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II\IDICE

A Matías Francisco, .1., por sus o|os oe cleto, por... por ser Mati, ffii nieto.

Ariel 7 La propuesta del nieto ....21 Pájaros libres . 31 Buscando al culpable . .45 El visitante misterioso .........77 Hurgando en los recuerdos ..87 El monigote ..99 El final de "Amigo" 109 ...779 Un flamenco perdido Y a mi corazón, ¿qué le digo? 125 La llegada de

La llegada de Ariel eítor, despierte! Hace rato que estoy a su lado, esperando que reaccione. Dijo cosas incoherentes, entre t ¡r rejidos y ayes... Pensé que estaba en ¡ rcligro y, como nadie acudió a mis llan r(rdos, letraje un vaso de agua... Tome, 1,, hará bien. muchacho, pero no vivo -Gracias ',olo. Está Cora, mi empleada, segurarr lcnte andará en la huerta y no escuchó tt.ldd.

parece que

tiene mejor sem-Me lrlante, aunque su respiración continúa .rr¡itada. Si no se opone, lo acompañaré lrasta que se alivie.

Todo lo contrario y

-¿Oponerme? ,xlradezco tu atención, hace tiempo que

nadie se ocupa de mí. En cuanto a mis

"ataques" mientras duermo,

o más bien pesadillas, se repiten con frecuencia desde hace años, no me acuerdo cuántos. Cecé, sentado en el sillón en el que acostumbraba descansar cada día en la galería de su casona de campo, quedó observando el expresivo rostro de ese muchacho de unos doce años, mientras este acariciaba el perro, echado a sus pies. Los modales deljoven atraparon su atención agradablemente, pero ¿quién era? Cecé no tardó en preguntarle si se trataba de un forastero, puesto que nunca lo había visto por el lugar.

-¿Cuál Cecé,...

es tu nombre? El mío es

dónde vienes? llamo Ariely vengo desde lejos... -Me Pero estoy de "pasadita", como se acos¿De

tumbra decir. Recorro el mundo ayudando a los abuelos, es mi especialidad. sabes quién te necesita? Yo

-¿Cómo no te llamé y aquí estás.

y

n. Él

lefe lo sabe es suficient -Mi organiza mis viajes, aunque no soy el

único, pues tengo muchos compañeros que hacen lo mismo. es tu jefe, Ariel? Debe ser -¿Quién un personaje muy importante. es. A él le gusta trabajar en silencio y nos pidió que no revelemos su identidad; entonces si preguntan la razón, responderemos que ni nosotros la sabemos. ser muy modesto, entonces... -Debe pero ¡qué difícil y complicado es entender a tu jefe y tu trabajo. . . ! ¿Qué dices?, no te escuché. .

-Lo

.

le diie que antes de

Cecé, -Don hablar con usted he conversado con sus empleados... ellos 1o aprecian mucho

como "jefe". Tuvieron las mejores palabras para usted y su abuela. . . es muy gratificante... También -Sí, es una bendición del cielo estar contigo después de esa horrible pesadilla... Estos sueños me dejan bastante mal, aunque, ahora, mi recuperacilnha sido excelente. Siento que me transmitesfuerza, energia y eso me hace bien Cecé.

-reconoció

alegro de que así sea, ese es mi -Me propósito el joven.

-respondió

Con aire despreocupado y con su franca sonrisa, Ariel se ofreció

a

acompañarlo hasta que sus malestares desapar ecier an completamente . parece estupendo... Pues así no -Me te irás nunca, ya que muchos médicos no han podido curarme... Cecé, que -dijo por un momento hizo una pausa, con una expresión pensativ Te aviso, Ariel, que puedes cansarte a mi lado, soy muy aburrido. 10

Yo me atrevo a decir que está colrrraclo de tristezas... No puede negarlas, rkrn Cecá, su voz las delata y su mirada tro las desmiente. estoy lleno de tristezas y, a la -Sí, vez, vacio de no sé qué... ¡Caramba! Me ¿rsombra escucharme,jamás hablé de lo clue siento con nadie, me desconozco... Pero contigo puedo explayarme) tienes ese don. Tu presencia produjo un cambio en mí. hábleme de lo que guarda

-Entonces, dentro, don Cecé... Confíe en mí si quiere sanarse.

