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Número 207 - Mayo 2013 DEP. LEGAL: VA - 94/1996 ISSN 1577-7480 MARCA REGISTRADA Dirección Jorge Guillén, 8 47400 - Me

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Número 207 - Mayo 2013

DEP. LEGAL: VA - 94/1996 ISSN 1577-7480 MARCA REGISTRADA

Dirección

Jorge Guillén, 8 47400 - Medina del Campo VALLADOLID • Telf. 983 81 13 41 Página Web: http://www.trainingfutbol.com E-mail revista: [email protected] E-mail director: [email protected]

DIRECTOR JESÐS CUADRADO PINO COMITÉ TÉCNICO V¸CTOR FERN˘NDEZ BRAULIO BENITO FLORO SANZ JUAN MANUEL LILLO D¸EZ FERNANDO V˘ZQUEZ PENA JORGE D´ALESSANDRO DI NINNO MIKEL ETXARRI SASIAIN JESÐS CUADRADO PINO FERNANDO NAVARRO VALDIVIELSO ANTONIO RAYA PUGNAIRE MANUEL FERN˘NDEZ POMBO JUAN JOSÉ GARC¸A LAVERA ANTONIO GALINDO RINCŁN MANUEL LŁPEZ LŁPEZ JOSÉ CARRASCOSA OLTRA Dr. PEDRO GUILLÉN GARC¸A Dr. RICARDO JIMÉNEZ MANGAS JESÐS OREJUELA RODR¸GUEZ ALFONSO M. VARAS GARC¸A TRADUCTOR -INTÉR PR ETE FRANCISCO JAVIER YEPES GONZ˘LEZ

EDITA : JECUPI MAQUETACIÓN : TRAINING FÚTBOL PUBLICIDAD : TRAINING FÚTBOL, departamento propio

Prohibido cualquier tipo de reproducción total o parcial de los textos sin la autorización expresa y escrita del editor. 3

PUBLICACIÓN DE EXCLUSIVO CARÁCTER TÉCNICO QUE SE EDITA CON PERIODICIDAD MENSUAL

Trata todos los temas relacionados con la metodología del entrenamiento en el Fútbol: Preparación Física Preparación Técnica Preparación Táctica Preparación Psicológica Metodología y Organización Tests de Evaluación del Entrenamiento Biomecánica Aprendizaje Motor Pedagogía Aplicada Fisiología del Esfuerzo Físico Medicina Deportiva Dietética…

En cada uno de los números presentamos artículos actualizados de prestigiosos técnicos relacionados directamente con los temas a tratar, tanto nacionales como extranjeros. Nuestra pretensión es servir de "vehículo de apoyo" en el reciclaje técnico para entrenadores, preparadores físicos, médicos del deporte, técnicos de fútbol en general, estudiantes de los diversos niveles para entrenadores, futbolistas y aquellos aficionados que sientan la belleza de este deporte y que quieran comprenderle mejor.

INFORMACIÓN PARA SUSCRIPCIÓN: En la última página encontrará el boletín de suscripción. Mayo-2013 nº 207

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SU M A R I O Editorial Hablamos de fútbol con… Javier Aguirre.

Planteamientos tácticos.

Fútbol: análisis y desarrollos del juego. Juan Manuel Lillo.

Motivación y deporte. Francisco Villamarín.

Propuesta de modelo de juego para la Selección Japonesa de Fútbol. Iván Palanco Santiago.

Firma invitada. Tarea de entrenamiento: “2 x 1 y centro” Contenido de nuestro próximo número.

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Número 207 Mayo 2013

Mayo-2013 nº 207

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Jesús Cuadrado Pino DIRECTOR

Reglas de Juego sin protección

e d i t o r i a l

Entrenador Nacional de Fútbol (Nivel III). Máster Profesional en Fútbol. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL). Especialista en Alto Rendimiento Deportivo por la Universidad Autónoma de Madrid. Máster en A. R. D. por el C. O. E. Técnico Deportivo Superior. Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL).

En cada partido de cada jornada de Liga se producen muchos errores de los árbitros. Bastantes de esos errores influyen directamente en los resultados. Como consecuencia, se producen clasificaciones que no corresponden a los méritos futbolísticos desarrollados en el campo por cada equipo. Sucede en los campeonatos de todos los países y en las altas confrontaciones a nivel internacional. Resulta que los precisos medios audiovisuales dejan al descubierto las innumerables decisiones erróneas tomadas constantemente por los jueces futbolísticos. Nos encontramos ante una gran irracionalidad: los medios técnicos se utilizan para analizar los errores que cometen los árbitros y, sin embargo, no se emplean para evitarlos. En plena época de alta tecnología y sofisticada informática, en un fútbol profesional donde los equipos ponen en juego mucho dinero e intereses de todo tipo, se deja la aplicación de las Reglas de Juego en manos de varias personas que no tienen a su disposición los medios precisos para contar con eficaces elementos de juicio.

Llevo veinticinco años abogando para que se dote a los árbitros de los medios adecuados, desde cuando contábamos con medios técnicos inferiores a los actuales. Lo he manifestado en charlas y coloquios, lo he reflejado en muchos artículos. Recuerdo el título de algunos mis artículos, añadiendo el concepto esencial de cada uno: Fútbol con trampa (trampas que significan los errores en la aplicación de las reglas); Fuera de juego y fuera de lugar (constantes equivocaciones en la señalización de los fueras de juego); La regla de oro convertida en bisutería barata (desvirtuar en el campo la regla decisiva, la del fuera de juego); El chip de la cuestión (lo fundamental de la cuestión es dotar a los árbitros de los medios que precisen); Reglamento e impedimento (en demasiadas ocasiones el árbitro es un impedimento entre el reglamento y el campo); Otro juez más sin elementos de juicio (el juez de área o de portería que se añadió solo aporta confusión); La dictadura de los árbitros (se aferran al poder de sus decisiones indicando que sus errores son parte del juego).

Los medios técnicos se utilizan para analizar los errores que cometen los árbitros y, sin embargo, no se emplean para evitarlos

La realidad es que nos encontramos con unas Reglas de Juego totalmente desprotegidas. La incongruencia es que están protegidas fuera del campo para ver con claridad las acciones de los jugadores. Los comentaristas, los árbitros de árbitros y los espectadores televisivos cuentan con elementos de juicio. Los que tienen que decidir carecen de ellos. Los dirigentes federativos y los propios árbitros manifiestan constantemente lo difícil que es arbitrar porque han de tomarse decisiones ante acciones ejecutadas a gran velocidad. Tienen razón. Pero resulta incomprensible que los mismos que reconocen la dificultad de su labor no apliquen los medios actuales para desarrollar bien su cometido. Otra incongruencia. Existen muchísimos recursos técnicos para minimizar al máximo el error, y hacerlo sobre la marcha, sin pérdida de tiempo. Sigo abogando por ello. Parece ser que en la Premier se va a utilizar el ojo de halcón en la próxima temporada. También parece que nuestros federativos están pensando en aplicar medios adecuados para el arbitraje. Que así sea. [email protected] Mayo-2013 nº 207

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Conversaciones sobre fútbol



Hablamos de fútbol con… Javier Aguirre

Aguirre: La comunicación entre los

jugadores tiene que ser constante, unas veces visual y otras veces oral, según lo que se requiera



Planteamientos tácticos

Javier Aguirre



Cuadrado: El rendimiento resulta



de la coordinación de los jugadores y no de su simple suma

Entrenador Nacional de Fútbol. Entrenador del R. C. D. Espanyol. Ex-Seleccionador de México. Ex-Entrenador de Osasuna, Atlético de Madrid y Zaragoza.

Jesús Cuadrado Pino Entrenador Nacional de Fútbol. Máster Profesional en Fútbol y Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol. Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL. Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol.

Tiene acumulada una larga experiencia por haber entrenado a bastantes equipos con diferentes objetivos deportivos y haciendo frente a diversas circunstancias clasificatorias. Fue el máximo responsable técnico de la selección de su país, México. Pero su experiencia es verdadera, no solo vivida sino también basada en el análisis de lo vivido. Javier Aguirre es un técnico que siempre deja buenas conclusiones en sus análisis y planteamientos. En esta ocasión tratamos con él diferentes aspectos sobre táctica. Aplicaciones, metodología, referencias en el juego, planteamientos, elección de los jugadores, libertades y obligaciones de los futbolistas… son aspectos que vamos desgranando con este técnico y que derivan en interesantes conclusiones. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)

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Cuadrado.- Aparte de entrenar a varios equipos profesionales, fuiste el responsable técnico de la Selección Mexicana en el Mundial de Corea y Japón. Bajo tu experiencia y criterios, ¿qué diferencias más notables encuentras entre ser entrenador de un club y ser seleccionador de un país?

Aguirre.- En primer lugar, existe una diferencia fundamental: en un equipo juegas con lo que tienes, el planteamiento táctico te lo dan los jugadores. El buen jugador tiene que jugar. Por ejemplo, si tenemos dos buenos pivotes (que es como se les llama en España, aunque yo les denomino medios de contención) hemos de diseñar un sistema que contemple jugar con esos dos pivotes, no es adecuado prescindir de uno de ellos dejándolo en el banquillo. Sin embargo, en una selección nacional es completamente distinto porque partimos de un sistema que tenemos en mente y lo vamos rellenando con futbolistas, de distintos equipos y zonas, que podemos escoger. En un equipo tenemos que aplicar un sistema en función de los jugadores que tenemos en la plantilla. En una selección podemos jugar con el sistema que elijamos de antemano porque podemos contar a los mejores jugadores en cada puesto. Ahí radica la diferencia: en una selección nacional partimos de un sistema y buscamos a los jugadores adecuados, en un equipo partimos de los jugadores para poder hacer el sistema. C.- La globalidad también llegó al fútbol desde hace tiempo. Hay jugadores de todos los continentes y países repartidos por todas la ligas del mundo, también entrenadores. Antes se diferenciaba mucho el juego de un país a otro y más aun de un continente a otro. Existían escuelas muy diferentes en función de culturas, tradiciones y nacionalidades. Actualmente se observa menos esa diferencia, pero todavía puede hablarse, en cierto modo, de distintos desarrollos del juego de unos países a otros.

A.- Todavía hay ciertas diferencias entre las distintas nacionalidades. Es cierto que ahora hay jugadores de todo el mundo repartidos por todas las ligas del mundo. La Ley Bossman y la inclusión de jugadores comunitarios otorgaron al fútbol un tono globalizador. Vemos un partido en España o en Francia o en Inglaterra o en Alemania, y comprobamos que en los equipos hay pocos jugadores nacidos en la correspondiente nación. Pero, no obstante, considero que, por ejemplo, los jugadores brasileños interpretan el fútbol de una forma concreta porque nacieron ahí, porque tuvieron sol toda la vida y estuvieron en contacto con la pelota desde muy pequeños. El fútbol de Uruguay se distingue por la garra, la entrega y la lucha, y esto probablemente sea porque es un pueblo que ha sufrido mucho, que ha pasado muchos problemas económicos e, incluso, ha sufrido hambre. De argentina podríamos decir también algo similar. C.- La verdadera táctica es la capacidad de los jugadores para tomar decisiones durante el juego, esto lo llevo indicando mucho tiempo. Por otra parte, como también he indicado repetidas veces, el entrenador es el responsable del entrenamiento de la táctica; un entrenamiento que debe tener como uno de sus objetivos esenciales mejorar la capacidad de los jugadores para tomar decisiones. Han de valorarse muy bien los aspectos que debemos aplicar en la metodología de entrenamiento para el desarrollo de la táctica.

A.- Un aspecto fundamental, indiscutiblemente, es la conceptualización del ejercicio. Por otra parte, tiene que estar muy claro el objetivo de cada uno de los ejercicios. Por ejemplo, si queremos recuperar el balón lo antes posible, el concepto está en la reconversión inmediata de ataque a defensa. Entonces, debemos obligar al jugador que pierde el balón a que le recupere en el mismo sitio y en el mismo instante en que le perdió, él es el primero que tiene que recuperarle. El aspecto táctico aquí está en la ayuda de los demás. Es importantísimo aclarar bien a los jugadores estas situaciones y desarrollos, no pueden irse a casa sin tener idea de lo que trabajaron ni de las cuales fueron las intenciones del entrenamiento y del aprendizaje. Cada ejercicio tiene que tener un objetivo y tenemos que explicar muy bien los conceptos a los jugadores. Mayo-2013 nº 207

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C.- Dentro del entrenamiento, en lo que se refiere a la metodología de la táctica, se aplican muchas secuencias en cuanto a ir de lo más simple a lo más complejo. También se hacen primero trabajos con uno o dos jugadores, luego con un grupo más amplio, para finalizar con tareas para todo el equipo. De la misma forma que unos trabajan por líneas y por pasillos longitudinales antes de trabajar el desarrollo global del equipo. Hay diversas teorías y aplicaciones.

A.- A mí me gusta comenzar trabajando mucho los conceptos tácticos individuales porque cada jugador tiene la obligación de saber lo que ha de hacer en el terreno de juego, tanto con balón como sin balón. Durante cada partido, cada jugador está más del noventa por ciento del tiempo sin balón, y tiene que saber cómo juega y a qué juega cuando el balón lo tiene el equipo rival y cuando lo tiene un compañero. Aquí actúa el concepto táctico individual. Si un jugador está en un espacio diferente al suyo habitual, debe tener ahí otros conceptos tácticos. Parto mucho de esta base. Que un jugador sepa utilizar los perfiles cuando le encaran y van mano a mano contra él, sea delantero o sea defensa, es un concepto táctico individual. Que los jugadores sepan hacer coberturas a sus compañeros, que sepan hacer un desdoblamiento en el instante adecuado, etc. Se trata de conceptos tácticos individuales que representan la base del juego. C.- Se indica mucho que la táctica en fútbol es el manejo del espacio y del tiempo. Pero lo cierto es que inciden otros muchos aspectos y referencias.

A.- Hay otras referencias básicas, como el balón y la posición que vaya ocupando el balón sobre el terreno de juego. Es fundamental la posición en que se encuentre el balón. Siempre es determinante la relación con el balón, tanto para atacar como para defender. Por ejemplo, no puedo moverme antes si el balón no ha salido, no puedo hacer un determinado recorrido si el balón está lejos, etc. Es cierto que el espacio y el tiempo son esenciales, pero el balón manda porque siempre hay que manejar el espacio y el tiempo en función de la posición que vaya ocupando el balón sobre el terreno de juego en la evolución de cada jugada. C.- Considero que dentro del planteamiento de cada partido, y siempre afianzando el modelo de juego del equipo con la base de los entrenamientos, es obligación del entrenador diseñar un juego coherente, ordenado y que facilite las acciones de cada jugador y la coordinación de todo el equipo. Luego, sobre el terreno de juego, la brillantez de las acciones, para que el partido sea más o menos vistoso, corresponde a los jugadores.

A.- El entrenador tiene que proponer un juego que permita desarrollar buen fútbol, tiene que diseñar un modelo para que se juegue bien. Lo de bonito queda para los analistas. Un equipo que juega bien es un equipo ordenado, después, los calificativos de juego brillante, bonito o espectacular entran dentro de los matices que quiera dar cada uno. Cada jugador está obligado a saber jugar bien y aplicarlo sobre el terreno de juego. Por ejemplo, si un jugador hace un pase normal o es capaz de hacer ese pase de forma más espectacular, es algo que corresponde al talento de cada uno y las variantes de cada una de las ejecuciones técnicas. Lo que debe interesarnos, como entrenadores, es que los jugadores sean capaces de dar ese pase al lugar correcto y en el instante adecuado. Mayo-2013 nº 207

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“No se juega “en” el puesto sino que se juega “desde” el puesto”

Cuadrado:

C.- Aunque lo principal es cimentar bien el juego del equipo propio, también es muy importante conocer las características del equipo rival a nivel de conjunto y también individualmente de cada uno de sus jugadores. Fundamentalmente hemos de mantener el desarrollo de nuestro propio juego, pero para competir bien con cada equipo rival en concreto es necesario el conocimiento de las particularidades de su juego para adoptar algunas acciones que nos permitan ventajas en acciones concretas del juego.

A.- Considero muy necesario conocer bien a cada rival a nivel de conjunto y a nivel de cada uno de sus futbolistas. No podemos ir a cada partido con los ojos cerrados pensando que vamos a desarrollar perfectamente nuestro trabajo y que quien tenemos enfrente nos va a dejar. Los entrenadores debemos saber con detalle lo que hace el equipo rival, tanto colectivamente como individualmente. Aunque no debemos olvidar nunca que no hay que variar el modelo de juego propio en función de lo que haga el rival, no debemos jugar a lo que ellos jueguen, esto es perjudicial. El concepto es mantener el estilo y modificarlo un poco para tratar de superar al rival de turno. Siempre hay que mantener el estilo de juego implantado en nuestro equipo. Aunque repito que considero necesario conocer al rival para saber bien a quien nos enfrentamos y de esta forma introducir algunas acciones tácticas que nos beneficien, lo que no significa cambiar nuestra forma de jugar. C.- Cuando se habla del 4-4-2, 5-3-2, 4-3-3, 4-2-3-1, 4-1-4-1… (ya sé que falta el “1” del portero, puesto absolutamente esencial, pero no lo pongo porque estamos esquematizando y, de momento, el portero siempre es uno) la gente se refiere al sistema de juego, sin embargo, se trata de una formación porque el sistema de juego es un concepto mucho más amplio. Esos números solo son un ingrediente del sistema, una formación, porque el sistema engloba todas las variantes tácticas y todos los planteamientos que aplicamos para desarrollar una forma de juego. Pero en lo referente a la formación, que se representa con esos dígitos, muchos opinan que no tiene ninguna importancia ni incidencia en el juego. Sin embargo, personalmente creo que define bastante la forma en que se va a jugar, por diversos motivos, principalmente porque representa el marco global de las evoluciones del equipo y porque indica a cada jugador el puesto de referencia desde el que debe jugar (sabemos que no se juega “en” el puesto sino que se juega “desde” el puesto).

A.- Está claro que las colocaciones iniciales y de referencia del equipo tienen mucha importancia. Lo que ocurre es que el gol se está convirtiendo en el mayor elemento táctico del fútbol. Me explico. Si recibimos un gol a los dos minutos de partido cambiamos muchos aspectos tácticos que habíamos planteado. Sucede lo mismo si marcamos un gol pronto, inclinando el marcador a nuestro favor, también se varían los planteamientos que se habían establecido previamente. Se producen muchas variaciones tácticas en función del gol, por eso te digo que hoy día el elemento táctico del fútbol es el gol. Resulta muy Mayo-2013 nº 207

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“El equipo debe tener variantes en el desarrollo de sus conceptos tácticos y en su sistema de juego ”

Aguirre:

difícil que un equipo juegue todo el campeonato de una manera e incluso que juegue todo el partido de una manera, porque el equipo rival te puede ir ganando y algo hay que hacer. De la misma forma que si vamos ganando y nos interesa mantener el resultado podemos introducir alguna modificación que nos convenga. Lo mismo que si vamos empate, queda poco para el final y pretendemos ganar. El equipo debe tener variantes en el desarrollo de sus conceptos tácticos y en su sistema de juego. C.- El fútbol es un deporte en el que la mayoría de las situaciones son abiertas, con un alto grado de incertidumbre, y los jugadores tienen que tomar decisiones constantemente ante circunstancias cambiantes que se les van presentando. En consecuencia, los jugadores han de tener libertad y capacidad individual para actuar. Pero también han de ceñirse a una organización y a unas obligaciones para lograr un rendimiento eficaz como equipo.

A.- Esencialmente debemos partir de un orden colectivo. Por ejemplo, yo particularmente no permito que mi volante del lado derecho cruce toda la cancha hasta el otro lado para tirar un centro con la izquierda, aunque terminase en un centro de gol; lo que hago es obligar a ese volante derecho a que si se produce progresión por el lado izquierdo sea él quien llegue al remate al segundo palo. Otro ejemplo: no permito que mi central o mi lateral tiren una pared en nuestra área. Todas estas cosas y otras muy determinadas no las permito porque entran dentro de un orden que debemos respetar obligatoriamente como equipo.

