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PRUEBA DE VALORACIÓN DE LA LATERALIDAD INTRODUCCIÓN El conocimiento de los fundamentos neuropsicológicos del comportami

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PRUEBA DE VALORACIÓN DE LA LATERALIDAD

INTRODUCCIÓN El conocimiento de los fundamentos neuropsicológicos del comportamiento humano está estrechamente relacionado con el estudio de la asimetría cerebral y la lateralización de funciones. La lateralidad constituye, por sí misma, un importante campo de investigación dentro de la Neuropsicología (Hugdahl, 1996). Y es uno de los objetivos de esta disciplina dentro del ámbito educativo proporcionar a los profesionales implicados herramientas de trabajo que permiten optimizar los procesos de aprendizaje y desarrollar estrategias de prevención, diagnóstico e intervención en relación a posibles dificultades que puedan surgir (Aylward, 1997; Berembaum, 1998; Manga & Fourier, 1997). La lateralidad corporal se define como el predominio funcional de un lado del cuerpo sobre el otro, y se manifiesta en la utilización preferente de mano, pie, ojo y oído (Bilbao & Oña, 2000; González, 2012; Llamas, 2003; Portellano, 2008). La lateralidad, consecuencia de la lateralización hemisférica de funciones, es de gran relevancia en el desarrollo cognitivo y emocional infantil. Las capacidades cognitivas se asientan sobre las potencialidades del aparato sensorial y motor del ser humano (Fonseca, 2005; Piaget, 1969). Un adecuado desarrollo sensoriomotor implica una correcta organización lateral. La lateralidad no se limita a la elección de un brazo o una pierna determinada, o de un ojo o un oído, sino que se constituye en un principio organizador de la estimulación aferente y de la respuesta motriz. El sistema más eficaz es el que está lateralmente estructurado y organizado de forma homogénea en el mismo lado del cuerpo (Ferré, Casaprima, Catalán & Mombiela, 2008; Roure, 2012). La lateralidad posibilita la utilización eficaz del propio cuerpo, su ubicación en el espacio y la percepción del propio esquema corporal (Vlachos, Gaillard, Vaitsis, & Karapetsas, 2013). La lateralidad está, por tanto, activamente implicada en muchos procesos de aprendizaje escolar, especialmente en los relacionados con lenguaje, lectoescritura o matemáticas (Jagannath, Garrido & González, 2001; Reynolds, 1997). Las preferencias laterales parecen condicionadas genéticamente (Annett, 2008), y ya están presentes en el momento del nacimiento, en particular aquellas que hacen referencia a manos, pies, ojos y oído (Annett, 2000; Warren, Stern, Duggirala & Almasy, 2005). Casi todos los autores coinciden en que este proceso se establece en torno a los ocho años de edad (Ferré et