Para Cecé, contar sus pesadillas en realidad eran hechos de su -que pasado, muchas veces hermosos. . pero otros tristes y sin "salida"- era tan imposible como escalar un volcán .

en erupción, pero reconoció que Ariel tenía la intención de aliviarlo. El joven le infundió seguridad, confianza, desde 11

,'l ¡ rrirner momento en que lo vio, pero confiaba en él? ¿Quién era ese rr rr¡r'hacho generoso que había llegado ,r ',u cas¿r por indicación de un patrón (i l )( )r' c1u(u

desconocido? ¿Por qué sentía que ese joven tenia influencia sobre él? Cecé quedó pensativo, hasta que de pronto preguntó:

-¿Por darme?

qué tienes interés en ayu-

Cecé,le pedique hablemos de ¿Por qué se resiste si acaba de decir que mi presencia le hace bien...? Por favor, desinhíbase. intentaré, pero no podré con-Lo tarte mi vida en un día. Te propongo que te alojes en mi casa, quizás con el correr de los días pueda hablar de mis pesadillas. Si aceptas, Cora tendrá listo tu cuarto cuando lo dispongas. Ariel estuvo de acuerdo con la idea y Cecé reflejí alegría en su rostro. Entu-

-Don usted, no de mí.

siasmado, le dijo: que viviremos juntos un tiempo,

pediré algo muy importante te -Ya

para mí... ¿Quieres ser mi nieto? Te lo pre74

gunto porque eres como elnieto que me hubiese gustado tener... Ariel, si aceptas, me harás el hombre más dichoso del universo y sabré qué se siente en el alma cuando me llames abuelo.

-iQue bien...?

yo sea su nieto?

¿Escuché

¿Su nieto? No arquee las cejas, ni baje la mirada, no estoy rechazándolo... Es para mí un privilegio, un honor ser su nieto, aunque sea temporalmente. Nadie elige a su familia y usted me elige a mí. significa que aceptas. ¡Es mi -Eso día de suerte, tengo un nieto! -exclamó eufórico Cecé y abrazí a Ariel. Luego, el muchacho, con una mirada preocupada, empezó a decir: le molesta, no me responda, pero...

-Si

qué me preguntarás -Sé interrumpió su nuevo abuelo-...-lo Mi esposa no pudo ser madre.Pero ahora, 15

disfrutemos este momento, dime Ariel: ¿es un sueño o realidad lo que estoy viviendo? Quiero saber por qué escucho una dulce melodia y veo partículas de colores en el aire. pensar que dijo que era aburrido Ariel, mientras su abuelo, disfru-rió tando de ese instante mágico para é1, sonreía feliz. convencerlo de que es real lo -Para que ahora ocurre, estrene su título de abuelo y comience con sus historias, como lo hacen todos los abuelos. No tiene escapatoria don Ce... perdón, abuelo. Vamos, abra su corazón, entréguese eó Ariel, al tiempo que su -brom abuelo se acomodaba para decir: es mi primer intento... -Este respirando profundamente, comenzó su triste historia: Mi familia vivía en Europa cuando estalló la gran guerra... iQué días más difíciles! Mis padres querían que regresá-

-Y

-9,

l6

patria, pero los aüones, que sembraban bombas en la ciudad donde vivíamos, lo impidieron. Mis ramos

acá,, a su

padres desaparecieron entre explosiones y derrumbes. Y yo... pues, fuego y humo

fue lo último que vi... Me encontraron lrerido e inconsciente entre los escomlrros. Estaba en el hospital cuando mi abuela llegó a rescatarme. abuela fue sola a buscarlo? ¿Y -¿Su su abuelo? -1uiso saber Ariel. fallecido años atrás y ella -Había cstaba tan sola como yo en aquel momento. Mi madre era su hija... Como ves, estar en la guerra me dejó secuelas que aún perduran... y también me abruma algo más...