C.- Existen dos tendencias a la hora de confeccionar las alineaciones del equipo a lo largo de la temporada: hay quienes mantienen un bloque a lo largo de todo el campeonato no introduciendo más cambios que los estrictamente necesarios por lesiones o sanciones, en cambio, otros rotan mucho de jugadores en el equipo según el estado de forma momentáneo de cada uno de los futbolistas.

A.- Este es un planteamiento muy interesante. Muchas veces me he formulado esta disyuntiva. En una selección nacional, lógicamente, cuentas con los mejores, con aquellos que están mejor en el momento de cada partido. En cambio, en un equipo creo que hay que conceder el beneficio de la duda a futbolistas que te han demostrado claramente que tienen calidad, hay que mantener un bloque siendo un poco conservador. Mayo-2013 nº 207

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C.- En cualquier caso, los jugadores deben elegirse en función de varios aspectos, no debe valorarse únicamente un aspecto aislado. Hay que tener en cuenta la técnica, la visión de juego, la condición física, la capacidad para el trabajo, la inteligencia, la capacidad mental… En fin, cada jugador es la reunión y, principalmente, la coordinación de todos estos aspectos para jugar y rendir bien.

A.- Así es, y yo valoro sobre todos ellos a la inteligencia, la capacidad intelectual. Lo demás puede enseñarse. Si tenemos un jugador que no entiende las cosas, que está bloqueado, por mucha técnica que tenga no nos servirá debido que sobre el terreno de juego no sabrá interpretar las situaciones que el juego le vaya planteando. C.- En la alta competición, ¿es suficiente con el talento de los futbolistas para ganar?

A.- No, no es suficiente, ni mucho menos. La historia del fútbol está llena de grandes derrotas de muchos equipos llenos de futbolistas con gran talento pero que no jugaron bien colectivamente y por eso fueron superados por equipos con mucho menos talento pero que demostraron una gran solidez colectiva. C.- Lo cierto es que aunque se trate de un futbolista de un altísimo talento, debe someterse a la organización colectiva del equipo. Estamos ante un deporte de equipo de colaboración colectiva frente a oposición colectiva y el rendimiento resulta de la coordinación de los jugadores y no de su simple suma. Independientemente de que cada jugador tenga la lógica libertad para actuar y tomar decisiones ante diversas situaciones.

A.- Por supuesto que debe ser así. Estoy absolutamente convencido de que al futbolista talentoso hay que convencerle de que ha de jugar para el equipo. Aparte de que si un jugador trata de jugar de forma individual, sin tener en cuenta al grupo, será muy malo para el desarrollo de su propio juego. C.- Las jugadas que realiza cada jugador con balón son importantísimas, lógicamente. Pero los movimientos del resto de los compañeros del equipo son los que determinan las posibilidades para mantener la posesión del balón y para llegar con efectividad a la portería contraria.

A.- Son totalmente fundamentales los movimientos de todos los jugadores del equipo que no tienen el balón cuando éste le tiene un compañero. Por término medio, cada jugador puede tener el balón cuarenta segundos durante todo el partido, y algunos jugadores no llegan siquiera a ese tiempo de posesión. Podemos comprobar esto fácilmente siguiendo las evoluciones de un jugador en un partido con cronómetro en mano, podremos verificar que es muy difícil que en un partido llegue a un minuto de contacto con el balón. Si el jugador tiene, como máximo, un minuto de contacto con el balón, ¿qué hace durante los otros ochenta y nueve minutos?, ¿cómo participa?, ¿cómo ayuda a su equipo?, ¿cómo hace las coberturas, los desmarques y los movimientos sin balón ante cada situación del juego? Mayo-2013 nº 207

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C.- El poseedor del balón debe responder a las acciones y movimientos de sus compañeros para elegir la acción técnica a ejecutar, además de otras referencias del juego. En definitiva, quien tiene el balón está a las órdenes de los compañeros y ha de responder bien ante varias posibilidades que se le presentan.

A.- El jugador con balón debe tener en cuenta varios parámetros para actuar con eficacia en cada situación. Pero, por encima de todo, el primer parámetro es la sensatez. Siempre digo a mis jugadores que sean sensatos. Por ejemplo, si un defensa de nuestro equipo recupera el balón en nuestra área de penalti, la sensatez nos indica que en esta zona no tiene que intentar un regate o buscar un túnel. De la misma forma que la sensatez indica que si delante hay mucha densidad de jugadores, debe golpear el balón en largo hacia delante. Si el jugador tiene el balón con espacio y se le presentan varias opciones, deberá elegir la opción que produzca más daño al contrario y sea la mejor para mantener el balón, progresar hacia la portería rival o buscar un remate, según lo que nos interese en cada momento. C.- Lo cierto es que los jugadores tienen que comunicarse mediante estímulos, códigos y señales para resolver bien las acciones colectivas. Los estímulos más empleados son los visuales, al objeto de observar los movimientos de los compañeros y de los rivales.

A.- Está claro que sin comunicación oral o visual no puede desarrollarse el fútbol. Todos los jugadores del equipo tienen que estar en comunicación permanente. Pueden establecerse muchos y diversos gestos para que los jugadores se entiendan bien en la realización de cada jugada, tanto con el balón en movimiento como con el balón parado. La comunicación entre los jugadores tiene que ser constante, unas veces visual y otras veces oral, según lo que se requiera. C.- Muchas veces, cuando un jugador comete un error o no actúa de forma adecuada suele decirse que es por su falta de concentración. Pero yo pienso que en casi todos estos casos se trata de problemas en la toma de decisiones.

A.- Indiscutiblemente que la toma de decisiones es absolutamente fundamental. Además, no hay mucho tiempo para esta toma de decisiones, cada vez hay menos tiempo y menos espacio porque el equipo contrario achica mucho. A los futbolistas les pasan muchas cosas por su mente durante el juego, por eso es primordial que estén muy metidos en el partido. Cada interrupción del juego, sea por el motivo que sea, no tiene que despistar al jugador, lo que debe hacer es aprovechar cada una de esas paradas para centrarse en situaciones que pueden producirse posteriormente. Resulta ideal la suma de los dos aspectos: estar concentrado y tomar buenas decisiones. El talento del futbolista fundamentalmente reside en tomar la decisión ideal en cada circunstancia que se le presente, y esto exige concentración. En el entrenamiento no solo tienen importancia los desarrollos técnicos, tácticos y físicos; el entrenamiento también tiene que ser mental. El entrenamiento mental es esencial para lograr un adecuado rendimiento. La actitud positiva no se puede inculcar simplemente en tres o cuatro charlas, tiene que desarrollarse con el trabajo diario en el entrenamiento y a través de una buena dirección de equipo. He visto a jugadores mejicanos que, debido a su falta de preparación, han rechazado charlas de psicólogos deportivos, y que durante estas charlas se ríen, no prestan atención alguna y están deseando Mayo-2013 nº 207

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marcharse. Las charlas de un psicólogo deportivo están bien, pueden ser un buen complemento, pero no queramos ganar el partido con la charla del psicólogo el día anterior. Aparte de que muchos jugadores adultos no están preparados ni educados para admitir adecuadamente este tipo de charlas. Es necesario preparar a los jugadores desde la base para todo esto. C.- Un equipo puede ser más o menos ofensivo no solamente por las condiciones de los jugadores, sino también por el sistema de juego que se adopte.

A.- Creo que, esencialmente, esto depende del sistema de juego; pero no está reñido con la calidad de los jugadores. Está claro que para poder tener proyección ofensiva, los futbolistas han de tener capacidad atacante. Quiero significar que por encima de todo esto hay que tener en cuenta un principio básico: no hay táctica sin técnica. Por ejemplo, si queremos preparar al equipo para entrar por fuera bien pegados a las bandas y desarrollamos todas las acciones combinativas para profundizar por ahí, pero luego resulta que el jugador que tiene que ejecutar el cambio de orientación del juego le pega mal al balón, o el que recibe el pase realiza un mal control… ahí se acabó la táctica; ya no valen de nada los movimientos anteriores. Repito, para que no lo olvidemos nunca: no hay táctica sin técnica. C.- Conseguir superioridad numérica en la zona activa de juego, tanto en ataque como en defensa, es un aspecto fundamental para lograr objetivos parciales en el juego. Para buscar esa superioridad numérica, ¿qué movimientos más significativos deben realizarse?

A.- Los que considero más importantes son los que yo denomino como recorridos, es decir, las basculaciones. Divido el campo en varios pasillos longitudinales, olvidándome del pasillo más lejano al balón. Indico a mis jugadores que olviden el pasillo alejado porque si se produce un cambio de orientación del juego, durante el largo recorrido que tiene que hacer el balón podemos movernos para situarnos en la zona contraria. Olvidando, momentáneamente, el último pasillo podemos lograr superioridad numérica en defensa. En lo que se refiere al aspecto ofensivo, podremos lograr superioridad numérica jugando al primer toque y con movilidad. Si retenemos el balón, no sirven los movimientos. En campo contrario hay que jugar, prácticamente, a un toque porque no hay tiempo para otra posibilidad. C.- Resulta muy común valorar a los equipos separando la situación de defensa de la situación de ataque. Suele decirse: “este equipo es muy bueno defendiendo pero ataca mal”, o viceversa. Lo que yo creo es que no es adecuada esa valoración aislando las situaciones del juego. Considero que si un equipo defiende mal, ataca mal también; y si ataca mal, defenderá mal. Los posicionamientos y movimientos de una situación del juego tienen relación directa con la otra situación.

A.- Así es. Atacamos once y defendemos once. No me imagino a un portero que atrape el balón en un centro del rival y se le entregue al de al lado. El primer atacante, en ese momento, es el portero y tiene que actuar para atacar al equipo contrario. Tras finalizar la acción ofensiva del contrario, él tiene que iniciar el ataque del equipo. Por otra parte, cuando un delantero ejecuta un centro y se pierde la posesión del balón, él es el primero que tiene que defender. Si un equipo encaja pocos goles es mérito de todo el equipo, no únicamente de los defensas. De la misma forma que cuando un jugador consigue un gol es porque anteriormente los jugadores de atrás le han enviado el balón. Mayo-2013 nº 207

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Fútbol: análisis y desarrollos del juego

T Á C T I C A

Por

Juan Manuel Lillo

Entrenador Nacional de Fútbol. Ex-Entrenador de Salamanca, Oviedo, Tenerife, Zaragoza, Ciudad de Murcia, Terrassa, Dorados de México, Real Sociedad y Almería. Profesor del Máster Profesional en Fútbol (CESFÚTBOL). Miembro del Comité Técnico de TRAINING FÚTBOL.

Cualquier manifestación, conferencia o artículo sobre fútbol de Juan Manuel Lillo supone una magnífica lección sobre los aspectos técnicos, metodológicos y pedagógicos de nuestro deporte. Aprendí muchas cosas de él cuando estuve como ayudante suyo en la U. D. Salamanca en la temporada 92-93. En la siguiente temporada me fui al Real Valladolid. Por su parte, Lillo consiguió el ascenso del Salamanca de Segunda B a Primera en dos temporadas consecutivas. Después ha estado en diferentes equipos con resultados dispares, pero siempre dejando la impronta de su extraordinaria labor en el desarrollo de su trabajo. Todos los jugadores a los que ha entrenado reconocen sus profundos conocimientos y sus magníficas aplicaciones tácticas. A continuación contamos con otra lección de Juanma sobre varios aspectos del juego. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)

Análisis del juego ebemos partir de la base de que dentro del juego hay partes previsibles y partes imprevisibles, hay partes lógicas y partes ilógicas, se dan partes equilibradas que conviven con partes desequilibradas. No debemos olvidar que el jugador es un ser humano, y el ser humano tiende al desequilibrio. Existen partes, pero tengamos siempre en cuenta que en cada una de esas partes está el todo. Ahí radica la cuestión. Hay cosas que se repiten, cosas que se parecen más las unas a las otras, sin ser iguales. Pero en cada una de esas partes está el todo.

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Luego resulta que debe buscarse un concepto gramatical del juego para que los jugadores adviertan, en cierto modo, la forma en que se irán resolviendo las situaciones colectivas. De esta forma pueden adivinar más fácilmente lo que va a ocurrir. Con referencia a esta cuestión, los portugueses distinguen entre táctica consciente y táctica subconsciente, proponen llevar situaciones conscientes al plano subconsciente, porque desde el subconsciente el esfuerzo a realizar es menor, aunque no debe llegarse al automatismo. Mayo-2013 nº 207

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“Salir con la pelota desde atrás es provocar situaciones para que de la siguiente línea me salga un rival, y así crear superioridad numérica en las líneas posteriores ” Por supuesto que en el juego existe una configuración táctica, pero nunca hay que cerrarlo a una sola situación. En la práctica todo es impensado. Es pensadamente impensado. Nadie sabe la situación que se va a producir, pero existen referencias o pautas por las que las situaciones se van pareciendo y hacen que todos esperemos de los otros una resolución similar. En el terreno de juego nos adaptaremos al hecho concreto que ocurra, pero el equipo siempre tiene que saber a lo que juega. Esto no se consigue reduciendo, sino ampliando. Pretendemos clasificar muchos parámetros del juego, pero el único parámetro es el jugador. Con todas las divisiones que hacemos tratamos de llegar a una pureza semántica. Entiendo lo que quiere decirse, pero recalco que con este afán de reducirlo todo existen unos costes y problemas. Los niños, por su condición sincrética (que vamos perdiendo con el paso del tiempo), efectúan su aprendizaje del todo a la parte. Pero resulta que ahora queremos hacerlo de la parte al todo. No se puede ir de la parte al todo, y sí puede irse del todo a la parte, con más motivo es una actividad como esta. Nada es más importante que nada para establecer fases o sectores. Nuestra construcción del conocimiento no es piramidal, no nos construimos como un edificio, nos construimos como una red. No se trata de que primero es esto y luego lo otro, y así sucesivamente. Cada jugador es un mundo que se autoorganiza de una forma distinta. Si las partes las contemplamos desde la prioridad puede ir bien, pero con la jerarquización creo que se comete un error. Aquello que resulta más importante para uno, puede ser menos importante para otro. Lo cierto es que el fundamento del juego es el jugador, así como la capacidad que tenga cada jugador para organizarse él y para ser organizador con el resto. Los que mejoran y amplían las capacidades de los demás son los buenos jugadores. Se habla mucho ahora de la posesión del balón, pero la finalidad no es la posesión. La finalidad es hacer gol, y si se puede hacer gol con cuatro toques es mejor que con seis. Pero si la jugada necesita ocho, hay que dar ocho, y si la jugada necesita quince, hay que dar quince. La jugada aparece y desaparece, si el jugador no es capaz de verla cuando aparece, tendrá que tocar hasta que vuelva a aparecer. Cada uno juega en función de su sensibilidad y en función de los jugadores que tiene. Por ejemplo, en el Salamanca, yo pude firmar a jugadores que, aunque no eran de relieve, sí eran los adecuados para la forma en que yo quería jugar, y tuvimos la suerte de conseguir dos ascensos seguidos. No puede establecerse una norma que sirva para todas las situaciones, porque cada situación derivará en una variante distinta y cada jugador con sus características individuales tendrá que estar más adelante o más atrás. También la posición del rival determinará si hay que estar más adelantado o más retrasado. Dentro de un contexto, nada es más importante que nada. No puedo jerarquizar, solo puedo priorizar. Entiendo las prioridades, pero no entiendo las jerarquías. Por ejemplo, la posición de los laterales ante la salida del balón va a determinar por donde se sale, cómo se sale, si se va a salir en lanzamiento o se va a salir en conducción. Tocar el balón hacia atrás o lateralmente no es salir desde atrás. Tampoco es salir pegar un pelotazo fuerte hacia adelante sin ningún sentido, eso sólo es sacar la pelota (aunque también puede establecerse adecuadamente buscando situaciones de rechace). Salir con la pelota desde atrás es provocar situaciones para que de la siguiente línea me salga un rival, y así crear superioridad numérica en las líneas posteriores. Hay que salir con la pelota Mayo-2013 nº 207

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para provocar el adelantamiento de un rival y con una entrega de ocho metros crear una superioridad numérica en una zona más adelantada. Considero que salir con la pelota jugada es “provocar la salida de la siguiente línea para ir generando sucesivas superioridades numéricas”. Al referirnos a los sistemas de juego, hacemos mención a unas líneas concretas. Sin embargo, yo considero que hay once líneas, una línea por cada uno de los jugadores del equipo. Porque el fútbol es una reorganización constante en función de la situación que se esté viviendo y con relación a los parámetros de balón, opositor, compañero y espacio disponible. Hay que estar constantemente readaptando y reorganizando, de forma que la mayoría de las veces la simetría o la asimetría son las que determinan. Lo que prevalece, al final, son las características de los jugadores. No puede hablarse de fútbol sin saber de que futbolista hablamos. No es lo mismo que un puesto lo ocupe un jugador o que lo ocupe otro con características diferentes. Cada jugador se autoconfigura de forma diferente. Tengo claro que en el fútbol no se puede trabajar nada individualmente, ni la técnica ni la táctica. Para mí, no existe la técnica individual ni la táctica individual. En fútbol no hay nada individual. La construcción de cada futbolista es una construcción colectiva, se construyen jugando. Ningún futbolista que se ha construido solo. Desde el momento en que el futbolista se ha construido contextualmente, ya no hay táctica individual. Cada acto de un jugador es para un acto siguiente y se hace en función de actos anteriores. Los futbolistas deben entender que cada uno de ellos se ayuda ayudando. Se necesita la máxima colaboración para ser oposición del rival. Resulta que cada día es más difícil que los jugadores entiendan esto. Los entrenadores hemos de tener la capacidad de hacer entender que, sin perder la condición de individuo, no se caiga en el individualismo. Está claro que los futbolistas están toda la semana compitiendo. Compiten contra sus propios compañeros para ganarse un sitio en el equipo y compiten contra los rivales. La cuestión es que cuando llega la hora de competir contra los rivales, cada vez lo hacen más individualmente. No compiten colectivamente. Entiendo que a los jugadores les cueste construir buenos espacios afectivos, pero pueden entender su colaboración desde la necesidad. En vez de pensar que “sin ti no soy nada”, hay que pensar que “contigo soy más”. Es lo que tienen que sentir los jugadores, sentir que con el compañero son más. La estructura socio-afectiva y la estructura emotivo-volitiva tienen una altísima influencia. Sin embargo, las estructuras condicional y coordinativa resultan más visibles y se han impuesto sobre las otras, pero esto es simplemente porque las explicamos mejor y porque con ellas podemos hacer dictadura de nuestros conocimientos. La adaptabilidad a la variabilidad es conjugar todas esas estructuras que están ahí, sin establecer modelos cerrados de entrenamiento y de conducta. No puede imponerse un entrenamiento premeditado de manera taxativa, siempre hay que observar cómo están los jugadores. En muchos casos hay que cambiar todo y no hacer nada de lo que teníamos previsto. El objetivo de cada entrenamiento es optimizar todas las estructuras. Es tan grande la variabilidad que se da en el juego que estoy de acuerdo con Dante Panzeri en que el fútbol es la “dinámica de lo impensado”. No obstante, esto no impide que debamos organizar y preparar en función de conceptos. Entiendo que hay conceptos dentro de la actividad que van a dar el soporte cultural para que podamos desarrollar situaciones. Hay que interactuar con compañeros. Mayo-2013 nº 207