al., 2008), y que puede prolongarse en determinadas circunstancias hasta los doce años, siendo inestable antes de los cuatro años de edad (Michel, Tyler, Ferre & Sheu, 2006). Aunque lo deseable sería una lateralidad definida y establecida de forma homogénea, con los cuatro índices mencionados situados en el mismo hemicuerpo, en ocasiones, a consecuencia de diferentes variables, como factores orgánicos, ambientales, o una indebida experiencia sensoriomotriz, esto no ocurre así (Ferré, Casaprima, Catalán & Mombiela, 2006; García, Guzmán & Carratalá, 1998; Del Valle & De la Vega, 2007). Hay un importante porcentaje de niños que no han definido aún su lateralidad a la edad de ocho años, momento en que debería quedar establecida, y otros niños que no muestran una organización lateral adecuada (Ferré et al., 2008). Algunos de estos perfiles laterales no deseables serían: - Lateralidad cruzada: hace referencia a la existencia de personas con predominio lateral no homogéneo. Existen varias combinaciones posibles de lateralidad cruzada, siendo la más frecuente la que se expresa con predominio diestro de la mano y pie junto con predominio ocular y/o auditivo izquierdo. Por ejemplo, en lo que se refiere a la lectoescritura, una lateralidad de este tipo supone un predominio hemisférico diferente entre el procesamiento de la información visual que el niño percibe por vía visual y/o auditiva y la organización de la respuesta grafomotora. - Ambidextrismo: contemplado a veces como un valor por su escasa incidencia entre la población, indica una deficiente organización neurológica en el hombre, según la mayor parte de los autores, que se correspondería con una falta de orden en la distribución de funciones hemisféricas (Da Fonseca, 2005; Rigal, 1987). No es una cualidad, sino que indica una anomalía en el neurodesarrollo, y está en la base de muchas dificultades de orientación que se observan en algunas personas (Ferré & Aribau, 2006). - Zurdería contrariada: modificar el uso del índice predeterminado para ser preferente o dominante (normalmente a nivel manual) y forzar el uso de la mano derecha (especialmente durante la escritura) puede generar ciertas alteraciones neuropsicológicas (disfunción, obstrucción y/o la inhibición del funcionamiento cerebral) (Ferré et al., 2008). Numerosos estudios empíricos han mostrado la existencia de problemas de aprendizaje asociados a alteraciones en la organización lateral. Se ha encontrado cierta ventaja en el desarrollo de habilidades visoespaciales, en el aprendizaje de la lectoescritura y en el cálculo en niños lateralizados de forma adecuada frente a niños con lateralidad indefinida o no estructurada de forma homogénea (De Jong, Van der Graaf, & Paans, 2001; Simon, Mangin, Cohen, Le Bihan, & Dehaene, 2002). Mayolas, Villaroya & Reverter (2010) en su trabajo sobre la

relación entre aprendizaje y lateralidad, encontraron que la mayoría de los niños con lateralidad homogénea, mostraban aprendizaje positivo (64,5%), mientras que los niños con lateralidad cruzada mostraron con más frecuencia (55,8%), un aprendizaje negativo, según valoración de sus profesores. Se ha hallado un alto porcentaje de lateralidad cruzada en los alumnos que, teniendo un cociente intelectual normal, tienen dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura (Siviero, Rysovas, Juliano, Del Porto & Bertolucci, 2002). En relación al ambidextrismo, se ha asociado una dominancia manual indefinida y con tendencia al ambidextrismo con inmadurez psicomotriz y dificultades en el desarrollo del lenguaje y en el aprendizaje de la lectoescritura y de las matemáticas (Hallahan, Kauffman & Lloyd, 1999; Vallés, 1996; Vlachos et al., 2013). También se ha asociado el ambidextrismo a alteraciones de índole emocional: baja autoestima; timidez; introversión; trastorno desafiante; tendencia al enfrentamiento; onicofagia; enuresis nocturna; estos problemas emocionales pueden prolongarse hasta la edad adulta (Sattler, 1993). En general la incidencia de alteraciones en la lateralización (lateralidad no definida, cruzada, o ambidextrismo) es mucho más elevada en niños con problema de aprendizaje (Portellano, 2008), así como entre niños con dislexia, disgrafía, tartamudez y dificultades de estructuración espaciotemporal (Da Fonseca, 2005). También se ha descrito una mayor proporción de problemas de lateralidad en diferentes trastornos del desarrollo: deficiencia mental, espectro autista (Dane & Balci, 2007; Niort, 2012), trastorno específico del lenguaje (Triviño, 2002) o sufrimiento perinatal (Portellano, 2009), así como en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (Reid & Norvilitis, 2000). Parece por tanto que la evaluación de la lateralidad debería incluirse siempre en cualquier protocolo de valoración neuropsicológica. Está, pues, plenamente justificado desarrollar y validar un instrumento que permita a los profesionales del entorno educativo y clínico evaluar mediante la exploración directa y de forma íntegra y sencilla la organización lateral. Pocos instrumentos de evaluación de la lateralidad contemplan los cuatro índices citados (mano, pie, ojo, oído). Muchos de ellos son autoinformes centrados en la preferencia manual, como el cuestionario de Edimburgo (Oldfield, 1971). Existen otras pruebas frecuentemente utilizadas, como el test de Harris (1958), o la valoración de lateralidad incluida en la batería neuropsicológica infantil CUMANEN (Portellano, Mateos & Martínez-Arias, 1992), pero no son lo suficientemente exhaustivas. En 1952, Antonio Subirana, uno de los fundadores de la Sociedad Española de Neurología, desarrolló una prueba de evaluación de la lateralidad para determinar la lateralidad corporal en la modalidad manual, podálica y ocular. Esta prueba consiste en 21 actividades para ejecutar manualmente, 5 para la