continué

pidió Ariel

-Abuelo, -lepara sus ojos y le alcanzb un pañuelo nublados por las lágrimas. en venta la casona, elcampo,

-Pondré todo... Eso significa para mí vender mi niñez, mi juventud, en fin, toda mi vida.

t7

-

-¿Pensó

¿,Qué tiene que ver

adónd e irá?

no lo sé, un día se me ocurre -Aún una cosa, otro día lo contrario... Pero como tengo fortuna, lo resolveré... Aunque sea complicado emprender una nueva vida a mi edad, no puedo seguir viviendo solo en esta inmensidad -Cecé carraspeó nervioso antes de continuar-, pero si te quedas, serás mi heredero y, por supuesto, no venderé nada. De pronto, Ariel notó algo en el rostro del abuelo. te asustes, Ariel, es una palldez -No saludable, acabo de sentir algo curioso. sintió liberado, está dando resul-Se tado que me hable, y eso me alegra. es, fue como si saltara el tapón -Así emocional que tuve atragantado durante años, pero esa sensación me ha dejado mareado. lógico, abuelo, los recuerdos lo -Es desbordaron.

" ,( , ( lesborde?

interesó Cecé. [:s simple, sus recuerdos fluyeron r r ¡n r() burbujas de una botella de cham¡ ,, r rc) cuando recién la descorchan. . ,'.,t, (la cuenta, abuelo, que está ebrio , l.' ,rlegría? Ariel, con su natural -dijo I,rrcn humor. Estoy "medianamente" feliz... por rrrr l.rdo es lo que estoy viviendo en este rnornento, junto a tu compañía... Y por , rlr«) me entristece la venta del campo y tlc la casa... Depende de ti que la lleve , r r:abo o desista , ¿qué me dices? -Que es un asunto muy importante l)(rra tratar ahora, tómese un tiempo, rro mucho, recuerde que "estoy de pasat lil¿1" . Pronto charlaremos sobre este (',rso. ¿Le parece bien? sorprendes, Ariel. Cuando hablas -Me Itr pdr€ces tanto a mi abuela, eres un lr.ilsamo para mi espíritu desorientado. . . r

-se

r

.

79

1B -.-r€

mi mareo con

G

Siempre tienes atinadas y consoladoras respuestas, o tal vez, sanadoras palabras. Tus cualidades son excelentes, pero alavez eres escurridizo, evltas mis preguntas cuando intento ahondar en tu

vida... ¿Quián eres? su nieto

Ariel- Y como -rió -Soy tal le pido que trate de ser feliz, ahora que saltó el tapón emocional que lo liberó. Si lo veo feliz, habré cumplido con mi tarea... Abuelo, prepárese que mañana hablaremos de cosas muy importantes.

La propuesta del nieto en, Ariel. Deja de jugar con el perro, por favor, y siéntate a mi lado. Estoy impaciente por conocer lrr opinión sobre la venta que ayer te r

«rm€fité...

Ariel, acompañado por el perro,

se

',«rntó frente a Cecé y le pidi6, a suvez, ( re pensara en positivo, porque iba a lr I r,rcerle una propuesta.

-4e

aclaro, Ariel, que generalmente ,lesconfío de los arrebatos juveniles. l'cro, claro, tratándose de mi nieto, esto ,'s diferenle, así que te escucho y en ¡rositivo "-¡¿¡¡¿ rcó Cecé. Su nieto le aclaró que no era un arreIrato juvenil lo que tenía que plantearle, ( llle era algo que había pensado y analizado con tranquilidad. "

2t -."'.qlF

alF no venda esta hermosa

-Abuelo, propiedad, transfórmela en una escuela especial y tal vez única. tan especial y única? -inte-¿Quá rrogó Cecé, arqueando una cejaenseñal de interés. porque su misión será -Muchísimo, cuidar el Planeta... Sí, escuchó bien, el Planeta, que es la casa de todos. Desde hace años y años está avisando que está enfermo, mejor dicho lo enfermaron, y a pesar de sus numerosos síntomas, nadie o pocos atienden sus reclamos.. .. Hay que hacer algo. cómo? el Planeta? -¿Sanar receloso Cecé.¿Pero

-preguntó

puede sanar, si se nos enseña -Se desde chicos a cuidar ríos y océanos, para que el agua sea pura. s razón, muchacho, Porque la -Tiene población y aun los que tienen el poder de decidir su cuidado, flo lo hacen...

l',rr.'r «,n ignorar que la Naturaleza no r ", n r, r,trotable. Es que las personas solo I )r('rr.,(ur en acumular riquezas y olvidan i lu{' r,l agua es un tesoro indispensable | ,,rl,l ViVif.

I:ste es uno de los propósitos de l, r .scuela Ariel-. Otro tan -continuó rnl)ortante como lo del agua, es infornr(rl' que se están devastando selvas, Ir,stlues y montes, arrasando "las fábrir , rs d€ oxígeno". En un futuro cercano, sobrevivir en el Planeta tendrán que u!,,Ir escafandras, sé que es triste este | ,, rr-¿r

l),urorama, pero para evitarlo tendrán r ¡r rrr sab€r también que el cemento está n rv¿rdiendo los pulmones del mundo.

Ariel miró detenidamente a Cecé y, .,irr rodeos, dijo con convicción:

abuelo, que usted, que sufrió

-Creo, l, r crueldad de la guerra, es el indicado l)i)ra hablar de ese monstruo

23

22

__.---.--.-r

y las

arrpsecuelas que deja. Es importante que los niños más pequeños sepan que la paz mundial que todos desean y que aún no se ha logrado totalmente, no debe estar condicionada a firmas y tratados, sino a la cordura, al respeto y al amor. La paz debe ser un estado de vida natural.

mi modesto entender, la guerra

tiene relación con el planeta g, no-En

además, €s un tema macabro para los niños...No, no estoy de acuerdo el abuelo.

-objetó

atómicas, las

explosiones -Las bombas que caen en el mar o en la tierra, tienen el mismo destino: el globo ferráqueo. En cuanto a hablar a los niños de este delicado asunto, se deberá tratar de acuerdo a las edades, pero tienen que saber la verdad de lo que pasa en el mundo, tienen el derecho, porque el futuro les perte nece y si están informados, estarán preparados para eleglr en 24 --G!q

rndo querrán vivir. . . De hecho, si , ",1, r rscuela funcionara, sería un renacer | ), rr, r l,r humanidad y obviamente entraI t, il r (It una nueva era.

r lr rr ' rr rr

¡

¡Ariel, Ariel!!... continuamente

rc irrrpactas y tu discurso me supetd, g , rr n r(lue sé que soy reiterativo, no puedo r lt'j,rr.cle decir que tus ¿cuántos?, tus doce rr

ros son pocos para idear e imaginar t'slc n-raravilloso proyecto. Demuestras \(,r' (leneroso y, además, tienes ingenio v r¿)zonas con sentido común, el menos r'« rnrún de los sentidos. Mi nieto andarín, ,'.rlttién es tu maestro? Ariel sonrió y dijo: que mi modo de pensar -Digamos ,'s herencia familiar o que programaron ,rsí mis neuronas o que, quizás, fue mi . r lrevida voz interna la que habló sin mi ¡rcrmiso. eres ventrílocuo? .n

-¿Acaso

L'.ecé.

-bromeó

a-

' ,( ,nt"iendo

l,

por la comparación, Ariel

a su abuelo si quería que le ¡rlrt'ard qué eralavoz interna. N o, tu elevado talento no está , , r t l€ con mi entendimiento, será lr'l{ )r' que sigamos hablando de tu pro¡

,rr,rjLlr-rtó

',,, l«).

¿,Tiene idea de la decisión que i, ,r n¿rrá? Ariel, al tiempo que -preguntó ( r'r'ó movía la cabeza de un lado a otro. lrrcluieto, carraspel, y con un hilo de ',, rz. pudo decir:

{ ü

no soY Dios Para llevar -Muchacho, a cabo semejante proyecto. . . Soy un hombre sencillo, habituado a cosas muy distintas a las que propones y que, en este instante, estoy tan aturdido que me siento como un náufrago en medio del mar, es decir, me siento incaPaz.

