acercó, ella se movió hacia atrás... hasta que finalmente ella llegó hasta la pared. En ese momento, no le quedaba espacio para correr. Con una sonrisa malvada, Colin colocó su mano en su vientre. Sintió que ella temblaba y se burló. ¿Tenía miedo ella de que él matara a este hijo bastardo? Lentamente sintiendo su forma, Colin, sin darse cuenta, se puso celoso. Dijo con

voz seria: "¿Estás feliz de tener al bebé de tu exnovio?". Como una plancha caliente, su mano hizo que cada centímetro de la piel que tocaba en su abdomen se sintiera caliente. "¿Viniste a causar problemas?". Ella preguntó con calma. "¿Y si es así?". Colin apartó su mano. ¡Tenía miedo de no poder contener sus celos y terminar matando a Paulo y al bebé! 'Estoy embarazada de tu hijo... Me divorciaré de Colin cuando te divorcies de Dolores... ' Su rostro se torció ante el recuerdo de sus palabras. De repente, su mano se envolvió fuertemente alrededor de su cuello. Sofía se sorprendió. Su corazón se llenó de miedo cuando sus ojos se ensancharon. "Colin...''. Cuando Colin la apretaba con más fuerza en su cuello, ella luchó por gritar su nombre. Sus ojos de repente se pusieron rojos. Sofía usó todas sus fuerzas para decir: "Colin... Te amo...''. Su repentina confesión lo hizo recobrar la cordura. Él mantuvo su control sobre ella sin apretarla más. Él se burló: ''¿Me amas? ¿Es esta la forma en que me amas?''. Ella sacudió su cabeza. "El bebé...". Antes de que pudiera decirle que el bebé era suyo, ella recordó la seguridad de su padre... No había llorado por mucho tiempo, pero en ese momento, las lágrimas brotaron de sus ojos. Se decía a sí misma que debía de ser fuerte. Pero después de ver a Colin, no pudo controlarse... Todas sus quejas y tristezas se precipitaron como una marea. Sus lágrimas lo hicieron sentir a Colin muy incómodo. Se acercó a ella y le dijo: "Si sigues llorando, ¡no puedo garantizar la seguridad de tu hijo!". Sofía se secó rápidamente las lágrimas. Ignorando la presión en su cuello,

envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Colin y dijo con tristeza: "Te extraño...''. La racionalidad de Colin se derrumbó. Aflojó la presión en su cuello y bajó la cabeza para besarla. Sofía se sorprendió por su beso. ¿Todavía él la amaba? ¿Por qué otra razón la besaría? Cuando Sofía pensó que Colin iría más lejos, la dejó ir sin dudarlo y se fue directamente al baño. Sentada en la cama, Sofía se arregló lentamente la ropa y el cabello antes de apagar el aire acondicionado. Cuando Colin salió del baño, Sofía ya estaba acostada en la cama de espaldas al baño. Colin estaba de pie junto a la cama con su cuerpo fresco envuelto en una toalla de baño. Aunque Sofía tenía los ojos cerrados con fuerza, obviamente no estaba dormida. El hombre la agarró por el brazo para hacer que se sentara. "¿Quieres dormir?". Sofía miró al hombre alto. "No, te estaba esperando...''. Como no se presentaba con frecuencia, la joven estaba demasiado emocionada para quedarse dormida. Colin encontró irónica su respuesta directa porque, tal como él lo veía, ella simplemente estaba tratando de compensar sus errores... Le pellizcó la cara con sus cinco dedos y esto hizo que sus labios rojos se abrieran ligeramente. "Olvidé preguntarte, ¿alguna vez lo has servido así a él?". Su humillación hizo que Sofía quisiera llorar, pero aún así sacudió la cabeza en silencio. "¡Nunca tuve sexo con él!". Ahora, ella puso todas sus esperanzas en Colin. Quería que él creyera que el bebé era suyo y luego se apresuraría por encontrar a su padre...

"Sofía Lo, ¿no sabes que tu engaño es molesto?". Frunció el ceño profundamente. ¡Si no fuera por el vídeo, él le creería en ese momento! Sofía estaba un poco enojada. ¿Por qué era tan difícil hacer que él confiara en ella? Sin retraer la mano que sostenía su rostro, el joven usó su otra mano para tirar la toalla de baño hasta el final de la cama. Se dio cuenta de su intención y Sofía sacudió la cabeza con miedo. "No quiero...''. "¡No tienes derecho a negarte!". Su acción siguiente detuvo todas sus protestas. Después de un largo rato, Sofía fue al baño. No fue al baño esta vez, ya que parecía haberse acostumbrado. Se cepilló los dientes. Cuando regresó a la habitación, Colin estaba usando su ropa. La respiración de Sofía se tensó. Ella le preguntó con tristeza: "¿No puedes quedarte a pasar la noche?".

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Capítulo 150 Noticias impactantes Sofía había hecho lo que Colin quería que ella hiciera... La expresión fría de Colin se mantuvo igual. Se detuvo momentáneamente para abotonarse la camisa y luego continuó vistiéndose sin mirarla. De repente, su teléfono móvil sonó. Descolgó el teléfono y dijo: "Quédate allí y vigila a Maita. La recogeré en veinte minutos''. La cara de Sofía se puso pálida al instante. Entonces... Se degradó para instar a Colin a quedarse, pero no fue suficiente para vencer a una amante... Sin decir ni una palabra, Sofía caminó lentamente hacia la cama y se acostó. Escuchó a Colin decir: "Tengo un apartamento en el centro. La llevaré allí...''. La voz de Colin desapareció gradualmente mientras salía. Un apartamento en el centro... ¿Era el que compraron juntos? Colin le había pedido que eligiera las decoraciones... Ridículo... Dos casas, una para su esposa y otra para su amante... ¡Buena idea! ¡Bien pensado! En la planta baja. Cuando Colin bajó las escaleras, Rosita lo miró y lo saludó respetuosamente: "Señor Li''. Colin se detuvo de repente en su camino hacia la puerta. Miró a Rosita y le preguntó: "¿Con qué estuvo ella ocupada últimamente?". Sabía lo que Colin le estaba preguntando. "Nada especial, señor Li. La señora generalmente se sienta en el balcón de la habitación y juega con su teléfono móvil o lee un libro. A veces, va a los jardines en el patio''. 'Juega con su teléfono móvil, lee un libro, pasear por el jardín...', pensó en su

interior. "Pregúntale qué más quiere hacer y dime''. Después de esto, Colin caminó hacia el vestíbulo para ponerse los zapatos antes de salir de la mansión. Estaba lloviendo afuera. Colin caminó hacia el garaje y se dirigió hacia su auto. Después de salir del vecindario, llamó a Wade. "Trae a Maita al hotel''. "¿Usted vendrá, señor?". Preguntó Wade y miró a la mujer ebria. "No''. Colin dijo con firmeza e inmediatamente colgó. Mirando a la comunidad residencial que desaparecía lentamente del espejo retrovisor, Colin se concentró en conducir. No habría dicho eso si no la hubiera querido lastimar a Sofía. Pero no sabía si su corazón se rompería por él. El auto se detuvo en el garaje del Edificio 6 de la Mansión Cercis Chino, una zona residencial del centro. Colin no se bajó. En cambio, encendió un cigarrillo y fumó. Después de ver a Sofía de nuevo, se dio cuenta de que la mujer era más importante para él de lo que originalmente pensó. A pesar de sus mentiras e infidelidad... No podía hacer nada más que sentirse enojado y restringir su libertad. No se atrevió a hacer nada más por ella. Además, no podía fortalecerse para lidiar con el niño de ella... Confinó a Sofía porque estaba preocupado... Estaba preocupado de que ella pudiera ir tras Paulo. Siempre supo que Sofía era adictiva. Ahora, se encontraba completamente esclavizado. Colin llamó a Helge. "¿Dónde estás?". "En la cama''. Escuchó la respiración pesada de Helge en la otra línea.

"Salgamos a tomar una copa''. "¡Por supuesto! Estaré ahí pronto''. Helge había sospechado durante mucho tiempo que algo podría haberle ocurrido a Colin, pero no logró sonsacarle información útil, aunque ellos habían salido varias veces. "Bueno''. En la oscuridad, el auto aceleró a lo largo del camino ancho. Colin condujo continuamente hasta que llegó al bar BLUE, donde solía beber con Helge y Mario. Esperó a Helge en una de las habitaciones privadas. Casi una hora después, el hombre llegó al bar con dos chupones en el cuello. Se sentó junto a Colin sin preocuparse y tomó el vaso de vino que Colin le sirvió. "Dejé a Shelly en casa para venir aquí. ¡Afuera ya!''. "¿Volvió Shelly?". Colin preguntó con calma. "Sí, pero ella se va mañana''. Helge dijo con una sonrisa radiante. ¡Finalmente se ganó a Shelly! Encendieron un cigarrillo. Colin permaneció en silencio en el sofá. Helge lo miró por un rato, pero Colin se quedó en silencio. "¿Qué pasa, Colin? Déjame adivinar... ¿Estás frustrado? ¿Dónde está tu pequeña Sofía?''. "¡Ni siquiera me la menciones!". Colin escupió en un tono frío que lo impresionó a Helge. '¿No mencionar a Sofía? ¿Qué es lo que les pasa a ellos?', pensó Helge. "¿Qué pasó con ustedes dos? Dime''. Helge levantó dos vasos y los tintineó. Colin bebió un poco de vino. "Está embarazada de un hijo de otra persona''. "¡Mierda!". Helge estaba tan sorprendido que casi dejó caer su vaso. Apagando la ceniza de su cigarrillo, Colin miró al aturdido Helge con una sonrisa amarga.

Helge definitivamente no sabía nada acerca de la verdadera naturaleza de Sofía. "¿Estoy escuchando esto bien?". Después de la conmoción inicial, Helge volvió gradualmente en sí y encontró que todo era increíble. "Me escuchaste bien. ¡Sofía está embarazada del hijo de Paulo!" Helge terminó el resto del vino de un trago. "¡Debe de haber algún malentendido! ¿No dijiste que Sofía no puede quedar embarazada?''. Colin parecía haberlo mencionado una vez cuando salieron a tomar algo antes. "¡Ella me mintió!". Colin admitió a regañadientes. "¿Sofía te lo confirmó?". Helge preguntó con cuidado. "Lo confirmó, luego lo negó. ¡Quién sabe cuál es la verdad! ¡Esa mujer solo escupe mentiras!''. Helge le dio unas palmaditas en el pecho. "No, esta es una noticia impactante. ¡Dame tiempo para pensarlo!''. ¿Sofía lo engañó a Colin? Él no lo creyó. "Tal vez la forzaron''. Colin entrecerró los ojos ante él. "¿Cómo es que te lavó el cerebro a ti y a mi madre para hacer la misma pregunta?". En el vídeo, no la forzaban en absoluto. En cambio, parecía disfrutarlo mucho... Pensando en esto, Colin enojado tiró el vaso contra la pared. ¡Si Sofía estuviera frente a él, le retorcería el cuello! Helge tragó saliva y le sirvió otra copa de vino. "Amigo, esto no es gracioso. ¿Lo investigaste?''. "Sí, lo hice. Dolores me envió el vídeo y no se manipuló''. Helge no sabía qué decir.

Después de un momento, el hombre le preguntó: "¿Dónde está Sofía? ¿Qué pasa con el bebé?''. "Sofía está confinada en mi mansión. En cuanto al bebé... Me haré una prueba de DNA después de diez meses''. "¿Y si el bebé es tuyo?". Helge le preguntó con entusiasmo. "Traeré al bebé al Clan Li y terminaré con ella. El hecho es que ella todavía me engaña''. Helge se detuvo. "¿Y si el bebé no es tuyo?". "¡Lo mataré!". Colin dijo con los dientes apretados. La habitación quedó en silencio. De repente, Helge sacó una caja de su bolsillo y la metió en el bolsillo de Colin. "En ese caso, ¡diviértete! Simplemente los tenía''. Helge le guiñó un ojo. Colin sacó la caja del bolsillo. Era una caja de condones, dos de los cuales se usaron. Impacientemente se lo arrojó de nuevo a Helge. "¿Crees que soy como Sofía?". Helge puso la caja en el bolsillo de Colin y sonrió. "Tómalo con calma. Ya usé dos. ¡Quizá cambies de opinión y decidas divertirte después de salir del bar!''.

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Content Capítulo 151 La fe destrozada Capítulo 152 Cómo puedes faltar a tus palabras Capítulo 153 Mi mejor amor Capítulo 154 El divorcio. Capítulo 155 Revelaciones y remordimientos Capítulo 156 La confrontación de Helgue Capítulo 157 Sólo problemas Capítulo 158 La esperanza del Clan Lo Capítulo 159 Perder al bebé Capítulo 160 Nueva determinación Capítulo 161 Por el bien del niño Capítulo 162 Parto prematuro Capítulo 163 Encuentra el chip Capítulo 164 Estudiar diseño de moda en Milán Capítulo 165 El infierno se desatará Capítulo 166 ¿De dónde sacaste ese maldito informe Capítulo 167 Abofeteado por nada. Capítulo 168 La futura cuñada está aquí Capítulo 169 La identidad de Ambrosio Capítulo 170 Colin no se vio afectado. Capítulo 171 El Crucero Número 8 Capítulo 172 Viejos amigos Capítulo 173 Como una polilla a la llama Capítulo 174 La queja de Colin Capítulo 175 El aroma de su mamá Capítulo 176 Quiero comprarle la cena a la tía Sofía Capítulo 177 ¡Esperando a que me vuelvas a llamar mamá! Capítulo 178 Tu propósito Capítulo 179 Ser una amante no era lo que ella quería. Capítulo 180 Me iré con Sofía Capítulo 181 Mata a Sofía Lo Capítulo 182 ¿Qué le hiciste a mi hijo Capítulo 183 Él se arroja a mí. Capítulo 184 Un accidente romántico Capítulo 185 Me amas a mí, no a mi papá

Capítulo 186 Elige un regalo para la suegra Capítulo 187 ¿Colin también lo sabe Capítulo 188 Sustituyendo a Guilla como secretario general Capítulo 189 Colin sabía desde hacía mucho que era inocente Capítulo 190 No quiero conocer a la familia Lien Capítulo 191 ¡Córtalo en pedacitos! Capítulo 192 Ella me dejó Capítulo 193 El beso de Mario. Capítulo 194 Tarde o temprano Capítulo 195 Sólo el principio Capítulo 196 Alguien te respaldará Capítulo 197 Un intento de asesinarla Capítulo 198 Tácticas de demora Capítulo 199 La preferida de Ambrosio Capítulo 200 Vínculos familiares

Capítulo 151 La fe destrozada Colin no tenía ganas de discutir con Helge por una caja de condones. Él no respondió y siguió bebiendo. A las 2 de la mañana, la lluvia comenzó a disminuir. Ya ebrio, Colin se tambaleó en su asiento. Helge encontró un chófer para que llevara a Colin a casa, pero tenía que ir al baño primero. Llamó a una mesera y dijo. —Oye, guapa. Necesito tu ayuda. Cuando la mujer vio a Helge, sus ojos brillaron de emoción y corrió hacia él. —¿Cómo puedo ayudarlo, señor Huo?.. ¡Ah! Y señor Li. —¿Podrías cuidarlo un rato? Enseguida vuelvo. —Helge entregó a Colin a la mesera y metió unos billetes en el escote de su blusa. —Usted es muy amable, señor Huo. Cuidaré bien de él. —Respondió la mujer alegremente. Helge se dio la vuelta y se dirigió al baño. En los brazos de la mujer, Colin frunció el ceño y abrió los ojos con incomodidad. Al oler su fuerte perfume, empujó a la mesera. La mesera se movió rápidamente hacia él. Mientras sostenía su brazo, le dijo en un tono dulce. —Señor Li, está borracho. Déjeme ayudarlo. —Vete a la mierda. —Colin se quitó de encima a la mesera, y se recargó en la pared para apoyarse. Al darse cuenta de su disgusto, la mesera cerró la boca de inmediato. Se quedó de pie a su lado, y no se atrevió a acercarse a él de nuevo. Afortunadamente, Helge volvió pronto. —Gracias, guapa. Puedes irte ahora. Helge colocó el brazo de Colin sobre su hombro y lo ayudó a salir del bar. Afuera, el conductor lo esperaba junto al coche. Cuando Helge y Colin salieron del bar, se acercó a ellos con rapidez y les preguntó. —Señor Huo, ¿a dónde llevo al señor Li? Helge pensó por un momento. Como Colin estaba totalmente ebrio, no era una buena idea dejarlo en la Casa Li. Abofeteó a Colin suavemente para despertarlo, por lo que los ojos de Colin se abrieron de golpe. Sorprendido, Helge retiró su mano. —¿Estás borracho o no?

—Sí, lo estoy. Helge se sentía frustrado. Puso las manos en sus caderas. —¿A dónde quieres ir? ¿Quieres que reserve una habitación en un hotel para ti? —No, gracias. —Colin cerró los ojos de nuevo, y se apoyó contra la puerta del auto para calmarse. —Numero 9, noveno Distrito de Villa., —recitó. Helge lo miró con desconfianza. —¿Cuándo compraste una mansión allí? ¿Por qué no me habías dicho? El vecindario que Colin mencionó era una lujosa zona residencial diseñada y construida por el Grupo SL. Todos los residentes que vivían allí eran multimillonarios, y la mansión más barata costaba cientos de miles de millones. Helge también quería una residencia allí, pero temía que su padre lo descubriera y lo castigara por derrochar tanto dinero. Colin debió haberle dicho que había comprado una en aquel zona. Así Helge podría argumentar que compró una mansión al enterarse de que su cuñado vivía allí. Colin ignoró la pregunta de Helge y se subió al auto. A las 3 de la mañana, Sofía estaba conciliando el sueño poco a poco. La puerta de la habitación se abrió, y el fuerte golpe despertó a Sofía. Se sentó en la cama y se cubrió el estómago inconscientemente, mirando la puerta con horror. —¿Quién está ahí? Un hombre que apestaba a alcohol entró tambaleándose. Él se acercó a ella y cayó al otro lado de la cama. Sofía se alejó rápidamente. Lo miró con la tenue luz de la farola que brillaba a través de la ventana. Al ver que el intruso era Colin, dejó escapar un suspiro de alivio. ¿Estaba borracho? Se acercó más a él, y le dio una palmada en el hombro. —¿Colin? Colin no reaccionó en absoluto. Sofía encendió la lámpara de la mesita y se dirigió hacia él. —Colin, necesitas quitarte la ropa. —¿No iba al centro con Maita? ¿Cómo terminó así? Sofía tuvo sentimientos encontrados mientras lo miraba. No sabía si estaba decepcionada o aliviada. Colin no respondió. Sofía se levantó de la cama, le quitó los zapatos, y acomodó su cuerpo sobre la cama. El abrigo era más difícil de quitar, pero lo logró. De repente, Sofía se dio cuenta de que su abrigo olía a un perfume muy fuerte. Antes de que tuviera tiempo para pensar, una pequeña caja se cayó del bolsillo.

Al darse cuenta, la recogió. Después de mirarla más de cerca, se le rompió el corazón. Era una caja de condones. Y la caja ya estaba abierta. Con manos temblorosas, Sofía abrió la caja y descubrió que faltaban dos condones. Había usado dos con Maita... Un dolor agudo se extendió por su corazón. Las lágrimas corrían por sus mejillas mientras ahogaba sus sollozos con una mano temblorosa. Se negaba a creer que había algo entre Colin y Maita. Ni siquiera lo creyó cuando Maita respondió la llamada que le hizo a Colin. Pero esta vez... Su fe en Colin se destrozó por completo... Después de un largo rato, Sofía se puso de pie y puso la caja de condones en la mesita. Secándose las lágrimas con el dorso de la mano, Sofía desabotonó la camisa de Colin y luego los pantalones. Aunque estaba desanimada, no pudo evitar sonrojarse ante la vista. Justo cuando desabrochó su cinturón, su mano fue agarrada. Mirando a los ojos fríos del hombre, trató de explicar con voz ronca. —Estás borracho. Te estoy ayudando a quitarte la ropa... Colin frunció el ceño cuando notó sus ojos rojos y su voz ronca. —¿Estabas llorando? Sofía negó con la cabeza. —Ya que estás despierto, puedes hacerlo tú mismo. —Se dio la vuelta, pero Colin la jaló. Sofía le lanzó una mirada inquisitiva. —Continúa —le exigió. Sofía cerró los ojos con dolor. Quitó la mano de Colin y lo ayudó a cambiarse. Aunque estaba oscuro en la habitación, fácilmente se podría deducir que la cara de Sofía estaba enrojecida. Cuando terminó, metió a Colin debajo de la colcha. Tan pronto como su cabeza tocó la almohada, se quedó dormido. Sofía no volvió a su cama. Se fue en silencio a la habitación de al lado. Acostada, miró al techo hasta que el cielo se volvió brillante. Cuando Colin se despertó a la mañana siguiente, ya eran las 8 en punto. Sin configurar una alarma, generalmente se levantaba a las 6 o 6:30 de la mañana, pero esta vez, se levantó tarde... Debido a que la habitación estaba llena del olor de Sofía, había dormido profundamente anoche. Pero ¿dónde estaba Sofía? Después de llamar a Wade para pedirle un cambio de ropa, fue al baño a ducharse. Poco después de salir en bata de baño, alguien llamó a la puerta del dormitorio.

—Señor Li. —Era Wade. Colin abrió la puerta para tomar la ropa y preguntó casualmente. —¿Qué está haciendo Sofía abajo? —Recordó que las embarazadas dormían más. ¿Por qué Sofía se despertó tan temprano? Wade se quedó perplejo. —No vi a la señora Li abajo. Colin hizo una pausa y dijo con calma. —Ya veo. Espérame abajo. Mientras se vestía, Colin tomó su reloj de pulsera de la mesita y vio una caja de condones al lado. Era la caja que Helge le había dado. Sofía debió haberla puesto allí anoche... Después de ponerse el reloj, salió de la habitación. Al ver a Rosita en la escalera, preguntó. —¿Dónde está Sofía? Ella lo miró confundida. —¿No está durmiendo en la habitación? Normalmente no se levanta hasta las 10 de la mañana.

Capítulo 152 Cómo puedes faltar a tus palabras Finalmente, Colin encontró a Sofía en otra habitación. Suspiró aliviado viendo que dormía profundamente. Pensando en la caja, Colin tuvo sentimientos encontrados. Ella debía haberlo entendido mal. Si no era así, ¿por qué iba a dormir aquí? ¿Debería explicárselo? Para evitar que Sofía pensara que él era promiscuo como ella, Colin la despertó. Sofía, aturdida, sintió un dolor en la barbilla. Subconscientemente apartó lo que la estaba molestando. Se dio la vuelta y siguió durmiendo. Sintiendo que le pellizcaban la cara de nuevo, Sofía se dio cuenta de que algo andaba mal. Abrió los ojos y vio a Colin de pie junto a la cama. Estaba a punto de llamarlo cuando recordó la noche anterior. —¿Por qué estás durmiendo aquí? Aunque no le doliera, Sofía se sintió un poco incómoda cuando Colin le pellizcó la barbilla. Apartando su mano, ella dijo fríamente: —Tengo sueño. Luego le dio la espalda y cerró los ojos. —¡Sofía, no todos somos promiscuos como tú! Tira la caja que hay sobre la mesa. ¡No es mía! —Dijo Colin antes de dirigirse hacia la puerta. —Si no es tuya, debe pertenecer a la señorita Duanmu*. ¿Puede el señor Li devolvérsela? ¡No quiero encargarme de algo así por ti! —*La señorita Duanmu es Maita (N. de la T.) Dándose la vuelta, Colin miró a Sofía. —Te lo dije, ¡no soy promiscuo como tú! ¿Lo entiendes? —¡Si no te la llevas, la usaré! —Sofía le lanzó una mirada desafiante. ¿Por qué tenía ella que ocuparse de sus objetos personales? Colin se acercó a la cama y, con indiferencia, preguntó: —¿Quién la usará? ¿Paulo? Sofía se llenó de rabia. Ella cerró los ojos y dijo: —Ya veo. ¡Puedes irte ya! En menos de un minuto la cama la atrapó nuevamente. Sofía abrió los ojos y vio que Colin estaba mirándola. —¿Qué? ¿Te sientes solo? —Estás pensando demasiado. —Ella no quería explicarlo.

Debido al embarazo, todos los productos para el cuidado de la piel que Sofía usaba eran para mujeres embarazadas. Su cuerpo estaba envuelto en un aroma de leche mezclado con un sabor dulce. Colin quería probarlo... Y la besó. Sofía lo empujó con ira. —¡No me beses con la misma boca con la que besaste a otra mujer! Colin dijo con desdén: —¡Sofía, eres realmente buena actuando! ¿Cuántas veces te ha besado Paulo? ¿Cómo te atreves a despreciarme? Colin estaba furioso en ese momento. —Desde que Paulo me obligó, ¡nunca me volvió a besar! Colin, si no me crees, ¡vete a la mierda! —Levantándose de la cama, Sofía alzó la voz. —¿Irme a la mierda? —Los ojos de Colin brillaron peligrosamente. Se apartó de Sofía y salió de la habitación. Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. Al cabo de un minuto la puerta se abrió de nuevo. ¡Colin había vuelto! Ella se apresuró a envolverse con el edredón, cubriendo todo su cuerpo excepto sus ojos... ¿Por qué se estaba quitando el abrigo? Colin sacó su teléfono del bolsillo y marcó el número de Wade. —Ve a la oficina, no hace falta esperarme. Colin colgó el teléfono, lo tiró a la mesa y comenzó a quitarse la camisa... —Colin, ¿qué estás haciendo? —Sofía preguntó con voz temblorosa. Colin tiró algo a su lado. Sofía descubrió que era la caja de condones... De repente tuvo un mal presentimiento. —Compórtate. Estoy embarazada... —¡Ya lo sé! —Si lo sabes, ¿por qué te quitas la ropa? Ignorando su pregunta, Colin la abrazó y sacó un condón. —¿Sabes por qué quiero usar esto? Por supuesto que ella sabía... Era porque él la detestaba. —¡Ni siquiera tienes que tocarme! No importaba cuánto lo intentara, no podía soltarse de sus brazos. —No tenía intención de tocarte, ¡pero lo estás pidiendo! —Colin la abrazó y la hizo ponerse de espaldas a él mientras evitaba la parte inferior de su abdomen. —Lo siento, ¿de acuerdo? Colin, estoy embarazada. Debemos prestar atención a la educación prenatal... ¡Ah! —Todavía es un embrión. ¡No hay necesidad de educación prenatal! A las 10 de la mañana, Colin entró a la compañía con marcas de dientes en la oreja... Por dondequiera que pasara, sus colegas se reían entre ellos. —¡El presidente y su esposa están tan enamorados! —Sí. ¡Oh Dios mío! Ella le mordió la oreja...

—¡Deben haber tenido una noche intensa! Por la tarde, Sofía estaba profundamente dormida cuando el timbre de su teléfono la despertó. —Sofía, ¡cómo te atreves a engañarme! La voz despertó a Sofía al instante. —¿Qué quieres decir? —¿Le dijiste a Colin que el bebé no es suyo? —¡Sí! —¡No me digas que las marcas de dientes en su oreja no son tuyas! —Si ella realmente se lo hubiera dicho, ¿por qué Colin tocaría a la mujer que lo había traicionado? ¿Quién demonios era esta persona? ¿Cómo supo que ella había mordido a Colin? —Sí, lo mordí. ¡Pero ya he hecho lo que me dijiste! ¿Qué quieres? La persona reflexionó por un momento. —Envíale un mensaje ahora. ¡Dile otra vez que el bebé no es suyo y que quieres el divorcio! —Te lo dije al principio, ¡nunca me divorciaré de él! Estuviste de acuerdo, ¡cómo puedes faltar a tu palabra! —Sofía le exigió, tratando de controlar su ira. —¡Porque las cosas no funcionaron como esperaba, debes divorciarte de él! Sofía cerró los ojos con dolor y no habló por un rato. —¿Puedes decirme cuál es tu propósito? ¿Qué obtendrás si me divorcio de Colin? ¿Eres mujer? Si me divorcio de él, ¿me sustituirás? ¡La persona le recordó a Maita! Ella era la única mujer que andaba alrededor de Colin últimamente. Leila estaba filmando en Cannes, ¡no podía ser ella! La persona se partía de risa. —No te preocupes, no soy una mujer. Mi único propósito es conseguir que te divorcies, ¡nada más! —'¡Una vez que se divorcien a nadie le importaría Sofía!' Sofía dijo con firmeza: —Colin es muy bueno conmigo. ¡Nunca me divorciaré de él! —¿Bueno contigo? ¿Crees que no sé lo de Colin y Maita? ¿Sigues con la venda en los ojos? Mirando la caja que estaba cerca de ella, Sofía se sintió demasiado desconsolada como para respirar. ¿Cómo podía ignorar eso? —¡Incluso si me divorcio de él, le harán una prueba de DNA después de que nazca el bebé! El bebé es suyo. ¡Creo que Colin no perderá la confianza en mí! —Aunque ella no estaría de acuerdo con él en que se hiciera una prueba de DNA... Colin probablemente lo haría. —Depende de ti. ¡Puedes darle a Colin el pelo de otro bebé y todo terminará! Además, Colin ha visto el vídeo de Paulo y tú en la habitación del hotel. Ambos sabemos que aquella mujer no eras tú, ¡pero Colin no! Ahora que Quintana ha

desaparecido, nadie puede probar tu inocencia. ¿Estoy en lo cierto?

Capítulo 153 Mi mejor amor Al parecer Quintana y Paulo habían sido captados en vídeo y Colin lo había visto. No era de extrañar que no la creyera. Ahora, Sofía, sabía las consecuencias de ocultarle la verdad a Colin y actuar por su cuenta. —¿Eres Paulo? —Sofía preguntó con resentimiento. La persona parecía ofendida por la pregunta. —¡Claro que no! El idiota no se podía imaginar con quién se estaba acostando. ¿Cómo pudo tramar todo esto? Él tenía razón. —Lo que digas. ¡No me divorciaré de Colin! —¿Cómo podía herir al hombre que la amaba? Aunque él había tenido una aventura amorosa, no fue culpa suya. Después de todo, él pensó que ella lo había traicionado. —Entonces, le cortaremos las manos a tu padre y te enviaremos el vídeo. — La persona soltó una risa cruel. —¿Qué quieres? ¿No tienes miedo de que le cuente todo a Colin? —Sofía alzó la voz con desesperación. —Le cortaré las manos a tu padre. Además, no hay forma de que él te crea. Después de cada llamada, hackeé tu teléfono para borrar todos los registros de llamadas. El hombre continuó: —Solo haz que te odie. No me importa cómo lo hagas. Incluso puedes decirle que amas a Paulo. Estoy seguro de que un hombre orgulloso como Colin no puede soportar que su esposa ame a otro hombre. Sentada en la cama, Sofía se agarró el pelo con impotencia. En ese momento deseaba morir. Sofía se quedó callada y el hombre que estaba en la otra línea esperó pacientemente su respuesta. Sofía tardó un rato en preguntar: —¿Y si él no quiere divorciarse? Ella mantenía la esperanza de que Colin todavía la amara. —Divórciate de Colin o dejaré morir a Jay Lo. Elige. —¿Cómo puedo confiar en ti? ¿Qué pasa si no liberas a mi padre después de que me divorcie de Colin?

El hombre se rió. —Sofía Lo, no tienes más remedio que confiar en mí. —¿No te preocupa que me vuelva a casar con Colin una vez que recupere a mi padre? —Sofía miró por la ventana con odio. ¡Ella mataría a esta persona tan pronto como descubriera su identidad! —A tu padre se lo llevarán en cualquier momento y pasará el resto de su vida en cautiverio. —La voz era fría y despiadada. Las lágrimas caían por el rostro de Sofía. ¿Realmente no tenía otra opción? Sofía quería ganar más tiempo. —Me divorciaré de Colin después de que nazca el bebé. —¿Crees que soy idiota? Si Colin quisiera, habría encontrado a tu padre para ese entonces. —Él liberaría a Jay Lo antes de que Colin descubriera algo. Al verse obligada a elegir entre los dos hombres que amaba, Sofía quería morir... Pero no podía. De repente sintió un dolor agudo en el estómago. Soportando el dolor, ella respondió: —Te daré mi respuesta en dos días. —De acuerdo. —La llamada terminó. Sofía inmediatamente tomó una captura de pantalla del registro de llamadas..., pero ya lo habían eliminado. Sofía se encogió del dolor. Le dolía mucho. ¿Estaba afectando su estado de ánimo al bebé? 'Lo siento, pequeño. Mami ya no está enojada, por favor, cálmate... ' Sofía llamó a Rosita. —Me duele el estómago. Por favor, llama al médico. Rosita llamó a Colin de inmediato. —Señor Li, mi señora tiene dolor de estómago. ¡Por favor, llame al médico! —¿Qué? Muy bien, ¡entiendo! —Colin consiguió personalmente a un médico para que fuera a la villa. ¿La lastimó esta mañana? Sofía estaba embarazada. Él no debería haber sido tan duro con ella. Colin se sintió profundamente culpable y arrepentido. Si la lastimaba con sus acciones, nunca se lo perdonaría. El médico llegó enseguida a la villa. Después de examinar a Sofía, le recetó un medicamento. —Mi señora, parece que experimentó algunos cambios de humor. Tome este medicamento, descanse bien y manténgase tranquila. —El médico le dio esos consejos. —Gracias, doctor. —Sofía se recostó en la cabecera, sintiéndose mejor. Su estado de ánimo había afectado al bebé. 'Lo siento, pequeño... ' El médico le explicó a Colin que Sofía presentaba cambios de humor o algo le había provocado una gran conmoción. ¿Estaba susceptible porque la forzó esta mañana?

¿O alguien más la irritó? Llamó a Sofía, quien rápidamente contestó el teléfono. —¿Hola? Esta era la primera vez que Colin llamaba después de tanto tiempo. —¿Qué ha pasado? —Aunque su voz era fría, Sofía se sentía reconfortada. Se dio cuenta de que el ladrido de Colin era peor que su mordida. Desde el momento en que él pensó que estaba embarazada de Paulo, Colin se llenó de intensa rabia. Él le dijo que abortara, pero ella no quiso y él nunca la forzó. En cambio, la llevó allí y puso a su disposición a tres sirvientas para que la cuidaran. Toda la ropa de maternidad y los productos de cuidado de la piel que compró para ella eran de la mejor calidad. Todos estos esfuerzos realizados por Colin fueron realmente confusos. Tal vez fue porque la última vez, cuando él vino a verla, los médicos le habían dicho que estaba de baja de ánimo. Aunque él dijo que estaba feliz de verla enojada, no parecía complacido en absoluto. Sofía no podía evitar llorar. —Colin, yo... quiero morirme. Solo con la muerte podría librarse de todo ese dolor y odio causado por un terrible malentendido. Ella no se vería obligada a divorciarse de Colin. La confesión de Sofía golpeó fuerte el corazón de Colin. —Yo... no te tocaré más... ¿Quería quedarse con Paulo? Sofía sacudió la cabeza violentamente mientras lloraba. —No, no, no... No es por ti. Eres mi mejor amor... ¿Cómo no te voy a dejar que me toques? Pero si muero, estaré libre de todo... 'Eres mi mejor amor'. Colin se quedó perplejo después de escuchar esas palabras. ¿Debería creerla? Colin siempre había sido una persona decidida, pero dudaba cada vez que Sofía estaba involucrada. Preguntó con voz ronca: —¿Qué demonios estás pensando? —Bien, él la dejaría ir. Mientras ella estuviera a salvo... Sin importar qué sería de ellos, ella estaba embarazada y su salud era lo primero ahora. —Colin... quiero... quiero el divorcio. Colin no podía oír nada más que los sollozos de Sofía. Después de un largo silencio, la llamada se desconectó. Colin había tirado su teléfono contra la pared... No tardó mucho en llegar a la villa. Miró fijamente a Sofía, cuyos ojos estaban hinchados de lágrimas.



Capítulo 154 El divorcio. —¿Es por esa caja? Puedo explicarlo. ¡Nunca me acosté con otra mujer! Helge la metió en mi bolsillo. ¡Si no confías en mí, puedo llamar a Helge para probarlo! —Incluso si tuviera que pedirle a alguien que desenterrara los condones usados de Helge, ¡lo haría! Sofía lo miró a Colin conmocionada. Colin no tocó a otra mujer... Aunque ella confiaba en él, no podía mostrarle la verdad porque esta era su única excusa para divorciarse de él. —No me mientas. No tiene sentido. —Su voz se había vuelto más ronca por todo el llanto. Colin se quebró. Le dio una patada a la mesa de la consola cercana. — ¡Puedo traer a Maita! ¡Puedes enfrentarte a ella tú misma! Sofía apretó el edredón entre sus manos. —No te molestes. No tiene sentido. Colin estaba furioso. —Dices que quieres el divorcio. Incluso si no te preocupas por mí, ¿qué pasa con mi familia? Te quieren mucho. ¿Quieres pagar su amor con nuestro divorcio? Sofía fue la que tuvo un romance con otro hombre. ¿Por qué tuvo que luchar por una razón para convencerla de que se quedara? El hombre no podía entenderlo. Tal vez él era demasiado... patético. —Yo.... —Los labios de Sofía temblaron mientras hablaba. —No tenemos que decirles. 'Colin, lo siento mucho. Lo siento mucho...', pensó Sofía en su interior.' Sin decir nada, Colin pateó la consola y salió de la mansión. Sofía no sabía si Colin aceptó el divorcio o no... La mujer marcó el número de Paulo, pero él seguía colgando el teléfono. Trató de contactarlo varias veces, pero no pudo lograrlo. Finalmente, le envió un mensaje: —Paulo, ¿dónde está mi padre? Pero no recibió ninguna respuesta. Desde ese día, Colin no regresó al Noveno Distrito de Villa. Un mes después, los secuestradores de su padre la presionaron aún más a

Sofía. Tenía que pedirle a Rosita que redactara un acuerdo de divorcio. Después de colocar su firma, Sofía le pidió a Rosita que se lo llevara a Colin. Sofía no durmió esa noche. Se sentó en el balcón y miró el cielo oscuro con desesperación. Por la tarde del tercer día, Colin la encontró a Sofía en el balcón. Con una expresión en blanco en su rostro, lanzó el acuerdo de divorcio sobre la mesa frente a ella. —¡Te dejaré ir si rompes el acuerdo de divorcio! Sofía entendió que Colin estaba tratando de retenerla, dándole una salida... —¡Colin, por favor, fírmalo! —Sofía soportó el dolor desgarrador mientras hablaba. Colin sacó un bolígrafo del bolsillo y se agachó junto a la mesa. —Sofía, te estoy dando una última oportunidad. La voz de Colin era muy tranquila. Era difícil decir cómo se sentía. Sofía solo sabía que le costaba respirar. Lo miró a Colin tristemente. —Lo siento, Colin. Al cabo de medio minuto, Colin firmó con su nombre al final del acuerdo... Colin se levantó y se fue con el documento. Sin darse vuelta, le habló frente a la puerta del dormitorio. —Haré que alguien te envíe el certificado de divorcio. Puedes quedarte aquí hasta que nazca el bebé. Sofía quería decir algo, pero no tenía palabras... Levantando la cabeza, Sofía respiró hondo y rompió a llorar. —Lo siento, Colin... Como lo prometió Colin, Wade le envió el certificado de divorcio verde al día siguiente. No pasó mucho tiempo antes de que Internet explotara con las noticias del divorcio de Sofía y Colin. Los internautas estaban angustiados por las noticias y afirmaban que ya no creían en el amor. Nadie sabía cómo llegaron las noticias a los medios de comunicación, pero todos se enteraron. El teléfono de Sofía fue bombardeado con llamadas telefónicas de Wendy, Paulo, Dolores, Mario, Shelly e Irene... y muchos números desconocidos. Pero Sofía no le contestó a ninguno de ellos. Cuando la mujer ya tenía cinco meses de embarazo, un visitante inesperado apareció en la mansión. Era Leila. Leila miró a la mujer embarazada en el sofá. Además de su vientre hinchado, Sofía no había cambiado nada. Aunque su cara se veía un poco más pequeña... Sofía miró aturdida a la elegante mujer. Era como un sueño para Sofía. No

esperaba la visita de Leila... —Sofía, se ha pasado de la raya. —Leila afirmó con calma el hecho. Fuera de la mansión, el asunto de Sofía con Paulo se había extendido por todo el País A. La mujer se convirtió en una gran desgracia para la familia Li. Sofía se levantó del sofá y le dijo a Rosita: —Por favor, tráele un vaso de agua a la señorita Ji. —Sí, Sofía. —No estoy aquí para beber agua. —Leila no planeaba sentarse. ¡Sofía la decepcionó demasiado! Sofía detuvo a Rosita. —Rosita, no es necesario. La mujer hizo una pausa. —Entiendo. —Debido a tu aventura, ¡la familia Li se desprestigió en el mundo político y empresarial! ¿Sabes qué? Sofía sonrió mientras miraba a los ojos de Leila. —No tuve ninguna aventura con Paulo. —Entonces, ¿de quién es ese hijo? —Los ojos de Leila eran agudos mientras miraba a Sofía. Sofía negó en silencio con la cabeza. —Señorita Ji, estoy cansada. Por favor, puede irse. —¿Hay algo que no me estás diciendo? —Las palabras de Leila detuvieron a Sofía de irse. De espaldas hacia Leila, Sofía sonrió entre lágrimas. Levantó la vista hacia el techo mientras controlaba las lágrimas antes de volverse hacia Leila. —No, nada. Lo siento por todos en la familia Li. Los ojos rojos de Sofía no escaparon de la atención de Leila. 'Si ella no tenía ninguna dificultad, ¿por qué lloró?', pensó en su interior. —Paulo y Dolores también se divorciaron. Hay un rumor loco circuló sobre que te escapaste con Paulo. —Después de todo, la familia Li era la mejor familia en el País A. Mucha gente prestó atención a los asuntos de la familia. —Además, la compañía de Colin se vio afectada por el escándalo. Las acciones cayeron dramáticamente. Todos los miembros de la junta están pidiéndole a Colin que renuncie. Tu asunto trajo mucha vergüenza a la familia Li. ¡Incluso el puesto de coronel superior de Levi también se volvió inestable! Sofía se quedó quieta ante las noticias. No había leído nada al respecto en línea... —Actualmente, Colin solo tiene una solución para arreglar la situación. Es casarse con la hija de la familia Pei o la familia Lien. Un matrimonio entre dos familias fuertes es una estrategia común en el mundo de los negocios. Pero la

hija de la familia Pei está en el extranjero y Laureana no quiere volver. ¡La única opción es la hija de la Familia Lien, Dolores! El nombre de Dolores era como una bomba y la petrificó a Sofía en el acto. Antes de que Leila pudiera continuar, Sofía exclamó: —¡Dolores no lo merece! ¡No se merece a Colin! '¿Cómo podría una mujer tan maliciosa merecer a su hombre amado?', pensó. Golpeada con una idea, Sofía se acercó y tiró de la mano de Leila. —¿No te gusta Colin? ¿No es el Clan Hang del lado de tu madre también muy influyente? ¿Por qué no te casas con Colin?

Capítulo 155 Revelaciones y remordimientos Si Colin tenía que casarse con alguien más, Sofía esperaba que su futura esposa pudiera ser Leila. Pero Leila no estaba de acuerdo, quería que Sofía volviera con Colin. Ella había escuchado otra parte de noticias angustiantes. —Colin ha elegido casarse con Dolores Lien. El mundo de Sofía se cayó a pedazos. La sorpresa era demasiado fuerte para que Sofía pudiera soportarla. Sintiendo que sus piernas se debilitaban, cayó de rodillas. Leila y Rosita rápidamente la sostuvieron a tiempo. Leila frunció el ceño y levantó la voz. —¡Sofía Lo! ¿No quieres vengar a tus padres? ¡Cómo puedes vengarlos siendo tan vulnerable! ¡Me decepcionas, Sofía Lo! —Por favor, señorita Ji, no,... La condición de Sofía no es buena. Ha tenido signos de un posible aborto natural. —Rosita persuadió gentilmente a Leila. Ella no podía soportar ver a Sofía sufrir. Tomando un respiro hondo, Leila continuó: —No era mi intención lastimarte, Sofía. Pero debes saber que tu nombre es un tabú en el País A. Colin le prohíbe a todos que te mencionen en su presencia. ¿Tienes idea de cuánto te odia? Todos en el País A sabían que Sofía Lo había desaparecido, al igual que su ex novio, Paulo Tai. Se rumoraba que se habían fugado juntos. —¿Qué puedo hacer? Todo parece irreparable... —Sofía agarró el barandal junto a ella para levantarse. Leila reveló el propósito de su visita. —Cuando el bebé nazca, busca la ayuda del Clan Hang. Haremos todo lo posible para que recuperes a Colin. —¿El Clan Hang? ¿Por qué me ayudaría el Clan Hang? —Sofía estaba desconcertada. —¿Te acuerdas de mi madre? Salvadora Hang, ella en realidad es tu tía. Tu madre también era miembro del Clan Hang. Soy tu prima, Sofía. —Leila siempre tuvo la sensación de haber visto a Sofía antes en algún lugar. Ahora se

había dado cuenta de que Sofía se parecía mucho a su tía. Los ojos de Sofía se abrieron en shock. —Señorita Ji... ¿Escuché mal? —No, me escuchaste bien. Mi madre tenía una hermana pequeña llamada Andrea Hang, y ella era tu madre biológica. Ella falleció cuando tú tenías solo un año y medio de edad. Después de su muerte, tu padre se casó con Julieta Qiao, tu madre adoptiva. Las palabras de Leila sonaban familiares. Le recordó a Sofía la historia que Colin le había contado cuando conocieron a Salvadora... —Estás diciendo que... tu madre tenía una hermana, que fue desheredada por el Clan Hang por fugarse con alguien por amor. Pero el chico se enamoró de alguien más, y ella murió de depresión... —Sí. La confirmación de Leila volvió la cara de Sofía más pálida. Recordó que Colin le preguntó: —Si fueras la hija de la hermana de Salvadora, ¿podrías perdonar a Salvadora? Pensando ahora en eso, ¿podría ella realmente perdonar a la mujer que indirectamente mató a su madre adoptiva? Incluso si Salvadora hubiera cambiado de opinión, sus previas acciones ayudaron al asesino... Leila siguió hablando, pero Sofía no oyó ninguna otra palabra más. Cuando Leila se fue, Sofía regresó tropezando a su habitación. Se acostó en su cama y miró el techo mientras digería las noticias que Leila le había contado. Nunca imaginó que tantas personas inocentes se verían involucradas en su plan de venganza. Ella nunca tuvo la intención de lastimar a ninguna de las personas que amaba. Todo lo que ella hizo reflejaba nada más que ingratitud. Su desaparición trajo nada más que vergüenza a Colin y a todo el Clan Li. Y el escándalo incluso mermó el estatus de Levi... Sofía no pudo evitar pensar en la otra parte de las noticias que Leila le había contado. Su madre biológica aparentemente era la hija menor del Clan Hang, Andrea Hang. Julieta Qiao era en realidad su madre adoptiva. Y ella tenía dos primos, Quintas y Leila Ji. Pero la hermana de su madre biológica, su tía, asesinó indirectamente a su madre adoptiva. Aunque Ynocente y otra persona sacaron el cuchillo, Salvadora participó en el crimen. Ahora, su prima le había dicho que podía buscar al Clan Hang para pedir ayuda. Así que Leila y Salvadora convencerían al clan de aceptar a Sofía. Entonces ellos la ayudarían a restaurar su matrimonio con Colin... Sofía cerró los ojos. Todo fue tan abrumador. Por un momento, ella deseó poder dormir bien toda la noche y no despertarse nunca más... Ella era una pecadora.

Ella había lastimado a Colin y a todo el Clan Li. Ella no merecía una muerte rápida por sus acciones. ¿Cuándo perdió ella el control de todo? Cuando encontró a una prostituta con sífilis, solo quería vengarse de Paulo Tai. Estaba demasiado cegada por el odio, que ni siquiera pensaba en las consecuencias si su plan fallaba. Ella quería que Quintana se acercara a Paulo. Incluso imaginó que Paulo y Dolores se divorciarían porque Quintana quedó embarazada con un hijo de Paulo... Pero al final, nada salió como estaba planeado. Paulo y Dolores se divorciaron, justo como ella quería, pero ¿a qué costo? Terminó destruyendo todo lo que ella tenía y lastimando a todos los que la amaban... Sofía se arrepintió de no haber escuchado a Colin. Ella se arrepintió de haber rechazado su ayuda y de mantener todo su plan en secreto. Ella tuvo que haberlo esperado antes de ejecutar su venganza... Ella extrañaba tanto a Colin. Ella no tenía idea de cómo podría recuperarlo. Sofía se acurrucó su vientre bajo las sábanas y se quedó dormida. Cuando tenía cinco meses y medio de embarazo, un día, Sofía arrancó del patio una flor de hibisco y la levantó en el aire. Los pétalos de color lila se veían transparentes a través de la luz del sol, y se veían particularmente bonitos. La hermosa escena era encantadora para los ojos de Helge. Tenía la intención de confrontar a Sofía durante su visita. Pero no pudo evitar quedar estupefacto al ver a la sonriente mujer con un vestido de maternidad azul. Ella sostenía una flor de hibisco contra el sol, y su largo cabello flotaba en el aire. No podía entender cómo una mujer encantadora como Sofía podría elegir traicionar a su amigo. Cuando Sofía se preparaba para pasarse al jardín del patio trasero, vio a Helge a través de la puerta de hierro. La sonrisa en su rostro desapareció de inmediato. Ella le lanzó a Helge una mirada de pánico, preguntándose el propósito de su visita. El mayordomo parecía saber que Helge iba a venir, y le abrió la puerta mientras Sofía estaba aturdida. —¡Sofía Lo! —Helge había teñido su cabello de rubio a rojo vino, haciéndolo lucir diferente. Desde que se había divorciado de Colin, Sofía ya no estaba a la par de Helge. Ella asintió cortésmente con la cabeza a modo de saludo. —Señor Huo. Helge arqueó las cejas. Él se puso delante de ella y metió sus manos en los bolsillos de los pantalones. —Escuché que fuiste tú quien solicitó el divorcio. Sofía asintió a pesar de su confusión.

—¿Cómo no pude darme cuenta de que eras una esposa tan desagradecida? Colin hizo todo por ti. Utilizó mucha mano de obra y recursos para encontrar al culpable que destrozó a tu familia. Para complacerte, siempre me llamaba todos los días para preguntarme cómo complacer a una mujer. Él personalmente compró y arregló las rosas que te había dado, porque quería darte algo que él mismo había hecho. Incluso cuando lo traicionaste, él estaba dispuesto a soportar lo que ningún otro hombre podría soportar, solo para quedarse contigo. Sofía Lo, ¿cómo pudiste traicionarlo después de todo lo que hizo por ti? ¿Cómo puedes ser tan insensible? ¿Cómo puedes ser tan desagradecida? '¿Cómo puedes ser tan desagradecida?' Las palabras de Helge hicieron que la máscara de indiferencia de Sofía de repente colapsara. Pero ella no dijo nada. Sofía permaneció en silencio mientras su rostro se ponía pálido. —Lo siento, ¿te ofendí? Ni siquiera he empezado todavía. No tengo la obligación de considerar tus sentimientos. Sé que estás embarazada, pero el bastardo que llevas no tiene ninguna relación conmigo o con mi amigo. Gracias a ti y a ese bastardo, mi amigo está sufriendo grandes dificultades solo, y tienes el descaro de no hacer nada al respecto. Si no fuera por él, ¿realmente crees que yo vendría a hablar contigo? Después de una larga pausa, Sofía finalmente respondió. —No es un bastardo.

Capítulo 156 La confrontación de Helgue Helge se quedó sin palabras. —Ya que ya te divorciaste, ¿es necesario mentir? —Sí, ya que nos divorciamos, ¿es necesario mentir? —Sofía le preguntó gentilmente de nuevo. Helge quedó momentáneamente aturdido. '¿Qué quiso decir Sofía?', pensó. —Incluso si el bebé es de Colin, aún así lo engañaste. ¡Si no hubiera visto el vídeo en la computadora de Colin, me habrías engañado otra vez! Cuando Helge usó la cuenta de correo electrónico de Colin para trabajar ayer, accidentalmente vio un correo electrónico de Dolores con el asunto: — ¡Sofía en vivo! Si no lo hubiera abierto, no habría sabido que tal vídeo existía. Colin apagó la computadora con rabia en medio minuto. ¡Pero fue el tiempo suficiente para que la reconociera a Sofía! ¡El hombre con el que estaba no era definitivamente Colin! Sofía sabía del vídeo al que se refería. La mujer dijo impotente: —No soy la mujer en ese vídeo.... —Bah, ¿crees que soy demasiado viejo para ver con claridad? ¿Tengo problemas en los ojos? Vamos, Sofía. ¡Si tuvieras algo de vergüenza, no te quedes en la casa de mi amigo y aprovecha lo que te ha dado! Sofía se quedó estupefacta. Pensó que se había vuelto lo suficientemente fuerte como para aceptar todo tipo de palabras duras después de ajustar su mentalidad durante tanto tiempo. Pero en ese momento, se encontró que estaba completamente equivocada. Un golpe de Helge inmediatamente la hizo querer morir... —Yo... Por favor, pregúntale a Colin, ¿puedo irme? En realidad, quería esperar a que Colin regresara. Pero sabía que él nunca volvería de nuevo. Helge sonrió. —Haces que parezca que mi amigo no quiere que te vayas. Pero estás muy equivocada aquí. Ahora, cada vez que Colin oye tu nombre, se pone furioso. Te odia tanto.

—Lo sé.... —Sofía respondió vacilante. —Entonces vete, ¡no te quedes más aquí! —Helge no podía entender cómo Sofía podía convertirse en una mujer así. Si no lo hubiera visto con sus propios ojos, no habría reconocido la verdadera naturaleza de Sofía. —Muy bien. —Sofía entró en la mansión y volvió a su dormitorio. No tenía nada que empacar porque todas las cosas en la casa pertenecían a Colin... Todo. Pero mirándose el vientre, salió de su habitación con su propio bolso. Cuando se acercó a la puerta, Sofía volvió. Encontró una pluma y un papel y escribió un pagaré: —Sofía le debe a Colin cincuenta millones. Lo devolveré tan pronto como tenga el dinero. Todavía quedaba mucho dinero de Colin. Pero considerando al bebé, no podía trabajar ahora. Así que tenía que seguir siendo un préstamo por ahora. También incluyó todas las tarjetas que Colin le dio junto con el pagaré. Sofía echó un vistazo a la habitación lujosamente decorada y se fue en silencio. En la planta baja, Rosita estaba ansiosa por llamar a Colin. Pero Helge la detuvo. Al ver a Sofía bajar las escaleras, Helge le dijo a Rosita: —No te molestes en llamarlo. Si tienes algún problema, dile a Colin que me busque. Rosita miró a Sofía con ansiedad. —Sofía.... —Rosita, gracias por cuidarme todo este tiempo. ¡Te veré por ahí! —Sofía sonrió amablemente a la chica, que estaba al borde de las lágrimas. Melisa tomó la mano de Sofía y la miró con tristeza. —¿A dónde irás con el bebé? —Sí, no te vayas, Sofía. ¡Espera a que nazca el bebé! —Diega también vino a persuadirla. Sofía les sonrió agradecida. Eran todas buenas personas. —Está bien. Tengo un hogar, puedo ir ahí. Pueden visitarme si tienen tiempo. Aunque no había nadie en casa, podía esperar a que regresaran su padre y su hermano. Las tres mujeres querían decir más, pero Helge las detuvo de nuevo. — Vamos, Sofía. ¡Vete ahora! Sofía salió de la mansión con sentimientos encontrados. Después de permanecer allí durante unos meses, finalmente se iba... Caminando lentamente por la carretera en el Noveno Distrito de la Villa, Sofía se fue como una sombra solitaria. Helge de repente se sintió un poco arrepentido...

Después de un largo paseo, Sofía finalmente encontró un taxi. Le dio al conductor su dirección y encontró la llave de la casa en su bolso. En la oficina del Presidente del Grupo SL. Colin contestó el teléfono con una expresión en blanco. Rosita le dijo tristemente por teléfono: —Señor Li, Sofía se fue después de que el señor Huo vino.... —¿Hay algo más? Rosita se sobresaltó por un momento. Había olvidado que Colin les había ordenado que no le contaran nada sobre Sofía. —Señor Li, ¿a dónde vamos? —Te pagaré los daños y perjuicios y puedes irte mañana. —Con eso, Colin colgó de inmediato el teléfono. Alguien llamó a la puerta y entró Guilla. —Señor Li, aquí está el estado financiero de este mes. El mercado de valores se está desempeñando mejor que el mes pasado.... —Bueno. —Tomó el informe, Colin lo puso a un lado y siguió trabajando. La noche cayó gradualmente. Colin se masajeó las cejas doloridas y guardó todos los documentos cuando ya era medianoche. Cuando fue al salón como solía hacerlo, recordó la llamada de Rosita. Se puso el abrigo y salió de la oficina. En el Noveno Distrito de la Villa. Un Lamborghini negro se detuvo paulatinamente. En lugar de bajarse del auto, Colin permaneció sentado en el asiento del conductor y encendió un cigarrillo en silencio. No se bajó del auto hasta que terminó de fumar. Se dirigió al dormitorio más interior en el segundo piso de la mansión y silenciosamente abrió la puerta. Como era de esperar, la habitación estaba vacía. Encendió las luces. Todo en la habitación estaba perfectamente en su lugar. Solo Sofía y su bolso faltaban. La habitación estaba llena de su olor. La ropa y los zapatos en el armario también estaban bien colocados. Cuando Colin salió del guardarropa, una tarjeta bancaria en la mesa de noche llamó su atención. Debajo de la tarjeta había un pagaré... Parecería que ella realmente quería una ruptura limpia con él. Al cabo de un rato, tiró el pagaré y la tarjeta bancaria en el cajón de la mesilla de noche. Sin mirar hacia atrás, apagó las luces y salió de la habitación, como si nadie hubiera estado allí.

El matrimonio potencial entre Colin y Dolores estaba escrito en todas las noticias en Internet. Ambas partes no hizo nada para evitar que los medios especularan al respecto. En la casa de la familia Lo. Sofía fue al supermercado a comprar algunos ingredientes después del desayuno. Luego siguió la receta a través de su celular y comenzó a hacer sopa. Encendió la estufa. Su teléfono comenzó a sonar en el momento en que se lavaba las manos. Era un número desconocido. Lo levantó rápidamente. —Hola. —Escuché que te mudaste de la mansión de Colin. ¡Bueno! Enviaré a tu padre de regreso a tiempo. ¡Era de hecho esa persona! —Ya no tengo nada que ver con Colin. ¡Por favor, suelten a mi padre pronto! —¡No! Debes haber oído que Colin y Dolores se van a comprometer. ¡Enviaré a tu padre después de su compromiso!

Capítulo 157 Sólo problemas Mordiéndose los labios con fuerza, Sofía no tuvo más remedio que aceptarlo. —¡Espero que mi padre esté sano y salvo después de que sea liberado! —¡Por supuesto! Sofía colgó el teléfono y volvió a su habitación, sosteniendo aturdida el teléfono. Cuando era casi mediodía, sirvió la sopa que ella preparó en un vaso térmico y marcó al número de Wade. Ella saludó cortésmente: —Señor Ji, ¿cómo está? —Señora... Señorita Lo, ¿cómo está? —Wade se contuvo cuando recordó que Sofía ya no era más la señora Li. —Señor Ji, ¿está en este momento en el País A? —Sí, lo estoy. ¿Qué pasa? —Quiero pedirle un favor. Wade echó un vistazo a su jefe, que se acercaba a él y asintió con la cabeza. —Bien, ¿qué favor es? —Hice un poco de sopa. Podría... ¿Llevársela a Colin? —Sofía preguntó torpemente. Su petición hizo que Wade se sintiera incómodo. Vio a Colin, que lo estaba mirando fijamente. —Lo intentaré. La respuesta de Wade desconcertó a Colin. Sofía le dio las gracias con mucho entusiasmo: —¡Oh, gracias, gracias! Se la llevaré ahora mismo. ¿Dónde le puedo ver? —Hay que reunirnos en la fuente junto a la oficina. —Muy bien, iré para allá de inmediato. Debería estar allí en 10 minutos. —Bien, adiós. —La penetrante mirada de Colin hizo que el cuero cabelludo de Wade se estremeciera. Apartando su teléfono, dijo respetuosamente: —Señor Li. —¿Quién era? —Bueno... Un restaurante de comida a domicilio. Están lanzando una nueva sopa y querían que le preguntara si usted está interesado en probarla. —Wade sabía mejor que nadie que nunca debería hablar respecto a Sofía en presencia de

Colin. No tuvo más remedio que mentir. Colin sintió una inexplicable decepción creciendo en su corazón. Dijo fríamente: —No estoy interesado. Acompáñeme a la sala de conferencias para la videoconferencia. —Pero... —Él tenía que reunirse con Sofía en 10 minutos. Una videoconferencia usualmente duraba, por lo menos, una hora. Colin le lanzó una mirada seca. —¿Algún problema? —¡No, señor! —Wade lo siguió de inmediato, enviándole un mensaje a la recepcionista en la recepción. 10 minutos más tarde. En lugar de Wade, Sofía vio a la recepcionista de la recepción caminando hacia ella, con evidente desprecio en su rostro. —Señorita Lo, el señor Ji me pidió que viniera aquí. —Ya veo. ¡Por favor entréguele esto, gracias! —Sofía no comentó sobre el evidente disgusto de ella. Ella sabía por qué la recepcionista se estaba comportando de esta manera. Su reputación se había arruinado por completo. La recepcionista tomó el vaso que ella le entregó y se fue de la fuente sin decir ni una palabra. Al verla entrar en la oficina, Sofía soltó un suspiro de alivio antes de dirigirse al metro. Cuando Colin regresó a la oficina, Wade le llevó su almuerzo, junto con un vaso térmico. Le lanzó a Wade una mirada perpleja. —¿Qué es esto? Algo brilló en los ojos de Wade. Dudó en decirle a Colin la verdad. —Es la nueva sopa. Colin de repente se veía sombrío. —¿Acaso parezco un idiota? Ningún restaurante enviaría a un comensal sopa para llevar en un vaso térmico doméstico. Wade suspiró profundo. No tenía más remedio que decir la verdad. —Fue hecho personalmente por la señorita Lo... Ella quiere que usted la pruebe. ¡Golpazo! Con un fuerte ruido, el vaso térmico fue azotado en frente de Wade. El vaso estalló, su contenido humeante se derramó en el suelo. Por puro reflejo, Wade retrocedió dos pasos antes de que le salpicara. —Fuera. ¡A partir de mañana, serás trasladado al Departamento de Logística por un mes! La indiferencia de Colin era rara para Wade. —Señor Li... —¡Una palabra más y nunca regresarás!

Wade rápidamente se contuvo. —Sí, señor. —¡Qué lástima! Sacudiendo la cabeza sin poder hacer nada, Wade salió de la oficina. Después de salir de la oficina, Wade llamó al personal de limpieza para limpiar la oficina del presidente. Luego fue al Departamento de Logística, dejando a todos confundidos. Cuando Sofía llamó por la tarde, descubrió que Wade fue relegado al Departamento de Logística por la culpa de ella. El corazón de Sofía se encogió y se disculpó con él de inmediato. —Señor Ji, lo siento mucho. Yo no pensé... Que Colin se enojaría tanto. —No importa, es sólo un mes. Cuídese mucho mientras esté embarazada, ¿de acuerdo? —Temiendo que Colin descubriera que estaba de nuevo en contacto con Sofía, Wade colgó de inmediato. La evitación de Wade hizo que Sofía se sintiera desconsolada. Ella solo le daba nada más que problemas a las personas que eran buenas con ella... Reuniendo rápidamente su ingenio, marcó el número que no había contactado durante mucho tiempo. Sofía se sintió nerviosa cuando oyó que sonaba el teléfono. Ella rezó en silencio para que Colin respondiera la llamada. Pero obviamente ella deseaba demasiado. Colin no solo ignoró su llamada, sino también puso en lista negra su número. La voz automatizada seguía recordándole: —El suscriptor el que ha marcado está ocupado en este momento. Por favor inténtelo de nuevo más tarde. Sofía colgó el teléfono con una amarga sonrisa. ¿Colin nunca la perdonaría? Cuando llegó agosto, Sofía había estado embarazada durante 6 meses. Ella comenzó a sentir que el bebé en su vientre se inquietaba. Después de que ella se arregló, salió con su bolso. Se preparó para comprar algunos artículos básicos para su hijo. Caminando hacia el centro comercial en el centro de la ciudad, Sofía miró todas las tiendas de maternidad y bebés. Varias tiendas después, Sofía salió desanimada por los altos precios. Sofía descansaba en una silla en medio del centro comercial y se masajeaba sus piernas cansadas. Ella quería comprar cosas para bebés en pequeñas tiendas de afuera. Pero ella no quería que su bebé usara ropa de mala calidad. Todavía le quedaba mucho dinero de Colin. Sofía finalmente tomó una decisión. El niño también era de Colin, por lo que ella tenía el derecho de usar su dinero. Al regresar a la tienda de maternidad y bebés, Sofía escogió muchos artículos para bebés. No pudo evitar sonreír ante la idea de ver pronto a su bebé.

—Oh, ¿a quién tenemos aquí? —Una voz familiar hizo que la sonrisa de Sofía se congelara. Mirando hacia arriba, vio cerca a una pareja familiar. El hombre que una vez había sido cálido y amable con ella, ahora la miraba fríamente. Junto a él estaba la mujer a quien Sofía había despreciado toda su vida. Ella le lanzó a Sofía una mirada engreída. Ver a la pareja salir juntos demostró que los rumores de su inminente matrimonio eran ciertos... Dolores tomó descaradamente el brazo de Colin. —Sofía, mucho tiempo sin verte. ¿No te habías fugado con Paulo? ¿Estás regresando con su bebé? Sus palabras premeditadas visiblemente disgustaron a Colin. Dolores inmediatamente cerró la boca, sin atreverse a decir otra palabra. Sofía miraba a Colin amorosamente, mientras él veía a un lado con indiferencia.

Capítulo 158 La esperanza del Clan Lo —Dolores, ¿escondiste a mi padre y a Quintana? —Controlando sus sentimientos, Sofía ignoró la cara fea de Dolores a favor de observar cuidadosamente su reacción. Dolores miró hacia el suelo. —¡Qué sucede contigo! ¿Cómo sabría yo el paradero de tu padre o algo de Quintana? ¡No incrimines a la gente! Sofía claramente vio brillar algo a través de los ojos de Dolores. Pero la mujer no lo admitió. Respirando hondo, preguntó con calma: —¿Qué tal la sífilis de segunda etapa que Quintana te contagió indirectamente? La expresión de Dolores cambió de inmediato. —Perra, ¿de qué estás hablando? ¡Te aplastaré tu puta boca! Dejando ir a Colin, Dolores se paró frente a Sofía en sus zapatos de tacón alto. Antes de que pudiera hacer algo, Sofía ya había tirado las bolsas que llevaba en el suelo. Tiró de Dolores con fuerza y esto causó que cayera al suelo con vergüenza. Habiendo ganado algo de peso por el embarazo, Sofía era más fuerte que la mujer endeble. Con la cara perdida, Dolores criticó a Sofía más frenéticamente desde el suelo. —¡Sofía, eres una perra! Te atreviste a tener una aventura con otro hombre durante tu matrimonio. ¿No te da vergüenza salir en público? ¡Si yo fuera tú, me suicidaría junto con el bastardo! La gente comenzó a reunirse alrededor de la escena. Teniendo en cuenta que Colin todavía estaba presente, Sofía recogió las bolsas y caminó hacia él. — Cuando toques a Dolores, recuerda usar un condón. El rostro indiferente de Colin se volvió oscuro antes de volver a la indiferencia. —¡Detente! Sofía se quedó quieta, pero no se atrevió a darse vuelta. —No vuelvas a aparecer ante mí otra vez. Me das asco. Los espectadores ya los habían reconocido. Ante las palabras de Colin, todos comenzaron a disparar contra Sofía una mirada crítica y desdeñosa. La mujer salió del centro comercial aturdida. Solo volvió en sí cuando estaba

casi en la entrada de su vecindario. El sol quemaba su cara, pero su corazón dolía mucho más... A lo lejos, en el Reino Unido, Alejandro estaba absorto en sus estudios. Ignoraba el caos que ocurría en el País A. Alejandro pensaba en volver en el Día Nacional, pero Sofía se negó. —Alejandro, estudia mucho y no decepciones a Colin. Encuentra un trabajo cuando estés libre durante el Año Nuevo. Puedes volver después de graduarte. No hay prisa. Alejandro no pensó mucho en las palabras de su hermana. Después de prometer a Sofía, le preguntó: —Hermana, ¿hay alguna noticia sobre papá? —Sí, me mandan un vídeo de papá una vez a la semana. Actualmente está bien. Solo tenemos que esperar hasta... que ellos consigan lo que quieren. Luego nos devolverán a papá. —¿Qué es lo que quieren ellos? —Alejandro temblaba de ira. '¿Por qué mataron a su madre y lo llevaron a su padre a la locura?', pensó en su interior. Sofía tampoco lo sabía. Sus padres nunca les dijeron nada. Incluso cuando su padre estaba lúcido, no les dijo lo que sabía. —No te preocupes por eso. ¡Alejandro, como la esperanza de nuestra familia, debes hacerlo bien! La ira del hombre desapareció gradualmente. —No te preocupes, hermana. Lo estoy haciendo bien aquí. El cuñado me da bastante dinero para los gastos de manutención cada mes, ¡así que ahorré mucho! ¡No te preocupes por mí! Al oír que Colin le enviaba a Alejandro los gastos de manutención mensuales, los ojos de Sofía se pusieron rojos. '¿Está cuidando a mi hermano porque todavía tiene sentimientos por mí? ¿O simplemente tiene expectativas para Alejandro?', pensó Sofía. —Está bien, vamos a parar ahora. ¡Las tarifas para llamadas internacionales de larga distancia son bastante caras! —Sofía se secó los ojos húmedos. No quería que Alejandro se molestara. —Eres la señora Li. Mi cuñado te cuida y te permite vivir cómodamente. ¿Por qué te preocupas por las pequeñas tarifas de llamadas de larga distancia? ¿No me extrañas? Sus palabras casi hacían llorar a Sofía. —No, yo... Bien.... Sofía no pudo decir ni una palabra. Temiendo que se derrumbara si respondía, ella colgó rápidamente. Inmediatamente le envió a Alejandro un mensaje después. —Tengo mala señal. ¡Envíame un mensaje en WeChat si algo sucede! —¡Bueno! 'Alejandro, perdóname por mentirte. Perdóname por esconderlo todo, incluyendo... el hecho de que somos medio hermanos. Perdóname por dejarte

vivir en la ignorancia... '. Sofía conocía a su hermano lo suficientemente bien como para saber que si Alejandro descubriera la verdad, regresaría del Reino Unido y rechazaría el dinero de Colin a pesar de las protestas de todos... Ella estaba muy decepcionada. A pesar de saber quién era su enemigo, no tenía más remedio que hacer nada. Al no tener la oportunidad de contraatacar, cayó en esta situación debido a la fuerza del enemigo... Cuando el timbre de la puerta sonó repentinamente, Sofía miró sorprendida hacia la puerta. '¿Quién podría ser?', pensó. Después de calmarse, caminó hacia la puerta y preguntó con cautela: — ¿Quién es? —¡Sofía, soy yo! —Escuchar la voz familiar hizo que Sofía abriera rápidamente la puerta. ¡El hombre que estaba afuera era verdaderamente Mario! —¡Mario! —Sofía se ahogó en sollozos al ver la figura de su hermano. Todavía tenía a alguien en quien confiar. Mario se quitó las gafas de sol y avanzó varios pasos. Recogió a la mujer embarazada con fuerza en sus brazos. —Lo siento, Sofía. Llego tarde. Sofía cerró los ojos y sacudió la cabeza con una sonrisa. —¡Mario, entra! El hombre la soltó y entraron a la sala de estar juntos. —Sofía, ¿cuántos meses tienes de embarazo? —Mario se sentó junto a la joven y la miró preocupado. —Alrededor de seis meses. —Sofía acarició suavemente su vientre redondo y lucía radiante en su embarazo. Al recordar los horribles rumores, Mario dudó en preguntar: —El padre del bebé.... —¡Colin! —No importaba cuántas veces se le preguntara, ella daría la misma respuesta. El dolor y la tristeza llenaron los ojos de Mario. —¿Por qué te divorciaste de Colin? Sabiendo que Sofía vivía una vida feliz, él viajó por todo el mundo constantemente. '¿Por qué de repente resultó así?'. Como nunca prestó atención a las noticias de entretenimiento, solo se enteró de su divorcio por su asistente. Cuando recibió la noticia, inmediatamente llamó a Colin para verificar la verdad. Pero Colin respondió fríamente: —¡Aléjate de esa mentirosa o ella también te engañará! Después de un largo silencio, Mario respondió: —Creo en Sofía.

El hombre no estaba convencido. —¿Por qué te divorciaste? —Sofía murmuró la pregunta en su interior. '¿Debería decirle a Mario la verdad?' ¿Y si Ynocente secuestró a mi padre? No era imposible', pensó. —Le dije a Colin que el bebé que llevo no es suyo porque me amenazaron con la seguridad de mi padre. Más tarde, me vi obligada a divorciarme de Colin... Así es como termina todo así.

Capítulo 159 Perder al bebé Él pudo percibir su expresión de profundo dolor y enajenación. Sosteniendo con amor a Sofía en sus brazos, dijo. —Sofía, lo siento. ¡No he podido averiguar quién se llevó a tu padre! —Está bien. Mi padre está a salvo, a pesar de estar cautivo. —¿Por qué no hablas con Colin sobre estas cosas? —Mario estaba claramente confundido. Sofía sonrió con amargura. —No tengo evidencia. Después de que ellos me llamaron, los registros de las llamadas y los vídeos se eliminaron automáticamente y... Le contó a Mario todo sobre Quintana. Ynocente y Jacinto ya estaban al tanto de esa situación. Así que ella no tuvo miedo de contárselo a Mario. —¡Sin embargo, lo siento mucho por Colin! Ella quería compensarlo. Pero Colin no le daría ninguna oportunidad. —No te culpes, esto no fue algo intencional. —Era difícil tratar de juzgar la situación. De hecho, Colin no era del todo culpable. Era imposible para un hombre mantener la calma después de ver a una mujer que se veía igual a su esposa tener relaciones sexuales con otros hombres. Además, Quintana había desaparecido. Sofía no tenía las pruebas para demostrar que era inocente. —Bueno, está bien. Estoy esperando a que vuelva mi padre. Espero que todavía haya una oportunidad de recuperar a Colin. —Ella había tomado una decisión. Una vez que su padre regresara, ella lo resguardaría. Sin su padre como rehén, esas personas no podrían volver a amenazarla. Entonces podría explicarle todo a Colin. Mario dijo con dificultad: —Sospecho que todo esto está relacionado con Ynocente y Jacinto. Sofía estaba de acuerdo con él. Pero ella no dijo nada. Después de que Mario se fue, él secretamente contrató a muchas personas para proteger a Sofía. Sofía no tuvo más remedio que aceptarlo.

Un mes después, se publicó en Twitter una noticia en donde Mario le contaba a los medios que planeaba regresar al País A el próximo año. Pensaba cambiar el enfoque de su carrera en ese país. Más tarde, Sofía fue al estacionamiento subterráneo de la compañía varias veces, esperando encontrarse con Colin. Sin importar lo que ella le entregara, el hombre solo recibía los artículos y luego los arrojaba directamente al basurero más cercano. Esto sucedió una vez, dos veces, tres veces... Para la décima ocasión, Sofía fue detenida por el oficial de seguridad en la entrada del estacionamiento subterráneo. Ya no se le permitió más acercarse al Grupo SL. El mensaje fue claro: si volvía a acosar al presidente, llamarían de inmediato a la policía. En el mes de noviembre, el clima ya no era tan caluroso. Sofía se fue sola al País Z. Se quedó parada frente a la villa de Colin durante un largo tiempo. Para ese entonces, Sofía ya tenía nueve meses de embarazo, y una enorme barriga. Ella tenía una delicada sonrisa, al saber que tenía la suerte de que su bebé le hiciera compañía. —Bebé, reza para que tu papá vuelva pronto con nosotros. ¿Está bien? Realmente extraño a tu papá. Ya había pasado medio mes desde que Sofía había regresado al país A. De repente, una noche, su vecina la llevó al hospital. Debido a lo que pasó con Dolores, Sofía experimentó un gran dolor en su vientre, y su rostro se puso pálido. Según lo que decían, era que un joven, que solía correr de noche por los alrededores, se encontró por casualidad con Sofía. Vio a la mujer embarazada caer en las escaleras, llorando débilmente "¡Ayuda! Después de llegar al hospital, Sofía sufrió de dolor durante toda la noche. Incluso al amanecer, todavía no había señales de que ella entrara en trabajo de parto. Su cuello uterino se había abierto unos 4 centímetros. Mientras gritaba y se giraba en la cama, escuchó chismear a las dos enfermeras asignadas a entregarle a su bebé. —¡El Sr. Li y la señorita Lien se comprometerán esta noche en una ceremonia en el hotel de cinco estrellas! —"¡Oh, qué refinados! Sofía se sintió tan angustiada después de escuchar esto que su cuello uterino se abrió hasta unos 6 centímetros. Tal como Dolores lo había dicho la noche anterior, ella se iba a comprometer con Colin ese día. Con la creciente agitación del cuerpo, la presión arterial de Sofía comenzó a aumentar gradualmente. Ella se sentía muy débil y le dijo a la enfermera. —No puedo hacerlo...

Y entonces, sólo hubo oscuridad ante sus ojos. Sofía había perdido el conocimiento. Desafortunadamente, su cuello uterino no se había dilatado por completo. Ahora necesitaría una cesárea. Pero ella había venido sola. El médico estaba preocupado por la firma de consentimiento para la operación de Sofía; Justo en ese momento Wade apareció en el hospital... Sofía no tenía idea de cuánto tiempo había dormido; Sólo sabía que cuando se despertó, ya estaba oscuro afuera. Tocó su vientre de forma inadvertida, cuando sintió que se encontraba plano, entró en pánico. ¿Dónde estaba su bebé? Sofía se levantó de golpe, y al hacerlo, accidentalmente tocó la herida en la parte inferior de su abdomen. El dolor que sintió casi la hizo desmayarse. Ella era la única persona en la sala. Cuando de alguna manera logró hacer sonar la campana, dos enfermeras llegaron de prisa. —Srta. Lo... Detrás de ellas llegó una mujer, vestida con un abrigo azul marino, con su largo cabello recogido cuidadosamente en la parte superior de su cabeza. Era Salvadora. Sin prestarle atención, Sofía preguntó con impaciencia a las enfermeras: — ¿Dónde está mi bebé? Las dos enfermeras palidecieron al instante. Mirándose la una a la otra, no se atrevieron a hablar. Sofía repentinamente tuvo un mal presentimiento. De nuevo volvió a preguntar muy angustiada. —¿Dónde está mi bebé? Salvadora se acercó a su cama y habló con tristeza: —Sofía... Por ahora necesitas cuidar de ti. Podrás tener otro bebé en el futuro. —Qué... ¿De qué estás hablando? —Sofía miró a Salvadora, el color desaparecía de su rostro. Salvadora también se veía extremadamente triste. Una de las enfermeras se armó de valor para decirle a Sofía: —Usted dio a luz a un niño. Pero debido a que el cordón umbilical que se le enredó en el cuello, ya había muerto en el vientre. Así que... El bebé falleció. —Ya está muerto... —¿Qué acabas de decir? —Ella intentó aclarar su mente. ¡Estaba segura de haber oído mal! La pequeña enfermera luchó por repetir sus palabras... Sofía gritó llena de angustia. —¡Eso es imposible! ¿Cómo podía ser? Ella se había hecho un estudio físico el mes pasado y el bebé estaba bien. Incluso la noche anterior sintió cómo el bebé le daba una patada en el vientre. —Dolores debió haberte enviado aquí. Te ordeno que... ¡Me devuelvas a mi bebé inmediatamente! —Sofía parecía una loca, gritándole a las enfermeras. La enfermera estaba asustada. Muy tímida, ella dijo: —Señorita Lo, es

verdad. Podemos entender su dolor. Pero cuando la trajeron aquí, ya había algo mal con su bebé... Sí. Ella recordó. Antes de llegar al hospital, Sofía había sido empujada por Dolores, perdió el equilibrio y cayó por las escaleras. —Ah... —Sofía gritó de angustia. Su bebé... ¡su única esperanza! Salvadora quería consolarla. Pero no sabía qué decir. —Sofía, todavía te estás recuperando del parto. Necesitas calmarte. Parecía que Sofía no podía escucharla. Se apresuró a quitarse las agujas de su muñeca y saltó de la cama. Ella comenzó a gritarle de forma histérica a la enfermera. —¡No te creo! ¡Si de verdad ha muerto debo ver su cuerpo! ¿Dónde está mi bebé? ¡Tráemelo! Tráeme de nuevo a mi bebé... ¡Ah! Durante esa noche, muchas personas escucharon a Sofía gritar y llorar... Finalmente, agotada por todo el estrés y el parto, Sofía se desmayó, dejando a todo el mundo tranquilo de nuevo. Salvadora se quedó cerca, mirando como la cara de Sofía se había puesto pálida. Ella ya había visto al bebé muerto. Su rostro se había puesto negro. De hecho, parecía haberse ahogado... Sofía tuvo un sueño otra vez. Desde su divorcio con Colin, había estado soñando día y noche... Estos sueños hacían que Sofía se estremeciera en la cama. Ella estaba sufriendo por el dolor que le causaba su pérdida. Esa noche, en su sueño, el lindo y pequeño bebé la llamó con dulzura: — Mamá. Mamá... Pero al final del sueño, Dolores la empujaba y su bebé desaparecía. Su bebé... —Bebé... Lo siento mucho... —Ella era una pecadora. Sí. ¡Ella era una pecadora! Ella había arrastrado a su bebé en sus problemas...

Capítulo 160 Nueva determinación A Sofía le quitaron la manta y se quedó destapada. Estaba temblando. —Sofía... —Le llegó una voz suave, pero no fue la voz la que pudo aliviar la desesperanza de su corazón. Mario tiró de la manta hacia abajo, revelando el rostro pálido y los ojos cerrados de Sofía. —Sofía, estoy aquí. Llevó a la mujer angustiada a sus brazos. Sofía no lo apartó, necesitaba desesperadamente un cálido abrazo. Necesitaba saber que todavía había personas que la cuidaban... —Mario... —A Sofía le costó mucho pronunciar esa simple palabra. —Mi bebé... está muerto... Mario ya lo sabía. Ver sufrir a Sofía hizo que le doliera el corazón. Él sostuvo su mejilla con su mano. —Sofía, todo estará bien. Tendrás más hijos en el futuro. Sofía negó con la cabeza. No, no los tendría. Era su bebé con Colin, su última esperanza... Ya no tendría al bebé de Colin... Por la tarde, Sofía pidió ver a su bebé. Poco después una enfermera se lo llevó. Su pequeño bebé, con la cara y los labios azules, tenía los ojos cerrados. Sofía casi se volvió loca al verlo. Extendió sus manos temblorosas para tomar al bebé sin vida de los brazos de la enfermera, lo abrazó y murmurando cariñosamente dijo: —Lo siento, pequeño, lo siento mucho... Mi precioso bebé... Mamá te quiero mucho... Sofía permaneció allí sentada durante más de media hora sujetándolo con fuerza, sin querer soltarlo. Después de un rato, los médicos, preocupados, lograron convencer a Sofía para que lo soltara. Sofía estaba muy débil. Cuando se llevaron al bebé, el sueño se apoderó rápidamente de ella. Alguien entró en la sala y Mario se levantó para saludar. Mario saludó: —Tía Salvadora. —Mario, ¡qué alegría verte! ¿Cómo está Sofía? —Salvadora posó sus ojos

preocupados en Sofía, que fruncía el ceño con los ojos cerrados. Mario negó con la cabeza. Sofía no estaba bien. Después de la muerte del bebé parecía haber perdido las ganas de vivir. Quintas se acercó a la cama de Sofía y colocó los suplementos que trajo sobre la mesita de noche. Ella susurró en voz baja: —Sofía, soy tu prima Quintas. He venido a verte. Sofía no respondió, pero a Quintas no le importó. Sentada en el borde de la cama, tomó las manos de Sofía. —No te sientas mal. Todavía nos tienes a nosotros. Hemos logrado persuadir a los ancianos de nuestra familia. Puedes quedarte con nosotros cuando te den el alta. Al oír esas palabras, Sofía abrió lentamente los ojos. Miró aturdida a la elegante mujer y retiró las manos con todas sus fuerzas. Ella negó con la cabeza mientras murmuraba: —No, no puedo... Soy un completo desastre... Traigo la desgracia a todos los que son buenos conmigo. ¡Vete! ¡Sal de aquí! Sofía se metió debajo de las mantas y comenzó a temblar de nuevo. No era la primera vez que sucedía. Los tres miraron a Sofía angustiados. Mario le dijo a Salvadora de repente: —Necesito salir un rato. Todavía preocupada, Salvadora asintió distraída. No prestó atención cuando Mario se fue. Quintas trató de hablar con Sofía. —Sofía, soy tu prima. Compartimos abuelos, tíos y tías. La hospitalización después del parto es muy importante para una mujer. Si no te cuidas durante este periodo, sufrirás los efectos persistentes de la enfermedad crónica para el resto de tu vida. O lo que es peor, puedes perder la capacidad de dar a luz en el futuro... Las palabras de Quintas hicieron que Sofía se calmara un poco a pesar de su conmoción. Recordó que Quintas no podía tener hijos. ¿Cuánta valentía necesitó para consolar a Sofía de esta manera? Cuando Sofía se volvió hacia ella encontró a Quintas sonriéndole. A pesar de que no podía tener hijos, la sonrisa de Quintas era muy cálida. Su sonrisa consoló a Sofía... Bajó la manta para dejar al descubierto su rostro y sus ojos estaban rojos de haber llorado. —Por favor, vete a casa. No quiero que más personas inocentes se involucren en mi desastre. Gracias por tu amabilidad. En lugar de alejarse, Quintas tomó la mano de Sofía. —Sofía, ¿alguna vez traicionaste a Colin? Sofía negó con la cabeza. —No. —¿Te fugaste con Paulo Tai? Sofía volvió a negar con la cabeza. —Entonces te malinterpretaron. ¿No quieres defenderte? —La mano de

Quintas era cálida y su presencia era reconfortante como la de una hermana. Sofía dudó. No creía tener la capacidad de demostrar su inocencia. Ni siquiera pudo limpiar su nombre del asesinato ficticio y mucho menos arreglar su arruinada reputación. Ella no era rival para Dolores cuando se trataba de engaño. ¿Cómo podría defenderse a sí misma? Al ver su titubeo, Quintas continuó: —Si no me equivoco, tu aborto involuntario también fue causado por Dolores Lien, ¿no es así? Salvadora ya lo había organizado para que dos enfermeras cuidaran de Sofía antes el parto, pero Dolores intervino mucho más rápido de lo previsto. Sofía permaneció en silencio ante la repentina actuación. Dolores Lien mató a su bebé. Si Dolores no la hubiera empujado no le habría provocado un parto prematuro. —Ella es la persona responsable de toda tu desgracia. Y mírala... No solo te usó para dejar a Paulo sino que aprovechó la oportunidad para pegarse a Colin. ¿De verdad puedes quedarte sentada y ver a tu enemigo triunfar así? —Un destello de esperanza apareció lentamente en los ojos de Sofía, que brillaban con odio. Salvadora caminó hacia su otro lado. —Sofía, todavía hay esperanza. Puedo decir que Colin realmente te ama. Solo tú puedes reparar la relación rota entre ustedes dos. Si recuperas tu coraje, recuperarás todo lo que te perteneció. Recuperar su coraje... Las palabras de Salvadora le dieron a Sofía confianza. Su expresión desbordaba determinación. Salvadora y Quintas no dijeron nada más. Le pidieron a la enfermera que le llevara algo de comida a Sofía. Después de ver a Sofía comer y quedarse dormida, se fueron. En el Pasillo. Quintas miró a su madre con preocupación. —No le dijimos a Sofía que los ancianos se negaron a aceptarla. —No podemos. Ella ya está sufriendo mucho. No les hables de Sofía a tus abuelos. Me encargaré del resto. —Aunque Salvadora y Quintas no creían en los rumores, Sofía se había metido en una situación problemática. Después de la sucesión de escándalos, el Clan Hang no tenía una buena impresión sobre ella. El patriarca y la matriarca del clan se enfurecieron y se opusieron rotundamente a aceptar a Sofía como su nieta. Cuando entraron en el ascensor, Quintas preguntó: —¿Jacinto Lien se llevó

al padre de Sofía? Quintas siempre había querido divorciarse de Pascua Lien, pero cuando se enteró por lo que estaba pasando Sofía cambió de opinión. Decidió posponer el divorcio y escondió los documentos del divorcio firmados. Necesitaba quedarse con el Clan Lien para obtener información por el bien de Sofía. —Podría ser él o Ynocente Pei, pero Ynocente es muy discreto y la gente que envié aún no ha encontrado nada. —El ascensor llegó a la planta baja. Salvadora y Quintas salieron del hospital. En el Grupo SL. Mario fue directamente al piso 88. Cuando llegó a la oficina del CEO vio a Colin discutiendo con Guilla sobre un contrato. Al ver a Mario, Guilla se detuvo y esbozó rápidamente una sonrisa profesional. —Señor Pei.

Capítulo 161 Por el bien del niño Colin le hizo un gesto a Guilla, quien rápidamente se inclinó y se fue. El hombre se volvió hacia Mario. —¿Cuándo volviste? —Ocultando los documentos y el bolígrafo en la mano, Colin sacó un cigarrillo de la pitillera y lo encendió. Sabiendo que Mario no fumaba, Colin no le preguntó si quería uno. —Hoy. —¿Pasó algo? —Colin se levantó de su silla y se sentó junto a Mario. Ellos todavía no estaban en buenos términos. Era evidente que Mario lo visitaba a causa de Sofía. —El niño murió. Sofía ha estado sufriendo una crisis mental desde la tragedia. No lo está haciendo bien y ha estado perdiendo la conciencia de vez en cuando. La oficina quedó en silencio. El humo del cigarrillo de Colin ocultaba la expresión en su rostro. Después de un buen rato, dijo: —Eso no es asunto mío. El tono de Colin era frío y apático. Mario se dio cuenta de que Colin había cambiado. Se había convertido en una persona sin corazón. —Ocurrió el día que anunciaste tu compromiso. Ella tuvo un parto prematuro. Después de una larga noche, Sofía recibió las noticias desgarradoras y perdió el conocimiento cuando escuchó sobre tu compromiso con Dolores Lien. La persona que firmó su cirugía fue alguien llamada Rosita. No tengo idea de quién es ella. Pero Colin, el niño era tuyo. ¿Cómo pudiste conspirar con tu prometida para hacerle eso a Sofía? ¿No te preocupas por ella? La pregunta de Mario resonó en la mente de Colin. Pero la expresión en su rostro quedó en blanco. —No. —Colin arrojó la ceniza del cigarrillo mientras respondía severamente. Indignado, Mario de repente agarró a Colin por el cuello. Colin se burló cuando vio el rostro de Mario distorsionado por la ira. Era la primera vez que Colin veía a Mario tan enojado, todo por culpa de esa

mujer. —Colin, ¿tienes alguna idea de lo difícil que fue para Sofía tener un parto prematuro, solo para que su bebé muriera? Ella te quería tanto, el niño era su última esperanza. No te estoy pidiendo que la perdones, pero al menos deberías hacerle una visita. Lo único que ella quiere ahora eres tú. Tu consuelo vale más de lo que nadie puede dar. Colin apagó el cigarrillo y de repente apartó a Mario. Estaban a punto de pelearse. —¿Por qué debería consolar a una hipócrita mentirosa? Admito que me equivoqué, debería haberla abandonado cuando me engañó y quedó embarazada del hijo de ese bastardo. Pero no podía alejarla. Incluso cuando me pidió el divorcio, hice todo lo posible para tenerla a mi lado. ¿Sabes cómo se sintió eso? Los ojos de Colin estaban rojos de ira. Los sentimientos horribles lo envolvieron cuando las palabras de Mario lo regresaron al pasado. —¿Y qué obtuve? ¡Nada! ¡Solo su determinación de dejarme! Mario se quedó sin palabras. Colin no había cambiado nada. No era cruel e indiferente, pero estaba profundamente herido... —Si alguna vez te atreves a mencionar su nombre otra vez, romperé todas las relaciones contigo. —Colin se puso de pie de la rabia. Se acomodó su abrigo y volvió a su escritorio. Pero Mario no se rindió. Siguió a Colin hasta su escritorio. —Solo hazle una visita. Me la llevaré tan pronto como recupere su ánimo y te prometo que desapareceremos de tu vista. '¿Que Sofía recupere su ánimo y que Mario se la lleve? ¿Desaparecer de mi vista?', pensó en su interior. Colin sintió que un repentino dolor lo abrumaba. —La visitaré. —Colin de repente cedió. Cuando Mario le lanzó una mirada inquisidora, Colin agregó: —Por el bien del niño. Mario se mostró escéptico. Antes de que pudiera decir algo, Colin salió de la oficina. En la oficina del Director Ejecutivo adjunto del Grupo Lien. El teléfono sonó varias veces y una mujer con maquillaje delicado lo atendió. —¿Qué pasa? —Señorita Lien, el señor Li y el señor Mario Pei acaban de irse al hospital juntos. —¿Al hospital? ¿Qué van a hacer en el hospital? —Los ojos de Dolores se estrecharon. —Para visitar a Sofía Lo. Cuando los dos autos se detuvieron en el estacionamiento del hospital, Mario no se bajó del auto. Simplemente se sentó allí y observó a Colin entrar al

departamento de pacientes hospitalizados. El hospital estaba tranquilo por la noche. Los pasos de Colin resonaban sobre los azulejos de mármol mientras caminaba por el pasillo. Abrió la puerta de la sala y fijó los ojos en la cama de hospital. Bajo la tenue luz, la pálida mujer fruncía el ceño mientras dormía de forma inestable. No habían estado separados por mucho tiempo, pero Sofía había perdido mucho peso. Colin cerró silenciosamente la puerta y caminó hacia ella. Como si ella pudiera sentir su presencia, Sofía frunció el ceño y de repente abrió los ojos. Sus ojos se abrieron en estado de conmoción. Solían brillar de manera radiante, pero ahora estaban tristes. Después de un largo rato, Sofía finalmente se dio cuenta de que no estaba soñando. Las lágrimas invadieron sus ojos cuando lo vio acercarse a ella. A pesar del dolor en su vientre, Sofía se quitó la manta y saltó de la cama. Sin detenerse a ponerse los zapatos, caminó hacia Colin descalza y abrazó al hombre inexpresivo. Apoyó la cara en su pecho y disfrutó de su presencia familiar. Quería hablarle, pero no se atrevió a decir ni una palabra. Tenía miedo de que él se fuera si lo hacía. —Ponte los zapatos. —Sofía se estremeció ante las palabras de Colin. Se dio cuenta de que estaba parada descalza sobre las baldosas y tenía los pies fríos. Sofía se puso los zapatos de prisa y rápidamente se volvió hacia él. La mujer quería abrazarlo de nuevo. Cuando ella se acercó de manera audaz a él, Colin, increíblemente, no la apartó. Pero el hombre no respondió al abrazo de Sofía. Mantuvo sus manos en los bolsillos todo el tiempo. Después de un largo rato, Sofía no pudo contenerse más. —Colin, el niño murió. Era un niño... Pensé que lo tendría para siempre... Pero.... La voz de Sofía se hizo cada vez más tenue hasta que se fue apagando. Colin no dijo ni una palabra. El hombre miró su cabello largo negro mientras sentimientos complejos pasaban por sus ojos. En el pasado, a Colin le gustaba mucho su cabello largo. Además de tocarlo, disfrutaba ayudándola a secarse el cabello después de que tomaban un baño juntos. La indiferencia de Colin hizo que Sofía sintiera como un cuchillo cortándola en su corazón. Cómo podría olvidar... Era un hombre comprometido, cuya prometida era la

heredera del Clan Lien. Sus manos cayeron de su cintura mientras retrocedía un paso. Mirando a Colin, Sofía forzó una sonrisa. —Muchas gracias por tu visita. Estoy muy feliz. Puedes estar seguro de que... Quiero decir, por favor, diles a las personas que todavía se preocupan por mí que estén tranquilos. Voy a estar bien... Por el bien de mi hijo.... La cara de Sofía todavía estaba pálida. Aunque su voz era tenue, Colin la oyó con claridad y en silencio escuchó cada palabra. Cuando se dio vuelta, el corazón de Sofía se desplomó. Antes de que se diera cuenta, lo estaba llamando. —¡Colin! '¿Se va ahora? ¿Por qué tan pronto?', pensó. Debía ser particularmente poco entusiasta volver a verla. Colin se detuvo, pero no miró hacia atrás. Sofía lo abrazó por detrás y presionó su cara contra su espalda. —Yo... Merezco todo este castigo por mis pecados. Como nuestro hijo ya se ha ido, la última cadena que nos unía ahora está rota. Colin, eres libre ahora... No volveré a molestarte nunca más....

Capítulo 162 Parto prematuro Las lágrimas de Sofía caían al suelo. No podía soportar tanto dolor y se sintió mareada. Sofía se mantuvo firme, negándose a perder el conocimiento. Colin le apartó los brazos y la miró fríamente. Sofía sonrió a pesar de su indiferencia. Reuniendo coraje se puso de puntillas y lo besó. No podía recordar cómo respondió Colin a su beso ni cuánto tiempo duró. De repente, se escuchó el sonido de unos tacones y la separó de él. La puerta de la habitación estaba abierta. Al ver quién había entrado, Sofía apretó su puño con fuerza. —Lo siento, Colin, llego tarde. Fui al supermercado a comprar fruta. —Bien vestida, Dolores entró y colocó una delicada cesta de frutas sobre la mesa. ¿Qué quería Dolores? ¿Colin le pidió que viniera? ¿Decidieron venir a verla juntos? ¿Para qué vinieron? ¿Para alardear del cariño que había entre ellos? Ridículo. De pronto, Sofía dejó escapar una risa maníaca. Agarró la cesta de frutas y la tiró fuera de la habitación. —¡Salgan! La fruta quedó esparcida por todo el suelo. Sofía fulminó a Dolores con la mirada. ¡Qué hipócrita! ¡Ella nunca aceptaría la falsa amabilidad de Dolores! —Sofía, ¡ya basta! —Soltó Colin. Dolores sostuvo el brazo de Colin de forma engreída. —Sofía, vinimos a verte porque eres la exesposa de Colin. ¡No seas tan desagradecida! Antes de que Sofía pudiera responder, Dolores le dijo a Colin en voz baja: — Vamos. La señorita Lo necesita descansar más. Sin mirar a Dolores, Colin salió de la habitación. Dolores inmediatamente fue tras él. Los pasos desaparecieron lentamente. Sofía se sentó en la cama con dificultad. El hombre que más amaba se había enamorado de su enemiga... Qué irónico.

El destino era cruel. Sofía se sintió repentinamente agotada física y mentalmente. Cuando Mario regresó a la sala, Sofía ya estaba dormida. La arropó y se sentó junto a la cama. En el estacionamiento del Hospital De pie junto a su Maybach, Colin miró fríamente a la mujer que se había quedado sin aliento. —¿Cómo supiste dónde estoy yo? Sabiendo que Colin podía cuestionarla, Dolores dijo inocentemente: —No sabía que estabas aquí. Escuché que Sofía perdió a su bebé así que fui al hospital a verla. Eso es todo. Dolores se alegraba pensando en la muerte del bebé de Sofía. Colin la miró con ojos agudos. —¿Por qué tuvo un parto prematuro? La pregunta hizo que el corazón de Dolores se acelerara. Tenía miedo de mirarlo a los ojos. —¿Cómo voy a saber? ¿Por qué me estás preguntando esto? ¿Todavía te preocupas por ella? ¿Has olvidado su sucia aventura con Paulo? Después de recordárselo, Colin no dijo nada. Subió al coche y se marchó. Dolores zapateó con ira. ¡Ella era su prometida! ¿Cómo podía abandonarla así en el hospital? ¡La perra de Sofía! ¡Se atrevió a seducir a Colin después de su divorcio! "¡Cómo te atreves! " Después de estar con Colin se dio cuenta de que Paulo era un cobarde. Debió estar ciega para amar a Paulo, ¡ese patán bastardo! ¡Estaba claro que solo un hombre tan excelente como Colin podía merecerla! Nunca lo dejaría. ¡Era la única mujer que merecía ser su esposa! Antes de que le dieran el alta, Sofía enterró personalmente a su bebé. Mario la ayudó a elegir el cementerio, pero Sofía insistió en pagarlo. No se escribió nada en la lápida. El bebé había muerto antes de que Sofía le hubiera puesto nombre... Después de dejar descansar a su bebé, Sofía permaneció en el hospital dos días más. No lloró ni se le veía preocupada. Estaba tranquila, parecía como si no hubiera pasado nada. Quintas fue a recoger a Sofía cuando le dieron el alta. Salvadora y Quintas querían llevarla a casa con ellas, pero Sofía estaba decidida a regresar a la suya. A regañadientes, la dejaron que volviera a su casa después de haberle conseguido una enfermera. —¡Gracias! —Sofía dijo sinceramente a Quintas, que miraba con curiosidad su casa. Quintas apartó la vista y la miró con una sonrisa. —Vamos, somos

prácticamente primas. No tienes nada que agradecerme. Llámame si necesitas ayuda. —Bueno. Quintas no se quedó mucho tiempo. Después de que Sofía se instalara, corrió a la oficina. Ante los constantes recordatorios de Salvadora, Sofía permaneció obedientemente en casa durante un mes para recuperarse. No utilizaba mucho su celular porque había demasiadas cosas de las que preocuparse. La enfermera hizo un buen trabajo. Sofía se recuperó poco a poco de las dificultades que sufrió durante su operación. Sin embargo, a veces, le dolían los pechos porque los tenía llenos de leche y no tenía un bebé al que amamantar... Gracias a la papilla de destete que preparó la enfermera, Sofía se sintió mejor después de luchar durante 10 días. A los 40 días, Sofía fue al hospital para hacerse una revisión postparto. El médico le dijo que se había recuperado bien. Ella solo tenía que cuidarse la incisión. El cumpleaños de Sofía coincidió con el 45º día después de la muerte de su bebé. Ese día, Sofía se encontró a su padre en la puerta de su casa. Con los ojos llenos de lágrimas, Sofía llevó a su anciano padre adentro. Como la enfermera no estaba, Sofía quiso salir a comprarle ropa nueva a Jay mientras él tomaba un baño. Sofía pensó que debía ir al centro comercial con más frecuencia, así siempre podría ver a Colin... Colin parecía imponente mientras caminaba, atrayendo la atención de muchas mujeres. Detrás de él estaban los jefes de departamento del centro comercial. Parecía que estaba haciendo una inspección. Sofía salía de una tienda de ropa de hombres, llevando varias bolsas en sus manos, cuando vio a Colin. Los ojos de Colin se posaron brevemente en ella antes de entrar a la tienda de la que acababa de salir. Sus subordinados le siguieron. Sofía quería mirar hacia atrás, pero no quería que Dolores le causara problemas en el futuro... Aceleró el paso y salió del centro comercial. Mientras escuchaba el informe del gerente de la tienda de ropa de hombres, Colin miró a Sofía, que estaba sola afuera. Él no pudo averiguar para quién había comprado la ropa. ¿Era para Mario?

Las comisuras de la boca de Colin se cerraron con ironía. De nuevo puso su atención en el trabajo. En la Casa Lo Sofía abrió la puerta del salón. —Papá, estoy de vuelta. ¿Ya terminaste? No había más que silencio. Sofía tuvo un presentimiento. Llamó a la puerta cerrada de la habitación de Jay. —Papá, ¿estás ahí? Sofía golpeó repetidamente, pero no obtuvo respuesta. Cuando giró el picaporte descubrió que la puerta no estaba cerrada con llave.

Capítulo 163 Encuentra el chip No había nadie alrededor. Jay Lo, que debería estar en el baño, se había ido. La puerta del baño estaba entreabierta y el aire ahora fluía libremente. Sofía buscó frenéticamente en todas las habitaciones, pero Jay no estaba por ninguna parte. Contemplando la posibilidad de que Jay fue secuestrado por esas personas, Sofía vio de repente un pedazo de papel sobre la mesa y la escritura indicaba que fue escrita por su padre. 'Sofía, me voy. No hace falta que me busques. Durante mi encarcelamiento por esas personas, descubrí que mientras no estuviera en el País A, cualquier otro lugar sería seguro para mí. Siento mucho que Colin y tú se hayan divorciado por mi culpa. Lo siento mucho. Espero que puedas vivir una vida feliz en el futuro. Me siento un perdedor. Aunque sé quién es nuestro enemigo, no puedo hacer nada al respecto. No he sido más que una carga para ti. No se debe provocar a las familias Lien y Pei. Espero que, si es posible, tanto Alejandro como tú puedan dejar todo este odio y vivir una vida estable y feliz. ¿Me puedes prometer eso? Sofía, yo tengo que decirte que te equivocas si piensas que te oculté ese secreto deliberadamente. Honestamente, no sé cuál es ese objeto que ellos quieren. Tu madre había planeado decírmelo. Desgraciadamente, sus planes llegaron demasiado tarde. La asesinaron antes de que pudiera revelarme el secreto. Ese secreto te ayudará a dominar a las familias Lien, Pei y Ji. Hace mucho tiempo, tu abuelo fue el asesor de estas tres compañías, así como el testigo clave de la verdad. Presenció la historia oscura en persona, las deudas incobrables y algunos escándalos espantosos en esas tres compañías. Cuando él murió y ese objeto desapareció, se dirigieron hacia mí ni a tu madre. Incluso obligaron a tu tío y tía a salir de aquí debido a su maldad y brutalidad indescriptibles. Además, estoy seguro de que ya sabes que Julieta no es tu madre biológica.

Sofía, me siento agobiado por esta culpa hacia ti y tu madre biológica, Andrea. Sin embargo, tu madre adoptiva no hizo nada malo. Era una buena mujer, que te amó como su verdadera hija durante todos esos años. El amor y el odio compartido por las generaciones anteriores no deben ser tu preocupación. Sofía, ¿puedes vivir una buena vida con tu hermano? Jay Lo, un padre que te ama'. Las lágrimas corrían sobre el papel blanco, lo empaparon y borraron sus palabras. Su padre deseaba que ella dejara de lado el odio. ¿Podría hacerlo? Luego estaba la verdad sobre su madre biológica, Andrea, una mujer que nunca conoció. Sofía sacó un encendedor de la cocina y quemó el papel. Pero nunca olvidaría esas palabras. Un objeto en la Familia Qiao podría ayudarla a ganar el control sobre los destinos de los tres grupos. Hacía mucho tiempo, su abuelo fue asesor de esas tres compañías y presenció personalmente su historia de actividades oscuras y corruptas. Resultó que estas familias habían buscado minuciosamente en su casa con la esperanza de encontrar este objeto tan buscado. '¿Sería más fácil tratar con las familias Pei y Lien si lo encontrara?', pensó. Después de que su padre se fue, la vida de Sofía comenzó a volver a la normalidad. Pero, sin embargo, la falsedad continuó existiendo en todos y cada uno de los rincones. En la casa de la familia Pei, Ynocente colgó el teléfono y se volvió para hablar con Jacinto: —Jay Lo se fue. —¿Qué? —Jacinto estaba asombrado: —Envié gente a monitorearlos. Mi hombre definitivamente la vio a Sofía que lo traía a Jay Lo a la casa. —¿Qué pasó después de eso? —Ynocente miró a Jacinto con una mirada de desaprobación. —Luego, Sofía se fue sola al mercado y le compró algo de ropa a Jay. Mi gente la siguió de cerca todo el camino. —¿Cuántas personas enviaste para seguir y monitorear a Jay Lo? —Dos. —Jacinto respondió honestamente. Ynocente sacó de inmediato su teléfono móvil y llamó a un número: — Revise las filmaciones de Circuito Cerrado de televisión de la cuadra donde vivía Jay Lo y averigüe dónde fue. Después de que Ynocente colgó el teléfono, Jacinto le dijo, contemplativo: —Es posible que Jay Lo no tenga idea de dónde está ese objeto. Después de que

Julieta murió, puede que haya desaparecido. —¿No me dijiste que está todo dentro de un chip? De todas las personas que están vivas, Jay Lo es el sospechoso más posible. Jacinto se preguntó, recordó la noticia y dijo: —¿Qué pasaría si Jay Lo no lo hizo? ¿Hay alguien de la familia Qiao con vida todavía? —Debes ir y averiguarlo. Debemos conseguir ese chip a cualquier precio. ¡De lo contrario, todos estamos jodidos! —Considéralo hecho. Ynocente reflexionó sobre lo que había sucedido hasta ahora: —Sofía y Colin se divorciaron. Ahora ellos son archienemigos. Tal como se esperaba, Sofía ya no es asunto de Colin. Esto luce bien. —Sí. Colin se va a casar con mi hija. Sofía y él nunca más volverán a estar juntos. —Cada vez que pensaba en Colin casándose con su hija, Jacinto se llenaba de alegría. Pero hubo una noticia que ciertamente enojaría a Ynocente. Laureana era una zorra. ¿Cómo se atrevía a desobedecer su orden y negarse a regresar? Había sido una buena oportunidad para unirse con la familia Li a través de un matrimonio. Era exasperante que Dolores aprovechara esta oportunidad. Si la Familia Lien tenía la oportunidad de ascender más con la ayuda de Colin, debía ser cauteloso con Jacinto, quien podía cambiar y atacarlo, si se presentaba la oportunidad. ¡Qué irónico era que esos dos hombres, de pie en esa sala de estudio, tuvieran pensamientos tan opuestos! Mientras tanto, en la casa de la familia Lien... Quintas miró el acuerdo de divorcio y mostró una sonrisa amarga. Volviéndolo a poner en el cajón, se preguntó cuándo saldría de aquí. De repente, la puerta de la habitación se abrió con un golpe fuerte. Quintas trató de cerrar el cajón rápidamente, pero ya era demasiado tarde. Pascua había visto lo que estaba haciendo. Sin tener en cuenta sus protestas, Pascua abrió el cajón, sacó el papel y vio que era un acuerdo de divorcio. Miró la delicada y tranquila cara de Quintas, quien dijo indiferente: —Así que ahora que sabes que existe, por favor, fírmalo. Mientras ella estuvo ahí, Quintas esperaba encontrar alguna información útil para ayudarla a Sofía. Sin embargo, parecía que ya eso no era una opción. ¡Qué pena! Pascua la miró con una mirada que podría haberla matado miles de veces. Arrojó a la mujer agresivamente sobre la cama y rasgó su falda costosa. Quintas ya no se hacía ilusiones. Tomó la mano de Pascua y declaró: —

Puedes hacer lo que quieras conmigo. Pero, ¿puedes firmarlo después de que me folles? Pascua levantó una ceja, mirándola con una mirada penetrante: —¿Qué? ¿Te sientes mal porque te pedí que cuides de Antonio? Antonio era un niño de cinco años que nació de una de las amantes de Pascua. Como Quintas era estéril, Pascua necesitó de otra mujer para dar a luz a un heredero. —De ningún modo. Después de nuestro divorcio, puedes casarte con otra mujer. ¿No es eso bueno para nosotros dos? —¡Vete a la mierda! —Pascua besó su boca con fuerza y comenzó a torturarla a Quintas como si se estuviera convirtiendo en un psicópata. Llegó un momento en el que Quintas pensó que se estaba muriendo. De repente, Pascua se detuvo y la soltó. —¿Estarás satisfecha si despido a esa mujer? —Pascua se puso la ropa y le preguntó a la mujer mientras ella jadeaba para respirar. Aún obstinada, Quintas le respondió: —Quiero el divorcio. Aunque su voz era tenue, Pascua había oído lo que decía. —¡Maldito divorcio! Quintas, recuerda esto, serás mi esposa para siempre. —Pascua tomó el acuerdo de divorcio de la mesa, lo rompió en pedazos y lo tiró a la basura. Quintas se dio vuelta y lo miró con una sonrisa irónica: —¿Es cierto? ¿Y si muriera? Sus palabras hicieron que Pascua se asustara. —Quintas, si te atreves a quitarte la vida, entregaré tu cadáver a una docena de violadores y matones. ¡Entonces, te pudrirás en el infierno! —¡Pascua, eres un monstruo! —Quintas gritó de manera histérica.

Capítulo 164 Estudiar diseño de moda en Milán Pascua se acercó a ella y le tiró de sus mejillas: —No te atrevas a deshacerte de mí. Incluso si ya no estás, puedo tener a tu hermana hermosa y encantadora... Ja, ja, ja.... Se rió a carcajadas, enérgica y lascivamente. —¡Pascua, eres un bastardo! —El corazón de Quintas se debilitó como la ceniza fría. '¿Cómo hice para quedar atrapada en esta cueva de monstruos? Pero... Pascua no era así en el pasado. ¿Qué le pasó para que ahora sea tan diferente? ¿Por qué sucedía esto?', la mujer pensó en su interior. Frustrada y exasperada, Quintas ya no podía respirar fácilmente. ¡De repente, comenzó a escupir sangre! La sangre roja manchó la sábana blanca y la camisa blanca de Pascua. El hombre se sintió abrumado por el terror: —Quintas... ¿Estás bien? Se apresuró a envolverla en un edredón, la sacó de la cama y corrió al hospital. En el hospital. El médico miró a Pascua fríamente: —Deberías haber cuidado bien a tu esposa. En vez de eso, la lastimaste mucho y la pusiste lo suficientemente ansiosa como para que escupiera sangre. Tienes que dejar de hacer eso y empezar a cuidarla bien. Asegúrate de hacerla feliz y que siempre esté de buen humor. Pascua no dijo nada y miró fijamente el rostro pálido de Quintas. El doctor ni siquiera estaba seguro de si Pascua lo había escuchado. Sacudió la cabeza sin poder hacer nada y salió de la sala. Pascua se había enamorado de Quintas a los dieciséis años. Cuando se volvieron a encontrar, unos siete u ocho años más tarde, Pascua no pudo contener su pasión por ella y la violó. Quintas era hija de una familia prominente, que estaban desesperados por ocultar esta noticia desgraciada. Así, se arregló que Pascua se casara con ella. En el día de su gran boda, vio su sonrisa extraña.

Casi una década había pasado desde entonces. Para ser exactos, llevaban ocho años casados. Dos años después de la boda, se descubrió que Quintas no podía tener hijos. Francamente, a Pascua no le importó esto en absoluto, aunque a su madre sí. Para evitar que Felice, su madre, insultara a Quintas como si fuera una gallina incapaz de poner huevos, encontró a otra mujer para darle un hijo a su familia. Obviamente, algo tan ridículo como esto no se podía mantener en secreto por mucho tiempo y Quintas se enteró de todo. Y sin embargo, ella nunca lloró ni causó ningún problema. Solo su sonrisa desapareció. Por un tiempo, la mujer se fue a vivir con sus padres. Solo después de la persistencia incesante de Pascua, se vio obligada a regresar a su casa. Cuando nació el niño, la madre del bebé fue a su casa varias veces y causó un gran escándalo. Preocupada por la reputación e influencia de la familia Ji, Felice tuvo que expulsar a esa mujer. Sin embargo, después de este incidente, nunca trató a Quintas de manera amistosa o amable. A menudo murmuraba para sí misma: 'Si Quintas no hubiera sido la esposa de Pascua, Antonio ciertamente habría vivido con sus padres biológicos'. Pascua no quería pelearse con su madre. Pero, verla a Quintas sufrir por todas las conductas incorrectas e injustas lo hizo sentir terrible; finalmente, planeó mudarse con Quintas. Por alguna razón inexplicable, la mujer rechazó esta propuesta. Con el paso del tiempo, su relación empeoró. Sin embargo, nunca se le habría ocurrido que Quintas preparara un acuerdo de divorcio. Cuando puso sus ojos por primera vez en el acuerdo, ¡quería destruirla! Sin embargo, con el paso del tiempo, él intentó mantenerla involucrada, pero su corazón había desaparecido. Cuando ella se despertó ahora en la cama del hospital, solo vio la cara conocida de Pascua. Con el corazón roto, la mujer decidió mejor mantener los ojos cerrados en lugar de verlo. Pascua agarró sus manos con fuerza, pero ella no protestó. —Lo siento mucho. Las lágrimas corrían por su rostro. Pero la disculpa ya no significaba nada para ella. Todo esto era inútil ahora. Su sentimiento había muerto cuando él decidió dormir con otra mujer. Nunca perdonaría a un hombre que engañaba a su esposa. El hombre se sentó junto a la cama y entendió su angustia. Él le explicó: —

Quiero que sepas que tuvimos al bebé a través de una fecundación in vitro. Nunca toqué a esa mujer. Pero ¿por qué te importa tanto? Al escuchar esas palabras, Quintas de repente abrió los ojos y vio la sinceridad en los ojos abrumados de Pascua. —¿Por qué nunca me dijiste eso antes? ¿Crees que no merezco saber la verdad? —Preguntó con voz abrumada y gutural. Dado que era infértil de por vida, si solo Pascua le hubiera pedido que probara la fecundación in vitro, lo habría aceptado. En estos días, había muchas parejas que intentaban concebir a sus bebés de esta manera. La mujer tampoco quería que la familia Lien no tuviera un heredero. Se sintió herida y ofendida por el hecho de que Pascua encontró a otra mujer sin decirle la verdad previamente. Finalmente, Pascua se dio cuenta de su error. Ayudó a Quintas a levantarse y la abrazó con fuerza. —No más papeles de divorcio... ¡Te prometo que nunca te haré daño otra vez! Pascua todavía veía cierta confusión en los ojos de Quintas. —Si no quieres criar a Antonio, mis padres se ocuparán de él. Podemos mudarnos. ¿Quieres eso? Una mujer nunca puede luchar contra las palabras dulces de su amante. Quintas, al ser mujer, se derritió ante estas palabras. Aunque parecía fuerte por fuera, también anhelaba el amor. —Quiero vivir contigo, solo nosotros dos. Por supuesto, Antonio podrá vivir con nosotros, si eso es lo que deseas. —Vivir con Felice había sido una pesadilla. La relación entre la suegra y la nuera había sido mucho peor de lo esperado. Sin embargo, a ella le gustaba vivir y jugar con Antonio. Se sentía bien tener un niño cerca cuando tenía tiempo libre disponible. Pascua besó sus labios rojos. —Nos mudaremos en cuanto seas dada de alta del hospital. Pascua era completamente consciente del carácter de sus padres. Por otro lado, Quintas no cometió esos errores. —De acuerdo. —La mujer envolvió sus brazos alrededor de su cintura y por primera vez en mucho tiempo, una gran sonrisa apareció en su rostro. ¡Pascua no la veía sonreír lo suficiente! No lo había visto así desde hacía mucho tiempo. En el aeropuerto, Sofía pasó por el control de seguridad del aeropuerto y llamó al número de su hermano. —Soy yo, Sofía. —Sofía, ¿no estás ocupada ahora? —Como no había estado ni escuchado a su hermano en mucho tiempo, su voz parecía más grave de lo que recordaba. —Me voy a vivir a Milán por dos años. Espero que estés feliz y tranquilo en

Inglaterra. —Sofía se sentó tranquilamente en un rincón de la sala de espera. Alejandro estaba confundido. —¿Por qué te vas a Milán de repente? ¿Qué vas a hacer ahí durante dos años? ¿Dónde está Colin? Sofía se rió entre dientes: —Estudiaré diseño de moda en Milán. Colin está muy ocupado. No lo llames si no necesitas su ayuda. —¿No estudiaste en una escuela normal? ¿Por qué de repente estudiarás diseño de moda? —Algo estaba mal con Sofía, podía sentirlo. —No pienses demasiado. Varias empresas en el país tienen una necesidad urgente de diseñadores de moda. Si puedo estudiar y convertirme en diseñadora... Puedo ayudar a Colin. —Dijo una mezcla de ciertas verdades y mentiras. En realidad, fue la venganza la que la impulsó a Sofía a estudiar diseño de moda. En el país A, el Grupo SL, la Compañía de la Familia Pei y la Compañía de la Familia Lien, entre otras compañías más pequeñas, no tenían diseñadores de moda. Fue principalmente la ayuda de Irene, la que la impulsó a tomar la decisión final. Hacía unos días, Irene llamó a Sofía y le preguntó qué había pasado entre ella y Colin. Hacia el final de su conversación, Irene le había preguntado sobre sus planes futuros. Sofía le dijo que solicitaría el puesto de asistente de diseñador. Irene le sugirió que estudiara diseño de moda en la universidad y le hizo una propuesta: —Mi padrino es un diseñador de moda de renombre internacional. Puedes aprender de él si lo deseas. ¡Sofía no podía perderse una oportunidad tan maravillosa! Apreció sinceramente la propuesta de Irene y le pidió que hiciera los arreglos necesarios para ella. Leandro, el padre de Irene, trabajó para algunas compañías internacionales, incluidas las de Milán. Además, Milán era un lugar mucho mejor para aprender. Y Leandro volaba a Milán con bastante frecuencia.

Capítulo 165 El infierno se desatará Ir a Milán fue decisión de Sofía. Pero lo decía en serio cuando dijo que quería estudiar diseño de moda por Colin. Tuvo la oportunidad de estar con el hombre que amaba, pero dejó que se le escapara entre los dedos. Para recompensar su amabilidad, incluso si él nunca la perdonara otra vez, ella haría todo lo que pudiera. Trabajaría en el Grupo SL y ayudaría tanto como pudiera cuando regresara. Las palabras de Alejandro la devolvieron a sus sentidos. —Está bien, cuídate mucho, hermana. Tengo que irme. La clase está por comenzar. —Claro, adiós. Después de terminar la llamada, Sofía miró por la ventana y observó el avión que despegaba de la pista. De repente se dio cuenta de que se acercaba el año nuevo lunar... Recordaba el último año nuevo lunar, el que nunca olvidaría, el que había pasado junto a él. Reuniendo todo el coraje que le quedaba, Sofía llamó a Wendy. En la casa de los Li. Wendy colocó al bebé en el sofá y dijo: —Quédate quieto, mi amor. La abuela necesita cambiarte el pañal. Colin permaneció en silencio en un rincón y observaba al niño que agitaba sus brazos y piernas, sin emoción en sus ojos. —Colin, ¿me vas a ayudar o qué? Necesito cambiar su pañal —Wendy se resignó con un suspiro. Colin miró al bebé que reía: —Él no es mi hijo. No tengo obligación de cuidarlo. Si Wendy no hubiera insistido con la tenencia, Colin habría enviado al bebé lejos. —No me gusta escuchar esas palabras tuyas, Colin. Yo le creo a Sofía. Si ella dijo que el bebé es tuyo, entonces debe ser tuyo. —Sin esperar que él ayudara, Wendy volvió al sofá con un nuevo pañal. Le gustaba su nieto; se veía tan lindo como su madre. Desde que al niño lo

llevaron a la casa de la familia Li, ella estuvo cuidando de él personalmente, sin siquiera permitir que los sirvientes la ayudaran. Pero la felicidad de Wendy disminuyó cuando pensó en Sofía. Colin le había prohibido a Wendy que la llamara por teléfono. —No menciones el nombre de esa mujer. Ella es una mentirosa. ¿Cómo puedes confiar en sus palabras? —Colin le lanzó una mirada irritada a Wendy. —¿Crees que ella mintió sobre el bebé? Entonces, ¿por qué no le haces una prueba de paternidad? Haz algo al respecto, en lugar de solo lamentarte. — Wendy tiró el pañal sucio al cubo de basura, limpió el trasero del bebé con una toalla húmeda y le puso uno nuevo. —¿Por qué debería malgastar mi dinero en un bastardo? Dámelo. Me lo llevaré. —Colin se dirigió al sofá y estiró las manos hacia el bebé. Al ver eso, Wendy apresuradamente sostuvo al niño en sus brazos. Lo miró a Colin: —Si no crees que el niño es tuyo, entonces debes devolvérselo a Sofía. ¿Por qué no le dices que su hijo todavía está vivo? ¿Cómo puedes dejar que ella sufra el dolor por la pérdida de un hijo? ¿Sabes cómo se siente eso? ¿Cómo puedes ser tan cruel? Con una mirada de desprecio, Colin replicó: —¿Por qué debería compadecerme de una mujer que me traicionó? —'Además, ¿no había ido a verla al hospital? ¿No fue suficiente eso?', pensó en su interior. La frustración brilló en los ojos de Wendy. A pesar de que estaba del lado de Sofía, las cosas ya se habían puesto tan mal que ella misma no estaba segura de si Sofía lo había traicionado a Colin o no. De repente, el teléfono de Wendy sonó. Colin lo miró y rechazó la llamada. El teléfono volvió a sonar, pero Colin aún así lo apagó. —¿Quién es? Dámelo a mí —dijo Wendy y extendió una mano. —Una llamada molesta. La agregaré a la lista negra —Colin bloqueó el número de Sofía y le entregó el teléfono a Wendy. '¡Esa maldita mujer! ¿Cómo se atreve a llamar a mi madre?', murmuró en su interior. Colin miró al bebé, que se chupaba el pulgar. Le dijo a Wendy: —Dame al niño. Le haré una prueba de paternidad. Wendy tiró su teléfono a toda prisa, abrazó al bebé con fuerza y dijo: —No puedo confiar en ti. ¿Y si lo envías a Bario lejos? Yonata había llamado al niño 'Ambrosio', por lo que su apodo era 'Bario'. —Si él es mi hijo, no lo enviaré lejos. Ahora, dámelo, madre —frunciendo el ceño, Colin se repitió a sí mismo. —No, no puedo confiar en ti. Le pediré a tu padre que le haga las pruebas y

luego puedes darle algo de tu cabello para que lo use. Colin no discutió con ella. Sin decir una palabra, sacó un cabello de su cabeza, la colocó sobre la mesa y se alejó. Cuando sus pasos desaparecieron lentamente de la sala de estar, Wendy dejó escapar un suspiro de alivio y puso a Ambrosio de nuevo en la pequeña cuna a su lado. Luego buscó el cabello de Colin sobre la mesa, pero no pudo encontrarlo. Miró y buscó durante mucho tiempo. Finalmente, agarró un cabello corto que estaba en la alfombra. '¡Bueno! Debe de ser este', pensó. Envolvió el cabello de Colin en una servilleta y cortó cuidadosamente un cabello de la cabeza de Ambrosio. Lo envolvió también y Wendy preparó los dos paquetes para entregárselos a Yonata. En el aeropuerto. Ninguna de las llamadas de Sofía se respondieron. Miró su teléfono y se sintió muy sola. 'Wendy debe sentirse muy decepcionada conmigo. Tal vez, ni siquiera quería escuchar mi explicación', pensó. Al mismo tiempo, un anuncio en el aeropuerto decía: —Atención, pasajeros. Su vuelo hacia Milán ya está embarcando. Por favor, aborden desde la puerta 22.... Sofía se mordió las uñas de ansiedad y volvió a llamar a Wendy, pero esta vez le bloquearon su llamada. Con toda la esperanza perdida, Sofía colgó, apagó su teléfono celular y se dirigió a la Puerta 22. El despacho del Director Ejecutivo, Grupo SL. Wade le entregó tímidamente un documento a Colin. Este último lo miró y preguntó: —¿Qué es? —Es... El resultado de la prueba de DNA. —Todo lo que Wade deseaba era que Colin le perdonara la vida después de leerlo. Colin dejó su tableta y abrió el documento. Pero cuando vio la expresión en la cara de Wade, tiró con fuerza el documento de nuevo sobre el escritorio. ¡Bang! Como el resultado era obvio, no necesitaba leerlo. —Jefe... Jefe Li, ¿no quieres leerlo? —Wade preguntó con cautela. Pero era consciente de que todo el infierno se desataría si lo hiciera. Colin no dijo ni una palabra. Con tristeza evidente en su rostro, contempló el documento. Después de un largo rato, lo agarró de nuevo y comenzó a leerlo. Su rostro se volvió más sombrío cuando vio el porcentaje de paternidad. ¿Qué diablos hacía un 63, 45 % de probabilidad de paternidad? ¿Significaba esto que... el padre de Ambrosio era alguien del Clan Li? ¿Quién era? ¿Curro? ¿Levi? 63, 45 % de probabilidad... Debía ser su propio hermano. ¿El niño era de...

Levi? Apretando los dientes, Colin arrugó el informe, lo hizo una bola y lo arrojó hacia una ventana, el que rebotó y cayó en el suelo. Así que... ¿Sofía tuvo un romance con Levi? Indignado, Colin apretó los puños con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos. De pie junto a él, Wade apenas se atrevió a hablar. Nunca había visto a Colin tan enojado. Colin se levantó de repente y pateó la silla de su oficina. Caminó hacia la bola de papel, la agarró y salió corriendo de la oficina. En su camino, sacó su teléfono y marcó el número de Levi. Cuando la llamada se conectó, Colin estalló antes de que Levi hablara: — ¿Dónde estás? Levi estaba desconcertado por su mal genio repentino. Él respondió: —Estoy en casa. —Estaba acompañando a Selina porque Lola la había enviado a la casa Li para traer algunos regalos. —Bueno. ¡Espérame en casa! —Colin apretó sus manos en puños mientras luchaba contra las ganas de romper su teléfono. Levi no sabía qué hacer. No tenía idea de por qué su hermano estaba tan enojado con él. —¿Qué pasó? —Wendy le lanzó una mirada curiosa, al igual que Selina, que también se sentó en el sofá. —No sé por qué, pero mi hermano se escuchaba muy enojado... —dijo Levi. De hecho, Colin estaba enojado con él. Levi se desesperó y trató de recordar en qué había ofendido a Colin. Pero no podía pensar en nada. Su única interacción reciente con Colin fue sobre el escándalo de Sofía. Pero fue la víctima de todo el asunto. Además, nunca había dicho nada en contra de Sofía, a pesar de que su posición social se vio socavada... En poco tiempo, de repente oyeron que un auto aceleraba en las calles, acercándose. Luego, los frenos chirriaron fuera de su casa. Sobresaltados, todos se miraron.

Capítulo 166 ¿De dónde sacaste ese maldito informe? ¡Bam! La puerta se abrió. Colin entró, miró alrededor de la habitación y corrió hacia Levi. —¡Hermano! —Por suerte, Levi estaba alerta. Él fue capaz de evadir el golpe de Colin a tiempo. Pero Colin no se detuvo. Otro golpe fue lanzado hacia la cara de Levi. Wendy rápidamente puso a Ambrosio en los brazos de Selina y trató de alejar a Colin de Levi. Selina estaba asustada, así que abrazó fuerte al bebé. En realidad, era la primera vez que llevaba a un bebé en sus brazos. Ella tenía curiosidad acerca de cómo se sentía cada vez que Wendy lo cargaba, pero no se atrevía a preguntar. —¿Qué estás haciendo, Colin? ¡Levi es tu hermano! —Wendy agarró el brazo de Colin. Los ojos de Colin estaban rojos de ira. Miró a Levi y se burló: —¿Mi hermano? ¿Qué clase de hermano tendría un desliz con su cuñada? ¿Qué se suponía que significaba eso? ? ? ? La sala quedó en silencio. Todos miraron a Levi. Levi estaba aturdido. Estaba tan sorprendido, que ni siquiera notó un puñetazo volando hacia su cara. ¡Bam! Selina se sorprendió también. Sosteniendo al bebé, los miró a ambos con los ojos llorosos. ¿Acaso Levi realmente tuvo un desliz con Sofía Lo? Pensó que a Levi solo ella le gustaba... Era la única razón por la que Lola la había mandado a ir con Wendy y el porqué de haber aceptado el encargo. Pero ahora su mundo se estaba colapsando, su mente giraba en un caos tan desgarrador. —¿Qué demonios se supone que significa eso, hermano? —Levi sobaba el moretón en su rostro y preguntó enojado. —Oh, ¿quieres una explicación? Te daré una explicación. —Colin sacó el arrugado resultado de la prueba de DNA de su bolsillo y lo lanzó directamente al

rostro de Levi. Levi atrapó la bola, la abrió y la leyó. Pero cada vez se confundía más y más. Preguntó: —Hermano, ¿qué significa esto? ¿Ambrosio y tú... 63. 45% de probabilidad? Colin se burló: —¿Estás tratando de hacerme quedar como un tonto? Si soy su padre biológico, la probabilidad de paternidad tendría que ser 99. ¡9%! Pero ahora el resultado es un simple 63%, lo que significa que soy su tío, ¡y él es mi sobrino! Levi se atragantó y dijo: —Quieres decir... ¿Que Ambrosio es mi hijo? ¿Con Sofía? —¿No es obvio? —Furioso, Colin agarró a Levi por el cuello. Nunca había imaginado que su hermano lo hubiera traicionado junto con su esposa infiel... Levi sacudió apresuradamente la cabeza: —¡Eso es imposible! ¡No pasó nada entre tu esposa y yo! Aún sorprendida, Wendy susurró: —Colin, ¿quieres decir que Bario no es tu hijo? Pero él... ¿Él es de Levi? De repente, Selina sintió que su amor por él se disipaba en este torbellino de giros y volteretas dramáticas. Qué estupidez la de ella por enamorarse de alguien que tenía... Avergonzada y con los ojos llorosos, Selina le devolvió a Ambrosio a Wendy y sollozó: —Tía Wendy, acabo de recordar que tengo algo urgente que hacer. Nos vemos más tarde. Dicho eso, ella rápidamente agarró su bolso y corrió hacia la puerta. Levi se apresuró a gritarle: —¡Espera! ¡Espera, Selina! Pero Selina no se dio la vuelta. Bajó la cabeza, se puso los zapatos lo más rápido que pudo y salió corriendo. Levi apartó a Colin y corrió tras ella. Pero Colin lo agarró de nuevo con unos pocos pasos. Se burló: —Levi Li, ¿cuándo comenzó? Levi también comenzó a enojarse. —Colin, ¿qué diablos te pasa? ¡Sofía y yo nunca hemos tenido sexo! ¡No sé de dónde diablos sacaste ese informe! —¡Los resultados de la prueba son claros! ¿Por qué sigues negándolo? — Colin sintió que había subestimado a Sofía. Ella no solo había vuelto con su exnovio, sino que también había tenido un desliz con su hermano biológico. Además, todo sucedió justo frente a sus narices. Ella también lo dejó... Pero ahora, sabiendo qué tipo de persona era ella, de repente sintió que su divorcio fue un tiro de suerte para él. Levi se volvió loco. Gritó: —¡Yo no lo hice! Colin Li, ahora entiendo por qué la cuñada decidió divorciarse. ¡Ella fue alejada por tu inseguridad! Wendy volvió a poner a Ambrosio en su pequeña cuna y tomó el informe de

la mano de Levi. Mientras lo leía, se tapó la boca en shock. El otro día, ella había querido pedirle a Yonata que llevara las muestras al hospital, pero él estaba ocupado con el trabajo, así que ella terminó yendo sola. Ella había visto personalmente a los técnicos de laboratorio trabajar en las muestras... Ahora, como ella había visto la probabilidad de paternidad en apenas 63. 45%... Ella sabía exactamente lo que significaba... Significaba que Ambrosio no era el hijo de Colin, sino su sobrino... Y el niño tenía que ser de Levi... ¡Cachetada! Wendy golpeó en su rostro a Levi, su mano temblaba de ira. Ella maldijo: —¡Bastardo! De repente, la atmósfera se volvió pesada. Levi ladeó la cabeza, miró detenidamente a su madre y a su hermano, y dijo fríamente: —Suficiente. No puedo aguantar esto por más tiempo. Esto es pura difamación. Si dices que ese niño es mío, hagamos otra prueba. Estaría más que feliz de ofrecerte cualquier muestra que desees. Conteniendo su ira, Colin se burló: —Eso no es necesario. Madre ha llevado las muestras al laboratorio por sí misma. ¿Me estás diciendo que el informe estaba equivocado? Levi le lanzó una sonrisa sarcástica: —Sí, eso es exactamente lo que quiero decir. Pero aparte de eso, realmente quiero decirte algo más, hermano. Ahora entiendo por qué su matrimonio ha terminado en un divorcio. Si Sofía te engañó o no, esa no es la verdadera razón. Mira lo sospechoso y excesivamente sensible que eres. ¡Tú destruiste tu propio matrimonio! Y una vez más, el niño no es mío. ¡Nunca voy a confesar un crimen que nunca he cometido! Inmediatamente después de su discurso, Levi salió de la mansión sin voltearse. Contemplando lo que dijo Levi, Colin se quedó en silencio. Él fue quien destruyó su matrimonio con Sofía... Después de un largo rato, él preguntó en voz baja: —¿Los viste probar las muestras, mamá? Si Levi no estaba mintiendo, entonces debió haber salido algo mal con la prueba, ya fuera con las muestras o con los trabajadores del laboratorio. Wendy asintió. Pero de repente se dio cuenta de que había recogido el "cabello de Colin" de la alfombra. ¿Y si la hebra de cabello no era de Colin? Wendy amplió los ojos y miró a Colin. Cuando Levi salió de la mansión, él estuvo llamando a Selina a su teléfono, pero ella no estaba contestando. Marcó una y otra vez, pero nada. Finalmente él se rindió.

¿Qué demonios estaba mal con Colin? ¿Tenía que desquitar su enojo con él? Apretando los dientes, Levi marcó otro número. Cuando el teléfono enlazó, él ordenó: —Te enviaré un número de teléfono. Localice este número y envíeme un mensaje de texto con su ubicación. Veinte minutos después, Levi encontró a Selina en un hotel. Levi la vio, la llevó a su auto, la puso en el asiento trasero y se subió al auto. —¿Qué es lo que quieres? ¿Quién te crees que eres? —Gritándole, Selina luchó por alejarse de él. Pero antes de que ella pusiera su mano en la manija, Levi la arrojó atrás. Presionándola hacia el asiento trasero, él la besó en los labios para evitar que se fuera. —¡Hmm! —Selina luchaba bajo sus brazos. Cuando finalmente se detuvo, ella lo empujó con fuerza y lo abofeteó. ¡Cachetada! Levi obtuvo otra gran marca roja en su mejilla. Él rara vez había sido tan abofeteado en su vida, ni siquiera por sus padres. Pero hoy, recibió tres golpes en la cara... Todo dentro de una hora. Selina se estremeció al ver su rostro oscurecerse, pero la ira rápidamente se hizo cargo. Ella gritó: —¿Quién crees que eres para besarme? ¿Quién soy yo, tu cuñada? La cara de Levi se volvió más sombría, pero no replicó. La bofetada se hinchó en su mejilla magullada mientras él la miraba a ella. Selina tragó saliva y rápidamente se volteó hacia la puerta del auto que estaba a su lado. Antes de que ella abriera la puerta, Levi cerró el auto. —¿No quieres escuchar mi explicación? —Preguntó en un tono tranquilo, a pesar de su rostro hinchado. Selina negó con la cabeza y dijo enojada: —No, gracias. No creo que haya ningún malentendido. Además, no tienes obligación de reportarme nada. Después de todo, no significo nada para ti. —¿De Verdad? ¿Es eso lo que piensas? —Levi la agarró y la presionó hacia atrás de nuevo.