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Hemos de partir de unas pautas e ideas de juego, pero la acción concreta en la que se va a producir el desarrollo no se puede saber, este es el hecho impensado, imprevisible, del que hablamos. Por más que el método se ajuste y se quiera controlar, la aleatoriedad del ser humano, que llevamos implícita, es la que va a hacer que ese método ya no sirva. Hasta el método que el hombre crea queda derribado por la espontaneidad del propio ser humano. Considero que los técnicos tenemos mucha influencia en que los jugadores no estén interpretando bien el juego. Y estamos creando este aspecto negativo por estas separaciones que hacemos entre defensa, ataque y transiciones. Separaciones a la cuales yo colaboré, en su momento, desde mis escritos, conferencias y pensamientos. Pero lo cierto es que estas separaciones han impedido que los jugadores tengan una concepción global del juego. Existen, también otras ideas que perjudican mucho, como por ejemplo: “que el equipo esté muy junto, con buena distancia entre líneas”, “ser un bloque permanente”, “el equipo tiene que estar equilibrado, homogéneo, sólido, ordenado y compensado”. Con todas estas historias hemos colaborado para alejarnos del desarrollo verdadero juego del fútbol. Sabiendo que la distancia idónea para actuar como equipo es mejor cuánto más próxima sea, en realidad, lo que separa o aproxima son las actitudes, no las distancias. Actualmente, por culpa de esa disociación entre ataque y defensa, lo que tenemos son defensas que tienen que defender y delanteros que tienen que atacar, sin aportar nada más. Los de atrás se limitan a muy poco porque consideran que lo que tienen que hacer es defender, mientras que los de arriba consideran que sólo se les valora por los goles (lo que implica que ahora casi todos los delanteros hagan todo hacia delante, para bien o para mal, pero adelante). ¿Si los de atrás no quieren jugar y los de arriba tampoco porque sólo quieren acabar?, ¿qué hacen los del medio, cuando los de atrás no se la dan y los de arriba piensan que están ahí únicamente para meterla? Los entrenadores hemos colaborado a esto con muchas declaraciones como: “un equipo son dos equipos, uno cuando defiende y otro cuando ataca”. Hemos que tener claro que o se juega o no se juega. Si hablamos de un jugador de fútbol no podemos considerar, por ejemplo, que defiende bien pero ataca mal; porque entonces no es jugador de fútbol. Pueden distinguirse la defensa, al ataque y las transiciones, pero no se pueden separar. El problema es que los hemos separado y, por esta separación, también hemos separado afectivamente a los jugadores. Los de atrás creen que son los grandes beneficiados si no meten goles a su equipo, los de delante creen que con hacer un gol han triunfado aunque a su equipo le metan cuatro. Por todo esto hacemos que cada jugador solo vea una parte reducida del juego, de esta forma no podemos pedirles a los jugadores que interpreten bien el juego. Resulta fundamental que los jugadores jueguen con la intención del contrario, este es el gran valor. Que el rival sienta que con tu posición y tu perfil estás eligiendo cualquiera de los lados de su posible salida. Después, sobre el campo, el jugador ha de valorar cada una de las circunstancias que se produzcan para tomar la decisión que corresponda. Esto es fútbol. Hay que dotar al jugador de una riqueza conceptual para que en el campo solucione él. Por mucho que planifiquemos un partido, lo que ocurre en el campo es puramente espontáneo. Por mucho que planifiquemos y por mucho que sepamos, no sabemos nada de lo que va a pasar. Nosotros sólo podemos “orientar” y “estimular” a los jugadores. Nosotros no podemos dar el conocimiento, el conocimiento es un proceso interno. No podemos enseñar nada, el jugador puede aprender, que es distinto. Para estimular la riqueza táctica del jugador hay muchos vehículos, y algunos no son puramente tácticos, pero son necesarios para que despierten y tengan avidez por conocer eso que tú le vas a decir. Mayo-2013 nº 207

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“La carencia sobre el análisis del juego y sobre su metodología de entrenamiento reside en no aplicarlo desde un sentido global, contextual, desde el todo, no desde la parte ”

Táctica

Creo en la táctica al servicio del jugador, no creo en el jugador al servicio de la táctica. En función de esto, hay que crear el máximo de cultura táctica en cada futbolista. Debemos tratar que el jugador sepa manejarse en todo tipo de situaciones. Es como en la vida, en general, donde la cultura y la inteligencia sirven para abrir posibilidades. Los jugadores no son “fichitas”, sino que son hombres que juegan. La táctica siempre debe estar al servicio del futbolista. Como yo no sé cual es el tope de posibilidades de cada futbolista ni sé el punto exacto de su máximo rendimiento (ni creo que lo sepa nadie), intento descubrir lo máximo de lo que tienen, pero tienen que descubrirlo los jugadores por sí mismos. Partiendo de que la táctica como es una concepción global, el entrenador no puede elegir nada. Los entrenadores podemos organizar ciertas configuraciones a través de las que todos podamos esperar del otro una serie de comportamientos más habituales. Tiene que haber una configuración táctica para que exista un lenguaje común con el que podamos entendernos todos, pero la decisión última de ese hecho es absolutamente del futbolista, y esto lo vuelve a convertir en imprevisible. Debemos estar constantemente reconfigurando todo esto. La táctica es todo uno. En bastantes ocasiones, en la metodología del entrenamiento hay una sola laguna: no entrenarlo como un todo. Ese es el error. No creo que el error sea la táctica, sino que el error es que no se entrena como un todo. Está claro que la parcela que da sentido a las estructuras condicionales y coordinativas es la forma en que haces las cosas, y la forma de hacer las cosas es la táctica. Lo que da sentido a hacer globalmente las cosas es la táctica. La carencia sobre el análisis del juego y sobre su metodología de entrenamiento reside en no aplicarlo desde un sentido global, contextual, desde el todo, no desde la parte. Jugando con dos medios centro y planteando si es necesario que los dos tengan capacidad para defender y para atacar, o bien que uno sea más defensivo y el otro más ofensivo, como casi siempre, se necesita poner nombre propio a estos dos jugadores para valorar esta situación. También debe valorarse a los jugadores que están en el resto de la estructura. Porque puede ocurrir que los dos de Mayo-2013 nº 207

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“Podemos establecer espacios de intervención y en función de ”

éstos se dan unas situaciones concretas, pero estas situaciones aparecen y desaparecen constantemente

banda suban muy bien pero no se repliegan cuando pasamos a la situación defensiva. En este caso te puede interesar que los dos medios centro cierren bien por dentro, que los dos tengan características defensivas. Pero, por norma general, lo mejor es que los dos estén capacitados para defender y para atacar. Prefiero que los dos medios centro tengan buen balance mixto, que están capacitados para atacar y para defender. Si uno es fundamentalmente ofensivo y el otro es fundamentalmente defensivo, se produce un juego estandarizado entre ambos que facilita el juego del rival. Lo bueno es un balance mixto. Pero, claro, aquí también está implicado lo cognitivo, no sólo se trata de las características técnicas, tácticas y condicionales. Hay muchas cosas puestas en juego, también, por supuesto, el estado de ánimo. Debemos tener en cuenta todo esto antes de hablar de los movimientos de los jugadores. Desde hace muchos años, sostengo que es muy difícil que haya fútbol sin canalizar el juego por los costados y sin una buena distribución. Mientras las porterías estén colocadas en el centro resultará imposible no tener que usar los costados debido a que el rival va a poblar muchísimo el centro. Pero para poder llegar con eficacia por fuera hay que tener buen tránsito interior y, al mismo tiempo, para tener buen tránsito interior hay que saber jugar por fuera. El equipo que mejor sepa jugar de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro, que sepa variar el balón en estas condiciones generando triángulos y escalones, será el que más daño haga. A partir de los movimientos tácticos individuales, que pertenecen a la cultura táctica de cada jugador, iremos estructurando. No debe prepararse el partido sin dotar al equipo de lo estructural. Lo estructural es lo que nos lleva a lo coyuntural. Hay que pasarse la semana creando una estructura que nos permita plasmar en el partido las variantes que nos interesen en función de las circunstancias.

Aspectos concretos La superioridad numérica es importante, pero lo que decide es la superioridad posicional. Si un jugador sabe jugar de verdad, interpreta si está superioridad posicional pese a estar en inferioridad numérica o si está en inferioridad posicional pese a estar en superioridad numérica. Esto es algo que ayuda a entender el juego globalmente. Lo que resulta un error es encasillarse en el “uno contra uno”, el “dos contra uno”, etc., porque esto no existe en el juego, no se dan estas situaciones porque siempre son once contra once. Podemos establecer espacios de intervención y en función de éstos se dan unas situaciones concretas, pero estas situaciones aparecen y desaparecen constantemente. Se debate mucho sobre el marcaje ante saques de esquina del rival, la discusión se centra entre si marcar por zonas o marcar de hombre a hombre en esta situación concreta. En el Salamanca los Mayo-2013 nº 207

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mejores resultados los conseguimos marcando en zona ante balón parado, de esta forma conseguimos que nos hiciesen muy pocos goles. Después, en otros equipos hemos defendido con un marcaje mixto y también nos fue bastante bien. Para elegir el marcaje en estas acciones se necesita mucho la participación mental del jugador. Los jugadores deben tener un alto grado de responsabilidad en estas situaciones. Con el paso del tiempo he comprobado que muchos jugadores no se sienten responsabilizados de verdad cuando marcan en zona, por mucho que se lo expliques. Casi todos los jugadores se sienten más seguros “tocando” a un contrario concreto. Pero hay determinados espacios que únicamente pueden defenderse en zona, y esto no es negociable. Por otra parte, hay ciertos jugadores rivales que si disponen de unos metros de carrera son peligrosísimos, por muy en zona que defiendas; a éstos hay que frenarles la carrera. Por todo esto, ahora considero más eficaz el marcaje mixto ante las acciones a balón parado. Respecto a la aseveración que circula mucho por ahí de que cuando el balón le tiene el equipo contrario todos somos defensores y cuando le tenemos nosotros todos somos atacantes, hay muchísimo que matizar. Siempre he indicado, y así lo sigo creyendo, que el equipo que es capaz de pasar de una mentalidad defensiva a una ofensiva, y viceversa, lo más rápidamente posible, es un gran equipo. Esto es indiscutible. Todos aceptamos que nuestro rol de implicación mental debe llegar hasta ese punto, es decir, si no tenemos la pelota nadie puede decir que somos atacantes en ese momento y estamos todos para recuperarla. Este planteamiento lo hacemos casi todos o, por lo menos, lo exigimos. Lo que ya no exigimos tanto es que, una vez robada la pelota, hasta nuestro portero tiene que ser atacante, esto ya no, no sea que la vayamos a perder. Esto ya no lo exigimos tanto. Queremos que sean delanteros desde la mitad de la cancha para adelante, pero desde la mitad de la cancha para atrás cuanto menos la toquemos mejor. O sea que esto necesita de muchos matices. El concepto que debemos tener claro en todo momento es que todos los jugadores del equipo, todos, han de actuar en el juego independientemente de su situación ante cada jugada. Por ejemplo, cualquier jugador que se encuentre lejos del balón siempre tiene que pensar y actuar bajo un lema muy claro: “si no puedo intervenir en defensa tengo que colocarme para atacar, y si no puedo intervenir en ataque tengo que colocarme para defender”. Dante Panzeri manifestaba que “en el fútbol es más lo que sale, que lo que se prepara”. Pero lo cierto es que tenemos que manejar aspectos que contribuyan a que no perdamos la pelota cuando la tengamos y a que estemos bien situados en caso de perderla. Esto tenemos que hacerlo porque forma parte de la organización colectiva del equipo. En la situación de ataque se produce la disyuntiva de dar libertad plena a cada jugador en base a su talento o establecer una organización previa para atacar. ¿Talento sólo o una base organizativa para expresar el talento? Considero que siempre se necesita una base organizativa. El talento necesita el orden para poder expresarse. Esto lo podemos comprobar bien observando a grandes maestros como, por ejemplo, a Picasso. Este gran maestro de la pintura, como es lógico, sabía perfectamente donde tenía colocado cada color en su paleta. Por ejemplo, el azul en la parte superior derecha de la paleta, el amarillo en la parte inferior izquierda, el verde en la parte inferior derecha… Si no supiese donde estaba cada color en su paleta, no podría pintar. Y cuando hablamos de la libertad del jugador, hemos Mayo-2013 nº 207

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de considerar que la libertad es un valor fundamental en la vida y el fútbol forma parte de la vida. Pero la libertad tiene que estar bien relacionada con la responsabilidad. A mayor responsabilidad, mayor libertad. Por consiguiente, la libertad del jugador tiene que estar en función de sus características, del lugar que ocupe y del valor que aporte. El concepto de libertad no es que el jugador haga lo que quiera sin aportar nada al equipo. En el momento de defensa podemos buscar el objetivo inmediato de robar el balón o defender la portería. Son dos cosas distintas y buscar una u otra parte, inicialmente, del estilo de juego buscado para el equipo, dependiendo de la mentalidad de cada uno. Como norma general puede pensarse que el objetivo debe ser defender la portería porque lo más importante cuando estamos defendiendo es que no nos hagan gol. Pero esto puede llevarnos a un equívoco, que es el pensar que por el hecho de que estemos atrás estamos más seguros. Hay partidos, circunstancias y momentos que hay que vivirlos en una fase o en otra. En general, yo persigo fundamentalmente robar el balón. Por encima de todo, hay que decir que lo esencial es no perder el balón. Cuando defendemos buscamos tres cosas: recuperar el balón en la zona más adelantada, evitar la progresión del rival y defender la propia portería. Estas son las tres situaciones por las que podemos pasar. Por encima de todo, en función del rival y de nuestras posibilidades, nuestro primer objetivo debe ser recuperar la pelota en la zona más adelantada. Pero si el rival nos supera en ese intento, la siguiente acción será crear movimientos para que no haya progresión en el juego obstaculizando el avance del rival. Si también nos superan en esta acción, lo que nos queda es defender nuestra portería. Durante el transcurso del juego se habla mucho sobre la dirección del partido por parte del entrenador. Sin embargo, no existe esa dirección en el sentido estricto. El partido lo desarrollan los jugadores con sus comportamientos. Por otra parte, los partidos se eligen por los aconteceres que se van produciendo y en esto es fundamental el marcador. Actualmente resulta dificilísimo encontrar un equipo que vaya a buscar el segundo gol o un equipo que cuando está perdiendo mantenga su forma inicial de juego. El partido no puede dirigirse. Se pueden dar ciertas orientaciones colectivas y alguna orientación a algún jugador en particular, pero siempre dirigidas al beneficio del grupo. El juego del equipo se va cimentando con el paso del tiempo a través de vivencias, experiencias y entrenamientos. Considero que la coyuntura nunca puede suplir a la estructura. Un partido concreto frente a un rival concreto no puede montarse en tres días, no puede establecerse en tres días algo distinto a lo que se tiene estructurado durante todo el año. Por eso es importante desarrollar la cultura táctica los jugadores para que lleguen a interpretar el juego. Cuando los jugadores interpretan bien el juego, podemos cambiar algunos planteamientos y situaciones, podemos instaurar aquello que más nos interese. No obstante, en la práctica, el juego puede marcar unas pautas por las que todo salga de forma distinta a lo previsto. Nuestra sobreconfiguración previa nunca estará por encima de los aconteceres que se produzcan en el juego. Mayo-2013 nº 207

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Motivación y deporte

P S I C O L O G Í A

Por

D E L

D E P O R T E

Francisco Villamarín

Psicólogo. Especializado en Psicología Deportiva. Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El trabajo que vemos a continuación es la trascripción de una conferencia que Francisco Villamarín, prestigioso psicólogo con especialización en psicología del deporte y reconocida labor en el ámbito académico, pronunció en el marco del VII Congreso Nacional de Psicología de la Actividad Física y del Deporte, organizado por la Sociedad Murciana de Psicología de la Actividad Física y el Deporte. Murcia acogió este interesante congreso en el que se pronunciaron muchas e interesantes conferencias sobre este factor fundamental para el rendimiento en cualquier especialidad deportiva, como es la psicología aplicada al deporte. La lectura y análisis de esta conferencia que ahora transcribimos nos aporta enseñanzas y conclusiones interesantes. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)

Introducción n este artículo presentamos un panorama general de la psicología de la motivación aplicada al deporte. Tras un breve análisis del concepto de motivación, definiremos las principales variables motivacionales utilizadas actualmente, la mayoría de ellas de carácter cognitivo. Entre estas variables destacan los incentivos, las expectativas, las atribuciones casuales y las metas u objetivos conductuales (todas variables individuales); y la autoeficacia colectiva y el clima motivacional (constructos motivacionales de carácter colectivo). Seguidamente ubicaremos estas variables en los principales enfoques de la motivación humana: la motivación de logro, la percepción de competencia, la motivación intrínseca y la teoría cognitivo social. Finalmente trataremos la intervención sobre la motivación, con un énfasis especial en los procedimientos para mejorar el clima motivacional.

E

Una aproximación bibliográfica Para una primera aproximación al estudio de la motivación en el deporte y el ejercicio consultamos el tratamiento que se hace de este tema en dos manuales publicados en nuestro país (Cantón, Pallarés, Mayor y Tortosa; Escartí y Cervelló) y en dos manuales americanos (Roberts; Weinberg y Gould). A partir de esta consulta elaboramos la siguiente síntesis de los tópicos tratados: ámbitos, variables / modelos / enfoques, participantes y agentes psicosociales, predicción e intervención. Mayo-2013 nº 207

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“El comportamiento se halla, en la mayoría de los casos, ”

doblemente determinado por factores personales y por variables del entorno

Qué es la motivación

Haciendo una abstracción de la múltiples definiciones al respecto (Kleininga) puede afirmarse que la psicología de la motivación tiene por objeto estudiar cómo determinadas variables del entorno y de carácter personal afectan, de una parte, al esfuerzo y la persistencia en la realización de conductas instrumentales y, de otra, a la elección de actividades. Partiendo de esta definición, es posible contemplar la motivación desde una doble perspectiva: como variable independiente y como variable dependiente. Desde el primer enfoque el interés se centra en la especificación de las variables que regulan el inicio, el esfuerzo y la persistencia en la realización de conductas instrumentales. Cuando se aborda la motivación como variable dependiente el interés se centra, preferentemente, en el estudio de las dimensiones y los métodos para evaluar el esfuerzo y la persistencia. El comportamiento se halla, en la mayoría de los casos, doblemente determinado por factores personales y por variables del entorno. Las variables del entorno reguladoras de motivación están constituidas básicamente por los incentivos. Las variables motivacionales de carácter personal se agrupan en dos categorías fundamentales: desequilibrios biológicos y diferentes tipos de cogniciones. De hecho, como señala acertadamente Roberts (1992), desde hace aproximadamente unos treinta años el paradigma dominante en el estudio de la motivación es el cognitivo, que se ha centrado en la creación de modelos que ayuden a entender como el pensamiento regula la conducta. Otro comentario que nos parece interesante es el siguiente. En muchos estudios se toma como indicador de la motivación el rendimiento. Sin embargo, el rendimiento depende de la motivación y también de las habilidades del sujeto. Para detectar con mayor precisión los efectos motivacionales de la manipulación de ciertas variables independientes, se deberá estudiar su efecto sobre la elección de conductas, y sobre el esfuerzo y la persistencia, y no sobre el rendimiento.

Las variables motivacionales Por lo que respecta a las variables motivacionales en el ámbito del deporte y de la actividad física, cabe distinguir entre variables de carácter individual y variables de carácter colectivo. Entre las primeras destacan de forma especial los incentivos, las expectativas, las atribuciones causales y las metas u objetivos conductuales. Entre las de carácter colectivo cabe señalar la autoeficacia colectiva y el clima motivacional. A continuación trataremos las variables que acabamos de enumerar.