modalidad podálica y 4 para la modalidad ocular. La prueba de Subirana, o una selección de items de la misma, se ha utilizado desde entonces en multitud de estudios, y ha sido de gran utilidad particularmente en el entorno educativo (Olivares-García et al., 2005). Es evidente la necesidad de desarrollar y validar un instrumento que permita evaluar de manera completa la lateralidad mediante la evaluación de la preferencia ocular, auditiva, manual y pédica, a través de la ejecución de actividades diferentes y que sea aplicable toda la población escolar, de 5 a 16 años. Para ello se propone adaptar una herramienta ya existente, la prueba de lateralidad de Subirana anteriormente descrita, que ya ha sido utilizada y ha mostrado su validez en multitud de estudios desde 1952 (Subirana, 1952). Una adaptación de esta prueba, en la que se incluya la valoración de la lateralidad auditiva, y que conceda la misma importancia a los cuatro índices corporales, proporcionaría a los profesionales una herramienta útil y eficaz para la evaluación completa de la lateralidad infantil. Para poder establecer de una manera adecuada las pautas de observación para llevar a cabo la evaluación de dichos aspectos, a continuación se realiza la descripción de cada uno de ellos.

LATERALIDAD VISUAL Desde el punto de vista neurofisiológico (Castro, Romero, Valencia Fuentes, 2014; Purves et al., 2007) la visión es un sistema sensorial contralateral, es decir, parte de la información de cada ojo es procesada por el hemisferio contralateral debido al cruzamiento de fibras que se producen a nivel del quiasma óptico, concretamente se decusan las fibras nasales proyectando cada mitad del campo visual en el hemisferio contrario. La lateralidad ocular o visual hace referencia al ojo dominante que actúa como referente para controlar la visión binocular. Según Ferré & Aribau (2006) la preferencia de un ojo se llama dominancia ocular. El ojo dominante pone de manifiesto la tendencia lateral pero hay que tener en cuenta otros aspectos como la binocularidad, acomodación y motilidad ocular. Los cruces oculares son frecuentes entre la población. En un estudio Bourassa, McManus & Bryden (1996) encuentran que el 35% de diestros tiene el ojo izquierdo dominante y el 57% de zurdos tiene el ojo izquierdo dominante. Reiss & Reiss (1997) hallan mayor proporción de preferencia ocular del ojo derecho en varones que en mujeres.

LATERALIDAD AUDITIVA La lateralidad auditiva hace referencia a un tipo de lateralidad sensorial que se basa en la mayor rapidez y exactitud en el reconocimiento de estímulos de un oído frente al otro oído. Según Benavides et al. (2007) hay manifestaciones del receptor coclear que expresan la lateralidad auditiva en niveles periféricos funcionales de la audición. Desde el punto de vista neurofisiológico (Gómez, 2013), la audición es un sistema sensorial contralateral, es decir, parte de la información de cada oído es procesada por el hemisferio contralateral debido al cruzamiento de fibras que se producen a nivel troncoencefálico, concretamente en la pirámide bulbar. Los cruces auditivos también son frecuentes. Reiss & Reiss (1999) observan que el 35% de las personas diestras tienen una lateralidad auditiva izquierda, y que la lateralidad auditiva engloba componentes cognitivos y perceptuales.