Capítulo 167 Abofeteado por nada Con miedo, Selina trató de empujarlo, pero él era demasiado pesado. — ¡Levi, escucha! Si te atreves a tocarme, yo... ¡Te mataré! —Quiero asentar nuestra relación. ¿Qué te parece la idea de convertirte en mi mujer? —Levi estaba muy serio. Negando con la cabeza, Selina luchó por levantarse. —Yo no quiero. ¡Levi, déjame ir! Levi bajó la cabeza y la besó, sin dejar oportunidad para que ella se resistiera. Después de un largo rato, Levi le susurró: —Soy inocente. ¿Cómo podría juguetear con mi cuñada? Me gustas, Selina. ¡Por favor, sé mi novia! Con su repentina confesión, Selina fue tomada por sorpresa y vaciló. Ella no sabía si podía confiar en él, especialmente después de lo sucedido. — Déjame pensarlo. Era evidente que Selina no confiaba en Levi. Furioso, Levi golpeó el asiento justo al lado de ella. Selina estaba aterrorizada, así que cerró los ojos y se acurrucó en su asiento. Levi se sentó y con calma dijo: —¿Cómo puedo hacer que confíes en mí? —¡Déjame ir! Levi no se lo puso difícil por esta ocasión. Él abrió el auto y Selina inmediatamente se bajó del auto. Selina se dio la vuelta para asegurarse de que Levi no la estaba siguiendo. Entonces, ella dejó escapar un suspiro de alivio. Necesitaba algo de tiempo a solas porque no sabía si podía confiar en Levi. Además, no se podía negar el resultado de la prueba de paternidad que Colin les había mostrado... El teléfono de Selina sonó. Era Levi; él le envió un mensaje. Al ir leyéndolo, el corazón de Selina latía más rápido con cada palabra. Decía: —Soy un soldado, y como soldado, juré que nunca haría nada que vaya en contra de la ética moral. Cuando se trata de los asuntos del amor, los soldados son los más responsables para la sociedad, para las demás personas y para nosotros mismos.

Nosotros, como soldados, somos prudentes al tomar decisiones teniendo en cuenta varios factores. La lealtad y la dedicación son dos de los principios más importantes para nosotros, los soldados, son los principios que tenemos que defender. Ser leal es permanecer fiel, y el ser dedicado es el entregarse plenamente a una persona. Y yo seguiré estos principios en nuestra relación. ¿Aceptarás mi amor, Selina? Su mensaje serio y sincero hizo que Selina llorara y se riera dentro de la habitación del hotel. Ella sintió su franqueza, y eso era todo lo que ella siempre había querido. Un minuto antes de que Levi se marchara, Selina salió corriendo del hotel y golpeó la ventanilla de su auto. Levi se sobresaltó al ver a la mujer afuera de su auto. Después de apagar el motor, Levi saltó de su gran camioneta deportiva. Sosteniendo a la pequeña Selina en sus brazos, Levi besó sus labios que temblaban de emoción. Levi aflojó su agarre y Selina se apoyó en los brazos de él, con las piernas temblando. —¡Levi, estoy embarazada! ¡Es tuyo! —Las dos personas se sorprendieron cuando escucharon la voz de otra mujer. Levi sintió que Selina se congelaba en sus brazos. Sin mirar a la mujer que habló, Levi inmediatamente llevó a Selina al asiento del pasajero de la camioneta deportiva. —¡Levi! Levi, tengo a tu bebé. —La voz de la mujer era fuerte. Mucha gente los miraba. Selina miró a la mujer que estaba llena de hostilidad, tratando de ver si ella estaba diciendo la verdad. Ignorando a la mujer, Levi se sentó en el asiento del conductor. ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip! Levi tocó la bocina tres veces, pero la mujer se paró frente al automóvil, por lo que manejó en reversa, se dio la vuelta y se fue. En el espejo retrovisor, Selina vio a la mujer corriendo detrás del auto... —No pienses demasiado en ello. Yo nunca la he tocado. ¿Cómo podría ella tener un bebé conmigo? —Levi se burló con desdén. Su día se estaba volviendo más extraño a cada segundo. Primero fue su cuñada, y ahora fue la ex-novia de su compañero de armas... Selina se mantuvo en silencio por un rato y finalmente dijo: —Levi, ¡no quiero ser tu novia! ¡Él puso tanto esfuerzo en redactar ese mensaje de texto! Levi respondió con calma: —Tu primer beso fue mío. ¡Necesito responsabilizarme por ti! Incluso si no quieres ser mi novia, no tienes otra

opción. —Fue solo un beso. No necesitas responsabilizarte por mí. Levi la miró de reojo y puso su mirada de nuevo en el camino. —¿Quieres que vaya con tu familia y te proponga matrimonio? —¡Mi papá te correrá con un cuchillo de cocina! —Dijo Selina con certeza. Levi se rió entre dientes: —¡Bien, le diré que estás embarazada de mi hijo! Selina se sonrojó y lo fulminó con la mirada. —... Mi papá no te creerá. —Lo que sea. De todos modos yo fui tu primera vez. —¿Qué? —¿Vas a negar que tu primer beso no fue conmigo? —Cuando el semáforo se puso en rojo, Levi miró a Selina. Con la cara sonrojada, Selina miró por la ventana y mintió: —¡No! —Entonces, ¿a quién se la diste? —Levi no le creía. Selina se rió: —¡Se la di a un cerdo! —¿Un cerdo? —Levi la miró con intenciones maliciosas: —Si tú lo dices... —Tan pronto como ambos llegaron a una habitación, Levi la besó toda la noche, hasta que los labios de ambos desbordados... Levi estaba muy excitado. Pero por supuesto, no podía llevarlo todo al siguiente nivel. Frustrado, tomó alrededor de cinco duchas frías esa noche. Cuando Colin se calmó, sacó a Ambrosio de la finca y fue al laboratorio para otra prueba de paternidad. Él supervisó cuidadosamente todo el proceso de recolección de muestras. Cinco días después. El resultado de la prueba salió, y Colin se llenó de alegría. Con mucho alivio, llamó a Levi: —Mamá tomó el cabello equivocado. Eres el tío de Ambrosio. ¡Por favor, perdóname! Levi se quedó sin palabras. ¡Fue abofeteado tres veces por nada! Tres años después. En una transmisión internacional de televisión en vivo: —... Hoy es la gala del Premio Trípode Dorado de la Moda de Milán. En este momento, hay diez jóvenes diseñadores que definitivamente han llamado la atención del público. Todos ellos son de diferentes países... —La diseñadora que más llama la atención es Sofía. Ella es la última discípula de Leandro, un diseñador de moda internacional... —Nuestras fuentes dicen que ella es la ex-esposa del señor Colin Li, quien es el presidente regional del Grupo SL. Ellos se divorciaron por diferencias irreconciliables. Ahora, ambos están prosperando en diferentes sectores de la economía. Pero cuál es el mejor entre ellos... ¡Oh, miren! Ahí está ella. Vamos a hacerle algunas preguntas, ¿de acuerdo?

Con un trofeo en la mano, una dama con un elegante overol de cuerpo completo color manzanilla se bajó del escenario en sus tacones de 7 centímetros. Los medios se abalanzaron hacia ella y la rodearon. —Señorita Lo, ¡un placer conocerla! Nos gustaría hacerle algunas preguntas. ¿Podría decirnos cómo se siente ahora? —Señorita Lo, ¿cómo se siente en este momento? ¿Nos podría decirlo, por favor? —Entre todos los diseños aquí en los Premios Trípode Dorado, el suyo no solo es el más brillante, sino el más sofisticado. Señorita Lo, ¿podría explicar su inspiración para este diseño? Encarando a los periodistas, Sofía dijo con una sonrisa: —Gracias por su apoyo. Todas las alabanzas que he recibido hoy deberían ser dedicadas a mi maestro. Quiero expresar mi agradecimiento y gratitud por su interminable orientación... —Señorita Lo, ¿cuáles son sus planes para el futuro? ¿Estaremos viendo más de sus diseños? —Se ha dicho que se ha quedado en Milán durante tres años. Después de ganar este premio, ¿seguirá quedándose en Milán?

Capítulo 168 La futura cuñada está aquí —Señorita Lo, ¿puede contarnos más sobre lo que pasó en aquel año? Cuando los guardias de seguridad bloquearon el camino del periodista hacia ella, Sofía soltó un suspiro de alivio. No muy lejos de Sofía, Leandro miró a su discípula y sonrió: —¡Bien hecho! Estas dos simples palabras hicieron que Sofía se sintiera orgullosa de lo que había logrado. Ella había sufrido mucho para obtener el reconocimiento de Leandro. —Maestro, ¡cenemos con Selina esta noche! —Dijo Sofía con unos ojos relucientes. Selina se había convertido en modelo, y Leandro no estaba feliz por ello. Él no podía entender por qué Selina no siguió sus estudios después de la graduación, sino que en su lugar decidió trabajar como modelo... Pero como a su prometido, Levi, no le importaba, Leandro tampoco podía decir más. Leandro negó con la cabeza. —Tú y Selina pueden ir. Tengo una cena de gala esta noche. —Está bien, maestro. Déjeme terminar algunas cosas antes de llamar a Selina. —Siendo así, ambos hablaron y caminaron hacia el salón detrás del escenario, con sus corazones llenos de orgullo. Un mes después. En el Hotel de 5 Estrellas Minwax del País A, el Clan Pei estaba teniendo su celebración del 33º Aniversario Familiar. El año pasado, Mario fue ascendido a gerente general. Él fue responsable de la supervisión y operaciones del hotel. Él había dedicado gran parte de su tiempo y esfuerzo en organizar este evento de aniversario. Mario, que había pasado del sector del entretenimiento a la industria de los negocios, fue nombrado como el nuevo gerente general. Esto fue solo la guinda del pastel para el Clan Pei. El Clan Pei ya había superado al Clan Ji, convirtiéndose ahora en la segunda familia más importante del País A, solo por detrás del Clan Li.

Esa noche, mucha gente importante y altos ejecutivos del País A asistirían. Por lo tanto, todo tenía que ser perfecto, hasta el más mínimo detalle. A las 8 p. m. en punto. Todos habían llegado. Mario entretuvo a la gente vistiendo su traje negro de diseñador. Las personas en la escena se estaban socializando entre sí. —Se dice que la familia Pei había pagado mucho para invitar a cierto diseñador. ¿Sabía usted eso? —Sí. ¡Escuché que la paga anual de este diseñador era más de un millón! —¿Es el diseñador hombre o mujer? ¿De dónde surgió el diseñador? ¿Por qué tan famosa es esta persona? —No lo sé. La familia Pei lo mantiene en secreto. A las 8:20 p. m. Mario subió al escenario, con un reflector detrás. Después de que todos se acomodaron, Mario dijo: —Damas y caballeros, me podrían dar un poco de su atención, por favor. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para presentar al nuevo diseñador de la familia Pei. ¡Su nombre es Sofía Lo! Las palabras de Mario crearon todo un alboroto en la sala. Sofía Lo era un nombre familiar para todos los ejecutivos de alto perfil en el País A. Justo cuando el pasado de Sofía y Colin fue casi olvidado por todos, ella había hecho un gran regreso en el País A. Muchas personas prestaron atención a Colin, que vestía un traje azul marino, y a Dolores, que llevaba un vestido negro de noche. Sintieron que esta tarde iba a ponerse interesante... Tras la mención del nombre de Sofía, Colin, Dolores, Felice, Helge... y otros más estaban en shock. El reflector proyectó un suave resplandor blanco en una esquina del escenario. Todo el salón de banquetes quedó en silencio. Bajo el reflector, apareció una mujer con un traje blanco. Todos no pudieron evitar contener el aliento mientras evaluaban a la mujer que casi no podían reconocer. Ella llevaba un vestido blanco hecho de gasa con los hombros descubiertos y una larga capa blanca, destacando su piel clara. Su cabello amarillo estaba prendido sobre su cabeza. Ambas orejas y muñecas deslumbraban con cristales de Swarovski. Incluso su dedo índice izquierdo llevaba un anillo con un cristal Swarovski del tamaño de un huevo de codorniz. Las mujeres estaban boquiabiertas de envidia.

Su rostro estaba pintado con maquillaje de lujo. Sus labios lucían un rojo elegante, haciéndolos tan atractivos como una cereza. Caminó con un par de deslumbrantes tacones altos con 8cm de altura de color beige, los cuales brillaban bajo la luz. Había una leve sonrisa en el frío rostro de Mario. Poniendo su mano izquierda en el bolsillo de sus pantalones, extendió su mano derecha hacia Sofía. Sofía tomó su mano elegantemente. Ambos se pararon en el escenario, que parecían una pareja ideal, generando envidia entre la gente. Verlos tomarse de las manos molestó a un hombre que estaba en la audiencia, bebiendo vino... —Hola a todos. Soy Sofía. Es un honor para mí trabajar para la familia Pei. Espero que todos me den la bienvenida tanto como ellos lo hicieron. ¡Gracias! Después de su breve presentación, el público permaneció callado. Todavía estaban sorprendidos por el hecho de que ella era la Sofía que una vez fue la esposa de Colin. A Mario no le importó. Soltó la mano de ella y comenzó a aplaudir. Luego, poco a poco, el aplauso resonó por toda la sala. El salón de banquetes recuperó su vitalidad. Pero el tema se centró en Sofía. Su pasado con Colin fue desenterrado. Con una sonrisa frígida, la actual prometida de Colin, Dolores, soportó las miradas de compasión de otras personas. ¡Sofía! ¡Esa perra! ¿Por qué ella tuvo que volver? Dolores apretó su mano en el brazo de Colin. Ella estaba observando la reacción de Colin. Él le dio un vistazo a Sofía y de inmediato se dio la vuelta. Parecía que Sofía ya no existía en su corazón. Sosteniendo la mano de Shelly, Helge se dirigió hacia Colin. Helge dijo bromeando: —Señor Li, ¿podría decirnos cómo se siente ahora? Hacía dos años, Shelly se casó con Helge. Ella le pellizcó el brazo a su esposo y miró a Dolores, cuya expresión facial se había agriado. —La futura cuñada está aquí. Cuida tu lenguaje. Helge parecía no haber notado a Dolores hasta ese momento: —Oh, Dolores, hola. —Sin darle a Dolores la oportunidad de responder, Helge miró a Colin de nuevo y dijo: —Han pasado varios años. Sofía no solo ha ganado un prestigioso premio, sino que también se ha hecho así de famosa. Qué increíble... Shelly fulminó con la mirada a Helge. Fue Helge quien expulsó a Sofía ese año de la finca. ¿Cómo podría decir tal cosa? Colin lo miró fríamente y tomó un sorbo de vino. —¿Tiene algo que ver conmigo? ¿O quieres dejar a Shelly e irte con ella? —Oye, no me culpes a mi. Ella es tu... —Antes de pronunciar la palabra 'ex

esposa', Helge se calló cuando Colin lo miró furioso. A pesar de que Dolores odiaba a Helge, aun así ella forzó una sonrisa. — Colin, papá nos está esperando. Vámonos, ¿de acuerdo? Colin siguió a Dolores y se dirigieron hacia Jacinto. Shelly pellizcó a Helge: —¿Qué estás tratando de hacer? Colin no era el único que odiaba a Sofía. ¡Tú también! Fue Helge quien expulsó a Sofía por el bien de Colin. Helge, que se había teñido el pelo de negro, se encogió de hombros con indiferencia. —¿No ves cómo Colin se ha vuelto tan infeliz desde que se divorció de esa mujer? —¡Por supuesto que lo vi! —Shelly había estado en el País A durante dos años enteros. Ella nunca había visto a Colin sonreír. Él era casi tan frío como Daniel.

Capítulo 169 La identidad de Ambrosio Mirando a Colin por detrás, Helge preguntó con aire pensativo: —Shel, ¿te dijo la tía de quién es hijo Ambrosio? A decir verdad, se puso furioso al ver el vídeo en el que Sofía estaba siendo infiel. Pero sintió que se había pasado de la raya cuando se llevó a Sofía; ella seguía estando embarazada en ese momento. Finalmente, cuando Sofía experimentó la pérdida de su bebé después de que Colin se lo llevara, Helge comenzó a mostrar simpatía por ella... —¡Silencio! —Sus palabras asustaron a Shelly, quien miró nerviosa a la mujer que estaba rodeada de gente. Helge miró con impotencia a su esposa. —¿Qué pasa? —¿No sabes que mi amigo no me deja hablar de Ambrosio? ¡Y también mencionaste a Sofía! ¡Si alguien te escuchara, Colin se enfadaría nuevamente! —En los últimos años, Colin no solo podía perder la calma si alguien mencionaba a Sofía sino que también peleaba con quien decía algo malo de ella... ¡Nadie podía hablar de ella! —¿Sabes lo más triste de todo esto? —Helge sostenía el brazo de su esposa. Shelly lo sabía. —Desde que echaste a Sofía tu relación con Colin no ha sido tan buena como antes. Helge sacudió la cabeza sin poder hacer nada. —¿Por qué a Colin le importa tanto esa mujer? Él puso sus ojos en Sofía. Tenía que admitir que ella había cambiado mucho. Se había convertido en una persona excepcional y elegante. Se preguntó qué haría Colin. Estaba deseando ver su próximo movimiento. Rodeada de hombres, Sofía miraba de vez en cuando al hombre que tenía cerca. Cuando Colin se acercó a Jacinto con Dolores, ella se puso pálida. Al comprometerse con Dolores se había convertido en el yerno de Jacinto. Según las noticias, Colin ha estado últimamente preparándose para su boda... —Sofía, Sofía... —La voz de Mario interrumpió sus pensamientos.

Sofía salió de su aturdimiento y le sonrió. —Lo siento. —No pasa nada. Te invité justo después de que regresaras. ¿Dónde te quedarás esta noche? ¿Necesitas que te consiga alojamiento? —En los tres años que Sofía había estado fuera solo había mantenido el contacto con Mario. También fue a la única persona a la que Sofía le contó que volvía. —No te preocupes, puedo quedarme en mi casa. ¿Has oído hablar de mi padre recientemente? —Miró a Mario con preocupación cuando mencionó a su padre. Mario negó con la cabeza. —No. Tu padre se ha podido esconder. Tengo a mucha gente buscándolo, pero todavía no tengo novedades. Sofía frunció el ceño. Alejandro llamó una vez para decirle que a su padre lo había encontrado en Inglaterra hacía un año. Después de eso volvió a desaparecer... Ella no podía hacer nada más por ahora. Después de todo su padre siempre la llamaba usando diferentes números de teléfono para decirle que estaba bien. El banquete terminó pronto y Sofía salió del hotel con la escolta de Mario. Cuando estaba a punto de subir al coche una escena cercana hizo que agachara la cabeza. Un Cayenne negro se detuvo en la entrada principal del hotel. Dolores y Colin caminaron hacia un lado del auto. Un niño de unos dos o tres años salió y saltó encima de Colin. —Papá, ¡te he estado esperando mucho tiempo! Estaba muy oscuro y el niño saltó demasiado rápido a los brazos de Colin como para que alguien pudiera verle la cara. Sofía estaba estupefacta. Tanto Colin como Dolores miraron al niño con una sonrisa amable. Finalmente, Colin lo abrazó y los tres se sentaron en el Cayenne. ¿Era ese el hijo de Colin y Dolores? El Cayenne se fue lentamente, dejando a Sofía completamente pálida. Mario siguió su mirada y vio la escena. Algo complicado se reflejó en sus ojos. Le tomó bastante tiempo reprimir lo que quería decir. —Sofía, es hora de subir al auto. Todos sabían de la identidad del niño excepto Sofía... Sofía no sabía cómo había vuelto a casa. Cuando encendió las luces vio que todo estaba exactamente igual al día en que se fue. Parecía que su padre no había regresado en los últimos tres años... Sofía se sentó en el sofá afligida. ¿Colin y Dolores habían tenido un bebé? ¿Consiguieron un certificado de matrimonio en secreto como lo hicieron ella y Colin en el pasado? ¿Regresó demasiado tarde?

Ella solo había planeado quedarse en el extranjero dos años. Pero como Leandro la valoraba mucho, se hizo cargo de ella y le enseñó muchas cosas, se quedó un año más en Milán para estudiar. El niño parecía tener tres años y ella había estado ausente ese tiempo. ¿Estaba Dolores embarazada desde antes de que ella se fuera? Al fin y al cabo, el día que Sofía tuvo el parto prematuro se comprometieron. También era posible que Dolores hubiera estado embarazada antes de que ella diera a luz a su bebé... ¿Había perdido a Colin para siempre? Estaba tan molesta que enterró la cara entre las piernas. Ella se acordó de su bebé. Si no hubiera muerto tendría ahora tres años... Ya era medianoche. Sofía se sintió un poco cansada. Decidió quedarse en un hotel esa noche y limpiar la casa al día siguiente. En la Casa de Colin Después de convencer a Ambrosio para irse a dormir, Colin cerró la puerta y se dirigió a su habitación. De repente, la puerta de la habitación de Wendy se abrió. —Colin, espera. —Mamá. —Colin se detuvo. Mirando la cara triste de Colin, Wendy se dio cuenta de que lo que había escuchado era cierto. —Me enteré de que... ella está de vuelta. Wendy no necesitaba puntualizar a quién se refería, ya ambos lo sabían. Cuando Sofía hizo acto de presencia por la noche, esas mujeres chismosas la llamaron de inmediato. Mientras algunos se preocupaban sinceramente por Sofía, otros solo se reían de ella y querían saber la verdad. A Wendy no le importaba, solo quería saber si Sofía había regresado. Colin miró ligeramente a su madre, cuyo rostro estaba lleno de exceptativa. —Sí. No sabía por qué su madre, una mujer de más de 50 años, creía firmemente que Sofía no lo había traicionado. Podría haberle enseñado el vídeo a su madre, pero no quería entristecerla. Wendy mantuvo su sonrisa y le preguntó: —¿Vas a casarte con Dolores? Sofía le gustaba más en comparación con Dolores. Colin conocía la intención de su madre y rompió sus esperanzas con una sola palabra: —Sí. —Colin, te lo he dicho muchas veces. Tu empresa ha superado la crisis económica, ya no necesita la ayuda del Grupo Lien. ¿Por qué te vas a casar con Dolores? —Para ser exactos, desde un primer momento su compañía no necesitó la ayuda del Grupo Lien.



Capítulo 170 Colin no se vio afectado El Grupo Lien era mucho menos poderoso que el Grupo SL. ¿Cómo podría ayudar al Grupo SL? —Sólo cuida de Ambrosio. No te preocupes por nada más. —Colin fue a su habitación con estas palabras. —Um, solo quiero decirte que una verdadera madre es siempre mejor que una madrastra. —¡Es inútil tener una madre como aquella! Wendy se quedó sin palabras. Respiró hondo y volvió a su habitación. Colin estaba acostumbrado a trabajar en su computadora todos los días cuando regresaba a su habitación. Pero él no abrió su computadora hoy. En su lugar, se sirvió una copa de vino tinto y se dirigió al balcón. Los pensamientos respecto a una mujer llenaban su mente. Sofía parecía haberse superado a sí misma después de todos estos años. Una sonrisa burlona apareció en el rostro de Colin. Todos solían decir que él cambió a Sofía. Pero parecía que Sofía estaba mejor sin él. La mano que sostenía la copa de vino tinto gradualmente se fue apretando hasta que la copa emitió un crujido y cayó al suelo en pedazos... En la casa de los Lien. Dolores corrió apresuradamente a la habitación de sus padres y tiró del brazo de su madre. Ella se estaba aplicando productos para el cuidado de la piel cuando Dolores irrumpió. —¡Mamá, algo malo ha pasado! Felice miró confundida a su hija. —¿Qué pasó? Al ver que su hija estaba angustiada, Jacinto dejó el periódico que estaba leyendo. —¿Qué sucedió? —Papá, mamá, ¡esa perra ha regresado! —Dolores apretó los dientes con ira. Cuando sus padres no entendieron su vago arrebato, tuvo que añadir: — ¡Sofía Lo! —¡Qué! ¿Sofía ha vuelto? —Felice dejó la crema, en shock. Ella se levantó de la silla. —¿No se había ido? ¿Por qué volvió? ¿Está celosa de tu buena relación con Colin?

—No tengo idea. Escuché que ella fue a Milán por tres años y obtuvo el máximo premio como diseñadora de modas. Ahora, ella regresó para su desarrollo profesional. ¡No has visto lo arrogante que es ella ahora! Muchos hombres se sintieron atraídos por ella. ¡Se olvidaron completamente de que hace 3 años, ella fue deshonrada como una mujer de poca moral! —Dolores no sabía que su rostro se había retorcido de celos. A Felice no le importaba eso. Ella estaba preocupada de que Colin fuera a ser alejado. —Deberías apresurar tu matrimonio con Colin. Le visitaré a la señora Li estos días. Jacinto dejó a un lado el periódico, caminando hacia su esposa y su hija con las cejas fruncidas. —Sofía todavía no ha hecho nada, y aun así, ambas ya son un desastre. —¡Papá, no la viste! ¡Sin siquiera mover un dedo, se ha convertido en la envidia de cada mujer y es codiciada por todos los hombres! —Dolores no sabía lo que había hecho Sofía en Milán para mejorar grandiosamente su apariencia. Jacinto miró fijamente su hija. —Tu madre tiene razón. Deberías casarte con Colin lo más pronto posible. No sé en qué esté pensando Colin. ¡¿Por qué él no ha mencionado su matrimonio durante tanto tiempo?! Dolores se quedó pensativa. —De hecho, no tenemos que preocuparnos. Colin sabía que Sofía estuvo en Milán en los últimos tres años porque ella fue presentada varias veces en la televisión como una estudiante de Leandro. Él nunca fue a Milán para encontrarla. ¡Eso significa que él ya no la ama! Cuando Colin vio a Sofía esa noche, no se vio afectado. Aunque sus ojos se posaron en ella por un segundo, parecía que estaba mirando a un extraño. Jacinto negó con la cabeza. —Todos saben que Sofía y Colin se aman. Como ustedes los jovenes lo saben, el amor no se puede olvidar tan fácilmente. Cuanto más tranquilo se vea él, ¡más cautelosa debes ser! —Pero Colin ha estado siempre tranquilo en estos días, parece indiferente a todo. —Él solo era amable con el hijo bastardo de Sofía. —Tu padre tiene razón. Colin se esconde tan profundo en sí mismo que es imposible de ser manipulado. Todos piensan que el chico es tu hijo con Colin. No los corrijas y déjalos ser. —Felice se calmó y siguió aplicándose la crema. Dolores asintió con la cabeza. Los tres miembros de la familia estaban ocupados con diferentes pensamientos. Cuando Dolores se fue, Jacinto dijo: —Presta atención a Sofía y a Quintana. Parece que mucha gente está buscando a Quintana. ¡Escóndela bien! Hacía tres años, Quintana había dado a luz a una niña con labio leporino, y Dolores había enviado a la niña al orfanato. Ellos continuaron aprisionando a Quintana.

Desde que Sofía había regresado, Dolores necesitaba esconder bien a Quintana. Ella era la clave para la reconciliación de Colin y Sofía. En la casa de los Pei. Ynocente miraba con odio a su indiferente hijo. —¿Necesitabas presentar a Sofía al público? ¿Cuál es tu propósito para hacer eso? ¿Quieres anunciarles a todos que tú la apoyas? Mario miró la mesa con indiferencia. —¿Y qué con eso? —¡Mario! ¡Eres mi hijo! Te lo advierto, ¡ni siquiera sueñes con casarte con una mujer de segunda mano! —¿Segunda mano? ¿Y qué? Si yo quisiera, ¿crees que puedes evitar que yo me case con ella? —Los dos hombres se miraron intensamente el uno al otro. Ynocente suspiró pesadamente. ¡Su imprudente hijo lo arruinaría un día de estos! —¡Más vale que Sofía se comporte, o tendré 10 mil razones para echarla de la compañía! —Papá, no te agrada Sofía porque te sientes culpable, ¿verdad? ¿No fuiste tú quien envió a alguien para matar a su madre adoptiva? —Mario lo había descubierto todo. ¡Él se sentía avergonzado por tener un padre así! La cara de Ynocente cambió ligeramente. Pero como ya era imposible ocultar la verdad, confesó: —¿Y qué con eso? Si yo no buscaba el chip, ¡siempre estaríamos controlados por la familia Qiao! Mario se burló: —Por ese chip, mataste a la madre adoptiva de Sofía, volviste loco a su padre y vendiste a Alejandro a un país extranjero... ¡Ynocente, no mereces ser llamado humano! —Tú... —¡Cachetada! La bofetada de Ynocente cayó fuertemente sobre la cara de Mario. Una marca roja apareció instantáneamente en la cara pálida de Mario. Él apretó sus manos dentro de los bolsillos para hacerlas puños. Mario miró fríamente al hombre que solía llamar como padre. ¡Si no fuera por su madre, cortaría todos los lazos con él! —¡Cómo crié a un hijo tan ingrato! Si yo no hubiera hecho eso, me estaría preocupando constantemente por nuestra familia y nuestra compañía. ¡Todo desaparecería en un segundo! —Ynocente lamentó que su hijo no estuviera a la altura de sus expectativas. Mario, con calma, dijo: —Después de matar a alguien y volver loco a alguien, ¿has conseguido lo que querías? Ynocente se quedó sin habla. Mario continuó: —¡No! ¡Nunca volverás a dormir o a comer tranquilo! Ynocente, ¡y ese es el precio que tienes que pagar!



Capítulo 171 El Crucero Número 8 —¡Mario! ¡No me pongas a prueba! ¡Si me empujas, Sofía y su hermano terminarán muertos! Mario se burló: —¡Iré a la policía y te denunciaré! —¡Tú! —Ynocente levantó su mano derecha de nuevo, pero esta vez, Mario la bloqueó antes de que lo golpeara. Mario sacudió el brazo de Ynocente e hizo que el hombre se tambaleara un poco. Se aferró a la mesa para evitar caerse. —¡Bastardo! ¡Sal de aquí! Mario se fue sin mirar atrás, pero solo se encontró con Preciosa parada fuera de la habitación entre lágrimas. El hombre la miró con preocupación. —Madre.... Ynocente escuchó la llamada de Mario desde el interior de la habitación e inmediatamente sintió que se le aceleraba el corazón. Preciosa se sorprendió al ver a Mario que salía de la habitación, pero luego, su sorpresa se convirtió en una decepción profunda con su esposo. ¡El hombre con el que estuvo viviendo durante más de treinta años resultó ser un asesino! Si Preciosa no hubiera escuchado la pelea, nunca se habría enterado. —No me sorprende que Luisa ya no vaya a casa y que nuestro hijo no quiera verte... Ynocente... ¡Resulta que eres una persona horrible! Ynocente se sintió un poco aturdido mientras miraba a su esposa. — Preciosa, mantente al margen de todo esto. ¡Ve a la habitación y descansa un poco! —Ynocente, la muerte de la madre de Sofía... ¿Realmente la causaste? ¿Fuiste tú? —Preciosa mantuvo el último atisbo de esperanza mientras lo miraba a su esposo. Después de dudar por un momento, Ynocente dijo severamente: —¡Preciosa, regresa y descansa! La mujer lo miró desconsolada. —No. —Tomó las manos de Ynocente con ansiedad. —Deberías entregarte a la policía y disculparte con Sofía....

—¡Cómo es posible! —Ynocente miró a Preciosa conmocionado. La empujó tan fuerte que la mujer se estrelló directamente contra la pared. ¡Un gran golpe! —Madre.... —¡Preciosa! El padre y el hijo rápidamente ayudaron a la mujer a levantarse. Mario alejó la mano de Ynocente con ira. —Madre, ¿estás bien? La cabeza de Preciosa comenzó a hincharse de inmediato. Sacudió su cara pálida. —Estoy bien. Solo ayúdame para poder llegar hasta mi habitación. Mario apoyó a su madre en sus brazos mientras caminaban de regreso a la habitación. Llamó al médico de familia. Después de la revisión y la prescripción médica, Mario se fue cuando se aseguró de que ella estaba bien. Esa noche resultó ser una noche de insomnio para muchas personas en el País A... Cuando Sofía se levantó a la mañana siguiente, fue al cementerio. Compró un ramo de claveles y los colocó junto a la lápida de Julieta. —¡Madre, vengo a verte! En la foto de la lápida, Julieta tenía una sonrisa cálida que conmovió a Sofía hasta las lágrimas. 'Madre, me dijeron que no eras mi madre biológica. Que una mujer llamada Andrea es mi verdadera madre. ¿Eso es cierto? Pero fuiste mi madre por más de veinte años. En mi corazón, eres mi verdadera madre. No quiero ir a la Familia Hang... ' Después de visitar a Julieta, Sofía encontró una pequeña lápida sin ninguna inscripción... Con las cenizas de su hijo enterrado debajo... 'Pequeño, ¿estás bien ahí? Si no hubieras muerto, definitivamente habrías estado llamando a mamá ahora. Hijo mío, pienso en ti todos los días desde que te fuiste. Me siento tan mal por lo que pasó. Por favor, perdóname a tu madre... ' Desde el cementerio, Sofía se fue a la casa de la familia Lo. Limpió la casa minuciosamente, luego fue al supermercado para comprar algunas cosas que necesitaba. Después de un día ocupado, la noche pronto cayó. Sofía se sentó en su cama después de la cena y miraba atónita el número de teléfono conocido. 'Colin, te vi ayer, pero parecía que me ignoraste... ¡Pero me deberías haber visto! ¿No quieres verme más?', pensó en su interior.

¿Y si el niño era realmente el bebé de Colin y Dolores? Había pensado que cuando regresara, podría recuperar a Colin... Pero resultó que Dolores y Colin ya tenían hijos. Podía destruir su relación a pesar de todo con la condición de que no estuvieran casados y no tuvieran hijos... En el Grupo Pei. Hoy fue el primer día de trabajo de Sofía. Mario la asignó como asistente y le dio una oficina independiente. Los cambios provocaron una ola de chismes en la empresa. Mario tomó un documento y lo colocó frente a Sofía. —Esta es una propuesta para la colaboración con el Clan Ji. Deberías trabajar en esto primero. —Bien. —En los días siguientes, Sofía se enfocó diligentemente en su trabajo. Su rutina diaria consistía únicamente en el trabajo y el hogar. A veces, salía a cenar con Mario. Todo parecía en calma. Esto duró hasta que Sofía envió los borradores y las muestras de ropa a la compañía cooperativa del Clan Ji. Su trabajo recibió elogios de su presidente. Después, la fábrica fabricó muchos artículos que se convirtieron en los más vendidos de la temporada. El nombre de Sofía atrajo mucha atención en el círculo de negocios del País A. Generó una gran ganancia tanto para el Clan Pei como para ella misma. Pronto, el Clan Pei comenzó a recibir pedidos especiales. Desde que estaba en el círculo de negocios del País A, Sofía y Colin no tardaron ni dos meses en reunirse nuevamente. En el Crucero Número 8 Desde que se construyó hacía dos años, el lugar se había vuelto popular en todo el mundo. El exterior tenía una forma única mientras que el interior estaba diseñado lujosamente. Se dijo que la membresía tenía una jerarquía de tres niveles. La cuota de membresía para miembros premium era de al menos cien millones, diez millones para los socios platino y cinco millones para los socios de oro. La categoría más baja era la de oro. A pesar de la cuota alta, el número de miembros de oro aumentó a decenas de miles. Solo había algunos miembros prémium, incluidos Colin, Helge, Pascua y dos hombres de negocios. Junto con el número de miembros en el extranjero, el número alcanzaría hasta mil. El número de miembros de platino alcanzó unos diez mil.

A pesar de estar abierto solo hacía dos años, el Crucero Número 8 era el más rentable entre sus competidores. Cuando Sofía estaba a punto de abandonar la oficina, un conductor enviado por el Crucero Número 8 vino a buscarla. Como era una mujer, la conductora del Ferrari rojo también era una mujer. La conductora la invitó a Sofía a subirse a la Ferrari con gran respeto y Sofía estaba sorprendida por el servicio extraordinario que el Crucero Número 8 proporcionaba. Después de mencionar el nombre de Mario, dos camareras altas llevaron a Sofía hasta la zona del comedor. El interior resplandeciente y magnífico asombró a la gente como si estuviera en un sueño. —Señorita Lo, hemos llegado a la habitación 88. ¡Por favor, entra! —La voz dulce de las camareras la apartó a Sofía de su ensoñación. Sofía les sonrió. —¡Gracias! —De nada. ¡Es nuestro deber! Al entrar en la sala privada, Sofía se encontró con una docena de personas sentadas a la mesa. Cuando entró, todas las miradas se posaron en ella. Mario se acercó desde su lugar. —Sofía, entra.

Capítulo 172 Viejos amigos Siguiendo a Mario a la mesa del comedor con una sonrisa, Sofía se sintió aliviada al descubrir que no era la última en llegar. Suspiró aliviada. Mario consiguió que Sofía conociera a varios gerentes, presentándolos entre ellos. Entre esas personas se encontraba el presidente del Grupo Ji. —¡Encantada de conocerlo, señor Ji! —También es un placer conocerla, señorita Lo. —Después de intercambiar saludos, Sofía se sentó junto a Mario. Diez minutos después, la puerta se abrió de nuevo. La gente se levantó para saludar a los recién llegados. —¡Señor Li, hola! —¡Señor Li, por aquí! —¡El señor Li y la señora Li han llegado! El título de 'señora Li' se grabó en Sofía. Parecía que Colin y Dolores se habían casado en secreto después de todo. Como habían trabajado los unos con los otros antes, todos estaban bastante familiarizados entre ellos. Colin se sentó en el lugar reservado para el invitado principal mientras que Dolores se sentó a su lado con una sonrisa. Cerca de ellos, se sentaron Mario y Sofía. La joven no tenía idea de para qué servía la cena, así que se quedó sentada tranquilamente durante toda la reunión. Como nadie le habló, ella guardó silencio. Después de que se sirvieron algunos platos fríos, ocho camareros vestidos con uniformes negros comenzaron a servir algunos platos calientes. La gran mesa estaba llena de platos exquisitos que tentaban los ojos de Sofía. Olía tan bien... Un camarero le envió directamente a Colin un plato de esturión chino cocido al vapor. El gerente general, el director adjunto y el gerente del restaurante del Crucero Número 8 se acercaron en persona para brindar con Colin. Cuando se

fueron, los ocho camareros se pararon alrededor de la mesa de preparación para servirlos. Mientras Sofía disfrutaba de su cena, el señor Xu del Grupo FW se acercó con una copa de vino. —Señorita Lo. Dejando los palillos y limpiándose rápidamente la boca, Sofía tomó el vaso que tenía delante de ella. —Señor Xu. —Señorita Lo, tanto tiempo sin verte. Alcanzaste la posición más alta entre los diseñadores de moda en el País A. ¡Felicidades! —Los elogios del señor Xu hicieron que la habitación se silenciara y atrajo la atención de todos. Sofía no recordaba cuándo lo conoció al señor Xu, pero ella sonrió en respuesta. —Me siento muy halagada. Pero todavía hay mucho que necesito aprender. Tengo un camino largo por recorrer para llegar a la cima. El señor Xu sonrió amablemente. —Eres demasiado modesta. Bueno, ¿puedo hacer un brindis por ti? ¡Espero que tengamos más oportunidades para trabajar juntos! Después de que tintinearon sus vasos, Sofía bebió el licor ardiente. Pensó que eso era todo... Sin embargo, el señor Xu no planeaba irse. Agarró la bebida alcohólica del plato giratorio para llenar sus vasos con más vino. Cuando le entregó el vaso, Sofía no tuvo otra opción más que aceptarlo. —Señorita Lo, es un honor cenar contigo hoy. Estoy muy complacido. ¡Permíteme hacer otro brindis! Sofía se sintió cansada... Cuando la mujer se llevó el vaso a la boca a regañadientes, Mario dijo: — Señor Xu, la señorita Lo todavía tiene que volver a trabajar esta noche. Siempre se emborracha fácilmente. Déjame beber en su nombre. El señor Xu se rió entre dientes mientras rechazaba a Mario. —¿Estás preocupado por ella, señor Pei? Bien, solo un vaso más. ¡Después de eso, me voy! Sofía le dijo a Mario en voz baja: —Está bien, estoy bien. Solo bebió dos vasos antes, podía beber un poco más. Después del brindis, el señor Xu volvió a su asiento como prometió. Mario usó los palillos para servir y poner un poco de pescado al vapor en el plato de Sofía. —¿Estás bien? Sofía le lanzó una mirada de reojo. —Estoy bien. Como comí mucho, no me emborracharé tan fácilmente. El hombre asintió con una sonrisa en su rostro, la cual fue notoria para muchas personas. Después de que Sofía comió varios bocados de pescado, Mario le dijo suavemente: —Tienes que hacer un brindis por el señor Ji. Él te seleccionó

específicamente para el trabajo que te dieron. Sofía se sorprendió. ¿El señor Ji la seleccionó? Quizá Salvadora o alguien más le pidieron que lo hiciera. Esperando hasta que las personas que estaban alrededor de Pablo regresaran a sus asientos, Sofía levantó su vaso y se acercó a él. Colin estaba sentado al lado de Pablo. A pesar de la distancia, Sofía todavía podía oler su aroma tan familiar... —Señor Ji, gracias por tu ayuda durante nuestra sociedad. ¡Me gustaría hacer un brindis por ti! Se levantó de su asiento y Pablo sonrió misteriosamente. —Es muy amable de tu parte, señorita Lo. Por la edad, deberías llamarme 'tío' como lo hace Leila. De repente, al darse cuenta de la relación, Sofía dijo alegremente: —¡Sí, tío Ji! Gracias por tu ayuda. ¡Déjame hacer un brindis en tu honor! Después de que Sofía terminó el vino de su copa, la dejó sobre la mesa. — Tío Ji, terminé. Por favor, disfruta. Pablo se echó a reír mientras terminaba el vino de su copa. Conversaron unos con otros por un rato antes de que Sofía volviera a llevar el vaso a su asiento. Más tarde, ya fuera a propósito o por casualidad, alguien sugirió: —¿Por qué la señorita Lo no hace un brindis por el señor Li? Dado que el Grupo Pei y el Grupo SL tienen muchos proyectos juntos, sería mucho más conveniente que la señorita Lo y el señor Li se conozcan entre ellos. Sofía estaba bastante segura de que no tenía idea de quién estaba hablando. Después de varios tragos, todos estaban un poco ebrios y seguían el ejemplo de la persona: —Escuché que el señor Li y la señorita Lo son viejos amigos. Señorita Lo, debe hacer un brindis por el señor Li. —Más que viejos amigos, ellos son.... —La voz del hombre se detuvo repentinamente. Algunas personas no sabían la historia y lo miraron inquisidoramente. El hombre se rió con torpeza. —Creo que bebí demasiado. Iré al baño primero. Cuando la atención cambió hacia Sofía, Dolores inmediatamente se sintió tensa. Se rió nerviosa. —Parece que la señorita Lo ya bebió mucho. ¿Puedes beber más, señorita Lo? ¡Si no puedes, puedes hacer un brindis la próxima vez! Sofía vaciló antes de levantar exaltada el vaso frente a ella y caminar hacia Colin. Miró a Dolores con calma. —Gracias por tu preocupación, señorita Lien. Estoy bien. Nadie sabía lo difícil que era para Sofía ocultar sus sentimientos y comportarse con tanta calma. Ignorando la mirada enojada de Dolores, Sofía agregó un poco de vino a la

copa casi llena de Colin. —Un poco de vino, mucha felicidad. Es un honor conocerte esta noche, señor Li. ¡Me gustaría hacer un brindis por ti! Estoy encantada de conocerte. '¿Qué se alegra de conocerme? ¿Había una insinuación detrás de sus palabras?', pensó Colin en su interior. Recogiendo el vaso frente a él, Colin hizo girar el contenido y permaneció sentado. —Bebe diez vasos y seré tu conocido. Sofía se quedó sin palabras. Sintió que su estómago hacía ruido incómodamente. Diez vasos... Un vaso era aproximadamente 0.08 litros, por lo que diez vasos aproximadamente un litro...

Capítulo 173 Como una polilla a la llama Beber un litro de vino podría causar intoxicación por alcohol. La habitación privada quedó en silencio. Parecía que todos estaban esperando la decisión de Sofía. —Señor Li, ¡estoy un poco alarmada por esta broma! —Sofía miró el perfil del hombre. y se dibujó una sonrisa en su rostro. En los últimos tres años, parecía que el tiempo no había pasado por Colin. Seguía siendo la misma persona. El sabor familiar hizo que su ritmo cardíaco se acelerara. Colin mantuvo su mirada en el vino de su copa. Ni siquiera miró a Sofía. — Si crees que estoy bromeando, puedes negarte. Por un momento, Sofía se sintió un poco avergonzada. Para evitar más vergüenza, le sonrió. —¡Bueno! En el pasado, perdió a Colin de su lado. Ahora, le estaba pidiendo que bebiera un litro de alcohol... —¡La señorita Lo es una verdadera heroína! —La gente que no sabía sobre la situación de Sofía la elogiaba. Mario se levantó y caminó al lado de Sofía. —Sofía, esta botella de vino cuesta cientos de miles. Si bebes un litro, me costará casi un millón. ¡No estoy de acuerdo! Su tono era relajado, y todos se reían. —Señor Pei, ¿cuándo empezó a preocuparse tanto por el dinero? Claramente, la persona estaba bromeando. Mario también soltó una risita extraña. —El dinero es un asunto pequeño, pero la salud física de la señorita Lo es de gran importancia. Si se embriaga demasiado para diseñar durante horas extras más tarde, la pérdida será grande. ¿Con quién me quejaré? Sofía le lanzó a Mario una mirada de agradecimiento. Era evidente que la estaba ayudando. Colin también se rió entre dientes. Dejó el vaso en su mano y se recostó en la silla. —Está bien, señorita Lo, puedes beber lo que quieras. Me atendré a las consecuencias.

Sofía quería abofetearse a sí misma. ¿Por qué dijo que se alegraba de conocerlo? ¡Mira qué despiadado era! Sofía respiró hondo y miró a Mario, irritada. Se encogió de hombros y le dijo en tono relajado: —Está bien, beberé, pero si no puedo entregar el diseño mañana, confío en que el Sr. Li asumirá la pérdida. La copa de vino se vertía en su estómago una y otra vez. Sofía recordó algo que había pasado hacía tres años. Cuando estaban en el País Z, Colin le enseñó a beber y participar en actividades sociales... Pero él siempre la cuidaba después. De vuelta en la mansión, Colin le daba un vaso de leche tibia para aliviar su estómago. Si bebía mucho esta vez, ¿habría leche tibia para ella? Obviamente no. Sofía ignoró las protestas de Mario mientras bebía diez copas de vino. Finalmente, se volvió hacia Colin mientras se recargaba en Mario. —Señor Li, por favor cumpla su palabra" Los ojos de Sofía estaban rojos. ¿Ahora Colin entendía por qué ella insistía en beber diez copas de vino? Esperaba usar esto para que Colin declarara su postura. Recordó que en el pasado, Colin anunciaba en público que ella era la Sra. Li y que le pertenecía... Ahora ya no podía anunciar que le pertenecía. Pero al menos, podría decir que ella estaría bajo su protección en el futuro. Pero Colin no dijo nada... Después de que bebió el vino, Colin seguía sin mirarla y ni siquiera expresó su preocupación por ella. Durante su estancia de tres años en Milán, pensó en Colin todo el tiempo. Pensó en su ternura, su personalidad alfa y sus dulces palabras... Resultaba que tres años podían cambiarlo todo. Sus esperanzas eran prácticamente imposibles... Tomando suavemente la mano de Colin, Dolores preguntó. —Colin, no me siento bien. ¿Podemos irnos? ¿Está bien? Se levantaron y se despidieron. Se convirtió en una broma a los ojos de todos los que conocían su pasado. Sofía corrió al baño para vomitar. Apoyada contra la pared, caminó hacia el lavabo y abrió el grifo. Sus sollozos se ahogaron con el sonido del agua que fluía. ¿De verdad había perdido a Colin para siempre?

Al final, no supo cómo logró salir del baño. Afuera, Mario la estaba esperando en la puerta. Al verlo, ella cayó en sus brazos y perdió el conocimiento. Esa noche, Mario llevó a Sofía al hotel. Más tarde, la enviraron hospital por gastrorragia... Al día siguiente, ya eran las tres de la tarde cuando Sofía se despertó. Quintas estaba de pie junto a su cama. —¡Sofía, por fin estás despierta! —Quintas se sorprendió al verla abrir los ojos. Sofía asintió con la cara pálida. ¿Dónde estaba? ¡Ah! El hospital. —¿Qué tengo? —Habló con voz ronca. Quintas dejó escapar un profundo suspiro. —¿Cómo puedes ser tan tonta? Bebiste tanto alcohol que tienes gastrorragia. ¿Gastrorragia? —Deberías acostarte. Le pediré al doctor que venga y te haga un chequeo. — Quintas rodeó la cama y tocó el timbre para pedir ayuda. Médicos y enfermeras entraron rápidamente para examinar a Sofía. —No hay problemas serios con la paciente. Si no hay nada malo después de otro día de observación, la podemos dar de alta mañana. —Está bien. Gracias, doctor. —Quintas vio salir al doctor. Cuando regresó, encontró a Sofía aturdida. No pudo evitar reprenderla. — Sofía, ¿cómo pudiste ser tan tonta? Sofía negó con la cabeza. —No fui una tonta, solo quería... —Ella se detuvo. —Tienes razón, fui una tonta. Si no fuera tonta, no habría perdido a Colin. —Todo ya pasó. Sofía, ¿no tienes una buena vida ahora? Por lo demás, solo déjalo ir. ¿Dejarlo ir? Sofía sonrió con amargura. —Iba a dejar que la vida siguiera su curso, pero cuando vi a Colin... No pude controlar mis sentimientos. —No pienses demasiado. Mario dijo que lo llamaras cuando te levantaras. — Quintas sacó su teléfono y llamó a Mario para decirle que Sofía había recuperado la conciencia. Media hora después, Mario llegó al hospital. Miró a la mujer de rostro pálido, ansioso. —Sofía, ¿estás bien? ¿Tienes sed? Sofía abrió los ojos. —Gracias, Mario. Me siento mucho mejor. —¿Tienes hambre? Puedo pedirle a la enfermera que traiga algo de comida. —Para la comodidad de los pacientes, el hospital ofrecía comidas a cualquier hora del día. Al darse cuenta de que tenía hambre, no rechazó la oferta de Mario. — Bueno.

Quintas salió y se lo dijo a la enfermera. Mario tomó la mano de Sofía. — Sofía, eres como una polilla a la llama. ¿Una polilla a la llama? Ella sonrió con amargura. Tal vez sí lo era. —Pero todavía quiero intentarlo. No quiero que nuestra relación termine de esta manera. Sofía amaba a Colin. Al principio, Colin era bueno con ella, así que ella también podría ser buena con él. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para complacerlo... Un rastro de dolor se dejó ver en los ojos de Mario. —Debes centrarte en mejorar. Por la noche, Salvadora acababa de regresar del extranjero y había venido a visitar a Sofía. Quintas la había puesto al tanto de la situación. —Te fuiste al extranjero para estudiar por tres años. ¿Por qué volviste? Sofía negó con la cabeza confundida. —Al principio, quería recuperar a Colin, pero parece que me hice ilusiones. —Solo estaba probando a Colin anoche. Al final resultó que Colin ni siquiera la miró.

Capítulo 174 La queja de Colin Antes de que Sofía regresara, ella lo tenía todo planeado. Salvadora la miró resignada. —Concéntrate en tu trabajo. Hablaremos de Colin más tarde. En la actualidad la carrera de Sofía estaba floreciendo. Su principal prioridad debía ser su superación personal. Los asuntos amorosos se podían esperar. En la Casa Li A las diez de la noche Colin volvió del trabajo. De costumbre visitó a Ambrosio, quien dormía, antes de volver silenciosamente a su habitación. Colin cerró la puerta y sacó un cigarrillo. Caminando por la habitación se detuvo en el balcón sumido en sus pensamientos. Después de que el cigarrillo se apagara, Colin sacó su teléfono y llamó a Wade. —¿Alguna noticia sobre los Lien? —Sí, hemos descubierto algunos de sus ingresos en negro. Las cuentas de la compañía fueron manipuladas, pero se ve que se hizo con prisa. Hemos encontrado un vacío legal. —Respondió Wade. —¿Qué pasa con los Pei? —Hay sospechas de lavado de dinero, pero todavía estamos buscando pruebas. Al conocer las intenciones de Colin, Wade contuvo un suspiro. Justo cuando Colin estaba a punto de colgar, Wade agregó rápidamente: — Señor Li, también hay algo del País Z. —¿De qué se trata? —Hemos encontrado a una mujer que trabaja en el barrio rojo que dijo haber visto a la señorita Lo, y confirmó que estaba buscando a una mujer. Recordó haberla visto unos 30 minutos antes del incidente con el borracho. Según la testigo, la señorita Lo buscaba a una mujer llamada Quintana, que también había desaparecido. Nuestros hombres están investigando su paradero. —Ya veo. Sigue buscando. —Colin terminó la conversación. Alguien llamó a la puerta. Colin tiró la colilla y fue a abrirla. Como era de esperar era Wendy.

—Mamá. —Colin, Felice me llamó hoy. Me preguntó cuándo se celebraría la boda. Colin frunció el ceño. —Entiendo. Wendy hizo una pausa. —¿Qué vas a hacer al respecto? —Voy a hablar con Dolores. Wendy le lanzó una mirada inquisitiva. —¿Sobre qué? Colin la miró. —¿Qué quieres que te diga? Wendy titubeó un momento. —Quiero que canceles tu compromiso. — Wendy estaba un poco nerviosa. No sabía por qué Colin seguía enfadado después de que se demostrara que Ambrosio era hijo de Sofía y él. Pero Colin estaba bastante tranquilo. —¿Realmente crees a Sofía, mamá? —¿Tú no? Si te importa tan poco como dices, ¿por qué la investigas? —A su modo de ver, su hijo estaba siendo infantil. Colin le miró seriamente. —¿Quién te dijo eso? ¿Fue Wade? ¡Lo despediré! ¡Ese traidor! —No, él no dijo nada. Escuché la conversación de Wade con tu padre el otro día y asumí el resto. Parece que tenemos razón. Colin se quedó en silencio. Como decía el refrán, el jengibre añejo era más picante y los ancianos eran una fuente de sabiduría. Sus padres lo habían engañado. —Mamá, tengo que ir a dormir ahora. —Colin fue a cerrar la puerta, pero Wendy la retuvo. Ella no había terminado de hablar. —Colin, ¿por qué no lo investigaste todo antes? —¿Qué, crees que debería haberlo hecho cuando ocurrió el escándalo? ¿Que debería haber visto el vídeo? No tenía sentido, el vídeo era obviamente falso. Wendy se quedó sin palabras. Ella lo miró durante un largo rato y soltó: — ¿Entonces de qué va todo este drama? ¿Qué es lo que te pasa? Ella escuchó accidentalmente la conversación de Colin y Helge sobre el vídeo. No estuvo segura hasta que Colin se lo confirmó. Colin no respondió a su pregunta, le dio las buenas noches y cerró la puerta. Apoyado sobre la puerta, dejó escapar un profundo suspiro y cerró los ojos. El día antes de que Sofía pidiera el divorcio se dio cuenta de que el vídeo era falso. Mientras lo veía de nuevo se percató de repente de que el cuerpo de la mujer no tenía marcas. Y Sofía tenía una marca roja de nacimiento en su hombro izquierdo. Cuando ella fue a visitarlo a América hicieron el amor apasionadamente en la cocina y él se la vio. Por eso estaba seguro de que la mujer del vídeo no era Sofía.

A pesar de saber que el vídeo era falso, accedió a la solicitud de divorcio. Él creía que Sofía ya no lo amaba. Independientemente de que las aventuras fueran o no verdad, Sofía había hecho muchas cosas a sus espaldas. Obviamente no consideraba que su marido fuese alguien en quien pudiera confiar. Anteriormente él la ignoraba mientras ella hacía todo lo posible por complacerlo. Y todo porque la odiaba... La odiaba por su indiferencia y desconfianza. Él no se comprometió con Dolores Lien para aprovecharse del poder de su familia. Si bien el Grupo SL se vio afectado por el escándalo, la compañía no estaba en absoluto al límite. Todos habían estado reflexionando sobre sus intenciones, pero él era el único que lo sabía. A él no le importaba de quién era hijo Ambrosio. Así que decidió hacerse la prueba de DNA porque todos, además de Wendy, tenían dudas sobre quién era el padre del niño. Quizá podría perdonarla después de ver los resultados de la prueba. Él se sorprendió al verlos. Según la prueba, el padre de Ambrosio era Levi. Colin estaba indignado. Sin embargo, cuando tiró el informe a la cara de Levi, vio por su atónita reacción que algo había salido mal. Todo fue su culpa, nunca debería haber perdido el control. Pero todo lo que tenía que ver con Sofía le hacía reaccionar de manera impulsiva. Su rabia y sus celos lo habían cegado. Casi se le olvidaba que, como soldado entrenado, Levi nunca lo traicionaría... Cuando se calmó, llevó al niño al centro de pruebas. Después de confirmar que el niño era suyo, estuvo a punto de perdonar a Sofía, pero ella no merecía su amabilidad... Más tarde, la partida de Sofía lo pilló por sorpresa. Se sintió aliviado cuando descubrió que ella viajó al extranjero para estudiar diseño de moda con el reconocido diseñador Leandro Bo. No estaba seguro de si la supuesta muerte del bebé fue la gota que colmó el vaso o si realmente había dejado atrás todo el odio. Paulo y su padre estaban desaparecidos y su hermano pequeño residía en el extranjero. Quizá no le quedaba nada en el País A. Pero ¿qué pasaba con él? ¿Alguna vez pensó en él cuando decidió irse? Por supuesto que no... Apagó otro cigarrillo. Colin limpió las cenizas que habían caído sobre su pecho mientras pensaba. En el futuro necesitaba trazar un plan mejor. Llamó a Wade de nuevo. Cuando entró la llamada, dijo: —Visita a Sofía Lo

en nombre de Dolores y mío. Wade se quedó callado. —Sí, señor. Wade no sabía qué era lo que el señor Li quería. Habían pasado tres años... ¿Todavía se amaban? ¿O no era recíproco? Pensando que Colin y Sofía aún se amaban, Wade deseaba que se perdonaran y volvieran a estar juntos pronto. En el Hospital Sofía se bebió el último trago de medicina con lágrimas en los ojos. Con una mirada hosca en su rostro, echó un vistazo a su alrededor en busca de dulces. Divirtiéndose con su reacción, Mario le dio un caramelo. —Lo sabía. Siempre has odiado tomar medicamentos. Para Sofía, tomar medicamentos era una experiencia desagradable. Cuando se metía el caramelo en la boca, alguien llamó a la puerta de la sala. Era Wade. Los ojos de Sofía se iluminaron. —Señor Ji. Saludándolos, Wade dejó una cesta de frutas en la mesita de noche. — ¿Cómo está, señorita Lo? Estoy aquí en nombre del señor Li... y la futura señora Li para hacerle una visita. Wade no quería decir eso, pero Colin le había dicho explícitamente que lo hiciera. El buen humor de Sofía se desvaneció al mencionar el título de Dolores. Ella puso una sonrisa forzada. —Son muy amables. Por favor, dales las gracias. —Por supuesto. ¿Cómo se siente hoy, señorita Lo? —Preguntó Wade cortésmente. Sofía asintió. —Me siento mucho mejor ahora mismo. Gracias, señor Ji. —Espero que se recupere pronto. Señor Pei, por favor, póngase en contacto conmigo si hay alguna pérdida en su compañía. El señor Li compensará cualquier daño. —Wade se refería a lo ocurrido la noche anterior.

Capítulo 175 El aroma de su mamá El rostro de Mario se afligió. Él respondió: —Dile a Colin que no necesitamos su ayuda. Wade sonrió. —Está bien, Sr. Pei. Transmitiré el mensaje al Sr. Li Los dejaré tranquilos entonces, señor Pei y señorita Lo. Cuídese, señorita Lo. —Gracias. Señor Ji. Tenga cuidado—, Sofía le devolvió una sonrisa. Mario llevó a Wade hacia la salida. Una vez que salieron de la sala, la expresión de indiferencia de Sofía se desvaneció. Sintió un repentino dolor que se extendía desde su pecho izquierdo. Después de tantos años, todavía sentía cómo se le rompía el corazón cada vez que recordaba a Colin, especialmente cuando él hacía cosas como enviar a Wade. Por la tarde, Sofía salió del hospital. Mario la acompañó a la casa de la familia Lo, y ella le pidió que la dejara sola. El País A era grande. Uno difícilmente podía encontrarse con personas que conocía, pero no era lo suficientemente grande como para que tales encuentros no sucedieran. Cuatro semanas después de la cena, Sofía no había vuelto a ver a Colin. Sin embargo, cuando fue a trabajar a la tienda de ropa en el centro comercial de su empresa, se encontró con Wendy y... con el hijo de Colin Dentro de la tienda, Sofía estaba colocando cuidadosamente sus diseños en los maniquíes. De repente, una voz familiar habló. —Sofía. Muy emocionada, rápidamente se dio la vuelta y vio a Wendy sonriéndole. Justo a su lado, un lindo niño llamó la atención de Sofía. Ella se quedaba mirando al niño, mientras él y Wendy se acercaban a ella. Después de verlo más de cerca, Sofía estaba segura de que el niño era hijo de Colin porque tenía los mismo rasgos de él. El niño también se quedaba mirando a Sofía. Sus grandes ojos miraban directamente a los de ella. Por alguna razón, el corazón de Sofía comenzó a palpitar. Una extraña sensación se apoderó de ella. Sofía se agachó frente al niño, lo

miró a los ojos y dijo: —Hola... —Hola, tía. ¿Ya te he visto antes? —El chico le devolvió el saludo. El latido del corazón de Sofía se aceleró. Ella sonrió. —¿Ya nos conocíamos? Tú también me pareces familiar. Debo haberte visto antes en alguna parte. Pero Sofía sabía que era la primera vez que veía al hijo de Colin. Wendy se hizo a un lado en silencio, observando con asombro su interacción. Debía ser la conexión natural entre madre e hijo lo que los estaba juntando. —Tía, ¿por qué tus ojos se están poniendo rojos? —Preguntó Ambrosio con curiosidad. La mujer le parecía tan familiar, pero él no podía recordar con exactitud dónde la había conocido. Al oír eso, Sofía se apresuró a contener las lágrimas. Ella resopló, pero trató de sonreír. —¿En serio? ¿Mis ojos se pusieron rojos? Debe ser la iluminación de aquí. No te preocupes. Hablemos de ti. ¿Cómo te llamas, pequeño hombrecito? —Me llamo Ambrosio Li. ¿Cómo debo llamarte, tía? Ambrosio... Qué hermoso nombre. Sofía sonrió y le dijo: —Yo soy Sofía Lo. Puedes llamarme tía Sofía. —¡Genial! !Tía Sofía, me agradas! ¿Podrías darme un abrazo? Esa era una petición muy sencilla. Sofía estaba encantada. Ella sostuvo al niño entre sus brazos. Ambrosio estaba delgado, pero a Sofía le resultó un poco difícil levantarlo. Ella lo elogió. —¡Eres muy fuerte, pequeño! —¡Por supuesto! ¡El abuelo y yo salimos a correr todas las mañanas! — Ambrosio envolvió sus brazos alrededor del cuello de Sofía y recargó la cabeza en su hombro. Él la olió y se sintió inmediatamente atraído hacia ella. Sentía que la conocía desde hacía mucho tiempo. Y ella olía muy bien, a diferencia de la tía Dolores... —Sofía, ¿te agrada este niño? —La voz de Wendy los sacó de sus pensamientos. Sofía se apresuró a bajar al chico. Dudó un poco antes de contestar porque no estaba segura de cómo debería dirigirse a Wendy. —Umm... Tía Wendy, el hijo de Colin es muy lindo. ¿De verdad le importaba su opinión? Este niño era el hijo de Colin, más específicamente, el hijo de Colin y Dolores. En realidad no importaba si el niño le agradaba o no. Wendy no se sorprendió. Ella dijo: —Lo sé, ¿verdad? Si te agrada este niño, puedes visitarnos de vez en cuando. Colin está ocupado con su trabajo. Ambrosio siempre se queja de que no tiene compañía.

Los ojos de Sofía se abrieron con sorpresa. ¿Acaso Wendy no la odiaba? ¿No le disgustaba a ella? Había traído tantos problemas a su hijo y tantos escándalos al Clan Li... Wendy sonrió mientras tomaba la mano de Sofía. —Siempre estoy de tu lado, Sofía. ¿Nos irás a visitar? Todavía no podía decirle a Sofía la verdad, pero deseaba que pudieran pasar tiempo juntos. —Pero Colin... —Sofía vaciló. Y Dolores. ¿Cómo podía permitir a Sofía visitar a su hijo? —Está bien. Colin se pasa en el trabajo durante el día. Vuelve a casa después de las 9 de la noche. Puedes visitarnos durante los fines de semana. El pequeño Bario va al jardín de niños de lunes a viernes. Sofía se conmovió. —Claro. los visitaré. —Pero no tardó mucho en desvanecerse su sonrisa de agradecimiento de su rostro. Ella se disculpó murmurando: —Lo siento mucho... Tía. Wendy la miró. —¿Por qué te estás disculpando? ¿Alguna vez traicionaste a Colin? Sofía rápidamente negó con la cabeza. —No, por supuesto que no. Pero yo... He traído vergüenza al Clan Li... —Eso lo hicieron los chismosos... Quienes se autoproclamaron fanfarrones. Sofía quería llorar. Ella no se sentía digna de la amabilidad de Wendy. De repente, recordó algo y preguntó: —Tía... ¿Por qué no contestaste mi llamada esa noche? —¿Qué? ¿Cuándo me llamaste? —Wendy estaba sorprendida. Colin le había prohibido llamar a Sofía. Cada vez que ella quería llamar a Sofía, Colin perdía los estribos, por lo que ella mejor esperaba que Sofía la llamara. Sofía le dijo a Wendy que la había llamado, pero su llamada fue rechazada y su número fue bloqueado. Wendy se quedó en silencio por un rato y maldijo: — ¡Ese malcriado! ¡Me dijo que se trataba de una llamada de broma! ... Después de escuchar eso, Sofía se sintió un poco triste. Colin debía odiarla mucho... —Sofía, no te des por vencida. Colin todavía se preocupa por ti. Te lo puedo decir por la forma en la que se comporta. —Wendy tomó la mano de Sofía y se lo aseguró solemnemente. Sofía negó con la cabeza. Ella estaba totalmente consciente de que ya no le importaba a Colin. Y aunque incluso así fuera, él ya estaba comprometido con Dolores. No había nada que ella pudiera hacer. Ambrosio no entendía mucho de su conversación, pero sabía que Sofía

estaba triste. Para consolarla, sostuvo a Sofía por la manga y le preguntó: —Tía Sofía, ¿puedo invitarte a cenar? Al oír lo que había dicho, Sofía sonrió. —Claro, pero yo pago la cena. Después de ponerse de acuerdo para la cena, se despidieron el uno del otro. Sofía volvió al trabajo y para cuando terminó, ya eran las 6 de la tarde. Sofía rápidamente recogió sus cosas y se dirigió hacia el parque de diversiones. Era el lugar que Ambrosio había elegido como punto de encuentro. Cuando llegó al parque, Wendy y Ambrosio ya estaban adentro. El joven muchacho vio a Sofía cuando llegó. Dejó escapar un grito alegre: —¡Tía Sofía! ¡Aquí estoy! Sofía sonrió y trotó hacia ellos. Wendy se rió entre dientes. —No podía esperar para verte. ¿Cómo te fue en el trabajo? —Bastante bien, tía. Ahora pequeño Bario, ¿qué quieres cenar? —Sofía le preguntó con una sonrisa. Ambrosio saltó del carrito y él le dijo: —¿Qué quieres tú, tía Sofía? ¡Las damas primero!

Capítulo 176 Quiero comprarle la cena a la tía Sofía Al escuchar estas palabras, Sofía sintió una oleada de gratificación; resultó que Colin había hecho un buen trabajo criando a su hijo. Era un pequeño caballero. —No tengo nada en particular en mente ahora. ¿Por qué no eliges un restaurante? Ambrosio pensó por un momento y dijo: —Papá una vez me llevó a un restaurante occidental en el último piso de este edificio. Vamos para allá. —¡Está bien! De pie en el lado izquierdo y derecho de Ambrosio, Wendy y Sofía sostuvieron una mano cada una, y todos se dirigieron al ascensor. Cuando estaban a punto de ir al último piso, Sofía vio una juguetería. Se detuvo y dijo: —Bario, ¿quieres que la tía Sofía te compre un juguete? Wendy quería rechazar la oferta porque él ya tenía demasiados juguetes en casa. Pero luego recordó que este sería el primer regalo de su madre biológica, así que no dijo nada. Ambrosio, por el contrario, estaba encantado de escuchar esto. —¡Sí! Tía Sofía, ¿qué me vas a regalar? —él saltó de alegría y preguntó. —Bueno, ¿qué tal si entramos y elegimos algo? —¡Bueno! ¡Eres muy amable, tía Sofía! ¡Vamos, déjame darte un beso! —... ¡Jajajaja! ¡Eres tan adorable! —Sofía se agachó y besó a Ambrosio en la mejilla. Para su sorpresa, Ambrosio no parecía muy feliz por el beso. —Se supone que yo debo besarte a ti, no tú a mi, tía Sofía —dijo haciendo un puchero. —¡Está bien, está bien! —Sofía se agachó y dejó que Ambrosio le diera un beso en la mejilla. Wendy estaba muy contenta de ver que la madre y su hijo se llevaban muy bien. Ella había estado cuidando al niño desde que nació, pero rara vez lo veía tan feliz. En la tienda de juguetes Sofía pronto estuvo perdida en un mar de juguetes para niños pequeños. Sin

embargo, Ambrosio no tardó mucho en elegir algo que le gustaba. —¡Tía Sofía, quiero éste! Mirando hacia donde señalaba, Sofía vio un brillante yate de carreras blanco con tonos celestes. Una vendedora se adelantó y les ofreció una descripción general del juguete. Ella dijo: —Este es un yate de carreras de control remoto de alta velocidad. Está hecho de fibra de vidrio. Para el tratamiento de la superficie del material se utilizó barniz de hornear, el mismo que se aplica en los automóviles. Puede alcanzar una velocidad máxima y constante de 90 km/h. También, está equipado con un transmisor de 2. 4G y tiene una sólida protección impermeable... Sofía no tenía ni idea de lo que significaban esos términos técnicos, pero cuando vio cómo brillaban los ojos de Ambrosio mientras escuchaba la descripción del yate de carreras, supo que se lo compraría. —Siempre ha sido muy entusiasta con los botes, yates de carrera y cosas por el estilo —dijo Wendy con una sonrisa irónica. De hecho, la habitación de Ambrosio ya estaba llena de diferentes modelos de barcos, yates de carreras y juguetes similares. Sofía tomó nota de esta afición de Ambrosio y la tuvo en cuenta. El yate de carreras costó más de seis mil yuanes, pero Sofía lo compró sin vacilar. Wendy trató de detenerla. El yate de carreras era demasiado caro, pero Sofía insistió. Ella estaba contenta de poder comprarle un regalo. Seis mil yuanes no era demasiado dinero para ella. Ella había estado ahorrando dinero para pagarle a Colin. Después de entrar en el ascensor, Ambrosio le preguntó a Sofía con entusiasmo: —Tía Sofía, ¿podrías venir a visitarnos el próximo fin de semana para que podamos jugar juntos con este yate de carreras? '¿El próximo fin de semana?' Sofía repasó mentalmente su horario de trabajo y decidió que si trabajaba unas cuantas horas extras los días laborales de la semana, podría hacerlo el fin de semana. Ella, entonces, asintió y dijo que sí. Al oír eso, Ambrosio hizo un pequeño baile de felicidad. Wendy se sorprendió al ver a su nieto bailar de alegría. Ella le dijo a Sofía: —Él normalmente no es así. Por lo general es arrogante y tal vez un poco de frío. Incluso cuando estaba emocionado, no dejaba que se notara. '¿Arrogante y frío?' A Sofía le divirtió. Sin embargo, cuando volvió a mirar su carita, encontró rastros de arrogancia y frialdad. El ascensor llegó al último piso y todos salieron. —¡Bienvenidos! —Seis acomodadores los saludaron y les hicieron pasar. Un momento... Por el rabillo del ojo, vio a dos personas sentadas junto a la ventana.

Instantáneamente los reconoció y se detuvo abruptamente. Ambrosio también se fijó en ellos y gritó: —¡Papá! —Colin se dio vuelta y los vio. Sus ojos eran oscuros, pero su expresión se mantuvo. Dolores, sin embargo, no estaba nada calmada. Su rostro se ensombreció tan pronto como vio a los tres. —Madre, Bario —reaccionó Colin, mientras él y Dolores se levantaban de sus asientos. Él caminó hacia su madre e hijo. Dolores recuperó rápidamente su compostura y sonrió dócilmente. —Tía, Bario, ustedes también están aquí. ¡Qué casualidad! Como si siguieran una regla tácita, tanto Colin como Dolores ignoraron a Sofía. Ambrosio tomó a Colin de la mano y le dijo: —Papá, déjame presentarte a mi nuevo amiga. Esta es la tía Sofía, ¡y la invito a cenar esta noche! —¿Cómo está, Señorita Lo? —Colin preguntó distante. Sofía se recuperó del shock y se encontraba en una situación muy incómoda. Cuando estaba a punto de decir algo, oyó a alguien que acababa de entrar en el restaurante y hablaba en su dirección. —Colin, Dolores, ambos llegaron temprano. Oh, Wendy, tú también estás aquí. Sofía no la vio, pero reconoció la voz: Felice. Al parecer, esta fue una reunión familiar. Sofía no quería avergonzarse delante de esta gente, así que se volvió hacia Ambrosio, con una expresión de pesar en su cara, y dijo: —Bario, hoy no parece ser un buen día para cenar. ¿Qué tal si te invito a cenar otro día? Ambrosio estaba muy decepcionado. —¿Por qué? —se quejó. Viendo esto, Dolores caminó apresuradamente hacia Ambrosio y lo sostuvo en sus brazos. —Bario, tía Sofía tiene trabajo que hacer. No podemos obligarla a hacer cosas que no quiere hacer, ¿de acuerdo? —dijo ella. —¡No! —Ambrosio protestó y se soltó del abrazo, dejando a Dolores un poco avergonzada. Agarró a Sofía de la mano y le suplicó: —Tía Sofía, por favor, no te vayas. Quiero cenar contigo. Mi papá puede ayudarte con tu trabajo. ¡Él es muy bueno!"... El corazón de Sofía dio un vuelco. Por supuesto que ella sabía que él era bueno. Mientras tanto, también se sorprendió al ver que Ambrosio la quería a ella en lugar de a su madre. Tratando de consolar al pequeño, se agachó, miró los ojos de Ambrosio y dijo: —Muy bien, vamos a buscar una mesa para sentarnos. —¡Sí! Y quiero que la abuela se siente con nosotros. —Jacinto y Felice

estaban claramente molestos. Sin embargo, a Ambrosio no le importaba cómo se sentían ellos. Arrastró a Sofía y a Wendy a la mesa de al lado y se sentó. Al principio, Wendy no sabía qué hacer. Entonces, decidió que también podría sentarse con su nieto. En un intento de aligerar la atmósfera, añadió sin cuidado: —Bario, estás siendo travieso de nuevo. Felice miró a Sofía con el ceño fruncido. —Qué mujer tan astuta —pensó. — Es lo suficientemente inteligente como para saber que ganarse el corazón de un hombre es ganarse a su familia primero. No era de extrañar que Doroles dijera que Sofía era ahora una competidora fuerte. Además, el sencillo traje de color azul cielo que llevaba puesto le quedaba bien. Pero no se preocupaba por eso. Todos sus esfuerzos no harían ninguna diferencia. —Doroles, Colin, vamos, sentémonos —dijo Felice. Los cuatro se sentaron a su mesa. Ambas junto a la ventana, su mesa y la de Ambrosio estaban una al lado de la otra, por lo que cualquier cosa que se dijera en una mesa se podía escuchar claramente desde la otra. —Colin, has estado muy ocupado últimamente. Doroles te había preparado un poco de sopa de pollo. ¿Lo has estado tomando todos los días? —Felice estaba muy feliz con su yerno. Ella no podía encontrar ningún defecto en él, porque era un yerno ideal. Colin asintió levemente y dijo: —Sí, lo hice. Pero Dolores no necesita hacer eso. Ella se casa conmigo para ser mi preciosa esposa. No quiero que ella trabaje demasiado. Doroles se sonrojó y dijo: —En realidad, no es nada. Sofía no escuchó el resto de la conversación porque Ambrosio la estaba bombardeando con preguntas sobre lo que le gustaría hacer. Sofía recuperó su prudencia y respondió: —Este plato se ve delicioso. Vamos a tener el filete de bacalao frito. Es bueno para los niños.

Capítulo 177 ¡Esperando a que me vuelvas a llamar mamá! —¡Está bien! Sofía, ¿quieres bistec? ¿Qué tal si pedimos uno? —Bueno, está bien... Entonces Sofía le preguntó a Wendy: —Tía, ¿has decidido qué quieres ordenar? Wendy agitó casualmente las manos: —Puedo comer cualquier cosa. Solo ordena lo que quieras. ¡Comeré lo que sea que traigas! —... Bien, entonces, ¿qué te gustaría beber? ¿Qué te parece, Bario? ¿Leche? —Yo no quiero leche. Quiero jugo fresco. ¡Abuela también tomará algo de jugo! Wendy lo elogió con una sonrisa: —Bario es realmente inteligente. Sabe exactamente lo que le gusta a la abuela. Sofía y Ambrosio jugaron con el yate de juguete después de pedir los platos. Sofía nunca había conocido a un niño que hablara tanto como Ambrosio. Él ya había explicado mucho sobre el yate antes de que ellos en efecto jugaran con él. Además, él respondió a todas las preguntas de ella. Tenía que admitir que Colin y Dolores habían criado a un niño bien educado. Pero... No parecía que Ambrosio y Dolores tuvieran una buena relación, a juzgar por lo que veía. ¿Ella estaba pensando demasiado? Sofía cortó un poco de calamar y lo puso en el plato de Ambrosio. Luego, ella agregó jugo al vaso de Wendy. —Sofía, no te preocupes por nosotros. ¡Empieza a comer! —Wendy cortó un trozo de pizza y la puso en el plato de ella. —Está bien. ¡Estoy comiendo bastante! —Al ver que Ambrosio comía felizmente, Sofía se sentía llena. Estaba en silencio la mesa junto a ellos. Jacinto miró a Colin y rompió el silencio: —Colin, ¿cuándo planeas hacer la ceremonia de la boda? Te estás volviendo viejo. Es hora de formalizarlo todo. Sofía escuchaba atentamente. ¿No se habían casado ya? Sin embargo, se sintió extremadamente triste con la respuesta de Colin.

—Umm, ¡a finales del próximo mes! Los tres miembros de la familia Lian se miraron con entusiasmo. Felice rápidamente le dijo: —Está bien, te ayudaré a prepararte para la boda después de que regresemos. —No es necesario, tía. Mi madre puede manejarlo. Dolores no necesita hacer nada. Mirando a Sofía de forma incómoda, Wendy no esperaba que Colin tomara tal decisión y la discutiera frente a Sofía. ¿Por qué Colin no le dijo esto antes a sus padres? Antes de que Wendy dijera algo, Felice se incorporó con un vaso de vino tinto: —Mi próximo pariente por el matrimonio, ¡brindemos por estas grandes noticias! Wendy fulminó con la mirada a Sofía, a quien le resultaba difícil tragar lo que había comido, y luego sonrió a Felice: —Colin no nos había dicho nada al respecto. Si lo hubiéramos sabido antes, Yonata y yo los hubieramos invitado a cenar y habríamos fijado oficialmente la fecha. Wendy dio a entender que a Colin le era tan indiferente este matrimonio, que ni siquiera le contó de ello a sus padres. Sofía entendió literalmente las palabras de Wendy, era decir que Wendy realmente sentía pena y que ella encontraría tiempo para hablar oficialmente sobre el matrimonio. Felice no estaba ni un poco confundida por las palabras de Wendy, así que tomó positivamente las palabras de Wendy. Ella sonrió y dijo: —No te preocupes por eso. Entendemos que Colin está ocupado con el trabajo. Mientras el matrimonio realmente vaya a suceder, estamos de acuerdo. No tenemos que preocuparnos por los hijos después de que se casen. —Bueno, Yonata y yo ya no interferiremos más en este matrimonio. Dejemos que Colin se encargue de eso. Sus palabras hicieron que la sonrisa de Felice se volviera un poco rígida. ¿Qué demonios quiso decir Wendy con esto? —Umm... ¡salud! Después de que Felice regresó a su asiento, Wendy se sentó junto a Sofía y le preguntó: —¿Estás triste? Confundida, Sofía miró a Wendy. ¿Qué quiso decir ella? Sin embargo, ella admitió asintiendo con la cabeza. No solo estaba triste, sino que también se sentía extremadamente incómoda. —¡Entonces haz algo! ¡Esperaré por el día en que me vuelvas a llamar mamá! —... —Sofía casi estalló en lágrimas cuando escuchó las palabras de ella en voz baja.

Ambrosio, que estaba sentado a su lado, miró a las dos personas con los ojos bien abiertos y llegó a una conclusión: —Tía Sofía, ¿la pizza está demasiado caliente? —¿Eh? —Sofía miró confundida al niño. —¿Por qué estás llorando? ¿Está tan caliente la pizza, así que estás llorando? —Ambrosio la miró con curiosidad. —... —Sofía no esperaba que este niño pequeño lo dijera en voz alta. ¡Dolores y sus padres debían haber estado riéndose de ella! Rápidamente encontró una excusa para ella. —No, un poco de pimienta entró en mis ojos. Estaré bien después de quitarmela. Wendy le siguió el juego: —Ven, déjame soplarte para quitartela. ¿Soplar la pimienta para sacarla del ojo? Ambrosio inmediatamente dejó el tenedor y dijo: —No te muevas. ¡Déjame hacerlo! Como el niño pequeño era tan lindo, Sofía no pudo evitar reír a carcajadas. Ambrosio se limpió la boca e hizo gárgaras con jugo... Luego, volvió a limpiarse la boca y bebió un poco de agua de limón. Después de asegurarse de que no había olor en su boca, se acercó a Sofía y dijo: —¡Tía Sofía, ahí voy! ¡Sofía se rió dado que Ambrosio era demasiado lindo! —¡Está bien, vamos, sopla para mí! Ella se agachó para acercarse a Ambrosio y abrió sus propios ojos con las manos. —Soplido... —Él, gentil y cuidadosamente, sopló sus ojos. Sofía parpadeó después de un rato: —¡Está bien! ¡Bario es increíble! —¿Soy increíble? —Ambrosio parpadeó rápidamente. —¡Por supuesto! —Dame un beso como recompensa, ¿de acuerdo? ¿Sofía? —Él incluso omitió "tía. Wendy se burló de él: —Bario, eres un chico tan listo. ¿Por qué siempre quieres besar a Sofía? —Me gusta Sofía. ¡Quiero que ella sea mi novia! —Ambrosio no ocultó su afecto por Sofía en absoluto. Sofía casi se ahogaba con la boca llena de agua: —Bario, soy tu tía. ¡No puedo ser tu novia! —¡Puedes ser mi novia si ya no eres más mi tía! —Ambrosio lo dijo con firmeza, haciendo que Wendy y Sofía se rieran mucho. Sofía le apretó la cara. —Bueno, está bien, come primero. Después, déjame pensar en ello. —Está bien, Sofía, ¡por favor, sé mi novia! —Ambrosio volvió a su asiento y comenzó a comer rápido.

Los ojos de Sofía brillaron mientras ella sonreía. Si Ambrosio fuera su hijo, ella no querría nada más. Por el contrario, la otra mesa no estaba de tan buen humor. Colin comía tranquilamente y ocasionalmente discutía sobre el trabajo con Jacinto. Dolores cerró sus manos para hacerlas puños. Sofía y Wendy conversaron casualmente después de la cena mientras esperaban a Ambrosio. —¿La están pasando bien los abuelos? —¡Sí, están perfectamente bien! ¿Cuándo volverá Alejandro? ¿Alejandro? Sofía recordó que había pasado medio mes desde la última vez que había hablado con su hermano. —En más o menos un año... Alejandro ya sabía que ella se había divorciado de Colin hacía dos años a través de las redes de noticias. Como Sofía lo había esperado, Alejandro quiso dejar inmediatamente sus estudios e ir a Milán para encontrarla. Pero Sofía lo convenció para que él continuara sus estudios.

Capítulo 178 Tu propósito —Eso es bueno. Déjalo estudiar bien en el extranjero, así cuando él regrese... Él tendrá éxito. —Wendy había querido invitar a Alejandro a trabajar para la compañía de Colin, pero ella no podía decirlo en voz alta porque alguien podría haberlos estado escuchando en secreto. Ambrosio terminó su comida pronto. Se limpió la boca y dijo: —¡Sofía, vamos! Levantándose de su asiento, Sofía tomó a Ambrosio en sus brazos. —Te has vuelto más pesado después de comer. ¡No puedo cargarte más! Ella pellizcó la suave cara de Ambrosio. —No importa, Sofía. ¡Comeré más para que así pueda crecer rápidamente y cargarte! —Ambrosio se veía tan serio que Sofía se quedó sin palabras. Wendy jaló a Ambrosio y le dijo: —Vamos. Hay que despedirnos de tu papi. —¡Está bien! Cuando los dos fueron a despedirse de Colin, Sofía se dirigió al cajero y pagó la cuenta. Ella también había planeado pagar por la mesa de Colin, pero ella no lo hizo porque no era su invitación. Después de pagar, Sofía los esperó afuera del restaurante. Entonces, Wendy salió con Ambrosio. Ella le preguntó a Sofía: —Sofía, ¿cómo viniste? —Vine en el metro. ¿Por qué lo preguntas? —Sofía miró a Wendy, totalmente confundida. —¿Qué tal si nuestro chófer te lleva a casa de vuelta? —Cuando vio que todas las personas en la mesa de Colin seguían a Wendy para irse, Sofía entendió que Wendy probablemente quería viajar con Colin. Sofía negó con la cabeza y dijo: —No, tía. Está bien. Gracias. Tengo que irme ahora. ¡Adiós, Bario! ¡Después nos vemos! Ambrosio se despidió de Sofía con tristeza en sus ojos y dijo: —Sofía, por favor, ven a jugar conmigo cuando tengas tiempo. —Definitivamente lo haré. —Sofía entró en el ascensor con una sonrisa.

Justo antes de que las puertas del ascensor se cerraran, sus ojos se encontraron con los de Colin... Esta única mirada fugaz hizo que el corazón de Sofía latiera rápido. Saliendo del centro comercial, Sofía caminó hacia la entrada del metro. Si el hijo de Colin y ella no hubiera muerto, tendría la misma edad que la de Ambrosio. Sin embargo, ella no sabía que Colin era así de voluble. No mucho después de su divorcio, Colin se había acostado con Dolores y tuvo un bebé con ella... Pero ella no entendía por qué parecía que a Ambrosio no le agradaba Dolores. Cuando estaban en el restaurante, Ambrosio trató de deshacerse de Dolores cuando ella lo tocó. Después de eso, ellos no se dijeron nada. ¿Era Dolores tan cruel, que ella no era capaz de amar a su propio hijo? Sofía dejó escapar un profundo suspiro. Colin y Dolores ya se iban a casar y, sin embargo, tenía el descaro de seguir pensando en el pasado de Colin y ella. Durante los últimos tres años en Milán, siempre imaginaba lo que hubiera sucedido si ella no hubiera hecho lo que los condujo a su divorcio. Tal vez ella hubiera permanecido en sus brazos y vivido una vida feliz... Estaba tan desconsolada que sintió que le arrancaban el corazón... ¿Pero qué podía hacer ella? ¿Quedarse al margen y verlos casarse sin ninguna esperanza? No, ella no podía soportar ver a Colin casarse con Dolores. ¿Ahora qué? ¿Podría ella detenerlo? Eso era imposible. Ella no podría ocasionar una oportunidad para detener la boda. Con su mente hecha un desastre, Sofía se subió al metro. El hombre a su lado apestaba a sudor y alcohol. Incapaz de soportar el olor, Sofía quiso alejarse, pero no pudo hacerlo. Decidió comprar un auto para ella misma mañana. Ella no tenía que comprar uno lujoso, pero una camioneta deportiva estándar debería ser suficiente. Cuando ella salió de la entrada del metro, una ráfaga de viento frío sopló, así que Sofía se ajustó el abrigo. Una mujer pasó junto a ella, y Sofía se quedó inmóvil de inmediato. Recordó que ella tenía un mismo abrigo largo y beige que le dio Colin. Cuando ella se fue, no trajo nada consigo. Probablemente todas sus cosas ya se habían desechado. Paseando por el camino, observando como iba pasando cada farol, ella volvió a su apartamento. Tomó su teléfono para revisar la hora. Ya eran las ocho de la noche en punto. Otro día había pasado.

Ella ya había regresado desde hacía unos dos meses, pero sentía que no había hecho nada. Un auto negro se estacionó en la acera contraria a su apartamento. Apoyado en el coche, un hombre estaba fumando. Él puso su mano izquierda en el bolsillo de sus pantalones. Su mano derecha jugaba con un encendedor decorado con bordes dorados. Abriéndolo y cerrándolo, él veía que el fuego se encendía y se apagaba... Exhaló un humo espeso, cubriendo toda su cara. En una esquina, Sofía hurgó en su bolso y sacó sus llaves. Mientras cerraba la cremallera de su bolsa, involuntariamente vio al hombre. Se veía guapo y con estilo, así que Sofía inconscientemente le echó un vistazo más. Por un momento, Sofía se quedó paralizada. Ella reconoció al hombre... Era Colin. Ella sacudió la cabeza y corrió hacia la puerta de su edificio de apartamentos. —¡Señorita Lo, usted es tan talentosa!

... Sofía estaba tratando de abrir la puerta con la llave, pero sus palabras hicieron que sus rodillas se debilitaran y su corazón se acelerara. Entonces, sin querer, ella dejó caer sus llaves al suelo. Se agachó para recoger las llaves, pero le temblaban mucho las manos. Finalmente, encontró la llave correcta y pudo abrir la puerta principal de su edificio. Colin sacudió el cigarrillo y gritó: —Enfréntame, Sofía. ¡Ven aquí! Su voz era tan fría como la noche. Sosteniendo fuertemente las llaves en su mano, Sofía fue hacia él. Se detuvo frente a Colin y forzó una sonrisa: —¡Señor Li, qué coincidencia! —No, ¡de hecho estaba esperándote! —... ¿Qué pasa? Por favor dígame. —Cuando ella se acercó a Colin, se sintió asustada. Ella no sabía por qué. Tomando una fumada de su cigarrillo, Colin expulsó humo lentamente. — Dime, ¿por qué te acercaste a mi hijo? —No me acerqué a él a propósito... —Refutó ella.

Colin se burló. —No te acercaste a él a propósito... Pero al fin y al cabo te acercaste a él, ¿verdad? Cerrando los ojos, Sofía bajó la cabeza y dijo: —Si esto le molesta tanto al señor Li, entonces no volveré a ver a Bario. Él levantó el rostro de ella tomando su barbilla. Con un cigarrillo en la boca, Colin entrecerró los ojos y dijo: —No has cambiado después de todos estos años. Eres capaz de sonsacar a mi hijo. Tanto a su madre como a su hijo, ella parecía agradarles. ¡Sofía era buena! —No, señor Li. Parece que usted entendió mal. Bario y yo solo... nos llevamos bien. —¡Si un niño de tres años y una mujer veinteañera se llevan bien, entonces la mujer debe de haber hecho algo para atraer al niño! Sofía se quedó sin palabras. Colin se estaba poniendo agresivo, hiriendo profundamente a Sofía. —Les deseo a usted y a Dolores la felicidad, señor Li. Me tengo que ir — dijo Sofía, con la cabeza todavía agachada. Ella quería irse, pero la mano en su barbilla se apretó con más fuerza. —Señor Li, de verdad no me acerqué a su hijo a propósito. Tal vez... Extraño mucho a mi hijo... Si el señor Li y la señora Li así lo quieren, no volveré a ver a su hijo de nuevo —prometió con seriedad. El rostro de él de repente se suavizó. Colin soltó el rostro de ella y apagó una colilla de cigarrillo. —¿Te agrada mi hijo? —Sí. —¿Cómo no podría agradarle a ella? Ella incluso estaba enamorada del padre del niño.

Capítulo 179 Ser una amante no era lo que ella quería. —¡No te atrevas a tratar de verlo de nuevo! ¿Entendido? —.... —¿Por qué la odiaba tanto? No solo se comprometió con la hija de su enemigo, sino que también le prohibió ver a su hijo. Mientras jadeaba en busca de aire, susurró: —Lo entiendo y siento muchísimo por las molestias que causé. Ahora, si me disculpan.... —¿Qué? ¿Te sientes mal? —La voz de Colin le impidió volverse. Por mucho que ella estuviera tentada de acercarse, Sofía retrocedió para alejarse de él. —No —dijo ella. Quería irse de forma desesperada, pero Colin claramente no la dejaba ir. La agarró de su muñeca y la presionó contra su auto. Sus dos cuerpos se tocaban; el fuerte olor a tabaco entró por su nariz. Se sintió abrumada por su movimiento repentino, por lo que tartamudeó: — Colin, te juro que nunca... jamás me acercaré a tu hijo... Yo.... —El resto de sus palabras se ahogaron en su boca. La mente de Sofía se quedó en blanco y no podía pensar en nada en ese momento, a excepción del hecho de que Colin la estaba besando, el hombre, al que le encantaba besarla. A medida que su pasión se hacía más fuerte, Colin abrió la puerta de los asientos traseros y la empujó hacia adentro. De repente, Sofía recuperó su prudencia. La mujer tomó la mano codiciosa de él, respiró delicadamente y dijo: —Por favor, no estoy lista para.... Habían pasado tres años desde que no salía con alguien. Incluso rechazó a Mario. El hombre echó un vistazo a sus labios rojos y dijo: —No me digas que no has tenido relaciones sexuales con ningún hombre en los últimos tres años. Sofía asintió. Al no tener idea de cómo explicarlo, solo podía inventar una excusa: —... No he conocido a un chico decente.... Sabía que no era cierto. Durante sus tres años de estancia en Milán, se encontró con hombres de diferentes antecedentes. Chicos guapos, chicos exitosos... Pero ninguno de ellos había hecho latir su corazón.

Se acercó más a ella y a su cara pequeña. —¿Y si hubieras conocido a un chico decente? Se encontró intoxicada por su voz suave y sexy. Era un sentimiento que siempre anhelaba en el pasado. Perdida en sus palabras, ella dijo: —No sé.... Él selló sus labios con los suyos y se levantó sobre ella, a pesar de la resistencia de Sofía. —Espera, espera... ¿Usarías un condón, por favor? —Sofía se rindió bajo su encanto, pero también quería estar a salvo. —¡Eso no es necesario! —Claro que lo es. Dolores tiene sífilis, por lo que también tú podrías tenerla. ¿Ya te hiciste pruebas por eso? Rojo de rabia, Colin se detuvo y la miró fijamente. —¿Qué diablos quieres decir? Intimidada por su mirada, Sofía no pudo hacer nada más que encoger sus hombros y dijo: —Bueno... Solo estoy preocupada... Yo también podría infectarme.... Mientras Colin balanceaba su puño con fuerza, Sofía cerró los ojos con miedo. El puñetazo aterrizó en el asiento junto a ella. —¿Crees que Ambrosio es el hijo de Dolores conmigo? Ahora Colin se dio cuenta de por qué ella mencionó 'tu hijo', en lugar de 'nuestro hijo'. Sofía abrió un ojo y se encontró con los ojos de Colin. Ella asintió. ¿No era la verdad? La ira de Colin creció. Como no se dio cuenta de eso, Sofía conjeturó: —¿O es de... Maita? Conteniendo el impulso de tomarla de la garganta, Colin se apartó de su cuerpo y se bajó del auto. Sofía se sintió aliviada. No podía ni imaginar lo que habría pasado si él hubiera continuado encima de ella... Recuperó su compostura, así que Sofía salió del auto y se paró frente a él. — Colin... El bebé que tuve también era tuyo. Me pregunto si quizás algún día puedas... visitarlo. ¿Podrías hacerlo, por favor? '¿Visitarlo? ¡De ninguna manera! No era su hijo después de todo. ¿Quién demonios sabía de dónde venía ese bebé?', pensó interiormente. —¡No! Sofía estaba casi sofocada por la indiferencia del hombre. Las lágrimas rodaban por su rostro, se mordió los labios con fuerza y dijo: —Él era hijo tuyo. Sé que me odias... Pero él no merece tu odio. Ahora que él se ha ido, ¿podrías por el amor de Dios... hacerle una visita?

'Oh, bebé, mi pobre bebé...'. Sofía sollozó en silencio. —¡Ese no era mi bebé! —Colin secó las lágrimas de su cara sin querer. Sofía apretó los dientes y dijo: —¡Era nuestro! Él era nuestro bebé precioso que nació después de mi embarazo de diez meses. —Respiró hondo y contuvo las lágrimas. —Tal vez esperé demasiado de ti. Después de todo, ahora tienes esposa e hijo, ¿no es así? Ella estaba perdida. —Eso no es cierto.... —Colin sintió lástima y estaba a punto de decirle algo, pero Sofía lo detuvo y le dijo: —Ya que vas a casarte con otra mujer, me mantendré lejos de ti. Nadie más tenía la culpa, salvo ella misma. Incluso si las cosas ya estaban mal, ser una amante no era lo que ella quería. Secándose las lágrimas, Sofía le sonrió con ternura a Colin. —Si, en el futuro, yo les hiciera daño a las personas que amas, espero que entiendas mis razones para hacerlo. Entonces, la mujer se dio vuelta y se fue. Pasaron dos meses desde que regresó, pero aún no había tomado ninguna medida. Muy pronto, lo haría. No era una santa para perdonar y olvidar lo que Dolores le había hecho. Estaba esperando el momento adecuado para vengarse de ella. Ynocente y Jacinto... Incluso saltaría de un acantilado si tuviera que... Ella no tenía miedo. Sofía se tiró en la cama después de volver a casa y miró al techo. Susurró en el aire: —Mi pobre bebé, siento haber fallado en persuadir a tu padre para que te visite. Mi bebé.... En la casa de Colin. Colin entró con cuidado en la habitación de Ambrosio. Eran casi las once de la noche; El niño ya estaba dormido. Como lo hacía todas las noches, arropó a su hijo dormido. De repente, una pequeña mano agarró su brazo musculoso. Se encontró con Ambrosio que lo miraba con ojos adormecidos: —Papi. El niño se veía exactamente igual que... Sofía, la mujer que él reconoció constantemente en su hijo. Él dijo en un tono suave. —¿Sí? Ambrosio se levantó al instante. —Papi, ¿te gusta Sofía? —... ¿Por qué lo preguntas? —Manteniendo la compostura, Colin se sentó en el borde de la cama y miró al chico de aspecto serio. Las palabras siguientes que salieron de la boca de su niño travieso lo sobresaltaron. —Papá, quiero que Sofía sea mi novia. Espero que la dejes ser tu futura nuera. —.... —Colin colocó su palma en su cara sin decir ni una palabra.

—Papi, por favor, di algo. ¿Qué piensas? —El niño sacó la palma de la mano de su padre y lo miró con ojos de cachorrito. Colin lo miró y dijo: —No, no estoy de acuerdo. El niño respondió enojado: —Estás en contra porque ella es mayor que yo. No te preocupes. Ella esperará a que yo crezca y me case con ella. ¡Yo le gusto y ella me gusta! —¿Realmente te gusta? —Preguntó. Ambrosio asintió: —Sí. —¿Mucho?

Capítulo 180 Me iré con Sofía —¡Sí! —Ambrosio respondió con voz despreocupada. Colin se encontró completamente sin palabras. Hizo una pausa por un rato y luego trató de transmitir su idea. —Bueno. Hay dos opciones para ti. Primero, puedes hacer que se convierta en tu novia. Y eso será fácil para todos. Entonces lo segundo es que puedo hacer que se convierta en... tu madre. ... Reflexionando sobre lo que sucedió y lo que sucedería, ambos se quedaron en silencio por un rato. Finalmente, Ambrosio rompió el silencio y gritó tan fuerte como pudo: — ¡Abuela! ¡Tu hijo viene tras mi novia! Colin le siseó: —¡Cállate! ¡Lo estás arruinando todo! Ambrosio sabía que todos ya estaban dormidos. Sin embargo, eso no le impidió decirlo en voz alta. Lo hizo a propósito. Ambrosio le agarró el brazo a Colin y se puso serio. —Colin, te lo estoy diciendo. Sofía Lo será mía tarde o temprano. Sabes que podría hacer eso y me aseguraré de hacerlo. ¡Así que aléjate de ella! El hijo le advirtió severamente a su padre. Pero el padre tenía otros planes en mente. De repente, Colin lo agarró a Ambrosio, lo acostó sobre sus piernas y le dio una palmada en su trasero tres veces... ¡Paf! ¡Paf! ¡Paf! —¡Nooooo! ¡Buaaaa! —Ambrosio pareció estallar en lágrimas y dijo con malicia: —Colin... ¡Eres mi enemigo ahora! ¡Aléjate de mí también! Huhuhu.... —Ambrosio se sintió muy triste y amargado. Nunca en su vida se imaginó que su amado papá querría arrebatarle a la mujer que amaba. Colin puso a Ambrosio sobre la cama y dijo: —¿De verdad quieres pelear conmigo por una mujer? Sabes que esto terminará mal para ti, Ambrosio. El niño fingió que lloraba mientras trataba de limpiar las lágrimas que ni siquiera se le habían caído. Él asintió con seriedad y dijo: —¡Sí! Creo que deberías rendirte o lucharé contigo hasta el final. ¡Ya tienes treinta y cuatro años! ¡Ya eres un hombre viejo! ¿Cómo puedes competir por una chica con un joven como yo? ¿No eres demasiado viejo para perseguir chicas? Los jóvenes siempre

triunfan sobre los hombres mayores en este tipo de cosas. ¿Por qué ambos se enamoraron de esa mujer? ¿Qué vio Ambrosio en Sofía que hizo que luchara contra su padre en lugar de rendirse? Colin volvió a meter a Ambrosio en la cama y dijo: —¡Solo duérmete! —No. ¡No quiero! —"¡Si no te rindes, me iré con Sofía! ¡Y nunca más me volverás a ver! —Ambrosio trató de amenazar a su padre. El niño estaba pensando en escaparse con Sofía. Si solo pudiera estar con ella, no temería a nada en absoluto. No temía lo que Colin pudiera hacerle porque sabía que podía sobrevivir a cualquier desafío. Colin señaló de forma lúdica la nariz de Ambrosio, lo miró fijamente a los ojos y dijo: —Ahora duerme o no te dejaré ver a Sofía de nuevo. Tú lo decides. 'Bien, pero esto no ha terminado'. Ambrosio se dijo de manera valiente. Luego cerró los ojos y trató de dormir. Por ahora, los dos hicieron una tregua. Pero ambos sabían que esta tregua era solo temporal. Colin se preocupaba infinitamente por Sofía y Ambrosio. Cuando regresó a su habitación, tiró su teléfono sobre la cama y se desató la corbata a toda prisa. —Ahora que has decidido casarte con otra mujer, me distanciaré de ti. No me dejas otra opción.... —Colin todavía podía recordar claramente lo que Sofía le había dicho. ¿Por qué estas palabras le molestaron tanto? En realidad, no debería preocuparse más por esto. Ya estaban divorciados. Podía casarse con quien quisiera estar. No era de su incumbencia insistir en lo que él haría a partir de ese momento. 'Distanciarse... ¿Así que ella decidió renunciar a mí? ¿Simplemente se daría por vencida tan fácilmente?'. Colin se dijo a sí mismo, burlándose mientras pensaba en la cara encantadora de Sofía. Tal vez solo pensaba demasiado en todo. Los problemas actuales en su vida le causaron mucha ansiedad. Tal vez a Sofía ni siquiera le gustaba.

... En la oficina del Director Ejecutivo del Grupo Pei. Ynocente y Mario se miraban el uno al otro. Ninguno de los dos se echaría atrás. Ynocente golpeó la mesa con enojo y gritó: —¿No eres mi maldito hijo? ¿En qué estás pensando al traerla a Sofía a nuestra compañía? ¡Tú, de todas

maneras, sabes que ella es una enemiga! ¿Realmente crees que ella apreciará que le des la oportunidad de trabajar aquí? ¡Estás absolutamente equivocado! ¡Ella no es tan ingenua! ¿Cómo podríamos volver a confiar en esa mujer?! Ahora, esa mujer se convirtió de repente en nuestra jefa de diseño. Solo le tomó dos meses conseguir esa posición. ¿No ves lo que está haciendo? ¿No ves por qué quería trabajar para nosotros? Trabaja duro solo por el puesto. ¡Solo para que la asciendan! ¡Realmente no quiere ayudarnos! Mario solo se burló de Ynocente, pero se quedó callado por un rato. Incluso si Sofía estaba aquí por otro propósito, a Mario no le importaría. Creía que la familia Pei le debía mucho a ella y se negaron a admitir ese hecho. Finalmente, Mario respondió con frialdad: —¿Y qué? ¡Nadie en nuestra compañía trabaja más duro que ella! Se ha ganado su posición en nuestra compañía. Nadie podía negar el esfuerzo de Sofía. Siempre era la última en salir de la oficina. Dio todo por la compañía. Todos sus diseños eran perfectos porque no permitiría que ningún defecto arruinara la imagen del grupo. Incluso cancelaría sus planes personales si tuviera que trabajar más allá de las horas de oficina. Ynocente se enojó mucho por lo que Mario acababa de decir. Le apuntó furiosamente con el dedo índice y exclamó: —Tarde o temprano, cometerás un error drástico y la compañía colapsará por tu culpa. ¡Y antes de que eso suceda, primero destruiré a Sofía! Hacía tres años, Ynocente realizó grandes esfuerzos para destruir la relación entre Sofía y Colin. Simplemente no podía correr el riesgo de que ella volviera a empezar a vengar. Mario miró a Ynocente sin ninguna expresión en su rostro. Ya se estaba cansando de esto. Simplemente iba y venía, de un lado a otro. —Ynocente, si te atreves a hacer esto, me iré de la compañía. Incluso de la familia. Sofía había estudiado en el extranjero y trabajó para Leandro como su discípula durante tres años. En teoría, sonaba como un trabajo maravilloso, pero en realidad no lo era. Sofía siempre pasaba tiempo sola en el estudio para leer e investigar. A veces se perdía en el trabajo y a menudo se olvidaba de comer y dormir. ¿Para qué? Quería ser la mejor en lo que hacía. En ese entonces, no tenía experiencia. Para encontrar la inspiración en el diseño, pasó mucho tiempo haciendo investigación de mercado, incluso en los días calurosos de verano. Cada noche, se quedaba hasta tarde para analizar cómo las personas ganaban premios de competiciones anteriores. Esto la inspiró a abrirse su propio camino hacia el éxito. Eso era todo lo que sabía. Estudió más duro de lo que la gente pensaba. Trabajó con todas sus fuerzas para llegar hasta aquí. Por lo tanto, no permitiría que nadie la destruyera, ni siquiera su propio padre.

Ynocente estaba enfurecido y apenas podía respirar. ¿Por qué tenía un hijo tan ingrato? Entonces Ynocente silenció su voz y continuó: —¿Crees que Sofía apreciará lo que has hecho por ella? Todo en lo que ella está pensando es Colin. ¿Aún no lo sabes? ¿Por qué sigues ayudándola? ¡Ningún otro hombre que no sea Colin tendrá un lugar en su corazón! Había una tristeza obvia en los ojos de Mario. —No me importa. Solo quiero que sea feliz y que obtenga lo que realmente merece. Eso es todo. ¡Pum! ! Ynocente arrojó el cenicero contra la pared y gritó: —¡Fuera! Mario salió de la oficina con ojos sombríos. Las secretarias que estaban fuera de la oficina se asustaron, bajaron la cabeza y se quedaron en silencio. No se atrevieron a mirar hacia arriba y solo seguían haciendo su propio trabajo. Ya habían visto a Mario e Ynocente pelearse entre ellos varias veces, pero Ynocente nunca perdió la calma, a excepción de hoy. Algo debía de haber salido terriblemente mal. Después de un tiempo, Sofía se dio cuenta de que algo estaba mal. Podía sentir que sus colegas eran hostiles y que alguien la había engañado... Hoy. Ynocente reunió a todos los diseñadores en un solo lugar y dijo: —Nuestra compañía no tolerará a los ladrones. ¡Incluso si esa ladrona es buena en su trabajo, no puede quedarse! ¡Tengan cuidado! Hubo un silencio absoluto en la sala de reuniones. Entonces alguien descubrió de quién hablaba Ynocente y todos empezaron a murmurar. Seguían mirando y burlándose de Sofía. Sofía no estaba enojada por lo que dijo Ynocente. Al menos así se reflejó delante de todos. Ella le sonrió y dijo: — Ynocente, debes tener alguna evidencia que demuestre que robé el diseño de otros, ¿verdad? Muestra esa evidencia entonces. —¡Por supuesto! —Ynocente replicó rápidamente. Lo había pensado minuciosamente. Ahora los medios de comunicación informaban de todo el asunto y todos prestaban mucha atención a este problema. Tres años después del divorcio de Sofía, una vez más ella estaba en el centro de atención. Era la discípula de Leandro. Se reflejaría mal en la reputación de él. En solo un corto período de tiempo, su prestigio disminuyó completamente. Muchas personas dejaron sus comentarios ácidos en su Twitter. Alguien incluso dijo que se alegraba de que Colin se hubiera rendido con ella y que ella fuera una plagiaria. —¡Bien, entonces! Muestra tus evidencias. Vamos a verlas —dijo Sofía. La mujer miró directamente a los ojos de Ynocente, al igual que el hombre fijó sus ojos en ella.

Ynocente retiró la mirada y le ordenó a la secretaria que pusiera los diseños copiados en la pantalla. Había doce diseños de moda que se presentaron en la pantalla. Estos eran los supuestos diseños por los que Sofía fue acusada de robar. —Yola, ¿podrías decirme cuando terminaste estos diseños? —Sofía exigió la respuesta. Miró a la mujer de pie en el rincón, que parecía lívida. Yola se enderezó y respondió rápidamente: —Los terminé hace dos días. Sofía miró la mirada feroz de su jefe y se dio cuenta de que Yola solo estaba siguiendo su orden. Sin embargo, su computadora fue hackeada por alguien hacía media hora y perdió todos sus archivos. Así que no podía usarlos como prueba. Estaba en un dilema. Afortunadamente, aún sabía cómo podía mostrarles la verdad. —Ynocente, por favor, espera un momento. Necesito hacer una llamada. — Entonces Sofía llamó a alguien a pesar de escuchar la protesta fuerte de Ynocente detrás de ella.

Capítulo 181 Mata a Sofía Lo Minutos más tarde, Mario apareció en la sala de reuniones seguido por varios reporteros. Se había enterado de lo que estaba sucediendo en la reunión antes de que llegara. Había estado pensando en lo que haría y se preparó para ello. Entró y conectó directamente la pantalla a su computadora. Los reporteros se estaban preparando para filmar la escena y apuntaron con sus cámaras a Sofía y a la pantalla. Mario abrió su computadora bajo la mirada confusa de todos. No sabían lo que tenía pensado hacer. Abrió el Wechat e hizo clic en los registros de chat de Sofía y él. La mayoría eran mensajes de voz, por lo que los demás no sabrían sobre qué habían estado hablando. De hecho, casi en su totalidad eran mensajes cariñosos de Mario mostrando preocupación por Sofía. Fue un poco embarazoso, pero continuó desplazándose a través del chat para poder revelar a estas personas lo que realmente sucedió. Mario siguió revisando los mensajes y finalmente encontró lo que estaba buscando. Después amplió la página y la gente vio claramente la fecha y la hora del mensaje. Quedó clarísimo que la conversación tuvo lugar un mes atrás. Sofía le había enviado dos archivos. Mario abrió uno de ellos y mostró doce borradores de piezas de diseño. La multitud inmediatamente estalló en alboroto. Mario cerró el archivo y siguió buscando en la página del chat. Luego abrió otro enviado por Sofía hacía apenas diez días. Era una presentación de PowerPoint. Los diseños que contenía el archivo eran exactamente los mismos que los de Yola. Sin embargo, Yola dijo que ella había terminado los diseños hacía solo dos días. Todos los presentes en la sala se sorprendieron y empezaron a hablar entre ellos. Los reporteros tomaron fotos de los diseños que aparecieron en las pantallas. Mario y Sofía presentaron una evidencia muy concreta.

Mario miró a todos y dijo fríamente: —Sofía Lo ya me había informado sobre el concepto de su diseño hace aproximadamente un mes. Todos necesitamos pruebas, ¿no? No podemos creer ciegamente en las palabras de la gente. La verdad está delante de ustedes. Los registros de este chat indican que Sofía me envió el borrador y los diseños hace muchos días. Sofía es inocente y estas evidencias la respaldan. Uno de los reporteros preguntó con curiosidad: —¿Hay alguna posibilidad de que Sofía Lo haya robado los diseños de Yola antes de enviártelos? —Es posible. Tal vez ella te ha estado mintiendo desde el principio. — Alguien también levantó sospechas. Sofía y Mario se miraron el uno al otro. Luego Sofía sonrió y dijo: —Es fácil. Podemos ver las grabaciones de la cámara de seguridad. Entonces Ynocente intervino y ordenó que se mostrara el vídeo de la cámara de seguridad en la pantalla. A juzgar por la grabación nadie había entrado en la oficina de Sofía. Sofía se dio cuenta de que el vídeo había sido alterado, ya que la línea de tiempo no era precisa. Luego caminó hacia Yola con su teléfono y le susurró: — Puedo ver que este vídeo ha sido modificado. Afortunadamente conozco a alguien que se está especializando en la recuperación de vídeos. Puedo llamarlo para que lo recupere en cuestión de segundos. Tu turno, Yola. Sofía vio que la cara de Yola se ponía pálida, y dijo bruscamente: —Si al final descubro que alguien fue a mi oficina y revisó mi computadora, ¡no dudaré en llamar a la policía y demandar a esa persona! ¡No me quedaré aquí viendo cómo mi carrera de diseño se arruina debido a una falsa acusación! Hacía tres años su vida quedó destruida por un vídeo en el que aparecía teniendo una aventura con otro hombre. En ese entonces ella no podía hacer nada más que aguantarse, pero ahora era capaz de defenderse por sí misma. La experiencia que tuvo hacía tres años la había endurecido y no se rendiría ahora. A diferencia de Ynocente, Yola estaba visiblemente nerviosa. Sofía sintió que Yola no dejaba de mover sus manos. Yola entró en pánico cuando escuchó lo que Sofía le dijo y respondió apresuradamente: —Sofía Lo, por favor, no llames a la policía. Lo siento. No quise hacerlo. Alguien me amenazó y me obligó. ¡Lo siento mucho! La cara de Ynocente se puso pálida al escuchar las palabras de Yola. 'Un pedazo de mierda inútil. ¡Cobarde!' Se dijo Ynocente a sí mismo arrepentido. —¿Quién te amenazó y por qué? —Sofía miró a Yola con expresión seria. Quería presionarla aún más. Para sorpresa de todos los presentes en la sala, Yola levantó la mano y apuntó en dirección a Ynocente... Luego se detuvo, cambió de dirección y señaló

al asistente que estaba de pie junto a Ynocente. —Es él, el señor Li. Me amenazó para que lo hiciera. Ynocente suspiró aliviado y reprendió al señor Li. —¿Cómo puedes hacer algo así? ¿Estás completamente loco? El señor Li no sabía qué estaba pasando. Miró a Ynocente, que seguía guiñándole un ojo, y respondió: —Señor Ynocente, yo... Antes de que pudiera decir algo más, Ynocente miró hacia la cámara y solemnemente declaró: —Sentimos mucho lo que acaba de suceder aquí. Sofía Lo es inocente. Esto es sólo un malentendido. Por favor, confíen en que el Grupo Pei resolverá muy bien este asunto. Gracias por su apoyo.

... Sofía se dio cuenta inmediatamente de lo que Ynocente estaba haciendo. La forma en que respondió disolvió la acusación rápidamente. De hecho, era un hombre inteligente y astuto. Sofía le preguntó a Yola de nuevo: —¿Por qué el señor Li te pidió que hicieras algo así? ¿Conoces a alguien más que pueda estar detrás de esto? —Yo... Realmente no sé... Por favor, deja de hacerme preguntas. ¡Sólo quiero salvar a mi hermano! ¡Eso es todo! —Yola estalló en lágrimas y miró fijamente hacia el lugar donde estaba Ynocente. Ynocente trató de calmarse y respondió con una sonrisa rígida y forzada: — Gracias a todos por venir. Del resto se encargará nuestro departamento de investigación interna. Les aseguramos que descubriremos lo que ha sucedido y limpiaremos la reputación de Sofía Lo. Llevaremos a quienquiera que haya hecho esto ante la justicia. Una vez más, gracias. Después de que Ynocente lograra enviar a todos los reporteros fuera de la sala, le dirigió a Mario una mirada muy intimidante e inmediatamente salió de la sala de reuniones con el señor Li. Mario podía decir que Ynocente estaba furioso. Lo vio apretar sus puños con ira en el ascensor y sus ojos se pusieron rojos. Li estaba de pie detrás de Ynocente y miró sus puños. No se atrevió a decir ni una sola palabra. Regresaron a su oficina en medio de un incómodo silencio. Ynocente pateó una maceta que estaba en su camino. El golpe la rompió y el paisaje que había

dentro de la costosa maceta quedó destruido. Después de un largo rato, Ynocente se dio la vuelta y le dijo al señor Li: — Quédate en casa y espera a que todo termine. Te pagaré igualmente tu salario, pero debes mantenerte al margen por un tiempo. El señor Li ya no tenía nada que decir. Sabía que no podía cambiar la decisión de su jefe. No tenía más remedio que darse la vuelta y salir de la oficina. Tan pronto como Ynocente se quedó solo en su oficina, marcó un número por su teléfono. —¡Encuentra un desperado y mata a Sofía Lo! ¡Pagaré una buena suma! Ynocente estaba tan ocupado hablando por teléfono que no se dio cuenta de que alguien había abierto la puerta de su oficina y la había cerrado en silencio. Más tarde, el señor Li, el asistente del Grupo Pei, admitió que había planeado todo porque odiaba a Sofía Lo. En la rueda de prensa, el señor Li fue despedido por el Grupo Pei y se disculpó con Sofía Lo por tenderle una trampa. A decir verdad, la imagen de Li quedó dañada y todo porque tenía que permanecer leal a su jefe. Muchos cibernautas se disculparon con Sofía en su Twitter por haber desconfiado de ella. En la oficina del CEO del Grupo SL Colin estaba viendo el vídeo en su computadora. Lo congeló y miró fijamente la pantalla. Se puso furioso. Estaba mirando los registros de chat entre Mario y Sofía y no pudo evitar encogerse ante lo que estaba viendo. La mayoría de los mensajes de voz duraban casi 1 minuto*. Parecía que se estaban acercando cada vez más... *La duración máxima del mensaje de voz en Wechat es de un minuto ) Se crecieron juntos y ahora hablaban con mucha frecuencia. Era difícil creer que no hubiera una relación entre ellos. En un restaurante privado Mario puso el delicioso pescado al vapor frente a Sofía y dijo: —Come un poco. Está muy rico, te gustará. —Tú también deberías comer, Mario. —La voz de Sofía era dulce y cariñosa cuando estaba cerca de él. Sofía no dudó y cogió un poco de pescado con los palillos. —¡Come bien! —dijo Mario. Estaban teniendo una charla relajante y el ambiente era acogedor y cálido. Sofía tomó su vaso y dijo: —Mario, gracias a tu ayuda de hoy, pude salir de la sala a salvo. Si no fuera por ti, no estaría aquí. Brindo por ti. ¡Salud! —Oh, no hay de qué. —Mario respondió sin darle importancia, pero en el

fondo estaba encantado. Chocaron los vasos y bebieron un poco de vino. Después de quitarse las gafas, Sofía miró a Mario avergonzada y le dijo: — Mario, tu padre hoy... No puedo evitar desconfiar de él. Mario fue muy amable con ella, a veces lo era demasiado. Y ella no pudo negarse a su amabilidad. No quería ser grosera con una persona que la cuidaba, pero Ynocente era su enemigo y el padre de Mario. Será un problema no solo para ella sino también para el hombre que estaba delante de ella. Debería ser muy difícil para Mario estar atrapado en este dilema. Mario no quiso presionarla más y dijo de manera tranquilizadora: —Deja de pensar así. No te preocupes por mí. Siempre estoy al lado de lo que es justo y equitativo. Al cabo de un rato, Sofía respondió con voz suave: —Eres muy amable conmigo, Mario. ¿Cómo puedo recompensarte?

Capítulo 182 ¿Qué le hiciste a mi hijo? Mario fingió estar pensando en ello seriamente. La verdad era que lo pensó mil veces. Luego dijo: —¿Qué tal si te casas conmigo? Sofía lo miró, obviamente aturdida. Mario habló una vez más: —Sofía, deberías pensarlo. Haríamos una buena pareja y creo que lo sabes. —... Mario, lo que creo es que piensas muy bien de mí. Para ser honesta, te mereces una mujer mejor como pareja. Mírame. Ya estoy divorciada y también... Ya tuve un bebé. ¿Por qué todavía quieres amarme? Todos me miran, me señalan. —Sofía casi esperaba esto de él, pero siempre rechazó la idea. En los últimos tres años, Mario le había expresado su amor todos los días de San Valentín. Pero una y otra vez, ella lo rechazaba. Mario agarró la copa con el vino tinto. Su copa chocó con la de ella y dijo: —Sofía, ¿por qué crees que me importan esas cosas? Esas cosas se han pasado. Lo que me importa es la persona justo delante de mí. Mientras te quedes conmigo en el futuro, ¡todo lo que sucedió en el pasado lo olvidaremos! Sofía se sentía un poco incómoda ahora. Pensando que Colin se iba a casar a fines del mes próximo, no dijo nada para rechazar a Mario por completo. Pero más tarde, pensó que estaba mal. —Sabes que amo a Colin. Aunque se va a casar a fines del mes próximo, es cierto que todavía lo amo. Tú... será mejor que te rindas. No sé si alguna vez podré seguir adelante con él y no quiero que pases tu vida esperándome. Al darse cuenta de su dilema, sonrió con amargura y luego cambió de tema. —Recientemente, fui a una cena y conocí a la señorita Hang. Dijo muchas cosas sobre ti. ¿La señorita Hang? ¡Oh! Salvadora. Las palabras de Mario desviaron a Sofía de pensar más en Colin. Ella dijo: —¿Qué dijo ella entonces? Para Sofía, ella tenía dudas sobre Salvadora. No sabía si esa mujer era realmente culpable. Tenía sentimientos encontrados acerca de esa mujer. —Dijo que Quintas organizará una fiesta de cumpleaños a mediados del mes próximo. Pascua celebrará una fiesta para ella en su casa y él me invitó a que te

llevara. ¿Quintas? Desde su regreso, ella no había visto a la delicada y dulce Quintas. Se emocionó mucho al pensar en eso, así que asintió y dijo: —Está bien. ¡Oh, no! Por otro lado, ¡Lien asistiría a la fiesta!

... Después de pagar la cuenta, salieron del restaurante elegante y lujoso. Sofía y Mario caminaban hacia el estacionamiento cuando su teléfono móvil sonó repentinamente. La pantalla mostraba el nombre de Wendy. Ella contestó el teléfono con entusiasmo: —Hola, tía. —¡Oye, Sofía! ¡Soy yo! —La dulce voz de un chico se oyó a través del teléfono. Pensando en el encantador Ambrosio, Sofía no pudo evitar sonreír: —Bario, ¿por qué me llamas? Al ver que Sofía sonreía alegremente, el humor de Mario se volvió un poco ácido. '¿Alguna vez Sofía le pertenecerá únicamente a mí? Parece que siempre tengo que competir por su atención'. Mientras pensaba en esto, su teléfono móvil también sonó repentinamente. El hombre contestó el teléfono y dijo: —Mamá. Después de escuchar a su madre por un rato, Mario pareció sentirse infeliz. —Volveré más tarde. Sofía escuchó a Mario y le dijo a Ambrosio: —Bario, espera, por favor. Luego la mujer le dijo a Mario: —Puedes regresar primero si tienes algo con qué lidiar. Tomaré un taxi. ¡Gracias por la comida! Ella vino en el coche de Mario. Pero no quería que el hombre se demorara en atender un asunto importante solo por ella. Pensando en la voz urgente de su madre, Mario estuvo de acuerdo. Llamó a un taxi para Sofía y corrió a casa después de asegurarse de que ella estaba a salvo en el taxi. En el taxi, Sofía sonreía aún más mientras escuchaba a Ambrosio. —Bueno. Cuando tengas tiempo libre, eso es... Pero, en cuanto a tu padre... ¿Podemos salir? Creo que no es apropiado que tu padre me vea ahora mismo. —Sí, conozco un lugar bueno y acogedor con una piscina bastante grande. Vamos para allá. Sofía, mañana ya es sábado. ¿Vamos mañana? —Ambrosio

esperaba su respuesta y una respuesta favorable. Había pensado en salir con ella tantas veces. Sofía se rió y dijo: —Está bien. Depende de ti. Estoy libre mañana. —En cuanto al trabajo que se había organizado para el día siguiente, podría intentar terminarlo con antelación hoy. Solo trabajaría durante la noche entonces. —Está bien, Sofía. ¡Eso es un trato! ¡Te llamaré mañana! —¡Bueno, está bien! —Sofía, envíame un beso. Ahora mismo. —El niño pequeño hablaba como un niño mimado. Siempre era así con Sofía. La mujer siguió sonriendo todo el tiempo. Cuando escuchó su pedido, hizo lo que él acababa de decir: —Muaa.... —Sofía, ¡qué dulce... Mua! ¡Bario te amará por siempre! ¿Lo dije bien? En la televisión, los hombres siempre le dicen eso a las mujeres. Sofía se quedó sin palabras. ¡Qué pequeño tan travieso! "Bueno, ¡Sofía también te amará por siempre! Antes de colgar el teléfono, todavía podía escuchar la voz emocionada de Ambrosio. Él dijo: —¡Oh, sí! ¡Sofía está realmente enamorada de mí! ¡Estoy tan feliz! La mujer sacudió la cabeza sin poder hacer nada y puso el teléfono dentro de su bolso. Debido a la llamada telefónica de Ambrosio, Sofía estaba de buen humor. Seguía sonriendo mientras bajaba del taxi. Ambrosio nunca dejó de alegrar su estado de ánimo. Sin embargo, dejó de sonreír cuando bajó las escaleras y vio una figura conocida. El hombre apagó el cigarrillo que sostenía en la mano, se acercó a ella y le levantó el mentón. —¿Qué pasa con esa encantadora sonrisa? ¿Te sientes tan feliz de estar con Mario ahora? Sus labios temblaron ligeramente, pero Sofía logró responder honestamente. —No. No es lo que crees que es. —Entonces, ¿por qué estás tan feliz? —... Bueno, ¿te molesta mi buen humor? ¿Por qué? Mi vida personal ya no es asunto tuyo. Levantando sospechosamente las cejas, Colin dijo: —Sí, soy muy infeliz cuando veo que eres feliz. Sofía se puso muy furiosa cuando escuchó eso. —Es bueno que no seas feliz. ¡Estoy muy feliz de ver que eres infeliz! '¿Vino aquí tarde por la noche solo para discutir conmigo?', pensó. Sonó el teléfono móvil en el bolso de Sofía. Lo contestó: —Mario.

Al oír el nombre, Colin la miró con consternación. ¡Esta mujer siempre atrajo y coqueteaba con otros hombres! ¡Cómo se atrevía a hacer esto delante de él! —¿Te fuiste a casa ahora? —Mario acababa de salir del auto y estaba a punto de entrar a la casa. —Sí, así es. Estoy abajo ahora mismo. Volveré de inmediato. —Está bien, vuelve y que tengas una buena noche de descanso. —Bueno, lo mismo para ti. ¡Gracias! Mientras colgaba el teléfono, Sofía sintió que la mirada del hombre la iba a matar. Los ojos de Colin eran ardientes. Pero fingió ser indiferente y planeaba cambiar de tema. Cuando se acercó a él, Colin la agarró del brazo. ¡Sofía no pudo evitar sonrojarse y su corazón se aceleró una vez más! Respirando profundamente, Sofía exigió: —¿Qué es lo que vino a hacer el señor Li aquí? ¿Para qué está aquí? —¿Qué le hiciste a mi hijo? —Sus preguntas la hacían sentir muy incómoda. —No le he hecho nada. ¿Por qué piensas así? —Jugaban o charlaban entre ellos. Era solo una relación amistosa. ¿Qué podría haberle hecho a Ambrosio aparte de eso? Colin la empujó para enfrentarla. —¿Por qué Ambrosio quiere que seas su novia? ¡Y hasta quiso pelear conmigo por ti! Sofía realmente se sentía impotente en este momento. —Señor Li, ¿por qué quieres discutir con un niño? ¿No crees que eres un poco infantil? La verdad era que Sofía no podía creer que todavía pudiera soportar a este hombre considerando su última conversación decepcionante y exasperante. —¡Estoy aquí para advertirte que dejes en paz a mi hijo! —... Ya veo. ¿Algo más? Porque realmente tengo trabajo para hacer. —Su voz sonaba un poco molesta ahora. El tono de Colin se volvió indiferente cuando gritó: —¡Tengo hambre! —... Bueno, ¡este lugar no es un restaurante! ¡Come en otro lugar! —¡Cocina una comida para mí! Él no comió los platos que ella cocinó antes. ¿Por qué le pidió que cocinara para él ahora? Le había preparado comida muchas veces y él siempre la rechazaba. ¿Qué pasaba ahora? Lo miró a Colin directamente a los ojos. —Colin, te vas a casar. No es apropiado que actuemos así. Por favor, deja de jugar. —Entonces, ¿qué es lo apropiado? ¿Algo como esto? —De repente, la tomó en sus brazos y la besó en los labios con fuerza. Sofía ni siquiera tuvo la oportunidad de pensar.

... Después de un largo rato de que sus labios se juntaron, Sofía lo empujó y jadeó: —¡No seré tu primera amante! Ella amaba a Colin, ¡pero no así! —Oh, no eres la primera amante. Eres como máximo, la tercera o tal vez la cuarta.

Capítulo 183 Él se arroja a mí —... —Sofía Lo casi se desmayó cuando lo escuchó, pero fingió estar tranquila y se burló: —¡Tienes razón! ¡Millones de chicas harían fila por si alguna vez quisieras una amante! Colin ignoró su sarcasmo y le quitó su bolso para agarrar la llave. Abrió la puerta y entró a la casa. Lo hizo con tanta naturalidad como si estuviera entrando a su propia casa. Sofía lo siguió como si fuera la invitada. —¡Dame de cenar! —Colin le ordenó. Se sentó en el sofá como si fuera el dueño de este lugar. Sofía puso los ojos en blanco. Ella se dirigió hacia el dormitorio, quejándose todo el camino. —¡Qué hombre tan cambiante! —Cuando él se siente infeliz, me aleja. Y una vez que se siente mejor, bueno... él se arroja a mí. Debe sentirse feliz ahora que se está lanzando hacia mí. Sofía entró a su dormitorio. Ella siempre quiso devolverle algo a Colin, y esta era una buena oportunidad para hacerlo. Regresó a la sala de estar dos minutos después con una tarjeta bancaria en la mano. Extendió su mano con la tarjeta y le dijo: —Estos son los cincuenta millones yuanes que me diste. Quiero devolvértelos a ti. La habitación se quedó en silencio, y Sofía sintió un miedo desconocido recorrer sus piernas. Se preguntó por qué se sentía asustada. Por lo que ella sabía, estaba haciendo lo correcto al devolverle el dinero. —¿Realmente me quieres hacer enojar ahora? —Colin le preguntó con frialdad. '¿No fuiste tú quien te enojaste conmigo hace tres años?' Sofía murmuró para sí misma. Al ver su reacción, Sofía sintió la necesidad de explicarse. Ella dijo: —Por favor, no me malinterpretes, Colin. Realmente aprecio tu ayuda estos últimos años. Pero ahora que te vas a casar de nuevo, creo que es justo que te devuelva esto. Y así podré empezar una nueva vida... ¡Ah! —Sofía gritó. La tarjeta bancaria cayó al suelo y ella fue arrastrada a los brazos de Colin.

—Juegas a hacerte la difícil, ¿eh? —Colin la miró con sus ojos entrecerrados. Al ver al hombre que ella extrañaba día y noche tan cerca de ella, Sofía se dio cuenta de que era más encantador y carismático de lo que recordaba. Ella sacudió la cabeza y dijo: —No, no estoy jugando. No podía entender por qué Colin pensaba que ella estaba jugando a hacerse la difícil. Lo que ella quería era mantener la distancia adecuada hacia un hombre comprometido. Mientras ella seguía ensimismada en sus pensamientos, Colin dijo: —Bien. Ya que no quieres satisfacer mi estómago, ¡no me importaría ser alimentado de otra manera! —La puso en el sofá y se acostó encima de ella. Sofía lo miró nerviosa. —¡Colin, por favor no lo hagas! No me siento lista para... —ella suplicó. —Yo sí lo estoy. —Él la interrumpió a la mitad de su frase y presionó sus labios contra los de ella. Sofía ahora estaba totalmente perdida. Ella realmente no estaba lista para esto. Estaba segura de que Colin no querría volver a verla después de aquel último encuentro desagradable. Sofía le detuvo sus manos. —Al menos, usa un condón —dijo ella. —Yo nunca uso esas cosas —replicó Colin, liberando sus manos de las de ella. 'Y tú no puedes tomar anticonceptivos', agregó en su mente. Sofía sabía que Colin nunca sería de ella desde el momento en que firmaron el documento de divorcio. Pero, incluso después de todo este tiempo, ella todavía tenía el corazón destrozado. —Pues debes usarlo porque no quiero que me contagies de sífilis—, insistió Sofía, deteniendo sus manos de nuevo. Colin levantó la cabeza y la miró. —Estoy limpio —le informó. —Pero Dolores no lo está —respondió Sofía con total naturalidad. La idea de que él hubiera tenido relaciones sexuales con Dolores, mató todo su deseo de continuar. Colin sintió su indiferencia. Esto lo molestó bastante. —¿A quién si le vas a abrir las piernas, eh?—, el gruñó. —¡Eres una fácil! —Sofía no pudo contenerse. Con lágrimas en los ojos, ella le dio una bofetada en el rostro. Notó que Colin estaba furioso. Sofía se dio cuenta de que Colin seguía siendo el mismo que era hacía tres años. Continuaba sin confiar en ella. Ella lo empujó lejos. —Si piensas que soy ese tipo de mujer, ¿por qué demonios estás aquí? ¿O estás realmente necesitado de una mujer que no te importa quién sea yo? —ella gritó. —¡Mierda! ¡No debí haber venido! —espetó Colin. No podía creer que Sofía acababa de abofetearlo. Pateó el sofá para dejar salir su ira. Sofía estaba

sorprendida por su comportamiento. Después de este arrebato, Colin comenzó a rascarse la cabeza. Estaba tratando de aliviar su ira. En realidad, él estaba enojado consigo mismo. Sabía que entre Sofía y Mario no pasaría nada, pero aún así no pudo evitar venir aquí. Además, había inventado varias excusas razonables para estar ahí antes de salir del trabajo. —¡Entonces vete de aquí! Nadie te invitó —dijo Sofía con voz ahogada. Las palabras de Colin la habían enfurecido y entristecido a la vez. Ella estaba temblando. —Está bien. No estés triste —Sofía trató de calmarse. En los últimos tres años, ella había tratado de parecer fuerte. Pero cada vez que lo veía, se desmoronaba. —¿Que me vaya de aquí? ¿Estás sugiriendo que me vaya después de que me has dado una cachetada? Sofía, ¡no va a ser tan fácil! —Gruñó Colin, agarrando sus muñecas y levantándola del sofá. Él la arrastró bruscamente a la habitación y la arrojó con rudeza sobre la cama. De inmediato, se dirigió a ella. — ¿Quieres saber cuál es el precio por haberme abofeteado? ¡Te lo mostrare! — Susurró en el oído de Sofía. Ella negó con la cabeza y gritó: —¡No, no me quiero contagiar! ¡Aléjate de mí! A Colin no le importó aclarar la idea errónea que ella tenía. —¿No quieres que te contagie? ¿Verdad? ¡No tienes opción! —Susurró de nuevo y se abalanzó sobre ella. —Colin, por favor, piensa muy bien lo que estás haciendo —Sofía le suplicó de nuevo. Al ver que no estaba dispuesto a detenerse, ella le advirtió. —Si decides continuar, te alejaré de Dolores —dijo. —Puedes intentarlo —respondió Colin. —... —¿La estaba subestimando? El precio por haber irritado a Colin fue... que la penetrara antes de que ella estuviera lista... Fue tan doloroso que las lágrimas rodaron por sus mejillas. Ella nunca había visto a Colin comportarse tan terriblemente. Una vez satisfecho, Colin fue al baño. Ignorando la sensación incómoda, Sofía fue a la sala de estar. Luego regresó a la habitación con algo en la mano. Cuando Colin salió del baño, ella se lo arrojó a la cara. —No estoy satisfecha con tu servicio, quédate con la propina y ve con un médico —le dijo. Colin miró lo que había caído a sus pies. Era un billete de 100 yuanes. Y después... Fue Sofía quien gimió toda la noche. En la casa del Clan Pei En el momento en que Mario entró al apartamento, sintió que algo estaba

mal. Sintiéndose triste de repente, subió al segundo piso. Cuando se acercaba a la habitación, pudo escuchar el débil sonido de una mujer sollozando. Entró al dormitorio de su madre y la vio. Ella estaba sentada frente a un tocador mirándose en el espejo. Sus ojos estaban rojos. Detrás de ella estaba Ynocente sentado en el sofá, con aspecto triste. —¡Mamá, estoy en casa! —Mario ignoró a Ynocente por completo y fue directamente hacia Preciosa. Cuando se acercó, notó las lágrimas en los ojos de su madre. Al escuchar la voz de Mario, Preciosa tomó un pañuelo y se secó las lágrimas a toda prisa. Luego levantó la cabeza, miró a su hijo y dijo: —Mario, mamá tiene algo que decirte. —Bueno, mamá. ¿Qué es? Preciosa tomó las manos de Mario entre las suyas. —A partir de mañana... Me convertiré en monja y viviré en el templo. Por favor, cuídate, hijo mío —dijo ella. ¿Una monja? Mario se quedó sorprendido por las palabras de su madre. — ¿Pero por qué? —le preguntó a ella. Sabía que Preciosa era un creyente del budismo, pero no a tal grado para ser una monja... eso era demasiado. ¡Algo debía estar mal! Preciosa no estaba segura de decirle a Mario la razón de su decisión. Entonces, ella negó con la cabeza y suavemente dijo: —Mario, no necesitas saber la razón. ¿Sólo prométeme que te cuidarás, bien? Mario se giró para mirar a Ynocente. Parecía entender la razón detrás de la decisión de su madre. ¡Se acercó a Ynocente y lo agarró violentamente del cuello! Ynocente se sorprendió. —Mario, ¿qué diablos estás haciendo? —Él gritó. —¿No te imaginas? ¡Te voy a matar, viejo miserable! —Diciendo esto, Mario lanzó un golpe a Ynocente, pero él esquivó el golpe. Preciosa no quería que ninguno de ellos saliera lastimado por ella. Muy ansiosa corrió para detenerlos. Se aferró a los brazos de Mario. —¡Mario, por favor no hagas esto! —Ella le suplicó. —¡Atrás, mamá! ¡Tiene que ser por él, o no habrías tomado tal decisión! — Mario trató de alejar a Preciosa, pero ella se aferró a su brazo. —¡Mario, por favor! déjalo ir. Mario vaciló pero finalmente liberó a Ynocente, quien se acomodó la ropa. Enojado con Mario por darle un puñetazo, le gritó. —¡Pedazo de mierda! Te atreves a golpear a tu viejo, ¿eh? ¡Eres un hijo indigno!