Variables individuales Incentivos Los incentivos pueden definirse como aquellas consecuencias de la conducta que activan o inhiben el comportamiento (incrementan o disminuyen la motivación), y constituyen una variable motivacional de amplio uso aportada por la psicología de orientación conductual. Entre las múltiples clasificaciones que pueden hacerse de los incentivos (Bandura 1986), nos parece especialmente adecuada para el ámbito del deporte y del ejercicio la que se establece a partir de los dos criterios Mayo-2013 nº 207

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siguientes: (1) la naturaleza de los incentivos y (2) su relación con la conducta. Según el primer criterio podemos hablar de incentivos materiales (trofeos, medallas, premios), sociales (elogios, aplausos, publicidad) y de actividad (viajar para un partido, una fiesta del equipo, ver un partido de profesionales). Considerando el tipo de relación con la conducta cabe distinguir entre los incentivos intrínsecos (consecuencias naturales y eventos que tienen lugar en el propio sujeto) y extrínsecos (consecuencias ligadas a la conducta por criterios sociales). Conviene señalar, por otra parte, que los incentivos actúan como motivadores, en gran medida, a través de las cogniciones: en la mayoría de ocasiones en que nos disponemos a realizar una conducta los incentivos no se hallan físicamente presentes, pero sí la representación mental de los mismos. Expectativas Las expectativas, un constructo que ha cobrado una importancia creciente en la psicología de la motivación en las dos últimas décadas (Feather 1982, Seligman 1975), suelen definirse como la anticipación a nivel cognitivo de acontecimientos futuros. En relación con este constructo, Bandura (1977) propuso una categorización que puede considerarse ya clásica, y que como tal se ha incorporado a los manuales actuales de psicología de la motivación. En la propuesta de Bandura se distingue entre dos tipos básicos de expectativas: expectativas de resultados (outcome expectations) y expectativas de eficacia (efficacy expectations): “Expectativa de resultados es la creencia de una persona de que un determinado comportamiento conducirá a unos determinados resultados. Expectativa de eficacia es la creencia de que uno es capaz de ejecutar exitosamente un determinado comportamiento requerido para obtener unos determinados resultados”. Para referirse a las expectativas de eficacia se utilizan también las expresiones: expectativas de autoeficacia, autoeficacia percibida y autoeficacia. Las expectativas de resultados se denominan también: expectativas de acción-resultados y expectativas de conducta-resultados. Para ilustrar la distinción entre creencias sobre la propia capacidad para realizar la conducta y creencias sobre las posibles consecuencias de la misma en el ámbito del deporte, Bandura (1986) propone el siguiente ejemplo: “La creencia de que uno puede saltar dos metros de altura es una expectativa de eficacia; la anticipación del reconocimiento social, los aplausos, los trofeos y las autosatisfacciones por tal actuación constituyen las expectativas de resultados”. Las expectativas se elaboran y se modifican a lo largo del tiempo mediante cuatro tipos principales de información: la propia conducta en el pasado (éxitos y fracasos, consecuencias experimentadas), la observación del comportamiento de otras personas, la información transmitida a través del lenguaje y la percepción del estado fisiológico del propio organismo (básicamente la activación automática y la forma física). De los dos tipos de expectativas, la que más se ha utilizado en el estudio de la motivación en el deporte y el ejercicio es la autoeficacia. Conceptos asimilables a éste, si bien procedentes de otros enfoques teóricos (Roberts 1992), se han utilizado también para estudiar la motivación. Entre ellos destaca la competencia percibida, que ha sido tratada en profundidad por Susan Harter (1975), quien a su vez se basa en el concepto de motivación de efectancia de White (1959). Harter propone que actuamos en gran medida guiados por la necesidad de sentirnos competentes, y distingue tres componentes básicos de la competencia percibida: 1.- competencia cognitiva, 2.- competencia social, y 3.- competencia física. Ésta última ha sido estudiada sobre todo en relación con la participación en deportes durante la infancia y la juventud. Mayo-2013 nº 207

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No obstante la preeminencia de la autoeficacia como variable motivacional, en el ámbito de la actividad física se utilizan también con profusión modelos sociocognitivos basados en los conceptos de expectativas de resultados y valor de los resultados, tales como el Modelo de Creencias de Salud, la Teoría la Acción Razonada y la Teoría de la Acción Planificada (Maddux 1993). Atribuciones causales Una segunda categoría de variables cognitivas con efectos motivacionales son las atribuciones causales. El teórico pionero en relación con este constructo cognitivo es Heider (1958). Otros autores importantes en la teorización y la investigación sobre las atribuciones son Kelley y Michela (1980) y B. Weiner (1980). Las atribuciones suelen definirse como las explicaciones que nos damos a nosotros mismos sobre las causas del comportamiento (rendimiento y consecuencias) o de acontecimientos del entorno. “La atribución es un proceso cognitivo por el que una persona intenta explicar acontecimientos y comportamientos, y establecer nexos causales entre los mismos” (Hewstone 1989). Entre las múltiples distinciones que se pueden establecer entre tipos de atribuciones (Vallerand y Bouffard 1985) nos parece especialmente interesante, en relación con la psicología de la motivación, la que se refiere a las explicaciones sobre las causas del propio comportamiento (autoatribuciones) y las explicaciones sobre el comportamiento de los demás (heteroatribuciones). En el ámbito de la motivación del comportamiento individual se ha estudiado sobre todo el papel de las atribuciones, y el autor más destacado es, sin duda, B. Weiner. Una diferencia importante entre las expectativas y las autoatribuciones radica en que las primeras son anticipaciones cognitivas de acontecimientos futuros (pensamiento prospectivo) y las segundas son interpretaciones de acontecimientos pasados (pensamiento inferencial). Metas Una tercera variable cognitiva con efectos motivacionales son las metas u objetivos conductuales (intenciones de meta). Esta variable cognitiva, que tiene un claro antecedente en el concepto de nivel de aspiración de K. Lewin (1935), puede definirse como el objetivo (de rendimiento o de resultados) que una persona se propone alcanzar cuando se dispone a realizar un determinado comportamiento. Las metas son variables cognitivas, pues no consisten en logros reales, sino en representaciones mentales (anticipaciones cognitivas) de lo que se quiere conseguir. Los efectos motivacionales de las intenciones de meta han sido ampliamente estudiados en situación de laboratorio y, sobre todo, en el seno de las organizaciones. Existe una fecunda línea de investigación en este tema por los trabajos de Locke, Shaw, Saari y Latham, cuyos resultados pueden resumirse del modo siguiente (Locke y Latham 1985): a) las metas específicas (definidas con precisión) regulan la acción con mayor efectividad que las metas generales o vagas; b) las metas difíciles, siempre que estén dentro del alcance del sujeto (metas que constituyen un reto), generan mayor esfuerzo y rendimiento que las metas fáciles; c) las metas próximas en el tiempo regulan mejor la acción que las metas lejanas. De los tres puntos anteriores se deriva que una estrategia adecuada para alcanzar metas difíciles, y necesariamente lejanas en el tiempo, podría consistir en desglosarlas en submetas específicas, alcanzables y próximas en el tiempo. Además de las características anteriores, la efectividad motivacional de las metas depende también del grado de compromiso con las mismas. Mayo-2013 nº 207

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La investigación sobre la influencia motivacional de las metas ha cobrado un renovado impulso a partir de la formulación del concepto orientación de meta, una variable de carácter disposicional. Este concepto fue propuesto originalmente en el ámbito académico por Nicholls (1984) y Ames (1984), y ha inspirado numerosos estudios en el ámbito del aprendizaje del deporte, realizados la mayoría por J. Duda (1992). Estos autores definen la orientación de meta como la tendencia de una persona a proponerse determinado tipo de metas en las tareas de logro, y distinguen entre dos tipos de principales: orientación hacia el yo (ego orientation, también denominada orientación hacia los resultados), y orientación hacia la tarea (task orientation, también llamada orientación hacia el dominio o la maestría). En la orientación hacia los resultados se busca sobre todo superar a otros, ganar, y la persona se siente competente cuando rinde más que sus competidores. En la orientación hacia la tarea la persona se siente competente cuando se autosupera o mejora sus habilidades anteriores. Algunos autores (Duda 1992, Nicholls 1984) proponen que estas dos orientaciones de meta constituyen dimensiones ortogonales y son en gran medida el resultado de las experiencias de socialización de la infancia.

Variables de grupo Autoeficacia colectiva El concepto de autoeficacia colectiva (Bandura 1986-1987) es el correlato a nivel de grupo de la autoeficacia individual, y puede definirse como la medida en que un grupo se ve a sí mismo capacitado para ejecutar determinado tipo de habilidades. Según Bandura, la autoeficacia colectiva actúa como un determinante del esfuerzo y la persistencia del grupo para alcanzar un determinado nivel de rendimiento. Por ello las medidas de la autoeficacia colectiva pueden ser un buen predictor del rendimiento del grupo, sobre todo en aquellos deportes de equipo en que el nivel de ejecución depende de la coordinación y la interdependencia entre los miembros del equipo. En el ámbito del deporte, la influencia motivacional de la autoeficacia colectiva se ha estudiado mucho menos que la autoeficacia individual, pero los pocos estudios realizados muestran una relación positiva entre la autoeficacia colectiva y el rendimiento del equipo. Clima motivacional Otra variable motivacional de carácter grupal es el clima motivacional (Ames 1992). Este concepto se formuló originalmente en el ámbito académico, y puede definirse como la percepción que tienen los miembros del equipo del tipo de metas que se le proponen, de cómo se evalúa y se recompensa la actuación de los miembros del equipo, y del tipo de relaciones que se fomenta entre ellos. El clima motivacional (también denominado estructura de metas situacional) es el correlato a nivel situacional de la variable disposicional que hemos denominado orientación de meta, y de un modo similar se distingue entre clima motivacional orientado al yo y clima motivacional orientado a la tarea. En el clima motivacional orientado a la tarea se enfatizan las metas de aprendizaje, se valora y se refuerza el progreso individual, los errores se ven como parte del aprendizaje, y se fomenta la participación y la cooperación entre todos los miembros del equipo. Por el contrario, en el clima motivacional orientado al yo se enfatizan las metas de resultados, se valora sólo a los individuos que sobresalen, se castigan los errores y se fomenta el individualismo. Mayo-2013 nº 207

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“Los principales agentes del clima motivacional son los

entrenadores en su interacción permanente con los deportistas



El clima motivacional se evalúa a través de la percepción que tienen de la estructura de metas todos y cada uno de los miembros del equipo. Por ello en algunos estudios en vez de utilizarse como variable colectiva predictora del rendimiento del equipo, se utiliza como un predictor individual del rendimiento también individual. Los principales agentes del clima motivacional son los entrenadores en su interacción permanente con los deportistas. Por otra parte, la exposición constante a un determinado clima motivacional puede configurar la orientación de meta. Modelos y enfoques En este apartado distinguiremos entre modelos, que definimos como propuestas concretas de relación entre variables motivacionales y de éstas con la conducta, y enfoques, entendidos como perspectivas de estudio de la motivación estructuradas en torno a constructos psicológicos como pueden ser la motivación de logro, la motivación intrínseca/extrínseca, la competencia percibida, o la cognición social. En nuestra propuesta, un enfoque suele incluir varios modelos. Así, por ejemplo, dentro del enfoque de la motivación de logro puede hablarse al menos de tres modelos o teorías: la teoría de la necesidad de logro, la teoría de la atribución y la teoría de la orientación de metas. Para ilustrar lo que entendemos por modelo describiremos, a modo de ejemplo, la red de relaciones entre variables propuesta en el modelo de autoconfianza deportiva de Vealey (1986). Vealey distingue entre autoconfianza rasgo (ACR) (confianza que tiene habitualmente un atleta en sus habilidades para tener éxito en su deporte) y la autoconfianza estado (ACE) (confianza que tiene un atleta en sus habilidades para tener éxito en su deporte en una situación concreta). Según el modelo planteado, la autoconfianza estado, que actúa como el determinante próximo del rendimiento, depende de la interacción entre una variable situacional: las características concretas de una competición deportiva, y dos variables disposicionales: la ACR y la orientación competitiva. Como señalamos anteriormente, este último concepto fue introducido por Nicholls (1984), y en el ámbito del deporte se refiere al tipo de meta que un atleta suele marcarse cuando compite. Se distingue entre dos orientaciones de meta: ego orientation (el atleta aspira a ganar) y task orientation (el atleta aspira a mejorar sus habilidades y su actuación anterior). Para una situación competitiva particular, a mayor ACR y mayor orientación a la tarea, mayor ACE. Los resultados subjetivos incluyen la interpretación del rendimiento como éxito o como fracaso, las atribuciones causales del éxito y del fracaso, y las emociones derivadas de dichas atribuciones. Entre los resultados subjetivos, de una parte, y la orientación competitiva y la ACR, de otra, se da una influencia recíproca. Así, una persona con orientación hacia la tarea y alta autoconfianza rasgo percibirá como éxito cualquier mejora en la propia actuación, se sentirá satisfecha por ello y atribuirá su mejora al esfuerzo, todo lo cual, a su vez, redundará en un fortalecimiento de la autoconfianza. En nuestra opinión, el conjunto relativamente amplio de variables motivacionales y de modelos, puede inscribirse en cuatro enfoques básicos del estudio de la motivación: la Motivación de Logro, la Teoría Cognitivo-Social, la Teoría de la Competencia y la Motivación Intrínseca. Mayo-2013 nº 207

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La intervención: procedimientos y procesos En nuestra opinión, la intervención deberá plantearse como una actuación que potencia las variables motivacionales anteriormente especificadas, lo cual, a su vez, redundará en un mayor esfuerzo y persistencia. En este sentido debe distinguirse entre procedimientos o estrategias motivacionales, los instrumentos para producir el cambio, y procesos y variables motivacionales, los mecanismos a través de los cuales se incrementa la motivación (esfuerzo y persistencia). Así, por ejemplo, podemos utilizar el modelo (procedimiento) para incrementar la autoconfianza (proceso) de los atletas, lo cual a su vez producirá un mayor esfuerzo y persistencia (motivación). Respecto a los procedimientos, se pueden utilizar como mínimo los siguientes: - Proporcionar incentivos materiales, sociales y de actividad contingentes al esfuerzo y a las mejoras en la calidad de la ejecución; siempre con criterios de autocomparación. - Variar los contenidos y las secuencias de los ejercicios repetitivos para evitar la monotonía. - Establecer objetivos individualizados: metas bien definidas, realistas, para proporcionar expectativas de éxito, y próximas en el tiempo. - Utilizar como modelos a deportistas que han sobresalido en su actividad profesional. - Imaginar la ejecución correcta de las actividades a realizar, para proporcionar experiencias simbólicas de éxito. - Fomentar las autoverbalizaciones positivas y eliminar las negativas. - Enseñar a interpretar los errores como oportunidades de aprendizaje, probablemente debidos a la falta de esfuerzo o de concentración. - Fomentar un clima motivacional orientado a la tarea. Un aspecto importante a considerar es que no se da una correspondencia biunívoca entre procedimientos y procesos. Es frecuente que un proceso determinado pueda modificarse a través de varios procedimientos diferentes. Este es el caso de la autoeficacia/autoconfianza, una de las variables motivacionales más estudiadas y que puede modificarse al menos a través de las estrategias siguientes: entrenamiento exigente, establecimiento de objetivos, reforzamiento social, clima motivacional orientado a la tarea, modelado, visualización, técnicas de relajación, reestructuración cognitiva y entrenamiento reatribucional. Por otra parte, algún procedimiento puede utilizarse para modificar varios procesos o, casi mejor, puede actuar modificando varios procesos a la vez. Así, por ejemplo, el establecimiento de objetivos, una de las estrategias motivacionales más utilizadas, sirve para la planificación de metas próximas, específicas y realistas pero, a la vez, de forma indirecta, incrementa la autoconfianza, y muy probablemente modifique las atribuciones causales y también hace que mejore la motivación intrínseca por la tarea. Este efecto múltiple se debe muy probablemente a la influencia bidireccional (determinismo recíproco) entre las variables motivacionales. Algunos de los procedimientos utilizados para intervenir sobre la motivación se basan en enseñar habilidades a los atletas, por ejemplo, la visualización o las técnicas de relajación. Otros, como el establecimiento de objetivos, se centran en la estructuración de la tarea, y otros en modificar la interacción, sobre todo entre deportista-entrenador. Entre estos últimos destaca el procedimiento conocido con el acrónimo TARGET, que se utiliza para modificar el clima motivacional, uno de los Mayo-2013 nº 207

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“Los modelos teóricos más utilizados en el ámbito de la actividad física son prácticamente los mismos que se usan en psicología de la salud ” constructos, en mi opinión, más interesantes formulado en fechas relativamente recientes. Lo que se pretende con el TARGET es fomentar un clima motivacional orientado a la tarea. TARGET es el acrónimo de las palabras siguientes: tarea, autoridad, reconocimiento, agrupamiento, evaluación y tiempo; que designan seis áreas de intervención. Este programa incluye las siguientes estrategias motivacionales, pertenecientes a las seis áreas mencionadas (es, en realidad, un paquete de procedimientos): diseñar actividades variadas y enseñar a los niños a fijar metas individualizadas, realistas y a corto plazo; instar la participación en la toma de decisiones; reconocer el esfuerzo y el progreso individual y recompensarlo (las recompensas han de proporcionarse de forma privada para no fomentar la competición); usar formas de agrupamiento flexibles y heterogéneas que fomenten la cooperación y ofrezcan oportunidades de mejora a todos los miembros del equipo; utilizar criterios de progreso individual y fomentar la autoevaluación; ofrecer oportunidades y programar horarios para la práctica adecuados a los diferentes ritmos de aprendizaje. En síntesis, lo que se pretende es intervenir sobre el ambiente de aprendizaje a través de la conducta del entrenador. En este sentido el programa TARGET ofrece una cierta similitud con otras propuestas de intervención sobre la motivación como el CET (Coach Effectiveness Training) propuesto por Smith, Smoll y Curtis.

Consideraciones finales Queremos finalizar ese trabajo con las siguientes consideraciones: 1.- En la psicología del deporte y del ejercicio, algunas de las variables motivacionales cognitivas proceden de modelos generales (teoría de la atribución, teoría de la autoeficacia). Otras variables se han “importado” de otras áreas de actividad, tal es el caso de las orientaciones de meta o el clima motivacional, formulados inicialmente en el ámbito educativo. 2.- En psicología de la motivación en el deporte y el ejercicio son mucho más abundantes los estudios correlacionales de carácter predictivo que los estudios en que se realizan intervenciones. Por otra parte, en los estudios predictivos se han utilizado mucho más las variables individuales que las variables colectivas. 3.- Los modelos teóricos más utilizados en el ámbito de la actividad física son prácticamente los mismos que se usan en psicología de la salud: el modelo de creencias sobre la salud, la teoría de la autoeficacia, y la teoría de la acción razonada y la acción planificada. De estos modelos, el menos predictivo parece ser el modelo de creencias sobre la salud. 4.- Algunos de los procedimientos de intervención sobre la motivación se han “importado” también de otros ámbitos, tal es el caso del establecimiento de objetivos que se ha utilizado sobre todo en el ámbito de las organizaciones, y el programa TARGET utilizado en el ámbito de la educación. 5.- Una de las variables más estudiadas en el deporte y la actividad física es la autoeficacia/autoconfianza, como lo atestigua el manual sobre motivación en el deporte y la actividad física editado por G. Roberts (1992). Una revisión bastante completa de estos estudios, tanto nacionales como extranjeros, puede obtenerse en el trabajo de Balaguer, Escartí y Villamarín (1995). Mayo-2013 nº 207

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Propuesta de modelo de juego para la Selección Japonesa de Fútbol Á

Por

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Iván Palanco Santiago

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol. Técnico Deportivo en Fútbol, desarrollando actividad en Japón.

Estamos ante un trabajo muy original, pero fundamentalmente importante, con mucha extensión y muy detallados conceptos. Se argumenta sobre un modelo de juego adaptado a las peculiaridades de una nación como Japón. Se exponen reales razonamientos sobre el fútbol y los futbolistas de ese país asiático, y en base a esto se propone la mejor adaptación de desarrollo del juego para la obtención del mejor rendimiento. Se aportan interesantes y reales fotos que plasman situaciones del juego y se añaden explicaciones explícitas. Repito, original e importante trabajo, ofrecido por Iván Palanco Santiago, un técnico capacitado, entusiasta y trabajador que lleva bastante tiempo ejecutando su labor en Japón. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)

1.- Introducción

“U

n entrenador, previamente a la implantación de un modelo de juego, ha de analizar la realidad y la cultura e historia deportiva”. Jorge Castelo, Apuntes Curso especialista en táctica y dirección de equipos (2010).

“El modelo de juego debe estar relacionado con el club en el que está, con la cultura de ese club y con la propia cultura de entendimiento del juego de la masa social a la que pertenece”. J. Guillerme Oliveira cit. por Marisa Silva, 2009. Mayo-2013 nº 207

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“Las culturas de los países tienen implicaciones directas a varios niveles: en el entendimiento de los jugadores y en la participación de la masa social. El modelo de juego debe considerar esas especificidades culturales”. J. Guillerme Oliveira cit. por Marisa Silva, 2009. “El modelo completo está presente en cada jugador, medio, intención, subsistema... a través de sus normas, principios de actuación, de su lenguaje común, de su cultura. No podía ser de otra manera, puesto que dicha cultura es creada por ellos mismos, por ello la contienen”. Oscar P. Cano, “El Modelo de juego del F.C. Barcelona”, 2009. “Estamos ante un juego colectivo en el que hay interacción con el resto, el otro me condiciona y yo condiciono al otro. Entre todos condicionamos al entorno y el entorno nos condiciona a nosotros¨. J.M. Lillo (2009), “Cultura táctica”. Revista Training Fútbol, número 156. Valladolid.

El presente proyecto pretende crear una propuesta de Modelo de Juego para la Selección Japonesa de fútbol basándose en las capacidades de sus jugadores y en las características socioculturales de la sociedad japonesa (de la cual éstos forman parte). Parte del análisis del combinado nacional japonés e intenta corregir la escasa adaptación que el modelo actual ofrece a los jugadores y a la cultura de su país. Asimismo, ofrece una alternativa cuya base se sustenta, como hemos mencionado, en la naturaleza de la sociedad nipona para tratar de elaborar un modelo de juego que identifique al país y que, más allá del momento actual, siente las bases para mantener su esencia en el tiempo a través de un estilo y una identidad propia. El proceso seguido es el siguiente: - Scouting de la Selección Japonesa de Fútbol. - Determinación de las incongruencias que ofrece el modelo actual y elaboración de una propuesta de Modelo de Juego adaptado a los jugadores y a su entorno sociocultural.

2.- Análisis del contexto de estudio La selección de Japón llegó al Mundial envuelta en un profundo debate sobre el estilo de juego que practicaba. Pese a que Japón es uno de los equipos más fuertes de Asia y ha ganado tres de las cinco últimas ediciones de la Copa Asiática, los amistosos previos al Mundial de Sudáfrica despertaron muchas dudas acerca del fútbol que hasta ese momento había ofrecido Japón. Efectivamente, los resultados adversos cosechados ante Serbia (3-0), Inglaterra (2-1), Corea del Sur (2-0), Costa de Marfil (2-0) y Zimbabue (0-0), pusieron de manifiesto el pobre fútbol de Japón, un fútbol que, independientemente del resultado, aporta muy poco (o casi nada) al siempre perfeccionista espectador japonés. El paso por el Mundial ha conseguido que aquellos espectadores más “resultadistas” pudieran disfrutar con el juego de su selección. Sin embargo, más allá de la fiebre generada por el momento del Mundial, existen muchos otros seguidores que, fieles a la tradición japonesa, a la filosofía fijada por el “Bushido” cientos de años atrás, desearían que la selección japonesa encontrara el éxito a través de un fútbol distinto, mucho más bello y atractivo no sólo para el espectador, sino también para aquellos que lo practican. Mayo-2013 nº 207

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No es extraño entonces que tras el mundial y la marcha del seleccionador japonés, la Federación Japonesa de Fútbol se haya propuesto dar un nuevo rumbo a Japón proponiendo contratar a seleccionadores como Vicente Del Bosque o Marcelo Bielsa, entrenadores cuyas selecciones han apostado por un fútbol bello y atractivo, acorde con la filosofía de Japón, un país en el que el “cómo llegar a la victoria es tanto o más importante que la victoria en sí”. Medios de estudio a) Estudio y análisis de los siguientes encuentros: - Inglaterra vs Japón. Preparación para el Mundial 2010. - Camerún vs Japón. Mundial de Sudafrica 2010. Primera Fase, Grupo E. - Holanda vs Japón. Mundial de Sudafrica 2010. Primera Fase, Grupo E. - Japón vs Dinamarca. Mundial de Sudafrica 2010. Primera Fase, Grupo E. - Paraguay vs Japón. Mundial de Sudafrica 2010. Octavos de Final. b) A partir de entrevistas y documentos escritos: análisis de la cultura y la sociedad japonesa y propuesta de Modelo de Juego adaptado a las características de los jugadores y su masa social.

3.- Definición del problema: Origen y causas El problema que pretendemos solucionar con la elaboración de este proyecto es el vacío de identidad que actualmente envuelve al juego del combinado nacional japonés. Independientemente del resultado obtenido en el Mundial de Sudáfrica 2010, la selección de Japón no ofrece un juego vistoso, atractivo, que entusiasme lo suficiente a los aficionados japoneses para que éstos puedan sentirse identificados con su Selección y el estilo de juego que ésta propone. Japón, un país influenciado aún hoy en día por sus antepasados, por el legado de los samuráis y sus códigos de honor, pretende huir de la moda “resultadista” basada en planteamientos ultradefensivos y desea encontrar un estilo propio, una cultura de juego que fomente la belleza de este deporte, ayudando así no solamente a aumentar el nivel del conjunto nacional japonés, sino también a hacer crecer el Fútbol en un país dominado por el Beisbol. El presente proyecto, entonces, pretende solucionar la escasa identificación que la masa social siente hacia el fútbol que ofrece su selección, un problema cuya causa no es otra que la falta de adecuación del modelo de juego actual a las características de los jugadores y a la sociedad a la cual pertenecen. Así, la alternativa que se propone en este trabajo parte del propio análisis de la cultura japonesa para que el modelo de juego resultante ofrezca una idea, una filosofía y una identidad futbolística que una el sentir de futbolistas y aficionados. Mayo-2013 nº 207

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4.- Concepto y marco teórico relativo al problema de estudio “Si jugamos como el entrenador nos dice, difícilmente nos pueda ayudar a mostrar nuestras cosas”. Tulio Tanaka. Diario El Universo, 13 de Junio de 2010. “Japón apenas cree en Japón. El técnico intenta insuflar optimismo de cara a Sudáfrica 2010, pero hace tiempo que el entusiasmo y la euforia generada por su debut mundialista en 1998 y por el Mundial en casa en 2002 se esfumaron”. Artículo publicado en el diario La Vanguardia por Takehiko Kambayashi, 10 de mayo de 2010. “Tan miserable fue el partido que lo lamento por los seguidores y por el equipo serbio. ¿No se sentían orgullosos los jugadores de ser miembros del equipo? (…) Aunque los jugadores tienen problemas, Okada debería ser responsable”. Sergio Echigo, en su columna del diario Nikkan Sports, después de la derrota de Japón ante Serbia por 3-0.

“Desafortunadamente yo no les permití ganar. Cuando pienso lo que podía haber hecho por mis jugadores y lo que hice en realidad como entrenador, creo que les tenía que haber insistido más en la victoria.”. Takeshi Okada, Seleccionador japonés, noticia publicada en el Diario Marca, 29 de Junio de 2010.

Los comentarios anteriores no sólo ponen de manifiesto la falta de acuerdo entre afición y equipo, sino que también evidencian la escasa adaptación del modelo de juego actual con las características de los jugadores y su manera de entender el fútbol. Como se desprende de las declaraciones de Tulio Tanaka, las diferencias entre futbolistas y técnico generan un desacuerdo en el tipo de fútbol que debe ofrecer Japón. Da la sensación, por tanto, de que el Modelo de juego del combinado japonés no contempla las características y el deseo de los propios jugadores para poder extraer lo máximo del equipo. Más allá de la poca adecuación del modelo a la plantilla, Naoto Muramatsu, entrenador japonés titulado Nivel III (ver entrevista en Anexo), nos descubre que el problema tiene mayor alcance: “El estilo de juego de Japón no va acorde con la mentalidad japonesa. Tanto en los deportes tradicionales como en los modernos, la sociedad japonesa busca y pretende encontrar cierta belleza en el jugar para que el resultado final obtenga el honor que en su día proclamaban los Samuráis... No se trata de ganar, sino de cómo hacerlo”. Muramatsu además añade: “En Judo por ejemplo, deporte nacional del país, el aficionado japonés no acepta y valora una victoria de su luchador por puntos... debe ser por Ippon, la forma más bella de ganar. En fútbol pretenden lo mismo, encontrar ese otro camino, esa perfección hacia la victoria, algo que actualmente está muy lejos de lo que ofrece la selección japonesa y el fútbol japonés en general”. El presente trabajo tiene el reto de proponer una solución a todos estos problemas. Mayo-2013 nº 207

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5.- Preguntas e hipótesis

Elaborar un modelo de juego adaptado a las necesidades de cada equipo no persigue otro objetivo que el de optimizar su rendimiento para intentar obtener los mejores resultados posibles. Conjuntos como el formado por la Selección Española o la Selección Holandesa son el mejor ejemplo de ello, ya que son equipos con una filosofía propia, adaptada no solamente a los jugadores, sino también a la manera de entender el fútbol de su país. Son, en definitiva, equipos que han conseguido crear un modelo de juego particular, con una identidad y una cultura de fútbol propia. En el caso de España, el haber conseguido crear esa idea, ese modelo, ha sido uno de los fenómenos más valorados por todo el país, pues ahora jugadores y aficionados sienten que aquello que practican y ven en el campo es realmente aquello en lo que creen. En realidad, para el equipo español encontrar el estilo que le define no sólo ha posibilitado resultados inmediatos, sino que, más importante aún, ha iniciado el camino para que ese estilo “estilo prospere en el tiempo, más allá de la duración de las carreras de sus intérpretes actuales”. Japón busca encontrar ese estilo, y el fútbol ofrecido en el pasado mundial por su selección no parece haberlo encontrado. Después del análisis del juego ofrecido por el combinado japonés, los resultados me provocan ciertas reflexiones. Algunas de ellas son: Según los datos facilitados por la FIFA, Japón fue junto con México, Chile y Corea del Norte, la selección de menor estatura del Mundial de Sudáfrica 2010, con una media de 1'78 cm de estatura. Esta información no sorprende, ya que la sociedad japonesa es también una de las poblaciones con la media de altura más baja a nivel mundial: 1´72 cm para los hombres y 1´58 para las mujeres. Atendiendo estos datos, ¿cómo es posible que en el pasado mundial el juego de la selección japonesa de fútbol basara su ataque en el juego aéreo? ¿Qué identidad puede ofrecer al equipo un estilo de juego que no respeta las características físicas de los jugadores que juegan en él? Si el objetivo de la selección es “salvar” el momento, quizá sí fue adecuado situar al centrocampista Honda Keisuke (1'80cm) en todos los encuentros como único delantero para dar eficacia al juego aéreo propuesto por el seleccionador... Sin embargo, si el objetivo es crear una filosofía y un estilo propio que acompañe a Japón hacia la victoria, me pregunto entonces si no hubiera sido más correcto cambiar el modelo pretendido y adaptarlo al grupo para poder alinear a alguno de los 5 delanteros convocados que, pese a su escasa estatura, sí son especialistas en esa posición y, además, presentan las características físicas de la mayoría de futbolistas del país. ¿No sería, en definitiva, más acertado adaptar el sistema a los jugadores y no los jugadores al sistema? La creación y adaptación del Modelo de juego para mejorar el rendimiento del equipo no es una tarea fácil. Requiere, como apunta el profesor Jorge Castelo, un análisis de la realidad y la cultura e historia deportiva del país. Sin embargo, el juego de la Seleccixa pone en duda el posible análisis realizado, suscitándome otras preguntas: ¿Qué adaptación presenta el modelo de juego actual con la cultura y las características de los jugadores y la población japonesa si el juego precipitado que ofrece el estilo actual no corresponde al carácter paciente de la sociedad nipona? ¿Qué ofrece el estilo ultradefensivo actual de Japón a los valores tradicionalmente impuestos por los antiguos samuráis (cuya base se asentaba en ir a buscar la victoria con belleza y honor)? Como ya hemos apuntado, el propósito de este trabajo es realizar lo que el profesor Castelo demanda previamente a la implantación de un Modelo de juego: analizar la realidad y la cultura del país para ofrecer una propuesta de juego adaptada a las características físicas y socioculturales de los futbolistas japoneses. El objetivo final no será otro que descubrir el estilo y el modelo de juego propio del fútbol japonés. Mayo-2013 nº 207

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6.- Scouting selección japonesa fútbol

FUNCIONAMIENTO DEFENSIVO DE LA SELECCIÓN JAPONESA (Esquema)

FORMACION INICIAL 1-4-1-4-1 o 1-4-4-1-1 ESTRUCTURA DEFENSIVA Variante Defensiva 1-4-5-1

TIPO DE DEFENSA Marcaje Zonal

DEFENSA A BALÓN PARADO

TIPO DE POSICIONAMIENTO Posicionamiento en Repliegue Intensivo

Marcaje Combinado Individual + zonal Tulio es especialista en la defensa de balones por alto.

Se pretende dar la iniciativa al equipo rival esperando en campo propio para, una vez entran en él, comenzar la presión defensiva en busca de la recuperación del balón.

TRANSICION DEFENSIVA

RECUPERAR EL BALON

- No intervención inmediata sobre el poseedor del balón. - Se intenta recuperar en zonas alejadas al área rival para enlazar con el contraataque rápido. - Repliegue (velocidad). Concesión de espacios en la derecha debido a la escasa ayuda defensiva de Matsui. - Después de contraataque sufren en el repliegue y no llegan a las posiciones (debido a que la línea defensiva está muy retrasada). - En ocasiones excesiva basculación de los pivotes. Mayo-2013 nº 207

PRESSING (en campo propio)

ORGANIZACION DEFENSIVA

- Línea defensiva muy próxima al área (genera excesiva distancia entre la defensa y la media). - Ayudas defensivas (en ocasiones llegan tarde por parte de los interiores). - Coberturas (demasiada distancia entre laterales y centrales ante balones frontales). - Permutas. - Vigilancias. -Entradas.

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FUNCIONAMIENTO DEFENSIVO DE LA SELECCION JAPONESA (Análisis) Formación inicial y variantes

En estas imágenes podemos ver el 1-4-1-4-1 inicial, con el pivote central (Abe) ligeramente retrasado. Vemos también el espacio que se crea en la espalda de los extremos.

El 1-4-1-4-1 se transforma en un 1-4-5-1 en muchas ocasiones, ya que Abe se incorpora en la presión a la línea de 4 medios, generándose entonces un espacio entre líneas muy peligroso.

Cuando apuesta por una formación más ofensiva (1-4-4-1-1), el delantero más retrasado es el encargo de marcar al pivote rival. Mayo-2013 nº 207

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Posicionamiento y presión

Como vemos, Japón mantiene un posicionamiento en repliegue intensivo con la línea defensiva muy retrasada y próxima a su área. Esto supone un problema para el equilibrio entre líneas, ya que la defensa no acompaña al equipo en la presión.

La defensa no adelanta la línea en la presión de los medios y se genera un amplio espacio. Aquí vemos como el pivote defensivo bascula para ayudar en la presión para la defensa se queda.

Presión en posicionamiento defensivo al portador del balón y a los receptores más cercanos. El pressing se inicia en campo propio. Mayo-2013 nº 207

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Transición Defensiva

Después de pérdida de balón en un contraataque suelen sufrir en defensa. Los extremos (Matsui y Okubo) hacen un gran esfuerzo por iniciar-acompañar el contraataque, de ahí que luego les cueste recuperar la posición (en la imagen vemos los espacios que dejan). Lo mismo ocurre con el mediocentro que se haya incorporado al ataque. La línea defensiva retrasada les aumenta la distancia para recuperar. Los extremos no llegan a las ayudas defensivas y eso obliga a bascular demasiado a los centrocampistas hacia banda.

La línea defensiva continua retrasada descubriendo errores en amplitud y profundidad (demasiada distancia entre defensa y centro del campo y excesiva separación entre componentes de la misma defensa -central y lateral-.

Aquí vemos, una vez más, los espacios generados por la dificultad en la ayuda de los extremos y la distancia generada entre los centrales y los pivotes. Mayo-2013 nº 207

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Acciones a balón parado Córners defensivos

Japón emplea un marcaje combinado. Varios jugadores en zona (el lateral al primer palo y Tulio siempre es fijo en el centro del área pequeña) y el resto en marcaje individual. Honda baja a defender. Matsui y Okubo suelen estar en zonas de rechace para ofrecer contraataques rápidos. En caso de necesidad, también bajan a defender.

Faltas laterales

Se procede de igual forma a los córners, ya que emplean marcaje combinado. Dos jugadores van a la barrera (el lateral de su banda más el extremo - en azul-), y el resto marca hombre a hombre con excepción de los jugadores que defienden en zona (en verde).

Puntos fuertes

- El juego aéreo de los centrales, en especial Tulio Tanaka. - Espíritu de sacrificio.

Puntos débiles

- Línea defensiva muy retrasada que impide un bloque compacto (excesiva separación entre la defensa y la media).

- Peligro en la transición defensiva después de contraataques (los extremos no llegan debido al largo recorrido que deben cubrir). - Distancia en los pasillos interiores entre central y lateral. Mayo-2013 nº 207

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FUNCIONAMIENTO OFENSIVO DE LA SELECCIÓN JAPONESA (Esquema)

FORMACION INICIAL 1-4-1-4-1 Variante Ofensiva 1-4-4-1-1 TIPO DE ATAQUE (Acciones Ofensivas) COMBINATIVO - Sólo se emplea en zonas de iniciación cuando el rival no presiona y el pase es muy seguro. En estos casos, el sistema se descompone en un 1-4-3-3 con intercambio de posiciones. - Acercamiento de Abe (pivote defensivo) para ayudar en la salida. Honda baja a recibir. - En zonas de creación, cuando el rival está replegado, utilizan combinaciones rápidas por el centro ( juego vertical). - Búsqueda de situaciones de tiro inmediato.

CONTRAATAQUE

DIRECTO - Es su primera opción, sobretodo ante el acoso rival. -Suele iniciarse en la línea defensiva (portero y centrales sobretodo). - Envíos directos sobre las caídas a banda de Honda para generar continuidad en acciones rápidas (no muy seguras) que finalicen en centro o lanzamiento a portería. - Saques directos del portero sobre Honda en busca de las posibles segundas jugadas recogidas por los extremos (Matzui y Okubo) y pivotes avanzados (Hasebe y Endo).

- Es su arma más poderosa cuando la emplean de forma ordenada. - Combinación de contraataques directos y combinativos), ambos muy rápidos. - Velocidad ofensiva en la transición defensa-ataque. - Empleo de conducciones a gran velocidad (en ocasiones mal dirigidas debido a que no hay ayudas en ataque). - Intentan incorporar muchos jugadores por delante de balón (les genera dificultad en caso de pérdida de balón, ya que no suelen equilibrar el equipo). - Intercambio de posiciones en el contraataque (sistema flexible).

ACCIONES A BALÓN PARADO

- Muy peligrosos. - Faltas cercanas (tiro directo): Honda (fuerte) y Endo (a colocar). - Faltas laterales: Empleo de la estrategia para dejar libre a Tulio. Incorporación de los jugadores más altos: Nakazawa y Honda. - Córners: al primer o segundo palo barriendo la zona para la entrada de Tulio. Mayo-2013 nº 207

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FUNCIONAMIENTO OFENSIVO DE LA SELECCIÓN JAPONESA (Análisis) Juego directo

Apreciamos como el portero, Kawashima, inicia el juego directo y ninguno de los defensas se predispone a facilitarle la salida en corto.

Ante presión la defensa responde con balón largo. El resto de compañeros de la defensa no suele buscar líneas de pase para permitir la salida combinando.

Pese a tener opción de pase, el central prefiere efectuar un lanzamiento directo buscando la caída de Honda y las posibles segundas jugadas que pueden beneficiar al equipo (extremos buscan el rechace). Mayo-2013 nº 207

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Juego combinativo en zonas de iniciación

Descomposición en 1-4-3-3 con intercambio de posiciones. El juego combinativo no suele producirse, ya que no arriesgan en la iniciación. En la imagen vemos únicamente 2 ayudas en corto (en verde), ya que prefieren optar por el balón en largo (en amarillo).

Tulio, el defensa más técnico, intenta ser el que inicia las pocas jugadas en corto (en la imagen vemos que pone en peligro su zona para ser él mismo el que inicia la acción). Pretenden salir por el centro buscando a los pivotes o la caída de Honda desde arriba. Los extremos se cierran dejando el espacio para la subida de los laterales.

Juego combinativo en zonas de creación y definición

Cuando encuentran espacio, practican un juego interior rápido, muy vertical, acumulando muchos jugadores por el centro. En estas secuencias vemos como, pese a la libre subida del lateral por banda, el centrocampista (Matsui) opta por el pase en profundidad. Mayo-2013 nº 207

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Contraataque

Contraataques rápidos y peligrosos, con empleo de conducciones y acumulación de muchos jugadores al ataque. En ocasiones actúan de forma desorganizada (vemos en la imagen el desequilibrio en el centro del campo), algo que les ocasiona problemas en caso de pérdida inmediata de balón.

Los contraataques bien organizados sorprenden por su rapidez y generan mucho peligro al equipo rival. En esta ocasión vemos la incorporación de los jugadores de forma escalonada, ofreciendo al poseedor del balón numerosas opciones de pase (al espacio, pared, etc.) y asegurando, a su vez, el equilibrio de las líneas ante posible pérdida de balón.

La prioridad es, una vez recuperado el balón, iniciar un contraataque rápido hacia la portería rival. En ocasiones existe precipitación para finalizar la jugada (vemos en la imagen como Matsui conduce sin ayuda alguna rodeado por 6 defensores rivales). Mayo-2013 nº 207

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Acciones a balón parado Faltas directas

Honda y Endo son especialistas en lanzamientos a balón parado. Mientras que el primero golpea fuerte y seco al balón (describiendo una parábola muy difícil de atajar), el segundo lanza con precisión a colocar. En la segunda imagen se aprecia la distancia de carrera que toman ambos antes de ejecutar el tiro (es acorde con su tipo de lanzamiento).

Faltas laterales y córners

En las faltas y córners siempre suben los hombres más altos del equipo: Tulio, Honda, Nakazawa, Abe y en ocasiones Hasebe. Se busca la estrategia para aclarar la zona a Tulio (como vemos en la imagen), especialista en el juego por alto. Endo suele ser el que ejecuta la falta.

En este córner se aprecia como los compañeros “barren” la zona con sus movimientos para que Tulio, jugador al que siempre va dirigido el balón, pueda aprovechar el espacio generado. Mayo-2013 nº 207

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Esta otra imagen (correspondiente al gol de Japón contra Inglaterra en un amistoso previo al Mundial) muestra de nuevo el aclarado de la zona para que Tulio pueda contactar el balón con mayor facilidad. Una jugada perfectamente ensayada.

Puntos fuertes

- Rapidez en los contraataques. - Lanzamientos a balón parado. Honda Keisuke (tiro duro y seco) y Yasuhito Endo (lanzamiento buscando colocación) son los especialistas. - El juego aéreo de los centrales, en especial Tulio Tanaka.

Puntos débiles

- Ante presión se precipitan y abusan del juego directo. - Desequilibrio ofensivo, el grupo se parte en dos. - En ocasiones presentan contraataques demasiado impulsivos. - Se pretende finalizar después de centros al área o golpeos desde larga distancia. Los extremos no desbordan en el 1x1 ni emplean con frecuencia las ayudas de los laterales para generaren situaciones de 2x1 en banda.

7.- Modelo de juego: Una propuesta desde el análisis sociocultural de Japón EL ATAQUE Nuevo estilo atractivo "Ganar queremos todos, pero sólo los mediocres no aspiran a la belleza. Es como pretender elegir entre un imbécil bueno o un inteligente malo”. Jorge Valdano, escritor y ex-entrenador del Real Madrid C.F. “La sociedad japonesa valora el camino hacia la victoria tanto como la victoria en sí. La cultura siempre pretende encontrar la fusión entre estética y resultado”. “Se da importancia a la forma, por eso los japoneses admiran tanto el juego del Barça y de España”. Naoto Muramatsu, Entrenador japonés titulado nivel III. Mayo-2013 nº 207

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“Mediante la práctica de cualquier arte marcial se busca la perfección, la paz espiritual y la evolución de la relación maestro-discípulo. Estos valores son típicos no solo entre los que practican artes marciales sino en cualquier japonés”. “Morir antes de ser un desgraciado... ésta era la filosofía de los samuráis. Intentaban ir siempre en primera línea de batalla, sin miedo a morir”. Adaptado de Héctor García, en su libro “Un geek en Japón”, 2008.

Independientemente del sistema elegido (ya que consideramos que lo realmente importante son los movimientos y la idea de juego), Japón debe querer el balón, debe querer atacar ofreciendo un fútbol atractivo, debe querer ganar... porque así lo corrobora su historia. Ésta es la filosofía que proponemos para el ataque de la selección japonesa: un equipo que no se conforme con esperar al rival y salir a la contra, un equipo que demuestre su valentía intentando recuperar el balón lo antes posible para tener la iniciativa en el juego y atacar más y mejor que el rival. Evidentemente, hay otras formas de atacar, pero consideramos que ésta es la más atractiva, atrevida y valiente por ser precisamente la más difícil de llevar a cabo. Obviamente, esa forma otorga mayor honor tanto a la victoria como a la derrota. El entrenador Louis Van Gaal parece reforzar estas palabras: “A mis jugadores les he dado un apretón de manos. Hemos perdido, pero esa mano que les he tendido significa que estoy orgulloso de este equipo”. “Hemos apostado por este estilo de juego que es muy difícil, pero creo que es más atractivo para el público, aunque encierra el riesgo de perder. Atacar es mucho más difícil que defender “. “Estamos acostumbrados a que nuestros oponentes siempre jueguen así y por eso podemos entrenarlo también, pero el nuestro es el estilo más difícil. El Barcelona también tuvo esta experiencia" Louis Van Gaal, entrevista en el diario El Mundo Deportivo, 22 de Mayo del 2010.

Como hemos visto en el análisis del ataque de Japón, el conjunto de Takeshi Okada no parece adaptarse a la tradición cultural del pueblo japonés. En todos los partidos rehusó ir a por la victoria desde el principio, limitándose a esperarla con un planteamiento conservador basado en una defensa bien replegada y el empleo de la sorpresa generada por la velocidad de sus contraataques. El propio seleccionador cuestionaría su método después del Mundial: "Desafortunadamente yo no les permití ganar. Cuando pienso lo que podía haber hecho por mis jugadores y lo que hice en realidad como entrenador... creo que les tenía que haber insistido más en la victoria, que no insistí lo suficiente en que fueran al ataque". Takeshi Okada, noticia en El Mundo Deportivo, el 29 de Julio del 2010.

Nos parecen especialmente interesantes estas declaraciones. De ellas intuimos que el entrenador se responsabilizó de la derrota porque no afrontó con valentía el encuentro, un partido que él mismo consideraba que podía haber ganado si el equipo se hubiera mostrado más ofensivo. Sin embargo, pese a que en el transcurso del partido el seleccionador incitó tímidamente a sus jugadores para que buscaran la victoria, el planteamiento defensivo ya estaba demasiado arraigado en la mente de los futbolistas como para cambiar el chip y encontrar soluciones para ir al ataque de una manera efectiva. Al final, podríamos decir que el estilo conservador del equipo japonés no solamente acabó condenando a sus jugadores, sino también las posibilidades de victoria de éstos. Mayo-2013 nº 207

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Control del juego “La lealtad era quizás uno de los valores más importantes de los samuráis (…) En Japón respetan muchísimo a los antepasados, a los familiares y a sus superiores, siguiendo las reglas igual que lo hacían los samuráis en sus tiempos”. Adaptado de Héctor García, en su libro “Un geek en Japón”, 2008. “Todo lo que se salga de la regla es un problema para los japoneses, pues están acostumbrados a seguirlas y tener que improvisar es algo a lo que no están acostumbrados, de ahí que pretendan tener el control de todo, ya que así se sienten más cómodos”. Alejandro Cremades, autor del libro “Soñar con Japón”, 2008. En el mundo del fútbol, “para asumir el control del juego es necesario tener el balón. Asumir el juego es tener el balón y disfrutar de él”. Según las estadísticas de la FIFA del pasado Mundial, en todos los partidos disputados por Japón el conjunto japonés se vio superado en la posesión del balón por su rival, algo que se ve reforzado por el análisis del juego realizado, en el cual queda patente que Japón renuncia a la posesión del balón y da la iniciativa al rival (imagen 3) con la intención de aprovechar sus errores y realizar rápidos contraataques hacia la portería contraria. El hecho de emplear ataques mediante juego directo (imagen 4) es precisamente una elección que no favorece a mantener la pelota, con lo cual en cierta medida dejas de controlar el partido y debes jugar defendiendo en función de lo que plantea el rival.

Imagen 3

Imagen 4

De esta manera, encontramos aquí otra escasa adaptación del modelo actual con las características socioculturales de la población japonesa y, por consiguiente, de sus jugadores. Japón, un país caracterizado desde hace siglos por el orden, por el control, propone un fútbol que contradice sus principios. La alternativa que se sugiere es, obviamente, la que va acorde con las características socioculturales de los jugadores y del país: intentar controlar el partido para que así el equipo se pueda sentir más cómodo en él. La idea, por tanto, será mantener la posesión del pelota mediante un juego combinativo que ofrezca las mejores condiciones para llegar al área rival. Para mantener la posesión del esférico es necesario que el equipo proponga una alta circulación de balón, y para que eso ocurra, tal como dice Mourinho, tiene que haber un buen juego posicional, es decir, “todos los jugadores deben saber que en determinada posición está un compañero, que desde el punto de vista geométrico hay algo construido en el terreno de juego que les permite anticipar la acción”. Mayo-2013 nº 207

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Ya que Japón destaca por su disciplina, por su orden, conseguir un buen posicionamiento en ataque para conservar la posesión de la pelota no debería comportar grandes problemas al equipo. De hecho, en las escasas ocasiones que Japón ha intentado salir y combinar en corto, el sistema se descompone correctamente en un 1-4-3-3 (imagen 5) con un posicionamiento bien definido por los jugadores. El “pero” lo encontramos en que es un posicionamiento psicológicamente adaptado al juego directo, es decir, los jugadores parecen limitar su empeño en ofrecer ayudas, líneas de pase y apoyos desde su zona porque son conscientes de que el juego directo puede hacer inútiles sus movimientos en corto Imagen 5 (imagen 5).

Fútbol Paciente “El Bushido (camino del guerrero) es el código que seguían los samuráis para llevar su forma de vida. Con el tiempo se ha ido extendiendo a todas las ramas de la sociedad y hoy en día afecta a la forma de pensar de todos los japoneses”. “En el caso de los samuráis, la práctica y el entendimiento del budismo zen les servía para mantener la calma y la paciencia en la batalla aun en situaciones extremas y no dejarse llevar por el miedo. Esto ha llegado hasta nuestros días: los que conozcáis algún japonés coincidiréis conmigo en que casi todos son personas calmadas y pacientes”. Héctor García, en su libro “Un geek en Japón”, 2008. Como hemos visto en el análisis del fútbol ofrecido por el combinado japonés, el juego del combinado japonés no ofrece paciencia alguna, más bien al contrario: se suele precipitar no sólo en la salida de balón (imagen 1), ya que ante presión la defensa responde con pase en largo, sino también en ciertos contraataques con poca probabilidad de éxito por la falta de ayudas (imagen 2).

Imagen 1 Mayo-2013 nº 207

Imagen 2 50

Nuestra propuesta, atendiendo a las características de los jugadores y la población japonesa, es proponer un fútbol en ataque que sea paciente con el balón, manteniendo su posesión en todo momento para tener la iniciativa en el juego e intentar llegar al objetivo (marcar gol) en las mejores condiciones posibles. Ser paciente implica no precipitarse e intentar buscar la mejor solución para conservar la pelota, algo que exige numerosas ayudas. Recomendamos emplear al portero (casi nunca utilizado por la selección actual) en la salida de balón, ya que el hecho de estar libre de marca posibilita una inmejorable ayuda para conservar la pelota y dar continuidad a las acciones. El lanzamiento en largo sería el último recurso, reservándose a los cambios de orientación tan necesarios para descongestionar la zona activa de balón. De esta manera, atendiendo esta idea, el conjunto japonés debería ofrecer ciertos comportamientos relacionados con la paciencia en el terreno de juego:

- Salida de balón con pases seguros (no precipitación en el envío y seleccionar el pase adecuado) sin arriesgar la posesión del balón. Movilidad y desmarques de apoyo (o ruptura) por parte de los compañeros que están por delante de balón con la intención de ofrecer líneas de pase que permitan conservar la pelota.

- Dentro de un fútbol paciente, valorar los pases que implican progresión hacia la portería rival, ya que es ahí dónde pretendemos llegar para conseguir goles. - Valorar todas las opciones de pase en corto antes de desplazar en largo.

Juego combinativo “El método lo pone el jugador, capacitado para hacer unas cosas y imposibilitado para otras”. Lillo, J. citado por Cano, O. en su libro “El modelo de juego del FCBarcelona”.2009. “Estamos en el mundo para actuar de acuerdo con nuestra naturaleza”. Sabater, F. citado por Cano, O. en su libro “El modelo de juego del FCBarcelona” 2009. Como hemos comentado ya anteriormente, la Selección Japonesa no es precisamente un equipo que destaque por su corpulencia y su estatura física. La media de 1´78cm de estatura que presenta este conjunto lo hace estar en el ranking de las selecciones más bajas del planeta, algo que es lógico si tenemos en cuenta que la media de altura del país nipón está fijada en tan sólo 1´72cm para los varones y 1´58 para las mujeres. Según estos datos, no parece que el juego directo sea la mejor opción para el ataque de la selección, sobretodo porque ese estilo obliga a situar en la delantera a jugadores altos y corpulentos, precisamente una característica poco común en la población japonesa. La presencia en el pasado Mundial de Honda Keisuke (1`80cm) en la delantera -siendo centrocampista- es comprensible si se entiende como adecuación al sistema. Sin embargo, el presente estilo obliga a desplazar (en el peor de los casos dejar sin jugar) a otros delanteros convocados como Okazaki, Okubo, Tamada o Morimoto, delanteros muy válidos cuyo físico no les permite dominar el juego aéreo. El juego pretendido por el seleccionador, por tanto, puede que fuera efectivo a corto plazo para superar la primera fase del Mundial, pero obviamente no es adecuado si lo que se pretende es crear un Modelo de juego que siente las bases para determinar la mejor y más adaptada manera de jugar de Japón. Entendemos que eso es lo que se pretende cuando se establece un Modelo de juego: crear una idea, un estilo, para que con el paso del tiempo los jugadores que vengan se encuentren cómodos con él y, en todo caso, puedan también añadir cualidades para hacer evolucionar al modelo. Mayo-2013 nº 207

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Nuestra propuesta deja de lado el juego directo como forma más rápida de llegar a la portería rival. Somos partidarios de que la selección japonesa juegue acorde con sus características físicas y socioculturales. Por eso planteamos que el mejor estilo para los jugadores japoneses es aquel que fomenta el juego combinativo, un juego que conecte e interrelacione a sus jugadores a través del pase en corto, mucho más accesible para ellos que el balón aéreo, el cual quedaría limitado a los cambios de orientación y otras situaciones de último recurso.

Equilibrio y bloque compacto “Japón es una sociedad colectivista en la que el individualismo está mal visto”. “El confucionismo no se practica como una religión pero ha influenciado mucho su forma de pensar. La filosofía confucionista hace hincapié en el respeto y la lealtad al sistema, ayudar a los demás, ayudar al sistema para que todo fluya según lo previsto creando felicidad para los demás y para nosotros mismos”. Héctor García, en su libro “Un geek en Japón”, 2008. Hemos comprobado que en muchas ocasiones el juego de la selección japonesa no ofrece una estructura compacta, ya que la línea defensiva se mantiene siempre muy retrasada, lo cuál genera problemas tanto en ataque como en defensa. El bloque en muchas ocasiones se parte en dos (imagen 6), algo que no se adecua para nada a la realidad cultural japonesa, en la cuál la unidad colectiva está por encima incluso de lo individual.

Imagen 6 La idea que ofrecemos es desarrollar el juego combinativo anteriormente propuesto a través de un bloque compacto en ataque, algo que consecuentemente también favorecerá al proceso defensivo. Mantener las líneas bien juntas implicará una mayor colaboración entre jugadores, ya que estarán más próximos para recibir y ofrecer ayudas al compañero, encontrando un mayor número de soluciones en ataque. En aquellas situaciones en las que el equipo se encuentre en zonas de definición o finalización, Mayo-2013 nº 207

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la línea defensiva se mantendrá próxima al centro del campo, juntando todo lo posible al equipo y reforzando, por tanto, el sentimiento colectivo de unidad tan importante en la sociedad japonesa. Otra aspecto que aparece en el proceder del ataque nipón y que tampoco concuerda con la filosofía confucionista japonesa es la falta de ayudas en zonas de definición/finalización en banda (imagen 7). Muy raramente podemos ver situaciones de superioridad numérica ante el rival (y cuando las hay no las suelen aprovechar). Los ataques suelen acabarse con centros al área (imagen 8) o bien con lanzamientos a portería desde larga distancia, ya que el desborde en el 1x1 es uno de los puntos débiles de Japón. Esto quizá sea porque el dribbling es una habilidad en la que se requiere mucha creatividad, imaginación e improvisación, algo en lo que no destacan la mayoría de los japoneses.

Imagen 7

Imagen 8: No hay ayudas para crear superioridad numérica. El centro es la acción más empleada para intentar finalizar el ataque, ya que no se dominan acciones de 1x1. La propuesta en este caso, por tanto, es buscar siempre superioridad numérica entorno al balón, principalmente con la llegada de los laterales (normalmente libres de marca y con mucha velocidad que facilitaría su incorporación al ataque). Esto evitaría los 1x1 tan poco ventajosos para los jugadores japoneses y el empleo de excesivos centros al área rival (recordemos que es difícil aprovecharlos por la escasa estatura de los hombres de ataque), permitiendo al equipo llegar en situaciones de pase atrás o lanzamiento a portería des de dentro del área. En cualquier caso, la creación de superioridad numérica en estas zonas favorece y facilita mucho el regate del extremo, ya que el defensa ofrece menor oposición defensiva puesto que debe estar pendiente también del pase al lateral incorporado. Mayo-2013 nº 207

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LA TRANSICIÓN ATAQUE-DEFENSA Recuperar el balón cuanto antes Si uno de los puntos que pretendemos en el ataque es que el equipo cuente con superioridad numérica entorno al balón, entonces cuando perdamos la posesión del mismo contaremos con muchos jugadores en esa zona para defender, de ahí que la primera idea deba ser aprovechar esa superioridad para sustraer el balón con los jugadores más próximos a él, recuperando el balón en la zona en la que se perdió. Para los jugadores esta actitud les será más sencilla y les economizará esfuerzo, ya que no los obligaremos a replegar recorriendo grandes distancias hasta su posición inicial. El resto de jugadores más alejados deberá ajustar al equipo y equilibrarlo con sus movimientos de basculación y coberturas. El objetivo no solamente será obtener el balón inmediatamente, sino también dificultar el avance del rival impidiendo combinaciones a través de la presión al poseedor del balón y los posibles receptores. En caso de ser superada la primera línea de oposición, “los defensores que no se incorporaron al ataque asediarán e disuadirán al rival que posee el balón, intentándolo encerrar sobre los pasillos laterales”, minimizándole tanto el espacio para actuar como la posibilidad de relacionarse con sus compañeros. Esta actitud, generalmente llevada a cabo por los medios de contención, será vital para ganar tiempo en el repliegue de los compañeros superados. Existen varias referencias bibliográficas en la historia de Japón que ponen de manifiesto actitudes parecidas adoptadas por los samuráis en la batalla: “En 1600 d.C, el castillo cayó en el famoso Asedio de Fushimi por Ishida Mitsunari. Torii Mototada en un acto de valentía defendió el castillo por once días, demorando a las fuerzas de Ishida y permitiendo que su señor Tokugawa tuviera el tiempo necesario para juntar su propio ejército, lo cual tuvo un profundo efecto en la Batalla de Sekigahara, el cual marcó la victoria final de Tokugawa sobre sus rivales”. Wikipedia, artículo sobre el “Castillo Fushimi-Momoyama”. Asimismo, la última línea defensiva valorará el posicionamiento adecuado para desactivar el ataque rival, bien replegando para no favorecer envíos largos a su espalda, bien intentando anticiparse a los envíos destinados a los atacantes rivales, o bien provocando el fuera de juego. La voluntad (de querer el balón), la solidaridad, la colaboración y el espíritu de sacrificio son valores tradicionalmente arraigados a la cultura japonesa que tendrán especial importancia en el desarrollo efectivo de esta transición.

LA DEFENSA Defensa zonal y bloque compacto “Los japoneses siempre piensan en los otros antes que en ellos mismos”. Manuel Medina González, Doctor en Inteligencia artificial, en su blog “Un mexicano en Japón”. “Las empresas niponas realmente cuidan a sus empleados y estos aman su trabajo por encima de todas las cosas porque constituye toda su vida”. Héctor García, en su libro “Un geek en Japón”, 2008. “El individuo japones al incorporarse a cualquier empresa de trabajo se transforma a modo de “cooptación psicológica” en “miembro permanente”de dicho grupo empresarial. Dado que la vida de este grupo a la que ha ingresado depende de que todos sus miembros trabajen en común para alcanzar un alto grado de cohesión grupal, la vida del hombre japonés se proyecta mas bien como vida colectiva. Todos participan de la misma problemática y se sienten identificados con los fines de la empresa”. Bernardo Villasanz Rodríguez. Artículo “La construcción de la identidad japonesa”. Mayo-2013 nº 207

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Debido a que el fútbol es un “todo” en el que sus cuatro momentos del juego están conectados, será necesario que el equipo presente un planteamiento defensivo que sea coherente con el estilo y modo de proceder en el ataque. La comunión entre las fases del juego será indispensable para facilitar el paso de una fase a otra sin encontrar contradicciones entre ellas. Como ya hemos comentado anteriormente, pretender la iniciativa en el juego y mantener la posesión del balón implica estar siempre bien posicionados en el campo, y “eso sólo se consigue defendiendo zonalmente”. Efectivamente, únicamente defendiendo en zona podemos conseguir que el equipo se reorganice con más facilidad en el momento de la transición defensa-ataque, ya que los jugadores se mueven en un espacio similar tanto para defender como para atacar. La defensa zonal es el tipo de defensa que mejor se ajusta a la sociedad colectivista japonesa, ya que basa su fuerza y efectividad en el grupo, en el colectivo, permitiendo el reparto de zonas en el terreno de juego y la división de esfuerzos entre los integrantes del equipo. Es la opción más solidaria y la que más se ajusta al carácter grupal tan arraigado en el país japonés. Pese a que la selección japonesa actual practica la defensa en zona, el análisis global del comportamiento defensivo de Japón ha evidenciado, en la mayoría de los casos, ciertos problemas uno de los aspectos más importantes de la organización colectiva de la defensa zonal: el equilibrio y la compactibilidad del equipo. Efectivamente, como hemos visto, el hecho de que el combinado japonés presente la línea defensiva muy retrasada y ésta no acompañe al equipo (sobretodo en las basculaciones verticales -imagen 9-) provoca que en ciertos casos el equipo se divida en dos bloques, generando zonas peligrosas, desatendiendo la unidad grupal, y destruyendo no solamente la fuerza y la eficacia de la defensa zonal, sino también el nexo común entre el juego del equipo y el carácter de la población nipona, una sociedad que, como dice el doctor M.Medina, “piensa en los otros antes que en ellos mismos” para fomentar la cohesión del grupo en busca del buen funcionamiento global.

Imagen 9: distancia entre líneas. Centrales no acompañan el movimiento de los medios.

Corrigiendo este error, la defensa zonal que proponemos se basará siempre en mantener un bloque compacto, con las líneas muy juntas para facilitar las ayudas defensivas y dificultar el juego al adversario. No hay mayor muestra de solidaridad y de espíritu colectivo que la cohesión de un equipo en todas las fases del juego. Mayo-2013 nº 207

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Posicionamiento avanzado e inteligencia defensiva “Un samurai debe actuar con inteligencia y valentía, y dejarse matar no sólo está mal sino que es estúpido”. Publicado por Jorge Flores Vergaray en el artículo “El Bushido en los Samurái”.

El lugar del terreno en el que organizaremos la defensa dependerá de las circunstancias y del rival, aunque a priori proponemos un posicionamiento intermedio-avanzado, ya que éste va en consonancia con la mentalidad ofensiva propuesta anteriormente, en tanto que el equipo se ubica en una posición que lo predispone a arrebatar el balón al rival lo antes posible para poder controlar el juego. Este posicionamiento ofrece ciertas ventajas: - Se dificulta la fase de iniciación y creación del ataque combinativo del equipo contrario (y por tanto también su progresión en corto hacia nuestra portería).

- Se puede obligar al rival a jugar en largo, una opción que beneficia al equipo actual a medio plazo puesto que los centrales dominan a la perfección el juego aéreo. Así conseguimos adaptar el juego del rival a las características de nuestros jugadores.

- En caso de que el contrario consiga progresar, facilidad para el repliegue.

- Se puede recuperar la posesión en campo contrario y en zonas próximas al área rival, algo que dotaría de mayor peligrosidad aún el contraataque nipón. En cualquier caso, proponemos que esta idea inicial pueda ser moldeada en ciertos momentos del encuentro por los propios jugadores, dejando lugar a la intervención de la inteligencia de éstos. No se trata de improvisar, simplemente de tener ciertas respuestas estudiadas ante lo que el partido demanda. De esta manera, cuando al equipo le sea difícil jugar con el bloque adelantado, “por fatiga, porque el adversario nos genera problemas en un momento determinado, etc. los jugadores recurrirían a juntar líneas y retrasar el bloque (algo más sencillo porque exige menor desgaste) para, una vez recuperado el balón, tranquilizar el juego y recuperarse física y mentalmente y así optar de nuevo al posicionamiento inicial”. Se trata de dosificarse empleando la inteligencia táctica. Consideramos que si la historia destaca a los antiguos samuráis como personas “inteligentes y valientes”, ese debe ser también el concepto que en un futuro empleen para definir a los futbolistas japoneses, ya que precisamente llevan esa tradición en sus genes. En concordancia con la fase ofensiva, a nivel psicológico también proponemos una defensa que, aún sin balón, pretenda seguir llevando la iniciativa en el juego a partir de intentar recuperar el balón lo antes posible. Así, el equipo no deberá conformarse con que el rival no progrese, sino que deberá presionarlo para obtener el balón mediante el robo de éste o bien forzando el error del rival. No hablamos de una presión individual, algo que no se adaptaría a la cultura japonesa, sino de una presión colectiva en profundidad, también entendida como zona presionante. El objetivo es tener el balón cuanto antes, una elección valiente que va acorde con la filosofía samurái . Mayo-2013 nº 207

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LA TRANSICION DEFENSA-ATAQUE Entre la sorpresa y la seguridad “En relación a los movimientos de combate, éstos estaban designados a mejorar y perfeccionar la destreza en el combate del guerrero. Constantemente, practicaban una serie de movimientos, centrados en el ataque, defensa, y contraataque”. Raquel Méndez, en “Samuráis: Guerreros de la muerte”, artículo publicado en su blog “Cultura Japonesa”. Aunque con cierta irregularidad, podemos decir que el contraataque fue en el pasado Mundial de Sudáfrica una de las armas más peligrosas de la selección japonesa, sobretodo aquél que ejecutaban a través de un ataque vertical combinativo con la intervención de varios jugadores. La velocidad con la que éstos cambiaban el “chip” para atacar era una de las claves para sorprender al rival y ponerles en dificultades. Con pocos pases y ciertos movimientos estudiados del hombre situado en punta, Honda Keisuke (caída en banda), conseguían plantarse en las inmediaciones del área rival. Pese a todo esto, el conjunto nipón no consiguió anotar ningún gol después de una transición defensaataque, y quizá fuera porque la mayoría de los contraataques del equipo japonés suelen acabar en situaciones de 1x1, una acción en la que precisamente no destaca ninguno de los jugadores que participaron en el Mundial. Al no desbordar en zona de finalización, los atacantes solían acabar la jugada en centros o en disparos desde larga distancia, algo que reducía las posibilidades de éxito de cara al gol. Otro punto negativo ya comentado con anterioridad es la precipitación de la primera oleada en la velocidad de ejecución del contraataque (imagen 10), muchas veces llevado a cabo con escasas ayudas, algo que resta eficacia en el desenlace de la jugada. Atendiendo todo esto, proponemos que los contraataques realizados por el equipo japonés tengan siempre en cuenta la no precipitación, la calma y la paciencia tan arraigada en la cultura Imagen 10 japonesa, ya que muchas veces este proceder favorece la ejecución del contraataque en tanto que permite que “los jugadores dispongan de tiempo para acompañar la jugada, pudiendo ser elementos que constituyan la segunda oleada, o si el equipo contrario se reordenó, poder asegurar el mantenimiento del balón y el desenvolvimiento en ataque organizado”. Así, pretendemos una transición defensa-ataque con dos posibilidades diferenciadas: 1) buscar la inmediatez para sorprender al rival y 2) en caso de vislumbrar posibilidades de éxito, ralentizar la jugada para ocupar el posicionamiento predeterminado y volver a ataque organizado. Ambas posibilidad se verán supeditadas por el principio de la no precipitación en la acción. En cuanto al desarrollo, los movimientos de los jugadores en el contraataque deberán buscar proximidad con sus compañeros, generando situaciones de superioridad numérica que faciliten el desborde mediante paredes, triangulaciones, etc. para no confiar únicamente en la opción 1x1 y así progresar hacia el área rival con opción de tiro cercano a portería. El equilibrio en estas acciones será algo fundamental, teniendo que acompañar todo el equipo la jugada (mediante distintas oleadas) para mantener un bloque compacto que facilitará la transición ataque-defensa en caso error en la pérdida del balón. Mayo-2013 nº 207

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ESTILO DE ENSEÑANZA Descubrimiento guiado “Los japoneses aprenden en las escuelas y universidades a base de repetición, no se les da prácticamente opción a pensar por ellos mismos. Los japoneses tienden a conformarse con las reglas establecidas, tienden a seguir el camino marcado sin complicarse la vida, en vez de buscar la originalidad o crear ideas nuevas”. Héctor García, en su libro “Un geek en Japón”, 2008. “Desgraciadamente, en la sociedad japonesa actual ya no se trata únicamente de las fuerzas armadas, también en el trabajo se piensa así, cada vez hay menos personas con conciencia propia”. Kenzaburo Oé, Premio Nobel de Literatura, cit. Por Héctor García en “Un geek en Japón”, 2008. “Tenemos que aprender a pensar por nosotros mismos”. Tulio Tanaka, jugador de la Selección Japonesa de Fútbol de origen brasileño, en declaraciones previas al Mundial. Como sabemos, el fútbol es un deporte con muchísimas situaciones abiertas en el que los jugadores continuamente están tomando decisiones. Como nos muestran las citas anteriores, la sociedad japonesa mantiene un sistema que no favorece la autonomía personal de un individuo demasiado acostumbrado a seguir la línea fijada sin cuestionarla ni proponer alternativas. Esta problemática influye directamente “el jugar” del fútbol japonés, ya que en ocasiones su juego se vuelve demasiado predecible y los jugadores no aportan ese plus de imaginación y creatividad que muchas veces suele decantar el partido a nuestro favor. Los entrenamientos destinados a mejorar la toma de decisiones únicamente “se suelen trabajar en los clubs profesionales” y acostumbran a aparecer en edades demasiado tardías (16-17 años). En el resto de clubs no profesionales “trabajan sobretodo la técnica individual del jugador a través de ejercicios mayormente analíticos, haciendo quizá una mala interpretación de lo que propuso la Federación Japonesa de Fútbol tras el Mundial de Alemania en 2006: destinar esfuerzos en mejorar individualmente al jugador”. De esta manera, la cultura, la sociedad, la educación, la tardía formación en mejorar la toma de decisiones, son impedimentos pesados para mejorar este aspecto. Por todo ello, pese a que muy probablemente ya se emplee en la Selección Japonesa, queremos puntualizar que el estilo de enseñanza que fomentamos es el conocido como Descubrimiento Guiado, un tipo de enseñanza que rompe con el sistema analítico-repetitivo japonés y que implica cognitivamente al jugador, siendo éste el que debe resolver el problema planteado por el entrenador, el cual debe esperar las respuestas y no intervenir, salvo en casos necesarios y sólo para dar sugerencias (jamás da la respuesta), y una vez obtenida ésta del alumno, reforzarla. Sin duda, hablamos de un tipo de formación que ayuda a mejorar la toma de decisiones del futbolista. Como muestra la siguiente cita, el estilo de enseñanza se relaciona con lo que proponían antaño en Japón los maestros zen (mediante los Koan) para enseñar lecciones a sus alumnos: “Según la filosofía zen, no se puede enseñar con palabras su naturaleza, por lo que es el propio alumno el que debe aprender por sí solo. Esto significa que en la relación maestro-alumno el maestro tiene la función de guiar al alumno”. Héctor García, en su libro “Un geek en Japón”, 2008. Mayo-2013 nº 207

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8.- Ejemplo de sesión para desarrollar el modelo de juego propuesto EQUIPO:

x

SESIÓN:

x

FECHA:

x

CONTENIDOS:

OBJETIVO:

Trabajar la salida de balón dentro

Técnicos: El control orientado y el pase.

ESTILO Descubrimiento ENSEÑANZA: Guiado

DURACIÓN: 90´

MATERIAL: balones, conos, petos

Sistema de juego 1-4-3-3.

CALENTAMIENTO (15´) Preparación mental y física para la sesión. 10´Rondo 5x3 con pivote

Espacio muy reducido.Rondo 5x3 a dos toques. Intensidad baja-media (se pretende aumentar la temperatura del cuerpo). Simulación del posicionamiento 4-1-1 (4 defensas, mediocentro defensivo y medio centro ofensivo). GRÁFICO

PARTE PRINCIPAL (60´) La parte en la cual se adquieren los objetivos.

Tácticos: Salida de balón buscando al hombre libre. No precipitarse en búsqueda de soluciones. Precipitación. Psicológicos: Paciencia y confianza en la salida de balón. Físicos: Los que derivan del desarrollo de la sesión. 5´Estiramientos

ACTIVACIÓN DE LA MUSCULATURA Y AMPLITUD DE MOVIMIENTO DEL TREN INFERIOR. Ejercicios estáticos, dinámico y con tensión activa. Simular acciones propias de un partido. GRÁFICO

28´(2x14 + 2´descanso entre series). Salida de balón con juego combinativo.

GRÁFICO

28´(2x14 + 2´descanso entre series). Partido real con salida de balón buscando al hombre libre.

GRÁFICO

Dos campos de juego de 20x25m con una zona central de 20x5. El grupo rojo y azul (atacantes) se disponen en ambas zonas laterales tal y como muestra el gráfico (unos simulando la línea defensiva de un 1-4-3-3 y otros el bloqueo ofensivo de la misma formación). El grupo amarillo se sitúa en la zona central. El jugador de color rosa participará como comodín en la zona central. Una vez se inicia el juego, los atacantes deben conservar la posesión del balón ante la presión del rival, el cual deberá robar el esférico e intentar marcar gol en la portería más cercana (éstos pueden decidir cuántos jugadores van a presionar y cuántos se mantienen en la zona central). Reglas: a) Deben tocar el balón todos los componentes del grupo antes de enviarlo al otro campo de juego. b) No se puede desplazar en largo. c) Gana el equipo que haya defendido menos tiempo a lo largo del tiempo de juego. d) Por cada gol obtenido se la descuentan 10´´ del total del tiempo defendido.

Partido real 9x9. En el gráfico el equipo amarillo defiende, el equipo azulgrana ataca. Consignas: No se puede defender fuera de las zonas delimitadas. Para marcar gol el balón deberá pasar obligatoriamente por la zona central. El central podrá conducir hacia zona central en caso de no poder conectar con los medios (en ese caso el pivote defensivo deberá ocupar la zona que ha dejado libre el central). El delantero centro podrá ocupar la zona central en caso de que haya problemas para progresar con los medios. Comunicación dirigida a: - Buscar el hombre libre en la salida de balón. - Ofrecer línea de pase al poseedor del balón. - Determinación para salir conduciendo y provocar situaciones ventajosas. VUELTA A LA CALMA (15´) Devolvemos a los jugadores a su estado inicial. 10´Estiramientos pasivos.

Estiramientos pasivos de carácter suave. Feedback de la sesión. Comentar sensaciones, dificultades, alternativas, etc.

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9.- FCBEscola Fukuoka (Japón): Una experiencia que avala el proyecto

El modelo de juego propuesto se ha llevado a cabo, en una versión reducida del contenido pero con idéntica filosofía, en la FCBEscola Fukuoka (Japón), la primera escuela oficial del FCBarcelona en el país nipón. El cambio de ideal, de filosofía de juego y de metodología de entrenamiento ha supuesto un gran avance para el desarrollo de los chicos y chicas de esta escuela no sólo a nivel futbolístico, sino también a nivel personal. Algunos familiares y colaboradores de la escuela opinan:

以前、私の息子はサッカーをプレーしているだけでしたが、今はサッカーを楽しんでいます。前 にいたチームではずっとセンターバックとしてプレーしていて、ほぼずっとボールを前に蹴り出 すだけでした。ただのディフェンダーでしたが、今は「攻撃の一番手」としてボールによく触れ るようになりました。彼自身がセンターバックとしての役割を自覚し、プレーすることを楽しん でいます。もちろん私もうれしいです。 ナカミツヤエさん(FCBエスコラ福岡・ナカミツハルトくんのお母様)

“Mi hijo antes jugaba a fútbol... Ahora disfruta. Su entrenador le ponía de central en el equipo anterior y casi siempre chutaba el balón hacia arriba... Sólo era un defensa. Ahora le dicen que es el primero en atacar y toca mucho la pelota. Él mismo se pone de central. Se divierte... y yo también”. Nakamitsu Yae, madre de Nakamitsu Haruto, alumno de la FCBEscola Fukuoka. 日本では自分からディフェンダーをやりたがる人はほとんどいない。大半の子供たちがフォワ ードか中盤をやりたがる。キーパーは前に蹴り出すだけだし、ディフェンダーは攻撃のためでなく 守備をするためだけにボールを触るだけなので、ディフェンダーをやりたがらない理由もよく分 かる。でも、FCBエスコラでは、ディフェンダーも多くボールに触ることができるし、何よりそ れを子供たちも喜んでいるので。 ヤマダアキヒロ(福岡ウォーカー編集部)

“En Japón nadie quiere ser defensa. Casi todos los chicos quieren ser delanteros o centrocampistas. Creo que es normal, porque el portero siempre lanza hacia arriba y los defensas sólo tocan la pelota para defender, no para atacar. Aquí (en la FCBEscola) es diferente, los defensas tienen mucho el balón y eso gusta a los chicos”. Yamada Akihiro, Periodista de “Fukuoka Walter”. 私が息子をこのスクールに入れたのは、日本人の大半がそうだと思うのですが、何よりバルサの サッカーが好きだったからです。私の息子もようやく自分にぴったりのサッカーを見つけること が出来たと思います。所属チームではずっと前をめがけてプレーするばかりで、ドリブルは二の 次。これは個に頼ったサッカーです。息子はドリブルも上手ではないし、フィジカルが強いわけ でもありません。だからこそ、初めてグラウンドに来て、コーチの皆さんがショートパスを使っ てプレーしようと言い続けていることが、本当に嬉しかったのです。 ナカムラカズミ(FCBエスコラ福岡・ナカムラタロウくんのお母さま)

“Inscribí a mi hijo en esta escuela porque me gusta el fútbol del Barça... a la mayoría de japoneses les gusta. Creo que mi hijo por fin ha encontrado un fútbol que se adapta a él. En su equipo siempre intentaban jugar por arriba y luego les decían que regatearan. Es un fútbol muy individual. Él no regatea bien y no es muy fuerte, así que cuando llegó aquí y vio que los entrenadores les pedían que jugaran a través de pases cortos... simplemente fue feliz”. Nakamura Kazumi, madre de Nakamura Taro, alumno de la FCBEscola Fukuoka. Mayo-2013 nº 207

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以前、私の息子は誰にパスをすればいいのかと尋ねることがありましたが、監督は「この選手か あの選手だ!」と応えていました。別の日、同じことを尋ねた時、コーチたちは「フリーの選手 を探せ!」と応えてくれました。 コガナルミさん(FCBエスコラ福岡・コガユウキくんのお母さま) “Antes mi hijo preguntaba a quién debía pasar el balón y el entrenador le decía a éste o a ése jugador. El otro día mi hijo preguntó lo mismo y le contestaron: al hombre libre, búscalo!”. Koga Narumi, madre de Koga Yuki, alumno de la FCBEscola Fukuoka. Los comentarios anteriores tienen en común varios puntos, quizá el más importante de ellos es el cambio de la relación de los jugadores con el balón. El optar por un fútbol en corto, combinativo, no sólo les hace sentirse parte de un colectivo que practica un fútbol con una idea distinta a la habitual en Japón, sino que también les ayuda a explotar sus cualidades y mostrarse mucho más cómodos en el terreno de juego. Los padres y madres valoran, independientemente del resultado, la diversión de sus hijos en el esfuerzo por practicar un fútbol atractivo basado en la toma de decisiones. Muchos pueden creer que el éxito de esta escuela se debe a la marca. Personalmente me gusta pensar que la clave no está en el nombre, sino en el fútbol que propone, un fútbol que va acorde con la mentalidad, la cultura, las características y la filosofía de Japón.

10.- Conclusiones

"Al futbol siempre debe jugarse de manera atractiva, de manera ofensiva, debe ser un espectáculo" . Johan Cruyff, ex-entrenador del F.C. Barcelona.

"Algunos dirán que en fútbol sólo interesa ganar y otros, más cándidos, seguiremos pensando que si esto es un espectáculo también importa gustar". Jorge Valdano, ex-entrenador del Real Madrid CF. “Nos encontramos ante la confirmación de un estilo que engrandece este deporte permanentemente amenazado por especuladores y cerrajeros. España ha demostrado que jugar bien es el camino más corto para ganar. Nuestra Selección ha reivindicado un valor estético que parecía cosa antigua e ineficaz. Esa lección se llevará Holanda de primera mano. Su traición a los antepasados fue clamorosa y merecía un castigo ejemplar”. Juanma Trueba, en su artículo “El Paraíso del Fútbol”, Diario As, 12 de Julio de 2010. Como todos sabemos, lo que manda en el fútbol es el resultado final. A lo largo de la historia la necesidad de ganar ha supuesto (y supondrá) numerosos debates que cuestionan el mejor camino hacia la victoria. Así, hemos escuchado hasta la saciedad la gran duda: ¿jugar bien y perder, o jugar mal y ganar? El pasado Mundial ha abierto una enorme esperanza en el fútbol, ya que por fin se ha demostrado que el fútbol atractivo, bonito, no sólo puede obtener resultados, sino que además otorga un valor indescriptible a la victoria. Es un fútbol que “no sólo piensa en ganar, sino que fomenta otros valores”. Uno de ellos es el de honrar al fútbol, a este magnífico espectáculo y a sus fieles seguidores. Sin ellos este deporte no sería lo mismo. Mayo-2013 nº 207

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Por eso el título de la Selección Española, más que el gran triunfo de España, es el triunfo del Fútbol, una victoria que puede servir de inspiración a muchos países y enseñarles otra filosofía, un camino distinto, una duda diferente: ¿jugar bien y ganar, o jugar mal y perder? Japón debe aprender de todo esto, debe dejar fluir su cultura, su tradición, su filosofía y crear un estilo propio que precisamente va acorde con la mentalidad ofrecida por la selección española en el pasado Mundial. Un viaje difícil que deberá huir del resultadismo y de esa mentalidad ultradefensiva que, a excepción de algún equipo, ha conseguido desaliñar últimamente este deporte. Naoto Muramatsu, conocedor del fútbol japonés, dijo: “Japón necesita ahora mismo ser derrotado para empezar de cero con una mentalidad nueva. La derrota en el presente, mejorará el futuro”. Quizá éste sea el momento, porque de lo contrario, como diría Juanma Trueba, seguirían “traicionando a sus antepasados”. El proyecto presentado pretende ser una ayuda más en este ambicioso camino, una simple propuesta para la reconstrucción del Modelo de Juego del Fútbol Japonés.

BIBLIOGRAFÍA • “MODELO DE JUEGO Y EJERCICIOS ESPECÍFICOS PARA SU DESARROLLO”. Jorge Castelo, Apuntes del curso de Especialista en táctica y dirección de equipos. • “O DESENVOLVIMIENTO DO JOGAR SEGUNDO A PERIODIZAÇAO TÁCTICA”. Marisa Silva. 2009. • “EL MODELO DE JUEGO DEL FCBARCELONA. Una red de significado interpretada desde el paradigma de la complejidad”. Oscar P. Cano Moreno. 2009. • “¿QUÉ ES LA PERIODIZACIÓN TÁCTICA?”. Xavier Tamarit Gimeno. 2007. • “MOURINHO. ¿POR QUÉ TANTAS VICTORIAS”. B. Oliveira, N. Amieiro, N. Resende, R.Barreto. 2007. • “DEFENSA EN ZONA EN EL FUTBOL”. Nuno Amieiro. 2005. • “UN GEEK EN JAPÓN”. Héctor García. 2008. • “EL BUSHIDO EN LOS SAMURÁI”. Artículo de Jorge Flores Vergaray. • “SAMURÁIS: GUERREROS DE LA MUERTE”, Raquel Méndez, artículo publicado en su blog “Cultura Japonesa”. • “LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD JAPONESA. Un estudio sobre el sistema cultural y simbólico de la sociedad japonesa”. Bernardo Villasanz Rodríguez, Artículo. • “CASTILLO FUSHIMI-MOMOYAMA”. Wikipedia, artículo. • “JAPON”. Wikipedia, artículo. • “SAMURAI”. Wikipedia, artículo. • “ENTRENAMIENTO DE LOS CONCEPTOS TACTICOS DEFENSIVOS”. Manuel Conde/ Algimiro Alonso. 2006. • REVISTA DIGITAL “FÚTBOL TÁCTICO”: www.futbol-tactico.com Mayo-2013 nº 207

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Anexo Entrevista a Naoto Muramatsu

Entrenador Japonés Titulado Nivel III. Comentarista de Barça TV Japan. Ha publicado 4 libros de Fútbol en su país.

P: Señor Muramatsu, ¿qué opina del papel de la Selección Japonesa en el Mundial de Sudáfrica? R: Pese a que no ha hecho un mal papel, el fútbol que ha desplegado no ha convencido. No ha jugado de la forma que gusta a los japoneses.

P: ¿Podría decirnos cuál es esa “forma”? R: A ver... Podemos decir que tanto en los deportes tradicionales como en los modernos, la sociedad japonesa busca y pretende encontrar cierta belleza en la forma de jugar para que el resultado final tenga el honor que en su día proclamaban los Samuráis... No se trata de ganar, sino de cómo hacerlo. En Judo por ejemplo, deporte nacional del país, el aficionado japonés no acepta y valora una victoria de su luchador por puntos... debe ser por Ippon, la forma más bella de ganar. En fútbol pretenden lo mismo, encontrar ese camino, esa perfección hacia la victoria, algo que actualmente está muy lejos de lo que ofrece la selección japonesa y el fútbol japonés en general...

P: No se trata sólo de ganar... R: Eso mismo... los japoneses valoran el camino hacia la victoria tanto como la victoria en sí. Nuestra cultura siempre pretende encontrar una fusión entre la estética y el resultado. Damos importancia a la forma, por eso los japoneses admiran tanto el juego del Barça y de España, porque intentan hacer un fútbol bonito. Mayo-2013 nº 207

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P: Parece que ese fútbol por fin ha obtenido un gran reconocimiento... España ha logrado su primer Mundial. R: Claro! Esto ayudará mucho a países como Japón, que aún parece que no ha definido su forma de jugar ideal.

P: ¿Qué debe ocurrir entonces para que el fútbol japonés mejore? R: En cuanto a la selección... deben cambiar muchas cosas, pero creo que a Japón le viene bien la derrota para empezar de cero y tener una mentalidad nueva. Perder en el presente mejorará nuestro futuro. En cuanto al fútbol japonés en general, sobretodo tiene que mejorar el fútbol base, que está bastante descuidado, en especial aquellos clubes no profesionales.

P: ¿Cuál diría que es la causa de esta dejadez? R: Hay muchas: la organización es una de ellas... La Federación no crea ligas y las confía a los propios Clubes para que las organicen por ellos mismos... Algo que no acaba de resultar. Luego el nivel de enseñanza puede mejorar mucho. El sistema no favorece a que los entrenadores sean auténticos especialistas en la materia, y eso lo sufren los niños en los entrenamientos.

P: Hablando de los entrenamientos... Teniendo en cuenta que numerosos autores coinciden en que a los japoneses les cuesta improvisar, nos podrías hablar del trabajo de la toma de decisiones en el fútbol? R: Es verdad que a la gran mayoría de japoneses les cuesta salir de la norma... es algo cultural. Los entrenamientos que intentan mejorar la toma de decisiones en el jugador se suelen trabajar solamente en los clubs profesionales sobre los 16-17 años. En el resto de clubs trabajan sobretodo la técnica individual del jugador a través de ejercicios analíticos, puede que porque entendieron mal lo que propuso la Federación Japonesa de Fútbol tras el Mundial de Alemania en 2006, que animó a los clubes a mejorar individualmente al jugador por encima del grupo.

P: ¿Ayudarían entonces los “entrenamientos con toma de decisiones” a mejorar el rendimiento de los jugadores? R: No sólo como jugadores, también les ayudaría a nivel personal.

P: Muchas gracias señor Muramatsu, ha sido un placer compartir esta charla con usted. R: De nada, el placer ha sido mío!

Ivan Palanco Santiago Mayo-2013 nº 207

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Firma invitada

C

Horst Wein Licenciado en Educación Física. Especialista en Fútbol Base. Colaborador Técnico de la Real Federación Española de Fútbol.

Consideraciones para el fútbol formativo

omo llevo indicando desde hace muchos años, es necesario un fútbol a la medida del niño y un fútbol a la medida del adolescente. Lo repito y explico en todas mis conferencias y lo he desarrollado detalladamente en mis libros. Como en todas las asignaturas del proceso de enseñanza-aprendizaje en colegios y universidades, también en el fútbol hace falta adaptar la materia y los métodos a las capacidades de los alumnos. El fútbol, en cualquier fase de la evolución de un practicante, debe ser como sus zapatos, tiene que estar hecho a su justa medida para que pueda caminar y progresar eficazmente. El fútbol del benjamín debe ser menos “grande” que el fútbol del alevín, y los infantiles deben practicar un fútbol diferente al de los cadetes. Por otra parte, el fútbol del adolescente tiene que adaptarse a sus capacidades físicas y mentales, así como a sus intereses y expectativas, que son muy distintos a las de los adultos. Debido a que las federaciones de fútbol no escuchan a las leyes de la naturaleza, más del cincuenta por ciento de los niños que han empezado a jugar en España con edades entre seis y ocho años abandonan la práctica del fútbol alrededor de los dieciséis años. En Estados Unidos ese porcentaje de abandono se sitúa en un alarmante setenta y tres por ciento. A pesar de esto, la mayoría de las federaciones son reacias a cualquier cambio y todavía cultivan la práctica del once contra once, que considero muy perjudicial para niños menores de trece años.

El eje de la enseñanza en el fútbol base deberían ser los juegos simplificados, jugando, pero a la medida de las potencialidades de cada edad, y no con campo, balones y porterías del fútbol adulto. Resulta relativamente fácil aprender a regatear, chutar, defender, controlar el balón o desmarcarse, pero resulta más difícil fundir todos estos elementos en un todo de esencia superior. Uno de los aspectos importantes para la formación es la repetición. Cuantos más toques del balón tenga el niño y joven, más desarrollará sus habilidades técnicas. Por esta razón debería desaparecer el fútbol de once contra once para los menores de catorce años. Es importante tener el balón pero es más importante saber qué debe hacerse con él. No sólo debe enseñarse el gesto técnico, es esencial enseñar el instante oportuno, y en función del espacio del campo, para utilizar la técnica en beneficio del equipo. Además, debe enseñarse como jugar sin balón, cuestión casi olvidada en la enseñanza del fútbol base. Estadísticamente está demostrado que en un partido de fútbol profesional los jugadores cometen más errores en la lectura del juego y en la toma de decisiones que en la ejecución de cada gesto técnico. Por eso resulta tan importante enseñar a entender el juego del fútbol.

En lugar de dar soluciones a los problemas, el profesor debe aportar problemas que deben ser resueltos por sus alumnos, los jugadores en formación. Porque en el fútbol base los maestros deben ser los juegos bien planificados y no el entrenador-formador. El fútbol base no precisa de técnicos que busquen resultados en cada partido, sino de formadores que formen personas sin fijarse en los resultados y las clasificaciones. El éxito de una escuela de formación tendría que medirse por el número de jugadores que aporta cada año al primer equipo del club, y nunca por el número de trofeos ganados en el fútbol menor. Por ejemplo, para niños de ocho y nueve años debe hacerse, en los entrenamientos, mini fútbol de tres contra tres a cuatro porterías, en vez de cuatro contra cuatro a dos porterías; esto es debido a que al atacar siempre a dos porterías contrarias el niño mejora mucho su lectura de juego al decidir constantemente, en el juego de tres contra tres, cual de las dos porterías está menos defendida. Mayo-2013 nº 207

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Nuestro ejercicio del mes

TAREA DE ENTRENAMIENTO

Autor:

Revista TRAINING FÚTBOL nº 207

Érick Mombaerts

Entrenador Nacional de Fútbol. Profesor de Educación Física. Ex-Entrenador del París Saint-Germain.

Título: “2 x 1 y centro”. OBJETIVOS:

- Jugar en banda con superioridad numérica. - Remates tras pase o centro desde banda. - Defensa de los envíos desde banda. - Salidas por alto, blocajes, desviaciones y despejes del portero.

Consideraciones:

Puede establecerse superioridad o inferioridad numérica en los jugadores que buscan el remate.

EXPLICACIÓN Y DESARROLLO

Se enfrentan dos equipos de seis jugadores cada uno. Gana el equipo que consiga más goles en remate tras centro desde banda.

Se desarrolla el ejercicio sobre una de las áreas de penalti del campo, señalando tres zonas concretas: el propio área de penalti, una zona derecha y una zona izquierda. Las zonas derecha e izquierda están limitadas por la prolongación de la línea frontal del área de penalti hasta la línea de banda, por la otra línea del área de penalti correspondiente a cada lado y por la parte de las líneas de banda y meta de ese espacio; esto forma una zona concreta a cada lado (observar gráfico).

En el área de penalti se sitúan tres jugadores de cada equipo, unos para buscar el remate a gol y otros para defender la portería. En las zonas laterales se sitúan así: dos jugadores atacantes de un equipo frente a un jugador defensor del equipo contrario (dos del equipo A frente a uno del equipo B en una zona, y dos equipo B frente a uno del equipo A en la zona opuesta). Siempre actuará un portero defendiendo la portería independientemente del equipo que ataque o defienda en cada jugada. Ningún jugador puede abandonar la zona que tiene asignada.

Inicia cada jugada el entrenador (situado en una zona central y más retrasado) enviando el balón a una de las zonas laterales para que los jugadores atacantes (que son los del equipo que tiene dos jugadores ahí) traten de realizar un buen centro, frente a la oposición del jugador rival, para que uno de sus tres compañeros remate a gol con cualquier superficie de contacto, frente a la oposición de los tres jugadores rivales.

Si bloca el portero, éste le devuelve el balón el entrenador para iniciar otra vez por la zona lateral contraria. Lo mismo si la jugada acaba en gol. Si el balón sale fuera, el entrenador inicia con otro balón que tenga en su poder. Siempre jugando cada vez por una zona lateral distinta. Mayo-2013 nº 207

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GRÁFICO

# SELLO

REVISTA TÉCNICA PROFESIONAL Jorge Guillén, 8 47400 Medina del Campo VALLADOLID

Número 208- Junio 2013

Contenido de nuestro PRÓXIMO NÚMERO Recopilación de conceptos en nuestras conversaciones sobre fútbol.

Miguel Ángel Portugal, César Luis Menotti, Marcelino García Toral, Eduardo Domínguez Lago, Ángel Cappa, Carlos Queiroz, Jorge D’Alessandro, José María Amorrortu, Miguel Ángel Lotina, Santiago Coca, Francisco Seirul’lo, Ismael Díaz Galán, Mikel Etxarri, Xabier Azkargorta, Juan Manuel Lillo, Francisco “Pacho” Maturana, Raynald Denoueix, Rafa Benítez, Eusebio Sacristán, Javier Aguirre. En sus conversaciones sobre fútbol con Jesús Cuadrado

Aprendizaje de habilidades tácticas. Por

José María Buceta. Doctor en Psicología. Máster en Ciencias de Psicología Clínica. Entrenador Superior de baloncesto. Profesor Titular de Psicología de la UNED. Ex-Seleccionador Nacional de Baloncesto Femenino de España.

Munich: el gran reto para Guardiola. Por

Juan Salvadores Canedo. Entrenador Nacional de Fútbol. Máster Profesional en Fútbol. Máster en Psicología de la Actividad Física y el Deporte.

Desarrollo para jugar en 4-2-3-1 con contraataque.

Por César Adolfo Sánchez Maquieira. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos (CESFÚTBOL). Técnico Deportivo en Fútbol.

Firma invitada

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Tarea de entrenamiento: “Pasar entre conos para buscar gol”

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