LATERALIDAD MANUAL La lateralidad manual es el tipo de lateralidad de segmento corporal más estudiada en las últimas décadas. Este tipo de lateralidad hace referencia a la preferencia por el empleo de una mano frente a la otra para la realización de diversas actividades. Desde el punto de vista neurofisiológico (Redolar, 2014), el uso de la mano está controlado por el hemisferio contralateral debido al cruzamiento de fibras que se producen a nivel troncoencefálico, concretamente en la pirámide bulbar. En un estudio realizado por Amuns et al. (2000) encuentran que el 90% de las personas son diestras y sólo el 10% zurdos. Rönnqvist & Domellöf (2006) comprueban la relación entre edad y preferencia manual, hallando que a medida que aumenta la edad se consolida la preferencia manual, así los niños de 6-9 meses presentan inconsistencia manual pero a las 12 meses se observa una preferencia evidente por la mano derecha.

LATERALIDAD PÉDICA La lateralidad pédica o podal hace referencia a la preferencia de un pie sobre el otro para la realización de tareas en las que está implicado el miembro inferior (Macías & Vera, 2012).

Desde el punto de vista neurofisiológico, el uso del pie está controlado por el hemisferio contralateral debido al cruzamiento de fibras que se producen a nivel troncoencefálico, concretamente en la pirámide bulbar. Parece que la preferencia pédica se muestran con posterioridad a la dominancia manual, visual y auditiva, manteniéndose constante a lo largo de la vida y relacionándose además con la lateralidad manual (Peters, 1988). Normalmente los adolescentes diestros consolidan su lateralidad podal a la derecha y la mantienen estable Gabbard & Iteya (1996). Esta concordancia entre la lateralidad pédica y manual que se observa en sujetos diestros (de forma que cuando la preferencia manual es diestra, también suele ser el derecho el pie dominante) no es tan consistente entre las personas con preferencia manual zurda, donde hay mayor variabilidad en cuanto a lateralidad podal, no siendo tan evidente una preferencia clara por el pie izquierdo, (Singh, 2012; Tichy & Belacek, 2009; Kang & Harris, 2000). Por tanto, entre las personas con preferencia manual zurda es frecuente encontrar laterales cruces pie/mano.

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PRUEBA DE VALORACIÓN DE LATERALIDAD

INTRODUCCIÓN La prueba de evaluación de la lateralidad será una herramienta útil y eficaz para determinar la preferencia y dominancia lateral en cada uno de los cuatro índices valorados (ojo, oído, mano y pie), que permitirá establecer el perfil de lateralidad de cada niño: lateralidad homogénea o heterogénea, y dentro de este último grupo, lateralidad cruzada, indefinida o ambidiestra. Definir el perfil de lateralidad de cada alumno permite disponer de un indicador de su neurodesarrollo que se puede utilizar con carácter preventivo para evitar la aparición de dificultades de aprendizaje asociadas a determinados patrones de organización lateral y para aplicar programas de intervención que favorezcan el procesamiento integrador de la información, la comprensión y el rendimiento escolar en aprendizajes que requieren un nivel de sentido espacial y temporal. Cada uno de los cuatro índices de lateralidad valorados está representado por diez ítems. La aplicación de la prueba debe hacerse de forma individual. Se debe procurar dar las instrucciones de la forma más clara y precisa, y asegurarse de que el niño ha entendido bien la tarea que debe llevar a cabo. Es importante no dar al niño ninguna pista sobre con qué mano, pie, ojo u oído debe realizar cada acción. Para ello pueden situarse los objetos sobre una mesa frente a él o tenderle cada uno de ellos con las dos manos. Es importante aplicar la prueba en un ambiente tranquilo y crear un ambiente de cordialidad y confianza para que el niño realice las acciones con naturalidad.