Capítulo 184 Un accidente romántico —¿Qué derecho tienes tú para regañarme? ¡Eres tú, Ynocente Pei, quien ha causado todo este lío! ¡No creas que no sé qué carajo has hecho! ¿Por qué mi hermana no va a regresar a casa? ¿Por qué mi madre ha decidido convertirse en monja? Ynocente Pei, ¿eres siquiera humano? —Mario le gritó a Ynocente. Sus ojos estaban rojos de ira. Cómo deseaba no tener nada que ver con este hombre malvado. Preciosa apartó a Mario a un lado. —Mario, ve a tu habitación. Te hablaré más tarde —le ordenó. Mario miró fríamente a Ynocente y dejó la habitación a regañadientes. Ynocente también se enfureció por el comportamiento de Mario. Preciosa acudió a la habitación de Mario veinte minutos después. Le dolía ver la figura solitaria de su hijo en el balcón. Ella siempre había estado muy orgullosa de su hijo y, antes de saber lo que Ynocente había hecho, de su marido. Pero ahora... Mario miraba hacia el patio trasero y la oscuridad lo envolvía. —Madre, si no eres feliz con padre, divórciate de él. Yo puedo cuidarte —dijo él con una voz triste, sin voltear para mirar a su madre. Preciosa se sintió horrorizada ante las palabras de Mario. Ella nunca había pensado en divorciarse de Ynocente. A pesar de que ella había estado escuchando por casualidad lo que él había dicho hoy, divorciarse de él nunca había pasado por su mente. —No tengo idea... Mario, he tomado una decisión. Iré al convento de monjas. Aunque aún no sé cuál será el futuro, lo iré resolviendo a medida que yo vaya avanzando —dijo ella con firmeza. Preciosa ya se había divorciado una vez. Ella no quería otro divorcio. —Pero, madre... —Mario quería decir más, pero se detuvo cuando vio la tristeza en los ojos de su madre. —Tu padre quiere matar a Sofía. Dile a ella que tenga cuidado—, susurró Preciosa.

Mario estaba horrorizado. No podía creer lo que acababa de oír. La rabia dentro de él que se había apaciguado, ahora se convirtió en una furia explosiva. Él realmente quería enseñarle una lección a ese demonio. Pero Preciosa lo hizo retroceder. Ella entendía que Mario estaba muy molesto. —¡No lo hagas! Si tu padre sabe que te dije esto, no me perdonará. Preciosa había escuchado sin querer a Ynocente hablar por teléfono, y lo que él había dicho era la razón de su decisión para ir al convento. Quería quedarse allá y rezar todos los días por sus dos hijos, por Sofía y su familia. Mario tomó firmemente las manos de su madre, preguntándose por qué tenía un padre tan cruel. ¡Era una vergüenza! Pensó él. Ynocente Pei había herido profundamente a su madre. No se merecía nada de misericordia. Mario se prometió a sí mismo que de ahora en adelante, no le mostraría nada de misericordia a Ynocente Pei. A la mañana siguiente. Al siguiente día, Sofía fue al hospital antes de ir a ver a Ambrosio. Quería tener una revisión para ella después de lo que había hecho Colin. En el momento en que Sofía llegó a Nave del Crucero Número 8, Ambrosio corrió emocionado hacia ella. Al mirar a Ambrosio, Sofía no pudo evitar preguntarse cómo la despiadada Dolores y el malvado Colin podrían tener a un chico tan encantador. Siendo el principito del Clan Li, la vida de Ambrosio estaba llena de lujos increíbles. La piscina de lujo había sido reservada exclusivamente para él para que así pudiera jugar con su modelo de yate. Solo los alegres gritos de Ambrosio se podían escuchar en la enorme piscina. Al ver que Sofía cuidaba de Ambrosio, Wendy se excusó para que ellas pudieran tener un poco de tiempo a solas. Sofía vigilaba de cerca a Ambrosio, quien corría alrededor de la piscina. — ¡Ten cuidado, Bario! —gritó ella con una voz preocupada. —No corras tras eso. Ella temía que Ambrosio se pudiera caer a la piscina, y como no era buena nadadora, no quería correr ningún riesgo. Afortunadamente, habían asignados dos salvavidas cerca de la piscina. Ellos mantenían una estrecha vigilancia sobre los invitados. —Sofía, ¡me gusta mucho el regalo que me diste! —Ambrosio corría felizmente tras el yate y Sofía lo seguía, asustada de que él se pudiera caer al agua. Pero ella no podía seguirle el paso. Después de todo, ella acababa de salir del

hospital. —Me alegra que te guste. ¡Te compraré lo que quieras, mi sol! —Gracias, Sofía —contestó alegremente Ambrosio. —Estoy cansado, Sofía. ¿Por qué no vienes a jugar conmigo? —Preguntó él. —Jugaré contigo más tarde. ¿Tienes sed? ¿Qué tal si tomas un poco de jugo? —¡Uf! Finalmente Ambrosio se había agotado. Sofía llevó a Ambrosio al área de descanso cuando él asintió con la cabeza de que tenía sed. Se sintieron refrescados después de beber mucho jugo. Después, el pequeño se recostó en la silla disfrutando del sol y Sofía fue a traer de vuelta el modelo de yate. Cuando Sofía acababa de llegar al borde de la piscina, escuchó la emocionada vocecilla de Ambrosio gritando: —¡Papi! Sorprendida de que Colin también estuviera aquí, Sofía se dio la vuelta rápidamente. Sin embargo, ella se resbaló y cayó en la piscina. —¡Papi! ¡Sofía no sabe nadar! Gritó Ambrosio cuando escuchó el chapoteo y vio a Sofía desaparecer bajo el agua. —¿Papi? ¿Dónde estás? Mientras Ambrosio exclamaba, un hombre ya había corrido hacia la piscina, se quitó el saco del traje y saltó al agua. Sofía luchaba en el agua. Ella se estaba ahogando. Podía sentir el agua atrapándola. Ella no podía respirar. Ella se estaba muriendo. ¡¿Alguien podría ayudarla?! ¿Era este el final? ¿Ella iba a morir? Justo cuando Sofía sintió que se asfixiaba, un fuerte brazo se enroscó alrededor de su cintura y la sostuvo. Una boca abrió su boca y le dio a ella algo de oxígeno. Esto la hizo sentir mejor. Colin sostuvo la cintura de ella y comenzó a nadar fuera del agua. Cuando sus cabezas irrumpieron a través de la superficie, sus labios aún estaban sellados en un beso. —¡Oh no, papi! ¡Estás besando a Sofía! ¿Cómo puedes? —Diciendo esto, Ambrosio estalló en lágrimas. Pensando que el niño tal vez estaba molesto, Colin sostuvo a Sofía en sus brazos y se hundió en el agua. Los dos salvavidas nadaban hacia ellos, pero al verlos besarse, salieron del agua. Colin y Sofía no salieron del agua hasta que ella estaba a punto de desmayarse. Colin sacó a Sofía del agua con la ayuda de los salvavidas. Él la llevó a una silla en el área de descanso y los salvavidas la cubrieron inmediatamente con una toalla de baño. —¡Abre mi cuarto! —Ordenó Colin al salvavidas mientras envolvía a Sofía con la toalla de baño.

Él tenía ahí una habitación exclusiva. Aunque no vivía ahí, a veces se quedaba para tomar un descanso. —Sí, señor Li. —El salvavidas llamó al gerente del piso 12 a través del intercomunicador inalámbrico y le pidió que abriera la habitación de Colin. En el piso 12. Colin llevó a Sofía, que aún estaba empapada, hacia la cama y la arropó con todos los edredones disponibles. Luego ordenó al gerente que enviara un traje de dama y una sopa caliente a su habitación. —Sí, señor Li. ¿Cuál es la talla de... El gerente dejó la habitación después de que Colin le dijo las medidas a detalle. —Sofía, ¿estás bien? —Ambrosio preguntó con voz preocupada. Estaba de pie junto a la cama, sosteniendo nerviosamente la mano de ella. Sofía tenía la intención de "hacerse la muerta" por la vergüenza, cuando escuchó a Colin decirle acertadamente al gerente sus medidas, pero no quería preocupar al niño. Así que ajustó su aliento, abrió los ojos y respondió suavemente: —Sí, estoy bien. —Entonces Sofía comenzó a toser violentamente. Colin le dio un vaso de agua para que ella pudiera aliviar su garganta. —Sofía, deja que papi te enseñe a nadar, ¿de acuerdo? —Ambrosio dijo lo que pensaba, aunque él estaba un poco renuente. Deseaba poder crecer rápidamente para que así pudiera proteger a Sofía. Sin esperar tal declaración de Ambrosio, Sofía se atragantó con el agua que estaba bebiendo. —No... Está bien, Ambrosio. Como tal, yo no nado mucho—, balbuceó ella. Ella dio un vistazo a Colin y vio que no había expresiones en su rostro. —Está bien, Sofía. ¿Te sientes mejor? A ver, déjame ayudarte. —Ambrosio levantó su pequeña mano y frotó gentilmente el pecho de ella para ayudarla a respirar delicadamente.

Capítulo 185 Me amas a mí, no a mi papá Conmovida, Sofía miró al pequeño niño. Ella había pensado que él estaría asustado, pero aquí estaba él, actuando tan valientemente como pudo. Sin embargo, Colin retiró la mano de su hijo. Ambrosio, sin decir ni una sola palabra, miraba fijamente a su padre. —¿Qué estás haciendo? —preguntó. —La estoy ayudando a respirar. Ella se acaba de ahogar con el agua. —No necesitas hacer eso. ¡Ella ya está bien! —Dijo Colin con una voz llena de exasperación. Mientras se miraban el uno al otro, la llama de ira en los ojos de ellos se hizo evidente. Al ver a Ambrosio enojarse, Sofía se incorporó al instante en la cama. — Bario, no tienes que preocuparte por mí. ¡Ya estoy bien! La suave voz de Sofía borró la ira que Ambrosio sentía. Él la miró cariñosamente y le dijo: —Sofía, una vez que nos casemos, nos mudaremos. Sofía quedó estupefacta. Ella no sabía qué decir. Frunciendo el ceño, Colin ignoró las palabras de su hijo y se volvió hacia Sofía. —¡Quítate la ropa mojada! —Le ordenó él a ella. —¡Muy bien! —Sofía estuvo de acuerdo. Colin tenía la intención de quedarse, pero no quería que su hijo estuviera en la habitación mientras Sofía se cambiaba de ropa. Por lo tanto, sacó a Ambrosio de la habitación. Pero Ambrosio luchaba y se retorcía del agarre de su papá. —¿A dónde me llevas? ¡Necesito estar con Sofía! —Dijo él, golpeando con sus pequeñas manos y piernas. —¡Los hombres no deberían ver a una dama cambiarse de ropa! —La voz de Colin sonaba muy seria. Ambrosio argumentó: —Pero aún no soy un hombre. ¡Soy solo un niño! —Un día lo serás! —¡Pero en este momento no soy un hombre, lo que significa que puedo estar allí! —¡No lo permitiré!

—No necesito tu permiso. ¡Ella es mi novia! Al oír esto, Colin sujetó a su hijo contra su regazo y levantó la mano para golpearlo. Ambrosio gritó de inmediato: —Sofía, ayuda. ¡Papá me va a pegar! Al instante, Sofía se puso la ropa que se estaba quitando y salió corriendo. Cuando vio que la palma de Colin estaba a unos centímetros del diminuto trasero de su hijo, le punzó el corazón. Arrebató a Ambrosio del regazo de Colin y le dijo: —Colin, él es solo un niño. ¿Por qué estás siendo tan duro con él? Poniendo sus brazos alrededor de la cintura de Sofía, Ambrosio fingió estar asustado. —Sofía, ¡por favor llévame contigo! —Él gimoteaba. Sofía alejó a Ambrosio de ella dado que todavía estaba empapada de pies a cabeza y no había tenido la oportunidad de cambiarse de ropa. Se volvió hacia Colin y le dijo: —¡Mira lo que le has hecho al pobre Bario! Colin miró con desprecio a su hijo. Él estaba seguro de que Sofía era la única que aún podía ser engañada por su travieso hijo. Sin embargo, la escena le pareció de alguna manera... acogedora. Una madre protegiendo a su hijo, quien estaba a punto de ser castigado por su padre. Sin pensarlo demasiado, Sofía llevó a Ambrosio al interior de la habitación. Ella lo sentó en el sofá. —Siéntate aquí —dijo gentilmente. —Está bien. —Ambrosio se sentó en el sofá, y se volvió de espaldas como un caballero. —Sofía, puedes cambiarte de ropa ahora, te prometo que no voy a ver, aunque realmente quiero hacerlo. Pero si lo hiciera, entonces me haría responsable de ti. Y soy demasiado joven para asumir estas responsabilidades ahora —explicó Ambrosio su posición con esmero. Sofía no pudo evitar reírse mientras escuchaba lo que él estaba diciendo. Ella se metió en la cama después de haberse quitado la ropa mojada. Entonces ella llamó a Ambrosio. —Bario, ya acabé. El niño pequeño se levantó del sofá y caminó rápidamente hacia la cama. — Sofía, ¡en efecto me amas! —Bueno. ¿Por qué dices eso? —Preguntó Sofía. —Porque solo me avisaste a mí cuando terminaste de cambiarte de ropa. Esto significa que me amas a mí, no a mi papá. Me siento tan feliz ahora. — Colin, quien estaba fuera de la habitación, se sintió decepcionado cuando escuchó las palabras de su hijo. Sofía se sonrojó. Entonces, de repente, recordó que Colin todavía estaba esperando afuera. —Señor Li... —Gritó ella. El hombre entró en la habitación y se sentó en el sofá. —Tu ropa también está mojada. ¿Por qué no te duchas primero? —Cuando Colin la salvó, él también se había mojado. La ira de Colin disminuyó un poco. —¿Es esto una invitación? —Preguntó

él. Sofía se quedó sin habla. Pero ella pronto se recuperó. Luego puso una gran sonrisa y dijo: —Por supuesto que lo es. ¿Ahora el señor Li se dirigirá al baño? Ella estaba segura de que Colin no se atrevería a pasarse de la raya, ya que había un niño en la habitación. Pero Colin sabía en qué estaba pensando ella. Se levantó y sacó una bata del armario con una sonrisa seductora en su rostro. —¿Quiere acompañarme? — Preguntó él de nuevo. —Gracias. Pero todavía tengo frío. Puedo esperar hasta que usted termine — respondió ella. Colin resopló y caminó hacia el baño. Sin embargo, no fue hasta entonces que ella se dio cuenta de que había batas en el armario. Cuando Colin cerró la puerta del baño, Sofía miró con ternura a Ambrosio. —Bario, ¿podrías cerrar los ojos por un momento? —Está bien. Pero tienes que decirme por qué —dijo él, colocando sus pequeñas manos en sus ojos para cerrarlos. Sofía se sentó en la cama y dijo: —¡Porque tengo que ponerme una bata! —¡Bien! Una vez que Ambrosio cerró los ojos, Sofía se levantó rápidamente de la cama, sacó la bata del armario y se la puso apresuradamente. —Bario, ¡ya puedes abrir los ojos! Cuando Ambrosio abrió los ojos y estaba a punto de hablar, sonó el timbre. Sofía fue a abrir la puerta. Era Wendy. Ella miró con preocupación a Sofía. —Escuché que caíste a la piscina. ¿Ya estás bien? —Preguntó ella. —Sí. Ya estoy bien. ¡Por favor, pasa! —Sofía se hizo a un lado para permitir que Wendy entrara. —Gracias a Dios que ya estás a salvo. ¡Estaba muy asustada! ¿Entonces fue mi hijo quien te salvó? —Preguntó ella con inseguridad. La cara de Wendy de repente insinuaba algo cuando miró a Sofía. Sintiéndose incómoda, Sofía se rascó la cabeza y dijo: —Sí. Debería agradecerle al señor Li por eso. —Deja de llamarlo así. ¡Puedes llamarlo Colin, como antes! —Wendy pulsó el dorso de la mano de Sofía. —Um... Está bien —dijo Sofía. Wendy también le había pedido al gerente que trajera algo de sopa y ropa seca. Luego echó un vistazo al baño, desde donde se podía escuchar claramente el sonido del agua corriendo. —Sofía, todavía tengo algunos asuntos que tratar. Entonces me llevaré a Bario a casa —dijo mientras tomaba la mano de

Ambrosio. —Abuela, quiero estar con Sofía. No quiero ir a casa —protestó Ambrosio. Sofía trató de convencer a Wendy para que dejara quedarse a Ambrosio porque él realmente lo quería, pero Wendy se mostró renuente. Le tomó mucho esfuerzo de su parte para convencerlo de que se fuera a casa con ella. Una vez que ella lo convenció, rápidamente se fue. Cuando Colin salió del baño, Sofía estaba hablando con Mario por teléfono. —¿Esta noche? ¿Dónde?.. De acuerdo, te llamaré más tarde esta noche —dijo Sofía al teléfono. Cuando echó un vistazo a Colin saliendo del baño con solo una bata puesta, su corazón comenzó a dar saltos mortales. Sofía se sonrojó aunque ya había visto antes el cuerpo de él varias veces. —Me tengo que ir. ¡Te veo esta noche! —Ella instantáneamente colgó el teléfono, bajo la mirada severa de él. Sofía puso su teléfono en su bolso, el cual había traído la ama de llaves, y trotó hacia el baño con una bata en la mano. Pero Colin se interpuso en su camino: —¿A dónde irá esta noche? — Preguntó él. —Tengo una cena con un amigo —respondió ella. Su voz era honesta. —¿Qué amigo? ... —Mario. —¿Y? —No hay 'y' . —Sofía le guiñó un ojo. Mario había sonado molesto por teléfono y quería que Sofía estuviera allí con él, y Sofía estuvo de acuerdo. Colin volvió a sondear con una voz fría. —¿Una cita? —¿Qué significa para ti? —Ella lo miró a los ojos. Sin embargo, antes de que ella pudiera escuchar la respuesta de Colin, alguien llamó a la puerta de nuevo. Sofía se envolvió a sí misma con la bata y pasó junto a él, dirigiéndose al baño. —Debería yo tomar esa ducha ahora —dijo ella, cerrando la puerta detrás de ella. Después de que Sofía entró en el baño, Colin abrió la puerta. Pero frunció el ceño ligeramente cuando se dio cuenta de quién estaba parado afuera. —¡Colin, de verdad estás aquí! Estaba en el spa de la planta baja con mis amigos cuando escuché que estabas aquí. Así que pensé que tal vez debería subir y preguntarte cómo van las cosas. —Dolores se esforzó bastante por hacer su sonrisa tan brillante como siempre.



Capítulo 186 Elige un regalo para la suegra Dolores había venido a ver a Colin porque escuchó que él había entrado a la habitación con una mujer en sus brazos. Y Colin, que abrió la puerta con solo una bata, hizo difícil que Dolores no pensara en nada más. Su incomodidad hizo que ella apretara los puños a escondidas. —Estoy bien —respondió Colin. —Entonces, ¿qué te trajo aquí? —Colin estaba firmemente parado al lado de la puerta. No tenía intención de invitarla a entrar. —Nada especial. ¿Puedo esperar adentro para que podamos salir juntos? — Dicho esto, Dolores trató de entrar. Realmente quería descubrir qué mujer tenía las agallas para seducir a su prometido. Colin entendió sus intenciones. Se paró sólidamente frente a ella. —Eso no será necesario. Tengo otros asuntos que tratar. No tienes que esperarme —la despidió. —¿Qué hay de la fiesta de cumpleaños de mamá mañana por la noche? — Dolores miró a su prometido con lástima. —Estaré ahí. No podía pensar en ninguna otra excusa para seguir hablando con Colin. La mujer también podía distinguir que él estaba un poco irritado, así que decidió irse. Pero si hubiera sido Paulo de pie frente a ella justo ahora, lo habría abofeteado. Pero este hombre era Colin, tremendamente superior a Paulo en todos los aspectos. Dolores puso una suave sonrisa. —Bueno. Me iré entonces. Ten cuidado al conducir. Colin no se molestó en contestar. Cerró la puerta antes de que la mujer terminara la frase. Mirando hacia atrás a la puerta cerrada, Dolores se sentía desgraciada. Sabía que no podía atreverse a enojarse, incluso cuando la trataba así. Aunque Colin y ella habían estado comprometidos durante tres años, él todavía salía con chicas diferentes. Esa Maita, por ejemplo, era una de ellas. Y

Dolores no podía quejarse ni siquiera de esto. Por lo tanto, esperaba con desesperación el final del mes siguiente cuando se convertiría en la señora Li y tendría el derecho de alejar a todas estas rameras. En cuanto a ahora, solo podía dejar que Colin se divirtiera. Entendió que una chica siempre estaba al lado de Colin porque él era un hombre de excelencia. Todas las chicas querían mostrarse con él. En el momento en que Sofía salió del baño, los brazos fuertes de Colin la rodearon. Él se inclinó y besó sus labios rojos y deliciosos. Sofía trató de escapar, pero no pudo. No quería hacer nada, ya que acababa de aplicarse un medicamento en ciertas partes de su cuerpo que aún le dolían. Además, se había empapado, lo cual debió haber inflamado sus heridas. —No.... —La mujer aprovechó la oportunidad cuando él se detuvo para respirar y cubrió sus labios desenfrenados con su mano suave. Colin estaba confundido. Pero pronto comprendió el problema después de que Sofía tartamudeara su razón. Sin embargo, no podía alejarse de él tan fácilmente... Después de cepillarse los dientes, rápidamente se puso la ropa cuando Colin fue al baño nuevamente. Justo cuando estaba a punto de irse, la puerta del baño se abrió y ella escuchó un fuerte: —¡Espera! Sofía se dio vuelta. —¡Me encontraré con un amigo para cenar, Colin! —dijo la mujer con una voz llena de exasperación. Ni siquiera eran las cinco todavía. Él ignoró sus palabras y se puso la ropa que el gerente le había traído. Pronto estuvo completamente vestido. —Parece una bestia disfrazada — Sofía miró a Colin y pensó para sí misma. Al aclarar su mente, Sofía preguntó: —¿Hay algo más? —Sí. —Colin tomó un reloj caro y se lo puso en su muñeca. Colin la miró y le dijo: —Necesito que vengas conmigo al centro comercial cercano para elegir un regalo. —¿Un regalo? ¿Para quién? Colin comprobó que el reloj estaba bien ajustado y luego dijo: —¡Mi futura suegra! A Sofía le dolió el corazón por un momento cuando escuchó estas palabras de su boca. Pero ella se odiaba cuando era fácilmente influenciada emocionalmente. Sofía puso una sonrisa frágil. —Por supuesto. ¡Sería un honor! Diciendo esto, caminó elegantemente hacia la puerta. Sin embargo, sus articulaciones se habían vuelto blancas porque sostenía su bolso con mucha fuerza.

Colin estaba un poco molesto cuando vio que su figura retrocedía. Apenas podía creer que la mujer parecía reírse cuando escuchó lo que él había dicho. Diez minutos más tarde. Colin y Sofía entraron juntos en el centro comercial Shangping. Mirando alrededor de las vidrieras, él preguntó: —¿Qué tipo de regalo debo comprar para ella?.... Sofía realmente no estaba interesada. Solo miró hacia adelante y con calma dijo: —Lo que ella quiera. De repente, Sofía sintió que Colin ya no estaba a su lado. Cuando se dio vuelta, lo vio de pie frente a ella sin ninguna expresión en su rostro. Sus labios carmesí se movieron ligeramente. —¿Ahora qué? —La joven le preguntó. —¿No te gusta salir conmigo? —preguntó Colin. La ira en el rostro bello de Colin era bastante visible. Sofía en realidad encontró que su comportamiento era ridículo. Se rió, pero había una amargura oculta en ella. —¿Por qué no le pides a Dolores que haga esto contigo? —preguntó la mujer. Para Sofía, lo que Colin le pidió que hiciera se sintió como un insulto. Después de todo, sabía que ella estaba enemistada con la familia Lien. Gradualmente, la sonrisa en su rostro se congeló y ella dejó de reír. Entonces se enojó con el hombre que todavía no había hecho ningún movimiento. — Necesito ir al hospital. ¿Vendrás conmigo o debería ir sola? Habían venido directamente al centro comercial desde el crucero para comprar el regalo. Se preguntó si Colin alguna vez pensó en el dolor por el que pasó. —¡Sigue sonriendo! —él dijo. Colin odiaba que la persona con la que salía pareciera infeliz. —¿Sonreír? —Sofía repitió la palabra. —¡Me pregunto si puedes sonreír cuando tus heridas están a punto de inflamarse! —Le dijo Sofía con descontento en su voz. Pasó por delante de Colin y se dirigió hacia la salida del centro comercial. '¿Está realmente enojada? No lo creo' pensó Colin interiormente. Sofía estaba furiosa, pero también triste. Sintió que había perdido su lugar en su corazón después del divorcio. Lo que no había visto en el rostro de Colin era arrepentimiento. '¿Cómo podía olvidarme de que todavía estaba herida?'. Colin pensó para sí mismo. Se sintió arrepentido por sus acciones. Salió corriendo del edificio detrás de ella y la vio que se dirigía hacia el estacionamiento.

Colin tenía la intención de seguirla, pero de repente sonó su teléfono. Era Wade. —Señor Li, hay algo que debe saber. —Adelante —dijo, curioso. —El Centro Mercado Hentai, el del centro, está en llamas. Los informes han confirmado que siete personas se quemaron hasta ahora. Colin frunció el ceño. El Centro Mercado Hentai era un gran centro comercial y pertenecía al Grupo SL. —¿Conoces la causa del incendio? Estaba seguro de que el centro comercial estaba equipado con un sistema funcional de prevención contra incendios, ya que estaba ubicado en un área poblada. —Acaban de llamar a la estación de bomberos y están buscando las posibles causas —respondió Wade. —Ya veo. Estaré ahí pronto —dijo y desconectó el teléfono. Cuando miró a su alrededor en busca de Sofía, no pudo verla. Suponiendo que ella se había ido, comenzó a caminar hacia su propio auto. Rápidamente entró, salió de la zona de aparcamiento y se dirigió al centro. Cuando Sofía salió del estacionamiento y pasó por el centro comercial, trató de encontrar a Colin. Estaba segura de que Colin correría tras ella, pero él no lo había hecho. Deprimida, presionó con fuerza el acelerador y condujo hacia el hospital. Finalmente se dio cuenta de que era solo su fantasía. Había sobrevalorado el amor que él tenía por ella. Cuando salió del hospital, ya eran las seis. Sofía fue a una tienda de mascotas antes de encontrarse con Mario. Compró un gato negro y lo reservó. Luego le pidió al propietario que lo enviara a una persona en particular en un lugar determinado. En el Crucero Sofía encontró a Mario sentado solo en el bar del sexto piso. Su carácter frío desanimó a todas las chicas que querían acercarse a él. Una mujer con mucho maquillaje estaba sentada junto a su taburete. Pero cuando esa mujer la vio a Sofía sentarse a su lado, se levantó y le lanzó a la mujer una mirada de enojo. Sofía miró a Mario con cuidado. Había un ligero rubor en su rostro. Era evidente que había estado bebiendo. —Mario, ¿qué pasó? —Preguntó Sofía. Ella ordenó una taza de ratafía mientras se acomodaba para esperar su respuesta. Podía sentir que sería una noche larga.



Capítulo 187 ¿Colin también lo sabe? Mario miraba el vino en su copa. Se quedó en silencio durante bastante tiempo. No sabía qué decir, porque se sentía culpable. De repente, él dijo: —Sofía, si alguna vez te enfrentas a algún problema, prométeme que me llamarás y yo estaré contigo de inmediato. Sofía se sintió conmovida por su promesa, pero se preguntó qué lo había provocado. —Claro, Mario. Pero dime, ¿qué sucede? —Preguntó ella. Mario sacudió la cabeza y respondió: —Nada. Es solo que mamá ha decidido ir al templo para someterse a la disciplina budista mientras todavía tiene su cabello".* *NOTA: En el budismo, uno puede vivir una vida simple y meditativa y alcanzar el nirvana al quedarse en un templo sin tener que afeitarse el cabello. Sofía estaba sorprendida. —¿Qué pasó, Mario? —Preguntó ella gentilmente. Aunque Sofía deseaba que Ynocente fuera castigado por lo que él había hecho, ella también deseaba que Preciosa y sus hijos no se vieran afectados. —Bueno, mi madre acaba de descubrir lo que mi padre le ha hecho a tu familia... —Dijo Mario lentamente mirando hacia Sofía. Sofía era una buena mujer y merecía estar protegida por un buen hombre. ¡Él realmente quería ser ese hombre, pero su padre había matado a su madre! No había evidencia que sugiriera esto, pero todos sabían que esto era lo que había sucedido. Sofía se congeló y se preguntó cómo Preciosa sabía esto. Preciosa fue muy amable con ella y si supiera que su marido era un asesino... ¡Ah! ¡No era de extrañar que estuviera planeando ir al templo! De repente, el teléfono de Mario comenzó a sonar. El hombre al otro lado de la línea dijo algo y Mario miró a Sofía. —Lo entiendo —dijo y colgó el teléfono. Sofía se obligó a sí misma a salir de sus pensamientos y miró con curiosidad a Mario. —Helge está en la Sala de Ajedrez y Cartas en el séptimo piso. Necesitan un cuarto jugador para jugar a las cartas y nos están llamando. Vamos para allá — dijo él.

... Helge y Mario siempre estaban con... Colin. Mario y Sofía se levantaron de sus asientos. Sofía no quería ir. —¿Podrías ir allá arriba tú solo? —Preguntó ella titubeante. Mario la miró y riendo dijo: —¡No te preocupes! Todos ellos tienen a una mujer acompañándolos. Si voy allá arriba solo, será muy embarazoso. Sofía pensó en las palabras de Mario: '¿Todos ellos tienen a una mujer acompañándolos?' Incapaz de decir que no, Sofía fue con Mario a la Sala de Ajedrez y Cartas en el séptimo piso. Cuando abrieron la puerta de la habitación 706, vieron una pesada capa de humo rodeando a las personas adentro. Sofía frunció el ceño y tosió debido al humo. Mario de repente la tomó de la mano, lo que la sobresaltó. Antes de que ella hubiera logrado retirar su mano, todas las personas en la habitación los habían visto. Tres camareros y tres camareras estaban parados en la habitación. Además de ellos, vio por primera vez a Helge, a quien ella no había visto por mucho tiempo. Shelly estaba sentada junto a él y le sonreía a ella. Entonces vio a Colin con un cigarrillo metido en la boca. Y al lado de Colin, estaba... Maita. El tercer hombre sentado al lado de Colin era Pascua. Él estaba acompañado por Quintas, quien también le estaba sonriendo gentilmente. —¡Sofía! ¡Ven! ¡Ven! —Helge exclamó emocionado a propósito. Al escuchar su reacción al verla, Sofía no sabía cómo responder. Ella todavía recordaba que hacía tres años, fue Helge quien la había echado de la finca de Colin... Sin embargo, ella no guardó rencor contra él. 'Es mi culpa. Helge simplemente no quería que Colin fuera lastimado', pensó Sofía para sí misma. —¡Sofía, Mario! ¡Siéntense por favor! —Quintas llevaba un vestido tradicional chino de color rojo vino y se veía muy hermosa. Se levantó y abrazó a Sofía. Sofía le devolvió el abrazo. —¡Quintas! —ella le correspondió. Quintas asintió con entusiasmo y parecía estar muy feliz. Sofía y Mario se sentaron frente a Colin. Shelly miró cuidadosamente a Sofía y se dio cuenta de que había cambiado mucho. —Sofía, has cambiado mucho —dijo ella de forma sincera. —¡Eres mucho más hermosa ahora! La cara de Sofía se puso roja y rápidamente dijo: —Me siento halagada, Shelly. Gracias. Pero en realidad, no creo que yo haya cambiado mucho. Tú misma luces radiante.

Sofía no mentía. Shelly estaba enamorada de Helge y su bonita cara ovalada lo mostraba. Quintas se echó a reír. Ella fingió estar triste y dijo: —¡Ambas son jóvenes, hermosas y atractivas! A diferencia de mí, que ya estoy vieja. Antes de que alguien más pudiera responder, Pascua se volvió inmediatamente hacia ella y le preguntó: —¿Quién dijo eso? Quintas sonrió, miró a Pascua y respondió: —Yo lo digo. Sofía vio que Pascua sostenía la mano de Quintas y la miró a los ojos. —Oh, vamos, Quintas. No tienes más de veintiocho o veintinueve años —dijo. Todos sabían que Quintas estaba en sus treinta y tantos años. Pero con buenas condiciones de vida y cuidado personal, parecía que ella estaba en sus veintitantos. Sofía la envidiaba. —Sí, mi cuñado tiene razón. Nunca digas de nuevo que eres vieja, Quintas—, ella se rió. Pascua miraba con cariño a Quintas. Parecía que todavía estaban en su luna de miel a pesar de que habían estado casados durante mucho tiempo. Así que Sofía realmente los admiraba. A todos les gustaba escuchar elogios y Quintas no era la excepción. Se cubrió ligeramente la boca con sus manos y sonrió alegremente. Helge golpeó la mesa frente a Sofía para atraer su atención. —Sofía, lo siento. ¿Podrías perdonarme? No te enojes conmigo, ¿de acuerdo? —él se disculpaba con Sofía. '¿Lo siento?' Sofía estaba confundida por sus palabras. Miró a Helge y le preguntó: —¿Por qué te estás disculpando, Helge? '¿Se siente apenado por haberme echado hace tres años? Si él se siente así, entonces no necesita disculparse'. Pensó Sofía para sí misma. —Sí. —Helge tosió para aclararse la garganta y dijo: —Hace tres años, yo te entendí mal y te culpé. ¡Pobre Sofía! ¿Podrías perdonarme por lo que he hecho? Sofía se sorprendió ante sus palabras, 'Yo te entendí mal'. Ella miró a Colin, sentado frente a ella. Colin estaba fumando y jugando con el encendedor. Siguió encendiéndolo y apagándolo, y miró la llama que se elevaba. 'Helge sabe que yo era inocente; así que Colin también lo sabe? Él debe saberlo. Si él lo sabe, ¿entonces por qué sigue con Dolores? De hecho, él está planeando casarse con ella el próximo mes'... Todos estos pensamientos hicieron palidecer a Sofía. Los demás notaron que su rostro palidecía. Helge abrió la boca para decir algo, pero no supo qué decir. Se preguntaba si había dicho algo malo. Maita notó que Sofía miraba a Colin. Provocativamente, ella lo abrazó y se

le acercó. Colin se volteó para mirar a Maita, sonrió y dijo: —¡Eres una niña traviesa! Maita apartó sus brazos y fingió ignorarlo. —¡Yo no soy traviesa! —Ella contestó molesta. Parecía como si estuvieran coqueteando entre ellos. Pero en realidad, Maita había visto la advertencia y la ira en los ojos de Colin. Esa fue la razón por la que ella había retirado sus brazos. Habiendo conocido durante tanto tiempo a Colin, ella le temía, especialmente después de su divorcio con Sofía. Mario no había dicho nada desde que entraron. Sosteniendo sobre la mesa la mano de Sofía, él se dio cuenta de que estaba muy fría. —Sofía, ¿por qué está tan fría tu mano? ¿Tienes frío? Preguntó con preocupación. Sofía fue traída de vuelta a la realidad. Ella quería retirar su mano, pero Mario no se lo facilitó. Así que ella bajó la cabeza, la sacudió y dijo: —Estoy bien. ¿Por qué no vas y juegas? No podía dejar de pensar que Colin se había apartado deliberadamente de ella, a pesar de que él sabía la verdad. '¿Por qué? ¿Por qué?' Ella siguió preguntándose y sollozando en su corazón. Cuando Mario se unió a la mesa, Pascua le preguntó: —¿Acabas de beber? Mario lo miró y dijo que ya había bebido un poco en la planta baja. Luego tiró los dados. El teléfono de Sofía estaba sonando en su bolso. Ella lo sacó y vio que era Alejandro.

Capítulo 188 Sustituyendo a Guilla como secretario general —¡Discúlpenme! Necesito atender la llamada. Por favor, continúen jugando —Sofía se levantó con el teléfono en la mano. Su cara todavía estaba pálida. Mario levantó la cabeza y le dijo: —Hay una sala adentro. Puedes responder la llamada allí. Sofía vio la puerta que estaba señalando y asintió. —Está bien —dijo y caminó hacia la sala. El camarero, al ver hacia dónde se dirigía, le abrió rápidamente la puerta. Sofía le dio las gracias y cerró la puerta al entrar. Dentro de la sala Sofía colgó. Se acomodó en el sofá, sintiéndose cansada. Seguía pensando en las palabras de Helge. 'Así que Colin sabía que la mujer del vídeo no era yo y que no tenía ninguna aventura. Y aún así no ha contactado conmigo ni una vez desde que me fui hace tres años. ... ¿Qué significa esto? Significa que ya no me ama. Él realmente ya no me ama... ' A Sofía le tomó mucho tiempo para aceptar la realidad. Ella trató de contener las lágrimas. Poco a poco se calmó y le devolvió la llamada a Alejandro. —Sofía, ¿estabas ocupada? Ella respondió suavemente: —No. Tuve que resolver algo justo ahora. ¿Qué ocurre, Alejandro? —Sofía, ¡pronto volveré a casa! —Alejandro dijo con confianza. Su voz estaba llena de emoción. Sofía se quedó inmóvil por un instante. Estaba feliz de que Alejandro regresara, sonrió y dijo: —Eso es genial, Alejandro. ¿Qué plan tienes? —Sustituiré a Guilla como secretario general del Grupo SL —respondió entusiasmado. ¡Ah! Sofía estaba asombrada. —Pero, Alejandro, no tienes experiencia

trabajando como secretario general. ¿Cómo justificará su selección y serás capaz de hacer bien el trabajo? No subestimaba a su hermano, pero había trabajado como secretaria para el Grupo SL y sabía que el puesto era muy exigente. Por lo tanto, los requisitos de un secretario general serían más estrictos y difíciles. —Sofía, trabajé como conductor del presidente de la compañía en Inglaterra. Y un año después, en las vacaciones de verano, ejercí al mismo tiempo de secretario para él. Así que tengo algo de experiencia en este puesto —explicó. Alejandro estaba tan asombrado y preocupado como su hermana cuando Colin le ofreció este trabajo por primera vez. Pero Colin había tomado la decisión y creía en Alejandro. Al ver la confianza de Colin, incluso Alejandro estuvo decidido a intentarlo y dar lo mejor de él. —Eh... Creo que deberías pedirle a Colin que te cambie de puesto. De lo contrario puede que te enfrentes a críticas y esto le causaría problemas a él —le razonó Sofía a Alejandro. —Está bien, hermana. Haré lo que digas—, Alejandro aceptó a regañadientes hablar con Colin. Su padre no estaba con ellos y Sofía era prácticamente la única familiar que tenía, así que no quería molestarla. Sofía se sintió un poco aliviada. —Alejandro, trabaja duro y gana algo de experiencia laboral. Consigue ascender lentamente y entonces tendrás éxito. ¿Entiendes? —¡Entiendo! Y dime, Sofía, ¿cómo estás? ¿Te está acosando alguien en el País A? Si es así, dímelo. Puedo encontrar gente que te ayude. —Alejandro sabía que su hermana se había divorciado de su marido. 'Mi hermana y su esposo parecían tener una buena relación, y entonces ¿por qué se divorciaron de repente?' Sin embargo, nadie le dijo la razón. Sofía sonrió levemente. —Eres adulto. Ya conoces a los hombres poderosos —bromeó con su hermano. Alejandro sonrió, pero luego su tono se volvió serio. —Sofía, déjame protegerte de ahora en adelante. Ahora soy muy capaz —le aseguró. —Por supuesto. Pero para eso tendrás que volver a casa pronto. Te estaré esperando, hermano —dijo Sofía. Ella estaba contenta porque podía sentir que él había cambiado mucho. —Tengo que colgar ahora, Sofía. Tú también tendrías que irte a la cama temprano. Siendo chica no deberías quedarte despierta hasta tarde. ¿De acuerdo? —Lo sé. Lo sé. Has dicho esto muchas veces antes. ¡Me voy a la cama en un minuto! —Sofía le prometió. —¡De acuerdo, adiós!

—¡Adiós! Después de colgar Sofía siguió sentada en el sofá. '¿Por qué Colin cree tanto en Alejandro? Incluso le había pedido que reemplazara a Guilla... ' Finalmente, sacó el monedero de su bolso, tomó una tarjeta y la guardó en su bolsillo. Había llevado esa tarjeta con ella desde la última vez que se encontró con Colin. Quería devolvérsela y esta noche parecía ser la mejor oportunidad. Cuando abandonó la sala, el juego había avanzado mucho. Mario vio que Sofía regresaba. Le hizo un gesto con la mano y le dijo: — ¡Sofía! Ven y ayúdame a jugar. Necesito devolver una llamada. Eh... Sofía se quedó atascada. Ella no sabía jugar. Nunca había jugado al Mahjong antes. Mario la acercó para que se sentara. —No importa. Puedes jugar como quieras. Las fichas están en el cajón —dijo. —Perderé el juego, Mario —advirtió. —No importa —dijo. —Está bien, déjame decirte las reglas primero —dijo al ver que estaba confundida. Mario se colocó detrás de ella, la rodeó con sus brazos y le explicó las reglas del juego. Estaban muy cerca el uno del otro. Los demás los miraron y luego se giraron para mirar a Colin. Colin se limitó a tocar la ficha de Mahjong que tenía en su mano, sin siquiera mirarla.... Mientras Sofía escuchaba las reglas, alguien de repente le dio una patada en el pie. Ella pensó que podría haber ocurrido accidentalmente, por lo que no prestó atención al incidente... Hasta que le dieron otra patada. Sofía miró a Helge. Él estaba ocupado hablando con Shelly y alardeando de sus habilidades para el Mahjong. Era imposible que Pascua lo hubiera hecho, así que solo quedaba una persona sospechosa. Miró a Colin. Sus ojos se encontraron cuando él fingía mirarla involuntariamente. Sofía vio que estaba molesto. Pero ¿por qué? Se preguntó. Mario rara vez hablaba tanto como hoy. Finalmente, le preguntó a Sofía: — ¿Entiendes? Sofía volvió a la realidad.... Ella no había escuchado ni una palabra. Sin embargo, miró a Mario y dijo suavemente: —Ya puedes irte. Lo intentaré. Pero si pierdo, no me culpes.

Al escuchar sus palabras, Mario sonrió y pasó sus dedos por su largo cabello. —Creo en ti, Sofía —dijo él. ... Sus palabras parecían tener un significado más profundo. Helge dejó de hablar con Shelly, tosió y dijo: —¡No te preocupes, pequeña Sofía! No seremos duros contigo. Sofía levantó las cejas y dijo: —¡Gracias, señor Huo! Helge miró a Sofía con tristeza y dijo: —¿Por qué me llamas señor Huo? Puedes llamarme por mi nombre. ¿Qué te parece? Sofía hizo una mueca con los labios, miró a Shelly con una sonrisa y dijo: — ¡No, señor Huo! Hermana Shelly, ¡puedes pedirle que se arrodille como castigo cuando estés en casa! Sofía se había divorciado de Colin, pero si fuera por los años podría llamar a Shelly hermana porque era mayor que ella. —¡Sofía! Cómo pudiste ser tan amable con él. ¡Arrodillarse en el suelo no es suficiente! Debería arrodillarse sobre durianes —bromeó Shelly. Al escuchar a su esposa hablar así, Helge protestó en voz alta: —¡Shel, soy tu marido! Por favor, para. Sofía y Quintas no pudieron evitar reírse. El ambiente se había relajado bastante. Mario se quedó mirando el rostro de Sofía. Hacía mucho tiempo que no la veía reír tan feliz. Colin observó a Sofía riendo alegremente y a Mario mirándola fijamente. De repente, el rostro de Colin se llenó de ira. Interrumpió con voz grave: —¿Jugamos o no? Su mirada hosca confundió a todos. '¿Qué le pasa?', pensaron todos.

Capítulo 189 Colin sabía desde hacía mucho que era inocente —Sí, por supuesto, voy a jugar. Empecemos entonces.... —Helge casualmente dio un Uno de bambú. Tan pronto como Sofía vio la imagen de un ave, desvió la mirada hacia Mario, quien pensó que estaba detrás de ella. Era un instinto más que una necesidad. Pero Mario ya había salido. Ella tuvo que tantear a Helge: —Tengo tres pájaros aquí, ¿podría... reclamar una baldosa para cuadruplicar? Cuando escuchó esto, Helge exclamó en voz alta: —Oh, pequeña Sofía. ¿Cómo pudiste hacerme esto a mí? Según la regla, perdería dinero si Sofía lo hiciera. Sofía sonrió levemente: —¿Me estás culpando por tu mala suerte? —Luego Sofía tomó una nueva tarjeta del otro lado, tal como Quintas le aconsejó que hiciera. Pero parecía inútil. Así que solo devolvió la tarjeta. Mirando el Tres de bambú que le dio Sofía, Helge miró a Colin, que parecía muy tranquilo. —¿No lo quieres? —¡No!

... Mientras Mario mantenía una conversación en el teléfono afuera durante media hora, Sofía jugaba todo el tiempo. La gente dice que los novatos suelen tener mejor suerte. Esta noche, era verdad. Sofía ganó mucho, casi ganó cada ronda. Así que también se volvió adicta a esto... Sofía todavía estaba inmersa en la emoción de jugar Mahjong cuando Pascua y Quintas tuvieron que abandonar la mesa.

Mientras jugaba, se había comido todas las frutas de macadamia peladas a su lado. El camarero sirvió dos platos más de frutos secos. Sofía siguió comiendo hasta que su estómago estaba lleno de ellos. Alrededor de las diez de la noche, todos dejaron el Crucero Número 8. Sofía se ajustó el abrigo cuando salieron. Le preguntó a Mario: —¿Debo llevarte de regreso a tu casa? Ella sintió que el hombre no podría conducir ya que él había bebido. Mario no se negó y se sentó directamente en el asiento del acompañante en el auto de Sofía. Entonces, la chica de repente recordó una cosa: —¡Espera un momento! Se apresuró hacia el coche de Colin y lo llamó: —¡Señor Li! Colin se dio vuelta y la miró con indiferencia. Sofía sacó algo de su bolsillo: —Señor Li, quiero devolverte esto. La clave es.... El hombre subió al auto y se alejó sin mirar atrás ni decir una sola palabra. Cuanto más frío de corazón parecía ser Colin, más necesario era para Sofía devolverle los cincuenta millones. La razón por la que él no lo aceptó podría ser porque no le importaba en absoluto. Sofía llevó a Mario de regreso a su apartamento. El hombre le susurró suavemente a ella: —Sofía. —¿Por qué? El hombre la miró con tanto cariño. —Colin se casará a fines del mes próximo. Tendrá una familia propia pronto. ¿Sabes qué? Esto fue lo que ella trató de evitar. No importaba cómo se convenciera a sí misma de que no le importaba, sus emociones siempre revelaban sus verdaderos sentimientos. Podía sentir que su respiración se tensaba un poco: —Lo sé. —¡Entonces cásate conmigo después de que él se case! ... '¿Mario me pide el matrimonio?', pensó. Esto hizo que Sofía se quedara sin palabras. '¿Qué haría ella? ¿Cómo reaccionaría?', reflexionó Mario en su interior. Mario no dejó que su reacción silenciosa lo afectara. Le sonrió de manera tranquilizadora: —No tienes que responderme ahora mismo. Solo piénsalo cuando vuelvas. Sin presión en absoluto. Ella asintió con la cabeza: —Bien. Lo haré. —Conduce con cuidado en tu camino de regreso. Llámame tan pronto como llegues a casa. Necesito saber que estás a salvo. —¡De acuerdo! Gracias, Mario. —La mente de Sofía estaba un poco en blanco ahora y solo podía decir de acuerdo. '¿Cómo podía mi mente inteligente y

creativa fallarme en momentos como este?', pensó. Al ver que desaparecía el auto blanco de Sofía al final de la carretera, Mario entró y reflexionó sobre lo que hizo por un rato. Cuando Sofía llegó a casa, inmediatamente se metió en la cama sin ducharse. Mirando al techo, pensó en todo lo que había pasado en su vida. Mario le acababa de proponer matrimonio. Y Colin sabía que ella era inocente después de todo. Su vida se estaba volviendo más complicada... Al día siguiente, cuando Sofía fue a la compañía, se topó con Ynocente en el primer piso. Ynocente la llamó: —Diseñadora Lo, ven a mi oficina después de la reunión de la mañana. ¡Quiero discutir un proyecto contigo! —... De acuerdo, señor Pei. Estaré ahí. —Sofía respondió sin ningún indicio de expresión en su rostro. Después de la reunión de la mañana, la mujer pensó con cautela por qué Ynocente la invitó a su oficina. ¿Para discutir un proyecto de diseño? Tenía el presentimiento de que solo era una excusa. Sofía llamó a la puerta de la oficina del presidente. Escuchó la voz de Ynocente desde adentro: —¡Entra! Ella abrió la puerta: —Señor Pei. —¡Cierra la puerta! —Ynocente dejó su pluma y la miró. Sofía inmediatamente cerró la puerta y trató de parecer tranquila. No podía soportar estar sola en la misma habitación con su enemigo. —Necesito que te vayas del Grupo Pei. —Ynocente fue directo al punto. No tenía que andar con rodeos con ella. Sofía se burló un poco. —¿Por qué tengo que hacerlo? Ynocente le dirigió una mirada fría: —¿Crees que no tengo idea de lo que has hecho en la compañía?! ¡Te aconsejo que te vayas mientras puedas! Sofía se sintió confundida: —Señor Pei, ¿qué quieres decir? —¿Qué quise decir? Sofía Lo, no creas que no sé por qué trabajas aquí. Oh, sé cuál es tu verdadero propósito de permanecer en este grupo. Estás aquí para encontrar alguna evidencia. —La razón por la que Sofía vino al Grupo Pei no fue simplemente para trabajar y ganar dinero. Sofía le preguntó de nuevo: —¿Qué evidencia entonces? Señor Pei, ¿qué pruebas crees que quiero encontrar? Estoy confundida con todo esto. —No finjas ser estúpida. Incluso si sabes que fui yo, ¿qué puedes hacer? ¡Sin evidencia, no puedes hacer nada contra mí! —La mirada triunfante en el rostro de Ynocente hizo que Sofía se acobardara por dentro. —¡Entonces veamos si puedes echarme del Grupo Pei! Quiero verte

intentarlo. —Para ser sincera, Sofía no estaba tratando de encontrar ninguna evidencia criminal que Ynocente pudiera haber dejado negligentemente cuando llegó al Grupo Pei. Eso se debió a que ella sabía que era impotente y hasta que no fue ascendida a un puesto de alta gerencia, no podía hacer nada. —¡Sofía Lo, yo soy el presidente! Si quiero echarte. ¡Te irás enseguida! — Ynocente se puso muy furioso. Sus fríos y ardientes ojos eran intimidatorios. A Sofía no le importó mucho su enojo: —De acuerdo, ¡haz lo que quieras si no tienes miedo de las críticas públicas! Sofía tenía razón. Era la era de Internet. Si Ynocente despedía a Sofía sin ninguna razón, en realidad estaba poniendo en un gran riesgo a su compañía. —¡Entonces renuncia! ¡De lo contrario, asumirás las consecuencias! —Los dos estaban realmente uno contra el otro ahora. Sofía sonrió. Dio unos pasos hacia adelante y lo miró: —¿De qué tienes miedo? No tengo nada y no soy nada después de mi divorcio con Colin. ¿Crees que puedo hacerte algo a ti o al Grupo Pei por mi cuenta? Sus palabras fueron razonables. Ynocente estuvo de acuerdo con esa idea por una vez. Pero pensó que no era tan simple como parecía. El comportamiento y los acciones recientes de Sofía lo atestiguaban. —¡Sofía, no juegues con fuego contra mí y no me culpes por no recordártelo! —Ynocente miró a la mujer delante de él con desprecio. Realmente no creía que una mujer impotente pudiera hacer algunos trucos duros. ¡También creía que el chip no estaba en manos de Sofía o bien no tenía que trabajar en el Grupo Pei en absoluto! —¿Te lo tengo que agradecer entonces? ¿Es eso lo que estás tratando de decirme? —Sofía miró directamente a los ojos de su enemigo con una mirada burlona en su rostro. —No necesitas hacer eso. ¡Y mantente alejada de mi hijo! —Mario parecía tener lavado el cerebro por esta mujer. Ya se había peleado con él varias veces e incluso había amenazado con renunciar por esta mujer. ¡Qué hijo tan ingrato! Sofía torció sus labios: —Puede que te decepcione. ¡Como te habrás dado cuenta en este momento, podría casarme con tu hijo! Hizo hincapié en 'podría' ya que no le había hecho una promesa a Mario hasta este momento. La mujer le dijo a Ynocente estas palabras solo para que se sintiera incómodo.



Capítulo 190 No quiero conocer a la familia Lien Ynocente golpeó sus manos pesadamente sobre el escritorio. Se enfureció aún más cuando vio lo tranquila y confiada que Sofía estaba frente a él. —¿Qué acabas de decir? ¿Que vas a casarte con Mario? ¡Soy su padre y nunca lo permitiré! Pero cuando finalmente lo pensó todo, lo que Sofía acababa de decir lo liberó de su mayor preocupación. Estaba inseguro y ansioso de si ella y Colin todavía tenían sentimientos el uno por el otro. No era un secreto que Sofía fue a Milán hacía tres años. En realidad le pagó a mucha gente para que observara y acechara a Colin y Sofía. Resultó que a pesar de que Colin había estado en Milán, él nunca hizo todo lo posible para buscar a Sofía. Pero todo esto no fue suficiente para disipar su ansiedad. Ahora que las dos personas estaban a punto de casarse respectivamente e ir por caminos separados, se sintió completamente aliviado de que ya no se iban a ver más. —No es tu decisión. ¡Sofía estaba tratando de señalar que Mario no escuchaba a su padre en absoluto ahora! Ynocente se frotó los ojos y se rascó la cabeza: —¿Por qué te estás volviendo tan malintencionada? ... ¿Cómo fue que ella se convirtió en una perra? Sofía puso una expresión fría en su cara. —Ya que tenemos opiniones diferentes, ya no hay necesidad de hablar. Esto es completamente inútil. ¡Volveré al trabajo si no tienes nada más que decir! Cuando su mano ya estaba en el picaporte de la puerta para abrirla, se dio vuelta. —Ynocente, ¿fuiste tú quien perjudicó a mi padre hace tres años? El hombre no tuvo que mentir esta vez: —¡Maldita seas! Fuimos Jacinto y yo. ¡Fue él quién llamó! Sofía apretó los puños con mucha ira. ¡Ella lo sabía! ¡Fue él o Jacinto! — ¿Entonces por qué me pediste que me divorciara de Colin? —¿Lo hicieron solo para forzar una relación entre Colin y Dolores? Siempre pensó que no era tan

simple. —¿Por qué? Te lo diré, pero no ahora. —'Cuando me asegure de que Colin realmente se casará con Dolores, podría decírselo', pensó en su interior. Sofía volvió a su oficina. Mientras bajaba, recibió una llamada de Mario. —Iré a la fiesta de cumpleaños de Felice en nombre del Grupo Pei, ¿podrías... ser mi pareja? ¿Por favor? —Como Mario conocía su relación con la familia Lien, vaciló antes de llamarla. Pero en realidad no quería encontrar a otra mujer. Por eso llamó a Sofía para probar suerte. Como era de esperar, la mujer se negó: —¡No quiero verlos! Lo sabes, Mario. —Sofía, no tienes que evitarlos así. ¡Deberías simplemente renunciar a él! — Mario admitió que era egoísta, pero solo quería que Sofía supiera que Colin se casaría con Dolores y que ella no podía cambiar nada. Si ella fuera con él a la fiesta, definitivamente vería a Colin y Dolores siendo dulces el uno con el otro. Mario sabía que sentiría el dolor, pero eso podría ayudarla a seguir adelante y olvidarse del pasado. Siempre podía ver en sus ojos que ella no era feliz en absoluto. A Sofía le costaba respirar de nuevo. El pensamiento de Colin y Dolores siempre la ponía muy incómoda. ¿Qué haría si no quisiera rendirse? —Está bien, voy contigo. —Además, si ella no iba, el dinero que gastó ayer no tuvo sentido. Debería ir solo para ver la cara de vergüenza de Felice. En la casa de la familia Lien Debido a sus vínculos y compromiso con la familia Li, la familia Lien era muy próspera en el mundo de los negocios. Muchas personas del círculo empresarial y sus esposas llegaron al banquete de cumpleaños de Felice. Todos estaban vestidos con ropa sofisticada y cara. Pero la mayoría de ellos vinieron a ver a Colin. Eran las siete en punto y la mansión de Lien estaba iluminada con decoraciones espléndidas. Felice siempre se vestía de una manera lujosa. Esta noche definitivamente no fue una excepción. El vestido negro hizo que su figura ligeramente hinchada se viera más sexy. Llevaba un sombrero negro con una máscara de seda encantadora, que ocultaba la mitad de su rostro. Sus labios estaban cubiertos con un lápiz labial rojo oscuro mientras sonreía durante toda su entrada. Ella tomó la mano de Dolores y disfrutó de las miradas envidiosas de otras damas. —¡Realmente envidio a esta familia! Dolores está a punto de casarse con un hombre tan bueno. ¡Ella y Colin hacen una pareja perfecta! —¡Exacto! ¡Los hijos de la familia Li son los mejores hombres solteros del

País A! ¡Todos son guapos y muy ricos! —Ella se refería a Colin y Levi. Uno era presidente y el otro era un coronel de alto rango en el ejército. ¡Eran hombres excelentes e intelectuales! —Sí, ¡Dolores será feliz después de casarse con Colin! —Señora Li, Wendy también es una suegra muy buena. ¡Incluso era buena y cariñosa con Sofía, su ex nuera, que no tiene trayectoria y que la ha engañado antes! ¡La señora Li tratará mejor a la señorita Lien! ¡Sofía merece ser expulsada de la familia! —Esto se podía ver y oír casi en todas partes en la fiesta. Dolores se mantuvo con su cabeza en alto mientras la imagen y la integridad de Sofía fueron pisoteadas sin piedad. Las palabras de estas damas hicieron que Felice y su hija estuvieran muy felices y orgullosas. Hablando del Rey de Roma, ¡por la puerta asoma! Cuando Mario y Sofía llegaron, la gran sala de estar se quedó en silencio por un momento. Todos los ojos estaban fijos en Sofía. Después del silencio, algunas personas no pudieron evitar maravillarse de ella. —¿Es la mujer de la gabardina verde oscuro la chica llamada Sofía? Ella es tan elegante y tiene tanta clase.... —Sí, he oído que Sofía se ha vuelto más bella. ¡En realidad es verdad! Las damas jóvenes también cotillearon sobre la mujer que acababa de entrar. —El abrigo verde oscuro de la mujer se ve bien. Le preguntaré dónde lo compró. —Sí, ¡la calidad parece buena! ¡Debe de ser muy caro! —Y su lápiz labial, ¿qué es? ¡Sus labios se ven tan elegantes y sofisticados! Entonces todos se fijaron en Dolores. Ella también llevaba un abrigo largo, pero su color morado claro era mucho peor que el de Sofía. —¡Siento que Sofía se ve mejor! —Cierto, ¡no esperaba que ella tuviera tan buen gusto! —Ella inmediatamente hace que Dolores se vea poco atractiva. ¿Ella hizo esto a propósito? —¡Quién sabe! Escuché que tienen algo de animosidad entre ellas. ¡Estoy esperando un buen espectáculo de dos mujeres que luchan una contra la otra esta noche!

...

Aunque charlaban en voz baja, Dolores todavía escuchaba todo. Su rostro se puso pálido y la sonrisa en su rostro se había ido por completo. Mario llevó a Sofía ante Felice y Dolores. Ambas parecían horrorizadas. Mario le entregó el regalo a Felice: —Señora Lien, ¡feliz cumpleaños! ¡Que sigas joven por siempre! Los ojos de Felice estaban fijos en Sofía, pero se volvió hacia Mario para sonreír levemente: —Gracias, Mario. ¡Te estás volviendo más y más guapo! —¡Gracias por el cumplido! Sabemos que ambas están ocupadas, así que no las retendremos en esta conversación. ¡Disfruta de la fiesta! —Luego Mario tomó la mano de Sofía, que ponía una sonrisa muy encantadora y seductora y la llevó al otro lado. Entonces saludos cálidos vinieron detrás de ellos: —¡Señor Li, bienvenido! —¡Hola, señor Li! —¡Señor Li, estás aquí! ¡Esto es maravilloso! —¡Guau! Es Colin. ¡Finalmente está aquí!

... Cuando Dolores vio a Colin, supo que tenía ventaja. Corrió hacia Colin y le dio un saludo dulce. —¡Colin, estás aquí! ¡Te hemos estado esperando durante mucho tiempo! ¡Vamos a conocer a mi mamá! Colin forzó una sonrisa y caminó lentamente hacia Felice y Jacinto. Era obvio que Colin no se veía emocionado ni feliz en este momento. Dijo en voz baja: —Tío, tía, lamento haber llegado tarde. Al ver a su yerno guapo y famoso, Felice sonrió como una flor floreciente y encantadora: —Está bien. ¡Soy feliz mientras puedas venir! —Sí, Dolores ha estado hablando de ti durante mucho tiempo. Ha dicho muchas cosas buenas sobre ti. —Jacinto le sonrió a su hija que estaba avergonzada: —¡Es realmente difícil mantener a una hija mayor! ¡Deja a su padre tan pronto como encuentra a un prometido! Dolores pisoteó sus pies: —¡Papá! ¡Me estás avergonzando! Su timidez y gesto infantil conmocionó y sorprendió a Sofía. ¡Nunca la había visto así antes cuando salía con Paulo! Eso significaría una sola cosa. Estaba profundamente enamorada de Colin.



Capítulo 191 ¡Córtalo en pedacitos! —Bueno, entonces mantendré la boca cerrada. Dolores, puedes quedarte con tu mamá. Tendré una plática de hombre a hombre con Colin. —Parecían una verdadera familia. Su interacción era admirable y era obvio que se conocían muy bien. Colin le entregó el regalo a Felice, y luego se fue con Jacinto para reunirse con varios hombres de negocios. Mientras Sofía y Mario hablaban seriamente con el general del Clan Ji, Colin y Jacinto se acercaron a ellos. Estaban de pie en un círculo. —¿El señor Pei y el señor Li son viejos amigos? Me parece que se conocen bastante bien —les preguntó un nuevo gerente general del País Z. Como era nuevo en el área, todavía no conocía su historia. Colin y Mario se miraron el uno al otro. No había nada más que inocencia en sus ojos. —Sí. Hemos sido amigos por muchos años. Mario colocó su brazo alrededor del hombro de Colin y dijo con un tono amigable: —Sí. ¡Somos buenos amigos! En el fondo, todavía eran buenos amigos. Sofía fue el único motivo por el que se separaron. Con una copa de vino tinto en la mano, Sofía bajó la cabeza, avergonzada. Sabía que ella era la razón por la se había formado una brecha entre Colin y Mario. El gerente general le preguntó ingenuamente a Mario: —Sr. Pei, la señorita Lo se ve radiante y hermosa. Debe ser tu novia. Bueno... Todos en el círculo se sorprendieron por las palabras del gerente, lo cual provocó un silencio incómodo. Cuando Sofía levantó la cabeza, Mario respondió rápidamente: —Todavía no. ¡Pero ando detrás de ella! Su respuesta apaciguó un poco la situación. Todos se echaron a reír. El gerente general dijo en un tono más alegre. —Sr. Pei, deberías mejorar tu estrategia. Como la señorita Lo es tan hermosa, debe haber muchos hombres persiguiéndola. ¡Estoy seguro! Sofía se acercó a Mario, y miró al gerente general con esa encantadora

sonrisa que la caracterizaba. —Me halaga. Dado que Mario ha sido tan amable conmigo, probablemente estaré con él en un futuro cercano. Su divertida, pero irónica respuesta hizo que la gente volviera a reír. La gente no se atrevió a mencionar nada sobre su pasado. Al ver que Sofía y Mario ya habían desarrollado una relación cercana entre sí, Jacinto dejó escapar un suspiro de alivio. Ya no se preocuparía por su suposición de que Sofía aún estaría detrás de Colin. Mario sonrió de oreja a oreja. Aunque sabía que Sofía solo estaba haciendo una escena, estaba muy feliz porque creía que su sueño de estar con ella se haría realidad eventualmente. Colin se sirvió una copa de vino. Entonces Dolores salió de la nada y enganchó su brazo en el suyo. —Colin, ¿de qué están hablando? Parecen estar muy alegres y animados. No puedo perder un momento tan feliz. Cuando vio que Sofía y Colin estaban hablando alegremente en el mismo círculo, Dolores se acercó de inmediato, procurando que los dos no se acercaran de nuevo. El gerente general no sabía acerca de su relación. Dijo: —Señorita Lien, estamos hablando del creciente afecto entre el señor Pei y la señorita Lo. Su relación es tan buena como la de usted y el Sr. Li. Sus palabras hicieron que todos se miraran en secreto. ¿De verdad tenían una buena relación Colin y Dolores? No se veía así. Todo lo que se veía era que un hombre se obligaba a sí mismo a casarse con una mujer. Por otro lado, sabían muy bien que Colin y Sofía se amaron profundamente hacía tres años. Se preguntaron si todavía era verdad... Dolores fingió estar repentinamente iluminada y le preguntó a Sofía por simple curiosidad: —Colin y yo nos casaremos a fines del próximo mes. ¿Qué hay sobre la señorita Lo y el señor Pei? Creo que ya es hora de que se casen. —Tal vez a finales de este año —respondió Sofía. Miró a Colin con gracia y calma. Con la mirada, le estaba diciendo a Colin que él se arrepentiría de haberla dejado, pero Colin se quedó quieto y ni siquiera se perturbó cuando Sofía lo miró. Dolores asintió felizmente, como una niña inocente. De hecho, estaba contenta de que Sofía dejara ir a Colin. —¡Felicidades! ¿Nos invitarás a Colin y a mí a tu boda? —¡Por supuesto! Te enviaré personalmente la invitación. ¡Tienes que estar allí! —Mario respondió. Sintió la tristeza de Sofía, y siguió jugando. Después de un rato, Sofía no escuchó más de lo que estaban hablando. Estaba inmersa en sus propios pensamientos.

Aunque sabía que Colin ya no la amaba, todavía quería darle celos. ¡Qué ridícula era! ¿Por qué no podía seguir adelante? Terminaría sintiéndose vacía. Cuando la cena estaba a punto de servirse, una mujer apareció repentinamente en el pasillo. Todos la miraron mientras le entregaba una caja grande a Felice. —Disculpe, señora Lien. Perdón por interrumpir su fiesta. Este es un regalo de cumpleaños para usted. Por favor, firme aquí. Perpleja, Felice miró la caja. —¿Quién lo envió? —Lo siento, la verdad no lo sé. No tiene nombre —dijo la mujer ingenuamente. Finalmente, Felice firmó. Después de que la repartidora se fue, Felice estaba a punto de darle la caja a su mayordomo y continuar con la fiesta cuando de repente, la tapa de la caja de alguna manera se abrió un poco. En pánico, Felice dejó caer la caja al suelo. —Miau —Un gato maulló, seguido de una serie de gritos. Para horror de todos, el gato negro se lanzó sobre el hombro de Felice. Estaba demasiado asustada para moverse. Cuando el gato se movió a su otro hombro, Felice tropezó con una roca y se cayó. Sin embargo, el gato negro se agarró de su vestido largo con fuerza. Ya en el suelo, el gato se acurrucó cómodamente en sus brazos. —¡Ah! ¡Vamos! ¡Aléjalo de mí! Córtalo en pedacitos y mata a esta criatura ahora mismo. —Las palabras de Felice sorprendieron a todos. No esperaban que una dama tan elegante fuera así de cruel. Finalmente, Jacinto se acercó para quitarle el gato, y ayudó a Felice a levantarse. El peinado de Felice estaba en un lío total en ese momento. Con el rostro pálido, sostuvo el brazo de Jacinto con fuerza. —¡Apúrate! ¡Atrapa al gato y encárgate de él! ¡Quiero que se vaya! El pasillo estaba en un silencio vacío. Todos se miraron asombrados. Pensaron que solo estaban alucinados, pues no podían creer cómo estaba actuando la mujer frente a ellos. Pero ahora, estaban completamente convencidos de lo cruel que era Felice. Todos empezaron a chismear y hablar sobre ella, criticando su malicia. Algunas personas incluso la miraban con desprecio y levantando las cejas, como si ella no mereciera ser una dama de sociedad... Jacinto le gritó a Felice. —¡Cállate! ¡Contrólate! ¡Es solo un gato, por el amor de Dios! La mirada intensa de Jacinto tranquilizó a Felice. De repente se dio cuenta de que estaban en un lugar público. De inmediato, se sintió completamente avergonzada. Rápidamente recobró la compostura y emitió una sincera disculpa

a todos. —Lo siento, por favor, perdónenme. Eso no es algo que haría yo. Un guardia de seguridad atrapó al gato. Alguien gritó desde la multitud. — ¡Por favor, no lo maten! —¡Estoy de acuerdo! Señora Lien, no se lastimó, ¿verdad? Eso sería demasiado cruel. Demasiado despiadado. —¡Oh, dios mío, qué violenta y cruel es esta mujer!

... Al oír a todos criticar sus acciones, la cara de Felice se puso roja. A pesar de lo avergonzada que estaba, trató de convencer a todos. —Pido una disculpa por mis acciones. No quiero hacerlo realmente. ¿Cómo podría matar a una criatura tan encantadora? Señor Liu, por favor, llévate a este gato y ten cuidado al ocuparte de él. —Sí, señora. Al escuchar sus palabras, la gente dejó de hablar sobre eso. Después de que se llevaron al gato, Felice subió a vestirse, y la sala volvió a su animado ambiente. Sofía miró la escena a cierta distancia y dejó escapar un suspiro. Si Felice matara al gato, siempre sería conocida como una mujer despiadada. Afortunadamente, se tranquilizó en un instante. En el segundo piso. Sentada ante el tocador, Felice sujetó las esquinas de la mesa con fuerza. ¡Nunca antes había estado tan avergonzada! Lo que era peor, hoy era su día. ¡Qué humillante! ¿Quién estaba detrás de esto? ¿Quién le había enviado el gato? ¡Esa persona debería conocerla porque los gatos eran su mayor temor!

Capítulo 192 Ella me dejó —¡Mamá! ¿Qué pasa? Estás temblando. —Dolores la siguió y miró ansiosa a su madre enojada. Felice no dijo nada. Ni siquiera tenía la fuerza para hablar en este momento. Estaba pensando quién podría haber sabido sobre el hecho de que tenía miedo a los gatos negros. Rara vez le decía eso a alguien. —Mamá, ¿crees que fue la perra de Sofía Lo quien te envió el gato negro? Mi instinto me dice que ella está detrás de esto. —Las palabras de Dolores le recordaron algo a su madre. Parecía que Sofía Lo conocía su miedo secreto a los gatos. —Investigaré sobre esto y si descubro que Sofía Lo lo hizo, ¡la mataré! — Felice rechinó los dientes con ira mientras soltaba estas palabras. Dolores sintió de inmediato que su madre estaba extremadamente exasperada. Así que ella también se enojó. —Mamá, voy a buscarla inmediatamente. ¡No la dejaré escapar! Felice se apresuró a agarrar a su hija de la mano y dijo: —¡Basta! ¡Hoy es mi cumpleaños! No es el momento adecuado. Quiero que esta noche sea feliz y alegre. —Mamá, no tienes que tenerle miedo ahora porque ella y Colin ya se divorciaron. Por lo tanto, Colin no la ayudará más. ¡Ella no tiene nada! En la actualidad, solo puede obtener algo de apoyo de Mario. Sabes que él es el hijo del tío Pei y siempre ha tenido una buena relación con nosotros. —En ese momento, lo único que Dolores quería hacer era darle una lección a Sofía Lo. Una lección realmente dura y brutal. '¡Maldición! ¿Cómo se atreve Sofía Lo a venir a mi casa y robarme el protagonismo?', pensó en su interior. —¡Escúchame! No causes ningún problema en este momento. Haz esto por tu madre. Estas cosas deben ser planeadas cuidadosamente. No quiero que nuestra imagen se arruine. —Felice era mayor, por lo que era más madura que su hija, especialmente en el manejo de la presión y los problemas. Pero Dolores seguía insistiendo. Después de soltar su mano, le hizo una

promesa a su madre: —Está bien. Mamá, por favor, vístete rápido de nuevo. La cena está por comenzar. Mientras tanto, Sofía sabía que ya había tenido éxito en su misión. Ella le preguntó a Mario: —¿Podemos irnos antes de que termine la fiesta? Mario miró a la gente en el pasillo y dijo: —Por supuesto que podemos. Digamos adiós al señor Lien. ¿Quieres ir a casa ya? ¿Estás segura? —Sí, estoy segura. Jacinto estaba hablando algo sobre asuntos de negocios con Colin y con algunos otros directores ejecutivos en ese momento. Era una buena oportunidad para él y debía aprovecharla de inmediato. Mario caminó junto a Jacinto y dijo: —¡Disculpe, señor! Debo irme ahora porque necesito manejar algunos asuntos importantes. ¡Lo pasé muy bien y esta fiesta realmente me alivió de mi estrés de esta semana! Jacinto echó un vistazo rápido a Sofía y finalmente fijó sus ojos en Mario. — Por supuesto. Déjame hacer el honor de acompañarte hasta la puerta. Espero que ambos lo hayan pasado bien. —No, no te molestes, señor Lien. ¡Gracias! Por favor, disfruta el resto de la noche. Con Colin de pie junto a él, Jacinto no insistió más. Solo vio a Mario y Sofía Lo caminar hacia la puerta de su mansión. Cuando estaban a punto de salir, Sofía se detuvo repentinamente por un grito. —¡Sofía Lo! Se volvió y encontró a Dolores que corría hacia ella con ira. Sofía se dio vuelta y trató de que sus emociones no fueran afectadas por ella. Luego miró a Dolores con calma y pensó: '¡Bien, son bastante buenas! ¡Chica inteligente! ¡Adivinó que lo que le pasó a su madre antes fue mi trabajo!'. Dolores originalmente planeó lanzar su ira hacia Sofía aquí y ahora. Pero cuando vio a tantos invitados distinguidos cerca de ellas, dijo en voz baja. — ¡Sígueme al patio trasero! Ahora. Sofía se limitó a sonreír. —¡Estoy ocupada! Lo siento por no hacerte compañía. Tengo que irme en este momento. Disfruta el resto de la fiesta. — Luego sostuvo el brazo de Mario y siguió hacia la salida. Cuando estaban a un paso fuera de la puerta, Dolores gritó: —Sofía Lo, compraste ese gato, ¿no es así? La mujer no respondió, pero simplemente siguió caminando con gracia. —¡Sofía Lo, eres una perra! —Dolores estaba tan enojada que no dudó en usar una palabra tan abusiva. Al escuchar lo que la mujer acababa de decir, varias mujeres se llenaron de asombro. Mario se detuvo y miró fríamente a Dolores. En un intento por limpiar el

nombre de Sofía, dijo: —Señorita Lien, ¿cómo puedes cometer un error así? ¡Tu comportamiento deshonraría a tu familia! Dolores estaba sorprendida ya que no esperaba que Mario fuera tan protector con Sofía. No fue hasta entonces cuando se dio cuenta de que los invitados distinguidos estaban hablando junto a ellos. Ella cambió su expresión y caminó hacia Sofía una vez más. Para salvar el honor, Dolores susurró: —Sofía Lo, hoy es el cumpleaños de mi madre. ¿Cómo puedes causar problemas aquí? —¿Qué? De buen corazón le envié un regalo a ella. ¿Cómo puedes decir que yo fui la que causó problemas? ¿Estás segura acerca de esto? De hecho, una mascota es un regalo muy atento, ¿verdad? —Sofía Lo no estaba tratando de ocultar lo que hizo. Después de escuchar las palabras de la chica, Dolores estaba tan enojada que la expresión de su rostro se volvió amarga. De forma impulsiva levantó su mano derecha e intentó abofetear a la mujer frente a ella. Pero Mario se interpuso entre ellas justo en ese momento y él fríamente le advirtió a Dolores: —Señorita Lien, por favor, contrólate. ¡No me obligues a hacerte algo ofensivo! Detén esto ahora mismo. El rostro de Mario estaba tan cerca de Dolores en este momento, ¡que ella pensó que realmente era un hombre guapo! Para competir con Sofía, ella puso toda su atención en Paulo en el pasado. Tal vez ella se equivocó en hacer eso. No funcionó. No fue hasta que Paulo se fue cuando Dolores se dio cuenta de que había tantos caballeros excelentes que eran más hermosos que él. Tales como Colin y Mario... ¿Por qué ambos deberían amar a Sofía? ¿Qué vieron los dos en esta mujer fea y estúpida? Su rostro se puso aún más feo debido a los celos que sentía. A pesar de la multitud que los rodeaba, le dijo a Mario en tono excéntrico: —Señor Pei, no te dejes engañar por esta mujer. Simultáneamente tuvo relaciones sexuales con dos hombres antes de divorciarse. Colin la abandonó por una razón. Por favor, no hagas caso omiso de su pasado. Te arrepentirás de estar con ella, te lo digo. Su verdadero significado era fácil de entender. Eso fue para advertirle a Mario que no eligiera a Sofía como su novia. Otra guerra iba a comenzar entre Dolores y Sofía. Antes de que Mario pudiera decir algo, Sofía se rió entre dientes y replicó: —Señorita Lien, en cuanto a Paulo y Colin, ten en cuenta el hecho de que en realidad los dejé. Solo cuando los dejé, tuviste la oportunidad de tener una relación con ellos. ¿Qué dice eso de ti? Además, soy yo quien abandonó a Colin, ¡no al revés! Fue ella quien primero mencionó el tema del divorcio y Colin nunca lo quiso

en aquel entonces. De todos modos, ella lo entendió de esa manera. Miró al hombre detrás de Dolores. Luego, ignorando la cara infeliz de la mujer, continuó: —Creo que debo corregirte sobre un hecho más. Es decir, antes de que me divorciara de Colin, nunca tuve ningún romance con otros hombres. En cambio, estaba realmente preocupada por ti. ¿Sabes por qué? ¡Porque te habían infectado con sífilis a una edad tan temprana! —¡Sofía Lo! —Dolores escupió esas palabras en total consternación y frustración. Tan pronto como su vida privada fue expuesta en público, la mujer perdió por completo su paciencia. Se arrojó sobre Sofía en un duro intento de enseñarle físicamente una lección. Pero antes de que pudiera herir a Sofía, Mario la empujó, sin mostrar piedad por la mujer. Debido a que ella estaba usando tacones, Dolores no pudo mantener el equilibrio y se cayó al suelo. Podía escuchar a algunas personas riéndose de ella. Fue precisamente bajo esas circunstancias cuando Dolores vio a Colin listo para salir del salón. En ese momento, la mujer inmediatamente cambió su expresión en una lamentable. Ella miró a Colin con tristeza y dijo: —Colin, esta mujer de aquí me acosó a mí y a mi madre. —Exclamó mientras señalaba a Sofía con el dedo. Con un toque de ironía en sus ojos, Colin caminó a regañadientes hacia Dolores y la ayudó a levantarse. Con la ayuda de Colin, Dolores se levantó y tímidamente lo miró. ¡Seguramente, no había duda de que la mujer que Colin amaba era ella! ¡Fue un gesto tan dulce! Antes de que Colin pudiera hablar, la mujer señaló de manera arrogante a Sofía y le dijo: —Colin, ella me molestó y también se jactó de que te había dejado.... —Bueno, esa es la verdad. Ella fue la que me dejó. —Colin respondió casualmente. Todas las personas se sorprendieron de sus palabras. Dolores se sintió avergonzada y aturdida cuando se quedó inmóvil, completamente sin palabras. Sofía también se sorprendió. Su corazón latía rápidamente y su mente corría en círculos. '¿Cómo podría Colin todavía preocuparse por mí? Él solo salvó su integridad y, en el proceso, empañó su propia imagen', pensó. Pero solo un momento después, todas las emociones profundas en sus ojos se desvanecieron por lo que dijo Colin... —Solo después de que ella me dejara tuve la oportunidad de conocerte, Dolores. El amor de mi vida. —Miró con afecto a Dolores, lo que hizo que todas las mujeres presentes en el salón se sintieran envidiosas y celosas. Sofía estaba

profundamente herida cuando las lágrimas brotaron de sus ojos.

Capítulo 193 El beso de Mario Colin era tan cariñoso que a Dolores se le olvidó quejarse de Sofía. Sofía sintió que sus emociones estallaban. Se dio cuenta de que cada vez que veía a Colin, ella no podía mantener la postura. Controlando sus emociones frente a la multitud, se dio la vuelta y salió. Mario le seguía recordando que ella debía renunciar a Colin, pero nunca lo hizo. Parecía que él tenía razón, era hora de que ella lo dejara ir... Fuera de la oficina, Sofía subió al coche de Mario. El coche se alejó lentamente. Deprimida, ella preguntó en voz baja: —¿Podemos ir a tomar algo? ¿Mario? —Está bien. —Mario dio la vuelta al auto y se dirigió hacia el Crucero Número 8. Encontraron una mesa en el pasillo del sexto piso. Para ahogar sus penas, Sofía pidió un cóctel Manhattan. Como Mario tenía que conducir de vuelta, ordenó una bebida sin alcohol. El cantante principal en el escenario era un famoso cantante local que era un invitado de honor. Cantó una emotiva interpretación de "Chengdu—, compuesta por Zhaodu. Después de tomar un sorbo del cóctel Manhattan que trajo el camarero, Sofía comenzó a escuchar al cantante con sus manos sosteniendo las mejillas. —Algún día, haremos una fiesta de despedida en nuestros recuerdos. Los sauces llorones de finales de otoño plantan un beso agridulce en mi frente. ¿Cómo puedo olvidar al pueblo donde solíamos vernos? Tú eres lo único que yo nunca olvidaré... Mientras Sofía escuchaba con gran atención al cantante sobre el escenario, Mario la miró fijamente. —Mario, ¿realmente no tengo ni una oportunidad con Colin? —Preguntó Sofía después de que la canción terminara. Mario lo contempló por un momento, mirando profundamente a Sofía. —No. Ellos tuvieron un hijo juntos, Colin podría no estar buscando una madrastra. Al escuchar la respuesta, Sofía posó sus ojos en Mario mientras ella se iba poniendo nerviosa por un presentimiento. —¿Hay alguna razón?

El presentimiento que destellaba en los ojos de Sofía hizo que Mario sonriera con amargura. Él asintió con la cabeza y sugirió: —Necesitas asentar tu relación con Bario. Bario... Sofía sonrió tristemente mientras tomaba otro sorbo de su vaso. — ¡Colin no quiere que me acerque a él! Incluso él se acercó a ella para advertirle personalmente dos veces, debido a que estaba muy cerca de Ambrosio. —No pienses en Colin, estamos hablando de ti y Bario. Ella no sabía si debía seguir el consejo de Mario, tenía miedo... Ni siquiera sabía a qué le temía. Ella sólo tenía miedo. Cuando Sofía tomó su tercer trago, Mario la detuvo. —Este es el último. ¡No olvides que acabas de salir del hospital! Sofía murmuró con una sonrisa irónica: —A nadie le importaría si yo fuera al hospital. —A Colin no solo no le importaba ella, sino que mostraba descaradamente su afecto por alguien más delante de ella. Mario la miró fijamente sin poder hacer nada. —Sofía, escúchame. —¿Hmm? —Un poco borracha, ella lo miró aturdida. —Yo estaré desconsolado si eres enviada al hospital. —Él se lo dijo con mucho énfasis, palabra por palabra. Al escuchar esto, la mente de Sofía se aclaró un poco. —Gracias, Mario... — Ella casi olvidó que todavía tenía una familia y a Mario, quien se preocupaba por ella. Después de beber lo último de su vino, Sofía se levantó de su asiento y respiró hondo. —¡Vámonos! Pero después de dar un paso, ella se tropezó con el mareo. El cóctel Manhattan tenía mucho alcohol concentrado. Mario suspiró mientras ayudaba a Sofía a salir. Colocándola en el asiento del pasajero, Mario se abrochó el cinturón de seguridad y condujo en dirección a la casa de ella. Sofía cerró sus ojos cansados y se recostó en la silla. Su cabeza estaba hecha un desastre. Veinte minutos después, llegaron a la casa de Sofía. Al estacionar el auto en el piso de abajo, Mario salió del asiento del conductor y caminó hacia el otro lado. Desabrochó el cinturón de seguridad de Sofía y la despertó delicadamente. —Sofía, hemos llegado a tu casa. Sofía abrió los ojos, dándose cuenta de que se quedó dormida de camino a casa. Sintiéndose mareada, salió lentamente del coche. Ella accidentalmente cayó

hacia adelante. Mario rápidamente la atrapó para evitar que cayera al suelo. Debido al accidente, la frente de Sofía golpeó los labios de Mario. Mirando la cara enrojecida de ella, Mario fue afectado por una idea. Las tenues farolas emitían una atmósfera confusa, y Mario no pudo evitar bajar la cabeza y besar sus labios rojos... Por primera vez, Mario besó a Sofía. Un Bentley negro estaba aparcado cerca. Colin estaba sentado en el asiento del conductor del Bentley, con un cigarrillo encendido entre sus dedos. A través del espejo retrovisor, pudo ver claramente reflejada la imagen de la pareja besándose. Sintió como si un gato estuviera arañando su corazón. Entrecerrando los ojos, Colin puso el cigarrillo en el cenicero del coche y abrió la puerta. Sofía estaba en shock. Sus ojos se agrandaron mientras miraba al hombre que la besaba. ¿Qué? Mario... La besó. ¿Qué debería hacer ella? ¿Qué podía hacer ella? Sofía estuvo un poco aturdida por un rato, y su cabeza todavía estaba mareada. Ella no sabía qué hacer... ¡No! No quería a Mario de esa manera. Ella levantó las manos para alejarlo. Pero antes de que pudiera alejar a Mario, escuchó una voz familiar. — ¡Suéltala! Sofía se pasmó aún más al escuchar la voz de Colin venir desde el otro lado. Su cabeza desorientada se puso un poco sobria. En lugar de soltarla, Mario la abrazó con más fuerza e hizo más profundo el beso. . Colin no pudo soportarlo más y separó a los dos por la fuerza. Al instante, los dos hombres estaban peleando. Sofía miró aturdida a los dos combatientes. Colin agarró el collar de la camisa de Mario con una expresión sombría en su rostro. Simultáneamente, Mario jaló de las ropas de Colin con sus manos. Los dos hombres se miraron con intensa ira en sus ojos. Pero aún eran amigos íntimos, por lo que dejaron de luchar. —Colin, ya no tienes nada que ver con Sofía. —Mario fríamente le recordó a Colin que estaba desubicado. La expresión de Colin cambió de feroz a sombría, antes de finalmente calmarse. —¿Quién dijo que yo no tengo nada que ver con ella? ¡Estuve aquí la otra noche! Mario no era un idiota, definitivamente sabía a qué se refería Colin. Él apretó los dientes con ira. —¿Por qué estás tratando a Sofía de esta

manera cuando tú te vas a casar? Sofía trató de reincorporarse, pero estaba tan borracha que sus piernas se tambalearon y cayó de rodillas después de dar unos pasos. —¡Sofía! —¡Sofía! Los dos hombres corrieron hacia Sofía al mismo tiempo, pero Colin apartó la mano de Mario y tomó a Sofía en sus brazos. Sofía se frotó las rodillas adoloridas y empujó a Colin. —Estoy bien. ¡Mario, vámonos a casa! Los ojos de Colin estaban llenos de ira. ¡No podía creer que Sofía se atreviera a hacerle esto! —Está bien. —Sosteniendo a Sofía, Mario se movió para llevarla a su casa. Colin miró irritado hacia el cielo con las manos en las caderas, y cerró los ojos con fuerza. En unos cuantos segundos, él rápidamente los alcanzó, tomando a Sofía y caminando hacia su auto. —¡Suéltala! ¡Colin! —Mario inmediatamente lo siguió. Colin puso a Sofía detrás de él y confrontó a Mario. —Esto es entre nosotros dos. Tú y Helge me conocen mejor que nadie. Nadie puede alejarla de mí. ¡No generes problemas innecesarios! Sus palabras tenían mucho sentido. Mientras Mario descifraba sus palabras, Colin colocó a Sofía en el asiento trasero de su auto. Sofía negó con la cabeza mientras trataba de levantarse. —Colin, déjame ir. ¡Quiero ir a casa!

Capítulo 194 Tarde o temprano La única respuesta que recibió Sofía fue el fuerte golpe de la puerta. Mario impidió que Colin abriera la puerta del asiento del conductor. —Colin, Sofía y yo nos vamos a casar.

... Sosteniendo la manija de la puerta, Colin se dio la vuelta con una mirada incrédula. Él tendía a hablar en voz baja cuando su corazón se estaba rompiendo. —¿Qué acabas de decir? Casi nunca habiendo visto a Colin así, Mario repetía con sentimientos encontrados: —Nos casaremos poco después de que tú te cases con Dolores. Dentro del auto, Sofía escuchó cada palabra que Mario dijo, pero no tenía intención de refutarlo. Apretando firmemente la manija, Colin miró a la distancia con los dientes apretados. ¿Casarse? ¡Sofía iba a casarse con alguien más! ¡Bien por ti, Sofía! —¡No lo permitiré! —Habiendo dicho eso, se subió al auto y pisó el acelerador con fuerza, yendo velozmente fuera de la propiedad. Mario pensó en ir tras ellos, pero lo creyó innecesario cuando arrancó el auto. Sería mejor que él los dejara solos. Si los dos pudieran reconciliarse, sería el mejor final. Sofía y Colin. Les deseaba felicidad a ambos. En el negro y veloz Bentley, Sofía agarró con miedo la manija por encima de ella. —¿Puede reducir la velocidad? Me siento mal...

Pero Colin no parecía escucharla, y siguió conduciendo a la misma velocidad. El auto finalmente se detuvo cuando Sofía estaba a punto de vomitar. Después de recuperarse del mareo por el movimiento, se halló a sí misma en un lugar extraño. ¿Donde se encontraba ella? ¡Click! El encendedor hizo un chasquido. Sentado en silencio en el asiento del conductor, Colin jugaba con su encendedor. La llama se apagaba, y él la volvía a encender. Esto sucedió por varias docenas de veces sin decir una palabra. Quedándose sin paciencia, Sofía abrió la puerta y se bajó. Colin arrojó el encendedor a la guantera del auto y la siguió. Mientras Sofía miraba a su alrededor, Colin la llevó al Edificio 6 de la Mansión Cercis Chino sin decir una palabra. Sofía lo vio presionar el botón 8 dentro del ascensor. Piso 8, Edificio 6. Se le figuró que la casa que Colin compró en el centro hacía tres años, también estaba en el octavo piso del Edificio 6. Colin abrió la puerta y encendió las luces. Al ver el diseño del interior, Sofía estaba segura de que esta era la misma casa. Ella había elegido todo junto con Colin. Ambos no dijeron ni una sola palabra. Mientras Sofía permanecía en silencio en la sala de estar, Colin se sentó en el sofá. Él dobló sus piernas y puso la mano derecha sobre el apoyabrazos, haciéndole masaje de forma casual. —¿Qué pasa? —Sintiéndose incómoda, Sofía solo quería dormir. Colin desvió su atención hacia el rostro de ella y dijo con indiferencia: —¿Te vas a casar? —¡Sí! —Si él podría casarse, ¿por qué ella no? A decir verdad, tenía que pensar dos veces respecto a casarse con Mario. Ella no lo amaba, ni quería hacerle daño. —Bueno. —Colin detuvo su masaje y se levantó del sofá. Caminando hacia Sofía, se detuvo frente a ella. ¿Qué quiso decir él con eso? Mirando directamente a sus ojos, Sofía reconoció su ira. A pesar de la habitación amplia, la estrecha distancia entre ellos hizo que el ambiente fuera extremadamente íntimo. El corazón de Sofía se alborotó. —Si no hay nada más, me voy. Cuando se dio la vuelta, Colin le cogió su muñeca. Al siguiente instante, ella fue envuelta en un cálido abrazo. Sintiendo el cálido aliento de él en su oído, no pudo evitar temblar. Colin

dijo delicadamente: —¿Ya no quieres ver a mi hijo? ¿Qué tenía que ver esto con el seguir viendo a Ambrosio? —Si quieres verlo, no te cases con Mario. Si no, entonces... Le diré a Ambrosio que lo abandonaste. —Colin le levantó la barbilla y miró sus mejillas, sonrojadas por el vino. Sofía apretó los dientes con enojo. ¿No había sido este bastardo el que le prohibió ver a Ambrosio? ¡Ahora él la estaba chantajeando con el chico! —Colin, ¿tienes la intención de poner un pie en ambos campos? —Hablar dulcemente con Dolores mientras él mantenía su yugo sobre ella, ¿quería él tenerlo todo? Él le dio un beso repentino. —¡Sí! ... ¡Él de hecho lo admitió! Ella lo golpeó en la mano con ira. —¡En tus sueños! —Sofía, incluso si no estamos juntos, ¡no puedes casarte con otro hombre! —Ella solo podía ser suya. ¡Ella sería suya, tarde o temprano! Sofía renegó: —¡Estás enfermo! Con una mirada sombría, Colin no respondió y frotó los labios rojos de ella con sus dedos. —Te atreviste a dejar que otro hombre te besara. ¡Pagarás por esto! Sofía nunca había conocido a un hombre tan dominante e irrazonable. Recordando algo, ella respiró hondo y dijo: —Colin, ¿por quién diablos me tomas? Hace tres años, tú sabías que yo no era la persona en ese vídeo. ¿Por qué aún así me hiciste eso a mí? Manteniendo su dedo en sus labios, una emoción complicada brilló en los ojos de él. De repente, jalándola a sus brazos, Colin sostuvo su cabeza y la besó. Sofía no tuvo más remedio que ponerse de puntillas y aceptar el beso. Pero su pregunta quedó sin respuesta. Sofía intentó alejarlo, pero Colin la atrapó entre sus brazos, restringiendo sus movimientos. Tal vez estaba demasiado borracha, o estaba demasiado atrapada en la tentación. Antes de que ella se diera cuenta, Sofía cayó en la cama de Colin... Cuando Sofía se despertó, ya era de día. Colin estaba bien vestido y listo para irse. Mirar al hombre que se ponía el reloj llevó a Sofía al pasado. Se asemejaba a los días antes de su divorcio... Colin dijo por casualidad: —Hoy tengo un viaje de negocios, me voy a tomar el vuelo. No te olvides de desayunar. Sofía miró fijamente su hermoso rostro en silencio. Colin le lanzó una mirada y dijo: —¿Te estás haciendo la muerta? —...

—¿O tu garganta está demasiado dolorida por gritar anoche? —... —Una almohada voló del lado de Sofía, pero Colin la atrapó hábilmente y la arrojó de nuevo a la cama. Sofía podría tirar más almohadas, pero no tenía la fuerza. Mirándolo con furia, Sofía se cubrió con la manta y lo ignoró. Caminando hacia la cama, Colin sonrió divertido hacia la mujer escondida bajo las sábanas. Justo cuando estaba a punto de retirar la manta, sonó el teléfono de Colin. — ¿Sí? Sin saber lo que estaba pasando, Sofía solo pudo escuchar a Colin negarse con indiferencia: —No. Encárgate de tus propios asuntos. Yo me encargaré. La llamada terminó. Sofía no podía entender con quién estaba hablando Colin, pero podía sentir su repudio.

Capítulo 195 Sólo el principio Colin jaló las sábanas, revelando la mirada dudosa de Sofía. —¿No te ibas a ir? Colin se sentó en el borde de la cama. —¿Recuerdas lo que te conté? —Me has contado muchas cosas. ¿Cómo se supone que debo saber a qué te refieres? Además, ¿por qué tengo que recordarlo? ¿Quién te crees que eres? — Sofía se encontró con sus ojos molestos. ¿Por qué estaba él molesto? ¡Ella era la que estaba molesta! ¿Por qué él seguía haciendo cosas como esta? Él seguía teniendo sexo con ella sin importarle cómo se sentía. ¿Acaso ella era solamente su amante? Colin no se enojó con sus palabras. Al acariciar el chupetón en la clavícula de ella, dijo: —No te cases con nadie más. Tú eres mía. 'Tú eres mía'. Esas simples palabras hicieron que el corazón de Sofía se disparara. Pero... Él sólo lo estaba diciendo. Sofía no podía estar con él en público. Ella ni siquiera era su novia. Ella ya no era una chica fácil de convencer con palabras bonitas. —Si tú no me amas, ¿por qué no me dejas ir? Colin no respondió a su pregunta. Al pararse, miró hacia el balcón que estaba fuera de la ventana con la mano en el bolsillo. —Sofía, las cosas no son tan simples como crees. Eso era todo lo que él podía decir por ahora. Ella era demasiado joven e ingenua. Todo parecía ser muy simple en la mente de ella. —... —Después de que Colin terminó de hablar, él recogió el equipaje y salió del apartamento. Sofía estaba perpleja mientras miraba aturdida a la puerta cerrada. ¿Qué quiso decir él con eso? ¿Las cosas eran más complicadas de lo que ella pensaba? ¿Qué era tan complicado? Sofía salió de su aturdimiento cuando escuchó el ruido de la puerta siendo cerrada. Dejó a un lado sus pensamientos y tomó el teléfono que estaba a su lado. De alguna forma, su teléfono había sido apagado. Al encenderlo, ella se

sentó rápidamente en la cama. Eran pasadas las 7:00 a. m. ¡Ella podría levantarse más tarde! Pero... Necesitaba darse el tiempo para ver a un médico. Colin no había usado condón. ¿Y si ella contrajo la sífilis? Si se enteraba a tiempo, podría tratarla a tiempo. Sofía fue al hospital a la hora del almuerzo. Al ver los resultados negativos, dejó escapar un suspiro de alivio. Afortunadamente, todo estaba normal. Pero aún necesitaba tomar una píldora cada vez que tenían sexo, ya que Colin nunca usaba condón. En el País C Eran pasadas las 9 p. m. cuando Colin y Daniel concluyeron sus negocios. Salieron juntos de la sala de conferencias. Daniel miró a Colin y lo invitó a salir. —Vamos a cenar, puedes quedarte en mi casa. Colin negó con la cabeza. —No quiero molestarte a ti ni a tu familia. Puedo quedarme en un hotel. —Puedo pedirle a Rafael que te lleve al Hotel Rose. —Daniel siempre mantenía una habitación reservada para sí mismo. Tenía todos los servicios y era bastante cómodo. Colin no lo rechazó en esta ocasión. —Bueno. Era casi medianoche cuando Colin llegó al Hotel Rose. Recibió una llamada telefónica de Wade justo después de registrarse. —Sí. —Señor, hemos encontrado a la sirvienta. Los ojos de Colin se iluminaron mientras cerraba la puerta. —¿Dónde? —La vimos justo después de que ella regresara al pueblo, el día de ayer. — Wade respondió con toda la verdad. Colin nunca dejó de buscar a la sirvienta después de todos estos años. Incluso cuando se divorció de Sofía, él nunca se rindió. —¡Llévatela! —Colin ordenó con decisión. —Sí, señor. También hay otras personas que la están buscando. Una de ellas es Dolores, y la otra es... Sofía. —Aunque Sofía no había cambiado mucho, ella gastó mucho tiempo y recursos para buscar a la sirvienta. Sólo para demostrar su inocencia. Colin se detuvo un rato antes de tomar una decisión. —Dile a Sofía dónde está la sirvienta. Wade no se sorprendió. Después de todo, Colin hizo todo esto por el bien de Sofía. —Sí, señor. —Dile a Sofía que la sirvienta ha sido encontrada. Dejemos que ella descubra la verdad y sea compensada por los tres años perdidos. —Y por su felicidad perdida.

Wade hizo una pausa. —Sí, señor. —Dile que es libre de hacer lo que ella quiera para averiguar la verdad. Si algo sale mal, alguien la apoyará. Dile que no se preocupe por eso. —Él estaría a su lado a pesar de todo. El corazón de Wade se ablandó. Colin realmente amaba tanto a Sofía... Wade vaciló al decir: —Señor, ¿por qué no decirle que usted la está ayudando? Sofía era muy sensible. Ella estaría tan conmovida por las acciones de Colin, que ella querría volver con él... A Colin no le importó decirle a Wade el motivo. —Cuando aún estábamos juntos, alguien la amenazó con la vida de su padre. Ahora, pueden amenazarla con otra cosa. No era que Colin le tuviera miedo al autor intelectual, pero estaba preocupado por Sofía. Incluso si contratara a docenas de guardaespaldas para protegerla, no había garantía de que su seguridad no corriera peligro. Lo único que él podía hacer ahora era... Eliminar completamente al enemigo. —Está bien... Señor, ¿y qué hay con la boda? ¿Sigue en marcha? Tomando la cigarrera, Colin sacó un cigarrillo y lo encendió. Dio una fumada y respondió: —Sí. Wade se quedó sin palabras por un rato. —Señor, ¿de verdad se va a casar con Dolores? Colin amaba mucho a Sofía, pero parecía que él la amaba de la manera incorrecta... —¿Para qué te contraté? ¿De verdad solo vas a asistir a mi boda y me verás casarme? —... —Wade no entendía lo que quería decir Colin. ¿Cómo se suponía que iba a responder? Debería él... ¿Impedir la boda? —Como están las cosas, la boda sigue en marcha. Pero puedes hacer que alguien genere un disturbio durante la boda y exponga a Dolores. —Si él necesitaba casarse con Dolores para poder destruirla, lo haría. Wade se pausó, escéptico. —Señor, todavía no entiendo... —Colin podría simplemente negarse a casarse con Dolores y cancelar la boda. Colin podía entender la confusión de Wade. —¿Qué crees que es lo más importante para una mujer? No, ¿qué crees que es lo más importante para una mujer como Dolores? Colin continuó sin esperar a la respuesta de Wade: —Fortuna, poder y reputación... No dejaré que ella tenga ninguno de ellos. Voy a arruinarla por completo en la boda. Las palabras de Colin estaban llenas de un gran desprecio. Por lo que sabía, la familia Lien estaba tan avergonzada de la situación

familiar de Paulo que ni siquiera celebraron una boda. El escándalo de una mujer arruinaría su reputación de por vida. Si Dolores fuera expuesta el día de su boda, el día más importante de su vida... Y él cancelaría la boda... ¿Cómo se sentiría ella con todo eso? Si Sofía descubriese la verdad y pudiera evidenciar a Dolores con éxito... Bien... No era que él estuviera siendo arrogante, pero en realidad no era tan difícil derribar a Dolores. Tal vez así, Dolores entendería todo el sufrimiento que había sido infligido a Sofía cuando ella envió a Sofía a la cárcel, causó indirectamente la muerte de su abuela y la sometió a un parto prematuro. Era sólo el principio...

Capítulo 196 Alguien te respaldará —Arruinaron mi matrimonio y trataron mal a mi esposa. ¡Me aseguraré de que la familia Lien e Ynocente desaparezcan del País A! Wade se estremeció al escuchar ira y determinación en la voz de Colin. Había estado con Colin durante muchos años, pero no sabía que podía ser tan despiadado. —Sí —respondió. Colin apagó el cigarrillo que estaba fumando y dijo: —Bueno, si Sofía tiene algún problema en la estación de policía, debes ayudarla en secreto. —¡Sí, jefe Li! ¡Entendido! —Al escuchar la confirmación de Wade, Colin colgó la llamada. Wade dejó escapar un suspiro de alivio y silenciosamente levantó la cabeza para mirar el cielo preguntándose por qué él no era una mujer. Colin, Daniel, Levi, Helge... Si alguno de estos hombres poderosos se hubiera enamorado de él, ¡sería muy feliz! Sacudiendo la cabeza y volviendo a la realidad, llamó a Sofía. Sofía tenía mucho trabajo pendiente, por lo que estaba haciendo horas extras cuando recibió la llamada de Wade. —¡Hola, señor Ji! —Sofía se frotó los ojos y miró el reloj. Era casi la 1 de la madrugada. Wade estaba en América. Cuando escuchó la voz cansada de Sofía, se dio cuenta que donde vivía Sofía debía ser pasada la medianoche. —Siento mucho molestarte tan tarde, Sofía —dijo Wade. —Está bien, señor Ji. Aún no estaba dormida. ¿Qué sucede? —preguntó. Ella guardó sus documentos y planeaba irse a casa. —Hace dos días fui a Song'an Pueblo por negocios. Cuando volví a medianoche me encontré con una persona... Sofía tenía los ojos bien abiertos cuando escuchó las palabras "Song'an Pueblo" y "una persona. Song'an Pueblo era la ciudad natal de Siria Zhou, que era la sirvienta que la había identificado como la asesina. Sofía la había estado buscando durante mucho tiempo.

—Señor Ji, ¿con quién te encontraste? —Sofía no pudo ocultar su emoción. Si era Siria podría demostrar que no había hecho esas cosas y que era inocente. Wade suspiró en silencio. —Escuché que los demás la llaman Siria Zhou. Entonces recordé que tú y el jefe Li la estaban buscando. Sofía, ¿sigues buscándola? Realmente Sofía creía en todo lo que él decía. —Oh, sí. Ahora... No, mañana iré a Song'an Pueblo para reunirme con ella —dijo. Sofía se sintió profundamente conmovida cuando escuchó que Colin también estaba buscando a Siria. Parecía como si ella pudiera perdonar todo el dolor que él le había causado. —No te molestes, Sofía. Solo quería confirmar que también la estabas buscando. Le pediré a alguien que la lleve a tu ciudad —dijo Wade. En realidad, a Siria ya la habían llevado a la ciudad. Wade dijo esto para evitar que Sofía fuera allí. —¡Ah!, señor Ji, ¡muchas gracias! ¿Cuándo estás de vuelta? Déjame invitarte a cenar y agradecerte en persona. Deberías decirle a tu esposa también. —Sofía estaba un poco nerviosa. Pronto podría demostrar su inocencia. Wade rápidamente rechazó su oferta. —¡No, no! No soy yo quien te ha ayudado. Si deseas expresar tu gratitud, debes hacerlo al señor Li. Sofía estaba confusa. —¿Qué? ¿Colin? —preguntó. —Bueno, sí. Después de todo, fue el señor Li el que me envió a trabajar allí. Si no lo hubiera hecho, no estaría aquí, ¿verdad? —Wade se sorprendió a sí mismo por su rápido ingenio. —Eso tiene sentido, pero... Está bien. Se lo agradeceré cuando vuelva. ¿Qué hay de ti? ¿Cuándo vuelves? ¿Cuándo podré ver a Siria? —Sofía no podía esperar a conocerla. Wade sabía que Colin tardaría varios días en volver, por lo que dijo: — Dentro de unos días. Necesito ocuparme de un trabajo importante antes de regresar. Pero no tienes que preocuparte. Yo vigilaré a Siria por ti. 'Sofía es tan ingenua. Incluso si fuese verdad que hubiera conocido a Siria casualmente, ¿me hubiera atrevido a decirle eso sin el permiso del señor Li?', Wade pensó para sí mismo. 'El señor Li es muy amable con ella. ¿Cómo es que ella todavía no lo sabe? Me gustaría que ella lo supiera'. —Está bien, ¡gracias de nuevo! —dijo Sofía. —De nada. Hay otra cosa que necesito decirte. —¿Sí? —preguntó Sofía. Wade se aclaró la garganta y dijo: —Bueno... Sofía, si hay algo que quieras hacer, solo hazlo. No tienes que preocuparte por las consecuencias. Alguien te respaldará. Haz lo que quieras.

¿Alguien? El corazón de Sofía latía más rápido mientras pensaba si ese alguien era Colin. No se atrevió a preguntar. Tenía miedo de estar pensando demasiado. Incapaz de controlarse, finalmente preguntó: —¿Quién te pidió que me contaras todo esto? —El señor Li —respondió Wade después de dudar un poco. '¡Colin! Así que realmente era Colin. ¿Qué quería decirme con eso?', reflexionaba Sofía. '¿Significa esto que él está de mi lado? ¡Lo que sea! Estoy feliz de que le haya permitido a Wade contarme todo esto'. Sofía sabía que Colin la ayudaría de todos modos, así que no hizo más preguntas. No obstante, temía que Wade se olvidara de Siria, ya que él era un hombre muy ocupado, y se lo recordó una vez más. —Bueno. ¡Muchas gracias, señor Ji! Ponte en contacto conmigo cuando vuelvas.

... —Lo haré. Solo una cosa más, Sofía. Sabes que no es fácil encontrar a Siria. Así que espero que aproveches esta oportunidad para acabar con aquellos que te causaron problemas. Si necesitas algo más, llámame. Sofía se encogió de hombros ante las palabras de Wade. '¿Por qué está actuando tan extraño esta noche? ¿Quién está realmente de mi lado? ¿Él o Colin?', pensó Sofía para sí misma. —¡Por supuesto! Buenas noches, señor Ji. —Buenas noches, Sofía. Al terminar la llamada, Sofía miró el teléfono. Su mente le daba vueltas como un torbellino. 'Fui a Song'an Pueblo a buscar a Siria, pero sus padres se negaron a encontrarse conmigo. Por mucho que les rogara no me dijeron dónde estaba. Las personas a las que contraté también dijeron que no habían visto a Siria regresar a casa. Entonces, ¿cómo se encontró Wade con ella? ¿Debo agradecer a Wade o a Colin? Bueno, se lo agradeceré a ambos. Además, Colin ahora apoyaba a Dolores. Puedo hacer todo lo posible para poner a Dolores entre rejas, pero no puedo decidir cuánto tiempo permanecería en la cárcel'.

Sofía recogió sus cosas y se dirigió al estacionamiento. Se metió en su coche y condujo a casa. Mientras esperaba a que Wade regresara, entendió finalmente lo que debía hacer. ¡Esta vez decidió vengarse de Dolores! Aunque no había ninguna garantía del tiempo que permanecería Dolores tras las rejas, podría contarles a todos lo que había hecho para que fuera humillada. Además, Dolores se casaría pronto. ¡Este sería un excelente regalo para ella! En cuanto a Colin... No debería culpar a Sofía, ya que estaba planeando casarse con su enemiga. Después de meter a Dolores en la cárcel, ella... perseguiría a Colin y se casaría con él para compensarle. Sofía rápidamente sacudió la cabeza cuando se dio cuenta de que estaba soñando despierta. 'Colin nunca me aceptaría si me acercara a él. Pero si tengo la oportunidad, definitivamente le preguntaré sobre la persona que me ha ayudado. ¿Es él o Wade?', pensó. 'Espero que sea Colin'. Algunos días después Sofía conducía a casa como de costumbre. Después de que ella abandonara el estacionamiento de la compañía, algo golpeó de repente la ventana de su auto. El fuerte ruido hizo que se sobresaltara. Se escuchaba un ruido tras otro. Rápidamente, asustada, encendió la direccional y detuvo su auto a un lado del camino.

Capítulo 197 Un intento de asesinarla Una vez que detuvo el auto, pudo distinguir lo que volaba hacia ella. Estas eran... no... no podían ser. Pero sí, eran... balas... una tras otra. Afortunadamente, las ventanas de su auto eran blindadas. ¿Podría un coche barato ser realmente a prueba de balas? Sofía no podía creerlo ni ella misma. Las balas no pudieron atravesar las ventanas. Así que sí, las ventanas de su coche eran definitivamente blindadas. Enfrentando este intento de asesinato, ella estaba fuera de sí. De repente, su teléfono comenzó a sonar. Sorprendida, rápidamente sacó su teléfono de su bolso. El nombre de Colin apareció en la pantalla. La chica contestó el teléfono. Su voz temblaba de miedo. —Colin... —dijo ella. Del otro lado se oyó una voz tranquila. —Quédate a la derecha en tu auto y bloquea la puerta. No te preocupes y no te asustes. Estoy en camino —dijo Colin. Preguntándose cómo sabía lo que estaba pasando, Sofía bloqueó la puerta de inmediato. —Listo... ¿Ahora? —Miró hacia la dirección desde donde venían las balas. Solo podía ver la oscuridad. —Protégete, Sofía. Llama a la policía. Estaremos ahí en unos diez minutos. —Colin y Guilla, al que habían recogido en el aeropuerto, se dirigían hacia Sofía. —Bueno.... Sosteniendo el teléfono incluso después de que colgó, Sofía respiró hondo... dentro y fuera... inspirar y exhalar... Sintiéndose un poco mejor, marcó el 110. En el minuto en que terminó la llamada, sintió que algo duro golpeaba contra su auto. De repente, un hombre apareció de la nada. Terriblemente asustada, Sofía lo miró fijamente, con la boca seca y el corazón palpitando. Como era típico de un gánster, este hombre también estaba vestido de negro de pies a cabeza. Sostenía una ametralladora e intentaba romper la ventana del coche con ella.

Sofía se encogió de miedo. Podía distinguir vagamente las palabras que el hombre estaba bramando. —Sal, ahora mismo —dijo y gesticuló de manera salvaje con el arma en sus manos. '¿Qué debo hacer? ¡Oh, Dios! ¿Qué debo hacer?'. Sofía pensó cubriéndose la cabeza con las manos. De repente, las palabras de Colin volvieron a ella: — Protégete. —'¿Cómo podría protegerme?', pensó. Se aseguró de que el auto estuviera bien cerrado. Lo estaba. Suspiró aliviada. En ese momento, el hombre golpeó la ventana trasera con fuerza. Instintivamente, los ojos de Sofía revisaron el vidrio por el espejo retrovisor. Todavía estaba intacto... En menos de un minuto, tres hombres aparecieron. Sofía pudo ver que uno de ellos derribaba al gánster, le retorció el brazo en la espalda y evitó que usara el arma. El segundo le arrebató el arma y el tercero lo empujó al suelo. También podía escuchar la sirena de un coche de policía que sonaba cerca. Oyó un ruido sordo y de repente el criminal se quedó inmóvil. Sofía miró más de cerca y vio un enorme agujero en la cabeza del hombre... Atrapada por el pánico, no podía respirar. Comenzó a jadear por aire. Esta fue la primera vez que ella había presenciado semejante violencia. Un intento de asesinarla y luego un asesinato de... Colin llegó cuando la policía estaba golpeando a la ventana del auto de Sofía. Vio que la mujer se había puesto pálida y estaba completamente inmóvil. —Sofía, abre la puerta —dijo Colin gentilmente y agitaba su mano ante sus ojos. Al ver el movimiento de la mano y escuchar una voz conocida, Sofía volvió a la conciencia. Miró a Colin y de inmediato se echó a llorar. Abrió la puerta del auto con gran dificultad y casi se cayó del auto en los brazos de Colin. Si no la hubiera abrazado, se habría caído al suelo. Colin la tomó en sus brazos, la abrazó con fuerza y le acarició suavemente el pelo. —Sofía, ¿estás bien? ¿Te lastimaste? Por favor, háblame.... —Suplicó con una voz llena de ansiedad. Sofía se agarró de su ropa y respiró hondo. Se sintió aliviada por su olor conocido. Se calmó, dejó de llorar y respondió débilmente: —Estoy bien. La policía acordonó el área y llegó una ambulancia para llevarse el cadáver. Sofía fue a la estación de policía acompañada por Colin y les contó lo que había visto. La policía le dijo que parecía un intento de asesinato. Después de que grabó su confesión, Sofía recibió una llamada del hospital. El personal le informó que el gánster había muerto al llegar y que no debía preocuparse.

La policía archivó el caso y Sofía era libre para irse. Colin tomó la mano de la mujer y la llevó hasta el auto para llevarla a casa. En la Mansión Cercis Chino Cuando llegaron a la mansión, Colin rodeó los hombros de Sofía con un brazo y la llevó dentro. Una vez de nuevo en casa, la joven se sintió mejor. Trató de averiguar quién había planeado este intento contra su vida. No había otra posibilidad. Pero ¿qué podía hacer ella cuando no había ninguna evidencia que apoyara su teoría? Colin le trajo un vaso de agua tibia y ella tomó un pequeño sorbo. Sentado a su lado, Colin hizo que Sofía se apoyara en su hombro. — ¿Todavía estás asustada? —le preguntó suavemente. —La ventana de mi auto se reemplazó —dijo con asombro. Acostada en sus brazos, se sentía segura y podía pensar con claridad. Quería agradecerle a la persona que reemplazó las ventanas de su auto, pero solo si supiera quién era. —Bueno, tenían que reemplazarse —respondió Colin de manera breve. Sofía lo miró: —¿Fuiste tú? —Hmm —respondió Colin sin comprometerse. Él reemplazó las ventanas cuando Mario le dijo que Ynocente planeaba hacerle daño a Sofía. No esperaba que la advertencia se convirtiera en realidad. Pero solo para quedarse tranquilo, las había reemplazado discretamente. También apostó a un guardia privado para vigilarla. Y se llenó de rabia sin precedentes cuando el guardia lo llamó y le informó que alguien estaba disparando contra el auto de Sofía. No podía calmarse hasta que la vio ilesa con sus propios ojos. Sofía puso el vaso sobre la mesa de té y rodeó la cintura de Colin con sus brazos. Dejó que su rostro descansara sobre su pecho cálido. —Colin, estoy confundida por tu comportamiento —dijo en voz baja. En un momento la trató con frialdad y al siguiente, no pudo ser más amable con ella. Colin se frotó el pelo ondulado como solía hacerlo, sin decir nada. —¿Le dijiste al señor Li que podía hacer cualquier cosa que me gustara? — Ella preguntó en voz baja y esperaba una respuesta. Él no lo negó, pero... tampoco lo admitió. La levantó por la cintura y la llevó al dormitorio. —Descansa, Sofía. Lo necesitas. Haré que te traigan la cena. —Como era tarde para cocinar, Sofía se alegró de que le sirvieran la cena. Sofía extendió la mano y tomó la mano de Colin. La mujer se levantó. — Colin, no te obligaré a responder ahora mismo, pero... Solo quería saber... Si... hay alguna posibilidad de que volvamos a estar juntos —preguntó ella,

mirándolo a los ojos. Cómo deseaba que él le diera alguna esperanza... Para saber de alguna manera que él todavía la amaba y que aún podrían estar juntos. Él se quedó atrás y tomó su mano suave y hermosa en su mano. Luego dijo con calma: —¡Cómo te atreves a pensar en dejarme! —Le pellizcó suavemente el dedo anular, que estaba desnudo. Ella una vez usó su anillo de bodas en este dedo, pero no ahora. No le gustaba ver su dedo sin el anillo. Lo llenó de un dolor sordo. Sintiendo el dolor leve, Sofía quiso retirar su mano, pero Colin la agarró fuerte. —¿Dónde está el anillo? —preguntó. —¿Qué? ¡Oh! Lo puse de nuevo en el cajón en tu mansión. —Le dijo tímidamente cuando se dio cuenta de lo que él estaba preguntando. Había puesto los dos anillos que Colin le había dado en el estuche de joyas cuando Helge la expulsó. Colin le soltó la mano y salió silenciosamente de la habitación.

... Mirando su figura que se alejaba, Sofía pensó que Colin era un poco... Misterioso e insondable. La comida a domicilio se entregó pronto. En realidad, Wade había conseguido que prepararan la comida en un restaurante cercano y se la enviaran a la Mansión Cercis Chino.

Capítulo 198 Tácticas de demora Sofía jugó con su comida en el plato mientras reflexionaba sobre la pregunta que había querido preguntar toda la noche. Levantó la vista de vez en cuando al hombre silencioso que estaba sentado frente a ella. Finalmente, rompió el silencio. —Colin, sabías que yo no era la mujer en el vídeo, ¿verdad? Los palillos que Colin sostenía se quedaron inmóviles. —Come primero. —.... —Sofía golpeó sus palillos en la mesa y se levantó de su asiento. —¡He terminado! Cuando estaba a punto de salir del comedor, el hombre detrás de ella exigió fríamente: —¡Vuelve! Ignorándolo, caminó directamente hacia la sala de estar para agarrar su bolso y se dirigió hacia la puerta. Desde el comedor, Colin alzó la voz: —Piensa en Ambrosio. Colin de repente sintió pena por sí mismo. Necesitaba que su hijo evitara que Sofía se alejara de él. Para su alivio, la mujer se detuvo instantáneamente. Mirando enojada a Colin, que ni siquiera se molestó en volverse y mirarla, dijo rencorosa: — Ambrosio es el hijo de Dolores. Ya que la odio, ¡no me importaría si ya no veo a su hijo! Aunque Sofía dijo que no le importaba, no dio otro paso. No podía soportar la idea de no ver al niño nunca más. El solo hecho de pensar en eso la hacía sentir horrible. —¿Quién te dijo que es el hijo de Dolores? —Colin finalmente miró a Sofía, quien obviamente estaba molesta. —¿No lo es? ¡No me digas que tienes otra mujer! ¡Te despreciaré aún más! ¿Bario no tiene tres años? Eso significa que tenías una aventura cuando todavía estabas conmigo. ¿Fue mientras yo estaba embarazada? —Claramente recordaba que Colin le había dicho que no tuvo una aventura. Pero ahora, parecía que la mentira se expuso. ¿Cómo iba a defenderse ahora? —¡Vuelve y come tu cena! —Colin insistió. Sofía lo fulminó con la mirada. —¡Al diablo con la cena, estoy harta de tu

actitud! ¡No voy a comer! —Dejó caer su bolso en el sofá, se sentó con los brazos cruzados frente a su pecho, furiosa. Sofía decidió quedarse por el bien de Ambrosio. Pero eso era todo lo que ella iba a hacer. No se rendiría ante Colin. —¿No vas a terminar tu cena? —Colin agregó un poco de pescado fresco en el plato de Sofía. —¡No! —Sofía se negó enérgicamente. Había decidido no volver a la mesa. Colin dejó sus palillos. —Si no quieres comer, está bien. Pero has arruinado mi apetito y sigo con hambre. Como las cosas no fueron bien en la mesa, tal vez debería satisfacer mi apetito en la cama. Sofía se quedó boquiabierta. Colin hizo que pareciera que no era un gran problema, como si solo estuviera hablando de algo tan trivial como el clima. Se levantó de la silla. Sofía saltó rápidamente del sofá y entró enérgicamente en el comedor. —Si el señor Li todavía tiene hambre, ¡comamos un poco más! Se sentó y rápidamente se metió varios bocados de pescado en la boca. Luego miró a Colin con una sonrisa falsa. —¡Yum! También deberías intentarlo, señor Li. Internamente, lo maldijo a Colin por usar a Ambrosio en su contra. ¿Era ella realmente tan fácil de manipular? Teniendo en cuenta lo que acababa de suceder, parecía que era una persona muy susceptible. O ella no habría vuelto a cenar. Colin volvió a sentarse y retomó su cena. Comió lentamente, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Si no fuera por Sofía, estaría trabajando a estas horas. Terminaron de cenar sin decir una palabra más. Cuando Sofía dijo que quería irse, Colin la miró y dijo: —Responderé a todas sus preguntas si te quedas. Con ganas de conseguir las respuestas, Sofía lo siguió al dormitorio... y al baño. Después de bañarse con Colin, se acostó cansada en la cama. Aclarando su garganta ardiente, ella preguntó: —¿Cuándo descubriste que no era la mujer en el vídeo? Colin apagó la lámpara de la mesilla y apartó el teléfono. —Si todavía tienes la fuerza para hacer preguntas, ¡solo significa que no has tenido suficiente! Presionó los labios de Sofía para detener cualquier otra pregunta. —¡Ahhh! —Sofía se sintió atrapada. No importaba lo que ella hiciera, obedeciendo o en contra de su voluntad... Siempre terminaría haciendo lo que Colin quería. Nunca se imaginó durmiendo con su exmarido, que estaba a punto de casarse con otra mujer. Sin embargo, lo hizo una y otra vez. Solo había pasado una semana, pero Colin le hizo el amor como si no la hubiera visto durante años y quería hacer que cada momento valiera la pena. No fue hasta el amanecer que finalmente liberó a Sofía, que estaba a punto de perder

la conciencia. Sofía estaba agotada. No tenía la fuerza ni para levantar su dedo y mucho menos hacer preguntas. Cuando se despertó por la tarde, Colin se había ido hacía mucho tiempo. Probablemente estaba trabajando en la empresa en este momento. Había perdido su oportunidad de preguntarle sobre el vídeo. Inmediatamente se levantó de la cama. ¡Había perdido completamente el trabajo! Saltó de la cama y se tambaleó en la sala de estar para buscar su teléfono celular. No estaba ahí. Mirando a su alrededor, lo encontró sobre la mesa. Se preguntó quién lo había colocado ahí. Pero no tuvo tiempo de pensar en eso. Alcanzó el teléfono e intentó desbloquearlo, pero estaba apagado. Rápidamente lo encendió y la pantalla se iluminó. ¡Eran casi las tres de la tarde! Inmediatamente llamó a Mario. —Sofía, ¿cómo estás? ¿Te sientes mejor? —¿Eh? —Sofía estaba desconcertada por la pregunta. —¿Te sientes mejor? —¿No te topaste con una pandilla de matones anoche? ¡Debes de estar aterrorizada! Se te escucha con la voz ronca. ¿Te asustaron? —¡Pobre Mario! No tenía idea de lo que había sucedido esa noche y estaba preocupado por ella. Se enteró del incidente cuando la asistente de Sofía pidió una licencia por enfermedad en su nombre. La llamó inmediatamente después, pero su teléfono estaba apagado. Eh... . ¡Su garganta estaba ronca por Colin y no por un encuentro con algunos matones! Sofía se frotó la frente. Incapaz de pensar en algo que decir, decidió seguir adelante con la conversación. —Sí, estoy mucho mejor ahora. Me preguntaba... ¿Está bien si no voy a trabajar hoy? —Sí, está bien. ¡Tómate tu tiempo y descansa, iré a verte después del trabajo! —Mario podía sentir que algo andaba mal con Sofía, pero no podía descifrarlo. Recordando que ella estaba en el apartamento de Colin, Sofía se apresuró a sacudir la cabeza. —¡Estoy bien, Mario! Realmente no hay necesidad de que vengas a verme. ¡Iré a trabajar mañana! Mario hizo una pausa. —Bien. ¡Por favor, llámame si necesitas algo! —Lo haré. Adiós, Mario. Sofía colgó, preguntándose quién le había pedido el día libre. Como no tenía que preocuparse por el trabajo, caminó hacia el dormitorio y se volvió a dormir. Cuando se despertó de nuevo, estaba oscuro afuera. Había varias llamadas perdidas en su teléfono. Durmió tan profundamente que no las oyó.

Dos eran de Wendy y cuatro eran de Wade. Llamó a Wendy primero. —Tía, lo siento, no escuché tus llamadas. —Está bien. En realidad, Bario fue quien te llamó. Ven aquí, Bario. ¡Sofía está al teléfono! —Wendy llamó a su nieto que estaba subiendo las escaleras. Ambrosio se sentía deprimido. Pero tan pronto como escuchó que Sofía había llamado, sus ojos se iluminaron de emoción. En unos pocos pasos, corrió por las escaleras y agarró el teléfono de la mano de Wendy. —Sofía, ¿por qué no contestaste mis llamadas? ¿Ya no me amas? La mujer se rió entre dientes de diversión ante sus travesuras. —¡Por supuesto que la tía Sofía te quiere! Lo siento, no escuché tus llamadas telefónicas. Por favor, no te enfades conmigo, ¿de acuerdo? —¡Está bien! ¡Porque te quiero mucho, no me enojaré! —El chico respondió con orgullo. En un tono diferente, dijo: —Sofía, vamos a cenar esta noche. ¡Yo invito!

Capítulo 199 La preferida de Ambrosio Cuando Colin le dijo a Ambrosio que Sofía no había ido a trabajar hoy, el niño quiso aprovechar la oportunidad para salir con ella. —Bueno. ¿Qué quieres comer, Bario? ¡Saldremos juntos! —Sofía se levantó de la cama. Había un conjunto de ropa cuidadosamente doblado al final de la cama. Era una bata de color rojo y blanco y una camiseta larga de color blanco. Estaba claramente preparado para ella. ¿Quién lo envió? —En realidad cualquier cosa. No soy exigente con la comida. Sofía sonrió alegremente. Ella exclamó con exageración: —¡Guau! Bario es tan lindo. ¡No eres exigente con la comida! ¡Qué niño tan dulce! —¡Por supuesto que lo soy! Sofía, ¿vendrás a recogerme o tengo que ir al lugar donde tú estás? ¡Quiero pasar tiempo contigo esta noche, no con la abuela! Sofía podía escuchar las quejas de Wendy de fondo. —Pequeño sinvergüenza. ¡Ahora que tienes a Sofía te olvidas de tu abuela! Ambrosio hizo una mueca a Wendy. —¡Claro que sí! ¡Sofía es mi preferida ahora! Lo que dijo el niño dejó a Sofía sin palabras. Aclarando su garganta, Sofía dijo: —Puedes esperarme allí. Iré a recogerte. —Está bien, Sofía. ¡Date prisa! ¡No puedo esperar a verte! —¡Está bien, te veo luego! —¡Nos vemos, Sofía! Después de colgar el teléfono Sofía seguía sonriendo. Ambrosio era encantador, ¡y ella lo quería mucho! Sofía llamó a Wade mientras se vestía. —¡Hola, señor Ji! Wade estaba hablando con gente de la empresa asociada. Al ver la llamada de Sofía, se apartó para contestarla. —Señorita Lo, ¿cuándo estás libre? Puedes venir y conocer a Siria. Parecía que Wade había regresado de su viaje, pero Sofía no estaba disponible esta noche. —Señor Ji, ¿estás desocupado mañana por la noche? —Sí, señorita Lo. Por favor, llámame otra vez mañana e iré a buscarte.

—De acuerdo. ¡Gracias, señor Ji! —Sofía dejó escapar un suspiro de alivio, pero en realidad estaba preocupada. Después de que ella conociera a Siria al día siguiente, ¿testificaría contra Dolores y Paulo por ella? Hablando de Paulo... ¿Dónde estaba él ahora? No lo había visto desde que regresó, ni había escuchado ninguna noticia sobre él. Era como si hubiera desaparecido de golpe. Antes de salir, Sofía le envió un mensaje a Colin. —¿Dónde está mi auto? Cuando Sofía terminó de ordenar el dormitorio y de cambiarse los zapatos, Colin respondió: —La llave está sobre la mesa y el auto en el garaje de abajo. —Gracias. Sofía encontró la llave sobre la mesa. Tomando las llaves del auto dejó la Mansión Cercis Chino y se dirigió a la Mansión de la Familia Li. En el camino Sofía pasó por el supermercado para comprar algunos regalos a los ancianos del Clan Li. Cuando llegó a la puerta de la Mansión de la Familia Li, el guardia de seguridad la dejó entrar. Parecía que le habían avisado de su llegada con antelación. En la entrada de la villa, Ambrosio miraba ansiosamente a su alrededor. Al ver que un auto desconocido se acercaba corrió inmediatamente hacia él con emoción. Sofía sonreía mientras detenía el auto en la entrada. Wendy salió cuando escuchó a Ambrosio emocionado. —Me alegra verlos de nuevo, tía, Bario. —Sofía saludó a los dos al salir del auto. De repente, Ambrosio corrió hacia Sofía y se tiró sobre ella. Sofía lo sostuvo rápidamente para evitar que se cayera. —¡Ten cuidado, Bario! —Wendy tenía la intención de hablar con Sofía, pero se detuvo de inmediato al ver lo que hacía su nieto. Sofía abrazó al niño con fuerza. —Está bien, tía. ¡Lo atrapé! Ambrosio besó a Sofía provocando que se riera. —Bario se está aprovechando de mí. Me las pagarás... —¡Mua! Ella besó al niño en su suave rostro. Ambrosio parecía contento. —¡Vámonos, Sofía! —No podía esperar a pasar tiempo con ella. Después de colocar a Ambrosio en el suelo, Sofía sacó los regalos del maletero y se acercó a Wendy. —Tía, ¿están el abuelo y la abuela en casa? —No, están en el País C. Han estado viviendo allí desde que Curro se casó. —Oh, estos son regalos para ellos. Por favor, acéptalos, tía. Wendy miró a Sofía pero no se movió. —No tienes que comprarnos nada. No eres una extraña.

Emocionada por las palabras de Wendy, Sofía sonrió y dijo avergonzada: — No he visitado ni a los abuelos ni a los tíos durante mucho tiempo. Estos regalos son solo una pequeña muestra de mi afecto. Por favor, acéptalos. Suspirando, Wendy tomó sus manos. —Está bien, los aceptaré. Pero Sofía, por favor, no te rindas con Colin, ¿de acuerdo? ¡Quiero que tú y Colin vuelvan a estar juntos! —Quería que Bario tuviera una familia completa con Colin y Sofía. Sofía parecía seria. —Pero Colin se va a casar. Ambrosio de repente saltó para mostrar desacuerdo. —¡No quiero que papá se case con Dolores, tía Sofía! Sofía se quedó sin palabras. Avergonzada, Sofía miró a Wendy, quien se hizo cargo de los regalos que llevaba. —Diviértete con la tía Sofía, Bario. Yo entro a casa. —¡Está bien, abuela! Wendy volvió a entrar. Sofía ayudó al niño en el asiento del pasajero y le ajustó el cinturón de seguridad. Después de comprobar que el niño estaba seguro, se alejó de la Mansión de la Familia Li. En el camino, Sofía reflexionó sobre las palabras de Ambrosio. ¿No era Dolores su madre? ¿Quién era, entonces? De repente recordó la escena en la sala de juegos del Crucero Número 8. ¿Era Maita? Mirando a la reflexiva Sofía, Ambrosio dijo: —Tía Sofía, ¿puedes convencer a papá de que no se case con Dolores? Eh... ¿Cómo se suponía que iba a hacer eso? Ella era simplemente su exesposa. No estaba en posición de disuadir a Colin. —Bario, ¿no te gusta Dolores? —ella preguntó en lugar de responderle. Ambrosio negó con la cabeza enérgicamente. —¡No, no me gusta! Sofía lo miró por el rabillo del ojo. —Pero Dolores es la que le gusta a tu papá. Debes tratar de llevarte bien con ella. Ella te tratará bien. —Sofía no sabía qué decir para convencer al niño de que aceptara la realidad. Cruzando los brazos sobre su pecho Ambrosio miró por la ventana enojado. —Si él se casa con Dolores, ¡yo me casaré contigo! Sofía se quedó callada. Ella sonrió. —Hablemos de otra cosa. Bario, ¿qué quieres comer esta noche? —La abuela dijo que a ti te gustaba el pescado. Así es que quiero comer pescado, Sofía. Las palabras de Ambrosio la emocionaron. El niño era muy considerado. Colin y Wendy lo habían educado bien. —¿Te gusta comer pescado, Bario? —Por supuesto. ¡Me gusta comer pescado tanto como a ti! ¡Venga, vamos! —Ambrosio no estaba mintiendo. Como a su madre, a él le gustaba mucho

comer pescado.

Capítulo 200 Vínculos familiares Sofía y Ambrosio fueron a un restaurante especializado en pescado a la parrilla. Después de ordenar, Sofía le dijo a Ambrosio: —Necesito ir al baño. ¿Puedes sentarte aquí y esperarme? No vayas a ningún lado. ¿Entendido? Ambrosio asintió obedientemente. —Bueno. Esperaré aquí. Sofía sonrió. Ella le pidió a un camarero que cuidara de Ambrosio mientras se ausentaba. Preocupada por dejar a Ambrosio solo, corrió al baño para regresar lo antes posible. Cuando volvió a la mesa, había un hombre sentado frente a Ambrosio. Un hombre conocido... —Señor Colin, ¡qué casualidad! ¿Por qué estás aquí? —dijo Sofía con una sonrisa fría. Colin estaba mirando el menú para ordenar más platos. Él la miró y le dijo: —Siéntate. El gesto de Colin la hizo sentir como una recién llegada a la que había invitado a sentarse a cenar. Él fue el intruso en su cena con Ambrosio. ¿Por qué la trataba como a una invitada? Sofía se sentó y lo observó mientras ordenaba más platos. Esperando una explicación siguió mirándolo fijamente. Colin ignoró su mirada inquisitiva. Se volvió hacia Ambrosio y le dijo: — Después de cenar, le diré al chófer te lleve a casa. Sofía y yo tenemos algo de lo que hablar. Ambrosio no respondió. ¿Quería su padre terminar la cena pronto para poder enviarlo a casa? ¿Qué clase de padre abandonaría a su propio hijo por una mujer? Sofía también permanecía callada. Se preguntó de qué tenía que hablar con Colin. Al cabo de un rato, Ambrosio dijo malhumorado: —Papá, tengo una cita con Sofía esta noche. ¿No puedes hablar con ella en otro momento? —Cada vez que salía con Sofía, Colin se presentaba allí. Ambrosio solo quería pasar tiempo a solas con Sofía, pero Colin seguía arruinando sus citas.

Colin se limpió las manos con una toalla húmeda y tibia. —Sólo quiero crear un vínculo con mi futura nuera y saber si ella es lo suficientemente buena para ti. Sofía comenzó a toser. Se frotó el pecho mientras intentaba aclararse la garganta. Se había atragantado con su jugo cuando escuchó lo que dijo Colin. Ambrosio inmediatamente saltó de su asiento y corrió hacia Sofía para darle palmaditas en la espalda. —Sofía, no deberías beber tan rápido. ¿Te sorprendió lo que dijo papá? ¡Nos deja estar juntos! ¿Estás emocionada? Yo también lo estoy... —Ambrosio charlaba alegremente. No pudo evitar reírse. Él y Sofía finalmente podrían estar juntos... Sofía miró al hombre que estaba sentado a su lado. —Señor Colin, ¿quieres que te llame «papá» también? Colin arqueó una ceja. —¡Suena genial! Vamos, llámame «papá». Sofía hizo una pausa. ¿Cómo pudo Colin... hacer que sonara tan sucio? ¿Qué era lo que le pasaba? Ambrosio, inocente como niño que era, pensó que Colin le estaba dando su consentimiento para tener una relación con Sofía. Él sonrió. —Papá, no le metas prisa a Sofía. Te llamará «papá» después de que nos casemos. Sofía no tenía palabras. La conversación entre padre e hijo fue realmente extraña... Colocaron el pescado asado sobre la mesa. Sofía llevó a Ambrosio al asiento de al lado y comenzaron a comer. Sofía ayudó a Ambrosio con el pescado. Ignoraron al hombre que estaba sentado frente a ellos mientras seguían charlando y riéndose de las bromas del otro. Durante la cena, Colin le guiñó un ojo a Ambrosio varias veces. Quería que su hijo le hiciera partícipe de la conversación. Después de un rato así, Ambrosio finalmente preguntó: —Papá, ¿te duele el ojo? —Sí —dijo Colin resignado. Ambrosio asintió con la cabeza. —¡No me extraña que sigas guiñándome un ojo! Sofía no pudo evitar reírse a carcajadas. —Ambrosio, deja de mirar a tu padre. Come un poco más de pescado. —Tomando un trozo de pescado, sacó todas las espinas y lo puso en el tazón de Ambrosio. Ella usó un pañuelo para limpiarle la boca. Cuando fue a coger más pescado para Ambrosio, encontró un gran trozo de pescado en su tazón. Sofía estaba confundida. ¿No puso el pescado en el tazón de Ambrosio? Sofía lo cogió y lo colocó de nuevo en su cuenco. Colin no estaba contento viendo que Sofía no estaba comiendo mucho. — Ambrosio, ¿eres un hombre o no? ¿No puedes comer solo? Sofía agitó su mano. —No, no... Hay muchas espinas. Él no puede quitarlas

solo. —Ambrosio era todavía un niño. ¿Cómo se suponía que iba a hacer eso solo? Colin permaneció en silencio. Sofía continuó quitando las espinas. Colin le dio la vuelta al pescado y tomó un poco para Sofía. Sofía miró al hombre inexpresivo y quiso decir algo, pero Colin habló primero. —Estás cuidando a mi hijo, así que yo te cuido a ti. Sofía pestañeó. —No, no tienes que hacerlo. No soy una niña. —Ella se negó gentilmente. Si Colin seguía siendo amable con ella, Sofía temía que pudiera olvidar lo mucho que la había lastimado. Ella estaba realmente feliz. No pudo evitar sentirse atraída por él... —Sí lo eres. Ambrosio ha comido más que tú. —Los ojos de Colin se posaron en Sofía. Aunque su cabeza estaba inclinada hacia abajo, podía ver que ella se estaba sonrojando. Colin arqueó una ceja. Sofía se sintió avergonzada con facilidad. Sofía era tan adorable que no podía evitar querer burlarse de ella. —Bario come muy despacio. Podemos esperar a que termine de comer y luego cenaré yo. —En realidad, a Sofía le encantaba comer pescado. Si no fuera por Bario, se habría comido todo el pescado sola. Colin tomó un pedazo de pescado con sus palillos y lo llevó a la boca de Sofía. —Abre. Sorprendida, Sofía levantó la cabeza y lo miró con los ojos muy abiertos. Colin le estaba sonriendo. Él... Él le estaba dando de comer... Ambrosio mostró descontento por lo que hacía Colin. Saltando de la silla, se acercó a su padre y se comió el pescado de los palillos. Colin miró a su hijo de manera amenazante. Sofía reprimió una sonrisa y deliberadamente le preguntó a Ambrosio: —Está delicioso, ¿no? —¡Sí! ¡Gracias, papá! Sofía se rió encantada. Se tapó la boca mientras trataba de contener sus risas. Colin habría regañado a Ambrosio, pero como hizo reír a Sofía decidió dejarlo pasar esta vez. Después de todo, Ambrosio era todavía un niño. Cuando Colin tomó otro trozo de pescado y trató de dárselo a Sofía de nuevo, ella le guiñó un ojo a Ambrosio. Una vez más, comió el pescado de los palillos de Colin. Colin se dio cuenta de su truco y fingió estar enojado por ello. Miró al astuto chico, disgustado. —Ambrosio, ¿puedes parar? Cómete tu cena. Ambrosio parpadeó inocentemente. —Eso es lo que estoy haciendo, estoy cenando. ¿Verdad, Sofía?