Mi querido abuelo Cecé, no

que cambie de tema, por favor r, ¡ ,,(, sienta incómodo por negarse a mi y yo respeto ¡ ,1, rr r, tiene todo el derecho, ,r tlccisión... Tal vez me excedi en la

r r,

'r r ,sl:rfio

¡,rol)u€sta lr,

su decisión, Porque usted

-Lamento tiene las mejores condiciones para lograr que funcione la escuela. Ayer dijo que cuenta con riqu ezas y espacio aquí le sobra... Además, pensé que así estaría en permanente contacto con jóvenes y niños que lo colmarían de alegría, envez de quedarse solo. abuela solía decir que el diálogo -Mi alMa tensiones, a mí me sucede lo contrade decir rio en este momento -alterminar esto, Cecémiró elcielo y, como conocedor de las nubes, anunció tormenta. Ariel observó la inseguridad de Cecé y, con voz pausada y ceremoniosa, dijo:

r

y lo apabullé,

_---rrl-rf,;F._

cálmese, ño

rtrlaremos más de este asunto.

Al contrario, Ariel, hablemo ( ', r(-cion ó Cecé-, te aviso que no fue

"no" rotundo a tu iniciativa, creo que ,liltr que me sentía incapaz de llevar a , ,rlx) tu obra, pero... Cabe la posibili,l,rrl de intentarlo, claro, evaluando mis ( ( )ndiciones físicas y anímicas, ya que rural a director ¡ r, rsaríá de hacendado ur r

lt' escUeld. . . Cecéhizo una pausa Y continuó: ya no me Prohíbo -Como verás, lr.rblar de lo que siento. Tu don o medi, ilra, que aún es misteriosa, pues no me lr,rs dado ningún brebaje o píldora sanar lord, tiene mágicos resultados para mí.

r

29

2B

es

alegra que haya posibilidades! -¡Me Ariel-. Entonces, mientras -exclamó lo evalúa, seguiremos conversando.... Abuelo, ¿me hará saber de sus travesuras y juegos de la niñ,ez? ¿Tuvo amigos? Y, por supuesto, hábleme de su querida abuela, ya que al parecer fue muy importante en su vida... Pero dejémoslo para mañana, hoy lo veo muy cansado.... ¿Mañana, entonces? Cecé asintió:

-Mañana

entonces...

Páiaros libres I día lluvioso es apropiado para contar y escuchar historias... y tomando mate, mucho mejor. ¿Le parece lrien, abuelo? Ia el mejor lugar -Y -recalcó Cecé-. Estamos resguardados de la

galería

,,

lluvia, pero la tenemos cerca para dislrutarla. mí tambien me gusta ver llover. -A Y, abuelo,, ¿tiene alguna historia especial para contarme? Vamos, estoy impaciente por escucharlo.

tantas cosas en mi vida, -Hice muchacho, pero la lluvia trae a mi rnemoria cuando salía a caballo por el campo en los días de tormenta, para rescatar pájaros derribados por elviento v la lluvia. 30

31

F

Me acompañaba Eugenio, entrañable amigo de la infancia su relato -continuó el abuel Nos asustábamos cuando los relámpagos iluminaban el cielo y los truenos retumbaban en la tierra, pero nos sobreponíamos, pues nuestra " operación rescate" era lo más importante para nosotros. Juntos logramos salvar a muchos pájaros de morir ahogados en el barro, y avece.s trepábamos a los árboles para volver a poner en los nidos a pichones junto a su mamá. Nos llenaba de alegría este trabajo, salvar pájaros...

era un acto de arrojo

-También Ariel, pero al darse cuenta de -acotó que el abuelo se quedaba en silencio, como ausente, y con la mirada perdida, lo llamó.

abuelo, regrese! áQué le

-iHey, sucede? No me asuste,

¿adónde se fue?

Cecé reaccion 6 y , con su acostumbrada calma, respondió, 32

de pájaros, recordé el dia

-Hablando , ¡ue le pedí cierto regalo a mi abuela.

.

Y

.,i

no te aburre escucharme, ya que estoy ct;n ánim o, te la contar é para que saques Irr propia conclusión y la comentes con It rs amigos. --Sepa que no me aburre, al contrario, me entretiene escucharlo, abuelo... ,'Otro mate?

Cecé asintió con la cabeza, pero le ¡riclió que cambiara la yerba.

-Y nrejor

si el próximo es con espumita, Cecé-. Bien, como

-brome6

Irr decía...

Yo estaba de cumpleaños, así que It, pedí a mi abuela un regalo especial: rería tener pájaros que fueran distintos , r los que veía en el campo. . . Ante esa (

lr

¡rctición, ffii abuela, sorprendida, me r,,spondió secamente "está bien" y no liz,o ningún comentario.

.) .)

JJ

-r

.

Tampoco habló del tema los días siguientes, ni durante el largo viaje en tren que hicimos al pueblito dond e vendían pájaros exóticos. Cuando llegamos y vi la cantidad y variedad de aves, no podía creer que fuera real.

Quedé alucinado y aturdido por el griterio de los vendedores y compradores. Era un verdadero infierno caminar entre el gentío y las jaulas desvencijadas que se apilaban en el suelo. Después de un rato, me acostumbré a ese trajín enloquecido y comencé a recorrer el sitio.

-Junto Ariel.

a su abuela, supongo

-dijo

Ariel, te equivocas. Mi abuela

-No, se mantuvo a cierta distancia, bajo la sombra de un árbol y mirando ese paisaje atroz, sln disimular la indignación que sentía. En cambio, yo revisé jaula por jaula, todos los pájaros me gustaban. Pero la mugre, los desechos, los pájaros muertos y otros que estaban agonizando, hacían tan maloliente el sitio, a pesar de estar al aire libre, que sentí ganas de vomitar.

era un lugar monstruoso volvi, , ,r .lcotdr el muchacho. lr r, ¡, rr era hermoso pero, almismo -El i rt,rrrpo. t lt,tcstable y triste... Así son las rrracior r,'s de la ignorancia humana. ["irralmcr rlr, €rd insoportable ',;tar alli. ¡¡cro chico como , 'r r), dgt r, ¡r r lé para poder ,'ltrgir nri rcgalo emplu,n¿ldo; no sabía por cuál , ltrcidirnlc, todos me gus-

-Errl,

l,



¡1's5

rtran.

[-n eso vi unos pájaros de plumaje rojo , 'scarlat¿r con cola verde y copete amarillo. Cl¿lro, me llamaron la atención y, ¡ rr )co a lfoco:, me fui acercando para no ,,srrstarlos, y ya junto a ellos, me quedé rrrrnóvil, incluso sin respiración por unos ,t'qundos. . . Cuando se acostumbraron a

presencia, comenzaron un concierto rrrolvidable. Había encontrado lo que , ¡ rcría y entusiasmado grité: rrri

37

.-rF

abue!! ¡Estost ¡Llevaré

-¡¡Estos, mientras los señalaba, a mis -y pies gorriones y palomas picoteaban

estos!

semillas esparcidas en el suelo-. ¡Mira estos pobrecitos, abuela: comen lo poco que cae de la jaula!

equivocas, Cecé. . . Pobrecitos no pueden volar a pesar de lener alas, ni tampoco pueden elegir dónde anidar ella, al acercarse para ver los -repuso pájaros que había elegido. si ellos estuvieran en la -Abuela, selva o bosques, no podríamos escuchar sus gorjeos, ni ver el colorido de su plumaje. ¡Son tan hermosos! --di;o ella-, a mí también -Querido me encanta escucharlos y ver labelleza de sus plumas, pero ese placer implica todo esto que estás viendo. . . Por si no lo sabes, miles de aves mueren asfixiadas en el traslado y otras tantas acá, en

-Te los que están en cautiverio, son

,'.,l.rs tiendas insalubres. Este exterminio ¡ rroVocd un desequilibrio en la Natural1'/