Valoración de los resultados El examinador deberá registrar en la hoja de registros preparada para tal efecto, cuál es el lado utilizado por el niño para realizar cada una de los items propuestos en los cuatro índices corporales valorados. La valoración de cada índice de lateralidad se realizará de la manera siguiente: 1. Lateralidad establecida en un lado: cuando siete o más actividades se efectúan utilizando el mismo pie, mano, ojo u oído.

2. Lateralidad sin definir o en proceso de definición: cuando hay menos de siete ítems realizados empleando el mismo lado.

1. Establecida de un lado

2. Sin definir

LATERALIDAD VISUAL LATERALIDAD AUDITIVA LATERALIDAD MANUAL LATERALIDAD PÉDICA

En la hoja de registro de resultados hay un apartado de observaciones, en el que se puede anotar cualquier aspecto que se considere relevante observado durante la aplicación de la prueba, como si el niño duda en el uso de un lado u otro del cuerpo, o si cambia de mano durante la actividad.

A. Valoración cualitativa En función de los resultados obtenidos se establecerá uno de los siguientes perfiles de lateralidad: - Lateralidad diestra: si los cuatro índices están establecidos y situados en el lado derecho del cuerpo - Lateralidad zurda: si los cuatro índices están establecidos y situados en el lado izquierdo. - Lateralidad cruzada: si los cuatro índices no se sitúan en el mismo lado del cuerpo. Si únicamente se cruza uno de los índices, se definirá como diestro (o zurdo) con cruce auditivo, visual o pédico. - Lateralidad en proceso de definición o sin definir: si dos o más índices no están establecido en un lado concreto.

1. Diestra LATERALIDAD VISUAL LATERALIDAD AUDITIVA LATERALIDAD MANUAL LATERALIDAD PÉDICA

2. Zurda

3. Cruzada

4. Sin definir

Cuando el niño no se ajuste a ninguno de los perfiles descritos, será preferible hacer una descripción del patrón de dominancias que presenta (diestro con cruce visual y pie sin definir, por ejemplo).

B. Valoración cuantitativa Para poder aplicar criterios cuantificables de valoración (importante para la realización de estudios de grupos) se ha establecido la siguiente valoración cuantitativa: -

Todos los índices definidos y establecidos en el mismo lado: 3 PUNTOS. Existencia de 1 cruce visual o auditivo: 2 PUNTOS (o uno de estos índices sin definir) Cruce sólo de pie: (debido a la posterior lateralización de este índice). 2,5 PUNTOS. Dos cruces o dos índices sin definir (por ejemplo, visión y audición en un lado y mano y pie en el otro: 1 PUNTO. - Dos cruces o dos índices sin definir, si uno de ellos es el pie: 1,5 PUNTOS (debido a la posterior lateralización de este índice).

PRUEBA DE VALORACIÓN DE LATERALIDAD

LATERALIDAD VISUAL

Se le pide al niño que realice una serie de actividades empleando un ojo. Las instrucciones proporcionadas al escolar son las siguientes: A continuación, voy a presentarte unas actividades que tienes que realizar. Son unos ejercicios muy fáciles y divertidos. En algunos de ellas, tendrás que utilizar alguno de los objetos que tienes delante. Cuando estés preparado, comenzamos. El evaluador pone una cruz en cada uno de los items indicando con qué ojo realiza cada actividad.

VISIÓN 1

Mirar por un catalejo o tubo largo

2

Mirar por un tubo pequeño

3

Apuntar con el dedo. Anotar el ojo con el que mira.

4

Mirar de cerca por un orificio de papel

5

Mirar de lejos por un orificio de papel

6

Taparse un ojo para mirar de cerca. Anotar el ojo con el que mira.

7

Taparse un ojo para mirar de lejos. Anotar el ojo con el que mira.

8

Acercarse de lejos a cerca un papel a uno de los ojos

9

Imitar el tiro con una escopeta

10

Mirar por un tubo grande.

Derecha

PUNTUACIÓN -

menos de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad en proceso. a partir de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad definida.