Sofía mostró su acuerdo con una dulce sonrisa. —Por supuesto. Bario se porta muy bien. Ven aquí y déjame ver si tienes suficiente o no. Ambrosio contuvo intencionadamente la respiración para hacer que se le hinchara el estómago. Sofía le tocó el estómago y dijo con tono dramático: — ¡Guau! Tu barriga está muy grande. ¡Parece una enorme sandía! Las bromas de Sofía hicieron reír a Ambrosio. —¿Te gusta la sandía? ¡Puedo comprarte una grande! —¡Sí, me encanta la sandía! —Sofía respondió sin pensar al creer que se trataba de una broma, pero Ambrosio ya se estaba quedando con sus preferencias. Colin los miró con una sonrisa. La forma en la que interactuaban lo hicieron sentir a gusto. Había tomado una buena decisión siguiéndolos hasta aquí. Se lo estaban pasando bien, como si fueran una familia... Después de la cena, Sofía fue al baño a lavarse las manos antes de salir del restaurante.

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Content Capítulo 201 Después de la cena Capítulo 202 La petición de Ambrosio Capítulo 203 Papá besó a Sofía Capítulo 204 ¿Quién realmente molestó al niño Capítulo 205 Tengo un gran respeto por mi esposa Capítulo 206 ¿Quisieras ser mi madre Capítulo 207 El ataque de Dolores Capítulo 208 Tu futuro estará lleno de dolor Capítulo 209 ¿Has vivido con Colin Capítulo 210 Sin Señal Capítulo 211 Estoy deseando que llegue Capítulo 212 Interrogatorio Capítulo 213 No estés triste Capítulo 214 Tres largos años Capítulo 215 Vamos a romper Capítulo 216 Deberías llamarme marido de ahora en adelante Capítulo 217 Nadie es perfecto Capítulo 218 Copas de vino cruzadas Capítulo 219 Feidi nació en una familia rica Capítulo 220 Vamos a casa Capítulo 221 Viviendo en peligro Capítulo 222 ¡Fuera de aquí! Capítulo 223 Dulce carga Capítulo 224 Ya no te molestaré más Capítulo 225 Dejar a Dolores embarazada Capítulo 226 Maldita prostituta Capítulo 227 La decisión de Colin Capítulo 228 ¿Quieres que me preocupe por ti Capítulo 229 Colin tenía muchos secretos Capítulo 230 Ven y dale un beso a la tía Sofía Capítulo 231 Fiesta de pijamas Capítulo 232 Al borde de la bancarrota Capítulo 233 99 Rosas Capítulo 234 Ve a investigar la relación entre Colin y Sofía Capítulo 235 Un regalo inusual

Capítulo 236 El singular espectáculo de Dolores Capítulo 237 Atrapado por el Clan Lien. Capítulo 238 Una vez que esté segura Capítulo 239 Oye, belleza, ¿estás sola Capítulo 240 Arrodíllate y llámame maestro Capítulo 241 Capitulo Por favor, perdóname Capítulo 242 Un rival en el amor Capítulo 243 El señor Fan es un hombre aburrido Capítulo 244 La gente común podría no verse muy bien con estas ropas Capítulo 245 Eres mi ídolo Capítulo 246 ¿Qué quieres decir con Cerdita Encantadora Capítulo 247 Apuesto a que volverá a casarse con su exesposa Capítulo 248 Es demasiado arriesgado Capítulo 249 Colin nunca se casará con Dolores Capítulo 250 Tú eres el guapo Colin

Capítulo 201 Después de la cena El padre y el hijo se miraron el uno al otro. —Papá, ¿cómo supiste que estábamos aquí? Colin frunció los labios y dijo con indiferencia: —Eres simplemente predecible. —Tenía un rastreador instalado en el reloj que su hijo tenía en la muñeca. ... Ambrosio bufó: —No me molestes ni a mí ni a Sofía la próxima vez. Con una mirada pensativa, Colin golpeó la mesa varias veces con su dedo índice. —En realidad, puedes llevarla a casa esta noche. —¿Qué? ¿De verdad? —Los ojos de Ambrosio brillaron de alegría. —¡Por supuesto! Déjame decirte cómo....

... Después de la cena, Sofía lo llevó a Ambrosio a dar un paseo para digerir la comida que comieron. A eso de las nueve en punto, Sofía le dijo a Ambrosio: —Bario, es hora de irse a la cama. Mañana es un día de escuela, ¿recuerdas? Vamos, vuelve a casa con tu papá. La cara de Ambrosio de repente cambió. Se puso las manos sobre el estómago y tropezó con los brazos de Sofía. —Sofía, me parece que... tengo dolor de estómago. —¿Qué? ¿Qué pasó? Déjame echar un vistazo. —Sofía se agachó y miró preocupada al chico de mal aspecto. Sacudiendo la cabeza, Ambrosio seguía acechando en los brazos de Sofía. — No me siento muy bien. ¿Me puedes llevar a casa? ¿Puedes cantarme una canción de cuna cuando me acueste?

Sofía sintió que su corazón latía con fuerza ante la voz débil del chico. Miró al hombre silencioso que estaba cerca. —Tu hijo está enfermo. ¡Vamos a llevarlo al hospital! No entendía por qué Colin parecía tan tranquilo al ver a su hijo así. '¿Todos los padres son tan despiadados?', pensó en su interior. Antes de que Colin pudiera responder, Ambrosio se aferró a su ropa. — Sofía, no quiero ir al hospital. ¿Puedes solo abrazarme? Ambrosio se veía tan expectante, que Sofía no tuvo corazón para negarse. — Bueno. —Ella lo levantó en sus brazos—. Bario, ¿te duele mucho? Creo que necesitas ir al hospital. —No quiero ir al hospital. ¿Puedes llevarme a casa? —Ambrosio le suplicó. Rodeó el cuello de Sofía con sus brazos y apoyó la cabeza en su hombro. Sofía le lanzó a Colin una mirada vacilante. —Yo... ¿Puedo llevarlo a casa? Sin decir una palabra, Colin tomó a su hijo de sus brazos. Sin el peso en sus brazos, Sofía se sintió desanimada. Colin no la dejaría... En ese momento, casi se echó a llorar. —Sígueme. La mujer sonrió al instante mientras seguía al hombre que caminaba frente a ella. Sofía, sentada en el asiento trasero del coche, sujetaba a Ambrosio para consolarlo. Se preguntó si Colin le quitó al niño porque estaba preocupada por ella. Colin condujo el auto de Sofía en dirección a la Mansión de la Familia Li. Cuando el semáforo se puso rojo, pisó los frenos. —Realmente necesitas un auto nuevo. No se sentía cómodo conduciendo su auto. —Eso no es necesario. El volumen de negocios reciente es... ¡Me gusta conducirlo! —Sofía cambió rápidamente su respuesta. Sin embargo... Hablaba con Colin, que era bueno para percibir información. —¿Hay algún problema con tu facturación? Entonces olvídate de los cincuenta millones. ¿Dónde está la tarjeta? —Sintió que algo estaba mal cuando Sofía no intentó devolverle la tarjeta recientemente. No era propio de ella en absoluto. Como estaba enojada con él, definitivamente no quería deberle nada. —Yo... ¡Todavía la tengo! —Balbuceó Sofía, inconscientemente y aferrándose en la culpa. Acostada cómodamente sobre el pecho de la mujer, Ambrosio gritó: — ¡Sofía, me estás sosteniendo demasiado fuerte! —¡Oh! Lo siento... —Ella rápidamente aflojó sus brazos.

Cuando el auto volvió a arrancar, Colin preguntó en voz baja: —Sofía, ¿dónde está la tarjeta? Sintiendo la seriedad en su voz, Sofía bajó la cabeza como una niña atrapada que estaba haciendo algo mal. Jugueteaba con el cabello del chico mientras respondía: —Está en el cajón de tu habitación. Como Colin se negaba a tomarla, la había dejado en secreto en su apartamento. El aire en el auto pareció congelarse cuando la cara de Colin se oscureció. ¿Había... algún problema? Se divorciaron después de que ella le pidió prestado cincuenta millones a Colin. No tenía la obligación de apoyarla ya que ya no era su esposa. Si pudieran volver a estar juntos, ella no tendría que devolverle el dinero. Pero Colin estaba a punto de casarse con alguien más... Ambos dejaron de hablar y Ambrosio se quedó dormido en los brazos de Sofía. El auto pronto llegó a la Mansión de la familia Li y se detuvo frente a la puerta. Colin bajó del auto y cerró la puerta. Al irrumpir en la mansión, dejó a Sofía desconcertada. ¿Cómo demonios se suponía que iba a entrar en la mansión con un niño dormido en sus brazos? Curvó los labios con insatisfacción y luchó por salir del coche mientras sostenía a Ambrosio en sus brazos. Se tambaleó hasta la mansión y encontró a Colin de pie en el pórtico delantero. —Ya que estamos aquí, ¿puedes cargarlo a tu hijo ahora? —Tenía la intención de dar vuelta y salir después. Colin despertó a su hijo. —Ambrosio, la tía Sofía se va. Parece que no te va a cantar esa canción de cuna. ... Sofía se quedó sin habla. No esperaba que Ambrosio se despertara al instante. Inmediatamente comprobó quién lo estaba sosteniendo. Ambrosio sonrió cuando vio que era Sofía. Apoyando la cabeza en el hombro de la mujer, murmuró: —Sofía, quiero dormir contigo. Su brillante sonrisa derritió el corazón de la joven. Suspiró interiormente y se dirigió hacia las escaleras con Ambrosio en sus brazos. Esta casa... No había estado aquí por años, pero nada había cambiado desde entonces. Cuando llegaron al pie de la escalera, Colin le bloqueó el paso. Tomó a Ambrosio en sus brazos y subió las escaleras.

Mientras Sofía dudaba si debía seguirlo, Ambrosio de repente gritó: —¡No quiero a papá! ¡Quiero a Sofía! Al instante, ella corrió y subió las escaleras sin pensarlo dos veces. Al oír la conmoción, Wendy abrió la puerta de su habitación. Sus ojos se iluminaron al ver a Sofía detrás de Colin y Ambrosio. —¡Sofía, estás aquí! —Sí, tía. ¡Perdón por molestarte! —Sofía miró a Wendy, avergonzada. —De ningún modo. ¡Todavía no es mi hora para irme a dormir! Estaba hablando con Selina en este momento. —Mientras hablaba, una mujer salió de la habitación. ¡Era de hecho Selina! —¡Selina! —¡Sofía! —Las dos mujeres se abrazaron tan pronto como se vieron. Durante los tres años que Sofía estuvo en Milán, había estado en contacto con Selina. Ella era una chica alegre y encantadora. Al despertar, Ambrosio saltó de los brazos de su padre y corrió hacia Selina. —Tía. Selina soltó a Sofía y levantó al niño. —Has crecido mucho, estás más alto y pesas más, ¡apenas puedo sostenerte ahora! —Está bien, tía. Soy un chico. Cuando crezca, ¡podré abrazarte a ti y a Sofía! —Ambrosio se deslizó de los brazos de Selina y regresó con Sofía.

Capítulo 202 La petición de Ambrosio Selina quedó sorprendida por el comportamiento de Ambrosio. Mirando a Sofía y al niño, evocó un pensamiento... ¡Dios! —Ambrosio, es hora de acostarse —le recordó Colin a su hijo. Ambrosio tomó inmediatamente la mano de Sofía y se despidió de los demás. —Abuela, tía, ¡buenas noches! —Buenas noches, Bario. —Selina dejó sus pensamientos a un lado y se despidió del niño. Sofía siguió a Ambrosio a su habitación, pero él se detuvo en la puerta e impidió que su padre entrara. —Papá, quiero pasar tiempo a solas con Sofía. Por favor, regresa a tu habitación. Colin no respondió. Después de mirar a su hijo y a la mujer que estaba dentro de la habitación, accedió y se fue a la suya. Sofía no se dio cuenta de lo que Ambrosio le dijo a su padre porque estaba maravillada observando la habitación del niño. Tenía un gran estante lleno de modelos de yates, cruceros, veleros... Todo relacionado con barcos. El modelo de yate que Sofía le compró a Ambrosio estaba colocado justo en el centro de la estantería, donde él podía llegar fácilmente. Ambrosio cerró la puerta y caminó lentamente hacia Sofía. Mirando hacia abajo, preguntó tímidamente: —Sofía, ¿me das un baño? Sofía se dio la vuelta y contuvo la risa cuando vio su pequeña cara sonrojada. Tenía solo tres años, pero ya estaba coqueteando. ¡Qué lindo! —No he bañado a un niño antes, pero creo que puedo intentarlo. Por supuesto... Ella podría ser más hábil para estas cosas... si no hubiera perdido a su bebé. Sofía alejó los pensamientos tristes. 'Ahora está Ambrosio aquí, lo voy a cuidar y a hacer feliz'. Ambrosio seguía chillando mientras Sofía lo bañaba. Viendo que el niño se cubría sus partes íntimas, Sofía no pudo evitar pensar que Ambrosio era un poco precoz. A pesar de ser solo un niño de tres años, le había pedido que fuera su novia y ahora sentía vergüenza porque ella lo estaba

bañando. Si Maita era su madre, ¿por qué no estaba con él? Y si ella no lo era, ¿quién era, entonces? Ambrosio tenía más de tres años... De repente le vino un pensamiento... —¡Ay! ¡Me duele! —El grito interrumpió los pensamientos de Sofía y olvidó lo que estaba pensando. Sofía tiró de Ambrosio, que se había resbalado en la bañera. —Lo siento, Ambrosio. Me quedé dormida. ¿Te duele? Ambrosio sacudió su cabeza llena de espuma. —No. Estoy bien, Sofía. ¿Te he asustado? —Sí. Me sentiré mal si te has hecho daño. —Sofía levantó la regadera de la ducha y le enjuagó la espuma con agua tibia. A Sofía le tomó casi una hora bañar a Ambrosio. Lo envolvió en una toalla de baño y lo secó. Cuando salieron, Colin estaba apoyado en un escritorio y los miraba fijamente. Tenía una mirada extraña mientras los observaba. Sofía siguió su mirada y miró hacia abajo. ¡Al parecer se le transparentaba el vestido, que estaba mojado, y se le veía la ropa interior! Haló de Ambrosio rápidamente y lo puso delante de ella. —¿Por qué sigues despierto? —Quería asegurarme de que él estuviera dormido. —Como Colin ya no podía ver la seductora transparencia de Sofía, apartó la mirada. Luego de sentar a Ambrosio en la cama, Sofía fue a buscar el secador de pelo y comenzó a secárselo. Las mujeres tenían talento para cuidar a los niños. Después de secar el cabello de Ambrosio, Sofía lo arropó como si lo hubiera hecho ya muchas veces. Colin se quedó en silencio mientras observaba a Sofía cuidar del niño. Ella no sabía cómo convencer a un niño para que se durmiera. —Bario, ¿quieres que te lea un cuento antes de dormir? A Ambrosio no le gustaban los cuentos para dormir, pero cuando Sofía se ofreció a contárselo, señaló inmediatamente la estantería. —Papá, tráeme el libro de dinosaurios. Quiero que Sofía me lo lea. Sofía estaba impresionada con Ambrosio por la valentía que tenía al darle órdenes a Colin. Colin colaboró, encontró el libro y se lo lanzó a Sofía. Ella tomó el libro y lo abrió por la primera página. —Está bien, vamos a empezar. Ahora cierra los ojos. —¡Bueno! —Ambrosio cerró los ojos mientras escuchaba la suave voz de Sofía. —Érase una vez un pequeño dinosaurio verde... A medida que avanzaba la noche, la habitación se llenó de calidez.

En un Batallón en el País A. —Señor, el trabajo está hecho. ¡Por favor, compruébelo! —Las filas de soldados se pararon en medio del campo de entrenamiento mientras esperaban a que Levi revisara el trabajo. Levi miró al comandante que estaba a su lado. —Compruébalo por mí. Tengo que ocuparme de algo. Dame los resultados mañana. El comandante se sorprendió. No era el estilo de Levi. Sin importar lo que pasara, Levi hizo todo personalmente. —¿Hay algún problema? —preguntó Levi sin obtener respuesta. El comandante enderezó la espalda y saludó a Levi. —¡No, señor! —Bien. —El comandante observó cómo Levi se alejaba antes de que aumentara el ritmo y empezara a correr. El vehículo militar aceleró por la carretera hasta que finalmente se detuvo en la Mansión de la Familia Li. Levi cerró la puerta de golpe y corrió hacia la villa sin cerrar el auto. Se cambió los zapatos y se apresuró por llegar a la habitación de Wendy, en el segundo piso. —¡Mamá! —Levi abrió la puerta y vio a dos personas sentadas en la habitación. Su madre y su esposa. Más concretamente, su futura esposa. Selina se levantó con una sonrisa mientras Levi la abrazaba. Ella lo apartó suavemente. —¡Oye! No estamos solos. Levi puso su brazo alrededor de la cintura de Selina y saludó a su divertida madre. —Mamá, nos vamos a nuestra habitación. —¡Buenas noches! —Ella los vio salir y esperó a que entraran en la habitación de Levi antes de cerrar la puerta. Levi abrió la habitación y haló a Selina. Cerrando la puerta, la presionó contra ella y besó sus labios. Hizo todo esto en un momento. ¿Cuándo se vieron por última vez? Hacía... cuatro meses. El beso de Levi hizo que a Selina le temblaran las rodillas. —Selina, ¿cómo pudiste modelar con esa ropa tan sugerente? ¿He sido demasiado bueno contigo? —Desde que estaban juntos, él había sido un completo caballero. No había ido más allá de besarla y abrazarla. Selina quería esperar hasta el día de su boda y él respetó su decisión. No le importaba que Selina fuera modelo, pero posó para una exhibición de autos... ¡Y llevaba ropa escotada! Definitivamente eso no le gustaba nada. La mirada cortante de Levi hizo que Selina se encogiera. —Vamos, solo le estaba haciendo un favor a mi amigo. Fue una sola vez...



Capítulo 203 Papá besó a Sofía —¿Sólo una vez? Entonces, quiero hacerlo una vez, ¿eh? —Levi rodeó con sus brazos la delgada cintura de Selina y apretó su cuerpo contra el de ella. —Levi, no lo hagas. Nos casaremos a final de año. No hay necesidad de correr. —La forma en la que él se estaba moviendo obligó a Selina a ponerse de puntillas. Levi respiró hondo. —¿Tienes tu carné de identidad? —Sí... —Vayamos a la oficina de registro y nos casamos mañana por la mañana. Selina se quedó perpleja ante estas palabras. —¡Oh!, pero no traje el registro de hogares. —No te preocupes por eso. Ahora tendremos nuestra noche de bodas por adelantado. —Levi no podía esperar más. Selina era tan difícil que no era posible intimar con ella de ninguna manera. —Por favor, Levi, no lo hagas. No estoy lista. —Levi era fuerte. Selina tenía miedo de lo que él pudiera hacer. Levi se agarró de su cintura con firmeza y bajó la cabeza para besarla. Sabiendo que él se había comprometido, Selina dejó escapar un suspiro de alivio. Decidió hacerle un favor para que Levi no necesitara darse una ducha fría... Dentro de la habitación de Ambrosio, Sofía finalmente consiguió que el niño se durmiera. Silenciosamente dejó el libro de cuentos en el estante. Colin se quedó quieto y no dijo una palabra mientras observaba a Ambrosio y Sofía. Al poner el libro en su sitio, Sofía sintió un tirón en la muñeca. Colin la llevó suavemente hacia la puerta en silencio. Sofía dijo apresuradamente: —¡Espera, todavía no he limpiado el baño! —Le diré a las sirvientas que lo hagan mañana. Sofía hizo una pausa. —Mi abrigo está dentro. —Cerraron la puerta de la habitación de Ambrosio y Colin llevó a Sofía a la habitación donde él y ella solían quedarse.

Aparte del nuevo conjunto de ropa de cama, todo lo demás permanecía igual. Era todo muy familiar, se sentía como si volviera al pasado. Cuando se cerró la puerta, Sofía miró al hombre que se acercaba a ella. ¿Por qué se veía tan serio? —Sofía. —¿Sí? —respondió ella rápidamente. Ella retrocedía a medida que él se acercaba, hasta que se cayó sobre la cama. ¡Mierda! Se había olvidado de que había una cama detrás de ella. Debería haber retrocedido en dirección al balcón. Como era de esperar, Colin hizo una mueca con la boca cuando ella cayó sobre la cama. Antes de que pudiera levantarse, Colin se había subido encima de ella. —El código del apartamento es 0929. Toma la tarjeta del lugar donde la dejaste. —Él no permitió que ella se librara de él. Sofía no respondió. Sus pensamientos se centraron en los cuatro dígitos, 0929... Era la fecha de su cumpleaños. Miró a Colin sintiendo una mezcla de emociones. —Colin..., ¿qué demonios... quieres decir? —Es sencillo. Sofía, tú eres mi esposa. Ni siquiera pienses en casarte con Mario Pei o con cualquier otro hombre. Su respuesta fue inesperadamente directa, pero Sofía todavía no sabía si la amaba o no. Ella le reiteró su postura: —No voy a ser tu amante. Colin acariciaba con su pulgar la mejilla de Sofía. —Sé buena y no serás mi amante. ¿Cómo podría soportar dejar que Sofía fuera su amante? Siempre y cuando el plan fuera sin contratiempos, no solo le daría su nombre sino que también se casaría con ella por todo lo alto. El divorcio le vino bien, pues le dio la oportunidad de volver a conocer a Sofía. Además, el certificado de matrimonio no importaba. Ahora podía ver las cosas más claras. Para él era suficiente tenerla a su lado. Por supuesto, aún recordaba las palabras de Daniel. 'Si realmente amas a una mujer, dale una gran celebración de boda. Que el mundo entero sepa que Sofía es tu esposa'. —¿Sé buena? ¿Quieres que vea todos los días cómo tú y Dolores Lien se muestran afecto? Colin, ¿alguna vez tuviste en cuenta mis sentimientos antes de irte con ella? —La tristeza brillaba en los ojos de Sofía. El pulgar de Colin se detuvo en sus labios entreabiertos. —Por favor, Sofía, no te cases con Mario Pei.

Sofía quiso gritar de frustración. Colin no había respondido a ninguna de las preguntas que le había hecho en los últimos dos días. ¡Ya tuvo suficiente! Sofía puso sus manos en su pecho para alejarlo. Colin silenció sus quejas con un beso. Los besos de Colin siempre dejaban a Sofía sin aliento. Antes de que el beso llegara a algo más, la puerta del dormitorio se abrió. Sorprendidos, Sofía y Colin se detuvieron. ¿Quién entraría a estas horas? Justo después un gimoteo sacudió toda la habitación. Era Ambrosio. Apartando a Colin, Sofía se acomodó la ropa y se acercó al niño. —Bario, ¿qué ocurre? ¿Por qué estás despierto? Ambrosio parecía triste. Se secó las lágrimas y le preguntó a Colin: —Papá, ¿por qué besaste a Sofía? Su padre le dijo que iría a ver a Sofía por él. ¿Cómo podía traicionarlo y besarla así? —¿Hay algún problema? —Colin miró a su hijo con cara indiferente. Si no fuera por él, estaría teniendo sexo con Sofía en ese momento. Ambrosio gritó más fuerte. Se sentía triste y afligido. Sus gritos hicieron que Wendy y Levi vinieran a la habitación. En pijama, Wendy abrazó a Ambrosio, que estaba angustiado. —Bario, ¿qué sucede? ¿Por qué estás llorando? —Abuela, papá... Él... —Ambrosio estalló en lágrimas de nuevo. —¿Qué pasó, Bario? Dime. ¡Si te está acosando no dejaré que se salga con la suya! —Levi no se dio cuenta de Sofía estaba sonrojada. En realidad pensó que Colin había golpeado a Bario. Ambrosio dejó de llorar. Ahogándose con sollozos, miró a su tío con los ojos muy abiertos. —Tío, ¿podrías golpear a papá por mí? —¡Por supuesto! Solo dime qué te hizo. —Levi se agachó para limpiar las lágrimas de Ambrosio. Siempre había consentido a su sobrino. Selina asomó la cabeza por la puerta de su habitación y miró con curiosidad el escándalo que se había formado afuera. Avergonzada, Sofía se apresuró a tapar la boca de Ambrosio mientras trataba de consolarlo. —Bario, vamos a dormir, ¿de acuerdo? Ambrosio retiró la mano de Sofía y le dijo a Levi en voz alta: —Tío, papá besó a Sofía en la cama. ¡Me está quitando a mi esposa! Prometió que iría a ver a Sofía por mí. ¡Pero él la besó! ¡Por qué lo hiciste, papá! Ambrosio le lanzó a su padre una mirada delatora. ... La habitación se echó a reír. Colin y Sofía estaban en silencio, pero los otros tres no pudieron evitar

agacharse y aferrarse a sus estómagos de tanto reírse. Sofía se puso roja. No sabía ni adónde meterse. ¡Ambrosio les contó todo! No había manera de que ella pudiera explicarlo ahora. —¿Por qué se ríen? ¡Papá intentó quitarme a Sofía mientras dormía! ¡Tío, tienes que darle una lección! —Ambrosio parecía como un hombre que había pillado a su esposa engañándolo... Los tres se echaron a reír una vez más haciendo que Sofía se sintiera más incómoda. Finalmente, Levi se llevó un dedo a la boca para silenciar a los que estaban en la habitación. Se aclaró la garganta y le dijo a su sobrino: —Tu padre solo quería asegurarse de que Sofía... eh... de que Sofía realmente te ama. Levi no sabía cómo explicarle la situación al niño. Tenía que inventarse algo.

Capítulo 204 ¿Quién realmente molestó al niño? El niño parecía creer lo que Levi acababa de decir. Los ojos de Ambrosio se dilataron un poco mientras fijaba su mirada en Levi. —Dime honestamente. En tu opinión, ¿le gusto a Sofía? —Por supuesto, le gustas. ¿A quién no le gustarías, Ambrosio? Para estar seguros, vamos a preguntarle. Sofía, ¿estás de acuerdo conmigo? —Levi sorprendió a Sofía con esta pregunta para no causar una situación incómoda. La joven sabía lo que estaba pensando Levi y respondió de inmediato: — ¡Eso es cierto! Bario, ¡Sofía te quiere mucho! No te enfades más, ¿de acuerdo? ¿Puedes hacer eso? —Sofía tomó a Ambrosio de los brazos de Wendy y amorosamente reconfortó al niño. Ambrosio vio que Colin estaba muy callado. Lo fulminó con la mirada mientras bromeaba: —¡Mira! ¡Solo yo puedo besar a Sofía a partir de ahora! ¡Papi, ya no necesito de tu consejo! Ya estoy feliz. Sin mostrar ninguna emoción en absoluto, Colin dijo: —¡Vete a dormir! Se está haciendo tarde ahora. Con las palabras de Colin, todos regresaron a sus respectivas habitaciones. Sofía llevó a Ambrosio a su habitación para ayudarlo a dormir. Ambrosio se aferró amorosamente al brazo de Sofía cuando ambos se acostaron en la cama. La mujer, casualmente, se apoyó en la cabecera y pasó los dedos por el pelo corto y suave del niño. —Duerme ahora. ¡La tía Sofía está aquí contigo! —Por favor, no te vayas, ¿quieres? No me dejes aquí. Quiero verte a primera hora de la mañana cuando me despierte. —Ambrosio trató de rogarle. De manera afectuosa, acurrucó su mejilla en la palma de Sofía. El corazón de Sofía se sintió atraído fácilmente hacia el niño cuando se encariñó con sus gestos dulces. —Lo prometo. —Ella trató de tranquilizarlo. — Pero Bario tiene que ir a la escuela mañana. Deberías dormirte temprano o de lo contrario perderás el día de escuela. Tú no quieres eso. —¡Bueno! —Ambrosio cerró los ojos mientras una sonrisa se mostraba en su cara linda.

Un momento después, el niño rompió el silencio de nuevo y murmuró: —Por favor, espérame, Sofía. ¡Cuando crezca, voy a trabajar y ganar dinero para ti! ¡Podrás comprar lo que quieras! Sofía dejó que su pulgar acariciara la cara del niño: —Bueno, tu tía Sofía esperará por eso. Por ahora, tienes que estudiar mucho primero. Al cabo de media hora, Ambrosio se quedó profundamente dormido. Sofía lo acomodó suavemente y lo arropó con la colcha. Pero Ambrosio se aferró a su brazo de nuevo tan pronto como sintió que Sofía estaba a punto de levantarse de la cama. Luego, para sorpresa de Sofía, murmuró: —Mami, no te vayas. Mami... .... Sofía no pudo evitarlo y casi se echó a llorar. Se acercó más a él, dándole palmaditas en la espalda. Muy dentro de ella, quería ser egoísta y pensar que Ambrosio era su propio hijo. Pero no pudo hacer eso... —Bario, no iré a ninguna parte. Solo estoy aquí... —Le respondió con voz suave y ronca. —Mami... —Entonces Ambrosio cerró los ojos una vez más y se quedó dormido. Tenía una cara como la de Colin, especialmente sus labios, ojos y cejas. Y entonces notó su nariz. Sofía no estaba realmente segura de quién la habría heredado Ambrosio. Tal vez era de su madre... También sabía que quedarse con él era el resultado de su deseo de ser madre. No podía separarse de Ambrosio. Estaba perdida en estos pensamientos cuando casi se quedó dormida. Pero poco después, la puerta se abrió lentamente. Una figura conocida de un hombre entró. Su corazón se ablandó un poco cuando vio a su hijo y a su mujer que dormían juntos. A pesar de que no habían pasado mucho tiempo juntos, ya habían desarrollado una relación más cercana. Colin se dio cuenta de que esta era la magia natural de una conexión entre madre e hijo. Aunque no sabían cómo estaban realmente relacionados entre sí, aún se amaban tan profundamente en un corto período de tiempo. Él acarició con cariño el rostro de su hijo con la mano. —Mi hijo, papi dejará que mami se quede contigo para siempre lo antes posible. Pronto seremos una familia y permaneceremos juntos para siempre. Luego le dio un codazo a Sofía y la despertó. Cuando abrió los ojos, Colin ya estaba saliendo de la habitación, cargándola en sus brazos fuertes. Cuando ya estaban en la habitación de Colin, la dejó sentarse en el borde de la cama. Sofía se frotó los ojos y preguntó: —¿Dónde está la madre de Bario? ¿Quién es ella? ¿Yo la conozco? Colin ya sabía que ella haría esa pregunta inevitable algún día. Así que él

simplemente respondió casualmente: —Ella ya nos ha dejado. —'En realidad, volvió'. Colin pensó para sí mismo. —¿A dónde fue? ¿Por qué se fue? —Sofía preguntó por curiosidad y preocupación. Sin una explicación concreta, su corazón se estremeció ante la idea de que una madre dejara a su hijo. '¡Esa mujer cruel se atrevió a abandonar a Bario y se fue! ¿Cómo podría tratar a su propio hijo así?', pensó la mujer. Colin no respondió su pregunta. No hacía falta hacerlo. Así que replicó con otra pregunta. —Bueno, ¿quieres ser la madre de Bario? El niño necesita una madre, especialmente cuando crezca. ... La cara de Sofía se puso roja de repente. —¡No, no quiero! Bario necesita a su verdadera madre. No puedo ser egoísta como para llevárselo así. Siento simpatía hacia él. A Colin le desagradó su actitud. Él preguntó: —¿Nada más que simpatía? ¿Solo eso? Sofía asintió vacilante. No era la madre de Bario. ¿Qué más podría hacer y sentir? "Tú eres su padre. Deberías pasar más tiempo con Bario. Eres la persona más importante para él en este momento. —Ella lo convenció. —En este momento, se está volviendo un poco testarudo. Deberías poder enseñarle valores buenos. —... Sí, por supuesto. —Colin estuvo de acuerdo. —¿Qué tal si cuidas de él como si fueras su madre? Él te ama, Sofía. Sé que puedes ver eso. —'Lo que dijo Sofía era correcto', pensó Colin. Bario tenía solo tres años, pero ya estaba buscando una novia. ¡Y lo loco era que la mujer que quería que fuera su novia era veinte años mayor que él y en realidad era su propia madre! ¡Su hijo se estaba volviendo muy atrevido e inmaduro! 'Hmmm... ¿Debería realmente actuar como una madre verdadera para Bario? Pero...' "No puedo, señor Li. —Dijo Sofía finalmente. —Cuando era tu novia, ¡tú embarazaste a la madre de Bario! ¡No puedo engañarme y volver a ser parte de tu vida! Corrió hasta la mesa y agarró su bolso. Era realmente una pena que la vida y el futuro de un niño se destruyeran debido a un reclamo entre adultos. La madre de Bario también no tenía conciencia. ¡Dio a luz a Bario pero no se hizo responsable de él! ¡Qué consternación! Sofía se dirigió hacia la puerta. Entonces oyó pasos detrás de ella. Se volvió confundida y dijo: —¡Sé cómo salir de aquí! Solo quédate dónde estás. Colin la miró fríamente. —¡Piensas demasiado! ¡Qué contundente era este hombre! Se sentía tan incómoda en este momento. Simplemente no estaba de humor para hablar con él en este momento. Entonces Colin se acercó a ella. —¡Voy a despertar a Bario y le diré que su

tía Sofía ya no lo quiere cuidar! ¡Le diré que lo estás dejando solo! Sofía se enfureció tanto que inmediatamente agarró el brazo de Colin. —¡No puedes molestar a tu hijo así! ¡Eso es simplemente mezquino! —La mujer exclamó en pura indignación. —¿Alguna vez lo he molestado? Solo estoy diciendo la verdad, lo estás dejando solo. —Colin replicó. —Eres tú quien me rechazó. Entonces, ¿quién realmente molestó al niño? ¿Fuiste tú o yo? —Colin intensamente fijó sus ojos en Sofía. Sofía estaba tan afectada por sus palabras que se quedó completamente sin palabras. Al pensar en la cara linda y hermosa de Bario y en la fea y repugnante Dolores, Sofía tomó una decisión rápida. —¡Bien, bien! —Ella prometió justo en ese momento. —Yo me encargaré de Bario. ¡Pero no te atrevas a culparme si tu hijo no quiere que Dolores se convierta en su madrastra! ¿Culparla a ella? ¿Por qué diablos haría eso? ¡Colin estaría muy feliz si eso sucediera! Dolores no significaba nada para él en absoluto. —¡Mi buena chica! —Colin se acercó, bajó la cabeza y besó sus labios rojos. Sofía se sintió tan avergonzada que inmediatamente lo rechazó. —Se está haciendo muy tarde ahora. Tengo que irme. Puedes irte a la cama temprano esta noche. Necesitas un poco de descanso. ¿En realidad ella estaba planeando irse? Colin sonrió como un hombre cruel encantador. La abrazó entre sus brazos de repente y besó sus labios otra vez para evitar que gritara. Luego la arrojó sobre la cama y presionó su cuerpo contra ella. —¡Sigamos haciendo lo nuestro! En ese mismo momento, una pequeña caja cayó del bolso de Sofía. Eso inmediatamente atrajo la atención de Colin. Sofía estaba sacando su teléfono celular del bolso y se olvidó de cerrarlo. Colin soltó a Sofía y agarró la cajita del suelo. ¡Sofía se estiró bruscamente para tomarla de su mano tan pronto como se dio cuenta de lo que era! Pero Colin no le dio ninguna oportunidad. Ya estaba sosteniendo el estuche médico. Lo sostuvo en alto para que Sofía no pudiera tocarlo, incluso si saltaba. Píldoras anticonceptivas... ¿Qué? El hermoso rostro de Colin se puso pálido. A pesar de que Sofía intentó frenéticamente evitarlo, incluso lo abrió y descubrió que ya se había retirado una píldora de la caja. Sus ojos se volvieron ardientes. Sofía se asustó. Sabía que estaba enojado. — Yo... Hmmm... ¡Es porque nunca usas condones! —Nunca usó nada para protegerla cuando lo hacían. Era su culpa. Pero lo extraño fue que ella se sintió

muy culpable cuando lo dijo. Colin desconfió. Tiró la caja de pastillas con fuerza a la basura. Fríamente, miró fijamente los ojos temblorosos y aterrorizados de Sofía. Preguntó: —¿Quién te permitió tomarlas y por qué? ! A Sofía no le gustó su tono frío y se sintió agraviada por ello. Su cara se puso roja. Respondió con su propia pregunta. —¿Por qué estás tan enojado? Te vas a casar. ¿Qué debo hacer si me dejas embarazada? ¿Abortar? ¿O dar a luz a un hijo ilegítimo porque ya estás casado con otra mujer? ¡Colin, eres tan egoísta! ¡Por favor, piensa en mí también! !

Capítulo 205 Tengo un gran respeto por mi esposa Debido a que Colin nunca usaba condones cuando estaban fuera, Sofía necesitaba tomar la píldora para evitar el embarazo. Ya no era una adolescente y sabía cómo protegerse de hacer algo estúpido. No tenía que arruinar su futuro de nuevo así. Además, no quería que su hijo viniera de una relación oculta. Su hijo merecía una familia feliz y segura. Preferiría tomar la píldora antes que abortar. No tenía las agallas para matar a un niño por nacer. —No veo ningún problema con eso en absoluto. Si quedas embarazada, podemos tener el bebé juntos. No tienes que preocuparte por nada. —Colin trató de tranquilizarla gentilmente. Podrían casarse y tener hijos juntos. Con eso, sus hijos tendrían la familia feliz que necesitaban. —Eso puede ser bueno para ti. Pero nunca me permitiría convertirme en una persona que destruiría un matrimonio. Y mi hijo nunca sería concebido en secreto. Mi hijo merece una familia cálida y completa. —respondió Sofía. La mujer lo empujó más lejos y se levantó bruscamente de la cama mientras hablaba. Luego agarró su bolso del suelo y lo cerró. —La píldora es mala para tu salud. Sabes que tiene efectos secundarios. — Colin le advirtió. Si Sofía no quisiera tener un bebé en este momento, él podría tener relaciones sexuales con ella usando un condón. Sabía lo que Colin planeaba hacer. Había visto esta escena innumerables veces antes. Siempre la castigaría y trataría de ser dulce con ella justo después. Y Sofía siempre se rendiría a sus palabras dulces, incapaz de liberarse de su protección. —Solo espera aquí. —Colin se apresuró a salir del dormitorio. Sofía miró hacia atrás confundida. '¿Qué va a hacer? ¿Por qué me está dejando aquí?', pensó. La habitación de Levi estaba justo enfrente de la de Colin. En ese mismo momento, Levi estaba tratando de reprimir sus impulsos sexuales mientras sostenía a Selina en sus brazos en la cama. Entonces Colin llamó a la puerta. Levi besó a Selina en los labios y se levantó de la cama.

Abrió la puerta y miró a Colin con sorpresa. Se preguntó por qué Colin querría hablar con él tan tarde en la noche. —Oye, Colin. ¿Qué pasa? Colin se alisó el cabello de manera avergonzada y le preguntó: —Levi, lamento molestarte. ¿Me puedes dar unos condones? ¿Tienes algunos ahí? —La cara de Colin se estaba poniendo roja mientras preguntaba. Realmente no quería hacerle a su hermano este tipo de pregunta incómoda. Después de que Levi escuchó lo que su hermano acababa de decir, regresó a la habitación con una mirada maliciosa en su rostro y sacó una caja de condones. Levi se la entregó a Colin a regañadientes y dijo: —Los compré para mí. Simplemente no los necesito por ahora.... Preparó los condones hacía mucho tiempo, pero Selina aún no estaba lista para hacerlo con él. Colin levantó una ceja, lo miró y sonrió. —¿Tal vez es porque eres muy malo en la cama? La cara de Levi se puso pálida al instante y dijo: —Tengo un gran respeto por mi esposa y no la forzaré a nada. Esperaré a que esté lista. Eso es todo. —Bueno. Bueno. Duérmete temprano. Gracias. —Colin no quería pasar más tiempo hablando de esto. Se estaba poniendo realmente incómodo entre los dos. —Colin, tienes que contenerte. No sigas haciéndolo. —Levi le advirtió amargamente. '¿Contenerme? Cada vez que estaba solo con Sofía, simplemente no podía dejarla y contenerme tan fácilmente', pensó. Colin ignoró obstinadamente lo que Levi acababa de decir y volvió directamente a su dormitorio. Sofía se preguntaba si debería esperarlo a Colin o no. Había pasado un tiempo desde que salió de la habitación. Pero justo cuando estaba a punto de ponerse de pie, Colin abrió la puerta. —¿Dónde estabas? —Sofía preguntó con curiosidad. Colin levantó la mano y le mostró una pequeña caja. En un tono indiferente, dijo: —Tuve que pedirlos prestados. Sofía miró más de cerca su mano y se dio cuenta de que era una caja de condones. Sintió sentimientos encontrados de inmediato. Sintió timidez, estaba enojada y tocada al mismo tiempo. Eventualmente, se sintió un poco decepcionada. —¿No tienes vergüenza? Sofía fijó los ojos en la puerta mientras hablaba. Antes de que Colin pudiera alcanzarla y detenerla, corrió directamente hacia la puerta. Ahora que sabía lo que estaba pasando en la mente de Colin, si no salía de la habitación ahora, no tendría la oportunidad más tarde. Sabía que no la dejaría ir si pudiera agarrarla.

Sin embargo, antes de que la joven pudiera tocar el picaporte, Colin rápidamente la alcanzó y la sostuvo en sus brazos. Antes de que Sofía pudiera decir una sola palabra, la besó en los labios. —¿A dónde quieres ir? Quédate aquí. —Necesito irme a casa ahora. Se está haciendo muy tarde. —Sofía temblaba un poco mientras decía estas palabras. Estaban en la casa de sus padres, no en su departamento. ¿Cómo podrían tener sexo aquí? Era muy embarazoso. —Está bien, te dejaré ir mañana. Solo quédate aquí primero. No es seguro que salgas tan tarde. —dijo Colin. Y luego la besó profundamente otra vez. Fue realmente un beso apasionado. No podía soportar que ella dijera algo más deprimente. Era tarde en la noche. Sofía sabía bien que no podía alejarse de Colin si él realmente la deseaba en este momento. Colin tenía una influencia en ella que ningún otro hombre podía tener. En la habitación de Levi, él y Selina se susurraban mutuamente. Levi sostuvo a Selina en sus brazos y soltó con voz gruñona: —¡Colin piensa que soy malo en la cama! —Ja, ja, ja.... —Selina no pudo evitar reírse con ganas. —¿De qué te ríes? Quiero ver si soy malo o no. ¡Quiero saberlo! —Levi le dijo de una manera infantil. Miró a Selina con una sonrisa hermosa. La mujer todavía se estaba riendo de él. Selina dejó de reír justo después de escuchar lo que él dijo. —No... No... ¡No necesitas apresurar esto! Ciertamente eres bueno en la cama. Yo lo sé. Estaba segura de eso y lo sabía más que nadie. Creía en su esposo amoroso y respetuoso. —Es realmente genial oírlo. Está bien, te daré un respiro esta noche. —Le dijo Levi con una sonrisa. Podía oler la fragancia dulce de la loción de Selina. La abrazó con más fuerza y trató de alejar sus impulsos carnales. ¡Dios! Cuando Selina le pidió que se mudara a la Mansión de la Familia Li, él debería haber dicho que no. Debería insistir en mudarse a su apartamento. Así cuando estuvieran solos, él podía hacer lo que quisiera... Bien... Eso tenía que esperar. Lo importante era que él estaba con ella ahora. Temprano a la mañana siguiente, Sofía se despertó por la voz enojada de Ambrosio. Cuando abrió los ojos, Colin todavía la sostenía en sus brazos. —Sofía, tú... ¡Siempre me traicionas y me dejas! Buaaa.... —Ambrosio se estaba limpiando los ojos llorosos con las manos. Sofía se sorprendió al ver al niño en la habitación y rápidamente se incorporó. No sabía qué hacer ahora. —Bario, no te enojes. Ven acá. Para de

llorar. Estaré contigo en un momento. Espérame, ¿de acuerdo? —Sofía dijo precipitadamente. Cuando Ambrosio fingía estar llorando con lágrimas que aún no habían caído, se encontró con los ojos de Colin y vio el descontento en ellos. —Es idea de papá, ¿no? Llevaste a Sofía a tu habitación, ¿verdad? ¿Por qué siempre haces eso? ! —Ambrosio exclamó consternado. —¡Sí, lo hice! ¿Cuál es tu problema con eso? —Colin le dio una respuesta directa. Ambrosio estaba muy enojado ahora. —Te vas a casar. ¿Por qué no sostienes a tu propia esposa? ¡Tramposo! —Le respondió mientras sus mejillas lindas y pequeñas se ponían rojas. —Deberías salir primero. Sofía necesita vestirse. Espera a que ella esté afuera. —Colin ignoró su pregunta. Se había dado cuenta de que Sofía estaba tratando de escaparse de la cama para agarrar su ropa. Ambrosio no debería quedarse aquí. —¿Por qué sales primero? —El niño no se echaría atrás por él. Miró a Colin con total disgusto. Cuando se trataba de Sofía Lo, Colin y Ambrosio nunca estaban en la misma sintonía. Ni una sola vez. —Sal primero y te seguiré. Sal ahora. —dijo Colin. Se levantó de la cama sin ropa y caminó directamente hacia el vestidor. No le importaba que Ambrosio lo viera desnudo. Sofía se sorprendió por lo que Colin acababa de hacer. '¿Debería al menos cubrir su pene? Ambrosio era solo un niño. ¿En qué estaba pensando?', pensó en su interior. El niño miró a Colin con completo asombro. '¿Cómo pudo él...? ¿Cómo podía estar desnudo delante de Sofía? ¿Qué hicieron?', se preguntó el niño interiormente. —Sofía, ¿puedes ponerme algo de ropa? Por favor. —Ambrosio volvió su mirada hacia Sofía. El niño todavía llevaba pijamas. Estaba buscando a Sofía desde que abrió los ojos hacía un momento. —Bueno. ¿Pero puedes esperar en tu habitación? Estaré ahí en un momento. —Sofía le aseguró con una voz suave. La mujer todavía sostenía las sábanas con las manos. Tenía miedo de que se cayeran. Su cuerpo estaría expuesto si lo hiciera. Tan pronto como Ambrosio salió de la habitación, Sofía levantó la ropa del suelo y trató de ponérsela lo antes posible. Después de que el niño regresó a su habitación, no pudo dejar de pensar en la pregunta. 'Como papá y Sofía se veían muy bien juntos y se llevaban bien,

¿podría aprovecharlo y también quedarse cerca de Sofía?', pensó el niño. Antes de que Sofía pudiera siquiera lavarse la cara, fue a la habitación de Ambrosio primero. Cuando la mujer se estaba vistiendo, Ambrosio ya había elegido lo que quería llevar hoy. Luego puso la ropa ordenadamente en el borde de la cama. Justo después de que Sofía entró en la habitación, Wendy la siguió. Estaba muy feliz de ver a Sofía de nuevo en la casa. —Sofía, ¿te quedaste aquí anoche? ¿Por qué no me avisaste? —Dijo Wendy con una sonrisa en su rostro adorable. Sofía se sintió un poco avergonzada por la pregunta. Asintió con la cabeza y respondió: —Debería... Debería vestir a Ambrosio primero. Hablaremos más tarde, tía. —Está bien, Sofía. No necesitas sentirte avergonzada por ello. Puedes quedarte aquí todas las noches. Como dije antes, estoy esperando que me llames mamá algún día. Siempre eres bienvenida en esta casa. ¡Solo continúa! —Wendy la convenció dulcemente. Cuando Wendy descubrió que Sofía había pasado la noche aquí, se dio cuenta de que era muy probable que ella y Colin volvieran a estar juntos. ¡Así que necesitaba darle apoyo a Sofía! Realmente quería que Colin continuara con la chica. Sofía estaba profundamente conmovida y solo pudo decir: —Ya veo. Gracias, tía. Gracias, como siempre. En realidad, quería estar con Colin. Quería que sucediera. Si hubiera una oportunidad, no la dejaría escapar otra vez.

Capítulo 206 ¿Quisieras ser mi madre? —No lo menciones. No te olvides de ir a desayunar al piso de abajo después de ayudar a Bario a vestirse. —Está bien. —Sofía felizmente vio a Wendy salir de la guardería. —Sofía. —El niño pequeño de repente la llamó. Sofía salió de sus pensamientos. Al ver que Ambrosio se quitaba la pijama, Sofía rapidamente fue con él para ayudarlo a cambiarse de ropa. —¿Sabes cómo cambiarte de ropa? ¡Eso es increíble! —¡Lo aprendí hace mucho tiempo! Papá siempre me dice que como yo soy un hombre, necesito hacer cosas como esta por mi cuenta. —Ambrosio anunció con orgullo. —¡Eso es maravilloso, Bario es un hombre tan responsable! —Sofía se ruborizó, sonriendo con diversión ante la expresión orgullosa en el rostro de él. Después de que Ambrosio se vistió apropiadamente, Sofía lo llevó al baño para lavarse. Ambrosio observó a Sofía a través del espejo mientras ella sacaba pasta de dientes del tubo. —Sofía, ¿te gusta mi padre? Oh... Eso salió de la nada. Sofía estaba totalmente sin palabras. Sofía torpemente buscaba una respuesta apropiada. Ella tenía la intención de negarlo al principio, pero ante la mirada seria de Ambrosio, no podía mentir. Ella tartamudeó: —Bueno, un poco... A Sofía no solo le gustaba Colin un poco. Ella ya lo amaba mucho, y su reciente amabilidad hacia ella solo la hacía enamorarse aún más. —En ese caso... Ya no te pediré más que seas mi novia. —Ambrosio se acercó a ella con una sonrisa. Sofía se asombró cuando le preguntó: — ¿Quisieras ser mi madre? '¿Quisieras ser mi madre?' Los ojos de Sofía se agrandaron. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras ella repetía silenciosamente las palabras para sí misma. Su mano temblaba y se congeló a medio camino de entregarle el cepillo de dientes a Ambrosio. Al tomarlo, Ambrosio se enjuagó la boca con agua del grifo

y comenzó a cepillarse los dientes. Él miró fijamente a la expresión estupefacta de Sofía a través del espejo. Él hablaba en serio acerca de ello. No podía competir con su padre y ganarse a Sofía al ir contra él. Pero sería bueno tener a Sofía como su madre. Estaría orgulloso de decirle a todos en clase: —¡Esta es Sofía Lo, mi madre! —¡Eso sería increíble! En el momento en que Sofía finalmente salía de su conmoción, Ambrosio había terminado de cepillarse los dientes y ya estaba haciendo gárgaras. Ella limpió discretamente las lágrimas con el dorso de su mano. Sofía lo besó en la mejilla y susurró con voz ronca: —Me encantaría serlo, pero necesito algo de tiempo. ¿Puedes esperar? Sofía estaba decidida. Por el bien de Ambrosio, ella haría todo lo posible para evitar que Colin y Dolores se casaran. Si su plan tenía éxito y Dolores iba a la cárcel, ella encontraría la manera de volver con Colin. Y si eso sucediera, ella estaría dispuesta a convertirse... en la madre de Ambrosio. —¡Está bien, hagamos un trato! —Ambrosio sonrió. Todavía había un poco de espuma de pasta de dientes pegada en las comisuras de su boca. —Sí, de acuerdo. Ahora, déjame lavarte la cara... Posteriormente, Sofía estaba de un humor particularmente bueno. Se daba cuenta de que le agradaba mucho a Ambrosio, y definitivamente ella sentía lo mismo por él. Pero ella no esperaba su petición. Tal vez él la amaba más de lo que ella imaginaba... Sofía limpió a Ambrosio y le dijo que fuera primero al piso de abajo. Ella regresó a la habitación de Colin para lavarse la cara. Al interior, Colin ya se había arreglado. Cuando Sofía entró en la habitación, él notó que los ojos de ella estaban rojos. Colin frunció el ceño. —¿Por qué estabas llorando? —¿Qué? No... Tal vez cuando me lave la cara ... La espuma de la pasta de dientes entró en mis ojos. —Sofía siempre tartamudeaba cuando estaba mintiendo. Colin estaba familiarizado con los hábitos de ella. Caminando hacia ella, él dijo bruscamente: —¡Estás mintiendo, Sofía Lo! —Um... ¡No es nada! ¡Necesito lavarme la cara! —La mirada de Colin era tan intensa, que ella sentía que soltaría toda la sopa si se quedaba con él por más tiempo. Su corazón se estremeció mientras corría hacia el baño. Ella decidió mantener en secreto la petición de Ambrosio. Colin no debía saberlo. Si Colin se enteraba de que ella quería volver con él, él la podría echar.

Ella no pensaba que sería lo suficientemente audaz como para robar al hijo de Colin frente a sus narices, pero aquí estaba ella... Después de lavarse la cara, ella salió del baño. Esperaba verlo vacío, pero Colin aún estaba allí, mirando su teléfono celular. Al escuchar la puerta abrirse, levantó la cabeza para mirarla: —¿Lista? —Sí. —Vámonos. —Guardó su teléfono y tomó la iniciativa para salir de la habitación. Sofía estaba atónita. ¿Estaba él esperándola? Colin bajó las escaleras, con Sofía siguiéndolo por detrás. Al mirar la espalda de Colin, ella se dio cuenta de que algo era diferente en él. Él parecía haber cambiado. Colin estaba más tranquilo que antes, y más impredecible. La mayoría de las veces, ella no podía entender sus pensamientos o sentir sus emociones. Y su actitud hacia ella la dejaba aturdida. Era sorprendentemente amable o extremadamente distante. Sofía tenía sentimientos encontrados debido a su comportamiento errático. Pero una cosa era segura, ella estaba atrapada. Él siempre la sobajaba cuando estaba feliz y la animaba un poco cuando estaba triste. Sofía suspiró profundamente. Ella no sabía qué pensar acerca de su relación. Colin debía estar ejerciendo su venganza sobre ella. Él debía seguir enojado con ella por solicitar el divorcio. Cuando llegaron al comedor, Ambrosio estaba desayunando con los mayores. Levi y Selina todavía estaban arriba. Sofía saludó: —Tío, tía, buenos días. Yonata la miró sin expresión alguna. —Buenos días. Desayuna un poco. Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. Parecía que su ex-suegro no estaba enojado con ella. Ella sabía que si Yonata odiaba a alguien, él no hablaría con esa persona en absoluto. Pero desde que él le habló, ella creía que él no estaba enojado con ella. —¡Tía Sofía, ven! —Sofía estaba sorprendida. Ambrosio nunca la había llamado así antes. Mirando a su hijo con sorpresa, Colin se preguntó qué estaba tramando. Sofía se sentó junto a Ambrosio, quien estaba comiendo una tarta de huevo. Rápidamente tomó otra para Sofía y le dijo: —¡Pruébala! ¡Está rica, tía Sofía! Sofía volvió a poner la tarta de huevo en el plato de él con una sonrisa. —Mi comida llegará pronto. Come tu desayuno, pequeño. Mientras hablaba, un sirviente trajo dos platos y los colocó delante de ella y Colin.

Pero Ambrosio insistió: —Tía Sofía, no hay tarta de huevo en tu plato. Abuela los hizo especialmente para mí. ¿Ves? Tengo dos, ¡te daré una! Sofía le sonrió. Señalando hacia su plato, dijo: —No, gracias. Yo tengo bolitas de masa al vapor y huevos. —También había leche y fruta. Pero Ambrosio volvió a poner la tarta de huevo en el plato de ella. —Estás muy delgada, tía. Necesitas comer más, o no tendrás la fuerza para cargarme. Como Sofía iba a ser su madre, ella lo abrazaría más a menudo. Los niños siempre eran abrazados por sus madres. Sofía se rió entre dientes y no volvió a negarse. —¡Gracias, eres tan considerado! ¿Qué tal si te cambio tu tarta de huevo por mi omelette? — Temerosa de que a Ambrosio le diera hambre, Sofía le dio de comer el omelette. Los demás sonrieron mientras observaban la interacción de Sofía y Ambrosio. Afuera de la mansión Li, Sofía observó a Wendy y a Ambrosio entrar al auto antes de entrar ella al suyo.

Capítulo 207 El ataque de Dolores Cuando Sofía estaba a punto de arrancar el auto, Colin se sentó en el asiento del acompañante. —Llévame a mi oficina. Sofía le lanzó una mirada desconcertada. —Bueno. Sofía detuvo el coche en la entrada del edificio del Grupo SL. Cuando Colin se bajó, atrajo mucho la atención de muchos empleados. Miraron sorprendidos a Sofía. —Ponte en contacto conmigo después del trabajo por la noche. —Colin no tenía prisa por cerrar la puerta. Se apoyó contra ella mientras se alisaba las mangas. —Tengo algo que hacer después del trabajo. —Ella había concertado una cita con Wade para visitar a Siria. —Yo también quiero visitarla. Iré contigo. —Colin explicó. ¿Qué? Con una expresión extraña en su rostro, Sofía preguntó: —¿También visitarás a Siria? Colin la miró pero no respondió su pregunta. —¡Llámame después del trabajo y conduce despacio! Cerró la puerta y caminó hacia el edificio a un ritmo constante. Sofía sacudió la cabeza sin poder hacer nada, dio la vuelta con el coche y abandonó el Grupo SL. En el Grupo Pei Cuando Sofía entró en su oficina, encontró a una invitada no deseada esperándola. Mirando a la mujer con el abrigo de visón negro, ella dijo fríamente: — ¡Fuera! Con un rostro impasible, Dolores caminó hacia Sofía y la abofeteó. Dolores había intentado abofetear a Sofía varias veces antes, pero solo tuvo éxito esta vez. Debería haber estado contenta, pero al pensar en las imágenes, estaba muy enfadada. —¡Perra! ¿Seguirás alejando a mi amado de mí por el resto de tu vida? Para evitar perder la dignidad, Dolores había gastado mucho dinero al

comprar las fotos escandalosas a un periodista. En las fotos, Colin llevaba a Sofía a la Mansión Cercis Chino a altas horas de la noche. No se atrevió a preguntarle a Colin sobre este tema. Así que ella vino a hacer una escena aquí. Sofía se frotó la mejilla y sonrió. —¿Realmente quieres saberlo? Dolores le lanzó una mirada dudosa. —¿Sabes qué? ¡Plaf! ¡Plaf! Aprovechando la distracción de Dolores, Sofía la abofeteó dos veces. ¡Desde que Dolores se atrevió a abofetearla, Sofía lucharía! Ahora que estaba respaldada por Colin, ¡comenzaría su venganza con Dolores! Como Colin le dijo que podía hacer lo que quisiera, él no tenía motivos para culparla por lastimar a su novia. No dejaría escapar a Colin, en cambio, haría que él asumiera la responsabilidad junto con ella. —¡Sofía Lo, perra! —Dolores se esforzó por mantenerse lúcida. Pero cada vez que se enfrentaba a Sofía, siempre se derrumbaba. Sacó su teléfono y marcó un número. —¡Entren! La puerta de la oficina de Sofía se abrió y entraron dos guardaespaldas. Sofía tuvo un mal presentimiento. —Estamos en la empresa. ¿Qué vas a hacer? Dolores se frotó la cara dolorida. Con una mirada maliciosa en sus ojos, ella respondió: —¿Qué voy a hacer? ¡Arruinarte, por supuesto! ¿Diseñadora? ¡Dejaré que todos sepan cómo la diseñadora Sofía Lo tiene sexo con hombres en su oficina! ¡Cómo se atrevía Sofía a acercarse a Colin a sus espaldas de nuevo! ¡No lo dejaría pasar! Sofía gritó: —¡Esta es la compañía, no vayas demasiado lejos! —La oficina de ella estaba aislada del resto. Como le gustaba la tranquilidad, Mario había elegido especialmente una oficina más tranquila para ella. Pero si se metía en algún problema, podía gritar. ¡Alguien debería poder oírla! —Puedes gritar por ayuda, pero.... —Dolores sonrió de repente. —El tío Ynocente envió a Mario a un viaje de negocios. Todos en el Departamento de Diseño tienen una reunión en la sala de conferencias. Puedes gritar todo lo que quieras, ¡pero nadie te oirá! —Complacida consigo misma, Dolores dejó escapar una risa maníaca. La mujer estaba trabajando con Ynocente, ¡no era de extrañar que fuera tan audaz! '¿Qué debería hacer? ¿Qué podría hacer?', pensó la joven. El agua distante no

podía apagar un fuego. Sofía atormentó su cerebro en busca de formas de salvarse. —No tienes que arruinarme, porque Colin no quiere estar conmigo en absoluto. Dolores no podía creer lo que estaba oyendo. ¿Colin no quería estar con Sofía? Sacó un montón de fotos de su bolso y las tiró al suelo frente a la mujer. —¿Cómo explicas esto? ¿Tomaste la iniciativa para seducirlo a Colin? ¡Debes ser un experta en seducir hombres ahora! Por lo que ella sabía, Colin odiaba actualmente a Sofía. ¡Pero en realidad, Colin dejó que Sofía entrara en la Mansión Cercis Chino con él, pero ella nunca tuvo la oportunidad de visitarla! ¡Sofía era obviamente manipuladora! ¡Ni siquiera sabía que Colin era dueño de una casa en la Mansión Cercis Chino! Sofía bajó los ojos y miró las fotos en el suelo. Se tomaron cuando ella fue a la Mansión Cercis Chino con Colin la noche anterior. —Wilfredo Liao, ella les pertenece a ustedes dos hoy. ¡Abusen de ella hasta que muera! —Dolores se acomodó en el sofá cercano y se preparó para ver el espectáculo. —¡Sí, señorita Dolores! —El hombre al que se dirigió asintió con respeto. Sorprendida, Sofía le gritó al guardaespaldas que estaba a su lado: —Te capturó la cámara cuando entraste justo ahora. ¡Si me haces algo, te llevaré a la corte! Ante la obvia vacilación de los guardaespaldas, Dolores dijo: —No se preocupen, no puede poner las manos en la imagen. ¡El tío Ynocente está a cargo de eso! Sofía se mordió el labio inferior con fuerza y retrocedió varios pasos. Cuando se dio vuelta y comenzó a correr, Wilfredo la agarró de su largo cabello. Incapaz de moverse, Sofía apretó los ojos ante el dolor. —¡Te aconsejo que seas obediente o morirás en nuestras manos! —Wilfredo miró a la mujer bella y encantadora. ¡Nunca se había acostado con una mujer tan hermosa! Sofía apretó los dientes y le mordió el brazo con fuerza cuando le soltó el pelo. Wilfredo gritó fuerte. Sofía lo mordió tan fuerte que él le dio una bofetada en la cara por instinto. La bofetada fuerte obligó a Sofía a aflojar los dientes. Su mordida dejó marcas profundas de los dientes y un poco de sangre en su brazo. En ese momento, sonó el teléfono móvil en el bolso de Sofía. Abrió su bolso en pánico y lo sacó. No pudo ver quién era.

—¡Quítale el teléfono! —Dolores le ordenó de inmediato. Leonel Liao, el hermano menor de Wilfredo, caminó hacia Sofía y agarró su teléfono. A pesar de no saber quién llamaba, Sofía pulsó rápidamente el botón para responder. No estaba segura de si la podían escuchar, pero gritó en voz alta: — ¡Ayuda! La llamada se desconectó rápidamente. Sofía no sabía si la otra parte la había oído gritar. Wilfredo apagó su teléfono. Mientras tanto, Leonel la presionó contra el suelo para rasgarle la ropa. —¡Déjame ir! ¡Ayúdenme! Ayuda.... —Sus gritos se convirtieron en sonidos apagados. Wilfredo le tapó la boca y ella solo pudo lloriquear sin poder hacer nada. Sofía de repente recordó que tenía un par de tijeras en su escritorio. Usando todas sus fuerzas para alejar a Leonel, corrió hacia el escritorio. Rápidamente se apoderó de las tijeras que usaba para cortar muestras de tela. Leonel no veía claramente sus movimientos. —Mierda, ¿cómo te atreves a correr? Cuando él tiró de su brazo y la agarró del pelo para empujarla a Sofía sobre la mesa, dejó escapar un grito espeluznante.

Capítulo 208 Tu futuro estará lleno de dolor Apretando sus dientes, Sofía sacó las tijeras. En un instante, la sangre brotó del estómago del hombre. Poniéndose pálido y tambaleándose, Leonel cubrió la herida sangrante con su mano y cayó de rodillas. Wilfredo Liao y Dolores Lien se quedaron estupefactos ante el repentino acto despiadado de Sofía. Ambos estaban inmóviles, aterrorizados de lo que fuera a ocurrir después. Sofía apuntó las tijeras manchadas de sangre a Wilfredo y gritó: —¡No te muevas! ¡O también te destriparé a ti! Pero Wilfredo fue una vez un patriota del bajo mundo criminal. Su experiencia en este tipo de momentos le había enseñado mucho sobre la compostura. Para él, las palabras de Sofía no eran más que amenazas vacías. — ¡Perra! ¡¿Cómo te atreves a lastimar a mi hermano de esta manera?! ¡Voy a violarte desde el interior y sacarte todo! ¡Te lo estoy advirtiendo! Con un movimiento rápido, él tomó fácilmente las tijeras de la mano temblorosa de Sofía, las arrojó lejos y la presionó sobre el escritorio. Luchando, Sofía frenéticamente hizo todo lo posible por escapar, pero fracasó. Wilfredo la agarró por la cara con una mano. Él la presionó aún más, se desabrochó el cinturón y sonrió. —Me gustan las mujeres que luchan. Son más vigorosas en la cama. ¡Ven aquí, perra! —¡Dolores Lien! Si te atreves a dejar que él me haga esto, ¡también te haré sufrir! —Pero Dolores no escuchó ni una palabra de lo que ella dijo. Se volvió hacia Leonel, lo desestimó y le dijo que tenían que arreglar su herida. Ella no iba a perder el tiempo en esto. Este último se tambaleó para pararse y caminar. Cuando él abrió la puerta, de repente vio a un grupo de personas que esperaban afuera, dirigidos por un hombre bien vestido, cuya mano se congeló como si estuviera a punto de llamar a la puerta. Detrás de él había una docena de guardias de seguridad corpulentos, esperando sus órdenes. El hombre entró y observó alrededor de la oficina. Una expresión sombría y de sospecha apareció en sus ojos cuando dijo bruscamente:

—¡Agárrenlos! Los guardias de seguridad obedecieron rápidamente la orden. Leonel y Wilfredo fueron sometidos fácilmente por los guardias. Con un montón de pánico en su rostro, Dolores se levantó de mala gana del sofá. De la nada, ella preguntó: —¿Alejandro Lo? ¿Eres Alejandro Lo? — Aunque Alejandro ya no era el niño que ella solía azotar antes, Dolores lo reconoció de inmediato. Pero Alejandro simplemente caminó alrededor de ella. Caminó hacia una jadeante y temblorosa Sofía, que estaba sentada en el suelo. Extendió la mano hacia ella y la consoló gentilmente: —Hermana, he regresado. Ya no tienes que preocuparte. Sofía rápidamente tomó su mano y se puso nuevamente de pie. Ella se apoyó en su escritorio para apoyarse mientras susurraba: —Alejandro, ¿has vuelto? ¿Qué te trae por aquí? Ellos habían estado separados durante dos largos años. Pero en este momento, ella se encontraba parada frente a su hermano pequeño una vez más. Aunque él solo tenía 22 años, se veía más maduro que la mayoría de los hombres adultos. Su silueta delgada y musculosa enfatizó aún más su encanto, especialmente cuando él vestía trajes caros. Alejandro ya no era más un niño, sino un hombre alto y fuerte. Toda mujer soñaría con ganar su corazón. Sostuvo a su temblorosa hermana fuertemente en sus brazos y dijo con tono de culpa: —Lo siento. Llegué tarde. Debí haber venido antes. Se culpó a sí mismo por no haber protegido bien a su hermana. Esto no habría sucedido si él hubiera sido capaz de hacer bien su trabajo. —No, estoy bien. Llegaste justo a tiempo. Estoy bien. No tengo forma de agradecerte por tanto, Alejandro. —Las lágrimas de alegría brotaron de los ojos de Sofía. Se secó las lágrimas con una mano. Se sintió tan aliviada y su miedo ya había disminuido. —Toma asiento, hermana. Primero descansa un poco. —Alejandro la ayudó a sentarse en su silla y le arregló el pelo desordenado. Él la besó con amor en la frente, mientras pensaba para sí mismo: 'Hermana, ya que he vuelto, uniré fuerzas con Colin para protegerte de estos hombres malvados'. Dolores estaba tan irritada solo con ver cómo se hablan entre ellos. Su propio hermano nunca le había prestado tanta atención. Ella sentía un poco de envidia por Sofía. Alejandro rodeó el escritorio y se acercó a Dolores. Apoyó las manos en los

bolsillos y la miró con frialdad. —¿Has abofeteado a mi hermana? Dolores estaba asustada por su intimidante mirada. Ella tartamudeó: —Ella... Ella se lo merece... ¡Bofetada! ¡Bofetada! Antes de que ella pudiera decir otra palabra, Alejandro de repente la abofeteó con fuerza en las mejillas varias veces, cada una con más fuerza que la anterior. Cuando él finalmente se detuvo, la cara de Dolores ya estaba roja e hinchada. Ella se veía tan miserable. Todos quedaron atónitos y asombrados. No pensaron que Alejandro golpearía a una mujer, y mucho menos tan fuerte. Alejandro sacó un trozo de pañuelo del escritorio y se limpió la mano con él mientras hablaba con tono autoritario: —No soy un caballero, y no es mi principio no golpear a una mujer. Dolores Lien, abusaste y causaste dolor a mi hermana durante tantos años. Y puedo asegurarte que tu futuro estará lleno de dolor. Con una sonrisa fría y burlona, arrugó el pañuelo en una bola y lo tiró a la papelera. Luego le dio una buena patada a Dolores y la golpeó en su vientre. —¡Ah! —Todavía aturdida, Dolores gritó en agonía, y cayó al suelo tan fuerte, que su cara golpeó el suelo primero. —Dolores, tienes tanta suerte de que sea mi primer día de vuelta. Ya que tienes las agallas para meterte en mi camino, te recompensaré por haber peleado con mi hermana delante de mi cara. —Sofía estaba sorprendida por lo que estaba presenciando. Vio que Alejandro había pateado a Dolores con toda su fuerza. Después de la patada, Dolores ni siquiera pudo rodar por el suelo. Ella simplemente yacía en el suelo, gritando de dolor. —Alejandro... Cómo te atreves... ¡Te despellejaré vivo! —Temblando de dolor, Dolores jadeó y le gritó a Alejandro con toda la fuerza que le quedaba. Pero Alejandro levantó un pie y le pisó el vientre mientras él hablaba: — ¿Por qué? ¿De dónde viene ese coraje? ¿Cómo te atreves a hablarme así? ¿Es por Colin? Debes estar loca como para ponerte en mi contra. —Colin y yo nos casaremos a finales del siguiente mes... Si te atreves a lastimar a su esposa, ¡él no te dejará salirte con la tuya! ¡Él me ama demasiado! —Parecía que a Alejandro no le importaba ni un carajo el Clan Lien. Dolores tuvo que amenazarlo con el nombre de Colin, o de lo contrario ella no podría hacer nada contra él. —¿Estás tratando de amenazarme, Dolores Lien? ¿No sabías que Colin era mi cuñado? ¿No sabes que Colin está de mi lado? —Las palabras de Alejandro significaban más de lo que se había dicho. Todo lo que él había cumplido y logrado al día de hoy, era gracias a Colin. En su opinión, fue porque Colin

extendió su amor a todas las personas a quienes Sofía cuidaba. Él pisaba fuerte a Dolores mientras estaba perdido en estos pensamientos. Sosteniendo su pie con ambas manos, Dolores trató de apartar su pie de ella, pero ella falló totalmente. Así que ella simplemente se burló de él: —Me alegro de que te des cuenta de que Colin ERA tu cuñado. Pero yo soy su futura esposa. Y cuando me haya casado con él, los mataré, a ti y a tu hermana. Colin está ahora de mi lado y no puedes hacer nada al respecto. Cuando él escuchó sus palabras, Alejandro de repente mostró una sonrisa burlona. Retiró su pie y miró a Dolores con arrogancia. —Me alegra escucharlo. Y espero con ansias el día que suceda. Si eso realmente sucede. Jadeando de dolor, Dolores luchó por levantarse. Ella pensó que sus palabras habían intimidado a Alejandro, así que continuó: —¡Ambos sufrirán! Sofía, eres una perra... ¡Ah! Antes de que ella pudiera burlarse aún más, fue pateada hacia atrás con fuerza. Girando en el aire, ella salió volando hacia atrás y golpeó el sofá antes de aterrizar en el suelo con fuerza. Alejandro se acercó a ella y la miró con enojo mientras ella gritaba en agonía. —¿Cómo te atreves a decir que mi hermana es una perra? ¿No temes que te corte la lengua? ¿Eh? ¿Estás fuera de tu maldito juicio? ¡! Detrás de ellos, Sofía se sentó en la silla y observó, con sus manos agitándose y temblando. Alejandro parecía ahora tan violento y agresivo. Y no mostró piedad con Dolores mientras la golpeaba a pesar de saber que ella era una mujer. Él no se contuvo en lo absoluto... ¿Qué experimentó y aprendió Alejandro en Inglaterra? ¿Qué había experimentado él durante todos esos años que estuvieron separados? Él parecía... Bueno, era muy difícil de describir. Comparado con Colin, Alejandro parecía menos indiferente, pero mucho más sombrío. Él debería ser domado, o de lo contrario sería más cruel. El corazón de Sofía se encogió un poco cuando se dio cuenta de cómo había cambiado su hermano. En este momento, Dolores no podía siquiera decir una sola palabra. Le estaba resultando muy difícil respirar. No muy lejos de ella estaba el ensangrentado Leonel. Él estaba terriblemente aterrado de Alejandro y no se atrevía a moverse ni a decir nada. —Guardias, llamen a la policía. ¡Escolten a estos dos hombres y la mujer a la estación de policía! ¡Que se pudran en la cárcel! Todos podían ver que los guardias, obviamente también estaban asustados de Alejandro. Se apresuraron a obedecer las órdenes de Alejandro y tomaron medidas inmediatas para resolver la situación.



Capítulo 209 ¿Has vivido con Colin? En menos de tres minutos, todos habían dejado la oficina. Pero Alejandro y Sofía se quedaron atrás. Sofía finalmente se recuperó de su conmoción y se levantó lentamente: — Espera un minuto. Voy a lavarme la cara primero. Gracias por estar aquí conmigo, hermano. La rabia de Alejandro desapareció por completo de su rostro y asintió suavemente. —Bueno. Tómate tu tiempo. Estaré esperando aquí. Sofía Lo entró en el baño, se arregló y se echó un poco de agua fría en la cara. Aún así, sintió un poco de dolor persistente en su cara. Cuando salió, Alejandro ya había ordenado su oficina, que estaba en un desastre total desde hacía unos momentos. Sofía se sorprendió de cómo su hermano podía hacer todas estas cosas y de la manera en que era capaz de hacerlas. —Sofía, te llevaré al hospital. Necesitas un médico que te controle. — Alejandro se le acercó y la miró con preocupación. Sofía pensó que había vuelto a su pasado. Todavía podía recordar con cuánto cariño miraba a su hermanito en aquel entonces. Sofía negó con la cabeza ligeramente: —Estoy bien. Pero ¿por qué volviste de repente? Ni siquiera nos avisaste que venías. —Relajadamente se sentaron en el sofá. —Quería sorprenderte. Sin embargo, resultó que yo fui el único sorprendido por todo esto. —Alejandro le contó a su hermana sobre sus planes de regresar. Pero, nunca dijo que sería hoy. Quería sorprenderla. Tan pronto como se bajó del avión, Alejandro no perdió más tiempo y se dirigió directamente al Grupo Pei. Llamó a Sofía por teléfono fuera de la sede del Grupo Pei. Sin embargo, inesperadamente escuchó a su hermana gritando por ayuda. Se apresuró a subir las escaleras con varios guardias de seguridad. Efectivamente, Sofía estaba en problemas. La mujer suspiró profundamente: —Alejandro, acabas de regresar. Antes de

pensar en hacer todas esas cosas, deberías haber analizado cuáles serían las consecuencias. Especialmente para ti, hermano. Alejandro pensó lo contrario. La consoló a Sofía y la tranquilizó: — Hermana, no te preocupes por mí. Yo puedo manejarlo. Debería haberla pateado más fuerte. —Debería haberla hecho desaparecer a esa mujer aquí y ahora. Sabía que una mujer así no dejaría de causar problemas si tuviera la oportunidad. Sin embargo, no lo hizo, porque eso también significaría más problemas para su hermana. Además, no quería decepcionar a Colin. Alejandro no haría nada que Colin no le permitiera hacer. —¿Cuándo empezarás a trabajar? ¿Le has dicho a Colin sobre este cambio en tu puesto? —Sofía le preguntó casualmente. —Sí, se lo he dicho. Pero, mi cuñado dijo que debía seguirlo primero y hacer lo que me dicen. En cuanto al puesto, no importa. —Alejandro respondió honestamente. Sofía suspiró de nuevo. —Alejandro, sabes que ya me divorcié de Colin hace mucho tiempo. Ya no estamos juntos. Ya no es tu cuñado. Alejandro fingió estar de acuerdo con ella y solo asintió: —Lo sé. Aunque me acostumbré a llamarlo así. Intentaré corregirlo la próxima vez. —Sin embargo, Sofía descubrió más tarde que Alejandro todavía llamaba a Colin cuñado. A pesar de sus protestas, Alejandro seguía siendo leal a Colin. En el Hospital Privado de Chengyang Felice miró preocupada la cara hinchada de su hija y casi gritó de angustia. —Mi querida bebé, ¿cómo te golpearon tanto? Me angustia mucho. ¿Quién podría haberte hecho esta cosa horrible? Dolores se sentó en la cama y miró a su madre. Se sentía tan humillada en este momento. —Papá, mamá, fueron Sofía y Alejandro. ¡Trabajaron juntos para ponerme en tal humillación! —Ella exclamó en voz alta, obviamente con mucho dolor emocional. Continuó: —Papá, no puedes dejar que se queden sin castigo. ¡Merecen pudrirse en la cárcel! La cara de Jacinto se puso pálida al instante. Se frotó las manos continuamente por la espalda mientras sus pensamientos lo absorbían. Él dijo: — ¿Volvió Alejandro? No sabía sobre eso. Ynocente ordenó a la gente que fuera a Inglaterra y matara a Alejandro. Para su sorpresa, Alejandro los mató a todos y escapó. Nunca supieron que él era capaz de hacer eso. Así, Alejandro había estado viviendo una vida laboriosa en Inglaterra en los últimos años. Podría haber aprendido los trucos de la profesión mientras vivía ahí. —Tienes razón, papá. Alejandro me golpeó en la cara. También me dio una

patada fuerte. ¡Fue despiadado! —No es un hombre en absoluto. ¿Cómo pudo pensar en golpear a una mujer? Él y Sofía son realmente personas de la misma clase, 'Dios los cría y ellos se juntan'. ¡Ambos son asesinos a sangre fría! —Felice enojada dijo de repente. Jacinto se puso serio y preguntó: —¿Qué pasa con Colin? ¿Qué está haciendo él últimamente? Dolores estaba a punto de decirle que Colin y Sofía se quedaron a pasar la noche en la Mansión Cercis Chino, pero tenía dudas. El hecho de que su prometido la engañó le dio vergüenza. Así que, negó con la cabeza y respondió de mala gana: —No hay nada especial que informar. No está haciendo nada inusual. Colin no haciendo nada significaba que no ayudaría a Sofía. Pero siempre y cuando Colin estuviera quieto y no hiciera nada, todo estaba bien para Dolores. —Debes esforzarte mucho para ganarte los favores de Colin. Sé que es un hombre bueno y solo tienes que atraer completamente su corazón hacia el tuyo. Cuando te conviertas en su esposa, la Familia Lien recibirá una lluvia de bendiciones y riqueza debido a su poder e influencia. Si llega ese momento, Sofía y Alejandro ya no nos amenazarán más. Matarlos será tan fácil como aplastar un insecto. Nunca pensó que Sofía y Alejandro se habían vuelto tan imprudentes y agresivos. De lo contrario, los habría matado a la primera oportunidad que tuvo. Si lo hubiera hecho, problemas como este no obstaculizarían su camino hacia el poder y la riqueza. Dolores se sorprendió por el hecho de que su padre le pidió que se ganara el corazón de Colin. Siempre lo intentó pero finalmente falló una y otra vez. Colin era tan indiferente hacia ella. En los últimos tres años, no había dejado de intentarlo con la esperanza de dormir con Colin en su casa. Pero Colin la rechazaba cada vez e incluso parecía odiar la idea de tener intimidad con ella. Felice no dejó de ver lo extraña que se veía su hija en este momento. Pensó por un momento antes de preguntar: —¿Alguna vez te acostaste con Colin? La brusquedad de su madre avergonzaba a Dolores. Ella respondió afligida: —No, no lo hice. Nunca llegamos a esa parte. —Vamos. Ya estuviste casada con Paulo. ¿Por qué eres tan tímida para hacer cosas así ahora? Es completamente normal. —Felice miró a su hija, exasperada por el fracaso de Dolores para seducir a Colin. Pensó que debería haberle enseñado a su hija a hacer esto. Si Dolores no se esforzaba más arduamente, Sofía podría convertirse nuevamente en la madre de su hijo y en la esposa de

Colin. El tiempo se estaba acabando para ellos. En ese caso, los esfuerzos de Jacinto e Ynocente se desperdiciarían y todas sus esperanzas de volverse ricos y poderosos se perderían. —Lo quiero, pero Colin no quiere hacerlo. Madre, él siempre dice que podemos esperar hasta nuestra noche de bodas. ¿Qué puedo hacer? Tengo que respetar su decisión. —Dolores se sintió muy ansiosa. No podía entender por qué Colin sería así. Felice miró a su hija por un momento y vaciló antes de responder: —Tengo una idea para ti. Entonces, le susurró al oído a su hija. Su idea sorprendió a Dolores hasta el punto de desconcierto: —¿Existe realmente esta droga? —Por supuesto. Puedo hacer una sopa y solo tienes que asegurarte de que Colin la tomará. Entonces ustedes dos deberían hacer eso al menos tres veces. Dolores tartamudeó: —Madre, ¿eso... tiene alguna diferencia con... una poción? —Sí, la tiene. Los efectos de la poción pueden probarse fácilmente en el hospital, mientras que este tipo de medicina tradicional china es desconocida para la mayoría de las personas. Pero ya se intentó y probó en algunas personas. Además, sus efectos no pueden ser verificados oficialmente en el mercado. Si Colin comienza a tener sospechas, puede hacerse un examen físico. Pero él no sabrá nada porque la droga es realmente desconocida. —Felice se sintió eufórica ante su idea y agregó que una de sus doncellas le contó esta receta. Esta droga fue diseñada para que se usara en Sofía. Sin embargo, nunca tuvo la oportunidad de acercarse a esa mujer. —Está bien. —Mientras pudiera dormir con éxito con Colin, lo intentaría por todos los medios necesarios y posibles. Jacinto escuchó la conversación entre la hija y la madre, pero optó por no dejar que esto le molestara más. Podrían hacer ese truco pequeño solas. Había otras cosas más importantes que él debía hacer. Mientras pudieran controlar a Colin, Jacinto en persona haría cualquier cosa. El Grupo Lien empezaba a perder dinero. Estaba preocupado de que pudiera quedar completamente arruinado si no actuaba pronto. Esa tarde, Dolores finalmente fue dada de alta del hospital. En el camino a casa, aún pensaba en cuándo podría enviarle la sopa a Colin. No podía esperar hasta ese momento. Tenía la carta de triunfo de ser la esposa de Colin. Tenía la ventaja ahora. Después del trabajo, Sofía llamó a Alejandro y le pidió que fuera al Grupo SL y lo fuera a buscar a Colin. —Cuñado. —Alejandro estaba detrás del volante cuando llamó a Colin de

esa manera. Sofía inmediatamente se sintió incómoda y se enfrentó a su hermano. Ella le susurró al oído a Alejandro y le dijo: —No vuelvas a hacer eso. ¿No te he dicho que me divorcié hace mucho tiempo? Si lo llamas de esta manera, podría malinterpretar nuestra relación. Podría poner significados innecesarios a nuestra relación. No quiero que él asuma nada. —Si por casualidad Colin pensó que era Sofía quien lo había convencido a Alejandro sobre esto, entonces Sofía estaba en problemas. Cuando Sofía terminó de enfrentarse con Alejandro, Colin entró al auto y se sentó a su lado.

Capítulo 210 Sin Señal —Para darles la bienvenida, he reservado una habitación especial en el hotel solo para ustedes. Vayamos allí ahora. —Tanto Sofía como Alejandro fueron sorprendidos por las entrañables palabras de Colin. ¿Cuándo decidió Colin dar la bienvenida a Alejandro de esta manera? Era realmente extraño por parte de Colin hacer algo de esta naturaleza. Alejandro simplemente era un miembro del personal en el Grupo SL. Pero Colin, el jefe de la compañía, se volvió inusualmente generoso con él. ¡Era completamente inaudito! Sofía rechazó de inmediato la oferta. Era demasiado extraño. —No, gracias, Colin. Solo queremos una cena sencilla. Eso es demasiado... —He arreglado bien todo. Me sentiría muy decepcionado si me rechazas. — Colin replicó en un tono muy serio. En resumen, había arreglado todo y se aseguró de que Sofía no tuviera más remedio que estar de acuerdo. Sofía abrió la boca pero no pudo decir ni una sola palabra. Parecía imposible rechazarlo. Su influencia sobre ella era simplemente abrumadora. Dejando el maletín a un lado, Colin miró fijamente a Sofía con indiferencia: —¿Por qué estás actuando así? ¿Yo no soy parte de la familia? Sofía respondió rápidamente: —Por supuesto que no. No tenemos ninguna relación ahora. Ni siquiera deberíamos estar juntos en este momento. Poniendo su mano en la parte posterior de su cabeza, Colin la obligó a mirarlo. —Eres mi ex-esposa. ¡Todavía hay una conexión entre nosotros! ¡Tenemos que seguir siendo buenos amigos entre nosotros! Ex-esposa... —¡Deberías avergonzarte! ¿Cómo puedes decir eso cuando también estás relacionado con muchas mujeres? Por ejemplo... ¿La madre de Bario? ¿Quién es ella y dónde está? Terminando su pregunta, el corazón de Sofía latía muy rápido. Ella no estaba segura de si Colin se enojaría ante la mención de la madre de Bario. Pero ella siempre había querido saber quién era esa mujer... Para su sorpresa, resultó que... Colin no se enojó en lo absoluto. Eso era extraño. Simplemente dijo en tono

gentil: —Sí, todavía tengo relación con la madre de Bario. Pero no deberías preocuparte demasiado por eso. Sofía no estaba feliz con lo que acababa de escuchar. ¿Por qué él podía dar esto por sentado? ¿Cómo podía dejar que la madre de su hijo fuera irresponsable? ¡! Alejandro sintió mucha curiosidad por la conversación de la pareja. ¿Quién era Bario? ¿Y quién era la madre de Bario? A pesar de lo curioso que era, no preguntó nada porque esto se trataba de un asunto entre su hermana y su cuñado. Sería mejor que él se quedara fuera de esto. No quería involucrarse y causar problemas. Sofía se alejó de Colin y miró por la ventanilla del coche. Colin y Alejandro hablaban de asuntos importantes de su negocio, pareciendo que no les importaba cuán frustrada estaba ella en ese momento. En muy poco tiempo, llegaron al hotel. Debido a la tenue luz en el auto, Colin aún no había notado la cara hinchada de Sofía. En el momento en que entraron a la habitación privada reservada, Colin miró de cerca a Sofía. Ignorando a los camareros que los rodeaban, él acercó a Sofía entre sus brazos y levantó su barbilla. Aunque la hinchazón en su cara no era tan obvia, él todavía podía percibir el dolor que Sofía estaba sintiendo ahora. —¿Quién te hizo esto? Todos se sorprendieron cuando vieron cómo Colin actuaba muy protector sobre ella. Avergonzada, Sofía apartó su mano y susurró: —Gracias a tu prometida. —¿Qué más te hizo ella? La expresión de Sofía se amargó ante ello. ¿Cómo podría ella enumerar todas las cosas malas que Dolores le hizo? Ella podría seguir y seguir todo el día con esto. Sintiendo que la pareja discutiría sobre ello, Alejandro preguntó a los camareros: —Vamos, escojamos una buena botella de vino. Los camareros entendieron lo que Alejandro quería decir y se fueron. Alejandro se fue con ellos, dejando a Colin y Sofía solos en la habitación. —¡Adelante! ¡Dímelo todo! —Colin miró fijamente a Sofía de una manera muy seria y firme. Respirando profundamente, Sofía se burló: —Ella está haciendo de todo para arruinar mi imagen. Ya no puedo estar más contigo. Dolores acaba de vernos entrar al apartamento juntos y quería publicarlo para que así ella pudiera destruir mi reputación. ¡Si nos hubiera descubierto en la cama, probablemente me echaría ácido sulfúrico y me destrozaría hasta la muerte! Así de enojada estaba ella conmigo.

Colin frunció el ceño cuando sacó su teléfono y marcó un número. Antes de que la llamada enlazara, le preguntó de nuevo a Sofía: —¿A cuántas personas llamó ella? ¿Dónde te hizo esto? —... Sólo a dos hombres. En mi oficina en la Compañía del Grupo Pei. — ¿Qué haría él? Sofía se sintió ansiosa mientras los ojos de Colin se volvían fieros e intimidantes. Tan pronto como el teléfono enlazó, Colin le dio la espalda a ella y dictó una orden. —Pide a cuatro hombres que lleven a Dolores a la oficina ejecutiva del Grupo Lien. Que hagan con ella lo que quieran. ¡Yo me haré responsable por todo! ¡Hazlo ahora! Sofía se quedó sin palabras. ¿Estaba ella simplemente alucinando o realmente estaba sucediendo? ¿Cómo podía Colin ser así de despiadado? ¡! Colin colgó la llamada y se acercó a ella. Él levantó la barbilla de ella y examinó la parte hinchada con cuidado. Luego se dirigió al teléfono de la habitación y presionó un botón: —Por favor, envíe unos cubos de hielo y medicamentos de primeros auxilios. —Está bien, señor Li. Por favor espere un momento. Después de tomar asiento, Colin encendió un cigarrillo y luego jugó de manera casual con el encendedor. —¡Siéntate! Sofía se perdió en sus pensamientos cuando Colin estaba encendiendo su cigarrillo. Después de un largo rato, Sofía recobró el sentido. —Colin... Ella es tu prometida. ¿Estás seguro de que quieres hacerle esto a ella? —¡Tú eres mi ex-esposa! Sofía se quedó sin habla de nuevo. ¿Cómo podría una ex-esposa ser más importante que una prometida? "A tu parecer, ¿qué es una prometida? ¿Qué tan importante es ella para ti? —Depende. Para mí, esta prometida es sólo una... —Perra. Él quería decir eso. Pero antes de que pudiera terminar sus palabras, su teléfono sonó de repente. Al ver el identificador de llamadas en la pantalla, frunció el ceño y respondió: —Sí, soy yo. '¿Qué significa Dolores para él?' Sofía estaba pensando en esta cuestión. Sofía se sentó cuando Alejandro y los camareros regresaron a la habitación. Poniéndose el teléfono en la oreja, Colin simplemente escuchaba sin decir nada. Más tarde, ella incluso pudo escuchar claramente a alguien gritando al otro lado de la llamada. Pero a Colin no le importó en absoluto y solo miró a la ventana con indiferencia. Al escuchar repetirse los gritos, Colin aventó el cigarrillo: —¿De qué estás hablando? ¡No hay señal aquí! ¡No puedo escucharte claramente! Sofía se quedó estupefacta una vez más. ¿Estaba él hablando sin sentido? Por

supuesto, él podía oír la voz de la mujer. La voz en el teléfono era tan fuerte que Sofía podía escuchar a alguien gritando: —¡Colin, ayuda! Me secuestraron en tu compañía, escaleras abajo... ¡Nooooo! ¡Ayúdame Colin! ¿Era Dolores? Sorprendida, Sofía miró al hombre que fumaba casualmente. ¿Qué acababa de suceder? —Lo siento, no puedo escucharte. ¡Te llamaré después! —Al colgar el teléfono, Colin volvió a llamar tres segundos después. Al encender el altavoz, él apartó el teléfono. —Colin... Ummm... —El teléfono fue directamente colgado por alguien. Las personas en la habitación se mantuvieron incómodamente calladas. Alejandro y Sofía se miraron entre sí. Alejandro le habló a Sofía mientras sonreía: —Sofía, ¡el karma es realmente una perra! '¡Joder, el karma! ¡Este fue la cruel idea de Colin! Pero dado que Colin se casaría pronto con Dolores, ¿cómo puede permitir que otros hombres trataran a Dolores de esa manera? Simplemente no tiene ningún sentido'. En ese momento, Sofía no podía entender lo que Colin estaba pensando. ¡Él se estaba volviendo tremendamente imprudente! Los cubos de hielo fueron enviados a la habitación poco después. Colin tomó la toalla con los cubos de hielo en ella y la puso suavemente sobre la cara de Sofía. Fue realmente un gesto muy dulce. —Auch... —'¡Eso duele!' La cara de Colin se puso pálida. Él se adecuó y se volvió aún más gentil. — ¿Te defendiste? Ella no le respondió, pero le preguntó: —Colin, ¿realmente te casarás con Dolores... el siguiente mes? ¿Estás seguro de eso? —¡Definitivamente! —Su respuesta fue clara. Sin la boda, ¿cómo podría él arruinar a Dolores? Ese era su plan todo este tiempo. Su respuesta tajante hirió profundamente a Sofía. Con un montón de ira, ella apartó la mano de él. Los cubos de hielo cayeron al suelo. El gerente que llevó la medicina a la habitación no se atrevió a respirar. Él no quería involucrarse en esto. Sofía se dejó llevar completamente por su enojo y sus celos. Se levantó de la silla y exclamó: —¡Ve y cásate con tu Dolores! ¡Mantente alejado de mí! ¡Alejandro, vámonos! ¡Estamos desperdiciando nuestro tiempo aquí!

Capítulo 211 Estoy deseando que llegue Alejandro no obtuvo respuesta. Finalmente, ella decidió que no le importaba y se dirigió directamente hacia la puerta con el bolso en la mano. —¡Vuelve, te lo puedo explicar! —Dijo Colin apresuradamente. Sofía se detuvo. Tragando la amargura en su corazón, no se dio vuelta. — ¿Qué hay que explicar? Te casarás con Dolores al final. ¿Por qué te molestas en ponerte excusas? Con eso, Sofía abrió la puerta y se fue. No pasó mucho tiempo antes de que Colin la agarrara del brazo. Sofía trató de sacudirse de su agarre. Colin la atrapó de nuevo y abrazó a la mujer que luchaba en sus brazos. Dijo pacientemente: —Por favor, escúchame. —No, no quiero escucharte. Solo soy tu exesposa. ¡No tienes que explicarme! —Sofía se tapó las orejas con fuerza. No quería escuchar ni una palabra de lo que él tenía que decir. A la vista, Colin se sintió impotente y ansioso. Otras tres personas entraron por el corredor. Se sorprendieron al ver a la pareja peleando. Al darse cuenta de que el hombre era Colin, uno de ellos se acercó a saludarlo. —Señor Li, qué bueno verle.... —¡Vete a la mierda! —Debido a que estaba tan molesto, Colin le gritó al hombre sin importarle con quién estaba hablando. Los tres estaban tan aterrorizados que se escabulleron. En la habitación privada. El gerente levantó los cubitos de hielo del suelo y los tiró al bote de basura. Mientras consideraba si debía conseguir más hielo, Alejandro dijo: —Por favor, envíe más hielo y una toalla nueva. Alejandro tenía fe en que su cuñado arreglaría las cosas con su hermana y regresaría. —Sí, señor Lo. —El gerente rápidamente le pidió a un camarero que preparara los artículos. Sacudiéndose las manos de Colin, Sofía se dirigió hacia el ascensor. Apretó

los dientes y contuvo las lágrimas. ¿La considera Colin como una mujer sin límites? ¿Pensó que ella le daría lo que quisiera? La puerta del ascensor se abrió y Sofía se movió para entrar. De repente, Colin la llevó a la habitación privada más cercana. —¡Escúchame! —Colin la atrapó en sus brazos. —¡No! Si quieres que una mujer te escuche, ¡ve a buscar a Dolores! Como ella es tu prometida, ¡te escuchará! ¡Déjame ir! —Sofía luchó en sus brazos. Al darse cuenta de que no podía deshacerse de él, se conformó con golpearle el pecho con los puños. Ella le pegaba una y otra vez... Colin no la detuvo y soportó sus ataques. Después de un largo rato, Sofía finalmente se detuvo. Colin inclinó la cabeza y selló sus labios con un beso... '¡Duele!'. Sofía arrugó la cara y apretó con fuerza los costados de su ropa. Lo mordió con fuerza e hizo que Colin la soltara. —¡Sofía, me mordiste! ¡Cómo te atreves! Ella lo miró con aire de suficiencia. —¡Si te atreves a besarme, definitivamente te morderé! Cuando Colin levantó su mano derecha, ella temía que él la golpeara. Pero solo usó su pulgar para frotar sus labios ligeramente hinchados. —Volvamos a la habitación. ¿No te vas a encontrar con Siria? Mirándolo directamente a los ojos, Sofía le preguntó con suavidad: —Colin, si Bario no es el hijo de Dolores, ¿yo debería intentar alejarte de ella? Colin sonrió. Él sostuvo su rostro y la besó de nuevo. —Estoy deseando que eso llegue. Sofía no tenía palabras. Cuando Sofía y Colin regresaron a la habitación, Alejandro estaba recostado contra la silla, adormilado. En ese momento, parecía que era el niño inocente que una vez fue. Sofía recordó lo despiadado que era antes. No podía ser Alejandro... —Sofía, ¿por qué te fuiste y retrasaste nuestra cena? ¡Me muero de hambre! —Alejandro miró a Sofía con descontento. Sofía se quedó sin palabras. —Alejandro, ¿estás interesado en Colin? Colin ponía hielo en la cara de ella. Ante sus palabras, él empujó un poco más fuerte. Sofía hizo una mueca de dolor. Alejandro comenzó a ahogarse ante el pensamiento incrédulo. —¡Sí, tienes razón! Sofía lo miró con los ojos entrecerrados. —¡Lo sabía! ¡No es de extrañar que sigas estando de su lado! —Miró a su hermano con desprecio.

Alejandro se quedó sin habla. Se incorporó y dijo: —¡Vamos a cenar! ¡Qué imaginación tan activa! ¡Alejandro era un hombre heterosexual! ¡No era gay! Al ver a Colin que prestaba atención a su rostro, Sofía se conmovió. Podría haber ido demasiado lejos ahora... Colin le aplicó el ungüento en la cara y usó toallitas húmedas para limpiar sus manos. —Vamos a cenar. Había un buen ambiente en la cena. Colin y Alejandro tomaron unas copas. Mientras tenían una cena tranquila, la tensión en la oficina ejecutiva del Grupo Lien era alta. Cuando Dolores fue a traerle algo de sopa a Colin, varios hombres se la llevaron al Grupo Lien. Varios hombres la arrastraron en cuanto llegaron a la entrada del edificio del Grupo SL. El teléfono de Colin no tenía señal cuando ella lo llamó. Cuando él le devolvió la llamada, los hombres ya le habían quitado el teléfono a ella. La llevaron a Dolores a la oficina de su padre, pero ya era después de las horas de trabajo y el edificio estaba vacío. Le sellaron la boca con cinta adhesiva y la llevaron adentro en secreto. Estaba completamente indefensa. Los hombres la tiraron sobre el escritorio y le rasgaron la ropa. Ella trató de gritar, pero sus gritos se amortiguaron por la cinta. ¡No! ¡Ella no quería esto! ¡Iban a torturarla hasta matarla! No importaba cuánto luchara, era inútil.

... Después de la cena, Sofía se acomodó en el asiento del conductor porque no bebía alcohol. —Vamos a la calle Jianye número 8. —Colin le dijo. Sabiendo que iban a ver a Siria, Sofía condujo en silencio hacia la parte oeste de la ciudad. Había un barrio de casas antiguas en la calle Jianye número 8. Debía haber estado allí por mucho tiempo. La pintura en las casas ya se estaba cayendo. Sofía casi no reconoció a Siria cuando la vio.

Varios años habían pasado. Su figura regordeta ahora era flaca y sus ojos se veían apagados y vidriosos. —¡Siria! —Sofía se paró frente a ella. Siria levantó la cabeza y reconoció a Sofía. Sus ojos se abrieron con sorpresa. ¿Sofía Lo? Era ella, en efecto. Sofía había cambiado mucho. —Sofía... ¿Fuiste... tú quién me trajo aquí? —Su voz temblaba. ¡Los hombres que la atraparon eran horribles! Sofía se sentó a su lado y la miró. —Nunca hice nada para ofenderte. ¿Por qué cometiste perjurio? Siria podía ver claramente el odio en sus ojos. Negó con la cabeza en pánico. —Dolores y Paulo me obligaron a hacerlo.... —Muy bien. ¿Pero serás mi testigo y probarás mi inocencia? —La voz de Sofía era muy tranquila, como si estuviera discutiendo el problema de otra persona.

Capítulo 212 Interrogatorio Siria se quedó quieta, mirando atenta a Sofía. Sofía permaneció callada mientras esperaba la respuesta de Siria. El silencio envolvió a la habitación. —Me apuñalaste anteriormente, Sofía... No creo... ¡Ah! —Sus palabras terminaron en un grito abrupto cuando Alejandro repentinamente le pellizcó la barbilla dolorosamente. Inclinándose hacia ella, Alejandro fríamente susurró: —Qué impenitente. ¿Quieres morir? Sofía una vez más estaba asustada. ¿Cómo se volvió su hermano tan agresivo y despiadado? Siria también estaba asustada. Temblando, se retorció en el sofá y rogó por misericordia. —Por favor... Por favor, déjame ir... —¿Por qué yo te dejaría ir? ¿En qué me beneficiará a mí? ¿Y qué hay de mi hermana? ¿Dolores la dejará ir? ¡Respóndeme! —La expresión en el rostro de Alejandro era cruel y desdeñosa. Siria estaba demasiado asustada como para decir una palabra. Ella casi perdió el conocimiento ante la confrontación de él, sus ojos se pusieron en blanco. Sofía no detuvo a Alejandro. Después de todo, su hermano solo estaba asustando a la chica. Él no le había hecho nada. Le echó un vistazo a Colin, quien estaba cómodamente recargado contra el escritorio. Él no reaccionó al comportamiento agresivo de Alejandro. —Abre tus ojos. O volaré a la ciudad de Song'an y mataré a tus padres después de romperte el cuello. Sofía se iba preocupando más mientras escuchaba la conversación. ¿Cómo podía su hermano pequeño hablar de matar a alguien de una forma tan indiferente? Ella agarró la muñeca de Alejandro y apartó su mano de la temblorosa mujer. —Siria, no te estoy pidiendo que jures en falso. Simplemente te estoy pidiendo que digas la verdad. Si Dolores te ha amenazado, puedes decírnoslo. Te protegeremos.

Tan pronto como Siria fue liberada, ella se hizo bolita. —Yo... Les contaré todo... Yo no quería tenderle una trampa a la señorita Lo. Pero como yo no cooperaba, la señorita Lien amenazó con estrangular a mi bebé. Mi bebé solo tenía dos meses en ese momento... El cuerpo entero de Siria se estremeció al recordar la amenaza de Dolores. Sofía también se sorprendió. Sabía que Dolores era de sangre fría, pero no esperaba que ella fuera lo suficientemente cruel como para amenazar con matar a un bebé de 2 meses. Le recordó la muerte de su propio bebé. ¿Estaba Dolores también involucrada? En lugar de que el cordón umbilical estrangulara su cuello... Colin notó que la cara de Sofía se había puesto pálida, y tenía una mirada perdida en sus ojos. Él podía imaginar lo que estaba pasando en la mente de ella. Una mirada de culpabilidad brilló en sus ojos. Se acercó a Sofía y la atrajo hacia sus brazos. —No pienses demasiado. ¿A qué se refería él? Sofía estaba confundida por las acciones de Colin. Pero antes de que ella pudiera pensar más al respecto, Siria continuó... —Y ella también amenazó con matar a mis padres si yo no obedecía. Queríamos escapar, pero ella amenazó con matar al resto de mis parientes... Yo puedo huir con mis padres y mi bebé, pero no puedo llevar a toda la familia Zhou conmigo. Incluso si nos mudáramos lejos, no podemos escapar del poder del Lien Clan... Siria se fue arrastrando, y sus ojos se posaron en Colin. Sofía estaba confundida. Al instante, se sorprendió al ver a Siria saltar del sofá y arrodillarse frente a Colin. Sus rodillas hicieron un ruido fuerte cuando ella cayó al suelo. — ¿No es usted el señor Colin Li? Se lo ruego... ¡Por favor, ayúdame! Estoy dispuesta a expiar testificando para Sofía. Pero, por favor, salve a mi familia del Clan Lien... Por favor, se lo ruego... Siria se volvió loca. Se inclinó repetidamente ante Colin, su frente golpeando con fuerza en el suelo de baldosas. Asustada por la escena, Sofía se acurrucó en los brazos de Colin. Pero Alejandro no parecía sorprendido por la situación. Él se sentó con indiferencia en un sofá cercano. Colin miró a sus guardaespaldas, quienes rápidamente hicieron que Siria se pusiera de pie. Su frente se había magullado e hinchado en cuestión de segundos. —Señor Li, la señorita Lo no me apuñaló. Antes de que ella llegara, la señorita Lien había preparado el cuchillo por adelantado. Ella también fue quien me apuñaló. La señorita Lien estaba indignada en ese momento porque el señor Paulo Tai siguió discutiendo con ella por la señorita Lo. Cuando ella se enteró de la visita de Sofía, preparó el cuchillo por adelantado.

Eso era verdad. Cuando Sofía llegó ese día, Dolores trató de apuñalarla. Al darse cuenta de la intención de Dolores, Sofía se hizo a un lado para evadir su golpe. Pero después de un tropiezo, Dolores apuñaló accidentalmente a Siria, quien estaba parada cerca. Posteriormente, Sofía fue enviada a prisión sin explicación alguna. Al parecer, Dolores había informado que ella había tratado de matar a su sirvienta. Con Paulo actuando como testigo, la evidencia fue decisiva. Sofía fue condenada a tres años de cárcel por intento de homicidio. En el tribunal, ella había sido condenada a tres años de prisión. Pero Dolores usó sus contactos para extender su sentencia a cinco años. Al final, Colin era capaz de garantizar la seguridad de la familia de Siria y logró que Siria prometiera testificar por Sofía cuando fuera necesario. En su camino de vuelta, Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. El asunto fue finalmente resuelto. Mientras ella conducía el auto, Colin y Alejandro discutían algunos preparativos en el asiento trasero. —El permiso por maternidad de Guilla comienza mañana. Reúnete conmigo en mi oficina a las 8:00 a. m. —Está bien, cuñado. Sofía se aclaró la garganta para regañar a su hermano. —¡Alejandro! Alejandro se hizo el desentendido. —¿Qué pasa, hermana? Sofía se quedó sin palabras. Bien, ella se ocuparía de él más tarde. —Nada. Llevemos al señor Li primero a su casa antes de ir a casa juntos. —Oh, ve a casa primero, hermana. Tengo algunos asuntos urgentes con los que lidiar. Regresaré más tarde. —Alejandro tenía sus propios asuntos con los cuales lidiar. Sofía frunció el ceño ante sus palabras. ¿Qué asuntos urgentes necesitaban ser tratados en medio de la noche? Su hermano acababa de regresar del extranjero. ¿Con quién se estaba reuniendo él? Parecía que su hermano había cambiado mucho. Él le estaba ocultando muchas cosas. Ella definitivamente le preguntaría cuando tuviera la oportunidad. —Eso puede esperar hasta mañana. ¡Ya es demasiado tarde! Acabas de volver hoy del extranjero. Tienes que ir a casa y descansar. Alejandro le mostró una sonrisa. En lugar de negarse o estar de acuerdo con ella, dijo: —Está bien, estaré en casa tan pronto como pueda. Colin no estaba conforme con la conversación de ellos. Aunque ellos eran hermanos, él no creía que un hombre y una mujer adultos deberían vivir juntos. Sacó su teléfono y llamó a Wendy. —Mamá, ¿está ahí Bario? Ante la mención del nombre de Ambrosio, los oídos de Sofía se agudizaron

mientras escuchaba la conversación telefónica de Colin. Ambrosio respondió rápidamente el teléfono. —Papá, ¿todavía estás ocupado? —No, no estoy ocupado. Estoy con Sofía. —Colin respondió con calma. Su hijo no lo decepcionó con su reacción. Ambrosio gritó cuando él mencionó el nombre de Sofía. —¡Tía Sofía! ¡La extraño tanto! ¡Papá, por favor, tráela contigo a casa! —Oh... No puedo hablar por Sofía. Pregúntale a ella por ti mismo. Colin puso la llamada en el altavoz. La voz de Ambrosio llenó el auto. —¡Tía Sofía, es Bario! ¡Te extraño tanto! ¿Puedes dormir en nuestra casa esta noche? —Estaba tan emocionado de ver a Sofía de nuevo. El corazón de Sofía se derritió ante la voz eufórica de Ambrosio. Pero ella no podía regresar con Colin esta noche. —Lo siento, pequeño. ¿Qué tal si te hago una visita mañana? Ya es muy tarde. —¿Por qué? ¡Tía Sofía, por favor! ¡Quiero que me cantes una canción de cuna! ¡Si no, me sentiré muy mal! —Sofía no podía soportar escuchar el tono decepcionado de Ambrosio. Se mordió el labio inferior mientras miraba a lo lejos. ¿Debería ella ceder? No parecía apropiado visitarlos tan tarde...

Capítulo 213 No estés triste Mientras Sofía vacilaba, una voz se unió a la conversación. En la otra línea, Wendy preguntó con curiosidad: —¿Es Sofía? ¿Te quedas a dormir esta noche? ¡Eso es genial! ¡Bario y yo te esperaremos para su cuento antes de dormir! Al oír eso, Sofía se quedó sin palabras. Como Wendy también la había invitado, era muy difícil rechazarlo. Pensando cuánto echaba de menos a Bario, Sofía estuvo de acuerdo. Antes de conducir hacia la Mansión de la Familia Li, detuvo el auto en Orilla Bulevar para dejar a Alejandro. —Cuídate, hermana. —Igualmente. Vuelve a casa temprano. —Espera un momento. —Colin le dijo a Sofía. Se bajó del auto y cerró la puerta detrás de él. Fuera del auto, Colin caminó hacia Alejandro. —Pensarán que estás tomando represalias contra ella. Vigila tus espaldas. Alejandro sabía de quién estaba hablando. Metiéndose las manos en los bolsillos, miró los edificios a lo lejos. —Lo sé, cuñado. Pero él no tenía miedo. Había pasado por el infierno. ¿Cómo podría temerle al Clan Lien y al Clan Pei después de eso? No eran nada para él en comparación. Colin le dio una palmadita en el hombro. —Sé que eres capaz de protegerte a ti mismo, pero no te preocupes por tu hermana. Aunque Sofía no tenía idea, Colin sabía de lo que Alejandro había pasado en Inglaterra. Si Alejandro no se hubiera contactado con él el año pasado o si no hubiera usado su influencia en Inglaterra en ese momento, Alejandro ya habría muerto. Impulsado por la curiosidad, el hombre no pudo evitar preguntar: —Por cierto, cuñado, ¿qué pasa con Bario? Ante la mención del nombre de su hijo, Colin sonrió y miró a la mujer sentada en el auto y que jugaba con su teléfono. —Tu hermana no sabe que nuestro hijo está vivo. Los ojos de Alejandro se agrandaron por la conmoción mientras miraba a Colin. Quiso decir... ¿Quiso decir que el hijo muerto que su hermana mencionó todavía estaba vivo?

Pero su hermana estaba tan segura de la muerte del niño. —Pero mi hermana dijo que el niño.... Colin suspiró intensamente. —No. Hice que Wade se llevara al niño y lo crié yo mismo. Tu hermana ahora cree que mi hijo es de otra mujer. —¿Por qué no se lo dices a mi hermana? Ella estaba tan triste.... —Alejandro aún podía recordar cómo Sofía lamentó la muerte de su hijo por teléfono. Los sentimientos complejos surgieron en los ojos de Colin. —No es el momento todavía. Le contaré sobre Ambrosio pronto. Y hasta entonces, tienes que guardar silencio. Alejandro no estaba de acuerdo. Él insistió: —Cuñado, ¡está abrumada por el dolor cada vez que recuerda al niño! —Lo sé. Pero ella lo ve a menudo ahora, creo que compensa su tristeza. No te preocupes, se lo diré lo antes posible. —Le contaría a Sofía acerca de su hijo tan pronto como acabara con el Clan Pei y del Clan Lien. Cuando estuviera seguro de que él sería el verdadero amor de Sofía y ella confiara en él de la forma en que una esposa confiara en su marido, ese sería el momento. Alejandro quería decir más, pero se quedó callado. No había estado en el país A durante muchos años y no tenía idea de lo que había sucedido entre ellos. No quería hacer ninguna suposición. —Bueno. ¡Encontraré la oportunidad de visitar a los ancianos y ver a mi sobrino uno de estos días! —Está bien, cuídate. Y si encuentras algún problema, pídele ayuda a Helge. —Con eso, Colin regresó al auto y se sentó en el asiento del acompañante. Alejandro asintió. —Lo haré. ¡Cuídate, hermana, cuñado! —¡Cuídate! Sofía arrancó el coche. Mientras conducía a la Mansión de la Familia Li, miró a Colin. —¿Qué ha estado haciendo Alejandro en estos últimos años en Inglaterra? ¿Tú sabes? —Sí. —Colin lo sabía mejor que nadie. —Dime. —Sofía estaba preocupada por su hermanito. Colin cerró los ojos y se apoyó en el respaldo de su asiento. —Deja que te lo cuente él mismo. Sofía se quedó sin habla. Pero Colin parecía cansado, así que dejó de preguntar y se concentró en conducir. Cuando llegaron a la Mansión de la Familia Li, Bario ya los estaba esperando afuera. Saltó de alegría cuando vio el coche de Sofía. Después de que Sofía estacionó el auto, se arrojó a sus brazos cuando estuvo a su alcance. —¡Tía Sofía! Sofía lo levantó entre sus brazos. —¡Bario, hace mucho frío afuera! ¿Por qué

no esperaste en la casa? A su lado, Wendy dejó escapar un suspiro. —Le dije lo mismo, pero él no quiso escucharme. Siguió corriendo para ver si habías llegado. Sofía estaba tan emocionada. Besó cariñosamente la mejilla de Bario. — Déjame llevarte de nuevo adentro. ¿Me esperarás en la casa la próxima vez? —¡No, quiero ver a la tía Sofía más pronto! Sofía lo persuadió pacientemente: —Hace mucho frío afuera y te enfermarás. Si te enfermas, me pondré muy triste. Cuando me esperes la próxima vez, por favor, espérame adentro. ¿Harías eso por mí, pequeño? —No estés triste. Te esperaré adentro de la casa la próxima vez. — Extendiendo solemnemente sus pequeñas manos para cubrir el rostro de Sofía, Bario prometió. Sofía sonrió ante su respuesta. '¿Cómo podría existir un niño tan adorable como él?', pensó. —Está bien, volvamos adentro. —¡Bueno! ¡Vamos! Wendy y Colin los siguieron. Los sentimientos complicados llenaron sus corazones mientras observaban la interacción de Sofía y Ambrosio. Wendy miró a su hijo. —Míralos. Eso es lo que se supone que es una familia. ¿Todavía te vas a casar con esa mujer? Su hijo había crecido y ya no siguió el consejo de sus padres. Con Colin, ella siempre sentía que estaba hablando al viento. —Sí. —Colin ni siquiera lo explicó. El joven entró en la mansión delante de ella. Wendy se enfureció. Lo culpó a Colin por su frialdad. ¡Qué hijo desagradecido! En el Grupo Lien No fue hasta las dos de la mañana, que los sonidos en la habitación se calmaron gradualmente. Una mujer desnuda yacía indecente en el suelo. Cerca, varios hombres discutían su escape. —Ustedes dos encárguense del vídeo de vigilancia. Vamos a informar al jefe. —Está bien, vamos. En el suelo, Dolores había perdido el conocimiento. A las cinco de la mañana, finalmente se despertó. Se sentía rígida y tenía dificultad para moverse. Afortunadamente, el sistema de calefacción seguía funcionando dentro del edificio, por lo que no se congeló hasta la muerte por la noche de otoño. Le tomó a Dolores varios intentos para sacarse la cinta de la boca. Subiéndose al escritorio, levantó el móvil con una mano temblorosa y marcó un número. Después de un largo rato, alguien finalmente respondió. Con voz ronca, Dolores dijo: —Mamá, soy yo.

—¿Dolores? ¿Qué pasó? —Al pensar que su hija todavía estaba en su propia habitación de al lado, Felice estaba confundida. Dolores se apoyó en el escritorio para sostenerse. Soportó la incomodidad en su cuerpo y dijo: —Mami, trae algo de mi ropa a la oficina de mi padre. ¡No dejes que venga papá! ¿La oficina de Jacinto? Al instante en alerta, Felice se incorporó en la cama. —¿Por qué estás ahí? Junto a ella, Jacinto se dio vuelta al otro lado de la cama. Rápidamente bajó su voz a un susurro. —Mamá... Algo horrible sucedió. —Dolores se echó a llorar y Felice se apresuró a levantarse de la cama con miedo. Salió de puntillas de la habitación y cerró la puerta detrás de ella. En el pasillo, ella preguntó: —¿Qué pasó? Dime a mamá. —Mamá... Lo sabrás cuando llegues aquí. No te olvides de traer mi ropa. ¡Y no dejes que papá venga contigo! Felice estaba perdida. Caminó por el pasillo unas cuantas veces antes de calmarse. Regresó tranquilamente a la habitación para cambiarse. Tomando un juego de ropa de la habitación de Dolores, se apresuró a ir hasta el Grupo Lien. Cuando abrió la puerta de la oficina, casi se desmayaba por la escena. —¿Qué...? ¿Qué...? ¿Qué te ha pasado? —A Felice le llevó mucho tiempo encontrar su voz. Sin aliento, Dolores dijo débilmente: —Me violaron... Todos ellos.... —¿Quién te hizo esto? —Mirando el desorden en la habitación, Felice no pudo evitar cubrirse la nariz mientras resistía la fuerte necesidad de vomitar.

Capítulo 214 Tres largos años Dolores se puso de pie con dificultad. Apretó los dientes y gritó: —¡Deben haber sido enviados por Alejandro Lo! Se tambaleó hacia el baño del salón. Mientras caminaba hacia el salón, dejó rastros de fluidos blancos detrás de ella... Sintiendo arcadas, Felice se apresuró a abrir la ventana. Para cuando Dolores salió del baño, el sol brillaba en el cielo. Felice estaba sentada en el sofá del salón, esperándola. Dolores se puso la ropa que Felice trajo para ella. Después de vestirse, ella se tumbó en la cama. Mirando a su lívida madre, juró: —¡Mamá, voy a matar a Sofía y a Alejandro Lo! —¡Cómo se atreven! ¡Si fueron ellos los que estuvieron detrás de esto, no los dejaré escapar! —Espetó Felice, golpeando con su puño el brazo del sofá mientras hablaba. Dolores estaba segura de que los hombres fueron enviados por Alejandro. Pero no se atrevió a contarle a su madre lo que intentó hacerle a Sofía. —No llames a la policía. Si Colin se entera, ¡será nuestro fin! Dolores, sé cómo te sientes. Pero tienes que aguantar un poco más, y todo saldrá bien. — Felice le lanzó a su hija una mirada de angustia. Al escuchar el nombre de Colin, Dolores agitó rápidamente la cabeza. —No, no podemos dejar que lo sepa. ¡La boda será cancelada! Ella había esperado tres largos años para convertirse en su esposa. No podía dejar que se le escapara de las manos. —No entiendo por qué te llevarían a la oficina de tu padre... —Felice estaba desconcertada. Una mirada de culpabilidad apareció en los ojos de Dolores. Debía haber sido porque llevó a sus hombres a la oficina de Sofía. Notando el cambio sutil en la expresión de Dolores, Felice se dio cuenta de que Dolores le estaba ocultando algo. —Dolores, ¡soy tu madre! ¿Qué hiciste? ¡Dímelo! Incapaz de ocultarle algo a su madre, Dolores tuvo que decir la verdad.

Felice estaba furiosa. No con su hija, sino con Sofía. ¿Cómo se atrevía Sofía a seducir a Colin de nuevo? Como futura esposa de Colin, su hija hizo lo correcto. La ramera no tenía derecho a tomar represalias. —Limpia el desastre. Necesito hablar con tu padre para discutir qué hacer ahora. —El desorden de la oficina la asqueaba. Dolores no había limpiado nada hasta ahora. Aunque estaba reacia, ordenó la habitación. Si alguien más se enterase, eso la arruinaría. Después de recibir la llamada de Felice, Jacinto llegó a la compañía tan rápido como pudo. Cuando él llegó, la oficina había vuelto a su estado original. Dolores estaba durmiendo en la cama en su salón. Felice lo estaba esperando en la habitación. Con los ojos enrojecidos por la ira, gritó: —¡Tu hija fue violada! Jacinto Lien, esta vez no puedes ser indulgente con ellos. —¿Qué sucedió? Apretando los dientes, Felice le contó todo. Jacinto estaba indignado. Barrió todo lo que había en su escritorio y lo tiró al suelo. —¡Alejandro Lo! ¡Sofía Lo! ¿Cómo se atreven a hacerle esto a mi hija? —Dolores cree que los hombres que la violaron estaban bajo las órdenes de Alejandro. Pero yo creo que fue Sofía. Le dijo a Dolores que la haría pagar. Ya sea Alejandro o Sofía, tenemos que deshacernos de ellos. Jacinto, ¡tienes que hablar con Ynocente! —He hablado con él muchas veces. Pero esa Sofía es demasiado precavida. Ella ha fortificado las ventanas de su auto con cristales a prueba de balas. Sus hombres fracasaron en asesinarla, y uno de sus hombres casi fue capturado. Si no hubiera tenido un francotirador que se ocupara de él, ya habríamos estado expuestos. Felice frunció el ceño ante sus palabras. —¿Por qué ella reemplazaría la ventana con cristal a prueba de balas? —¡Ella no es estúpida! ¡Probablemente había previsto que le hiciéramos algo! —Jacinto entró en el salón. Dolores estaba tan exhausta que aún estaba profundamente dormida. La visión de su débil hija lo enfureció de nuevo. Le preguntó a Felice: — ¿Has llamado a la policía? —¿Cómo voy a llamar a la policía? ¿Qué tal si esto se hace grande? ¿Qué tal si Colin se entera? ¿Crees que Colin tomaría a una mujer deshonrada como esposa? Jacinto, ¡no seas estúpido! No podemos llamar a la policía. ¡Tenemos que permanecer callados! Jacinto se puso lívido ante sus palabras. ¿Cómo pudo no hacer nada cuando

su hija fue violada? Felice lo consoló. —No te preocupes. Ya sabíamos que los hermanos Lo están detrás de esto. Tan pronto como Dolores y Colin se casen, Colin ayudará a Dolores a vengarse de ellos. Ni siquiera tenemos que hacerlo nosotros mismos. Colin lo había prometido. Una vez que él y Dolores estuvieran casados, no se quedaría de brazos cruzados si algo le pasara al Clan Lien. Jacinto asintió hacia ella. —Echaré un vistazo al vídeo de vigilancia. Cuida a Dolores. Más tarde por esa mañana, Ynocente llamó a Jacinto mientras Jacinto estaba en medio de una reunión. Él salió de la sala de conferencias para contestar la llamada. Cuando escuchó lo que dijo Ynocente, exclamó: —¿Qué has dicho? —¿Habías escuchado algo acerca de esto antes? —¡No, no lo había escuchado! ¿Qué está haciendo Colin? —¿Por qué nombraría a Alejandro Lo como el nuevo secretario en jefe de su compañía? Jacinto de repente tuvo un mal presentimiento. ¿Sería posible que Colin aún sintiera algo por Sofía? El latido de su corazón se aceleró al pensarlo. Ynocente se quedó en silencio por un rato. —Él es tu futuro yerno. Pregúntale a él. —Siempre había pensado que Colin estaba planeando algo en secreto. Desde el compromiso de Colin y Dolores hasta la preparación de su boda, todo transcurrió tan tranquilamente que parecía demasiado bueno para ser verdad. —Bueno. Espera un momento, lo llamaré ahora. —Impulsado por la ansiedad, Jacinto no lo pensó dos veces antes de llamar a Colin. Después de mucho tiempo, la línea fue cruzada. —Señor Lien. Al oír la voz grave de Colin, Jacinto casi se maldecía por actuar tan precipitadamente. Respiró hondo y comenzó a decir: —Colin, varios hombres acosaron a Dolores anoche. Parecían estar actuando bajo las órdenes de Alejandro Lo. —¿Qué le hicieron a ella? —Colin preguntó fríamente. El corazón de Jacinto se hundió. No sabía cómo continuar. —Bueno... Ellos acorralaron y amenazaron a Dolores. ¿Cómo sugieres que me vengue de Alejandro? Colin sonrió con suficiencia. —¿A qué hora sucedió esto? —Anoche, Dolores quería preparar un caldo de pollo para ti. Alrededor de las 6 o 7 de la tarde, varios hombres la acorralaron y la amenazaron. Por suerte, Felice llegó a tiempo. No sufrió ningún daño sustancial. Jacinto no tenía idea de que cada palabra que decía hacía que Colin quisiera reírse.

—En ese momento, los hermanos Lo estaban cenando conmigo. Estuvimos juntos en una sala privada todo el tiempo, y ninguno de ellos recibió una llamada telefónica. —Colin le dijo calmadamente. ¿Qué? Jacinto frunció el ceño. ¿Los hombres no fueron enviados por Sofía y Alejandro Lo? —¿Por qué estabas cenando con ellos? —Alejandro había solicitado el puesto de secretario en jefe en mi empresa, y pasó la entrevista. Anoche fue la cena de bienvenida, y él llevó a Sofía con él. Mi futuro suegro, ¿por qué pensaste que estaba con él? Seguramente, no crees que haya algo entre nosotros.

Capítulo 215 Vamos a romper Jacinto lo negó rápidamente: —Por supuesto que no, solo tenía curiosidad. Vas a casarte con Dolores. Confiamos plenamente en ti. —Incluso si él tuviera alguna duda, no se atrevería a decirlo delante de Colin. ¿Confianza? Colin se burló, pero tranquilizó a Jacinto. —Ten por seguro que no mantendré a Alejandro por mucho tiempo. Me alejaré de él y de Sofía por el bien de Dolores. Jacinto empezó a creer en Colin. Lo que no sabía era que Colin planeaba mantener a Alejandro durante mucho tiempo y que incluso pensaba ayudarlo a abrir su propio negocio. En cualquier caso, Colin no lo abandonaría. Alejandro estaba justo al lado de Colin y escuchó todo lo que le dijo a Jacinto. Mientras más hablaba Colin, más tranquilo se sentía Jacinto. Jacinto acabó creyendo completamente a Colin y dejó de mencionar a Sofía y Alejandro. — Colin, en cuanto a la licitación para el contrato... Colin entendió a qué se refería Jacinto antes de terminar de hablar. —El agua nutritiva no debe correr hacia las tierras de cultivo de los demás. Sin duda, el Grupo Lien obtendrá la colaboración. Jacinto suspiró aliviado. —Bueno, Colin. ¡Realmente no has decepcionado a tu suegro! —Él soltó una risa de alivio. Colin colgó el teléfono y miró la pantalla con indiferencia. La razón por la que el Grupo Lien había alcanzado tal estado era por la insensatez de Jacinto. —Colin, ¿fue Jacinto? —Alejandro había estado hablando con Colin sobre su trabajo. No esperaba que Jacinto llamara a Colin en ese momento. Colin no ocultó nada. —Sí, para evitar que Jacinto sospeche, debo distanciarme de tu hermana por ahora. Por favor, cuida de ella por mí. No dejes que se acerque demasiado a mi amigo Mario. Colin y Mario eran como hermanos, pero ambos estaban enamorados de Sofía. Alejandro asintió con la cabeza. —Está bien, Colin. Puedes contar conmigo. En la Habitación de Levi

Selina miró al hombre que estaba frente a ella. —Levi, ¡vamos a romper! Los ojos de Levi se abrieron con incredulidad. —¿Estás rompiendo conmigo solo por una mujer? —Ella no es solo una mujer, es la exnovia de uno de tus amigos. La conoces bien, ¿verdad? —Sí, ¡pero no tengo nada que ver con ella! —Levi se alteró cuando Selina mencionó a la mujer. Ignorando la respuesta de Levi, Selina abrió el armario para sacar su maleta y comenzó a empacar su ropa. Levi le agarró la muñeca. —¡No causes problemas! —¿Por qué no? Una mujer vino a nuestra casa con un niño en sus brazos y llorando decía que te comprometiste con ella. Ahora tienes que asumir la responsabilidad. ¡Vamos, sigue adelante con tu compromiso! —Sí, pero no quise decir que me casaría con ella. Lo que quise decir es que los ayudaría económicamente. —La mujer era la misma que había detenido el auto de Levi hacía tres años para decir que estaba embarazada de él. En ese entonces, Selina y Levi habían empezado la relación. —Tal vez no quisiste decir eso, pero ¿qué pasa con ella? ¡Ella quería que su hijo te llamara «papá»! E incluso se mudó a la casa de tu familia. ¡Sal de aquí! —Selina se soltó de Levi y siguió empacando sus cosas al azar. Levi miró incrédulo a la mujer que estaba agachada recogiendo su ropa. — ¿Me estás pidiendo que me vaya? Conteniendo sus lágrimas y acallando sus quejas, Selina se levantó y dijo: — ¡Sí! ¡Vete ahora! Espera, no. ¡Esta es tu casa, soy yo la que debería irse! —Selina, deja de ser infantil e inmadura. —Levi se paseaba molesto por la habitación. —¿Estoy siendo infantil? La mujer y el niño se han mudado a la casa de tu familia. ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Ignorarla? ¿O tratarla tan bien como tú? Oh, señor coronel mayor. Lo siento, ¡no puedo! —Selina continuó metiendo su ropa aleatoriamente en la maleta. Levi la agarró y le quitó la maleta. ¡Pum! La maleta golpeó el armario con fuerza y toda la ropa cayó al suelo. Selina estaba tan furiosa que le dio un puñetazo en el hombro. —¡Bastardo! Aunque Selina golpeó a Levi con todas sus fuerzas, él no reaccionó. Sosteniéndola fuertemente en sus brazos, Levi bajó la cabeza y la miró. —Tú eres mi prometida. Esa mujer no significa nada para mí. ¿Qué te preocupa? Ella no se va a quedar en casa. ¡Le pediré que se vaya en dos días! Selina se apartó y dijo tristemente: —Levi, la vi besándote en el pasillo anoche. ¿Pensaste que no lo vería? ¡Ella te besó! ¿Quién te crees que soy?

Esa mujer siguió acercándose a Levi, sosteniendo al niño en sus brazos. Mientras jugaban juntos con el niño parecían una familia feliz. Selina se sentía como una extraña. Si Wendy no la hubiera detenido, habría abandonado la casa ayer. Levi no esperaba que Selina viera eso. Él le dijo con voz grave: —Lo siento, Selina. No creí que fuera a besarme. Prometo que no volverá a pasar. —No te creo. —Ella sabía que si la mujer se quedaba, seguirían discutiendo. —Selina, si vas a causar problemas, ¡acabaré haciendo lo que tengo pensado! —Selina no tenía idea de lo que estaba hablando. Caminó hacia la maleta y comenzó a empacar sus cosas de nuevo. —¡Haz lo que quieras! ¿Qué? ¡De acuerdo! Levi la cargó en su hombro y la puso en la cama a pesar de sus gritos. Se subió encima de ella. —He esperado este momento por tres años. ¡Eres mía! De repente, Selina se dio cuenta de a qué se refería. Su cara se puso roja mientras trataba de empujarlo. —Estoy rompiendo contigo, Levi. ¡Suéltame! —¿Estás rompiendo conmigo? Bueno, tomaré lo que quiero y luego te dejaré ir. Selina lo miró aterrorizada. —¿Estás diciendo que en todo este tiempo solo pensabas en tener sexo conmigo? —A Selina le costó aceptarlo. El romance, el amor... Levi sonrió con resignación. Selina era tonta. Si él solo quisiera tener sexo con ella, ¿por qué habría esperado tanto? —Deja de causar problemas. En dos días encontraré un lugar para esa mujer. Ella no se quedará aquí, ¿vale? —dijo Levi con dulzura. Selina asintió con la cabeza para evitar que Levi fuera a más. Sin embargo, Levi regresó del ejército de madrugada, alrededor de las 2 a. m. Antes de que él pudiera entrar a su habitación, la mujer lo llamó para que fuera a la suya. Selina estaba esperando a Levi y se quedó despierta. Cuando Levi se acercó al dormitorio, escuchó que la mujer lo estaba llamando. Selina dio un salto de la cama, abrió la puerta y siguió a Levi después de que él entrara en la habitación. La puerta estaba entreabierta. Miró adentro, vio que la mujer estaba abrazando a Levi y regresó a la habitación de Levi sin decir nada. A la mañana siguiente, todo siguió como de costumbre. No obstante, tan pronto como Levi se fue a trabajar, Selina se despidió de Wendy y salió de la mansión con su maleta. Wendy inmediatamente llamó a Levi para contarle lo que había sucedido. Él

se dio la vuelta con el coche y se dirigió furiosamente hacia el aeropuerto. De camino llamó a Selina.

Capítulo 216 Deberías llamarme marido de ahora en adelante Aunque Levi ya había llamado a Selina muchas veces, ella seguía sin contestar el teléfono. Esperaba en una fila para registrar su equipaje cuando, de repente, un hombre recogió su maleta y la llevó fuera del aeropuerto. Levi permaneció callado en el camino de regreso desde el aeropuerto. Él no prestó atención a nada de lo que dijo o hizo Selina. Finalmente, su auto se detuvo frente a la Oficina de Asuntos Civiles. Selina estuvo conmocionada todo el tiempo mientras le tomaban la foto y tramitaban el certificado de matrimonio. Ella no sabía lo que estaba pasando en ese momento... Antes de que se diera cuenta, Levi ya la había llevado a su apartamento. Él lo tenía todo planeado. Después de que Levi se quitara rápidamente el abrigo y lo colgara en una percha, le quitó el abrigo a Selina y lo colgó también. Selina, furiosa, trató de detenerlo, pero su esfuerzo fue en vano. Él era demasiado fuerte. La levantó y la llevó a la fuerza al dormitorio. Levi permaneció callado en todo momento, desde el aeropuerto hasta la Oficina de Asuntos Civiles y después hasta la cama de su apartamento. Estaba actuando muy extraño y... daba miedo. Esta fue la primera vez que Selina tenía relaciones sexuales. Sintió mucho dolor y con lágrimas corriendo por su rostro dijo finalmente: —¡Levi, te odio! ¿Cómo puedes hacer lo que quieras sin tener en cuenta mis sentimientos? ¡¿Por qué me estás haciendo esto?! Snif... Él había ido directo a la Oficina de Asuntos Civiles sin informarle e incluso consiguió un certificado de matrimonio sin su consentimiento. Y ahora, la forzó a tener sexo con él. ¡Hacía todo eso solo para saciar su hambre! Escondiendo sus emociones, Levi besó las lágrimas que caían por su cara y dijo con voz grave y seria: —Deberías llamarme marido de ahora en adelante. Ahora eres mi esposa. Había esperado tantos años para que esto sucediera. Él no la dejaría ir,

siempre sería suya. —¡No, no, no te voy a llamar así! Estoy rompiendo contigo. Por favor, para, Levi. ¡Ah, ey! Levi, deja de moverte. ¡Duele, de verdad! ¡Por favor! —Selina nunca pensó que tendrían relaciones sexuales ese día. Estaba muy molesta con Levi esa mañana y en realidad planeaba romper con él, pero resultó que Levi tenía otro plan en mente. ¿Cómo podrían suceder todas esas cosas en un solo día? —¡Sé paciente! —exclamó Levi con indiferencia. Luego bajó la cabeza y besó sus labios profunda y apasionadamente. Era un matrimonio protegido por ley. Así fue como Levi y Selina obtuvieron su certificado de matrimonio y cómo Selina pasó de ser una niña a una mujer el mismo día. Habían llegado a otra etapa de sus vidas. Era un hermoso día, el cielo estaba azul y el tiempo era bueno. Parecía que todo estaba preparado para ser un día memorable. Levi había esperado pacientemente durante cuatro años y obtuvo finalmente lo que siempre había querido. Solo quería reírse a carcajadas después del sexo. Quería empaparse de felicidad por tener sexo con Selina. Ella estaba acostada en la cama cuando le dio la espalda a Levi. Acariciando el chupetón que tenía en el hombro, Levi dijo con una sonrisa desvergonzada: —Selina, finalmente eres mía. Al fin. Selina sintió que no le quedaban fuerzas para decir una palabra. Había gastado toda su energía tratando de apartar a Levi de ella. Pero incluso estando cansada, se dio la vuelta y se enfrentó a él. Logró responderle con los ojos medio cerrados: —¡Levi, ya verás! Deberías tratarme como a tu reina. ¡No así! —Sí, lo haré. Su Alteza, mi amada reina. Haré lo que quieras. —Él podría seguir llamándola así. No importaba mientras ella fuese suya. —... ¿No tiene vergüenza, señor coronel mayor? ¿No te da vergüenza estar haciéndole esto a una mujer? —¿Vergüenza? Déjame mostrarte algo, entonces... —Levi se acercó rápidamente a ella y se puso encima de nuevo. Selina se sorprendió cuando se dio cuenta de lo que él quería hacer. Tuvieron sexo hacía un rato. ¿No estaba ya cansado? "¡Le... Levi, Levi Li! ¡Eres un animal! ¡Controla tu pene! —Selina, ¿cuántos años tengo? —le preguntó Levi de repente. —Casi treinta y uno. ¿Qué quieres decirme con eso? —respondió ella. —¿No es excitante y emocionante tener sexo conmigo? Me he guardado para ti durante casi treinta y un años. ¡Solo para ti! Selina se quedó sin palabras. Ella estaba también confundida. ¿Por qué no

podía ella sentir la emoción de la que él hablaba? Todo lo que ella pensaba en ese momento era en deshacerse de él.

... Cuando regresaron a la Mansión de la Familia Li, Selina se puso las manos en la cintura para sentirse mejor. Tenía dolores musculares y articulares en todo el cuerpo. ¡Ay! Su cintura le seguía doliendo mucho. Sentía que solo dormir durante tres días podría ayudarla a recuperarse del dolor físico y emocional que había sufrido. Selina y Levi se encontraron con Lourdecita cuando llegaron al segundo piso. Ella estaba sosteniendo a su hijo en brazos. Levi estaba sonriendo muy feliz. Selina caminaba despacio, con todo el cuerpo dolorido por lo que Levi le había hecho hacía un rato. La cara de Lourdecita se puso pálida cuando vio que Selina caminaba cojeando. Levi miró a Lourdecita y dijo con un tono de voz ligeramente desagradable: —Lourdecita, empaca tus cosas. Le diré a Benicio que te recoja y te lleve a un barrio de las afueras. Lourdecita estaba sorprendida. Su hijo estaba durmiendo en sus brazos y ella no podía decir ni una palabra. Wendy escuchó voces fuera de su habitación e inmediatamente salió. — Selina, Levi, están aquí. ¿Ocurre algo? —preguntó Wendy con curiosidad. Levi respondió con indiferencia: —Mamá, mi esposa está muy cansada por todo el ejercicio que hemos hecho juntos. Debería descansar un rato primero. ¿Puedes hacer un poco de sopa para ella? Lo necesita para encontrarse mejor. Levi mostraba de nuevo su personalidad autoritaria. La cara de Selina se puso muy roja de repente al escuchar lo que había dicho Levi. Estaba muy avergonzada. Wendy no entendió bien de qué hablaba Levi hasta que vio que Selina se cubría la cintura con las manos. Antes de que Selina pudiera bajar las manos, Wendy ya se había dado cuenta. Se percató de que había tenido sexo por primera vez. —¡Oh! ¡Bueno! Selina, ven conmigo. Te haré un poco de sopa abajo —dijo Wendy con una sonrisa reconfortante. Aunque Selina había bajado las manos, se dio cuenta de que Wendy ya sabía lo que Levi había querido decir. Con una gran sonrisa en su rostro, Wendy

sostuvo el brazo de Selina y la condujo escaleras abajo. Levi gritó detrás de ellas: —Mamá, Selina y yo hemos obtenido el certificado de matrimonio. ¡Ahora ella es tu nuera! Selina estaba muy avergonzada en ese momento. Se dio la vuelta y miró fríamente a Levi, pero a él parecía no importarle e incluso le guiñó un ojo. A Wendy le sorprendió gratamente la noticia. Ella respondió mientras hacía un gesto con el pulgar hacia arriba: —¡Genial! ¡Estoy muy feliz por los dos! Vamos, Selina. Debo hacerte un poco de sopa para que te sientas mejor. ¡Viva! Ella tenía que preparar su boda con antelación. ¡Selina podría quedarse embarazada pronto! ¡Tendría un nieto! —Wendy... No necesitas hacer todo esto... —Llámame mamá. Ahora eres parte de la familia, Selina. —Wendy estaba muy contenta de tener a Selina como nuera. Pensaba que era una bendición, especialmente para Levi. Si Colin y Sofía volvieran a estar juntos, ella no se arrepentiría. —Bueno, está bien. Eh, mamá. Me encuentro bien ahora. No quiero molestarte con esto... —Selina tartamudeaba mientras bajaban las escaleras. Apartando la mirada de Selina y su madre, Levi miró a Lourdecita y dijo con indiferencia: —¿No tienes que empezar a empacar tus cosas? ¡Ve ahora! Lourdecita contuvo las lágrimas y dijo: —Levi, ¿me estás echando? —¡Sí! ¿Qué crees que estoy haciendo? —Levi le respondió sin dudar. ¿Cómo podía ser tan duro con ella? Finalmente, las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas. —Levi, te amo. ¿Es que no lo ves? ¡Siempre te he amado! —Lourdecita le suplicó por compasión. —Te lo he dicho antes. ¡Deja de decir eso! ¡Es muy molesto! —respondió Levi. Sacó su teléfono y marcó el número de Benicio. —¿Dónde estás? ¡Te necesito ahora mismo! —Levi colgó el teléfono después de recibir la respuesta al otro lado de la línea. —Estará aquí en cinco minutos. Ve y empieza a empacar. Quiero que te vayas inmediatamente. —Entró a su habitación justo después de despedirla sin piedad. Minutos después, Selina vio a un soldado entrar corriendo. Benicio saludó con una sonrisa y dijo: —Señora Wendy Li, Señora Selina Li, ¡buenos días! Levi me pidió que viniera. Parecía que Benicio ya sabía que Selina era la esposa de Levi. Selina se sentía todavía confundida. Todo esto estaba sucediendo muy rápido. —Buenos días. —Selina asintió levemente con la cabeza y lo saludó con su encantadora sonrisa.

Wendy lo saludó con la mano y le dijo: —Ven aquí y sírvete un poco de fruta primero. No seas tímido. —No, no. Gracias, señora Wendy. Tengo que hacer algunas recados primero y necesito ir arriba. —Benicio rechazó respetuosamente la amable oferta. Antes de que Benicio subiera, se despidió sonriendo. Unos minutos más tarde, bajaba corriendo las escaleras con una maleta en una mano y un bebé en la otra. Lourdecita lo seguía por detrás con la cara pálida. Todavía tenía los ojos llorosos. Wendy se alegró de ver a Lourdecita irse con una maleta. —Señora Lourdecita, ¿ya se va? Wendy sabía que Selina no sería feliz si ella se quedaba, así que se sintió aliviada al ver que se marchaba. Lourdecita puso una sonrisa rígida y forzada, y dijo: —Sí, me voy. Gracias por cuidarme, señora Wendy. Lo siento por todos los problemas que causé. —De nada —dijo Wendy. Luego se volvió hacia Benicio y le dijo: — Benicio, conduce con cuidado. —Sí, lo haré, señora Wendy. —Seguidamente Benicio se volvió a despedir.

Capítulo 217 Nadie es perfecto Lourdecita ya no podía seguir sonriendo. Estaba harta de fingir que estaba bien con todo esto. Se dio cuenta que a Wendy no le gustaba, ya que ni siquiera la instaba a quedarse. Lo sabía desde el principio. Con elegancia, Levi bajó las escaleras y caminó hacia Selina. Se sentó a su lado y con dulzura puso sus manos alrededor de su cintura. Le susurró al oído y trató de seducirla: —Tengo que ir al ejército ahora mismo. Espérame esta noche y haremos algo realmente bueno.... Con el rostro enrojecido por la consternación, Selina bajó la cabeza y le pellizcó los brazos. Exclamó en voz alta: —¡Entonces vete! ¡Vete ahora mismo! —¡No seas tan mala! No quiero ir ahí tampoco. Tengo muchas ganas de estar contigo todo el día. Pero ahora estoy un poco ocupado. Tengo que irme. —Su boca se contrajo ligeramente cuando sintió un poco de dolor porque Selina lo pellizcó. Wendy sonrió ante su interacción y le dijo a su hijo: —Solo vete. Soy demasiado vieja para verlos a los dos ser tan dulces el uno con el otro. Levi soltó a Selina después de besarla en las mejillas. Se levantó del sofá y saludó a su esposa antes de salir por la puerta. —¡Su Majestad, me iré entonces! Selina no esperaba que él dijera esas palabras delante de Wendy. Estaba totalmente avergonzada porque no estaba acostumbrada a este tipo de gesto romántico. Su rostro se sonrojó mientras lo miraba deliberadamente: —¡No me llames así! ¡Solo vete! ¡Eres tan travieso! Pero Levi todavía la encontraba tan linda cuando ella hizo un puchero. Quería abrazarla y besarla de nuevo. Selina sabía que Levi albergaba pensamientos obscenos una vez más. Estaba preocupada de que él hiciera algo fuera de lugar. Luego, con determinación, señaló a Lourdecita cerca de ellos y dijo: —¡Lourdecita había estado esperando un rato aquí! ¡Mírala! El buen humor de Levi se desvaneció ante la mención de Lourdecita. Inmediatamente, se sintió muy frustrado. No quería tener nada que ver con esa mujer.

Él acarició el cabello de Selina y finalmente se rindió: —¡Debería irme ahora! La mansión se volvió torpemente tranquila poco después de que él se fue. Cuando Wendy salió de la cocina, vio a Selina sentada directamente en el sofá, aparentemente inmersa en pensamientos profundos, con el rostro enrojecido. Wendy de repente tuvo la necesidad de burlarse de ella. Se aclaró la garganta y preguntó deliberadamente: —Selina, ¿por qué tu cara se puso roja? ¿Cómo te sientes ahora? —Um... Um.... —Selina no sabía qué decir ahora. Todavía no estaba acostumbrada a contarle a su suegra sus sentimientos sensibles. En realidad, las acciones y los gestos recientes de Levi le recordaron cómo la trataba en la cama. Pero eso sería demasiado embarazoso. Eso significaría que ella era una mujer fácil. —No es nada, en realidad. Estoy bien. Tía... Mamá, ¿por qué no vienes conmigo a la cocina para ver los ingredientes y la receta? Pero, en realidad, Wendy conocía la razón demasiado bien. Era demasiado vieja para no saber por lo que estaba pasando la pareja joven. Sonrió y fue a la cocina con ella. Lo primero que Mario hizo cuando regresó de su viaje de negocios de tres días era llamar a Sofía a su oficina y hablar con ella sobre el asesinato del otro día. —De acuerdo con mis fuentes, se enteraron de lo que sucedió ese día y se ocuparon de ello. —La cara de Mario se volvió severa y seria. Este era un problema grave que debía resolverse urgentemente. Todos sabían quiénes y cómo lo hicieron. Sin embargo, había algo que les impedía avanzar. Aún no tenían la evidencia para demandar a Ynocente y Jacinto y tendrían que hacer algunos avances en la búsqueda de ese asunto. Al unirse, Ynocente y Jacinto fueron extremadamente prudentes y escrupulosos al hacer su trabajo sucio. No dejaron ningún rastro obvio de evidencia. —No importa. Pronto pagarán por lo que hicieron. —Sofía luego puso el diseño final en el escritorio. La expresión rígida de Mario desapareció después de que pasó por el diseño de Sofía. Sonrió y dijo: —En realidad es muy bueno. ¿Cómo no me di cuenta que tienes un don para diseñar ropa en ese entonces? Podríamos haber trabajado en muchos proyectos ya. Sonriendo, Sofía negó con la cabeza y exclamó: —¡No lo llamaría un don! No tengo ningún talento innato en esta área. Acabo de familiarizarme con él después de haber experimentado lo suficiente en esta industria. Lo percibí y

trabajé duro para estar en el lugar donde estoy ahora. —¡Tu diseño es absolutamente fabuloso! ¡No he visto nada igual! Pero hay defectos menores en él. ¿Tienes alguna idea de cuáles son esas fallas? —Mario le preguntó sinceramente mientras sonreía. Luego dejó a un lado el diseño y se encontró con los ojos confundidos de Sofía. Creía que Sofía sabía lo que quería decir. Era una mujer inteligente después de todo. —Nadie es perfecto. Conozco mis propias debilidades. Voy a trabajar en ello. —Sofía respondió en un tono muy determinado. Sus ojos inquietos estaban llenos de vacilación. No había abierto su corazón por mucho tiempo. Siempre había guardado todos sus sentimientos dentro de ella. No... ¿Por qué se sentía extraña por esto? Al menos era capaz de ser sincera y honesta con personas como Mario, Ambrosio y Alejandro. En cuanto a Colin, no sabía si realmente podría abrirle su corazón a él. No quería darle la oportunidad de juzgarla. Tal vez ella no lo hizo y tal vez no pudo. Siempre estaba ansiosa por acercarse a él y hacer que él la amara, pero no se atrevía a decirle su verdadero propósito. Quería que él hiciera el primer movimiento. —Sofía, entonces sabes que debes hacer algo al respecto. Aislarte de los demás no te hará ningún bien. Tus sentimientos solo te quemarán por dentro. Tienes que compartirlo con alguien más. —Había visto a través de ella desde hacía mucho tiempo. Ya la conocía muy bien. Ella nunca compartió sentimientos íntimos con nadie. Cada vez que había una persona que quería conocerla y acercarse, siempre daba un paso atrás y parecía que era inaccesible. Antes de que pudiera hablar, Mario continuó: —¿No quieres mejorar tu influencia aquí en el País A? Entonces, el primer paso para lograrlo es hacer amigos en esta industria. Los encontrarás útiles cuando suceden cosas y surgen problemas. Ellos serán el hombro en el que puedas apoyarte. Sofía suspiró un poco. ¿Cómo podría ella no saber todo esto? Siempre se había mantenido encarcelada dentro de sus propios muros. Simplemente odiaba este mundo hipócrita y la gente en él. Encontró que las personas a su alrededor eran falsas y pretenciosas. —Helge dará una fiesta esta noche. Algunos diseñadores famosos estarán ahí. Tienen más o menos tu edad y antecedentes poderosos. Tienes que hacerte amiga de ellos o simplemente conectarte con ellos. —¿Helge? —Sofía entrecerró los ojos incómodamente. Si tanto Helge como Mario estuvieran ahí, ¿Colin también estaría ahí? De repente se emocionó ante la idea de verlo a Colin. —Sí. Estoy muy interesada. ¡Estaré ahí! Sorprendido por su repentino cambio de idea, Mario la contempló por un

momento. Solo podía pensar en una posibilidad. —¿Es por Colin? Creo que solo quieres estar ahí por él. —El hombre no contuvo sus pensamientos. Sofía se sonrojó al instante. '¿Soy tan obvia?'. Pensó para sí misma. —Mario, me iré entonces. —Sofía optó por no responder a la pregunta. Inesperadamente, Mario simplemente asintió. Frunció el ceño un poco mientras veía a Sofía irse. Se puso la palma de la mano en la frente, como si acabara de tener un dolor de cabeza. 'Sofía, ¿todavía lo amas tanto?'. Pensó dolorosamente para sí mismo. En el sexto piso del Crucero Número 8 Sabiendo que probablemente se emborracharían, Mario no se negó cuando el gerente le preguntó si necesitaba que alguien los pasara a buscar después de la fiesta. Él y Sofía eligieron el Bentley que el gerente les ofreció. Luego se dirigieron a la fiesta y abrieron la puerta. En un instante, Sofía se asombró por la expresión de extravagancia en su interior. Una docena de chicos y chicas jóvenes, incluidas varias chicas de compañía, disfrutaban el momento de sus vidas. Estaban bailando desenfrenadamente y hablaban entre ellos en tonos de coquetería. Al darse cuenta de que Mario había llegado, algunos de ellos bajaron sus lentes y gritaron: —¡Mira quién está aquí! —Señor Mario, nos alegra que hayas venido. ¿Acabas de volver de tu viaje? —¡Vamos, toma asiento! ¡Siéntete como en casa! Um. ¿Quién es la chica detrás de él? ¿Es esa la mujer que se llama Sofía?

... Mientras todos hablaban y cotilleaban sobre la pareja, Sofía miró a su alrededor con su sonrisa encantadora y exclusiva. Poco después, finalmente vio al hombre por el que estaba aquí. Podía ver la expresión amarga en el rostro de Dolores y se preguntaba por qué no estaba feliz de estar aquí. Para sorpresa de Sofía, había una hermosa chica sentada junto a Colin. La chica le estaba sirviendo unas copas. En un instante, la sonrisa en el rostro de Sofía desapareció. Inmediatamente se sintió incómoda con lo que estaba viendo. Lo primero que hizo Helge cuando notó a Sofía fue que echó un vistazo rápido a Colin. Vio un leve rastro de culpa en los ojos de Colin. Supo allí mismo

que Colin todavía sentía algo por Sofía. Colin todavía parecía indiferente a pesar de saber que Dolores se sentía incómoda al tener una chica de compañía cerca de su futuro esposo. Pero en el momento en que Sofía entró, Colin apartó discretamente las manos del hombro de la chica. Con desprecio, Helge se levantó y exclamó en voz alta: —¡Finalmente, aquí están Sofía y Mario! ¡Vengan, los últimos deben beber una botella entera de cerveza!

Capítulo 218 Copas de vino cruzadas Justo cuando terminó de hablar, las dos chicas que estaban cerca de ellos inmediatamente abrieron dos botellas de cerveza fría. Mario se acercó lentamente a Helge. Los brazos de Sofía estaban envueltos en los de Mario, ya que casualmente estaban al lado de Colin. Sosteniendo la botella de cerveza que Helge le dio, Mario se disculpó: —Llegué tarde porque tuve una reunión importante. No tiene nada que ver con Sofía. ¡Beberé por ella, entonces! Al escuchar esto, otros hombres comenzaron a abuchear. Odiaban que una mujer hermosa no bebiera solo por su pareja. —Señor Mario, estoy ciento por ciento seguro de que ella es tu novia ahora. ¡Te has vuelto muy protector con ella! ¡Nunca te he visto así antes! —¡Un héroe salva a la bella mujer! ¡Qué historia! Con una sonrisa, Mario miró al hombre que se burló de él: —¡La estoy persiguiendo! Estoy tratando de ganar el corazón de esta mujer bella. ¿No es algo que debería hacer? ¿Cómo podría dejar ir a una chica bonita como ella? —¡Oh! ¡Ya veo! Así que señorita Lo, ¿qué estás esperando? ¡Tal vez nunca vuelvas a encontrarte con alguien tan rico y guapo como Mario! Acéptalo y comienza una nueva vida con este soltero tan apuesto. —Feidi Fan, el Director Ejecutivo regional que acababa de venir aquí a trabajar hacía un par de años, dijo con un toque de entusiasmo. No sabía nada de las cosas que pasaron entre ellos antes. No tenía ni idea sobre el pasado de Colin y Sofía. Sofía sintió que todos la miraban fijamente. Se sintió un poco incómoda, pero aún así logró sonreír. —Mario merece a alguien mucho mejor que yo. ¡Una diseñadora común como yo nunca es digna de un hombre como él! ¡Hay mejores mujeres que yo! —No esperaba que fuera tan modesta. ¡Ella es realmente humilde! ¡La hace más bella! —Feidi se interesó por Sofía. Soltó a la chica que estaba a su lado y tomó un vaso de vino. Luego se acercó a ella: —Me pregunto si la señorita Lo querría acompañarme con una bebida. Sería un privilegio para una mujer hermosa como tú sentarse a mi lado.

Echando un vistazo al vino que tenía en la mano, Mario susurró rápidamente al oído de Sofía: —Es el Director Ejecutivo regional de la empresa de entretenimiento Jingguan en el país A. Su nombre es Feidi. Es un hombre bastante famoso en el País Green Cold. ¿No compartirás una bebida con él? Eso hará bien a tu imagen. Adelante. Varias personas a su alrededor oyeron lo que acababa de decir, ya que no mantuvo la voz baja. Feidi sonrió cuando escuchó que Mario le presentaba a la bella dama. Sofía no esperaba que tuviera que beber por cortesía poco después de entrar a la fiesta. Esto estaba sucediendo demasiado rápido. ¡Ni siquiera había comido nada todavía! Supuso que probablemente se emborracharía esta noche. 'No hay nada de malo en comenzar temprano, entonces'. Ella pensó para sí misma. Sonriendo, tomó el vaso de vino, soltó la mano de Mario y caminó encantada hacia Feidi. Chocó los vasos con los de él. —Gracias por tu reconocimiento. Señor Fan. ¡Salud! Chocaron los vasos y bebieron el vino de un solo trago. Después de que los dos se tomaron todo de sus vasos, un hombre que estaba cerca comenzó a molestar a Mario otra vez: —¡Señor Mario, ahora es tu turno de beber! ¡Sería una pena si no bebes por tu propia mujer! ¿Qué tal dos botellas?! ¡Puedes hacerlo! Mario levantó una botella delante de él y se la bebió toda. No quería que su virilidad fuera cuestionada en absoluto. Al ver que no había ni una sola gota en su botella, todas las chicas de la habitación se sentían atraídas por su glamour y encanto. Cada chica inmediatamente tuvo el deseo de tener algo con Mario esta noche. Lo vieron como el soltero más guapo del País A. Sus ojos se volvieron hacia Sofía y al instante sintieron envidia de que Mario la hubiera elegido como su cita. Sofía tiró de la manga de Mario: —Déjame hacer esto. Vamos. Como Helge había bajado un poco la música, muchas personas escucharon lo que Sofía acababa de decir. No sabía que la oirían mientras mantenía su voz baja. —¡Oh! ¡Probablemente ya han comenzado a salir! ¡La señorita Lo ni siquiera quiere que Mario tome una segunda botella! ¡Ella es muy protectora con él! Los demás se rieron y también lo estaban pasando bien: —¿Por qué no se cruzan las copas mientras beben? ¡Son como una verdadera pareja de todos modos! —¡Brillante idea! ¡Crucen sus copas de vino! ¡Oh! ¡Copas de vino cruzadas!

¡Crucen sus copas de vino! ¡Háganlo! Todas las personas en esta sala parecían estar gritando estas frases en este preciso momento. Sintiéndose avergonzada, Sofía lanzó una mirada discreta al hombre que no estaba lejos de ella. Colin se veía un poco extraño en este momento. Estaba sentado tranquilamente con su brazo derecho que sostenía a Dolores y una chica apoyada en su hombro izquierdo. ¡Era un playboy en este momento! '¡Qué alegre está!'. Sofía lo maldijo mientras pensaba para sí misma. Mario habló con una voz agradable y respetuosa: —Chicos, deténganse. No tenemos una relación todavía. Ella es una chica, no como nosotros, hombres desahogados. ¡Por favor, no la empujes! No estamos apresurando las cosas aquí, ¿de acuerdo? —Ya veo. De acuerdo, entonces.... —Pero todavía había bastantes personas que no se daban por vencidas. —Señorita Lo, ¿no le brindas un poco para que pruebe ese vino? ¡Es tan amable contigo! ¡Deberías recompensarlo! —Alguien habló de repente desde la multitud. Tal vez fue por su tono divertido o el significado oculto detrás de sus palabras que hizo que la multitud se echara a reír. Poco después, todos fijaron sus ojos en Sofía y se interesaron por ver cómo reaccionaría. Apretando los dientes, Sofía levantó una botella y se volvió para mirar a Mario: —Como todos disfrutan de la fiesta, seguramente no puedo ser un fastidio. No puedo arruinar el buen ambiente. ¿No es cierto, Mario? Al enfrentar la repentina e intimidatoria mirada de Sofía, Mario lanzó una rápida mirada a Colin, que aún se veía bastante tranquilo. Entonces Mario consintió: —Por supuesto. ¡Ven acá! ¡No tengo ningún problema con eso en absoluto! —Mario sostuvo dulcemente la mano de Sofía mientras se sonreían mutuamente. Pero de repente, Helge gruñó de dolor al preguntarse quién lo había pellizcado. Cuando estaba a punto de interrogar a la gente que lo rodeaba, se encontró bajo la mirada fría y aterradora de Colin. Era raro que él viera a Colin enojado así. Pero de inmediato entendió lo que estaba pensando Colin. En el momento en que Sofía y Mario estaban a punto de tomar su vino entrelazando sus manos en forma de cruz, de repente se levantó del sofá e interrumpió lo que podría ser una vista memorable. —¡Pequeña Sofía! Confundida, Sofía lo miró con una mirada desconcertada. Arrastrando a una chica detrás de él, Helge caminó hacia Sofía y la dejó pararse cerca del lugar donde estaba ella. —Mario, esta chica está enamorada de ti. Realmente una gran admiradora de tu encanto. ¡Puedes tener tu vino con ella!

¡Deja a la pequeña Sofía fuera de esto! ¡Puedes hacer esto en otro momento! La multitud se quedó sin habla. No sabían por qué Helge estaba haciendo esto. Pero la chica de compañía tenía sentimientos por Mario. Estaba avergonzada y llena de alegría al mismo tiempo. La chica puso una expresión recatada mientras tomaba un vaso de vino. —Señor Mario, ¿puedo tomar una copa contigo? Era una de las chicas de compañía que trabajaba en el Crucero Número 8. Cualquiera de ellas era mucho más hermosa que una celebridad común. Todos ellas fueron seleccionadas cuidadosamente por su belleza y encanto. En realidad, todos los hombres de la habitación se sentían seducidos por su belleza y su atractivo recatado. Pero había una excepción. Para Mario, esta chica solo significaba un problema completo. De repente, se veía triste cuando le dijo a Sofía: —Es solo una broma. Espero que no te importe. Simplemente no quiero arruinar el ambiente feliz. —Luego bebió el vaso de vino que tenía en la mano. Ligeramente incómoda, Sofía miró fijamente a Mario. No sabía qué estaba mal con Helge cuando él la apartó de Mario. '¿Qué quiso hacer Helge al decir esto? ¿Por qué querría separarme de Mario?', pensó. La gente se volvió un poco indiferente cuando vieron que Sofía se alejaba. Dejaron a Mario y a la chica de compañía en paz. Luego, Helge llevó a Sofía a un asiento al lado de la chica sexy que estaba apoyada en Colin. Sofía no sabía si lo hacía a propósito. O tal vez alguien le pidió que lo hiciera. De cualquier manera, Sofía encontró que las acciones de Helge eran extrañas. Mientras Mario estaba a punto de sentarse al lado de Sofía, Helge lo instó a ir al karaoke y divertirse. Cuando estaban escogiendo canciones para cantar, Mario miró a Helge y le preguntó: —¿Te estás divirtiendo haciéndolo? Sé lo que estás haciendo. —Por supuesto que no. ¿Quién demonios querría tener algún problema con ustedes? Pero sé quién está realmente en el corazón de Sofía. Así que, ¡lo siento! Compañero, ¿podrías ser un poco generoso esta vez y dejar que Sofía sea verdaderamente feliz? Mario lo miró con desdén. —¿Pensó alguna vez en los sentimientos de Sofía cuando se estaba besando con todas estas chicas? ¿Crees que Sofía estará feliz de saber eso? —¡Eso es asunto suyo! ¿Notaste que Colin estuvo evitando el contacto físico con las chicas cuando Sofía intervino? Eso era inaudito de él. Pero estas chicas son pegajosas como un caramelo pegajoso. Simplemente no se alejarán de él incluso si Colin quisiera deshacerse de ellas ya.

Sentados frente a la máquina de discos, los dos bromearon de un lado a otro por un rato. Luego escogieron una canción titulada ''Good Buddies'' y comenzaron a cantar alegremente. Sofía se mantuvo a cierta distancia de la chica y escuchó la canción en silencio. Se sentía muy incómoda en este momento. Con una camisa blanca y una chaqueta negra, Feidi se les acercó y se sentó a su lado con sus manos que sostenían dos vasos y una botella de vino caro. Luego abrió la botella y vertió un poco en los vasos. No dudó en darle a Sofía uno de los vasos. Luego los dos vasos se chocaron. Sofía tomó un sorbo. —Gracias.

Capítulo 219 Feidi nació en una familia rica —¿Por qué me estás agradeciendo, dama linda? —Feidi la miró fijamente mientras alzaba un poco sus cejas gruesas. Sus ojos entrecerrados parecían bastante encantadores. —Gracias por traerme un poco de vino tinto. Está muy delicioso. —Sofía le sonrió de manera cortés. Feidi le hizo un gesto dulce para mostrar su aprecio. Luego, de repente, se volvió para mirar a Colin y dijo en tono burlón: —¡Colin, ella te dio las gracias por el vino tinto que trajiste! Dijo que era agradable y que le gustaba. ¿Qué tal si le damos un poco más? ¿Qué tal dos botellas más? Entonces Colin finalmente miró a Sofía. La vio casualmente que bebía el vino tinto de su copa. —¿Estás seguro de que dos botellas más son suficientes? Si no, ¿qué tal cuatro? Feidi se rió entre dientes ante este pensamiento. Alejando su mirada de Colin, le preguntó a Sofía: —Sofía, tengo que decir que nadie tiene permiso para irse a menos que se haya emborrachado. ¿Estarías de acuerdo con eso? —¿Qué? Hmmm.... —Sofía se quedó atónita de la sorpresa. Sin embargo, recordó su propósito aquí y rápidamente recuperó su compostura. —¡Pero, por supuesto, no soy rival para ti cuando se trata de beber! ¡Como jefe, puedes hacer lo que quieras! ¿Pero para la pobre de mí? Solo soy una empleada común. ¡Si me emborrachara y no pudiera ir a trabajar mañana, perdería todos mis bonos y mi dinero! No soy tan rica, ya sabes. Feidi se acercó a ella: —No te preocupes por eso. ¿Por qué no vienes a trabajar conmigo en mi empresa? Puedes ir a trabajar si estás de buen humor o viajar si sientes que deseas un descanso. ¿Qué te parece eso? Sintiéndose incómoda por la distancia íntima entre ellos, Sofía se alejó más de él mientras fingía dejar su copa de vino. Feidi vio claramente cómo respondió negativamente. En lugar de enojarse, se sentía más interesado en ella. A Feidi le encantaban los retos. Sofía Lo era diferente de aquellas mujeres que deseaban acercarse lo más posible a él para poder compartir su riqueza y poder. Era la única que quería

distanciarse de él. ¡Guau, ella era diferente! Y parecía que no estaba fingiendo mantenerlo alejado. Realmente lo decía en serio. —Gracias, señor Fan. Me has sobrestimado mucho, pero no merezco tus elogios. Sé que el Grupo Pei es un buen lugar para trabajar, y aún no estoy planeando encontrar un nuevo empleador. Gracias por tu oferta. —Sofía volvió a tomar la copa de vino. Pero esta vez, se alejó de Feidi mientras tomaba el vino. Se sentía un poco molesta en este momento. Feidi de repente se echó a reír. Luego puso su brazo sobre los hombros desnudos de Sofía como si fuera su novia. Esto sorprendió mucho a la mujer que no se atrevió a moverse. Su conmoción hizo que se congelara en el lugar. Feidi claramente sintió que su cuerpo se tensó en sus brazos. —¡No tengas miedo! ¡Vamos! Solo tengo curiosidad, ¿por qué Mario no es tu tipo? Es un joven muy guapo y rico. ¿Qué tan selecta eres en la selección de tu pareja? Háblame de tus preferencias. —Sintiendo su creciente intranquilidad, Feidi la soltó lentamente. Mientras el hombre hablaba con ella, Sofía vio a Colin por el rabillo del ojo. Sintió lo furioso que se había vuelto Colin cuando Feidi de repente la tomó en sus brazos. Sofía se sintió un poco contenta de que Colin todavía estuviera celoso cuando un hombre la rodeaba de esa manera. —Debes de estar bromeando, señor Fan. Mario merece una mujer mejor que yo. Solo soy una mujer normal. —¡Ay! Por favor, deja de llamarme señor Fan. Eso es demasiado formal, especialmente cuando nos acercamos el uno con el otro. ¿Qué tal si te llamo Sofía y tú me llamas Feidi? Eso sería muy dulce y entrañable. —El hombre buscó a tientas su vaso mientras se recostaba tranquilamente contra la silla. Era fácil deducirse que Feidi había nacido y crecido con una familia rica mientras hablaba y se comportaba de una manera elegante. Tenía modales sofisticados y vocabulario. Era tan sofisticado como Colin. Y su comportamiento estaba asociado con la educación que habían recibido. —Pero Gerente Fan, hoy nos conocimos por primera vez. ¿No sería inapropiado para nosotros dirigirnos de una manera tan íntima? Creo que todavía no es hora de que seamos tan íntimos el uno con el otro. —Sofía estaba un poco avergonzada, pero se limitó a sonreír. Podría, por supuesto, entender qué tipo de sentimientos tenía el hombre hacia ella. Sabía que Feidi estaba coqueteando con ella. El hombre negó con la cabeza en desacuerdo antes de expresar cómo se sentía. —Está bien. No tienes que ser tan cortés conmigo. Para ser franco, Sofía, me gustas mucho. Aunque solo nos conocimos hace un rato, ya me siento

cómodo contigo. Y eres tan hermosa que estoy seguro de que quiero estar contigo por el resto de mi vida. '¿Qué acabo de oír? ¿Realmente quiso decir eso o tal vez simplemente ya bebió demasiado vino?'. Sofía estaba completamente desconcertada por la confesión repentina de Feidi. Se preguntó cuál era su propósito al decir esas palabras. Al sentir que sus palabras sorprendieron a Sofía, Feidi, de alguna manera, sintió... lo linda y seductora que era. ¡Guauu! Era definitivamente la mujer más hermosa que había visto. —Si no te gusta Mario, entonces estoy disponible. Yo podría ser tu novio si tú... solo estás de acuerdo. Sofía se quedó sin habla otra vez por lo audaz que era Feidi. Cuando estaba en Milán, también conoció a alguien que realmente la admiraba. Pero él no era tan directo como Feidi. El hombre fue terriblemente rápido al intentar ganar su corazón. Como era muy torpe al relacionarse con la gente, Sofía se sentía bastante avergonzada de cómo la estaba tratando Feidi. No sabía qué hacer ahora. Afortunadamente, Mario y Helge terminaron de cantar. Luego caminaron hacia Sofía y Feidi. Cuando terminaron de cantar, un aplauso entusiasta de la multitud envolvió a los dos hombres. Sofía se alegró de poder finalmente deshacerse de Feidi. Sin embargo, el hombre de repente la agarró del brazo y dijo: —Sofía, ¡vamos a cantar una canción juntos! ¡Será divertido! ¡Vamos!

... Antes de que pudiera negarse, Feidi la arrastró hacia el área de karaoke. Sofía tuvo que dejar su copa de vino sobre la mesa a toda prisa mientras seguía a Feidi en sus zapatos de tacón alto. Fue muy difícil para ella correr sin parecer que estaba incómoda... Al ver a Sofía y Feidi alejarse de ellos, Helge se acercó a Mario y le susurró al oído: —¡Qué interesante se está desarrollando esto! Parece que tú y Colin tienen un rival más en su persecución por Sofía. ¡Feidi es un competidor que no puedes permitirte subestimar! ¡Siempre amó los desafíos! El Clan Fan que apoyaba a Feidi era noble e influyente en el País Green

Cold. Mario no respondió nada. Se limitó a mirar a las dos personas que estaban ocupadas seleccionando canciones. Luego cambió su mirada hacia Colin, que todavía estaba muy callado. De todos modos, era demasiado pronto para decir quién ganaría el corazón de Sofía hasta el último minuto. Sofía rara vez cantaba una canción en público. Se sentía realmente incómoda ante la idea de actuar frente a muchas personas. Pero a veces, cantaba canciones cuando estaba sola. A diferencia de la mujer, Feidi era un buen cantante. ¡Y hasta podría cantar todas las canciones nuevas! ¡Realmente era un hombre talentoso! Finalmente, eligieron una canción titulada ''Por amor. Era una canción de amor que se suponía que sería cantada por una pareja. Gracias a las chicas de la fiesta, el ambiente en la sala se volvió animado y lleno de alegría. Feidi cantó primero. —Dale un viejo CD. Escucha nuestras canciones de amor en el pasado. A veces de repente me olvido de que todavía estoy enamorado de ti. Sofía se aclaró la garganta y se preparó para su parte. Luego, con una voz agradable y suave, cantó: —Ya no puedo cantar una canción de amor del pasado. Las canciones que te hacen esconderte con una cara enrojecida.... Toda la gente solo podía ver la silueta bella de Sofía desde atrás. Cantó con una voz tan agradable y gentil que todos estaban impresionados por este lado de ella que nunca antes habían conocido. ¡Era realmente diferente y versátil! Helge había cambiado su asiento con Mario. Tan pronto como se acercó a Colin, apartó a la chica que estaba sentada. —Debo sentarme al lado de Colin. ¡Muévete! Aunque la chica vaciló, se apartó a regañadientes. —Por favor, Jefe Huo. Toma asiento. Tan pronto como Helge se sentó entre Colin y Mario, comenzó a expresar sus opiniones. —Sofía Lo necesita a un hombre que sepa cómo dar el primer paso con audacia. ¡Mira! Nunca la he escuchado cantar una canción antes. Pero está cantando para Feidi, aunque se acaban de conocer por primera vez. Feidi realmente sabe lo que hace. ¡En este momento, él es mejor que tú! Además, ¡es fascinante escuchar una canción bonita cantada por una mujer tan hermosa! —¡Tienes que ser autoritario con Sofía! ¡No debes retroceder por ella! ¡Y debes ser autoritario si ella te trata de una manera igualmente mandona! ¡Tienes que trabajar para ganar su corazón! —Creo que a Feidi le gusta Sofía. Solo mira la forma en que la mira. Guau... Llena de admiración y ganas. Si no empiezas a hacer algo, Feidi ganará el corazón de ella.

Colin no dijo nada. Mario se volvió totalmente silencioso también. Dolores estaba sentada al lado de Colin. A pesar de su gracia y elegancia, seguía lanzando miradas de celos a Sofía de vez en cuando. Ella tenía envidia de toda la atención que atraía Sofía. Sabía muy bien que Sofía era una buena cantante cuando ella y Paulo no habían cortado completamente su relación. Pero estaba más allá de su expectativa que a la mujer se le daría la oportunidad de mostrar su talento como cantante hoy. ¿Por qué hoy cuando Colin estaba aquí en esta misma habitación? Sin embargo, se sintió aliviada de que Colin no hubiera mirado a Sofía desde el momento en que entró en la habitación. Tal vez Colin ya no estaba interesado en ella. Dolores se sintió eufórica mientras pensaba en esto. Como Colin parecía ser indiferente hacia Sofía Lo, su único deseo podría ser que su matrimonio pronto sucediera. Ya no tenía que preocuparse por los sentimientos de Colin por Sofía. Sofía y Feidi terminaron de cantar poco después. La mujer dejó el micrófono y miró al público entusiasta con su sonrisa encantadora. Mario se levantó de su asiento, caminó hacia Sofía y la acercó a él. —¡Sofía, esa fue una buena interpretación! Vamos, siéntate aquí. Feidi lo miró y sonrió. No se sentía preocupado, en absoluto. Colin y su novia eran tan íntimos que parecían amarse mucho. Sin embargo, solo parecía... ¿tal vez pretencioso? Sofía no pudo evitar apretar los puños cuando pasó junto a Colin. El grupo estaba jugando un juego mientras bebía. Como consecuencia del juego, Dolores debía darle un beso a Colin y ella lo besó... profunda y apasionadamente.

Capítulo 220 Vamos a casa Sin embargo, Colin estaba sentado sin moverse y parecía indiferente ante los besos de Dolores. Y cuando Sofía estaba a punto de sentarse, se tropezó con la pierna de alguien y cayó al suelo. Pero esto resultó ser algo a su favor. Como resultado, Sofía gritó mientras caía repentinamente en los brazos de Colin, quien había estado besando a Dolores. Todos se quedaron paralizados al ver a Sofía y Colin abrazándose accidentalmente. Colin pareció abrazarla pensativamente y antes de que alguien se diera cuenta de lo que acababa de suceder, Colin bajó su cabeza e inesperadamente besó a Sofía en los labios. A pesar de ello, la gente sentía que no tenía la intención de besarla porque sus movimientos eran demasiado rápidos y naturales. Pensaron que sólo era un embarazoso accidente... Dolores fulminó con la mirada a Colin y a Sofía, respiró profundo y rápidamente los separó mientras todos seguían susurrando al ver cómo Colin sólo besaba a Sofía. Entonces Dolores dijo con una melancólica voz, "Colin. Sofía rápidamente se alejó de Colin, y se levantó. Se mantuvo alejada de Colin, se frotó las manos y se disculpó: —Lo siento mucho. No sé por qué me caí justo ahora. Lo lamento muchísimo. ¡Por favor discúlpame! Sofía se disculpó, pero por la expresión en su rostro, Dolores pensó que Sofía en realidad no sintió pena. En cambio, vio que Sofía la miraba burlonamente bajo la luz tenue. Mario pensó que vio claramente lo que había sucedido. Su cautelosa mirada vio todo. Fue Colin quien había hecho tropezar a Sofía con su pie. ¡Él estaba en lo correcto! Sofía no pudo haberse caído sola. ¡Fue Colin quien le puso el pie! Sin embargo, la razón por la que se habían besado fue porque Sofía acercó a Colin tomándolo por el cuello, obligándolo a bajar la cabeza para poder besarlo.

En otras palabras, se besaron porque Colin había sacado su pie y Sofía había cooperado con él ... Al ver esta incómoda escena, la gente optó por ser indiferente y fingió no haber presenciado lo que acababa de suceder. Continuaron comiendo, bebiendo y jugando los juegos como lo habían estado haciendo desde un principio. Sofía se arregló la ropa y su cabello desordenado y le susurró a Mario: — Discúlpame. Tengo que ir al baño. Pero Mario se levantó y dijo: —Iré contigo. Hmmm. Sofía se sonrojó un poco y dijo: —No, yo... —Yo también quiero ir al baño. Vayamos ahora. ¡Vamos! —Con estas palabras, Mario tomó a Sofía de la mano y la llevó a los baños. Entonces alguien preguntó con curiosidad: —Señor Pei, ¿a dónde va? —Al baño. —Al oír esto, Feidi Fan se levantó de repente y dijo: —¡De acuerdo! ¡Iré contigo! Entonces otro hombre se levantó y dijo: —¡Señor Fan, señor Pei! ¡Por favor, esperen un minuto! ¡Vayamos juntos! ¿Qué estaba pasando aquí? Sofía estaba muy confundida. Sofía miró a los cinco o seis hombres que estaban de pie y pensó: '¿Acaso estos adinerados jóvenes tienen como pasatiempo ir al baño juntos? Si es así, entonces es cierto que los hombres ricos realmente actúan de manera extraña'. ... Cuando finalmente salieron de la habitación, Sofía soltó la mano de Mario y señaló a los hombres que caminaban delante de ellos. —Debes ir con ellos. Estaré bien. No tienes de qué preocuparte. Mario sabía que sólo estaba siendo tímida y respondió: —No, quiero ir contigo. —Bueno, está bien entonces. Como tú quieras. Aunque había un baño en su habitación, aún así optaron por ir al baño público. Cuando Sofía terminó y salió del baño, Mario caminaba por el pasillo, esperándola pacientemente. Al ver que ella había terminado, él se dirigió a ella y le dijo: —¿Ya terminaste? Regresemos. —Está bien" Sofía le sonrió, pero olvidó que había un escalón debajo de sus pies. Entonces ella exclamó: —¡Ah! —Ella no vio el escalón y estaba a punto de caerse. '¡DIOS MIO! ¡Qué desgracia!' Pero afortunadamente, Mario se dio cuenta e inmediatamente se lanzó hacia ella. Él la atrapó antes de que ella cayera. La sostuvo con fuerza en sus brazos y, debido al fuerte impacto, dio un paso hacia atrás para equilibrar a ambos.

Colin encendió un cigarrillo y caminó hacia ellos desde el otro extremo del pasillo, así que vio lo que sucedió. Colin metió sus manos en los bolsillos, con el cigarrillo en la boca. Su camisa, con tres botones desabrochados, estaba ligeramente abierta y la corbata colgaba informalmente alrededor de su cuello. Se veía fascinantemente sexy con su camisa desabrochada. Miró fríamente a la pareja cerca de él abrazándose. A Sofía le dolía el tobillo. Se agarró de la ropa de Mario mientras esperaba que el dolor se le pasara. —¡Sofía! ¿Cómo te sientes? ¿Te duele? ¡Déjame ver! Sólo no te muevas, ¿de acuerdo? —Mario estaba muy preocupado y le preguntó. Sofía sacudió levemente la cabeza y dijo: —No importa. Estaré bien en un minuto. El dolor habrá desaparecido para entonces. Mario vio que realmente le dolía, así que la cargó, se dio la vuelta y se dirigió a la habitación. Sin embargo... Se quedó quieto cuando vio una familiar silueta que los miraba fríamente mientras fumaba no muy lejos. Cuando vio a Colin, Sofía quiso liberarse de los brazos de Mario, pero Mario no la soltó y siguió de largo. Cuando llegaron al lugar donde Colin estaba parado, Mario se detuvo y dijo: —Nos vamos en este momento. —Parecía que Sofía se lastimó realmente el tobillo, por lo que él quería llevarla al hospital de inmediato. Colin extendió la mano y trató de atraer a Sofía hacia él, pero de repente escucharon pasos a la vuelta de la esquina. Al escuchar el sonido de los tacones acercándose a ellos, pensaron casi al mismo tiempo en Dolores. Como era de esperase, en efecto era Dolores. Dolores inmediatamente vio que Mario estaba abrazando a Sofía y que Colin estaba parado justo cerca de ellos. Ella estaba muy feliz al ver esto mientras tomaba el brazo de Colin. —¡Señor Pei! ¡Señorita Lo! ¿A dónde van? Sofía miró a los ojos de Colin y dijo con voz suave: —Ya nos vamos a casa. Dolores se había molestado con Sofía porque Sofía había besado a Colin hacía un momento. Al oír esto, la ira de Dolores había desaparecido por completo. —Entonces no los molestaremos. Colin, vámonos. Dejemos a esta encantadora pareja en paz. —Está bien. Vámonos. —Colin respondió con indiferencia y se dirigió al baño. Las cuatro personas se separaron. Después de que dejaron el Crucero Número 8, Mario llevó a Sofía al automóvil y le pidió al conductor que los llevara al hospital.

Sofía trató de mover el tobillo, "Creo que no es tan grave, ya que puedo moverlo. Quiero ir a casa primero. Si todavía me duele, mañana voy al hospital. —Está bien. Por favor, llámame de inmediato si aún te duele mañana. —Bien. Por cierto, ¿dónde está la tía Preciosa en este momento? Cuando mencionó a Preciosa, una dolorosa mirada apareció en los ojos de Mario. —Ella está en el Templo Jing'an en la zona de la montaña fuera de nuestra ciudad. Pasado mañana sería sábado. Sofía pensó que podría intentar terminar su trabajo en sólo dos días para poder visitar a la tía Preciosa. —Quiero visitar a la tía Preciosa. ¿Te gustaría ir conmigo? Mario estaba encantado de escuchar eso. Él asintió y respondió: —¡Sí! ¡Por supuesto, iré contigo! Cuando llegaron a la puerta de la familia Lo, Alejandro les abrió la puerta. Alejandro lucía un poco extraño cuando los vio. Sofía aún estaba en los brazos de Mario, así que Alejandro tomó rápidamente a su hermana de Mario y le preguntó: —¿Qué pasa con mi hermana? ¿Está herida? ¿Por qué la ayudas a caminar? —Eres Alejandro, ¿cierto? Tu hermana parece haberse torcido el tobillo. Fue un accidente. —Mario ya había visto a Alejandro varias veces, pero nunca tuvieron la oportunidad de conocerse realmente entre sí. Sólo sabía que Alejandro era el hermano de Sofía. Eso era todo. —¡Oh! ¡Hermana! ¿Por qué no tienes cuidado? —Alejandro frunció el ceño y regañó a su hermana. Luego le dijo a Mario: —Señor Pei, ya es tarde, así que no te invito a pasar a tomar algo. ¡Gracias por traer a mi hermana a casa! También deberías descansar un poco. —No hay problema. Llámame si aún le duele el tobillo mañana. Siempre estaré dispuesto a ayudar. —Mario se despidió moviendo la mano. Sofía se despidió de Mario en un tono muy cordial: —¡Gracias, Mario! ¡Conduce despacio por la carretera! ¡Hasta pronto! —¡De acuerdo! ¡Que duermas bien! La pase de maravilla contigo esta noche. —Mario cerró la puerta y se fue.

Capítulo 221 Viviendo en peligro Alejandro llevó a Sofía a su habitación y la puso en la cama. —Hermana, ¿qué pasó? —Nada, sólo no vi un escalón. No hay necesidad de hacer tanto alboroto. ¿Por qué estás en casa tan temprano esta noche? —Sofía se frotó el tobillo. No le dolía mucho, así que pensó que estaría bien. Quitándose los zapatos, Alejandro puso su pie sobre su regazo y lo masajeó suavemente. —No estaba tan ocupado hoy, así que regresé a casa temprano. Sofía miró a Alejandro cariñosamente. ¡Qué hermano tan considerado! Aprovechando la oportunidad, ella dijo: —Alejandro, quiero preguntarte algo. Alejandro supo de inmediato lo que ella quería preguntar. Parpadeó y finalmente asintió. —Está bien. —Estos últimos años, ¿qué más has estado haciendo en Inglaterra además de estudiar? —En lugar de andar con rodeos, Sofía le preguntó directamente. Alejandro continuó masajeando su tobillo. Sin mirar a Sofía, él respondió: — Trabajar. —¡No! ¡No me mientas, Alejandro —Sofía estaba enojada. Alejandro definitivamente estaba ocultando algo. Con un suspiro, Alejandro miró a los ojos a Sofía y admitió: —Hermana, he estado en una pandilla desde hace tiempo. ¿Una pandilla? ¿Estaba su hermano en una banda criminal? Sofía inmediatamente tomó su mano y sus ojos se llenaron de angustia. —¡Alejandro! ¿Cómo pudiste ser tan tonto? ¿Por qué te uniste a una pandilla? ¿Ya la has dejado? Alejandro no sabía qué decir. No queriendo mentirle a Sofía, él negó con la cabeza. —No, pero no tienes que preocuparte por mí, hermana. Estoy en una posición superior y ahora tengo conexiones influyentes. Muchas personas lo llamaban "Jefe Lo" para demostrar su respeto por él. Permaneció en la pandilla no porque disfrutara del poder que tenía, sino porque no se había vengado de su enemigo. No era el momento para retirarse. Sofía negó con la cabeza. —¡Alejandro, escúchame! No te metas con las

personas equivocadas. El Grupo Lien y el Grupo Pei temen por el chip. Siempre y cuando encontremos ese chip, o cualquier fisura en sus compañías, podremos derrotarlos con éxito. ¡No tienes que arriesgarte! —¡Hermana! ¡No es tan fácil como crees! ¡Ynocente es mucho más peligroso de lo que piensas! ¿No recuerdas lo que te hizo la última vez? ¡Incluso contrató asesinos para matarte! Alejandro dudó un poco antes de continuar: —Cuando estaba en el Reino Unido, Ynocente envió a diez hombres a matarme y casi me dejan muerto en la calle. Si no hubiera llamado al cuñado habría... ¡Hermana, sabes lo que hubiera pasado! Sofía se puso pálida de inmediato. Diez hombres... Casi lo dejaban muerto en la calle. Ella abrazó a Alejandro con fuerza. —Alejandro, ¿por qué no me dijiste todo esto antes? —Su hermano no tenía por qué soportarlo solo. Alejandro le dio una palmadita en la espalda. —Hermana, ya quedó en el pasado. Además, soy bastante poderoso ahora. Sólo unos cuantos asesinos se atreven a aceptar el contrato de Ynocente para matarme. Rápidamente ganó poder en la pandilla, y su posición era bastante estable. Colin le había ayudado demasiado. —¡Pero no quiero que vivas una vida tan peligrosa! —Sofía no pudo contener las lágrimas. Alejandro se culpó a sí mismo mientras limpiaba sus lágrimas. —¡Hermana, sabía que no debía haberte dicho esto! Por favor, no te sientas mal, ¿de acuerdo? Estoy a salvo con el cuñado y el señor Huo. Si no confías en mí, confía en Helge y Colin. En el País A, nadie se atrevió a desafiar a Colin y Helge. Sofía estaba perdida. ¿Cómo podía ver a su hermano vivir en peligro todos los días? —Alejandro, ¿qué tengo que hacer para que me escuches? Aunque confiaba en Colin y Helge, temía que Alejandro aún se metiera en problemas. Su padre había desaparecido y Alejandro era su único familiar ahora. Quería asegurarse de que su hermano estuviera a salvo. —¡No te preocupes, hermana! Sé lo que estoy haciendo. Después de derrotar al Grupo Pei y al Grupo Lien, dejaré la pandilla, ¿de acuerdo? —Alejandro limpió cuidadosamente sus lágrimas mientras miraba a su hermana. Sofía no asintió, porque quería que Alejandro renunciara inmediatamente. Después de considerar por un rato, aún no sabía qué hacer. Así que ella se comprometió y dijo: —Ve a casa temprano si no tienes otras cosas importantes que hacer, ¿entendido?

—Está bien, haré lo que pides. —Alejandro sonrió gentilmente. Los hermanos conversaron durante mucho tiempo. Finalmente, Sofía salió de la cama y trató de caminar. Su tobillo ya no le dolía, y Alejandro regresó a su habitación para dormir. Después de que Alejandro se fue, el teléfono de Sofía sonó. Era Mario. — Mario, ¿ya llegaste a casa? —Se entretuvo tanto hablando con Alejandro que se le olvidó llamar a Mario. —Sí, estoy en casa ahora. ¿Cómo está tu tobillo? —Mario se quitó la corbata y la aventó al sofá. Sofía sonrió. —Estoy bien. Ya no me duele. —Eso es genial. Sofía, olvidé decirte que tenemos que salir de viaje de negocios el próximo lunes. —¿A dónde vamos? —Al País Z. Probablemente nos quedemos ahí una semana, así que será mejor que le avises a Alejandro con tiempo. —Mario sacó su bata del guardarropa. Sofía pensó que no importaba si salía a un viaje de negocios o no. Ella no tenía nada más que hacer en estos días. Pero era difícil para ella separarse del pequeño chico... Al pensar en Ambrosio, Sofía de repente quiso abrazarlo. —¿Sofía? —Mario preguntó al no obtener una respuesta. Sofía salió de su conmoción. —¡Oh! Está bien, Mario. Se lo diré a Alejandro mañana. —Muy bien. Si tienes algún problema, dime mañana en la oficina. Deberías ir a dormir temprano. —Claro. ¡Buenas noches! Después de colgar, Sofía abrió su página de contactos y miró el número de teléfono de Colin. ¿Por qué tenía que hacer eso? ¿Por qué abrazó y besó a Dolores? Sofía sonrió amargamente. Ella se estaba halagando a sí misma. Después de todo, Colin se iba a casar con Dolores. A la 1 de la mañana, el teléfono de Sofía sonó. Ella acababa de quedarse dormida cuando el sonido la despertó. Era Colin. —¡Señor Li, es medianoche! ¿No quieres que duerma? —Ella gritó, fingiendo estar furiosa. Colin estaba sentado en su auto. Levantó la cabeza y miró a la ventana de Sofía, donde la luz estaba apagada. —¿Dónde estás? Como las luces estaban apagadas, no estaba seguro si Sofía se había ido con Mario o si había regresado a casa.

¿Qué quiso decir Colin? Era demasiado tarde. ¿A dónde iría ella? ¿Afuera con otro hombre? Sofía cerró los ojos. —Eso no es asunto tuyo. ¡Si tienes algo que decir, sólo dilo o colgaré! —¡No te atrevas a colgar! —El tono de advertencia de Colin puso a Sofía más alerta. Colin se estaba quedando sin paciencia. Tuvo que aguantar a Sofía toda la noche. Ella no sólo abrazó a Mario sino que también sedujo a Feidi. ¡Bien por ella! —Señor Li, el tiempo es tan valioso. ¿Por qué me llamas en lugar de pasar el tiempo con otras chicas? Sofía estaba celosa obviamente. Pero Colin estaba demasiado ansioso por saberlo. —Te estoy preguntando de nuevo. ¿Dónde estás? —Necesitaba saber si Sofía estaba en casa o si se había ido con Mario.

Capítulo 222 ¡Fuera de aquí! —¿Qué tiene que ver eso contigo? ¡Ve a preguntarle a tu prometida dónde está! —Sofía no iba a hacer feliz a Colin esta noche. Él podía tener a otras mujeres en sus brazos ¿pero a ella no se le permitía estar con otros hombres? ¡Ridículo! Para Colin, su evasión confirmaba que ella le estaba ocultando algo. —¿Te acostaste con Mario? Sofía se sentó en la cama con ira. —¿Qué pasa contigo? Suponiendo que tenía razón, Colin apretó el puño con ira. —¿Tengo razón? —Preguntó sombríamente. Sin obtener respuesta, continuó diciendo: —¿Mi amigo es mejor en la cama? ¿O yo soy mejor? Sofía agarró la manta por un largo rato antes de responder fríamente: — Colin Li, no me vuelvas a llamar nunca más. Adiós. —Sofía finalizó la llamada, maldiciendo a Colin en su mente. ¡Maldito Colin! ¿Creía que todos eran tan depravados como él? Él fue quien se comprometió con alguien, se enamoró de otra mujer y tuvo un bebé con otra... ¿Quién era mejor en la cama? ¿Él estaba loco? Sofía se indignaba cada vez más con ese pensamiento. Mientras tanto, Alejandro recibió una llamada de Colin. —¿Mi hermana? Ella está en casa. Mario la trajo hace un rato. Colin se sintió aliviado al escuchar la respuesta de Alejandro. Sabía que Sofía no era esa clase de persona, pero no pudo evitar hacerle esas preguntas estúpidas. Sabiendo que ella estaba en casa, él se bajó del auto y fue a la casa de Sofía. Cuando Alejandro abrió la puerta, Colin fue directamente a la habitación de Sofía. Colin abrió la puerta y encontró a Sofía sentada en la cama, mirando su teléfono. Le faltaba un poco el aliento por haber subido las escaleras. Al ver a Sofía en

la habitación, finalmente suspiró aliviado. Al ver a la persona con la que acababa de hablar por teléfono, Sofía se quedó sin palabras. Vestido con un abrigo negro, Colin la miró inexpresivamente. Entonces, de repente, se acercó a la cama, la abrazó y la besó. Sofía se atragantó con el espeso sabor del alcohol en la boca de Colin... Ella lo empujó violentamente. ¿Por qué él vino a verla? ¡Ella no lo perdonaría de todos modos! Sofía se levantó de la cama y lo echó de la casa. —¡Fuera de aquí! Luego cerró la puerta de golpe. Alejandro se quedó detrás mirándola con asombro. —Tú... tú acabas de... — ¿Acababa de echar a Colin? —¿Qué? ¡Si te atreves a abrir esa puerta, te encerraré con él! —Sofía estaba furiosa. Alejandro inmediatamente se quedó callado y la vio volver a su habitación enfurecida. A pesar de enfrentar la ira de Sofía, el hombre que estaba afuera estaba tranquilo. Apoyado contra la pared, sacó su teléfono para llamarla. Se mantuvo sonando por un rato. Cuando intentó llamar por cuarta vez, el teléfono estaba apagado. Era tarde. Decidió dejar de molestarla y convencerla en otro momento. Esta fue la primera vez en la vida de Colin que le cerraron una puerta a la cara, pero no estaba enojado en absoluto. Era comprensible. Salió del edificio y se marchó. Al no oír ningún sonido fuera, Sofía supo que Colin se había ido. Ella estaba un poco decepcionada. No podía evitar mirar por la ventana. Vio a Colin sentarse en el asiento trasero de un Maserati y mirar hacia ella antes de cerrar la puerta. Sorprendida, dio un paso atrás para evitar su vista. Estúpido Colin, ¡ella no lo perdonaría esta vez! ¿Esperaba que ella estuviera bien después de ser insultada? Sofía dio vueltas y vueltas hasta las tres de la mañana antes de finalmente quedarse dormida. Cuando Colin llegó a la villa, fue directamente a la habitación de su hijo, como siempre. Ambrosio estaba durmiendo profundamente. Colin le besó en la cara. —Papá volverá pronto con Sofía. Ella estará contigo todos los días. Entonces, los tres... No, tendrían una hija y los cuatro vivirían felices juntos todos los días.

Soñando con un hermoso futuro, Colin no pudo evitar sonreír. Cuando se dio cuenta de que se había olvidado de sí mismo, se le borró la sonrisa de la cara al instante y regresó a su habitación. En el convento de Jing'an. Sofía tuvo suerte de haber llevado zapatillas de deporte. No era demasiado agotador escalar la montaña. Después de escuchar a Mario decir 'déjame llevarte' millones de veces, Sofía finalmente vio una placa que decía 'Templo de Jing'an'. —¡Entremos! —La fatiga de Sofía desapareció en el momento en que vio el lugar del destino. Mario movió la cabeza con cariño mientras la veía entrar a paso rápido. En el interior del convento. El convento que Preciosa escogió era antiguo y sereno. Pocas personas lo estaban visitando. No era el primer o el decimoquinto día del mes lunar, que eran días en los que la gente venía a los templos y conventos de monjas para pedir bendición. Cuando pasaron junto a la estatua de Buda, Sofía se detuvo frente a ella y se inclinó devotamente juntando las palmas. Mario no era creyente, pero siguió su ejemplo al ver que Sofía era tan piadosa. Sofía buscó en su mochila su monedero y sacó algo de dinero. Ella lo puso en la caja de donaciones al lado de la estatua. Mario imitó sus acciones y puso más dinero en la caja. Sofía agitó la cabeza con cariño al verlo. —Vamos. —Empacaron sus pertenencias y reanudaron la marcha. No encontraron a Preciosa después de caminar alrededor del convento. Después de preguntar a una abadesa, descubrieron que ella estaba en un salón de adoración en el patio trasero. Había una enorme estatua de Buda en el salón de adoración. Frente a la estatua, una mujer vestida con una camisa rústica y un pequeño sombrero redondo estaba arrodillada y recitando los cantos budistas. La mujer era tan delgada, Mario no estaba seguro de que ella fuera su madre. Se acercó para ver su rostro. —Madre. La voz familiar hizo que el corazón de Preciosa saltara de emoción. Ella abrió los ojos para ver a su hijo, y a Sofía. Después de un momento de emoción, Preciosa se levantó del cojín y dijo con calma: —Oh, están aquí" La nariz de Sofía se contrajo al verla, pero contuvo sus lágrimas y sonrió. — Vinimos a verte. Mario tomó las manos de Preciosa y le suplicó: —Madre, por favor, regresa

con nosotros. Se sentía culpable por no haber protegido a su madre y por haberla dejado venir a un lugar tan remoto para vivir una vida difícil. Preciosa le dio una palmada en el hombro para tranquilizarlo. —No, estoy bien aquí. Trabajo desde el amanecer y me retiro al atardecer. —Madre, no necesitas... —Preciosa interrumpió antes de que Mario pudiera terminar, "Mario, no trates de persuadirme. Si pudieras convencerme, no hubiera venido aquí. Ella tenía razón. Tanto Mario como Laureana habían tratado de disuadirla de ir al convento, pero fue en vano. Liberando a Mario, Preciosa tomó las manos de Sofía. —Sofía, no te he visto durante mucho tiempo. ¿Cómo has estado últimamente? —Me va bien, tía. ¿Qué hay de tí? —Después de hablar un rato, salieron del salón de adoración y se dirigieron a la habitación temporal de Preciosa.

Capítulo 223 Dulce carga La habitación temporal de Preciosa era simple, con una sola cama y una colcha. Además, había dos mesas, algunas sillas y un armario. No contaba con más muebles ni ninguna decoración. Al mediodía, Sofía y Mario se quedaron en el templo para comer. Cuando se preparaban para salir por la tarde, comenzó a llover. Debido a que era difícil caminar por el sendero de la montaña con lluvia, Sofía y Mario decidieron esperar hasta que dejara de llover. Pero la lluvia se hizo más y más intensa, y no se detuvo hasta que cayó la noche. Eran alrededor de las 8 de la noche, seguía lloviendo. Sofía finalmente abandonó la idea de bajar la montaña. Preciosa preparó dos habitaciones para que se quedaran a pasar la noche. En la montaña, los teléfonos móviles no tenían servicio y todos se acostaban temprano para dormir. Al pie de la montaña, Colin llamó a Sofía docenas de veces, pero no obtuvo respuesta. Después de haberle preguntado a Alejandro, descubrió que Sofía y Mario habían subido a la montaña. Eran más o menos las seis de la tarde. Suprimiendo los celos en su corazón, le preguntó a Alejandro: —¿Cuándo volverán? Alejandro tampoco lo sabía. —Ella no me lo dijo. Lo único que dijo fue que subirían a la montaña, pero supongo que ella volverá pronto. Había querido decírselo a Colin esa mañana. Pero Colin estuvo ocupado afuera todo el día. Cuando Colin regresó por la noche, Alejandro había salido y de nuevo no se vieron. Se habían vuelto a encontrar hasta ahora. A las ocho y media de la tarde, Colin recogió su abrigo. —Vamos. Iré contigo y esperaré hasta que Sofía regrese. ¿Qué? Alejandro estaba confundido. ¿Qué quiso decir Colin? ¿Colin iba a volver a casa con él? Terminaron por irse a casa juntos. Ordenaron comida a domicilio y hasta que se había preparado la comida, Sofía seguía sin regresar.

Llamó a Mario de nuevo, pero la llamada no pudo conectarse. Justo cuando Colin se preocupaba tanto hasta el punto de que estaba listo para subir la montaña, Mario contestó el teléfono. Pero la señal era terrible. Parecía que todavía estaba lloviendo en la montaña. Colin preguntó en tono hosco: —¿Todavía estás en la montaña? —Sí... regresa... a dormir. —Debido a la mala señal, la comunicación se cortaba y Colin no pudo escuchar la oración completa. ¿Regresa a dormir? Además de confirmar que Mario y Sofía todavía estaban en la montaña, Colin no obtuvo ninguna otra información útil. Tan pronto como la llamada se desconectó, Colin llamó ansiosamente a Mario varias veces más. En la montaña, Mario salió con un paraguas y estaba a punto de devolverle la llamada a Colin. Pero antes de que pudiera marcar el número, su teléfono comenzó a sonar. Miró el nombre del Colin en la pantalla y sonrió con ironía. Colin estaba preocupado de que tuviera una aventura con Sofía en la montaña. Él contestó el teléfono. —Colin, habla Mario. —¡Puedo enviar a alguien por ustedes ahora! —Colin estaba loco de celos al pensar que Mario y Sofía estaban solos en la montaña. Mario se rió entre dientes, seguido de un relámpago y el retumbar de un trueno. Sin que él explicara más, a Colin le quedó claro que era imposible que alguien subiera o bajara de la montaña. Había una fuerte tormenta en el lugar. —¿Estás seguro de que no volverán esta noche? —Colin no quería darse por vencido. Mario confirmó. —Sofía está dormida. Regresaremos temprano por la mañana. —¡Yo puedo ir por ustedes! —Dijo Colin desesperado, levantándose del sofá y corriendo hacia la puerta. —Ya es muy tarde. Aunque vinieras, ya no hay lugar para que duermas. Aquí sólo hay una cama individual para cada persona. —Mario se sintió un poco culpable. Tenía que admitir que no quería que Colin fuera. Aunque su cama si era tamaño individual, la cama de Sofía era lo suficientemente grande como para que dos personas pudieran dormir. —No me importa si no tengo una cama. —Colin ya se estaba cambiando los zapatos preparándose para salir de casa. Mario suspiró sin poder hacer nada. —No la tocaré. Hemos sido amigos durante muchos años. ¿No confías en mí? Seguía lloviendo muy fuerte. A Mario le preocupó la seguridad de Colin si

subía la montaña de noche. Decidió retractarse. Sus palabras finalmente detuvieron a Colin de salir. Pasó un buen rato antes de que Colin hablara en voz baja: —Dile a Sofía que la estoy esperando. Ambos se quedaron en silencio. Los truenos sonaron más fuertes, y la lluvia caía implacablemente sobre el paraguas de Mario. El clima coincidía con el mal humor de Mario. La luz de un relámpago iluminó la tristeza en su sonrisa. —Colin, yo sé que la amas, pero no me rendiré. Después de todo, tú te vas a casar con alguien más. —Mario no pudo evitar pensar que si él no podía tener el corazón de Sofía, sería suficiente tenerla como su esposa. Mientras tanto, Colin se recostó en la cama de Sofía y dijo con firmeza: — ¡Mario, no voy a casarme con Dolores! ¿Cómo podría casarme con una mujer tan malvada? ¡Ella no se lo merece! Colin y Dolores no estaban realmente juntos. Colin lo estaba haciendo por el bien de Sofía. En ese instante, Mario lo entendió todo. Ninguno de los dos habló de nuevo. Mario colgó primero. —No te preocupes, Colin. Descansa un poco. Fue una noche tranquila. A la mañana siguiente, Sofía se despertó temprano. Era un día soleado. El aire en las montañas era fresco. El sonido del canto budista venía desde la distancia. Sofía respiró hondo el aire fresco. Estaba de buen humor. Mario se paró a su lado y lo primero que dijo fue: —Te está esperando. ¿Qué? Sofía no reaccionó. Mario repitió: —Anoche me llamó y me pidió que te dijera que te estaría esperando.

... La sonrisa de Sofía se desvaneció. ¿Estaba ella feliz? ¿Estaba emocionada? ¿O aún estaba enojada? Sofía no sabía cómo se sentía, pero no podía soportar el comportamiento bipolar de Colin. Después del desayuno, Sofía y Mario se despidieron de Preciosa y el abad. Era muy difícil caminar por el camino mojado de la montaña, por lo que

utilizaron palos de bambú como apoyo. Algunas partes del camino estaban tan resbaladizas que era fácil caerse. Mario tiró el palo de bambú que tenía Sofía y la cargó en su espalda a pesar de llevar los zapatos llenos de lodo. —¡Mario, no tienes que hacer esto! Estoy demasiado pesada, solo aumentaré tu carga. —Sofía se sentía incómoda y quería caminar por su propia cuenta. Mario sonrió. —No me importa si se trata de una dulce carga. Sofía no tenía palabras. Diez minutos más tarde, llegaron al pie de la montaña. El coche de Mario estaba estacionado a un lado de la carretera. Al lado de su coche había una Cayenne negra. Colin se recostó contra su auto, luciendo cansado. Vestía un suéter blanco, mocasines blancos y un largo abrigo de color marrón. A pesar de su aspecto desaliñado, lucía muy apuesto. Con un cigarrillo en la boca, Colin miró fríamente al otro lado de la carretera mientras Mario llevaba a Sofía. Era la primera vez que Sofía veía a Colin vestido de forma casual. Solía usar traje todo el tiempo, pero tal vez este hombre había nacido para usar cualquier cosa. Ella lo tuvo que admitir... Colin se veía muy guapo. Mientras estuvo en Milán, ella aprendió mucho sobre diseño de moda masculina gracias a Leandro. También dibujó un montón de bocetos de ropa casual para caballero, pero ninguno la convencía. Cada vez que dibujaba sus diseños, siempre pensaba en Colin. Quería saber si él se vería guapo con la ropa que ella diseñaba. Tenía ganas de poder diseñar algún día un traje que combinara con el estilo de Colin. Ella pensaba que un estilo casual sería un poco inapropiado para él a sus casi treinta y cuatro años de edad. O que no le favorecía en absoluto. Pero resultaba que ese no era el caso. Colin, quien llevaba ropa informal, no sólo le resultó ser muy favorable, sino que también transmitía una indescriptible sensación de comodidad. Mientras ella seguía asombrada, Colin pisó la colilla de su cigarrillo. Se acercó, agarró a Sofía por el tobillo y le quitó los zapatos llenos de lodo de sus pies. Luego la tomó de los brazos de Mario, acomodó su postura y la metió en su auto. Él no subió al auto. Se dirigió a abrir la cajuela, sacó dos bolsas y le lanzó una a Mario. —Nosotros nos vamos primero. —Colin se metió en el coche. Él y Sofía estaban en el asiento trasero, mientras que Alejandro iba sentado

en el asiento del conductor. El Cayenne se alejó. Al abrir la bolsa que Colin le arrojó, Mario vio una caja de zapatos del estilo que él solía usar.

Capítulo 224 Ya no te molestaré más Sentado frente al asiento del conductor, Mario se puso apresuradamente los zapatos limpios y arrojó los que estaban fangosos a un bote de basura cercano. Después de eso, instantáneamente se alejó. Dentro del costoso y sofisticado Porsche Cayenne, Colin abrió la caja de zapatos, sacó los elegantes zapatos casuales y ayudó en persona a Sofía a ponérselos. Fue realmente un gesto encantador al que Sofía no estaba acostumbrada. Sabiendo que no servía de nada rechazar su oferta, Sofía solo se mordió los labios con fuerza, y miró fijamente hacia los hermosos rasgos de Colin mientras ella le dejaba ayudar a ponerse sus zapatos. ¿Por qué estaba él haciendo esto? ¿Estaba tratando de perseguir a ella de nuevo? —La próxima vez que visites a la tía Preciosa, llámame y te acompañaré. Sin condiciones ni pretextos. Yo iré contigo. —Él dejó la caja de zapatos a un lado, y luego, con tranquilidad, se recostó en su silla. Ella aún no podía decir nada. Su ira aún la consumía y su mente daba de vueltas. A Colin no le importó en absoluto. Sabía que debía dejar que Sofía pensara por un rato. Luego se dirigió a Alejandro: —Llévanos a la Mansión Cercis Chino. —Está bien, cuñado. No fue hasta entonces que Sofía finalmente abrió la boca: —Alejandro, no quiero ir allí. Llévame a casa. Soy tu hermana. Vamos a casa, en vez de allí. Alejandro se rió entre dientes y dijo: —Mi querida hermana, mi cuñado te ha estado esperando toda la noche. ¡No seas tan terca! ¿Terca? ¿Era realmente ella la que era terca? ¿Después de todo lo que pasó? ¿Y qué si él había estado esperando por ella toda la noche? Bueno, él debería esperar un poco más. En realidad, ella ni siquiera lo obligó a esperar. No era su culpa. —¡Alejandro, estaré realmente enojada si no me llevas a casa! —Al principio, ella solo estaba enojada con Colin. ¿Pero ahora ella estaba enojada con

los dos? ¿Por qué Alejandro era tan leal a Colin en vez de a ella? Por temor a que Sofía realmente se enojara con él, Alejandro le rogó: — Hermana, ¡no te enojes, por favor! ¡Yo solo estoy haciendo lo que se supone que debo hacer! Cuñado, cómo... —¿Cuñado? ¡No lo llames cuñado! ¡No quiero escuchar que lo vuelvas a llamar así! Él pronto se casará con otra mujer. ¡Cuántas veces tengo que decirte que no lo llames de forma equivocada! ¡Él ya no es más parte de la familia! ... Antes de que los dos hombres se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, ¡Sofía ya estaba extremadamente enojada! Enfrentándose a su ira, Colin le dijo a Alejandro en voz baja. —Llévanos a tu casa. Está bien. —No. ¡No puedes poner ni un solo pie en mi casa! —Sofía miró al hombre que estaba a su lado: —¿Y, cuánto costaron los zapatos? ¡Te transferiré el dinero ahora mismo! ¡No quiero tu ayuda! Después de esas palabras, ella bajó su mochila, sacó su teléfono y se preparó para transferirle el dinero. —¡Un millón! Eso es lo que costaron esos zapatos. —Él quería ponerla a prueba. Sofía abrió completamente los ojos y quedó desconcertada. —Colin, ¿has estado robando bancos? ¿Estás probando mi inteligencia y sentido común? ¡Un par de zapatos casuales no cuestan un millón! ¡Eso es imposible! —Por supuesto, tienes razón. El precio de un par de zapatos no sería de un millón de dólares. De hecho, eran sólo 10, 000. Pero para poder comprarte los zapatos, usé mi precioso tiempo, mis recursos, mi gasolina y mi auto... ... ¡Se supone que tú debes pagar por ellos! Así que al final de cuentas, el precio de hecho es mucho más alto que un millón. ¡Yo acabo de rebajar todo el precio a la mitad para ti! Sofía se quedó completamente sin palabras debido a su arrogancia. ¿Cómo podría él incluso exigir un precio por su tiempo? ¿E incluso una cuota por sus recursos? ¡Cómo se atrevía! Oh, sería normal que Colin pidiera 10 millones. ¡Estaba bien! Porque él era Colin. ¡El arrogante y egoísta Colin! Él no ignoró la ironía que desbordaba de los ojos de ella. Luego él frunció el ceño y le dijo: —Sofía, sé que esto es difícil para ti. Pero solo quiero cuidar de ti. Eso es todo. —Puedo hacerme cargo de mí misma. Por favor ve con tu prometida. ¡Ella puede complacerte! No vengas a mí solo porque eres infeliz. Alejandro permanecía sin habla dado que él no se atrevía a hacer ningún sonido. Él había estado viviendo con Sofía por casi 20 años, pero esta fue la primera vez que la vio con tan mal humor.

Entonces, Colin de repente sostuvo la barbilla de ella y levantó su rostro para que ella pudiera verlo directamente a los ojos. Mirando a través de la intimidante expresión en los ojos de él, de repente se sintió un poco arrepentida de ser terca. Parecía que a Colin le encantaba una mujer obediente. Él no quería a una mujer que no lo obedeciera. Y para poder cuidar de Bario, ella tenía que ser obediente. ¿Estaba bien eso? ¡Estaba contando con sí misma para derrotar a Dolores y hacer que Bario la llamara Mami! Ella sabía que Bario y Dolores ni siquiera eran cercanos.

... —Sofía Lo, ya no puedes esconder tu verdadero yo, ¿verdad? ¿Por qué estás siendo así de terca? —Años atrás, cuando ellos recién se casaron, Sofía siempre era así de terca. Su actitud y sus duras palabras siempre lo hacían sentir muy incómodo. No sabía por qué Sofía se hizo... más fuerte y rencorosa. Él no sabía por qué ella siempre se alzaba en su contra. Ahora ella era mucho más fuerte y más independiente. Pero, ¿por qué al parecer él en realidad prefería que ella se comportara así? Él no podía entenderse a sí mismo. Ahora notó que mientras más rebelde se volvía ella, más a gusto se sentía él... —¡Zaz! —Apartando con un golpe las manos de él de su la cara, Sofía bajó la cabeza y miró fijamente hacia la pantalla de su teléfono móvil. —¡Está bien, un millón! ¡Inmediatamente te transferiré un millón! Sabes que tengo el dinero para eso, ¿verdad? Solamente que si pagaba el millón, ella volvería a su vida anterior de pobreza. Ella no podría pagar ni su cena. Ni siquiera podría pagar cualquier comida que ella quisiera comer. Ella continuó con un tono arrogante: —¿Qué hay de tu número de cuenta? Todavía usas tu antiguo número de teléfono, ¿verdad? Te lo transferiré usando mi aplicación móvil. —¡No! —Él se negó con una repentina voz fría y agresiva. No podía soportarlo más. —¡Detente! ¡Déjame salir de aquí! No quiero pasar ni un segundo más con

este hombre. —Ella de repente le gritó a Alejandro. —¿Qué te pasa, hermana? Iremos a casa ahora mismo. —Alejandro se conmocionó ante la repentina voz fuerte de su hermana y le echó un vistazo por el espejo retrovisor. Entonces Sofía trató de controlar su ira. —Déjame salir de este auto. ¡Quiero subirme al de Mario! ¡Me siento más segura allí! No tenía ganas de quedarse con Colin, ni con su hermano quien parecía estar traicionándola. Con un rostro sombrío, Colin replicó consternado. —¡No lo permitiré! —¿Puedes realmente restringir mi libertad solo porque no quieres que yo esté en los brazos de otro hombre? No obstante, estás a punto de casarte con otra mujer. ¡Eres tan egoísta! —Sofía se estaba irritando más y más. Colin se sintió muy confundido. ¿No era él quien debería enojarse? ¡Él no debería haber tolerado este tipo de actitud! Sofía había bebido con Mario, lo había besado y abrazado, e incluso había pasado la noche con él. ¿Quién sabía qué habían hecho esa noche? —¡Sofía, no seas tan egoísta! ¡Tú misma has hecho cosas inaceptables! —Su gesto para ir a recogerla era un compromiso que él tenía que cumplir. Fue una disculpa discreta por todo lo que él hizo contra ella. Y ahora, ¿era recompensado con esta mala actitud? Sofía sonrió de una manera muy sarcástica. ¿Egoísta? ¿Era ella realmente la que era egoísta? ¡Ella odiaba tanto a Colin! ¡Todavía podía recordar cómo él la hacía parecer una tonta haciéndole el amor a ella y a otra mujer al mismo tiempo! ¡Y él hasta besó a su prometida delante de ella! ¡Mostró públicamente su afecto solo para poder poner celosa a Sofía! Además, ¿por qué debería él inclusive insultarla con esas palabras? ¡Olvídalo! Sofía Lo se sobó su adolorida sien y planeaba ignorarlo por el resto de su vida. Ella ya no quería afligirse más por él. Condujeron en silencio hacia el distrito urbano durante todo el viaje. Finalmente, detuvieron el auto en la entrada de la Mansión Cercis Chino. Sofía seguía reprimiendo su ira y seguía mirando fijamente a Alejandro con enojo. Por supuesto, Sofía no se bajó, pero Colin tampoco tenía prisa. Luego le dijo a Alejandro: —Sal de aquí y espéranos. Primero déjanos solos. Gracias. Alejandro salió bruscamente del auto, fumó un cigarrillo y caminó por el vecindario. No quería escuchar a escondidas a la pareja. Estaba harto de escucharlos pelear el día de hoy. Entonces, Colin de repente presionó a Sofía bajo su cuerpo y besó sus suaves y rojos labios. Colin rápidamente desabrochó el abrigo de ella y se inclinó hacia su cintura.

La cara de Sofía se puso roja ante la obvia intención de Colin. Ella sabía lo que él estaba a punto de hacer. Pero el momento no era realmente el adecuado. Estaban en el auto y aún estaba de día. Por otro lado, su hermano menor no estaba muy lejos de ellos. ¿Y si por casualidad él veía lo que estaban haciendo? Sofía empujó con fuerza a Colin y gritó: —¡Voy a subir! ¡Aléjate de mí! Con una sonrisa sarcástica en sus ojos, Colin la besó de nuevo en los labios: —¡No seas tan terca! ¿Por qué debería dejarlo hacer esto? ¡No era una tonta! En el apartamento. Cuando se estaba quitando los zapatos, Sofía decidió que en esta ocasión no se dejaría cautivar por las dulces palabras de Colin. —¡Sofía Lo! —Colin colgó su abrigo en una percha y la llamó. Ella ya estaba sentada en el sofá. Sofía todavía estaba tan enojada y frustrada que inmediatamente se sentó en el sofá sin decir nada. Ella realmente no quería estar ahí. Colin se acercó a ella y la tomó entre sus brazos. Para su sorpresa, ella no lo apartó. Él acarició el largo cabello de ella hacia adelante y hacia atrás, acariciándolo apasionadamente: —¿Cómo te atreves a beber vino cruzado con Mario? Sabes que fue un acto que haría una pareja casada. —Su voz era tan tenue que Sofía casi no podía sentir ninguna emoción. Así que ella también suavizó su voz: —Como te vas a casar con alguien y no hay ninguna posibilidad de que yo pueda estar contigo, no tienes que preocuparte por mí. Solo por favor cuídate bien, y yo también lo haré. ¡Ya no te molestaré más! '¿Cuídate? ¿Molestarme? ¡Ella no me molesta en absoluto!' Colin deslizó su mano suavemente sobre el rostro de ella: —¿Tendrás una mejor vida si me dejas? ¿Estarías mejor sin mí? —¡Precisamente! Señor Li, usted puede encontrar su felicidad, así que yo también. No eres la única persona en este mundo que merece ser feliz. —Sus manos sobre ella la hicieron sentir incómoda, así que Sofía agarró su mano y la apartó. Colin soltó a Sofía y dijo: —¡Llévate tu reservación! —No. Si no tienes nada más que hacer o nada bueno que decir, me iré ahora. Ella tenía que ir a casa y hacer las maletas porque mañana tenía un viaje de negocios. Ella ya no podía quedarse aquí.

Capítulo 225 Dejar a Dolores embarazada Se puso rápidamente las zapatillas y caminó hacia la puerta. De repente, la llevaron de vuelta a la habitación y Colin la arrojó con fuerza sobre la cama. Sofía se sentó y le lanzó una almohada a Colin. Él se enojó aún más, pero ella le advirtió: —¿No crees que podría conseguir que secuestren... a Dolores? ¿No crees que podría hacer eso? Colin ni siquiera se inmutó ni dijo nada. Ella continuó con sus amenazas: — Oh, parece que no me crees en absoluto. ¡Llamaré a alguien para secuestrarla ahora mismo! En ese mismo momento, Sofía olvidó que Colin la había vengado hacía unos días, por lo que estaba concentrada en descargar su ira sobre él. Luego hizo una escena para hacer más convincente su amenaza. Rápidamente salió de la cama, señaló la mochila que se había caído al suelo y dijo: —Ahí está mi bolso. Voy a sacar mi teléfono y llamaré a alguien. ¡Espérame aquí! Agarró la mochila y corrió hacia la sala de estar. Pero una mano grande de repente la agarró de la cintura. —¡Ah! —Gritó conmocionada. Colin la levantó y la cargó sobre sus hombros anchos. Antes de que ella se enterara de lo que estaba sucediendo, Colin la arrojó de nuevo sobre la cama. Mientras cerraba los ojos para aliviar el mareo repentino que sentía, el cuerpo de un hombre presionaba contra ella. Por supuesto que era Colin. 'Oh, ¿cuándo se detendría?', pensó en su interior. —¿Cómo te atreves a ser tan dulce con otro hombre? ¿Cómo te atreves a beber con ese hombre y dejar que te cargue en la espalda? ¡Te enseñaré una lección! —Luego la giró y le dio una palmada en el trasero como lo hacía para enseñarle a Bario cuando el niño hacía algo que no estaba bien. Sofía agarró la sábana con fuerza, sintiéndose muy avergonzada... por ser abofeteada... en el trasero. La trató y la castigó como a un niño... ¿Había algo más vergonzoso que esto? De repente quería gritar en voz alta. Luego, con un arranque de fuerza, se incorporó y se abalanzó sobre él. —Coqueteaste con otras mujeres. ¿Cómo te

atreves a decir esas palabras para enseñarme cuando tú también eras codicioso?! ¿Por qué es que solo tú puedes pegarme? ¡Puede que no sea poderosa para golpearte, pero estoy segura de que puedo morderte! ¡Entonces ella de repente lo mordió con fuerza y le chupó el cuello! No pudo controlar su ira por lo que continuó mordiéndolo. No solo una vez... No dos veces... Pero sí tres veces. ¡Lo mordió muy fuerte tres veces! Sintiéndose satisfecha ya que ya había desahogado su ira, soltó el cuello de Colin. ¡No solo podía desahogar su vergüenza, sino dejar una marca de amor en el cuello de Colin que también irritaría a Dolores, como matar dos pájaros de un tiro! ¡Buen trabajo! Estaba satisfecha con su idea brillante. Se sentó sin cuidado sobre el estómago de Colin y puso una sonrisa amplia en su rostro. Pero no se dio cuenta de lo sexy y seductora que se veía en este momento. Colin se enamoró tanto de su postura sexy. En un instante, la inmovilizó en la cama. —¿Has jugado suficiente? ¿Ya has terminado? Sus ojos peligrosos le recordaron que lo que ella hizo aumentó su deseo sexual... —¡Espera un momento! ¿Qué estás haciendo? —Frenéticamente trató de detenerlo. No se rendiría hasta el último momento. —¡Tú puedes esperar, pero yo no puedo! ¡Ven acá! —Colin dijo con voz débil pero descuidada. En lugar de escuchar sus tonterías, él solo le arrancó la ropa y le hizo el amor apasionadamente. Sofía no podía creer lo que estaba pasando. En lugar de almorzar en este momento, aquí le estaban enseñando duramente una lección. Continuamente le suplicó a Colin que se detuviera, pero no funcionó. Finalmente, Colin se detuvo. Antes de irse a dormir, Sofía, sin saberlo, le hizo una pregunta a Colin: —¿Quién te satisface más? ¿Dolores o yo? Contéstame honestamente. Colin sonrió y no dudó en decir: —¡Por supuesto que tú! '¿Por qué sabe eso? ¿Ya ha hecho el amor con Dolores? Así que Colin y Dolores, ellos realmente... ¿Son realmente una pareja? No parece de esa manera...', pensó interiormente. Se sentía incómoda, pero planeaba probar los límites de Colin. A pesar de su cumplido, ella respondió: —Bueno, tengo que decirte que Mario es mejor que tú. ¡No puedes satisfacerme! Colin estaba a punto de encender un cigarrillo, pero se detuvo. —¿No puedo? ¿Escuché bien? Aunque sabía que ella lo dijo deliberadamente para poder irritarlo, todavía no podía evitar enojarse con ella.

—¡Sí! ¡No me satisfaces en absoluto! ¡Así que no me hagas el amor otra vez! Estás perdiendo el tiempo. —La verdad era que le dolía mucho decir esas palabras. Colin devolvió el cigarrillo al paquete y lo colocó en la mesa lateral. Luego la sacó de la cama. —¿A dónde vamos? ¿Qué estás haciendo? ¡Oye! —Oh, te diré a dónde vamos. —Colin la dejó en la parte delantera de las ventanas francesas y luego de repente abrió las cortinas. Sofía gritó al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Sintiendo que estaba exagerando, cerró la boca y no dijo nada más. Había un balcón afuera y, afortunadamente, no había nadie cerca para verlos. —¿Entonces me invitas a disfrutar de la vista contigo? ¡Qué dulce de tu parte, entonces! —A veces, Sofía era realmente inocente. Si no fuera por los rencores de las generaciones anteriores, Sofía era una mujer bastante inocente y pura. Era tan poco sofisticada e inocente que otras chicas podían robarle a su novio fácilmente. Ni siquiera lo sabía antes de que fuera demasiado tarde. —¡Disfruta de la vista! Es realmente un hermoso día, ¿no? —Luego la presionó contra la ventana y señaló el edificio distante. Continuó en tono serio: —¿Ves? Ese es el logo del Grupo SL. —Oh, pero me siento cansada. ¡No quiero disfrutar del paisaje! Solo quiero irme a dormir. ¡Volvamos ahora! —Cerró un poco las cortinas para evitar que otras personas los vieran. —Hoy no iré a la empresa. ¡Estaré aquí para quedarme contigo! —Y haría muchas cosas diferentes con ella. Entonces Sofía se dio cuenta de lo que planeaba hacer mientras exclamaba: —¡Colin, eres un hijo de puta! ¡Tú me engañaste! Ah.... Debido a la gran fuerza de Colin, Sofía no pudo liberarse de su agarre fuerte. Lo que ella podía hacer era dejar que él hiciera lo que quisiera. Luego lo hicieron de nuevo, pero Colin lo hizo más duro esta vez. Se quedó dormida poco después y cuando se despertó, ya estaba oscuro afuera. Sofía se dio vuelta lentamente sobre la cama. —Ay.... —Podía sentir que su cuerpo estaba muy dolorido. Apartando la colcha de su cabeza, escuchó la voz de Colin. —... dejarla embarazada... —Ella no oyó nada, excepto esas dos palabras. '¿Dejarla embarazada? ¿Qué quiso decir con eso? ¿Y a quién? ¿Dolores?'. Se sintió desesperada tan pronto como pensó en esta posibilidad. ¿Acaso Ambrosio no fue suficiente para que Colin no pudiera esperar a tener otro hijo? Cuando Colin entró en el dormitorio, Sofía lo miró fijamente. Su cabello

estaba todo desordenado. Él apagó el cigarrillo de inmediato: —¿Ya estás despierta? Entonces levántate y vamos a cenar. —¿Planeas dejar embarazada a Dolores? —Le preguntó directamente sin dudarlo. Colin se quedó perplejo al principio. Pero descubrió lo que ella quería decir de inmediato. —¡Sí, eres lista! ¿Cómo lo supiste? Era cierto que quería dejar embarazada a Dolores. Pero no era él. Él no sería el padre del hijo de Dolores. Pensó que Sofía podía entenderlo, así que no dio ninguna explicación. Pensó que ya era obvio para ella. Se dirigió al guardarropa y sacó un pijama de dama. Se lo alcanzó y le dijo: —Póntelo y levántate. Cenemos primero. Ella miró el pijama por un rato. '¿Por qué hay un pijama de mujer en su habitación?'. Se preguntó dolorosamente. Oh, oh... ¡Qué estúpida era! Tenía una novia, ¡así que era normal ver ropa de mujer aquí! Apartó el pijama que acababa de ofrecerle y dijo fríamente: —¡No, gracias! ¡Me voy ahora! Cuando sintió que ella se enfadaba de repente, Colin le levantó el mentón para dejar que lo mirara. —¿Qué está pasando? ¿Ninguna explicación? —¿Para explicar qué? ¿Por qué quiero irme? Él no dijo nada porque eso era exactamente lo que quería saber. Sofía se burló de él, "Dolores estará embarazada, así que, ¿por qué me impides comprar anticonceptivos? —¿Pero qué tiene que ver su embarazo contigo? ¿No entiendes? Sofía se confundió y se enojó. Cerró los ojos durante unos segundos y decidió decir algo. Pero en el último segundo, se detuvo porque sabía que él no entendería sus sentimientos. —Nada. ¡Déjame ir! Apretó los dientes, salió de la cama y se puso rápidamente la ropa. Colin se enojó un poco por lo extraña que se estaba comportando ahora. Le dijo: —Si tomas las pastillas, Sofía Lo, ¡te encerraré! La chica lo fulminó con la mirada y tiró la colcha al suelo. —No puedes detenerme. ¡Tomaré las pastillas, te guste o no! Después de eso, no dijo nada más. Agarró su mochila, corrió hacia la puerta y se puso los zapatos que se compró. No tenía otra opción. Luego se fue de la Mansión Cercis Chino. Al salir del distrito, Sofía sostuvo su bolso con fuerza, sintiéndose confundida y dolida.



Capítulo 226 Maldita prostituta Sofía no se había puesto el abrigo, no se había lavado la cara ni se había peinado el cabello. Mirando a la puerta del apartamento que se cerró de golpe, Colin se agarró el pelo con frustración. ¡Qué mujer irracional! No mucho después, Colin recibió un vídeo en WeChat mientras estaba bebiendo vino y fumaba un cigarrillo. En el vídeo, Sofía tomaba una pastilla y la tomaba con un vaso de agua. —Colin, nunca dejaré que mi hijo se convierta en un bastardo. —Con Dolores cerca, Sofía no quería que sus hijos vivieran sus vidas con el temor constante de una mujer malvada. Cuando terminó el vídeo, la copa de vino de Colin cayó de su mano y se rompió en el piso. En la oscuridad de la noche, Sofía recibió un mensaje de Colin que decía: — Queda un mes y medio antes de mi boda. Si quedas embarazada de mi hijo antes de eso, cancelaré la boda. Sofía se sorprendió. '¡Qué mierda! ¿Por qué no le había dicho eso antes?', pensó en su interior. Sofía corrió al baño y se atragantó en el inodoro para vomitar la píldora anticonceptiva. Pero habían pasado tres horas y la píldora ya había sido digerida. Colin no obtuvo ninguna respuesta de Sofía. Al día siguiente, supo por Alejandro que Sofía se fue de viaje de negocios. Se había ido al País Z con Mario. El rostro de Colin se oscureció. ¿Sofía se había rendido con él? Él ya le había dicho antes que su hijo no se convertiría en un bastardo. La mujer despiadada no quería darle un hijo y se negó a acostarse con él. En cambio, se estaba acercando a Mario. ¿Qué significa todo esto? Solo podía significar una cosa... Ella no lo amaba. Sabía que ella estuvo enamorada de Paulo y ahora se estaba acercando a Mario. Tal vez simplemente no quería estar con él.

Alejandro le echó una mirada al cuello de Colin. Corrían rumores en la compañía esta mañana que Colin se había acostado con una mujer la noche anterior. Pero estaba seguro de que la marca en el cuello de Colin se la dejó su hermana. Se rió para sí mismo en diversión. Mirando a Alejandro, Colin supo de inmediato en qué estaba pensando. Fingió ignorancia y llamó al gerente del departamento de diseño por teléfono. — Manejaré personalmente el negocio de su departamento en el País Z. El gerente respondió: —Sí, señor. Al colgar el teléfono, el gerente se puso ansioso. Dado que el Director Ejecutivo manejaría personalmente un negocio tan poco importante, tenía que prepararse seriamente para ello. Alguien llamó a la puerta de la oficina. —Adelante. —Colin le entregó los documentos que había firmado a Alejandro. Al ver a la mujer que entraba, sus rostros se volvieron fríos al instante. — Colin, aquí hay un poco de sopa que preparé personalmente para ti. Dolores se detuvo bruscamente cuando vio las marcas en el cuello de Colin. Apretó sus manos firmemente en el vaso. '¿Qué maldita prostituta se acostó con mi prometido?', pensó interiormente. —¿Algún problema? —Colin levantó la vista y vio que Dolores se había vuelto más fea por los celos. Dolores no podía responder honestamente por temor a enojarlo. Controlándose a sí misma, lanzó una mirada de odio a Alejandro que estaba de pie junto a Colin. A pesar de su poder e inteligencia, ¡Alejandro todavía seguía siendo un perro! —Colin, hice esta sopa por tu salud. —Pero si recuperara su salud, iría a buscar otras prostitutas... Para convertirse en la esposa de Colin y ayudar a que el plan de su madre tuviera éxito, tenía que soportarlo por ahora. —Ya veo. déjala ahí. Te lo he dicho antes, no vuelvas a hacer esto. Como una mujer digna, no deberías hacer tareas domésticas. A pesar de su tono indiferente, Dolores se sonrojó. —Está bien. Me sentiré muy feliz si veo que te gusta. Su madre le recordó varias veces que tenía que ver cómo Colin bebía la sopa. Poniendo el vaso delante de Colin, lo abrió y lo vertió en un tazón pequeño. Rodeó el escritorio y puso una cucharada de sopa en los labios de Colin. — Déjame alimentarte. Alejandro se contuvo de echar a Dolores del edificio.

Colin frunció el ceño. —No. Déjala a un lado y la comeré más tarde. —Colin, pasé mucho tiempo haciendo esta sopa. Si pudiera verte disfrutándola, valdría la pena mi esfuerzo. Para deshacerse de ella lo antes posible, Colin agarró el tazón pequeño y tragó la sopa. —Listo. Ahora, puedes irte. Tengo mucho trabajo que hacer en este momento. Dolores no tenía ninguna razón para quedarse más tiempo. Al salir, dijo de manera significativa: —Por favor, recuerda que debes cuidarte. Sabiendo lo que estaba insinuando, Colin le preguntó: —¿Te importa? A Dolores le sorprendió su sencilla pregunta. Nunca pensó que Colin le preguntaría eso. Por supuesto que le molestaba que Colin se acostara con otras mujeres. Ella odiaba eso. ¡Lo odiaba mucho! Colin le dijo: —Espero que a mi futura esposa no le importe algo tan trivial. Después de todo, los negocios a veces me obligan a hacer esas cosas. Dolores se apresuró a sacudir la cabeza. —¡No me importa! Solo estoy preocupada por tu salud. Colin le lanzó una sonrisa encantadora. A pesar de la presencia de Alejandro, le preguntó: —¿Qué quieres decir? ¿Tienes miedo de que no te satisfaga en la cama? —Destacó deliberadamente la palabra 'satisfacer'. El encanto de Colin era tan abrumador que Dolores tuvo que apartar la mirada. Inclinando la cabeza, la sacudió con vergüenza. —No, no tengo miedo. Colin, ¿puedo dormir en tu casa esta noche? Dolores no notó el disgusto que brilló en los ojos de Colin. —No te apresures. Eres una buena chica, diferente de las demás. Nos vamos a casar a fines del próximo mes. Para entonces, no seré demasiado amable contigo. Para Colin, Dolores era definitivamente diferente de las demás. No era mejor que una prostituta. Avergonzada por el coqueteo de Colin, Dolores se cubrió la cara enrojecida. —No hagas esto aquí, Colin. Me voy ahora. —Está bien. Adiós. —¡Adiós! —Dolores salió de la oficina y lanzó miradas a su futuro esposo. Tan pronto como la puerta se cerró, Colin dejó caer su pluma y se limpió las manos con una toalla húmeda. Luego le dijo a Alejandro que tirara la sopa. —Bueno. El desdén en el rostro de Colin lo dejó ver sus emociones. Colin no necesitaba explicarse, Alejandro lo entendió de inmediato. No tenía idea de por qué su hermana tonta no podía entenderlo todo. El clima en el País Z era más frío que en el País A. Era su segundo día en el

hotel. Mientras se preparaba para dibujar un diseño, Sofía estornudó y fue a elevar la temperatura de la habitación. En ese momento, sonó su teléfono móvil. Era Wendy. —Tía, ¿cómo estás? —Tía Sofía, ¡soy yo! —La alegre voz de Ambrosio sonó a través del altavoz. La sonrisa de Sofía llegó a sus ojos. —Bario, ¿has vuelto de la guardería infantil? —Ella miró su reloj. Eran las seis de la tarde y las clases había terminado. —Sí. Tía Sofía, ¿me extrañas? ¿Puedo verte? —¡Oh! Estoy en un viaje de negocios. No estoy en el País A, pero puedo jugar contigo cuando regrese. —No había visto a Bario durante un par de días y lo extrañaba terriblemente. —¿Un viaje de negocios? Tía Sofía, ¿en qué hotel te alojas? —Bario preguntó casualmente.

Capítulo 227 La decisión de Colin Sofía le dijo el nombre del hotel sin pensarlo dos veces. —Es una pena que esté tan lejos de ti. Si no fuera así, iría a tu casa y jugaría contigo. El trabajo terminó temprano ese día. Ella rechazó la invitación de Mario de salir juntos. El País Z le traía muchos recuerdos con Colin. —Está bien. Tía Sofía, ¿en qué piso estás? ¿Es cómoda tu habitación? —Me quedo en la suite presidencial. La habitación que me ofreció la compañía es muy buena —respondió Sofía. —¿Cuál es tu número de habitación, 666 u 888? Sofía estaba un poco confundida por la pregunta de Ambrosio, pero ella respondió: —No, está en el piso 12. Aunque mi número de habitación también tiene el número 8, es la 1208 —dijo ella riéndose en voz baja. Sofía cubrió su teléfono con una de sus manos y tosió varias veces. Parecía que se resfrió. —Está bien. Debes estar ocupada. Estoy jugando con la tía Selina ahora. ¡Nos vemos más tarde! —¿Está Selina contigo? Dile, por favor, que yo también la extraño. Jugaré con los dos cuando regrese. —Al pensarlo, Sofía se dio cuenta de que realmente los extrañaba. Ambrosio asintió. —¡Adiós, tía Sofía! ¡Te amo! —Yo también te amo. ¡Adiós! Minutos después de colgar el teléfono Sofía seguía sonriendo. De repente, le dio un ataque de tos. Se sintió mareada y decidió terminar el dibujo de diseño al día siguiente. Después de ordenar su habitación, bebió un poco de agua y se fue a la cama. Tan pronto como Ambrosio colgó el teléfono, llamó a su padre. —Papá, ¿dónde estás? —Acabo de bajarme del avión. Iré a la oficina primero. ¿Has conseguido la información? —respondió Colin. —Sí. La tía Sofía se hospeda en la habitación 1208 del Hotel Xinuo. ¡No

olvides darme una madre y casarte con Sofía lo antes posible! —dijo Ambrosio con expectación. Él era el pequeño espía que Colin envió para sacarle información a Sofía. Con su ingenio pudo averiguar la habitación donde ella se alojaba. Colin sonrió. Sofía nunca escaparía de él. Él nunca la dejaría ir. Colin había tomado una decisión, se casaría con Sofía algún día. Incluso si ella no lo amaba, encontraría una manera para hacer que se enamorara otra vez de él. —Bien hecho. Sé bueno y ayuda a tu padre. ¿Puedes hacerlo? —Ante las palabras de Colin, Wade dejó escapar una suave tos a su lado. Colin lo miró y Wade rápidamente dejó de sonreír. —¡Bueno! Papá, ¡no lo olvides! Solo quiero que Sofía sea mi mamá. —Lo sé. Si la empiezas a llamar mamá, no me opondré. —Después de todo, Sofía era la madre biológica de Ambrosio. —¡Guau! ¿En serio? Bien. Papá, ¡te quiero mucho! Ya dejo de molestarte. ¡Adiós! —Ambrosio saltó de alegría. Sin darse cuenta de que Selina estaba detrás de él, accidentalmente le pisó el pie. —¡Ay! —Llorando de dolor, Selina agarró su pie y saltó varias veces mientras mantenía el equilibrio con un solo pie. Wendy se rió y se levantó del sofá para ver cómo estaba Selina. —Selina, ¿te duele? —Tía Selina, lo siento, ¡no quise lastimarte! —Bario se disculpó mientras agitaba sus dedos en señal de angustia. Conseguir permiso para llamar a Sofía mamá lo hizo muy feliz. Ante la preocupación de Ambrosio y Wendy, Selina rápidamente se detuvo y les tranquilizó: —Estoy bien. No duele mucho, no se preocupen. Los dos suspiraron aliviados. Wendy dijo: —Ya que estamos solo nosotros tres en casa, salgamos a comer juntos. —¡Sí! Abuela, ¡te amo! —exclamó Ambrosio saltando hacia Wendy. La abrazó y le dio un beso en la mejilla. El fuerte impacto de Ambrosio hizo que Wendy retrocediera y tropezara antes de recuperar el equilibrio. Ambrosio les adelantó corriendo hacia la entrada. Selina lo seguía detrás, sosteniendo el brazo de su madre. Ella le susurró al oído: —Mamá, ¿es Bario realmente el hijo de Sofía? Ella le había preguntado a Levi sobre eso hacía mucho tiempo, pero como Levi no sabía los detalles no le pudo confirmar. —Sí, lo es, pero ni Sofía ni Bario lo saben —respondió Wendy. —¿Qué? ¿Cuándo se enterarán? Es obvio que se aman. —Selina suspiró,

sintiéndose agradecida de no tener una relación complicada con Levi. —Tienes razón. Sofía piensa que su bebé murió. Cuando descubra la verdad, Colin no se librará fácilmente. —Wendy torció la boca en señal de desaprobación. Si Sofía se enfadara al enterarse de la noticia, ella no lo ayudaría en absoluto. Selina sintió pena por Sofía. Ella tuvo una vida miserable y dura. Decidió que haría todo lo posible por ayudar a Sofía y Colin. Esperaba que finalmente volvieran a estar juntos y se casaran nuevamente. En la cama, Sofía no tenía ni idea de que se había ganado sin querer los corazones de dos personas importantes de la familia de Colin. Sofía se despertó a las 8 de la tarde sintiéndose mareada. Se tocó la frente y se dio cuenta de que estaba ardiendo. Debió haberse enfermado. Tomó su teléfono para llamar a Mario, que se estaba quedando en la habitación contigua, y le saltó el contestador: —El teléfono al que llama está apagado... No tenía más remedio que usar el teléfono fijo para llamar a la recepción y pedir algunos antipiréticos. En ese momento, el timbre de la puerta sonó. ¿Era Mario? Colgó el teléfono pensando que podía ser él. Caminó con trabajo hacia la puerta y la abrió con una mano mientras se apoyaba con la otra en el marco de la puerta. —Mario, me siento muy mal... Ver a su mujer decir el nombre de otro hombre con voz suave enfureció a Colin. Pero al notar a Sofía débil, reprimió su ira. —Soy yo. Al oír su voz fría, Sofía levantó la cabeza rápidamente. Se frotó los ojos y parpadeó un par de veces. Ella no podía creer que realmente fuese Colin. ¿Por qué estaba aquí? Ella no tuvo tiempo para pensar más al respecto. Sus rodillas se debilitaron y se tambaleó hacia un lado. Colin la sostuvo rápidamente y la sacó del hotel. —¿Qué pasa contigo? —Miró a la mujer que tenía en sus brazos con profunda preocupación. Solo habían pasado dos días desde que la vio por última vez. ¿Por qué se enfermó de repente? —Me resfrié. —Le dio un ataque de tos. Sintiéndose mal, ella se apoyó en su pecho. Fuera del hotel, Colin llamó a Wade. Acababa de irse después de dejar a Colin. Llevando a Sofía al auto, Colin le dijo a Wade que los llevara al hospital. Estando allí tomaron la temperatura de Sofía. Tenía 39.8º de fiebre. Tuvo que acostarse en la cama con un goteo intravenoso en el brazo.

La fiebre alta apareció de la nada. El día anterior ella estaba bien. ¿Cómo se enfermó de repente? Cuando la enfermera se fue, Colin la cubrió con una manta y la consoló: — Te sentirás mucho mejor después de dormir un poco. —¿Por qué fuiste a mi habitación de hotel? —preguntó Sofía con curiosidad. Desde que se separaron en malos términos la última vez, ella no creía que se volverían a ver tan pronto. Definitivamente no esperaba verlo en el País Z. Colin se sentó en el borde de la cama y dijo con tono serio: —Dios me dijo que estabas enferma y que necesitabas que te llevara al hospital. Colin acababa de hacer una broma. Sofía nunca imaginó que él la animaría de esta manera. Ella no pudo evitar reírse, pero terminó tosiendo otra vez.

Capítulo 228 ¿Quieres que me preocupe por ti? Colin le dio unas palmaditas a Sofía en la espalda. —Ríe como quieras. ¡Nunca pensé que me encontraría con una mujer tan tonta que terminaría tosiendo por aguantarse la risa! —No me hables. Todavía estoy enojada contigo. —Dijo Sofía mientras cerraba los ojos. Ella ya no quería mirarlo. Las comisuras de los labios de Colin se levantaron. —Sofía, quiero... —¿Sí? —La curiosidad se apoderó de ella, y abrió los ojos para mirarlo. Colin estaba repentinamente a centímetros de su cara. —Quiero besarte. Tras pronunciar estas palabras, los labios de Sofía se sellaron. Ella gimió involuntariamente. ¡No! ¡Podría contagiarlo con su enfermedad! Aunque ella lo empujó con toda su fuerza, Colin no se movió de su lugar y continuó besándola. Pronto, Sofía se acurrucó cómodamente en los fuertes brazos de Colin. Al mismo tiempo, Colin comenzó a juguetear. —Sofía, no trates de alejarme. ¡No puedes hacerlo! Ya fuera que lo amara o no, él haría todo lo posible para que ella se quedara con él. Si ella se enamoraba de otro hombre, él se libraría de esa persona usando los medios necesarios. —Colin Li. —Sofía suspiró. —Estoy aquí. —Colin tomó sus manos. El corazón de Sofía se suavizó con sus simples palabras. Él estaba ahí con ella en ese momento. La hacía sentir bien. —Colin, quiero un hijo... Un hijo propio. —Dijo Sofía en voz baja. Su mano derecha estaba conectada al goteo intravenoso. Ella usó su mano izquierda para acariciar su hermoso rostro mientras lo miraba con cariño. —¿Tienes una manera de evitar que nuestro hijo se convierta en un bastardo? —ella preguntó. Ella casi le rogó que no se casara con Dolores. Pero ella no podía decirle eso. Si él pudiera echar abajo los planes de matrimonio con Dolores de Colin por su cuenta, ella no tendría que impedir la boda. Pero ella realmente no quería que

Colin viera qué clase de mujer horrible podía llegar a ser. La única respuesta que recibió Sofía fue un beso apasionado. Después de mucho tiempo, Colin finalmente liberó a Sofía. Jadeando un poco, él le dijo: —No dejaré que nuestro hijo sea ilegítimo. Por favor créeme. ¿Puedes hacer eso? Sofía vaciló. Se iba a casar con Dolores. ¿Cómo podría él cumplir con su promesa? ¿Qué quiso decir él? Sofía no podía entender a Colin en absoluto. Así que le preguntó directamente: —Si quedo embarazada, ¿te divorciarías de Dolores? Colin sonrió y besó la frente de Sofía. —No —él respondió. No dijo más. El comportamiento de Colin deprimió a Sofía de nuevo. Ella no sólo estaba deprimida. Ella estaba enojada. No quiso prestarle más atención, así que ella cerró los ojos. Colin volvió a besarle la frente. Dijo en voz baja: —Recuperate pronto y haré tu deseo realidad. Sofía no abrió los ojos. Pero sus mejillas ruborizadas color carmesí mostraban que había escuchado claramente las palabras de Colin. No recordó en qué momento se quedó dormida, pero no despertó hasta que salió el sol. Por la mañana, Sofía se sintió mucho mejor cuando abrió los ojos. Entonces oyó una voz preocupada a su lado. —¿Estás despierta? ¿Te sientes incómoda? Colin le puso la mano en la frente para comprobar su temperatura. Sofía negó con la cabeza. —Estoy bien... No, no lo estoy. —Llegó su respuesta contradictoria. —¿Te sientes bien o no? —Colin arqueó las cejas. Tal vez era porque ella estaba enferma, pero Sofía quería actuar como una niña mimada. —Mal. Me duele el estómago. —¿Qué? Llamaré al médico. —Dijo Colin sin vacilar. Cuando se dio la vuelta, Sofía rápidamente agarró su mano y lo jaló. Colin se volvió hacia ella confundido. Sofía se rió. —¡Porque tengo hambre! Colin dejó escapar un largo suspiro. Pero sus ojos no mostraban nada más que amor. —Sólo dime que tienes hambre. No digas que tienes dolor de estómago. ¿Quieres que me preocupe por ti? Sofía miró a Colin con atención. —Si estuviera enferma, ¿te preocuparías por mí? Colin no respondió con palabras, sino que se expresó en acción. Besó a Sofía. Sofía lo empujó de inmediato. —¡No! ¡No me he cepillado los dientes!

Colin dijo: —No me importa. Bueno, ¡ella lo hizo! Ella todavía tenía su aliento de la mañana. ¡Fue asqueroso! Sofía hizo una pausa. —¡Tengo que cepillarme los dientes y lavarme la cara antes de desayunar! —dijo ella. —Bueno. Deja que te ayude. —Colin se inclinó para cargarla. —No hay necesidad de eso, ya me siento mejor ahora. Puedo hacerlo yo sola. —Sofía se apartó de él y se sentó en la cama para ponerse los zapatos. Luego se fue al baño. En el baño, había un nuevo cepillo de dientes. No parecía el tipo que proveían los hospitales. 'Debe haber sido Colin'. Pensó Sofía. Sofía se perdió en sus pensamientos mientras apretaba la pasta de dientes. Colin la había tratado con ternura desde la noche anterior hasta ese momento Era como si hubieran regresado a los días de antes, cuando él todavía la amaba... Pensando que Sofía ya había terminado, Colin abrió la puerta del baño. La encontró mirándose pensativa en el espejo con el cepillo de dientes en la boca. —Sofía —dijo—. ¿Estás esperando a que te ayude a lavarte los dientes? — Su voz hizo que Sofía volviera a la realidad. —¡Ah! ¡Espera, aún no estoy lista! —Ella rápidamente se cepilló los dientes y se lavó la cara. Sin moverse de su lugar, Colin se apoyó en la puerta y la observó hasta que terminó. Después del desayuno, Colin llevó a Sofía al hotel. Cuando Mario salió de la puerta de su habitación, se sorprendió al ver que Colin y Sofía volvían a estar juntos. —¡Buenos días, Mario! ¿Irás a la otra compañía más tarde? —Sofía saludó a Mario un poco avergonzada. No creía que Mario supiera que Colin estaba ahí. Ella tenía razón. —Sí, voy a ir más tarde. —Respondió Mario. Luego se volvió hacia Colin. —¿Cuándo llegaste? —Ayer. —Bueno... —Se volvió hacia Sofía—. Sofía, puedes prepararte. Te espero — Mario le iba a preguntar a Sofía si ya había desayunado. Pero al ver que ella había regresado con Colin, él sabía que no tenía que hacerlo. En ese momento, Colin interrumpió su conversación y le entregó a Sofía una caja de medicina. —Recuerda tomarla a tiempo. Sofía no la aceptó. —Ya me siento mejor. No necesito tomarla. —A ella no le gustaba tomar medicamentos innecesariamente. Después de decir eso, Sofía tenía la intención de volver a su habitación. Luego recordó que había salido de la habitación la noche anterior sin llevarse su

tarjeta de identificación. Necesitaba ir a la recepción para conseguir otra llave. Colin le daba de vueltas a la caja de la medicina en su mano y le preguntó a Mario: —¿A qué hora sales del trabajo para almorzar? —Alrededor de las doce en punto. ¿Qué le pasa a Sofía? —Preguntó Mario. —¿Está enferma? —Mario no sabía que Sofía estaba enferma hasta ese momento. Mario había regresado al hotel cerca de las dos de la madrugada. Pensó que era demasiado tarde para molestar a Sofía y prefirió dejarla descansar. —Ella tuvo fiebre alta anoche. —Le respondió Colin. Luego llamó a un camarero que pasaba para que abriera la habitación de Sofía. Mario no pudo evitar acercarse a Sofía y mirarla con preocupación. —Sofía, ¿te sientes mejor? ¿Sientes alguna molestia? Puedes quedarte hoy en el hotel a descansar. Era obvio por la expresión de Mario que él estaba preocupado por ella. Aunque Sofía se sintió conmovida, estaba un poco avergonzada. —Estoy bien. Ya me siento mejor. Al observar su interacción, Colin se sintió disgustado. Dijo fríamente: — Sofía, vendré al mediodía para ver que tomes la medicina. Entra y alístate. Necesitaba encontrar la forma para contratar a Sofía y alejarla del Grupo Pei. Así ella podría hacerle compañía todo el tiempo... Sí, tenía que considerarlo minuciosamente. El ver a Sofía seguir a Mario todos los días y saber que iban juntos a viajes de negocios lo mortificaba.

Capítulo 229 Colin tenía muchos secretos A punto de entrar en la habitación, Sofía de repente se volteó y tomó los medicamentos de la mano de Colin. —No te molestes. Los ingeriré después — dijo ella. ¡Aunque ella había dicho esto, Sofía estaba pensando en tirarlos! Cuando Sofía encontró los documentos y salió de la habitación, los dos hombres seguían hablando entre ellos. Sofía miró a Colin confundida. —¿Por qué aún no te has ido? —ella preguntó. Su pregunta hizo que la cara de Colin se tornara sombría. —Te llevaré allí — dijo él. —No hay necesidad. Puedo hacer el viaje en el coche de Mario. — Realmente no había necesidad de molestar a Colin de nuevo. Mario sonrió gentilmente y dijo: —Sofía, ya me voy. Sofía se quedó sin habla. Después de que Mario se fue, Colin jaló a Sofía para que lo encarara. —¿Por qué viniste al País Z? —preguntó. —Estoy en un viaje de negocios. —Dijo Colin. No había nada de malo en eso. —¿Y puedes dejar de comportarte así delante de Mario? Él sabía que a Mario le gustaba ella. Pero cuando estaban juntos, Colin todavía la trataba como a su amante. El mostraba afecto delante de Mario a propósito. Mario debió haberse sentido incómodo. Con los ojos tristes, Colin dijo enojado: —¿Por qué? ¿Te preocupa que él se ponga celoso? —Sí. Después de todo, tengo que dejar mis opciones abiertas. Si eventualmente te casas con Dolores, tal vez yo me case con Mario. —Sofía se encogió de hombros y avanzó hacia adelante. Ella había dicho eso solo para molestar a Colin. En cuanto a casarse con Mario, ella no quería pensar en eso ahora. Después de todo, nada es imposible, ¿verdad? Sofía sintió un forcejeo en su brazo. Pero ella no tuvo tiempo de reaccionar,

ya que Colin la hizo girar y la presionó contra la pared del pasillo... Ella no sintió ningún dolor como lo esperaba. Colin había colocado su mano contra la pared para amortiguar su espalda. Su espalda acababa de posarse el dorso de la mano de él. Y ella estaba usando mucha ropa debido al clima frío. Así que ella no sintió mucho dolor. Pero... Sofía no pudo evitar estremecerse. ¡Qué fría era su mirada! En los tres años previos, Colin debió haber practicado esta mirada en el glaciar. ¡Era por eso que tenía esta mirada tan helada! —¿Qué he dicho antes? —También debió haber practicado cómo hablar en el glaciar. ¡Escucha esta voz! ¡Dios mío! No había rastro de afecto en ella. Sofía se ajustó el cuello. —Tú has dicho tanto. No sé, ¿sobre qué me estás preguntando ahora? —¡Sobre Mario y tú! —A él no le importaba recordárselo a ella. Sin decir una palabra, Sofía de repente se deslizó por la pared, llegando a un lugar donde su brazo no podía detenerla, y escapó de su agarre. —Sofía, serás seriamente castigada si huyes ahora —gritó él. Él quedó impactado de que ella realmente hubiera escapado. Sofía no podía creer lo que estaba esuchando. Al recordar la miserable experiencia que tuvo antes de ser torturada, Sofía se detuvo. Ella no tenía más remedio que hablar. —Señor Li, voy a llegar tarde —replicó ella. —¡Regresa! —Gruñó Colin. Ella caminó de regreso obedientemente y se paró enfrente de él. —Dime, Sofía. ¿Qué te he dicho antes? —El hombre persuadió a la mujer que no estaba convencida. Sofía se quejó: —¡Te vas a casar con Dolores! ¿Entonces por qué ordenas que yo no pueda casarme con Mario? La voz no era ni demasiado alta ni demasiado baja. Él podía oírla claramente. Colin suspiró. —Si me prometes que no te casarás con ningún otro hombre en el futuro, te contaré un secreto —dijo él. —Desde cuándo el señor Li se volvió tan ingenuo como para contar secretos. —No, Colin tenía muchos secretos. Y de lo que ella quería enterarse era más de uno de ellos. —¿Todavía tienes que pensarlo? —Si ella realmente lo amaba, ella habría soltado estas palabras sin dudarlo. Así que... Al darse cuenta de esto, de repente Colin perdió el aliento por un momento. Sin responder a la respuesta de Sofía, de repente se volvió y dijo: —Sólo vete. ¿Bien? Con curiosidad ella abrió los ojos y miró al indiferente Colin.

¿Entonces ella realmente ya se podía ir? ¿No tenía ella que decir que no se casaría con ningún otro hombre en el futuro? Miró al hombre mientras retrocedía y sintió un... ¿sentimiento de pérdida? Al llegar a la compañía Colombo, Sofía echó un vistazo al hombre que la seguía. —No tienes que llevarme allí. Sé cómo llegar ahí —dijo ella. Ella había venido a la compañía el día anterior. Colin guardó silencio. Caminó directamente hacia el ascensor y presionó el botón del piso a donde Sofía quería ir. La puerta del ascensor se cerró. No había nadie dentro de la cabina del ascensor, excepto ellos y un aire de misterio. Colin parecía estar enojado. ¿Por qué? ¿Era porque ella no había dicho que no se casaría con ningún otro hombre? —Colin... ¡Achú! —Justo cuando Sofía dijo su nombre, tuvo que voltear rápidamente hacia el otro lado y estornudar. Ella se frotó la nariz. Sus ojos estuvieron rojos por un rato. ¡Y eso que ella pensó que ya se había aliviado! Colin suspiró con impotencia. Con el fin de librarse de tomar algo de medicina, ella no dudó en siquiera mentir. —Puedo mandarte de vuelta para que puedas descansar —dijo él. —No. Yo me sentiría mejor después de beber mucha agua caliente, pero más tarde —dijo ella. Ella realmente estaba preocupada por la licitación en la Compañía Colombo. Al ver que habían llegado al destino y que no estaba gravemente enferma, sino que solo tenía una fiebre común, ella decidió asistir a la apertura de la licitación. La puerta del ascensor se abrió y salieron caminando juntos. Sofía le preguntó: —¿Has venido aquí para la apertura de la licitación de ropa de la Compañía Colombo? ¿Ese era el motivo? ¿También estaba participando el Grupo SL? ¡Un momento! Cuando ella estuvo en una junta el día anterior, creyó haber oído a alguien hablar sobre el Grupo SL. En ese momento, ella estaba puliendo su proyecto de diseño y no le dio mucha importancia. Ella realmente no esperaba que los diseñadores de la compañía de él también estarían participando... ¿Eso significaba que ella no conseguiría la licitación? Los diseñadores del Grupo SL... Bueno, casi la mitad de los diez diseñadores que obtuvieron los premios en Milán eran del Grupo SL. Sofía estaba conmocionada. El hombre la miró y arqueó las cejas. —¿Tienes miedo? Sofía lo miró y gradualmente cambió su mirada de confundida a confiada. — ¡Tú deberías tener miedo! —replicó ella. '¿Por qué debería yo tener miedo? ¡Soy

la mejor alumna de mi profesor!' Ella no se jactó de ello. Ella era la única estudiante de Leandro. Estrictamente, Edgar también podría ser visto como su estudiante dado que él era el hijo de Leandro. Sin embargo, como Edgar no estaba interesado en diseñar ropa, prestó poca atención a las lecciones de Leandro y a menudo fue castigado por su padre. Colin la miró con diversión en sus ojos. —No le pediré a mis empleados que regalen la licitación incluso si tú eres mi mujer. ¿Colin realmente dijo eso? Sofía se sonrojó. —Yo no soy tu mujer. Y no necesito que sus empleados me regalen la licitación. Entraré primero en la sala. No vengas conmigo —replicó ella. Mientras allí hablaban, muchas personas los miraban con curiosidad. Ella no le permitió a él quedarse con ella. ¿Era porque él no era lo suficientemente bueno o era porque ella no lo quería? Sofía no se dio cuenta de que había entristecido involuntariamente a Colin. Entraron a la sala de conferencias uno detrás del otro. Muchos diseñadores famosos asistieron al evento. Eran familiares a la gente ya que a menudo aparecían en la televisión. Fue un día ocupado con todo el mundo inmerso en sus diseños de moda. El único descanso que tomaron fue al mediodía cuando regresaron al hotel para descansar. Colin cumplió su palabra. Al mediodía, él personalmente se aseguró de que Sofía tomara su medicina. Él también fue con ella al hotel, para que ella pudiera dormir bien. Sólo cuando llegó la hora de irse, él la despertó. De hecho, él la había besado para despertarla en lugar de hablarle para despertarla. Cuando iban saliendo, Sofía vio a Mario. Él se quedó mirando hacia sus labios rojos durante un largo tiempo. Sintiéndose incómoda, Sofía sacó su teléfono móvil y revisó su apariencia con la pantalla...

Capítulo 230 Ven y dale un beso a la tía Sofía Sofía le pellizcó discretamente el brazo a Colin. —Desde esta misma noche, cada vez que me tome un descanso, no se te permitirá aparecer delante de mí. —¿No se me permitirá aparecer? ¿Para darte la oportunidad de quedarte a solas con Mario? Sofía, ¿sigues soñando? —Colin entró en su auto diciendo estas palabras. Sofía se sintió un poco frustrada, sintió que su viaje de negocios había sido terrible. Durante el día se torturaba mentalmente haciendo borradores de diseños. Y por la noche era Colin quien la atormentaba físicamente. Ya habían pasado varias horas felices en el hotel, pero Colin quería más. La llevó a la villa en la que vivían antes. Allí podían hacer lo que quisieran. Cada vez que ella intentaba decir que no, él vencía toda su resistencia con la frase: —¡Todo lo que estamos haciendo ahora es tratar de que te quedes embarazada! Sofía no tuvo más remedio que obedecerlo y permitirle hacer lo que él quisiera. Parecía que estaba ansiosa por quedarse embarazada de él, pero... era la verdad. Ella quería quedarse embarazada de Colin. Después de varios días de arduo trabajo, aparecieron ojeras bajo los ojos de Sofía. Pero para su satisfacción, el trabajo duro había dado sus frutos ya que había ganado la licitación de ropa de la Compañía Colombo. La gente tenía envidia de su éxito. Había vuelto a hacerse un nombre en el sector del diseño. Sofía estuvo muy ocupada durante los días siguientes. Incluso después de llegar a casa, no tenía tiempo para llamar a Colin. Un día, mientras estaba trabajando, recibió una llamada de Ambrosio. Hasta entonces no se había dado cuenta de que había estado dedicando sus días y sus noches a su trabajo. —Tía Sofía, estoy enfrente de tu casa. Te he estado esperando mucho tiempo. ¿Cuándo vendrás? —Ambrosio lloró, reclamándole. Sosteniendo el teléfono entre la oreja y el hombro, Sofía guardó rápidamente sus cosas. —¡Lo siento mucho, Ambrosio! Todavía estoy en el trabajo, pero

vuelvo ahora mismo. Sofía regresó a casa tan rápido como pudo. Cuando llegó a casa, quiso reírse a carcajadas por lo que estaba viendo, pero no lo hizo. Había una enorme sandía en el suelo frente a la puerta. El padre y el hijo la miraron con lástima. Sofía abrió la puerta apresuradamente y se quejó con Colin. —¿Por qué no me llamaste antes de venir? Es tu culpa haber hecho esperar a Ambrosio tanto tiempo. Colin no dijo nada. Ambrosio tomó la iniciativa de contarle a Sofía. —Tía Sofía, fui yo quien impidió que papá te informara. Quería darte una sorpresa. La madre y el hijo entraron primero a la casa. Colin levantó a regañadientes la sandía que Ambrosio había insistido en comprar. —¡Mua! —Sofía tomó a Ambrosio en brazos y le dio un gran beso. ¡Había extrañado tanto a ese pequeño! Ambrosio se rió alegremente. Agarró el cuello de Sofía y le devolvió el beso. Finalmente, se bajó del regazo. —¡Papá, ven y dale un beso a la tía Sofía! Sofía se quedó quieta y sonrió sin poder hacer nada. Al ver que Colin se acercaba, agitó rápidamente las manos. —No. Estoy lo suficientemente feliz como para quedarme solo con el beso de Bario. Después de todo, tu papá es... él es un... —Colin abrazó a Sofía y le dio un profundo beso haciendo que se tragara la palabra 'adulto'. Al principio, el pequeño saltó y aplaudió emocionado. —Papa, ¡eres genial! Minutos después, Ambrosio dejó de saltar. —Papá, has estado besando a la tía Sofía un buen rato —se quejó. Desanimado, Ambrosio se sentó en el sofá y miró a los dos adultos. —Papá es malo con los niños —trató de razonar. Al escuchar lo que Ambrosio acababa de decir, Sofía mordió ansiosamente los labios de Colin y lo apartó. Se puso roja y sin aliento le gritó: —¡Bario todavía está aquí! ¿No puedes controlarte? —Fue un castigo para ti. ¿Entiendes? —No creo que te haya ofendido —respondió Sofía con una mirada inocente. —¿Por qué no me informaste cuando regresaste del País Z? —Colin había estado esperando a Sofía en la villa durante mucho tiempo. Si no la hubiera encontrado, seguramente habría pensado que se había fugado con alguien. —Es porque... estaba demasiado ocupada con mi trabajo. En cualquier caso, ¿has cenado ya? Si no, cocinaré para ti. —Tenía suficientes ingredientes para preparar comida. Ambrosio todavía estaba en el sofá. Sostuvo su barbilla y dijo: —¡Tía Sofía, me muero de hambre!

Sofía se quitó el abrigo a toda prisa y dijo: —¡Lo siento, mi amor! Ya me voy a poner a cocinar. Sofía se puso un delantal y entró a la cocina. Ambrosio le preguntó a su padre: —Papá, ¿cuál es la habitación de Sofía? Colin señaló la habitación con la cabeza. Ambrosio se levantó del sofá y corrió a la habitación. —¡Oh, Dios mío! —El grito de Ambrosio atrajo la atención de Colin. Después de echar un vistazo y ver que Sofía seguía ocupada en la cocina, Colin siguió a su hijo al dormitorio, donde Ambrosio estaba mirando un marco de fotos con los ojos bien abiertos. Cuando sintió que Colin estaba detrás de él, se giró y lo miró celoso. — Bueno, dijiste que Sofía sería mi madre. ¿Cuándo puedo empezar a llamarla mamá? Aquí, tú ya has dormido con ella. ¡Es injusto! Colin agarró el marco. Cuando vio la foto, una sonrisa apareció en su rostro. La foto fue tomada en una perezosa mañana en la villa del País Z. Sofía le había tomado una foto a escondidas mientras él dormía. No esperaba que Sofía la hubiera revelado y la hubiera pusto al lado de su cama. ¡Maravilloso! Colin puso el marco en el mismo lugar. Luego acarició el pelo corto de Ambrosio y le dijo: —Tómatelo con calma. Confía en tu padre. Pronto conseguiré que Sofía sea tu mamá. Aunque Ambrosio no estaba satisfecho con su padre, no dijo nada. Miró cómo Colin salía de la habitación de Sofía. En la cocina, Sofía todavía estaba ocupada lavando y cortando verduras. Ella no sabía que el padre y el hijo habían estado revisando su habitación. Mientras ella lavaba las zanahorias, Colin rodeó su cintura por detrás con sus brazos. Ella se sonrojó un poco y se negó suavemente. —No me molestes, estoy cocinando. Sus besos cayeron sobre su largo cabello, luego sobre su cara y finalmente sobre sus labios. Debido a que Colin no podía disfrutar al máximo estando detrás de ella, tiró de su brazo e hizo que se pusiera frente a él para probar bien su belleza. Sofía se sintió un poco confundida. ¿Por qué se estaban besando de nuevo? La puso... ¡encima de la mesa! No... No... ¡No! No era ese el momento oportuno. —Bario... Bario sigue aquí —dijo jadeando. Colin la soltó y se inclinó sobre su cuello con la respiración entrecortada. ¡Maldita sea! En aquel momento se arrepintió de haber traído a ese pequeño con él.

Cuando Colin volvió a la habitación lo encontró en la cama de su esposa... durmiendo profundamente. Tenía una dulce sonrisa en su rostro y estaba abrazando la suave muñeca de Sofía. Parecía como si Colin de repente hubiera recordado algo. Cubrió a Ambrosio con una colcha y regresó apresuradamente a la cocina. Allí tomó a Sofía, que estaba a punto de cortar las verduras, para hacer el amor con ella. La cocina tenía un ambiente agradable. Sofía estaba confundida y se preguntó por qué habían comenzado otra vez.

... Colin reemplazó a Sofía en la cocina. Mientras él cocinaba, Sofía dormía profundamente en el dormitorio sosteniendo a su hijo en brazos. Estaba extremadamente agotada por culpa de Colin. Alrededor de las 9 de la noche, Ambrosio, a quien Sofía despertó, estaba felizmente cenando. Él murmuró: —Debo comer más porque Sofía ha cocinado especialmente para mí. Cuando crezca, cocinaré para ella. —¡Qué deliciosa está la comida! —Bueno, ¡estaba más que deliciosa! Ambrosio había probado su amor de madre en la comida que le preparó. Sofía se emocionó por las palabras del niño y cogió un trozo de champiñón para dárselo, "Bario, tu padre... —Deja de hablar y cena —interrumpió Colin. Sofía lo miró con recelo. ¿No podía decirle la verdad a Bario?

Capítulo 231 Fiesta de pijamas Ambrosio no se dio cuenta de que los dos adultos coqueteaban con la mirada. Engulló las gachas rápidamente. Dándose palmaditas en su redondo vientre, se apoyó en el sofá saciado. Vio a Sofía recoger la mesa con una sonrisa, sintiéndose muy feliz de que estuvieran cenando juntos. Después de lavarse las manos, Colin se sentó junto a Ambrosio y dijo de forma desinteresada: —Preparé la cena esta noche. Me alegra que mi hijo la haya disfrutado tanto. Ambrosio miró a su padre con incredulidad y a Sofía, que estaba sonriendo animadamente, con curiosidad. —Tía Sofía, ¿es eso cierto? —Sí, lo es. —Tan pronto como Sofía lo confirmó, Ambrosio se levantó y miró alrededor de la habitación. Sofía le preguntó con curiosidad: —¿Qué estás buscando? —Un cubo de basura. —¿Qué? ¿Por qué buscas un cubo de basura? —¡Voy a vomitar todo! Y después preparas otra comida para mí. —Colin abofeteó a Ambrosio varias veces. Con una sonrisa de preocupación, Sofía rescató al niño travieso de su padre. —Colin es tu padre. A mucha gente le gustaría comer la comida que él cocina, pero no puede. ¿Por qué no quieres comer la comida que hace tu padre? ¿Estás cansado de comerla? Ambrosio fingió limpiar sus lágrimas. —Te equivocas. Tía Sofía, mi padre nunca me ha preparado una comida antes. En realidad, sólo estaba fingiendo. A él le gustaba comer lo que cocinaban su padre y ella. Sofía observó al hombre que miraba su teléfono móvil. Ella sostuvo al pobre niño en sus brazos. —Le diré a tu padre que te prepare más comidas de ahora en adelante. —¡Excelente! —exclamó Ambrosio. —Pero tía Sofía, ¡es una pena que no haya podido probar tu comida esta noche! ¿Puedo venir la próxima vez? —

Ambrosio daba lástima, parecía un niño falto de amor. A Sofía le dolía ver a Ambrosio triste. —Por supuesto, ¡puedes venir en cualquier momento! Aunque deberías llamarme con antelación para que no termines esperándome afuera mucho tiempo. —Está bien, tía Sofía. ¡Te amo! —Ambrosio envolvió sus brazos alrededor del cuello de Sofía y la abrazó con fuerza. Sentado cerca, Colin, observaba el momento íntimo entre la madre y el niño, sonriendo con satisfacción. Después de jugar con Ambrosio un rato, Sofía se fue al baño. Cuando salió, Colin no estaba por ninguna parte. —¿Dónde está tu padre? Ambrosio señaló la cocina. —Está cortando sandía. Eso no se lo esperaba. Le preguntó a Ambrosio con desinterés: —Hace frío afuera. ¿Por qué ha comprado tu padre una sandía? —Sofía, ¿no dijiste que te gustaba la sandía? Mi padre me acompañó al mercado para comprarla. Sofía estaba desconcertada. ¿Cuándo había dicho eso? ¡Ah!, fue cuando estaban comiendo pescado a la parrilla en un restaurante. Sofía abrazó a Ambrosio con fuerza. —Bario, sería maravilloso si fueras mi hijo —le susurró a Ambrosio al oído con miedo de que Colin pudiera escucharlo y enojarse. No quería que él pudiera pensar que estaba planeando alejar a Ambrosio de él. Ambrosio besó a Sofía en la mejilla y susurró: —Tía Sofía, ¿puedo llamarte mamá? A Sofía le pilló por sorpresa. Después de pensar qué decirle, finalmente se dio por vencida. Ella acarició la cara de Ambrosio reconfortándole. —Por supuesto que puedes, pequeño, pero no ahora. Ella no podía aceptar su petición todavía. Si ella no lograba detener la boda de Colin, el niño le estaría mostrando su afecto para nada. Ella no quería hacerle daño. Ambrosio miró a Sofía con decepción mientras se sentaba en sus brazos. — Tía Sofía, ¿puedo intentar convencer a mi padre para que se case contigo en lugar de con Dolores? Si Colin se casara con Sofía, ella se convertiría en su madre. —Espera un mes. ¿Puedes hacer eso por mí, Bario? —Los ojos de Sofía se llenaron de lágrimas mientras apoyaba con ternura su frente contra la de él. Colin salió de la cocina llevando un plato con rodajas de sandía en las manos y les dijo que tomaran algunas. Conteniendo sus emociones, Sofía sonrió tensa y levantó a Ambrosio. — Vamos a tomar un poco de sandía. —¡Bueno! Tía Sofía, ¿puedes darme de comer?

—No. Come tú solo —Colin rechazó la petición de su hijo poniendo el plato sobre la mesa. Ambrosio miró a su padre. —Le pregunté a la tía Sofía, no a ti. —Puedo decidir por ella. —Cogió un trozo de sandía y se lo dio a Sofía. Luego le dio otra rodaja a su hijo antes de tomar una para él. Sofía tenía su atención puesta en Ambrosio. Ella no se dio cuenta de que Colin había escogido el mejor trozo de sandía para ella, pero Ambrosio sí. Aunque solo era un niño de 3 años, era mucho más inteligente que el resto de los niños. Él inmediatamente protestó: —Papá, ¿por qué le diste a Sofía la sandía primero? ¿No debería ser yo el primero? Sofía miró con curiosidad al padre y al hijo. Lentamente se dio cuenta de que Colin le había dado sandía a ella antes que a su hijo. Ella se sonrojó, pero no fue demasiado tarde. Cambió su trozo de sandía por la de Ambrosio. —Bario, toma el mío. Colin le lanzó a su hijo una mirada de advertencia y le regañó: —¿No sabes que las damas van primero? —Bueno. —La arrogancia del niño se desinfló. Sofía se rió a carcajadas. —Vamos, Bario. Te daré de comer. —¡Guau! Ahora Colin regañó a Sofía: —Lo estás malcriando. —¿Cómo? Es sólo sandía. ¿No lo viste antes comiendo solo? Ante las palabras de Sofía, Ambrosio asintió. —La tía Sofía tiene razón. — ¡Sofía era mucho mejor que su propio padre! Con Sofía y Ambrosio a su lado, Colin se quedó sin palabras. Por la noche, Ambrosio no quería que Colin lo llevara a casa. Sofía preguntó: —¿Te parece bien si Bario duerme conmigo esta noche? Colin aceptó rápidamente: —Sí. ——Yo también —añadió después. —¿Qué? ¿Quería decir que él también dormiría en su casa? Al final, los tres se acomodaron como pudieron en la pequeña cama de Sofía. Las quejas ocasionales de Ambrosio se escuchaban en la habitación. —¡Papá, no agarres a Sofía todo el tiempo! Colin ignoró a su hijo. —¿Por qué no te duermes? ¿Quieres que Wade te lleve a casa? Bario se calló de inmediato. No dispuesto a someterse, sostuvo uno de los brazos de Sofía y se quedó dormido lentamente con la cabeza apoyada en su hombro. Sofía y Colin hablaban en voz baja. Sofía preguntó: —Me estoy preocupando cada vez más por Alejandro. ¿Qué más hace además de seguirte en

el trabajo? Colin estaba jugando con su pelo. —Se ocupa de sus propios asuntos. Esa información era inútil. Es como si no le hubiera dicho nada. —¿Puedes ayudarme a persuadirlo para que deje de involucrarse en esas cosas horribles? —Alejandro parecía escuchar a Colin. —¿No puedes prestarme más atención? Sofía sabía que Colin se estaba burlando de ella. —Hay muchas mujeres haciendo fila por tus afectos, todas están dispuestas a cuidarte. ¿Por qué me estás preguntando? —Colin le dio una cachetada a Sofía en represalia. —Permíteme hacerte una pregunta. Ya has conocido a Siria. ¿Por qué no has hecho nada? ¿A qué estás esperando? O ¿de qué tienes miedo? —Colin estaba confundido. Sofía dejó de acariciar la cabeza de Bario. Ella no sabía qué responderle. — Estoy esperando un poco más. —¿A qué esperas?

Capítulo 232 Al borde de la bancarrota —¡No te lo estoy diciendo! —Retorciéndose para librarse de los brazos de Colin, Sofía se dio la vuelta y lo besó. Ella quería que él estuviera satisfecho con el beso y que dejara de hacer preguntas. Lo que ella pudiera contestar podría molestarlo... Para su alivio, su plan funcionó y Colin dejó de preguntar. Colin cedió porque había sentido la incomodidad de Sofía. Él decidió dejar que ella mantuviera su secreto. —Si yo encuentro evidencia de la participación del Clan Pei y el Clan Lien en el crimen, ¿qué pasaría con Mario y Pascua? —Sofía estaba preocupada por la esposa de Pascua, Quintas, quien había sido muy buena con ella. Colin sonrió. —Mario y Pascua serán capaces de protegerse a sí mismos. Ellos tienen sus propias empresas separadas del negocio familiar. —Después de lo que había hecho Colin, el Grupo Pei y el Grupo Lien estaban al borde de la bancarrota. Aunque parecían estar operando normalmente, Jacinto Lien e Ynocente Pei intentaban desesperadamente todo lo posible para prolongar la supervivencia de sus compañías. Por eso Jacinto estaba ansioso de que Colin se casara con Dolores. Pero Pascua y Mario habían ayudado a Colin en su venganza. Mario odiaba tanto a Ynocente, que creía que la muerte era demasiado amable para su padre. Y Pascua tampoco tenía mucha simpatía por Jacinto. Después de todo, él no era el padre biológico de Pascua. Cuando Jacinto y Felice se casaron, Jacinto se halló infértil. Para sostener su poder e influencia, adoptó en secreto a un bebé de un orfanato. Pero años después, Felice quedó embarazada. Ella dio a luz a su hija, Dolores. Desde el nacimiento de Dolores, ella había sido apreciada por la pareja. Todos sus caprichos serían atendidos por sus padres. Al principio, Pascua quería llevarse bien con ella por sus padres adoptivos. Pero después de escuchar las acciones de Dolores, especialmente lo que le había hecho a Sofía, Pascua se sintió profundamente decepcionado. Con el tiempo, su

indiferencia creció, hasta que finalmente él la terminó ignorando por completo. —¿De verdad? No me sorprende que Mario me haya dicho que yo podía hacer lo que quisiera en la compañía. También me aseguró que él vendría en mi ayuda si yo me metía en problemas. —Ella no sabía que Mario tenía su propia compañía. Frunciendo el ceño ante sus palabras, Colin atrapó a Sofía en sus brazos. Encendido por los celos, soltó de repente: —Los padres de Mario son los asesinos de tu madre. Aunque ustedes dos son buenos amigos, él nunca podrá ser tu pareja. A pesar de su amistad con Mario, Colin diría cualquier cosa contra él para mantener a Sofía a su lado. Sofía no dijo ni una sola palabra. Ella tenía sus propias opiniones al respecto. A los ojos de ella, Mario era todavía una figura de hermano para ella, no el hijo de su enemigo. Ella nunca extendería su odio a una persona inocente. Cuando Sofía no respondió, él trató de adivinar lo que estaba pensando y gradualmente comenzó a entrar en pánico. —Sofía, así me ames o no, ¡nunca te dejaré ir! Sofía hizo una pausa. —¿Por qué dijiste eso? Como si alguna vez me hubieras amado. —El corazón de Sofía se estremeció mientras esperaba a la respuesta de Colin. Ella no había escuchado a él decirle que la amaba durante mucho tiempo. ¿Qué diría él? —¿Cómo puedes dudar de mis sentimientos por ti? —Colin nunca había dejado de amarla. Incluso cuando estuvo en Milán durante tres años, Colin había dado muchas visitas al País C para conocer a su maestro, Leandro Bo. Había hablado mucho con Leandro, expresando su amor por Sofía y pidiéndole que la cuidara por él. Y los enredos de Colin con Dolores fueron enteramente por Sofía. Él amaba tanto a Sofía, que haría cualquier cosa para hacerla feliz. Incluso se vengaría de los enemigos de ella en su lugar. Para vengar a Sofía, él había enviado al ex novio infiel de ella al mercado negro y lo vendió a una mina ilegal. Él también se vengaría de Dolores por ella, y enviaría a Ynocente y a Jacinto a la cárcel... Él había planeado esta venganza durante mucho tiempo. Incluso cuando Sofía lo malinterpretó, él no se explicó. Antes de que se conocieran, él se había entregado totalmente al trabajo y rara vez se involucraba en la intriga. Odiaba los problemas y se negaba a participar en cualquier cosa sospechosa. Afortunadamente, Jorge lo compensó. Aunque él había rechazado a muchos socios comerciales debido a sus antecedentes turbios, el Grupo SL continuó prosperando.

Pero ello también significaba que no era bueno para perjudicar a una compañía o conspirar contra varias personas. Él sólo deseaba que su plan saliera bien. No detestaba a Sofía por el odio enterrado en el corazón de ella. Sabiendo lo que le había pasado, él entendía sus sentimientos y estaba dispuesto a ayudarla a hacer lo que ella quisiera. Él también pretendía darle a ella su invitación de boda en persona. Le explicaría las razones por las que se casó con Dolores al mostrarle a Sofía lo que le haría a Dolores el día de su boda. Sofía estaba confundida. ¿Él todavía la amaba? ¿De verdad la amaba? ¿Era su amor por ella tan profundo cómo ella lo sentía por él? Ella no lo creía. —No puedo decir más. Pero, por favor recuerda, Sofía. No renuncies a mí. —Cuando sus ojos se encontraron, Sofía vio el afecto en su mirada. Colin había decidido. Tendría a Sofía de nuevo a su lado después de la boda. Aunque la cama estaba llena, los tres juntos dormían profundamente durante toda la noche. Sabiendo que Colin ya estaba dormido, Alejandro le envió un mensaje a Sofía para decirle que no volvería a casa esa noche. Alrededor de las 6 de la mañana en punto, Sofía se despertó por su alarma. Ambrosio todavía estaba durmiendo, pero Colin se despertó desde el primer sonido. Sentándose en la cama, Sofía se inclinó y le susurró a Colin: —Necesito levantarme. Tú puedes dormir un poco más. Sofía sonrió dulcemente mientras hablaba. Se había despertado por la mañana junto a la persona que ella amaba. Era la vida que había estado anhelando. Colin la jaló de vuelta hacia las sábanas. —No, haré el desayuno. —No, déjame hacerlo. Anoche no cociné para Bario. Tengo que compensarlo por ello esta mañana. —Sofía sonrió al recordar el rostro enojado de Ambrosio. Inclinándose, Colin le susurró al oído: —¿Dónde está mi compensación? Sofía le quitó las manos de encima. Ella lo fulminó con la mirada. —¿No te he compensado ya? ¿No cuenta lo que hicimos en la cocina? Le hacía recordar a ella la vez anterior en Estados Unidos, hacía algunos años. Ellos habían hecho lo mismo en la misma habitación... —¿Y qué si digo que no cuenta? ¿Me compensarías de nuevo? —¡Ni en tus sueños! —Sofía lo besó rápidamente en los labios y saltó de la cama.

De repente, fue tirada hacia atrás. Colin la presionó contra la cama y la besó profundamente. Unos minutos más tarde, se separaron. Colin jadeaba mientras le hablaba a la sofocada Sofía: —Así es cómo debería ser la compensación. De repente, Ambrosio se dio la vuelta y volvió la cara hacia ellos. Sus ojos seguían cerrados. Sofía se quedó inmóvil y lo miró. Después de asegurarse de que Ambrosio seguía dormido, apartó a Colin de ella. —Detente. Necesito levantarme. Puedes abrazar a Ambrosio por mí y dormir un rato. A las 7 en punto, Sofía puso el desayuno en la mesa y fue a despertarlos. Cuando ella regresó a la habitación, Colin ya había ido al baño a lavarse la cara. Ambrosio se veía adorable mientras se sentaba en la cama, un poco aturdido. Justo acabando de levantarse, miró a los alrededores confundido, con el pelo despeinado y desordenado por dormir. Sofía lo levantó. —¡Bario, ya te despertaste! Al ver a Sofía, Ambrosio recordó que la noche anterior se había quedado dormido. Él estaba en la casa de Sofía, y ellos durmieron juntos anoche. — ¡Buenos días, tía Sofía! Dándole un gran abrazo a Sofía, Ambrosio besó su mejilla. —Buenos días, Bario. ¿Quieres usar el baño? —Durante sus últimas dos visitas al Clan Li, se dio cuenta de que el niño tenía la costumbre de usar el baño después de levantarse por la mañana. —¡Sí, por favor!

Capítulo 233 99 Rosas Cuando Sofía llevó a Ambrosio al baño, Colin ya había terminado su ducha y se envolvió con su bata de baño. Al ver su pecho sólido y sus firmes abdominales, ella sintió que sus orejas se ponían rojas. —Vístete. Ya preparé el desayuno. Después de que Sofía ayudó a Ambrosio a vestirse, Colin ya casi había terminado con su desayuno cuando ellos salieron. Sofía recalentó la leche para Ambrosio y se la llevó. —Déjame ayudarte con los huevos duros. Los ingredientes que usaba para hacer el desayuno eran muy limitados. Tuvo que ir al mercado esa mañana para comprar huevos y leche. Ella sólo hacía huevos duros, sándwiches sencillos y albóndigas con poro y huevos. Sofía estaba muy feliz de que Colin se había terminado toda la comida que preparó para él. Colin se limpió la boca y tomó los huevos de la mano de Sofía. —Déjame ayudar a Ambrosio. Ella no rechazó la ayuda, le pareció muy tierno que Colin se ofreciera a ayudar a Ambrosio con su desayuno. Ambrosio pudo conocer el amor de su padre hacia él. Pero Colin le entregó el huevo a Sofía justo después de pelarlo. Mirando a su hijo, dijo: —Las damas primero. El descontento en los ojos de Ambrosio desapareció instantáneamente. — ¡Tía Sofía, tú debes comer primero! Sofía tomó el huevo y lo llevó a la boca de Ambrosio. —Bario, toma un bocado primero. Ambrosio miró a Colin, que estaba pelando otro huevo. Sin levantar la cabeza, Colin dijo: —El huevo de Bario está casi listo. —Quiso decir que Sofía debería comer el huevo primero. Sofía dejó escapar un suspiro. Ella simplemente se rindió y comió primero. Había suficientes huevos para todos. —La próxima vez, Ambrosio debería comer primero. Ser un caballero es bueno, pero también debemos respetar a los

ancianos y cuidar a los niños —dijo Sofía. Colin no estaba de acuerdo. —Es un niño. Debe aprender a ser un caballero. Parecía haber algo mal con la respuesta de Colin. Sofía preguntó: —¿Y si Bario fuera una niña? —En ese caso mi hija sería la más querida. Sofía no respondió. ¡Muy bien entonces! Según un dicho famoso, si una mujer no puede casarse con el hombre que ama, ella reencarnará como su hija en la próxima vida. Sofía tenía la sensación de que Colin consentiría a su hija de la manera en que lo hizo Daniel. ¿Y si... ella le diera una hija? Tal vez Colin estaría tan feliz de que se casaría con ella para que su hija tuviera una familia completa. A Sofía le agradaba esa idea. Le encantó tanto la idea, que comenzó a imaginarse que tenían una hija juntos. Al darse cuenta de la mirada feliz en su rostro, Colin no pudo evitar preguntar con una sonrisa. —¿En qué estás pensando? Estás sonriendo. —Yo quiero... —Se detuvo bruscamente y dijo—. Quiero prepararle a Bario una tortilla francesa en forma de corazón la próxima vez. La sonrisa de Colin se desvaneció cuando descubrió que Sofía estaba pensando en Ambrosio en lugar de él. ¡Bien! La madre y el hijo podían llevar una buena relación. Ambrosio estaba feliz de tener a Sofía cerca. A pesar de la comida sencilla, Colin nunca había visto a su hijo tan feliz durante el desayuno. Colin incluso se sintió un poco celoso de que Sofía y Ambrosio fueran muy cercanos. Después del desayuno, Colin y Sofía llevaron a Ambrosio a la escuela. Sofía no creía que fuera apropiado caminar junto a Ambrosio a la escuela. Colin tampoco le pidió a ella que lo hiciera. Después de que Sofía le dio varios besos de despedida a Ambrosio, Colin lo tomó de la mano y lo llevó a la escuela. Después de dejar a Ambrosio, Colin llevó a Sofía directamente a su oficina. Tan pronto como Sofía salió del auto, alguien la señaló con los dedos. —Ella es Sofía Lo, la persona que estás buscando. El repartidor corrió hacia Sofía y le entregó un ramo de 99 rosas. —Señorita Lo, estas rosas son para usted, por favor firme aquí. ¿Quién le había enviado las flores? Sofía estaba confundida. Mirando las hermosas rosas, recogió la tarjeta que venía con ellas. Ella se sorprendió al ver la firma. Era de Feidi. Pero a ella no le molestaron las rosas de Feidi, estaba preocupada por el hombre que estaba sentado dentro del auto. Podía sentir la ira irradiando detrás de ella. Cerró la puerta en seguida. —Lo siento. No puedo aceptar esto. Por

favor devuélvalas. Gracias. Caminó hacia la puerta rápidamente cuando Colin la llamó por su nombre. —¡Sofía! —Antes de que Colin lo supiera, ya se había bajado del auto y le gritó a Sofía antes de que huyera. —¿Sí? —Se dio la vuelta y miró a Colin con inocencia. No era culpa suya que alguien le hubiera enviado flores. Antes de que Colin pudiera decir algo más, el repartidor corrió hacia Sofía. —Si no acepta las rosas hoy, el remitente le enviará 999 rosas mañana y así todos los días consecutivos, como lo prometió. Sofía se quedó sin habla. Miró a Colin, sintiéndose inexplicablemente culpable. Atrajeron mucha atención debido a la presencia de Colin y al gran ramo de flores. El Grupo Pei y el Grupo SL tuvieron varios proyectos de cooperación. Muchos empleados ya habían reconocido a Colin. —¿Aquel es el señor Li? ¿Es Sofía Lo la mujer que está de pie junto a él? ¿Son pareja ahora? ¿Son las rosas un regalo del Sr. Li para Sofía? —No lo sé. Todavía tenemos tiempo antes de ir al trabajo. Vamos a ver que sucede. —¿No tienes miedo de la mirada asesina del Sr. Li? —No, definitivamente él está mirando las rosas. Tal vez las rosas no fueron enviadas por él.

... Caminando hacia el repartidor, Colin tomó el papel y firmó con el nombre de Sofía con furia. Luego agarró las rosas y las arrojó al asiento trasero del auto. —Un momento señor. Esas no son para usted... Señor... —Dijo el repartidor sin poder hacer nada. Simplemente se quedó mirando a Colin cerrar la puerta del auto. Como el auto era muy caro, no se atrevió a acercarse más. Era un coche de lujo. Incluso un pequeño rasguño le saldría muy costoso. —Dígale al remitente que Colin Li se las llevó. Así que no debe molestarse por enviarle más. Sofía está enamorada de otro hombre, y lo ama hasta morir. El repartidor no sabía qué hacer. Sofía vio a Colin arrojar las rosas en su coche. Bueno, eso le ahorraría

algunos problemas. Colin miraba a Sofía con severidad mientras echaba al repartidor. —Si sigues viendo a alguien más, te encerraré en mi casa y te ataré a la cama. Sofía se quedó sin habla. Ella no había hecho nada. Feidi fue quien le envió las rosas. Por qué Colin estaba hablando como si ella lo hubiera engañado... Colin se subió al auto y se alejó furioso. Sofía se sintió molesta. Caminó lentamente hacia la entrada del edificio y se topó con varias chicas curiosas de su departamento. Le preguntaban con entusiasmo. —Sofía, ¿el Sr. Li te trajo aquí? —¿Las rosas son un regalo de él, o un regalo tuyo? —Sofía, ¿cuándo conociste al Sr. Colin? ¿Están saliendo? ¡Te trajo al trabajo!

... Hicieron todo tipo de preguntas. Sofía sonrió levemente y respondió a todas ellas. —No. Y... Mi auto se averió en el camino, y el Sr. Li iba pasando. No estamos saliendo. Pero nos hemos reunido varias veces por cuestiones de trabajo en viajes de negocios. Puede que las rosas sean un regalo para su prometida. 'Bien. Me he convertido oficialmente en una mujer hipócrita que puede contar un montón de mentiras'. Pensó Sofía para sí misma. En la compañía de entretenimiento Jingguan Feidi estaba escuchando el informe del repartidor por teléfono. Mientras el chico le contaba toda la historia, frunció el ceño. ¿Colin? ¿Qué relación tenía Sofía con él? Colin había afirmado que Sofía estaba enamorada de otro hombre... ¿Acaso se trataba de Colin?

Capítulo 234 Ve a investigar la relación entre Colin y Sofía Esto no era una buena señal. Después de terminar la llamada, Feidi inmediatamente le pidió al asistente que entrara por la puerta de adentro. El asistente entró muy rápido y respetuosamente dijo: —Señor Fan. —¡Ve a investigar la relación entre Colin y Sofía! —Feidi exclamó. El asistente, aunque bastante confundido, asintió y dijo: —¡Entendido, señor Fan! Después de que el asistente se fue, Feidi jugó con el encendedor en su mano y se perdió en sus pensamientos. Era el cumpleaños de Quintas y ella le había pedido a Sofía que asistiera a su fiesta de cumpleaños. Con la intención de asistir a la fiesta, Sofía había guardado sus cosas y salió temprano del trabajo. Ella fue al centro comercial y compró un regalo para Quintas. Mientras estaba comprando el regalo, Sofía se dio cuenta que Dolores, como hermana de Pascua, también estaría en la fiesta de cumpleaños de Quintas. Después de pensar por un rato, sacó su teléfono y llamó a alguien. —He visto que vendes un labial muy popular. ¿Aún lo tienes ahora? Ella estaba hablando con un chico vándalo que había conocido en Milán. Ella sin querer le había salvado la vida, por lo que intercambiaron cuentas de WeChat y se agregaron como amigos. Ella siempre podía ver lo que él vendía a través de sus Momentos. Sin embargo, lo que vendía era... ilegal. —Sí, Sofía. ¿Quieres comprarlo? —Sí. Quiero comprar un lápiz labial. —Muy bien. Dime dónde estás. Puedo enviártelo ahora mismo. Sofía le dijo dónde estaba y luego colgó. Ella se sentó en su auto y esperó a que él llegara. En media hora, él llegó y le dio el lápiz labial. El empaque era lindo. —Gracias. ¿Cuánto es? Puedo transferirte el dinero a través de WeChat. Quirt Zhang, de cabello amarillo, sacudió apresuradamente la cabeza y dijo: —No, Sofía. Ni lo menciones. Toma esto como un regalo de mí para ti.

Sofía le había salvado la vida, por lo que no quería cobrarle el lápiz labial. Luego dijo: —Sofía, no abras este empaque. Serás cautivada con sólo olerlo. —Claro, entiendo. —Sofía de cualquier forma transfirió el dinero a la cuenta de Quirt y dijo: —Deberías aceptar el dinero y comprar algo de comida deliciosa para tu abuela. Sofía y Quirt se habían hablado en varias ocasiones después de haberse hecho amigos en WeChat. Por eso Sofía sabía que él era pobre y tenía que cuidar a su abuela enferma. Al escuchar sus palabras, Quirt no rechazó su dinero. Cuando Quirt vio la cantidad transferida, sus ojos se abrieron exageradamente. —Sofía, has transferido demasiado dinero. Con la mitad de la cantidad es suficiente —dijo. —No importa. Puedes comprar algunos regalos para tu abuela por mí. —Cómo podría hacer esto... —Quirt estaba avergonzado. —El gusto es mío. Tengo otras cosas que hacer. Quirt, así que tengo que irme ahora. Hablamos más tarde. ¡Gracias y hasta pronto! —Sofía regresó dentro de su auto en tacones altos. —De acuerdo... Sofía, déjame llevarte a cenar la próxima vez —dijo Quirt. —¡Por supuesto! Hasta luego —dijo Sofía conduciendo en dirección a la casa de Pascua. Quirt se tomó bastante tiempo en darle el lápiz labial. Así que cuando Sofía llegó a la casa, casi todos los invitados ya habían llegado. La casa había sido decorada en azul y blanco por Pascua. En la pared trasera, había una foto de Pascua y Quintas. Lucían bastante felices. Junto a la foto, había un globo que decía "36 años. —Algunos otros globos decían "Feliz cumpleaños" rodeando la foto. Una mesa larga cubierta de brocado blanco había sido colocada en medio. Sobre la mesa había un gran pastel de cumpleaños azul y blanco de tres niveles. Sofía miró a su alrededor y notó que todo el Clan Lien estaba presente. Incluso Colin, el prometido de Dolores, estaba presente. Él estaba de pie junto a Dolores. Quintas, quien lucía hermosa en un vestido rojo tinto, notó a Sofía entrando a la casa. Ella sonrió suavemente y caminó hacia ella. —¡Sofía, ahí estás! Quintas sostuvo el brazo de Sofía. Sofía sonrió y dijo: —¡Feliz cumpleaños, querida Quintas! ¡Espero que siempre luzcas joven y hermosa! —Felicitando a Quintas, le entregó su regalo. Quintas aceptó felizmente su regalo. —¡Gracias, Sofía! Ven conmigo. Te llevaré a ver a mi padre —dijo Quintas tomando a Sofía de la mano. Quintas la llevó con Salvadora y Leila. Salvadora sonrió en cuanto vio a

Sofía y a Quintas acercándose a ella. —Sofía, qué gusto verte —dijo. —¡Hola, tía Salvadora! ¡Leila! —Sofía saludó a las dos. Al mirar a Salvadora y a Leila, Sofía se esforzó por olvidar lo que había sucedido. Podía sentir que se preocupaban por ella, por lo que no era necesario mantener una distancia con ellas. Leila miró a Colin, quien estaba hablando con el padre de ella. Se había dado cuenta que Colin ya había estado mirado a Sofía varias veces. Ella sonrió tristemente y pensó que era hora de que se rindiera. Así que colocó su brazo alrededor de Sofía y dijo: —Sofía, ven conmigo y saluda a tu tío. Salvadora le dio una palmadita en la mano y dijo: —¡Ve con Leila! —Está bien, tía Salvadora. Nos vemos —Sofía se despidió mientras Leila la llevaba. Sofía también quería hablar con la prometida de Colin y esta era una buena oportunidad para hacerlo. Las chicas caminaron hacia Colin y Manolo, luego se pararon en medio de ellos. Leila colocó su brazo alrededor de Manolo y dijo: —Discúlpeme, padre. Déjame hacer una introducción. Ella es Sofía Lo. Leila continuó empujando a Sofía hacia Colin. Era incierto si lo hizo a propósito. Dolores vio que Sofía y Colin estaban casi juntos. Su rostro se llenó de ira. Intentó atraer a Colin hacia ella, pero Colin, siendo un hombre pesado no se movió. Ella era demasiado débil para empujarlo. Sofía se volteó para mirar a Manolo y lo saludó respetuosamente. —Hola, Teniente General Ji. Soy Sofía Lo. Como no conocía bien a Manolo, no se atrevió a llamar tío a este honorable hombre. Manolo comenzó a reírse alegremente. Le estrechó la mano a Sofía y dijo: — ¡Oh! Los forasteros pueden llamarme Teniente General. Sofía, eres mi sobrina, ¡así que puedes llamarme tío Manolo! Manolo era muy amable. Sofía se sintió un poco aliviada y dulcemente dijo: —Sí. ¡Tío Manolo! —¡Buena niña! —Luego dijo en voz baja: —Si tienes tiempo, ¿por qué no vienes a visitar a mi familia con tu hermano? Realmente quiero ayudarte, pero si no conozco tu situación, ¿cómo puedo hacerlo? —Cuando dijo esto, miró a Colin, quien estaba haciendo girar el vino en su copa. Manolo realmente habló en serio con lo que dijo. Sofía se sintió tan agradecida. —¡Gracias, tío Manolo! Definitivamente te visitaré junto con Alejandro algún día —ella lo tranquilizó. Ella había llamado a Salvadora y a

Manolo tía y tío respectivamente; así que estaba bien visitarlos. —Oh. Si aún te pones de pie en la ceremonia, estaré muy triste —dijo Manolo mirando a Sofía. Esto le causó mucha gracia a ella y a Leila. Leila se rió y dijo: —Sofía, me quedaré en el País A estos dos días. ¿Qué tal si me visitas con tu hermano, mañana o pasado mañana? Le pediré a mi mamá que cocine algo para ti en casa. —Claro —dijo Sofía, encogiendo sus hombros. —Muy bien... Como jóvenes deberían hablar más. Sofía, eres una diseñadora. He oído que hay muchos diseñadores talentosos en la familia de Colin. Tal vez deberías hablar con él sobre esto —dijo Manolo dándole una palmada en su hombro. Ups. ¿Acaso Manolo no sabía de su relación con Colin? Pero, ¿cómo no podía saberlo? Sofía estaba confundida, pero ella asintió y dijo: —Está bien, tío Manolo. Sé que estás ocupado. Puedes irte primero. Hasta pronto. Manolo se retiró. Leila quería irse tomada del brazo de Sofía, pero Sofía de repente miró a Dolores y le dijo: —Señorita Lien, quiero hablar con usted en privado. ¿Podemos?

Capítulo 235 Un regalo inusual '¿Eh?'. Dolores estaba desconcertada. No podía creer que Sofía le estaba sonriendo y proponiéndole una conversación privada. Además, no podía pensar en nada de lo que ella quisiera hablarle. Así que respondió de manera arrogante: —No creo que sea necesario. No tengo nada que decirte. —Luego tomó el brazo de Colin con la intención de irse. —Vamos, Colin, vamos. Antes de que Colin y Dolores pudieran irse, Sofía dijo: —Lamento haber hecho cosas que te ofendieron antes, señorita Lien. Te debo una disculpa. Hoy solo quiero hablar contigo, en privado. Solo nosotras dos. El resto del grupo se sorprendió. Leila no sabía todas las historias entre Dolores y Sofía, pero sabía lo suficiente como para saber que no eran amigas entre ellas. '¿Por qué Sofía de repente querría disculparse con Dolores? ¿Qué está pasando?', pensó en su interior. Dolores, por otro lado, estaba satisfecha y sorprendida por las palabras de Sofía. Apenas tratando de ocultar su satisfacción presumida, levantó la cabeza un poco más alto, sin darse cuenta de la cara oscura de Colin. Colin estaba enojado con Sofía. Él ya le había prometido a ella que siempre estaría a su lado sin importar lo que hiciera. Ahora su oferta de darle una disculpa a Dolores era una traición total a su confianza. Dolores aflojó su brazo del de Colin y se volvió hacia Sofía con una mirada condescendiente. —Bueno, si insistes, supongo que puedo dedicar unos minutos para escucharte. Sofía asintió y luego siguió a Dolores fuera de la sala de estar. Antes de que se fuera, miró hacia atrás y lo miró a Colin. Una mirada con una chispa de... maldad. Colin captó la mirada y se dio cuenta de que no era realmente un llamado a la tregua. Al instante, su estado de ánimo se iluminó y una sonrisa apareció en su rostro. Leila tomó una copa de champán de una bandeja cerca de ella y se acercó a Colin. —Hola, Colin. Mucho tiempo sin verte. ¿Cómo estás en estos días?

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se encontraron. Ella había dejado de contactarlo desde que supo que él estaba enamorado de su prima Sofía. Colin tomó un sorbo de vino tinto antes de apartar la vista hacia el lugar donde Sofía acababa de ir. —Ahora que Sofía está de vuelta, he estado mejor. — Su tono era cariñoso y tierno y no mostraba ningún intento de ocultar sus sentimientos hacia Sofía. Colin se sintió feliz de tener a Sofía cerca. Incluso pelearse con ella lo hacía sentirse vivo. Sin embargo, cuanto más hablaba de su amor por Sofía, más doloroso le resultaba a Leila escuchar eso. Pasó un momento de silencio antes de que Leila pudiera recuperar la compostura y preguntarle: —Si amas tanto a Sofía, ¿por qué sigues con Dolores? —Dolores —se detuvo Colin con sus ojos fijos en el vino tinto mientras la sonrisa en su rostro desaparecía lentamente. —Quiero que no le quede nada finalmente'. Leila era una mujer inteligente. Comprendió de inmediato que había más en esa relación aparentemente floreciente entre Colin y Dolores. También sabía que era hora de sacarse a este hombre de la cabeza y seguir adelante. Así que levantó su vaso para proponer un brindis: —Buena suerte, Colin. Estoy deseando que llegue el día en que me convierta en tu cuñada. Al ver que ella estaba dejando ir el pasado, Colin se sintió reconfortado y le lanzó una mirada burlona: —Oye, tengo un buen número de amigos solteros, ¿quieres que te los presente? ¿Huh, gran estrella? —Me encantaría. Pero solo después de que tú y Sofía vuelvan a estar juntos. —Colin sabía que ella estaba dejando de lado la parte en que ella no se conformaría con otro hombre hasta que viera que él estaba felizmente casado. —Eres una buena chica y te mereces a alguien mucho mejor que yo. —dijo Colin. Leila sonrió: —¿Estás diciendo que no eres un buen hombre? ¿O que Sofía no es tan buena como yo? Me pregunto qué pensaría Sofía sobre eso. Deberías tener cuidado, Colin. ¡Puedo delatarte! 'Ciertamente, Colin se reiría de la broma y la dejaría pasar', pensó ella. Para su sorpresa, Colin parecía haberlo tomado en serio. La miró a los ojos y dijo: — Por favor, no le digas nada de esto a Sofía. Todavía estoy tratando de recuperarla, así que no quiero que nada lo arruine. Aunque le dolía el corazón al oír la confesión, a Leila le divertía la forma en que Colin cayó en su broma. Ella no pudo evitar sonreír: —Está bien, no le diré nada a ella. Por cierto, ¿necesitas ayuda de tu prima Leila?

—No, eso no será necesario. Tú ya estás demasiado ocupada. No quiero que dediques tiempo a esto. Quiero que te cuides mucho. —Bueno... ¡Mira, tu novia está de vuelta! —Leila vio que Sofía y Dolores volvían a entrar en la sala de estar. Mientras esperaban a que las dos mujeres se acercaran, Colin se metió la mano izquierda en el bolsillo y habló en voz baja con Leila: —La próxima vez que veas a Sofía, puedes referirte a ella como mi esposa. Aunque es mi exesposa, no me importaría que omitas la palabra 'ex'. Yo prefiero 'esposa'. Leila sabía que Colin solo tenía a Sofía en su corazón ahora, pero no estaba lista para que él hablara de ello tan abiertamente con ella. Después de un rato, logró contestarle: —¿Realmente tienes el corazón para presumir tu relación feliz delante de mí, una chica pobre que ni siquiera tiene novio? Leila suspiró. Conocía bien a Colin. Era un amante devoto y un hombre confiable. Desafortunadamente, ella no era la única para él. Colin notó la reacción de Leila ante sus palabras. Aunque no quería herir sus sentimientos, decidió ser sincero con ella. Esto podría ser perjudicial para ella en este momento, pero a la larga sería bueno para ella. —Enfréntalo, Leila. Amo a Sofía y me casaré con ella algún día. Si no puedes soportar que la llame 'mi esposa', ¿cómo vas a lidiar con nuestra boda y nuestras visitas a ti como pareja después de que nos casemos? Leila sabía que lo que Colin estaba diciendo era correcto. —¡Está bien, tú ganas! —Leila sintió una oleada de sentimientos encontrados. Estaba triste porque tenía que dejar ir a este hombre al que había amado durante tanto tiempo. Mientras tanto, también se sentía feliz de que Colin todavía pudiera tratarla como a una amiga verdadera, sin importar el pasado de ellos. Después de que Sofía y Dolores habían salido de la sala de estar, habían ido a una de las habitaciones de huéspedes en el primer piso. Tan pronto como cerraron la puerta y se sentaron, Sofía sacó el lápiz de labios de su bolso. — Señorita Lien, admito que he hecho cosas en el pasado que te han ofendido. Lo siento mucho por eso. Ahora solo quiero que las cosas salgan bien. Aquí hay un lápiz labial que compró uno de mis amigos en Milán. Esta marca se está convirtiendo en un verdadero éxito allí. Espero que lo aceptes como un regalo y dejes que lo pasado, pasado está. —dijo Sofía, ofreciéndole el paquete bonito a Dolores. Aunque llena de alegría, Dolores todavía sospechaba de la sinceridad de Sofía. Analizó la mirada culpable en el rostro de Sofía y lo olfateó: — ¿Realmente crees que un lápiz de labios puede arreglar las cosas entre nosotras? —Bien, pronto te convertirás en la señora Li. Por supuesto, este pequeño lápiz labial de un millón de yuanes no significa nada para ti. Cometí un error.

¡Debería haber pensado en un regalo más apropiado! —En realidad, el lápiz de labios no valía un millón de yuanes. Sofía acababa de gastar unos cuantos cientos de yuanes por él. Sin embargo, tan pronto como Dolores escuchó que el lápiz de labios costaba un millón de yuanes, sus ojos se iluminaron. Tratando de reprimir su entusiasmo, ella exhibió una resistencia deliberada mientras extendía su mano para tomar el lápiz labial. —Bueno, me alegro de que te hayas dado cuenta de tus errores. No soy esa clase de persona a la que le gusta guardar rencor, así que aceptaré tus disculpas. Sofía sonrió y sacó una toallita de su bolso. Se lo entregó a Dolores y le dijo: —Recuerdo que al señor Li le gusta especialmente que las mujeres usen lápiz de labios de color rosa. Deberías probarlo de inmediato. Dolores no planeaba probarse el lápiz de labios nuevo en este momento. Pero cuando escuchó que a Colin le gustaba el rosa, tomó el paño pequeño y se quitó el lápiz labial rojo que llevaba puesto. Se acercó a un espejo y abrió el lápiz de labios, que en realidad era rosa y se pintó los labios. Sofía cambió sus expresiones para mostrar envidia y dijo: —¡Te ves tan hermosa, señorita Lien! No es de extrañar que tanto el señor Li como Paulo estaban rendidos a tus pies. —Sofía luchó por reprimir sus verdaderos sentimientos mientras le hacía el cumplido. Dolores guardó el pintalabios con una sonrisa satisfecha. —¿Oh, en serio? ¡No lo sabía! Vamos, salgamos de aquí. ¡Quiero que mi querido Colin me vea con mi nuevo color de labios! —Esperaba que Colin la besara en esos labios rosados o tal vez, incluso pasara la noche con ella... Incapaz de esperar un minuto más, Dolores abrió la puerta y salió. Al ver que ella se había ido, Sofía se apresuró a cubrirse la nariz y la boca con las manos para dejar de inhalar más el olor feo del lápiz de labios. Quería lavarse la cara con agua fría, pero no quería perderse el espectáculo que había planeado para Dolores. Así que salió de la habitación. Cuando entraron en la sala de estar, Dolores vio que Colin y Leila la estaban pasando bien riéndose y hablando. Sintiéndose celosa, aceleró su paso. Mientras deslizaba los brazos hacia los de Colin, dijo: —¡Hola, Colin! ¿De qué estaban hablando ustedes dos? Colin notó que Dolores estaba usando un lápiz labial nuevo. Pensó que Sofía podría tener algo que ver con eso. De pie junto a él, Dolores se emocionó al ver que el lápiz de labios nuevo funcionaba. Colin parecía incapaz de apartar los ojos de sus labios. Sonrojándose de placer, le levantó un poco el mentón. —Estoy usando un

lápiz de labios nuevo. ¿Te gusta, Colin? —Le preguntó. Detrás de Dolores, Sofía asintió frenéticamente para darle una señal a Colin. Colin lo entendió. Puso una mano debajo del mentón de Dolores para ver mejor sus labios: —Sí, me gusta. —Mientras decía esto, se inclinó hacia delante y le susurró al oído a Dolores: —¡Me gusta tanto que quiero besarte ahora mismo! La cara de Dolores se sonrojó. Ella le susurró: —¡Espera hasta más tarde, Colin! Mi mamá nos ha preparado una habitación, deberíamos quedarnos ahí esta noche, ¿de acuerdo? —Está bien, siempre y cuando te haga feliz. —Colin soltó su mentón con una sonrisa.

Capítulo 236 El singular espectáculo de Dolores Sofía se alegró de saber que su plan había tenido éxito, pero cuando vio que Colin y Dolores se mostraban cariñosos el uno con el otro, le resultaba difícil sonreír. Como no quería ver más a Colin, se fue a la sección de pastelería para comer algo. Cuando comenzó el espectáculo, Colin hablaba con Pascua. Con el rostro enrojecido, Dolores soltó el brazo de Felice e involuntariamente se levantó el vestido. Esa noche, Dolores llevaba puesto un vestido de noche de color lila y un chal blanco sobre los hombros. Al momento se le cayó el chal al suelo. Felice, que hablaba felizmente con una señora de dinero, no notó nada extraño en su hija. La gente se sorprendió al ver a Dolores. Para alivio de todos, se agachó y recogió su chal, pero aún no había terminado. Después de poner el chal en una mesa de al lado, empezó a acariciarse el cuello indecentemente. Parecía una danza erótica. Todos permanecieron en silencio, estupefactos. Luego sus manos bajaron por su cuello... Los invitados que bebían vino se atragantaron observando la escena. —¡Oh, Dios mío! ¿Qué está haciendo Dolores? —¡Se está toqueteando en público! ¡Qué mujer tan descarada! —¡Incluso se subió el vestido! La gente susurraba y se reía ante tal panorama. Cuando Dolores se movía de manera más sensual, los hombres no podían apartar los ojos de ella. Hasta que la mujer con la que Felice estaba hablando miró fijamente a Dolores escandalizada, Felice no se dio cuenta del comportamiento inusual de su hija. Felice estaba horrorizada. El comportamiento de su hija era extremadamente obsceno. Todos estaban hablando de Dolores, lanzando miradas críticas y señalándola por el ridículo que estaba haciendo. Ruborizada, Felice corrió

rápidamente para agarrar las manos de su hija. —Dolores, ¿qué estás haciendo? Dolores no le prestó atención. Ella gimió lentamente: —Necesito un hombre... Felice se dio cuenta de que algo le ocurría porque su cara tenía un color rojo alarmante. Con pánico llamó rápidamente a Colin. —¡Colin, por favor, lleva a Dolores a la habitación inmediatamente! Colin ya se había percatado de la vergonzosa conducta de Dolores, pero él fingió que no pasaba nada mientras la sostenía. —¿Qué ocurre, Dolores? Al sentir el olor de un hombre, ella le rogó a Colin: —Colin, te necesito... Por favor... Ayúdame con esto... Dolores miró a Colin con deseo. Los invitados que estaban cerca de Colin se taparon la boca escandalizados. ¡Quién creería que Dolores era una mujer tan lujuriosa! Felice estaba avergonzada. Para evitar que su hija volviera a decir algo más, la llevó a un dormitorio y le pidió a Colin que la acompañara. Fue un alivio para Felice ver a Colin y Dolores entrar al dormitorio que había preparado con antelación, pero de igual modo el comportamiento de su hija ya había arruinado su imagen. Ese pensamiento hizo que Felice rechinara los dientes con ira. ¿Qué le había pasado a su hija? Nada más entrar en el dormitorio sintieron un olor intenso. Colin miró a su alrededor con desconfianza y encontró un quemador de incienso en la esquina. Mientras estaba distraído, la mujer que tenía en sus brazos agarró con avidez su ropa. Colin la empujó y ella se cayó al suelo. Él sacó su teléfono móvil y marcó un número. Corrió hacia la ventana y susurró: —Entra. ¡Ten cuidado de que no te vean Felice y Jacinto! Dolores trató de levantarse agarrando a Colin. Cuando él se dio la vuelta, ella agarró su cinturón y lo desabrochó. Colin realmente quería patearla, pero cuando levantó el pie sintió un mareo. ¿Qué estaba pasando? De vez en cuando, Sofía observaba las habitaciones del primer piso. ¿Por qué Colin seguía adentro? ¿Estaba teniendo sexo con Dolores? Ella se puso pálida solo de pensarlo. No, ella no podía permitir que eso sucediera. Sofía sacó su teléfono y llamó a Colin. La llamada entró rápidamente y pudo escuchar a Colin jadeando. —Hola. Era obvio que algo no iba bien. La mente de Sofía se quedó en blanco. Ella dijo con inquietud: —Colin, tú... ¿Qué estás haciendo? Tenía la intención de decirle a Colin que saliera rápido, pero parecía que ya

era demasiado tarde. Colin puso su mano sobre el alféizar de la ventana tratando de aguantar el malestar que invadía su cuerpo. Parecía saber lo que había sucedido. — ¡Espérame en la Mansión Cercis Chino! —dijo inmediatamente. Sofía no estaba segura de si ya habían comenzado. —Colin, ¡sal ahora! Se suponía que el lápiz labial provocaba que las personas que se lo aplicaban perdieran el control, haciéndoles hacer cosas que jamás habrían hecho por voluntad propia. Pero esto no tenía nada que ver con Colin. ¿Colin la besó? Él colgó directamente el teléfono y apartó a Dolores. Cuando un hombre entró, le dijo: —Ven y sustitúyeme. Sofía no sabía qué hacer. Unos minutos después se encontró con Quintas. — Prima, me tengo que ir ahora. Hay algo que necesito resolver. Quintas preguntó: —¿De trabajo? ¿No está Mario en la oficina? —Mario tenía la intención de ir esa noche, pero algo terrible sucedió en la compañía y lo estaba solucionando con Ynocente. Sofía negó con la cabeza. —No, es personal. Al mirar la cara pálida de Sofía, Quintas preguntó: —¿Estás enferma? Antes de que Sofía pudiera responder, vio a un hombre caminando hacia la puerta trasera. Su instinto le dijo que era Colin. Rápidamente respondió: —No... No te preocupes, estoy bien. —Bueno, ¡ten cuidado en la carretera! —¡Adiós! En pánico, Sofía corrió hacia la puerta en tacones. ¿Por qué salió Colin? ¿Significaba que no había pasado nada entre Dolores y él? Cuando salió, el Cayenne negro acababa de irse. Sofía se subió rápidamente a su auto y lo siguió a la Mansión Cercis Chino. Sofía se había gastado más de cien mil en su auto y Colin un millón en el suyo. Su coche no podía compararse con el de Colin, pero intentó seguirle el ritmo. Cuando abrió la puerta de la Mansión Cercis Chino, Colin llevaba esperándola más de diez minutos. Las luces estaban apagadas en la sala de estar. Cuando Sofía cerró la puerta y fue a encenderlas, una figura corrió hacia ella y le dio un beso abrumador. Oliendo el familiar aroma de Colin, Sofía suspiró aliviada. Pero algo le sucedía y solo había una posibilidad. Le preguntó a Colin con tono de urgencia: —¿Besaste a Dolores? Si Colin hubiera besado a Dolores, el veneno de su lápiz de labios se lo habría pasado a él. —No, ¡no la besé! —Desbordado por la intensa excitación, Colin no le dio la

oportunidad de hablar. Parecía que quería consumirla. Sofía tuvo una noche de pasión con Colin. En la villa de Pascua, muchas personas suponían que ni Dolores ni Colin habían salido del dormitorio. Después del banquete, Felice corrió a una habitación del primer piso y escuchó movimientos en el interior. Los movimientos... El sonido de unos movimientos bruscos resonaba en la habitación. Aunque Felice se había sentido humillada, todo estaría bien si su hija hubiera conquistado a Colin y se hubiera convertido en su esposa. Una vez que su hija fuera la esposa de Colin, nadie se atrevería a hablar sobre este asunto. En el camino de regreso le preguntó a Jacinto: —Algo no está bien. ¿Quién drogaría a Dolores? Felice no culpaba a la persona que había drogado a su hija. Por el contrario, el culpable le había hecho un favor. En ese momento estaba más preocupada por llevar a Colin al dormitorio que por saber quién había sido. —¿Fue Sofía Lo? —Solo podía ser ella.

Capítulo 237 Atrapado por el Clan Lien Felice negó con la cabeza. —No es probable. La última vez, Colin te dijo que estaba con Alejandro y Sofía cuando ocurrió el otro incidente, y juró que no tenía nada que ver con los hermanos Lo. No creo que ella tenga el descaro de hacerlo de nuevo. Tal vez Sofía se enteró de que Colin está apoyando a Dolores. Ella ya no se debería atrever a ir contra Dolores. Jacinto frunció el ceño. Él tendría que esperar hasta mañana para preguntarle a su hija. Jacinto también estaba preocupado por algo. —¿Por qué al final desapareció Sofía? —Oh, le pregunté a Quintas sobre eso. Al parecer, Sofía tuvo que irse temprano para encargarse de algo. —Dijo Felice. —Colin y Dolores han estado por mucho tiempo en la habitación desde que Sofía se fue. —Desde que Sofía se había ido, Felice no creía que ella estuviera con Colin. Él todavía estaba en la habitación con Dolores. Mientras Colin y Dolores pasaran la noche juntos, a Felice no le importaba a dónde se fuera Sofía. Jacinto no pudo evitar sentir que todavía había algo mal. —¿Estás segura de que Colin y Dolores son los que están en esa habitación? —¡Por supuesto! Yo personalmente vi a Colin llevar a Dolores a la habitación donde encendí el incienso. La potencia de las drogas en esa habitación afectarían a Colin tan rápidamente que él no sería capaz de irse. — Felice estaba bastante segura de sí misma. Ella les había explicado a los invitados que la razón detrás del extraño comportamiento de Dolores era que ella estaba jugando un juego con su prometido. Siempre y cuando Colin tuviera relaciones sexuales con Dolores, su hija definitivamente sería la esposa de Colin. El título 'señora Li' no pertenecería a nadie más que a ella. —De ahora en adelante trata mejor a Quintas. La compañía de Pablo ha estado prosperando recientemente. Aunque obtendremos el apoyo de Colin, sería

mejor si tuviéramos a Pablo de nuestro lado. —Dijo Jacinto. Pero él no le dijo a Felice que su compañía había estado endeudada desde hacía algunos meses. La única idea que se le ocurrió fue conseguir que más socios comerciales lo ayudaran. Felice menospreciaba al Grupo Ji. Ella solo contaba con Colin para lograr sus sueños. —Ya tenemos a Dolores. Pascua no es nuestro hijo biológico. ¿Por qué deberíamos tratar bien a su esposa? Ella no creía que fuera necesario complacer a la esposa de un hijo adoptivo. Cuando ella no tenía a Colin, tenía que complacer a Quintas por Pablo Ji. Pero ahora, Colin era su yerno. Además del Grupo SL, Colin también era miembro de una familia prestigiosa. Más importante aún, Colin se llevaba bien tanto con la mafia como con el gobierno. Felice sentía que valía más la pena complacer a Colin. Si Dolores diera a luz a un niño, dejarían que su nieto desplazara al bastardo de Ambrosio. Entonces su nieto heredaría la riqueza de Colin. Felice se emocionó con la idea. Poco sabía ella que su orgullo y codicia la llevarían a la ruina.

... Fue una noche loca tanto en la mansión Mansión Cercis Chino como en la finca de Pascua. Cuando Sofía se despertó a la mañana siguiente, Colin se había levantado y se estaba lavando la cara en el baño. Cada rincón de su cuerpo estaba extremadamente adolorido. Sofía se incorporó lentamente con frustración. ¿Por qué ella lidió con la carga que se suponía que Dolores sufriría? ¿Cómo fue Colin también afectado por el afrodisíaco? ¿Qué parte de su plan salió mal? Sofía entrecerró débilmente los ojos al mirar a Colin salir del baño. Colin parecía refrescado. Él se inclinó hacia delante y besó sus labios. — ¡Buenos días, cariño! —Dijo él. Sofía estaba sorprendida. ¡Tenía que admitir que la voz de él era tan jodidamente agradable! Ella dijo débilmente: —¿Qué te pasó anoche? —Para cuando Colin

finalmente la sacó del baño, ya estaba la luz del día. —Me atrapó la familia Lien. —Dijo Colin. Él llamó a Wade para que viniera y tomara una muestra de sangre. Wade llevaría la sangre de Colin a un hospital para ser examinada. —¿De verdad? —Sofía preguntó con recelo. —¿Estás seguro de que no besaste a Dolores? —Sofía estaba celosa. Había una sonrisa en los ojos de Colin. —Estoy definitivamente seguro. Dolores estuvo tendida en el suelo todo el tiempo. Sofía se mordió el labio y confesó con cautela: —Entendiste mal. Le di a Dolores un pintalabios afrodisíaco. Si no la besaste, entonces debiste haber olido su pintalabios. Debe ser por eso que tú y Dolores fueron afectados juntos por el afrodisíaco. Sofía no creía que Dolores y su familia estuvieran detrás de esto. ¿O fue una coincidencia? Cuando ella le dio a Dolores el pintalabios afrodisíaco, ¿acaso la familia de Dolores también drogó a Colin? Sofía no creía que tal coincidencia fuera posible. Pero Colin ya lo sabía. ¿Por qué Sofía se disculparía con Dolores y la complacería en la fiesta de anoche? El objetivo de Sofía era dejar que Dolores quedara como tonta en público. Él se dio cuenta del objetivo de Sofía cuando notó su sonrisa conspirativa en el momento en que ella se alejó de Dolores. Colin hallaba la actuación de Dolores anoche realmente maravillosa. Anoche, había algunos hombres detrás de Colin babeando por Dolores. Él inmediatamente perdió el apetito cuando lo escuchó. Colin acarició el cabello de Sofía mientras explicaba: —No eres tú. No toqué a Dolores. —Pero... ¿Alguna vez la has tocado? —Preguntó Sofía, colocando la mano de Colin en su mejilla. Colin se inclinó más cerca hasta que estuvieron a menos de una pulgada de distancia. —Por supuesto que no. Sofía era la única mujer con la que él había estado. Ella era su primera y ella sería la última. Sofía le dio una dulce sonrisa y lo besó profundamente. —Eso es bueno. —Sofía, tengo algo importante que decirte. —¿Hmm? ¿Qué? —Preguntó Sofía. —Son las once en punto. Has estado ausente del trabajo toda la mañana. — Debido a las drogas, Colin se acostó con Sofía y no se despertó hasta ahora. —¡Oh Dios mío! ¿Por qué no me lo dijiste antes? —Alejándose de Colin,

Sofía inmediatamente se quitó la colcha para ponerse los zapatos. Colin sonrió y apoyó la palma de su mano en la espalda de ella. Él preguntó: —¿Alguna vez has considerado cambiar de trabajo? Sintiendo su cálido aliento revoloteando en su oído, Sofía se sonrojó. —No, no he... No puedo cambiar mi trabajo en este momento... —Respondió ella. No hacía mucho, Sofía descubrió algo acerca del negocio de Ynocente. Los fondos de la compañía parecían estar escasos recientemente, por lo que él estaba ocupado obteniendo préstamos de diferentes bancos. También descubrió un orfanato del Grupo Pei que se rumoreaba por maltrato infantil y mal manejo de las donaciones. Pero ella no tenía pruebas. —¿Estás esperando a que el Grupo Pei se declare en bancarrota? —Tan pronto como Colin habló, las piernas de Sofía se debilitaron y sus rodillas se doblaron. Colin la atrapó de inmediato. Sofía miró fijamente a Colin con insatisfacción mientras él sonreía con arrogancia. —Si sigues con esto todas las noches, ¡trabajaré en el Grupo Lien después de que el Grupo Pei se vaya a la quiebra! ¿De verdad? Levantando las cejas, Colin dijo: —Entonces dejaré que el Grupo Lien y el Grupo Pei se vayan a la quiebra juntos. —¡Iré al Grupo Ji! —También haré que se vayan a la quiebra. —Encontraré un trabajo en el Grupo Zhang, el Grupo Li y el Grupo Zhao... Colin dijo con confianza: —Los llevaré a todos a la bancarrota. Sofía estaba impresionada. —¡Colin, no sabía que eras bueno para fanfarronear! —Sofía no le creyó porque no sabía nada sobre el poder ni la riqueza de Colin. Colin sonrió sin molestarse en corregirla. Observó a Sofía mientras se vestía e iba al baño. Eran las once y media cuando salieron. En su camino para encontrar algo para comer, Sofía llamó a su gerente para explicarle su ausencia del trabajo y se tomó el resto del día libre. —¿Cuáles son tus planes para esta tarde? —Preguntó Colin. Él hábilmente controlaba el volante mientras le echaba un vistazo a Sofía. Apoyándose con cansancio contra la ventana, ella respondió: —Dormir. Él debió haberla dejado quedarse en la cama y haber ordenado el almuerzo para ella. —¿Qué quieres para almorzar? —Tú decide. Yo sólo quiero llenar mi estómago. —Sofía estaba tan hambrienta que podía comerse a una vaca entera. —Vamos al supermercado. —Decidió Colin. —¿Por qué vamos allí? —Sofía estaba confundida.

—Compraré algunos ingredientes, así puedo cocinarte una comida. —Dijo Colin. Dado que Sofía no iba a trabajar esta tarde, él tampoco lo haría.

Capítulo 238 Una vez que esté segura Sofía negó con la cabeza. —Puedo comer cualquier cosa. ¿No estás ocupado con el trabajo? No tienes que quedarte conmigo. —¿Te mencioné que quiero quedarme contigo? —Colin bromeó con una sonrisa. Como él lo esperaba, Sofía se sonrojó avergonzada. —¡Oh, parece que me estaba halagando! Colin no pudo evitar echarse a reír. —Quiero quedarme contigo. —Sofía puso los ojos en blanco. Fueron al supermercado. Pero como Sofía se sintió extremadamente letárgica, no salió del auto. Colin regresó tan pronto como terminó de comprar. Cuando llegaron a la Mansión Cercis Chino, Colin pateó la puerta del dormitorio para abrirla mientras sostenía a Sofía y llevaba una bolsa plástica en los brazos. La acomodó en la cama. Cuando Colin terminó de preparar el almuerzo, era más o menos la una de la tarde. Fue a la habitación para despertar a Sofía. Parecía estar aturdida todo el tiempo mientras estaba almorzando. Sofía rápidamente terminó su comida y corrió a la habitación después de limpiarse los labios. Colin sonrió mientras miraba su figura en retirada. Era tan delicada, parecía que necesitaba hacer más ejercicio. Por la tarde, Colin apagó su teléfono celular y se acostó con Sofía entre sus brazos. En la mansión de Pascua Cuando Dolores se despertó, se encontró sola con los sirvientes en la casa. Mirando las marcas en su cuerpo, recordó a Colin y no pudo evitar reírse en voz alta. Pero se sintió extraña cuando se dio cuenta de que Colin no estaba presente. Ya que dormían juntos, suponía que Colin la trataría mejor. Después de llamarlo, descubrió que su teléfono estaba apagado.

'¿Se quedó sin batería?', pensó. Sin pensarlo mucho, abandonó la mansión de su hermano después de lavarse. En la mansión de la familia Lien Dolores se veía radiante cuando entró. Felice tomó la mano de su hija y dijo: —¿Cómo te fue? ¿Tuviste... ? Dolores asintió tímidamente. —¡Mamá, lo hice! Felice aplaudió con las manos de alegría. No había estado tan emocionada durante mucho tiempo. Pero su rostro de repente se volvió sombrío. —¿Qué pasó contigo anoche? ¡Estaba tan avergonzada! Ante el recordatorio de su madre, Dolores recordó las cosas extrañas que hizo. Pero ella tampoco tenía ni idea. —No sé lo que me pasó. ¿Alguien puso alguna droga en mi bebida? Una cosa era cierta. Alguien tenía la intención de avergonzarla. —¿Podría haber sido Sofía? —Preguntó Felice. Sofía fue la primera sospechosa en la que pensó porque también estuvo presente anoche. No podía ser nadie más que ella. De repente, recordando algo, Dolores apretó los dientes y sacó el lápiz de labios de su bolsa. —Debe haber sido Sofía. ¡El lápiz de labios que me dio fue alterado! —¿Ella te dio un lápiz labial? —Felice se sorprendió. No creía que Sofía fuera tan amable para darle un regalo a su hija. Dolores sacó su teléfono y siguió escaneando el lápiz de labios en busca de un código QR, pero no se escaneaba nada. Había caído en la trampa de Sofía. — ¡Mamá, ella debe haber puesto algo en el lápiz labial! Hizo todas esas cosas escandalosas inmediatamente después de usarlo. —Está bien. Apuesto a que Sofía nunca esperó que esto causara que Colin se metiera en tu cama. ¡Puede que tengas que agradecerle por eso! —¡Sí, realmente debería agradecérselo! La madre y la hija se rieron alegremente. —La dejaré ir esta vez. ¡Pero se dará cuenta de lo que vendrá cuando Colin y yo nos casemos! —¡Después de que te conviertas en su esposa, Colin arreglará las cosas, incluso si contratas a alguien para que la mate! —¡Seguro! ¡Mamá, la droga que me diste realmente funcionó! —Dolores se sonrojó al recordar lo galante que fue Colin la noche anterior. —¡Por supuesto! Colin no pudo conectarlo con nosotras, incluso si fue al hospital para comprobarlo. Ven, vamos de compras. Estoy de buen humor, ¡te compraré varios vestidos caros! —Las dos mujeres tomaron sus bolsos y salieron.

El cielo se oscureció. En la Mansión Cercis Chino, Sofía abrió gradualmente los ojos y sintió un pecho fuerte que presionaba contra su espalda. '¿Qué? ¿Colin estaba aquí?', pensó en su interior. Se dio vuelta en silencio y encontró a Colin que miraba su celular. Al darse cuenta de que Sofía se había despertado, cerró la aplicación y bloqueó la pantalla. —¿Estás despierta? —Sí. ¿Qué hora es? —Como había dormido bien, probablemente no podría dormir mucho esa noche. —Son las seis. ¿Quieres levantarte? —Colin le besó el pelo largo. Sofía se frotó los ojos. —Sí. Le prometí a Alejandro que saldríamos de compras esta noche. —Siempre se preocupaba por su hermano porque el chico no sabía cómo cuidarse solo. Colin frunció el ceño. —¿Por qué no me compras ropa? Sofía quería decirle que él tenía una prometida. Pero como estaban teniendo un momento maravilloso, ella no quería arruinarlo. La chica envolvió sus brazos alrededor de su cuello. —¿Realmente quieres ropa nueva? ¿Qué tal si te hago algo? Colin asintió. —¡Eso sería bueno! Quiero que lo diseñes y lo hagas tú misma. Y quiero que sea único. Eso no debería ser un problema para una diseñadora como tú. —¡Bueno! Volveré a casa esta noche y deberías pasar más tiempo con Bario. —Como Colin estaba ocupado con el trabajo todos los días, Ambrosio debía sentirse muy solo. —Bueno. —Colocando su palma sobre su estómago, Colin le susurró al oído: —¿Hay alguna señal de...? Sabiendo lo que quería decir, Sofía se sonrojó. —No lo sé. ¡Te lo diré una vez que esté segura! Colin le dio un beso apasionado. —Deberías mudarte aquí. No está lejos de tu oficina. La mansión Rosebud estaba mucho más cerca del Grupo Pei que su casa. —Um... ¡Depende de tu comportamiento! —Su respuesta lúdica fue el tipo de cosas que Colin solía decirle. Colin se rió. —¡Chica traviesa! ¿Quieres ir por otra ronda? Sofía rogó rápidamente por misericordia. —Por favor, no, señor Li. ¡El suelo se arruinará si sigues arando! Colin estaba extremadamente complacido con su respuesta. Bromeó: —¿De verdad? Pero nunca he oído hablar de un suelo excesivamente cultivado, solo de ganado extenuado.

Los ojos de Sofía se ensancharon. —Dios, mejor me callo. ¡Me voy a levantar! —Cuando se trataba de chistes obscenos, ella no era rival para un hombre tan experimentado. Colin le besó la nariz y deslizó las manos por todo su cuerpo. Él la soltó a regañadientes cuando ella le rogó que lo hiciera. Al salir de la Mansión Cercis Chino, Sofía llamó a su hermano. Decidieron encontrarse en la entrada del centro comercial. Cuando Colin la dejó en el centro comercial, se despidieron con un beso antes de separarse. El Cayenne se alejó. Sofía entró al lugar con una sonrisa alegre en su rostro. Si dejaba de pensar en cosas estresantes como el matrimonio inminente de Colin con Dolores, se daba cuenta de que vivir con Colin la hacía sentir maravillosa... Cuando Alejandro llegó, encontró a Sofía que miraba fijamente el mostrador de joyas. Estaba pensando en el anillo que Colin le dio. —¿Te decidiste por algo? ¡Te lo compraré! —Le dijo Alejandro. Siguiendo su mirada, vio que ella miraba las joyas de diamantes. Sofía salió de su aturdimiento y negó con la cabeza. —No, acabo de recordar algo. Vamos, déjame comprarte algo de ropa. —¡Hermana, no dudes en decirme si ves algo que te gusta! —Además del dinero que Colin le prestó, había ganado bastante por sí mismo.

Capítulo 239 Oye, belleza, ¿estás sola? Sofía asintió y dijo con voz suave: —Está bien. Antes de abandonar el mostrador de joyas, Alejandro miró de nuevo el mostrador de diamantes. Se dio cuenta de que Sofía solo llevaba joyas de plata simples en el cuello y la muñeca. Quería que ella usara joyas más caras ya que sabía que se vería más sofisticada con eso. Sabía que nunca le había comprado nada a su hermana. Esa era la razón por la que le había preguntado si había algo que le gustara. Hoy era el momento en que tenía que tratar a su hermana como a una princesa. Luego se dirigieron a la sección de ropa. Después de que Sofía eligió varios conjuntos de ropa y unos pocos pares de zapatos para Alejandro, pagaron por todo y salieron del centro comercial con muchas bolsas de compras en sus manos. Alejandro puso toda la ropa y los zapatos que compraron en el maletero del Cadillac deportivo utilitario que le había dado Colin. —Sofía, ¿qué deberíamos elegir para cenar? ¿Qué tipo de comida quieres comer? —Dijo Alejandro mientras estaba ocupado colocando la ropa dentro del maletero. Sofía lo pensó por un momento y luego sugirió con voz emocionada: — Vamos a los puestos de comida callejera. Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que comimos en esos lugares. Sería maravilloso comer ahí de nuevo. Cuando todavía estaba saliendo con Colin, nunca iban al puesto de comida callejera. Los restaurantes a los que iban a cenar eran siempre muy lujosos. Por supuesto, ese era Colin. Siempre pensaría que la comida callejera estaba sucia. Por eso, Sofía no había comido comida de ese tipo hace mucho tiempo. —Bien entonces. Conozco un lugar pequeño al lado de la calle Kaixuan y ahí hacen las mejores barbacoas y brochetas de carne asada. ¡Vamos! —Alejandro respondió con una voz igualmente emocionada. Luego se subieron rápidamente al auto y salieron del centro comercial. A principios del invierno, pocas personas irían a los puestos de comida debido al clima tan frío. Bajo una gran carpa roja, había unas pocas mesas y solo dos de ellas estaban ocupadas con clientes.

Una pareja estaba sentada en una mesa y varios hombres estaban amontonados en otra. Alejandro de repente se alertó, ya que parecía que los hombres eran mafiosos del vecindario. Se podría decir que podrían ser hombres peligrosos porque tenían cadenas gruesas de oro, tatuajes en la frente y en el cuello... También decían muchas malas palabras y maldiciones en su conversación. Alejandro estacionó el Cadillac en el costado de la calle. Debido a lo elegante que era el auto, se veían fuera de lugar en las calles concurridas y revueltas. Atrajeron mucha atención justo después de que Sofía se bajó del auto. Sofía y Alejandro encontraron un lugar relativamente tranquilo en un rincón alejado de la multitud. La chica se sentó de espaldas a los curiosos, mientras que Alejandro se sentó frente a Sofía. El puesto callejero era propiedad de una mujer. Amorosamente llevaba a su hijo dormido en sus brazos. Sofía pensó que la mujer se veía muy agotada. Para ganarse la vida, la mujer tenía que ir a trabajar con su hijo. No tenía otra opción. Sofía se sintió muy triste cuando vio al niño. La vida no era nada fácil, especialmente para estas personas. De alguna manera, todo le recordaba a Colin. No entendía por qué. Le pidió a Alejandro que hiciera el pedido, luego sacó su teléfono y marcó el número de Colin. —¿Ya comiste? —Sofía le preguntó, casi susurrando. Colin miró al chef que estaba a punto de llevar la cena a su mesa y respondió: —Estoy a punto de hacerlo. —¿Quieres brochetas de carne asada? —Sofía esperaba que él se uniera a ellos. Pero hubo un silencio incómodo al otro lado de la línea. Sofía dejó escapar un suspiro y se dio por vencida. —Bueno. Come tu cena primero. No me hagas caso. —¿Tú invitas? Puedo comer algo, entonces. —Dijo Colin finalmente. Colin sabía que ella realmente esperaba que él dijera que sí solo por su voz vacilante. Sofía sonrió, trató de ocultar su emoción y dijo: —Está bien entonces. Te llevaré algunas para ti. Espérame. Le llevaría algo de comida callejera para él, en lugar de pedirle que viniera aquí. Sabía muy bien que él no sería capaz de soportar el desorden y el ruido en este lugar. —Bueno. Te espero. Por favor, cuídate. Sofía levantó la cabeza, miró las estrellas en el cielo y dijo deliberadamente para irritarlo: —Yo no te las llevaré, Alejandro lo hará. —Estaba de humor para burlarse de él, lo que significaba que en realidad era feliz. —Bien entonces. No necesita hacerlo. No necesito la comida. —Colin se

negó sin dudar. —Bueno. ¡Bueno! ¡Solo bromeo! Solo espérame. ¿Estás en casa ahora mismo? —Sí. Hice que el chef cocinara algo para mí. —Colin no cocinaría cuando Sofía no estaba en casa. No estaba de humor para hacer algo así sin ella a su lado. —Bien. Señor Li. Tal vez tienes algunas mujeres hermosas ahí contigo ahora mismo. Me pondré celosa si ese es el caso. —Los ojos de Alejandro se posaron en Sofía cuando escuchó lo que decía. Era obvio que estaba coqueteando con Colin. Colin se rió entre dientes, pensó por un momento y dijo: —Eres la única mujer hermosa que quiero que me haga compañía. Su corazón se aceleró mientras su hombre amado la consideraba una mujer hermosa. —¿Eso es así? Te llamaré antes de volver a casa. —Sofía respondió en tono casual y ocultó su felicidad. Colin asintió y respondió: —Está bien. —Adiós. —Adiós. Pasó un minuto, dos minutos más y todavía no habían colgado el teléfono. Ya se habían despedido hacía un rato. Sofía no pudo evitar preguntarle: —¿Por qué no cuelgas? —¿Por qué no cuelgas tú? —Colin respondió con una pregunta. 'Estoy esperando a que cuelgues primero'. Sofía murmuró en su interior. — Bueno. Adiós. —dijo Sofía. —Adiós. —Adiós. —Sofía dijo una vez más. Y luego ella presionó el botón de finalizar la llamada en el teléfono. Mientras Sofía hablaba por teléfono con Colin, Alejandro ya había pedido varios tipos de brochetas. Puso el menú frente a Sofía y dijo: —Hermana, ¿qué te gustaría comer? Ordenaré para ti. Sofía rápidamente tomó el menú y dejó su teléfono a un lado. Echó un vistazo a la lista de comidas y agregó varias brochetas para Colin. —Pediré estas para llevar, por favor. —Sofía le dijo a la mujer, que también era la dueña del lugar. —Bueno. ¿Necesitas un poco de pimienta? —Sí, por favor. Aparte de las brochetas, también ordenaron alguna bebida, para que pudieran tomar algo mientras charlaban entre ellos. —Hemos pasado mucho tiempo juntos últimamente. Colin es un hombre

muy bueno que puede tolerarte a ti y tus cambios de humor. Deberías tratarlo mejor en el futuro, Sofía. —Alejandro dijo en tono sincero y serio. El chico admiraba a Colin por su esfuerzo y trabajo arduo. A pesar de que siempre trabajaba muy duro en la compañía, aún tenía tiempo para estar con Sofía. Como Sofía había trabajado con él antes, también sabía muy bien que Colin estaba muy ocupado y siempre estaba desbordado con reuniones y conferencias. —Bien, bien. Seré muy amable con él. Te lo aseguro. —dijo Sofía. 'Le llevaré un bocadillo de medianoche, le haré unas sopas, diseñaré un traje para él...' Ya se había decidido. Sería una compañera de apoyo para él. A mitad de la cena, Sofía quería pedir un vaso de leche, pero no había en el puesto callejero. Alejandro miró a su alrededor y notó que había una tienda al otro lado de la calle. —Espera aquí. Ya vuelvo. —Le dijo Alejandro que estaba a punto de levantarse de su asiento. —¡No! Está bien. No es necesario. Estoy bien. —No hay ningún problema. Está justo ahí. No es ninguna molestia en absoluto. —Alejandro señaló la tienda para que Sofía pudiera ver claramente que estaba al otro lado de la calle. Después de que Alejandro hizo eso, corrió a la tienda y dejó a Sofía sola en la mesa. Ella agarró algunas brochetas asadas y comenzó a comerlas. —Hola, hermosa. ¿Estás sola? Es una pena si lo estás. —Luego siguieron las risas de los hombres sentados detrás de ella. Sofía sabía que estaban gritando y riéndose de ella, pero no se dio vuelta. No quería que la situación se agravara. Cuando entró en el puesto callejero, instintivamente supo que podrían ser hombres mafiosos y peligrosos. No esperaba que le causaran tantos problemas. El hombre que estaba con ropa ordinaria se acercó a Sofía. Tenía el olor del alcohol y la cerveza por todas partes. Antes de que dijera algo, eructó ruidosamente. Su mal aliento a licor hizo que Sofía quisiera vomitar. —Hola, hermosa. Veo que estás sola. Ven a nuestra mesa. ¿Por qué no te unes a nosotros? —Cuando el hombre pudo ver mejor la cara hermosa y adorable de Sofía, sonrió y mostró algunos dientes sucios y amarillentos. Sofía dejó la brocheta que tenía en su mano y dijo: —Mi hermano regresará muy pronto. Acaba de ir a buscar un poco de leche. Vuelve con tus amigos. —Oh, ¿estás comiendo con tu hermano? ¿No tienes novio? ¿Una mujer hermosa como tú no tiene novio? —Justo después de que dijo eso, se sentó junto a Sofía y ella se sorprendió. Hubo risas detrás de ellos otra vez. —Victorio, tráela a nuestra mesa. ¡Date prisa!

—Victorio, ¿no puedes convencerla? ¿Necesitas mi ayuda? Parece que estás teniendo un problema ahí. —Ja, ja, ja.... Se rieron tan obscenamente que Sofía ya no se sentía segura. Era fácil decir que no eran personas buenas. Sentado frente a Sofía, Victorio agitó la mano y le dijo: —Belleza, hazme un favor. Solo toma una copa con nosotros. Eso es todo. Sofía mostró una expresión gruñona. —Lo siento. No te conozco. Por favor, vuelve a tu mesa. Cuando la vio enfadada, Victorio se enderezó en un instante y trató de tomar su mano. Sofía pudo esquivarla rápidamente. —¡Oye! ¿No me conoces? ¡Soy Victorio! ¡Soy un hombre poderoso aquí en esta área! ¡No te atrevas a rechazarme! ¡Chicos, vamos a arrastrarla hasta nuestra mesa! Después de que Victorio gritó su orden, sus compañeros con el cabello colorido teñido en su mesa, se levantaron y comenzaron a acercarse a Sofía. Sofía echó un vistazo a la tienda al otro lado de la calle, pero Alejandro aún no había salido. Estaba sola en este momento. Tenía que hacer algo. Antes de que los hombres se acercaran, Sofía se levantó de la silla, dio un paso largo hacia atrás y les advirtió: —Les advierto a todos. Este es un barrio seguro y ordenado. ¡Por favor, no causen ningún problema! —Bien, bien. A pesar de que está enojada, todavía se ve bonita. Victorio, tienes muy buen gusto. ¡Ja, ja, ja! Lo que dijo el hombre provocó más risas y burlas. Sofía se sintió más incómoda.

Capítulo 240 Arrodíllate y llámame maestro Sofía tomó su teléfono móvil y lo levantó para que los hombres supieran de inmediato lo que haría. —Si se acercan un poco más, ¡no dudaré en llamar a la policía! —¡Llama a la policía! ¡Venga! ¡Te desafiamos! ¡Adelante! —Pero Victorio de pronto corrió hacia ella. Le arrebató el teléfono de su mano justo cuando ella marcaba el número de la estación de policía. —¡Jajaja! —Todos empezaron a reírse a carcajadas mientras pensaban que Sofía era demasiado ingenua. En ese mismo momento, Alejandro finalmente salió de la tienda. Al ver que su hermana estaba rodeada por unos hombres, inmediatamente corrió hacia ella. Sabía que su hermana estaba sufriendo de humillaciones. Mientras corría desde el otro lado de la calle, escuchó a un hombre gritar: — ¡Vamos! ¡Únete a nosotros para beber algunas copas de vino! ¡Ven con nosotros! Aventando la leche de su mano, Alejandro rápidamente tomó un taburete y golpeó a Victorio directamente en su cabeza. —¡Ah! —Victorio gritó del susto y el dolor. El taburete estaba hecho de plástico. Después de golpear a Victorio fuertemente en la cabeza, una de sus piernas se rompió en ese instante. Todos se sorprendieron por la repentina llegada de Alejandro. Sofía detuvo rápidamente a Alejandro de golpear a alguien de nuevo. —¡Paguemos nuestra cuenta y salgamos de este lugar! Sabía que Alejandro les haría daño a todos si se quedaban ahí. La ira de su hermano no podía ser controlada. ¡No quería que Alejandro se metiera en problemas otra vez por su culpa! Pero los hombres ya los habían rodeado, y estaban mirando atrozmente a Alejandro. Al darse cuenta de que su frente sangraba, Victorio gritó: —¡Carajo! ¿Quién se atreve a pegarme? ¡Ven aquí y te daré una lección que no olvidarás! —¡Muéstrale! —Alejandro se liberó de la sujeción de su hermana y luego estrelló el taburete en el suelo.

El taburete se rompió en pedazos por el fuerte impacto. Al ver el gesto agresivo de Alejandro, Victorio estaba tan asustado que casi se levantó de un brinco. —Hey mocoso, ¿de dónde eres? ¿Acaso no sabes quién soy? ¿Cómo te atreves a pegarme? ¿Estás harto de vivir? ¡Te daré una paliza! —El grupo de hombres liderados por Victorio se acercaban lentamente a Alejandro. Alejandro enojado sacó su teléfono. —¡Díganle a mi gente que vengan a los puestos de comida en la Calle Kaixuan! ¡Ahora! Sofía sujetó la mano de su hermano, "Alejandro, ¡no busques problemas! ¡No quiero esto! Mientras ella le decía esto, su teléfono de repente sonó. Pero su teléfono aún estaba en una de las manos de esos hombres. Un tipo respondió a la llamada imprudentemente: —Oye, ¿quién eres tú? ¡Deja de llamar! Habiendo esperado por mucho tiempo la llamada de Sofía, Colin se sintió un poco inquieto por saber por qué no lo había contactado todavía. Así que marcó el número de Sofía y quiso preguntar dónde estaba. No esperaba que un hombre contestaría el teléfono. ¡Y este hombre definitivamente no era Alejandro! ¿Qué estaba pasando con ella? —¿Quién eres tú? —¿Quién eres tú? ¿Por qué le llamas a esta mujer? —El hombre dijo con voz ronca y arrogante. Sofía quería recuperar su teléfono de nuevo. Le gustaba escuchar la voz de Colin cada vez que estaba asustada. Ella dijo enojada: —¡Devuélveme mi teléfono! ¡No lo contestes! Al oír su voz, Colin supo de inmediato que estaba en grave peligro. —¡Devuélvele el teléfono! ¡Y si te atreves a lastimarla, no te dejaré ver la luz del día mañana! ¡Toma en serio esta advertencia si aún quieres vivir! —La fría y decidida voz de Colin asustó al hombre que acababa de contestar el teléfono. Rápidamente le devolvió el teléfono a Sofía como si hubiera aventado una papa caliente. Después de cambiarse los zapatos y cerrar la puerta del apartamento, Colin escuchó la temblorosa voz de Sofía. —Soy yo, Colin. —¿Cómo te encuentras ahora? ¿Dónde estás? ¡Iré para allá ahora mismo! ¡Espérame! Los hombres ignoraron a Sofía y miraron fijamente a Alejandro. Uno de ellos se acercó valientemente a Alejandro y dijo con soberbia: —¡Discúlpate con mi amigo y paga sus gastos médicos! Alejandro sólo sonrió burlonamente. —Que se arrodille y me llame su maestro. ¡Entonces consideraré en disculparme con él! Muy molesto, el hombre levantó el puño y golpeó a Alejandro directamente

en la cara. Sofía gritó: —¡Alejandro! Sofía se guardó rápidamente el teléfono en su bolsillo, ya que estaba a punto de evitar que estas dos personas se pelearan. Colin sabía que la situación estaba mal. Llamó a Wade. —Localiza el teléfono de Sofía ahora y luego llama a un grupo de hombres para que se apresuren a llegar al lugar donde está Sofía. —Entendido, señor Li. Colin se sentó en el Lamborghini, presionó el acelerador, alejándose en el auto a una velocidad arriesgada. Cuando Sofía quiso jalar a Alejandro, un par de hombres la agarraron. — ¡Suéltame! Ignorando sus palabras, varios hombres que rodeaban a Alejandro se acercaron aún más. Ella sabía que era inútil advertir a estos hombres de ir a la cárcel si continuaban haciendo lo que estaban haciendo. Así que ella habló: — ¿Conoces al señor Huo? Helge fue el de los líderes en el bajo mundo. Él podría ser el hombre más peligroso en las calles. Ella pensó que sería mejor mencionar su nombre. Tal como ella lo esperaba, los hombres que se encontraban luchando contra Alejandro se detuvieron de repente. Entonces Alejandro provechó la oportunidad y golpeó a uno de ellos directamente en la nariz. —¡Carajo! ¿Cuál es la relación entre tú y el señor Huo? —Soy amiga del señor Huo. Él es mi hermano, Alejandro Lo. ¡Si le haces daño, sabes lo que te sucederá! Los hombres se miraron el uno al otro. Finalmente, uno de ellos le preguntó: —¿Cómo puedes demostrar que eres amiga del señor Huo? Entonces, un hombre que estaba al lado de ellos susurró: —¿Es Alejandro Lo el recién poderío en ascenso en el bajo mundo? Puede que haya oído hablar de un Jefe Lo... —No lo sé. ¡Acabo de conocer a alguien llamado Jefe Lo, pero no sé su historia completa! ¿Es él el hombre delante de nosotros? Alejandro señaló a los dos hombres que sostenían a Sofía. —¡Suéltala! Pero esos hombres no le hicieron caso en absoluto. Alejandro inmediatamente se quitó la chaqueta y la aventó a un lado. Después de un rato, levantó sus puños hacia los hombres que sostenían a Sofía. Sofía le gritó a su hermano: —¡Alejandro! —¡Ah! —El hombre a su lado no pudo esquivar el golpe de Alejandro y fue golpeado. Victorio aún estaba en el teléfono, preguntando a sus hombres sobre cuál era el nombre completo de Jefe Lo.

Los dos hombres que sujetaban a Sofía anteriormente ya estaban retorciéndose de dolor en el suelo. Al ver que sus amigos eran golpeados, los hombres intentaron todo para golpear a Alejandro desde todos los ángulos. Arrastrando a Sofía a un lugar seguro, Alejandro se acercó a esos hombres para luchar contra ellos por sí mismo. Sofía no tuvo más remedio que sacar el teléfono del bolsillo y llamar a Colin con voz angustiada. —Hola, Colin... —Sofía, espérame. ¡Estaré ahí en cinco minutos! ¿Qué? ¿Cómo supo Colin dónde se encontraba? Ella no le dijo dónde estaba, ¿cierto? —De acuerdo. Ellos están peleando con Alejandro. No puedo detenerlos. Alejandro está peleando solo. Él podría estar gravemente herido... —Se sentía tan enojada consigo misma porque no sabía nada sobre defensa personal. Ella podría haber ayudado a su hermano en este momento. —Está bien. Protégete bien. ¡Estaré ahí pronto! —Está bien. ¡No tardes! Después de colgar el teléfono, miró con preocupación a Alejandro. Al principio, Alejandro fue capaz de defenderse de todos los ataques hacía él. Pero más tarde, fue golpeado en la cara varias veces, ya que había sido golpeado en sobremanera. Sin saber qué hacer, Sofía tomó la silla a su lado y se la aventó a los hombres. —¡Todos ustedes, deténganse! —¡Sólo paren! Sofía no tenía de otra, más que poder usar una silla para golpear al hombre más cercano a ella. Ella no era tan fuerte como para usar sus propios puños. El hombre inmediatamente sintió el dolor, se dio la vuelta y le gritó a Victorio, quien estaba a su lado. —Victorio, aparta a esta mujer. ¡No muestres piedad! ¡Ah! Mientras aún decía estas palabras, Sofía lo golpeó con la silla de nuevo. Victorio estaba pasmado aún. También estaba nervioso. Si Alejandro era realmente esa persona a la que conocían, no podía golpearlo o, de lo contrario, estaría en graves problemas. Tomando el teléfono a su bolsillo y a pesar de la lesión en su cabeza, Victorio empujó a Sofía. Perdiendo el equilibrio, Sofía golpeó de nuevo a Victorio en la cabeza con el taburete. Entonces Victorio gritó en agonía: —¡Carajo! ¡No soy alguien a quien puedas golpear cuando quieras! ¡Basta! ¡No mostraré ninguna misericordia!



Capítulo 241 Capitulo Por favor, perdóname Victorio arrastró a Sofía, tomó la silla de sus manos y la tiró. Pero antes de que pudiera hacer algo más, apareció un auto de lujo en la esquina de la calle. Aceleró a lo largo del camino y de repente se detuvo frente a ellos. Los frenos chirriaron con fuerza cuando el auto hizo un círculo para disminuir la velocidad. Los hombres se miraron con desesperación sin decir nada. Al instante siguiente, Colin descendió del auto con un porte majestuoso. Sofía casi gritó cuando vio su rostro. Se sentía muy inútil y desprotegida sin él. Colin lanzó una mirada a los gánsteres horrorizados. Mientras se acercaba, sus ojos se fijaron en Victorio. —Déjala ir. —ordenó. Victorio se acobardó ante la intensa mirada de Colin. Pero estaba demasiado asustado para decir una palabra o hacer algo. Su silencio enfureció a Colin. Al instante siguiente, Colin golpeó a Victorio en la cara. Antes de que Victorio pudiera luchar, Colin lo levantó del cuello y le lanzó otro golpe en la nariz. —¡Ah! —Victorio soltó un grito de dolor abrupto y soltó a Sofía. Cuando la liberó, Colin apartó a Victorio. Cuando estuvo a una distancia correcta, le dio una fuerte patada en el vientre. Abrumado por el dolor, Victorio ni siquiera pudo defenderse. Solo podía rodar por el suelo y gemir: —¡Hijo de perra! ¡Cómo te atreves a darme una patada! —Miró a sus hombres y gritó: —¡Todos ustedes! ¿Por qué siguen mirando? ¡Golpéenlo! Al escuchar esto, Sofía le lanzó una mirada de preocupación a Colin, pero no vio nada que anticipara calma y confianza en su rostro. Colin se quitó la chaqueta y se la tiró a Sofía: —Sostén esto. —¡Colin, nos superan en número! —Sofía no sabía qué hacer, pero no podía quedarse de pie y ver a su hermano y Colin pelear contra un grupo de pandilleros. Pero justo en ese momento, ella tuvo una idea. '¡Podría llamar a la policía! Eso podría ayudar'. Pensándolo bien, sacó su teléfono a toda prisa. Pero Colin

vio su intención. Mientras se preparaba para la pelea inminente de pandillas, dijo: —No hay necesidad de llamar a la policía. Sofía estaba confundida. Pero antes de que pudiera detenerlos, Colin y Alejandro habían comenzado a pelear con los hombres. Había nueve pandilleros en total. Como Victorio estaba tendido en el piso, ocho de ellos podían pelear. Así que fue una situación de dos contra ocho. Sin embargo, Colin y Alejandro dominaron la lucha. Sofía sintió una necesidad repentina de animar a Colin. Cada movimiento suyo fue rápido, elegante y efectivo. Y se veía extremadamente atractivo cuando peleaba. En poco tiempo, unos automóviles Bentley negros llegaron y frenaron bruscamente hasta detenerse cerca del grupo de combate. Más de una docena de personas salieron del auto. Todos eran guardaespaldas imponentes de traje negro. No solo eso, la gente de Alejandro también participó. Dos autos grandes pararon en la esquina de la calle. Decenas de personas salieron de los autos y rodearon a los pandilleros. Los ocho hombres dejaron de pelear y miraron a su alrededor. Estaban asustados. —¡Jefe Lo! —¡Jefe Li! Gritaban las personas recién llegadas. Al oír eso, los mafiosos casi se orinaban en los pantalones. Alejandro Lo era el Jefe Lo. Pero ¿quién era el Jefe Li? ¿Era posiblemente... Colin Li? ¡Hijo de perra! ¡Acababan de fastidiar a Colin Li del Grupo SL! Los hombres se estremecieron ante el pensamiento y no se atrevieron a decir ni una palabra. Colin pateó a un gánster que estaba frente a él hasta que cayó al piso. Ordenó a sus guardaespaldas: —¡Golpéenlos! Frotándose los nudillos, Alejandro también se volvió hacia sus hombres. — Han oído lo que dijo el Jefe Li. Vamos. A pesar de que los nueve pandilleros pedían clemencia, los hombres de Colin y Alejandro los rodearon y golpearon sin piedad. La escena era tan espectacular que incluso la dueña de la tienda estaba demasiado asustada para mostrar su rostro. Alguien de la multitud de curiosos llamó a la policía. Cuando llegaron los policías, un guardaespaldas les informó directamente y los envió.

El guardaespaldas también miró a su alrededor para comprobar si alguien estaba grabando un vídeo. Habiendo eliminado cada vídeo relacionado con el hecho, alejó a la multitud. Colin agarró su chaqueta de las manos de Sofía. Mientras se ponía el abrigo, otro guardaespaldas colocó una silla para él. Colin se sentó y puso a Sofía en su regazo. Tomó su mano y le preguntó: — ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño? Sofía se sintió un poco avergonzada de mostrar amor en público, pero no se atrevió a negarse. Sacudiendo la cabeza, ella dijo: —Estoy bien. —Bueno. Llámame inmediatamente si esto vuelve a pasar. ¿Lo harás? — Afortunadamente, el incidente había ocurrido en el área urbana y él llegó tan rápido como pudo. Sofía acercó su mano a ella. Masajeando el moretón en sus nudillos, ella de repente quiso llorar. —Lo haré. ¿Te duele esto? Sofía había visto a Colin golpear al gánster en la cara con toda su fuerza. Él también debía haberse lastimado al dar un golpe tan poderoso. Colin retiró su mano y sostuvo la de ella. —No me duele. He servido en el ejército antes. Comparado con mis experiencias anteriores, esto no es nada. Sofía lo miró fijamente. Parecía triste cuando le acarició la mejilla con una mano. Ella quería decir algo. Aunque lo intentó varias veces, no logró decir ni una palabra. Sabía que él estaba abrumado por la rutina diaria. —¿Cómo sucedió? —Colin cambió de tema. Sofía vaciló un rato antes de confesarlo todo. Colin se puso lívido ante sus palabras. ¡No dejaría que estas personas se salieran con la suya! No mucho después, arrastrado por dos guardaespaldas, un hombre con sangre en el rostro y la nariz hinchada, cayó de rodillas frente a ellos. —¡Señor Li! ¡Lo siento mucho! ¡Cómo podría no haberte reconocido! ¡Por favor, perdóname! —Pidiendo misericordia, Victorio se arrodilló repetidamente. Colin se burló: —¿Por qué te disculpas? Victorio se estremeció y se volvió hacia Sofía: —¡Lo siento mucho, señora Li! ¡Por favor, perdóname! ¡No quise hacerte daño! ¡Por favor! ¡Por favor, perdóname! La gente como Victorio solía pasar el rato en casinos y lugares de entretenimiento baratos y nunca miraba las noticias ni leía las actualizaciones de Twitter. No tenía ni idea del compromiso de Colin con Dolores y confundió a Sofía con la esposa de Colin, ya que él había sido tan protector con ella. Sofía estaba un poco avergonzada de que la llamaran 'señora Li'. —No soy... Sus palabras se detuvieron en la mitad de la frase cuando Colin le pellizcó la

mano con fuerza. Sofía estaba desconcertada. Miró a Colin confundida. '¿Qué es lo que está mal?', pensó. Colin sostuvo su cintura y se levantó junto a ella de la silla. Ordenó a Alejandro: —Vigílalos. No dejes que nadie escape. Ni siquiera podía imaginar lo que le habría pasado a Sofía si no hubiera llegado a tiempo. ¡No dejaría que estos gánsteres se salieran con la suya! Alejandro asintió. Luego se volvió hacia sus hombres: —¡Llévatelos de aquí! A pesar de sus súplicas, los nueve pandilleros se metieron en los autos. Entonces Alejandro y sus hombres subieron. Los coches se alejaron. Cuando Colin venía a rescatar a Sofía y Alejandro, él había venido a toda prisa y se había olvidado su billetera. Le dijo a sus guardaespaldas: —Dígale a la dueña de la tienda que todas las pérdidas correrán por mi cuenta. —¡Sí, Jefe Li! —Dos guardaespaldas obedecieron rápidamente. Encontraron a la dueña de la tienda y comenzaron a evaluar el valor de su pérdida. Al principio, Sofía tenía la intención de invitarlo a Colin con una barbacoa. Pero su buen humor había sido arrasado por el ataque. La chica siguió a Colin de regreso a la Mansión Cercis Chino. Cuando llegaron, Colin mencionó nuevamente su intención de invitarla a mudarse. Pero Sofía se negó de nuevo. Al día siguiente, cuando Colin llegó a su oficina, Wade puso el informe de su análisis de sangre sobre su escritorio: —Señor Li, todo está bien. Colin analizó su informe de análisis de sangre. De hecho, todos los índices eran normales. Pero era imposible. Lo drogaron hacía dos noches. Sacó su teléfono celular y marcó el número de Gonzalo para explicarle su situación. Habiendo escuchado sus palabras, Gonzalo dijo: —Si crees que el tratamiento médico moderno no está ayudando, puedes visitar a los médicos de medicina china. —Lo haré. —dijo Colin, preguntándose qué le había pasado.

Capítulo 242 Un rival en el amor —Álvaro está aquí en el País A dando conferencias en la universidad de medicina. Me pondré en contacto con él y le hablaré de ti. No sólo es bueno en medicina moderna, sino que también ha heredado de su abuela el exquisito arte de la tradicional medicina china. Puedes obtener ayuda de él —dijo Gonzalo. Colin pensó por un momento y respondió: —Está bien. Lo visitaré. —Muy bien —dijo Gonzalo y colgó el teléfono. En la compañía de entretenimiento Jingguan Feidi escuchó los informes de su asistente y sonrió de manera comprensiva. Sofía era la ex esposa de Colin y se habían divorciado hacía tres años. ¡Qué sorprendente noticia! —Se dice que antes de que se divorciaran, Colin quería mucho a su esposa. La gente tanto del País Z como en el País A lo sabían. Pero en poco tiempo, Sofía tuvo un romance con su ex novio y quedó embarazada, lo que llevó a su ruptura —dijo el asistente. —¿Sofía tuvo una aventura? —Preguntó Feidi con gran interés. Mario era un hombre excelente y ella ni siquiera aceptaba su amor. ¿Podía una mujer como ella traicionar su matrimonio? ¿Qué tan perfecto podía ser su ex novio? ¿Acaso era mejor que Colin? Si era cierto que ella había engañado a Colin y había tenido un romance con su ex, sólo sugería que Sofía debía haber estado loca. —¿Quién es su ex? ¿Qué clase de hombre es? El ayudante se levantó las gafas. —Es el ex marido de la actual prometida de Colin. Creció pobre en el campo. —¡Oh! ¡Interesante! —Feidi daba golpes con sus dedos contra la mesa y preguntó después de un rato, "¿Colin y Sofía todavía tienen contacto? —¡Sí! Con mucha frecuencia. Hace unos días se tomaron unas fotos que muestran que Sofía Lo fue al apartamento de Colin y se quedó a pasar la noche. Dolores ofreció una gran suma de dinero para comprar esas fotos. Hace dos días, ambos estuvieron en un viaje de negocios en el País Z. Envié a mi gente para averiguar más detalles. Resulta que la reunión no era lo suficientemente

importante como para justificar la presencia de los directores ejecutivos, pero Colin estuvo allí. Y un diseñador del Grupo SL los vio a él y a Sofía sentados en el mismo automóvil en varias ocasiones. Feidi tenía una teoría propia. Él asintió, "Parece que se van a volver a casar. Pero, ¿por qué Colin no cancela su compromiso con Dolores Lien? ¿Estaba teniendo una aventura? ¿Estaba manteniendo una relación con su ex esposa y Dolores? No. Colin no era ese tipo de persona. El asistente volvió a ponerse las gafas en la nariz y respondió: —No lo sé. Pero parece que Colin y Dolores Lien siguen enamorados. —Bien. Entiendo. —Señor Fan, ¿deberíamos seguir enviándole flores a la señorita Lo? — Preguntó el asistente. Feidi se frotó la barbilla. —Sí. Por supuesto. Envíale 999 rosas mañana. El asistente asintió. 'El mundo de los ricos es inimaginable', pensó para sí mismo. A la mañana siguiente, Sofía recibió 999 rosas cuando llegó a la compañía. Todas las trabajadoras del Grupo Pei hablaban de ella con envidia. Una de ellas le tomó una foto y la subió a sus Momentos de WeChat. El título decía: — Un hombre que te envía 999 rosas debe ser rico y romántico, guapo y considerado. ¡Si te encuentras con un hombre así de maravilloso, cásate con él! La mujer que envió ese Momento era una gerente departamental que alguna vez visitó el Grupo SL para hablar sobre cooperación en nombre del Grupo Pei. Ella era amiga de Wade en WeChat. Wade estaba revisando los Momentos de WeChat de su esposa, cuando por casualidad vio la foto. Se quedó pensando por un momento y se dirigió a la oficina del CEO. Colin estaba firmando documentos cuando entró Wade. Levantó los ojos para ver a Wade y le preguntó: —¿Qué? Wade miró a Alejandro, que estaba esperando los documentos. Luego se acercó y sostuvo su teléfono frente a la cara de Colin. —Mire, Sr. Li. La imagen mostraba a una mujer que llevaba 999 rosas en sus brazos, y era difícil decir si se sonrojaba porque el color de las rosas se reflejaba en su rostro o porque estaba apenada. El rostro de Colin se ensombreció cuando leyó las palabras que subtitulaban la imagen. Dos días antes le había advertido a Sofía que se mantuviera alejada de Feidi Fan. —Llama a Sofía... No, así déjalo. Yo la llamaré. —Colin le devolvió el

teléfono a Wade y rápidamente firmó el resto de los documentos y se los entregó a Alejandro. Después de que los dos secretarios generales salieron de la oficina, Colin llamó a Sofía. Fuera de la oficina, Wade puso su mano en el hombro de Alejandro. —Tu cuñado está celoso. —¿Por qué? —Alejandro quería preguntarle a Colin por qué quería llamar a su hermana, pero no lo hizo porque Colin parecía enojado. Así que estuvo a punto de preguntarle a Wade qué le había mostrado a Colin. —¿No sabes que hay un hombre adinerado tras tu hermana? —No. —Le envió 999 rosas a tu hermana a la compañía donde trabaja. Alguien de la compañía le tomó una foto a tu hermana y la subió a WeChat, diciendo que si te encuentras con un hombre así de maravilloso, deberías casarte con él. ¿No crees que eso haría que el Sr. Li se pusiera celoso? —¿Estás seguro de que tú no eres el espía enviado por Dolores Lien? — Preguntó Alejandro. Wade retiró la mano. —¡Oye! No sabes nada, ¿verdad? Estoy haciendo esto por su propio bien. ¿Qué tal si alguien conquista a tu hermana y el Sr. Li no lo sabe? ¡Las mujeres aman el romance! Alejandro se rascó la cabeza. Él nunca había estado enamorado, por lo que no sabía nada sobre mujeres. A pesar de que algunas mujeres habían tratado de cortejarlo cuando estaba en Inglaterra, las había rechazado a todas. Una de ellas era una mujer de una familia rica y él se mostró con total indiferencia. Hubo un destello de tristeza en los ojos de Alejandro, que sobresaltó a Wade. Jóvenes como Alejandro eran poco comunes. Cuando estaba solo con Sofía y Colin se comportaba como un niño, pero cuando estaba en el trabajo se comportaba duro y cruel con los demás. —Señor Lo, regresemos a nuestra oficina. Deje que se ocupen de sus propios problemas —suponiendo que Alejandro había pensado en algo triste, Wade fingió seguir adelante y no discutirlo. Le dio una palmadita en el hombro y se dirigió él primero a la secretaría. Alejandro salió de sus pensamientos y lo siguió. Sofía estaba pensando en qué hacer con las flores cuando sonó su teléfono. Al ver el identificador de llamadas, Sofía abrió la boca con sorpresa. De ninguna manera... Estaba lejos, sentado en la oficina del Grupo SL. Él no podía saberlo. Ella contestó el teléfono con fingida ligereza: —¡Hola! Señor Li.

—¡Hola! Señorita Lo. Parecía que Colin estaba de buen humor. Sofía dejó escapar un suspiro de alivio. —Señor Li, ¿por qué me llamas? ¿Quieres invitarme a almorzar? —Preguntó Sofía y se rió deliberadamente. Colin sonrió. —Sí. Te veré en la cama. Sus palabras le recordaron a Sofía su advertencia: —Si te atreves a coquetear con otros hombres, te encerraré en la habitación y te ataré a la cama... Parecía que Colin ya sabía lo de las rosas. Estaba muy bien informado. — Oh, por favor, Colin. Feidi es el culpable. También es molesto para mi. Sofía decía la verdad. Quería negarse a firmar, pero al parecer Feidi había prevenido eso. El mensajero le dijo a Sofía que si ella no firmaba, ¡lo despedirían!

Capítulo 243 El señor Fan es un hombre aburrido El repartidor le contó a Sofía que dependía de su trabajo para alimentar a su familia. Cuando Sofía iba a tirar las flores a la basura, el repartidor dijo apresuradamente: —El remitente mencionó que si las tiraba, vendría él personalmente a traerle flores cada mañana y le propondría matrimonio... Sofía se quedó sin palabras. ¿Era amiga de Feidi Fan? ¡Por supuesto que no! Solo se habían visto una vez. Sofía no entendía por qué a él le gustaba tanto ella. ¿Era ella algo con lo que los hombres ricos disfrutaban jugando? Sofía se sintió triste al pensarlo. Decidió que necesitaba tener una conversación con Feidi. Al otro lado del teléfono, Colin dijo: —¿En serio? Entonces, ¿por qué de repente estás tan emocionada y avergonzada? —Colin no pudo evitar maldecirse a sí mismo. —¿Cómo lo supiste? —preguntó Sofía. Inmediatamente miró fuera de la oficina preguntándose si Colin estaba en ese momento en el Grupo Pei. —Ese no es el punto. Sofía tartamudeó: —Mmm, no... —¿Qué vas a hacer con las flores? —Colin encendió un cigarrillo y le dio una calada. —¡No sé su número de teléfono! —contestó Sofía frustrada. —¿Tú lo sabes? —preguntó llena de esperanza. —¿Estás diciendo que quieres llamarlo? —Sí, ¡quiero verlo y aclararle las cosas en persona! Colin lanzó una bocanada de humo. —Estás pensando demasiado. No te daré su número de teléfono aunque lo tenga. —¿Cómo iba a dejar que Sofía estuviera a solas con Feidi? Sofía estaba confundida. —¿Qué quieres decir? —Te daré el nombre de otra floristería donde, con descuento, puedes vender las flores y te quedas con el dinero después —dijo Colin.

Sofía se quedó impresionada. ¡Qué zorro astuto! Sin obtener una respuesta, Colin exigió: —¿Qué? ¿No quieres? —Su voz se volvió más fría mientras hablaba. Él ya tenía un competidor, Mario, ¡y ahora Feidi tenía sus ojos puestos en Sofía! La idea de que Sofía atrajera tanto la atención de los hombres frustró a Colin. —¡No, claro que no! ¡El señor Li tiene la última palabra! —dijo Sofía. Se masajeó las sienes preguntándose por qué tenía que complacer a Colin de esa manera. —Está bien, continúa con tu trabajo. Conseguiré que alguien lo haga por ti. —Bien, señor Li. Por favor, cuídese. ¡Adiós! —¿Qué? —dijo Colin en voz baja y peligrosa. Sofía se apresuró en corregir lo que había dicho y con voz dulce dijo esta vez: —¡Colin, por favor, disfruta tu almuerzo! ¡Cuídate mientras no esté a tu lado! —Eso está mejor. Bien. Te estás portando muy bien hoy. Como recompensa te dejaré tenerme esta noche en la cama —dijo Colin con picardía. Sofía no articuló una palabra. Realmente quería decirle que se fuera a la mierda, pero solo podía maldecirlo mentalmente. Media hora después de que terminaran la conversación por teléfono, un hombre que parecía un guardaespaldas se acercó a Sofía. —Hola, señorita Lo. He venido a recoger las flores, como el señor Li ha ordenado. —Hola. De acuerdo, están allí, ¡por favor, llévatelas! ¡Gracias! —Señaló el ramo de flores que estaba en su mesa. —De nada, señorita Lo. Es mi deber. —El guardaespaldas se llevó las rosas. Después de que se fuera, Sofía le envió un mensaje a Colin para pedirle el número de teléfono de Feidi. Colin le envió el número con unas instrucciones: —Acuerda una cita con Feidi. Dile que cene contigo esta noche en el Barco Crucero Número 8. Te reservaré una habitación. Ella realmente quería negarse, pero no podía. —Bueno... Al momento, Colin le envió el número de la habitación. Sofía marcó el número de Feidi. Él se encontraba gestionando los contratos de los principales artistas de su compañía cuando su teléfono sonó de repente. Al ver el número en la pantalla, Feidi supo al instante que era Sofía. Ya había averiguado su número y lo había guardado en su lista de contactos. —Sofía, ¿me extrañaste? —Feidi bromeó con una voz traviesa. Sofía se sorprendió por su tono de voz. No esperaba que Feidi, que siempre era elegante y refinado en público, fuera... tan frívolo.

—Señor Fan, he recibido sus rosas, gracias. ¿Le gustaría cenar conmigo esta noche? Feidi sonrió. Él sabía lo que ella quería hacer. —¡Sí, por supuesto! ¡Me encantaría! Sofía hizo una pausa. Su tono entusiasta le despistó un poco. —Nos vemos en la habitación 909 en el Barco Crucero Número 8 esta noche. Gracias por su tiempo, señor Fan. Le dejo que siga con su trabajo —le dijo Sofía cortésmente antes de colgar el teléfono. Por la noche, Sofía recibió una llamada de Colin antes de salir de la oficina. Quería que lo esperara en la entrada del Grupo Pei. Se fueron juntos y Colin llevó a Sofía a... un supermercado. Sofía se detuvo en la entrada del supermercado. —Es casi la hora de mi cita con el señor Fan. Colin la miró con evidente desagrado. —¿Realmente pensaste que te dejaría ir a una cita con Feidi? Sofía negó: —¡No es una cita! ¡Sólo quiero aclarar todo con él! Colin la arrastró al supermercado. —Yo me encargaré. No hay de qué preocuparse. Ahora, compra algo de comida y prepárame la cena. —Pero... fui yo quien acordó la cita con él. ¿No debería avisarle de que no voy a ir? —Sofía no se sentía cómoda dejando plantado a alguien de esa manera. Colin dijo: —He conseguido que vaya alguien a hacerle compañía. Tú solo quédate conmigo. ¿Entiendes? —¡Está bien! Después, regresaron a la Mansión Cercis Chino. Mientras Sofía lavaba las verduras, Feidi llegaba a la habitación 909. Se volvió a acomodar la ropa antes de abrir la puerta. Al instante, el olor de un perfume fuerte embriagó su nariz. Frunció el ceño, confundido. Que él supiera, Sofía no era esa clase de mujer. Cuando vio a las personas que estaban dentro de la habitación, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Había una mesa con diez sillas en la habitación 909. Nueve personas ya estaban sentadas. Eran todas mujeres de diferentes tamaños y muy maquilladas. El panorama hizo que Feidi perdiera el apetito. Al ver a Feidi, todas saltaron hacia él con entusiasmo: ¡Señor Fan! ¡Al fin llegó! —¡Señor Fan! ¡Le hemos estado esperando mucho tiempo! —¡Oh, qué guapo! Mi nombre es Jennifer. ¡Deme un beso! Feidi se quedó impactado. El fuerte perfume hizo que torciera la cara de disgusto. Y gritó: —¡Fuera!

¡Todas! Las mujeres intercambiaron miradas entre ellas. Una de ellas se abalanzó atrevidamente sobre sus brazos. —¡Vamos, chicas! El señor Li dijo que el señor Fan era un hombre aburrido, ¡tenemos que ser más atrevidas! Feidi no tenía palabras. —Señor Fan, ¡divirtámonos juntos! ¡Sube la música! —Vamos, señor Fan. ¡Tenga por seguro que le satisfaré esta noche! Señor Fan... Con la cara torcida de ira, Feidi sacó su teléfono para hacer una llamada. Pero después de pensarlo dos veces, cerró los ojos en signo de derrota. ¡Bien hecho, Colin! Colin estaba protegiendo a Sofía tan bien que Feidi iba a tener que ser más agresivo en su persecución. Volvió a guardar el teléfono y apartó a las mujeres, dejando la habitación 909 con una expresión seria. Los vítores todavía se escuchaban detrás de él. —¡Señor Fan, le amo! ¡Por favor, vuelva pronto! —¡Recuerde regresar y venir a verme, soy Jennifer! Feidi sintió que había ido a un burdel. Se estremeció disgustado. Como Sofía ya había resuelto sus contratos en su viaje de negocios al País Z, no estaba ocupada en los últimos días. Por el contrario, Mario sí había estado bastante ocupado. Sofía no sabía con qué, pero no lo había visto en varios días. Ella pensaba que él estaba trabajando en su negocio, ese que Colin le había mencionado. Una tarde, mientras Sofía miraba el celular sin hacer nada en su oficina, leyó unas noticias que hicieron que sus ojos se enrojecieran. Desde que se salieron a la luz las fotos de la boda de Colin y Dolores, se habían publicado bastantes artículos en Twitter. Dos de las fotos habían sido filtradas. Las fotos parecían haber sido tomadas el día anterior. Muchos de los internautas escribieron mensajes sobre lo guapo que salía Colin. También hubo muchos comentarios expresando amor y los mejores deseos para él.

Capítulo 244 La gente común podría no verse muy bien con estas ropas Algunas personas comentaron que Colin finalmente había dejado a Sofía, quien lo había engañado, y que había conseguido una esposa mejor. Fotos antes de la boda... Sofía y Colin se habían casado antes, pero no se habían tomado ninguna foto previa a la boda ni la celebraron. Cuando contemplaba esas fotos y comentarios, Sofía se sintió muy angustiada. Apagó el teléfono y se sentó en la oficina como si estuviera en trance. Después de un par de minutos, decidió ir de compras para relajarse. Antes de salir, llamó a Selina y le pidió que se encontrara con ella en el centro comercial. Selina se iba a casar. Además, ser modelo era solo su pasatiempo y no era tan importante. Por lo tanto, había pedido una licencia de seis meses que comenzaba antes del Año Nuevo y terminaba después. Se quedó en la casa de la familia Li para hacerle compañía a Levi y Wendy. En el centro comercial Selina estaba vestida con un traje casual blanco y llevaba una mochila negra en su espalda. Cuando vio a Sofía, corrió alegremente hacia ella y la saludó: — ¡Sofía! Se abrazaron entre ellas. Sofía luego apartó suavemente a Selina y la miró atentamente. —Selina, estás más gordita que antes —dijo. —¡Oh! ¿Tú también lo crees? Es culpa de Levi. No me permite hacer nada y me obliga a comer mucha comida todos los días —se quejó Selina descontenta, pero con una expresión de felicidad en su rostro. Sofía recordó que antes cuando se miraba en el espejo, también había sido feliz, al igual que Selina. Pero ahora, el hombre, que la había hecho sonreír alegremente antes, se había tomado fotos antes de la boda con otra mujer, con quien se iba a casar... Selina murmuró unas pocas palabras más, pero Sofía no respondió. Al ver que Sofía estaba perdida en sus pensamientos, agitó una mano delante de ella y

dijo: —Sofía, ¿qué pasa? La chica recuperó sus sentidos y, sonriente, tomó el brazo de Selina. —Nada. Entremos. —Está bien —dijo Selina y permitió que Sofía la guiara dentro del centro comercial. Dejando a un lado el disgusto, Sofía se paseaba en el centro comercial con Selina. Se reían y bromeaban todo el tiempo. En poco tiempo, compraron un montón de cosas. Sofía llevaba varias bolsas de compras en sus manos y dijo: —Ya hemos comprado muchas cosas. Creo que deberíamos irnos ahora. Selina también llevaba al menos siete u ocho bolsas de compras en sus manos. Miró alrededor del centro comercial y dijo: —Claro, pero primero visitemos la tienda de WY y luego podremos llevar nuestras cosas a nuestro auto. —Bueno. —Fueron hacia la tienda de WY, una gran tienda de ropa en el centro comercial. Con estilos internacionales y marcas líderes, la ropa de WY estaba muy de moda. La gente común podría no verse bien con estas ropas. La tienda era enorme. Después de que pusieron sus cosas en una de las áreas de descanso y le pidieron a la vendedora que se las vigilara, fueron juntas a mirar la ropa. —Los estilos de ropa de aquí te quedarían muy bien. —dijo Selina. Del brazo con Sofía, Selina sacó un abrigo del estante y lo puso delante de Sofía. La chica sonrió levemente y dijo: —La ropa de este estilo es demasiado exclusiva y no creo que me quede bien. —Bueno, Sofía, te has vuelto más madura y atractiva que hace varios años. La ropa de este estilo definitivamente se verá bien en ti. Debes probártela. — Selina fue sincera en sus palabras, ya que lo que acababa de decir era verdad. Luego eligió un abrigo gris claro y le pidió a Sofía que se lo probara. Cuando Sofía se lo probó, aplaudió y dijo: —¡Te ves encantadora! ¿Ves? Tengo razón. Cualquiera de estas ropas te quedaría bien. —¿Realmente me veo bien con este abrigo? —Sofía preguntó mirándose en el espejo. Llevaba un abrigo gris hasta la rodilla. Si lo combinara con un par de zapatos de tacón alto, ¡estaría calificada para unirse a un espectáculo teatral! —Sí, te ves bien. Y creo que tengo buen gusto para la ropa y elegí uno muy bonito para ti. ¡Ja, ja, ja! —Selina se rió naturalmente. Sofía no pudo evitar reírse junto con ella. —Genial. ¡Es muy lindo! Mira, ese parece que es más bonito. Sofía señaló hacia una vitrina de cristal que estaba cerca de la pared de la

tienda. Selina miró hacia ella. Había tres maniquíes en el escaparate y uno de ellos estaba parado frente a los otros dos. El primer muñeco llevaba un abrigo largo de color caqui casi hasta los tobillos. El vendedor que estaba detrás de ellos inmediatamente les describió el abrigo: —Señoras, este abrigo es la pieza más preciada de nuestra tienda y ha sido diseñado por Leandro, el diseñador de moda internacional. Está confeccionado con lana de Nueva Zelanda. Fue fabricado de acuerdo con el proceso tecnológico italiano en 360 etapas de procesamiento. Es el único abrigo de este estilo aquí y llegó justo hoy. Tiene la etiqueta con el precio más alto entre todas las prendas en nuestra tienda. La talla disponible es mediana y creo que ambas usan ropa de esa talla. Si están interesadas, puedo sacarlo del escaparate y pueden probárselo. La etiqueta con el precio cerca del pie del maniquí decía 999999. Este tipo de ropa era costosa principalmente debido al proceso tecnológico único que se usaba para confeccionarlos y la buena reputación del diseñador. Cuando Selina se dio cuenta de que su padre había diseñado este abrigo, no pudo evitar reírse. Sofía miró a Selina y sonrió y pensó que Leandro tenía una reputación muy alta e incluso un simple abrigo diseñado por él podría volverse único. Dejó de sonreír, se dirigió al vendedor y le dijo: —Por favor, saque el abrigo del escaparate. Quiero probármelo. —Hola. Por favor, quite este abrigo del escaparate. Quiero probármelo. — dijo una voz simultáneamente desde atrás. Sofía dio vuelta la cabeza y se sorprendió al ver a Dolores. Junto con... Colin. Dos o tres miembros del personal los siguieron para hacerles compañía. Cuando Sofía miró a Colin, él también la miró, con una expresión apasionada y cariñosa que brillaba en sus ojos. Sofía se sintió un poco triste cuando vio al hombre y la mujer de las fotos aparecer justo delante de ella. Inmediatamente apartó los ojos de Colin y comenzó a mirar a Dolores, que la estaba mirando a ella con los ojos entrecerrados. La vendedora que estaba más cerca de Sofía se sintió un poco avergonzada y no sabía a quién debía entregarle el abrigo. Pero el gerente de la tienda al lado de Colin habló: —¡Tráele ese abrigo a la señora Li! —Está bien, señorita Zhang. Dolores estaba muy contenta e incluso dio un paso atrás para tomar el brazo de Colin.

El ambiente se volvió un poco embarazoso. Selina ligeramente tosió y saludó a Colin: —También estás aquí de compras. Colin asintió con la cabeza y le respondió: —¿Saliste por diversión? ¿Quieres comprar algo de aquí? Adelante. Va por mi cuenta. Dolores conocía a Selina porque la había visto dos veces en la Mansión de la Familia Li. Soltó el brazo de Colin, caminó hacia Selina y se acercó a ella, de modo que estuviera lejos del lado de Sofía. Ella le sonrió con ternura y le dijo: —Selina, me gusta este abrigo. Me lo probaré y puedes ayudarme a comprobar si me queda bien. Selina miró rápidamente a Sofía y sonrió. Estaba tan avergonzada que no sabía qué decir en ese momento. Odiaba tanto a Dolores y se preguntaba cómo rechazarla. Dos empleados de ventas quitaron el abrigo del maniquí y justo cuando estaban a punto de dárselo a Dolores, Sofía dijo: —¡Espera! Todos giraron sus ojos para mirarla. Sofía, vestida con un abrigo de lana gris con un cuello de piel de zorro blanco, se puso de pie. Tenía un aire de confianza. Con las manos en los bolsillos, Colin también la miró con gran interés. Cuando Sofía vio que él la estaba mirando, lo miró directamente y le dijo con voz sonora: —Señor Li, a mí me gustó este abrigo primero. Así que creo que yo debería probármelo primero. ¡No puedes ser tan irracional solo porque ella es tu prometida!

Capítulo 245 Eres mi ídolo Todos en la tienda se quedaron en silencio. Si Sofía no hubiera llamado al hombre 'Señor Li' ellos habrían pensado que ella ignoraba la identidad de Colin Li. ¡Ella se había atrevido a hablarle al Señor Li de una manera tan arrogante! Sofía observaba a Colin, intentando comprender lo que estaba pensando en su cabeza. Si ella supiera en qué estaba pensando él, habría estado mortificada. Colin solo podía pensar en lo mucho que quería desnudar a la insolente mujer. Colin permaneció en silencio. Suponiendo que él no quería molestarse en responderle a Sofía, Dolores se burló: —¿Qué te hace pensar que tienes el derecho para hablar conmigo? Soy la prometida de Colin, ¡estás por debajo de mí! Sin inmutarse por la respuesta de Dolores, Sofía se echó a reír. Se inclinó más cerca y le fijó a Dolores una mirada indiferente. —¿Por qué eres tan presumida? Tú acabas de recoger un zapato que yo arrojé. ¿Dices que yo estoy por debajo de ti? ¡Vaya broma! ¿Qué te hace tan capaz? Todos quedaron estupefactos por su respuesta. Todos lanzaron miradas a Colin para apreciar su reacción. Carente de cualquier emoción en su rostro, Colin no mostró interés en su conversación. Mantuvo sus sentimientos tan profundamente ocultos, que nadie podía descifrar en qué estaba pensando él. Dolores se preguntó cuándo Sofía se había vuelto... tan intrépida. Cuando ellas se conocieron por primera vez, Sofía solo era una chica dócil y gorda. Ella era estúpida y no tenía personalidad alguna. Pero ahora, Sofía parecía estar brillando en todas partes. Tal vez era cierto que Colin era el hombre que había cambiado a Sofía. Ella solía usar en su cara productos baratos para el cuidado de la piel, pero ahora usaba los productos caros. Sofía también había aprendido a aplicar maquillaje profesional. El maquillaje en su cara le quedaba perfectamente. A pesar de su renuencia, Dolores también tuvo que admitir que Sofía se estaba haciendo rápidamente un nombre en la industria del diseño.

El darse cuenta hizo que Dolores perdiera su confianza. Incluso si ella había nacido en una familia de clase alta, sintió un sentimiento de inferioridad frente a Sofía... Se preguntaba si Colin realmente quería casarse con ella. ¿Cómo podría él renunciar a una mujer tan excelente y segura? Sofía continuó: —Señorita Lien, ¿por qué no dice nada? Usted es una dama de clase alta. Dígame, ¿es el señor Li quien le da el valor para consolarse con el espectáculo público que hizo de usted misma? ¿O usted solamente es una mujer desvergonzada? Poniéndose blanca, Dolores retrocedía con cada palabra que Sofía decía. Ella siguió retrocediendo hasta que fue detenida por los brazos de Colin. Aunque Dolores quería responder, Colin le rodeó la cintura con un brazo y susurró: —Vámonos y escojamos otra cosa. El abrigo no te queda bien. Yo elegiré uno perfecto para ti. Con eso, Colin se llevó a Dolores. Mirando al hombre que la sostenía, Dolores se sorprendió. Pero su ira se disipó con la ternura de él. Con una mirada cariñosa en sus ojos, ella siguió a Colin al otro lado de la tienda para mirar la ropa. El gerente y la vendedora inmediatamente siguieron el mismo camino para ayudarlos. Al final, el abrigo de color caqui fue entregado a Sofía. Selina se acercó a Sofía y se maravilló: —Sofía, ¡eso fue increíble! ¡Eres mi ídolo! Sofía se quitó el abrigo gris y se lo entregó a la vendedora. Miró a Selina con una sonrisa. —¿Por qué dices eso? —¡Valientemente liquidaste a Dolores sin siquiera pestañear! ¡A la prometida de Colin! ¡Admiro tu coraje! ¿Viste la cara de Dolores? ¡Su rostro se oscureció antes de inmediatamente ponerse pálido! —Selina se emocionó con entusiasmo. Ella no podía entender cómo Colin podía elegir a Dolores, una mujer farsante e hipócrita. Sofía recordó la escena que acababa de suceder. En realidad, ella estaba bastante asustada todo el tiempo que estuvo desafiando a Dolores. Tenía miedo de que Colin acudiera en ayuda de su prometida y tomara represalias. No tenía ningún problema en desafiar a Dolores, pero Colin era un asunto completamente diferente. Sofía no pudo evitar echar un vistazo a la espalda de Colin mientras ella se ponía distraídamente el abrigo. Ella recordó cómo él la acompañó a ir de compras en una ocasión anterior. Ella suspiró con nostalgia ante el recuerdo. Selina descubrió que el abrigo le quedaba bastante bien a Sofía. Ampliando sus ojos y alzando deliberadamente su voz, se maravilló: —¡Guau! ¡Sofía, te ves

tan hermosa! ¡Colin, echa un vistazo! ¿No crees que Sofía se ve maravillosa? Sofía se quedó sin palabras, mientras Dolores se enfurecía en silencio. Ella realmente quería mirar con odio a Selina, pero Selina era la esposa de Levi. Su madre le había dicho que no podía ofender a nadie en el Clan Li, así que tenía que ser amable con Selina. Colin movió sus ojos hacia Sofía, quien estaba frente al espejo. Reuniendo su coraje, Sofía se volteó para encarar a Colin y dispararle a Dolores una mirada desafiante. Sofía decidió arriesgarse por Colin. Él le había dicho que si ella quería hacer algo, podría hacer lo que quisiera. Que ella no tenía que preocuparse por nada, y él la apoyaría... Ahora que desafiaba a Dolores enfrente de él, Sofía se preguntaba cómo mantendría Colin su promesa. Dolores realmente quería ese abrigo. Lo deseaba desde el momento en que puso sus ojos en él. Pero Colin le dijo que no le quedaba incluso antes de que ella se lo probara. Al ver lo espléndida que se veía Sofía en el abrigo, Dolores se sintió agraviada. ¡Ella se hubiera visto mucho mejor que Sofía en ese abrigo! Y además, ¡Sofía se atrevió a desafiarla de nuevo! Dolores no podía dejar que ella se saliera con la suya. —Señorita Lo, que yo sepa, el abrigo está valorado en novecientos noventa mil. ¿Puede usted pagarlo? Sofía sonrió. Si ella le hubiera devuelto la tarjeta de crédito con cincuenta millones a Colin, no podría pagarlo. Pero como Colin la había amenazado con quitarle la tarjeta, ella definitivamente podía pagarlo. Aunque el abrigo le parecía bastante caro, valdría la pena cada centavo si ella pudiera hacer enojar a Dolores. Sofía ignoró a Dolores y en cambio le sonrió dulcemente a Colin. —Señor Li, ¿el abrigo me queda bien? Dolores se quedó mirando fijamente hacia su cara sonriente. ¿Estaba esta mujer tratando de seducir a Colin? ¡Sobre su cadáver! Temiendo que Colin la elogiara, Dolores se apresuró a mentir: —¡El abrigo no te queda bien, sin importar el color o el estilo! Sofía continuó ignorándola y mantuvo sus ojos en Colin. Ella no se rendiría. Tenía que hacer que Colin dijera algo. Bajo las miradas curiosas de todos, Colin sonrió. —Ese es uno de los diseños de Leandro Bo, ¿verdad? Él es tu maestro. ¿Lo personalizó él para ti? '¿Lo personalizó él para ti?' La pregunta de Colin claramente lo decía todo. El corazón de Sofía se elevó al escuchar la respuesta de Colin. Sin duda era mejor que simplemente decirle que se veía hermosa. Sonriendo alegremente,

Sofía se quitó el abrigo y se lo entregó a la vendedora. —Por favor empáquelo, me lo llevo. Dolores miró a Sofía con incredulidad. Ella era sólo la hija de un pobre profesor. ¿Cómo podría ella pagar el precio? —¡Sofía, de seguro eres la amante secreta de algún hombre! —Gritó de repente Dolores, deteniendo a Sofía de camino a la caja registradora. Los ojos de Colin se encendieron de ira ante el arrebato de Dolores. Pero fue apaciguado de inmediato al escuchar la satisfactoria respuesta de Sofía. Ignorando las miradas despectivas y asombradas de todos, Sofía se acercó a Dolores y le susurró: —Sí, tienes razón. Definitivamente soy la amante secreta de alguien. Y ese hombre es tu marido.

Capítulo 246 ¿Qué quieres decir con Cerdita Encantadora? Dolores estaba tan furiosa que levantó la mano para abofetear a Sofía, pero ella la sujetó de la muñeca: —Tu esposo es tan generoso. ¡Ni siquiera he usado todo el dinero que me dio antes! Aunque Sofía habló en voz baja, tanto Dolores como Colin la escucharon. Después de que Colin escuchó todas sus palabras, él sonrió un poco. Agarró una camiseta cerca de él y de repente dijo: —Dolores, ve a probarte esta camiseta ahora. ¡Te ayudaré a enseñarle una lección! Dolores estaba muy emocionada de saber que Colin iba a castigar a Sofía. Tomó la camiseta de la mano de Colin y dijo: —Me la probaré más tarde. ¡Ayúdame a darle una lección a esta mujer primero! Le encantaría ver personalmente a Sofía cómo sería castigada. Sin embargo, Colin miró el reloj en su muñeca y dijo: —Tengo una reunión con respecto a un proyecto de cooperación que vale cientos de millones de dólares más tarde y no queda tiempo. Deberías probártela ahora. ¡La castigaré yo solo! '¿Un proyecto cooperativo por valor de cientos de millones de dólares?', pensó. Los ojos de Dolores se iluminaron porque a ella solo le importaba el dinero. Asintió de inmediato y dijo: —Está bien. Espérame. Volveré pronto. Después de que Dolores se fue, Colin tomó la mano de Sofía y caminó hacia el escritorio del cajero. Luego le entregó su tarjeta de crédito al cajero y le dijo: —¡Voy a pagar la factura! —.... —El gerente de la tienda, el empleado de ventas, Sofía y Selina se sorprendieron por sus palabras. Antes de que Sofía tuviera la oportunidad de reaccionar, el cajero ya había facturado la cuenta. Miró a Colin y estaba a punto de decir algo. Pero Colin le puso la palma de la mano en la parte de atrás de la cabeza, la atrajo hacia él y le susurró al oído: —Te ves muy bien con este abrigo. Puedes llevarlo cuando te vea esta noche. Me voy a casar a finales de este mes. ¡Puedes llevarlo en mi boda! Después de que terminó de decir estas palabras, besó los labios de Sofía

frente a los demás. —.... Colin continuó: —¡Le prometí a mi novia que te castigaré! ¡Así que tengo que hacer lo que prometí! Sofía repentinamente tuvo un mal presentimiento, así que se dio vuelta y quiso escaparse, pero Colin acercó su rostro hermoso a ella... Colin la besó de nuevo frente a una gran multitud de personas. Todos los empleados de ventas estaban tan sorprendidos que casi gritaron. '¿Qué...? ¿Qué está pasando? ¿El señor Li sale con dos mujeres al mismo tiempo?'. Ellos pensaron, confundidos. Colin le dio a Sofía un beso profundo. Se besaron por un rato. Cuando escuchó que se abrió la puerta del probador, Colin la soltó y dijo: — ¡Espérame en casa esta noche! La cara de Sofía estaba roja, mientras observaba la espalda de Colin que caminaba hacia el vestuario. Ella se preguntó si la gente pensaba que ella era la amante de Colin. '¡No! ¡Tengo que irme ahora!', pensó Sofía. Después de que Dolores se probó la camisa y salió del vestuario, todos la miraron de forma extraña. Ella no tenía idea de lo que pasó. Cuando vio la cara roja de Sofía, pensó que Colin la había castigado y humillado y que por eso su cara estaba enrojecida. La mujer habló con orgullo: —Colin, ¿crees que me queda bien? Cuando Sofía sacó a Selina de la tienda, incluso escuchó a Colin que decía en voz baja: —Hmm... ¡No está nada mal! ¡Envuélvala, por favor!

... Con varias bolsas de compras en sus manos, Sofía y Selina se alejaron de la tienda. Solo se detuvieron cuando se quedaron sin aliento. Selina exclamó: —Sofía, ¡Colin es genial! Incluso se atrevió a besarte delante de tanta gente. ¡No le importaba Dolores en absoluto! ¡Sofía se calmó y pensó que Colin era muy bueno coqueteando con mujeres! —Solo ignóralo. ¡Vamos a comer algo! Dentro de la tienda de ropa WY, Dolores volvió a ponerse su propia ropa y estaba a punto de pagar por la camiseta. Luego escuchó a dos mujeres en el

vestidor adyacente que charlaban. Una de ellas dijo: —Si yo fuera ella, no usaría el dinero de mi prometido. Después de todo, no nos hemos casado todavía. Si mi prometido piensa que estoy en una relación con él solo porque él es rico, ¡me etiquetarían como una cazafortunas! La otra mujer asintió y dijo: —Sí. Está bien. Eso tiene sentido.... Dolores se alejó lentamente del probador. Estaba a punto de dejar que Colin pagara la camiseta. Pero luego pensó: '¿Realmente es algo inapropiado para mí usar el dinero de Colin antes del matrimonio? ¿Pensará que solo me importa su dinero? No, eso no puede ser. No puedo dejar que piense eso de mí'. Colin ya estaba en el mostrador del cajero. Dolores se le acercó de inmediato y le dijo: —¡Colin, déjame pagar por eso! —No es necesario. Yo lo pagaré. Dolores estaba casi cautivada con el encanto de Colin mientras sacaba su billetera. Pero justo cuando Colin sacó su tarjeta de crédito, Dolores lo detuvo y le dijo: —Esta vez yo pagaré la camiseta. Puedes comprar cosas para mí después de que nos casemos. Colin la miró rápidamente y finalmente accedió a dejarla pagar por la camisa. ¡Pensó que las dos mujeres hicieron un buen trabajo! Más tarde, las dos empleadas de ventas, a las que se les encomendó conversar en el vestuario antes, fueron promovidas respectivamente a supervisora regional y gerente de la tienda... Dolores y Colin salieron de la tienda juntos. Cuando pasaron por un baño, Dolores entró en él. Sofía y Selina pusieron sus cosas en el maletero de su auto y luego sonó el teléfono de Sofía. Vio que era Colin. Se mordió los labios y contestó el teléfono: —Hola. —Vete a casa con Selina. ¡Bario te está esperando en casa! —¿Cuál de las casa? —... Nuestra casa. —¿Cuál de nuestras casas? —No estaba segura de si "nuestra casa" se refería a la Mansión Cercis Chino. Pero estaba confundida en cuanto a por qué él le pediría que fuera con Selina. Colin se sintió frustrado. Él expresó más claramente: —La Mansión de la Familia Li. Ella no pudo evitar preguntar: —Bueno. Pero qué hay de ti.... Colin sonrió levemente y dijo: —¡Iré a casa con mi mujer, por supuesto! —... ¿Irás a la casa de Dolores con ella? —Sofía pensó que Colin iría a la casa de Dolores junto con la mujer.

—No. Iré a la Mansión de la Familia Li con mi mujer. —¡No iré ahí! —Sofía estaba enojada. Colin sabía que ella no entendía sus palabras, así que se frotó la sien y respondió: —Sofía, eres tan linda. —¿Eh? —¡Eres tonta y linda! —No soy tonta. —La chica estaba molesta por sus palabras. Colin se puso una mano en la cintura. Luego vio a Dolores salir del baño, así que se puso de espaldas a ella y le dijo a Sofía: —Iré a casa con Sofía, mi mujer. ¿Entendiste? Eres una Cerdita Encantadora*. (* En la cultura china, llamar a otros por su apodo es una forma de mostrar cariño. ). Antes de que se sintiera avergonzada, Sofía preguntó: —¿Qué quieres decir con cerdita preciosa? —Una Cerdita Encantadora. —¿A qué te refieres? Cuando escuchó los pasos de los zapatos de tacón alto de Dolores que se acercaban, dijo: —¡Tú! ... Sofía no sabía por qué Colin podría decir estas palabras. Eso la puso muy furiosa. —Colin, eres un cerdo. Eres un Cerdo Macho*.... (*Sin embargo, Sofía estaba molesta). ) Colin intentó controlar su risa. —Adiós, ahora. Te veré más tarde. Dolores pensó que estaba hablando con alguien del trabajo. Fingió que se preocupaba por él y por su compañía y dijo: —Colin, tu trabajo es importante. ¡Deberías volver a la oficina ahora! Colin fingió dudar por un momento y dijo: —Primero te llevaré de regreso. —No. Puedo pedirle a mi chófer que me venga a buscar. Ve tú primero. Colin estuvo de acuerdo y dijo: —Está bien. —Como Colin tenía que ir al estacionamiento subterráneo, se despidieron frente al ascensor. Dolores estaba contenta porque no solo Colin fue de compras con ella, sino que también le enseñó una lección a Sofía. '¡Humph! ¡Esa mujer descarada se lo merecía!', pensó.

Capítulo 247 Apuesto a que volverá a casarse con su exesposa Dolores pensó que era una pena que no lo viera a Colin castigar a Sofía. 'No importa. ¡Después de todo, Sofía obviamente fue humillada de todos modos!', pensó. En la tienda WY Varios empleados de ventas y el gerente de la tienda se reunieron para hablar sobre lo que sucedió hacía un momento. —¿Crees que al señor Li no le gusta su prometida? —Yo también lo creo. Gastó un millón de dólares en el abrigo de su exesposa, pero ni siquiera pagó por la camiseta de su prometida. —Luego, el gerente de la tienda se enteró de que Sofía no solo era la alumna de Leandro, sino también la exesposa de Colin. Después de maravillarse ante el hecho, un empleado de ventas dijo: —Eso es correcto. Incluso le pidió a su novia que se fuera y besó a su exesposa. ¡Oh, Dios mío! Me puso la piel de gallina cuando los vi besándose. Otro empleado de ventas dijo: —Él es un hombre rico. Definitivamente puede darse el lujo de salir con su exesposa y su prometida al mismo tiempo. El tercer empleado de ventas dijo: —No lo creo. Creo que el señor Li sigue enamorado de su exesposa. ¿Has visto la forma en que miró a Sofía? Fue tan dulce. Pero su cara era indiferente cuando trataba con su novia. El gerente de la tienda dijo: —Por supuesto. Si no, ¿por qué le pidió a Madrona y Lupita que lleven a cabo su plan en el vestuario? Esto demuestra cómo el señor Li no ama a su novia. ¡Ni siquiera quería gastar una pequeña cantidad de dinero en ella! El primer empleado de ventas que habló dijo: —Eso es correcto. ¿Te diste cuenta de que pagó por el abrigo sin dudarlo? ¡Incluso si cuesta casi un millón! El segundo empleado de ventas que habló dijo: —Envidio a su exesposa... ¿Crees que el señor Li y su exesposa se volverán a casar? ¿O continuará su matrimonio con su prometida? Hagamos una apuesta. —¡Esa es una buena idea! Cuenten conmigo. ¡Apuesto a que se volverá a casar con su exesposa! ¡Realmente la ama!

—También me uniré a ustedes, chicos. Apuesto a que se casará con su prometida porque Sofía Lo ya es su exesposa. Él y su novia se van a casar. Solo el gerente de la tienda y uno de los empleados de ventas apostaron a que volvería a casarse con su exesposa. Los otros cuatro o cinco empleados de ventas apostaron a que se casaría con su prometida. En la Mansión de la Familia Li Sofía y Selina llegaron a la Mansión de la Familia Li. Sofía una vez más se maravilló de la riqueza del Clan Li. A pesar de que una casa había sido demolida, todavía había tres más en la Mansión de la Familia Li. Cuando salieron del auto, Ambrosio corrió a saludarlos. Levi lo siguió. Cuando Selina vio a Levi, preguntó con curiosidad: —¿Por qué volviste a casa tan temprano hoy? Levi y Sofía se saludaron. Luego, Levi fue a abrazar a Selina y dijo: —Tengo que llevar a cabo una tarea mañana, así que hoy regresé temprano para empacar mis cosas. Cuando Selina lo escuchó, arrugó la cara y gritó: —¿En serio? ¿Necesitas realizar una misión de nuevo? —Selina dejó escapar un suspiro. A Levi siempre se le asignaron misiones peligrosas y no se le permitió llevar a ningún miembro de la familia con él. Ella suponía que esta vez sería lo mismo. Levi le pellizcó la nariz y respondió: —Iré al País Green Cold durante una semana para ejecutar la misión. ¿Quieres venir conmigo? Sofía levantó a Ambrosio en sus brazos, entró primero en la mansión y dejó a Selina sola con Levi. Sorprendida, Selina felizmente preguntó: —¿Puedo ir contigo esta vez? —Sí, puedes, pero me temo que no es seguro ahí. Será mejor que no vayas. —.... —Selina lo miró y dijo decepcionada: —Me preguntaste si quería ir contigo, pero ahora me estás diciendo que no vayas. —¡Qué frustración! Levi sonrió y puso su brazo alrededor de su hombro. —Entremos en la mansión primero. En este momento, el auto de Colin se detuvo en la Mansión de la Familia Li, así que Levi y Selina se dieron vuelta y lo esperaron. Luego, los tres entraron juntos en la mansión. Wendy había preparado la cena. También hizo una llamada a Yonata, diciéndole que tendrían una cena de reunión familiar. ¡Efectivamente! ¡Una cena de reunión familiar! Yonata, Wendy, Colin, Sofía, Ambrosio, Levi y Selina cenaron juntos. Todos estaban allí de tan buen humor que ninguno de ellos mencionó ningún asunto relacionado con Colin y Dolores. Durante la cena, Sofía de repente le preguntó a Colin: —Dijiste que tenías

una reunión sobre un proyecto que valía cientos de millones de dólares. Pero ¿por qué volviste tan pronto? Colin estaba a punto de tomar algo de comida con sus palillos, pero cuando la escuchó, se detuvo y se echó a reír. Sofía lo miró con curiosidad y le preguntó: —¿Por qué te ríes? —Ella no dijo nada gracioso. Simplemente le hizo una pregunta. Colin dejó sus palillos y le susurró al oído a Sofía para explicárselo. La chica de repente se sonrojó y estiró su mano izquierda para pellizcar la pierna de Colin y pensó: '¡Imbécil! ¡Cómo te atreves a actuar así delante de todos!'. Colin le agarró la mano, controló su risa y dijo en voz baja: —Primero cenemos un poco. Selina, que estaba sentada frente a ellos, habló con una sonrisa: —Colin, Sofía, ¿qué están haciendo? Sofía inmediatamente apartó la mano de Colin. Ambrosio preguntó con curiosidad: —Tía Sofía, ¿por qué está tan roja tu cara? —Oh... Uhm... Estoy bien. ¡Creo que me sonrojé por la comida caliente! — Casualmente dio una excusa y luego bajó la cabeza para comer. Las otras personas sabían exactamente lo que había sucedido y se echaron a reír. Cuando Sofía los escuchó reír, no pudo evitar pellizcar la pierna de Colin de nuevo. Colin se acercó a ella y le dijo: —¡Estás coqueteando conmigo! —¿Qué? Sofía no estaba de humor para comer su comida ahora. Quería comer algo más... Se preguntó por qué él dijo que ella era la que coqueteaba con él. Sofía estaba molesta. Se sirvió una pechuga y la puso en su plato. —¡Solo come! ¡Mantén tu boca cerrada cuando estés comiendo! Cuando escuchó sus palabras, Colin se burló de ella otra vez: —Eso no funcionará. Pero puedes taparme la boca con alguna otra cosa. Ella preguntó por reflejo: —¿Qué? Colin sonrió de manera astuta y susurró: —Tu beso. ¡Oh, no! Sofía estaba muy furiosa después de escuchar sus palabras. '¡Estamos cenando ahora! ¡Cómo puede Colin seguir coqueteando conmigo de esa manera!', pensó. Ella realmente quería llorar. —Tía Sofía, tus orejas también están rojas. ¿La papilla está muy caliente? Puedo ayudarte a soplar la papilla. —Bario era solo un niño, sin tener la más mínima idea de lo que estaba pasando. Miró a Sofía con preocupación. Wendy se rió, tomó una cucharada de sopa con la cuchara de Ambrosio y la colocó delante de sus labios. —Ambrosio, toma un poco de sopa. ¡Déjalos en paz!

El niño se sintió confundido y pensó por qué su abuela dijo eso. Sofía juró que no volvería a hablar con Colin antes de que terminara la cena. Poco después de la cena, la chica se despidió de Yonata y Wendy. Se fue tan pronto porque pensó que necesitaba mantener distancia de Colin mientras tanto. Como no logró destruir su boda, Colin y Dolores ya habían tomado sus fotos antes de la boda. Por supuesto, ella simplemente hizo lo que se le vino a la mente... Ambrosio apretó fuertemente los brazos alrededor de la pierna de Sofía y dijo con tristeza: —Tía Sofía, quiero dormir contigo. ¿Podrías quedarte aquí esta noche? Colin, que parecía frío, se sentó en el sofá y miró fríamente a su hijo y a Sofía, que estaba a punto de irse. La chica sostuvo a Ambrosio en sus brazos y dijo: —Ambrosio, ¡tengo que volver ahora! Mira. ¡Tu padre está en casa para hacerte compañía! ¡No te enojes! —Luego bajó a Ambrosio al piso con suavidad y le dijo a Yonata y a Wendy: — ¡Gracias por la cena! ¡Es bastante tarde, así que necesito irme ahora! No dijeron nada, pero fijaron sus ojos en Colin. Selina se levantó del sofá y le tomó el brazo a Sofía. —¡Sofía, no te vayas! Mira. Bario está muy triste. ¿Estás triste, Bario? —Selina le guiñó un ojo en secreto a Ambrosio.

Capítulo 248 Es demasiado arriesgado Ambrosio captó la indirecta, por lo que inmediatamente estalló en lágrimas. —Tía Sofía, ¿me odias? Me gustas mucho, pero ¿por qué no quieres quedarte aquí para hacerme compañía? ¡Estoy enojado! —Continuó llorando. Después de que terminó sus palabras, Ambrosio corrió hacia las escaleras. El corazón de Sofía se rompió al verlo llorar. Cuando el niño estaba a punto de subir, ella lo alcanzó, lo sostuvo en sus brazos y dijo: —Ambrosio, no quise decir eso. No llores. Ambrosio se frotó los ojos con las manos y sollozó un poco más, suplicando: —¿Puedes dormir conmigo esta noche? ¿O puedes llevarme a casa contigo? —.... —Era la primera vez que Sofía veía que Ambrosio dependía tanto de ella. Realmente no sabía si debería estar feliz o no. Tocó la cabeza del niño y dijo: —Está bien, Ambrosio, te voy a arrullar para que te duermas. Después de que la escuchó, Ambrosio aplaudió y la abrazó felizmente. — Bueno. ¡Tía Sofía, deberías mantener tus palabras! Cuando Sofía volvió a mirar a Ambrosio, no vio lágrimas en sus ojos ni en su rostro. ¡Este niño travieso la engañó! ¡Ay! Le dio un masaje en la cabeza, lo llevó con Yonata y Wendy y tímidamente dijo: —Me quedaré aquí esta noche. —Les prometo que no los molestaré en absoluto. Esta vez, Yonata y Wendy asintieron al mismo tiempo... Wendy secretamente le hizo una seña con el pulgar arriba a Ambrosio. Luego, fingió no saber lo que había sucedido justo ahora y le pidió a un sirviente que les llevara algunos frutas. Sofía se recostó en el asiento que estaba al lado de Colin. Parecía inhóspito... ¡Ay! Ella solo esperaba no sentirse tan incómoda después de que él se casara. Pero sabía que todavía le disgustaba. Se preguntó si él pensaba en su situación... Cuando Sofía casi no pudo soportar la indiferencia de Colin, Yonata le pidió a Colin que fueran a su estudio juntos. En el estudio Se sentaron uno frente al otro en la mesa de té. Yonata hirvió el agua en el

caldero, sacó algunas hojas de té de Pu'er frescas y las puso en la tetera de arcilla púrpura. Colin jugó con la mascota del té de arcilla púrpura* en la mesa y le preguntó categóricamente: (* La mascota del té es una pequeña figura de arcilla que conservan los bebedores de té para la buena suerte). —Padre, ¿quieres hablarme de Sofía? Yonata asintió y dijo: —Ya tienes más de treinta años. Debería haberte dejado lidiar con tus asuntos por ti mismo. También viste que ella trató de alejarse de ti, pero ¿por qué no la dejaste? Yonata aceptó que Sofía se quedara porque vio la expresión de Colin. —¿Por qué necesito mantenerme alejado de ella? Yonata vertió el agua hirviendo en la tetera y lavó las hojas de té de Pu'er dos veces. —¿Por qué necesitas alejarte de ella? Tú y Dolores ya se tomaron las fotos de antes de la boda y se van a casar a fin de mes. ¿Qué quieres que haga Sofía? ¿Quieres que sea tu amante? —Colin, creo que sabes lo que Sofía está tratando de hacer. A pesar de que vino a nuestra casa varias veces, pude sentir que ella trató de alejarse de ti. Quiere acercarse a ti, pero tampoco se atreve a hacerlo. Creo que sabes por qué. Wendy le había dicho a Yonata que le repitiera sus palabras a Colin. Ella pensó que Colin escucharía a Yonata y el hombre tenía que obedecer. Colin sabía de qué se trataba todo esto y dijo: —Padre, todo esto se resolverá en menos de un mes. —¿Se resolverá? ¿Cómo? ¿Puedes decírmelo? —Yonata pensó que Sofía era una buena persona. Aunque la reputación del Clan Li se deterioró y disminuyó debido a sus comportamientos despiadados antes, a ellos nunca les importó lo que pensaban los demás. Les gustaba Sofía. Además, Colin le había dicho una vez a Yonata que Sofía no había hecho nada malo ni tampoco lo engañaba. Fue porque Yonata recordó las palabras de Colin que decidió preguntarle al chico sobre su relación. Colin luego respondió: —Solo quiero que Dolores pierda todo lo que posee en este momento. Yonata le sirvió a Colin una taza de té recién hecho y le preguntó: —¿Sofía lo sabe? Un aroma ligero a base de hierbas emanaba del té. Colin olfateó y de repente recordó las palabras de Helge. Helge dijo una vez que Sofía era como un té añejo, refinado y de sabor agradable. Ahora pensaba que lo que el hombre dijo era correcto. —Ella no lo sabe. Pero a través de mis acciones, le demostraré que la amo.

Pensó que no era necesario explicar nada porque podría ser mal interpretado, por lo que prefería demostrarlo a través de sus acciones. Yonata tomó un sorbo de té y lo saboreó. —La decoración del sitio de la boda está casi terminada. Sabes que a tu madre no le gusta Dolores. Entonces, ella está haciendo todo lo posible para preparar la boda de Levi y Selina. Y tu boda.... —¿Boda? —Colin se rió entre dientes y dijo: —Padre, la boda no es importante y no me importan las decoraciones. Pero cuanta más gente invitemos, mejor estará. Pídele a mamá que invite a más personas relacionadas con el Clan Lien para la boda. Yonata guardó silencio por un momento. Sabía lo que Colin quería hacer. Luego preguntó: —¿Todavía confías en que serías capaz de lograr esto? —Este asunto no tiene nada que ver con la confianza. Es solo una cuestión de hacer cosas para manipular la boda y encontrar personas. Muy sencillo. —Él podría fácilmente destruir a Dolores. —Nunca te he visto comportarte así. Incluso estás apostando tu matrimonio en ello. ¿No crees que es demasiado arriesgado? —Yonata se sintió confundido. Se preguntó por qué su hijo no se parecía a él. No le mencionó nada de eso a Wendy porque si se atrevía a preguntarle, ella no lo dejaría entrar al dormitorio durante varios días... Cuando pensó en su esposa, el solemne Yonata, comenzó a sonreír. —Si nada se arriesga, nada se gana. Le prometí al Clan Lien que celebraré una boda para Dolores. De esta manera, confiarán en mí y puedo evitar muchas dudas innecesarias. —Después de todo, Colin no podía decepcionar a su hijo. Definitivamente no se arriesgaría por Ambrosio en este asunto. ¡El nunca haría eso! —En cuanto a Ambrosio, quiero saber por qué no le dirás la verdad a Sofía. ¿No tienes miedo de que ella te odie después de que lo descubra? —Yonata realmente admiraba las agallas y el coraje de Colin. Incluso se atrevió a traicionar a su amada esposa. Hablando de eso, Yonata estaba seguro de que Sofía era la mujer más amada de Colin. '¿Me odiará?', pensó Colin. Colin reflexionó un poco y dijo: —Si Sofía sabe que Ambrosio es su hijo, será feliz. Aunque no estaba seguro de eso. Pero no importaba. ¡Pensó que ella lo perdonaría finalmente! —Ja, ja, ja —se rió Yonata y dijo: —Espero que Sofía sea feliz. Colin le lanzó una mirada a Yonata. —¿Qué quieres decir? ¿Crees que Sofía no será feliz? —Colin pensó que la chica debería estar feliz de saber que su hijo

estaba vivo y que era el niño al que le tenía mucho cariño. No tenía ninguna duda al respecto. Yonata volvió a llenar la tetera y dijo: —No voy a meterme en tus asuntos. Está bien, siempre y cuando tengas el control total de este asunto. —Está bien —dijo Colin.

Capítulo 249 Colin nunca se casará con Dolores —Por cierto, pronto me jubilaré y planeo viajar por todo el mundo con tu madre. —Todos estos años que Wendy había estado con él, rara vez la llevaba al extranjero por motivos de trabajo. Él a menudo se sentía culpable por ello. Colin sacó una cigarrera y encendió dos cigarrillos para él mismo y para su padre. —Eso sería increíble. ¡Puedes llevar mi tarjeta de crédito y no dudes en comprar lo que quieras! ¡No te preocupes por el precio! ... Sin pensarlo dos veces, Yonata le dio a su hijo un puñetazo en el hombro: —Mocoso, ¿quién crees que soy? El puñetazo de Yonata era más fuerte que el de Sofía. Colin hizo una mueca de dolor, "No ganaste mucho como soldado. ¡Lo estoy haciendo por mamá! Obviamente, Colin estaba bromeando. No había nada que el Clan Li no pudiera obtener. En cuanto al dinero, era la menor de sus preocupaciones. Colin solo mostró su respeto hacia sus padres de la manera incorrecta, por lo que recibió un puñetazo. Sin embargo, al menos el ambiente en la habitación era ligero y tranquilo. Colin y su padre rara vez discutían las cosas de esta manera. Yonata rechazó con indiferencia la oferta de su hijo: —Ella tiene mi amor, y eso es suficiente para ella. Tú, por otro lado, necesitas preocuparte por tu propia esposa. ¡Deja de preocuparte por tu madre cuando ni siquiera puedes solucionar tu propio problema! —No me regañes. De lo contrario, yo podría hacer más nietos para mi madre. Adivina qué elegiría ella. Viajar por todo el mundo o cuidar a sus nietos... ¡Ay! —Yonata lanzó otro puñetazo, y Colin tuvo que aguantarlo. Dado que Yonata había estado en el ejército durante docenas de años, lanzó un golpe bastante fuerte. —¿Me estás amenazando? ¿Quieres que vaya escaleras abajo y corra ahora mismo a Sofía? —Yonata bromeaba con su hijo, cosa que él rara vez hacía. Había otra razón detrás de esta broma con su hijo. Yonata había visto cuán miserable fue Colin cuando se divorció de Sofía. Durante ese período, Colin a menudo faltaba a sus comidas. Él sólo seguía

trabajando y no tenía interés en otras cosas, como un hombre muerto caminante. Incluso ignoraba a la gente a su alrededor, y mucho menos sonreía. Ese no era la persona quien él solía ser. Pero cuando Sofía volvió a su vida, él parecía haber vuelto a la normalidad. A Yonata le gustaba cuando su hijo no vivía como un humano apático. Colin tomó el último sorbo de su té y apagó el cigarrillo: —¡No! Luego, se fue a lidiar con su esposa. Yonata sacó su teléfono y marcó un número: —Papá, ¿ya estás durmiendo? Entonces, una voz alta flotó dentro de sus oídos. —No, estoy viendo las noticias con Manolo y Laura. —Bueno, ¿cuándo regresas? Puedo ir a recogerlos. —Como Levi estaba a punto de casarse, no pasaría mucho tiempo antes del nuevo matrimonio de Colin. —Le preguntaré a tu mamá sobre eso... —Harold fue a ver a Angie y le preguntó cuándo regresarían al País A. Pero Angie miró hacia su hijo y su nuera: —¿Qué hay de ustedes? ¿Regresarán con nosotros? Manolo lanzó a su esposa una mirada dudosa. Habiendo recordado las bodas que Colin y Levi estaban a punto de tener, Laura asintió: —Sí, lo haremos. Luego, Harold habló por teléfono con su hijo: —Regresaremos en un par de días. Recuerda mantener las habitaciones libres. —Muy bien. Haré que las sirvientas limpien las habitaciones. Deberían descansar temprano. —Está bien. ¿Qué está haciendo mi bisnieto? —Harold, sin saberlo, puso una sonrisa afable mientras pensaba en Ambrosio. Yonata se levantó de su silla: —Está escaleras abajo. ¿Quieres hablar con él? —No, acabamos de tener un video-chat anoche. Ya puedes colgar. Estoy seguro de que tienes asuntos que hacer. —Está bien. ¡Adiós, papá! Cuando Yonata terminó su llamada, dejó su teléfono a un lado y, pensativo, miró fijamente a la tetera de cerámica frente a él. Y en el momento que Harold colgó, Laura preguntó: —Papá, ¿de verdad Colin se va a casar con Dolores? Harold se encogió de hombros: —Quién sabe en qué están pensando... No hay nada que podamos hacer si él insiste. Angie suspiró: —¿No dijo Wendy que Sofía ya estaba en su casa? ¿Por qué Colin todavía quiere casarse con Dolores? Habían oído hablar de la notable personalidad de Dolores, ya que los chismes alrededor de los círculos de élite viajaban rápido. Además, Amborsio ya la había tratado varias veces y todavía no le agradaba, mucho menos a estos adultos sofisticados.

Desde que Curro se casó con Rosita, Laura comenzó a conocer a Sofía a través de ella. —Es una pena —suspiró Laura. —Nosotros los ancianos, no debemos interferir en sus propios asuntos. ¡Si Colin insiste, solo podemos darle nuestro mejor deseo! —Harold era bastante filosófico respecto al matrimonio de su nieto ya que él ya no era un niño. Un hombre de treinta y cuatro años seguramente sabía lo que estaba haciendo. Pero Angie no estuvo de acuerdo con él: —Esto es sobre la felicidad de por vida de Colin y Bario. Creo que deberíamos convencerlo de que no lo haga. Manolo, que había estado en silencio todo este tiempo, de repente habló: — Dejen de discutir sobre esto. ¡Colin nunca se casará con Dolores! Entonces, todos los demás lo miraron fijamente y le preguntaron al unísono: —¿Cómo lo sabes? Manolo no sabía muy bien cómo responder. En realidad, él acababa de sacar esta conclusión de los guiones que había leído y de su experiencia en la industria del espectáculo.

... En la Mansión Li Cuando Sofía iba subiendo las escaleras con Ambrosio acurrucado en sus brazos, Colin tomó al niño regordete. —¡Papá, quiero que Sofía me cargue! —Suplicó Ambrosio. Colin le dio un vistazo: —Ya estás muy pesado. Si Sofía se llega a cansar demasiado, ella no te acompañará a dormir. Ambrosio hizo un puchero a sus palabras. Él entendió que su papá tenía razón. Siguiéndolos por detrás, Sofía no dijo nada, pero estaba conmovida. Sofía se había familiarizado bastante con arrullar a Ambrosio para dormir. Ambrosio se quedaba dormido con su mano sosteniendo a Sofía, todas las noches a las 9:30 de la noche. Acariciando la pequeña cabeza del niño, todavía estaba sorprendida de que Ambrosio la llamara 'Mamá'. Ella dudaba que Colin le permitiera a su hijo hacer eso. ¡Después de todo, ese hombre era mezquino! A las 9:40 de la noche, Sofía apartó con cuidado el brazo de Ambrosio y se

levantó de la cama. Luego, ella entró en su baño. Ella no tuvo tiempo de limpiar el desastre después de bañarlo. Pero ahora que Ambrosio estaba durmiendo, podía ordenarlo y marcharse. Eran como las 10 de la noche cuando ella terminó. Después de besarlo en las mejillas, apagó las luces y se fue. Pero poco después de salir de la habitación del niño, la puerta de la habitación opuesta se abrió. Mirando atónita, el hombre apareció frente a ella. Sofía señaló hacia las escaleras: —Debo irme ahora. Buenas noches. Ella se dirigió hacia la escalera mientras hablaba. Colin sabía que ella se estaba haciendo la difícil. —¡Tu ropa todavía está en mi habitación! —Dijo Colin con indiferencia. Confundida, Sofía miró hacia atrás: —¿Qué ropa? —Ella no recordaba haber dejado ninguna prenda en su habitación.

Capítulo 250 Tú eres el guapo Colin —Entra en mi habitación y lo descubrirás —dijo Colin, mientras él se recargaba tranquilamente en la puerta y la esperaba. —No quiero entrar —contestó. Ella sabía que en el momento en que entrara a esa habitación no habría vuelta atrás. Colin no la dejaría ir tan fácilmente, y además, cada vez que lo tocaba, sentía que perdía el control sobre sí misma. —Selina accidentalmente sacó tu ropa del maletero de tu auto... —explicó Colin tranquilamente. —Bueno, déjala, puedo recogerla otro día. —Ella comenzó a alejarse de él, pero él dijo: —¡Si das un paso más, no puedo prometer que no te haré nada! Ella entonces de repente detuvo sus pasos. Mordiéndose el labio inferior, Sofía contuvo sus emociones, aunque quería desencadenar todas y cada una de ellas en un suspiro. Muy firme a su idea principal, Sofía dijo: —¡Tengo que regresar! Pero el hombre era aún más firme y dijo: —No lo permitiré. —Colin... Ella intentó convencerlo, ¡pero Colin ya se había cansado de conversar! — Contaré hasta tres, y si para entonces aún no estás aquí, ¡entonces iré a ti!

... —Uno... Mientras apretaba los puños, Sofía se preguntaba si realmente Colin sabía lo que significaba el quedarse ahí para los demás. La gente podría entonces considerarla como la intrusa entre él y Dolores. —Dos...

'¡Bien!' Ella pensó para sí misma. Estaba segura de que se sentía impotente porque no tenía el valor para arruinar su boda. Si ella tenía que llamar a la policía y le pedía que arrestara a Dolores el día de su boda, era muy probable que prefiriera hacerlo otro día, sólo por respeto a Colin. Ella se acercaba a él inconscientemente antes de que él terminara su conteo. '¡Jesús! Qué inútil eres, Sofía'. Ella pensó para sí misma. Luego entró silenciosamente a su habitación, y se inquietó un poco cuando él cerró la puerta detrás de él. ¡Estaba aún más asustada cuando vio a Colin cerrar la puerta también! Todo era tan obvio. En un escritorio cercano había dos bolsas, una de ellas decía: WY shop. Colin tomó esa bolsa y se la dio a Sofía. Él ordenó, "Póntelo. '¿Ahora mismo? ¿Para qué?' Sofía se preguntó. —¿Por qué? —Ella exclamó. —¡Porque quiero ver cómo luce en tu cuerpo! —Después de decir esto, Colin dio un paso atrás. ... '¿Tengo que ponérmelo sólo porque él quiere que lo haga?', pensó. —No lo haré... —Tienes que hacerlo, porque lo compré para ti. —... ¡Entonces te pagaré lo que te debo! —Mientras decía esto, agarró su bolso, pero antes de que pudiera siquiera abrirla, Colin la agarró de su mano y lo arrojó al sofá cercano. —¡Póntelo! —Él ordenó de nuevo. Su voz se volvió más fría, y se preguntó por qué ella no podía hacer lo que él pedía. Sofía no se sentía contenta y dijo: —Está bien, está bien, pero ¿por qué tienes que ser tan grosero? Por un momento, la cara de Colin se puso rígida cuando escuchó su agraviada pregunta, pero pronto volvió a la normalidad en cuanto ella comenzó a quitarse el abrigo. El hombre se mostró muy satisfecho cuando vio a Sofía ponerse el abrigo de color caqui que había comprado, haciendo que la presencia de Sofía fuera aún más imponente. Caminó hacia ella y lentamente puso sus manos alrededor de su delgada cintura. Luego le susurró suavemente al oído: —Esa es mi chica. '¡Ugh, déjalo para otra ocasión! ¡Todo lo que haces es presionarme!' Desestimó Sofía en su mente. Luego Colin besó sus temblorosos labios y dijo: —Ahora necesito hablar de un proyecto contigo; su valor es de más de cien millones. —¡No quiero discutirlo! —Gracias a él, ella tenía un total entendimiento del llamado 'proyecto' que él tenía en mente.

Él comenzó. —Bueno, ¿sabes que... —Mientras escuchaba su voz seductora, Sofía descubrió que él también estaba acariciando su cabello—... Mientras estaba en esa tienda de ropa, quería abrazarte así, y... —Sus besos cubrían sus rosadas mejillas y sus labios carmesí. Cuando escuchó su última palabra, la mente de Sofía se quedó en blanco en un instante. No esperaba que el desvergonzado hombre alguna vez se atreviera a decirle cosas tan obscenas. —¡Déjame ir, necesito irme a casa! —ella dijo. —¿Irte a casa? —Sonriendo, Colin caminó hacia el balcón con Sofía en sus brazos y dijo: —¿Quién me dijo que quería tener un hijo conmigo? ¿Qué? ¿Cambiaste de opinión ahora? Él nunca le permitiría hacer eso, si ese fuera el caso. Recordada por él, Sofía se acordó de su deseo. '¿Por qué no quiero tener un bebé con él, y en lugar de eso ahora quiero alejarlo?' Se preguntó Sofía. Su mente daba vueltas, y de repente ya no sabía qué hacer. ¿Quedarse y tener un bebé con él, o irse y alejarse un poco de él? Deseaba que alguien viniera y le diera la mejor respuesta a su dilema. Sin embargo, Colin ya había tomado la decisión por ella. La presionó contra el pasamanos de la escalera, y Sofía sintió peligro en su mirada. —¡No! —De repente, tenía los ojos muy abiertos y, sabiendo en qué estaba pensando, comenzó a mirar a su alrededor nerviosa. Afortunadamente, las únicas luces que podía ver eran las tenues lámparas, y también las cortinas de los otros balcones cerradas. Mirando a Sofía, quien parecía un pájaro asustado, Colin sonrió y dijo: —No tienes que temerme. ¿Cómo demonios podría no tener miedo? El abrigo aún estaba en su cuerpo. Ella dijo: —Colin, ¿puedo decir que eres un monstruo? —Él había desarrollado un interés sexual en ella sólo por... un abrigo. —Bueno, di lo que quieras... —Él besó sus labios rojos de nuevo, y continuó: —¡Pero debes saber que no puedes decir eso y simplemente salirte con la tuya! ¡Así que seré el monstruo que dices que soy! Sofía al instante cambió su tono, y dijo coquetamente: —¡Estaba equivocada, perdóname! Eres guapo, en realidad extremadamente guapo, y talentoso, y... —¡Bueno, acepto todos esos cumplidos!

... A la mañana siguiente, Sofía salió de su casa con su ropa, arrugada por el hombre la noche anterior. Cuando regresó a casa, las desarrugó con una plancha antes de irse al trabajo. Poco después de entrar a su oficina, inmediatamente comenzó a diseñar ropa para Colin. Ella decidió hacerle un traje en lugar de ropa casual, ya que estaba a punto de casarse. Luego dibujó el diseño y llamó a Wade para las medidas de Colin. Después seleccionó el mejor material y se dedicó a hacerlo. Durante este tiempo, ella no tomó la iniciativa de llamar a Colin, y él tampoco acudió a ella. Ella supuso que Colin estaba ocupado con su trabajo, y simplemente no tenía tiempo. En cambio, Ambrosio fue enviado a la casa Lo por Selina varias veces. Sofía se durmió con él, le preparó el desayuno por la mañana y lo llevó al jardín de niños. Los días con Ambrosio hicieron que Sofía sintiera que realmente estaba pasando tiempo con su hijo, porque a menudo le suplicaba que lo sostuviera en sus brazos, y también porque la llamaba mamá todo el tiempo. Al principio, Sofía se sentía incómoda con esto, pero con el tiempo, poco a poco, aprendió a acostumbrarse a ello. La semana antes de la boda de Colin, Sofía finalmente terminó de hacer el traje. Ella había trabajado día y noche en él. Mientras se acercaba diciembre, el clima comenzó a sentirse más frío y muchas personas comenzaron a abrigarse con chaquetas gruesas. Sofía hizo lo mismo, y con un gran abrigo encima, se dirigió a la compañía de Colin con el traje terminado en sus manos.

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Content Capítulo 251 Felicitaciones por tu boda Capítulo 252 Él no podía soportarlo más Capítulo 253 Eres inteligente Capítulo 254 Flor de loto blanca Capítulo 255 El abuelo de Feidi Fan Capítulo 256 Idiota Capítulo 257 Solucionador de problemas Capítulo 258 Muéstrame Capítulo 259 Abuelo Capítulo 260 Él era el novio hoy Capítulo 261 Mira la pantalla grande Capítulo 262 Esa es la sopa de pollo de mi prometida Capítulo 263 Todo fue previamente arreglado Capítulo 264 Quiero darte una sorpresa Capítulo 265 ¿Qué quieres Capítulo 266 Venganza Capítulo 267 Dona el riñón a su hija Capítulo 268 Necesitaban una buena alimentación Capítulo 269 Mi pequeño amado Capítulo 270 Desgarrador Capítulo 271 Licencia de matrimonio Capítulo 272 No dejaré que mi cuñado quede exhausto Capítulo 273 Muerte repentina Capítulo 274 La chica más bella en mis ojos Capítulo 275 ¡Chica tonta! Capítulo 276 ¡Sálvala de la tortura! Capítulo 277 ¿Cómo es ella Capítulo 278 Turquía Capítulo 279 Nota de Agradecimiento

Capítulo 251 Felicitaciones por tu boda Ya eran las ocho cuando entró en la compañía, pero no esperaba que Colin todavía estuviera allí. Alejandro avisó al personal de seguridad con antelación para que le permitieran a Sofía subir directamente al piso 88 cuando llegara. Sin embargo, ella no permitió que Alejandro informara a Colin de su llegada porque quería darle una bonita sorpresa. Mientras caminaba hacia el ascensor, Sofía no pudo evitar sonreír cuando tocó el paquete que llevaba. Estaba nerviosa. Ella bajó el ritmo. Había mucho silencio en el piso 88, donde se encontraba la oficina del CEO. Se dio cuenta de que la puerta no estaba del todo cerrada y, mientras permanecía fuera de la oficina, escuchó a alguien hablar. Cuando estaba a punto de tocar la puerta, escuchó: —¡Papá, no te he visto en mucho tiempo! La cara de Sofía se puso pálida al momento porque no era la voz de Ambrosio la que estaba oyendo, era la voz de una niña pequeña. Bajó las manos lentamente y, a través de la rendija, vio a una niña que parecía tener unos dos años. Luego vio a Colin, de espaldas a la puerta, levantando a la niña con sus manos. Él dijo: —Naiara, ¿has estado comiendo bien? —¡Papá, por supuesto que sí! ¡La señora Shane incluso me felicitó! Dijo que estoy creciendo cada día más. La niña pequeña se veía bonita con sus grandes ojos y su pequeña boca, y las dos cortas trenzas de su cabeza la hacían lucir aún más hermosa. La cabeza de Sofía estaba a punto de explotar. '¿Acaba de llamar a Colin... papá?' No sabía que Colin tenía una hija. La voz de Colin sonaba muy afable. —¡Eso es bueno! —dijo él—. ¿Quieres ir al restaurante a cenar con tu hermano esta noche? —¡Por supuesto que quiero! Papá, ¡eres tan bueno conmigo! —La niña parecía muy emocionada. Ella puso su brazo alrededor del cuello de Colin.

—Papá está un poco ocupado hoy. ¡Deberías irte a casa con la señora Shane! A Sofía le dolió escuchar la palabra «papá». —Está bien, papá. ¡Adiós!

... Sintiéndose un poco culpable por haber escuchado a escondidas, se ocultó en un rincón cuando la niña estaba a punto de salir de la oficina de Colin. Contuvo la respiración y se aferró a su cuello. Luego vio a la niña entrar en el ascensor con una mujer a su lado. Sus ojos se llenaron de lágrimas repentinamente, preguntándose por qué nadie le había dicho que Colin tenía una hija. Cuando eran aproximadamente las nueve, el teléfono de Sofía sonó de repente y todos sus pensamientos volvieron al presente. Ella colgó de inmediato al ver que era Alejandro y le envió un mensaje diciendo que ya estaba en la compañía. Se secó las lágrimas, despejó su mente y caminó hacia la oficina. Después tocó la puerta. —¡Adelante! —dijo Colin. La voz masculino del hombre penetró en sus oídos. Tratando de contener sus lágrimas, abrió la puerta y dijo: —Soy yo. Colin sonrió al escuchar la voz familiar. Luego dejó el bolígrafo sobre su escritorio, se levantó y se acercó a ella. Sin pronunciar ni una sola palabra, la tomó en sus brazos y besó sus labios carmesí. Al acercarse el fin de año, toda la compañía estaba ocupada, y Colin no la había llamado últimamente porque había estado en un viaje de negocios durante diez días. Al pensar en la niña, Sofía quiso preguntarle quién era su madre, pero no estaba segura de si Colin le respondería o no. Frenando su impulso, lo apartó y dijo: —¡Por favor, no! ¡Tengo cosas de las que hablar contigo! No fue hasta ese momento que Colin se dio cuenta de que llevaba una caja en la mano. —¿Qué es esto? —preguntó. Sofía lo abrió, le mostró el traje y dijo en voz baja: —¡Colin, felicidades por tu boda!

Era un traje negro y la tela era tan suave que no se arrugó incluso después de haberlo doblado. Colin estaba encantado. Lo tomó de sus manos y dijo: —Voy a probármelo. —Puedo hacer algunos arreglos si no te queda bien. —Ella colocó la enorme caja sobre la mesa y luego le ayudó a ponerse el traje. Para sorpresa de ella resultó que no necesitaba ningún arreglo y, mientras se ponía las manos en la boca, Sofía lo miraba fijamente. Colin se abrochó los botones. Se veía guapo. El traje, que era de un estilo ligeramente casual, hacía que el hombre pareciera noble, formal y también amable. No se tuvo que mirar en el espejo para saber que le quedaba bien. Estaba contento, la abrazó de nuevo y dijo: —¡No quiero que me felicites! ¡Te amo, Sofía! Su repentina confesión hizo que ella abriera sus ojos completamente. Apenas podía creer lo que él estaba diciendo. Colin se iba a casar en una semana y ella no sabía si reír o llorar. El mundo entero sabía de su boda y, sin embargo, Colin dijo que amaba a otra mujer. Hubo un momento en el que Sofía pensó que, en realidad, no sabía nada de él. Colin se detuvo un instante y besó de nuevo sus labios rojos. Un rato después, Sofía se apoyó ligeramente en su cuerpo y le escuchó decir cuánto amaba el traje que había confeccionado para él. —Mmm... ¡Entonces tienes que llevarlo puesto en uno de los días más importantes de tu vida! Colin, ¡póntelo para tu boda la próxima semana! —Ella le colocó el traje con suavidad y pensó que podría verse mejor con una corbata de color burdeos. Sin embargo, no se lo dijo a él porque pensaba que no era de su incumbencia. Colin la miró fijamente y, expectante, le preguntó: —Sofía, estarás en la boda, ¿verdad? Si ella no fuera, todo su trabajo se desperdiciaría. Sofía todavía se preguntaba por qué Colin podía decir cosas tan desgarradoras de una manera tan indiferente. Se las arregló para sonreír y respondió: —¡Por supuesto, tengo un gran regalo para... tu prometida! 'Me preguntaste si iría... Lo verás tú mismo el día de tu boda', pensó. Ella acarició sus cejas con las manos temblorosas y pensó: —Colin, por favor, perdóname... Te amo tanto que no puedo vivir sin ti... Por eso tengo que arruinar tu boda, pero si esta vez no lo consigo, prometo que te dejaré ir... Al oír a Sofía decir que lo amaba, Colin se emocionó. —Sofía, ¡yo también te amo! ¡Nunca dejaré que te vayas!

—Bueno... —Debido a su emoción, su suave respuesta pareció significar algo para Colin. No habían estado juntos durante casi dos semanas. Colin se quitó el traje, lo puso con cuidado en el sofá y luego la levantó hasta su pecho. Ella inmediatamente supo lo que él estaba pensando. Lo conocía mejor que nadie por todo el tiempo que había estado con él. Colin llevó a Sofía a la cama de tamaño King que estaba en la sala, se quitó el abrigo y se desabrochó la camisa. Después de cada movimiento que hacía, miraba a la mujer que tenía debajo de él con cada vez más pasión reflejada en sus ojos. Cuando el aire de la habitación comenzó a calentarse, sus cuerpos se fundieron en uno solo. A la mañana siguiente, cuando Sofía terminó de dibujar un boceto, sintió que algo estaba mal. Entró corriendo al baño y salió con una mirada de decepción en su rostro. Le había bajado el periodo y pensó que podía significar que era la voluntad de Dios que Colin se casara con Dolores. Sofía se molestó mucho. Mientras garabateaba en un pedazo de papel con los ojos llorosos, alguien llamó a la puerta de su oficina. —¡Adelante! —dijo ella.

Capítulo 252 Él no podía soportarlo más Feidi entró a su oficina y Sofía no lo reconoció. Luego pensó por un momento y se dio cuenta de quién era. Feidi no la había visto en mucho tiempo y la había extrañado mucho. Ella parecía estar muy triste en ese momento—. ¿Por qué estás llorando? —preguntó Feidi. Él ya sabía la respuesta, pero quería que se lo confirmara. Sofía se repuso y se secó las lágrimas rápidamente mientras lo escuchaba. Ni siquiera se dio cuenta de que estaba llorando, y dijo: —¡Buenos días, señor Fan! Feidi miró cuidadosamente su rostro y dijo: —Me reuniré con Mario ahora, pero podemos almorzar juntos después de terminar mi trabajo. —Oh, gracias, pero no tengo tiempo. Tengo muchas cosas que hacer por aquí —respondió Sofía. —No aceptaré un no como respuesta. Sé que el Grupo Pei no tiene tantos negocios con otras compañías como tenía antes, por lo que no estás ocupada en absoluto —dijo Feidi con una sonrisa en su rostro. Se metió las manos en los bolsillos y observó la reacción de ella después de destapar su mentira. Sofía se sintió avergonzada cuando escuchó las palabras de Feidi. Con el rostro enrojecido, dijo: —Tiene razón, no estoy ocupada con el trabajo, pero tengo cosas personales que hacer. —¿Qué vas a hacer? Colin se va a casar y estará muy ocupado para fin de año. Sofía, ¡no me rechaces! ¡Siempre me has rechazado! Aunque no te hayas presentado a nuestra cita la última vez, todavía puedes almorzar conmigo —dijo Feidi con tono ansioso. Sofía estaba decidida a rechazarlo con determinación. ··· —Señor Fan, créame, no soy la mujer adecuada para usted —dijo Sofía. Feidi se rió entre dientes y dijo: —¿Cómo lo sabe? Ni siquiera hemos tenido la oportunidad de intentarlo. Cuando se acercó a ella, Sofía se asustó y retrocedió. Ella disimuló su vergüenza sirviéndose té y dijo: —Señor Fan, ¿quiere una taza de té?

—Por favor, no seas tímida... Sí, me encantaría tomar un poco de té — respondió Feidi. Se aflojó la corbata, tomó la taza de té y se recostó en el sofá. Luego entrecerró los ojos ante Sofía, que estaba de pie frente a él con la cara sonrojada. Sofía respiró hondo y dijo: —Señor Fan, ¿qué puedo hacer por usted? Si no necesita mi ayuda, por favor, salga de mi oficina y haga su trabajo. Cuando la escuchó, Feidi sonrió y dijo: —Sofía, Colin se va a casar pronto. Sabes que tienes que renunciar a tener una relación con él. Feidi sabía la razón por la que Sofía lo rechazaba: amaba a Colin. Sofía lo miró a los ojos y dijo: —Me daré por vencida en el momento en el que se case, pero no ahora. Ella no lo dejaría de intentar hasta el final. Feidi sintió envidia cuando la escuchó decir eso. Él también quería tener a una mujer que lo amara tanto como ella amaba a Colin. Las mujeres que intentaban acercarse a él solo querían su dinero y él no podía soportarlo más. Feidi se levantó del sofá y luego se dirigió hacia Sofía. Apoyó los brazos en su escritorio y dijo: —Nunca más la molestaré si almuerza conmigo esta vez. Sofía dudó por un momento, pero finalmente accedió. Feidi se sintió feliz y, con una expresión de satisfacción en su rostro, dijo: — Reservaré el restaurante y te enviaré la ubicación a tu teléfono antes del mediodía. —Bueno, señor Fan, nos vemos luego —dijo Sofía. No podía esperar a que él saliera de su oficina. Feidi estaba un poco molesto y pensó: 'Aunque ella me odie, no me rendiré todavía'. Después de salir de la oficina de Sofía, Feidi llamó a su asistente. —¿Dónde van a almorzar Colin y la gente de FW? Averigua la ubicación y envíamela — dijo Feidi. El asistente respondió rápidamente: —No hay problema, lo comprobaré ahora mismo, señor Fan. Sofía parecía confundida cuando regresó a su oficina. Recordó que Mario había dicho que Feidi era el CEO de la empresa de entretenimiento Jingguan. ¿Por qué quería contratarla? Ella sabía que el Grupo Pei no se había pasado a la industria del entretenimiento, y entonces ¿por qué Feidi había ido allí? Buscó a Feidi por Internet y encontró la respuesta. Feidi no solo era el jefe de la empresa de entretenimiento Jungguan sino también el jefe de la firma de su familia. El Grupo Fan era similar al Grupo Pei porque ambos se dedicaban al negocio del comercio de ropa.

Por eso había venido aquí. 'Ya veo', pensó Sofía para sí misma. Luego dejó el teléfono y siguió dibujando en un papel. No sabía si Bario todavía tendría la oportunidad de ponerse la ropa que ella había diseñado. En el Restaurante Aviks Occidental Un Lamborghini rojo se detuvo en la puerta del restaurante, y Feidi, que vestía un traje de color gris claro, salió del auto. Rápidamente caminó hasta el asiento del pasajero y le abrió la puerta para Sofía. Le ofreció la mano y dijo: —Señorita Lo, por favor, toma mi mano. Sofía lo miró y dudó, pero finalmente le puso la mano en el brazo y salió del coche. En ese momento, un Cayenne se detuvo justo al lado del Lamborghini. Sofía se dio cuenta de que el Cayenne era el coche de Colin y quiso soltar su mano, pero Feidi la detuvo y la sujetó con más fuerza. Ella lo miró furiosa, Feidi sonrió y dijo: —Puedes comprobar si Colin realmente te ama o no. Cuando Sofía escuchó estas palabras, tuvo emociones encontradas y la expresión de su rostro pasó de la ira a la confusión. Por un lado, ella quería ver la reacción de Colin, pero por otro lado, si él realmente no se preocupaba por ella, se sentiría destrozada. De repente, una voz gritó: —¿Sofía? —Sofía apretó los dientes al reconocer que la voz era de Dolores. Realmente odiaba a Dolores, pero tenía que controlar su rabia en ese momento. Luego una mirada penetrante se fijó en su espalda. Sofía sabía que era Colin. Su cuerpo se puso rígido cuando se dio cuenta de que Feidi todavía sostenía su mano. Recientemente se habían dado demasiadas coincidencias en la vida de Sofía. Se encontraba con Colin y Dolores en casi todos lados: el centro comercial, el restaurante, el cine... Feidi sostuvo con orgullo la mano de Sofía, la giró hacia Colin y Dolores, saludó a Colin con una sonrisa y dijo: —Señor Li, ¡cuánto tiempo sin verle! Sofía puso una sonrisa forzada y miró a la pareja, aún no casada, que estaba de pie en la entrada del restaurante. Colin miró a Feidi y dijo: —Señor Fan, ¿cómo se siente cuando está acompañado de nueve hermosas mujeres? Sofía se quedó sorprendida al escuchar eso. '¿Qué? ¿Nueve mujeres?', pensó para sí misma. Feidi se molestó un poco al escucharlo, y rápidamente le explicó a Sofía: —

Cariño, confía en mí, todas esas mujeres eran del señor Li. No toqué a ninguna de ellas, ¡lo juro! —dijo Feidi. Al escuchar sus palabras, pensó para sí misma: —Eso no es asunto mío, no me importa si las tocaste o no. Dolores miró a Sofía furiosa y pensó para sí misma: 'Sofía, eres realmente buena seduciendo a hombres, pero ¿cómo puedes estar con Feidi? ¡Eres una mujer disoluta y descarada! ¡Te haré quedar como una estúpida!' Entonces dijo despreocupadamente: —Sofía, recuerdo que tu novio es el señor Pei, ¿por qué estás aquí con el señor Fan? No me creí los rumores y los chismes que se decían sobre ti antes de conocerte, pero creo que estaba equivocada. ¡Tal vez los rumores sean ciertos! Dolores pronunció todas esas palabras de una manera sarcástica y cruel. Sofía no se ofendió, por el contrario, sostuvo el brazo de Feidi y dijo: — ¿Qué sabrás tú, Dolores? Rechacé a Mario. Feidi quiere que sea su novia, pero aún no he dicho que sí. Solo queremos almorzar juntos. ¿Está celosa, señora Li? —Sofía le dirigió rápidamente a Feidi una mirada suplicante, esperando que él la ayudara.

Capítulo 253 Eres inteligente Feidi conocía la intención de Sofía, pero también quería saber cuál era la actitud de Colin hacia ella. Él dijo: —Sofía es una chica inocente. No es la clase de persona que se compromete poco después de divorciarse. Dolores nunca pensó que Feidi ayudaría a Sofía. Cuando lo escuchó, se puso tan furiosa que sus labios comenzaron a temblar de rabia. Puso una sonrisa forzada y dijo: —Por aquel entonces yo era estúpida y me habría referido a mi exesposo como mi media naranja. Sin embargo, cuando conocí a Colin, oh, entonces comencé a darme cuenta de lo equivocada que había estado todo ese tiempo. Ahora solo quiero amar a Colin, mi único amor. Dolores se fue calmando poco a poco y luego agregó: —Señor Fan, sabe que Colin es el exmarido de Sofía, ¿no? Feidi parecía nervioso y dijo: —¿Eso importa? Dolores pensó que como había estado comprometida con Colin, ahora estaba en posición de decirles a los demás qué tipo de persona era realmente Sofía. Ella dijo rápidamente: —Sofía ha estado con muchos hombres durante su matrimonio. Señor Fan, ¿está seguro de que quiere estar con una mujer así? — De repente, todos escucharon una bofetada y a Dolores gritar. La habían abofeteado. No fue Sofía, ni Feidi, ni Colin, sino Alejandro quien la pegó. —Alejandro, ¿cómo te atreves a darme una bofetada? ¡Eres un perro asqueroso! —Dolores apretó los dientes con rabia y pronunció la última frase palabra por palabra. Inmediatamente, Colin puso una cara larga y una mirada fría. Sofía se soltó de Feidi y se colocó frente a Dolores. La miró de manera penetrante y dijo: —¿Qué dijiste? ¡Te reto a que lo digas de nuevo! —Tú... —Dolores quería maldecir, pero no pudo pronunciar ni una frase completa cuando vio la mirada hiriente de Sofía. Luego Colin le quitó el brazo a Dolores y dijo con voz fría: —¡Has ido demasiado lejos! ¡Alejandro, llama a alguien y envía a la señorita Lien a casa! Después se dirigió directamente hacia el restaurante. El gerente y los

camareros llevaban mucho tiempo esperando en la puerta, y Colin entró al restaurante rodeado por ellos. Dolores ni siquiera tuvo tiempo de decirle algo. Pensó para sí misma: '¡No! ¡No quiero volver a casa!' Miró a Alejandro y Sofía y dijo: —¡Todo esto es por su culpa! ¡Pagarán por esto! ¡Ya lo veremos! Alejandro no hizo la llamada. Sin embargo, agarró a Dolores por la muñeca y la metió en el Cayenne. Luego cerró la puerta y dejó que Dolores gritara todo lo que quiso dentro del auto. —¡Oh, no! —Sofía trató de detenerlo rápidamente y dijo: —¡Alejandro, no seas tonto! Alejandro sonrió de inmediato y le respondió: —Sofía, debes ir al restaurante y disfrutar de tu comida. Sé cómo lidiar con esto, no tienes que preocuparte por mí. Sofía se puso muy ansiosa cuando vio que Alejandro se alejaba en el auto. A ella no le importaba la seguridad de Dolores y sabía que Alejandro quería darle una lección, pero temía que la matara. Alejandro no tenía por qué arruinar su futuro por ella. Feidi le dio una palmadita en el hombro y le dijo: —No te preocupes, él no hará ninguna tontería. —Había oído hablar de Alejandro unos días atrás. Alejandro era el secretario general de Colin; cruel cuando era necesario, pero también tranquilo y decidido. Sofía se fue calmando paulatinamente, pero luego comenzó a enojarse. Miró al hombre que estaba a su lado y le dijo: —¡Sabías que Colin vendría a comer aquí y me invitaste a propósito! ¿Estoy en lo cierto? Era la primera vez que Feidi veía a Sofía enojada. Siempre se veía elegante y fina cuando le entregaban premios en ceremonias especiales. Feidi no negó la afirmación de Sofía. En lugar de eso, se rió entre dientes y dijo: —¿Por qué estás enojada? Acordamos encontrar la manera de comprobar si Colin te ama o no, ¿no es cierto? —Parecía que Colin amaba de verdad a Sofía y eso era algo que lo hacía infeliz. Mientras Alejandro y Sofía amenazaban a Dolores, en lugar de enfadarse, Colin permaneció tranquilo y en silencio, pero cuando Dolores pronunció el nombre de Alejandro se dio la vuelta. Sofía gritó: —¡Él no me ama! ¡Y yo no te amo a ti! —Estaba muy molesta por el comportamiento de Feidi y pensó: '¡Para empezar, no debería de haber aceptado almorzar aquí con él! ¡Él me tendió una trampa!' —Sé que no me amas, pero es hora de que almorcemos. He reservado una mesa para dos. ¡Venga, vamos! —Feidi sonrió y luego le hizo un gesto de «por favor». Como rápidamente admitió su error, Sofía no podía enojarse de nuevo con él,

así que reprimió su ira y luego siguió a Feidi en silencio al restaurante. Cuando Sofía se dio cuenta de que la mesa que Feidi había reservado estaba junto a la de Colin, miró a Colin y no tuvo más remedio que sentarse a su lado. Sofía sabía de sobra que Feidi también había hecho eso intencionadamente. Sus sillas estaban tan cerca que realmente podían escucharse el uno al otro con claridad. Feidi dijo: —¡Eres tonta! Sofía desvió la mirada hacia él y le dijo: —Si yo soy tonta, ¡entonces tú eres estúpido! —¿Yo? ¿Soy estúpido? —Feidi no sabía qué decirle. Era la primera vez que alguien lo había llamado así. Sofía apretó los dientes, luego se acercó a Feidi y le dijo: —¿Crees que Colin no sabía nada de nuestro plan? ¿Lo comprobaste? Feidi se alegró de ver que Sofía era inteligente y dijo: —No eres tonta, ¡en realidad eres inteligente! A todos les gustaban los cumplidos y Sofía no era la excepción. Cuando escuchó los elogios de Feidi, levantó la barbilla con orgullo y dijo: —Él debe saber que lo estás controlando. En su opinión, Colin a veces parecía tonto o lo fingía. En su matrimonio anterior, por ejemplo, fue lo suficientemente estúpido como para creer en las palabras de Paulo. Sin embargo, era inteligente y astuto en la mayoría de los casos. Hacía mucho tiempo que descubrió que la persona del vídeo no era ella. Además, podía manipular a Dolores. Feidi descubrió que Sofía era muy linda. ¿Quién dijo que ella era distante y orgullosa? ¡Eso era completamente falso! Parecía ser distante y orgullosa, pero en realidad era muy linda. Feidi dijo: —Sofía, quiero proponerte matrimonio. —Feidi no lo dijo en voz baja, y Sofía se dio cuenta de que Colin había dejado de hablar de repente al escuchar a Feidi. Alguien preguntó: —Señor Li, ¿qué le pasa? Colin dijo: —Nada, lo siento. Continuemos. Sofía miró a Feidi, que estaba ordenando platos, y dijo: —Dijiste eso a propósito. —¿Qué te gustaría comer? ¿Has mirado el menú? El filete australiano es delicioso, viene directamente desde Australia. —Mientras hablaba Feidi le puso el menú delante. Sofía lo miró y pensó: '¿Qué restaurante serviría un filete australiano que no fuese traído de Australia?' Sofía cerró el menú y preguntó: —Feidi, ¿tú invitas?

—¡Por supuesto! Nunca dejaría que una dama pagara la cuenta. —Bueno, camarero, me gustaría una botella de Chateau Lafite de 1982, un filete australiano bien hecho y cinco sabores de helado Haagen-Dazs. Eso para mí. Señor Fan, ¡ordene usted ahora! Una botella de Chateau Lafite de 1982 costaba 300 000 en el País A. Cuando Sofía le devolvió el menú a Feidi, no pudo evitar hacer una mueca con los labios. Él sabía que ella quería hacerle gastar mucho dinero, y pensó: '¡Muy bien! ¡Qué linda es! ¡Me gusta!' Le devolvió el menú al camarero y dijo: —Me gustaría ordenar lo mismo que ella, pero para mí el filete medio hecho y sin helado.

Capítulo 254 Flor de loto blanca Cuando el camarero finalmente se fue, Sofía miró a Feidi por pura curiosidad y preguntó en tono de sorpresa: —¿Ya es suficiente un bistec de carne para ti? —Hablando de eso, una chuleta ya es demasiado para ti. ¿Realmente puedes terminarte toda la carne, el vino y el helado? —Él respondió e hizo también otra pregunta. Era consciente de que las mujeres no podían comer demasiado. Las mujeres siempre fueron quisquillosas cuando se trataba de comida. Sofía puso una sonrisa pretenciosa y respondió: —Puedo comer las otras dos comidas. No te preocupes. Feidi estaba completamente asombrado por su apetito. ¡No esperaba que la chica frente a él pudiera comer tanto! Se acercó más a Sofía y le preguntó con las cejas levantadas: —¿Eres siquiera un ser humano? Su cuerpo sexy y curvilíneo hizo que Feidi dudara si las palabras de Sofía eran ciertas. —Vete al diablo. ¿Tengo que hacer algo para que compruebes que soy una mujer? —Ella levantó las cejas y lo miró desafiante. Luego el camarero trajo a la mesa una botella de vino costosa Vantage Lafite cosecha 1982. Lo abrió y vertió un poco en la jarra para vino. —¿Cómo puedes probar eso? Muéstrame entonces. —Dijo Feidi y esperó con entusiasmo que Sofía cediera a sus deseos. La chica se acercó más a Feidi y susurró: —Deberías preguntarle a Colin sobre esto. Él sabe claramente qué tipo de persona soy. Mientras se sentaba con una postura erguida, Feidi la miró fijamente. Sofía se burló y supo lo que estaba pensando Feidi. El hombre asintió con mucha admiración: —Eres muy buena para seducir a los hombres. Lo reconozco. —Entonces Sofía respondió en un tono casual: — Señor Feidi, en cuanto a este almuerzo, ¿podemos pagar cada uno lo suyo? — Feidi sabía lo que quería decir. Sabía que ella estaba haciéndole algún truco. Si Feidi pagara su cuenta, le daría a Sofía un indicio de que se rendiría con ella. Feidi le sonrió a Sofía con lujuria y dijo: —Buen intento. Debo pagar la factura. No discutas conmigo.

Sofía se sintió impotente. Este hombre era un arrogante justo delante de ella. '¿Qué le pasa a este hombre?', pensó para sí misma. ¿No le habían dicho que los hombres siempre amaban a las mujeres vírgenes? Y ella ya lo había provocado tantas veces a Feidi. ¿Por qué no se rendiría? Ella ya le había hecho pasar un mal rato. Sofía frotó suavemente su frente dolorida y de repente pensó en algo. Se acercó más a Feidi y se sirvió otra copa de vino—. ¿Eres sexualmente impotente? Creo que lo eres. Esta era la única posibilidad. De lo contrario, un hombre tan rico y amoroso como Feidi tendría a todo tipo de mujeres luchando unas contra otras por su amor y atención. Si ese era el caso, él nunca querría que una mujer divorciada se convirtiera en su pareja. Él querría a alguna mujer soltera. La expresión facial de Feidi se oscureció de inmediato. —Sofía, ¿tienes alguna idea de qué es lo que más odia un hombre? ¡Deberías ser más delicada!. —Por supuesto, lo sé. —¿Cómo podría ella no saber eso? Por eso no se atrevió a hacerle esa pregunta a Colin. Pero ella estaba haciéndole trucos a Feidi. —Pero te pregunté en serio. Así que tómalo con calma y responde a mi pregunta. Feidi dejó la botella de vino sobre la mesa y dijo: —Tendré una habitación en el Crucero Número 8. ¿Me acompañarás esta noche? ¡Esto era inesperado y fuera de lugar! La tomó por sorpresa a Sofía con su invitación tan directa. ¿Por qué Feidi repentinamente se atrevería a decir estas palabras? ¿Ella lo subestimó? Muy bien. Trató de alejarse de su imaginación salvaje... Hicieron un brindis. Para que dejara de perseguirla, Sofía comenzó a hablarle de su pasado horrible. —Estaba gorda y era tonta. Además, una perra me quitó a mi exnovio. También tuve un bebé. Mi cuerpo no es tan sexy y no está en forma como antes. Ahora, me acusan de ser la amante de alguien. Más importante aún, tengo un exmarido. Soy una mujer divorciada. Nadie querría perseguirme. Esa es la verdad. Después de decir estas palabras, miró a Feidi y esperaba una respuesta negativa de él. '¿Ella dio a luz a un bebé?'. Pensó Feidi desconcertado. El hombre lanzó una mirada curiosa a Sofía y se preguntó si el padre de ese bebé era el mismo Colin. Esa era una gran posibilidad. Un momento después, le preguntó a Sofía en un tono muy serio: —¿Dónde está el bebé ahora? Somos ricos. Por lo tanto, criar y mantener a un bebé no supondrá ninguna dificultad para nosotros. Sofía nunca pensó que Feidi daría una respuesta tan amorosa y de buen corazón. Por eso, Sofía abandonó el tema. Tenía que encontrar otra manera... Sin embargo, Feidi ya estaba pensando en Ambrosio. Por supuesto, Sofía no

sabía lo que estaba pensando. Cuando se sirvieron los platos de filetes deliciosos, Feidi los cortó voluntariamente para Sofía. Fue realmente un gesto dulce. —Colin no te quiere. Creo que ya deberías saber eso. —¿Por qué? ¿Cómo puedes decir eso? —Sofía se enfadó un poco por lo que dijo. —Si él te quisiera, yo no estaría almorzando contigo. Él habría estado contigo. —Feidi se incorporó, aunque ya podía sentir las miradas penetrantes e incisivas de Sofía. Sofía se bebió de golpe una copa de vino. En realidad, se preguntaba si Feidi acababa de decir la verdad. En este momento, tanto Sofía como Feidi miraron hacia Colin y sus ojos se encontraron. Sofía podía ver a Colin que revisaba su teléfono. Segundos después, su propio teléfono sonó repentinamente. Sofía lo encendió rápidamente y vio un mensaje de Colin. Decía: —Sofía, estarías completamente muerta. —Come algo más. Sofía perdió el sentido de la realidad. 'Entonces, ¿qué quiso decir Colin al decir eso?', pensó. Feidi pudo ver a Sofía que verificaba un mensaje en su teléfono y pensó que Colin debía haberle enviado un mensaje. Odiaba el hecho de que estuvieran haciéndolo en secreto. Delante de él... —Sofía. —Habló de inmediato en un tono determinante. Ya se sentía frustrado. —¿Uh? —Sofía respondió, obviamente distraída. —Te llevaré al centro comercial y te compraré un anillo de diamantes. ¿Quieres eso? —Dijo en voz alta y clara. Al escuchar estas palabras, Sofía casi se atragantaba mientras comía su filete. Feidi era muy extraño. ¡Ella solo quería que él se rindiera con ella! Bebió un poco de agua para evitar ahogarse y respondió rápidamente: —¿Me compras un anillo de diamantes? ¿Por qué no me compras un depósito de diamantes como regalo? Feidi casi puso los ojos en blanco. Esto era indecoroso para una chica encantadora. —¿Puedo darte una mina de oro en cambio? Mi familia aún no tiene un depósito de diamantes. Pero voy a tratar de hacer que suceda. —En realidad estaba diciendo la verdad. Sofía tragó el filete que tenía en su boca y respondió rápidamente otra vez: —Solo quiero una depósito de diamantes. Puedes guardar la mina de oro para ti.

—Entonces, me estás rechazando deliberadamente para hacerme sentir incómodo, ¿verdad? Sé lo que estás haciendo, Sofía. —Había descubierto el plan de la chica. —Sí, tienes razón. ¿Soy un fastidia? Por eso, podemos pagar cada uno lo suyo más tarde. —Sofía exclamó en un tono emocionado. Sabía que ya estaba cerca de fastidiarlo a Feidi. Feidi sonrió astutamente con placer en sus ojos. —Sofía, no sigues las reglas. Amo eso en ti. Creo que te hace más bella. Sofía se quedó sin habla en este momento. Luego solo se inclinó y siguió comiendo. Cuando terminaron de comer, Sofía llamó a Alejandro por teléfono. —¿Dónde estás ahora? ¿Qué estás haciendo? —Sofía preguntó con ansiedad. —Estoy esperando a Colin afuera del restaurante. ¿Por qué? —Oh. ¿Dónde está ella? —Instantáneamente miró a la puerta por curiosidad y vio un Cayenne estacionado afuera. Alejandro sabía lo que estaba insinuando y dijo: —Ya se ha ido. Le ordenó a alguien que le enseñara una lección y la dejara ir. Algo importante estaba a punto de suceder y Dolores sería parte de ello. Así que ella no debía tener ningún accidente por ahora. ''Está bien, no te preocupes. Adiós y gracias. —Colgó el teléfono y al instante se sintió aliviada. Era ella quien guardaba rencor contra Dolores y no Alejandro. Feidi se limpió la boca con una servilleta antes de decir: —Pensé que eres tan inocente como una flor de loto blanca. Pero no lo eres. Debes de estar escondiendo algo. Siempre me han encantado las mujeres misteriosas. Sofía preguntó a cambio: —¿Qué quieres decir? No te entiendo. —Ella puso su teléfono sobre la mesa. —Deberías sermonear a Dolores todos los días para que ella se comporte. Esa mujer necesita que le enseñen las lecciones duras de la vida. Sofía negó con la cabeza y respondió: —No me conoces. No soy una persona tan buena como crees. Le pedí a mi hermano que la dejara ir porque no quiero que Alejandro se involucre con esta mujer. En cuanto a mí, no la dejaré en paz tan fácilmente. —¿Eso es así? Admiro a Alejandro por soportarte entonces. Él te apoya mucho. Sofía se sorprendió de nuevo. Le respondió: —Señor Fan, creo que te estás perdiendo el punto clave. —¿Cuál es la cuestión fundamental entonces? —Feidi llamó al camarero para que les trajera la cuenta.

—La cuestión principal es que no perdonaré a nadie por intentar lastimarme a mí o a mi familia. —La chica dijo en un tono muy sincero. Feidi le dio su tarjeta de crédito al camarero y respondió: —No hay nada de malo en eso. Nadie podría lastimar a una persona así intencionalmente. Su afirmación consoló a Sofía. Se sintió aliviada de que alguien aceptara sus ideas. No siempre fue así con sus relaciones anteriores. Dejó que el camarero se fuera y le dijo a Feidi con voz fuerte: —Podemos pagar cada uno lo suyo. Entonces, señor Fan, no te sientas obligado a pagar la factura. No me molesta. Feidi sonrió dulcemente: —Entonces, ¿puedes pagar la factura? —Por supuesto, puedo hacerlo. ¡No tienes que preocuparte!. —Sofía dijo con entusiasmo. —Entonces, puedo pagarte el almuerzo otro día. Debería devolverte tu buena acción. —Dijo Feidi y sonrió. '¿No es esta una forma indirecta de salir con alguien?'. Sofía pensó sin poder hacer nada. La chica tuvo que hacer todo tipo de trucos para detener a Feidi. Fracasó completamente en persuadirlo para que se rindiera con ella. ¿Qué debería hacer ahora? Tal vez era porque ella no era tan buena con las palabras...

Capítulo 255 El abuelo de Feidi Fan Cuando salieron del restaurante, Sofía se dio cuenta de que Alejandro estaba esperando a Colin en el Cayenne. Ella golpeó ligeramente a la ventana del auto y le preguntó: —¿Ya comiste algo? —Sí, acabo de comer unos deliciosos platillos de la cocina Sichuan con algunos amigos en un restaurante cercano. No te preocupes por mí. —De acuerdo. Tengo que dirigirme primero a la oficina. Supongo que Colin terminará pronto. Conduce tu coche despacio y con cuidado. ¡Cuídate! Alejandro salió del auto y miró al hombre parado detrás de su hermana. — Sofía, ¿Feidi te invitó a salir? La cara de Sofía de inmediato se puso roja y respondió apresuradamente: — No es asunto tuyo. Tengo que irme. Sin embargo, Feidi se acercó de repente a Alejandro y extendió su mano derecha: —Encantado de conocerte. Soy Feidi Fan y estoy totalmente enamorado de tu hermana. Sofía ha dicho muchas cosas buenas sobre ti. Al escuchar estas palabras, Alejandro estaba un poco consternado. Miró la mano de Feidi, pero no planeaba tomarla para un apretón de manos. Sofía lo presionó, indicando que él no debía comportarse de manera grosera enfrente de una persona educada. —Alejandro, ¿qué estás haciendo? El señor Fan solo está siendo amable. No le hagas pasar un mal rato. Pero Alejandro, de manera obstinada, solo se metió las dos manos en los bolsillos y respondió: —Mi hermana ya ama a alguien, así que ella definitivamente no tiene tiempo para ti. Te lo puedo prometer. Feidi retiró su mano derecha y no mostró ninguna molestia en su rostro. — Tú no eres tu hermana. Así que no puedes decidir por ella. Ella se conoce a sí misma mejor que nadie. Alejandro detestaba a cualquier hombre que se acercara a su hermana con motivos ocultos. Él sabía que Feidi era un hombre muy pretencioso. Él contestó, esta vez con un tono más decidido: —Te equivocas. Yo puedo decidir con quién se casará mi hermana. —Luego, se volvió hacia Sofía y le dijo: —Sofía, te aconsejo que no pases más tiempo con este hombre. Te llevaré a casa. Vámonos.

Pero Sofía no se dio cuenta de que a su hermano no le agradaba mucho Feidi. Ella pensó que él solo estaba siendo protector. Ella forzó a Alejandro a subir al auto y dijo: —No te preocupes por mí. Me voy. Puedes quedarte aquí y esperar a Colin. Gracias, hermano. Luego, ella tiró de Feidi por la manga y se fue con él rápidamente. Cuando Sofía y Feidi entraron en su costoso Lamborghini, Colin y su grupo salieron del restaurante. Feidi y Colin de inmediato intercambiaron miradas. Feidi lanzó una mirada desafiante a Colin, pisó el acelerador y arrancó. Sin embargo, él no pudo ver la sonrisa de impotencia en el rostro de Colin. Cuando Feidi comenzó a acercarse a Sofía, Colin ya había enviado a un subordinado para investigar sus antecedentes. Resultó que Feidi tenía muchos secretos. Colin ya tenía el presentimiento de que Feidi era un hombre horrible. Tenía una novia a la cual él amaba, pero al mismo tiempo también pretendía a la esposa de otro hombre. A la entrada del Grupo Pei Antes de finalmente bajarse, Sofía le preguntó a Feidi: —Alguien tan inteligente como tú debe comprender mejor mi personalidad y mi pasado por la forma en que hablamos el uno al otro hace un tiempo. ¿Todavía me amas? ¿Considerando todas esas cosas que me han sucedido? Feidi se apoyó despreocupadamente en el asiento del automóvil y respondió con su propia pregunta: —¿Qué tipo de personalidad crees que tienes? —Soy aburrida y astuta al mismo tiempo. Ya te lo he dicho. Se te olvidan las cosas tan rápido. —De hecho, Sofía descubrió que después de dar a luz a su bebé, ella sufrió un deterioro de la memoria. La había pasado muy mal al lidiar con eso. —No, yo sí recuerdo que me dijiste eso. Sin embargo, en lo que a mí respecta, no eres aburrida. Por el contrario, ahora me siento aún más atraído por ti. Ahora tienes que ir a tu oficina. Sé que estás ocupada hoy y no quiero hacerte perder tu precioso tiempo. Me voy para tomar un vuelo. Sofía no tenía nada que decir. Ella solo asintió con la cabeza y se despidió de él. —Conduce despacio y ten cuidado en la carretera. Gracias por lo de hoy. Tuve un rato maravilloso contigo. No mucho después de que se separara de Feidi, Sofía recibió de repente una llamada de Colin: —¿Estás a gusto con Feidi? ¿Es él una buena persona con quien estar? ¿Eh? Sofía asintió y respondió con honestidad: —Él es bueno. Al ser un Director General, Feidi se comporta de una manera humilde. No es arrogante ni pretencioso. Y me siento relajada cada vez que estoy con él. Pareciera que hemos sido amigos desde hace mucho tiempo.

—Ya veo. Muy pronto sabrás que lo has juzgado mal. Yo te lo puedo asegurar. —Después de decir estas palabras, Colin colgó de inmediato. Su plan era hacer que Sofía sospechara de Feidi. Sofía miró su teléfono, desconcertada. ¿Quería él torturarla para siempre? Pensó con angustia en cómo Colin todavía estaba manipulando las emociones de ella. Tal vez él no quiso hacer eso. Justo ahora él le había dicho que disfrutara de la comida y parecía preocupado. Mientras tanto, Colin marcó otro número y saludó con un tono respetuoso: —Hola, señor Fan. Soy yo, Colin. Sí, todavía estoy en el País A. Creo que es mejor que yo le haga saber que me dijeron que su nieto, Feidi, se ha enamorado de una mujer y la está cortejando. Alejandro, quien conducía el auto, quedó impactado. Nunca pensó que su cuñado usaría este tipo de estrategia para hacer lo que él quería. En la Mansión Lien Dolores, con el cabello despeinado, entró en la Mansión Lien. Cuando vio a Felice, se lanzó a los brazos de su madre y gritó: —¡Mamá! —Su lastimero chillido se podía escuchar incluso desde una gran distancia. —¿Qué pasa, mi bebé? ¿Qué te sucedió? No puedes ser tan descuidada con tu imagen y reputación. Sabes que pronto te casarás con Colin, ¿verdad? — Felice miró a su angustiada hija con una expresión de ansiedad en su rostro. Se podían ver arañazos en su pelo y ropa. Ella también vio algo de sangre. Dolores se secó las lágrimas con la mano, pero su corazón aún revoloteaba de miedo cuando recordaba lo que le había sucedido. —Mamá, fue Alejandro quien me hizo esto. ¡De hecho él es un ser despiadado! —¡De nuevo Sofía y Alejandro! —Felice apretó sus dientes, pensó por un momento y enojada, le preguntó: —¿Qué hicieron? —Alejandro me llevó a un campo y puso dentro a dos perros realmente feroces. Mamá, yo estaba muerta de miedo. Realmente pensé que ya no podría verte nunca más. —Con el solo hecho de recordar lo que le había pasado, hizo que la cara de Dolores palideciera de terror. Esos dos perros feroces estaban a punto de atacarla. Si no hubiera sobornado al portero después de que Alejandro se fuera, ella pudo haber sido fácilmente asesinada por ellos. Felice estaba enfurecida. Ella gritó fuertemente: —¡¿Cómo se atreve ese Alejandro a hacerte eso?! ¿Dónde estaba Colin? ¿No se habían ido ustedes a desayunar juntos? Dolores torció la boca y le contó todo a su madre. Ella apenas podía hablar y estaba todo el tiempo tartamudeando. Felice se exasperó por la desafortunada experiencia de su hija y golpeó con

sus dedos la frente de Dolores—. ¿Por qué provocaste deliberadamente a Sofía? Incluso si la menosprecias, ella ya ha obtenido el apoyo de Feidi. ¿No sabes que tus palabras descuidadas seguramente harán enojar a Colin? Sofía engañó a Colin antes de que ellos se divorciaran. No debiste haberle dicho eso a Colin en público. Estoy tan decepcionada de ti. ¡Sé mas cuidadosa la próxima vez! —Además, Alejandro ahora está trabajando para Colin. Nosotros tenemos un dicho, que aunque desees golpear al perro, debes seguir respetando a su dueño. ¿Colin te permitirá regañar o inclusive castigar a Alejandro? ¡No! ¡Él no estaría de acuerdo con eso! Ahora, mira lo que has hecho. Colin te abandonó y le pidió a su guardaespaldas que te mandaran a casa. Él no se preocupó por ti en absoluto. Felice se sintió tan consternada al pensar en la desconsideración y estupidez de su hija. 'Cómo pude dar a luz a una niña tan tonta', pensó dolorosamente para sí misma. Dolores tomó la mano de su madre y dijo: —Mamá, no te enfades conmigo. De ahora en adelante, haré lo que tú me digas. ¡Lo siento! Felice suspiró pesadamente. Dolores siempre había sido su hija favorita. Ella no podía culpar demasiado a su hija. Felice tomó suavemente su mano y la dejó sentarse en el sofá. —Siéntate aquí para que pueda poner un poco de medicina en tus heridas. —Gracias, mamá. Eres tan amable conmigo. Lamento haberte decepcionado. —Dolores estaba conmovida y miró a su madre, con lágrimas recorriendo su rostro. Felice estaba aplicando medicina en los rasguños de Dolores cuando dijo: — Solo faltan un par de días antes de tu boda. Tienes que ser paciente y asegurarte de no volver a causar problemas. Recuerda, después de tu matrimonio con Colin, puedes hacer lo que quieras con tus enemigos. ¡Recuérdalo! —No lo olvidaré, mamá. —Dolores maldijo en voz baja a los ancestros de Sofía y Alejandro, y juró castigar a la hermana y al hermano justo después de su boda. Felice continuó con una voz decidida: —Voy a desinfectar tus heridas. Luego, te llevaré al hospital y te conseguiré una vacuna contra la rabia. No permitiré que Sofía y Alejandro queden impunes. ¡Se les debe responsabilizar por todos los problemas por los que tú estás pasando! —Luego pensó por un momento antes de agregar: —Primero, deberás callarte. Yo hablaré con Colin sobre esto.



Capítulo 256 Idiota Dolores asintió bruscamente. Su madre era su mejor consejera y ella haría cualquier cosa que su madre le dijera. Sabía que su madre tenía más experiencia y era más inteligente. —¿Ya le enviaste a Sofía la invitación de tu boda? —Felice terminó de aplicar la medicina en las heridas de su hija y cerró el botiquín. —Hace tiempo se la mandé. Ella dijo que vendría. No sé si cumplirá su palabra. —Le complació la idea de casarse con Colin y que Sofía presenciara la boda. Quería que darle envidia. Después de su boda, Sofía nunca podría ser orgullosa más ante ella. Después de todo, para ese entonces, Sofía sería la ex. De repente, Felice se detuvo y se quedó inmóvil por un rato. '¿Sofía se avergonzaría de sí misma al asistir a la boda de su ex esposo? ¿O solo haría una escena que nos avergüence a nosotros?' Se lo pensó seriamente. Se apresuró a poner el botiquín dentro del gabinete y le dijo a su hija, "Busca a alguien para que vigile de cerca a Sofía en tu boda. No vaya a ser que cause algún problema o alboroto. En lo que a mí respecta, muchos invitados distinguidos asistirán a la boda. Eso nos demuestra el respeto de Colin. No dejaré que Sofía arruine el gran día de nuestra familia. —Tienes razón. Cuando Sofía se casó con Colin, obtuvieron su acta de matrimonio en secreto. Todo fue muy discreto. Pero esta vez, ha preparado una gran ceremonia de boda para mí. Mamá, creo que Colin me trata mejor que a Sofía, ¿verdad? —Dolores pareció pensar en algo y bajó la cabeza, esperando una respuesta positiva de su madre. Felice pensó por un momento, pero no se apresuró a responder la pregunta. Luego, ella preguntó, "¿Te dijo Colin cuándo recibirán su acta de matrimonio? —Sí, me dijo que podíamos hacer eso el día después de nuestra boda. Me lo aseguró. —¡Esas son buenas noticias! Parece que él te trata de manera diferente. —La imaginación de Felice las hizo sentir alegría. De pronto, se sintieron muy orgullosas de sí mismas.

Después, Dolores tocó accidentalmente su herida y le dolió mucho. Así que decidió, "Mamá, vamos al hospital. No me puedo arriesgar a tener alguna infección en estas heridas. —OK —respondió su madre en un tono muy preocupado. Fueron al Hospital Privado Chengyang. Antes de que vacunaran a Dolores, Felice agarró el brazo de la enfermera y la detuvo. —¿Qué pasa? ¿Qué estás haciendo, mamá? —Preguntó Dolores, confundida. Tanto Dolores como la enfermera miraron a Felice con curiosidad. Felice pensó por un momento y luego le preguntó a Dolores, "¿Cuándo tuviste tu último período? Dolores trató de entender cuál era la intención de su madre detrás de esta pregunta y respondió vacilante con otra pregunta, "Mamá, ¿por qué preguntas esto? No lo sé. Creo que la sirvienta lleva registro de eso para mí. Era verdad. La sirvienta preparaba las cosas necesarias para Dolores varios días antes de su período. Así cuidaban a Dolores en su casa. Pero una luz brilló en los ojos de Dolores. Ella agregó, "Aunque realmente no puedo recordar la fecha de mi último período. ¡Creo que ya ha pasado mucho tiempo! Qué raro... Luego, tanto Dolores como Felice le pidieron al médico que le hiciera una prueba de embarazo. Tenían que ser muy cuidadosas ahora. Pero la enfermera quería vacunar a Dolores primero. —¿Se puede inyectar este tipo de vacuna a una mujer embarazada? —Felice preguntó, pues tenía mucho cuidado con la condición de su hija. —Solo estoy siendo cuidadosa. —Sí, esta vacuna no le hará daño a la madre ni al bebé. No tiene de qué preocuparse. —La explicación de la enfermera las tranquilizó. Así que Dolores fue vacunada antes de que le hicieran la prueba de embarazo. Media hora más tarde, Dolores se acercó corriendo a su madre y la abrazó con entusiasmo, "¡Mamá, estoy embarazada! ¡Voy a tener un bebé de Colin! ¡Vamos a tener un bebé! Felice asintió tan feliz que parecía imaginar montañas de oro y plata en su casa. Sin embargo, la expresión de Felice cambió repentinamente cuando tomó el informe de las manos de Dolores. Decía que Dolores ya estaba en la séptima semana de su embarazo. Eso significaba una cosa: Dolores quedó embarazada en la oficina. Felice le dio un golpe a su hija en la cabeza, lo que asombró a Dolores. — Mamá, ¡¿por qué?! ¿No es esto lo que siempre has querido? —¡Idiota! ¿Puedes usar tu cerebro aunque sea por una vez? —Felice gritó

enojada. Su fuerte voz atrajo muchas miradas curiosas hacia ellas. Felice empujó a su hija a un rincón y le dijo, "Eres una chica tan estúpida. ¿Por qué no tomaste una píldora anticonceptiva después de haber tenido relaciones sexuales la última vez en la oficina? —Felice sabía que algún día estaría extremadamente enojada con su hija. ¿Por qué su hija cometería un error tan garrafal en este momento? Qué mala noticia. Estaban perdidas. Aunque Dolores estaba embarazada, el padre del bebé no era Colin. Colin había tenido relaciones sexuales con Dolores en la Mansión de Pascua hacía menos de un mes. Entonces, si el padre del bebé era Colin, el embarazo de Dolores no debería ser de más de cuatro semanas. Debería estar en sus primeras semanas de embarazo en este momento. Por fin, Dolores se dio cuenta de lo que su madre quería decir. Puso una cara larga, y se arrepintió de no haber tomado una píldora anticonceptiva después de tener relaciones sexuales con esos hombres en aquel entonces. —Está bien, mamá, no te preocupes. Solo le diré a Colin que tengo cuatro semanas de embarazo. Después, buscaré la oportunidad de abortar. Ese es un buen plan. Apretando los dientes, Felice no vio otra opción y tuvo que estar de acuerdo. —Ahora, llama a Colin y cuéntale sobre tu embarazo. Dile que estás en tu cuarta semana. Él sabrá que el bebé es suyo. Y por supuesto, tienes que sonar muy feliz. No lo arruines de nuevo. —Pero Felice dudó y cambió el plan, "Lo llamaré y le pediré que vayamos a cenar esta noche. Así podremos darle esta noticia cara a cara. De esa manera, será más personal e íntimo. Dolores quería decirle personalmente a Colin sobre su embarazo, pero, ya que su madre había tomado esa decisión, tuvo que reprimir su decepción y simplemente ceder a lo que su madre estaba pensando. Colin estaba en una reunión cuando recibió la llamada de Felice. Aunque quería colgar, salió de la oficina y contestó el teléfono. No era el momento de esquivar las llamadas de Felice. —Colin, tengo buenas noticias ¿Podemos cenar esta noche? Colin respondió en un tono indiferente, "¿Dónde nos vemos? —Me parece bien el restaurante francés cerca de tu compañía. Voy a ir allí." A Felice le gustaba la comida de ese restaurante. Sin embargo, era demasiado caro y no quería pagar la cuenta ella sola. Si cenaba con Colin, sabía que el hombre no dudaría en pagar. —De acuerdo. Pero, no puedo dejar la empresa antes de las ocho. Hay muchas cosas que hacer aquí —respondió de una manera fría. La expresión de Felice se tornó amarga. A las ocho era demasiado tarde para ella. Para esa hora, ella ya estaría muerta de hambre. —Colin, a esa hora es demasiado tarde. ¿Podemos reunirnos más temprano?

—A las siete y media. Bueno, estaba mejor. Así que Felice aceptó, "Ok. Ahora, te dejaré en paz. Llamaré al restaurante y reservaré una mesa. ¡Nos vemos pronto! Después de colgar el teléfono, llamó a Wade y le pidió que investigara los movimientos de Felice y Dolores hoy. Se preguntó por qué esa mujer de repente tendría una buena noticia. Eso despertó su sospecha. Wade se puso inmediatamente a trabajar. En poco tiempo, Colin ya tenía el informe de Wade. Le informó de que Dolores tenía siete semanas de embarazo, y que Dolores y Felice habían sobornado al médico para que modificara los datos del reporte. Colin se burló en completo disgusto. '¡Nadie me ve la cara de tonto!' Ya sabía lo que estaban planeando hacer, así que no podían engañarlo. Sin embargo, si Dolores podía quedar embarazada, ¿por qué Sofía no podía? Se preguntó tristemente. Colin se sintió desanimado por este pensamiento. ¿Fue porque no se esforzó lo suficiente? Sofía de repente estornudó en su oficina. Le dio frío y tuvo que subir la temperatura del aire acondicionado de la habitación. Justo después de eso, fue al baño. Cuando salió, de repente pensó en algo y estaba confundida. Recordó que su período había llegado esta mañana, pero ya no sentía nada. Simplemente había desaparecido. Desde hacía mucho tiempo, siempre había tenido su período regular. ¿Estaba sufriendo alguna inflamación ginecológica? Se puso a reflexionar sobre esto. De pronto, pensó en otra posibilidad, y esto puso una expresión seria en su rostro. ¿Dolores realmente infectó a Colin de sífilis? "No, eso estaría mal. — Rápidamente se corrigió. Colin dijo que nunca había tocado a Dolores. Ella creyó sus palabras. Entonces, ¿qué le pasó? La mente de Sofía se estaba consumiendo por esta pregunta. ¿Por qué no llegó su período? Por el bien de su salud, Sofía decidió ver a un médico en cuanto tuviera tiempo libre. Debería tomar algunas pastillas si sufría de inflamación ginecológica. Sofía, sentada en el escritorio de su oficina, descolgó su teléfono y luego dudó, debatiendo si era una buena idea llamar a Mario. No estaba ocupada durante mucho tiempo, ya que la compañía había participado en menos proyectos en esta época del año. Ella decidió llamarlo, de todos modos. Pero en ese mismo momento, el teléfono de Sofía sonó. El tono de llamada del teléfono decía, "Si no puedes amarme profundamente, al menos guarda las

apariencias. No lamentaré haberte amado. Pero también respeto el final de nuestra historia. —Sofía se sobresaltó. Ella rápidamente revisó su teléfono y vio que la llamada era de un número desconocido. —¿Eres Sofía? —Una voz vieja y familiar se escuchó por el teléfono.

Capítulo 257 Solucionador de problemas Sofía asintió dudosa. —Sí, eso es. ¿Quién es? —Soy el abuelo de Feidi. ¿Sabes por qué te estoy llamando? '¿Por qué me llama el abuelo de Feidi?', pensó en su interior. Recordando las palabras de Colin, tuvo un mal presentimiento. Ella podría estar en problemas. Con una mejor comprensión de lo que quería decir el abuelo de Feidi, dijo: —¿Quiere que me aleje de Feidi? —La familia de Feidi tenía el poder y la influencia para investigar el pasado de Sofía. Ella era una mujer divorciada. Un hombre anciano y conservador como el abuelo de Feidi definitivamente no permitiría que su nieto se casara con ella. —Sí, tienes razón. También eres inteligente. ¿Qué piensas? —Los ojos del señor Fan se posaron sobre la foto de familia que estaba en su escritorio. —Está bien, señor Fan. Si puede encontrar una manera de evitar que Feidi vuelva a molestarme, se lo agradecería. —Sofía estaba feliz de encontrarse de repente con un aliado. La conmoción inicial del señor Fan rápidamente dio paso a la molestia. — Por respeto, deberías llamarme 'abuelo'. No me llames 'señor Fan'. Porque eso hace que la gente piense que me estoy aprovechando de ti. Más importante aún, ¿realmente crees que Colin es mejor que mi nieto? Hacía un momento, Sofía estaba complacida por la posibilidad de deshacerse de Feidi. Pero escuchando el desagrado del señor Fan, Sofía rápidamente cerró la boca. Dudó por un momento, pero no pudo evitar decirle: —Por supuesto, en lo que a mí respecta, Colin es el mejor. El señor Fan se burló. —En ese caso, la próxima vez que Feidi te llame, no contestes. —Bien. Pero ¿y si viene a verme personalmente? —Eso era posible. El señor Fan pensó por un momento. —Entonces dile que Kahlo se va a comprometer. '¿Kahlo? ¿Quién era esa?', pensó en su interior. A pesar de su confusión, Sofía no preguntó más y estuvo de acuerdo. —Bueno. Gracias, abuelo Fan.

—Bueno. Si Feidi se te acerca de nuevo, llámame. —La voz del señor Fan se puso seria otra vez. —Lo haré. Adiós. —Sofía colgó el teléfono. Estaba encantada de tener a alguien que la ayudara a solucionar su problema. Su teléfono móvil volvió a sonar. Esta vez era Colin. —Señor Colin, ¿por qué me delataste? Le resultaba difícil creer que Colin pudiera hacer tal cosa. Colin resopló. —Si no hubiera llamado el señor Fan, habrías terminado muerta y yo tendría que enterrar tu cuerpo. —¿Qué quieres decir? —De repente se sintió nerviosa. Colin pensó en el padre despiadado de Feidi. —No te preocupes por eso. ¿Has llegado a un acuerdo con el abuelo Fan? —Sí. ¿Pero quién es Kahlo? —Sofía preguntó con curiosidad. —La mujer de Feidi. —Él no lo supo hasta que recibió el informe de la investigación. —Ya veo. ¿Hay algo más que quieras decirme? —La chica se quejó. Colin torció la boca—. ¿Estás embarazada? Sofía se sobresaltó por la repentina pregunta de Colin. ¿Cómo pudo preguntar algo así por teléfono? La cara de Sofía se oscureció. —No, no lo estoy. Ambos se quedaron callados. La atmósfera de repente se volvió pesada. ¿Por qué le preguntaría eso a ella? Al finalizar la llamada, Sofía miró su teléfono confundida. Si no estaba embarazada, ¿era culpa suya? No podía quedar embarazada sola. Pero Colin se había esforzado mucho para que eso pasara. ¿Por qué no estaba embarazada todavía? ¿Se volvió infértil otra vez? La noche cayó. En un restaurante francés, Dolores se miró al espejo mientras retocaba su maquillaje. —Mamá, ¿cómo me veo? Especialmente se puso un lápiz labial rojo brillante en sus labios. Felice hojeó el menú y miró a su hija. —Estás preciosa. Mi hija es la princesa más bella. Dolores se rió. —Gracias, mamá. —Felizmente guardó sus cosméticos. A las siete y media, un hombre alto y guapo entró al restaurante a tiempo. El gerente lo saludó: —Buenas noches, señor Colin. Su novia le está esperando. —Buenas noches, Colin. —Dolores saludó a su prometido con timidez. Cada vez que veía a Colin, se sentía tan feliz como una chica apasionadamente enamorada. Colin miró fríamente a la madre y la hija. Se sentó frente a ellas y miró su reloj. —Lo siento, solo tengo quince minutos antes de tener que regresar a la

oficina para una reunión importante de la junta directiva. Felice y Dolores se miraron con vergüenza. Poniendo una sonrisa falsa, Felice dijo: —Está bien. El gerente puede ordenar algunos platos para nosotros. Come algo antes de irte a manejar tus negocios. Colin le hizo una seña al gerente. —Perdóneme. Por favor, pide algunos platos para mi novia y su madre. El gerente sonrió. —Por favor, espere unos minutos. Antes de que Felice pudiera hablar, Dolores no pudo evitar decir: —¡Colin, tengo buenas noticias para ti! Colin miró a Dolores, cuyo rostro estaba cubierto con mucho maquillaje. ¿No sabía que las mujeres embarazadas no debían usar mucho maquillaje? Recordó que cuando Sofía estaba embarazada, ella regaló todos sus cosméticos a sus amigas. Todos los productos para el cuidado de la piel que usaba estaban hechos especialmente para mujeres embarazadas. Esta era la diferencia entre las dos mujeres. —Infórmame. —Colin respondió con indiferencia. Dolores se sonrojó. —Estoy embarazada. —Antes de que Colin pudiera responder, ella añadió: —Quedé embarazada esa noche en la mansión de mi hermano. Colin pareció sorprenderse primero. Luego se rió entre dientes y sorprendió tanto a Dolores como a Felice. Estaban sorprendidas. En tono maternal, Felice dijo: —Afortunadamente, su boda se celebrará en unos pocos días. Colin, deberías pasar más tiempo con tu esposa embarazada. El hombre asintió y respondió con ternura: —Por supuesto. Dolores, si necesitas algo, solo llama a Wade. Con la llegada del Festival de Primavera, tengo muchos negocios que manejar. Por favor, perdóname si no puedo cuidarte de forma adecuada. Dolores se sintió aturdida por la voz suave de Colin. Ante sus palabras, ella rápidamente sacudió la cabeza. —Estoy bien. Haz tu trabajo y no te preocupes por mí. Le diré a Wade si necesito algo. Seré una buena madre y cuidaré a nuestro bebé. —Muy bien. ¿Tienes algo más que decirme? —Colin miró a Felice. —Sí. Colin, Alejandro la encerró a Dolores con dos perros feroces recientemente. Mi hija estaba casi muerta de miedo, ¡y hasta la rasguñaron! Afortunadamente, el bebé está bien. Felice agarró el brazo de su hija y le levantó las mangas para mostrarle a Colin los rasguños. Colin trató de contener su sonrisa y frunció el ceño—. ¿Te vacunaste? ¡Me

vengaré de Alejandro por esto!. —Sí, ya se vacunó. El doctor dijo que está bien. —Felice le bajó las mangas a su hija. Dolores se mordió el labio inferior y dijo rápidamente: —Colin, reaccioné de manera muy exagerada al mediodía. Perdí la paciencia por Sofía, lo siento. Me comportaré en el futuro. Colin asintió. —Bueno. Se supone que mi esposa es amable y sabe perdonar. Dolores, si alguien te hace enojar en el futuro, dímelo. No los dejaré ir tan fácilmente. Conmovida, Dolores miró a su prometido con gratitud y admiración. Lo habría abrazado si no hubieran estado en público. —Gracias, Colin. El hombre volvió a mirar su reloj. —Debería irme ahora. Disfruten de su cena. Dolores, por favor cuida al bebé. Es muy importante para mí.

Capítulo 258 Muéstrame Por supuesto, el bebé de Dolores era importante. Si Dolores no podía sostener a su bebé en sus brazos, ¿cómo podría ella experimentar el sufrimiento de Sofía? —Adiós, Colin. Ten cuidado en tu camino de regreso. —Cuando Dolores se movió para llevar a Colin hacia la puerta, él la rechazó. Después de que Colin se fue, Felice y Dolores se sonrieron entre ellas. — ¡Por fin nuestro momento ha llegado! Mi hija se convertirá en una reina. —Dijo Felice con orgullo. —Mamá, después de casarme, usaré cosas de la mejor calidad. Disfrutaré de la comida más deliciosa. Deberíamos contratar a un chef con estrellas Michelin. Yo sé que te encanta la cocina francesa. Reservaré todas las mesas en este restaurante, para que así puedas disfrutar sola de tus comidas. —Dolores se apresuró a complacer a su madre. —Oh, hija mía, eres tan gentil con tu madre. Después de salir del restaurante, Colin se sobó su estómago que gruñía y llamó a Sofía—. ¿Dónde estás? —Estoy en casa cocinando la cena. —Respondió Sofía. Como ya no estaba ocupada en la oficina, ella se fue temprano a casa. —Espérame. Voy en camino. —Al colgar el teléfono, se metió en su Cayenne y le dijo a Alejandro que los llevara a casa. Después de la llamada, Sofía se preguntó si Colin se refería a que él vendría a cenar con ella. Parecía que ese era el caso. Ella decidió cocinar más platillos. Cuando Colin y Alejandro entraron a la casa Lo, Sofía había terminado de preparar la cena. —Laven sus manos antes de comer. —Está bien. —Alejandro fue el primero en ir al baño. Colin recogió a Sofía en sus brazos y la besó apasionadamente. Sofía estaba confundida. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Colin de repente la besó? Cuando la puerta del baño se abrió, Sofía empujó a Colin. Ella se sonrojó por

la vergüenza y no lo miró. —¡Date prisa y lávate las manos! Sonriendo cariñosamente, Colin fue al baño. Los tres tuvieron una cena tranquila. Limpiándose la boca, Alejandro dijo: —Saldré esta noche. Los dejaré solos para que se diviertan. Sofía miró ferozmente a su hermano. Pero Colin asintió con satisfacción. — Si necesitas un lugar para quedarte, puedes obtener una habitación gratis en el Crucero Número 8. —Gracias, hermano. —Respondió Alejandro con gratitud. Se despidió de ellos y se fue. Sofía limpiaba la cocina mientras Colin estaba sentado en el sofá y observaba la espalda de Sofía, sumido en sus pensamientos. A pesar de no saber que Ambrosio era su hijo, Sofía aún así lo amaba como su hijo biológico. Y aunque ella no sabía la razón por la que él se casaba con Dolores, ella era buena con él. Tomó la decisión, que en su vida, nunca decepcionaría a Sofía. —Sofía. —Hmm, ¿qué pasa? —Sofía se dio la vuelta. —Quiero beber un poco de agua. Sofía levantó las manos cubiertas de detergente. —Consíguela tú mismo. Estoy ocupada. ¿A menos que quieras un vaso de agua con detergente? —Colin sonrió. —¿Tú tienes sed? Puedo exprimir un poco de jugo de fruta para ti. —Él recordó que a Sofía le gustaba el jugo de fruta fresca. Sofía estaba confundida. Le lanzó a Colin una mirada de extrañeza. ¿Por qué Colin estaba haciendo esto? ¿Por qué de repente era tan atento? Antes de que Sofía pudiera negar con la cabeza, Colin se puso de pie. Él abrió la nevera y sacó tres naranjas—. ¿Está bien que sea jugo de naranja? —¿Sabes cómo hacer jugo de naranja? —Preguntó Sofía. Nunca había visto a Colin hacer labores del hogar, mucho menos exprimir jugo de naranja. Colin la besó. —Puedes mostrarme. Sofía lo miró con impotencia. ¡Ella sabía que él no sabía cómo hacerlo! "Toma asiento. Después de lavar los platos, lo haré. Colin sacó las herramientas necesarias y besó rápidamente sus labios, lanzándole una mirada. —No menosprecies a tu hombre. Sofía dudaba que Colin fuera bueno en las labores del hogar. Poniendo los ojos en blanco, ella dijo: —Eres increíble. Después de todo, eres el Director General de una gran corporación. ¿Hay algo que no puedas hacer? No debería haber cuestionado tu capacidad. Colin recibió con orgullo los cumplidos de Sofía. —Estás perdonada.

Espérame. —¡Eres tan engreído! Sofía contuvo una sonrisa y continuó lavando los platos. Unos minutos más tarde, Colin le llevó a Sofía un vaso de jugo de naranja mientras ella limpiaba la mesa. —Pruébalo. Sofía miró a Colin mientras sorbía el jugo. —Está delicioso. Era más que delicioso, era muy bueno. Tal vez era el mejor jugo de naranja que Sofía jamás había tomado. —¿Estás diciendo la verdad? —Colin levantó sus cejas desconfiadamente. Sofía asintió con la cabeza. —Muy bueno. Envolviendo sus brazos alrededor de su cintura, Colin bajó la cabeza y le dio un beso profundo. Unos minutos más tarde, Colin la soltó y dijo seriamente: — Es realmente bueno. Sofía sonrió y lo apartó gentilmente. —Vete. Estoy limpiando esta mesa. —Termina este vaso de jugo. Yo voy a limpiar la mesa. —Debido a la insistencia de Colin, Sofía tuvo que beber el jugo de un solo trago. Mientras Sofía limpiaba el resto de la cocina, Colin preparó otro vaso de jugo. Cuando ella terminó, él la llevó al perchero y le puso un abrigo—. ¿Qué pasa? ¿A dónde vamos? Colin dijo: —A dar un paseo. Eso fue realmente inesperado. Los ojos de Sofía se pusieron rojos. ¿Él estaba siendo amable con ella porque no podía quedar embarazada a tiempo para detener su boda con Dolores? A las nueve en punto, hacía frío afuera debido a la temporada de invierno. No había peatones caminando por las calles. Colin sostuvo a Sofía en sus brazos—. ¿Tienes frío? —No. Acabamos de cenar y llevo ropa abrigada. —Todo bien. Vamos a caminar por ahí. —Está bien. —Envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Colin, Sofía se puso de puntillas y le besó la mejilla. Ella deseaba que la felicidad de este momento pudiera durar para siempre. Su iniciativa hizo sonreír a Colin—. ¿Ahora me estás seduciendo? Sintiéndose consternada, Sofía dijo: —No te besaré de nuevo. —Sofía resopló con desprecio. Colin apretó su agarre en la cintura de ella. —No pares, me gusta tu iniciativa. —Suficiente. Por favor, no me avergüences. —Ella quería alejarse, pero Colin se aferró a su cintura y la besó en el cabello.

Se reían alegremente mientras paseaban. Después de salir del vecindario, caminaron hacia el río y lo siguieron por un tiempo antes de regresar a casa. Cuando Sofía salió del baño, Colin estaba hablando por teléfono junto a la ventana. —Esas son buenas noticias. No te preocupes por el dinero, encontrar una pareja es lo que importa. Bien. Si tienes otra información, llámame. Colin colgó el teléfono, se dio la vuelta, y encontró a Sofía parada detrás de él. Sofía lo veía con la mirada perdida. Colin la abrazó—. ¿En qué piensas? Sofía dudó en preguntar: —¿Estás en problemas? Colin se sobresaltó por la pregunta de Sofía. Él negó con la cabeza. —No, no lo estoy. ¿Por qué piensas eso? Hay una niña de dos años que sufre de uremia y necesita un riñón. Wade me llamó para informar que le han encontrado un donante. ¿Una niña de dos años? Si Colin no hubiera mencionado a la niña, ella habría olvidado a la niña que vio. ¿Se refería Colin a su hija? ¿La niña que lo llamaba papá? Al pensarlo, las manos de Sofía comenzaron a temblar. ¿Cuántos secretos le estaba ocultando Colin? —¿De quién es ella la hija? Colin no sabía en qué estaba pensando ella. Frunció el ceño y respondió: — La hija de Maita. Su respuesta fue un gran impacto para Sofía. Su mente se quedó en blanco. Ambrosio era el hijo de Colin con una mujer desconocida, y Colin también tenía una hija con Maita.

Capítulo 259 Abuelo —¿Qué pasa? ¿Hay algún problema? —preguntó Colin analizando el rostro angustiado de Sofía. Sofía dominó sus emociones y negó con la cabeza. —No, sólo tengo curiosidad. Ve a darte un baño. —Bueno, espérame. —Después de que Colin se fuera al cuarto de baño, Sofía se quedó pensando en su reciente descubrimiento. Al parecer, la niña llamada Naiara era hija de Colin y Maita. Recordó la mañana en la que Colin dijo que le gustaban las hijas. Él debía amar mucho a Naiara. Si no fuese así, no la protegería tanto. A pesar de que ella estaba con él a menudo, no sabía que tenía una hija. Sofía ya estaba acostada en la cama cuando Colin regresó a la habitación. Metiéndose en la cama, la abrazó por detrás y besó su pelo. Sofía se vio obligada a darse la vuelta para aceptar su deseo y sus besos. Estaba un poco distante esa noche. Para despertar su lujuria, Colin le hizo el amor apasionadamente. A la mañana siguiente, Sofía decidió ir al hospital cuando salió del baño porque estaba sangrando un poco. En un pueblo de la Ciudad D Tres Audis negros se detuvieron en una intersección. Un joven con gafas de sol, chaqueta de cuero y pantalones negros salió del auto. Miró a un anciano que estaba no muy lejos de él. El anciano, que vestía con una chaqueta negra desgastada, cogió una botella vacía del contenedor de basura. Varios estudiantes de primaria que regresaban a casa de la escuela pasaron por su lado y se detuvieron. Uno de los chicos tiró al anciano su botella aún sin terminar. Luego el niño le hizo una mueca y le gritó: —¡Viejo, viejo apestoso! Siguiendo su ejemplo, los otros chicos recogieron piedras y se las tiraron al hombre de pelo gris. —¡Viejo, viejo apestoso! El anciano no respondió y les sonrió con tristeza. Al presenciar la escena, el hombre vestido de negro dijo fríamente a sus

hombres: —Encuentren a sus familias y hagan que sus padres les enseñen una lección. —¡Sí, jefe Lo! Tres de los guardaespaldas se fueron. Alejandro se metió las manos en los bolsillos de la chaqueta y siguió al anciano. El anciano rebuscó en siete contenedores de basura y encontró cuatro botellas vacías. Un hombre de mediana edad que vendía fideos de arroz detuvo al anciano cuando pasaba. Empacó un tazón de fideos de arroz y se lo dio amablemente. Cuando el anciano se marchó, Alejandro dijo a los guardaespaldas que estaban detrás de él: —Busquen gente para renovar su restaurante, y si él lo acepta le consiguen un restaurante más grande en el País A. —¡Sí, jefe Lo! —Un guardaespaldas le respondió y entró en el pequeño restaurante. Alejandro continuó siguiendo al anciano hasta que llegaron a una dirección que ya había visto antes. Se detuvo en la puerta del edificio en ruinas y escuchó que una mujer insultaba al anciano. —¡Maldito seas! ¡Debí estar loca para alquilarte una habitación! ¡Mira lo sucia que la has dejado! ¡Estúpido viejo! Cuando el anciano se agachó para recoger las botellas que la mujer había tirado al suelo, Alejandro vio cómo ella le pateaba con fuerza. Entró en el edificio con dos guardaespaldas, asustando a la casera, quien tartamudeó: —¿Quién... Quién es usted? ¿Qué desea? Ella se estremeció cuando Alejandro la miró a través de sus gafas de sol. —¿Cuánto le debe? La voz de Alejandro llamó la atención del anciano, que se levantó y lo miró con curiosidad. El joven le resultaba familiar. —¡Más de mil! ¿Quiere pagar por este estúpido? —gritó la casera. Alejandro sacó un fajo de billetes y se lo tiró a la cara. —Si sigue tratando a los ancianos de esta manera, ¡la mataré! Con los ojos iluminados por la avaricia, la casera asintió e inmediatamente se arrodilló para recoger el dinero esparcido. El anciano miró a Alejandro y le preguntó con recelo: —Joven, ¿quién eres? —Abuelo, soy yo. —Alejandro se quitó las gafas de sol para que lo mirara bien. Las manos de Pazel temblaron de emoción y el tazón de fideos de arroz cayó al suelo. La dueña quiso reprenderle por el desastre, pero se contuvo de inmediato al ver a Alejandro. —¡Alejandro! ¿Eres tú de verdad? —Pazel se acercó y extendió las manos para tocar la cara de Alejandro.

Al recordar que sus manos estaban sucias, las retiró. —Abuelo, ¿dónde está tu habitación? —Alejandro tomó las manos de Pazel para que le guiara el camino. Pazel señaló una habitación. —Está ahí, pero no entres. Alejandro insistió en entrar. La puerta estaba vieja y sin llave. La empujó para abrirla y lo que vio casi lo hizo llorar. Era una habitación pequeña debajo de las escaleras. Solo había una cama desordenada llena de botellas vacías y cajas de cartón usadas. La habitación no tenía ventanas y mucho menos baño o cocina. Contuvo las lágrimas y cerró la puerta para que los demás no lo vieran. Pazel contuvo la emoción y preguntó con voz temblorosa: —Alejandro, ¿cómo me encontraste? Durante todos estos años había fingido su muerte y se había escondido en ese discreto pueblo, donde acabó hurgando en la basura. No se atrevió a volver al País A. —Mi cuñado y yo encontramos la dirección. Lamento que hayas tenido que sufrir tanto, abuelo. —Alejandro lo abrazó. Pazel se secó las lágrimas—. ¿Se casó tu hermana? ¿Qué hay de ti? No había visto ninguna noticia en la televisión durante estos años. Solo leía periódicos cuando podía conseguirlos. —No, no me he casado todavía. Abuelo, ¿has estado viviendo allí? — Alejandro secó suavemente las lágrimas de Pazel. —Sí. Alejandro, vete a casa. No te preocupes por mí. Te meteré en problemas —respondió Pazel retrocediendo unos pasos. —Abuelo. Estoy aquí para llevarte de vuelta a casa. —Alejandro miró con cariño al anciano que solía llevarlo a cuestas cuando era niño. Pazel negó con la cabeza. —Alejandro, quiero ir contigo, pero no puedo... Él se conformaba con llevar una vida pobre. Ver a su nieto le hizo sentirse feliz y afortunado. —Abuelo, confía en mí. Te llevaré a un lugar seguro con papá. ¿Vendrás conmigo? —preguntó Alejandro ansiosamente. Después de meditarlo por un momento, Pazel decidió ceder pensando en sus nietos. —Está bien. Alejandro agarró con fuerza la mano de Pazel y se volvió hacia los guardaespaldas. —Esta mujer ha estado maltratando a mi abuelo durante años. Expulsen a todos sus inquilinos y no permitan que nadie alquile su casa de ahora en adelante. —Sí, jefe Lo. —Los dos guardaespaldas fueron a echar a los inquilinos.

La casera se sentía como si fuese el fin del mundo. Toda su familia dependía del alquiler de esa casa para vivir. Si Alejandro hacía eso, estarían acabados. Ella gritó: —¡No! ¡Por favor, no! ¡O llamaré a la policía!

Capítulo 260 Él era el novio hoy Pazel Qiao tomó la mano de Alejandro y lo detuvo: —No, Alejandro. Llévame sin que nadie se entere. Por suerte, el padre de ella me dejó una habitación aquel día, de lo contrario, habría estado vagando por las calles. Alejandro apretó los dientes. Llamó a sus hombres y se marchó de manera pacífica. Llevó a Pazel al borde de la carretera. Un par de guardaespaldas se acercaron y los saludaron con respeto: —¡Jefe Lo! ¡Señor Pazel! Pazel se sorprendió y se preguntó si todos esos hombres eran guardaespaldas de Alejandro. —¡Hola a todos! —Pazel les devolvió el saludo mientras sonreía. Uno de los hombres abrió la puerta del auto y Pazel entró. Alejandro lo siguió y se sentó dentro del coche. Para Pazel, el Audi era un auto de lujo. Hacía muchos años, condujo esa clase de autos, pero ya no. Examinaba ese último modelo de Audi y le preguntó a Alejandro: — Alejandro, ¿a qué te dedicas ahora? —Trabajo para mi cuñado y hago otras cosas durante mi tiempo libre — contestó. Abrió una botella de agua y se la ofreció a su abuelo, quien después de dar un sorbo preguntó: —¿Qué hace tu cuñado? ¿Y tu hermana? ¿Todavía están en el País A? ¿Y dónde está tu padre? Viendo que su abuelo estaba realmente interesado en conocer el paradero de la familia, Alejandro respondió pacientemente todas sus preguntas.

... El tiempo transcurrió sin interrupciones. El día tan esperado por mucha

gente, la boda de Colin y Dolores, finalmente llegó. Y no importaba cuánto deseara Sofía que no fuese así. Todos parecían estar muy ocupados ese día, excepto ella, que todavía estaba durmiendo. Sofía ya había pedido permiso en el trabajo. Obviamente ella asistiría a la ceremonia. Se despertó a las nueve y media de la mañana, se lavó la cara y desayunó. Luego, a las diez y diez, se sentó frente a su tocador, sacó todos sus cosméticos y se maquilló. A las once menos veinte, Sofía salió de su casa y llegó al hotel, donde se celebraría la boda a las once. Mucha gente ya había llegado a la puerta del hotel. Había un cartel grande con la foto de Colin y Dolores delante de la puerta. Sofía se paró frente a la foto y miró detenidamente el rostro carente de emoción de Colin. Si su plan no tenía éxito, ese hombre pertenecería a otra mujer después del día de hoy... Colin no estaba en la puerta del hotel. Él ya lo había organizado para que Wade, Jacinto y su esposa recibieran a los invitados allí. Sofía levantó la cabeza y miró el sol en el cielo. Sonrió y marcó el número de Colin. —¿Estás ocupado? —preguntó. Qué pregunta tan estúpida estaba haciendo. Por supuesto que estaba ocupado, él era el novio, ¡el más ocupado de todos! Inesperadamente escuchó a Colin responder: —No, no lo estoy. Solo te estaba extrañando ahora mismo. —¿Dónde estás? —preguntó Sofía. —En la Mansión Cercis Chino —dijo Colin. Sofía estaba perpleja. Él era el novio. ¿No debería estar llegando al hotel con la novia en ese momento? Ella pensó algo y le preguntó tartamudeando: —¿Ya has llevado a... Dolores... a la Mansión Cercis Chino? —No, estoy aquí fumando solo —respondió Colin mientras sonreía para sus adentros. De hecho, Colin estaba recostado en el sofá fumándose un cigarrillo en la Mansión Cercis Chino. Al oírlo, Sofía se quedó estupefacta y pensó: '¿Qué demonios se le pasa por la mente a este hombre?' Después de un rato, ella sonrió y le preguntó: —Señor Li, le estaré esperando en una habitación privada en el tercer piso de este hotel. ¿Se atreve a venir? Colin contestó: —Envíame el número de la habitación. ¡Llego allí en diez minutos! Apagó el cigarrillo, se levantó del sofá, agarró la caja que tenía delante y se la guardó en el bolsillo. Luego salió de la mansión, se metió en su nuevo Bentley y condujo a toda

velocidad hacia el hotel. Alejándose de los miembros de la familia Lien, Sofía se fue discretamente a una habitación del tercer piso. En menos de diez minutos la puerta de la habitación se abrió y entró un hombre. Él era el novio hoy. Los brillantes labios rojos de Sofía se curvaron para sonreír. Ella dijo: — Señor Li, ¡ha llegado usted puntual! —A su vez, se sintió decepcionada porque no llevaba puesto el traje occidental que ella había diseñado para él. ¿No le había gustado? Colin levantó en brazos a la mujer que estaba en el sofá y dijo: —¡Cómo te atreves a usar este abrigo hoy! Sofía llevaba el abrigo de color caqui que Colin le había comprado en la tienda de WY unos días atrás. Al oírlo, Sofía se quedó confundida. '¿Qué quiso decir él? ¿Quería pedirme que no enojara a Dolores?', se preguntó ella. Mirando su cara confusa, Colin le susurró al oído: —¿Sabes que cada vez que te veo vestida con este abrigo quiero poseerte ahí y ahora? —Jajajaja... —Bajando la cabeza, Sofía se echó a reír. Ahora entendía qué había querido decir. Ella puso sus dedos sobre el pecho de él y desabrochó el botón superior de su camisa. Lo miró a través de sus pestañas y dijo: —Colin, te estoy dando la oportunidad de tenerme ahora mismo. Con una mirada cariñosa en sus ojos, Colin la miró fijamente. Se veía increíblemente hermosa hoy. Sin pronunciar una palabra más, bajó la cabeza y besó apasionadamente sus labios rojos. Sofía le quitó la corbata y la tiró a un lado, luego comenzó a desabrochar su camisa... La habitación se llenó de amor al momento. Dolores estaba en el salón de la novia, en el piso de abajo. Con una expresión oscura, reflexionaba sobre las muchas dudas que aún tenía respecto a su matrimonio con Colin. ¿Por qué Colin no había ido a su casa y la había acompañado al hotel en lugar de enviar a otros hombres a que lo hicieran? Además, aún no había recibido su dote. ¿Qué estaba pasando? —¡Ring! —Su teléfono sonó de repente. Tomó el teléfono y vio que era un mensaje de un número desconocido. El mensaje decía: —Habitación 301, tercer piso. ¡Un buen espectáculo está en marcha! '¿Quién es? ¿Es esto una especie de broma?', se preguntó Dolores. Como estaba en el mismo hotel y el piso estaba justo encima de donde se encontraba ella, decidió ir a echar un vistazo. Se puso el vestido de novia y salió del salón. No había nadie en el pasillo del segundo piso. Entró en el ascensor y

subió al tercer piso. 310, 309... Encontró la habitación 301 al final del pasillo. Cuando se acercó a la habitación 301, la sensación de malestar en la boca del estómago se hacía más fuerte con cada paso que daba. —Colin... Mmm... ¡Colin! ¡Realmente te amo! —Dolores podía oír la voz de una mujer que estaba dentro de la habitación. Cuando se acercó, vio que la puerta de la habitación no estaba completamente cerrada. Al oír las palabras, la cara de Dolores se puso pálida. Ella había escuchado claramente a la mujer decir el nombre de Colin y también sabía lo que estaba pasando dentro de la habitación, a juzgar por los sonidos que salían de ella... Dolores contuvo la respiración. Inclinó su cuerpo hacia la pared y lentamente avanzó unos pasos más. Mirando por la rendija de la puerta, vio a un hombre y una mujer en el sofá. No estaba segura de si la espalda del hombre era la de Colin o no, pero justo en ese momento lo escuchó hablar—. ¿Por qué estás tan ardiente hoy? — preguntó el hombre cariñosamente. El cuerpo entero de Dolores comenzó a temblar. ¡La voz era de Colin! El novio estaba tocando a otra mujer... Dolores se esforzó por controlar su disgusto y enfado. Quería ver el rostro de la mujer, pero Colin la tapaba completamente. Solo podía ver un abrigo de color caqui y un par de zapatos negros de tacón alto... Dolores estaba tan enojada que se clavó las uñas en el cuerpo, y ni siquiera sintió un poco de dolor. '¿Quién es esta mujer? ¡Tengo que matarla! ¡Cómo se atreve a hacerme esto el día de mi boda!', maldijo Dolores. Retuvo en la mente el abrigo de color caqui y los zapatos negros de tacón alto. Tarde o temprano descubriría quién era esa mujer... Ya había visto suficiente. Dolores se marchó. Dentro de la habitación, Colin ya había entendido la situación. Él acarició la mejilla de Sofía y dijo: —¡Mi vida! ¡Te amo cada día más! ¿Qué tengo que hacer? Colin había escuchado los pasos de Dolores cuando se paró en la puerta, Sofía también los había escuchado y por eso se había puesto repentinamente tan apasionada. Ella pensó que Colin no se había dado cuenta de su artimaña. Se le ocurrió una idea atrevida e hizo una mueca con sus labios rojos. Sonriendo tímidamente le dijo: —¿Qué tal si te llevo lejos de tu boda? ¿Qué te parece? —¡No, no puedo irme todavía! —respondió Colin. ¡Su respuesta realmente la decepcionó! Miró a la mujer que todavía estaba en sus brazos y dijo: —No

puedo ir y tú tampoco puedes...

Capítulo 261 Mira la pantalla grande Ya eran las doce y pico. En el pasillo de la planta baja, los miembros de la familia del Clan Lien se estaban poniendo muy ansiosos. Era el momento adecuado para que comenzara la ceremonia de boda, pero el novio aún no había aparecido. Además de eso, su móvil estaba apagado. Nadie podía contactarlo. Luego, cinco minutos después de las doce, una mujer con un aura fuerte apareció entre la multitud. La cara de Felice se oscureció instantáneamente cuando vio a Sofía Lo entre los invitados. Pero cuando se dio cuenta de que era el día de la boda de su hija, puso una sonrisa pretenciosa y la saludó: —¡Señorita Lo! ¿También asistes a la ceremonia de boda de mi hija y mi yerno? 'Hoy es el día más importante de Dolores. ¡Maldita seas, Sofía Lo! ¿Por qué estás tan bien vestida?'. Pensó Felice. La cara de Sofía todavía estaba enrojecida por lo que había hecho con Colin. Ella sonrió con gracia y dijo: —Es un día muy importante y como la exesposa de Colin, ¡debería estar aquí! Al terminar sus palabras, Sofía entró al hotel sin esperar respuesta. La actitud arrogante de la mujer puso a Felice tan furiosa que quiso golpearla. —¡Mira! ¿No es esa Sofía Lo? La exesposa de Colin. ¿Por qué está ella aquí? —¡Esa es ella! ¡Está muy bien vestida! ¿Ha venido a provocar problemas? —¿Cuándo se convirtió Sofía Lo en una mujer tan fuerte? —Debe haber venido aquí a propósito. ¿Quiere sacarle protagonismo y eclipsar a la novia?

...

Mucha gente empezó a cotillear sobre Sofía. Al escuchar tales comentarios a su alrededor, Felice realmente quería ir y arrastrarla a Sofía afuera. Pero vio a Irene Shao que la acercó a Sofía a su lado. A las diez y cuarto, el novio finalmente apareció. Una ola de alivio pasó a través de la multitud que estaba reunida. Pero si lo miraban cuidadosamente, verían que Colin estaba emanando un halo de... el momento después... de haber hecho el amor con una mujer. Una vez que el novio estuvo aquí, comenzó la ceremonia de la boda. El anfitrión de la boda comenzó a leer unas líneas en el escenario mientras que los equipos de sonido reproducían una canción de boda. Un sentimiento de amor y romance pronto llenó el salón de bodas que estaba muy bien decorado. Sofía miró al hombre que estaba en el escenario y pensó para sí misma: 'Colin, lo siento. Tengo que llevar a cabo mi plan'. De repente, alguien sostuvo las piernas de la mujer. Sofía bajó la cabeza y vio que Ambrosio la abrazaba. Su corazón se enterneció. Levantó a Ambrosio y lo hizo sentarse en su regazo. Luego preguntó: —Bario, ¿por qué subiste aquí? Irene le dio una palmadita en la cabeza pequeña a Ambrosio y le dijo: — Niño, no corras por ningún lado. Hay demasiadas personas aquí hoy. Solo uno de los miembros de la familia Si había asistido a la ceremonia de hoy. Esa era Irene. Sofía se sintió bastante desconcertada. Ninguno de los ancianos de las familias más grandes del País C, como el Clan Shao, el Clan Bo y el Clan Si, había venido a la ceremonia. Por lo general, los ancianos, como Jorge y Chuck, tendrían que asistir a la ceremonia de boda de Colin. Sin embargo, nadie estuvo aquí hoy. Además, como la tía de Colin, incluso Lola no había aparecido. Selina Bo estuvo aquí en nombre del Clan Bo; Ángela Si representó al Clan Si; e Irene Shao estuvo aquí en nombre de ambos, el Clan Si y el Clan Shao. Ambrosio de repente señaló a Colin que estaba en el escenario y dijo enojado: —¡Papá es el más feo hoy! Tía Sofía, ¿por qué no te casaste con mi padre? Buaaa... Buaaa.... Esta vez, Ambrosio realmente rompió en lágrimas. Se sintió desconsolado porque Sofía todavía no podía convertirse en su madre. Sofía sostenía al niño que lloraba en sus brazos. Sentía mucha pena por él. Ella secó sus lágrimas y trató de consolarlo: —Bario, por favor, no llores. Eres un hombre, ¿verdad? Ambrosio sollozó y asintió. No dijo nada más y solo abrazó a Sofía con fuerza.

En el lado opuesto del escenario, vestida con un vestido largo de novia, Dolores estaba parada debajo de un pabellón de flores. Si no hubiera visto lo que había sucedido en el tercer piso antes, su expresión habría sido de pura alegría en este momento. Pero ahora, además de la felicidad, también se sentía amargada. Miró en silencio al hombre con el que iba a casarse, que estaba de pie al otro lado del escenario. Cuando el anfitrión presentó a Dolores, Jacinto la llevó al escenario y se la entregó a Colin. Sofía se aferró con fuerza a la ropa de Ambrosio. Estaba muy ansiosa. '¿Dónde están las personas que contraté? ¿Por qué no han llegado?'. Pensó para sí misma. Hubo algunas rondas de aplausos entusiastas de los invitados cerca del escenario. Justo cuando la ansiedad de Sofía estaba a punto de derrumbarla, la multitud reunida de repente estalló en un rugido y luego gritó. Sofía todavía miraba hacia la puerta, cuando Irene rápidamente le tiró de la manga y gritó: —¡Sofía! Mira la pantalla grande.... Sofía se dio vuelta y levantó los ojos para mirar hacia la pantalla en el escenario. Sorprendida al instante, se tapó la boca. Se suponía que en la gran pantalla se estaba proyectando el vídeo de la boda para que los invitados que estaban ubicados en el fondo pudieran ver lo que estaba sucediendo. Pero ahora, se estaba proyectando un vídeo de una mujer que hacía el amor con cuatro hombres... Parecía que estaba en una oficina. Sofía recordó la llamada telefónica de Colin la última vez. Le había pedido a alguien que se acostara con Dolores. Entonces, ella supuso que era la oficina de Jacinto. '¿Por qué se reproduce este vídeo? Tiene contenido inmoral. ¿Quién reprodujo este vídeo?', se preguntó Sofía. La imagen de la mujer en el vídeo estaba pixelada. Pero sin saber la razón exacta, su boca estaba cubierta por una línea recta. Solo el hombre detrás de esto sabía la verdadera razón. Era para cubrir la cinta que tenía Dolores en la boca. Jacinto fue el primero en recuperar sus sentidos. —¡Apaguen la pantalla! — El hombre gritó. Inmediatamente le ordenó a alguien que fuera a la sala de proyecciones y detuviera la reproducción del vídeo. Pero tan pronto como los hombres de Jacinto llegaron a la sala de proyección, otras personas se los llevaron. El salón estaba muy ruidoso y en un caos total. Todos estaban horrorizados y comentaban el vídeo. Sofía abrazó a Ambrosio con fuerza en sus brazos para evitar que mirara la

pantalla. Le dijo: —Bario, no mires la pantalla, no.... Entonces el vídeo en la pantalla grande cambió repentinamente. Mostró el resultado de una ecografía de tipo B. El nombre en el informe era el de Dolores Lien. El resultado mostró que la mujer estaba embarazada de siete semanas. Si alguien se hubiera dado cuenta, observaría que su tiempo de concepción era aproximadamente el tiempo que se mostraba en el vídeo. Esto significaba que la mujer en el vídeo era Dolores. Felice se sobresaltó por lo que estaba pasando. Estaba estupefacta. Su cerebro se había quedado totalmente en blanco cuando vio la pantalla. Ni siquiera se había dado cuenta de que la mujer en el vídeo era su hija. Había voces que gritaban por todas partes. En la mesa para la cena de la familia Lien, el abuelo de Dolores, que no se había preocupado por los asuntos familiares durante mucho tiempo, ¡ahora se cubrió el pecho y cayó al suelo con un golpe fuerte! Jacinto estaba tan confundido y desconsolado que olvidó llamar a la ambulancia. Después del resultado de la ecografía de tipo B, otro vídeo comenzó a reproducirse en la pantalla. Esta vez también la mujer era Dolores, pero el hombre estaba pixelado. A juzgar por su figura y peinado, ¡el hombre no era Colin! El anfitrión de la boda en el escenario se quedó boquiabierto. Dolores apoyó su cuerpo contra una gran cesta de flores a su lado. Su rostro se puso más pálido por cada momento que pasaba. Quería gritar que no era ella. Pero no tenía nada con que defenderse, porque la evidencia en el vídeo era muy clara. Durante todo el proceso, Colin siguió mirando la pantalla, sin ninguna emoción en su rostro. Parecía que también estaba viendo los vídeos por primera vez. Finalmente, la proyección terminó y la pantalla quedó en blanco. Colin giró para mirar a Dolores con una mirada decepcionada en sus ojos. Dolores ya no podía ponerse de pie. Se arrodilló en el suelo y rompió a llorar diciendo: —No... Colin... Por favor, escucha... mi explicación. Todas las personas en el pasillo miraban a Dolores con indignación. ¡Habían empezado a despreciarla a la novia! Pero todos sintieron pena y comprensión hacia Colin. Sofía mantuvo sus ojos en Colin. Ella vio la mirada sorprendida y decepcionada en sus ojos. La chica pensó: '¿No es el plan de Colin? ¿Por qué está tan decepcionado?'. —¡Nunca me hubiera imaginado que la hija del Clan Lien pudiera ser una mujer tan descarada! —Dijo uno de los invitados. —¿Esta perra quería casarse con Colin? ¡Ah! ¡Qué broma! —Dijo otro.



Capítulo 262 Esa es la sopa de pollo de mi prometida —Todo es tan asqueroso. ¡Es increíble que Dolores Lien se comporte así! ¡Oh, voy a vomitar!. —Dijo otro invitado.

... Los gritos, maltratos e insultos se hicieron cada vez más fuertes. Sofía cubrió las orejas de Ambrosio. Levi se acercó a ella y tomó a Ambrosio de sus brazos. —Voy a llevar a Bario a casa primero —dijo y abrazó al niño con fuerza. —De acuerdo, gracias. —Sofía asintió. Todavía estaba en un sueño. La sala estaba en un estado de desorden. Nadie parecía poder controlarlo, salvo Colin. Solo el novio podía controlar la situación. Los vídeos habían terminado. Cuando Dolores quería acercarse a Colin, un hombre apareció en la puerta. Caminó hacia el escenario con la espalda derecha. Agarró el micrófono del anfitrión de la boda y habló: —Damas y caballeros, soy el hermano menor de Sofía Lo. ¿Han oído hablar de Sofía Lo? Es la exesposa de Colin Li. Esta mujer, Dolores Lien, incriminó a mi hermana hace algunos años. Afirmó que mi hermana le había hecho algo desleal a Colin durante su matrimonio y también dijo que ella estaba embarazada del bebé de otro hombre... Aunque, en realidad, todas estas cosas las inventó Dolores. Hubo un gran alboroto en el pasillo otra vez. Hubo un parloteo confuso por todas partes en el pasillo. ¡Qué buen espectáculo! Confundida, Dolores gritó: —¡Es una tontería! ¡Tu hermana es una perra! Yo no la incriminé.... —Sin embargo, su voz pronto se perdió en el desorden. Parecía que habían ensayado bien. Otra mujer ahora subía al escenario. La mujer era muy delgada y parecía emancipada. Inicialmente, parecía que sus ojos estaban ausentes, pero cuando vio a Dolores, sus ojos comenzaron a

arder de rabia. Dolores casi se desmayaba cuando vio a la mujer frente a ella. Alejandro dijo: —Esta mujer se llama Quintana. Ha venido a contarles a todos lo que Dolores le ha hecho a mi hermana y a mi cuñado. —Alejandro le pasó el micrófono a Quintana. La sala se quedó en silencio al instante. Quintana respiró hondo y dijo: — Hola a todos. Soy Quintana. Yo era la mujer a quien Dolores pagó para incriminar a Sofía. Hace tres años, me dio un millón de dólares para que me hiciera una cirugía estética facial. Me pidió que cambiara mi cara para que coincida con la de Sofía. Puedo mostrar mi registro de operación como una prueba. Alejandro luego le dio una memoria USB a un empleado en la sala de proyección. Muy pronto, la pantalla grande mostró el registro de operación de Quintana. De hecho, se parecía mucho a Sofía después del estiramiento facial. Un grito ahogado colectivo se extendió por todos los reunidos. Todo el mundo estaba asombrado. Dolores se volvió loca de furia. Saltó hacia Quintana y gritó: —¡Estás diciendo una mentira! ¡Yo no hice eso! ¡Cómo te atreves! Dos guardaespaldas subieron al escenario y detuvieron a Dolores. Quintana se asustó y retrocedió, mientras ella continuaba hablando: —Después de cambiar mi cara para parecerme a la de Sofía, Dolores me pidió que sedujera a su exmarido, Paulo Tai. Me ordenó que hiciera un vídeo cuando dormíamos juntos. Dolores luego le envió el vídeo a Colin. También tomó muchas de mis fotos y las publicó en Internet. Había organizado todo para que algunos internautas comentaran que Sofía era desleal y estaba teniendo una aventura amorosa. Colin vio el vídeo y me confundió con Sofía, lo que causó su divorcio. Lo juro, yo fui quien tuvo relaciones sexuales con Paulo Tai. Si hubiera dicho alguna mentira hoy, ¡mi vida habría tenido un final miserable!.

... Sofía ya había empezado a llorar. Ahora entendía lo que había sucedido. 'Es Colin quien ha planeado esto... La guió a Dolores hasta el día del matrimonio a propósito', pensó Sofía en su mente. Alejandro tomó el micrófono de las manos de Quintana y continuó revelando

la verdad: —Más tarde, Ynocente Pei y Jacinto Lien secuestraron a nuestro padre para amenazar a mi hermana, a fin de asegurarse de que ella se divorciaría de Colin. Mi hermana estaba embarazada en ese momento, pero tuvo que soportar todas estas acusaciones, el dolor y la humillación y el sufrimiento de divorciarse de su marido. La trama de la historia avanzaba muy rápido. Al instante, Sofía se convirtió en la inocente y merecedora de la simpatía de todos. Irene Shao agarró la mano de Sofía y le susurró al oído: —Ahora, ¿sabes por qué asistí a esta ceremonia? ¡Porque quiero ver un buen espectáculo! Je, je, je... ¿Estás conmovida? ¡Estoy profundamente conmovida!. Sofía asintió: 'Colin...'. La chica se cubrió la boca y rompió a llorar de nuevo. Finalmente, Felice se recuperó de la conmoción. Ignorando todos los modales, corrió hacia el escenario. Arrastró a su hija y la acercó a sus brazos y le gritó a Alejandro: —¡Alejandro Lo! ¡Sofía Lo! ¡Bastardos! ¿Por qué están calumniando a mi hija así? Alejandro no se enojó. Mirándolas con desdicha, levantó el micrófono y dijo: —Esta madre y su hija trabajaron juntas para colocar una droga en la sopa de pollo de Colin. Hicieron esto para que Colin tuviera sexo con Dolores. ¡Qué dúo insolente madre-hija!. La cara enrojecida y enojada de Felice se puso pálida de repente. Tartamudeó: —¿Qué... evidencia... tienes? Alejandro se burló e hizo un gesto a un empleado. Inmediatamente, otro vídeo comenzó a reproducirse en la pantalla grande. En este vídeo, Álvaro Gu tomaba el pulso en la muñeca de Colin. Después de controlar su pulso, Álvaro dijo: —Te envenenaron. Es un tipo de medicina china que no puede ser detectada por equipos médicos occidentales. La mezclaron con la sopa de pollo y te la dieron. Luego, oliste el aroma de las flores de narciso, lo que desencadenó los efectos de la droga, ¡que son los mismos que los de un afrodisíaco!. Colin pensó por un momento y dijo: —Sí, esa es la sopa de pollo de mi prometida. La tomé tres veces. Álvaro asintió: —Estoy seguro de eso ahora. Esta medicina china debe tomarse tres veces, luego, con la ayuda del aroma de las flores de narciso, se puede iniciar su efecto. Estaba muy claro que Colin fue drogado. Felice y Dolores no pudieron defenderse. De repente, Dolores se liberó de los brazos de Felice y corrió hacia Sofía. Pero cuando llegó al lado del escenario, vio a su abuelo al que trasladaban hacia una ambulancia y atado a una camilla. —¡Abuelo! Abuelo.... —Gritó

mientras corría hacia él. No recibió ninguna respuesta de su abuelo, pero sí recibió las miradas de desprecio de todos. Cuando la ambulancia salió, llegó la policía. El problema no parecía terminar. La sala estalló en un alboroto nuevo. ¡La llegada de la policía significaba que había mucho más por venir! Cinco policías subieron al escenario, se pararon frente a Dolores y le mostraron sus documentos de identidad de la policía. —Dolores Lien, usted es la principal sospechosa en un caso que involucra lesiones intencionales y el asesinato de un bebé. ¡Venga con nosotros a la estación de policía! —dijo uno de ellos mientras otro avanzaba para agarrarla. —No, no, yo no.... —Dolores sintió ganas de caer en un estanque frío y helado. Siguió sacudiendo la cabeza para negar la acusación. Al policía no le importó su reacción y le gritó a una persona que estaba en la puerta: —¡Traigan al testigo aquí! El testigo era Siria Zhou. Tan pronto como apareció Siria Zhou, Sofía vio que Dolores se desmayó. —¡Dolores! —Felice corrió torpemente hacia su hija con lágrimas que corrían por su rostro. Una enfermera subió al escenario y presionó el surco nasolabial de Dolores, salvándole la vida. Mirando a Dolores que estaba tendida en el suelo, Siria comenzó a decir: — Soy Siria Zhou. Fui sirvienta de la familia Lien hace unos años. Dolores Lien me apuñaló con una daga y luego incriminó a Sofía con el crimen. Sobornó a algunas personas a través de contactos internos y Sofía recibió una sentencia de cinco años de prisión.... Algunas personas cerca del escenario ya no podían controlar su ira. Tomaron algunos platos de la mesa y los arrojaron hacia Felice y Dolores. —¡Qué perra! ¡Vete al infierno! —Ellos maldijeron. —¡Exacto! ¡Dolores Lien, vete al infierno! ¡Felice Mu, vete al infierno!. ¡Más y más platos se arrojaron hacia el escenario!

Capítulo 263 Todo fue previamente arreglado Uno de los policías colocó un par de esposas alrededor de las muñecas de Dolores. Aún estaba confundida, y junto a ella, lloraba Felice histéricamente. De repente, Alejandro llevó a Sofía al escenario, y fue inmediatamente el centro de atención. —¡Miren allá! ¡Esa es la ex esposa de Colin, Sofía Lo! —¡Pobre mujer! ¡Su felicidad fue arruinada por Dolores! Por otra parte, alguien en la multitud gritó: —¡Señor Li! ¡Ella es una buena mujer, no pierdas tu oportunidad! ¡Por favor, restaura tu matrimonio! ¡Vuelve a casarte con ella! Entonces la multitud comenzó a gritar. —¡Cásate de nuevo! ¡Cásate de nuevo!

... Sorprendida, Sofía miró a todas las personas que gritaban. Entre ellos Helge, Wade y algunos de sus conocidos. Dolores miró detenidamente a Sofía, a su abrigo color caqui y a sus zapatos negros de tacón alto... —¡Esa mujer! !Sofía! Cuando la vio, debido a la gran rabia y el impacto, Dolores tosió un poco de sangre. La sangre goteaba sobre su vestido de novia blanco, y lo hacía parecer como flores de cerezo floreciendo en primavera... Debido a que todas las luces del escenario estaban enfocadas en Sofía, nadie notó la grave condición de Dolores, excepto su madre gritando. A Colin le tomó un tiempo darse cuenta de qué hacer después. Se acercó a Sofía en el escenario, se arrodilló sobre una de sus rodillas y luego sacó una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo.

Sofía contuvo el aliento. Sus piernas se debilitaron y casi se caía, pero Alejandro la sostuvo justo a tiempo. —Sofía, he sido incomprensible contigo en el pasado y no te valoré lo suficiente... ¡Por favor perdóname! Sofía, ¿te volverías a casar conmigo? Su mente ya estaba en blanco desde el momento en que Colin reveló el anillo de diamantes frente a ella. Aún no podía entender en absoluto lo que Colin le estaba diciendo, y lo que estaba sucediendo a su alrededor. Pero, sin más tiempo para pensar, escuchó a Colin decir nuevamente: —¡Sofía, lo siento! ¡Por favor, perdona mi ignorancia! ¡Dame otra oportunidad, déjame compensarte, por favor! Helge gritó: —¡Sofía, acepta su propuesta! ¡Di que sí! Otra persona hizo gritó. —¡Di que sí, Sofía! ¿Qué estás esperando? —¡Sofía, comprométete con Colin! ¡Di que sí! La sala ahora estaba llena de emoción, y muchas personas la aclamaban. Finalmente, Colin tomó la mano de Sofía y enseguida puso el anillo de diamante en su dedo. Luego sostuvo a la atónita mujer en sus brazos y le susurró al oído: —¡Sofía, nunca te fallaré! ¡Lo juro!

... Cuando vio lo que estaba sucediendo, Dolores se desmayó y su madre, Felice, lloró desesperadamente, como si su hija estuviera muerta. Jacinto Lien reuperó sus cinco sentidos. ¡Él entendió la terrible situación y estaba a punto de huir! Pero algunos fiscales aparecieron de repente frente a él y dijeron: —Jacinto Lien, alguien informó que su compañía, el Grupo Lien, está involucrada en delitos de lavado de dinero, recaudación de fondos ilegales y contabilidad falsa... ¡Por favor acompáñenos a la fiscalía! Sin tener la oportunidad de protestar, los fiscales se llevaron a Jacinto. La gente ahí se dio cuenta de que alguien había expuesto intencionalmente los asuntos de la familia Lien el día de la boda. Pero no sabían quién era esa persona, sin embargo... Todos miraron al hombre en el escenario sosteniendo a Sofía en sus brazos. Parecía que... A Colin no parecía haberle afectado lo sucedido, y en cambio parecía muy feliz ahora. Después, dos policías se llevaron a Dolores, y Felice siguió a los policías y

les gritó alteradamente. Finalmente, los policías no tuvieron más remedio que arrestarla, acusándola de obstruir los asuntos policiales. Todo se calmó por un momento, y Colin soltó a Sofía de sus brazos y tomó el micrófono. Dijo a los invitados: —Lamento que todos ustedes hayan venido aquí por nada. Devolveré el doble de sus regalos en efectivo* a cada uno de ustedes. También pagaré todos sus gastos de viaje. Por favor, háganme el cargo de todos ellos... (TN: Regalo en efectivo: en la mayoría de las regiones de China, existe la costumbre de dar dinero como regalo para asistir a una ceremonia de boda. El dinero se pone en una bolsa roja ). Uno de los ejecutivos dijo: —¡Señor Li, por favor, no sea tan pudiente! ¡Aún estoy esperando su boda con Sofía Lo! —¡Así es! Señor Li, señorita Lo, ¡también les deseo un feliz matrimonio! — dijo alguien más. —¡Tenemos que asistir a su próxima ceremonia de bodas!

... Colin sonrió, y mientras tomó la mano de Sofía, descubrió que su mano estaba empapada en sudor. Dijo a los invitados: —¡Gracias! Estaremos encantados de tenerlos como invitados a todos ustedes a nuestra boda otro día... Los invitados no sólo habían visto un buen espectáculo, sino que sus regalos en efectivo también habían sido devueltos. En efecto, habían tenido mucha suerte ese día. La reputación del Clan Lien estaba ahora completamente arruinada, y algunas personas entrometidas e indiscretas también habían publicado el vídeo del evento en Internet. Debido a que Colin era famoso, Sofía estaba obteniendo más y más publicidad, y el evento pronto se convirtió en un tema viral en Internet. Muchos chismes y personas entrometidas siguieron discutiendo y difundiendo el vídeo del evento, haciendo a Sofía y Colin aún más famosos. Dolores Lien también se hizo famosa, pero tenía mala publicidad. Aquellos que habían malinterpretado, o incluso abusado de Sofía, se disculparon en la página de Twitter de Sofía. Todos esperaban que Colin y Sofía restauraran su matrimonio lo antes posible.

Dentro del hotel, Colin le pidió a Alejandro que acompañara primero a Sofía a la Mansión Cercis Chino. Él y Helge se encargaron de otros asuntos y dieron a los invitados una buena despedida. Cuando llegaron a la Mansión Cercis Chino, Sofía le preguntó a Alejandro: —¿Qué está pasando? Alejandro, dime todo. ¿Cuándo encontraste a Quintana? Alejandro se sentó en el sofá y respondió a todas sus preguntas. —Hemos sabido sobre el paradero de Quintana desde hace mucho tiempo. ¡Había sido casi torturada hasta la muerte por los hombres de Dolores! ¡Debido a que odiaba tanto a Dolores, estaba más que dispuesta a ayudarnos! Sofía preguntó: —Todo el plan... ¿Fue organizado por Colin con anterioridad? —Pensó que si este era el caso, entonces se lo debía todo a Colin. Alejandro asintió y respondió: —Sí, había planeado todo desde antes. ¡El plan de Colin se llevó acabo con facilidad gracias a la ignorancia del Clan Lien! Pero luego le pediste a los policías que arrestaran a Dolores en la ceremonia de la bodas, algo que Colin no esperaba. Sofía se puso seria—. ¿Estaba enojado? —ella preguntó. —¿Enojado? —Alejandro recordó las expresiones faciales de Colin previas y dijo: —No, ni un poco. ¡En realidad parecía estar muy feliz! Estás preguntando tonterías. ¿Cómo podía estar enojado? ¡Eso era exactamente lo que él quería! Cuando ella lo escuchó, Sofía se sintió aliviada. —Entonces, ¿quién llamó a los fiscales? —Colin hizo que alguien investigara en secreto los crímenes del Clan Lien y el Clan Pei. Él era el que controlaba todo el plan detrás de escena. Cuando regresé, me pidió que me encargara de la investigación, y descubrí muchas pruebas para comprobar sus crímenes, e incluso sin encontrar el chip, ¡las pruebas que teníamos ya eran suficientes para destruir al Grupo Lien y al Grupo Pei! He entregado toda la evidencia que encontré a los fiscales. Sofía suspiró y dijo: —Te he dicho que no entrometieras en esto, y al final, son tú y Colin los que derrotaron al Clan Lien. Se sintió bastante frustrada al pensar en su ineptitud. —Hermana, por favor, no te culpes. Te lo dije, no necesitas preocuparte por ellos. Soy el hijo único del Clan Lo, y es mi responsabilidad. ¡Sólo debes vivir felizmente con mi cuñado! Frustrada, Sofía frunció los labios y dijo: —Está bien, debo admitir que no tenía una estrategia mejor que la que tú y Colin tenían. Alejandro se levantó del sofá y dijo: —Voy a recoger a mi cuñado. Hablarás con él de todo lo demás más tarde. Tengo algo más importante que arreglar. Sofía estaba preocupada, y le recordó que tuviera cuidado. —¿De qué trata? ¡Alejandro, por favor recuerda, tu seguridad es lo más importante!

Le dio una palmadita en el hombro y dijo: —Está bien, no te preocupes. — Justo antes de irse, también le contó un secreto. —¡También deberías saber que el abuelo aún está vivo! —Después de esto, Alejandro salió de la Mansión Cercis Chino, dejando a Sofía en completo estado de shock.

Capítulo 264 Quiero darte una sorpresa Por la tarde, Sofía se acostó en la cama y pensó en lo que había sucedido en el hotel. Estaba segura de que Colin la amaba de verdad, pero ¿por qué dejó que otras mujeres dieran a luz a sus hijos cuando estaba profundamente enamorado de ella? ¿No le importaba? ¿Sólo quería tener más herederos? No parecía nada de eso... Su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos. —Si no puedes amarme profundamente, al menos trata de disimular. No lamentaré haberte amado. Pero también respeto el fin de nuestra historia . Era Wendy. —¡Hola tía! Wendy se rió entre dientes y dijo: —¡Pronto seré tu suegra! ¡Creo que es hora de que me llames mamá! Sofía se sonrojó, y justo cuando estaba a punto de decir algo, escuchó a Ambrosio gritar a través del teléfono, diciendo: —¡Dame el teléfono! ¡Quiero hablar con Sofía! Al oír lo apresurado que estaba, Sofía se echó a reír. —Mamá, mamá... — dijo Ambrosio con entusiasmo. Sofía sintió un cálido sentimiento en su corazón cuando lo escuchó. —Bario —dijo, "Creo que es un poco pronto para que me llames mamá antes de que tu padre y yo nos casemos... —Ella era un poco tímida y le costaba acostumbrarse a los cambios repentinos. Nunca pensó en el hecho de que Ambrosio podría ser su hijo, pero Ambrosio ya había descubierto que Sofía era su verdadera madre. Cuando le dijeron la verdad, corría de arriba abajo para mostrar lo emocionado que estaba. —¡Mamá, te llamaré mamá de ahora en adelante! Mamá, mamá... — Mientras Ambrosio seguía diciéndole mamá a Sofía, simplemente lo aceptó y respondió: —Sí, sí... Sin embargo, Ambrosio decidió no decirle a Sofía que ella era su verdadera madre porque le había prometido a Wendy que no se involucraría en eso. Colin, su padre, sería quien le dijera la verdad.

Sofía rodó sobre la cama sonriendo y preguntó: —Bario, ¿por qué estás tan feliz? —Estoy feliz porque ahora tengo una madre y porque mi padre nunca se casará con Dolores. ¿Tú no estás contenta por todo esto, mamá? ¡De hecho sí lo estaba! Ella regresaría con Colin pronto. —Yo estoy... Mamá está feliz, Bario. ¡Muy feliz! Conversaron por treinta minutos antes de colgar. Sofía escuchó que alguien había entrado en la casa, se levantó rápidamente, se puso las zapatillas y salió del dormitorio. Era Colin. Ella corrió hacia él, le dio un gran abrazo y le dijo: —¡Colin! La abrazó, Sofía se puso de puntillas y lo besó. —¡Gracias, Colin! Ella le agradeció por aclarar todos los rumores sobre ella, por vengarla y por todas las demás cosas que él había hecho por ella... —¡Muéstrame tu gratitud! —él dijo. Colin agachó la cabeza para besarla, y Sofía le correspondió de la misma manera apasionada. Continuaron besándose en su camino hacia el dormitorio. El traje de Colin, su abrigo, su corbata, su cinturón... Todo quedó en el suelo. Pero Sofía recordó algo, y sólo hicieron el amor una vez. Mirando sus ojos de insatisfacción, Sofía se rió entre dientes y dijo: —Pronto será el Año Nuevo. ¿Qué te parece si te doy un regalo? Colin pensó un momento y dijo: —Genial, ¡yo también te daré un regalo! — El mejor regalo sería que supiera la verdad, que ella era la madre biológica de Ambrosio. —Colin, ¿por qué me ocultaste tu plan? —¡Porque quiero darte una sorpresa! Sofía se apretó contra su cuerpo y le mordió la barbilla con descontento. Ella dijo: —¿No temías que yo hiciera algo estúpido si te casabas con Dolores? Él acarició su cabello y dijo: —¡No tenía miedo de eso en absoluto! ¡Porque siempre te estoy vigilando! —¡Humph! ¿Se terminó todo con Dolores? —Tenía que admitir que Colin era más poderoso que ella. Colin negó con la cabeza y dijo: —¡No, esto aún no termina! Sofía se sorprendió. Ella lo miró y le dijo: —Pero si tú no le guardas rencor a Dolores. ¿Por qué lo haces todo? —Era ella quien verdaderamente odiaba a Dolores. —¡Si ella lastima a mi esposa, entonces ella es mi enemiga! Sofía se conmovió con sus palabras y abrazó a Colin con fuerza. —... Colin, ¡te amo! ¡De verdad te amo! —¡Sofía, yo te amo aún más!

... ¡Ynocente escapó! Sofía no sabía que Ynocente había escapado con una empresa fantasma que había dejado atrás hasta el día que ella fuera a la compañía. Mario tuvo que regresar de Estados Unidos para aclarar todo el desorden. ¡Y Sofía perdió su trabajo! Colin aprovechó la oportunidad para que Wade llamara a Sofía y la contratara como la diseñadora principal del Grupo SL. Él estaba molesto porque Sofía rechazó su amabilidad. Una semana más tarde, el Grupo Lien se declaró en bancarrota, Felice vendió todo lo que aún tenía valor y le suplicó a Quintas que echara a Jacinto. Felice quería salvar a Dolores, pero eso era demasiado difícil para ella. Así que ella decidió salvar a su marido primero, pensando en que juntos encontrarían la manera de salvar también a su hija. Dos semanas después, Dolores fue puesta en libertad. Debido a la falta de pruebas, salió temporalmente de prisión. Fue Colin quien le dio la noticia a Sofía—. ¿Por qué? ¿Por qué no fue condenada después de que se descubrió toda la verdad? Para calmar a Sofía, Colin dijo: —No, no, no. Escucha, yo fui quien les dijo que liberaran a Dolores. —Sofía estaba confundida. Colin continuó explicándole: —Por supuesto que ella será sentenciada, pero antes de que eso pase, quiero que ella sufra un poco más por lo que hizo. —¡Oh! —Ella se sintió más aliviada. El abuelo de Dolores murió de un ataque al corazón justo antes del Año Nuevo, y su familia realizó una ceremonia simple para su funeral. Antes del Año Nuevo, Sofía y Alejandro hicieron una visita formal a los miembros más grandes de la familia de Colin. Alejandro había estado allí una vez, pero el Sr. y la señora Harold no estaban en casa, y Sofía lo llevó nuevamente con la familia de Colin. Al día siguiente, visitaron al Sr. y la señora Pascua. El 23 de diciembre del calendario lunar, después de haber rechazado varias ofertas, Sofía se quedó en casa a diseñar ropa para Ambrosio. Para su asombro, Alejandro regresó a casa al mediodía y se recostó en el sofá. Sofía le dio una patada en los pies y dijo: —¿Qué estás haciendo? ¿Has terminado tu trabajo? Alejandro parecía serio y resignado, y dijo: —Nada. ¡No me molestes!

—¿Colin te despidió? Alejandro le dirigió una mirada y le dijo: —¿Crees que eso es posible? Sofía negó con la cabeza, pero cuando estaba a punto de decir algo, escuchó que alguien golpeaba la puerta. Se dirigió a abrir la puerta, pero Alejandro la detuvo de inmediato. Ella lo miró confundida—. ¿Qué esta pasando? —Preguntó ella—. ¿Quién está allá fuera? —¡No lo sé! Sofía se quedó sin habla. Empujó a Alejandro y abrió la puerta. Había una chica parada afuera. Estaba bien vestida y parecía ser la hija de una familia rica. Cuando la chica vio a Sofía, su rostro se puso pálido—. ¿Esta es la casa de Alejandro? —Preguntó ella. Sofía asintió y preguntó: —¿Quién eres? Alejandro se levantó repentinamente del sofá y preguntó fríamente: —¿Por qué viniste aquí? Cuando Graciela vio a Alejandro, ella quiso llorar. Señaló a Sofía y le preguntó: —Ella es la razón por la que me rechazaste, ¿verdad? Alejandro estaba un poco molesto y estaba a punto de echar a Graciela afuera, pero cuando Sofía vio lo que estaba a punto de hacer, ella lo detuvo y le dijo: —Alejandro, ¿por qué eres tan grosero con esta chica? Cálmate y vamos a hablar de esto. La chica respondió en tono hostil: —¡No es asunto tuyo! Sofía quería saber qué estaba pasando. Ella le dijo: —¡Me has entendido mal, yo soy su hermana!

Capítulo 265 ¿Qué quieres? Cuando escuchó a Sofía, sus ojos se llenaron de esperanza de nuevo. Hacía un minuto, estaba a punto de llorar, pero ahora apartó la mano de Alejandro y sostuvo la de Sofía. —Hermana, soy Graciela. Me gusta mucho Alejandro y lo he estado persiguiendo.... Charlando con Sofía, naturalmente entró en la casa con ella. Cuando vio lo que estaba sucediendo, Alejandro no sabía qué decir. 'Oh, querida hermana, ¿por qué tienes que involucrarte en esto?', pensó. Graciela fue tan apasionada, así que Sofía respondió a cada pregunta que le hizo. —Hermana, ¿Alejandro tiene novia en este momento? El hombre respondió primero: —¡Sí, ya la tengo! '¿Por qué le mintió a la chica?', pensó Sofía. Sofía lo miró a Alejandro y respondió: —No, no tienes novia. Graciela sujetó alegremente el brazo de Sofía y la llamó 'hermana' cada vez que hablaba con ella. La voz de Graciela hizo que el corazón de Sofía se derritiera. La chica dijo: —Hermana, me gusta Alejandro, en realidad ya lo quiero desde hace dos años. ¿Puedes ayudarme a ganar su corazón? Cuando escuchó eso, Alejandro se levantó del sofá, pero Graciela sabía lo que quería hacer. Rápidamente se movió detrás de Sofía y susurró: —¡No quiero irme! Alejandro puso los ojos en blanco y dijo con fiereza: —¡Graciela, mi hermana no es una conocida tuya! —Pero hermana, nos conoceremos después de charlar un poco más, ¿verdad? Sofía dijo: —... Sí. Pensó para sí misma: 'Es más que obvio que a esta chica le gusta Alejandro. Pero a él, ¿le gusta ella?'. El chico estaba a punto de alejar a Graciela, pero ella se quejó con Sofía: — Hermana, Alejandro me dio mi primer beso y ni siquiera quiso responsabilizarse por eso. —.... —Sofía puso los ojos en blanco y quiso enseñarle a Alejandro una

lección. El chico replicó: —Ella me besó primero, ¿de acuerdo? ¡Soy la víctima aquí!. Graciela se defendió descontenta y dijo: —No importa quién lo comenzó. ¡Lo que realmente importa es que tú eres el que se llevó mi primer beso!. Sonaba bastante razonable. —¡Graciela, vuelve a casa! ¡Ahora! —dijo Alejandro, que perdía su paciencia cada vez más por cada minuto que pasaba. —¡No! ¡Me quedaré aquí y dormiré con tu hermana!. —Graciela entonces agarró el brazo de Sofía con fuerza. —¡Mi hermana se acostará con su marido! —Sofía puso los ojos en blanco de nuevo. Colin estuvo muy ocupado recientemente y no tuvo tiempo para estar con ella. Graciela se sentó derecha y dijo: —¡Entonces dormiré contigo! Alejandro dijo: —Recuerda que eres solo una chica. ¿No sientes timidez y vergüenza cuando dices algo así? Pero Sofía vio que la cara de Alejandro estaba enrojecida. —¡No! ¡Me acuesto con un chico porque me gusta! ¡No hay por qué ser tímida o estar avergonzada!.

... Al final, Alejandro sacó de la casa a Graciela. La acompañó hasta su Ferrari amarillo brillante y regresó. Pero Graciela inmediatamente se echó a llorar. Alejandro la escuchó llorar detrás de él y no pudo evitar detenerse. Cerró los ojos durante unos segundos y luego se dio vuelta para secar sus lágrimas. —¡Si sigues llorando, te enviaré de regreso al Reino Unido! Graciela dejó de llorar de inmediato y se aferró con fuerza a su cintura. — Alejandro, no te he visto en mucho tiempo. No seas... tan indiferente conmigo, ¿de acuerdo? ¡Ay! ¡Era como una chica pequeña e inocente! En el hotel Alejandro se sentó en el sofá y Graciela estaba mirando alrededor de la habitación. El chico le dijo dulcemente: —Mira, esto es todo lo que puedo darte. Solo puedo pagar una habitación estándar en un hotel de tres estrellas.

Aunque Graciela en realidad no quería vivir ahí, le dijo: —No me importa. ¡Viviré aquí por ti!. Ella podría soportar eso por Alejandro. El dinero también se podía ganar, ¿verdad? Alejandro ocultó su emoción y se levantó del sofá. —¡Está bien, me iré ahora! —Oye, Alejandro, vivir aquí no parece muy seguro. ¿No estarás preocupado por mí si me dejas aquí sola? Alejandro se detuvo, pero esta vez no se dio vuelta. —Asignaré a dos de mis guardaespaldas para que vigilen la puerta. —¿No te preocupa que me molesten? ¡Incluso si no estás preocupado, yo sí lo estoy! —protestó Graciela. —¡Dime qué quieres! —Le exigió Alejandro. Su vacilación era su oportunidad. Graciela corrió hacia él, lo tomó del brazo y dijo: —¡Quiero que te quedes conmigo! —¡De ninguna manera! Soy un hombre, ¡y no es adecuado que me quede contigo en una habitación!. —¡Sin pestañear, la rechazó de inmediato! Poco a poco, Graciela le soltó el brazo. Se sintió decepcionada y dijo: — Bueno, ¡entonces puedes irte ahora! Se sintió incómoda y él también. Alejandro se molestó y le dijo: —Graciela, ¡ya te dije que no somos el uno para el otro! Incluso si trabajo duro todos los días durante décadas, ¡no seré tan rico como lo es tu familia! ¡Si te acepto, entonces pasarás un mal momento! ¿Me entiendes? La familia de Graciela tenía un antiguo negocio familiar en Shine Empire y su padre tenía títulos de propiedad que valían al menos varios miles de millones. Pero ¿con qué contaba Alejandro? Excepto trabajar para Colin, no hacía nada más. Aunque tenía un ingreso sólido, no podía compararse con la riqueza familiar de Graciela. Sintiendo su rabia, Gloria se sintió ofendida. Ella asintió y le dijo: — Entiendo. ¡Ya te dije que si quieres, puedes ir a trabajar a la compañía de mi familia! Y si no quieres, todavía estoy dispuesta a vivir contigo, sin importar la vida que tengamos. ¡Sí! Ella dijo que podía vivir una vida difícil con él, pero ¿qué pensaba él de eso? —¡Pero no estoy dispuesto a vivir contigo! —Le dijo el chico. ¡Era como una princesa y Alejandro no quería que ella viviera una vida difícil con él! Además, no era el momento adecuado para casarse con él, porque todavía no había vengado a su familia. Sus palabras lastimaron profundamente a Graciela, por lo tanto sus labios temblaban. Estaba a punto de decir algo, pero finalmente abandonó la idea. Lo

empujó y luego salió corriendo de la habitación. Cuando la vio alejarse de él, se sintió nervioso y apretó los puños, pero al final fue tras ella. Pero fue demasiado tarde; la chica se había ido... El veinticuatro de diciembre del calendario lunar, Sofía sacó su teléfono y abrió la aplicación de la cámara. Se sentó bien derecha, se aclaró la garganta y luego sonrió a la cámara. — Hola, cariño, déjame presentarme. Soy Sofía Lo, tu exesposa. Sí, soy tu prometida y tu exesposa. ¡Ahora te voy a dar una buena noticia como un regalo del Año Nuevo! ¡Colin, escucha con atención! Es... Yo... Ja, ja, ja... Déjame reír por un rato.... Grabó el vídeo durante unos diez minutos, lo guardó y luego programó una hora para enviárselo a Colin. El tiempo que estableció fue 12:01:01 de la madrugada. ¡Listo! Durante los últimos días, Colin estaba tan ocupado que dormía en su compañía y Sofía no lo visitó. Estaba preocupada y temía que... ¿Qué regalo le daría Colin? Estaba muy ansiosa por averiguarlo. Cuando solo faltaban tres días para el Año Nuevo, Colin regresó a casa. ¡No se habían visto durante mucho tiempo y algunas personas pensaban que se habían peleado y habían decidido no hablarse más! Colin volvió de los Estados Unidos. Se fue directo hasta donde estaba Sofía en cuanto se bajó de su avión. La besó profundamente y luego se quejó: —¡Eres tan cruel! ¿Por qué no visitaste a tu marido?

Capítulo 266 Venganza Colin seguía besando a Sofía, como si la boca de ella fuera de dulce. Ella empalmó el rostro de él entre sus manos y sonrió levemente. Ella dijo: —¿No has estado ocupado últimamente? Pensé que sería mejor dejarte solo. Incluso si fuera a visitarte, también sería posible que hayas estado en medio de algo. —Bueno, no creo que dejarme solo sea una buena idea. Tengo que trabajar en la oficina, y si no tienes nada más que hacer en casa, siempre puedes venir a mi oficina. —Él apoyó sus grandes palmas en la cintura de ella y le acarició la espalda, de arriba hacia abajo. Sofía asintió y dijo: —Bueno, esperemos un par de días más. Ya casi es el Año Nuevo. De repente, Colin la levantó y la llevó en sus brazos, pero antes de que Colin pudiera hacer algo más, Sofía saltó de sus brazos y dijo: —¡Espera! ¡Colin, debes de estar hambriento! Él la atrajo hacia sus brazos y susurró: —Sí, estoy hambriento, pero no quiero nada más que a ti para la cena. Los ojos de Sofía parpadearon, y comenzó a pensar en otra cosa. —Colin, ¿puedo preguntarte algo? Él besó su hermoso cabello, y dijo: —¿Sí? —¿Dónde está Dolores ahora? ¿Ella está en su casa? Colin se detuvo cuando Sofía mencionó a Dolores en la discusión. Él besó sus labios y dijo: —Bueno, continuemos con esto más tarde. Entonces él tomó la mano de Sofía y la condujo fuera de la casa. Sofía suspiró aliviada y se metió en el coche con él—. ¿A dónde vamos ahora? —Vamos a hacerle una visita a Dolores. En el hospital psiquiátrico JZ Sofía estaba parada a las puertas del hospital con pensamientos negativos. — Mi padre, él está... —No. Tu padre y tu abuelo están bien, no tienes que preocuparte por ellos. —Entonces... ¿Por qué Alejandro no me deja reunirme con el abuelo? —Sin

responderle, Colin tomó su mano y entraron en el hospital. Colin le dio un beso en el dorso de la mano y le dijo: —No te preocupes. Debido a que Ynocente todavía sigue prófugo, podrás reunirte con tu abuelo y con tu padre después de que la policía lo atrape. Es mucho más seguro de esta manera. Cuanta menos gente supiera acerca del lugar donde estaban ellos, sería mejor. —Está bien —respondió Sofía. La puerta de una habitación vieja y destartalada estaba entreabierta. Cuando se acercaron, se oyeron gritos proviniendo del interior de la habitación. —Yo... No estoy enferma... Por favor... No necesito más inyecciones... Ah... Por favor... Por favor... Dejen de inyectarme, por favor... Ah... La voz le sonó familiar a Sofía, y ella miró hacia el interior a través de la rendija. Había una mujer en la cama, con el pelo muy despeinado, y dos enfermeras sujetando fuertemente su cuerpo, conteniéndola. Una de ellas estaba tratando de inyectar a la mujer con una gran aguja. Cuando la mujer levantó la cabeza y gritó, ahí fue cuando Sofía reconoció quién era ella realmente; era Dolores. ¿No estaba Dolores en su casa? ¿Cómo terminó ella aquí? Después de la inyección, Colin abrió la puerta, puso su brazo alrededor de la cintura de Sofía y entró con ella a la habitación. —¿Quiénes son ustedes? —Preguntó una de las enfermeras. Dolores había sido enviada aquí por Alejandro y las enfermeras nunca habían conocido a Colin. Él respondió suavemente: —Le dije al señor Zhang que yo estaría aquí. Pueden dejarnos a solas ahora. Al principio las enfermeras no le creyeron a Colin, pero luego, una de ellas reconoció a Colin y sacó con ella a la otra enfermera de la habitación. Dolores los miró confundida, pero cuando finalmente los reconoció, en un instante su rostro palideció. Ella quería correr hacia Colin y rogar por su perdón, pero sus manos y piernas estaban atadas a la cama y no podía moverse ni un centímetro. —¡Colin, por favor ayúdame! ¡Te lo ruego, por favor! ¡No puedo quedarme aquí, es horrible! Por favor, por favor, ayúdame... Sofía le lanzó una sonrisa sarcástica. Dolores aún no sabía quién había sido el cerebro detrás de todo esto. Dolores era más tonta de lo que ella había pensado. Colin ni siquiera la miró, y dijo fríamente: —¿Me estás rogando? ¿Por qué

demonios debería escucharte ahora? ¿Se lo debo al bastardo que estás gestando o a la 'evidencia' que usaste para incriminar a Sofía? —¡Yo soy la que ha sido incriminada! ¡Me obligaron a tener sexo con ellos! Colin, puedes sacar el vídeo de las cámaras de seguridad... Yo fui secuestrada por ellos... a la puerta... —Dolores estaba tratando de acercarse más a ellos. Colin puso sus brazos alrededor de Sofía y la acercó a él. Luego besó a Sofía en sus labios y dijo: —Creo que deberías saber que los cuatro hombres fueron enviados por mí. Dolores no podía emitir ni una sola palabra. Ella se puso rígida cuando escuchó lo que Colin le dijo. Sus ojos se abrieron por completo con sorpresa, y comenzó a temblar violentamente, sin decir ninguna otra palabra. Enseguida, sus ojos se llenaron de miedo, y después de un rato, murmuró: — ¿Quién estaba conmigo... esa noche? —Definitivamente no fui yo, sino alguien enviado por mí. —La respuesta de Colin fue muy breve, pero las palabras hicieron que Dolores se sintiera miserable. Sofía miró a Dolores y no sintió pena alguna por ella. A cada cerdo le llega su San Martín. Casi se había vuelto loca por lo que Dolores le hizo, pero ahora, finalmente ella obtuvo lo que se merecía. Finalmente Dolores le preguntó a Colin: —¿Por qué? A medida que el efecto de los medicamentos se hacía cada vez más fuerte, comenzó a temblar y a enfriarse por completo. —Te diré por qué. Pensaste que soy una persona demasiado buena como para hacer todas estas cosas. Bueno, no lo soy. El hecho de que le hayas hecho daño a Sofía me duele mucho, pero no soy tan bondadoso como lo es Sofía. No te mostraré misericordia y haré el resto de tu vida miserable. Colin soltó a Sofía y luego caminó hacia Dolores. Usando sus zapatos de cuero negro, levantó su pie y lo colocó sobre el vientre de Dolores. Él la pateó con desprecio y le advirtió: —¿Recuerdas todas las cosas que le has hecho a Sofía? ¡Te haré pagar el doble por ello! Él ni siquiera la dejaría dar a luz al bastardo en su cuerpo. Si Dolores todavía no podía entender lo que Colin estaba diciendo, entonces ella era realmente estúpida. —Jajaja... Sofía Lo, ¿cómo sedujiste tanto a Paulo como a Colin para que te amaran con tanta locura? Jajaja... ¿Cuál es tu secreto? —¡No estás en condiciones de cuestionar a la mujer que amo! —Entonces Colin quitó su pie, dio un paso hacia atrás y continuó: —¿Sabes cómo murió tu abuelo? El abuelo de Dolores tuvo un infarto y había sido enviado al hospital el día de su boda. Fue resucitado por los doctores con éxito, pero más tarde en la

unidad de cuidados intensivos tuvo otro y finalmente murió. Dolores miró fijamente a Colin con miedo en sus ojos; el gentil y encantador Colin había desaparecido. Ahora él era como un demonio para ella, quien la seguía acechando por su venganza eterna. —¿Recuerdas cómo murió la abuela de Sofía? No lo recuerdas, ¿verdad? Hice que alguien le contara a tu abuelo lo que le hiciste a Sofía, por igual que Pascua no es tu propio hermano y cómo el Grupo Lien se está yendo a la bancarrota... Tu abuelo no pudo soportar todas estas duras verdades y, finalmente, no pudo sobrevivir. Mis hombres no pusieron ni un solo dedo sobre él. La cara de Dolores se puso igual de pálida como un cadáver y sus ojos estaban totalmente abiertos. Ella siguió murmurando: —Monstruo, monstruo, Colin... Eres un monstruo... Colin sonrió sin piedad. Él caminó hacia el costado de Sofía, la tomó de la mano y continuó: —¿Crees que esto ha terminado? ¡Oh no! Este es solo el comienzo. —¡Ah! —Dolores estaba respirando muy rápido, y luego pareció perder el conocimiento y casi se desmayó. Sofía se inclinó cerca de Colin y añadió: —Gracias a la sopa de tu madre, he experimentado el mejor sexo de mi vida... —Sofía se rió alegremente y le dijo a Dolores con una voz dulce: —En día de tu boda, hice que alguien te enviara el mensaje para pedirte que fueras a la habitación del hotel... Era yo quien estaba teniendo sexo con tu prometido. Dolores había reconocido a Sofía el día de su boda, y también sabía que Sofía estaba teniendo sexo con Colin justo antes de la boda. Así, Dolores, con sus propios oídos, escuchó a Sofía decirlo, y su rostro se puso rojo de ira. Ella escupió unas gotas de sangre y posteriormente se desmayó. Colin miró con odio a la escandalosa mujer. Luego miró a Sofía y dijo: — Vámonos. —Está bien —respondió ella. Sofía estrechó con fuerza la mano de Colin y después salieron juntos del edificio.

Capítulo 267 Dona el riñón a su hija A su regreso, Sofía supo que Alejandro había enviado allí a Dolores y que todos los días las enfermeras le inyectaban fármacos que hacían que la gente se calmara o se volviera loca. El Grupo Lien había sido vendido a Pascua. Él ya había descubierto quién era su padre biológico; resultó ser un descendiente de una familia honorable del País Green Cold. Su padre biológico y el padre de Feidi eran hermanos, pero él era fruto de una relación oculta y fue concebido en secreto. Eso significaba que Feidi y Pascua eran primos. La madre biológica de Pascua se había casado con el padre de Feidi y, como a Quintas le caía muy bien, había venido al País A para invitarla a pasar con ellos el Año Nuevo Lunar en el País Green Cold. Jacinto se había involucrado en tantos casos que finalmente lo pusieron bajo arresto domiciliario. La policía también había asignado a varios policías para que investigaran a Jacinto y Felice. Cuando llegaron a casa, Colin recibió una llamada de teléfono y fue directamente a la oficina. Sofía se puso a hacerle ropa a Ambrosio. Miró por la ventana sintiendo un temor constante y se tocaba suavemente la barriga pensando que era bueno que Colin volviera al trabajo. Si Colin no hubiera recibido la llamada, habría querido tener sexo con ella... La víspera de Año Nuevo Sofía recibió una llamada de Felice. Le pidió a Sofía que fuera al hospital psiquiátrico porque Dolores tenía algo importante que decirle. Sofía quiso negarse, pero Felice le dijo que se trataba de la otra hija de Colin. La otra hija... Su nombre era Naiara. Sofía finalmente accedió y le pidió a Alejandro que fuera con ella. Era una insensatez ir allí sola. Cuando Sofía se encontraba en las puertas del hospital psiquiátrico, se dio cuenta de que enviar a Dolores allí podía haber sido idea de Alejandro. Su padre había estado allí, y Alejandro podía haber querido que Dolores experimentara

todo el dolor y el sufrimiento por el que su padre había pasado... Cuando volvió a ver a Dolores, Sofía descubrió que era un saco de huesos. Estaba atada a la cama y miraba alrededor de la habitación con una mirada vacía. Sofía sabía que Dolores no podía hacerle daño estando en esas condiciones y le pidió a Alejandro que la esperara afuera. Dolores vio entrar a Sofía en su habitación y le sonrió con curiosidad. Su extraña sonrisa le dio escalofríos a Sofía, y preguntó: —¿Qué sabes de Bario? —Te diré quién es realmente su madre. —Dolores parecía una lunática y por ese motivo Sofía no sabía si debía creer lo que decía. Dolores se dio cuenta de la duda de Sofía y dijo nuevamente: —Te contaré todo sobre Ambrosio y la niña, pero a cambio tienes que ayudarme a salir del hospital. Sofía se negó inmediatamente: —No, por supuesto que no. Dolores, te he odiado durante muchos años. ¿Cómo puedes pensar que te dejaré librarte tan fácilmente? En lugar de enojarse, Dolores sonrió y dijo: —¿No crees que la verdad es importante? Tal vez cambies de opinión después de saber quién es la madre de Ambrosio. Créeme, Sofía, si no te digo la verdad ¡déjame, entonces, aquí encerrada! De alguna manera Sofía tuvo la sensación, por lo que dijo Dolores, de que Ambrosio podía ser hijo de ella... Sofía sacudió la cabeza para aclarar su mente, y luego salió de la habitación para buscar a Alejandro. Sofía le preguntó: —Si Dolores tiene la oportunidad de escaparse del hospital, ¿hay algún otro castigo esperándola? —Sí. La policía ha encontrado pruebas suficientes de los crímenes que ha cometido, pero liberarla o no solo depende de la orden de Colin. —Afuera, en el pasillo, Alejandro estaba sentado en una silla larga y contemplaba la espalda de una mujer mientras ella recogía una flor de ciruelo bajo el sol. Recordó que a Graciela le encantaban... las flores del ciruelo. Después de que Sofía obtuviera la respuesta que quería de Alejandro, regresó a la habitación de Dolores y le dijo: —Muy bien, dime lo que sabes y te dejaré ir. Dolores se recompuso gracias a la opción de Sofía. —Bueno, para empezar voy a contarte la historia de la niña. La historia de Ambrosio será el plato principal. —Ella se movió y sacudió la cabeza para mantener el flequillo fuera de sus ojos. —El nombre de la niña es Naiara. —Después de que Sofía escuchara lo que dijo Dolores, su corazón se rompió en un instante. Dolores parecía saberlo todo. —Ella es la hija de Colin y Maita... Ja, ja, ja... —Dolores se rió a carcajadas cuando vio el gesto de sorpresa en el rostro de Sofía.

—¿Realmente piensas que Colin te ama de verdad? Sofía Lo, no te hagas ilusiones... Naiara tiene uremia y necesita un riñón para sobrevivir. Desde hace tiempo han estado tratado de encontrar un donante de riñón para ella, pero no lo consiguieron. Las manos de Sofía se estaban enfriando. Ella sabía que un paciente con uremia tenía que someterse a un transplante de riñón para poder vivir. También había escuchado a Colin mencionar algo por teléfono sobre la uremia y los riñones con otra persona. Pero lo que más le impactó fue que Naiara fuese la hija de Colin y Maita. —Ahora han encontrado un riñón compatible para Naiara. Eres tú, ¡tú tienes el riñón compatible para ella! ¿Entiendes ahora por qué él es tan amable contigo? Quiere tu riñón y por eso quiere que sientas simpatía hacia ella y se lo dones. Sofía trató de soportar el dolor y la conmoción que estaba sintiendo. —¡Estás mintiendo! —dijo ella. —¡Dolores, estás loca! —Ja, ja, ja... Sofía, puedes creer lo que quieras, pero tengo una prueba que demuestra que en realidad no te ama. ¿Sabes qué prueba? Ambrosio, él es la prueba. —Dolores se detuvo y miró directamente a los ojos de Sofía. —Ambrosio es tu hijo, tuyo y de Colin. Él no murió en el parto prematuro. Colin le pidió a Wade que lo alejara de ti en el hospital. Ja, ja, ja. Sofía, ¿aún quieres saber más? Colin es un hombre frío, calculador y manipulador. ¡No seas estúpida! Sofía se inclinó sobre la mesa, con su cara cada vez más pálida. ¿Ambrosio era realmente su hijo? ¿Su hijo seguía vivo? ¿Colin hizo que Wade se lo llevara? Dolores no le dejó tiempo para digerir toda esta información y continuó: — Colin estaba enojado porque lo habías engañado y habías roto con él. Por eso se vengó y alejó a Ambrosio de ti, para poder ver con sus propios ojos cómo perdías a tu hijo. El cumpleaños de Ambrosio fue hace aproximadamente dos meses y todos fuimos a su fiesta de cumpleaños. Todos excepto tú, su madre. ¡Oh! Tu cumpleaños es muy cercano al de tu hijo, ¿verdad? —Eso era cierto. El cumpleaños de su hijo era cuatro días después del suyo. Dolores continuó: —Aún queda más por añadir. Todos saben que Ambrosio es tu hijo. Wendy, Yonata, incluso Selina, Alejandro, Mario y Helge. Todos lo saben. Puedes preguntarles uno por uno si todavía no me crees. Todos saben que eres la madre de Ambrosio, pero te ocultan el secreto. ¿Sabes por qué? Porque Colin no te ama. Si realmente lo hiciera, entonces, ¿por qué no te dice la verdad y te obliga a soportar el dolor? ¡Él no tiene intención de decirte la verdad porque no te ama!

... Más tarde, Dolores contó muchas cosas sobre ellos, pero Sofía no escuchó ni una palabra. Ambrosio era de verdad su hijo. Él era hijo de ella y de Colin... ¡Ese lindo niño era su hijo, su propio hijo! Sofía no recordaba cómo salió de la habitación, pero cuando Dolores la vio alejarse de ella, le gritó. Ella seguía diciéndole a Sofía que cumpliera su promesa y la dejara salir del hospital. Sofía encontró a Alejandro de nuevo y, con la cara pálida, le dijo: — Alejandro, deja que Dolores se vaya. —Sofía, ¿qué te pasa? —Alejandro inmediatamente presintió que algo estaba mal. Sofía negó con la cabeza y respondió: —Sólo haz lo que te digo. Poco después de que Alejandro hiciera la llamada, dos enfermeras llegaron a la habitación de Dolores y la dejaron ir. Dolores estaba tan feliz de haber recuperado su libertad que salió corriendo del hospital sin zapatos, tal como lo haría una lunática. Entonces Sofía levantó la cabeza, miró directamente a los ojos de Alejandro y dijo: —Alejandro, dime quién es la madre de Bario.

Capítulo 268 Necesitaban una buena alimentación La pregunta de Sofía le dio a Alejandro un mal presentimiento. —Sofía, ¿qué demonios te dijo Dolores? La chica contestó bruscamente: —Alejandro, Ambrosio es mi hijo. ¿Cuándo te enteraste por primera vez sobre esto? ¿Desde cuándo lo sabes? Alejandro suspiró y dijo: —Hermana, por favor, no te enojes. Colin planeaba decirte las buenas noticias más tarde después de que él resolviera todo. Sofía sonrió amargamente; Parecía que Dolores le había dicho la verdad. Luego la chica sacó el teléfono del bolsillo y llamó a Mario. Le dijo: — Mario, ¿sabes quién es la madre de Ambrosio? El hombre estaba ocupado y limpiaba el desorden del Grupo Pei. Se quedó en silencio por un momento y dijo: —Sofía, finalmente lo descubriste. ¡Felicitaciones! —Ja, ja, ja.... Sofía se rió con amargura y, en lugar de darse por vencida, marcó el número de Helge y también le hizo la misma pregunta. Helge tenía el mismo pensamiento que Colin y pensó que Sofía estaría muy feliz de saber la verdad, pero también sentía que algo estaba mal por el tono de voz de Sofía. —Pequeña Sofía, ¿no te sientes emocionada y feliz de que tu hijo está realmente vivo...? Oye, Sofía.... La chica colgó el teléfono y se frotó el pecho. ¡Qué dolor! Ella sintió mucho dolor. Su hijo tenía casi cuatro años y ni siquiera había tenido la oportunidad de cumplir con su responsabilidad como madre. Sofía gritó: —Bario, mi pobre hijo.... —Sofía, por favor, deja de llorar. Colin me dijo la verdad, pero quería que fuera una sorpresa... Sofía, ¿qué pasa? ¡Sofía!. —Luego se desmayó repentinamente, pero Alejandro la sostuvo rápidamente. La llevó en sus brazos y luego salió corriendo del hospital psiquiátrico. '¡Dolores, perra!', pensó el hombre. En el Hospital Privado de Chengyang

Colin entró rápidamente en la sala y con una cara pálida, vio a Sofía acostada en la cama. Todavía estaba durmiendo y le habían colocado una vía intravenosa. Frunciendo el ceño, Colin apretó fuertemente su mano y le preguntó a Alejandro: —¿Cómo se desmayó? ¿Hay algún problema? ¿Dónde fuiste? Alejandro respondió sin fuerzas: —Colin, mi hermana parece que sabe que es la madre de Bario... ¡Pero estaba enojada!. —¿Qué? —Colin se sorprendió. ¡Oh, no! Él no pensó que ella se enojaría. Se inclinó y besó a Sofía en la frente y dijo: —Lo siento, Sofía. Pensé que... Pensé que estarías feliz por esto. Luego, Alejandro habló de nuevo y le contó a Colin sobre las otras noticias. —Sofía también está embarazada, pero se desmayó porque estaba demasiado furiosa.... Colin de repente levantó la cabeza y miró a Alejandro con la emoción que brillaba en sus ojos—. ¿Qué estás diciendo? —'¿Lo he oído bien?', pensó. Alejandro se rascó la cabeza y dijo: —Sí, el médico me dijo que ya tiene dos meses de embarazo. 'Dos meses de embarazo. Sofía está embarazada de su bebé otra vez'. Colin se rió entre dientes cuando escuchó la gran noticia. Recordó que ella se había negado a tener relaciones sexuales con él últimamente y que también le había dicho que iba a decirle algo el día del Año Nuevo. Tal vez Sofía estaba hablando de su embarazo. La tonta de Sofía. ¡Ah! Esa era la gran noticia. '¿Por qué no me lo dijo antes? Oh, ¡qué mujer tan traviesa es ella', pensó. Colin se sentó junto a la cama y, emocionado, bajó la cabeza para besarle la mano. No pudo evitar poner su mano sobre el vientre de Sofía. Estaba embarazada de su bebé de nuevo... 'Sofía, Sofía, mi amada Sofía, ¡qué grandiosa que eres!'. Alejandro sabía que debía darles algo de espacio, pero tenía que hablarle sobre el evento con Dolores. —Sofía habló con Dolores hoy y no sé qué le dijo Dolores, pero me pidió que la dejara escapar a Dolores. Estaba en muy mal estado después de la conversación. Alejandro ya había enviado a alguien para averiguar dónde se escondía Dolores y se la llevarían justo después de que la encontraran. La crueldad parpadeó en los ojos de Colin. Internarla a Dolores en un hospital psiquiátrico era todavía demasiado amable para ella. —¿Dónde está ahora? —No volvió a su casa. Seguimos buscándola.... —Diles que la maten a golpes si la encuentran. No... ¡Diles que me la

traigan!. —Colin luego levantó la mano de Sofía hacia sus labios. Le suplicó a ella en su mente: 'Lo siento, Sofía, lo siento mucho por todo este lío... '. —Está bien, voy a hacer eso. —Alejandro luego los dejó solos. Pensó que deberían tener algo de espacio y estar solos. Colin puso su mano en el rostro de Sofía y le tocó suavemente las mejillas. Sus ojos estaban llenos de ternura. Un rato después, sacó su teléfono y marcó el número de su secretaria. Le dijo: —Consigue dos nutricionistas experimentados y dos enfermeras especializadas para la Mansión de la Familia Li. Además, pídele a alguien que vuelva a decorar la habitación opuesta al dormitorio principal y la convierta en una habitación para niños.... La secretaria era muy eficiente en su trabajo. Poco después, Wendy llamó a Colin y le preguntó: —Colin, ¿qué pasó? ¿Por qué contrataste a dos nutricionistas y dos enfermeras especializadas particulares? Sin soltar la mano de Sofía, Colin respondió: —Sofía está demasiado delgada y tanto ella como el niño necesitan alimentos y nutrientes. —Bueno, estoy cuidando bien a Bario y él está bien. No está delgado en absoluto.... —Wendy todavía no entendía lo que Colin le estaba diciendo. Colin se rió entre dientes: —Mamá, no estoy hablando de Bario. —¿Entonces de qué estás hablando...? ¡Oh! ¿Sofía está embarazada de nuevo? —Wendy casi gritó cuando escuchó que la chica estaba embarazada. —Sí, la llevaré a casa en dos días. Podemos celebrar la boda juntos con la de Levi y Selina más tarde —dijo Colin. La boda de Levi y Selina se iba a celebrar antes del Año Nuevo, pero Levi había recibido una misión secreta e importante justo antes y se vio obligado a viajar al extranjero. Por lo tanto, la boda tuvo que ser pospuesta por el momento. —Bueno. ¿Dónde está Sofía ahora? Llévala a casa rápido y dile que no vaya a trabajar. —Wendy estaría muy ocupada. Hacía unos días, Selina había descubierto que también estaba embarazada. Ahora tenía que cuidar a dos mujeres embarazadas y unos meses más tarde, tendría que cuidar a dos niños más... —Lo sé. —Colin vio que los párpados de Sofía se abrían y colgó rápidamente el teléfono. Antes de que Sofía pudiera decir algo, lo primero que hizo fue besarla en los labios. La chica quería alejarlo, pero él firmemente la agarraba de sus manos. Definitivamente no estaba de humor para besarle. Sofía siguió luchando para alejarlo y debido a que Colin temía que ella se lastimara, finalmente tuvo que soltarla. La mirada en los ojos de Sofía era una mezcla de aprensión y furia. Miró al

hombre tierno que estaba sentado frente a ella y le dijo: —¡Colin, esto es todo! ¡Voy a dejarte! Colin quería matarla a Dolores en el momento en que escuchaba las palabras de Sofía. '¿Qué demonios le dijo a Sofía?'. Se preguntó. ¿Habían sido en vano todos sus esfuerzos? —Sofía, estás embarazada y no debes enojarte. Hablaremos de eso más tarde. Ella se sorprendió por lo que escuchó y puso su mano sobre su vientre—. ¿Sabes del bebé? Colin vio su reacción y sonrió con amargura. Le dijo: —No te preocupes, nadie puede lastimarte y nadie puede lastimar a nuestro bebé. Lo siento mucho, Sofía, pensé que te sentirías feliz saber que eres la madre de Bario.... ¿Feliz? Por supuesto que ella era feliz. No solo era feliz, sino que también estaba emocionada por ello. Pero no se sintió feliz cuando recordó por qué Colin se había llevado a Ambrosio lejos de ella. Le resultaba difícil perdonarlo por lo que él le había hecho. Ser amable con ella no podía compensar todo el dolor por el que había experimentado... Los hechos no se podían cambiar, pero ella tenía todo el derecho a estar enojada con él. Sofía retiró la mano y le dijo: —Los niños son míos y no necesito ninguna pensión alimenticia de ti. Colin dejó escapar un suspiro y le preguntó: —¿Qué te dijo Dolores? ¿Podrías, por favor, darme una oportunidad para explicarme? Sofía miró directamente a los ojos de Colin y dijo: —Me dijo que Bario es mi hijo. —¿Algo más? —Sí. —¿Qué más te dijo? —preguntó Colin. —No te lo voy a decir... Deberías irte ahora, quiero descansar. —Sofía cerró los ojos y le dio la espalda.

Capítulo 269 Mi pequeño amado Colin acarició el cabello de Sofía y dijo: —Muy bien, podemos hablar de todo esto más tarde. Vamos a casa ahora. ¿De acuerdo? —¡No! —Sofía se negó. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Una vez había planeado dar a luz al bebé de Colin y casarse con otra persona, para que su hijo llamara papá a otro hombre. Sin embargo, parecía que Colin había hecho que su hijo la llamara primero a otra mujer mamá. Ella era la gran perdedora. Colin no la obligó a irse a casa con él y después de asegurarse de que la chica estaba bien, la llevó a su apartamento, tal como ella quería. Su prioridad ahora era encontrar a Dolores y averiguar qué le había dicho a Sofía. Poco después de que Colin se fuera, Sofía no podía esperar a subirse a su automóvil y conducir hasta la Mansión de la Familia Li. Cuando llegó a la mansión, Wendy estaba fuera con los abuelos de Colin y Selina estaba junto con Ambrosio, que jugaba con sus juguetes. La sirvienta abrió la puerta y cuando vio que era Sofía, la saludó: —Buenas noches, señorita Lo. —Buena noches. ¿Dónde está Bario? —Sofía sonaba muy ansiosa. —Está arriba con la señora Selina —respondió la sirvienta. —Ya veo. Gracias. —Sofía rápidamente se cambió los zapatos y subió las escaleras. Corrió unos pasos, pero de inmediato se detuvo y caminó más despacio cuando de repente recordó su condición especial. Cuando se acercó a la habitación de Ambrosio, oyó que su voz emocionada decía: —¡Tía, mira! ¡Lo arreglé! ¿No soy genial? Selina exclamó: —¡Guau! ¡Bario eres genial! ¡Incluso yo no sé cómo arreglar eso!. —Debo haber heredado la inteligencia de mi madre —dijo Ambosio y sonrió. —¿Por qué no de tu padre? —preguntó Selina con curiosidad. Eso fue

porque ella pensó que Colin era en realidad más inteligente que Sofía. Ambrosio le respondió con orgullo: —Porque mi madre es Sofía y es la persona más inteligente y hermosa que está en mi corazón. ¡Cuando crezca, desearía ser tan inteligente y encantadora como mi madre!. Sofía rápidamente se tapó la boca para evitar llorar en voz alta cuando escuchó las palabras de Ambrosio. Selina vio a Sofía de pie en la puerta primero y dijo: —¡Sofía, estás aquí! ¿Por qué estás llorando? —¡Mamá! ¡Estás aquí! —Ambrosio inmediatamente dejó sus juguetes, saltó de la silla y corrió hacia Sofía. La mujer se agachó y abrió los brazos para abrazar al niño que corría hacia ella. Las lágrimas rodaron por sus mejillas. ''¡Oh, Bario, mi pequeño y querido niño!. —Mamá, ¿por qué estás llorando? ¿Te lastimé? —preguntó Ambrosio con mucha ansiedad. Sofía negó con la cabeza y abrazó a Ambrosio con fuerza entre sus brazos. Le dijo: —No, Bario, ¡es porque soy feliz! Viendo a madre e hijo, Selina se conmovió. Adivinó que a estas alturas, Sofía probablemente había descubierto la verdad. Ambrosio envolvió sus pequeños brazos alrededor del cuello de Sofía y dijo: —Madre, deberías sonreír cuando estés feliz. ¡No llores, o me sentiré mal!. Sofía apoyó emocionada la cara en el hombro de Ambrosio y dijo: —Está bien, está bien, ya no lloraré más. Mi hijo querido.... —No podía recordar cuántas veces había llorado por su bebé perdido, pero resultó que solo había estado desperdiciando sus sentimientos y lágrimas. Ahora Ambrosio sabía por qué estaba llorando y él ya no pudo contener más su emoción y le preguntó: —¡Mamá! Ya sabes que soy tu hijo, ¿verdad? Sofía asintió y le respondió. —Bario, lo siento. Lamento no haber estado ahí contigo todos estos años. La actitud del niño pequeño cambió seriamente y él dijo: —Mamá, no es tu culpa. Papá es el culpable porque ¡no nos dijo la verdad!. Sofía levantó los ojos y le acarició suavemente la cabeza. Se las arregló para preguntar entre sollozos: —Tienes razón. Bario, ¿te alegra saber que soy tu madre? —¡Claro que me alegra! ¡Incluso soñé con que fueras mi madre!. — Ambrosio entonces felizmente se rió. Sofía volvió a abrazar a su hijo y pensó en lo afortunada que era de poder recuperar lo que había perdido.

Cuando llegó la víspera del Año Nuevo Chino, Sofía todavía estaba enojada con Colin y decidió no pasar la noche en la Mansión de la Familia Li. Pero Ambrosio estaba molesto cuando descubrió que Sofía no estaría ahí. Miró a Colin, luego gritó y lloró. Al final, le pidió a Wendy que la llamara a Sofía. Wendy también quería que ella estuviera ahí, la llamó y le dijo: —Sofía, ven y celebremos juntos la víspera del Año Nuevo. Ahora estás embarazada y debes mantenerte de buen humor. Puedes vengarte de Colin más tarde. Sofía no encontró ninguna razón para rechazar su oferta. Después de eso, Colin llegó a su casa para pasarla a buscar y regresó con ella a la Mansión de la Familia Li. Cuando Sofía vio a Ambrosio, ya había aceptado el hecho de que Ambrosio era su hijo. Pero todavía no pudo contener las lágrimas cuando abrazó al niño de nuevo. Sabía que no debía llorar, pero no podía evitarlo. Sofía había extrañado a su bebé durante tantos años antes de finalmente saber la verdad y cada vez que pensaba en el niño, sentía que su corazón se desgarraba y se hacía pedazos. Luego le dijeron que su bebé estaba vivo y que en realidad era su niño favorito, Bario. ¿Cómo podría no estar emocionada? Incluso quería anunciarlo ante todo el mundo que Ambrosio era su hijo, que su hijo estaba vivo y se portaba bien. Esa noche, toda la familia cenó los bollos que Wendy había preparado y Sofía lo alimentó a Ambrosio todo el tiempo. Colin quería decirle que dejara que Ambrosio comiera solo, pero se contuvo cuando vio la alegría que brillaba en su rostro. A la hora de acostarse, Sofía fríamente le dijo a Colin: —No duermas conmigo en la misma cama. —... ¿No puedo al menos abrazarte a ti y a nuestro hijo? —Colin sostuvo a Sofía fuertemente en sus brazos. —¡No! ¡O me iré a casa o dormiré en la habitación de invitados!. —La chica lo rechazó categóricamente. Colin la miró a Sofía con una mirada amorosa y se comprometió: —Está bien, iré a dormir a la habitación de invitados. Para Sofía, su suavidad tenía algún tipo de propósito oculto. Todavía no tenía el coraje de preguntarle si él era bueno con ella solo porque quería su riñón para su hija o porque en realidad era sincero y cariñoso. No se atrevió a preguntar, porque no sabía qué haría si su respuesta fuera 'sí'. Colin bajó la cabeza y besó los labios de Sofía, pero la chica se secó la boca con el dorso de la mano. Colin se rió de ella y dijo: —Está bien, está bien, no

más besos. Me voy ahora, buenas noches. —¡Vete ya! —Sofía lo echó rápidamente porque temía perdonarlo si se quedaba más tiempo. Después de que Colin se fue, Sofía yacía en la cama y pudo olerlo en la almohada, lo que la hizo sentir aún peor. ¿Debería ella realmente preguntarle por su hija Naiara? Pero sabía que no podría aceptarlo si Naiara era realmente su hija y la hija de Maita. Sofía siguió pensando en esto y casi a la medianoche finalmente se durmió. Dentro de la habitación de invitados, Colin estaba trabajando en su computadora. La cama no estaba hecha. Cuando el reloj dio las doce, miró por la ventana y vio muchos fuegos artificiales que iluminaban el cielo nocturno. También habría encendido los fuegos artificiales para Sofía, pero considerando que estaba embarazada y no podía quedarse hasta tan tarde, descartó la idea. Su teléfono vibró repentinamente con dos notificaciones y Colin lo revisó con desinterés.

Capítulo 270 Desgarrador Pero de repente escuchó una voz familiar. Él se dio cuenta de que el vídeo fue enviado por Sofía. Con curiosidad, se apresuró en hacer clic sobre él. El vídeo mostraba a una hermosa y encantadora Sofía dirigiéndose a él con muchos buenos deseos. Sin embargo, él tuvo razón todo el tiempo. El regalo del Año Nuevo de Sofía para él era su embarazo. Su rostro se sonrojó cuando lo mencionó en el vídeo. Tal vez sintió vergüenza o podía que no estuviera segura de cómo reaccionaría Colin. Parecía que el vídeo estaba grabado con antelación. Colin volvió a verlo tres veces más. Luego cerró el portátil, salió de la habitación de invitados y regresó a su habitación. Tenía emociones encontradas, pero estaba realmente feliz. A la mañana del día del Año Nuevo Lunar, Sofía todavía estaba acostada en su cama. Se frotó los ojos y se dio la vuelta aturdida. Su cara se chocó con un objeto cálido y duro. Un momento, ¿qué fue eso? Se preguntó si se había caído al suelo o si había golpeado la pared. Volvió a frotarse los ojos y vio el firme y musculoso pecho de Colin. ¡Qué idiota! Sofía estaba sorprendida y un poco enojada. Ella golpeó el hombro de Colin. Colin se limitó a reír y abrió los ojos. Sabía lo que acababa de pasar y le resultaba muy divertido. Miró fijamente el rostro sorprendido de Sofía y dijo con cariño: —Feliz Año Nuevo, cielo. —¡Quién es tu cielo! ¡Yo no soy tu cielo! Dime, ¿cómo te colaste? —Sofía se liberó de sus brazos y se incorporó en la cama. Recordó que había cerrado la puerta con llave la noche anterior. ¿Cómo entró aquí? Colin la abrazó de nuevo. —Eso no importa. Duerme un poco más. Estoy aquí ahora mismo. De repente, escucharon un golpe en la puerta. La voz de Ambrosio venía desde fuera: —Papá, mamá. ¡Feliz Año Nuevo! ¡Les deseo a los dos lo mejor!

¡Os amo! Colin estaba frustrado y confundido. Su hijo nunca se levantaba a tiempo los días de escuela. ¿Cómo podía levantarse tan temprano en vacaciones? ¡Ay los niños de hoy en día! Sofía se levantó de la cama y le abrió la puerta a Ambrosio. El pequeño llevaba una chaqueta de plumas de color gris claro. Se veía muy guapo. De pie en la puerta sonrió a Sofía, esperando que ella lo cargara. Con una sonrisa, Sofía lo levantó: —¡También te deseo lo mejor, querido Bario! Ella lo llevó adentro de la habitación, sacó de su bolso el sobre rojo* que había preparado para él y se lo entregó. *En la tradición china el dinero que se da a los niños como regalo del Año Nuevo Lunar se mete en un sobre rojo. . Ambrosio besó el sobre rojo con emoción y entusiasmo: —¡Gracias, mamá! ¡Mi mamá es sin duda la mejor! Desde que supo que Sofía era su verdadera madre, Ambrosio les había dicho a todos en su escuela que ella había vuelto con él. Estaba muy orgulloso de su familia. A cambio, los otros niños lo miraron con admiración diciendo que era muy guapo y que su madre también debía ser muy hermosa. Luego Ambrosio les prometió a todos que cuando comenzara la escuela ¡le pediría a su madre que lo llevara para que todos pudieran conocerla! —No dejes que tu mamá te cargue en brazos de nuevo. Ya no eres un niño pequeño. ¡Y pesas mucho! —Dicho esto, Colin se levantó de la cama e inmediatamente fue al baño. Ambrosio miró disgustado a su padre: —Papá, todavía no me has dado ningún regalo. ¡Yo soy tu hijo! Colin respondió con ingenio: —Tu madre y yo ya somos uno. Puedes considerar su regalo como mío. Ambrosio puso una expresión amarga. ¡Su padre era tan ruin y agarrado! La relación de amor y odio entre padre e hijo siempre había divertido a Sofía. Ella le dijo a Ambrosio: —Espera a mamá unos minutos. Necesito ducharme y cambiarme de ropa. Como Manolo y la familia ya habían llegado del País C, Sofía decidió visitar a los ancianos la mañana del día del Año Nuevo Lunar. Durante la visita, recibió mucho dinero de la suerte por el Año Nuevo. También oyó hablar la noche anterior del matrimonio de Curro y Rosita. Como ella y Colin aún no estaban casados tenía la intención de pasar el Festival de la Primavera en la Casa de la Familia Lo, al comienzo de las festividades.

Sin embargo, Colin no permitiría que lo dejara solo. La obligó a quedarse. —¡No puedo dejar a Alejandro solo en casa! —objetó Sofía. Sabía que Colin no la dejaría. —¡Está con su padre y su abuelo! ¡Ya es un adulto! —¡Yo también extraño a mi padre y a mi abuelo! ¡Tengo que verlos! — exclamó Sofía en voz alta. Colin asintió delicadamente con la cabeza. —Está bien, pero mañana vienen mi tía y mi tío. Puedes visitar a Jay y Pazel pasado mañana. ¿Te parece bien? Sofía se quedó de nuevo sin palabras. Colin realmente sabía cómo conseguir lo que quería. Ella tenía la intención de negarse, pero al final aceptó. Era el Año Nuevo Lunar y se suponía que uno concedía todo lo que se le pedía. Ella no terminaría con los lazos tradicionales así como así. En el segundo día del Año Nuevo Lunar, Jorge llevó a toda la familia a visitar a los ancianos como de costumbre. Esta vez también había llevado a varios niños con él. La Mansión de la Familia Li estaba llena de bullicio. Los niños siempre conseguían animar el ambiente. En medio de la bulliciosa atmósfera, Helge llevó a Sofía a un lado para hablar con ella: —Pequeña Sofía, piensa en mi hermano. Él ha hecho tantas cosas por ti. ¡Siempre ha sido muy amable contigo! ¿No te conmueve su amor y su cuidado? ¿Nunca le devolverás esa amabilidad? Helge se emocionaba a veces cada vez que pensaba en el amor eterno que sentía Colin por Sofía. Sofía también lo sabía, pero su gratitud hacia Colin se desvaneció un poco desde que habló con Dolores. ¿Cómo podía ser feliz si Colin solo fingía que iba detrás de ella? —Soy consciente de eso. He oído que Colin está buscando un donante de riñón compatible. ¿No lo ha encontrado todavía? Helge pensó por un momento. —Puede ser, pero desconozco los detalles al respecto. ¿Qué tiene de malo? ¿Por qué lo preguntas? —En realidad nada. Simplemente se me pasó por la mente. Todavía estoy preocupado por él. Después de todo, incluso tú mismo has dicho que él ha hecho muchas cosas buenas por mí. No le digas que te pregunté. —Necesitaba hacer su propio juicio basándose en hechos, no solo en suposiciones. —Está bien, ojalá hayas quedado satisfecha con mis respuestas. Te contaré todo lo que sé. —Helge no le dio más vueltas al asunto. Simplemente quería ayudar. Después de todo, Colin y Sofía tenían una relación muy complicada. Él había sido un ávido seguidor de su amor y deseaba que se reconciliaran. Sofía asintió, pero de repente pensó en algo y cambió de tema. Entonces, preguntó con voz relajada: —¿Qué edad tiene la hija de Colin? Al escuchar eso, Helge miró a Sofía totalmente confundido. Sin embargo,

vio que Sofía estaba calmada. Parecía que Colin ya le había hablado de Naiara. —Menos de dos años. Ella es una buena chica, es una pena que sufra de uremia hereditaria. Es realmente hermosa y amable. Sofía permaneció callada ante sus palabras. Ella no sabía qué decir ni qué pensar. Se sintió un poco frustrada por no poder hacer nada al respecto. Entonces, ¿todo lo que dijo Dolores era cierto? Si Helge pudiera leer su mente, sabría que debería simplemente callarse y no decir nada sobre el tema. No obstante, parecía no tener ni idea de lo que Sofía estaba pensando. Continuó con tono alegre: —¡Oh, he oído que estás embarazada! Colin debe estar muy contento. Mira qué bueno ha sido contigo. ¡Deberías quererlo, Sofía! ¡Tendrás un hijo de él! Sofía no dijo ni una palabra más. Forzó una sonrisa mientras luchaba contra el impulso de decirle al hombre que tenía delante cuál era el verdadero propósito de Colin. Finalmente consiguió controlarse. No era ese clase de mujer y no quería que esa verdad saliera de su boca. En el tercer día de las festividades, Colin insistió en acompañar a Sofía a visitar a su padre y a su abuelo. Su nueva residencia era muy segura. Vivían en un recinto militar, estaban bien protegidos. Cuando Sofía vio a sus seres queridos le pareció estar soñando. ¡Cómo anhelaba volver a verlos! Pazel, la persona que creía de verdad que había muerto, estaba de pie frente a ella. Era casi como una reunión en el inframundo. No podía creer lo que veían sus ojos. Colin se unió a Sofía, Pazel, Jay y Alejandro en la cena. En agradecimiento, Pazel y Jay le dieron una cálida y amorosa bienvenida a Colin. Lo recibieron con hospitalidad y lo trataron como si fuera parte de la familia. Incluso cuando Sofía y Colin estaban a punto de irse, Jay quiso acompañarlos personalmente hasta el coche de Colin. Sus ojos los siguieron hasta que el auto desapareció al final del camino. Sin embargo, la tristeza crecía en el corazón de Sofía cada día que pasaba. El Festival de la Primavera había llegado a su fin. El vigésimo día del Año Nuevo Lunar Después de dejar a Ambrosio en su escuela, Sofía se dirigió a una cafetería cercana. Colin ordenó a Alejandro que la acompañara. Por la seguridad de Sofía,

Colin le había pedido explícitamente que estuviera con ella a dondequiera que fuese. Mientras se abrían paso dentro de la cafetería, Alejandro le preguntó con curiosidad: —Hermana, ¿con quién vas a verte aquí? Sofía desvió la mirada hacia él y respondió con un tono ligeramente molesto: —Estoy aquí para una cita a ciegas. ¿Qué pasa? Alejandro se quedó sorprendido. Sus ojos se abrieron exageradamente al escuchar eso y la miró con las cejas levantadas. —¿Cita a ciegas? ¿Qué cita a ciegas? ¿Qué quieres decir? Antes de que Sofía pudiera siquiera responder, una voz de hombre se escuchó detrás de ella: —Sofía, ¡cuánto tiempo sin verte! Era Feidi. Sofía le hizo un gesto respetuoso: —¡Tome asiento, señor Feidi! ¿Cómo está? Alejandro se quedó sin aliento, no podía creerlo. Se volvió hacia Sofía: — ¿Tu cita a ciegas es Feidi? ¡¿En serio? ! Feidi le interrumpió: —En efecto. Voy a ser tu cuñado, mocoso. No tienes otra opción, ¿o sí? Entonces Alejandro, disgustado, dijo: —Hermana, ¡pero vas a tener un hijo de Colin! ¡Cómo puedes ir a una cita a ciegas! ¡Eso no es ser una buena mujer! Sofía sonrió: —Lo sé. Quiero que ese hijo sea engendrado por otro hombre. Sé lo que estoy haciendo, hermano. —Eso era lo que Colin le había hecho a Ambrosio. Ahora ella le tenía que hacer lo mismo a él.

Capítulo 271 Licencia de matrimonio Alejandro estaba horrorizado y desconcertado. Trató de intervenir varias veces, pero no pudo pronunciar ni una sola palabra. Finalmente se dio vuelta y salió de la cafetería. Dentro de la cafetería, el ambiente era muy tenso. Feidi y Sofía se miraron, pero ninguno de los dos dijo ni una palabra. Al final, Sofía fue la que rompió el silencio—. ¿Cómo supiste que estoy aquí para mi cita a ciegas? —Lo he oído por casualidad. No subestimes mis habilidades, Sofía. Sofía no creyó ni una palabra de lo que dijo. '¡Eso es imposible! ¿Cómo pudo escuchar eso?', pensó. De todos modos, decidió ser franca y mantener la compostura: —Necesito casarme con alguien. Y me casaré con él, con el hijo de Colin. Ese hombre debería aceptar la oferta o simplemente dejarla sobre la mesa. —Entonces, ¿qué piensas de mí? Estoy dispuesto a hacer eso por ti. —Feidi le sugirió en un tono sincero. —No, eres un candidato demasiado bueno. No tengo el coraje para lastimarte. Lo siento. Sabes que te lastimaría si te quedas conmigo. —Sofía respondió con franqueza. Pero Feidi lo tomó como un cumplido. Con el interés que desbordaba de su corazón, él respondió: —No me importa que me lastimes, siempre y cuando seas la única mujer con la que termine. Y puedo casarme contigo tan rápido como quieras. Incluso podemos obtener una licencia de matrimonio ahora. ¿Qué piensas de eso?

... Alejandro estaba pensando en llamar a Colin en este momento. Pero antes de

que sacara su teléfono, Sofía y Feidi salieron juntos de la cafetería. —Hermana, vamos a casa. Te dije que este hombre no es para ti. Tengo razón. —Alejandro dijo con un tono de satisfacción, sin saber que algo malo iba a suceder.

... En el Grupo SL En la sala de conferencias en el piso 22, Colin presidía una conferencia con sus altos directivos. Entonces, de repente, su teléfono vibró. En el identificador de llamadas leyó 'Alejandro Lo'. Colin presionó el botón para responder y la voz aterrorizada de Alejandro se escuchó. —¡Cuñado! ¡El desastre es inminente! ¡Mi hermana y ese hombre, Feidi, están yendo a la Oficina de Asuntos Civiles! ¡Van a registrar su matrimonio! ¡Sinceramente, no me imaginé que algo así podría pasar!. Colin se sorprendió. Nunca se imaginó una cosa así tampoco. Luego dejó escapar las palabras. —¡¿Qué demonios?! —Se levantó de la silla de inmediato. La expresión en su rostro lívido horrorizó a todos en la habitación. Nunca habían visto a su jefe enojarse así. Todos los presentes no se atrevieron a hacer ni un sonido. Esperaron a que Colin terminara de hablar por teléfono. —¡Es verdad! ¡Acaban de irse ahora mismo! Cuñado, ¿qué hacemos?! ¡Dime, por favor! —Alejandro preguntó impotente con voz temblorosa. Pero Colin ya había terminado la llamada. Ya no había que perder más el tiempo. Dejando de lado su teléfono, Colin anunció a los gerentes: —¡Están despedidos! Todos se miraban con desesperación y confusión. Pero Colin ya salió de la sala de conferencias y comenzó a correr por el pasillo. Necesitaba hacer algo. Y necesitaba hacerlo rápido. Fuera de la Oficina de Asuntos Civiles Feidi y Sofía ya estaban esperando al final de la fila. Horrorizada al ver a otras parejas risueñas, Sofía retrocedió un poco. —Feidi, creo que nuestra decisión fue demasiado apresurada. ¿De verdad crees que esto será lo mejor para nosotros? ¿Estás seguro de que te casarás conmigo? —Sofía dijo con una mirada ansiosa en su rostro. Estaba empezando a lamentar su decisión precipitada. Su cita a ciegas en realidad no era Feidi hoy. No tenía idea de por qué se

presentó en la cafetería. Tal vez Feidi había oído hablar de las noticias y sobornó al casamentero. Esa podría ser la única explicación de lo que había sucedido. Justo ahora, el hombre también la había manipulado para que se casara con él. ¿Feidi hizo esto porque quería concederle sus deseos o solo por sus intenciones ocultas? —No importa. Cuanto antes nos casemos, mejor será. —Feidi dijo con calma, pero apretó sus dedos mientras sostenía su tarjeta de identificación. Quería que esto terminara lo más rápido posible. Ya no podía permitirse ningún retraso. —¿Y si esa Naiara no es la hija de Colin? —¿Y si Dolores realmente le mintió? Después de todo, ni siquiera trató de creer la versión de Colin del problema. Realmente quería hablar con Dolores de nuevo para que realmente pudiera sentir si estaba mintiendo. Pero antes de que pudiera siquiera planear visitarla a Dolores, Feidi ya se la había llevado directamente a la Oficina de Asuntos Civiles. Feidi se metió las manos en los bolsillos. Miró a su alrededor mientras hablaba con ella: —Está fuera de discusión. Ya escuchaste a la chica que lo llamaba 'papá' a Colin. Pero ya no sentirás eso conmigo. No tienes que preocuparte de que yo tenga un hijo ilegítimo. ¡Estoy tan limpio como se puede estar!. Sofía se detuvo por un segundo. Estaba pensando en algo. —Pero sigo pensando que no debería haberme precipitado en esto. El matrimonio sigue siendo un asunto serio, ya sabes. —Antes de que terminara su oración, con poca paciencia, Feidi la arrastró y la agarró de la muñeca hacia la Oficina de Asuntos Civiles. Dentro de la oficina, se sentaron juntos en una mesa. Les colocaron muchos formularios frente a ellos, que necesitaban sus firmas e información. Sofía escribió su nombre, sexo y edad en los espacios en blanco proporcionados. Sin embargo, Feidi se detuvo repentinamente después de completar su nombre. Preguntó: —Sofía, ¿Colin te ama realmente? Sofía se quedó sin palabras. La verdad era que ella tampoco lo sabía. —No tengo idea. Si estuviera segura de sus sentimientos por mí, no estaría aquí. — También dejó su pluma y miró a Feidi. Sus ojos parecían tristes y confundidos. Ya estaban causando algunas demoras y habrían sido regañados si el oficial no hubiera sido amigo de Feidi. Justo cuando estaban perdiendo el tiempo con este pensamiento, escucharon los frenos que chirriaban fuera de la ventana. Sabiendo quién era, los dos

intercambiaron miradas. Los ojos de Sofía estaban llenos de culpa, pero una sonrisa apareció en los ojos de Feidi. Le guiñó un ojo a Sofía y trató de consolarla. Luego bajaron la mirada y comenzaron a rellenar los formularios. —¡Sofía Lo! —De repente, la puerta se abrió con fuerza y una voz furiosa invadió la habitación. Sofía y Feidi se estremecieron ante la ira obvia de Colin. Feidi no se dio vuelta. Le dio un codazo a Sofía con el codo y susurró: —Es un Director Ejecutivo, pero yo también lo soy. No le tengo miedo. No le tengas miedo tampoco. ¡Date prisa! ¡Yo te cubro! ¡No dejes de hacer lo que estás haciendo!. Sofía fue muy colaboradora. Rápidamente escribió su dirección en el otro espacio en blanco. Pero por la prisa y el pánico, no pudo completar la dirección correcta y precisa. Sin embargo, antes de que ella pudiera cambiar las palabras que estaban equivocadas, se le quitó el formulario de su mano. Curiosamente levantó la vista y vio a Colin que lo rompía en pedazos. Colin la miró con consternación. —¿Cómo te atreves? ¡¿Qué crees que estás haciendo? ! Le había preguntado a Dolores en su camino hacia aquí y se enteró de todo sobre el cambio repentino de idea de Sofía. Casi se rió de su ingenuidad y falta de fe en él. Le mostraría cuál era la consecuencia de no creer en él. Tampoco dejaría que Feidi se escapara tan fácilmente. Sacó su teléfono y marcó el número del abuelo de Feidi. Cuando la llamada se conectó, dijo con voz decidida: —Este es Colin. Señor, tengo algo que decirte. Tu nieto Feidi está tratando de casarse con mi esposa. Acabo de atraparlos en la Oficina de Asuntos Civiles. Ah, muy bien. Sofía y Feidi estaban sorprendidos y aterrorizados. Al poco tiempo, el teléfono de Feidi sonó. Lo atendió. Era su abuelo... —¡Mocoso! —Un fuerte rugido enfurecido vino desde el otro lado de la línea. Sofía se estremeció mientras cruzaba los dedos. Sabía que Feidi estaba en graves problemas por su culpa. Feidi estaba impresionado. Sarcásticamente le hizo un gesto con el pulgar hacia arriba a Colin mientras hablaba con su abuelo. Colin se burló y sonrió: — De nada. Luego arrastró a Sofía que estaba aturdida fuera de la Oficina de Asuntos Civiles mientras pasaban por las miradas curiosas de una multitud de parejas que esperaban su turno en el registro. Cuando salieron, Alejandro todavía estaba esperando en el coche. Sofía lo

miró furiosa y lo maldijo: —¡Traidor! ¡Sabía que tú hiciste esto! ¡Por qué no solo me dejas en paz!. Alejandro sonrió: —Hermana, hablamos con Dolores Lien. ¿Cómo puedes creer en sus palabras? Estás jodida, hermana. ¡Esa mujer es un ser humano pretencioso! ¡Deberías haberlo sabido desde el principio!. ¿Qué? Sofía le lanzó una mirada furtiva a Colin que estaba lívido. '¿Eso es cierto? ¿Dolores me engañó de nuevo? Pero soy tan amable con ella esa vez...', pensó. Casi quiso abofetearse bien y con mucha fuerza en la cara. ¡Por supuesto, Dolores estaba fingiendo que era amable y estaba preocupada! Mientras conducían a casa, Colin le dijo a Sofía: —Ambrosio es nuestro hijo. ¿Lo ves? ¡Dolores no le mintió! Al menos, tuvo la decencia de ser honesta. Pero Sofía todavía estaba confundida. —Entonces, si estás enojada porque no te lo dije antes, estoy de acuerdo con eso. Eso fue mi culpa. ¡Pero Naiara no es mi hija! ¡Créeme en eso!. Sofía estaba desconcertada. Sus ojos se abrieron con sorpresa. Pero... —Su madre es Maita Duanmu. ¡Pero su padre es uno de mis subordinados, no yo!. —Colin se había dado cuenta del truco de Jacinto desde el principio. Pensó entonces que esto sucedería, pero no le prestó mucha atención. Sabía que Maita fue enviada por Jacinto cuando ella trató de seducirlo. Y a cambio, él no rechazó su oferta de tener sexo. Pero no se acostó con ella, ya que envió a uno de sus hombres para hacerlo. Esa fue toda la historia esa noche. Entonces Maita quedó embarazada. Llena de alegría, pensó que la niña era de Colin y decidió guardar el secreto en la oscuridad. Luego tuvo a Naiara, le mintió y le hizo creer a su hija que Colin era su padre. Por eso Naiara seguía llamándolo 'papá'. Cuando la niña estaba a punto de cumplir dos años, Maita finalmente la llevó ante Colin. Naturalmente, Naiara aceptó a Colin como su padre y se mostró muy apegada a él. Anhelaba que un padre la cuidara. Colin opinaba que los niños eran los seres más inocentes de este mundo. Entonces no corrigió a Naiara en ese momento, pero luego le mostró el informe de la prueba de DNA a Maita. Todavía no quería herir los sentimientos de la niña. Sabiendo que no era de Colin, Maita ya no quería pagar el tratamiento de la uremia hereditaria de Naiara. La niña heredó la enfermedad de su padre biológico. Dejó a su hija en un orfanato. Lo que Maita hizo fue muy terrible y triste. El padre biológico de Naiara también estaba en tratamiento en ese momento.

No pudo asegurar el futuro de Naiara, así que le rogó a Colin que la ayudara a su hija. El hombre siempre había sido leal a Colin. Y después de todo, si Colin no le hubiera pedido que tuviera relaciones sexuales con Maita, la niña no habría nacido para sufrir una enfermedad tan horrible. Colin accedió a su petición. Él asumió la responsabilidad de la que debería haber sido responsable. Sacó a Naiara del orfanato y la llevó a cuidados especiales. Hasta que la niña se recuperara completamente, pagará todos los costos y gastos, incluida la ayuda para encontrar un donante de riñón. Más tarde, el padre biológico de Naiara murió. Además, no podían ponerse en contacto con Maita. Naiara, la hermosa niña, quedó huérfana. No tenía a nadie en quien confiar, solo Colin.

Capítulo 272 No dejaré que mi cuñado quede exhausto Colin sentía mucha pena por la pequeña, por lo que ni siquiera intentó impedir que le dijera papá. Esta era la verdad. Todo lo que Colin acababa de decir era verdad pura. Colin exclamó: —Todo fue idea de Felice. Ella estuvo en esto durante mucho tiempo. Ella convenció a Dolores para que te dijera que quería estar contigo sólo porque quería que donaras tu riñón para Naiara. ¿No lo ves? Ni siquiera he investigado si tu riñón es compatible con el de Naiara. Y aunque sea compatible, no te dejaría donarlo. No correría ese riesgo. Hay otros donadores por ahí.

... Después de escuchar estas palabras, Sofía no pudo pronunciar ni una sola palabra. Ella no sabía qué pensar ni sentir. Sólo miraba a través de la ventana, contemplando este repentino cambio de cosas. —Lo siento por Naiara, pero en cuanto a Bario, yo... —Quería decir que no podía perdonarlo, pero dudó. Quería descargar su ira hacia él porque la había mantenido alejada de su hijo durante mucho tiempo. Colin sintió su pesar por lo que inmediatamente sostuvo su mano izquierda, mientras que su otra mano estaba al volante. Se detuvo en un semáforo en rojo y la miró fijamente. —Sofía, hemos llegado muy lejos. Quiero estar contigo. No tienes más remedio que perdonarme. Yo tampoco quería que eso pasara. ¡Estaba siendo encajoso! ¿Cómo podría él manipular sus emociones de nuevo? Ella se negó a dejarlo tomar ventaja esta vez. Ella respondió: —Tengo otra opción. Puedo vivir con dos niños... Colin le soltó la mano y pisó con fuerza el acelerador. De repente exclamó: —¡Imposible!

... Después Colin llevó a Sofía a su oficina. En el momento en que Sofía se sentó en el sofá, Colin se acercó a ella, colocando sus manos en cada lado del sofá para sostener su cuerpo. Estaban tan cerca el uno del otro en ese momento. Colin se puso serio. —De ahora en adelante, debes estar conmigo adondequiera que vaya. Tengo miedo que esas dos molestosas moscas te hostiguen de nuevo. Eh... ¿Qué? ¿Dos moscas? Ella entendió rápidamente que se refería a Mario y a Feidi. Pero ella pensó que él estaba intentando privarla de su libertad. Sofia sacudió bruscamente la cabeza y dijo: —¡De ninguna manera! —Bueno, te daré dos opciones. Estar conmigo o estar con mi madre. ¿Qué eliges? En realidad no quería tener que elegir, pero sabía que Colin no estaría de acuerdo. Así que sólo dijo: —¡Quiero estar con tu mamá! Sintió que hizo algo mal después de tomar esa decisión porque Colin de repente le sonrió. '¿Estoy siendo asechada?' Sofía pensó enfadada. Colin dijo: —Querida, por favor espérame aquí. Tan pronto como termine mi trabajo, ¡nos vamos a casa juntos! Nos vamos a casa juntos... Sofía no sabía por qué de repente se sentía a gusto y feliz al escuchar estas palabras. Entonces Sofía de alguna manera se quedó dormida. Cuando se despertó, ya se encontraba acostada en la cama en la habitación de Colin. Se frotó sus ojos adormilados y luego abrió la puerta. Colin estaba ahí hablando seriamente con Alejandro. Dejaron de hablar al verla salir del vestíbulo. Colin se levantó y caminó hacía ella. Él le estaba sonriendo—. ¿Tienes hambre? Vamos a comer algo. Ya debes estar hambrienta. —Rosita había mencionado que Sofía de hecho, comía mucho cuando estaba embarazada. Sofía asintió. Tenía hambre y ya estaba oscuro afuera. —Colin y Sofía, tengo que ir a trabajar primero. Estamos en contacto. —En el momento en que Alejandro estaba diciendo esto, tomó los archivos que se encontraban sobre el escritorio cuidadosamente y caminó hacia la puerta. —Bueno, ¿cuándo descansas? ¿Tienes algún día libre? —Sofía le preguntó a Alejandro, esperando una respuesta favorable. Alejandro sonrió y dijo: —Descansaré tan pronto como termine mi carga de

trabajo. Trabajaré en ello lo más rápido posible. Colin levantó las cejas y se burló. —¡Relájate! No dejaré que mi cuñado quede exhausto. Sólo haz tu trabajo. Alejandro sonrió pero la cara de Sofía se sonrojó. Ella dijo: —Sólo estoy preguntando. ¿Tiene algo de malo? Alejandro entonces dijo: —Realmente necesito irme. ¡Nos vemos! —Luego salió y cerró la puerta. Sólo quedaron Sofía y Colin en la oficina. Colin sostuvo a Sofía en sus brazos y la besó profundamente. Él había estado deseando hacer esto durante todo el día. Después de un largo rato, soltó a Sofía dejándola sin aliento y suspiró: —La vida será dolorosa en los próximos meses. Será una tormento. Obviamente Sofía lo miró confundida—. ¿A qué se debe? Colin sonrió. Luego le dio un pellizco en la cara, le puso su mano izquierda en el abdomen y le dijo: —Tengo miedo de lastimarlo. —¡Eres un hombre con falta de sentido común! ¿Cómo puedes pensar en eso? —Sofía gritó y luego le dio una palmada alejando su mano. Colin dejó de burlarse de ella y le tomó la mano mientras salían de la oficina. El auto se detuvo en un restaurante privado. Sofía aún no se bajaba del auto cuando preguntó: —¿Por qué no nos vamos a casa? Pero inmediatamente dijo: —Les pedí que prepararan unos deliciosos platos. ¡Vamos! —Se desabrochó el cinturón de seguridad y se bajó del auto. Luego a toda prisa se dirigió al otro lado y le abrió la puerta a Sofía. En cuanto ella se bajó del auto, él tomó su mano y caminaron juntos hacia el fino restaurante. Cuando llegaron al reservado, la camarera vestida en un cheongsam estaba sirviendo los platillos. Colin se sentó junto a Sofía y tomó una toalla mojada para limpiarle las manos. Sofía estaba un poco sorprendida al ver cómo Colin la trataba de una forma amable y atenta. No era de extrañarse que todos siempre dijeran que un hombre serio era de lo más atractivo. Después de limpiar las manos de Sofía, Colin estaba a punto de tomar otro pañuelo mojado. Sofía lo detuvo y dijo: —Es mi turno de limpiar las tuyas. Dame eso ahora. Mientras ella abría el pañuelo mojado, Colin estiró su mano. Sofía limpió sus manos cuidadosamente, tal y como cuidaría de Ambrosio. Ella le secó las manos lenta y suavemente. Esto hizo que Colin realmente quisiera besarla en ese mismo momento. Y así lo hizo. Cuando Sofía finalmente dejó el pañuelo, él levantó su barbilla y la besó.

Sofía no sabía cómo reaccionar. Ella pensó: 'Afortunadamente, la camarera se ha ido'. Después de un largo rato, Colin soltó a Sofía queriendo o no y dijo: — ¡Pórtate bien! ¡No vuelvas a seducirme! Sofía se quedó sin palabras. Ella dijo: —Yo no te seduje. ¡Tú eres el que me besó! Colin dijo: —¡Tú lo hiciste! —Todo lo que ella hiciera lo excitaría de inmediato. Tan fuerte era su deseo por Sofía. Y lo que sucedió a continuación dejó perpleja a Sofía. Colin le dio de comer en la boca todo lo que ella quisiera. Ella estaba profundamente conmovida y fascinada. Dijo que no sería capaz de asumir la responsabilidad de ser un esposo cuando Sofía estuviera embarazada. Así que él quería tratarla mejor para compensar sus errores del pasado. Después de la cena, salieron del restaurante, tomados de la mano. Pero de repente vieron a Mario que estaba entrando al restaurante. Era seguido por dos extranjeros, un hombre y una mujer. Parecían estar en un importante negocio con Mario. Cuando Colin y Sofía vieron a Mario, sus curiosas miradas se encontraron. Mario forzó una sonrisa y los saludó por respeto. Sofía preguntó: —Mario, ¿vienes a comer aquí? —Sofía se sintió un poco incómoda. Aunque Mario estaba pasando por un mal momento recientemente, nunca lo había llamado para preguntarle sobre su situación. Ella nunca mostró preocupación por él antes. Ella pensó: 'Debería al menos llamarlo para mostrar mi preocupación. Lo llamaré pronto, entonces'. Mario sonrió y dijo: —Sí, invité a algunos invitados a comer aquí. Escuché que la comida es realmente buena. Luego presentó a los dos extranjeros a Colin y Sofía. Se saludaron cortésmente. Luego Mario miró a Sofía una vez más antes de entrar al restaurante junto con esos dos extranjeros. Sofía volteó a ver a Mario y se perdió en sus pensamientos: —Dado que Mario está preocupado por el Grupo Pei, ¿debería preguntarle si necesita ayuda? Al menos debería hacerlo por cortesía'. Pero de repente el dolor en su mano la trajo de vuelta a la realidad. Colin se quedó consternado y celoso. —Ya está fuera de tu vista. ¿Puedes por favor dejar de mirarlo? —No lo estoy mirando. Sólo estoy un poco apenada. Quiero ayudarlo. Ha sido un muy buen amigo para mí. —Ella lo dijo con total sinceridad. Después de todo, Mario era una buena persona y había hecho muchas cosas buenas por ella.

Colin la empujó al auto y le dijo: —Humph, no tienes que preocuparte por eso. Sólo necesitas cuidar de ti, de nuestro hijo y de nuestra hija. —Él ayudaría a Mario con su compañía. Aún eran buenos amigos. Él nunca olvidaría eso. Sofía torció la mirada y dijo: —Si quieres una hija, puedes dar a luz a una por tu cuenta. ¡A ver si puedes hacer eso! —Colin le abrochó el cinturón de seguridad y le dio un beso en la frente. Luego Colin fue al otro lado y se alejó.

Capítulo 273 Muerte repentina Colin alzó las cejas y dijo: —Sofía, ¿cómo pudiste ir a la Oficina de Asuntos Civiles con Feidi y casi casarte? ¡Resolveremos mejor este asunto cuando lleguemos a casa! ¡Él admitió que estaba casi destrozado por los celos cuando vio a Sofía y Feidi allí juntos! —¿En serio? ¿Resolver el asunto? ¡Vamos a resolver el asunto con los niños primero! —Sin mostrar ningún tipo de emoción o remordimiento, señaló hacia un lado del camino y dijo: —¡Ve allí! Estaba confundido y le preguntó: —¿Qué pasa? Sofía le dijo: —¡Separémonos y sigamos cada uno por su lado! Colin se quedó sin palabras cuando la escuchó. Suspiró y suplicando desesperado, dijo: —Solo piensa cuánto me preocupo por ti, por no mencionar a nuestro hijo que llevas en tu vientre... ¡Dejemos toda nuestra miseria en el pasado! ¿Qué te parece? ¿Mi querida y dulce esposa? Su entrañable súplica hizo sonrojar a Sofía. Ella dijo: —¡No me llames esposa! —¡No te preocupes, serás mi esposa en un mes! —Él se sintió mejor cuando pensó en esto. Su brillante futuro estaba justo delante de ellos. —¡Oh, no estoy preocupada en absoluto! —Entiendo que no tienes prisa por ser mi esposa, pero yo sí, ¿de acuerdo? ¡Mi querida esposa! —Sofía significaba todo para él. Aunque ella gruñó y miró por la ventana, como si no le importara ni un poco lo que él estaba diciendo, estaba claro que estaba encantada. En solo dos días, Colin llevó a Sofía a tomar las fotos de su boda, tomaron varios cientos de fotos tanto en exteriores como en interiores. Seleccionaron tres sets de fotografías, las agrandaron tanto como era posible y las colgaron en las paredes. Un set era para la casa vieja, uno para la Mansión Cercis Chino y otro para el Noveno Distrito de Villa. Sofía no tenía nada que hacer excepto comer y dormir todos los días, y con la atenta supervisión diaria de Colin, en realidad aumentó bastante de peso.

Cuando el invierno dio paso a la primavera, Sofía hizo tres conjuntos de ropa de primavera para Ambrosio. Él estaba tan contento que inmediatamente quiso deshacerse de todas sus otras ropas y sólo usar lo que Sofía había hecho para él. Pero Colin lo detuvo de inmediato y dijo: —Si tiras toda tu ropa, solo te quedan tres conjuntos, que definitivamente no son suficientes para ti, porque te ensucias todo el tiempo. ¡Eso significa que tu madre tendrá que hacerte ropa sin parar! Ella ya lo está pasando mal con su embarazo, ¡y no tiene tiempo para hacerte ropa! Ambrosio se quedó en silencio un momento, y luego dijo: —Está bien, tienes razón... —Volvió a guardar su ropa vieja en el armario y se quedó callado. Cuando Sofía vio que Ambrosio estaba tan malhumorado, miró fijamente al serio Colin y dijo: —¿No puedes dejar de acosar a mi hijo? Ya que le gusta usar lo que yo le hago, lo haré aún más. Por cierto, normalmente me aburro en casa, así que está bien pasar el tiempo haciendo algo útil. —Gracias mamá, pero en serio, está bien, espera a que nazca mi hermana. — Ambrosio la rechazó porque quería que su madre descansara todo lo que pudiera antes de dar a luz. El padre y el hijo tenían una expectativa implícita de que el bebé sería una niña. —Está bien. —¡Si tengo tiempo, te haré más ropa! —Luego tocó la cabeza del niño y lo consoló, y Ambrosio asintió con anticipación. El teléfono de Colin sonó. Entró en el estudio para contestarlo. Sofía sabía que él iba a estar ocupado, y ayudó a Ambrosio a ordenar su guardarropa. Unos minutos más tarde, Colin volvió a la habitación y dijo: —Ya puedes jugar con la abuela, Bario. Mamá y papá tienen algo importante que discutir. —Está bien, papá, ¡adelante! —Ambrosio se despidió de sus padres y luego corrió a la habitación de Wendy. Sofía se puso de pie y le preguntó: —¿Qué pasó? —Colin la abrazó y la acompañó hasta el dormitorio. En cuanto entraron en la habitación, Colin cerró la puerta detrás de él y dijo: —Felice murió. Cuando Sofía se enteró de la noticia, se sorprendió y su mente se quedó en blanco al instante—. ¿Quién dijiste que había muerto? —preguntó ella. —¡Felice! —Colin le repitió el nombre de nuevo. Felice había muerto tan repentinamente que él también estaba tan aturdido como ella. Cuando lentamente comenzó a volver a sus sentidos, Sofía todavía no pudo hablar por un tiempo, y en lugar de eso solo abrió la boca, sin dejar escapar un

sonido. Su estado de ánimo era muy complicado. Finalmente ella preguntó: —¿Cómo murió? —¡Dolores la mató! Sofía estaba perpleja. ¡Era demasiado increíble y cruel para ser verdad! —Felice fue al hospital psiquiátrico y sobornó a sus guardias, y luego se deshizo de las enfermeras y salió con Dolores. —Los hombres de Colin las habían seguido. Según ellos, cuando las dos mujeres llegaron al auto de Dolores, sin razón aparente, empezaron a pelearse de repente. Dolores entró al auto, y Felice se paró frente a él, para evitar que se alejara. Quería poner el auto en reversa, pero se le olvidó, y cuando pisó el acelerador, arrancó el auto a toda velocidad. Felice fue golpeada y murió instantáneamente. Fue una tragedia. Sofía no sabía qué decir cuando oyó a Colin contarle todo—. ¿Dónde está Dolores ahora? —ella preguntó. —¡Está en la estación de policía! —Felice había muerto en el acto, y Dolores estaba asustada. Cuando la policía llegó al lugar, encontraron a Dolores de pie junto a Felice. Sofía no podía evitar suspirar al pensar en lo frágil que era realmente la vida humana. Felice estaba bien un momento, pero muerta al siguiente. Ella había muerto tan repentinamente que nadie había pensado en ello. —No pienses demasiado en esto; Felice merecía morir por las cosas malas que hizo, e incluso si no hubiera muerto, no podría haber escapado de la ley. Estaba destinada a ir a la cárcel tarde o temprano, por mucho, mucho tiempo. — Además de las cosas malas que Felice le había hecho a Sofía, también había recaudado fondos ilegalmente para asesinar a su endeudada familia. Fue Felice quien le había contado a Dolores lo de Maita, y que Ambrosio era hijo de Colin y Sofía. —Bueno, no estoy molesta, pero estaba pensando que... una persona sana murió repentinamente, y me siento un poco... sorprendida, eso es todo. Colin la sostuvo en sus brazos y dijo: —La gente nunca sabe qué pasará después, por lo que debemos apreciar el momento presente que tenemos. Y eso significa que, de ahora en adelante, ¡deberías atesorarme más! ¡Por supuesto, te cuidaré! Sofía le sonrió suavemente, y refunfuñó de una manera coqueta: —Sólo estás tratando de expresar tu amor por mí, ¿no? —¡Lo estoy! —admitió Colin, y continuó: —¡Juro que siempre te amaré, Sofía!

¡Él juró cuidar a Sofía toda su vida, tratarla bien y nunca dejar que ella lo abandonara otra vez! —¡Bueno, yo también te atesoraré, Colin! —Como si intentara convencer a un niño, ella acarició suavemente la espalda de Colin. El ambiente de la sala era cálido y armonioso, y las horas y los días pasaban tranquilos y hermosos. Más tarde, Colin le dijo a Sofía que Dolores realmente se había vuelto loca después de matar a su madre. La habían encerrado otra vez en el hospital psiquiátrico. Se había vuelto loca, a menudo reía sin razón, o gritaba salvajemente a las personas que la rodeaban. Alejandro había investigado la muerte de Julieta en la tumba, y había encontrado evidencia de que Ynocente y Jacinto la habían asesinado deliberadamente. La evidencia, junto con el chip que encontró en la casa del abuelo, fue entregada a la policía. Jacinto fue llevado a la cárcel y condenado a muerte, el tiempo de ejecución se aproximaba para el siguiente lote de prisioneros. Se decía que Ynocente había huido a Las Vegas, donde los agentes de policía habían comenzado a tender sus redes para atraparlo. Sofía, que recientemente había estado sufriendo de náuseas matutinas severas, recibió una llamada telefónica mientras estaba de compras con Selina. Era la madre de Paulo. En ese momento, Sofía fue cortés con ella, porque sólo había visto a la mujer dos veces cuando estaba saliendo con su hijo. Sofía pensó que era una mujer agradable y honesta. Esta mujer quería ir por ella, y al principio, Sofía vaciló, pero finalmente accedió. Antes de eso, llamó para preguntarle a Colin sobre el paradero actual de Paulo. Sabiendo lo que iba a hacer, Colin le dijo que esperara en casa y le pidiera a Alejandro que la recogiera a ella y a Selina. La reunión tuvo lugar a las puertas de un gran parque cerca de la casa de Paulo, donde Alejandro y Selina se reunieron con la madre de Paulo. Debido a que no la había visto en mucho tiempo, Sofía notó que la madre de Paulo había envejecido bastante; su cabello estaba blanco, y su piel se había arrugado.

Capítulo 274 La chica más bella en mis ojos Hizo a un lado a Sofía con lágrimas en los ojos, y cayó de rodillas produciendo un plaf. —¡Sofía, por favor deja ir a Paulo! ¡Te ruego que lo dejes ir! Sé que te hizo muchas cosas imperdonables, lamento mucho todo lo que te hizo, pero te lo ruego, ¡déjalo vivir! ¡Te juro que lo llevaré de regreso a su pueblo natal, y no regresará nunca a esta ciudad! Por favor... Sofía quedó conmovida al ver a la mujer, de más de cincuenta años, caer de rodillas y rogarle, rápidamente ayudó a la anciana a ponerse de pie. Pero ella seguía insistiendo en arrodillarse, Sofía no podía levantar sola a la anciana, tuvo que pedirle ayuda a Alejandro. —Tía, por favor no hagas esto... —Debido a que su hermano menor estaba cerca, Sofía bajó la voz cuando hablaba con la anciana. Le susurró a la anciana: —Paulo está en la mina de carbón negro del País Green Cold, y su hija está en un orfanato. Es todo lo que puedo decirte, ¡averigua el resto por tu cuenta! No quería que Alejandro escuchara lo que estaba diciendo para no hacerle recordar su tormentoso pasado. La madre de Paulo estaba feliz con su respuesta, y luego de preguntar por otros detalles, se fue. —Sofía, ¿qué le dijiste que no pude escuchar? —preguntó Alejandro. Mientras conducía, miraba por el espejo retrovisor a las dos mujeres embarazadas que estaban sentadas en el asiento trasero. Sofía se detuvo un momento y luego dijo: —No le dije nada, sólo le hablé así para calmarla. Alejandro sabía que no fue así, pero no hizo más preguntas y siguió conduciendo. De pronto, pensando en que Levi era un soldado, Sofía le preguntó con curiosidad a Selina: —¡Me dijiste que tú y Levi ya tenían su acta de matrimonio, pero que yo sepa, los soldados deben presentar una solicitud por adelantado a su superior para obtener un permiso para casarse! Selina le había hecho la misma pregunta a Levi, y descubrió que Levi ya se había preparado con antelación para todo, entregó su solicitud mucho antes del

día programado para obtener su acta de matrimonio. Selina respondió: —¡Levi lo planeó todo por adelantado! Fue una dulce intriga, y en el asiento trasero del auto, las dos mujeres rieron juntas con alegría. Al escuchar sus risitas, Alejandro, quien iba al frente, se imaginó naturalmente de quién estaban hablando. Y también tenía ganas de encontrar algún día a una chica que estaría feliz por él. Los dos hijos de Yonata se casaron al mismo tiempo en la hermosa temporada de primavera, lo que causó un gran revuelo en todo el País A. Ese día, los dos novios, uno vestido con un traje hecho por la novia, y el otro con un uniforme verde militar, eran altos, además lucían orgullosos y guapos. La ceremonia para la boda se celebró en el Crucero Número 8, y toda la planta baja se decoró para la boda. Los colores principales eran el blanco y el púrpura oscuro, con muchas rosas blancas y azules en la última fila y en el centro del escenario. En la pared posterior colgaba una cortina de velo blanco con dos corazones rodeados de rosas blancas frescas, en los que estaban escritos los nombres de las dos parejas. El gran vestíbulo estaba dividido en dos por una larga pista, con los invitados de Colin a un lado y los compañeros de Levi en el otro. Los amigos y familiares se dividían en el área restante. Toda la escena era particularmente espectacular y mágica. Leandro y Anna llegaron en jet privado. Por fortuna, Leandro ya contaba con varias casas en el País A. Eran como las diez de la mañana. Colin y Levi recogieron a las novias en la casa de su madre a tiempo, y dos largas filas de autos ingresaron al mismo tiempo a los dominios de la Mansión de la Familia Li. Los hermanos llevaron a las novias a la villa al mismo tiempo. Dentro había mucha gente, incluyendo a Chano y Félix como pajes, y a las hermanas de Melania como las damas de honor. Un grupo de niños, corrían de arriba abajo a través de la multitud. Wendy tenía ahora dos nueras en casa y en su familia, lo que la hacía una suegra muy feliz. Yonata, con una sonrisa en su rostro, aceptó el té de su nuera. Después de que terminó la ceremonia, los hermanos se dirigieron a sus habitaciones llevando a sus novias en brazos. Una vez que se alejaron de la multitud, Colin inmediatamente cerró la puerta detrás de ellos y puso a Sofía sobre la gran cama roja.

Abrazó a Sofía sin decir ni una sola palabra y la mantuvo bajo su cuerpo. Luego tocó su hermoso rostro con el pulgar, le acarició las mejillas y dijo: — ¡Sofía, eres muy hermosa! Sofía se mostró un poco tímida y dijo: —Ya soy madre de dos hijos. No tienes que mentirme diciendo que soy hermosa. —¡No me importa! ¡En mis ojos, eres la mujer más bella! —Colin miró sus labios rojos y los besó, algo que hacía mucho tiempo que quería hacer. Cuando finalmente tuvo la oportunidad, Colin sostuvo a Sofía en sus brazos y la besó hasta que todo su lápiz labial desapareció. Fuera de la habitación, en el pasillo, alguien dijo: —¡Es hora de ir al hotel! Las dos puertas se abrieron al mismo tiempo, y dos hombres con la boca llena de pintalabios se pararon frente a la multitud y dijeron: —¡Los maquillistas pueden trabajar ahora con las novias! Los invitados se echaron a reír cuando los vieron, y Helge, que había estado hablando con Alejandro, bromeó: —¡Colin y Levi realmente son como hermanos! A ambos les gusta el pintalabios de sus esposas... —¡Parece que ya se divirtieron dentro de las habitaciones! —dijo Feidi. Colin lanzó una mirada desafiante a Feidi, y con malicia se lamió los labios manchados de lápiz labial. —¡Por supuesto! Mi esposa es tan hermosa que la amo demasiado. Colin no tenía que ser tan hostil con Feidi en ese momento, porque iba acompañado de otra mujer, la chica que el abuelo Fan había mencionado, ¡Kahlo! Además, Feidi tenía la intención de esperar hasta que terminara la boda antes de enviar las invitaciones de su propia boda. Dos maquillistas entraron a las habitaciones muy contentos para hacer su magia con las dos novias. Después de eso, todos se dirigieron al Crucero Número 8. El estacionamiento estaba lleno de autos, como si todas las personas y los autos del País A se hubieran reunido allí para las dos parejas. Las personas que fueron invitadas a asistir a la boda eran en su mayoría dignatarios, con autos de lujo que se alineaban a lo largo de dos kilómetros. La boda estaba a punto de comenzar, Sofía estaba de la mano de Colin, junto a Selina y Leandro. Sofía conversó con Selina y contempló el impresionante espectáculo de su boda. Ella ya había estado en esa posición en el pasado, pero nunca había esperado que todo fuera tan impactante esta vez. Ella nunca imaginó tener alguna vez una boda tan grande.

Cuando se casó con Colin hacía algunos años, pensó que ella y Colin serían miserables al estar juntos por el resto de sus vidas. Lo peor que había imaginado en ese entonces era que Colin encontraría a otra mujer, y que ella se vería obligada a abandonar su matrimonio... Nunca se le ocurrió pensar que iba a tener una boda de ensueño que aparecería por televisión. De pie junto a ella, Leandro le dijo: —Cuando estuviste en Milán, Colin regresó a buscarme a casa tan pronto como se enteró de que volvería al País C. Siempre me pidió que te cuidara y te enseñara muchas cosas. En ese momento pensé que si Levi amaba a Selina como Colin te ama a ti, entonces podría estar seguro de que todo estaría bien. Afortunadamente, Levi realmente amaba a Selina, y ambos eran muy felices y cariñosos el uno con el otro. Hacía seis meses, Selina había sido secuestrada en el País C por culpa de Leandro. Cuando Levi se enteró de todo el asunto, viajó inmediatamente al País C para salvar a Selina. Salvar la vida de las personas era muy emocionante, y en varias ocasiones también existía un peligro mortal. . Pero Levi, indiferente al peligro, luchó heroicamente contra los mafiosos y rescató a Selina con éxito.

Capítulo 275 ¡Chica tonta! Había resultado gravemente herido en el proceso y con tres de sus costillas rotas, él estuvo internado en el hospital durante mucho tiempo. Leandro pudo decir que su hija ya había encontrado a su media naranja, alguien que la amaría con todo lo que tenía. Sofía todavía estaba con la emoción de la boda, pero luego se dio cuenta de que Leandro estaba diciendo algo sobre Colin. —Leandro, ¿quieres decir que Colin fue al País C y te encontró? —preguntó Sofía asombrada. Mirando profundamente a sus ojos, Leandro respondió: —Sí, en realidad un par de veces. Ocurrió durante los años en que estabas en Milán. ¿Todavía recuerdas el primer vestido que diseñaste? La chica asintió en el acto, porque fue entonces cuando comenzó su carrera como diseñadora. Pero ella lo había dejado por ahí, en algún lugar de la casa en la que vivía entonces, porque no estaba lo suficientemente satisfecha con ese diseño. '¿Por qué mencionó esto?', se preguntó Sofía. —Colin guardó y mantuvo a salvo tu primer diseño en estos últimos años. ¿No te habló de esto? —Le preguntó Leandro. —... No me dijo ni una sola palabra. —Sofía todavía no podía entender por qué Colin se quedaría con ese diseño. Leandro entendió su confusión y suspiró, luego dijo: —Colin lo atesora porque es el fruto de tu trabajo y le ordenó a un hombre que lo trajera al País A. Supongo que en realidad podría estar en la casa en la que estás viviendo. —¿Lo trajo al País A? —Sofía se sorprendió después de escuchar esto. Nunca esperó que Colin hiciera tantas cosas por ella en secreto... Respiró hondo y trató de contener las lágrimas para que no corrieran por sus mejillas. 'Colin... Colin...'. Ella tallaba y grababa silenciosamente su nombre en su corazón. Después de que giró la cabeza hacia atrás, lo vio a través de su velo nupcial blanco. Él estaba de pie junto a la puerta y hablando con los invitados con una sonrisa feliz en su rostro.

En su corazón, Sofía dijo: —¡Gracias, Dios, por permitirme conocer a un hombre tan honesto y bueno! Jay se acercó a ella y, en voz baja, dijo: —Sofía, estoy muy contento de que tú y Colin se estén volviendo a casar. Él es un buen hombre y por favor, aprecia el tiempo que pasas con él por el resto de tu vida. Con firmeza en su voz y una luz que brillaba en sus ojos, Sofía respondió: — ¡Sí, papá, lo haré! —Decidió confiar plenamente en Colin sin importar lo que sucediera en el futuro. Selina también se acercó a ella y le preguntó atentamente: —Bueno... Sofía, ¿podrías perdonar a Colin por no haberte dicho que Bario es tu hijo? Sofía asintió con lágrimas en las mejillas blancas y dijo: —No estoy realmente enfadada con él y nunca lo estaré. Sofía se decía en su interior que debía cuidar y amar a Colin con todo su corazón y su alma. Sin saber por qué, se le había ocurrido una idea de que sería ama de casa después de casarse. Pensó que si bien Colin sería el que trabajaría y se ganaría el pan de cada día, ella se quedaría en casa, cuidaría a los niños y lo haría sentir feliz. Si fuera así, ella también podría tener más tiempo para cuidar a Colin, cocinarle las comidas, calentarle la cama y despertarlo con un beso cada mañana... Secándose las lágrimas, Selina la consoló: —Eso está bien, pero por favor Sofía, no llores, ¡porque también me das ganas de llorar! Es un día feliz para nosotras dos.... —Selina era tan feliz como ella, porque también se estaba casando con el hombre que más amaba. No pudo evitar sentirse feliz en su día tan afortunado. Leandro le mordió la nariz a Selina y dijo: —¡Mujeres hermosas, no se olviden de la boda! ¡Comenzará en unos minutos!. Cuando lo escucharon, Sofía y Selina dejaron de llorar y, pensando en los hombres que amaban, se sonrieron la una a la otra. La boda iba a comenzar pronto y cuando los dos novios pisaron el escenario, atrajeron una innumerable serie de gritos alocados que provenían de la multitud. Al ver a Colin y Levi, Ángela se guardó el teléfono en el bolsillo y en voz alta, como un megáfono, gritó: —¡Hermanos! ¡Los amo! Hubo muchas chicas jóvenes que siguieron su ejemplo y se hicieron eco de la emoción. Angela se sintió mucho mejor después de esto, pero luego vio la expresión avergonzada de Gonzalo. Le dijo a ella: —Ángela, ¿no puedes comportarte por una vez en tu vida? —Bueno, acabo de expresar mis verdaderos sentimientos por dos hombres

guapos que, por cierto, también están a punto de casarse. ¡No hay nada malo en eso! Mira a todas estas chicas, ¡están locas por ellos! ¿Por qué no les dices a ellas que se comporten? ¿Eh? —Argumentó Ángela. Pero Gonzalo le devolvió la pregunta y dijo: —¿Por qué? ¡Dime por qué!. Ángela parpadeó con sus ojos grandes, negó con la cabeza y respondió: — No lo sé. Gonzalo se quedó sin palabras por un momento, pero luego le respondió: —... ¡Porque no son mis hermanas! ¡Chica tonta! —Ángela se dio cuenta de que había un hombre que asintió justo después de que Gonzalo pronunciara las palabras 'chica tonta'. Miraba la cara del hombre y trató de recordar si alguna vez lo había visto antes. ¡Entonces lo recordó! —¿Por qué él está aquí? —murmuró Ángela en su interior. Entonces le gritó: —¡Oye! ¡Tú! ¿Por qué estás asintiendo con la cabeza? Álvaro la miró y luego le dijo a Gonzalo: —¡Estoy totalmente de acuerdo contigo! —.... —Gonzalo estaba perdido y no entendía nada. Y tampoco Ángela. Muy rápidamente, la chica y Gonzalo se dieron vuelta hacia el mismo lado. —¡Solo Gonzalo puede decirme ese tipo de palabras! —Destacó Ángela. —Ella tiene razón. ¡Soy el único que puede burlarse de ella!. —Agregó Gonzalo. De repente, Ángela giró la cabeza hacia Gonzalo y dijo: —¡Ja! Acabas de admitir que siempre te burlas de mí. Papá, ¿oíste eso...? Cuando escuchó las quejas de Ángela, Chuck lo miró al chico y le dijo: — Gonzalo, ¡esta es la última vez! Sabía que su padre siempre consideraba a Ángela como su ángel único y puro, entonces Gonzalo asintió y guardó silencio. La chica estaba tan orgullosa de que lo habían reprendido a Gonzalo que miró fríamente a Álvaro, como si fuera una princesa arrogante. Pero su arrogancia se evaporó por completo después de que Álvaro le lanzó una mirada aún más fría. Ángela pensó: '¡Dios! ¿Por qué se ve tan aterrador? ¡Debe haber experimentado algunas cosas realmente malas en su infancia!'. En el escenario, Leandro y Jay pusieron las manos de sus hijas en las de sus maridos. Una canción romántica se escuchaba de fondo: —Estamos destinados a estar juntos, si estamos destinados a estar juntos, por favor, toma mis manos para siempre.... —El ambiente se transformó nuevamente hasta llegar al punto

culminante cuando cada novio tuvo que besar a su novia. Ángela estaba tan feliz de presenciar la unión tan hermosa que también comenzó a soñar con su propia boda. Se rió a carcajadas pensando que podría casarse con el chico más guapo de su escuela. Je, Je... —¡Tonta! —Una voz fría destruyó su ensueño tan feliz. Ángela inmediatamente se dio vuelta y miró a Álvaro con ira. Ella le gritó: —¿Te ofendí alguna vez? ¿Por qué eres tan malo conmigo? Álvaro ignoró su ira y respondió con lentitud: —¿Estás segura de que eso fue para ti? ¿O es que no puedes pensar en otra persona que se ajuste mejor a esa palabra 'tonta' que no seas tú? Ángela estaba muy irritada con él y quería replicarle. Fue increíble para Gonzalo ver a Ángela que sintiéndose maltratada fue incapaz de defenderse. Empezó a mirar a Álvaro con más atención. Luego, concluyó: —Este tipo no solo es un médico excelente, sino que también es guapo... Uh, y lo más importante es que él puede manejar a Ángela. —Después de su análisis, una sonrisa intrigante comenzó a aparecer en la cara de Gonzalo... En el escenario, el maestro de ceremonias todavía celebraba la boda con entusiasmo. Sofía le susurró al oído a su marido: —¡Colin, gracias! ¡Gracias por amarme, gracias por hacer tanto por mí y gracias por casarte conmigo!. Colin dijo: —¿Por qué quieres agradecerme? —Tengo ganas de decirlo —dijo Sofía. Ella era muy tímida para expresar sus sentimientos. Impresionada por lo que hizo, Colin también le susurró al oído: —¡Debería ser yo quién te lo agradezca! Gracias por entrar en mi mundo y darme la alegría de ser amado. Gracias por traer a Ambrosio al mundo y gracias por el niño que está por venir. Con algo de culpa en su voz, Sofía dijo: —¡No necesitas agradecerme, porque no hice nada por ti! Con profundo amor en sus ojos, Colin la miró y dijo: —¡Eso no es cierto! Sofía, eres lo mejor que me ha pasado en la vida. ¡Gracias por cruzarte en mi camino!. Una vez más, Sofía se sintió conmovida por sus palabras amables y amorosas. Entonces se dio cuenta: —No, ¡debemos agradecerle a mamá! ¡Fue ella quien me trajo hasta ti!. —¡Sí, tienes razón! —reconoció Colin.



Capítulo 276 ¡Sálvala de la tortura! Al principio, fue Wendy quien ayudó a Sofía a salir de la cárcel en el País A, y también fue Wendy la que le brindó la oportunidad de vivir una vida feliz. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la sonora voz del maestro de ceremonias. —Observen a nuestra novia y verán cómo su cara tímida y sonriente nos demuestra lo feliz que ella está ahora. Nuestro novio, Colin, tiene algo dulce que decir para su dulce esposa. ¿Tengo razón, Colin? Los invitados se echaron a reír cuando el maestro de ceremonias terminó sus palabras al micrófono. Sofía se sonrojó cuando escuchó la risa de la multitud y bajó la cabeza. Al contrario de la timidez de ella, Colin fue hacia el maestro de ceremonias, tomó su micrófono y dijo: —¡Tienes razón al respecto, tengo algo que decir! Amo mucho a mi esposa, y también quiero agradecerle a mi mamá, ¡porque ella fue la que trajo a Sofía a mi vida! ¡Gracias, mamá! Después de sus palabras, hubo un repentino estallido de vítores y aplausos, y Wendy estaba mirando a su hijo con lágrimas en los ojos. Debido a las lindas y entretenidas preguntas del maestro de ceremonias, todos los invitados estaban felices y emocionados, y la boda finalmente tuvo un final perfecto a última hora de la tarde. Regresaron a casa casi de noche. Como eran mujeres embarazadas, Sofía y Selina estaban muy cansadas y se fueron a dormir sin siquiera cenar. Wendy le entregó a cada uno de sus hijos un tazón lleno de una comida nutritiva especial y les ordenó: —Asegúrense de que ellas coman esto. Colin y Levi tomaron cada uno de los tazones y subieron a sus habitaciones. Colin levantó a Sofía y la abrazó justo antes de que ella se quedara dormida. Dijo suavemente: —Cariño, primero toma un poco de sopa. —No, no, estoy demasiado cansada para comer... —Murmuró Sofía. —Está bien, yo te daré de comer —respondió gentilmente Colin. Luego puso a Sofía contra su pecho y alcanzó con su mano el tazón de sopa de pollo. Con cuidado, puso el tazón en los labios de Sofía. Sofía sabía que Colin también estaba muy cansado, y trató de mantenerse

despierta, diciendo: —Puedo beberla por mí misma, gracias. ¡Por favor, tú también come! Colin aún sostenía el tazón en su mano y dijo: —¡Mi esposa va primero que yo! —Estaré bien, en serio. ¡Ve y consigue algo de comer para ti! —Entonces Sofía trató de tomar el tazón de las manos de él. Pero Colin no tenía la intención de dejarla sola, y él la seguía alimentando. Finalmente, volvió a colocar el tazón sobre la mesa cuando Sofía insistió en que no podía beber más. Colin cerró cuidadosamente la puerta y luego bajó las escaleras con el tazón en las manos después de que Sofía se durmiera. Alrededor de la medianoche, Sofía se despertó en los cálidos brazos de Colin, y mientras miraba a su apuesto hombre, preguntó: —¿Qué hora es? Con una de sus manos sobre su vientre, él dijo: —Las once en punto —y le dio un beso en los labios. —Umm... Todavía quiero dormir un poco más —bostezó Sofía. Se dio la vuelta para encontrar una posición cómoda en los brazos de Colin y luego volvió a cerrar los ojos. El gemido relajado de ella provocó los deseos más íntimos de Colin. Preguntó en un tono habitual: —Cariño, has estado embarazada desde hace más de tres meses, ¿verdad? —Sus ojos brillaban con intenciones alocas dentro de ellos. —Sí... Tres meses y 10 días para ser más exactos —respondió Sofía con pereza. Con una sonrisa muy expresiva en sus labios, Colin exigió: —¡Es hora de que me atiendas, querida! —... —Sofía se despertó por completo después de escuchar esto, y respondió: —Vas a lastimar a nuestro bebé... —No, no lo haré... ¡Le he preguntado a Gonzalo sobre esto! —Añadió él. Entonces sus manos comenzaron a vagar sobre el cuerpo de ella. Al final, Sofía estuvo de acuerdo: —Está bien, pero por favor, sé cuidadoso. —Relájate... —Susurró Colin. Él besó sus labios de algodón de azúcar y se colocó sobre ella sin presionar sobre su matriz... Sería una noche encantadora para ellos. En el hospital psiquiátrico Una mujer lloraba y gritaba profundamente en la noche. —... Mamá, no te mueras... Lo siento... ¡Mamá! ¡Ahhhh! Sus inquietantes sonidos asustaban a muchas personas, tanto a médicos como

a otros pacientes, y ninguna enfermera se atrevía a acercarse a ella. Dos hombres abrieron la habitación de la mujer que gritaba. Un hombre vestido con un abrigo negro de repente ordenó hoscamente: — ¡Empieza! Algunas de las personas que estaban detrás de él sacaron rápidamente una aguja de un kit e inyectaron en la mujer un líquido preparado. La mujer enloquecida negó con la cabeza y miró fijamente al hombre que tenía delante. La tenue luz no le impidió reconocerlo. Dolores estaba completamente despierta en ese momento, y gritó con miedo y odio: — Alejandro, ¿qué diablos quieres hacerme? Él lentamente encendió un cigarrillo y dio un paso hacia ella, diciendo: — ¿No lo sabes ya? Dolores lo veía como un demonio, y temblaba en uno de los rincones de la habitación: —No, no te acerques... —Estoy aquí para decirte las buenas noticias. ¿Sabías que Colin se casó hoy con mi hermana? Debe ser una noche romántica para ellos. Y tú... —Se burló Alejandro. Entonces, alguien le entregó algo. —¡Zaz! —Dolores se dio cuenta de lo que tenía en su mano con solo escuchar el sonido. Era un látigo. Este era el instrumento que ella había usado para atormentar a Alejandro en el pasado, algo que casi le había quitado a él la vida. Dolores comenzó a llorar pidiendo ayuda antes de que Alejandro siquiera comenzara. —¡Ayuda! ... ¡Ah! ¡Alguien ayúdeme! Ella quizá olvidó en dónde se encontraba. A nadie en el hospital psiquiátrico le importaría el grito de una loca... El látigo cayó con fuerza sobre su espalda. —Zaz... —Dolores gritó aún más fuerte porque el látigo le abrió la piel y reveló su carne roja. Después de varios azotes más, ella estaba medio muerta y ya había renunciado a pedir ayuda. Alejandro ordenó: —¡Tráiganlos! Poco después, un mendigo fue empujado en la habitación. Alejandro señaló a Dolores y le dijo: —Ella es tuya por esta noche. Haz lo que quieras con ella, excepto herir a su bebé. —¡Claro! ¡No hay problema! —Respondió con impaciencia el mendigo. Él nunca soñó que tendría sexo con una mujer esa noche, y mientras miraba a Dolores, su deseo se hacía más y más fuerte. —Ustedes dos se quedan aquí y se aseguran de que su bebé esté bien, ¡y cuiden de ella una vez que él termine! —Después de que Alejandro lo ordenó, se

fue con el resto de los guardaespaldas siguiéndolo. Antes de que entrara en el ascensor, él enfatizó: —¡Asegúrense de salvarla! —¡Sí, señor! ¡Entendido! —Dijeron ellos. Justo después de que Alejandro se fue, comenzaron a escuchar un grito enfermizo que venía de la habitación. Ynocente también fue arrestado cuando Sofía llevaba cuatro meses y medio embarazada. Fue encontrado en el templo donde estaba Preciosa. En realidad, fue Preciosa quien llamó a la policía. Posteriormente, llamó a Sofía y le dijo: —Sofía, lo que Ynocente te ha hecho le hace merecer que lo maten muchas veces, me doy cuenta de eso. Pero... ¿Puedo rogarte para que le perdones la vida? Sofía se quedó en silencio debía a que ella no podía perdonarlo, teniendo en cuenta que él asesinó a su madre. Mario no dijo ni una sola palabra después de descubrir que Ynocente estaba en la cárcel. Cualesquiera que fuesen los resultado en la corte, él los aceptaría. Decidió que no visitaría a Ynocente si él no recibía la pena de muerte. Pero si la recibía, como su hijo, le prepararía un funeral. Alejandro estaba muy enojado después de enterarse de la petición de Preciosa. Casi discutió con Sofía por no haber rechazado de inmediato a Preciosa. Debido a que estaba embarazada, Alejandro pronunció algunas palabras que mostraban su aversión respecto a todo el asunto. Él dijo: —¡La vida de él por la vida de mamá! ¡Él tiene que morir, o de lo contrario lo mataré yo mismo! Sofía suspiró después de que Alejandro se fue, y para evitar que Alejandro realmente hiciera eso, llamó a Preciosa de vuelta y le dijo: —Lo siento, pero sobre tu petición, me temo que... Preciosa supo su respuesta incluso antes de que ella terminara, y dijo: —Está bien, Sofía, no necesitas sentir pena por esto. Puedo entenderte, y no debí haberlo mencionado... Sofía no supo qué decir cuando la escuchó. —Tía Preciosa... —Sofía, me alegro de que tú y Colin se hayan vuelto a casar. Es hora de que mi hijo Mario también empiece a buscar una novia. ¿Podrías ayudarme, por favor, a encontrar una buena chica para él? Él es la única persona que me preocupa... ¡Realmente quiero verlo un día comenzar su propia familia feliz!

Capítulo 277 ¿Cómo es ella? Sofía asintió y dijo: —Está bien, se lo diré a Colin. No tienes que preocuparte por Mario, es un buen hombre. ¡No hay duda de que encontrará a alguien que lo ame! —Está bien, Sofía, ¡te dejo entonces! —Bueno. ¡Adiós!

... Finalmente Ynocente, al igual que Jacinto, fue condenado a muerte y no pasaría mucho tiempo hasta que fuese ejecutado. Durante el embarazo, estando desocupada en casa, Sofía se dedicaba a diseñar ropa para Ambrosio o a buscarle pareja a Mario. Aunque estaba embarazada, Sofía tenía que asistir a diversas fiestas con Wendy para encontrarle una buena chica a Mario. A menudo Colin la miraba con amargura cuando se enteraba de que iba a acudir a fiestas y le preguntaba si no se estaba tomando el asunto de Mario demasiado en serio. Cada vez que ella quería ir a una fiesta, tenía que convencer a Colin con antelación. Para hacer que Sofía dejara de preocuparse por la vida amorosa de Mario, Colin decidió ayudarlo. Estando de cinco meses, Sofía recibió la invitación de boda de Mario. La novia era Joaquina, la hija pequeña de la Familia Ho. Ella acababa de cumplir 20 años y era estudiante en la academia militar. Gracias a Helge ella se había visto varias veces con Mario. Definitivamente, era una gran admiradora de él. La flor de la orilla pierde sus

pétalos por amor al mismo tiempo que el arroyo, desalmado, los ignora y sigue fluyendo. Evidentemente esa flor era Joaquina. Cuando Colin le mostró la verdadera intención de él, se puso tan feliz que casi abandonaba la oportunidad de convertirse en recluta de la marina. Sin embargo, Colin le dijo que si lo hacía no la ayudaría, así que se calmó de inmediato. Mario, sin duda, sabía que Sofía y Colin estaban haciendo todo esto por él, pero a él no le importaba quién fuese. Para hacer que dejaran de preocuparse por él, Joaquina y él obtuvieron el certificado de matrimonio poco antes de la graduación de ella. Preciosa se sintió contenta cuando vio que Joaquina, esa chica franca y enérgica, se había convertido en su nuera. Después de la ceremonia de la boda de su hijo, Preciosa se fue de su casa y se convirtió en monja. En la Mansión de la Familia Li Sofía acababa de regresar de la boda de Mario. Sostenía una cesta de nueces en su regazo y jugaba en su iPad con Selina. —Sofía, ¿qué piensas sobre esto? Quiero comprar una botella de este limpiador. —Selina hizo clic en un enlace para ver el vídeo en directo. Era una mujer presentando un limpiador importado. Al verla, Sofía se tragó en el acto las nueces que estaba masticando—. ¿Jimena? —¿Quién? —preguntó Selina. Ella la miró y le preguntó: —¿La conoces? Sofía asintió y dijo: —Cuando estuve en la compañía de tu hermano, ella y yo éramos secretarias de Colin. —Ella no sabía por qué ahora se dedicaba a hacer presentaciones en vivo. —¿De verdad? ¿Cómo es ella? —Ella pensaba que si alguien tenía una personalidad agradable, el producto que recomendara esa persona debía ser también muy bueno. Recordando el pasado, Sofía negó con la cabeza y le pidió a Selina que lo apagara. Después sonrió al recibir una llamada de Colin y respondió: —Cariño. Selina le lanzó una mirada de protesta y dijo: —Debería pedirle a Levi que aprenda de Colin. —Apenas lo había visto en los últimos días y mucho menos recibía llamadas de él. Si no fuera por el hecho de que él tenía un trabajo confidencial, ella podría haber pensado que Levi no la amaba. —¿Qué acabas de decir? —La cara de Sofía cambió ligeramente. Colin se lo repitió: —Dolores tuvo un aborto y la policía está a punto de detenerla oficialmente.

—Pero, ¿cómo abortó? —Sofía inconscientemente acarició su crecido vientre. —Le indujeron el parto porque se volvió loca. Era una niña. —Ella pensó que tal vez el karma existía. Ni siquiera tuvo que hacer nada. Sofía supuso que el bebé de Dolores tenía unos seis meses, como el de ella. Pensó para sí misma: 'Jesús... Qué triste debe haber sido perder a la niña...' Sintiendo su respiración agitada, Colin trató de calmarla y dijo: —No pienses demasiado en eso y también te aconsejo que no vayas a verla. Tienes que quedarte en casa descansando. Colin pensó que, estando embarazada, debería estar emocionalmente estable. —Bueno, ¿pero ella va a... morir? —preguntó cuidadosamente Sofía. Colin contestó con firmeza: —Le extirparon la matriz, pero por el momento está fuera de peligro. De todos modos estoy seguro de que será condenada a muerte. —Antes, como estaba embarazada, las cosas eran más complicadas para la ley. Pero ahora que había abortado todo era mucho más fácil. Sofía respiró hondo, trató de calmarse y contestó: —Ya veo. ¡No trabajes demasiado! —Vale, cariño. ¡Espérame en casa! —Bueno. —Ella colgó con una sonrisa en la cara. Mientras tanto, Selina le estaba escribiendo un mensaje de texto a Levi: — Cariño, ¿por qué no cambias de empleo y trabajas con Colin? Puedo ser tu secretaria y así estaremos juntos todos los días. Por supuesto, ella solo estaba bromeando. Mientras Sofía aún pensaba en Dolores, Selina agitó las manos frente a ella y dijo: —Sofía, ¿en qué piensas? —Dolores... abortó. —Ella le respondió exactamente lo que estaba pensando. Selina se sorprendió en un primer momento, pero luego mostró indiferencia ante el asunto y dijo: —No estés triste por ella. ¿Recuerdas lo que te hizo? ¡Afortunadamente a tu hijo no le pasó nada! ¡Supongo que el karma la persiguió! —Bueno, no estoy triste por ella, es solo que fue demasiado repentino. Como... la última vez que de repente golpeó a su madre con su auto. —¡Nunca olvidaría la forma en la que Dolores la había tratado!

...

Cuando los signos vitales de Dolores se estabilizaron, la trasladaron a la estación de policía y su caso fue llevado a juicio. Como imaginaban desde un principio, fue condenada a muerte. Sofía no la visitó porque estaba embarazada. Colin y Alejandro le contaron todo sobre la sentencia de Dolores. Dolores fue torturada brutalmente en la cárcel mientras esperaba su ejecución, otras prisioneras la acosaban. Incluso la habían dejado atada al inodoro, obligándola a dormir sobre él. Pascua fue quien organizó su funeral. A partir de ese día dejó de existir la Familia Lien; ni Jacinto ni Felice ni Dolores. Ynocente estaba muerto, así como toda la Familia Lien. La ira de Alejandro se aplacó y fue a Shine Empire un par de días antes de que Graciela se comprometiera. El padre de Graciela, Fonzi, envió a sus hombres a buscar a Alejandro y escoltarlo fuera del país porque sabía que su hija había estado desesperada por ese hombre. No permitiría que le pasara nada a su hija justo antes de que ella estuviera a punto de estabilizarse. Pero Alejandro no se desanimó. Jay llegó a Shine Empire el día antes del compromiso de Graciela. El padre y el hijo fueron a la villa de Fonzi con sus regalos de compromiso para proponerle matrimonio. Por respeto a Jay, Fonzi no echó a Alejandro de inmediato.

Capítulo 278 Turquía Sin embargo, el hombre todavía no aprobaba su matrimonio. Entonces, Graciela de repente desapareció justo en el día de su compromiso. Más tarde, se le informó a Fonzi que habían encontrado a su hija en la casa de Alejandro, lo que lo enojó tanto que casi quiso echarla de la casa. Estaba con un ataque de ira impresionante. Pero, al final, el matrimonio de Alejandro y Graciela se aprobó finalmente. Para ofrecerle una vida mejor, decidió dejar todo atrás y trabajar con Colin en el Grupo SL. Después de su embarazo de nueve meses, Sofía dio a luz a su niña y el bebé tan esperado resultó ser una niña saludable. Quince días después, Selina también dio a luz a una niña. La persona más feliz de todas fue Ambrosio, porque ahora tenía dos hermanas, lo que hizo que incluso se negara a ir al jardín de infantes. Durante su infancia, lo único que hicieron las niñas fue llorar y comer y él les ofreció sus juguetes favoritos para jugar. Pero el niño pequeño a menudo le preguntaba a Wendy: —Abuela, ¿por qué mis hermanas siempre rechazan mis juguetes? ¿No les gustan? Wendy sonrió y le respondió: —No, en absoluto, eso es porque son demasiado pequeñas todavía para saber qué son los juguetes. —¡Bien! En la cena, la familia se reunió en la sala y las dos niñas estaban despiertas. Colin y Levi habían estado pensando en sus familias todos los días. Cuando no estaban ocupados en el trabajo, siempre regresaban a casa y se quedaban con sus esposas e hijas. Después de que Sofía le cambió el pañal a su hija, subió las escaleras para revisar su teléfono, porque Salvadora le había dicho que la llamaría por la noche. Pero en el momento en que entró en la habitación, su esposo también entró, la abrazó por detrás y le dijo: —Cariño. —¿Para qué has venido aquí? —Sofía revisó su teléfono y vio que tenía una llamada perdida de Salvadora, como ella esperaba.

Al instante le devolvió la llamada y, sin decir nada, Colin la dejó sentarse en su regazo. —Oye, tía, lo siento por no atender tu llamada. No estaba cerca del teléfono. —Olvídalo, Sofía, solo quería decirte que tus abuelos te extrañan mucho. ¿Tienes tiempo... para venir a visitarlos algún día? —le preguntó tímidamente Salvadora. Sofía se quedó sin aliento, porque casi se había olvidado que todavía tenía dos abuelos. Al darse cuenta de que todavía estaba en silencio, Salvadora continuó: —La salud de tu abuela está empeorando cada vez más cada día que pasa. Siempre me dice que su único deseo es ver a su nieta por última vez antes de morir.... De alguna manera, Sofía sintió que le dolía el corazón. Pensando en la pobre anciana, le respondió: —Por supuesto que tengo tiempo. ¿Puedes decirme cuándo y dónde puedo encontrarme con ella? —Me temo que necesitas ir conmigo, porque tu abuela no puede levantarse de su cama por su enfermedad. —De acuerdo. ¿Cuándo puedes llevarme a verla? —Después de que decidieron un día para su reunión, Sofía le preguntó algo sobre Leila. Salvadora le dijo que Leila también estaba a punto de casarse. Su prometido era el hijo de un oficial militar y se conocieron cuando estaban cumpliendo una misión en el sur. Después de su matrimonio, Leila se dedicaría a ser una buena esposa, en lugar de seguir siendo una artista. Sabiendo que Leila estaba a punto de formar una familia, Sofía estaba encantada y dijo: —¿Cuándo es su boda? —Todavía lo están decidiendo, ¡pero te diré cuando la fecha esté finalmente confirmada! —Bueno. ¡Tía, que tengas un buen día! ¡Adiós! —Adiós, Sofía. Después de que colgó, Sofía dejó el teléfono a un lado y sostuvo la cara de Colin. Le dijo: —¿Tienes algo que decirme? —Acabo de reservar dos boletos de avión. ¿Quieres ir de luna de miel conmigo? Sorprendida, Sofía gritó y le preguntó: —¿A dónde? —No había ido a ningún otro lugar desde que estuvo embarazada hacía once meses. Se estaba cansando de la vida en casa. —Turquía. —¿Turquía? ¿Por qué Turquía? Sonriendo, Colin sacó su teléfono y presionó 'reproducir': —... Quiero

llevarte a Turquía en un viaje romántico y luego a Tokio y París.... Era una canción muy popular llamada "Viajar contigo —que había escuchado varias veces cuando estaba embarazada de su hija. Sofía se echó a reír y dijo: —¿Solo por eso? Mirándola con una expresión adorable, Colin dijo: —¿No la escuchaste porque querías ir ahí? —Pensó que ella se interesaría en Turquía después de que escuchara la canción. Conmovida por él, Sofía abrazó al hombre y dijo: —Por supuesto que quiero. ¡Tengo muchas ganas de ir ahí, sí!. Mientras ella estuviera con él, ¡no importaba a dónde irían! Colin puso su sonrisa habitual y preguntó: —Bueno, ¿sabes adónde irá de luna de miel Levi? Sofía inclinó la cabeza y preguntó: —¿Corea? ¿Suiza? ¿Las Islas Maldivas? —La chica seguía adivinando un par de destinos más. —¡Ninguno de ellos es la respuesta correcta! Pronto, Sofía escuchó los gritos de Selina en la habitación de al lado: —No quiero ir a ese lugar de porquería.... Estaba claramente disgustada con la elección de viaje de Levi. Pero Levi abrazó a su esposa, la convenció y le dijo: —¡Imagina todas las cosas divertidas que podríamos hacer ahí! ¡Solo imagina! —... ¡Dije que no quiero ir ahí!. Cuando los escucharon, Colin y Sofía no pudieron evitar reírse. Después de que se rieron un rato, Colin de repente besó a su esposa y dijo: —¡Cariño, te amo! —¡Oh, cariño, te amo más! —¡Bien! Dame otro beso entonces....

Capítulo 279 Nota de Agradecimiento Hola chicos. Les habla Reino San Marino. Al llegar al capítulo final de esta maravillosa historia, me gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar mi sincero agradecimiento a todos los lectores. Gracias por permanecer con nosotros todo este tiempo, ha sido un paseo divertido. Muchos de ustedes me han escrito acerca de lo emocionante que es poder finalmente leer cómo los malos reciben el castigo que merecen. Francamente, yo estaba igualmente expectante de ver cómo se desarrollaba esta historia al final. Ya saben lo que dicen, la venganza es un plato que se disfruta mejor frío. En este caso, diría que la justicia no podía llegar lo suficientemente pronto. Enamorada de Colin pertenece a la serie de Enamorada. Muchos de ustedes ya han leído Enamorada del CEO, Enamorada del Abogado y Enamorada de Daniel, y seguramente estarán familiarizados con muchos de los personajes de ese libro. Para aquellos de ustedes que no lo han leído, les recomiendo que lo hagan. Enamorada del CEO es la primera historia traducida en Manobook y nuestro equipo ha puesto mucha energía en su traducción. Es divertida y emocionante, y tiene todos los elementos para una buena lectura. Les garantizo que no les decepcionará. Todas estas interesantes historias se publican por primera vez en Manobook, y pueden descargarlas ahora mismo en https://www.manobook.net Bueno, creo que debería darles una lista de todos los libros de la serie Enamorada, aquí la tienen: 1. Enamorada del CEO ¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Hernández, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se

arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O ¿Era un demonio que lo estaba persiguiendo? 2. Enamorada del Abogado El famoso abogado, Samuel Shao, fue obligado a casarse con la hermana de su mejor amigo por una noche de copas y pasión. Después de muchos obstáculos y dificultades, las dos personas vinculadas por el destino, por fin comenzarían a enamorarse. Hace tiempo atrás, cuando Luna se enamoró de Samuel, entendía claramente que no era un amor correspondido porque en aquel entonces el corazón de Samuel ya le pertenecía a alguien más. Sin embargo, Samuel perdió ese amor lo que le dio una oportunidad a Luna. ¿Podrá Luna conseguir el amor de su marido? ¿Porqué tomó la decisión de abandonar a su hijo? Ven a descubrir la historia de amor entre ellos. 3. Enamorada de Daniel —¡Vamos a registrar nuestro matrimonio en tu cumpleaños! —Casarse con Daniel debería haber sido su mejor regalo de cumpleaños, pero todo se arruinó cuando lo sorprendió durmiendo con otra mujer el día anterior a su cumpleaños. —¡Se va a casar con esa mujer! ¡Ella era mi mejor amiga! —Cuando escuchó la noticia, Irene regresó de su auto exilio con sus bebés gemelos para detener su ceremonia de boda. Ya no era la chica simple e ingenua que era antes. En cambio, ella se había convertido en la cabeza de una facción criminal importante. ¡Era hora de vengarse! 4. Enamorada de Colin Ja, no necesito hablarles de esta, considerando que ustedes la han leído hasta aquí. 5. Enamorada del Doctor Él es el director del hospital más grande de Shine Empire. Ella es la hija del director del Hospital Privado de Chuck. Cuando el frío, despiadado y orgulloso Álvaro Gu se tope con la traviesa, simpática e impulsiva Ángela Si. ¿Qué química saldrá entre ellos? -------------------------------------------------- ------------------------------------------------- ----------------------------------------Aparte de la serie Enamorada, también tenemos otros libros que son iguales de interesante. 1. La Frialdad de Rocío La felicidad era como un espejismo para Rocío Sánchez, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Smith, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío

embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué siguen leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abren el libro y lo descubren ustedes mismos? La frialdad de Rocío (Ja, ¿creían que sólo los hombres podían ser fríos y distantes? Prueba con esta historia si buscas algo diferente) Otra novela romántica con personajes multimillonarios. Nuestro protagonista es un duro oficial del ejército, ¿o no es más que un pelele? ¡Vayan y descúbranlo por ustedes mismos! 2. Al Faro del Amor —Estaremos casados por sólo un mes. Después de eso, nos divorciaremos de inmediato. —A pesar de que su bisabuelo había arreglado su matrimonio antes de nacimiento, él no creía que una mujer tan informal y movida como ella merecía ser su esposa. Poco sabían en aquel entonces que estaban destinados a estar juntos. Hiram, el CEO joven y apuesto que nunca sintió atracción por ninguna mujer, y Rachel, la belleza que de alguna manera traía mala suerte a todos los hombres con los que salía, se casaron, contra todo pronóstico. ¿Qué será de su vida de matrinomio? 3. Respira Conmigo —¡Expulsa a esta mujer! ¡Arrójala al mar! —Sin reconocer la verdadera identidad de Debbie Nian, Carlos Huo la ignoró por completo. —Señor Huo, ella es tu esposa —le recordó el secretario de Carlos. Al escuchar eso, él lo miró con frialdad y se quejó: —¿por qué no me lo dijiste antes? —A partir de entonces, Carlos la empieza a valorar y mimar. Sin embargo, nadie se imaginaría que terminarían en un divorcio. 4. La Novia Sustituta Charles tenía novias diferentes cada día del año, nunca salía con la misma chica. Su nombre había sido vinculado a innumerables mujeres. Autumn, por su parte, se vio obligada a casarse con Charles sustituyendo a su hermana, quien se había escapado. Su único deseo era divorciarse después de un año. Ninguno de los dos había esperado que se enamoraran el uno del otro. Tampoco esperaban que el mundo entero los desafiara. Una ex novia quien causa problemas cada dos por tres. Una hermana fugitiva quien regresa con la intención de recuperar a Charles. Una suegra que siempre se entromete en sus momentos íntimos. ¿Te gustaría leer más? ¡No dudes! ¡Vamos allá!

-------------------------------------------------- ------------------------------------------------- ----------Exacto, llegó el momento de despedirnos. He estado divagando por un buen rato, jajaja ¡Nos vemos después chicos! ¡Hasta que nos volvamos a encontrar!

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