Izquierda

LATERALIDAD AUDITIVA

Se le pide al niño que realice una serie de actividades empleando un oÍdo. Las instrucciones proporcionadas al escolar son las siguientes: A continuación, voy a presentarte unas actividades que tienes que realizar. Son unos ejercicios muy fáciles y divertidos. En algunos de ellas, tendrás que utilizar alguno de los objetos que tienes delante. Cuando estés preparado, comenzamos. El evaluador pone una cruz en cada uno de los items indicando con qué oído realiza cada actividad.

AUDICIÓN 1

Escuchar el sonido de un reloj pequeño

2

Escuchar a través de la pared

3

Escuchar ruidos en el suelo

4

Acercar un oído a la puerta para escuchar

5

Hablar por teléfono

6

Volverse a contestar a alguien que habla por detrás

7

Escuchar dos cajas con objetos por el mismo oído para diferenciar por el ruido cuál está más llena

8

Escuchar un relato por un oído y taparse el otro

9

Mover un objeto que contenga cosas e intentar adivinar lo que es

10

Escuchar por el cristal de la ventana el sonido externo.

DERECHA

PUNTUACIÓN -

menos de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad en proceso. a partir de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad definida.

IZQUIERDA

LATERALIDAD MANUAL Se le pide al niño que realice una serie de actividades utilizando una mano. Las instrucciones proporcionadas al escolar son las siguientes: A continuación, voy a presentarte unas actividades que tienes que realizar. Son unos ejercicios muy fáciles y divertidos. En algunos de ellas, tendrás que utilizar alguno de los objetos que tienes delante. Cuando estés preparado, comenzamos. El evaluador pone una cruz en cada uno de los items indicando con qué mano realiza cada actividad.

MANO 1

Escribir

2

Simular que se enciende un encendedor o cerilla

3

Repartir cartas

4

Limpiar zapatos

5

Abrir y cerrar botes

6

Pasar objetos pequeños de un recipiente a otro

7

Borrar un escrito a lápiz

8

Puntear un papel

9

Manejar una marioneta o títere

10

Coger una cuchara

DERECHA

IZQUIERDA

PUNTUACIÓN -

menos de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad en proceso. a partir de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad definida.

LATERALIDAD PÉDICA Se le pide al niño que realice una serie de actividades empleando un pie. Las instrucciones proporcionadas al escolar son las siguientes: A continuación, voy a presentarte unas actividades que tienes que realizar. Son unos ejercicios muy fáciles y divertidos. En algunos de ellas, tendrás que utilizar alguno de los objetos que tienes delante. Cuando estés preparado, comenzamos. El evaluador pone una cruz en cada uno de los items indicando con qué pie realiza cada actividad.

PIE 1

Golpear una pelota con el pie.

2

Dar una patada al aire

3

Cruzar una pierna encima de la otra

4

Escribir su nombre con el pie en el suelo

5

Andar con un pie

6

Correr con un pie

7

Mantener el equilibrio con un pie

8

Andar con un pie, siguiendo un camino marcado en el suelo

9

Intentar recoger un objeto con un pie

10

Subir un peldaño de una escalera

DERECHA

PUNTUACIÓN -

menos de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad en proceso. a partir de 7 actividades en un mismo lado: lateralidad definida.

IZQUIERDA

A continuación, se expone la hoja de registro en la que anotar los resultados totales de cada uno de los índices de lateralidad valorados para una panorámica global de los datos.

HOJA DE REGISTRO DE RESULTADOS NOMBRE ……………………………………………………………………………………………………………….. EDAD ……………….. SEXO……………… CURSO …………. FECHA APLICACIÓN …………… COLEGIO …………………………………………………………………………………………………………………

VISIÓN

AUDICIÓN

MANO

PIE

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Derecho:

Derecho:

Derecho:

Derecho:

Izquierdo:

Izquierdo:

Izquierdo:

Izquierdo:

TOTAL:

OBSERVACIONES:

PERFIL LATERAL: